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Factores_Psicosociales_Relacionados_con_la_Salud_M - Valeria Suarez

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Artículo Original
Ciencia & Trabajo | AÑO 6 | NÚMERO 14 | OCTUBRE/DICIEMBRE 2004 | www.cienciaytrabajo.cl 189
Factores Psicosociales Relacionados con la
Salud Mental en Profesionales de Servicios
Humanos en México
PSYCHOSOCIAL FACTORS RELATED TO MENTAL HEALTH IN HUMAN SERVICES PROFESIONAL'S IN MEXICO.
Arturo Juárez García
Psicólogo, Candidato a Doctor en Psicología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). 
Investigador del Proyecto Psicología del Trabajo y Salud Ocupacional de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, UNAM.
RESUMEN
Las Organizaciones del Servicio Humano (OSH) se caracterizan por
las demandas emocionales y psicosociales que imponen a los pro-
fesionales que ahí laboran, impactando gravemente su productivi-
dad, calidad de vida y salud mental; pero también representa con-
secuencias importantes para los usuarios, sus familias, las institu-
ciones y la sociedad en general. Por lo tanto, resulta necesario iden-
tificar los factores psicosociales relacionados con el estatus de salud
mental en profesionales de OSH, objetivo del presente trabajo. Para
ello, se evaluaron profesionales de Enfermería, Psicología,
Medicina, Trabajo Social, etc. de diferentes centros sociales en
México (N=179). Se utilizaron diversas escalas validadas para la
evaluación de factores psicosociales relevantes para la salud según
la literatura contemporánea. Los resultados mostraron que la
autoeficacia, el control emocional y la inseguridad laboral (incer-
tidumbre por la conservación del empleo) fueron las únicas variables
asociadas. La inseguridad laboral fue el predictor estadístico más
importante. Se concluye que las variables psicosociales, sean per-
sonales o propias de la actividad laboral, representan factores esen-
ciales en la definición del estatus de salud mental en profesionales
de OSH y resulta importante considerar aquéllas particularmente
relevantes en determinados contextos socioeconómicos-culturales,
como lo es el gran problema de la inseguridad laboral en países de
Latinoamérica.
(Juárez A. 2004. Factores Psicosociales Relacionados con la Salud
Mental en Profesionales de Servicios Humanos en México. Cienc
Trab. Oct-Dic; 6 (14):189-196)
Descriptores: SALUD MENTAL, ESTRÉS PSICOLÓGICO,
PERSONALIDAD, SERVICIOS DE SALUD, ENFERMEDADES
OCUPACIONALES, INSEGURIDAD LABORAL.
ABSTRACT
Human Services Organizations (HSO) are characterized by the emo-
tional and psychosocial demands imposed on professionals who
work in this field. These demands have a serious repercussion on
their productivity, life quality and mental health, and they also have
considerable consequences on the users of HSO, their families, health
institutions and society as a whole. Therefore, it is necessary to iden-
tify psychosocial causes related to the mental health status of pro-
fessionals who work in the HSO -aim of the current work. For this
reason, professionals such as registered nurses, psychologists, medical
doctors, social workers, etc., from different social centers in Mexico
were evaluated (N=179). Different validated scales were used for the
evaluation of psychosocial elements relevant for health, according to
current information. Results showed that self-effectiveness, emo-
tional control and labor insecurity (uncertainty to keep the job) were
the only associated variables. Labor insecurity was the most impor-
tant statistical predictor. In conclusion, psychosocial variables –
both personal or work-related - represent essential causes when
defining the mental health status of HSO professionals. It is impor-
tant to consider those variables which are specially relevant in spe-
cific socioeconomic and cultural situations, such as labor insecuri-
ty, a great problem in Latin American countries.
Descriptors: MENTAL HEALTH; STRESS, PSYCHOLOGICAL;
PERSONALITY; HEALTH SERVICES; OCCUPATIONAL DISEASES
INTRODUCCIÓN
Acerca del Concepto de Salud
Es bien sabido que en el pasado existió un amplio dominio del
modelo biomédico respecto al concepto de salud y su enfoque del
dualismo cuerpo-mente, en donde había una fuerte tendencia
centrada en la enfermedad; esta última se entendía en términos
exclusivamente biológicos que, a su vez, podían tener conse-
cuencias psicológicas, pero lo psicológico no podía derivar en un
problema de salud físico. Desde esta perspectiva, la salud se
definía como ausencia de enfermedad o aflicción del cuerpo por
Correspondencia:
Arturo Juárez García
5ª Privada de Acónitos N° 721, Villa de las Flores, Municipio de Coacalco,
Estado de México, México.
Código Postal 55710.
Tel. (52- 55) 5623 12 93 ext.408
e-mail: arturojuarezg@hotmail.com, arturojg@campus.iztacala.unam.mx
Recibido: noviembre 2004 / Aprobado: noviembre 2004
Artículo Original | Juárez Arturo
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causas biológicas que poco tienen que ver con procesos psicoló-
gicos y sociales; asimismo, las quejas o síntomas subjetivos del
individuo se consideraban la consecuencia o expresión de un
desequilibrio biológico subyacente (León 2003).
Sin embargo, ante el surgimiento de alteraciones funcionales de
tipo esencial, es decir, aquellos trastornos que no podían ser expli-
cados en términos orgánicos, surge la necesidad de dar espacio al
análisis de la enfermedad desde el enfoque mental o psicológico,
análisis que tanto caracterizaron los trabajos de Freud y Charcot
en los años veintes (Freud 2000). De esta forma, aunque con
estructuras teóricas poco aceptadas y ciertas resistencias, nace el
concepto de lo “psicosomático” para dar cabida a la influencia de
lo mental (psico) en lo físico (soma=cuerpo). Junto con éste y
muchos otros fenómenos científicos y sociales, fue creciendo el
enfoque que considera que la salud está determinada no sólo por
aspectos biológicos, sino también por aspectos psicológicos y
sociales que conforman interacciones dinámicas y complejas que
determinan el estatus de salud de los individuos. 
Basta con ver las cifras en las últimas décadas de morbi-morta-
lidad para dar cuenta de la importancia del papel de los aspectos
psicológicos y sociales en estos procesos, pues las enfermedades
crónico-degenerativas y los accidentes representan las primeras
causas de morbi-mortalidad en el mundo industrializado
(Instituto Nacional de Geografía e Informática y Secretaría de
Salud 2002), los que, ciertamente, están determinados por
conductas o comportamientos psicosociales que incluyen malos
hábitos de salud, estilos de vida insalubres y condiciones de exis-
tencia deterioradas o, incluso, pobreza extrema.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la Salud
como “un estado completo de bienestar físico, mental y social, y
no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” (Cook
1993). De esta forma, además de la concepción integral de las
diferentes áreas que conforman la salud, se propone no sólo un
ataque frontal a las enfermedades, sino un trabajo permanente de
promoción a la salud, lo que mejora el paradigma biomédico
tradicional y se conforma en un modelo biopsicosocial.
De acuerdo con Noack y Kaznachev (Almirall 1996), es necesario
retomar el enfoque sistémico para conceptualizar al fenómeno de
la salud y proponen que ésta es un estado donde hay un balance
o equilibrio productivo entre este estado y otros sistemas o
subsistemas, tales como un órgano, otra persona, grupo social o
comunidad; además es un proceso de conservación y desarrollo
de las capacidades biológicas y psicológicas, fisiológicas y
psíquicas del hombre, su capacidad laboral óptima y una acti-
vidad social adecuada durante la prolongación máxima de la
vida.
TRABAJO Y SALUD
El ser humano, eminentemente social, posee diversos sistemas o
esferas de su actividad social cotidiana que determinan su modo
de vivir y su salud, tales como la familia, el grupo religioso, los
amigos y el trabajo. Es este último el que ha jugado un papel
primordial respecto al proceso salud-enfermedad. Desde la anti-
güedad, Hipócrates y Galeno preguntaban siempre a suspacientes, como parte de su diagnóstico, la actividad laboral que
éstos ejercían (Trejo 1996), encontrando muchas veces el origen
de la enfermedad en este rubro. Esta relación salud-trabajo ha
llevado al surgimiento de disciplinas como la salud ocupacional,
cuya misión es prevenir de manera adecuada las enfermedades y
accidentes que éste puede generar, favoreciendo las mejores
condiciones de trabajo y facilitando el desarrollo de las facul-
tades físicas y mentales que nos caracterizan como seres
humanos y en donde los elementos psicológicos y ambientales
son factores decisivos para alcanzar aquellos objetivos que nos
hemos planteado (Organización Internacional del Trabajo 1988).
El concepto de salud, y particularmente la salud mental, incluye
necesariamente, como se ha tratado de enunciar, la realización de
las potencialidades humanas, donde la productividad resulta un
reflejo y de ahí que, a pesar de que el trabajo puede representar
un elemento morbídico por su tipo y condiciones, por el área
donde se realiza, por las condiciones ambientales o peligros que
entraña, por las características propias del contrato laboral, por
los métodos, medios y sitios donde hay que realizarlo, o por las
repercusiones en la salud o en la familia que de él puedan
derivar, el trabajo representa, en todos los sentidos, la alternativa
a la productividad y a la salud mental tanto individual como
colectiva (Souza y Machorro 1988).
En México, desafortunadamente, son pocos los estudios de salud
mental ocupacional; sin embargo, aunque escasos y un tanto
antiguos, se encuentran difundidos algunos escritos de gran
importancia (Tecla 1982, Matrajt, 1994, Laurell 1983, Noriega et
al. 2000, Gutiérrez et al 2003). Actualmente se encuentra en
prensa una publicación derivada de una reunión nacional, donde
se presentan investigaciones de factores psicosociales llevadas a
cabo por investigadores de toda la república Mexicana (Juárez et
al 2004).
EL TRABAJO EN ORGANIZACIONES DE SERVICIO
HUMANO (OSH)
Algunos estudios muestran las afectaciones en la salud mental
que se propician en diferentes actividades laborales, como es el
caso de trabajadores operativos o manuales (obreros) (Karasek y
Theorell 1990), los empleados técnicos y administrativos
(Gutiérrez 2001); y, en especial, las actividades en Organizaciones
de Servicio Humano (Arita y Arauz 2001, Burke 1992, Garcés de
los Fayos 2000, Ruiz 2003).
Las Organizaciones de Servicio Humano (OSH) pueden ser defi-
nidas de acuerdo a su función social o diseño gubernamental, o
simplemente lugares de trabajo de profesionales que ofrecen
servicio humano. Este tipo de organizaciones tiene como función
principal proteger, mantener e incrementar el bienestar personal
de los individuos mediante la definición, moldeo o alteración de
sus atributos personales (Soderfeldt et al 1996). Además, hay dos
propiedades principales que distinguen a las OSH de otras buro-
cracias: 1) se trabaja directamente con la gente (cara a cara) y 2)
se debe proteger y promover el bienestar de esa gente. De esta
forma:
Ciencia & Trabajo | AÑO 6 | NÚMERO 14 | OCTUBRE/DICIEMBRE 2004 | www.cienciaytrabajo.cl 191Ciencia & Trabajo | AÑO 6 | NÚMERO 14 | OCTUBRE/DICIEMBRE 2004 | www.cienciaytrabajo.cl 191
1)La materia prima, así como los productos del trabajo, consiste
en personas, lo que tiene importantísimas implicaciones en la
toma de decisiones, pues una decisión que es de rutina en
cualquier otra organización, en una OSH se convierte en caso
de vida o muerte.
2)Los objetivos en las OSH son vagos y ambiguos debido a la
naturaleza del trabajo. Es imposible pensar en la analogía de
objetivos clásicos de “productividad = número de piezas”
(tradicional en organizaciones productivas). Es difícil medir
los resultados de este tipo de trabajo, ya que se basan en
muchas nociones de carácter cualitativo (e. g. calidad de
atención).
3)La parte medular de este tipo de trabajo es la relación entre
el trabajador y el usuario y la calidad de esa relación es esen-
cial para el resultado de ese trabajo. Sin embargo, hay
complicaciones debido a que en ocasiones el rol del usuario
es involuntario y, por tanto, los intereses del usuario y las
OSH pueden ser incompatibles.
4)Variables humanas como los intereses, necesidades, actitudes,
sentimientos, emociones, estrés, depresión, dolor e incluso la
muerte de usuarios de los servicios representan una carga
emocional adicional para los profesionales de las OSH,
además de su carga cuantitativa.
Esta concepción de las OSH se aplica a diversas organizaciones,
tales como escuelas, agencias de policía, hospitales e institutos
varios, entre otros. Entre las profesiones que laboran en estas
organizaciones se encuentran los trabajadores sociales, maestros,
policías, enfermeras, médicos, psicoterapeutas, psiquiatras, psicó-
logos, encargados de prisiones, abogados, entre otras. Todas estas
profesiones están caracterizadas por las altas exigencias emocio-
nales y sus consecuencias al desempeño, la salud y la calidad de
vida de estos trabajadores.
Existen numerosas investigaciones realizadas en estos profesio-
nales en distintos países en donde se demuestra que el contacto
continuo con otras personas y la alta carga afectiva propician
una gran afectación en la salud mental de estos trabajadores
(Burke J. 1992, Garcés de los Fayos, E. 2000, Ruiz J. 2003, 
Gil-Monte y Peiró 1997, Maslach 2004).
En México se ha demostrado el impacto en la salud mental que
tienen estos profesionales, particularmente en aquéllos que
laboran en servicios de salud (Gutiérrez et al 2003, Jiménez 2000,
Lartigue y Fernández 1998, Téllez 2001). No obstante, son nece-
sarias investigaciones en profesionales que laboran en otras OSH,
tales como Centros de Readaptación Social (prisiones) u otros
centros de Ayuda Social.
Resulta evidente que el deterioro de la salud mental en los
profesionales de las OSH conlleva grandes consecuencias
directas e indirectas, tanto en los mismos profesionales, las
OSH, los usuarios, las familias de los usuarios y para la sociedad
en general. 
Dado lo anterior, es imprescindible prevenir de manera adecuada
los daños a la salud mental en estos profesionales mediante
diversas estrategias, siendo primordial la identificación de aque-
llos factores que influyen de manera negativa en el estatus de
salud mental de estos trabajadores.
FACTORES PSICOSOCIALES DE RIESGO A LA SALUD
MENTAL EN OSH
Gil Monte y Peiró (Gil-Monte y Peiró 1997) sugieren que existe
una serie de factores psicosociales que inciden en la salud mental
de los profesionales de OSH, especialmente la escasez de personal
que supone sobrecarga laboral, trabajo en turnos, trato con usua-
rios problemáticos, contacto directo con la enfermedad, el dolor
y la muerte, falta de especificidad de funciones y tareas, lo que
supone conflicto y ambigüedad de rol, falta de autonomía y
autoridad en el trabajo para poder tomar decisiones, rápidos
cambios tecnológicos, diversas variables de carácter demográ-
fico, el tipo de profesión, la utilización de medios tecnológicos en
el trabajo, clima laboral, contenido del puesto, características de
personalidad, entre otras.
En diversos instituciones de Atención Social, como por ejemplo
de atención al Maltrato Intrafamiliar y Sexual, prevalecen ciertos
factores estresantes para los trabajadores de estos centros como
son: la permanente práctica con víctimas en lugares inhóspitos,
con escasos recursos para el trato con las víctimas y para ellos
mismos, sobrellevando frío o calor excesivos, no siempre cuentan
con computadoras que les permitan ordenar la tarea, y padecen
la exigencia de horarios excesivos y dificultades de índole admi-
nistrativa. Otra fuente de tensión es la falta de normas claras para
operar en el campo, además de la naturaleza del trabajo, articu-
lada con características de algunos profesionales que se 
auto-exigen en busca de excelencia (Barría 2002).
En otro ejemplo institucional (Ruiz 2003), Ruiz, J. ha analizado
el ámbito concreto de las instituciones penitenciarias y plantea
ciertasvariables que inciden en la salud psíquica de estos traba-
jadores; entre ellas menciona: el antagonismo percibido de la
comunidad, riesgo de sufrir agresiones y de verse atrapados en
motines, responsabilidad directa por “personas” y sus conductas,
la percepción de resultados pobres (como ‘ver’ que los delin-
cuentes salen y entran de nuevo en la cárcel), el grado de apoyo
y reconocimiento percibido en los superiores, la peligrosidad del
trabajo, la existencia de reglas obsoletas, el elevado número de
personas a atender, falta de recursos, la falta de guías claras para
realizar el trabajo o la antigüedad en el trabajo.
Lo claro es que en cualquier institución, tratándose de OSH, los
profesionales deben implicarse durante largas horas en
problemas y preocupaciones de las personas con las que se rela-
cionan profesionalmente. Frecuentemente la interacción del
profesional con el receptor del servicio se centra en los problemas
actuales de éste (en el campo de la salud, de la higiene mental,
de las relaciones familiares, sociales o laborales), y los receptores
vienen cargados con muy diversos sentimientos, tales como la
preocupación, el miedo, el rechazo, la desesperación, entre otros
(Labrocca y Méndez 2001). Por lo tanto, como se puede observar
la mayoría de las demandas impuestas a los profesionales de OSH
es de carácter psicosocial.
Maslach (Maslach 2004) menciona que recientes investigaciones
muestran que existen demandas psicosociales “universales” que
afectan a la salud de los trabajadores de forma crónica, las que
podrían generalizarse a distintas ocupaciones independiente-
mente de las características específicas de la actividad laboral, y
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Artículo Original | Juárez Arturo
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plantea que entre los principales factores que influyen en la salud
mental se encuentran: la falta de recompensas, las falsas expec-
tativas y, principalmente, la carga de trabajo, el grado de control
del trabajador, las relaciones interpersonales y el apoyo social en
el trabajo.
En 1979, Karasek publicó el modelo de “Demanda/Control”, en el
que propone que las variables psicosociales del medio laboral, a
las que llamó Demanda Psicológica y Latitud de Decisión, deter-
minan en gran medida el estatus de salud de los trabajadores. Por
demanda psicológica hace referencia a la carga de trabajo perci-
bida por el trabajador, que combinada con una escasa utilización
de habilidades y baja autonomía (latitud de decisión) representan
un efecto psicosocial laboral inherente al que llamó Tensión
Psicológica, mismo que produce un deterioro a corto y largo
plazo en la salud física y mental de los individuos. Entre 1972 y
1979, Karasek realizó una extensa investigación con miles de
trabajadores basada en la “Quality of Employment Survey”, y
demostró que el modelo Demanda/Control tiene impactos rele-
vantes en la salud mental de trabajadores norteamericanos y
suecos (Karasek y Theorell 1990).
Sin duda alguna, dicho modelo es el de mayor trascendencia en
la actualidad en el terreno psicosocial laboral, por sus amplias
evidencias empíricas en relación a los procesos de morbi-morta-
lidad en países como EE.UU., Suecia, Inglaterra, Canadá, Japón,
Australia, etc. En los últimos años ha habido, más que nunca,
diversas investigaciones que confirman la hipótesis de este
modelo, y precisamente en su relación con la salud mental (Akker
et al 2000, Petterson y Arnetz 1997, Schnall et al 2000). De igual
forma, la relación del modelo Demanda/Control-Salud mental se
ha demostrado en países latinoamericanos como México y
Colombia (Cedillo 1999, Román y Fernández 2003).
En 1986, Jhonson propuso una extensión del modelo
Demanda/Control para incluir la variable de “Apoyo Social”,
referente al soporte emocional y psicológico que brindan los
compañeros y el jefe en el trabajo. Con evidencias empíricas
importantes, queda manifiesto que el apoyo social es un
componente que fortalece el modelo DC y está asociado ínti-
mamente al estado de salud de los trabajadores (Karasek y
Theorell 1990).
Además de un amplio cuerpo de evidencias en diversos países del
mundo, en México también se ha demostrado la importancia del
apoyo social para trabajadores de distintas ocupaciones (Juárez y
Andrade 2004), así como su sobresaliente relación con la salud
(Gutiérrez et al 2003).
No obstante, se ha insistido anteriormente que el modelo
Demanda/Control/Apoyo Social debe incorporar otras variables
características de otros contextos sociales (e. g. la inseguridad de
conservar el empleo en países subdesarrollados) y otras relacio-
nadas a la personalidad del individuo (Juárez A. 2004a). 
Mohr (Mohr 2000), en un estudio longitudinal, buscó el mejor
predictor del estatus de salud mental en trabajadores manuales y
encontró que, de entre varios estresores, la inseguridad laboral
(incertidumbre por conservar el empleo) fue la variable con
mayor peso en esta predicción.
De igual forma, en un estudio en trabajadoras de maquila en
México, Cedillo (Cedillo 1999) encontró que el mejor predictor de
salud psicológica fue la inseguridad laboral, de entre varios estre-
sores psicosociales que evaluó, incluyendo las variables del
modelo Demanda/Control/Apoyo Social.
Por otra parte, se ha demostrado también que algunas variables
psicosociales de carácter personal, específicamente aquellas
variables disposicionales o rasgos, están asociadas íntimamente
al estatus de la salud mental, ya sea de forma directa (Hayes y
Joseph 2003) o en su carácter moderador (Ebert et al 2002).
Incluso, algunos estudios longitudinales han evidenciado que
estos factores son los mejores predictores de salud mental
(Kalimo et al 2002).
Particularmente, las variables Autoeficacia y Control Emocional
han estado relacionadas con salud mental en diversos estudios
(Juárez 2004a, Bandura 1997, Grau et al 2001, Mc Cabe A et al
2003). Por Autoeficacia se entiende la creencia que se tiene
respecto a que se cuenta con las habilidades y capacidades
idóneas para enfrentar una demanda específica y por Control
Emocional a la disminuida tendencia o disposición para ser
hostil, irritable o colérico. Lo anterior implica una importante
relevancia de los procesos cognitivos (autoeficacia) y emocio-
nales (autocontrol de ira) en el proceso salud-enfermedad.
Dado lo anterior, resulta necesario determinar si variables psico-
sociales tales como la demanda psicológica, la latitud de deci-
sión, el apoyo social, la inseguridad laboral, y el control personal
cognitivo (Autoeficacia) y emocional (Control Emocional) están
asociados estadísticamente con la salud mental en profesionales
que laboran en OSH.
MATERIAL Y MÉTODOS
Objetivo: Determinar si existe una relación estadísticamente
significativa entre distintos factores psicosociales y la salud
mental en profesionales de servicios humanos.
Específicos:
• Determinar si existen diferencias en las puntuaciones del
cuestionario de salud mental según sexo, institución o acti-
vidad laboral de los participantes.
• Determinar si existen relaciones significativas entre la edad,
la antigüedad laboral y los indicadores de salud mental.
• Identificar relaciones estadísticas significativas entre los
factores psicosociales siguientes: demandas psicológicas,
latitud de decisión laboral, apoyo social en el trabajo, inse-
guridad laboral, control emocional y autoeficacia con los
indicadores de salud mental.
• Identificar el mejor predictor psicosocial (variable con mayor
asociación estadística) de los indicadores de salud mental.
Se trata de un estudio observacional no-experimental, transec-
cional, descriptivo y correlacional. Participaron 179 profesionales
que laboran en distintas organizaciones de servicio humano
(Hospital, Centro de Readaptación Social y Centro de Atención al
Maltrato Intrafamiliar y Sexual), de las áreas de Enfermería,
Ciencia & Trabajo | AÑO 6 | NÚMERO 14 | OCTUBRE/DICIEMBRE 2004 | www.cienciaytrabajo.cl193Ciencia & Trabajo | AÑO 6 | NÚMERO 14 | OCTUBRE/DICIEMBRE 2004 | www.cienciaytrabajo.cl 193Ciencia & Trabajo | AÑO 6 | NÚMERO 14 | OCTUBRE/DICIEMBRE 2004 | www.cienciaytrabajo.cl 193
Psicología, Medicina, Trabajo Social, Educación y Vigilancia.
Todos los participantes lo hicieron de forma voluntaria respon-
diendo a un llamado de invitación a incluirse en la investigación.
La selección fue por conveniencia, por lo que no se realizó mues-
treo probabilístico.
Instrumentos
• Cuestionario de Contenido del Trabajo (JCQ por sus siglas en
inglés) de Karasek (Karasek et al 1998), que incluye las varia-
bles de demandas psicológicas, latitud de decisión, apoyo
social laboral e inseguridad laboral. Validado en México
previamente (Cedillo 1999).
• Cuestionario de Control Personal (Juárez 2004a). Incluye las
variables de control emocional y autoeficacia, con estudios de
validez recientes (Juárez 2004a).
• Cuestionario General de Salud Mental (GHQ). Incluye las
variables de síntomas somáticos, disfunción social, depresión
y problemas de sueño. Dicho cuestionario en su versión de 28
reactivos fue validado en México por Medina Mora y Cols.
(Medina et al 1983).
Todos los cuestionarios contienen 4 opciones de respuesta tipo
Likert que van desde: “Totalmente en Desacuerdo” (León 2003),
hasta: “Totalmente de Acuerdo” (Cook 1993).
Procedimiento
Se aplicaron los cuestionarios en una sola vez, en los mismos
centros de trabajo donde pertenecían los trabajadores. La aplica-
ción se realizó en grupos de entre 6 y 10 personas y en pocos
casos se hizo de forma individual. Los cuestionarios se vaciaron
en una base de datos del programa Statical Package for Social
Sciences (SPSS) versión 11.
Para el análisis de resultados se utilizó estadística descriptiva,
análisis de varianza y la prueba “t” de student para verificar dife-
rencias entre ocupaciones, instituciones y sexo. También se utilizó
el coeficiente de correlación Pearson y la técnica de regresión
múltiple por el método paso por paso (stepwise), con el fin de veri-
ficar las relaciones entre variables, así como identificar los mejores
predictores estadísticos de la salud mental (Hair et al 1999).
Resultados
En cuanto a las características de la población, aproximadamente
el 60% de los participantes pertenecía a un hospital público,
mientras que el 30% laboraba en un Centro de Readaptación
Social y el 10% en un Centro de Asistencia Social para mujeres
maltratadas. El promedio de edad fue de 38 años, la mayoría de
los participantes era de sexo femenino (87%) y el 58% era
casado. La escolaridad predominante fue de estudios universita-
rios (45%), mientras que en menor proporción hubo personas con
grados menores (33%) o mayores –fueran especialidad o maes-
tría– (22%). Respecto a los tipos de ocupaciones participantes, la
mayoría tenía actividades laborales de enfermería (60%), tal y
como se muestra en la Figura 1.
En lo relativo a la posible influencia de las variables sociodemo-
gráficas en los puntajes de salud mental, motivo del primer obje-
tivo, los resultados mostraron que no existen diferencias según la
institución donde se labora, la ocupación o el sexo. Tampoco
hubo asociaciones significativas entre la edad, la antigüedad y
los puntajes totales en el cuestionario de salud mental general.
Por otra parte, en el análisis de la posible correlación entre los
factores psicosociales evaluados y la salud mental, se encontró
que estuvieron relacionados de forma significativa sólo las varia-
bles de inseguridad laboral (r= -.338), la Autoeficacia (r= -.152)
y el Control Emocional (r= -.261). Dichas variables se encuen-
tran, asimismo, relacionadas significativamente entre ellas, tal
como se muestra a continuación en la Tabla 1. 
Para la identificación de los mejores predictores de salud mental
(factores psicosociales con mayor asociación estadística), se reali-
zaron varias regresiones múltiples con el método paso por paso
para cada una de las subescalas del cuestionario de salud mental
(síntomas somáticos, disfunción social, depresión y problemas de
sueño) y también para el puntaje total general. Los resultados
mostraron que la variable con mayor asociación, tanto para el
Figura 1.
Porcentaje de Participantes en el Estudio de Acuerdo a las Áreas de
Actividad Laboral.
Tabla 1.
Coeficientes de Correlación Pearson entre las Variables Analizadas.
X DE 1 2 3 4 5 6 7
1. Salud Mental General 29.70 7.43 1.00
2. Latitud de decisión 74.46 12.19 -.008 1.00
3. Demandas Psicológicas 30.04 7.04 .088 -.071 1.00
4. Apoyo Social laboral 21.82 4.21 -.107 .298** -.057 1.00
5. Inseguridad Laboral 4.89 1.35 .338** -.261** .081 -.192* 1.00
6. Autoeficacia 22.86 2.99 -.152* .114 .247** .120 -.208** 1.00
7. Control Emocional 17.49 3.85 -.261** .149* -.142 .020 -.216** -.271** 1.00
*p=<.05, **p=<.01, ***p=<.001 (Sig. 1-cola)
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puntaje total de salud mental como para la mayoría de las subes-
calas, fue la inseguridad laboral, seguida del control emocional,
con varianzas explicadas (R2) que van del 10 al 15%, como se
muestra en la Tabla 2.
Discusión
Como se observa en los resultados, aunque con correlaciones
bajas (de r=0.15 a r=0.33), se encontraron asociaciones estadís-
ticas altamente significativas entre los puntajes obtenidos en la
escala de salud mental y variables psicosociales laborales (inse-
guridad laboral) y personales (control emocional y autoeficacia),
lo que significa que aquellos profesionales que se encuentran en
una situación inestable de empleo, poseen niveles de hostilidad e
irritabilidad fuera de su control y creen que no poseen las capa-
cidades para ejecutar ciertos cursos de acción requeridos para
manejar efectivamente situaciones en su trabajo, son más vulne-
rables a las afectaciones en su salud mental. Esto confirma la
importancia de estas variables y, por tanto, su inminente consi-
deración en la elaboración de programas de prevención, vigi-
lancia e intervención de salud mental ocupacional en
Organizaciones de Servicio Humano.
Especial énfasis merecen los hallazgos en términos de la combi-
nación variables laborales-personales, pues algunas aproxima-
ciones dan prioridad al contexto social laboral en el proceso de
salud-enfermedad y subestiman o minimizan el papel de la
personalidad en este proceso (Noriega 2000, Friedman et al 2001)
o, por el contrario, otras propuestas maximizan el papel de las
diferencias individuales e infravaloran las del contexto (Dejours
1990). Lo encontrado en este estudio demuestra que un enfoque
que considera ambas variables (del contexto y de la persona)
puede otorgar una mayor potencia predictiva en términos de su
papel e influencia en la salud mental. Tal enfoque de interacción
entorno-persona ha sido también propuesto por otros autores
(Juárez 2004a, Kalimo et al 2002, Caplan 1998).
Por otro lado, y de manera inesperada, las variables del modelo
Demanda/Control/Apoyo Social de Karasek no tuvieron una
asociación significativa con la escala de Salud Mental en los
profesionales de OSH evaluados, lo que contradice los hallazgos
de otros estudios hechos fuera del país (Karasek 1990); no
obstante, confirma lo encontrado en otro estudio en México
(Cedillo 1999), donde se demostró que la inseguridad laboral fue
el estresor más nocivo para la salud psicológica en comparación
con las variables del modelo de Karasek. Tal hecho, implica que
probablemente el contexto socioeconómico y cultural influya en
la nocividad de ciertas variables, pues aunque el modelo de
Karasek considera que sus variables son “universales”, en lo que
refiere al menos a la salud mental en empleados de OSH y otros
trabajadores mexicanos, parece que son más relevantes otras
propias de nuestra historia y devenir actual, como lo es la gran
incertidumbre en la estabilidad de los empleos y la inseguridad
provocada por la situación socioeconómicay política por la que
atraviesa nuestro país, la que ciertamente no difiere considera-
blemente de la mayoría de los países de Latinoamérica, pero sí de
países más desarrollados, de donde se originó el modelo de
Karasek (Estados Unidos y Suecia), y donde, de acuerdo al clásico
modelo Maslow, los trabajadores podrían estar más preocupados
de necesidades y motivaciones propiamente autorrealizadoras
(autonomía en el trabajo–o latitud de decisión-), en contraste con
las básicas de seguridad (inseguridad en la conservación del
empleo). 
Cabe señalar, de manera importante, que otro estudio hecho en
México con el Modelo Demanda/Control de Karasek ha mostrado
evidencias empíricas de su relación con indicadores de salud más
objetivos como la tensión arterial sistólica y diastólica (Juárez
2004b), lo que pudiera implicar su viabilidad en el caso de la
salud física o biológica, pero débil en el caso de la no menos
importante salud mental. Futuros estudios ayudarán a confirmar
estos hallazgos y definir la relevancia del modelo de Karasek con
Tabla 2.
Resultados de los Análisis de las Escalas de Salud con Variables Correlacionadas (N=179).
*p=<.05, **p=<.01, ***p=<.001 (Sig. 1-cola)
Variables de Salud Variables Únicas que Entraron Utilizando el Método Stepwise B F Cambio R2
Salud Mental
(Puntaje total CGS) Inseguridad Laboral 0.296*** 22.85*** 0.11***
Control Emocional -0.197** 15.71*** 0.04**
Subescalas
Síntomas Somáticos
Control Emocional -0.280*** 13.33*** 0.11***
Inseguridad Laboral 0.242** 10.60*** 0.05**
Disfunción Social
Inseguridad Laboral 0.238*** 14.20*** 0.07***
Autoeficacia -0.168** 9.90*** 0.03**
Depresión
Inseguridad Laboral 0.357*** 15.58*** 0.12***
Problemas de Sueño
Control Emocional -0.225** 8.19** 0.07**
Inseguridad Laboral 0.189* 6.23** 0.03*
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indicadores de salud biológicos y objetivos vs su debilidad con
indicadores mentales y subjetivos en trabajadores latinos.
Entre tanto, queda claro el papel primordial de la inseguridad
laboral como predictor estadístico relevante de los niveles de
salud mental aunque, en cierto sentido, podría surgir la discusión
respecto a la dirección de la relación causal inseguridad laboral-
salud mental o salud mental-inseguridad laboral, y en donde un
diseño transeccional como el empleado en el presente estudio
ciertamente no podría resolver; sin embargo, autores como
Hellgren y Sverke (Hellgren y Sverke 2003) han mostrado
evidencia empírica suficiente por medio de estudios longitudi-
nales, en donde se confirma que la inseguridad laboral antecede a
la aparición de síntomas nocivos de salud mental y no viceversa.
Finalmente, se deben señalar las limitaciones propias del diseño
del estudio, como lo es el diseño transeccional y, esencialmente,
la falta de una idónea aleatoriedad en la selección de los sujetos,
característica de los estudios sociales donde en muchas ocasiones
el acceso a la evaluación de las poblaciones es apenas permisible
y/o viable. Por ello y otras razones, es de destacar la necesidad
de continuar la investigación en el tema de factores psicosociales
y su relación con la salud en trabajadores de OSH, e incluso de
diferentes actividades laborales, en pro del desarrollo humano,
institucional, económico y, sobretodo, de calidad de vida de las
sociedades latinoamericanas.
AGRADECIMIENTOS
El autor agradece infinitamente el apoyo de las tesistas del
Proyecto Psicología del Trabajo y Salud Ocupacional de la FES
Iztacala UNAM, Ivette Hernández y Guadalupe Barragán, por el
apoyo en la recolección y captura de datos; a la Mtra. Elena
Hernández, por sus gestiones para obtener el apoyo de los 
profesionales que participaron en este estudio, y a la Mtra. Leticia
Cuevas por sus valiosos comentarios al presente escrito. 
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