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Composicion-taxonomica-de-los-lepidopteros-2009-2011-de-la-coleccion-de-artropodos-de-la-FES-Iztacala

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FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES 
 IZTACALA 
 
 
 
 
 
 
Composición taxonómica de los 
lepidópteros (2009-2011) de la colección de 
artrópodos de la FES Iztacala 
 
 
 
 T E S I S 
 QUE PARA OBTENER EL TITULO DE 
 B I O L O G O 
 PRESENTA 
 MIGUEL ANGÉL AVILA LAZCANO 
 
 
 
 
 
DIRECTOR DE TESIS: M EN C. SERGIO G. STANFORD CAMARGO 
 
 
 
 LOS REYES IZTACALA, ESTADO DE MÉXICO 
 
 
 
 
 
Junio 2015 
 
 
 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
Índice 
 
Resumen……………………………………………………………………………… 1 
Introducción…………………………………………………………………………… 2 
Antecedentes…………………………………………………………………………. 6 
Objetivos…………………………..…………………………………………………. 12 
Materiales y Método………………..………………………………………………... 13 
Resultados y Discusión…………………….………...……………………………... 15 
 Listado…….……………………….………………………………………………. 15 
 Riqueza de especies por familia…….…….……………………………………. 19 
 Abundancia de familias………………………………………………………….. 21 
 Abundancia de especies…………………...……………………………………. 23 
 Distribución por entidad federativa……………...……………………………… 24 
 Riqueza de especies por entidad federativa……….………………………….. 27 
 Nivel de salud de la colección..…………………………………………………. 28 
Conclusiones...……………………………………………………………………….. 30 
Literatura citada………………………………………………………………………. 31 
Anexo…………………………………………………………………………………. 41 
 
 
Dedicatorias 
 
Este trabajo está dedicado a todos aquellos que me apoyaron y nunca dejaron de creer que esto 
era posible. 
 
A Sonia Lazcano, mi madre, por siempre estar al pendiente de todos y todo en la familia, gracias 
por heredarme ese ímpetu de realizar todo, lo mejor posible. 
 
A Javier Avila, mi padre, por ser esa persona responsable, llena de tolerancia, alegre y 
espontánea. Gracias por quererme tanto, aunque a veces siento no merecerlo, gracias por las 
desveladas y sacrificios, al fin rendirán frutos. 
 
A Brenda Avila, mi hermana, por ser mi mejor amiga, gracias por apoyarme incondicionalmente, 
por los consejos, escucharme, críticas, miradas de pistola, discusiones, peleas, groserías… en 
fin todos los buenos y malos momentos que hemos llegado a compartir. 
 
A mi abuelita Ofelia Flores, por ser mi primera maestra en fisiología vegetal, farmacognosia, 
diversidad vegetal, control de plagas y propagación de plantas. Gracias por todas esas 
enseñanzas. 
 
A mi abuelito Mariano Lazcano, por ser el vivo ejemplo de un revolucionario, gracias por serlo 
y no dejarlo de ser hasta la muerte. 
 
A mi abuelita Felipa Sánchez, por educar a tan maravillosa persona que tengo por padre, 
gracias por el apoyo que nos ha dado a nosotros como familia, por cuidarnos y procurarnos. 
 
A mi abuelito Leonardo Avila, a pesar de tú enfermedad, yo sé que me llegaste a querer tanto 
como yo a ti, siento tanto que hayas tenido Alzheimer, pero en tus momentos de luz eras 
divertido, aún te recuerdo preguntando por el rufián y diciéndole patrona a mi madre, jaja. Sé 
que hoy en día estarías más que orgulloso de tú hijo y como se ha convertido en el mejor padre 
de familia. 
 
A una pequeña niña muy especial en mi vida, de nombre Valentina Huerta, gracias por esas risas 
tan inocentes, las cuales hacían que todo mundo sonriera. Lamento no haber podido transmitirte 
más conocimientos y darte más cariño. Espero un día volvamos a correr jugueteando, tras las 
mariposas en los campos de alfalfa. “Hija” sabes que cuentas conmigo para todo. 
 
A mi amiga Elizabeth Linares, por ser una de las mejores personas que he conocido, por todo el 
apoyo que me diste, académicamente y personalmente, estoy muy agradecido contigo, por soportar 
tantos malos ratos, y más aún por los buenos, tus palabras siempre me hicieron mucho bien. 
Gracias por estar prácticamente, siempre que te necesito. 
 
A mi amiga Anayeli Pineda, por todo el apoyo que me diste durante la carrera, en verdad se te 
agradece, fue de mucha ayuda, gracias por todo ese tiempo compartido, consejos, opiniones, 
diferencias, por buenos y malos momentos. Todo eso tal vez allá contribuido a que fuese mejor 
persona hoy. 
 
A mi amiga y compañera de laboratorio Ivonne Delgado, por escuchar todas mis locuras 
taxonómicas y ser una de las mejores compañías en todo momento. Con todo y tu odio por todo. 
Me gustó mucho haberte conocido más, después de no caerme tan bien, que alegría recordarte 
como una parte importante en mi ciclo de vida. 
 
A mi amiga Guadalupe Reyes, por ser apoyo importante en momentos de riesgo, gracias por 
escucharme y opinar, que aunque a veces no aplicaban en mi caso, al menos si me sacaban una 
carcajada. 
 
A mi amiga superfuerte Ale Verde, por ser fuerte 
 
A mi amigo Valentín Cruz, por ir lentín. 
A mi amigo Freddy Ines y sus caras de no sé qué 
 
A mi amigo Luis Enrique Vega (cuervo de colores o hippie oscuro), por sorprendernos con cada 
palabra que sale de su boca. 
 
Jorge Hernández, por recordarme al código genético. 
 
Jonathan Montiel, por meterme más a la cabeza el cursar 5to semestre con mí ahora tutor, ha 
sido una penuria, pero al fin y al cabo, lo que quería era aprender bien. 
 
Que hubiese sido de mis semestres sin ustedes mi equipo favorito, los jinetes del caos, gracias 
por ese compañerismo que siempre mantuvo “funcional” nuestros equipos. Fue un gusto salir a 
campo con ustedes, ya verán que vendrán muchas más. 
 
Marco, Daniel y Richard, gracias por todas esas platicas muy amenas por cierto, es agradable 
hablar con alguien que entiende de lo que hablas y no solamente te diga, “estás enfermo”. 
Gracias por ser mis hermanos académicos y enseñarme tantas cosas acerca de las mujeres. 
 
A mi madre académica Marcela Ibarra, por comportarse conmigo como todo una madre 
responsable, una buena madre. Le agradezco mucho toda la confianza y conocimiento que deposito 
en mí, es usted una persona a la cual estimó demasiado. Espero poder compartir con usted 
muchas más alegrías. 
 
A mi padre académico Sergio Stanford, por brindarme todo ese apoyo desde que me conoció, 
gracias, porque a pesar de yo pensar que poco le importaban los problemas de sus tesistas, ha 
sabido también ser un amigo. Es para mí un placer muy grande saberme formado por alguien como 
usted. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Agradecimientos 
 
En especial a la Biól. Marcela Ibarra y al M en C. Sergio Stanford por ser parte fundamental en 
mi formación como entomólogo. 
 
A la Biól. Saharay Cruz, por permitirme el acceso a los ejemplares, durante el estudio, ayudar a la 
fumigación del material y su resguardo en la Colección de Artrópodos Facultad de Estudios 
Superiores Iztacala (CAFESI-UNAM). 
 
A la Biól. María Eugenia Díaz Batres, por su ayuda en la determinación y corroboración de 
ejemplares en el Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental, por permitirme el acceso a la 
Colección Nacional deInsectos “Dr. Alfredo Barrera Marín” y a la colección “Roberto Müller”. 
 
Al Biól. Alberto Morales, por el apoyo en el préstamo de equipo e instalaciones en el laboratorio 
de Zoología. 
 
Al Dr. Esteban Jiménez, por su acertada crítica durante el desarrollo de este trabajo. 
A la UNAM, por permitirme el acceso a tan grandiosa información, a la FESI, por ser el alma 
mater de mi formación académica y a la carrera Biología, por no dejar nunca de mostrar nuevas 
maravillas. 
. 
 
 
 
 
 
 
Y justo cuando la oruga pensó que era su final, 
se transformó en mariposa 
ANONIMO 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1 
 
RESUMEN 
 
La importancia de las colecciones biológicas radica en la información que éstas 
alojan. Para México son de un gran valor ya que sus recursos biológicos (plantas, 
animales, hongos e insectos) constituyen el mayor recurso renovable sobre el cual 
descansa el bienestar del país. Una sólida base de datos referente a la entomofauna 
del país, es esencial para preservarlos. El objetivo de este trabajo fue conocer la 
composición taxonómica de los lepidópteros, (2009-2011) de la colección de 
artrópodos de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM. Se 
determinaron las familias y especies, se catalogaron y resguardaron en la colección. 
Los ejemplares con datos incompletos se separaron en cajas y se integraron a la 
colección didáctica y a la de divulgación. Las especies, identificadas fueron 
corroboradas con las del Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental de la Ciudad 
de México. Se determinaron 1,525 ejemplares agrupados en siete superfamilias, 15 
familias, 38 subfamilias, 44 tribus, 123 géneros y 187 especies y 72 fueron 
identificadas a subespecie. La familia con mayor riqueza fue Nymphalidae con 54 
especies y las que obtuvieron la menor fueron: Drepanidae, Crambidae, Cossidae y 
Pyralidae con 1; la familia más abundante fue Pieridae con 45.44% del total de 
ejemplares y la menos fue Pyralidae con 0.06%. Las especies más abundantes en la 
colección pertenecieron a la familia Pieridae, Leptophobia aripa elodia con 8.85%, 
Phoebis senna marcellina con 5.57% y Eurema mexicana mexicana con 5.37%. Las 
menos abundantes fueron 59 especies de 8 familias representando cada una de ellas 
por el 0.06%. Michoacán fue la entidad federativa que obtuvo la mayor cantidad de 
ejemplares con 455 que representaron el 29.50% y la menor fue Morelos con un 
ejemplar (0.06%). Con respecto a la riqueza de especies, en el Estado de México se 
encontraron 100 y Morelos con una especie. Los registros se incorporaron a una base 
de datos Excel donde se analizaron, abundancia, distribución y número de especies. 
De acuerdo a los niveles de salud propuestos por McGinley, de los 1,525 ejemplares 
registrados, 1,364 se encontraron en el nivel 3, 74 en el nivel 4 y 87 en el nivel 5, 
quedando los ejemplares en los niveles finales de 8 para 73 ejemplares que se 
hallaron con datos incompletos y en el nivel 9 fueron 1,452. 
 
2 
 
INTRODUCCIÓN 
 
Las colecciones tienen como característica común concentrar archivos de 
conocimiento en un espacio determinado con el fin de conservarlos y mantenerlos 
disponibles a largo plazo y tener la cualidad de ser objetos físicos, que son de 
suma importancia para la sociedad. A las colecciones se les puede catalogar 
como histórico-sociales que son las que contienen los ejemplares asociados al 
desarrollo histórico, social y cultural del hombre (Gowland, 1997); por ejemplo: 
filmotecas, audiotecas, colecciones de arte, antropológicas, arqueológicas y de 
historia natural, estas últimas contienen los registros físicos de las formas de vida 
y de los procesos terrestres (Nudds y Pettitt, 1997). En las colecciones de historia 
natural se encuentran las paleontológicas, geológicas y las biológicas, que se 
clasifican en vivas como los jardines botánicos, los zoológicos, acuarios y 
herpetarios y no vivas como los ejemplares mantenidos en seco o en alcohol 
como plantas, invertebrados y vertebrados terrestres o marinos (Cristin y Perrilliat, 
2011). 
Los museos y colecciones científicas deben ser entendidos como lo son en otras 
naciones, como un recurso imprescindible para el desarrollo del país (NSTC, CS y 
IWGSC, 2009). Las colecciones científicas son alojadas en museos o sitios 
especializados dedicados al resguardo, mantenimiento y administración de dicho 
material científico. El Artículo 3 sección I del Estatuto vigente del Consejo 
Internacional de Museos (ICOM), (ICOM, 2007a), define al museo como “…una 
institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y su 
desarrollo, abierta al público y que realiza investigaciones referidas a los testigos 
materiales del hombre y su entorno, los adquiere, conserva, divulga y en 
particular, los expone para fines de estudio, educación y difusión”. En el Artículo 2, 
sección 1, inciso b, (ICOM, 2007b) e integrado a esta definición, incluye además 
de los museos propiamente dichos, a: a) Los institutos de conservación y galerías 
de exhibición que dependen de las bibliotecas y centros de archivo. b) Los sitios y 
monumentos arqueológicos, etnográficos y naturales, así como, los sitios y 
monumentos históricos que por sus actividades de adquisición, conservación y 
3 
 
comunicación tengan la naturaleza de museo. c) Las instituciones que exhiben 
especímenes vivientes como los jardines botánicos y zoológicos, acuarios, 
viveros. d) Las reservas naturales. e) Los centros científicos y planetarios. 
Las colecciones biológicas pueden clasificarse en tres tipos: las colecciones 
científicas, en las que se toman datos para realizar algún tipo de estudio sobre 
diversidad, distribución y abundancia, entre otros y para su consulta se requiere un 
permiso; las colecciones didácticas, sirven como material de apoyo para la 
enseñanza dentro de la institución a la que pertenecen, por mencionar un ejemplo, 
se encuentran los centros de estudio que utilizan este material como apoyo en sus 
prácticas correspondientes a dicho tema y las colecciones de divulgación o 
difusión, su función es la de ayudar a la enseñanza al público en general, por 
medio de exposiciones a diversos sitios públicos, para tratar aspectos sobre 
diversidad, su importancia, usos, lugares donde habitan y conservación (Llorente-
Bousquets y Castro-Gerardino, 2002). 
Para que una colección científica esté en óptimas condiciones es necesario 
enfoques innovadores para la gestión de colecciones y poder calificar el estado de 
la misma. Hay un sin número de publicaciones que hablan de la administración 
adecuada para una colección, sin embargo, el departamento de entomología del 
Museo de Historia Natural de EUA, ha desarrollado una serie de enfoques donde 
McGinley (1993), señala que los museos en la actualidad se están saturando de 
ejemplares y en realidad no hay una gestión adecuada, para lo cual propone 
niveles que hacen referencia a la conservación de materiales (nivel 1), 
accesibilidad de los ejemplares (niveles 2-4), organización física (niveles 5-6), 
captura de datos (niveles 7-9) y por último la certificación del material por algún 
especialista (nivel 10). Esto aplica en general para las colecciones científicas pero 
es mayormente observado en las colecciones entomológicas gracias al gran 
atractivo visual que representan muchas especies, sus relaciones sinantrópicas, 
su fácil manejo al transportarse y aparente facilidad para conservarlos en buen 
estado. 
Dentro del conocimiento entomológico del país, uno de los órdenes más 
estudiados es Lepidoptera llamadas comúnmente como mariposas y polillas. El 
4 
 
término es una palabra de origen griego y hace referencia a las alas, lepis = 
escama y pteron = alas, debido a que están cubiertas de pequeñas escamas, que 
son también las que les dan su color e iridiscencia (Jonhson y Triplehorn, 2005). 
El orden Lepidoptera, es el segundo ordencon mayor número de especies de la 
clase Insecta, agrupa 157,424 especies de mariposas y polillas descritas, incluidas 
en 45 superfamilias y 139 familias (Nieukerken, et al., 2011), 10,859 especies más 
de las que cita Heppner en el año 1991. En México éste orden cuenta con 14,507 
especies y un estimado de 23,742 según Heppner (2002), cifra muy cercana a las 
25,000 especies que Llorente-Bousquets, et al. (1996) estimó, atribuyéndose a la 
convergencia de las regiones biogeográficas Neártica y Neotropical. 
Las mariposas se han clasificado a lo largo del tiempo de muchas formas, en 
fechas recientes, aún cuando parece existir consenso en dividir el orden en cuatro 
subórdenes (Zeugloptera, Aglossata, Heterobathmiina y Glossata), no se cuenta 
con una clasificación estable y universalmente aceptada, ni siquiera al nivel de 
superfamilias (Lamas, 2008). Otra forma de clasificarles es en dos grupos: 
mariposas diurnas y nocturnas. Las primeras dentro del grupo Rhopalocera y las 
nocturnas en Heterocera. Esta clasificación es más antigua y el primero en 
nombrarlas de ese modo fue Darwin (1871) y hasta la fecha es una forma 
aceptada de clasificarlas, por lo fácil que resulta al únicamente separarlas por 
hábitos y algún carácter morfológico. 
Rhopalocera incluye a las mariposas que presentan antenas cuyos extremos 
tienen forma de maza; se les conoce como mariposas diurnas”, por volar durante 
el día, aunque este último carácter no es exclusivo del grupo (Robert et al., 1983); 
está integrado por las superfamilias Papilionoidea y Hesperioidea; la primera tiene 
la maza antenal recta y el cuerpo es delgado en proporción con las alas, mientras 
que en Hesperioidea la maza es curvada, a menudo con forma de un pequeño 
gancho distal y el cuerpo siempre es ancho en proporción de las alas (Ehrlich y 
Ehrlich, 1961) 
Dentro de los ropalóceros, los papilionoideos suelen ser de vuelo muy lento; su 
coloración es muy variada, va desde el transparente, al negro, pasando por 
infinidad de combinaciones y generando en algunas especies figuras geométricas 
5 
 
u ocelos, hasta llegar a simular una hoja marchita o plagada. Están representados 
por cinco familias Papilionidae, Pieridae, Nymphalidae, Riodinidae y Lycaenidae. 
Mientras que los hesperioideos tienen un vuelo más poderoso; regularmente, su 
coloración es poco llamativa y predominan en ellos los colores oscuros, como el 
café y el negro (De la Maza, 1987). Está representada solamente por la familia 
Hesperiidae y con la propuesta más reciente, ésta superfamilia es incluida en 
Papilionoidea (Nieukerken, et al., 2011). 
Las mariposas diurnas o ropalóceros, representan 13.1% del total mundial del 
orden Lepidoptera. En México, de acuerdo con las últimas revisiones y la lista 
taxonómica actualizada, se estima que existen 1,209 especies y 896 subespecies, 
97 de las cuales aun están innominadas. México tiene 9.4% de las especies 
descritas de papilionoideos y hesperioideos de todo el mundo, con base en la 
síntesis de Shields (1989) y Heppner (1991). 
En cuanto a Heterocera, presentan antenas de formas muy variadas; pequeñas 
(no más del tamaño de cabeza y tórax) o grandes, (más que la mariposa misma) 
de tipo: filiforme, pectinada, bipectinada, se les conoce como mariposas 
nocturnas. El cuerpo y alas en la mayoría de las especies son robustas, aunque 
existen algunas excepciones, como la familia Pterophoridae, que son muy 
similares a tricópteros. Su vuelo y alimentación se realiza básicamente por la 
noche, debido a este comportamiento su coloración es opaca, por ello son 
llamadas polillas o palomillas, aunque al contacto con la luz nos muestran sus 
colores iridiscentes impresionantes, que en combinación con los patrones de las 
alas, simulan ser hojas, murciélagos o incluso aves, es gracias a esto que evitan 
ser depredados. Su tamaño es muy variado con ejemplares de 2 mm (Adelidae) y 
entre los 25 a 30 cm (Saturniidae). Su número es exorbitante, representan el 80% 
de todas las especies conocidas, para el orden. Se agrupan en 44 superfamilias 
con 132 familias (Nieukerken et al., 2011). 
 
 
 
 
6 
 
ANTECEDENTES 
 
A nivel mundial se pueden mencionar algunas de las colecciones que alojan 
artrópodos como la del Instituto Smithsonian, la del Museo de Zoología 
Comparativa, de la Universidad de Harvard (EUA), la del Museo Británico, Historia 
Natural (Reino Unido) y la del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona 
(España) (Luis et al., 2011); en Latinoamérica están: la colección del museo de 
Zoología de la Universidad de Costa Rica (Universidad de Costa Rica, 2015), la 
colección Zamorano de la Escuela Agrícola Panamericana (Honduras) (Schlein y 
Cave, 2011), la colección entomológica del Instituto de Investigación de Recursos 
Biológicos Alexander Von Humboldt (Colombia) (Instituto Humboldt, 2014), la del 
Museo Nacional de Historia Natural de Chile (MNHN. 2015) y la colección de 
artrópodos de la Universidad del Valle (Guatemala) (UVG, 2013); en el país se 
pueden mencionar las siguientes: la colección de artrópodos de la Facultad de 
Biología campus Xalapa de la Universidad Veracruzana, la entomológica de 
Instituto de Ecología, A. C. (INECOL, 2009); la Colección Tomás G. Zoebisch 
asociada al de Centro de Estudios en Zoología, Universidad de Guadalajara 
(González–Hernández y Navarrete–Heredia, 2011), la entomológica de la Facultad 
de Ciencias Biológicas, Universidad Autónoma del Estado de Morelos (Trujillo-
Jiménez, et al., 2002), la entomológica de la Benemérita Universidad Autónoma de 
Puebla (CONABIO, 2011). En el Distrito Federal, ejemplos de este tipo de 
colecciones son: la colección científica de insectos del Museo de Historia Natural y 
Cultura Ambiental (Reyes-Castillo y Quintero, 1981), la colección Nacional de 
Insectos del Instituto de Biología de la UNAM (IBUNAM) (UNIBIO, 2013); la 
colección del Museo de Zoología “Alfonso L. Herrera” de la Facultad de Ciencias 
(MZFC) (CONACULTA, 2014), en el estado de México se encuentran la colección 
de insectos del Colegio de Postgraduados (SAGARPA, 2014), la colección de 
mariposas de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la UNAM 
(Hernández, et al., 2008a), y la colección de artrópodos de la Facultad de 
Estudios Superiores Iztacala de la UNAM, fundada el año de 1983. Actualmente la 
7 
 
última está conformada por tres áreas, la aracnológica, la carcinológica y la 
entomológica (Stanford, com. per, 2014). 
Llorente y Luna (1994) mencionan, que para lograr un mejor manejo de una 
colección son de gran importancia las bases de datos curatoriales ya que 
contienen información cronológica que puede utilizarse para reconstruir la historia 
del conocimiento de la biodiversidad; señalaron que la mayor parte de esa 
información se obtiene de colecciones biológicas que contienen los datos del 
recolector, el sitio, la fecha de la recolección y otros datos que no se encuentran 
en los registros de especies descritas en la bibliografía. 
 
Llorente-Bousquets y Castro-Gerardino (2002), proponen la utilización del modelo 
de administración hecho por Llorente en el año 1990 el cual es casi idéntico al 
modelo de McGinley (1993), únicamente cambia desde el nivel 7, ya que McGinley 
habla sobre la captura de datos desde este nivel y Llorente lo hace hasta el nivel 
10, en este mismo nivel McGinley, menciona que el material debe de estar 
corroborado por un especialista y con la bibliografía utilizada en dicho estudio, 
mientras que Llorente, (1990) señala que las colecciones de historia natural tienen 
la función fundamental de documentar y preservar los registros materiales de la 
biodiversidad; sus propósitos básicos son de servicio a la sociedad con educación 
progresiva e iniciativas de investigación. Su calidad gira en torno a los 
especialistas y profesionales, su productividad y creatividad, el acervo bibliográfico 
especializado y la representatividad. 
 
Luis,et al. (2004), relata que en el siglo XIX el material que era recolectado en 
México, fue alojado en colecciones de museos europeos; para el siglo XX se 
depositó en museos americanos. Muchas de las colecciones de la primera mitad 
del siglo pertenecían a coleccionistas y comerciantes extranjeros y nacionales, la 
mayoría fueron absorbidas por las colecciones Hoffman, Müller y Escalante. La 
colección Hoffman actualmente está en Nueva York, la colección Müller está 
dispersa, en el Museo Nacional de Estados Unidos (Smithsonian Institution) y en 
8 
 
el Museo de Historia Natural de la Ciudad de México. La colección Tarsicio 
Escalante pertenece ahora el Museo Allyn, integrada a las colecciones de la 
Universidad de Florida (Llorente, et al. 1996). 
 
Luis, et al. (2005), habla de la creación de las colecciones referentes a 
lepidópteros, la primer base de datos que se formó para este grupo, fue a 
mediados de la década de 1980, formada únicamente por elementos de la familia 
Papilionidae, constaba de poco menos de 8,000 registros y solo contenía los datos 
de los ejemplares preparados en alfiler de la colección del Museo de Zoología de 
la Facultad de Ciencias. Esta base de datos estuvo soportada en Dbase III, 
programa que a menudo no tenía la capacidad de resolver las consultas 
requeridas. Así fue el inicio de la megabase MARIPOSA, que actualmente consta 
de alrededor de 500,000 registros. Ésta se encuentra dividida en tres grandes 
temas: curatorial, taxonómica y bibliográfica, la cual está soportada en Microsoft 
Access, bajo la programación y asesoría de la Comisión Nacional para el 
Conocimiento y Uso de la Biodiversidad en su programa Biótica versión 4.1. 
 
Salinas, et al. (2005) elaboraron una lista de los hespéridos del Occidente de 
México, a partir de revisión bibliográfica y consulta a la colección de lepidópteros 
del MZFC y la colección del IBUNAM. Abarcando los estados de Nayarit, Jalisco, 
Colima y Michoacán; con base a las coordenadas y a través del programa de 
Sistema de Información construyeron mapas de distribución, con ayuda del 
programa de Sistema de Información Geográfica, GeoMedia Pro 3.0 y los datos 
proporcionados por la CONABIO. Registraron 325 especies, el 37% de las 
especies registradas para el país. Las localidades sumaron 277 sitios de 
recolección, los estados de Nayarit y Colima contribuyeron con 46 localidades, 
cada uno, Jalisco 61 y Michoacán 124, representando la mayor diversidad, así 
como el mayor esfuerzo de recolección. 
 
Mesa (2006) señala que, durante el proceso de preservación de los ejemplares en 
una colección biológica, se deben tener en cuenta una serie de etapas que 
9 
 
garanticen su adecuada preservación, manejo y procesos que determinan su uso 
futuro. Entre estas etapas se encuentran el ingreso de ejemplares, cuarentena, 
preservación, etiquetado, catalogación, sistematización, determinación e 
identificación taxonómica, resguardo y que los ejemplares que ingresen a una 
colección presenten como mínimo: localidad completa, fecha de colecta, y 
colector, para su registro, entre más datos posea, más valor científico adquiere y 
menciona a McGinley (1993) como el óptimo para realizar la administración y 
manejo en una colección. 
 
Quiroz (2008) nombra tres de las colecciones más importantes en el país, la 
primera es la colección lepidopterológica del IBUNAM con más de 75 000 
especímenes, la segunda es la colección de la familia De la Maza, con 
aproximadamente 40,000 ejemplares; a esta familia se le debe la mayor parte de 
descripciones en el país de especies de Papilionoidea en los últimos 15 años. Y la 
más grande que es la colección del MZFC-UNAM cuenta con alrededor de 
200,000 ejemplares de mariposas diurnas, de las cuales 75,000 están montadas 
con alfiler e incluye 80% de las especies de México (Luis et al. 2003). 
 
Hernández et al. (2008a) trabajaron sobre la distribución de las mariposas diurnas 
del Estado de México. Recabaron información de la megabase de datos 
MARIPOSA del MZFC- UNAM; al adicionar los artículos de Luna-Reyes y 
Llorente-Bousquets (2004) y Hernández-Mejía (2005), obtuvieron un total de 1,507 
registros procedentes de 30 municipios del Estado de México. Compararon sus 
resultados con otras colecciones nacionales e internacionales. La colección mejor 
representada fue la del IBUNAM. Con base a la información, registraron 325 
especies, cifra que representó el 15% de las que se encuentran en México (2,103); 
el 17% de tales taxones son endémicos para el país; Malinalco fue el municipio 
que tuvo el mayor número de especies totales y la familia con mayor riqueza fue 
Nymphalidae con 102 especies y la menor fue Papilionidae con 19 especies. 
 
10 
 
En 2009 se publicaron los lineamientos la colección entomológica del Instituto de 
Ecología A. C. (IEXA) en los que se menciona en los artículos 19, 20, 21 y 22, la 
forma adecuada de ingresar y procesar a los ejemplares, siendo importante la 
utilización de base de datos en la que debe encontrarse información como son: 
fecha, depositante, grupo taxonómico, número de especímenes enlistados por 
género o especie y características especiales (tipos, rarezas, duplicados, entre 
otros). Misma información que debe estar presente en la etiqueta de cada 
ejemplar. Los especímenes no identificados hasta especie son ingresados a otras 
bases hasta que cuenten con etiquetas de identidad específica. 
 
Lamas (2010) aportó un listado de bibliografía sobre lepidópteros neotropicales, 
que está acomodado por países, en el señala que De la Maza, et al. (1989, 1991) 
hacen listados actualizados para las mariposas diurnas del país; Llorente et al. 
(1990) presentaron una lista alternativa para Hesperiidae; mientras que Llorente, 
et al., (1997) presentó abundante información geográfica sobre Papilionidae y 
Pieridae, finalmente para los "heteróceros" Lamas señala que se cuenta 
únicamente con listas para algunas familias (Hoffmann, 1942; Beutelspacher, 
1989; White et al. 1994). 
 
Hernandez e Iglesias (2010) basándose en una revisión de literatura dedicada a 
diversos taxones del orden Lepidoptera para México y Veracruz, así como a los 
ejemplares depositados en la Colección Müller del Museo de Historia Natural de la 
Ciudad de México y la colección entomológica del IBUNAM; Obtuvieron 2,940 
especies, 952 correspondieron a mariposas diurnas con el 32.4%, mientras que 
1,988 son nocturnas lo que representa el 67,6% del total. Por lo anterior, y sobre la 
base de estos datos, el estado de Veracruz representó el 11,8% del estimado 
nacional y el 45.2% del estimado para este estado. Los autores consideran los 
subordenes Heterocera y Rophalocera, para la cual siguen la sistemática 
propuesta por Balcazar y Beutelspacher (2000a y 2000b) y Beutelspacher (1992) 
para el primero y Luis-Martínez et, al. (1995) para Ropalóceros. 
11 
 
Heppner (2002) dio cifras de especies de mariposas conocidas y los estimados 
para México, siendo estas 14,507 y 23,742 respectivamente y Nieukerken (2011) 
nombra el número total de especies (146,429) conocidas en el mundo al 2011. 
 
 Llorente, et al. (2014) recabaron bibliografía del orden Lepidoptera en México y 
consultaron la megabase de datos MARIPOSA con 503,894 ejemplares hasta el 
año 2011; (Luis, et al., 2005) obtuvieron 1,683 especies y 1,868 especies de 
ropalóceros. 
 
Lamas, et al. (1995) y Lamas (2010) recabaron al menos 13,000 trabajos 
ropalocerológicos en el Neotrópico sólo para Hesperioidea y Papilionoidea, 
básicamente desde Linnaeus (1758) a la fecha. Luis et al. (2000) registraron un 
número próximo a los 1,800 artículos sobre el mismo grupo y en el mismo periodo 
para México. Hacen un estimado del número de publicaciones sobre Rhopalocera 
en el mundo, éste, posiblemente supere los 50,000 y para el total de los 
Lepidoptera quizá sean más de un cuarto de millón de citas bibliográficas. En este 
escritose nombran a 30 museos como los más importantes para este grupo, entre 
las principales destacan el Museo Británico de Historia Natural (Londres), el 
Museo Nacional de Historia Natural dependiente del Instituto Smithsonian 
(Washington, D.C.), el McGuire Center para Lepidoptera y Biodiversidad, ligado a 
la Universidad de Florida (Gainesville), el Museo Americano de Historia Natural 
(Nueva York) y para México, la Colección Nacional de Insectos del Instituto de 
Biología, UNAM (México, D.F). 
Debido a que las colecciones son centros privilegiados para la investigación y 
planeación de estrategias de conservación y que los datos procedentes de esas 
fuentes proporcionan información completa para diversos análisis, además, de ser 
parte indispensable en la educación ambiental, es importante conocer a fondo las 
especies de lepidópteros de nuestro país y en particular las que están alojadas en 
la Colección de Artrópodos de la FESI, con el fin de que puedan servir para 
estudios posteriores sobre distribución, ecología, genética, incluso su biología 
molecular; así mismo para realizar análisis filogenéticos, composición de especies 
12 
 
y biología, ya que es necesario saber que especies se encontraban en diversos 
ambientes que han sido perturbados y que están por desaparecer, sus 
requerimientos, sus relaciones simbióticas, para poder prevenir plagas y así 
aprovechar mediante planes de manejo a las especies. Por lo anterior se 
plantearon los siguientes objetivos: 
 
General: 
• Evaluar la composición taxonómica de lepidópteros del 2009 al 2011 de la 
colección de artrópodos de la FES Iztacala-UNAM. 
 
 
Particulares: 
• Elaborar un listado de las especies de lepidópteros que se encuentran en la 
colección de artrópodos de la FESI de los años 2009 al 20011. 
• Obtener la riqueza de especies por familia presentes en la colección. 
• Determinar la abundancia de las familias presentes en la colección. 
• Registrar la abundancia de las especies presentes en la colección. 
• Analizar la distribución de las especies por entidad federativa. 
• Valorar el nivel inicial de salud de los lepidópteros de la colección y 
establecer el nivel final en el que quedó resguardado. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
13 
 
MATERIALES Y MÉTODO 
 
Los lepidópteros se identificaron a nivel de familia con las claves de Ehrlich y 
Ehrlich, (1961) Jonhson y Triplehorn (2005), y posteriormente se determinaron 
hasta especie con los catálogos de Llorente et al. (1997), Luis et al. (2003), 
Chacon y Montero (2007), Glassberg (2007), Leckie (2012) y Díaz (2011), 
además, se emplearon guías electrónicas como la de Mariposas Mexicanas 
(Facultad de Ciencias, 2012), Instituto Nacional de Biodiversidad (2012), Emily 
Halsey (2013), Networked Organisms (2013), Bamona (2012), Zanellato (2012), 
CONABIO (2014), Stang David (2014), Integrated Taxonomic Information System, 
(2014), International Barcode Of Life (2014), Iowa State University Entomology 
(2014), Myers Enterprises II (2014), The Polistes Corporation (2014), The Trustees 
(2014a, 2014b), The University of Chicago Press (2014) University of Michigan 
(2014) y de Warren (2012). Todas estas bases de datos alojan especies 
mexicanas esto a causa de que comparten regiones geográficas o simplemente 
porque son colecciones mundiales. Una vez conocidas las especies, se 
corroboraron con las de la colección de lepidópteros del Museo de Historia Natural 
de la Ciudad de México; asignándoseles un ID para su registro en la colección. 
La clasificación usada en este estudio fue la propuesta de Nieukerken et al. 
(2011). El cual considera aspectos de biología molecular, comportamiento y 
distribución. 
El ordenamiento físico que se les dio a los ejemplares dentro de la colección, fue 
en escalas de tamaños, colores y nivel de complejidad al determinar teniendo al 
principio la familia Papilionidae, Nymphalidae, Pieridae, Lycaenidae, Hesperiidae 
y Riodinidae; todas diurnas y a continuación las nocturnas, Erebidae, Noctuidae, 
Drepanidae, Crambidae, Geometridae, Sphingidae, Saturniidae, Cossidae y 
Pyralidae 
Se cuantificaron las mariposas que se hallaron resguardadas en las cajas 
entomológicas de la colección, con el fin de obtener la abundancia de las especies 
depositadas, correspondientes al periodo de 2009 a 2011. 
 
14 
 
Posteriormente se realizaron gráficos de pastel para determinar la abundancia de 
las familias y especies. 
Para analizar la distribución de los ejemplares por entidad federativa, se usó la 
base de datos en el programa Excel en donde se registraron las localidades por 
estado; se revisaron los datos de las etiquetas de los ejemplares. Se consideró un 
campo para cada uno de los datos: numéricos: numero de caja/familia, ID, día, 
mes, año, hora, totales; geográficos: país, estado, municipio, localidad, 
coordenadas, utm’s, altitud; biológicos: vegetación, hábitat, abundancia, 
frecuencia, etapa de desarrollo; datos del recolector: recolector, determinador, 
técnica de recolección; taxonómicos: orden, superfamilia, familia, subfamilia, tribu, 
género, especie, subespecie y también descriptor y año. La base de datos de 
Excel, incluyó 34 campos. Se completaron el 90% (30 campos) debido a que los 
datos de las etiquetas estuvieron incompletos, algunos datos referentes a la 
localidad se corroboraron haciendo uso del software Arc view 3.2.2, con SIG y 
Google Earth y de los mismos trabajos y proyectos realizados por los profesores 
de área de la Facultad. 
 Finalmente, se valoró con base a lo propuesto por McGinley (1993) el estado en 
el que se encontraron los lepidópteros diurnos y nocturnos del año 2009 al 2011, 
resguardados en la colección. Aquellos ejemplares que no presentaron datos, 
fueron acomodados en cajas entomológicas para incorporarlos a la colección 
didáctica y otros a la de divulgación. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
15 
 
RESULTADOS Y DISCUSIÓN 
 
Se determinaron 1,525 ejemplares pertenecientes al orden Lepidoptera agrupados 
en 7 superfamilias, 15 familias, 38 subfamilias, 44 tribus, 123 géneros, 187 
especies, 72 subespecies. (Cuadro 1). La clasificación que se consideró para este 
estudio fue la de Nieukerken, et al. (2011). 
 
Cuadro 1. Listado de las especies representadas en la colección 
SUPERFAMILIA FAMILIA GÉNERO ESPECIE 
Cossoidea Cossidae Hypopta Hypopta cognata Krüger, 1939 
Papilionoidea Papilionidae Battus Battus philenor philenor (Linnaeus, 1771) 
 Battus polydamas polydamas (Linnaeus, 1758) 
 Heraclides Heraclides cresphontes (Cramer, 1777) 
 Heraclides erostratus erostratus Westwod, 1847 
 Papilio Papilio garamas (Geyer, [1829]) 
 Papilio multicaudata W.F. Kirby, 1884 
 Papilio polyxenes asterius (Stoll, 1782) 
 Papilio victorinus victorinus E. Doubleday, 1844 
 Parides Parides erithalion polyzelus (C. Felder & R. Felder, 1865) 
 Parides montezuma (Westwood, 1842) 
 Parides photinus (Doubleday, 1844) 
 Hesperiidae Achlyodes Achlyodes pallida (R. Felder, 1869) 
 Aguna Aguna asander asander (Hewitson, 1867) 
 Amblyscirtes Amblyscirtes folia Godman, 1900 
 Ancyloxypha Ancyloxypha arene (W. H. Edwards, 1871) 
 Apyrrothrix Apyrrothrix araxes araxes (Hewitson, 1867) 
 Astraptes Astraptes fulgerator (Reakirt, [1867]) 
 Atarnes Atarnes sallei (C. Felder & R. Felder, 1867) 
 Autochton Autochton vectilucis (Butler, 1872) 
 Buzyges Buzyges benito (H. Freeman, 1979) 
 Chalypyge Chalypyge chalybea chalybea (Scudder, 1872) 
 Chioides Chioides catillus (Cramer, 1779) 
 Chioides zilpa (Butler, 1872) 
 Chiomara Chiomara asychis (Stoll, [1780]) 
 Codatractus Codatractus bryaxis (Hewitson, 1867) 
 Codatractus hyster (Dyar, 1916) 
 Epargyreus Epargyreus exadeus cruza Evans, 1952 
 Mysoria Mysoria affinis (Herrich-Schäffer, 1869) 
 Paratrytone Paratrytone kemneri Steinhauser, 1996 
 Paratrytone raspa (Evans, 1955) 
 Phocides Phocides belus (Godman & Salvin, 1890) 
 Phocides polybius lilea (Reakirt, [1867])Phocides urania urania (Westwood, 1852) 
 Pyrgus Pyrgus albescens Plötz, 1884 
16 
 
 Pyrgus oileus (Linnaeus, 1767) 
 Pyrrhopyge Pyrrhopyge zenodorus Godman & Salvin, 1893 
 Urbanus Urbanus dorantes dorantes (Stoll, 1790) 
 Urbanus esmeraldus (Butler, 1877) 
 Urbanus procne (Plötz, 1881) 
 Urbanus proteus proteus (Linnaeus, 1758) 
 Urbanus simplicius (Stoll, 1790) 
 Pieridae Abaeis Abaeis nicippe (Cramer, 1779) 
 Anteos Anteos clorinde (Godart, [1824]) 
 Anteos maerula (Fabricius, 1775) 
 Ascia Ascia monuste monuste (Linnaeus, 1764) 
 Catasticta Catasticta nimbice nimbice (Boisduval, 1836) 
 Catasticta teutila teutila (Doubleday, 1847) 
 Colias Colias eurytheme Boisduval, 1832 
 Eurema Eurema boisduvaliana (C. Felder & R. Felder, 1865) 
 Eurema daira eugenia (Wallengren, 1860) 
 Eurema daira sidonia (R. Felder, 1869) 
 Eurema mexicana mexicana (Boisduval, 1836) 
 Eurema salome jamapa (Reakirt, 1866) 
 Ganyra Ganyra josephina josepha (Salvin & Godman, 1868) 
 Glutophrissa Glutophrissa drusilla tenuis (Lamas, 1981) 
 Hesperocharis Hesperocharis graphites avivolans (Butler, 1865) 
 Leptophobia Leptophobia aripa elodia (Boisduval, 1836) 
 Nathalis Nathalis iole iole Boisduval, 1836 
 Phoebis Phoebis agarithe agarithe (Boisduval, 1836) 
 Phoebis argante (Brown, 1929) 
 Phoebis neocypris virgo (Butler, 1870) 
 Phoebis philea philea (Linnaeus, 1763) 
 Phoebis sennae marcellina (Cramer, 1777) 
 Phoebis statira statira (Cramer, 1777) 
 Pieriballia Pieriballia viardi viardi (Boisduval, 1836) 
 Pieris Pieris rapae rapae (Linnaeus, 1758) 
 Pyrisitia Pyrisitia dina westwoodii (Boisduval, 1836) 
 Pyrisitia lisa centralis (Herrich-Schäffer, 1865) 
 Pyrisitia proterpia (Fabricius, 1775) 
 Pyrisitia nise nelphe (R. Felder, 1869) 
 Zerene Zerene cesonia cesonia (Stoll, 1790) 
 Riodinidae Emesis Emesis vulpina Godman & Salvin, 1886 
 Emesis zela zela Butler, 1870 
 Melanis Melanis cephise (Ménétriés, 1855) 
 Melanis pixe pixe (Boisduval, 1836) 
 Lycaenidae Arawacus Arawacus jada (Hewitson, 1867) 
 Atlides Atlides halesus (Cramer, 1777) 
 Celastrina Celastrina ladon (Cramer, 1780) 
 Echinargus Echinargus isola (Reakirt, [1867]) 
 Hemiargus Hemiargus ceraunus (Fabricius, 1793) 
 Leptotes Leptotes marina (Reakirt, 1868) 
 Pseudolycaena Pseudolycaena damo (H. Druce, 1875) 
 Theclopsis Theclopsis mycon (Godman & Salvin, 1887) 
 Nymphalidae Adelpha Adelpha bredowii Geyer, 1837 
17 
 
 Agraulis Agraulis vanillae incarnata (N. Riley, 1926) 
 Anaea Anaea aidea (Guérin-Méneville, [1844]) 
 Anaea glycerium glycerium E. Doubleday, [1849]) 
 Anartia Anartia fatima fatima (Fabricius, 1793) 
 Anartia jatrophae luteipicta Fruhstorfer, 1907 
 Anthanassa Anthanassa ardys (Hewitson, 1864) 
 Anthanassa texana texana (W. H. Edwards, 1863) 
 Anthanassa drusilla lelex (H. Bates, 1864) 
 Asterocampa Asterocampa idyja argus (H. Bates, 1864) 
 Chlosyne Chlosyne ehrenbergii (Geyer, [1833]) 
 Chlosyne janais marianna Röber, [1914] 
 Chlosyne lacinia lacinia (Geyer, 1837) 
 Chlosyne theona mullinsi (Austin & M. Smith, 1998) 
 Cissia Cissia pompilia (C. Felder & R. Felder, 1867) 
 Cyllopsis Cyllopsis pephredo (Godman, 1901) 
 Danaus Danaus eresimus montezuma Talbot, 1943 
 Danaus gilippus thersippus (H. Bates, 1863) 
 Danaus plexippus plexippus (Linnaeus, 1758) 
 Diaethria Diaethria anna anna (Guérin-Méneville, [1844]) 
 Diaethria bacchis (Doubleday, 1849) 
 Diaethria pandama (Doubleday, [1848]) 
 Dione Dione juno huascuma (Reakirt, 1866) 
 Dione moneta poeyii Butler, 1873 
 Doxocopa Doxocopa laure laure (Drury, 1773) 
 Dryadula Dryadula phaetusa (Linnaeus, 1758) 
 Dryas Dryas iulia moderata (N. Riley, 1926) 
 Euptoieta Euptoieta claudia (Cramer, 1776) 
 Euptoieta hegesia meridiania Stichel, 1938 
 Gyrocheilus Gyrocheilus patrobas (Hewitson, 1862) 
 Hamadryas Hamadryas atlantis lelaps (Godman & Salvin, 1883) 
 Hamadryas februa ferentina (Godart, [1824]) 
 Hamadryas glauconome glauconome (H. Bates, 1864) 
 Heliconius Heliconius charitonia vazquezae W. Comstock & F. Brown, 1950 
 Heliconius erato cruentus Lamas, 1998 
 Junonia Junonia coenia coenia Hübner, [1822] 
 Junonia evarete (Cramer, 1779) 
 Manataria Manataria hercyna maculata (Hopffer, 1874) 
 Marpesia Marpesia petreus (Cramer, 1776) 
 Mestra Mestra amymone (Ménétriés, 1857) 
 Microtia Microtia elva elva H. Bates, 1864 
 Morpho Morpho poliphemus luna Butler, 1869 
 Myscelia Myscelia cyananthe C. Felder & R. Felder, 1867 
 Nymphalis Nymphalis antiopa antiopa (Linnaeus, 1758) 
 Opsiphanes Opsiphanes boisduvalii Doubleday, 1849 
 Polygonia Polygonia haroldii (Dewitz, 1877) 
 Siproeta Siproeta epaphus (Latreille, [1813]) 
 Siproeta stelenes biplagiata (Fruhstorfer, 1907) 
 Smyrna Smyrna blomfildia datis Fruhstorfer, 1908 
 Smyrna karwinskii Geyer, [1833] 
18 
 
 
 Texola Texola elada elada (Hewitson, 1868) 
 Vanessa Vanessa annabella (W. D. Field, 1971) 
 Vanessa atalanta rubria (Fruhstorfer, 1909) 
 Vanessa virginiensis (Drury, 1773) 
Pyraloidea Pyralidae Conchylodes Conchylodes platinalis Guenee, 1854 
 Crambidae Palpita Palpita kimballi Munroe, 1959 
Drepanoidea Drepanidae Thyatira Thyatira batis (Linnaeus, 1758) 
Bombycoidea Saturniidae Automeris Automeris io (Fabricius, 1775) 
 Automeris sp 1 
 Automeris sp 2 
 Automeris maeonia adusta (C.C. Hoffman, 1942) 
 Coloradia Coloradia euphrosyne Dyar, 1912 
 Copaxa Copaxa lavandera (Westwood, 1853) 
 Copaxa multifenestrata (Herrich-Schäffer, 1858) 
 Paradirphia Paradirphia semirosea (Walker, 1855) 
 Rothschildia Rothschildia lebeau (Guérin-Méneville, 1868) 
 Rothschildia orizaba (Westwood, 1853) 
 Syssphinx Syssphinx mexicana (Boisduval, 1872) 
 Syssphinx quadrilineata quadrilineata (Grote & Robinson, 1867) 
 Sphingidae Adhemarius Adhemarius gannascus (Stoll, 1790) 
 Enyo Enyo ocypete (Linnaeus, 1758) 
 Erinnyis Erinnyis crameri (Schaus, 1898) 
 Eumorpha Eumorpha satellitia (Linnaeus, 1771) 
 Phryxus Phryxus caicus (Cramer, 1777) 
 Protambulyx Protambulyx strigilis (Linnaeus, 1771) 
Geometroidea Geometridae Chlorocoma Chlorocoma dichloraria (Guenée, 1857) 
 Hagnagora Hagnagora anicata (Felder & Rogenhofer, 1875) 
 Melanchroia Melanchroia cephise Hubner, 1819 
 Operophtera Operophtera brumata (Linnaeus, 1758) 
 Oxydia Oxydia vesulia (Cramer, [1779]) 
Noctuoidea Erebidae Apantesis Apantesis próxima (Guérin-Méneville, 1844) 
 Apantesis vittata (Fabricius, 1787) 
 Ascalapha Ascalapha odorata Linnaeus, 1758 
 Cymatophoropsis Cymatophoropsis heurippa Druce, 1889 
 Dysschema Dysschema mariamne (Geyer, [1835]) 
 Eilema Eilema sp. 
 Eucereon Eucereon confinis Herrich-Schäffer, 1855 
 Euchaetes Euchaetes antica (Walker, 1856) 
 Halysidota Halysidota tessellaris (J.E. Smith, 1797) 
 Hypercompe Hypercompe scribonia (Stoll, 1790) 
 Lophocampa Lophocampa caryae Harris, 1841 
 Ocneria Ocneria rubea (Denis & Schiffermüller, 1775) 
 Phaloesia Phaloesia saucia Walker, 1854 
 Spilosoma Spilosoma virginica (Fabricius, 1798) 
 Syntomeida Syntomeida melanthus (Cramer, 1779) 
 Utetheisa Utetheisa ornatrix (Linnaeus, 1758) 
 Noctuidae Agrotis Agrotis infusa Boisduval, 1832 
 Diphthera Diphthera festiva (Fabricius, 1775) 
 Eudocima Eudocima apta (Walker, [1858]) 
 Lichnoptera Lichnoptera cavillator Walker 1856 
19 
 
Debido a que algunos ejemplares se encontraron dañados por el tiempo, no se 
pudieron determinar hasta especie; de igual forma a la falta de estudios de la 
genitalia en estos grupos y el etiquetado incompleto; como señala Luis, et al. 
(2005), este último es uno de los procesos más importantes, ya que la mayoría de 
las veces no se puede revisar el material, por ello es de suma necesidad copiar 
fielmente los datos de las etiquetas y es necesario conservar un respaldo de la 
primera versión de captura. Con los datos originales de las etiquetas, se puede 
reconstruir la historia de las colecciones y la recolección de los ejemplaresen 
función de los recolectores y sus itinerarios y con ello determinar la ubicación de 
localidades, las cuales en ocasiones han cambiado de nombre, se han 
transformado o han desaparecido. Además se pueden reconocer datos erróneos 
provocados por la etiquetación deficiente o los datos falsos o inexactos que 
introdujeron algunos recolectores de la primera parte del siglo XX. Éste es uno de 
los problemas principales en la formación de una base de datos, puesto que uno 
de los objetivos básicos es contar con la mayor cantidad y calidad de información 
sobre la distribución geográfica, que sea lo más precisa posible. 
 
Riqueza de especies por familia 
 
De las 187 encontradas la mayor riqueza de especies estuvo representada en la 
colección por la familia Nymphalidae con 54 especies, seguida por Hesperiidae 
con 32, Pieridae 30, Erebidae 17, Saturniidae 12 (6.41%), Papilionidae 11 (5.88%), 
Lycaenidae 8 (4.27%), Sphingidae 6 (3.20%), Geometridae 5 (2.67%), 4 para las 
familias Riodinidae y Noctuidae (2.13%) y 1 para las familias Drepanidae, 
Crambidae, Cossidae y Pyralidae (0.53%) (Figura 1, cuadro 2). Hernández, et al. 
(2008b) mencionan que en México el conocimiento de las especies de 
Papilionoidea posiblemente tenga un 90% y las familias mejor estudiadas son 
Papilionidae y Pieridae y las menos son Lycaenidae y Hesperiidae, además, la 
familia Nymphaliidae tiene la mayor variedad de hábitos alimentarios, pues es la 
única en que todos los gremios alimentarios se presentan (hidrófilos, nectarívoros, 
20 
 
acimófago, frugívoros); se considera que las especies son eurífagas, es decir, son 
capaces de aprovechar uno o más sustratos para alimentarse. 
 
Del total de especies encontradas, 49 (26.48%) fueron nocturnas y 138 (73.51%) 
diurnas esto se debe más que nada a los horarios en los cuales se recolectaron 
los organismos, ya que según la base de datos, se realizaron en su mayoría en un 
horario entre las 10 de la mañana y las 5 de la tarde, muy pocos organismos 
fueron recolectados con la técnica de trampa de luz. 
 
FAMILIA # ssp # ejemplares % ssp % ejemplares Hábito 
Nymphalidae 54 467 28.87% 30.62% D 
Hesperiidae 32 110 17.11% 7.21% D 
Pieridae 30 693 16.04% 45.44% D 
Erebidae 17 68 9.09% 4.45% N 
Saturniidae 12 21 6.41% 1.37% N 
Papilionidae 11 90 5.88% 5.90% D 
Lycaenidae 8 24 4.27% 1.57% D 
Sphingidae 6 11 3.20% 0.72% N 
Geometridae 5 13 2.67% 0.85% N 
Noctuidae 4 8 2.13% 0.52% N 
Riodinidae 4 5 2.13% 0.32% D 
Cossidae 1 2 0.53% 0.13% N 
Crambidae 1 6 0.53% 0.39% N 
Drepanidae 1 6 0.53% 0.39% N 
Pyralidae 1 1 0.53% 0.06% N 
Cuadro 2. Número de especies y ejemplares por familia, 
sus porcentajes y hábitos. 
D = Diurno N = Nocturno 
 
Las nueve familias nocturnas (Cuadro 2) registradas fueron las menos 
abundantes, esto es debido a las que las recolecciones en su mayoría se 
realizaron durante el día y dentro de las diurnas, las familias Lycaenidae y 
Riodinidae representaron las de menor abundancia, esto fue de suponerse porque 
éstas no son tan comunes, esto se puede atribuir a su tamaño, ya que éstas 
especies son pequeñas y no sobrepasan los 4-5cm; la familia Papilionidae 
también fue poco abundante en comparación con los piéridos, ninfálidos y 
hespéridos, esto puede deberse a que la mayoría de sus especies, tienen 
21 
 
preferencia por ciertas plantas hospederas, las cuales están presentes solamente 
por temporadas. De acuerdo con Shapiro (1974), las especies univoltinas tienden 
a ser monófagas y las multivoltinas polífagas, por lo que estás últimas pueden 
emerger en varias épocas del año y tienen la oportunidad de sobrevivir, sus 
requerimientos no son tan específicos como en las primeras, cuya emergencia 
está sincronizada con la época en que sus recursos alimentarios están presentes. 
Estas causas pueden ser uno de los motivos por los cuales el número de especies 
de ninfálidos fue mucho mayor que el de los papiliónidos 
 
Abundancia de familias 
 
Dentro de las familias diurnas, Pieridae fue la que obtuvo la mayor abundancia 
(Figura 1), esto puede deberse a que los piéridos se han adaptado a diversos 
ambientes incluyendo los perturbados, por lo que es posible encontrarlas hasta en 
las ciudades, además, de que al tener un tamaño considerable y colores 
llamativos, es difícil su observación, seguida de Nymphalidae que sus especies en 
su mayoría son multivoltinas y capaces de consumir una amplia gama de 
alimentos. A continuaciónse tuvo a Hesperiidae con menor abundancia, esto 
probablemente se deba a que los organismos de esta especie son de colores muy 
opacos y tamaños que no rebasan los 6 centímetros, lo cual hace que puedan 
mimetizarse con el entorno; para Papilionidae se encontró que a pesar de su 
tamaño grande, la abundancia fue muy baja, esto se le atribuyó a que a diferencia 
de Nymphalidae, las especies de esta familia tienen un hospedero especifico y su 
vuelo es alto; para Lycaenidae y Riodinidae se cree que la poca abundancia de las 
recolecciones está determinada por el tamaño de los organismos y a que la 
diversidad y por lo tanto la distribución de estas familias es mucho menor en 
comparación con las cuatro anteriores. 
Para las familias nocturnas se observó que Erebidae fue la más abundante (Figura 
1), sus especies son de tamaños y colores variados y tiene una gran diversidad; le 
siguieron las familias Saturniidae, Geometridae, Sphingidae y Noctuidae, en la 
cuales los ejemplares son muy grandes y vistosos, pero son rechazadas 
22 
 
generalmente por la creencia de que las vellosidades que presenta causan 
ceguera o asma, además, se ha observado que su actividad es casi nocturna a 
excepción de algunas especies, los tamaños pequeños de las familias, 
Crambidae, Drepanidae, Cossidae y Pyralidae, así como, sus hábitos 
determinaron también sus abundancias. 
En general, la abundancia de nocturnas fue muy baja comparándola con la de las 
familias diurnas, esto porque la mayor parte de las recolecciones se realizaron 
durante el día, con red aérea; estas familias rara vez se observan en actividad en 
el día y se recolectan mejor con trampas de luz. 
 
 
Figura 1. Abundancia por familia 
 
 
 
 
23 
 
Abundancia de especies 
 
Para los ninfálidos la especie que estuvo mejor representada fue Morpho 
polyphemus con 3.01% del total de organismos, seguida de Anthanassa texana 
con 2.68%, Heliconius charitonia con 2.29% y Euptoieta hegesia con 2.22%, de la 
familia Nymphalidae 17 especies tuvieron un solo organismo, teniendo por lo 
tantola abundancia menor con 0.065%. (Anexo) 
Dentro de las mariposas diurnas la familia Nymphalidae es la más diversa, 
conteniendo unas 6,000 especies, también es la que presenta mayores problemas 
en la clasificación e incógnitas filogenéticas (Lamas, 2008). Los trabajos 
filogenéticos o evolutivos aún son escasos pero año con año aumentan. Llorente 
et al. (1993), señala que es muy probable que aun existan especies sin describir, 
especies que se han nombrado como otras ya descritas y mediante análisis 
moleculares resulta ser lo contrario. 
De la familia Hesperiidae, la especie mejor representada fue Urbanus dorantes 
con 2.22% y 15 especies con un ejemplar (0.065%). 
Para los piéridos Leptophobia aripa elodia fue la más abundante con 8.85%, 
Phoebis senna marcellina con 5.57% y Eurema mexicana mexicana con 5.37% y 
las menos abundantes fueron Anteos clorinde, Catasticta teutila, Hesperocharis 
graphites y Pieribalia viardii, todas ellas con un organismo. 
De la familia Papilionidae, Papilio garamas, Heraclides cresphontes y Papilio 
polyxenes registraron un 0.91 % y Papilio victorinus tuvieron 0.13%. 
De la familia Lycaenidae, Leptotes marina contó con 0.59% equivalente a nueve 
ejemplares, Hemiargus isola y Theclopsis mycon, con 0.065%. 
De la familia Erebidae, se encontró Halysidota tessellaris y Utetheisa ornatrix con 
0.91% y Spilosoma virginica, Lophocampa caryae, Ecpantheriaandromela, 
Cymatophoropsis heurippa, Eucereon afinis y Ocneria rubea con un ejemplar; para 
Saturniidae la especie más abundante fue Paradirphia semirosea con 0.39% y 
Syssphinx quadrilineata quadrilineata, S. mexicana, Automeris io, A. maeonia 
adusta, Copaxa multifenestrata, Coloradia euphrosyne y Rothschildia orizaba con 
un ejemplar; 
24 
 
De la familia Noctuidae, Lichnoptera cavillator, fue la más abundante con 0.19%, 
mientras que Eudocima materna presentó un organismo. 
De la familia Geometridae, Melanchroia cephise tuvo 0.45% y Operophtera 
brumata y Hagnagora anicata un organismo. 
Para la familia Riodinidae se encontró a Emesis zela que tuvo 0.26%, Melanis 
cephise, y M. pixe con 0.065% cada una; de la familia Sphingidae, Erinnyis 
cramerii con 0.19% , Adhemarius gannascus y Enyo ocypete 0.065% cada una. 
De las siguientes familias Crambidae, Cossidae, Drepanidae y Pyralidae, se 
encontró una especie, para cada uno: Palpita kimballi con 0.39%, Hypopta 
cognata con 0.13%, Thyatira batis con 0.39% y Spilomela platinalis con 0.06%, 
respectivamente. 
 
Distribución por entidad federativa 
 
Los ejemplares de Michoacán, representaron un 29.50%, Hidalgo 27.54%, Estado 
de México 26.62%, Guerrero 15.01%, Veracruz 0.65%, Distrito Federal 0.59% y 
Morelos 0.06%. (Figura 2). En dichas entidades son en las que han hecho la 
mayor cantidad de recolecciones de los proyectos de investigación, tesistas y los 
proyectos del modulo de Metodología Científica V de la carrera de Biología. 
 
25 
 
 
Figura 2. Abundancia por entidades federativas en la colección. 
 
Los estados mejor representados en las colecciones nacionales, según Llorente, 
et al. (1993) son Veracruz, Chiapas, Guerrero y San Luis Potosí. 
Las áreas geográficas más ricas en especies se encuentran en sitios del sur y 
sureste de México; se trata de áreas de enorme heterogeneidad fisiográfica, 
climática y vegetacional, comprenden gradientes de gran complejidad porque 
integran mosaicos de ambientes conservados y subalterados, lo que aumenta la 
diversidad de hábitats (Llorente et al. 1993). 
Los ambientes en los que se recolectaron en su mayoría fueron, una parte de 
bosques conservados y vegetación secundaria; lugares como potreros, pastizales 
o matorrales (Figura 3), lo cual propicia a que exista mayor diversidad de 
especies, por ejemplo, en el Estado de México, donde se presentan la mayoría de 
tipos de vegetación del estudio, también hubo más especies (Cuadros 3 y 4). 
26 
 
 
Figura 3. Especies por tipo de vegetación. 
MX=Matorral Xerófilo, BTC= Bosque Tropical Caducifolio, BPE=Bosque de Pino Encino, 
BMM= Bosque Mesófilo de Montaña, U= Urbana, BEMX= Bosque de Encino Matorral 
Xerófilo, P= Pastizal, Bosque Artificial de Eucalipto, Mg= Manglar. 
 
Tipo de 
Vegetación 
Estado 
de 
México 
Michoacán Guerrero Hidalgo Veracruz D.F. Morelos 
MX X X 
BTC X X X X X 
BPE X 
BMM X X 
U X 
BEMX X X X 
P X X 
BEu X 
Mg X 
Cuadro 3. Presencia/ausencia del tipo de vegetación por entidad federativa. 
 
27 
 
Riqueza de especies por entidad federativa 
 
La entidad federativa donde se obtuvo la mayor riqueza de especies correspondió 
al Estado de México con 100 especies, esto gracias a que es el que tiene mayor 
diversidad de tipos de vegetación, como lo señala Llorente et al. (1993), mayor 
heterogeneidad vegetacional, hace que aumente la diversidad de hábitats, 
además, del mayor esfuerzo de recolección. Para el caso de Morelos, a pesar de 
registrar un alto número de especies según las publicaciones (Luna-Reyes et al., 
2008), se encontró que fue el menos diverso con una especie, esto se puede 
justificar con el hecho de que solamente se recolectó en vegetación de Bosque 
Tropical Caducifolio (BTC), además, que el material de este lugar se recolectó de 
salidas de campo de alumnos y muchos ejemplares no contaron con todos los 
datos. 
 
Para entidades como Veracruz y el Distrito Federal, se requiere aumentar las 
recolecciones ya que Veracruz es una entidad que registra un número más 
elevado de especies que el propio Estado de México, en el Distrito Federal, a 
pesar de no tener muchos tipos de vegetación, si están presentes muchas plantas 
hospederas, así como nutricias, por el uso ornamental que se les ha dado en la 
actualidad; aunque muchas especies se verían restringidas por factores 
ambientales siendo el clima y la altitud los más determinantes. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
28 
 
Estados Número de especies % 
Estado de México 100 53.47 
Michoacán 96 51.33 
Guerrero 72 38.50 
Hidalgo 46 24.59 
Veracruz 7 3.74 
D. F. 6 3.20 
Morelos 1 0.53 
Cuadro 4. Número de especies y porcentaje por entidad federativa. 
 
El Estado de México es la entidad que tuvo el mayor número de especies dentro 
de la colección, esto podría deberse por la cercanía que se tiene con las 
localidades de muestreo. A pesar de que el estado de Morelos presenta 
relativamente la misma cercanía, resulta ser éste el menos diverso, como ya se 
dijo anteriormente; únicamente se ha realizado recolecciones de un proyecto de 
hace varios años y dicho material se encuentra dañado. 
 
Las entidades federativas que siguieron con el mayor número de especies fueron 
Michoacán, Guerrero y Veracruz; por lo que también se debe incrementar el 
número de recolecciones en estas entidades, quienes llegan a tener la mayor 
diversidad por sus distintos tipos de vegetación, según Llorente et al. (1993). 
 
Nivel de salud de la colección 
 
Los lepidópteros de la colección se encontraron fue en el nivel 3 correspondiendo 
al 89.44% del total (1,364 ejemplares), que hace referencia al acomodo pertinente 
para que un especialista en el tema pueda tener accesible el material a curar, esto 
se refiere a que estén en frascos viales o en este caso en cajas entomológicas y 
separados a nivel orden al menos, el 4.85% (74) se ubicaron en el nivel 4, es decir 
que los especímenes se encontraron determinados, pero no integrados a base de 
29 
 
datos el 5.70% (87) correspondieron al nivel 5 que se refiere a que los ejemplares 
estaban determinados, no integrados, pero corroborados. 
 
Con relación a los niveles trabajados de los porcentajes anteriormente señalados 
se tuvo lo siguiente: 4.78% (73) quedaron en el nivel 8 debido a falta de algunos 
datos como abundancia, frecuencia y horario. El nivel 9 corresponde a la 
información bibliográfica, así como gráficos y descripciones de especie dentro de 
este nivel quedaron con el 95.21% (1,452). Este mismo modo de administración 
en una colección, es el utilizado por museos de gran renombre como lo es el 
Instituto Smithsonian en su colección entomológica, esta ha resultado ser muy 
eficaz a la hora de querer consultar dichos ejemplares. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
30 
 
CONCLUSIONES 
 
Se determinaron 1,525 ejemplares, registrándose 7 superfamilias, 15 familias, 38 
subfamilias, 44 tribus, 123 géneros y 187 especies, 72 subespecies. 
 
La familia más rica en especies en la colección fue Nymphalidae, con 54 especies 
y las menos fueron Cossidae, Pyralidae, Crambidae y Drepanidae, con una 
especie cada una. 
 
La familia más abundante fue Pieridae con 45.44% del total de ejemplares y la 
menos fue Pyralidae con 0.06%. 
 
Las especies más abundantes fueron de la familia Pieridae: Leptophobia aripa 
elodia con 8.85 %, Phoebis senna marcellina con 5.57% y Eurema mexicana 
mexicana con 5.37%.y las menos abundantes fueron 59 especies de ocho familias 
representadas cada una por el 0.06%. 
 
La entidad federativa que tuvo el mayor número de organismos fue Michoacán con 
450 y el de menor número fue Morelos con uno. 
 
La entidad federativa que obtuvo mayor número de especies correspondió al 
Estado de México con 100 especies y el menor fue Morelos con una. 
 
De los nueve tipos de vegetaciónregistrados en la base, el Estado de México fue 
el que presentó la mayoría con 6. 
El tipo de vegetación donde se hicieron el mayor número de recolecciones que se 
fue matorral xerófilo y la menor fue el manglar. 
 
El nivel de salud de la colección se encontró en los niveles iniciales 3 con 1,364 
ejemplares, el nivel 4 con 74 ejemplares y el nivel 5 con 87, quedando los 
organismos asignados en el 8 a 73 y en el nivel 9 a 1,452. 
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