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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS EL CONCEPTO DE PRAXIS EN LA OBRA FILOSÓFICA DE ADOLFO SÁNCHEZ VÁZQUEZ CONSECUENCIAS Y ALCANCES T E S I S QUE PARA OBTENER EL GRADO DE LICENCIADO EN FILOSOFÍA PRESENTA: AARÓN BRAVO JIMÉNEZ ASESOR DE TESIS MTRO. GABRIEL VARGAS LOZANO CIUDAD UNIVERSITARIA 2012 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. EL CONCEPTO DE PRAXIS EN LA OBRA FILOSÓFICA DE ADOLFO SÁNCHEZ VÁZQUEZ CONSECUENCIAS Y ALCANCES 2 Índice Introducción ......................................................................................................... 6 1. La evolución del pensamiento de Adolfo Sánchez Vázquez ......................... 8 1.1. De la poesía ................................................................................................. 8 1.1.1 Poesía en vela ...................................................................................... 10 1.1.2 Poesía en guerra .................................................................................. 17 1.1.3 Poesía en el exilio ................................................................................. 25 1.2 De la filosofía .............................................................................................. 30 1.2.1 De la estética ........................................................................................ 31 1.2.2 El marxismo como filosofía de la praxis ................................................ 37 1.2.3 La filosofía política y la ética ................................................................. 46 2. La filosofía de la praxis .................................................................................. 53 2.1. Algunas consideraciones sobre el término “praxis” .................................... 54 2.2. De la conciencia cotidiana a la conciencia filosófica de la praxis ............... 55 2.3 Breve revisión de la praxis a través de la historia ....................................... 57 2.3.1 La Grecia antigua ................................................................................. 57 2.3.2 El Renacimiento.................................................................................... 61 2.3.3 La Edad Moderna ................................................................................. 63 2.3.4 Hacia la reivindicación de la praxis ....................................................... 65 2.3.4.1 La concepción de la praxis en Hegel ................................................. 67 2.3.4.2 La concepción de la praxis en Feuerbach .......................................... 74 2.3.4.3 La concepción de la praxis en Marx ................................................... 78 3. El concepto de praxis de Adolfo Sánchez Vázquez .................................. 89 3.1. Una primera definición de ‘praxis’ .............................................................. 89 3.1.1 Actividad y praxis .................................................................................. 90 3 3.2 El concepto de praxis: un segundo acercamiento ....................................... 96 3.3. Formas de praxis ....................................................................................... 99 3.3.1. La praxis productiva ........................................................................... 100 3.3.2. La praxis artística ............................................................................... 102 3.3.3. La praxis revolucionaria ..................................................................... 103 3.4. Niveles de praxis...................................................................................... 107 3.4.1. Praxis creadora y praxis reiterativa .................................................... 108 3.4.1.1. Conciencia práctica y conciencia de la praxis ................................. 113 3.4.2. Praxis espontánea y praxis reflexiva .................................................. 115 3.5. La praxis: unidad indisoluble de teoría y práctica ..................................... 118 3.5.1. La praxis como fundamento de la teoría ............................................ 118 3.5.2. La praxis como fin de la teoría ........................................................... 123 3.5.3. La praxis como criterio de verdad ...................................................... 125 4. Consecuencias y alcances del concepto de praxis de Adolfo Sánchez Vázquez ............................................................................................................ 128 4.1. Consecuencias: teoría, filosofía e ideología en la praxis .......................... 128 4.1.1. Praxis y conocimiento ........................................................................ 129 4.1.1.1. Crítica a diversas posturas marxistas sobre el conocimiento .......... 129 4.1.2. Praxis y filosofía................................................................................. 136 4.1.3. Praxis e ideología .............................................................................. 144 4.1.3.1. Polémica Sánchez Vázquez-Villoro: ¿concepto amplio versus restringido de ideología? ............................................................................. 146 4.1.3.1.1. La justificación de la ideología ..................................................... 148 4.1.3.1.2. La demarcación entre ciencia e ideología .................................... 151 4.1.3.1.3. El panideologismo........................................................................ 155 4 4.2. Alcances: las posibilidades del concepto de praxis .................................. 160 4.2.1 ¿El derecho como forma de praxis? ................................................... 162 4.2.2. Derecho e ideología: un ejemplo de aplicación .................................. 164 4.2.3. Praxis y Derecho: hacia una nueva práctica jurídica .......................... 171 Conclusión ....................................................................................................... 175 Bibliografía ....................................................................................................... 178 5 A mi madre, compañera incansable de sueños y batallas A J. Gallardo, por su bondad y apoyo incondicionales 6 Introducción Sin duda alguna, la obra de Marx ha sido un manantial de donde han brotado numerosas y diversas posiciones respecto de los temas que el revolucionario de Tréveris ha planteado. En su revisión, encontramos posturas que buscan, en el nombre de Marx, conservar el status quo, o que, por otro lado, llevan en su sino la crítica de todo lo existente. En esta tesitura, se presenta la posición de Adolfo Sánchez Vázquez, una propuesta que no nace con una vinculación teórica respecto del marxismo, sino más bien con un interés práctico-político, e incluso violento, propio de un joven militante comprometido con los ideales de justicia y reivindicación social –como veremos líneas adelante. La vocación temprana de nuestro autor está emparentada con la literatura, y principalmente con la poesía. Debido asus circunstancias vitales, esa vocación cambió y se ocupó de reflexionar en torno a los problemas políticos, a partir de la obra de Marx, a la cual entró por la estética, hasta concebir un marxismo crítico y original, inspirado en la obra del autor de El capital, cuya tesis principal estriba en que el pensamiento de Marx hace del concepto de praxis su categoría central. En este sentido, haremos un recorrido a través de la obra de nuestro autor y de sus circunstancias vitales, las cuales lo llevaron a plantear dicha tesis. Situados en ese horizonte, con base en un análisis de conceptos, intentaremos recuperar, lo que en esencia, significa la categoría de praxis para Adolfo Sánchez Vázquez, es decir, se trata de indagar la propuesta de praxis que el filósofo español recupera de la interpretación de la obra de Marx. Este es un primer objetivo de la presente investigación. Por otra parte, una vez extraída la propuesta de nuestro autor, pretendemos extraer las consecuencias que tal propuesta arrojó en el campo de la filosofía. Para ello, analizaremos las consecuencias a la luz de tres aspectos centrales: el conocimiento, la filosofía y la ideología; esto es, se trata de ver las consecuencias que el concepto de praxis de Sánchez en relación con el conocimiento, la filosofía y la ideología, puesto que consideramos que esos tres elementos están presentes 7 de manera decidida en el concepto de praxis que nuestro autor propone. Más aún son inherentes a él, como trataremos de mostrar. Por otra parte, a partir de la revisión de las consecuencias de dicha propuesta, y tomando en consideración la vinculación de la praxis con la ideología, intentaremos llevar más allá de la filosofía la propuesta de Sánchez Vázquez, al tratar de discernir si el derecho puede ser una forma de praxis, en el sentido en el que nuestro autor entiende tal concepto. Finalmente, tomando en consideración las funciones de la filosofía de la praxis que nuestro autor propone, especialmente: las funciones cognoscitiva, crítica, autocrítica, política, intentaremos, ulteriormente –con todos los riesgos que eso implicaría–, esbozar los elementos que debería contener una nueva praxis jurídica con un soporte filosófico. Se trata de dejar en ciernes un proyecto futuro que en su sino lleve el concepto filosófico de praxis de Adolfo Sánchez Vázquez. Somos conscientes de los riesgos que esto implica. Sin embargo, también somos optimistas al respecto, en virtud de que, en esencia –como acertadamente lo sostiene Luis Villoro al referirse a una polémica con Sánchez Vázquez–, la mejor forma de hacerle justicia al pensamiento de un autor es criticarlo. También podríamos añadir, es recuperarlo y pensar otros aspectos de la realidad a partir de él. Esbozar el sostén filosófico, a partir del concepto de praxis de Adolfo Sánchez Vázquez, de una nueva praxis jurídica es el objetivo más importante del presente trabajo. 8 1. La evolución del pensamiento de Adolfo Sánchez Vázquez En esta sección desarrollaremos el tema concerniente a la evolución del pensamiento de Sánchez Vázquez. No es nuestra intención realizar una biografía exhaustiva del autor; se trata de revisar la manera en la que su pensamiento se desenvolvió hasta llegar a una posición marxista original y crítica, desde la cual problematiza la realidad. Por supuesto que para este acometido, inexorablemente tenemos que recurrir a la vida de este filósofo, puesto que su propuesta filosófica es incomprensible al margen de su vida, de sus circunstancias. Su filosofía es producto de sus circunstancias vitales. Sin embargo, sólo destacaremos aquellas situaciones vitales que están estrechamente vinculadas al desarrollo de su pensamiento. De esta manera, distinguimos dos periodos en la evolución de éste: 1) el periodo de la poesía, 2) el periodo de la filosofía, el cual, a su vez, tiene tres facetas: 1) la estética, 2) el marxismo como filosofía de la praxis y 3) la filosofía política y la ética. Del mismo modo, estos periodos se corresponden, respectivamente, con los siguientes sucesos históricos: la Segunda República española, la Guerra civil y el exilio en México. 1.1. De la poesía Este periodo de evolución corresponde a los sucesos de la Segunda República y a la Guerra Civil española, así como a los primeros años del exilio. Si bien este periodo se distingue por la producción de una obra poética importante, ésta no fue la actividad exclusiva de nuestro filósofo. El periodo poético, que comienza en la juventud de Sánchez Vázquez, está marcado por una intensa actividad política, tal y como lo reflejan las circunstancias vitales del autor. En este tenor, la producción poética de Sánchez Vázquez se divide en tres etapas: “Poesía en vela”, “Poesía en guerra” y “Poesía en el exilio”. 9 Adolfo Sánchez Vázquez nace el 17 de septiembre de 1915 en Algeciras, provincia de Cádiz. Hijo de María Remedios Vázquez y de Benedicto Sánchez Calderón, teniente del Cuerpo de Carabineros. Antes del nacimiento de Adolfo, el matrimonio ya tenía una hija, Ángela. En 1917, nace el último hermano, Gonzalo, que también sería militante del Partido Comunista de España en Málaga. Algunos años después, la familia se traslada a El Escorial (provincia de Madrid), y de ahí, en 1925, fija su residencia en Málaga. En esta ciudad, Adolfo cursa el bachillerato y, en el último año, 1931, comienza su actividad política, de la cual, él mismo declara: La inicié muy precozmente en Málaga, pues era difícil sustraerse al clima de entusiasmo y esperanza que suscitó, sobre todo en la juventud estudiantil, el nacimiento de la Segunda República. Pero pronto vinieron nuestras decepciones ante la timidez y la morosidad con que se desarrollaban los cambios que esperábamos 1 . En este ambiente de entusiasmo y esperanza comienza, al año siguiente, sus estudios de Magisterio (Plan Profesional) en la Escuela Normal de Málaga. La efervescencia política y cultural de la ciudad de aquella época influiría decididamente en sus incursiones en los terrenos tanto literario y poético como en lo político. El propio Sánchez Vázquez describe a dicha ciudad española y a su contexto pronunciando: “Esta ‘ciudad bravía’ que había dado el primer diputado comunista a las Cortes de la República y a la que, por la combatividad de su juventud, se le llamaba entonces ‘Malaga, la Roja’, se caracterizaba también en los años de la preguerra por una intensa vida cultural”2. En cuanto a su actividad poética, se forma en lo literario al lado de Emilio Prados. Al respecto, Sánchez Vázquez expresa: Mis primeros escarceos en este campo se desarrollaron en Málaga […] animados por la personalidad singular –humana y poética– de Emilio Prados, uno de los grandes de la generación del 27[…] Por aquellos años, Rafael Alberti, empeñado 1 Adolfo Sánchez Vázquez, “Postscriptum político-filosófico a ‘Mi obra filosófica’” en Juliana González, Carlos Pereyra y Gabriel Vargas Lozano (eds.), Praxis y filosofía. Ensayos en homenaje a Adolfo Sánchez Vázquez, México, Grijalbo, 1985, p. 447. 2 Ibid. p. 448. 10 en conjugar al más alto nivel poesía y revolución, fundó la revista Octubre, y a ella envié un romance que apareció en uno de sus números de 1933 3 . En aquellos años juveniles, su vocación literaria, se manifiesta no sólo en la lectura de los grandes novelistas de la época, sino también de los grandes poetas clásicos –Lope de Vega, Quevedo y Góngora–, así como de los contemporáneos como: Machado y Unamuno, los de la generación del 27 y de los poetas más jóvenes como Miguel Hernández y, particularmente, de Pablo Neruda, quien causa una gran conmoción con su Residencia en tierra. Con este poeta llega a mantener una relación de amistad. 1.1.1 Poesía en velaEste periodo de “Poesía en vela” comienza con la efervescencia política de España. La idea de poesía en vela se plasma en su obra El pulso ardiendo, escrito entre Málaga y Madrid, y publicada, ya en el exilio, en Morelia, Michoacán, en 1940. Se trata de una poesía en vela porque, los poemas de ese periodo fueron escritos en una España vigilante, en una España que estaba a la espera de una tragedia colectiva. En suma, se trata de una poesía que anuncia el fuego, la desolación y el fratricidio. El contexto político y social de aquel entonces está marcado por los años de la República, de la Segunda República, nombrada así por ser la segunda vez que arribaba al poder el gobierno republicano. Tras la dimisión del dictador Miguel Primo de Rivera, ocurrida en enero de 1930, la situación política española demuestra que las condiciones para la permanencia de regímenes dictatoriales y monárquicos no eran las más adecuadas. Después de varios meses de inestabilidad política y social, en los que las fuerzas conservadoras y republicanas pugnaban entre sí para establecer su dominio, los partidarios del gobierno republicano sacaron ventaja con el Pacto de San Sebastián (agosto de 1930) y 3 Ibid., p. 445. 11 con el creciente número de españoles deseosos de seguir por los caminos democráticos. De este modo, la convocatoria a las urnas fijada para el 12 de abril de 1931 resultó favorable a los opositores del gobierno conservador. El aplastante triunfo de los republicanos en los centros más importantes de la nación dio como resultado, pese al mayor número de concejales monárquicos elegidos a nivel nacional, el fin del reinado de los Borbón, con la consiguiente salida de Alfonso XIII del país y el advenimiento pacífico de la República, encabezada por Niceto Alcalá Zamora4. Los objetivos del gobierno republicano eran primordialmente los siguientes: 1) modernizar el país, 2) democratizar la vida social y política de la nación, mediante ciertas reformas encaminadas a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores citadinos y del campo5. Sin embargo, en el proceso de materialización de estos ideales, el gobierno republicano se encontró con una doble oposición: por un lado, las fuerzas conservadoras, para las cuales los cambios van demasiado lejos, y, por otro, los sectores más radicales, para los que ningún cambio es suficiente o siempre se queda muy corto. En esta situación de tensión, la derecha encontró un resquicio para retomar el poder, lo que provocó la revolución de los mineros de Asturias, socavada despiadadamente por el ejército6. En este contexto, la actividad política de nuestro autor “…respondía al anhelo de una sociedad más justa que la existente, un anhelo que se proyectaba en mi conducta como militante de las Juventudes Comunistas…”7. Antes de su llegada a dicha organización, explica Sánchez Vázquez: “En 1933 ya formaba parte del Bloque de Estudiantes Revolucionarios (…) dentro de la FUE [Federación Universitaria Española], y ese mismo año, en Málaga, ingresé en la 4 Cf. Ramón Tamames, Historia de España (La República. La Era de Franco), Vol. VII, Alfaguara-Alianza Universidad, Madrid, 1973, pp. 24-ss. 5 Vid. Adolfo Sánchez Vázquez, Una trayectoria intelectual comprometida, México, Facultad de Filosofía y Letras (UNAM), 2006, p. 15. 6 Idem. 7 Ibid. p. 14. 12 Juventud Comunista “8. Tres eran los rasgos distintivos que caracterizaban a las organizaciones de izquierda de entonces. Primero, en ellas se integraba un amplio espectro social que reunía tanto a los intelectuales como a obreros. Luis Abollado, militante de la Juventud Comunista, resalta esta característica: Yo conocí a Adolfo en las Juventudes Comunistas y nos hicimos amigos. Por aquel entonces, él ya era uno de los astros de la cultura malagueña. Entre sus amigos se encontraban Tomás García Altolaguirre, Emilio Prados, el famoso poeta. Ellos simpatizaban con el partido y lo sostenían económicamente, incluso hacían la propaganda; también se encontraba el industrial Bernabé Fernández-Canivell (…) Aunque estos eran sus amigos, Adolfo se distinguía por ser menos elitista, siempre estuvo más cercano al sector obrero, a la juventud 9 . El segundo rasgo distintivo era la naturaleza combativa de la Juventud Comunista: “Por su culto a la acción [confirma Sánchez Vázquez], rayano en la aventura, apenas si se distinguía de las Juventudes Libertarias (anarquistas) con las que sus relaciones, por otro lado, no eran nada cordiales”10. El tercero se manifiesta en la escasa preocupación teórica de dicha organización, preponderantemente interesada en cuestiones prácticas de naturaleza política. En este tenor, “A la riqueza de su praxis violenta –comenta Sánchez Vázquez– correspondía su pobreza en el terreno de la teoría. Pero en aquellos momentos esa pobreza no me inquietaba. Me atraía más su acción violenta”11. La experiencia de Sánchez Vázquez respecto de su comienzo en la vida militante y su formación marxista es altamente ilustrativa para enmarcar la educación política de muchos jóvenes radicales de su generación: “…mi ingreso en las filas de la JC [Juventud Comunista] –afirma Sánchez Vázquez– no había sido fruto de una reflexión teórica, sino de un inconformismo creciente un tanto romántico y utópico en el que los grandes ideales desdeñaban medirse con la vara 8 Adolfo Sánchez Vázquez, “Postscriptum político-filosófico a ‘Mi obra filosófica’” en Opus cit., p. 447. 9 Luis Abollado, apud., Ana Lucas, “Adolfo Sánchez Vázquez: vida y obra” en Federico Álvarez (editor), Adolfo Sánchez Vázquez: los trabajos y los días (semblanzas y entrevistas), México, Facultad de Filosofía y Letras (UNAM), 1995, p. 330. 10 Adolfo Sánchez Vázquez, “Postscriptum…” en Opus cit., p. 447. 11 Ibid. pp. 447-448. 13 de lo real”12. Sin embargo, ese ideal romántico y utópico no se llegaría a materializar, pese a que en 1936, la victoria del Frente Popular en las elecciones pone de nueva cuenta a los partidos republicanos en el poder; pero desde el día de su derrota en las urnas, las fuerzas políticas y sociales opositoras comienzan a planear la destrucción legal y legítima del mando republicano13. Con este panorama, la amenaza de una sublevación militar adquiere gran fuerza. España se encamina indefectiblemente hacia el abismo, y es por ello que la poesía de Sánchez Vázquez en este periodo es una poesía en vela, cuyo sello distintivo es la angustia y la desesperación. Algunos ejemplos de la producción poética de Sánchez Vázquez, previa a El pulso ardiendo y que reflejan las circunstancias de la época son los siguientes: 1)”Romance de la Ley de fugas” y tiene que ver con un acontecimiento real: la aplicación de dicha ley a cinco obreros andaluces. Se trata de un poema que denuncia un hecho atroz, el cual es presenciado por su autor: “Eran cinco los que iban al agonizar la tarde. Cinco obreros esposados por el camino adelante” En la tercera y la quinta estrofas, respectivamente, se hace presente la voz del testigo que describe los acontecimientos: “Yo los vi cuando moría la tarde. Los civiles eran tres y tres eran los fusiles, tres los afilados sables […] 12 Idem. 13 Vid. Adolfo Sánchez Vázquez, Una trayectoria intelectual comprometida, México, Facultad de Filosofía y Letras (UNAM), 2006, pp. 15-16. 14 Yo los vi cómo les dieron con los fusiles y sables, en los hombros y las piernas cuando intentaban pararse” En la estrofa final, se describe el fatal desenlace: “Eran cinco los que iban por el camino adelante. Cinco cuerpos en la tierradejaron sobre su sangre” 14 Otro ejemplo de estos poemas previos a El pulso ardiendo es “Esta voz que nos convoca”. En este poema, se hace un llamado a estar alerta ante la situación angustiosa; se trata de un llamado que se esfuerza por evitar dicha situación, en los siguientes términos: “Oigo esta voz que nos convoca/por hondos precipicios de gangrena…” y en versos posteriores esos “precipicios de gangrena” se convierten en “sólo nieblas que aniquilan los sueños /sólo tumbas que impacientes esperan /no escuchen esa voz /que entre presagios de espanto /insistentemente nos convoca”15. Los poemas de El pulso ardiendo se pueden agrupar en dos tipos: los primeros no tienen un referente real, pero sí concreto; se trata de la expresión del sentir del poeta ante la incertidumbre que antecede a la sublevación militar. Además, el autor establece la relación entre un yo y un tú ficticio, que destaca la preocupación del yo por el destino del otro. Estos poemas se reúnen bajo el título de “Soledad adentro” y se trata de un conjunto de diez sonetos. Algunos de sus versos más emotivos son, del soneto II, el terceto final: 14 Adolfo Sánchez Vázquez, Poesía, México, Fondo de Cultura Económica-Centro Cultural de la Generación del 27, 2005, pp. 45-46. 15 Ibid. P. 51. 15 ¿Cómo olvidar tu pulso sin latido, descendiendo del brazo de la muerte cuando tengo el pulso bien mordido? Y del soneto V, también el último terceto: Ausente de tu luz, quiero encontrarte en la ribera de mi fe segura pisando débil, pero nunca ciego. En el soneto IX, dicha relación se establece con la sangre: Tu corazón cansado se detiene dando tumbos a orillas de un pie estable, del que pienso ser carne indispensable, limpia la sangre que a tu pulso viene. Si tu sangre se duerme en mis orillas el fuego será el aire de tu altura y mis manos las ramas del consuelo 16 . El segundo tipo de poemas tienen como referente un hecho real. Este hecho real es la represión de los mineros asturianos de octubre de 1934. Este acontecimiento es denunciado por Sánchez Vázquez –con el objetivo de castigar a los responsables– en dos poemas de verso libre. El primero de ellos es “Memoria de una noche de octubre”, cuyos últimos versos dicen: Os acusa ese llanto que suena todavía y ese verde costado y ese látigo y esos blandos canales de sangre enloquecida y esa arena en los ojos y esas sienes abiertas y ese sol perseguido. 16 Ibid., pp. 55-64. 16 Os acusan sin miedo 17 . El otro poema con referente real es “Elegía asturiana” y está dedicado a un joven minero muerto en octubre. La estrofa final muestra el dolor por la pérdida del camarada caído en combate. Yo te recuerdo siempre, camarada, sobre un mapa de tiernos mineros fusilados, sobre un cementerio de trigos y de soles, en el incendio de las palomas cansadas, en el derrumbamiento de los puentes heridos y en los sótanos que albergan lamentos 18 . Finalmente, un poema que encierra este periodo de poesía en vela, ya que vislumbra la antesala de la guerra inevitable es “Entrada en la agonía”. La entrada a la agonía se atisba en los últimos versos ¿Seré piedra o rumor cuando ese viento que deshoja la flor de mi alegría me arrima este dolor por compañero? ¿Quién detendrá mi voz cuando ya siento latir el corazón de la agonía dentro del corazón que yo más quiero? 19 Y con este poema que anuncia la aproximación de la guerra y con ella la angustia y la desesperación, damos por concluida esta fase de poesía en vela. 17 Ibid., p. 66. 18 Ibid., p. 82. 19 Ibid., p. 71. 17 1.1.2 Poesía en guerra En el año de 1936, los estudios de Sánchez Vázquez en la universidad Central de Madrid se ven interrumpidos por el estallido de la Guerra civil. La sublevación franquista del 18 de julio le sorprende en Málaga. Por aquellos días, escribe El pulso ardiendo, obra ya referida 20 . La tensión del momento es descrita por nuestro autor en los términos que siguen: “Los obreros se lanzaron espontáneamente a las calles y en una lucha heroica en la que los jóvenes de orientación socialista, comunista y libertaria ocupaban las primeras filas, aplastaron la insurrección”21. No obstante, la conflagración apenas comenzaba. Sánchez Vázquez es uno de los jóvenes que se lanzan en contra del golpe de Estado y, antes de su derrota, impiden, casi durante tres años, la invasión franquista en centros importantes de España. Su participación tiene lugar como miembro de la Juventud Socialista Unificada (JSU), surgida en abril de la fusión de las juventudes socialista y comunista. Dentro de esta organización, en Málaga, Sánchez Vázquez funge como miembro de su comité provincial y como editor de su órgano Octubre 22 . Durante la guerra, su producción poética se reduce a un escaso número de romances, los cuales van apareciendo paulatinamente en las publicaciones de la prensa militante y que posteriormente serán recogidos en el Romancero General de España. En esta tesitura, destaca el romance “Proclama”; éste es una incitación a la lucha armada acorde con el momento en que se escribe, julio de 1936, cuando las hostilidades recién comenzaban. Se publicó dos meses después en Octubre. Este poema hace un exhorto al ataque, a la lucha contra el fascismo; a la recuperación de posiciones, como las de Córdoba y Granada. En él se aprecia un ánimo furibundo y optimista. En este tenor, según la opinión de Gutiérrez Navas, en el poema aparece la personificación de los pulsos, que refieren a los 20 Vid. Supra 1.1.1. Poesía en vela 21 Adolfo Sánchez Vázquez, “Postscriptum político-filosófico a ‘Mi obra filosófica’” en Juliana González, Carlos Pereyra y Gabriel Vargas Lozano (editores), Praxis y filosofía. Ensayos en homenaje a Adolfo Sánchez Vázquez, México, Grijalbo, 1985, p. 451. 22 Idem. 18 “pulsos derrotados” del fascismo23. Plasmamos íntegramente el romance “Proclama” ¡Camaradas! Las antenas de todo el mundo radian vuestro heroísmo mientras los fusiles desclavan las banderas del hambre! (sic.) ¡Adelante! Contra el fascismo, contra su vientre, contra su sangre, contra los que dejaron un fulgor de vidrio en la mirada de nuestros hermanos presos, contra los que abrieron un canal de fiebre en los oídos cuando el paro acuchillaba vuestras sienes, contra los que desvelaron la risa de vuestros hijos hasta convertirla en gritos. ¡Adelante hacia Córdoba y Granada! Que el fascismo cierra los ojos de nuestros camaradas y ametralla para siempre sus pupilas y en cada garganta levanta un muro de voces torturadas. ¡Adelante! Que los disparos cerquen los silencios mientras los palacios vomitan el lujo por ventanas turbias. Que se despierten los cuerpos prisioneros que la victoria acelera sus latidos Adelante, camaradas que el hambre no dormirá por vuestras venas ni el paro acuchillará vuestras sienes, ni iluminará vuestros ojos la luz dolorosa de la comisaría! 23 María Dolores Gutiérrez Navas, Op. cit., p. 32. 19 ¡Adelante! Que el fascismo se esconde en su agonía tras un muro de pulsos derrotados, mientras entre nosotros crece la nueva vida 24 A mediados de enero de 1937 se desplaza a Valencia para asistir como delegado de la Conferencia Nacional delas Juventudes Socialistas Unificadas. A los pocos días de su regreso a Málaga cae la ciudad bajo el control de la artillería franquista. Sobre este acontecimiento, Sánchez Vázquez cuenta: Los tanques sembraban la muerte muy cerca (…) Era preciso oponer un muro de sangre, de carne viva a aquella techumbre que se desplomaba. Un muro así no podía darnos la victoria, pero podía salvar miles de vidas. Miles de voluntarios marcharon al frente. Sabían, al marchar, que la tierra que pisaban a su paso no la pisarían más. Y ahí quedaron tendidos en las carreteras, aplastados por los tanques, ametrallados por los aviones, convertidos para siempre en simiente de abnegación y sacrificio 25 Ante este aterrador panorama, nuestro autor huye, junto con miles de malagueños, hacia Almería. El éxodo por la carretera de Almería, batida por el fuego de las tropas enemigas, es una de las páginas más dramáticas de la guerra, de cuyo testimonio Sánchez Vázquez escribe: Al anochecer, hundidos en un silencio impresionante, comenzó el éxodo. Se abandonaba Málaga con el pulso encogido. Las calles tenían la sensación de soledad (…) Era aquella soledad la que mordía nuestros nervios (…) Y los hombres, las mujeres y los niños tomaban el camino de El Palo (…) Durante toda la noche del domingo (…) miles y miles de personas pasaron Torre del Mar. Se entraba en un nuevo clima, ya que el aire no pesaba con tanto aplomo. El grueso de la caravana pudo continuar. Y desde entonces, Torre del Mar fue un nombre que golpeaba todos los oídos como un llamamiento desesperado. Ya sólo había una preocupación: avanzar, avanzar… Acelerar la marcha era acercarse a la vida. El éxodo adquiere ahora la categoría de un martirio continuo. Hay pies que se niegan a marchar, y, sin embargo, marchan. Hay ojos que quieren cerrarse, y, sin embargo, se abren dolorosamente, con la mirada fija, y flotando, sin respuesta, siempre la misma pregunta: ¿Dónde está el fin? ¿Dónde termina la angustia? Y así un minuto, y otro, y otro… la caravana marcha pesadamente (…) Las madres 24 Adolfo Sánchez Vázquez, Poesía, México, Fondo de cultura Económica y Centro Cultural de la generación del 27, 2005, pp. 85-86. 25 Adolfo Sánchez Vázquez, apud. Ana Lucas “Adolfo Sánchez Vázquez: vida y obra” en Federico Álvarez (editor), Adolfo Sánchez Vázquez: los trabajos y los días (semblanzas y entrevistas), México, Facultad de Filosofía y Letras (UNAM), 1995, p. 336. 20 llaman a sus pequeños. ¿Por qué tanto crimen? La respuesta está ahí. En los estampidos secos de esos barcos que disparan desde doscientos metros, partiendo la masa humana en pedazos que sangran (…) Pero la tragedia crece en esos padres que ven a sus hijos clamando, gritando, mientras suena el tableteo de las ametralladoras. Y así hasta Motril. Después la odisea continúa. Los que llegaron hasta Almería con los pies abiertos, el corazón hundido, con la familia desecha, han levantado para siempre la acusación más firme contra la barbarie del fascismo 26 . Tras la caída de Málaga, se desplaza hacia Valencia, donde Santiago Carrillo, en nombre de la Comisión Ejecutiva de la JSU, le encomienda trasladarse a Madrid para ocupar la dirección del periódico Ahora, principal medio de expresión de la JSU, la cual mantiene por seis meses. Sobre su cargo en el periódico puntualiza: Teniendo en cuenta que se trataba del órgano central de expresión de la organización juvenil más importante de la zona republicana con más de 200 mil miembros y la enorme influencia que tenía a través de ellos en el Ejército Popular, se trataba de una enorme responsabilidad a mis 21 años 27 . Además de la enorme responsabilidad de su cargo, hay que añadir las circunstancias poco afortunadas en las que realiza sus actividades: “Nuestro edificio quedaba en medio de las instalaciones artilleras republicanas y las del enemigo, razón por la cual tuve que acostumbrarme a escribir los artículos de fondo y comentarios en duelos ensordecedores de los cañones de uno y otro signo”28 A principios de julio de 1937, como director de Ahora, asiste a las sesiones del II Congreso Internacional de Escritores Antifascistas, celebrado en Madrid. En esa oportunidad conoce a intelectuales de la más alta envergadura como Malraux, Tristán Tzara, Louis Aragón, Stepehen Spender, César Vallejo, Carpentier, Octavio Paz y Pita Rodríguez entre otros29. 26 Idem. 27 Adolfo Sánchez Vázquez, “Postscriptum político-filosófico a ‘Mi obra filosófica’” en Juliana González, Carlos Pereyra y Gabriel Vargas Lozano (editores), Praxis y filosofía. Ensayos en homenaje a Adolfo Sánchez Vázquez, México, Grijalbo, 1985, p. 452. 28 Idem. 29 Vid. Idem. 21 En septiembre de ese año, después de una polémica del periódico con una delegación socialista internacional, Sánchez Vázquez deja su cargo de director y pide a la Comisión Ejecutiva de la JSU su traslado al frente de batalla. Se incorpora a la XI División, a las órdenes de Enrique Líster. Ahí se hace cargo de las labores de prensa y propaganda y dirige el periódico ¡Pasaremos!, en el que participan también Miguel Hernández y José Herrera Petere. Poco tiempo después, se hace cargo de la dirección de Acero, órgano del V Cuerpo del Ejército y participa en la batalla de Teruel. De esta época destacan una memorable crónica de la batalla que Sánchez Vázquez publica en ¡Pasaremos! Reproducimos parte de ésta: Una mañana helada de diciembre (…) los soldados de la Once División se dirigieron hacia los Altos de Celadas… Desde aquí, al rayar el día, se lanzaron hacia adelante por terreno enemigo. En aquellos momentos varios cuerpos de ejército, millares y millares de hombres, en un silencio impresionante avanzaban en distintas direcciones… Todos con una audacia ejemplar, con una precisión propia de un gran ejército… El objetivo final era Teruel. En menos de tres horas, marchando sobre el frio y la nieve, la Once División cortó las comunicaciones de la capital. San Blas cayó en nuestro poder rápidamente. Y Concud (…) cayó al oscurecer el mismo día… 30 Otro texto importante es “Al héroe caído”, escrito en el frente de Teruel, en diciembre de 1937. Se trata de siete tercetos, publicados en Acero. En este poema resalta la figura del héroe muerto en la batalla: Tu corazón caliente, derribado, levanta un estandarte en la mañana por la pendiente del dolor cruzado. Contra el rumbo del aire, se devana gran madeja de muerte en tu cintura enredada de sangre en tu ventana. Entre nieblas de pólvora, va oscura la mano que te lleva hacia estaciones 30 Adolfo Sánchez Vázquez, apud., Ana Lucas, Op.cit., p. 339. 22 que clavarán la muerte en tu espesura. ¡Camaradas, de esbeltos corazones, vedle muerto, caído, prisionero, del ataque de mudos tiburones! ¡Vedle, pronto, vosotros, marinero, aviador, tanquista, combatiente, navegando sin vida, sin remero! ¡Que se aparten las manos de su frente, Que en pañuelos de sangre, no vencida, van bordando un gemido transparente! De pie, junto a su mano descendida, firmes estamos, el fusil al brazo, muro ardiente sobre la pena erguida 31 Tiempo después, el 27 de abril de 1938, debido a los logros de Teruel, Enrique Líster y Santiago Álvarez son ascendidos a jefe y comisario político del V Cuerpo de Ejército, respectivamente, y con ellos, Adolfo Sánchez Vázquez a comisario de prensa y propaganda y redactor en jefe de la revista Acero. El comisariado al que pertenece Sánchez Vázquez es llamado por los soldados el “Batallón del talento”32. Sobre dicho Batallón, Líster expresa El ‘Batallón del Talento fue una magnifica unidad de combate, cadauno de sus hombres, disparando con su pluma y su palabra representaba muchas veces más que diez y más que cien combatientes disparando con el fusil. El grupo de combatientes al que soldados y mandos habían bautizado cariñosamente con el nombre de “Batallón del Talento” lo formaban poetas, periodistas, dibujantes (…) 31 Adolfo Sánchez Vázquez, Poesía, México, Fondo de Cultura Económica y Centro Cultural de la Generación del 27, 2005, p. 98. 32 Adolfo Sánchez Vázquez, “Postscriptum político-filosófico” en Op. cit., p. 454. 23 Los hombres del “Batallón del Talento” no sólo empleaban la pluma sino también la bomba y el fusil cuando la situación lo exigía 33 . Sánchez Vázquez permanece en el V Cuerpo de Ejército durante la Guerra civil. En el frente del Ebro, escribe un nuevo soneto “Miliciano muerto” con impulso similar a “Al héroe caído”, sólo que en esta ocasión, lejos de ensalzar el heroísmo, su autor se enfoca en la contradicción de que la muerte puede ser semilla de vida. El primer cuarteto y el último terceto ilustran esta idea. Mortal contradicción, nudo implacable: la vida por la muerte se sostiene. No mures tú (sic.), semilla que retiene el árbol de la sangre perdurable (…) Pero otras vidas con tu muerte asoman y el toro, con tu muerte encarcelado, nuevamente recobra la salida 34 . “Tres canciones del Ebro “ son escritas en idéntica fecha que el anterior. En ellas, el desaliento por el infortunio de la guerra es un rasgo distintivo; sin embargo, en la parte final, el autor hace un llamado desesperado a la resistencia estoica: Seré como piedra firme, más duro que el duro mármol. ¡Vengan tormentas de fuego, que en esta sierra os aguardo! 35 . 33 Enrique Líster, apud., Stefan Gandler, Marxismo crítico en México: Adolfo Sánchez Vázquez y Bolívar Echeverría, pról. Michael Löwy, tr. Stefan Gandler, México, Fondo de Cultura Económica, Facultad de Filosofía y Letras (UNAM) y Universidad Autónoma de Querétaro, 2007, p. 60. 34 Adolfo Sánchez Vázquez, Poesía, México, Fondo de Cultura Económica y Centro Cultural de la Generación del 27, 2005, p. 99. 35 Ibid., p. 101. 24 Tras severas derrotas en el Ebro y ante la inminencia de la derrota, Sánchez Vázquez escribe “Guerrillero en la noche”, que data de diciembre de 1938; se trata de un soneto en el que la tristeza se percibe entre líneas, y en el último terceto se hace patente cuando dice: Los campos toman tu color humano; el agua su tristeza transparenta, y hasta el aire ya tiene sentimiento 36 . De acuerdo con Dolores Gutiérrez Navas, resulta importante señalar que la producción poética de Sánchez Vázquez durante la guerra a traviesa por diversas etapas: desde las llamadas de combate de los primeros meses, hasta las reflexiones sobre la muerte que se presentan en los últimos poemas37. Después de la caída del frente del Ebro, el cuerpo cruza la frontera francesa el 9 de febrero de 1939, aunque Sánchez Vázquez permanece en España, pues tiene que realizar una tarea especial encomendada por el Estado Mayor, cuando intenta llegar a la frontera francesa, casi es capturado por los franquistas; no obstante, logra llegar a Perpignan, en donde permanece hasta la caída de Madrid. Después de ese acontecimiento, viaja junto a Santiago Álvarez, a París, y de ahí, se traslada, con Juan Rejano, a Roissy-en-Brie, donde la Asociación de Escritores Franceses ha procurado albergue a algunos intelectuales españoles38. Con la toma de la capital española se da por terminada la Guerra civil y también este periodo de poesía en guerra. De “poesía en guerra” porque, de acuerdo con Sánchez Vázquez, en todos estos poemas no se trata de una poesía sobre la guerra, sino que afirma, retomando una expresión de María Zambrano, 36 Ibid., p. 102. 37 María Dolores Gutiérrez Navas, Op. cit., p. 34. 38 Cf. Adolfo Sánchez Vázquez, “Postscriptum político filosófico a ‘mi obra filosófica`” en Op. cit., pp. 454- 455. 25 que en tales circunstancias “la poesía sólo puede estar en guerra”39 es decir, que esta actividad no es impasible ante tales circunstancias, sino que toma posición sobre las mismas: las crítica, las denuncia y llama a la movilización para terminarlas, como terminado queda el presente apartado. 1.1.3 Poesía en el exilio Durante tres meses de incertidumbre en París, el anuncio del presidente de México, Lázaro Cárdenas, de que su país abriría las puertas a los refugiados españoles, es como un rayo de luz en un momento de sombras; es la posibilidad de un nuevo comienzo. Así, a finales de mayo de 1939, Sánchez Vázquez parte del puerto Séte en el primer barco, el Sinaia, que lleva a cabo una expedición de refugiados españoles a México. Sobre su embarque comenta: Al subir finalmente las escalerillas del barco, en cada uno se debatían los más encontrados sentimientos: por un lado, la ira al recordar las frescas humillaciones y vejaciones, la tristeza y la amargura al pensar en los que quedaban en los campos de concentración de Francia o en los familiares de España; y, por otro, el gozo de abandonar una tierra ingrata y la ilusión de alcanzar otra en la que serían tratados como ciudadanos 40 . Durante el viaje colabora con Pedro Garfias y Juan Rejano, entre otros en la elaboración de un periódico a bordo41. La travesía llega a su fin después de dieciocho largos días. El barco arriba en Veracruz. En el puerto daban una bienvenida entusiasta unas veinte mil personas, entre las que destacan el secretario de Gobernación, García Téllez y Vicente Lombardo Toledano, secretario general de la Confederación de Trabajadores de México, entre otros.42 Con la llegada a México comienza una nueva etapa: la del exilio. 39 Adolfo Sánchez Vázquez, Una trayectoria intelectual comprometida, México, Facultad de Filosofía y Letras (UNAM), 2005, p. 28. 40 Adolfo Sánchez Vázquez, Del exilio en México. Recuerdos y reflexiones, México, Grijalbo, 1997, p. 22. 41 Idem. 42 Ibid., p. 27 26 Las actividades de Sánchez Vázquez en los inicios del exilio son principalmente de tipo político y cultural. Participa activamente en la creación de diversas publicaciones como Romance, España peregrina y Ultramar. Asimismo, se encarga del Boletín de Información de la Unión de Intelectuales Españoles en México, organización de la que llega a ser vicepresidente. Ahora bien, en cuanto a la producción poética de nuestro autor en este periodo, encontramos “Elegía a una tarde de julio” (1940), que es su primer poema escrito después de la guerra, cuando lleva ocho meses en nuestro país. Se trata de un poema largo, compuesto de catorce fragmentos, escrito en verso libre y tono enardecido. En sus primeros fragmentos, su autor recuerda el comienzo de la guerra y sus ulteriores consecuencias; en los versos subsiguientes hace un llamado a tomar conciencia sobre los hechos acaecidos durante la misma: los muertos, las victimas, y en la parte final, se percibe un fuerte tono de denuncia, que aspira a no dejar incólumes a los responsables de tan atroces actos. Así, leemos en el fragmento XIII: “/…preguntad/¿Dónde están los culpables?/Y la pregunta no se quede en el aire/” y después en el XIV y último confirma: ¿Culpables? Sí, culpables de esta orgía de sangre, de este mar de lágrimas y llantos, de este muro impasible en el que se estrella la ternura de esta red de mortajas y de lutos, de este río de dolor y desventuras que corre, desbordado, sin riberas desde esta tarde de julio 43 . Además, en esta composición poética reaparecela figura del pulso, del pulso ardiendo, en los fragmentos IX cuando escribe “/Era Julio/Ardían el agua, la 43 Adolfo Sánchez Vázquez, Poesía, México, Fondo de cultura Económica-Centro Cultural de la Generación del 27, 2005, p. 116. 27 tierra y el aire/También mi pulso estaba ardiendo” y XII “/Mi pulso estaba ardiendo/como el toro de la plaza/”44. Como podemos apreciar del último verso, el autor utiliza figuras taurinas, en las que el toro se asemeja a la resistencia firme del pueblo español que, al final, al igual que el toro bravío termina siendo sacrificado. Sobre la experiencia del exilio, cuando más agudos son los sentimientos de tristeza, dolor y esperanza, destaca “El desterrado”, donde se refiere al desterrado concreto como aquel que no tiene sostén firme ni raíz. El terceto final expresa esta idea: “/Torre humana o árbol sobrehumano/contra el hacha, en el aire levantado/ sin raíz ni cimiento, desterrado”45. Continuando con sentimientos sobre el destierro, específicamente, con aquel que pone de manifiesto que el destierro no termina con la muerte, se encuentra “El desterrado muerto”, que en sus tercetos finales expresa el sentir antes dicho del modo siguiente: El destierro no para con tu muerte que, implacable, dilata tu destino, bajo la tierra misma prolongado. Tú no descansas, no, con esta suerte de muerte enajenada; con el sino de estar bajo la tierra desterrado 46 . Otro soneto, titulado –como el primer verso que lo compone– “Al dolor del destierro condenados”, en el cual se expresa que la medida o criterio del desterrado es su propio destierro. Al dolor del destierro condenados –la raíz en la tierra que perdimos–, con el dolor humano nos medimos, 44 Ibid., pp. 112, 114. 45 Ibid., p. 131. 46 Ibid., p. 139. 28 que no hay mejor medida, desterrados, (…) Por él (el destierro) nuestra verdad se delimita contra toda carroña originaria y el destierro se vuelve fundamento 47 . De este poema y del previo, se puede entender la concepción de nuestro autor sobre el exilio. Para él, el exiliado es, literalmente, un aterrado48 (en sentido originario: sin tierra) ni raíz ni centro del cual asirse; mientras que el exilio es “… un desgarrón que no acaba de desgarrarse; una herida que no cicatriza, una puerta que parece abrirse y que nunca se abre”49, y aun cuando se den las condiciones materiales para acabar con el exilio –con el paso del tiempo– el exiliado no dejara de serlo, porque en la patria que lo acogió ha echado nuevas raíces, y es cuando se presenta un nuevo desgarrón. Es entonces cuando …el exiliado descubre con estupor primero, con dolor después, con cierta ironía más tarde, en el momento mismo en que objetivamente ha terminado su exilio, que el tiempo no ha pasado impunemente, y que tanto si vuelve como si no vuelve, jamás dejará de ser un exiliado 50 . Tan profunda es la experiencia del exilio para nuestro autor, que años más tarde la confrontará con la de José Gaos –otro ilustre exiliado–, para quien el exilio no es un destierro, sino un “transtierro” y, por tanto, el desterrado no es un aterrado, sino un transterrado. El transtierro evoca la imagen de un transplante de tierra, una tierra que no se ve como ajena, sino propia. Se trata de un suelo fértil que comparte con la tierra de origen rasgos culturales; se trata de una prolongación de la patria perdida, pero una prolongación en la que no está la 47 Ibid., p. 144. (La cursiva es nuestra) 48 Cf. Adolfo Sánchez Vázquez “Fin del exilio y exilio sin fin” en Adolfo Sánchez Vázquez, Ensayos marxistas sobre historia y política, México, Océano, 1985, p. 166. 49 Ibid., p. 165. 50 Ibid., p. 167. 29 sombra del franquismo. Por esto, la tierra de llegada es una tierra de nuevos bríos y esperanzas, en la que varios de los intelectuales exiliados –Sánchez Vázquez entre ellos– realizaran su obra. Con el paso de los años, el exiliado ve a la tierra que lo acoge como una suma de dos raíces, de dos tierras, de dos esperanzas. Sólo en este punto, el destierro se convierte en transtierro y es cuando se puede afirmar que –de acuerdo con Sánchez Vázquez– “Lo decisivo no es estar –acá o allá– sino cómo se está”51. La idea del destierro convertido en transtierro se ilustra en los tercetos finales del soneto “La tierra que pisamos”: comprendo que mi vida está fundada en no afirmarlas plantas en el suelo donde tengo la vida trasplantada . ¡Oh tierra que me ofreces tu consuelo! Dejándome seguir mi derrotero, más cerca estoy de ti, más prisionero 52 . Hay otros poemas que se refieren a la experiencia del exilio; sin embargo, consideramos que los señalados ofrecen una visión precisa de la concepción del exilio en su expresión poética de nuestro autor, y por ello, no entraremos en mayor detalle. Por otra parte, la obra poética de Sánchez Vázquez, en este periodo, no se agota en el tema del exilio, sino que su espectro se diversifica. Así, encontramos poemas como “La paloma de Picasso” de carácter pacifista. En él su autor se esfuerza en mostrar el esfuerzo que debe hacer la humanidad para establecer la paz en el mundo. Otro poema es “Afirmación de amor”, en el cual el autor exalta ese sentimiento en varias de sus modalidades. Uno más es “A León Felipe en su 70 cumpleaños”, leído por Sánchez Vázquez en el homenaje al poeta español, celebrado el 11 de abril de 1954. 51 Idem. 52 Adolfo Sánchez Vázquez, Poesía, México, Fondo de Cultura Económica-Centro cultural de la Generación del 27, 2005, p. 142. 30 Finalmente, hay un acercamiento más de Sánchez Vázquez con la poesía, aunque no como creador, sino como analista. Se trata de la elaboración de una tesis de posgrado sobre “El sentido del tiempo en la poesía de Antonio Machado”, la cual no terminaría. Así que su fase como poeta puede darse por finalizada en 1954 con el poema dedicado a León Felipe. 1.2 De la filosofía El final de la actividad poética de nuestro autor en los años cincuenta coincide con el inicio de su actividad filosófica. En cuanto al abandono de la primera actividad, Sánchez Vázquez señala que no tiene una respuesta para este hecho; sin embargo, ese abandono no es producto de una decisión deliberada, consciente53, sino que se trata del fruto de una serie de circunstancias vitales en las que se ve inmerso. De tales circunstancias destacan las siguientes: 1) una absorbente militancia política, 2) la realización de diversas actividades para poder subsistir, entre ellas la enseñanza de la filosofía, actividad que se inicia en 1941 cuando se traslada a Morelia para impartir clases a nivel bachillerato en el Colegio de San Nicolás de Hidalgo de la Universidad Michoacana y 3) la prolongación del exilio, esto es, cuando la posibilidad del retorno a España se ve lejana, cuando el destierro se va transformando en transtierro, y con ello el abandono del tema primordial de su poesía: el destierro. Asimismo, podemos añadir que la extensión del exilio, determinado por el apoyo de Estados Unidos a Franco durante la Guerra Fría, origina la idea en Sánchez Vázquez de que es indispensable una mayor dosis de teoría para abordar los problemas políticos del momento Sentí por ello la necesidad de consagrar más tiempo a la reflexión, a la fundamentación razonada de mi actividad política sobre todo cuando arraigadas creencias –en la ‘patria del proletariado’– comenzaban a venirse abajo. De ahí que me propusiera por entonces elevar mi formación teórica marxista y, en consecuencia, prestar más atención ala filosofía que a las letras 54 . 53 Vid. Adolfo Sánchez Vázquez, Una trayectoria intelectual comprometida, México, Facultad de Filosofía y Letras (UNAM), 2006, p. 41. 54 Adolfo Sánchez Vázquez, “Postscriptum político-filosófico a ‘mi obra filosófica`” en Op. cit., p. 462. 31 Como podemos apreciar, las circunstancias hacen virar a nuestro autor de la poesía hacia la filosofía. Toda su incursión en la filosofía estaría cobijada por la Universidad Nacional Autónoma de México, de la cual sería profesor e investigador emérito. Sin embargo, el quehacer poético no quedaría en el olvido, puesto que Sánchez Vázquez entraría a la filosofía y al marxismo por la estética. Retorna a la Universidad, al edificio de Mascarones, en donde predomina el vitalismo, el historicismo, mucho Heidegger, el tomismo y el neokantismo. El marxismo es casi un ausente, salvo por el seminario del doctor Gaos sobre la Lógica de Hegel y los cursos de lógica dialéctica, impartidos por Eli de Gortari, con quien inicia su labor docente como ayudante de 1952 a 1954. A él lo calificará Sánchez Vázquez como el único profesor marxista que encontrará en la universidad mexicana. De él se expresa en concreto: “De Gortari fue para mí el primer filósofo marxista de carne y hueso…” 55 . En la actividad intelectual de Adolfo de esta etapa destacan sus trabajos de análisis literario y filosófico que apuntan ya hacia la estética. En esta etapa de transición de la literatura hacia la filosofía resaltan trabajos como “El sentido del tiempo en la poesía de Antonio Machado”, conferencia presentada en el centenario de la muerte de Gogol, fruto de su investigación anterior; “Humanismo y visión de España en Antonio Machado”, entre otros. 1.2.1 De la estética En 1954, asiste como delegado del Partido Comunista Español en México al V Congreso, celebrado clandestinamente cerca de Praga y desde esa ciudad se traslada a Moscú. Esta breve estancia la recuerda José Sandoval, exiliado por entonces en la Unión Soviética: 55 Ídem. 32 Ya por entonces [Sánchez Vázquez] estaba muy entusiasmado con los temas de estética y marxismo. Tenía gran interés por conocer los textos recientes que sobre estética se escribían en la Unión Soviética ¨ (…) Recuerdo que me hice con algunos libros para darle. Luego Adolfo publicó, creo recordar, un artículo sobre estos temas en el número 3 de Nuestras ideas, en Bruselas, pero pronto adoptó una postura más crítica y se volcó más en el estudio directo de las obras de Marx para abordar desde ahí las cuestiones estéticas que le interesaban 56 . Con este antecedente, en 1956 hace su primera aportación filosófica en el campo de estética con su tesis de maestría titulada Conciencia y realidad en la obra de arte. La tesis versa sobre la relación entre la consciencia del artista encarnada en su obra y la realidad. Al poner mayor énfasis en la representación verídica de ésta en la obra de arte, se privilegia una forma concreta del arte: el realismo, doctrina estética predominante en los países soviéticos. En esta época, Sánchez Vázquez tiene una fuerte influencia de las ideas del realismo socialista, cuya tesis primordial es que la obra de arte es valiosa en cuanto que muestra las condiciones reales de existencia de una sociedad determinada. Para esta concepción, si el arte no muestra tales condiciones, entonces no es valiosa. En este sentido, quedan fuera todas aquellas corrientes estéticas no realistas, como los movimientos vanguardistas. Ahora bien, el problema del realismo trae consigo el de la ideología, puesto que la visión de la realidad –verdadera o falsa– depende de la ideología que la inspira. Sin embargo, al tocar esta cuestión, se aborda también el problema presente en Marx de que la obra de arte trasciende a su contenido ideológico. La solución que da Sánchez Vázquez es que el contenido ideológico de la obra de arte está integrado en la misma, en unidad indisoluble con la forma, con lo cual la obra rebasa los límites de su época. No obstante estos intentos por salir de la postura dominante, su producción se desplaza en los terrenos del marxismo ortodoxo, como él mismo lo anuncia: “Si bien proseguía el intento de abrir nuevas 56 José Sandoval apud., Ana Lucas, “Adolfo Sánchez Vázquez: vida y obra” en Federico Álvarez (editor), Adolfo Sánchez Vázquez: los trabajos y los días (semblanzas y entrevistas), México, Facultad de Filosofía y Letras (UNAM), 1995, p. 352. 33 brechas en la roca inconmovible de la estética soviética, no acababa de romper el marco teórico ‘ortodoxo’”57. El rompimiento con el marxismo ortodoxo llegará hasta finales de los años cincuentas, causado por acontecimientos políticos y teóricos. En cuanto a los acontecimientos políticos resaltan, primero, las revelaciones de Jruschov en su famoso “informe secreto” al XXII Congreso del PCUS, en 1956. El segundo corresponde a la propia organización interna del partido en la emigración mexicana, que chocaba con las ideas de la dirección del PC. El tercer acontecimiento es la Revolución cubana. Estos tres acontecimientos son el detonante para que Sánchez Vázquez elabore una revisión crítica del marxismo a partir del contacto directo con sus fuentes. El primer acercamiento directo a las fuentes es la lectura de la obra juvenil de Marx, particularmente, los Manuscritos económico-filosóficos de 1844. En esta obra, Sánchez Vázquez encuentra, por un lado, una concepción del hombre, la sociedad y la naturaleza que no corresponde a la visión determinista del marxismo oficial y, por otro, rastrea ciertas ideas estéticas que derrumban la estética marxista-leninista. El producto de este descubrimiento quedará plasmado en diversos trabajos como: “Las ideas estéticas en las Manuscritos económico-filosóficos de Marx” (1961), el cual más tarde sería reelaborado y titulado “Las ideas de Marx sobre las fuentes de los estético”, mismo que será publicado en una de las obras principales de nuestro autor: Las ideas estéticas de Marx (1965). En este libro, a partir de las ideas estéticas de Marx, se somete a crítica la estética del realismo socialista y se apunta hacia una nueva estética de inspiración marxista. Se trata de una estética de inspiración marxista porque, de acuerdo con Sánchez Vázquez, “Marx no dejó en este campo un corpus teórico o conjunto sistemático de ideas que pudieran constituir un tratado de estética sino una serie de ideas que, desarrolladas, podrían servir de base para construir una estética”58. Para nuestro autor, las ideas más sobresalientes de 57 Adolfo Sánchez Vázquez apud. Ana Lucas, Op. cit., p. 353. 58 Adolfo Sánchez Vázquez, Una trayectoria intelectual comprometida, México, Facultad de Filosofía y Letras (UNAM), 2006, p. 46. 34 Marx, en este rubro, son 1) La idea del arte como trabajo creador a partir de la concepción del trabajo humano que aparece en los Manuscritos; 2) la idea del realismo como forma necesaria del arte por su función cognoscitiva, aunque su verdadero alcance es tergiversado al identificar arte y realismo; 3) la idea de hostilidad del capitalismo al arte59. Retomemos la primera de estas ideas. De acuerdo con Sánchez Vázquez, una de las tesis centrales de Marx en los Manuscritos es la del trabajo como la esencia del hombre. A partir de ella, Marx establece su crítica al capitalismo. Ésta se presenta del modo siguiente: la enajenación del trabajo del obrero, presente en el capitalismo, deshumaniza al trabajador, al reducirlo a simple medio, cosa, mercancía. En otras palabras: lo priva de su esencia humana. Así el arte, en tantoactividad práctica, propia del hombre –al igual que el trabajo– abre la puerta para recuperar esa esencia, negada en el trabajo enajenado. Asimismo, el arte se presenta como una expresión de la creatividad humana, en cualquiera de sus formas históricas, razón por la cual no se sostiene la tesis soviética del realismo como auténtica forma de arte o forma artística por excelencia y desechar las corrientes vanguardistas, acusándolas de decadentes. Así la concepción del arte como trabajo creador se contrapone a la identificación de arte con realismo y por ello permite reivindicar también al arte abstracto. En este punto, encontramos un deslinde definitivo de nuestro autor respecto del realismo socialista. Este deslinde implica: 1) que Marx nunca sostuvo un postura estética de carácter realista. La revisión de los Manuscritos es la prueba de ello. También de esta misma obra se desprende que Marx dejó la puerta abierta a la pluralidad de concepciones estéticas. Por otra parte, esta concepción del arte que resalta la creatividad inspira la idea de la hostilidad del capitalismo al arte, puesto que dicho sistema de producción, al enajenar el trabajo, socava el principio de creatividad, y esta 59 Ibid., p. 47. 35 hostilidad se manifiesta en la sujeción del arte al mercado, al convertir la obra de arte en mercancía y con ello la supeditación del valor estético de la obra a su valor de cambio. Con este nuevo acercamiento al pensamiento estético de Marx, dirige en la Universidad Nacional Autónoma de México un seminario sobre arte y realismo. Asimismo, dicta una serie de conferencias, de las cuales destacan “Problemas fundamentales de una estética marxista (Universidad de Oriente, Santiago de Cuba, 1968), “La estética marxista actual” (Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, 1968) y “Vanguardia artística, vanguardia política” (Congreso Cultural de la Habana, 1968). Muchas de ellas quedan recopiladas en la obra Ensayos marxistas sobre arte y marxismo. Por otra parte, la crítica a la concepción socialista conduce a Sánchez Vázquez a reconocer la pluralidad de posiciones estéticas. De esta preocupación, nace la antología Estética y marxismo (1970). La obra recoge una selección de textos de destacados autores como Brecht, Lukács, Gramsci, Kosik, Lenin, Althusser, Della Volpe, entre otros, relacionados con problemas planteados por una estética marxista. La antología contiene una introducción en la que nuestro autor expone los principios que una estética marxista debería tener. Esos principios son los siguientes: 1) “El hombre como ser práctico, transformador de la naturaleza exterior y de la naturaleza humana por el trabajo; 2) la historia como sucesión de formaciones sociales que tiene siempre como sujetos a quienes la hacen: los hombres; 3) la sociedad como conjunto de relaciones distintas que forman un todo, lo que impide abstraer el arte (la relación estética) de otras relaciones sociales (…) y 4) el principio metodológico y dialéctico de la totalidad aplicado tanto al arte como a la obra artística en particular 60 . 60 Ibid., p. 51. 36 Asimismo, la introducción presenta a cuatro estéticas cuya fuente es el marxismo. La primera de ellas gira en torno a la concepción del arte como reflejo; la segunda, la estética de Brecht, resalta el aspecto cognoscitivo de la obra de arte, dándole un sentido original con sus conceptos de placer, distanciamiento, crítica y transformación de la obra. La tercera, se trata de la estética semántica de Galvano Della Volpe que al concebir al arte como lenguaje pone énfasis en la forma de la obra de arte; mientras que la cuarta es la estética de la praxis que concibe a la obra artística como actividad práctica o trabajo creador61. Después de la publicación de la antología, Sánchez Vázquez se encarga de diversos temas: de la estética semántica de Galvano Della Volpe, de la semiótica de Yuri Lotman, de la estética de Sartre y de la terrenal de José Revueltas. También se ocupa, en diferentes ensayos, del problema de la ideología en los escritos de Lenin sobre Tolstoi. Asimismo, pone atención a las relaciones entre creación y recepción de la obra de arte, y propone una socialización de la creación. Ahora bien, como fruto de sus cursos de estética en la Facultad de Filosofía y Letras durante los años sesentas y ochentas, surge Invitación a la estética (1992). En ella, nuestro autor se propone hacer una estética inspirada por principios de la obra de Marx. La obra se divide en tres partes: la primera, titulada “Anverso y reverso de la estética”, trata sobre el derecho a existir de esta disciplina filosófica, después de ser confrontada con sus principales detractores: el espectador ingenuo, el espectador cultivado, el artista, el crítico y el filosofo. Después de la confrontación, se precisa el objeto de estudio de la estética; en la segunda, llamada “La relación estética del hombre con la realidad, se aborda justamente el problema planteado por el título. Asimismo, se analizan el sujeto y el objeto estéticos, así como la relación indisoluble entre ellos, que es llamada por nuestro autor “situación estética”; mientras que en la tercera se examinan las 61 Cf. Idem. 37 categorías estéticas, comenzando por la de lo estético, lo bello, lo feo, lo cómico y lo grotesco. Finalmente, tenemos De la estética de la recepción a una estética de la participación (2005). Se trata de una obra que recoge cinco conferencias pronunciadas por el autor en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM en el marco de la Cátedra Maestros del Exilio Español (noviembre de 2004). En ellas se examina el papel activo del receptor. Asimismo, con base en el marco social capitalista se pone de manifiesto y se valora el contraste de los grandes artistas y el arte digital. El contraste se establece del modo que sigue: alto nivel estético y baja proyección social en el primero; mientras que en el segundo hay bajo nivel estético y amplia extensión social. En estos dos últimos trabajos Sánchez Vázquez hace una propuesta estética propia, a partir de los planteamientos de Marx. Damos por concluido desarrollo de la producción estética de nuestro autor. 1.2.2 El marxismo como filosofía de la praxis Las ideas del hombre como ser práctico y del arte como trabajo creador provenientes de las investigaciones directas de la obra de Marx realizadas por Adolfo Sánchez Vázquez es el cimiento del marxismo entendido como filosofía de la praxis. Estas dos ideas llevan a nuestro autor a analizar los aspectos más esenciales de la praxis o práctica creadora, entre ellos, los decisivos para transformar el mundo humano. De este modo, poco después de la aparición de Las ideas estéticas de Marx, la preocupación teórica de nuestro autor es la praxis. Para resolver tal inquietud escribe su tesis doctoral titulada Sobre la praxis, la cual es dirigida por José Gaos y presentada en 1966 en la Facultad de Filosofía y Letras, Este trabajo da lugar a Filosofía de la praxis (1967). Toda esta obra versa 38 sobre la praxis, entendida como categoría filosófica fundamental, y su objetivo –de acuerdo con su autor– …es precisamente poner de manifiesto ese carácter fundamental de la praxis, que ya lo tenía para Marx y que ha sido ignorado tanto por el marxismo cientificista el cual reduce el pensamiento de aquél a simple teoría científica, como por el marxismo ontológico o metafísico, que gira en torno al problema tradicional del Ser, de lo que el mundo es 62 . Conviene delinear el panorama filosófico con el que se enfrenta la propuesta de nuestro autor.Por principio de cuentas, hay que señalar que Marx no dejó una explicación sistemática acerca de la función, contenido y destino de la filosofía, aun cuando escribió textos importantes como los Manuscritos económico-filosóficos de 1844, La ideología alemana, las Tesis sobre Feuerbach o los Grundrisse. Ahora bien, desde la fundación del materialismo histórico surge la polémica, pues Marx no escribió una dialéctica, como era su propósito, y Engels, por su lado, fue quien ofreció la primera interpretación de la filosofía fundada por ellos, en su obra Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana, en la cual escribe: “Marx murió sin que a ninguno de los dos se nos presentase ocasión de volver sobre el tema”63. En esta obra y en otras tales como el Anti-Dühring y Dialéctica de la naturaleza, Engels manifiesta que 1) había una nueva concepción que implicaría una transformación en la forma de construir la filosofía (ya no sería empresa de un solo hombre, sino producto colectivo), 2) la dialéctica es la ciencia de las leyes generales del universo y 3) la nueva concepción materialista tiene como fundamento realizar la síntesis de los resultados de las ciencias. Estas tesis de Engels no concuerdan del todo con las ideas de Marx; mientras que los 62 Adolfo Sánchez Vázquez, Una trayectoria intelectual comprometida, Facultad de Filosofía y Letras (UNAM), 2006, p. 68. 63 F. Engels, “Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana” en Cuadernos de pasado y presente, Córdoba, 1975, p. 17. 39 intereses de éste se mantienen en lo histórico, los de Engels se amplían al terreno de las ciencias naturales. A estas divergencias teóricas, hay que añadir las vicisitudes políticas e ideológicas surgidas en la construcción del socialismo real y que condicionaron la interpretación de los clásicos. En el caso del estado soviético, la concepción oficial del marxismo está vinculada a proporcionar una ideología que sirva de legitimación del régimen. Este haz de circunstancias teóricas y políticas forma lo que Gabriel Vargas Lozano llama “el conflicto de las interpretaciones”64. Bajo este panorama y siguiendo las observaciones de Vargas Lozano se pueden distinguir cuatro grandes corrientes de la filosofía marxista: el dia.mat, la concepción humanista, la epistemológica y la filosofía de la praxis65. Haremos una breve referencia a cada una de ellas. El dia-mat surge como una concepción oficial durante el periodo stalinista; sus tesis más importantes son las siguientes: 1. La unificación, en el discurso, de las ideas de Marx, Engels y Lenin. 2. La definición de la filosofía marxista como ciencia general. 3. La concepción lineal del desarrollo de las sociedades. 4. La visión de un determinismo económico66, entre otras. La corriente humanista surge en el contexto de la Segunda Guerra Mundial y de la intensificación de la enajenación presentada por el capitalismo. Esta corriente se apoya en los planteamientos de Marx expuestos en los Manuscritos 64 Cf. Gabriel Vargas Lozano, “La filosofía en Marx. El conflicto de las interpretaciones” en Dialéctica, Nueva época, Año 8, Número 36, invierno 2004, p.158-ss. 65 Gabriel Vargas Lozano, “Adolfo Sánchez Vázquez y la filosofía del marxismo” en Juliana González, Carlos Pereyra y Gabriel Vargas Lozano (eds.), Praxis y filosofía. Ensayos en homenaje a Adolfo Sánchez Vázquez, México, Grijalbo, 1985, p. 172. 66 Ídem. 40 económico-filosóficos de 1844. Los representantes de esta corriente son Fromm y Schaff, aunque Mihailo Marković, quien colaboró en la antología de Fromm titulada Humanismo socialista, propuso una definición de humanismo, misma que transcribimos: Por ‘humanismo’ quiero significar una filosofía que procura resolver todos los problemas filosóficos según la perspectiva del hombre, que abarca no sólo los problemas antropológicos como la naturaleza humana, la alienación, la libertad (…), sino también todos los otros problemas ontológicos, epistemológicos y axiológicos 67 . Cabe aclarar que Marković, aunque orienta sus investigaciones hacía el humanismo, pertenece a la corriente de la filosofía de la praxis, incluso formó el “Grupo Praxis” en Yugoslavia. Por otra parte, algunos representantes del marxismo epistemológico son Galvano Della Volpe y Louis Althusser. Esta corriente polemiza, en los escritos de Althusser, con el dia mat, el humanismo y la filosofía de la praxis. Althusser critica al dia-mat por no ofrecer una explicación científica de la teoría de Marx; mientras que del humanismo denuncia su carácter ideológico, entendido este término en sentido de opuesto a la ciencia y por ende falso. También a la postura althusseriana se le denominó, por dicha crítica, antihumanismo teórico. Por otra parte, a la filosofía de la praxis la rechaza por utilizar criterios externos para probar la verdad de la teoría68. El objetivo primordial de esta postura es recuperar el carácter científico de la obra de Marx, el cual se encuentra en las obras de madurez del revolucionario de Tréveris. 67 Mihailo Marković, apud., Gabriel Vargas Lozano, “Adolfo Sánchez Vázquez y la filosofía del marxismo” en Juliana González, Carlos Pereyra y Gabriel Vargas Lozano (eds.), Praxis y filosofía. Ensayos en homenaje a Adolfo Sánchez Vázquez, México, Grijalbo, 1985, p. 174. 68 Vid. Gabriel Vargas Lozano, Op. cit., p. 175. 41 La obra de Althusser tuvo gran aceptación en los ambientes académicos de nuestro país, y con ella Sánchez Vázquez mantendrá una discusión acalorada, la cual se expone en su libro Ciencia y revolución. El marxismo de Althusser. Ahora hablaremos de la filosofía de la praxis. El término surge con Labriola y será retomado por Mondolfo y Gramsci. Con respecto al surgimiento de la filosofía de la praxis, Mondolfo dice en Marx y marxismo lo siguiente: El materialismo histórico quiere, precisamente, superar todas las abstractas teorías de los factores con la concreta filosofía de la praxis. “Filosofía de la praxis” significa concepción de la historia como creación continua de la actividad humana, por la cual el hombre se desarrolla, es decir, se produce a sí mismo como causa y efecto, como autor y consecuencia a un tiempo de las sucesivas condiciones de su ser 69 . Por otra parte, tenemos a Gramsci. Este pensador que escribió desde las mazmorras italianas hace una aportación original al marxismo al mostrar el poder de la superestructura en la sociedad. Asimismo, establece la relación entre la filosofía de la praxis y su función en la construcción de la hegemonía de un bloque histórico. Otras aportaciones de Gramsci, en palabras de Vargas Lozano, son: La transformación de lo económico, en lo político e ideológico mediante serie de mediadores de lo que él llama ‘sociedad civil’ y entre los cuales se encuentran los intelectuales orgánicos, las diversas organizaciones y el nuevo príncipe: el partido. También es destacable el papel de la filosofía como forma de integración del sentido de la acción, desde las formas inmediatas de la conciencia prácticas hasta las formas más abstractas 70 . Otros precursores de la filosofía de la praxis son Lukács y Korsch. En éste hay una reivindicación del concepto de filosofía y una nueva concepción de las relaciones con la práctica; mientras que aquél pone la categoría de trabajo en el centro de la filosofía de Marx. 69 Rodolfo Mondolfo, Marx y marxismo. Estudios históricos-críticos, tr. M. H. Albert, México, Fondo de Cultura Económica, 1960, p. 9. 70 Gabriel Vargas Lozano, “La filosofía en Marx. El conflicto de las interpretaciones”
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