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STEPHEN ULLMANN Profesor de Filología Rom inica en la U niversidad de Leed l SEMÁNTICA IN T R O D U C C IÓ N A LA CIENCIA DEL SIGNIFICADO Traducción del ingl¿s por JU A N M A R T ÍN R.U1Z-W ERNER [ W j TOLIE. 1EG£ A G U I L A R colección cultura e historia asesor arturo del hoyo edición española © aguilar s a de ediciones 1972 juan bravo 38 madrid depósito legalrn 14193/1972 segunda edición-segunda reimpresión-1 9 7 2 código 12020 printed in spain impreso en españa por musigraf arabí s a hermanos del hoyo s/n torrejón de ardoz madrid edición original © stephen uilmann 1962 semántica basil blackwell oxford A Ml ESPOSA .. . PREFACIO. Durante la ultima decada se ha producido una cons.iderable vivi- ficacion del interes por Ia semantica. lvfuchos investigadores han ouelto a examinar los principios sabre los que se basa esta ~rna . de tc:Ji!lgiii~tica; otros han e:cplorado aspectos espedficos de kf signifi· · caci6n, y otros, en fin, . han enfocado su atencion sabre la semantica de lenguajes particulares. La investigacion en este campo ha sido re- vitalizada por Ia gran revoluci6n que ha tenido Iugar en la lingiiistica moderna: la nueva vision de la lengua como una estructura altamen- te organizada constituida por elementos interdependientes, y la com- probaci6n de que las palabras desempefian un pcipel crucial en Ia funci6n f/,e modelar nuestros pensamientos y dirigirlos por ciertos / canales.; Los recientes avances en filosofia, psicalogia, antropologia, constrt.lccion de maquinas de comunicacion, y en otras esferas, ·han tenido tambien repercusiones importantes en el estudio del sig- nificado . .El principal prop6sito de l!ste libra es proporcionar una re- ferenda provisional sabre el progreso de la semcintica: una exposi- ci6n de los Zagros anteriores, de la investigacion actual y de las tareas futuras.. · El presente volumen difiere en varios aspectos de mis Principles of Semantics, que se publicaron por primera vez en 1951 (2.• edicion, 1957; reimpresos, con material adicional, en 1959). Es mas empirico en su metoda de acceso y trata cuestiones de teoria solo en la me- dida en que estas nos ayudan a comprender como se construye la lengua, como opera y como cambia. El libra anterior estaba dirigido principalmente a los fil6logos; en el presente no se han olvidado las necesidades de los especialistas, pefo tambien ·esta destinado a otros lectores interesados en la significaci6n; incluyendo a estudiantes uni- versitarios y postgraduados que cada vez se sienten mas atra£dos por estos problemas. ·· Durante los diez aiios que han transcurrido desde la publicaci6n de IDs Principles, ha habido muchos desarrollos importantes en se- mdntica y linguistica geMral, y mis propias opiniones han cambia- do sabre algunos puntas fundamentales. Estos cam'bios, que mera- mente pudieron tocarse en la nueva edici6n del libra anterior, se han integrado plenamente en la. estructura dei presente. Asimismo he introducido muchos ejemplO$ nuevos de literatuta, y en· ·general lX· .. X PREFAC!O he prestado mas atenci6n al aspecto estilistico de los fen6menos se- . I manticos, tales como sinonimia, ambiguedad y metafora. La semcin- 1 tica es una de esas disciplinas modernas que se encuentran a hor• ' \, ca}adas en el limite entre los estudios lingiiisticos y literarios, y que contribuyen as£ a recalcar la unidad esencial de las humani- dades. Estoy reconocido a muchos colegas con motivo de la impresi6n y de otras informaciones. Debo un agradecimiento especial a los siguientes por haberme mostrado, sus obras antes de darlas a la es- tampa: Mr. T. E. Hope (Universidad de Manchester), Dr. W. Roth- well (Universidad de Leeds) y Dr. N. C. W. Spence (The Queen's University, Belfast). STEPHEN ULLMANN. Leeds, 1961. ADVERTENCIA A LA EDICI6N ESPA~OLA Nuestra edici6n del' manual del profesor Ullmann no es una adaptaci6n, sino mera traduccion. Los ejemplo,; de lengua no espanola llevan, entre corchetes, su traduc· cion espanola; no se ha pretendido proponer ejemplos espafioles equivalentes, sino solD ayudar dl lector espa- fiol a comprender los ejemplos propuestos por el profesor Ullmann. .. •· ' . . ' '· l INDICE GENERAL 1 I I fNDICE GENERAL PREP Aero . . . .. . .. . .. . .. . .. . ... ... .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. • .. . .. . .. . Pag. ADVERTENCIA A LA EO!Clf)N ESPANOLA .. . NOTA SOBRll LAS ABREVIATIJRAS .. • .. . .. . .. . .. . .. . JNI'RODUCC16N .. . .. . .. . ·... .. . .. . .. . .. • .. • .. . .. . CAP. l.-c6MO SE CONSTRUYE LA LENGUA .. . .. . ... .. . ... .. . .. . ...... El acto de hablar ............... .................... .. Signos y sCm bolos . .. .. . .. . . .. .. . .. . .. . . .. .. . .. . .. . · .. . Lengua y habla ~.. .. . .. . .. . . .. .. . .. . .. . .. . . .. . .. .. . Las unidades de Ia lengua .. . .. . . .. . .. .. . .. . .. . ... .. . 1. Unidades de sonido . .. .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . 2. Unidades de significado :.. . .. . .. .. . .. . .. . . .. 3. Unidades de relaci6n . .. .. .· . .. . .. .. . .. . . .. . .. .. . CAP. 2.-LA NA11JRALEZA DE I .AS PALABRAS ................... .. 1. La palabra como unidad fonol6gica ........... . .. ... . 2. La palabra como unidad gramatical. Pala'bras plenas y pala- bras-formas .. . .. . .. . .. . .. . .. . . .. .. . .. . .. . .. . .. . . .. . .. . .. 3. La palal,lra como unidad de significado. El papel del contexte. CAP. 3.-EL SIGN!II'ICADO ........ . ............ .............. . L El concepto de significado .. . .. . .. . .. . . .. .. . .. . . .. .. . 1. Definiciones analfticas (rc.ferenciales) del significado ... 2. Definiciones operacio11ales (conte:xtuales) del significado ... II. l,Puede medirse el significado? .. . .. . .. . . .. . .. . . .. .. . .. .. III. Los ilombres propios . .. .. . .. . . .. .. . .. . .. . .. . . .. .. . .. . . .. CAP. 4 .-PALABRAS TRANSPARENTES Y OPACAS '· · ............... . .. I. Tres tipos de motivaci6n .. . . .. . , . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . 1. Motives. r,)neticos (onomatopeya) .. . . .. . .. .. ·. .. . .. . . .. 2. Motivaci6n morfol6gica y semantica . .. .. . . .. .. . . .. II. Cam bios en la motivaci6n ... .. . .. . .. ..... : .. . .. ....... .. J. Perdida de Ia motivaci6n . .. .. . .. . .. . .. . .. . . .. . .. .. . .. . 2. Adquisici6n de Ia motivaci6n .............. ... ... . .. . . .. lll. Convencionalismo y motivaci6n en el lenguaje . . . ·.,. 1. Ingles, fra!1c6s y alemlin .. . .. . .. . .. . . .. .. . .. . 2. De la. motivaci6n a! convencionalismo .. . .. . . .. .. . CAP. 5.- FACTORES L6GICOS Y EMOTIVOS DEL SIGNlFICAOO ... l. Palabras de bordes embotados ... .. ...... . --. .. ~ • J4,, ···. .• IX X XV 3 14 14 16 22 27 27 30 36 42 46 50 56 62 62 . 64 73 77 81 91 92 93 104 107 107 115 119 121 125 131 131 XVI '~'J I '{~ .. I "'• XIV fNDlCE GENERAL II. T ona!idades emotivas . .. .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 1. Fuentes de las tonalidades emotivas . . . . . . . . . . .. 2. Artificios e!l)()tivos __ . . . . . . . . .. 3. Perdida del significado emotivo C AP. 6.-S!NONIM!A ... I. Diferencias entre los sin6nimos ... . .. . II. Modelo5 sinonfmicos __ . .. . __ . __ . . .. III. Sinonirnia y estilo .. . .. . ... __ ............... . CAP. 7.-AMBIGUEDAD 000 .. . 00 0 ... .. . 000 "' •ooo 000 00 0 I. Polisemia .. . 00. 00. .. • .. • • .. • .. .. • .. • 00. 00. .. • • 00 .. . 1. Fuentes 000 oo • .00 . .. ....... oo .... oo• ....... oo ..... . 2. Salvaguardas y conflictos 00. :.. • .. ... 00. .. • .. • .. • II. H omonimia .. . .. . .. . · oo. 00. • .. .. • .. • .. • 00. 00 . .. • .. • 1. Fuentes ................................ . ......... .... .. 2. Colisiones homonimicas ... "... .. . .. . III. La ambigliedad como artificio estilistico CAP. 8.-cAMBIO DE S!GNLFLCADO .. . .. . .. . .. . .. . I. Las causas del cambio t~emantico .. . .. . .. . ... . .. .. . .. . .. . II. La naturaleza del cambio semantico ... .. . .. . .. . .. . . .. 1. Semejanza de sentidos (metafora) .. . .. . .. . . .. . .. .. . .. . 2. Contigiiidad de sentidos (metonimia) . .. .. . 00. .. • .. • .. • 3. Semejanza de nombres (etimologfa popular) 0 00. .. • 4. Contigtiidad de nomb-res (elipsis) ... . : . .. . ........... . III. Las consecuencias del cambia semantico ... .. . . : . ........ . 1. Cambios en cuanto al alcance, extension y restricci6n del significado .. . .. . .. . 00. • .. • .. • .. • .. • .. • .. • .. • .. • .. • .. • .. • 2. ·cambios en cuanto a la valoraci6n : desarrollos peyorativos y ameliorativos ......................... :. CAP. 9.- L A EST~UCTURA DEL VOCABULARIO I. La pa1abra y su campo asociativo II. Esferas conceptua1es .. . .. . .. . . .. . .. . . _ III. E l vocabulario .. . .. . . .. .. . .. . .. . .. ... . 1. C6mo se organizan los conceptos ...... . , .... 2. Hacia una clasificaci6n semantica de las lenguas CONCLUSJ6N .. . .. . .. . .. . .. . .. . BIBLIOGRAFfA ESCOGlDA . . . . . . . . . JNDICE ALFABETICO DE MAWR!AS .. . ~ 144 .• 145 /11! 152,ej~ 15~--~ 159 159 164 170 176 180 180 189 198 198 203 212 .... 218 222 238 239 246 249 251 257 257 261 267 270 275 286 288 290 293 299 ' ,. 309 " I NOTA SOBRE LAS ABREVIATURAS En este libra se han usado algunas abreviaturas especiales. Un aste- risco antes de un titulo o de una cita quiere decir que han sido tornados de The Oxford Dictionary of Quotations (2 ... impresi6n, r~isada, 1942). Antes de una palabra, un asterisco indica que Ia forma e sta reconstruida. El sfmbolo > sigoifica que una forma ha cambiado en otra, como, por ejemplo, en : antiguo ingles brid > ingl6s moderno bird. NED repre- senta A New English Dictionary on Historical Principles, comlinmen- te conocido por The Oxford English Dictionary, y Shorter OED equivale . a The Shorter Oxford English Dictionary on Historical Principles (3.a edi- ci6n, r eimpreso con correcciones; 1952). Otros diccionarios frecuentemente aludidos son : Bloch-Wartburg : 0 . Bloch-W. von Wartburg, Dictionnaire etymologique de /a langue fran~aise (3.a ed., revisada, 1960); Lewis and Short : C. T. iewis-C. Short, A Latin Diction.ary (impresi6n de 1951); LiJdell and Scott: A1t Intermediate Greek-Eng/isla Lexicon founded up.on the Se venth Edition of Liddell and Scott's Greek-English Lexicon (im- presi6n de 1955). SEMANTIC A INTRODUCCI6N Dos ramas principales de Ia lingiifstica se ocupan de las palabras : Ia etimologfa, estudio del origen de las palabras, y Ia semantica, es- tudio del significado de las palabras. De las dos, la etimolog{a es una disciplina establecida de antiguo, 'mientras que Ia semantica es com- parativamente nueva. La especulaci6n sabre el origen de las pala- bras fue sobr~saliente en la primitiva filosof£a griega, como recorda- ri todo lector del Cratilo de Plat6n 1• Hubo dos escuelas rivales de pensamiento: los naturalistas, que creian que habfa una conexi6n intdnseca entre el sonido y el sentido, y los convencionalistas, que sosten!an que la conexi6n era puramente arbitraria. Cuando, en el siglo 1 a. de Jr C., Varr6n codiiic6 la gramatica latina, instituy6 la.f' etimologfa como una de las tres divisiones principales de los estu- dios lingiiisticos, al lado de la morfologfa y Ia sintaxis.; Los metodos etimol6gicos permanecieron acientfficos hasta el siglo' XIX, pero 'el medio mismo de acceso a la etimologfa mantuvo siempre una posi- ci6n clave en el e.studio del lenguaje. Hasta mucho despues no se sinti6 Ia necesidad de una ciencia del significado independiente: no fue hasta el siglo XIX cuando surgi6 la semantic a como _ una parte importante de la lingiiistica, y recibi6 su nombre moderno. Esto no quiere decir; sin embargo, que .los antiguos fueran in'di· ferentes a los problemas de la significaci6n. -Hicieron muchas obser- vaciones penetrantes sobre el sentido y uso de las palabra:s, y advir- tieron varios aspectos fundamentales del cainbio semantico. En rea- lidad, apenas es una exageraci6n decir que la mayorfa de los temas principales de Ia semantica moderna estan esbozados en las anota- ciones dispersas de los escritores griegos y Iatinos 2• Un problema que les interes6 fue el_ de los cambios de significado que reflejan cambios en la mentalidad publica. En un famoso pasaje sobre la de- 1 cadencia de las normas eticas durante la guerra del ~eloponeso, Tucfdides descubri6 un s(ntoma de esta tendencia general en la de· preciaci6n de ciertas palabras denotativas de valores morales: · 1 Sobre Ia historia de Ia etimologia, vuse recientemente P. ZuMmoa, "Fr. Etymologie. Essa( d'histoirc semantique", Etymologica. W. v. Wartburg. zum 70. Gebu'rtstag, Tilbing~n. 1958, pigs. 873-93. • Sobre estas y otras · observaciones de interes semlintico en autores griegos y Iatinos, veanse R. H. RoBINS, .Ancient and Mediaeval Grammatical Theory in Europe, Londres, 1951, y H. KlltoNASSER, Handbl4ch der Semasiologie, Heidel- berg, 1952, pigs. 25 y sgs. y 7() y sgs. 3 4 La aceptaci6n ordinaria de las palat>r:1s en su relacion con las cosas se cambi6 cuando los hombres lo juzgaron adccuado. La audacia_ temeraria Ueg6 a ser considerada como valiente lealtad a un partido, la vacilaci6n prudente como especiosa coba~dfa, la ·moderacion como una capa para Ia debilldaa afeminad.a, y ser experto en todo fue no bacer nada en nada (libro ill, LXllQ:fen). Hay un eco de este pasaje en lA con;uracion de Catilina, de Sa- lus~o. en donde este dice por boca de Marco Porcio Cat6n: · Pero en verdad hace mucho tiempo que bemos perdido los verdaderos nombres de las cosas. Y por eso precisamente la prodiaalidad con los bienes ajenos se llama generosidad, y Ia osad{a para hacer el nml se llama valor, por lo que Ia republica se ve 'rcducida a sus Jfmites extremes (cap. LII). f~Es imposible para el lector moderno no pensar en casas similares de depreciaci6n en nuestros propios d.ias: las vicisitudes de terminos como democracia y la pesadilla semantica del idioma doble de Geor-· ge Orwell, en su novela 1984, en donde paz significa guerra, y amor signi.fica odio.d . . . En un tono menos siniestro, Cicer6n rastre6, en De officiis, li- bra I, xn, la historia de un interesante eufemismo y tambien mostr6 c6mo~ en el curso del tiempo, . perdi6 su valor eufem{stico y lleg6 a ser aplicado directamente a la idea desagradable que intentaba velar: Tambicn observo esto, que aquel que propiamente habrfa sido llamado un "enemiao de guerra" (perduel/is) se llam6 un "hucsped" (hostis), mitigando aal Ia fealdad del hecho mediante una expresi6n suavizada ; porque hostis sia- nificaba para nuestros antepasados ~o que ahora denominamos un "extran· jero" (peregrinu.r) ... l,Quc puede superar a semejante caridad cuando aquel con quien uno esta en guerra es llamado con un nombre tan ben6volo? Y, sin. embargo, un largo lapso de -tiempo ha dado a esa palabra 'un sentido mU duro; porque ha perdido su aignificaci6n de "extranjero" y ha adquirid.> la connotaci6n tecnica de "un enemigo bajo las a_rmas". De una manera mas general, Horacia resumi6 el alza y la baja de las palabras en una tersa f6rmula que refleja una actitud sorpr~n· dentemente tolerante bacia la vejada cuesti6n de la correcci6n· en el lenguaje: Multa renascentur quae iam cecidere, eadentque Quae nunc: sunt in honore vocabula, si volet usus, Quem penes arbitrium est et ius et norma loquendi. Ars Poetica, vs. 70 y sgs. 1• 1 "Muchos t6nninot que han ca!do en desuso tendrlln -un segundo nacimiento. y caeran aquellos que ahora eatlln en alto honor, si el uao lo quiere, en c:uyaa manos estlin el arl:litrio, el deracho y Ia regia del babla." (The Q::cford Dictio-. 110Ty of Q110tatio11S, pq. 5"1.) . .:/1 · · INTRODUCCJ6M s En el siglo v de nuestra era, el fil6sofo neoplat6nico Proclo exa· min6 el campo entero de los cambios semanticos y distingui6 cier· tonumero de tipos basicos-cambio cultural, metafora, ampliaci6n y estrechamiento del significado, etc.-que todavia forman parte de nuestra moderna provisi6n. El interes de los antiguos por las p_alabras no se limit6, en modo alguno, a sus cambios de significado; tambien hicieron algunas ob- servaciones pertinentes sobre su comportamiento en el habla efec- tiva. La vaguedad de las palabras y la diversidad de sus usos ya es- tan sefialadas en la Iliada: · "voluble es la lengua de los mortales, y hay en ella muchas y variadas palabras, y el alcance del habla es am- plio por este lado y por aquel" (XX,. vs. 248-49). Dem6crito vio clara- mente que hay dos generos distintos de significado multiple: la mis- ma palabra puede tener mas de un sentido e, inversamente, mas de una palabra puede expresar Ia misma idea. En un nivel mas sistema- tico, Arist6teles hizo distintas declaraciones importantes sobre el significado de las palabras. Fue el"primero en definir la palabra como la mas pequefia unidad significativa del idioma-una definicion que rigi6 basta hace muy poco y que aun es v<Hida en una forma un tanto modificada-. Arist6teles tambien estal)leci6 una fecunda distinci6n entre dos clases de palabras : las que tienen un significado aislada- mente y las que sol). meros instrumentos gramaticales. Esta divisi6n es todavia ampliamente aceptada por los lingtiistas, asi como por los fil6sofos. Finalmente, debemos a Arist6teles una clasificaci6n de las metciforas que, desarrollada y refinada por escritores subsiguientes, especialmente por Quintiliano, desempefi6 un papel crucial en Ia tradici6n ret6rica y fue adoptada en la semantica por los pioneros de la nueva ciencia. . Las ideas grecorromanas sobre las palabras y sus usos han ejer- cido as( una fuerte influencia, aunque no siempre benefica, sobre la semantica moderna, pero el lmpetu para la creaci6n de una den- cia del significado vino de otra parte. Dcis factores en ·particular · desempeiiaron un papel d.ecisivo en su aparici6n en la primera mitad del siglo XIX. Uno fue el nacimiento de la filologia comparaJ,la y, mas generalmente, de la lingtilstica cientifica en--ei sentido . moderno. El termino mismo de Jingiiistica se formoen esta epoca: surgi6 en fran- ces, en 1826 (Ia linguistique), y en ingles (linguistics), once afios mas tarde (al principia sin las) 1• Aun cuando la atenci6n se enfoc6 esen- cialmente sobre 'los cambios foneticos y grarnaticales, pronto se hizo necesario explorar tambien el aspecto semantico del lenguaje. El otro factor fue la influencia del movimiento romantico en Ia Iitera- tura. Los romanticos tenian un interes intenso y universal por ias 1 Veanse el NED y el diccionario etimol6gico franc6$ de Blocb-Wartbura (3." ed., Paris, 1960). Cf. J. PERROT, La linguistique, Paris, 1957. pag. 14, n. ' 6 . INTRODUCCT6N palabras, que se extendfa desde lo arcaico hasta lo exotica, y que inclufa los dialectos de los campesinos y la jerga de los bajos fon- dos 1• y lo que es mas importante aun, estaban fascinados por las potencias e:lCtraiias y misteriosas de las palabras. Muchos poetas del penodo dieron expresi6n a esta nueva actitud. Para . Wordsworth, Visionary power Attends the motions of the viewless winds, Embodied in the mistery of words. • The Prelude, libro V 2 • Para Shelley, "words are like a cloud of winged snakes" (* Pro- metheus Unbound, I) 3 , pero la lengua es tambien una perpetual Orphic song Which rules with Daedal harmony a throng Of thoughts and forms, which else senseless and shapeless were. (*Ibid., IV) •. Victor Hugo va todavfa mas lejos: en un famoso poema de las. Contemplations, una serie de imagenes aterradoras que describen la ' paiabra en sus operaciones ne-va hasta un climax que tiene ecos de los vers{culos iniciales del Evangelio segun San Juan: II est vie, esprit, germe, ouragan, vertu, feu; Car le mot , c'est Ie Verbe, et ie Verbe, c'est Dieu 5 • lntrigados por las extraiias propiedades de las palabras que usa- ban, los escritores romanticos buscaron a los fil6logos para que los ilustraran. En Francia, Charles Nodier, un investigador de Ia lengua mas imaginative que erudito, se convirti6 en su autoridad principal sobre cosas lingiiisticas. Se sinti6, sin em~argo, Ja necesidad de una ciencia especial que tratase del significado de las palabras. Esta ne- cesidad fue elocuentemente argumentada por Balzac en las paginas iniciales de su novela filos6fica Louis Lambert. El pasaje es digno de 1 Sobre Ia actitud romantica bacia las palabras, vease mi Style in the French Novel, Cambridge, 1957, c. I: "Some Romantic Experiments in Local Colour". ·cf. asimismo H. TEMPLE PATIERSON, Poetic Genesis: Sebastien Mercier into Victor Hu~;o; Studies on Voltaire and the Eighteenth Century, XI. Ginebra, 1960. ""La potencia visionaria atiende los movimientos de los vientos invisibles, corporeizados en el misterio de las palabras." . • "Las palabras son como una nube de serpientes aladas." ""Perpetua canci6n 6rfica que gobierna. con Ia armonia de Dedalo un tr.:>pel ·de pensamientos y formas, que de otro modo serian insensibles c informes." . • '~Es vida. espfritu, germen, huradn, virtud, fuego; porque Ia p~labra es el Verbo, y el Verbo es Dios." (Reponse ,; un acre d'accusation_. Suite.) INTRODUCCI6N 7 citarse con algun detalle, ya que es sintomatico del clima de opini6ri en que tom6 forma la semantica moderna : Que! beau·Jivre ne composerait-on pas en racontant Ia vie et les aventurea d 'un mot? Sans doute i1 a r~u· diverses impressions des evenements auxquels il a servi; selon Ies Iieux; il a reveille des idees differentes ... Tous sont em- preints d'un vivant pouvoir qu'ils tiennent de l'~e. et qu'ils lui .restituent par les mysteres d'une action et d'u.ne riaction merveilleuse entre Ia parole et Ia pensee ... Par leur seule physio,nomie, Ies mots raniment dans notre. cerveau les creatures auxquelles ils scrvent de vl!tement... Mais ce sujet comporte peut- l!tre unc Science tout entiere! '- Louis Lambert fue publicada en 1832, y es Ciertamente mas que una coincidencia el que la nueva ciencia prefigurada por Balzac hu- biera sido realmente fundada unos pocos afios antes, aunque el, por supuesto, no lo sabia. Desde 1825 aproximadamente el erudito cla- sico C. Chr. Reisig habia' empezado a desarrollar una nueva con- cepci6n de la graimitica. En sus lecciones universitarias en Halle sobre filologfa latina, instituy6 la "gmasi.alogla'', el estudio dea significado, como una de las tres divisiones principales -de ]a gra- matica, siendo las otras dos Ia etimologfa y Ia sintaxis. Consideraba la "semasiologia" como una disciplina hist6rica que tratarfa de es- tablecer "los principios que rigen el desarroll~ de la significaci6n" .. Como muestra su intento de clasificaci6n de los cambios semanticos, todavfa no tenia ideas ·muy claras sobre la materia de la "semasio- logfa"; no obstante, habfa dado el paso decisivo al proporcionarle su puesto apropiado entre los estudios lingii.fsticos .. La historia subsiguiente del tema abarca tres fases distintas.2• La primera, que comprende casi -medio siglo, ha sido adecuadamente descrita como el "perfodo subterraneo" de Ia semantica 3 • La ini- ciativa de Reisig fue bien acogida por algunos de sus colegas ale- manes, que vieron· en ella una saludable reacci6n contra la preocu- paci6n excesiva -por la forma en los estudios filol6gicos. Pero la di- fusi6n de las nuevas ideas estuvo al priricipio estrictamente.limitada: se redujo, en lo esencial, a la erudici6n clasica en Alemania. Las dos 1 "l. Que bello libro no se compondria contando Ia vida y las avcnturas de una palabra'? Sin 4uda ha recibido ella diversas impresiones de los acontecimien· tos para los que ha servido ; segun los Juga res, h·a despertado ideas diferentes... Todas estan marcadas con un vivo poder que reciben del alma, y que Ie resti- tuyen por los misterios de una acci6n y de una reacd6n maravillosa entre Ia palabra y el pensamiento... Por su sola fisonomfa, las palabras reaniman en nuestro cerebro las criaturas a las que sirven de vestidura .. _ i Pero esta materia entraiia quiza una .ciencia entera! " 2 Yeanse especialmente KRONASSER, op. cit., pags. 29 y sgs., y K . BAU>INGER, Die Semasiologie. Versuch eines Vberblicks, Berlin, 1957, ·pligs. 4 y sgs. ·' BALDINGER, op. cit ., pag. 5." 8 JNTRODUCCJ6N pdmeras obras sabre el asunto, las del propio Reisig y su disdpulo F. Haase, se publicaron ambas p6stumamente, lo cual sugiere que aun no estaba muy difundido el interes por estas materias. No es sorprendente, por tanto, que cuando, varias decadas mas tarde, Mi· chel Breal comenz6 a pensar sabre los mismos temas sinti6 la im· presi6n de que estaba iniciando una ciencia enteramente nueva que todavfa no posefa nombre. . . l'ta segunda fase en Ia historia de Ia sem~ntica empez6 bacia 1880 y dur6, a su vez, casi media centuria exactarnente. Fue preludiada por un articulo publicado por Breal en 1883 en una revistcLde estu· dios clasicos, en el que bosquejaba el programa de Ia "nueva ciencia" y le dio el nombre por el que todavia es mas conocida: L'l!tude ou nous invitons le lecteur a nous suivre est d'espece si nouvelle qu'elle n'a meme pas encore re~u de nom. En effet, c'est sur le corps et sur Ia forme des mots que Ja plupart des linguistes ont exercl! Jeur sagacite : Jes loia qui president a Ia transformation des sens, au choix d'expressions nouvelles, a la naissance et a Ja mort des locutions, ont etl! laissees dans l'ombre ~ n'ont ete indiquees .qu'en passant. Conime cette etude, aussi bien que la pho· netique et Ia morphologie, rnerite d'avoir son nom, nous l'appellerons Ia se- mantique (du verbe OlJ(Ltll\IIOt\1), c'est-a-dire, Ia science des signification 1• ~Resulta clara de este .pasaje que Breal; como Reisig antes que el, consideraba Ia semantica comolun estudio puramente bist6tic,Q; Esta orientaci6n sigui6 siendo caracter,istica del tema C lo -largo _ de esta ~egunda fase: Ia mayor parte de los semanticistas daba por supuesto que su tarea primordial era estudiar los cambios de significado, ex- plorar sus causas, clasificarlas segtin criterios 16gicos, psicol6gicos y demas, y a ser posible formular las leyes generales y las tendencias subyacentes. · Las dos ultimas decadas del siglo XIX trajeron una reavivaci6n del interes sabre el particular. En Alemanie_ __ empezaron a aparecer numerosos estudios especializados, y . a las cuestiones semanticas se les dio cierta importancia en el tratado general mas influyente 1 "EI estudio en el que invitamos al lector a seguii'nos es de una especie tan nueva que ni siquiera ha recibido nombre todavia. En efecto, es sobre el cuerpo y sabre Ia forma de las palabras en donde Ia mayoria de los lingiiistas han ejcr• cido su sagacidad: las leycs que rigen Ia transformaci6n del sentido, la elecci6n de expresiones nuevas. el nacimiento y Ia muerte de las Jocuciones, han qucdado en Ia sombra o no han sido indicadas m:is que de pasada. Como este estudio, no menos que Ia fonet ica y Ia morfologfa, merece tener un nombre, lo llamarc- rnos Ia ·emaptica (del verbo ar,11aivuv ), es decir, Ia cicncia de las significacio-. nes." (De un articulo sabre "Les lois intellectuelles du langage", publicado en L'Annuaire de !'Association pour /'encouragement des etudes grecques en France.) Sabre Ia historia del termino semantica. veasc A. w. READ, "An Ac· count on the Work Semantics". Word. rv (1948), p~gs. 78·97. ·· · INiltODUCCI6N del periodo, Prinzipien der Sprachgeschichte, de Hermann Paul, que· fue primero traducido y luego adaptado al ingles 1• En Francia. dos libros importantes y de agradable lectura familiarizaron al publico general con los problemas semanticos: La vie des mots etudiee dans. leurs significations ·(1887), de Arsene Darmesteter y, diez afios mas. tarde, Essai de semantique, de Breal. . Estas fueron las dos primeras obras chisicas de la nueva ciencia: circularon en un gran numero de ediciones y pronto se dispuso de ellas tambien en ingtes 2• Es interesante notar que uno de los poetai de nuestro tiempo mas conscientes de la lengua y mas lingilistica- mente sofisticado, Paul Valery, ley6 el libra de Breal cuando era un j()ven de diecisiete afios y public6 una resefia entusiasta de el en el Mercure de France (1898) s. En las tres primeras decadas del siglo xx, se hizo un progreso considerable en el estudio de los cambios de significado. Los seman- ticistas se emanciparon gradualmente de las anticuadas categor!as heredadas de Ia ret6rica, y en vez de ella ,recurrieron a disciplinas vecinas-filosoffa, psicologfa, sociologfa, hist9ria de la civilizaci6n- para una comprensi6n mas plena de los procesos semanticos. Un experimento interesante fue realizado por el lingliista danes K. Nyrop cuando, en 1913, incluy6 un volumen sabre semantica en su obra ampliamente consultada, Grammaire historique de la langue fran- faise. EI intento fue, sin embargo, prematuro: Ia semantica no po- sefa aun las tecnicas necesarias para identificar las tendencias de una lengua particular. El lagro culminante de este perfodo fue una sfn- tesis monumental publicada en J.2ll par el fil6Iogo sueco Gustav Stern bajo el titulo de : Meaning and C~tmge of Meaning with Spe- cial Reference to the .English Language, en donde se presentaba una nueva clasificaci6n puramente empfrica de los cambios semanticos, basada en las extensas investigaciones del propio autor, y se procu~ raba tambien poner la semantica en relaci6n con los recientes avan- ces en otros campos, incluyendo el estudio de la afasia y otros des- 6rdenes del habla.. 1 · · El mjsmo aiio en que aparecio el ' tratado de Stern via la publi- caci6n de otra obra que abria una nueva fase en la historiru de la semantica :_ la monograffa de J ost Trier sobre terminos de conoci- ·• 1880; s.a ed., Halle, 1920. Es especialmente a partir de la segunda edi- ci6n (1886) en adelante cuando las materias semanticas ocupan un Iugar sobre- saliente en el libro. La segunda edici6n fue traducida al ingles por H. A. Strong en 1886, y una· adaptaci6n inglesa fue publicada en 1891 por H. A. STRONG, W. S. LooEMAN y B. I. WE!El!LER bajo el titulo de Introduction to the Study of the H istory of Language. · :>Una versi6n inglesa de Ia obra de Darmesteter se public6 ··ya en 1886. En 1900 a-pareci6 una .traducci6n inglesa del libro de Breal, por Ia senora H. CusT, bajo el tftulo de Semantics. • Vease F. SCARFE, The Art of Paul Valery, Loodres, 1954, .pags. 56 y -sgs. 10 INTRODUCCI6N miento y de inteligencia en ·aleman 1• Para camprender la naturale- za de la nueva fase, sera necesario mencionar brevemente algunos cambios fundamentales que habian tenido-lugar en Ia lingiifstica ge- neral desde comienzos de siglo. Estas cambios, que habian sida des- critos como una "revoluci6n copernicana" en nuestras ideas sabre el lenguaje, se habian originado en Ia ensefianza del erudito suizo Ferdinand de Saussure, cuyas lecciones sabre lingilistica en Ia Uni- versidad de. Ginebra fueron publicadas postumamente en 1916 bajo el tftulo de Cours de linguistique gerrerale 2 • En este libra, extraor• dinariamente rico en conce~iones audaces y · originales, habfa dos puntas en particular que revolucionaron la teoda y Ia practica de los estudios linglifsticos. En primer Iugar, Saussure rompi6 con Ia orien• taci6n hist6rica de Ia lingiifstica del siglo XIX y argument6 de modo convincente que hay dos formas de accesa al lenguaje, basicamente diferentes e igualmente legitimas: una descriptiva o "sincr6nica" 3 , que lo registra tal como existe en un momenta dado e ignora sus antecedentes, la otra hist6rica o "diacr6nica., 4, que rastrea Ia evo- luci6n de sus varios elementos. Las dos formas de acceso son complementarias, pero bajo ninguna circunstancia deben ser con- fundidas ; adoptar las dos a la vez equivaldrfa, como lo expresa in- geniosamente uno de los discfpulos de Saussure, a pintar un retra• tode fotograffas tomadas en diferentes epocas,. combinando la boca de· un niiio con la bartia de un adulto y las arrugas de un ancia- no. En segundo Iugar, Saussure visualiz6 Ia lengua· como una tota- lidad organizada o Gestalt. en la que los varies elementos son in- terdependientes y derivan s~.. importancia del sistema en su conjun- to. Comparaba la lengua con un juego de ajedrez, en donde ninguna unidad puede ser aiiadida, quitada o desplazada sin alterar el sistema entero de relaciones en el tablero. Esta vision de la lengua como un sistema de elementos interdependientes, yace en la rafz de lo que ha llegado a conocerse como "lingiiistica estructural". B'ajo la influencia de Saussure, vinieron a la existencia numetosas escuelas estructu- ralistas-en Ginebra, Praga, Copenhague, Londres y en otras par- tes-. y aunque hay grandes diferencias entre elias, todas concuer-; dan en este principia fundamental. La corriente estructura]ista en Europa ha sido poderosamente reforzada por la escuela norteameri- cana de lingliistas fundada por Leonard Bloomfield, que, partiendo de premisas diferentes, ha llegado a . resultados muy similares. La obra del profesor Trier sabre terminos de conocimiento en 1 Der deutsche · Wortschatz im Sinnbezirk des Jlerstandes. Die Geschichte eines sprachlichem ·Feldes /, Heidelberg, 1931. ~ 5.a ed,, 1955. (Trad. inglesa por Wade Baskin, Londres, 1960, y trad. espa- nola publicada por Edit. Losada, Buenos Aires.) • Del griego syn. "juntamente" + chronos, "tiempo". "Del griego dia, "a trav~s de" + chronos. INTRODUCCt6N 1l aleman fue la primera tentativa seria de introducir los principios de Saussure en Ia semantica. , Su doctrina, la Hamada "teorfa de los campos semanticos", tuvo alguna.s repercusiones inmediatas y fue seguida por unos cuantos disdpulos y por compafieros lingtiistas de opiniones parecidas. La difusi6n de sus ideas, sin embargo, se vio retrasada por la guerra, y no fue hasta 1950 aproximadamente cuan- do Ia nueva semantica logr6 penetrar a grandes pasos. Fiel en el fondo al pensamiento de Saussure, Ia principal tendencia de la se- mantica contemporanea difiere de Ia escuela antigua en dos aspec- tos vitales. Ha abandonado la ti.nilateral orientaci6n hist6rica de tiempos anteriores, y aunque los cambios de significado continuan recibiendo mucha atenci6n, ha habido una inequfvoca variaci6n de enfasis bacia la semantica descriptiva. En segundo Iugar, se han he- che numerosos esfuerzos en los ultimos afios por estudiar la es- tructura interna del vocabulario. La importancia concedid~ a estos problemas puede verse en el hecho de que la "semantica estructural" estuvo en la agenda del VIII Congreso Internacional de Lingtiistas, celebrado en Oslo en agosto de 1957, y aparece a su vez en Ia del IX Congreso, que se celebrarfa en Cambridge, ·Mass., en 1962. . En algunos otros aspectos, la nueva semantica difiere tambien marcadamente del metoda tradicional. La aparici6n, desde los pri- meros afios de este siglo, de una nueva ciencia de estilistica ha teni- do una influencia profunda en los estudios semanticos. En terminos generales, la estilfstica se ocupa de los valores expresivos y evoca- tivos de la lengua. La nueva disciplina ha efectuado grandes progre- sos en los Ultimos afios 1, y ha desplegado conexiones particularmen~ te estrechas con Ia semantica. Resulta claro ahara que todos los pro- blemas capitales de la semantica tienen implicaciones estilfsticas. y en ciertos casos, c9mo por ejemplo en el es.tudio de los sobretonos emotivos, los dos inodos de acceso estan inextricablemente entrete- jidos. Otro rasgo distintivo. de la nueva semantica es un cambio de in· teres de los principios gener;tles bacia el estudio de lenguas particu- lares. Durante los ultimos afios se ha intentado explorar las tenden- cias semanticas peculiares de un idioma dado 2 , y ha er:npezado a 'Una perspectiva de los · recientes desarrollos en Ia estili'stica se encontrarlt en el capftulo introductorio de mi libro Style in the French Novel. Veanse tam- bien mas recienternente R. F. RETAMAR, Idea de Ia Estilistica, Habana, 1958, y M. RJFFATERRB. "Criteria for Style Analysis", Word, XV (1959), pags. 154·74. "Sobre el griego y el latin; v~ase E. STRucK.. Bedeutungslehre. Grundzilgc cmer lateinischen und griechischen Semasiologie, 2 ... ed., Stuttgart, 1954; sobre ei ingles, E. LEISt, Das heutige Englisch. W esenszilge und Probleme, 2."' ed., H·eidelberg, 1960; sobre el frances, E. GAMILLSCHEG, Franzosische B.edeutungs- lehre, Tilbingen, 1951, y mi Precis 'de semantique fran(:aise , 2.• ed., Berna, 1959: sobre el aleman, L. WEISGERBER, Vom Wcltbild der deutschen Sprache, HI, 2.'' ed., Dusseldorf, 1953-54. 12 INTRODUCCI6N tomar forma el bosquejo de una nueva clasificaci6n de las lenguas sobre bases puramente semanticas. La semantica contemporanea se caracteriza asimismo por un in- teres absorbente bacia las relaciones entre el lenguaje y el pensa-. miento. La lengua ya no es considerada como un mero instrumento para expresar nuestros pensartlientos, sino como una infl~encia con sus propios derechos, que los moldea y los predetermina bacia ca- nales especificos. Estas ideas, que ya eran importantes en la teor1a de los "campos s'emanticos", han adquirido un renovado 1mpetu con los escritos del fallecido Benjamin Lee Whorf, que han despertado un in teres considerable en Norteamerica. Los · estudios de Whorl se referian a Ia gramatica mas que al vocabulario, pero es en Ia seman- tica donde puede verse mas claramente el impacto del lenguaje sabre el pensamiento, y en esta esfera ya se han logrado algunos resultados prometedores. Cabe seiialar tambien, como una ·indicaci6n del rumbo de los acontecimientos venideros, Ia introducci6n de metodos matemati- cos e incluso electr6nicos en la semantica. El usa de tales metodos probablemente habra de ser bastante restringido, pero algunos pro- blemas importantes pueden ser abordados de esta manera con ma- yor precisi6n de la que ha sido factible basta ahora, y aurr cuando el lingilista no este capacitado para seguir cada detalle de las opera- ciones implicadas, no _puede desentenderse de sus resultados. Finalmente, ha habido de poco tiempo aca una notable transfor- maci6n en las relaciones .e.ntr~. Ia lingilistica y la filosofia. La vin- culaci6n entre las dos disciplinas no es cosa nueva; l0 que es tras- cendente, sin embargo, es que los fil6sofos contemporaneos estan tan preocupados con los problemas de Ia significaci6n que han des• arrollado su propia y particular concepcion o concepciones de la semantica. Para los mas esotericos, Ia semantica filos6fica es una rama de la 16gica simb61ica o, mas especificamente, de la "teoria de lqs signos" 1• Para los mas pnkticps, es una tecnica para corregfr ciertos abusos del lenguaje, tales como er uso no critico de abstrac- ciones mal definidas 2• Las conexiones entre Ia semantica lingiifstica . . y la filosofla han sido hasta aquf bastante tenues, pero de _unit- ma-t nera mas general no cabe duda de que los fil6sofos y los {ip.giiistas pueden ayudarse unos a otros grandemente y de que tienen ~muchos 1 Veanse especialmente R. CARNAP, Introduction to Semantics, Cambridge, Mass., 1942, y CH. MORRIS, Signs, Language and Behavior, Nueva York, 1946. Cf. tambien L. LINSKY (ed.), Semantics and the Philosophy of Language, Ur- bana, 1952, y P. ZIFP, Semantic Analysis, Ithaca, 1960 . .,. Veanse especialmcnte A. KoRZYBSKI, Science and Sanity. An Introduction to Non-Aristotelian Systems tmd G~nera/ Semantics, 3.• ed., Lakeville, 1948; H. R. WALPOLE, Semantics. Th1 Nature of Words and their Meanings, Nueva York., 1941, y lQs escrltol de S. Chue, S. Hayakawa y otros eruditos relaciona- dos con la revista Etc. tNnlODUCCION 13 problemas en comun, aun cuando tiendan a abordarlos desde an- gules diferentes. . En las paginas que siguen procurare presentar, en breve esbozo, una perspectiva de la escena contemporanea en los est4diosseman- ticos. Naturalmente, los problemas tradicionales tales como los cam- bios de significado no seran descuidados, pero se acomodaran a las nonnas generales de la investigaci6n actual. Los tres primeros capi- tulos discutiran los principios fundamentales, comenzando con Ia estructura del lenguaje en su conjunto, y estrechando luego el drcu- Io hacia las palabras y, mas especfficamente, bacia sus significados. A estos seguiran cuatro capitulos sobre semantica descriptiva, uno sobre el cambio semantico, y un capitulo final sobre Ia estructura general del vocabulario. Me esforzare por dar una informaci6n razo- nablemente intemporal y representativa de una ciencia que avanza velozmente, sin descartar los resultados validos de Ia investigaci6n anterior y sin tratar tampoco de meter vino nuevo en odres viejos . • CAPfTULO 1 COMO SE CONSTRUYE LA LENGUA EL ACTO DE HABLAR La lengua en abstracto no es directamente accesible al observador, excepto a traves del medio artificial del diccionario y del libro de .. gramatica. 'En Ia experiencia efectiva, siempre aparece bajo la forma de actos individuates de habla. Cualquier analisis de la estructura. de la lengua esti por tanto constreiiida a partir de un examen de . tales actos. I · · · ,-El analiSis mas penetrante de un acto de habla es el proporcio· nado por L. Bloomfield en su libro Language 1, en doni:le se des- cribe en terminos "b"ehavioristas" como una secuencia de estimu· los y respuesta~~- Un ejemplo concreto ayudara a mostrar las diferen· cias basicas entre el comportamiento lingillstico y el no lingiilstico. Supongamos que, sentado en rni estudio, de repente siento sed. Ire basta el grifo mas pr6ximo, llenare un vaso de agua y lo bebere. En la terminologfa de Bloomfield, habre -experimentado un estimulo (E) "practico", es decir, no lingilistico, una sensaci6n (le sed, y esta me habra incitado a una reacci6n (R) practica, una serie de movimientos que me llevan a heber un vaso de agua. En esta secuencia de aeon .. tecimientos no ha ocurrido ningun habla, y la reacci6n practica fue ejecutada por la misma persona que habia recibido el estfmulo ori· gina~. El proceso entero puede simbolizarse en Ia f6rmula: en donde las tetras mayll.sculas significan que tanto el estimulo como Ia reacci6n ~ran de naturaleza no lingillstica. Sup6ngase ahora que yo tengo una sensaci6n repentina de sed; no en rni propia casa, sino durante ~na comida en un restaurante. En Iugar de obtener el .agua por m£ mismo hare una seiia al cama.· rero y dire algo como esto : "May I have a glass of water?" [LMe 1 L BLOOMF1ELD, Languag~. Nueva York, 1933, pligs. 22 y sgs. Para un. ana· lisis del acto de )lablar con una orientaci6n un tanto diferente, vease sir ALAN GAIU>tNEit, The Th~ory of Spe~ch and lAnguag~. 2.a ed., Oxford, 1951 , c. II ; cf. asimismo Ia Retrospecci6n a Ia segunda edicion. 14 EL ACTO DE HABLAR 15 puede dar un vaso de agua?] El camarero, habiendo entendido mi petici6n si fue pronunciada en un ingtes comprensible, ejecutani las acciones necesarias y me traera un vaso de agua. Esta cadena de acontecimientos difiere de la precedente en dos aspectos. En pri- mer Iugar, el modelo se ha complicado por la introducci6n de pro_- cesos lingilisticos entre el estfmulo original y Ia respuesta final. El , estfmulo pnl.ctico de Ia sed educira de m! una reacci6n lingiifsti- ~·~ ca (r) en forma de una prolaci6n. Las ondas sonoras generadas por Ia prolaci6n cruzaran el espacio entre el que habla y el que escucha y actuaran sobre el ultimo como un estimulo lingilistico (e) impul- . sandolo (posiblemente despues de un intercambio lingiiistico ulte- rior) a una reacci6n practica (R): ira a buscar un vaso de agua. f"Tenemos as! dos acontecimientos lingilisticos (r) y (e), intercalados entre los dos no lingilisticos. Simb6licamente: E---io-r ...... e-R La otra diferencia entre las dos situaciones es que en el primer caso s6lo esta implicada una persona mientras que en el segundo h.a}t. dos: la_ persona que recibe el estfmulo original y Ia que ejecuta.Ja respuesta final:· Como el profesor Bloomfield destaca justamen te, \"Ia divisi6n del trabajo, y, con ella, la obra entera de Ia sociedad huma- na,· es debida allenguaje" (op. cit., pag~ 24). El esquema anterior ptiede complicarse ulteriormente de dos ma- neras. La comunicaci6n puede ser "diferida" por el que escucha~ pasando el mensaje a una tercera persona en Iugar de efectuarlo por s£ mismo. Esta tercera persona puede proceder de igual modo, y ·la comunicaci6n puede diferirse varias · veces basta que se siga una acci6n positiva. Por otro lado, mas de una persona puede estar es- cuchando el mi~mo mensaje. Normalmente sera uno solo el que habla, pero en las condiciones modernas millones de perwnas pue- den sintonizar Ia misma.emisora de radio o television y ser influidas por elias. · Si vam.os mas alia del amilisis estrictamente behaviori.sta de un acto de habla, podemos sacar algunas nuevas conclusiones de la si- tuaci6n que acabamos de discutir. Es claro, ante todo, que hay im- plicados tres elementos: el que habla, el qu~ oye, o los que oyen, y la comunicaci6n que tiene Iugar entre ellos.l Un psic6logo muy co- nocido ha resumido este triple aspecto del lenguaje en una formula neta : desde el punto de vista del que habla, el acto de hablar es un sintoma, una indicaci6n de lo que hay en su mente; desde el pun to de vista del ql.Je escucha es una stnial, que lo incita a realizar cierto genero de acci6n; desde el pun to de vista de la comunicaci6n mis- ma es un simbolo, un signo que representa lo que el que habla 16 -CAP. l: c6MO Sl! CONSTRUYE LA LENOUA intenta expresar 1• Los dos primeros de ellos, el habla como s!ntoma ·y como sefial, son faciles de ver, pero el tercer aspecto, la naturaleza simb61ica de Ia prolaci6n, requiere algun comentario mas. Cuando en el ejemplo hace poco citado, yo decfa al camarero en . el restaurante: "May I have a glass of water?", su reacci6n a mi petici6n mostraba que habia comprendido lo que yo quena decir. L Como habfa acaecido esta comprensi6n? Restringiendo la cuesti6n .al termino operativo, L c6mo es que tanto el como yo aplicabamos automaticamente el mismo ·significado a Ia palabra water? Es obvio que no existe ninguna necesidad intnnseca para que esta sustancia particular sea denotada por esta secuencia particular de sonidos, y no es denotada as! en otras lenguas : los franceses la llanian eau, los espa:iioles agua, los finlandeses vesi, los griegos ·antiguos oawp (hydor), etc. Todas estas formas son completamente diferentes unas de otras, pero tod.as significan "agua" en sus idiomas respectivos porque Ia gente ha side acostumbrada desde Ia infancia a usarl'as como signos convencionales y generalmente aceptados para el agua. Como Bacon . escribi6 en el • Advancement of Learning, "las palabras son las fichas corrientes y aceptadas para los conceptos, como· las monedas lo son para los valores". Empleando analogfas diferentes; cabna decir que la palabra agua representa esta sustancia de la mis- ma manera que el color negro simboliza el luto, una bandera a media asta indica muerte, o una inclinaci6n de cabeza signifi.ca asentimiento. El hecho de que el Ienguaje se construya con signos hace ·nece- sario considerarlo dentro del contexto mas amplio de los procesos simb6licos. El pr6ximo paso en el amilisis del lenguaje debera, por tanto, ser un. breve examen de las propiedades generales de los signos y de los rasgos que distinguen a los lingiifsticos de los demas ·simbolos 2 • SIGNOS Y SfMBOLOS .Oesde el movimiento romantico, el pensamiento ·y el arte euro~ peos se han ocupado grandemente de los simbolos y a veces casi ha 1 K. BUHI.ER, Sprachtheorie, lena, 1934, pags. 24-33. ~ Un intento para diferenciar los signos y los simbolos fue verificado por OoDBN y RICHARDS ·(The Meaning of Meaning, 4.• ed., Londres, 1936, plig. 23) cuando definleron los sfmbolos como "aquellos. signos que usan los hombres para comunicarse unos con otros y como instrumentos del pensamiento". Esta -distinci6n, aunque util en principio, no es consistente en el significado del ter- mino Jimbolo en su uso general, como mostrarl{n algunas de las citas de la sec- ci6n pr6xima. Lo mismo puede decirse de Ia sugesti6n de SAussuim ( (}p. cit., · 4.• cd., Paris, 1949, pag. Ull) de que los simbolos no son nunca campletamentc oarbitrarios; hay siempre una cspecic de concxi6n natural entre ellos y las cosaa que representan. En el presente libro no he hecho ninguna distinci6n sisteml{- ·ti.ca entre signos y sfmholos. Sobre Ia diferencia entre seiial y slmbolo, cf. MoRJus, op. cit., pags. 23 y ags. S!GNOS Y SlMBOLOS Ji estado obsesionado con ellos. Como Emerson declar6 concisa y ele- gantemente, "somos sfmbolos y habitamos sfmbolqs" e Es.says, XIII). La imaginaci6n de los poetas comenz6 a poblar Ia naturaleza con sfmbolos de alcance metafisico. Wordsworth veia en los paisajes alpirios Characters of the.great Apocalypse, The types and symbols of Eternity, Of first, and last, and midst, and without end. • The Prelude, libro Vl 1• mientras ·que Keats descubri6 upon the night's starr'd face, Huge cloudy symbols of a high romance:. • When J have fears ... '· Baudelaire tenfa una visi6n insistente del hombre vagando entre set- vas de sfmbolos que lo contemplaban. con una mirada familiar: L 'homme y passe a travers des forets de Symboles Qui l'observent avec des regards familiers •. Correspondances, y los poetas simbolistas aceptaron la insinuaci6n de Baudelaire"· En un plano enteramente diferente, la preocupaci6n por los signos y sfmbolos ha dejado su huella en muchas ramas del pensa- miento cientffico; se muestra copiosamente; por mencionar solo al- gunas, en Ia antropologia, el psicoanalisis, la teoria estetica 5, y .en otros varios campos. Tambien ha hecho un impacto directo en la filosofia. Prefigurada por el remota fil6sofo griego Enesidemo s, ex- plorada en el pasado siglo por el 16gico norteamericano·C. S. Peirce 7, la teor1a de los signos ha adquirido caracteristicas propias durante 1 "Caracteres del gran Apoca!ipsis, los tipos y sfmbolos de la Eternidad, de: lo primero y lo ultimo, del medio y lo sin fin." a "Sobre el rostro estrellado de Ia nocbe, vastos sfmbolos oscuros de un sublime romance." ' .. Pasa el hombre a traves de los bosques de sfmbolos, que lo observan con miradas familiares." 4 Para algunas consideraciones posteriores sobre el sfrnbolo, vease CH. BRU· NEAU, Petite histoire de Ia langue franfaise, ·II, Paris, 1958, plig. 194. • Por ejemplo, · en lo.s escritos de Susanne K. Langer. Una discusi6n intere· sante de estas materias se encontrani en los capftulos 8 y 9 de P. HENLE (ed.), Language, Thought, and Culture, Ann Arbor, 1958. • Vwe OanBN·RtcRARDs, op. cit., Apendice C. · . ·r Veanse ibid., Apendice D, § 6, y MoRRIS, op. cit .• pags. 287 y sgs. C:LLMAHN.-2 J8 CAP. J : C6MO SE CONSTRUYE LA L ENGUA las ultimas decadas, basta convertirse en una disciplina autonoma y al~amente compleja. Uno de sus frutos mas tempranos y mas in-· fluyentes fue The Meaning of Mearzirzg, de Ogden y Richards, que apareci6 por primera vez en 1923 1, el mismo .afio que vio Ia publica· ci6n de otro libra importante sabre el tema, la primera parte · ~e Filosofia de las formas simb6licas, de E. Cassirer. A medida que el movimiento adquifia impulse, la teoria de los signos-o "semi6ti· ca", como algunos de sus practican-tes prefieren llamarla-se dividi6 en tres ramas: la "s~mantica" 2 trata del significado de los signos, la "sintactica" de las coinoinaciones de los signos, y la "pragmatica" de su "origen, usos y efectos dentro del comportamiento en el que ocurren" 3 • . . Resumida de este modo, la teoria de los signos parece suma- -.},._ mente abstracta e incluso abstrusa, pero de heche no es, o no nece· sita ser, nada parecido. Se ocupa de una gran variedad <le fen6me· nos de la vida diaria que solo tienen una cosa en comdn: i todos son signos que representan alga distinto, que apuntan a alga diferente de ellos mismos. ~gunos de ellos surgen espontaneamente y se con- vierten en signos solo cuando se interpretan coino tales: las nubes en el cielo, que tomamos como un indicia de lluvia inminente, o el vuelo de las aves explicado como un .presagio por los augures de Ia antigua Roma. Luego hay los signos usados por los animales para comunicarse entre sf o con los humanos-signos que van desde los · simples sonidos y movimiento~, tales como los del perro que araiia en la puerta, basta el increiblemente complejo y delicado sistema de sefiales usado por las abejas y descubierto en los famosos experi· mentes de Max von Frisch. Finalmente, hay la vasta multiplicidad de signos empleado~. en la ~omunica,ci6n humana. Estos 'se incluyen en general en dos grupos. Por un lade tenemos los sfmbolos IUL!i!'!: .. ----- 1 En The Shape of Things to· Come, de H. G. WELLS, hay un relato ,entre· · tenido, pero indebidamente pesimista del expcrimento de Ogden-Richards: "Un interesante y valioso grupo de investigadores, cuya obra todavia prosigue, apa- . reci6 primero en forma rudimentaria en el siglo XIX. El jefe de este grupo era. una tal lady Welby (1837-1912), que era francamente considerada por Ia mayo- · rfa de sus contemponineos como un pelmazo ininteligible. Ella correspondia copiosamente a todo el que querfa escucharla, niachacando perpetua!Jlente sobre la idea de que Ia lengua debla hacerse mas exactliJllente expresiva; de que tenia que ser una "<;iencia de -las significa~_iqnes". C. K. Ogden . y un colega rniembro del Magdalene College, I. A. Richards. se hallaban entre .los pocos que Ia to- maron en serio. Los dos produjeron un Iibro, The Meaning of Meaning, en 1923, que esta reputado como uno de los primeros intentos de mejorar el mecanismo del lenguaje. El llamado ingles basico fue un subproducto de estas investigacio- nes. La nueva ciencia estaba practicamente indotada, attajo a pocos op~rarioa, y se perdi6 de vista durante las dec~das del desastre. Solo resucit6 en la primera. veinteria del siglo." ~ Vease anteriormente, pags. 12 y 13. s MORRIS, op. cit., pags. 217 y sgs. StONOS Y SLMBOLOS 19 giifsticos, tales como los gestos expresivos, seftales de varias clases, luces de trafico, indicaciones en las carreteras, banderas, emblemas y muchos mas; por otro lado, esta el lenguaje mismo, tanto hablado como escrito, y todos sus derivatives: taquigrafia, c6digos morse y similares, los alfabetos de los sg.rdomudos, el braille, los sfmbolos de Ia matematica y la 16gica, etc. !Puesto que ellenguaje es con mu- cho la forma mas importante y mas articulada de expresi6n simb6- lica, es obligado que mantenga una posicion clave en cualquier teo• rfa de los signos.l El lingiiista, ,por su parte, esta vivatnente intere.: sado en estos estudios, ya que espera que una comprensi6n mas· profunda del simbolismo en general puede arrojar una Iuz valiosa sobre los problemas puramente Iingtiistieos. Esto ya result6 claro para Saussure cuando escribi6, muchos afios antes que apareciese . una teorfa independiente d.e los signos en la filosofia moderna : On peut concevuir une science qui etudie Ia vie des signes au sein de Ja vie sociale; elle formerait une partie de Ia psychologic sociale, et par conse· quent de Ia psychologic gc!nerale; nous Ia nommerons semiologie (du grec semeion, "signe"). Elle nous apprendrait en quoi consistent les signes, queUes lois les regissen t 1• . Los signos pueden clasificarse de varias maneras. 2• Cabe distin~ guir, por ejemplo, entre un tipo intencional y otro no intencionat Los signos que encontramos en la naturaleza inanimada son ainten- cionales excepto par;;t los supersticiosos, que pueden ver en ellos pottentos o advertencias dirigidas a ellos por algun agente sobrew natural. Los sfntomas de expectaci6n manifestados por un animal son tambien aintenciortales: en losconocidos experimentos de Pav- lov con los reflejos condicionales, el perro soHa segregar saliV'a cuando o{a el sonido que acompafiaba usualmente a su alimento. En la esfera humana, el rubor como sefial de embarazQ es aintencional, aunque con los seres humanos nunca se puede estar completamente seguro de que un signo al parecer espontaneo no haya sido ideado 1 "Se puede coilcebir una ciencia· que estudie Ia vida de los sign~s en el s~no de Ia vida social;· formarla parte de Ia psicologla social y, por consiguiente, de Ia psicologfa general; Ia llamaremos semiG/ogia (del griego semeion, "signo"). ~ Nos enseiiaria en qu6 consist¢n los signos y que !eyes los rigen." (Op. cit., p~g. 33.) Entre los intentos de abordar el problema desde el punto de vista lin· gtllstico, veanse especialmente E. BuYsSENS, Les langages et le discours, Bru· selas, 1943; fd., "Le signe Iinguistique", Revue Beige de Philologie et d'Histoire, XXXVIII (1960), pags. 705·17; J. KuRYLowrcz, "Linguistique et thc!orie du signe", Journal de Psychologie, XLII (1949), pags. 170-80; H . SPANG·HANNSEN, R-ecent Theories. on the Nature of the Language Sign; ."Travaux du Cercle Linguistique de Copenbague", IX (1954). ' ' 2 Veanse especialmente BuvssENs, op. cit., y P. GmRAUO, La Semantique, Paris, 1955, pags. 13 y sgs. 20 CAP. I : cOMO Sl! CONSTRUYE LA LENGUA deliberadamente·: como Yago, podemos ''izar el pabe116n y Ia insig- nia del afecto, simple insignia verdaderamente" 1• En contraposi- ci6n a estes signos no intencionales, los usados por animates y hom- bres con prop6sitos. de c~municaci6n-incluidos el lenguaje y sus sustitutos-pertenecen obviamente al tipo intencional. Una segunda diferencia y muy importante es la que hay entre ·· los signos sistematicos y los no sistematicos. Algunos signos, tales \ como, por ejemplo, los gestos, no forman ningun sistema coherente, mientras que otros estan organizados en un modelo. Dentro del 'tipo sistematico hay a su vez numerosas posibilidades. El sistema puede constar de un numero muy pequeiio de elementos que alternan en un orden fijado, como en el caso de las luces de trafico. De otra parte, como por ejemplo en las partituras musicales, el numero de elementos tambien es limitado, pero pueden entrar en toda clase de combinaciones. En el otro extremo de la escala tenemos el vocabu- lario de una lengua viva, cuyos recursos son tan vastos y fluidos que virtualmente son ilimitados, aun cuando aquf la mente humana ten- dera a introducir cierto genera de norma y organizaci6n, como se vera en el ultimo capitUlo de este libro. Cabe asimismo clasificar los signos segtin el sentido sobre el que estan basados. Se dan casos en que hay implicados simultaneamente mas de un sentido: una representaci6n operfstica se dirige tanto a la vista como al ofdo. La mayorfa de los signos, sin embargo, estan limitados a un solo sentido. Los signos no intencionales pueden per- tenecet a cualquier sentido : las impresiones calorfficas, gustativas, olfativas, 0 tactile& pueden tener mucho mas valor sintomatico - por ejemplo, para el medico que hace urt qiagnostico-que las sensaciones visuales y acusticas. Los signos intencionales estan re- ducidos usualmente a Ia esfera del oido y de 'Ia vista, los mas dife~ renciados de nuestros sentidos. Aunque el lenguaje mismo es acus- tico, Ia mayoria de sus formas derivativas--escritura, simbolos ma- tematicos, alfabeto de los sordomudos, etc.-son visuales. En el braille tenemos el caso raro de un sistema simb6lico basado exclusi- vamente en el sentido del tacto. Una distinci6n mas fundamental todavia es la que hay entre dos tipos de signos : los que _son semejarites a aquello que denotan, y los que.no lo son. Los primeros son llamados a veces "icq_l!i~os" (del griego eikon, "imagen"), mientras que los ultimos se conocen como "convencionales". La diferencia entre los dos tipos es cen frecuencia mas bien' de grado que de genera. "Las fotografias, los retratos, los mapas, los indicadores de carretera, los modelos son iconicos en alto grade; los suefios, las pinturas distintas de los retratos, las partituras • •otelo. acto I, escena I. T rad. Astrana Marin; Shakespeare, Obras com- pinos, 10.• ed., Aguilar. Madrid, 1951, pag. 1468. SIGNOS Y S{MBOLOS 21 mQsicales, las peliculas, el teatro, los rituales, los espectaculos pu- blicos, la danza, el vestido, el juego y la arquitectura son ic6nicos en grado variable" 1• Por otro lado, hay muchos signos con significado puramente convencional: los c6digos, varias especies de senates, los puntas y rayas del morse, y otros. El alfabeto es un clara ejemplo de un sistema de signos convencionales: la forma de las tetras no guar- da ninguna relaci6n con er sonido que transcriben. (.El lenguaje ordinariamente hablado es ic6nico o convencional? Evidentemente, esta pregunta no puede responderse por un simple sf o no. Muchas de las palabras que usamos son convencionales, sfm- bolos arbitrarios, mientras que otras, terminos onomatopeyicos como sniff [sorber] o hiccup [hipo], son indudablemente ic6nicas. Este pro· blema, que suscita muchas consecuencias de una importancia de gran alcance, sera plenamente discutido en el capitulo· cuarto; aqui es suficiente hacer notar que en muchos ·aspectos el lenguaje se com- porta como si fuera un sistema de simbolos convencionales. Desde otro punta de vista todavfa, se pueden distinguir dos cla- ses de signos: los que son directamente representatives de las casas que significan, y los que son. derivados de otros signos. La escritura en su forma presente es un. sistema derivative: traslada los sonidos del lenguaje hablado a sfmbolos visuales. La situaci6n era muy dife- rente en las primeras eta pas de nuestro alfabeto; los jeroglificos egip- cios, por ejcmplo, eran pinturas que representaban los objetos y no sus nombres. Gradualmente, sin embargo, los simbolos escrito;; ad- quirieron valores 'foneticos y llegaron ·a representar Ia palabra ha- blada o alguna parte de ella: una sflaba o incluso un solo soniUo. La escritura moderna ha dado origen tambien a ciertos sistemas sub~ sidiarios que son derivatives en segundo grado.: el braille, por ejem- plo, se deriva de Ia escritura que, a su vez, se deriva del Ienguajc ha- blado. Hay, asimismo, otros sustitutos no ortodoxos de Ia palabra hablada, tales como el Ienguaje de silbidos de Ia isla de Gomcra en las Canarias, que no es un c6digo convencional, sino una transposi- ci6n ingeniosa de Ia fonetica del dialecto espafiol local 2 • \- La comprensi6n de que el lenguaje debe ser considerado .sabre el fondo de una teorfa general de los signos ha puesto en contacto a los lingiiistas con una variedad de disciplinas, que van desde la ingenie- rfa electrica basta la teoria estetica. f>os de estos contactos Pr:ome~ - ten ser particulan.nente fructiferos-:""El interes por los · signos ha enfocado la aten.ci6n sobre los reflejos condicionados y 9tros proce- sos de aprendizaje observados en 1os animales. Los clasicos experi- mentos de Pavlov causaron una impresi6n profunda sobre los lin- 1 MORRIS, op:. cit., pllg. 192. · 'Vuse A._. O.ASSE, "Phonetics of the Silbo Gomero", A rchivum Ling(lisli- c um. IX (1957), pags. 44·61. 22 CA.P. ( : COMO SE CONSTRUYE LA LENGUA giiistas, y los desarrollos mas recientes en este campo pueden arrojar nueva luz en los trabajos sobre el Ienguaje 1• Mas importantes aun , son quiza los contactos entre -Ia lingi.ifstica y la teoria de Ia "infor- maci6n". Hay una voluminosa literatura a este respecto, la mayor parte de ella realizada pbr matematicos e ingenieros de comunica- ci6n 2, pero tambien por lingilistas de mentalidad matematica 3• In- evitablemente, el nacimiento mismo de estos estudios ha creado se- rios problemas en cuanto a Ia comunicaci6n. Aunque los lingi.iistas estan intensamente interesados y pueden tener una valiosa contri- buci6n que hacer, a menudo se ven obstaculizados por Ia falta del necesario equipo matematico. Existe tambien el peligrode que estos multiples contactos, atladidos a los que siempre habfa tenido con las disciplinas vecinas. hagan progresivaroente diffcil para el lingiiista examinar la materia entera en todas sus ramificaciones. La soluci6n se halla obviamente en los simposia y en los proyectos de investi:- gaci6n emprendidos conjuntamente por trabajadores de leis diferen- tes campos, y semejantes empresas estan de hecho volvh~ndose cada vez mas frecuentes a ambos lados del Atlantica. LENGUA Y HABLA Habiendo esbozado la posici6n del lenguaje dentro de una teorfa general de los signos, podemos ahora limitar nuestra atenci6n a los simbolos lingi.ifsticos. Los lingiiistas moderp.os han hallado conve- niente definir la lengua contrast~dola con el hab,la. Esta distinci6n fundamental se remonta basta ISaussure, quien opuso, consistente y sistematicamente, la langue, "lengua", a la parole, "habla", y vio en ellos dos aspectos complementarios de una entidad mas amplia, le 1 Vl!ansc recientemente R. W. BROWN-D. E. DULANEY, "A Stimulus-Response Analysis of Language and Meaning", Language, Thought, and Culture, p:.igi- nas 49-95. ~ Veanse, por ejemplo, C. CJmRRY (ed.), Information Theory, Londres, 1956; . Id., On Human Communication, Nueva York-Londres, 1957; G. HERDAN, Lan- guage as Choice and Chance, Groningen, 1956-; G. A. MILLER, Language and Communication, Nueva York-Toronto-Londres, 1J51; L. APOSTilL, B. MANDBL- BROT, A. MoRF, Logique. langage et theorie de /'information, Paris, 1957. • V~nse especialmente las obras de J. WHATMOUGH ("Statistics and Semantics", Sprachgeschichte und Wortbedeutung, Festschrift A. Debrunner, Berna, 1954. pags. 441,6: Language, A. Modern Synthesis, Londres ed., 1956) y P. GUIRAUD (Les caracteres statisliques du vocabulaire, Parfs, 1954; "Langage, connaissancc et information'', Journal de Psycl10logie, IV (1958), p:.igs. 302-18; Prob/emes et meihoder de Ia statistique linguistique, Parls, 1959) ; cf. tam bien' las aetas del VII y el VIII Congreso Internacional de LingUistas (Londres, 1956, y Oslo. 1958). Para un breve examen, vease R. JAKOBSON, "Linguistics and Communica- tion Theory", en Structure of Language and its Mathemmical Aspects (Pro· ceeding of Symposia in Applied Mathematics, vol. XII, 1961), pags. 245-52. ·· LENGUA Y HABLA .23 langage, ."lenguaje" 1• Ninguna otra parte de la doctrina de Saussure ha dado Iugar a tantas discusiones y exegesis; incluso despues de media siglo, el debate continua, lo cual es un tributo a Ia vitalidad de Ia teorfa original 2 • Si aceptamos la distinci6n entre lengua y habla, encontraremos cierto numero de diferencias fundamentales entre los dos fen6me- nos: 1) La lengua es un vehiculo de comunicaci6n, y el habla es el uso de ese vehlculo por un individuo dado en uha ocasi6n dad1!.:_ Ex- presandolo mas explicitamente : la lengua es .un c_octigo, mientras que el habla · es la codificaci6n de un mensaje particular que luego sera descifrado' por el que, o los que escuchan. 2) La lengua existe en un estado potencial: es un sistema de sig- nos almacenado en nuestra memoria, presto para ser actualizado, traducido a sonidos ffsk'o_s, en el proceso del habla. La lengua, por tanto, no consiste en somdos en sentido fisico, sino en las impresio- ne sonoras que dejan atnis los sonidos actuales que nosotros mis- mos pronunciamos o escuchamos de otros. Estas impresiones sonoras constan de elementos acusticos y motores: recordamos la cualidad del sonido y los movimientos articulatorios que ejecutamos cuando lo pronunciamos, y con estas impi:esiones se combina una disposici6n a repetir los mismos movimientos. La dificultad que algunas perso- nas experimentan en pronunciar un sonido extranjero muestra que el proceso de inervaci6n no ha tenido un exito completo. Otros ele- m'ento~ del sistema lingiifstico-palabras, formas gramaticales, cons- trucdones sintacticas, etc.-estan, probablemente, depositado& ~n nuc~tra memoria como impresiones, modelos y disposiciones. La na~ turalcza psicol6gica precisa de estas impresiones no es aqui direc- tamente pertinente, si bien los de mentalidad behaviorista las . po- drian considerar como "engramas": "huellas residuales de una adap- taci6n a un estfmulo realizada por el organismo" 3• Sea lo que fuere 1 Le langage no tiene eq~:~ivalente exact~· en ingles; comprende Ia facultad del Jenguaje en todas sus varias formas y manifestaciones. V~se SAUSSURE, op. cit .. pligs. 25 y sg~. y 112; en el ultimo pasaje establece muy claramente: "La langue est pour nous le langage moins Ia parole." "La lengua es para nosotros el len- guajc menos el hahla." La historia de estos terminos ha sido recientemente in- vesti,!!ada por H. G. KOLL, Die franzosischen Worter ''langue" und "langage" im M itti'lalter, Gincbra·Paris. 1958. · • Los princip:~ l es temas del debate son examinados en el ulil artfculo del doc tor N. C:. W. SPENCE, "A Hardy Perennial : the Problem of Ia Langue and Ia Parole" . Archivum Linguisticum. IX (1957), p~gs. 1·27. Otra revisi6n crftica del problema integro se encontrara en E. CosERIU, Sistema, nor.ma y hab/a. Monte· · video, 1952. Sobre Ia aplicabilitlad de Ia distinci6n a los estudios scmanticos, cf. A. GILL. "La distinction entre langue et parole en semantique historique", . Studies in Romance Philology and French Literature Prejenfed to John Orr, Man-· chester, 1953, pags. 90-101. ' OGor:N·RICHARDS. op. cit.. p~g. 53. 24 CAP. I : COMO SE CONSTRUYE LA LENGUA spbre el particular, el punto esencial es que la Iengua es potencial, mientras que el habla esta actualizada. 3) I'EI habla es el uso de la lengua por una persona en una si- tuaci6n espedfica; es un acto individual 1• La lengua, por su parte, trasciende lo individual~ es una propiedad de la sociedad en gene- ral. Puede servir como medio de comunicaci6n tan solo si es sus- tan'cialmen te Ia misma para todos los que hablan ; es, como declara . Saussure, una '.'instituci6n social" (op. cit., pag. 33). En otras pala- bras, Ia lengua es Ia suma total de los sistemas lingtilsticos que los miembros individuates de Ia comunidad Bevan en su memoria. Ci- tando de nuevo a Saussure: "Si nous pouvions embrasser Ia somme des images verbales emmagasinees chez tous les individus, nous tou- cherions le lien social qui constitu~ la langue" 2• 4) Otra diferencia importante se refiere a Ia actitud del indivi- duo que habla <:on respecto ala lengua ·y al habla. Es duefio y senor de su habla; depende de el solo lo que dira, c6mo lo dira y basta si Jo dini en todo caso. Puede, si asf lo desea, desviarse del uso ordina- ria, e incluso crear una lengua privada, propiamente suya, como hizo James Joyce en Finnegans Wake, aunque al obrar asf correra el riesgo de resultar ridfculo · o inintelig,ible. Pero mientras que el individuo tiene el control exclusive sobre el habla, no es mas que un recipien• te pasivo en relaci6n con la Jengua; lo asiinila en la primer a infan- ci~ y no puede hacer !)ada, o muy poco, por alterarlo. Es verdad que algunos indivi~uos privijegiados-un poHtico, un cientifico, un es- critor, un lexic6grafo, un gramatie,:.o--o un grupo de individuos tales como la Academia Francesa, . pueden ejercer cierta influencia sobre Ia ·lengua, pero incluso ellos apenas afectaran su contextura basica; y el curso ordinario de los hombres sera coni:pletamente impotente con respecto a el : lo que haran, en palabras de SatJSSure, sera "re- gistrarlo pasivamente" (op. cit., pag. 30). 5) El habla, como vio Sausstire, es un acto unico estrictamente limitado en elilempo. Aun si se considera un largo discurso como un solo acto de habla, rara vez excedera de una bora o dos, en tanto que la inmensa mayoria de las ·expresiones se acaban en cuestion de .. minutes, o incluso de segundos. El habla .es pasajera, effmera e irre- cuperable; en la famosa imagen de Horacio, "et semel emissum volat irrevocabile verbum"-"una palabra, una vez soltada de Ia jaula, no puede ser Hamada de nuevo" 3 • En contrastecon esta naturaleza eva- nescente del habla, Ia lengua se mueve tan Jentamente que, a veces, ' 1 "La parole est un acte individuel de volonte et d'intelligence." "El habla es un acto individual de voluntad y de inteligencia." (SAVSSURE, op. cit. ; pag. 30.) • "Si pudieramos abarcar Ia suma total de las imagenes verbales a!macenadas en todos los individuos, Jlegarlamos al lazo social que constituye Ia lengua."' (Ibid.) ~' *Epfstolas, I, JWlll. v. 1 , LLNGUA Y HAllLA 25 parece casi completamente quieta. Los ajustes menores en el voca- bulario prosiguen durante. todo el tiempo, pero pocas personas per- cibi~an cualquier alteraci6n importante en su lengua materna a lo largo de su propia vida; usualmente se requieren varias generacio- nes o, incluso, siglos para que un cambia fonetico o gramatical siga su curso. Como declara pintorescamente un lingiiista norteamerica- no: "Ia lengua es, probablemente, el mas cerrado, el mas .macizamente resistente de todos los fen6menos sociales. Es. mas facil destruirlo que desintegrar su forma individual" 1• 6) ~J h_~a tiene dos aspectos diferentes, uno f(sico y el otro psi- col6gico. Los sonidos efectivos son acontecimientos ffsicos, mientras que las significaciqnes que expresan son fen6menos psicol6gicos. La lengua, en cambia, es puramente psicol6gica : esta constituida de im- presiones de sonidos, palabras y rasgos gramaticales depositados en nuestra memoria, en donde permanecen constantemente a nuestra disposici6n, de una manera muy semejante a como el dinero ingresa- ' do en una cuenta bancaria es utilizable por el depositante 2• Colocando en forma de tabla las diferencias principales entre 1a lengua y el habla obtenemos el siguiente cuadro: Lengua C6digo Potencial Social Fija Lentamente movible Psicol6gica Habla Codificaci6n de un mensaje Actualizada Individual Libre Effmera Psico-fls~a Si consideramos mas atentamente esta serie de diferencias ob:. servamos que son basicamente variaciones sabre dos temas: el con- traste entre lo actual y lo potencial y entTe lo individual y lo social. Esto ha hecho que algunos lingiiistas se pregunten si no seria mejor separar los dos criterios 3• A este fin se ha sugerido que, debeda in- 1 E. SAPIR, Language. An Introduction to tj1e Study of Speech, Nueva York, 1921, reimpr. 1949, pag. 206; Cf. SAussURE, op. cit., pags. 107 y sg;s.: "La langue est de toutes les institutions sociales celle qui offre le moins de prise aux ,initiati- ves, Elle fait corps a~~ec. la vie de Ia masse sociale, et celle-ci,. etant naturcllement inerte, apparalt avant tout comrne uri facteur de conservation." ~'La lengua es de todas las instituciones sociJles Ia que ofrece menos ocasi6n para las iniciativas. Forma cuerpo con Ia vida de )a masa social, y esta, siendo naturalmente inerte, aparece ante todo como un factor de conservaci6n." ' 2 a. SAUSSURE, op. cit., pag. 32. ' 3 Vease ya 0. JESPERSEN, Mankind, Nation and Individual from a Linguistic · Point of View, Oslo, etc., 1925, cap. I. El problema entero ha vuelto a ser exa- minado en SPENCE, loc. cit. 26 CAP. i : C6MO SB CONSTRUYE LA LBNGUA sertarse un termino media entre los dos extremos propuestos por Saussure. Este termino medio serfa la "lengua individual" o, como ciertos lingiiistas norteamericanos lo han -denominado, el "idiolecto": . "Ia totalidad de los Mbitos de habla de una persona particular en un tiempo dado" 1 • Es facil ver que este nuevo· termino se halla a medio . camino entre los dos polos de Simssure: es individual como el habla, a diferencia del caracter social de la lengua; al mismo tiempo es po- tencial como Ia lengua, a diferencia del hal>la, que ~s por definicion actual. Desde otro ·pun to de ·vista, tam bien representa una casa a mitad del camino: el sistema lingiiistico, tal como existe' en la me- moria de un individuo, es menos concreto, mas dificilmente accesi- ~le para '~1 observador que lo son los aetas particulares del habla, pero es mas concreto y de .mas facil acceso que la lengua de una co- munidad entera. Surge, sin embargo, la cuesti6n de si se ha ganado algo introduciendo un tercer termino y embotando asf el filo de la distinci6n de Saussure. Hay que recordar la navaja de Occam: "Ias entidades no deben · multiplicarse sin necesidad". La respuesta a esta cuestion dependera del punta de vista desde el que se mire el problema. El lingiiista rara vez se interesani. por la lengua en sf de un solo individuo 2 • Es posible que tenga que contar con el extensamente como una fuente de informacion; los que ope- . ran en este campo explorando una lengua no registrada, con fre- cuencia derivanin la mayor parte de !)U material de un atento estu- dio de los hcibitos de habla de un pequefi.o numero de .informantes. Pero incluso entonces, no se detendran en esta etapa, sino que tra- taran de establecer la norma mas amplia sobre la que se basan estos "idiolectos", el sistema lingiifstico de toda la comunidad 3 • En tales cas~s, el estudio de los "idiolectos" sera un medio para un fin, una fase intermedia en la investigacion, y en circunstancias mas favora- bles no sera necesaria en modo alguno esta fase . . . (El concepto de "idiolecto" sera, no obstante, muy uti! en las in- dagaCiones 1 :iicol6gicas y estilistica~Se ha demostrado con datos . . experimentales que hay una conexi6n definida entre la lengua y la personalidad; un psic6logo ha encontrado incluso una correlaci6n estadfstica entre la proporci6n de verbos y adjetivos y la estabilidad 1 C. F. HocKE.lT, A Course in Modern Linguistics, ·Nueva York, 1958, plig. · 321 ; cf. tam bien R. A. HALL, Jr., "Idiolect and Linguistic Super-ego", Stu- dia Linguistica, v (1951), pags. 21-7. Jdiolecto viene del griego idios, "propio, privado" + el elemento griego lecto, "habla", como en dialecto. . • Tales estudios existen, sin embargo, como, por· ejemplo, el tratado cluico del AIIBE RouSSELOT, Modifications. phonitiques du langage erudites (lans /e patois d'une famille de Cl'llrfrouin (Charente) , 1891. • Cf. H. RouER, "Native Reaction as Criterion in Linguistic Analysis", en las 4 e-tas del V Ill Congreso lnter111rcional de LingUistas. LAS IJNIDADES DE LA LENGUA 27 emocional de una persona 1• En los estudios · estilfs~icos, uno de los metodos mas populares es investigar el enipleo de las palabras de un escritor particular con objeto de determinar lo que es unico e idio- . sincrasico en su manejo de la lengua 2• Haciendose eco de Ia famosa formula de Buffon, "Le style, . ~·est l'homme meme", Schopenhauer defini6 el estilo como '·'Ia fisonomia de la mente", y esta fisonomia puede captarse mejor examinando el "idiolecto" del autor tal como esta depositado en sus escritos de una forma m4s o menos estilizada. Parecerfa, por tanto, que el concepto de "idiolecto" puede pres- tar valiosos servicios al psic61ogo y al ·estudioso del estilo, y tener su puesto en ciertos tipos de investigaci6n lingiiistica, pero que, en la esfera mas amplia de Ia lingiHstica general, seria· poco opottuno mitigar la distinci6n entre la lengua y el habla introduciendo un tercer termino entre los dos. LAS UNIDADES DE LA LENGUA La l~ngua, como hemos visto,· solo puede ser alcanzada mediante el habla; es, por consiguiente, analizando las. expresiones especificas como cabe esperar · identificar las unidades de que se com pone Ia lengua 3• En vista de la naturaleza mixta, psico-fisica, del habla, dos caminos se abren ·ante nosotros: podemos analizar un trozo de un discurso trabado, desde el pun to de vista 'ffsico, como una sarta de sonidos, y desde el punto de vista psico16gico, como un portador de significado. Como Ia mayoria de las expresiones constan de mas de .un elemen'to significative, precisaremos d_~, un tercer criteria: . ten- dremos que estudiar las relaciones que existen entre las varias uni- dades. 1. Unidades de sonido . Un analisis puramente fonetico del habla coordinada distinguira varios ~egmentos acusticos que pueden
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