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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFIA Y LETRAS MAESTRIA EN ESTUDIOS MESOAMERICANOS EL PAPEL DE LA INFANCIA EN LA COSMOVISIÓN MEXICA. T E S I S QUE PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRA EN ESTUDIOS MESOAMERICANOS PRESENTA: SANCHEZ ZUÑIGA MONICA MONSERRAT DIRECTOR: DR. GUILHEM BERNARD OLIVIER DURAND CIUDAD UNIVERSITARIA 2010 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Agradecimientos: A Dios por ponerme en este camino y por concederme serenidad, valor, impetú y los elementos necesarios para concluir este estudio. Al Dr. Guilhem Olivier Durand por su apoyo, comentarios, sugerencias, por su paciencia y tolerancia a lo largo de este trabajo. A mis sinodales Dra. María Elena Ruíz Gallut, Dra. Berenice Alcantara Rojas, Dra. Martha Ilia Nájera Coronado, Dra. Pilar Maynez Vidal por sus comentarios que me ayudaron a presentar un mejor trabajo. A mis padres que me han brindado su apoyo incondicional, que siempre han estado conmigo, que me enseñaron las herramientas necesarias para enfrentar la vida y que me han dado lo mejor de sí mismos. A mis hermanos, por lo que significan en mi vida, por mostrarme que ante todo hay que dar una sonrisa y por la fortaleza que me transmiten con su compañía y sus consejos. A Raquel por tus enseñanzas, por guiarme, orientarme, por tu paciencia, por tu tiempo y por ser mi amiga. A Fat, Pau, Citla, Cris, por brindarme su Amistad. A Gris, Fili, Arthur, Angelitos por quererme como si fuera su hija. A todos aquellos que me apoyaron para seguir adelante. A todos los que confiaron en mí. A mis hermanos los gemelos Ray Hunahpu y Luis Ixbalanqué EL PAPEL DE LA INFANCIA EN LA COSMOVISIÓN MEXICA. INTRODUCCIÓN 1 I. Significado de la infancia en el mundo mexica. 1.1Los niños en las representaciones pictográficas. 1.2Las edades de la infancia 1.3Nacimientos 1.4La Suerte y los niños 8 15 29 46 II. Rituales vinculados con los niños después del nacimiento. 2.1Lavatorio e imposición de nombre. 2.2Presentación al templo 2.3Ritos de curación 2.4Los rituales de la infancia en la iconografía 57 69 80 94 III. Sacrificios 3.1Sacrificios de niños. 98 IV. Niños y cosmovisión. Niños, dioses y mitos 4.1 Los gemelos y Xolotl 4.2 Ofrendas a las divinidades 4.3 Dioses niños. 125 127 134 137 CONCLUSIONES. 149 BIBLIOGRAFIA 153 1 INTRODUCCIÓN. En la Evolución de la infancia Lloyd de Mause1 condenó el hecho de que no existieran los suficientes estudios históricos sobre la infancia del ser humano, debido a que según su punto de vista, los historiadores sólo se interesaban en relatar hechos públicos y masivos, en los que se involucraran aspectos sociales, económicos y políticos, relegando aquellos hechos privados que se referían al estudio de la familia, la mujer y los niños, tal vez por considerarlos no relevantes en el devenir histórico. De igual forma el Historiador y Pedagogo español Delgado Criado Buenaventura en su Historia de la infancia,2 crítica la labor de los historiadores ya que ninguno se ha comprometido a realizar un estudio sobre esta etapa del ser humano. Y efectivamente, después de una ardua labor de investigación observamos y coincidimos con lo que refieren esos autores, casi no existen estudios sobre la infancia. De los escasos trabajos que se han realizado, tenemos los del historiador francés Phillipe Ariés, quien dedicó gran parte de su vida a investigar y hablar del papel del infante en la sociedad, ejemplo de ello lo vemos reflejado en obras como El niño y la vida familiar en el antiguo régimen,3 Centuries of childhood,4La infancia,5 etc. En dichos textos Ariés propone una ausencia de los conceptos “infancia” y “adolescencia” en las sociedades europeas del s. XVI. Idea de la que parte la principal propuesta de este trabajo y que se contrapone a las afirmaciones de Ariés.6 Sobre la infancia en Mesoamerica, conozco una obra del Dr. Max Shein intitulada Precolumbian Child,7 en donde el autor realiza un estudio de diversos aspectos que rodean al infante, sin embargo trata de 1 Lloyd de Mause, Historia de la infancia, Madrid, Alianza, 1982. 2 Delgado Criado Buenaventura, Historia de la infancia, Barcelona, Ariel, 2000. 3 Ariès, Phillipe, El niño y la vida familiar en el antiguo régimen, México, Taurus, 2001. 4 Ariès, Phillipe, Centuries of Childhod, London, Jonathan Cape, 1962. 5 Ariès, Phillipe, 'La infancia”, Revista de Educación, México, no. 254, 1993. 6Dicha propuesta será comentada más adelante cuando hablemos de la metodología y estructura del trabajo. 7 Shein, Max, Precolumbian Child, Culver city, Labyrinthos, 1992. 2 abordar de manera breve y general todas las regiones de Mesoamerica, lo que impide que tengamos una información completa y clara de la infancia en cada una de esas regiones. El siguiente libro fue coordinado por Traci Ardren y Scout Hutson, The Social Experience of Childhood in Ancient Mesoamerica,8 esta obra reúne los trabajos de diversos investigadores estudiosos de esta superárea cultural y que enfocaron su investigación a la etapa infantil. Actualmente la infancia ha llamado la atención de un mayor número de investigadores, resultado de ello lo observamos en la tesis de licenciatura del Etnohistoriador Alejandro Díaz Barriga Cuevas, Niños para los dioses y el tiempo, la tesina de la Historiadora Aline Cajiga Sánchez, Breve historia de la infancia en el mundo nahua y mi tesis de licenciatura, Los sacrificios de los niños entre los Mexicas en la época posclásica. El presente trabajo tiene la intención de mostrar a ustedes un estudio de la infancia en la sociedad mexica, partiendo de la premisa de Phillipe Aries en la que afirma que en la Europa del S. XVI no existen los conceptos de infancia y adolescencia y por consecuencia los padres de familia no se ocupaban de sus hijos y si éstos llegaban a morir, no sucedía absolutamente nada. Era normal para los familiares, debido a que el índice de mortandad infantil era alto, entonces el niño no gozaba de importancia para la sociedad. Esta premisa además ha sido apoyada por el silencio que durante tantos años guardaron los investigadores ante este tema. Y también por aquellos estudiosos que si bien abordaron a los infantes en sus proyectos, únicamente lo hicieron desde el punto de vista social, hablando sólo de los nacimientos, educación, baño ritual, debido a que los infantes en la cultura mexica sólo han sido considerados individuos sociales que exclusivamente apoyaban las labores del hogar y que esperaban a que cumplieran cierta edad para que se casaran, formaran una familia y ahora si participaran en las actividades económicas de la población. De tal manera que medianteeste estudio quiero demostrar primero: que tanto en el antiguo mundo 8 Ardren Traci, Scout Hutson ed., The Social experience of Childhood in Ancient Mesoamerica, Colorado, University Press of Colorado, 2006. 3 como en Mesoamerica y específicamente entre la cultura mexica, estaba presente el concepto de infancia y segundo: que el infante mexica era un individuo que gozaba de gran valor en la sociedad, porque presentaba un carácter divino, el cual le permitía asumir el papel de emisor y receptor de las cosas sagradas y además le concedía un acercamiento a las divinidades. Para cumplir con las propuestas de este proyecto y hasta donde las fuentes nos lo permitan trataremos de dar respuesta a una serie de cuestionamientos que tenemos planteados, debido a que consideramos importante saber: ¿Cuánto tiempo duraba la infancia según la creencia de los antiguos mexicanos? ¿Hasta qué edad un individuo era considerado infante? ¿Qué era un niño para los mexicas? Conocer también ¿Cuáles eran los rituales que se presentaban en esta etapa de la vida? Y ¿Quiénes eran las deidades que se relacionaban con los infantes en estos ritos? Además saber ¿Cuáles eran las enfermedades que padecían y a que medios recurrían para obtener la salud? Acercarnos a esos conceptos de salud y enfermedad y saber su significado. Conocer sobre los sacrificios de niños ¿En qué consistían? La manera de realizarlos y el significado del infante durante el sacrificio, ¿Por qué razón eran ofrendados y a que divinidades se otorgaban? ¿Cómo son presentados los niños en los mitos antiguos y actuales? Y finalmente ¿Cuál es el nexo que existe entre niños mitos y dioses? Para que así conozcamos el rol de estos individuos en la cosmovisión mexica. Es importante comentar que entre los materiales que consultamos tenemos diversos grupos, el primero de ellos sería el de los datos arqueológicos que se han obtenido mediante la excavación en lugares de ocupación mexica, Salvador Guilliem, y Leonardo López Luján son algunos de los arqueólogos que han encontrado restos infantiles en distintas ofrendas y enterramientos del Templo Mayor y Tlatelolco respectivamente. Mientras que el antropólogo físico Juan 4 Alberto Román Berrelleza9 se ha encargado del estudio de esos restos óseos infantiles. En un segundo grupo se encuentran los manuscritos pictográficos que muestran representaciones de niños, en algunos de ellos podemos ver el momento en el que son llevados a sacrificar, otros que tienen que ver con la suerte en los matrimonios, niños recién nacidos e inclusive gemelos recién nacidos. Entre estos materiales tenemos los Códices Borbónico, Florentino, Vaticano A, Vaticano B, Fejervary Mayer, Borgia, Laud, Mendoza, Tudela, Magliabecci, Telleriano Remensis. Un tercer grupo de materiales consultados es el de las obras escritas en lengua náhuatl, como El Códice Florentino, en donde fr. Bernardino de Sahagún realiza una descripción de los nacimientos, la suerte de los niños, el baño ritual, la imposición del nombre, los sacrificios de infantes, las edades de la infancia, el ofrecimiento al templo, etc. La Leyenda de los Soles y los Anales de Cuauhtitlan, en ellas encontramos mitos e información que nos remiten al origen de los sacrificios de niños. De igual forma en Los primeros memoriales, tenemos imágenes y datos que relatan esa práctica ritual. Las fuentes coloniales escritas en español también muestran gran información sobre las prácticas rituales que envolvían a los infantes mexicas, sus usos y costumbres. Son varios frailes los que en sus obras describen la forma de vida de los antiguos nahuas. Toribio de Benavente Motolinia, Diego Durán, Juan Bautista Pomar, Gerónimo de Mendieta, Diego Muñoz Camargo, Juan de Torquemada, entre otros. En algunas de las obras que se realizaron durante el S. XVII apreciamos el interés de los autores por continuar con las descripción de la vida cotidiana de los indígenas, en ellas podemos notar la continuidad de pensamiento que existe desde los antiguos mexicanos hasta los indígenas de esa época. Ejemplo de ello, lo tenemos en las 9 Roman Berrelleza, Juan Alberto, Sacrificio de niños en el Templo Mayor, México, INAH, Proyecto Templo Mayor, 1990. 5 obras de Hernando Ruíz de Alarcón y Jacinto de la Serna. Mientras que en el S. XVIII, historiadores de la talla de Antonio Leon y Gama, Mariano Veytia y Lorenzo Boturini retoman las temáticas de los autores que les antecedieron, recopilan su información y redactan una serie de obras en las que hablan del calendario mexicano, de la fortuna que tendrán los individuos si nacen en tal o cual día, etc. Los estudios de antropólogos, historiadores, etnólogos, arqueólogos, y psicólogos contemporáneos nos acercan también al conocimiento y a las informaciones de temáticas que se han abordado en este trabajo, así pues nos encontramos con estudios realizados por autores como Alfredo López Austin, Thelma Sullivan, Ernesto de la Torre, Pablo Escalante, Guilhem Olivier, Carlos Viesca, Antonio García de Leon, Pedro Carrasco, Valentín Ramírez, Ichon Alain, Robert Zingg, Johana Broda, José Alcina Franch, Fernando Horcasitas, Gabriel Cicco, Helmut Von Bracken, entre otros. En sus estudios nos hablan de las edades de los niños, de las enfermedades que padecen, de las prácticas rituales que envolvían los nacimientos, de la educación que recibían los hijos de los antiguos mexicanos, de los dioses que aparecen como niños en la cosmovisión, de los mitos en los que los infantes juegan un rol determinante, de los nacimientos de gemelos, etc. Nuestro estudio se estructura de la siguiente manera. Se divide en cuatro capítulos. El primer capítulo es El significado de la infancia en el mundo mexica. Consideramos que en primera instancia es fundamental especificar el significado que los antiguos mexicanos le daban a la infancia, por esa razón este primer capítulo está dedicado al estudio de esa etapa. Iniciaremos por acercarnos al significado de la infancia en Europa del S. XVI, mediante los escritos y las representaciones pictográficas. De ahí pasaremos al mundo mexica para conocer también la denotación de esta primera etapa del ser humano y la manera en la que asumían esta edad los pobladores, para posteriormente realizar una comparación entre las dos concepciones y apreciar las semejanzas y diferencias. En este sentido consultaremos los términos usados por los antiguos mexicanos para referirse a los 6 individuos que se encontraban en la primera etapa de su vida y considerar hasta que edad los nombraban de esa manera. Por tal razón, hablaremos también de las prácticas que se realizaban antes y después del nacimiento de los niños, éstas incluían el corte del cordón umbilical, llevar al niño ante el adivino para que le leyera la suerte y así pudiera determinar los pronósticos que el individuo tendría a lo largo de su vida, inclusive para saber si podrían o no tener hijos en sus matrimonios. El segundo capítulo es el de los Rituales vinculados con los niños, después del nacimiento. Por medio de los rituales que están presentes en esta etapa, queremos mostrar que el niño mexica es un receptor de lo divino y de esa forma tiene una relación directa con las divinidades. De esta manera realizaremos una descripción de aquellos ritos en los que los infantes están involucrados, relatando primero el baño ritual que practicaban al recién nacido, el significado que tenía para la sociedad y la visión de los frailes ante dicha actividad. Después, estimaremos la información que existe sobre el pacto realizado entre los familiares y alguna de las divinidades del panteón mexica, por medio del cual los padres ofrecían sus hijos a esos dioses prometiendo que, llegadala edad de los infantes, éstos entrarían a servir a su templo, obteniendo a cambio el cuidado y protección para los niños. Por último, comentaremos sobre las enfermedades que padecían lo niños, mencionando que algunas de ellas tenían que ver con el desequilibrio del tonalli, por consecuencia analizaremos también los recursos utilizados por los expertos para devolver la salud al infante. El capítulo tres es el de los Sacrificios. En él hablaremos de la importancia que tienen los niños al ser considerados ofrenda de sacrificio a las divinidades, presentando primero, los hallazgos arqueológicos que se han descubierto hasta la fecha, de niños que presentan evidencia de muerte sacrificial en centros que fueron de ocupación mexica. Por otro lado, realizaremos un análisis de las imágenes pictográficas que representan el momento en el que el niño es llevado en procesión a sacrificar en honor a las divinidades. En última 7 instancia, efectuaremos un análisis sobre la práctica sacrificial de infantes dedicados a los dioses de la lluvia a través de las fuentes escritas, comentando sobre el origen de las victimas, los atavíos que usaban, los lugares en donde realizaban dicha práctica, los tipos de sacrificio, las personas que lo realizaban y el significado de esta práctica en la cultura mexica. El cuarto capítulo está dedicado a los Niños y cosmovisión. Después de que en el tercer capítulo se habla de los sacrificios dedicados al dios Tláloc, en este apartado se analizan las relaciones que existían entre los niños y otras divinidades, siendo los mitos un espacio en el que dicha relación se puede observar y nos permite acercarnos al papel que juegan los niños en la cosmovisión de los antiguos mexicanos. 8 I. Significado de la infancia en el mundo mexica. 1.1 LOS NIÑOS EN LAS REPRESENTACIONES PICTOGRÁFICAS. Desde finales de la Edad Media la imagen positiva e inocente de los niños fue afianzándose en el pensamiento religioso europeo. La figura infantil de Jesús, sólo o en compañía de la Virgen María, expresando sentimientos de clara ternura, ayudo a propagar un modelo de pureza infantil.10 En la actualidad, consideramos que los niños son parte importante de la sociedad. Al niño se le cuida se le educa y se le guía en su caminar a través de la vida. La concepción que se tenía del infante se ha ido modificando a través del tiempo, a pesar de que el niño siempre ha tenido su importancia social y la manera de abordarlo ha sido distinta. El presente apartado está encaminado a mostrar las representaciones pictográficas, de los antiguos nahuas en las que el niño está presente; realizar una analogía con las representaciones europeas de ese tiempo, y conocer mediante las imágenes y las informaciones, la concepción que prevalecía, en las sociedades europeas, sobre la infancia. Los niños forman parte de las representaciones pictográficas desde hace ya muchos años. En Mesoamérica y específicamente entre los antiguos nahuas existen diversas imágenes que se encuentran en códices prehispánicos, como los que pertenecen al grupo Borgia: Códice Borgia, Laud, Fejervary-Mayer, etc. Otro de los manuscritos que podría integrarse, con ciertas dudas, en este grupo de materiales prehispánicos y en el que abundan también las representaciones de niños es el Códice Borbónico. El Códice Florentino es un manuscrito en el que también se encuentran diversas representaciones de infantes, sin embargo este material, como es bien sabido, es colonial y en las imágenes que se muestran vamos a encontrar una gran influencia europea. 10 Bajo, Alvarez Fe, Breve historia de la infancia, Madrid, Temas de Hoy, 1998, p. 253. 9 En esas imágenes se observa que el infante interactúa con sus familiares, con alguna divinidad o con otro personaje, ellos en conjunto realizan actividades. En las representaciones de niños en Europa, observamos la forma en la que la infancia está relacionada directamente con el pensamiento religioso del siglo XVI. Entre los artistas que incluyeron niños entre sus obras pictográficas encontramos a Rafael Sanzio, Barbarelli, Boticelli, Perugino, Rembrandt, etc. Daremos una breve introducción al tema, acercándonos a la idea de la infancia en la Europa de la Edad Media, y más adelante analizaremos las representaciones pictográficas indígenas. El niño en la sociedad europea del S. XVI. A decir de Phillipe Aries, en la antigua sociedad no se podía representar al niño, debido a que la infancia era una etapa efímera, en la que se consideraba infante a aquel individuo que aún no tenía la capacidad de valerse por si mismo, y en el momento en el que empezaba a desenvolverse físicamente se le mezclaba ya con los adultos. De tal manera que según este autor, el concepto de infancia y la preocupación por ella, surge hacia finales de la Edad Media y sólo entre las clases superiores: familias reales, nobleza y burguesía, mientras que entre las clases bajas no daban importancia al hecho de que un niño muriera por alguna circunstancia, fuera la que fuera.11 Así que la presencia del niño en la sociedad era breve e insignificante, y debido a ello no había tiempo para que el recuerdo del infante quedara grabado en la memoria y sensibilidad de la gente.12 Uno de los elementos de los que partió Aries para desarrollar su idea sobre la infancia, fue precisamente la representación pictográfica de los párvulos del s. XVI, debido a que en esa época los artistas se preocupaban más por diseñar retratos de infantes que pertenecieran a 11 Aries, Phillipe, El niño y la vida familiar en el Antiguo Régimen, México, Taurus, 2001, p. 28-31. 12Ibidem.,,p. 9-10. 10 alguna casa real, y se olvidaban de aquellos niños que pertenecían a la clase baja. A continuación mostramos dos retratos, uno diseñado por Gerard van Honthorst, pintor holandés, a quien en 1635 encomendaron retratar a Isabel de Bohemia y sus hijos. La imagen de la Figura 1 es precisamente la hija de Isabel, Sophia de Bohemia, una representación de una niña de la realeza. La imagen 2 es un retrato de 1645 realizado por Rembrandt Van Rijn, en ésta el autor presenta la imagen de una niña de clase baja, que está mirando por la ventana. 13Fig. 1 Retrato de una niña de clase alta. 14Fig. 2 Retrato de una niña de clase baja. Las imágenes muestran a dos niñas que fueron retratadas en una misma época, las cuales que pertenecieron a distintas clases sociales, esto podemos notarlo, gracias a los rasgos presentes en los cuadros, el aspecto físico, el atuendo, el peinado, los accesorios que sólo presenta Sofia de Bohemia, las condiciones del paisaje, y sobre todo que la niña de la realeza es reconocida por su nombre, mientras que la que esta en la siguiente imagen sólo es una niña anónima mirando desde la ventana. De tal manera que para los artistas que representaban 13 Retrato de Sophia de Bohemia, hacia 1635. atribuido a Gerrit Van Honthorst. 14 A Girl at a Window. Rembrandt Van Rijn. 11 infantes en esta época, el patrón “clase social” no era determinante para retratar o no niños. Aunque lo que si es real, es que existe un mayor número de retratos de niños de clase alta, ya que sus padres pagaban constantemente para que los realizaran. Por otro lado, es importante comentar que han surgido autores que se han esforzado por contrarrestar la tesis de Aries, tratando de demostrar que la infancia era un concepto que existía desde hace muchos años y demostrar también la importancia, en un sentido social y religioso, de los niños a través del tiempo. Le Roy Ladurie en su obra etnográfica Montaillou, aldea occitana15 es uno de los autores que se ha esforzado por rebatiresa idea, y no sólo él, también encontramos a Davies Natalie Zemon con su obra Society and Culture in Early Modern France,16 Demause Lloyd en La evolución de la infancia,17 entre otros. Además, existen documentos que muestran la idea de que en los poblados se usaba a los niños, como símbolos de pureza, para interceder ante Dios,18 ya que su pureza aseguraba la ida al cielo de los pobladores. A decir de Byron Ellsworth Hamann, la relación de los niños con los divino tiene siglos de historia en Europa, tal parece que desde el S. XI ó XII de nuestra era.19 A continuación mostraremos las imágenes de infantes representados en esa época y la manera en la que se observa esa relación del niño con lo divino. REPRESENTACIONES PICTOGRAFICAS. Los códices muestran diversas representaciones de niños. En ellas encontramos a los infantes que aparecen representados junto con otros personajes y realizando alguna actividad. 15 Le Roy Ladurie, Emmanuel, Montaillou, aldea occitana de 1294 a 1324, Madrid, Taurus, 1981. 16 Davis, Natalie, Zemon, Society and Culture in Early Modern France, Stanford, Stanford University Press, 1975. 17 Demause, Lloyd, La evolución de la infancia, Madrid, Alianza, 1982. 18 William, Christian, Apariciones en Castilla y Cataluña S. XIV-XVI, Madrid, Nerea, 1990, p. 264. 19 Byron Ellsworth Hamann, “Child Martyrs and Murderous Children”, The Social Experience of Childhood in Ancient Mesoamerica, Colorado, University Press of Colorado, 2006, p. 211. 12 La siguiente lámina es parte del Códice Florentino. En la lámina vemos la imagen de una mujer sentada sobre el pasto, que presenta a su hijo, el cual se encuentra sentado, desnudo sobre la pierna izquierda. La figura 4 realizada por Sandro Boticcelli en 1454 muestra la representación de una virgen sentada, quien sostiene a un niño sobre su pierna derecha y un grupo de ángeles los observan. 20Fig. 3 Mujer cargando a su hijo. 21 Fig. 4 Virgen cargando a un niño. En estas imágenes se encuentra representado el carácter divino de los niños, quienes aparecen representados junto a diosas, vírgenes o personajes que forman parte de la idea sagrada de los pobladores. En ambos grupos se observa la misma idea de relación íntima entre los niños y los personajes sagrados. De tal manera que los niños eran considerados receptáculos de lo divino y se observa que pueden ser comunicadores de la población, ya que pueden tener un acercamiento con lo sagrado. En última instancia, mostramos estas imágenes del Códice Borbónico, La Fig. 5 corresponde a la lámina 28 y muestra, según la interpretación de Anders y Jansen, “un baile que realizan los niños 20 Códice Florentino. Lámina 21 “Virgen y niño con cinco ángeles”, Sandro Boticelli. 13 alrededor de un palo liso, alto, decorado con papeles en forma de mariposas, hay un personaje tocando el tambor. A un lado había un templo con la imagen de un niño: “dios de los niños él que juzgaba quien lo hacía mejor; el diablo hablaba en él.”22 Se observa también el baile que los niños hacían alrededor del árbol, ellos iban ricamente ataviados con plumas y joyas, con los brazos y piernas llenos de plumas de color rojo. Además, llevan en sus manos, en lugar de flores, pequeñas estatuas de los dioses.23 24Fig. 5. Fiesta de Xocotl Huetzi. 22 Códice Borbónico, Glosa, en la lámina 28. 23 Códice Borbónico, Lámina 34, p. 206. 24 Códice Borbónico, Lámina 14 La siguiente imagen también se encuentra dentro del Códice Borbónico, en esta representación se expresa la ceremonia del Fuego Nuevo, se observa la manera en la que los padres abrazaban a sus hijos y todos usaban una máscara azul de maguey y los niños debían estar despiertos, porque si se dormían se volverían ratones. Fig. 6. Celebración del Fuego Nuevo. 15 1.2 LAS EDADES DE LA INFANCIA. El infante es llorón, es lactante. El buen infante es alegrador de la gente, dueño de gozo. Mama, engruesa, crece. El mal infante causa problemas, causa penas. Está lleno de roña, está roñoso, está infectado. “in conepil chucani, chichini. In aqualli conepil, tetequipacho, tetlaoculti, moca, caoatl, caoati, papalani”25 La infancia es una etapa de la vida en la que el individuo no es capaz de responsabilizarse de sus actos. Los antiguos mexicanos la concebían como un período en el que el niño estaba expuesto a los mayores peligros de orden natural y sobrenatural.26 Una etapa en la que el individuo se iba fortaleciendo por medio de las enseñanzas de sus padres, con la finalidad de participar en las actividades de su comunidad. Así, los adultos cuidaban de ellos y los orientaban para que lograran desarrollarse como individuos plenos, responsables y sobre todo participes de la sociedad en la que convivían. Lamentablemente las informaciones que existen sobre las edades de los antiguos nahuas son escasas, al grado tal que no nos permiten determinar la edad a la que un niño dejaba de serlo y ya era consideraba adolescente, o cual era la edad de transición de un adolescente a adulto, lo que si sabemos es que un individuo llegaba a la vejez cuando cumplía 52 años.27 Además de la falta de información para conocer las edades, las fuentes tampoco son muy explicitas y muchas de ellas presentan también una serie de contradicciones que nos confunden aún más. Ejemplo de ello lo observamos en la propuesta de la división de las etapas de la vida. Hay quienes comentan que son cuatro etapas las que vive un ser humano, infancia, adolescencia, adultez y vejez; mientras otras especifican que Solo son tres. Tal es el caso de la representación que encontramos en el Códice Vaticano A, en la que se expresa la vida 25 Códice Florentino, III, Libro X. fol. 2 v, traducción de Alfredo, López Austin, Cuerpo humano e ideología, 2 Vols., México, 1980, II, p. 271. 26 Alfredo, López Austin, Cuerpo humano e ideología, 2 Vols., México, 1980, I, p. 324. 27 “Cuando esta figura dicha fenecía, y los indios viejos llegaban a ella a ser de este tipo, que habían pasado en vida todas estas cuentas, que son cincuenta e dos, decían que ya habían atado los años y eran viejos y jubilados” Códice Magliabecci, fol. 28r. 16 en forma de una montaña. En ella se encuentran tres individuos. Según la interpretación de Anders y Jansen acerca de esta imagen, al pie del cerro tenemos un niño que lleva una flor: “alegre y juguetón (…) el niño apenas empieza la subida (…) como que comenzaba a subir –porque así decían que era el hombre hasta los veinte años, como que trepa una colina alta y va cortando flores y alegrándose en sus vicios y pecados”.28 A la mitad del cerro se encuentra un hombre adulto que carga un arco y flecha:”luchador (…) llegó a la cumbre de sus capacidades”,29 bajando la colina tenemos la imagen de un anciano, “achacoso y sabio (…) ya va bajando y va de salida (…) necesita buscar un bastón con el cual sostenerse, retornando como niño a la primera edad”.30 Según esta interpretación el anciano regresaba a ser nuevamente un niño, afirmación que es apoyada por la siguiente enunciación: “El Bisabuelo. [Él es] decrepito, está en su segunda infancia” aoc quimati ueue, oppa piltontli.31 FIg.7. Representación de las etapas de la vida.32 28 Códice Vaticano A, comentarios de Jansen y Anders, p. 279-281. 29 Ibidem, p. 279-281. 30 Ibidem, p. 279-281. 31 Códice Florentino, Fol. Traducción al inglés de Anderson Arthur y Charles Dibble, Florentine Codex, Santa Fe, Nuevo México, Universidad de Utah, 1969, X, p. 5 32 Códice Vaticano A.Fol. 61v. 17 Sin embargo y a pesar de esas contradicciones, observamos que la infancia siempre es la etapa que inicia el ciclo de la vida, su duración se remontaba al momento de mayor fragilidad del individuo, cuando el sujeto no podía valerse por sí mismo,33 y además podía ser afectado por distintas fuerzas nocivas, por esa razón, era cuidado con recursos mágicos que le ayudaban a alejar esas fuerzas nocivas y atraer la protección de los dioses. Existen diversos términos en lengua náhuatl que fueron usados para designar los distintos momentos de la infancia, términos que sólo se pueden equiparar con los de “niño” o “infante” en español. López Austin presenta un cuadro en el que muestra esos términos y de acuerdo a ellos realiza una propuesta de división de esta primera etapa. TÉRMINO EN NÁHUATL EDAD ETAPA Piltontli Piltzintli Más de 6 años. Pilpil Conepil Conetl Menos de 6 años. Conetontli Oc atl Oc tototl Conechichilli Xochtic Conechichilpil Conealacton Aún no habla. INFANCIA Oc chichi piltzintli Oc chichi piltontli Lacta. Piltzin tli itic ca Vida intrauterina. Cuadro de las edades.34 33 Aries Phillippe, El niño y la vida familiar en el antiguo régimen, México, Ed. Taurus, 2001, p. 10. 34 López Austin Alfredo, Cuerpo humano e ideología, I, p. 322. 18 Recurrimos también a los términos en náhuatl con los que algunos autores designan a los individuos que se encuentran en esta etapa y que encontramos en diversas fuentes, y los agregamos al cuadro propuesto por López Austin: Cuadro de las edades de la infancia, con términos en náhuatl: Termino en náhuatl Códice Florentino Edad Termino en náhuatl. Rémi Simeón Edad Término en náhuatl Fr. Alonso de Molina Edad Xocoiouh. El más pequeño Ichpochpiltontli Conealacton Jovencita muy niña Niño muy joven Más de 6 años Piliuitl Pilpil Piltontli Piltzintli Niño Niñito Niño Niño Piltontli Conetontli piltzintli Niño o niña pequeños Menos de 6 años Conetl Conetontli Piltzintli Piltontli Cioapiltontli Recién nacido Conechichilli Oc Tototl Conetl Conetontli Niñito Niño de cuna Niño Niñito Conetontli Ocatl Oc Tototl Conechichilli Xochtic Niño o niña que aún no habla Recién nacido Conetl Chichiltzintli Atzintli Lactante Conechichipil Ichpocatl Niño Lactante Niña de poca edad. Occhichi piltontli Occhichi piltzintli Lactante Conetontli Piltontli Anozo hititl. Aun en el vientre Aun el vientre Como ya se escribió en el cuadro, muchos de estos términos fueron empleados por los autores cuando realizaron sus descripciones. Cuando en el Códice Florentino se habla del niño que aún se encuentra en el vientre materno, el autor dice: 19 In iquac chipinj, in motlalia piltzintli: achivalo, tlaqualolo, tlaqualchioalo[…] A ca nelle axcan in piltontli, in conetontli, in ichpuchtontli in N. ca qujcnomatiznequj in totecujo: cozcatl, quetzalli ijtic qujmaqujliznequi: ca oitlacauh, caoitlacauhpilo in piltontli […]35 Cuando el niño empieza a ser desarrollado, cuando el bebé es concebido […] Nuestro señor desea mostrar su piedad a la mujer, al niño, a la dama N, el desea colocar dentro de ella un precioso collar una pluma preciosa; pues el niño ha sido concebido. Si observamos, los vocablos que el autor utiliza para referirse al niño que aún se encuentra en el vientre son Piltontli y Conetontli, mientras que ese término CONETL también es usado en otros momentos por el autor: conetl, Es un niño lactante, o quizá uno tiernecito, o quizá de vientre “CONETL, chichiltzintli atzintli anozo hititl.”36 La mayoría de las fuentes hace referencia de los niños a partir de su nacimiento, no proporcionan más términos para designar a los infantes que aún se encuentran en el vientre materno. En el caso de los textos de Sahagún los conceptos que utiliza frecuentemente para hablar de los niños de diferentes edades son: piltzintli, piltontli y conetontli. Los momentos que prosiguen al nacimiento del niño, en los que se le da el primer baño, que le cortan el cordón umbilical, que le imponen el nombre, cuando es llevado con el adivino y también cuando es ofrecido por sus padres a las divinidades del templo, difícilmente son descritos con las edades y esto lo podemos apreciar en las distintas fuentes. En las informaciones que esos autores presentan sobre los rituales, como veremos en los siguientes apartados, se mencionan frases como las siguientes: 10 días de nacido, un mes de nacido, etc. Evidentemente todos esos rituales se presentaban en una primera 35 Códice Florentino, II, Fol. 114v- 115v, traducción al inglés de Anderson Arthur y Charles Dibble, Florentine Codex, Santa Fe, Nuevo México, Universidad de Utah, 1969, VI, p. 135-139. 36 Códice Florentino, Fol. Traducción al inglés de Anderson Arthur y Charles Dibble, Florentine Codex, Santa Fe, Nuevo México, Universidad de Utah, 1969, X, p. 13 20 etapa, que iniciaba con el nacimiento del niño y que tal vez podía extenderse hasta el fin de la lactancia. 37Fig. 8. El recién nacido en su cuna. La división de la infancia en períodos o etapas se puede corroborar gracias a lo que escribe Mendieta,38 sin embargo aquí encontramos otra de esas contradicciones, ya que el autor nos dice que existe una primera etapa de la infancia que va desde que el niño es recién nacido, hasta que cumple seis años. Por otro lado el Códice Mendoza muestra que la primera etapa es la del proceso de gestación de la criatura y se extiende hasta el nacimiento del niño. La siguiente imagen corresponde al inicio de la segunda etapa de la infancia, según el Códice Mendoza, en la que el niño ya esta de pie, tiene tres años, ya no es amamantado por su madre y su etapa lacta ha terminado, inclusive ya es alimentado con media tortilla. 39Fig. 9. Niños a la edad de 3 años. Por su cuenta Motolinia comenta que la etapa lacta terminaba a los cuatro años de edad y que durante ese tiempo las madres no tenían relaciones con sus maridos, hasta que terminaban de criarlo.40 37 Códice Mendoza, Lámina LVIII, Fol. 57 r. 38 Mendieta, Gerónimo de, Historia eclesiástica indiana, México, I, p. 122. 39 Códice Mendoza, Lámina LIX, Fol. 58r. 21 En el Códice Florentino, los términos utilizados para nombrar a los niños desde el nacimiento y hasta el momento en el que ingresan al templo siguen siendo los mismos. Inclusive cuando hablan de las niñas sólo agregan el término cihoatl. Así observamos el término cioapiltontli en el siguiente texto, cuando es el momento de cortar el cordón umbilical: Vncan mjtoa in tlatolli, in qujlhujaia ticitl in piltzintli: in iquac qujxictequja[…] Auh in jxic cioapiltontli: can vncan in calitlecujllan qujtocaia ixic: ca in ciohatl, acampaiaz[…] Notlacopiltzin, noxocoiouh…41 Estas son las palabras que le dicen al bebe cuando van a cortar el cordón umbilical […] Y el cordón umbilical de la niña es sólo enterrado en el hogar lo que significa que la mujer no irá a ningún lado […] Mi niño precioso, el más pequeño… En este caso el término noxocoiouh es usado para designar al hijo más pequeño, el último de los hermanos, que utilizado en otro contexto podría no tratarse de un niño. Así que el vocablo debe usarse con mucho cuidado y no incluirlo en el grupo de los términos en náhuatl que se refieren a los niños. Los vocablos nahuas utilizados por los antiguos mexicanos para referirse a los niñosson: piltzintli, piltontli y piltotonti. A continuación lo observamos: Vncan mjtoa: in quenjn ticita, in oconxictec in piltzintli: njman caltiaia. Ioan in quenin maltiaia pipiltotonti: ioan in tlein qujtoaia ticitl, inic caltiaia piltontli, injc qujtlatlauhtiaia cioateutl […] Aquí se encuentra dicho lo que la comadrona dice después de que corta el cordón umbilical y baña al niño y como eran bañados los niños y que le decía la partera al niño mientras lo 40 Benavente, Motolinia, El libro perdido, p. 530. 41 Códice Florentino, II, Fol. 146r- 146v. traducción al inglés de Anderson Arthur y Charles Dibble, Florentine Codex, Santa Fe, Nuevo México, Universidad de Utah, 1969, p. 171-173. 22 Auh in oquicencauh, in oqujxictec in ticitl in iehoatl piltzintli: njman caltia in piltzintli, qujpapaca qujnotztinemj […] Niman concuj in atl, in ticitl, conahaiovia: niman conpaloltia in piltzintli, ijelpan qujtlalilia, ioan ijcpac, quinotztinemj in piltontli: qujlvia. Noxocoiouh…42 bañaba […] La partera arreglaba al niño, cuando ella había cortado el cordón umbilical, entonces bañaba al niño […] Entonces la comadrona tomaba el agua, y le daba a probar al bebe, tocaba su pecho y su cabeza con el agua, después procedía a vestirlo y le decía: “Mi más pequeño hijo” En las descripciones que Sahagún hace de los niños según las características que presentan hasta entrar al templo, también ocupa los términos que hemos visto empleados en las anteriores descripciones. Por ejemplo cuando habla del: PILTONTLI In piltontli, celic, nane, taoac, cemoquichtli, centeconetl, teiccauh, teach, machtiloni, notzaloni, titanoni. In qualli yiollo piltontli, tetlacamatini, tlacaquini, temauhcaittani, mauhqui, mopechtecani, mopechteca, tetlacamati, temauhcaitta, momachtia43 EL NIÑO El niño es tierno, tiene madre, tiene padre (puede ser) varón único, hijo único, hermano joven, hermano mayor. Es instruible, llamable, enviable. El niño de buen corazón es obediente, acatador, respetuoso, temeroso, humilde. Obra humildemente, obedece, respeta a la gente, aprende. A pesar de que el Códice Mendoza es una de las fuentes en las que podemos encontrar un mayor número de referencias sobre las edades de la vida, lamentablemente observamos que la información que 42 Códice Florentino, II, Fol. 148 r, 148v, 149r, 149v, traducción al inglés de Anderson Arthur y Charles Dibble, Florentine Codex, Santa Fe, Nuevo México, Universidad de Utah, 1969, p. 175-177. 43 Códice Florentino, Fol. 8v, traducción de López Austin, Cuerpo humano e ideología, II, p. 270. 23 presenta, únicamente se limita a describir la educación que impartían los padres a sus hijos y los castigos que correspondían a los infantes, según su edad. Sahagún hace referencia de los niños que eran bien portados y de quellos que no cumplían con las normas de los padres, razón por la cual recibían esos castigos. Un buen niño era descrito por el fraile de la siguiente manera: CONETONTLI Chonequiztli. In qualli conetontli, haqa quenami, tetzcaltic, chipactic, tlacamelaoac, tlacanezquj, mozcaltia, mooapaoa, papatlaca, patlani, mana.44 EL INFANTE Es delicado. El buen infante no tiene tacha, es limpio, claro, perfecto, de buena apariencia. Crece, se hace fuerte, embarnece, engruesa, se desarrolla. Los antiguos mexicanos cuidaban mucho de sus hijos y trataban de que ellos crecieran sanos en todos los aspectos, nunca les permitían la ociosidad. El Códice Mendoza, muestra de que manera los niños de determinadas edades aprendían actividades que estuvieran en condiciones de realizar según la edad que tuvieran, la edad también influía en la manera de alimentarlos. De tal manera que: “Entre los 3 y 6 años, el niño azteca progresa desde la ración diaria de media tortilla de maíz a una y media; las niñas aprenden los nombres de los objetos del costurero y, más tarde, aprenden a usar el huso; los niños empiezan llevando cargas livianas, y a los seis años se los envía al mercado a juntar las sobras y los restos que desechan los mercaderes.45 44 Códice Florentino, Fol. 8v, traducción de López Austin, Cuerpo humano e ideología, II, p. 270. 45 Códice Mendoza, Lámina LIX, fol., 58r. 24 46Fig. 10 Niño y niña a los cuatro años de edad. 47Fig. 11 Niño y niña a los cinco años. Los infantes que cumplían con sus actividades tal y como lo marcaba la sociedad y la educación familiar eran de gran ayuda en las labores del hogar. Sahagún realiza una descripción de esos infantes que cumplían con sus labores y las características que poseían para considerarlos buenos niños y más aún, la descripción parece referirse a los niños principales: TEPILTZIN TECONEUH In tepiltzin tlacopilli, calitic conetl chanecaconetl teuiotica tepiltzin […] In qualli tepiltzin, tlatlacamati, mocnomatini, mocnotecani, EL NIÑO PRINCIPAL. El niño principal, es así, el legítimo niño, el niño nacido dentro de las actividades de la casa, el nacido dentro de la habitación, el que es espiritualmente aceptado (…) El hijo principal es obediente, humilde, gracioso, agradecido, 46 Códice Mendoza, lámina LIX, fol., 58 r. 47 Ibidem. 25 tlatlacocamatini, tlamauiztiliani, tlamauiztilia, tlatlacamati, mocnoteca, mocnopilmati, mocnelilmati, tequixtia, tenemiliztoca, tetlaieiecalhuia […]48 venerable. Es el quien muestra reverencia, quien obedece, es agradecido, muestra apreciación y se asemeja a su padre o a su madre en el cuerpo y el carácter y en el camino de la vida. Otra descripción más profunda del buen niño nos dice: PILTONTLI, CONETONTLI Oquichpiltontli, tetzon teizti, tequixti, quixtilpilli, quixtilconetl, in ciuapiltotli, conetzintli cocotzin, tepitzin, chontzin, quaqualtzin […] In qualli in tlacatl oquichpiltontli, ciaupiltontli yiel yiehel, yitzqui, tzicuictic, yolizmatqui, uel monotza, notzaloni, tecacqui, tlatlacamatquit49 EL NIÑO- EL NIÑO El pequeño de noble descendencia, quien imita a sus mayores es bien educado. La niña pequeña, la niñita es delicada, bondadosa, hermosa, buena. […] El buen niño noble, la buena niña noble son diligentes, activos, ágiles, discretos, considerados, tratables, obedientes, quienes alegremente obedecen las ordenes Los niños que tenían mal comportamiento, que no cumplían con las órdenes que sus padres les imponían eran reprendidos severamente. Los castigos se aplicaban a los infantes de acuerdo a su edad. Así, observamos que un niño de ocho años de edad que es desobediente se le amenaza con púas de maguey, como lo muestra la imagen. 50Fig. 12 Castigos a los niños que tenían 8 años. 48 Códice Florentino, Fol. 1v, 2r, traducción al inglés de Anderson Arthur y Charles Dibble, Florentine Codex, Santa Fe, Nuevo México, Universidad de Utah, 1969, X, p. 3. 49 Códice Florentino, Fol. 2 v, traducción al inglés de Anderson Arthur y Charles Dibble, Florentine Codex, Santa Fe, Nuevo México, Universidad de Utah, 1969, X, p. 3. 50 Códice Mendoza, lámina LX, fol. 59r. 26 A la edad de diez años, los niños desobedientes o perezosos eran golpeados con un palo, mientras estaban desnudos. 51Fig. 13 Castigos a los niños de diez años. A los niños de once años se les obliga a inhalar humo de ají, mientras que a la muchacha se la amenaza con el mismo destino. 52Fig. 14 Castigos a los niños de 11 años. A un muchacho desobediente de 12 años se lo deja echado sobre tierrahúmeda, atado de pies y manos; a la muchacha se la levanta en mitad de la noche y se la obliga a barrer la casa. 51 Ibidem. 52 Ibidem. 27 53Fig. 15 Castigos a los desobedientes. Los infantes desobedientes, irresponsables y considerados malos niños fueron descritos también por Sahagún, quien menciona que: In piltontli tlaueliloc cuitlatzul quitemmatqui, hetic, xocopatic, haoompa xolopitli nextecuili, haompa eeua, oolpatlacheua, cocopichcholoa, tompux poxaqua, iolpoliuhqui, iollotlaueliloc, hanenqui, teupoliuhqui.54 El niño malo es flojo, indolente, haragán, es un trozo de carne con dos ojos, confuso, estúpido, imbécil, que entiende Solo malas cosas, que hace cosas malas, rudo, aburrido, sustraedor, agitador, tonto, descansado, lleno de aflicción. A la edad de trece años, los niños entraban en un proceso en el que debían aprender los oficios que de sus padres, era el momento en el que empezaban a prepararlos para el matrimonio, pues ya los enseñaban a colaborar con las actividades productivas de la comunidad y a participar de los trabajos a los que se dedicarían el resto de su vida. Era esta la edad en la que abandonaban su comportamiento de niños para asumir su papel como adolescentes. 53 Ibidem. 54 Códice Florentino, Fol. 2 v, traducción al inglés de Anderson Arthur y Charles Dibble, Florentine Codex, Santa Fe, Nuevo México, Universidad de Utah, 1969, X, p. 3. 28 55Fig 16. Oficios que aprendían los niños a los trece años. 55 Códice Mendoza, Lámina LXI. 29 1.3. EL NACIMIENTO ENTRE LOS MEXICAS. Y contemplar verdaderamente que nuestro señor desea mostrar su piedad, dando un collar precioso, una pluma preciosa. [in qujnmocnomachitinezquj totecujo, in ce cozcatl in ce qutzalli in qujmomaqujliznequi in amoquauh, in amocelouh]56 En la sociedad mexica, al igual que en otras sociedades, la llegada de un nuevo integrante de la comunidad era motivo de alegría, júbilo y celebración, a la que se unían no Solamente los padres de la criatura sino también sus familiares y en algunos casos los vecinos de otros pueblos. Todos ellos eran participes de los rituales que envolvían al nacimiento. Las prácticas que envolvían al nacimiento se iniciaban desde el momento en el que la mujer se reconocía embarazada y se extendían hasta el alumbramiento, que también era conocido como “momento de muerte”, precisamente por el riesgo que implicaba el parto. Así que durante este período de tiempo la mujer y su hijo atravesaban todo un proceso, que iba acompañado de prácticas rituales, cuidados y consejos terapéuticos, con la única finalidad de proteger a ambos. Al término de ese proceso, tanto la mujer como el niño adquirirían un nuevo status dentro de su comunidad. A continuación hablaremos de la evolución del embarazo, poniendo especial énfasis en los discursos realizados por los familiares, los amigos y la partera, con la intención de conocer las indicaciones que le hacían a la preñada y los cuidados que debe seguir para protegerse a ella misma y al bebé y así tener un buen parto. Asimismo describiremos los rituales realizados por los participantes de este suceso y la función que cumplía cada uno de ellos dentro del proceso. Finalmente mostraremos la importancia social de este hecho, que le otorgaba un status a la mujer y un espacio y reconocimiento al niño ya que permitía la continuidad de una línea familiar y el mantenimiento de un linaje. 56 Códice Florentino, II, Fol. 125v. Traducción al ingles de Anderson Arthur y Charles Dibble, Florentine Codex, Santa Fe, Nuevo México, Universidad de Utah, 1969, p. 145- 146. 30 EL NACIMIENTO. Entre los nahuas del Posclásico, como es sabido, era de gran importancia el advenimiento de una criatura. Se decía que el deber de la madre era tener hijos y cuidarlos, por el contrario, se veía con malos ojos a aquellas mujeres que no habían sido beneficiadan con esta bendición y que por consiguiente no podía tener hijos, tal fue el caso de Matlolaxoch, señora de Chalco, que: “…para que el pueblo perdiese aquella mala opinión que de infecunda ella tenía [pidió que] […] aquellos hijos que de las otras mujeres naciesen, que en naciendo ella los meteria en su seno y se acostaría fingiendose parida, para que los que entrasen a visitalla le diesen el parabien del parto y nuevo hijo […] y así, en pariendo que paria alguna de aquellas mujeres, acostabase ella en la cama y tomaba el niños en sus brazos y fingiase parida, recibiendo las gracias y los dones de los que la visitaban, recibiendo las gracias y los dones de los que la visitaban y aunque en realidad de verdad no era ella la parida, quedaba en opinión dello…”57 La condición de Matlolaxoch la ponía en desventaja con otras mujeres, por tal motivo, aprovechaba el momento en el que otras mujeres parían para adjudicarse el parto y así mantener su posición ante los ojos del pueblo.58 Como se ha mencionado anteriormente el proceso de embarazo traía como consecuencia el paso de la preñada a un nuevo estado corporal y social. Del mismo modo el bebé atravesaba un proceso de formación que culminaría con su integración a la sociedad. De tal manera que en este período se distinguen dos etapas. En la primera 57Duran, fray Diego, Historia de las Indias de Nueva España e islas de tierra firme., 2 Vols. México CONACULTA, 2002, I. p. 100. 58 Zingg, Robert, Los tarahumaras. Una tribu india del Norte de México, INI, México. Entre algunos grupos indígenas actuales, como los tarahumaras, encontramos una concepción distinta de la esterilidad, debido a que entre ellos los ricos tienen pocos hijos o definitivamente no los tienen, pues se dice que si el amo es estéril su ganado se multiplicara y lo hará más rico, p. 367. 31 observamos un estado prácticamente marginal al que era sujeta la preñada y en el que recibía una serie de consejos que debía llevar a cabo o de lo contrario afectaría al producto. La segunda etapa se iniciaba con el alumbramiento, ya que en ese momento la mamá y el niño adquirían un nuevo status social.59 El inicio del embarazo. De acuerdo a lo que comenta Sahagún, cuando una mujer se sabía embarazada se organizaba una reunión, a la que asistían los familiares de la mujer y de su esposo. Si acaso el matrimonio era parte del linaje gobernante, entonces se avisaba a los nobles de otros pueblos para que asistieran a la comida. 60Fig. 17 De la reunión de los amigos y familiares de la preñada. En la reunión dos personas se encargaban de pronunciar los discursos por medio de los cuales manifestaban la alegría que les provocaba este hecho, resaltando la importancia del niño y su significado del cual decían que era un regalo precioso de los dioses, decía el primer orador: 59Van Gennep, Arnold, Rites of Passage, The University of Chicago Press, Chicago, 1960. Según Van Gennep entre los Thodas de la India, existe entre los ritos de paso el total aislamiento de las mujeres embarazadas, quienes eran enviadas a una cabaña alejada de la comunidad. E inclusive menciona que el aislamiento era necesario para proteger al bebé y al marido de que fuerzas malignas pudieran alcanzarlos y dañarlos, p. 42. 60 Códice Florentino, II, Libro 6, Fol. 116 r. 32 “..Auh qujmocaqujtia in monoltitoque in vevetque, in jlamatque, in tzonjztaque: ca otlaocux in jiollotzin in totecujo. A ca nelle axcan in piltontli, in conetontli, in jchpuchtontli in. N. ca qujcnomatiznequj in totecujo: cozcatl, quetzalli ijtic qujmaqujliznequj:ca oitlacauh, ca oitlacauhpilo in piltontli: anca iolilizli ijctic qujmaqujliznequj in totecujo.”61 “…Y dejar que hablen aquellos que están aquÍ, el anciano, la anciana, los del cabello cano, los de la cabeza blanca, escuchadlos que nuestro señor muestra su bondad, lo deseoso que esta ahora, lo bondadoso que es con el niño, la niña, la dama N, lo gozoso que esta por haber colocado dentro de la dama un collar precioso, una pluma preciosa, pues el niño ha sido concebido, él ha sido engendrado, pues al parecer el deseo de Nuestro Señor es que haya vida dentro de ella…” El segundo orador también mencionaba la nueva noticia y encomendaba a su dios la suerte del niño que estaba por venir. La importancia de este hecho se reflejaba en los discursos presentados por los oradores, debido a la continuidad que daría esta mujer con su niño a la comunidad, una genealogía que había iniciado años atrás y aunque muchos de los integrantes de esa estirpe ya habían fallecido, aún así seguían siendo significativos, pues también se les recordaba e inclusive los que presenciaban el hecho se lamentaban de que no estuvieran presentes esos ancianos, para apreciar el suceso, de ellos decían lo siguiente: A can elle axcan: ca njcan tictlapoa in toptli, in petlacalli: a ca njcan tontlamaviçoa a tontlachia in atotlachiaia, in atotlacaquja: at vevetque, at ilamatque, at “…ahora observamos en tu interior, maravillados contemplamos lo que no deberíamos contemplar, escuchamos lo que no deberíamos escuchar. Quizá el anciano, la anciana, los principales de cabellos canos, de cabeza cana, deberían 61 Códice Florentino, Fol. 115 r. Traducción al inglés de Anderson Arthur y Charles Dibble, Florentine Codex, Santa Fe Nuevo México, Universidad de Utah, 1969, p. 135- 136. 33 tzonjztaque, quaiztaque in tlacaqujan yn: acan oc ie tiqujmontanjlizque, ca oiaque, ca omotecato in atlan, in oztoc: ca oqujnmopolvi, ca oqujnmotlatili in totecujo, in totechiuhcaoan, in vel vevetque, in vel ilamatque muchiuhtiuj: in vel ceoallotiuj, in vel malacaiotivi, in vevei puchotl, avevetl muchiuhtivi yn ointlannecalaqujloc: […] A ma oc ymatian, ma oc imjxpan: a ma oc iehoan, ma oc imjxoan: a ma oc ieohan qujcaqujnj, qujmatinj, injn tlamaviçolli: a in ce cozcatl, in ce quetzalli a in techmomaqujliznequj, a in ioliliztli ijtic qujmaqujliznequj in piltontli, in conetontli, in jchpuchtontli: a ca qujchozquja, ca qujteupoazquja: ca iehoantin tlamaviçozquia,auh tlatlaçocamatizquja.62 escucharlo. Pero ya no podemos decirles porque han fenecido, porque han ido a habitar al lugar del agua, a la cueva, porque Nuestro Señor los ha escondido. Ellos fueron nuestros antepasados, ellos, el anciano y la anciana, que fueron a ver las sombras, quienes fueron a formar los grandiosos árboles de algodón, los cipreses […] Es posible que todavía hayan estado en su tiempo. Es posible que todavía hayan estado en su presencia. Es posible que hayan estado (cuando aún vivían) Posiblemente ellos si lo hayan escuchado, hayan sabido de esta maravilla, que ahora nosotros atendemos. Lo que Nuestro Señor desea bajar sobre nosotros, lo que desea crear para nosotros, el precioso collar, la preciosa pluma que quiere darnos. La vida que desea colocar dentro de la mujer, ese niño. Que será para ellos, para los que habían llorado sobre él, los que se habían maravillado, los que lo habían considerado, esta preciosa cosa…” Hasta este momento los discursos estaban encaminados a ensalzar a la criatura y a los antepasados de la familia, más adelante se vuelven hacia la mujer preñada para darle algunas indicaciones que la hagan reflexionar sobre su actitud ante el embarazo y recomendarle que 62Ibidem, Fol. 117r-117v, p. 137. 34 no se ensoberbezca por este hecho, ya que no es por su gracia por la que esta esperando a un bebé sino por la gracia de su dios. Además de los consejos terapéuticos que daban en esta primera reunión, los familiares y amigos se encargaban de dar otro tipo de recomendaciones que se ubicaban dentro de las llamadas “abusiones”, sobre todo si consideramos que los antiguos mexicanos recurrían a medios mágicos-rituales para conceder una estabilidad en la mayor parte de los aspectos de su vida, no podía ser el embarazo la excepción, de tal manera que esos peligros por los que podrían atravesar, tenían su forma mágica de contrarrestarse: Abusión Manera de contrarrestarla Para que la criatura no saliera manca ni lisiada de los pies, de las manos o los dedos Se recomendaba que no tuviera relaciones sexuales, durante el embarazo. Para que no naciera jorobado Se recomendaba poner unas navajas con picietl en el seno Para que no naciera con labio leporino Se recomendaba no ver los eclipses de Sol y Luna y si así lo hiciere, debía ponerse una navaja negra en el seno Para que naciera bien el niño y no se pegase Se recomendaba que no comiera tamales que se hubieran pegado en la olla, al momento de cocerlos.63 Asimismo le decían que no ayunara, que no comiera tierra y que tuviera muchos cuidados. En la actualidad hay comunidades en las que la idea de esas “abusiones” ha prevalecido, por ejemplo, entre los grupos mayances de Chiapas, se dice que la mujer embarazada: “Nunca podrá comer un pedacito de tortilla que quede adherida al comal, ni otro alimento que quede pegado al fondo o a los lados 63 Ibidem, I, p. 461. 35 de una olla, porque de lo contrario se pegara la placenta […] Al salir de noche no deberán llevar ocote encendido cuando hay luz de Luna porque, de lo contrario el hijo nacerá estrábico…”64 Después de estos consejos, habla la preñada para agradecer la visita y recomendaciones de sus familiares, termina la reunión y se despiden. Preparativos para el parto. Cuando faltaba uno o dos meses para que la mujer diera a luz, los familiares se reunían nuevamente y se reiniciaban los discursos, esta vez uno de los presentes se dirigía a los suegros. Posteriormente se elegía a una partera que atendería a la mujer en el alumbramiento. Más adelante una mujer, familiar del esposo, se dirigía a la partera (que ya había sido elegida) con la intención de encomendarla a la preñada y que hiciera su trabajo para que el parto resultara con bien, le decía: […] A ca nelle axcan, icnotlamatiznequi in iyollotzin totecuyo: ce cozcatl, ce quetzalli, quimomacauiliznequi in tlalticpaque, yoliliztli quimotlaliliznequi, iitic quimocalaquiliznequi in totecuyo: in yehuatl mocnotlacauh in piltontli, in ichpuchtontli in N: inin matech onmantinemi in mocnotlacauh in N: Auh ca ic ticmocaquitia, ¡Ah, ciertamente el corazón de Nuestro Señor desea ser misericordioso! El Señor de la Tierra dejo caer de su mano una piedra preciosa, una pluma de quetzal al vientre de esta pobre criatura, de esta niña, de esta muchacha casada con este pobre muchacho, Nuestro Señor quiso ponerlo, quiso colocar una vida. Y así, tú oyes, la dejó, la colocó en tus manos, en la cuna de tu regazo, sobre tu espalda. 64 Guiteras Holmes, Calixta, “La magia en la crisis del embarazo y parto en los Actuales grupos mayances de Chiapas” en Estudios de Cultura Maya, México, UNAM, 1961., p. 161. 36 momactzinco, mocuexantzinco, moteputztzinco concana, contlalia: a in iz onmoltitoque in ueuetque, in ilamatque, in pilhuaque, in tzoneque, in izteque: auh yehuantin in nantin, in tatin mitzmipilmaquilia in axcan…”65 ¡Mira! Aquí están los viejos y las viejas, los señores de las familias, que hacen brotar esteasunto, como hace brotar la cabeza los cabellos, los dedos las uñas; así las madres y los padres te dan ahora a su hija. Luego la partera tomaba la palabra y sin orgullo ni soberbia alguna, hablaba de sus pocas virtudes que sobre la labor del parto poseía y afirmaba que todo saldría bien, si así lo decidían los dioses. Posteriormente la llevaba al temazcalli, en donde la bañaba y le acomodaba a la criatura. El hecho de llevarla al temazcal tenía gran importancia ya que de aquí era de donde la madre obtendría el calor suficiente para mantener estable su tonalli, mientras que el niño obtendría la fuerza necesaria para subsistir este proceso.66 Sin embargo la partera no debía excederse al calentar el baño, porque esto podría provocar un exceso de calor que traería graves resultados, entre ellos, que se pegara la placenta y el niño tuviera dificultad para nacer. La madre atravesaba un momento de desequilibrio en términos de naturaleza fría o caliente, razón por la cual la partera debía continuar con las recomendaciones y cuidados de la preñada, pues mostraba un exceso de calor, y sólo con el cumplimiento de esas recomendaciones podría encontrar su estabilidad y mantener equilibrado su tonalli y el cuidado del niño.67 La búsqueda del equilibrio en su tonalli era también reforzado gracias a las ofrendas que la preñada realizaba a las divinidades, sobre todo a Ometeotl y Omecíhuatl, pues por: “mandado 65 Códice Florentino, Fol. Traducción de Sullivan, Thelma, en “El embarazo y el parto en la mujer mexica” Arqueología mexicana, México, Vol. 5, No. 29, 1998, p. 66López Austin, Alfredo, Cuerpo humano e ideología, 2 Vols., México, UNAM, 1980. López Austin menciona que las mujeres embarazadas sufren insuficiencia de tonalli y que entre el período intermedio entre el nacimiento y la introducción del tonalli, el niño puede obtener del fuego el calor necesario para subsistir, I, p. 290, II, p. 225. 67 López Austin, Alfredo, Cuerpo humano…, op. cit., I, p. 290. 37 de allá venía la influencia y calor con que se engendraban los niños o niñas en el vientre de sus madres”.68 Así pues, la preñada debía mantener una buena actitud ante su condición, evitar los sustos o los disgustos que le pudieran provocar el aborto, de igual manera evitar el contacto con alguna persona iracunda, pues poseía un exceso de calor provocado por un estado físico transitorio y con esto la mujer sufriría una prolongación en el trabajo del parto.69Además le pedían que no ayunara para que el niño no tuviera hambre y que se abstuviera de tener relaciones sexuales con su marido pues el alumbramiento sería más trabajoso y le provocaría mucho dolor a la preñada.70 En ocasiones la partera iniciaba su labor antes de lo previsto, debido a que se podía dar el caso de que la criatura muriera en el vientre materno, así que era necesario sacar al niño, antes de que le hiciera daño a su madre. De tal manera intervenía la partera y atendía el caso, lo que hacía se describe a continuación: “…metía la mano por el lugar de la generación de la paciente y con una navaja de piedra corta el cuerpo muerto dentro de la madre y a pedazos le saca…”71 Había mujeres que abortaban por voluntad propia, así que asistían con la partera para que les diera un bebedizo y así lograr su propósito, aunque casualmente sucedía que después de abortar morían tanto la mujer embarazada como la que había dado el bebedizo.72 También se observan casos en los que los padres se enteraban de que la preñada estaba en peligro y que era necesario que abortara, ellos no les permitían a las parteras realizar su trabajo para salvar a la mujer 68 Sahagún Bernardino, Historia general, op. cit., II, p. 953. 69López Austin, Alfredo, Cuerpo humano, op. cit., I, 297-298. 70 Sahagún, Bernardino, Historia general, op. cit., II, p. 605-606. 71Ibidem II, p. 606-607. 72Mendieta, Gerónimo, Historia eclesiástica indiana, 2 Vols. México I, p.149, Relación de Coatepec en Acuña René, Relaciones Geográficas, México, I, p. 152. Relación de Chicoloapan en Acuña René, Relaciones Geográficas, México, I, p. 175. 38 así que la partera se despedía de la preñada y cerraba el cuarto en el que la había preparado, pues el niño no nacería y ella se iría con él. 73 Fig. 18. Del momento en el que la partera se despedía de la preñada al no poder hacer nada para salvarle la vida. Alumbramiento. Las costumbres de los nahuas del Posclásico que sobre el embarazo y parto realizaban, nos muestran que lo terapéutico estaba íntimamente relacionado con lo ritual. De tal manera que todos aquellos cuidados y recomendaciones que se hacían a la preñada cumplían una función dentro del rito. Llegada la hora del parto se alistaba nuevamente la partera, se consideraba que este momento era de transición, pues implicaba un cambio en la posición de la mujer y obviamente de la criatura. La mujer adquiría un nuevo rol social el de “mujer guerrera”,74 que había librado con bien la batalla. Y que decir de la criatura, quien también había subsistido ese proceso, quien había resistido todos los cambios con valor y paciencia y que finalmente llegaba como cautivo, Solicitando que se le permitiera ser parte de esa comunidad. 73Códice Florentino, II, Libro 6, Fol. 130 v. 74Alcántara Berenice, “Miquizpan, el momento del parto”, en Revista de estudios mesoamericanos, Vol. 2, México, UNAM, 2000, p. 42. 39 75Fig. 19. Del momento en el que la partera esta acomodando al niño. Los relatos del S. XVII que sobre la labor del alumbramiento existen, nos muestran que la partera iniciaba esta labor con una serie de conjuros que dedicaba a todos los elementos que estarían presentes en el ritual, considerando que la mayoría de esos elementos estaban animados y había que invocarlos. Primero se dirigía a los dedos de las manos, a la tierra a la que pide que se inicie el parto y al tabaco para eliminar el dolor, el conjuro decía de la siguiente manera: “…Tla xihualhuian, macuuiltonale que. Nonan, cetochtli aquetztima ni ye nican ticyocoyaz xoxouh qui coacihuiztli. Tla tiquittacan ac mach tla catl in ya nican techixpolotihuitz. Tla xihuallauh, tlacuel, te Huatl, tlamacazqui chinauhtlateca Dignaos venir, los de cinco Destinos. Madre mía, Uno Conejo que Permanece boca arriba, Crea ya aquí el envaramiento Verde. Veamos quien es la persona Que nos viene a dañar aquí. Dígnate venir, ¡ea! Tú, Sacerdote restallado en nueve 75 Códice Florentino, Libro 6, Fol. 128 v. 40 Panili. Tla nican ticpehuican in cozauhqui coacihuiztli cxoxoxuhqui coacihuiztli…”76 Lugares. Ahuyentaremos de aquí El envaramiento amarillo, El envaramiento verde. De la misma manera hacía conjuros para invocar al agua con la que iba a lavar a la criatura, al fuego, al copal en sustitución del tabaco y con el que van a sahumar el cuarto en el que iba a parir la mujer y a la jícara con que tomaría el agua.77 Existe otro conjuro que se utiliza también para el momento del alumbramiento, este va dirigido al tabaco que untan sobre el vientre de la preñada, pide que dé inicio el parto, llama a sus dedos y habla a la jícara y al agua que esta contiene para que limpien al niño: ¡Tlacuel! Tla xihuallauh chic nauhtlatetzotzontli, chicnauhtlatecapantli. ¡Tlacuel! Xic-hualquetzati in amaapan, in ticuato, in ticaxoch. ¡Tlacuel! Tla xihualhuian tla macazque macuiltonaleque, cemithualeque, Tla toconquitzquican in ac mach tlacatl in ye nican ye tech-ixpoloa te teo ipiltzin. Tla xihualhuian nochalchuih ¡Ea! Ven, el golpeado contra las piedras en nueve lugares, el restalladoen nueve luga res. ¡Ea! Venid a abrir vuestra acequia, tu Cuato, tu Caxochtli, ¡Ea! Dignaos venir, sacerdo tes, dueños de los cinco destinos, dueños de un Solo patio. Vengamos a ver cual es la persona que aquí nos daña al venera ble hijo de los dioses. Dígnaos venir, mi jícara pre 76Ruiz de Alarcón, Tratado de las supersticiones gentilicas que oy viven entre los indios naturales desta Nueva España en El alma encantada, México, Fondo de Cultura Económica, 1987, p. 196, traducción de López Austin Alfredo, “Conjuros médicos de los nahuas” en Revista de la Universidad de México Vol. XXVII, México, No. 9, 1972, p. 1-16. 77 Ibidem, p. 196. 41 xical, nona chalchicueye, Ye nican ti-caltiz, ye nican tic popoaz in momac tlacat, in momac oyol. ”78 ciosa, Mi madre, la de la falda de Jade. Aquí bañaras, aquí limpiarás Al que nació en tu mano, al que vivió en tu mano. En caso de que se usara cola de tlacuache para facilitar el parto se usaba el siguiente conjuro: “…¡Tlacuel! Tla xihualhuia tliliuhqui tlamacazqui, Tla xoconquixtiti in piltzintli. In ye quitequipachoa teteo in piltzin. Tla xihualhuia n ticuato in Ticaxoch…”79 ¡Ea! Dígnate venir, sacerdote negro. Dígnate ir a sacar al niñito. ya padece trabajos la criatu ra de los dioses. Dignaos venir, tú Cuato, tu Caxochtli Desde días antes se había estado preparando a la preñada, la partera la bañaba, le acondicionaba un cuarto, le daba a beber “cola de tlacuache”, para facilitar el parto. La cantidad de este bebedizo era de acuerdo a la complicación que presentara en el alumbramiento. Si la mujer había tenido relaciones sexuales durante el embarazo, el parto se complicaba aún más, debido a que el semen formaría un líquido denso y pegajoso que ensuciaría al niño y lo adheriría al vientre.80 Resultando casi imposible que la mujer diera a luz, si lo hacía era con gran dolor. Ese día se avisaba a los familiares y amigos para que fueran a visitarla, ellos llevaban obsequios al niño,81 mientras duraba la celebración todo era alegría, comían, bebían y hasta organizaban una serie de discursos para manifestar su contento, un orador le hablaba al niño así: 78 Ibidem, p. 196. 79 Ibidem, p. 196. 80 López Austin, Cuerpo humano, op. cit., I, p. 339. 81 Muñoz Camargo, Diego, Historia de Tlaxcala, México 1998. Muñoz Camargo menciona que después de haber dado a luz, los parientes iban a ver al niño y le llevaban ropa, aves, etc. y que la fiesta duraba mas de cuarenta días hasta que la mujer se levantaba. p. 160. 42 Intla tlatocaconetl, intla tlatocapilli, intla tlaçopilli: intla çan noço tecpilli, ilvilo. Intla oqujchtli tlatlapaloa: qujlvia. Noxiuhticatzine, tlacatle totecoe, tlaçotzintle, tlaçotitlacatle, chalchiuhtle, maqujztle, teuxivitle, quetzalle, tzontle, iztitle: oticmjhijovilti oticmociavilti: otijoculocin vmeiocan in chicunauhnepanjuhca: omjtzpitz, omjtzmamal.82 Si el niño nacido es hijo de gobernantes o hijo de nobles y si fuera varón , se dirigían hacia él, le saludaban y le decían: ¡Oh nieto mío, oh maestro, oh Nuestro Señor, oh precioso, oh persona preciosa, oh piedra preciosa, oh brazalete, oh turquesa, oh preciosa pluma, oh cabello, oh uña, tu has enseñoreado la fatiga, has enseñoreado el cansancio, tu que te has formado en el lugar de la dualidad (que es en el más allá), de los nueve cielos…” Durante los primeros meses debían tener grandes cuidados hacia la madre y el hijo, así que continuaban las recomendaciones, le pedían que no salieran del cuarto donde había dado a luz, por lo menos durante cuarenta días, para evitar que se le formaran nubes y cataratas en los ojos al niño.83 82 Códice Florentino, op. cit., Fol. 184v- 185r, p. 183. 83 Serna, Jacinto, Tratado de las idolatrías, supersticiones, dioses, ritos, hechicerías y otras costumbres gentilitas de las razas aborígenes de México, México, Fuente Cultural 1953, p. 51. Y para que no estuviesen pecosos o con hoyos en la cara se recomendaba no echar en el fuego los olotes que quedaban del maíz, p. 157. También se decía que si alguna mujer iba a ver al bebe y llevaba a sus hijos, debía untarles ceniza en las coyunturas para que no quedaran mancas de ellas. Sahagún, Bernardino, Historia general, op. cit., I, p. 462, Serna, Jacinto, Tratado de las idolatrías, op. cit., p. 216. 43 84 Fig. 20 Mujer, partera y el niño recién nacido. Mientras tanto los familiares y amigos organizaban los rituales que proseguían al parto, éstos tenían la finalidad de integrar al niño a la comunidad, pues en el momento en el que el niño participaba en estas prácticas se estaba adhiriendo a las costumbres sociales. Uno de estos ritos en los que el niño participaba de manera protagónica, era el de la supuesta circuncisión, en el que les sacrificaban el miembro genital y posteriormente le sangraban la oreja, esta práctica era para los varones, mientras que a las niñas únicamente les punzaban el lóbulo para obtener su sangre. 85 Mendieta también registra el rito que se realizaba entre los totonacas y dice que: “…a los veintiocho o veintinueve días que había nacido la criatura la llevaban al templo y si era varón, el sacerdote y el segundo en dignidad lo tendían sobre una grande y lisa piedra que para el efecto tenían, y tomado el capullito del miembro viril se lo cortaban a cercen con cierto cuchillo de pedernal y aquello que cortaban quemabanlo y hacíanlo cenizas…”86 84 Códice Florentino, II, Libro 6, Fol. 175v. 85 Duran, Diego, Historia de las, op. cit., II, p. 255-256. Consideramos que el ritual es una supuesta circuncisión, así la llama Durán debido a que constantemente refiere que los nahuas tienen costumbres de judíos, dando a entender que son de ese grupo cultural, II, p. 76. 86 Mendieta, Gerónimo, Historia eclesiástica, op. cit., I, p. 117. 44 Otro de los rituales que se practicaban después del nacimiento consistía en cortar el ombligo a la criatura, esto lo hacía la partera, le dedicaba unas palabras y posteriormente ponían a secar el ombligo para llevarlo a enterrar, si el ombligo era de un varón lo llevaban al campo de batalla y si era mujer lo hacían en el hogar.87 Después de enterrar el ombligo se le daban al niño utensilios con los que se identificaría según su sexo. Por ejemplo al niño le daban una rodela, arco, flecha y macana, si era niña le daban un uso, rueca y otros utensilios de hilar y tejer.88 En la obra de Van Gennep sobre los ritos de paso observamos el análisis que hace de los rituales de separación, estos tenían que ver con el corte de algún elemento del individuo,89 por ejemplo al bebé se le corta el cordón umbilical para separarlo de su madre y aunque él seguirá al cuidado de ella, este es el período en el que se le separa para iniciar una nueva etapa ya como individuo social. Por último es necesario comentar lo que sucede con aquellas mujeres que no tienen la posibilidad de dar a luz, debido a que hubo alguna situación que no permitió que naciera con bien la criatura o bien que la partera no logro salvar ni al bebe ni a la mujer. Se dice que estas mujeres que morían en el parto eran nombradas: “…mocihuaquetzqui que quiere decir mujer valiente […] Enterrabanla en el cu de una de las diosas que se llamaban mujeres celestiales o cihuapipiltin […] su marido con otros sus amigos, guardabanla cuatro noches arreo, para que nadie hurtase el cuerpo y los Soldados velasen, porque les estimaban como cosa sancta o divina […] les tomaban el cuerpo, luego les tomaban el dedo de medio de 87 Sahagún, Bernardino, Historia
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