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PIA Trastornos mentales- Somaticos y facticios - Miguel Angel Martinez Martinez

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN
Facultad de Psicología
Producto Integrador de Aprendizaje: Síntesis de trastornos somáticos y facticios
Alumno: Miguel Angel Martínez Martínez
Matrícula: 1743724
Grupo: 4 H /008/ 122
Materia: Clasificación de trastornos mentales
Profesor: Francisco de León Cantú
 Monterrey, Nuevo León. A Martes 29 de Mayo del 2018
Introducción
Los pacientes con trastornos de síntomas somáticos suelen haber sido valorados para descartar algún trastorno físico. Estas valoraciones conducen a la realización de pruebas y tratamientos costosos, consumen tiempo, son ineficaces y, en ocasiones, peligrosos. Los resultados pudieran traer consigo tan sólo un reforzamiento de la creencia temerosa del paciente en alguna enfermedad médica inexistente. En algún momento, el personal de atención de la salud reconoce que lo que está mal tiene un sustento emocional, y refiere a estos individuos para que sean sometidos a una valoración de salud mental. Hay que recordar que la mera presencia del trastorno de síntomas somáticos no asegura que más adelante no pueda desarrollarse otra afección médica.
Trastorno de síntomas somáticos 
Los criterios del DSM-5 para el trastorno de síntomas somáticos (TSS) sólo ponen como requisito la existencia de un síntoma somático, pero éste debe generar tensión o provocar compromiso marcado en el desempeño del paciente. De manera independiente a esto, el paciente clásico muestra un patrón de síntomas físicos y emocionales múltiples que pueden referirse a distintas (con frecuencia muchas) partes del organismo, entre los que se encuentran manifestaciones de dolor, problemas de la respiración o el latido cardiaco, malestares abdominales, trastornos menstruales o todos ellos. También pueden identificarse síntomas conversivos (disfunción corporal, como la parálisis o la ceguera que carecen de base anatómica o fisiológica). El tratamiento que suele aliviar los síntomas cuya causa es una enfermedad física real suele ser a la larga ineficaz en estos pacientes. El TSS* inicia por lo general durante la adolescencia o alrededor de los 20 años, y puede persistir muchos años. Afecta cerca de 1% de todas las mujeres. Muestra una tendencia intensa a distribuirse en familias. Su transmisión quizá sea tanto genética como ambiental; el TSS pudiera ser más frecuente en individuos de condición socioeconómica baja y un nivel educativo menor. La mitad o más de los afectados por TSS muestran síntomas de ansiedad y del estado de ánimo. Existe un peligro permanente de que los clínicos diagnostiquen un trastorno de ansiedad o del estado de ánimo e ignoren el TSS subyacente. 
Características esenciales: La preocupación relativa a síntomas somáticos conduce al paciente a expresar un nivel intenso de ansiedad por su salud, al invertir tiempo excesivo en los cuidados de salud o preocuparse en extremo en cuanto a la gravedad de los síntomas.
Trastorno de síntomas somáticos con predominio de dolor 
Algunas personas con TSS experimentan ante todo dolor, en cuyo caso existe indicación para utilizar el especificador con predominio de dolor. Es necesario tener en mente los siguientes hechos: El dolor es subjetivo—los individuos lo experimentan en forma diversa, no existe una patología anatómica evidente, la cuantificación del dolor es compleja. 
De esta forma, es difícil saber si un individuo que refiere dolor crónico o insoportable, y en apariencia carece de una patología objetiva que lo explique, cursa en realidad con algún trastorno mental. El dolor en cuestión suele ser crónico. Puede tener expresiones diversas, pero en particular frecuente es aquél ubicado en espalda baja, cabeza, pelvis o articulación temporomandibular. De manera característica, el TSS-dolor no aparece y desaparece al transcurrir el tiempo, ni disminuye con la distracción; pudiera tener sólo una respuesta limitada a los analgésicos, si hubiera alguna. El dolor crónico interfiere con la cognición, y hace que las personas tengan problemas de memoria, concentración y para terminar tareas. Se asocia con frecuencia a depresión, ansiedad y autoestima baja; el sueño puede comprometerse. Estos pacientes pueden experimentar una respuesta más lenta a los estímulos; el temor ante una posible intensificación del dolor pudiera limitar su actividad física. Por supuesto, el trabajo se compromete. En más de la mitad de los casos, los clínicos manejan en forma inadecuada el dolor crónico. El TSS-dolor suele iniciar entre los 30 y los 40 años, a menudo tras un accidente o algún otro tipo de enfermedad física. Se diagnostica en más ocasiones en mujeres que en varones. Al tiempo que su duración aumenta, conduce con frecuencia a una incapacidad creciente tanto laboral como para la vida social, y en ocasiones hasta la incapacitación completa.
Trastorno de ansiedad por enfermedad 
Las personas con TAPE muestran una preocupación terrible ante la posibilidad de padecer una enfermedad grave. Su ansiedad persiste no obstante exista evidencia médica que indique lo contrario y la reafirmación de los profesionales de la atención de la salud. Algunos ejemplos comunes incluyen el temor a la cardiopatía (que pudiera iniciar al percibirse alguna palpitación) y el cáncer. Estos pacientes no muestran psicosis: aceptan de momento que sus síntomas pudieran tener origen emocional, no obstante con rapidez revierten a su obsesión temerosa. Entonces rechazan cualquier sugerencia de que no padecen patología física e incluso pueden ponerse iracundos y rehusarse a recibir una consulta de salud mental. Muchos de estos pacientes presentan síntomas físicos que les harían calificar para algún trastorno de síntomas somáticos. Sin embargo, cerca de una cuarta parte de ellos tiene gran inquietud en lo que se refiere a padecer una enfermedad, pero no muestra cambios relevantes en cuanto a síntomas somáticos. En ocasiones los individuos padecen alguna afección orgánica demostrable, pero sus síntomas hipocondriacos salen de proporción respecto de la gravedad de la condición médica existente. Para definir a estos pacientes con más claridad, se modificó el nombre de este cuadro y se redactaron criterios nuevos. Tiende a iniciar entre los 20 y los 30 años, y alcanza una prevalencia máxima entre los 30 o los 40. Quizá tenga una frecuencia a similar entre varones y mujeres. 
Características esenciales: A pesar de la ausencia de síntomas físicos graves, el paciente muestra una inquietud extraordinaria por la posibilidad de estar enfermo. La ansiedad intensa acoplada a un umbral bajo de alarma trae consigo comportamientos recurrentes relativos a la salud (buscar consuelo reiterado, verificar una y otra vez la existencia de signos físicos). Algunos individuos se adaptan por el contrario al evitar acudir a hospitales y citas médicas.
Trastorno de conversión (trastorno de síntomas neurológicos funcionales) 
Un síntoma conversivo se define como un cambio del funcionamiento del organismo cuando no es posible encontrar una anomalía física o fisiológica que lo explique. Estos síntomas con frecuencia se denominan pseudoneurológicos, e incluyen tanto manifestaciones sensoriales como motoras. Los síntomas conversivos por lo general no corresponden al patrón anatómico que se esperaría de una condición con una causa física bien definida. Ejemplos de síntomas conversivos sensoriales incluyen ceguera, sordera, visión doble y alucinaciones, marcha inestable, debilidad o parálisis muscular, referencia de sensación de nudo en la garganta o dificultad para deglutir, pérdida de la voz y retención de orina. Suele tratarse de un trastorno propio de personas jóvenes y es más frecuente entre mujeres que en varones. Es un tanto más probable identificarlo en personas con nivel educativo bajo y sin sofisticación en cuestiones médicas, y que viven en sitios en que la práctica médica y el diagnóstico se encuentran aún en surgimiento. La presencia de un síntoma conversivo pudiera no permitir hacer predicciones significativas en torno a la evolución del paciente a futuro. 
Factores psicológicos que influyensobre otras afecciones médicas 
Los profesionales de la salud mental enfrentan todo tipo de problema capaz de influir sobre la evolución o el cuidado de una condición médica. Si bien se codifica como un trastorno mental y junto con los trastornos mentales, no constituye uno, de manera que no se presenta un caso clínico completo. 
Características esenciales de los factores psicológicos que influyen sobre otras afecciones médicas: Un síntoma o enfermedad de tipo físico recibe influencia de un factor psicológico o conductual que precipita, agrava, interfiere o prolonga la necesidad de tratamiento en un paciente.
Trastorno facticio 
En el contexto de los pacientes de salud mental, significa que un trastorno parece como una enfermedad verdadera, pero no lo es. Estos pacientes logran esto al simular síntomas o signos físicos (por ejemplo, calentar un termómetro con el café). En ocasiones refieren síntomas psicológicos, entre otros depresión, alucinaciones, ideas delirantes, ansiedad, ideas suicidas y comportamiento desorganizado. Puesto que son subjetivos, estos síntomas mentales inventados pueden ser muy difíciles de detectar. El DSM-5 menciona dos subtipos de trastorno facticio: 
Trastorno facticio aplicado a uno mismo 
Las personas afectadas por TFAM pueden mostrar síntomas dramáticos, acompañados por mentiras francas en torno a la gravedad de la enfermedad. El patrón general de signos y síntomas puede resultar atípico para la enfermedad citada, y algunos pacientes modifican sus historias al volver a referirlas; cualquier evidencia de este tipo en relación con la incongruencia facilita su identificación. Sin embargo, otros pacientes con TFAM saben mucho acerca de los síntomas y la terminología de la enfermedad, lo que dificulta más la detección de su comportamiento. Algunos se someten sin dudar a muchos procedimientos (algunos de ellos dolorosos y peligrosos) para seguir interpretando su papel de pacientes. 
Es característico que permanezcan hospitalizados pocos días, tengan pocos visitantes en caso dado, y egresen contra las recomendaciones médicas una vez que sus pruebas resultan negativas. Muchos se trasladan de una ciudad a otra para solicitar atención médica. Los pacientes con TFAM difieren en gran medida de otros simuladores, que pueden exhibir algunos comportamientos—agregar sedimentos a sus muestras de orina, embellecer los informes subjetivos de su sufrimiento. Sin embargo, los simuladores hacen esto para calificar para una compensación financiera, obtener drogas o evitar el trabajo, el castigo o, en épocas pasadas, el servicio militar. La motivación en el TFAM es en apariencia más compleja: estos individuos pudieran necesitar tener la sensación de que son cuidados, de que engañan al personal médico o de que simplemente reciben gran cantidad de atención de personas importantes. Cualquiera que sea la razón, inventan síntomas físicos o psicológicos de tal forma que son capaces de afirmar que están fuera de su control. Muchos individuos con TFAM también cursan con trastornos de la personalidad genuinos. Estos trastornos comienzan en una fase temprana de la vida. Es probable que sean más comunes en varones que en mujeres. Con frecuencia todo inicia con una hospitalización por problemas físicos genuinos. Esto desencadena una disfunción intensa: estos individuos muchas veces se encuentran desempleados, y no mantienen lazos estrechos con miembros de la familia o amigos. 
Trastorno facticio aplicado a otro 
Solía denominarse trastorno facticio (o síndrome de Münchausen) por cuidador, debido a que los síntomas no lo sufría el paciente. Se trata de un cuidador que adjudica los síntomas facticios a otra persona y recibe el diagnóstico. Esa “otra persona” casi siempre es un niño, no obstante una búsqueda en Medline reveló entre los afectados a algún anciano ocasional y por lo menos a un perro. Tres cuartas partes de los perpetradores, y en ocasiones más, son mujeres. Algunos progenitores con TFAO parecen creer que sus hijos están enfermos; tienden a comportarse como “adictos al médico” que precisan la atención que se obtiene al tener a un hijo en extremo enfermo. Estas personas suelen limitarse a referir signos y síntomas falsos de enfermedad, como convulsiones o apnea. A pesar de esto, otros más inducen los síntomas—las más de las veces mediante sofocación o envenenamiento, pero también al alterar muestras de orina o heces, u otros especímenes de laboratorio. Quizá la mitad de las víctimas cursa además con una enfermedad física verdadera. En general, la TFAO es rara, con una incidencia anual de tan sólo 0.4 a 2 casos por 100 000 personas. 
Características esenciales: Para presentar la imagen de que alguien está enfermo, lesionado o muestra disfunción, [el paciente] [otra persona que actúa en nombre del paciente] simula síntomas físicos o mentales, o bien signos de enfermedad, o induce algún padecimiento o lesión. Este comportamiento ocurre incluso sin que exista evidencia de que se obtendrán beneficios 
Otro trastorno de síntomas somáticos o relacionado especificado 
Pacientes cuyos síntomas somáticos no cumplen los criterios de alguno de los trastornos de y relacionados que se analizan antes, pero sobre los que se cuenta con cierta información. 
Pseudociesis. La palabra pseudociesis significa “embarazo falso”, y hace referencia a las pacientes que tienen una creencia incorrecta de estar embarazadas. Desarrollan signos de embarazo, como abultamiento abdominal, náusea, amenorrea y congestión mamaria—e incluso manifestaciones como la sensación de movimientos fetales y dolores del parto. 
Simulación 
La simulación se define como el fingimiento intencional de signos o síntomas de un trastorno físico o mental. El propósito es algún tipo de ganancia: obtener algo que se desea (dinero, drogas, resolución de seguro) o evitar algo desagradable (castigo, trabajo, servicio militar, labor como jurado). La simulación con frecuencia se confunde con el trastorno facticio (en el cual el motivo no es una ganancia externa, sino el deseo de desempeñar el papel del enfermo) y otros trastornos de síntomas somáticos y relacionados (en cuyo caso los síntomas no son generados de manera intencional). La simulación debe sospecharse en cualquiera de las situaciones siguientes: 
• El paciente tiene problemas legales o existe la posibilidad de una ganancia financiera. 
• El paciente padece trastorno de la personalidad antisocial. 
• El paciente refiere una historia que no coincide con la referida por los informantes o bien con otros hechos conocidos. 
• El paciente no coopera para la evaluación
Conclusión del tema
Los trastornos somáticos y facticios son de mucho interés para mí ya que creo son de los trastornos más difíciles de diagnosticar adecuadamente, por todos los puntos que se tienen que tomar en cuenta para su diagnostico y que incluso el diagnosticarlo puede contribuir a una mayor intensidad en los síntomas, empezando por los somáticos que para que un paciente llegue solicitando ayuda por dolor físico, ya tiene que tener exámenes que comprueben no hay ninguna causa medica orgánica que lleve a su enfermedad actual y no se tenga ningún precedente de accidente, estos pacientes van a llegar con un dolor real que si lo está manifestando su cuerpo pero algún analgésico no tiene efecto, estando este dolor en zonas especificas como una mano, dedos, pie, voz, la boca, que se quedaron de alguna forma es pasmados lo más común debido a una perturbación psicológica en el pasado, este tipo de trastorno se me hace de mucha importancia ya que va de alguna manera en contra de lo que los estudios de medicina llevan a cabo, el cómo es que la ciencia y con estudios no se logra curar nada, todo está siendo padecido por hechos del cerebro y la mente que controlan el cuerpo, dando así a los psicólogos clínicos un papel importante en el aspecto de la salud, y que los médicos ya lo conocen también es un área que solo tengan que trabajar los especialistas en la salud mental. Los trastornos facticios su relación con la mayoría de las personastambién se me hace de relevancia en la psicología y en general a la salud de los individuos debido a que no tienen ninguna enfermedad, pero se empeñan tanto en buscar síntomas dramatizarlos y crearlos que pueden llegar a entorpecer su ambiente social y de los demás, empezar a crear malestares físicos es algo que tiene los pacientes me sorprenden porque realizan búsquedas de los sintomas y malestares que tienen que presentar para que sea creíble su enfermedad y el cómo es que evoluciona con el paso del tiempo las mentiras para beneficios propios como lo son las drogas entre los más comunes y ganancia financiera, suelen ser los casos que realmente si hayan iniciado con un síntoma genuino pero viendo los beneficios que conllevaba estar en tal estado crean dependencia a los síntomas, desde un enfoque conductual el cómo es que esta conducta es aprendida por el reforzador positivo que tienen continuamente va a poder ser modificada y moldeable con las debidas técnicas adecuadas, también este tipo de personas no solo con estar dramatizando los síntomas de uno mismo en algunos casos por los beneficios que conlleva, también envuelven en a personas ajenas pero directamente relacionadas con ellos, como en el caso de padres que generan de estos síntomas en sus hijos puede que para la escuela o si están presentando problemas con la pareja lo utilizan como una herramienta de chantaje ya sea por la ganancia económica que conllevan o para un proceso legal, que con el tiempo estos síntomas facticios si pudieran generar síntomas somáticos incluso en terceras personas. Estos dos tipos de trastornos en especifico si me son de mucha relevancia en el ambiente profesional por la facilidad con la que un individuo puede aprender las conductas para hacerlos de manera más realista por el beneficio que conllevan siendo necesarios un correcto diagnostico y tratamiento antes de llegar a dañar su propio ambiente social.

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