Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Pasado, Presente y Futuro de la Educación Matemática en Venezuela. Parte I. Walter O. Beyer K., AsoVEMat Este artículo constituye una relación histórica y un análisis de lo que el autor denomina el Sistema de la Educación Matemática Venezolana (SEMV), sistema que está conformado por los postgrados, la investigación, las publicaciones de la especialidad y los eventos. El autor considera como categorías de análisis diversos elementos entre los que cabe mencionar: los programas de postgrado, las publicaciones de la comunidad de educadores matemáticos, la presencia de esta comunidad en los eventos nacionales e internacionales, los grupos y las líneas de investigación, entre otros. Se parte tratando de aclarar qué es la educación matemática como campo disciplinar. Se adentra en la conceptuación de los cursos de postgrado, muy especialmente los de maestría. Se hace un breve recuento histórico de los cursos de postgrado ofrecidos en el país. Se recorren los eventos realizados en el país vinculados a la educación matemática. Se hacen comparaciones con el desarrollo de las comunidades de educadores matemáticos de otras latitudes y se analizan los puntos débiles del SEMV. Se analiza la posibilidad de desarrollo del doctorado en Educación Matemática en Venezuela. Termina el artículo con unos cuadros mediante los cuales el autor nos muestra su visión del pasado, del presente y del futuro del SEMV. 1. Introducción En este trabajo se pretende dar una visión, no acabada, del “estado del arte” de la Educación Matemática en Venezuela, entendida ésta como campo de producción de saberes. Haremos nuestro análisis basados en algunos precedentes (González, 1998b; Fiorentini, 1998; Luengo, 1998; Beyer, 1999) y en diversas variables como son: Asociaciones Profesionales Eventos de carácter nacional y local (Encuentros, Jornadas, Seminarios, Talleres) Eventos de carácter internacional celebrados en el país Asistencia de venezolanos a eventos de carácter internacional Programas de Postgrado (Especializaciones, Maestrías, Doctorados) Venezolanos con formación doctoral en Educación Matemática Convenios Centros de Documentación Publicaciones: Libros Libros de Texto Trabajos de Grado de Licenciatura (Tesinas) Trabajos de Grado de Maestría Tesis Doctorales Publicaciones periódicas Venezolanos con publicaciones en revistas foráneas Se mostrará el proceso evolutivo de la Educación Matemática en Venezuela y se establecerán –a lo largo del trabajo- algunas comparaciones con las realidades de otros países; especialmente, Brasil, Colombia, España y México. Pretendemos estudiar, de manera sistémica, la evolución y las interrelaciones entre cuatro elementos constitutivos del Sistema de la Educación Matemática Venezolana (SEMV), sistema que de manera esquemática se puede representar así: Gráfico N° 1 Mostraremos las fortalezas y debilidades, que sobre la base de este análisis y a nuestro juicio, tiene la comunidad de educadores matemáticos venezolanos y por ende el SEMV. Asimismo, se dará una visión prospectiva de la Educación Matemática en Venezuela. Este trabajo es una profundización de las ponencias “Los postgrados en Educación Matemática y la Investigación”, presentada por el autor en el marco del I Simposio Venezolano de Investigación en Educación Matemática (I SIVIEMAT), el cual se realizó en la ciudad de Valencia del 26 al 27 de marzo de 1999 y “Pasado presente y futuro de la Educación Matemática en Venezuela, presentada en el II Congreso Trujillano de Educación Matemática y la Física, celebrado en Trujillo, del 16 al 18 de mayo de 2001. Cabe destacar que ya se han realizado algunas reflexiones sobre la temática que tratamos. Así, por ejemplo, González (1998b) presentó en el III Congreso Iberoamericano de Educación Matemática (III CIBEM) una conferencia titulada “La Educación Matemática en Venezuela: Apuntes para su reconstrucción histórica”, y Serres desarrolla actualmente una investigación de mayor profundidad sobre el tema: “Historia de la Educación Matemática en Venezuela a finales del siglo XX”; avances de ésta han sido presentados en la RELME-14 y en el III COVEM. 2. El Concepto de Práctica A los fines de nuestro análisis es importante precisar algunos elementos que conforman la práctica de la Educación Matemática. Pero, ¿qué es la práctica? Según MacIntyre, citado por Mulhall y Swift (1996), una práctica es: toda forma coherente y compleja de actividad humana cooperativa, socialmente establecida, mediante la cual se consiguen los bienes internos a la misma, mientras se intenta alcanzar las pautas de excelencia propias de esa forma de actividad y que, en parte la definen, con el resultado de extender sistemáticamente la capacidad humana de lograr la excelencia y las concepciones humanas de los fines y los bienes que implica. (p. 123) Ésta es una definición de carácter general y queremos determinar a grosso modo la práctica de los educadores matemáticos. A tal efecto, podemos preguntarnos: ¿Está socialmente establecida Investigación Eventos Postgrados Publicaciones la “práctica” de los educadores matemáticos venezolanos? ¿Nos sentimos integrados en una comunidad? ¿Cuál es nuestra actividad y cuáles son nuestros bienes internos? ¿Cuáles son nuestras pautas de excelencia? Éstas y otras interrogantes (¿Qué se investiga? ¿Quiénes investigan? ¿Dónde se investiga?), guiarán nuestro discurrir. La respuesta a estas interrogantes, o por lo menos una respuesta parcial amerita estudiar el SEMV, y definir de manera clara algunos de sus elementos como son la investigación y el papel de los postgrados. Afirmaremos, como respuesta provisoria, que gran parte de nuestra actividad debe girar en torno a la investigación y que, en buena medida, nuestros bienes internos son los productos de la actividad investigativa, tanto los tangibles (publicaciones, ponencias, trabajos de grado, etc.) como aquellos cuyos efectos son “menos tangibles” (mejoras del sistema educativo: reformas curriculares, formación de docentes, etc.). En razón de la importancia que le hemos asignado a la actividad de investigación, nos detendremos en ella, comenzando por tratar de definirla y/o caracterizarla. 3. El Concepto de Investigación De acuerdo con Cronbach y Suppes (citados por Begle y Gibb, 1980) el Comité de Investigación en Educación de la Academia Nacional de Educación de los Estados Unidos, define investigación como “una indagación disciplinada o sistemática concerniente a cierto evento o eventos en un esfuerzo para crear y/o verificar conocimiento.” (p. 7) Begle y Gibb (1980) son claros al afirmar que “las declaraciones filosóficas, polémicas, opiniones profesionales y otras clases de escritos los cuales comunican puntos de vista e información con respecto a algunos aspectos de la educación matemática, pero en la medida en que ellos representan opinión subjetiva, ellos no son propiamente vistos como investigación [negrillas añadidas].” (p. 7) Sin embargo, se incluye como investigación el analizar y el replicar investigaciones ya existentes. Las anteriores precisiones nos pueden permitir, hasta cierto punto, clasificar los productos de la actividad de la incipiente comunidad de educadores matemáticos venezolanos. Unos caerán en la categoría de investigaciones, y otros en la de declaraciones filosóficas, opiniones profesionales, etc. Queremos aclarar que no hemos hecho una clasificación sistemática de los productos presentados en eventos, en las publicaciones o los producidos en los postgrados. Sin embargo, hemos realizado una revisión de estos productos, la cual sumada a nuestra presencia en la gran mayoría de los eventos que sobre Educación Matemática se han realizado en el país en los últimos 15 años, así como nuestra participación en cursosy como jurado de trabajos de ascenso y trabajos de grado(de pre y postgrado), nos permiten hacer un juicio de valor sobre esta importante actividad. 4. Dilemas de la Formación de Investigadores en Educación Matemática Mesa y Valero (1998) afirman que “la formación de investigadores y académicos de alto nivel en las diversas disciplinas ha sido una de las funciones centrales de los programas de doctorado en las universidades del mundo. ... Hoy en día, la formación de investigadores en educación matemática se lleva a cabo a través de diversos programas de doctorado que se ofrecen en varias universidades y centros de investigación del mundo.” (p. 133) Agregan que “sigue siendo una prioridad general iniciar el desarrollo de programas doctorales que sustenten la consolidación de comunidades nacionales de investigadores en educación matemática. [negrillas añadidas]” (p. 134) De acuerdo con Hurtado de Barrera (1999), “tradicionalmente se ha pensado que la forma más directa de dar respuesta a este reto [fomentar la investigación y generar nuevos conocimientos] es a través de los postgrados como vía de formación de investigadores, sin embargo esto no ha sido así. ... en Venezuela los estudios de postgrado tienen escasa vinculación con la investigación científica, con el desarrollo tecnológico actual, con sectores externos a la academia y con los problemas del país [negrillas añadidas].” (p. 18) El crecimiento de las maestrías en el país debería haber generado un incremento proporcional en el número de investigadores. No obstante, esto no ha ocurrido. Aunado a lo anterior está el hecho de que carecemos, hasta los momentos, de un doctorado en Educación Matemática. Ambos hechos constituyen una marcada debilidad del SEMV. Nos enfrentamos pues a una situación dilemática: cómo fortalecer los postgrados ante la debilidad en el área de investigación versus cómo fortalecer la investigación sin antes potenciar los postgrados. Nuestra visión es que ambos aspectos deben fortalecerse a la par y retroalimentarse positivamente. 5. La Educación Matemática ¿Proyecto o Problema? De acuerdo con Kilpatrick, la Educación Matemática es un área de conocimiento que desde los años 50 ha tenido un desarrollo cada vez más amplio, empero, no hay todavía un consenso acerca de su estatus frente a otras áreas. ¿Es el objetivo de la educación matemática resolver problemas o entender fenómenos? ¿Es un conocimiento para la práctica, o un conocimiento sobre la práctica? ¿Existen teorías específicas acerca de los procesos de enseñanza-aprendizaje de las matemáticas, o son apropiadas y suficientes las teorías más generales de tipo psico- pedagógico? ¿Son los conocimientos didácticos de naturaleza científica, tecnológica o técnica? ¿Existe alguna expectativa de una teoría fundamental de la didáctica de la matemática? Godino (1991) señala que “la necesidad de construir teorías es evidente, ya que constituyen una guía para el planteamiento de problemas de investigación y para interpretar los resultados de las mismas.” (p. 109) Mesa y Valero (1998) afirman que “la investigación que se lleve a cabo debe constituir y aumentar la base de conocimientos académicos de nuestra disciplina.” (p. 137) Actualmente la Educación Matemática es una disciplina naciente. Encontramos en ella diversas teorías parciales, inconexas y más o menos dependientes de otras teorías generales de carácter psico-pedagógico. La didáctica de la matemática ha de precisar el objeto y métodos para poder establecer una demarcación con otros campos del conocimiento. En realidad podemos ser más específicos y establecer cuatro factores asociados: Teorías utilizadas Objetos de estudio seleccionados Técnicas de investigación aplicadas Resultados de investigación obtenidos Estos elementos también nos pueden servir para analizar en profundidad los productos de la comunidad de educadores matemáticos venezolanos. Debe haber una comunidad de personas entre las que exista un acuerdo, al menos implícito, sobre los problemas significativos de investigación y los procedimientos aceptables de plantearlos y de resolverlos. Algunas de las comunidades que se han ido perfilando con este propósito son: TME (Theory of Mathematics Education) PME (Psychology of Mathematics Education) Escuela Francesa de Didáctica de la Matemática (Didáctica Fundamental) No parece existir un consenso acerca de las cuestiones centrales para la Didáctica de la Matemática que agrupe a todos los intereses aparentemente diversos del campo. Existen y coexisten diversos enfoques, entre éstos cabe destacar: Enfoque psicológico Concepción autónoma (Escuela Francesa de Didáctica de la Matemática) Orientación hacia la mejora de la praxis del aula (está asociada con la concepción de “la enseñanza como arte”) Visión pluridisciplinar (campo de investigación llevado a cabo sobre la enseñanza en el cuadro de disciplinas científicas clásicas) A fin de cuentas: ¿se trata de un saber meramente teórico, una tecnología fundada y dependiente de otras ciencias, o, por el contrario, existen problemas cuyas características requieren un nivel de análisis teórico y una metodología propias de un verdadero saber científico? Trataremos de abordar esta interrogante tomando en consideración algunos de los diversos modelos que se han elaborado para conceptuar la didáctica de la matemática. 6. Educación Matemática ¿Interdisciplinariedad, Pluridisciplinariedad, Transdisciplinariedad o Autonomía? Un primer modelo es el de Steiner. Este es un modelo complejo que vincula, por una parte, a la Educación Matemática con la actividad práctica, la cual estaría enmarcada en lo que él denomina el Sistema de Enseñanza de las Matemáticas; y por otra parte, está una estrecha vinculación de la Educación Matemática con otras disciplinas (Matemáticas, Epistemología y Filosofía de las Matemáticas, etc.) En dicho modelo se coloca un núcleo constituido por una Teoría de la Educación Matemática, que jugaría el papel de una Teoría Fundamental. La relación entre los diversos elementos constitutivos del modelo de Steiner (citado por Godino, 1991, p. 107) puede apreciarse en la siguiente figura: Otro modelo nos lo presentan Mesa y Valero (1998, p. 138) Filosofía Educación Matemáticas Enseñanza EDUCACIÓN MATEMÁTICA Eje horizontal: indica la disciplina desde la cual se están aproximando los fenómenos. Eje vertical: representa el carácter práctico o teórico de los estudios. A la Educación Matemática se la ubica como ciencia social. Otro modelo es el presentado por Higginson, quien considera a las Matemáticas, Psicología, Sociología y Filosofía como las cuatro disciplinas fundacionales de la Didáctica de la Matemática. Higginson (citado por Godino, 1991, p. 108) interpreta a la Didáctica de la Matemática sobre la base de las interacciones de esas cuatro disciplinas, lo cual él visualiza mediante un tetraedro cuyas caras representan a esas disciplinas. Para Higginson, cada una de las disciplinas consideradas responde a interrogantes. Así: El qué enseñar lo responde la Matemática El por qué enseñar lo responde la Filosofía El quién y el dónde enseñar lo responde la Sociología El cuándo y el cómo enseñar lo responde la Psicología Es de vital importancia destacar que para Higginson las Matemáticas son un elemento insustituible en su modelo tetraédrico. Mientras, cualesquiera de los otros elementos son prescindibles. 7. Maestría Se concibe que la maestría comprende un conjunto de asignaturas y de actividades organizadas en un área específica del conocimiento, destinadas al estudio profundo y sistematizado de la misma y a laformación metodológica para la investigación. (Hurtado de Barrera, 1999, p. 19) Hurtado de Barrera (op. cit., p. 22) señala que “si el propósito de los postgrados es formar investigadores, la didáctica utilizada en dichos programas debería ser congruente con ese propósito.” ¡Coincidimos plenamente con este señalamiento! Más aún, creemos que el corazón del currículum de una tal maestría debe estar vinculado a la didáctica de la matemática, y debe diferenciarse profundamente tanto de una maestría de matemáticas como de una maestría genérica en educación. Hemos de superar la concepción del “currículum sumativo” la cual ha predominado en los pregrados y en los postgrados de nuestra área de conocimiento, currículum en el cual se cuenta con un componente de especialidad (cursos de matemáticas) al cual se le agrega un componente de asignaturas de formación docente, pero sin una real integración entre ambos componentes. En el caso de las maestrías también está presente un componente que en teoría debe formar al investigador (seminarios, tutorías, etc.). Por supuesto, no es obligante que toda maestría forme para la investigación. Pudiera plantearse, y de hecho ha sido discutido entre algunos integrantes de la comunidad, la existencia de maestrías y/o especializaciones dirigidas a los docentes de aula de la Escuela Básica cuyos objetivos no sean la formación para la investigación. Villarroel, citado por Hurtado de Barrera (1999), apunta que “en lo que respecta a la formación de investigadores, el pregrado y el postgrado no se diferencian sustantivamente. Las investigaciones en el pregrado se diferencian muy poco del trabajo de grado a nivel de maestría y hasta de doctorado.” (p. 22) Se continúa diciendo que “al revisar trabajos de grado aprobados de los egresados de postgrado, se han encontrado fallas en la formulación de preguntas de investigación, deficiencias en el tratamiento conceptual, manejo inadecuado de los datos y conclusiones incongruentes con los objetivos y con el proceso, entre otras cosas.” (p. 31) Consideramos que ¡esto es gravísimo! Hurtado de Barrera (op. cit.) señala que “[las razones] por qué las maestrías no forman investigadores se centran en la manera como están concebidos estos programas (escolarizados, teóricos, profesionalizantes y desvinculados de la investigación como eje central).” (p. 25) Esta afirmación se hace en general, pero referida a los postgrados de Educación Matemática esto es una realidad palpable. García Guadilla (citado por Hurtado de Barrera) indica que “una gran proporción de los programas de postgrado se orientaron básicamente hacia la formación de docentes universitarios o hacia otros objetivos que cayeron fuera de la esfera directa del entrenamiento de científicos.” (p. 25) Pero, para el caso de las maestrías en educación matemática hay que considerar otros elementos que les son particulares, y a ellos nos referiremos a continuación, puesto que éstos son parte importante para el juicio que de estas maestrías formularemos. Coincidimos con posiciones como la de Mancera (1990), quien afirma que “la Educación Matemática no se circunscribe de forma definitiva al campo de la matemática o de la pedagogía, [...] el desarrollo de la investigación en este campo no se limita a los métodos del matemático, del educador o del psicólogo. [...] De esta forma podemos considerar a la Educación Matemática como una síntesis dialéctica entre lo `preciso’ (conocimiento matemático) y lo `discutible’ (aspectos pedagógicos, sociales, humanísticos, etc.).” (p. 13) Asimismo, para Gil y Pessoa (citados por González, 1993), la “tendencia a contemplar la formación del profesorado como suma de una formación científica básica y una formación psico-socio- pedagógica general, constituye un auténtico peligro.” (p. 4). Esta crítica reiterada por otros autores nosotros la compartimos plenamente. Así, Furió y Gil (citados por González, 1993) afirman que existen dos posiciones “igualmente erróneas: una orientación centrada en la transmisión de conocimientos científicos y otra que pone el acento en una preparación psico-pedagógica con olvido casi total de los conocimientos específicos. “ (p. 4) Finalmente, en lo que a este punto se refiere, citaremos la autorizada palabra de Santaló (1992), quien dice: “las materias que en ellos deben cursar los alumnos, futuros profesores, se suelen clasificar en Matemática propiamente dicha, en las que se enseña `qué’ enseñar, y en materias de didáctica o metodología en las que se enseña `cómo’ enseñar. Se trata de una división que, entendemos, debería desaparecer o transformarse mucho. Se ganaría en eficacia y tiempo si en todas las materias de Matemática se aplicara la metodología que luego el profesor de didáctica especial se encargara de recomendar [negrillas añadidas].” (pp. 11-12) Santaló se refiere a la formación de pregrado; pero, nosotros creemos que esto es perfectamente válido para los cursos de la maestría. ¿Qué podemos concluir? Podemos concluir que los programas de postgrado – en general -, fundamentalmente los de maestría y doctorado necesitan de una reorientación en sus acciones y estrategias para que contribuyan, entre otras cosas, a la formación de investigadores. Esto es indudablemente necesario en las maestrías del área de Educación Matemática. Algunos elementos o variables sobre los cuales valdría la pena indagar (en futuras investigaciones) son: Correspondencia entre el crecimiento de los postgrados y el número de investigadores Razones por las cuales los profesionales ingresan a las maestrías Estrategias de enseñanza de los postgrados Modelo epistémico de los postgrados Logros investigativos de los estudiantes de postgrado Logros investigativos de los egresados de postgrado Dedicación a la investigación por parte de los egresados A continuación comentaremos algunos de los elementos característicos de las maestrías en Educación Matemática existentes en el país, con la información que poseemos sobre ellas, a sabiendas de que se requiere una investigación más profunda sobre estos aspectos. Las maestrías de las que tenemos conocimiento son: Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) Caracas (1974) Maracay Maturín (1990) Barquisimeto (1983) Universidad de Carabobo Universidad del Zulia (1987) Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos (1994) Universidad Nacional Experimental de Guayana (1994) Universidad de Los Andes Universidad Nacional Experimental del Táchira (1992) Universidad del Valle del Momboy (1999) Las maestrías de la UPEL llevan por denominación Maestría en Educación mención Enseñanza de la Matemática. Tienen actualmente un currículum común basado en 12 asignaturas (8 obligatorias y 4 electivas) salvo la de Barquisimeto, que tiene un currículum diferente por haber funcionado bajo un convenio con la UCLA y el Politécnico de Barquisimeto. El plan incluye un componente matemático, uno de metodología de la investigación y un componente didáctico. En el Pedagógico de Caracas la maestría ha funcionado con altibajos. Creada en 1974, estuvo un tiempo inactiva. Se reabre en 1987 y no siempre abre inscripciones para nuevo ingreso. La primera cohorte de la segunda etapa tuvo once (11) graduados y la segunda cuatro (4). Los egresados mayormente se dedican a la docencia en el nivel superior y muy pocos hacen investigación. En su primera edición se dice en su descripción general que “el plan se orienta a la `Enseñanza de la Matemática ´ y está destinado a la formación de profesores que puedan ejercer funciones dirigentes de tipo académico a nivel Nacional o Regional en el área de la enseñanza de la matemática, tales como: Supervisores Nacionales, Coordinadores Regionales, Diseñadores de planes y programas de matemática a nivel primario,medio y superior, profesores de didáctica de la matemática a nivel superior y además, para los profesores de esta especialidad que trabajan en los cursos de primer y segundo nivel en los Institutos de Educación Superior.” Si bien en uno de sus objetivos se señala que se quiere “capacitar al profesorado de manera que al egresar de estos estudios pueda proseguir estudios mas avanzados y realizar investigaciones dentro del área de Educación Matemática” [negrillas añadidas], la orientación estaba (y así lo señalan los restantes objetivos) hacia el mejoramiento de la calidad docente del participante y formarlo como multiplicador. Esta maestría fue coordinada en sus inicios por el Prof. Mauricio Orellana durante el período 1974-1976. La maestría presenta varias revisiones curriculares que se llevaron a cabo en los años 1978, 1980, 1985 y 1987. El Consejo Universitario de la UPEL, en 1987, designa una Comisión integrada por los profesores: Jorge Salazar (Coordinador), Miriam H. de Marín, Héctor Pantoja y Rafael Sánchez Lamoneda, con la finalidad de revisar los diseños curriculares de los programas de Maestría en Educación mención Enseñanza de la Matemática existentes en los pedagógicos. En el informe que presenta la Comisión se dice que uno de los objetivos del programa es “ampliar la formación matemática de los participantes en el programa de Maestría a fin de tener una visión más profunda de los problemas de la enseñanza de la matemática y proporcionar las herramientas necesarias para la búsqueda de solución a los mismos.” (p. 3) El currículum reportado es básicamente el que aparece en la actualidad. También se señalan unas líneas de investigación, pero sólo aparecen los nombres de las mismas sin ninguna descripción. Por otra parte, en los años 1990 y 1991 se llevaron a cabo sendas reuniones de los Coordinadores de Programas de Investigación y de Postgrado en Enseñanza de la Matemática de la UPEL. Las intenciones de estas reuniones eran intercambiar información acerca del funcionamiento de los respectivos postgrados y aunar esfuerzos para la cooperación entre los diferentes Institutos Pedagógicos. En el Programa de la Segunda Reunión de Coordinadores de Programas de Investigación y Postgrado en Enseñanza de la Matemática (1991), se señala que “lamentablemente, toda esta actividad se realiza en forma inconexa y dispersa, por ello resulta inefectiva (sic) para incidir positivamente sobre la realidad que caracteriza la enseñanza de la matemática en nuestro país.” (p. 3). En nuestra opinión, esta conclusión sigue teniendo vigencia en la actualidad. Muchos de los problemas que señalamos en este documento ya fueron planteados en ese entonces y se propusieron algunas alternativas de solución. Más, sin embargo, pocos de los objetivos planteados se han logrado. La Universidad de Carabobo es un caso particular, puesto que ha tenido simultáneamente dos postgrados en el área. Uno es la Maestría en Matemática mención Docencia administrado por la Facultad de Ingeniería. Este postgrado se origina de una reorientación de la Maestría en Ciencias mención Matemática que venía ofreciendo esa universidad desde 1970, la cual empezó a “declinar por falta de nuevos alumnos al punto que en los últimos avisos de prensa no se mencionan los cursos de postgrado en Matemática.” (Orellana, 1980, p. 134). Orellana (op. cit., pp. 135-136) atribuye esto a dos causas: “i) la apertura de postgrados por parte de otras instituciones; ii) la carencia de una Facultad o Escuela de Ciencias en la UC que suministre una buena parte de los estudiantes de postgrado.” La orientación del postgrado va en “la búsqueda de una solución al problema de la escasez de personal docente para la educación superior del país en el área de Matemática”. (Universidad de Carabobo, 1980, p. 1) El documento agrega también como objetivo (aunque secundario) “la necesidad apremiante de hacer investigación relacionada con la educación matemática”. (op. cit., p. 2) De acuerdo a este documento, la Universidad de Carabobo acababa de graduar la primera promoción de esa maestría. El currículum de esta maestría tenía una fuerte orientación matemática; y unas pocas asignaturas vinculadas al componente didáctico y a un componente genérico de educación. Al revisar el “Programa de Maestría en Matemática” (Universidad de Carabobo, 1993), observamos que básicamente se mantiene el plan de 1980, y se ofrecen 4 líneas de investigación: Extensión de Operadores en Espacios de Hilbert, Tendencias Contemporáneas de la Instrucción Matemática, Métodos Numéricos e Inteligencia Artificial. Vemos un marcado sesgo hacia las áreas de matemática pura y aplicada, y la línea relacionada con Educación Matemática tiene una definición ambigua. De hecho la orientación no va hacia la didáctica de la matemática. Se dice que “la estructura está orientada a que los egresados puedan contribuir eficientemente al desarrollo del país en el desempeño de funciones en los campos de la matemática y la computación, a través del ejercicio profesional, en investigación aplicada o en docencia de alta calidad en las Universidades e Institutos de Educación Superior. El programa ofrece dos menciones: Mención Docencia y Mención Computación.” (Universidad de Carabobo, 1993, p. 1) El otro postgrado es la Maestría en Educación mención Enseñanza de la Matemática, la cual es ofrecida por la Facultad de Ciencias de la Educación. Su currículum está estructurado sobre la base de un componente genérico de educación y algunas asignaturas instrumentales del área de informática (comunes con las otras menciones), tres asignaturas del área de didáctica de las matemáticas y un componente matemático electivo. Un currículum conformado por un total de 13 cursos entre asignaturas y seminarios. Aparece una sola materia electiva. La documentación señala tres líneas de investigación: Estrategias para la enseñanza y el aprendizaje de la matemática; informática educativa y su aplicación en la enseñanza y aprendizaje de la matemática; e historicidad de la matemática. La descripción que de las líneas se presenta es sumamente escueta y ambigua. El peso de la maestría recae en el componente genérico de educación, siendo por lo tanto la antítesis de la Maestría de Matemática mención Educación. De acuerdo con Afcha (1999), en 1992 se producen los primeros egresados y en 1999 se cuenta con la séptima cohorte de egresados. De la Maestría de la ULA no poseemos documentación escrita, pero sabemos que ésta ya no se encuentra activa. A ella estuvo vinculado el Prof. José Vívenes y por información oral de uno de sus egresados conocemos que sólo se graduaron dos participantes. En la UNEG se abrió la Maestría en convenio con la UPEL, adoptando el diseño curricular de esta última institución. En septiembre de 1994 se inician las actividades académicas con un proceso de nivelación y “entre Enero y Junio se desarrolló el primer semestre académico del programa conjunto”. (Tirapegui, 2000, p. 4) Actualmente, la maestría no está en funcionamiento. Tiene, hasta los momentos, un (1) egresado y nueve (9) personas están en etapa final de su trabajo de grado. (Tirapegui, 2000, pp. 10- 11). La Maestría en Matemática mención Docencia de LUZ está administrado conjuntamente por las Divisiones de Estudios para Graduados de las Facultades de Humanidades y Educación, de Ingeniería y Experimental de Ciencias de esa universidad. Tuvo sus inicios en octubre de 1987. Tiene entre sus objetivos “elevar el nivel científico-matemático de los egresados de pregrado y capacitarlos adecuadamente para ejercer cátedras de matemática en el Nivel Superior del Sistema Educativo Venezolano.” (LUZ, s.f., p. 5) Además, se señala como objetivo “dominar el conocimiento científico-pedagógico y didáctico metodológico que permita la investigación, planificación y administraciónde los procesos de enseñanza-aprendizaje de la matemática.” (Ibid) El currículum está estructurado sobre la base de un área disciplinaria, compuesta por 5 asignaturas de matemáticas; un área de formación docente, conformada por 3 asignaturas genéricas de educación; y un área interdisciplinaria e investigación, integrada por 2 seminarios y la tesis. No existe un componente explícito de didáctica de la matemática ni aparecen electivas. La oferta actual mantiene casi la misma estructura antes mencionada, salvo la presencia de una electiva y se indica una lista de electivas en la cual aparece un sólo curso con la denominación Didáctica de la Matemática. La maestría, entre 1991 y 1998, ha graduado 29 participantes, siendo la graduación de 1997 de 12 personas. La primera cohorte (1987-1990) tuvo 7 egresados. Igual número tuvo la segunda cohorte (1992-1994). Se mencionan 7 líneas de investigación, pero sin descripción alguna. Asimismo, se indican nexos con el Centro de Estudios Matemáticos de la Facultad de Humanidades (CEMAT)1 y otros centros de investigación. La UNERG tiene una oferta de postgrado que incluye los niveles de maestría y doctorado. Sin embargo, este último nunca se ha abierto. De acuerdo al Tríptico Informativo (Universidad Rómulo Gallegos, 1999), los objetivos del programa son: Proporcionar la reflexión crítica de los procesos de enseñanza y aprendizaje de la matemática en el marco de los paradigmas tradicionales y actuales. Analizar la información que proviene de la investigación a la luz de los problemas propios de la didáctica de la matemática. Propiciar la enseñanza de la matemática como forma de investigación. Desarrollar proyectos de investigación en Educación Matemática que enfatizan las estrategias de enseñanza y de aprendizaje de la Matemática, la resolución de problemas y la evaluación de los aprendizajes matemáticos. Se enuncian tres líneas de investigación. A saber: 1. Estrategias para la Enseñanza y el Aprendizaje de la Matemática. 2. La resolución de Problemas en Educación Matemática. 1 Por información proporcionada por un colega de LUZ durante el I SIVIEMAT, este centro se creó en 1972. 3. La Evaluación de los Aprendizajes en Educación Matemática. El plan de estudios no se diferencia radicalmente del de los Pedagógicos, habiendo numerosos puntos de coincidencia. Actualmente, la maestría está coordinada por el Prof. Antonio Viviano. En lo referente a la UNET existen maestrías vinculadas al área desde 1992. Existe allí una Maestría en Matemática mención Educación, la cual ha egresado a 4 personas. También hay una Maestría en Gerencia Educativa y una en Enseñanza de las Ciencias Básicas mención Matemática. Hay aproximadamente un total de 30 egresados de estas maestrías con trabajos de grado referidos a Educación Matemática. Por último, se tiene la especialización y la Maestría en Didáctica de las Matemáticas que ofrece la Universidad del Valle del Momboy (ésta es una universidad privada). Es la más reciente de las ofertas en el área. Data de 1999. Su currículum está constituido por un núcleo centrado en la didáctica de las matemáticas. Sus objetivos están muy centrados en la didáctica con una marcada influencia de la Escuela Francesa de Didáctica de las Matemáticas. Se señala explícitamente como propósito el “detectar sistemáticamente a través de la investigación, las situaciones en didácticas que se presentan en la instrucción cotidiana de las matemáticas, en los diferentes niveles del Sector Educativo.” La fundadora y actual coordinadora es la Profa. Blanca Quevedo. De seguidas, haremos una breve reseña de los estudios de maestría en otras latitudes. En Brasil, los cursos de postgrado se inician en 1975 (un año después que en Venezuela). Esa primera maestría (en Ciencias y Matemáticas) produjo, de acuerdo con Fiorentini (1998), 80 tesis entre 1970 y 1982 (deducimos que se hicieron tesis en el área antes de la existencia formal de la maestría). En 1984 surge el primer programa regular de Maestría en Educación Matemática. En esta etapa, desde mediados a fines de la década de los 80, producen 120 tesis relativas a educación matemática en 30 postgrados, y pasan de 4 a 12 líneas temáticas. Una de éstas, la etnomatemática, ha tenido remarcado impacto internacional. Este crecimiento impetuoso se ha mantenido con altos estándares de calidad. Veamos dos de las ofertas de maestría brasileñas. La de la Universidade Estadual Paulista “Julio de Mesquita Filho” (esta universidad también ofrece el doctorado), cuyo curso de maestría comenzó en 1984. Se indica que “el curso [la maestría] aborda la problemática de la educación matemática sobre un enfoque interdisciplinario.” Ellos se plantean un área de concentración, la cual es “enseñanza y aprendizaje de la matemática y sus fundamentos filosófico-científicos.” El currículum está estructurado sobre la base de cuatro grupos de materias, tres de ellos del área de concentración y uno de “dominios conexos”. La base está en asignaturas de didáctica de la matemática y de matemáticas, y algunos cursos generales de educación y cursos instrumentales. El participante está obligado a cursar materias de estos diferentes componentes de manera equilibrada, teniendo que escoger un mínimo de 2 asignaturas de cada grupo, de acuerdo a sus intereses, cursando un total de 8 materias. Es decir, no hay materias obligatorias. El cuerpo docente está integrado por 23 profesores de altísima calificación académica (todos por lo menos con el título de doctor); en su gran mayoría de la misma institución, y ofrecen tres líneas de investigación muy precisas. Otra maestría, ésta más reciente, ofrecida por la Pontificia Universidade Católica de São Paulo, en su oferta de 1999 presenta un currículum estructurado sobre la base de 5 materias obligatorias, 1 electiva y actividades programadas escogidas de acuerdo a la línea de investigación que se siga. El núcleo está en la didáctica de la matemática, siguiendo a la Escuela Francesa. Se presenta un cuerpo docente de 8 profesores de la institución, con nivel de doctorado y profesores invitados de Francia y del Reino Unido. Se ofrecen tres líneas de investigación muy precisas. Otro programa que comentaremos es el ofrecido por la Universidad de Camagüey (Cuba). La denominación del programa es Maestría en Enseñanza de la Matemática y su duración es año y medio. Se ofrecen dos menciones: educación media y media superior, y educación superior. Tiene en su estructura curricular una complementación entre los contenidos matemáticos y la metodología de su enseñanza. Así, por ejemplo, el participante cursa una asignatura como Aritmética y Álgebra y tiene una que se llama Metodología de la Enseñanza de la Aritmética y el Álgebra. El currículum posee asignaturas electivas, un componente de investigación y uno de educación con materias genéricas de ese campo, así como un buen número de asignaturas de matemáticas y de metodología de la enseñanza (didáctica). Asimismo, la comunidad mexicana ha tenido un interesante desarrollo. El inicio de éste –en lo que a postgrados se refiere- es de la década de los setenta, contemporáneo con la fecha de creación en Venezuela de la primera maestría en Enseñanza de la Matemática. Sin embargo, en la actualidad los colegas mexicanos han conformado un poderoso movimiento de Educación Matemática (o Matemática Educativa como ellos prefieren llamar a nuestra disciplina), en gran parte impulsado por el CINVESTAV. Una de las publicaciones mexicanas, la revista Educación Matemática, se ha convertido en punto de referencia continental y más allá, siendo ampliamente usada en nuestro medio y habiendo algunos colegas de nuestra comunidad publicado artículos en ella. De igual manera, la comunidad mexicana ha sido unade lñas grandes impulsoras de las Reuniones Latinoamericanas de Matemáticas Educativas (RELME) y del Comité Latinoamericano de Matemática Educativa (CLAME). 8. Debilidades de las Maestrías en Educación Matemática A continuación señalamos, lo que a nuestro juicio, son las debilidades más notorias presentes en nuestras maestrías: En su gran mayoría carecen de líneas de investigación activas Ausencia de un personal de planta Falta de tutores para dirigir los trabajos de grado Escaso apoyo bibliográfico Marcada escolarización Poco énfasis en la investigación Bajo número de investigadores en el país Falta de claridad en torno al estatus epistemológico de la EM Deficiencias manifiestas en los diseños curriculares (Diseño Sumativo) Bajo número de egresados en muchas de ellas Se han dedicado (explícita o implícitamente) a la formación de profesores para el nivel superior En general existe un escaso énfasis en la Educación Matemática La mayor parte de los cursantes realizan sus estudios y a la par trabajan El fortalecimiento de estas maestrías pasa por la superación de gran parte de los escollos señalados.
Compartir