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Universidad Nacional Autónoma de México
Facultad de Filosofía y Letras
Colegio de Letras Modernas
El efecto de la juventud: la ciencia y los placeres
en “Dr. Heidegger’s Experiment”, de Nathaniel Hawthorne
Tesina 
que para obtener el título de:
Licenciada en Lengua y Literaturas Modernas
(Letras Inglesas)
Presenta:
Alejandra Sumano Gotóo
Asesora:
Dra. Ana Elena González Treviño
Ciudad de México a 8 de febrero de 2016
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
COLEGIO DE LETRAS MODERNAS
El efecto de la juventud: la ciencia y los placeres 
en “Dr. Heidegger’s Experiment”, de Nathaniel Hawthorne
TESINA QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
Licenciada en Lengua y Literaturas Modernas (Letras Inglesas)
PRESENTA
Alejandra Sumano Gotóo
ASESORA
Dra. Ana Elena González Treviño
Ciudad de México a 8 de febrero de 2016
3
Índice
Introducción 6
Capítulo. I. El afán por el conocimiento 11
a. Heidegger y Aylmer, 16. b. Heidegger y Ra-
paccini, 18. c. Heidegger con sus invitados, 19.
Capítulo. II. Fuente de la juventud y sátira de los invitados 23
a. El narrador, 27. b. Antecedentes de la fuente, 
29. c. La fuente de la juventud en el cuento, 31. 
d. El coronel Killigrew, 33. e. Mr. Gascoigne, 34. 
f. Mr. Medbourne, 35. g. La viuda Wycherly, 36. 
h. Todos ellos, 37.
Conclusiones 43
Obras citadas 47
Obras consultadas 49
The foundation of good fiction 
is character-creating and nothing else... 
Virginia Woolf
6
En 1920, de acuerdo con el escritor, editor y maestro en artes Adam Luke Gowans, el 
cuento “Dr. Heidegger’s Experiment” fue considerado uno de los doce mejores cuentos 
escritos en inglés; él lo incluyó en su antología The Twelve Best Short Stories in the Engli-
sh Language (Gowans 210).1 El relato “Dr. Heidegger’s Experiment” es de los primeros 
cuentos que escribió Nathaniel Hawthorne. Se publicó por primera vez de manera anó-
nima en enero de 1837 en la revista literaria The Knickerbocker, bajo el título de “The 
Fountain of Youth” (Gibbens 408). Poco después se realizó una compilación de cuentos 
en la cual ya se señalaba a Hawthorne como autor, Twice Told Tales (1837). “Dr. Heide-
1 Entre los otros once cuentos considerados se incluyen otras dos obras de Nathaniel Hawthorne. 
Los mejores cuentos, sin necesariamente estar en orden jerárquico, son: “Rip Van Winkle” (1819) de 
Washington Irving; “Wandering Willie’s Tale” (1824) de Sir Walter Scott; “Young Goodman Brown” 
(1835), “The Celestial Railroad” (1843) y “Dr. Heidegger’s Experiment” (1837) de Nathaniel Haw-
thorne; “William Wilson” (1839) y “The Masque of the Red Death” (1842) de Edgar Allan Poe; “The 
Princess’s Tragedy” (1844) de William Makepeace Thackeray; “The Story of Richard Doubledick” 
(1894) de Charles Dickens; “The Half-Brothers” (1859) de Elizabeth Gaskell.; “Rab and his Friends” 
(1859) de John Brown; y finalmente “Tennessee’s Partner” (1899) de Bret Harte.
Introducción
7
gger’s Experiment” estuvo acompañado de los otros cuentos que se publicaron de ma-
nera periódica en la revista The Knickerbocker y juntos formaron la obra publicada los 
primeros días de marzo del mismo año por la American Stationer’s Company. Éste fue 
el segundo libro de Nathaniel Hawthorne y gracias a él su fama creció, ya que su primera 
novela The Fanshawe (1828) no había sido tan bien recibida (James 287).
Cinco años después de la publicación de Twice Told Tales (1837), Edgar Allan Poe elogió 
la colección de cuentos en Graham’s Magazine: “Of Mr. Hawthorne’s Tales we would say, 
emphatically, that they belong to the highest region of Art–an Art subservient to genius of 
a very lofty order” (575-576). Años después se publicaron las obras que consagraron a Na-
thaniel Hawthorne: “Rapaccini’s Daughter” (1844) y The Scarlet Letter (1850), entre otras.
“Dr. Heidegger’s Experiment” se desarrolla en casa del doctor que le da nombre al 
relato. Allí tiene lugar una velada con cuatro amigos suyos –un coronel, un político, un 
comerciante y una viuda– que invitó a formar parte de un experimento. Durante la re-
unión les informa que ha conseguido un agua milagrosa traída de la famosa fuente de la 
juventud alrededor de la cual crecen unas magnolias enormes ancestrales que, a pesar 
del paso del tiempo, siguen frescas y hermosas. Se atribuye la perdurabilidad de las flo-
res al agua de la fuente, pues tiene la extraña propiedad de conservarlas en buen estado. 
El doctor cree que el agua también será capaz de devolverle la juventud a las personas y 
para descubrirlo, el doctor da a sus cuatro amigos de beber del agua y ésta, en efecto, los 
rejuvenece, o por lo menos esa puede ser una de las interpretaciones del cuento, aunque 
existe cierto juego de incertidumbre sobre si el agua los hace jóvenes o si todo es una 
fantasía que ellos sufren debido a su ingesta (Hawthorne 381-382).2 El narrador no se 
2 Las citas del cuento serán tomadas del libro The Best Known Works of Nathaniel Hawthorne de 
la editorial Blue Ribbon Books, publicado en 1941 en Nueva York.
8
compromete con ninguna de las dos lecturas e incluso sugiere que lo que narra es un 
invento suyo, se analizará su papel más adelante.
Hawthorne establece un contraste entre el estado inicial de los cuatro amigos del 
doctor, que en las primeras líneas del cuento se describen como venerables, y su esta-
do una vez rejuvenecidos, puesto que ellos se tornan inmaduros. Pronto se vislumbra 
que ellos están por repetir los errores de su juventud: la viuda Wycherly vuelve a ser 
vanidosa; los tres hombres vuelven a ser lujuriosos y en cada uno se exacerba alguna 
inclinación personal hacia el pecado. Mr. Gascoigne (el político) es orgulloso y en cier-
ta medida ambicioso; el coronel Killigrew se torna prepotente y se dedica a festejar de 
manera exagerada su recién recobrada juventud; y Mr. Medbourne (el comerciante) es 
abusivo y ambicioso. 
Todos ellos pueden verse como personajes tipo, es decir, personajes representativos 
de cierta profesión o estilo de vida, que Hawthorne reúne para explorar el tema de si es 
posible mejorar la naturaleza humana o si ésta se encuentra predeterminada.3 Cuando 
hablo del militar, del comerciante o de la viuda hablo de rasgos estereotípicos de estas 
profesiones o situaciones de vida: los personajes del cuento son hasta cierto punto un 
muestrario de algunas propensiones al vicio que preocupaban a los puritanos. Aunque 
Hawthorne sin duda concibió al grupo como un todo que interactúa y se complementa, 
logró imprimir en cada uno de sus personajes rasgos únicos memorables que son parte 
3 Los invitados del doctor pueden fungir como personificaciones de vicios y virtudes que nos 
recuerdan a las Morality Plays del medievo, en las que un personaje encarnaba un estilo de vida y 
mostraba las fallas a las que estaba propenso. En el caso de las obras de Hawthorne comentadas a 
continuación la diferencia entre el bien y el mal es un poco más difusa y las buenas intenciones con 
frecuencia se tornan en malos resultados. 
9
de su tipo de personaje, sin restarles autonomía. El cuento puede leerse como una sátira 
a estos personajes, como un texto didáctico que pretende mostrar qué no hacer o como 
una crítica mordaz, considero que tomar en cuenta estas tres lecturas ampliará el pano-
rama de estudioy enriquecerá la forma en la que leemos a Hawthorne. El hecho de que 
el narrador no se comprometa con los lectores, permite pensar que el cuento mismo 
(con sus personajes tipo y ambigüedad sobre la veracidad de los hechos narrados) da 
lugar a varias interpretaciones y demuestra así que todas son válidas y pertinentes. 
Este estudio está dividido en dos capítulos. El primero aborda el análisis detallado del 
doctor, quien presenta rasgos particulares que son comparados con otros hombres de 
ciencia de otros cuentos de Nathaniel Hawthorne: Aylmer y Rapaccini. Estos tres hom-
bres de ciencia de Hawthorne comparten algunas características esenciales que los iden-
tifican como seres perfectibles y que, aunque buscan mejorar al ser humano, centran sus 
esfuerzos en terceras personas. Sus experimentos tienen consecuencias permanentes, 
pero ellos no reaccionan de igual manera ante sus “resultados”. 
El segundo capítulo analiza a los cuatro invitados del doctor desde el punto de vis-
ta del narrador. Cada uno de ellos representa una falla de su época, pero la propuesta 
creativa de Hawthorne va más allá, pues también son estereotipos de la sociedad esta-
dounidense. En su recobrada juventud actúan como lo habían hecho antes, por lo que el 
tiempo parece no haber tenido ningún impacto pedagógico sobre ellos.
Capítulo I
El afán por el conocimiento
12
Como se mencionó ya en la introducción, en el cuento de Hawthorne cinco perso-
najes se reúnen en casa del doctor Heidegger para pasar la velada, pero los invitados 
asisten sin saber que su anfitrión no sólo quiere convivir y charlar, sino que también 
quiere hacerlos partícipes de un experimento. El doctor es un personaje peculiar y lle-
no de misterio, así como también parece serlo su estudio; la primera impresión que se 
tiene de éste es la de un lugar lúgubre:
It was dim, old-fashioned chamber, festooned with cobwebs and besprinkled with an-
tique dust. Around the walls stood several oaken bookcases, the lower shelves of which 
were filled with rows of gigantic folios and black-letter quartos, and the upper with little 
parchment-covered duodecimos. (Hawthorne 380)
Aunque se dice que está lleno de polvo y telarañas, los verbos que se utilizan son 
curiosos: festooned y besprinkled. Estos verbos tienen connotaciones positivas y se usan 
para describir decoraciones y adornos, así que parece que el lugar fue adornado por el 
paso del tiempo. Los libros que son símbolo de erudición se convierten a la vez en otro 
tipo de adorno para el singular estudio. Esta dualidad de naturaleza entre el significado 
13
de una cosa y otra se aprecia en el doctor mismo, pues él encarna dos tipos psicológicos 
y sociales: por un lado es un científico y por otro, un nigromante. 
Su caracterización como hombre de ciencia la podemos distinguir con relativa faci-
lidad; el doctor comparte ciertas características y actitudes con científicos retratados en 
otras obras de Hawthorne que se comentarán más adelante. Algunas de estas caracte-
rísticas son: la objetividad con la que trata a las personas, su profundo interés por los ex-
perimentos y la búsqueda de la solución de problemas. Todas estas características están 
englobadas en su constante y quizá desmedido afán por el conocimiento. También es de 
tipo nigromante porque utiliza un libro misterioso relacionado con la magia. Es un per-
sonaje que encarna la sabiduría, pero su manera de adquirirla no queda del todo clara.
De acuerdo con Hugo McPherson, Hawthorne creaba personajes que se clasifican en 
dos grandes grupos: los del reino de la luz y los de la oscuridad. No obstante, McPherson 
opina que el autor era imparcial con respecto a esta división, mientras que la ideología 
puritana adjudicaba una carga moral negativa a la oscuridad y una positiva a la luz (11, 
214-216). Aun cuando ambos tipos (nigromante y científico) pudieran parecer reproba-
bles de acuerdo con la cosmovisión puritana, cada uno se relaciona de manera diferente 
con el reino de la oscuridad.
Al igual que Fausto, el doctor Heidegger en el ocaso de su vida se acerca a la magia 
negra, un método heterodoxo de buscar conocimiento, y hasta cierto punto poder, que 
jamás se ha detenido ante las fuerzas que pueden ser demoniacas o malvadas (McPherson 
11). En el cuento se incluye una descripción de un libro de magia que Heidegger atesora y 
consulta asiduamente. En el texto se lee:
The greatest curiosity of the study remains to be mentioned; it was a ponderous folio 
volume bound in black leather, with massive silver clasps. There were no letters on the 
14
back, and nobody could tell the title of the book. But it was well known to be a book of 
magic. (380)
La presencia del libro de magia crea alrededor de Heidegger un aura de misterio que 
incluso llega a producir miedo en quienes lo rodean. Su sirvienta contaba que cuando 
una vez levantó el libro para limpiarlo ocurrieron cosas extrañas, como apariciones, el 
movimiento de un esqueleto y voces que le prohibían tocar el libro. Un poco antes de 
que el experimento se lleve a cabo, el doctor toma el libro para sacar de él una rosa dise-
cada, que le había regalado una mujer importante en su vida, y lanzarla a la jarra del agua 
de la juventud (381). Con ello pretende demostrar a sus invitados la eficacia del agua pero 
también se sugiere a los lectores que en algún momento de su vida las investigaciones 
y experimentos podrían no haber tenido un papel central en su vida. Se sugiere nueva-
mente que el doctor es parte de una cosa y, a la vez, de otra, pues aunque está a punto de 
realizar un experimento inusual, se comporta de manera nostálgica y hace uso de una 
flor de otro tiempo. La ciencia del doctor, sobre todo como la perciben los demás, tiene 
un elemento sobrenatural, a veces latente y a veces bastante explícito. Para los otros su 
naturaleza es dif ícil de comprender y por tanto sus actitudes resultan bastante dif íciles 
de predecir. 
Sus cuatro amigos esperaban otro tipo de experimento, algo como observar una te-
laraña en el microscopio o provocar y analizar la muerte de un ratón (381). Sin embargo, 
el experimento se realizará en ellos mismos, lo que despierta un cierto sentido de alerta 
por parte de los lectores. Sin embargo, esto parece no molestar a los personajes, como 
si tampoco fuera inusual que el doctor Heidegger experimentara sobre otras personas. 
El anfitrión de la velada se revela como un personaje complejo, pues no solamente 
es un nigromante, sino que también es un científico. En la época en la que Hawthorne 
15
vivió, con frecuencia se mezclaban todavía los conocimientos científicos con los alquí-
micos y esto causa que como observadores en retrospectiva nos pudiera costar trabajo 
entender a los hombres de ciencia del siglo XIX.1 Pensemos por ejemplo en los científi-
cos creados por un contemporáneo de Hawthorne, Edgar Allan Poe. En el cuento “The 
Facts in the Case of M. Valdemar” (1845) se describe a un hombre que está dispuesto a 
experimentar con su propia muerte. Otro cuento de Poe, “Von Kempelen and His Dis-
covery” (1840) trata de un alquimista que ha descubierto cómo convertir cualquier ma-
terial en oro, pero que se niega a compartir el secreto. Ambos personajes son científicos 
según los parámetros de su época. Durante el siglo XIX la ciencia podía incluir fácilmente 
otras disciplinas, que ahora nos parecen dudosas e incluso inexactas, como la alquimia y 
el mesmerismo, que se concebían también como fuentes legítimas de conocimiento.
El doctor Heidegger no hace uso de la alquimia ni de la hipnosis; sin embargo, com-
parte el mismo halo de misterio y extravagancia que rodea a estos personajes de Poe. 
Su estudio está lleno de libros enormes y raros, un esqueleto humano y muchísimas 
telarañas (Hawthorne 380). Este científico observa a sus cuatro amigos con una acti-
tud distante, fría y calculadora. Esa actitud privilegia la objetividad y no deja que sus 
sentimientos o ideas personales entren en juego. Para dejar más claro el hechode que 
Heidegger es también un científico, lo compararé con otros dos hombres de ciencia de 
los escritos de Hawthorne. Primero con Aylmer del cuento “The Birthmark” (1846) y 
posteriormente con Rapaccini del relato “Rapaccini’s Daughter” (1844).
1 La alquimia había perdido prestigio después de la Ilustración, pero aún no había sido completa-
mente descalificada o menospreciada al grado que lo ha sido desde el siglo XX, debido a los rápidos 
avances tecnológicos y científicos que se han llevado a cabo. Por ejemplo, la división del átomo en 
el año 1919.
16
Sof ía Dolores Cota asegura que Hawthorne pensaba que la grandeza humana radi-
caba en su naturaleza misma, es decir, que la combinación entre los errores y virtudes 
de los seres humanos era necesaria para que un ser humano fuera íntegro. También de-
sarrolla la idea de que los científicos retratados en la obra de Nathaniel Hawthorne han 
pecado contra Dios por haber intentado cambiar a los seres humanos, y eso los aleja de 
la divinidad y no hay nada más grave que romper el vínculo con el creador (2). Barriss 
Mills y Hugo McPherson coinciden en la idea de que los hombres de ciencia de nuestro 
autor usualmente cometen el pecado de la soberbia. De acuerdo con Barriss Mills los 
seres humanos no deben tratar de hacer el mundo un lugar mejor a través de su intelec-
to, incluso sostiene que, desde la perspectiva de Hawthorne, el involucramiento de los 
hombres en las cuestiones naturales podría empeorar las cosas (Mills 91). McPherson 
por su parte afirma que Hawthorne pensaba que los científicos pecaban contra Dios 
porque deseaban modificar la naturaleza humana con el objetivo de perfeccionarla olvi-
dando que en el reino humano la perfección es inalcanzable y que ésta solamente existe 
para Dios (McPherson 222). Los tres autores coinciden en la idea de que los hombres de 
ciencia retratados en las obras de Nathaniel Hawthorne son soberbios u orgullosos en 
exceso y pretenden tener un poder que no deberían tener. Su pecado de cierta manera 
radica en el hecho de pretender ser “creadores”.
a. Heidegger y Aylmer
La actitud que tiene el doctor Heidegger nos recuerda mucho a otros dos personajes de tipo 
científico de Hawthorne: Aylmer y Rapaccini. Los tres, aparte de tener un interés científico 
desmedido, son muy distantes ante los seres humanos que los rodean. Su preocupación 
17
principal son los datos cuantitativos comprobables, y aunque los sentimientos no les inte-
resan porque no se pueden medir (ni entender) con precisión siempre existe cierta tensión 
sobre qué atesorará el corazón humano.2 En su afán por conocimiento algunas veces lasti-
man a sus seres cercanos y supuestamente queridos. Las palabras del narrador del cuento 
“The Birthmark” son un ejemplo perfecto de la constante rivalidad que existe entre el co-
razón y la mente de los hombres de ciencia de este autor: “It was not unusual for the love 
of science to rival the love of woman in its depth and absorbing energy” (Hawthorne 175).
Sof ía Cota Grijalva percibe el paralelismo entre estos doctores pues ambos le causan 
la muerte a la mujer que aman (3). El doctor Heidegger mata, por un error de ciencia, 
a su amada cuando ella, por sentirse indispuesta, ingiere una de sus recetas la noche de 
su boda (380). Aylmer, por su parte, mata a Georgiana, su esposa, intentado eliminar un 
lunar rojo que tenía en el rostro. Ambos hombres intentaban ayudar al prójimo con sus 
métodos científicos e investigaciones inusuales: Heidegger procuraba que su amada no 
se sintiera enferma y Aylmer trataba de hacerla más bella. Fueron de alguna manera so-
berbios por anhelar el poder que solamente le atañe a Dios (Mills 91). Sus pretensiones 
se castigan con un resultado contrario al esperado, que además representa para ellos 
una gran desgracia. De acuerdo con la moral puritana de la época en la que Hawthorne 
vivió era común interpretar las cosas desconocidas o inusuales como malvadas. Estos 
dos hombres de ciencia se pueden tachar de funestos, pues su propio carácter los lleva 
a perder a sus amantes. 
2 Desde la perspectiva del interés científico, los sentimientos son despreciados, sin embargo, su 
naturaleza humana no les permite a los hombres de ciencia de Hawthorne rechazarlos por completo, 
por tanto, se aprecian atisbos sentimentales: Dr. Heidegger valora una rosa de otro tiempo, Rapaccini 
protegió a su hija y Aylmer veneró a su amada. 
18
A diferencia de Aylmer, quien tras la muerte de su esposa suspende sus experimen-
tos y reconoce que con su búsqueda de la perfección solamente ha destruido “the best 
the earth could offer” (191), el doctor Heidegger decide seguir experimentando con 
seres humanos, incluso con sus amigos. Los límites humanos son empujados un poco 
más lejos con los experimentos del doctor, pues sin importar que ya haya matado a al-
guien valiosa para él, vuelve a anteponer la ciencia a sus relaciones personales. Lo más 
importante para él es el experimento mismo y el conocimiento que obtendrá de éste; 
poco importa que se ponga en riesgo la vida de otras cuatro personas.
b. Heidegger y Rapaccini
De manera similar, Heidegger se puede comparar con Rapaccini aunque él se distingue 
de los otros dos porque sí logra su cometido, por macabro que éste sea. Vuelve venenosa 
a su hija por criarla en un jardín lleno de plantas venenosas y alimentarla con sustancias 
nocivas. En palabras del doctor Baglioni, adversario del doctor Rapaccini, notamos la pers-
picacia que éste ha tenido para crear una mujer letal, en el estricto sentido de la palabra:
That this lovely woman had been nourished with poisons from her birth upward, 
until her whole nature was so imbued with them that she herself had become the 
deadliest poison in existence. Poison was her element of life. Her love would have 
been poison –her embrace death. (306-307)
Rapaccini logra lo que los otros dos hombres no lograron: modifica la naturaleza de 
su hija pero paga un precio muy alto por ello. Su hija pierde un poco de su humanidad y 
19
se convierte en una criatura incapaz de tener contacto f ísico con otros, aunque no por 
eso deja de anhelarlo. Cuando se rompe el vínculo que se tenía con la divinidad se pierde 
también la capacidad de relacionarse con otros y se convierte en un ser extraño y ajeno 
al mundo natural.
Los tres hombres de ciencia pueden compararse entre sí, tienen varias caracterís-
ticas similares pero se distinguen como personajes independientes. Su actitud hacia el 
mundo es la misma y los lleva a matar por accidente o envenenar paulatinamente a las 
mujeres que los rodean. Sin embargo, Heidegger es el único que aún después de haberle 
causado la muerte a la mujer que amaba continúa sus experimentos. Su condición de 
científico está mucho más presente en su vida diaria; pareciera que él dejó los sentimien-
tos completamente de lado, sólo le queda un poco de nostalgia. Su interés primordial 
está en la adquisición de conocimiento. 
c. Heidegger con sus invitados
En el experimento narrado en el cuento notamos la energía que el doctor invierte para 
que la ciencia y la nigromancia generen conocimiento. Podría parecer que nuestro hom-
bre de ciencia solamente es un espectador de una maquinaria autónoma pero sus inter-
venciones, aunque cortas, resultan sustanciales, como si simplemente estuviera impul-
sando una acción cuyas últimas consecuencias ya había vislumbrado. Después de darles 
la primera copa del agua especial a sus cuatro invitados, les sugiere que no olviden lo 
que han aprendido con la edad y que beban el agua sin prisa (Hawthorne 382-383). Sabe 
de antemano que sus amigos beberán el agua rápidamente porque detestan ser viejos 
y al dárseles la oportunidad de recuperar su juventud, sin duda alguna la tomarán pre-
20
cipitadamente. El doctor no es imparcial en la medida en que los incita a exacerbar sus 
inclinaciones de carácter, aunque en su vejez pudiera parecer que las han superado. Su 
experimento más que determinar si el agua rejuvenece a las personasconsiste en pro-
bar que, una vez rejuvenecidas, estas personas volverán a ser presa de sus debilidades 
personales; quizá incluso pretende demostrar que con la edad las personas parecen ser 
más sabias, pero que esto se debe a sus propias limitaciones f ísicas y no porque lo sean 
en sí mismas.3 
Cuando la viuda Wycherly se engalana y lo invita a bailar, el doctor replica que mejor 
baile con uno de los jóvenes caballeros allí presentes (Hawthorne 384). Con esta res-
puesta, que parece inofensiva, se aprecia la ventaja que él tiene sobre sus amigos, pues 
sabe que ella de joven fue muy coqueta y que, ahora que ha regresado su belleza, es muy 
probable que vuelva a pretender desequilibrar corazones masculinos.4 El doctor dice 
pocas cosas durante el proceso de rejuvenecimiento de sus amigos, pero con ellas se 
aprecia que ya tiene una hipótesis formulada para su experimento. Cuando los invitados 
han envejecido nuevamente, el doctor interviene: 
If the fountain gushed at my very doorstep I would not stop to bathe my lips in it – no, 
though its delirium were for years instead of moments. Such is the lesson ye taught me! 
(386)
3 Nuevamente encontramos un eco hacia la literatura medieval que pretendía guiar a las perso-
nas por el camino correcto, dándoles lecciones morales de las cuales podían aprender.
4 Su inclinación de carácter la lleva a volver a ser vanidosa; su personaje entra en un estereotipo 
de mujer coqueta y vanidosa, pero hablaré de esto en el capítulo II.
21
Y con un comentario inocuo, condiciona las acciones que habrán de llevar a cabo sus 
amigos. En este sentido nuevamente se distingue la naturaleza científica de Heidegger: 
él aprende de su experimento a través de un razonamiento lógico y está por encima de la 
situación. Sin embargo, sus amigos son incapaces de comprender la magnitud de lo que 
sucedió y se comportan de acuerdo con sus propias fallas y formas de ver el mundo: ellos 
deciden emprender un viaje a Florida para encontrar la fuente de la juventud y entonces 
poder beber de ella a todas horas (386). 
No es tan importante el hecho de que los sujetos de estudio rejuvenezcan, sino qué 
hacen cuando rejuvenecen y qué es lo que queda después; he allí el material de observa-
ción que el doctor aprovecha. Y he allí también el material que propicia la actitud crítica 
que adopta el narrador y que éste ofrece a los lectores. Sin embargo, no podemos fiarnos 
completamente del narrador, pues en el cuento existe una ambigüedad sobre si lo que se 
narra es verídico y los amigos del doctor rejuvenecieron o si lo que se narra son inven-
ciones nada más. El narrador establece cierta complicidad con el doctor Heidegger y no 
dice todo lo que sabe.5 Las acciones de los cuatro amigos del doctor funcionan como una 
colección de fallas que pretende demostrar algo. Recuerdan un poco a las historias con 
moraleja, medievales y posteriores, pues sus acciones nos enseñan las consecuencias de 
determinadas acciones y de cierta manera nos dan razones para evitarlas. 
El doctor Heidegger, aunque de manera distinta a con los personajes, es retratado 
como un personaje humano perfectible, dual y con bastantes fallas. Funciona como un 
ejemplo o crítica hacia aquellos hombres que se sentían mejores que otros y por tanto, 
los estudiaban o juzgaban. Este científico puede provocar risa o enseñar en los lectores 
una lección de vida.
5 Se hablará un poco más sobre esta complicidad en el segundo capítulo.
Fuente de la juventud 
y sátira de los invitados
Capítulo II
Hawthorne was the anatomist of sin as 
Burton was of melancholy. It colors many 
of the tales and sketches. 
Barris Mills
25
La historia parece estar situada en Estados Unidos de Norteamérica poco después de 
su independencia. Como se sabe, el cuento fue escrito en 1837 y resulta importante re-
marcar que tiene huellas textuales que traen a la mente una reciente separación de la mo-
narquía. Cuando el narrador describe las acciones de Mr. Gascoigne, después de haber 
rejuvenecido, menciona lo siguiente: “He spoke in measured accents, and a deeply de-
ferential tone, as if a royal ear were listening to his well-turned periods” (383). El hecho 
de que el político hable con mayor orgullo cuando piensa que un oído real lo escucha 
nos permite pensar que pretende que el rey (el antiguo poder) crea que en el nuevo país 
están teniendo éxito con su nueva forma de gobierno; esto habla de una conciencia de 
nación que se sabe y sostiene como independiente a otra. De modo semejante, el doctor 
les sugiere a los personajes (rejuvenecidos) que se comporten mejor a como lo hicieron 
cuando fueron jóvenes; intenta despertar en ellos uso de razón para que estén consien-
tes de su independencia y su posible grandeza, pero ellos comenten las mismas fallas, 
quizá sus errores puedan ser interpretados como una alegoría.
26
Como ya sugerí en la introducción, el cuento de Nathaniel Hawthorne funciona en 
cierta manera como un muestrario de fallas humanas. Cada uno de los invitados del 
doctor es un tipo de personaje (el comerciante, el político, el militar y la viuda) que se re-
laciona con un error en específico, pero que también entra en contacto con otros vicios.
En este capítulo analizo a los amigos del doctor a través de los ojos del narrador to-
mando en cuenta el contexto histórico que tiene el mito de la fuente de la juventud. No 
debe sorprendernos que cuando los amigos del doctor rejuvenecen vuelven a cometer 
los mismos errores de cuando eran jóvenes. Esto se debe a dos razones principales. La 
primera se relaciona directamente con su manera de ver el mundo, pues ellos entienden 
la vida solamente como juventud (Hawthorne 379, 382-385). Es por eso que, al final 
del cuento, los cuatro están dispuestos a hacer un viaje en búsqueda de la fuente con 
propiedades especiales. La segunda razón es que ellos no solamente cometen un error o 
pecado en determinado momento, sino que toda su vida está marcada por fallas particu-
larmente humanas. De la misma manera en la que veneran la juventud, también veneran 
los placeres que ésta conlleva y se aprovechan de ellos. 
Es importante explicar de qué manera funciona el agua maravillosa; el proceso de 
rejuvenecimiento requiere que los sujetos beban varias copas del agua. La primera copa 
los hace ligeramente más jóvenes, la segunda los regresa a su edad madura y el último 
trago consigue regresarlos a la flor de la juventud (Hawthorne 382-384). No obstante, 
el efecto del agua no es perpetuo, de hecho no dura más que el mareo provocado por el 
vino (385-386).
El agua de la fuente de la juventud funciona como un catalizador para que los invi-
tados del doctor vuelvan a sus debilidades de carácter de manera inevitable; les regresa 
la fuerza que habían perdido por los achaques de la vejez. Se levanta el peso que había 
caído sobre ellos, como si la edad fuera eso, una losa que al levantarse les permitiera re-
27
gresar al estado en el que preferirían estar por siempre y convertirse en eso que siempre 
habían querido ser.
a. El narrador
El cuento “Dr. Heidegger’s Experiment” tiene un narrador homodiegético testimonial, 
es decir, cuenta la historia en primera persona, pero no es parte de ella.1 Funciona como 
un narrador no involucrado que, muy rara vez, apela a su propia experiencia en relación 
con los hechos narrados. Este tipo de narrador puede comentar sobre lo que les sucede 
externamente a los personajes, pero no tiene manera de saber qué pasa exactamente en 
su interior. Sin embargo, con frecuencia supone qué sienten, piensan o creen los perso-
najes de sus cuentos o novelas. El grado de involucramiento y, por lo tanto, de subjetivi-
dad de un narrador homodiegético será mayor al de un narrador heterodiegético debido 
a la relación que cada uno guarda con la historia; mientras que el último se encuentra 
completamente ajeno al relato (narra en la tercera persona), el primero es partícipe de 
ella, aunque no por esto se convierte en el personaje principal (Pimentel137-138). 
Los narradores homodiegéticos están sujetos a un problema de subjetividad y el 
narrador del cuento de Hawthorne no queda exento en esta cuestión, ya que él mismo 
admite que sus historias y relatos pueden ser ficticios:
1 En el sentido en el que sus acciones no son narradas y sólo sabemos de ellas cuando él mismo 
decide hacer algún comentario, es decir, el narrador testimonial no es el foco de atención de la trama. 
Su involucramiento se discutirá un poco más adeltante.
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Now Dr. Heidegger was a very strange old gentleman, whose eccentricity had become 
the nucleus for a thousand fantastic stories. Some of these fables, to my shame be it 
spoken, might possibly be traced back to my own veracious self; and if any passages of 
the present tale should startle the reader’s faith, I must be content to bear the stigma of 
a fiction monger. (Hawthorne 381)
Desde las primeras páginas, el narrador del cuento de Hawthorne alerta a los lecto-
res acerca de su posible y probable mendacidad; incluso sugiere que no es de fiar pues 
ya ha inventado algunas de las historias que contó como verdades. Nos recuerda al na-
rrador de otra obra de Nathaniel Hawthorne, The Scarlet Letter, quien escribe desde un 
punto de vista subjetivo y cercano a la historia: 
The reader may choose among these theories. We have thrown all the light we could 
acquire upon the portent, and would gladly, now that it has done its office, erase its 
deep print out of our own brain; where long meditation has fixed it in very undesirable 
distinctness. (193)
Parece que este narrador no tiene autoridad alguna sobre la historia o los lectores, 
pues sugiere que él tiene sus propios problemas con el significado de la letra escarlata y 
que cada quien debe decidir qué pensar o cómo sentirse al respecto. 
En el cuento “Dr. Heidegger’s Experiment” el narrador antes de describir el estudio 
del doctor expresa: “If all stories were true, Dr. Heidegger’s study must have been a 
very curious place” (380). Al mismo tiempo que regula la información que ofrece a los 
lectores, este narrador no intenta ocultar el posible engaño y su proximidad al relato 
nos permite dudar de él. Con los comentarios de estos narradores sabemos que algu-
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nos narradores de Hawthorne no son de fiar, pues podrían o no contar la historia real. 
Como si de didáctica se tratara, las voces narrativas ofrecen la información dosificada 
para unos lectores que todavía no pasan a la siguiente lección.
El narrador del cuento aprovecha su papel y satiriza a los invitados del doctor con la 
intención de trasmitir una enseñanza moral a los lectores. Tanto Heidegger como este 
narrador tienen en común ciertas características que serán comentadas más adelante.
b. Antecedentes de la fuente
La idea de rejuvenecer ha estado en la mente humana desde la Antigüedad, ya que des-
de las primeras civilizaciones podemos encontrar el mito del regreso a la juventud. De 
acuerdo con los distintos relatos, el rejuvenecimiento puede obtenerse de varias mane-
ras: pedírselo a una deidad, poseer un amuleto, bañarse en aguas maravillosas o incluso, 
ofrecer la decrepitud a alguien más a cambio de poder o riquezas (Hopkins 4). 
En la cultura griega encontramos una fuente cuyas aguas permiten olvidar el pasado; 
propiamente no devuelven a la juventud, pero sí otorgan a quien las bebe la oportunidad 
de dejar atrás sus penas y malestares espirituales (Hopkins 5-6). En la cosmovisión se-
mítica la fuente de la vida no concede el rejuvenecimiento, sino que restaura las fuerzas 
y da inmortalidad, pero el individuo que bebe de sus aguas conserva la edad que tenía 
(38). En la India también se cuenta de fuentes maravillosas que restauran la juventud a 
las personas aunque su efecto no sea duradero, por lo que se requiere de inmersiones 
periódicas si se quiere permanecer joven (41).
Uno de los primeros relatos escritos acerca de la fuente de la juventud es el romance 
épico árabe de Alejandro Magno. Durante la Edad Media fue introducido a la cultura 
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europea a través de una traducción francesa, el Roman d’Alexandre (Peck 64-65).2 Pri-
mero se creía que la fuente de la juventud se hallaba en el Medio Oriente, entre los ríos 
Éufrates y Tigris, y se le solía relacionar estrechamente con la fuente de la vida de la 
cosmovisión judeocristiana (Peck 66).
Varios factores intervinieron en la popularización de este mito a través de Europa, 
uno de los cuales fue la publicación y difusión de la carta anónima titulada Letter of 
Prester John (1165). El geógrafo estadounidense John Kirtland Wright, en una lectura 
posterior, interpreta que, según esta carta, la fuente de la juventud estaba en una isla 
del Nuevo Mundo. La fuente se buscó varias veces en Medio Oriente y después de que 
todas las búsquedas resultaron infructuosas, se decidió que la fuente no estaba allí, sino 
que debía de estar en el Nuevo Mundo (cit. en Peck 67). Después de que la idea se po-
pularizó en Europa, no es de extrañarse que la idea llegara a su vez al Nuevo Mundo. 
El historiador de la corona española Gonzalo Fernández de Oviedo fue quien atri-
buyó a Ponce de León la búsqueda de la fuente de la juventud en América para contra-
rrestar su “enflaquecimiento de sexo” (Peck 72).3 En los diversos mitos de la fuente de la 
juventud se relata que sus aguas tienen propiedades afrodisíacas: “The fountain is pri-
marily associated with sensual, erotic love, and either drinking or bathing in the waters 
could restore youthful sexual performance lost with age” (67). 
2 La idea fue adoptada por los europeos pero en ese tiempo aún no era un tema popular.
3 Después de Oviedo muchos otros historiadores continuaron con la idea de que Ponce de León 
había estado buscando la fuente de la juventud en el nuevo mundo. Douglas T. Peck aclara que 
Oviedo inició ese rumor para destruir la imagen de Ponce de León, ya que sus familias eran rivales 
para los favores de la corona. “It was this one unfounded, unsubstantiated, untrue, and almost casual 
remark by Oviedo, that became the initial source for the Ponce de Leon legend that persists to this 
day!” (Peck 72-73)
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Tras todos los textos fantásticos escritos, y las búsquedas y aventuras infructuosas 
que se llevaron a cabo para tratar de encontrar la fuente de aguas maravillosas se pen-
só que no era un lugar f ísico real, sino que se refería a una idea metafórica. El filólogo 
alemán Leonard Olschki escribe:
Thus, uncontaminated, the rejuvenating waters ran for centuries through poems, tales 
and pictures, reaching at the end the American continent, and finally vanishing into the 
realm of fable, whence they first came. (Olschki 373)
A través de su largo recorrido histórico el tema de las aguas de la fuente despertó el 
interés de muchas personas, ya fuera como un lugar para buscar o como una idea que 
sería pertinente explorar en la literatura.
c. La fuente de la juventud en el cuento 
En “Dr. Heidegger’s Expermient” se menciona a Ponce de León, quien se ha relacionado 
estrechamente con la fuente de la juventud en el continente americano:
“Did you never hear of the ‘Fountain of Youth’?” asked Dr. Heidegger, “which Ponce de 
Leon, the Spanish adventurer, went in search of two or three centuries ago?”
“But did Ponce de Leon ever find it?” said the Widow Wycherly. (381)
El doctor Heidegger deja claro su estatus como científico porque está enterado de la 
historia del mundo intelectual y no desconoce el contexto en el que se insertará su ex-
32
perimento. Sin embargo, la respuesta de la viuda tiene tintes de ironía, pues parece que 
ella se burla y a la vez está interesada en el tema.
El agua maravillosa del cuento también presenta esa propiedad vigorizante que los 
historiadores describieron y asignaron como el objetivo de los viajes de Ponce de León. 
El coronel Killigrew, Mr. Medbourne y Mr Gascoigne habían sido pretendientes de la 
viuda Wycherly cuando jóvenes; una vez que beben del agua y rejuvenecen, vuelven 
a sentir atracción sexual hacia la viuda.Como un grupo de jóvenes, compiten por su 
atención y la violentan; sin embargo, el espejo del estudio del doctor refleja otra imagen:
Yet, by a strange deception, owing to the duskiness of the chamber, and the antique 
dresses which they still wore, the tall mirror is said to have reflected the figures of the 
three old, gray, withered grandsires, ridiculously contending for the skinny ugliness of a 
shrivelled grandam. (385)
A través de este reflejo el narrador comenta sobre la banalidad de las acciones de 
los invitados del doctor. Parece ser un espejo de la verdad en el que puede apreciarse la 
realidad tal y como es. La escena de los viejos desquiciándose y peleando entre sí es una 
caricatura que muestra lo extravagante que pueden ser las personas. El narrador insiste 
en esta idea de la ridiculez e inutilidad del ser humano mientras describe a cada uno de 
los personajes individualmente.4 
4 Aunque este reflejo también podría interpretarse desde la perspectiva del síndrome de Dorian 
Gray. De acuerdo con el artículo “The ‘Dorian Gray Syndrome’: psychodynamic need for hair growth 
restorers and other ‘fountains of youth’”, escrito por B. Brosig, los hombres se ven afectados por un 
deseo narcisista de permanecer jóvenes y vigorosos, lo que los lleva, entre otros síntomas, a desarro-
33
d. El coronel Killigrew
Este hombre de armas cuando fue joven abusó de los placeres carnales; principalmen-
te se entregó a la ebriedad, y también disfrutó del poder que su estatus le confería. Su 
nombre revela su estilo de vida, pues dentro de éste leemos kill, lo que recuerda cons-
tantemente la violencia de su condición como militar. Su senilidad presente es la conse-
cuencia de la disipación con la que vivió y malgastó sus años mozos:
Colonel Killigrew had wasted his best years, and his health and substance, in the pursuit 
of sinful pleasures, which had given birth to a brood of pains, such as the gout, and div-
ers other torments of soul and body. (379)
Cuando se lleva a cabo el experimento lo vemos como un hombre viejo que sufre de 
achaques y dolores constantes; poco después de beber la primera copa del líquido ma-
ravilloso rejuvenece y se pone eufórico como si estuviera ingiriendo alcohol y no agua: 
Colonel Killigrew all this time had been trolling forth a jolly bottle-song, and ringing his 
glass in symphony with the chorus, while his eyes wandered toward the buxom figure 
of the Widow Wycherly. (383) 
llar un trastorno dismórfico corporal que hace que al mirar su reflejo lo vean de manera distorsio-
nada (generalmente exagerando algún defecto f ísico). La escena nos recuerda este desorden mental 
pues existe una discrepancia entre las descripciones del narrador respecto a cómo se sienten ellos y 
cómo se reflejan en el espejo. Esto nos anima a pensar que los cuatro personajes podrían funcionar 
como ejemplo de dicho síndrome (aunque se encuentre una mujer entre ellos).
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La inmadurez de su conducta nos deja ver la actitud crítica del narrador, pues apenas 
bastó que humedeciera sus labios para que notáramos que su afán de mantenerse alegre 
y desinhibido no había mermado con los años. Si esta inclinación de carácter había deja-
do de estar activa durante su vejez, cuando rejuvenece se despierta nuevamente. Parece 
que la edad no lo hizo madurar, sino que simplemente le quitó las fuerzas para disfrutar 
de las bufonadas y tonterías de la inmadurez.
e. Mr. Gascoigne
Mr. Gascoigne fue un político con mala reputación, pero ahora ha sido completamente 
olvidado (379). Después de beber la primera copa del agua con propiedades particula-
res, y sin dirigirse a nadie en particular, pronuncia los mismos discursos desgastados del 
pasado acerca del patriotismo, la honra nacional y los derechos humanos:
Mr. Gascoigne’s mind seemed to run on political topics… Now he rattled forth 
full-throated sentences about patriotism, national glory, and the people’s right; now he 
muttered some perilous stuff or other, in a sly and doubtful whisper, so cautiously that 
even his own conscience could scarcely catch the secret; and now, again, he spoke in 
measured accents, and a deeply deferential tone, as if a royal ear were listening to his 
well-turned periods. (383)
El narrador está parodiando a los políticos en general a través de este personaje. Gas-
coigne siempre repite las mismas ideas y ni él mismo sabe exactamente lo que dice, pues 
desconoce si son ideas del pasado, del presente o del futuro (383). Éstas no son ideas 
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propias sino ideas que cualquier político estadounidense podría declamar con la misma 
incoherencia. Se puede añadir también que Gascoigne siente que puede volver a intrigar 
y tramar como antaño, pero sus supuestos secretos resultan intrascendentes: “now he 
muttered some perilous stuff or other, in a sly and doubtful whisper, so cautiously that 
even his own conscience could scarcely catch the secret” (383). El narrador nos ofrece 
una caricatura mordaz de un político deshonesto y quizá también ignorante. Revela 
nuevamente que la insensatez humana jamás desaparece.
f. Mr. Medbourne 
El tercer invitado es un comerciante, Mr. Medbourne, quien fue muy rico cuando era 
joven pero perdió su fortuna por ser ambicioso y sobre todo por tomar malas decisio-
nes (379). Medbourne puso su atención en los aspectos materiales de la vida, específi-
camente en cómo hacer dinero. Desperdició su juventud buscando el dinero mismo y 
no para ninguna meta concreta. Esta propensión no desapareció, ni disminuyó con la 
edad, pues, poco después de beber del agua prodigiosa, vuelve centrarse en sus planes 
de riqueza:
Mr. Medbourne was involved in a calculation of dollars and cents, with which was 
strangely intermingled a project for supplying the East Indies with ice, by harnessing a 
team of whales to the polar icebergs. (383)
Sus proyectos son fantasiosos y el narrador los ridiculiza veladamente. Una vez res-
tauradas sus fuerzas, se dedica a retomar las cosas justo donde las había dejado, es decir, 
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a continuar trazando proyectos “innovadores” para ganar dinero, sin importar que éstos 
sean irrealizables. 
Recuerda un poco a la protagonista de la fábula de “La lechera y el cántaro” (1781) de 
Félix María Samaniego, pues ambos personajes sueñan con sus planes futuros y descui-
dan el momento presente. En la fábula una lechera lleva un cántaro al mercado, camina 
emocionada pensando en el dinero que obtendrá de la venta y es tanta su alegría que da 
un salto y el cántaro se destruye, así como también sus planes de comprar “huevos, po-
llos, lechón, vaca y ternero” (Samaniego 48). Medbourne desarrolla planes ambiciosos e 
irrealizables y éstos reafirman la idea de la estupidez humana.
g. La viuda Wycherly
La viuda, como todos, experimenta el rejuvenecimiento del cuerpo, pero también reapa-
recen sus fallas, principalmente la vanidad: “She stood before the mirror courtesying and 
simpering to her own image, and greeting it as the friend whom she loved better than all 
the world beside” (383). Responde a su época, pues es el estereotipo de mujer vanidosa, 
sólo interesada en sí misma, que enloquece a los hombres. Podría decirse que ella entien-
de la feminidad como la apariencia y nada más, pues inmediatamente después de beber 
la primera copa de agua se acomoda la ropa casi sintiéndose una mujer de nuevo (383). 
Asimismo, ella se reconoce solamente a través de su propio reflejo, por tanto, recuerda a 
Narciso quien enamorado de sí mismo perdió todo lo demás. La viuda poco después de 
rejuvenecer se admira a sí misma y demuestra que la apariencia es eso en lo que pone su 
interés y energía.
Su personaje resulta de extrema importancia porque ella, de manera consciente o 
no, despierta en los invitados un deseo lujurioso que los lleva a pelear entre sí. Refuerza 
37
también el ya extendido prejuicio de que la mujer es el origen de toda discordia. Hasta 
cierto punto ella es el motivo por el cual los acontecimientos se precipitan para culminar 
con la enseñanza moral quecierra el cuento. Al mismo tiempo este deseo sexual exacer-
bado e incontrolable constituye una muestra más de la inmadurez de todos.
h. Todos ellos
Los invitados rejuvenecen y se comportan de manera similar a como lo habían hecho 
en su primera juventud. Por tanto, parecen no haber aprendido nada de las acciones, 
quizá incorrectas o inconvenientes, que desempeñaron durante sus vidas. En el cuento 
se describe a los invitados cuando acaban de regresar a su juventud de una manera que 
contrasta con sus acciones posteriores, pero que no deja de tener cierta relación:
The fresh gloss of the soul, so early lost, and without which the world’s successive scenes 
had been but a gallery of faded pictures, again threw its enchantment over all their pros-
pects. They felt like new-created beings in a new-created universe. (384)
Se puede apreciar un eco a la Biblia porque “criaturas nuevas” inmediatamente re-
cuerda a 2 Corintios 5:17 donde se dice que quien haya aceptado a Cristo en su corazón 
es una nueva criatura y ha dejado su pasado atrás: “Therefore if any man be in Christ, 
he is a new creature: old things are passed away; behold, all things are become new” 
(King James Bible). Los invitados se sentían como si fueran nuevas criaturas en un nue-
vo mundo, pero este nuevo mundo no es natural (proveniente de Cristo y la religión 
judeocristiana) sino un mundo artificial creado por el doctor Heidegger (a través de 
38
sus conocimientos científicos). Como se mencionó en el capítulo 1, los científicos de la 
obra de Nathaniel Hawthorne con frecuencia atentan contra Dios por intentar poseer 
poderes y habilidades, para modificar la naturaleza, que no les corresponden. Pero el 
doctor no es el único que comete fallas particulares:
Inflamed to madness by the coquetry of the girl-widow, who neither granted nor quite 
withheld her favors, the three rivals began to interchange threatening glances. Still 
keeping hold of the fair prize, they grappled fiercely at one another’s throats. As they 
struggled to and fro the table was overturned, and the vase dashed into a thousand frag-
ments. The precious Water of Youth flowed in a bright stream across the floor… (385)
Sus acciones precipitadas los hacen darse cuenta de que el efecto de rejuvenecimien-
to se desvanece. Hay dos elementos simbólicos que indican que los invitados pronto 
regresarán a su decrepitud. Primero se marchita una flor que al inicio del experimento 
el doctor Heidegger había lanzado a la jarra con el propósito de animar a sus invitados a 
beber (381, 385). Después muere una mariposa que apenas unos minutos antes se había 
mojado con el agua derramada en el suelo y había rejuvenecido (385).
Los cuatro invitados son tipos literarios o estereotipos que funcionan también como 
grupo y que el narrador utiliza para representar en primera instancia las fallas de su 
época pero en realidad éstas se extienden más allá. El cuento presenta a los amigos del 
doctor como criaturas melancólicas y tristes (379) que festejan su recobrada juventud 
como si se tratase de la vida misma (382-385). Ellos equiparan la vida con la juventud, 
mientras que a la vejez la equiparan con la muerte. 
Encontramos un contraste entre el estado inicial de los amigos del doctor y su estado 
una vez que rejuvenecen; durante su juventud recuperada se muestran activos y en su 
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vejez sólo están sentados pasivamente. La juventud se asocia de cierta manera con la 
idea de poder y se piensa que quien posee ambos lo tiene todo. Esta idea es reminiscente 
de la cosmovisión hindú en la que el poder debe ser tomado en cuenta en dos planos 
de la existencia: el plano f ísico y el plano espiritual (Hopkins 57). Los personajes del 
cuento “Dr. Heidegger’s Experiment” no son moralmente admirables y funcionan de 
manera pedagógica, como si se tratase de una fábula o una obra moral del medievo, para 
mostrar la inutilidad del deseo de rejuvenecimiento. Ellos centran su poder y juventud 
solamente en el plano f ísico y dejan completamente de lado todo aquello que podría 
provenir de una fuerza superior o divinidad. 
Cuando los invitados son viejos (al principio y al final del cuento) el narrador in-
terpreta que ellos preferirían estar muertos, quizá porque no entienden que existe un 
plano de la existencia donde aún pueden desarrollarse. Cuando el narrador los describe 
por primera vez, su situación llama la atención, pues él expresa que su mayor desgracia 
es seguir vivos: “They were all melancholy old creatures, who had been unfortunate in 
life, and whose greatest misfortune it was that they were not long ago in their graves” 
(Hawthorne 379). La segunda vez que envejecen el narrador utiliza a la viuda para pre-
sentar un memento mori emblemático cuando ella contempla en el espejo su imagen 
nuevamente envejecida: “With a shuddering impulse that showed her a woman still, the 
widow clasped her skinny hands before her face and wished that the coffin-lid were over 
it, since it could be no longer beautiful” (386). También sabemos que de acuerdo con el 
narrador no existían otras personas que necesitaran regresar a la juventud más de lo que 
estos cuatro amigos lo requerían: 
They looked as if they had never known what youth or pleasure was, but had been the 
offspring of Nature’s dotage, and always the gray, decrepit, sapless, miserable creatures, 
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who now sat stooping round the doctor’s table, without life enough in their souls or 
bodies to be animated even by the prospect of growing young again. (382)
Finalmente para el doctor Heidegger, quien parece ser el único que aprendió algo 
de su experimento, resulta innecesario pretender ser joven otra vez. Por medio de las 
acciones de sus amigos él observó lo ridículo que es creer que si se tuviera una segunda 
oportunidad las cosas se harían de manera distinta. Scanlon escribe: “The moral of the 
tale is simple enough: given a second chance in life we are doomed to the same folly as 
before” (258). 
El narrador y el doctor son similares porque se encuentran fuera de las acciones ex-
travagantes que realizan los invitados. Ellos no se reflejan en ningún espejo de la verdad, 
quizá porque sus acciones no son tan transparentes como se podría pensar. Tanto el 
narrador como el doctor Heidegger engañan a otros. El narrador juega activamente con 
los lectores y el nigromante engaña a sus amigos diciéndoles que él espera averiguar si el 
agua maravillosa funciona pero a través del cuento percibimos que lo que observa con 
mayor atención es el desarrollo y no el resultado.
Las acciones de los amigos y también las del doctor nos dejan ver que las inclinacio-
nes de carácter permanecen en el ser humano y aunque éste debiera adquirir madurez 
con los años, parece que pesa más la propensión a fallar. Los amigos todavía son inma-
duros y el doctor sigue priorizando el conocimiento aún sobre las vidas de otros. Sin 
embargo, él decide y expresa irónicamente que aunque tuviera el agua de la fuente de la 
juventud fuera de su hogar, él no bebería de ella (386).
A diferencia de sus amigos él piensa que prefiere obtener sabiduría y, de ser posible, 
madurez, a tener fuerza f ísica. El narrador presenta al doctor como el único que utiliza 
sus facultades intelectuales, pues su propensión al vicio se encuentra justamente allí. 
41
Pienso que Hawthorne propone a través del cuento que vale más tener una mente activa 
que un cuerpo joven y vigoroso, por lo menos el doctor parece ser el menos afectado. 
Aunque, en su caso el daño más grave fue perder su vínculo con la divinidad por atentar 
contra su poder. Nuevamente resuenan las palabras de Cota quien sugirió que el ser 
humano únicamente podría existir completo con la combinación de sus fallas y virtudes 
(2). El ser humano no puede más que inclinarse a un lado o a otro de la balanza, pero 
jamás puede excluir niguna de sus partes.
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43
Encontré una similitud entre la viuda y el coronel, porque en su vejez ambos son víc-
timas del estilode vida que disfrutaron tan despreocupadamente durante sus años mo-
zos. Parece que para Hawthorne los errores no quedan impunes, pero los castigos están 
diseñados para cada persona en particular. El coronel sufre malestares de cuerpo y alma 
al ocaso de su vida: el abuso que ejerció por años sobre sí mismo y sobre otras personas 
repercute en su vejez. Descubre que jamás será quien solía ser, y se vuelve incapaz de to-
mar todo aquello que durante mucho tiempo estuvo al alcance de su mano; pierde así la 
posibilidad de hallar satisfacción en los placeres. Su existencia se torna una constante de 
dolores y malestares. Al igual que en el caso de la viuda Wycherly, su existencia se torna 
lo opuesto de lo que había sido. Así la viuda, cuando joven, gozó de la atención quizá 
desmedida de los hombres, pero en su vejez ha sido olvidada. Podría decirse que ella se 
definía a sí misma en función de su relación con los hombres, porque en una sociedad 
patriarcal eran ellos los que le asignaban valor y estima.
As for the Widow Wycherly, tradition tells us that she was a great beauty in her day; but, 
for a long while past, she had lived in deep seclusion, on account of certain scandalous 
stories which had prejudiced the gentry of the town against her. (379)
Conclusiones
44
Mr. Medbourne es un caso particular: está completamente perdido y ensimis-
mado. No existe para los demás (a diferencia de la viuda) sino que existe solamente 
para sus elucubraciones y planes para conseguir fortuna. El mundo externo le re-
sulta indiferente y quizá hasta tedioso. Para él la juventud recuperada solamente 
significa que tiene más tiempo para planear innovadoramente; la vejez le quitó las 
fuerzas pero su mundo interior permaneció intacto.
Finalmente, el político deja de mostrarse ante los otros como lo había hecho cuan-
do joven. Su imagen pública, de manera quizá similar a la de la viuda, le permitía 
relacionarse con los otros y verse grandilocuente. Sus “ideas” parecen pastiches de 
frases que se han repetido durante mucho tiempo. Sus discursos no son importantes 
en sí mismos, sino que sin quererlo los temas de los cuales hablaba Mr. Gascoigne (la 
honra nacional y el patriotismo, entre otros) estuvieron en boga poco después de la 
independencia de los Estados Unidos de Norteamérica. Con el paso del tiempo esta 
popularidad se desvanece, por tanto sus discursos dejan de ser importantes. Nunca 
tuvo ideas propias, sino que repitió lo que había escuchado en otros labios.
Considero que el político es diferente a la viuda y al coronel porque él no cons-
truye su propio camino sino que sigue uno que ha sido formado por tantos viajeros 
que no se sabe a dónde lleva o incluso para qué ir. Este hombre no construye su 
castigo, sino que es una víctima en un sentido más amplio de la palabra. Su incapaci-
dad de ser por sí mismo lo deja completamente sin la posibilidad de ser. También lo 
encuentro diferente al comerciante porque éste se entretiene en su mundo interior 
y así logra darse significado. Me atrevo a afirmar que el político es la criatura más 
solitaria de todo el cuento, no tiene relación con otros y tampoco consigo mismo. 
Aunque durante el siglo XIX las mujeres eran concebidas como las criaturas que 
tenían menos profundidad, en el cuento “Dr. Heidegger Experiment” el personaje que 
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está retratado como el más superficial es un hombre, y no cualquier hombre sino aquel 
que está detrás de las acciones tomadas. La figura del político es la de aquel que orga-
niza, planea y administra sobre los recursos y acciones de alguna comunidad, estado 
o país. Y esa figura rectora se retrata como la que rápidamente pierde su vigencia y 
aquella que una vez después de algunos años se torna inútil. Me parece que con esto 
Hawthorne quiso hacer una crítica social, aunque está claro que en cada profesión o 
estilo de vida se acerca a alguna falla, quizá es en la existencia del político que ve la 
mayor de todas. Lo retrata como un ser de poca utilidad y fácil de ser olvidado. 
Pareciera que la juventud a los ojos de Hawthorne está plagada de errores. Sin em-
bargo, si tomamos en consideración algunas otras de sus obras se pueden distinguir 
dos tipos de juventud (con características radicalmente diferentes y hasta antagóni-
cas). El primer tipo es la juventud pecaminosa, que es la que hemos estado analizando 
con los cuatro amigos del doctor Heidegger, es decir, una juventud inmadura (quizá 
común) en la que es probable que se cometan muchos errores y a la cual resulta inútil 
regresar. El segundo tipo es la juventud pura, en ella los personajes jóvenes son inocen-
tes y eso se revela como una gran cualidad.1
Como tema para investigación futura me gustaría proponer el estudio comparativo 
de los dos tipos de juventudes. A través de éste, creo que se entenderá mejor porqué 
la madurez del cuerpo sin la madurez del alma resulta en una combinación peligrosa. 
También se entendería por qué pareciera que Hawthorne compartía la idea de que se 
1 Este tipo de juventud se puede apreciar en el cuento “The Great Carbuncle” (1837). En el relato 
los personajes mayores sufren accidentes y se enfrentan a problemas desafortunados por la expe-
riencia que tienen. Mientras que los personajes jóvenes y supuestamente inmaduros son los que se 
revelan como los más sabios debido a la simplicidad con la que resuelven los inconvenientes.
46
debe educar tanto al cuerpo como al alma para tenerlo todo y estar “completo”. No 
queda más que continuar con las lecturas y a través de los años quizá obtener un poco 
del conocimiento tácito que tanto el Dr. Heidegger como algunos de los teóricos y el 
mismo Hawthorne tenían: “We are doomed to do the same folly as before”… aunque 
quizá tengamos la capacidad de elegir.
47
Cota Grijalva, Sof ía Dolores. El hombre de ciencia en cuatro obras de Nathaniel Haw-
thorne. “Tesina de carrera”. Colegio de Letras Modernas. México, D.F.: UNAM, 1981. 
Impresa. 
Gowans, Adam Luke. The Twelve Best Short Stories in the English Language. Londres: 
Gowans & Gray, 1920. Recurso electrónico.
Hawthorne, Nathaniel. “Dr. Heidegger’s Experiment”. The Best Known Works of Natha-
niel Hawthorne. Nueva York: Blue Ribbon Books, 1941. 379-386. Impreso.
. “The Birthmark”. Young Goodman Brown and Other Tales. Oxford: Oxford UP, 
2008. 175-192. Impreso.
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El efecto de la juventud: la ciencia y los placeres en “Dr. Heidegger’s Experiment”, 
de Nathaniel Hawthorne fue escrita por Alejandra Sumano Gotóo 
para obtener el grado de 
Licenciada en Lengua y Literatura Modernas (Letras Inglesas) 
por parte de la Facultad de Filosof ía y Letras (FFyL) 
y el Colegio de Letras Modernas 
de la Universidad Nacional Autónoma 
de México (UNAM).
Esta publicación puede ser reproducida total o parcialmente y en cualquier formato
para propósitos educativos o sin fines de lucro
siempre y cuando se cite la fuente
y se haga referencia bibliográfica a la tesina y a la autora.
Ilustraciones y diseño por Carlos Aarón Torres Herrera. 
Diseño de portada y encuadernación por Thésika.mx.
Este libro fue impreso en la Ciudad de México en mayo 2016. 
Otras obras de la autora: Ruptura, Ediciones Oblicuas. Te querré, Porrúa.
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Henry David Thoreau
	Portada
	Índice
	Introducción
	Capítulo I. El Afán por el Conocimiento
	Capítulo II. Fuente de la Juventud y Sátira de los Invitados
	Conclusiones
	Obas Citadas
	Obras Consultadas

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