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FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA Composición taxonómica de los lepidópteros (2009-2011) de la colección de artrópodos de la FES Iztacala T E S I S QUE PARA OBTENER EL TITULO DE B I O L O G O PRESENTA MIGUEL ANGÉL AVILA LAZCANO DIRECTOR DE TESIS: M EN C. SERGIO G. STANFORD CAMARGO LOS REYES IZTACALA, ESTADO DE MÉXICO Junio 2015 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Índice Resumen……………………………………………………………………………… 1 Introducción…………………………………………………………………………… 2 Antecedentes…………………………………………………………………………. 6 Objetivos…………………………..…………………………………………………. 12 Materiales y Método………………..………………………………………………... 13 Resultados y Discusión…………………….………...……………………………... 15 Listado…….……………………….………………………………………………. 15 Riqueza de especies por familia…….…….……………………………………. 19 Abundancia de familias………………………………………………………….. 21 Abundancia de especies…………………...……………………………………. 23 Distribución por entidad federativa……………...……………………………… 24 Riqueza de especies por entidad federativa……….………………………….. 27 Nivel de salud de la colección..…………………………………………………. 28 Conclusiones...……………………………………………………………………….. 30 Literatura citada………………………………………………………………………. 31 Anexo…………………………………………………………………………………. 41 Dedicatorias Este trabajo está dedicado a todos aquellos que me apoyaron y nunca dejaron de creer que esto era posible. A Sonia Lazcano, mi madre, por siempre estar al pendiente de todos y todo en la familia, gracias por heredarme ese ímpetu de realizar todo, lo mejor posible. A Javier Avila, mi padre, por ser esa persona responsable, llena de tolerancia, alegre y espontánea. Gracias por quererme tanto, aunque a veces siento no merecerlo, gracias por las desveladas y sacrificios, al fin rendirán frutos. A Brenda Avila, mi hermana, por ser mi mejor amiga, gracias por apoyarme incondicionalmente, por los consejos, escucharme, críticas, miradas de pistola, discusiones, peleas, groserías… en fin todos los buenos y malos momentos que hemos llegado a compartir. A mi abuelita Ofelia Flores, por ser mi primera maestra en fisiología vegetal, farmacognosia, diversidad vegetal, control de plagas y propagación de plantas. Gracias por todas esas enseñanzas. A mi abuelito Mariano Lazcano, por ser el vivo ejemplo de un revolucionario, gracias por serlo y no dejarlo de ser hasta la muerte. A mi abuelita Felipa Sánchez, por educar a tan maravillosa persona que tengo por padre, gracias por el apoyo que nos ha dado a nosotros como familia, por cuidarnos y procurarnos. A mi abuelito Leonardo Avila, a pesar de tú enfermedad, yo sé que me llegaste a querer tanto como yo a ti, siento tanto que hayas tenido Alzheimer, pero en tus momentos de luz eras divertido, aún te recuerdo preguntando por el rufián y diciéndole patrona a mi madre, jaja. Sé que hoy en día estarías más que orgulloso de tú hijo y como se ha convertido en el mejor padre de familia. A una pequeña niña muy especial en mi vida, de nombre Valentina Huerta, gracias por esas risas tan inocentes, las cuales hacían que todo mundo sonriera. Lamento no haber podido transmitirte más conocimientos y darte más cariño. Espero un día volvamos a correr jugueteando, tras las mariposas en los campos de alfalfa. “Hija” sabes que cuentas conmigo para todo. A mi amiga Elizabeth Linares, por ser una de las mejores personas que he conocido, por todo el apoyo que me diste, académicamente y personalmente, estoy muy agradecido contigo, por soportar tantos malos ratos, y más aún por los buenos, tus palabras siempre me hicieron mucho bien. Gracias por estar prácticamente, siempre que te necesito. A mi amiga Anayeli Pineda, por todo el apoyo que me diste durante la carrera, en verdad se te agradece, fue de mucha ayuda, gracias por todo ese tiempo compartido, consejos, opiniones, diferencias, por buenos y malos momentos. Todo eso tal vez allá contribuido a que fuese mejor persona hoy. A mi amiga y compañera de laboratorio Ivonne Delgado, por escuchar todas mis locuras taxonómicas y ser una de las mejores compañías en todo momento. Con todo y tu odio por todo. Me gustó mucho haberte conocido más, después de no caerme tan bien, que alegría recordarte como una parte importante en mi ciclo de vida. A mi amiga Guadalupe Reyes, por ser apoyo importante en momentos de riesgo, gracias por escucharme y opinar, que aunque a veces no aplicaban en mi caso, al menos si me sacaban una carcajada. A mi amiga superfuerte Ale Verde, por ser fuerte A mi amigo Valentín Cruz, por ir lentín. A mi amigo Freddy Ines y sus caras de no sé qué A mi amigo Luis Enrique Vega (cuervo de colores o hippie oscuro), por sorprendernos con cada palabra que sale de su boca. Jorge Hernández, por recordarme al código genético. Jonathan Montiel, por meterme más a la cabeza el cursar 5to semestre con mí ahora tutor, ha sido una penuria, pero al fin y al cabo, lo que quería era aprender bien. Que hubiese sido de mis semestres sin ustedes mi equipo favorito, los jinetes del caos, gracias por ese compañerismo que siempre mantuvo “funcional” nuestros equipos. Fue un gusto salir a campo con ustedes, ya verán que vendrán muchas más. Marco, Daniel y Richard, gracias por todas esas platicas muy amenas por cierto, es agradable hablar con alguien que entiende de lo que hablas y no solamente te diga, “estás enfermo”. Gracias por ser mis hermanos académicos y enseñarme tantas cosas acerca de las mujeres. A mi madre académica Marcela Ibarra, por comportarse conmigo como todo una madre responsable, una buena madre. Le agradezco mucho toda la confianza y conocimiento que deposito en mí, es usted una persona a la cual estimó demasiado. Espero poder compartir con usted muchas más alegrías. A mi padre académico Sergio Stanford, por brindarme todo ese apoyo desde que me conoció, gracias, porque a pesar de yo pensar que poco le importaban los problemas de sus tesistas, ha sabido también ser un amigo. Es para mí un placer muy grande saberme formado por alguien como usted. Agradecimientos En especial a la Biól. Marcela Ibarra y al M en C. Sergio Stanford por ser parte fundamental en mi formación como entomólogo. A la Biól. Saharay Cruz, por permitirme el acceso a los ejemplares, durante el estudio, ayudar a la fumigación del material y su resguardo en la Colección de Artrópodos Facultad de Estudios Superiores Iztacala (CAFESI-UNAM). A la Biól. María Eugenia Díaz Batres, por su ayuda en la determinación y corroboración de ejemplares en el Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental, por permitirme el acceso a la Colección Nacional deInsectos “Dr. Alfredo Barrera Marín” y a la colección “Roberto Müller”. Al Biól. Alberto Morales, por el apoyo en el préstamo de equipo e instalaciones en el laboratorio de Zoología. Al Dr. Esteban Jiménez, por su acertada crítica durante el desarrollo de este trabajo. A la UNAM, por permitirme el acceso a tan grandiosa información, a la FESI, por ser el alma mater de mi formación académica y a la carrera Biología, por no dejar nunca de mostrar nuevas maravillas. . Y justo cuando la oruga pensó que era su final, se transformó en mariposa ANONIMO 1 RESUMEN La importancia de las colecciones biológicas radica en la información que éstas alojan. Para México son de un gran valor ya que sus recursos biológicos (plantas, animales, hongos e insectos) constituyen el mayor recurso renovable sobre el cual descansa el bienestar del país. Una sólida base de datos referente a la entomofauna del país, es esencial para preservarlos. El objetivo de este trabajo fue conocer la composición taxonómica de los lepidópteros, (2009-2011) de la colección de artrópodos de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM. Se determinaron las familias y especies, se catalogaron y resguardaron en la colección. Los ejemplares con datos incompletos se separaron en cajas y se integraron a la colección didáctica y a la de divulgación. Las especies, identificadas fueron corroboradas con las del Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental de la Ciudad de México. Se determinaron 1,525 ejemplares agrupados en siete superfamilias, 15 familias, 38 subfamilias, 44 tribus, 123 géneros y 187 especies y 72 fueron identificadas a subespecie. La familia con mayor riqueza fue Nymphalidae con 54 especies y las que obtuvieron la menor fueron: Drepanidae, Crambidae, Cossidae y Pyralidae con 1; la familia más abundante fue Pieridae con 45.44% del total de ejemplares y la menos fue Pyralidae con 0.06%. Las especies más abundantes en la colección pertenecieron a la familia Pieridae, Leptophobia aripa elodia con 8.85%, Phoebis senna marcellina con 5.57% y Eurema mexicana mexicana con 5.37%. Las menos abundantes fueron 59 especies de 8 familias representando cada una de ellas por el 0.06%. Michoacán fue la entidad federativa que obtuvo la mayor cantidad de ejemplares con 455 que representaron el 29.50% y la menor fue Morelos con un ejemplar (0.06%). Con respecto a la riqueza de especies, en el Estado de México se encontraron 100 y Morelos con una especie. Los registros se incorporaron a una base de datos Excel donde se analizaron, abundancia, distribución y número de especies. De acuerdo a los niveles de salud propuestos por McGinley, de los 1,525 ejemplares registrados, 1,364 se encontraron en el nivel 3, 74 en el nivel 4 y 87 en el nivel 5, quedando los ejemplares en los niveles finales de 8 para 73 ejemplares que se hallaron con datos incompletos y en el nivel 9 fueron 1,452. 2 INTRODUCCIÓN Las colecciones tienen como característica común concentrar archivos de conocimiento en un espacio determinado con el fin de conservarlos y mantenerlos disponibles a largo plazo y tener la cualidad de ser objetos físicos, que son de suma importancia para la sociedad. A las colecciones se les puede catalogar como histórico-sociales que son las que contienen los ejemplares asociados al desarrollo histórico, social y cultural del hombre (Gowland, 1997); por ejemplo: filmotecas, audiotecas, colecciones de arte, antropológicas, arqueológicas y de historia natural, estas últimas contienen los registros físicos de las formas de vida y de los procesos terrestres (Nudds y Pettitt, 1997). En las colecciones de historia natural se encuentran las paleontológicas, geológicas y las biológicas, que se clasifican en vivas como los jardines botánicos, los zoológicos, acuarios y herpetarios y no vivas como los ejemplares mantenidos en seco o en alcohol como plantas, invertebrados y vertebrados terrestres o marinos (Cristin y Perrilliat, 2011). Los museos y colecciones científicas deben ser entendidos como lo son en otras naciones, como un recurso imprescindible para el desarrollo del país (NSTC, CS y IWGSC, 2009). Las colecciones científicas son alojadas en museos o sitios especializados dedicados al resguardo, mantenimiento y administración de dicho material científico. El Artículo 3 sección I del Estatuto vigente del Consejo Internacional de Museos (ICOM), (ICOM, 2007a), define al museo como “…una institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y su desarrollo, abierta al público y que realiza investigaciones referidas a los testigos materiales del hombre y su entorno, los adquiere, conserva, divulga y en particular, los expone para fines de estudio, educación y difusión”. En el Artículo 2, sección 1, inciso b, (ICOM, 2007b) e integrado a esta definición, incluye además de los museos propiamente dichos, a: a) Los institutos de conservación y galerías de exhibición que dependen de las bibliotecas y centros de archivo. b) Los sitios y monumentos arqueológicos, etnográficos y naturales, así como, los sitios y monumentos históricos que por sus actividades de adquisición, conservación y 3 comunicación tengan la naturaleza de museo. c) Las instituciones que exhiben especímenes vivientes como los jardines botánicos y zoológicos, acuarios, viveros. d) Las reservas naturales. e) Los centros científicos y planetarios. Las colecciones biológicas pueden clasificarse en tres tipos: las colecciones científicas, en las que se toman datos para realizar algún tipo de estudio sobre diversidad, distribución y abundancia, entre otros y para su consulta se requiere un permiso; las colecciones didácticas, sirven como material de apoyo para la enseñanza dentro de la institución a la que pertenecen, por mencionar un ejemplo, se encuentran los centros de estudio que utilizan este material como apoyo en sus prácticas correspondientes a dicho tema y las colecciones de divulgación o difusión, su función es la de ayudar a la enseñanza al público en general, por medio de exposiciones a diversos sitios públicos, para tratar aspectos sobre diversidad, su importancia, usos, lugares donde habitan y conservación (Llorente- Bousquets y Castro-Gerardino, 2002). Para que una colección científica esté en óptimas condiciones es necesario enfoques innovadores para la gestión de colecciones y poder calificar el estado de la misma. Hay un sin número de publicaciones que hablan de la administración adecuada para una colección, sin embargo, el departamento de entomología del Museo de Historia Natural de EUA, ha desarrollado una serie de enfoques donde McGinley (1993), señala que los museos en la actualidad se están saturando de ejemplares y en realidad no hay una gestión adecuada, para lo cual propone niveles que hacen referencia a la conservación de materiales (nivel 1), accesibilidad de los ejemplares (niveles 2-4), organización física (niveles 5-6), captura de datos (niveles 7-9) y por último la certificación del material por algún especialista (nivel 10). Esto aplica en general para las colecciones científicas pero es mayormente observado en las colecciones entomológicas gracias al gran atractivo visual que representan muchas especies, sus relaciones sinantrópicas, su fácil manejo al transportarse y aparente facilidad para conservarlos en buen estado. Dentro del conocimiento entomológico del país, uno de los órdenes más estudiados es Lepidoptera llamadas comúnmente como mariposas y polillas. El 4 término es una palabra de origen griego y hace referencia a las alas, lepis = escama y pteron = alas, debido a que están cubiertas de pequeñas escamas, que son también las que les dan su color e iridiscencia (Jonhson y Triplehorn, 2005). El orden Lepidoptera, es el segundo ordencon mayor número de especies de la clase Insecta, agrupa 157,424 especies de mariposas y polillas descritas, incluidas en 45 superfamilias y 139 familias (Nieukerken, et al., 2011), 10,859 especies más de las que cita Heppner en el año 1991. En México éste orden cuenta con 14,507 especies y un estimado de 23,742 según Heppner (2002), cifra muy cercana a las 25,000 especies que Llorente-Bousquets, et al. (1996) estimó, atribuyéndose a la convergencia de las regiones biogeográficas Neártica y Neotropical. Las mariposas se han clasificado a lo largo del tiempo de muchas formas, en fechas recientes, aún cuando parece existir consenso en dividir el orden en cuatro subórdenes (Zeugloptera, Aglossata, Heterobathmiina y Glossata), no se cuenta con una clasificación estable y universalmente aceptada, ni siquiera al nivel de superfamilias (Lamas, 2008). Otra forma de clasificarles es en dos grupos: mariposas diurnas y nocturnas. Las primeras dentro del grupo Rhopalocera y las nocturnas en Heterocera. Esta clasificación es más antigua y el primero en nombrarlas de ese modo fue Darwin (1871) y hasta la fecha es una forma aceptada de clasificarlas, por lo fácil que resulta al únicamente separarlas por hábitos y algún carácter morfológico. Rhopalocera incluye a las mariposas que presentan antenas cuyos extremos tienen forma de maza; se les conoce como mariposas diurnas”, por volar durante el día, aunque este último carácter no es exclusivo del grupo (Robert et al., 1983); está integrado por las superfamilias Papilionoidea y Hesperioidea; la primera tiene la maza antenal recta y el cuerpo es delgado en proporción con las alas, mientras que en Hesperioidea la maza es curvada, a menudo con forma de un pequeño gancho distal y el cuerpo siempre es ancho en proporción de las alas (Ehrlich y Ehrlich, 1961) Dentro de los ropalóceros, los papilionoideos suelen ser de vuelo muy lento; su coloración es muy variada, va desde el transparente, al negro, pasando por infinidad de combinaciones y generando en algunas especies figuras geométricas 5 u ocelos, hasta llegar a simular una hoja marchita o plagada. Están representados por cinco familias Papilionidae, Pieridae, Nymphalidae, Riodinidae y Lycaenidae. Mientras que los hesperioideos tienen un vuelo más poderoso; regularmente, su coloración es poco llamativa y predominan en ellos los colores oscuros, como el café y el negro (De la Maza, 1987). Está representada solamente por la familia Hesperiidae y con la propuesta más reciente, ésta superfamilia es incluida en Papilionoidea (Nieukerken, et al., 2011). Las mariposas diurnas o ropalóceros, representan 13.1% del total mundial del orden Lepidoptera. En México, de acuerdo con las últimas revisiones y la lista taxonómica actualizada, se estima que existen 1,209 especies y 896 subespecies, 97 de las cuales aun están innominadas. México tiene 9.4% de las especies descritas de papilionoideos y hesperioideos de todo el mundo, con base en la síntesis de Shields (1989) y Heppner (1991). En cuanto a Heterocera, presentan antenas de formas muy variadas; pequeñas (no más del tamaño de cabeza y tórax) o grandes, (más que la mariposa misma) de tipo: filiforme, pectinada, bipectinada, se les conoce como mariposas nocturnas. El cuerpo y alas en la mayoría de las especies son robustas, aunque existen algunas excepciones, como la familia Pterophoridae, que son muy similares a tricópteros. Su vuelo y alimentación se realiza básicamente por la noche, debido a este comportamiento su coloración es opaca, por ello son llamadas polillas o palomillas, aunque al contacto con la luz nos muestran sus colores iridiscentes impresionantes, que en combinación con los patrones de las alas, simulan ser hojas, murciélagos o incluso aves, es gracias a esto que evitan ser depredados. Su tamaño es muy variado con ejemplares de 2 mm (Adelidae) y entre los 25 a 30 cm (Saturniidae). Su número es exorbitante, representan el 80% de todas las especies conocidas, para el orden. Se agrupan en 44 superfamilias con 132 familias (Nieukerken et al., 2011). 6 ANTECEDENTES A nivel mundial se pueden mencionar algunas de las colecciones que alojan artrópodos como la del Instituto Smithsonian, la del Museo de Zoología Comparativa, de la Universidad de Harvard (EUA), la del Museo Británico, Historia Natural (Reino Unido) y la del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona (España) (Luis et al., 2011); en Latinoamérica están: la colección del museo de Zoología de la Universidad de Costa Rica (Universidad de Costa Rica, 2015), la colección Zamorano de la Escuela Agrícola Panamericana (Honduras) (Schlein y Cave, 2011), la colección entomológica del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt (Colombia) (Instituto Humboldt, 2014), la del Museo Nacional de Historia Natural de Chile (MNHN. 2015) y la colección de artrópodos de la Universidad del Valle (Guatemala) (UVG, 2013); en el país se pueden mencionar las siguientes: la colección de artrópodos de la Facultad de Biología campus Xalapa de la Universidad Veracruzana, la entomológica de Instituto de Ecología, A. C. (INECOL, 2009); la Colección Tomás G. Zoebisch asociada al de Centro de Estudios en Zoología, Universidad de Guadalajara (González–Hernández y Navarrete–Heredia, 2011), la entomológica de la Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Autónoma del Estado de Morelos (Trujillo- Jiménez, et al., 2002), la entomológica de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (CONABIO, 2011). En el Distrito Federal, ejemplos de este tipo de colecciones son: la colección científica de insectos del Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental (Reyes-Castillo y Quintero, 1981), la colección Nacional de Insectos del Instituto de Biología de la UNAM (IBUNAM) (UNIBIO, 2013); la colección del Museo de Zoología “Alfonso L. Herrera” de la Facultad de Ciencias (MZFC) (CONACULTA, 2014), en el estado de México se encuentran la colección de insectos del Colegio de Postgraduados (SAGARPA, 2014), la colección de mariposas de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la UNAM (Hernández, et al., 2008a), y la colección de artrópodos de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM, fundada el año de 1983. Actualmente la 7 última está conformada por tres áreas, la aracnológica, la carcinológica y la entomológica (Stanford, com. per, 2014). Llorente y Luna (1994) mencionan, que para lograr un mejor manejo de una colección son de gran importancia las bases de datos curatoriales ya que contienen información cronológica que puede utilizarse para reconstruir la historia del conocimiento de la biodiversidad; señalaron que la mayor parte de esa información se obtiene de colecciones biológicas que contienen los datos del recolector, el sitio, la fecha de la recolección y otros datos que no se encuentran en los registros de especies descritas en la bibliografía. Llorente-Bousquets y Castro-Gerardino (2002), proponen la utilización del modelo de administración hecho por Llorente en el año 1990 el cual es casi idéntico al modelo de McGinley (1993), únicamente cambia desde el nivel 7, ya que McGinley habla sobre la captura de datos desde este nivel y Llorente lo hace hasta el nivel 10, en este mismo nivel McGinley, menciona que el material debe de estar corroborado por un especialista y con la bibliografía utilizada en dicho estudio, mientras que Llorente, (1990) señala que las colecciones de historia natural tienen la función fundamental de documentar y preservar los registros materiales de la biodiversidad; sus propósitos básicos son de servicio a la sociedad con educación progresiva e iniciativas de investigación. Su calidad gira en torno a los especialistas y profesionales, su productividad y creatividad, el acervo bibliográfico especializado y la representatividad. Luis,et al. (2004), relata que en el siglo XIX el material que era recolectado en México, fue alojado en colecciones de museos europeos; para el siglo XX se depositó en museos americanos. Muchas de las colecciones de la primera mitad del siglo pertenecían a coleccionistas y comerciantes extranjeros y nacionales, la mayoría fueron absorbidas por las colecciones Hoffman, Müller y Escalante. La colección Hoffman actualmente está en Nueva York, la colección Müller está dispersa, en el Museo Nacional de Estados Unidos (Smithsonian Institution) y en 8 el Museo de Historia Natural de la Ciudad de México. La colección Tarsicio Escalante pertenece ahora el Museo Allyn, integrada a las colecciones de la Universidad de Florida (Llorente, et al. 1996). Luis, et al. (2005), habla de la creación de las colecciones referentes a lepidópteros, la primer base de datos que se formó para este grupo, fue a mediados de la década de 1980, formada únicamente por elementos de la familia Papilionidae, constaba de poco menos de 8,000 registros y solo contenía los datos de los ejemplares preparados en alfiler de la colección del Museo de Zoología de la Facultad de Ciencias. Esta base de datos estuvo soportada en Dbase III, programa que a menudo no tenía la capacidad de resolver las consultas requeridas. Así fue el inicio de la megabase MARIPOSA, que actualmente consta de alrededor de 500,000 registros. Ésta se encuentra dividida en tres grandes temas: curatorial, taxonómica y bibliográfica, la cual está soportada en Microsoft Access, bajo la programación y asesoría de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad en su programa Biótica versión 4.1. Salinas, et al. (2005) elaboraron una lista de los hespéridos del Occidente de México, a partir de revisión bibliográfica y consulta a la colección de lepidópteros del MZFC y la colección del IBUNAM. Abarcando los estados de Nayarit, Jalisco, Colima y Michoacán; con base a las coordenadas y a través del programa de Sistema de Información construyeron mapas de distribución, con ayuda del programa de Sistema de Información Geográfica, GeoMedia Pro 3.0 y los datos proporcionados por la CONABIO. Registraron 325 especies, el 37% de las especies registradas para el país. Las localidades sumaron 277 sitios de recolección, los estados de Nayarit y Colima contribuyeron con 46 localidades, cada uno, Jalisco 61 y Michoacán 124, representando la mayor diversidad, así como el mayor esfuerzo de recolección. Mesa (2006) señala que, durante el proceso de preservación de los ejemplares en una colección biológica, se deben tener en cuenta una serie de etapas que 9 garanticen su adecuada preservación, manejo y procesos que determinan su uso futuro. Entre estas etapas se encuentran el ingreso de ejemplares, cuarentena, preservación, etiquetado, catalogación, sistematización, determinación e identificación taxonómica, resguardo y que los ejemplares que ingresen a una colección presenten como mínimo: localidad completa, fecha de colecta, y colector, para su registro, entre más datos posea, más valor científico adquiere y menciona a McGinley (1993) como el óptimo para realizar la administración y manejo en una colección. Quiroz (2008) nombra tres de las colecciones más importantes en el país, la primera es la colección lepidopterológica del IBUNAM con más de 75 000 especímenes, la segunda es la colección de la familia De la Maza, con aproximadamente 40,000 ejemplares; a esta familia se le debe la mayor parte de descripciones en el país de especies de Papilionoidea en los últimos 15 años. Y la más grande que es la colección del MZFC-UNAM cuenta con alrededor de 200,000 ejemplares de mariposas diurnas, de las cuales 75,000 están montadas con alfiler e incluye 80% de las especies de México (Luis et al. 2003). Hernández et al. (2008a) trabajaron sobre la distribución de las mariposas diurnas del Estado de México. Recabaron información de la megabase de datos MARIPOSA del MZFC- UNAM; al adicionar los artículos de Luna-Reyes y Llorente-Bousquets (2004) y Hernández-Mejía (2005), obtuvieron un total de 1,507 registros procedentes de 30 municipios del Estado de México. Compararon sus resultados con otras colecciones nacionales e internacionales. La colección mejor representada fue la del IBUNAM. Con base a la información, registraron 325 especies, cifra que representó el 15% de las que se encuentran en México (2,103); el 17% de tales taxones son endémicos para el país; Malinalco fue el municipio que tuvo el mayor número de especies totales y la familia con mayor riqueza fue Nymphalidae con 102 especies y la menor fue Papilionidae con 19 especies. 10 En 2009 se publicaron los lineamientos la colección entomológica del Instituto de Ecología A. C. (IEXA) en los que se menciona en los artículos 19, 20, 21 y 22, la forma adecuada de ingresar y procesar a los ejemplares, siendo importante la utilización de base de datos en la que debe encontrarse información como son: fecha, depositante, grupo taxonómico, número de especímenes enlistados por género o especie y características especiales (tipos, rarezas, duplicados, entre otros). Misma información que debe estar presente en la etiqueta de cada ejemplar. Los especímenes no identificados hasta especie son ingresados a otras bases hasta que cuenten con etiquetas de identidad específica. Lamas (2010) aportó un listado de bibliografía sobre lepidópteros neotropicales, que está acomodado por países, en el señala que De la Maza, et al. (1989, 1991) hacen listados actualizados para las mariposas diurnas del país; Llorente et al. (1990) presentaron una lista alternativa para Hesperiidae; mientras que Llorente, et al., (1997) presentó abundante información geográfica sobre Papilionidae y Pieridae, finalmente para los "heteróceros" Lamas señala que se cuenta únicamente con listas para algunas familias (Hoffmann, 1942; Beutelspacher, 1989; White et al. 1994). Hernandez e Iglesias (2010) basándose en una revisión de literatura dedicada a diversos taxones del orden Lepidoptera para México y Veracruz, así como a los ejemplares depositados en la Colección Müller del Museo de Historia Natural de la Ciudad de México y la colección entomológica del IBUNAM; Obtuvieron 2,940 especies, 952 correspondieron a mariposas diurnas con el 32.4%, mientras que 1,988 son nocturnas lo que representa el 67,6% del total. Por lo anterior, y sobre la base de estos datos, el estado de Veracruz representó el 11,8% del estimado nacional y el 45.2% del estimado para este estado. Los autores consideran los subordenes Heterocera y Rophalocera, para la cual siguen la sistemática propuesta por Balcazar y Beutelspacher (2000a y 2000b) y Beutelspacher (1992) para el primero y Luis-Martínez et, al. (1995) para Ropalóceros. 11 Heppner (2002) dio cifras de especies de mariposas conocidas y los estimados para México, siendo estas 14,507 y 23,742 respectivamente y Nieukerken (2011) nombra el número total de especies (146,429) conocidas en el mundo al 2011. Llorente, et al. (2014) recabaron bibliografía del orden Lepidoptera en México y consultaron la megabase de datos MARIPOSA con 503,894 ejemplares hasta el año 2011; (Luis, et al., 2005) obtuvieron 1,683 especies y 1,868 especies de ropalóceros. Lamas, et al. (1995) y Lamas (2010) recabaron al menos 13,000 trabajos ropalocerológicos en el Neotrópico sólo para Hesperioidea y Papilionoidea, básicamente desde Linnaeus (1758) a la fecha. Luis et al. (2000) registraron un número próximo a los 1,800 artículos sobre el mismo grupo y en el mismo periodo para México. Hacen un estimado del número de publicaciones sobre Rhopalocera en el mundo, éste, posiblemente supere los 50,000 y para el total de los Lepidoptera quizá sean más de un cuarto de millón de citas bibliográficas. En este escritose nombran a 30 museos como los más importantes para este grupo, entre las principales destacan el Museo Británico de Historia Natural (Londres), el Museo Nacional de Historia Natural dependiente del Instituto Smithsonian (Washington, D.C.), el McGuire Center para Lepidoptera y Biodiversidad, ligado a la Universidad de Florida (Gainesville), el Museo Americano de Historia Natural (Nueva York) y para México, la Colección Nacional de Insectos del Instituto de Biología, UNAM (México, D.F). Debido a que las colecciones son centros privilegiados para la investigación y planeación de estrategias de conservación y que los datos procedentes de esas fuentes proporcionan información completa para diversos análisis, además, de ser parte indispensable en la educación ambiental, es importante conocer a fondo las especies de lepidópteros de nuestro país y en particular las que están alojadas en la Colección de Artrópodos de la FESI, con el fin de que puedan servir para estudios posteriores sobre distribución, ecología, genética, incluso su biología molecular; así mismo para realizar análisis filogenéticos, composición de especies 12 y biología, ya que es necesario saber que especies se encontraban en diversos ambientes que han sido perturbados y que están por desaparecer, sus requerimientos, sus relaciones simbióticas, para poder prevenir plagas y así aprovechar mediante planes de manejo a las especies. Por lo anterior se plantearon los siguientes objetivos: General: • Evaluar la composición taxonómica de lepidópteros del 2009 al 2011 de la colección de artrópodos de la FES Iztacala-UNAM. Particulares: • Elaborar un listado de las especies de lepidópteros que se encuentran en la colección de artrópodos de la FESI de los años 2009 al 20011. • Obtener la riqueza de especies por familia presentes en la colección. • Determinar la abundancia de las familias presentes en la colección. • Registrar la abundancia de las especies presentes en la colección. • Analizar la distribución de las especies por entidad federativa. • Valorar el nivel inicial de salud de los lepidópteros de la colección y establecer el nivel final en el que quedó resguardado. 13 MATERIALES Y MÉTODO Los lepidópteros se identificaron a nivel de familia con las claves de Ehrlich y Ehrlich, (1961) Jonhson y Triplehorn (2005), y posteriormente se determinaron hasta especie con los catálogos de Llorente et al. (1997), Luis et al. (2003), Chacon y Montero (2007), Glassberg (2007), Leckie (2012) y Díaz (2011), además, se emplearon guías electrónicas como la de Mariposas Mexicanas (Facultad de Ciencias, 2012), Instituto Nacional de Biodiversidad (2012), Emily Halsey (2013), Networked Organisms (2013), Bamona (2012), Zanellato (2012), CONABIO (2014), Stang David (2014), Integrated Taxonomic Information System, (2014), International Barcode Of Life (2014), Iowa State University Entomology (2014), Myers Enterprises II (2014), The Polistes Corporation (2014), The Trustees (2014a, 2014b), The University of Chicago Press (2014) University of Michigan (2014) y de Warren (2012). Todas estas bases de datos alojan especies mexicanas esto a causa de que comparten regiones geográficas o simplemente porque son colecciones mundiales. Una vez conocidas las especies, se corroboraron con las de la colección de lepidópteros del Museo de Historia Natural de la Ciudad de México; asignándoseles un ID para su registro en la colección. La clasificación usada en este estudio fue la propuesta de Nieukerken et al. (2011). El cual considera aspectos de biología molecular, comportamiento y distribución. El ordenamiento físico que se les dio a los ejemplares dentro de la colección, fue en escalas de tamaños, colores y nivel de complejidad al determinar teniendo al principio la familia Papilionidae, Nymphalidae, Pieridae, Lycaenidae, Hesperiidae y Riodinidae; todas diurnas y a continuación las nocturnas, Erebidae, Noctuidae, Drepanidae, Crambidae, Geometridae, Sphingidae, Saturniidae, Cossidae y Pyralidae Se cuantificaron las mariposas que se hallaron resguardadas en las cajas entomológicas de la colección, con el fin de obtener la abundancia de las especies depositadas, correspondientes al periodo de 2009 a 2011. 14 Posteriormente se realizaron gráficos de pastel para determinar la abundancia de las familias y especies. Para analizar la distribución de los ejemplares por entidad federativa, se usó la base de datos en el programa Excel en donde se registraron las localidades por estado; se revisaron los datos de las etiquetas de los ejemplares. Se consideró un campo para cada uno de los datos: numéricos: numero de caja/familia, ID, día, mes, año, hora, totales; geográficos: país, estado, municipio, localidad, coordenadas, utm’s, altitud; biológicos: vegetación, hábitat, abundancia, frecuencia, etapa de desarrollo; datos del recolector: recolector, determinador, técnica de recolección; taxonómicos: orden, superfamilia, familia, subfamilia, tribu, género, especie, subespecie y también descriptor y año. La base de datos de Excel, incluyó 34 campos. Se completaron el 90% (30 campos) debido a que los datos de las etiquetas estuvieron incompletos, algunos datos referentes a la localidad se corroboraron haciendo uso del software Arc view 3.2.2, con SIG y Google Earth y de los mismos trabajos y proyectos realizados por los profesores de área de la Facultad. Finalmente, se valoró con base a lo propuesto por McGinley (1993) el estado en el que se encontraron los lepidópteros diurnos y nocturnos del año 2009 al 2011, resguardados en la colección. Aquellos ejemplares que no presentaron datos, fueron acomodados en cajas entomológicas para incorporarlos a la colección didáctica y otros a la de divulgación. 15 RESULTADOS Y DISCUSIÓN Se determinaron 1,525 ejemplares pertenecientes al orden Lepidoptera agrupados en 7 superfamilias, 15 familias, 38 subfamilias, 44 tribus, 123 géneros, 187 especies, 72 subespecies. (Cuadro 1). La clasificación que se consideró para este estudio fue la de Nieukerken, et al. (2011). Cuadro 1. Listado de las especies representadas en la colección SUPERFAMILIA FAMILIA GÉNERO ESPECIE Cossoidea Cossidae Hypopta Hypopta cognata Krüger, 1939 Papilionoidea Papilionidae Battus Battus philenor philenor (Linnaeus, 1771) Battus polydamas polydamas (Linnaeus, 1758) Heraclides Heraclides cresphontes (Cramer, 1777) Heraclides erostratus erostratus Westwod, 1847 Papilio Papilio garamas (Geyer, [1829]) Papilio multicaudata W.F. Kirby, 1884 Papilio polyxenes asterius (Stoll, 1782) Papilio victorinus victorinus E. Doubleday, 1844 Parides Parides erithalion polyzelus (C. Felder & R. Felder, 1865) Parides montezuma (Westwood, 1842) Parides photinus (Doubleday, 1844) Hesperiidae Achlyodes Achlyodes pallida (R. Felder, 1869) Aguna Aguna asander asander (Hewitson, 1867) Amblyscirtes Amblyscirtes folia Godman, 1900 Ancyloxypha Ancyloxypha arene (W. H. Edwards, 1871) Apyrrothrix Apyrrothrix araxes araxes (Hewitson, 1867) Astraptes Astraptes fulgerator (Reakirt, [1867]) Atarnes Atarnes sallei (C. Felder & R. Felder, 1867) Autochton Autochton vectilucis (Butler, 1872) Buzyges Buzyges benito (H. Freeman, 1979) Chalypyge Chalypyge chalybea chalybea (Scudder, 1872) Chioides Chioides catillus (Cramer, 1779) Chioides zilpa (Butler, 1872) Chiomara Chiomara asychis (Stoll, [1780]) Codatractus Codatractus bryaxis (Hewitson, 1867) Codatractus hyster (Dyar, 1916) Epargyreus Epargyreus exadeus cruza Evans, 1952 Mysoria Mysoria affinis (Herrich-Schäffer, 1869) Paratrytone Paratrytone kemneri Steinhauser, 1996 Paratrytone raspa (Evans, 1955) Phocides Phocides belus (Godman & Salvin, 1890) Phocides polybius lilea (Reakirt, [1867])Phocides urania urania (Westwood, 1852) Pyrgus Pyrgus albescens Plötz, 1884 16 Pyrgus oileus (Linnaeus, 1767) Pyrrhopyge Pyrrhopyge zenodorus Godman & Salvin, 1893 Urbanus Urbanus dorantes dorantes (Stoll, 1790) Urbanus esmeraldus (Butler, 1877) Urbanus procne (Plötz, 1881) Urbanus proteus proteus (Linnaeus, 1758) Urbanus simplicius (Stoll, 1790) Pieridae Abaeis Abaeis nicippe (Cramer, 1779) Anteos Anteos clorinde (Godart, [1824]) Anteos maerula (Fabricius, 1775) Ascia Ascia monuste monuste (Linnaeus, 1764) Catasticta Catasticta nimbice nimbice (Boisduval, 1836) Catasticta teutila teutila (Doubleday, 1847) Colias Colias eurytheme Boisduval, 1832 Eurema Eurema boisduvaliana (C. Felder & R. Felder, 1865) Eurema daira eugenia (Wallengren, 1860) Eurema daira sidonia (R. Felder, 1869) Eurema mexicana mexicana (Boisduval, 1836) Eurema salome jamapa (Reakirt, 1866) Ganyra Ganyra josephina josepha (Salvin & Godman, 1868) Glutophrissa Glutophrissa drusilla tenuis (Lamas, 1981) Hesperocharis Hesperocharis graphites avivolans (Butler, 1865) Leptophobia Leptophobia aripa elodia (Boisduval, 1836) Nathalis Nathalis iole iole Boisduval, 1836 Phoebis Phoebis agarithe agarithe (Boisduval, 1836) Phoebis argante (Brown, 1929) Phoebis neocypris virgo (Butler, 1870) Phoebis philea philea (Linnaeus, 1763) Phoebis sennae marcellina (Cramer, 1777) Phoebis statira statira (Cramer, 1777) Pieriballia Pieriballia viardi viardi (Boisduval, 1836) Pieris Pieris rapae rapae (Linnaeus, 1758) Pyrisitia Pyrisitia dina westwoodii (Boisduval, 1836) Pyrisitia lisa centralis (Herrich-Schäffer, 1865) Pyrisitia proterpia (Fabricius, 1775) Pyrisitia nise nelphe (R. Felder, 1869) Zerene Zerene cesonia cesonia (Stoll, 1790) Riodinidae Emesis Emesis vulpina Godman & Salvin, 1886 Emesis zela zela Butler, 1870 Melanis Melanis cephise (Ménétriés, 1855) Melanis pixe pixe (Boisduval, 1836) Lycaenidae Arawacus Arawacus jada (Hewitson, 1867) Atlides Atlides halesus (Cramer, 1777) Celastrina Celastrina ladon (Cramer, 1780) Echinargus Echinargus isola (Reakirt, [1867]) Hemiargus Hemiargus ceraunus (Fabricius, 1793) Leptotes Leptotes marina (Reakirt, 1868) Pseudolycaena Pseudolycaena damo (H. Druce, 1875) Theclopsis Theclopsis mycon (Godman & Salvin, 1887) Nymphalidae Adelpha Adelpha bredowii Geyer, 1837 17 Agraulis Agraulis vanillae incarnata (N. Riley, 1926) Anaea Anaea aidea (Guérin-Méneville, [1844]) Anaea glycerium glycerium E. Doubleday, [1849]) Anartia Anartia fatima fatima (Fabricius, 1793) Anartia jatrophae luteipicta Fruhstorfer, 1907 Anthanassa Anthanassa ardys (Hewitson, 1864) Anthanassa texana texana (W. H. Edwards, 1863) Anthanassa drusilla lelex (H. Bates, 1864) Asterocampa Asterocampa idyja argus (H. Bates, 1864) Chlosyne Chlosyne ehrenbergii (Geyer, [1833]) Chlosyne janais marianna Röber, [1914] Chlosyne lacinia lacinia (Geyer, 1837) Chlosyne theona mullinsi (Austin & M. Smith, 1998) Cissia Cissia pompilia (C. Felder & R. Felder, 1867) Cyllopsis Cyllopsis pephredo (Godman, 1901) Danaus Danaus eresimus montezuma Talbot, 1943 Danaus gilippus thersippus (H. Bates, 1863) Danaus plexippus plexippus (Linnaeus, 1758) Diaethria Diaethria anna anna (Guérin-Méneville, [1844]) Diaethria bacchis (Doubleday, 1849) Diaethria pandama (Doubleday, [1848]) Dione Dione juno huascuma (Reakirt, 1866) Dione moneta poeyii Butler, 1873 Doxocopa Doxocopa laure laure (Drury, 1773) Dryadula Dryadula phaetusa (Linnaeus, 1758) Dryas Dryas iulia moderata (N. Riley, 1926) Euptoieta Euptoieta claudia (Cramer, 1776) Euptoieta hegesia meridiania Stichel, 1938 Gyrocheilus Gyrocheilus patrobas (Hewitson, 1862) Hamadryas Hamadryas atlantis lelaps (Godman & Salvin, 1883) Hamadryas februa ferentina (Godart, [1824]) Hamadryas glauconome glauconome (H. Bates, 1864) Heliconius Heliconius charitonia vazquezae W. Comstock & F. Brown, 1950 Heliconius erato cruentus Lamas, 1998 Junonia Junonia coenia coenia Hübner, [1822] Junonia evarete (Cramer, 1779) Manataria Manataria hercyna maculata (Hopffer, 1874) Marpesia Marpesia petreus (Cramer, 1776) Mestra Mestra amymone (Ménétriés, 1857) Microtia Microtia elva elva H. Bates, 1864 Morpho Morpho poliphemus luna Butler, 1869 Myscelia Myscelia cyananthe C. Felder & R. Felder, 1867 Nymphalis Nymphalis antiopa antiopa (Linnaeus, 1758) Opsiphanes Opsiphanes boisduvalii Doubleday, 1849 Polygonia Polygonia haroldii (Dewitz, 1877) Siproeta Siproeta epaphus (Latreille, [1813]) Siproeta stelenes biplagiata (Fruhstorfer, 1907) Smyrna Smyrna blomfildia datis Fruhstorfer, 1908 Smyrna karwinskii Geyer, [1833] 18 Texola Texola elada elada (Hewitson, 1868) Vanessa Vanessa annabella (W. D. Field, 1971) Vanessa atalanta rubria (Fruhstorfer, 1909) Vanessa virginiensis (Drury, 1773) Pyraloidea Pyralidae Conchylodes Conchylodes platinalis Guenee, 1854 Crambidae Palpita Palpita kimballi Munroe, 1959 Drepanoidea Drepanidae Thyatira Thyatira batis (Linnaeus, 1758) Bombycoidea Saturniidae Automeris Automeris io (Fabricius, 1775) Automeris sp 1 Automeris sp 2 Automeris maeonia adusta (C.C. Hoffman, 1942) Coloradia Coloradia euphrosyne Dyar, 1912 Copaxa Copaxa lavandera (Westwood, 1853) Copaxa multifenestrata (Herrich-Schäffer, 1858) Paradirphia Paradirphia semirosea (Walker, 1855) Rothschildia Rothschildia lebeau (Guérin-Méneville, 1868) Rothschildia orizaba (Westwood, 1853) Syssphinx Syssphinx mexicana (Boisduval, 1872) Syssphinx quadrilineata quadrilineata (Grote & Robinson, 1867) Sphingidae Adhemarius Adhemarius gannascus (Stoll, 1790) Enyo Enyo ocypete (Linnaeus, 1758) Erinnyis Erinnyis crameri (Schaus, 1898) Eumorpha Eumorpha satellitia (Linnaeus, 1771) Phryxus Phryxus caicus (Cramer, 1777) Protambulyx Protambulyx strigilis (Linnaeus, 1771) Geometroidea Geometridae Chlorocoma Chlorocoma dichloraria (Guenée, 1857) Hagnagora Hagnagora anicata (Felder & Rogenhofer, 1875) Melanchroia Melanchroia cephise Hubner, 1819 Operophtera Operophtera brumata (Linnaeus, 1758) Oxydia Oxydia vesulia (Cramer, [1779]) Noctuoidea Erebidae Apantesis Apantesis próxima (Guérin-Méneville, 1844) Apantesis vittata (Fabricius, 1787) Ascalapha Ascalapha odorata Linnaeus, 1758 Cymatophoropsis Cymatophoropsis heurippa Druce, 1889 Dysschema Dysschema mariamne (Geyer, [1835]) Eilema Eilema sp. Eucereon Eucereon confinis Herrich-Schäffer, 1855 Euchaetes Euchaetes antica (Walker, 1856) Halysidota Halysidota tessellaris (J.E. Smith, 1797) Hypercompe Hypercompe scribonia (Stoll, 1790) Lophocampa Lophocampa caryae Harris, 1841 Ocneria Ocneria rubea (Denis & Schiffermüller, 1775) Phaloesia Phaloesia saucia Walker, 1854 Spilosoma Spilosoma virginica (Fabricius, 1798) Syntomeida Syntomeida melanthus (Cramer, 1779) Utetheisa Utetheisa ornatrix (Linnaeus, 1758) Noctuidae Agrotis Agrotis infusa Boisduval, 1832 Diphthera Diphthera festiva (Fabricius, 1775) Eudocima Eudocima apta (Walker, [1858]) Lichnoptera Lichnoptera cavillator Walker 1856 19 Debido a que algunos ejemplares se encontraron dañados por el tiempo, no se pudieron determinar hasta especie; de igual forma a la falta de estudios de la genitalia en estos grupos y el etiquetado incompleto; como señala Luis, et al. (2005), este último es uno de los procesos más importantes, ya que la mayoría de las veces no se puede revisar el material, por ello es de suma necesidad copiar fielmente los datos de las etiquetas y es necesario conservar un respaldo de la primera versión de captura. Con los datos originales de las etiquetas, se puede reconstruir la historia de las colecciones y la recolección de los ejemplaresen función de los recolectores y sus itinerarios y con ello determinar la ubicación de localidades, las cuales en ocasiones han cambiado de nombre, se han transformado o han desaparecido. Además se pueden reconocer datos erróneos provocados por la etiquetación deficiente o los datos falsos o inexactos que introdujeron algunos recolectores de la primera parte del siglo XX. Éste es uno de los problemas principales en la formación de una base de datos, puesto que uno de los objetivos básicos es contar con la mayor cantidad y calidad de información sobre la distribución geográfica, que sea lo más precisa posible. Riqueza de especies por familia De las 187 encontradas la mayor riqueza de especies estuvo representada en la colección por la familia Nymphalidae con 54 especies, seguida por Hesperiidae con 32, Pieridae 30, Erebidae 17, Saturniidae 12 (6.41%), Papilionidae 11 (5.88%), Lycaenidae 8 (4.27%), Sphingidae 6 (3.20%), Geometridae 5 (2.67%), 4 para las familias Riodinidae y Noctuidae (2.13%) y 1 para las familias Drepanidae, Crambidae, Cossidae y Pyralidae (0.53%) (Figura 1, cuadro 2). Hernández, et al. (2008b) mencionan que en México el conocimiento de las especies de Papilionoidea posiblemente tenga un 90% y las familias mejor estudiadas son Papilionidae y Pieridae y las menos son Lycaenidae y Hesperiidae, además, la familia Nymphaliidae tiene la mayor variedad de hábitos alimentarios, pues es la única en que todos los gremios alimentarios se presentan (hidrófilos, nectarívoros, 20 acimófago, frugívoros); se considera que las especies son eurífagas, es decir, son capaces de aprovechar uno o más sustratos para alimentarse. Del total de especies encontradas, 49 (26.48%) fueron nocturnas y 138 (73.51%) diurnas esto se debe más que nada a los horarios en los cuales se recolectaron los organismos, ya que según la base de datos, se realizaron en su mayoría en un horario entre las 10 de la mañana y las 5 de la tarde, muy pocos organismos fueron recolectados con la técnica de trampa de luz. FAMILIA # ssp # ejemplares % ssp % ejemplares Hábito Nymphalidae 54 467 28.87% 30.62% D Hesperiidae 32 110 17.11% 7.21% D Pieridae 30 693 16.04% 45.44% D Erebidae 17 68 9.09% 4.45% N Saturniidae 12 21 6.41% 1.37% N Papilionidae 11 90 5.88% 5.90% D Lycaenidae 8 24 4.27% 1.57% D Sphingidae 6 11 3.20% 0.72% N Geometridae 5 13 2.67% 0.85% N Noctuidae 4 8 2.13% 0.52% N Riodinidae 4 5 2.13% 0.32% D Cossidae 1 2 0.53% 0.13% N Crambidae 1 6 0.53% 0.39% N Drepanidae 1 6 0.53% 0.39% N Pyralidae 1 1 0.53% 0.06% N Cuadro 2. Número de especies y ejemplares por familia, sus porcentajes y hábitos. D = Diurno N = Nocturno Las nueve familias nocturnas (Cuadro 2) registradas fueron las menos abundantes, esto es debido a las que las recolecciones en su mayoría se realizaron durante el día y dentro de las diurnas, las familias Lycaenidae y Riodinidae representaron las de menor abundancia, esto fue de suponerse porque éstas no son tan comunes, esto se puede atribuir a su tamaño, ya que éstas especies son pequeñas y no sobrepasan los 4-5cm; la familia Papilionidae también fue poco abundante en comparación con los piéridos, ninfálidos y hespéridos, esto puede deberse a que la mayoría de sus especies, tienen 21 preferencia por ciertas plantas hospederas, las cuales están presentes solamente por temporadas. De acuerdo con Shapiro (1974), las especies univoltinas tienden a ser monófagas y las multivoltinas polífagas, por lo que estás últimas pueden emerger en varias épocas del año y tienen la oportunidad de sobrevivir, sus requerimientos no son tan específicos como en las primeras, cuya emergencia está sincronizada con la época en que sus recursos alimentarios están presentes. Estas causas pueden ser uno de los motivos por los cuales el número de especies de ninfálidos fue mucho mayor que el de los papiliónidos Abundancia de familias Dentro de las familias diurnas, Pieridae fue la que obtuvo la mayor abundancia (Figura 1), esto puede deberse a que los piéridos se han adaptado a diversos ambientes incluyendo los perturbados, por lo que es posible encontrarlas hasta en las ciudades, además, de que al tener un tamaño considerable y colores llamativos, es difícil su observación, seguida de Nymphalidae que sus especies en su mayoría son multivoltinas y capaces de consumir una amplia gama de alimentos. A continuaciónse tuvo a Hesperiidae con menor abundancia, esto probablemente se deba a que los organismos de esta especie son de colores muy opacos y tamaños que no rebasan los 6 centímetros, lo cual hace que puedan mimetizarse con el entorno; para Papilionidae se encontró que a pesar de su tamaño grande, la abundancia fue muy baja, esto se le atribuyó a que a diferencia de Nymphalidae, las especies de esta familia tienen un hospedero especifico y su vuelo es alto; para Lycaenidae y Riodinidae se cree que la poca abundancia de las recolecciones está determinada por el tamaño de los organismos y a que la diversidad y por lo tanto la distribución de estas familias es mucho menor en comparación con las cuatro anteriores. Para las familias nocturnas se observó que Erebidae fue la más abundante (Figura 1), sus especies son de tamaños y colores variados y tiene una gran diversidad; le siguieron las familias Saturniidae, Geometridae, Sphingidae y Noctuidae, en la cuales los ejemplares son muy grandes y vistosos, pero son rechazadas 22 generalmente por la creencia de que las vellosidades que presenta causan ceguera o asma, además, se ha observado que su actividad es casi nocturna a excepción de algunas especies, los tamaños pequeños de las familias, Crambidae, Drepanidae, Cossidae y Pyralidae, así como, sus hábitos determinaron también sus abundancias. En general, la abundancia de nocturnas fue muy baja comparándola con la de las familias diurnas, esto porque la mayor parte de las recolecciones se realizaron durante el día, con red aérea; estas familias rara vez se observan en actividad en el día y se recolectan mejor con trampas de luz. Figura 1. Abundancia por familia 23 Abundancia de especies Para los ninfálidos la especie que estuvo mejor representada fue Morpho polyphemus con 3.01% del total de organismos, seguida de Anthanassa texana con 2.68%, Heliconius charitonia con 2.29% y Euptoieta hegesia con 2.22%, de la familia Nymphalidae 17 especies tuvieron un solo organismo, teniendo por lo tantola abundancia menor con 0.065%. (Anexo) Dentro de las mariposas diurnas la familia Nymphalidae es la más diversa, conteniendo unas 6,000 especies, también es la que presenta mayores problemas en la clasificación e incógnitas filogenéticas (Lamas, 2008). Los trabajos filogenéticos o evolutivos aún son escasos pero año con año aumentan. Llorente et al. (1993), señala que es muy probable que aun existan especies sin describir, especies que se han nombrado como otras ya descritas y mediante análisis moleculares resulta ser lo contrario. De la familia Hesperiidae, la especie mejor representada fue Urbanus dorantes con 2.22% y 15 especies con un ejemplar (0.065%). Para los piéridos Leptophobia aripa elodia fue la más abundante con 8.85%, Phoebis senna marcellina con 5.57% y Eurema mexicana mexicana con 5.37% y las menos abundantes fueron Anteos clorinde, Catasticta teutila, Hesperocharis graphites y Pieribalia viardii, todas ellas con un organismo. De la familia Papilionidae, Papilio garamas, Heraclides cresphontes y Papilio polyxenes registraron un 0.91 % y Papilio victorinus tuvieron 0.13%. De la familia Lycaenidae, Leptotes marina contó con 0.59% equivalente a nueve ejemplares, Hemiargus isola y Theclopsis mycon, con 0.065%. De la familia Erebidae, se encontró Halysidota tessellaris y Utetheisa ornatrix con 0.91% y Spilosoma virginica, Lophocampa caryae, Ecpantheriaandromela, Cymatophoropsis heurippa, Eucereon afinis y Ocneria rubea con un ejemplar; para Saturniidae la especie más abundante fue Paradirphia semirosea con 0.39% y Syssphinx quadrilineata quadrilineata, S. mexicana, Automeris io, A. maeonia adusta, Copaxa multifenestrata, Coloradia euphrosyne y Rothschildia orizaba con un ejemplar; 24 De la familia Noctuidae, Lichnoptera cavillator, fue la más abundante con 0.19%, mientras que Eudocima materna presentó un organismo. De la familia Geometridae, Melanchroia cephise tuvo 0.45% y Operophtera brumata y Hagnagora anicata un organismo. Para la familia Riodinidae se encontró a Emesis zela que tuvo 0.26%, Melanis cephise, y M. pixe con 0.065% cada una; de la familia Sphingidae, Erinnyis cramerii con 0.19% , Adhemarius gannascus y Enyo ocypete 0.065% cada una. De las siguientes familias Crambidae, Cossidae, Drepanidae y Pyralidae, se encontró una especie, para cada uno: Palpita kimballi con 0.39%, Hypopta cognata con 0.13%, Thyatira batis con 0.39% y Spilomela platinalis con 0.06%, respectivamente. Distribución por entidad federativa Los ejemplares de Michoacán, representaron un 29.50%, Hidalgo 27.54%, Estado de México 26.62%, Guerrero 15.01%, Veracruz 0.65%, Distrito Federal 0.59% y Morelos 0.06%. (Figura 2). En dichas entidades son en las que han hecho la mayor cantidad de recolecciones de los proyectos de investigación, tesistas y los proyectos del modulo de Metodología Científica V de la carrera de Biología. 25 Figura 2. Abundancia por entidades federativas en la colección. Los estados mejor representados en las colecciones nacionales, según Llorente, et al. (1993) son Veracruz, Chiapas, Guerrero y San Luis Potosí. Las áreas geográficas más ricas en especies se encuentran en sitios del sur y sureste de México; se trata de áreas de enorme heterogeneidad fisiográfica, climática y vegetacional, comprenden gradientes de gran complejidad porque integran mosaicos de ambientes conservados y subalterados, lo que aumenta la diversidad de hábitats (Llorente et al. 1993). Los ambientes en los que se recolectaron en su mayoría fueron, una parte de bosques conservados y vegetación secundaria; lugares como potreros, pastizales o matorrales (Figura 3), lo cual propicia a que exista mayor diversidad de especies, por ejemplo, en el Estado de México, donde se presentan la mayoría de tipos de vegetación del estudio, también hubo más especies (Cuadros 3 y 4). 26 Figura 3. Especies por tipo de vegetación. MX=Matorral Xerófilo, BTC= Bosque Tropical Caducifolio, BPE=Bosque de Pino Encino, BMM= Bosque Mesófilo de Montaña, U= Urbana, BEMX= Bosque de Encino Matorral Xerófilo, P= Pastizal, Bosque Artificial de Eucalipto, Mg= Manglar. Tipo de Vegetación Estado de México Michoacán Guerrero Hidalgo Veracruz D.F. Morelos MX X X BTC X X X X X BPE X BMM X X U X BEMX X X X P X X BEu X Mg X Cuadro 3. Presencia/ausencia del tipo de vegetación por entidad federativa. 27 Riqueza de especies por entidad federativa La entidad federativa donde se obtuvo la mayor riqueza de especies correspondió al Estado de México con 100 especies, esto gracias a que es el que tiene mayor diversidad de tipos de vegetación, como lo señala Llorente et al. (1993), mayor heterogeneidad vegetacional, hace que aumente la diversidad de hábitats, además, del mayor esfuerzo de recolección. Para el caso de Morelos, a pesar de registrar un alto número de especies según las publicaciones (Luna-Reyes et al., 2008), se encontró que fue el menos diverso con una especie, esto se puede justificar con el hecho de que solamente se recolectó en vegetación de Bosque Tropical Caducifolio (BTC), además, que el material de este lugar se recolectó de salidas de campo de alumnos y muchos ejemplares no contaron con todos los datos. Para entidades como Veracruz y el Distrito Federal, se requiere aumentar las recolecciones ya que Veracruz es una entidad que registra un número más elevado de especies que el propio Estado de México, en el Distrito Federal, a pesar de no tener muchos tipos de vegetación, si están presentes muchas plantas hospederas, así como nutricias, por el uso ornamental que se les ha dado en la actualidad; aunque muchas especies se verían restringidas por factores ambientales siendo el clima y la altitud los más determinantes. 28 Estados Número de especies % Estado de México 100 53.47 Michoacán 96 51.33 Guerrero 72 38.50 Hidalgo 46 24.59 Veracruz 7 3.74 D. F. 6 3.20 Morelos 1 0.53 Cuadro 4. Número de especies y porcentaje por entidad federativa. El Estado de México es la entidad que tuvo el mayor número de especies dentro de la colección, esto podría deberse por la cercanía que se tiene con las localidades de muestreo. A pesar de que el estado de Morelos presenta relativamente la misma cercanía, resulta ser éste el menos diverso, como ya se dijo anteriormente; únicamente se ha realizado recolecciones de un proyecto de hace varios años y dicho material se encuentra dañado. Las entidades federativas que siguieron con el mayor número de especies fueron Michoacán, Guerrero y Veracruz; por lo que también se debe incrementar el número de recolecciones en estas entidades, quienes llegan a tener la mayor diversidad por sus distintos tipos de vegetación, según Llorente et al. (1993). Nivel de salud de la colección Los lepidópteros de la colección se encontraron fue en el nivel 3 correspondiendo al 89.44% del total (1,364 ejemplares), que hace referencia al acomodo pertinente para que un especialista en el tema pueda tener accesible el material a curar, esto se refiere a que estén en frascos viales o en este caso en cajas entomológicas y separados a nivel orden al menos, el 4.85% (74) se ubicaron en el nivel 4, es decir que los especímenes se encontraron determinados, pero no integrados a base de 29 datos el 5.70% (87) correspondieron al nivel 5 que se refiere a que los ejemplares estaban determinados, no integrados, pero corroborados. Con relación a los niveles trabajados de los porcentajes anteriormente señalados se tuvo lo siguiente: 4.78% (73) quedaron en el nivel 8 debido a falta de algunos datos como abundancia, frecuencia y horario. El nivel 9 corresponde a la información bibliográfica, así como gráficos y descripciones de especie dentro de este nivel quedaron con el 95.21% (1,452). Este mismo modo de administración en una colección, es el utilizado por museos de gran renombre como lo es el Instituto Smithsonian en su colección entomológica, esta ha resultado ser muy eficaz a la hora de querer consultar dichos ejemplares. 30 CONCLUSIONES Se determinaron 1,525 ejemplares, registrándose 7 superfamilias, 15 familias, 38 subfamilias, 44 tribus, 123 géneros y 187 especies, 72 subespecies. La familia más rica en especies en la colección fue Nymphalidae, con 54 especies y las menos fueron Cossidae, Pyralidae, Crambidae y Drepanidae, con una especie cada una. La familia más abundante fue Pieridae con 45.44% del total de ejemplares y la menos fue Pyralidae con 0.06%. Las especies más abundantes fueron de la familia Pieridae: Leptophobia aripa elodia con 8.85 %, Phoebis senna marcellina con 5.57% y Eurema mexicana mexicana con 5.37%.y las menos abundantes fueron 59 especies de ocho familias representadas cada una por el 0.06%. La entidad federativa que tuvo el mayor número de organismos fue Michoacán con 450 y el de menor número fue Morelos con uno. La entidad federativa que obtuvo mayor número de especies correspondió al Estado de México con 100 especies y el menor fue Morelos con una. De los nueve tipos de vegetaciónregistrados en la base, el Estado de México fue el que presentó la mayoría con 6. El tipo de vegetación donde se hicieron el mayor número de recolecciones que se fue matorral xerófilo y la menor fue el manglar. El nivel de salud de la colección se encontró en los niveles iniciales 3 con 1,364 ejemplares, el nivel 4 con 74 ejemplares y el nivel 5 con 87, quedando los organismos asignados en el 8 a 73 y en el nivel 9 a 1,452. 31 LITERATURA CITADA Balcázar, L. M. y Beutelspacher, B. C. R. (2000a). Saturniidae (Lepidoptera). En: Llorente, B; E. González S y N. Papavero, (Eds). Biodiversidad, taxonomía y biogeografía de artrópodos en México. Vol. II. J. CONABIO y UNAM, 501- 513p. Balcázar, L. M. y Beutelspacher, B. C. R. (2000b). Arctiidae: Lithosiinae, Arctiinae, Pericopinae (Lepidoptera) En: Llorente, B; E. González S y N. Papavero, (Eds). Biodiversidad, taxonomía y biogeografía de artrópodos en México. Vol. II. J. CONABIO y UNAM, 515-525p. Bamona, 2012. Butterflies and Moths of North America. http://www.butterfliesandmoths.org (consultado 15 noviembre 2012) Barrera, T. y Romero, L. 1986. 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