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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO PROGRAMA DE POSGRADO EN CIENCIAS DE LA TIERRA Geometría de la placa de Cocos usando funciones rec eptor a lo largo de la línea MASE T E S I S QUE PARA OBTENER EL GRADO DE: M A E S T R O E N C I E N C I A S DE LA TIERRA P R E S E N T A FERNANDO GREENE GONDI JURADO EXAMINADOR 1) DRA. XYOLI PÉREZ CAMPOS (DIRECTOR DE TESIS) 2) DR. SHRI KRISHNA SINGH (PRESIDENTE) 3) MARCO GUZMÁN SPEZIALE (VOCAL) 4) ARTURO IGLESIAS MENDOZA (SUPLENTE) 5) RAÚL CASTRO ESCAMILLA (SUPLENTE) MÉXICO D.F. Junio 2009 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 0 Agradecimientos Doy las gracias a todas las personas que me han acompañado durante esta etapa de mi vida. Agradezco a mis padres por su apoyo y amor incondicional. Doy un especial agradecimiento a la Dra. Xyoli Pérez Campos por guiarme en este camino y de hacer posible esta meta en mi vida. Agradezco a Rob Clayton y YoungHee Kim por sus valiosas contribuciones a este proyecto de investigación. Así como también a todos los involucrados en el Experimento de la Subducción Mesoamericana, tanto de la UNAM, como de Caltech y UCLA. También agradezco a los Doctores Shri Krishna Singh, Arturo Iglesias Mendoza, Raúl Castro Escamilla y Marco Guzmán Speziale por haber aceptado ser sinodales y realizar valiosas correcciones y comentarios. A todos los profesores del Instituto de Geofísica, Instituto de Ingeniería y del Centro de Geociencias. Este trabajo de investigación pudo ser elaborado gracias al apoyo de CONACYT (agosto 2006 a junio 2008) y a la beca del Programa del Fomento a la Educación (octubre 2008 a enero 2009). Agradezco a los proyectos PAPIIT IX120004 y el IN119505-3, por la instalación, mantenimiento y recolección de las estaciones; así como apoyo para asistencia a congresos y estancia de investigación en CALTECH. También agradezco al Posgrado en Ciencias de la Tierra por sus apoyos económicos para la asistencia a congresos, prácticas de campo, estancias de investigación e impresión de tesis. Índice. Resumen 1. Introducción 1 2. Estudios Previos en México 6 2.1 Marco Tectónico 6 2.2 Estudios de la Placa de Cocos 7 3. Funciones Receptor 17 3.1 La Técnica 17 3.2 Características de las Funciones Receptor 18 3.3 Deconvolución 20 3.4 Casos Particulares 21 3.4.1 Capas Inclinadas 21 3.4.2 Médios Anisótropos 23 4. MASE 25 4.1 La Red MASE 25 4.2 Selección de Sitios 26 4.3 Instalación 27 4.4 Equipo utilizado en el Proyecto MASE 30 4.4.1Sismómetro de Banda Ancha CMG-3T 30 4.4.2 Registradores 31 4.4.2.1 Reftek Modelo 130-01 31 4.4.2.2 Quanterra Q330 31 4.4.3 CDCC y Antena Direccionales 31 4.5 Datos y Estudios del Proyecto MASE 32 4.5.1 Ruido Sísmico 32 4.5.2 Microtremores no Volcánicos 32 4.5.3 Sismos Locales y Regionales 33 4.5.4 Telesismos 33 5. Procesamiento de las Funciones Receptor 34 5.1 Catálogo de Eventos 34 5.2 Preprocesado 34 5.3 Procesado 34 5.4 Agrupación de las Funciones Receptor 38 5.5 Análisis de las Funciones Receptor 38 5.5.1 Análisis de la Placa Subducida 38 5.5.1.1 Análisis de la Placa Inclinada 39 5.5.1.1.1 Análisis por estación de la zona I 42 5.5.1.2 Análisis de la Placa Sub-horizontal 48 5.5.1.2.1 Análisis por Estación de la zona II 49 5.5.1.2.2 Análisis por Estación de la zona III 51 5.5.1.2.3 Análisis por Estación de la zona IV 52 5.5.1.2.4 Análisis por Estación de la zona IV y V 53 5.5.1.2.5 Análisis por Estación de la zona V 55 5.5.1.3 Análisis de los Tiempos de Arribo 57 5.5.2 Análisis del Moho en la parte Norte del Perfi l 53 5.5.2.1 Análisis por Estación de la zona VI 66 5.5.2.2 Análisis por Estación de la zona VII 66 5.5.2.3 Análisis por Estación de la zona VIII 69 5.5.3 Análisis de la base de la corteza oceánica entre el segmento sur y norte del perfil MASE 69 6. Discusión 72 6.1 Tiempos de arribos de las fases Ps 72 6.1.1 Manto Oceánico – Corteza Oceánica 72 6.1.2 Corteza Oceánica –Zona de Velocidad Anómala 75 6.1.3 Zona de Velocidad Anómala – Corteza Continen tal 75 6.1.4 Manto Continental – Corteza Continental 76 6.2 Amplitudes y Polaridades de las fases Ps 77 6.2.1 Manto Oceánico – Corteza Oceánica 77 6.2.2 Corteza Oceánica –Zona de Velocidad Anómala 78 6.2.3 Zona de Velocidad Anómala – Corteza Continen tal 79 6.2.4 Manto Continental – Corteza Continental 79 6.3 Identificación del Modelo 80 6.4 Modelado Directo 81 6.5 Modelo a Profundidad 96 6.6 Comparación con otros Modelos 97 6.7 Comparación con Modelo Magnetotelúrico 98 6.8 Comparación con otros resultados del proyecto MASE 99 6.9 Rasgos geológicos, geomorfológicos y topográfi cos a lo largo de la línea MASE 102 6.10 Implicaciones de la geometría obtenida 103 6.11 Cocos y la FVTM 106 6.12 Sismicidad 109 7. Conclusiones 111 Bibliografía 113 Apéndice A 119 Apéndice B 123 Apéndice C 141 1 Resumen. El Experimento de Subducción de MesoAmérica (MASE) dio inicio en diciembre de 2004, el cual tiene por objetivo modelar el comportamiento dinámico de la placa de Cocos debajo de la de Norteamérica. Para ello fueron instaladas 100 estaciones sismológicas de banda ancha en una línea que va desde Acapulco, Gro., hasta Tempoal, Ver., cerca al Golfo de México. El objetivo particular de esta investigación es encontrar la geometría de la placa subducida utilizando como herramienta la técnica de funciones receptor. Para el análisis en cada estación, las funciones receptor fueron ordenadas por azimut inverso, distancia y parámetro de rayo. Se realizaron perfiles en azimuts inversos de cada 10º para obtener los tiempos de arribo correspondientes al techo y base de la corteza oceánica, discontinuidades corticales y moho. Lo resultados muestran tres variaciones en su ángulo de buzamiento: de la costa a ~65 km tierra adentro, el ángulo es de ~22°; de ~65 km a ~220 km, el ángulo es prácticamente nulo; y de ~220 km a ~240 km, se tiene un cambio gradual en su ángulo hasta alcanzar 67º debajo de la Faja Volcánica TransMexicana (FVTM), donde finalmente la placa entra al manto. También pudo ser identificada una zona de velocidad anómala con espesor de ~10 km localizada entre la corteza oceánica subducida y la corteza continental hasta una distancia de ~220 km desde la costa. En la zona sur y norte del perfil (25-215 km y 380-540 km desde la costa) identifiqué una discontinuidad cortical con una profundidad promedio de ~20 km. Además de delinear la geometría, los tiempos de arribo en donde la placa subducida es horizontal presentan una fuerte dependencia azimutal, en donde las componentes transversales de las funciones receptor revelan anisotropía posiblemente relacionada al flujo convectivo dentro del manto superior. También realicé funciones receptor sintéticas con un programa 2D de propagación de ondas por diferencias finitas, utilizando un modelo de velocidades S obtenido de una tomografía de ondas superficiales para el perfil MASE (Iglesias et al., 2009). Los resultados sintéticos muestran buena aproximacióncon los datos experimentales hasta una profundidad de ~150 km, donde el desdoblamiento y la flexión de la placa se encuentran bien definidos. Además, en las simulaciones se incluyó la discontinuidad somera reportada por Valdés y Meyer (1996), la cual produjo los mismos múltiples negativos observados en los datos experimentales. Finalmente, el modelado directo fue una herramienta útil para estimar el ángulo de subducción debajo de la FVTM, la cual muestra un fuerte ángulo de ~67º, similar al reportado por Husker y Davis (2009) a partir de tomografía de ondas P. 2 1. Introducción. En la mañana del 19 de septiembre de 1985, a las 7:19 am, la Ciudad de México y los estados de Jalisco, Guerrero y Michoacán sufrieron uno de los desastres naturales más catastróficos en la historia de nuestro país. Aquel día los mexicanos fueron testigos de la devastadora fuerza producida por un sismo, habiendo miles de víctimas, entre muertos, heridos, damnificados; pérdidas materiales como edificios, hospitales, oficinas y casas, estimándose las perdidas económicas en 4,000 millones de dólares (Esteva, 1988). Este sismo se originó debido a la subducción de la placa de Cocos debajo de la Norteamericana, siendo ésta la principal fuente de sismos en nuestro país. Los sucesos acontecidos en 1985 son una de las razones por lo cual se requiere de la formación de especialistas y una profunda investigación en el campo de la sismología, en general, y de la zona de subducción Mexicana en particular. Singh et al. (1981) han identificado una región en la costa de Guerrero denominada “Brecha Sísmica de Guerrero”, en la cual no se ha identificado un sismo de magnitud considerable desde 1911. Esta zona, que forma parte de la subducción de la placa de Cocos, representa una gran amenaza a nuestro país debido a su potencial sísmico. Por ello, para entender su comportamiento y los daños que produce, es importante que conozcamos la geometría y propiedades físicas de la placa de Cocos. Por diversos estudios geofísicos sabemos que las placas de Cocos y Rivera subducen hacia el manto a lo largo de la costa del Pacífico. El estado tectónico actual es el resultado de la fragmentación de la placa del Farallón al encontrarse con la placa Norteamericana, provocando cambios en la dirección y velocidad de convergencia (Engebretson et al., 1985). La placa de Rivera subduce en la porción occidental de la margen del océano Pacífico, y la placa de Cocos en la parte central y oriental. A lo largo de la trinchera, la placa de Rivera tiene una edad menor a los 13 Ma, mientras la placa de Cocos tiene una edad que varía a lo largo de la Trinchera Mesoamericana (TMA) con brincos asociados a las zonas de fractura entre los 12.7 y 16 Ma, sus velocidades de convergencia son 1.7-2.2 cm/año y 4.8-7.5 cm/año, respectivamente (Nixon, 1982; Pardo y Suárez, 1993; DeMets et al., 1994; Kostoglodov y Bandy, 1995; Pardo y Suárez, 1995). Esta investigación enfoca sus análisis a la zona comprendida entre los 99° y 100°W donde la velocida d de convergencia relativa es de 5.9 cm/año y tiene una edad aproximada de 16 Ma. Algunos autores han propuesto modelos de la subducción en la zona de transición corteza oceánica-continental de la placa de Cocos basados en la localización de hipocentros (e.g. Pardo y Suárez, 1995), trazado de rayos (e.g. Valdés y Meyer, 1996), tomografía sísmica (e.g. Gorvatov y Fukao, 2004), perfiles gravimétricos (e.g. Molina-Garza y Urrutia-Fucugauchi, 1993; Campos- Enríquez y Sánchez-Zamora, 2000), estudios magnetotelúricos (e.g. Jödicke et al., 2006), entre otros. Pardo y Suárez (1995) encontraron un cambio en el ángulo de subducción de la placa de Cocos debajo de la Norteamericana utilizando la localización precisa de hipocentros con datos tanto locales como telesísmicos. Los cambios del ángulo varían desde una subducción subhorizontal en la parte central del sur de México hasta una pronunciada 3 pendiente en la zona de la cordillera de Tehuantepec y en la margen norte de la placa. Valdés y Meyer (1996) obtuvieron un modelo de estructura de velocidades de ondas P y S en la zona de subducción en el estado de Guerrero utilizando réplicas del sismo de Petatlán de 1979. En este modelo observaron que la corteza oceánica tiene un espesor de 8 km y un ángulo de subducción constante de 10° en dirección casi perpendicular a la Trinchera Mesoamericana. Sin embargo, a pesar de todo el trabajo que se ha hecho hasta la fecha, los modelos que se tienen de la estructura de la placa de Cocos en la zona de subducción son poco precisos, por lo que es necesario realizar otro tipo de experimentos que contribuyan a determinar a detalle su estructura y comportamiento. En diciembre de 2004 dio inicio el proyecto Mesoamerican Subduction Experiment (MASE), cuyo objetivo es determinar la geometría y estructura de la placa de Cocos debajo de la placa Norteamericana, así como su comportamiento dinámico; en el Capítulo 4 de este trabajo se presenta de manera detallada los objetivos de MASE, los tipos de datos que se registraron, los instrumentos utilizados y la red de estaciones sismológicas. Dicha red formó una línea que constaba de 100 estaciones sismológicas de banda ancha que iban desde Acapulco, Gro., hasta Tempoal, Ver. Estos instrumentos registraron en forma continua y a una tasa de muestreo de 100 muestras por segundo (mps) desde su inicio hasta mayo de 2007, proporcionando información más precisa y dando entonces una mejor resolución del objetivo. El objetivo particular de esta investigación es la aplicación de funciones receptor para obtener la geometría de la subducción a lo largo de la línea MASE, así como también identificar otras discontinuidades dentro de la corteza continental. Describimos la técnica de funciones receptor en el Capítulo 3, pero antes de adentrarnos en ella, en el Capítulo 2 hacemos un repaso de los antecedentes sísmicos y tectónicos presentes en el área de estudio. El perfil estudiado en esta tesis comprende un total de 94 estaciones que fueron útiles para la elaboración de las funciones receptor. Usamos eventos telesismicos de magnitud de momento Mw ≥ 5.8, que ocurrieron entre diciembre de 2004 y mayo de 2007, cuyo procesado y análisis detallamos en el Capítulo 5. En el Capítulo 6 describimos la geometría de la subducción de la placa de Cocos a lo largo del perfil estudiado, la cual muestra tres cambios en el ángulo de inclinación: de la costa hasta ~65 km tierra adentro, el ángulo es de ~22°; de ~65 km hasta ~220 km, el ángulo es prácticamente nulo; y de ~220 km hasta ~240 km, se tiene un cambio gradual en su ángulo hasta alcanzar 67º de 240 km en adelante, donde finalmente la placa entra al manto; además, se presenta un resumen de los trabajos previos que sugieren las posibles causas de esta geometría, así como sus implicaciones; por ejemplo, Manea y Gurnis (2006) han encontrado, con ayuda de modelos numéricos, que las cuñas de manto de baja velocidad producen placas perfectamente horizontales. Además de cumplir con el objetivo particular, se caracterizó el segmento en donde la placa subducida es horizontal en 4 zonas, en las cuales los tiempos de arribo observados presentan una fuerte dependencia azimutal, en donde las 4 componentes transversales de las funciones receptor revelan anisotropía posiblemente relacionada al flujo convectivo dentro del manto superior. Las funciones receptor han sido una herramienta útil para determinar la geometría de discontinuidades tanto corticales como dentro del manto superior en diversas regiones del mundo. Owens et al. (1988) utilizaron las componentes radiales y transversales de las funciones receptor para determinar la geometría de subducción de la placa de Juan de Fuca al oeste de Washington. Sus resultados mostraron fuertes variaciones de amplitud y tiempos de arribo de las fases Ps relacionadas al buzamiento de la placa subducida, endonde determinaron que ésta tiene un ángulo de inclinación de 20º ± 3º y buza en dirección de 110º ± 20º. Este ejemplo demuestra que además de determinar la geometría debajo de una estación es posible saber si las capas se encuentran inclinadas y su dirección de máximo buzamiento. Por otro lado Park et al. (2004) estudiaron la dependencia azimutal de las fases Ps de una estación en Oregon, E.E.U.U., encontrando en las amplitudes y polaridades de las componentes transversales dos lóbulos relacionados a efectos de anisotropía con un eje de simetría inclinado orientado en dirección Norte-Sur, lejos de la dirección de convergencia de la placa de Juan de Fuca (N68ºE). Los autores relacionan la anisotropía a la presencia de serpentinita, ya que su reología dúctil y composición hidratada hacen posible una zona desacoplada. También las funciones receptor han sido utilizadas para determinar la geometría de subducción en Japón, por ejemplo, Yamauchi et al. (2003) construyeron varios perfiles 2D para determinar la estructura cortical y una configuración 3D para la placa oceánica de Filipinas. Observan que la discontinuidad de Conrad y Moho muestra una depresión debajo de las montañas de Chugoku, y que la geometría de la placa subducida puede ser determinada en zonas asísmicas y con ángulos de buzamiento de 35º. Tonegawa et al. (2005) produjeron imágenes de funciones receptor de alta resolución del manto superior debajo de Japón, en donde pueden observar la presencia de la placa del Pacífico subducida a una profundidad de 200 km y una sobreelevación de 30 km de la discontinuidad de 410 km en donde se localiza la placa subducida. Por otro lado la discontinuidad de 660 km muestra una depresión de 50 km por la influencia de la placa estancada. Incluso las funciones receptor han sido utilizadas para estudiar el interior de la Luna cuando se instaló la red sísmica del Apollo (4 estaciones) en los años de 1969 a 1972 (http://www.ipgp.jussieu.fr/). La zona de estudio es interesante, ya que presenta características muy particulares que podrían estar asociadas a la fuerza gravitacional y a la fuerza de succión de la placa, lo cual implica que la viscosidad de la cuña del manto tendría una influencia directa en la geometría de subducción. Por esto, los resultados presentados en esta investigación son una importante contribución para el análisis de futuros estudios tanto en el área de estudio como en otras zonas de subducción. Además, ayudan a entender la geometría de la placa de Cocos, apuntando a un mejor entendimiento de cómo se comportan los sismos en zonas de subducción que presenten estas características. Además, nuestro estudio servirá como punto de partida para otros proyectos y modelaciones, como aquéllos relacionados con propagación de ondas. Es de 5 gran importancia realizar estudios de anisotropía a lo largo de la red MASE ya que se cuenta con registros sísmicos de banda ancha para un periodo de tres años en un total de 100 estaciones, los cuales pudieran complementarse con estudios previos de anisotropía realizados con estaciones del Servicio Sismológico Nacional. Ya que la parte del territorio mexicano donde llevamos a cabo nuestro estudio se ubica en una región con mucha actividad sísmica, surge la necesidad de conocer los niveles de peligro sísmico en diversas regiones. De este modo nuestros resultados influirán en los reglamentos de construcción, estableciendo los criterios de diseño sísmico necesarios. 6 2. Estudios Previos en México. El sismo ocurrido en septiembre de 1985 ha motivado a los científicos a realizar diversas investigaciones con el fin de entender el comportamiento sísmico originado por la subducción de la placa de Cocos. Con estas investigaciones se han determinado aproximaciones de la geometría de la placa subducida, estructura de la corteza terrestre y oceánica, vectores y velocidades de convergencia de las placas, estados de esfuerzo, deformaciones, entre otros. Este capítulo tiene por objetivo presentar algunos resultados con el fin de entender el marco tectónico presente en nuestro país. 2.1 Marco Tectónico El territorio mexicano se localiza en una zona sísmica activa debido a la presencia de cinco placas tectónicas. México incorpora en su territorio las placas de Norteamérica, Caribe y Pacífico, y contiene la subducción de la placa de Cocos y Rivera (Fig. 2.1) a lo largo de 1500 km de la costa del Pacífico (Márquez-Azua y DeMets, 2003). Figura 2.1 Subducción de las placas de Rivera y Cocos debajo de la de Norteamérica. Las curvas muestran la profundidad de las placas subducidas de acuerdo con Pardo y Suárez (1995). La flecha en la trinchera denota la velocidad de convergencia (cm/año) de la placa de Cocos (DeMets et al., 1994). El área café delinea la FVTM. Los triángulos indican la posición de los volcanes activos. Además, se muestra la dorsal del Pacífico Este (EPR), la Zona de Fallas (FZ) de Orozco y la de O’Gorman. Figura modificada de Gómez-Tuena et al. (2005). En la porción central del territorio se encuentra un arco magmático continental conocido como la Faja Volcánica TransMexicana (FVTM), que tiene una orientación sureste-oeste a lo largo de 1000 km de distancia y está relacionado 7 a la subducción de las placas oceánicas de Cocos y Rivera debajo de la de Norteamérica. La orientación oblicua de la FVTM respecto a la trinchera está fuertemente relacionada con la geometría de subducción de las placas oceánicas, donde la placa de Rivera presenta un fuerte ángulo de subducción y la de Cocos presenta una subducción subhorizontal (Pardo y Suarez, 1995). El estado tectónico actual es resultado de la fragmentación de la placa del Farallón en la placa de Cocos y Nazca hace ~ 28 Ma (Atwater y Stock, 1998) y ~ 23 Ma (Lonsdale, 2005), respectivamente. La placa de Rivera subduce en la porción occidental del arco, y la placa de Cocos en la parte central y oriental. A lo largo de la trinchera, la placa de Rivera tiene una edad menor a los 13 Ma, mientras la placa de Cocos tiene una edad entre los 12.7 y 16 Ma; sus velocidades de convergencia son 1.7 – 2.2 cm/año y 4.7 – 6.7 cm/año, respectivamente (Nixon, 1982; Pardo y Suárez, 1993; DeMets et al., 1994; Kostoglodov y Bandy, 1995; Pardo y Suárez, 1995). Gomez-Tuena et al. (2005) indican que la separación de la placa de Rivera ocurrió a los ~10 Ma, debido a que ésta es la edad más antigua para la cual es posible comprobar una deformación en la parte norte de la cresta abandonada de los Matemáticos (DeMets y Traylen, 2000). La velocidad de subducción de la placa de Cocos crece hacia al sureste de ~4.8 cm/año en 104.5° W a ~7.5 cm/año a 94°W (DeMet s et al., 1990). La edad de la placa de Cocos también varía a lo largo de la TMA con saltos asociados a zonas de fractura, donde las edades son de ~11 Ma para la parte noroeste y crecen hacia el sureste con una edad de ~35 Ma. Se cree que algunos factores que afectan la geometría de la zona de subducción son la razón de convergencia relativa, la edad del bloque subducido, el movimiento absoluto de la placa cabalgante y las características batimétricas como las dorsales y los montes marinos intraplaca (e.g. Cross y Pilger, 1982; Jarrard, 1986; Pardo y Suárez, 1995). Sin embargo Cruciani et al. (2006) encontraron una baja correlación entre el ángulo de subducción de la placa, su edad y la tasa de convergencia. Otros investigadores (Manea y Gurnis 2006) encuentran que la evolución de geometría de la placa subducida está relacionada con el balance entre la fuerza gravitacional y la fuerza de succión de la placa, lo que implica que la viscosidad de la cuña del manto tendría una influencia directa en la geometría de subducción. 2.2 Estudios de la placa de Cocos. Existen diversos estudios en México relacionados a la estructura y geometría de la placa de Cocos, por lo que a continuación citaremos algunos de los resultados con particularenfoque en el área de Guerrero. A través del análisis de profundidad y mecanismos focales de 16 eventos sísmicos y datos previos, Singh y Pardo (1993) encontraron que la placa de Cocos se vuelve subhorizontal entre 110 y 275 km de la trinchera en la parte central de México alcanzando una profundidad de 50 km (Fig. 2.2). Debido a la ausencia de eventos sísmicos a partir de 275 km de la trinchera, infieren una geometría relacionada al volcanismo activo localizado 100 km por arriba de la placa. La sismicidad sugiere un régimen extensional en la parte inferior de la 8 placa cabalgante a partir de 180 km de la trinchera, donde factores como la alta elevación juegan un papel importante. Los autores proponen dos modelos que explican este régimen de esfuerzos. El primer modelo sugiere que si la trinchera estuviera fija y el continente tuviera un movimiento normal hacia ésta, entonces debiera existir compresión y acortamiento de la corteza superior; sin embargo se observa lo opuesto, por lo que se sugiere que la trinchera no está fija y tiene un movimiento hacia el océano por sí misma. Un modelo alterno sugiere la presencia de esfuerzos tensionales debido a la erosión tectónica del continente debido a la subducción. Figura 2.2 a) La región denotada en color verde muestra la zona de estudio de Singh y Pardo (1993) con la misma simbología que en la Figura 2.1. b) Geometría de la placa de Cocos propuesta por Singh y Pardo (1993). Pardo y Suarez (1995) determinaron la geometría de la placa de Cocos y Rivera (Fig. 2.3) debajo de la placa de Norteamérica a partir de la localización de hipocentros de eventos locales y telesísmicos. Los autores sugieren que el sur de México se puede dividir en cuatro regiones, dentro de las cuales se encuentra la región Guerrero-Oaxaca en donde la geometría de la placa subducida se vuelve subhorizontal a una distancia de 110 a 275 km de la trinchera y a una profundidad de 50 km, en acuerdo con lo reportado por Singh y Pardo (1993). Esta región está limitada por las zonas de fractura O’Gorman y 9 Orozco. Fuera de la región Guerrero-Oaxaca la geometría muestra una abrupta inclinación, localizada debajo de la placa del Caribe al Este y debajo de la de Norteamérica al Oeste, en este caso se tiene a la placa de Rivera. La sismicidad en el sur de México muestra dos bandas paralelas a la trinchera, donde la primera banda se distribuye a lo largo de la costa y corresponde al contacto sismogénico interplaca. La geometría de esta zona somera (< 30 km) es constante, donde inicialmente subduce con un ángulo de ~10° y crece gradualmente a ~25° a una profundidad de 30 km con 60 km de ancho. Una vez desacopladas las placas se observan variaciones laterales en su buzamiento. Al norte de la primera banda la zona es asísmica en un área delimitada entre 96°W a 101°W. Entre 150 a 250 km d e la trinchera se encuentra una segunda banda de eventos intraplaca dentro de la corteza oceánica con profundidades mayores a los 50 km que desaparecen antes de llegar a la FVTM. La ausencia de eventos sísmicos con profundidades mayores a 70 km al norte de 18°N sugiere que la placa subdu cida pierde su comportamiento quebradizo y se hunde asísmicamente al manto (Pardo y Suarez, 1995). Pardo y Suárez (1995) no pudieron calcular directamente las curvas de igual profundidad de 80 y 100 km debido a la escasez de eventos sísmicos a distancias mayores a 300 km de la trinchera. Estas curvas se obtuvieron siguiendo la tendencia de la placa a profundidades más someras y extrapolando su localización de regiones donde la sismicidad está bien definida, con lo que finalmente encontraron que las curvas de 80 y 100 km se localizan en el frente sur de la FVTM. Por la profundidad en la que se encuentra la placa debajo de la FVTM puede concluirse que su formación está directamente asociada a la subducción, y la carencia de paralelismo puede estar asociada a la geometría. Valdés y Meyer (1996) delinearon una estructura de velocidades de las ondas P y S entre Petatlán, Gro., y la Ciudad de México (Fig. 2.4), a partir de las réplicas del evento de Petatlán de 1979 (Ms=7.6). En esta zona la distancia entre la trinchera y la costa es de 100 km. Su modelo de velocidades es representado por nueve capas: La corteza continental está compuesta por las capas I-III con velocidades de las ondas P de 5.3 – 5.6, 5.8 – 5.95 y 6.15 – 6.4 km/s, con espesores aproximados de 5, 10 y 30 km, respectivamente, en promedio; seguida por el manto continental con velocidades de 7.85 – 8.1 km/s; además, denotan como capa V al prisma acrecional. 10 Figura 2.3 a) Las líneas en color verde denotan los perfiles G, F y E realizados por Pardo y Suarez (1995). Misma simbología que en la figura 2.1. b) Geometría de la placa de Cocos propuesta por Pardo y Suarez (1995). 11 El bloque oceánico fue modelado con dos capas con un espesor total de ~8.5 km y con un echado de 10° al N36°E, que se extiende tierra adentro. El tope de la corteza oceánica debajo de la costa se encuentra a 17.6 km de profundidad. Las capas correspondientes a la corteza oceánica tienen velocidades de 5.1 – 5.7 km/s con espesores de 3.5 km, y 6.85 – 7.1 km/s con espesor de 5 km (capas VI y VII, respectivamente), las cuales corresponden a las capas de basalto y gabro. Estas velocidades se incrementan a 6.24 y 7.4 km/s cuando la corteza oceánica alcanza una profundidad de 40 km. Figura 2.4 a) La línea morada muestra el perfil realizado por Valdés y Meyer (1996). Misma simbología que en la figura 2.1.b) Modelo propuesto por Valdes y Meyer (1996). Las capas I, II y III corresponden a la corteza continental; la IV, al manto continental; la V, al prisma acrecional; la VIII y IX, al manto oceánico y la VI y VII, a la corteza oceánica. 12 El manto superior, debajo de la corteza oceánica (capa VIII) tiene una velocidad de 7.9 – 8.1 km/s (espesor de 45 km). Finalmente, la capa IX representa el límite de la litósfera-astenósfera oceánica con una velocidad de 8.2 km/s. Entre sus observaciones encuentran que las ondas sísmicas de los eventos localizados en la costa (Mc<=4) que viajan de forma perpendicular a la trinchera alcanzan mayores distancias epicentrales que los que viajan a lo largo de la costa, lo cual puede deberse a la estructura sísmica bidimensional en dirección perpendicular a la trinchera y las velocidades que incrementan con la profundidad en la corteza oceánica y continental, y la baja atenuación sísmica en esa dirección. El modelo de Pardo y Suárez (1995) y el de Valdés y Meyer (1996) coinciden en que se tiene una profundidad del tope de la placa oceánica de 50 km a una distancia de 250 km de la trinchera. También todos sus hipocentros se encuentran localizados dentro de la corteza oceánica subducida. Sin embargo, el primero propone una geometría con un ángulo de ~10° y crece gradualmente a ~25° a una profundidad de 30 km, para evolucionar en una placa subhorizontal entre 110 km a 275 km desde la trinchera hasta profundidades de 50 km y sumergirse en el manto después, con un ángulo de 16°, mientras que Valdés y Meyer (1996) proponen una geometría con un ángulo de subducción constante de 10° desde la trinchera. Campos-Enríquez y Sánchez-Zamora (2000) realizaron un perfil gravimétrico con el fin de validar los modelos sísmicos e inferir la estructura de la litósfera en donde no existe sismicidad. El perfil cruza la TMA cerca de la costa de Acapulco, la Sierra Madre del Sur, el sector central de la FVTM, la Sierra Madre Oriental, la Planicie Costera y se extiende 100 km dentro del Golfo de México (Fig. 2.5). En los resultados podemos observar un valor de ~50 mGal a 100 km de la costa, el cual interpretan como una desnivel lateral del Moho. La corteza continental debajo de la FVTM tiene un espesor de ~ 42 km, y ésta se adelgaza debajo de la planicie costera. Estructuras menores son parcialmente suavizadas debidoal proceso de compilación, aunque en el estudio se incluye la cuenca de México y el relleno volcano-sedimentario de baja densidad, aunque esta estructura no modifica las características principales de la corteza y manto debajo de la FVTM. Asumen una profundidad de 30 km para la transición de basalto-gabro a eclogita. En este modelo detectan la placa subducida a una distancia de 300 km de la trinchera y a una profundidad de 50 a 60 km. La placa de Cocos a nivel del manto contribuye poco a la anomalía gravimétrica observada, por lo que es difícil de inferir de datos gravimétricos; sin embargo, concluyen que está asimilada a la FVTM y se encuentra justo debajo de la litósfera continental, por lo que se sugiere que este engrosamiento de la litósfera reacciona como un levantamiento que mantiene el equilibrio isostático. Se presenta fusión parcial en la zona de baja velocidad de la litósfera inferior. El modelo gravimétrico debajo de la FVTM incluye densidades del manto superior de 3.25 g/cm3, ligeramente debajo de la densidad del manto, que coincide con la fusión parcial en esta parte del manto y con el volcanismo activo en la FVTM. 13 Figura 2.5 a) La línea en negro denota el perfil gravimétrico realizado por Campos-Enríquez y Sánchez-Zamora (2000). Misma simbología que en la figura 2.1. b) Modelo propuesto por Campos-Enríquez y Sánchez-Mora (2000). Nótese la zona de fusión parcial localizada entre la corteza oceánica subducida y la corteza continental. Por otro lado Kostoglodov et al. (1996) realizaron cuatro perfiles gravimétricos con orientación noreste-suroeste que se extienden ~ 60 km tierra adentro desde la costa (Fig. 2.6). Para complementar los perfiles a mayor distancia de la costa utilizaron datos obtenidos del perfil de Petatlán entre 140 a 180 km de la trinchera. Al utilizar datos sísmicos observan que la sisimicidad se extiende 50 km tierra adentro desde la costa y yace en una zona inclinada ~30º. Unas secciones de la subducción basadas en la inversión de tomografía para la región de Guerrero muestran que los valores de anomalía gravimétrica pueden ser explicados por el efecto del contraste de densidad entre la placa subducida y la corteza continental. Para explicar una correlación entre la sismicidad y los valores de anomalía gravimétrica utilizan un modelo de densidades de la placa 14 subducida. La geometría está caracterizada por un abrupto cambio de ángulo de buzamiento de 10º a 30º entre la falla inversa somera a la zona sismogénica. A una profundidad entre 35 a 40 km y entre 110 a 120 km de la trinchera, la sismicidad y los valores gravimétricos favorecen una geometría subhorizontal. Además de los estudios para determinar la geometría de la placa de Cocos existen otros que determinan la estructura cortical para la región de Guerrero. Figura 2.6 a) La zonas azules muestran los perfiles gravimétricos realizados por Kostoglodov et al. (1996). Misma simbología que en la figura 2.1. b) Modelo propuesto por Kostoglodov et al. (1996). Los valores indican la densidad en g/cm3. 15 Campillo et al. (1996) desarrollaron un modelo de la corteza de capas planas entre la costa de Guerrero-Michoacán y la Ciudad de México a partir de la inversión de curvas de dispersión de velocidad de grupo para el modo fundamental de las ondas Rayleigh (Fig. 2.7). Los resultados mostraron un modelo de 4 capas entre Guerrero y la Ciudad de México, donde la velocidad de S está bien definida en la corteza media (5 – 30 km, capa 2 y 3), pero las estructuras someras y profundas no fueron bien definidas. La inversión muestra la existencia de una corteza superior (capa 2) de baja velocidad (~ 3.3 km/s) y una corteza inferior (capa 3) de ~ 3.75 km/s, y el límite entre la corteza superior e inferior se localiza entre 15 y 20 km de profundidad. Como se mencionó antes, la capa más somera y la más profunda muestran una gran incertidumbre, dando como resultado una velocidad promedio de ~ 3.05 km/s y de ~ 4.75 km/s para la capa 1 y la capa 4, respectivamente. De ese modelo Campillo et al. (1996) obtuvieron sismogramas sintéticos que tuvieron una buena correlación con los datos observados dando confianza en el modelo promedio de la corteza; sin embargo, en sus resultados no reportan la capa superficial de baja velocidad identificada primero por Valdés et al. (1986) y también modelada por Valdés y Meyer (1996). El modelo es apropiado para periodos entre 8 – 40 s, para terremotos que ocurren en la zona de subducción de Guerrero-Michoacán y se registran en estaciones cerca de la Ciudad de México. 2.5 3 3.5 4 4.5 5 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 Vs [km/s] P ro fu nd id a d [k m ] Modelo de velocidades S Vs Promedio Incertidumbre Figura 2.7 a) Modelo de velocidades S propuesto por Campillo et al. (1996).La corteza media se encuentra bien definida (Capa 1 y 2, 5 – 30 km). 16 Como se puede apreciar, son diversos los estudios realizados en la zona de subducción del territorio mexicano, en los cuales a través de diferentes herramientas sismológicas y geofísicas se ha podido determinar la geometría y estructura de la litósfera oceánica y continental. Además de los estudios mencionados en este Capítulo existen otros relacionados a la geología, geoquímica, tectónica, estados de esfuerzo y deformación, entre otros, que serán de gran utilidad para entender los resultados obtenidos para este trabajo de investigación y serán discutidos más adelante en el Capítulo 6. Sin embargo, a pesar de existir todos estos trabajos acerca de la geometría de la Placa de Cocos en nuestra región de interés, este trabajo contribuye a identificar la geometría de la placa subducida en zonas en la cuales estaba inferida debido a la ausencia de sismicidad. La técnica de funciones receptor es una herramienta alternativa que ha sido empleada en diversas regiones de subducción con la cual se ha determinado con éxito la geometría del subsuelo. 17 3. Funciones Receptor. En esta investigación se utilizan las funciones receptor (FR) como una herramienta para lograr definir la geometría de la placa subducida, por lo que a continuación se describe de manera detallada esta técnica, así como la metodología utilizada para calcularlas. 3.1 La técnica. En la técnica de funciones receptor se utiliza el grupo de ondas P de registros telesísmicos para obtener una imagen de la estructura de la Tierra debajo de una estación sísmica. Este grupo de ondas contiene información relacionada a la función de la fuente y los efectos de propagación a través del manto y estructuras locales. Al obtener las funciones receptor se remueven los efectos de la fuente y trayecto, convirtiéndola en una función de transferencia de la estructura debajo de una estación. Para entender este método partiremos indicando la información que está contenida en un sismograma, la cual está dada por la convolución de la fuente sísmica, ( )tS , la respuesta instrumental de la componente ( )tI i y la estructura, ( )tE i , en la componente i; es decir ( ) ( ) ( ) ( )tEtStItD iii ∗∗= , 3.1 donde el subíndice i representa las componentes radial, transversal y vertical. Básicamente el método consiste en que parte de la energía P incidente en una discontinuidad debajo de una estación es convertida en una onda S, dando como resultado la fase Ps convertida y sus múltiples (Fig. 3.1), con la cual podemos medir directamente la profundidad al obtener la diferencia en los tiempos de arribo de la P directa y las Ps convertidas, teniendo de antemano un modelo de velocidades de la región de estudio. Las fases Ps convertidas son sensibles a los contrastes de velocidades de ondas de cizalla y su amplitud es mayor en la componente horizontal que en la vertical. Para aislar las fases de S de la onda P directa, las componentes horizontalesen el registro de un sismograma pueden ser separadas por la rotación del sistema coordenado Norte-Sur, Este-Oeste y Vertical (NS, EW, Z) a Radial, Transversal y Vertical (R, T, Z) dando como resultado que la componente radial tendrá predominantemente energía de ondas SV y remanentes de energía P, mientras que la componente transversal tendrá energía de ondas SH y una mínima energía de ondas P (Ammon, 1991). Dado que se utilizan eventos telesísmicos para obtener las funciones receptor podemos suponer que tenemos un ángulo de incidencia casi vertical, el cual puede ser representado en la componente vertical de la estructura por una función delta de Dirack: ( ) ( )ttEv δ≈ , 3.2 por lo que la componente vertical del sismograma queda expresada como 18 ( ) ( ) ( )tStItZ ∗≈ . 3.3 Finalmente la componente i de la estructura ( )tE i está representada por la deconvolución de la componente i del sismograma y la componente vertical, que en el dominio de las frecuencias queda como ( ) ( )( ) ( ) ( ) ( )ω ω ωω ωω Z D SI D E iii ≈= . 3.4 Ahora, en caso contrario, si se convoluciona la función receptor fr(t) con la componente vertical del sismograma obtenemos la componente horizontal del mismo ( ) ( ) ( )tztfrth ∗= . 3.5 Figura. 3.1 Fases observadas en una función receptor para un medio con una capa sobre un semiespacio. La discontinuidad representa el Moho a 30 km de profundidad. 3.2 Características de las funciones receptor. Las amplitudes y tiempos de arribo de las funciones receptor cumplen con la característica de ser sensibles a la estructura de velocidades de propagación de las ondas S en la corteza. Así, las amplitudes de los arribos de las funciones receptor dependen del ángulo de incidencia de la onda P y del contraste de velocidades generador de las conversiones Ps y múltiples (PsPhs, PpShs, PpPhs, donde h indica la profundidad de la discontinuidad que produjo la conversión). Por otro lado, los tiempos de arribo dependen de la profundidad a 19 la que se presente el contraste de velocidades, de la velocidad de P y S entre dicha discontinuidad y la superficie libre y del ángulo de incidencia de la onda P o del parámetro de rayo; por lo que en las funciones receptor podemos identificar la estructura de impedancias entre dos medios. La polaridad está relacionada al cambio de impedancias (Fig. 3.2); cuando pasamos de un medio con mayor impedancia a uno de menor, obtenemos un pulso positivo, y cuando pasamos de uno de baja a uno de alta impedancia obtenemos un pulso negativo. Figura 3.2 Esquema de polaridad de las funciones receptor. Una polaridad positiva implica que se tiene una transición de un medio de alta impedancia a uno de baja impedancia (rojo), mientras que una polaridad negativa implica lo contrario (azul). La cobertura horizontal, Xs, muestreada por una función receptor, depende de la profundidad a la que se encuentre la discontinuidad que presenta el contraste de velocidades; así como del ángulo de incidencia de la onda directa a ésta. La figura 3.3 muestra la geometría de los patrones de rayo para una capa superior. Sólo se muestran dos patrones de rayo, la conversión de P a S, Ps, y los múltiplos PpPmp, asumiendo que el contraste en el fondo es el Moho (http://eqseis.geosc.psu.edu/~cammon/HTML/RftnDocs/rftn01.html). De hecho, la fase Ps muestrea una región muy cercana a la estación y los múltiples promedian la estructura sobre una distancia insignificantemente menor que 3 Xp. De la Ley de Snell: ))*tan(asen(* VsphXs = , 3.6 ))*tan(asen(* VpphXp = , 3.7 donde h es el espesor de la capa; p, el parámetro de rayo; y Vp y Vs son la velocidad de P y S, respectivamente. Debido al muestreo debajo del sismómetro, el uso de la onda Ps puede aportar buena resolución lateral de la transición corteza-manto usando eventos de diferentes azimuts. 20 Figura. 3.3 Cobertura horizontal de la función receptor, tanto para la conversión de la onda P a S, Ps, y el múltiplo PpPmp. 3.3 Deconvolución. Las funciones receptor radial y transversal son series de tiempo que se obtienen a partir de la deconvolución de la componente vertical de un sismograma respecto a sus componentes radiales y transversales. El método de Langston (1979) para obtener las funciones receptor se lleva a cabo en el dominio de la frecuencia, transformándose después al dominio del tiempo. Al realizar la deconvolución de la componente vertical (Z) respecto a las componentes radial (R) y transversal (T) se remueven, como ya se comentó, los efectos de fuente y respuesta instrumental no deseados. A este procedimiento se le conoce como ecualización de la fuente, y se representa en el dominio de la frecuencia como la razón espectral compleja de una componente horizontal, H(ω), entre la vertical, Z(ω). Es decir, la transformada de Fourier de la función receptor queda expresada como ( ) ( ) ( )( )ωω ωωω *)( * ZZ ZH FR = 3.8 (Ammon, 1991), donde * denota el complejo conjugado. La división espectral puede ser inestable dado que se usan registros de banda limitada y ruidosos, por lo que es necesario aplicar un filtro gaussiano y hacer una corrección por nivel de agua. El filtro gaussiano se aplica al realizar la deconvolución en el dominio de la frecuencia con el fin de eliminar el ruido en altas y muy bajas frecuencias, y suaviza la función receptor, quedando matemáticamente expresado en el dominio de la frecuencia como ) 4 exp()( 2 2 α ωξω −=G , 3.9 donde ξ normaliza al filtro a una amplitud unitaria en el dominio del tiempo y α regula su ancho. Valores de α entre 3 y 7 son apropiados para datos 21 telesísmicos de banda ancha. Un valor de α de 3 elimina frecuencias mayores a ~ 0.5 Hz; y un valor de α de 7 elimina frecuencias mayores a ~ 2 Hz. El método de Nivel de Agua (Clayton y Wiggins, 1976) estabiliza la deconvolución en el dominio de la frecuencia, ya que evita la división por números muy pequeños; reduciendo también la amplitud de los valles del espectro de la componente vertical. Esta corrección asigna un valor igual al valor máximo del espectro en el caso de que la amplitud del mismo sea menor que cierto valor, llenando los espacios espectrales vacíos en el denominador se da estabilidad al resultado al efectuarse la división, por lo cual el parámetro del nivel de agua produce una deconvolución estable. El nivel de agua se escoge con base en prueba y error; normalmente se toman valores entre 0.001 y 0.1. Al ajustar a una amplitud mínima permitida se reduce ruido espurio y efecto de errores pequeños en la estimación. Matemáticamente se expresa como una fracción del máximo de la amplitud de la fuente ( ) ( ) ( ) ( ) ( )[ ]{ }ωωωωωφ ∗∗ ⋅= ZZkZZ máx,máx , 3.10 donde la constante k determina la mínima amplitud permitida en el denominador. Finalmente la división espectral de la ecuación 3.8 queda de la forma ( ) ( ) ( )( ) ( )ωωφ ωωω GZHFR ∗ = . 3.11 La señal antes de t = 0 s es ruido, y en t = 0 s corresponde al arribo directo de la onda P. En medios isótropos ideales y de capas planas, las funciones receptortransversales son cero; sin embargo, pueden presentar energía y ser diferentes a cero para los casos en los que se tengan capas inclinadas, sea un medio anisótropo o isótropo. Otros casos en los cuales se tiene energía en la función receptor transversal incluye dispersión (e.g., Langston, 1989), arribos difractados y ondas guía en zonas de falla. 3.4 Casos Particulares. Las funciones receptor son idealmente utilizadas en medios isótropos de capas planas, pero debido a la complejidad de la estructura de la corteza se han realizado diversos estudios a través de sismogramas sintéticos para entender a mayor profundidad su comportamiento en medios de capas inclinadas y anisótropos. 3.4.1 Capas Inclinadas Cassidy (1992) examina el efecto de las funciones receptor para capas inclinadas a partir de sismogramas sintéticos. Las funciones receptor para capas inclinadas tiene dos características importantes, varían de manera 22 sistemática en función de su azimut inverso – distancia, y hay presencia de energía tanto en la componente radial como en la transversal. En la componente radial, la fase Ps que incide en la capa inclinada tiene mayor energía y arribos tardíos para los eventos que viajan en sentido contrario al buzamiento de la placa, y menor energía y arribos tempranos para los eventos que viajan en sentido del buzamiento (Fig. 3.4). También se observa una dependencia azimutal en el arribo de la onda P directa para las componentes radiales, siendo muy marcada cuando se tiene capas con un gran ángulo de buzamiento (> 30°) o capas ligeramente inclinadas c on un gran contraste de impedancias. Figura 3.4 Fases observadas para funciones receptor radiales para un medio con una capa inclinada sobre un semiespacio. La discontinuidad representa el Moho con un ángulo de buzamineto de 15º hacia el este. El espaciamiento entre cada estación (triángulos amarillos y negro), a lo largo de un perfil E-W, es de 5 km, el Moho tiene una profundidad de 30 km para la estación localizada en el Oeste y 38 km en la del Este. Las FR con polaridades azules y rojas (derecha) se obtienen de los eventos que provienen del Este, mientras las FR con polaridades verdes y amarillas (izquierda) se obtienen de los eventos provenientes del Oeste. Cada traza corresponde a lo observado en cada estación. 23 La componente transversal de la capa inclinada es generada por la refracción de la onda fuera del plano R – Z. También las componentes transversales presentaran energía en el tiempo de las fases Ps de cada discontinuidad por arriba de la capa inclinada y en el arribo de la onda P directa, esto se debe a que una vez que la energía ha sido refractada en el plano R – Z queda ahí atrapada. La energía transversal de cada fase nos muestra un espejo simétrico de la dirección de buzamiento, en donde la energía es cero para los eventos que viajan en sentido y sentido contario al buzamiento, y es máximo para los eventos que viajan a lo largo del rumbo. Cabe aclarar que existe energía en todas las componentes de los arribos de los múltiples. 3.4.2 Medios Anisótropos Savage (1998) realizó un estudio a partir de sismogramas sintéticos para entender el comportamiento de las funciones receptor en medios anisótropos. Realizó diversos modelos (ejemplo: Fig. 3.5) en los cuales introdujo una capa anisótropa a diferentes profundidades y con diferentes porcentajes en las variaciones de velocidad. Consideraron casos de anisotropía con ejes de simetría horizontales e inclinados. Una de las características más notables para medios anisótropos con ejes de simetría horizontales es que las componentes transversales son cero a lo largo del azimut inverso de los ejes lentos y rápidos, y es máximo a 45° de estas direcciones, dando como resultado una periodicidad de 180° y un cambio de polaridad cuand o se pasa de un azimut inverso de velocidad rápida o lenta. En su estudio reporta como diferenciar medios de capas inclinadas isótropas y medios anisótropos. La prueba consiste en diferenciar la energía contenida en la componente radial y transversal para un medio con una corteza inferior anisótropa debajo de una corteza isótropa y un medio de capas inclinadas isótropas. Una gran diferencia entre capas inclinadas y medios anisótropos es que, en el primer caso, el primer arribo en la componente transversal está sin importar la profundidad, mientras que para el segundo, solamente está presente cuando la capa superior es anisótropa. Por otro lado, la amplitud del arribo de la onda P directa en la componente radial no varía para medios anisótropos que no llegan hasta la superficie. También es de gran ayuda observar la periodicidad de 180° respect o a los azimuts inversos, ya que las componentes transversales de las funciones receptor para capas inclinadas isótropas deben tener polaridades opuestas para azimuts inversos separados cada 180°, mientras que para capas planas anisótropas deben tener la misma polaridad y además mismas amplitudes y tiempos de arribo. Sin embargo, es muy importante tener en cuenta que cuando se tienen ejes de simetría inclinados en los medios anisótropos es difícil diferenciarlos de medios con capas inclinadas isótropas. También se tiene que considerar que los datos reales provienen de distintos azimuts inversos con distintos ángulos de incidencia, lo cual modifica las amplitudes en las componentes radiales aun en medios isótropos. Por lo tanto es importante comparar las variaciones de las amplitudes de las componentes radiales con las amplitudes esperadas para diferentes ángulos de incidencia. En cuanto a capas inclinadas isótropas y materiales anisótropos con ejes de simetría inclinados, sus propiedades son similares. Ambos tienen simetría en cuanto a la dirección en que la energía transversal es cero, sin embargo 24 también existen algunas diferencias en cuanto a las razones de las amplitudes de las conversiones Ps y de P directa. Para capas inclinadas isótropas, la máxima variación de la razón se da solamente para la discontinuidad que está buzando, y para medios anisótropos con ejes inclinados las razones son comparables para las fases convertidas tanto en el tope como en la base de la capa anisótropa. Figura 3.5 Fases esperadas de una onda P incidente en un medio anisótropo localizado entre un semiespacio isótropo y un capa superior isótropa. Los segmentos en rojo representan P y en negro S. En la base y techo de la capa anisótropa, las conversiones P y S causan que la energía S se rote de su trayecto inicial, causando energía SV Y SH. Figura modificada de Savage (1998). Finalmente, la energía radial convertida en presencia de capas inclinadas muestra amplitudes pequeñas para tiempos de arribo tempranos y amplitudes grandes para tiempos de arribo tardíos; sin embargo, para medios anisótropos no es tan simple. Para éstos, la fase Ps del tope de la capa llega al mismo tiempo para todos los azimuts inversos, tanto para la componente radial como para la transversal, pero para la fase de la base tiene tiempos de arribo distintos y no incrementan su amplitud de forma simple respecto al azimut inverso. Siempre se debe tener en cuenta que puede haber interferencia de múltiples de zona de baja velocidad cerca de la superficie. 25 4. MASE (MesoAmerican Subduction Experiment). MASE es el Experimento de Subducción de Mesoamérica cuyo objetivo es determinar la geometría, estructura y comportamiento dinámico de la placa de Cocos debajo de la placa de Norteamérica entre Acapulco, Gro., y Tempoal, Ver. En este proyecto colaboraron el Instituto de Geofísica y el Centro de Geociencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Laboratorio Sismológico del Instituto Tecnológico de California (Caltech) y el Center for Embedded Networked Sensing (CENS) de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Este proyecto combina la teoría y la observación para obtenerun modelo dinámico de la evolución de millones de años del sistema de subducción de la placa de Cocos, incluye estados termales y composicionales de la cuña del manto, acoplamiento entre la placa que subduce y la suprayacente, la historia termal de la placa superior, y las fuerzas que interactúan en este sistema. La zona de subducción en México fue elegida ya que es un sitio ideal para el estudio de este fenómeno, debido a la complejidad que presenta como consecuencia de las variaciones en el comportamiento y las características presentes a lo largo de esta zona. Estas variaciones no aparentan estar correlacionadas con la edad de la placa subducida o con su razón de convergencia (http://tectonics.caltech.edu/mase). Sin embargo, estas variaciones podrían estar controladas por efectos termales o composicionales en la cuña del manto, provocadas por rasgos geológicos sobre la placa que subduce, o por características propias de la interfaz en subducción (http://tectonics.caltech.edu/mase). El objetivo final de MASE es construir un modelo dinámico (numérico) del proceso de subducción que coincida con los diferentes escenarios de subducción a lo largo de la TMA. 4.1 La red MASE. Para cumplir con los objetivos del proyecto se instauró una red de estaciones de carácter pasivo, utilizando como fuentes a los sismos y ruido sísmico y empleando sensores de banda ancha. Ya que se trabajan con longitudes de onda mayores, la geometría del arreglo utiliza un espaciamiento entre estaciones de aproximadamente 5 km. Debido a que los instrumentos sísmicos de banda ancha aportan datos de alta calidad para cualquier método de imagen directa, fueron utilizadas 100 estaciones sismológicas (Apéndice A) de banda ancha a lo largo de un perfil que va desde Acapulco, Gro., en la costa sur del Pacífico, hasta Tempoal, Ver., próximo al Golfo de México (Fig. 4.1). El perfil cruza ciudades importantes como Acapulco, Chilpancingo, Iguala, Cuernavaca, Cd. de México, Pachuca y Huejutla. 26 Figura. 4.1 Línea de estaciones sismológicas de MASE. Los puntos azules representan cada una de la estaciones del proyecto. Los círculos rojos son las principales ciudades por las cuales cruza la línea. La región en color café delimita la FVTM y los triángulos en amarillo representan los principales edificios volcánicos activos. Las flechas azules indican la ubicación de la Sierra Chichinautzin y el volcán Popocatéptl, zona de vulcanismo activo. 4.2 Selección de los sitios. Ya que la red MASE es de carácter temporal, debió evaluarse la conveniencia en la selección de un sitio que pudiera proveer energía continua, seguridad, temperatura constante y aislamiento de filtraciones de agua, contra el aspecto relativo al nivel de ruido sísmico. El ruido sísmico se induce por un lado por mareas de la tierra solida debido al efecto de la luna y el sol, fluctuaciones en la temperatura y presión atmosférica, tormentas y oleaje de los océanos, provocando una continúa reverberación de la corteza; por otro, es producido por actividad humana, animal, o inclusive por la vegetación circunvecina a la estación. Este nivel de ruido puede ser reducido al instalarse la estación en un pozo, pero debido a que la red MASE era temporal, su instalación debió ser práctica y de bajo costo, por lo cual los sensores fueron instalados en cavidades de un metro de profundidad y utilizando materiales aislantes, reduciendo el ruido debido a fluctuaciones de la temperatura. Pero este tipo de instalación puede tener ruido de altas frecuencias debido a la lluvia, y periodos largos debido al ruido inducido por el viento que se transmite a la tierra por medio de las raíces de los árboles. 27 En cuanto a la seguridad, las escuelas resultaron sitios ideales, por lo que 53 estaciones estuvieron instaladas en escuelas de distintos niveles académicos y seis, en centros culturales y de educación (Pérez-Campos, 2008). Así también se aprovechó la divulgación científica y recolección de ropa, libros y juguetes para ser donados a escuelas rurales (Pérez-Campos et al., 2006; Pérez- Campos, 2008). También fue importante en la selección del sitio, el hecho de que 50 estaciones de la red transmitían datos en tiempo real, por lo que debía existir una línea de vista entre ellas. 4.3 Instalación. Antes de que en cada sitio fuera instalado el equipo, fue necesario construir con anticipación las cavidades bajo ciertas especificaciones (Fig. 4.2), como los son sus dimensiones, profundidad, conductos, tapas, etc. En la Tabla 4.1 se enlistan estas especificaciones. Figura. 4.2 Croquis de cavidades para la instalación de instrumentos. 28 Tabla 4.1. Especificaciones de una estación de MASE. Tipo Instrumentos y/o aditamentos instalados Dimensiones Características Cavidad 1 Sensor de banda ancha y acelerómetro1. ~1 m 3. Paredes de tabique rojo, pilar de concreto de 15.24 cm de radio y tapón de polietileno. Cavidad 2 Registrador, batería, controlador de carga, controlador del sensor y radio de transmisión2. ~60×70×60 cm. Paredes y piso de concreto, con tapa de madera con marco de metal. Externo Panel solar, antena GPS, y antena yagi2 o parabólica2. Poste de 2.20 m de altura. Poste enterrado y anclado con concreto y cables de tensión. 1 Sólo cinco estaciones, al extremo sur de la línea contaron con acelerómetro. 2 Sólo 50 estaciones que transmitían en tiempo real. En la Cavidad 1 (Fig. 4.3.a) era colocado el sensor sobre el pilar de concreto y a su vez éste se orientaba hacia el Norte geográfico y era nivelado (Fig. 4.3.b). Una vez instalado el sensor, era cubierto por un tubo de PVC, que a su vez estaba forrado con plástico poliburbuja para protección del sensor y aislamiento térmico (Fig. 4.3.c); el pilar y el tubo ayudan además a mantener al sensor fuera del alcance del agua en caso de una inundación ligera. El cubo de polietileno era utilizado para tapar el hoyo del sensor y de este modo, aislarlo aún más térmicamente (Fig. 4.3.e); finalmente es enterrado. En la Cavidad 2 (Fig. 4.4.a) se colocaba una caja de plástico y dentro de ella, una batería sellada de electrolito gelificado, Modelo Deka Solar 8G27, con capacidad de 99 A/hr, para un voltaje de operación de 12 VDC, conectada a un controlador de carga marca Morningstar, modelo Sunsaver 10 con un voltaje nominal de operación de 12 V y capacidad de 10 A de corriente solar; el registrador y el controlador del sensor, los cuales también eran conectados al controlador de carga (Figs. 4.4). El controlador del sensor se conectaba al sensor por medio de un conducto subterráneo (Fig. 4.3.d). Al finalizar la instalación, todos los conductos eran aislados con espuma expandible de poliuretano que evita la entrada de agua o insectos (Figs. 4.3.d y 4.4). Para algunas estaciones se tenía además instalado un radio de comunicación, el cual era conectado al registrador, batería y a una antena; algunos de estos contenían un disco de almacenamiento que guardaban datos y a la par, eran transmitidos en tiempo real a lo largo de un red de comunicación punto a punto. Los detalles técnicos del dispositivo son descritos más adelante. En la parte externa de la instalación se tenía un panel solar de de 80 W, modelo ULTRA 80, de silicio monocristalino, con voltaje de operación nominal de 12 VDC (Fig. 4.5), conectado a través de un conducto al controlador de carga y soportado por el poste, en el cual también se encontraba instalada una antena de GPS conectada al registrador (Fig. 4.5). El panel solar tiene por objeto recargar la batería, haciendo al sistema autosuficiente en su 29 alimentación de energía. En algunas estaciones se tenían además instaladas antenas de transmisión de tipo yagi o parabólicas con alcance de hasta 45 km de distancia. Figura 4.3 Instalación del sensor. a) Hoyo de sensor aproximadamente de 1 m de profundidad. b) Orientación y nivelacióndel sensor dentro del hoyo. c) Sensor ya instalado, cubierto por un tubo de PVC. d) Poliburbuja alrededor del tubo para mayor aislamiento y cable que se conecta al registrador. e) Aislamiento térmico del sismómetro con un bloque de polietileno. Figura 4.4 Instalación del registrador. Izquierda: Hoyo de dimensones 60×70×60 cm, con tapa de madera. Centro: Caja de plástico con registrador Reftek (caja negra), batería (a la derecha), controlador de carga (ensamblado a la caja de plástico) y de sensor (caja gris con tres botones). Derecha: Registrador Reftek, los conectores superiores son de canales 1-3, red y energía; los inferiores, de canales 4-6, conector agenda electrónica y GPS. La tapa cubre las tarjetas de memoria flash. En la pantalla se puede observar el estado del instrumento: memoria, temperatura, voltaje, amperaje, tiempo, red y eventos. Figura 4.5 a) Panel solar que brinda energía al equipo. b) Antena de GPS. a) Panel solar b) Antena GPS a) Hoyo de 1 m3 b) Orientación y nivelación d) Sellado y comunicación con el registrador e) Aislamiento y sellado c) Aislamiento 30 4.4 Equipo utilizado en el proyecto MASE. A continuación se proporciona una breve descripción de los instrumentos utilizados en el proyecto como son sensores, registradores, radios de comunicación y antenas de transmisión. 4.4.1 Sismómetro de banda ancha CMG-3T. Los sismómetros de banda ancha son los más versátiles, ya que registran en un rango de frecuencias y amplitudes muy amplio, cubriendo completamente el espectro sísmico con una sola función de transferencia, estos responden en general de forma plana entre las frecuencias de 0.005 Hz y 50 Hz. Para sismología regional, las frecuencias de interés van de 0.05 a 20 Hz, y para telesismos, de 0.001 a 1 Hz (Bormann, 2002), por lo cual, sensores de banda ancha son muy útiles para registrar ambos tipos de eventos. Sin embargo, una limitante en el rango dinámico y resolución de los sismómetros de banda ancha son los efectos termales y de presión en las componentes mecánicas y eléctricas. Para el proyecto MASE se utilizaron sismómetros GURALP CMG-3T (Fig. 4.6) que consisten de tres ejes con tres sensores dentro de un empaque hermético, el cual registra el movimiento simultáneo del suelo de las componentes norte- sur, este-oeste y vertical. Este modelo es sensible al movimiento del suelo en un rango de frecuencias de 0.003 – 50 Hz (http:/www.guralp.com/documents/ MAN-030-0001.pdf). Gracias a su diseño puede ser instalado en una capa dura acoplada a un basamento casi horizontal. Su señal de salida es un voltaje análogo que representa el movimiento del suelo que es registrado por un dispositivo independiente. Se tiene control remoto de las masas, centrado, bloqueado y desbloqueado, a través del controlador del sensor. El sensor debe ser instalado en un pilar cementado, dentro de un hoyo profundo con poco ruido ambiental; y además tiene que ser protegido contra factores ambientales como fluctuaciones en la temperatura, flujo de vientos turbulentos alrededor al sensor, vibraciones de equipos cercanos al lugar de instalación y a maquinaria pesada o líneas de alta tensión. El sismómetro tiene un peso de 11.5 kg, es compacto y se pueden instalar en lugares de difícil acceso, puede ser utilizado como un instrumento portátil; además de obtener datos de alta calidad para movimientos suaves y estudios telesísmicos. Figura 4.6 Sismómetro Guralp CMG-3T (izquierda), registrador Reftek (centro) de tercera generación de registradores sísmicos, modelo REF TEK 130- 01, y registrador sísmico Quanterra Q330 (derecha). 31 4.4.2 Registradores Para el proyecto MASE fueron utilizados dos tipos de registradores: Reftek modelo 130-01 y Quanterra modelo Q330. A continuación se da una breve descripción sobre su funcionamiento. 4.4.2.1 Reftek modelo 130- 01. Este registrador Reftek 130-01 (Fig. 4.6) digitiza y almacena entradas análogas de una gran variedad de sensores, que incluye sismómetros, acelerómetros, inclinómetros, etc. Es fácil de usar, compacto y ligero, utiliza poca energía y requiere de poco mantenimiento. Tiene seis conectores de entrada/salida: dos canales de entrada, terminal de control y ajustes, comunicación IP vía Ethernet y serial asíncrono, conector de energía de 12 V y receptor de GPS. Su cubierta es a prueba de agua y contiene una tapa hermética en donde se pueden colocar hasta dos tarjetas de almacenamiento de tipo Compact Flash II (http://www.reftek.com/model130-0.html). Sus ajustes, control y monitoreo se puede llevar a cabo a través de una agenda personal (PDA), una computadora personal (PC) o una estación de trabajo. Entre sus aplicaciones más comunes se encuentran estudios de banda ancha, de réplicas y de fuente activa, además de utilizarse en estudios de microzonación y de sitios con ruido. 4.4.2.2 Quanterra Q330. El Quanterra Q330 (Fig. 4.6) es un registrador de banda ancha de seis canales con alta resolución sísmica. Cuenta con un convertidor análogo/digital delta- sigma de 24 bits, un módulo DSP/RAM de 8 Mb, receptor GPS, controlador de carga, controlador del sensor y un módulo de operación telemétrica y comunicación IP. Con el Q330 se transmitían datos en tiempo real a un sitio central a través de señales de radio, ya fuera con transmisión continua o periódica. Una ventaja es que emplea un bajo costo de energía para llevar a cabo todas sus funciones (<1W). 4.4.3 CDCC y Antenas direccionales. El CENS Data Communication Controller (CDCC) es un nodo inalámbrico desarrollado por el CENS (Fig. 4.7), el cual puede ser instalado largos periodos de tiempo en ambientes exteriores (Lukac et al., 2007). Contiene una tarjeta madre Stargate de 64 MBytes de Ram y 32 MBytes de memoria interna. Para el almacenamiento de datos se utilizaron tarjetas Flash con capacidad de 1 a 4 GB. Está equipado con una tarjeta IEEE 802.11 b de alto poder (2 mW). El CDCC era conectado a una o dos antenas direccionales. Se utilizaron dos tipos de antenas, tipo yagi de 15 decibelios y parabólicas de 24 decibelios. En algunas estaciones se utilizaron amplificadores de señal de 1 ó 2 watts. Fueron instaladas un total de 64 estaciones de comunicación, de las cuales 50 funcionaron en cuatro arreglos principales: Cuernavaca, UNAM, Pachuca y Huejutla. Cada uno de estos arreglos principales estaba conectado a un servidor a través de un CDCC utilizando un cable de ethernet. Solo un pequeño número de estaciones se encontraban aisladas de los arreglos principales. 32 Figura 4.7 Radio de comunicación (CDCC).Figura cortesía de Lukac et al. (2007). 4.5 Datos y estudios dentro del proyecto MASE. Los datos del proyecto MASE han sido utilizados para estudiar diversos problemas de sismología, entre los cuales a continuación mencionaré algunos. 4.5.1 Ruido sísmico. Real-Pérez y Pérez-Campos (2007) han caracterizado el nivel de ruido a diferentes frecuencias, así como los efectos de sitio por medio del análisis de microtremores de las estaciones del proyecto MASE, esto con el fin de evaluar la calidad de la señal. Han observado que la mayoría de las estaciones tienen niveles de ruidos dentro de los parámetros propuestos por Peterson (1993). En el análisis se observan picos en las curvas de ruido entre 6 y 7 s de periodo que corresponden al oleaje en la costa, este resultado es evidente para las estaciones cercanas ésta. También han analizado el incremento del ruido de alta frecuencia, así como la diferencia en los niveles de ruido entre el día y la noche en las estaciones que se encuentran dentro de las ciudades, cercanas a vías transitadas por vehículos o dentro de edificios públicos (escuelas, instituciones, etc.). Además, han encontrado algunas diferencias en las intensidades y las frecuencias de las señales en diferentes épocas del año, como los son la temporada de huracanes, el invierno,el verano, etc. Por otro lado, han observado que muy pocas de estaciones de MASE demuestran un efecto del sitio considerable. La mayoría de las estaciones presentan una amplificación en altas frecuencias (>1 Hz). 4.5.2 Microtremores no volcánicos. Payero et al. (2008) han estudiado los tremores no volcánicos (TNV) en el periodo de 2001–2007 para estaciones del proyecto MASE y algunas del SSN. Durante este periodo se presentaron dos sismos lentos (2001-2002 y 2006), fenómeno que parece estar correlacionados con la ocurrencia de los TNV. Para el periodo de análisis, encontraron alrededor de 100 de estos eventos que fueron registrados en una banda paralela a la costa de ~ 40×150 km2, al sur de Iguala, con profundidades que van de ~5 a 40 km. Se cree que los TNV están asociados con el proceso de deshidratación y serpentinización de la placa (McCausland et al., 2005). 33 4.5.3 Sismos locales y regionales. Con eventos regionales, Iglesias et al. (2009) han determinado un modelo de velocidades de ondas S, a partir de las velocidades de grupo de ondas Rayleigh entre periodos de 5 a 50 s. Estos resultados muestran una región de baja velocidad que cubre la FVTM que probablemente corresponde a la cuña del manto. Por otro lado se encontró que existe un contraste de velocidad de grupo entre el antearco (mayor velocidad y menor espesor cortical) y el trasarco (menor velocidad y mayor espesor cortical). En otra línea de investigación, a partir de eventos locales Clayton y Chen (2007) han determinado de forma indirecta el parámetro de viscosidad por medio de la atenuación. Las altas frecuencias de los eventos locales han mostrado una significativa variación a lo largo de la línea, en particular una baja viscosidad en la cuña del manto. 4.5.4 Telesismos. Husker y Davis (2009) ha utilizado las variaciones relativas de los tiempos de viaje de eventos telesísmicos para obtener una imagen tomográfica de las variaciones de la velocidad de las ondas P. Sus resultados a diferencia de las FR tienen resolución a estructuras inclinadas, los cuales muestran que la placa vuelve a sumergirse hacia el manto en el límite sur de la FVTM con un ángulo de buzamiento de ~ 75°, y se trunca a ~ 500 km de p rofundidad. Por otro lado, para obtener nuestras funciones receptor es necesario utilizar eventos telesísmicos, un ejemplo de FR para el proyecto MASE es el presentado por Pérez-Campos et al. (2008), donde los resultados muestran la interfaz corteza– manto, discontinuidades corticales, una zona de baja velocidad entre la corteza continental y la placa subducida, y finalmente se observa una subducción horizontal hasta ~ 250 km desde la costa. Además de los estudios llevados a cabo dentro del proyecto MASE los datos pueden ser utilizados para croscorrelación de ruido, trazado de rayos, estudios de anisotropía utilizando ondas SKS y SKKS, 34 5. Procesamiento de las funciones receptor. El procedimiento para la obtención de las funciones receptor, desde la clasificación de los eventos hasta el análisis de los resultados, consiste en cuatro etapas de trabajo: elaboración del catálogo de eventos telesísmicos, preprocesado, procesado y agrupación de funciones receptor. A continuación detallaré una descripción de cada una de estas etapas, enfocada específicamente para este trabajo de investigación. La Figura 5.1 muestra un diagrama de flujo que va desde la generación del catálogo hasta la interpretación de los resultados obtenidos (Espejo Arellano y Greene Gondi, 2007). Además, indica la aplicación que se utilizó: SAC (Seismic Analysis Code, desarrollado en Lawrence Livermore National Labs.), TauP Toolkit (Application for computing travel times, desarrollado en University of South Carolina) o Matlab (Matrix Laboratory), así como su etapa: preprocesado, obtención de funciones receptor, análisis e interpretación. 5.1 Catálogo de eventos. Como se mencionó en el Capítulo 4, los datos de la red MASE contienen todo tipo de información, desde eventos locales, regionales, telesísmicos, tremores no volcánicos (TNV), hasta ruido sísmico, para el periodo de operación de la red de diciembre de 2004 a julio de 2007. Para este estudio en particular, es necesario utilizar eventos telesísmicos que cumplan con las siguientes características: 1. Cada par evento–estación debe localizarse en un rango de distancia de 30° a 90°. 2. La magnitud de momento (Mw) para cada evento debe ser mayor o igual a 5.8. Bajo la primera condición mencionada se evitarán trayectorias corticales largas e interacciones núcleo–manto, la segunda implica que se tendrá una señal suficientemente energética para poder ser utilizada. Para clasificar a los eventos, primero se realizó un catálogo de todos los sismos ocurridos entre diciembre de 2004 a julio de 2007 con Mw ≥ 5.8. Éstos se obtuvieron de la página de internet del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) de Soluciones del Tensor de Momento (http://neic.usgs.gov/neis/FM/previous_mom.html), teniendo un total de 568 sismos (Apéndice B). La etapa de elaboración del catálogo de eventos concluye con la selección de aquellos eventos que se encuentren en el rango de distancia de 30° a 90° para cada par evento–estación. En total se seleccionaron 173 eventos (Fig. 5.2, Apéndice C) de los 568 posibles. 5.2 Preprocesado. Una vez completo el catálogo, se obtuvo una hora de registro de cada sismo, a partir de su tiempo de origen, de la base de datos del Observatorio Tectónico de 35 Caltech. Dentro de la hora de registro debe identificarse el arribo de la onda P de cada evento para cada una de las estaciones, con ello se obtiene una ventana de 120 s de registro, con 30 s antes y 90 s después del arribo de P. Una vez definida la ventana, las componentes Norte-Sur y Este-Oeste (N, E) son rotadas a Radial y Transversal, para que junto con la componente Vertical (Z) se tenga un sistema ortogonal (R, T, Z). El proceso anterior se realizó con SAC. Esta parte del preprocesado es de gran importancia, ya que aquí son seleccionadas las señales con buena relación señal–ruido; cabe aclarar que para la identificación del arribo de la onda P se utilizó un filtro butterworth de dos polos con frecuencias de corte de fc1=0.1 Hz a fc2=1 Hz, pero la señal original se conservó. Figura 5.1 Diagrama de flujo que muestra los pasos a seguir para la obtención de las funciones receptor desde su preprocesado (rosa), procesado (rojo), análisis (azul) e interpretación (verde). Los pasos realizados con cada aplicación se delimitan por las líneas discontinuas: rosa para SAC, naranja para Matlab y azul para TauP. Figura tomada de Espejo Arellano y Greene Gondi (2007). Obtención de parámetros: h, ∆, p (para cada par estación-evento) Agrupación de datos por φinverso, ∆ y p para cada estación Perfiles de apilado por azimut • Cada 10° desde 0° hasta 360° Definición de nuestro modelo en tiempo Transformación de nuestro modelo a profundidad Comparación con otros modelos Catálogo de sismos Mw ≥ 5.8 Selección de sismos 30° ≤ ∆ ≤ 90° Selección del tiempo de arribo P Selección de la ventana de tiempo a utilizar Rotación de componentes: ZNE a ZRT Aplicación de filtro Gaussiano y corrección por nivel de agua Selección de FR con relación señal-ruido adecuada Transformación al dominio de la frecuencia Deconvolución: FR = H / Z TauP Matlab INICIO S A C 36 Figura 5.2 Mapa de eventos telesísmicos de enero de 2005 a julio de 2007 que quedaron a una distancia adecuada para su uso. Las curvas en rojo denotan la distancia epicentral de 30° a 90°. 5.3 Procesado Ya con las ventanas de tiempo seleccionadas y las componentes rotadas al sistema (R, T, Z), se pasa a la etapa de procesado; dentro de ella obtenemos nuestras funciones receptor a partir de la deconvolución de la componente vertical (Z) de las horizontales
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