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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS 
EL PROYECTO DE TRADUCCIÓN DE TEXTOS 
MEDIEVALES. EL CASO DE LA NOUVELLE 19 DE LAS 
CENT NOUVELLES NOUVELLES 
I N F O R M E A C A D É M I C O P O R
A C T I V I D A D P R O F E S I O N A L 
que para obtener e l t ítulo de 
Licenciada en 
Lengua y Literaturas Modernas 
(Letras Francesas) 
presenta: 
Frida López Martínez 
Asesora: 
Dra. María Cristina Azuela Bernal 
Ciudad de México 2015 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea 
objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
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Índice 
Agradecimientos ................................................................................................................... 5 
Introducción .......................................................................................................................... 6 
I. Traducir la Edad Media ................................................................................................... 7 
1.1 La Edad Media .......................................................................................................................... 7 
1.2 El francés medieval ................................................................................................................... 8 
1.3 Traducir desde el francés medieval ......................................................................................... 10 
a. Lengua ............................................................................................................................... 11
b. Puntuación y formato......................................................................................................... 16
c. Cultura ............................................................................................................................... 18
d. Receptor de la traducción .................................................................................................. 21
II. El Proyecto de traducción de textos medievales ......................................................... 23
2.1 Presentación ............................................................................................................................. 23 
2.2 Metodología ............................................................................................................................. 25 
a. Preparación ........................................................................................................................ 25
b. Versión preliminar ............................................................................................................. 28
c. Revisión en grupo .............................................................................................................. 28
d. Segunda revisión ............................................................................................................... 30
e. Revisión final ..................................................................................................................... 30
f. Publicación ........................................................................................................................ 31
2.3 Cursos y conferencias .............................................................................................................. 32 
2.4 Infraestructura .......................................................................................................................... 34 
III. Las cien nuevas nouvelles ............................................................................................ 36
3.1 La traducción de Las cien nuevas nouvelles ............................................................................ 39 
a. Repeticiones ...................................................................................................................... 42
b. Juegos de palabras ............................................................................................................. 43
c. Expresiones idiomáticas .................................................................................................... 45
d. Variaciones en el registro .................................................................................................. 45
3.2 Nouvelle 19 .............................................................................................................................. 46 
a. Original, traducción y comentarios ................................................................................... 48
Conclusiones ........................................................................................................................ 58 
Anexos .................................................................................................................................. 61 
Bibliografía .......................................................................................................................... 65 
A mi mamá, mi lucero. 
 
“La Edad Media me retuvo porque 
tiene el poder casi mágico de llevarme 
lejos de mi realidad, de arrancarme de 
los problemas y de las mediocridades 
del presente y, al mismo tiempo, de 
hacerlo más intenso y más claro.” 
 J. LE GOFF 
5 
 
Agradecimientos 
 
 
Quisiera externar mi más profundo agradecimiento a las doctoras Cristina Azuela y Tatiana 
Sule por la oportunidad que me brindaron de participar en el Proyecto de traducción de 
textos medievales, pero sobre todo por haberme guiado a lo largo de mi participación en él 
con sus invaluables conocimientos y por transmitirme a cada paso el amor y la pasión que 
sienten por su trabajo. Son para mí un ejemplo a seguir de sabiduría, paciencia, 
perseverancia, entusiasmo y humildad, valores que difícilmente se encuentran en una sola 
persona y de los que ambas dan prueba día con día. 
Con el presente trabajo concluyo mis estudios de licenciatura. Es un gran logro para 
mí, perotambién para mi familia y para mis amigos, pues estuvieron conmigo desde el 
inicio de esta aventura. Reconozco especialmente la amistad, el apoyo y los consejos de 
mi tía Ana Luisa, Diana Beltrán, Yael Torres, María Ayala y Eugenia Calva; su ejemplo 
me invita a ser mejor cada día. De igual manera, agradezco a mis compañeros de la carrera 
y ahora colegas, Francisco Cerón y Perla Mendoza por todas las experiencias que hemos 
vivido y los desafíos que hemos superado, es un orgullo para mí caminar a su lado. 
 
 
 
 
 
6 
Introducción 
El informe que presento a continuación es producto del trabajo que realicé durante más de 
tres años en el marco del Proyecto de traducción de textos medievales, primero como 
alumna de la carrera de Lengua y Literatura Modernas (Letras Francesas), después como 
prestadora de servicio social y finalmente como becaria. A lo largo de ese tiempo pude 
poner en práctica lo aprendido durante los años de estudio y profundizar mis 
conocimientos acerca de la práctica de la traducción, la literatura y la Edad Media; pero, 
sobre todo, aprendí que un buen trabajo en equipo, basado en la dedicación y el 
compromiso de cada uno de sus integrantes puede llevarnos muy lejos. 
La intención de este informe es dar a conocer el proyecto, subrayar la destacada 
contribución que hace a la difusión de la literatura francesa medieval y describir su forma 
de trabajo, a través de mi experiencia. Está dividido en tres capítulos. El primero delimita 
el área de trabajo del proyecto y habla de su complejidad y relevancia. El segundo describe 
su estructura y expone el proceso de traducción llevado a cabo en este proyecto. 
Finalmente, el tercer capítulo presenta la labor realizada durante la traducción de Les cent 
nouvelles nouvelles y aborda, a modo de ejemplo, el caso específico del traslado al español 
de la nouvelle 19, cuya traducción preliminar estuvo a mi cargo. 
7 
 
I. Traducir la Edad Media 
 
¿A qué nos referimos cuando hablamos de la traducción de textos medievales franceses? 
En este capítulo abordaremos algunos elementos necesarios para comprender la materia 
con la que trabaja el proyecto que motivó este informe y por qué su objetivo es tan 
importante como ambicioso. 
 
1.1 La Edad Media 
Frecuentemente escuchamos que la historia de la humanidad se divide, a grandes rasgos, 
en cuatro etapas: Edad Antigua, Edad Media, Edad Moderna y Edad Contemporánea. Hoy 
sabemos que es un criterio válido si lo acotamos a la historia de la Europa Occidental, pues 
aplicar esos conceptos al estudio de la historia americana o asiática, por ejemplo, sería un 
error, dado que cada región sigue procesos históricos que le son propios y merecen ser 
abordados desde perspectivas más amplias. 
 De esta manera, comenzaremos situando la Edad Media en un espacio geográfico 
que incluye vastos territorios que van desde lo que hoy conocemos como Portugal, al 
poniente, hasta Tierra Santa, al oriente; desde Gran Bretaña al norte, hasta la costa norte de 
África, al sur. En cuanto al tiempo, si bien sabemos que los procesos históricos no se dan 
de un día para otro, no podemos ignorar que hay sucesos relevantes que determinan el 
curso de la historia y son representativos del inicio y fin de cada etapa. Así, podemos decir 
que el periodo medieval comienza con la caída del Imperio Romano de Occidente, como 
consecuencia de las invasiones bárbaras en la segunda mitad del siglo V, y termina en la 
segunda mitad del siglo XV, que presencia el final de la guerra de los Cien años, la caída 
8 
 
de Constantinopla en manos de los turco-otomanos, la expulsión de los árabes de Granada 
y la llegada de Colón con sus hombres a las costas del Caribe. Con todo, dentro de los más 
de mil años que abarca el Medioevo, el Proyecto de traducción de textos medievales 
(franceses), dentro del cual se inscribe este trabajo, se centra en el final de la edad media, 
pues entre los siglos XII y XV se consolidó la escritura en la lengua vernácula que se 
diferenciaba claramente del latín. Esta lengua vernácula se convertiría más tarde en lo que 
hoy conocemos como francés moderno. 
 
1.2 El francés medieval 
Para entender las características del francés medieval es fundamental conocer la historia de 
esta lengua, pues en ella se ven reflejadas las culturas que le dieron forma gracias a la 
interacción que hubo entre ellas a través del tiempo. Hace más de dos mil años, el territorio 
que hoy es Francia estaba habitado básicamente por pueblos celtas que hablaban diferentes 
dialectos, entre ellos el galo, de la lengua que hoy conocemos como celta o céltica. Esta 
lengua no se escribía pues en la cultura de estos pueblos se transmitía el saber de forma 
oral.1 En el primer siglo antes de nuestra era, los romanos conquistaron este territorio al 
que llamaron Galia; con ellos llegó el latín, idioma del imperio y, por lo tanto, de la 
administración. Los pueblos locales adoptaron esta lengua y la adaptaron a sus costumbres 
y necesidades, lo que dio como resultado una gama de variedades del latín vulgar que, en 
combinación con los dialectos autóctonos, se hablaba en diferentes regiones. Es importante 
 
1 Pelloutier explica, por ejemplo, que los druidas evitaron la escritura para agilizar la memoria de 
los aprendices, pero también para ocultar su saber del común de la gente. El “entrenamiento” de un 
druida podía tardar más de veinte años en los que los aprendices memorizaban incontables 
lecciones. Véase Simon Pelloutier, Histoire des celtes, pp. 256-258. 
9 
 
señalar que como la escritura no formaba parte de la cultura celta,2durante el dominio 
romano leer y escribir fueron actividades propias de una clase intelectual y política 
privilegiada muy reducida que empleaba el latín, por eso hay pocos testimonios del galo.3 
A lo largo de los siglos IV y V, grandes hordas de pueblos llamados “bárbaros” 
invadieron Europa. En Galia se instalaron los pueblos germánicos, particularmente los 
francos, quienes aportaron a las lenguas locales sus propios vocablos. Con el contacto 
entre los idiomas, la lengua oral se diversificaba, al tiempo que la iglesia cristiana mantenía 
presente el latín en la vida de las personas al igual que en todo cuanto se escribía. Los 
monasterios resguardaron la herencia cultural romana, aunque suplantaron las religiones 
paganas, y monopolizaron el saber, albergando celosamente la vida intelectual de la época. 
De modo que la lengua que se hablaba en los pueblos y aquella que se hablaba y escribía 
en los medios educados no era la misma; los dialectos orales del latín conformaron el latín 
“vulgar”, en contraste con el latín escrito o “culto” de la élite letrada, que se mantuvo más 
o menos estable. 
Con el tiempo, las lenguas vernáculas derivadas del latín fueron cobrando fuerza y 
se impusieron sobre éste. El texto escrito más antiguo que se conserva en francés primitivo 
es el Juramento de Estrasburgo,4 escrito en 842. A partir de entonces, se escribieron cada 
 
2 Sin embargo, se conservan muy escasos testimonios escritos de esta lengua, como la Inscripción 
de Chamalières, escrita en galo con alfabeto latino durante el periodo Julio-Claudiano, (27 a. C. - 
68 d. C.). 
3 Se presume que de este periodo proviene la mezcla de los sistemas decimal de los romanos y 
vigesimal de los celtas que aún se aprecia en el francés moderno. Si buscamos en la Edad Media, 
en las nouvelles que tradujimos, por ejemplo, encontramos “La nouvelle 98” escrito en números 
romanos, con sistema de numeración vigesimal: LA IIIIxxXVlIIe NOUVELLE. 
4En el Juramento de Estrasburgo Carlos el Calvo y Luis el Germánico se juran lealtad contra su 
hermano Lotario. Es particularmente interesante porque fue escrito, firmado y leído públicamente 
tanto en lengua germánica [teudisca lingua], como en lengua románica [romanalingua].Lo que 
destaca la importancia de hacer que el texto fuera comprensible para todos los hombres de ambos 
gobernantes, quienes hablaban dos lenguas claramente diferenciadas, aunque tuvieran el latín como 
origen común. 
https://es.wikipedia.org/wiki/27_a._C.
https://es.wikipedia.org/wiki/68
10 
 
vez más documentos en los que se distingue el surgimiento del francés antiguo como un 
idioma nuevo, claramente diferenciado del latín y de otras lenguas cercanas. 
El siglo XII presenció el florecimiento de la literatura vernácula con obras literarias 
de grandes autores escritas en francés antiguo que, si bien presentan variaciones 
dialectales,5también cuentan con suficientes rasgos similares para confirmar que todas 
estas variantes pertenecen al mismo idioma, el francés antiguo. Posteriormente, en el siglo 
XIV surgió el francés medio que se desarrolló durante el resto del Medioevo. Al respecto, 
Pierre Guiraud precisa que aunque el francés antiguo y el francés medio tienen mucho en 
común, ambos idiomas presentan rasgos fonéticos y gramaticales distintos, de modo que 
no existe un solo francés medieval, sino dos.6 El francés antiguo se fue extinguiendo 
mientras se desarrollaba el francés medio, y del francés medio se derivó el francés actual. 
El proyecto de traducción, objeto de este informe, se ocupa tanto del francés medio como 
del francés antiguo, dependiendo de los textos elegidos. 
 
1.3 Traducir desde el francés medieval 
Si el proceso de traducción es siempre una labor compleja que requiere tanto el dominio de 
las lenguas con las que se trabaja como vastos conocimientos culturales, nuestra distancia 
temporal con los textos del Medioevo añade otros desafíos a la tarea. Ante la imposibilidad 
de acudir a alguien que haya vivido en ese momento, el traductor se ve obligado a 
 
5“Desde el día en que la lengua vulgar se puso por escrito cada autor usó su dialecto: el Cantar de 
Roldán se escribió en normando, Chrétien de Troyes se expresaba en champañés, Jean Bodel, en 
artesiano” (Dauzat, Précis d‟histoire et du vocabulaire français, p. 12). Esta cita está 
originalmente escrita en francés. Todas las traducciones que aparecen en este trabajo son mías si 
no se indica lo contrario. Los fragmentos de Las cien nuevas nouvelles, fueron tomados de la 
traducción que hicimos los participantes del proyecto de traducción de textos medievales 
franceses. 
6
 Pierre Guiraud, Le moyen français, p.10. 
11 
 
reconstruir significados a través de los elementos del periodo medieval que se han 
conservado hasta nuestros días. Gran parte de la labor del traductor consiste en armar un 
rompecabezas cuyas piezas se encuentran en el nivel lingüístico, pero también en el supra-
lingüístico. A continuación describo algunos de los retos a los que nos enfrentamos. 
 
a. Lengua 
Quien desea traducir textos escritos en francés medieval debe adentrarse en el estudio de 
esta lengua y contar con bases sólidas en cuanto al léxico, estructura y filología tanto de la 
lengua origen como de la lengua meta pues, aunque conocer el francés moderno es de gran 
utilidad, partir de él para interpretar un texto medieval es insuficiente. Incluso sucede que 
las palabras del francés actual con frecuencia se asemejan a palabras del francés medieval 
que no tienen el mismo significado, o contaban con alguna otra connotación. Tal es el caso 
de la palabra bourgeois, que actualmente se refiere en primer lugar a alguien de una clase 
social acomodada, pero que en la Edad Media aludía antes que nada a un habitante de una 
ciudad o burgo. Es tarea del traductor estar atento a esta especie de falsos cognados e 
investigar las circunstancias históricas y culturales, además de los usos y tradiciones de las 
sociedades donde nacen los textos. 
Afortunadamente hoy existen numerosos recursos que guían al traductor a través de 
los intrincados caminos del francés medieval, como el diccionario de la antigua lengua 
francesa de Godefroy o el diccionario del francés medio del laboratorio ATILF,7 al igual 
 
7El diccionario de Godefroy se publicó en 10 volúmenes en 1881 con el nombre Dictionnaire de 
l'ancienne langue française et de tous ses dialectes du IXe au XVe siècle. Es posible consultarlo en 
línea: http://micmap.org/dicfro/search/dictionnaire-godefroy/; el diccionario de francés medio o 
Dictionnaire du moyen français es un recurso electrónico elaborado por el Laboratorio de Análisis 
y Procesamiento Informático de la Lengua Francesa (ATILF por sus siglas en francés) y se 
12 
 
que los estudios lingüísticos llevados a cabo en diferentes universidades, como la tesis de 
Roger Geoffrey, „Les cent nouvelles nouvelles‟: A linguistic study of MS Glasgow Hunter 
252, que han sido fundamentales en nuestro proyecto. 
 El francés medieval es ahora una lengua muerta y, si bien los hallazgos de 
manuscritos antes desconocidos aportan cada día información valiosa para el conocimiento 
del Medioevo, su corpus lingüístico es limitado. La única referencia existente para 
esclarecer el significado de las palabras o expresiones son los textos mismos y algunas 
otras manifestaciones culturales de la época que perduran hasta hoy, como vitrales, 
pinturas y esculturas, entre otros, y que pueden aportar algunas pistas. No hay manera de 
acudir a un hablante nativo ni de recorrer los campos y las ciudades medievales. A pesar de 
todos los recursos lingüísticos a nuestro alcance, en el proyecto a menudo nos sucedía que 
al buscar el significado de una palabra, la única referencia que aportaban los diccionarios 
era la del texto que estábamos traduciendo, lo cual nos impedía examinar cómo se aplicaba 
esa expresión o esa palabra en otros contextos. Estos casos abrían un espacio más amplio a 
la interpretación, pero también a la duda. Para superar este tipo de obstáculos, mientras 
traducíamos Les cent nouvelles nouvelles nos fue muy útil contar con diferentes 
traducciones ya publicadas de esta obra;8en ocasiones pudimos acudir a éstas y a los 
comentarios hechos por los traductores sobre el mismo tema para “dialogar” con ellos y 
considerar sus decisiones, con las que a veces coincidíamos y a veces no, pero que siempre 
enriquecían nuestro trabajo. 
 
encuentra en: http://www.atilf.fr/dmf/. A partir de este momento nos referiremos a él como DMF. 
También acudimos al Petit dictionnaire de l‟ancien français de Van Daele: http://micmap.org/ 
dicfro/search/vandaele-dictionary/, y el Dictionnaire électronique de Chrétien de Troyes: 
http://www.atilf.fr/dect/. 
8 Acudimos especialmente a la traducción al francés moderno de Georges Dubuis (1991), pero 
también consultamos la traducción al inglés de Roger B. Douglas (1899). 
13 
 
Por otro lado, la ortografía medieval no era estable. Frecuentemente una misma 
palabra aparece escrita con diferentes grafías, incluso en una misma página. El vocablo 
“santo”, por ejemplo, puede hallarse escrito como “sainct”, “sain”, “saint” o “sanctz”. 
Ningún conocedor del francés medio tendría problemas para identificar que estas grafías 
podrían referirse a lo mismo y traducirlas todas por “santo”; en las nouvelles tradujimos 
como “santa” las palabras escritas como “sainte” o “saincte”. Sin embargo, siempre es 
importante acudir al diccionario para verificar que las diferentes formas de escribir una 
palabra correspondan efectivamente a un mismo término, porque la homonimia también 
estaba muy presente en los textos medievales y permitía a menudo elaborar interesantes 
juegos de palabras. 
En la nouvelle 17, por ejemplo, se lee: “La devotion que monseigneur avoit aux 
sains de sa meschine de jour en jour croissoit”, ¿qué sucede con la palabra “sains”en esta 
frase?, ¿deberíamos traducirla como “santos”? Si consideramos que el DMF nos indica que 
la palabra “seno” se encuentra en los textos medievales como “sain”, “sein”, “seint” o 
“soing”, entre otros, y que el referido monseigneur pretende seducir a una joven, ¿a cuál de 
las dos acepciones hace referencia la palabra “sains” dentro de la frase, a “seno” o a 
“santo”? Sin duda, a las dos. El escritor, aprovechó la homonimia detrás de la palabra 
“sain” para regalarle al lector un juego de palabras, un doble sentido. La frase significa “La 
devoción que el señor sentía por los santos (o senos) de la señora era cada vez más grande” 
Si traducimos “sains” por “santos”, se perderá la alusión al deseo carnal del señor; pero si 
la traducimos por “senos”, se perderá la dimensión religiosa de la frase, donde radica su 
comicidad. Como en español no hay ninguna palabra que pueda referirse a ambas cosas, 
para no perder ninguno de los dos sentidos, después de un largo debate, decidimos traducir 
la palabra como “santos” y explicamos el juego de palabras en una nota. La inestabilidad 
14 
 
ortográfica, además de ser uno de los rasgos de una lengua escrita en gestación, a menudo 
era aprovechada por escritores y copistas como una estrategia literaria. Como traductores 
de las nouvelles aprendimos a escudriñar cada vocablo, a buscar metódicamente sus 
distintas acepciones y formas para saber cuándo se trataba de uno o de otro fenómeno. 
Las irregularidades en las conjugaciones, por otro lado, son también características 
de los textos del Medioevo, que suelen pasar del pasado al presente sin mayor transición. 
En nuestras traducciones adoptamos los usos temporales de nuestra lengua de forma que el 
discurso fuera siempre coherente, por lo que fue necesario uniformar muchas de las 
alternancias verbales del texto original. Sin embargo, también hay pasajes en los que el 
cambio de tiempos, aparentemente gratuito, aporta dinamismo a la narración. Como se 
aprecia a continuación: 
 
15 
En este texto, que corresponde a los versos 1639-1658 del Roman d‟Eustache le 
Moine [Eustaquio el monje], Eustaquio se pelea cuerpo a cuerpo con el conde de 
Boulogne.9 La narración de los hechos se hace en pasado, pero de pronto irrumpe el
presente, para regresar luego al pasado. En este caso, el cambio de tiempos acelera el ritmo 
del discurso y, lejos de ser un error, es un rasgo de oralidad tanto de la diégesis como del 
texto mismo. Dado que esta alternancia temporal también la encontramos en nuestro 
idioma, decidimos conservarla. El traductor debe ser capaz de identificar cuándo se trata de 
una estrategia del escritor y cuándo es simplemente un rasgo de maduración de la lengua. 
En este sentido, la formación literaria del traductor es clave. Además de los conocimientos 
teóricos, un buen traductor literario debe contar con un alto grado de sensibilidad para 
percibir no sólo el significado, sino el efecto estético que una palabra, una oración, una 
obra, debe producir en el lector y, de igual manera, conocer los recursos con los que cuenta 
en la cultura y lengua de llegada para producir un efecto análogo. 
Por último, cabe mencionar que el hecho de trabajar con textos de diferentes 
periodos y regiones medievales le añade al proyecto un reto extra. Comenzamos a trabajar 
con Les cent nouvelles nouvelles, que fueron escritas alrededor del año 1462, en francés 
medio. Como ya mencionamos, para poder traducirlas fue necesario acudir a fuentes y 
diccionarios especializados en la historia y el idioma de la época. Poco a poco, los 
integrantes del equipo nos fuimos familiarizando con el texto y con su contexto. Al 
finalizar la traducción de las nouvelles, cuando comenzamos con la del Roman d‟Eustache 
9 Originalmente escrita en verso, esta narración describe las aventuras de Eustaquio el Monje, personaje 
errante que por un lado huía del conde de Boulogne, y por otro buscaba vengarse de él pues éste no le hizo 
justicia ante el asesinato de su padre y lo despojó de sus tierras, condenándolo al exilio, por lo que se vuelve 
un bandido, como el famoso Robin Hood. Eustaquio es un personaje histórico que realmente tuvo un 
enfrentamiento con el duque de Boulogne pero varios de los episodios descritos corresponden a motivos de 
ficción literaria claramente identificados, aunque entre ellos se incluyan algunas referencias históricas. El 
Roman d‟Eustache le Moine es el segundo texto que tradujimos en el proyecto sobre el que versa este 
informe. 
16 
le Moine, escrito durante el siglo XIII en francés antiguo, fue necesario acudir a nuevas 
fuentes y sumergirnos en un idioma y una época distintos. 
b. Puntuación y formato
La puntuación y la composición de las páginas representan un reto adicional, porque en el 
Medioevo no se empleaban de la misma forma que en la actualidad.10¿Qué criterios usaban
los escritores y copistas medievales en términos de puntuación? Al respecto, Marchello-
Nizia, en un artículo donde analiza diferentes manuscritos, concluye que aunque hay 
ciertas similitudes entre algunos de ellos, no queda más que abordar cada texto de manera 
independiente porque las variantes en el uso de los signos de puntuación superan por 
mucho a las constantes.11 
Los copistas ajustaron siempre la puntuación y el formato de los manuscritos a su 
estilo y a sus criterios, de modo que ninguna reproducción hecha a mano era igual a 
otra;luego, con el surgimiento de la imprenta, algunos editores hicieron lo mismo. 
Actualmente seguimos adaptando nuestras ediciones para que correspondan al estilo y a los 
criterios de redacción a los que estamos acostumbrados. Al traducir textos medievales, es 
necesario reconocer las características y las condiciones propias de los textos fuente y de 
los textos meta. Recordemos, por ejemplo, que la literatura medieval estaba mucho más 
impregnada de rasgos orales que la contemporánea. Las pausas, la puntuación, los 
espacios, las mayúsculas, las rimas y las repeticiones facilitaban la lectura silenciosa, como 
en la actualidad, pero también tenían que ver con la respiración o la memorización porque 
los textos se pensaban para ser leídos en silencio, pero también en voz alta: “la escritura 
10 Si bien es cierto que en el proyecto de traducción no trabajamos directamente con manuscritos, 
las ediciones con las que trabajamos recibieron una fuerte influencia de los mismos. 
11 Christianne Marchello-Nizia, “Ponctuation et „unités de lecture‟”, pp. 42-44. 
17 
vernácula no tiene como fin el registro de lo que el escritor oyó decir a otros, sino de lo que 
quiere que los otros digan”.12 Las historias se posaban en los manuscritos como un ave se 
posa en una rama antes de continuar su vuelo, dejaban un testimonio pero seguían 
transformándose. En el momento de reproducir un texto, el copista podía usar la 
puntuación para dividir las palabras en “unidades de significado” o en “unidades de 
aliento”.13El traductor debe tener en cuenta estas consideraciones. 
Además, hay manuscritos en donde lo que parece ser un signo de puntuación puede 
constituir una simple mancha de tinta o el estilo caligráfico del copista e incluso hay 
algunos en los que no se emplea ninguna puntuación; lo cierto es que la puntuación de 
entonces tenía una expresión y una finalidad distintas a las actuales. La separación de los 
párrafos y de los episodios también era irregular pues, entre otras cosas, dependía de las 
características del pergamino donde se escribía o del estilo de los copistas, quienes 
procuraban aprovechar todo el espacio porque el pergamino era muy costoso. Ahora 
acostumbramos dividir los párrafos para facilitar la lectura pero en la Edad Media los 
textos tendían a escribirse prácticamente sin dejar espacios en blanco. 
Mientras traducíamos, en varias ocasiones cuestionamos la puntuación del editor y 
fuimos muy cuidadosos en nuestras decisiones porque sabíamos que la unión o la división 
de las oracioneso de los párrafos podían alterar su significado. No está de más decir que 
las propias características de las publicaciones del proyecto dictaron también muchos de 
los cambios hechos a la puntuación y a la distribución de los párrafos. La edición de las 
nouvelles que empleamos, basada en el manuscrito Hunter, por ejemplo, no deja espacios 
12 Suzanne Fleischman, “Philology, Linguistics, and the Discourse of the Medieval Text.” 
Speculum 65-1, 1990, pp. 19-37, (nota 8, p. 22) en Cristina Azuela, “El nuevo medievalismo” (nota 
7, p. 339). 
13 Christianne Marchello-Nizia, “Ponctuation et „unités de lecture‟”, p. 43. 
18 
entre los segmentos narrativos; toda la nouvelle constituye un mismo párrafo, tal como se 
encuentra en el manuscrito. Una de nuestras funciones como traductores fue dividir los 
segmentos, separar los diálogos y adaptar los signos de puntuación, de modo que resultara 
más cómodo para el lector de hoy, como se observa en el siguiente ejemplo: 
Fragmento de la nouvelle 18 de la 
Edicion de Sweetser (1966) 
Traducción realizada por el equipo del Proyecto de 
traducción de textos medievales franceses (2013) 
 En el caso de Eustache le Moine hicimos también muchos ajustes pues, entre otras 
razones, el texto del que partimos está versificado y rimado; nosotros lo trasladamos a 
prosa, además de que dividimos el texto en episodios. 
c. Cultura
Más allá de las dificultades propiamente lingüísticas, para acercarse a un texto medieval es 
necesario conocer y comprender la cultura y la historia del momento en el que fue escrito, 
pues toda obra literaria es producto de una época y en ella se refleja el sentir y pensar de 
19 
las personas que pertenecieron a ella. “Entender es traducir”, afirma George Steiner en 
Después de Babel14 pero ¿cómo entender un texto que proviene de una cultura tan distante?
Ya hablamos de la importancia de conocer el idioma en el que está escrito, ahora nos 
centraremos en el contexto, el mundo en el que “vivió” el manuscrito en el momento de su 
elaboración. 
Cuando nos adentramos en el pensamiento medieval, nos damos cuenta de que la 
perspectiva sobre el mundo era distinta a la nuestra. Todo cuanto se vivía estaba cargado 
de significados que muchas veces nos son difíciles de entender, desde la forma de percibir 
y valorar los colores, hasta la búsqueda de la salvación del alma. No es posible comprender 
una obra del Medioevo partiendo exclusivamente de la perspectiva del siglo XXI. El 
traductor debe adentrarse en la mentalidad de la época medieval para darle el justo valor a 
cada expresión, a cada palabra. En este sentido, los conocimientos históricos, teóricos y 
literarios aprendidos durante la carrera en Letras Francesas fueron indispensables para la 
toma de decisiones durante la traducción de las nouvelles. Materias como Historia literaria 
(medieval, renacentista, etc.), Cultura europea, Civilización grecolatina y Literatura y arte, 
hacen posible apreciar la Edad Media desde diferentes ángulos. Por eso cuando los 
participantes del proyecto nos adentramos en él, teníamos ya las bases para empezar a 
construir el conocimiento necesario para la comprensión del texto. 
Otra herramienta importante la brindan las conferencias y los cursos que surgen del 
proyecto en forma paralela a la traducción. Estar en contacto con especialistas del 
imaginario y de la literatura medieval permite a los participantes del proyecto no sólo 
conocer más sobre el tema de las conferencias, sino sobre el tipo de preguntas que 
conviene hacerse sobre la época y la forma de conducir las reflexiones en torno a ésta. Así, 
14George Steiner, Después de Babel. 
20 
el curso organizado en el marco del proyecto sobre el imaginario económico en la Edad 
Media nos sirvió de guía cuando quisimos adentrarnos en el imaginario político, religioso e 
incluso erótico. A su vez, el curso sobre Merlín nos ayudó a concebir las diferentes 
dimensiones que constituyen a los personajes literarios.15 
 Como ya mencionábamos, uno de los aspectos característicos de la literatura 
medieval que permean toda la cultura de la época es la presencia de los rasgos de oralidad. 
Hablando de los textos medievales sabemos que, en principio, la escritura era una actividad 
reservada a determinados miembros de la iglesia y de la corte, pues la gran mayoría de las 
personas no sabían leer ni escribir; no obstante, la gente siempre ha contado historias, 
entonado canciones y asistido a representaciones dramáticas tanto religiosas como 
profanas. La literatura resonaba en la voz de todas las clases sociales de la época. Aquellas 
obras que lograron ser plasmadas en los manuscritos son producto de una larga tradición 
oral difícil de rastrear o de clasificar. 
Les cent nouvelles nouvelles son un buen ejemplo de este complejo fenómeno de 
transmisión oral, algunas historias que en ellas se cuentan eran conocidas en muchos 
lugares, y de ellas había muchas versiones. Lo sabemos porque se han estudiado relatos 
con motivos casi idénticos en otras obras literarias de la época, escritas en diferentes 
regiones y lenguas. Por ejemplo, la nouvelle XIX, en la que ahondaremos en el tercer 
capítulo, retoma el tema de un fabliau del siglo XIII, L‟enfant qui fut remis au soleil [El 
niño que se derritió bajo el sol],16 que aparece igualmente en la farsa contemporánea a las 
nouvelles, Colin qui loue et maudit Dieu en un moment à cause de sa femme (1485) [Colin 
15 Los cursos “El imaginario económico en la Edad Media” y “Los avatares de Merlín”, fueron 
impartidos por los doctores Carlos Fonseca Clamote Carreto y Philippe Walter, respectivamente. 
Hablaremos de ellos con más detalle en el apartado “Cursos y conferencias” del capítulo II. 
16 Willem Noomen y Nico van den Boogaard (ed.), Nouveau recueil complet des fabliaux (NRCF), 
vol. 5. 
https://www.google.com.mx/search?tbo=p&tbm=bks&q=inauthor:%22Willem+Noomen%22&source=gbs_metadata_r&cad=4
https://www.google.com.mx/search?tbo=p&tbm=bks&q=inauthor:%22Nico+van+den+Boogaard%22&source=gbs_metadata_r&cad=4
21 
que alaba y maldice a Dios en un momento por culpa de su mujer],17 entre otros. El 
traductor debe explorar cualquier información relacionada con la obra que pretende 
traducir, cualquier pista que lo guíe en su tarea. El espíritu de curiosidad debe estar 
siempre presente, especialmente porque traducir es crear un puente entre culturas distintas; 
para acercarlas hay que entenderlas y para entenderlas es necesario conocerlas. 
d. Receptor de la traducción
Volviendo a la afirmación de Steiner “entender es traducir”, aquí me gustaría agregar que, 
además de entender, para traducir es necesario hacer entender; el trabajo del traductor 
termina sólo cuando el receptor final puede apreciar también lo que transmite el texto 
original. ¿Cómo hacer comprensible para un grupo de lectores pertenecientes a la cultura 
hispanohablante de nuestros días, un conjunto de textos que fueron creados en el seno del 
universo medieval europeo, es decir, cómo crear un puente entre ambos? Ante esta 
pregunta surge el siempre presente dilema del traductor, que Schleiermacher resumió así: 
¿Qué caminos puede emprender el verdadero traductor que quiere aproximar de 
verdad a estas dos personas tan separadas, su escritor original y su propio lector, y 
facilitar a este último, sin obligarle a salir del círculo de su lengua materna, el más 
exacto y completo entendimiento del primero? A mi juicio sólo hay dos. O bien el 
traductor deja al escritor lo más tranquilo posible y hace que el lector vaya a su 
encuentro; o bien deja lo más tranquilo posible al lector y hace que vaya a su 
encuentro el escritor.18 
Ante estas dos opciones, si el traductor se inclina por la primera y decide llevar al 
lector hacia el texto, privilegiará las imágenes, las estructuras, el vocabulario del original y 
exigirá del lector un esfuerzo extra para entender lo que se expresa en él; para ello el lector 
deberá apoyarse enlas notas de la obra, diccionarios, enciclopedias, otras lecturas 
17 André Tissier (ed.), “Colin qui loue et maudit Dieu”. 
18 Friedrich Schleiermacher, Sobre los diferentes métodos de traducir, p.47. 
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22 
 
relacionadas, conocimientos previos, etc. Si, por el contrario, el traductor decide llevar el 
texto hacia el lector, hará las modificaciones necesarias para adaptar el texto a la realidad 
del público a quien está dirigido de modo que éste deba esforzarse menos para 
comprenderlo, sacrificando rasgos del original. ¿Cuál es mejor? Todo dependerá de los 
objetivos de la traducción. Cuando se trata de difundir la obra, alcanzar un público amplio, 
por ejemplo, normalmente conviene facilitar la lectura; cuando en la mira se tiene a un 
público más especializado o se pretende destacar los rasgos originales del texto, lo mejor 
es involucrar más al público en la lectura, para que vaya al encuentro del escritor. Aquí es 
donde la introducción, las notas y todo el aparato crítico de la traducción desempeñan un 
papel fundamental, que ayudará a equilibrar cualquier decisión tomada y a disminuir las 
carencias del producto final. En el proyecto tuvimos siempre en mente esta disyuntiva y 
establecimos desde el principio a quién estaba dirigido el texto y con qué intención sería 
publicado, más adelante veremos que éstas fueron algunas de las razones por las que 
surgieron del proyecto dos publicaciones diferentes de las mismas nouvelles. 
Además de los desafíos que hemos enumerado, hay que tener en cuenta los retos 
que presenta cada texto en particular: si está escrito en prosa o en verso, si se trata de una 
obra aislada o de parte de una serie de obras relacionadas, qué tipo de lenguaje utiliza, cuál 
es su objetivo, en qué contexto fue escrito, por quién y para quién. Todos estos retos nos 
permiten comprender la complejidad del trabajo de quienes pretenden traducir textos 
medievales. El Proyecto de traducción de textos medievales franceses una experiencia 
altamente formativa pues quienes lo integran deben conjugar adecuadamente todos los 
elementos de los que hemos hablado para presentar una traducción de calidad. A 
continuación haremos una breve presentación y descripción del proyecto en cuestión para 
conocer su funcionamiento. .
23 
II. El Proyecto de traducción de textos medievales
2.1 Presentación 
El Proyecto de traducción de textos medievales franceses es una iniciativa que combina 
principalmente la literatura medieval y la traducción, dos disciplinas eje de la carrera en 
Lengua y literaturas modernas francesas de la Universidad Nacional Autónoma de México. 
Su objetivo es poner al alcance del público hispanohablante textos escritos en francés 
medieval que no han sido traducidos al español, pero también tiene la finalidad de brindar 
a los estudiantes una formación práctica, como parte de un equipo de traducción, donde 
puedan desarrollar plenamente el ejercicio de su profesión bajo la guía de quienes tienen 
mayor experiencia y preparación. De igual manera, los participantes del proyecto se 
familiarizan con el francés de la Edad Media, lo que les abre las puertas de un área de 
especialidad que puede desembocar tanto en la literatura y el imaginario medieval como en 
la lingüística o la filología, entre otras disciplinas. El producto del trabajo en conjunto 
culmina con la publicación de la obra traducida que a partir de ese momento está 
disponible para el público en general. De forma paralela, el proyecto organiza una serie de 
cursos y conferencias relacionados con la Edad Media que permiten a los asistentes 
acercarse a esta época y nutrir su interés por ella, además de que abren un diálogo 
constante entre especialistas y estudiantes. 
El proyecto pretende acercar al lector contemporáneo a los textos medievales, pues 
lo que hoy conocemos como Edad Media es un pilar de nuestra civilización actual. Por más 
lejano que nos parezca el mundo del Medioevo, la influencia que tiene en la sociedad 
contemporánea es incuestionable y, en ocasiones, evidente. Desde la forma de amar, 
24 
pasando por las universidades, los mitos y la lengua misma, los más de mil años vividos en 
la Europa occidental entre los siglos V y XV siguen presentes en nuestra cotidianidad, aun 
en una región del mundo tan distante, y todavía desconocida en aquella época por los 
propios europeos, como la nuestra. Por ello es innegable que para comprender la actualidad 
es útil adentrarnos en este periodo; el medievalista Jacques Le Goff llegó incluso a afirmar 
que seguimos viviendo en la Edad Media.19 
Para poder entender este periodo de la historia europea, es capital sumergirse en el 
legado que nos brindan sus textos. Existe un acervo importante de manuscritos medievales 
conservados hasta hoy que fueron escritos en francés antiguo y francés medio. Sin 
embargo, muchos de ellos son inaccesibles para el público hispanohablante de nuestros 
días debido a la barrera lingüística y cultural que se ha producido por la distancia 
geográfica y temporal. Por eso, que el lector contemporáneo pueda acercarse a los textos 
medievales necesita estar familiarizado con el universo de la propia Edad Media, o contar 
con una traducción que integre a su lengua vastos conocimientos de dicha época; éste es 
precisamente el objetivo del proyecto de traducción en cuestión, que ha recibido apoyo 
desde el año 2011 del Programa de Apoyo a Proyectos para la Innovación y Mejoramiento 
de la Enseñanza (PAPIME) de la UNAM, en el que se ha registrado como dos proyectos 
consecutivos con las claves PE402211 y PE401814. 
19 Jacques Le Goff, entrevista realizada para el periódico La Nación. 
25 
 
2.2 Metodología 
La organización dentro del trabajo de traducción es esencial y en ella radica su éxito. 
Desde que se decide qué obra va a traducirse hasta la publicación de la misma en español 
hay diferentes etapas que seguimos cuidadosamente dentro del proyecto y que expongo a 
continuación. 
 
a. Preparación 
Esta etapa tiene que ver con todas las decisiones que se toman antes de traducir el texto y 
también con la primera documentación sobre el mismo. 
El trabajo de traducción comienza con la elección de la obra que se va a traducir. 
En general, para hacer una aportación significativa al acervo literario en español, el 
proyecto está en busca de textos que no hayan sido traducidos a este idioma, al menos no 
en su totalidad, y que estén relacionados con las áreas de especialidad de las investigadoras 
titulares del proyecto para que con sus conocimientos puedan orientar a los estudiantes que 
lo integran. Para elegir una obra también es importante que aporte información valiosa y 
novedosa sobre la literatura medieval y su época. El primer texto que tradujimos en el 
proyecto, Les cent nouvelles nouvelles, por ejemplo, introduce el género de la novella o 
nouvelle en la lengua francesa pero, además, permite apreciar una faceta diferente de la 
literatura medieval que en general suele asociarse con textos corteses o bien religiosos; al 
presentar la comicidad e irreverencia que cultivaron tantos otros géneros del Medioevo, 
como las farsas o los fabliaux. Por su parte, el segundo texto que tradujimos en el proyecto, 
el Roman d‟Eustache le Moine [Eustaquio el monje], retrata las aventuras de un héroe que 
se vale de artimañas no tan honorables para vengar las injusticias de las que es víctima, y 
26 
nos presenta a uno de los personajes más representativos de aquellos astutos forajidos que 
inundaron el imaginario medieval, como el bandido Robin Hood, que conservan 
características de la figura mítica del trickster.20 Se trata, además, de dos textos que, a
pesar de ser fundamentales para los estudios medievales, por mucho tiempo fueron 
considerados obras menores.21 Parte del objetivo de traducirlas es demostrar que ambas
obras poseen un gran valor literario. En el momentode decidir qué texto va a traducirse, 
también importan los desafíos que representa en cuanto a su traducción. Como ejemplo 
podemos mencionar que Les cent nouvelles nouvelles están escritas en prosa, Eustache le 
Moine está escrito en verso, y el texto que actualmente está traduciéndose en el proyecto es 
Le Miracle de Téophile,22 una obra dramática. Trabajar con diferentes géneros permite
20 El trickster es una figura mítica que ha sido descrita como “el civilizador, que transforma la 
naturaleza y a veces crea el mundo y la especie humana, es al mismo tiempo un payaso, un bufón. 
El héroe indomable que detiene el curso del sol, destruye a los monstruos y desafía a los dioses, es 
también el protagonista de aventuras obscenas de las que sale humillado y envilecido. El inventor 
de tantas estratagemas es víctima de sus propios ardides. El amo del poder mágico se representa 
como un pobre diablo, arrastrándose por los caminos, yendo de chasco en chasco. Concede a los 
hombres las artes, las herramientas y otros bienes culturales, pero les juega bromas pesadas. 
Dispensa las medicinas que curan y salvan e introduce la muerte en el mundo. Parecería que cada 
cualidad y cada defecto que se le atribuyen hacen surgir automáticamente a su opuesto. El 
benefactor es también el Maligno; el malintencionado. Todo el bien y todo el mal se relacionan con 
él.” (Laura Makarius, Le sacré, pp. 215-216, en Cristina Azuela “Trickstán: la construcción 
entrelazada del héroe y el trickster en Tristán el monje.”, p. 34). 
21 En la introducción de la traducción al francés moderno de Eustache le Moine por parte de Holden 
y Monfrin, se lee: “Resultaría difícil sostener que Eustache le Moine posee grandes méritos 
literarios. Si bien es cierto que el tono del poema es vivaz, la narración es animosa y las 
descripciones vigorosas, la imaginación del autor es pobre […]. Su dominio de las frases es 
limitado […] La mayoría de las situaciones son grotescas y estereotipadas […] Nos vemos 
obligados a constatar que nuestro poema no vuela muy alto” (A.J. Holden y J. Monfrin [ed.], Le 
Roman d‟Eustache le Moine, p.6). 
22 Obra dramática de alrededor de 1260, cuya autoría se atribuye a Rutebeuf. En ella el personaje 
principal vende su alma al diablo para ganar privilegios eclesiásticos, de lo que posteriormente se 
arrepiente. Desesperado, acude a la Virgen, quien se apiada de él y lo auxilia. El tema del pecador 
arrepentido es un motivo recurrente en la literatura religiosa medieval cuyo fin es promover la idea 
de que quien se arrepiente sinceramente y se pone en manos de la Virgen se salvará. Estos 
“milagros” se representaban en el atrio de las iglesias ante numerosos espectadores (tanto en 
francés como en español se escribieron milagros narrativos, como los de Coincy y, posteriormente, 
los de Berceo). 
27 
ahondar en sus características y llevar más lejos las habilidades traductoras de quienes 
participan en la tarea. 
Cuando ya se ha elegido el texto por traducir, es necesario que los integrantes del 
proyecto lo conozcan bien. Todos deben leer el texto, investigar el contexto de la obra, 
cómo está escrita, cuáles son sus características, quién la escribió, con qué intención, de 
qué trata y con qué otras obras está relacionada. Como resultado de la investigación, se 
organizan exposiciones, a cargo de los integrantes del proyecto, sobre la obra que será 
traducida. Gracias a ellas surgen discusiones y reflexiones que complementan la 
información. Conocer la obra en su conjunto ayuda, además, a valorarla, a identificar 
muchos de los problemas que pueden presentarse durante su traducción y también anticipar 
cómo resolver algunos de ellos. 
Para poder comenzar el proceso de la traducción de una obra, hay que establecer 
algunas pautas. En esta etapa se define si la traducción será una obra de difusión, dirigida 
al público en general, o si será una edición académica, dirigida a universitarios y 
especialistas; también se establecen algunos criterios como el tipo de aclaraciones que se 
señalarán en las notas al pie o en qué características del texto hay que poner especial 
atención (juegos de palabras, topónimos o nombres propios, por ejemplo). Como las 
personas que intervienen en el proceso de traducción son muchas,23 establecer desde el
principio los objetivos y los criterios de la traducción ayudará a que ésta sea uniforme y 
congruente, aunque hay que tomar en cuenta que los criterios iniciales suelen irse 
transformando conforme avanza la traducción, que da lugar a nuevos cuestionamientos. 
23 En la traducción de las nouvelles participamos más de 40 personas. 
28 
b. Versión preliminar
Una vez que se establecen los primeros criterios, comienza el trabajo de traducción. El 
texto se divide en partes, que pueden ser un determinado número de versos, páginas, 
capítulos o episodios. Las partes se distribuyen entre los alumnos que integran el proyecto 
ya sea como estudiantes de la especialidad en traducción, como prestadores de servicio 
social o como becarios registrados dentro del proyecto. En el proyecto trabajamos de 
diferentes maneras esta etapa: en ocasiones se le asignó una parte de la traducción a un 
equipo de dos o tres personas, a veces todo el grupo trabajó con un mismo fragmento y, en 
otras ocasiones, se le asignó uno a cada persona. Con la experiencia aprendimos que lo 
mejor es que la primera versión la realicen equipos de dos personas, para que ambos 
discutan, presenten sus opciones al otro, lleguen a un acuerdo y presenten el día de la 
revisión en grupo una traducción más trabajada. 
La versión preliminar siempre está a cargo de los estudiantes, les permite 
enfrentarse por primera vez con el texto. Los alumnos acudimos por nuestra cuenta a 
diccionarios, enciclopedias, imágenes, libros, e incluso a lectores no especializados para 
descifrar el significado del texto original y su correcta traducción al español. Una vez 
terminada la versión preliminar, el o los responsables de esa parte del texto envían su 
versión a los demás integrantes del proyecto para que estos puedan revisarla, encontrar 
posibles errores y dar opciones a la propuesta. 
c. Revisión en grupo
En esta etapa, los integrantes del proyecto se reúnen para estudiar en conjunto la versión 
preliminar que recibieron. En una pantalla, visible para todos, se proyectan al mismo 
29 
tiempo el texto original y la versión preliminar para comparar ambas versiones. En una 
segunda pantalla, se tienen a la mano diferentes recursos que pueden ayudar en caso de 
duda y aportar algunas referencias culturales para esclarecer o precisar una idea; aquí 
consultamos los diccionarios, las enciclopedias y los diferentes trabajos especializados. 
Algunos de ellos se encuentran en línea, por lo que el acceso a internet es fundamental. 
Para mí, ésta es la etapa más importante del proceso ya que en ella el traductor de la 
versión preliminar puede compartir sus dudas y también defender sus elecciones con 
argumentos sólidos ante las opiniones, las sugerencias y las críticas de los demás. Los 
integrantes del proyecto aprendemos así a ser tolerantes, flexibles y abiertos ante las 
críticas y a respetar las opiniones de todos. 
Cada integrante del equipo aporta sus propios conocimientos y experiencias para 
encontrar la mejor manera de traducir una u otra expresión o para reconsiderar alguna 
decisión tomada. En cada sesión, los participantes pudimos compartir ideas, anécdotas, 
grandes dudas pero también ingeniosas soluciones. Los talentos y la trayectoria de cada 
quien aportaban algo valioso: no faltó quién hablara italiano o alemán y pudiera ayudarnos 
a comprender alguna información en esos idiomas; también la sabiduría popular, los dichos 
y las palabras de diferentes registros nos ayudaron a superar muchas trampas lingüísticas. 
Cada sesión de revisión en grupo concluye con la lectura en voz alta del fragmento 
trabajado. En esta lectura se corrigen algunos errores comolas repeticiones, las 
incongruencias en los tiempos verbales y la pertinencia de las palabras y los nexos. 
Además de los aspectos propios de la traducción, es importante señalar que en esta etapa 
desarrollamos competencias propias del trabajo en equipo y que si el Proyecto de 
traducción de textos medievales franceses ha sido tan exitoso, es principalmente gracias al 
compromiso y disposición de todos sus integrantes, pero también gracias al ambiente de 
30 
confianza, cordialidad, dinamismo, respeto y profesionalismo del trabajo en equipo, que se 
conjuga con el trabajo individual. 
d. Segunda revisión
La traducción pasa ahora bajo la mirada escrupulosa de las coordinadoras del proyecto, 
quienes revisan el texto en su conjunto y las dudas que no lograron resolverse en las etapas 
anteriores. Verifican que las palabras y las expresiones que figuran en las traducciones 
estén bien empleadas y bien construidas; incluso cuando lo están, proponen, quizá, alguna 
opción más precisa. Por otra parte, se aseguran de que todo lo dicho en la traducción sea 
congruente con las características propias del texto medieval en cuestión, que respete, por 
ejemplo el tono sarcástico, los cambios entre lenguaje vulgar y lenguaje cortés. Si alguna 
duda persiste, las investigadoras dialogan entre ellas y proponen una solución, que 
conocerá el resto del equipo durante la revisión final. La función que desempeñan las 
coordinadoras a lo largo de todo el proceso es capital ya que, como vimos, el proceso de 
traducción de textos medievales es muy complejo y se necesitan muchos conocimientos 
especializados para poder llevarlo a cabo adecuadamente. 
e. Revisión final
Después de la traducción, la revisión en grupo y la revisión de las especialistas, nos 
volvemos a reunir todos los miembros del equipo para revisar el texto en su conjunto. A 
veces sucede que el propio texto exige que modifiquemos los criterios que habíamos 
establecido antes o encontramos información que no conocíamos cuando tradujimos las 
primeras partes, lo que nos obliga a hacer modificaciones y ajustes en todo el texto. 
31 
Además, en este momento es cuando se verifica que el resultado sea coherente en su 
conjunto; que estén uniformadas las notas al pie y el formato de las páginas; que aquello 
que se decidió escribir en cursivas efectivamente lo esté; que los eventuales cambios de 
formato que en ocasiones se presentan al pasar el texto de una computadora a otra no sean 
causa de errores que lleguen hasta la publicación (falta de espacios entre las palabras, 
sobrecorrecciones automáticas, entre otros). Aquí se detectan aquellos escurridizos errores 
de captura que se escondieron en las revisiones anteriores y se le da formato a la obra. Los 
traductores pueden observar por primera vez el resultado del trabajo en su conjunto, antes 
de enviarlo a publicación. 
f. Publicación
Cuando finaliza el proceso de traducción, se envía el texto a edición y posteriormente a 
publicación. El editor hace las últimas correcciones y adapta la obra al formato de la 
colección de la que formará parte (en caso de que integre una colección), cerciorándose de 
que cubra con las características que demanda la editorial, en este caso, la UNAM. En esta 
etapa es imperativo que el equipo de traducción esté en constante comunicación con el 
editor y conozca las modificaciones que éste le hace al texto. Lo que a ojos del editor 
puede parecer un error, probablemente haya sido una decisión tomada intencionalmente 
por los traductores.24 Por eso, la revisión de las planas es fundamental, hay que verificar
24 El editor podría pensar, por ejemplo, que la repetición de la restricción “pero, mas, sin embargo” 
resulta gratuitamente reiterativa y entonces decidirá conservar sólo uno de los tres elementos que la 
conforman, cuando en realidad la repetición presente en el texto original tiene la intención de 
insistir en que la mujer que habla de esta manera, mientras sopesa la situación, está tratando de 
justificar el hecho pecaminoso de serle infiel a su marido, como es el caso de la señora casada que 
en la nouvelle 37 termina por aceptar las indecentes proposiciones del “gentil compañero” que la 
pretende. 
32 
que las notas cruzadas y la numeración de las páginas coincidan, que la puntuación, las 
cursivas y las mayúsculas, entre otras cosas, se encuentren donde deben estar. Una vez que 
el editor termina, el libro se va a imprenta y cuando finalmente se publica, los integrantes 
del proyecto lo promueven mediante presentaciones y lecturas en voz alta en ferias de 
libros, exposiciones y coloquios, entre otros.25
Como resultado de la traducción de las nouvelles, el proyecto ha terminado ya dos 
publicaciones: La dama, el marido y los intrusos. Antología de relatos de las Cent 
Nouvelles nouvelles (2013), que incluye una selección de cincuenta de los relatos, y Las 
cien nuevas nouvelles, en la que figuran la totalidad de las nouvelles (en prensa); después 
hablaremos de ellas con más detalle. Actualmente el proyecto trabaja en otras dos 
publicaciones, la primera de ellas reunirá el curso y la conferencia impartidos por el doctor 
Carlos Clamote Carreto como investigador invitado del proyecto, del que hablaremos a 
continuación; mientras que la segunda será la traducción del Roman d‟Eustache le Moine o 
Eustaquio el monje, en español. 
2.3 Cursos y conferencias 
Además de hacer y publicar traducciones de obras literarias medievales francesas, el 
proyecto incluye la organización de cursos y conferencias que promueven el conocimiento 
de la Edad Media entre la comunidad universitaria y el público interesado en la materia. 
Durante mi participación en el proyecto se llevaron a cabo dos visitas. 
Del 20 al 22 de noviembre de 2012, tuvimos el privilegio de recibir en la facultad 
de Filosofía y Letras de la UNAM al doctor Carlos Fonseca Clamote Carreto, medievalista, 
25 Uno de los carteles que sirvieron para difundir la antología La dama, el marido y los intrusos se 
muestra en el anexo 1. 
33 
especialista en la literatura francesa y en estudios sobre el imaginario, director del 
Departamento de Humanidades de la Universidad Abierta de Lisboa. Impartió la 
conferencia magistral “Translatio textual y confluencia de géneros. Los avatares de un 
héroe épico en la Edad Media” y el curso “El imaginario económico en la literatura 
francesa medieval (siglo XII y XIII)”,26el cual despertó el interés de literatos tanto como de
historiadores, economistas, filósofos y músicos, entre otros, que escucharon atentamente la 
historia del rey Guillermo de Inglaterra y cómo logró reunir a su familia después de años 
de ganarse la vida como comerciante; también se adentraron en un mercado medieval y 
apreciaron los productos que ahí se vendían, y descubrieron varios aspectos de la literatura 
medieval a través de las imágenes evocadas por el doctor Clamote en sus conferencias. 
Del 24 al 27 de marzo de 2014 contamos con la valiosa presencia del doctor 
Philippe Walter, especialista en la literatura y el imaginario medieval, quien fuera profesor 
de la Universidad de Grenoble y director por más de veinte años del Centro de 
Investigaciones sobre el Imaginario de la misma institución, además de ser autor de varias 
traducciones al francés moderno de algunas de las obras más importantes del Medioevo. 
Durante su visita en 2014, Walter impartió la conferencia magistral “De la imagen al 
imaginario medieval”, al igual que el curso “Los avatares de Merlín”,27 en donde pudimos
conocer más a fondo este emblemático personaje de la literatura artúrica. 
Los integrantes del equipo de traducción de textos medievales nos involucramos en 
la logística de la visita de ambos profesores, participamos en los preparativos de su llegada 
y de su hospedaje. También difundimos su participación, llevamos un registro de los 
26 El cartel informativo sobre el curso impartido por el doctor Carreto puede observarse enel anexo 2. 
27 Los carteles informativos sobre los eventos en torno a la visita de Walter pueden observarse en 
los anexos 3 y 4. 
34 
interesados y asistentes a los eventos, hicimos llegar una constancia de participación a 
quienes completaron el curso, asistimos a las conferencias, nos aseguramos de que todo 
estuviera en orden, convivimos con los investigadores y les mostramos algunos lugares de 
la ciudad. Nuestra experiencia se vio enriquecida por las anécdotas y los consejos que los 
profesores invitados compartieron con nosotros fuera del contexto académico. Por otra 
parte, trabajamos en todo el proceso de traducción de las conferencias, que se proyectaron 
en pantallas durante sus presentaciones, de modo que quien no hablara francés pudiera 
entenderlas. Después de sus visitas, revisamos de nuevo las traducciones para publicarlas. 
La oportunidad de escuchar de viva voz a medievalistas de primer orden y de 
dialogar con ellos ha probado ser el complemento ideal para las traducciones que 
realizamos en el proyecto; permite contextualizar los textos y ubicarlos dentro del universo 
de la cultura medieval. A través de las palabras de los especialistas, el Medioevo sale de 
los libros y se muestra ante los asistentes con dinamismo y profundidad. 
2.4 Infraestructura 
Para que el proyecto lleve sus objetivos a buen término ha sido necesario contar con las 
condiciones necesarias para trabajar. Traducir textos medievales en grupo sin el apoyo de 
las proyecciones, de las computadoras o del internet resulta hoy casi impensable. Expongo, 
a continuación, algunos de los elementos indispensables para la efectividad del proyecto. 
Para el trabajo individual, es capital contar con una computadora que tenga acceso a 
internet, dado que los principales diccionarios medievales se encuentran en la Red. Los 
correos electrónicos y las “nubes” de datos en línea permiten estar en contacto unos con 
otros siempre que se necesite y acceder a una serie de elementos que ayudan en la tarea de 
35 
traducción, como los documentos multimedia. Las becas que perciben algunos de los 
integrantes también son de gran ayuda pues el proyecto de traducción demanda mucho 
tiempo, y no siempre es posible combinarlo con otro trabajo. 
Para las revisiones en grupo, es necesario contar con un espacio grande en donde 
haya lugar para todos los que participan en el proyecto en ese momento. El espacio debe 
proveer igualmente una superficie adecuada para las pantallas en las que se proyectan los 
textos y los recursos en línea. Se necesitan, pues, al menos dos computadoras, una de ellas 
con acceso a internet y dos proyectores. También es necesario que cada integrante tenga 
una USB que le permita llevar textos e imágenes de una computadora a otra, y tener un 
respaldo de los avances de las traducciones; de esta manera, el trabajo hecho está siempre a 
la mano y si hay algún imprevisto, el respaldo evitará que se pierda la información. Resultó 
muy útil trabajar, por ejemplo, en un laboratorio de cómputo de la Facultad de Filosofía y 
Letras, porque cada participante tenía su propia computadora y podía buscar información 
de manera independiente, agilizando el proceso y enriqueciendo la contribución de todos. 
Para las conferencias y las presentaciones fue necesario contar con auditorios 
equipados con pantallas para mostrar las traducciones de las conferencias y con 
presupuesto para todo lo que hay detrás del viaje y la estancia de los investigadores. 
Gracias al Programa de Apoyo a Proyectos para la Innovación y Mejoramiento de la 
Enseñanza (PAPIME), del Instituto de Investigaciones Filológicas y de la Facultad de 
Filosofía y Letras de la UNAM, hasta ahora el proyecto ha contado con todo lo necesario y 
ha dado los resultados esperados. 
36 
III. Las cien nuevas nouvelles
En el inventario de la Biblioteca Ducal de Borgoña de 1469 se describe un manuscrito 
“completamente nuevo, escrito sobre pergamino en dos columnas y cubierto de cuero 
blanco de gamuza, que contiene agradables historias provenientes de diferentes lugares, 
cien nouvelles…”.28 Con el paso del tiempo este manuscrito se perdió, nadie sabe qué fue
de él, pero las historias que contenía sobrevivieron hasta nuestros días gracias a diversas 
copias y ediciones que se hicieron de ellas.29
Les cent nouvelles nouvelles, son un conjunto de relatos cortos escritos alrededor 
del año 1462 por un autor desconocido que dice haber reunido estos textos por encargo de 
Felipe el Bueno, el entonces duque de Borgoña, a quien se los dedica. A través de ellos 
podemos “escuchar” a diferentes miembros de la corte del duque contar historias en donde 
los protagonistas son los habitantes de las ciudades o burgos de aquella época, así como 
nobles caballeros o religiosos de diversas jerarquías. Por las nouvelles desfilan así curas, 
señores, caballeros, damas, sirvientes, herreros, cazadores y hasta locos, haciendo gala de 
sus mejores trucos y artimañas para conseguir diversos propósitos, que van desde cubrir o 
revelar un engaño o tener relaciones ilícitas, hasta vengar una ofensa o salvarse de un 
28 Geoffrey Roger, 'Les cent nouvelles nouvelles': A linguistic study, p. 18. 
29 Actualmente se conserva un solo manuscrito de Les cent nouvelles nouvelles, el Hunter 252, que 
podría ser la copia del antes descrito o de algún otro anterior o posterior a éste. Véase la tesis 
doctoral de Edgar De Blieck, The Cent Nouvelles Nouvelles, Text and Context: Literature and 
history at the court of Burgundy in the fifteenth century, Glasgow: University of Glasgow, 2004. 
Entre las ediciones que se han hecho de Les cent nouvelles nouvelles podemos citar las de 
Anthoine Vérard (1486 y 1498), una docena de ediciones en el siglo XVI como la de Nicolas 
Desprez (1515), al menos cuatro en el siglo XVIII, entre las que figura la de Pierre Gaillard (1701), 
otras diez en el siglo XIX y dos en el XX, la de Pierre Champion (1928) la de Franklin P. Sweetser 
(1966), en la que nos basamos para hacer la traducción del proyecto sobre el que versa este trabajo, 
entre otras. 
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castigo inminente. Y aunque las tramas generalmente son cómicas, también las hay 
edificantes, de aventura y hasta trágicas. 
Las nouvelles se insertan en la tradición literaria de la novela inaugurada por el 
Decamerón de Boccaccio, y comparten los motivos y la intención cómica de las facecias y 
de los fabliaux, pero se diferencian de éstos por su estilo cortés-cómico y por una mayor 
complejidad en la trama y en la descripción de los personajes.30 Las nouvelles en general se
caracterizan por estar contenidas dentro de un marco narrativo que vincula los diferentes 
relatos y porque éstos pretenden ser verídicos. En el caso de Les cent nouvelles nouvelles, 
se ha documentado que el marco narrativo lo conforman diferentes miembros de la corte de 
Felipe el Bueno,31 que se reunían a relatar las mejores historias que habían oído contar o
que habían podido presenciar, con la intención de pasar un buen rato. Si bien en las 
nouvelles francesas nunca se describe explícitamente dicha reunión, podemos distinguir el 
marco narrativo gracias a que los narradores, generalmente al inicio de sus relatos, 
presentan su historia como si hubiera varias personas escuchándolos: 
Mientras me presten atención y nadie más se ofrezca a añadir una historia para 
completar esta gloriosa y edificante obra de Las Cien Nouvelles, yo les contaré un 
caso que ocurrió no hace mucho en Delfinado, con el propósito de que ocupe un 
lugar entre estos relatos. (n. 57)32
En una pequeña aldea o pueblito de este mundo, muy lejos de la gran ciudad, 
aconteció una breve historia digna de que ustedes la escuchen, mis buenos señores. 
(n. 89) 
30 Cristina Azuela, Del Decamerón a las Cent Nouvelles nouvelles, p.23. 
31 Algunos editores, como Le Roux de Lincy, Champion y más recientemente De Blieck, han 
identificado a la mayoría de los miembros de la corte, a quienes se les atribuyela narración de las 
historias, como personajes que efectivamente existieron. 
32 Cada una de las nouvelles de las Cent nouvelles nouvelles se identifica con un número, en este 
trabajo indicamos el número de la nouvelle a la que nos referimos con una “n.”. 
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La pretensión a la veracidad, por su parte, puede apreciarse cada vez que los narradores 
afirman que la historia relatada sucedió “hace no mucho”, “no muy lejos” y a alguien que 
“todos conocemos”, además de ofrecer indicaciones precisas sobre los personajes y los 
lugares donde se desarrolla la historia. También suelen ir acompañadas de frases como “es 
tan cierto como el Evangelio”,33 que contribuye a que el lector tenga la impresión de que
los relatos sucedieron efectivamente en la vida real: 
Mientras alguien se prepara para contar una buena historia, les narraré un pequeño 
relato que no tomará mucho tiempo, pero es verdadero y muy reciente. (n. 84) 
Aunque estudiosos como De Blieck han encontrado documentos donde se prueba que 
sucesos análogos a los de algunas nouvelles efectivamente sucedieron en la vida real,34 el
verdadero valor de las nouvelles no es que se basen en hechos reales, sino que en ellas se 
observa ya de una elaboración literaria de estos hechos, como la nouvelle 19 que 
analizaremos posteriormente. 
El interés que han despertado las nouvelles a lo largo del tiempo prueba que estas 
historias, más allá de remitir a una época del pasado, abordan aspectos de la vida cotidiana 
que atraviesan las barreras espacio-temporales. ¿Quién nunca se ha encontrado con un 
borracho necio o con un marido celoso? ¿Quién nunca ha pecado de ingenuidad ni ha 
tenido malas ideas? ¿Quién nunca experimentó en carne propia el sentido de la expresión 
“pasar hambre habiendo tanto pan” (n. 92)? Si Les cent nouvelles nouvelles han logrado 
sobrevivir el paso el tiempo es porque revelan una parte esencial del ser humano: la 
capacidad de reírse de los demás, pero también de sí mismo. 
33 Expresión de contenido irónico que, además de pretender a la veracidad, contrasta las Sagradas 
Escrituras con anécdotas de lo más mundanas. 
34 Algunas de las nouvelles están basadas en hechos reales, se ha documentado, por ejemplo, que en 
el momento de casar a dos parejas, un cura confundió a los novios y los casó con quien no debía, 
este hecho se encuentra presente en la n. 53, aunque su objetivo no sea documental sino claramente 
literario. 
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Gracias al trabajo realizado dentro del Proyecto de traducción de textos medievales 
franceses, Les cent nouvelles nouvelles son ahora Las cien nuevas nouvelles y los 
hispanohablantes podemos asistir por un momento a una reunión de la corte del duque de 
Borgoña y pasar un agradable momento descubriendo que la sociedad medieval tal vez 
tiene más cosas en común con la nuestra de lo que estamos dispuestos a admitir. 
3.1 La traducción de Las cien nuevas nouvelles 
El Proyecto de traducción de textos medievales franceses inició con el objetivo de traducir 
por primera vez al español la totalidad de Les cent nouvelles nouvelles, como hemos 
mencionado. Dicho texto es fundamental para la historia de la literatura pues se trata de la 
obra que introduce el género de las nouvelles en lengua francesa. A pesar de su 
importancia, la obra no ha sido lo suficientemente difundida ni estudiada en español, y 
aunque se realizaron ya algunas traducciones del texto a otros idiomas35 antes de este 
proyecto no se contaba con ninguna que abarcara las cien nouvelles en lengua castellana. 
Además de su importancia literaria, las nouvelles fueron atractivas para el proyecto 
dado que representan grandes desafíos en términos de traducción, desafíos que pondrían a 
prueba los conocimientos y las habilidades aprendidos durante la carrera. 
Para la traducción nos basamos en la edición crítica del Manuscrito Hunter 252 llevada 
a cabo por Franklin P. Sweetser y publicada en 1966. Partimos directamente del francés 
medieval y sólo acudimos a la traducción al francés moderno de Roger Dubuis (1991) y a 
35 Una al francés moderno llevada a cabo por Roger Dubuis (1990), tres traducciones al inglés: una 
de siglo XIX de Robert B. Douglas (1899), y dos más recientes de Rossell H. Robbins (1960) y de 
Judith B. Diner (1990), más una traducción parcial al español que data del año 1900 y que incluye 
solamente los primeros 32 relatos (Cristina Azuela, Del Decamerón a las Cent nouvelles nouvelles, 
p. 15).
40 
la traducción al inglés de Robert B. Douglas (1899) en la etapa de revisión en grupo para 
conocer la solución que otros traductores habían encontrado para ciertos pasajes. Cabe 
señalar que la edición de Sweetser está acompañada por un glosario y notas al pie, en las 
que se precisa que algunas palabras se encuentran escritas de diferente manera en la 
edición de Vérard (V.)36o en el manuscrito (ms.).
Hicimos dos publicaciones diferentes de la traducción de las nouvelles. La primera 
de ellas, que lleva por título La dama, el marido y los intrusos, se realizó con el objetivo de 
divulgar la obra. Es una antología de cincuenta relatos cuya extensión debía ser 
económicamente accesible y fácil de manipular, para atraer la atención y curiosidad del 
público. En esta traducción buscamos hacer más simple la lectura, es decir, retomando las 
palabras de Schleiermacher, que el autor fuera al encuentro del lector, por lo que el aparato 
crítico es escaso: hay pocas notas al pie y no se incluye una bibliografía. También 
utilizamos muchas adaptaciones a nuestra cultura. La segunda publicación, Las cien 
nuevas nouvelles, fue hecha pensando en un público académico. En esta publicación es el 
lector quien va al encuentro del escritor, de modo que el aparato crítico es amplio: hay 
muchas más notas explicativas al pie de página e incluye una amplia bibliografía. Además 
de que en esta nueva publicación figuran la totalidad de los relatos, acompañados por una 
tabla de materias que proviene de las versiones en francés medieval, en la que se reseña 
brevemente de qué trata cada una de las nouvelles, así como un detallado estudio 
introductorio. 
36 La edición de Vérard (1486) es la edición más antigua que se conoce de las Cent Nouvelles 
nouvelles. Sweetser recurrió a ella y al manuscrito Hunter 252 para su propia edición. Por su parte, 
Roger explica en su tesis doctoral que la edición de Vérard no es la copia del manuscrito Hunter 
252. (Geoffrey Roger, 'Les cent nouvelles nouvelles': A linguistic study, p. 23). Así, tanto la edición 
de Vérard como el manuscrito Hunter 252 pudieron haber sido copiados de un mismo manuscrito 
extraviado, tal vez el de la Biblioteca Ducal. 
41 
Como los objetivos de estas dos publicaciones fueron diferentes, las traducciones 
también lo son. En el siguiente ejemplo observamos la variación en las expresiones de 
sorpresa e indignación que utiliza el caballero de la nouvelle 54 cuando, después de que 
una dama diera a luz al hijo de un cochero, le reprocha a la mujer que a él nunca le hubiera 
permitido disfrutar de aquello que gozó el cochero. En el original, el caballero maldice 
jurando por san Juan y mencionando al diablo. En la publicación de divulgación omitimos 
el nombre del santo y también al diablo, privilegiamos el sentido mismo de maldecir; 
usamos, pues, una expresión análoga bien arraigada en la cultura hispanohablante, que 
también retoma elementos religiosos. Mientras que en la publicación académica 
respetamos la alusión tanto a san Juan como al diablo, para acercar al lector al imaginario 
medieval: 
Publicar la traducción completa en español de Las cien nuevas nouvelles significó volver a 
revisar minuciosamente las 50 nouvelles que ya se habían publicado para que coincidieran 
con las características de la nueva obra. 
Además de estos retos, hubo otros que estuvieron presentes en casi todas las 
nouvelles; entre ellos, los más recurrentes fueron las repeticiones, los juegos de palabras, 
las expresiones idiomáticas

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