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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE 
MÉXICO 
 
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ZARAGOZA 
 
 
 
 
“CONOCIMIENTO TRADICIONAL Y USOS DE LOS 
MAMÍFEROS TERRESTRES SILVESTRES EN DOS 
LOCALIDADES INDÍGENAS DEL BOSQUE TROPICAL 
LLUVISO DEL NORTE DE OAXACA, MÉXICO”. 
 
 
 T E S I S 
 QUE PARA OBTENER EL TITULO DE 
 BIÓLOGA 
 
 PRESENTA 
 
 ROSA ELENA GALINDO AGUILAR 
 
 
 
 DIRECTOR DE TESIS: M. en C. RAUSEL SARMIENTO AGUILAR 
 
 
 
 ASESOR INTERNO: M. en C. ALBERTO MENDEZ MENDEZ 
 
México, DF Agosto, 2012 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
ii 
 
 
 
 
 
 
Dedicatoria. 
 
 
 
 
A mis padres Francisca Aguilar Aguilar y Julián Galindo Sánchez, ejemplos de 
tenacidad. 
A mi madre por siempre amarme, apoyarme e inculcarme la educación 
académica. Agradezco enormemente su ejemplo, esfuerzo, constancia… mi 
modelo. 
A mi esposo José Ángel Rueda Barrientos, por su apoyo, amor y franqueza. 
A mis dos hijos Zizou y Tristan, mis pilares, mi vida. 
A mis hermanos Francisco, Alfonso, Jesus y Dionisio, por ser ejemplos de 
esfuerzo. 
A mis hermanas, inteligentes, bellas y sabias mujeres. A Consuelo, por su 
bondad; a Luz Maria por su ejemplo académico y a Isabel por su compañía y 
enseñanzas. Ellas me han dado muchos ejemplos y lecciones, pero sobre todo su 
apoyo incondicional. 
A todos mis sobrinos y sobrinas 
Y a amigos y amigas… 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
iii 
 
Agradecimientos. 
 
Agradezco a los habitantes de las comunidades de Monte Mario y Arroyo Macho, en 
especial a sus agentes municipales Vicente Cruz Angulo y Benito Luna Cabrera, por la 
facilidad y hospitalidad prestadas para la realización del presente trabajo. También por 
permitirme conocer y ser parte de su bello entorno, el bosque tropical. 
 
Al director de tesis M. en C. Rausel Sarmiento Aguilar y al asesor interno M. en C. 
Alberto Mendez Mendez, por apoyarme con sus comentarios, observaciones y preguntas 
durante la realización del presente trabajo. 
 
A la bióloga Tania Zuñiga por apoyarme con los mapas presentados en esta 
investigación. A Eric Forsythe y Cuezpalin Rodríguez por el apoyo para la realización y 
revisión del abstrac. A Isabel Galindo por sus observaciones al escrito. 
 
A mis sinodales por las observaciones y comentarios realizados a la presente 
investigación. 
 
A mi esposo José Ángel Rueda por el apoyo económico para realizar el trabajo de 
campo y las aportaciones a este documento 
 
A mis pequeños Zizou y Tristan por su amor incondicional, porque he aprendido mucho 
de ellos y con ellos. 
 
Al Dr Carlos Galindo-Leal por sus comentarios y observaciones al escrito. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
iv 
 
ÍNDICE 
 
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………… 1 
MARCO TEÓRICO……………………………………………………………. 3 
 Conocimiento tradicional……………………………………………....... 3 
 Los indígenas y los bosques tropicales.…………………………………. 4 
 Uso y aprovechamiento de los mamíferos terrestres silvestre en el 
……..neotrópico…………………………………………………………………. 
 
5 
 Antecedentes……………………………………………………………… 6 
JUSTIFICACIÓN………………………………………………………………. 19 
HIPÓTESIS……………………………………………………………………... 19 
OBJETIVOS…………………………………………………………………….. 20 
MÉTODO………………………………………………………………………... 20 
 Área de estudio. ………………………………………………………….. 20 
 Clima……………………………………………………………………… 21 
 Fisiografía………………………………………………………………… 21 
 Suelo………………………………………………………………………. 21 
 Hidrografía……………………………………………………………….. 21 
 Vegetación……………………………………………………………….... 21 
 Acceso……………………………………………………………………... 22 
 Las Comunidades………………………………………………………… 22 
 Elección de sitios de muestreo…………………………………………… 22 
 Entrevistas………………………………………………………………... 23 
 Análisis de datos………………………………………………………….. 24 
RESULTADOS………………………………………………………………….. 25 
 Conocimiento de los mamíferos…………………………………………. 25 
 Percepciones de los mamíferos………………………………………….. 28 
 Mamíferos consumidos…………………………………………………... 29 
 Frecuencia de consumo de los mamíferos………………………………. 31 
 Mamíferos preferidos en cuanto al sabor………………………………. 32 
 Usos de los mamíferos……………………………………………………. 33 
 Aprovechamiento de los mamíferos……………………………………... 37 
 Cacería de mamíferos……………………………………………………. 40 
v 
 
 Frecuencia de cacería…………………………………………………….. 40 
 Mamíferos preferidos por los cazadores………………………………... 41 
 Mamíferos encontrados al momento de la cacería…………………….. 41 
 Patrones de cacería………………………………………………………. 42 
 Instrumentos de captura………………………………………………… 42 
 Métodos de captura………………………………………………………. 43 
 Sitios de captura………………………………………………………….. 45 
DISCUSIÓN..……………………………………………………………………. 47 
 Características de las familias entrevistadas…………………………… 47 
 Conocimiento y cambios de abundancia de los mamíferos……………. 47 
 Consumo de los mamíferos………………………………………………. 49 
 Sabor de los mamíferos…………………………………………………... 51 
 Usos de los mamíferos……………………………………………………. 52 
 Aprovechamiento de los mamíferos……………………………………... 56 
 Usos de cada uno de los mamíferos reportados en la zona de estudio… 56 
 Cacería……………………………………………………………………. 65 
 Instrumentos de captura…………………………………………………. 67 
 Métodos de captura………………………………………………………. 68 
 Sitios de captura………………………………………………………….. 69 
CONCLUSIONES………………………………………………………………. 72 
LITERATURA CITADA……………………………………………………….. 75 
Apéndice I. Zona de estudio……………………………………………………. 88 
Apéndice II. Cuestionario………………………………………………………. 89 
Apéndice III. Percepciones de los mamíferos…………………………………. 93 
Apéndice IV. Rastros y cacería en Monte Mario……………………………… 101 
Apéndice V. Rastros y cacería en Arroyo Macho……………………………... 102 
Apéndice VI. Uso y aprovechamiento de los mamíferos en el neotrópico….. 103 
Apéndice VII. Partes aprovechadas de los mamíferos en el neotrópico para 
usos medicinales o mágico-religiosos…………………………………………... 
 
107 
Apéndice VIII. Lista de los mamíferos bajo algún estatus de protección…… 110 
 
 
 
 
vi 
 
ÍNDICE DE FIGURAS. 
 
Figura 1. Percepciones de los indígenas acerca de cambios en la abundancia de 
los mamíferos presentes en el bosque tropical del norte de Oaxaca……………… 
 
28 
Figura 2. Mamíferos consumidos por los Chinantecos…………........................... 30 
Figura 3. Mamíferos consumidos por los Zapotecos…………………………...... 30 
Figura 4. Frecuencia de menciones de los mamíferos consumidos en ambas 
comunidades……………………………………………………………….……... 
 
31 
Figura 5. Frecuencia de consumo de los mamíferos por los Zapotecos y 
Chinantecos……………………………………………………………………….. 
32 
Figura 6. Puntaje al sabor de los mamíferos consumidos por los Chinantecos y 
Zapotecos……………………………………………………………………..….. 
33 
Figura 7. Usos de los mamíferos por parte de los Chinantecos y Zapotecos…… 34 
Figura 8. Usos de los mamíferos por parte de los Chinantecos ……………......35 
Figura 9. Usos de los mamíferos por parte de los Zapotecos ………………….. 37 
Figura 10. Aprovechamiento de los mamíferos por parte de los Chinantecos y 
Zapotecos…………………………………………………………………….…... 
37 
Figura 11. Partes aprovechadas de cada uno de los mamíferos utilizadas por los 
Chinantecos………………………………………………………………………. 
38 
Figura 12. Partes aprovechadas de cada uno de los mamíferos utilizados por los 
Zapotecos………………………………………………………………..…….... 
 
39 
Figura 13. Frecuencia de cacería de Chinantecos y Zapotecos.…………......... 41 
Figura 14. Mamíferos fáciles y difíciles de encontrar al momento de la 
cacería.………………………………………………………………………….. 
 
41 
Figura 15. Instrumentos de captura utilizados por los cazadores Chinantecos y 
Zapotecos…………………………………………………………………………. 
42 
Figura 16. Métodos de captura utilizados por los cazadores Chinantecos y 
Zapotecos………………………………………………………………………… 
43 
Figura 17. Sitios de captura utilizados por los cazadores Chinantecos y 
Zapotecos.……................................................................................................... 
45 
 
 
 
 
vii 
 
ÍNDICE DE TABLAS. 
 
Cuadro 1. Mamíferos conocidos por los Chinantecos y Zapotecos en el bosque 
tropical del norte de Oaxaca……………………………………………………... 
 
26 
Cuadro 2. Nombre en Chinanteco y Zapoteco de los mamíferos del bosque 
tropical del norte de Oaxaca…………………………………………………….. 
 
27 
Cuadro 3. Mamíferos terrestres silvestres consumidos por los indígenas del 
bosque tropical en el norte de Oaxaca………………………………………….. 
 
29 
Cuadro 4. Usos de los mamíferos terrestres silvestres en Monte Mario, Oaxaca. 34 
Cuadro 5. Usos de los mamíferos terrestres silvestres en Arroyo Macho, 
Oaxaca…………………………………………………………………………… 
 
36 
Cuadro 6. Aprovechamiento de los mamíferos en Monte Mario, Oaxaca……… 38 
Cuadro 7. Aprovechamiento de los mamíferos en Arroyo Macho, Oaxaca……. 39 
Cuadro 8. Precios de la carne y la piel de algunos mamíferos en el sureste 
mexicano………………………………………………………………………… 
 
54 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
viii 
 
RESUMEN. 
 
El bosque tropical es el ecosistema terrestre más biodiverso. A su vez es el hogar de 
numerosas comunidades indígenas, las cuales aprovechan de éste la gran cantidad de 
recursos que les proporciona. Uno de los recursos más importantes para estas 
comunidades es la fauna silvestre, principalmente los mamíferos. En este contexto el 
propósito de esta investigación fue documentar y comparar el conocimiento, usos de los 
mamíferos y patrones de cacería de los Chinantecos de Monte Mario y los Zapotecos de 
Arroyo Macho en el bosque tropical del norte de Oaxaca. Durante ocho meses del año 
2011 se realizaron entrevistas a los Chinantecos y Zapotecos. Ellos reconocen 25 y 26 
especies de mamíferos respectivamente. De estas especies los Chinantecos utilizan 17 y 
los Zapotecos 15, con cuatro propósitos: alimento, comercio, evitar daños y peletero. El 
principal uso en ambas etnias es el alimenticio. Las especies más consumidas por los 
Chinantecos son el tepezcuintle, armadillo, temazate y tejón. Mientras tanto, para los 
Zapotecos son: tepezcuintle, temazate, jabalí de collar y serete. Se determinó que en la 
comunidad de Arroyo Macho hay una asociación positiva entre el consumo y el sabor 
de los mamíferos (𝜌𝑆=0.6, p=0.5), lo cual no sucede en la comunidad de Monte Mario 
(𝜌𝑆=0.27, p=0.43). Para la captura de mamíferos los cazadores Chinantecos realizan 
recorridos de día con armas, principalmente en las milpas. Mientras tanto, los Zapotecos 
realizan recorridos de día con perros, tanto en la milpa como en el acahual. Los 
resultados sugieren que en la comunidad de Monte Mario las poblaciones de mamíferos 
están bajo una mayor presión, por la conversión del bosque a potreros y el uso 
comercial. En tanto, en Arroyo Macho, la armonía de las milpas, acahuales y selva, 
junto con el menor uso sobre los mamíferos, ha favorecido que no existan cambios de 
abundancia de los mismos. La cosmovisión de los pueblos originarios ha protegido el 
bosque tropical a lo largo de los años. Sin embargo, la mayor inserción de los indígenas 
en la economía de mercado ha provocado cambios en el uso que hacen de este 
ecosistema, que es el más biodiverso y amenazado del mundo. 
 
 
 
 
 
 
ix 
 
ABSTRACT. 
 
The tropical forest is the terrestrial ecosystem with the greatest biodiversity. It is also 
homeland to many indigenous communities, who take advantage of the large amount of 
resources available there. One of the most important resources for these communities is 
the wildlife, especially mammals. In this way, the aim of this study was to document 
and compare the knowledge, use of the mammals, and hunting patterns of two 
indigenous communities which reside in the tropical forest located in the northern State 
of Oaxaca: the Chinantecs of Monte Mario and the Zapotecs of Arroyo Macho. During 
eight months of 2011 interviews were conducted to Chinantecs and Zapotecs. They 
recognize 25 and 26 species of mammals, respectively. Of these species, the Chinantecs 
use 17 and the Zapotecs 15, with four purposes: food, trade, avoid damage, and furs. 
The principle use is food in both ethnic groups. The most consumed species by the 
Chinantecs are paca, nine-banded armadillo, red brocket deer, and white-nosed coati. 
Meanwhile for the Zapotecs they are: paca, red brocket deer, collared peccary and 
agouti. It was determined that in the community of Arroyo Macho there is a positive 
correlation between consumption and the flavor of mammals (𝜌𝑆=0.6, p=0.5), which 
does not occur in the community of Monte Mario (𝜌𝑆=0.27, p=0.43). To capture 
mammals, the Chinantec hunters went out during the day with weapons, mainly in the 
field crops. On the other hand, the Zapotecs hunt by day with dogs in the field crops and 
acahual. The results suggest that in the community of Monte Mario, the mammal 
populations are under greater pressure due to the conversion of the forest to pasture and 
the commercial use of the mammals. Meanwhile, in Arroyo Macho, the harmony of the 
field crops, acahual and forest, along with lesser use of mammals, has favored and 
maintained the stable mammal population. The cosmovision of the indigenous peoples 
has protected the tropical forest throughout the years. Nevertheless, increasing 
participation of indigenous peoples in the market economy has caused changes in their 
use of this ecosystem, which is the most biologically diverse and threatened in the 
world. 
 
 
 
1 
 
INTRODUCCIÓN. 
 
De los más de 170 países, sólo 12 albergan en conjunto del 60 al 70% de la 
biodiversidad (Conabio, 1998), entre estos países que son considerados Megadiversos, 
México ocupa el tercer lugar después de Brasil e Indonesia (Ceballos et al. 2002). En 
nuestro país un importante componente de la diversidad biológica son los mamíferos 
terrestres. México cuenta con 12% de las especies de mamíferos existente en la Tierra, 
en 1.6% de la superficie continental del planeta (Ceballos et al. 2002). Para el país se 
cuentan 488 especies de mamíferos (de las cuales 160 son endémicas), clasificadas en 
166 géneros, 39 familias y 11 ordenes (Ceballos et al. 2005). Dentro de estas especies 
encontramos tanto mamíferos diminutos como musarañas (Cryptotis peregrina) de 3 
gramos de peso, hasta bisontes (Bison bison) de 907 kilogramos. México ocupa el 
primer lugar en mamíferos terrestres en el continente americano (Dirzo, 1992) y el 
segundo a nivel mundial (Conabio, 1998). Esta gran diversidad responde a la historia 
geológica, topografía accidentada, influencias oceánicas y regímenes pluviales. Aunado 
a esto México es el único país que contiene la totalidad de un límite continental entre 
dos regiones biogeográficas: la neártica y la neotropical, que inciden en el desarrollo de 
una gran cantidad de ecosistemas (Arita y Paniagua,1993 y Arriaga, 2000). 
 
Uno de los ecosistemas más importantes tanto para el planeta como para México, son 
los bosques tropicales (selvas tropicales). Éstos proveen una inmensa riqueza, alojan 
entre 50 y 80% de las especies existentes en la tierra (Estrada y Coates, 1995), es 
también uno de los ecosistemas más diversos, intrincados, antiguos y complejos de la 
Tierra (Myers, 1984). Originalmente la extensión del bosque tropical comprendía 
110,000 km2 de vegetación, equivalente al 6% de la superficie total del país (Estrada y 
Coates, 1995). Sin embargo, en los últimos 40 a 50 años ha estado sujeto a un intenso y 
extenso proceso de destrucción, aniquilándose 237,000 ha al año. Esta tendencia ha 
ocasionado la pérdida de 80 a 90% de la extensión original (Estrada y Coates, 1995). De 
la cual el 58% es destinada para pastoreo ineficiente, que desperdicia el espacio a razón 
de 1 o 2 cabezas de ganado por hectárea, 10% para agricultura de producción muy 
limitada, 9% para caminos y construcciones y 22% se pierde por incendios (Masera et 
al. 2002 y Toledo et al. 1993). 
 
2 
 
Por otro lado, el bosque tropical, con su variedad y riqueza biológica, ha permitido y 
alentado el desarrollo del 32% de los grupos étnicos del país (Moran, 2000). Debido a la 
interacción ancestral de los pueblos indígenas con el bosque tropical ellos han logrado 
adquirir conocimiento sobre el complejo ecosistema en el que viven y la biodiversidad 
de la que esta compuesta. Este conocimiento se da de manera colectiva y es de carácter 
intergeneracional y acumulativo (Bekers, 2000 y Toledo, 2008). Cada etnia construye 
una imagen distinta de su naturaleza, percibe de manera diferente los bienes o riquezas 
encerradas en ella y como consecuencia adopta una estrategia particular de uso. En 
México, las culturas indígenas de las zonas cálido-húmedas han seguido la estrategia de 
uso múltiple, la cual tiene diferentes componentes, que puede incluir: milpa, huerto 
familiar, cuerpos de agua, ganadería, selvas secundarias y selvas primarias. De estos 
elementos, las selvas primarias para estas comunidades son de suma importancia, ya 
que de ella obtienen toda una gama de alimentos como: vitaminas de origen vegetal 
(frutos, verduras, raíces, tubérculos, bulbos, granos y semillas), así como proteína 
animal obtenida a partir de la caza de fauna silvestre (Toledo, 2008). 
 
Para las comunidades indígenas la fauna silvestre es uno de los recursos más 
importantes, por lo que han utilizado intensamente una amplia diversidad de especies 
con diversos usos: vestido, evitar daños a sus cultivos y/o su ganado, peleteros, 
comerciales (escala local), artesanales, medicinales, ornamentales, mascotas y 
alimenticios (Ojasti, 1993). Por lo que su aprovechamiento es una práctica común (Carr, 
1996). Gran parte de las especies son cazadas mediante métodos rústicos, como: 
trampas, machetes, con ayuda de perros y armas de fuego de bajo calibre (Centeno y 
Arriaga, 2010; Guerra, 2001: Escobedo et al. 2006; Lorenzo et al. 2007; Morales y 
Villa, 1998; Moreno, 2009; Naranjo et al. 2004; Quijano-Hernández y Calmé, 2002; 
Ramírez Barajas et al. 2006 y Tlapaya-Romero, 2008). El principal objetivo de la 
cacería es el uso alimenticio. A esta actividad se le conoce como cacería de subsistencia; 
que se define como la extracción de fauna silvestre con fines de auto-consumo, sin 
motivos comerciales (Guerra, 2001). La importancia de la cacería de subsistencia junto 
con la pesca radica en que es la principal o única fuente de proteína animal para muchas 
comunidades indígenas (Ojasti, 1993). 
 
Estudios realizados en el sureste mexicano (Centeno y Arriaga, 2010; Escamilla et al. 
2000; Guerra, 2001; Hernández y Segovia, 2010; Leon y Montiel, 2008; Lira, 2006; 
3 
 
Moreno 2009; Méndez y Montiel, 2007; Morales y Villa, 1998; Naranjo et al. 2004; 
Quijano–Hernández y Calmé, 2002 Ramírez Barajas et al. 2006 y Reyes, 2010) 
demuestran que el bosque tropical es un área de cacería intensa donde los mamíferos 
medianos y grandes como: tepezcuintle (Cuniculus paca), tejón (Nasua narica), 
armadillo (Dasypus novemcinctus), cereque (Dasyprocta punctata), jabalí de labios 
blancos (Tayassu pecari), jabalí de collar (Pecari tajacu), temazate (Mazama 
americana) y venado cola blanca (Odocoileus virginianus) son las especies más 
consumidas. Y otras especies como el mapache (Procyon lotor) y los felinos: jaguar 
(Panthera onca), puma (Puma concolor) y ocelote (Leopardus pardalis), están sujetas a 
una fuerte presión de cacería, por el daño real o potencial que pueden causar a los 
animales domésticos, a la agricultura y a los habitantes de las comunidades rurales 
(Naranjo et al. 2010). 
 
En el sureste mexicano se encuentra el estado de Oaxaca, que es el de mayor riqueza y 
diversidad biológica en el país (Ordoñez, 2002). Este cuenta con el mayor número de 
provincias bióticas (Briones, 1988), concentra el 50% de la riqueza faunística de 
vertebrados en el país (Ordoñez, 2002), el mayor número de vertebrados endémicos 
(536 especies; Flores y Geréz, 1989) y ocupa el primer lugar en número de mamíferos 
(Briones-Salas y Sánchez-Cordero, 2004; con 261 taxones). El estado está dividido en 
30 distritos; dos de ellos: Ixtlan y Tuxtepec se encuentran en la porción Norte, ocupan el 
segundo y octavo lugar en mamíferos terrestres registrados para el estado (Briones-
Salas y Sánchez-Cordero, 2004). En estos dos distritos se encuentran localizadas dos 
etnias: los Chinantecos en Monte Mario (Tuxtepec) y los Zapotecos en Arroyo Macho 
(Ixtlan), quienes están asentadas dentro del bosque tropical y tienen una larga historia en 
este ecosistema (Toledo et al. 2003). 
 
MARCO TEORICO. 
 
Conocimiento Tradicional 
 
El conocimiento tradicional o conocimiento indígena ha sido definido por Bekers 
(2000), como: un cuerpo acumulativo de conocimientos, prácticas y creencias que 
evoluciona a través de procesos adaptativos y es transmitido mediante formas culturales 
de una generación a otra acerca de las relaciones entre seres vivos, incluyendo los seres 
4 
 
humanos, con su medio ambiente. El conocimiento tradicional representa generaciones 
de experiencias, observaciones cuidadosas y experimentos de prueba y error, es 
dinámico y todos los miembros de una comunidad tienen conocimiento tradicional. La 
cantidad y calidad varía de acuerdo a diversos factores como: edad, educación, género, 
profesión, estatus social y económico, disponibilidad de tiempo, experiencias diarias, 
aptitudes, capacidad intelectual, nivel de curiosidad, habilidad de observación, 
influencias externas, así como roles y responsabilidades en la casa y comunidad, entre 
muchos otros (Grenier, 1998 Prieto, 2004 y Werner y Schoepfle, 1989). Los diversos 
factores ejercen influencia en el conocimiento acerca del medio y de la manera en que 
ellos lo utilizan, provocando que para cada zona ecológica y sus habitantes este sea 
diferente. 
 
En el caso de los grupos originarios que habitan la selva, debido a su interacción 
ancestral con este ecosistema, han construido a lo largo del tiempo diferentes 
concepciones de la naturaleza, así como diferentes formas de manejarla, producto de su 
cotidiana interacción con el medio. Estos conocimientos se encuentran en un proceso 
continuo de formulación, adaptándose a las condiciones imperantes en momentos 
determinados (Ruan-Soto et al. 2009). Una de las condiciones a las que se ven 
expuestas las culturas indígenas en nuestro país es la transculturalización. Es común que 
los indígenas salgan de sus comunidades en busca de “mejores oportunidades”. De esta 
manera se ven expuestos a diversos factores que provocan cambios en la forma de cómo 
percibían a la naturaleza. Por lo tanto al regresar a sus comunidades llevan consigo 
nuevos conocimientos que provocan diferentes formas de apropiación de sus recursos. 
 
Los indígenas y los bosques tropicalesLos indígenas tienen una larga historia en los bosques tropicales. Veintidós grupos 
étnicos habitan las zonas tropicales húmedas de México. Estas etnias son habitantes 
exclusivos, parciales o casuales de este ecosistema. Para los Chinantecos, Chontales, 
Totonacos, Huastecos, Zoques y Lacandones esté ha sido su principal hábitat. En tanto, 
habitantes parciales son los Zapotecos, Mayas y Náhuatl y habitantes casuales son los 
Tepehuas, Huaves, Mixtecos, Chujes, Mames y Tzotziles (Toledo et al. 2003). Gran 
parte de estas etnias utilizan un sistema tradicional de agricultura denominado roza-
tumba y quema, el cual consiste en el corte de hierbas, arbustos y árboles, finalmente 
5 
 
antes de las lluvias, se queman todas las ramas y los residuos (Romero et al. 2000 y 
Toledo et al. 1993). Este sistema de agricultura es básico para estas comunidades, al 
otorgarles varios beneficios. Primero, los terrenos son utilizados para la siembra del 
maíz. Segundo, al dejar descansar estos espacios, por periodos de hasta 50 años (Toledo 
et al. 1993), aparecen comunidades vegetales denominados “acahuales” (Sarukhán, 
1964), las cuales son utilizadas como reservorio de animales silvestres que comúnmente 
consumen los pobladores rurales e indígenas. Especies de mamíferos como el venado 
cola blanca, temazate, jabalí de collar y tepezcuintle, se han reportado en este tipo de 
vegetación, incluso con una frecuencia más alta que en los bosques prístinos (Briseño et 
al. 2011; Gonzales et al. 2008; Guzmán-Aguirre, 2008 y Naughton-Treves et al. 2003). 
Los acahuales son capaces de mantener a estos mamíferos debido a que su composición 
vegetal es similar a la de los bosques prístinos (Gómez-Pompa, 1971 y Ochoa et al. 
2007). Se ha comprobado que el uso que los indígenas hacen en la Selva Lacandona, 
con intensidad y frecuencia de uso bajas, amortigua el efecto de la fragmentación dentro 
de un mosaico de áreas agrícolas, acahuales, pastizales y remanentes de bosque (Ochoa 
et al. 2007). Si este sistema funciona de la misma manera en diversas zonas tropicales 
donde se practica el sistema de roza, tumba y quema, se puede inferir que este tiene un 
enorme potencial para la conservación de la biodiversidad, a través del mantenimiento 
de especies cuyo valor para los pobladores es alto (Toledo et al. 2005). 
 
Uso y aprovechamiento de los mamíferos terrestres silvestre en el neotrópico. 
 
El uso de la fauna silvestre se refiere a todas aquellas actividades a través de las cuales 
los seres humanos obtienen un beneficio, ganancia o disfrute. Los usos pueden ser 
consuntivos (cuando se extrae el organismo) o no consuntivos (Pérez-Gil, 1998). Dentro 
de los usos consuntivos el uso alimenticio mediante la cacería de subsistencia es uno de 
los más importantes en América Latina. Es fuente vital de proteína para muchos grupos 
étnicos y rurales (Ojasti, 1993). Acerca de este tema se han desarrollado varias 
investigaciones. Los autores reportan que los cazadores prefieren más mamíferos que 
aves y más aves que reptiles (Robinson y Redford, 1986). 
 
Los usos de los mamíferos en el neotrópico son diversos, después del uso alimenticio se 
encuentran los siguientes: medicinal, comercial y evitar daños (Aldana et al. 2006; 
Aranda et al. 1999; Ávila-Nájera et al. 2011; Bolkovic, 1999; Centeno y Arriaga, 2010; 
6 
 
Cossío, 2007; Cueva et al. 2004; García et al. 2002; Guerra, 2001; Lira, 2006; Monroy-
Vilchis et al. 2008; Morales y Villa, 1998; Moreno, 2009; Naranjo et al. 2004; Racero-
Casarrubia et al. 2008; Reyes, 2010; Santana et al. 1990; Tejada et al. 2006; Tlapaya-
Romero, 2008 y Vélez 2004). Otros usos reportados son: mágico-religioso (Cossío, 
2007; Cuesta-Rios et al. 2007; Morales y Villa, 1998 y Vélez 2004), artesanal (Aldana 
et al. 2006; Ávila-Nájera et al. 2011; Centeno y Arriaga, 2010; García et al. 2002; 
Guerra, 2001; Reyes, 2010; Tejada et al. 2006; Tlapaya-Romero, 2008 y Zapata, 2001), 
mascota (Ávila-Nájera et al. 2011; Cuesta-Rios et al. 2007; Cueva et al. 2004; García et 
al. 2002; Guerra, 2001; Lira, 2006; Monroy-Vilchis, et al. 2008; Moreno, 2009; Naranjo 
et al. 2004; Racero-Casarrubia et al. 2008; Santana et al. 1990; Tejada et al. 2006; 
Vélez 2004 y Zapata, 2001) y ornamental (Centeno y Arriaga, 2010; Cossío, 2007; 
Cuesta-Rios et al. 2007; Cueva et al. 2004; García et al. 2002; Monroy-Vilchis, et al. 
2008; Morales y Villa, 1998; Naranjo et al. 2004; Santana et al. 1990; Tlapaya-Romero, 
2008 y Vélez 2004). 
 
De las especies capturadas se pueden aprovechar diversas partes. Desde la carne, que es 
la principal forma de aprovechamiento, hasta colmillos, garras, vísceras, piel, astas, 
grasa, concha, huesos, etc. (Aldana et al. 2006; Ávila-Nájera et al. 2011; Centeno y 
Arriaga, 2010; Cossío, 2007; Cuesta-Rios et al. 2007; Cueva et al. 2004; García et al. 
2002; Guerra, 2001; Monroy-Vilchis, et al. 2008; Morales y Villa, 1998; Naranjo et al. 
2004; Reyes, 2010; Santana et al. 1990; Tlapaya-Romero, 2008; Vélez 2004 y Zapata, 
2001). 
 
Antecedentes 
 
En Guatemala las comunidades Mayas- Q'eqchi' del Parque Nacional Laguna Lachuá 
cosechan 15 especies de mamíferos, entre los que destacan: tepezcuintle, armadillo, 
jabalí, tejón, venado cola blanca, mapache, cereque y temazate. La principal arma para 
cazar es la escopeta calibre 22, seguido por el machete y los perros entrenados, que son 
frecuentemente utilizados en combinación con las dos armas antes mencionadas 
(Rosales et al. 2010). 
 
En el noroeste de Honduras los Miskitu consumen diez especies de mamíferos: jabalí de 
collar, armadillo, jabalí de labios blancos, venado cola blanca, temazate, tejón, 
7 
 
tepezcuintle, cereque, mono araña y mono capuchino (Cebus capucinnos). La captura de 
estos mamíferos se realiza con rifle calibre 22, escopeta calibre 16 y perros. En tanto el 
arco y la flecha son instrumentos que ya no se utilizan y las trampas son poco comunes. 
Los cazadores Miskitu utilizan como principal sitio de captura el acahual, seguido de la 
milpa y finalmente la selva (Dunn y Smith, 2011). 
 
En Panamá los indígenas Kuna capturan al jabalí de collar, tepezcuintle, cereque, tejón, 
tapir y jabalí de labios blancos, para utilizar como alimento. La mayoría de los 
cazadores utilizan la escopeta para capturar a estos mamíferos. Refieren que las parcelas 
agrícolas y las selvas secundarias son los lugares más utilizados de captura (Ventocilla 
et al. 2000). 
 
En Colombia los habitantes de Calera conocen 19 especies mamíferos, de estos, 13 son 
utilizados con los siguientes propósitos: alimento, medicina, ornamento, comercio, 
canje, caza deportiva, mascota, uso ceremonial, siendo los tres primeros usos, los más 
empleados y los que representan mayor número de especies utilizadas. Las especies que 
presentan mayor presión de uso son: borugo (Cuniculus taczanowsii), venado del 
páramo (Mazama rufina), venado cola blanca y el armadillo. Los instrumentos 
utilizados para la captura de los mamíferos son, en orden de importancia: perros, 
trampas, escopeta y otras herramientas como picas, machetes, azadones, barretas de 
hierro. Los mismos cazadores destacaron que para cada especie existe una estrategia e 
instrumento de caza (Vélez, 2004). 
 
Los pobladores del Chocó colombiano utilizan 21 especies de mamíferos, a los cuales 
otorgan diferentes usos: 17 especies se utilizan como alimento (el tepezcuintle es el más 
consumido); 12 especies se comercian entre las que destacan la ardilla roja (Sciurus 
granatensis), oso perezoso de tres dedos (Bradypus variegatus) y oso perezoso de dos 
dedos (Choloepus hoffmanni), mono aullador (Alouatta palliatta), mono tamarino 
(Sanguinus geoffroyi) y la martucha (Potos flavus); tres especies se utilizan como 
mascota: ardilla de cola roja, perezoso de tres dedos y martucha; cuatro especies se usan 
para la zoocria: tepezcuintle, ratón semiespinoso (Proechimys semispinosus) cerequey 
tlacuache negro (Didelphis marsupialis); 13 especies tienen un uso mágico-religioso, 
finalmente 10 se utilizan como ornamento, entre los que destacan los felinos por sus 
dientes y pieles (Cuesta-Rios et al. 2007). 
8 
 
Los Aduche de la Amazonia colombiana y los colonos consumen 28 especies de 
mamíferos, de los cuales destacan: el tepezcuintle, el tapir, el jabalí de labios blancos, 
ñeque (Dasyprocta fuliginosa) y guatín (Myoprocta sp, Rodríguez y van der Hammen, 
2003). 
 
Los Embera-Katíos en Colombia reconocen 30 mamíferos terrestres y hacen uso de 15 
especies. El uso principal es el alimenticio, aunque también los utilizan como mascota y 
medicina. De las especies que utilizan destacan: jabalí de collar, jabalí de labios 
blancos, tepezcuintle, temazate, armadillo, cereque y los primates del genero Ateles, 
Alouatta y Saguinus (Racero-Casarrubia et al. 2008). 
 
Los pobladores de la serranía en Mamapacha Colombia, utilizan 19 especies de 
mamíferos. Los usos que les dan a dichas especies son nueve: obtención de carne 
(46.3%), elaboración de productos medicinales (19.34%), captura para cría como 
mascota (10.85%), extracción de la piel para adornos o comercialización (7.61%), 
elaboración de productos veterinarios (7.26%), elaboración de productos artesanales 
(5.79%), elaboración de productos afrodisiacos (1.87%), venta en mercado local 
(0.96%) y cacería deportiva (0.03%). Los cazadores manifiestan que la especie más 
sabrosa es el borugo, seguida del armadillo (García, 2002). 
 
Los Ticuna en la Amazonia colombiana cazan 33 especies de mamíferos, de los cuales 
sobresalen: jabalí de collar, jabalí de labios blancos, ñeque y tepezcuintle. Para cazar a 
los mamíferos utilizan cinco instrumentos: escopeta, con la mano, cerbatana, garrote y 
lanza, en este orden de importancia (Bedoya, 1999). 
 
Los habitantes del municipio de Alcalá, en el Valle del Cauca, Colombia, conocen 31 
especies de mamíferos; las especies más mencionadas son: armadillo, ardilla de lo cola 
roja, tlacuache negro, comadreja (Mustela frenata), y conejo del bosque (Sylvilagus 
brasiliensis). Los autores identificaron 14 usos para los mamíferos, siendo el más 
importante el de la observación, seguido de la cacería. El cuarto uso es el alimenticio, en 
donde los mamíferos más importantes son: tlacuache negro, oso perezoso de dos dedos, 
armadillo y guatín. Otros usos reportados son: artesanal, comercio y medicinal. De este 
ultimo uso el zorro (Cerdocynon thous) y tejón sudamericano (Nasua nasua), son las 
especies más relevantes. Los mamíferos más demandados son: el armadillo, cereque, 
9 
 
tlacuache negro y conejo del bosque, a razón de presentar más de seis tipos de uso 
(Aldana et al. 2006). 
 
Los pobladores del Imataca en Venezuela se alimentan de 18 especies de mamíferos, 
siendo las más importantes: jabalí de collar, venado cola blanca, tapir, tepezcuintle, 
temazate y armadillo. Estas especies son cazadas con tres tipos de instrumentos, el más 
utilizado por los criollos es la escopeta, en tanto los indígenas utilizan la flecha y la 
lanza (Bisbal, 1994). 
 
Los colonos e indígenas Kichwa en el área de amortiguamiento del Parque Nacional 
Yasuní en la Amazonía Ecuatoriana cazan 33 especies de mamíferos, siendo las especies 
más capturadas: tepezcuintle, ñeque, guatín (Myoprocta acouchy), y mono lanudo gris 
(Lagothrix lagotricha). Los lugares donde acostumbran cazar son: el bosque del Parque 
Nacional Yasuní, los bosques comunitarios, las zonas intervenidas (chacras y 
pastizales), y los bosques secundarios. Los instrumentos de captura que utilizan los 
Kichwa y los colonos, ordenados según su importancia son: escopetas, machetes, 
piedras, palos, ligueras y trampas tradicionales. Refieren tres métodos de captura: 
búsqueda, espera y oportunismo. La mayoría de los mamíferos son utilizados como 
alimento, aunque también se hace uso de ellos como medicina, mascotas, adorno y 
venta (Cueva et al. 2004). 
 
Los Shuar del Bosque Protector Alto Nangaritza en Ecuador reconocen 16 especies de 
mamíferos y utilizan 11, principalmente como fuente de alimento. Las especies más 
cazadas son: tepezcuintle, jabalí de collar, armadillo, temazate y ñeque (Castro, 2008). 
 
Los Huaroni de la Amazonia Ecuatoriana capturan 14 mamíferos. Los que aportan 
mayor biomasa son: jabalí de collar, mono lanudo gris, temazate, tepezcuintle, cereque 
y saki cariblanco (Pithecia pithecia, Lu, 2010). 
 
Los Quichuas en la Amazonia ecuatoriana cazan 21 especies de mamíferos, de los 
cuales sobresalen: ñeque, jabalí de labios blancos, tepezcuintle y capibara 
(Hydrochoerus hydrochaeris), como especies utilizadas para la alimentación. Algunas 
especies se comercializan en ferias semanales: mono capuchino de frente blanca (Cebus 
albifrons), mono aullador rojo (Alouatta seniculus), mono lanudo gris, tejón 
10 
 
sudamericano y la martucha. Otras especies son apreciadas por piel y dientes: ocelote, 
jaguar y temazate. Finalmente como mascotas utilizan algunos primates (Saimiri 
sciureus, Saguinus nigricollis y Cebuella pygmaes) y ardilla roja del amazonas norte 
(Sciurus igniventris). Para poder cosechar estas especies, salen de cacería generalmente 
durante dos a tres días, excepcionalmente hasta una semana, las incursiones de cacería 
se repiten varias veces al mes (Zapata, 2001). 
 
Los Matsigenka cercanos al Parque Nacional Manu en Perú capturan los siguientes 
mamíferos: mono araña peruano (Ateles chamek), mono lanudo gris, jabalí de labios 
blancos, tepezcuintle, mono aullador rojo, titi de vientre rojo (Callicebus moloch), 
capuchino de frente blanca, capuchino café (Cebus apella), agutí café (Dasyprocta 
variegata), temazate, acouchi verde (Myoprocta pratti), tejón sudamericano, mono 
ardilla común (Saimiri sciureus) y jabalí de collar (Ohl-Schacherer et al. 2007). 
 
Los pobladores de Jenaro Herrera en Perú se alimentan de 22 especies de mamíferos, 
siendo el tepezcuintle, el jabalí de collar y el jabalí de labios blancos las especies más 
consumidas. Generalmente sale una persona de cacería; el jefe de familia, raras veces 
salen tres personas. Cada incursión dura siete días, esta actividad la realizan dos veces al 
mes, utilizando en todos los casos armas de fuego, como instrumentos de captura 
(Saldaña y Rojas, 2004). 
 
Las comunidades asentadas alrededor de la Reserva Nacional Pacaya Samiria en Perú, 
cazan 26 especies de mamíferos, de los cuales los más cosechados son los primates 
(mono capuchino de frente blanca, mono aullador rojo, capuchino café y mono lanudo 
gris), el jabalí de labios blancos y el tepezcuintle, el mamífero menos cosechado es el 
jaguarundi (puma jaguarundi, Aquino y Calle, 2003). 
 
En Bolivia los Tacana utilizan 43 mamíferos, 40 se utilizan como alimento; las especies 
más consumidas son: tapir, temazate, tejón sudamericano, agutí café, tepezcuintle y dos 
especies de monos (Ateles chamek y Alouatta sara). Refieren cuatro tipos de uso: 
alimento, artesanal mascota y medicina. A pesar que el uso alimenticio es el más 
importante, los otros tres tienen una alta frecuencia (Tejada et al. 2006). 
 
11 
 
Los pobladores en el norte de Bolivia cosechan 26 especies de mamíferos. Refieren 
cuatro especies con alta demanda: tepezcuintle, capuchino café, jabalí de collar y agutí 
café. Para la cacería de los mamíferos utilizan rifle calibre 22 (62%), escopeta calibre 
16 (34%), aunque también utilizan trampas, la mano y machetes (Rumiz y Maglianesi, 
2001). 
 
Los pobladores en el municipio de Fénix Paraná en Brasil conocen 30 especies de 
mamíferos. Los mamíferos preferidos para la caza son: capibara, venado (Mazama sp), 
tejón sudamericano capuchino negro (Cebus nigritus) jabalí de collar, armadillo 
(Dasypus sp), tapir, oso hormiguero gigante (Myrmecophaga tridactyla), agutí brasileño 
(Dasyprocta azarae), mono aullador café (Alouatta guariba). La caza se realiza en lasinmediaciones o al interior de del Parque Estadual Vila Rica do Espíritu (Rocha-Mendes 
et al. 2005). 
 
Los pobladores de la Amazonia mato-grossense cazan 17 especies de mamíferos, de 
estos 85.8% se capturan para consumo de carne, 8.0 % por causar daños al ganado y 
6.2% fueron capturados durante la cacería por representar un daño para el cazador o el 
perro. Las presas que más cazan son: jabalí de collar y jabalí de labios blancos. Las 
técnicas de caza que utilizan los pobladores son: a la espera (tapir, jabalí de labios 
blancos, jabalí de collar, y venados), recorrido de día con perros, recorridos de día sin 
perros y trampas (armadilhas), estas últimas sirven para cazar pequeños felinos (Trinca, 
2006). 
 
Los pobladores en la Amazonia Brasileña refieren que cazan 10 especies de mamíferos, 
las especies preferidas son: agutí (Dasyprocta sp), tepezcuintle, jabalí de collar y 
venado gris (Mazama gouazoubira) Para cosechar a los mamíferos, los cazadores 
utilizan cuatro métodos de captura: espera en comederos, oportunista, armadilha 
(trampas), cacería con perros, en este orden de importancia. De acuerdo con los 
entrevistados, hay un aumento en el esfuerzo de caza, mencionan que antes la cacería 
era más rápida que hoy (Cordeiro y Drumond, 2007). 
 
Los Waimiri Atroari en la Amazonia central de Brasil consumen 19 especies de 
mamíferos, destacando mono araña de cara roja (Ateles paniscus), jabalí de collar, jabalí 
de labios blancos, tapir, mono aullador rojo (Alouatta seniculus) y tepezcuintle. Hay una 
12 
 
clara variación de la cacería entre la estación seca y lluviosa (Souza- Mazurek et al. 
2000). 
 
La comunidad rural de Santiago del Estero en Argentina utilizan 15 especies de 
mamíferos terrestres, las especies más cazadas son el quirquincho bola (Tolypeutes 
matacus), conejo de los palos (Pediolagus salinicola), y la vizcacha (Lagostomus 
maximus). Los usos que los pobladores rurales les dan a los mamíferos son: alimento 
humano y alimento para perros (en ocasiones los subproductos pueden comercializarse). 
Para cazar a los mamíferos los pobladores utilizan principalmente la escopeta y el rifle, 
pero también utilizan otros instrumentos como: perros, honda, boleadora, trampas o de 
forma manual (Richard et al. 1996). 
 
Los pobladores del Chaco semiárido en la provincia de Salta Argentina utilizan 23 
especies de mamíferos, de diferentes formas, la mayoría de las especies tiene más de un 
uso. Para alimento utilizan 17 especies, para control 10 y para comercio 15, cabe señalar 
que el comercio puede ser tanto de carne, de piel o el animal completo. Las especies 
más capturadas son: venado gris, tres especies de jabalís, principalmente el jabalí de 
collar y cuatro especies de armadillos, del que destaca quirquincho bola. Cabe señalar 
que estas especies son apreciadas como alimento (Barbarán, 2003). 
 
Los pobladores de las cercanías de la Reserva Provincial Copo Argentina utilizan 23 
especies de mamíferos, con cinco propósitos de uso: alimenticio, medicinal, venta de 
piel o cuero, venta vivo y evitar daños. Las especies más cazada son tres: quirquincho 
bola, venado gris y quirquincho grande (Chaetophractus villosus). Para la obtención de 
animales los pobladores suelen recorrer distancias no mayores a 15 Km, a caballo, en 
bicicleta o a pie, siempre acompañados de sus perros, utilizan machetes y quien cuenta 
con un arma, la lleva consigo (Bolkovic, 1999). 
 
En México. 
 
Los pobladores de San Nicolás de los Montes en San Luis Potosí refirieron información 
acerca del conocimiento, uso y valor cultural de seis especies de mamíferos: venado 
cola blanca, venado rojo (Mazama temama), armadillo, jabalí de collar, tejón y 
tepezcuintle, los cuales se utilizan como alimento, medicina, ornamento, artesanías, 
13 
 
mascota y vestido. De las seis especies mencionadas aprovechan: carne, astas, sangre, 
hígado, piel, médula, grasa, concha y colmillos. Las especies que se consumen con más 
frecuencia son los venados y el jabalí, tres son las especies que se consumen en menor 
proporción: el tejón, el armadillo y el tepezcuintle (Ávila-Nájera et al. 2011). 
 
Los pobladores de los alrededores de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán en 
Jalisco utilizan 26 especies de mamíferos como: alimento, medicina, mascota, 
ornamento y comercio. Las especies utilizadas son: tlacuache blanco, armadillo, conejo 
castellano (Sylvilagus floridanus), conejo de monte (Sylvilagus cunicularis), ardilla gris 
(Sciurus aureogaster), ardilla gris del pacifico (Sciurus colliaei), dos especies de tesmo 
(Spermophilus variegatus y Spermophilus annulatus), dos especies de tuza 
(Pappogeomys bulleri y Cratogeomys gymnurus), coyote, zorra gris (Urocyon 
cinereoargenteus), tejón, mapache, nutria, zorrillo de nariz porcina (Conepatus 
leuconotus), zorrillo listado (Mephitis macroura), zorrillo (Spilogale putorius), jaguar, 
puma, tigrillo, ocelote, jaguarundi, gato montes (Linx rufus), jabalí de collar y venado 
cola blanca. Los productos que utilizan de los mamíferos son ocho: carne, grasa, cola, 
piel, pelos, colmillos, rumen y astas (Santana et al. 1990). 
 
Los pobladores de la cuenca de México utilizan 18 especies de mamíferos: tlacuache 
blanco, armadillo, conejo de los volcanes (Romerolagus diazi), conejo de monte, conejo 
castellano, ardilla gris, ardillón de roca (Spermophilus variegatus), cuinique 
(Spermophilus adocetus), zorra gris, coyote, cacomixtle (Bassariscus sumichrasti), 
tejón, mapache, zorrillo de nariz porcina, zorrillo listado, zorrillo, gato montés y venado 
cola blanca. Estas especies se utilizan para: alimento (60%), comercio (30%) y medicina 
(10%). De todos los mamíferos se aprovecha la carne, excepto de la zorra gris y el 
cacomixtle. De los cuales solo se aprovecha la piel. En el caso de los conejos, tejón y 
mapache además de la carne también se aprovecha la piel. Finalmente el coyote es 
quien tiene más partes aprovechadas: carne, piel y excreta (Aranda et al. 1999). 
 
Los pobladores de la Sierra Nanchititla en el Estado de México hacen uso de 16 
especies de mamíferos: conejo castellano, venado cola blanca, armadillo, tejón, 
tlacuache blanco, ardilla, zorrillo, zorrillo de nariz porcina, zorrillo listado, tigrillo, 
jabalí de collar, puma, zorra, coyote, ocelote, tuza y jaguarundi. Reportan cinco tipos de 
usos: alimento, medicinal, ornato, comercio y mascota, en ese orden de importancia. 
14 
 
Las partes que aprovechan de los mamíferos cazados son: carne, cola, piel, 
extremidades, astas, orejas, cráneo, grasa, moquillo, bilis y dientes (Monroy-Vilchis et 
al. 2008). 
 
Los pobladores de dos comunidades en Hueytamalco Puebla conocen 36 especies de 
mamíferos terrestres y hacen uso de 33, las cuales utilizan de diez formas diferentes: 
alimento, cautiverio, medicina, ornamento, cacería, comercio, nocivo, superstición, 
mágico y otros. Las especies que se consumen son 16: venado cola blanca, zorra, 
zorrillo, nutria, tejón, mapache, martucha, tlacuaches, conejo castellano, puerco espín, 
tuza, ardilla gris, ardilla roja, armadillo y oso hormiguero. Cabe mencionar que 17 
especies son cazadas por considerarse nocivas (Cossío, 2007). 
 
En los cafetales del centro de Veracruz, los pobladores de Teocelo-Coatepec capturan 15 
especies de mamíferos; de los cuales ocho son utilizados como alimento: ardilla gris, 
ardilla roja, armadillo, conejo castellano, mapache, oso hormiguero, tejón y tlacuache 
blanco. Mientras tanto, los pobladores de Huatusco (en la misma zona) capturan 11 
especies, de las cuales nueve son empleadas para fines alimenticios: armadillo, conejo 
castellano, serete, jaguarundi, mapache, tejón, zorrillo, tepezcuintle y tlacuache blanco. 
Para ambas comunidades se reportan ocho propósitos de captura: alimenticio, 
ornamental, diversión, comercio, artesanal, evitar daños, medicinal y por ataques a los 
perros. En Teocelo-Coatepec se empleancuatro métodos de caza: perro (41%), trampa 
rústica (18%), trampas de alambre (18%), y arma de fuego (16%). En tanto, en 
Huatusco, se refieren tres métodos: arma de fuego (53%), arreada (33%) y trampa 
rustica (18%, Tlapaya- Romero, 2008). 
 
Los pobladores de Catemaco en Veracruz capturan 12 especies de mamíferos: tlacuache 
blanco, armadillo, conejo (Silvilagus sp), tepezcuintle, martucha, tejón, cacomixtle, 
zorrillo, mono araña (Atteles geoffroyi), jabalí de collar, temazate y venado cola blanca. 
Los usos que les dan a los mamíferos cazados son cinco: alimenticio, ornamento, 
peletero, medicinal, comercio. El aprovechamiento de los animales es principalmente la 
carne y la cabeza de los venados (que se llevan como trofeo). Cabe señalar que en el 
caso de la nutria, los felinos y el venado cola blanca también utilizan las pieles. Los 
cazadores deportivos de Catemaco salen a cazar entre tres y seis individuos, sus salidas 
pueden variar entre tres y diez días. Utilizan cuatro métodos de captura: armas de fuego 
15 
 
de diferentes calibres (12,16, 20 o 22 mm), perros (normalmente 10-15), tapanco; este 
consiste en esperar sobre tarimas de madera construidas sobre o cerca de un árbol 
fructificando, a dos o tres metros de altura, y la emboscada o arriada; la cual consiste en 
colocarse en diferentes puntos por donde se piense que pasara la presa, mientras que 
otro de ellos con ayuda de los perros, provoca la huida de la presa en dirección a los 
cazadores. (Morales y Villa, 1998). 
 
Los pobladores de las comunidades aledañas al Parque Estatal de La Sierra en Tabasco 
usan 14 especies de mamíferos: mono araña, oso hormiguero (Tamandua mexicana), 
armadillo, conejo (Silvilagus sp), tuza, tepezcuintle, puerco espín (Coendou mexicanus), 
serete, martucha, tejón, mapache, jaguar, jabalí de collar y venado cola blanca. Los 
mamíferos tiene cinco usos: alimenticio, evitar daños, medicinal, ornato y artesanal. En 
todas las especies se aprovecha la carne, a excepción del puercos espin y el jaguar. Del 
primero se aprovecha únicamente las espinas y del jaguar la piel y la grasa. En el caso 
del armadillo se aprovecha además el caparazón. Para el tejón se reporta el pene. Para el 
jabalí de collar y el venado cola blanca se refiere además la piel y la cabeza en el caso 
del venado cola blanca. Los instrumentos de captura utilizados por los cazadores son: 
rifle calibre 22, rifles junto con perros y machetes. El principal método de captura que 
utilizan para cosechar mamíferos es una práctica conocida como montear; la cual 
consiste en salir a cazar con ayuda de perros, machetes y armas de fuego. Es realizada 
principalmente de noche, cuando muchos animales salen de sus madrigueras para 
alimentarse. Otros métodos mencionados son: trampas artesanales y perros (Centeno y 
Arriaga, 2010). 
 
Los pobladores de las comunidades Playón de Gloria, Reforma Agraria y Flor de 
Marqués aledañas al suroeste de la Reserva de la Biosfera de Montes Azules en la Selva 
Lacandona Chiapas, reconocen 35 especies de mamíferos terrestres silvestres: tlacuache 
dorado (Caluromys derbianus), tlacuache negro, ratón tlacuache (Marmosa mexicana), 
tlacuache cuatro ojos café (Metachirus nudicaudatus), tlacuache cuatro ojos gris 
(Philander opossum) comadreja, mono aullador, oso hormiguero, armadillo cola 
desnuda (Cabassous centralis), armadillo, zorra gris, jaguar, tigrillo, jaguarundi, zorrillo 
nariz de cerdo, viejo de monte, martucha, mapache, tejón, coyote, tapir, jabalí de labios 
blancos, jabalí de collar, venado cola blanca, temazate, dos especies de ardilla gris y 
ardilla café, tuza (Orthogeomys hispidus), dos especies de ratones (Heteromys hispidus 
16 
 
y Mus musculus), dos especies de ratas (Tylomys nudicaudus y Nyctomys sumichrastri), 
cereque, tepezcuintle y conejo del bosque. De las 35 especies que reconocen se 
alimentan de 24, de las cuales destacan: jabalí de collar, venado cola blanca, temazate, 
jabalí de labios blancos, tepezcuintle, tejón y mapache. Los usos que les dan a los 
mamíferos son cuatro: alimento (37.8%), mascota (1.2%), medicinal (2.5%) y evitar 
daños (58.5%). Lo que los pobladores aprovechan de los mamíferos es la carne y en 
muy pocas ocasiones la piel y las vísceras (Moreno, 2009). 
 
Los indígenas del oeste (Bethel, Nueva Palestina y Lacanjá-Chansayab) y los 
pobladores mestizo del suroeste (Playón de Gloria y Flor de Márquez) de la Reserva de 
Montes Azules en la Selva Lacandona reconocen 31 especies de mamíferos terrestres, 
23 son utilizadas como alimento: tlacuache negro, tlacuache cuatro ojos, armadillo, 
armadillo cola desnuda, oso hormiguero, mono aullador, mono araña, puma, nutria, 
viejo de monte, martucha, mapache, tejón, tapir, jabalí de labios blancos, jabalí de 
collar, venado cola blanca, temazate, tepezcuintle, cereque, ardilla, tuza y conejo del 
bosque. Los propósitos de captura son seis: alimento (73.6%), evitar daños (18.1%), 
peletero/comercial (3.1%), artesanal (2%), medicinal (2%) y mascota (1.3%). Las 
especies preferidas por los pobladores para consumo son: tepezcuintle, venado cola 
blanca, temazate, jabalí de collar y armadillo, en ese orden de importancia. Por otro 
lado, el jabalí de collar, mapache, tejón, tepezcuintle y tuza son considerados animales 
dañinos. Para la cacería los pobladores utilizan los siguientes instrumentos de captura: 
rifle calibre 22, perros, escopetas calibre 16, machetes y trampas. Utilizan cinco 
métodos de captura: recorrido de día con perros, lampareo nocturno, espera en 
comederos, recorridos en cayucos y recorrido de día sin perros. Los Lacandones además 
utilizan la quema de parcelas, capturan a los mamíferos cuando estos huyen del fuego. 
Los mamíferos se capturan en cinco lugares: selva, milpa y/o potrero, acahual, rivera y 
arroyos y dentro de la Reserva. A las incursiones de cacería generalmente el número de 
personas es de una a tres, aunque en Nueva Palestina se reportan a más de cinco. La 
cacería dura generalmente de uno a tres días, a excepción de Nueva Palestina, donde los 
cazadores salen durante ocho días (Guerra, 2001). 
 
En la Selva Lacandona los Lacandones, Tzeltales y mestizos del oeste y sureste de la 
Reserva de Biosfera de Montes Azules utilizan 29 mamíferos. Señalan que el 
tepezcuintle es la especie más cazada, seguida del temazate, jabalí de collar, armadillo, 
17 
 
venado cola blanca, tejón y jabalí de labios blancos. Los usos que se hacen de estos 
mamíferos son seis: alimenticio, medicinal, ornato, evitar daños, mascota y comercio, 
cabe señalar que el principal uso, es el de obtener alimento. Para capturar a estos 
mamíferos utilizan: rifles calibre 22 (38.8%), escopeta calibre 16 (17.4%), y machetes 
(11.7%). Los métodos de captura utilizados son: perros entrenados (21%), al acecho 
(13%), y trampas rusticas (5.6%). La mayor actividad de caza ocurre en la temporada 
seca entre noviembre y marzo. Las áreas de captura utilizadas son: selva, tierras 
comunales, milpa, acahuales y dentro de la reserva de la Biosfera de Montes Azules 
(Naranjo et al. 2004). 
 
Los cazadores de subsistencia del municipio de Tzucacab en el sur de Yucatán 
consumen diez especies de mamíferos, siendo los más utilizados el temazate y el venado 
cola blanca, seguidos por el jabalí de collar y el tejón. Refieren el uso de tres técnicas de 
caza: batida (77.8%), acecho (11.2%) y lampareo (9.7%). Los cazadores emplean armas 
de fuego calibre 16, 20 y 22 junto con perros para cosechar a los mamíferos. Los 
registros de caza son mayores en la época de lluvias y en la vegetación secundaria, pero 
cabe señalar, que en la milpa el número de especies es mayor (Hernández y Segovia, 
2010). 
 
Las comunidades Mayas costeras en Campeche utilizan 13 especies de mamíferos: 
venado cola blanca, tepezcuintle, tejón, jabalí de collar, mapache, zorra gris, serete, oso 
hormiguero, jaguar, cereque, armadillo, coyote y mono araña.Los usos que hacen de 
estas especies son dos: alimento y comercial (Méndez-Cabrera y Montiel, 2007). 
 
Los mayas de Tres Reyes en Quintana Roo usan 21 especies de mamíferos, los más 
importantes son: jabalí de collar, tejón, tepezcuintle y venado cola blanca. Los 
mamíferos son usados con cinco propósitos: alimento, comercio, artesanías, medicina y 
evitar daños. El único mamífero que ocupa las cinco categorías de uso es el jabalí de 
labios blancos. El sitio donde se capturan más animales es la selva mediana, seguida del 
acahual y la milpa (Quijano-Hernández y Calme, 2002). 
 
Los mayas del ejido de Patcacab en Quintana Roo, hacen uso de nueve especies de 
mamíferos: tejón, tepezcuintle, cereque, venado y jabalí de collar, ardilla, armadillo, 
puma y temazate, es este orden de importancia. La cacería se realiza en el 97 % de los 
18 
 
casos con armas de fuego (calibre 16, 12 y 22), mientras que el resto fue con otras 
herramientas como: palo, tirahule o resortera y machete (Ramírez Barajas et al. 2006). 
Los pobladores alrededor de la reserva de la biosfera de Calakmul capturan 14 especies 
de mamíferos, las presas más cazadas son: venado cola blanca, temazate, jabalí de 
collar, jabalí de labios blancos, tepezcuintle, cereque, tejón y armadillo; los mamíferos 
que se cosechan ocasionalmente son: tapir, mapache, ocelote, jaguar, tigrillo y martucha 
(Escamilla et al. 2000). 
 
Las comunidades Mayas en la Península de Yucatán cazan nueve especies de 
mamíferos: venado cola blanca, tepezcuintle, tejón, jabalí de collar, armadillo, conejo 
del bosque, ardilla, mapache y ocelote, en este orden de importancia. Los métodos que 
utilizan para cosechar estas especies son cuatro: batida (14%), lampareo nocturno 
(15%), oportunismo (38%) y al acecho (32%, Leon y Montiel, 2008). 
 
Las comunidades Chinantecas de Cerro Mirador y San Mateo Yetla en Oaxaca 
reconocen 28 especies de mamíferos: tlacuache blanco, ratón tlacuache, tlacuache 
cuatro ojos gris, comadreja, oso hormiguero, armadillo, zorra gris, jaguar, tigrillo, 
jaguarundi, ocelote, puma, nutria, zorrillo listado, tayra (Galictis vittata), martucha, 
mapache, tejón, coyote, jabalí de collar, venado rojo, ardilla gris, tuza, dos especies de 
ratones (Reithrodontomys megalotis y Peromyscus furvus), serete, tepezcuintle y conejo 
del bosque. Estos mamíferos son utilizados con siete propósitos: alimento, evitar daños, 
comercio, medicina, cautiverio, artesanía, trofeo y herramienta. En estas comunidades, 
los Chinantecos refieren que evitan comer animales que puedan ser peligrosos como: 
jabalí, tejón y puercoespín o bien que les resulten repugnantes como: el tlacuache 
blanco y ratón (Reyes, 2010). 
 
Los pobladores de La Tuza de Monroy en Oaxaca usan 23 especies de mamíferos, los 
cuales son capturados con cinco usos: alimento, mascota, medicina, comercio y piel. 
Las especies más apreciadas por los cazadores son venado cola blanca, jabalí de collar, 
armadillo y tejón. Los cazadores del sur de Oaxaca, utilizan tres sitios para cosechar 
mamíferos: milpa (23.3%), selva mediana subperennifolia (20%), y manglar (26.6%). 
Los métodos de captura son: recorridos de día con o sin perros, lampareo nocturno y 
arreadas. Los instrumentos de captura utilizados para cosechar mamíferos son: armas de 
fuego: escopeta calibre 16 y pistolas o rifle calibre 22 (Lira, 2006). 
19 
 
JUSTIFICACIÓN 
 
El bosque tropical lluvioso es ampliamente reconocido por su riqueza biológica, 
particularmente por la diversidad de especies (Dirzo, 2004). Entre estas, sobresalen los 
mamíferos, por las prestaciones que otorgan a los pueblos originarios del neotrópico. De 
igual manera es bien documentado que este ecosistema es el más alterado, quedando en 
México solo el 10% de su extensión original (Challenguer, 1998). En el norte de Oaxaca 
se encuentra la tercera extensión más grande de bosque tropical lluvioso, después de la 
selva Lacandona en Chiapas y los Chimalapas en la porción noreste de Oaxaca 
(CONAP, 2005). Sin embargo, el uso de la fauna silvestre por parte de las comunidades 
indígenas en este estado y principalmente en este ecosistema, esta poco documentado 
(Reyes, 2010). A pesar de ser el estado más biodiverso y con mayor población indígena 
(INEGI, 2009), cuyo grado de marginación se cataloga de alto a muy alto (Anzaldo y 
Prado, 2007). En este sentido y puesto que estas comunidades tienen una estrecha 
relación con la naturaleza (Toledo, 2003), se pretende obtener información acerca del 
conocimiento, uso y estado de conservación de los mamíferos terrestres silvestres en sus 
territorios, así como registrar los patrones de cacería que utilizan. Los indígenas, al ser 
dueños de sus tierras, se convierten en aliados naturales para la conservación de la 
naturaleza, puesto que es la base de su existencia material y espiritual. El manejo 
adecuado de sus recursos biológicos es la única oportunidad para la conservación a 
largo plazo de la vida silvestre, sobre todo en países en vías de desarrollo y con alta 
biodiversidad como México. 
 
HIPOTESIS 
 
A pesar de que las dos etnias bajo estudio se encuentran asentadas en el bosque tropical 
se espera que el conocimiento, uso y patrones de cacería de los mamíferos sea distinto, 
debido a que cada etnia percibe de diferente forma los recursos que le rodean y como 
consecuencia adopta una estrategia particular de uso. 
 
 
 
 
 
20 
 
OBJETIVO GENERAL 
 
Registrar las especies de mamíferos terrestres silvestres conocidas por los indígenas de 
dos comunidades en el bosque tropical lluvioso del norte de Oaxaca, así como 
determinar el uso que hacen de ellos. 
 
Objetivos particulares 
 
1) Elaborar un listado mastofaunístico de la zona. 
2) Documentar la percepción de los indígenas locales acerca de los mamíferos 
terrestres silvestres. 
3) Registrar y comparar las especies de mamíferos terrestres silvestres consumidas 
por los indígenas de las dos comunidades de estudio. 
4) Documentar y comparar las especies de mamíferos terrestres silvestres 
preferidas en cuanto a sabor por los indígenas en las dos comunidades de 
estudio. 
5) Documentar y comparar el tipo de uso que hacen de los mamíferos terrestres 
silvestres los indígenas de las dos comunidades de estudio. 
6) Determinar y comparar cuáles son los principales productos que los indígenas de 
las dos comunidades de estudio aprovechan de los mamíferos terrestres 
silvestres. 
7) Identificar y comparar lo patrones de cacería entre los indígenas de las dos 
comunidades de estudio. 
 
MÉTODO 
 
Área de estudio. 
 
El presente estudio se realizó en dos comunidades del bosque tropical lluvioso del norte 
de Oaxaca. La primera comunidad es Arroyo Macho. Ésta se encuentra ubicada dentro 
del municipio de Santiago Camotlán, Distrito de Ixtlán, en las coordenadas 17 ̊ 
36´26.9´´ N y 96 ̊ 08´28.1´´ W, a 133 msnm. La segunda comunidad es Monte Mario, 
ésta se encuentra ubicada dentro del municipio de Ayotzintepec, Distrito de Tuxtepec, 
en las coordenadas 17 ̊ 40´33.6´´ N y 96 ̊ 09´47.3´´ W, a 130 msnm (Apéndice I). 
21 
 
Clima. El clima es cálido húmedo con lluvias todo el año (INEGI, 2009), la 
precipitación pluvial anual es 3000-4000 mm y la temperatura es de 22 ̊ a 26 ̊ C (Trejo, 
2004). 
 
Fisiografía. La zona de estudio se ubica en la Planicie Costera del Golfo, que limita por 
el occidente y el suroeste con la Sierra Madre de Oaxaca, al norte y al oriente con la 
planicie de Veracruz y al noroeste, con el estado de Puebla (Ortiz et al. 2004). 
 
Suelo. La vegetación se desarrolla sobre suelos kársticos o lateríticos originados por los 
aluviones (Alfaro, 2004). 
 
Hidrografía. El área de estudio se encuentra ubicada dentro de la cuenca del río 
Cajonos que desemboca en el Rio Papaloapan, el segundo rio más caudaloso de México. 
 
Vegetación. El tipo predominante de vegetación es la selva tropical lluviosa, el estratoarbóreo de estas selvas posee una importante riqueza de especies con diversas alturas, el 
estrato superior está compuesto por elementos de 30 a 40 metros como; roble coral 
(Terminalia amozonia), maca o palo de agua (Vochysia guatemalensis), macayo 
(Andiria galeottiana), sabino (Guatteria anómala), flor de corazón (Talauma 
mexicana), nazareno (Aspidosperma megalocarpo), ramón (Brosimum alicastrum), caca 
de niño (Pouteria campechana), zapote de mico (Licania platypus), caoba (Swietenia 
macrophylla), chico zapote (Manylkara zapota), guaciban (Albizia leucocalyx), solerilla 
(Cordia alliodora), súchil (Cordia megalantha), bari o leche maria (Calophyllum 
brasiliense), guapaque (Dialium guianense), cedro (Tapirira mexicana), palo de burra 
(Dussia mexicana) y palo prieto (Pera barbellat); en el estrato medio dominan arboles 
de 15 a 20 metros como: jobo (Spondias rdkolferi), flor de oreja (Cymbopetalum 
pensuliflorum), huevos de mono (Cymbopetalum baillonii), terciopelo (Sloanea 
tuerckheimii), ojochillo (Brosimum guianenses), aguacatillo (Nectandra membranácea), 
pilon (Hieronyma oblonga), amate (Ficus insípida), popistle (Blepharidium 
mexicanum), frijolillo (Ampelocera hottlei), aceituno o manteco (Simarouba glauca), 
calabacillo de playa (Poulsenia armata), patololote o pimienta gorda (Pimienta dioica), 
y cacahuaxóchitl (Quararibea funebris),; el estrato bajo contiene elementos de 3 a 10 
metros con dominancia de: quebrancho blanco (Pleuranthodendron lindenii), 
capulamete o higuerón (Ficus obtusifolia), macayo (Guatteria galeottiana), y hoja de 
22 
 
lata (Miconia sp). Otros elementos lo constituyen las palmas: Astrocaryum mexicanum, 
Desmoncus chinantlensis, Bacris mexicana y Chamaedorea spp, al igual que los 
bejucos como Dioscorea composita y una gran diversidad de epifitas de las familias 
Bromeliaceae y Orchidaceae (Martínez, 2007 y Torres, 2004). 
 
Acceso. El principal acceso es por la carretera No 147, Tuxtepec-Palomares, hasta la 
desviación en el poblado La Reforma, se toma esta deviación en dirección hacia 
Ayotzintepec. Una vez en este poblado hay que recorrer un camino de terracería hacia la 
comunidad de Monte Mario de 6 km. Para llegar a Arroyo Macho se cruza el puente que 
atraviesa el rio Cajonos y se sigue por un camino de terracería de 10 Km. 
 
Las Comunidades. La comunidad de Monte Mario es Chinanteca, cuenta con 23 
viviendas y 111 habitantes: 53 mayores de 15 años. Esta comunidad tiene un alto grado 
de marginación; el 53.85% de su población no tiene la primaria terminada y más del 50 
% de la población no cuenta con los servicios de agua, luz drenaje y piso firme 
(Anzaldo y Prado, 2007). 
 
La comunidad de Arroyo Macho tiene 32 viviendas y 147 habitantes (68 hombres y 79 
mujeres): 83 son mayores de 15 años. Esta comunidad se describe con un muy alto 
grado de marginación; el 69. 88% no tiene la primaria terminada y más del 60% de la 
población no cuenta con los servicios de agua, luz drenaje y piso firme (Anzaldo y 
Prado, 2007). 
 
Elección de sitios de muestreo. 
 
El estudio se llevó a cabo durante ocho meses de enero de 2011 a agosto de 2011. La 
elección de los sitios se hizo en función de dos características: 1) la ubicación dentro del 
bosque tropical y 2) la aceptación por parte de los indígenas locales. Las comunidades 
se visitaron una vez cada dos meses durante 15 días para realizar entrevistas a los 
pobladores. Cada comunidad se visitó en total 3 veces. Durante los primeros días de 
estancia se trato de obtener la confianza de la gente conviviendo con ellos en 
actividades cotidianas. 
 
 
23 
 
Entrevistas. 
 
Con el fin de documentar el conocimiento y uso de los mamíferos terrestres silvestres se 
realizaron entrevistas (Apéndice II), a los indígenas de las dos comunidades de estudio. 
La entrevista fue la principal herramienta para la obtención de datos, se 
complementaron con observaciones directas. Se realizaron la mayor cantidad de 
entrevistas por comunidad a través de varias pláticas durante las tres visitas a cada una 
de las comunidades, con la finalidad de poder ser completadas de manera clara, precisa 
y confiable. Las entrevistas se aplicaron a individuos de ambos sexos mayores de 15 
años de edad, poniendo especial atención a aquellos señalados como cazadores. Una vez 
terminada la entrevista, en la tercera visita a la zona se comentaron las respuestas más 
importantes obtenidas, para hacer una comparación y observar contradicciones o 
grandes diferencias con las primeras afirmaciones. La entrevista consistió en preguntas 
cerradas y abiertas, con la finalidad de no limitar las respuestas; así como de conocer 
información más detallada o profundizar opiniones (Dietrich, 1995). La entrevista esta 
estructurada en tres secciones: 
1). La primer parte es acerca del conocimiento de los mamíferos que habitan en los 
alrededores de la población, para lo cual me apoyé en guías de campo (Aranda 
2000), e ilustraciones de vertebrados; para verificar la identificación de la 
especie, se pidió una descripción de sus características biológicas más 
resaltantes o una evidencia del animal. Esta sección a la par nos dio información 
sobre el consumo de algún mamífero, la frecuencia y sus preferencias con 
respecto al sabor (se le pidió al entrevistado otorgara una calificación del 5 al 
10). 
2). La segunda parte nos arrojó información acerca de los patrones de cacería 
(instrumentos, métodos y lugares de caza), y los usos y aprovechamiento que 
hacen de los mamíferos terrestres silvestre. 
3). Finalmente en la tercera sección se recopilo información demográfica. 
 
Es importante señalar que las respuestas prestablecidas se hicieron al azar, para evitar 
que el orden en que se presentaron las preguntas afectara las respuestas. 
 
 
 
24 
 
Análisis de datos. 
 
Una vez obtenidos los resultados de las entrevistas, estas se capturaron en hojas Excel 
(Sampieri et al. 2003). 
Para determinar si existen diferencias significativas en el uso y aprovechamiento de los 
mamíferos entre comunidades, se realizó una prueba de independencia de 𝜒2. La misma 
prueba estadística se aplicó para determinar si existen diferencias entre los métodos y 
sitios de captura de mamíferos entre comunidades. 
Para comparar las preferencias en cuanto a sabor entre las comunidades se aplicó una 
prueba Friedman a los puntajes (escala 5 a 10) otorgados a cada una de las especies que 
consumen los indígenas, una vez obtenido este resultado se aplicó una prueba de 
Conover (SAS versión 9.0.) para determinar qué mamíferos son los preferidos en cuanto 
al sabor de su carne. 
Para determinar si hay correlación entre el consumo de mamíferos y el sabor se utilizó 
una prueba de Sperman (SAS versión 9.0.). 
Para determinar el principal uso y aprovechamiento de los mamíferos se encontraron 
intervalos de confianza basados en una proporción binomial (SAS versión 9.0.). 
Para determinar si hay diferencias entre los sitios y métodos de captura preferidos para 
cosechar mamíferos por los cazadores Chinantecos y Zapotecos se realizo una prueba de 
Friedman (SAS versión 9.0.), si había diferencias se hacia una prueba de Conover para 
determinar el sitio o método de captura preferido. 
Los lugares donde se acostumbra a cazar se reportaron en mapas, utilizando ArcView 
3.2 (Arc View Gis, 1996) 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
25 
 
RESULTADOS. 
 
Para el presente estudio se realizaron 80 entrevistas. En la comunidad Chinanteca de 
Monte Mario se aplicaron 50 entrevistas a pobladores originarios de la comunidad: 31 
hombres y 19 mujeres. La edad de los entrevistados osciló entre 15 y 70 años. La 
descripción de la población es la siguiente: 
1. El 100% de la población tiene como lengua materna el Chinanteco. 
2. El número de integrantes por familia osciló entre 1 y 8 individuos. 
3. Los pobladores se dedican principalmente a la agricultura en el casode los 
hombres y al cuidado del hogar en el caso de las mujeres. 
4. El mayor grado de estudios es primaria. 
 
En la comunidad zapoteca de Arroyo Macho se aplicaron 30 entrevistas a pobladores 
originarios de la comunidad (19 hombres y 11 mujeres). La edad de los entrevistados 
osciló entre 15 y 75 años. La descripción de la población es la siguiente: 
1. El 100% de la población tiene como lengua materna el Zapoteco 
2. El número de integrantes por familia osciló entre 2 y 12 individuos. 
3. En esta comunidad se dedican principalmente a la agricultura, tanto los 
hombres como las mujeres. Son pocas las mujeres que se dedican 
exclusivamente al cuidado del hogar. 
4. El mayor grado de estudios es primaria. 
 
Cabe señalar que en esta última comunidad, el número de entrevistas fue menor debido 
al hermetismo de algunos pobladores a revelar información y a la dificultad de los 
mismos para expresarse en Español. A pesar de que los entrevistados en Arroyo Macho 
fueron menos, se logró obtener información de todos aquellos que fueron señalados 
como cazadores. 
 
Conocimiento de los mamíferos. 
 
En la comunidad de Monte Mario los Chinantecos reconocen 25 especies de mamíferos 
terrestres silvestres, reunidas en 17 familias y ocho órdenes. En la comunidad de Arroyo 
Macho los Zapotecos reconocen 26 especies, agrupados en 18 familias y nueve ordenes. 
El Órden mejor representado en ambas comunidades es Carnívora, con las cuatro 
26 
 
familias: Canidae, Felidae, Mustelidae y Procyonidae, referidas para el estado de 
Oaxaca. De estas, la familia Felidae registró cinco de las seis especies documentadas en 
Oaxaca y en el país: jaguarundi, ocelote, tigrillo, puma y jaguar. La única especie que 
no se registró fue el gato montés. En total se registraron 12 especies de carnívoros, 
equivalente al 55% de las especies de carnívoros presentes en Oaxaca (Briones-Salas y 
Sánchez-Cordero, 2004) y el 32% de las reportadas en México (Ceballos y Oliva, 
2005). El Órden Rodentia registró cinco especies: ardilla, tuza, puerco espín, serete y 
tepezcuintle. El Órden Didelphimorphia registró dos especies: tlacuache negro y blanco, 
al igual que Artiodactyla: jabalí de collar y temazate. En tanto, los Ordenes Cingulata, 
Pilosa, Primates, Perissodactyla y Lagomorfa, solo registraron una especie cada uno: 
armadillo, oso hormiguero, mono araña, tapir y conejo (Silvilagus sp), respectivamente. 
Las especies registradas en ambas comunidades son las mismas, excepto por el mono 
araña, el cual fue reconocido únicamente por los Zapotecos (Cuadro 1). 
 
Cuadro 1. Mamíferos conocidos por los Chinantecos y Zapotecos en el bosque tropical 
del norte de Oaxaca. 
ÓRDEN Familia Nombre científico Nombre 
común 
DIDELPHIMORPHIA Didelphidae Didelphis marsupialis Linnaeus, 1758 tlacuache 
negro 
 Didelphis virginiana Kerr, 1792 tlacuache 
blanco 
CINGULATA Dasypodidae Dasypus novemcinctus Linnaeus, 
1758 
armadillo 
PILOSA Myrmecophagidae Tamandua mexicana (Saussure, 1860), oso 
hormiguero 
PRIMATES Atelidae 
 Subfamilia Atelinae Ateles geoffroyi Kuhl, 1820 mono araña 
CARNIVORA Canidae Canis latrans Say, 1823 coyote 
 Felidae 
 Subfamilia Felinae Leopardus pardalis (Linnaeus, 1758), ocelote 
 Leopardus wiedii (Schinz, 1821), tigrillo 
 Puma concolor (Linnaeus, 1771), puma 
 Puma yagouaroundi (É Geoffroy 
Saint-Hilaire, 1803), 
jaguarundi 
 Subfamilia 
Pantherinae 
Panthera onca (Linnaeus, 1758), jaguar 
 Mustelidae 
 Subfamilia Lutrinae Lontra longicaudis (Olfers, 1818), nutria 
 Subfamilia 
Mustelinae 
Eira barbara (Linnaeus, 1758), viejo de 
monte 
 Mephitidae Conepatus leuconotus (Lichtenstein, 
1832), 
zorrillo 
 Procyonidae 
 Subfamilia Potosinae Potos flavus (Schreber, 1774), martucha 
27 
 
 Subfamilia 
Procyoninae 
Nasua narica (Linnaeus, 1766), tejón 
 Procyon lotor (Linnaeus, 1758), mapache 
PERISSODACTYLA Tapiridae Tapirus Bairdii (Gill, 1865), tapir 
ARTIODACTYLA Tayassuidae Pecari tajacu (Linneaus, 1758), jabalí de 
collar 
 Cervidae 
 Subfamilia 
Odocoileinae 
Mazama americana (Erxleben, 1777), temazate 
RODENTIA 
Suborden Sciurognathi Sciuridae Sciurus sp ardilla 
 Subfamilia Sciurinae 
 Geomydae Orthogeomys sp tuza 
Suborden Hystricognathi Erethizontidae Coendu mexicanus (Kerr, 1792), puerco 
espín 
 Dasyproctidae Dasyprocta mexicana Saussure, 1860 serete 
 Cuniculusdae Cuniculus paca (Linnaeus, 1766), tepezcuintle 
LAGOMORFA Leporidae 
 Subfamilia 
Leporinae 
Silvilagus sp conejo 
 
 
 
Del total de los mamíferos que reconocen los indígenas, 72% y 46% tienen nombre en 
Chinanteco y Zapoteco, respectivamente. (Cuadro 2). 
 
Cuadro 2. Nombre en Chinanteco y Zapoteco de los mamíferos del bosque tropical del 
norte de Oaxaca. 
Nombre común Nombre Chinanteco Nombre Zapoteco 
tlacuache blanco chamaju tigueza 
armadillo zagiü bëgopí 
oso hormiguero zayatä gohí china 
tigrillo zayatigún bechi bisi 
jaguar yaatüegüa bechi taoo 
nutria zadí umún bechi yëtzi 
zorrillo chapmen - 
viejo de monte zayatuñe bechi cúti 
martucha zayamaguí bechi cuhia 
tejón chikie pëxitzo 
mapache yamacha - 
jabalí de collar chiñenüm cuchi chixi 
temazate zachü wuechi 
ardilla chigio - 
puerco espin chagen - 
serete zajú - 
tepezcuintle zagka bëgaga 
conejo loquia - 
- : sin nombre en idioma Zapoteco 
 
 
28 
 
Percepciones de los mamíferos. 
 
Los indígenas del bosque tropical mencionan cambios en la abundancia de los 
mamíferos a lo largo del tiempo. Refieren especies abundantes, escasas y desaparecidas 
en sus comunidades. Los Chinantecos consideran que las especies abundantes son: 
tlacuache blanco, tejón y serete. En tanto los mamíferos que consideran escasos son: 
armadillo, ocelote, tigrillo, puma, jaguar, jabalí de collar, temazate y tepezcuintle. Los 
Chinantecos consideran dos especies desaparecidas. La primera es el tapir, el cual fue 
visto por última vez hace 20 años. La segunda es la nutria, la cual no se ha visto en los 
últimos seis años. 
Por otro lado las especies que consideran abundantes los Zapotecos son el tejón y el 
serete. En tanto el mamífero que consideran escaso es el temazate. Los Zapotecos 
consideran dos especies desaparecidas. La primera es el mono araña, el cual fue visto 
por última vez hace más de 25 años. La segunda es el tapir, del cual la mayoría de los 
pobladores nunca ha visto más que sus huellas, pero desde hace cinco años no se ven. 
Los Chinantecos y Zapotecos manifiestan que el resto de las especies de mamíferos no 
han presentado cambios en cuanto a la abundancia en los últimos años (Figura 1). Cabe 
señalar que en ambas comunidades los indígenas mencionan características 
morfológicas, características etológicas, etapas de reproducción, hábitos alimenticios y 
además, cuentan historias acerca de su interacción con los mamíferos que conocen 
(Apéndice III). 
+:abundante; /: sin cambios; -:escaso y 0: desaparecido 
Figura 1. Percepciones de los indígenas acerca de cambios en la abundancia de los mamíferos 
terrestres silvestres presentes en el bosque tropical del norte de Oaxaca. 
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Especies de mamíferos 
+ 
0 
- 
/ 
 Monte Mario Arroyo Macho 
29 
 
Mamíferos consumidos. 
 
En el bosque tropical del norte de Oaxaca los indígenas se alimentan de 20 especies de 
mamíferos terrestres silvestres. Los Chinantecos consumen 17 especies y los Zapotecos 
14. Once son las especies que consumen en ambas comunidades: armadillo, puma, 
jaguar, nutria, tejón, mapache,

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