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Exconvento-de-San-Marcos-Mexicaltzinco-D F --un-estudio-historico-arquitectonico-y-artstico

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1
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS 
COLEGIO DE HISTORIA 
 
 
 
 
EXCONVENTO DE SAN MARCOS MEXICALTZINCO 
D.F.: UN ESTUDIO HISTÓRICO, ARQUITECTÓNICO Y 
ARTÍSTICO. 
 
 
 
 
 
TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: 
LICENCIADO EN HISTORIA. 
PRESENTA: JUAN CARLOS VALENCIA PHILLIPS 
 
 
ASESOR: 
Dr. ÁNGEL JAIME Y MORERA GONZÁLEZ. 
 
 
 
 
 
 
 
MÉXICO, D.F. CIUDAD UNIVERSITARIA, 2009 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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A mis padres por haberme traído y enseñado ha andar en esta vida. 
A Xochipilli por su llegada. 
A mi familia, amigos y profesores con quienes he tenido y tengo el 
gusto de compartir mi vida. 
A quienes han preservado parte de su historia. 
 
 Ya nuestros cantos, ya nuestras flores elevamos: 
son los cantos del dios. 
 Con ellos hay abrazos de los amigos, 
se da a conocer con ellos la corporación. 
 Como lo dejó dicho Tochihuitzin, 
como lo dejó dicho Coyolchiuhqui: 
 “Sólo hemos venido a dormir, 
sólo hemos venido a soñar, 
no es verdad, no es verdad que vinimos a vivir en la tierra. 
 Nos vamos haciendo cual hierba 
en cada primavera, viene a brotar, 
viene a estar verde nuestro corazón, 
es una flor nuestro cuerpo, 
abre unas cuantas corolas, 
entonces se marchita.” 
 Así lo dejó dicho Tochihuitzin. 
 
 Tochihuitzin, tlamatini de Mexicaltzinco 
 
 
 
1
Índice 
 
 
Introducción……………………………………………………………………… 4 
 
Capítulo I 
Antecedentes prehispánicos de Mexicaltzinco 
 
I. I. Ubicación geográfica……………………………………………………... 8 
I. II. Origen del nombre: de Acatzintitlan a Mexicaltzinco………………… 14 
I. III. Restos de basamentos prehispánicos.……………………………….. 20 
I. IV. Características del poblado prehispánico…………………………….. 23 
 
Capítulo II 
Mexicaltzinco durante y después de la Conquista 
 
II. I. Mexicaltzinco durante el proceso de Conquista...………….……….. 33 
II. II. Mexicaltzinco como Corregimiento y Jurisdicción…………………… 36 
II. III. Mexicaltzinco ante el cristianismo…………………………………….. 45 
 
Capítulo III 
Exconvento de San Marcos Mexicaltzinco: su historia, arquitectura y 
ornamentación artística 
 
III. I. Datos históricos………….…………………………..………………… 57 
III. II. Estructura arquitectónica y ornamentación exterior.……………….. 71 
III. III. Estructura arquitectónica y ornamentación interior………………… 79 
 
Conclusiones…………………………………………………………………… 99 
Bibliografía……………………………………………………………………… 104 
Índice de lustraciones…………………………………………………………. 110 
 
 
 
 
 
 
1
Introducción 
 
 
 
 
 
Generalmente al realizarse estudios sobre los conventos religiosos construidos 
en los siglos XVI y XVII en la Nueva España, se opta por los que muestran 
cierta exuberancia arquitectónica y ornamental-artística, pocas veces existe el 
interés por aquellos otros que manifiestan un aspecto sobrio en sus espacios y 
ornamentación, características que no demeritan su valor histórico, mucho 
menos artístico, ya que son éstas, manifestaciones de quienes lo idearon y 
construyeron. 
 Cuando se está frente a un conjunto conventual histórico y se contempla 
con interés, despierta la curiosidad y el ánimo por conocer, aprender y 
comprender algo sobre lo que uno ve, siempre en espera de respuestas, 
mismas que se obtienen por medio de la investigación, la cual surgió en este 
caso ante la problemática y lamentable situación de escasez informativa y, en 
algunos casos, carente de objetividad a la que me enfrenté en principio. 
 El estudio arquitectónico y artístico del exconvento dedicado a san Marcos 
en Mexicaltzinco, ubicado sobre la calzada Ermita Iztapalapa No. 475, Colonia 
Pueblo de Mexicaltzinco, en la Delegación Iztapalapa, D.F., fue el objetivo 
inicial de esta tesis, sin embargo, al abordar el tema me percaté de la falta de 
información histórica acerca del lugar en el que se construyó, así como de la 
población que produjo dicho monumento, ante esta situación, indagar en la 
historia de Mexicaltzinco era, en consecuencia, una necesidad sobre la que 
había que adentrarse. 
 Como resultado de nuestras primeras investigaciones averiguamos que 
Mexicaltzinco hunde sus raíces históricas desde tiempo prehispánico en el que 
fue un pueblo con categoría de señorío, motivo por el cual en época 
novohispana fungió como cabecera política y eclesiástica, es decir, con cierta 
importancia en la cuestión política, económica y religiosa tanto para su zona 
como para la ciudad. Ante estos datos y la sobriedad que ostenta el inmueble 
de san Marcos, nuestra pregunta inmediata fue saber los motivos por los qué 
Un estudio sin profundidad histórica renuncia 
no sólo a la rica experiencia del pasado, sino 
a la comprensión del presente. 
 
 Alfredo López Austin 
 
 
 
 
2
éste no creció en un aspecto dimensional ni ornamental como otros de la zona, 
fue así, que la línea de esta investigación consintió en buscar tales 
causalidades. 
 Para ayudar a reconstruir el pasado del pueblo de Mexicaltzinco y de su 
edificio católico, fue necesaria la búsqueda y recopilación de aquellas fuentes 
que sirvieran a tal propósito. Dentro de la bibliografía impresa se revisaron 
desde códices, crónicas, y relaciones virreinales, hasta los escasos trabajos 
“modernos” que tratan temas en específico. De igual importancia fueron los 
documentos de primera mano rescatados en los archivos consultados; es de 
señalar que la transcripción de éstos fue respetada en lo posible, en otros 
casos se “modernizó” con la intención de hacer entendible su lectura. La 
fotografía resultó ser de gran valor no sólo como mera ilustración sino como 
documento que conserva y expresa ciertas características de objetos -o 
sujetos- en momentos determinados. Asimismo, la fuente oral -obtenida de una 
serie de entrevistas y pláticas con aquellos ancianos y conocedores de la 
historia de este pueblo- ayudó a cotejar y vislumbrar algunos datos. 
 Importante en este estudio -respecto al análisis arquitectónico y artístico del 
inmueble- fue de igual forma la exigencia de un conocimiento directo del lugar 
mediante constantes visitas, pues -como se dice- para este tipo de trabajo no 
se puede estudiar tan sólo desde el escritorio, debe aprovecharse la afortunada 
situación de visita. Así, la información recopilada la organicé de acuerdo a la 
temática de este trabajo. 
 La tesis se compone de tres capítulos: el primero trata sobre los 
antecedentes prehispánicos de Mexicaltzinco; el segundo se refiere a la 
postura que asumió este pueblo durante y después de la conquista militar y 
espiritual; y el último está dedicado al estudio histórico, arquitectónico y 
ornamental del excovento de San Marcos. Considero que amalgamando estas 
tres líneas de investigación -histórica, arquitectónica y artística- se contribuirá a 
la mejor comprensión y valoración del edificio. 
 Debo aclarar que el análisis arquitectónico y artístico del conjunto religioso 
se hace desde la perspectivaque presenta hoy en día, pues estamos frente a 
una obra que ha sido alterada por los embates del tiempo y por la ignorancia 
del hombre. Justifico que no pretendo realizar un análisis especializado de las 
piezas a las que haré mención, mucho menos intento calificar su calidad, eso lo 
 
 
 
3
determinará el especialista, solamente expondré características generales, y 
aunque la descripción nos interese y sea parte importante de este trabajo, 
apunto más al significado histórico que al estilístico y estético del inmueble, 
pues como diría la Dra. Elisa Vargas Lugo “existe una tendencia a ver en 
nuestros monumentos de arte religioso colonial la representación de una rancia 
religiosidad […] en el mejor de los casos, los que profesan la religión católica 
los estiman por principio, pero la mayor parte de las veces no saben valorarlos 
por falta de información histórica […] los que no son creyentes, no aceptan la 
posibilidad de encontrar en dichas obras nada más que la expresión de un 
monumento glorioso del catolicismo, ya pasado, sin atender a su valor 
histórico”.1 Fundamental resulta entonces conocer los motivos, las 
circunstancias y la cosmovisión de quienes originaron y participaron en la 
edificación, pues sólo así, se podrá entender de mejor forma el lenguaje 
expresado en su arquitectura y ornamentación, y por ende, a la sociedad que lo 
produjo. 
 Los objetivos de esta tesis son: presentar los móviles -quiénes, cuándo, 
cómo, para qué- que originaron el conjunto de San Marcos, y los factores que 
debieron de haber influido en las características arquitectónicas y ornamentales 
que ostenta hoy en día. Del mismo modo se ha tratado de fundamentar que 
más allá del estilo, la técnica, y los materiales constructivos, el inmueble de 
San Marcos es un documento no meramente arquitectónico y artístico, sino 
histórico, ya que resguarda y expresa diversos aspectos sociales y procesos 
históricos de los mexicaltzincas. 
 Este trabajo presenta un panorama histórico tanto del antiguo y pequeño 
pueblo de Mexicaltzinco como de su inmueble católico, quienes a pesar de 
haber sufrido los embates del tiempo, los anhelos urbanistas e industriales que 
terminaron y sustituyeron aquella fisonomía chinampera por grises edificios 
llenos de espectaculares comerciales que han ido vedando su carácter 
histórico, siguen siendo hoy en día valiosos e interesantes testimonios 
históricos. 
 Con este trabajo espero cumplir con uno de los propósitos de todo 
historiador, quien al contemplar un objeto de estudio busca los por qués, 
 
1 Elisa Vargas Lugo, La iglesia de Santa Prisca de Taxco, México, UNAM, IIE, 1974, p. 8. 
 
 
 
4
adquiriendo así, el compromiso de responder a dichas interrogantes para 
entender y comprender ese objeto-pasado, esto último será cuando se 
averigüe el sentido a las acciones y a sus condiciones. Desde esta perspectiva 
el edificio aquí estudiado es considerado una fuente histórica, es decir, un 
vestigio y un testimonio -producto de un proceso histórico- que forma parte de 
nuestro patrimonio cultural, por ser representativo de una sociedad, de su 
forma de vida, ideología, economía, geografía, y religiosidad, de ahí que 
debemos conocerlo, estudiarlo, valorarlo y conservarlo para las generaciones 
futuras. 
 Toca el turno de agradecer a todas aquellas personas que, de una u otra 
forma han colaborado conmigo en la realización de esta tesis, especialmente al 
Dr. Jaime Morera y González, por haberme apoyado y guiado con interés y 
paciencia en esta travesía histórica y artística. De igual forma mi 
agradecimiento a mis lectores de tesis; Lic. Pedro Ángeles Jiménez, Dr. 
Armando Pavón Romero, Mtra. Lynneth Susan Lowe, y Dra. Berenice Alcántara 
Rojas, quienes con sus valiosos comentarios enriquecieron este trabajo. 
Asimismo expreso mi gratitud al Dr. Alfredo López Austin por su valioso tiempo 
y meritorias sugerencias que me hizo respecto a los glifos y datos 
prehispánicos de Mexicaltzinco, así como al Dr. Antonio García de León por su 
apoyo en el ámbito toponímico y lingüístico del nombre de Mexicaltzinco. 
También agradezco a la Mtra. Gabriela García Lascurain y al Dr. Hugo 
Arcineaga Ávila por el asesoramiento respecto a los términos arquitectónicos y 
ornamentales del inmueble. 
 Del mismo modo mi reconocimiento a la Coordinación de Historia de la 
Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, que sin sus intervenciones el 
acceso a documentos e imágenes en archivos se me hubiese complicado. No 
podría faltar mi reconocimiento al Párroco Javier Prado, y al oriundo don José 
Castillo, por haberme brindaron su ayuda y facilidades en mis constantes 
visitas. Por último, y no por eso menos meritoria, mi gratitud a la gente de 
Mexicaltzinco, en especial aquellos quienes compartieron con migo su tiempo, 
sus recuerdos y testimonios tanto memoriales como materiales, y que con 
anhelo, esperaron este trabajo. 
 
 
 
 
5
I. Antecedentes prehispánicos de Mexicaltzinco 
 
I. I Ubicación geográfica 
El sitio prehispánico de Mexicaltzinco2 se localizaba asentado en la zona 
lacustre del Sur de la cuenca de México, en el extremo oriental de la 
embocadura que comunicaba el lago salobre de Texcoco con los de Chalco y 
Xochimilco, de agua dulce (Fig. 1). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
2 Importante es señalar que actualmente existen dos poblados más con el mismo nombre: uno 
es el Municipio de San Mateo Mexicaltzingo en el actual Estado de México, y el otro es San 
Juan Mexicaltzingo en el Estado de Guadalajara, ambos fueron fundados por habitantes del 
Mexicaltzinco aquí tratado, el primero hacia 1475, y el segundo en 1542. Vid. Beatriz Albores 
Zarate, Guía del Archivo Parroquial de Méxicaltzingo, Edo. de México, Colegio Mexiquense, 
1991, p. 9. Lo anterior da pauta para no confundir dichos sitios. 
Fig. 1. Localización de Mexicaltzinco en el valle de México. Aquí se observa el 
dique-calzada que unía a dicho poblado con el otro extremo del lago, y a su vez 
conectaba a Tenochtitlan. 
 
 
 
6
Identificación en códices 
La identificación del poblado prehispánico podemos rastrearla a partir del 
estudio de algunos códices -por ser éstos las fuentes primarias para dicho 
objetivo-3 que aunque en ellos no exista una precisa ubicación geográfica de 
Mexicaltzinco, sí nos ofrecen referencia sobre la identificación o existencia de 
este lugar por medio de su glifo y nombre. Generalmente su glifo está 
representado por un mexica4 al que parece brotarle del trasero; ano (tzin),5 una 
penca de maguey invertido. En otros casos, aparece únicamente dicho trasero. 
 Los códices pictográficos en los que se logró identificar el poblado de 
Mexicaltzinco son los siguientes: 
 Códice Aubin o Códice de 1576; en este manuscrito náhuatl, el glifo de 
Mexicaltzinco aparece acompañado por el signo 7 pedernal y una nota que 
indica el tiempo que estuvieron los mexicas en Mexicaltzinco6 (Fig. 2). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
3 Los códices son considerados fuentes históricas de primera mano, ya que en éstos, las 
comunidades indígenas dejaron constancia sobre su cultura y desarrollo histórico. Asimismo 
hacen referencia de algunos pueblos existentes antes de la llegada europea. 
4 De acuerdo con el Dr. Alfredo Lopéz Austin, una característica que identifica a un mexica en 
la iconografía, es el “plumón blanco” sobre su cabeza -simboliza el semen divino- (comentario 
directo). En la tradición mexica se dice que un día la diosa Coatlicue al estar barriendo en el 
cerro de Coatepec, encontró un plumón blanco “pelotilla o bola de plumas finas”, el cual al 
guardarlo en su seno quedó preñada, dando origen así, a Huitzilopochtli, dios de los mexicas, 
quien ordenó a éstos que llevasensu nombre. Vid. Bernardino de Sahagún, Historia General 
de las Cosas de Nueva España, México, Porrúa, 1999, p. 191. 
5 El Dr. Antonio García de León menciona que en la pictografía se representa el tzin, con el 
trasero humano, refiriéndose al ano, cuyo valor fonético es tzin-co, “en el pequeño o estimado 
lugar” (comentario directo). 
6 Vid. Códice Aubin, [códice de 1576], México, Editorial Innovación, 1980, pp. 45-46. 
Fig. 2. Glifo de Mexicaltzinco, 
Códice Aubin, fol. 22v. 
 
 
 
 
7
 Códice Azcatitlan; siglo XVI, náhuatl, concerniente a la región tenochca. En 
este códice de contenido histórico que trata desde la salida de la peregrinación 
azteca hasta la conquista europea, Mexicaltzinco aparece plasmado como uno 
de los lugares por donde pasaron los mexicas antes de asentarse y fundar 
México-Tenochtitlan (Fig. 3). 
 
 
 
 
 
 
 Códice Cozcatzin; siglo XVI, náhuatl, de contenido económico e histórico. 
En los folios 16v, 17r, 17v de este documento, que ostentan una serie de glifos 
con su respectivo nombre, se identifica el de Mexicaltzinco, que a diferencia de 
los arriba vistos, el personaje aquí representado está en posición como de 
contorsionista, con la cabeza abajo y el trasero encima, del cual no brota nada 
(Fig. 4). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 4. Glifo de Mexicaltzinco, Códice 
Cozcatzin, fol.16 v. 
Fig. 3. Glifo de Mexicaltzinco, Códice 
Azcatitlan. 
 
 
 
 
8
 Códice Xólotl; siglo XVI, náhuatl, perteneciente a la región de Texcoco. En 
las planchas V, VI y VII de este documento histórico aparece junto con el de 
otros pueblos el glifo de Mexicaltzinco, representado por el tzin, que tiene como 
característica su posición invertida (Fig. 5 y 6). 
 
 
 
 
 
 
 
Ubicación en mapas 
Una vez argumentada -conforme a las fuentes pictográficas más antiguas- la 
existencia de Mexicatzinco desde tiempos prehispánicos, toca ofrecer una 
visión más geográfica de su localización. Para tal hecho son de gran valor y 
fundamentales los Mapas o Planos de carácter topográfico que tratan el tema 
de la ciudad de México, de los que existen gran cantidad y variedad, pero como 
nuestro objetivo tiende a la ubicación e historicidad del lugar, sólo expondré los 
siguientes tres, pues en éstos aparece el sitio de Mexicaltzinco en lo que fuera 
el valle de México y sus lagunas en los siglos XVI, XVII y XVIII. 
 Mapa de Santa Cruz.7 En este mapa pictográfico -de mediados del siglo 
XVI- referente al valle de México, el sitio de Mexicaltzinco aparece 
representado por medio de su nombre, su glifo -algo modificado- e iglesia 
católica (Fig. 7). 
 
 
7 Conocido también como Mapa de Uppsala o Plano de la Ciudad de México. En opinión de 
Justino Fernández, la elaboración de tal obra pictórica se debe a manos indígenas en 
Tlatelolco hacia 1555. Vid. Manuel Toussaint, Federico Gómez, y Justino Fernández, Planos de 
la Ciudad de México siglos XVI y XVII; estudio histórico, urbanístico y bibliográfico, México, 
UNAM, IIE, 1990, p. 149. 
Fig. 5. Glifo de Mexicaltzinco, Códice 
Xólotl, Plancha VI. 
Fig. 6. Glifo de Mexicaltzinco, Códice 
Xólotl, Plancha VII. 
 
 
 
9
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Descripción de la comarca de México i obra del Desagüe, de Enrico 
Martínez, año 1608. En este mapa del siglo XVII, Mexicaltzinco se sitúa a 
orillas de la embocadura que unía el lago de Chalco con la laguna de México 
(Fig. 8). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 7. Ubicación de Mexicaltzinco en el valle de México, siglo XVI. Además de 
las representaciones de caza y pesca, se aprecia la multitud de canales y 
caminos, entre éstos, la calzada de Mexicaltzinco. 
Fig. 8. Ubicación de Mexicaltzinco en el valle de México, siglo XVII, Aquí se 
aprecia tanto la construcción religiosa, como la calzada de Mexicaltzinco. 
 
 
 
10
 Plano geográfico que demuestra la antigua situación de México, sus lagunas 
y poblaciones inmediatas, en tiempos de la gentilidad, de Joaquín de Heredia y 
Sarmiento, siglo XVIII. En este mapa que muestra un panorama de la región 
lacustre del valle de México, Mexicaltzinco aparece -de igual forma- en la 
embocadura que unía las aguas de Texcoco con las de Chalco, asimismo se 
aprecia su templo religioso y la calzada que unía a dicho poblado con el otro 
extremo, donde se localizaba Huitzilopochco (Churubusco) y Coyoacán (Fig. 9). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Fig. 9. Ubicación de Mexicaltzinco en el valle de México, siglo XVIII. 
 
 
 
11
I. II. Origen del nombre: de Acatzintitlan a Mexicaltzinco 
Algunos pueblos localizados desde hace tiempo en lo que fue la cuenca del 
valle central, conservan aún -con ligeras transformaciones en su escritura 
debido a la corrupción de su vocablo- el nombre indígena con el que fueron 
designados en tiempos remotos, lo cual nos ofrece un punto de referencia 
sobre la historicidad y transformación de estos lugares. 
 Los antepasados de estas tierras acostumbraban asignar el nombre a un 
poblado a través de ciertas características propias del lugar, tratando de 
expresar elementos que pudieran dar una idea de su aspecto físico-natural, o 
bien, acciones u oficios que en él se desarrollaban, también existen nombres 
-es el caso de Mexicaltzinco- que se deben a ciertos acontecimientos 
relevantes en la vida del pueblo. 
 De ahí la importancia de realizar un estudio sobre el origen y significado del 
nombre de Mexicaltzinco desde un aspecto lingüístico y simbólico, esto, con el 
objetivo de tener una referencia sobre cómo era el lugar. 
 Comencemos por aclarar que antes de llegar los mexicas al valle central 
(mediados del siglo XIII) el sitio aquí tratado, tenía desde su fundación -de 
acuerdo con fuentes- por nombre Acatzintitlan: 
 
“Salieron los mexicanos, no poco gustosos, de su cautiverio y se encaminaron hacia el 
norte de Culhuacán a un lugar que se llamaba Acatzitzintlan y después se llamó 
Mexicaltzinco, que significa lo mismo que México […]”.8 
 
Acatzintitlan 
Acatzintitlan tiende a significar “entre las cañitas”: acatl-caña; tzintli-expresión 
diminutiva o reverencial;9 y titlan-en, entre. 
 Siguiendo el criterio preliminar, deducimos que tal definición revela ciertas 
características del espacio en que fue fundado este pueblo. Al respecto la 
Relación de Mexicatzinco -escrita en 1580- se refiere al uso de la caña como 
material utilizado para la construcción de casas, cercas y atajos, destacándola 
además, como propia del lugar: 
 
 
8 Francisco Javier Clavijero, Historia Antigua de México, México, Porrúa, 1982, p. 71. 
9 Ya se ha señalado que el tzin hace referencia a algo pequeño, diminutivo, estimado y 
reverencial. 
 
 
 
12
“A los treynta y un capitulos, que la forman y edificios de las casas es bajo y humilde, y 
es de adoves, hechas con terrados, y en lugar de bigas tienen puestos morillos y a 
bezes unas cañas de madera rezia […] y las cercas y atajos son de cañas y carrizos y 
de la propia caña de maíz que cada año se reforma; sírbese este pueblo”.10 
 
 El significado de Acatzintitlan encuentra relación con su glifo;11 conformado 
por los signos tzin y acatl, este último representado aquí por una caña 
emplumada, o bien, el cabo de una flecha emplumada12 (Fig.10). 
 
 
 
 
 
 
Algunas fuentes se refieren a este sitio con el nombre Acatzintzintlan, que 
significaría “el pequeño lugar de Acatzin”: Acatzin-el personaje;13 tzin-pequeño, 
estimado; tlan-en, entre. Más adelante veremos que un suceso en la vida de 
este personaje origina -según Alvarado Tezozómoc- el nombre de 
Mexicaltzinco, mismo que estudiaremos a continuación. 
 
Mexicaltzinco 
La palabra Mexicaltzinco es de origen náhuatl cuyas raíces etimológicas son: 
Mexi- del dios Mexitli (advocación de Huitzilopochtli) o mexica; calo calli-de 
casa, templo; tzintli-de tzin, reverencia, diminutivo; co-de lugar, partícula 
locativa. 
 
10 “Relación de Mexicaltzinco”, en Francisco del Paso y Troncoso, Papeles de Nueva España, 
2da Serie, Geografía y Estadística, Tom. VI, Madrid, 1905, p. 197. En adelante citado como 
Relación de Mexicaltzinco, op. cit. 
11 El glifo de Azcatzintitlan se logró localizar en el códice Azcatitlan, y en el Mapa de Sigüenza, 
que a diferencia del primero, en este último aparece sólo la representación de una caña. 
12 El Dr. López Austin, dice que el glifo acatl también se representa con flechas, pues estas 
armas se hacían de ciertos tipos de carrizo, como el de la caña que es hueca. (comentario 
directo). 
13 Acatzin; probablemente nombre de un gobernante ó caudillo de este lugar. 
Fig.10. Glifo de Azcatzintitlan. 
Códice Azcatitlan. 
 
 
 
13
 Con base a lo anterior, Mexicaltzinco tiende a significar: “el pequeño lugar de 
los mexicas”, “estimado lugar ocupado por mexicas”,14 “en la venerable casa 
de los mexicas”,15 “la casa pequeña del dios Metztli”,16 “el lugar de la pequeña 
casa (morada) de los mexicas”17 o “México chiquito”.18 
 Fijados los significados directos, enfoquémonos en el origen del nombre 
según el motivo o acontecimiento que lo causó, del cual -como veremos- 
deriva, desde una perspectiva simbólica, un significado más. 
 
Motivo del nombre 
Son las fuentes las que nos informan sobre dos acontecimientos “históricos” 
que motivaron el origen del nombre: 
 1. El primero se refiere al paso y establecimiento de los mexicas en este 
lugar, lo que de cierta forma queda relacionado con las definiciones ya 
mencionadas.19 
 El motivo de este suceso se debió -según las fuentes- a que los mexicas al 
ser expulsados y atacados por los de Culhuacan, debido al “designio siniestro” 
ordenado por su dios Huitzilopochtli, consistente en sacrificar a la hija del señor 
de aquel lugar, salieron huyendo de aquel mismo, llegando y estableciéndose -
durante un año- en Acatzintitlan, posteriormente llamado Mexicaltzinco.20 
 El códice Aubin nos dice: “Así desechados, se pasaron a Acatzintlán de 
Mexicaltzinco […] Hicieron un año de residencia los Mexicanos en 
Mexicatzinco, feneciendo el año 7 técpatl“.21 
 
14 Dr. Antonio García de León (comentario directo) 
15 El Dr. Miguel León-Portilla nos comentó que Mexicaltzinco viene de: Mexi-de mexica; catl-de 
calli-casa; zin-de pequeña o venerable; co-de en. Por lo tanto tiende a significar “en la 
venerable casa de los mexicas” o “en la casita de los mexicas”. (comentario directo). 
16 Clavijero indica que Mexicaltzinco significa lo mismo que México, en este caso; “el lugar o 
templo del dios Mexictli”. Vid. Clavijero, op, cit., pp. 71-72. 
17 Dra. Berenice Alcántara Rojas (comentario personal) 
18 Los nombres de las poblaciones con partícula tzinco generalmente se refieren al diminutivo 
de un gran pueblo o ciudad, por ejemplo; Tolanzinco, de Tula; Tenantzinco, de Tenango; 
Xilotzinco, de Xilotepec; Mexicaltzinco, de México, etc., de aquí que se refiera popularmente a 
esta parte del cuerpo -ano- como el “chiquito”. 
19 “en el pequeño lugar de los mexicas”, “estimado lugar ocupado por mexicas”. 
20 Otra versión relata que los culhuas decidieron echar de sus tierras a los mexicas al 
percatarse de que estos eran hombres “bizarros y belicosos”, ya que durante una batalla contra 
los xochimilcas capturaron, cortaron orejas y sacrificaron algunos de éstos, motivo por lo que 
fueron considerados una amenaza. Vid. Fray Juan de Torquemada, Monarquía indiana, 
México, UNAM, Biblioteca del Estudiante Universitario, 1995, pp. 71-74. 
21 Códice Aubin, [códice de 1576]; op, cit., p. 45. 
 
 
 
14
 De las fuentes consultadas la anterior es la única que especifica el tiempo 
que duró la estancia de los mexicas en este sitio. El año sugerido sobre tal 
acontecimiento, es el de 1323, esto si consideramos que fue “hacía 1323 
cuando los aztecas cumplieron su designio siniestro de Huitzilopochtli por lo 
que fueron echados de ahí”.22 
 Por otra parte, se dice que fue en el año de 1325 cuando se fundó la ciudad 
de Tenochtitlan, recuérdese que antes de tal suceso, los mexicas pasaron por 
Mexicaltzinco, Iztacalco y Mixiuhca como lugares últimos de su peregrinar, 
siendo el primero de éstos en donde estuvieron un año,23 y en los otros tan sólo 
“estuvieron algunos días”.24 
 Las Relaciones de Chimalpáhin argumentan dicho planteamiento, pues en 
éstas se indica que fue el año de 1323 cuando los mexicas salieron de 
Culhucan y llegaron a Mexicaltzinco: 
 
 “13 Ácatl, 1323. […] También en este año expulsaron con guerra a los mexicas 
aztecas de Colhucan Tizapan […] y en seguida se fueron asentar en Mexicaltzinco”.25 
 
 En los Anales de Tlatelolco se narra lo sucedido respecto a la llegada del 
pueblo mexica a Mexicaltzinco: 
 
“Los colhuas alzaron la gritería y los siguieron -a los mexicas- por el rumbo de 
Mexicatlzinco […] se trabó la batalla en Acatzintitlan […] le pusieron al sitio el nombre 
de Mexicaltzinco por que allí se hicieron fuertes, allí se abrazaron entre lágrimas, allí se 
contaron […]“.26 
 
 Un acontecimiento de gran importancia en el peregrinar mexica y por ende, 
de su futuro e historia, sucede en Mexicaltzinco, pues es aquí donde su dios 
Huitzilopochtli al ver que su pueblo vivía momentos de angustia, desolación y 
desanimo debido a los embates sufridos, los consoló y animó a continuar. El 
códice Ramírez describe dicha escena: 
 
 
22 Miguel León Portilla, Los antiguos mexicanos a través de sus crónicas y cantares, México, 
FCE, 1961, p. 80. 
23 Códice Aubin, [códice de 1576], op. cit., p. 45. 
24 Códice Ramírez: Relación del origen de los indios que habitan esta Nueva España, según 
sus historias, México, Editorial Innovación, 1974, p. 35. 
25 Domingo Chimalpáhin, Las ocho relaciones y el memorial de Colhuacán, vol. II, México, 
CONACULTA, 1998, p. 35. El mismo año es indicado por Fernando Alvarado, Tezozomoc, 
Crónica Mexicáyolt, México, UNAM, 1998, p. 54. 
26 Anales de Tlatelolco, México, CONACULTA, 2004, p. 71. 
 
 
 
15
“[…] y de allí pasaron a otro lugar llamado Acatzintitlan, por donde entraba un gran río 
a la laguna, la cual estaba tan hondo que no la podían vedear, y así hicieron balsas 
con las mismas fisgas y rodelas y yerbas que por allí hallaron, y con ellas pasaron las 
mujeres y niños de la otra parte del río, y habiendo pasado se metieron por un lado de 
la laguna entre unos cañaverales, espadañas y carrizales donde pasaron aquella 
noche con mucha angustia, trabajo y aflicción y llanto de las mujeres y niños, pidiendo 
que los dejasen morir allí, que ya no querían más trabajos. El dios Huitzilopochtli, 
viendo la angustia del pueblo, habló aquella noche a sus ayos y díjoles que consolasen 
a su gente y la animasen, pues todo aquello era para tener después más bien y 
contento; que descansasen ahora en aquel lugar. Los sacerdotes consolaron al pueblo 
lo mejor que pudieron, y así algo aliviados con exortación todo aquel día gastaron en 
enjuagar sus ropas y rodelas, edificando un baño que ellos llaman temzacalli […] 
donde se bañaron y recrearon algún tanto […]”.27 
 
 Hasta aquí, queda argumentado -conforme a las fuentes- que un primer 
origen del nombre se debió al refugio, consuelo, y ánimo que los mexicas 
hallaron en este lugar, en el “México chiquito”, antecedente de lo que sería la 
gran ciudad de México-Tenochtitlan, razón por lo que se le consideró 
“estimado”.28 
 2. Un segundo origen del nombre se debe a las características y 
consecuencias que tuvo tal suceso. De las primeras, algunas fuentes 
denuncian cierto carácter bélico de conquista y enfrentamiento entre los 
mexicas y los habitantes de este sitio. Es Alvarado Tezozómoc quien comenta,que los mexicas conquistaron -el mismo año en que llegaron- dicho lugar; 
venciendo y castigando a Acatzin para después continuar su marcha de 
manera precipitada: 
 
“Persiguieron luego los culhuácanos a los mexicas, arrojándoles al agua; y cuando les 
arrojaron acá conquistaron éstos -mexicas- el lugar llamado Acatzintitlan”.29 
 
 
 De igual forma, el dominico Fray Diego Durán manifiesta tal aspecto de 
enfrentamiento -al indicar que los mexicas salieron huyendo de allí-, motivado 
por cierta “torpedad” de los mexicas: 
 
 “[…] de suerte que pudieron los Mexicanos á cobrar la tierra y irse retrayendo hácia 
Ixtapalapa, y que ellos fueron dándoles batería hasta un lugar que se llama 
Acatzintitlan […] y este es el lugar quellos llamaron después Mexicaltzinco, el cual 
 
27 Códice Ramírez, op. cit., p. 35. 
28 El franciscano fray Pedro Caballero menciona -en 1580- que Mexicaltzinco quiere decir 
“Mexico el pequeño”, “que era un nombre que después le pusieron a la ciudad de Mexico a 
donde despues se poblo la dicha ciudad, y por dividir este pueblo del dicho pueblo y ciudad de 
Mexico le pusieron Mexicaltzinco”, en Relación de Mexicaltzinco, op. cit. 194. 
29 Tezozómoc, op. cit., p. 58. 
 
 
 
16
nombre se le puso á este lugar por causa de cierta torpedad que á causa de no 
ofender los oídos de los lectores, no la contaré; por la qual torpedad fueron echados de 
aquel lugar, y yendo huyendo por entre aquellos carricales, se les ahogó un principal 
anciano […]”.30 
 
 Al principio de este capítulo comenté que un origen del nombre se debía a 
un suceso en la vida de Acatzin. Parece ser que éste se refiere a la “torpedad” 
omitida por Durán, que seguramente es la que se halla y menciona Tezozómoc 
en su Crónica Mexicayotl, es decir, que los mexicas al llegar a Acatzintitlan, 
castigaron y pusieron de cabeza a Acatzin, motivo por el cual se le vieron sus 
vergüenzas -el ano-, posteriormente lo flecharon y llamaron a este lugar 
Mexicaltzinco: 
 
“Por ello llegaron luego dentro de los tulares y carrizalez, a Mexicatzinco, donde 
pusieron cabeza abajo al llamado Acatzin, viéndosele las vergüenzas, y lo flecharon; 
por ello pusiéronle el nombre de Mexicatzinco […]”.31 
 
 
Simbolismo de Mexicaltzinco 
Desde un aspecto más simbólico, el Dr. Alfredo López Austin nos dice que el 
nombre Mexicaltzinco significa “lugar de la base de México” o “lugar del culo de 
México”; la palabra culo alude al asiento, raíz o base. Todo esto simbolizando 
el lugar previo al nacimiento de México-Tenochtitlan.32 
 Dicho significado encuentra vínculo con su glifo tomado del Códice Aubin 
(fol.22 v) en el que observamos la representación de un mexica con cabello 
dibujado, quien al frente de su cabeza lleva su característico plumón blanco, y 
sobre su oreja un arete circular. De su tzin brota una penca de maguey 
invertida, o bien, podríamos decir que “echa raíz” (Fig.11), simbolizando la 
fundación precedente al nacimiento de México.33 
 
30 Fray Diego Durán, Historia de las Indias de la Nueva España e islas de tierra firme, vol. I, 
México, CONACULTA, 2002, pp. 87-88. 
31 Tezozómoc, op.cit., p. 59. En el Códice Cozcatzin (Fig. 4) y Códice Xólotl (Fig. 5 y 6) el glifo 
está en posición “cabeza abajo”. Por su parte el glifo de Azcatzintitlan (Fig. 10) lo conforman el 
signo zint -ano- y el cabo de una flecha emplumada. 
32 (comentario directo). 
33 Existe entre algunos habitantes de este sitio una leyenda oral que cuenta que: Aquí en 
Mexicatlzinco iba ser la capital, debido a que en este lugar se paró el águila mexica, la cual 
voló porque se espantó al mirar el alboroto causado por la emoción de los habitantes de aquí al 
contemplar tan maravilloso suceso, fue así que dicha águila se marchó al islote en donde se 
fundaría posteriormente la capital de México-Tenochtitlan. 
 
 
 
17
 
 
 
 
 Hasta aquí, queda argumentado que los elementos ideográficos que 
componen esta imagen-texto se asocian y ajustan a los significados tanto 
lingüísticos y simbólicos de Mexicaltzinco arriba vistos, respetándose así, la 
relación pictográfica, ideográfica y fonética de la escritura náhuatl. 
 
Mexicaltzinco o Mexicaltzingo? 
Como quedó dicho párrafos arriba, el sufijo co se refiere a algo locativo, por lo 
que el go -como actualmente se usa- se debe a una castellanización 
provocada por un cambio de vocablo. 
 Asimismo, en fuentes consultadas procedentes del siglo XVI -consideradas 
las más antiguas- el nombre del poblado aparece con el co, lo que nos sirve 
para afirmar aún más la hipótesis; de que la escritura correcta de tal nombre 
sea Mexicaltzinco. 
 
I. III. Restos de basamentos prehispánicos 
Otro elemento que permite apreciar la continuidad e historicidad de 
Mexicaltzinco desde tiempos prehispánicos, son los testimonios materiales 
hasta hoy localizados que indican la presencia de un poblado precolombino en 
el área donde actualmente se encuentra el conjunto religioso. 
 Se trata de dos estructuras encontradas y trabajadas en 1983 por los 
arqueólogos Raúl Ávila López y Ludwig Beutelpacher, mismos que las nombran 
como estructura mayor y estructura circular.34 
 
34 Estos dos arqueólogos fueron comisionados por el INAH para efectuar trabajos de 
salvamento arqueológico, cuyos resultados se encuentran en un escrito del cual se extraen los 
Fig. 11. Glifo de Mexicaltzinco. 
Códice Aubin, fol. 22v. 
 
 
 
18
 Estructura mayor. Localizada bajo el interior de la iglesia, -de acuerdo con 
Raúl Ávila- se trata del edificio público-religioso más grande e importante del 
centro prehispánico de Mexicaltzinco.35 Dentro de la iglesia se realizaron dos 
pozos: el primero se ubica en el primer tramo de la nave, sobre el costado Sur 
al pie de la segunda columna, donde se halló una ofrenda consistente en varios 
cuchillos de pedernal y cascabeles de cobre, asignados al Período Postclásico 
(1400-1521); el segundo pozo está situado en el cuarto de criptas, al costado 
Sur de la nave y al pie de la cuarta columna, aquí se encontró una escalinata 
que se caracteriza por estar bien conservada, la cual cuenta con nueve 
escalones revestidos de estuco y pintura blanca. 
 Estructura circular. Ubicada en el atrio, a pocos metros de la escalinata de 
la iglesia. Comenta Raúl Ávila que esta estructura presenta al menos cinco 
etapas constructivas, mostrando la misma disposición espacial que los templos 
dedicados a Quetzalcóatl, los cuales tienen como características estructuras 
circulares y planta mixta, es decir, basamentos con cuerpos escalonados, 
circulares en el lado Poniente y rectangulares con escalinata orientada al Este. 
La idea de que dicha construcción está dedicada a Quetzalcóatl, se 
fundamenta -dicen los arqueólogos- en Sahagún, Durán y Torquemada, 
quienes relacionan dichos templos construidos con estructuras circulares y 
basamentos con cuerpos escalonados como edificios dedicados a esta deidad 
prehispánica36 (Fig. 12). Entre los materiales hallados en esta estructura 
figuran; gran número de tiestos y fragmentos de figurillas referentes a un 
sahumador zoomorfo, un juguete móvil con elemento zoomorfo y un fragmento 
de cuchara.37 
 
 
 
 
datos aquí expuestos. Vid. Raúl Ávila y Ludwig Beutelspacher, Investigaciones arqueológicas 
en Mexicaltzingo, D.F., México, INAH, Subdirección de Salvamento Arqueológico, 1989. 
35 Este hallazgo se debió en principio a los trabajos que realizaba la Secretaría de Desarrollo 
Urbano y Ecología (SEDUE) en la iglesia en 1980, los cuales consistían en la perforación de 
pozos en el interior de la iglesia, con el fin de hincar pilotes de concreto y acero, destinados a 
solucionarel problema de hundimiento y fracturas que presentaba -y presenta- el monumento 
colonial. Vid. Raúl Ávila y Ludwig Beutelspacher, op. cit., pp. 7-8. 
36 Ibidem, p. 90. 
37 Ibidem, p. 93. Durante algunas de mis visitas de entrevistas a habitantes del sitio, algunos 
me mostraron piezas precolombinas que -dicen- han localizado generalmente en excavaciones 
realizadas dentro de sus espacios habitacionales. 
 
 
 
19
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 En 1997 el arqueólogo Raúl Ávila realizó trabajos de excavación en las 
instalaciones de la Universidad Tecnológica (UNITEC) -ubicada a pocos metros 
del exconvento- donde halló un templo ligado con un área residencial. Los 
resultados a los que llegó Ávila resultan de gran interés debido a que también 
tienden a relacionarse con el pueblo mexica, en este caso, la distribución 
arquitectónica: 
 
“Los hallazgos -que han descubierto importantes aspectos de la vida cotidiana de la 
cultura culhuaque y, en especifico, del reino de Mexicaltzingo- confirman la influencia 
de la ciudad sobre Tenochtitlan. De hecho, pareciera que los aztecas imitan la 
distribución y el estilo arquitectónico de sus monumentos y zonas habitacionales, 
innovando únicamente en la magnitud de los edificios (tres o cinco veces más grande 
que los que existían en estos reinos)”.38 
 
 
 
 
 
 
 
38 “Entrevista al Arq. Raúl Ávila López”, en Revista Enlace, UNITEC, Diciembre 2006-Marzo 
2007, p.19. 
Fig.12. Vista panorámica de la estructura circular. 
 
 
 
 
20
I. IV. Características del poblado prehispánico 
Las primeras noticias que tenemos sobre la existencia de Mexicaltzinco se 
remontan al siglo XIII, época en que los mexicas salieron huyendo de 
Culhuacan,39 por lo que la historicidad prehispánica de este poblado se 
encuentra ligada con los antiguos señoríos culhua,40 quienes formaban una 
entidad política-económica que mantenía la hegemonía sobre la zona Sur del 
valle. Fray Bernardino de Sahagún llama Nauhtecuhtli (señor cuatro) a dicho 
señorío: 
 
“D. Hernando Cortés hizo juntar a los principales que se llamaban Nauhtecutli que son 
Itztapalapan, Mexicatzinco, Colhuacan, Vitzilopuchco”.41 
 
 La posición de Mexicaltzinco como una de las principales comunidades 
culhua, nos sugiere que los primeros habitantes de este sitio fueron de filiación 
cultural culhua y hablaban la lengua náhuatl. De acuerdo a fuentes 
consultadas, se sabe que el pueblo prehispánico de Mexicaltzinco siguió un 
patrón de asentamiento y economía basada en el cultivo de chinampas: 
 
“Al cuarto capitulo dixo: que el dicho pueblo es tierra llana, la cual fue echada a mano, 
y en torno del es todo lagunas y en ellas muchos camellones donde siembran maíz, 
quelites, chile y otras legumbres para ayudar a su sutento […] su manera de vivir es 
tratar en la dicha yerba y desto se sutentan, y de sus sementeras que ellos hazen y 
cultivan para su sustento, y crían gallinas, y su lengua es mexicana”.42 
 
 Lagos, lagunas y ríos, fueron elementos esenciales en el desarrollo de las 
ciudades y poblaciones circundantes debido a su producción económica y 
comunicación fluvial, por lo que las obras hidráulicas fueron de gran 
importancia, tal fue el caso del albarradón o dique-calzada de Mexicaltzinco, el 
cual brindaba como su nombre lo indica un doble objetivo: el primero radicaba 
 
39 Capital fundada al pie del cerro de la estrella, de habla náhuatl y considerada heredera de la 
civilización tolteca, por lo que fue gobernada por descendientes del propio Quetzalcóatl 
Topiltzin. Culhuacan quien encabezaba la entidad culhua, decayó a mediados del siglo XI. Vid. 
Alfredo López Austín, La constitución real de México-Tenochtitlan, México, UNAM, 1961, p. 24. 
40 El Arqueólogo Raúl Ávila comenta que tras el ocaso de Teotihuacan hacia el año 650, se 
forman nuevas ciudades en la cuenca de México, entre ellas se encuentran los cuatro reinos 
culhuaques (Culhuacan, Huitzilopochco, Iztapalapa y Mexicaltzinco), de linaje tolteca y, por 
ende, herederos del prestigio que en su momento tuvo Teotihuacan. Estos pueblos se fundan 
cerca del año 750, alojando a grupos toltecas que formaron parte de Teotihuacan, pero logran 
consolidarse hasta el año 900. Vid. “Entrevista al Arq. Raúl Ávila López”, op. cit., p.19. 
41 Sahagún, op. cit., p. 735. 
42 Relación de Mexicaltzinco, op. cit., p.195. 
 
 
 
21
en su función protectora, ya que regulaba el caudal del lago de Xochimilco 
hacia la laguna de México, además aseguraba el riego de agua dulce a las 
chinampas de Mexicaltzinco, Culhuacan y Huitzilopochco e impedía la 
penetración de agua salobre, esto mediante un sistema de compuertas; la otra 
función del dique-calzada consistía en comunicar a Tenochtitlan con Iztapalapa 
y las regiones orientales del valle de México.43 
 La construcción del dique, que formaba parte de la calzada de Iztapalapa, 
se sitúa en tiempos del gobierno de Itzcóalt (1428-1440), por lo que “es seguro 
que el albarradón de Nezahualcóyotl -en 1449- fuera posterior al de 
Mexicaltzinco y complementario de sus funciones hidráulicas”.44 
 Existen datos que refieren la importancia que tuvo aún en siglos posteriores 
dicha obra hidráulica para la ciudad, motivo por lo que se procuró mantenerla 
en buenas condiciones. Se sabe que el 6 de enero de 1553 se dieron “Ordenes 
a los gobernantes de Tescuco, México y Tacuba de que envíen trabajadores a 
reparar los puentes de Mexicalcingo […] y otras que esten caydas […] como se 
a acostumbrado a hacer en semejantes obras publicas”.45 
 Para el siglo XVII, el ingeniero Adrián Boot, sugirió al entonces virrey 
Márquez de Gálvez “fortificar las compuertas de […] Mexicalcingo”46 para 
resistir las inundaciones que se veían venir, debido a que “Este año promete 
muchas aguas y están las albarradas y calzadas rotas y la laguna llena de 
agua. México, 28 de marzo de 1624”.47 
 Las medidas para conservar en estado propicio dichas calzadas, radicaban 
en su función como vías que proveían de productos agrícolas a la ciudad: 
 
“Conviene reparar las calzadas, principalmente las de […] Chapultepec, Tacuba y 
Mexicaltzingo, así para asegurar que la ciudad no pueda padecer hambre como para 
otros acaecimientos que pueden sobrevenir; y que para su conservación hubiese una 
persona principal y republicana diputada que las visitase cada semana; por donde 
 
43 Aparicio González, Plano reconstructivo de la región de Tenochtitlan, México, INAH, 1973, 
pp. 35-38. Vid. Fig.1 referente a la localización de Mexicaltzinco en el valle de México. 
44 Ibidem, p.37. Los dique-albarradón de San Lázaro, Mexicaltzinco y Nezahualcóyotl, formaron 
un conjunto de estructuras hidráulicas, aplicadas al mejoramiento de protección contra las 
inundaciones, y comunicación entre los pueblos lacustres. Se dice que la célebre inundación de 
Ahuízolt tuvo como origen el mal uso del dique de Mexicaltzinco. Ibidem, p. 35. 
45 Peter Gerhard, Síntesis e índice de los Mandamientos Virreinales (1548-1553), México, 
UNAM, IIH, Serie Documental: 21, 1992, p. 55. 
46 Silvio Zavala, El servicio personal de los indios en la Nueva España 1600-1635, tomo V, 2da 
parte, México, Colegio de México/Colegio Nacional, 1990, p.1064. 
47 Ibidem. p.1064. 
 
 
 
22
entran las carretas descomponen esas calzadas, y se podría imponer una pensión 
para ayuda a sus reparos”.48 
 
 Hernán Cortés en su Tercera Carta de Relación alude a la ubicación de 
Mexicaltzinco dentro de la laguna, de igual forma nos da una idea del 
panorama de sus edificios políticos y religiosos, así como el número de 
habitantes de este sitio: 
 
“[…] están tres ciudades y la una de ellas que se dice Misicalcingo, está fundada la 
mayor parte de ella dentro de la dicha laguna, y las otras dos, que se llaman Niciacay 
la otra Huchilohuchico, están en la costa de ella, y muchas casas de ellas dentro en el 
agua. La primera ciudad de éstas -Mexicaltzinco- tendrá hasta tres mil vecinos […] y 
en todas -hay- muy buenos edificios de casas y torres, en especial las casas de los 
señores y personas principales, y las de sus mezquitas y oratorios donde ellos tienen 
sus ídolos”.49 
 
 Además de la producción del maíz, quelites, chiles, legumbres de las 
chinampas, y la cría de gallinas, Cortés nos dice que en Mexicaltzinco se 
trabajaba la producción de la sal: 
 
“En estas ciudades -Mexicaltzinco, Niciaca y Huchilohuchico- hay mucho trato de sal, 
que hacen del agua de la dicha laguna, y de la superficie que está en la tierra que 
baña la laguna, la cual cuecen en cierta manera y hacen panes de ella dicha sal, que 
venden para los naturales y para fuera de la comarca”.50 
 
 El tezontal “que es una arena bermeja” parece ser un material aportado por 
el pueblo de Mexicaltzinco para diferentes tipos de obras, tales como la alberca 
construida en la casa del oidor Lorenzo de Tejada,51 pues “Tan sólo para la 
construcción de esta alberca, los indios de Mexicalcingo llevaron a la estancia 
de Tejada 800 cargas de tezontal”.52 
 Otro material realizado en este sitio fue el adobe, utilizado principalmente 
para la construcción de casas, por lo que también lo vendían, sin embargo, 
 
48 Ibidem. p.1144. 
49 Hernán Cortés, Cartas de Relación, México, Porrúa, 1985, pp. 50-51. 
50 Ibidem, p. 51. Entre los materiales encontrados por los arqueólogos Raúl Ávila y Ludwig 
Beutelpacher, existen vasijas salineras en forma de vasos cilíndricos, Vid. Raúl Ávila y Ludwig 
Beutelpacher, op. cit., p. 74. 
51 Lorenzo de Tejada arribó a México con el nombramiento de oidor, bajo el gobierno del primer 
virrey de México, Antonio de Mendoza (1535-1550). Dicha casa se localizaba en Jimilpa, en la 
zona de Tacuba. 
52 Ethelia Ruiz Medrano, Gobierno y Sociedad en Nueva España: Segunda Audiencia y Antonio 
de Mendoza. México, Colegio de Michoacán/Gobierno del Estado de Michoacán, 1991, pp. 
260-261. En este libro aparecen cuadros estadísticos en los que se observa que el tezontal 
muchas de las veces no era pagado a los mexicaltzincas. 
 
 
 
23
existen datos que nos informan sobre la obligación que tenían los 
mexicaltzincas para proporcionar dicho material sin ningún pago: 
 
“Tejada mandó construir algunas casas de adobe para alojar a los trabajadores y 
esclavos de su estancia […] el adobe fue suministrado al oidor por los indios de 
Mexicalcingo, donde 64 indios de este pueblo fabricaron adobes que fueron 
entregados al oidor”.53 
 
 En 1551, el virrey Velasco mandó que un tal Rodrigo de Espinosa, originario 
de Puebla, que solía hacer vidrio, cogiera la hierba llamada sosa en los pueblos 
de Iztapalapa y Mexicaltzinco sin ningún problema.54 
 Charles Gibson añade que en Mexicaltzinco también hubo salitre, el cual 
servía como ingrediente de la pólvora, probablemente usado por los indígenas 
en la fabricación de fuegos artificiales para sus fiestas.55 
 Gibson agrega que la pesca de peces fue ocupación exclusiva para ciertos 
indígenas del poblado,56 asimismo dice que en el siglo XVII la cacería de patos 
era actividad común en Mexicaltzinco mediante el método más popularizado, 
consistente en la colocación de grandes redes en postes situados a intervalos 
en el agua, e incluso aún utilizando aquel en el que los indígenas escondían la 
cabeza en calabazas.57 
 El zacate fue otro producto sembrado, cosechado y vendido como forraje 
por los habitantes de Mexicaltzinco, ya que “El zacate crecía todo el año en los 
lagos de poca profundidad y era sembrado y cosechado por los indios y 
vendido como forraje. Su producción dependía del comercio de canoas y se 
desarrolló especialmente en los pueblos del lago, próximos a la capital, como 
Mexicalzingo”.58 
 Otros aspectos del ambiente natural de este sitio los encontramos en la 
Relación de Mexicatzinco, en donde se indica la existencia de lagunas, ojos de 
agua dulce y una acequia principal, misma por donde entraban a la ciudad de 
México de tres a cuatro mil canoas cada día: 
 
53 Ibidem, pp. 261. 
54
 Vid. Silvio Zavala, Libros de asentamientos de la gobernación de la Nueva España: Periodo 
del virrey don Luis de Velasco 1550-1552, México, AGN, Colección: Documentos para la 
Historia 3, 1982, p. 238. 
55 Charles Gibson, Los aztecas bajo el dominio español 1519-1810, México, Siglo XXI, 2003, p. 
347. 
56
Ibidem. p. 348. 
57
Ibidem, p. 350. 
58
Ibidem, p. 363. 
 
 
 
24
“Altercero capitulo dixo: que el dicho pueblo tiene el mismo cielo, temperamento y 
calidad que la dicha ciudad de México, y abunda de algunas lagunas y especialmente 
una acequia principal por donde se anda toda la laguna grande: (la) acequia es a 
manera de rio caudaloso y entra el bastimiento de toda la comarca en canoas cada 
dia, que pasan de tres o quatro mil cada dia, y ban a parar a la ciudad de México; y 
cerca del dicho pueblo esta una fuente caudalosa y algunos ojos de agua dulce: los 
vientos corren como en México, el qual es bien conbatido del norte y sur aunque 
señaladamente en parte del invierno y estio”.59 
 
 En cuanto a la flora y fauna del lugar, la misma Relación nos describe lo 
siguiente: 
 
“A los veynte y dos capítulos dixo: que el dicho pueblo es estéril de árboles y frutales 
aunque en algunos huertos, pocos, ay algunos arboles de Castilla, y a las orillas de las 
lagunas y charcos ay algunos salces que son árboles de la tierra. A los veynte y siete 
capitulos dixo: quien la laguna cercana al dicho pueblo ay a temporadas, que es desde 
Otubre hasta Marco, anzares, patos, zarapios, garzas, corbejones, y algunas destas 
abes de rapiña sin las que ay todo el año”.60 
 
 
 Parte del aspecto natural del sitio, parece haber subsistido aún en los siglos 
XVIII y XIX, lo que hacia de Mexicaltzinco un lugar ameno y florido. En 1750 al 
describir la jurisdicción de Mexicaltzinco, José Antonio de Villaseñor, oficial 
mayor de la Contaduría de Reales Tributos -y cosmógrafo de este reino-, 
comentaba que “no es solitario el Pais de Mexicaltzingo, si ameno en sus 
varrios por la vecindad de las aguas, y fertilidad de arboledas […]”.61 
 A finales del siglo XIX, el geógrafo mexicano Antonio García Cubas, nos da 
testimonio del tipo de flores que se hallaban en las chinampas de 
Mexicaltzinco: 
 
“En las chinampas de […] Mexicalcingo é Ixtapalapa son las hermosas amapolas de 
purpurino color, la espuela de Caballero, los claveles, el zempoaxuchitl, y otras, las 
que forman con las legumbres y hortaliza, el principal ramo de cultivo”.62 
 
 Cabe mencionar, que desde el siglo XVII hasta principios del XIX el paseo 
de la Viga en canoas o en buque de vapor, se convirtió en el lugar de 
entretenimiento y recreación más popular de la ciudad de México, ya que tanto 
los habitantes comunes y distinguidos de esta ciudad, como los viajeros 
 
59
 Relación de Mexicaltzinco, op. cit., p. 194. 
60 Ibidem, p. 197. 
61 José Antonio Villaseñor y Sanchez, Teatro Americano, Descripción General de los Reinos, y 
Provincias de la Nueva España y sus Jurisdicciones, Vol. I, México, Editorial Nacional, 1952, p. 
63. 
62 Antonio García Cubas, Geografía e historia del Distrito Federal, México, Instituto Mora, 1993, 
p. 19. 
 
 
 
25
extranjeros, se daban cita a dicho lugar para disfrutar del paisaje embellecido 
por los árboles, flores, canales, lagunas y poblados chinamperos cercanos al 
canal, fue el caso de Mexicaltzinco. En 1853 se inauguró el servicio del buque 
General Santa Anna que recorría desde el embarcadero de la Viga hasta el 
pueblo de Mexicaltzinco, para “El 11 de agosto, el vapor Santa Anna hizo su 
nuevo viaje a Mexicaltzingo conduciendoa la familia del Presidente de la 
República”.63 
 Respecto al aspecto político que mantuvo Mexicaltzinco con los sucesivos 
señoríos dominantes del valle, las fuentes informan lo siguiente. 
 La hegemonía que mantuvo Culhuacan al Sur de los lagos en el siglo XIII, 
pasó al señorío de Azcapotzalco, al Poniente, cuyo soberano llamado 
Tezozómoc, conquistó la región culhua y varios poblados más, por lo que 
dispuso como señores de Mexicaltzinco a dos de sus nietos; Coahuoxtli y 
Oquetzal, este último “se desposó aquí”.64 Posteriormente nombró como 
gobernante a su hijo Quetzalcuixin: 
 
“En tanto que estuvo reinando -Tezozómoc-, fue constituyendo a sus hijos reyes de los 
pueblos adonde los envió a reinar […] al quinto, llamado Quetzalcuixin, le hizo rey de 
Mexicatzinco […]”.65 
 
 Al ser vencido Maxtla -entonces señor tepaneca- el dominio pasó a manos 
mexicas, a quienes Mexicaltzinco sirvió como pueblo aliado y lugar estratégico 
para el comercio con el Sur. 
 Los mexicaltzincas colaboraron con los de Tenochtitlan en diversas tareas, 
entre ellas, las de carácter bélico. En el Capítulo XLI de su Historia de las 
Indias, Durán ejemplifica tal contribución durante la guerra que sostuvieron los 
mexicas contra los de la provincia de Chiapa: 
 
 
63 Carlos Sierra, Historia de la Navegación en la ciudad de México, México, 1984, p. 60. Este 
buque “espectáculo sorprendente” realizaba dos viajes diarios en días de trabajo, mientras que 
los días domingos y feriados, tres viajes. La tarifa variaba de dos a tres reales según el destino. 
Vid. op. cit., p. 74. Hasta mediados del siglo XIX Mexicaltzinco dejó de ser una zona 
chinampera, debido a que por estos tiempos -1940- el canal de la Viga y sus alrededores 
sufrieron el proceso de desecación, por lo que las chinampas cedieron terreno a la 
urbanización, haciendo de Mexicaltzinco una colonia urbana llena de fraccionamientos 
industriales y comerciales. 
64
 Tezozómoc, op.cit., p.101. 
65 Códice Chimalpopoca, Anales de Cuauhtitlan y Leyenda de los soles, traducción directa del 
náhuatl por el Lic. don Primo Feliciano Velásquez, México, UNAM, IIH, 1945, p. 37. 
 
 
 
26
 “Tlacaelel mandó se les diese guerra -á los de Chiapa- […] lo qual determinado dieron 
aviso desta determinación á los Reyes y á los señores de toda la comarca y provincia, 
para que luego apercibiesen sus gentes, las cuales fueron apercibidas y salieron de 
sus tierras para ir á un lugar que se dice Cilucan, donde se juntaron los mexicanos […] 
y las quatro caveceras de Culuacan, Mexicatzinco, Ixtlapalapan y Vitzilopochco”.66 
 
 La Relación de Mexicatzinco señala que por acciones como las arriba 
citadas, los de Mexicaltzinco eran reservados de pecho y tributo: 
 
“[…] dicho pueblo de Mexicaltzinco era de Montezuma y era gente de guerra, y que no 
entendían en otra cosa sino servirle en los usos militares, y que, por esta razón eran 
reservados de pecho y tributo […]”.67 
 
 Las armas que solían utilizar los mexicaltzincas eran macanas, arcos y 
flechas. De la vestimenta se dice que ésta fue variando conforme al tiempo, 
pues en principio usaban el maxtle y huipil, aunque lo común era “andar en 
cueros” tan sólo con una manta encima. Ya para 1580 usaban camisas, mantas 
y sombreros: 
 
“Las armas que usaban eran macanas, arcos y flechas y baras tostadas, y una capa 
de lienzo -tilmatli- hasta en patas como xitanos, y un maxtle, que es un lienzo tan 
grande con que podian cubrir las partes inferiores y hazer una lazada que por la parte 
de delante cayese; como rrodelas hechas de aquella minbre que en su lengua llaman 
Otate, cubiertas de plumeria, y unos yscahuipiles que son unos arneses hechos de 
lienzo de algodón colchado; y el traxe ordinario era andar en cueros o en carnes con 
solo una manta encima y un mástil; y al presente su traje es camisas, mantas, 
carahueles, zapatos o cotaras y sombreros […]”.68 
 
 Además de la guerra, los mexicaltzincas contribuían con trabajo y especie, 
incluso -se dice- solían participar en grandes actos ceremoniales y rituales de 
los tenochcas. Se sabe que los de Tenochtitlan invitaron al señorío de 
Mexicaltzico “de mucha estima y cuenta“ a los funerales del octavo tlatoani 
mexica llamado Ahuízotl: 
 
“[…] las quatro señorías de Culhucan, Ixtlapallapan y Mexitcatzinco y Vitzilopochco, 
que en este tiempo pasado fueron quatro señorías de mucha estima y cuenta: todas 
estas prouincias y ciudades, (ó por mejor decir, lo señores dellas) acudieron á dar el 
pesame al cuerpo y á la cuidad y á los parientes y grandes della, llevándole los 
esclavos ó acompañadores que ellos usaban llevar, y las demas riquezas de mantas y 
joias y piedras y plumas que solian ofrecer á los muertos, haciendo cada señor y cada 
provincia, por sí, una plática al cuerpo, muy larga, dándole el pesame de su muerte, lo 
 
66 Durán, op. cit., p. 378. 
67
 Relación de Mexicaltzinco, op. cit., p. 196. 
68 Ibidem. p. 196. 
 
 
 
27
qual era uso y constumbre hablar con el cuerpo muerto, como si estuviera con algun 
sentido […]”.69 
 
 Algunas fuentes informan que el propio Moctezuma II, consideraba a los 
señores Mexicaltzincas como gente “muy ilustre, de mucho valor y ser”, he aquí 
lo que nos dice Durán al respecto: 
 
“Luego llegó la grandeza mexicana á las casas reales, con todos los grandes señores 
de Chalco, Xuchimilco, Culuacan […] Mexicatzinco, Vitzilopochco […] gente muy 
ilustre y de mucho valor y ser […]”.70 
 
 Fray Pedro Caballero declara en la Relación de Mexicaltzinco, que en 
tiempos de Moctezuma, éste tenía una corte en Mexicaltzinco, a la que se 
acudía para hacer juntas y tomar acuerdos, asimismo indica -el religioso- que 
los mexicaltzincas se caracterizaban por ser “gente muy política y cortesana”: 
 
“[…] y es gente muy politica y cortesana, y la razón de su pulicia es el comercio 
frequente que tienen con los españoles a quien comunican, asi por lo cercania que 
tiene a la ciudad de Mexico, como por la provision de la yerba que llevan a vender a 
los españoles a la ciudad de Mexico, y tambien porque Motezuma tenia puesta su 
corte en este dicho pueblo de Mexico, donde acudian muchas vezes a hazer sus 
juntas y acuerdos para el gobierno desta nueva España […]”.71 
 
 
 Mientras los señores gozaban de las solemnes fiestas, sus súbditos, tenían 
que colaborar con ánimo en el inicio de las tareas, Durán comenta que el 
tlatoani Moctezuma II cierto día solicitó la ayuda de los mexicaltzincas para 
desprender y arrastrar a la ciudad una gran piedra (temalacatl) que sería 
utilizada para el sacrificio del desollamiento: 
 
“[…] hallada -la piedra-, dieron noticia á su rey -Moctezuma-, el qual mandó se 
apercibiesen todos los de la provincia de […] Culhuacan y los de Mexicatzinco y 
Vitzilopochco, para que todos estos pueblos se juntasen, con todos sus aderezos de 
sogas y palancas, para traer la piedra […] y los cantores empecaron á cantar cantares 
placenteros y regocijados […] y mientras esto se hacia, los Xuchimilcas ataron una 
gruesa soga y larga á la piedra, y otra los de Cuitlahua […] y otra los de Mexicatzinco 
[…] y la gente de cada pueblo animado, empezaron á tirar della con mucha voceria y 
alarido, que lo ponian en el cielo […]”.72 
 
 
 
69 Durán, op. cit., p. 451. 
70 Ibidem, p. 504. 
71 Relación de Mexicaltzinco, op. cit., p. 195. 
72 Ibidem, p. 553. 
 
 
 
28
 Además de ayudar y defender a la capital mexica, Mexicaltzinco proveía de 
alimentos obtenidos de su economía chinampera a dicha ciudad, este vínculo 
continuó hasta tiempos de la conquista, incluso durante el período virreinal.73 
 Otro dato significativo para este trabajo, es proporcionado por Durán, quien 
en su Historia comenta que Mexicaltzinco era considerado un lugar “muy 
devoto y santo”, tanto queel tlatoani Ahuízotl visitó este sitio para dejar 
ofrendas en agradecimiento de las victorias obtenidas en su guerra sostenida 
en Oaxaca: 
 
“[…] para lo qual hico aparejar gran aparato de ofrendas y apercibir á todos los 
sacerdotes de los templos para que estuviesen avisados y apercibidos de su 
determinación, y ansí fueron enviados mensajeros á Chalco y á Iztapalapan y á 
Mexicatzinco […] porque á estos lugares determinó hacer su estancion y visita como 
lugares más devotos y santos […] de allí vino á Mexicatzinco, donde hico lo mesmo”. 74 
 
 Por su parte fray Pedro Caballero menciona que los mexicaltzincas “en su 
gentilidad adoraban ydolos hechos de piedra y madera; y las costumbres que 
tenian eran las que comunmente tienen los naturales comarcanos”.75 
 Téngase en cuenta que con la llegada mexica se introdujo el culto a 
Hutzilopochtli (dios de la guerra), pero anteriormente a este suceso, los 
habitantes de este sitio -de filiación cultural culhua- rendían culto a Quetzalcóatl 
(dios de la sabiduría),76 quien está relacionado con la agricultura y el agua,77 
que sin duda es el líquido vital en el desarrollo de los pueblos, principalmente 
en aquellos como Mexicaltzinco, cuya economía y religión estaba basada en 
esta actividad. 
 Debido a su ubicación geográfica dentro de un paisaje de lagos, ríos, 
chinampas y flores, la vida de estos habitantes giró entorno a una cosmovisión 
lacustre, por lo que sus deidades -y ritos- principales debieron estar vinculadas 
con este medio natural, entre éstas, destacan principalmente: Tláloc (dios de la 
 
73 Cuando se conformó el corregimiento de Mexicaltzinco, éste quedó encomendado a la 
ciudad de México. 
74 Durán, op. cit., pp. 420-424. 
75 Relación de Mexicaltzinco, op. cit., p. 196. 
76 De acuerdo con Raúl Ávila, las características que presenta la estructura circular localizada 
en el atrio del conjunto conventual aquí estudiado, corresponden al tipo de estructuras 
dedicadas al Dios Quetzalcóatl. Vid. el inciso I.III. 
77 Es Quetzalcóatl quien obtiene el maíz para la alimentación de los hombres, y quien baja del 
cielo a Mayahuel, misma que se convertiría en la diosa del maguey -planta de vital importancia 
para aquellos hombres-. Asimismo este dios presenta características iconográficas que lo 
relacionan con las deidades acuáticas, tales como el caracol marino en su pectoral, o bien, los 
objetos torcidos de concha en sus orejeras. 
 
 
 
29
lluvia y patrono de los pueblos agrícolas),78 y Chalchiuhtlicue (la de falda de 
jades o turquesas), ésta era diosa del agua terrestre o corriente, es decir, de 
los ríos, riachuelos, lagos, lagunas y manantiales,79 otras deidades debieron 
ser Huixtocihuatl (diosa de la sal), Chicomecóatl (diosa de la fecundidad de la 
tierra o del maíz), Opochtli (dios de los pescadores y cazadores acuáticos), 
Xilonen (diosa de la mazorca tierna), Centéolt (dios del maíz), y Xochipilli (dios 
de las flores, patrón de los bailes, de los juegos y del amor). 80 
 Entre los principales elementos simbólicos que hacen referencia a este culto 
acuático están; los chalchihuites,81 las conchas marinas, los caracoles marinos 
y la cueva.82 
 
 
 
 
 
 
 
 
78 Este dios -uno de los más antiguos e importantes de Mesoamérica- enviaba la lluvia que 
propiciaba el crecimiento de las plantas y los sembradíos, pero también mandaba relámpagos, 
tormentas y granizo que destruían las cosechas, era ayudado por los tlaloques, quienes 
enviaban las distintas clases de lluvia, producían los truenos y los rayos. 
79 Se decía que los ríos manaban porque esta diosa los soltaba de sus manos, pero también 
era capaz de ocasionar torbellinos y tempestades. 
80 Sobre las características de las deidades del agua y de la vegetación, Vid. Alfonso Caso, El 
pueblo del sol, México, FCE, 1993, pp. 57-70. 
81 En algunas de sus representaciones, se trata de un elemento generalmente redondo que 
puede o no llevar agujero en el centro, se dice que también simboliza al sol y a lo precioso. 
82 De acuerdo con Alfonso Caso, las cuevas de las montañas albergan el agua que 
posteriormente sale por los manantiales, “así que en la escritura jeroglífica es muy común ver 
esta representación del cerro con una caverna llena de agua en su interior -altépetl (cerro-
agua)-”, en Alfonso Caso, op. cit., p. 60. Es así, que las cuevas estaban relacionadas con los 
dioses de la tierra y el agua, por lo que eran -y siguen siendo- importantes sitios de culto. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
33
II. Mexicaltzinco durante y después de la Conquista 
 
II. I. Mexicaltzinco durante el proceso de Conquista 
El códice Chimalpopoca menciona que a la llegada de los españoles en 1519 a 
estas tierras, gobernaba en Mexicaltzinco el señor Tochihuitzin:1 
 
“En este año 1 acatl eran señores de los pueblos, al tiempo que los españoles 
llegaron, que vinieron la primera vez en el año de mil y quinientos y diez y nuebe de 
1519 […] en Mexicatzinco -gobernaba-, Tochihuitzin”.2 
 
 Algunas fuentes indican que al iniciar el proceso bélico de Conquista, este 
pueblo participó al lado de los mexicas. Tal alianza la notifica el propio 
conquistador Hernán Cortés en su Tercera Carta de Relación fechada el 15 de 
mayo de 1522, en la que dice: 
 
“Y mandé que algunos de caballo y peones de los que estaban en Cuyoacán, se 
viniesen al real para que entrasen con nosotros y que diez de caballo se quedasen a la 
entrada de la calzada haciendo espaldas a nosotros, y algunos que quedaban en 
Coyuacán, por que los naturales de las ciudades de Suchimilco, y Culiacán, e 
Iztapalapa, y Chilobusco, y Mexicalcingo […] que estaban en el agua, estaban 
rebelados y eran a favor de los de la ciudad”.3 
 
 Cierta discrepancia reflejan los datos proporcionados por Cortés respecto a 
la postura de Mexicaltzinco, ya que por un lado lo presenta como lugar 
rebelado contra él, y por otro, lo señala como pueblo neutral, esto último al 
mencionar que: 
 
“los naturales de Iztapalapa, y Oichilobuzco y Mexicacingo […] nunca habían querido 
venir en paz, ni tampoco habíamos recibido ningún daño de ellos”.4 
 
 El también conquistador Bernal Díaz del Castillo en su Historia verdadera de 
la conquista indica que Mexicaltzinco fue una de las poblaciones que estando 
en el agua, pelearon contra Cortés: 
 
1 Tochihuitzin señor de Mexicatlzinco, señalado en algunas fuentes (Vid. Diccionario de 
Historia, Biografía y Geografía de México, México, Porrúa, 1964, p. 924) como el autor de 
algunos poemas hallados en el manuscrito llamado Cantares Mexicanos. Pero en opinión del 
Dr. Ángel Maria Garibay, estos poemas pueden deberse a otro Tochihuitzin Vid. Poesía 
Náhualt II, Cantares Mexicanos, México, UNAM, IIH, 2000, p. cxxx. 
2 Códice Chimalpopoca, Anales de Cuauhtitlan y Leyenda de los soles, México, UNAM, IIH, 
1945, p. 63. 
3 Hernán Cortés, Cartas de Relación, México, Porrúa, 1985, p.136. 
4
 Ibidem, p. 141. 
 
 
 
34
“[…] y salió a la laguna contra Cortés todo el número de canoas que había en todo 
México y en todos los pueblos que había poblados en el agua o cerca Della, que son: 
Xochimilco y Coyoacán, Iztapalapa, y Huchilibusco y Mexicalcingo […] y todos 
juntamente fueron contra Cortés”.5 
 
 Por su parte, el franciscano fray Bernardino de Sahagún declara que entre 
los pueblos aliados a Tenochtitlan, se encontraba Mexicaltzinco, el cual junto 
con otros enviaba a sus mejores soldados “águilas y tigres” para hacer frente y 
expulsar al enemigo: 
 
“Y una vez sucedió que los de Xochimilco, Cuitláhuac, Mízquic, Colhuacan, 
Mexicatzinco, Iztapalapa, enviaron mensajeros. Vinieron a conferir con 
Cuauhtemoctzin y demás señores y capitanes. Les vinieron a decir: Señor príncipe 
nuestro: Hemos venido a ayudar un poquito a la ciudad. Puede ser que con esto sepague la deuda. Ésta es la embajada de los reyes que aún tienen mando por allá. En 
verdad los reyes habitan aquí. Han venido, han pasado acá en barcas los -mejores 
soldados- Águilas y Tigres. Dizque en esta forma echarán fuera a nuestros 
enemigos”.6 
 
 Es el jesuita Javier Clavijero quien en su Historia antigua de México nos 
informa sobre el enfrentamiento entre los mexicaltzincas con el conquistador 
Gonzalo de Sandoval, mismo que aniquiló a la población de Iztapalapa y a 
otras vecinas: 
 
“Entre tanto Sandoval, concluída con felicidad aunque no sin grande peligro la 
expedición de Iztapalapa, marchó con toda su gente a Coyohuacan. En el camino fue 
acometido de las tropas de Mexicaltzinco; pero las derrotó y pegó fuego a la ciudad. 
Cortés, noticioso de su marcha y de un gran foso que había abierto los enemigos en la 
entrada de Mexicaltzinco, les envió dos bergantines para falicitarles el paso. De allí 
marchó la tropa a Coyohuacan, y Sandoval con diez caballos al campo de Cortés. 
Cuando llegó los halló actualmente combatiendo con los mexicanos; la fatiga del 
camino y la batalla de Mexicaltzinco no le excusó de entrar al combate”.7 
 
 Del mismo modo, se sabe que antes de la caída definitiva del imperio 
tenochca, los señoríos culhuas se unieron a Cortés debido al daño y castigo 
que recibían por parte de los aliados de éste, principalmente los de Chalco. El 
conquistador refiere -en sus Cartas de Relación- que como símbolo de 
 
5 Bernal Díaz del Castillo, Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, México, 
Porrúa, 1970, p. 335. 
6 Fray Bernandino de Sahagún, Historia General de las Cosas de Nueva España, México, 
Porrúa, 1999, p. 796. 
7 Francisco Javier Clavijero, Historia Antigua de México, México, Porrúa, 1982, p. 399. Fray 
Pedro Caballero, menciona que “el descubridor y conquistador del dicho pueblo fue el Marques 
Don Fernando Cortes y sus capitanes”, Vid. “Relación de Mexicaltzinco”, en Francisco del 
Paso y Troncoso, Papeles de Nueva España, 2da Serie, Geografía y Estadística, tomo VI, 
Madrid, 1905, p. 194. En adelante citado como Relación de Mexicaltzinco, op. cit. 
 
 
 
35
credibilidad de esta nueva “amistad”, solicitó a dichos pueblos, canoas y gente 
de guerra para ir contra los de Tenochtitlan: 
 
“[…] y ellos -los de la laguna- viendo de cómo cada día hacíamos victoria contra los de 
Temixtitlan, y por el daño que recibían de nuestros amigos, acordaron de venir, y 
llegaron a nuestro real, y rogáronme que les perdonase lo pasado y que mandase a 
los de Chalco y a los otros sus vecinos que no les hiciesen más daños. Y yo les dije 
que me placía y que no tenía enojo de ellos, salvo de los de la ciudad; y que para que 
creyese que su amistad era verdadera, que les rogaba que […] ellos tenían muchas 
canoas para me ayudar, que hiciesen apercibir todas las que pudiesen con toda la más 
gente de guerra que en sus poblaciones había, para que por el agua viniesen en 
nuestra ayuda de allí adelante”.8 
 
 Entre las fuentes consultadas, es Fernando de Alva Ixtlixóchitl quien señala 
que el saqueo de casas era el gran daño que causaban los chalcas a dichos 
poblados: 
 
“Alvarado y Quauhtliztactzin ganaron ese día otros dos puentes, y quemaron muchas 
casas, y mataron muchos enemigos. Asimismo, este día vinieron a darse por amigos 
de Cortés los de Cuitláhuac, Mizquic, Culhuacan, Mexicalzinco y Huitzilopoxco, y a 
rogar a Ixtlilxúchitl mandara a los suyos, especialmente los de Chalco no les hicieran 
más molestia, que casi todos los días les iban a saquear sus casas y Ixtlilxúchitl envió 
a decir a los señores de Chalco […] que no maltrataran más a éstos”.9 
 
 Bernal Díaz cuenta que al momento del “sometimiento”, dichos pueblos 
comarcanos llevaron como presente oro y ropa de algodón a Cortés, quien “les 
mostró mucha voluntad y recibió el presente”.10 
 Otro hecho que podemos considerar como acto de ayuda hacía Cortés por 
parte de un habitante de Mexicaltzinco, lo encontramos en su Quinta Carta de 
Relación escrita a Carlos V en 1526, en donde narra que durante su viaje a 
Honduras para controlar la insurrección de Cristóbal de Olin, recibió en la 
provincia de Acallan el aviso de un indígena llamado Mexicalcingo11 -después 
bautizado como Cristóbal- sobre la insurrección planeada por Cuauhtémoc y 
otros señores para darle muerte:12 
 
 
8 Cortés, op. cit., p. 142. 
9 Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, Obras históricas, t.I, México, UNAM, IIH, 1997, p. 470. 
10 Díaz, op. cit., p. 302. 
11 Algunos investigadores señalan que este personaje -Mexicalcingo- era oriundo de 
Mexicaltzinco. Vid. Salvador Toscano, Cuauhtémoc, México, FCE, 1982, p. 233; Dolores 
Roldán, Códice Cuauhtémoc (biografía), México, ORION, 1993, p. 226. 
12 En este viaje Cortés decidió llevarse a Cuauhtémoc junto con los señores de Tacuba, 
Texcoco y Tlatelolco, por temor a que éstos provocasen una rebelión en su contra, asimismo 
los utilizó como embajadores y facilitadores de las relaciones con los pueblos de la ruta. 
 
 
 
36
“Aquí en esta provincia acaeció un caso que es bien que vuestra majestad lo sepa, y 
es que un ciudadano honrado de esta ciudad de Tenuxtitan, que se llama 
Mexicalcingo, y después que es bautizado se llama Cristóbal, vino a mí muy 
secretamente una noche […] me dijo que Guatemucin. Señor que fue de esta ciudad 
de Tenuxtitan, a quien yo después que la gane he tenido preso, teniéndole por hombre 
bullicioso, y llevé conmigo aquel camino con todos los demás señores que me pareció 
que eran parte para la seguridad y revuelta de estas partes, y díjome aquel Cristóbal 
que Guatemucin y Guanacaxin, señor que fue de Tezcuco, y Tetepanquezal, señor 
que fue de Tacuba, y un Tacitecle, que a la sazón era en esta ciudad de Mexico en la 
parte de Tatelulco, habían hablado muchas veces y dado cuenta de ello a este 
Mexicalcingo, que como dije, se llama ahora Cristóbal, diciendo cómo estaban 
desposeídos de sus tierras y señorío, y las mandaban los españoles, y que sería bien 
que buscasen algún remedio para que ellos las tornasen a señorear y poseer […] les 
había parecido que era buen remedio tener manera como me matasen a mí y a los 
que conmigo iban […] y que así serían señores como antes lo eran; y que tenían ya 
hecho repartimiento de las tierras entre sí, y que a este Mexicalcingo le hacían señor 
de cierta provincia”.13 
 
 La anterior denuncia ocasionó que el año de 1525 Cortés pusiera fin a los 
últimos intentos de Cuauhtémoc y aquellos otros tlatoanis por recuperar sus 
reinos. Fue así, que el conquistador dio muerte a quien fuera el último tlatoani 
mexica: 
 
“Pues como yo fui tan largamente informado por aquel Cristóbal de la traición que 
contra mí y contra los españoles estaba urdida, di muchas gracias a Nuestro Señor por 
haberla así revelado, y luego en amaneciendo prendí a todos aquellos […] así que 
tuvieron todos de confesar la verdad que Guatemucin y Tetepanquezal habían movido 
aquella cosa, y que los otros era verdad que lo habían oído, pero que nunca habían 
consentido en ello; de esta manera fueron ahorcados estos dos […].14 
 
 
II. II. Mexicaltzinco como Corregimiento y Jurisdicción 
Las sociedades mesoamericanas con que se toparon los españoles -a finales 
del siglo XV y principios del XVI- se caracterizaban por su organización social y 
política de tipo señorial,15 tal fue el caso del señorío culhua; conformado por 
Culhuacan, Huitzilpochco, Mexicaltzinco e Iztapalapa. 
 Los nahuas designaban al señorío con el término altepetl16 y al señor con el 
de tlatoani. Una vez tomada la ciudad, los españoles se valieron de la 
 
13 Cortés, op, cit., pp. 236-237. 
14 Ibidem, p. 237. 
15 Sistema de alianza regional o confederación política entre diversos señoríos, la relación entre 
éstos, desarrollaba la distribución tributaria y el

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