Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA Directora: M. en C. Irene Frutis Molina LOS REYES IZTACALA, TLALNEPANTLA, EDO. DE MÉXICO. Marzo 2019 CONOCIMIENTO MICOLÓGICO TRADICIONAL DE LOS HONGOS COMESTIBLES SILVESTRES DE SANTA ANA JILOTZINGO, JILOTZINGO, ESTADO DE MÉXICO. T E S I S Q U E P A R A O B T E N E R E L T Í T U L O D E : B I Ó L O G A P R E S E N T A : WENDY KAREN BAUTISTA BAUTISTA UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. A Fernando y Emma amados abuelos, por siempre guíar mis pasos e iluminar mi camino. A mi familia que a pesar de todo seguimos adelante. Los amo. "...cuán lamentable, cuán sombrío y caduco, cuán inútil y arbitrario es el aspecto que tiene el intelecto humano dentro de la naturaleza; hubo eternidades en las que no existió; cuando de nuevo se haya acabado, no habrá sucedido nada. Pues no hay para ese intelecto ninguna misión ulterior que conduzca más allá de la vida humana." F. Nietzsche. Agradecimientos Agradezco infinitamente a la Comunidad de Santa Ana Jilotzingo, por todo el apoyo recibido en este proyecto. Pero sobre todo por mantener su esencia, por su hospitalidad, por cuidar y amar su tierra. Muy especialmente a Samuel, Pao, Mariana, Diego, Jesica, Sra. Luz, Sr. Florencio, Sr. Sergio y Sr. Benedicto por todas las facilidades prestadas, pero sobre todo por su calidez y amistad. Toda mi gratitud. A la profesora Irene Frutis Molina por brindarme una oportunidad siempre que todo parecía perdido en la escuela, por su apoyo, por sus enseñanzas, por su amistad, jamás terminaré de agradecer todas las puertas que se abrieron gracias a usted, toda mi admiración y cariño. A las profesoras Edith López Villafranco, María Patricia Jacques Ríos y María de los Ángeles García Gómez, no sólo por sus grandes aportaciones a este trabajo, sino también por sus consejos académicos y por hacerme sentir parte del Herbario, muchas gracias por todo. Prof. Felipe Ruan, gracias por su inmensa paciencia, por ser claridad en los momentos de mayor confusión. Sin su apoyo, enseñanzas y consejos mi etnocamino sería aún más caótico. Toda mi gratitud. A Yaxal-Na S.C. especialmente a Dídac Santos, Fernando Guerrero y Eréndira Juanita Cano porque cuando estaba más perdida en este mundo de la Etnobiología me ayudaron a entender un poco más, con profesionalismo, pero sobre todo con un gran corazón. Ha llegado el momento de los agradecimientos a todas aquellas personas que no trabajaron directamente en este proyecto pero de alguna manera contribuyeron a este largo camino que por fin termina con esta tesis. A mi madre por estar a pesar de todo, porque siempre has creído en mí, por ser fuerza, porque en los momentos más oscuros nos hemos tomado de la mano, por ser indiscutiblemente uno de los amores más grandes de mi vida. Pa gracias por el apoyo, por la confianza, por ser un gran reto en mi camino, por las hermosas tarde de refresco y galletas que tuvimos. Gracias a ambos por hacer fuertes mis raíces. A Adriana por tomarme de tu mano cuando lo necesito, por tu apoyo, por tu efusividad, Jaqui por ser mi cómplice, por todas las travesuras y todas las golosinas, a las dos por las pláticas, por todo el amor, si me dieran a elegir las escogería mil veces, las amo. A Yova y Monse por enseñarme tanto que sin ustedes me lo hubiera perdido, por las risas, por los juegos, por llegar a mi familia para hacerla mejor, por su valentía. Llenan mi corazón de orgullo. No me imagino la vida sin ustedes, porque lo mejor está por venir. Los amo. Miguel Pérez, gracias por ser familia y un gran ejemplo, siempre que visualicé esta tesis supe que te quería hacer parte de ella. Desde pequeña he admirado tu esmero, pues a pesar de todas las adversidades siempre has logrado lo mejor para ti. Sigue adelante al lado de Fefi, Emi y Licha, ustedes guardan un lugar muy especial en mi corazón. A Fernando, gracias por todo tu cariño, por todo lo que me diste, porque siempre quisiste lo mejor para mí, porque desde donde estas me sigues dando fuerza y consuelo. Cuánto me gustaría que estuvieras aquí. A mi tía Eva, Karen, Luis y Bety, porque a pesar del tiempo y la distancia siempre puedo contar con ustedes, estoy muy feliz de que formen parte de mi familia. A Tío Pedro y Tía Zoy, el apoyo que mi familia ha recibido de su parte ha sido inmenso, tienen un corazón muy grande, somos muy afortunados al contar con ustedes. A toda la familia Bautista porque a pesar del distanciamiento y los errores siempre serán parte del camino recorrido. Sé que aún nos quedan esos hermosos días que pasamos en nuestro querido San Juan, el mejor lugar para soñar, bailar, reír y ser apapachados por los abuelos. A Chío por ser una gran amiga, por todas las aventuras, por tu paciencia y cariño. A Miguel por soportarme, por tus palabras y tus excelentes consejos; que sería de mí sin su sinceridad y crudeza, muchas gracias por ser familia y darme un pretexto para no abandonar esta tesis. A Brenda porque juntas vivimos días inolvidables en la universidad y sin ti todo hubiera sido más difícil. Sé que la vida aún guarda muchas sorpresas para nosotras. A Erick, Jhon, Omar y Nec, chicos por toda la locura vivida, por su cariño, por el baile y la fiesta. A pesar de la distancia y el tiempo nuestra amistad continúa. A Sandra, Gaby, Ari y Judith por hacerme parte de su grupo, por hacer del herbario y mi vida un lugar más divertido. Las quiero amigas. A Danitza por escucharme, por compartir tu vida conmigo y por todas las porras, sé que este es sólo el principio. Luis gracias por tus abrazos, por tu esmero y por las ganas de compartir tu conocimiento. Aunque es poco el tiempo compartido el cariño es muy grande, gracias por ayudarme a aprender más. A Rossy, Toño, Sol, Ara, Alan, Dany, Michelle, Aldo, Nohemí, Aleyda y Azel por ser familia y cariño. Muy especialmente a Led por darme un poco de serenidad, por ayudar a cambiar el camino, has hecho la diferencia. Esta tesis no hubiera sido posible sin tu apoyo. Porque esto no servirá de nada pero…. A mis pequeños Des, Cacha, Luna, Bingo, Pichilino, Wally, Sheba, Garritas, Balder, Thor, Nala y Pita porque han dejado una huella muy grande en mi vida, gracias por no dejarme caer. ÍNDICE INTRODUCCIÓN .................................................................................................................. 1 Productos Forestales No Maderables .................................................................................. 1 Hongos Comestibles Silvestres (HCS) ...............................................................................2 Conocimiento Micológico Tradicional ............................................................................... 5 Etnobiología y Etnomicología ............................................................................................ 6 Importancia cultural ............................................................................................................ 8 Nomenclatura ...................................................................................................................... 9 ANTECEDENTES ............................................................................................................... 12 JUSTIFICACIÓN ................................................................................................................. 17 OBJETIVOS ......................................................................................................................... 18 Objetivo General ............................................................................................................... 18 Objetivos particulares ....................................................................................................... 18 ÁREA DE ESTUDIO ........................................................................................................... 19 Extensión .......................................................................................................................... 20 Clima ................................................................................................................................. 20 Edafología ......................................................................................................................... 21 Vegetación ........................................................................................................................ 21 Uso de Suelo ..................................................................................................................... 22 Hidrografía ........................................................................................................................ 23 Orografía ........................................................................................................................... 23 Fauna ................................................................................................................................. 24 Población .......................................................................................................................... 24 Grupos Étnicos .................................................................................................................. 25 Demografía ....................................................................................................................... 26 Actividad económica ........................................................................................................ 26 Agricultura .................................................................................................................... 26 Ganadería ...................................................................................................................... 27 Industria ......................................................................................................................... 27 Minería .......................................................................................................................... 28 Acuacultura ................................................................................................................... 28 Turismo ......................................................................................................................... 28 ESTRATEGIA METODOLÓGICA .................................................................................... 29 Método Etnomicológico ................................................................................................... 30 Método Taxonómico ......................................................................................................... 35 RESULTADOS LISTADO DE ESPECIES DE HONGOS COMESTIBLES SILVESTRES. .................. 36 Nomenclatura Local .......................................................................................................... 47 Clasificación de los Hongos ............................................................................................. 59 Proceso de colecta de los HCS ......................................................................................... 65 Hongueros ......................................................................................................................... 73 Dinámica de comercialización .......................................................................................... 76 Transmisión del Conocimiento Micológico Tradicional .................................................. 81 Concepto de Hongo .......................................................................................................... 84 Origen de los hongos ........................................................................................................ 86 Desarrollo de los hongos ................................................................................................... 88 Morfología ........................................................................................................................ 89 Ecología (hábitos de crecimiento-factores que requieren para crecer) ............................. 90 Reconocimiento de los Hongos Comestibles y Tóxicos ................................................... 98 Prácticas de preservación y culinarias ............................................................................ 104 IMPORTANCIA CULTURAL: ......................................................................................... 107 Frecuencia y Orden de mención (Valor Ordinal de Rango) ............................................... 107 Fichas descriptivas de los HCS .......................................................................................... 118 CONCLUSIONES .............................................................................................................. 143 PERSPECTIVAS ............................................................................................................... 145 BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................ 146 ANEXOS 1. Entrevistas semiestructuradas……………………………………………..…………166 2. Listado Libre………………………………………………………………...………170 3. Ficha por hongo mencionado ...................................................................................... 170 4. Tabla de informantes. ................................................................................................. 171 ÍNDICE DE TABLAS Tabla 1. Organización territorial del Municipio de Jilotzingo, Estado de México (Bando Municipal, 2017.) ................................................................................................................. 20 Tabla 2. Número de habitantes por localidad en el Municipio de Jilotzingo ....................... 25 Tabla 3. Orden sistemático de las especies de HCS de Santa Ana Jilotzingo. Clasificación basada en Kirk et al. (2001). Los nombres de los autores se tomaron del Index Fungorum (CABI Bioscience Databases, 2004). ................................................................................... 37 Tabla 4. Comparación de algunas investigaciones realizadas en la zona centro del país. .. 44 Tabla 5. Nombres tradicionales registrados para los HCS de Santa Ana Jilotzingo. ........... 47 Tabla 6. Comparación de algunas investigaciones realizadas en la zona centro del país. ... 53 Tabla 7. Listado de nombres primarios simples. .................................................................55 Tabla 8. Listado de nombres Secundarios ............................................................................ 56 Tabla 9. Listado de nombres Primarios Improductivos y Productivos ............................... 56 Tabla 10. Precios de los HCS que se venden en Santa Ana Jilotzingo, Jilotzingo, Estado de México. ................................................................................................................................. 78 Tabla 11. Información obtenida en la comunidad Santa Ana Jilotzingo sobre la estacionalidad de las especies de los HCS. .......................................................................... 94 Tabla 12. Indicadores de importancia cultural de los HCS ............................................... 108 Tabla 13. Indicadores de importancia cultural de los HCS ................................................ 109 Tabla 14. Comparación de algunas investigaciones realizadas en la zona centro del país. 115 ÍNDICE DE FIGURAS Figura 1. Ubicación de la cabecera municipal Santa Ana Jilotzingo, Jilotzingo, Estado de México. ................................................................................................................................. 19 Figura 2. Esquema que detalla la estrategia metodológica seguida en esta investigación. . 29 Figura 3. Porcentaje de taxones identificados agrupados por nivel de identificación taxonómica ........................................................................................................................... 41 file:///I:/TESIS%20LICENCIATURA%20WENDY%20KAREN%20BAUTISTA%20TITULACion.docx%23_Toc1215518 file:///I:/TESIS%20LICENCIATURA%20WENDY%20KAREN%20BAUTISTA%20TITULACion.docx%23_Toc1215518 file:///I:/TESIS%20LICENCIATURA%20WENDY%20KAREN%20BAUTISTA%20TITULACion.docx%23_Toc1215520 file:///I:/TESIS%20LICENCIATURA%20WENDY%20KAREN%20BAUTISTA%20TITULACion.docx%23_Toc1215520 Figura 4. Número de especies de hongos identificadas, agrupadas por orden taxonómico. 41 Figura 5 Número de especies de hongos identificadas, agrupadas por Familia taxonómica. .............................................................................................................................................. 42 Figura 6. Número de especies de hongos identificadas y agrupadas por género taxonómico .............................................................................................................................................. 42 Figura 7. Porcentaje de hongos agrupados por hábito de crecimiento ................................. 46 Figura 8. Porcentaje de tipo de nombres de acuerdo a su origen. ........................................ 51 Figura 9. Porcentaje de Tipos de Lexemas .......................................................................... 57 Lista de abreviaturas Conocimiento Micológico Tradicional CMT Importancia Cultural IC Valor Ordinal de Rango VOR Productos forestales no maderables PFNM file:///I:/TESIS%20LICENCIATURA%20WENDY%20KAREN%20BAUTISTA%20TITULACion.docx%23_Toc1215521 file:///I:/TESIS%20LICENCIATURA%20WENDY%20KAREN%20BAUTISTA%20TITULACion.docx%23_Toc1215522 file:///I:/TESIS%20LICENCIATURA%20WENDY%20KAREN%20BAUTISTA%20TITULACion.docx%23_Toc1215522 file:///I:/TESIS%20LICENCIATURA%20WENDY%20KAREN%20BAUTISTA%20TITULACion.docx%23_Toc1215523 file:///I:/TESIS%20LICENCIATURA%20WENDY%20KAREN%20BAUTISTA%20TITULACion.docx%23_Toc1215523 file:///I:/TESIS%20LICENCIATURA%20WENDY%20KAREN%20BAUTISTA%20TITULACion.docx%23_Toc1215524 1 INTRODUCCIÓN Los bosques templados de México son el segundo bioma más extenso del país (Rzedowski, 1992) ocupando el 33.3 % del territorio nacional (FAO, 2011). Son comunidades vegetales constituidas principalmente por árboles de gran porte, ya sean coníferas o latifoliadas, aunque en su composición también existen herbáceas y especies arbustivas. Los principales tipos son: bosque de pino, bosque de oyamel, bosque de encino, bosque de enebro y bosque mesófilo de montaña. (Granados-Sánchez et al., 2007, Rzedowski, 1992). Los bosques prestan a los ecosistemas servicios ambientales de vital importancia como la protección de cuencas, la regulación del caudal de agua, el reciclaje de nutrientes y la generación de lluvias entre otros (Rzedowsky, 1991), además de su importancia ecológica los bosques templados son el hogar de diversas comunidades locales, proporcionando una gran variedad de recursos forestales que son parte del sustento del 90 % de los 1,200 millones de personas que viven en extrema pobreza en el mundo (Parker et al., 2008). Según la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable se conoce como Producto Forestal a toda aquella vegetación de estos ecosistemas, sus servicios, productos y residuos, así como los suelos de los terrenos forestales o de aptitud preferentemente forestal. Este instrumento normativo considera dos tipos diferentes de recursos forestales: los maderables y los no maderables. Productos Forestales No Maderables El término producto forestal no maderable (PFNM) comprende una amplia variedad de productos y sistemas de mercadeo forestales, y ha sido definido de un modo variado por distintas personas (Belcher, 2003). De acuerdo con la Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, 2 2007), los PFNM son bienes de origen biológico, distintos de la madera, derivados del bosque, de otras áreas forestales y de los árboles fuera de los bosques. Los PFNM pueden recolectarse en forma silvestre o producirse en plantaciones forestales o sistemas agroforestales. Estos productos son utilizados como alimentos y aditivos alimentarios entre los que podemos encontrar diversas semillas, hongos, frutos, condimentos, aromatizantes, fibras, instrumentos o utensilios, resinas, gomas, y otros usados con fines comestibles, medicinales, cosméticos o culturales (López-Camacho, 2008). En muchas partes del mundo estos recursos son indispensables para las personas que habitan en los bosques, quienes constituyen los actores principales en la extracción de los PFNM, pudiendo ser, su única fuente de ingresos económicos y alimenticios (FAO, 1995 y Ros-Tonen, 1999). Hongos Comestibles Silvestres (HCS) Dentro de los recursos forestales no maderables se encuentran los HCS que son de gran valor y relevancia a nivel mundial ya que han sido recolectados y consumidos por la gente durante miles de años, siendo un complemento muy importante en las dietas de las personas que los aprovechan, además son fuente importante de ingresos económicos para las personas que los venden. Se recolectan en más de 80 países de todo el mundo donde se consumen aproximadamente 1,100 especies de HCS (Boa, 2005). México es considerado uno de los países con mayor tradición en el consumo y utilización de los HCS formando parte de la cultura de la población. Su conocimiento y uso ha sido muy importante desde las culturas prehispánicas mesoamericanas; quedando testimonio de ello en diversos petroglifos, figurillas de barro, pinturas y frescos; así como en algunos códices y crónicas españolas 3 escritas durante los siglos XVI y XVII (Wasson, 1983; Villarreal-Ruiz y Pérez- Moreno, 1989). El aprovechamiento de la producción natural de los HCS en los bosques del país es una actividad que persiste en la actualidad, constituye una actividad productiva de carácter estacional que se desarrolla mediante la recolecta de especies en los lugares donde crecen, ya sea para autoconsumo o para venta a pequeña escala, de casa en casa o bien en los mercados semanales o tianguis, siendo un complemento económico importante para la población que aprovecha este recurso (Villareal-Ruíz, 1996; Villareal-Ruíz y Pérez-Moreno, 1989).Representando una alternativa real en el manejo sustentable de los bosques de México, ya que estos organismos son un recurso que constituye una fuente alimenticia y económica para las comunidades rurales que habitan las regiones boscosas del país, tomando en cuenta que estos organismos presentan variadas cualidades nutritivas y medicinales (Villarreal-Ruíz, 1996; Zamora–Martínez, 1999). Una de las cualidades alimenticias más importante es su alto contenido proteico que en general se podría señalar entre un 10 y 40 % en peso seco (Moreno-Fuentes, 2014) por lo que constituyen una fuente formidable de alimento, enriquecido además por el alto contenido de vitaminas B y D, así como de quitina como una importante fuente de fibra; son además bajos en grasas y carecen to- talmente de colesterol (Moreno-Fuentes, 2014). Además de su importancia social, cultural y económica los estos organismos constituyen un elemento ecológico vital en la estructura y funcionamiento de las distintas comunidades vegetales donde se desarrollan (Herrera y Ulloa, 1998). Uno de los aspectos más relevantes de algunas especies es su capacidad para formar micorrizas, más del 80% de las plantas son micorrízicas (Hawksworth, 4 1992). Estas micorrizas viven en un equilibrio biológico con el organismo con el cual está asociado en la que ambos organismos obtienen beneficio, en donde los hongos reciben nutrimentos de las células del árbol; y el árbol a su vez recibe substancias de crecimiento elaboradas por el hongo (Guzmán et al., 2003). Estas micorrizas sostienen el crecimiento de los bosques naturales autóctonos, jugando un papel determinante en la sobrevivencia y papel competitivo de estos bosques (Rzedowski, 1983). Otros hongos comestibles pueden ser organismos parásitos, los cuales requieren de un organismo vivo al que algunas veces matan para cumplir su ciclo biológico; mientras que los saprófitos, son aquellos hongos que viven sobre restos orgánicos en descomposición, son importantes en el reciclaje de las sustancias nutritivas (Herrera y Ulloa, 1998), gobernando la estabilidad y productividad de los ecosistemas forestales al degradar moléculas orgánicas complejas en moléculas disponibles más simples en estado mineralizado (Villarreal-Ruíz, 1994). También los hongos son fuente importante de alimento de muchos organismos, desde microartrópodos hasta mamíferos. Algunos animales como los venados, conejos y ardillas extraen los hongos de bajo del suelo para alimentarse de ellos; muchos insectos consumen el esporoma y esporas de hongos para luego dispersarlas o transportarlas en sus cuerpos; otros depositan sus huevecillos en los esporomas y al llegar al estado larval se alimentan de ellos hasta ser adultos. (Maser et al., 2008). A este tipo de relación, en la que el hongo es consumido por fauna, se denomina micofagia (Amat-García et al., 2004). Así mismo, hay especies de hongos que evolucionaron creciendo y/o alimentándose de otros hongos, estando en una constante relación con él. A éstos organismos se les da el nombre de hongos fungícolas (Mueller et al., 2004). 5 Conocimiento Micológico Tradicional En términos generales el conocimiento tradicional (CT) se entiende como “el conjunto de saberes, valores, creencias y prácticas concebidas a partir de la experiencia de adaptación al entorno local a lo largo del tiempo, compartidas y valoradas por una comunidad y transmitidas de generación en generación. Por entorno local se entiende tanto el entorno cultural como el biológico” (Pardo de Santayana et al., 2014). El aprovechamiento de los HCS por las comunidades locales, ha generado un profundo Conocimiento Micológico Tradicional (CMT), este se define como el conjunto de saberes construidos de manera colectiva a través de generaciones en torno a la presencia de los hongos en la vida de los pobladores, es generado por un proceso de observación que se da por la necesidad de entender la naturaleza de estos organismos. Este conocimiento incluye sistemas de clasificación, observaciones empíricas del ambiente local y un sistema de manejo; su cantidad y calidad varía entre los miembros de la comunidad, dependiendo del género, edad, clase social, capacidad intelectual y profesión. Tiene además la característica de ser acumulativo y dinámico ya que se adapta a los cambios tecnológicos y económicos de la sociedad (Garibay-Orijel et al., 2010; Luna- Morales, 2002). El CMT es la base de todo el proceso de aprovechamiento de los hongos silvestres, pues de él emana un hecho básico y fundamental, la distinción entre los hongos tóxicos y los comestibles, o bien la determinación de hongos con potencial medicinal y alucinógeno, es altamente vulnerable pues al no ser transmitido de manera formal, su existencia depende de que las nuevas generaciones se interesen en él y lo aprendan, además de ser afectado por fenómenos de transculturación, emigración, modificación de la naturaleza de las actividades productivas, deforestación y contaminación ambiental (Garibay-Orijel, et al. 2010). 6 En México existe un arraigado CMT el cual se evidencia con la utilización de hongos silvestres como recurso alimenticio, medicinal, así como en ceremonias magico-religiosas, siendo un elemento importante en la cultura de distintas poblaciones indígenas y mestizas en la actualidad (Gispert et al., 1984; Ruan-Soto et al., 2006). Se han registrado alrededor de 371 especies de hongos comestibles reportadas desde 1980 hasta la fecha, así como más de 3000 nombres tradicionales documentados a lo largo del país, lo que indica su importancia para los diversos grupos étnicos y mestizos del territorio nacional (Garibay-Orijel y Ruan-Soto, 2014). Etnobiología y Etnomicología En la actualidad se entiende a la Etnobiología como el estudio del conocimiento y los conceptos desarrollados por cualquier grupo humano o sociedad de cualquier región, con respecto al medio natural que los rodea (Berlin et al., 1973; Toledo, 2002). Particularmente, es el estudio del papel de la naturaleza en el sistema de creencias y de adaptación del humano a determinados ambientes (Castetter, 1942). Una vertiente de la Etnobiología es la Etnomicología; los vocablos derivan de ethnos que significa “raza” o “pueblo” y micología que se refiere al estudio de los hongos. En conjunto, éstos vocablos hacen referencia a la relación sociedad- hongo (Vásquez-Dávila, 2008). Teniendo sus raíces evidentes poco después de la conquista, en donde se registraron los primeros datos del consumo de hongos sagrados y comestibles por parte de los pobladores de la Nueva España (Moreno- Fuentes et al., 2001). Posteriormente se formaliza con los trabajos de los esposos Wasson en la década de 1950. Ellos concebían a esta disciplina como el estudio del impacto que han tenido los hongos mágicos (enteógenos) en las culturas primitivas (Ruan-Soto, 2017). 7 Realizar estudios etnomicológicos nos permite documentar, conjuntar y aplicar el CMT que las personas tienen acerca de los hongos que se desarrollan en su comunidad. En la actualidad se define a la etnomicología como un área de la etnobiología que se encarga de “... estudiar el saber tradicional y las manifestaciones e implicaciones culturales y/o ambientales que se derivan de las relaciones establecidas entre los hongos y el hombre a través del tiempo y el espacio” (Moreno-Fuentes et al., 2001). En México se suscitó un auge en los estudios etnomicológicos a principios de los 80’s, teniendo como eje central de las investigaciones a los hongos alucinógenos (Moreno-Fuentes et al., 2001). Posteriormente, los investigadores dieron mayor importancia a la documentación de aspectos como la comestibilidad, el uso medicinal, ornamental, lúdicos, entre otros (Ruan-Soto, 2007). Tambiénreconocieron la importancia de cuestiones ligadas al entendimiento y concepción de los hongos, así como las explicaciones sobre su origen, su morfología, nomenclatura, taxonomía, fenología, biología, ecología y clasificación tradicional, además de la documentación de prácticas que se dan en torno a los hongos como son aspectos sobre la comercialización, niveles de aprovechamiento, especies más apreciadas, precios de los hongos, dinámicas de recolecta, espacios de recolecta, transmisión del conocimiento tradicional, etc. (Ruan-Soto, 2007). En años más recientes las investigaciones etnomicológicas mexicanas se han dedicado al fortalecimiento de los métodos aplicados. Por lo que se están integrando métodos cualitativos y cuantitativos para una mejor comprensión del conocimiento micológico tradicional (Ruan-Soto, 2007). 8 Importancia cultural En la etnobiología, la Importancia Cultural (IC) se ha definido como la importancia del papel que desempeña un organismo dentro de una cultura en particular (Hunn, 1982). Este concepto se ha utilizado para evaluar y comprender diferentes aspectos de las relaciones entre humanos y sus recursos (Garibay-Orijel et al., 2007). En muchos estudios etnomicológicos se ha integrado información sobre la IC que tienen los HCS en una población, con la finalidad de comprender y discutir el grado de importancia cultural que tienen los hongos con respecto a la riqueza de nombres, usos y conocimiento sobre su biología, ecología y fenología (Estrada- Torres, 1989). La IC también puede ayudar a predecir cambios en el contenido de las clasificaciones biológicas tradicionales, así como para evaluar la significancia de un recurso con base en su nomenclatura tradicional y para proveer las bases de la reconstrucción de patrones ecológicos extintos a partir del conocimiento biológico tradicional aún existente (Hunn, 1982). Dentro de la Etnomicología, la IC se ha evaluado de manera cuantitativa para determinar la importancia relativa que tienen distintas especies de HCS para los habitantes de una zona. Los etnomicológicos han utilizado la técnica de listado libre, que considera a la frecuencia de mención (FM) y el orden de mención (OM), como indicadores de la importancia de los hongos en una comunidad. La técnica facilita la aplicación de algunos modelos matemáticos o índices haciendo posible la comparación entre comunidades recolectoras de HCS con diferentes características (tipo de población, tamaño de población, tipo de vegetación, entre otros) (Alonso-Aguilar et al., 2014, Moreno-Fuentes, 2014). 9 Nomenclatura Antes que el ser humano pueda utilizar el recurso biológico, éste debe ser clasificado (Berlin, 1973). Los pueblos clasifican debido a la necesidad de ordenar su mundo, estas clasificaciones populares rara vez se crean a partir de un deseo consciente de clasificar objetos, más bien responden a la necesidad de organizar el conocimiento para dominarlo a la vez que sirve como una herramienta para la apropiación y socialización de la naturaleza (Friedberg, 1991; Ruan-Soto, et al., 2007). En este sentido, cada grupo humano percibe el mundo de diversas maneras; tiene necesidades, costumbres y tradiciones diferentes, por tanto clasifica su mundo de manera diferente. El vocabulario de un pueblo lleva en sí mismo la clasificación que sus integrantes hacen del mundo (Manrique- Castañeda, 1988; Ruan-Soto, et al., 2007). En este contexto podemos considerar a la nomenclatura como la manifestación más accesible de las clasificaciones, sin perder de vista el hecho de que los sistemas para nombrar son solo uno de los diversos aspectos de los procesos clasificatorios que los humanos ponen en práctica. Las operaciones cognitivas involucradas en este proceso caen necesariamente en alguna de las siguientes opciones (Friedberg, 1991): 1. La percepción / identificación. 2. La denominación/ comunicación. 3. Referencia a un orden Un punto importante que se tienen que aclarar sobre la nomenclatura es que no puede considerarse directamente vinculada a la percepción puesto que la percepción y el lenguaje no están necesariamente vinculados, además el 10 vocabulario tiene un desarrollo propio relacionado con la historia de la sociedad que lo utiliza (Friedberg, 1991). Dentro de este léxico etnobiológico, los taxones que reciben nombres se designan como lexemas y se pueden dividir en dos tipos. El primer tipo son los lexemas primarios estos son utilizados para nombrar formas de vida y nivel genérico, son aquellos que tiene formas unitarias, en su mayoría, estos a su vez se clasifican en tres diferentes subtipos: Simples: formado por un solo lexema; están relacionados por la similitud que tienen con diversos objetos. Productivos o Auto explicativos: formado por dos o más lexemas, en el que alguno de ellos está subordinado al otro, los cuales están dados por características propias de la especie, hábitat y color. Improductivos o no explicativos: formado por dos o más lexemas, pero en este caso ningún lexema está subordinado al otro y por lo general, son lexemas cuyos componentes son abstractos o en otros casos pueden ser dados por la forma del organismo. El segundo tipo es el lexema secundario, estos se emplean para designar niveles específicos y variedades, son formas lingüísticas complejas, las cuales incluyen como uno de sus constituyentes un término que designa la pertenencia a la primer clase sumado a uno o más constituyentes que funcionan semánticamente como modificadores; en el caso de los hongos este tipo de lexema puede estar agrupando diferentes especies con gran similitud. El primer lexema indica el criterio para diferenciar la forma, el segundo lexema se usa para diferenciar entre especies que tienen la misma forma, tomando criterios como color, hábitat, forma, toxicidad entre otros. 11 Los lexemas secundarios difieren de los nombres primarios productivos en que los primeros sólo se establecen en contraste con un lexema que comparten varios nombres (Bernard, 1992; Berlin, 2010). La nomenclatura y clasificación de los seres vivos es un tema que ha sido documentado en México desde el siglo XVI (De Ávila, 2008). Queda claro que este acervo tan rico y variado forma parte del patrimonio biocultural de la nación, el cual permite (más allá de la nomenclatura científica misma) una comunicación coloquial a través del diálogo de saberes entre la diversidad cultural y actores e instituciones sociales, de educación e investigación (Moreno-Fuentes, 2014). 12 ANTECEDENTES En México, en más de 50 años de investigación etnomicológica, se ha generado una gran cantidad de estudios, no siendo suficientes comparados con la gran diversidad fúngica y cultural que prevalece en el territorio nacional (Moreno- Fuentes et al., 2001). Los estudios se han centrado principalmente en zonas rurales, en comunidades integradas por grupos étnicos como: chinantecos, chontales, choles, mayas, matlatzincas, mazahuas, mazatecos, mixtecos, nahuas, otomíes, purépechas, rarámuris, tepehuanes, totonacos, huicholes, zapotecos y zoques (Lara et al., 2013). Existe una tendencia, como en el resto del mundo, en donde la mayoría de los estudios etnomicológicos se han centrado en zonas templadas (Moreno-Fuentes et al., 2001). En esta investigación se tomaron como antecedentes más cercanos los trabajos realizados en la zona centro del país, principalmente en la Ciudad de México y el Estado de México. Entre los trabajos más destacados se encuentra el realizado por Gispert et al. (1984) quienes documentaron información sobre el saber tradicional de los hongos en dos comunidades en la Sierra del Ajusco. Más tarde, Reygadas-Prado(1991) recopiló aspectos del conocimiento sobre los hongos silvestres comestibles en la comunidad en la misma zona, anexando la localidad de Topilejo. Es importante señalar que fueron realizados en áreas con características predominantemente rurales y semiurbanizadas con el objetivo de rescatar el saber tradicional entre habitantes con una reconocida tradición en la recolecta, el consumo y la venta de HCS. Jiménez-Peña (1992) realizó un trabajo en la Ciudad de México en Xochimilco donde documentó aspectos etnomicológicos en tres poblados diferentes, donde habitan 14 pueblos originarios con una gran herencia indígena, se registraron 13 nombres tradicionales de HCS; entre los cuales destaca un 13 nombre náhuatl que corresponde al de zacayote que corresponde al género Agaricus, en el estudio se registró un consumo importante de HCS siendo la compra en diferentes mercados la forma de adquisición más común. Para el Estado de México se pueden citar trabajos como el realizado por Estrada-Torres (1986) realizó una investigación en el municipio de Acambay, en tres localidades, habitadas principalmente por pobladores descendientes de los antiguos otomíes y poblaciones no indígenas con un alto grado de mestizaje, en total se registraron 95 nombres de hongos comestibles y 51 de hongos considerados tóxicos. De igual forma, se registraron 43 nombres otomíes de hongos, que corresponden a 38 especies fúngicas. También en el Estado de México Carrillo-Terrones (1989) realizó una investigación sobre el consumo de los hongos comestibles silvestres en San Pablo lxayoc, Texcoco. En esta zona este recurso fúngico representan para algunas familias dedicadas a la comercialización de éste recurso una fuente económica secundaria. Además encontraron que existe una distinción entre los hongos, es decir hay hongos más apreciados que otros como Lyophyllum decastes, Boletus piniconicola y Morchella spp. Palomino-Naranjo (1990) documentó aspectos etnomicológicos en una comunidad tlahuica de San Juan Atzingo, Estado de México, donde se registraron aproximadamente 90 nombres tradicionales correspondiente a 62 especies, 46 comestibles y 15 consideradas tóxicas. En años más recientes Valencia-Flores (2006) reportó información relevante sobre la transmisión del conocimiento micológico tradicional. Documentó el uso y conocimiento de los HCS por los hongueros de San Pedro Nexapa, Estado de México. Teniendo un registro de 52 taxones que corresponden con 51 nombres tradicionales. Los hongueros coincidieron que los más vendidos son Lyophyllum 14 decastes y Lyophyllum sp. 1. La transmisión del conocimiento micológico tradicional se registró hasta en cinco generaciones de hongueros, lo que significa que es muy dinámica y constante en el tiempo. Aguilar-Cruz et al. (2008) realizaron una investigación del grupo de los Gomphales silvestres comestibles del Municipio de Villa del Carbón, en el Estado de México; donde se registraron un total de diez especies aprovechadas en la zona. De éstas, Ramaria armeniaca fue un nuevo registro para México y R. araiospora var. araiospora, R. celerivirescens y Gomphus kauffmanii no se conocían como especies comestibles para el país. También presentaron información sobre su costo en el mercado y las preferencias de consumo de los pobladores. Un estudio relacionado con la comercialización tradicional de hongos es el realizado por Estrada-Torres et al. (2009) en la Sierra Nevada; quienes reportaron 65 especies de HCS comercializadas en diversos poblados asentados en la zona, describiendo información sobre los hongos comestibles más importantes, obtenida a través de la medición del valor de venta y de la temporalidad y presencia de estos hongos en los mercados regionales y poblados rurales del área, donde se da el mayor intercambio del conocimiento tradicional. Sobre investigaciones etnomicológicas donde se estima la importancia cultural como un indicador del conocimiento micológico tradicional se han realizado diversos trabajos principalmente en la zona centro del país, en el 2002, Montoya-Esquivel y colaboradores realizaron una investigación en tres localidades del Volcan la Malinche, reportaron un total de 65 nombres en náhuatl y 40 en español, los cuales corresponden a 48 especies y por medio de la técnica de listado libre determinaron los hongos con mayor importancia cultural. Las especies con mayor importancia cultural fueron: Turbinellus floccosus, Ramaria spp., Boletus pinophilus, Cantharellus cibarius, Russula delica y Amanita basii. Resaltaron que la aplicación de la técnica listado libre en dos momentos y 15 muestras diferentes permite reconocer las especies más mencionadas, sin embargo el orden de mención varió los resultados Posteriormente Montoya-Esquivel y colaboradores (2003) realizaron una investigación en la comunidad de San Isidro Buensuceso, San Pablo del Monte, Tlaxcala, donde se determinó la importancia cultural de los hongos utilizando nuevamente la técnica de listado libre. Reportaron un total de 30 especies de hongos comestibles, los cuales correspondieron con 90 nombres en náhuatl y 30 en español. Las especies con mayor importancia cultural fueron: Turbinellus floccosus, Boletus atkinsonii, Boletus pinophilus y Ramaria spp. En el año 2007 Garibay-Orijel y colaboradores estimaron los hongos con mayor importancia cultural con la aplicación de un índice que incluye ocho variable: la frecuencia de mención, abundancia percibida, uso frecuencia, gusto, multifuncional uso de alimentos, transmisión de conocimiento, salud y economía. Se reportó que Cantharellus cibarius, Amanita sect. caesarea, Ramaria spp. y Neolentinus lepideus fueron los hongos con mayor importancia cultural. Con la aplicación de este índice se pueden correlacionar variables que expliquén la razón por las que un hongo tiene una mayor importancia cultural en alguna comunidad. Años más tarde Alonso-Aguilar y colaboradores (2014) retomaron el índice de importancia cultural para estimar los hongos de mayor importancia cultural en San Mateo Huexoyucan, Tlaxcala, donde se tomaron en cuenta siete variables: índice de abundancia percibida, el índice de frecuencia de uso, el índice de apreciación del sabor, el índice de comida multifuncional, el índice de transmisión del conocimiento y el índice de salud, con lo que se determinó que los hongos con mayor importancia cultural en esa zona son Agaricus campestris, Ramaria spp., Amanita aff. basii, Russula spp., Ustilago maydis, y Boletus variipes. Otro trabajo que es importante resaltar, es el realizado en el municipio de Amanalco, en el Estado de México, por Burrola y colaboradores (2012) donde se 16 describió el CMT de la zona y se determinaron los hongos con mayor importancia cultural, se registraron 56 especies de HCS de las cuales 38 son comercializadas en el tianguis y que la población conoce con 125 nombres comunes. Las especies de mayor importancia de acuerdo a la técnica del listado libre fueron Helvella crispa, H. lacunosa, H. sulcata, Amanita sect. caesarea y Lyophylum decastes. De igual importancia es el trabajo realizado por Lara et al. (2013) donde describieron el conocimiento tradicional de las principales especies de HCS en la comunidad de San Pedro Arriba, Temoaya. Registraron 86 especies comestibles, correspondientes a 221 nombres en español y 35 en otomí. Las especies con mayor importancia cultural tomando en cuenta la frecuencia de mención con la técnica del listado libre fueron Helvella lacunosa, Lactarius deliciosus y Gomphus floccosus. 17 JUSTIFICACIÓN En la actualidad México es reconocido mundialmente como un país que ha realizado grandes esfuerzos para documentar el conocimiento micológico tradicional,generando investigaciones etnomicológicas de gran relevancia. Sin embargo estos esfuerzos se ven opacados por la acelerada pérdida del recurso fúngico así como del conocimiento tradicional. Una de las principales causas de esta pérdida es la deforestación de grandes extensiones de bosques, provocado entre otras cosas, por la expansión de las áreas urbanas, aumentando en más del 40% la población que se concentra en estas áreas en los últimos 50 años (INEGI, 2000). Lo que provoca procesos de transculturización en las comunidades rurales mexicanas, dejando de lado las estructuras sociales tradicionales, siendo éste uno de los principales problemas con los que se enfrentan todas aquellas investigaciones interesadas en documentar aspectos sobre el conocimiento tradicional. Por lo que es de suma importancia realizar estudios en zonas como Santa Ana Jilotzingo en el municipio de Jilotzingo con una población mestiza y con características urbanas, para documentar el conocimiento tradicional y las dinámicas generadas en torno a los HCS, esto se hace necesario ya que el CMT puede ser una herramienta fundamental en el desarrollo y conservación de la diversidad biológica y cultural. Además de ser un pilar clave para impulsar programas de restauración ecológica, así como en la gestión sustentable de los recursos forestales. En la comunidad de Santa Ana Jilotzingo existe un gran interés de los pobladores por ofrecer servicios turísticos como campamento, senderismo, tirolesa, pesca, entre otros. Por lo que se pretende que la información generada en esta investigación se integre a proyectos ya existentes para lograr un manejo integral de los recursos de la zona y así lograr una mejor conservación del bosque templado de la zona. 18 OBJETIVOS Objetivo General Realizar un estudio y caracterización del Conocimiento Micológico Tradicional que los habitantes de Santa Ana Jilotzingo, Jilotzingo, Estado de México, tienen sobre los Hongos Comestibles Silvestres que son aprovechados en la comunidad. Objetivos particulares •Elaborar un inventario de los hongos silvestres consumidos, en el área de estudio. • Registrar, describir y analizar el conocimiento micológico tradicional que los pobladores tienen sobre la nomenclatura, clasificación, ecología, biología, fenología, morfología y de los hongos comestibles silvestres aprovechados en la zona. • Realizar el registro, descripción y análisis sobre algunas prácticas que se generan entorno de los hongos silvestres consumidos en la zona, como son la dinámica de recolecta y venta, transmisión del conocimiento, frecuencia de consumo, prácticas culinarias y de preservación. • Determinar cuáles especies de hongos silvestres consumidas que tienen mayor importancia cultural en la comunidad. 19 ÁREA DE ESTUDIO El territorio que ocupa el municipio de Jilotzingo se encuentra en la parte central del Estado de México, al noroeste de la ciudad de Toluca y hacia el oeste de la Ciudad de México, ocupando la parte más alta y agreste de la cadena montañosa de Monte Alto. La mayor extensión territorial del municipio está localizada entre las coordenadas del paralelo 19º 24’ 59” al paralelo 19º 33’ 26” de latitud norte y del meridiano 99º 19’ 56” al meridiano 99º 28’ 25” de longitud oeste. Entre los cerros que destacan se encuentra: Apaxco, San Pablo, San Miguel, Gachupín, Nango, Texcane, Monte Alto, El Orégano y Geishto (Figura 1) (H. Ayuntamiento de Jilotzingo, 2014). . SANTA ANA JILOTZINGO JILOTZINGO ESTADO DE MÉXICO ESTADOS UNDIDOS MEXICANOS Figura 1. Ubicación de la cabecera municipal Santa Ana Jilotzingo, Jilotzingo, Estado de México. 20 Extensión La organización territorial está integrada por cinco pueblos, veintiocho barrios, cuatro ejidos y cuatro comunidades agrarias (Tabla 1). Tabla 1. Organización territorial del Municipio de Jilotzingo, Estado de México (Bando Municipal, 2017.) Pueblos Barrios Cabecera Municipal, Pueblo de Santa Ana Jilotzingo -Quixiguada -Manzanitas -Damoshu -Centro -El Calvario Pueblo de Espíritu Santo -Los Gallos -Doditay -Rancho Blanco -Dos Caminos -La Lomita -La Soledad -Centro Pueblo de San Miguel Tecpan -Loma La Huerta -Giante -El Cerro -Endemishi Pueblo de Santa María Mazatla -San José de las Manzanas - Endoro -Barrio de Abajo -La Cruz -Barrio de Arriba -Dangú Pueblo de San Luis Ayucan -Barrio Grande -Endonica -Monfí -La Cuesta -Dongu -Encido Clima El clima predominante en el municipio es de tipo templado húmedo con lluvias en verano C(w), el cual está condicionado por su localización geográfica, al insertarse en la Subprovincia de Lagos y Volcanes de Anáhuac, por lo cual la convergencia de masas de aire entre el Valle de Toluca y el Valle de México, hacen que la 21 región en donde se localiza se caracterice por el asentamiento de bancos de niebla tanto en la época de lluvias como en invierno, ello fomentado a su vez por la existencia de mucha vegetación, lo que incide en los niveles de humedad en el ambiente (SEDUR, 2011). La temperatura promedio anual es de 13.7°C, con una máxima de 29.5° y una mínima de 5.6°. La época de lluvias se encuentra registrada entre los meses de junio a octubre, siendo el mes de septiembre el más lluvioso con 241.2 milímetros de precipitación pluvial, mientras que los meses de noviembre y enero son los más secos con sólo 0.3 y 0.6 milímetros de precipitación pluvial (INAFED, 2005) Edafología Los suelos que predominan en el municipio son de tipo Andosol úmbrico (69.59 %), este suelo es un derivado de la ceniza volcánica, se distingue por la alta capacidad de retención de humedad y fijación de fósforo. Como suelo secundario existe el Luvisol crónico (19.6 %), se trata de suelos de color pardo intenso o rojizo, de buena fertilidad y textura arcillosa; no son suelos recomendables para el desarrollo urbano; presentan drenaje interno eficiente y si son empleados en labores agrícolas requieren de fertilización. El resto de los suelos son de tipo Phaeozem (6.20 %) (Esparza, 1999). Vegetación Dentro del municipio la vegetación corresponde a una zona en la cual los pinares son muy característicos, encontramos tres principales tipos de vegetación según Rzedowski (2005), una comunidad bien definida de bosque de Abies, bosque de Quercus, de las especies de encino existen cuatro especies dominantes: encino de hoja de laurel, Quercus laurina, encino de hojas crasas, Quercus magnolaefolia y Quercus mexicana. En el bosque de Pinus existen las especies de Pinus 22 montezume, Pinus hartwegii, Pinus patula y Abies religiosa. Encontrando también diferentes especies de arbustos y herbáceas. Uso de Suelo Del total de la superficie del municipio 1,668.98 hectáreas están destinadas al uso agrícola lo que representa el 13.36 %; principalmente se cultiva el maíz. Como resultado de las condiciones del terreno, la agricultura que se ha desarrollado es de temporal orientada principalmente al autoconsumo, donde podemos encontrar las siguientes: maíz, frijol, chícharo, haba, cebada, trébol, berro, nabo, rosas de diversas especies, epazote, palma real, girasol, calabaza, trigo, chilacayote, huauzontle, cebolla, ajo, apio, papa, perejil y cempasúchil. También se producen en regular escala algunas variedades de maguey; dentro de las cactáceas se produce el nopal. Algunas plantas medicinales que podemos encontrar son manzanilla, árnica, ajenjo, hierba del ángel, hierbabuena, cedrón, ruda, ipecacuana, flor de saúco, tabaquillo y romero. Tambiénse producen en mediana escala algunas variedades de maguey; dentro de las cactáceas se produce el nopal (Esparza, 1999; H. Ayuntamiento de Jilotzingo, 2014). Los frutales propios de regiones frías también se producen y desarrollan en esta región, como son algunas variedades de perón, manzana, tejocote, ciruelo, chabacano y durazno cimarrón (Esparza, 1999; H. Ayuntamiento de Jilotzingo, 2014). La vegetación de bosques de coníferas, típicos de los sistemas montañosos, representan aún la mayor parte de la extensión territorial (67.56 %), con árboles adaptados a latitudes elevadas y húmedas; así como los bosques de oyamel, que se ubican a una altitud de los 2,500 a los 3,600 m s.n.m. formando manchones aislados que se localizan en laderas, cañadas o cerros. Sin embargo en los últimos años estas áreas se han visto afectadas por el saqueo ilegal de madera a través de la tala clandestina, de raíz de zacatón y de tierra de monte 23 (Plan Municipal de Desarrollo Urbano de Jilotzingo, 2003). Un área aproximada de 550.87 hectáreas (4.41 %) son dedicadas al uso urbano y 5.53 % son considerados pastizal (INEGI, 2009). Hidrografía Debido a su altitud sobre el nivel del mar por ser una zona boscosa, el municipio de Jilotzingo es una importante cuenca hidrológica. El arroyo más caudaloso es el llamado río de Santa Ana, que se convierte en el “río” de la Colmena. Este arroyo inicia en las proximidades del pueblo de Santa Ana, penetra al municipio de Atizapán de Zaragoza, pasa por Nicolás Romero e incrementa el torrente del río Cuautitlán. Otro arroyo de importancia en el municipio es el de Navarrete, que descarga en el río de la Tabla Grande o Xinte. Existe también el arroyo de San Luis y el de la Cañada del Silencio (Esparza, 1999; H. Ayuntamiento de Jilotzingo, 2014). En cuanto a los manantiales, en Santa Ana los más notables son: Texandeje, Capoxi, Jiante, Los Capulines, y el Rincón; en Santa María Mazatla: Endeca y Las Tinajas; en Espíritu Santo: Pipilihuazco, Ojo de Agua y La Alameda; en San Miguel Tecpan: Megoh, Xote, Meje, Hierba Azul, Canta Ranas, Cieneguita; en San Luis Ayucán: Villa Alpina, Gundo, Los Fresnos, Cutxi, Ojo de Agua y el Frutal (Esparza, 1999; H. Ayuntamiento de Jilotzingo, 2014). Orografía El municipio de Jilotzingo se localiza dentro de la Región X del Sistema del Eje Neovolcánico Transversal, concretamente en la subprovincia de los Lagos y Volcanes de Anáhuac. El municipio se ubica entre cadenas montañosas, sierras, cerros y hundimientos, que conforman un sistema de lomeríos, por consiguiente la topografía es muy irregular, esto se ve reflejado en la presencia de rocas de origen volcánico, que han formado a lo largo de tiempo las elevaciones de Apaxco, 24 Dos Cabezas, Endomi, Gachupín, Geishto, Monte Alto, Ñango, El Órgano, Sehuayan, San Pablo, San Miguel; que forman parte de las elevaciones de la Sierra Monte Alto (Plan Municipal de Desarrollo Urbano de Jilotzingo Estado de México,2012). Fauna Actualmente la fauna se ve reducida a ciertas especies de pequeños mamíferos como son el conejo, hurón, tuza, cacomixtle, ratón, ardilla, tlacuache, armadillo, liebre y murciélago; así como diversas especies de reptiles y anfibios como el camaleón, lagartija, serpientes, ranas, sapos, acociles. Entre las aves que podemos encontrar existen especies de lechuza, pichón, tecolote, gorrión, golondrina, gavilán, cardenal, paloma y águila. Dentro de los insectos encontrados en la zona se encentran: libélula, grillo, mariposa, escarabajo, luciérnaga, araña y alacrán (Esparza, 1999; Valdez; 2006). Población Para el año 2010, de acuerdo a los datos del Censo General de Población y Vivienda, el municipio cuenta con una población de 17,970 habitantes, en donde el 49.32 % son del sexo masculino y el 50.68 % del femenino (Plan de desarrollo, 2005). 25 Tabla 2. Número de habitantes por localidad en el Municipio de Jilotzingo Grupos Étnicos Según datos del Conteo de Población y Vivienda de 1995, para este año en todo el municipio, sólo existían 86 personas que aún hablan alguna lengua indígena, entre las que predominan el otomí, mazahua y náhuatl, 70 también hablan español, una exclusivamente su lengua y seis más no están especificados. De las 70 personas, 41 son hombres y 36 mujeres. De acuerdo a los resultados que presento el II Conteo de Población y Vivienda en el 2010, en el municipio habitan un total de 112 personas que hablan alguna lengua indígena. 26 Demografía Si bien es cierto que los cambios demográficos no habían sido bruscos en más de cien años, en las últimas tres décadas sí muestran una tendencia altamente riesgosa que denota que el crecimiento natural está siendo superado debido al aumento de asentamientos humanos que ya invade terrenos que fueron de cultivo o zonas boscosas. De 1990 a 1995 se observa un considerable crecimiento poblacional, dado que en este periodo se registró una tasa media anual de crecimiento de 5.83. Las vías de comunicación que nos une a los principales centros fabriles, la falta de una adecuada reglamentación para venta de terrenos y edificación de viviendas, contribuye a que los poblados, principalmente los cercanos a Naucalpan como son San Luis Ayucan y Santa María Mazatla, crezcan en forma incontrolada. Actividad económica Agricultura En la región la actividad agrícola es limitada ya que el territorio principalmente es forestal. La agricultura, ha sido fuente de trabajo y satisfactor para el autoconsumo. En el presente, las actividades relacionadas con la agricultura han disminuido aun más, pues la cercanía de los centros fabriles y la facilidad para transportarse a ellos, ha originado que gran parte de la fuerza de trabajo se contrate en la industria y no se trabajen las tierras. Dentro del régimen ejidal o comunal existen 8,176.85 has. que en la práctica no son productivas ya que se carece de organización, capital, tecnología y seguridad en la tenencia de la tierra. 27 Los cultivos tradicionales son el maíz, avena y haba; aunque existen áreas mayores que se destinan a la siembra de la papa, tubérculo con probabilidad de ser rentable y que por falta de una adecuada organización su comercialización es deficiente. Ganadería El INEGI señala que en 1990 habían: 660 bovinos; 4,124 porcinos; 2,684 ovinos; 140 caprinos; 862 equinos; 10,538 aves de corral; 303 conejos, 10 cajones de colmena. Casi todas las casas de los lugareños tienen corral con animales destinados al autoconsumo, como gallinas, guajolotes, mínimo uno o dos cerdos, borregos, etc. También existen familias que cuentan con un equino. Industria Dado el tradicional aislamiento en que se había vivido y las características de la región rural, en la actualidad se observa un incipiente desarrollo industrial. Pese al atractivo que representa la proximidad al área metropolitana, la falta de infraestructura básica desanima a los posibles inversionistas. Actualmente, se cuenta con pequeñas industrias: una planta recicladora de aluminio, una procesadora de fibras que produce hilos para la industria textil y pequeños talleres que producen ropa, pan y algunos otros bienes generalmente operados por la propia familia propietaria. Está instalada una planta procesadora de alimentos equipada totalmente. 28 Minería En la década de los 80’s, se inicia la explotaciónde minas no metálicas al instalarse “Agregados de Chiluca, S.A.” en terrenos cercanos al ejido de San Luis Ayucan, dedicándose a la extracción de arena y grava. La explotación se realiza con maquinaria pesada, seleccionadores y separadores mecánicos de tecnología moderna. También se explota con buenos resultados, pero con métodos más rústicos, la empresa ejidal de Espíritu Santo. Acuacultura La piscicultura en Jilotzingo es una actividad nueva que no ha crecido de manera importante a pesar de pertenecer a las importantes subcuencas hidrológicas de los ríos Tlanepantla y Cuautitlán, sin embargo poco a poco va en aumento generado ingresos económicos a un reducido sector de la población. Turismo En los últimos años se ha visto un mayor interés por ofrecer servicios como hospedaje en cabañas, zonas de campismo, área de actividades al aire libre, campo de gotcha, tirolesas, entre otros, así como restaurantes con criaderos de truchas. 29 ESTRATEGIA METODOLÓGICA El trabajo de campo se desarrolló durante diferentes periodos entre los años de 2013 a 2016 en la comunidad de Santa Ana Jilotzingo, Estado de México. A continuación se presenta un esquema donde se identifican las diferentes etapas de la investigación y posteriormente se hace una descripción de cada una de ellas (Figura 2). Figura 2. Esquema que detalla la estrategia metodológica seguida en esta investigación. 30 Método Etnomicológico En la primera fase de esta investigación se elaboró una descripción y analisis del Conocimiento Micológico Tradicional (CMT) desde una perspectiva etnográfica, la cual consistió en detallar las situaciones, eventos, personas, interacciones y comportamientos que son observables e incorporando lo que los participantes dicen, sus experiencias, actitudes, creencias y pensamientos (Creswell, 1998). Se realizó una visita prospectiva a la zona de estudio, se tuvieron reuniones con el presidente municipal y con algunos comuneros, con el propósito de informar sobre el objetivo de la investigación y de las actividades que se llevarían a cabo, para lo que se solicitó su autorización y apoyo, esta fue la primera aproximación que se tuvo con la comunidad, con lo que se empezaron a generar lazos de confianza. Posteriormente se seleccionó a los colaboradores locales para la investigación mediante la técnica de bola de nieve, la cual consiste en encontrar un caso perteneciente al grupo objeto de investigación, después éste lleva al siguiente y al próximo y así sucesivamente hasta alcanzar el nivel de información suficiente para dar por terminada la investigación. Los casos que ilustran el fenómeno objeto de observación tienden a crecer mediante esta estrategia de muestreo (Sandoval, 2002). Esto se realizó en una lógica de muestreo teórico, que significa que el número de “casos” estudiados carece de relativa importancia. Lo importante es el potencial de cada “caso” para la comprensión teórica sobre el área estudiada. El investigador tiene que percibir cuando ha llegado al punto donde las entrevistas no producen ninguna comprensión auténticamente nueva, así se pudieron consolidar tanto informantes clave como informantes de calidad (Taylor, et al., 1992). De esta manera se desarrolló la investigación con las personas que la comunidad reconoció como poseedoras de conocimiento sobre el bosque y los hongos comestibles silvestres. 31 Una vez que se contactó a los colaboradores clave de Santa Ana Jilotzingo, se mantuvo contacto con ellos por medio de la observación participante, la cual permitió tener un acercamiento más fuerte con los colaboradores. Ya que el investigador participa con ellos en sus actividades cotidianas, donde existe una compenetración con la comunidad de estudio, por medio del acercamiento, conversaciones y la creación de un vínculo de confianza con los pobladores, lo que hace posible el registro de información importante de la vida diaria de los habitantes; ésta práctica ayuda a evitar cambios en el comportamiento de la gente al saberse estudiadas, a medida que el investigador pierde su carácter de persona extraña y se le es más familiar a las personas, éstas le prestan menos interés a su presencia dentro de la comunidad, por lo que la acción es más natural (cotidiana) y la información es más válida (Bernard, 1995). Con los colaboradores que estuvieron de acuerdo se realizaron recorridos etnomicológicos a los lugares donde comúnmente las personas salen a recolectar hongos comestibles. En total se realizaron recorridos en 17 localidades dentro del Municipio de Jilotzingo con altitudes que van desde los 2200 hasta los 3100 msnm (Tabla 3). La información recabada con los colaboradores clave, fue enriquecida con algunos diálogos que se tuvieron con las 45 personas las cuales fueron escogidas al azar para realizar los listados libres (entrevistas estructuradas). Durante la observación participante y en los recorridos etnomicológicos se aplicaron entrevistas no estructuradas y semiestructuradas con base a lo propuesto por (Bernard, 1995). Las entrevistas no estructuradas consistieron en encuentros cara a cara entre el entrevistador y los informantes, dirigidos hacia la comprensión de las percepción que tienen los informantes respecto de sus vidas, experiencias o situaciones, tal y como las expresan con sus propias palabras. Las entrevistas semiestructuradas se realizaron con base en una guía de preguntas para obtener información referente a los nombres tradicionales, datos sobre fenología, biología, ecología, concepto de hongo, prácticas culinarias y transmisión 32 del CMT de los HCS (Anexo 1). Este tipo de entrevista se caracteriza por un mínimo de control sobre las respuestas del informante. La información recabada en las entrevistas se documentó por medio de grabaciones de audio y en una libreta de campo donde se hicieron observaciones y anotaciones de detalles importantes. Posteriormente se hicieron transcripciones de las entrevistas para su análisis. Para el análisis de los datos, primero se identificaron temas, para poder realizar una codificación de los datos y así refinar la información (Taylor y Bogdan, 1984), una vez codificada la información se desarrollaron conceptos mediante el método comparativo constante, el cual consistió en la comparación de la información recogida para encontrar patrones de comportamiento e identificar sucesos. La comparación explora las diferencias y similitudes a lo largo de los Tabla 3. Localidades muestreadas en los recorridos etnomicológicos. Donde, B.E: Bosque de Encino, B.P-E: Bosque de pino y Encino, B.A: Bosque de Abies. Localidad Vegetación Altitud ( msnm) Samunda B. E 2200 San Antonio Bata B. P-E 2450 Llano Grande Xinté B. P-E 2450 Rancho Bohay B. E 2450 Río la Mistela B. P-E 2600 Puente del Padre B. E 2647 Loma de Zamundá. B. E 2764 Santa Ana B. E 2800 Barrio el Calvario B. A 2803 Presa Capoxi B. A, B. P 2900 Mado B. A, B. P-E 2900 San Miguel B. A 2950 El Puerto B. A, B. P 3000 Peña de Lobo B. P, B. A 3009 Jariyal Tejanteje B. P, B. A 3100 33 incidentes identificados dentro de la información obtenida. El análisis comparó de forma explícita cada evento proporcionado por los datos con aquellos que van apareciendo pertenecientes a la misma categoría, explorando sus similitudes y diferencias (Spiggle, 1994). Para complementar la descripción del CMT se realizaron entrevistas estructuradas; en este tipo de entrevista cada informante está expuestoal mismo estímulo. La idea es controlar las preguntas para que las respuestas puedan ser comparadas confiablemente (Bernard, 2000). En esta investigación se aplicaron dos formatos diferentes de entrevista estructuradas: un listado libre y otro con preguntas relacionadas con información detallada de cada organismo mencionado en el listado. Para ello se eligió al azar a 45 personas (con edades de entre los 12 y los 80 años) y se les solicitó que escribieran el nombre de 20 hongos comestibles que conocieran (Anexo 2). El listado libre se utilizó para identificar y delimitar elementos en un dominio semántico y cultural. Se ha utilizado para calcular la importancia psicológica o cultural relativa de cada elemento perteneciente a este dominio (es decir, importancia, familiaridad, o representatividad) (Bernard, 2000; Ryan et al., 2000). El listado libre se basa en tres premisas: a) la gente tiende a mencionar sus respuestas en orden de familiaridad, b) la gente que conoce más sobre un dominio semántico, enumera más elementos y c) los términos más mencionados son los más relevantes localmente. Con ello se pueden hacer inferencias acerca de la estructura cognitiva de las personas entrevistadas a partir del orden y la frecuencia de mención (Romney y D’Andrade, 1964; Weller y Romney, 1988; Bernard, 2000; Quinlan, 2005). En etnomicología el listado libre se ha utilizado en varias investigaciones para establecer la importancia cultural de los HCS, tomando como referencia la frecuencia y orden de mención como indicadores de importancia cultural (Montoya-Esquivel et al., 2012; Garibay-Orijel 2007). 34 El análisis de estos datos se realizó mediante la elaboración de dos matrices de datos en el programa Microsoft Excel 2010. La primera matriz correspondió a la frecuencia de mención, para obtener la sumatoria de cuantas personas en la entrevista mencionaron “X” etnotaxón. La segunda matriz correspondió a los datos sobre el orden de mención, esto significa el orden en el que mencionaron cada etnotaxón, el cual se calculó utilizando el valor ordinal de rango (VOR) a partir de la siguiente fórmula (Alonso-Aguilar 2011; Montoya- Esquivel et al. 2003): Dónde: spi= para el etnotaxón p= es el lugar en el listado libre i= 1 n= es el número de personas que mencionaron spi Para la segunda entrevista estructurada se llenó el formato de la entrevista 2 (Anexo 3) para cada uno de los hongos mencionados en el listado libre, con información detallada de cada organismo. Con esta información se profundizó sobre el conocimiento micológico tradicional de los HCS en la comunidad de Santa Ana Jilotzingo. Con la finalidad de enriquecer la información obtenida con los colaboradores clave, se realizaron algunas entrevistas semiestructuradas con las 45 personas que fueron escogidas al azar para realizar los listados libres (entrevistas estructuradas). 35 Método Taxonómico El material recolectado en los recorridos etnomicológicos fue caracterizado tomando en cuenta características macroscópicas en fresco (Frutis-Molina y Huidobro-Salas, 2013; ), posteriormente fotografiados y deshidratados de acuerdo con las sugerencias de Cifuentes et al. (1986). Cada ejemplar herborizado fue colocado en cajas de cartón y etiquetado. Después los organismos fueron revisados microscópicamente utilizando técnicas micológicas rutinarias, que consisten en realizar cortes finos de píleo, estípite y láminas. Posteriormente se hidrataron y tiñeron con reactivos como 5-15 % KOH, Melzer, azul de algodón, floxina, rojo Congo y alcohol para observar y medir estructuras microscópicas como esporas, cistidios, basidios, ascas, fíbulas, trama de las láminas, subhimenio, pileipellis, etc., (Largent et al., 1987). Para determinar los organismos taxonómicamente se utilizaron distintas claves especializadas y guías de campo (Bas, et al., 1995; Calzada-Dominguez, 2007; Cappello, S. y Cifuentes. J. 1982; Clémençon y Smith, 1983; Corner, 1970; Franco-Maass et al., 2012; González-Ávila, 2006; González-Velázquez y Valenzuela, 1993; Gregory, 2007; Guzmán, 1977; Guzmán, G. 2003; Hernández-Salmerón et al. 2013; Herrera, 1963; Kong, A. 2003; Kuo et al., 2012; Landeros y Guzman-Davalos, 2013; McAfee y Grund, 1982; Pérez-Silva y Herrera, 1991; Petersen, 1975; Petersen, 1985; Petersen, 1987; Petersen, 1988a; Petersen, 1988b; Reyes- García, 2009; Sánchez-García, 2010; Reyes-García, 2009; Sánchez-García, 2010; Sánchez-García et al., 2010; Santiago et al., 1984; Schild, 1995; Tulloss et al., 1994; Uehlinga et al., 2012; Vellinga y Noordeloos, 1999; Villarruel-Ordaz et al.,1993; Villegas,1993). Los ejemplares fueron depositados en el HERBARIO-IZTA de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México. El arreglo sistemático de las especies se basó en la clasificación propuesta en Index Fungorum, CABI Bioscience Databases, 2004. 36 RESULTADOS Y DISCUSIÓN DATOS DE LOS INFORMANTES CLAVE. En total se entrevistaron a nueve colaboradores clave, cinco de ellos fueron hombres y cuatro mujeres. Si bien es cierto que en otras investigaciones realizadas en el territorio mexicano como las de Mariaca-Méndez et al. (2001), Ruan et al. (2006), Valencia (2006) y Burrola-Aguilar et al. (2012) se registró que existen diferencias entre el conocimiento micológico tradicional que tienen los hombres y las mujeres; reconociendo a las mujeres de las comunidades como las que están mayormente involucradas en los procesos de colecta y venta de HCS. En el caso de esta investigación el género de las personas reconocidas como sabedores de los hongos no fue un factor a considerar para saber si existen diferencias, toda la información recabada con los nueve colaboradores clave no fue analizada por sexo. El 100 % de los informantes son originarios de Santa Ana Jilotzingo, su escolaridad va desde la primaria trunca hasta la secundaria. Las edades van desde los 45 a los 78 años. LISTADO DE ESPECIES DE HONGOS COMESTIBLES SILVESTRES. Se colectaron un total de 160 ejemplares reconocidos por los colaboradores clave como hongos comestibles, de los cuales se identificaron 70 taxa (Tabla 4). 37 Tabla 3. Orden sistemático de las especies de HCS de Santa Ana Jilotzingo. Clasificación basada en Kirk et al. (2001). Los nombres de los autores se tomaron del Index Fungorum (CABI Bioscience Databases, 2004). PHYLUM ORDEN FAMILIA GÉNERO-ESPECIE A S C O M I C O T A Hypocreales Hypocreaceae 1. Hypomyces lactifluorum (Schwein.) Tul. & C. Tul. Pezizales Helvellaceae 2. Helvella crispa (Scop.) Fr. 3. Helvella elastica Bull. 4. Helvella lacunosa Afzel. 5. Gyromitra infula (Schaeff.) Quél. Morchellaceae 6. Morchella conica Krombh 7. Morchella elata Fr. 8. Morchella esculenta (L.) Pers. 9. Morchella sp. B A S I D I O M Y C O T A Cantharellales Cantharellaceae 10. Cantharellus cibarius Fr. Clavulinaceae 11. Clavulina cinerea (Bull.) J. Schröt. 12. Clavulina cristata (Holmsk.) J. Schröt. 13. Clavulina coralloides (L.) J. Schröt 14. Clavulina sp. Agaricales Agaricaceae 15. Lycoperdon perlatum Pers. 16. Calvatia sp. 17. Agaricus sp. Amanitaceae 18. Amanita sect. caesarea (Scop.) Pers. 19. Amanita rubescens Pers. 20. Amanita aff. novinupta 21. Amanita vaginata (Bull.) Lam. Hygrophoropsidaceae 22. Hygrophorus chrysodon (Batsch) Fr. 23. Hygrophoropsis
Compartir