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EDITORIAL UNIVERSIDAD DE CALDAS CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES Los Proyectos Sociales, una Herramienta de la Gerencia Social Guía para la identificación, formulación, evaluación y puesta en marcha María del Socorro Candamil Calle Mario Hernán López Becerra L I B R O S D E T E X T O ©Copyrigth Universidad de Caldas, 2004 -Comité Editorial- TÍTULO: LOS PROYECTOS SOCIALES, UNA HERRAMIENTA DE LA GERENCIA SOCIAL Autores: MARÍA DEL SOCORRO CANDAMIL CALLE MARIO HERNÁN LÓPEZ BECERRA Primera edición Diciembre de 2004 Derechos reservados por la Universidad de Caldas para la primera edición ISBN: 958-8231-19-1 Editor: Luis Fernando Escobar Velásquez Corrección gramatical: Álvaro Arias Manuel Aristizábal L. Diseño y diagramación: Matilde Santander Mejía Diseño de portada: Carlos Adolfo Escobar Holguín Claudia Jurado Artes finales, fotomecánica, impresión y terminado: Editorial Universidad de Caldas E-mail: editor@ucaldas.edu.co Apartado aéreo: 275 Manizales - Colombia Miembro de la Asociación de Editoriales Universitarias de Colombia, ASEUC. Catalogación en la fuente, Biblioteca Universidad de Caldas 685.4 C216 Candamil Calle, María del Socorro Los proyectos sociales, una herramienta de la gerencia social / María del Socorro Candamil Calle y Mario Hernán López Becerra. -- Manizales : Universidad de Caldas, Centro Editorial, 2004. 78 p. ISBN: 958-8231-19-1 1. Proyectos sociales. 2. Gerencia social. 3. Gestión social PRESENTACIÓN 5 1. CONSIDERACIONES ACERCA DEL DESARROLLO Y LA PLANIFICACIÓN EN AMÉRICA LATINA 7 2. LA GERENCIA SOCIAL PARA EL DESARROLLO 11 2.1. Los proyectos como una unidad operativa de la Gerencia Social 15 2.2. Funciones de la planificación por proyectos en un esquema de Gerencia Social 17 3. LOS PROYECTOS SOCIALES DE DESARROLLO 19 3.1. Definición 19 3.2. Tiempos del proyecto 20 3.3. Tipología 21 3.4. Ciclo del proyecto 22 3.4.1. Identificación 24 3.4.1.1. Identificación y selección del problema 24 3.4.1.1.1. El problema y su evolución histórica 25 3.4.1.1.2. Diagnóstico social 26 3.4.1.1.2.1. Diagnóstico social situacional 27 3.4.1.1.2.1.1. Momentos del diagnóstico social situacional 27 3.4.1.1.2.1.1.1. Primer nivel de análisis 27 3.4.1.1.2.1.1.2. Segundo nivel de análisis 29 3.4.1.1.2.1.1.3. Tercer nivel de análisis 36 3.4.1.1.2.1.1.4. Cuarto nivel de análisis 39 3.4.1.2. Construcción de la imagen objetivo 40 3.4.1.3. Planteamiento de alternativas 42 3.4.1.3.1. Evaluación ex – ante 43 3.4.1.3.2. Elementos de la idea del proyecto 44 3.4.2. Formulación del proyecto social 45 3.4.2.1. El Proyecto social en el contexto del desarrollo nacional y regional 45 3.4.2.2. El proyecto social en el contexto institucional de la organización 46 3.4.2.3. Diseño estructural del proyecto 47 3.4.2.3.1. Denominación del proyecto. ¿Qué? 48 3.4.2.3.2. Planteamiento y descripción del problema. ¿Por qué? 48 3.4.2.3.3. Objetivos. ¿Para qué? 49 3.4.2.3.4. Localización. ¿Dónde? 50 3.4.2.3.5. Población o actores. ¿Quiénes? 50 3.4.2.3.6. Metas. ¿Cuánto se hará? 51 CONTENIDO 3.4.2.3.7. Proceso metodológico. ¿Cómo? 51 3.4.2.3.8. Tiempo. ¿Cuándo? 55 3.4.2.3.9. Presupuesto. ¿Con qué? 56 3.4.3. Seguimiento y evaluación 58 3.4.3.1. Los indicadores como herramientas para el monitoreo y la evaluación 60 3.4.3.2. Procedimiento básico para el diseño de indicadores 62 3.4.3.2.1. Área de interés 62 3.4.3.2.2. Factores críticos 62 3.4.3.2.3. Hoja de vida del indicador 63 3.4.4. Ejecución o puesta en marcha 65 3.4.4.1. Perfil del gerente del proyecto desde la perspectiva de la Gerencia Social 66 BIBLIOGRAFÍA 69 ANEXO A. Guía para la presentación de proyectos de desarrollo 73 ANEXO B. El Proyecto a nivel de perfil 75 ÍNDICE DE TABLAS Tabla 1. Tipos de proyectos 21 Tabla 2. Momentos, procesos y actividades del proyecto 23 Tabla 3. Matriz de descripción de problemas 30 Tabla 4. Matriz de Vester –análisis estructural– 33 Tabla 5. Pre- estructuración del proyecto 52 Tabla 6. Diagrama de Gantt 56 Tabla 7. Formato de ingresos 57 Tabla 8. Formato de egresos 57 Tabla 9. Formato de flujo de caja 58 Tabla 10. Valoraciones realizadas mediante la aplicación de indicadores 61 Tabla 11. Lista de los indicadores utilizados en el monitoreo y evaluación de proyectos sociales 61 ÍNDICE DE FIGURAS Figura 1. Planificación del proceso en la elaboración de proyectos 16 Figura 2. Esquema de los momentos del diagnóstico situacional 28 Figura 3. Gráfica de la matriz de Vester 35 Figura 4. Flujograma del árbol de problemas 38 Figura 5. Imagen objetivo o situación deseada (árbol de objetivos) 41 PRESENTACIÓN Este texto es la síntesis de un trabajo teórico y práctico realizado por los autores en el marco del ejercicio académico en la Universidad de Caldas; se trata de una articulación pensada y ordenada de diferentes tipos de diseños para la elaboración de proyectos de desarrollo, involucra a lo largo del texto temas derivados de la experiencia en la tarea de formación tanto de estudiantes universitarios como de diversos grupos comunitarios. Es una guía para la identificación, formulación y evaluación de proyectos sociales, también co- nocidos en la literatura como proyectos de desa- rrollo; recoge las propuestas de investigadores autorizados e introduce los temas del seguimien- to, monitoreo y evaluación basados en la cons- trucción de indicadores; todo esto bajo una pers- pectiva estratégica, es decir, con alta sensibili- dad por las dinámicas de los contextos sociales, económicos y culturales en los cuales se formu- lan y ejecutan los proyectos de desarrollo. El lector encontrará definiciones de cada uno de los componentes del proyecto y las diferen- tes variables que entran en juego en el proceso de identificación, formulación, ejecución y eva- luación. Se trata de un documento útil en la elaboración de las propuestas de trabajo orien- tadas a resolver problemáticas sociales, ya sea que se conciban como prácticas institucionales en las universidades o como microproyectos de desarrollo en diferentes organizaciones publi- cas, privadas y ONG's. Los diferentes temas son abordados desde una perspectiva de desa- rrollo integral, dado que el propósito central de los proyectos es tratar de convertir en acciones los ideales de mejoramiento y bienestar de un individuo, un grupo o una colectividad, esto también obliga a contar con una alta dosis de participación social y comunitaria en la cons- trucción y ejecución de las diversas propuestas que contiene un proyecto. En la primera parte del texto, se presenta un panorama de la situación latinoamericana iden- tificando el papel de la planificación en el desa- rrollo, su utilidad como herramienta para la resolución de problemáticas sociales relaciona- das con la pobreza, la exclusión y toda clase de iniquidades y privaciones.1 Bajo una concep- ción integradora del desarrollo, se plantean los principios de la gerencia social como un enfo- 1 En el concepto de Amartya Sen, el desarrollo puede concebirse como expansión de libertades reales que disfruta un individuo, cuyas fuentes de privación son: la pobreza, la tiranía, la escasez de oportunidades económicas y las privaciones sociales sistemáticas, el abandono en que pueden encontrarse los servicios públicos y la intole- rancia o el exceso de intervención de los estados represivos. . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s , u n a h e r r a m i e n t a d e l a g e r e n c i a s o c i a l .6 que de políticas y estrategias dirigidas a la ge- neración de condiciones de desarrollo, desde una perspectiva socio humanística. Posteriormente, el trabajo involucra los temas relacionados con la conceptualización, los mo- mentos y los ciclos del proyecto, contiene un modelo metodológico para la elaboración de diagnósticos sociales, los componentes centra- les para la formulación, así como los lineamientos fundamentales para ejecución y puesta en marcha. Al final, se incluye una guía general para la presentación de proyectos de desarrollo, en la cual se sintetizan loscompo- nentes del modelo propuesto de manera que el gestor de proyectos pueda contar con una he- rramienta de uso práctico. . Consideraciones acerca del desarrollo y la planificación en América Latina . 7 En la orientación del desarrollo en América Latina (en los últimos cincuenta años), cada década ha estado sujeta a un conjunto de políticas, planes y programas en los cuales se expresan las concepciones y prácticas imperantes en mate- ria de desarrollo económico y social. En las primeras tres décadas de la posguerra, se probaron fórmulas para la pro- tección y estímulo a las actividades económicas nacionales y en los últimos años las políticas han estado dirigidas a impulsar y profundizar los procesos de internacionalización económica. Contrario a lo que parece, los planteamientos sobre el desa- rrollo en América Latina son bastante recientes; cuatro años después de finalizar la segunda guerra mundial los Esta- dos Unidos, en cabeza del presidente Harry Truman, le pro- pusieron al planeta un trato justo y democrático dirigido a resolver los problemas de las áreas subdesarrolladas del globo; el texto del discurso de posesión del presidente Truman se convirtió en el punto de partida para iniciar una gran cruzada por el desarrollo en América Latina, Asia y África: “(...) de la noche a la mañana milenarias y complejas culturas se convirtieron en clones de los racionales occiden- tales, de los países considerados económicamente avanza- dos” (Escobar, 1998). Las décadas del cincuenta y sesenta se suelen identificar, en la literatura sobre el desarrollo en América Latina, como el período en el cual las políticas se centraron en la búsqueda de crecimiento económico mediante la implementación de una estrategia de industrialización hacia adentro. Este pro- ceso desarrollista (denominación acuñada por Sunkel, 1998) tiene su origen en los años treinta y, especialmente después de la segunda guerra mundial, con la creación en 1948 de la CAPÍTULO 1 Consideraciones acerca del desarrollo y la planificación en América Latina . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s , u n a h e r r a m i e n t a d e l a g e r e n c i a s o c i a l .8 Comisión Económica para América Latina –CEPAL–; sin duda se trató de un aporte notable para la definición de las políticas en materia económica, pero en especial se debe destacar la forma cómo, en los años de la posguerra, se le asignaron al Estado el desempeño de dos roles fundamentales: el de ser motor de la Economía y el de consti- tuirse en garante de la equidad social. Para Amartya Sen (1998), en el mundo de la posguerra hubo “experiencias de desarro- llo” muy notables y variadas, en el caso América Latina se trató de una rápida expan- sión económica, sin que se produjera una reducción proporcional de la pobreza. Esta versión desarrollista hizo carrera en la mayoría de los países de América latina, en medio de una oleada de protestas sociales alimentadas por el crecimiento desmedido de los indicadores de la pobreza. En materia de política social, la responsabilidad sobre el diseño y la implementación de los programas sociales y económicos recayó sobre los Estados, la denominación de benefactor ofrece una idea exacta del carácter de estos programas y de la condición de receptáculo de la población beneficiaria de los proyectos. Los años ochenta traen nuevos sucesos en materia de políticas de desarrollo para América Latina;2 esta es una década que se ha denominado como “perdida” dados los atrasos en las condiciones de vida de muy amplios sectores de la población: la crisis de la deuda y el empobrecimiento generalizado, como consecuencia de las onerosas con- diciones de pago a la banca internacional, sumada a la rapacidad e irracionalidad en el manejo de los recursos públicos por parte algunos dirigentes políticos, condujo a una crisis fiscal de inmensas proporciones con la cual se justificó la transformación com- pleta del modelo económico y social; este fenómeno se tradujo en la desinversión so- cial en la llamada “década perdida”. Como parte de la respuesta de los gobiernos a la crisis fiscal, se puso en marcha una estrategia de descentralización en los terrenos políticos, administrativos y fiscales, emergiendo el territorio y la región como unida- des básicas de planificación, buscando generar mayores eficiencias en la generación y asignación de recursos. El desmonte del Estado Bienestar, los cambios en el modelo económico y la incidencia de las comunidades organizadas en la formulación de las políticas de desarrollo en medio de enormes conflictos, le otorgan a la gestión del desarrollo en esta década, nuevos significados en correspondencia con los cambios en las concepciones y prácti- cas de lo social. El diagnóstico neoliberal sobre la situación de los países latinoamericanos, señaló en su momento que una de las causas inmediatas de la crisis económica y de legitimidad de los gobiernos se encontraba en la recesión internacional de los años ochenta, en especial como resultado de la combinación de caídas acentuadas en los precios de las exportaciones, con alzas agudas en las tasas de interés reales en el mercado internacio- 2 Para ampliar esta parte del tema, puede leerse el ensayo de Osvaldo Sunkel y Gustavo Zuleta: Neoestructuralismo Versus Neoliberalismo en los Noventa. Revista FORO No 19. 1992. . Consideraciones acerca del desarrollo y la planificación en América Latina . 9 nal, lo que provocó un cuantioso déficit en las cuentas externas de la región. Como consecuencia de la crisis económica y fiscal, la gestión del desarrollo comenzó a ser delegada directamente en las comunidades; la regionalización de la vida social, políti- ca y económica se estableció como una alternativa para encausar los anhelos de parti- cipación real y directa en la toma de decisiones políticas y de inversión local; en conse- cuencia, todas las comunidades locales debieron asumir nuevos compromisos de ges- tión tanto para la generación de recursos como en la contribución directa a los proce- sos de desarrollo regional, en el marco de un mundo en conflicto por las contradiccio- nes evidentes de una inequitativa globalización económica. Como resultado de estos procesos aparecen nuevas y más refinadas formas de exclu- sión: de un lado, se ubican los países que logran acoplarse a estas dinámicas adoptan- do transformaciones profundas en sus economías y sociedades y, en la otra orilla, aque- llos que bajo la denominación imprecisa de subdesarrollados, se mantienen a la zaga de las transformaciones en la forma de producir la riqueza y de construir la sociedad y el Estado. Siguiendo a Sen (1998), si bien se ha mejorado la comprensión del desarro- llo, se han adoptado algunas generalizaciones sesgadas y demasiado simplistas: “... existen supuestas enseñanzas cuya validez reside más bien en el empleo de informa- ción selectiva y, en ocasiones, en la fuerza de su enunciado, que en un examen crítico de las mismas”; por el contrario, se debería avanzar hacia una concepción integral e integradora del desarrollo, hacia una preferencia por la igualdad en las políticas; este tipo de estrategia debe buscar “... armonizar en forma natural la interdependencia entre mejorar el bienestar social y estimular la capacidad productiva y el desarrollo del potencial de la economía (…)”. A pesar de los signos contrarios, de los indicadores que revelan la expansión de la pobreza, el deterioro progresivo de ecosistemas estratégicos y la agudización de la crisis de la condición humana, el desarrollo sigue considerando como algo natural una armonía aparentemente incuestionable entre progreso económico, por una parte, y adelantamiento humano, político y cultural por la otra. El proceso de expansión desde el centro hacia la periferia de la ideología del creci- miento económico sin límites y la materialización de la vida y en general de un tipo de sociedad rica e industrializada, como una única idealización del desarrollo, corres- ponden a la versión moderna de un fenómeno ya viejo en la historia,que de acuerdo con Ivan Ilich, citado por Escobar (1998), se conoce actualmente como desarrollo y ha atravesado seis etapas de metamorfosis desde las postrimerías de la antigüedad: la percepción del extranjero como alguien que necesita ayuda, ha tomado sucesivamen- te las formas del bárbaro, el pagano, el infiel, el salvaje, el nativo y el subdesarrollado (Aguilar y Ander, 2001). Sunkel (2000) ha señalado con acierto que para el caso de América Latina, concebir utopías y elaborar visiones y programas alternativos de fu- turo continúa siendo un ejercicio no sólo posible y útil, sino extremadamente necesa- rio y urgente. Parecería, en consecuencia, que le corresponde a nuestros países abordar de inmedia- to la compleja tarea de sortear sus precarias condiciones socio - económicas, conside- . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s , u n a h e r r a m i e n t a d e l a g e r e n c i a s o c i a l .10 rando los límites impuestos por el medio ambiente natural a la superideología domi- nante del industrialismo, y planificando el aprovechamiento sustentable de su inmen- sa riqueza natural, en medio de los procesos de globalización que a juicio de Sunkel (2000), plantean desafíos en el mediano y largo plazo: “Sólo se puede interactuar ventajosamente con el mundo sobre la base del conocimien- to, la creatividad, la eficacia, la seriedad y la competitividad; esto requiere cohesión, disciplina y cooperación social, lo que plantea exigencias de solidaridad e integración social”. “Las principales características socio-económicas, políticas, culturales de América Lati- na que invariablemente persisten en el tiempo son la heterogeneidad, la diversidad, los contrastes y la fragmentación”. Estas consideraciones son centrales tanto para comprender los retos comprometidos en los procesos de planificación social y económica, como para establecer con realismo los alcances de los tratados recientes en materia de libre comercio en las Américas. . L a g e r e n c i a s o c i a l p a r a e l d e s a r r o l l o . 11 El tema de la gerencia social, entendida como un modelo de gestión, empieza a tener gran acogida a partir de la dé- cada de los años noventa, cuando se hace un cuestionamiento a los modelos de desarrollo de corte economicista, que lejos de resolver los problemas que afron- taban los países en donde se aplicaban los había agravado, sobre todo aquellos referidos a lo social, pues partían del presupuesto de que el crecimiento económico se “derra- ma” hacia la superación de la pobreza de los sectores más vulnerables. Tal como lo refiere Kliksberg (1995), “... en la visión convencional se suponía que, alcanzando tasas significativas de crecimiento económico, el mismo se “derramaría” hacia los sectores más desfavorecidos y los sacaría de la pobreza. El crecimiento sería, al mismo tiempo, desarrollo social”; la crisis del modelo es explicada por el autor y plantea que “... las causas del agotamiento de estos modelos se debió a su tesis de que el crecimiento económico producía efectos positivos en lo social, asumiendo el desarrollo social como resultado y como una forma de cubrir los déficit sociales que dejaba el modelo económico, entre ellos la distribu- ción del ingreso y la iniquidad”. En este contexto, se empiezan a reivindicar modelos inte- grales de desarrollo en donde lo social adquiere un signifi- cado importante como estrategia de desarrollo y progreso. Consecuentemente se cuestiona el papel del Estado en la promulgación y ejecución de políticas sociales, las cuales deberían contener una alta inversión social y ser gerenciadas con eficiencia y eficacia desde una perspecti- va ecosistémica, sociopolítica y estratégica, pues el solo in- cremento de la inversión social no garantizaba el mejora- CAPÍTULO 2 La gerencia social para el desarrollo . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s , u n a h e r r a m i e n t a d e l a g e r e n c i a s o c i a l .12 miento de todas las condiciones. De ahí que se requiriera, de un lado, un mejoramien- to en la gestión que asegurara la “rentabilidad social” de estas inversiones y, de otro, un esquema desde donde fuera posible la construcción de espacios para la participa- ción, como fuente para la reflexión, el debate y la generación de alternativas viables que permitieran resolver con acierto problemas sociales, atendiendo la diversidad de los grupos involucrados y creando compromisos para la acción. La Gerencia Social respondía a estas características. Las bondades de este modelo de gestión social se relacionan con su capacidad para reivindicar las potencialidades humanas como transformadoras de realidades, capa- ces de fortalecer las relaciones democráticas, con posibilidades para promover el de- sarrollo social con equidad, consolidar las organizaciones sociales con poder de nego- ciación y participación ciudadana desde donde se estimulen procesos de confronta- ción, consenso, legitimación, fortaleciendo con ello la sociedad civil. Desde esta perspectiva, el desarrollo pasa a concebirse como un proceso construido a partir de las utopías de los actores, de sus anhelos y aspiraciones, y se asume como un proyecto político, ético y cultural dirigido a resolver las desigualdades, iniquidades y exclusiones; es decir, un desarrollo donde el principal capital que deba fortalecerse es el social, con lo cual será posible plantear “un derrame” hacia el crecimiento económi- co, tal como lo diría Manfred Max Neef, “humanizar la economía”. Al respecto, Kliksberg (1997), plantea lo siguiente: “... hay una revalorización en el nuevo debate de aspectos no incluidos en el pensamien- to económico convencional. Se ha instalado una potente área de análisis en vertiginoso crecimiento que gira en derredor de la idea de “capital social”. Uno de los focos de ese área, a su vez con su propia especificidad, es el reexamen de las relaciones entre cultura y desarrollo”. Cita a Lourdes Arizpe quien plantea que “... la cultura ha pasado a ser el último aspec- to inexplorado, de los esfuerzos que se despliegan a nivel internacional, para fomen- tar el desarrollo económico”. También refiere a Iglesias, quien manifiesta que: “... hay múltiples aspectos en la cultura de cada pueblo que pueden favorecer a su desa- rrollo económico y social, es preciso descubrirlos, potenciarlos, y apoyarse en ellos, y hacer esto con seriedad significa replantear la agenda del desarrollo de una manera que a la postre resultará más eficaz, porque tomará en cuenta potencialidades de la realidad que son de su esencia y, que hasta ahora, han sido generalmente ignoradas”. En este esquema, la acción gerencial deberá orientarse a descubrir las potencialidades de la población para convertirlas en motor de desarrollo; fortalecer aquellas instancias socializadoras como la familia, la escuela, las organizaciones, los grupos, como ele- mentos dinamizadores del cambio; incentivar la participación de los diversos actores en la gestión del desarrollo creando acuerdos, consensos, disensos, que garanticen una construcción democrática; diseñar estrategias de negociación dentro de un esque- ma gana-gana en donde primen los intereses de grupo por encima de las posiciones individuales; construir estrategias alternativas de gestión que permitan obtener resul- tados acordes con los propósitos planteados y que puedan ser medidos por la capaci- . L a g e r e n c i a s o c i a l p a r a e l d e s a r r o l l o . 13 dad para resolver los problemas sociales hacia los cuales se orienten las acciones y los recursos; es decir, una gerencia de lo social y para lo social. La gestión social, entendida de esta manera, requiere de un instrumento tecnológico para el diseño, implementación y evaluación de las políticas sociales, entendidas éstas como una estrategia construida conjuntamente entre el Estado y la sociedad civil, para mejorar las condiciones de bienestar de la población y que se operativizan a través de programas y proyectos. La gerencia social aporta el modelo de gestión desde dondees posible administrar eficiente y eficazmente los procesos sociales, no desde la perspectiva de una racionali- dad técnica-instrumental sino desde una dimensión ontológica, epistémica y procedimental, tal como lo señalan Molina y Morera (1998), “… el análisis de lo ontológico (concepción de realidad), de lo epistemológico (concep- ción de la relación sujeto-objeto de intervención) y de lo metodológico (construcción de procedimientos), es un desafío de primer orden de la gerencia social, ante lo cual se asume el compromiso con el desarrollo social y la equidad a partir de procesos estratégi- cos de planificación y administración”. La perspectiva de Gerencia Social planteada aquí, está relacionada con los procesos que ocurren dentro de una comunidad y que están referidos, básicamente, a las relaciones e interacciones que se dan entre los sujetos que la conforman. Un proceso puede represen- tarse como un encadenamiento entre un insumo, una acción transformadora y un resul- tado como una nueva realidad; el carácter dinámico de estos procesos hacen que evolu- cionen y se ubiquen dentro de un contexto social, espacial y temporal, es decir, que ocurren en circunstancias políticas, económicas y sociales específicas, dentro de una rea- lidad local, regional y nacional y en un tiempo determinado (ver esquema). INSUMO TRANSFORMACIÓN RESULTADO CONTEXTO Retroalimentación → → → → → De esta forma, una necesidad social obrará como insumo, su satisfacción como la trans- formación y el bienestar será el resultado, del que no puede desligarse la acción retroalimentadora que mantiene vivo y vigente el sistema y el contexto que le otorga características, circunstancias y dinámicas específicas. El otro aspecto a considerar es si estos procesos se dan en forma endógena, a partir de los propios sujetos, o en forma exógena, propiciado por agentes externos, ante lo cual es importante reconocer los procesos de autogestión en donde hay un liderazgo interno que moviliza y protagoni- za el cambio y que no excluye los agentes externos, sino que busca su apoyo y acom- . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s , u n a h e r r a m i e n t a d e l a g e r e n c i a s o c i a l .14 pañamiento mediante acuerdos y propuestas concretas. En consecuencia, la gerencia de procesos sociales será concebida como una dinámica colectiva en donde confluyen las expectativas y las potencialidades de todos los actores sociales con proyección al contexto en que se originan, a partir de cuya conjugación será posible el logro de obje- tivos comunes, los que necesariamente deben enfocarse al desarrollo desde una pers- pectiva humana y social. Es pertinente, entonces, intentar construir una definición de gerencia social que inte- gre los elementos que se han venido planteando; ello se hará a partir de algunas refe- rencias. ¿Qué es la gerencia social? En torno al concepto de gerencia social se han planteado los siguientes interrogantes: • ¿Es un modelo de gestión? • ¿Una técnica administrativa? • ¿Un instrumento de control y evaluación de proyectos sociales? Según el Instituto Interamericano para el Desarrollo Social (INDES) del Banco Intera- mericano de Desarrollo (BID), la gerencia social puede ser examinada bajo tres puntos de vista: 1. Como un instrumento para el diseño e implementación de políticas sociales con el fin de dar respuesta a necesidades reales de la población. 2. Como un campo de conocimiento que permite consolidar diversos saberes para la resolución de problemas sociales concretos. 3. Como un movimiento profesional a partir del cual se constituyen un perfil y una identidad propios del gerente social, que le hace posible dar respuesta al desafío de los grandes déficit sociales. Para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la gerencia social es: “Un conjunto integrado de principios, prácticas y técnicas que permiten mediante su aplicación, producir cambios significativos en al menos una condición de bienestar en la población objetivo a la que es referido, mediante el uso efectivo y racional de recursos.” En conclusión, la gerencia social es un concepto de dirección cuya misión es la de promover condiciones de desarrollo social a partir de vivir y realizar las necesidades humanas, de manera continua y renovada, cuya labor deberá apoyarse en las organi- zaciones sociales, gubernamentales y no gubernamentales para lograr resultados en cuanto a la solución de problemas sociales para el mejoramiento de la calidad de vida. Su principal responsabilidad es diseñar nuevas propuestas que permitan el fortaleci- miento de la sociedad civil, potenciando la gestión y consolidación de las organizacio- nes comunitarias existentes y el establecimiento de otras. . L a g e r e n c i a s o c i a l p a r a e l d e s a r r o l l o . 15 Dado el carácter estratégico que posee la gerencia social como instrumento de desa- rrollo, supone la consolidación de un modelo sostenible e integral que garantice la complementariedad entre la política económica y la social que posibilite el crecimien- to con equidad y cuyo capital más valioso sea el social, tal como lo manifiesta Kliksberg (1997), “... las personas, las familias, los grupos, son capital social y cultural por esencia. Son portadores de actitudes de cooperación, valores, tradiciones, visiones de realidad, que son su identidad misma. Si ello es ignorado, salteado, deteriorado, se inutilizarán im- portantes capacidades aplicables al desarrollo, y se desatarán poderosas resistencias. Si por el contrario se reconoce, se explora, valora, y potencia su aporte, puede ser muy relevante y propiciará círculos virtuosos con las otras dimensiones del desarrollo”. 2.1. Los proyectos como una unidad operativa de la gerencia social Entendida la planificación como un proceso de toma de decisiones frente a las rutas que han de tomarse, buscando la que optimice recursos para alcanzar la meta de desa- rrollo o mejoramiento, supone un sistema que articule lo estratégico con lo operativo y que se podría considerar a partir del siguiente esquema: La planificación societaria plasma un modelo de desarrollo donde se plantean los aspectos teleológicos, ideológi- cos, doctrinarios ó éticos que inspiran el modelo; a éste nivel suele llamársele estraté- gico, y se plasma en un plan de desarrollo que contiene las pautas o criterios de acción de carácter general que permitirán el logro de los propósitos que busca el modelo, en ocasiones se establecen como políticas; esta intencionalidad hasta ahora teórica, se operativiza mediante programas y proyectos (figura 1). Los primeros tienen que ver con las áreas de desarrollo o sectores, que se quieren impulsar, este nivel de planifica- ción se denomina táctico, y los segundos concretizan la acción y son los encargados del uso racional de los recursos a fin de garantizar que las inversiones se orienten al logro de los objetivos propuestos, que desde el enfoque de la gerencia social, necesa- riamente tendrán que generar impactos positivos sobre el bienestar y calidad de vida de la población; a este último nivel de planificación se le conoce como lo operativo: “De la misma manera que un proyecto concertado genera sinergias y complementariedad entre los actores principales, también debe ser capaz de articularse de manera eficaz y eficiente con otros esfuerzos que estén orientados por una visión común de desarrollo. Sin embargo, establecer una dirección de desarrollo es un proceso que presenta un nivel determinado de concreción, en cada caso. El nivel óptimo es cuando cuenta con un plan de desarrollo para una región o ámbito local de desarrollo del proyecto; al interior de La gerencia social es una posibilidad para mejorar la calidad de vida de las poblaciones menos favorecidas; se enfoca hacia el bienestar humano. . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s , u n a h e r r a m i e n t a d e l a g e r e n c i a s o c i a l .16 este plan de desarrollo es que los diferentes proyectos,concertados o no, podrán sumar esfuerzos y definir su propio rol u orientación particular” (Kliskberg, 1997). La planificación por proyectos (ver recuadro) se constituye así en una herramienta valiosa de la gerencia social en tanto: • Proporciona una mirada prospectiva a la realidad, otorgándole un futuro esperanzador; cohesiona organizativamente las acciones que permiten llegar a él, ar- monizando esfuerzos colectivos; permite prever situaciones adversas o favorables frente a las cuales es posible diseñar estrategias, reduciendo la incertidumbre y el azar. De esta forma, la planificación se convierte en un ejercicio democratizante dado el carác- ter participativo y deliberatorio que encarna, y los proyectos, por su parte, en la herra- mienta que la concretiza. • Aporta un marco metodológico orientado a identificar la situación problemática o indeseada, propone una alternativa de acción para solucionarla o modificarla y defi- ne el marco programático y estratégico con los siguientes interrogantes: qué, por qué, para qué, cuánto, con quiénes, dónde, con qué, cuándo y dónde se mide. Figura 1. Planificación del proceso en la elaboración de proyectos Estratégico Teleológico Principios Objetivos PROGRAMAS Proyecto A Proyecto B Proyecto C➝ Intermedio Táctico Operativo Proyecto Político Societario MODELO DE DESARROLLO PLAN PROGRAMAS PROGRAMAS Unidad operativa: acciones, recursos, tiempo, responsabilidades orientadas al logro del objetivo. ➝ ➝ ➝ ➝➝➝ ➝ ➝ ➝ ➝ Intermedio Estratégico Táctico ➝ ➝ . L a g e r e n c i a s o c i a l p a r a e l d e s a r r o l l o . 17 Componentes escalonados de la planificación por proyectos Seguimiento, monitoreo y evaluación Asignación de recursos y responsabilidades Actividades Actores Metas Objetivos Marco referencial Planteamiento y descripción del problema Contexto global, nacional y local 2.2. Funciones de la planificación por proyectos en un esquema de gerencia social OBJETO DE LA PLANIFICACIÓN POR PROYECTOS: La totalidad social definida como una realidad en la cual pueden identificarse fenómenos (hechos manifiestos ante nuestra conciencia) Capacidad para delimitar con claridad y precisión los campos espe- cíficos de su intervención. Elaborar y aplicar modelos de análisis que permitan interpretar si- tuaciones problemáticas Alternativas que permitan modificar situaciones adversas o desfa- vorables para un actor o grupo de actores sociales Procedimientos metodológicos que permitan vincular el análisis de la realidad social con la intervención social. Capacidad para persuadir nuevas ideas, prever situaciones proba- bles, advertir riesgos, crear estrategias, negociar y concertar. Problematizar Diseñar Proponer Elaborar Desarrollar Funciones: . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s , u n a h e r r a m i e n t a d e l a g e r e n c i a s o c i a l .18 . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s d e d e s a r r o l l o . 19 3.1. Definición Un proyecto es una convocatoria razonada a la acción para transformar una realidad identificada, hace referencia a la existencia de situaciones económicas, sociales, culturales, políticas y ambientales, susceptibles de transformar para beneficio de individuos particulares, de la comunidad en general o de grupos específicos, que requieren una deci- sión sobre el uso de los recursos, de coordinación y partici- pación. Podría decirse que un proyecto es la organización, en el tiempo y en el espacio, de los recursos disponibles para alcanzar, mediante la acción organizada de los indivi- duos y la comunidad, metas potenciales y deseables de bien- estar (ESAP, 1992). Para el Instituto Latinoamericano de Planificación Econó- mica y Social (ILPES), el proyecto es una unidad de activi- dad de cualquier naturaleza, que requiere para su realiza- ción del uso o consumo inmediato o a corto plazo de algu- nos recursos escasos o al menos limitados, aun sacrifican- do beneficios actuales, en la esperanza de obtener, en un período de tiempo mayor, beneficios mayores a los que se obtienen con su empleo actual, sean éstos financieros, eco- nómicos o sociales (ILPES, 1989). Barrantes (1998), cita los conceptos de Warren y Sotokes quienes conciben el proyecto como un conjunto autóno- mo, no relacionado con otros, de inversiones, políticas y medidas institucionales y de otra índole, diseñado para lograr un objetivo específico de desarrollo en un período determinado. La GTZ (Deutsche Gesellschaft für Technische Zusammenarbeit, Agencia de Cooperación CAPÍTULO 3 Los proyectos sociales de desarrollo . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s , u n a h e r r a m i e n t a d e l a g e r e n c i a s o c i a l .20 Alemana) lo considera una tarea innovadora, que tiene un objetivo definido, debe ser efectuado en un cierto período, en una zona geográfica delimitada y para un grupo de beneficiarios; solucionando de esta manera problemas específicos o mejo- rando una situación existente. Para la Organización de los Estados Americanos (OEA), es una actividad de desarrollo económico planificada y orientada a la consecución de objetivos que requieren de inversiones financieras o participación humana en un tiempo dado. Rosales, lo define como una tarea innovadora que involucra un con- junto de actividades planificadas y relacionadas entre sí, que requiere la decisión sobre el uso de recursos que apuntan a alcanzar objetivos definidos, efectuado en un cierto período, en una zona geográfica delimitada y para un grupo de beneficiarios, solucionando problemas específicos o mejorando una situación existente y de esta manera contribuir a los objetivos de desarrollo de un país. 3.2. Tiempos del proyecto En la realización de un proyecto entran en juego cuatro (4) tiempos (ver esquema): El antes, corresponde al tiempo en el cual se realiza la identificación de los problemas, vacíos, carencias y potencialidades que motivan la intervención. En este mismo tiem- po se toman decisiones relacionadas con el diseño de proyecto más adecuado para el proceso y se realiza la formulación bajo los parámetros que se presentarán más ade- lante. El durante, es el tiempo en el cual se ejecuta el proyecto; es decir, se ponen en acción las estrategias y se realizan las actividades previstas en el diseño metodológico. En este momento es fundamental realizar acciones permanentes de monitoreo para determi- nar el grado de cumplimiento de los objetivos específicos y el alcance de las metas propuestas. El después, una vez finalizada la ejecución del proyecto se requiere evaluar el grado de cumplimiento de los objetivos específicos y el nivel de logro general. Se trata de una evaluación de la eficacia del proceso para lo cual desde la formulación deben diseñar- se los indicadores con los cuales se medirá el grado de cumplimiento del objetivo general. El largo plazo, es el cuarto tiempo del proyecto. Los gestores pueden hacer un recono- cimiento del nivel de impacto o de la capacidad de transformación en el tiempo de las condiciones iniciales. Se pretende evaluar la sustentabilidad del proyecto para lo cual se emplean indicadores de medición del impacto, previamente diseñados en la formulación. . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s d e d e s a r r o l l o . 21 Tabla 1. Tipos de proyectos Tipos de proyectos Definición Proyecto societario Se considera un proyecto político o modelo de desarrollo. Los proyectos sociales básicos son los estratégicos, se deno- minan sociales dado que son fundamentales para el logro de los propósitos estratégicos y/o contingentes de una deter- minada fuerza social. Los proyectos operativos son los de intervención. (Pichardo, 1997). Proyectos productivos Tienen como objetivo la producción de bienes para satisfa- cer necesidades de consumo; entre ellos se encuentran los agrícolas, pecuarios, industriales y de servicios Proyectos de infraes- tructura Son aquellos encargados de generar condiciones facilitadoras, impulsoras o inductoras de desarrollo; entre ellos seencuentran los que tienen que ver con construcción de vías, electrificación, alcantarillado, acueducto, entre otros. Proyectos sociales Orientados a satisfacer necesidades o solucionar proble- máticas para generar situaciones de bienestar y mejora- miento en la calidad de vida. Antes Sustentabilidad - impacto Largo plazo Perfil Diseño Eficacia Identificación Formulación Evaluación Durante Ejecución - monitoreo Después ➝ ➝ ➝ ➝ 3.3. Tipología Existen diferentes proyectos (tabla 1) dependiendo del nivel de planificación donde se ubiquen y los objetivos que persigan. . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s , u n a h e r r a m i e n t a d e l a g e r e n c i a s o c i a l .22 3.4. Ciclo del proyecto Los proyectos operativos o de intervención se definen, dentro del modelo de planifi- cación, como la unidad operativa en donde se determinan las acciones que son nece- sarias realizar para alcanzar la situación deseada o imagen objetivo. A pesar de que los proyectos tienen un horizonte temporal determinado, básicamente a mediano y corto plazo, cumplen con un ciclo vital que es definido como el proceso desde el momento en que se concibe, denominado idea, hasta el momento de su culminación, en donde se evalúan los resultados alcanzados. Es bueno anotar que si bien es cierto la evalua- ción aparece en una fase final, ésta atraviesa todo el ciclo, de la siguiente forma: Tipos de proyectos Definición Proyectos programa Apoyan el desarrollo de otros proyectos, entre ellos se en- cuentran programas de alfabetización, vacunación, campa- ñas educativas. Proyectos de estudios básicos Proyectos de inversión Relacionados con la elaboración de diagnósticos o investi- gaciones que tienen como finalidad conocer características específicas de sujetos y contextos. Orientados a la producción de bienes y servicios con fines de rentabilidad financiera, suelen denominarse proyectos privados ya que poseen un dueño que aporta el capital ini- cial, esperando mayores beneficios a su interés de oportuni- dad. Finalización y Desactivación Aplicación Ejecución Identificación Formulación EVALUACIÓN EX - ANTE EVALUACIÓN CONCURRENTE EVALUACIÓN EX - POST ➝ ➝ ➝ . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s d e d e s a r r o l l o . 23 Este ciclo consta de cuatro momentos básicos: IDENTIFICACIÓN, FORMULACIÓN, APLICACIÓN - EJECUCIÓN - FINALIZACIÓN Y DESACTIVACIÓN en el que se desarrolla la EVALUACIÓN final relacionada con los logros e impactos del proyecto. El hecho de considerar este proceso como momentos, obedece a un enfoque metodológico el cual sugiere que no hay una secuencialidad lineal, sino que es un proceso iterativo que puede darse indistinta e incluso alternadamente. Cada uno de estos momentos también tiene su proceso interno, atendiendo al enfoque de sistemas, pues si bien son partes de una estructura general, cada uno tiene su propia dinámica. Algunos autores agrupan la identificación y formulación en una etapa denominada preinversión, refiriéndose al hecho de que aún no se han utilizado recursos de opera- ción; desde el punto de vista financiero se le reconoce como costos muertos, es decir, a pesar de que se incurre en unos costos, ellos no pertenecen internamente al proyecto o no se generan a partir de su ejecución. Este esquema de preinversión es especialmente útil cuando debe tomarse una decisión para adjudicar recursos ya que permite verifi- car la pertinencia, viabilidad y pertenencia del proyecto antes de asignarlos. La Tabla 2 muestra los momentos, procesos y actividades que cada uno contiene: Tabla 2. Momentos, procesos y actividades del proyecto MOMENTOS PROCESO ACTIVIDADES IDENTIFICACIÓN DIAGNÓSTICO ◊ Identificar situaciones ◊ Establecer relaciones intercausalidad. ◊ Delimitar o focalizar el problema ◊ Jerarquizarlo ◊ Identificar actores ◊ Plantear alternativas FORMULACIÓN PROGRAMACIÓN ◊ Estructura de propuesta ◊ Objetivos ◊ Metodología ◊ Acciones ◊ Tiempo ◊ Recursos ◊ Responsabilidades APLICACIÓN EJECUCIÓN ◊ Gerencia ◊ Desarrollo acciones ◊ Gestión ◊ Resultados EVALUACIÓN RETROALIMENTACIÓN ◊ Monitoreo ◊ Seguimiento ◊ Ajuste ◊ Verificación . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s , u n a h e r r a m i e n t a d e l a g e r e n c i a s o c i a l .24 3.4.1. Identificación Un proyecto de desarrollo social surge en el momento en que se identifica una situa- ción que requiere ser modificada para solucionar un problema que afecta a un actor o conjunto de actores sociales. El momento de la identificación se inicia entonces con el planteamiento o delimitación del problema y termina con la selección de una alterna- tiva considerada como la más viable, o por lo menos la que mejor satisface los reque- rimientos, y que se convertirá en el proyecto. Básicamente se pretende identificar la situación actual y la situación deseada y seleccionar el mejor camino para alcanzarla (ver esquema). La identificación antecede a la formulación del proyecto que es la formalización de la alternativa, que ha resultado ser la más viable. El proceso interno está compuesto por los siguientes pasos: - Identificación y selección del problema - Construcción de imagen objetivo - Planteamiento de alternativas - Evaluación ex - ante 3.4.1.1. Identificación y selección del problema La primera tarea será definir qué es un problema y para ello se hará referencia a algu- nos autores: “El problema no debe entenderse como la descripción de una realidad crítica, sino como un factor limitante que impide el desarrollo. Entendido así el problema, debemos ser capaces de formular una estrategia genérica para enfrentarlo” (Sánchez et al, 2001). “Un problema se refiere a una situación que denota inconveniencia, insatisfacción o un hecho negativo.”(Sanin, 1995). “Un problema social se manifiesta como distancia con un estándar o un promedio social aceptable, otros como conducta desviada y otros como productos de acumulación de carencias que suponen, para superarlas, una política de igualación de oportunidades” (Forni, 1988; citado por Pérez, 1997). Situación actual Cómo lograrlo Situación deseada . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s d e d e s a r r o l l o . 25 En síntesis, un problema puede estar asociado con la calidad, cantidad, acceso y opor- tunidad de los bienes o servicios ofrecidos a una comunidad y que afectan su calidad de vida; una situación de carencia, deficiencia o exceso; la presencia de un factor indeseado; una necesidad que debe ser satisfecha; una dificultad que debe ser supera- da; un fenómeno que debe ser identificado; o una potencialidad que debe ser desarro- llada, y que tiene lugar en un contexto determinado. Según Bogardus, citado por Aguilar y Ander (2001), “... los problemas sociales son situaciones de las cuales se toma conocimiento y se procu- ra resolver como condición del equilibrio y de continuidad de la organización social. Así, los problemas no deben ser desvinculados de su contexto estructural. Esto hace que para poder describir y comprender los problemas existentes en una situación determi- nada, sea necesario considerar el contexto, ambiente, entorno y clima social en los cuales existen, identificando los factores asociados a los mismos”. Es por ello que la identificación del problema es una de las tareas más complejas en el proceso de formulación de proyectos, pues si ello es acertado la solución también lo será. Un problema bien planteado aporta un porcentaje importante a la solución. Este momento se caracteriza por ser un proceso de búsqueda de información, median- te sistemas de indagación, que permitan determinar la magnitud de los problemas y su interacción, su evolución histórica, los actores que intervienen en cada situación y el significado que tiene para cada uno de ellos, como marco de definición de los pro- pósitos y objetivos. 3.4.1.1.1. El Problema y su evolución histórica Además, debe ser tan claro que no permita confundirlo con la solución, pues si el problema es la ausencia de una solución sólo podráresolverse con la existencia de esa alternativa; a manera de ejemplo: si el problema de maltrato infantil se define como la falta de educación de los padres, esta definición trae implícita la solución de educar a los padres, lo cual excluye otras alternativas que pueden solucionar de manera más eficiente el problema; también es un error señalar la falta de una política o un progra- ma como un problema ya que esta falta sólo se soluciona con esa alternativa, lo que limita la búsqueda creativa de otras posibles soluciones (ver esquema). El método al que se hará referencia, y que aporta los elementos conceptuales y meto- dológicos para conocer el problema en toda su magnitud, es el diagnóstico social. Cómo se generó Cómo se observa Cómo evolucionará . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s , u n a h e r r a m i e n t a d e l a g e r e n c i a s o c i a l .26 3.4.1.1.2. Diagnóstico social Etimológicamente proviene del griego diagnostikós constituido por el prefijo: “día” a través y “gnosis” conocimiento (Aguilar y Ander, 2001). Para Aguilar y Ander (2001) “Es un proceso de recolección, análisis, interpretación y sistematización de información que implica conocer y comprender problemas y/o necesidades dentro de un contexto determinado, teniendo en cuenta las causas y su evolución, así como factores condicionantes y de riesgo, permitiendo la discriminación y focalización de problemas para establecer prioridades y estrategias, que requiere de recursos y medios así como de fuerzas y actores sociales (…) cuyas funciones son: Informar, explicar, identificar recur- sos, determinar prioridades, establecer estrategias y contextualizar”. Como el diagnóstico es el primer momento en el proceso de identificación del proyec- to social, que aporta el conocimiento del problema en sus múltiples dimensiones, re- presentaciones e interacciones internas y externas y permite el establecimiento de las estrategias que han de llevarse a cabo para resolverlo, deberá abordarse desde una base multicausal y circular en donde las diferentes determinaciones de ese fenómeno superen el esquema unicausal en el cual A es producido por B; es decir, debe mirarse desde una perspectiva sistémica que atienda e integre estas situaciones frente a un objeto común (ver esquema). El diagnóstico se configura así, como el elemento estratégico en la formulación de proyectos, de la veracidad y confiabilidad de sus datos, dependerá el grado de efectividad que tengan las diferentes acciones frente a situaciones y problemáticas sociales. FUNCIÓN DE LA INVESTIGACIÓN SOCIAL EN LA FORMULACIÓN DE PROYECTOS • Visión integral realidad • Comprensión problemas • Definición problema objeto de intervención INVESTIGACIÓN Medio Conocer AdquirirREALIDAD SOCIAL ➝ ➝ CONOCER A TRAVÉS DE . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s d e d e s a r r o l l o . 27 3.4.1.1.2.1. Diagnóstico social situacional Siguiendo los lineamientos de la planificación estratégica, el diagnóstico se abordará desde una perspectiva situacional. Una situación es definida por Matus (1977), como “Algo donde esté situado algo; ese algo es el actor y la acción. Acción y situación confor- man un sistema complejo con el actor. La realidad adquiere el carácter de situación en relación al actor y a la acción de éste, por eso una realidad es a la vez muchas situaciones, dependiendo ello de cómo está situado el actor y cuál es su acción”. Por lo tanto, en una realidad habrán tantas situaciones como actores hayan y su parti- cipación e involucramiento dependerán del significado que la situación tenga para él; de ahí que las alternativas de acción serán diferentes en la medida en que sus imáge- nes - objetivo sean diferentes. Desde luego esto llevará a un enfrentamiento de las diferentes fuerzas sociales, para lo cual deberá hacerse todo un proceso de construc- ción colectiva en donde se defina, consensualmente, cuáles serán las áreas prioritarias de atención. 3.4.1.1.2.1.1. Momentos del diagnóstico situacional El diagnóstico permite capturar la realidad social y hacer una lectura de ella desde un contexto histórico. Para que esto ocurra se requiere de un esfuerzo sistemático, coordi- nado y participativo, atendiendo un proceso que permita ir reconstruyendo, paso a paso, esa realidad. A continuación (Figura 1) se presenta un modelo que recoge el esquema básico de Pichardo (1997) y se agregan algunos nuevos elementos. 3.4.1.1.2.1.1.1. Primer nivel de análisis: Conceptualización o definición del marco referencial, donde el investigador social defi- nirá su perspectiva de análisis. Esta perspectiva se plantea desde tres puntos de vista: uno teórico, uno profesional y otro institucional. . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s , u n a h e r r a m i e n t a d e l a g e r e n c i a s o c i a l .28 A. Marco referencial teórico, se trata de seleccionar y definir aquellos conceptos, nocio- nes doctrinales o filosóficos que nos permita tener un soporte teórico desde donde sea posible el análisis de las variables que intervienen en la situación, sus interrelaciones y posibilite una reflexión crítica. Este marco teórico, como también podría llamarse, tiene que ver con la ubicación dentro de una corriente o línea de pensamiento que nos lleve a tener una visión o un concepto de desarrollo, es decir, hacia dónde esperamos que evolucionen las cosas en una perspectiva de mejora- miento. El resultado será la elaboración de un modelo mental en función del cual se seleccionan unas categorías conceptuales que serán utilizadas para esclarecer el problema de interés. Será como un telescopio que nos guiará la mirada hacia aspec- tos centrales ya determinados por el mismo modelo mental. Por ejemplo, si nuestra visión de desarrollo se concibe como igualdad de oportunidades, la búsqueda se centrará en aquellos hechos que están generando desigualdad. B. Marco referencial profesional, orientado a delimitar espacios de actuación y roles pro- fesionales, pues si bien es cierto que en una misma situación pueden encontrarse varias disciplinas y profesiones de las ciencias sociales, cada uno tendrá su propia lectura dependiendo de sus soportes teórico-conceptuales; así la pobreza puede ser considerada por un economista clásico como el resultado de la escasez de recursos y su inequitativa asignación, y para un profesional de las áreas sociales, puede ser un problema de ineficiencia de la política social que no brinda igualdad de oportu- nidades a la población; en consecuencia, sus acciones también serán diferentes. Val- dría la pena considerar que siendo la realidad social tan compleja y que su estudio Figura 2. Esquema del modelo de diagnóstico situacional CONCEPTUALIZAR CONFIGURAR OBJETO DE INTERVENCIÓN IDENTIFICAR HECHOS ANALIZAR HECHOS FOCALIZACIÓN DEL PROBLEMA CARACTERIZAR ACTORES UBICAR ANTECEDENTES EVALUAR RESPUESTA INSTITUCIONAL ANÁLISIS DE LA PARTICIPACIÓN . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s d e d e s a r r o l l o . 29 es objeto de varias disciplinas de las ciencias sociales, las acciones interdisciplinarias tendrían mucho mayor impacto por la posibilidad de abordar diferentes dimensio- nes que mutuamente se afectan pero que en un proyecto son difíciles de abordar en su totalidad. C. Marco referencial institucional. Cuando se está construyendo un proyecto que se en- cuentra inserto dentro de una institución, las categorías de análisis serán acordes con los intereses y objetivos que tenga la institución (misión, visión, políticas, pla- nes), ya sea del orden gubernamental, no gubernamental e incluso privado. Las características de esta institución, su visión y misión, e incluso su estructura admi- nistrativa, determinarán cuáles deben ser los problemas a atender y cuáles las áreas a definir; a manera de ejemplo, una institución educativa centrará su interés en aquellos aspectos que tengan que ver con los niveles educativos y las posibilidades e intereses educativos de la comunidad; igualmente, una institución de atención a la niñez, centrarásu interés en todos aquellos aspectos que tienen que ver directa- mente con los niños del sector; igual, si es una institución de salud, su visión será orientada hacia los aspectos que afectan la salud física y mental de la comunidad. 3.4.1.1.2.1.1.2. Segundo nivel de análisis Configurar el objeto - sujeto de intervención, se trata de determinar con la mayor preci- sión posible cuál será aquella problemática a solucionar o situación a modificar, de tal modo que permita orientar la definición de la estrategia a seguir. Para la definición del objeto - sujeto de intervención, se proponen los siguientes pasos: A. Identificación de los hechos, definida como la caracterización de la situación para iden- tificar los hechos, fenómenos o circunstancias que determinan la aparición de si- tuaciones que se configuran como problemas. Dado que en este nivel ya se tienen elaboradas unas categorías conceptuales, aquí se identificarán aquellos hechos sig- nificativos para su análisis, lo que permitirá definir hacia dónde deben enfocarse las acciones como producto de la actuación en esa situación. Si se parte del hecho de que para cada actor hay una lectura diferente, deberán escucharse las voces de cada uno de ellos. En este momento se requiere del uso de técnicas de recolección de información que permitan escuchar tales voces. Dentro del esquema de diagnóstico que se viene manejando, se privilegiarán las técni- cas participativas, entre las cuales se destacan: Entrevistas (estructuradas y no estructuradas), encuestas, observación (participante y no participante), cartografía social (acercamiento a una comunidad desde su espacio geográfico, socio-económico, histó- rico y cultural), historias de vida (como rescate de la tradición oral), grupos focales, talleres de análisis en donde se utilicen técnicas vivenciales. Una de las técnicas de mayor uso es la lluvia o tormenta de ideas, que tiene como finalidad propiciar la generación de la mayor cantidad de ideas frente a una situación; permite la creatividad y motivación recíproca entre los miembros de un grupo, desinhibiendo su poder creativo y estableciendo una atmósfera de libertad de expre- . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s , u n a h e r r a m i e n t a d e l a g e r e n c i a s o c i a l .30 sión. Se trata de expresar ideas en forma rotativa estimulando la participación de cada uno de los miembros; en cada turno el participante expresa una idea, luego se procede a clasificarlas y agruparlas descartando, por consenso, las que el grupo no considere pertinentes para así trabajar con los problemas comunes más significativos. Una vez se obtiene la lista de problemas, de acuerdo con lo que cada actor ha expresado, se procede a hacer la definición de cada problema enunciado, pues como cada actor pude hacer interpretaciones diferentes se trata de elaborar significados comunes. “Definir un problema emanado de la lluvia de ideas implica encontrar un consenso grupal, mediante el diálogo de saberes, sobre lo que se piensa colectivamente (…). Se trata de construir una definición colectiva que interprete el pensamiento de todo el grupo” (Quin- tero, 1995). La información obtenida se sistematiza en una matriz de descripción de problemas (Tabla 3). Tabla 3. Matriz de descripción de problemas Alto índice de adolescentes con embarazos no planeados. Las adolescentes se embara- zan sin que fuese algo previs- to y para lo cual no estaban preparadas física ni mental- mente. El 100% de las adolescentes manifestó haber quedado en embarazo por descuido o error. Ruptura del proyecto de vida inicial de las adoles- centes. Deben cambiar muchas de sus prioridades y deben ade- cuar sus proyecciones a la nueva situación. Ocurre en el 100% de las ado- lescentes. El nivel de conocimientos re- lacionados con una vida sexual sana es bajo o no es asimilado. No poseen conceptos claros acerca de lo que significa lle- var una vida sexual sana. El 70% desconoce cuáles son los fundamentos de una vida sexual sana. Desconocimiento del uso de los métodos de planificación familiar. A pesar de que conocen so- bre el tema no saben cómo y cuándo usar estos métodos. Una de cada 5 respondió no saber acerca del uso de anticonceptivos. PROBLEMA (Situación de insatisfacción o indeseada) DESCRIPCIÓN (Significado) EVIDENCIA (Datos, cifras o hechos que indiquen la presencia del problema) . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s d e d e s a r r o l l o . 31 No adoptan de manera res- ponsable el uso de métodos de planificación, ni exigen protección al tener relaciones sexuales. No se emplean métodos de planificación familiar. Ninguna adolescente emplea seria y responsablemente métodos de protección. Alta morbi-mortalidad en adolescentes embarazadas. Hay gran prevalencia de en- fermedades, dado que des- cuidan su salud física. El índice de morbilidad es del 40% y el de mortalidad es del 10% Promiscuidad. Mantienen relaciones indiscriminadamente con varios compañeros. Esta situación se da en el 20% de adolescentes. Arraigo a patrones sexuales inadecuados. Falsas creencias que llevan a que no se tomen medidas preventivas en cuanto a tener relaciones sexuales. El 50% de adolescentes tiene patrones distorsionados de la sexualidad. Despreocupación en el cui- dado de sí mismas durante la concepción. No asisten a controles, ni cui- dan de su embarazo. El 50% sólo asiste a consulta médica cuando tienen sínto- mas graves. Alta tendencia a practicarse abortos como solución a esta situación. Ven como una salida inte- rrumpir el embarazo sin im- portar las condiciones en que ello se realice. El 60% de las adolescentes embarazadas ha pensado en esta opción. Alteración y ruptura de la- zos familiares por el rechazo o desaprobación a esta con- dición. Las familias se resienten cuando una hija o hijo con- cibe a temprana edad, lo que lleva a que se deterio- ren las relaciones y se llegue hasta “echarlos de la casa”. El 90% de las familias recha- za el embarazo de sus hijos a temprana edad, en un 30% de los casos, les retiran el apoyo. Adolescentes con actitudes depresivas ya que se sienten solas para asumir esta res- ponsabilidad, dado el recha- zo de la familia y el abando- no (en muchos casos) de sus compañeros. Se sienten desorientadas, angustiadas y preocupadas por las nuevas responsabi- lidades a asumir, para lo cual no están preparadas y no poseen el apoyo afectivo. Esta situación se manifiesta en el 50% de los casos. PROBLEMA (Situación de insatisfacción o indeseada) DESCRIPCIÓN (Significado) EVIDENCIA (Datos, cifras o hechos que indiquen la presencia del problema) . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s , u n a h e r r a m i e n t a d e l a g e r e n c i a s o c i a l .32 Hasta aquí sólo se tienen una serie de problemas, los cuales aún no se han interrelacionado, es decir, se conocen los hechos sociales mas no su interacción. El inventario de problemas obtenidos es la materia prima para construir un sistema don- de se pueda apreciar la manera como cada variable (problema) se relaciona con las demás. Esto se define en el próximo paso. B. Análisis de los hechos o comprensión analítica de la realidad. Denominada por Ander Egg como juicio o evaluación de la situación (este paso se toma de la propuesta de Ander Egg, citado por Pérez, 1997). Se trata de establecer la naturaleza de las nece- sidades identificadas y jerarquizarlas. Una vez están identificados y definidos los problemas, se pasa a realizar un análisis de conjunto, lo que permitirá conocer sus relaciones y el grado de dependencia o influen- cia que poseen entre sí. Para la construcción de este sistema se realiza un análisis es- tructural que permita definir las diferentes relaciones que se dan entre las variables definidas como problemas. El análisis estructural es una técnica brindada por el es- tructural - funcionalismo. El concepto de estructura lo propone Claude Levi-Strauss, citado por Mojica (s.f): “Estructura es una realidad que es estudiada como un sistema, cuyoselementos guardan relaciones de interdependencia”. Para ello se procede entonces a ubicar los problemas o variables, tanto en filas como en columnas, en un cuadro de doble entrada, denominado Matriz de Vester (Tabla 4). Lo que se hace ahora es valorar el grado de influencia (causa), o dependencia (conse- cuencia) que tiene cada problema o variable sobre las demás; es decir, si p1 influye o afecta o es causa de p2,… pn; si p2 influye o afecta o es causa de p1,… y pn y así sucesivamente hasta que todos se hayan confrontado entre sí. Interrupción del ciclo de for- mación de las adolescentes Deben abandonar sus estudios. El 70% de las adolescentes embarazadas se ha retirado de los colegios o establecimientos en donde cursaban sus estu- dios. Proliferación de enfermeda- des de transmisión sexual. Dado que no se protegen ad- quieren enfermedades que transmiten y les transmiten continuamente. Las consultas por enfermeda- des de transmisión sexual son muy frecuentes en el puesto de salud. Madres adolescentes que re- chazan y en ocasiones aban- donan sus hijos. Dado que no estaban prepara- das para asumir el rol de ma- dre-padre, no se sienten capa- ces de criar sus hijos o revier- ten hacia ellos la angustia que les produce esta situación. Un 20% de las adolescentes embarazadas manifiesta re- chazo hacia sus futuros hijos. PROBLEMA (Situación de insatisfacción o indeseada) DESCRIPCIÓN (Significado) EVIDENCIA (Datos, cifras o hechos que indiquen la presencia del problema) . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s d e d e s a r r o l l o . 33 Tabla 4. Matriz de Vester - Análisis estructural- 0 3 0 0 0 3 0 0 2 3 3 3 3 3 3 20 1. Alto índice de adolescentes con embarazos no planeados. 2. Ruptura del proyecto de vida inicial de la adolescente. 3. El nivel de conocimientos relacionados con un vida sexual sana es bajo o no es asi- milado. 4. Desconoci- miento del uso de los métodos de planifica- ción familiar. 5. No se em- plean métodos de planifica- ción familiar 6. Alta morbi- mortalidad en adolescentes embarazadas. 7. Promiscuidad 8. Arraigo a p a t r o n e s sexuales inade- cuados 0 0 0 0 0 1 1 1 3 3 2 3 0 0 3 17 3 1 0 0 3 2 3 0 1 1 0 0 2 3 1 26 203 1 0 0 3 2 1 2 0 2 1 1 1 3 0 133 1 0 0 0 2 0 0 0 1 1 1 1 2 1 80 2 0 0 0 0 0 0 0 2 1 0 2 0 1 183 1 0 0 0 2 0 0 2 2 1 2 1 3 1 182 1 3 2 2 1 1 1 1 1 1 0 0 1 1 PROBLEMAS 1 2 3 To ta l ca u sa li d ad 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s , u n a h e r r a m i e n t a d e l a g e r e n c i a s o c i a l .34 140 1 0 0 1 3 0 0 0 3 1 1 1 1 2 PROBLEMAS 1 2 3 To ta l ca u sa li d ad 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 70 0 0 0 0 3 0 0 0 0 2 1 1 0 0 9. Despreocupa- ción en el cuida- do de sí mismas durante la con- cepción. 10. Alta tenden- cia a practicarse abortos como solución a esta situación. 11. Alteración y ruptura de lazos familiares por el rechazo o des- aprobación a esta condición. 12. Adolescen- tes con actitudes depresivas ya que se sienten solas para asu- mir esta respon- sabilidad. 13. Interrupción del ciclo de for- mación de las adolescentes. 14. Prolifera- ción de enfer- medades de t r a n s m i s i ó n sexual. 15. Madres ado- lescentes que re- chazan y aban- donan sus hijos. Total depen- dencias- conse- cuencias 130 2 0 0 0 2 0 0 2 2 0 3 0 0 2 160 0 0 0 0 3 0 0 3 3 2 0 2 0 3 90 2 0 0 0 0 0 0 1 1 1 2 0 0 2 30 0 0 0 0 2 0 0 0 0 1 0 0 0 0 70 0 0 0 0 1 0 0 0 0 3 1 2 0 0 14 15 3 5 9 27 6 4 15 24 20 18 16 14 18 Escala valorativa. 0: no es causa; 1: causa indirecta; 2: causa medianamente directa; 3: causa directa. . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s d e d e s a r r o l l o . 35 Para jerarquizar el problema de acuerdo con su grado de causalidad o dependencia, se llevan los problemas valorados en la matriz de Vester, a un plano cartesiano (Figura 3) en donde se ubicaran en cuadrantes de acuerdo a como haya sido el resultado de su valoración: Asumiendo que en el eje de las X se ubica la causalidad y en el eje de las Y la dependencia, en el primer cuadrante se ubican aquellos problemas que presentan menor causalidad y mayor dependencia. A este cuadrante se le denomina zona de sali- da o de problemas pasivos. Se denominan de salida por ser el resultado de los anteriores. En el segundo cuadrante se ubican los problemas de mayor causalidad y mayor de- pendencia, aquí suele ubicarse el problema motriz, es decir, aquel problema que tiene relación fuerte y directa con los otros problemas y que al resolverse desencadena pro- cesos dando salida a otros problemas. A este cuadrante se le denomina zona de conflicto o de problema central (también llamada zona de trabajo); se le denomina de conflicto en razón a su vulnerabilidad, ya que en cualquier momento pueden ubicarse como causa y en otro momento pueden ubicarse como consecuencia. Lo ideal es que allí sólo se ubique un problema que será el motriz o central. Si el ejercicio no lo permite, entonces se procede a elegir como problema motriz o central el que haya obtenido la más alta valoración, los demás se ubican en los cuadrantes 1 ó 3 en tanto que pueden operar como causa o consecuencia, dependiendo del contexto. Figura 3. Matriz de Vester Grado de causalidad 0 0 5 5 10 10 15 15 20 20 25 25 30 Causas C on se cu en ci as • • • • • •• • • •• •• • Zona de conflicto o de problema central Zona de salida o de problemas pasivos Zona de problemas autónomos o indiferentes Zona de poder o de problemas activos 1 29 5 8 4 7 3 14 13 12 15 10 6 11 • II III I IV . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s , u n a h e r r a m i e n t a d e l a g e r e n c i a s o c i a l .36 En el tercer cuadrante se ubican los problemas que presentan mayor valoración como causa o influencia y menor valoración como consecuencia o dependencia. Estos serán los más importantes porque influyen o son causa de la mayoría de los problemas. Deberá entenderse que cualquier modificación en ellos va a tener gran repercusión en todo el sistema. Se configuran como las causas. En el cuarto cuadrante se ubican aquellos que obtuvieron la más baja valoración tanto como causa y como consecuencia. Se denomina zona de problemas autónomos o proble- mas indiferentes, es decir, no afectan a otros directamente, sin embargo no deben desecharse ya que pueden ser importantes. Por lo general estos problemas autónomos son muy puntuales y se les atiende a partir de los demás. En otras ocasiones estos corresponden a instancias de decisión superiores frente a lo cual sólo se requeriría hacer una coordinación interinstitucional, o elevar la inquietud al ente competente. A continuación se procede a focalizar el problema con los insumos obtenidos en esta parte. 3.4.1.1.2.1.1.3. Tercer nivel de análisis A. Focalización del problema, permite jerarquizar identificando un problema motriz o central, seleccionar los problemas raíz o causa que están determinando su aparición, así como las consecuencias o efectos indeseados que genera. Existen diversas formas para representarlos jerárquicamente, entre las cuales se encuentran la espina de pesca- do, la matriz DOFA y el árbol de problemas; aquí se hará referencia a la técnica del árbol de problemas proporcionada por la metodología ZOPP, en la cual el problema central es el tronco del árbol, la raíz son las causas y las hojas sus efectos o consecuen- cias (ver esquema). La focalización facilita plantear el problema, ya que ayuda a identificar cómo se interrelacionan los hechos que se encuentran en una situación dada; de otra parte, el árbol de problemas permite tener un mapa conceptual para una lectura e interpreta- ción en una forma integral. Consecuencias - Fines Problema central Causas - Medios . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s d e d e s a r r o l l o . 37 Muy similar al árbol de problemas es la espina de pescado ó diagrama causa – efecto que, como su nombre lo indica, es un diagrama con apariencia de espina de pescado donde se muestra larelación entre un efecto o un problema y las posibles causas que influyen en él (ver esquema). La focalización tiene los siguientes pasos: a. Identificación del problema central: Se selecciona un problema que sea de mayor rele- vancia o interés para la unidad social a la que se dirigirá la acción. Una forma de hacerlo es retomando el análisis estructural y ubicando como problema central aquel que se localizó en la zona de conflicto. En el caso de encontrar más de un problema, se selecciona aquel que represente mayor causalidad, y los otros se ubican, consensualmente, en las zonas de poder o salida, pues ya se dijo que estos proble- mas eran muy vulnerables y pueden ubicarse fácilmente en cualquiera de estas zonas. Lo importante es definir un punto focal hacia el cual se orientarán todos los esfuerzos de la unidad social. Aunque la metodología de planeación situacional propone que cada actor elaborará su propio proyecto, es importante que el grupo elija un norte común y pueda canalizar y optimizar recursos para el bien general. En la metáfora del árbol, el problema central será el tronco del árbol, a partir de ahí se formula el objetivo general del proyecto, pues sus acciones se deberán enfocar a modi- ficar la situación motriz encontrada. b. Análisis de causas del problema: En este momento se identifican aquellos hechos que se configuran como generadores o causas de problemas. Siguiendo con la metodo- logía del análisis estructural, las causas se definen como aquellas que están ubica- das en la zona de poder, es decir, son los problemas que más influyen en la apari- ción de los otros. Estos se asimilan a las raíces del árbol y la metáfora consiste en que se deben buscar las causas de las causas. Dado que de la eliminación de estas causas depende la solución del problema, de ellas se desprenderá la formulación de los objetivos específicos, pues a través de estos se logrará el objetivo general, es decir, el problema central se eliminará en la medida en que se eliminen sus causas. c. Análisis de los efectos o consecuencias del problema. Las consecuencias serán por tanto los problemas ubicados en la zona de salida, ya que se configuran como producto o resultado de los otros, es decir, existen en la medida que existen los otros. Ellos se Consecuencias Causas Efecto de un efecto Causa de una causa PROBLEMA CENTRAL➝ . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s , u n a h e r r a m i e n t a d e l a g e r e n c i a s o c i a l .38 asimilan a las hojas del árbol y permiten la formulación de los fines del proyecto, que se definen como los impactos del proyecto. Figura 4. Flujograma del árbol de problemas Alta morbi-mortalidad Alta tendencia a practicarse aborto Despreocupación en el cuidado de sí mismas y de su feto Interrupción del ciclo de formación Ruptura del proyecto de vida inicial de la adolescente Adolescentes con actitud depresiva ya que se sienten solas por rechazo o abandono Madres adolescentes que rechazan o abando- nan sus hijos Alteración y ruptura de lazos familiares Alto índice de adolescentes con embarazos no planeados Proliferación de enfermeda- des de transmisión sexual No se emplean métodos de planificación Desconocimiento del uso de métodos de planifica- ción familiar Promiscuidad El nivel de conocimientos relacionados con una vida sexual sana son bajos o no son asimilados Arraigo a patrones sexua- les inadecuados CAUSAS - MEDIOS PROBLEMA CENTRAL ➝ ➝ ➝ ➝ ➝ ➝ ➝ ➝ ➝ ➝ ➝ ➝ ➝ ➝ ➝ ➝ CONSECUENCIAS - FINES ➝➝ . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s d e d e s a r r o l l o . 39 Teniendo en cuenta que los problemas pueden tener vínculos más complejos, es im- portante relacionarlos con aspectos estructurales de contexto, tales como: Modelo de desarrollo, políticas sectoriales u otros elementos del entorno global que afecten o in- cidan en la problemática analizada. 3.4.1.1.2.1.1.4. Cuarto nivel de análisis Análisis de la participación. Este momento exige el reconocimiento de todas las perso- nas, grupos y organizaciones que se encuentran relacionadas con la problemática para caracterizarlos de acuerdo con su grado de participación. a. El problema y sus actores. El análisis de problemas no puede desligarse de quienes producen los hechos; es decir, los actores que intervienen en esa realidad que, dada su complejidad, son diversos y participan de forma diferente (ver recuadro). Aquellos que están afectados o involucrados en la problemática se les denominan ac- tores; sin embargo también existen otros actores que no están afectados ni involucrados pero pueden tener influencia en la situación, son los participantes; sirven de apoyo para la ejecución de la solución. Se trata de organismos del sector gubernamental y no gubernamental, empresas privadas, sociales o comunitarias, entre otras. En una situación se identifican tres tipos de poblaciones: la primera es la población de referencia o población global de un sector o sitio geográfico, la segunda es la pobla- ción afectada o segmento de la población de referencia que requiere de la solución que plantea el proyecto, y la tercera es la población objetivo o grupo meta que es aquella proporción de la población afectada que va a ser atendida por el proyecto; en ocasio- nes la población afectada es la misma población objetivo. Esta última requiere ser co- nocida en sus diferentes características socio-demográficas: localización geográfica (dónde está ubicada), nivel y tipo de organización y demás aspectos socioculturales que sean importantes para el proyecto. Lo que se pretende es una caracterización de la población específica que va a ser atendida directamente: quiénes son, cuántos son, qué hacen y cuáles son sus expectativas. Las fuentes para esta información pueden ser ACTORES SOCIALES √ Grupos sociales √ La comunidad √ La autoridad gubernamental √ Grupos especiales √ Entidades financieras √ Organismos reguladores √ Entidades educativas o de salud . L o s p r o y e c t o s s o c i a l e s , u n a h e r r a m i e n t a d e l a g e r e n c i a s o c i a l .40 censos, estudios realizados previamente, investigaciones de campo o datos que pue- dan proporcionar algunas instituciones. En el caso de un proyecto que atiende un problema nutricional en niños menores de 12 años, se puede tener como población de referencia los niños menores de 12 años de la ciudad de Manizales; como población afectada los niños menores de 12 años de la comuna 5 de Manizales y como población objetivo o grupo meta los niños menores de 12 años de la comuna 5 pertenecientes a los hogares de Bienestar; o como bien se dijo, puede ser la misma población afectada, es decir, se trabajará con todos los niños me- nores de 12 años de la comuna 5. b. Los antecedentes del problema. La construcción de los antecedentes está relacionada con la evolución natural que el problema ha tenido, pues si tenemos en cuenta que los procesos sociales son dinámicos y obran como un sistema, estos varían de acuerdo con las circunstancias que los rodean; de esta forma los problemas sociales como un proce- so social - que puede ser de evolución o de involución de acuerdo a como se maneje - tienen un recorrido histórico y una situación futura o situación a la que se llegará de no ser atendida; Pichardo (1997), la denomina pronóstico. La ubicación de anteceden- tes permitirá una mayor comprensión del problema en el sentido de conocer sus orí- genes y los hechos que antecedieron a la situación actual, lo que permitirá, a su vez, pronosticar cuál será la situación futura sin ninguna acción que medie en su transcu- rrir. También hará posible conocer cuáles han sido los factores, internos o externos, que más contundentemente han determinado su aparición o su agudización. c. Las respuestas institucionales. Tienen que ver con las acciones que se han adelantado como solución a estas problemáticas; es útil en tanto se conocen aciertos y desaciertos de anteriores acciones, pues como dice el dicho “quien no conoce la historia está sujeto
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