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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE CIENCIAS ESTUDIO SOBRE LA TRANSFERENCIA DE CALOR EN FLUJOS OSCILATORIOS T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: F Í S I C O P R E S E N T A : SEBASTIÁN CELIS LÓPEZ DIRECTOR DE TESIS: DR. JESÚS ANTONIO DEL RÍO PORTILLA 2011 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 1.Datos del alumno Celis López Sebastián +52 55 5615 3925 Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Ciencias Física 404005528 2. Datos del Tutor Dr. Del Río Portilla Jesús Antonio 3. Datos del sinodal 1 Dr. Rodríguez Zepeda Rosalío Fernando 4. Datos del sinodal 2 Dr. López De Haro Mariano 5. Datos del sinodal 4 Dr. Málaga Iguiñiz Carlos 6. Datos del sinodal 5 Dr. Mandujano Sánchez Francisco Javier 7. Datos de la tesis Estudio Sobre la Transferencia de Calor en Flujos Oscilatorios 70 p. 2011 Índice general 1. Introducción 10 2. Flujo de calor en un cilindro con fluido bajo régimen oscilatorio 13 2.1. Transferencia de calor axial en un flujo oscilatorio . . . . . . . . . . . . 13 2.2. Ecuaciones de conservación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14 2.3. Flujo Maxwelliano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 2.4. Conservación de enerǵıa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17 2.4.1. Expresión de g(r) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18 2.4.2. Difusividad Térmica Efectiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 3. Bitácora experimental 28 3.1. Dispositivo de Lambert . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28 3.2. Modificación al experimento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 3.2.1. Primera modificación: reducción de frecuencia y calentamiento eléctrico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32 3.3. Segunda modificación: calentamiento directo . . . . . . . . . . . . . . . 34 3.4. Dispositivo final: paredes aislantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38 3.4.1. Tubos de PVC . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40 3.4.2. Dispositivo para la generación de un gradiente de presión . . . . 40 3.4.3. Medición de Temperaturas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41 3.4.4. Cálculo de la frecuencia de oscilación . . . . . . . . . . . . . . . 41 3.4.5. Amplitud de Oscilación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43 3.4.6. Última modificación al dispositivo . . . . . . . . . . . . . . . . . 45 3.4.7. Resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45 4. Análisis y resultados 51 4.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51 4.2. Desplazamiento de Marea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52 4.3. Diseño de Futuros Experimentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56 1 5. Modelo de Cattaneo-Vernotte 60 5.0.1. Perfil de temperatura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60 5.0.2. Difusividad Térmica Efectiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62 6. Conclusiones 64 2 Índice de figuras 2.1. Gráfica de g(r) contra r (m), con r de 0 a 0.01 m de acuerdo a las dimen- siones de nuestro experimento y con tm = 0 para un fluido newtoniano. La ĺınea sólida es con ω = 300Hz, la ĺınea rayada es para ω = 350Hz y la ĺınea punteada es para ω = 400Hz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22 2.2. Gráfica de g(r) contra r (m), con r de 0 a 1 cm y con ω = 300Hz. La ĺınea sólida es con tm = 0, para un fluido newtoniano, la ĺınea rayada es para tm = 0.01s, para un fluido ligeramente maxwelliano, y la ĺınea punteada es para tm = 0.1s . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22 2.3. Gráfica de g(ω) contra ω (Hz) para un fluido newtoniano, con ω de 0 a 100 Hz y r = 0. La ĺınea sólida con a = 0.01 m, la ĺınea rayada con a = 0.015 m y la ĺınea punteada con a = 0.006 m. . . . . . . . . . . . . 23 2.4. Gráfica de g(ω) contra ω (Hz) con el parámetro a = 0.01 m en r = 0.005m y con ω de 0 a 100 Hz. La ĺınea sólida con tm = 0 s, para un fluido newtoniano, la ĺınea rayada con tm = 0.06 s y la ĺınea punteada con tm = 0.17 s. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23 2.5. Se muestra la difusividad efectiva, αe, contra el número de Womersley, Wo, usando los parámetros caracteŕısticos del agua . . . . . . . . . . . 26 2.6. Se muestra la difusividad efectiva, αe, contra el número de Womersley, Wo, con los parámetros de un fluido viscoelástico . . . . . . . . . . . . 27 3.1. Dispositivo de Lambert . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29 3.2. Esquema del tubo 1 del Dispositivo de Lambert. El tubo 2 sólo variaba en que en vez de la camisa de pistón teńıa un tapón de cobre. . . . . . 30 3.3. Motor haciendo oscilar al pistón dentro de la camisa mediante la junta con una biela excéntrica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 3.4. Reductor de frecuencias acoplado al motor y al pistón. . . . . . . . . . 33 3.5. Fotograf́ıa de las resistencias de cafetera pegadas a cada tubo con ce- mento térmico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34 3.6. Esquema del dispositivo de tubos de cobre. . . . . . . . . . . . . . . . . 35 3 3.7. Gráfica de la variación temperatura (T − T0) contra el tiempo en el tubo 1 (Termopares 1, 5 y 9) y el tubo 2 (Termopares 11, 15 y 19). La temperatura fue normalizada con la temperatura inicial para la mejor comparación de una toma de medidas y otra. Se utilizó ω = 0.0109 Hz. 36 3.8. Esquema y fotograf́ıa de la modificación al codo en “L” con la resistencia dentro y el cubierto con el aislante térmico. . . . . . . . . . . . . . . . . 37 3.9. Última modificación de la distribución de termopares en los tubos de cobre. 37 3.10. Gráfica de la variación temperatura (T − T0) contra el tiempo en el tubo 1 (Termopares 1, 5 y 8) y el tubo 2 (Termopares 11, 15 y 18). La temperatura fue normalizada con la temperatura inicial para la mejor comparación de una toma de medidas y otra. Se utilizó ω = 0.00557 Hz. 39 3.11. Pasamuros para colocar los termopares sin tener fugas de agua. . . . . 42 3.12. Distribución te pasamuros y termopares en el dispositivo con tubos de PVC. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42 3.13. Estratifiación de las temperaturas en el codo en “L” de los tubos de PVC. El color rojo representa las temperaturas mayores y el azul las menores. 45 3.14. Terminación en “T” de los tubos de PVC. . . . . . . . . . . . . . . . . 46 3.15. Dispositivo Experimental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47 3.16. Gráfica de la temperatura contra el tiempo en el tubo 1 (Termopares 1, 5 y 9) y el tubo 2 (Termopares 11, 15 y 19) con ω = 0.00557 Hz. . . . . 49 3.17. Gráfica del tiempo de llegada de la señal térmica contra la distancia a la fuente de calor de los termopares 1-9 (tubo 1) y 11-19 (tubo 2). . . . . 49 3.18. Gráfica del cambio de temperatura ∆T = Tf inal − Tinicial contra la distancia a la fuente de calor de los termopares 1-9 (tubo 1) y 11-19 (tubo 2). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . 50 4.1. Difusividad térmica efectiva, αe, en el ĺımite newtoniano (De = 0) y normalizada por ω(∆x)2 , como función del número de Womersley, Wo, para distintos números de Prandtl: Pr = 2 (ĺınea punteada); Pr = 10, caracteŕıstico del agua (ĺınea sólida); Pr = 100 (ĺınea rayada). . . . . . 54 4.2. Difusividad térmica efectiva, αe, normalizada por ω(∆x) 2 como función del número de Womersley, Wo, para número de Prandtl: Pr = 10, en el ĺımite newtoniano con De = 0 (lńea punteada) y en el ĺımite Maxwelliano De = 1 (ĺınea slida) y De = 0.1 (ĺınea rayada). . . . . . . . . . . . . . . 54 4.3. Difusividad térmica efectiva, αe normalizada por x(∆x) 2, como función del número de Womersley, Wo, para el fluido de Boger PIB/PB/C14 (Pr = 54000, De = 20.67). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59 4 5.1. Gráfica de αe contra ω para un fluido newtoniano en un tubo de radio a = 0.04m y con tiempo de Cattaneo cero (ĺınea sólida) y con productos ωtq = 0.001 (ĺınea rayada), ωtq = 0.01 (ĺınea punto-rayada) y ωtq = 0.1 (ĺınea punteada). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63 5 Lista de Śımbolos Śımbolos Latinos a radio del tubo, m A área de la sección transversal del tubo, m2 c calor espećıfico, J kg−1 K−1 De número de Deborah, tmη/a 2ρ Hx proporción de flujos de calor J0 función cilńdrica de Bessel de orden cero J1 función cilńdrica de Bessel de primer orden k conductividad térmica del fluido, W m−1 K−1 L longitud caracteŕıstica, longitud del tubo, m p presión, N m−2 Pr número de Prandtl, η/ρα Pe número de Péclet, voa/α q”m flujo molecular de calor q”o flujo de calor bajo flujo oscilatorio r coordenada radial, m t tiempo, s tm tiempo de relajación del fluido maxwelliano, s tq tiempo de relajación del fluido de Cattaneo, s T temperatura del fluido, K v vector de velocidad del fluido, m s−1 v componente axial de la velocidad del fluido, m s−1 Wi número de Weissenberg, ωtm Wo número de Womersley, a √ ρω/η x coordenada axial, m ∆x desplazamiento de marea, m 6 Śımbolos Griegos α difusividad térmica del fluido, m2 s−1 αe difusividad térmica efectiva, m 2 s−1 α̂e difusividad térmica efectiva adimensional, αe/α βv parámetro de frecuencia de la ecuación diferencial de Bessel para la velocidad βT parámetro de frecuencia de la ecuación diferencial de Bessel para la temperatura γ gradiente axial de temperatura promedio en el tiempo, K m−1 η viscosidad dinámica, kg m−1 s−1 ρ densidad de masa, kg m−3 τ̃ tensor de deformaciones viscosas, kg m−1 s−2 ω frecuencia angular, Hz Λ relación entre la función g(r) de un fluido maxwelliano y uno de Cattaneo, α 1−iωtq 7 Agradecimientos Agradezco de todo corazón al Dr. Jesús Antonio del Rı́o Portilla; tutor, maestro y amigo. También agradezco ampliamente a los investigadores del Centro de Investigación en Enerǵıa (UNAM) que apoyaron este proyecto y me brindaron su tiempo, sus conocimien- tos y su equipo tan generosamente. En particular agradezco al Dr. Sergio Cuevas Garćıa, al Dr. Mariano López de Haro, al Dr. Oscar Alfredo Jaramillo Salgado, al Dr. Carlos Alberto Pérez Rábago, al Mtro. Fernando Sosa Montemayor y al Dr. Miguel Robles Pérez. Además agradezco a los sinodales, el Dr. Rosaĺıo Fernando Rodŕıguez Zepeda, el Dr. Mariano López de Haro, el Dr. Carlos Málaga Iguiñiz y el Dr. Francisco Javier Mandujano Sánchez, por sus valiosas aportaciones a este trabajo. Finalmentente quisiera agradecer al CONACyT por el apoyo que me otorgó medi- ante el est́ımulo económico para ayudantes de investigadores SNI nivel III, con número 8547-5698. También fui beneficirio del programa Becanet Superior de la SEP con número de convenio DIE 01814970. Este proyecto contó con el apoyo del CONACyT DGAPA-IN106210. 8 A mi papá. 9 Caṕıtulo 1 Introducción La optimización de la transferencia de calor en fluidos juega un papel muy impor- tante en la actualidad en el diseño de aparatos tales como intercambiadores de calor y módulos de enfriamiento [4]. Recientemente se ha vuelto una parte básica en lo referente a la extracción de calor de algunos componentes eléctricos como chips y otros aparatos similares y en aplicaciones de nanofluidos [5, 6]. Es sabido que la dispersión axial de contaminantes en flujos laminares a través de tubos capilares bajo condiciones de ambos flujos estacionario [3] y oscilatorio [7, 8] es considerablemente mayor que en la ausencia de flujo. El transporte mejorado es producido por la interacción del perfil axial de velocidad dependiente del radio y del perfil de concentracion variable dependiente del radio correspondiente y puede llevar a coeficientes de dispersión axial efectiva órdenes de magnitud mayores que el calor correspondiente del coeficiente de difusión molecular. Entre los distintos métodos de optimización de transferencia de calor, los flujos oscilatorios requiren una mención especial. Distintos procesos de transferencia pueden ser mejorados con un flujo oscilatorio, tales como la dispersión de contaminantes o la permeabilidad dinámica [7, 8]. El incremento en la transferencia de calor se puede obtener bajo ciertas condiciones, en particular, a una frecuencia de oscilación espećıfica. Este comportamiento resonante fue predicho teóricamente, y más tarde corroborado experimentalmente. Kurzweg [15] encontró, al hacer una analoǵıa entre masa y calor, que en un flujo newtoniano oscilatorio sin transferencia neta de masa en un ducto que conecta dos reservorios a temperaturas distintas, la difusividad térmica efectiva alcanza un máximo para una frecuencia de oscilación espećıfica. Con esto se puede tener una transferencia longitudinal de calor más eficiente que no requiere una transferencia neta de masa mientras el flujo permanezca laminar. Existen algunos experimentos que muestran distintas condiciones para este mismo fenómeno, como el de Kurzweg y Zao [11] para un conjunto de tubos capilares usando un flujo de agua a altas frecuencias, o el de Yakhot y Colosqui [19] en el que analizan el flujo en una placa infinita. Sin embargo, aún faltan resultados experimentales para corroborar 10 la teoŕıa y entender las limitaciones de las consideraciones teóricas. A. A. Lambert [23] realizó un experimento para un tubo ciĺındrico en el que se haćıa oscilar agua a bajas frecuencias. Sus resultados fueron muy prometedores ya que, aunque su dispositivo no alcanzó las frecuencias para las cuales el incremento en la transferencia de calor era máximo, parece observarse una ligera mejora. Ésta es la base para nuestro experimento. La idea será modificar al dispositivo de tal forma que se logren alcanzar las frecuencias óptimas para la maximización del fenómeno y con esto lograr un incremento apreciable en la transferencia de calor en el flujo oscilatorio con respecto a la transferencia en la ausencia de flujo. Por otro lado, la conductividad térmica efectiva se puede derivar expĺıcitamente en formulaciones matemáticas análogas al bien conocido modelo de Jeffreys [8] para fuerzas de esfuerzo en los ĺıquidos. A partir de una ecuación de flujo de calor del tipo de Jeffreys se puede llegar a la ecuación de difusión de calor usando la ley de Fourier. Aunque esta ecuación es la más sencilla de las de su tipo, la ecuación de difusión de Fourier tiene la propiedad no f́ısica de que si hay un cambio en la temperatura en cualquier parte de un cuerpo, ésta se va a sentir instantáneamente en todas partes con amplitudes exponencialmente pequeñas en puntos lejanos. Dicho de otra forma, la ecuación de difusión implica velocidades de propagación infinitas [12]. La ley de Fourier es sólo una descripción aproximada del proceso de conducción. Ésta desprecia el tiempo necesario para considerar la aceleración del flujo de calor, conocida como inercia térmica. En la mayoŕıa de los casos, esta hipótesis ayuda a mantener las cosas simples y no afecta esencialmente elproblema. La ecuación de Cattaneo, por otro lado, incluye la historia del gradiente de temperaturas aunque toma en cuenta un solo tiempo de relajación, cuando en realidad un conductor de calor tiene más de uno. Aunque es posible promediar los tiempos de relajación, es importante determinar la descripción más apropiada para nuestro caso. Aśı, otra pregunta que abordaremos es qué pasa con la difusividad efectiva si se considera que el transporte de calor en el fluido se puede describir con la ecuación de Cattaneo. Comenzaremos usando la teoŕıa de Kurzweg para la descripción teórica de la trasferencia del calor utilizando la ley de Fourier. Más adelante elaboraremos también los cálculos utilizando la ecuación de Cattaneo que no se ha usado antes para describir nuestro problema. En el Centro de Investigación en Enerǵıa (UNAM) se encuentra un grupo de trabajo que trabaja con nanofluidos y con flujos oscilatorios. Este grupo incluye al Dr. Jesús Antonio del Rı́o Portilla, al Dr. Mariano López de Haro, al Dr. Sergio Cuevas. También cabe mencionar que parte del trabajo experimental lo realizé en conjunto con Sebastián Rafael Pérez Becker, quien a su vez realizó su trabajo de Tesis profesional con dicho trabajo titulado “Flujos oscilatorios en el manejo de la enerǵıa solar”. El presente trabajo está organizado en tres caṕıtulos. El primero incluye la teoŕıa desarrollada en torno al flujo de calor en un cilindro con fluido bajo régimen oscilatorio. En dicho caṕıtulo partimos de las ecuaciones de conservación hasta llegar a una expre- sión anaĺıtica para la difusividad térmica efectiva. En el siguiente caṕıtulo se presenta la 11 bitácora experimental. Ah́ı se presentan los antecedentes experimentales para nuestro experimento y las modificaciones que fuimos realizando hasta llegar a nuestro dispositivo final. Se muestran los resultados experimentales y se plantean explicaciones para ellos. Finalmente, en el tercer caṕıtulo se hace un análisis de los resultados obtenidos. Por un lado, se profundiza en el entendimiento de los datos que arrojó nuestro experimento y por otro se explica con base en la teoŕıa por qué no fue posible observar claramente el fenómeno buscado. Además se hace un análisis numérico basado en las nuevas hipótesis propuestas y se plantea una variación al marco teórico para este problema. 12 Caṕıtulo 2 Flujo de calor en un cilindro con fluido bajo régimen oscilatorio En este caṕıtulo planteamos el desarrollo matemático de la transferencia de calor en un fluido que oscila dentro de un tubo de sección transversal constante. Nos basamos en los trabajos de Kurzweg [15] de la difusión mejorada y con el análisis de del Rı́o et al. [9], en los que se predice que la transferencia de calor axial es más eficiente si el flujo es oscilatorio. Presentamos el desarrollo para un fluido viscoelástico (maxwelliano) y para uno newtoniano. 2.1. Transferencia de calor axial en un flujo oscila- torio El problema matemático equivale a la transferencia de calor de un fluido con un gra- diente de presiones oscilante en un tubo ciĺındrico con paredes adiabáticas. Deseamos escribir las ecuaciones de los perfiles de velocidad y temperatura para aśı encontrar una expresión para la difusividad térmica efectiva, que sea comparable a una difusividad térmica molecular mejorada gracias al flujo oscilatorio. Consideramos un flujo laminar incompresible en un tubo ciĺındrico, de radio a y lon- gitud L. El movimiento oscilatorio del fluido de trabajo se lleva a cabo con un gradiente de presiones aplicado en la dirección longitudinal x. Suponemos que los extremos del tubo están conectados a reservorios térmicos con temperatura constante pero diferente, esto es, T (x = 0) = T1 y T (x = L) = T2, donde T1 > T2. Más aún, suponemos que la pared del tubo es adiabática y que el calor sólo puede ser transferido en la dirección x. También despreciamos los efectos de borde, usamos la condición de no deslizamiento en 13 las paredes y suponemos que existe simetŕıa ciĺındrica. A partir de estas consideraciones, podemos escribir las ecuaciones de conservación que describen nuestro problema. 2.2. Ecuaciones de conservación Comenzamos este análisis con las ecuaciones de conservación, explicitamente, la ecuación de conservación de masa de un flujo incompresible ∇ · v = 0, (2.1) la ecuación de conservación de cantidad de movimiento ρ ∂v ∂t + ρ(v · ∇)v = −∇p−∇ · τ̃ , (2.2) y la ecuación de conservación de enerǵıa ρcp ( ∂T ∂t + v · ∇T ) = k∇2T. (2.3) Donde v = v(r, t) es el campo de velocidades del fluido, ρ es la densidad de masa, p(r, t) es la presión, τ̃ (r, t) es tensor de esfuerzos viscosos, T (r, t) es la temperatura, c es el calor espećıfico y k la conductividad térmica. En la ec. (2.3) el término de calentamieto viscoso ha sido despreciado ya que sólo es importante al utilizar fluidos con número de Prandtl grandes, como en los aceites viscosos. Esto hace que la ecuación sea la de difusión de Fourier. De hecho, las diferencias de temperatura t́ıpicas producidas por disipación viscosa son ∆T = Pr(ω∆x)2/c [16], donde Pr = η/ρα es el número de Prandtl, un parámetro adimensional que expresa el radio entre la viscosidad cinemática y la difusividad térmi- ca. Entonces, el calentamiento viscoso no va a ser importante dado que ∆T será menor que el gradiente t́ıpico T1 − T2. Además tenemos una ecuación que relaciona al tensor de esfuerzos viscosos con el gradiente de la velocidad, dependiendo del tipo de fluido. Dada la simetŕıa de nuestro problema, tenemos que en un fluido newtoniano τ̃ = −η∇v, (2.4) y en un fluido maxwelliano tm ∂τ̃ ∂t = −η∇v − τ̃ , (2.5) donde η es la viscosidad dinámica y tm es el tiempo de relajación. Vemos que la ecuación para el flujo Maxwelliano se reduce a la del flujo Newtoniano con tm = 0, es decir, con un tiempo de relajación igual a cero, que implica que el fluido no es elástico. Entonces, resolveremos las ecuaciones para el flujo Maxwelliano y, de esa forma tendremos también la solución para el flujo Newtoniano al poner tm = 0. 14 2.3. Flujo Maxwelliano Resolvamos el problema del campo de velocidades en el tubo de la manera en que lo hicieron Lambert y del Rı́o [9, 23]. Debido a la simetŕıa ciĺındrica y a que el flujo es unidireccional, tenemos que (v · ∇)v = 0 entonces al derivar la ec. (2.2) con respecto al tiempo y sin el término no lineal obtenemos ρ ∂2v ∂t2 = −∂∇p ∂t −∇ · ∂τ̃ ∂t . (2.6) Ahora, para la ecuación constitutiva de un fluido maxweliano tomamos la divergencia de la ec. (2.5) ∇ · ∂τ̃ ∂t = − η tm ∇2v −∇ · τ̃ . (2.7) Combinamos las ecuaciones 2.6 y 2.7 y obtenemos ρtm ∂2v ∂t2 = −tm ∂∇p ∂t + η∇2v +∇ · τ̃ . (2.8) Despejamos ∇ · τ̃ de la ec. (2.2) y sin el término no lineal sustituimos en la ec. (2.8) y vemos que tmρ ∂2v ∂t2 + ρ ∂v ∂t = −tm ∂∇p ∂t −∇p + η∇2v. (2.9) En nuestro caso particular, ésta es la ecuación equivalente a la de Navier-Stokes para un fluido Maxwelliano. Para resolver esta ecuación, tomamos la transformada de Fourier definida como V̂ (r, ω) = 1√ 2π ∞∫ 0 v(r, t)e−iωtdt. Aplicamos la transformada de Fourier a la ec. (2.9) y usamos la propiedad F [ d dt f(t)] = iωF̂ (ω) y vemos que −tmρω2V̂ + iρωV̂ − itmω∇P̂ −∇P̂ + η∇2V̂ , reacomodamos −ρ(tmω2 − iω)V̂ = −(1 + iωtm)∇P̂ + η∇2V̂ , (2.10) en coordenadas ciĺındricas, sabiendo que V̂ = V (r, ω)êx = V̂x el laplaciano está dado por ∇2V̂ = ∂ 2V̂x ∂r2 + 1 r ∂V̂ ∂r . Sustituimos el laplaciano en coordenadas ciĺındricas en la ec. (2.10) y vemos que ∂2V̂ ∂r2 + 1 r ∂V̂ ∂r ρ(tmω 2 + iω) η V̂ = 1 + itmω η ∇P̂ . (2.11) 15 Sea βv ≡ ( ρηtm [(tmω)2 + itmω])1/2 entonces reescribimos la ec. (2.11) y nos queda ∂2V̂ ∂r2 + 1 r ∂V̂ ∂r + β2v V̂ = 1 + iωtm η ∇P̂ . (2.12) Sabemos que la solución a la ec. (2.12) es la solución de la ecuación homogénea más una particular. Con el cambio de variable u = βvr ⇒ dudr = βv y ∂V̂∂r = dudr ∂V̂∂u = βv ∂V̂∂uvemos que la ecuación homogénea es β2v ∂2V̂ ∂r2 + βv r (βv ∂V̂ ∂r ) + β2v V̂ = 0, que es una ecuación de Bessel de orden cero: ∂2V̂ ∂r2 + 1 r ∂V̂ ∂r + V̂ = 0, cuya solución es V̂h = CJ0(u) + C1Y0(u) en donde u ≡ βvr y como V̂ (ω, 0) debe ser finita, implica que C1 = 0. Para la solución particular tomamos V̂ (ω, 0) =cte. en r y como ∇P sólo depende de x, tomando ξ ≡ 1+iωtm η tenemos que V̂p(r, ω) = ξ β2v ∇P̂ , ∴ V̂ (r, ω) = CJ0(βvr) + ξ β2v ∇P̂ . Al usar la condición de no deslizamiento V̂ (ω, a) = 0 vemos que CJ0(βva) + ξ β2v ∇P̂ = 0, ⇒ C = −ξ∇P̂ β2vJ0(βva) . Entonces, V̂ (r, ω) = − ξ β2v ∇P̂ ( J0(βvr) J0(βva) − 1 ) , ∴ V̂ (r, ω) = 1 + iωtm β2vη ( 1− J0(βvr) J0(βva) ) ∇P̂ para 0 ≤ r ≤ a. (2.13) Ya tenemos una expresión para el perfil de velocidades en el dominio de las frecuen- cias. A partir de la expresión de la ecuación (2.13) podemos obtener una expresión 16 anaĺıtica para el campo de velocidades en el espacio de Fourier. En nuestro caso pode- mos suponer que el gradiente de presiones tiene la forma de un oscilador armónico simple: ∇P (t) = Pxe−iω0t, donde Px es la amplitud del gradiente de presiones y ω0 una frecuencia angular constante. Vemos que la transformada de Fourier del gradiente de presiones que escogimos es ∇P̂ (ω) = √ 2πPxδ(ω0 − ω), (2.14) donde δ(ω0−ω) es la delta de Dirac. Ahora bien, sustituimos la ec. (2.14) en la expresión para V̂ (r, ω).y aplicamos la transformada inversa V (r, t) = 1√ 2π ∞∫ 0 V̂ (r, ω0)e iωtdω = Px ( 1− J0(βvr) J0(βva) ) ∞∫ 0 ( 1 + iωtm β2vη ) δ(ω0 − ω)eiωtdω Si utilizamos la propiedad de la delta de Dirac, la expresión anterior se reduce a V (r, t) = Px ( 1− J0(βvr) J0(βva) )( 1 + iω0tm β2vη ) e−iω0t y si llamamos Φ(ω0) = 1+iω0tm β2vη obtenemos la siguiente expresión anaĺıtica para el perfil de velocidades en el espacio temporal V (r, t) = Px ( 1− J0(βvr) J0(βva) ) Φ(ω0)e −iω0t, (2.15) Ahora que tenemos el perfil de velocidades, nos falta obtener una expresión para la distribución de temperaturas a partir de la conservación de enerǵıa. 2.4. Conservación de enerǵıa Ahora describamos el campo de temperaturas. Dado que T = T (r, x, t), al reescribir la ecuación de conservación de la enerǵıa (ec. 2.3) en coordenadas ciĺındricas tenemos que ∂T ∂t + V (r, t) ∂T ∂x = α ( ∂2T ∂r2 + 1 r ∂T ∂T ) , (2.16) donde α = k ρc es la difusividad térmica molecular. 17 Si consideramos que la pared del tubo está térmicamente aisalda y que la temperatu- ra del fluido no diverge en el origen, entonces la ec. (2.16) debe satisfacer las condiciones de frontera ∂T ∂r (a, , x, t) = 0, (2.17) T (0, x, t) = finita. (2.18) Entonces, al sustituir (2.3) en la ec. (2.16) llegamos a ∂T ∂t + V (r)e−iωt ∂T ∂x = α ( ∂2T ∂r2 + 1 r ∂T ∂r ) . (2.19) La obtención de la solución anaĺıtica de la ec. (2.19) con las condiciones (2.17) y (2.18) no es trivial. De hecho, Kurzweg trató el problema a través de una solución aproximada válida únicamente para valores pequeños del producto PrWo2 [15], donde Wo = a √ ρω/η, es el número de Womersley, un parámetro adimensional que relaciona la frecuencia de oscilación con los efectos viscosos del fluido. Cabe recalcar que en la ausencia de flujo, en donde la transferencia de calor se efectúa únicamente a través de la difusión molecular, el gradiente de temperaturas es constante. Entonces, siguiendo a Kurzweg [16], notamos que en la geometŕıa considerada en nuestro caso, el gradiente de temperaturas promedio en el tiempo, γ = ∂T/∂x, es también constante. Debido a esto, proponemos una solución dada como la parte real de la expresión de T (x, r, t) = γ(x + ag(r)e−iω0t), (2.20) donde g(r) una función de la variable radial, y la cual reproduce el gradiente axial de temperaturas promediado en el tiempo mientras incluye a la variación de la temperatura dependiente en el tiempo con el término g(r)e−iωt. Vemos de la ec. (2.20) que ∂T ∂x = cte. = γ es congruente con la suposición de que la difusión de calor axial es mucho menor a la radial, es decir, ∂ 2T ∂r2 À ∂2T ∂x2 ⇒ ∂2T ∂x2 ≈ 0. Además, si el perfil de velocidades tiene un comportamiento armónico en t, tiene sentido suponer que la temperatura también lo tendrá ya que el calor es transportado básicamente por el fluido. También se puede observar que la ec. (2.20) satisface las dos condiciones iniciales requeridas por la ec. (2.16). Ahora bien, para obtener la expresión de la temperatura, debemos encontrar primero la expresión para g(r). 2.4.1. Expresión de g(r) Para obtener la expresión anaĺıtica de g(r), sustituimos la expresión general de la temperatura ec. (2.20) en la ecuación que derivamos de la conservación de la enerǵıa (ec. 2.16). Comenzamos calculando ∂T ∂t = −γiω0ag(r)e−iω0t, ∂T ∂x = γ, ∂T ∂r = γag′(r)e−iω0t. 18 Ahora bien, sustituyendo estas derivadas parciales en la ec. (2.16) nos queda que −γiω0ag(r)e−iω0t + V (r, t)γ = α ( 1 r (γag′(r)e−iω0t) + γag′′(r)e−iω0t ) , g′′(r) + 1 r g′(r) + iω0 α g(r) = 1 αa V (r, t)eiω0t. Sea β2T = iω0 α , sustituimos V (r, t) (ec. 2.15) y β2T en la expresión anterior y obtenemos g′′(r) + 1 r g′(r) + β2T g(r) = 1 αa Φ(ω0) ( 1− J0(βvr) J0(βva) ) Px, (2.21) Ésta es una ecuación diferencial ordinaria de segundo orden no homogénea para g(r). La solución general está dada por g(r) = gh(r) + gp(r) en donde gh(r) es la solución a la ecuación homogénea y gp(r) una solución particular. Vamos a encontrar las dos soluciones de manera independiente. Solución homogénea Podemos ver que la ecuación homogénea es la ecuación de Bessel de orden cero. Esta ecuación la resolvimos en la sección 2.3, entonces vemos que la solución está dada por gh(r) = C1J0(βT r) + C2Y0(βT r). Como Y0(βT r) diverge en r = 0, implica queC2 = 0 ya que queremos que gh(r = 0) < ∞. De tal forma nos queda que gh(r) = C1J0(βT r), donde C1 se determinará con las condiciones de frontera, después de encontrar la solu- ción particular. Solución particular Para encontrar gp(r) utilizaremos el método de coeficientes indeterminados [14]. En este método proponemos una solución que sea combinación lineal de los conjuntos fun- damentales que componen el término no homogéneo. En nuestro caso, el término no homogéneo es 1 αa Φ(ω0)(1− J0(βvr)J0(βva))Px, por lo que solamente J0(βvr) depende de r. De tal forma, proponemos que gp(r) = δ1J0(βvr) + δ2, donde δ1 y δ2 son los coefi- cientes por determinar. Entonces vemos que g′p(r) = δ1J ′ 0(βvr), g ′′ p(r) = δ1J ′′ 0 ((βvr), 19 ahora sustituimos esto en la ecuación diferencial para g(r) (ec. 2.21): δ1[J ′′ 0 (βvr) + 1 r J ′0(βvr)] + β 2 T [δ1J0(βvr) + δ2] = Φ(ω0) αa ( 1− J0(βvr) J0(βva) ) Px. Sabemos que J0(r) es sloución a la ecuación de Bessel, por lo tanto J ′′ 0 (βvr)+ 1 r J ′0(βvr)+ β2vJ0(βvr) = 0. Entonces se verifica que J ′′0 (βvr) + 1 r J ′0(βvr) = −β2vJ0(βvr). (2.22) Si sustituimos esto en la ec. (2.22) vemos que δ1β 2 vJ0(βvr) + δ1β 2 T J0(βvr) + δ2β 2 T = Φ(ω0) αa ( 1− J0(βvr) J0(βva) ) Px, ⇒ −δ1(β2v − β2T )J0(βvr) + β2T δ2 = Φ(ω0) aα Px − Φ(ω0) aα J0(βvr) J0(βva), igualamos los términos y despejamos δ1 y δ2, y entonces obtenemos δ1 = Φ(ω0) aα Px J0(βva)(β2v − β2T ) , δ2 = Φ(ω0) aαβ2T Px. Sustituimos δ1 y δ2 en gp(r) = δ1J0(βvr) + δ2 gp(r) = Φ(ω0)Px aα ( J0(βvr) J0(βva)(β2v − β2T ) + 1 β2T ) , y, por lo tanto, g(r) = C1J0(βT r) + Φ(ω0)Px aα ( J0(βvr) J0(βva)(β2v − β2T ) + 1 β2T ) . Para tener completa la expresión de g(r) sólo nos falta conocer el valor de C1, para eso necesitamos aplicar una condición de frontera. En nuestro caso, como suponemos que tenemos paredes adiabáticas, el calor no puede salir a través de las paredes del tubo implica que g′(r = a) = 0. Primero vemos que g′(r) = C1J ′0(βT r) + Φ(ω0)Px aα ( J ′0(βvr) J0(βva)(β2v − β2T ) + 1 β2T ) = −C1βT J1(βT r)− Φ(ω0)Px aα βv ( J1(βvr) J0(βva)(β2v − β2T ) + 1 β2T ) , 20 entonces en r =a tenemos que g′(a) = 0 = −C1βT J1(βT a)− Φ(ω0)Px aα βv ( J1(βva) J0(βva)(β2v − β2T ) + 1 β2T ) , ⇒ C1 = βv βT Φ(ω0)Px aα J1(βva) J1(βT a) 1 J0(βva)(β2v − β2T ) , por lo tanto, nos queda que g(r) = Φ(ω0)Px aα(β2v − β2T ) [ − βvJ1(βva) βT J1(βT a) J0(βT r) J0(βva) + J0(βvr) J0(βva) + β2v − β2T β2T ] . (2.23) Con la ec. (2.23) la distribución de temperaturas del fluido está completamente de- terminada. Con esto encontramos una solución local exacta para la ecuación (2.20), en contraste con la solución aproximada obtenida por Kurzweg [15]. Cabe enfatizar que nuestra solución es válida para fluidos Maxwellianos y Newtonianos en el ĺımite apropi- ado. De hecho, el ĺımite Newtoniano se obtiene tomando tm → 0 o, equivalentemente, De → 0, donde De = tmη/a2ρ es el número de Deborah, un parámetro adimensional que representa el radio entre el tiempo de relajación del fluido con la escala de tiempo del experimento. A continuación se presentan algunas gráficas para g(r). En las gráficas sólo obser- vamos la parte real de g(r) ya que la expresión de la temperatura es la parte real de la ec. (2.20) y γ también es real. En todas las gráficas utilizamos a = 0.01 m, acorde a las dimensiones de nuestro dispositivo. Ésta es la primera vez que se presenta un resultado para g(r), en trabajos previos no se ha presentado una gráfica de g(r). En la gráfica 2.1 se muestra la función g(r) para un fluido newtoniano, variando el parámetro de la frecuencia y para tres valores distintos de la frecuencia. Vemos que el comportamiento de las curvas es similar para los distintos valores de la frecuencia y que la diferencia radica en el rango y los valores del pico. En la gráfica 2.2 se graficó g(r) para una frecuencia fija y para tres valores del tiempo de Maxwell. Se observa que conforme el fluido es más viscoelástico aparecen más picos para g(r) y también cambia el rango de la curva. Un punto muy interesante de las gráficas 2.1 y 2.2 es que, dado a la relación que existe entre g(r) y la distribución de temperaturas en la ec. (2.20), nos permite observar cualitativamente la distribución de temperaturas en el tubo en un momento dado y con eso entender mejor cómo ocurre el flujo de calor en el tubo. Dado que en nuestro experimento tenemos un radio fijo para nuestro dispositivo y la variable que podemos cambiar es la frecuencia, también vemos qué ocurre si hacemos a r un parámetro y expresamos la función g como g(ω). En la gráfica 2.3 se muestra una gráfica de g(ω) contra ω para un fluido newtoniano y para tres valores distintos del parámetro a. Las tres curvas fueron calculadas en r = 0. Vemos que el comportamiento de las curvas es muy similar. Existe un pico para cada curva para una frecuencia espećıfi- ca y ésta depende del parámetro a, que representa el radio del tubo. En la gráfica 2.4 21 0.000 0.002 0.004 0.006 0.008 5.0´105 2.0´105 3.0´105 r HmL gH rL Figura 2.1: Gráfica de g(r) contra r (m), con r de 0 a 0.01 m de acuerdo a las dimensiones de nuestro experimento y con tm = 0 para un fluido newtoniano. La ĺınea sólida es con ω = 300Hz, la ĺınea rayada es para ω = 350Hz y la ĺınea punteada es para ω = 400Hz . 0.000 0.002 0.004 0.006 0.008 5.0´105 3.0´105 7.0´105 r HmL gH rL Figura 2.2: Gráfica de g(r) contra r (m), con r de 0 a 1 cm y con ω = 300Hz. La ĺınea sólida es con tm = 0, para un fluido newtoniano, la ĺınea rayada es para tm = 0.01s, para un fluido ligeramente maxwelliano, y la ĺınea punteada es para tm = 0.1s . 22 0 10 20 30 40 50 60 2´106 5´106 1´107 2´107 5´107 1´108 Ω HHzL gH Ω L Figura 2.3: Gráfica de g(ω) contra ω (Hz) para un fluido newtoniano, con ω de 0 a 100 Hz y r = 0. La ĺınea sólida con a = 0.01 m, la ĺınea rayada con a = 0.015 m y la ĺınea punteada con a = 0.006 m. 3 4 5 6 7 8 9 10 5´106 1´107 2´107 5´107 Ω HHzL gH Ω L Figura 2.4: Gráfica de g(ω) contra ω (Hz) con el parámetro a = 0.01 m en r = 0.005m y con ω de 0 a 100 Hz. La ĺınea sólida con tm = 0 s, para un fluido newtoniano, la ĺınea rayada con tm = 0.06 s y la ĺınea punteada con tm = 0.17 s. 23 se muestra una gráfica de g(ω) contra ω para un radio fijo y para tres valores distintos del tiempo de Maxwell. En este caso vemos como el comportamiento viscoelástico del fluido se manifiesta haciendo que aparezcan picos más grandes cuanto más viscoelástico es el fluido. El resultado más importante que obtenemos a través de observar las gráficas de g(r) radica en que al sustiruir g(r) en la ec. (2.20) el producto de g(r) y la oscilación nos arrojará valores negativos para la temperatura para ciertas dimensiones del dispositivo, aspecto que no hab́ıa sido mencionado en estudios previos. Ahora que conocemos la expresión g(r) podemos escribir nuestra expresión general para el perfil de temperaturas y con ello calcular la difusividad térmica efectiva. 2.4.2. Difusividad Térmica Efectiva Proseguimos a calcular la difusividad térmica efectiva como una difusividad térmica promediada en el tiempo y el área del cilindro, αe, que está basada en la distribución de velocidad y temperatura del fluido en el tubo, obtenida en la sección anterior. De acuerdo con el desarrollo de Kurzweg [16,22], despreciamos las pequeñas contribuciones debido a la conducción térmica axial, de tal forma que la difusividad térmica efectiva promediada se define como αeγ = − ω0 2πa2 2π/ω0∫ 0 a∫ 0 [T (r, x, t)]R[V (r, t)]Rrdrdt, (2.24) donde [ ]R denota la parte real. El lado izquierdo de la ec. (2.24) representa el flujo térmico axial efectivo por unidad de área de la sección transversal, y el lado derecho, el flujo térmico convectivo promediado en el tiempo producido por la interacción de los perfiles de velocidad y temperatura. Para encontrar una expresión anaĺıtica tenemos que desarrollar el integrando. Sabe- mos que [V (r, t)]R = 1 2 ( V (r, t) + V̄ (r, t) ) , [T (r, x, t)]R = 1 2 ( T (r, x, t) + T̄ (r, x, t) ) , donde ¯( ) denota el complejo conjugado. De la ec. (2.15) podemos escribir V (r, t) = V (r)e−niω0t, donde V (r) = Φ(ω0) [ 1− J0(βvr) J0(βva) ] Px, (2.25) 24 Entonces, si sustituimos las expresiones expĺıcitas de V (r, t) y T (r, x, t) en la ec. (2.24) vemos que αeγ = ω0 8π 2π/ω0∫ 0 a∫ 0 ( V (r)e−iω0t+ ¯V (r)eiω0t )( γ(x+ag(r)e−iω0t)+γ(x+aḡ(r)eiω0t) ) r dr dt. Al realizar la integral temporal se eliminan todos los términos con e±niω0t, por lo que la difusividad térmica efectiva se reduce a αe = − 1 2a 2π∫ 0 a∫ 0 ( V (r)ḡ(r) + V̄ (r)g(r) ) r dr dθ, (2.26) Ahora bien, si sustituimos en la ecuación anterior las expresiones para vr y g(r) de las ecuaciones 2.25 y 2.23, respectivamente, desarrollando e intengrando se obtiene αe = ∥∥∥∥ 1 + iωtm β2vη ∥∥∥∥ 2 P 2x 2αa { 1 β̄2v − β̄2T J1(βva) J0(βva) [ β̄v β̄2T − β2v + β̄v β2v − β̄2v − β̄vβv β̄T (β̄2T − β2v) J0(β̄T a) J1(β̄T a) J1(βva) J0(βva) + β̄v(β̄ 2 T − β̄2v) (β̄2v − β2v)(β2v − β2T ) ] + 1 β2T − β2v J1(βva) J0(βva) [ βv β2T − β̄2v + βv β̄2v − β2v − βvβ̄v βT (β2T − β̄2v) J0(βT a) J1(βT a) J1(β̄va) J0(β̄va) + βv(β 2 T − β2v) (β2v − β̄2v)(β̄2v − β̄2T ) ]} . (2.27) Cabe recalcar que la ec. (2.27) es una expresión anaĺıtica y con ella está totalmente determinada la difusividad térmica efectiva. Dado que esta ecuación está en términos del radio del tubo a y la frecuencia angular de la oscilación ω, además de una serie de parámetros caracteŕısticos del fluido, podemos expresar a la difusividad térmica efectiva en términos del número de Womersley Wo = a √ ω η . Podemos estudiar el caso del agua si tomamos el ĺımite De → 0, o su equivalente tm → 0, que nos devuelve al caso Newtoniano. Al tomar un número de Prandtl Pr = 10, caracteŕıstico del agua [1], en la figura 2.5 representamos una gráfica de la difusividad térmica efectiva, αe, contra el número de Womersley Wo(a, ω). En esta gráfica y se observa un máximo en aproximadamente Wo = 1.2, en dónde αe ≈ 90m2s . Esto equivalea un aumento de siete órdenes de magnitud de la difusividad térmica efectiva con respecto a la del agua, 1.4348× 10−7 m2 s [2]. Esto nos indica el rango de los parámetros en el cual se va a observar un aumento en la difusividad. 25 0.01 0.1 1 10 100 0.001 0.01 0.1 1 10 100 1000 Wo Α e Figura 2.5: Se muestra la difusividad efectiva, αe, contra el número de Womersley, Wo, usando los parámetros caracteŕısticos del agua . Ahora tenemos que calcular la presión promedio en la dirección axial, Px. Ésta se puede calcular a partir de la fuerza promedio que ejerce el pistón sobre el fluido dividida entre el área transversal. A la aceleración promedio la obtenemos al derivar xpiston dos veces con respecto al tiempo y promediar su valor absoluto, donde xpiston(t) = A0cos(ωt), y A0 es la amplitud de oscilación. A partir de esto, calculamos la fuerza promedio al multiplicar por la masa del fluido desplazado, Px = Fprom A = 1 2 A0ω 2 0m A = 1 2 A20ω 2 0ρ, donde A es el área transversal del cilindro y entonces m = AA0ρ es la masa del fluido desplazado. En nuestro dispositivo tenemos una amplitud de oscilación A0 = 0.006 m y ω0 = 0.015Hz tal que Wo = 1.2. Estas gráficas son la base teórica para nuestro trabajo. En la gráfica (2.6) vemos que hay una serie de máximos para la difusividad térmica efectiva para distintas frecuencias. El primer pico se encuentra en Wo ≈ 2.2 y es un órden de magnitud mayor que el pico para el agua. Además, al conocer rango de valores del número de Womersley para el cual hay un aumento en la difusividad, podemos establecer la relación entre los parámetros para la mejor elaboración de un dispositivo experimental. Esto nos lleva al siguiente caṕıtulo en donde se desarrollará esto detalladamente. 26 0 1 2 3 4 0.1 1 10 100 1000 104 Wo Α e Figura 2.6: Se muestra la difusividad efectiva, αe, contra el número de Womersley, Wo, con los parámetros de un fluido viscoelástico . 27 Caṕıtulo 3 Bitácora experimental En este caṕıtulo se describe de manera general y cronológica el acoplamiento del dis- positivo experimental para estudiar la transferencia de calor axial en un flujo oscilatorio. Para el desarrollo experimental del proyecto hicimos una adaptación del dispositivo de A.A. Lambert [23] que se describe en primer lugar. Después se comentan algunas lim- itaciones y mejoras posibles. A partir de ellas se detallan las modificaciones realizadas, con su justificación, y la evolución hasta llegar al dispositivo que se terminó utilizando. Finalmente se presentan los resultados encontrados a partir de éste. 3.1. Dispositivo de Lambert En esta sección describiremos el experimento que sirvió de antecedente para este trabajo. Este experimento consistió en observar el transporte axial de calor que ocurre en un fluido newtoniano que oscila dentro de un tubo de sección transversal constante. Una parte del tubo era calentada con la radiación solar por un concentrador parabólico compuesto (CPC). Se teńıa otro tubo con las mismas caracteŕısticas y dimensiones salvo que el fluido se manteńıa estático. Este dispositivo permit́ıa la comparación del transporte axial de calor para un flujo oscilatorio y otro en reposo. El objetivo principal de ese experimento fue mostrar la posible aplicación de la teoŕıa de la frecuencia óptima en el sistema de circulación global de un colector solar. En el estudio experimental se observó una mayor transferencia de calor en un fluido oscilatorio que en uno en reposo, a pesar de que no se pudo alcanzar la frecuencia óptima. En el desarrollo anaĺıtico presentado en el caṕıtulo anterior se hizo la suposición de mantener los extremos del tubo a temperaturas constantes (pero distintas) para ge- nerar un gradiente constante de temperaturas entre los extremos. Esta suposición no se satisfizo en el experimento por razones prácticas, por la dificultad de imponer esta 28 Figura 3.1: Dispositivo de Lambert condición en un sistema de colección solar. Otra suposición importante en la teoŕıa es que las paredes que contienen al fluido son aislantes. Tampoco se incluyó esta suposi- ción ya que complicaba mucho la medición de temperaturas. Dado que el objetivo de ese experimento estaba ligado con la aplicación de los flujos oscilatorios a la enerǵıa solar, se le dio prioridad a construir un dispositivo con las caracteŕısticas necesarias para adaptarse a un sistema de circulación global de un colector solar. Por ese motivo no se tomaron en cuenta las suposiciones anteriores ya que alejaŕıan al experimento de su objetivo. El dispositivo de Lambert [23] se muestra en la figura 3.1. Éste constaba de dos tubos de cobre de 2 m de largo y 0.0254 m de diámetro interno apoyados sobre una base de madera en la que estaban montados dos CPC’s de ∼ 1 m de longitud. Ambos tubos teńıan una terminación en “L” con los lados cortos de ∼ 0.1 m de longitud. Uno de los tubos, al que llamaremos tubo 2, teńıa en el otro extremo un tapón de cobre. El otro, al que llamaremos tubo 1, teńıa del otro lado una camisa de acero inoxidable para un pistón. La mitad de los tubos en la que se calentaba el fluido por medio de radiación solar estaba pintada de negro y en la otra mitad sin pintura se med́ıa la temperatura. Para generar la oscilación se adaptó en el tubo 1 una camisa de acero inoxidable en el extremo contrario del codo en “L”. El pistón, también de acero inoxidable se sujetó mediante una biela a una junta, con un excéntrico a 6 mm del centro. La junta, a su vez, estaba unida a un motor de 3 Hp (fig. 3.3) operado con un controlador de frecuencias. Con este dispositivo se logró hacer oscilar al pistón entre los 0.3 Hz y 9.3 29 Figura 3.2: Esquema del tubo 1 del Dispositivo de Lambert. El tubo 2 sólo variaba en que en vez de la camisa de pistón teńıa un tapón de cobre. Hz aproximadamente. Mediante este sistema mecánico se logró crear un gradiente de presión sinusoidal. Para evaluar la transferencia de calor se midió la temperatura. Para evaluar el transporte axial de calor a través del fluido era necesario conocer la temperatura del fluido. La temperatura se midió en el exterior de los tubos “aprovechan- do la rapidez con la que el calor fluye a través del cobre” [23]. La conductividad térmica del cobre, de alrededor de 380 W m−1 K−1, es aproximadamente 650 veces mayor que la del agua. Las dimensiones de los tubos eran 2 m de largo, 0.0254 m de diámetro y 0.001 de espesor, aśı que la relación entre el espesor y la longitud era de 1 a 2000. Entonces se supuso que, debido a la alta conductividad térmica de las paredes con respecto al fluido de trabajo y la relación de las dimensiones, la temperatura medida en el exterior de las paredes seŕıa equivalente a la del fluido en el interior. En otras palabras, se supuso que el cobre al calentarse iba a ceder la enerǵıa al agua, ésta se iba a calentar y a transferir el calor a través de ella. Por otro lado, en la sección del tubo en donde se midieron las temperaturas, el cobre iba a estar a la misma temperatura que el agua, aśı que el calor fluiŕıa de manera inversa ahora, cediendo el agua la enerǵıa al cobre. De manera impĺıcita, y debido a las dimensiones, se supuso que en el tubo de cobre el calor fluiŕıa en la dirección radial, pero no en la axial. Para la medición de la temperatura se utilizaron termopares tipo T (cobre - cons- tantán) debido a su rango de temperaturas óptimo (entre 270C y 400C) y por ser adecuados para un ambiente húmedo. Cada tubo teńıa una longitud ∼ 1 m para la captación de radiación y ∼ 1 m para la medición de temperaturas. En la superficie destinada a la medición de temperaturas cada tubo teńıa seis termopares; tres arriba y tres abajo a distancias de 0, 0.5 y 1 m de la fuente de calor, respectivamente. Los termopares estaban pegados a los tubos con un cemento cerámico de alta temperatura 30 Figura 3.3: Motor haciendo oscilar al pistón dentro de la camisamediante la junta con una biela excéntrica marca Omega. Éstos deb́ıan pegarse con la menor cantidad de cemento posible para que la medición de la temperatura fuera más localizada. Las mediciones de temperatura se realizaron mediante un sistema de adquisición de datos automatizado (SAD) marca Agilent modelo 34970A con un módulo multiplexor de 40 canales, al que fueron conectados los termopares. La adquisición de datos se programó mediante el software de comunicación del SAD instalado en una computadora. A través de este sistema se obtuvieron archivos de texto con el conjunto de datos de una manera práctica. Lambert llevó a cabo la medición de temperaturas en distintas ocasiones y todas arrojaron resultados similares, lo que aseguró la repetitividad de las mediciones expe- rimentales. Se observó que al acercarse a la frecuencia óptima (ver fig. 2.5) la variación de temperatura en el tubo con flujo oscilatorio fue mayor que en el tubo sin flujo. La conclusión del estudio experimental fue que se observó una transferencia de calor en el flujo oscilatorio aunque no se pudo alcanzar la frecuencia óptima para el caso Newtoniano. 3.2. Modificación al experimento De acuerdo a los resultados y conclusiones de Lambert, su experimento cumplió con su cometido mostrando el efecto que se pretend́ıa observar. Aunque no tuvo el alcance deseado, obteniendo un flujo oscilatorio cercano al óptimo, śı se pudo observar una 31 mejora en la transferencia de calor. Las suposiciones que se hicieron para simplificar el dispositivo y a su vez cumplir con la teoŕıa parecieron ser válidas y todos los resultados apuntaron a que la frecuencia de oscilación era muy superior a la deseada. Para lograr esto hicimos la primera modificación al dispositivo que consistió en añadir un reductor de frecuencias para acercarnos al valor de la frecuencia óptima. 3.2.1. Primera modificación: reducción de frecuencia y calen- tamiento eléctrico En la sección 2.4.2 expresamos la difusividad térmica efectiva, αe, en términos del número de Womersley, Wo, y se observa para que valores del Wo tenemos una αe aumentada debido al flujo oscilatorio. En nuestro caso, para el agua tenemos un número de Prandtl Pr ≈ 10, y con este valor obtenemos una relación entre αe y Wo representada en la fig. 2.5 La diffusividad térmica effectiva máxima se obtiene para un Wo ≈ 1.2. En dicha gráfica se observa que el incremento de la diffusividad efectiva está entre Wo ≈ 0.02 y Wo ≈ 15. Tenemos que Wo = a √ ω/ν, en donde a es el radio del tubo (m), ω la frecuencia angular (Hz) y ν la viscosidad cinemática del agua. Si decidimos modificar únicamente la frecuencia de operación mediante un reductor mecánico de frecuencia, sin cambiar las dimensiones del dispositivo o el fluido de trabajo, tenemos que ν ≈ 7× 10−7 m2 s−1 y a = 0.0254/2 m y nuestro único parámetro variable es la frecuencia. Vemos de la fig. 2.5 que las frecuencias para las cuales la difusividad efectiva aumenta está aproximadamente entre 3×10−7 y 0.2 Hz, y el máximo es ∼ 10−3 Hz. Dado que el dispositivo de Lambert alcanzaba una frecuencia mı́nima de 0.3 Hz, para alcanzar el máximo incremento de la difusividad tendŕıamos que reducir 300 veces la frecuencia. Dado que comercialmente no existen reductores mecánicos de frecuencia con cualquier factor de reducción, nos adaptamos al mercado y conseguimos un reductor de frecuencias marca Risga con una reducción de 60 (ver figura 3.4). Diseñamos y mandamos a hacer una junta para unir el eje del motor con el eje de entrada del reductor y otra para unir el eje de salida con el pistón mediante una biela. En la junta para el pistón el excéntrico para la biela fue de 0.75 cm, por lo que la amplitud del desplazamiento seŕıa de 1.5 cm. Al no estar limitados por el tipo de flujo, escogimos esta amplitud por la similitud con el dispositivo de Lambert. Dado que el objetivo primordial de este experimento era estudiar la transferencia de calor, el sistema de Calentamiento fue modificado. En este experimento, a diferencia del de Lambert, nuestro objetivo no estaba ligado primordialmente con la a aplicación de este fenómeno a la enerǵıa solar. Por esta razón realizamos algunos otros cam- bios al dispositivo con la finalidad de mejorar y facilitar la observación y medición del fenómeno. Reemplazamos los CPC’s por un sistema de Calentamiento eléctrico. Con ello tendŕıamos mayor reproducibilidad y mayor control de las variables del sistema. Para ello utilizamos resistencias eléctricas de cafetera conectadas a un transformador de voltaje (Variac). Esta forma de Calentamiento se asemejaba al Calentamiento por 32 Figura 3.4: Reductor de frecuencias acoplado al motor y al pistón. radiación solar ya que se calentaba el tubo. Para garantizar que el Calentamiento fuera equivalente para los dos tubos administramos el mismo voltaje a cada resistencia y verificamos que el contacto con los tubos fuera muy similar. Cada resistencia teńıa un valor de ∼ 30Ω. Coloacamos dos resistencias en cada tubo, a un metro de distancia de los extremos y las pegamos con cemento térmico, como se observa en la fotograf́ıa 3.5. Las resistencias se conectaron en serie para que la potencia disipada fuera lo más parecida (ver apéndice) y se buscó que la resistencia entre ellas fuera cercana, que no variara más de ∼ 0.5 %. El voltaje total de operación varió entre 30 y 80 V. En este experimento utilizamos termopares tipo T al igual que en el dispositivo de Lambert. Aumentamos el número de termopares a un total de 20, 10 en cada tubo. Utilizamos también el mismo sistema de adquisición de datos. El número de termopares estuvo limitado por el número de canales en la tarjeta del adquisidor. Colocamos los termopares en los tubos en dos configuraciones diferentes. Para pegarlos utilizamos cemento térmico. En la primera configuración de termopares colocamos todos los termopares en la parte superior de los tubos, separados a ∼ 10 cm de cada uno, empezando a 1 cm de la fuente de calor. Esto lo hicimos basados en la idea de que la diferencia de temperatu- ra entre las partes superior e inferior era lo suficientemente constante para cualquier punto en el eje del tubo, de la misma forma que lo hizo Lambert. De esa manera obten- dŕıamos más puntos de medición, aprovechando los termopares al máximo. Dado que no observamos la diferencia de temperaturas esperada, modificamos la posición de los 33 Figura 3.5: Fotograf́ıa de las resistencias de cafetera pegadas a cada tubo con cemento térmico. termopares. En la segunda configuración quisimos observar también las temperaturas en el lado inferior del tubo. Colocamos 10 termopares en cada tubo, uno arriba y otro abajo, separados cada par de termopares por una distancia de ∼ 20 cm (ver figura 3.6). Nosotros esperábamos ver una mayor transferencia de calor en el flujo oscilatorio. Esto se podŕıa observar de distintas maneras. Por ejemplo, con una mayor velocidad en la señal termica en el tubo con flujo oscilatorio en relación con tubo sin flujo. O también un incremento de la temperatura más acelerado, una temperatura final promedio más elevada o una mejor distribución del calor. A continuación se muestra una gráfica de los resultados obtenidos con este dispositivo (fig. 3.7). Observamos que el agua no se estaba calentando como esperábamos. Al calentar el tubo de cobre, éste ced́ıa una parte de la enerǵıa al agua y otra al resto del tubo. Entonces, la suposición que hicimos no fue válida. La relación entre el espesor del tubo y el largo no bastó para poder considerar que el calor axial no fluiŕıa por el tubo sino por el fluido. Por un lado, no estabamos calentando el agua como pensábamos y por otro, la temperatura que med́ıamos en el tubo no equivaĺıa a la temperatura del agua en contacto con esa región del tubo. Aśı que proseguimos a modificar el dispositivo para corregir estos dos aspectos. 3.3. Segunda modificación: calentamiento directo Tuvimosque hacer otra modificación al dispositivo enfocada a que el fluido de tra- bajo se calentara propiamente. Si calentáramos directamente el agua se corregiŕıa tam- 34 Figura 3.6: Esquema del dispositivo de tubos de cobre. bién el problema del flujo de calor axial a través del cobre y por lo tanto la medición de temperaturas en el tubo seŕıa también la del fluido. Al calentar el fluido directa- mente haremos que el sistema de Calentamiento del dispositivo sea muy diferente al del colector solar. Por lo tanto, decidimos enfocar el experimento prioritariamente hacia la comprensión del fenómeno de la transferencia de calor. Esta segunda configuración del dispositivo fue la misma que la del anterior exceptuando por el sistema de calentamiento y la medición de temperaturas. Básicamente teńıamos que calentar el agua sin que fuera a través de los tubos y garantizar que los dos sistemas fueran equivalentes, que el calor cedido al fluido de cada tubo fuera el mismo. Para ello decidimos continuar con las resistencias de cafetera pero introduciéndolas directamente al agua. Debido al tamaño de las resistencias, para que cupieran tuvimos que hacer una modificación a los tubos en los extremos en “L”. Desoldamos el tubo corto colocado después del codo de cobre y soldamos un cople reductor, de 11/2” a 1”, y un tubo de 1 1/2” de diámetro y 8 cm de largo. Cada resistencia se sujetó al tubo con un pedazo de hule de tal forma que la resistencia quedaba en el centro del tubo sin hacer contaco con él. En la figura 3.8 se muestra la modificación. Ahora, además de calentar directamente el fluido, en vez de calentar los tubos en medio, los calentamos en uno de los extremos. Éso nos llevó a cambiar también la distribución de los termopares. Para la medición de temperatura utilizamos los mismos termopares y el mismo sis- 35 0 2000 4000 0 10 20 T1 T5 T9 T11 T15 T19 V ar ia ci ón d e Te m pe ra tu ra (º C ) Tiempo (s) Figura 3.7: Gráfica de la variación temperatura (T − T0) contra el tiempo en el tubo 1 (Termopares 1, 5 y 9) y el tubo 2 (Termopares 11, 15 y 19). La temperatura fue normalizada con la temperatura inicial para la mejor comparación de una toma de medidas y otra. Se utilizó ω = 0.0109 Hz. 36 Figura 3.8: Esquema y fotograf́ıa de la modificación al codo en “L” con la resistencia dentro y el cubierto con el aislante térmico. Figura 3.9: Última modificación de la distribución de termopares en los tubos de cobre. 37 tema de adquisición de datos. Únicamente cambiamos la ubicación de los termopares. Primero pusimos una distribución provisional similar a la anterior: los termopares colo- cados en pares, uno arriba y uno abajo, a distancias iguales entre cada par. Dado que el decaimiento de las temperaturas es exponencial con respecto a la distancia, decidimos que la distribución de los termopares deb́ıa ser del mismo tipo. Además, dado que sólo teńıamos 10 termopares para cada tubo, decidimos poner 8 termopares arriba y 2 aba- jo. Con esto abarcamos un mayor número de puntos para la medición de temperatura que con la disposición anterior y, a la vez, tenemos dos puntos en donde hay un par de termopares para observar el comportamiento en la dirección vertical. En la figura 3.9 se muestra la distribución numerada de los termopares 1-10 en el tubo 1. La distribución para el tubo 2 fue la misma pero con los termopares 11-20. Después de reacomodar de los termopares utilizamos un aislante térmico de neopreno para cubrir la parte del tubo en donde estaban los termopares para que se perdiera menos calor hacia el ambiente. Ésa fue la última modificación a este dipositivo de tubos de cobre. Śı logramos calentar el agua directamente, pero fue evidente que aún hab́ıa que hacer otras adaptaciones al dispositivo para poder observar el fenómeno deseado. Debido a que la conductividad térmica del cobre es mayor a la del agua, al calentar el agua ésta ced́ıa calor al cobre y éste flúıa a través del tubo en dirección axial. Por lo tanto, no pudimos medir la temperatura del fluido correctamente. En realidad estabamos midiendo medimos únicamente la temperatura del tubo. La teoŕıa está elaborada para paredes aislantes. Nosotros supusimos que habŕıa una función similar con paredes conductoras, pero no pudimos medir el efecto. En la gráfica (3.10) se muestran los resultados obtenidos con este dispositivo. En dicha gráfica se aprecia la oscilación del las temperaturas en el flujo oscilatorio. Esto nos indica que el aislamiento de los tubos funcionó correctamente. Se puede apreciar que la amplitud de la oscilación de las temperaturas era mayor en los puntos cercanos a la fuente de calor, lo que nos indica que el gradiente de temperatura también era mayor. Aunque los tres termopares de referencia para cada tubo indicaron una temperatura más elevada para el flujo oscilatorio, ésta fue más pequeña de lo esperado. Al final de los aproximadamente 4500 s a partir del inicio del Calentamiento, la diferencia de temperaturas para cada par de termopares de referencia no superó un grado cent́ıgrado. Entonces, acorde a nuestras conclusiones habŕıa que modificar el dispositivo para que las paredes tuvieran menor conductividad térmica que el fluido y para que midiéramos la temperatura del fluido y no la de la pared. 3.4. Dispositivo final: paredes aislantes La siguiente modificación al dispositivo es más bien la construcción de un nuevo dis- positivo a partir del anterior, basándonos en algunas ideas y conclusiones ya señaladas. 38 0 2000 4000 0 10 20 30 T1 T5 T8 T11 T15 T18 V ar ia ci ón d e Te m pe ra tu ra (º C ) Tiempo (s) Figura 3.10: Gráfica de la variación temperatura (T − T0) contra el tiempo en el tubo 1 (Termopares 1, 5 y 8) y el tubo 2 (Termopares 11, 15 y 18). La temperatura fue normalizada con la temperatura inicial para la mejor comparación de una toma de medidas y otra. Se utilizó ω = 0.00557 Hz. 39 Al cambiar el material de los tubos por uno aislante, debemos cambiar el sistema de medición de temperaturas, y si el diámetro del tubo cambia, habrá también que cam- biar el pistón y la camisa. Este es nuestro caso. La ventaja de utilizar tubos aislantes es que la pérdida de calor hacia el ambiente va a ser mucho menor que con un material conductor. Además, al utilizar un material cuya conductividad térmica sea menor que la del fluido de trabajo, vamos a garantizar que el calor fluye primordialmente por el fluido. Esto tiene la desventaja de complicar la construcción del dispositivo y de hacer más dif́ıcil la medición de las temperaturas. Después de haber hecho el experimento con tubos conductores para facilitar el desarrollo experimental, determinamos que no es posible satisfacer la consideración teórica de las paredes aislantes. A continuación se presentan la construcción del dispositivo final para los propósitos de nuestro experi- mento. 3.4.1. Tubos de PVC El material que cumplió con las caracteŕısticas deseadas y de fácil acceso para las paredes del dispositivo fue el policloruro de vinilo (PVC). La conductividad térmica del PVC vaŕıa entre 0.12 y 0.25 W mol¦K , es decir, es entre 2 y 4 veces menor que la del agua 0.60 W mol¦K [1]. Aunque el cobre es el material más utilizado en tubeŕıas, el PVC también es muy usado; es barato y comercial. Ya hab́ıamos mencionado que al calentar el agua directa- mente y no a través del tubo estábamos alejándonos de la realidad de un colector solar. En este caso tendemos aún más hacia el objetivo de entender el fenómeno dejando esta aplicación por un lado. Convencidos de que para poder proponer una aplicación se re- quiere conocer el fenómeno en detalle, convertimos éste en nuestro objetivo primordial. Compramos tubos de PVC para agua caliente, que tienen un espesor mayor que los convencionales. Los tubos teńıan 1.45 m de largo y 1/2” (0.127 cm) de diámetro. Pegamos con cemento para PVC en un extremode cada tubo un reductor de 1” (0.254 cm) a 1/2”, después otro reductor de 2” (0.508 cm) a 1” seguidos por un pedazo de tubo de 2” de diámetro y 10 cm de largo. La terminación en “L” del tubo de PVC es igual al que se muestra en esa figura 3.9. En el otro extremo colocamos un tapón en el tubo 2. En el tubo 1 colocamos una camisa de pistón que se describe a continuación. 3.4.2. Dispositivo para la generación de un gradiente de pre- sión Las dimensiones del nuevo dispositivo cambiaron. El diámetro de los tubos pasó de 1” (0.254 cm) a 1/2” (0.127 cm) por lo que fue necesario hacer otro pistón y otra camisa. Compramos una junta de PVC con rosca y mandamos a hacer una camisa de pistón de acero inoxidable para que embonara con ésta. El pistón, también de acero inoxidable, estuvo diseñado para que todo su movimiento lo hiciera dentro de la camisa. Entre la 40 juntura de PVC y acero usamos teflón para evitar fugas. El pistón se sujetó mediante una biela a una junta, con un excéntrico a 6 mm del centro. La junta, a su vez, estaba unida a un reductor de frecuencias con un factor de reducción de 60. El reductor estaba unido mediante una junta a un motor trifásico Siemens de 3 Hp (fig. 3.3). Para operar el motor se utilizó un controlador de frecuencias Yaskawa modelo GPD 315/V7. El cambio en las dimensiones de los tubos ocasionó que también lo hiciera el número de Womersley y, por lo tanto, la frecuencia requerida para alcanzar el máximo de la difusividad térmica efectiva tambien cambió. Dado que la difusividad térmica efectiva está en términos del número de Womersley, y éste depende, a su vez, del radio del tubo y de la frecuencia de oscilación del pistón, al realizar un cambio en el radio de los tubos tendremos que volver a determinar los ĺımites de la frecuencia en que operaremos. En la sección 3.4.4 se muestran los cálculos realizados con respecto a la frecuencia. La amplitud de oscilación del pistón quedó fijada en 1.2 cm. En la sección 3.4.5 se detalla como se determinó la amplitud más indicada. Para poder medir de manera directa tuvimos que cambiar el método de medición de temperaturas. 3.4.3. Medición de Temperaturas Al utilizar tubos aislantes no pod́ıamos colocar los termopares directamente sobre el tubo porque no mediŕıamos la temperatura del fluido. El objeto era medir la tem- peratura directamente del fluido. Entonces tuvimos que perforar el PVC y para que no hubiera fugas usamos pasamuros como se muestran en la figura 3.11. Se utilizaron termopares tipo T, de cobre-constantán, similares a los usados anteriormente, pero más delgados para que pasaran a través de las férulas de los pasamuros. Los calibramos con un pozo térmico con resolución de 0.1C. La distribución de los termopares se muestra en la figura 3.12. Los dos tubos tuvieron la misma distribución de termopares. En el tubo 1 (flujo oscilatorio) colocamos los termopares 1-10 y en el tubo 2 (flujo estacionario) los termopares 11-20. Después de colocar los termopares y fijarlos en los pasamuros utilizamos silicón para que los tubos quedaran completamente sellados. Con esto teńıamos ya el dispositivo listo para funcionar. Ahora veamos más a detalle el cálculo de la frecuencia de oscilación. 3.4.4. Cálculo de la frecuencia de oscilación Para calcular la frecuencia de oscilación del pistón, primero debemos determinar la velocidad de rotación del motor. Del manual del controlador de frecuencias tenemos la relación Ns = f p , (3.1) En donde Ns nos determina el número de vueltas del motor por unidad de tiempo, 41 Figura 3.11: Pasamuros para colocar los termopares sin tener fugas de agua. Figura 3.12: Distribución te pasamuros y termopares en el dispositivo con tubos de PVC. 42 f es la frecuencia de administración regulada por el controlador y p es un parámetro relacionado con el número de polos del motor. En este caso, el número de polos del motor es 2p = 6, por lo que p = 3. Entonces, para calcular el número de revoluciones por unidad de tiempo del eje del motor sólo nos falta multiplicar Ns por el factor de deslizamiento h que relaciona el número de revoluciones teórico obtenido en la ec. (3.1) con la frecuencia neta del eje de rotación fout. En nuestro caso, h = 1125 1200 , entonces fout = Nx ¦ h. Si además tenemos un reductor de frecuencias mecánico conectado al eje del motor, podemos calcular la frecuencia neta de salida del sistema con respecto a la de adminis- tración en el controlador simplemente dividiendo fout entre el factor de reducción red, fpist = fout red . Dado que la frecuencia neta de salida es la misma que la frecuencia del pistón fpist, es fácil ver que en términos de la frecuencia de administración del contro- lador está dada por fpist = f 3 ¦ red ( 1125 1200 ) , (3.2) De la ecuación 3.2 vemos que para nuestro caso con un factor de reducción red = 60 y la frecuencia mı́nima que puede administrar el controlador es de 1 Hz, por lo tanto la frecuencia mı́nima que podŕıamos alcanzar es de 0.005 Hz. Con esta frecuencia, dado que Wo = a √ w η , vemos que Wo = 2.5 y vemos en la gráfica 2.5 que estaŕıamos cerca del valor máximo de Wo (≈ 1.2) y con ello también αe ≈ 1 m2 s−1. Como el controlador de frecuencias funciona en el rango de f = 1 Hz hasta f = 30Hz entonces vemos que la frecuencia del pistón oscilará entre fpist = 5.2 mHz hasta fpist = 160 mHz. Esto nos permitiŕıa abacar un amplio margen de frecuencias y con ello buscar la curva αe vs Wo. Para la construcción de la junta motor-reductor y la junta reductor-pistón fue nece- sario determinar la amplitud de desplazamiento que tendŕıa el pistón de tal forma que tuviéramos un flujo laminar. El desarrollo de los cálculos realizados se presenta a continuación. 3.4.5. Amplitud de Oscilación Para determinar la amplitud de oscilación del pistón nos basamos en la restricción de tener un flujo laminar. Para ello calculamos el número de Reynolds en función de la amplitud de oscilación. El número de Reynolds Re = vpromD ν , (3.3) en donde vprom es la velocidad promedio del fluido en el tubo, D es el diámetro del tubo y ν es la viscosidad cinemática del fluido. 43 Dado que tenemos un gradiente de presiones sinusoidal en la dirección axial, si aproximamos el flujo a un oscilador armónico simple tenemos que en el eje del cilindro, donde la velocidad es máxima v = −A0ω0eω0t+φ, en donde v es la velocidad en la dirección axial, A0 es la amplitud, ω0 la es frecuencia y φ es la fase. Entonces, promediando la velocidad en el tiempo tenemos que vprom = 1 2 A0ω0. (3.4) Ahora bien, sustituimos la ec. (3.4) en la ec. (3.3) obtenemos Re = A0ω0D 2ν . (3.5) En nuestro caso tenemos que D = 0.0127 m. La viscosidad cinemática del agua vaŕıa con la temperatura. Dado que trabajaremos con temperaturas entre 200C y 600C, aproximadamente, podemos tomar el valor de la viscosidad cinemática para agua a 400C, ν400C = 6.58 × 10−7 Pa¦s [1]. El rango de frecuencias del pistón en que puede operar el dispositivo está dado por 5.60mHz ≤ ω0 2π ≤ 160mHz. Aún aśı, dado que nos interesan las frecuencias más bajas, estaremos en el rango 5.60mHz ≤ ω0 2π ≤ 56mHz. Si consideramos que es un flujo laminar, entonces se debe cumplir que Re ≤ 2300 [21]. Debemos aclarar que la forma en que estimamos el número de Reynolds es sólo una aproximación ya que en este método consideramos un flujo a velocidad constante cuando en realidad tenemos un flujo oscilatorio. Es por esta misma razón que deseamos fijar los parámetros de tal forma que el número de Reynolds esté muy por debajo del ĺımite entre flujo laminar y turbulento. Entonces, para determinar una amplitud de oscilación del pistón para la cual el flujo esté muy por debajo de la transición entre el flujo laminar y turbulento (Re ¿ 2000), tomamos un valor del número de Reynolds Re = 100. Consideremos la frecuencia máxima con que oscilará el pistón para garantizar que, dentro de nuestrorango de frecuencias, tengamos siempre Re ≤ 100, entonces tomamos ω0 = 352mHz. Además, con D = 0.0127 m y ν = 6.58× 10−7 tenemos que A = 2νRe ω0D = 0.0292m. (3.6) Entonces determinamos que el ĺımite para la amplitud seŕıa 2.92 cm. Para la cons- trucción de nuestro dispositivo hicimos un barreno para la junta del pistón a 6 mm del centro de tal forma que la amplitud total del pistón fue de 1.2 cm. 44 Figura 3.13: Estratifiación de las temperaturas en el codo en “L” de los tubos de PVC. El color rojo representa las temperaturas mayores y el azul las menores. 3.4.6. Última modificación al dispositivo Al realizar el experimento observamos que el calor no estaba fluyendo correctamente. El agua en la piscina térmica estaba por encima de los 700C mientras que en los ter- mopares más cercanos a las piscinas se registró una variación de temperaturas menor a 30C. Esto se lo atribuimos a que ocurŕıa un fenómeno de estratificación de las temper- aturas en el codo en “L”. Las dimensiones de esta sección del tubo (aproximadamente de 15 cm) eran tales que no nos permit́ıan despreciar este fenómeno. En la figura 3.13 se muestra un esquema de este fenómeno. Corroboramos esta hipótesis midiendo las temperaturas del agua a distintas alturas del tubo y encontramos que la capa superior del codo la temperatura era de 800C mientras que en la capa inferior era apenas de 260C. Esta situación nos obligó a modificar esta sección del dispositivo con la finalidad de evitar este fenómeno. Para corregir el problema de la estratificación decidimos que las piscinas para las resistencias deb́ıan estar a la misma altura. Sustituimos en cada tubo el codo en “L” por una junta en forma de “T”. A la junta le pusimos un tapón de un lado y del otro lado la cortamos, como se observa en la figura 3.14. Finalmente cubrimos a los tubos con un aislante de neopreno para reducir la pérdida de calor. Con esta última modificación al dispositivo realizamos el resto de nuestros experimentos. 3.4.7. Resultados Iniciamos el experimento sin oscilación para el tubo 1 y observamos una diferencia punto a punto considerable. Dado que vimos la importancia de la estratifiación de las 45 Figura 3.14: Terminación en “T” de los tubos de PVC. temperaturas, esta diferencia la atribuimos a que los termopares no estuvieran colocados a la misma profundidad en el tubo. El problema con eso es que no pod́ıamos garantizar con precisión la profundidad de los termopares con respecto a los pasamuros. Entonces, el error humano asociado a la colocación de los termopares fue muy significativo, dada la importancia de la estratificación de las temperaturas. Como esto no lo pudimos modificar fácilmente y garantizarlo con mucha precisión decidimos comparar el tubo 1 contra él mismo, con oscilación y sin oscilación. Al mis- mo tiempo comparaŕıamos el tubo 2 contra él mismo para observar la semejanza entre las dos corridas. De esta forma eliminaŕıamos el error debido la estratificación de las temperaturas. Para ello nos dimos cuenta de la importancia de las condiciones iniciales. Hicimos algunas corridas sin oscilación al principio para compararlas y primero garan- tizar que nuestros datos eran reproducibles. Entre una toma de datos y otra obtuvimos variaciones de punto a punto de alrededor de 10C. Es decir, no logramos que los experi- mentos fueran tan reproducibles como necesitábamos. Nos dimos cuenta de que nuestro dispositivo era demasiado sensible a una serie de factores que nos era muy dif́ıcil con- trolar. Entre estos factores se encontraban la posición de las resistencias dentro de la piscina, la posición inicial del pistón, la inclinación de los tubos y la temperatura inicial del fluido. Intentamos controlar estos factores midiendo la temperatura inicial del agua en los tubos, iniciando la oscilación a tiempos controlados después de iniciar el calen- tamiento, midiendo la potencia aplicada a las resistencias y la frecuencia del controlador y verificando que los tubos tuvieran la misma cantidad de agua en todas las corridas, entre otros detalles. Logramos mejorar nuestras mediciones, pero no logramos eliminar la diferencia entre una corrida y otra. En la figura 3.16 se alcanza a apreciar la oscilación de la temperatura en el tiempo debido al perfil de velocidades del fluido. Se observa que el tiempo de llegada de la 46 Figura 3.15: Dispositivo Experimental señal térmica es mayor cuando la distancia a la fuente de calor también es mayor. Por otro lado, no se puede apreciar claramente a partir de la gráfica un incremento en la transferencia de calor en el tubo 1. Notamos que las curvas para los termopares análogos del tubo con fluido oscilatorio y el estacionario son muy semejantes. Además la diferencia entre las temperaturas finales entre cada par análogo de termopares vaŕıa indistintamente entre los dos tubos. Otro dato que nos proporciona información acerca de la transferencia de calor en cada fluido es el tiempo de llegada de la señal térmica. En la gráfica se observa que estos tiempos son muy similares. Hicimos una gráfica del tiempo de llegada de la señal térmica contra distancia a cada termopar para cada tubo (figura 3.17). En la gráfica 3.17 se observa que no hay un patrón para dichos tiempos. También se incluyó el ajuste de las curvas con una función de la forma t = ax2 + bx + c. Cabe recalcar que, aunque este resultado es caracteŕıstico de esta toma de datos, lo hicimos para otras distintas y éste es un resultado representativo general ya que los tiempos de calentamiento eran siempre muy parecidos aunque el número de Womersley variara. También elaboramos una gráfica de ∆T = Tf inal − Tinicial para cada termopar en una corrida completa. Este resultado, al igual que el anterior, es caracteŕıstico pero también representativo de lo obtenido para las demás corridas. En la figura 3.18 se muestra la variación de la temperatura para cada termopar. No se observa ningún patrón de comportamiento en la variación de la temperatura en cada termopar en la gráfica 3.18. La discusión y las conclusiones acerca de estos resultados se presentan en el caṕıtulo siguiente, en el cual se dan explicaciones posibles 47 para los resultados observados y propuestas para futuros experimentos. 48 0 2000 4000 6000 8000 20 40 60 T 1 T 11 T 5 T 15 T 9 T 19 Te m pe ra tu ra (º C ) Tiempo (s) Figura 3.16: Gráfica de la temperatura contra el tiempo en el tubo 1 (Termopares 1, 5 y 9) y el tubo 2 (Termopares 11, 15 y 19) con ω = 0.00557 Hz. Figura 3.17: Gráfica del tiempo de llegada de la señal térmica contra la distancia a la fuente de calor de los termopares 1-9 (tubo 1) y 11-19 (tubo 2). 49 Figura 3.18: Gráfica del cambio de temperatura ∆T = Tf inal − Tinicial contra la distancia a la fuente de calor de los termopares 1-9 (tubo 1) y 11-19 (tubo 2). 50 Caṕıtulo 4 Análisis y resultados En este caṕıtulo analizamos los resultados experimentales y el por qué éstos no concuerdan con los predichos por la teoŕıa y proponemos una explicación viable. Pre- sentamos el concepto de desplazamiento de marea y hacemos un análisis numérico para distintos fluidos. También proponemos una alternativa al problema teórico usando la ecuación de Cattaneo-Vernotte en lugar de la ecuación de Fourier para el flujo de calor. Mostramos un problema que se presenta al utilizar la teoŕıa utilizada por Kurzweg con esta nueva propuesta y analizamos el problema con el propósito de mejorar dicha teoŕıa. Finalmente, presentamos algunas ideas para el diseño de futuros experimentos. 4.1. Introducción En el caṕıtulo anterior concluimos que no se logró apreciar un aumento en la trans- ferencia de calor en el fluido con flujo oscilatorio, a pesar de ajustar los parámetros del experimento lo mejor posible. Las distintas variables del experimento fueron controladas de manera confiable para que los resultados fueron válidos. El análisis de los resultados experimentales
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