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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO PROGRAMA DE MAESTRÍA Y DOCTORADO EN URBANISMO EVALUACIÓN DE LAS CONDICIONES DE HABITABILIDAD DE UN CONJUNTO URBANO DESDE LA PERSPECTIVA DE LOS ADULTOS MAYORES: EL CASO DE TLATELOLCO TESIS PARA OPTAR POR EL GRADO DE: DOCTORA EN URBANISMO PRESENTA: GEORGINA CÁRDENAS PÉREZ Comité tutor: Tutora: Dra. Esther Maya Pérez Facultad de Arquitectura – UNAM Cotutora: Dra. María Teresa Esquivel Hernández División de Ciencias Sociales – UAM Azcapotzalco Cotutora: Dra. Johanna Lozoya Meckes Facultad de Arquitectura – UNAM Sinodales Lectora: Dra. Carolina Inés Pedrotti El Colegio Mexiquense A. C. Lector: Dr. J. Guadalupe Martínez Granados Centro de Actualización del Magisterio en el Distrito Federal - SEP Ciudad Universitaria, CD. MX., agosto de 2018 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 Dedico esta tesis a mi esposo Justin y a mi hijo Fortino, su apoyo, su compañía, y el trabajo que hicimos juntos me dio fuerza y certeza del inicio al fin del programa de doctorado, con amor y agradecimiento para ustedes. Agradecimientos Un trabajo como éste, por su duración, por su exigencia, no es nunca producto del trabajo individual y menos cuando se comparte con la maternidad, así que para lograr llegar al final de este proceso ha sido necesario sumar el esfuerzo, trabajo y generosidad de muchas personas, a todas ellas gracias. Gracias a mi esposo, quien me acompañó todo el tiempo, durante las noches de estudio, intercambiando horarios de trabajo para compartir los cuidados de nuestro hijo, caminando juntos la vida y el conjunto urbano, grabando, editando y discutiendo el vídeo que logramos construir como resultado de este trabajo y del diálogo constante. De corazón, gracias a mis padres, quienes me apoyaron durante todo el proceso, a veces grabando y caminando juntos Tlatelolco, otras veces cuidando y alimentando a mi bebé que para entonces era un recién nacido en casa, quienes abrazaron el doctorado y la maternidad conmigo para hacer este trabajo posible. Quiero agradecer a la Universidad Nacional Autónoma de México, mi alma máter, por todo lo que me ha brindado más de la mitad de mi vida, y en especial a través de este programa de doctorado. Agradezco sinceramente a mi tutora la Dra. Esther Maya Pérez por su guía, sus comentarios, por enseñar con su ejemplo y sugerir con su conocimiento, por acompañarme más allá de lo académico. Gracias a mi comité, la Dra. María Teresa Esquivel Hernández por su lectura crítica, su calidez y sus comentarios orientados a mejorar el trabajo y a enfocar mejor mi objeto de estudio. A la Dra. Johanna Lozoya Meckes por su seguimiento puntual y apoyo a lo largo del proceso. A la Dra. Carolina Inés Pedrotti y al Dr. J. Guadalupe Martínez Granados por su tiempo, su lectura y sus comentarios. En especial gracias a dos informantes que fueron clave en este trabajo, Miguel Ángel Marez Tapia y Mishell Altamirano, ambos jóvenes tlatelolcas, habitantes y expertos del conjunto urbano, quienes me ofrecieron la oportunidad de realizar recorridos, de acceder a los acervos de información que han ido construyendo a través de los años. A la Revista Vivir en Tlatelolco, a su comité editorial, a la Asociación de Jubilados y Pensionados de Tlatelolco. Gracias póstumas a la Sra. Nina y al Sr. Vicente Vargas quienes a través de su narración nos señalaron los retos que hacen falta superar para mejorar las condiciones de habitabilidad de los adultos mayores en Tlatelolco. Agradezco a todas las personas que participaron en este estudio, por su valiosa información, por su confianza y su generosidad, algunas tlatelolcas de corazón, otras no, pero todas habitantes del conjunto portadoras del conocimiento que se adquiere del vivir y envejecer en y con el lugar. Al Dr. Milton Aragón quién cuando recién estaba preparando el anteproyecto de investigación me sugirió que estudiará el caso de Tlatelolco. Gracias a Brenda, Mayela, Fernando y a los estudiantes de la Universidad Justo Sierra Plantel Cien Metros, quienes entre 2015 y 2016 participaron en el trabajo de campo en Tlatelolco. Gracias a nuestras familias, en México y Estados Unidos, por su apoyo, solidaridad, entusiasmo y alegría al compartir este momento. Gracias a mis amigas Guadalupe y Silvina, por acompañar mi diálogo de dos vías, la maternidad y la tesis, por su afecto y compañía. A todas y todos gracias. 3 ÍNDICE Número de página Introducción 9 Justificación 13 Planteamiento del problema 15 Preguntas de investigación 26 Hipótesis 26 Objetivos 27 Alcance 27 Estrategia metodológica 28 Tipo de estudio 29 Participantes en el estudio 30 Selección de la muestra 32 Variables explicativas 34 Técnicas de recolección de la información 38 Capítulo 1. Antecedentes. La emergencia de los grandes conjuntos urbanos y las políticas habitacionales 44 1.1 La emergencia de los grandes conjuntos urbanos. La propuesta de Mario Pani en la Ciudad de México 45 1.2 Los cambios en las políticas habitacionales desde la década de 1930 hasta la actualidad 52 1.3 El derecho a la vivienda, el derecho a la ciudad y los mecanismos para garantizarlos en el caso de los adultos mayores 63 Capítulo 2. Los retos urbanos del envejecimiento poblacional 72 2.1 Vejez y envejecimiento 73 2.2 Envejecimiento poblacional: actualidad y proyecciones 76 2.3 Los retos urbanos frente al envejecimiento poblacional 84 2.4 El curso de vida y los procesos de construcción de las desigualdades en la vejez 92 2.4.1 El concepto del curso de vida 92 4 2.4.2 Los procesos de construcción de las desigualdades en la vejez 94 Capítulo 3. Aproximaciones conceptuales para el estudio de las condiciones de habitabilidad en los conjuntos urbanos 101 3.1 El habitar y los modos de habitar en un espacio envejecido en la vejez 101 3.2 Hacia una conceptualización de las condiciones de habitabilidad 109 3.2.1 Condiciones de habitabilidad: los conceptos y sus dimensiones 109 3.2.2 El diseño y uso de las áreas de uso social y el papel de los equipamientos urbanos 115 3.2.3 Las relaciones vecinales y el papel de la participación vecinal 121 3.2.4 Propuesta para estudiar las condiciones de habitabilidad 128 3.3 La situación actual de deterioro físico y social en los conjuntos habitacionales en la Ciudad de México 131 Capítulo 4. Caso de estudio: Conjunto Urbano Presidente Adolfo López Mateos de Nonoalco Tlatelolco 139 4.1 El contexto. El proyecto de regeneración urbana para el área central de la Ciudad de México 141 4.2 El Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco: la filosofía de hacer ciudad detrás del proyecto urbano 148 4.3 El régimen de tenencia de la vivienda en Tlatelolco 162 4.4 Deterioro, pérdida del valor y vulnerabilidad del conjunto urbano 182 Capítulo 5. Resultados 190 5.1 Los habitantes mayores en Tlatelolco 192 Los nuevos habitantes del conjunto urbano 192 Los patrones de residencia de los adultos mayores en Tlatelolco 197 Nivel de protección social y económica: las desigualdades en la vejez en Tlatelolco 203 5.2 Los modos de habitar de los adultos mayores en Tlatelolco 210 5.3 Las condiciones de habitabilidad del Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco desde la perspectiva de sus habitantes 214 5 5.3.1 Perspectiva de los adultos mayores sobre las condiciones de habitabilidad de sus viviendas: características físicas, constructivas y urbanas. 214 5.3.2 Perspectiva de los adultos mayores sobre las condiciones de habitabilidad de los edificios y áreas de uso social en el conjunto urbano: características físicas, constructivas y urbanas 223 Deterioro físico del conjunto urbano 224 Equipamiento urbano 227 El sistema de transporte público 231 Uso del espacio y desplazamientos de las personas adultas mayores en Tlatelolco 234 Infraestructura para la accesibilidad 237 5.3.3 Sobre las relaciones vecinales en Tlatelolco 239 La movilidad residencial, de la cohesión y el conflicto vecinal 240 Deterioro social 243 El papel de las instituciones de gobierno en la administración del conjunto urbano 245 La identidad tlatelolca y el balance de la participación vecinal 251 Conclusiones 254 Propuestas en torno a un Tlatelolco más amigable con las personas adultas mayores y para una ciudad accesible para todos 268 Líneas de investigación necesarias en Urbanismo frente al envejecimiento 271 Bibliografía 273 Anexo 1. Instrumento. Entrevista para habitantes de 60 años o más del Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco 294 Anexo 2. Procedimiento empleado durante el proceso de codificación de la información 298 6 INDICE DE MAPAS, TABLAS, GRÁFICAS, DIAGRAMAS, FIGURAS Y FOTOGRAFÍAS Mapas Número de página Mapa número 1. Ubicación y límites territoriales del Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco 12 Mapa número 2. Sismos de septiembre de 2017 en México 137 Mapa 3. Zona de tugurios y patios del ferrocarril en Nonoalco Tlatelolco, 1950 141 Mapa 4. Proyecto de ampliación de Paseo de la Reforma, 1964 144 Mapa 5. Trazado actual del área de donde se desalojó a residentes de Tlatelolco entre 1963 a 1965 144 Mapa 6. Una pequeña parte de la Ciudad de México que muestra los terrenos del proyecto y una zona de tugurios 150 Mapa 7. Distribución de los usos de suelo en el proyecto urbano 151 Mapa 8. Supermanzana 1. La Independencia. 153 Mapa 9. Supermanzana dos, La Reforma 154 Mapa 10. Supermanzana tres, La República 155 Mapa 11. Tlatelolco: edificios clasificados según la concentración de AM 202 Mapa 12. Dibujo de mi barrio 235 Mapa 13. Áreas propicias para la inseguridad según los AM que habitan en Tlatelolco 237 Tablas Tabla número 1. Factores a considerar en el análisis de las condiciones de habitabilidad en un conjunto urbano 22 Tabla número 2. Total de participantes por tipo de técnica de recolección de información, sexo y sección en la que habita. 30 Tabla número 3. Prototipos de vivienda según estrato socioeconómico y tipología de edificios de Mario Pani 33 Tabla número 4. Tipología de edificios presentes por sección y por estrato socioeconómico 34 Tabla número 5. Factores físico-constructivos considerados en la guía de entrevista 34 Tabla número 6. Factores urbanos considerados en la guía de entrevista 35 Tabla número 7. Factores sociales considerados en la guía de entrevista 36 Tabla número 8. Leyes que protegen a los adultos mayores en México 66 Tabla número 9. Perspectivas de investigación del envejecimiento 94 Tabla 10. Total de edificios y viviendas construidas en el plan original 149 Tabla número 11. Características de edificios tipo A 156 Tabla número 12. Edificios y viviendas perdidas en Tlatelolco después de la reconstrucción. 184 Tabla 13. Datos básicos de los participantes 203 Tabla número 14. Cambios en la composición del tipo de hogar de los entrevistados 205 Tabla número 15. Factores que sintetizan los modos de habitar de los adultos mayores en el conjunto urbano 211 Tabla 16. Datos de los entrevistados: tipo de vivienda y número de habitantes 214 Tabla 17. Problemas en el funcionamiento de los servicios urbanos al interior de las viviendas 221 Tabla número 18. Tlatelolco: equipamiento urbano de 1962 a 2016 229 Tabla número 19. Información sobre espacios de abasto y comercialización en Tlatelolco al año 2016 231 7 Tabla número 20. Rutas de servicio de transporte público que hacen parada en el conjunto urbano 232 Tabla número 21. Características de los recorridos que realizan habitantes de 60 años y más en Tlatelolco 236 Tabla 22. Líneas de investigación en relación a los estudios urbanos 271 Gráficas Gráfica número 1. Proyección del nivel de envejecimiento a nivel internacional 78 Gráfica número 2. Proporción de la población de 60 años y más por estado. Datos 2010 y 2015 80 Gráfica número 3. Edad media de la población en México. Periodo 2000 - 2050 81 Gráfica 4. Proporción de habitantes de 60 años y más por sexo y por quinquenio de edad. CDMX - 2015 82 Gráfica número 5. Porcentaje de habitantes de 60 años y más por delegación y sexo. Datos 2015 83 Gráfica 6. Porcentaje de departamentos según el número de recámaras en edificios tipo A, B y C 149 Gráfica 7. Tlatelolco: años de construcción de los edificios 192 Gráfica 8. Tipo de edificio que habitó (1960 a 1980) y en que habitan ahora (2017) los AM entrevistados en Tlatelolco 198 Gráfica 9. Tlatelolco: comparativo del número de recámaras en la vivienda original y en la vivienda actual 198 Gráfica número 10. Población total y población de adultos mayores en Tlatelolco 200 Gráfica 11. Población de AM que residen en Tlatelolco por rango de edad al 2015 200 Gráfica número 12. Edificios con menos población de 60 años y más por número de pisos 201 Gráfica número 13. Edificios con menos población de 60 años y más distribuidos por sección. 201 Gráfica 14. Entrevistados: frecuencia de factores de protección social 206 Gráfica 15. Entrevistados: vivienda en altura y accesibilidad 209 Diagramas Diagrama 1. Factores que determinan los modos de habitar de los adultos mayores en conjuntos habitacionales 110 Diagrama 2. Cuadrantes para el análisis de las condiciones de habitabilidad 115 Diagrama 3. Indicadores para favorecer la seguridad en el entorno urbano 123 Diagrama 4. Deterioro físico y social, un proceso paralelo y multifactorial 134 Diagrama 5. Árbol de variables sobre la percepción del tamaño y funcionamiento de la vivienda 299 Diagrama 6. Dimensiones identificadas en relación al conjunto urbano, secciones y edificios 300 Diagrama 7. Cambios en el sistema de vigilancia y la percepción de inseguridad en Tlatelolco 301 Diagrama 8. Administración vecinal por módulos 303 Diagrama 9. Composición vecinal y movilidad residencial 304 Diagrama 10. Instituciones gubernamentales que se vinculan con la gestión y administración del conjunto urbano 305 Diagrama 11. Modos de habitar o trayectorias de vida en Tlatelolco 306 Diagrama 12. Datos sociodemográficos 308 8 Diagrama 13. Trayectorias de envejecimiento 308 Diagrama 14. Antecedentes del conjunto urbano 309 Figuras Figura 1. Deterioro físico y social de las unidades habitacionales según la Prosoc 132 Figura 2. Ruta de transporte público, 8 pesos, 44 minutos. Ruta accesible 233 Figura 3. Ruta en metro, 5 pesos costo y10 tiempo de recorrido. Ruta inaccesible 233 Fotografías Fotografía 1. Certificado de Participación Inmobiliaria no amortizable tipo B. Pago mensual de mayo de 1973 en un edificio tipo B, en la tercera sección del conjunto urbano 163 Fotografía número 2. Publicidad de venta de departamentos en Ciudad Tlatelolco 164 Fotografía 3. Tlatelolco, 2 de octubre de 1968. Policías vestidos de civiles y con los guantes blancos en la mano izquierda 171 Fotografía número 4. Bases de los edificios tipo C durante la reconstrucción después del sismo de 1985 188 Fotografía 5. Grietas en los muros de edificios tipo C en Tlatelolco 189 Fotografía 6. Grietas en los muros de edificios tipo C en Tlatelolco 189 Fotografía número 7. Margarita, Presidenta del Comité Vecinal en la primera sección de Tlatelolco 194 Fotografía 8. Transformador central para el abastecimiento de electricidad en la segunda y tercera sección, ubicado en el edificio 11 de la segunda sección 220 Fotografía 9. Edificio Chihuahua, tipo C, tercera sección 225 9 INTRODUCCIÓN El presente documento concentra el trabajo de investigación desarrollado durante el proceso de Doctorado en Urbanismo en la Facultad de Arquitectura de la UNAM. El proyecto de investigación se titula ¨Evaluación de las condiciones de habitabilidad de un conjunto urbano desde la perspectiva de los adultos mayores: el caso de Tlatelolco¨, y se enfoca en el análisis de las condiciones de habitabilidad de un conjunto habitacional, considerando que la población que ahí habita ha ido envejeciendo también, dado lo cual el estudio considera la díada vivienda - habitante un elemento esencial. De acuerdo con la Procuraduría Social del Distrito Federal (PROSOC) para el año 2014 el 50% de los conjuntos habitacionales se encontraban en franco deterioro o estaban concluyendo su ciclo de vida, al grado de que algunos requerían ya ser demolidas (GODF, 2014:11). Sin embargo, en la Ciudad México no se cuenta con programas de vivienda que actúen en ese sentido, debido a lo cual los conjuntos habitacionales que han transitado su vida útil1 muy frecuentemente continúan siendo habitados con los riesgos que ello conlleva en materia de seguridad urbana, y con las consecuentes expresiones del deterioro físico y social que se reflejan en las condiciones de habitabilidad tanto al interior de las viviendas como en las áreas de uso social. De manera paralela se ha evidenciado que a nivel mundial se está dando el llamado fenómeno de la transición demográfica, que apunta al envejecimiento poblacional, derivado de la conjunción de dos patrones, la disminución de la tasa de nacimientos y el aumento de la esperanza de vida de la población, por lo que gradualmente la población estará compuesta por un número creciente de personas de 60 años y más2, quienes a su vez verán un eventual aumento de la esperanza de vida. Este cambio poblacional demandará de parte de los gobiernos el reconocimiento de las necesidades de esta población, sobre todo a nivel urbano, por su alta concentración en las ciudades. Aunque México actualmente se considera un país joven se 1 La vida útil de un edificio o conjunto urbano está calculada en aproximadamente 30 años dependiendo de la calidad constructiva. 2 De acuerdo con INEGI (2005) en México se considera que a partir de alcanzar los 60 años de edad se ha llegado a la tercera edad, es decir, una persona es considerada adulta mayor. Para referirse a esta etapa del ciclo de vida se emplean diferentes etiquetas, tales son útiles para hacer referencia al proceso de vivir el periodo de vejez según los estándares de medida actuales, algunas de las etiquetas son: persona adulta mayor, personas mayores, anciano, anciana, población de la tercera edad y población envejecida. En este documento se utilizarán tales términos de manera indistinta a fines de referirnos a personas que viven esta etapa del ciclo de vida. 10 espera que en 30 años una de cada cuatro personas en el país tenga 60 años o más, y para entonces será considerado un país envejecido. En el caso de la Ciudad de México la proporción de personas adultas mayores era de 14.3% para el año 2015, según datos de INEGI, y al respecto de la población de 60 años y más que habitaba en los conjuntos habitacionales, al año 2011, se observaba una tendencia hacia la feminización del envejecimiento, similar a lo que pasa a nivel mundial, dado que el 11% del total de mujeres que habitaban en los conjuntos habitacionales en ese año eran mujeres adultas mayores, mientras que sólo el 8% del total de hombres era de ese grupo de edad (GODF, 2011; INEGI, 2015). Vale la pena reflexionar sobre las condiciones que permiten una concentración mayor de este grupo de edad en estos espacios de habitación en comparación con el promedio de la ciudad, al respecto sabemos que el impulso de la vivienda vertical, de la vivienda en conjuntos habitacionales, representa una alternativa de vida en la ciudad donde de acuerdo con la Prosoc uno de cada tres capitalinos habita en uno de estos inmuebles. También constituye un símbolo de la vivienda moderna, dado que tal oferta de vivienda en la Ciudad de México se empezó a construir desde 1932 (GODF, 2004), pero con más fuerza a partir de las décadas de los cincuenta y sesenta, momento de gran crecimiento urbano y poblacional en la ciudad. Además, el habitar en conjuntos habitacionales bajo de un régimen de propiedad supone procesos más largos de residencia de familias o personas jóvenes, ya que la adquisición de las viviendas implica la capacidad de endeudamiento de los inquilinos, lo que ocurre mayormente durante el periodo económicamente activo de una persona, es decir, mientras se tiene acceso a un trabajo, y a la posibilidad de acceso crediticio para la obtención de la vivienda. En esta lógica al mismo tiempo que se paga la deuda adquirida con el inmueble se establece el proceso de apropiación y de reconocimiento de la vivienda como propia, y en ese transitar del tiempo se van configurando también el proceso de ir envejecimiento en y con el lugar donde se habita. Es así que los habitantes empiezan a tejer sus vidas cotidianas y sus historias de vida en una interacción con la historia del lugar, en este caso del conjunto habitacional en el que se habita, y el proceso de desgaste del equipamiento urbano, el pasar del tiempo por los inmuebles, viviendas y edificios, se va viviendo también como un reflejo del envejecimiento mutuo, dando paso a una suerte de normalización de los problemas de funcionamiento que van emergiendo a lo largo del tiempo en los conjuntos habitacionales. 11 Desde esta perspectiva, conocer las opiniones y requerimientos que los habitantes adultos mayores identifican en relación a sus condiciones de habitabilidad tanto al interior de sus viviendas, como en las áreas de uso social en los conjuntos habitacionales resulta muy importante. En esta lógica se decidió analizar el Conjunto Urbano Presidente Adolfo López Mateos en Nonoalco Tlatelolco3, inaugurado en 1964, pero habitado desde 1962, considerándolo de interés porque permite estudiar dos caras del envejecimiento: el del conjunto habitacional y sus expresiones de deterioro físico y social, y el de la población de 60 años y más que constituye el 17% del total de habitantes. Para ubicar a Tlatelolco diremos que se encuentra circunscrito a la Delegación Cuauhtémoc4 en la Ciudad de México, misma que está localizada en el centro del área urbana. La extensión del terreno usado para este proyecto fue de 2 kilómetros de oriente a poniente y 500 metros en promedio norte a sur, es decir, aproximadamente un millón de metros. Este proyecto urbano estuvo a cargo del arquitecto Mario Pani, quién lo estructuró en tres Supermanzanas, que fueron nombradas La Independencia, La Reforma y La República. El plan urbano consideró la preservación del convento y la iglesia colonial de Santiago Tlatelolco y las ruinas de la ciudad prehispánica. El predio está delimitado al norte por las avenidas Eje 2 Norte y Manuel González, al sur por la avenida Ricardo Flores Magón, al poniente por la avenida de los Insurgentes, y al oriente por Paseo de la Reforma (Ver mapa 1). Para el año 2017 habían transcurrido 53 años desde la construcción de este conjunto urbano5, los motivos que hacen de este conjunto un caso de interés urbano son el reconocimiento del proyecto como un ícono del modernismo, el reflejo de un esfuerzo ambicioso para modernizar la ciudad y ofrecer alternativas de vivienda para población heterogénea, en términos socioeconómicos y de composición familiar, que incluyó la edificación de 102 edificios distribuidos en 9 tipologías distintas y 9 prototipos de vivienda. Los preceptos bajo los cuales fue concebido buscaron imbricar tres momentos de la historia arquitectónica del país y transformar la forma en que se entendía el vivir la ciudad desde dentro. Al mismo tiempo, 3 Al que en adelante se hará referencia como Tlatelolco o Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco de manera indistinta. 4 La delegación colinda al norte, con la Delegación Azcapotzalco y Gustavo A. Madero; al oriente, con la Delegación Venustiano Carranza; al sur, con las delegaciones Benito Juárez e Iztacalco; y al poniente, con la Delegación Miguel Hidalgo. La delegación cuenta con una superficie de 3,244 hectáreas, representa el 2.18% de la superficie total del Distrito Federal y el 4.98% total del área urbanizada total de la entidad, y comprende 33 colonias. 5 El conjunto urbano se construyó por etapas, que corresponden a las tres secciones en que se divide, su construcción se inició en 1960 y desde 1962 ya había habitantes en la primera sección, y se concluyó en 1966 en la tercera sección. 12 Tlatelolco permite estudiar el fenómeno del envejecimiento a partir del cruce de dos dimensiones, por un lado el envejecimiento de su población, y por otro el deterioro del propio espacio urbano. Mapa número 1. Ubicación y límites territoriales del Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco Fuente: 2018, Google, Inegi, 200 m Actualmente Tlatelolco resulta un espacio que concentra simbolismos urbanos y sociales, por su construcción e inauguración como un proyecto de la modernidad, por la matanza estudiantil perpetrada por el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz el 2 de octubre de1968 contra cientos de jóvenes estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas y por el trágico sismo ocurrido en la Ciudad de México el 19 de septiembre de 1985 que provocó el derrumbe de dos terceras partes del edificio Nuevo León. Este último suceso, además, trajo consigo la muerte y desaparición de cientos de personas, la afectación estructural de 12 edificios que posteriormente fueron dinamitados y la pérdida consecuente de más de mil viviendas, lo que en su conjunto motivo la movilidad residencial a gran escala6. Sin duda eventos escalofriantes que singularizan este conjunto desde cualquier perspectiva. 6 De acuerdo con el informante Miguel Ángel Marez Tapia, antropólogo y tlatelolca, la movilidad residencial a gran escala en Tlatelolco ha ocurrido en tres momentos, lo cual ha traído un reacomodo y recomposición de los vecinos, y por tanto ha modificado la vida en el “barrio”, pero de este tema se hablará más a fondo en el capítulo 4. 13 Dado lo anterior, este estudio reconoce este conjunto urbano como un lugar icónico, al tiempo que pretende abordarlo como un espacio habitado, donde los vecinos y el espacio construido son testigos del envejecimiento mutuo, lo que permite estudiar una dinámica muy particular entre la díada vivienda y habitantes. Así, el interés de este documento es pues la presentación de los avances alcanzados durante este proceso de investigación. JUSTIFICACIÓN La propuesta de este protocolo de investigación apunta al estudio de las condiciones de habitabilidad de los conjuntos habitacionales envejecidos, en particular del Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco, descrito a través de sus habitantes de 60 años y más, y es abordado desde el campo disciplinario del Urbanismo. En este tenor se reconoce que Tlatelolco refleja las características de los conjuntos habitacionales que han transitado su vida útil, y que debido a sus grandes dimensiones, y a sus recursos limitados para la gestión y administración inician procesos de deterioro físico y social, que dificultan el óptimo funcionamiento tanto de los espacios de uso social como de los edificios y viviendas. El paso del tiempo no es un mero factor de deterioro en sí, sino la serie de variables que se van combinando y pueden afectar positiva o negativamente las tareas de mantenimiento, gestión y administración de los conjuntos urbanos. Tlatelolco es un caso especial dado que fue inaugurado como un proyecto de vivienda impulsado por el Estado, y que por tanto recibió durante las primeras décadas una inyección millonaria de recursos - humanos, materiales y económicos -, que permitieron el adecuado funcionamiento del conjunto. Por ejemplo, se tenía contratada una cuadrilla de más de mil trabajadores para atender las áreas verdes, las áreas comunes, los centros deportivos y recreativos, y la vigilancia en el perímetro del conjunto habitacional. Con el cambio de régimen de propiedad, de fideicomiso a propiedad privada en la década de los noventas, vinieron otras transformaciones: la pérdida consecuente de los recursos federales, la necesidad de generar una nueva forma de administración vecinal, la salida masiva de vecinos que ocurrió en el conjunto después del sismo de 1985, y la llegada de nuevos habitantes procedentes de colonias aledañas que afectó las formas de interacción vecinal y redefinió el tejido social existente, ahora caracterizado por una fragmentación social entre los vecinos y la consecuente presencia de conflictos vecinales . Estos son solo algunos de los elementos que se presume afectaron directamente las tareas de gestión, administración y 14 resolución de conflictos al interior del conjunto, y que eventualmente resultaron en las expresiones del deterioro físico y social que caracterizan en la actualidad a Tlatelolco. En esta lógica, es sabido que los conjuntos habitacionales al enfrentarse a procesos de deterioro, derivan en problemas de funcionamiento que demandan mayor esfuerzo y uso de recursos por parte de sus habitantes para desarrollar satisfactoriamente sus actividades cotidianas. El envejecimiento de la población plantea pues una desventaja aún mayor debido a la condición de vulnerabilidad que ésta representa en términos físicos y sociales, dado lo cual puede significar un mayor esfuerzo y un uso de recursos extraordinario de esta población para cubrir las necesidades cotidianas en los conjuntos urbanos deteriorados. Aquí, es importante reconocer que el envejecimiento no resulta en una problemática en sí, en el caso de la población debe considerarse mucho más allá de cumplir los 60 años de edad, según Ham Chande debemos pensar desde el punto de vista de la funcionalidad, donde la edad en sí misma no explica las necesidades que se viven en esa etapa de la vida, sino la condición de vulnerabilidad a que se está expuesto, que implica la probabilidad de experimentar ciertos riesgos sólo por envejecer, y que pueden implicar una condición de dependencia de la familia y la sociedad (2008: 57). De la mano de lo anterior, la probabilidad de enfrentar más o menos riesgos en la vejez tiene que ver con el efecto acumulativo de las inequidades tanto en materia de salud física, de las condiciones socioeconómicas, de las diferencias de género, de las oportunidades de acceso a sistemas de salud y educación, a un sistema de pensión digna, del acceso a una vivienda propia, a la fortaleza de las relaciones comunitarias y familiares, al acceso a oportunidades de trabajo formal, y en general el acceso a las garantías sociales. Los escenarios de equidades o inequidades que viven las personas a lo largo de su vida van a configurar ciertas formas de vivir la vejez, y tal expresión acumulativa puede afectar positiva o negativamente las capacidades de las personas, y reflejarse en sus condiciones de salud física, en sus condiciones socioeconómicas, en las relaciones comunitarias y familiares a las que tengan o no acceso, y las condiciones de protección social en general. Es decir, que las circunstancias específicas en que se vive la vejez se construyen a lo largo de la vida, son el resultado de una construcción histórica, social y cultural, y se les conoce como curso de vida (OMS, 2015; Varela, 2006; Navarro, et al, 2014; Osorio, 2006). De manera que esta noción, curso de vida, será utilizada como una categoría de análisis auxiliar orientada a vislumbrar que no todas las personas de la tercera edad están en la misma condición 15 de poder resolver con sus propios recursos las necesidades que existen en su vida cotidiana, siendo la vivienda y sus condiciones de habitabilidad una esfera en la que se pueden expresar tales desventajas sociales. Por lo cual es en estos escenarios en donde se requieren más acciones impulsadas por el Estado que resulten en transformaciones concretas, ya sea en materia de vivienda, seguridad económica, salud, entre otras, orientadas a resolver de manera satisfactoria tales demandas. En este escenario es prioritario definir en primera instancia la magnitud del problema y establecer estrategias que permitan generar las transformaciones necesarias en el espacio construido, con el fin de favorecer el bienestar y el goce de una vida digna de esta población. Tal es uno de los argumentos que resalta la importancia social de estudios de este tipo, donde el propósito será comprender la perspectiva de los adultos mayores en torno a sus condiciones de habitabilidad, y recuperar su mirada en la construcción de propuestas orientadas a favorecer la transformación de los espacios urbanos en pos de hacerlos más amigables con la vejez. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA El crecimiento explosivo de la población en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) inició en 1940 y se duplicó en 10 años, pasando de 1 millón 700 mil a poco más de 3 millones de habitantes en ese periodo. Tal dinámica se acompañó de la expansión de la mancha urbana, primero en el Distrito Federal, y posteriormente en el Estado de México, e implicó la creación de colonias y fraccionamientos para atender las dificultades de vivienda de los migrantes pobres, quienes saturaron las vecindades centrales y comenzaron a ubicarse en las zonas industriales7. Frente a este fenómeno el gobierno de México empezó a asumir mayor responsabilidad en la provisión de viviendas, así se creó el Banco Nacional de Obras (Banobras) y Servicios Públicos en 1933, el que a partir de 1954 empezó a participar de la producción habitacional. Así, se calcula que entre 1947 a 1964 el Instituto Nacional de Vivienda8 (INV), el Instituto Mexicano del Seguro Social9 (IMSS), Banobras y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado10 (ISSSTE) promovieron y 7 Parte de éstos fueron algunos de los habitantes reubicados en Tlatelolco. 8 Institución pública creada en 1954. 9 Institución pública creada en 1942. 10 La Dirección General de Pensiones Civiles y de Retiro se transforma, en 1960, en el ISSSTE. Aunque la primera Ley del Instituto se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 30 de diciembre de 1959. 16 financiaron alrededor de 77 mil unidades habitacionales en la Ciudad de México11 (Schteingart, M., 2001:63, 168). Fue en 1947 cuando en el Distrito Federal con la construcción del Centro Urbano Presidente Alemán se inicia una nueva etapa en la construcción de vivienda masiva, como respuesta a la demanda que imponía el crecimiento poblacional; convirtiéndose en el primer multifamiliar de América Latina y en un modelo para la construcción de conjuntos habitacionales en el continente. Se siguió realizando este tipo de desarrollos durante varios años, entre los más representativos están el Conjunto Urbano Presidente Adolfo López Mateos de Nonoalco Tlatelolco, el Multifamiliar Juárez en el Distrito Federal y los Condominios Constitución en Monterrey (SEDATU, 2014:4). Según datos de la Procuraduría Social del Distrito Federal en 2010 había 7,233 Unidades Habitacionales en la Ciudad de México, con una oferta de 582,190 viviendas, y un total de 2.2 millones de habitantes, es decir, que en aquel momento el 25% de los capitalinos habitaban en este tipo de viviendas (GODF, 2014). En cuanto a su periodo de construcción, el 75 por ciento se construyeron antes del año 2000, y tenían un rango de 20 y hasta más de 50 años desde su construcción, lo que significa que tales espacios urbanos habían superado su vida útil desde el año 2010 (SEDATU, 2014:4). De acuerdo Esquivel Hernández (2007) sabemos que tales conjuntos habitacionales han sufrido un fuerte deterioro y problemas serios de habitabilidad como consecuencia de la apropiación privada de áreas que son colectivas, cambios de uso de suelo y descuido general de las áreas comunes, aunado a la incapacidad de la población de auto administrar el funcionamiento del conjunto y no menos importante, la inexistencia de una instancia oficial que se encargue de estas tareas de administración. Entre los problemas que se presentan en estos conjuntos habitacionales se identifican; las fallas en los sistemas hidrosanitarios, de gas y de energía eléctrica, la morosidad en los pagos del crédito hipotecario, el abandono e invasión de las áreas comunes, la falta de espacios para recreación y cultura, así como problemas de convivencia, inseguridad y una densidad de población muy elevada. Al respecto, en el año 2016, del 1 de enero al 15 de septiembre, la Prosoc había recibido 10332 quejas administrativas, el 43% fueron presentadas por hombres y el 57% por mujeres, los 11 Aunque, la participación del Estado era mínima comparada con la producción total de vivienda en el país. 17 motivos de tales quejas fueron para atender problemas de la infraestructura urbana (73%), la seguridad pública (16%), el transporte público (5%), la función pública y la atención social (5%), y las finanzas (1%). Además de las quejas recibidas en ese periodo la instancia contaba con más de dos mil quejas en trámite, es decir, que al 15 de septiembre del año 2016 la PROSOC tenía 12, 471 procesos pendientes “que no se habían podido concluir debido a que no se contaban con los elementos suficientes, ya que las distintas autoridades con las que se tiene contacto no contestan inmediatamente los oficios de solicitud de información” (PROSOC, 2016: 7, 8). Tales quejas a su vez son expresiones del deterioro físico y social de los conjuntos urbanos en la Ciudad de México, y para entender de manera más la clara que significa la noción de “deterioro” retomaremos la definición de la Procuraduría Social del Distrito Federal que lo describe como “una manifestación física y social que se puede observar en un conjunto habitacional y en las relaciones sociales, y se debe a varias causas, la falta de integración y cooperación por los habitantes, aunado a un desgaste provocado por la carencia de recursos económicos, que se refleja en la morosidad que tienen los residentes para pagar las cuotas de mantenimiento”. Además, por supuesto, del desgaste de los materiales con que fueron construidos los inmuebles (SEDATU, 2014:13, 14, 16). En resumen, el problema de deterioro no es una expresión directa del paso del tiempo, sino que involucra distintas dimensiones, el desgaste de lo constructivo, los retos de administrar y mantener un condominio con recursos limitados, los problemas de funcionamiento que se expresan en lo cotidiano, y la conflictividad que caracteriza las relaciones vecinales expresada en tensiones, morosidad, problemas sociales y de convivencia (GODF, 2011), con lo cual se reconocen las dos dimensiones del proceso de deterioro: el físico y el social. De manera tal que vivir en un conjunto habitacional envejecido y con evidente deterioro no significa lo mismo para todos su habitantes, para las personas de 60 años y más implica mayores retos, en tanto esta población precisa de una cierta condición de salud física, de movilidad física, de acceso a ciertos recursos económicos y de apoyo social, que resultan más complejos de conjuntar en los casos donde sus cursos de vida han transitado por una acumulación mayor de inequidades. El tema toma mayor relevancia cuando reconocemos que los habitantes de 60 años y más en los conjuntos habitacionales constituyen en promedio un porcentaje ligeramente superior al que tiene la entidad, pero esta proporción aumenta en conjuntos habitacionales que fueron 18 construidos en las décadas de 1940 a 1970. Cinco ejemplos emblemáticos de estas unidades habitacionales por orden de construcción son: el Centro Urbano Presidente Alemán ubicado en la Colonia Del Valle en la Delegación Benito Juárez inaugurado en 1949, la Unidad Independencia ubicada en la Delegación Magdalena Contreras y que fue inaugurada en 1959, el Conjunto Urbano Presidente Adolfo López Mateos de Nonoalco Tlatelolco ubicado en la Delegación Cuauhtémoc e inaugurado en 1964, la Villa Olímpica Libertador Miguel Hidalgo ubicada en la Delegación Tlalpan e inaugurada en 1968, la Unidad Habitacional El Rosario que data de 1972 y se ubica en la Delegación Azcapotzalco. En tales unidades habitacionales se presume que los habitantes de 60 años y más conforman del 17% al 50% del total de habitantes, sin embargo no se tienen cifras exactas para cada una de éstas. Es claro que existe limitada información, lo que hace aún más importante el desarrollar investigaciones dirigidas a las personas adultas mayores que habitan en los conjuntos habitacionales en general. La mayor concentración de este grupo poblacional en los conjuntos habitacionales como hemos dicho guarda relación con el régimen de tenencia de la propiedad, la que se adquiere en la etapa de la vida económicamente activa e involucra procesos de pago de créditos que abarcan hasta dos décadas, lo que implica procesos de habitación más o menos prolongados, y dinámicas de apropiación del lugar en que se habita, así como la emergencia de un sentimiento de arraigo y de identidades locales donde la propia historia se liga con la historia del lugar. Es importante remarcar que si bien este estudio considera como punto de partida la edad 60 años para marcar la condición de envejecimiento, se hace sólo en un sentido convencional siguiendo las pautas institucionales de medición en el país. Sin embargo se tiene claro que la edad no resulta un elemento central para definir los problemas asociados al envejecimiento, dado que una persona de 80 años puede mantenerse en niveles de actividad e independencia que le permiten llevar una vida satisfactoria, en tanto una persona de 60 años podría experimentar una situación de mayor dependencia y desventaja social, expresada tanto en carencias materiales, como en la imposibilidad de salir de su vivienda, por ejemplo. Es por ello que en este estudio la edad resulta un criterio indicativo, pero la categoría de análisis auxiliar que nos permitirá analizar las condiciones en que se vive la etapa de la vejez será la del curso de vida del envejecimiento. En donde se considerarán aquellas dimensiones que permitan leer las formas en que se expresan en su vida diaria las inequidades acumuladas a lo largo de la vida, por ejemplo: las diferencias de género, la composición familiar, la condición de salud en general, y el nivel de movilidad física en particular, la condición de ser o no 19 propietario de una vivienda, el contar o no con una pensión o apoyo económico que le permita cubrir sus gastos cotidianos, y el tener acceso a servicios sociales, recreativos, deportivos y de salud, y las características de sus relaciones comunitarias y familiares. Para dar un ejemplo del modo en que tales aspectos singularizan la vida cotidiana de los adultos mayores, comentaremos que las mujeres son quienes viven mayores retos en esta etapa de la vida, ya sea porque: se incorporan de manera tardía al mercado laboral, participan en mayor medida de actividades económicas informales (ventas por catálogo entre sus vecinos y familiares, tandas y empleos informales), y por su permanencia en el ámbito doméstico como responsables de los procesos de reproducción familiar. Ello conlleva que una menor proporción de mujeres en este periodo de vida logren acceder a una pensión, ser propietarias de una vivienda o tener acceso a servicios de salud. Sin duda, ello se liga a la posibilidad de experimentar una mayor dependencia en relación a la familia, y eventualmente deriva en el establecimiento de distintas formas de apoyo informal hacia sus hijos e hijas, por ejemplo, en el cuidado de los nietos, la elaboración de comida para el grupo familiar extenso, etc. (Gomes, 1997, en Gomes C., 2000; Montes de Oca, V., 2000, p. 77). Tales situaciones implican el que las mujeres establezcan una forma diferente de habitar en el barrio, y una relación distinta con la vivienda, con los servicios, comercios y recorridos cotidianos que se realizan al interior del conjunto habitacional. Basándonos en lo discutido hasta el momento, lo que se propone analizar en este trabajo son las condiciones de habitabilidad de un conjunto urbano, tomando en cuenta: 1) las características de funcionamiento de los servicios y las expresiones del deterioro físico del espacio construido; 2) las circunstancias en que se vive la vejez , entendiendo que el proceso de envejecer en y con el lugar tienen características que vinculan a los habitantes con el conjunto urbano, y el curso de vida de cada habitante expresado en las inequidades sociales que se expresan en la vida cotidiana de los adultos mayores, y; 3) el papel de las relaciones vecinales, ya sean formales o informales, dado que son los habitantes en tanto colectivo quienes están a cargo de administrar, cuidar y dar mantenimiento a la propiedad colectiva que forma parte de sus espacios de habitación. Estas tres dimensiones nos permiten analizar las condiciones de habitabilidad de un conjunto urbano no como una situación generalizada para todos los habitantes, sino en función de las características de cada díada vivienda – habitante. En resumen las tres dimensiones de las condiciones de habitabilidad a estudiar son: a) El espacio construido: sus características físicas, su diseño, sus condiciones de 20 funcionamiento, y las expresiones de deterioro físico. b) Los habitantes, en este caso personas de 60 años y más, quienes a partir de sus perspectivas expresan sus necesidades, sus retos, sus recursos, sus modos de habitar tanto en la vivienda, el conjunto urbano y en su relación con la ciudad. c) Las relaciones vecinales, considerando los retos que surgen del vivir en colectivo, las formas de interacción que van de la cohesión al conflicto en un continuo y se viven de manera cotidiana, y las expresiones del deterioro social. En la literatura se describe la noción de condiciones de habitabilidad en función de la relación entre la díada vivienda – habitante. La interacción cotidiana entre los habitantes con sus viviendas y el vecindario suponen la existencia de distintos arreglos familiares, de diferentes formas de interacción vecinal y resultan en modos distintos de habitar un mismo lugar, dinámica que tiene lugar en el conjunto urbano. De manera que la vida cotidiana ahí rebasa los límites de la vivienda y se traslada a las áreas de uso social, a los espacios de tránsito común. Dado que los habitantes de un conjunto urbano pueden experimentar distintos niveles de satisfacción o insatisfacción residencial, mayor o menor acomodamiento a la vida cotidiana en el lugar, y el reconocimiento como propio o no de las identidades locales que emergen del proceso de arraigo al lugar en que se habita, donde la perspectiva de los habitantes sobre el espacio construido y sobre las relaciones vecinales constituye un elemento central. En este sentido se afirma que las condiciones de habitabilidad no son una característica estática del espacio físico, sino condiciones que se construyen de manera colectiva. De acuerdo con lo anterior la categoría de estudio “condiciones de habitabilidad” permite estudiar el cruce de tres focos de análisis: el espacio construido, la perspectiva y características de sus habitantes y las relaciones vecinales, a los que denominaremos dimensiones de la habitabilidad. En este trabajo el abordaje será partir de la perspectiva de los habitantes en relación al espacio construido (vivienda / conjunto habitacional) y a las relaciones vecinales, por lo cual se trata de un estudio cualitativo. En este sentido el análisis de las condiciones de habitabilidad nos permitirá conocer las características actuales del espacio construido, entiéndase: la vivienda, las áreas de uso social, el conjunto habitacional, y la relación que se establece desde este espacio hacia la ciudad, en términos de accesibilidad y posibilidad de desplazamientos. En la literatura se suele clasificar al espacio construido en lo interno y lo externo; donde lo interno, se refiere al espacio de uso familiar (la vivienda), y lo externo al espacio de uso social 21 (las áreas comunes y los espacios de uso social en el conjunto habitacional). Otra forma de analizar las condiciones de habitabilidad es a partir de datos concretos como: el tamaño de la vivienda, la calidad de los materiales constructivos, las condiciones de iluminación, etc., a tales se les considera aspectos objetivos. Siendo otra alternativa de análisis, la que se seguirá en este estudio, el acercamiento a la perspectiva de los habitantes, para conocer su percepción en relación al tamaño de su vivienda, a los usos y formas de apropiación del espacio, etc., lo que en la literatura se define como aspectos subjetivos (Ver tabla número 1). Estos últimos se construyen a partir de la trayectoria de vida de los habitantes en el conjunto habitacional, de la experiencia de vivir y envejecer en un lugar, pero también, en el caso de los adultos mayores, de las condiciones en que viven la etapa de su vejez, es decir, de sus cursos de vida. Estudios previos dan cuenta del modo en que las características sociodemográficas de los adultos mayores se relacionan con distintas condiciones de habitabilidad. Por ejemplo, un trabajo realizado en Granada, España, refiere que tres de cada cuatro personas de 60 años y más que identifican deficiencias en sus viviendas (73.8%) son: mujeres de 75 años y más, viudas, que viven solas, tienen bajos ingresos y residen en una vivienda12 de alquiler (Sánchez González, 2009). De acuerdo con el autor los factores que explicaron más las condiciones de habitabilidad en la vivienda y el barrio para el adulto mayor en su estudio fueron: los factores socioeconómicos (nivel de ingresos), las condiciones de la vivienda, la existencia de equipamientos urbanos, y los factores de subjetividad espacial, es decir, la proximidad a familiares y vecinos, el sentido de pertenecer al lugar, y el arraigo al territorio (Sánchez González D., 2009). Tales elementos serán considerados en este estudio, y se discutirán con mayor claridad en el capítulo 3. Otro estudio realizado en la Ciudad de México refiere que el estado de salud de los adultos mayores, en específico sus condiciones de movilidad física y su autonomía para realizar sus actividades sin apoyo de otras personas, puede determinar el uso que hacen de los servicios y equipamientos urbanos. Donde la infraestructura urbana inadecuada o inexistente constituye un impedimento para grupos de personas con movilidad reducida. De modo que en tales escenarios la presencia y funciones de sus redes sociales y familiares resultan en un atenuante (Zamorano, et. al., 2015). 12 Además las viviendas tienen la característica de haber sido construidas 50 años atrás. 22 Tabla número 1. Factores a considerar en el análisis de las condiciones de habitabilidad en un conjunto urbano De los aspectos físicos, urbanos y constructivos De la perspectiva de los habitantes El espacio de uso familiar (la vivienda) Tamaño, distribución del espacio, servicios disponibles, número de recámaras Perspectiva de los habitantes sobre las condiciones físicas de su vivienda en relación a sus necesidades y perspectivas. El espacio de uso social (el conjunto habitacional) Servicios disponibles, vigilancia y seguridad, ubicación, equipamiento urbano y accesibilidad en relación al edificio, la sección, el barrio, la ciudad, y el transporte. Incluye la forma en que se organizan los vecinos para la gestión del edificio y del conjunto, los vínculos vecinales que van de la cohesión al conflicto y la emergencia de identidades locales. Fuentes. La información fue recuperada de: Mercado, 2004; Amérigo, 1995; Castro, 1999 cit. en Mercado, 2004; Giglia, 2012; Cervantes J., Maya Pérez E., y Martínez, José G. 2012; Maya Pérez E., 2012; Villavicencio J., et al., 2006; Esquivel Hernández, M. T., 2007; Ziccardi, 2015). En observaciones iniciales llevadas a cabo como parte de la preparación de esta investigación en el Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco se identificaron algunos aspectos descritos por Zamorano y colegas, tales son: la relación que se establece entre el estado de salud de los adultos mayores, en específico la movilidad física, y el acceso a las áreas de uso común, siendo notorio que las personas con movilidad reducida no pueden acceder a ciertas áreas del conjunto por falta de rampas e infraestructura urbana adecuada. Otro elemento que llama la atención es la importancia que las personas adultas mayores dan a la existencia y cercanía de las redes sociales y familiares como espacios de socialización, de soporte y de participación vecinal. Estos elementos no sólo se vuelven ítems a puntear, sino que al participar de ciertas configuraciones inciden en el modo en que los adultos mayores habitan en el espacio, es decir, la relación que se establece con el espacio construido, con la forma, el diseño y las condiciones de habitabilidad, tanto de la vivienda, del edificio y del conjunto urbano en general. De manera que los modos de habitar se vuelven una forma de expresar la interacción que establecen los adultos mayores con el espacio construido, donde las características del envejecimiento mutuo dan un matiz particular a éstos. 23 Así, durante el proceso de trabajo de campo en el Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco13 se detectaron tres modos de habitar, que se clasificaron según las descripciones de la vida cotidiana de personas adultas mayores: En el primer modo de habitar, los adultos mayores se describían como participantes activos de la comunidad, en tanto participan en distintos espacios de socialización, tales como redes de organización vecinal, comités de administración de los módulos o administración de estacionamientos, en grupos de activismo político y/o vecinal, e incluso en la creación de un periódico comunitario. Estas personas suelen ser conocedoras de datos técnicos, históricos y poblacionales del conjunto, suelen ser habitantes del mismo desde 1960 o 1970, y tienen una fuerte identidad social asociada al ser tlatelolca. El segundo modo de habitar, los adultos mayores reconocían el aumento de la inseguridad en el conjunto urbano y aseguraban no participar en actividades vecinales, habían decidido vivir puertas adentro14 como una estrategia de protección, se sienten menos integrados a la comunidad, incluso afirman no conocer “bien el conjunto o los edificios”. Para este grupo sus redes familiares resultan importantes y mantienen cierta distancia de los vecinos. En este grupo las personas reconocen que durante el tiempo en que trabajaban pasaban la mayor parte de su tiempo fuera del conjunto, es decir, que su sociabilidad se daba mayormente en espacios de trabajo, y a la fecha “les gusta vivir en Tlatelolco, pero no se sienten tlatelolcas”. Y el tercer modo de habitar, fue descrito por vecinos de 60 años y más quienes refiriéndose a un grupo más vulnerable de personas de la tercera edad, consideraban que estas personas vivían en abandono porque sus familiares no los visitaban y por qué debido a problemas de salud y limitaciones de movilidad estaban confinados a vivir al interior de sus departamentos. Es decir, que suelen no salir de sus viviendas, ya que para hacerlo requieren de asistencia especial, y sus recursos son muy limitados. Su nivel de vulnerabilidad es alto, por lo que se ha prestado a casos de “abuso vecinal”, por parte de vecinos que ofrecen apoyo a los adultos mayores en abandono para realizar 13 Esta descripción no busca ser prototípica ni aplicable a todos los adultos mayores que habitan en Tlatelolco, sino comprender las distintas formas en que interactúan con el espacio construido, así como la interacción vecinal y familiar que definen en buena medida su vida cotidiana, ya sea por su integración a redes de organización vecinal, por una limitada interacción o por el aislamiento vecinal. 14 Implica su alejamiento de las áreas de uso social, el desconocimiento de los vecinos que llegaron después del sismo de 1985 o de aquellos que no son propietarios, y el no abrir la puerta a nadie a menos que sean conocidos o familiares. 24 actividades cotidianas: compra y preparación de alimentos, aseo de la vivienda, cobro de la pensión, etc., y en última instancia buscan apropiarse de la pensión o de la vivienda de éstos. A través de los modos de habitar descritos por los adultos mayores que habitan en el conjunto urbano es posible identificar ciertas condiciones de vulnerabilidad en que viven, las que limitan o incentivan la posibilidad de una vida cotidiana más o menos autónoma. Aquí, quizá sería útil detenernos para reflexionar sobre la propuesta de Mario Pani en torno a una ciudad autosuficiente y a su propuesta de vivir en una ciudad dentro de la ciudad, en un escenario donde las condiciones actuales del conjunto urbano han cambiado, en lo físico constructivo al presentar problemas de funcionamiento asociados al deterioro, y en lo social al tener un gran número de habitantes que viven la etapa de la vejez, lo que les puede significar un esfuerzo extraordinario de recursos para hacer frente a los problemas de funcionamiento del conjunto. En este contexto surge la siguiente pregunta ¿Cómo se ha cumplido el ideal de Mario Pani de vivir la ciudad dentro de la ciudad, en lo que él llamo la ciudad autosuficiente desde la perspectiva de las personas adultas mayores? Tal pregunta se vuelve válida debido a que las necesidades de los habitantes, las condiciones sociales, económicas, de gestión y administración del conjunto urbano han cambiado a lo largo de las cinco décadas que han transcurrido desde su construcción. En la tarea de identificar algunas de estas transformaciones en Tlatelolco es posible concentrarlas en los siguientes niveles: Lo emergente, los daños estructurales ocasionados en algunos edificios durante el sismo de 1985, lo que modificó el tamaño de las viviendas, la cantidad de edificios existentes, la disminución de la altura de varios tipos de edificios, y la percepción de seguridad urbana en el conjunto. Lo social, marcado por la movilidad residencial que al darse de manera masiva después del sismo de 1985 modificó las pautas del vivir en colectivo y replanteó el sentimiento de comunidad, además de ligarse al aumento de la inseguridad en la zona, y la decisión de vivir puertas adentro como estrategia de protección, que deviene en un modo de habitar. Lo físico constructivo: caracterizado por problemas asociados al funcionamiento del conjunto, tales como: falta de abastecimiento de agua, mayormente en las viviendas ubicadas entre el piso 7 al 21; la explosión de transformadores que regulan la luz tanto de las viviendas como de las áreas de uso común; el servicio de limpia que deja de pasar 25 por días y genera la acumulación de basura que conlleva la posibilidad de infecciones y enfermedades, además de la presencia de ratas y cucarachas que pululan por los residuos; la falta de mantenimiento de las áreas comunes; y el descuido de los jardines, entre otras. Lo institucional y la gestión del conjunto, que durante las primeras décadas estuvo a cargo de una administración condominal, Issste y AISA, que se encargaban del mantenimiento y reparación de los departamentos, edificios y áreas comunes. Es decir, que si se requería de algo en el conjunto bastaba con comunicarse con la administradora para atender la demanda vecinal. Actualmente hay una variedad de instancias gubernamentales a cargo de atender las demandas vecinales, el cambio de una luminaria por ejemplo se asigna a diferente instancia dependiendo de la ubicación de ésta, lo que complejiza el proceso de gestión del conjunto urbano. Una de las instancias gubernamentales que se encarga de atender las demandas del conjunto urbano es la Dirección Territorial Santa María Tlatelolco, la que con recursos asignados por la Delegación Cuauhtémoc en 2015 se encargó de un programa de rehabilitación y recuperación de espacios públicos. Además, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) anunció que a petición de los vecinos del complejo Tlatelolco-Nonoalco, realizaría trabajos de rescate y remodelación de dicha unidad habitacional, que en su primera etapa incluyó el remozamiento y pintura a las fachadas, lo que a la fecha se completó en la primera sección del conjunto. A lo que seguirá la impermeabilización de los 90 edificios, lo que se llevará a cabo a través del Fondo Nacional de Habitaciones Populares (FONHAPO). El análisis de tales acciones y su alcance en función del beneficio de personas de 60 años o más será de interés para este trabajo y se discutirá más ampliamente en el capítulo 4. Lo poblacional, que se expresa en el aumento de la población de 60 años y más, un total de 4730 que corresponde al 17% del total de habitantes, y que representa una proporción muy por encima de los datos a nivel ciudad y país. En resumen, el caso de Tlatelolco por su complejidad nos permite hacer las siguientes preguntas ¿Cómo se han transformado las condiciones de habitabilidad en Tlatelolco desde su origen a la fecha según la experiencia de los adultos mayores? ¿Qué transformaciones en el conjunto urbano marcan etapas distintas en los modos de habitar de los adultos mayores en Tlatelolco? ¿El sismo de 1985 marca un antes y después en materia de condiciones de habitabilidad en el conjunto urbano tal como lo ven los adultos mayores? ¿Qué estrategias 26 emplean los adultos mayores para enfrentar los problemas de deterioro y funcionamiento en su vivienda y en el conjunto urbano? Hacernos tales preguntas nos permitirá analizar las condiciones de habitabilidad del conjunto urbano como un proceso dinámico y complejo en función de la díada vivienda – habitante. PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN CENTRAL ¿Cómo explican las personas de 60 años y más que residen en el Conjunto Urbano Presidente Adolfo López Mateos de Nonoalco Tlatelolco, sus condiciones de habitabilidad en relación a sus modos de habitar y a las características constructivas - urbanas de sus viviendas y del conjunto? PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN AUXILIARES ¿Qué factores determinan las condiciones de habitabilidad más desfavorables descritas por los adultos mayores que residen en el Conjunto Urbano Presidente Adolfo López Mateos de Nonoalco Tlatelolco? ¿Qué factores inciden en los modos de habitar de los adultos mayores en el Conjunto Urbano Presidente Adolfo López Mateos de Nonoalco Tlatelolco, según los relatos de los residentes de 60 años y más? HIPÓTESIS Las condiciones de habitabilidad actuales del Conjunto Urbano Presidente Adolfo López Mateos de Nonoalco Tlatelolco, tal como las explican sus residentes de 60 años y más, se definen en función de la interacción de al menos tres factores: el nivel de participación vecinal, las condiciones físico constructivas de sus viviendas y el equipamiento urbano disponible en el conjunto urbano, en particular en materia de accesibilidad. HIPÓTESIS DE TRABAJO Los adultos mayores con menores ingresos y más de 75 años viven en condiciones de habitabilidad más desfavorables en el Conjunto Urbano Presidente Adolfo López Mateos de Nonoalco Tlatelolco. 27 Los modos de habitar el Conjunto Urbano Presidente Adolfo López Mateos de Nonoalco Tlatelolco para los residentes de 60 años y más se determinan en función de la interacción de los siguientes factores: el nivel de participación en actividades vecinales, la capacidad de movilidad física y autonomía en la vida diaria, y del acceso a redes de apoyo vecinal y/o familiar. OBJETIVO CENTRAL Comprender la forma en que los residentes de 60 años y más explican sus condiciones de habitabilidad en el Conjunto Urbano Presidente Adolfo López Mateos de Nonoalco Tlatelolco, a partir del modo en que interactúan las variables: físico-constructivas, urbanas, sociales e identitarias, así como sus modos de habitar, según sus propios relatos. OBJETIVOS ESPECÍFICOS 1. Analizar las condiciones de habitabilidad de las viviendas y áreas de uso social del Conjunto Urbano Presidente Adolfo López Mateos de Nonoalco Tlatelolco desde la perspectiva de sus habitantes adultos mayores. 2. Explorar la relación entre los modos de habitar y la forma en que describen las condiciones de habitabilidad los adultos mayores que habitan en el Conjunto Urbano Presidente Adolfo López Mateos de Nonoalco Tlatelolco. 3. Identificar las características del curso de vida en que se vive la vejez en relación a las condiciones de habitabilidad de los adultos mayores que habitan en el Conjunto Urbano Presidente Adolfo López Mateos de Nonoalco Tlatelolco. ALCANCE Los alcances de esta investigación van en dos sentidos: 1. Comprender y explicar los factores que resultan determinantes para los adultos mayores al describir sus condiciones de habitabilidad en un conjunto urbano que presenta problemas de funcionamiento asociados al deterioro; y basado en lo anterior. 2. Identificar y sugerir puntos clave orientados a la construcción de una política social que considere el mejoramiento de las condiciones de habitabilidad de los adultos 28 mayores que habitan en conjuntos habitacionales con problemas de deterioro físico y social en general. 3. Y, generar recomendaciones para favorecer la mejora de las condiciones de habitabilidad de las personas adultas mayores en Conjunto Urbano Presidente Adolfo López Mateos de Nonoalco Tlatelolco, considerando los aspectos físico- constructivos, urbanos, sociales, vecinales e identitarios. Hasta aquí la investigación se ha delimitado en relación a una serie de supuestos que han permitido tejer las ideas principales de la investigación, considerando los siguientes aspectos: la vejez es una etapa de la vida que no está definida por la edad, sino que las condiciones en que se vive son definidas a lo largo del curso de vida, dado lo cual la forma de estudiar a los participantes es a partir de las condiciones de protección social, salud, estructura familiar en que viven, no vistos como aspectos descriptivos, sino como factores que afectan su calidad de vida y condiciones de vida en la actualidad. Al mismo tiempo se presume que las condiciones de mayor protección o desprotección social pueden afectar directamente las condiciones de habitabilidad al interior de sus viviendas, en tanto se cuente con los recursos, sean estos materiales, económicos, sociales, etc., para atender y resolver las necesidades que los adultos mayores identifican tanto hacia el interior de sus viviendas, como en su interacción con el conjunto urbano. En este sentido la evaluación de las condiciones de habitabilidad en este conjunto urbano tiene la característica de ser abordado desde la unicidad de la relación habitante – vivienda, quien desde sus propias condiciones de vida, de vivir la vejez, de habitar en el conjunto construye su propio análisis en función de su propia narrativa, que combina su historia con la historia del lugar. ESTRATEGIA METODOLÓGICA Las decisiones metodológicas que se describen a continuación han sido producto de un proceso de trabajo primero teórico, interesado en identificar los factores que se describen en la literatura en torno a la evaluación de las condiciones de habitabilidad, así se han seleccionado las variables que podrían afectar más las condiciones de habitabilidad de las personas adultas mayores. El segundo de carácter práctico al generar una forma propia de evaluar tales aspectos, lo que se describe en las siguientes secciones del documento: tipo de estudio, sujetos de estudio, aproximación a los sujetos de estudio, selección de la muestra, variables explicativas, técnicas de recolección de información e instrumentos y fuentes de información indirectas. 29 Tipo de estudio Esta investigación es de carácter cualitativo, dado que los contenidos a indagar reflejan el interés de conocer cuáles son las condiciones de habitabilidad del conjunto urbano desde la perspectiva de los habitantes de 60 años o más. Y de carácter aplicativo, ya que con los conocimientos coproducidos se pretende generar recomendaciones orientadas a favorecer la creación de espacios más amigables con la vejez. Aunque las formas de aproximación cualitativa son múltiples en esta investigación se ha decidido considerar los preceptos en los que se basa la propuesta de Graciela de Garay por varias razones, primero porque al igual que en este trabajo ella entiende que para estudiar el espacio es preciso hacerlo a partir de la influencia mutua que se establece entre éste y las personas, y que tal influencia ocurre con el devenir del tiempo. Segundo, porque en sus vastas investigaciones para recuperar la historia oral del Centro Urbano Presidente Miguel Alemán (CUPA) ella ha probado que tal metodología de aproximación directa y basada “en un diálogo interactivo entre el entrevistador y el entrevistado” resultan en un escenario ideal para “la construcción de un testimonio de manera asistida”, donde las preguntas del entrevistador van dando pie a la formación del relato. Aunque la autora centra su propuesta en las historias de vida, en este trabajo la recuperación de los testimonios se concentran únicamente en las trayectorias de vida de las personas adultas mayores en el conjunto urbano. En tercer lugar, la propuesta de la autora hace sentido en este trabajo porque a la vez que da un peso central a los testimonios orales incentiva a los investigadores a contrastar los datos con fuentes documentales, pero sin perder el relato del entrevistado y la lógica de la narración. Y finalmente, en cuarto lugar, porque propone analizar los relatos más allá de lo biográfico y verlos en su contexto histórico. En esta lógica los testimonios de los entrevistados resultan en un material rico que aporta información relativa a los hechos personales y familiares de los sujetos, al tiempo que los ubica en la esfera de lo público, y en un contexto social e histórico determinado (de Garay, 2016:269, 270). Por lo anterior la autora resulta en un referente imprescindible para este trabajo, y si lo anterior fuera poco, también de Garay es una de las grandes exponentes de la biografía y obra de Mario Pani, así como de la arquitectura de la modernidad. Su trabajo recupera aspectos sociales e históricos de los grandes proyectos del México moderno. Una de las tesis centrales que se retoman de la autora es el entendido de que las personas y el espacio experimentan temporalidades distintas, una asociada al ciclo de vida de los sujetos y 30 otra a los momentos que marcan la historia y los cambios en el espacio construido, de manera que tales transformaciones pueden ser referidas por quienes habitan el espacio como conocedores de sus rupturas y continuidades (de Garay, 2004). De manera que el interés de esta investigación será recuperar la perspectiva de las personas adultas mayores e identificar los hilos de temporalidad que coexisten y que se van expresando en la vida cotidiana de los habitantes de este conjunto urbano, siendo la categoría de “condiciones de habitabilidad” el elemento a través del cual se irán articulando tales rupturas y continuidades. Finalmente, queda decir que se espera que los conocimientos coproducidos permitan comprender esta categoría de análisis, condiciones de habitabilidad, a partir de la realidad a la que se enfrentan los adultos mayores en su vida diaria y que puede ser expresada a partir del relato sobre sus modos de habitar. Así, durante el proceso de análisis de la información se pondrá especial atención en las expresiones del deterioro físico y social del conjunto urbano y en las acciones cotidianas que se ponen en marcha para enfrentar los problemas que se derivan del deterioro, donde la construcción y apropiación de identidades locales asociadas al espacio, con sus consecuentes expresiones de arraigo al territorio y sentimiento de pertenencia al barrio serán vistas como vínculos que se van tejiendo con el paso del tiempo entre el espacio y sus habitantes. Participantes en el estudio Los participantes de esta investigación son todos residentes del Conjunto Urbano Presidente Adolfo López Mateos de Nonoalco Tlatelolco, quienes al momento del levantamiento de la información llevada a cabo de enero a diciembre de 2016, tenían entre 60 y 91 años. El desglose de los participantes por sexo, sección y técnica aplicada se presenta a detalle en la tabla número 2. Fuente: elaboración propia. Mujeres Hombres Total Mujeres Hombres Total Mujeres Hombres Total Mujeres Hombres Entrevista 5 1 6 1 3 4 3 4 7 9 8 17 Mapas mentales 2 2 4 2 2 4 1 3 4 5 7 12 Encuesta 6 4 10 5 5 10 7 2 9 18 11 29 Total 13 7 20 8 10 18 11 9 20 32 26 58 Total de participantes Total de participantes Primera Segunda Tercera Tabla número 2. Total de participantes por tipo de técnica de recolección de información, sexo y sección en la que habita 31 Como se observa en la tabla anterior las técnicas de recolección de la información realizadas fueron tres: entrevista, mapas mentales y encuesta. Aunque se buscó mantener paridad en el número de participantes con respecto al sexo y a la sección en que se habita no ocurrió de ese modo en todos los casos, sobre todo porque la mayor parte de los participantes fueron contactados en áreas de uso social del conjunto urbano y su participación respondía a su disponibilidad de tiempo e interés de responder el instrumento aplicado en ese momento. Aproximación a los sujetos de estudio Durante los últimos tres años he realizado encuentros formales e informales con actores clave y residentes del Conjunto Urbano Presidente Adolfo López Mateos de Nonoalco Tlatelolco, he identificado diferentes organizaciones de vecinos y asociaciones civiles que trabajan en este espacio. En este proceso he conocido jóvenes y adultos mayores que me han apoyado de manera invaluable, con gran generosidad al brindar su tiempo y compartir la información que han acumulado a lo largo del tiempo de vivir y conocer el conjunto urbano. Con apoyo de actores clave se realizaron recorridos en el conjunto urbano y a través de ellos se estableció contacto con autoridades de la Subdelegación Territorial. Ellos mismos participaron en la orientación sobre la información histórica y físico-constructiva del conjunto urbano, a través del acceso a mapas, documentos, censos y listas de chequeo de información sobre los edificios y las rutas de transporte que circundan el conjunto urbano. En particular, el comité del periódico comunitario “Vivir en Tlatelolco” ha sido una fuente de información primordial para mantenerme al tanto de la cotidianidad en el conjunto urbano, además de darme la oportunidad de asistir a una reunión del comité editorial con alrededor de 10 vecinos que habitan en las tres secciones del conjunto, personas mayores de 60 años y jóvenes procedentes de familias arraigadas al conjunto desde la década de los sesenta. A algunos de ellos tuve la oportunidad de entrevistar durante el año 2016. Durante el segundo semestre de ese mismo año, mantuve contacto con la coordinadora de Desarrollo Social de la Subdelegación Territorial Santa María Tlatelolco, con quien se definió una estrategia de diagnóstico participativo para aplicar a personas de 60 años y más, la cual se implementó con el apoyo de estudiantes de la Licenciatura en Psicología de la Universidad Justo Sierra. 32 Con esta descripción mi interés es explicar con claridad que las formas de contactar a los participantes fueron diversas, a través de amigos, conocidos y actores clave del conjunto urbano, por solicitud directa en los jardines y áreas de uso social, con el apoyo de propietarios de negocios. Las entrevistas se llevaron a cabo en distintos escenarios: las viviendas de los participantes, en los cuadros y entradas contiguas a los edificios de interés, en cafeterías, en una estética, al pie del puente de piedra se entrevistó a una mujer habitante del conjunto y comerciante informal, e incluso una pareja nos recibió en su departamento después de haberlos contactado afuera del metro Tlatelolco. El tiempo brindado y la información que se obtuvo en tales encuentros resulta valiosa para este trabajo, y se cuenta con un material de aproximadamente 15 horas de grabación en audio y video con el que se pretende generar un material audiovisual para socializar la información entre vecinos y personas interesadas en el tema. Selección de la muestra Durante el proceso de realización de las entrevistas una consideración importante fue incluir las distintas formas de oferta de vivienda, y para asegurar la variabilidad de respuestas se consideraron dos variables: la inclusión de habitantes de viviendas con distintos números de recámaras y la participación al menos un residente por cada tipo de edificio existente. Para asegurar la total inclusión de tales variaciones se revisó la propuesta original de Mario Pani (1960), donde se cotejo la tipología descrita en el plan original que integraba 8 tipos de edificios, y los clasificaba en tres estratos socioeconómicos. Los que a su vez contaban con varios tipos de viviendas disponibles para familias en distintos ciclos de vida, tales tenían de 1 a 3 recamaras, de modo que se obtenían un total de 9 prototipos de vivienda. A los que el arquitecto llamó “las variantes de la familia mexicana”, ya que concentraban el cruce de dos dimensiones: el nivel socioeconómico de la familia y el número de habitantes reflejado en el número de recámaras disponibles al interior de la vivienda (Ver tabla número 3). A los edificios tipo K, M y N se les denomino la “Sección Señorial de Tlatelolco”, tales edificios se ubican en la segunda y tercera sección, y se caracterizaron en su construcción por sus acabados de lujo, mármol y caoba, con
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