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Ethel DUff\) Turner .\, , , , . J I I , Ricardo Flores maqón -g el Libertal. mexicano \ ~ ~;¡ I o !J f I 1 ~ E T H E L D U F F Y T U R N E R RICARDO FLORES MAGON y EL PARTIDO LIBERAL MEXICANO Tradución de EDUARDO LIMaN G. EDITORIAL "ERANDI" DEL GOBIERNO DEL ESTADO MOR ELlA. MICH. 1960. TlPOGRAFIA AIERCANTIL Quintana ROL' 156. More/ia, Mich. , Ethel Duffy Turner F,lto p,'r Felipe e ruchaga PROLOGO Consecuente el gobierno del Estado de Michoacán, que pre- side el señor Lic. David Franco Rodríguez, con su inquebrantable plOpÓSÍlO de exaltar los hechos y figuras históricas que han con- 'tribuído a la formación y desarroJIo de nuestra nacionalidad. ha dispuesto y expensado la publicación del presente libro, en este Año de la Patria en el que la nación mexicanR conmemora el ses- quicentenario de la proclamación de la independencia y el cin- cuentenario de la Revolución Mexicana. Ambos hechos históricos tuvieron sus precursores, sus reali- zadores y sus consumadores y justo es que a todos aquellos que sa crifical'on su vida en aras de un sublime ideal. se les rinda el tributo que merecen, de parte de las generaciones presentes y !uturas Uno de los hombres que durante más de un cuarto de siglo lucharon por crear una organización política más justa y más hu- mana para los mexicanos, fue indudablemente Ricardo Flores Magón, quien desde los últimos años del siglo XIX hasta su muerte, acaecida en el año de 1922, luchó con sus vibrantes es- critos en las páginas de los periódicos, en la o~ganización de clu- bes liberGles y en el surgimiento de grupos armados para destr.lir el gobierno dictatorial que dominaba en nuestro país. Por elb sufrió constantes persecuciones, destierro y encarcelamientos; su ~ran tribuna fue el periódico "Regeneración", quc Sé constituyó en el guía de los revolucionarios, y del "Programa del Partido Li- Iwrnl", pnblicndo en j¡dio de i 906. :se tomaron, años más tarde muchos de los postulados que inspiraron algunos de los arlícuio~ de la Constitución Política de la República, expedida el 3 de fe b¡ era de 191 7. Los lectores del present<:o Jibro encontrarán en las bellas e in teresantes páginas que lo integl an, U!1a de las más completas bio- grafías de Rir:ardo Flores Magón. precursor y mártir de la Revo- lución Mexicana: de este gran movimiento social C11cuyos prin- cipios, como sohre una base inconmovible. se sustenta eJ gobier- no que encausa los destinos de nuestra patria. Estoy en deuda con muchas personas, algunas de las cua- les ya fallecieron, quienes me proporcionalon mucho del material utilizado en este libro, y he tratado de dar crédito de la fuente de información, ya sea en el texto o en la bi- bliografía. Por toda esta valiosísima colabOlación, ya sea oral o eSCli- ta, deseo expresar mi más profUIlda gratitud. Ethel D. T urner. RICARDO FLORES MAGON y LA HISTORIA DEL PARTIDO LIBERAL MEXICANO CONTENIDO Et DESPERTAR. CRECIMIENTO DEL MOVIMIENTO LIBERAL. NO REELECCION. GRITO DE BA- TALLA. "TIERRA Y LIBERTAD". HACIA LA REVOLUCION. LA REVOLUCION DE 1906 CONSECUENCIA - - - MASACRE. APREHENSIONES. CAPITULO VIT DEFENSA DE LOS PRISIONEROS LIBERALES. LOS PRIMEROS SEIS MESES DE 1908. SUCESOS PERTINENTES. LA REVOLUCION DE 1908 PERSECUCION DE LOS LIBERA- LES EN LOS ESTADOS UNIDOS. REGENERACION REAPARECE. LA REVOLUCION DE 1910. LA LLAMA REVOLUCIONARIA SE EXTIENDE POR TODO EL PAIS. CAPITULO Xv. DESTROZAMIENTO DE LOS LIBE- RALES EN BAJA CALIFORNIA. CAPITULO XVI. LOS EDITORES O E REGENERA- CION TRAS LAS REJAS. . CAPITULO XVII. REGENERACION AUN L U e H A POR SU EXISTENCIA. CAPITULO XVIJI. ENCARCELAMIENTO DE RICAR~ DO FLORES MAGON y LIBRADO RIVERA. . CAPITULO xrx. EL PRISIONERO NUMERO J4506. CAPITULO xx. MUERTE y FUNERALES DE RI.. CARDO FLORES MAGON. CAPITULO XXI. RICARDO FLORES MAGO N, iN- MORTAL. CAPITULO l. CAPITULO .1I. CAPITULO III. CAPITUL o IV. CAPITULO V. . CAPITULO VI. CAPITULO VIL CAPITULO IX. CAPITULO X. CAPITULO XI. CAPITULO XlI. CAPITULO XIII. CAPITULO XlV. CAPITULO 1 EL DESPERTAR. Los primeros años de la vida de Ricndo Flores lVlagón. Porfirio Díaz abandona el principio de No Reelección. En 1892. Ricardo Flores Magón es arrest8do en una manifestación estudiantil en contra de la reelección de Porfirio Díaz. Aparece la prensa de oposición. En 1900 se funda Regeneración para denunciar vio- laciones a la Ley. Los editores reciben invitación para asistir al Congreso de Clubes Liberales en San Luis Potosí. Regeneración se convierte en "Perióclico Independiente de Combate". Ricardo Flores Magón es nombrado delegado al Congreso Liberal. Al día siguiente en que Ricardo Flores Magón fue hallado muert0 En su celda, en el Fuerte de Leavenworth, KRflsas. Antonio DÍa,z Soto y Gama prcnunció en la Cá!nara de Diputados uno de lOS discursos más conmovedores de toda su brillante carrera- como orador, y principió citando palabras de José Martí: "Los hombres grandes no necesitan, para ser elogiados, de grandes palabras. Para hablar de los hombres grandes se debe hablar, urge hablar, con frase clara y sencilla, como cla- ra y sencilla fue la vida de esos hombres." Entonces, prosiguió pesé1odo el trabajo de su vieje compa- Dero, en la balanza de la Historia: "Ricardo Flores MaQ'ón es el precursor de la Revolución, el verd~dero autor de ella, - el autor intelectual de la Revolución." Si se pudiera elecir que un solo hombre sobresale entre los muchos que abrieron brecha, y que sin desviaciones o egoismos dp.dicaron sus energías y sus vidas a la liberación del pueblo me- xicano, ese hombre sería Ricardo Flores Magón. A través de la persecución constante por parte tanto del Gobierno Mexiqmo co- mo del Norte-Americano, nunca dejó de poner en claro los moti- vos de la Revolución como de carácter básicamente social v eco- nómico, ni de señalar que mientras no se obtubiera la victo~ia en todos los frentes y no se construyera una nueva sociedad de coope- ración mútua, sobre las ruinas de la Rnterior. el pueblo nunca se- ría lihre. Bf1jo todos los ataques, bajo todas las campañas de ca- lumnia, bajo el sufrimiento de años de prisión, siempre se mémtu- -vo como una llama limpia y firin~. En 1924, el editor de Fl Demócrata entrevistó a Alfonso Cra- vioto, quien estuvo asociado con Magón en Rctividades co~tra el porfirismo, en los primeros años del siglo veinte. El editor pre- guntó a Cravioto, que en aqueJlos días, quien "tenía más poder espiritual y de acción 7" La respuesta. directa, sin titubeo. fué "Ricardo Flores Magón". Cravioto continuó diciendo: 13 "Su voluntad tenía algo de extra humano; era el tipo de un apóstol. Sus tendencias y sus procedimientos eran absoluta- mente incorruptibles lo que le daba una fuerza moral incon- trastable. Tenía tres ~aracterísticas principales: una orien- tación definida en cuestión de objetivo político, una voluntad siempre activa y una fuerza completa." . Cuando los hombres expresan las aspiraciones de su pueblo, surgen y se elevan a gran altura. A través de la combinación de fuerzas en ebullición surgió Ricardo Flores Magón, como la ex- presión a gran altura, de su momento histórico. Ricardo Flores Magón inicia su vida en vísperas de una dic- tadur~ que se gesta cuando los fragores de la batalb contra el Im- perio Austriaco habían dejado de escucharse y cuando la Constitu- ción y las Leyes de Reforma, apenas si eran un anhelo del pueblo mexicano por una vida democrática. Su padre era indígena oaxa- qucño. Margarita Magón era también de<:cenctiente. de tribus na- tivas, con excepción hecha de un abuelo que vino de Cartagena. España. T eodoro militó en la batalla de Puebla contra los france- ses; fué entonces cuando encontró a su futura esposa, quien era oriunda de Puebla. La pareja vivió en el pueblecito de San An- tonio Eloxochitlán (tierra de dotes y flores), en el Distrito de Teo- tjdán del Camino, Oaxaca. Tuvieron tres hijos , ,Jesús, Ricardo y Enrique El día de la Independencia, 16 de septi~mbrc de 1874, nació el segundo hijo, Ricardo. Que los tres hombres de ascendencia indÍgena,,Benilo Juá- res, Porfirio Díaz y Ricardo Flor~es Magón, ,que habrían de tener tanto impacto en sus generaciones, fueran né!tivos de Oaxacu, no t~S una coincidencia. PorFirio Díaz fué Ull militar sobresaliente del ejército de Benito Juárez; su ascención 111poder político fué factihle por su Íntima participación con Juárez en la. guerra contra . \1aximiliano. T eodoro Flores fué soldado bajo las órdenes de DÍaz y durante mucho tiempo, seguramente, mantuvo su fé en el héroe de Puebla. La amarga desilusión que el padre sufrió, mu- {ha tuvo que ver para despertar el espíritu del más sensible y más 14 profundo pensador de sus hijos, Ricardo Flores Magón. El padre había luchado desde su más temprana juven~ud contra los diferentes ejércitos que amenazaron la Nación Mexi- Lana. primero contra los invasores norteamericanos, y después de ctmbas guerras, las de Reforma de Tres Años y la Guerra de In- ~ervención contra Maximiliano y el Ejército Francés. De nuevo, bajo la bandera de la No-Reelección, enarbolada por Díaz, tomó parte en la revolución tuxtepecana. Al final de estéis guerras os- rentaba el grado de Teniente Coronel. En una ocasión, cuando le preguntaron acerca de su padre, Ricardo se puso pensativo y dijo: "¿ Qué puede decir un hombre r::u~ndo tuvo un padre ejemplar, amante y tierno 7" Es seguro que en el hogar de los Mag-ones mucho se discu- tían los asuntos nacionales. El padre era un patriota en el verda- dero sentido de la palabra, aunque no sustentaba ideas revolucio- narias. T eodoro Flores nunca dejó de admirar a Juárez, aún siendo oficial de Porfirio Díaz. Estaba enteramente de c:cuerdo con los postulados de Juárez con la abolición del lema Religión y Fueros, ia separación de la Iglesia y Estado, la implantación de la instruc- ción laica. Para un soldado que pqsaba una gran parte de su vi- da en los cuarteles, demuestra que T tlodoro Flores tenía una men- te despierta que podía asimilar ideas avanzadas. Su esposa, Margarita, era una mujer que irradiaba simpatía y comprensiva, y los tres muchachos eran. vivaces e inteligentes. Uno de los hermanos de Margarita era artista. La familia era pobre pero no estaba en la miseria. Las cos- tumbres comunales de los indígenas aún eran muy fuertes entre la gente. Se ayudaban mutuamente, en época de necesidad, tan- lo moral como materialmente. No se pedía que tn:1bajaran ni los viejos ni los muy jóvenes. El ambiente, tanto en la comunidad co- mo en el hogar era de cooperación y de cé'.maradería. Este hecho es importantr., en vista del desarrollo ideológico posterior de Ricar- lS do. Con sus profundas raíces en las costumbres comunales v con su experiencia en' la práctiC1 de las mismas. creyó que los ho~bre' podrían construir un nuevo mundo por convenio mutuo, sin opre- sión autoritarIa. ... La madre se había hecho el propósito de que sus hijos ad- - quirieran una educación que no era posible obtenerse en Oaxaca. Ella sabía que Benito Juárez pudo educarse, solamente porque tu- vo buena suerte. Necesitaron mucho ánimo para cortar sus raíce~ y trasladarse a la ciudad de México. Cobijando. con su rebozo a Enrique, el más joven, la madre condujo a .3Upequeña familia a ia Capital. Tenían muy poco dinero, y vivían en verdadera pe- nuria. Por lo visto, T eodoro Flores permaneció un poco más en Oaxaca. A medida que los niños llegaron a la edad apropiada, Mar- garita los fué enviando a la Escuela Nacional Primaria Superior N9 l. La Escuela estaba ubicada donde ahora se encuentra el Correo Mayor. Cuando cursaron la Primaria, pasaron a la Es- cuela Nacional Preparatoria. El doctor Luis Lara Pardo. quien también cursaba I.a Preparatoria. en esa época dice que el joven Ricardo era el más exaltado de los tres hermanos y que "era del- gado, esbelto, fuerte y seguramente el más decidido y audáz de f-US hermanos." Quizá la más grave amena.za dictatorial para las libertades del pueblo proviene de un hombre que escala el poder con prome. sas democráticas y frases liberales, y especialmente, si está respal- dado por una' trayectoria de hechos heróicos en beneficio de su Pa- tria. En contra de un reaccionario cOIlccido, corno Victoriano Huerta, una Nación está en guardia. Pero Porfirio Díaz entró al campo político, corno un patriota, dando la impresión general que deseaba salvar a sus camaradas mexicanos de cualquier posible amenaza de dictadura. Con el grito de No-Reelección, del Plan de T uxtepec, como primer escalón para ascender al poder, el día 23 de noviembre de 1876, marchó triunfalmente al frente de su ejército, entró a la ciudad de México y arrebatando las riendas 16 del Gobierno, evitó que Lerdo de T ejada tomara posesión de b Presidencia, puesto para el cual había sido reelecto. La Cáma- i:a de Diputados, materialmente amenazada a punta de fusil, pro- clamó a Podirio DÍaz, Presidente para el período comprendido entre el 19 de diciembre de 1876 y el 30 de noviembre de 1880; Fué durante el período presidencial de Manuel Gonzáiez, cuando Porfirio DÍaz ejerció su influencia para que se decretara una ley que permitiera la reelección, una vez que otro Presidente hubiera cumplido su término de cuatro años. En 1879 hubo un movimiento para reelegir a Lerdo de Teja- cta, pero en junio del mismo año. nueve ciudadanos de Veracruz, que respaldaban a T ejada, fueron fusilados. sin más trámite. Por- firio DÍaz había enviado un telegrama al Gral. Luis Mier y T erán que decía: "Mátelos en caliente". Había empezado el baño de sangre de la tiranía. Manuel González fué presidente de 1880 a 1884 y al termi- ~ar su período DÍaz subió R la Presidencia por segunda vez. Aho- ra hizo una jugada astuta para obtener mayor poder, contrayendo matrimonio con Carmen, hija dE: Manuel Romero Rubio, quien era miembro de la aristocracia criolla y hombre de dinero e influen- cia. Con este paso, DÍaz se sintió suficientemente afianzado pa. ra exténder su programa de subyugación. En 1888 subió a la pre- sidencia por tercera vez. Siendo la libre elección mofa v fraude, Díaz estaba relativa- mente seguro de continuar en la Pr~sidencia después de 1892, pe- ro la gente empezó a dar signos de oposición enojosa. Sin em- bargo, ya para este tiempo había forjado un sistema de control centralizado. Al principio contaba con el respaldo de sus compa- ñeros de armas y de sus amigos mestizos. pero al contraer matri- moniocon la hija de Romero Rubio. entró a las salas de la aristo- cracia. Entonces se dió cuenta que el principal respaldo debería provenir de esta pequeña minoría. Colocó a varios aristócratas en altos puestos. donde tenían honores y privilegios. pero poco Doder independiente. El mismo controlaba toda la maquinada oficial. 17 desde los más encumbrados funciomuios, como se-cretarios de Es- tado y Gobernadores hasta los más íntimos empleados. Para congraciarse con los extranjeros dió concesiones y regaló tierras robadas a los cam pesinos pflfn crear latifundios que pasfiron a manos de sus favoritos- La gente veía asombrada como aumen~aba el despojo y la pérdida de libertad, pero como todas las fuerzas organizadas esta- han de parte del dictador, no sabían a quien dirigirse. En 1892. los estudiantes de la Escuela Nacional Preparato- ria fueron los portavoces de! crecimiento descontento en contra de nna nueva reelección de Díaz. El día -14 de mayo a los 17 días de haber empezado sus protestas públicas con carteles alusivos. ,esenta de ellos fueron encerrados en el Palacio Nacional v solo ia voz popular los salvó de ser pasados por las mmas. .Entre los - estudiantes arrestados se encontraba RicE.rdo Flores Magón. ~ Este año hubo un candid.ato de oposición, el Dr. Ignacio Mm- tí/!.e.z, médico que ejercía su profesión y escribía libros de viaje. Siendo liberal y rico donó sesenta mi) pesos para la rebelión de Catarino Garza de Chihuahua. la rebelión abortó y el Dr. Mar- fÍnez tuvo que escapar para salvar su vida. Después de corta tem- porada en Europa se avecinó en laredo, Texas, donde un homhre a caballo lo venadeó, dejándolo muerto. El jinete desapareció en unas casuchasdel lado mexicano. Catarino Garza desapareció desde el momento que ofrecie- ron recompensa por su captura y nadie sabe que pasó con él. lnés Ruiz lo substituyó en el mando de su ejército y con él hosti- hzó, por algún tiempo, tanto a los federales como a los rurales, en Chihuahua. Finalmente, Ruiz fué obligado a internarse en terri- torio norteamericano, donde permaneció de incógnito. durante va- rios años, hasta que en 1909 fué capturado en T exas, yencarcela- do por varios meses. El día 5 de diciembre, fué puesto en liber- tad, solamente para ser reaprehendido, pero gracias a que se le organizó una buena defensa feg'al. recuperó su libertad el día 6 de enero de 1910. 18 Además del Dr. MartÍnez. otros dos hombres que se opusie- ran a DÍaz como candidatos en los años de 1890, fueron asesina- dos. Uno de ellos fué el Gral. Ramón Corona, Gobernador de Jalisco. y el otro fué el Gral. García de la Cadena. ex-gobernador de' Zaqltecas. T eodoro Flores murió en 1893. Por aquellos días, lu. fami, lia vivía en la Plaza de San Juan. Los muchachos estudiaban y trabajaban. Jesús ya estaba en h Escuela de Jurisprudencia y trabajaba en el bufete del líe. Fernando Vega. que era campe- chano. Ricardo ingresó a la. Escuela de Jurisprudencia. ese año. pero tan sólo permaneció en ella tres años. También trabajó con un abogado liberal. el líe. Ramón Prida', quien se recuerda por un fogozo discurso en contra de la pena capital. Enrique primero fué ayudante de carpintero, después amanuense en la Notaría de Heriberto l\1clina. Llevaba dos clases diarias en la Escuela Pre- paratoria. Un periódico de oposición, El Demócrata. salió por primera vez, el día 1 Q de febrero de 1893. en la ciudad de México. Antes de llegar al tercer mes de publicación fué cancelado. Entre los jóvenes editores de éste periódico estaba Ricardo Flores Ma~ón. Otro periódico editado por estudiantes universitarios y que se lla- maba Noventa y Tres. también fué suprimido. Desde el año de 1881, Filomena IvIata comenzó a editar El Diario del Hogar, Periódico de las Familias. que pronto se con- virtió en órgano de protesta contra las irregu!aridades del régimen de DÍaz. Luchaba por libertad de prensa. iguales derechos para Ja mujer, y la no reelecc;6n. Mata era un ardiente constituciona- lista. Ya en el año de J89u est8bi:! en fra nCR oposición en contra del régimen de Porfirio DÍaz denunciando públicamente les crí- menes políticos que se cometían. crímenes que de otra suertf' no hubieran sido del dominio público. Uno de esos incidentes fué el asesinato de Luis Gonzáfez. editor de El Explorador, de Mo- reha. Cuando en 1893. la policía detuvo a algunos editores de Ef 19 Demócrata y del Noventa y Tres, impugnó su encarcelamiento en Belén, por injusto. A lines de 1893, el mismo Filomena Mata ha- bía sido encarcelado 45 ve(:es en Belén, por haber manifestado su desacuerdo con el gobienw de Porfirio Díaz En enero de 1894 murió Vicente Carda Torres, fundador y editor del periódico liberal, El Monitor Republicano. Debido a ¡os artículos publicados en su periódico en contra de Porfirio Díaz había sufrido la persecución del gobierno. En el periódico llamado La Reforma Social que apareció en el año de 1896, Lauro Aguirre principió a escribir en contra de la Dictadura. Logró prolongar la existencia- de su publicación. edi- tándolo en El Paso, T exas. Por medio de Teresa Urrea tenía ua hrerte re,.paldo entre los T emochicos de Sonora. Aguirre la men- cionaba como la principal directora del espíritu revolucionario de esa tribu La. llamaban "La Santa sIe Cábora" y creían que te- nía poderes curativos. En Mayocoba. allá por los 1900. un na- livo que se h2.bía arrodiIIado frente a un árbol. dijo que se le ha- bía aparecido una visión de la imagen de T (;resa Urrea. Los fe- derales, que temían ]a influencia de la joven rebelde. lo ataron de hs manos y lo condujeron a la cárcel. En 1896. apareció. el periódico La Va:: de Juáre-:, editado y publicado por Paulino Martínez. . Estas eran algunas de las fuerzas que estaban cristalizando el espíritu y forjando la voluntad de Ricardo Flores Magón. No actuó públicamente otra vez sino hasta 1900. pero no es difícií imaginarse cómo en esos años opacos, él se forjaba para la lucha. En contraposición, el año de 1890, fué testigo de la forma- ción de un grupo de sabihondos, los científicos, así !Iamados por algunos. debido al uso hecuente de la palabra" ciencia" en sus escritos y discursos altisonantes. Este grupo fué organizado por Manuel Romero Rubio para respaldar a Porfirio Díaz en su pro- grama de centralización. Llevaron a su máximo desarrollo el prin- cipio de que la clase privilegiada debe ejercer el dominio. Lo en- 20 cabezaba el cadavérico José Ives Limantonr, un mago de las finan- zas. quien aún ante la inminente caída .de PorEirio Díaz. jugaría un papel signihcativo. Los científicos, no previendo la revolución, sino más bien la muerte de Díaz, por vejéz, aguardaban con mu- cha esperanza que ocurriera este suceso agradable, para que ellos pudieran tomar el poder. . Antes de que terminara el siglo, el espíritu de protesta en con. tra de las iniquidades del régimen de Podirio DÍc.z, brotó abierta- mente en San Luis Potosí, ciudad que ya desde entonces alimen- :aba el fuego rebelde. El 18 de julio de 1899, fecha del aniver- 53rio de ia muerte de Juárez, hubo un mitin en.cabezado por Soto :' Gama, quien enérgicamente habló en cont~a' de PorEirio DÍaz. Después del mitin Antonio DÍaz Soto y Gama, Emiliano Z. Ló- pez y Anastasio Quiróz. quienes eran estudiantes del Instituto Científico y Literario, marcharon por las calles gritando: "Muera PorEirio Oí&zl" y ni llegar frente a la Jefatura de la Zona Militar. hicieron alto. . El Comandante era el General Julio Cervantes, ql!ien era juarista; si él no hubiera profesado los principios de Juárez, los tres jóvenes hubieran sido asesinndos o encarcelados. Debido a que no tomó ningunR represalia en contra de ios estu.' diantes, Porfirio Díaz le quitó el mando y en su lugar colocó al General KerJegand. El .período de quietud en la vida' de Ricardo fué, inevitable- mente, de profunda meditación y eXéimen de conciencia. Su com- portamiento, por lo generaL calmado, retraído, era sin embarge. amisto~o y amable. Su natmalew nada tenía de superficial. Alfon- so Cravioto nos lo describe como él era a principios de. 1900, como siQue:- "Ricardo era sobrio; no tenía más vicio que el de fumar. De espíritu ahierto y fraternal Siempre que alguno de sus com- pañeros necesitaba dinero, la holsa de Ricardo estaba abier- ta para el ami¡:!onecesitado. Parece toro. Siempre vestía de negro y tocaba' su cabeza con un hongo negro. de que Srl. lían madejas de "chinos". A nosotros nos tenía- deslumbra- dos con su carácter de fierro. Desde ese tiempo ya brotaban 21 de su cerebro las ideas socialist<.:s, aunque su acciÓn se con- cretaba al antiporfirismo." Se ha discutido mucho en lo que se refiere a cuándo empezó Ricardo, por primera vez, a leer literatura socialista y anarquista. A este respecto tenemos el testimonio de Antonio Díaz Soto y Gél- ma, quien ha dicho, que ya' antes de 1901, Jos jóvenes revolucio- narios estaban leyendo dicha literatura, siendo la anarquía, la pri- mera. con que entraron en contacto. Los libros que leían, eran: Apoyo Mútuo, Palabras de Un RelJelde, La Conquista del Pall, Campos, Fábricas y Talleres, de Pedro Kropotl<in; Evolución y Revolución, de Eliseo RecIus; las obras de Bakounin y las obras de Carlos Malato; también El Unico y su Propiedad, de Max Stirner. Más tarde, Ricardo leyó obras de Proudhon. como tam- hién El Capital y el Manifiesto Comunista, de Carlos Marx. Los más asiduos estudiantes del anarquismo eran Célmilo Arriaga, Ricardo Flores Magón, Santiago de la Hoz, Antonio Díaz Soto y Gama, Juan Sarabia y Santiago de la Vega. 'Todos nos- otros," recientemente dijo Soto y Gama, "é¡amos completamente i1narquistas. " El día 7 de agosto de , 900 apareció el primer nÚmero de Regeneración. Este periódico. que más tarde sería la chispa' y laJ!ama de Ja revolución se editaba en Centro Mercantil NQ 20, des- pacho NQ 20, del tercer piso. Sus editores eran Jesús Flores Ma- gón y el Lic. Antonio Horcasitas. Sus objetivos eran dar a cono- cer los procedimientos legales, cuc:ndo habían cometido injusticias. No había la menor intención ell esa 'época. de atacar al Gobierno, pero como la autoridad centralizada del régimen dominaha los tri- bunales y por eIlo mismo influía en sus decisiones. en los cnsos frascendentaJes. ésta política editorial. por necesidad. tendría que . onvertirse con el tiempo. en una política de oposición. Durante casi todo el tiempo en que Regenemción se publicó en la ciudad de Méxíco. fllé administrado por el joven Alfonso Ar- ciniega, que recién había terminado su curso de Teneduría de Li- bros y su entrenamiento en Artes Gráficas. Aunque Ricardo no 22 era todavía editor, escribía artículos para ei periódico. En un ar- ticulo que publicó el 7 de noviembre de 1900, bajo ellítulo de "Los Empleos Públicos", habló de los requisitos que debería llenar un magistelio público y dijo: "El juez y el magisteriado tienen que ser individuos dotados de un sentido común práctico, armados de vastos conocimientos en la ciencia del Derecho, provistos de un espíritu de obser- vación fino y sagaz, de una refIección ordenada y lógica. Las personas que reunan éstas circunstancias, sumadas a un buen criterio jurídico, son las únicas que pueden desempeñar car- gos tan delicados." No había nada en ese artículo que molestara a los jueces. magistrados o al mismo Porfirio DÍaz. Ni el espíritu que Jo ani- maba ni las palabras empleadas dejaban de tener una calma fi- losófica. Aparentemente se necesitaba un estímulo externo para cambiar la orientación de Regeneración. Ya se gestaba ese estÍ- !liulo y'provino de San Luis Potosí. Una invitación para participar en el Primer Congreso de! Par- lid o Liberal Mexicano, llegó a la oficina de Regenf!ración, en for- ma de un manifiesto, firmado por Camilo Arriaga y una larga lis- ta de adheridos, entre eJIos, doctores, profesores y oficiales del ejér- cito, 126 nombres en total. Estaba fechado el 30 de agosto de t 900. El propósito manifestado del Congreso era proteger las Leyes de Reforma en contra de los abusos de la Iglesia. En agosto, El Estandarte, un periódico editado por Primo F e- Iiciano Velázque7 publicó la declaración del Obispo Ignacio Mon- tes de O~a y Obregón hecha en París, en un Congreso Católico, que la Iglesia Católica nada tenía que temer en México de Jas Le- . yes de' Reforma, puesto que la Iglesia podía contar con las muje- res y la tolerancia del Presidente DÍaz a pesar de la actitud de los Liberales. El Obispo había hablado con pretenciosa confianza. Carmen, la esposa de Porfirio, era una católica furibunda e inter- ponía su influencia cada vez más para regresar a los "buenos tiem- pos pasados" de la supremacía de la Iglesia. 23 En el manifiesto se hacía un llamado para la organización de clubes liberales" en constante re~~ción entre sí, que procuren impedir infracciones a las Leyes de Reforma." En este manifiesto estaba el origen del moderno Partido li- beral Mexicano, cuyo nombre se tomó del Partido Liberal de Be- nito Juárez.' . Se anunciaba que el Congreso debería reunirse en San Luis Potosí, el dí,a 5 de febrero de 1901. . Puedeü'no imaginarse como este manifiesto afectó a los her- manos Magón y los cambios de impresión que sostuvieron acerca de su contenido. El manifiesto declaraba: "Es necesario abandonar la viciosa costumbre establecida en- tre nosotros de esperar de los Gobiernos el remedio de todos nuestros males. La iniciativa particular secundada y exten- dida hasta convertirse en acción colectiva, es el carácter de las democracias." j Acción colecti,-.a! He aquí un estímulo para la conciencia de todos los individuos amantes de la libertad. Pero las palabras no eran abstracciones o generalizaciones. Los que recibieron el manifiesto eran urgidos a tomar acción concreta para formar du- bes liberales y "por medio de órganos de prensa den a conocer los abusos del C1ero y propaguen las ideas y los principios liberales." Regeneración, por supuesto, era un órgano de la prensa. Pe- ro su propósito declarado era combatir las injusticias legales y al- go más. ¿No era ya tiempo de tomar una posición más militan- le? Es muy notable como Ricardo se volvió más atrevido en sus élrtículos del periódico después de haber recibido el manifiesto del Primer Congreso Liberal. Atacó a los servidores públicos adula- ílores, defendió el derecho de huelga de los cocheros, a quienes el Gobernador del Distrito Federal había ordenado "someterse y obedecer" y en un editorial titulado "Democracia y Motines" ad- vertía que la opresión incitaba los le~antamientos sociales. 24 El Licenciado Antonio Horcasitas había sido aprehendido de- bido a un artículo que apareció en el periódico. A fines del año se había retirado y Ricardo ocupó su lugar, con Jesús como co-edi- Joj:'. _Se habían publicado diez y nueve números. Con el núme- ro veinte, publicado el 31 de diciembre, apareció el periódico con el siguiente encabezado: Hoy aparece REGENERACION como PERIODICO IN- DEPENDIENTE DE COMBATE. En el editorial que a conlinuación seguía, Ricardo escribió: "Nuestra lucha ha sido ruda. Ha tenido todos los caracteres de una lucha de pigmeos encarados a los titanes; solos en eIJa, encontrándonos a cada paso con el lívido fantasma del indiferentismo político, hemos luchado aislados, sin más ar- mas que nuestros ideales democráticos y sin más escudo que nuestras profundas convicciones." A partir de este momento, los escritos de Ricardo cobraron nuevos ímpetus. Llamando a San Luis Potosí la "Jerusalem de nuestros ideales democráticos", exhortaba a concurrir al Congreso del Partido Liberal. En el número correspondiente al 7 de enero de 1901, escribió que México había estado esperando veinticuatro L,ños para que se cumpliera con el programa liberal; con esto se da uno cuenta de 'su impaciencia para actuar y continúo diciendo: " . . . las instituciones democrálicas v federales han sido des- alojadas por el centralismo y la autocracia." En el número correspondiente al '7 de enero de J90 J, Ricar- do recordaba las promesas que Porfirio Díaz hizo al principiar ~:us períodos presidenciales y que todas habían sido violadas. Las Ínstituciones democráticas y federales habían sido reemplazadas por el centralismo y la autocracia; la ley de no reelección había sido cambiada. Pero los mexicanos no deben amilanarse. escri- bió Ricardo, la libertad aún está al alcance de México. H. Ger- som escribe en un manuscrito aún no publicado. lo siQuiente: "Los escritos mordaces de RegenerClÓón estaban impresio~1ando fuerte- 25 mente a los jóvenes intelectuales. . . empe,zaban a ver en Ricardo Flores Magón al maestro y guía". Debido a su actitud consecuente el Comité Liberal de Estu- diantes de San Luis Potosí. lo' nombró su de!egado. En la carta que los estudiantes le enviaron señalabc.n su tuerza de voluntacI y vigoroso intelecto, agregando: " . . .porque usted ha entrado en el combate político leal y sereno, sin más armas que la verdad y sin más otro escudo qU,e la justicia." Antonio DÍaz Soto y Gama, presidente de la Organización Estudiantil, redactó la carta y encabezaba los firmantes. Así fué cómo Ricardo Flores Magón. con las credenciales de los estudiantes liberales de San Luis PotosÍ y la representación dE su propio periódico Regeneración, de bombÍTl. y con traje negro. abordó el tren a principios de febrero, que )0 llevó al histórico Con greso del Partido Liberal Mexicano. 26 CAPITULO ll. CRECIMIENTO DEL MOVIMIENTO LIBERAL El Primer Congreso de Clubes Liberales defiende las Leyes de Reforma en contra de los ataques del Clero. Ricardo Flores Ma- ~ón inflama los ánimos al denunciar a Podirio Díaz. Habla con Camilo Arriaga; se menciona la rebelión armada. Jesús y Ricar' do Flores Magón recluídos en BeJem. Porfirio Díaz disuelve mu- chos clubes liberales. Heriberto Barrón desorganiza la sesión delClub Ponciano Arriaga, preliminar al Congreso de San Luis Po- rosÍ, enero de 1902. El Ing. Camilo Arriaga, nieto del famoso ccnstii:ucionalista Ponciano Arriaga, envió por todo el País. ~as invitaciones dellJar- tido Liberal a personas de diferentes tendencias políticas. En San Luis PotosÍ, se invitó especialmente a ¡os estudiantes dellns- tituto Científico y Literario, 'a los soldc.dos de la guarnición local y á"' sus amigos de reconocidas ideas liberales. Posiblemente e~- peraba que fuera de San Luis Potosí tuviera buena acogida la in- vitación, pero fué tan entusiasta la recepción que seguramente se sorprendió. Expresaba en el manifiesto: "El País es libre, grande y prós- pero, gracias al Partido Liberal, pero dormimos demasiado sobre nuestros laureles. La Obra de la Reforma está minada por tra- bajos subterráneos. No vayamos a despertar bajo sus ruinas." Con esta llamada de alerta, publicada ell El Diario del Ho- gar, El U niuersal, El Monitor Libera.l y. en Regenemdón se orga- nizaron inmediatamente los clubes liberales. El Estado de I-lidai- go quedó a. la cabeza con die;z; clubei'. Antes que se efectuara el Congreso se habían organizado ya cincuenta clubes liberales. en una Nación que de verdad parecía dormir en sus laureles. Ricardo Flores Magón escribió en Regeneración: "En eJ Con- greso se discutirán los medios prácticos que haya para infiltrar el liberalismo en el espíritu de las masas." Esto demuestra que vis- lumbraba más allá de los peligros revelados en el discurso pronun- ciado en París por el Obispo Montes de Oca y Obregón. Aún antes de poner pie en San Luis PotosÍ, le preocupan otras consi- deraciones. El Club Ponciano Arriaga, organizado por Camijo Arriaga y sus partidarios, dieron la hienvenida a las numerosas delegacio- nes que afluyeron a la ciudad, a principios de febrero. El día 5 de febrero por la mañana, en el Teatro de La Paz. y precidido por el Ing. Camilo Arriaga. se reunió el primer Con- greso del rejuvenecido Partido liberal. Camilo Arriaga repre. sentaba no solamente a su club sino también a otros dos clubes y 29 al Diario del Hogar de FIlomena Mata. Es interesante señalar que uno de los delegados del club Benito Juárez de San Luis Po- tosí era el maestro de matemáticas, Librado Rivera, quien se aso- ció íntimamente con Ricardo hc:sta qc;e éste último falleció. En el transcurso de los días se vió que destacaron en el Con- greso Diodoro Bataiia que representaba. al (nmité liheral de Es- tudiantes y a los periódicos El Universal y El "Monitor Liberol, Camilo Arriage' Antonio Díaz Soto y Gama y Ricardo Flores Ma- gón. Clausurado el Congreso, Ricardo escribió y publicó en Re- generación, notas acerca d<;.ros más conspicuos delegados, que se- ~ún él fueron los siguientes: Camilo Arriaga, Antonio Díaz Soto y Gama, Fernando P. Tagle, Dr. Agustín Navarro, Lic. Diodoro Batalla, Profesor Jua!' " Ramírez Ramos, AJberto Díaz, José Trinidad Pérez, lng. Luis La- juus, Lic. Antonio de la Fuente, Lázaro Villarreal. lng. Francisco Naranjo H., Vidal Garza Pérez, Salomé Botella H., Lic. Benito Garza', Rafael Odriosola. Avelino Espinosa. Federico R. Flores, Antonio Vives, Hesiquio Forcada, Pompeyo jVlorales y Vicente Re- yes Torres. En frases elegantemente descriptivas, el joven editor de Re" generación bosquejaba cada una de estas personalidades. Decía de Antonio Diaz Soto y Gama: "Su discurso es una obra maes- tra," lo mismo que podría decirse de él por su actuación en la reu- nión histórica que después fué celebrada en Aguascalientes. Fer- nando P. T agle de Uruapan. Mich., era el contraste del fervoroso Soto y Gama'. su talento era "sereno y frío". Pero. decía Ricardo. "Tagle es uno de los mejores elementos con que cuento el parti- do liberal". Ricardo recordaba que Batalla había citado las pa- Jabras de un ilustre pensador: "Los tiranos nos parecen grandes porque los vemos de rodiJIas." Y BataJIa había exclamado: "¡ Le- vantémonos I" Ricardo tenía desteJIos de viveza: Lázaro Villarreal que era "muy joven y cuenta con ener~ías viriles". . . "no es Lázaro de la ¡eyenda bíblica, que necesitó las palabras del Redentor: levánta- 30 te y anda." Pompeyo l\10ra¡es "tiene corpulencia de un gigante y para tanto cuerpo era forzoso que tuviera un enorme corazón." El Congreso sesionó desde la m&ñana del día S hasta la no- che del día 1]. Su objetivo principal era la defensa de las Leyes de Reforma que limitan el poder del Clero. y se aprobaron las re- soluciones conducentes. Las discusiones eran más o menos ruti- narias, a pesar de que emocionabc.n e inquietaban. hasta que Ri- cardo Flores Magón, abordando la tribuna, sorprendió a los dele- gados marcando ¡a táctica dinámica de cómo deberían tr&tarse los problemas básicos en una Convención Liberal. Camilo Arriaga recordaba en sus últimos días su participa- ción en el Congreso Liberal de 1901, Y >:us im presione:; del primer encuentro personal con Ricardo Flores Magón en dicho Congreso. Refería a Nicolás T. Berna!, en una de las visitas que éste le hacía a medi~dos del mes de febrero de 1944 en su casa en las ca- lles del NiJo. Colonia CléiverÍa. Atzcé1potzalco. D. F. que cuando Ricardo habló en el Congreso, el pavor se apoderó de la mayoría de los delegados. a causa de las palabras atrevidas y comprome- tedoras que pronunció Ricardo en su discurso, pues esoeraban que las fuerzas federales disolvieran el Con¡;!reso. Camilo 'decía a Ber- nal que no negaba q.ue él mismo estab~a entre Jos esp;:mb.dos y se preguntaba: ¿A dónde no.' !leva éste hombre ? También que jEm cslmar su miedo, invitó a Ricardo a su casa con el objeto de ha- hlar a solas con él y procurar definir la situación que considerRba muy comprometida. Cami!o agregó que las primeras palabras cie Ricardo en' esta plática. en lugar de tranquilizarlo lo espantaron iodavÍa más, logrando calmarse por la manera amistosa v lenta con que eran dichas, por el aplomo y confianza de Ricardo en sí mismo. que ílO dejaban duda de su sinceridad y del conocimiento del Qroblema que planteaba. Sobre el memorable discurso de Ricardo Flores Magón. FIo- rendo Barrera Fuentes. en su libro Historia de la Revolución JV!e- xicana, la Etapa Precursora. pá¡;!ina SS, tomado de la Conferen- cia Elogio y Defensa de Juan Sarabia, dictada por el peri0cIista 31 Santiago. de la Vega en el Anfiteatro Balívar de In Escuela Na- cianal Preparataria y publicada en lvléxica Nuevo d 22 de no.- viembre de 1932, co.nsigna la fo.rma en que aco.ntecierc,n lo.s hecho.s. Dice Barrera Fuentes que habiendo escrito. Flo.res rvlagór. una semblanza de lo.s delegado.s que asistieron al Cangreso. Libe- ral de San Luis Potasí, debido. a su natural madestia, Flares 1\1a- ¡.;ón no. quiso. hablar de sí misma (Artículo. Los Congresistas, pu' blicado. en el número. 27, tamo. lJ de Regenerczción, el 23 de febre- ro de 1901, Cal Cit.) ; pero que hizo. un relata vivida de su ac- fuación, refiriéndase al cual Santiago. R. de la Vega dice: Ricardo., según su castumbre, habló en detalle. Una revista minuciasa de atentadas parfiristas.. Ráfagas de Ley F l1¡:!a. Relámpago.s de cólera. Sinaí de invectivas. Perra de pre- sa en el ataque, no. so.ltó Flares Magón del cueHo. a Don Po.r- firío durante tada su perorr.ción. A!a cual puso. como rema- te, y al misma tiempo. cama resumen, esta cansecuencin: "par- que la administrcción de Parfiria Día.z es una madriguera de bandi9as." Hubo ligeros siseo s y, entonces, para enfrentar- se él e!Io.s y desafiarlo.s sin co.ntemplaciones de ningún géne- ro., Ricardo. vo.lvió a decir: "po.rque la administración de Por- firío. Díaz es una madriguera de bandido.s". y cama to.davía persistiese el murmullo., lo. acalló recalcando. su frase tenáz: "Sí seño.res, parque la administración de Porfirio. Díaz es una madriguera de bandidas." Entances 10.5delegado.s to.rnaro.n lo.s siseas en aplauso.s. Can esta actitud resuelta y tcdante. que fué la Única adapta- da par Ricardo. en tado.s las actas de su vida, puso. de su par- te a las liberales jóvenes de izquierda en el Co.ngresa." Ricardo. había,en realidad, fijado con esta intervención la narma de co.nducta cansistente en el ataque directa, que habría de seguir durante to.da su vida. Si se piensa que no. ern necesa- rio. tener valar para pronunciar ese discurso. en unn Asamblea don- de nadie había jurado. guardar secreta, y dande toda. palabrn ten- drín eco. en el exterio.r, ento.nces, no. se cano.ce In nntumlezn de !a 32 maquinaria del Porfiriato. Arriesgando su propia vida. con fo- rase: energía, Ricardo habla a la Asamblea. sacudiéndola. para enseñada a luchar' contra el verdadero enemigo y sacar/a de su marasmo. En esta ocasión se salvó de ser arre~tado o asesinado. ~an sólo porque las autoridades prefirieron menoscabar la impor- lancia del Congreso. ignorándolo. por el momento, Antonio Díaz Soto y Gama dice que la porra de los si~eos tué improvisada por Adrián del Castillo. hijo de Apolinar del Cas- tillo. ex-Gobernador de Vera cruz, quien se encontraba entre el público espectador. Asímismo hace notar Soto y Gama que el General Kerlegand. cnmand2cnte militar en San Luis. no queriendo provocar un es. cándalo nacional al disolver con las fuerzas federales un Congre- so que se verificaba en )a capital de un estc.do, con asistencia de delegados de todas las partes de la República, obró prudentemen- te. Sin embargo. después. todos los grupos a los que pertenecían esos liberales fueron perseguidos. llegándose. como el caso del delegado por el Club Liberal de L¡:mpazos. N. L.. Francisco Na- ranjo. hijo del General Naranjo. cuyo domicilio fué violado por las Tuerzas federales. Mientras estuvo en San Luis Potosí. Ricardo ojeó la magní- fica biblioteca de Camilo Arriaga', La mejor condición económi- ca de Arriaga le permitía saciar su hambre de libros. lujo que los Flores Magón no estaban capacitados para dar~c. Allí había ¡i- bros recién publicados. la mayor parte de origen europeo. sobre Filosofía. Economía y Ciencias Sociales; entre ellos. la Gran En- ciclopedia de Francia con las obras de los brillantes talentos: Rousseau. Diderot. Monte~quieu y V oltaire. Esta fuente extraer. clinaria del conocimiento. consultada por Luis XV. acerca de la pólvora y por madame Pompadour 2cerca del rouge. fué la lu:: inspiradora de los liberales y libre-pensadores. con sus artículos sobre Filosofía y Ciencias Sociales. Que 1o-smismos artículos que infIuenciaron el pensamiento de Hidalgo. Morelos y otros de Ja Guerra de Independencia. como también a los hombres de la Re- 33 forma, hayan penetrado profundamente en la conciencia' de Ri- cardo Flores Magón, es un tributo a la calidad perdurable de es- tos es.critos del Siglo XVIII. En cuanto a la plÚtica en casa de Cc.milo entre éste y Ricar- do, el primero refirió a Nicolás T. Bernal que cuando JIegaron a su domicilio llevó a Ricardo a la Biblioteca. suplicándole que allí 10 esperara un momento mientras atendÍ:! a una comisión de de- legados, a quienes él había citado. Cuando regresó. encontró él Ricardo con un libro debajo del brazo. que había sacado de unú de los libreros, y estaba ]eyendo los títulos de otros. El que Ri- cardo tenÍc.' debajo del brazo era la Constitución Polética de los Estados Unidos Mexicanos, v enseñándosela en tono amistoso le dijo: / "Mire, Camilo. j Qué cosa tan hermosa 1 Pero es letra muer- ta. como letra muerta es I¡:¡.más bella Constitución del mundo mien- tras no haya hombres conscientes que la. hc.gan cumplir. Formar. esos hombres es nuestra misión primordial. T enclremos que anr dir a las armas para hacer frente a Porfirio Díaz. pues este viejo no soltará el poder por su voluntad y aunque él quisiera. no se le permitiría la camarilla que loí rodea. (Estas palabras de Ricar- do, relataba Camilo después. lo pusieron todavíc.' más alarmado.) "Sería un crimen," continuó diciendo Ricardo. "lanzamos a la re- vuelta armada si antes no formamos hombres libres v resueItos que estén dispuestos a luchar por el bienestc:r del pueblo, porque no faJtarán pÍce.ros que se aprovechen de nuestros sacrificios y b sangre derramada será inútiL" "1 Cuánta razón tuvo Ricardo en expresarse como lo hizo en una de sus cartas que te escribió y que leímos hRce pocos días!" (Se refirió Camilo a la carta de fecha 30 de octubre de 1920. pu- blicada en la página 16 del tomo 1 del Epistolario Revolucionario e Intimo de RicGrdo Flores Magón). "Ricardo recuerda," conti- nuó diciendo Camilo. "que I~ientras el quiso hacer un hombre de cada animal humano: estos camanduleros han hecho un . animal de cada hombre y se han autonombrado los pastores del rebaño humano." 34 y cuntinúa Camilo diciendo: "Lo que dice en esta carta es un eco de nuestra conversación de aquellos dÍ~s. como son un eco ~ambién. de aquella plática, todos sus escrito~ posteriores. Sor- prende comprobar que los audaces prograI~as reyolucionarios que tueron elaborados por Ricardo en los años siguientes tienen su ori- ~en en esas mismas palabras. Sus exhortaciones v advertencias Posteriores son también una extensión de sus temor~s de entonces de que la Revolución fuera aprovechada por los pícaros. "Yo nunca dejé de admirar y de querer a Ricardo. iPero era un bárbaro 1 Además de pedir mucho él los hombres. nunca estaba conforme. TodavÍ3 no quedaba formulado el programa - que se expidió el 1 Q de julio de 1906 y ya lo objetaba de muy po- ca cosa como un programa para una revolución. Ya leí el mani-- fiesto con el que remachó todos sus programas." Se refirió Camilo al manifiesto expedido por la Junta Orga- nizadora del Partido Liberal Mexicano el 23 de septiembre de 1911. (Apéndice). Cuando Ricardo se fué a casa. lo acompañaron un grupo numeroso de estudiantes y delegados hasta el tren para proteger- In. No dejaban al ac2.:o el que los agentes de Porfirio Díaz Jo asaltaran o secuestraran. Las ediciones de Regeneración que fueron publicadas des- pués del regreso a la ciudad de México, del joven editor, se decli- caron principalmente a reseñar el Congreso de San Luis Potosí. Habiendo asuntos de mayor importancia para ocupar las colum- nas del periódico. no valía la pena comentar la ex-comunión de- cretada por el Obispo Montes de Oca y Obregón en contra de to- dos y cada uno de los delegados. El día 31 de marzo publicó. en el periódico. eL manifiesto recién lanzado por el Club PonciRno Arria(!a. que analizaba el trabajo del Congreso y en el cual hacía un llamado para que los otros clubes se reunieran y promovieran la. formación de otros nue- vos. El día primero de abril. en la casa del licenciado Diodoro 35 Batalla, se organizó la Asociación Liberal Reformista. por las si- guientes personas: Diodoro Batalla, Francisco O'ReiIJv. EUQ'enio L. Arnoux. Antonio Cervantes. Ricardo Flores ¡'vIa~ón. J~sé ¡\/Ianuel Villa, José P. Rivera, Salomé Botello, AveJino-Espinosa. Lázaro VilIa- lTeaL Jesús Huelgas y Campos. Jesús Flores Magón y F austino Estrada. El objetivo declarado era todavía reformista y se expresaba en el artículo primero: "La Asociación Liheral Reformista tiene por objeto propa- gar y difundi!; por todos los medios permitidos por las leyes las ideas liberales y democráticas que deben regir en la República. y muy principalmente fomentar el amor a la' Patria y el ejercicio del sufragio libre." Regeneración no solo denunciaba a Díaz en ese tiempo. sin(¡ tümbién aquellos que pretendían la Presidencia con más ahínco, dado el caso de que Díaz desapareciera de la escena. Los dos candidatos más viables eran José Ives Limantour v Bernardo Re- yes. Al contrario de ICi dicho por algunos enemi'gos de Ricardo Flores l'vIagón, que se había inclinado al reyismo. Ricardo fué siempre un enemigo mortal de éste último. En el número corres- pondiente 2..] 23 de marzo, apareció su artículo que se refiere a estos dos hombres. y refiriéndose a Reyes comenzó diciendo: "El general Reyes. en la Presidencia, implantaría una dicta- dura más deprimente que la actual. . . " El número 36 de Regeneración de fecha 30 de abril, tenía' un reportaje con el encabezado: "Instintos Salvajes", que se refería a un litigio acerca de un camino público construídoa través de una propiedad. sin sanción legal: "Se informa al público en ese párrafo que Córdoba había apaleado. sin consideración alguna y abusando de su carác- ter de jefe político, a un señor Leiva. porque éste señor se opu- so a que se le despojara de una parte de su propiedad que 36 Córdoba pretendía ocupar con un camino público, sin las so- lemnidades legales." Por aquellos tiempos el gobierno de Porfirio DÍ~z &costum- braba atrapar a sus víctimas bajo cargos triviales, que nada te- nían que ver con la falta cometida y que menoscababan su poder. Este fué el método utilizado en contra de Ricardo Flores Magón, :.-a que ofensa verdadera era el discurso que pronunció en el Con- greso de San Luis Potosí. El 2] de mc.yo por orden del Juez VVistano Velázquez, Ricar- do y Jesús Magón fueron detenidos. cuando se encontraban en la cicina de Rer¡eneración y enviados a Belem, acusados por el ex- iefe político, Luis G, Córdoba de León, Oaxaca, de difamación prcveniente del al lÍculo relativo n la carretera construí da sin la de- bida sanción legal. Con asombrosa valentía continuaba escribiendo Ricardo pa- .a Regeneración desde su inmunda. celda de la prisión del terror, El 3] de mayo apareció un artículo sobre la libertad de prensa, que contenía éste p~rrafo; "El General DÍaz, en sus veinticinco años de gobierno dura- mente opresor, ha llevado siempre inscrita en su bandera la per- secución a la prenSil; de tarde en tarde, la levadura de honor, q~e [} pesar de todo subsiste en algunos espíritus bien templados, sur- ge y se manifiesta; pero cuando esas manifestaciones se hacen al- go vigorosas no falta un juez, desprovisto de conciencia, ajeno R todo sentimiento profesionaL que a trueque de unos cuantos pe- .::os mensuales, que significa el dinero de Judas, consientan en ser el verdugo de los hombres libres, de los que alientan aun en los sentimientos que hacen los ciudadanos libres y los pueblos fuertes," El día 7 de junio n.uevamente se expuso a la opinión públi- ca la actitud del juez Velázquez y se llamó la atención hacia el Artículo 79' de la Constitución y leyes relativas a la libertad de prensa; dicha denuncia fué un análisis bien fundamentado en Dcrecho. Este artículo podría haber sido escrito todo o en parte 37 por Jesús Flores Magón, quien por estar dedicado de Heno a su profesión, sabía más de leyes y las tomaba muy en serio. El 7 de agosto se publicó un artículo pidiéndolé a Porfiri~J> DÍaz que renunciara. El Diario del Hogar, por imprimir en sus talleres el periódico I~egeneración, fué suspendido y clausurado por las. autoridades. El motivo que se a.rguyó para tomar esta medida fué el supuesto "insulto" al ex-jefe político de León. Los talleres se denomina- ban Tipografía Literaria y estaban ubicndos en ei Callejón de Betlemitas NQ 8, hoy calle de Filomena Mata. Alfonso Arciniega Socia. en una carta a Esteban B. Calde- rón cuenta cómo ocurrieron los hechos. Cerrados los talleres de El Diario del Hogar, se hicieron arreglos con Camilo Arriaga pa- ra imprimir Regeneración en San Luis PotosÍ, y desde allá se dis- tribuyera por todo el País. Su formato era un panfleto de 16 pá- ginas, con cubierta de 1Ó centímetros y fué impreso en ros talle- res de, Velez por un: período de cuatro meses, sin que la policía des'cubriera donde se puhlicaba. Debido a cIificuItades económi- cas se suspendió el periódico el 23 de septienibre, y no reapareció porque el gobierno prohibió su circulación. 'Margarita Magón murió el día 14 de junio de 1901, sin que sus hijos pudieran atenderla en sus últimos días ni acudir a su sepelio, porque no se les permitió salir de la cárcel. Su muerte fué para esta familia, tan unida y afectuosa, un rudo golpe. Sienr pre se había portado con valentía en la lucha contra la pobreza, en su determinación de educar a sus hijos, y en su respaldo silen- cioso a la oposición contra la didadura. A este respecto, Diego Abad de SantiJIán dijo, "de pmte de los "cientíFicos" aJguien se dirigió a la madre de los herm2nos rebeldes para que los compro- metiese a caIJar; Mnrgarita Magón respondió "que' preferiría ver 38 a sus hijos muertos antes que ser causante de su claudicación." Jesús y Ricardo Flores l\1agón salieron de Belem hasta el día 30 de abril de 1902. El encarcelamiento duró más de 11 meses y fué tanto más insoportabh para Ricardo debido a su impacien- da por continuar la tarea que tenía por delante. En fecha muy posterior, después de pasar años en las cárceles de .México y de Estados Unidos, le escribió a Nicolás T. Berna!. desde la Peni- ienciarÍa de F ort Leavenworth, lo siguiente: "Me horroriza Ja. vida en la prisión. me siento miserable. Amante de lo BeEo, estoy enfrentado a la fealdad. Dentro de las paredes de la prisión me siento envilecido y humiI1a- do; pero toda la humillación que sufro no es comparable a la que sentiría si e~tas puertas me fuesen abiertas al precio de mi honor de luchador. El terror de este sufrimiento es lo que me da la aparierwia de un luchador audáz." Al mismo tiempo que los dos hermanos estaban en la prisión. el gobierno de Porfirio Díaz perseguía a otros liberales. El día 18 de julio de 1901. Antonio Díaz Soto y Gé:ma fué arrestado en Pinos, Zacatecas, cuando pronunciaba un discurso en conmemo- ración de Benito Juárez. ' Como dice Alfonso Arciniega, su dis- curso estaba "nena de verdades". Fué sentenciado a cuatro me- ses en BeJem. Eran anatema para Porfirio Díaz. los principios de su viejo compañero Benito Juárez. quien como dijo Soto y Gama "ni midió sus fuerzas con las hercúleas del titán ni palideció ante la lucha." El dictador rendía homenaje. a Juárez en las fechas patrióticas, con palabras huecas, pero no permitía que nadie re- cordara al pueblo mexicano. cuáles habían sido las metas sociales del gran oaxaqueño )1 por lo tanto cuanto menos se dijera de lo Constitución y de las Leyes de Reforma, mejor. La disolución de los clubes liberales se inició en 1901, sien- do la primera víctima el Club Liberal Lampacense, de Lampazos. Nuevo León. Lampazos, incidentaJmente, fué la cuna de Anto- nio I. VillarreaI. quien se asoció íntimamente con Ricardo Flores ]\1agón, durante varios años al otro lado de la frontera. Muchos 39 de los miembros del club fueron arrestados, entre ellos, César E. Canales. Aunque Villarreal también era miembro, no lo men- ciona Abad de SantilIán como uno de los apresc:dos. Los guardias que custodiaban a los detenidos, quienes eran enviados a Monteney, en respuesta a las airosas protestas que lan- zaban las multitudes en contra de este nuevo atropello, abrieron fuego sobre ellas. . " Las excusas dadas para disolver los clubes se basaban en trivialidades, forma acostumbrada por el gobierno para soslayar las causas verdaderas que podrían iniciar una conflagración. En f>~ta ocasión el motivo pretextado no podía ser más ridículo, pues lu falta en que incurrieron los miembros del Club había sido quemar un judas en viernes santo en lugar del sábado de gloria. Los cau' tivos sufrieron meses de prisión y Luis Mario Benavides. Secreta- rio del Club, fué obligado a darse de alta en el ejército. Bernar- do Reyes, Ministro de Guerra y Gobernador de Nuevo León. cu- ya política de opresión igualaba a' la de Porfirio Díaz, pero que u diferencia de los demás gobernadores era independiente, encarna- ba una posible amenaza de. usurpación de poderes en contra de Díaz. lVJás y más clubes eran (hsudto:; en el resto del País, como er. Hidalgo, Coahuila, Chiapas y Oaxaca. ," Cuando se hizo la convocatori¡:¡ para el segundo Congreso de Clubes Liberales, con fecha 4 de noviembre de 1901, los flo- res Magón se encontraban en la cárcel. El manifiesto exponí2 a la luz pública, lacras profundamente arraigadas en el Porfiria- lo; lacras como el arrebato de las tierras laborables que las Com- pañías Deslindadoras, a su arbi!río y ayudadas IJar el Gobierno, despojaban a los campesinos, y cU':1ndo éstos protestaban, les hechaban el ejército encima; lacras como las tiendas de raya; la. eras como los enganchados, explotados porun trabajo inhumano. en el VaJIe Nacional d~ Quintana Roa, "y de quienes eran en- viados en castigo como los indios yaquis y los rebeldes él la tira- oía de cualquier jefe político." En el mismo manifiesto se prope- 40 nían medidas de ataque contra estas lacras. Este húbiera sido UD Congreso que llegaría a las meras raíces del despotiffilo. Puede uno imaginarse las discusiones que se armaron entre los liherales wn estos temas tan apasionante s, ya estuvieran libres o en la e:árceJ. El Club POllciano Arriaga siguió en actividad reuniéndose r~gularmente en el Hotel Jardín, propiedad de Camilo Arriaga, quien era el secretario; Juan Sarabia era vocal. a quien se men- ciona por primera vez; y Librado Rivera, Rosalío Bustamante. Heliodoro Gómez, Profr. Julio B. Uranga, Carlos Uranga, IVlele- sio Macías y Enrique CastilJo eran los otros funcionarios. En la noche del 24 de enero de 1902, en una sesión prelimi- nar del Congreso, que se re8.~izaba en el Hotel J~¡'dírl' el Lic. He. riberto Barrón la intermmpió en compañía de elementos de los cuerpos de seguridad y fueron arrestados muchos de los asistentes. Barrón en una carta al Gráfico CGn fecha 26 de noviembre de 1930 admitía sus ligas con el Gral. Bernardo Reyes. pero no se refería directamente a este incidente. La soldadesca que intervino obe- decía al Ministro de la Guerra, Reyes, pero éste a su vez obede- cía a Porfirio Díaz. Camilo Arriaga. dió una relación completR de todo 10 Qcurri- do, en un manifiesto que IGnzó desde la cárcel el 2sde enero v que iba firmado por otros catorce miembros del Club P;~cian~ Arriaga, incluyendo a Juan Sarabia, Librado Rivera y Carlos U ranga. A las tres de la tarde de aquél 24 de enero, Heriberto Ba- rrón y el teniente Amado Cristo entrevistaron a Camilo Arriaga en su casa, so-pretexto de comprar tres copias de la publicación del 'Club, Renacimiento, y querían saber si cualquiera podía asis' tir a las sesiones del Club ,1 lo que Arriaga les contestó que como esa iba a ser una de las sesion~s públicas, podrían asistir pero que no podrÍfm tomar Ja palabra porque había orador oficial. Esa misma noche a las 8.30 llegaron los dos hombres y toma:' ron asiento. En los asientos contiguos se notaban varias personas '41 en traje de civil. que no ere.n otros que los sargentos [.>ertenecien- tes a la guarnición local. Fué fácil identificar al sargento prime- 10 Emilio Penieres. Los sargentos iban vestidos de guarache;;, sarapes y sombreros rancheros. A las 8.45, Arriaga aprió la sesión. Al presentado como orador se levantó el Profr. Julio B. Uranga quien aguardó hasia que algunas personas sospechosas, que aparecieron al fondo, guar- daran silencio. A continuación empezó hablando de la influen- cia del clero en los asuntos públicos. Fué un discurso tibio libre de insultos. Cuando terminó, Arriaga subió al estrado y abrió la]. . , OISCUSlO!L En este momento saltó Barrón y preguntó si Uranga y Arria- ga eran liberales o traidores, arguyendo que había insultado ai Presidente, al Ministro de Guerra y a otros, y prosiguió insultando a Arriaga con palabras ~oeces. Arriaga tocó la campana pan.. poner orden y Barrón gritó: "j Viva el General Díaz J" a lo que Cristo le hizo eco y los sargentos, coro. Acto continuo éstos hom- bres arrojaron a la asamblea las siJIas en que habían estado sen- lados, y Barrón dirigiéndose a la puerta un tiro al aire disparó con su pistola. El sargento Emilio P~nieres iba a b.alacear a Arriaga, pero Carlos Uranga se le arrojó encima y lo desarmó. Los demás sar- gentos saltaron sobre Uranga y Penieres le dió un golpe con su pistola en la cabeza. Al disparo de Bar rón se llenó el salón con policía uniformada y secreta y con éllos el jefe político, Gustavo Alemán. Toda esta gente se hallaba afuera esperando que Barrón hiciera el dispar:o de la contraseña. Llegó e~ mayor Macías y un poco más tarde el general K~rlegand. Barrón y Cristo salieron pronto acompañan- do al jefe político. . Habían policías destacados' en todas las puertas. Algunos liberales escaparon por la casa de habitación de Camilo Arriaga. Buen cuidado tuvo la\ policía de no arrestar a los sargentos, no 42 obstante que éllos habían amena;>:ado, pistola en mano, a la asam. blea. El profesor Julio Uranga había dejado su discurso escrito encima de la tribuna. yla policía lo arrebató. pero las autorida- des no pudieron comprobar que Uranga había insultado ya fuera a Porfirio DÍaz y Bernardo Reyes. Barrón y Cristo fueron detenidos pero al momento puestos en libertad. Los demás detenidos fueron encerrados en la sucia y pestilente cárcel local donde el c.ire viciado por poco los axf¡xia; \" con lujo de saña. ni agua les dan para lavar la herida de Carlos Lranga. Al día siguiente fueron presentados ante el juez de dis- trito y consignados a la Penitenciaría, mientras que se efectuara la audiencia ante el trihunal del Distrito: Al pasar por las calles. luertemcnte custodiados; alguien prendió en la espalda de uno de !os prisioneros, un rótulo que decía: Por Liberales. Tres días des- Dués fueron JIevados ante los tribunales del distrito. - Camilo A.rriaga, Librado Rivera y Juan Sarabia quedaron detenidos. los Jemás fueron puestos en libertad. En un segundo manifiesto. fechado el 26 de febrero. Arriaga designaba al Club MeIchor Ocampo de Puebla como centro' di- rector de la Confederación de Clubes Liberales. El 5 de febrero de 1903. fecha histórica de la firma de la Constitución, fecha que los liberales habían adoptado como sÍm- bolo de su lucha, el Club Ponciano Arriaga se estableció en la ciudad de México. con la siguiente Mesa Directiva: Camilo Arria- ga. Presidente. Antonio DÍaz Soto y Gama. Vice-Presidente. Ben- iamÍn MiJIán. T eSOl"ero. Como secretarios: Juan Sarabia. Rica.- do Flores Magón. Santiago de la Hoz y Enrique Flores Magón. y como vocales: Juana B. Gutiérrez de Mendoza. [varisto Gui- !lén. Federico Pérez Ferniindez, RosalÍo Bustamante. Elisa Acu- ña y Rosete. Alfonso Cravioto. Refugio V élez, Salvador Soto. T 0- más Sarabia v Alfonso Arciniega. Uno de élIos Santiago de la Hoz. habría d'e escribir la grandiosa Sinfonía de Combate-: ¡Pueblo. piensa y combate! El pueblo debe 43 Combatir y pensar; el pensamiento Siempre ha de ser una ala que lo eleve; y. si sabe luchar a todo viento Con la pluma y la espada y el rugido Ü con la cruz del martir sobre el hombro Ha de ver que del trono demolido Sobre el humeante escombro Se levanten su gloria y su ventura Radiante de pureza y de hermosura I . . Aún la hora de la espada no Ilegata; la de la pluma aún estaba. 44 CAPITULO m. INO REELECCIONI GRITO DE BATALLA. .-\parecen nuevos periódicos de oposición. Ricardo Flores Ma- gón edita El Hijo del Ahuizote. Es arrestado con otros miembros de la redacción por atacar a Bernardo Reyes. Los obreros tipo- gráficos sostienen los periódicos de oposición. "La Co!!stitución Ha Muerto" Manifestación no-reeleccionista de los redadores de Excélsior hacia el Zócalo. Aprehensión de los redadores de El Hijo del Ahuizote. En El Diario del Hogar, Filomena l\1ata dpc!aró que desJe que Porfirio Díaz asumió la presidencia, por segunrta vez. la li- bertad de prensa había desaparecido. Muchas víctimas había ya. para constatar esta declaración. A pesar de los aménazantes pe- 1:gros, nuevos periódicos de oposición salían a la luz y en menos de cinco meses había más de cincuenta, en México, después del discurso del Obispo en París. Aparecían y el Gobierno los clau- suraba; algunos resurgían, otros no. Se creaban nuevos órganos de protesta. El Gobierno estaba acosado y enfurecido, pero no se decidía a atacar directamente para no contradecir su hipócrita posición de respetuoso de la libertad de p,ensa concedida al pue- blo mexicano, tal como lo estatuye la Constitución. En junio de 1901. como ya se dijo, El Diario del Hogar fué ~uprimido y sus talleres cerrados, so pretexto de un artículo que ::"Iata había escrito para un diario de T exas, en el que defendía ~a libertad de prensa y criticaba las prácticas gubernamentales. La verdadera causafué que el taller de Mata imprimió Regene- neración.. Con relación a los pretextos empleados por Don Por- firio Díaz, en Jo generaL esta excusa estaba más ligada a la cau- sa, ya que él buscaba el favor de la prensa de los Estados Unido.~ y animaba la difusión del mito. casi universalmente creído al Nor- te-de la frontera. de que era un gobernante benévolo. filomena Mata' mudó nuevamente a los muros familiares de Belem. . Vesper, editado por la señora Juana B. Gutiérrez de Mendo- za, era uno de los semé'.narios independientes de la ciudad de l\1é- xico. Después de que fué suprimido "Regeneración", Ricardo dió a Alfonso Arciniega una tarjeta de introducción para la edi. tara y Arciniega S8 puso a trabajar. Cuando "\1 esper" publicó un artículo criticando al alca!de de Montemcrelos, éste individuo se apresuró a ir a la Capital para tratar de cohechar a la señora Gutiérrez a fin de que dejara de hacer la publicación, pero elb rechazó el puñado de pesos, con mucha indignación. Cuando Jesús y Ricardo Flores Magón fueron puestos en li- bertad el día SO de abril d~ 1902. encontraron a HIS anciosos ca- 47 maradas esperándolos. Muy pocos se habían desmoralizado por temor a la persecución. Sin embargo, Jesús se había cansado de esta lucha tan desigual y regresó a practicar su profesión para nun- ca jamás. volver a ser rebelde. aunque si defendió a sus amista- des en contra de Díaz. posteriormente. Desde entonces, Enrique Flores Magón habría de continuar la lucha al lado de su herma- no Ricardo. Ricardo no perdió tiempo para buscar un nuevo periódico. Encontró uno. "El Hijo del Ahuizote". cuyo director y caricatu- rista estaba viejo y enfermo; Daniel Cabrera. que tal era su nom- bre. presentía que ya no le quedaba mucho tiempo de vida. para tomar parte activa en el periódico. "El fiij~ del Ahuizote" era órgano de caricaturas satíricas. Los dibujos. además de' ser buenos técnicamente. eran expresivos. Jesús Martínez Carreón. que era un brillante caricaturista. I!eva- ba algún tiempo trabajando en el periódico. El no vacilaba para hacer dibujos cómicos de Porfirio Díaz en poses ridículas de des- potismo. Bernardo Reyes. Limantour y otras figuras prominentes. n menudo hacían cabriolas bajo la pluma de estos dos hombres astutos. Cabrera y Carrión. Ricardo habló con Cabrera v obtuvo el sem.3nario en arren- damiento. Nominalmente Cabre;a continuaba como director. Co- mo uno de los redactores. el Lic. Nést~r González fllé reempla- zado por Juan Sarabia. que usaba el nombre de Juan S. DíRZ. Sarabia escribía versos críticos para el periódico. bajo el pseudó- :1imo de "Ravachol". Otros redactores eran: Enrique Flores Ma- gón. Év?-risto Guillén y Federico Pérez Fernández. Los nuevos redactores se hicieron carao del oeriódico el día 16 de julio. El público. que gustabc: de Ricardo' por sus artícu- los de Regeneración. llegó a saber que ahora escribía en El Hijo de'l Ahuizote. y acudía en tropel. cada sábado. en la mañana. a las oficinas de la calle de Cocheras Ne, 3 (ahora República de Co- lombia). a esperar la edición semanaria. T cnÍa tanta demanda. que para mediodía. se agotaba la edición. Las caricaturas eran 48 una delicia. como la que hizo Jesús Martínez Carrión. publicada ella de agosto. en la que Porfirio Díaz. disfrazado de Alejandro el Grande le daba sombra a un hombre esquelético. metido en un barril con un letrero que decía "Periodismo Independiente". Pero fa gente también gozaba con los artícu!os cáusticos que satiriza- ban a Porfirio Díaz. Bernardo Reves. Limentour v a algunos de los peores Gobernadores. Las ri~as de J lIan S~rabia~ escritas bajo el pseudónimo de "RavachoJ". se repetían por toda la ciudad. Uno de los artistas que traDaja~an en El Hijo del Ahuizote era Santiago Hernández. 4uien como Cabrera, ya estaba muy viejo en aquella época. "Ricardo Flores Magón o alguno de los otros. le daba ideas escritas que después' él transfonnaba en cari- caturas. En septiembre, el p2riódico publicó un artículo atacando a Bernardo Reyes. por crear la Segun.da Reserva Militar. como ins- rrumento de propaganda pn.ra su campaña presidencial de las próximas elecciones. El 12 de septiembre. por orden del jqez T e- !ésforo Ocampo. Ricardo Flores Magón. Enrique Flores Magón, Evaristo Guillén y Federico Pérez Fernández fueron arrestados y Jos mantuvieron incomunicados en la prisiór~ militar de Santiago Tlaltelolco. durante 34 dÍ3.s. Ni tRn siquiera su abogado podía verJos. El Gobierno también arrestó al viejo y enfermo Daniel Ca- brera. no obstante que Ricardo lo había, exhonerado de cualquier responsabilidad. Cabrera estuvo en la prisió!l militar durante mes y medio El Hijo del Ahuizote se suspendió temporalmente. La averiguación jurídica se hizo ante un tribunal m.ilitar que por primera vez juzgaba a periodistas. Su defensor fué un abo- gs.do muy competente. de nombre Francisco A. Serralde. quien .basándose en la Ley. pudo orobar' que los tribunales militares no eran los indkados para tratar el caso. pues éste era del orden ci- , \iil. Serralde, por fin pudo visitar a sus defendidos. en sus celdas. que más tarde el describió como anti-higiénicas. pues eran peque- ñas. de las llamadas "cartucheras", con pisos de cemento y muy Irías. Uno de los prisioneros enfermó de bronquitis y el otro tuvo calentura sin que ninguno de los dos recibiera atención médica- 49 Como resultado de los argumenlo~ presentados por el licenciado. los prisioneros fueron lIevc:dos a fa cárcel civil y el caso fué arre- batado de las manos mi)¡ta¡ es. Salieron e'n libertad el 23 de ene- ro de 1903. De.nie! Cabrera fué detenido en el Huspital Militar y fué puesto en libertad por la Suprema Corte. Ricardo y los demás regresaron a "El Hijoclel Ahui::ote", que reapareció el 23 de noviembre con Juan Sarabia como editor. y Santiago de la Boz escribiendo bajo el seudónimo de "El Hom- h~e Gris". Se observó, ahora. un entrelazamiento de fuerzas entre las publicaciones independiente~. En enero, se fundó Excélsior co- mo órgano del Club Redención del que fué espíritu guiador. San- tiago de la Hoz. Hab~ando de él. Arciniega decía que tenía per- sonalidad agradable e intéligente. De hecho, se le tenía tanlo afecto como, más tarde, a Prc.xedis G. Guerrero. Eran compa- ñeros de él en Excélsior, Allonso Cravioto, Mc:rcos J López, Luis Jasso, Juan Acevedc, Sanliag'o de la Vega, Juan Sarabia, HeJio- doro Gómez, Manuel Sarabia. Pablo Aguilar, Gabriel Pérez Fer !H-1ndez y t2-nto Ricardo como Enrique Flores Magón. l\'1uchos de estos elementos también tenían ql.:e ver con El Hijo del A1Hli. . zote. Se estsba formando un- cuadro de h9mbres entrenados que eran escritores, intelectuales, organizadores y trabajadores de dis.- t;ntas clases. Ese cuadro era muy' neces:".rio para la lucha que :se avecinaba. pues .si alguno caÍc. víctima del terrorismo despótico. había otro que tomara su lugar. Lo. Íntima relación y el intercanr bio de ideas cra de gran importancia para el progreso en [a forma de atacar el régimen, desde los ataques de menor importancia él Íos de mayor tras~endencia. En ese año Porfirio DÍaz empezaba la campaña de su sexta reelección y el único candidato de oposición era Bernardo Reyes. Los dos periódicos independientes lanzaron ataques a cada uno de los candidatos, considerándolos igualmente desastrozos para México. Excélsior entró ala campaña co"ntra la' reelección. La No Reelección se convirtió e~ ba~dera de capital importancia. á 50 pesar de gue Excélsior solamente duró unas cuantas ediciones. Por una carta de Ignacio Eduardo Rodriguez dirigida al edi- locde "El Demócrata", "nos enteramos de la forma cómo ayudaron los obreros tipográt'icos a sostener la publicación de los diarios de cposición en condiciones económicas muy difíciles. Se organizó un grupo que se llamó Ser o No Ser, cuyos fundadores fueron: el Dr. de la Peña, Salvador Estarrona, Julio Larios, Mauricio ViIla- ,"erde, Federico Ferro, Luis G. Mellado, Pioquinto Ortiz y algunos otros. Como la mayor parte de los tipógrafos rehuzaban trabajar en los diarios que se opo'níana Porfirio Díaz, porque no tenían seguri- dad de que les pagaran o nó, sus sueldos, y por el temor de "pa- sar vacaciones en el Palacio Campusano (Belén), el objetivo del grupo Ser ° No Ser era trabajar siempre en estos periód:cos inde- pendientes, les pagaran o no. ni dar tregua en la lucha contra Díaz, sin importar lo que ocurriera." Rodríguez decía en su carta, "trabajamos en El Hijo dei Ahuizote, Excélsior, El Monitor Liberal, El Tercer Imperio, El .\Tieto del Ahuizote, El Paladín, El T ranCQZO, Onofroff, La Vo:: de Juárez y en Sucesos." Continuaron trabajando hasta la revo- lución armada de 191o, después de la cual muchos de éllos ingre- ~.aron a filas. " Rodríguez fué "formador" de El Hijo del Alwizote en distin- tas o~asiones v de El Colmillo desde su fundación; v a raiz del asesinato de P-aulino Martínez se hizo editor de La V o~ de Juárez. El 5 de febrero de ese año de 1903 es fecha memorable, en lo capital. por varias razones. El dispersado Club Ponciano I\rriaga y sus más activos miembros se traslAdaron de San Luis Potosí a la ciudad de México para continuar la lucha en contra del vieio arrogante de Chapultepec, y en contra de todos sus se- cuaces en la propia madriguera de ellos. En el mes de enero, sa- lieron de la cárcel, tanto C3milo Arriaga como las otras víctimas del atraco perpetrado por Barrón y ahora también Ricardo Flores Magón estaba en Jibertad. En lugar de quebrantarse. el espíritu de los liberales con la persecución se exaltó, 51 En esta fecha, dedicada a la Constitución, pendía entre los balcones del edificio que ocupaban las of¡c~nas de El Hijo del .Ahuizote, un letrero que decía: LA CONSTITUCION HA MUERTO. S~ tomó una fotografía en la que apo.recían ¡as siguientes personas en los balcones: Federico Pérez 1-ernálldez, Santiago de la Hoz, Manuel Sarabia, Benjamín Millán, Evaristo GuiIIén, Ga- briel Pérez Fernández, Juan Sar&bia, Antonio Díaz Soto y Ga- ma, Rosalío Bustamante, Tomás Sarabia, y Ricardo y Enrique Flores Magón. A la fecha los nombres de estas personas son muy familiares. Eran parte de la méduJa que cristalizaba, en tal for- ma, cuyo único resultado posible era la rebelión armada. El 8 de febrero apareció en E[ Hijo deL Ahuizote un artículo {¡rmado por Ricardo Flore~ Magón, con el siguiente título: Lét Constitución Ha t/luerto. "¿Por qué acuItar más la negra reali- dad 7" escribió Ricardo. "La Constitución ha muerto, y al enlu- tar el frontis de nuestras oticinas con esa frase fatídica, prote~ta- mas solemnemente contra los asesinos de eIfa, que como escarnio sangriento al pueblo que han vejado, celebran este día con mues- tras de regocijo y satisfacción." El 23 de febrero, Camilo Arriaga lanzó una protesta contra íos actos de opresión que habían sufrido los liberales a mimos de Ja dictadura, prueba viviente de que la Constitución estaba muer- ta. Se encontraban en la Penitenciaría de San Luis PotosÍ, los editores del Demófilo, José Millán y Rafael B. V élez. Había pa- sado un año en la prisión de San Luis PotosÍ, el periodista Dioni- sio L. Hernández. Estaba en la cárcel de Monterrev, el liberal ale- mán Martín J. Stecl<er, editor de El Trueno. Con r;specto al encaro celamiento del Coronel Jesús E. Cervantes, director de Hoja Blan- ca, en T ampico, T amps., Arriaga dijo que, "él sufre en inmundo calabozo las consecuencias de su civismo v su amor de J uslicia. El Sr. . Cervantes, desde su periódico dé mó -virilmente por que se hi. ciera luz en el asesinato de Rivera Echegaray y porque Longoria 52 ñniera a respcnder an~e 103 Tribunales de los terribles ca::-gos que el pueblo le hace. y esto bastó para que el periodista fuera confi- nado a una mazmorra. "Y en Jalisco, en Lagos de Moreno. acaba también de ocu- par su puesto en la cárceL en ese santuario de los periodistas hon- rados, el señor Don GabrieJ López Arce. e:critor independiente que criticó un discurso de un dericaL el notario de! Cuarto-,. por ello mereció un proceso." Arriaga. teniendo más dinero que le, mayor parte de sus ca- maradas. pudo nyudar algunos clubes y periódicos liberales a so s- lenerse. El perscnalmente financió la distribución. en tode el País. del -último manifiesto del Club Ponciano Arriaga. el 27 de febre- ro de J903. Este maniliesto fué escrito por Santiago .eI\" la Hoz impartiéndole todo su ardor de rebeldía, pero en esencia hacía un llamado para la defensa de la Constitución y de las Leyes de Re- Jorma. Su retórica, que como un vendaval que al nacer todo lo arrastra. así también al no dejar de atacar todas las lacras de la Dictadura-, arrastraba con ella él sus lectores hRcia la causa. To. dos los males sociales de la nación estuvieron sujetos a sus golpes demoledores: el VaIJe Nacional. Yucatán, las cárceles, los mono- polios, la clase capitalista gobernante, el aumento de posesiones yanquis, los robos de tierras. las condiciones miserables de los in- dígenas, justicia para los ricos y poderosos, la supresión de la li- bertad de prensa. de hablar y aún de pensar, el analfabetismo. el poder de la Irglesia-'en fin. todo. Era un documento sacié' 1 de mucha calidad. "Basta Mexicanos 1" procbmab~. "La pluma se resiste él mostrar tanta llaga y descorrer tanto velo I" La pluma se esgrimía como é1rma dE. la revo!ución porque aÚn no era el momento de empuñar la espada. Durante la noche, eJ manifiesto fué pegado en todas las pa- redes de la ciudad de 1\1éxico. por jóvenes intrépidos que toma- ron a cuestas esta tarea y que amanecieron en la cárcel. 53 Ahora que Camilo Arriaga se trasladó a' la Capital. con sus libros, Ricardo Flores Magón tuvo la oportunidad de consultar su biblioteca. Leía con avidez, en esos días, a Bakunin, Kropol- kin, Malx y Gorky. Había de perseguirle el resto de su vida In necesidad de leer libros de contenido social. como lo at~stiguan .;;us cartas escritas desde la Penitenciaría de Fort LeavenwortiL Por ahora leía con voracidad, pronto, en la cárcel. tendría tiempG de sohra, para reHexionar Y' digerir el contenido filosófico de di- dws obras. A él se debe la publicación en serie de la obra dp. Kropot!<in, La Conquista del Pan; en Vesper. Poco tiempo le sobralm para leer, pues era hombre muy ocu- pa.do, ate~día (odo lo relativo a su periódico. escribía artículos, reu- níase con los liberales, presentaba batalla en muchos frentes. El J6 de marzo hubo una reunión del Club Ponciano Arria- ga, en la clIRI se presentó una especie de desavenencia en cuanto él la política a segu.ir. El conflicto consistía en que si ,~I Club de- bería declnrarse oficialmente anti.reeleccionista o no. Sélntiago de la Hoz y Juan Sarabia estaban en Favor; Camilo A!riaga y An- lonio Díaz Soto y Gama consideraban que la decisión debería ser una decisiól! personal y no del club. No querían que la propa- gdnd<;l de' Excélsior reflejara necesariamente la posició..~ política del club. Ricardo Flores Magón manilestó que si el club censu- raba a .sus miembros por expresar vnlientemente sus críticas. fOn- lances el Club demostraría tener muy poca combatividad. El de- bate se acaloró. Por fin, todos los miembros <;epusieron de c:cuel- do en que no eran reeleccionistas.' Siendo Porfirio Díaz el héroe de la batalia del 2 de abril. esa fecha se celehraba con gran p6mpa y 'ceremonia. No se permitía que el pueblo olvidara su persor;al contribución hE'cia la !ibera- ción del País, cuando obtuvo la gran victoria contra ],vInximiliano en Puebla. Excélsior, .que se había obligado ya en la campaña anti-reeleccionista y que la intensificaba, ckcidió aprovechar las festividQdes pOI firÍanas del 2 de abril. Siguiendo la costumbre de todas las celebraciones pa(rióti- 54 ~as, se organizó un desFile por las calles principales de la ciudad, hasta llegar c.1 Zócalo. donde culminó ante la presencia del Pre- ~idente en el balcón cenlmI del Palacio Nacional. Santiago de la Hoz y sus camaradas se cbcidieron a que el viejo tuviera éilgo más que ver y no solamente las acostumbradas legiones de títe- res, pam eIJo se incorporaron en el desfile. Aquellos que participaron en el número que
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