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Conocimiento-micologico-tradicional-de-los-hongos-comestibles-silvestres-de-Santa-Ana-Jilotzingo-Jilotzingo-Estado-de-Mexico

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
 FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Directora: M. en C. Irene Frutis Molina 
 
 LOS REYES IZTACALA, TLALNEPANTLA, EDO. DE MÉXICO. 
 
Marzo 2019 
 
CONOCIMIENTO MICOLÓGICO TRADICIONAL DE LOS HONGOS 
COMESTIBLES SILVESTRES DE SANTA ANA JILOTZINGO, 
JILOTZINGO, ESTADO DE MÉXICO. 
 
T E S I S 
 
Q U E P A R A O B T E N E R E L T Í T U L O D E : 
 
B I Ó L O G A 
 
P R E S E N T A : 
 
WENDY KAREN BAUTISTA BAUTISTA 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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DERECHOS RESERVADOS © 
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A Fernando y Emma amados abuelos, por siempre 
guíar mis pasos e iluminar mi camino. 
A mi familia que a pesar de todo seguimos adelante. 
Los amo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
"...cuán lamentable, cuán sombrío y caduco, cuán inútil y arbitrario es el aspecto que tiene el intelecto 
humano dentro de la naturaleza; hubo eternidades en las que no existió; cuando de nuevo se haya 
acabado, no habrá sucedido nada. Pues no hay para ese intelecto ninguna misión ulterior que conduzca 
más allá de la vida humana." 
F. Nietzsche. 
 
 
 
Agradecimientos 
 
Agradezco infinitamente a la Comunidad de Santa Ana Jilotzingo, por todo el apoyo recibido en este 
proyecto. Pero sobre todo por mantener su esencia, por su hospitalidad, por cuidar y amar su tierra. 
 
Muy especialmente a Samuel, Pao, Mariana, Diego, Jesica, Sra. Luz, Sr. Florencio, Sr. Sergio y Sr. 
Benedicto por todas las facilidades prestadas, pero sobre todo por su calidez y amistad. Toda mi gratitud. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
A la profesora Irene Frutis Molina por brindarme una oportunidad siempre que todo parecía 
perdido en la escuela, por su apoyo, por sus enseñanzas, por su amistad, jamás terminaré de agradecer 
todas las puertas que se abrieron gracias a usted, toda mi admiración y cariño. 
 
A las profesoras Edith López Villafranco, María Patricia Jacques Ríos y María de los Ángeles 
García Gómez, no sólo por sus grandes aportaciones a este trabajo, sino también por sus consejos 
académicos y por hacerme sentir parte del Herbario, muchas gracias por todo. 
 
Prof. Felipe Ruan, gracias por su inmensa paciencia, por ser claridad en los momentos de mayor 
confusión. Sin su apoyo, enseñanzas y consejos mi etnocamino sería aún más caótico. Toda mi gratitud. 
 
A Yaxal-Na S.C. especialmente a Dídac Santos, Fernando Guerrero y Eréndira Juanita Cano 
porque cuando estaba más perdida en este mundo de la Etnobiología me ayudaron a entender un poco 
más, con profesionalismo, pero sobre todo con un gran corazón. 
 
 
Ha llegado el momento de los agradecimientos a todas aquellas personas que no trabajaron directamente 
en este proyecto pero de alguna manera contribuyeron a este largo camino que por fin termina con esta 
tesis. 
A mi madre por estar a pesar de todo, porque siempre has creído en mí, por ser fuerza, porque en 
los momentos más oscuros nos hemos tomado de la mano, por ser indiscutiblemente uno de los amores más 
grandes de mi vida. Pa gracias por el apoyo, por la confianza, por ser un gran reto en mi camino, por las 
hermosas tarde de refresco y galletas que tuvimos. Gracias a ambos por hacer fuertes mis raíces. 
 
A Adriana por tomarme de tu mano cuando lo necesito, por tu apoyo, por tu efusividad, Jaqui 
por ser mi cómplice, por todas las travesuras y todas las golosinas, a las dos por las pláticas, por todo el 
amor, si me dieran a elegir las escogería mil veces, las amo. 
 
A Yova y Monse por enseñarme tanto que sin ustedes me lo hubiera perdido, por las risas, por los 
juegos, por llegar a mi familia para hacerla mejor, por su valentía. Llenan mi corazón de orgullo. No me 
imagino la vida sin ustedes, porque lo mejor está por venir. Los amo. 
 
 
 
Miguel Pérez, gracias por ser familia y un gran ejemplo, siempre que visualicé esta tesis supe que 
te quería hacer parte de ella. Desde pequeña he admirado tu esmero, pues a pesar de todas las 
adversidades siempre has logrado lo mejor para ti. Sigue adelante al lado de Fefi, Emi y Licha, ustedes 
guardan un lugar muy especial en mi corazón. 
 
A Fernando, gracias por todo tu cariño, por todo lo que me diste, porque siempre quisiste lo mejor 
para mí, porque desde donde estas me sigues dando fuerza y consuelo. Cuánto me gustaría que estuvieras 
aquí. A mi tía Eva, Karen, Luis y Bety, porque a pesar del tiempo y la distancia siempre puedo contar 
con ustedes, estoy muy feliz de que formen parte de mi familia. 
 
A Tío Pedro y Tía Zoy, el apoyo que mi familia ha recibido de su parte ha sido inmenso, tienen 
un corazón muy grande, somos muy afortunados al contar con ustedes. 
 
A toda la familia Bautista porque a pesar del distanciamiento y los errores siempre serán parte 
del camino recorrido. Sé que aún nos quedan esos hermosos días que pasamos en nuestro querido San 
Juan, el mejor lugar para soñar, bailar, reír y ser apapachados por los abuelos. 
 
A Chío por ser una gran amiga, por todas las aventuras, por tu paciencia y cariño. A Miguel por 
soportarme, por tus palabras y tus excelentes consejos; que sería de mí sin su sinceridad y crudeza, muchas 
gracias por ser familia y darme un pretexto para no abandonar esta tesis. 
 
A Brenda porque juntas vivimos días inolvidables en la universidad y sin ti todo hubiera sido 
más difícil. Sé que la vida aún guarda muchas sorpresas para nosotras. 
 
A Erick, Jhon, Omar y Nec, chicos por toda la locura vivida, por su cariño, por el baile y la 
fiesta. A pesar de la distancia y el tiempo nuestra amistad continúa. 
 
A Sandra, Gaby, Ari y Judith por hacerme parte de su grupo, por hacer del herbario y mi vida un 
lugar más divertido. Las quiero amigas. 
 
A Danitza por escucharme, por compartir tu vida conmigo y por todas las porras, sé que este es 
sólo el principio. Luis gracias por tus abrazos, por tu esmero y por las ganas de compartir tu 
 
 
 
conocimiento. Aunque es poco el tiempo compartido el cariño es muy grande, gracias por ayudarme a 
aprender más. 
 
A Rossy, Toño, Sol, Ara, Alan, Dany, Michelle, Aldo, Nohemí, Aleyda y Azel por ser familia y cariño. 
 
Muy especialmente a Led por darme un poco de serenidad, por ayudar a cambiar el camino, has 
hecho la diferencia. Esta tesis no hubiera sido posible sin tu apoyo. Porque esto no servirá de nada 
pero…. 
 
A mis pequeños Des, Cacha, Luna, Bingo, Pichilino, Wally, Sheba, Garritas, Balder, Thor, Nala 
y Pita porque han dejado una huella muy grande en mi vida, gracias por no dejarme caer. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ÍNDICE 
 
INTRODUCCIÓN .................................................................................................................. 1 
Productos Forestales No Maderables .................................................................................. 1 
Hongos Comestibles Silvestres (HCS) ...............................................................................2 
Conocimiento Micológico Tradicional ............................................................................... 5 
Etnobiología y Etnomicología ............................................................................................ 6 
Importancia cultural ............................................................................................................ 8 
Nomenclatura ...................................................................................................................... 9 
ANTECEDENTES ............................................................................................................... 12 
JUSTIFICACIÓN ................................................................................................................. 17 
OBJETIVOS ......................................................................................................................... 18 
Objetivo General ............................................................................................................... 18 
Objetivos particulares ....................................................................................................... 18 
ÁREA DE ESTUDIO ........................................................................................................... 19 
Extensión .......................................................................................................................... 20 
Clima ................................................................................................................................. 20 
Edafología ......................................................................................................................... 21 
Vegetación ........................................................................................................................ 21 
Uso de Suelo ..................................................................................................................... 22 
Hidrografía ........................................................................................................................ 23 
Orografía ........................................................................................................................... 23 
Fauna ................................................................................................................................. 24 
Población .......................................................................................................................... 24 
Grupos Étnicos .................................................................................................................. 25 
Demografía ....................................................................................................................... 26 
Actividad económica ........................................................................................................ 26 
Agricultura .................................................................................................................... 26 
Ganadería ...................................................................................................................... 27 
Industria ......................................................................................................................... 27 
Minería .......................................................................................................................... 28 
 
 
 
Acuacultura ................................................................................................................... 28 
Turismo ......................................................................................................................... 28 
ESTRATEGIA METODOLÓGICA .................................................................................... 29 
Método Etnomicológico ................................................................................................... 30 
 Método Taxonómico ......................................................................................................... 35 
RESULTADOS 
LISTADO DE ESPECIES DE HONGOS COMESTIBLES SILVESTRES. .................. 36 
Nomenclatura Local .......................................................................................................... 47 
Clasificación de los Hongos ............................................................................................. 59 
Proceso de colecta de los HCS ......................................................................................... 65 
Hongueros ......................................................................................................................... 73 
Dinámica de comercialización .......................................................................................... 76 
Transmisión del Conocimiento Micológico Tradicional .................................................. 81 
Concepto de Hongo .......................................................................................................... 84 
Origen de los hongos ........................................................................................................ 86 
Desarrollo de los hongos ................................................................................................... 88 
Morfología ........................................................................................................................ 89 
Ecología (hábitos de crecimiento-factores que requieren para crecer) ............................. 90 
Reconocimiento de los Hongos Comestibles y Tóxicos ................................................... 98 
Prácticas de preservación y culinarias ............................................................................ 104 
IMPORTANCIA CULTURAL: ......................................................................................... 107 
Frecuencia y Orden de mención (Valor Ordinal de Rango) ............................................... 107 
Fichas descriptivas de los HCS .......................................................................................... 118 
CONCLUSIONES .............................................................................................................. 143 
PERSPECTIVAS ............................................................................................................... 145 
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................ 146 
ANEXOS 
1. Entrevistas semiestructuradas……………………………………………..…………166 
2. Listado Libre………………………………………………………………...………170 
3. Ficha por hongo mencionado ...................................................................................... 170 
4. Tabla de informantes. ................................................................................................. 171 
 
 
 
 
 
 ÍNDICE DE TABLAS 
 
Tabla 1. Organización territorial del Municipio de Jilotzingo, Estado de México (Bando 
Municipal, 2017.) ................................................................................................................. 20 
Tabla 2. Número de habitantes por localidad en el Municipio de Jilotzingo ....................... 25 
Tabla 3. Orden sistemático de las especies de HCS de Santa Ana Jilotzingo. Clasificación 
basada en Kirk et al. (2001). Los nombres de los autores se tomaron del Index Fungorum 
(CABI Bioscience Databases, 2004). ................................................................................... 37 
Tabla 4. Comparación de algunas investigaciones realizadas en la zona centro del país. .. 44 
Tabla 5. Nombres tradicionales registrados para los HCS de Santa Ana Jilotzingo. ........... 47 
Tabla 6. Comparación de algunas investigaciones realizadas en la zona centro del país. ... 53 
Tabla 7. Listado de nombres primarios simples. .................................................................55 
Tabla 8. Listado de nombres Secundarios ............................................................................ 56 
Tabla 9. Listado de nombres Primarios Improductivos y Productivos ............................... 56 
Tabla 10. Precios de los HCS que se venden en Santa Ana Jilotzingo, Jilotzingo, Estado de 
México. ................................................................................................................................. 78 
Tabla 11. Información obtenida en la comunidad Santa Ana Jilotzingo sobre la 
estacionalidad de las especies de los HCS. .......................................................................... 94 
Tabla 12. Indicadores de importancia cultural de los HCS ............................................... 108 
Tabla 13. Indicadores de importancia cultural de los HCS ................................................ 109 
Tabla 14. Comparación de algunas investigaciones realizadas en la zona centro del país. 115 
 
ÍNDICE DE FIGURAS 
 
Figura 1. Ubicación de la cabecera municipal Santa Ana Jilotzingo, Jilotzingo, Estado de 
México. ................................................................................................................................. 19 
Figura 2. Esquema que detalla la estrategia metodológica seguida en esta investigación. . 29 
Figura 3. Porcentaje de taxones identificados agrupados por nivel de identificación 
taxonómica ........................................................................................................................... 41 
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file:///I:/TESIS%20LICENCIATURA%20WENDY%20KAREN%20BAUTISTA%20TITULACion.docx%23_Toc1215518
file:///I:/TESIS%20LICENCIATURA%20WENDY%20KAREN%20BAUTISTA%20TITULACion.docx%23_Toc1215520
file:///I:/TESIS%20LICENCIATURA%20WENDY%20KAREN%20BAUTISTA%20TITULACion.docx%23_Toc1215520
 
 
 
Figura 4. Número de especies de hongos identificadas, agrupadas por orden taxonómico. 41 
Figura 5 Número de especies de hongos identificadas, agrupadas por Familia taxonómica.
 .............................................................................................................................................. 42 
Figura 6. Número de especies de hongos identificadas y agrupadas por género taxonómico
 .............................................................................................................................................. 42 
Figura 7. Porcentaje de hongos agrupados por hábito de crecimiento ................................. 46 
Figura 8. Porcentaje de tipo de nombres de acuerdo a su origen. ........................................ 51 
Figura 9. Porcentaje de Tipos de Lexemas .......................................................................... 57 
 
 
Lista de abreviaturas 
 
Conocimiento Micológico Tradicional CMT 
Importancia Cultural IC 
Valor Ordinal de Rango VOR 
Productos forestales no maderables PFNM 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
file:///I:/TESIS%20LICENCIATURA%20WENDY%20KAREN%20BAUTISTA%20TITULACion.docx%23_Toc1215521
file:///I:/TESIS%20LICENCIATURA%20WENDY%20KAREN%20BAUTISTA%20TITULACion.docx%23_Toc1215522
file:///I:/TESIS%20LICENCIATURA%20WENDY%20KAREN%20BAUTISTA%20TITULACion.docx%23_Toc1215522
file:///I:/TESIS%20LICENCIATURA%20WENDY%20KAREN%20BAUTISTA%20TITULACion.docx%23_Toc1215523
file:///I:/TESIS%20LICENCIATURA%20WENDY%20KAREN%20BAUTISTA%20TITULACion.docx%23_Toc1215523
file:///I:/TESIS%20LICENCIATURA%20WENDY%20KAREN%20BAUTISTA%20TITULACion.docx%23_Toc1215524
 
1 
 
INTRODUCCIÓN 
 
Los bosques templados de México son el segundo bioma más extenso del país 
(Rzedowski, 1992) ocupando el 33.3 % del territorio nacional (FAO, 2011). Son 
comunidades vegetales constituidas principalmente por árboles de gran porte, ya 
sean coníferas o latifoliadas, aunque en su composición también existen 
herbáceas y especies arbustivas. Los principales tipos son: bosque de pino, 
bosque de oyamel, bosque de encino, bosque de enebro y bosque mesófilo de 
montaña. (Granados-Sánchez et al., 2007, Rzedowski, 1992). 
 
Los bosques prestan a los ecosistemas servicios ambientales de vital 
importancia como la protección de cuencas, la regulación del caudal de agua, el 
reciclaje de nutrientes y la generación de lluvias entre otros (Rzedowsky, 1991), 
además de su importancia ecológica los bosques templados son el hogar de 
diversas comunidades locales, proporcionando una gran variedad de recursos 
forestales que son parte del sustento del 90 % de los 1,200 millones de personas 
que viven en extrema pobreza en el mundo (Parker et al., 2008). 
 
Según la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable se conoce como 
Producto Forestal a toda aquella vegetación de estos ecosistemas, sus servicios, 
productos y residuos, así como los suelos de los terrenos forestales o de aptitud 
preferentemente forestal. Este instrumento normativo considera dos tipos 
diferentes de recursos forestales: los maderables y los no maderables. 
 
Productos Forestales No Maderables 
 
El término producto forestal no maderable (PFNM) comprende una amplia 
variedad de productos y sistemas de mercadeo forestales, y ha sido definido de un 
modo variado por distintas personas (Belcher, 2003). De acuerdo con la 
Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, 
 
2 
 
2007), los PFNM son bienes de origen biológico, distintos de la madera, derivados 
del bosque, de otras áreas forestales y de los árboles fuera de los bosques. 
 
Los PFNM pueden recolectarse en forma silvestre o producirse en 
plantaciones forestales o sistemas agroforestales. Estos productos son utilizados 
como alimentos y aditivos alimentarios entre los que podemos encontrar diversas 
semillas, hongos, frutos, condimentos, aromatizantes, fibras, instrumentos o 
utensilios, resinas, gomas, y otros usados con fines comestibles, medicinales, 
cosméticos o culturales (López-Camacho, 2008). 
 
En muchas partes del mundo estos recursos son indispensables para las 
personas que habitan en los bosques, quienes constituyen los actores principales 
en la extracción de los PFNM, pudiendo ser, su única fuente de ingresos 
económicos y alimenticios (FAO, 1995 y Ros-Tonen, 1999). 
 
Hongos Comestibles Silvestres (HCS) 
 
Dentro de los recursos forestales no maderables se encuentran los HCS que son 
de gran valor y relevancia a nivel mundial ya que han sido recolectados y 
consumidos por la gente durante miles de años, siendo un complemento muy 
importante en las dietas de las personas que los aprovechan, además son fuente 
importante de ingresos económicos para las personas que los venden. Se 
recolectan en más de 80 países de todo el mundo donde se consumen 
aproximadamente 1,100 especies de HCS (Boa, 2005). 
 
México es considerado uno de los países con mayor tradición en el 
consumo y utilización de los HCS formando parte de la cultura de la población. Su 
conocimiento y uso ha sido muy importante desde las culturas prehispánicas 
mesoamericanas; quedando testimonio de ello en diversos petroglifos, figurillas de 
barro, pinturas y frescos; así como en algunos códices y crónicas españolas 
 
3 
 
escritas durante los siglos XVI y XVII (Wasson, 1983; Villarreal-Ruiz y Pérez-
Moreno, 1989). 
 
El aprovechamiento de la producción natural de los HCS en los bosques del 
país es una actividad que persiste en la actualidad, constituye una actividad 
productiva de carácter estacional que se desarrolla mediante la recolecta de 
especies en los lugares donde crecen, ya sea para autoconsumo o para venta a 
pequeña escala, de casa en casa o bien en los mercados semanales o tianguis, 
siendo un complemento económico importante para la población que aprovecha 
este recurso (Villareal-Ruíz, 1996; Villareal-Ruíz y Pérez-Moreno, 1989).Representando una alternativa real en el manejo sustentable de los bosques de 
México, ya que estos organismos son un recurso que constituye una fuente 
alimenticia y económica para las comunidades rurales que habitan las regiones 
boscosas del país, tomando en cuenta que estos organismos presentan variadas 
cualidades nutritivas y medicinales (Villarreal-Ruíz, 1996; Zamora–Martínez, 
1999). 
 
Una de las cualidades alimenticias más importante es su alto contenido 
proteico que en general se podría señalar entre un 10 y 40 % en peso seco 
(Moreno-Fuentes, 2014) por lo que constituyen una fuente formidable de alimento, 
enriquecido además por el alto contenido de vitaminas B y D, así como de quitina 
como una importante fuente de fibra; son además bajos en grasas y carecen to-
talmente de colesterol (Moreno-Fuentes, 2014). 
 
Además de su importancia social, cultural y económica los estos 
organismos constituyen un elemento ecológico vital en la estructura y 
funcionamiento de las distintas comunidades vegetales donde se desarrollan 
(Herrera y Ulloa, 1998). 
 
Uno de los aspectos más relevantes de algunas especies es su capacidad 
para formar micorrizas, más del 80% de las plantas son micorrízicas (Hawksworth, 
 
4 
 
1992). Estas micorrizas viven en un equilibrio biológico con el organismo con el 
cual está asociado en la que ambos organismos obtienen beneficio, en donde los 
hongos reciben nutrimentos de las células del árbol; y el árbol a su vez recibe 
substancias de crecimiento elaboradas por el hongo (Guzmán et al., 2003). Estas 
micorrizas sostienen el crecimiento de los bosques naturales autóctonos, jugando 
un papel determinante en la sobrevivencia y papel competitivo de estos bosques 
(Rzedowski, 1983). 
 
Otros hongos comestibles pueden ser organismos parásitos, los cuales 
requieren de un organismo vivo al que algunas veces matan para cumplir su ciclo 
biológico; mientras que los saprófitos, son aquellos hongos que viven sobre restos 
orgánicos en descomposición, son importantes en el reciclaje de las sustancias 
nutritivas (Herrera y Ulloa, 1998), gobernando la estabilidad y productividad de los 
ecosistemas forestales al degradar moléculas orgánicas complejas en moléculas 
disponibles más simples en estado mineralizado (Villarreal-Ruíz, 1994). 
 
También los hongos son fuente importante de alimento de muchos 
organismos, desde microartrópodos hasta mamíferos. Algunos animales como los 
venados, conejos y ardillas extraen los hongos de bajo del suelo para alimentarse 
de ellos; muchos insectos consumen el esporoma y esporas de hongos para luego 
dispersarlas o transportarlas en sus cuerpos; otros depositan sus huevecillos en 
los esporomas y al llegar al estado larval se alimentan de ellos hasta ser adultos. 
(Maser et al., 2008). A este tipo de relación, en la que el hongo es consumido por 
fauna, se denomina micofagia (Amat-García et al., 2004). 
 
Así mismo, hay especies de hongos que evolucionaron creciendo y/o 
alimentándose de otros hongos, estando en una constante relación con él. A éstos 
organismos se les da el nombre de hongos fungícolas (Mueller et al., 2004). 
 
 
 
 
5 
 
Conocimiento Micológico Tradicional 
 
En términos generales el conocimiento tradicional (CT) se entiende como “el 
conjunto de saberes, valores, creencias y prácticas concebidas a partir de la 
experiencia de adaptación al entorno local a lo largo del tiempo, compartidas y 
valoradas por una comunidad y transmitidas de generación en generación. Por 
entorno local se entiende tanto el entorno cultural como el biológico” (Pardo de 
Santayana et al., 2014). 
 
El aprovechamiento de los HCS por las comunidades locales, ha generado 
un profundo Conocimiento Micológico Tradicional (CMT), este se define como el 
conjunto de saberes construidos de manera colectiva a través de generaciones en 
torno a la presencia de los hongos en la vida de los pobladores, es generado por 
un proceso de observación que se da por la necesidad de entender la naturaleza 
de estos organismos. Este conocimiento incluye sistemas de clasificación, 
observaciones empíricas del ambiente local y un sistema de manejo; su cantidad y 
calidad varía entre los miembros de la comunidad, dependiendo del género, edad, 
clase social, capacidad intelectual y profesión. Tiene además la característica de 
ser acumulativo y dinámico ya que se adapta a los cambios tecnológicos y 
económicos de la sociedad (Garibay-Orijel et al., 2010; Luna- Morales, 2002). 
 
El CMT es la base de todo el proceso de aprovechamiento de los hongos 
silvestres, pues de él emana un hecho básico y fundamental, la distinción entre los 
hongos tóxicos y los comestibles, o bien la determinación de hongos con potencial 
medicinal y alucinógeno, es altamente vulnerable pues al no ser transmitido de 
manera formal, su existencia depende de que las nuevas generaciones se 
interesen en él y lo aprendan, además de ser afectado por fenómenos de 
transculturación, emigración, modificación de la naturaleza de las actividades 
productivas, deforestación y contaminación ambiental (Garibay-Orijel, et al. 2010). 
 
 
6 
 
En México existe un arraigado CMT el cual se evidencia con la utilización 
de hongos silvestres como recurso alimenticio, medicinal, así como en ceremonias 
magico-religiosas, siendo un elemento importante en la cultura de distintas 
poblaciones indígenas y mestizas en la actualidad (Gispert et al., 1984; Ruan-Soto 
et al., 2006). Se han registrado alrededor de 371 especies de hongos comestibles 
reportadas desde 1980 hasta la fecha, así como más de 3000 nombres 
tradicionales documentados a lo largo del país, lo que indica su importancia para 
los diversos grupos étnicos y mestizos del territorio nacional (Garibay-Orijel y 
Ruan-Soto, 2014). 
 
Etnobiología y Etnomicología 
 
En la actualidad se entiende a la Etnobiología como el estudio del conocimiento y 
los conceptos desarrollados por cualquier grupo humano o sociedad de cualquier 
región, con respecto al medio natural que los rodea (Berlin et al., 1973; Toledo, 
2002). Particularmente, es el estudio del papel de la naturaleza en el sistema de 
creencias y de adaptación del humano a determinados ambientes (Castetter, 
1942). 
 
Una vertiente de la Etnobiología es la Etnomicología; los vocablos derivan 
de ethnos que significa “raza” o “pueblo” y micología que se refiere al estudio de 
los hongos. En conjunto, éstos vocablos hacen referencia a la relación sociedad-
hongo (Vásquez-Dávila, 2008). Teniendo sus raíces evidentes poco después de la 
conquista, en donde se registraron los primeros datos del consumo de hongos 
sagrados y comestibles por parte de los pobladores de la Nueva España (Moreno-
Fuentes et al., 2001). Posteriormente se formaliza con los trabajos de los esposos 
Wasson en la década de 1950. Ellos concebían a esta disciplina como el estudio 
del impacto que han tenido los hongos mágicos (enteógenos) en las culturas 
primitivas (Ruan-Soto, 2017). 
 
 
7 
 
Realizar estudios etnomicológicos nos permite documentar, conjuntar y 
aplicar el CMT que las personas tienen acerca de los hongos que se desarrollan 
en su comunidad. 
 
En la actualidad se define a la etnomicología como un área de la 
etnobiología que se encarga de “... estudiar el saber tradicional y las 
manifestaciones e implicaciones culturales y/o ambientales que se derivan de las 
relaciones establecidas entre los hongos y el hombre a través del tiempo y el 
espacio” (Moreno-Fuentes et al., 2001). 
 
En México se suscitó un auge en los estudios etnomicológicos a principios 
de los 80’s, teniendo como eje central de las investigaciones a los hongos 
alucinógenos (Moreno-Fuentes et al., 2001). Posteriormente, los investigadores 
dieron mayor importancia a la documentación de aspectos como la comestibilidad, 
el uso medicinal, ornamental, lúdicos, entre otros (Ruan-Soto, 2007). Tambiénreconocieron la importancia de cuestiones ligadas al entendimiento y concepción 
de los hongos, así como las explicaciones sobre su origen, su morfología, 
nomenclatura, taxonomía, fenología, biología, ecología y clasificación tradicional, 
además de la documentación de prácticas que se dan en torno a los hongos como 
son aspectos sobre la comercialización, niveles de aprovechamiento, especies 
más apreciadas, precios de los hongos, dinámicas de recolecta, espacios de 
recolecta, transmisión del conocimiento tradicional, etc. (Ruan-Soto, 2007). 
 
En años más recientes las investigaciones etnomicológicas mexicanas se 
han dedicado al fortalecimiento de los métodos aplicados. Por lo que se están 
integrando métodos cualitativos y cuantitativos para una mejor comprensión del 
conocimiento micológico tradicional (Ruan-Soto, 2007). 
 
 
 
 
 
8 
 
Importancia cultural 
 
En la etnobiología, la Importancia Cultural (IC) se ha definido como la importancia 
del papel que desempeña un organismo dentro de una cultura en particular (Hunn, 
1982). Este concepto se ha utilizado para evaluar y comprender diferentes 
aspectos de las relaciones entre humanos y sus recursos (Garibay-Orijel et al., 
2007). En muchos estudios etnomicológicos se ha integrado información sobre la 
IC que tienen los HCS en una población, con la finalidad de comprender y discutir 
el grado de importancia cultural que tienen los hongos con respecto a la riqueza 
de nombres, usos y conocimiento sobre su biología, ecología y fenología (Estrada-
Torres, 1989). La IC también puede ayudar a predecir cambios en el contenido de 
las clasificaciones biológicas tradicionales, así como para evaluar la significancia 
de un recurso con base en su nomenclatura tradicional y para proveer las bases 
de la reconstrucción de patrones ecológicos extintos a partir del conocimiento 
biológico tradicional aún existente (Hunn, 1982). 
 
Dentro de la Etnomicología, la IC se ha evaluado de manera cuantitativa 
para determinar la importancia relativa que tienen distintas especies de HCS para 
los habitantes de una zona. Los etnomicológicos han utilizado la técnica de listado 
libre, que considera a la frecuencia de mención (FM) y el orden de mención (OM), 
como indicadores de la importancia de los hongos en una comunidad. La técnica 
facilita la aplicación de algunos modelos matemáticos o índices haciendo posible 
la comparación entre comunidades recolectoras de HCS con diferentes 
características (tipo de población, tamaño de población, tipo de vegetación, entre 
otros) (Alonso-Aguilar et al., 2014, Moreno-Fuentes, 2014). 
 
 
 
 
 
 
 
9 
 
Nomenclatura 
 
Antes que el ser humano pueda utilizar el recurso biológico, éste debe ser 
clasificado (Berlin, 1973). Los pueblos clasifican debido a la necesidad de ordenar 
su mundo, estas clasificaciones populares rara vez se crean a partir de un deseo 
consciente de clasificar objetos, más bien responden a la necesidad de organizar 
el conocimiento para dominarlo a la vez que sirve como una herramienta para la 
apropiación y socialización de la naturaleza (Friedberg, 1991; Ruan-Soto, et al., 
2007). 
 
En este sentido, cada grupo humano percibe el mundo de diversas 
maneras; tiene necesidades, costumbres y tradiciones diferentes, por tanto 
clasifica su mundo de manera diferente. El vocabulario de un pueblo lleva en sí 
mismo la clasificación que sus integrantes hacen del mundo (Manrique-
Castañeda, 1988; Ruan-Soto, et al., 2007). 
 
En este contexto podemos considerar a la nomenclatura como la 
manifestación más accesible de las clasificaciones, sin perder de vista el hecho de 
que los sistemas para nombrar son solo uno de los diversos aspectos de los 
procesos clasificatorios que los humanos ponen en práctica. Las operaciones 
cognitivas involucradas en este proceso caen necesariamente en alguna de las 
siguientes opciones (Friedberg, 1991): 
 
1. La percepción / identificación. 
2. La denominación/ comunicación. 
3. Referencia a un orden 
 
Un punto importante que se tienen que aclarar sobre la nomenclatura es 
que no puede considerarse directamente vinculada a la percepción puesto que la 
percepción y el lenguaje no están necesariamente vinculados, además el 
 
10 
 
vocabulario tiene un desarrollo propio relacionado con la historia de la sociedad 
que lo utiliza (Friedberg, 1991). 
 
Dentro de este léxico etnobiológico, los taxones que reciben nombres se 
designan como lexemas y se pueden dividir en dos tipos. 
 
El primer tipo son los lexemas primarios estos son utilizados para nombrar 
formas de vida y nivel genérico, son aquellos que tiene formas unitarias, en su 
mayoría, estos a su vez se clasifican en tres diferentes subtipos: 
 
 Simples: formado por un solo lexema; están relacionados por la 
similitud que tienen con diversos objetos. 
 Productivos o Auto explicativos: formado por dos o más lexemas, en 
el que alguno de ellos está subordinado al otro, los cuales están 
dados por características propias de la especie, hábitat y color. 
 Improductivos o no explicativos: formado por dos o más lexemas, 
pero en este caso ningún lexema está subordinado al otro y por lo 
general, son lexemas cuyos componentes son abstractos o en otros 
casos pueden ser dados por la forma del organismo. 
 
El segundo tipo es el lexema secundario, estos se emplean para designar 
niveles específicos y variedades, son formas lingüísticas complejas, las cuales 
incluyen como uno de sus constituyentes un término que designa la pertenencia a 
la primer clase sumado a uno o más constituyentes que funcionan 
semánticamente como modificadores; en el caso de los hongos este tipo de 
lexema puede estar agrupando diferentes especies con gran similitud. El primer 
lexema indica el criterio para diferenciar la forma, el segundo lexema se usa para 
diferenciar entre especies que tienen la misma forma, tomando criterios como 
color, hábitat, forma, toxicidad entre otros. 
 
 
11 
 
Los lexemas secundarios difieren de los nombres primarios productivos en 
que los primeros sólo se establecen en contraste con un lexema que comparten 
varios nombres (Bernard, 1992; Berlin, 2010). 
 
La nomenclatura y clasificación de los seres vivos es un tema que ha sido 
documentado en México desde el siglo XVI (De Ávila, 2008). Queda claro que este 
acervo tan rico y variado forma parte del patrimonio biocultural de la nación, el cual 
permite (más allá de la nomenclatura científica misma) una comunicación coloquial 
a través del diálogo de saberes entre la diversidad cultural y actores e instituciones 
sociales, de educación e investigación (Moreno-Fuentes, 2014). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
12 
 
ANTECEDENTES 
 
En México, en más de 50 años de investigación etnomicológica, se ha generado 
una gran cantidad de estudios, no siendo suficientes comparados con la gran 
diversidad fúngica y cultural que prevalece en el territorio nacional (Moreno-
Fuentes et al., 2001). Los estudios se han centrado principalmente en zonas 
rurales, en comunidades integradas por grupos étnicos como: chinantecos, 
chontales, choles, mayas, matlatzincas, mazahuas, mazatecos, mixtecos, nahuas, 
otomíes, purépechas, rarámuris, tepehuanes, totonacos, huicholes, zapotecos y 
zoques (Lara et al., 2013). Existe una tendencia, como en el resto del mundo, en 
donde la mayoría de los estudios etnomicológicos se han centrado en zonas 
templadas (Moreno-Fuentes et al., 2001). 
 
En esta investigación se tomaron como antecedentes más cercanos los 
trabajos realizados en la zona centro del país, principalmente en la Ciudad de 
México y el Estado de México. 
 
Entre los trabajos más destacados se encuentra el realizado por Gispert et 
al. (1984) quienes documentaron información sobre el saber tradicional de los 
hongos en dos comunidades en la Sierra del Ajusco. Más tarde, Reygadas-Prado(1991) recopiló aspectos del conocimiento sobre los hongos silvestres comestibles 
en la comunidad en la misma zona, anexando la localidad de Topilejo. Es 
importante señalar que fueron realizados en áreas con características 
predominantemente rurales y semiurbanizadas con el objetivo de rescatar el saber 
tradicional entre habitantes con una reconocida tradición en la recolecta, el 
consumo y la venta de HCS. 
 
Jiménez-Peña (1992) realizó un trabajo en la Ciudad de México en 
Xochimilco donde documentó aspectos etnomicológicos en tres poblados 
diferentes, donde habitan 14 pueblos originarios con una gran herencia indígena, 
se registraron 13 nombres tradicionales de HCS; entre los cuales destaca un 
 
13 
 
nombre náhuatl que corresponde al de zacayote que corresponde al género 
Agaricus, en el estudio se registró un consumo importante de HCS siendo la 
compra en diferentes mercados la forma de adquisición más común. 
 
Para el Estado de México se pueden citar trabajos como el realizado por 
Estrada-Torres (1986) realizó una investigación en el municipio de Acambay, en 
tres localidades, habitadas principalmente por pobladores descendientes de los 
antiguos otomíes y poblaciones no indígenas con un alto grado de mestizaje, en 
total se registraron 95 nombres de hongos comestibles y 51 de hongos 
considerados tóxicos. De igual forma, se registraron 43 nombres otomíes de 
hongos, que corresponden a 38 especies fúngicas. 
 
También en el Estado de México Carrillo-Terrones (1989) realizó una 
investigación sobre el consumo de los hongos comestibles silvestres en San Pablo 
lxayoc, Texcoco. En esta zona este recurso fúngico representan para algunas 
familias dedicadas a la comercialización de éste recurso una fuente económica 
secundaria. Además encontraron que existe una distinción entre los hongos, es 
decir hay hongos más apreciados que otros como Lyophyllum decastes, Boletus 
piniconicola y Morchella spp. 
 
 
Palomino-Naranjo (1990) documentó aspectos etnomicológicos en una 
comunidad tlahuica de San Juan Atzingo, Estado de México, donde se registraron 
aproximadamente 90 nombres tradicionales correspondiente a 62 especies, 46 
comestibles y 15 consideradas tóxicas. 
 
En años más recientes Valencia-Flores (2006) reportó información relevante 
sobre la transmisión del conocimiento micológico tradicional. Documentó el uso y 
conocimiento de los HCS por los hongueros de San Pedro Nexapa, Estado de 
México. Teniendo un registro de 52 taxones que corresponden con 51 nombres 
tradicionales. Los hongueros coincidieron que los más vendidos son Lyophyllum 
 
14 
 
decastes y Lyophyllum sp. 1. La transmisión del conocimiento micológico 
tradicional se registró hasta en cinco generaciones de hongueros, lo que significa 
que es muy dinámica y constante en el tiempo. 
 
Aguilar-Cruz et al. (2008) realizaron una investigación del grupo de los 
Gomphales silvestres comestibles del Municipio de Villa del Carbón, en el Estado 
de México; donde se registraron un total de diez especies aprovechadas en la 
zona. De éstas, Ramaria armeniaca fue un nuevo registro para México y R. 
araiospora var. araiospora, R. celerivirescens y Gomphus kauffmanii no se 
conocían como especies comestibles para el país. También presentaron 
información sobre su costo en el mercado y las preferencias de consumo de los 
pobladores. 
 
Un estudio relacionado con la comercialización tradicional de hongos es el 
realizado por Estrada-Torres et al. (2009) en la Sierra Nevada; quienes reportaron 
65 especies de HCS comercializadas en diversos poblados asentados en la zona, 
describiendo información sobre los hongos comestibles más importantes, obtenida 
a través de la medición del valor de venta y de la temporalidad y presencia de 
estos hongos en los mercados regionales y poblados rurales del área, donde se 
da el mayor intercambio del conocimiento tradicional. 
 
Sobre investigaciones etnomicológicas donde se estima la importancia 
cultural como un indicador del conocimiento micológico tradicional se han 
realizado diversos trabajos principalmente en la zona centro del país, en el 2002, 
Montoya-Esquivel y colaboradores realizaron una investigación en tres localidades 
del Volcan la Malinche, reportaron un total de 65 nombres en náhuatl y 40 en 
español, los cuales corresponden a 48 especies y por medio de la técnica de 
listado libre determinaron los hongos con mayor importancia cultural. Las especies 
con mayor importancia cultural fueron: Turbinellus floccosus, Ramaria spp., 
Boletus pinophilus, Cantharellus cibarius, Russula delica y Amanita basii. 
Resaltaron que la aplicación de la técnica listado libre en dos momentos y 
 
15 
 
muestras diferentes permite reconocer las especies más mencionadas, sin 
embargo el orden de mención varió los resultados 
 
Posteriormente Montoya-Esquivel y colaboradores (2003) realizaron una 
investigación en la comunidad de San Isidro Buensuceso, San Pablo del Monte, 
Tlaxcala, donde se determinó la importancia cultural de los hongos utilizando 
nuevamente la técnica de listado libre. Reportaron un total de 30 especies de 
hongos comestibles, los cuales correspondieron con 90 nombres en náhuatl y 30 
en español. Las especies con mayor importancia cultural fueron: Turbinellus 
floccosus, Boletus atkinsonii, Boletus pinophilus y Ramaria spp. 
 
En el año 2007 Garibay-Orijel y colaboradores estimaron los hongos con 
mayor importancia cultural con la aplicación de un índice que incluye ocho 
variable: la frecuencia de mención, abundancia percibida, uso frecuencia, gusto, 
multifuncional uso de alimentos, transmisión de conocimiento, salud y economía. 
Se reportó que Cantharellus cibarius, Amanita sect. caesarea, Ramaria spp. y 
Neolentinus lepideus fueron los hongos con mayor importancia cultural. Con la 
aplicación de este índice se pueden correlacionar variables que expliquén la razón 
por las que un hongo tiene una mayor importancia cultural en alguna comunidad. 
 
Años más tarde Alonso-Aguilar y colaboradores (2014) retomaron el índice 
de importancia cultural para estimar los hongos de mayor importancia cultural en 
San Mateo Huexoyucan, Tlaxcala, donde se tomaron en cuenta siete variables: 
índice de abundancia percibida, el índice de frecuencia de uso, el índice de 
apreciación del sabor, el índice de comida multifuncional, el índice de transmisión 
del conocimiento y el índice de salud, con lo que se determinó que los hongos con 
mayor importancia cultural en esa zona son Agaricus campestris, Ramaria spp., 
Amanita aff. basii, Russula spp., Ustilago maydis, y Boletus variipes. 
 
Otro trabajo que es importante resaltar, es el realizado en el municipio de 
Amanalco, en el Estado de México, por Burrola y colaboradores (2012) donde se 
 
16 
 
describió el CMT de la zona y se determinaron los hongos con mayor importancia 
cultural, se registraron 56 especies de HCS de las cuales 38 son comercializadas 
en el tianguis y que la población conoce con 125 nombres comunes. Las especies 
de mayor importancia de acuerdo a la técnica del listado libre fueron Helvella 
crispa, H. lacunosa, H. sulcata, Amanita sect. caesarea y Lyophylum decastes. De 
igual importancia es el trabajo realizado por Lara et al. (2013) donde describieron 
el conocimiento tradicional de las principales especies de HCS en la comunidad de 
San Pedro Arriba, Temoaya. Registraron 86 especies comestibles, 
correspondientes a 221 nombres en español y 35 en otomí. Las especies con 
mayor importancia cultural tomando en cuenta la frecuencia de mención con la 
técnica del listado libre fueron Helvella lacunosa, Lactarius deliciosus y Gomphus 
floccosus. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
17 
 
JUSTIFICACIÓN 
 
En la actualidad México es reconocido mundialmente como un país que ha 
realizado grandes esfuerzos para documentar el conocimiento micológico 
tradicional,generando investigaciones etnomicológicas de gran relevancia. Sin 
embargo estos esfuerzos se ven opacados por la acelerada pérdida del recurso 
fúngico así como del conocimiento tradicional. 
 
Una de las principales causas de esta pérdida es la deforestación de 
grandes extensiones de bosques, provocado entre otras cosas, por la expansión 
de las áreas urbanas, aumentando en más del 40% la población que se concentra 
en estas áreas en los últimos 50 años (INEGI, 2000). Lo que provoca procesos de 
transculturización en las comunidades rurales mexicanas, dejando de lado las 
estructuras sociales tradicionales, siendo éste uno de los principales problemas 
con los que se enfrentan todas aquellas investigaciones interesadas en 
documentar aspectos sobre el conocimiento tradicional. 
 
Por lo que es de suma importancia realizar estudios en zonas como Santa 
Ana Jilotzingo en el municipio de Jilotzingo con una población mestiza y con 
características urbanas, para documentar el conocimiento tradicional y las 
dinámicas generadas en torno a los HCS, esto se hace necesario ya que el CMT 
puede ser una herramienta fundamental en el desarrollo y conservación de la 
diversidad biológica y cultural. Además de ser un pilar clave para impulsar 
programas de restauración ecológica, así como en la gestión sustentable de los 
recursos forestales. 
En la comunidad de Santa Ana Jilotzingo existe un gran interés de los 
pobladores por ofrecer servicios turísticos como campamento, senderismo, 
tirolesa, pesca, entre otros. Por lo que se pretende que la información generada en 
esta investigación se integre a proyectos ya existentes para lograr un manejo 
integral de los recursos de la zona y así lograr una mejor conservación del bosque 
templado de la zona. 
 
18 
 
OBJETIVOS 
 
Objetivo General 
 
Realizar un estudio y caracterización del Conocimiento Micológico Tradicional que 
los habitantes de Santa Ana Jilotzingo, Jilotzingo, Estado de México, tienen sobre 
los Hongos Comestibles Silvestres que son aprovechados en la comunidad. 
 
Objetivos particulares 
 
•Elaborar un inventario de los hongos silvestres consumidos, en el área de 
estudio. 
 
• Registrar, describir y analizar el conocimiento micológico tradicional que los 
pobladores tienen sobre la nomenclatura, clasificación, ecología, biología, 
fenología, morfología y de los hongos comestibles silvestres aprovechados en la 
zona. 
 
• Realizar el registro, descripción y análisis sobre algunas prácticas que se 
generan entorno de los hongos silvestres consumidos en la zona, como son la 
dinámica de recolecta y venta, transmisión del conocimiento, frecuencia de 
consumo, prácticas culinarias y de preservación. 
• Determinar cuáles especies de hongos silvestres consumidas que tienen mayor 
importancia cultural en la comunidad. 
 
 
 
 
 
 
 
19 
 
ÁREA DE ESTUDIO 
 
El territorio que ocupa el municipio de Jilotzingo se encuentra en la parte central 
del Estado de México, al noroeste de la ciudad de Toluca y hacia el oeste de la 
Ciudad de México, ocupando la parte más alta y agreste de la cadena montañosa 
de Monte Alto. La mayor extensión territorial del municipio está localizada entre las 
coordenadas del paralelo 19º 24’ 59” al paralelo 19º 33’ 26” de latitud norte y del 
meridiano 99º 19’ 56” al meridiano 99º 28’ 25” de longitud oeste. Entre los cerros 
que destacan se encuentra: Apaxco, San Pablo, San Miguel, Gachupín, Nango, 
Texcane, Monte Alto, El Orégano y Geishto (Figura 1) (H. Ayuntamiento de 
Jilotzingo, 2014). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
. 
 
 
 
 
 
SANTA ANA 
 JILOTZINGO 
JILOTZINGO 
ESTADO DE 
MÉXICO 
ESTADOS 
UNDIDOS 
MEXICANOS 
Figura 1. Ubicación de la cabecera municipal Santa Ana Jilotzingo, Jilotzingo, Estado de México. 
 
20 
 
Extensión 
 
La organización territorial está integrada por cinco pueblos, veintiocho barrios, 
cuatro ejidos y cuatro comunidades agrarias (Tabla 1). 
 
Tabla 1. Organización territorial del Municipio de Jilotzingo, Estado de México 
(Bando Municipal, 2017.) 
Pueblos Barrios 
Cabecera Municipal, Pueblo de 
Santa Ana Jilotzingo 
-Quixiguada 
-Manzanitas 
-Damoshu 
 
-Centro 
-El Calvario 
 
Pueblo de Espíritu Santo 
-Los Gallos 
-Doditay 
-Rancho Blanco 
-Dos Caminos 
-La Lomita 
-La Soledad 
-Centro 
Pueblo de San Miguel Tecpan 
-Loma La Huerta 
-Giante 
-El Cerro 
-Endemishi 
Pueblo de Santa María Mazatla 
-San José de las 
Manzanas 
- Endoro 
-Barrio de Abajo 
-La Cruz 
-Barrio de Arriba 
-Dangú 
Pueblo de San Luis Ayucan 
-Barrio Grande 
-Endonica 
-Monfí 
-La Cuesta 
-Dongu 
-Encido 
 
Clima 
 
El clima predominante en el municipio es de tipo templado húmedo con lluvias en 
verano C(w), el cual está condicionado por su localización geográfica, al insertarse 
en la Subprovincia de Lagos y Volcanes de Anáhuac, por lo cual la convergencia 
de masas de aire entre el Valle de Toluca y el Valle de México, hacen que la 
 
21 
 
región en donde se localiza se caracterice por el asentamiento de bancos de 
niebla tanto en la época de lluvias como en invierno, ello fomentado a su vez por 
la existencia de mucha vegetación, lo que incide en los niveles de humedad en el 
ambiente (SEDUR, 2011). 
 
La temperatura promedio anual es de 13.7°C, con una máxima de 29.5° y 
una mínima de 5.6°. La época de lluvias se encuentra registrada entre los meses 
de junio a octubre, siendo el mes de septiembre el más lluvioso con 241.2 
milímetros de precipitación pluvial, mientras que los meses de noviembre y enero 
son los más secos con sólo 0.3 y 0.6 milímetros de precipitación pluvial (INAFED, 
2005) 
 
Edafología 
 
Los suelos que predominan en el municipio son de tipo Andosol úmbrico (69.59 
%), este suelo es un derivado de la ceniza volcánica, se distingue por la alta 
capacidad de retención de humedad y fijación de fósforo. Como suelo secundario 
existe el Luvisol crónico (19.6 %), se trata de suelos de color pardo intenso o 
rojizo, de buena fertilidad y textura arcillosa; no son suelos recomendables para el 
desarrollo urbano; presentan drenaje interno eficiente y si son empleados en 
labores agrícolas requieren de fertilización. El resto de los suelos son de tipo 
Phaeozem (6.20 %) (Esparza, 1999). 
 
Vegetación 
 
Dentro del municipio la vegetación corresponde a una zona en la cual los pinares 
son muy característicos, encontramos tres principales tipos de vegetación según 
Rzedowski (2005), una comunidad bien definida de bosque de Abies, bosque de 
Quercus, de las especies de encino existen cuatro especies dominantes: encino 
de hoja de laurel, Quercus laurina, encino de hojas crasas, Quercus magnolaefolia 
y Quercus mexicana. En el bosque de Pinus existen las especies de Pinus 
 
22 
 
montezume, Pinus hartwegii, Pinus patula y Abies religiosa. Encontrando también 
diferentes especies de arbustos y herbáceas. 
 
Uso de Suelo 
 
Del total de la superficie del municipio 1,668.98 hectáreas están destinadas al uso 
agrícola lo que representa el 13.36 %; principalmente se cultiva el maíz. Como 
resultado de las condiciones del terreno, la agricultura que se ha desarrollado es 
de temporal orientada principalmente al autoconsumo, donde podemos encontrar 
las siguientes: maíz, frijol, chícharo, haba, cebada, trébol, berro, nabo, rosas de 
diversas especies, epazote, palma real, girasol, calabaza, trigo, chilacayote, 
huauzontle, cebolla, ajo, apio, papa, perejil y cempasúchil. También se producen 
en regular escala algunas variedades de maguey; dentro de las cactáceas se 
produce el nopal. Algunas plantas medicinales que podemos encontrar son 
manzanilla, árnica, ajenjo, hierba del ángel, hierbabuena, cedrón, ruda, 
ipecacuana, flor de saúco, tabaquillo y romero. Tambiénse producen en mediana 
escala algunas variedades de maguey; dentro de las cactáceas se produce el 
nopal (Esparza, 1999; H. Ayuntamiento de Jilotzingo, 2014). 
 
Los frutales propios de regiones frías también se producen y desarrollan en esta 
región, como son algunas variedades de perón, manzana, tejocote, ciruelo, 
chabacano y durazno cimarrón (Esparza, 1999; H. Ayuntamiento de Jilotzingo, 
2014). 
 
La vegetación de bosques de coníferas, típicos de los sistemas 
montañosos, representan aún la mayor parte de la extensión territorial (67.56 %), 
con árboles adaptados a latitudes elevadas y húmedas; así como los bosques de 
oyamel, que se ubican a una altitud de los 2,500 a los 3,600 m s.n.m. formando 
manchones aislados que se localizan en laderas, cañadas o cerros. Sin embargo 
en los últimos años estas áreas se han visto afectadas por el saqueo ilegal de 
madera a través de la tala clandestina, de raíz de zacatón y de tierra de monte 
 
23 
 
(Plan Municipal de Desarrollo Urbano de Jilotzingo, 2003). Un área aproximada de 
550.87 hectáreas (4.41 %) son dedicadas al uso urbano y 5.53 % son 
considerados pastizal (INEGI, 2009). 
 
Hidrografía 
 
Debido a su altitud sobre el nivel del mar por ser una zona boscosa, el municipio 
de Jilotzingo es una importante cuenca hidrológica. El arroyo más caudaloso es el 
llamado río de Santa Ana, que se convierte en el “río” de la Colmena. Este arroyo 
inicia en las proximidades del pueblo de Santa Ana, penetra al municipio de 
Atizapán de Zaragoza, pasa por Nicolás Romero e incrementa el torrente del río 
Cuautitlán. Otro arroyo de importancia en el municipio es el de Navarrete, que 
descarga en el río de la Tabla Grande o Xinte. Existe también el arroyo de San 
Luis y el de la Cañada del Silencio (Esparza, 1999; H. Ayuntamiento de Jilotzingo, 
2014). 
 
En cuanto a los manantiales, en Santa Ana los más notables son: 
Texandeje, Capoxi, Jiante, Los Capulines, y el Rincón; en Santa María Mazatla: 
Endeca y Las Tinajas; en Espíritu Santo: Pipilihuazco, Ojo de Agua y La Alameda; 
en San Miguel Tecpan: Megoh, Xote, Meje, Hierba Azul, Canta Ranas, Cieneguita; 
en San Luis Ayucán: Villa Alpina, Gundo, Los Fresnos, Cutxi, Ojo de Agua y el 
Frutal (Esparza, 1999; H. Ayuntamiento de Jilotzingo, 2014). 
 
Orografía 
 
El municipio de Jilotzingo se localiza dentro de la Región X del Sistema del Eje 
Neovolcánico Transversal, concretamente en la subprovincia de los Lagos y 
Volcanes de Anáhuac. El municipio se ubica entre cadenas montañosas, sierras, 
cerros y hundimientos, que conforman un sistema de lomeríos, por consiguiente 
la topografía es muy irregular, esto se ve reflejado en la presencia de rocas de 
origen volcánico, que han formado a lo largo de tiempo las elevaciones de Apaxco, 
 
24 
 
Dos Cabezas, Endomi, Gachupín, Geishto, Monte Alto, Ñango, El Órgano, 
Sehuayan, San Pablo, San Miguel; que forman parte de las elevaciones de la 
Sierra Monte Alto (Plan Municipal de Desarrollo Urbano de Jilotzingo Estado de 
México,2012). 
 
Fauna 
 
Actualmente la fauna se ve reducida a ciertas especies de pequeños 
mamíferos como son el conejo, hurón, tuza, cacomixtle, ratón, ardilla, tlacuache, 
armadillo, liebre y murciélago; así como diversas especies de reptiles y anfibios 
como el camaleón, lagartija, serpientes, ranas, sapos, acociles. Entre las aves que 
podemos encontrar existen especies de lechuza, pichón, tecolote, gorrión, 
golondrina, gavilán, cardenal, paloma y águila. Dentro de los insectos encontrados 
en la zona se encentran: libélula, grillo, mariposa, escarabajo, luciérnaga, araña y 
alacrán (Esparza, 1999; Valdez; 2006). 
 
Población 
 
Para el año 2010, de acuerdo a los datos del Censo General de Población y 
Vivienda, el municipio cuenta con una población de 17,970 habitantes, en donde el 
49.32 % son del sexo masculino y el 50.68 % del femenino (Plan de desarrollo, 
2005). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
25 
 
Tabla 2. Número de habitantes por localidad en el Municipio de Jilotzingo 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Grupos Étnicos 
 
Según datos del Conteo de Población y Vivienda de 1995, para este año en 
todo el municipio, sólo existían 86 personas que aún hablan alguna lengua 
indígena, entre las que predominan el otomí, mazahua y náhuatl, 70 también 
hablan español, una exclusivamente su lengua y seis más no están especificados. 
De las 70 personas, 41 son hombres y 36 mujeres. 
 
De acuerdo a los resultados que presento el II Conteo de Población y 
Vivienda en el 2010, en el municipio habitan un total de 112 personas que hablan 
alguna lengua indígena. 
 
 
26 
 
Demografía 
 
Si bien es cierto que los cambios demográficos no habían sido bruscos en más de 
cien años, en las últimas tres décadas sí muestran una tendencia altamente 
riesgosa que denota que el crecimiento natural está siendo superado debido al 
aumento de asentamientos humanos que ya invade terrenos que fueron de cultivo 
o zonas boscosas. 
 
De 1990 a 1995 se observa un considerable crecimiento poblacional, dado 
que en este periodo se registró una tasa media anual de crecimiento de 5.83. 
Las vías de comunicación que nos une a los principales centros fabriles, la falta de 
una adecuada reglamentación para venta de terrenos y edificación de viviendas, 
contribuye a que los poblados, principalmente los cercanos a Naucalpan como son 
San Luis Ayucan y Santa María Mazatla, crezcan en forma incontrolada. 
 
Actividad económica 
 
Agricultura 
 
En la región la actividad agrícola es limitada ya que el territorio principalmente es 
forestal. La agricultura, ha sido fuente de trabajo y satisfactor para el 
autoconsumo. 
 
En el presente, las actividades relacionadas con la agricultura han 
disminuido aun más, pues la cercanía de los centros fabriles y la facilidad para 
transportarse a ellos, ha originado que gran parte de la fuerza de trabajo se 
contrate en la industria y no se trabajen las tierras. 
 
Dentro del régimen ejidal o comunal existen 8,176.85 has. que en la 
práctica no son productivas ya que se carece de organización, capital, tecnología y 
seguridad en la tenencia de la tierra. 
 
27 
 
Los cultivos tradicionales son el maíz, avena y haba; aunque existen áreas 
mayores que se destinan a la siembra de la papa, tubérculo con probabilidad de 
ser rentable y que por falta de una adecuada organización su comercialización es 
deficiente. 
 
Ganadería 
 
El INEGI señala que en 1990 habían: 660 bovinos; 4,124 porcinos; 2,684 ovinos; 
140 caprinos; 862 equinos; 10,538 aves de corral; 303 conejos, 10 cajones de 
colmena. 
 
Casi todas las casas de los lugareños tienen corral con animales destinados 
al autoconsumo, como gallinas, guajolotes, mínimo uno o dos cerdos, borregos, 
etc. También existen familias que cuentan con un equino. 
 
Industria 
 
Dado el tradicional aislamiento en que se había vivido y las características de la 
región rural, en la actualidad se observa un incipiente desarrollo industrial. 
Pese al atractivo que representa la proximidad al área metropolitana, la falta de 
infraestructura básica desanima a los posibles inversionistas. 
 
Actualmente, se cuenta con pequeñas industrias: una planta recicladora de 
aluminio, una procesadora de fibras que produce hilos para la industria textil y 
pequeños talleres que producen ropa, pan y algunos otros bienes generalmente 
operados por la propia familia propietaria. Está instalada una planta procesadora 
de alimentos equipada totalmente. 
 
 
 
 
28 
 
Minería 
 
En la década de los 80’s, se inicia la explotaciónde minas no metálicas al 
instalarse “Agregados de Chiluca, S.A.” en terrenos cercanos al ejido de San Luis 
Ayucan, dedicándose a la extracción de arena y grava. La explotación se realiza 
con maquinaria pesada, seleccionadores y separadores mecánicos de tecnología 
moderna. También se explota con buenos resultados, pero con métodos más 
rústicos, la empresa ejidal de Espíritu Santo. 
 
Acuacultura 
 
La piscicultura en Jilotzingo es una actividad nueva que no ha crecido de manera 
importante a pesar de pertenecer a las importantes subcuencas hidrológicas de 
los ríos Tlanepantla y Cuautitlán, sin embargo poco a poco va en aumento 
generado ingresos económicos a un reducido sector de la población. 
 
Turismo 
 
En los últimos años se ha visto un mayor interés por ofrecer servicios como 
hospedaje en cabañas, zonas de campismo, área de actividades al aire libre, 
campo de gotcha, tirolesas, entre otros, así como restaurantes con criaderos de 
truchas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
29 
 
ESTRATEGIA METODOLÓGICA 
 
El trabajo de campo se desarrolló durante diferentes periodos entre los años de 
2013 a 2016 en la comunidad de Santa Ana Jilotzingo, Estado de México. A 
continuación se presenta un esquema donde se identifican las diferentes etapas 
de la investigación y posteriormente se hace una descripción de cada una de ellas 
(Figura 2). 
 
 
 
Figura 2. Esquema que detalla la estrategia metodológica seguida en esta investigación. 
 
30 
 
Método Etnomicológico 
 
En la primera fase de esta investigación se elaboró una descripción y analisis del 
Conocimiento Micológico Tradicional (CMT) desde una perspectiva etnográfica, la 
cual consistió en detallar las situaciones, eventos, personas, interacciones y 
comportamientos que son observables e incorporando lo que los participantes 
dicen, sus experiencias, actitudes, creencias y pensamientos (Creswell, 1998). 
 
Se realizó una visita prospectiva a la zona de estudio, se tuvieron reuniones 
con el presidente municipal y con algunos comuneros, con el propósito de informar 
sobre el objetivo de la investigación y de las actividades que se llevarían a cabo, 
para lo que se solicitó su autorización y apoyo, esta fue la primera aproximación 
que se tuvo con la comunidad, con lo que se empezaron a generar lazos de 
confianza. 
 
Posteriormente se seleccionó a los colaboradores locales para la 
investigación mediante la técnica de bola de nieve, la cual consiste en encontrar 
un caso perteneciente al grupo objeto de investigación, después éste lleva al 
siguiente y al próximo y así sucesivamente hasta alcanzar el nivel de información 
suficiente para dar por terminada la investigación. Los casos que ilustran el 
fenómeno objeto de observación tienden a crecer mediante esta estrategia de 
muestreo (Sandoval, 2002). Esto se realizó en una lógica de muestreo teórico, que 
significa que el número de “casos” estudiados carece de relativa importancia. Lo 
importante es el potencial de cada “caso” para la comprensión teórica sobre el 
área estudiada. El investigador tiene que percibir cuando ha llegado al punto 
donde las entrevistas no producen ninguna comprensión auténticamente nueva, 
así se pudieron consolidar tanto informantes clave como informantes de calidad 
(Taylor, et al., 1992). De esta manera se desarrolló la investigación con las 
personas que la comunidad reconoció como poseedoras de conocimiento sobre el 
bosque y los hongos comestibles silvestres. 
 
 
31 
 
Una vez que se contactó a los colaboradores clave de Santa Ana Jilotzingo, 
se mantuvo contacto con ellos por medio de la observación participante, la cual 
permitió tener un acercamiento más fuerte con los colaboradores. Ya que el 
investigador participa con ellos en sus actividades cotidianas, donde existe una 
compenetración con la comunidad de estudio, por medio del acercamiento, 
conversaciones y la creación de un vínculo de confianza con los pobladores, lo 
que hace posible el registro de información importante de la vida diaria de los 
habitantes; ésta práctica ayuda a evitar cambios en el comportamiento de la gente 
al saberse estudiadas, a medida que el investigador pierde su carácter de persona 
extraña y se le es más familiar a las personas, éstas le prestan menos interés a su 
presencia dentro de la comunidad, por lo que la acción es más natural (cotidiana) 
y la información es más válida (Bernard, 1995). 
 
Con los colaboradores que estuvieron de acuerdo se realizaron recorridos 
etnomicológicos a los lugares donde comúnmente las personas salen a recolectar 
hongos comestibles. En total se realizaron recorridos en 17 localidades dentro del 
Municipio de Jilotzingo con altitudes que van desde los 2200 hasta los 3100 msnm 
(Tabla 3). 
La información recabada con los colaboradores clave, fue enriquecida con 
algunos diálogos que se tuvieron con las 45 personas las cuales fueron escogidas 
al azar para realizar los listados libres (entrevistas estructuradas). 
 
Durante la observación participante y en los recorridos etnomicológicos se 
aplicaron entrevistas no estructuradas y semiestructuradas con base a lo 
propuesto por (Bernard, 1995). Las entrevistas no estructuradas consistieron en 
encuentros cara a cara entre el entrevistador y los informantes, dirigidos hacia la 
comprensión de las percepción que tienen los informantes respecto de sus vidas, 
experiencias o situaciones, tal y como las expresan con sus propias palabras. Las 
entrevistas semiestructuradas se realizaron con base en una guía de preguntas 
para obtener información referente a los nombres tradicionales, datos sobre 
fenología, biología, ecología, concepto de hongo, prácticas culinarias y transmisión 
 
32 
 
del CMT de los HCS (Anexo 1). Este tipo de entrevista se caracteriza por un 
mínimo de control sobre las respuestas del informante. 
 
La información recabada en las entrevistas se documentó por medio de 
grabaciones de audio y en una libreta de campo donde se hicieron observaciones 
y anotaciones de detalles importantes. Posteriormente se hicieron transcripciones 
de las entrevistas para su análisis. 
 
Para el análisis de los datos, primero se identificaron temas, para poder 
realizar una codificación de los datos y así refinar la información (Taylor y Bogdan, 
1984), una vez codificada la información se desarrollaron conceptos mediante el 
método comparativo constante, el cual consistió en la comparación de la 
información recogida para encontrar patrones de comportamiento e identificar 
sucesos. La comparación explora las diferencias y similitudes a lo largo de los 
Tabla 3. Localidades muestreadas en los recorridos etnomicológicos. 
Donde, B.E: Bosque de Encino, B.P-E: Bosque de pino y Encino, B.A: Bosque de Abies. 
Localidad Vegetación Altitud 
 ( msnm) 
Samunda B. E 2200 
San Antonio Bata B. P-E 2450 
Llano Grande Xinté B. P-E 2450 
Rancho Bohay B. E 2450 
Río la Mistela B. P-E 2600 
Puente del Padre B. E 2647 
Loma de Zamundá. B. E 2764 
Santa Ana B. E 2800 
Barrio el Calvario B. A 2803 
Presa Capoxi B. A, B. P 2900 
Mado B. A, B. P-E 2900 
San Miguel B. A 2950 
El Puerto B. A, B. P 3000 
Peña de Lobo B. P, B. A 3009 
Jariyal Tejanteje B. P, B. A 3100 
 
33 
 
incidentes identificados dentro de la información obtenida. El análisis comparó de 
forma explícita cada evento proporcionado por los datos con aquellos que van 
apareciendo pertenecientes a la misma categoría, explorando sus similitudes y 
diferencias (Spiggle, 1994). 
 
Para complementar la descripción del CMT se realizaron entrevistas 
estructuradas; en este tipo de entrevista cada informante está expuestoal mismo 
estímulo. La idea es controlar las preguntas para que las respuestas puedan ser 
comparadas confiablemente (Bernard, 2000). En esta investigación se aplicaron 
dos formatos diferentes de entrevista estructuradas: un listado libre y otro con 
preguntas relacionadas con información detallada de cada organismo mencionado 
en el listado. Para ello se eligió al azar a 45 personas (con edades de entre los 12 
y los 80 años) y se les solicitó que escribieran el nombre de 20 hongos 
comestibles que conocieran (Anexo 2). 
 
 El listado libre se utilizó para identificar y delimitar elementos en un 
dominio semántico y cultural. Se ha utilizado para calcular la importancia 
psicológica o cultural relativa de cada elemento perteneciente a este dominio (es 
decir, importancia, familiaridad, o representatividad) (Bernard, 2000; Ryan et al., 
2000). El listado libre se basa en tres premisas: a) la gente tiende a mencionar sus 
respuestas en orden de familiaridad, b) la gente que conoce más sobre un dominio 
semántico, enumera más elementos y c) los términos más mencionados son los 
más relevantes localmente. Con ello se pueden hacer inferencias acerca de la 
estructura cognitiva de las personas entrevistadas a partir del orden y la 
frecuencia de mención (Romney y D’Andrade, 1964; Weller y Romney, 1988; 
Bernard, 2000; Quinlan, 2005). En etnomicología el listado libre se ha utilizado en 
varias investigaciones para establecer la importancia cultural de los HCS, tomando 
como referencia la frecuencia y orden de mención como indicadores de 
importancia cultural (Montoya-Esquivel et al., 2012; Garibay-Orijel 2007). 
 
 
34 
 
El análisis de estos datos se realizó mediante la elaboración de dos 
matrices de datos en el programa Microsoft Excel 2010. La primera matriz 
correspondió a la frecuencia de mención, para obtener la sumatoria de cuantas 
personas en la entrevista mencionaron “X” etnotaxón. La segunda matriz 
correspondió a los datos sobre el orden de mención, esto significa el orden en el 
que mencionaron cada etnotaxón, el cual se calculó utilizando el valor ordinal de 
rango (VOR) a partir de la siguiente fórmula (Alonso-Aguilar 2011; Montoya-
Esquivel et al. 2003): 
 
 
 
Dónde: 
spi= para el etnotaxón 
p= es el lugar en el listado libre 
 i= 1 
 n= es el número de personas que mencionaron spi 
 
Para la segunda entrevista estructurada se llenó el formato de la entrevista 2 
(Anexo 3) para cada uno de los hongos mencionados en el listado libre, con 
información detallada de cada organismo. Con esta información se profundizó 
sobre el conocimiento micológico tradicional de los HCS en la comunidad de Santa 
Ana Jilotzingo. 
 
Con la finalidad de enriquecer la información obtenida con los 
colaboradores clave, se realizaron algunas entrevistas semiestructuradas con las 
45 personas que fueron escogidas al azar para realizar los listados libres 
(entrevistas estructuradas). 
 
 
 
 
 
 
 
35 
 
Método Taxonómico 
 
El material recolectado en los recorridos etnomicológicos fue caracterizado 
tomando en cuenta características macroscópicas en fresco (Frutis-Molina y 
Huidobro-Salas, 2013; ), posteriormente fotografiados y deshidratados de acuerdo 
con las sugerencias de Cifuentes et al. (1986). 
 
Cada ejemplar herborizado fue colocado en cajas de cartón y etiquetado. Después 
los organismos fueron revisados microscópicamente utilizando técnicas 
micológicas rutinarias, que consisten en realizar cortes finos de píleo, estípite y 
láminas. Posteriormente se hidrataron y tiñeron con reactivos como 5-15 % KOH, 
Melzer, azul de algodón, floxina, rojo Congo y alcohol para observar y medir 
estructuras microscópicas como esporas, cistidios, basidios, ascas, fíbulas, trama 
de las láminas, subhimenio, pileipellis, etc., (Largent et al., 1987). Para determinar 
los organismos taxonómicamente se utilizaron distintas claves especializadas y 
guías de campo (Bas, et al., 1995; Calzada-Dominguez, 2007; Cappello, S. y 
Cifuentes. J. 1982; Clémençon y Smith, 1983; Corner, 1970; Franco-Maass et al., 
2012; González-Ávila, 2006; González-Velázquez y Valenzuela, 1993; Gregory, 
2007; Guzmán, 1977; Guzmán, G. 2003; Hernández-Salmerón et al. 2013; 
Herrera, 1963; Kong, A. 2003; Kuo et al., 2012; Landeros y Guzman-Davalos, 
2013; McAfee y Grund, 1982; Pérez-Silva y Herrera, 1991; Petersen, 1975; 
Petersen, 1985; Petersen, 1987; Petersen, 1988a; Petersen, 1988b; Reyes-
García, 2009; Sánchez-García, 2010; Reyes-García, 2009; Sánchez-García, 2010; 
Sánchez-García et al., 2010; Santiago et al., 1984; Schild, 1995; Tulloss et al., 
1994; Uehlinga et al., 2012; Vellinga y Noordeloos, 1999; Villarruel-Ordaz et 
al.,1993; Villegas,1993). 
 
Los ejemplares fueron depositados en el HERBARIO-IZTA de la Facultad de 
Estudios Superiores Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México. El 
arreglo sistemático de las especies se basó en la clasificación propuesta en Index 
Fungorum, CABI Bioscience Databases, 2004. 
 
36 
 
RESULTADOS Y DISCUSIÓN 
 
DATOS DE LOS INFORMANTES CLAVE. 
 
En total se entrevistaron a nueve colaboradores clave, cinco de ellos fueron 
hombres y cuatro mujeres. Si bien es cierto que en otras investigaciones 
realizadas en el territorio mexicano como las de Mariaca-Méndez et al. (2001), 
Ruan et al. (2006), Valencia (2006) y Burrola-Aguilar et al. (2012) se registró que 
existen diferencias entre el conocimiento micológico tradicional que tienen los 
hombres y las mujeres; reconociendo a las mujeres de las comunidades como las 
que están mayormente involucradas en los procesos de colecta y venta de HCS. 
En el caso de esta investigación el género de las personas reconocidas como 
sabedores de los hongos no fue un factor a considerar para saber si existen 
diferencias, toda la información recabada con los nueve colaboradores clave no 
fue analizada por sexo. 
 
El 100 % de los informantes son originarios de Santa Ana Jilotzingo, su 
escolaridad va desde la primaria trunca hasta la secundaria. Las edades van 
desde los 45 a los 78 años. 
 
 
LISTADO DE ESPECIES DE HONGOS COMESTIBLES SILVESTRES. 
 
Se colectaron un total de 160 ejemplares reconocidos por los colaboradores clave 
como hongos comestibles, de los cuales se identificaron 70 taxa (Tabla 4). 
 
 
 
 
 
 
 
37 
 
 
 
 
Tabla 3. Orden sistemático de las especies de HCS de Santa Ana Jilotzingo. Clasificación basada en Kirk et 
al. (2001). Los nombres de los autores se tomaron del Index Fungorum (CABI Bioscience Databases, 2004). 
PHYLUM ORDEN FAMILIA GÉNERO-ESPECIE 
A 
S 
C 
O 
M 
I 
C 
O 
T 
A 
Hypocreales Hypocreaceae 
1. Hypomyces lactifluorum 
(Schwein.) Tul. & C. Tul. 
 
 
Pezizales 
Helvellaceae 
2. Helvella crispa (Scop.) Fr. 
3. Helvella elastica Bull. 
4. Helvella lacunosa Afzel. 
5. Gyromitra infula (Schaeff.) Quél. 
 
Morchellaceae 
 
6. Morchella conica Krombh 
7. Morchella elata Fr. 
8. Morchella esculenta (L.) Pers. 
9. Morchella sp. 
B 
A 
S 
I 
D 
I 
O 
M 
Y 
C 
O 
T 
A 
 
 
Cantharellales 
 
Cantharellaceae 10. Cantharellus cibarius Fr. 
Clavulinaceae 
 
 
 
11. Clavulina cinerea (Bull.) J. Schröt. 
12. Clavulina cristata (Holmsk.) J. Schröt. 
13. Clavulina coralloides (L.) J. Schröt 
14. Clavulina sp. 
 
 
Agaricales 
 
 
 
 
Agaricaceae 
15. Lycoperdon perlatum Pers. 
16. Calvatia sp. 
17. Agaricus sp. 
Amanitaceae 
18. Amanita sect. caesarea (Scop.) Pers. 
19. Amanita rubescens Pers. 
20. Amanita aff. novinupta 
21. Amanita vaginata (Bull.) Lam. 
Hygrophoropsidaceae 
22. Hygrophorus chrysodon (Batsch) Fr. 
23. Hygrophoropsis

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