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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES CUAUTITLAN DETERMINACIÓN DE LA EFICACIA DE UN DESINFECTANTE, DESFAN-100, EN UN HOSPITAL DEL SECTOR SALUD A TRAVÉS DE UN MONITOREO MICROBIOLÓGICO AMBIENTAL T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: QUÍMICO FARMACÉUTICO BIÓLOGO PRESENTAN: ARTURO PACHECO GARCÍA DAVID LADISLAO SÁNCHEZ ASESORA: M. en C. ANDREA ÁNGELA BECERRIL OSNAYA CUAUTITLAN IZCALLI, ESTADO DE MÉXICO 2014 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 1 ÍNDICE Página ÍNDICE 1 Índice de Cuadros 3 Índice de Figuras 4 Abreviaturas 5 1. INTRODUCCIÓN 6 1.1 Monitoreo Microbiológico Ambiental. Importancia y Definición. 6 1.1.1 Desinfección y esterilidad. 8 1.1.2 Valor de los cultivos 9 1.1.3 Epidemiología actual 10 1.1.4 Factores para el Desarrollo de la Infección 11 1.1.5 Abordaje de epidemias 11 1.1.6 El uso de los antibióticos 12 1.1.7 Infecciones nosocomiales por hongos (Aspergillus) 16 1.2 PATÓGENOS COMUNMENTE AISLADOS EN HOSPITALES 17 1.2.1 Staphylococcus aureus 17 1.2.1.1 Patogenia y espectro de enfermedades 18 1.2.1.2 Proteína A 19 1.2.1.3 Resistencia a agentes antimicrobianos (resistencia a meticilina) 20 1.2.1.4 Staphylococcus aureus meticilina resistente, emergente de la comunidad. 22 1.2.1.5 Perspectiva actual 23 1.2.2 Pseudomonas aeruginosa 24 1.2.2.1 Diseminación a nivel mundial (P. aeruginosa metalo-β-lactamasa) 26 1.2.2.2 Burkholderia. Nueva taxonomía. 27 1.2.3 Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae, productoras de β-lactamasas de espectro extendido (BLEE) 29 1.2.3.1 Enterobacterias y BLEE 30 1.2.3.2 Panorama actual en México 32 1.2.4 Acinetobacter baumanii 33 1.2.4.1 Infecciones nosocomiales causadas por Acinetobacter 34 1.2.4.2 Epidemiología 34 1.2.4.3 A.baumanii multirresistente 35 1.2.4.4 Tratamiento 36 1.2.5 Enterococcus 37 1.2.5.1 Significado clínico 37 1.2.5.2 Epidemiología 38 1.2.5.3 Suceptibilidad de Enterococcus spp. (Resistencia a Vancomicina) 39 1.3 DESINFECCIÓN 41 1.3.1 Clasificación de las áreas para la realización de limpieza 42 1.3.2 Desinfección hospitalaria 43 1.3.3 Desinfectantes 43 1.3.4 Clasificación de los desinfectantes. 45 1.3.5 Recomendaciones generales. 46 1.4 DESFAN-100 47 1.4.1 DESFAN-100A FICHA TÉCNICA 48 1.5 JUSTIFICACIÓN 53 1.6 HIPÓTESIS 53 2. OBJETIVOS 54 2.1 Objetivo General 54 2.2 Objetivos Particulares 54 Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 2 3. MATERIAL Y EQUIPO DE TABAJO 55 3.1 Medios de cultivo 55 3.2 Medios de cultivo en Tubo 55 3.3 Reactivos 55 3.4 Material 56 3.5 Material Biológico 56 3.6 Equipo 56 4. DIAGRAMAS DE TRABAJO 56 5. METODOLOGÍA 60 5.1 Ductos de aire acondicionado. 61 5.2 Muestreo de la calidad del aire. 61 5.3 Muestreo del personal. 62 5.3.1 Manos por el método de contacto. 62 5.3.2 Hisopado en uñas. 63 5.3.3 Exudado Faríngeo. 64 5.4 Muestreo de superficies. 65 5.5 Análisis de agua (Readycult®). 66 6. RESULTADOS 68 6.1 PRIMER MONITOREO (Resultados) 70 6.1.1 Aire acondicionado 70 6.1.2 Muestreo de la calidad del aire. 70 6.1.3 Muestreo de superficies. 72 6.1.4 Análisis de agua (Readycult®). 74 6.2 SEGUNDO MONITOREO (Resultados) 75 6.2.1 Aire acondicionado 75 6.2.2 Muestreo de la calidad del aire. 77 6.2.3 Muestreo de superficies. 78 6.2.4 Análisis de agua (Readycult®). 80 6.3 TERCER MONITOREO (Resultados) 83 6.3.1 Manos por el Método de Contacto. 83 6.3.2 Hisopado en uñas. 84 6.3.3 Exudado Faríngeo. 85 6.3.4 Muestreo de superficies. 86 7. DISCUSIÓN 88 8. CONCLUSIONES 102 9. BIBLIOGRAFÍA 104 10. ANEXO 114 Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 3 Índice de Cuadros Cuadro 1-1. Agentes etiológicos más comunes en un hospital e infecciones que producen. 7 Cuadro 1-2. Modo de acción de los antibióticos más comunes. 14 Cuadro 1-3. Mecanismos de resistencia identificados en S. aureus 21 Cuadro 1-4. Características de CA-MRSA diferenciales con HA-MRSA en relación a los antibacterianos. 23 Cuadro 1-5. Características de CA-MRSA en relación a virulencia, patogenicidad y características bacterianas. 23 Cuadro 1-6. Diferentes grupos de β-lactamasas de espectro extendido. 32 Cuadro 1-7. Tipos de resistencia en Enterococcus spp. 39 Cuadro 1-8. Resistencia a vancomicina en el género Enterococcus. 40 Cuadro 1-9. Propiedades de un desinfectante ideal. 44 Cuadro 1-10. Espectro antimicrobiano de los desinfectantes de uso hospitalario en condiciones óptimas. 45 Cuadro 5-1. Distribución Monitoreos Microbiológicos Ambientales. 60 Cuadro 6-1. Monitoreos Microbiológicos Ambientales realizados. 68 Cuadro 6-2. Distribución del número de muestras por área muestreada. 69 Cuadro 6-3. Cuenta total UFC/min en Aire acondicionado por el Método de Impacto Directo. 70 Cuadro 6-4. Conteo total de UFC/30 min por el Método por Gravedad 71 Cuadro 6-5. Análisis Microbiológico en áreas críticas y cuenta total UFC. 72 Cuadro 6-6. Análisis microbiológico de agua. 74 Cuadro 6-7. Cuenta total UFC/min en Aire acondicionado por el Método de Impacto Directo. 75 Cuadro 6-8. Conteo total de UFC/30 min por el Método por Gravedad 77 Cuadro 6-9. Análisis Microbiológico en áreas críticas y cuenta total UFC. 78 Cuadro 6-10. Análisis microbiológico de agua. 80 Cuadro 6-11. Monitoreo de manos expresado como Unidades Formadoras de 83 Cuadro 6-12. Monitoreo de uñas expresado como Unidades Formadoras de Colonias por guante. 84 Cuadro 6-13. Exudados faríngeos reportados por persona en áreas de Quirófanos yTerapia Post-Quirúrgica. 85 Cuadro 6-14. Análisis Microbiológico en áreas críticas y cuenta total UFC. 87 Cuadro 7-1. Límites permisibles para el conteo de bacterias en medio ambiente. 88 Cuadro 7-2. Clasificación tipos de quirófanos. 89 Cuadro 7-3. Límites de aceptación para el control microbiológico de superficies. 95 Cuadro 7-4a. Antibiograma para Pseudomonas spp. pertenecientes al primer monitoreo. 97 Cuadro 7-4b. Antibiograma para Pseudomonas spp. pertenecientes al segundo monitoreo. 98 Cuadro 7-4c. Antibiograma para Pseudomonas spp. pertenecientes al tercer monitoreo. 98 Cuadro 7-5. Límites establecidos para control microbiológico de agua 100 Cuadro 10-1. Análisis Microbiológico en áreas críticas y cuenta total UFC. 115 Cuadro 10-2. Análisis Microbiológico en áreas críticas y cuenta total UFC. 117 Cuadro 10-3. Análisis Microbiológico en áreas críticas y cuenta total UFC. 125 Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 4 Índice de Figuras Figura 1-1. Distribución de las infecciones intrahospitalarias. 10 Figura 1-2. Distribución de Infecciones Intrahospitalarias en UTI. 11 Figura 1-3. Aspergillus fumigatus. Microcultivo, tinción de algodón. 16 Figura 1-4. Tinción de Gram de Staphylococcus aureus proveniente de agar sangre. 17 Figura 1-5. Unión Proteína A de Staphylococcus aureus/Fracción Fc de IgG. 20 Figura 1-6. Pseudomonas aeruginosa. Agar Cetrimida como medio de aislamiento. 24 Figura 1-7. Características morfológicas de E. coli y K. pneumoniae. 30 Figura 1-8. Características morfológicas de Acinetobacter baumanii. 33 Figura 1-9. DESFAN-100. 47 Figura 5-1. Método de Impacto Directo para aire acondicionado. 61 Figura 5-2. Método por gravedad para calidad del aire. 62 Figura 5-3. Impresión de manos en placa de agar. 63 Figura 5-4. Hisopado en parte inferior de las uñas de manos. 63 Figura 5-5. Toma de muestra en exudado faríngeo. 64 Figura 5-6. Zona faríngea con exudado e inflamación. 65 Figura 5-7. Muestreo de superficies 66 Figura 5-8. Análisis de agua (Readycult®) 67 Figura 6-1. Datos generales de las muestras trabajadas en los monitoreos durante el periodo 2010 – 2011. 69 Figura 6-2. Porcentaje y frecuencia de microorganismos aislados durante el primer monitoreo microbiológico ambiental en superficies. 73 Figura 6-3. Reporte analítico. Reto microbiológico de DESFAN-100 a concentración de 1:1000 mL 76 Figura 6-4. Porcentaje y frecuencia de microorganismos aislados durante el segundo monitoreo microbiológico ambiental. 82 Figura 6-5. Porcentaje y frecuencia de microorganismos aislados durante la totalidad del tercer monitoreo microbiológico ambiental. 87 Figura 7-1. Cuadro comparativo de eficacia de DESFAN-100 de segundo y tercer monitoreo con respecto a primer monitoreo. 96 Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 5 Abreviaturas MRSA Staphylococcus aureus meticilina resistente CA-MRSA Community-acquired methicillin resistant Staphylococcus aureus HA-MRSA Healthcare-associated methicillin resistant Staphylococcus aureus UFC Unidades Formadoras de Colonias IIH Infecciones Intrahospitalarias CDC Centers for Disease Control and Prevention TSST-1 Síndrome de Shock Tóxico MBL Metalo β-lactamasas CBc Complejo Burkholderia cepacia EPEC Escherichia coli enteropatógena ETEC Escherichia coli enterotoxigénica EIEC Escherichia coli enteroinvasiva EHEC Escherichia coli enterohemorrágica EAEC Escherichia coli enteroagregativa BLEE β-lactamasas de Espectro Extendido CMI Concentración Mínima Inhibitoria TPQ Terapia Post-Quirúrgica Q Quirófanos TC Terapia Coronaria UCI Unidad de Cuidados Intensivos TI Terapia Intensiva AS Agar Sangre AST Agar Soya Tripticaseína SDA Agar Dextrosa Sabouraud ASM Agar Sales y Manitol DRBC Agar Diclortetraciclina Rosa de Bengala Cet. Agar Cetrimida Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 6 1. INTRODUCCIÓN 1.1 Monitoreo Microbiológico Ambiental. Importancia y Definición. La higiene ambiental ha recibido mayor atención en los últimos años por parte de los especialistas de Control de Infecciones. Los motivos son variados, desde el fracaso en lograr siempre un 100% de cumplimiento de higiene de manos (que de lograrse disminuiría en gran medida la posibilidad de transferencia de patógenos del ambiente a los pacientes), hasta la identificación de nuevos patógenos, con demostrada permanencia en superficies ambientales, aun después del alta del paciente infectado e incluso, sobreviviendo por meses en el entorno hospitalario. Asimismo, la demostrada relación entre contaminación de superficies de “alto contacto” y la trasmisión de infecciones intrahospitalarias por las manos, ameritan reforzar las medidas de control de infecciones en los aspectos de higiene ambiental, con énfasis en éstas superficies frecuentemente en contacto por las manos, complementario a las campañas de higiene de manos. Ante esta situación, se hace necesario orientar a los Comités de Control de Infecciones a las mejores prácticas de supervisión de higiene ambiental. A la fecha, se ha avanzado en el desarrollo de tecnologías de medición, que permiten una evaluación objetiva e incuestionable por parte de los evaluados (72). El problema de las infecciones intrahospitalarias se hizo patente desde el comienzo de los hospitales como instituciones de caridad durante nuestra era, pero su presencia se liga a la cirugía y a la era anterior. El conocimiento del problema mediante estudios aislados se inicia más recientemente en la década de los 50 del siglo XX, con los estudios de focos de infección en hospitales, por investigadores de Inglaterra, Escocia y del Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Posteriormente, en los años 60, se llevan a cabo estudios más sistemáticos y organizados, y ya en la década de los 70 surgen en muchas partes del mundo programas de vigilancia y control de las infecciones intrahospitalarias (79). El medio ambiente hospitalario contiene numerosos microorganismos (Cuadro 1-1), pero sólo en algunos casos se ha demostrado claramente una relación causa-efecto entre la presencia de microorganismos en este medio y el desarrollo de infección en humanos. Los patógenos para los que existe mayor evidencia de su capacidad de sobrevivir en reservorios ambientales son Clostridium difficile, enterococo, incluyendo los resistentes a la vancomicina, y Staphylococcus aureus, incluyendo los resistentes a la meticilina. El control microbiológico ambiental sistemático, como tal, no está recomendado. Algunos organismos internacionales con autoridad en el campo del control de la infección relacionada con la asistencia sanitaria como el mismo CDC, no suelen recomendar la realización de este tipo de cultivos y los reservan para situaciones especiales en las que pueda haber indicios de que algún objeto o material ambiental tenga relación con el inicioo posterior mantenimiento de casos de infección nosocomial (14). Las infecciones intrahospitalarias (IIH) se definen como aquellas que no se encontraban presentes o en periodo de incubación al momento del ingreso del paciente Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 7 al hospital. Constituyen una causa muy importante de morbilidad y mortalidad e incrementan enormemente los gastos de atención hospitalaria. La puesta en marcha de un programa de vigilancia y control se acompaña de reducciones de hasta 32% en la frecuencia de IIH. No obstante, ya que no es posible, en términos prácticos y reales, revisar a todos los pacientes que ingresan al hospital, para detectar IIH, se recomienda utilizar fuentes indirectas que permitan la detección de casos de infección; éstas incluyen: la revisión de los cultivos de microbiología, las indicaciones de antibióticos, las curvas de temperatura y el examen de pacientes con factores de riesgo para el desarrollo de infecciones, entre otras (96). Cuadro 1-1. Agentes etiológicos más comunes en un hospital e infecciones que producen. GRUPO AGENTE INFECICONES QUE PRODUCE Bacilos Gram (-) Pseudomonas aeruginosa - Urinaria - Asociadas con vías intravenosas Salmonella spp. - Gastrointestinales Shigella spp. - Gastrointestinales Klebsiella spp. - Respiratorias - Urinarias - Asociadas a vías intravenosas Enterobacter spp - Respiratorias Escherichia coli - Gastrointestinales - Respiratorias - Urinarias Bacilos Gram (+) Clostridios - Respiratorias - Urinarias Cocos Gram (+) Estreptococo β hemolítico - Heridas quirúrgicas Streptococcus pneumoniae - Respiratorias Staphylococcus aureus - De herida quirúrgica - Respiratorias - Asociadas a vías intravenosas Hongos Candida/Turolopsis - Respiratorias - Asociadas a nutrición parental Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 8 Si bien en otras instituciones este sistema ha tenido una sensibilidad de 82% y ha resultado sumamente eficaz, se recomienda su validación inicial y periódica contra un estándar (96). Para la vigilancia del saneamiento ambiental en los hospitales, hay que tener presente que es necesario realizar monitoreos a: Servicio de agua potable. Ventilación, calefacción y aire acondicionado. Lavandería (manejo de ropa sucia, lavado y manejo de ropa limpia). Protección y calidad del alimento (proveedores, almacenamiento, refrigeración, preparación, equipo y utensilios). Control de insectos y roedores (control físico y químico). Lugares especiales (habitación de pacientes, aislados, servicio de enfermería, otros servicios, suministros y bodegas). Seguridad contra accidentes (iluminación, materiales de pisos, protecciones, seguridad eléctrica). Control de infecciones (comité, recursos de esterilización-desinfección). Debido a lo anterior, se requiere de herramientas para realizar los monitoreos antes mencionados con base en la epidemiologia, la cual permite la evaluación necesaria para llegar a la definición funcional, operacional y la aplicación de la tecnología apropiada en salud ambiental para cada caso particular, buscando contribuir en los siguientes aspectos: mediciones sistemáticas de las concentraciones de agentes ambientales nocivos en los diferentes componentes del ambiente (aire, agua, suelos, superficies, leche y alimentos); descripción, análisis, evaluación e interpretación de esas modificaciones sistemáticas de agentes ambientales y de situaciones especiales; mediciones bioquímicas, microbiológicas y de radiaciones precoces en el organismo humano (del personal y de los pacientes); la actividad incluye la vigilancia de factores de riesgo ambiental; identificación sistemática de condiciones, situaciones o características que son factores de riesgo y de sus variaciones o tendencias, así como de sus efectos sobre la salud (preclínicos, clínicos, anatomopatologicos) para la detección e investigación de brotes de pequeños grupos de casos y de accidentes laborales del personal trabajador de la salud (médicos, personal de enfermería técnico, de la laboratorio y de radiodiagnóstico); la realización de fumigaciones para impedir la presencia de moscas y otros insectos que pueden provocar la transmisión de infecciones. En el caso de la tuberculosis, es de fundamental importancia reconocer al momento del ingreso a los pacientes con sospecha de esta enfermedad y colocarlos en el ambiente y con las precauciones adecuadas. 1.1.1 Desinfección y esterilidad. La necesidad de desinfección depende del riesgo de infección involucrado con el uso de los diversos instrumentos utilizados en el cuidado del paciente. Se han descrito tres categorías de instrumentos de acuerdo con el riesgo de infección y con el nivel de descontaminación que necesitan, son: críticos, semicríticos y no críticos. Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 9 Los instrumentos llamados críticos, o de alto riesgo, son aquellos que entraran en tejidos estériles o en el sistema vascular, por lo que es impoprtante que estos instrumentos estén estériles (libres) de cualquier organismo, incluyendo esporas; ejemplos de estos incluyen: instrumental quirúrgico, catéteres urinarios o vasculares, agujas, prótesis o implantes. Es recomendable estén estériles o esterilizarlos con autoclave (si es posible), o si se trata de objetos termolábiles, se deberán hacer con óxido de etileno o, en caso de no poder utilizar los anteriores, con sustancias químicas para este propósito, como: glutaraldehído, formaldehçido, ácido peracético. Si se piensan utilizar esterilizantes químicos es importante que los instrumentos estén perfectamente limpios y en las condiciones ideales para cada compuesto (pH, temperatura, concentración, etc.). Los instrumentos llamados semicríticos son aquellos que estarán en contacto con membranas mucosas o piel no intacta. En este caso deberán estar libres de cualquier organismo, sin embargo, en ocasiones estarán presentes esporas, ya que en general las membranas mucosas son resistentes. Si es posible, se recomienda esterilizar estos instrumentos, ya que en muchas ocasiones es más barato otros métodos, sin embargo, esto no esencial. El CDC de Atlanta, EUA, recomienda la desinfección de alto nivel. Entre los instrumentos de esta categoría se incluye: endoscopios, termómetros y equipo utilizando para anestesia o terapia respiratoria. Finalmente, el equipo no crítico es aquel que estará en contacto con la piel intacta, pero no con membranas mucosas, como: las ropas de cama batas, cómodos, cubiertas, muebles y superficies ambientales. Para este último la limpieza con detergente es suficiente. 1.1.2 Valor de los cultivos Las políticas de cada institución, deben revisarse periódicamente debido a que los patrones de la susceptibilidad a los antimicrobianos de las bacterias son cambiantes y a que los cultivos de pacientes, personal y superficies ambientales son variables. 1. El monitoreo del personal, pacientes o superficies ambientales a través de cultivo de muestras de faríngeo de heces o mano. El análisis de estos cultivos deben realizarse únicamente cuando se tenga claro el objetivo epidemiológico. En otras circunstancias, la utilidad de dichos cultivos es nula, costosa y difícil de interpretar. En el caso de las muestras del personal, es importante explicar cuáles son los objetivos de dichos cultivos, ya que en ocasiones estos son motivo de nerviosismo y desconfianza. El cultivo de manos del personal es importante si sesospecha transmisión cruzada entre diversos pacientes. 2. El monitoreo de las superficies ambientales representa un problema importante de interpretación, especialmente porque no existe evidencia de que el nivel en particular de contaminación correlacione con el desarrollo de transmisión o la aparición de infecciones. 3. El control microbiológico del agua es importante en casos de brote de infecciones, caso en que se recomienda el cultivo de las llaves con hisopo y el cultivo del agua con soluciones que contiene tiosulfato para inhibir el cloro presente en el agua. Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 10 1.1.3 Epidemiología actual El desarrollo de las infecciones intrahospitalarias está en función de la edad, siendo más frecuentes en los extremos de la vida, el estado inmunitario, ya que los inmunodeprimidos de diferente etiología son los más susceptibles y patología de base, la cual determina el destino de internación del paciente, de donde parte que, servicios de Unidad de Terapia Intensiva (UTI), quemados y salas quirúrgicas sean las dependencias hospitalarias donde más frecuentemente se presentan las infecciones intrahospitalarias. Según estadísticas hospitalarias, las infecciones urinarias comprenden de 33% a 40% del total de las infecciones nosocomiales (10), ésta es seguida por la infección de heridas quirúrgicas que representan hasta un 25%, las infecciones respiratorias se alzan con un 15 a 20%, y la infecciones asociadas al cateterismo representan un 10% del total. Otras infecciones (en piel, infecciones gastrointestinales, etc.) constituyen solo el 10% de infecciones adquiridas en el hospital (Fig. 1-1) (88). Figura 1-1. Distribución de las infecciones intrahospitalarias. La distribución de las distintas infecciones intrahospitalarias cambian en frecuencia cuando nos referimos a la UTI, esto bajo el criterio que al estar internado en una UTI se eleva el riesgo de adquirir una infección intrahospitalaria hasta en 7.4 veces, de esta manera la distribución de las infecciones dentro de la UTI es: neumonías, que representan hasta un 40%del total de infecciones; las bacteriemias una 25 a 30%; las infecciones urinarias, infecciones de heridas quirúrgicas y otro tipo de infecciones representan juntos un 30% de las infecciones desarrolladas al interior de la UTI (Fig. 1- 2). Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 11 Figura 1-2. Distribución de Infecciones Intrahospitalarias en UTI. En países como España, las infecciones nosocomiales afectan a 1 de cada 10 pacientes ingresados en un hospital. Anualmente, esto da como resultado 5000 muertes con un costo total para el Servicio Nacional de Salud de mil millones de libras. En promedio, un paciente con infecciones adquiridas en el hospital pasa de 2,5 veces más tiempo en el hospital, incurriendo en costos adicionales de £ 3000, que un paciente infectado (53). 1.1.4 Factores para el Desarrollo de la Infección Las infecciones intrahospitalarias están condicionadas por tres factores: el agente etiológico, la transmisión y el hospedero. Por parte del individuo, la evolución del proceso infeccioso está determinada por la resistencia, el estado nutricional, el estrés, la edad, el sexo, días de internación y la patología de base a la cual se debe su internación. Mientras que por parte del agente influyen características como la inefectividad, y la virulencia. Además el personal encargado de los pacientes ha sido identificado como reservorio y vector de brotes de infecciones intrahospitalarias, es así que, acciones rutinarias de los mismos como: la técnica y la vigilancia sobre los procedimientos que se lleva a cabo sobre el paciente (p. ejem: cateterismo venoso, sondaje vesical junto a manipulación de vías urinarias, entubación endotraqueal, etc.), vigilancia sobre terapia farmacológica, y en general técnicas de asepsia y antisepsia en todo procedimiento son factores clave para el desarrollo o no de las infecciones. 1.1.5 Abordaje de epidemias Durante los brotes de epidemias es muy importante tener en cuenta el tipo de infección, el número de pacientes involucrados, su relación epidemiológica, el personal Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 12 encargado de su cuidado y los posibles mecanismos de transmisión, incluyendo: las manos del personal, los instrumentos, medicamentos, catéteres, equipos usados, el ambiente en el cual se encontraron hospitalizados, o si se les realizaron procedimientos o intervenciones comunes a todos ellos. Las áreas con mayor riesgo de epidemias y brotes de infecciones son las salas de cirugía, quirófanos, infectología, las unidades de cuidados intensivos, los servicios de pediatría y de diálisis, pero su presentación ocurre en realidad en cualquier sitio. I. Aseo de superficies ambientales del hospital. La selección de los desinfectantes para uso hospitalario y su concentración debe basarse en la cantidad y tipo de materia orgánica presente en la superficie determinada, el tipo y frecuencia de contacto que los pacientes y el personal tenga con dicha superficie. Se han implicado cómodos, bañeras e incubadoras en la transmisión de infecciones hospitalarias, pero rara vez se han asociado a las superficies como paredes y pisos. De esta consideración se desprende que los primeros requerirán procedimientos más escrupulosos y concentraciones más elevadas de desinfectantes que los últimos. Idealmente, la rutina de limpieza se debe iniciar con las áreas de hospitalización y terminar con los pasillos del hospital. Las superficies que tienen contacto frecuente con las manos del personal, como porta expedientes, mesas y superficies de trabajo se contaminan en forma considerable durante el uso rutinario. Deben limpiarse por lo menos una vez al día o más, cuando están visibles sucios, o en caso de algún derrame accidental. Las camas deben limpiarse al egresar los pacientes. Para todas estas superficies es conveniente usar detergente con desinfectante. Resultados óptimos, se logran al frotar las superficies con tela o cepillo. En áreas especiales como cuneros, los desinfectantes idóneos para las incubadoras, cunas y bañeras son los compuestos con yodo o amoniaco cuaternario. Todo debe limpiarse en forma meticulosa. Cada parte del equipo: colchones, manguillos y filtros de aire de las incubadoras, debe ser lavada y desinfectada. Nunca se debe realizar la limpieza con paciente adentro. Los neonatos que requieren ingreso por periodos prolongados deben ser transferidos periódicamente a incubadoras lavadas y desinfectadas. La limpieza de objetos inanimados muy contaminados como: cómodos, orinales y riñones deben limpiarse con detergente seguido de la desinfección con cloro al 0.5% (hipoclorito de sodio a dilución de 1:10). Excelente alternativa son los equipos automáticos de limpieza y desinfección mediante vapor, que protegen al personal de la exposición a material con potencial infectante, ahorra tiempo y reduce el consumo de desinfectantes químicos. Los derrames accidentales con sangre, esputo, vomito o heces requieren de desinfección con hipoclorito de sodio al 0.5% o derivados fenólicos a la concentración recomendada por el fabricante. Los pisos, paredes, ventanas y cortinas no han demostrado ser fuentes significativas de infecciones hospitalarias, por lo que deben de limpiarse sólo Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 13 con detergente. Se recomienda la limpieza de los pisos, por lo menos una vez al día, y de las otras superficies cuando se encuentren visiblemente sucias. Es adecuado el uso de cualquier detergente quelogre la remoción física de los microorganismos, la suciedad y los desechos. II. Manejo de ropa hospitalaria Pese a que la transmisión de infecciones hospitalarias mediante ropa es rara, la importancia de su manejo radica en el riesgo potencial de que esta sea fuente de microorganismos que el personal de salud porta en las manos y en algunos casos, la transmisión de infecciones por la aerosolización de los patógenos encontrados en ropa hospitalaria. Ya que su participación en la transmisión de infecciones es baja, se debe evitar tiempos de lavado innecesariamente alargados o agregar desinfectantes en forma excesiva, ya que esto eleva los costos de energía, libera sustancias toxicas a las aguas residuales y causa mayor desgaste de la ropa. Tomando estos factores en consideración, cada hospital debe diseñar sistemas seguros y eficaces de recolección, transporte y procesamiento de la ropa. El personal responsable de la recolección de ropa hospitalaria debe utilizar guantes y bata. La ropa altamente contaminada como pañales, se separan de la menos contaminada. La ropa de pacientes recién nacidos e inmunocomprometidos se procesa en forma independiente del resto del hospital previo a su transporte al servicio. III. Monitoreo de agua potable. En el referente al estudio del agua, podemos mencionar que sus características sanitarias deben ser adecuadas y acordes con la normatividad para el uso de agua para el consumo humano, con información periódica de las concentraciones de cloro, aspectos fisicoquímicos y microbiológicos (con la búsqueda de coliformes, enteropatógenos y de microorganismos que pudieran causar brotes epidémicos) y garanticen el agua para uso hospitalario en las diferentes áreas sea la idónea y segura. IV. Monitoreo ambiental y de superficies de quirófanos. La importancia de realzar el monitoreo del medio ambiente en relación con el estudio de infecciones hospitalarias, es primordial, ya que esta actividad nos permitirá contribuir, junto con otros factores propios de la atención de salud, a ayudar en la pronta recuperación, y eliminar cualquier posible vía de contagio que debilite a los pacientes e incluso amenace su vida. Por esto, si existen los recursos, es conveniente establecer un programa de vigilancia ambiental aleatorio. La actualización de los instrumentos para evaluar la calidad de atención hospitalaria debe ser dinámica con apego a los estándares nacionales e internacionales, aunque en ocasiones es difícil de llevar a cabo, debido a diversos criterios, sus costos y las experiencias diversas, que hacen variables los aspectos prácticos a considerar o causan controversias en su aplicación universal; tal es el caso de si es conveniente o no la toma de cultivos ambientales en salas de operaciones en forma rutinaria. La optimización de los recursos materiales en países en desarrollo es fundamental, en épocas de ajustes presupuestales y racionalización de los Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 14 mismos. Las normas oficiales mexicanas sobre prevención y control de infecciones nosocomiales y la de manejo de materiales y residuos potencialmente infectocontagiosos establecen las políticas a las que deben ajustarse los hospitales para su funcionamiento, así como las definiciones de los procesos para cada circunstancia que impacte en la calidad de la atención nosocomial. Los informes encontrados en la literatura refieren la dificultad para demostrar la relación directa entre los microorganismos identificados, trátese de bacterias, hongos, virus o parásitos, y la infección real o su riesgo en pacientes intervenidos quirúrgicamente. No hay relación de causalidad entre infecciones hospitalarias postquirúrgicas, ni como indicador predictivo cuando se tiene cuantificación de microorganismos en estudios ambientales. En lugares contaminados, donde pacientes inmunocomprometidos son sometidos a abordajes invasivos, los riesgos de infecciones secundarias son mayores, pero la limpieza, descontamina y la desinfección terminal entre cada cirugía es el mejor procedimiento para la prevención de complicaciones postoperatorias. 1.1.6 El uso de los antibióticos Los antibióticos juegan también un papel importante dentro de las infecciones intrahospitalarias. Por ejemplo, más del 30% de las neumonías son tratadas de manera inadecuada (53). Cada vez hay más pruebas que sugieren que el uso apropiado y temprano de antibióticos podría mejorar los niveles de morbilidad y mortalidad. Entonces, un manejo adecuado de los antibióticos requerirá de un conocimiento profundo de su modo de acción (Cuadro 1-2), además que deberán ser administrados en la dosis correcta y durante el tiempo necesario. Cuadro 1-2. Modo de acción de los antibióticos más comunes. Modo de acción Clase de antibiótico Ejemplos Usos clínicos Inhibidores de la pared celular Penicilina Penicilina semisintética Cefalosporinas Monobactams Carbapenems Inhibidores β-lactámicos Glicopéptidos Penicilina V y G Ampicilina, amoxicilina Cefotaxima, cefradina, ceftazidima Aztreonam Meropenem Clavulanato Vancomicina Bacterias Gram positivas Bacterias Gram positivas y negativas Organismos Gram negativos Organismos Gram negativos Amplio espectro Bacterias Gram positivas (S. aureusmeticilina resistente y enterococos) Inhibidores de la membrana celular Antifúngicos Polienos Imidazoles Triazoles Nistatina Ketonazol Fluconazol Aspergillus, Candida Inhibidores de la síntesis protéica Aminoglicósidos Macrólidos Oxaolidininas Ketolidas Streptograminas Gentamicina Eritromicina Linezolid Telitomicina Synercid Bacterias Gram positivas H. influenzae Inhibidores de los ácidos nucléicos Fluoroquinolonas Nitroimidazoles Rifampicina Ciprofloxacino Metronidazol Sulfonamidas Amplio espectro (Gram negativas) C. difficile Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 15 Las IIH suelen afectar a enfermos complejos, a menudo pluripatológicos, inmunodeprimidos e instrumentalizados, por lo que no es de extrañar la elevada morbimortalidad que sucede, a parte del consumo de recursos sanitarios. Actualmente la infección respiratoria es la primera causa de IIH, seguida de la urinaria, la de herida quirúrgica y la bacteriémica (26). Dentro de la infección bacteriémica, la primaria de origen desconocido y la relacionada con catéteres endovasculares tienen un papel preponderante. Está bien establecido el papel que tiene un tratamiento antibiótico precoz y apropiado para disminuir la mortalidad relacionada con la infección. Recientemente se ha comprobado que uno de los factores relacionados con la inadecuación del tratamiento antibiótico, y por tanto con una mayor mortalidad, es el concepto de Infección Asociada a Cuidados Sanitarios (66). Tradicionalmente se consideraba a la IIH como aquella que aparecía pasadas las primeras 48 horas del ingreso o antes, pero relacionada con alguna instrumentación; o bien que acontecía durante los primeros 15 días después del alta. El resto de las infecciones eran consideradas comunitarias, y por tanto con una tasa menor de bacterias multirresistentes y mejor pronóstico. La pluripatología de los pacientes que condiciona largos períodos de dependencia sanitaria, las alternativas a la hospitalización convencional y el internamiento en residencias de ancianos ha motivado revisar esta clasificación y considerar a los pacientes hospitalizados en el domicilio, sometidos a diálisis ambulatoria, hospitalizados en los 60 días previos, y/o institucionalizados en centros de larga estancia, como una nueva categoría de riesgo y gravedad de la infección, conocida como asociada a cuidadossanitarios. Estos pacientes, aparte de ser más frágiles por sus condicionantes de base, presentan mayores tasas de colonización por S. aureus meticilina resistente, principalmente si tienen úlceras de decúbito (48); y enterobacterias multirresistentes o P. aeruginosa asociadas al sondaje vesical crónico y al uso de antibióticos. Cuando el paciente está en situación de shock avanzado y en estado de complicación, el valor de los antibióticos es menor en la reversibilidad del proceso. Por ello es crucial detectar la infección lo antes posible, establecer los algoritmos diagnósticos adecuados que permitan identificar el foco de infección y el patógeno causal, así como su susceptibilidad antibiótica, para poder establecer un tratamiento antibiótico que sea apropiado. La premura en el tratamiento antibiótico nos obliga a establecer un tratamiento empírico, no exento de dificultades. En este sentido, una cobertura con antibióticos de amplio espectro da la seguridad de actuar frente a todos o la mayoría de los patógenos posibles, pero atenta contra el equilibrio ecológico que se facilita con un tratamiento selectivo de los microorganismos más prevalentes. Este es un ejercicio de difícil solución si no se tiene la experiencia necesaria en el manejo de los pacientes críticos y no se actúa con conocimiento y lógica. Para establecer un tratamiento antibiótico empírico apropiado para el paciente, a la vez que respetuoso con la flora microbiana y que no facilite la aparición de superinfecciones y/o cepas multirresistentes, es necesario tener en consideración las características propias del paciente (patologías de base, inmunodepresión, historia reciente de consumo de antibióticos, etc.), el foco de la infección, la gravedad de la misma, y la sensibilidad de los patógenos más habituales en nuestro entorno (26). Sólo Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 16 en base al análisis de estos factores se puede elegir la pauta más idónea para una situación concreta. 1.1.7 Infecciones nosocomiales por hongos (Aspergillus) En los últimos dos decenios se ha registrado un incremento general de infecciones nosocomiales causadas por hongos, lo cual es una consecuencia probable de los avances en la medicina y tratamientos quirúrgicos. El uso amplio y continuo de modalidades agresivas de tratamiento tales como trasplante de células madre hematopoyéticas, el trasplante de órganos, nuevos agentes quimioterapéuticos y agentes inmunomoduladores, ha incrementado el riesgo de infección fúngica invasiva en la población de pacientes inmunocomprometidos (1). Los factores de riesgo predisponentes para infecciones oportunistas invasivas por hongos (especialmente candidiasis y aspergilosis) en hospederos inmunocomprometi- dos, incluyen neutropenia, disfunción cualitativa de neutrófilos, disfunción inmune mediada por células, y la alteración de la integridad de la mucosa. El género Aspergillus, junto con Candida, son de los más frecuentemente identificados en los casos descritos de infecciones fúngicas que afectan fundamentalmente a pacientes inmunocomprometidos (99). En contraste los estudios ambientales indican que el hombre “sano” puede inhalar diariamente cientos de esporas de Aspergillus que son fácilmente eliminadas por el sistema inmune. Los patógenos fúngicos expuestos al aire tales como Aspergillus spp. en el medio ambiente hospitalario, sobre todo en obras de construcción, ha causado brotes de infección nosocomial por aspergilosis en pacientes gravemente inmunodeprimidos (como los pacientes que son sometidos a trasplante de células madre hematopoyéticas, por ejemplo.) (1). Figura 1-3. Aspergillus fumigatus. Microcultivo, tinción de algodón. Este género y particularmente A. fumigatus es el más frecuentemente implicado en las infecciones nosocomiales provocando la aspergilosis invasora. Se define como aspergilosis invasora la infiltración e invasión demostrada de tejidos, http://en.wikipedia.org/wiki/Aspergillus_fumigatus Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 17 ordinariamente estériles, por microorganismos del género Aspergillus. Suelen tener un tropismo particular por los vasos sanguíneos y su diagnóstico de certeza es histológico. Además de la aspergilosis invasora, rápidamente evolutiva (sobre todo en inmunodeprimidos), pueden existir formas invasoras de evolución crónica (generalmente afectando sólo al pulmón). Existen enfermedades causadas por Aspergillus no caracterizadas por la invasión general, como son la colonización de cavidades pulmonares y la aspergilosis broncopulmonar alérgica. En la actualidad la preocupación general surge en nuestro medio por la existencia de casos de micosis invasoras de origen ambiental, aparecidos en forma de brotes y ligados a contaminación de determinadas zonas del medio hospitalario, como bloques quirúrgicos, a pesar de las medidas establecidas de mantenimiento, calidad del aire y control de ventilación en quirófanos. En algunos de estos casos la fuente de infección puede proceder de una ruptura de las normas de buena práctica en el control de la infección, y en el mantenimiento de los equipos e instalaciones de climatización. Dado que los hongos se encuentran ampliamente distribuidos en el aire y en el suelo, en circunstancias determinadas, las esporas fúngicas pueden ser inhaladas por los pacientes inmunocomprometidos provocando cuadros de consecuencias fatales, sobre todo respiratorios. 1.2 PATÓGENOS COMUNMENTE AISLADOS EN HOSPITALES 1.2.1 Staphylococcus aureus S. aureus se presenta como cocos Gram (+) catalasa (+) agrupados en forma de “racimos de uvas” (Fig. 1-4) y coagulasa (+). Los estafilococos se asocian con infecciones humanas son colonizadores de diferentes superficies cutáneas y mucosas. Debido a que el estado del portador es frecuentemente en la población humana, las infecciones se adquieren con frecuencia cuando la cepa colonizante accede a un sitio normalmente estéril, como resultado de un traumatismo o abrasión de la piel o mucosas. Sin embargo, el episodio traumático que permite la entrada del microorganismo puede ser mínimo que a menudo pasa desapercibido. Figura 1-4. Tinción de Gram de Staphylococcus aureus proveniente de agar sangre. http://aspergilosis.reviberoammicol.com/21.pdf Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 18 Los estafilococos también se transmiten de persona a persona. Después de la transmisión, los microorganismos pueden establecerse como parte de la flora normal del receptor e introducirse después en sitios estériles por traumatismos o procedimientos invasivos1. En forma alternativa el microorganismo puede ser introducido en forma directa en sitios normalmente estériles por un cirujano o enfermera durante una operación. La diseminación de los estafilococos persona a persona, en particular los que han adquirido resistencia a antimicrobianos, tiene lugar con mayor frecuencia en los hospitales y originan graves problemas en el control de las infecciones (58). 1.2.1.1 Patogenia y espectro de enfermedades S. aureus es la especie más virulenta de estafilococos que se conoce. Un amplio espectro de factores, no todos los cuales se conocen por completo, contribuyen a la capacidad de este microorganismo para causar infecciones y enfermedad. Varias toxinas y enzimas son mediadoras de la invasión de los tejidos y de la supervivencia en el sitio de la infección. Se encuentra en el ambiente externo y en las narinas anteriores del 20 al 40% de los adultos2. Otros sitios de colonización son los pliegues cutáneos, el periné, las axilas y la vagina. Aunque este microorganismo suele formar parte de la microflora humananormal, puede producir infecciones oportunistas importantes en las condiciones apropiadas. Los factores que pueden predisponer a un individuo a infecciones graves por S. aureus incluyen los siguientes: Defectos quimiotácticos de los leucocitos, sean congénitos o adquiridos. Defectos en la opsonización (p. ej. hipogammaglobulinemia). Defectos en la destrucción intracelular de las bacterias después de la fagocitosis (p. ej., enfermedad granulomatosa crónica). Lesiones cutáneas (p. ej., quemaduras, incisiones quirúrgicas, eccema). Presencia de cuerpos extraños (p. ej., suturas, catéteres intravenosos, prótesis). Infecciones por otros agentes, particularmente virus (p. ej., influenza). Enfermedades crónicas de base, como tumores malignos, alcoholismo y cardiopatías. Administración profiláctica o terapéutica de agentes antimicrobianos. S. aureus también puede producir enfermedades mediadas por toxinas, como el síndrome de la piel escaldada y el síndrome de shock tóxico. En éstos casos los microorganismos pueden permanecer relativamente localizados, pero la producción de toxinas potentes causa efectos sistémicos o extendidos. En el síndrome de la piel escaldada habitualmente afecta a los recién nacidos, la toxina exfoliativa causa un extenso desprendimiento de la epidermis y hace que el paciente parezca un quemado. La toxina del síndrome de shock tóxico (TSST-1) tiene varios efectos sistémicos, como producción de fiebre, descamación e hipotensión que potencialmente puede conducir al shock y a la muerte. 1FORBES, Betty. 2004. “Bailey & Scott. Diagnóstico Microbiológico”. 11a ed. Médica Panamericana. Buenos aires, Argentina,. Pág. 294. 2KONEMAN, Elmer W. 1999. “Diagnóstico Microbiológico”. 5a. ed. Médica Panamericana. Buenos Aires, Argentina. Pág. 529. Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 19 Los estafilococos coagulasa (-), de los cuales S. epidermidis es el más frecuente, son menos virulentos que S. aureus, y son patógenos oportunistas. Su prevalencia como patógenos nosocomiales depende tanto o más de los procedimientos y prácticas médicos que su capacidad infecciosa. Las infecciones por S. epidermidis y, con menos frecuencia, por S. haemolyticus y S. lugdunensis, habitualmente están relacionadas con el implante de prótesis (121). Este tipo de intervención médica habitualmente permite la invasión por estos microorganismos no invasores. Dos características del microorganismo que aumentan la probabilidad de infección son la producción de una capa de exopolisacáridos (slime), que facilitan la adherencia a las prótesis implantadas, y la capacidad para adquirir resistencia a la mayoría de los agentes antimicrobianos usados en el medio hospitalario3. Aunque la mayoría de los estafilococos coagulasa (-) se asocian principalmente con infecciones nosocomiales, las infecciones urinarias causadas por S. saprophyticus son claras excepciones. Este microorganismo se asocia con mayor frecuencia con infecciones urinarias adquiridas en la comunidad por mujeres jóvenes sexualmente activas, pero casi nunca se asocia con infecciones nosocomiales. Debido a que los estafilococos coagulasa (-) son colonizadores ubicuos, con frecuencia son contaminantes de muestras clínicas. Este hecho, junto con el surgimiento de estos microorganismos patógenos nosocomiales, complica la interpretación del laboratorio acerca de su importancia clínica. Cuando estos microorganismos se aíslan en muestras clínicas, deben hacerse todos los intentos posibles para demostrar su relevancia clínica en un paciente determinado, de manera de evitar trabajo innecesario e información errónea. 1.2.1.2 Proteína A La pared celular de S. aureus contiene esta peculiar proteína que tiene la capacidad de unirse a la región Fc de la molécula de inmunoglobulina G (IgG) (Fig. 1-5). La proteína A se encuentra unida al peptidoglicano de la pared celular y también puede ser segregada al medio durante el desarrollo. Funciona como un factor de virulencia al interferir en la opsonización y la ingestión de los microorganismos por parte de los leucocitos polimorfonucleares, activar al complemento y estimular reacciones de hipersensibilidad de tipo inmediato y retardado. Ésta proteína es inmunogénica y en los individuos con infecciones graves producidos por S. aureus se encuentran anticuerpos dirigidos contra ella. Su presencia en S. aureus constituye la base de las pruebas de coaglutinación que se utilizan en muchos laboratorios clínicos para la identificación de microorganismos (p. ej., gonococos, determinación de grupo de estreptococos) y para la detección de antígenos bacterianos en líquidos corporales. 3Forbes, Betty. 2004. Op. Cit. Pág. 296 Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 20 Figura 1-5. Unión Proteína A de Staphylococcus aureus/Fracción Fc de IgG. 1.2.1.3 Resistencia a agentes antimicrobianos (resistencia a meticilina) En Estados Unidos de América (EUA), S. aureus ocupa el segundo lugar después de los estafilococos coagulasa negativa como causa de bacteriemia adquirida en el hospital y es una causa letal y potencial en las infecciones. En México, la Red Hospitalaria de Vigilancia Epidemiológica (RHOVE) notificó que los porcentajes de mortalidad entre pacientes infectados con S. aureus varía entre 5 y 70% y que los porcentajes de mortalidad atribuibles pueden ser elevados (50%) (110). Con datos provenientes de hospitales generales, pediátricos, universitarios y de especialidades, esta misma red reportó que en el periodo de 1997-2003, S. aureus ocupó el tercer lugar en morbilidad y el cuarto lugar en mortalidad. Un hospital pediátrico de tercer nivel en México, registró un franco predominio de S. aureus relacionado con bacteriemias nosocomiales (34). Una revisión retrospectiva de 23 años, sobre las infecciones intrahospitalarias en un hospital pediátrico en Guadalajara-México, reconoce que actualmente el género Staphylococcus tiene una prevalencia de 36% en esas infecciones (122). En México, diversos estudios de vigilancia de las infecciones nosocomiales indicaron que de 8.3 a 36% de esas infecciones fueron atribuibles a S. aureus. S. aureus es un agente ampliamente diseminado constituyendo flora comensal del ser humano, principalmente en la piel de axilas, ingles, periné y fosas nasales (70). El surgimiento de cepas de S. aureus multirresistentes representa una respuesta secuencial a la presión selectiva impuesta por la terapia antimicrobiana. Sin embargo, se ha observado que la acumulación y la diseminación de resistencia en S. aureus es producto del intercambio de determinantes de resistencia preexistente portados por elementos genéticos móviles como los plásmidos. El Cuadro 1-3 resume los mecanismos de resistencia identificados en S. aureus para las clases de antibióticos más importantes. El principal impacto de este microorganismo se debe a las cepas de S. aureus resistentes a la meticilina (MRSA), que tradicionalmente se encontraban limitadas al ámbito hospitalario, produciendo infecciones nosocomiales, pero que cada vez cobra mayor importancia como patógeno comunitario Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 21 De los factores que afectan el éxito de la transmisión nosocomial de S. aureus se encuentran los siguientes: características fenotípicas y genotípicas de las cepas, factores del hospedero, esquemas de tratamiento antimicrobiano y medidas de control de las infecciones implementadas en las instituciones. Algunas cepas de S. aureus, denominadas epidémicas, parecen tener la capacidad de distribuirse de maneraexitosa dentro de los hospitales y causar infecciones serias en los pacientes. Los factores involucrados en la epidemicidad son poco claros. Los factores que incrementan la probabilidad de adquirir S. aureus en hospitales incluyen: hospitalización prolongada, procedimientos prequirúrgicos, presencia de catéteres o prótesis y la permanencia en lugares de alto riesgo: Unidades de Cuidados Intensivos, sala de neonatos y unidades prequirúrgicas, entre otras (122). Por otro lado, la portación nasal en el personal hospitalario y pacientes varía de acuerdo a diversos factores propios de la población en estudio y puede ser permanente o intermitente, y tanto de cepas susceptibles como resistentes a los antimicrobianos. Debido a esto se ha hecho presente la prevención de infección nosocomial por MRSA mediante el manejo de portadores (108). Cuadro 1-3. Mecanismos de resistencia identificados en S. aureus Estudios confirman una tasa de portación nasal de S. aureus en funcionarios de salud que se aproxima al 30% descrito en otros estudios, correspondiendo un tercio de las cepas de SARM (70). Otros estudios demuestran que 90% de los infectados por S. aureus en las Unidades de Cuidados Intensivos son portadores de la misma cepa, y si el agente portado corresponde a una cepa resistente a meticilina, el riesgo sería aún mayor (20). Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 22 Convencionalmente, S.aureus a partir de una puerta de entrada cutánea o mucosa podrá provocar una lesión localizada con participación de piel, células subcutáneas y/o glándulas anexas (81). Por vía de bacteriemia eventualmente podrá originar focos a distancia: neumonía, meningitis, abscesos viscerales, artritis, osteomielitis, endocarditis, así como manifestaciones sistémicas mediadas por toxinas. Los procesos que más frecuentemente condiciona en la experiencia de médicos de atención primaria, son los forúnculos y las foliculitis. El forúnculo se caracteriza por asentar en un área de piel eritematosa y caliente, ser doloroso y con un importante componente fluxivo. Puede drenar espontáneamente o requerir de drenaje quirúrgico. En otros casos la infección por SAMR se presenta como una celulitis de variable localización, indiferenciable de la producida por Streptococcus β hemolítico del grupo A, factor a considerar en el momento de abordar el tratamiento empírico de esta entidad. Muchos pacientes han referido, cualquiera que sean las características de la lesión cutánea, la sensación de haber recibido una picadura de insecto, sin haberse confirmado esa posibilidad. Domina la percepción de un inicio muy brusco, con dolor local y corto tiempo después aparecen los elementos fluxivos. La gravedad de la lesión por ésta bacteria radica básicamente en que de no mediar una antibioticoterapia adecuada y rápidamente instituida puede evolucionarse a formas graves, sistémicas y, en ocasiones, mortales. 1.2.1.4 Staphylococcus aureus meticilina resistente, emergente de la comunidad Las infecciones debidas a S. aureus adquiridos en la comunidad (SAMRAC) están aumentando significativamente a nivel mundial. Los aislados de Staphylococcus aureus meticilinoresistentes adquiridos en la comunidad han recibido la sigla CA-MRSA (Community-acquired methicillin resistant Staphylococcu saureus). Se los distingue así de los S.aureus adquiridos en centros de salud a los que se denomina HA-MRSA (Healthcare-associated methicillin resistant Staphylococcus aureus) (118). Hasta fines de la década del 90 en las infecciones de pacientes debidas a MRSA adquiridas en la comunidad se podía demostrar casi siempre que habían existido internaciones previas, frecuente concurrencia al hospital, relación con personal de centros de salud o residencia en geriátricos, por lo que se consideraba que se trataba de HA-MRSA. Los aislados de CA-MRSA, por el contrario, se recuperan en su mayoría de pacientes jóvenes, previamente sanos, que no han tenido contacto previo alguno con centros de salud. CA-MRSA difiere de HA-MRSA en varios aspectos: 1) No exhiben la resistencia conjunta a otros antibacterianos que es característica de los HA-MRSA, sino que son solamente resistentes a todos los betalactámicos y ocasionalmente a macrólidos y azálidos (Cuadro 1-4). 2) Carecen de los factores de riesgo característicos de las infecciones por HA- MRSA. Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 23 3) Presentan factores de virulencia específicos que incluyen: a) Leucocidina de Panton-Valentine (39); ésta es una citotoxina que produce destrucción de los leucocitos y necrosis tisular y que está asociada a la neumonía necrotizante estafilocócica (71); y b) Producción de exfoliatinas. 4) Se reproducen con extrema rapidez. 5) Finalmente, la meticilino-resistencia está asociada a alelos del gen SCCmec IV y/o V diferentes de los que son responsables de la meticilino-resistencia en HA- MRSA (65), generalmente mecI y II (Cuadro 1-5). Cuadro 1-4. Características de CA-MRSA diferenciales con HA-MRSA en relación a los antibacterianos. CA-MRSA HA-MRSA Sensibilidad a βlactámicos No No Sensibilidad a aminoglucósidos Sí Raro Sensibilidad a macrólidos Frecuente Raro Sensibilidad a claritromicina Frecuente Raro Sensibilidad a RFP y TMS Sí Frecuente Cuadro 1-5. Características de CA-MRSA en relación a virulencia, patogenicidad y características bacterianas. CA-MRSA HA-MRSA Velocidad media de duplicación bacteriana 10 min 40 min (hay cepas que tardan > 10 h) Producción de Leucocidina de Panton Valentine (PVL) > 90% < 20% Alelos del gen SCCmec determinantes de resistencia > 80%, IV-V > 80%, I-II-III Producción de exfoliatinas y enterotoxinas Frecuente Raro En cuanto a la distribución geográfica, los primeros reportes aparecieron en las proximidades del año 2000 en casos ocurridos en Australia, Nueva Zelanda yen comunidades maoríes. Luego aparecieron comunicaciones de su hallazgo en EUA, Suiza, Francia, Uruguay y varios países de Asia (120). Actualmente el país del mundo con mayor incidencia de casos en relación a la poblaciones la República Oriental del Uruguay donde se superan ampliamente los 2000 casos comprobados (118). Hasta recientemente las cepas de S. aureus de la comunidad fueron uniformemente susceptibles a β-lactámicos penicilinasa-resistentes (meticilina, oxacilina y cefalosporinas); sin embargo, durante esta década, brotes de infecciones por S. aureus meticilino-resistentes asociadas a la comunidad (SAMRAC) han sido crecientemente reportadas en el mundo. En muchos lugares infecciones SAMRAC se han convertido en endémicas y más prevalentes que infecciones de la comunidad por S. aureus meticilino- sensibles (SAMS). 1.2.1.5 Perspectiva actual La capacidad de los tradicionales y más recientes factores de riesgo reconocidos para distinguir una infección SAMRAC de infección SAMSAC no está bien definida. Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 24 Estudios de factores de riesgo para infecciones MRSA has sido descritos según estudios retrospectivos en el contexto de un brote entre una población bien definida. La necesidad de datos prospectivos (especialmente entre adultos) impide la habilidad del clínico para determinar apropiadamente qué pacientes requieren tratamiento empírico para infecciones MRSA y cuáles no. En un estudio reciente de 180 adultos con infección estafilocócica de la comunidad, 60% de ellos fueron SAMRAC. Estas infecciones estuvieron asociadas con jóvenes con infección de piel y partes blandas, inhalación de drogas ilegales, encarcelación reciente, bajo índice de co-morbilidad, visitas frecuentes a bares, clubes, lavado de ropas con agua calientefrecuente. Sin embargo la sensibilidad, especificidad y valores predictivos para discriminar factores de riesgo para infección SAMRAC y SAMSAC fueron relativamente pobres (118). 1.2.2. Pseudomonas aeruginosa De las numerosas especies de pseudomonas, hasta hace poco se consideraban patógenos humanos la Pseudomonas aeruginosa, Pseudomonas pseudomallei* y Pseudomonas mallei*. Desde comienzos de la década de 1960, no obstante, otras pseudomonas como P. maltophilia y P. cepacia* han sido asociadas con infecciones, principalmente como patógenos oportunistas en hospederos comprometidos4. Se requiere un pronto diagnóstico de infecciones por Pseudomonas, identificación del aislamiento clínico y determinación de la terapia específica (debido a la resistencia impredecible a los agentes antimicrobianos) a fin de tener un pronóstico favorable. Las Pseudomonas son bacilos Gram (-) no fermentadores, dotados de motilidad y aerobios, algunos de los cuales producen pigmentos hidrosolubles (Fig 1-6). Figura 1-6. Pseudomonas aeruginosa. Agar Cetrimida como medio de aislamiento. *Clasificadas en la actualidad en el género Burkholderia a partir de 1993. Ver ‘Burkholderia. Nueva taxonomía’. 4LENNETE, Edwin H. “Manual de Microbiología Clínica”. 4ª ed. Médica Panamericana. Buenos Aires, Argentina. 1987 Pág. 442. Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 25 Se distribuyen ampliamente en suelo, agua, plantas y animales. La Pseudomonas aeruginosa con frecuencia se observa en escaso número en la flora intestinal normal y sobre la piel de los humanos, es el principal patógeno del grupo. Otras pseudomonas causan enfermedad con poca frecuencia. La clasificación de las pseudomonas se basa en la homología del rRNA/DNA y en características comunes de cultivo. La mayoría de las especies de pseudomonas son saprófitas, y se les encuentra en la tierra, agua y en ambientes húmedos. Su frecuencia en el ambiente hospitalario se debe a que se adapta fácilmente a las condiciones del medio y muestra una resistencia innata a los antibióticos y desinfectantes; además, posee factores de virulencia, y una capacidad para causar un amplio espectro de infecciones oportunistas en pacientes de edad avanzada con padecimientos subyacentes, o donde el sistema inmune ha sido debilitado por terapia inmunosupresora (102). P. aeruginosa ha ganado reputación como un patógeno nosocomial implacable debido a su fortaleza natural a muchos agentes químicos y capacidad para tolerar condiciones adversas. La bacteria tiene preferencia por ambientes húmedos, como los hospitalarios, que propician las interacciones adecuadas, como terapias y tratamientos basados en agua, especialmente de apoyo respiratorio (103). Además, el uso frecuente de antibióticos y su aptitud para utilizar una amplia variedad de compuestos como fuentes de energía (desinfectantes, cremas para limpieza de manos, agua destilada), favorecen su supervivencia en estos ámbitos, en donde otros microorganismos son rápidamente eliminados. El vigor que presenta frente a muchos antibióticos la califica como un patógeno particularmente peligroso. Las características que contribuyen a esta propiedad son: membrana externa que posee una barrera permeable que la hace renuente de manera natural a muchos antibióticos (5), y su hábitat en la tierra, con una exposición continua a secreciones de actinomicetos, hongos, y otros microbios utilizados para la fabricación de antibióticos, explica su resistencia natural a estas sustancias mucho antes de que el organismo llegue al ambiente hospitalario (103). Asimismo, el microorganismo tiende a colonizar las superficies formando una película que le hace insensible a concentraciones terapéuticas de los antibióticos (69). El crecimiento bacteriano con la formación de la película le permite la producción de una cubierta mucosa, que evita que el anticuerpo se una, evitando de esta forma la opsonización y fagocitosis. Este microorganismo ha sido considerado por la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de América como uno de los patógenos humanos más peligrosos (103). Las infecciones por P. aeruginosa rara vez son adquiridas en la comunidad por pacientes inmunocompetentes; sin embargo, cuando se alteran las barreras normales de la piel y mucosas (heridas, quemaduras, intubación endotraqueal, cateterismo vesical, vías venosas), frente a estados de inmunodepresión (senilidad, diabetes mellitus, cáncer, VIH, neutropenia), se reduce la flora bacteriana intestinal que ejerce un efecto protector por el uso de antimicrobianos de amplio espectro, o el paciente es expuesto a reservorios del ambiente hospitalario, puede actuar como patógeno primario5. Bajo estas 5BROOKS, Geo. F. “Microbiología Médica de Jawetz, Melnick y Adelberg”. 16 ed. El Manual Moderno. México D.F., 1999. 699-701. Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 26 circunstancias, P. aeruginosa puede provocar infecciones graves como: bacteriemias, neumonía, infecciones del SNC, infecciones del tracto urinario e infecciones cutáneas en quemados (91). Estas infecciones tienen un curso fulminante y una letalidad extremadamente alta a pesar de un tratamiento antimicrobiano adecuado (31). Este microorganismo también puede causar infecciones de otros sistemas, como: otitis externas y otitis supurativa crónica, queratitis y úlceras corneales, endoftalmitis, artritis séptica y osteomielitis, infecciones gastrointestinales, ectima gangrenoso, infección de úlceras y escaras cutáneas. Estas últimas no significan una amenaza inmediata para la vida del paciente, pero pueden adquirir un curso crónico, en el cual los microorganismos patógenos suelen ser difíciles de erradicar (91). Las infecciones graves y nosocomiales por P. aeruginosa requieren generalmente un tratamiento antimicrobiano asociado con el fin de lograr un mayor efecto bactericida y reducir la aparición de resistencia a ellos. Los antimicrobianos con efecto antipseudomonas comprenden (129): Aminoglucósidos (amikacina, gentamicina) Cefalosporinas de 3ª generación (ceftazidima, cefoperazona) Cefalosporinas de 4ª generación (cefepime) Monobactámicos (aztreonam) Carbapenems (imipenem, meropenem) Fluoroquinolonas (ciprofloxacino) Penicilinas de amplio espectro (ticarcilina, carbenicilina, ticarcilina/ácido, clavulánico, piperacilina, piperacilina/tazobactam, mezlocilina). Los patrones locales de susceptibilidad deben considerarse en la elección inicial del antimicrobiano, mientras que el estudio de la susceptibilidad de la cepa aislada del enfermo orienta el tratamiento antimicrobiano definitivo. Pseudomonas aeruginosa puede causar infecciones nosocomiales graves, las cuales tienen una alta mortalidad. En este contexto, el incremento emergente de cepas resistentes a antimicrobianos es un problema mayor en la práctica clínica. Así, la elección del antimicrobiano apropiado es de vital importancia en las infecciones graves por P. aeruginosa. Conocer a qué antimicrobianos son susceptibles con mayor frecuencia las cepas en cada institución, es fundamental para la elección del tratamiento empírico inicial, ya que los cultivos con estudio de susceptibilidad estarán disponibles recién a las 48-72 horas de incubación (129). Por otro lado, un tratamiento acertado puede acortar los tiempos de hospitalización. 1.2.2.1 Diseminación a nivel mundial (P. aeruginosa metalo-β-lactamasa) En 1980 se detectó por primera vez una enzima metalo-β-lactamasa (MBL) en una cepa clínica de Pseudomonas aeruginosa en Japón. Actualmente diversos grupos de MBL se encuentran diseminados por prácticamentetoda la geografía mundial en Pseudomonas aeruginosa e incluso en otras especies bacterianas (51). Las cepas de P. aeruginosa MBL positivas tienen la capacidad de hidrolizar una amplia variedad de agentes β-lactámicos como penicilinas, cefalosporinas y Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 27 carbapenems. Estas enzimas requieren zinc para actuar y se inhiben por quelantes de metales, tales como EDTA y compuestos tiol. Las dimensiones actuales de este problema emergente son ciertamente muy distintas en función de la localización geográfica: mientras que hay territorios en los que el aislamiento de cepas productoras de MBL es todavía algo excepcional, en otros es ya un problema endémico de proporciones enormes. Entre estos últimos, atendiendo a los datos disponibles, quizá sea Brasil uno de los ejemplos más extremos. Según estudios, cerca de la mitad de las cepas de P. aeruginosa aisladas de los hospitales brasileños son resistentes al Imipenem, antibiótico indicado para tratar infecciones producidas por esta bacteria, siendo casi la mitad de ellas productoras de MBL (8). P. aeruginosa productora de MBL es responsable de epidemias hospitalarias en centros terciarios, lo cual manifiesta la importancia de las medidas de control adecuadas. Asimismo, es responsable de infecciones graves, como septicemia y neumonía (89). Por lo general, la resistencia a carbapenems se atribuye a la producción de MBL. En la actualidad no existen parámetros estandarizados para la detección de organismos productores de MBL. El National Committee for Clinical Laboratory Standards (NCCLS) estableció guías para la identificación de gérmenes productores de β-lactamasas de amplio espectro; las mismas requieren pruebas de confirmación con cefotaxima y ceftazidima en forma aislada o en combinación con ácido clavulánico (78). Las metalo-β-lactamasas son enzimas que pertenecen a la clase B de Ambler y al grupo 3 según la clasificación funcional de Bush‐Jacoby‐Medeiros (89). Característicamente, estas enzimas son inhibidas por agentes quelantes de zinc, como el EDTA (ácidoetilenodiamino tetra acético) y el SMA (mercaptoacetato de sodio) (62). Han sido aisladas y reportadas en numerosos países, incluido Argentina. Los genes que las codifican pueden estar localizados a nivel cromosómico o plasmídico. Estas enzimas hidrolizan una gran variedad de antibióticos β‐lactámicos, incluyendo penicilinas, cefalosporinas (1ª, 2ª, 3ª y 4ª generación) y carbapenemas. No actúan, in vitro, sobre aztreonam. El hecho de actuar sobre carbapenemas hace que su importancia clínica sea aún mayor, ya que estos antibióticos, debido a su amplio espectro de acción y a su estabilidad frente a la acción de enzimas β‐lactamasas de espectro extendido (BLEE), son utilizados como último recurso para el tratamiento de infecciones causadas por bacilos Gram (-) resistentes a otros antibióticos β‐lactámicos. Además, se han publicado diversos trabajos documentando la diseminación de este tipo de enzimas en el ámbito hospitalario, resaltando su importancia epidemiológica. Esto conduce a que la detección de metalo‐β-lactamasas sea determinante para dirigir el tratamiento óptimo de los pacientes y para controlarla diseminación de la resistencia. 1.2.2.2 Burkholderia. Nueva taxonomía El género Burkholderia está compuesto por: bacilos rectos Gram (-), oxidasa y catalasa positivos; con una proporción de G+C que oscila entre el 59 y el 69.5 %. Son Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 28 bacterias móviles con un flagelo polar único o bien con flagelos polares según la especie. Son mesófilos y no esporulados. Su metabolismo es aerobio. Como sustancia de reserva utilizan el polihidroxibutirato. Ecológicamente son saprófitos que intervienen en el reciclaje de materia orgánica. Las bacterias de este género pueden ser patógenas para el hombre y los animales, como Burkholderia mallei agente causal del muermo o para las plantas como Burkholderia cepacia, que a su vez es un patógeno oportunista en enfermos de fibrosis quística y presenta una gran capacidad degradativa de contaminantes orgánicos. Dentro del género Burkholderia hay varias especies que han sido aisladas a partir de muestras clínicas y donde solamente tres se reconocen como patógenos en humanos y en animales: B. mallei, B. pseudomallei y B. cepacia (ésta última considerada como la especie representativa del grupo). Burkholderia cepacia, es un bacilo Gram (-) no fermentador identificado en 1950 por Burkholder como un agente fitopatógeno responsable de la podredumbrede los bulbos de cebolla. Fue originalmente asignado al género Pseudomonas como P. cepacia (23), recibiendo a lo largo del tiempo otras denominaciones como P. multivorans y P. kingii (114). Posteriormente en 1992 pasa a formar parte del género Burkholderia en función de los datos de RNAr; y aunque B. cepacia no forma parte de la flora normal en humanos, se encuentra a menudo como un agente patógeno oportunista asociado a brotes nosocomiales así como a infecciones en pacientes con fibrosis quística y con enfermedad granulomatosa crónica (24). B. cepacia es difícil de aislar debido a su lento crecimiento respecto a otros microorganismos con los cuales comparte un mismo nicho ecológico. Su identificación es una tarea laboriosa y compleja que demanda laboratorios con personal entrenado a fin de evitar los errores o limitaciones que se observan en los reportes clínicos o en estudios sobre microorganismos asociados al medio ambiente. A menudo B. cepacia es reportada como Pseudomonas spp. Para una correcta identificación es necesario emplear medios de cultivo diferenciales, sistemas automatizados y ensayos bioquímicos complementarios (18). Con frecuencia debe recurrirse a métodos moleculares, de alto costo pero de mayor sensibilidad y especificidad (107). El empleo de técnicas moleculares ha puesto de relieve la complejidad taxonómica del grupo, denominado Complejo Burkholderia cepacia (CBc), el cual incluye más de 20 especies (30, 124). Los organismos CBc se encuentran comúnmente en el agua y en el suelo y pueden sobrevivir prolongados periodos en ambientes húmedos. La dispersión persona a persona está documentada; así, muchos hospitales, clínicas, campos para pacientes con fibrosis quística deben aislarse estrictamente, de infectarse con CBc. La diagnosis de CBc agrega aislamiento de bacterias del esputo. Los organismos bacteriales CBc son naturalmente resistentes a muchos antibióticos comunes, como los aminoglicósidos (gentamicina y tobramicina) y polimixina B. Las bacterias son tan resistentes que se las ha encontrado en betadina (un antiséptico tópico común hospitalario) (6). Universidad Nacional Autónoma de México FES – Cuautitlán CAMPO I 29 Los individuos infectados deben tratarse en áreas separadas de aquellos pacientes no infectados para limitar la dispersión, por la extrema gravedad que pueden ocasionar las infecciones a CBc, con rápida declinación en pulmón y concluir en muerte. 1.2.3 Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae, productoras de β-lactamasas de espectro extendido (BLEE) La familia Enterobacteriaceae está formada por mas de 20 géneros bacterianos, más de 120 especies y miles de serotipos (combinación del antígeno somático y el flagelar). Escherichia coli es la bacteria anaerobia facultativa más común de la microbiota intestinal. La colonización por esta bacteria se inicia en las primeras horas de vida y la relación es benéfica para la bacteria y para el hospedero6. En los individuos sanos E. coli de la microbiota no produce ningún daño, sin embargo, en pacientes inmunosuprimidos o cuando las barreras que representa el tracto
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