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van Fraassen, B C (1996) La imagen cientifica Paidos - Arturo Céspedes

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'aid6s. PROBLEMAS CIENTIFICOS Y FILOs6FICOS . LA IMAGEN 
..Ian Hacking, Representar e intervenir 
CIENTIFICA 
. BflS C. van Fraassen, La imagen cientiflCa 
Bas C. van Fraassen 
~II~ 
PAIDOS 
Mexico 
Buenos Aires 
Barcelona 
-. 
Universidad Nacional Aut6noma de Mexico 
DIRECCION DE LA COLECCION 
Seminario de Problemas Cientificos y Filosoficos, UNAM 
Titulo original: The Scientific Image 
Publicado en ingles por Oxford University Press 
Traducci6n: Sergio Martinez 
Revision de la traducci6n: Luigi Amara 
Diseiio de cubierta: Margen Rojo I Angel Garcia Dominguez 
TO edicion. 1996 
Quedan rigurosrunente prohibidas, sin la autorizaci6n escrita de los titulares del 
"Copyright", bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducci6n tolalo 
parcial de esta obra par cualquier medio 0 procedimiento, comprendidos la 
reprografia y el tratruniento informatico, y la distribuci6n de ejemplares de ella 
. mediante a1quiler 0 prestruno publico. 
© Bas C. van Fraassen, 1980 
© de la presente edici6n: 
Universidad Nacional Aut6noma de Mexico 
Coeditan: Seminario de Problemas Cientificos y Filos6ficos, UNAM; 
Instituto de Investigaciones Filos6ficas, UNAM, 
Circuito Mario de la Cueva, Ciudad de la Investigaci6n en 
Humanidades, Ciudad Universitaria, 04510, Mexico, D.F.; 
Ediciones Paid6s Iberica, S.A., 
Mariano Cub!, 92 - 08021 Barcelona, y 
Editorial Paid6s Mexicana, SA, 
Ruben Dario 118, 03510 Col. Moderna, Mexico, D.F., I 
Tels.: 579-5922, 579-5113. Fax: 590-4361 
ISBN: 968-&53-321-1 I 
IDerechos reservados conforme a la ley 
Al amistoso pueblo de Tigh-na-Coille 
fit 
Impreso en Mexico - Printed in Mexico 
INDIeE 
1. INTRODUCCI6N .............. '.' ... ; .......... 15 
2. ARGUMENTOS CONCERNIENTES AL REALISMO 
CIENTlFICO .................................. 21 
§1. Realismo cientifico y empirismo constructivo ............. 21 
Enunciaci6n del realismo cientifico ....•... " , •.... 22
§1.1 
1.2 Alternativas frente al realismo ... . . . . . . . . . . ., . . . . 26
§ 
. §1.3 Empirismo constru~tivo , .. . . . . . . . . . . . • . . . • . . . . 27 
§2. La "dicotornfa" teona/observaci6n. . . . . . . . . . . . . ~ . . . . . . 30 
§3.Inferencia hacia la mejor expUcaci6n .................. 36 
§4, Lfmites de la demanda de explicaci6n. , , . , . . . , .'. . . , . . . . 40 
§5, EI principio de la causa comun ....... , .............. 43 
§6. Llmites de la explicaci6n: un experimento mental ....•...•. 51 
§7. Los demonios y el argumentoultimo ............. . . . . . . . 54 
\ . . . . . . 
3. SALVAR LOS FEN6MENOS , ; ., . " .. , .... ,. 'j... , , . 63 
§l. ,Modelos ........ , ; ........ ~ ..• , ... , ........ 63 
§2. EI movimiento aparente y el espacio absoluto . . . . . , . . . • . . . 67 
§3. El contenido emplrico de la teona de Newton ., ... , ~ ... , .. 69 
§4. Las teorias y sus extensiones . . . , . . . . . , . . . . . .. . . . , . . 70 
§5. Extensiones: victoria y derrota calificada, , .............. 74 
§6. Las fallas del enfoque sintactico . . . , . . . • . . . . . . . . . . . . . 77 
§7. El cfrculo hermeneutico . . . . . . . . . .. . . . . .. . . . . . . . . . 80 
§8. Los llmites de la descripci6n emplrica ................. 83 
§9. Una nueva imagen de las teonas ...............•..... 89 
4. EMPIRISMO Y METODOLOGIA CIENTIFICA ........... 95 
§1. La epistemologfa empirista yet escepticismo ............. 96 
§2. La metodologia y el diseiio experimental • . . . . . . . . . . . . . . . 98 
§2.1 Los papetes de la teona .. . . . • . . . . . . .. . . . . . . . • . 98 
§2.2 La medici6n de la carga del electron. . . . . . . ; . . . • .: . . 100 li!f 
o LA IMAGEN CIENTIFICA 
§2.3 Boyd y la expllcacion filosofica de la metodologfa . . . . . . 103 
§2.4 Fenomenologia de la actividad cientffica . . . . . . • . . . . . 107 
3. La objeci6n de la cQnjuncion . . . . • .. . . . . . .. . . . . . . . . 109 
4. Vutudes pragmaticas y explicacion ............••.... 114 
§4.1 Las otras virtudes .••........•.............. 114 
§4.2 La incursion de la pragmatica. . . . . . . . . . . . . . . • . . • 116 
§4.3 La busqueda de la explicacion . . . . . . . . • . . . . . . . . ~ 119 
i. PRAGMATICA DE LA EXPUCACION ....•. ~ ........ 125 
1. Ellenguaje de la explicacion ...•.................. 125 
§1.1 Verdad y gramatica ..............•.... ; ..... 126 
§1.2 Algunosejemplos. . . . . . . . . . . . . • . . . .. . . .. '. .. 130 
2. Una historia parciaL . . . . . . . . . . . . • ~ . . . . .. • . . . . . . 132 
§2.1 Hempel: las bases de la creencia. . • . . . . . . . . . . . . . . 132 
§2.2 Salmon: factores estadisticamente relevantes .. ;..... .135 
§2.3 Propiedades globales de las teorfas .;..... .. . . . . . . . 139 
. §2.4 Las dificultades: las asimetrias y los rechazos . . . . • . . .. 141 
§2.5 Causalidad: la conditio sine qua non •.•........... 143 
§2.6 Causalidad: la teoria de Salmon . . . . . . . . . . . . . . . . .150 
§2.7 Las claves de la causalidad .....•.........•.... 155 
§2.8 Las preguntas "por que" .. . . . . . • . . . . . . . . . . . . • . 159 
§2.9 La elaboracion de las claves ........•....•.•...• 161 
3. Las asimetrfas de la explicacion: un relato breve •......... 163 
§3.1 La asimetria y el contexto: la criba aristot¢lica ........ 163 
§3.2 "La torre y la sombra" .................• '...•. 165 
4. Un modelo para la explicacion ....•.....•.........• 167 
§4.1 Contextos y proposiciones ...................... 168 
§4.2 Preguntas. . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • • . . . 171 
§4.3 Una teona de las preguntas "por que" .. '......•..... 176 
§4.4 Evaluacion de las respuestas .: ..........•...... 181 
§4.5 La presuposicion y la relevancia elaboradas .......... 187 
5. Conclusion. . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . 189 
i. PROBABILIDAD: LA NUEVA MODALIDAD 
DE LA CIENCIA . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . 195 
1. La estadistica en la ciencia general ........•..•.....• 197 
2. La mecanica estadistica clasica. . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . 199 
§2.1 La medida de la ignorancia . • • . . . . . . . ~ . . . . . . . . . 200 
§2.2 La probabilidad epistemologica y la probabilidad 
objetiva desenredadas ...... . . . . . . . • . . . . . . . . . 203 
iNDlCE 11 
§2.3 La intrusion de la infinitud •••......••......... 206 
§3. La probabilidad en mecamca cuantica ................. 208 
§3.1 Las divergencias con el caso clasico ..............• 210 
§3.2 Las probabilidades cuanticas como probabilidades ~ 
condicionales .... " ........•.............. 215 
§3.3Ensambles virtuales de mediciones .........•..... 218 
§4. Hacia una interpretacion empirista de la proba~ilidad ....... 219 
§4.1 Los espacios de probabilidad como modelos 
de experimentos .......................... 220 
§4.2 La interpretacion frecuentista estrlcta . . . . . , . . . . . . •.. 223 
§4.3 Propension y secuencias virtuales .. . . ... . ~ . . . . . . . . 229 
§4.4 Una interpretacion frecuentista modal .............. 233 
§4.5 La adecuaci6n empfrica de las teorias estadisticas . . . . . . • 237 
§5. La modalidad: un atrincheramiento filos6fico .•......•..• 239 
§5.1 Empirismo y modalidad . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 239 
§5.2 Ellenguaje de la ciencia . . . • • . . . . . . . . . . . . . . • . . 241 
§5.3 Modalidad sin metafisica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . 245 
7. UNA POLEMICA MODERADA .................. .-. 249 
I ...•..........•......•................. 250 
II ...................................... 253 
m.: ........................... ·········254 
IV .•.. " ................................... 256 
V • • ',' ': • . . . . . . • . . .. . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . 258 
Posdata ciehtffica final . . . . . . . • . . . • . . . : • . . . . . . . . . . . 259 
fNDICE ANALITICO . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . • . • . . . . . 263 
PREFACIO 
El proposito de este libro es desarrollar una altemativaconstructiva frente 
al realismo cientffico, una posicion que ultimamente ha sjdo muy discutida 
y defendida en la filosofla de la ciencia Para este rm present are tres teodas, 
cada una de las cuales necesita de las otras para su apoyo mutuo. La pri­
mera coilcieme a la relacion de una teoria con el mundo, y especialmente 
10 que puede ser Hamado su valor empirico. ,La segunda es una teoda de 
la explicacion cientifica, en la cualla capacidad explicativa de una teoda 
es considerada una caracteristica que de hecho va mas alIa de su valor em­
pirico, pero que es radicalmente dependiente del contexto. Y la tercera es 
una explicacion de la prob'abilidad tal como se presenta dentro de la teoria 
" de la flsica (como opuesto a: en la evaluacion de su apoyo evidencial). Los 
primeros dos capitulos forman una introduccion breve y relativamente sen­
cilla a los debates concemientes al realismo cientifico, y explicaran de este 
modo la organizacion y la estrategia del resto. He mantenido el caracter no 
tI~cnico a todo 10 laigo de la exposicion, remitiendome para detalles tecnicos 
a artfculos de revista donde, me parece, tienen un lugar mas indicado. 
, Estoy en deuda con numerosas personas; muchas de elIas se indican en 
las notas. Me gustaria aiiadir aquf algunos agradecimientos personales. Mi 
mayor deuda de gratitud en filosofla de la ciencia ha sido siempre con Adolf 
Grunbaum, y se renovo cuando asistf a su conferencia sobre la: electrodina­
, mica de Dirac, en Santa Margarita, en 1976, un paradigma de exposicion 
filosofica de la ciencia, lacual solo escasamente puedo esperar emular. Con 
,,' Glymour,Hooker, Putnam, Salmon, Smart y Sellars tengo la deuda del reto 
"<'que han significado para mf sus posiciones filosoficas y su disposieion a 
/'discutirlas conmigo, tanto en publico como en la correspondencia personal. 
",'El tftulo de este libro es una frase de Wilfrid Sellars, quien contrasta la 
, imagen cientifica del mundo con laimagen manifiesta, la forma en que el 
mundo aparece ala observacion humana. Aunque yo negarfa la sugerencia 
de una dicotomfa, la frase parecia adecuada Toraldodi Francia me dio la 
oportunidad de tomar parte en el seminario de verano del Instituto Fermi 
sobre fundamentos de la flsica, en Varenn~ donde aprendf muchfsimo, so­
14 LA IMAGEN CIENTiFICA 
bre todo de las conferencias de 61 y de Dalla Chiara acerca de su teoria de la 
estructura de la ffsica. Una deuda mas antigua, recordada al escribir varias 
partes de este libra, es con Henry Matgenau, de quien aprendl bastante sobre 
las probabilidades y los estados en la mecaruca culintica. Muchos amigos y 
colegas ayudaron en varias etapas durante la redaccion de este libro, reaccio­
nando amigable y cruelmente, al mismo tiempo, a mis argumentos, ideas e 
hlstorias didacticas: Paul Benacerraf, Nancy Cartwright, Ronald de Sousa, 
Hartry Field, Yvon Gauthier, Ronald Giere, Karel Lambert, Edwin Levy, 
Margot Livesey, Hugh Mellor, Ben Rogers, Richmond Thomason y Roger 
Woolhouse, para mencionar solo algunos. Las principales tesis de este libro 
fueron presentadas en diver'sasocasiones en conferencias; las ultimas, antes 
de la impresion, fueron tres conferencias en la Universidad de Princeton en 
mayo de 1979. Finalmente, ha sido invaluable la ayuda del Canada Council 
en apoyo de los proyectos de investigacion durante los cuales este libro co­
bra forma, especialmente al facilitar los contactos con otros investigadores, 
requisito indispensable para esta investigacion. 
Julio de 1979 
B.C.v.F. 
A,
19" 
1 
INTRODUCCI6N 
, , 
Es facil tolerar el instinto metaffsico comtin. Pero un gusto 
por la metaffsica puede ser una de aqueUas cosas a las que 
debemos renunciar si queremos moldear nuestras vidas 
hasta la perfecci6n artistica.La filosafia sirve a la cultura, 
no~con,.el don imaginario del conocimiento absoluto 0 
, trascendentaL, sine",sugiriendo preguntas.'; . 
Walter Pater, El Renacimiento 
La oposicion entre empirismo y realismo es vieja y puede ser presentada 
con ejemplos de muchos episodios de la historia de la filosofia. El mas ilus­
trativo de todos 6stos quiza sea el ofrecido por el sentido de superioridad 
fdosofica que los participantes en el temprano desarrollo de la ciencia mo­
dema sentian en relacion con la tradicion aristotelica. En esa tradicion, los 
realistas sostenian que las regularidades en los fen6menos naturales debian 
tener una raWn (causa, explicaci6n), y veian esta;razon en las propieda­
des causales --constitutivas de 10 que elIos llamaban formas sustanciales 0 
naturaleza-:- de las sustancias involucradas en los procesos naturales. Los 
nominalistas, que negaban la realidad de estas propiedades, estaban en la 
posicion de tener que rechazar tales demandas de explicacion.1 
Los fil6sofos comprometidos con el desarrollo de los fundamentos filo­
s6ficos de la ciencia modema habian elurlido aparentemente este dilema, 
Sin postular tales propiedades causales, formas 0 "cualidades ocultas", to­
davia podfan explicar laS regularidadesque se observan en la naturaleza. 
Asi, Robert Boyle escribe: 
1 Para una discusi6n de algunos de los temas ftlos6fi<;os relacionados con dieha tradiei6n, 
v6ase mi articulo "A Re-examination ofAristotle's Philosophy ofScience", Dialogue, 1980 y 
"Essence and Existence'''pags. 1-25, en N. Rescher(comp.),Studies in Ontology,monografia 
no. 12, American Philosophical Quarterly, Oxford, Blackwell. 1978:· 
http:no~con,.el
http:artistica.La
17 16 LA IMAGEN CIENTiFICA 
AqueUo a 10 que principalmente aspiro es a hacerles creible, a traves de experi­
ment08, que casi tOO08 los tipos de cualidades, la mayor parte de las cuales han 
sido dejadas sin explic;lci6n poe las escuelas 0 generalmente han sido referidas 
a no se que incomprensilies formas sustanciales, pueden ser prOOucidas meca­
nicamente, es decir, por agentes corp6reos. Entiendo por ello aquellos agentes 
que no parecen.operar de otra manera que en virtud de su movimiento, tama­
fio, figura y diseiio de sus propias partes (I1amo a estos atributos afecciones 
mecarucas de Ia materia).2 
Ellos se percataron muy bien de que dar cuenta de fen6menos tales como 
el calor 0 las reacciones qufmicas unicamente en terminos de atributos 
mecarucos requerfa de por 10 menos una teorfa at6Il1ica de la materia. Pero 
supongo ql.le esta claro que enfrentan otra vez el mismo dilema en cuanto a 
las regularidades que postulan en el comportamiento de las partes del atomo. 
Alii no son posibles las explicaciones mecanicas, puesto que los ~ttomos no 
tienen partes ulteriores. As! qu~, 0 bien deben atribuir poderes, cualidades y 
propiedades causales especificas a esos atomos para explicar por que estos 
actuan y reaccionan de la manera en que 10 hacen, 0 bien deben rechazar, 
como los nominalistas antes que ellos, la demanda de explicaci6n. 
Ademas, se ganaron un problema. Parte de la motivaci6n para el rechazo 
nominalista del mundo de poderes, ptopiedades y disposiciones de los rea~ 
!istas aristotelicos (vuelto famoso por la virtus dormitiva de Moliere) era 
epistemol6gica. La observaci6n de los fen6menos no apuntaba sin ambigiie­
dad hacia las supuestas conexi ones causales detras de ellos. Este problema 
existe de manera similar para las hip6tesis at6micas: los 'Jen6menos no 
deciden su verdad 0 falsedad, aunque quizas son explicados mejor por una 
hipotesis que por otra. Intentos subsecuentes de los. cientfficos por clarificar 
las bases ftlosoficas de su disciplina encontraron aun mas diffcilde recon­
ciliar el empirismo que profesaban y su antipatfa hacia la metafisica, con 
una no autorizada creencia en hipotesis que describen un mundo supuesto 
mas alIa de los fen6menos. 
Esto llevo en el siglo XIX alfenomenalismo de Ernst Mach, al conven­
ciomllismo de Henri Poincare y al ficcionalismo de Pierre Duhem. En el 
siglo xx, el empirismo logico de Hans Reichenbach y el positivismo 16gi­
co de Rudolf Carnap fueron desarrollos ulteriores en esta vuelta radical al 
empirismo. 
2 The Works of Ihe HonourableRobert Boyle, Londres, Birch, 1672, vol. III, pag. 13; 
tomo el pasaje de R.S. Woolhouse, Locke's Philosophy ofScience and ofLonguage, Oxford, 
Blackwell, 1971, que contiene un excelente examen de los temas filos6ticos de tal periodoy 
del papel que desempefi6 Boyle. 
INTRoDuccr6N 
Sin embargo, actuaImente nadie puede adherirse a ninguna de estas 
posiciones filos6ficas en algun grado considerable. EspeciaImente el po­
sitivismo 16gico, aun cuando uno mismo sea bastante benevolo acerca de 
10 que cuenta como un desarrollo en vez de un cambio de posicion, tuvo 
un fracaso espectacular. As! que olvidemos estas etiquetas que nunca ha­
cen mas que imponer un orden momentaneo en las arenas movedizas de 
la fortuna filosofica, y veamos que problemas enfrenta hoy un aspirante a 
empirista. l Que clase de explicacion filosofica es posible dar acerca del fin 
y la estructura de la ciencia? 
Los estudios en filosoffa de la ciencia se dividen, a grandes rasgos, en 
dos clases. La primera, que podrfa ser Hamada fundacional,' se refiere al 
contenido y la estructura de las teorfas. La otra clase de estudio trata de las 
relaciones de una teorfa con el mundo, por un lado, y con el usuario de la 
teona, por el otro; .. , . 
Existen profundos desacuerdos filos6ficos acerca de la estructura gene­
ral de las teorias cientfficas y la caracterizaci6n general de su contenido. 
Una opini6n coh"iente, no del todo libre de controversia pero todavfa ge­
neralmente aceptada, es que las teorfas dan razon de los fen6menos (10 
cual significa los procesos y las estructuras observables) postulando otios 
procesos y estructuras no accesiblesdirectamente a la observacion, y que 
lin sistema de cualquier tipo es descrito por una teorfa en terminos de sus 
estados posibles. Esta es una opinion acerca.de la estructura de las teorfas 
compartida por much()s fiIosofos que, sin embargo, discrepan en las cues­
tiones concernientes a ~a relaci6n de una teona con el mundo y con sus 
usuarios. Los adversaribs de tal opinion supongo que diran, por 10 menos, 
que esta explicacion de cOmo es la ciencia es verdadera "a simple vista", 0 
correcta como una primera aproximaci6n. 
Una relacion que una teorfa puede tener conel mundo es la de ser verda­
dera, dar una descripcion verdadera de los hechos. A primera vista puede 
parecer trivial afmnar que la ciencia pretende encontrar teorfas verdaderas. 
Pero. unida a la opinion precedente sobre como son las teorias, la trivialidad 
desaparece. En conjuncion implican que la ciencia pretende encontrar una 
descripci6n verdadera de procesos inobservables que expliquen los obser­
vables, y tambien de los estados de cosas que son posibles, y no meramente 
de los, que son el caso. EI empirismo ha sido siempre una gufa filos6fica 
muy importante en el estudio de la na(uraleza. Pero el empirismo requiere 
de teorias Unicamente para ofrecer una caracterizacion verdadera de 10 que 
es observable, y considera la estructura postulada ulteriormente UIJ. medio 
para dicho fin. Ademas, los empiristas han evitado siempre la reificaci6n 
de la posibilidad (0 desu par,lanecesidad). Ellos restringenlaposibilidad' 
http:acerca.de
18 19 LA IMAGEN ClENTlFICA 
y la necesidad a relaciones entre ideas 0 entre palabras. considenindolas 
meros artificios que facilitan la descripcion de 10 que efectivamente sucede. 
Asf que desde un punto de vista empirista. para servir a los propositos de la 
ciencia, los postulados no necesitan ser verdaderos. excepto en 10 que dicen . 
acerca de 10 que es efectivo y empmcamente comprobable. 
Cuando este punto de vista ernpirista fue representado por ei positivismo 
logico. este Ie aiiadi6 una teona del significado y ellenguaje y. en gene­
ral. una orientacion lingiifstica. Actualmente esa forma de ernpirisrno es 
impugnada por el realisrno cientffico. que rechaza no solarnente las opi~ 
niones de los positivistas sobre el significado. sino ta:mbien aquellas tesis 
empiristas que subraye en el pan-afo anterior. Mi propia posicion es que 
el empirismo es (,::orrecto. pero que no podia perdurar en la forma lingiiis­
tica que los positivistas Ie dieron. En algunos casos tenian· razon al pensar 
que varias perplejidadesfllosoficas. malinterpretadas comop~oblenias oh~ . 
tologicos y episternologicos. eran realmente. en el fondo. problemas acerca 
del lenguaje. Esta opinion creo que es correcta especialmente cuando se 
trata de problemas relativos a la posibilidad y la necesidad. El lenguaje de 
la ciencia. siendo parte dellenguaje natural. es c1aramente parte del tema 
de la filosofla generlll de 1a 16gica y del 1enguaje. Pero esto unicamente 
significa que ciertosproblemas pueden ser dejados de 1ado cuando estamos 
haciendo fllosofla de fa ciencia, y eateg6ricamente no significa que los con-· 
ceptos filosoficos deban ser todos y cada uno explicados lingiifsticarnente. 
LOs positiyistas logicos y sus herederos fueron demasiado lejos en el inten­
to de convertir los problemas filosoficos en problemas acerca delleJiguaje. . 
En algunos casos su orientacion lingiifstica tuvo· efectos desastrosos en la 
filosorIa de la ciencia. Sin embargo. ei realismocientffico mantiene el error 
antitetico de reificar cualquier cosa que no pueda ser definida.i{ i 
En correlacion con las discusiones sobre la relacion entre; tina teorfa y 
el mundo. esta la pregunta de quees aceptar una teorfa cientffica. Esta pre­
gunta tiene una dimension epistemologica (l,que grado de cn~encia supone 
la aceptacion de una teorfa?) y tambien una dimension pragmatica ("que 
otra cosa esui involucrada ademas de la creencia?). En la perspectiva que 
desarrollare.la creencia involucrada al aceptar una teorla cientffica es mera­
mente que ella "salva los fenornenos". es decir, que describe correctamente 
10 que es observable. Pero la aceptacion no es solo creencia. No tenemos 
nunea la opcion de aceptar una teorfa omnfmoda, completa en cada deta­
lie. De modo que aceptar una teorfa en lugar de otra involucra tambien un 
compromiso con un prograrna de investigacion. continuar el diatogo con 
la naturaleza en un marco conceptual y no en otro. Aun si dos teorfas son 
equivalentes empi'ricamente, y la aceptacion de una teorfa involucra solo 
INrRODUCCI6N 
la creencia en su adecuacion empi'rica, puede todavfa haber una gran dife­
rencia en cuat de ellas aceptar. La diferencia es pragmatica. y argumentare 
que las virtudes pragmaticas no nos dan ninguna razon, por encima de la 
evidencia de los datos empi'ricos, para pensar que una teorfa es verdadera. 
Asi que argurnentare en favor de una posicion empirista y en contra 
del realismo cientffico. De. alguna manera, la filosoffa estli sujeta a modas; 
nO mas que otras disciplinasintelectuales, supongo, pero al menos en la 
medida en que casicualquier filosofo comenzara explicando que se opone 
a la concepcion "dominante" 0 "aceptada", y que presentarli la suya propia 
como revolucionaria. Serfa entonces bastante sospechoso si en este punto 
yo dijera que el realismo cientffico se ha vuelto dominante en la filosoffa 
de la ciencia. Otros ciertamente 10 han caracterizado como el vencedor 
emergente: Isaac Levi escribio recientemente: "mi propia opinion es que el 
ataud del empirismo esta ya fuertemente sellado".3 Y Arthur Fine. en.una 
replica a Richard Healey, afirma:· 
Las objeciones que el dirige en contra de una comprensi6n realista [de la me­
cruuca culilltica1 deben ... supuestamente mover a mis colegas fil6sofos hacia 
las mismas convicciones antirrealistas que el senor Healey piensa que son sos­
tenidas por muchos ffsicos. No estoy seguro de culilltos f{sicos sostienen tales 
convicciones antirrealistas estos dras [ ... 1 Sospecho· [ ... 1 que la mayonade 
los ffsicos que se apartan del realismo estanmas influidos por la tradici6n en 
la cual fueron educados de 10 que 10 estan por estos argumentos mas bien re­
cientes y complicados. Esta tradici6n es el legado profundamente positivista 
de Bohr y Heisel/.berg [ ..• ] No estoy muy preocupado de que mis colegas 
fil6sofosse sientan seducidos por consideraciones positivistas pareadas con 
razones insustanciales, pues nos educamos de manera diferente.4· . 
Ya existe entonces por 10 menos un considerable sentimiento del lado de 
los realistas de que ellas han sustituido el empirismo ametaffsico de los 
positivistas. La posicion empirista que intento defender estarli fuertemente 
disociada de ambos. (Veanse el capitulo 2, § 1.2 Y el capitulo 3, §6 para 
algunos comentarios sobre el positivismo.) 
En parte mi argumento sera destroctivo, y se opondra a los argumentos 
presentados por los realistas cientfficos en contra del punto de vista empi­
rista. Dare un nOlnbre provisional, "empirismo constroctivo", a la posicion 
filosofica especffica que defendere. La parte principal de esta defensa sera 
3 I. Levi, "Confmnational Conditionalizat~on", Journal of Philosophy, 75, 1978, 
pags. 730-737; Ia cita (:orresponde a Ia pag. 737. . 
4 A. Fine, "How to Count Frequencies: A Primer for Quantum Realists". Syntilese•.42. 
1979; el pasaje se encuentra en las pitgs. 151-152. 
http:desarrollare.la
20 LA IMAGEN CIENTiFlCA 
el desarrollo de una alternativa construct iva frente al realismo'cientifico en 
las cuestiones principales que nos dividen: la relacion de la teoria con el 
mundo, el arullisis de la explicacion cientffica yel significado de los enun­
ciados de probabilidad cuando forman parte de Una teoria fisica. Empleo el 
adjetivo "constructivo" para indicar mi concepcion de la actividad cientffica 
mas como una construccion que como un descubrimiento: construccion de 
modelos que deben ser adecuados a los fenomenos; y no descubrimiento de 
la verdad respecto de 10 inobservable. EI bautizo de esta posicion filosofica 
como un "ismo" especffico no pretende implicar el deseo de una escuela de 
pensamiento; solo trata de reflejar que los realisms cientfficos se han apro­
piado para ellos del nombre mas persuasivo (/,no somos todos cientificos y 
realisms hoy dia?), y que, despues de todo, siempre hay algo en un nombre. 
. ~': 
'.' 
.): 
2 
ARGUMENTOS CONCERNIENTES AL 
, REALISMO CIENTiFIco . . 
.EI rigor de la ciencia exige que distingamos bien entre la figura 
. sin ropajes de Ii riat~eza en sf misma y el habito abigarrado 
con el cuaI nosotros la vestimos a nuestro gusto. 
Heinrich Hertz, citado por Ludwig Boltzmann, 
carta a Nature, 28 de febrero de 1895 
En nuestro siglo, la primera filosofia de la ciencia que ocupo una posicion 
dominante fue desarrollada como parte dei positivismo logico. Todavia 
ahora, una expresion como "Ia concepcion recibida de las teorias" se refiere 
a las opiniones desarrolladaspor los positivistas logicos, si bien su apogeo 
precedio a la Segunda Guerra Mundial. 
En este capitulo ~oy a examinar,y acritiCar, los principales argumentos 
que se han ofreddo en fayor del realismo cientffico. Estos argumentos fre­
cuentemente' aparecieron como parted~ unacritica al positivismo logico. 
Pero es sin dU!la licito examinarlos por separado, ya 'que aun cuando el 
realismo cientffico se entienda mucho mas facilmente como una reaccion 
en contra del positivismo,deberia ser capazde sostenerse por sf solo. La 
nocion alternativa por la cual abogo --a falta de un n.ombre tradicionalla 
Ilamare empirismo constructivo-- esta igualmente en contra de la doctrina 
positivista. 
§ L REALISMO CIENTiFICO Y EMPIRISMO CONSTRUCTIVO 
En la filosofla de la ciencia, el termino "realismo cientffico" designa una 
posicion precisa sobre la cuestion de como debe ser entendida una teoda 
cientifica y sobre que es realmente la actividad cientifica. Intentare definir 
esta posicion y escudrmar sus posibles alternativas. Luego indicare, a gran­
23 22 LA IMAGEN CrENTlFrCA 
des rasgos y brevemente, la altemativa especifica que voy a defender y a 
desarrollar en los capftulos siguientes. 
§1.1 ENUNCIACI6N DEL REALISMO CIENTiFIcO 
i.,Que es exactamente el realismo cientifico? Unaenunciacion ingenuade la 
posicion podna ser esta: la imagen que la ciencia nos da del mundo es ver­
dadera, fiel en sus detalles, y las entidades postubldas en la ciencia existen 
realmente: los avances de la ciencia son descubrimientos, no invenciones. 
Esta enunciacion es demasiado ingenua; atribuye al realist a cientifico la 
creencia eh que las teorias contemporaheas son correctas. Significaria que 
la posicion filosofica de up realista cientf:fico anterior, como C.S~ Peirce~ 
habria sido refutada porhallazgos empi'ricos. No supongo que los realist as 
cientificos deseen comprometerse, en cuanto tales, ni siquiera con la pre­
tension de que la ciencia llegara a su debido tiempo a teorfas verdaderas 
en todos los aspectos, pues el desarrollo de la ciencia podrfa ser una auto- . 
correccion siQ. fm; 0 peor aun, el fin del mundo podrfa ocurrir demasiado 
pronto. . 
Pero esa enunciacion ingenua tiene el sabor correcto. Responde dos 
cuestiones principales: caracteriza a una teoria cientifica como lin relata 
acerca de 10 que realmente existe, y a la actividad cientifica como una em­
presa de descubriIniento, en oposicion a una de invencion. Las preguntaS 
acerca de que es una teoria cientifica y a:<::erca de que hace una teoria cien­
tfflca deben ser contestadas por cualquier filosof(a de la ciencia. La tarea· 
que tenemos en este punto es lade encontrar una enunciaciondel realisrrio 
cientifico que comparta estas cara:<::teristicas con la enunciaci6h iiigenua, 
pero que no lastre a los realistas con consecuencias inaceptablemente fuer­
tes. Si deseamos argumentar contra ella, es especialmente importante hacer 
la enunciacion tan debil como sea posible, de modo que no nos lancemos 
contra molinos de viento. . 
Como gufa citare algunos pasajes, la mayoria de los cuales serm tambien 
examinados mas adelante en los contextos de los argumentos de los autores. 
Este es un enunciado de Wilfrid Sellars: 
tener buenas razones para sostener una teorfa es ipso facto tener buenas razones 
para sostener que las entidades postuladas por la teona existen. I 
I Science. Perception and Reality, Nueva York:,. Humanities Press, 1962; vease la nota 
al pie de )a pagina 91. Vease tambien mi cesena de su libro Studies in Philosophy and its 
History, en Annals 0/Science, enero de 1977. 
ARGUMENTOS CONCERNlENTES AL REALISMO ClENTlFrCO 
Lo anterior aborda una cuestion de epistemologfa, pero tambien arroja al­
guna luz indirecta sobre 10 que es, en opinion de Sellars, sostener una teona. 
Brian Ellis, quien se autoproclama realista respecto a entidades cientfficas 
mas que realista cientffico, pareee estar de acuerdo con ese enunciado de 
Sellars, pero ofrece la siguiente formulaci6n de una posici6n mas fuerte: 
Entiendo el realismo cientifico como la posici6n segun la cual los enuncia­
dos te6ricos de la ciencia son,. 0 pretenden ser, descripciones generalizadas 
verdaderas de la realidad.2 . 
Esta formulacio~ tiene dos ventajas: se centra en la comprension de las 
teorlas sinhac;er referencia a razones para creer, y evitala sugerencia de 
que para ser realista uno debe creer que las reorfas cientificas en boga son 
verdaderas. Sin embargo, esta ultima ventaja se obtiene mediante el uso de 
Iii expresion "pretendeh sern. que puede generar sus propios embrollos. 
Hilary Putnam, en un pasaje que chare de' nuevo en la seeci6n §7, da una 
formulacioh que a decir deel aprenpio de Michael. Du~ett: . 
Un realista (con respecto a una teona odiscurso dados) sostiene que (a) los 
enunciados deesa leOna son verdaderos 0 falsos, y (b) aquello que los hace 
. verdadetos 0 falsos es algo externo, es decir, no son (en general) los datos de 
nuestros sentidos, reales 0 potenciaies, o· la estructura de nuestras mentes, 
o nuestro ienguaje, et~} 
Inmediatamente d~SPUes co~tinJa conuna formulaci6n ~as que atribuye a 
Richard Boyd: 
Que tlpicamente los te~inos en las teorfas cientfficas maduras aluden a algo 
(esta formulaci6n se debe a Richard Boyd), que tfpicamente las teorfas acep­
tadas en una ciencia madura son aproximadamente verdaderas, que el mismo 
teI19inopuede referir a ia misma cosa aun cuando figure en teonas diferentes; 
estos enunciados son vistos por el realista cientffico. [ ... ] como parte de la 
unica descripci6n cientffica adecuada de la ciencia y de las relaciones con sus 
objetos.4 
2 Brian EUis, Rational Belie/Systems. Blackwell, Oxford, 1979, pag. 28. 
3 Hilary Putnam, Mathematics. Maller and Method, Cambridge, Cambridge University 
Press, 1975, vol. I, pags. 69 s. . . 
4 H. Putnam, op. cit., pag. 73, nota 29. Segun infonnes, en ellibro de Boyd que esta por 
aparecer, Realism and Scientific Epistemology, Cambridge University Press, se desarrolla el 
argumento mas extensamente. 
24 25 LA IMAGEN CIENTfFICA 
Ninguna de estas formulaciones fueron concebidas como defmiciones. Pero 
muestran, creo, que la verdad debe desempeiiar un papel importante en Ia 
formuIaci6n de Ia posici6n realista Msica. Muestran tambien que la for­
mulaci6n debe incorporar una respuesta a Ill. pregunta de que es aceptar 0 
sostener una leoda. Voy a proponer ahora una formulaci6n que me parece 
que da sentido a las observaciones anteriores, y que tambien hace inteli­
gibles los razonarruentos de los reaIistas que examinare mas adelante, sin 
cargarlos con mas que el minima necesario para ello. 
La ciencia se propone damos, en sus teorlas, un relato literalmente 
verdadero de como es el mundo; y la aceptacion de una teorfa cientifica 
conlleva la creenci'a de que ella es verdadera. Estaes la enunciaei6n'correcta 
del rea1ismo cientifico. .' ..... '. . '. . . 
'. Permftaseme defender esta fOITQulaci6n mostrando que estotaImente nii­
nima, y que podrfa ser aceptada poicualq\liera que se considere un realista 
cientifico. La enuriciaciqn' ingenua decia qQe lll.ciencia relata una' hist<r 
ria verdadera; la enunciaci6n correcta dic:e solamente que 6'1 prop6sito de 
la ciencia es hacerlo. EI prop6sito de ia ciencia, por supuesto, no debe ser 
identificado con los motivos individuaIes de los c;ientificos. EI prop6sito 
del juego de ajedrez es dar jaque mate aI oponente; pero el motivo para 
jugar puede ser la fama, el oro y Ill. gloria. Lo que el prop6sito es determina 
10 que cuenta como exito en la empresa como tal; y este prop6sito puede 
perseguirse por muchas razones. Ademas, aIllarriar el propos ito a algo, no 
niego que haya otros prop6sitos subsidiarios que puedan 0 n9 ser medios 
para ese fm: todo el mundo estara facilmente de acuerdoen que Ill. simpli­
cidad, la informatividad, el poder predictivo y Ill. explicacion son (tambien) 
virtudes. Acaso mi formulacion -puesto que des~o dar la formulaci6n mas 
debil de Ill. doctrina que sea generalmente aceptabie- podria ser acepta­
da inc1uso por cualquier fil6sofo que considere que el propos ito principal 
de la ciencia es algoque solamente requiere del descubrimiento de teorfas 
verdaderaS. . 
He aii~dido "literaImente" para desc~ar como posiciones realistas las 
que dan a entender que la ciencia es verdadera s1 es "propiamente com­
prendida", pero que es literalmente falsa 0 sin sentido; porque ello serfa 
cons1stente con el convencionalismo, el positivismo 16gico y el instru­
mentalismo. Dire mas acerca de esto; y tamblen en la secci6n §7, donde 
considerare nuevamente las opiniones de DU111ID.ett. .' 
La segunda parte del enunciado toca a la epistemologfa. Pero solamente 
hace equivalentes la aceptaci6n de una teoda con la creencia en su ver-
ARGUMENTOS CONCERNIENfES AL REALISMO CIENTfFICO 
dad.5 Ello no quiere decir que alguien Hegue a tener alguna vez Ia garantfa 
racional para formular tal creencia. Tenemos que abrir un espacio para Ia 
posicion epistemol6gica, actualmente un tema importante de debate, segun 
la cual una persona racional nunca asigna probabilidad personall a ninguna 
proposici6n, excepto a una tautologia. Creo que seria raro que un reaIista 
cientifico hiciera suya esta posicion en epistemologia, pero ciertamente es 
posible.6 . 
Para entender Ia aceptacion calificada, debemos entender primero la 
aceptacion toutcourt. Si Ia aceptacion de una teona implica Ia creencia 
de que es verdadera, entonces Ia aceptacion tentativa implica Ill. adopcion 
tentativa de la creencia de que es verdadera. Si la creencia viene por grados, 
10 mismo sucede con Ia aceptaci6n, y entonces podemos hablar de un grado 
de aceptaci6n que comportaun cierto grado de creencia de que la teorfa es 
verdadera. Por supuesto, esto debe distinguirse de la creencia de que una 
teorfa es aproximadamente verdadera, 10 cual al parecer significa creer que 
algun miembro de una clase enfocada en la mencionada teona es (exacta­
mente) verdadero. De esta manera., Ia formulaci6n propuesta del realismo 
puede ser empleada independientemente de las convicciones epistemologi­
cas de cada quien. 
. 5 tI!IIDY Field ha seiialado que "la aceptaci6n de una teoria cientffica involucra la creen· 
cia de que es verdadera" debe reemplazarse por "cualquier raz6n para pensar que alguna 
parte de una teona no es verdadera, 0 puede no serlo, es una raWn para. no aceptarla". EI 
inconveniente de esta alternativa es que deja abierto emil es hi. actitud epistemol6gica que 
esta fuvolucrada en la aceptach~n de una teoria. Esta pregunta tarnbien debe responderse, y 
en la medida en que hablemos de una a<;eptaci6n total --en vez de una aceptaci6n parcial, 
tentativa 0 reslringida de olra manera- no yeo como, un realista podria hacer algo distinto 
de identificar dicha actitud con una creencia completa. (Es un lugar comtin .que teorfas que· 
se creen falsas sean empleadas para pro1>lemas practicos-Ia mecan./ca clasica para poner en 
6rbita satelites,por ejemplo.) Esto es asf debido a que si la meta es hi verdad, y la aceptaci6n 
requiere de la creencia en q!Je esa meta se esta cumpliendo ... Tambien debo mencionar la 
enunciaci6n del realismo en el inicio del escrito de Richard Boyd, "Realism, Underdetenni­
nation, and a Causal Theory of Evidence", Noils. 7.1973. pags. 1-12. Excepto por algunas 
dudas en toroo a su uso de los tenninos "explicaci6n" y "relaci6n causal;'. pretendo que mi 
eJlunciaci6n del realismb este en entera concordanda con la suya. Finalmente, vease C.A. 
Hooker. "Systematic Realism", Synlhese, 26,1974. pags. 409-497; esp. pags.409 y 426. 
6 Me parece que mas tfpica del realismo es la clase de epistemologia que se encuentra en 
ellibro de Clark Glymour que esta por aparecer: Theory and Evidence. Princeton. Princeton 
University Press, 1980, excepto, por supuesto. porque estli desarrollada completa y cuidado­
samente de una manera especffica. (Para este tema, vease especialmente el capitulo "Por que 
no soy bayesiano".) Sin embargo, noveo ninguna razon de por que un realista, en cuanto tal, 
no podria ser bayesiano a la manera de Richard Jeffrey, aun cuando la postura bayesiana haya 
sido asociada anterionnente con posiciones antirrealistas. eincluso instrumentalistas. en la . 
filosofia de 1a ciencia. 
26 27 LA IMAGEN ClENTiFICA 
§1.2 ALTERNATNAS FRENTE ALREALl:SMQ . 
El realismo cientifico es la posici6n que sostiene que la construccion de 
teoms cientfficas se propone damos un relato literalmente verdadero de 
como es el mundo, y que la aceptacion de una teoria cientifica lleva consigo 
Ia creen~ia en que esta es verdadera. POT consiguiente, el antirrealismo es 
una posicion de ~cuerdo con la cual el proposito de la ciencia bien puede 
alcanzarse sin proporcionar tal relato literalmente verdadero, y la aceptaci6n 
de una teona puede correctamente Uevar consigo algo menos (u otra cosa) 
que la creenciaen que es verdadera. . 
"Que es, entonces,de acuerdo con estas diferentes posiciones, 10 que 
haee un cientific01 Segun el realista, cuando alguien projJOne una teoria 
esta sosteniendo que es verdadera. Pero seg6n el antirrealista, el proponente 
no afinna la teoria: la desp/iega y reclama ciertas virtudes para ella. Estas 
virtudes pueden no llegar a la verdad: adecuaci6n empfrica, quizas; alcance. 
aceptabilidad para varios propositos. Esto tendra que esclarecerse, puesto 
que estos detalles no estan determinadospor la negacion del realismo. Por 
ahora debemos concentramos en las nociones clave que permiten la division 
generica. 
La idea de un relate lite:ralmente verdadero tiene dos aspectos: ellen­
guaje debe ser interpretado literalmente; y asf interpretado, el relato es 
verdadero. Esto divide a los antirrealistas en dos tipos. El primer tipo sos~ 
Hene que la cieJ}cia e's 0 trilla de ser verdadera si se interpreta correct~ent~ 
(perono literalmente), Et segWido sostiene que ellenguaje qe la cienQ1a 
:leberfa ser interpretado literalmente~ pero sus teonas no necesitan ser ver­
:laderas para ser buenas. El antirrealismo que voy a defender pertenece al 
,egundo tipo: . .".. . . . .....• 
. l':'fo es tan f~cil expresar 16 que se qiliere decir con una intei:j}retacion* 
liteiaI. La idea viene tal vez de la teologfa, donde los funda.rnentalistas 
lnterpretan la Biblia literalmente, y los liberales tienen una variedad de in~ 
:erpretaciones aleg6ricas, metaf6ricas y analogicas que Hdesmitifican". El . 
)roblema de explicar que significa una "interpretacion,li,.teral" pertenece a 
a filosoffa dellenguaje. Mas addante. en la section § 7 ~,~onde examine bre­
remente algunas de las opiniones de Michael Dumme~t. habre de subrayar 
rue "literal" no significa "valorado como verdaderQ". EI termino "literal" 
~sta suficientemente bien comprendido por el uso filosofico general, pero 
• Aun cuando van Fraassen empJea la palabra "construal", que dene una conexion muy 
mportante con su idea de un "empirismo constructivo", se ha optado por traducirla como 
interpretacion", haciendo hincapie, sin embargo, en que se trata de una interpretacion literal, 
~ cual es practicamente una construccion. [N. del T.] . 
ARGUMENTOS CONCERNIENTES AL REALISMO ClENTiFtco 
si tratamos de explicarlo nos encontraremos de Ileno en el problema de dar 
una descripcion adec,uada del lenguaje natural. Sena una mala tactica la 
de enlazar una investigacion sobre la ciencia con el compromiso de una 
solucion para ese problema. Los comentarios siguientes, y los de la seccion 
§7, habrIDl de fijar el uso de "literal" de modo suficiente para los propositos 
actuales. ,. . 
La decision de no admitir sino las interpretaciones literales dellenguaje 
de la ciencia, deja fuera esas formas de antirrealismo conocidas como positi­
vismo e instrumentalismo. En primer lugar, en una interpretacion literal,las 
proposiciones aparentes de la ciencia son realmente proposiciones, capaces 
de ser verdaderas 0 falsas. En segundo lugar, a pesar de que una interpreta­
ci6n literalpuede detallar las relaciones logicas, no puede cambiarlas. (Es 
posible detallarlas, por ejemplo, identificando 10 que los terminos designan. 
La "reduccion" del lenguaje de la termodinamica fenomenologica al de la 
mecanica estadistica es de ese tipo: los cuerpos de gas son identificados 
como ag.-egados de moleculas, la temperatura como si significara energfa 
cinetica, y asi sucesivamente.) En la interpretacion positivista de la ciencia, 
los terminos tieneJi significado solamente a traves de su conexi6n con 10 
observable. EUos sostienen, por 10 tanto, _que dos teorfas pueden de hecho 
decir 10 mismo a pesar de que formalmente se contradigan mutuamente. 
(Tal vez una dice que toda la materia esta form ada poi: ~itomos. mientras 
que la otra, en cambio, postula un medium continuo universal; sin embar­
go, segun los positivistas, ambas dir3.n 10 mismo si estan de acuerdo en 
sus consecuencias observables.) Pe~o dos teodas que se contradicen entre 
sl de tal forma pueden "realmente" estar diciendo 10 mismo solo si no se 
interpretan literalmente. Mas especfficamente, si una teoda dice que algo 
existe, entonces una interpretacion literal puede detallar 10 que ese algo es, 
pero no suprimira la implicacion de existencia. 
Ha habido muchas critic as de las interpretaciones positivistas de la cien­
cia y no es necesario repetirlas. Afiadire· algunas crfticas especificas al 
enfoque positivista en el siguiente capitulo. 
§1.3 EMPIRISMO CONSTRUCTIVO 
Insistir en un~ interpretacion literal del lenguaje de la ciencia es rechazar 
la interpretacion de una teorfa como una metafora 0 un simil. 0 como algo 
solamente inteligible despues de ser:"desmitologizado" 0 sujeto a algun 000 
tipo de "traduccion" que no preserve la forma 16gica. Si los enunciados de la 
teoria incluyen "hay electrones", entonces la teorfa dice que hay electrones. 
28 29 LA IMAGEN CIENTIFICA 
Si ademas incluye que "los electrones no son planetas", entonces la teona 
dice, en parte, que hay otras entidades ademas de los planetas. 
Pero esto no soluciona gran cosa. Frecuentemente no es nada obvio 
cmindo un termino se refiere a una entidaq concreta 0 a una entidad ma­
tematica. Quiza una interpretacion defendible de la fisica clasica sea que 
no hay entidades concretas que son fuerzas; que "hay fuerzas tales que ... " 
puede siempre ser entendido como un enunciado matematico que afmna la 
existencia de ciertas funciones. Esto es discutible. 
No toda posicion filosofica concerniente a: la ciencia que insista en una 
interpretacion literal del lenguaje de la ciencia es una posicion realista. 
Esto es asi debido a que dicha insistencia no ataiie en absoluto a nuestras 
actitudes epistemologicas frente a las teorias, ni al fm que perseguimos 
construyendo teonas, sino solamente a la coriecta comprension de que es 
10 que dice una teoda. (EI teista fundamentalista, el agnostico y el ateo 
presumiblemente concuerdan entre si-pero no con los teo logos liberales­
en su comprension del enunciado que afirma que Dios, los dioses 0 los 
angeles existen.) Despues de decidir que ellenguaje de la ciencia debe ser 
comprendido literal mente, todavfa podemos decir que .no hay necesidad 
de creer que las buenas teorias son verdaderas, nicreer ipso facto que las 
entidades que postulan son reales. 
La,ciencia se propone ofrecernos teodas que son emp(ricamente ade­
cuadas; y la aceptaci6n de una·teoda involucra como creencia solamente 
que ella es emp{ricamente adecuada. Esta es la enunciaci6n de la posicion 
Mtirrealista que. defiendo; la Hamare empirismo constructivo. 
Esta formulacion esta sujeta a las mismas observaciones restrictivas que 
ladel reaIismo cientifico mencionadas en la seccion §1.1. Ademas, requiere 
una explicacion de 10 que es ser "empiricamente adecuado". Por ahora de­
jare esto con la explicacion preliminar de que una teorfa es empiricamente 
adecuada precisamente si 10 que dice acerca de las cosas Y S1.!cesos obser­
vables en este mundo es verdadero; si ella "salva los fenomenos". Un poco 
mas exactamente: tal teorfa tiene por 10 menos un modelo en el cual todos 
los fenomenos reales encajan. Debo hacer enfasis en que esto se refiere a 
todos los fenomenos; estos no se agotan con los realmerite observados, ni 
tampoco con aqueHos observados en algun momento, ya' sea pasado, pre­
sente 0 futuro. Todo el capitulo siguiente estara dedicado a la explicacion 
de este termino, el cua! esta intimamente ligado a nuestra concepcion de la 
estructura de una teoria cientifica. 
La distincion que he trazado entre realismo y antirrealismo, en la medida 
en que ataiie a la aceptacion, se refiere solamente al grado de creencia que 
supone. Pero la aceptacion de teonas (ya sea completa, tentativa, hasta cierto 
ARGUMENTOS CONCERNIENTES AL REALISMO CIENTfFICO 
grado, etc.) es un fenomeno de la actividad cientffica que claramente implica 
mas que la creencia. Una importante razon para esto es que nunca nos vemos 
frente a una teona completa. Asi que si un cientffico acepta una teoda, se 
involucra en cierto tipo de programa de investigacion. Ese program a bien 
podrfa ser diferente de aquel que Ie habna dado la aceptacion de otra teona, 
aun si esas dos teodas (muy mcompletas) son equivalentes entre sf con 
respecto a todo 10 que es observable -basta donde elIas llegan. 
Por 10 tanto, la aceptacion implica no solame.nte la creencia, sino cier­
to compromiso. Aun para aquellos que no somos cientfficos de oficio, la 
aceptacionimplicael compromiso de enfrentar cualquier fenomeno futuro 
por medio de los recursos conceptuales de esta teorfa. Ella determina los 
terminos en los cuales habremos de buscar explicaciones. Si la aceptacion 
tiene alguna fuerza, esta se manifiesta en ei papel de informador que asume 
la persona, en su disposicion a contestar preguntas ex cathedra. Incluso si 
uno no acepta una teona, puede entablar una conversaci6n en un contexto en 
el cual el uso dellenguaje se guia por esa teona; pero la aceptacion produce 
tales contextos. Hay semejanzas en todo esto con el compromiso ideolo­
gico. Un compromiso no es, por supuesto, verdadero 0 faIso: la confianza 
manifestada es que sera reivindicado. 
Este es un esbozo preliminar de la dimension pragmatica de la acep­
tacion de teodas. A diferencia de la dimension epistemologica,no figura 
abiertamente en el desacuerdo entre el realista y el antirrealista. Pero puesto 
que el grado de creencia implicado en la aceptacion es usualmente menor 
seg6n los antirrealistas, estos tendernn a exagerar ~os aspectos pragmaticos. 
Tambien hay que notar aqui la diferencia importlmte: la creencia de que 
una teona es verdadera, 0 de que esempiricamente adecuada, no implica, 
ni es implicada por la creencia de que la aceptacion completa de la teo­
na sera reivindicada. Para visualizar esto, ·solamente se necesita considerar 
. aqui a una persona que tenga creencias muy defmidas acerca del futuro 
de la raza humana, 0 acerca de la comunidad cientifica y las influencias 
sobre ella y laslimitaciones priicticas que tenemos. Bien puede ser, por 
ejemplo, que una teoria adecuada empfricame.nte no se ajuste con facili­
dad a algunas otras teorias que hemos aceptado de hecho, 0 que el fin del 
mundo ocurra antes de que triunfemos. En que medida, en condiciones 
ideales de investigacion, podria reivindicarse a largo· plazo la identifica­
cion entre la aceptacion de una teorfa y la creencia de que es verdadera 
o empfricamente adecuada, es una cuestion distinta. A mf me parece una 
cuesti6n irrelevante dentro de la filosoffa de la ciencia, porque una res­
puesta afmnativa no borrarfa la distincion que hemos establ.ecido ya con 
las observaciones precedentes. (La pregunta incluso puede suponer que los 
30 31 LA IMAGEN CIENTfFICA 
enunciados contrafacticos son objetivamente verdaderos 0 falsos, 10 cual yo 
negaria.) 
A pesar de que me parece que realistas y antirrealistas no necesitan di­
sentir acerca de los aspectos pragmatic os de la aceptaci6n de teorias, 10 he 
mencionado aquf porque creo que usualmente 10 hacen. Nos encontrare­
mos, por ejemplo, regresando una y otra vez a las demandas de explicaci6n 
a las que los realistas asignan tipicamente una validez objetiva que los an­
tirrealistas no pueden conceder. 
§2. LA "DICaroMlA" TEORiA;OBSERVACI6N .. 
Por buenas razones, el positivismo 16gico domino la filosoffa de la ciencia 
durante treinta anos. En 1960, el primer volumen de los Minnesota Studies 
in the 'Philosophy ofScience publico "The Methodological Status of Theo~ 
retical Concepts" ["EI estatus metodo16gico de los conceptos teoricos"] de 
Rudolf Camap, que es, en muchas formas, la culminacion del programa. 
positivista. Interpreta la ciencia relacionandola con un lenguaje de obser~ 
vacion (postuIado como una parte dellenguaje natural exenta de tt.~rminos 
te6ricos). Dos anos mas tarde, este articulo fue seguido en la misma serie 
por "The Ontological Status of Theoretical Entities" ["El estatus ontol6gi,.. 
co de las entidades teoricas"] de Grover Maxwell, en oposici6n directa, en 
titulo y tema, al de Carnap. Estees ellocus classicus para la disputa de los 
nuevos realistas acerca de quela distinci6n teoria/observaci6n no puede ser 
trazada; _ 
Examinare directamente algunas de las ideas de Maxwell, pero hare 
antes un comentario general sobre el asunto. Expresiones tales como "entes 
te6ricos" y "dicotomfa observable/te6rico" son, a primera vista, e jemplos de 
en-ores categoriales. Los terminos 0 los conceptos son teoricos (introducidos 
o adaptados para los propositos de la construcci6n de teo1'fas); los entes son 
observables 0 inobservables. Esto puede parecer un detaIle pequeno, pero 
separa la discusi6n en dos preguntas: i,Podemos dividirmuestro lenguaje 
en una parte teorica y una no teorica? Y, por otro lado; lPodemos clasificar 
objetos y eventos en observables e inobservables1 
Maxwell responde ambas cuestiones negativamente;· aunque sin dis tin­
guirlas muy cuidadosamente. Con respecto a la primera, donde el puede 
contar con los conocidos ensayos de apoyo de Wilfrid Sellars y de Paul Fe­
yerabend, estoy en total acuerdo. Todo nuestro lenguaje esta completamente 
infectado de teorfa. Si pudieramos limpiar nuestro lenguaje de terminos 
cargados de teorla, comenzando con aquellos introducidos recientemente 
ARGUMENTOS CONCERNIENTES AL REALISMO ClENTfFICO 
como "receptor YHF", y continuando con el de "masa" e "impulso" hasta 
~l de "elemento", y asl sucesivamente dentro de la prehistoria de la forma­
cion dellenguaje, terminarfamossin nada utH. La manera en que hablamos 
",yen que los cientfficos hablan- se gufa por las inuigenes provistas por 
teorfas previamente aceptadas. Como Duhem ya subray6, esto es verdad 
tambienrespecto a los informes experimentales. Las reconstrucciones hi­
gi~nicas dellenguaje, tal como las imaginaban los positivistas, simplemente 
son inoperantes. Regre.sare a esta crfticadel positivismo en el siguiente ca­
pitulo. 
Pero i,acaso significaesto que debemos ser realistas cientificos? Nosotros 
tenemos seguramente mas tolerancia hacia la ambigUedad que eso. El hecho 
de que dejemos que nuestro lenguaje se gufe, encierto grado, por una imagen 
dada, no muestra cuanto creemos acerca de esa imagen. Cuando hablamos 
d,el Sol que sale en laS mananas y se pone en la noche, nos guiamos por una 
imagen hoy explfcitamente desaprobada. Cuando Milton escribi6 Elpara(so 
perdido, dej6 deliberadamente que la vieja astronomfa geocentrica guiara su 
poema, a pesar de que varios comentarios incidentales revelan claramente 
su interes en los riu.evos descubrimieritos astron6micos y en las especu­
laciones de su tiempo. 13stos son ejerriplos extrem6s, pero muestran que 
no· sepueden sacai conclusiones· inmediatl;\S.de 13. carga te6rica de nuestro 
lenguajeL ... . .. . 
- Como sea, los principales argumentos de Maxwell se dicigen en contra 
de la distinci6h observable/inobservable. Aclaremos primero en que se su­
popJa q\le c01lllistfa esta distincion. El termino"observable" clasifica entes 
SUPllestos (entes que pueden existir 0 no). Un caballo rolador es observable 
---esta es la raz6n por la cual estamos tan seguros de quem) hay ningun~ 
y el numero diecisiete no 10 es. Se supone que hay una clasificaci6n correlap 
tiva de los actos humanos: un acto espontaneo de percepcion, par ejemplo, 
es una oQservaci6n. Un calculo de la masade una partfcula a partir de la 
desviacion de su trayectoria en un campo de fuerza conocido, no es una 
observaci6n de esa masa. 
Tambien aquf es importante ne confundir observar (un ente, tal co­
mo una cosa, acontecimiento oproceso) con observar que (una cosa 0 la 
otra es el caso). Supengamos que a uno de los hombres de la Edad de 
Piedra encontrados recientemente en las-Filipinas se Ie muestra una pelo­
ta de tenis 0 un choque de autom6viles. Por su comportamiento, vemos 
que los ha notado; por ejemplo, toma la pelota y la arroja; Pero el no 
ha visto que es una pelota de tenis. 0 que algun suceso es un choque de 
autom6viles, pues el ni 'siquiera tiene esos conceptos. No puede obtener 
esa informaci6n atraves de la percepcion; tendrfa primero que aprendcr 
32 33 LA IMAGEN CIENTfFIcA 
muchas cosas. Sin embargo, decir que 61 no ve las mismaS cosas yacon­
tecimientos que nosotros es simplemente tonto; es un retruecano que se 
vale de la ambigiiedad entre ver y verque. (Las condiciones deverdad 
de nuestro enunciado "x observa que A" deben ser tales que cualesquie­
ra conceptos que x tenga, presumiblementerelacionados con el lenguaje 
que x habla si es humane; entren de alguna manera como variable dentro 
de la correcta definici6n de verdad. Por tanto~ decir que x observ6 ta. pe~ 
Iota de tenis no implica en 10 mas mfuimo que x observ6 que era una 
pelota de tenis; eso requerirfa algun conoeimiento conceptual del juego de 
tenis.) 
Los argumentos que Maxwell ofrece acerca de la observabilidad son de 
dos tipos: uno dirigido contra la posibilidad de trazar tales distinciones, 
el otro contra la importancia que podrfa asignarse a las distinciones que 
pudieran trazarse. 
EI primer argumento viene del continuum de casos que yacen entre la 
observaci6n directa y la inferencia:· 
.. ···hay, en pIincipio, una serle continua que empieza con v~r a traves de un vacfo 
y que coniiene.los siguieptes elem~ntos: ver a traves del crista! de una ventana, 
vC!r a traves de lentes, ver a traves de binoculru:es, ver a traves de un microscopio 
. poco potente, ver a traves de un miCroscopio de' gran poder, etc., en el orden 
dado. La consecuencia importan~es que, hasta aquf, nos quedamos sincriterios 
que ncispermitan trazar una lfnea no arbitraria entre "observaci6n" y"teor~a",1 
Estaserie continua desupuestos actos de observaci6n no corresponde direc­
tamente a un continuum en 10 que es supuesfamente observable. Porque si 
algo puede ser visto a traves de una ventana, tambien puede set visto con la 
ventana abierta. De manera semejante, las lunas de Jupiter puedenser vistas 
a traves de un telescopio; pero tambien pueden ser vistas sin telescopio si 
uno esta 10 suficientemente cerca. Que algo sea observable no implica au­
tomaticamente que las condiciones sean adecuadas para observarlo ahora. 
EI principio es: 
X es observable si hay circunstancias tales que, si X senos presenta bajo 
. esas circunstancias, entonces 10 obserVamos.· . . . . . . 
Esto no esta concebido como una definici6n, sino solamente como una gufa 
aproximada para evitar falacias. 
7 G. Maxwell, "The Ontological Status of Theoretical Entities", Minnesota Studies in 
Philosophy ofScience, ru, 1962, pag. 7. [Versi6n en castellano: "EI estatus ontol6gico de las 
entidades te6ricas", en L. Olive y A.R. Perez R. (comps.), FiIosofia de la ciencia: teorla y 
observaci6n. Mexico. Siglo XXl~lnstituto de Investigaciones Filos6ficas, UNAM, 1989.] 
ARGUMENTOS CONCERNIENTES AL REALISMO CIENTIF1CO 
Podemos Jodavr~. ser capaces de encontrar un continuwn en 10 que se 
supone detectable: quaa algunas cosas puedan ser solamente detectadas, 
por 19 menos, con la ayuda de un microscopio 6ptico; quiza algunas re­
quieten un microscopio electr6nico, y asi sucesivamente. E1 problema de 
Maxwell es: l.d6nde trazaremos la linea entre 10 que es observable y 10 que 
es sol~ente detectable de algl,maforma mas inqirecta? 
PUesto que no podemoscontestaresta pregunta de un modo no arbitrario, 
l.que se sigue? Que "observable" es unpredicadqvago. Hay muchos enredos 
en t(lmo a los predicados vagQs y muchos sofismas disenados para mostrar 
que, en presencia de la vaguedad, absolutamente nmguna distinci6n puede 
trazar~e. En los escritos deSextoEmpfrico, encontramos el argumento de 
que el incesto no es innlorai porque toear eldedo gordo del pie de la propia 
. madre con el dedo menique 110 es inmoral, y todo el resto difieres610 en 
grado. Pero los predicados en ellenguaje natural son casi todos vagos y no 
hay problema con su uso; solanientelo hay en formular la 16gica que los 
gobierQ.a.8 Uri predicadovagoes utilizable cbn taIde que tenga casos elaros 
a favor y en contra. Ver con el ojodesniIdo es un caso claro de observaci6n . 
l.Esta Maxwell entonces retandorios quizas apresentar.wi claro caso en 
contra? Tal vez, pues dice: "He estado tratando de apoyar la tesis de que 
cualquier termino (no 16gico) es un posible candidato para ser un termino 
de observaci6n.'1, . 
Un vistazo a las lunas de Jupiter a traves de un telescopio me parece un 
claro caso de observaci6n, ya que los astronautas seran sin duda capaces de 
verlas tambien desde cerca. Pero la sUpuesta observaci6n pe micropartfculas 
en una camara de vapor me parece un caso claramente diferente -si es que 
nuestra teoria acerca de 10 que alli sucede es correcta. La teorla afirma 
que si una partfcula catgada atraviesa una camara lIena con vaporsaturado, 
algunos atomos en las proximidades de sutrayectoria so~ ionizados. Si este 
vapor se descomprirne y entonces se vuelve supersaturado, se condensa en 
gotitas sobre los iones, marcando asi la trayectoria de la particula. La linea 
gris plata que resulta es similar (rlSicamente, tanto como en apariencia) a 
la estela de vapor que queda en el cielo cuando pasa un avi6n a reacci6n. 
Supongamos que senalo dicha estela y digo: jMiren, alIi va un avi6n!; 
alguien podrfa decir: "Veo Ia: estela de vapor, pero l.d6nde esta el avi6n?" 
Entonces yo contestarfa: "Mire s610 un poco adelante de la estela ... jaIlH, 
8 Hay una gran cantidad de trabajos recientes sobre la 16gica de los predicados vagos; 
especialmente importante, 'en mi opini6n, son elde Kit Fine ("Vagueness, Truth, and I..ogic", 
Symhese, 3D, 1975, pags, 265-300) y el de Hans Karnp. Este ultimoesta trabajando actual­
mente en una nueva teorCa de la vaguedad que Ie hace justicia ala "vaguedad de la vaguedad" 
y a la dependencia contextual de los panirnetros para la aplicabilidad de predicados. 
http:apresentar.wi
34 35 LA IMAGEN CIENTiFICA 
(,10 ve?" Ahora bien, eli el caso de la crunara de vapor esta respuesta no es 
posible. Asi que, mientras la particula se detecte pot medio de la camara 
de vapor y la detecdon este basada en la observadon, c1ararnelite no esel 
caso que la particuhi. este siendo observada. 
Como' segundo arguniento, Maxwell dirigelmestra atencion hacia el 
"puede" de la expresion "10 que es observablt{eidoque puede ser observa­
do". Un objeto podria ser, desde luego, temporalrhenfe inobservable-en 
un sentido mas bien diferente-: no puede ser obs~rvad6en las circunstan~ . 
ciaS en iaS cuales se encuentfil. realmente en ese moiIi~n:to, pero podria ser 
observado si las circunstandas fueran mas favorables~Exactamente de la 
rnisma manera, yo podria ser temporalmente invulnerable 0 invisible. Asi 
que deberiamosconcentramos enla nocion de "obserV~bl~"'tout court, 0 
en 13, de (como 61 prefiere decir) "iQobservable en principio';: E,sta significa, 
. segun laexplicadon de :Maxwell, que la teoria cieritifica pertIDe'1te implica 
que las entidades no pmxlen ser observadaS en nlIlguna circunsbmcia. Pero 
esto nunca sucede, aiiade, porque las diferentes drcunstancias podrian ser 
aquellas en las 'cuales tendriamos diferentes organos de los sentidos; ojos 
de microscopioelectronico, por ejemplo. ". , . 
Esto me suena como un truco, como un cambio enel tema qe la discusi6n. 
SI tengo un mortero y una mana hechos de cohre y que pesan cerca de 
un kilo, i,deberia llamarlos rompibles porque un gigante podria romperlos'? 
i,Podria llamar portatil at edificio Empire S tate'?i,N 0 haydistincion entre una 
grabadora pOltitil y una de consola'? E1 organismo hum,ano es, desde el 
punto de vista de la fisica, cierto tipo de aparato de r:nediciones. Como tal, 
tiene dertas limitadones inherentes, que serandescritas en detalle por la 
fisica y 1a biologia Ultimas. Son estas limitad()nes a las queel "able" en 
"observable" serefiere: nuestras limitadones qua seres humanos. 
Sin embargo, como mendone, el articulo de Maxwellcontiene tambien 
otro tipo de argurnento: inc1uso si fuera factible una distindon entre 10 
observable' y 10 inobservable, est a distindon no tendria importanda. El 
punto en cuesti6n para el realista es,despues de todo, larealidad de los 
entes postuladosen la cienda. Supongamos que estos entes pudieran ser 
clasificadosen' observables y otros; (,que pertinenda tendria esto para la 
cuesti6nde suexistenda'? 
L6gicamente, uinguna. Porque el terminG "observable" c1asifica entes 
supuestos, y no tiene logicamente nada que ver con,ta existenda. Pero 
Maxwell debe estar pensando enalgo mas cuando diCe: "conc1uyo que el 
trazado de 1a linea observadonallteoricoen algunplillto ,dadoes unacci­
dente y una funci6n de uuestra disposici6nfisio16gica,. . .y.por tanto, que 
ARGUMENTOS CONCERNIENTES AL.REALlSMO ClENTiFIco 
no tiene ninguna importanda onto16gica.,,9 Ninguna importancia onto16­
gica 5i la cuesti6n es solamente en que medjda"observable" y "existe" se 
implican mutuamente, porque no 10 hacen; pero i,notiene tampoco ninguna 
importanda para la cuesti6n del realismo cientifico? 
Recuerdese que defmi el realismo cientificoen terminos del prop6sito de 
la denda y de actitudes epistemologicas; Lacuesti6n es que prop6sito tiene 
la actividad dentifica y que tanto herrios' de creer cuando aceptamos una 
teoria delitifica. i,CmU es la forma idonea de la aceptacion: creer que la teo­
ria, en con junto, es verdadera, u otra cosa? Paraesta preguntit, 10 que es 
observable pot nosotros sin duda parece pertineru:e.De hecho, podemos 
intentar unarespuesta en este punto: aceptar una teoria es (para nosotros) 
creer que es erripmcamente adecuada: que todocuanto la teoria dice acerca 
de Iii que es observllble (por nosotros) eS verdadero. ' 
Se objetara inmediatamente que, en esta propuesta, 10 que el antm:ealis­
ta decida creer acercadel mundo dependera enparte de 10 quecreaque 
essu rango de evidenciaaccesible --:0, mas biell,el 'de la comunidad 
epistemo16gicIL Actualinente, consideramos a Iii. especiehumana como la 
comunidad epistemo16gica a la cual pertenecemos; pero esta especie puede 
sufrir una mut~cion, 0 esa comunidad puede~er increment ada aiiadiendole 
otros animales (terrestres 0 extraterrestres) atraves de decisiones ideo16gi­
cas 0 morales pertinentes ("contarios como personas"). En conseCuencia, el 
antirrealista tendria que aceptar, en mi propuesta, condiciones de la forma: 
Si la comunidad epistemologica carnbiaen forma Y,e~toncesmis creen­
cias acerca del mundocambiaran en f~rmaZ. 
9 Op. cit., pag. 15. En el siguiente capitulo examinareun' poco mas como esque debe 
entenderse la observabilidad. Sin embargo, en este momenta podrfan .acusanne de confiar 
en distinciones modales que he criticado en otros lugares. Despuesde ,todo,estoy haciendo 
una distincion entre limitaciones humanas y factores acddentales. eierta manzanacayo al 
mar en una .bolsa de desecho que se hundi6; en relacion .c.on dicha infonnaciOn,es ne.cesario 
que nadie observara nunca el corazon de la manzana. No obs.tante"esainformaci6n concierne 
a wi accidente de la historia, y por ella no son limitaciones hu~anas las ~ue imposibilitan 
'observar el coraz6n de la manzana. Pero a menos queafume que dertos hechosacerca de 
los humanos son esenciales, 0 ffsicamentenecesarios, y otrosaccidentales,l.c6mo,podria dar 
sentido a la distincion? Esta pregunta permite ver Ia dificultad de unadisminuci6n fd6sofica 
dellenguaje modal. Esto creo que serfa posible a travesde unapromoeion de la .j>ragmatica. 
En el casopresente, la respuesta podrfaser, .clicho de manera muy burda, que las teorfas 
eientfficas que aceptamos son un factor determinante para el conjunto de caracteristicas del 
.()J;ganismo humano.quesecuentan entre las limitaci0IIes a las cua:les nos referimos.al emplear 
ehemiino·~observable".El.temade la modalidadresl!rgira elCplfcitamenteen el capitlilo ·sobre 
1a ,pnibabilidaa. 
http:referimos.al
http:pertineru:e.De
37 36 LA IMAGEN CIENTrnCA 
Considerar esto como una objecion al antirrealismo es proc1amar la exi­
gencia de que nuestras polfticas epistemologiCas deben dar los mismos 
resultados independientemente de nuestras creencias acerca del rango de 
evidencia accesible para nosotros. Esta exigencia no me parece racional­
mente apremiante en modo alguno; podrfa ~selo con respeto, pensaria 
yo, solo a traves de un ~scepticismo total 0 atrav~s de.un compromiso con 
saltos de fe al por mayor. Pero no podemos resolver las granges cuestiones 
4e la epistemologia en passant en la fllosoffa de la cienc:ia;. 'lsi. qu~~6Jo 
concluire que no es irracioqal, a juzgar por las ap¢eIlcias,pomprometerse 
unicamente con la bt1squeda de teorias que sean empfriCat11~l1te adecuadas, 
aquellas cuyos mode\os encajan con los fenom~nos obsetYabl~~, al tiem:­
po' que reconoeer que loquecuenta como un f'eI).omen.9,o6sery~ble esta 
en funcion de la que es l~ qomunidad epistemologica (que:9i?servable es 
observable-para-nosotros). . '., ...... ... ,'" . , 
Lanocion de adecuacion empmca utilizada en ~sta respu~'sta tendra que 
detallarse muy cuidadosainente si no se quiereque muerda el polvoen 
compafiia de las objeeiones trilladas. Tratare de haCerlo asf ~n el siguien~e, 
capitulo. Pero la cuestion sigue en pie: aun si observabilidad no tiene nada 
que \rer con existencia (porser,de hecho, una idea mny antropocentrica), \ 
puede aun tener mucho que vee con la actitud epistemologica correcta hacia 
la ciencia. ' . ., ' 
. '. . 
§3. INFERENCIA HACIA LA MEJOR E;XPLICACI6N 
Una opinion promovida en diferentes formas por Wilfrid Sellars, I.I.C. 
Smart y Gilbert Harman es que los canones de la inferencia racional re­
quieren del realismo cientifico. Si vamos a segtiir respecto a estacuestion 
los mismos patrones de inferencia que seguiinos"en la ciencia misma, nos 
encontraremos actuando irraciona1mente, a menos que afrrmemos la ver­
dad de las teodas cientfficas que aceptamos. Asi, Sellars dice: "Como yo 
10 yeo, tener buenas razones para sostener una teoria es ipso facto tener 
buenas razones para sostener que las entidades pos1iIl~as por la teoria 
existen:'10 ' " 
La principal regia de inferencia invocada en argumentos de este tipo es 
la regia de inferencia hacia la mejor explicacion. La idea debe quizas acre­
ditarse a C.S. Peirce, pero los principales intentos recientes para explicar 
10 Science, Perception and Reality, Nueva York, Humanities Press, 1962; vease la nota 
a1 pie de 1a pagina 97. Vease tambien mi resena de sulibro Studies in Philosophy and its 
History, en Annals o/Science, enero de 1977. 
ARGUMENTOS CONCERNIENTES AL REALISMO CIENTrnCO 
esta regia y sus usos han sido realizados por Gilbert Harman. 11 Presentare 
solamente una version simplificada.Supongamos que tenemos Ia eviden­
cia·E y estamos considerando varias hip6tesis, digamos H y H'. La regia 
diCe que debemos inferir H mas bien que H' precisamente si H es una me­
jor explicacion de E que H'. (Varios requisitos son necesarios para evitar 
la inconsistencia: deberiamos tratar de movemos siempre hacia la mejor 
explicacion global de toda la evidencia disponible.) 
. Se argumenta que seguimos esta regia en todos los casos "ordinarios", 
y que si la seguimos consistentemente en todas partes, seremos llevados 
al realismo cientifico, en el sentido que el dictum de Sellars sefiala. Y 
seguramente hay muchos casos "ordinarios" significativos: oigo rasgufios 
en la pared, ruido de pasitos menudos a medianoche, mi queso desaparece, 
e infiero que un raton ha venido a vivir conmigo. No es solamente que 
estos signos aparentes de presencia ratonil continuaran, no es solamente 
que todos los fenomenos observables seran como si hubiera un raton; sino 
que realmente hay un raton. , ' ' . .. .... 
i,Nos conducira tambien este patron de inferencia a creer en entidades 
inobservables? i,Es el realista cientifico simplemente alguien que sigue con­
sistentemente las reglas de inferencia que todos seguimos en contextos mas 
munqanos? Tengo dos objeciones contra.1a idea de que esto es asi. 
Antes que nada, l.que sentido tiene decir que todos seguimos cierta regia 
de inferencia? Un sentido podrfa ser que nosotros, deliberada y conscien­
temente, "aplicamos" la regia como 19 hace un estudiante en un ejercicio 
de l~gica. Ese sentido es demasiado literal y restrictivo; seguramen~e to­
da la humanidad sigue las regl~ de la logica la mayor parte del tiempo, 
mientras que solo una fracci6n podrfa siquiera formuladas. Un segundo 
sentido es que actuamos de acuerdo con las reglas eli una forma que no 
requiere deliberacion consciente. Esto no es tan facHde precisar, pues.to 
que cada regia logica es una regia de permiso (el modus ponens Ie per­
mite a uno inferir B a partir de A y (si A entonces B), pero en cambio 
no Ie prohibe inferir (B 0 A». Sin embargo, podriamos decir que en ese 
sentido una persona se comporto de acuerdo con un conjunto de reglas 
si cada conclusion que obtuvo pudiera ser alcanzada a partir de sus pre­
misas por medio de aquellas reglas. Pero este significado es demasiado 
11 "The Inference to the Best Explanation", PhilosophiCal Review, 74, 1965, pligs. 88­
95, y "Knowledge, Inference and Explanation",American Philosophical Quarterly,S, 1968, 
pligs. 164-173. La posici6n de Hannan ha sido desarrollada en pubIicaciones subsecuentes 
(Nolis, 1967; Journal o/Philosophy, 1968; en M. Swain (comp.),lnduction, 1970; en H.-N. 
Castaiieda (comp.), Action. Thought, and Reality. 1975; yen su libro Thought, cap. 10). Aquf 
no considerare estos desarrollos ulteriores. 
http:contra.1a
http:Harman.11
39 38 LA IMAGEN CIENTiFIcA 
laxo; en este sentido, siempre nos comportamos de acuerdo con la re­
gia de que cualquier conclusion puede ser inferida de cualquier premisa. 
As! que, para seguir una regIa, parece que debo estar en la disposicion 
de creer todas las conclusiones que permite, mientras que indudablemen~ 
te no debo estar dispuesto a creer en conclusiones divergentes de aquellas 
que permite, 0, si no, debo cambiar mi disposicion a creer las premisas 
en cuestion. 
Por consiguiente, la proposicion de que todos seguimosecierta regia en 
ciertos casos, es una hip6tesis psico16gica acerca de 10 que estamos dispues­
" tos 0 noa hacer. Es una hipotesis empfrica, para ser confrontada con los 
datos y con hipotesis rivales. He aqui una hipotesis rival: estamos siempre 
diSpuestos a creer que la teoria que explica mejor las pruebas es empirica­
mente adecuada (que todos los fenomenos observables son como la teorfa 
dice que son). " " 
De esta manera, ciertamente puedo dar cuenta de los mliltiples casos en 
los que un cientifico parece argumentar a favor de la aceptacion de una 
teorla ohipatesis, sobre la base de su exito explicativo. (Algunos de dichos e 
ejemplos son relatados por Thagard.)12 Porque recuerdese: yo equiparo 
Ia aceptacion de una teorla cientifica con la creencia en que es adecuada 
empiriCamente. Por tanto, tenemos dos hipotesis rivales concemientes a 
estos ejemplos de inferencia cientifica: una es apta en una consideracion 
realista, la otra, en una consideracion antirrealista. 
CasoS como el del raton eola alacena no pueden proveer pruebas signifi­
cativas para estas hipotesis rivales.,Dado que el raton es unacosa observable, 
"hay un raton en la alacena" y "todos los fenomenos observables son co­
mo si hubiera un raton en la alacena" son, por consiguiente, totalmente 
equivalentes: cada uno implica al otro (dado 10 que sabemos acerca de los 
ratones). 
Podni objetarse que es menos interesante saber si la gente sigue una regIa 
de inferencia qlle saber si debe seguirla. Concedido; pero la premisa de que 
todos seguimos la regia de inferencia hacia la mejor explicacion cuando se 
trata de ratones y atras cosas mundanas deja mucho que desear. No esta 
garantizada por los datos, puesto que esos datos no son relevantes para la 
premisa en tanto que opuesia a la hipotesis altemativa que propuse, que en 
este contexto es pertinente. 
Mi segunda objecion es que aun si aceptaramos que la regia de inferen­
cia hacia la mejor explicacion es correcta (0 valiosa), el realista necesita 
12 Vease P. Thagard, tesis doctoral, Universidad de Toronto, 1977, y "The Best Expla­
nation: Criteria for Theory Choicen • Journal ofPhilosophy, 75, 1978, p4gs. 76-92. 
ARGUMENTOS CONCERNIENTES AL REALISMO CIENTlFICO 
aIgunas premisas ulteriorespara su argumento. Esto es asi debido a que 
es una regIa que solamente dicta una eleccion dado un conjunto de hi­
potesis rivales. En otras palabras,necesitamos estar dispuestos a creer en 
una de varias hipotesis antes de que la regIa pueda ser aplicada. Entonces, 
en circunstancias favorables, ella nos dira cuat de las hipotesis de dicho 
grupo hemos de escoger. EI" realista nos pide que escojamos entre dife­
rentes hipotesis que explican las regularidades de cierta manera; pero su 
oponerite desea siempre' escoger entre hipotesis de la forma "la teoria Ti 
es adecuada empfricai.rien~"~ Asf que el realista necesitara su premisa ex­
tra especial de que cada regularidad universal en la naturaleza necesita 
una explicacion, antes de que la reglahagaun realista de cada uno de no­
sotros. Y esa es precisamente lapremisa que distinglle al realista de sus 
oponentes (la cual examinare con detenimiento" en las secciones §4 Y §~ 
mas adelante). , e' " 
EI de mentalidad logica puede pensar que la prenlisa extra puede ser 
eludidapor un acto de prestidigitaci6n 16gico. Supongamos que los datos 
disponibles son que todos loshechos observad~ hasta iIlora encajan con 
la teOrla T; enton~s T es una explicacion posible de aquellos datos. Una 
alternativa es no T (que T es falsa). Este ~ival es una explicacion muy pobre 
de los datos. Asl que nosotros tenemos siempre un con junto de hipotesis 
rivales, y la regia de infertmcia hacia la mejor explicacion nos conduce 
de un modo infalible ala conclusi6n deque T es verdadera. l.Estoy com­
prometido necesariamente con la opinion de que T es verdadera 0 T es 
falsa? " " "1 
Este tipo de prestidigita~ion epistemologica desde luego no funciona. 
Para comenzar, estoy comprcimetido con la opinion de que T es verdadera 
o T es falsa, ipero no por ello comprometido con un movimiento inferen­
cial hacia una de las dos! La regIa funciona solamente si he decidido no 
permanecer neutral frente a estas dos posibilidades. 
En segundo lugar, no es probable en 10 mas mfnimo que la regia sea 
aplicable a dichos rivales mezclados logicamente. Harman enumera varios 
criterios que han de emplearse en la evaluacion de hip6tesis qua expli­
caciones.13 Algunos son mas bien vagos, como el de simplicidad (l.pe­
ro no es la simplicidad una razonpara usar una teorla, crease 0 no en 
ella?). Los criterios precisos provienen de la teorla estadistica, la cual 
ultimamente ha mostrado ser de maravillosa utilidad para la epistemo­
logfa: 
13 Vease especialmente"Knowledge, Inference and Explanation", pag. 169. 
http:caciones.13
40 41 LA IMAGEN CIENTlFICA' 
H es una mejor explicaci6n que H' (ceteris paribus) de E, con tal de que: 
. , ' 
(a) P(H) > P(H') --:H tenga mayor probabilip.ad que H' 
(b) P(E/ H) > P(E/ H') -H otorgue mayor probabilidad a E que H'. 
El uso de probabilidades "iniciales" 0 a prio.ri en '(a) ~la plausibilidad 
inicial de las hip6tesis rnismas--... es tfpica de losasi llamados bayesianos. 
Unapnlctica estadistica Imis tradicional sugiere solamente eluso de (b). Pero 
aun esopresupone que H y H' otorgan a E probabili<ladis I,iy.Arud~. Si H' es 
sirnpleniente la negaci6n de H, esto no es generaln1~~te etcaso. (Imagfnese 
que H dice que la probabiliqad d~E es igual a r LO,~axUrio9~e noH traera 
como consecuencia es que la probabilidad de E sea algl1n mlrriero diferente 
de ~;'y usualmente I1i siquiera traera como consecuencia tiitith como esto,. 
puesto que H tendra tambien otraS implicaciones.) " .' " '. . 
Los bayesianos tienden a salir al paso de este pro:t>lema de ;'indisporU­
bilidad de probabilidades" formulando la hip6tesiS de que cadaquien tiene 
una probabilidadsubjetiva especffica(grado de cietncia) para cadapropo~ 
sici6nqiIe puede formular. En ese caso, no impot:ta 10 que sean E, H, H'; 
todas estas probabilidades estful realmente disponibles (en principio). Pero 
ellos obtienen esta disporubilidad haciendo las probabilidades enteramente 
sUbjetivas. Nocreo que los realistas, cientfficosdeseen que sus conclusiones 
gueh alrededor de la plausibilidad inicial subjetivamente establecida de que 
hay entidades inobservables; asi que dudo que estetipo de jugada bayesiana 
pueda ayndar aqui. (Este punto surgira de nuevo en una forma mas concreta 
enconexi6n

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