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1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO PROGRAMA DE POSGRADO EN HISTORIA DEL ARTE FACULTAD DE FILOSOFIA Y LETRAS INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ESTÉTICAS EL MURMULLO DE UN HÉROE RENOVADO. LOS ÚLTIMOS ZAPATISTAS, HÉROES OLVIDADOS ENSAYO ACADÉMICO QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE MAESTRO EN HISTORIA DEL ARTE PRESENTA: NUVI MIREYA DOMÍNGUEZ RODRÍGUEZ TUTOR PRINCIPAL DR. DAVID WOOD INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ESTÉTICAS TUTORES DR. ANTONIO SANTOYO TORRES UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MÉXICO IZTAPALAPA DR. CARLOS YURI FLORES ARENALES UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL ESTADO DE MORELOS CIUDAD DE MEXICO, JUNIO, 2017. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 Agradecimientos A mis padres Marco Antonio Domínguez Rivero y María Cristina Rodríguez Benítez por su ejemplo y amor para no rendirse nunca y sostenerme cuando más lo he necesitado. A David Wood que con paciencia, perseverancia y dedicación me dirigió por este camino académico. A Antonio Santoyo y Carlos Y. Flores que de manera dadivosa me dirigieron con profesionalismo y esmero. A la UNAM por proporcionarme las instalaciones, la educación, un pensamiento crítico y otorgarme la beca durante la maestría. 3 Índice Introducción..…………………………………………………………………………….…..4 I. Los Últimos Zapatistas (LUZ) y el discurso político a) Una traición anunciada: Carlos Salinas y la Revolución mexicana……………………………………………………….…...………...11 b) Sobre la apropiación de lo ajeno: Zapata y los zapatistas en el discurso oficial..…………………………………………………………………..……14 c) Zapata como emblema de la protesta en el México contemporáneo ……………………….……………………………………………………....22 II. LUZ y el discurso académico a) Historiografía de la Revolución Mexicana …………………………………25 b) Historiografía de Emiliano Zapata…………………………………………...29 III. LUZ y el discurso cinematográfico a) Los retratos del pasado zapatista….…..……………………………………39 Conclusiones.………………………………………………………...…….……………....48 Bibliografía...………………………………………………………………………………50 Filmografía.………….………………………………………………………………….....54 4 Introducción Mi libro y otros documentos hacen ver cómo siempre se quiso desplazar a los seres de Anenecuilco y cómo nunca se les pudo desplazar, porque tuvieron esa fuerza, esa que yo llamo la raíz, que es lo que hace que a los árboles no los tumbe el viento. Jesús Sotelo Inclán ¿Qué pasaría si viéramos en comerciales que a Zapata lo llamarán ladrón, bárbaro monstruoso o sediento de sangre? ¿O que tiene un don especial para combatir el alcoholismo de los campesinos de Morelos?, y ¿Qué gozaba de un aura sexual? A nuestra sociedad actual mexicana nos parecería una broma o mentira, sin embargo, así se le ha nombrado en la prensa mexicana durante el porfiriato (1876 a 1911) 1, en la gestión de Carranza (1917-1920)2 y con Álvaro Obregón (1920-1924)3. La figura del caudillo ha sufrido una serie de transformaciones discursivas por los grupos gubernamentales a través del tiempo. Esta tesis tiene el objetivo de rastrear y explorar tales transiciones mediante un estudio de caso con el documental Los últimos Zapatistas. Héroes Olvidados (LUZ). El propósito es analizar la representación que se realiza de Zapata en LUZ desde 1 Ilene O´Malley, The Myth of the Revolution. Hero, Cults and Institutionalization of the Mexican State, 1920-1940, New York/Westport/Connecticut/London, Greenwood Press, 1986, pp. 41-70. 2 O´Malley,The Myth, 1986, pp. 41-70. 3 O´Malley,The Myth, 1986, pp. 41-70. 5 la mirada del director morelense Francisco Taboada4 (1973- ) en comunión con ciertas influencias intelectuales e ideológicas5 de la sociedad mexicana y, concretamente, el imaginario6 de doce ancianos zapatistas y algunas mujeres que presenciaron dicho periodo histórico. Me interesó analizar a LUZ tanto en su contexto histórico-social como en su forma cinematográfica. La figura del insurgente se va delineando tanto en la investigación, como en los lugares de distribución y exhibición del film. En el año de 19887 en el Estado de Morelos el director entrevista a hombres y mujeres de aproximadamente cien años de edad que habían participado o eran testigos del quehacer del Ejército Liberador del Sur comandado por Emiliano Zapata. La idea original era recoger los testimonios de los zapatistas para hacer un archivo histórico oral y visual. Sin embargo, dos acontecimientos más lo estimularon a realizar en el documental. El primero fue que al entrevistar a los veteranos se dio cuenta que el problema agrario y el estado de marginación actual en el que vivían los insurgentes era igual que el de la época de la Revolución mexicana. El 4 LUZ es el tercer film de Taboada, el primer documental y largometraje. 5 Terry Eagleton sostiene que el concepto de la ideología es sumamente controversial porque se le ha definido de muchas maneras e incluso contradictorias. En este trabajo no indagaremos en la discusión porque no es el tema de la tesis, sin embargo, lo entenderemos como el conjunto de ideas políticas en común de un grupo o clase social. Para ahondar en el tema véase: Terry Eagleton, Ideología. Una introducción, Barcelona, Paidós, 1997. 6 Según Denis Moraes “En el imaginario social se plasman las visiones de mundo, modelan conductas y estilos de vida [puede] ser un factor regulador y estabilizador, también es la facultad que permite que los modos de sociabilidad existentes no sean considerados definitivos y como los únicos posibles, y que puedan ser concebidos otros modelos y otras fórmulas. Esa concepción dinámica del imaginario nos posibilita observar la vitalidad histórica de las creaciones de los sujetos - esto es, el uso social de las representaciones y de las ideas. Los símbolos revelan lo que está detrás de la organización de la sociedad y de la propia comprensión de la historia humana. Su eficacia política va a depender del grado de reconocimiento social alcanzado por la producción de imágenes y representaciones en el cuadro de un imaginario específico a una cierta colectividad, la cual designa su identidad haciendo una representación de sí; marca la distribución de los papeles y posiciones sociales; expresa e impone creencias comunes que determinan principalmente modelos formadores. Las significaciones imaginarias despertadas por tales imágenes establecen referencias simbólicas que definen, para los individuos de una misma comunidad, los medios inteligibles de sus intercambios con las instituciones.” Denis Moraes, “Imaginario social, cultura y construcción de la hegemonía” en Contratiempo. Revista de cultura y pensamiento [ versión electrónica], recuperado el 20 de diciembre del 2013, disponible en: http://www.revistacontratiempo.com.ar/moraes_imaginario_cultura_hegemonia.htm 7 “Premian el documental Los últimos zapatistas, héroes olvidados, único filme 100% morelense”, en La Jornada, México, D.F., 13 de diciembre del 2002, p.11 Cartelera, extraído de : “Expediente No. A-05236” en Los Últimos Zapatistas, Héroes Olvidados, México, la Cineteca Nacional [Centro de Documentación,2005. 6 segundo fue cuando unos franceses se interesaron por adquirir el archivo histórico de Taboada y le ofrecieron 60 mil dólares. El director no aceptó y decidió darle una “coherencia narrativa”8 a su investigación. Aunque Taboada argumenta que el film lo hizo “comercial”9 para que la gente lo viera, la distribución la enfocó a un público intelectual, lo llevó al canal 22 y lo rechazaron10, no obstante lo estrenó en la Cineteca Nacional en el 200111 en la Ciudad de México. Además fue proyectado en más de veinte festivales internacionales entre ellos en Canadá, Alemania, Brasil, Colombia, EEUU y Cuba.12 De estos dos últimos países obtuvo premios13, así como algunas nominaciones14 en México y EU. En el 2005 el documental fue exhibido en el canal 11 de México 8 Golem Producciones Escuela de Cine. Los Últimos Zapatistas “un documental histórico”, recuperado el 28 de mayo del 2002, disponible en www.golemproducciones.com/prod/ultimoszapatistas.htm 9 Golem, “un documental”, 2002. 10 Aunque Taboada no señala cuando fue rechazado por el canal 22 se puede deducir que fue entre 2001 (fecha de su primera exhibición en la Cineteca Nacional) y 2002 que es la fecha en que se publicada la entrevista por internet el 28/05/2002 véase en Golem, 2002. 11 Véase: Blog oficial de Francisco Taboada Tabone, Software Libre. Los últimos zapatistas, héroes olvidados, recuperado el 07 de marzo del 2013, disponible en www.francescotaboada.com/ultimoszapatistas/es/pelicula.htm 12 Entre los que se encuentran el Festival internacional de Cine Latino de Los Ángeles; en el Festival Internacional de Cine en Pennsylvania; en el Festival de Cine Latino de San Francisco; en el Festival Internacional de Cine de Newport Beach; en el Festival Internacional de Cine Latino de Nueva York; Festival de Cine Latino de Cambridge; Festival de Cine de las Américas en Austin; todos ellos en Estados Unidos. Además en el Festival de Cine Latino de Toronto Canadá; Festival Días de Cine Latinoamericano de Hamburgo, Alemania; Festival de Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, Cuba; Festival de Cine Documental de Belo Horizonte, Brasil; en la Muestra Internacional de Cine Documental de Bogotá, Colombia y la XXVII Jornada Internacional de Cine de Bahía, Brasil. (José Flores Ramírez, “Expediente No. A-05236” en Los Últimos Zapatistas. Héroes Olvidados, México, la Cineteca Nacional [Centro de Documentación], 2005.) 13 En el 2003 ganó los siguientes premios: “entre los que destacan a la Mejor Ópera Prima en el Festival de Cine Documental Santiago Álvarez, Santiago de Cuba; Mejor Documental y Mejor Fotografía en el Festival de Cine Chicano de Los Ángeles; Premio a la Excelencia Cinematográfico otorgado por Once TV en el Festival de Cine Latino de Santa Cruz, EU y Premio Especial del Jurado en el Festival de Cine Pobre de Gibara, Cuba.” (Blog oficial de Francesco Taboada Tabone, Software Libre, Currículo, recuperado el 11 de enero del 2014, disponible en http://www.francescotaboada.com/curriculo.htm) 14 Fue nominada como Mejor Documental para Cine en los Premios Imagen, Hollywood 2003; al Mejor Documental en la Fundación Imagen, en Beverly Hills, en California, Estados Unidos (Flores, “Expediente”, 2005) y al Ariel por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, México. En este mismo año Taboada recibió la Presea Cecilio Robelo por parte de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos y el Tecnológico de Monterrey (Blog, Currículo, 2014). 7 en el programa “Abrelatas”15. En este mismo año atrajo la atención del entonces presidente de Venezuela Hugo Chávez16 quien invitó al director a su programa de radio “Aló Presidente”. El mandatario circuló el film en cadena nacional a través de la televisión.17 Se puede concluir que la postura del documental es contragubernamental; demuestra simpatía por algunos grupos subversivos. Se enfocó a la comunidad intelectual aunque logró ingresar al público en general. Uno de los tres análisis que encontré sobre LUZ fue el de Gerardo García18 quien clasifica el documental como participativo19, esto es, el director también es investigador, se le agrega metraje de archivo y utiliza los testimonios para evitar el comentario omnisciente del narrador. Coincido con las características que nombra García pero el inconveniente del texto estriba en que el análisis es escueto debido a que forma parte de la recopilación de otros documentales referentes a la Revolución mexicana. El investigador relata los acontecimientos en el film y asegura 15 Omar Cabrera, “Buscan apoyo para ‘Villa’”, en Reforma, México, D.F., 14 de octubre del 2005, p. 22 Gente, recuperado por La Cineteca Nacional. 16 “En entrevista con La Jornada Francesco Taboada Tabone habló sobre el impulso que se le ha dado al documental mexicano en Venezuela, por iniciativa del presidente Hugo Chávez […]” (Fernando Camacho Servin, “Hugo Chavéz conoce mejor la historia de México que Fox: Taboada” en La Jornada, México, D.F., 24 de noviembre del 2005, p. 12 Espectáculos, recuperado por la Cineteca Nacional.) 17Cesar Huerta, “Tras estar en el programa de Chavéz, el director Francesco Taboada afirma que el Madatario conoce la cultura mexicana” en Reforma, México, D.F., 17 de noviembre del 2005, p. 02 Gente, recuperado por la Cineteca Nacional. 18 Gerardo García Muñoz, “El regreso a la historia: reflexiones documentales sobre la guerra hacia las últimas décadas del siglo revolucionario” en Fernando F. Sánchez y Gerardo García Muñoz, La luz y la sombra. El cine de la Revolución mexicana, México, CONACULTA, 2010, pp.649-671. 19 García retoma de Bill Nichols el concepto de “documental participativo” Véase García, “El regreso”, 2010, p. 53. Nichols sustenta que en el documental participativo el cineasta va al campo de estudio e interactúa con los actantes. En la pantalla se revela la interacción entre el documentalista y el sujeto que puede ser de confrontación o colaboración. Lo que aparece es el grado de involucramiento entre los entrevistados y el cineasta. Se obtiene una impresión emocional de la forma cómo se ve la vida en ese contexto. El cineasta colabora con su perspectiva política e histórica sobre el argumento del film. Si la perspectiva del creador es histórica introduce entrevistas y material de archivo. Puede contener entrevistas con las cúpulas de poder o con los grupos subalternos que presenciaron los acontecimientos. Es una relación desigual de la distribución del poder y quienes están en desventaja son los actantes. Los testimonios suelen traer una fuerte carga emocional lo cual hace al documental muy atrayente. Véase Bill Nichols, Introducción al documental, México, UNAM, 2013, pp. 207-221. 8 que se delinea la figura de Zapata “a través de las sombras movedizas de la memoria oral”20. A diferencia de este trabajo, considero que la imagen de Zapata se traza de manera clara y esto responde a un fin político. Otro análisis es el de Daniel O. Mosquera.21 Éste examina dos documentales de Taboada de la Revolución mexicana, Pancho Villa: La Revolución no ha terminado (2006) y Los Últimos Zapatistas. Héroes Olvidados (2004). Sostiene que son discursos contra-oficiales que desestabilizan la mirada centralista y la mediatización de la memoria debido a que se enfocan a la reminiscencia colectiva y elevan la dignidad de los movimientos armados. Los films se manejan en tres dimensiones temporales: 1) el manejo del tiempo de los archivos; 2) la recolección del tiempo; 3) la utopía del tiempo. El primero se refiere a todos aquellos vestigios que quedaron de la Revolución como son las imágenes de archivo, fotos, muñecos y monedas propios de ese tiempo. El segundo alude a los testimonios de los sobrevivientes de la guerra y el tercero se refiere a la vitalidad de la utopía que permea tantoel pasado revolucionario como el presente de los zapatistas dando forma a este último tiempo y reescribiendo el pasado. Este autor coincide con García Muñoz en el sentido de que las problemáticas actuales renuevan a la Revolución, esto es, las imágenes de Zapata y Villa regresan de la historia a causa de las políticas neoliberales y la globalización. En el tercer trabajo, Claudia Arroyo22 sostiene que el documental amplía la visión del fenómeno al darle voz al grupo que lo vivenció. Concuerdo con Mosquera y Arroyo mi trabajo contribuiría en analizar la construcción de un héroe tanto por los discursos gubernamentales para 20 García, “El regreso”, 2010, p.650. 21Daniel O. Mosquera, “Close Up on The Mexican Revolution: memory and archive in Taboada Tabone´s documentary films”, en Journal of Latin American Cultural Studies, Volume 20, Number 4, 1 December 2011, pp. 397-417, [revista electrónica], recuperado el 02 de junio del 2013, disponible en: http://www.tandfonline.com/doi/pdf/10.1080/13569325.2011.631989 22 Claudia Arroyo Quiroz, Echoes of the Mexican revolution: cinematic and museographic approaches to history in the 2010 bicentenary en Journal of Latin American Cultural Studies, Volume 20, Number 4, January, 2011, pp. 377-395, [revista electrónica] recuperado el 28 de diciembre del 2016, disponible en: http://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/13569325.2011.640623?journalCode=cjla20 9 legitimarse en el poder como por los grupos contra gubernamentales, debido a que en el film el Caudillo del Sur es evocado tanto por los insurgentes del sur de 1910 como por el presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) con dos contenidos y fines diametralmente distintos. El texto se divide en tres secciones. La estructura de los capítulos tiene la intención de demostrar que la figura del insurgente se ha transformado en el tiempo, el espacio, por diversas ideologías e intereses. Algunos de estos han alimentado al Zapata de Taboada. Debido a que el discurso político es un punto nodal en LUZ, lo analizó en el primer capítulo. Lo nombré “Los Últimos Zapatistas (LUZ) y el discurso político”. Este capítulo lo dividí en tres, el primer apartado lo nombre “Una traición anunciada: Carlos Salinas y la Revolución mexicana”; en él se analiza la traición a la Revolución mexicana realizada por el mandatario Carlos Salinas de Gortari el cual contravino el logro de la lucha zapatista a través de la contrarreforma del artículo 27 y a pesar de ello se autonombró defensor de los principios revolucionarios. Agregué en el segundo apartado la descripción de cómo el insurgente sureño y la Revolución han sido incorporados en los discursos oficiales para que el mandatario en turno se legitime en el poder. La llamé “Sobre la apropiación de lo ajeno: los zapatistas en el discurso oficial”. En contraparte de dichos discursos gubernamentales se encuentran los de los grupos subversivos. El film muestra dos movimientos contemporáneos contragubernamentales, estos son: el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, (el EZLN se hizo público en 1994) y la lucha social en Tepoztlán en contra de la construcción de un club de golf (1995). El primero es el continuador de la lucha zapatista y el segundo representa el ejemplo de una comunidad que defiende su tierra ante los embates gubernamentales. Con estas acciones la lucha de 1910 sigue vigente. Expongo el modo en que el EZLN le agrega elementos mágicos al insurgente del sur, agrego la similitud ideológica 10 entre los dos movimientos sociales y el zapatismo de 1910. A este tercer apartado lo titulé “Zapata como emblema de la protesta en el México contemporáneo.” El segundo capítulo nació a causa de que me percaté que Taboada tenía una forma particular de pensar las acciones de los viejos zapatistas y su líder, así como de la Revolución Mexicana. Esto respondía a una manera intelectual de percibir dichos fenómenos. Con el afán de detectar las posibles influencias en el film agregué este capítulo que llamé “LUZ y el discurso académico”. La primera y segunda sección de este apartado los nombré “Historiografía de la Revolución Mexicana” e “Historiografía de Emiliano Zapata”, respectivamente. Ambos son temas entrelazados, dividí la historiografía en dos debido a que se han analizado de manera profunda por separado, además consideré que sería más comprensible para el lector. Esto me permitió detectar cuales corrientes coinciden con LUZ y con cuáles divergen por cada rubro. En el tercer capítulo analizó filmes que abordan la figura de Zapata tanto en la ficción como en el documental. Lo denominé “LUZ y el discurso cinematográfico”. El apartado de este capítulo lo titulé “Los retratos del pasado zapatista”. En este se advierte cómo se ha delineado la figura del insurgente en seis filmes y se señala las diferencias o semejanzas con LUZ. Por último, se analizan los recursos estéticos por los que el director de LUZ delinea a Zapata, dándole una personalidad y una carga emotiva al film para convencer a la audiencia de su punto de vista. Con lo anterior pretendo mostrar que la figura de Zapata cambia de acuerdo con las necesidades sociales o intereses de los grupos gubernamentales. Si bien estos últimos se han nombrado continuadores de la Revolución mexicana y de las obras de Zapata, para los grupos subalternos funciona como emblema contra-gubernamental. Paradoja en el uso de dicho ícono. A continuación se verá cómo se va construyendo ésta complejidad. 11 I. Los Últimos Zapatistas (LUZ) y el discurso político a) Una traición anunciada: Carlos Salinas y la Revolución mexicana LUZ versa, en su mayoría, sobre los testimonios de los integrantes del ejército de Zapata en 1910 en contra de dos regímenes gubernamentales: el de Porfirio Díaz y el de Carranza23. Se narra el hambre, la desesperación, la violación, la desaparición y la persecución contra civiles. El Zapata y la Revolución de Taboada son contra-oficiales debido a que al referirse al pasado, muestran las penurias que vivieron los campesinos al luchar en la Revolución Mexicana de 1910 y los limitados logros agrarios que se obtuvieron a partir de ésta. En el presente, evidencia la manera en que el presidente Carlos Salinas de Gortari ha contravenido dichos triunfos agrarios de la Revolución. Una de las conquistas de la lucha zapatista fue la creación del artículo 27 constitucional que autorizaba de manera gratuita la redistribución de parcelas a campesinos sin tierra y a antiguos trabajadores de haciendas. Mientras los campesinos24 trabajaran las tierras 23 Womack sostiene que entre Carranza y Zapata había una franca diferencia. A Carranza no le interesaba hacer valer las exigencias agraristas vertidas en el Plan de Ayala y entre sus enemigos el que más le preocupaba era Zapata. El plan de Ayala, desde la perspectiva de Knight, fue el documento donde los zapatistas depositaban sus exigencias para cesar la lucha armada. Éste fue expedido el 25 de noviembre de 1911. En él se detallaba un programa de distribución de tierras, la condiciones de indemnización y provisiones para las viudas y huérfanos de los revolucionarios. En contraste a los otros programas de reforma de la tierra donde se obligaba al campesino a demostrar que eran dueños de las tierras, en el Plan de Ayala se exigía a los hacendados a demostrar que eran dueños de la tierra para poder mantenerlas. Véase John Womack, Zapata y la Revolución Mexicana, México, Siglo XXI, 1987 y Alan Knight, La Revolución Mexicana, México, FCE, 2010. 24 Según Frank Tannenbaum (citado por Laura Radall (ed.), Reformando la Reforma Agraria Mexicana, México, UAM Xochimilco, 1999, pp. 85-92.) 12 nadie se las podía quitar, ni siquiera el gobierno federal, a menos que la remplazara por otra. La únicaforma en que la tierra podía ser devuelta era por el abandono del cultivo o la muerte sin herederos y de ser así, era entregada a otro campesino sin tierra.25 Además para evitar que se generara otra vez el cacicazgo26 se ponía límites máximos a la extensión de la propiedad privada individual. El mandatario Carlos Salinas de Gortari ejerce la derogación de este artículo en 1992, con ello institucionaliza el control y regulación de las organizaciones subalternas por los grupos más poderosos ubicados en el Estado y en la economía política global. Al darle a los ejidatarios el derecho a decidir acerca del uso, arrendamiento o venta de parcelas permitió legalizar prácticas ilícitas que se estaban generando con anterioridad como la protección de latifundios. La contrarreforma, siguiendo a Harvey, implicaba el fin de la redistribución de la tierra y la continuación del dominio político y económico de la clase terrateniente. Se trata de una relación público-privada de reproducción de dominio. Es por ello que se encuentran dos personajes en contraposición en LUZ: Zapata y Carlos Salinas de Gortari. El film traza esta vinculación de manera irónica citando el siguiente discurso de Salinas en un material televisivo indicando tanto al mandatario como a este tipo de material audiovisual como mentirosos. Hemos iniciado una profunda reforma campesina, luego de muchos años de crisis en el campo, alentamos una nueva reforma agraria de los propios campesinos hecha por ellos y para ellos. Es una reforma con dos grandes instrumentos, el primero el cambio del artículo 27 constitucional que da seguridad y más libertad a los campesinos para decidir por sí mismo lo que quieran hacer con sus tierras y el segundo, llevar más recursos para el fomento a la producción y el mejoramiento de la vida campesina. Así pronto veremos al campo mexicano emerger, vigoroso y renovado.27 25 Radall, Reformando, 1999, pp. 85-92. 26 El levantamiento zapatista se debió al cacicazgo en Morelos. 27 Discurso pronunciado por Carlos Salinas de Gortari, en el 63 aniversario de la fundación del PRI, el 04 de marzo de 1992. Véase en Luis Enrique Concepción Montiel, El discurso presidencial en México. El sexenio de Carlos Salinas de Gortari, México, Universidad Autónomo de Baja California/ Miguel Ángel Porrúa, México, 2006, p. 541 13 A esta secuencia le sigue el testimonio del ingeniero agrónomo Wolfango Aguilar Flores que señala que la contrarreforma de Salinas hizo de la tierra una mercancía para beneficio de los grandes capitales extranjeros traicionando a Zapata. También el hijo de Zapata, Mateo, expresa que las tierras que se están vendiendo son utilizadas para la construcción y no para el campo. Para apoyar la veracidad de estos testimonios el realizador yuxtapone imágenes de dos anuncios, por una parte los morelenses ofrecen sus tierras para la venta, y en otra se puede leer: “Zapata perdonaba todo menos la traición paisano ¡no vendas tu tierra!” En seguida Margarita Zapata, nieta del insurgente, narra que la reforma al artículo 27 provoca la falta de asistencia técnica y económica a los pequeños productores. Añade que los campesinos se ven en la necesidad de vender sus tierras a los grandes terratenientes y con ello se impulsa la migración hacia la ciudad trayendo la pobreza, la delincuencia, la prostitución, la violencia, el deterioro ambiental “en aras del progreso mundial”. Mientras oímos este testimonio vemos tomas de basureros, así como camiones que contaminan el aire. A través del montaje se desarma el discurso pseudorevolucionario del mandatario. A pesar de lo anterior, Salinas dijo comprometerse a los principios de la Revolución y ser seguidor de Zapata: discursivamente nunca se apartó de la Revolución. Describió su propuesta como el “liberalismo social” que significó “la reforma de la Revolución”28. En LUZ se expone el VI informe de Gobierno de Carlos Salinas de Gortari: La reforma de la Revolución Mexicana exigió recoger, actualizar y proyectar lo mejor de liberalismo social, que es propuesta y no doctrina. Con Otero y Arriaga se comprobó que una sociedad civil vigorosa fortalece a un Gobierno democrático. Con Juárez se confirmó el propósito republicano y nacionalista de libertad y soberanía, y con Zapata el legado de las 28 Concepción, El discurso, 2006, p. 539 14 grandes luchas sociales y la transmisión de los valores fundamentales. Ellos inspiraron la modernización nacionalista y popular de estos seis años.29 Concepción Montiel señala que en este discurso de Salinas, tanto Benito Juárez como Emiliano Zapata son vinculados con el liberalismo social. No obstante, ambos representan temporalidades y objetivos distintos. El primero contribuyó a la reforma de la Constitución de 1857 y en el nombre del liberalismo destruyó a la propiedad comunal y perjudicó a los campesinos. Estas injusticias fueron algunas de las causas que provocaron la Revolución. Zapata contravino estas reformas suscitadas por el liberalismo económico. Igualar en la “misma línea ideológica y reformista a estos dos personajes es en sí una contradicción”30, asegura Concepción Montiel. El segundo punto de incompatibilidad se encuentra en lo que nombró “liberalismo social”: término que utilizó para justificar su aplicación del neoliberalismo31 que creó beneficios a unos pocos y pobreza a la gran mayoría de la población. De esta manera, se puede concluir que el discurso de Carlos Salinas de Gortari con respecto a Juárez y Zapata es un “lenguaje que traiciona significados”32 a causa de que está impregnado de contrasentidos y no tiene que ver con los acontecimientos históricos sino con los intereses del propio mandatario. Así LUZ coincide con otras miradas intelectuales sobre la traición que hace Carlos Salinas con respecto a la imagen y significado de Zapata. 29 Discurso pronunciado por Carlos Salinas de Gortari, en el 63 aniversario de la fundación del PRI, el 04 de marzo de 1992. Véase en Concepción, El discurso,2006, p. 541 30 Concepción, El discurso, 2006, pp. 539-541 31 “Se entiende como neoliberalismo a “una economía de mercado y en una menor participación del Estado en los asuntos económicos. En general, el neoliberalismo propugna un estado mínimo, siendo el núcleo de sus propuestas el poner fin a la tutela social por parte del estado y eliminar gradualmente los mecanismos de redistribución de la renta. Además, desregularizar el mercado de trabajo, privatizar el sector público y dejar que las leyes del mercado libre autorregulen la vida económica de la sociedad.” (Concepción, El discurso,2006, p. 550) 32 Concepción, El discurso, 2006, p. 542 15 En el siguiente apartado, veremos cómo el imaginario Salinista de Zapata se inserta dentro de una adjudicación oficialista más amplia del caudillo revolucionario en el siglo XX mexicano. b) Sobre la apropiación de lo ajeno: Zapata y los zapatistas en el discurso oficial ¡Basta ya! No persistamos en la aberración de negar lo más puro de nuestra historia: nuestra Revolución. José López Portillo En seguida se hará un recorrido a través de la figura de Zapata en el discurso oficial33 para analizar cómo se ha transformado el imaginario sobre el insurgente en los diversos gobiernos, hasta llegar al beneplácito gubernamental que moldea el ícono de acuerdo a los intereses del mandatario en turno. Asimismo, se verá como Taboada hace uso de algunos de los recursos gubernamentales a pesar de que su Zapata es contra-oficial. Durante la gestión de Díaz y Carranza la prensa nacional se encargaba de narrar aterradoras historias en torno a él.34 Suimagen era ignorada u odiada, los únicos grupos sociales que lo aceptaban eran los campesinos y otros grupos colindantes de Morelos35. Por ejemplo la 33 Se le llama historia oficial a la interpretación de los hechos o personajes históricos a favor de los intereses del grupo dominante. Carlos Aguirre Rojas argumenta que la historia oficial no es estática sino que cambia de acuerdo a los intereses temporales, económicos y políticos de cada grupo hegemónico en turno. De esta manera es difícil establecer una sola historia oficial porque cada presidente mexicano ha vestido a la Revolución de acuerdo a los intereses del grupo en el poder de ese momento, así que se puede hablar de las diferentes historias oficiales de acuerdo a cada mandatario y el grupo que representan. La línea continua que se puede rescatar de esta diversidad de interpretaciones con referencia a la Revolución, desde los gobiernos posrevolucionarios hasta los regímenes priístas, es que han utilizado a la Revolución Mexicana para sustentarse en el poder. Véase Carlos Aguirre Rojas, Mitos y olvidos en la historia oficial de México. Memorias y contramemorias en la nueva disputa en torno al pasado y del presente histórico mexicanos, recuperado el 6 de abril del 2013, en: http://www.culturahistorica.es/aguirre_rojas/mitos_y_olvidos.pdf 34 O’ Malley, The Myth, 1986, pp. 41-70 35 Entre las líderes de las distintas zonas zapatistas había diferencias, tema que se abordará más adelante. http://www.culturahistorica.es/aguirre_rojas/mitos_y_olvidos.pdf 16 Revista de Revistas anunció que los integrantes del Ejercito Liberador del Sur “aparecieron en varias cuevas… algunos tipos de… rebeldes, despóticos irreductibles [y] sedientos de agitación”36. Cuando es asesinado se podía leer en la prensa ¡Viva el supremo gobierno! ¡Abajo el bandidaje!"37 Otro decía que las bandas tocaban “dianas” festejando38. Se le nombró “el sanguinario cabecilla”39, “el terrible bandido”40 y se le adjudicaba no pertenecer a la raza humana41. Además en esa época se le comparaba con Atila el rey de los hunos, por los crímenes de este último y el saqueo de Roma.42 En 1919 Álvaro Obregón se alía con los zapatistas para derrocar a Carranza. El primero sube al poder43 y es el inicio de una larga historia del discurso oficial a favor del Caudillo del Sur. La prensa se encargó de promover este nuevo estatus del insurgente, los periódicos describían su “enigmática figura” “oculta bajo la leyenda de crímenes”; “modesto agricultor indígena,” un “defensor de la democracia,” un hombre de “un patriotismo saludable” quién había luchado por la “futura grandeza de la Nación”.44 Si bien Zapata era aceptado por los campesinos de Morelos, en la clase media de México era rechazado, así que se modificó su imagen para que fuera admitido. Se podía leer en los diarios que era un hombre “accesible para los pobres como para los ricos”45. En los discursos oficiales lo mostraron como una persona preocupada por la lucha de clases y por otro lado apelaron por él con evaluaciones cristianas, a sentimientos nacionalistas y a un código machista. Al lograr la 36 O´Malley, The Myth, 1986, p. 42 cita a la Revista de Revista, 10 de septiembre de 1911, pp.1-3 37 Excélsior viernes de 11 de abril de 1919, p.1 encabezados a ocho columnas. 38 Periódico El Demócrata del viernes 11 de abril de 1919 encabezado a ocho columnas. 39 Excélsior viernes de 11 de abril del 1919, p.1 encabezados a ocho columnas. 40 Excélsior viernes de 11 de abril del 1919, p.1 encabezados a ocho columnas. 41 El Demócrata domingo 13 de abril de 1919. 42 Leticia Meyer, “El proceso de recuperación simbólica de cuatro héroes de la Revolución mexicana de 1910 a través de la prensa nacional” en Historia Mexicana Vol. XLV octubre-diciembre 1995 número 2 COLMEX. 43 Álvaro Obregón gobierna México de 1920 a 1924. 44 O´Malley, The Myth, 1986, p.45.Las dos primeras citas se encuentran en “Como Murió Emiliano Zapata,” El Heraldo de México, 10 de abril de 1921. Sobre las siguientes cuatro citas en “El Sacrificio de Emiliano Zapata No ha sido Estéril,” El demócrata, 10 de abril de 1921. 45Octavio Paz [Sr.], “Hoy se conmemora el Tercer Aniversario de la Muerte del Gral. Emiliano Zapata,” El Heraldo de México, 10 de abril de 1922, en O´Malley, The Myth, 1986, p. 46. 17 aceptación de la imagen de Zapata más allá del localismo morelense y extendiéndolo a otras clases sociales, el nombre de Zapata y sus causas fueron utilizadas por las luchas intragubernamentales para apoyar o desprestigiar a cierto grupo de poder. Cada corriente política se adjudicó las causas revolucionarias como propias. Así de las fanfarrias por la muerte del insurgente en la gestión de Carranza, con Obregón el deceso se vuelve una traición.46 Este último mandatario se autonombró como el heredero de Zapata y de Madero, omitiendo las francas diferencias entre aquellos líderes revolucionarios47. En una actitud paternalista, Obregón fue identificado como el padre de “la gran familia mexicana”. En 1925 los políticos nombraban a Zapata como bandido en mayor o menor grado de acuerdo a sus intereses políticos debido a la lucha entre los callistas y los obregonistas. Obregón había utilizado la imagen zapatista como parte de identidad gubernamental y cuando decidió reelegirse como presidente utilizó la estratagema como continuador de la causa zapatista y a la Revolución Mexicana como “sagrada”.48 Obregón ganó las elecciones y a los pocos días de su triunfo fue asesinado, el 17 de julio de 1928. Durante su campaña electoral a la presidencia, Calles (1924-1928) retoma la imagen de Zapata como una estratagema para soportar las fracciones políticas; la reformista o revolucionaria y la conservadora. Sin embargo, como presidente cesó de su gabinete al sector 46 El diario El Demócrata del 22 de abril de 1921 en la sección editorial nombra a la muerte del insurgente como traición. 47 La revolución maderista proponía un cambio político, es decir, la democratización de gobierno porfirista, a cambio, los zapatistas estaban reclamando los bosques, las tierras y el agua para los campesinos morelenses. Estas diferencias no las concilió Madero al llegar a la presidencia, por el contrario, se les exhortó a los sureños a que se desarmaran. Véase: Felipe Ávila Espinosa, “La trascendencia histórica del zapatismo” en A la caza de cristeros y zapatistas, México, INAH, 2013. Los otros elementos de la ruptura se debieron a que Madero conservó al ejército y a la oligarquía porfirista en el poder. 48 “Ceremonia en el panteón municipal de Cuautla, Mor.” El Universal, 11 de abril de 1928, en O´Malley, The Myth, 1986, p. 55. 18 agrarista y por lo tanto la conmemoración anual de la muerte de Zapata disminuyó. Despolitizando su figura, en 1925 se le impulsa como un hombre romántico y viril.49 En 1929 se le agregan elementos de lo que la clase media capitalina necesitaba oír para aceptarlo: decían que tenía un caballo fino, hablaban de sus dotes como buen jinete, su elaborada ropa de charro y su popularidad entre los campesinos. En 1930 el insurgente se convierte en héroe nacional en la ciudad de México. En los diarios se minimiza la revolución como lucha armada y de cambio, al mismo tiempo se impulsa a la Revolución como una pugna de ideas. En 1931 se le asignó el nombre “Emiliano Zapata” a la calle donde permaneció en la Ciudad de México y en las ceremonias de las escuelas públicas se le comenzó a conmemorar como héroe de gran virtud y patriotismo. El 25 de agosto de ese mismo año el Congreso mexicano votó para inscribir en letras de oro a Zapata y Carranza en la pared de dicho recinto. El primero fue incorporado al apartado de la Revolución Mexicana. A través de adulaciones ypronunciamientos hacia los líderes revolucionarios el gobierno se esforzó por mantener una imagen revolucionaria aun cuando los gobiernos priístas fueran autoritarios con la población. Con Cárdenas (1934-1940) y la reforma agraria Zapata llegó a ser el símbolo supremo de la Revolución. La conmemoración de su muerte se extendió de Morelos hacia el norte, esta última zona era relativamente indiferente hacia el insurgente. La gestión cardenista monopolizó los homenajes a este rebelde ocasionando poca excitación en las remembranzas. En 1936 se expulsó a Calles de México y se le nombró como villano en las conmemoraciones de la muerte de Zapata que se realizaron en todo el país. Cárdenas ordenó en 1938 la transformación del Partido Nacional Revolucionario (PNR) en el Partido de la Revolución Mexicana (PRM) donde se invitaba a las 49 O´Malley, The Myth, 1986, pp. 41-70. 19 clases populares y campesinos a unirse al gobierno, convirtiendo al partido en uno de masas.50 Desde 1940 el gobierno mexicano continuó identificándose con la Revolución y Zapata llegó a ser el mayor héroe revolucionario. El cardenismo, observa Thomas Benjamin, se transformó en la culminación de la institucionalización de la Revolución Mexicana edificando la “tradición revolucionaria” que se conformó por tres aspectos: el festival anual; el Monumento a la Revolución y la historiografía oficial. Todo ello formó una estructura de significados para trasladar el pasado al presente edificando la plataforma en que se montó la propaganda ideológica del Estado en construcción.51 El enaltecimiento de la figura de Zapata fue fundamental en este proceso. En enero de 1946 Miguel Alemán (1946-1952) sustituyó al PRM por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Éste trato de conciliar a las diversas clases sociales y tendió a sujetar y monopolizar la actividad cívica de los ciudadanos del país.52 Según Thomas Benjamin el 20 de noviembre, el Monumento a la Revolución y la historiografía oficial autorizaron y legitimaron al PRI, al régimen en el poder y al Estado posrevolucionario. Según Thomas Benjamin53, la imagen del caudillo y de la Revolución en la visión oficial, a partir de Álvaro Obregón fue parte de un proceso de “cosificar la Revolución Mexicana”, esto es, se entiende como un fenómeno que no pertenece a lo humano sino que es una entidad autónoma con una fuerza viva por sí misma, superior e ineludible a lo humano, inamovible, inalterable y sagrada. Con esto se logró que la idea de la Revolución pudiera ser moldeable a los intereses del grupo en poder en turno. La trayectoria discursiva en torno a Zapata que hemos 50 Concepción, El discurso, 2006, p.570. 51 Thomas, Benjamin, La revolución mexicana. Memoria, mito e historia, México, Taurus, 2000. 52 Concepción, El discurso, 2006, p.571. 53 Benjamin, La revolución, 2000. 20 descrito aquí constituye una pieza central de una “cosificación”. Como vimos en el apartado anterior, bajo el salinismo aún continuaba este acto de legitimación del poder ejecutivo mediante una apelación a los valores y las figuras de la Revolución. Aunque el discurso de Taboada es contra-oficial, retoma la visión priísta de sacralizar tanto a la Revolución como a Zapata, la cual responde a la imagen inmaculada, cosificada54 y sagrada55que concuerda con las perspectivas oficialistas que les dan a los “héroes” revolucionarios. Es el redentor sin cuya presencia no hubiera existido la lucha armada, dejando fuera a la rebeldía social, a otros pensadores y hombres claves que combatieron con él.56 Construye a un líder revolucionario como un héroe solitario y sagrado, más allá de lo que otro ser humano puede o pudiera llegar a hacer.57 Más aún, en el documental de Taboada el Caudillo del Sur tiene una presencia paternalista frente a sus hijos los campesinos, que es la misma lógica del PRI ante el pueblo mexicano.58 El héroe es delineado al estilo del Cristo católico que se sacrificó por los campesinos. El hijo del insurgente, Mateo, enuncia: “Él lo dijo y lo sostuvo hasta su muerte de que jamás dejaría a su gente […] él estaba convencido […] que lo iban a asesinar siempre lo dijo que sólo muerto sus anhelos iban a ser respetados”. Inmediatamente después se observa el metraje de archivo del caudillo y se escucha el corrido: “Gracias a Emiliano Zapata, los pobres cantamos victoria, pero en ello perdió la existencia, que Dios Padre lo tenga en la gloria”. Los siguientes 13 minutos son de silencio para resaltar la imagen del Caudillo, su sacrificio y honor a su muerte. 54 Benjamin, La Revolución, 2000. 55 Benjamin, La Revolución, 2000. 56 Como es el caso de Otilio Montaño: uno de los actantes lo nombra sin embargo Taboada no indaga sobre ello. 57 Gilly sostiene que los líderes revolucionarios nacen gracias a su contexto social. Véase Gilly, La Revolución, 1994. 58Concepción, El discurso, 2006, p.199. 21 La muerte en LUZ se permea de sacralidad, al inicio y al final de la secuencia del fallecimiento de un zapatista enuncia el mismo rezo católico “qué vino a juzgar a los vivos y a los muertos”. Evocan con ello la muerte de la Revolución, una muerte sagrada. Más adelante la traición gubernamental se torna contemporánea al mostrar la contrarreforma de Salinas y las graves consecuencias sociales de ésta. En la actualidad59 los neozapatistas son los encargados de hacer justicia. El ex insurgente Felipe Ramos60 habla con algunos neozapatistas y afirma que en Morelos como en Chiapas el zapatismo también fue traicionado. En seguida en yuxtaposición se presenta a un muñeco de cartón que representa a Salinas y es quemado como al Judas de la tradición judeocristiana que en México se incendia denunciado que éste último traicionó a Jesús. Salinas es presentado como el nuevo Judas que traicionó a la Revolución. Benjamin61 agrega que la sacralidad en el discurso oficial se le atribuye la característica de permanente y pacífica renovación, y por lo tanto se eliminó el carácter subversivo. Sin embargo para Taboada esta sacralidad se vuelve una paradoja debido a que si bien utiliza la imagen de Zapata de la misma manera que el discurso oficial esta sacralidad la reelabora y la transforma en rebeldía. El gobierno al quebrantar lo sagrado de la Revolución y Zapata, así como al renovar la traición, ahora con el rostro de Salinas, invita a que la indignación se potencialice en la audiencia. A pesar de los esfuerzos oficialistas por domesticar a dicha rebeldía sureña y de conseguir introducir algunos tintes gubernamentales en los discursos contestatarios, los grupos 59 En este trabajo se entiende por” actualidad” el tiempo del presente de LUZ, es decir, en el 2001. 60 Testimonio del ex insurgente Felipe Ramos en LUZ a la hora, seis minutos. 61 Benjamin, La Revolución, 2000. 22 subalternos también utilizan la figura de Zapata reelaborándola de acuerdo a sus necesidades y reviviendo su carácter subversivo. Profundizaremos en este tema a continuación. c) Zapata como emblema de la protesta en el México contemporáneo Horacio Crespo62 asegura que Zapata es reconocido como uno de los grandes líderes del siglo XX no sólo en México sino en América Latina y en el mundo: representa el ícono de la memoria histórica del pueblo mexicano. Está presente en la lucha popular, se le vincula con las ideas de justicia y democracia de las clases subalternas de redistribución de la riqueza y reparto de la tierra. Esto lo vemos en LUZ a través de tres grupos subversivos: a los revolucionarios de 1910; el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (1994), reivindican a la organización de la comunidad de Tepoztlán contrael club de golf (1995). Las tres entidades se contraponen a la privatización del campo y el derecho de cada comunidad a la tierra. El primero combatió contra los latifundios para la obtención del territorio a través del ejido que se estableció en el artículo 27; el segundo movimiento, el neozapatismo, luchó para hacer vigente dicho artículo y se contrapuso a su derogación; en el tercero se observa la forma en que el artículo repercute en la comunidad de Tepoztlán.63 62 Hugo Montero, Entrevista a Horacio Crespo. El legado de Zapata, en la Revista Nómada, no. 15, febrero del 2009, pag. 25 y 26. Véase en http://www.unsam.edu.ar/publicaciones/nomada/material/nomada15zapata.pdf 63 Las tierras de Tepoztlán eran ejidales, esto significaba que no podían ser privatizadas y tenían que estar al servicio de la siembra de la comunidad morelense. Al derogarse la figura ejidal en la Constitución mexicana, se permitió que el gobierno federal pretendiera obligar a los tepoztecas a vender sus tierras para el beneficio 23 Taboada entreteje estos tres momentos subversivos a lo largo de la película. En una escena, vemos unas antorchas prendidas de un mitin en long-shot y un subtítulo en letras blancas que dice “Tepoztlán, Morelos 1995”. Se escucha la voz de un hombre que en su discurso acusa al gobernador de asesino y convoca a los manifestantes a que estén dispuestos a dar la vida por la lucha y todas las personas gritan al unísono: “¡no al club de golf!, ¡no al club de golf!” La siguiente toma es poco vista en los medios de comunicación mexicana: la población morelense logra replegar a los granaderos. Esto significa que para Taboada la revolución es posible. El director asegura en el anexo del DVD “Yo creo en la revolución, pero no en la Revolución de 1910, yo creo en la revolución que viene.”64 En el presente, en el film, el encargado de renovar y proseguir el legado de Zapata es el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Según Abelardo Hernández65 este movimiento insurgente nombra al caudillo su “mando histórico” y “general en jefe”, para ellos el insurgente sigue vivo como una entidad sagrada y de inspiración. Lo identifican como un “Votán”, antigua deidad maya que se dedica a regular el ciclo agrícola y que vela por los desvalidos. Representa el símbolo que reencuentra el pasado con el presente. Si bien tanto el discurso oficial como el EZLN y LUZ sacralizan a dicha figura, la primera la utiliza para legitimarse en el poder aun cuando vaya en contra de los ideales zapatistas y revolucionarios. Los del consorcio multinacional de comunicaciones “General Telecommunications and Electronics” y al Consejo Mexicano de Inversionistas para construir en su territorio un club de golf. Los tepoztecas se resistieron a este proyecto y formaron una organización que nació en 1995 y sus gestiones se prolongaron hasta 2011. El tribunal falló a favor de la comunidad gracias a la presión de los pobladores que mantuvieron una férrea organización y preparación política. ( Ana María Salazar Peralta, “El movimiento etnopolítico de la comunidad de los pueblos originarios del municipio de Tepoztlán” en Revista Nuevas Tendencias en Antropología, no. 1, 2010, pp. 186- 198 [versión electrónica], recuperado el 12 de abril de 2013, disponible en: http://www.revistadeantropologia.es/Textos/El%20movimiento%20etnopolitico.pdf 64 Véase en el anexo del DVD: Taboada Tabone Francesco, Los últimos Zapatistas. Héroes olvidados, México, 2005 en la entrevista: “La herida sigue abierta”. 65Aberlardo Hernández Millán, EZLN. Revolución para la Revolución 1994-2005, Madrid, Popular, 2005. 24 segundos representan los intereses de los campesinos y los oprimidos, objetivos que según su mirada son análogos a los de Zapata. De acuerdo a lo anterior, Taboada dibuja el pasado rebelde de dignidad. El metraje de archivo de Zapata, que el documental reemplea de actualidades de la época revolucionaria, es acompañado de corridos, testimonios o silencios que lo enaltecen como un personaje honesto y valiente. Aun cuando el director le da gran peso a la muerte de Zapata debido a que fue traicionado66, decide no utilizar las imágenes de los restos humanos del insurgente: en ellas el cuerpo se muestra disminuido y los hombres que lo rodean lo exhiben de forma indolente, como un trofeo. En cambio el Zapata de Taboada se presenta en plano medio montando a caballo siempre vivo, valiente y justo. Además los ancianos ex combatientes llaman en sus testimonios a su dirigente como “dadivoso”, “verídico”, “generoso”, honesto y que tenía preocupación por la comunidad campesina. Los fines de sus luchas se vinculan con el objetivo de que los campesinos obtuvieran tierra para que pudieran comer y vivir. Al Ejército Liberador del Sur (ELS) también lo delinea de dignidad y melancolía. El capitán Baldomero Blanquet expresa que ya es viejo pero que su dignidad nadie se la quita. El título del film los señala como “héroes olvidados”, la manera de recordarlos es presentando sus hazañas y sufrimientos en la batalla; con esto provoca a un acercamiento emocional entre los actantes y el público. Después exhibe sus nombres y años de nacimiento: oscilan entre 895 y 1901. En el 2001, año en que se hizo la primera aparición pública de LUZ, el más joven de ellos tenía 100 años y el más viejo 106 años. Se presenta en cámara fija en medium shot y en ángulo recto con subtítulos en blanco, se exhiben con actitudes de tristeza, ternura o dignidad; el bloque dura un minuto y veinte segundos. Con todo lo anterior, el realizador logra crear simpatía y 66 Se le llama traición a la muerte de Zapata porque Carranza lo asesina. 25 melancolía por los zapatistas. La melancolía se refiere a una lucha no lograda y más adelante en el film será esta misma emoción el motor para la revolución. Como vimos arriba, gobiernos mexicanos han utilizado la imagen del caudillo para legitimarse en el poder, con el fin de aparentar que están a favor de los campesinos y los grupos subalternos aun cuando sus acciones vayan en contra del pueblo. Una de las formas como lograrlo es quitarle “lo rebelde” a la imagen del caudillo cosificándolo o sacralizándolo para moldear a la figura según sus propios intereses. A pesar de los discursos gubernamentales, el insurgente sigue siendo una fuente de inspiración para los grupos subversivos porque se sienten identificados con sus causas y espíritu combativo, como asegura Margarita Zapata en el documental: “mientras en el mundo exista falta de libertad, falta de democracia, analfabetismo, insalubridad y campesinos son tierra en proyecto de Zapata sigue siendo vigente”. Así, las injusticias sociales han sido uno de los motores que han provocado que la imagen del caudillo siga siendo el estandarte de la lucha presente y futura. A continuación se observará la manera en que el caudillo es transformado por la historiografía de la Revolución mexicana y también los elementos que coinciden con LUZ. II. LUZ y el discurso académico a) La historiografía de la Revolución mexicana Así como los discursos oficiales y los movimientos sociales han recreado a Zapata y a la Revolución, el discurso que sustenta Taboada responde a una serie de transformaciones que han acontecido en torno a su figura en la Historia. 26 De acuerdo a Alan Knight, la Revolución mexicana responde en la Historia a determinadas temporalidades, corrientes e ideologías. La primera generación de escritores en abordar la Revolución había participado directamente en ella o tenían intereses ideológicos con lo que sucedía en ese momento.Algunos eran de “izquierda” y otros de “derecha”.67 En ella se forjó una imagen de la Revolución como “popular, campesina, agraria, nacionalista.”68 En cambio, la segunda generación se construyó en los años cincuenta y sesenta por historiadores profesionales. Knight la llama la “vieja ortodoxia”; según ellos, la Revolución fue “popular, agraria, espontánea” y se caracterizó por la gran participación campesina en confrontación con los terratenientes y el nacionalismo exacerbado. Al porfirismo se le caracterizó como un régimen opresivo, autoritario y extranjerizante. La Revolución fue un cambio sustancial de la gestión porfirista: el nuevo régimen fue radical, nacionalista, reformista y se le nombró “revolución social”69. Esta generación se concentró en los grandes hombres y hechos. Desde 1956 existen en México archivos sonoros en el Instituto Nacional de Antropología que recogen entrevistas con los líderes de la Revolución mexicana70 y en 1960 los llamados “baby-boomers”71 retoman la historia oral. Ellos analizan la historia desde abajo y evitan estudiar a las “élites y los líderes”. Tiempo después a esta tercera generación le interesó ser “objetivos” y, sobre todo en Estados Unidos, enfocaron la atención en los “hechos”73 concretos y cuantitativos. En 1968 el sistema económico y político tuvo mermas lo cual provocó la desmitificación de la Revolución. A finales de los sesenta también surgieron monografías con 67 Alan Knight, “Interpretaciones recientes de la Revolución Mexicana”, en Secuencia, núm. 13, enero-abril, 1989, p.23. 68 Knight, “Interpretaciones”, 1989, p. 24. 69 Knight, “Interpretaciones”, 1989, p. 24. 70 Díaz Sánchez, Pilar, “Las fuentes orales y su contribución de la historia en España”, ponencia presentada en Voces e imágenes en la historia. Fuentes Orales y Visuales: Investigación histórica y renovación pedagógica, Congreso Internacional de Historia, Iruñea-Pamplona, Universidad Pública de Navarra, 7, 8 y 9 de septiembre 2005, p.42. 71 Así los nombra Knight. 27 metodologías nuevas como es la historia cualitativa y la oral. En ésta última la mayor característica fue que se agregó la visión “desde abajo”74. Además surgió la historia regional o local. Después de los sesenta, aparece una cuarta generación en la cual los historiadores se enfocan a escribir sobre los acontecimientos revolucionarios en los estados de la República Mexicana como por ejemplo Aguilar Camín en Sonora,72 Ruíz Cervantes en Oaxaca,73 así como, regionales y locales como La historia de las regiones de Martínez Assad74. Sin olvidar a los que buscan la agregación como son los estudios sintéticos, con temas nacionales con el desarrollo de temas específicos. Otro grupo que se desarrolla en este tiempo son los que estudian las relaciones exteriores en referencia con la Revolución como Friedrich Katz. También surgieron abundantes monografías de temas como el campesinado y el trabajo. Además aumentó la cantidad de monografías con respecto a la educación y las biografías de los militares revolucionarios. De la existencia de múltiples versiones de la Revolución, nacen las interpretaciones globales de la Revolución. Alrededor de 1968 florece un quinto grupo que realiza interpretaciones generales de la Revolución, que Knight llama los historiadores revisionistas. Esta tendencia no es igual que el “revisionismo marxista”75, aunque las dos corrientes historiográficas realizan síntesis históricas; la marxista desde la perspectiva de Knight, tiende a ser esquemática y carente de datos originales de archivo.76 El historiador se refiere por revisionismo a aquella corriente que subraya el papel de las élites, subestima la movilización popular y tiende a pasar por alto los cambios básicos con 72 Knight, “Interpretaciones”, 1989, p. 24 73 Knight, “Interpretaciones”, 1989, p. 25 74 Héctor Aguilar Camín, La frontera nómada: Sonora y la República mexicana, México, Siglo XXI, 1997. 75 Knight entiende por revisionismo marxista a la síntesis de la historia desde las categorías clásicas marxistas correspondientes a la lucha de clases. Véase Knight, “Interpretaciones”, 1989, p.29. 76 Knight, “Interpretaciones”, 1989, p.30. 28 respecto a la mentalidad de la organización popular. Además homogeneiza la historia moderna de México, mientras que afirma la variedad geográfica infinita del país. Alan Knight se encuentra en contraposición de los revisionistas: considera que los cambios que se produjeron en la sociedad civil desde 1910 sí fueron revolucionarios y no porque las élites lo propiciaran sino por las luchas de los campesinos. A su modo de ver, la clase terrateniente perdió control político y social mucho antes de que Cárdenas impulsara la repartición de tierras y los insurgentes consiguieran afectar al capitalismo. Además el poder del Estado de 1910-1940 no era absoluto y pudo ser alterado por las clases subalternas a causa de que la sociedad era más autónoma y tenía mayor poder. La Revolución, para este historiador, fomentó cambios decisivos en la sociedad mexicana77. Aunque no es el mismo lenguaje un documental a un discurso académico, ambos coinciden en su interpretación general de la Revolución. Esto es, tanto LUZ como Knight, coinciden en que la población sabía por qué combatían: tenía conciencia de los abusos que ejercía tanto Díaz como Carranza. Eran grupos organizados que se confrontaron con un Estado que no podía resolver, disminuir, delimitar ni canalizar los conflictos sociales. Ante la incompetencia del Estado y las demandas de la sociedad se mermó el poder gubernamental. Además concuerda con la ortodoxia en el sentido de que la Revolución fue “agraria y popular”, que combatió y derrocó a dos regímenes sin legitimidad y opresores: el de Díaz y el de Carranza. LUZ, en concordancia con los “baby-boomers”, recurre a la historia oral y al análisis “desde abajo”. Con ello recolecta los saberes e interpretaciones populares. Gracias a la historia oral, proporciona saberes alternativos, le da voz a identidades y experiencias silenciadas e 77 Knight, “Interpretaciones”, 1989, p.39 y 40. 29 incide en la lectura crítica de las diferentes versiones del pasado78. Se desplazan las visiones oficialistas e intelectuales en una nueva dirección y se da lugar a los saberes e interpretaciones populares.79 Permite que con la pluralidad de las voces se amplíe el campo de las interpretaciones.80 El film tiene ecos de algunos historiadores como Silva Herzog quien en 1949 argumenta que la Revolución estaba en crisis,81 con Daniel Cosío Villegas quien en 1947 escribió que la Revolución había muerto.82 Posteriormente, a partir de 1968 y con la caída del llamado “Milagro mexicano” los historiadores cuestionaron la vigencia de la Revolución83 hasta llegar con Lorenzo Meyer que actualiza esta premisa afirmando que la Revolución había muerto ante el capitalismo neoliberal.84 También juzga, al igual que los revisionistas, que la Revolución no ocasionó cambios en la situación de los campesinos. b) La historiografía de Emiliano Zapata Los primeros que escribieron sobre el zapatismo fueron Gildardo Magaña y Carlos Pérez Guerrero.85 Magaña fue secretario del líder sureño y escribió Emiliano Zapata y el agrarismo en 78 Leoné, Santiago y Mendiolo, Fernando, “Retos e itinerarios de un encuentro poco corriente”, en Voces, pp.14 y 15; Levi, Giovanni, “Las mentiras del testimonio”. Una provocación conferencia inaugural”, en Voces, pp. 27 y 28; Llona, Miren, “Historia, memoria y oralidad” en Voces, pp. 53-58; Díaz, “Las fuentes”, 2005, p.35. 79 El desplazamiento no se da de manera automática debido a que esto depende la intencionalidad derealizador y de los entrevistados. En esto viene implícito aspectos de poder y subordinación, así como de recursos económicos. 80 Pérez, Garzón, Juan Sisinio, “Sobre las fuentes orales y las realidades virtuales: reflexiones a propósito de los registros de experiencias discontinuas”, en Voces, p.66. 81 Jesús Silva Herzog, “La Revolución mexicana en crisis”, en Cuadernos Americanos, vol. XXXII, marzo- abril de 1947, pp. 29-51, 3n Concepción, El discurso, 2006, p. 201. 82 Daniel Cosío Villegas, “La Crisis en México”, en Cuadernos Americanos, vol. XXXII, marzo-abril de 1947, pp.29-51, en Concepción, El discurso, 2006, p. 201. 83 Benjamin, La Revolución, 2000 y Knight, “Interpretaciones, 1989. 84 Lorenzo Meyer, La segunda muerte de la Revolución mexicana, México, Cal y Arena, 1992 citado por Concepción, El discurso, 2006, p. 2001. 85 John Womack, “Los estudios del zapatismo: lo que se ha hecho y lo que hay que hacer” en Estudios sobre el zapatismos, México, INAH, 2000, pp. 23 y 24 30 México. Felipe Ávila86 sostiene que la obra se forma por dos tomos, publicados en 1934 y 1938 respectivamente, basándose en la experiencia personal de Magaña y fuentes de primera mano: partes militares, entrevistas, telegramas, cartas, planes, programas, manifiestos y conversaciones entre muchos de los principales participantes. Ávila menciona que hay un orden cronológico aunque disparejo que trae consigo anécdotas autobiográficas que perturban los datos históricos.87 El objetivo del zapatista era que se reconociera lo que había hecho el movimiento y el líder sureño, esto es, que habían querido construir un país nuevo, más justo y no era lo que estaba resultado.88 Al ganar los constitucionalistas la contienda, desprestigiaron la figura de Zapata, obtuvieron beneficios y traicionaron las causas revolucionarias. El combatiente quería mostrar la veracidad de sus argumentos, sin embargo, la figura del caudillo del sur es representado de acuerdo a los ideales de sus contemporáneos. El resultado fue una historia faccional y que toma abiertamente partido por su corriente.89 Representa la forma en que la reflexiona el secretario de Zapata y, por lo tanto, no tiene la “objetividad” a la que aspira el historiador de nuestros tiempos. Emiliano Zapata y el agrarismo en México es una crónica desde el origen del zapatismo hasta la caída del maderismo90. Zapata no aparece en primer plano sino es el movimiento agrario del sur. Desde la perspectiva del autor, el agro es una pieza fundamental en la historia de México y de la Revolución, sin embargo, los orígenes de la contienda provienen de 86 Felipe Ávila, “Tres revolucionarios historiadores de la Revolución mexicana: Gildardo Magaña, Juan Barragán y Federico Cervantes”, en Revistas UNAM, Vol. 17, No.17, 1999, pp.67-79, [revista versión electrónica] recuperado el 28 de diciembre del 2016, disponible en: http://www.revistas.unam.mx/index.php/ehm/article/view/2998/23352 87 Ávila, “Tres revolucionarios”, 1999, pp.67-79. 88 Ávila, “Tres revolucionarios”, 1999, pp.67-79 89 Ávila, “Tres revolucionarios”, 1999, pp.67-79 90 Ávila, “Tres revolucionarios”, 1999, pp.67-79 31 la época del colonialismo y se agudiza en el porfiriato.91 Carlos Pérez Guerrero continuó la labor de Magaña escribiendo los restantes tres tomos92 y narra hasta el triunfo de la fracción constitucionalista (1914) y la guerra de esta última contra los zapatistas en 1915. Taboada renueva la denuncia de Magaña: los ideales revolucionarios, esto es, la reconstrucción del país en uno justo se ha traicionado por los que obtuvieron beneficios de la contienda, en este caso Carranza, Carlos Salinas de Gortari, el PRI y la iniciativa privada. Pretende demostrar que es “verdad” su argumento a través del metraje y los testimonios de los viejos insurgentes, tema que abordaré más adelante, dando como resultado una historia segmentada. Sin embargo, Jesús Sotelo Inclán forma la primera generación que escribió sobre Emiliano Zapata y el movimiento sureño dentro del marco histórico con la obra Raíz y Razón de Zapata (1934).93 Indagó en los Archivos de la Nación y en el archivo particular de Francisco Franco, importante jefe del movimiento revolucionario, que le confió este legado. El texto cambió el enfoque que se tenía sobre el líder sureño y el zapatismo94. Inclán Soto encuentra que Emiliano Zapata no era un combatiente solitario por la tierra sino que había una comunidad detrás de él y que la tragedia y la lucha del pueblo eran mucho más grandes que la personalidad del Caudillo del Sur, Sotelo lo relata de la siguiente manera: Realmente, cuando buscaba yo en Emiliano a un combatiente por la tierra, me encontré que no era él un solo combatiente: había un pueblo detrás de él y la tragedia del pueblo y la lucha del pueblo era mucho más grande, pero infinitamente más grande que la de un hombre, y así expliqué yo a Zapata. 91 Ávila, “Tres revolucionarios”, 1999, pp.67-79 92 Ávila, “Tres revolucionarios”, 1999, p. 67 93 John Womack, “Los estudios del zapatismo: lo que se ha hecho y lo que hay que hacer” en Estudios sobre el zapatismos, México, INAH, 2000, pp. 23 y 24. 94 Alicia Olivera y Eugenia Meyer, Jesús Sotelo Inclán y sus conceptos sobre el movimiento zapatista (entrevista), México, INAH, 1970. 32 Zapata no es uno, ni importa el uno, Zapatas son muchos detrás de él, y no detrás de ese momento, porque no me estoy refiriendo nada más a los hombres que iban con él a la lucha, me estoy refiriendo a siglos antes y a muchos lugares lejanos de la República Mexicana, que coinciden todos en la lucha del campesinado por la tierra.95 Sotelo narra que sólo Zapata tomó el lugar que le correspondía en su comunidad Entonces, en la junta del 9 de septiembre de 1909, Emiliano Zapata es nombrado, electo en elección democrática, representante de la junta de defensa de las tierras del pueblo de Anenecuilco, y Emiliano Zapata en virtud de ese mandato es que actuó.96 Es decir, Zapata es un integrante más de su comunidad y no es el héroe solitario como lo han dibujado otros discursos y agrega No le resta grandeza a Emiliano, sino que la acrecienta de modo increíble porque viene a ser ése: representante de una continuidad racial, social, de luchadores y combatientes que están firmemente asentados en su pueblo. […] Muchos movimientos, casi todos los movimientos de la historia de México, tendieron a despojar a los campesinos de sus pueblos para hacer de ellos haciendas o anexos de latifundios, y los indios se sostuvieron, pese a persecuciones y desgracias, firmemente asentados en sus tierras; y eso es Emiliano Zapata, el producto de esa raíz que tiene miles de años.97 Sotelo nombra que Zapata se transformó en un “mito”98, como lo nombra Sotelo Inclán, cuando el imaginario social lo revive con sus necesidades Entonces me interesé en el por qué, y fui recogiendo la vivencia del Zapata no asesinado, sino del Zapata vivo, que es otra tremenda fuente de inspiración e investigación. No porque sea verdadera o no, eso no importa, sino porque es la emoción del pueblo en relación con un caudillo; entonces me interesó mucho el documento de todos los hombres. Estando frente a la tumba de Zapata me acerqué a preguntar a unos campesinos si habían ido a la Revolución; dijeron que sí, y preguntando sobre lo que sabían de Zapata expresaron esta frase: ‘No, el que está muerto allí, el que fue enterrado allí no es Zapata, a Zapata no lo enterraron, Zapata está fuera de allí’.99 95 Olivera y Meyer, Jesús Sotelo, 1970, pág. 11 96 Olivera y Meyer, Jesús Sotelo, 1970, pág. 16 97 Olivera y Meyer, Jesús Sotelo, 1970, pág. 17 y 18. 98 Olivera y Meyer, Jesús Sotelo, 1970, p.14. 99 Olivera y Meyer, Jesús Sotelo, 1970, p.14 33Esta misma idea se reproduce en LUZ, el Zapata vivo y no muerto. Lo logra a través de los testimonios y unos aseguran que sí murió y otros que se fue a vivir a Arabia. También en el metraje de archivo, tema que desarrollaré más adelante. Como lo indica Sotelo, el Zapata vivo, es decir, el mito que perdura y se recrea en las comunidades “no se puede contener en un libro”, lo describe de la siguiente manera: Me tardaría mucho en hablar de lo que es el mito de Zapata; el libro que yo hice fue un libro de raíz, es decir, de lo real; pero cuando yo pudiera escribir no tendría fuerzas para escribir el libro del mito de Zapata, ya que no hay libro que lo pueda contener porque es una fuerza de una proyección viva todavía muy fuerte, pese a que han pasado -este es el cincuentenario de la muerte- 50 años desde la muerte de Zapata y de que podemos ya dar realmente por muerto físicamente al hombre; pero la fuerza de él es extraordinaria, la prueba es que todavía enciende el interés de los historiadores en sus libros, cuyo interés mismo es ése, no es el historiador, es el personaje.100 La fuerza de ese mismo “personaje mítico” es el que perdura en el imaginario mexicano y que influye a Taboada y con 69 años101 de su muerte inspira al director morelense para proseguir con el mito a través del film como ha inspirado a otros creadores como pintores y poetas como asegura Sotelo [El] Zapata mítico, está muy ligado a los poetas, los pintores de México han dado testimonio; han hecho de Emiliano Zapata una figura central. Hasta antes de que apareciera la pintura abstracta, Emiliano Zapata fue un tema obligado de los pintores mexicanos (solamente Diego Rivera debe tener unas diez o quince maravillosas creaciones pictóricas), y en la novela, la poesía popular o semiculta hay muchas imágenes de Emiliano Zapata.102 Desde la perspectiva de Sotelo, los poetas y pintores hicieron de Zapata una figura central y lo ignoran como resultado de una comunidad103. LUZ sigue con la tradición de los creadores. A pesar de ello, el Zapata de dicho documental juega entre los dos bandos, entre la línea del Zapata mítico del imaginario de los excombatientes y como le llama Sotelo “el 100 Olivera y Meyer, Jesús Sotelo, 1970, p.14. 101 Taboada comienza las entrevistas en 1988 y la muerte de Zapata fue en 1919. 102 Olivera y Meyer, Jesús Sotelo, 1970, p.19 103 Adolfo Gilly también sostiene la idea de que todo insurgente es resultado de una comunidad. Véase Gilly Adolfo, La Revolución interrumpida, México, Era, 1994. 34 Zapata intelectual”, es decir, el de la investigación de Taboada y Sara Perrig104 , construyendo el mito intelectual. Sotelo recomienda lo siguiente Había que buscar a Emiliano Zapata en el campo. No sé cómo esté Emiliano Zapata en el campo, supongo que un poco deformado por algunas informaciones intelectuales, pero la fuerza de Emiliano Zapata es muy poderosa, es muy permanente y eso es lo terrible; digo lo terrible para los que han pensado en que se pudiera destruir, muy persistente, porque es la permanencia del campesino necesitado de tierras y de otros beneficios.105 LUZ sale al campo, sin embargo, se permea de la “deformación intelectual” que nombra Sotelo. Julio Rueda106 asegura que desde 1923 se le “atribuyeron [a los zapatistas] palabras que les eran extrañas como ‘Tierra y Libertad’ en lugar del de ‘Reforma, Libertad, Justicia y Ley’107. Las primeras aparecen en el documental tanto en los testimonios como en un intertítulo negro con letras blancas. Aún así, Taboada conserva los elementos que propician que el Zapata del director morelense siga vivo, que Sotelo llama “la base espiritual, tradicional y emotiva de la lucha de Emiliano Zapata”108. Son estos terrenos lo que permiten que el mito siga vivo en el documental y se conecte con el espectador. Es de esta manera que el mito se va transformando y se conserva con vida: atribuyéndole nuevos elementos y conservando algunos que son esenciales en la población para que la sociedad se siga identificando con el héroe sureño. La segunda generación de historiadores la conforma Alan Adamson, John McNeely, Robert Millon, Roberto White y John Womack.109 Desde la perspectiva de Felipe Ávila110, 104 Taboada investigó y con Perring escribieron el guión. 105 Olivera y Meyer, Jesús Sotelo, 1970, p.19 106 Julio Rueda, Reflexiones sobre lla Revolución zapatista (1911-1920) , recuperado el 20 de noviembre del 2015, en: http://www.csub.edu/~tfernandez_ulloa/ZAPATISTAS.pdf 107 Rueda, Reflexiones, 2015, p.03 y Ávila, “La trascendencia”, 20013, p. 74 108 Olivera y Meyer, Jesús Sotelo, 1970, p.20 109 Véase Womack, “Los estudios, 2000, pp. 24 110 Ávila, “La historiografía del zapatismo” en Historia de Morelos. Tierra, gente, tiempos del Sur, México, Navarro Editores, 2009, p. 21. 35 Womack con su obra Zapata y la Revolución mexicana (1968) desde hace 40 años logró el análisis más completo de las causas que originaron el zapatismo, de su composición social y de su tipo de liderazgo. Womack se basó en los archivos de Gildardo Magaña y analiza el movimiento sureño desde el surgimiento del zapatismo hasta 1915.111 Una de las limitaciones que se le han encontrado son de “carácter geográfico-espacial”112 debido a que estudió a los campesinos zapatistas de los valles centrales morelenses, el corazón cañero que fue el núcleo rector de ese movimiento. LUZ coincide con el enfoque de Womack, circunscribe los acontecimientos del film a Morelos: los testimonios con los campesinos; la filmación de los neozapatistas y la revuelta en contra del club de golf. También el tema central lo limita a una problemática de campesinos con hacendados dejando a fuera a otros posibles actores sociales que vivieron en el zapatismo de las periferias como lo demuestran las siguientes investigaciones. Siguiendo a Ávila113, en los setenta y ochenta apareció la tercera generación de historiadores, gracias a que se abrieron otras fuentes como los fondos Emiliano Zapata, Cuartel General del Sur, Genovevo de la O, Soberana Convención Revolucionaria y Jenaro Amezcua, se descubrió que el zapatismo se extendió a otras zonas como en el norte de Morelos, sur del Edo de México y de la Ciudad de México, a la serranía de los estados de México y Guerrero, a las zonas más secas del oriente y sur de Morelos, Puebla y Oaxaca. Cada zona tuvo sus peculiaridades y necesidades. No todo se ceñía a las haciendas e ingenios azucareros, al despojo de las tierras y a campesinos o peones; sino que aparecieron arrendatarios, aparceros, trabajadores textiles, artesanos, tenderos, pequeños comerciantes e intelectuales. Así que las demandas se 111 Ávila, “La historiografía, 2009, p. 24. 112 Ávila, “La historiografía, 2009, p. 22. 113 Ávila, “La historiografía, 2009, p. 23 y 24. 36 diversificaron en rubros políticos como autonomías municipales, la democratización del poder, libertades ciudadanas y el ejercicio de la justicia. También había peticiones para poder establecer industrias y desarrollar actividades productivas. Los trabajos de esta generación se realizaron dentro de lo político y lo cultural con estudios regionales y particulares. Entre los historiadores se encuentra Laura Espejel, Salvador Rueda, Jane Dale Lloyd, Horacio Crespo y Alicia Olivera.114 Además se abrió el “Archivo de la Palabra” que se compone de decenas de testimonios de la llamada la “bola” que nos permite ver los recuerdos, valoraciones e imágenes de los jóvenes guerrilleros. Esta generación115 contribuyó a aclarar la discusión que desde el marxismo116 se realizaba, en este último se decía que el movimiento campesino, por su condición de clase117, no tenía un proyecto viable para la organización
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