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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS COLEGIO DE LETRAS MODERNAS "WHO IS THIS GANESH?": LENGUA E IDENTIDAD EN THE MYSTIC MASSEUR DE V.S. NAIPAUL TESINA QUE PARA OBTENER EL GRADO DE LICENCIADO EN LENGUA Y LITERATURAS MODERNAS (LETRAS INGLESAS) PRESENTA: ARIEL SÁNCHEZ ZÚÑIGA ASESORA: DRA. NAIR MARÍA ANAYA FERREIRA CIUDAD DE MÉXICO 2016 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 1 AGRADECIMIENTOS ACADÉMICOS A mis profesoras/es: Quienes deseamos dedicarnos a la educación descubrimos ese interés casi siempre a través de nuestros maestros. En la FFyL conocí justo al tipo de maestros que necesitaba conocer para reafirmar mis deseos de dedicarme a dicha labor. De la mano de mis profesores, aprendí (y “reaprendí”) a leer, escribir, pensar críticamente, dudar, argumentar. Todas estas habilidades y herramientas fueron fundamentales para que pudiera escribir las siguientes sesenta páginas. En ese sentido, esta tesina es tanto un producto mío como de todos los profesores que participaron en mi formación. Por esa formación, por educarme, tengo una enorme deuda con mis profesores y con la UNAM, y les agradeceré por siempre. Quiero hacer una mención especial a las profesoras que amablemente leyeron y me ayudaron a corregir esta tesina: a Zazil Sobrevilla, por ayudarme a elegir los mejores términos para expresar mis ideas; a Claudia Lucotti, porque sus correcciones sobre los textos teóricos me ayudaron a ser más claro; a Julia Constantino, por revisar esta tesina y descubrir tantos aspectos que pasé por alto en mi manera de escribir, y por esos estimulantes dos semestres de literatura norteamericana; a Nair Anaya, por guiarme desde el inicio en la realización de esta tesina, cuyas bases se empezaron a formar en su Seminario de Literatura Poscolonial, donde me enfrenté a textos que ponían en primer plano algunos de los asuntos que más me preocupan en la vida; y a Noemí Novell, porque desde mi primer día de clases en la licenciatura (en el lejano 2008) ha sido para mí una gran maestra, amiga y ejemplo a seguir, dentro y fuera del aula. 2 AGRADECIMIENTOS PERSONALES A mis padres, por todo lo que han hecho por mí desde que nací. Cuando era niño, papá me regaló mis primeros libros y mamá me enseñó a ponerle acentos a las palabras. Hoy me doy cuenta de lo importante que fueron ambas cosas. Les agradezco especialmente por darme la libertad y el apoyo para tomar mis propias decisiones sobre mis estudios. Todos los días me esfuerzo por ser digno de la confianza que me han tenido. A la familia: abuelito Ariel y tía Adriana, por toda la ayuda y apoyo recibidos a lo largo de este proceso. A Erick, Carla, Teté y Marco, por estar siempre allí. A Einhorn, Hugo, Rodrigo y el Viejo Quezada, por los buenos años que hemos pasado y por todos los que vendrán. A la pandilla (Ale, Anita, Anna, Emilio y Janet), porque con ustedes también disfruté de la licenciatura fuera del aula. Fueron los mejores compañeros de procrastinación que pude haber deseado. A Noemí (again), Gerardo, Alberto, Paco, Max, Isabel y Ximena, por acompañarme y aconsejarme en una época de decisiones difíciles, y porque, dentro y fuera de la Coordinación, nunca dejaron de recordarme que me tenía que titular. Y a Alejandra, porque todo es mejor contigo cerca, incluso escribir una tesis. No es evidente, pero hay mucho de ti en estas páginas (y en todo lo que hago). 3 Para Carlos y Rosa, mis papás 4 Índice INTRODUCCIÓN................................................................................................................................6 CAPÍTULO 1. TÉRMINOS TEÓRICOS: IDENTIDAD, MIMETISMO, CREOLE CONTINUUM Y LENGUA/VARIANTE LEGÍTIMA.......................................................................................................................................12 1.1 LA IDENTIDAD Y LA LITERATURA POSCOLONIAL...................................................12 1.2 MIMICRY O MIMETISMO.....................................................................................17 1.3 CREOLE CONTINUUM Y LENGUA/VARIANTE LEGÍTIMA..........................................20 CAPÍTULO 2. GANESH Y LA PARADOJA DEL “DIALECT”......................................................................28 CAPÍTULO 3. “GOOD ENGLISH” COMO LENGUA/VARIANTE LEGÍTIMA..................................................38 CAPÍTULO 4. MIMETISMO Y EL ASCENSO DE GANESH......................................................................50 CONCLUSIONES.............................................................................................................................60 FUENTES CITADAS.........................................................................................................................65 5 En el Caribe cuando alguien habla bien tiene el respeto de la gente y de pequeño yo veía eso y me encantaba. Supongo que como a nosotros nos impusieron ese idioma colonial [el español] la resistencia consistió en eso: “Ok, tengo que aprenderlo, pero lo voy a convertir en oportunidad”. —Junot Díaz en entrevista para Letras Libres 6 INTRODUCCIÓN The Mystic Masseur (1957) es el primer libro publicado por el autor trinitario ganador del premio Nobel de literatura V. S. Naipaul. Al igual que el resto de su obra narrativa temprana, que engloba la colección de cuentos Miguel Street (1959) y las novelas The Suffrage of Elvira (1958) y A House for Mr. Biswas (1961), la acción principal de The Mystic Masseur tiene lugar en la Trinidad de después de la Segunda Guerra Mundial, y está fuertemente inspirada en las memorias de la vida política y cultural de este país que Naipaul reunió antes de partir hacia Inglaterra en 1950 (King, Naipaul 34). Particularmente, en estos cuatro primeros libros el autor hace un amplio uso del humor y la comicidad para contar historias sobre individuos empobrecidos, a veces fracasados, que habitan en una sociedad donde la violencia, la corrupción y la brutalidad son cotidianas (King, Naipaul 23). The Mystic Masseur se ajusta perfectamente a la descripción anterior, y puede pensarse como una especie de Bildungsroman cómica en la que el protagonista se desarrolla y asciende en la sociedad a través de métodos que distan mucho de ser irreprochables, pero que son, a final de cuentas, efectivos. Así pues, The Mystic Masseur narra la vida de Ganesh Ramsumair, desde su nacimiento en una cerrada comunidad hindú de la Trinidad rural, hasta su reconocimiento como una de las figuras públicas más importantes del país, digno de ser nombrado Miembro de la Orden del Imperio Británico. Entre estos dos puntos, observamos la difícil experiencia de Ganesh en la escuela; la muerte de su padre; su matrimonio con Leela, hija del avaro comerciante Ramlogan; su relación con Beharry, quiense vuelve su único amigo en el pueblo de Fuente Grove; pero, sobre todo, observamos cómo Ganesh, ayudado por su comunidad, cambia constantemente de profesión y hace uso de un sinnúmero de artificios para sobrevivir y, a la larga, sobresalir. Ganesh es, entonces, el asunto central de The Mystic Masseur, y su importancia dentro de la Trinidad ficcional que construye Naipaul sólo puede 7 entenderse si se considera que “the history of Ganesh is, in a way, the history of our times” (Naipaul, Mystic Masseur 15). En términos temporales, la narración es primordialmente lineal, y con la excepción del primer capítulo y el epílogo, el desarrollo de Ganesh es relatado en un orden cronológico. Es justo en estas dos secciones de la novela que escapan la cronología estricta donde el narrador interactúa directamente con Ganesh. La diferencia entre ellas radica en que en el primer capítulo el narrador es un niño, mientras que en el epílogo es ya un estudiante universitario en Inglaterra. A pesar de que estas dos escenas representan las dos únicas intervenciones del narrador dentro de la historia, ambas tienen una gran relevancia pues condicionan nuestro entendimiento de un personaje como Ganesh y de la novela entera. A través de ellas sabemos que el narrador de The Mystic Masseur es intradiegético, lo cual implica que pertenece al mundo representado en la historia que está contando. Tomar en cuenta que el narrador y los personajes sobre quienes escribe se desarrollaron en la misma comunidad echa abajo cualquier pretensión de objetividad y admite la posibilidad de que el narrador forme parte de procesos similares y esté sujeto al mismo tipo de influencias que observamos actuar sobre los personajes de la novela. El que las dos únicas apariciones del narrador en cuanto que personaje estén convenientemente ubicadas justo al inicio y al final de la novela, enmarcando la vida del protagonista de una manera casi literal, pone en primer plano el hecho de que la perspectiva personal del narrador mediará todo lo que se dice sobre Ganesh y la comunidad en que se desarrolla. Parece obvio, pero en verdad es necesario recalcar que la caracterización e identidad de Ganesh y todos los personajes de The Mystic Masseur son producto de una construcción por parte de un narrador que conoce de primera mano el mundo que representa, con todo lo que esto implica. Así pues, el narrador construye la identidad de los personajes a partir del uso que éstos hacen de la lengua y la manera en que se relacionan con ella. Simplificando mucho las cosas, puede afirmarse que un personaje es lo que dice y lo que escribe. Tomando como fuente tanto 8 los diálogos y documentos escritos por los personajes (cartas, anuncios, notas, etcétera), así como la información que el narrador proporciona acerca de ellos, el propósito de la presente tesina será analizar cómo es que el uso de una determinada variante lingüística refleja, a la vez que determina, las diferencias culturales y los roles sociales, familiares e individuales que los personajes, especialmente Ganesh, desempeñan en The Mystic Masseur y que constituyen una parte fundamental de su identidad. Propongo, además, que dicha construcción de la identidad a partir de la lengua es un proceso del cual el protagonista es consciente y representa uno de los principales recursos de los que se vale para tener éxito en sus empresas. Debido a que la novela es, como ya se comentó, una suerte de biografía de un personaje ficcional, el énfasis en el análisis textual recaerá casi siempre sobre la figura de Ganesh, el protagonista, y sobre la del narrador. El enfoque de esta tesina hace necesario el uso de varios términos tomados de la lingüística y que pueden prestarse a confusiones si no se definen previamente. La mayoría de ellos serán desarrollados a medida que se mencionen por primera vez en el cuerpo de la tesina, pero hay algunos conceptos que es necesario puntualizar desde este momento. De acuerdo con John Lyons, usamos la palabra lengua en dos sentidos: el primero es uno general, para referirnos a la capacidad para comunicarse, y el segundo es más particular, y nos sirve para referirnos a un sistema concreto para la comunicación o lengua natural (2-3).1 Con respecto a esta segunda acepción particular, es mucho más común, sobre todo en el habla cotidiana, que utilicemos la palabra lengua como sinónimo de idioma.2 Es así como Pierre Bourdieu elabora su concepto de lengua legítima (legitimate language) que yo retomo en esta 1Se suele definir a las lenguas naturales por oposición a las llamadas artificiales, por ser éstas “artificially constructed systems used to expound a conceptual area” (Crystal 265), como el lenguaje matemático o los lenguajes computacionales. Como bien hace notar John Lyons (2), en español solemos designar con la palabra lenguaje (y no lengua) a las lenguas artificiales. 2 Entendido como la “lengua específica de una comunidad determinada que se caracteriza por estar fuertemente diferenciada de las demás” (Cerdà Massó 151). Bajo esta definición que adopto, el español, inglés, francés, portugués, etcétera, son idiomas, independientemente de sus matices regionales y sociales. 9 tesina, y en el que abundaré en capítulos posteriores. La lengua legítima, de acuerdo con Bourdieu, se trata de aquel idioma (o variante dialectal de un idioma) que es privilegiado por la autoridad y las instituciones dentro de una sociedad y que en muchos casos llega a convertirse en la lengua oficial de un estado o nación. Al ser un concepto eminentemente relacional, la lengua legítima necesita de otras lenguas “no legítimas” a las cuales oponerse. Mi postura es que esta “relacionalidad” inherente a la idea de lengua legítima puede extrapolarse a otros niveles, de tal suerte que podamos hablar no sólo de idiomas o dialectos, sino de variantes lingüísticas (un término que abarca idiomas, dialectos, sociolectos, registros, etcétera) legítimas y no legítimas, según un determinado contexto. Por ende, he decidido llamar la idea de Bourdieu con un nombre que va más acorde con el uso que haré de ella, y en vez de lengua legítima, hablaré de una lengua/variante legítima, para enfatizar así desde el nombre que hay oposiciones de legitimidad en niveles lingüísticos muy distintos. Como ejemplo ofrezco el dialecto del español del centro de México (en particular el de la Ciudad de México y sus alrededores), que, en un contexto específico como el de un noticiario televisivo de alcance nacional, sería la lengua/variante legítima en contraste con cualquier otro dialecto del español mexicano, como el de la península de Yucatán, por mencionar alguno. Un dialecto es una variedad social o regionalmente distintiva de una lengua (Crystal 142). Un término distinto que puede prestarse a confusiones y que también uso en esta tesina es el de dialect, que es el nombre que tanto V. S. Naipaul (trinitario) como varios críticos3 de la literatura poscolonial dan, a manera de generalización, a las variantes regionales del inglés (es decir, los dialectos) de cada país del Caribe anglófono y que son distintas de lo que se suele llamar inglés estándar, pero distintas también entre sí. Este concepto generalizador, dialect, no debe confundirse con el dialecto particular del inglés que los habitantes indotrinitarios del mundo narrado de The Mystic Masseur hablan cotidianamente, y que, en la misma novela, 3Bruce King es uno de ellos: “he [Naipaul] was involved in the ‘Caribbean Voices’ radio programme; he used local subject matter and dialect” (Naipaul 19, mis cursivas). 10 recibe también el nombre de “dialect”. Para diferenciar entre estas dos ideas, usaré dialect (con cursivas) para referirme a la generalización de dialectos caribeños del inglésen oposición al estándar, y “dialect” (entrecomillado y sin cursivas, para enfatizar que el término es extraído directamente de la novela) al referirme en particular al dialecto trinitario que Naipaul representa en The Mystic Masseur. Adicionalmente, dado que el proceso de configuración de una identidad a partir del uso de la lengua está sujeto a muchas variables, recurriré también a varios conceptos teóricos tomados del poscolonialismo para resaltar lo complejo, inacabado y ambivalente que es este proceso. Para empezar, esbozaré la idea del creole continuum para dejar en claro cómo es que los distintos dialectos y registros que se hablan en el Caribe anglófono, más que ser entidades separadas, se distribuyen a lo largo de un continuo lingüístico en el que no hay fronteras fijas. Dentro de este creole continuum se encuentran también las distintas variedades lingüísticas a las que recurren los personajes de The Mystic Masseur, y para profundizar en las implicaciones que tiene el uso de una determinada variante dentro del marco narrativo de la novela, recurriré al ya mencionado concepto de lengua/variante legítima y al de capital lingüístico, descritos ambos por Pierre Bourdieu. Ahora bien, si a partir de Bourdieu y su idea de lengua/variante legítima podemos afirmar que un personaje es lo que escribe y lo que dice, el concepto de mimicry, como lo entiende Homi K. Bhabha, cuestiona esta afirmación. ¿Puede un personaje ser lo que dice y lo que escribe, especialmente cuando lo que dice y lo que escribe es una suerte de imitación y burla de otros modelos? Es posible responder a esta pregunta cuando se explora la manera en que el uso de la lengua, consciente o inconscientemente, transforma a los personajes y define en buena medida el lugar que ocupan dentro de la diégesis de la novela. Así pues, el concepto de mimicry se intersecta con el de lengua/variante legítima y se vuelve relevante en The Mystic Masseur porque pone en tela de juicio la posibilidad de que un personaje se desarrolle plenamente en la isla de Trinidad y construya una identidad sin recurrir a modelos externos, 11 que en muchas ocasiones son inalcanzables. Esto parece concordar con la opinión de Naipaul acerca de Trinidad, isla carente de Historia, que no tiene nada que ofrecer más que historias sobre fracasos (Middle Passage 53 y 39). Esta tesina se compone de cuatro capítulos; en el primero, profundizo en la relevancia de hablar sobre identidad en una novela como The Mystic Masseur y justifico (argumentativamente y con ejemplos de la novela) la pertinencia de los términos teóricos que esbocé anteriormente para analizar este libro de Naipaul. Los siguientes tres capítulos, por otra parte, se enfocan en el análisis textual y la aplicación de los conceptos teóricos al caso particular de The Mystic Masseur. Es en estos tres últimos capítulos donde exploro de lleno el papel que juega la lengua en la identidad y éxito de Ganesh dentro del mundo narrado, así como las implicaciones que esto tiene más allá de The Mystic Masseur. 12 CAPÍTULO 1. TÉRMINOS TEÓRICOS: IDENTIDAD, MIMETISMO, CREOLE CONTINUUM Y LENGUA/VARIANTE LEGÍTIMA 1.1 LA IDENTIDAD Y LA LITERATURA POSCOLONIAL Dado que la literatura “has always been concerned with questions about identity, and literary works sketch answers, implicitly or explicitly, to these questions” (Culler 110), justificar que se hable sobre identidad en esta tesina podría no ser una necesidad de primer orden. Sin embargo, es muy notorio que la identidad es un asunto en el que los estudios y obras literarias poscoloniales se han visto particularmente interesados. En vez de dar esto por sentado, quiero exponer algunas de las razones por las cuales es especialmente fructífero un análisis sobre cuestiones identitarias cuando se discute sobre textos poscoloniales y, más específicamente, sobre novelas como The Mystic Masseur. No es muy común que en discusiones sobre identidad se defina previamente dicho término. Quizá por la amplitud en el uso y porque el entendimiento del concepto se da por hecho, identidad se ha convertido en una palabra cuyo significado es más bien difuso e inasible. Como bien señala Trinh T. Minh-Ha: “Diversity, identity, ethnicity. The more these terms are popularised, the more difficult the challenge we encounter when we use them” (10). Si, como dice Jonathan Culler, “[t]he question of the subject is ‘what am «I»?’” (109), la identidad puede concebirse como la respuesta que, de distintas maneras, se da a esta pregunta. Esta suerte de definición, empero, no nos permite ni siquiera empezar a vislumbrar los incontables vericuetos que confluyen en la definición y el uso de la palabra identidad. Por ello, considero que este tipo de conceptos precisan de una discusión en vez de una definición. Y como toda discusión se vuelve más concreta mientras más se acote el tema, es conveniente comenzar a hablar sobre el papel de la identidad en el Caribe. 13 La colonización del continente americano y sus islas tiene un lugar especial en nuestro ideario no únicamente porque, como mexicanos, somos producto de ella, sino porque, además, este proceso ha sido (re)construido a lo largo de los siglos como la empresa colonial por antonomasia: “Columbus’s arrival functions as an ‘originary moment’ that diminishes native histories and cultures which precede it and that is endlessly revisited by subsequent encounters” (Greenblatt cit. en Loomba 94). Esta manera de reconstruir la historia presenta la colonización de América como la condición de su existencia. América, según esta visión, “nace” cuando se descubre y se coloniza. Las múltiples dislocaciones, la esclavitud, la manera en que se diezmó la población indígena y la compleja relación de dependencia que las colonias establecieron con los países europeos colonizadores, son algunos de los ingredientes que conformaron una receta que tenía como algunas de sus consecuencias inevitables profundos conflictos de identidad en la población. El proceso colonizador en el Caribe tiene particularidades que lo hacen distinto al del resto de América. En primer lugar se debe señalar que, desde un inicio, las islas caribeñas no fueron vistas como un lugar para establecerse, sino como fuentes de recursos que podían ser explotados (Cobham 11). Como tales, las Antillas eran funcionales e importantes para los países colonizadores en la medida en que fueran capaces de producir cuantiosas ganancias. Los sistemas agrícolas implantados en el Caribe les granjearon a las islas el mote de sugar islands, y determinaron en gran medida la composición étnica y estructuración de la sociedad que las habitaba y habita hasta la fecha. La población nativa fue prácticamente exterminada desde la primera ola colonizadora (C. Hall 68), y los movimientos migratorios (muchas veces forzados) necesarios para repoblar las islas e implantar el sistema de plantaciones provocaron que almost everyone who lives there has come from somewhere else, whether through slavery, the enforced movement of peoples from Africa, the semi- enforced movement represented by indentured labour from one part of the British 14 Empire to another (South Asians to Trinidad and Guyana in particular), or by persecution, as in the case of Portuguese Jews. Then there were the colonisers – the British, the Spanish, the French, the Dutch, who stayed and became the white creole presence. (C. Hall 68) Cotidianamente, la identidad se relaciona con el lugar de origen. ¿Cuál podría ser la identidad de un poblador de las islas caribeñas si, como ya vimos, el Caribe no es el lugar de origen de los grupos étnicos que lo habitan? Esto parece sugerir que no hay un solo elemento que todos los habitantes de una isla caribeña pudiesen compartir. Una de las conceptualizaciones más generalizadasy clásicas de la identidad toma como base una característica que unifica a todos los miembros de una comunidad. Al carecer de este rasgo unificador, que puede ser el lugar de origen, color de piel, religión, y/o idioma que se habla, por poner sólo algunos ejemplos, la posibilidad de tener una identidad parece serle vedada al habitante del Caribe. Esta situación se ve fielmente reflejada en el lenguaje que usamos al discutir sobre la identidad en un contexto poscolonial. Es común escuchar o leer sobre la búsqueda o la construcción de una identidad. Estas dos expresiones, abundantes en los textos teóricos y críticos, parecen denotar, intencionadamente o no, que desde un inicio la identidad está perdida o, en el segundo caso, rota o incompleta. El uso de este lenguaje no se limita al ámbito crítico, sino que, como afirma Stuart Hall, también subyace la creación artística: “that quest for identity, has been the very form in which much of our artistic endeavour in all the Caribbean languages has been conducted in this century” (“Negotiating” 5, mis cursivas). Aunque para los fines de esta tesina el énfasis está en la población del Caribe con ascendencia india, pues es éste el contexto de Naipaul y de The Mystic Masseur, y el trabajo de Stuart Hall está enfocado en la comunidad afrocaribeña, el análisis que este crítico hace sobre la idea de identidad es extensible a todas las sociedades que, como las de los países poscoloniales, presenten en su historia conflictos derivados del encuentro entre culturas distintas, desplazamientos de poblaciones y relaciones desiguales de poder entre comunidades con distintos orígenes. 15 Stuart Hall habla de dos nociones de identidad. La primera está íntimamente relacionada con la característica unificadora que ya se mencionó y parte de las similitudes de circunstancias entre todos los individuos de una comunidad para suponer que hay algo fijo, esencial, que los une: la experiencia caribeña, la llama él. Esta definición apela a la existencia de “a sort of collective ‘one true self’, hiding inside the many other, more superficial or artificially imposed selves” (“Diaspora” 223). Así pues, el sujeto no puede evitar ser lo que el resto de la comunidad con quien comparte, por ejemplo, un lugar de origen, también es. En ese sentido, la identidad sería fija y estable, como si esperara pasivamente a ser descubierta. Es esta noción de identidad la base sobre la cual operaron muchas de las luchas y prácticas discursivas anticolonialistas de los dos siglos pasados. Pero hay una segunda noción de identidad que se nutre de las diferencias que encontramos dentro de este mismo grupo unificado por la experiencia caribeña. Bajo esta acepción, las identidades dejan de ser fijas e inalterables para convertirse en “the names we give to the different ways we are positioned by, and position ourselves within, the narratives of the past” (“Diaspora” 225, mis cursivas). Hall elabora este punto retomando a Foucault y afirma que, más que un hecho, la identidad es un proceso que se encuentra determinado por actos discursivos y representaciones, asuntos en los que siempre está involucrado el poder. Esto es cierto en la medida en que el discurso colonialista occidental, depositario y voz del poder, fue capaz de construir y representar al sujeto caribeño como un Otro, no sólo ante la visión occidental, sino también ante los ojos de los mismos colonizados: “They had the power to make us see and experience ourselves as ‘Other’” (“Diaspora” 225). De ser la identidad algo esencial e inamovible, no cabría la posibilidad de subvertir este discurso. Pero la identidad, según esta segunda definición, no está esperando ser desenterrada, pues implica un ejercicio de reflexión, memoria y selección de los relatos que las culturas se cuentan a sí mismas sobre quiénes son y de dónde vinieron, relatos que influyen y se ven influidos por la cultura, la historia y, para bien o para mal, por aquél a quien se reconoce como Otro (“Negotiating” 5-8). A diferencia de lo que 16 ocurre con el primer tipo de identidad, aquí no podemos afirmar que el sujeto es intrínsecamente alguien, sino que, en función del contexto y los actos discursivos, siempre se está convirtiendo en alguien. Aunque en cierta medida se contraponen, estas dos definiciones de la identidad no se niegan mutuamente; más bien, la segunda parecería complementar a la primera. Según Hall, es imposible entender el Caribe sin tomar en cuenta que el eje de la similitud y continuidad (primera acepción de identidad) se intersecta con un segundo eje, el de la necesaria diferencia y heterogeneidad, el que nos permite ver que lo que comparten las identidades diaspóricas es justamente una profunda discontinuidad y ruptura (“Diaspora” 226-227). Visto de otra manera, el vocabulario que usamos para hablar sobre la identidad se resignifica de tal forma que también se apega a la segunda noción de este concepto. Más que (o además de) implicar que la identidad está rota o perdida, la búsqueda y la construcción de la identidad denotan la acción y el proceso, siempre cambiantes y nunca finalizados, que son necesarios para la producción de una identidad. Así pues, estas dos maneras de pensar la identidad son útiles y productivas según lo que se quiera estudiar o expresar. La primera noción nos permite el tipo de generalizaciones, cuestionables pero en muchos sentidos necesarias, que encarnan expresiones como “la literatura poscolonial”, “el Caribe anglófono” o “la población indotrinitaria”; mientras que la segunda es especialmente útil para hablar de las particularidades de Trinidad y Tobago con respecto al resto del Caribe, de un escritor como Naipaul y, finalmente, de los personajes en la novela The Mystic Masseur. Se dijo más arriba, retomando a Jonathan Culler, que la identidad podía pensarse como una respuesta a la pregunta “What am ‘I’?”. Los párrafos anteriores nos permiten agregar más preguntas relacionadas con la idea de identidad, entre ellas: ¿qué lugar ocupo en el mundo, comunidad, sociedad?; ¿a través de qué actos discursivos me ubico dentro de una colectividad?; ¿quién me concibe y a quién concibo como a un Otro? Así pues, en las 17 siguientes páginas se entenderá la identidad como la respuesta que un individuo o una comunidad presenta, ya sea de manera explícita o implícita, ante estas preguntas. En la medida en que dicha respuesta se manifiesta al hablar, escribir, actuar y pensar(se), y estos actos se hacen patentes en un texto literario, es posible analizar y discutir sobre la identidad de los personajes en The Mystic Masseur. 1.2 MIMICRY O MIMETISMO De acuerdo con Fawzia Mustafa, para Naipaul la cultura caribeña depende de la occidental hasta el punto en que vivir en el Caribe significa vivir “in a borrowed culture” (4). Este tipo de posturas y preocupaciones son una constante en la obra del autor trinitario y en algunos casos quedan patentes desde el título de la obra, como en The Mimic Men (1967). En el caso de The Mystic Masseur, pensar en esta cultura prestada a la que Naipaul hace referencia nos conduce inevitablemente al concepto de mimicry. Al hablar de mimetismo, que es la traducción del término mimicry a la que me apegaré en esta tesina,4 Bill Ashcroft, retomando a Bhabha, nos dice que cuando el sujeto colonial imita al colonizador, adoptando sus hábitos, prejuicios, instituciones y valores, el resultado no es nunca una simple reproducción de esas características (Post-Colonial Studies 124-5). Esto es lo que lleva a Bhabha a proponer en su libro The Location of Culture que a partir del mimetismo se construye un Otro que es “almost the same, but not quite” (86). Existen dos razones principales por las que el producto de la imitación no es del todo igual a lo que se imita; la primera de ellas es el hecho de que “mimicry4 Debe reconocerse que la palabra mimetismo, que es la más recurrida al traducir el concepto de mimicry, presenta el problema de no poseer el significado dual que mimicry sí tiene. Mientras que los diccionarios suelen definir mimetismo simplemente como una imitación (especialmente la manera en que algunos animales y plantas pueden asemejarse a su entorno), mimicry implica tanto la imitación en este sentido neutral como la imitación en cuanto que simulación, burla o parodia. Esta doble acepción es esencial para comprender el concepto de mimicry que desarrolla Bhabha y, cuando hablo de mimetismo en esta tesina, también le adscribo a esta palabra el significado dual de mimicry. 18 is never very far from mockery, since it can appear to parody whatever it mimics” (Ashcroft, Post-Colonial Studies 125). La segunda razón es porque, de acuerdo con Bhabha, el mimetismo sólo puede ser efectivo cuando enfatiza su propia diferencia con respecto a lo que se imita, y esto lo logra en la mayoría de las ocasiones a través del exceso y la exageración (86). Se puede apreciar, entonces, que el concepto de mimetismo desarrollado por Bhabha pone en primer plano el significado dual (imitación y burla) presente en la definición de la palabra mimicry. El mimetismo, en ese sentido, es siempre una imitación (intencionada o no) en la que consciente o inconscientemente se manifiesta una burla, comúnmente a partir de la exageración de los rasgos que se imitan, que resulta amenazadora para las instituciones y los valores coloniales. Es por esto último que el mimetismo es un concepto tan necesario y útil para Bhabha, pues en la inevitable carga de burla reside la posibilidad de subversión. En términos de identidad, sin embargo, el mimetismo puede tener otro tipo de consecuencias, y es por ello que Bhabha considera que a través del mimetismo la presencia del sujeto se puede volver parcial e incompleta (86). En The Mystic Masseur, por ejemplo, observamos que en los personajes existe una especie de conciencia de que no pueden llegar a encarnar por completo los paradigmas que están imitando, y además, como explicaré más adelante, la carga de burla del mimetismo parece obrar en su contra. En ese sentido, los personajes nunca llegan a “ser” algo y a lo más que aspiran es a “ser como” (de ahí la gran influencia que tienen las apariencias y las expectativas en su comportamiento). Para “ser como”, naturalmente, se necesita de un referente, y a esto se debe que gran parte del tiempo los personajes de la novela intenten definirse a sí mismos a través de modelos que son externos, no sólo con respecto a la comunidad inmediata, sino a toda la isla de Trinidad. Esta situación queda mucho mejor ilustrada si recurrimos, además, a los conceptos de desplazamiento (displacement) y dislocación, los cuales se utilizan para describir circunstancias que, según Bill Ashcroft, son inherentes a toda cultura que es o en algún momento fue colonizada o colonizadora. El desplazamiento se refiere al proceso y las consecuencias que 19 tienen lugar cuando un individuo o un elemento son trasladados de su lugar de origen debido a la migración, la esclavitud o una empresa colonial (Ashcroft, Post-Colonial Studies 66 y Empire 9). Una consecuencia inevitable de este desplazamiento es la sensación de dislocación que se presenta cuando hace falta una “effective identifying relationship between self and place” (Ashcroft, Empire 8). Dos ejemplos son especialmente reveladores en The Mystic Masseur. El primero lo encontramos cuando Ganesh va por primera vez a la escuela en Puerto España acompañado de su padre, quien “had Ganesh dressed in a khaki suit and a khaki toupee and many people said the boy looked like a little sahib” (Naipaul, Mystic Masseur 12, mis cursivas). El segundo tiene lugar cuando, con el fin de ser más convincente como místico, Ganesh comienza a usar la ropa que su padre portaba en el ejercicio de su oficio. Al verlo por primera vez en su nuevo atuendo, Beharry exclama: “Man, you look like a pukka brahmin” (Naipaul, Mystic Masseur 115, mis cursivas). El que a Ganesh se le vea como (recordemos el “almost the same, but not quite” del mimetismo) un brahmin y un sahib, refuerza la importancia que la imitación de apariencias tiene para construir y proyectar una identidad, pero también (y esto es más importante) nos muestra cómo los referentes que se usan para definir a Ganesh no pertenecen al contexto inmediato en el que se desenvuelven los personajes. Sahib, nos dice el American Heritage Dictionary, es un término para dirigirse respetuosamente a un hombre europeo en la India colonial. Brahmin, por otra parte, es un miembro de la casta más alta (la sacerdotal) en la sociedad tradicional india. Sin ser un hombre europeo ni pertenecer a la casta sacerdotal india, Ganesh es juzgado y definido a través de estos modelos que, en la medida en que son externos, son también inalcanzables. Vemos pues que, en aras de resolver los conflictos surgidos a raíz del desplazamiento y la dislocación, los personajes trinitarios de la novela, Ganesh especialmente, recurren a un mimetismo basado tanto en modelos indios como en occidentales (especialmente británicos y estadounidenses) que deviene en la denigración cultural5 de lo trinitario o de lo hindú-trinitario frente a lo que para los personajes sería 5 “[T]he conscious and unconscious oppression of the indigenous personality and culture by a supposedly 20 verdadera y/o esencialmente hindú y occidental. Esto nos ayuda a entender mejor la insistencia de muchos personajes al criticar las limitaciones que un hindú tiene para ser exitoso en Trinidad y que, según ellos, no tendría en la India. Por ello, Ganesh dice: “Now, if I was in India, I woulda have people coming from all over the place, some bringing me food, some bringing me clothes. But in Trinidad – bah!” (Naipaul, Mystic Masseur 78). El peso que tiene la mencionada denigración cultural a través del mimetismo en The Mystic Masseur sólo puede ser ponderado cuando uno se vuelve consciente de que esta estrategia parece ser la única vía de salida ante la sensación de dislocación que ofrece una sociedad como la que aparece en la novela. Por ende, “[s]uccess for Ganesh Ramsumair can occur only when he agrees to imitate others” (Finch 36). En el subcapítulo anterior se buscó enfatizar que el estudio de la identidad como un proceso paulatino e inacabado resulta más fructífero y hace mayor justicia a muchos textos literarios. Sin embargo, el que dentro de la novela este proceso tenga lugar a partir de una estrategia como el mimetismo, como se señaló en los párrafos anteriores, resalta la ambivalencia y lo conflictivo de la construcción de identidad en un contexto poscolonial. Los conflictos descritos previamente también se manifiestan en el uso de la lengua, y para analizar The Mystic Masseur desde esta perspectiva, se explicarán a continuación los conceptos de creole continuum y lengua/variante legítima. 1.3 CREOLE CONTINUUM Y LENGUA/VARIANTE LEGÍTIMA En su influyente ensayo History of the Voice, Edward K. Brathwaite presenta el Caribe como un crisol lingüístico donde confluyen, en distintas proporciones, idiomas europeos, asiáticos, africanos y, en mucho menor medida, con una presencia casi vestigial, los idiomas indígenas superior racial or cultural model” (Ashcroft, Empire 9). 21 de las islas (5-6). Consecuentemente, es muy difícil hablar de las variantes lingüísticas del Caribe sin caer en desaciertos o confusiones. Una de las variedades con más presencia en esta zona es el inglés estándar,6 que, aunque funciona como lengua oficial de lasinstituciones y depositarios del poder, en realidad es empleada cotidianamente por una minoría. En contraste, las muchas adjetivaciones (la mayoría de ellas con alusiones geográficas) de los términos Creole son un ejemplo de la gran cantidad de variedades lingüísticas, además del inglés estándar, que se hablan a lo largo de todo el Caribe, y es común que se aglomere a todas estas variedades del Creole bajo el nombre de dialect. Esta palabra, no obstante, ha sido muy problemática, y Brathwaite explica esta situación a partir de las connotaciones históricas del término, a causa de las cuales él prefiere desarrollar el nuevo concepto de nation language en vez de retomar y abundar en el de dialect: “I use the term [nation language] in contrast to dialect. The word ‘dialect’ ... carries very pejorative overtones. Dialect is thought of as ‘bad English’. Dialect is ‘inferior English’. Dialect is the language used when you want to make fun of someone” (13). Así pues, a pesar de ser la lengua materna de la mayoría de los habitantes del Caribe anglófono, el dialect no ha perdido muchas de las connotaciones negativas que surgen en parte por su contraste con el inglés estándar y el sector poblacional con el que esta variedad se suele identificar. Esta situación ha llegado a tal extremo que la mayoría de los trinitarios de clase media y alta afirman que no hablan Creole, sino inglés estándar, y relacionan el primer término únicamente con la variedad lingüística usada principalmente por “country folks and market vendors” (Akai 169). Parte de la función de conceptos como nation language y creole continuum (el cual es una subversión de la idea más clásica de English continuum) es eliminar las connotaciones negativas, tan enraizadas en la población, que tienen términos como dialect o Creole. Sin embargo, a pesar de lo problemática que resulta la palabra dialect, me apegaré a ella en esta tesina por dos razones. La primera, que es casi obvia, es porque éste es el término que usa Naipaul y el que usan los personajes en la novela. La segunda, mucho más 6 Sobre la historia y la pertinencia de este término se hablará en el capítulo 3. 22 importante, es porque, sin recurrir a otro término, Naipaul subvierte en esta novela algunas de las connotaciones negativas de esta variedad lingüística a través del uso que sus personajes hacen del “dialect”,7 asunto que abordaré en el siguiente capítulo. De esta suerte, aunque los trinitarios se expresen de una manera muy particular con respecto a los habitantes de otras islas del Caribe anglófono, Naipaul usa el término tan poco específico de dialect para referirse a la variedad que, sin ser inglés estándar, era la de su cotidianidad: “the most popular column in Trinidad is a dialect column in the Evening News” (Middle Passage 69, mis cursivas). Aunque con justa razón puede pensarse en este dialect trinitario como una variedad lingüística distinguible de otras en el Caribe anglófono, las fronteras entre dichas variedades son más bien difusas. Por una parte, entre ellos hay diferencias marcadas y evidentes que nos permiten distinguirlos entre sí, pero, por otra, comparten todos la característica de poder ser comprendidos casi en su totalidad, aunque a veces con algo de esfuerzo, por los hablantes de otro dialecto del Caribe, y por prácticamente cualquier hablante de inglés en el mundo. Con el fin de explicar de mejor manera esta situación, la teoría poscolonial ha propuesto el término creole continuum para referirse a la gama de variedades lingüísticas de las que puede hacer uso una misma comunidad de hablantes y que se encuentran comprendidos dentro de un continuo que tiene, en un extremo, las formas dialectales basilectales y, en el otro, los acrolectos (Decamp cit. en Donnell 10).8 El concepto de creole continuum es útil en cuanto que intenta no excluir ninguna de las distintas variedades lingüísticas que se usan en el Caribe, para así proponer, en palabras de Bill Ashcroft, que “the Creole complex of the region is not simply an aggregation of discrete 7 Recuérdese la distinción que hice en la introducción entre dialect (el nombre generalizado que se da a distintos dialectos del Caribe anglófono en contraste con el inglés estándar) y “dialect” (el dialecto indotrinitario y su representación en The Mystic Masseur). 8 Acrolecto y basilecto son dos términos usados por sociolingüistas en el estudio sobre el desarrollo de lenguajes creole. Acrolecto se refiere a la variedad estándar de una lengua, que es más formal y tiene mayor prestigio. El basilecto es el registro que se encuentra más alejado del acrolecto, y que convencionalmente se identifica con los grupos sociales menos educados y de zonas rurales (Crystal 8, 76 y Akai 169). 23 dialect forms but an overlapping of ways of speaking between which individual speakers may move with considerable ease” (Empire 44, mis cursivas). No obstante, aunque la idea del creole continuum explica en términos sencillos la situación lingüística del Caribe, esto no quiere decir que la vida dentro de este continuo sea, en efecto, sencilla. La “considerable facilidad” (Ashcroft, Empire 44) con la que un individuo presuntamente es capaz de desplazarse entre estas variedades puede no existir, ya que los grados de competencia en una variante del habla determinada son muy distintos entre los individuos. Es por ello que en esta tesina se complementará el concepto de creole continuum con la idea de lengua/variante legítima que presenta Pierre Bourdieu, y que enfatiza los matices sociales, económicos y de poder en el uso de la lengua, algunos de los cuales serán discutidos a continuación. Los conflictos sobre la lengua siempre tienen muchas más implicaciones porque detrás de ellos hay pugnas de poder, clase o raza, por mencionar sólo algunas. Es justo esta situación la que nos permite establecer una relación entre el uso de la lengua y la identidad. No debe extrañarnos en ese sentido que Brathwaite identifique lo que él llama Nation Language con la población caribeña de ascendencia africana (5), o que se haya visto como una aberración el que la población blanca de las islas comenzara a utilizar “the black tongue” en su discurso diario (Lamming 20), o que para los calypsonians de Trinidad fuera inadmisible que los pobladores de ascendencia india nombraran a sus hijos con un “Creole name” (Mighty Killer cit. en Lamming 28). Estos ejemplos nos permiten ver que, a lo largo de la historia, el uso de una determinada variedad lingüística en el Caribe ha estado cargado de distintos tipos de connotaciones, por lo cual se puede decir que el uso de la lengua siempre se ha visto influido y hasta determinado por factores sociales, económicos, políticos e históricos. Trinidad y Tobago es un ejemplo de este fenómeno, ya que, como ocurrió y ocurre en todos los países del Caribe anglófono, “mastery of the English Language and European culture were means towards advancement in a society where there were few opportunities” (King, West Indian Literature 1). V. S. Naipaul y su consagración como uno de los escritores más importantes del siglo XX es el 24 ejemplo más emblemático de esta situación, ya que la beca que recibió para estudiar en Inglaterra fue fundamental en el desarrollo de su carrera literaria, y la obtención de dicha beca seguramente estuvo fuertemente condicionada por esa “mastery of the English Language” que Bruce King señala (1). Pero los conflictos lingüísticos en el Caribe no se limitan al ámbito social y cotidiano, sino que también han permeado la creación artística y literaria. Durante varios siglos, con el fin de apegarse a los modelos y cánones europeos, se buscó evitar el influjo de las múltiples variantes lingüísticas con que se identificaba a las clasessociales y grupos étnicos menos privilegiados. La consecuencia natural fue que durante esta etapa el inglés estándar fue por mucho la lengua preferida para producir literatura. El uso de los distintos creoles y dialects se reservaba, en el mejor de los casos, para los diálogos y/o para resaltar la falta de educación formal de determinados personajes (Werner-Lewis 26-7). Sin embargo, con el paso de los años, y especialmente durante el siglo XX, esta situación fue cambiando, y autores como Brathwaite decidieron distanciarse del inglés estándar (distanciarse del pentámetro, diría él), con miras a encontrar una lengua y una voz acordes con la situación y la vida en el Caribe. Este proceso, en el que Brathwaite juega un papel clave, bien puede pensarse como la búsqueda y construcción de identidad de la literatura caribeña. Hoy en día, no se puede pensar en ella sin tomar en cuenta el papel de las distintas variedades lingüísticas que se hablan en la región. Con esto no quiero decir que el inglés estándar haya sido relegado; en muchos sentidos, esta variante sigue siendo “the automatic mode of written and formal discourse” (Werner-Lewis 35). Lo que ocurre en la actualidad, más bien, es que ni el creole ni el inglés estándar son suficientes por sí mismos para representar la complejidad del Caribe en una obra literaria (Werner-Lewis 35). Consecuentemente, es muy común notar en un mismo texto tanto la presencia del inglés estándar como la de distintas variantes de creole. La integración de todas estas voces en los textos literarios pone en primer plano el papel que las lenguas, 25 importadas casi todas de otros continentes, jugaron en el desarrollo de la cultura caribeña, sin olvidar que, del mismo modo, la vida en el Caribe modificó para siempre estas lenguas. Dado que la creación artística siempre se encuentra circunscrita a un tiempo y una sociedad, no es de extrañar que los conflictos lingüísticos en el plano social sean muy similares a aquellos que tienen lugar en el ámbito literario. A fin de cuentas, en ambas esferas es inevitable que al hablar de lengua hablemos también del poder, y éste comúnmente se encuentra distribuido de manera desigual. Es por ello que la lengua tiene la misma importancia tanto para la construcción de una identidad entre los habitantes del Caribe como para la de los personajes de una buena parte de la obra ficcional de Naipaul. Los problemas cotidianos a los que se enfrenta un trinitario (la valoración de un inglés estándar como la única variedad digna para las escuelas y los actos oficiales, la gran competitividad por las becas en universidades inglesas, la identificación de una variante lingüística con una clase social) son también los problemas a los que se enfrentan Ganesh y el resto de los personajes en The Mystic Masseur. Esta íntima relación entre la lengua y el contexto educativo, cultural y social en que un individuo se desenvuelve puede ser estudiada de mejor manera a partir del concepto de lengua/variante legítima. En “The Production and Reproduction of Legitimate Language”, Pierre Bourdieu afirma que las diferencias en el uso de la lengua reflejan y determinan diferencias sociales. Esto lo lleva a postular la idea de que existe un capital lingüístico que consiste en el prestigio y distinción social que algunos privilegiados (como Ganesh, Indarsingh o el sobrino de Swami en The Mystic Masseur) adquieren gracias a que poseen una competencia superior en la lengua/variante legítima. Como ya señalé en la introducción, Bourdieu limita su estudio a idiomas o dialectos que son impuestos como lengua oficial por el estado o una autoridad. Pero dado que se establecen relaciones de poder no únicamente a través del estado y el sistema educativo, sino también entre individuos y en situaciones cotidianas, el concepto puede extenderse para abarcar todas las variantes lingüísticas en las que los individuos se pueden expresar. Así pues, se pueden establecer oposiciones entre lenguas/variantes legítimas y 26 lenguas/variantes no legítimas independientemente de que éstas se conciban como idiomas, dialectos, registros o variantes asociadas a un estatus socioeconómico, como la que habría entre el español de una clase social que tiene acceso a la educación universitaria (y que consecuentemente habrá invertido más años de su vida en el aprendizaje y uso de la lengua/variante legítima, que es la que se enseña en la escuela) en comparación con el español de una población que no tuvo acceso a una educación formal. Otro aspecto que debe tomarse en consideración es que la lengua/variante legítima siempre es relacional, y su valor, aunque el discurso de los sectores dominantes siempre afirme lo contrario, no es intrínseco, sino que surge a partir de la oposición a otras lenguas/variantes no legítimas. Asimismo, y esto es de una importancia vital en The Mystic Masseur, hay distintas lenguas/variantes legítimas según el contexto, y una misma persona puede ser competente en varias de ellas. ¿Pero qué es lo que hace que una variante lingüística pueda considerarse legítima o no? Justo por la referencialidad inherente al término, la respuesta a esta pregunta siempre dependerá del contexto específico de la situación que vayamos a analizar. El caso que más documenta Bourdieu es el de una variante que se identifica con grupos de mayor poder económico y político y, a través de distintas estrategias, se incentiva su uso en el ámbito escolar, laboral o el de los actos oficiales del gobierno. Persistir en el uso de las variedades que no son sancionadas como legítimas puede devenir en exclusión de las oportunidades para progresar económica o socialmente, en discriminación e incluso represión. Pero en muchas otras ocasiones, la determinación de la lengua/variante legítima no es tan explícita ni depende de las autoridades políticas. Hay lenguas/variantes legítimas entre individuos del mismo gremio laboral; entre quienes forman parte de lo que se suele denominar una subcultura o tribu urbana, o entre quienes habitan en comunidades bilingües y se expresan en una lengua y no otra según el lugar y el interlocutor. Una variante que sin duda alguna es legítima en determinado contexto, no necesariamente lo será en otro. Y no está de más señalar que, en la mayor parte de las ocasiones, buscamos adoptar, muchas veces de manera inconsciente, la lengua- 27 variante legítima de la situación en turno. En los siguientes capítulos se explorarán los contextos y las razones que hacen que las lenguas/variantes legítimas que aparecen en The Mystic Masseur se reconozcan como tales. La razón por la que el trabajo de Bourdieu es tan útil para mi análisis es porque, a pesar de la sencillez de su idea, la lengua/variante legítima explica de manera más precisa las fluctuaciones de poder en las distintas interacciones lingüísticas. Esto permite afirmar que no hay una jerarquía preestablecida de legitimidad entre las diferentes variedades abarcadas por el creole continuum, sino que ésta se construye y define a partir de cada contexto. Al no obviar las implicaciones que conlleva el uso de una, y no otra, de las distintas variantes lingüísticas del continuo, el concepto de lengua/variante legítima complementará esta investigación, pues “the Creole continuum is also a socio-cultural one: the basilectal pole is to ‘primitive’, working-class, oral culture what the acrolectal pole is to urbane, middle-class, anglicized culture” (Akai 179). Así pues, al conjugar el concepto de lengua/variante legítima y el de creole continuum, se enfatiza que la lengua se constituye en la práctica y se toman en consideración los factores que influyen en ésta. Se rechaza así la idea de que existe “an ideal speaker-listener, in a completely homogeneous speech community” (Chomsky cit. en Ashcroft, Empire 45). Ésta es la única manera de explicar cómo, por extraño que parezcay a pesar de lo que ya se dijo sobre la situación histórica del Caribe, el inglés estándar, que se sitúa, como ya se mencionó, en el extremo acrolectal del continuo, no sea siempre la lengua/variante legítima para los personajes de The Mystic Masseur. 28 CAPÍTULO 2. GANESH Y LA PARADOJA DEL “DIALECT” Cuando Ganesh busca darse a conocer en toda Trinidad como místico se publicita con volantes que anuncian la pregunta: “Who is this Ganesh?” (Naipaul, Masseur 9). La respuesta a esta interrogante parecería ser, no sólo en este punto, sino a lo largo de toda la novela, un asunto mucho más importante para el mismo Ganesh que para toda la gente cuya atención busca capturar. Del mismo modo, en la ya referida escena inicial, en la cual la madre del narrador busca convencer a su hijo para visitar a Ganesh, quien, según ella, es el único que puede curar el pie que el narrador se lastimó jugando futbol, “Who the hell is this Ganesh?” (Naipaul, Mystic Masseur 9) es la expresión que emite la voz narrativa al oír por primera vez el nombre del protagonista. Vemos pues que la cuestión de quién es Ganesh es central tanto para el protagonista como para el narrador, y es también la pregunta que la novela entera, en cuanto que se presenta como una suerte de biografía, intenta resolver. De este modo, la construcción de la identidad de Ganesh es uno de los asuntos medulares en The Mystic Masseur y, al mismo tiempo, el principal conflicto que encara el protagonista. Es a todas luces claro que gran parte de la desazón de Ganesh es provocada por el hecho de que el individuo que es (o que cree ser) no parece encajar del todo en la sociedad y el lugar que habita. Como ya se ha señalado, las tribulaciones de Ganesh están en una buena parte determinadas por las condiciones de su nacimiento, herencia cultural, y la tensión que hay entre éstas y los distintos ambientes en que el protagonista interactúa. El narrador elabora y hace énfasis en esta problemática desde los primeros capítulos, en los cuales Ganesh es apenas un niño, y la persigue hasta sus últimas consecuencias durante el resto de la novela, e incluso en el epílogo, donde Ganesh, que es ya una figura política consumada, cierra la novela corrigiendo al narrador cuando éste pronuncia “mal” su nombre. Lo importante de estas últimas líneas es que en ellas Ganesh afirma que ahora se llama (es decir, ahora es) “G. Ramsay Muir” (Naipaul, Mystic Masseur 208). Al significado e implicaciones del nombre regresaremos más 29 adelante. Mientras tanto, quiero subrayar que la estrategia de la que se vale el narrador al enfatizar el nombre de este personaje en espacios tan privilegiados (en términos narrativos) como el final del primer capítulo (“this imperfect account of the man Ganesh Ramsumair” [Naipaul, Mystic Masseur 11]) y el final del epílogo nos permite ver que la cuestión de definir a Ganesh es un asunto que acecha al protagonista durante toda su vida y que, consecuentemente, se vuelve una cuestión que permea la narración de principio a fin. Así pues, tras haber leído apenas una veintena de páginas de The Mystic Masseur, el lector, gracias a la información que el narrador deliberadamente proporciona, puede saber ya varias cosas que son determinantes para la construcción de la identidad del protagonista. Primero que nada, Ganesh es un niño trinitario, que se distingue, no obstante, de una buena parte de los trinitarios por su ascendencia hindú. Este hecho suscita reacciones ambivalentes en los personajes de la novela, pues aunque en algunos momentos la herencia india es motivo de orgullo, las quejas sobre lo difícil que es ser un hindú exitoso en Trinidad, o sobre la manera en que los hindúes se infatúan si llegan a alcanzar cierto éxito son una constante a lo largo de toda la obra. Sabemos también que Ganesh vive en un pueblo pequeñísimo, hecho que lo vuelve víctima de las burlas y desprecio de la gente de la ciudad y que en más de una ocasión, tanto en su adolescencia como en su adultez, lo pone en situaciones penosas cuando se encuentra en Puerto España. Sin embargo, a pesar de las muchas desventajas que estas circunstancias pueden llegar a representar, Ganesh se encuentra en una posición privilegiada con respecto al resto de los habitantes de Fourways, su pueblo natal, debido a que su padre es de las pocas personas que pueden darse el lujo de enviar a su hijo a estudiar a la capital. Cada una de las particularidades arriba mencionadas, minucias en apariencia, influye en distintas medidas en las expectativas que tanto los personajes como los lectores forman alrededor de la figura de Ganesh. Esto inevitablemente problematiza la construcción que el mismo personaje hace de su identidad, pero al mismo tiempo le otorga la guía y la clave para configurar una concepción de sí mismo con la que se sienta satisfecho. 30 Hago énfasis en el entorno pues es aquí donde se configuran las expectativas a las que el protagonista responde, y éstas comienzan desde el momento en que su padre, un hindú apegado a sus tradiciones, le da un nombre. Ganesh es el dios hindú de la sabiduría, patrón del conocimiento y de las letras (Britannica Concise Encyclopedia). Nada más predecible, pues, que el hecho de que el protagonista vaya a tener una relación especial con los elementos que el dios hindú representa; y nada más irónico, al mismo tiempo, que el que esta relación sea tan superficial y cómica, como veremos en el siguiente capítulo al hablar de la escritura y los libros. Tal y como nos dice Luz Aurora Pimentel, el nombre es “el principio de identidad que permite reconocerlo [al personaje] a través de todas sus transformaciones” (63). Este principio de identidad que ella menciona nos lleva a esperar que exista una conexión natural e indisoluble entre el nombre y la personalidad del individuo. Además, al ser Ganesh el nombre de un dios, se anticipa en cierto modo la veneración y respeto que llegará a alcanzar el protagonista en sus mejores épocas como místico. Es en ese sentido que resulta irónico y cómico lo que el narrador concluye al ver por primera vez a Ganesh: “I didn’t think he looked particularly holy. He wasn’t wearing the dhoti and koortah and turban I had expected” (Naipaul, Mystic Masseur 6). A pesar de que es casi un hecho que el narrador no tiene en ese momento presentes las implicaciones del nombre del protagonista (pues era un niño aún), éstas sí son accesibles para el lector, y por ello no nos sorprendemos cuando vemos a continuación que Ganesh (en ésta que es, subrayo, su primera aparición en la novela) “was holding a big book” (Naipaul, Mystic Masseur 6). Éste es el primer indicio en la novela de cómo es que la lengua y los libros serán dos de los elementos centrales para definir la identidad del protagonista. Dado que él siempre fue un estudiante mediocre, una de sus primeras fuentes de ansiedad estriba en la manera en que su comunidad (que no conoce este hecho) idealiza la educación que recibió en Puerto España. Ganesh resuelve este conflicto cuando decide comenzar a actuar como se espera que actúe y se dispone a asumir el papel de un hombre “educated and reading books night and day” (Naipaul, Mystic Masseur 42). Así pues, Ganesh busca distinguirse (en el sentido de 31 diferenciarse, pero, también, de destacarse) entre sus congéneres, y una buena parte de esta tarea la realiza a partir del uso de la lengua. Él es definitivamente el personaje ideal para mostrar esta plasticidad en el habla. A través de la novela, somos testigos de cómo, dependiendo de sus interlocutores, Ganesh tiene que cambiar su manera de hablar para adaptarse al contexto y adoptar la variedad lingüística que sea más legítima según la situación. Por ello, mientras que en situaciones que tienen que ver con su profesión de “místico”, hablar hindi resulta más útil por dotar a su persona de unamayor autoridad e insondabilidad (“It make them feel good, you know, hearing me talk a language they can’t understand” [Naipaul, Mystic Masseur 126]), en otras ocasiones no hay nada que le dé más jerarquía que el uso de un “impeccable English” (Naipaul, Mystic Masseur 183). A pesar de esta versatilidad en el habla que Ganesh gusta de exhibir, pronto se da cuenta de que no siempre es lo más conveniente y/o cómodo utilizar una variante lingüística distinta a la del resto de la gente. En efecto, en The Mystic Masseur la mayoría de las situaciones de la vida diaria requieren que se haga uso de una variante dentro del continuum que se encuentre alejada del extremo del inglés estándar; dicha variante es llamada “dialect” por los personajes de la novela y, en aras de ceñirme al texto, es éste el nombre que se usará en las siguientes páginas para analizarla en cuanto lengua/variante legítima. Como señalé en la introducción, siempre escribiré este término entre comillas para enfatizar su pertenencia a la diégesis de The Mystic Masseur. Dado que “English is still the official language of the Commonwealth Caribbean countries, but Creole is the mother-tongue of most, if not all West Indians” (Akai 168), es posible identificar lo que los personajes en la novela denominan “dialect” con lo que muchos textos críticos, como el arriba citado, llaman Creole. Sin embargo, como ya se mencionó, el Creole, más que ser una sola lengua, es un abanico de variedades distribuidas a lo largo de un continuo sin fronteras claras. Por ende, es sumamente complicado encontrar un estudio que describa formalmente el dialecto Creole de Trinidad usado por los individuos de ascendencia 32 india, que es prácticamente el único grupo poblacional que se retrata en The Mystic Masseur. Sin embargo, aunque sea muy difícil caracterizar el “dialect”, para el lector de la novela es sumamente sencillo reconocerlo y entenderlo, incluso aunque, al pasar por el tamiz de la transcripción que hace la voz narrativa, muchos de los matices del “dialect”, que pertenecen principalmente a la oralidad, son atenuados, tal y como puede observarse en los siguientes párrafos, que muestran fragmentos de una conversación entre Ganesh y Ramlogan: A week after that Ramlogan told Ganesh, ‘Something happen to Leela foot, sahib. I wonder if you would mind having a look at it.’ ‘I ain’t a doctor, man. I ain’t know anything about people foot.’ Ramlogan laughed and almost slapped Ganesh on the back. ‘Man, how you could say a thing like that, sahib? Ain’t you was learning learning all all the time at the town college? And too besides, don’t think I forgetting that your father was the best massager we had.’ For years old Mr Ramsumair had this reputation until, his luck running out, he massaged a young girl and killed her. The Princes Town doctor diagnosed appendicitis and Mr Ramsumair had to spend a lot of money to keep out of trouble. He never massaged afterwards. (Naipaul, Mystic Masseur 26) Es evidente que la razón por la que es tan fácil identificar el “dialect” en la cita anterior es por su contraste con el inglés estándar del narrador (en cuya figura se profundizará en el siguiente capítulo). A partir de este contraste, se pueden reconocer varias características de esta variante lingüística. Antes que nada, quizá el rasgo más importante de todos los dialectos Creole, incluido el “dialect” de The Mystic Masseur, es que son lenguas eminentemente orales: “If Creole (i.e., a variety along the continuum) can be considered the mother-tongue of West Indians, ... [Standard] English is the only language West Indians of every colour, class or persuasion read and write” (Akai 170). Lo anterior se refleja en la novela de Naipaul en la medida en que el inglés estándar (o “good English”) es la única lengua en que se escriben, o se 33 intentan escribir, los muchos documentos, notas, periódicos y libros que se mencionan a lo largo de la novela.9 A causa de esto, todas las manifestaciones del “dialect” en The Mystic Masseur llegan a nosotros a través de los diálogos, como es claramente apreciable en el pasaje citado previamente. Otro rasgo del dialecto indotrinitario que puede identificarse a partir de su contraste con el inglés estándar es la introducción de elementos culturales de la India y el hinduismo, especialmente a través del uso de vocablos provenientes del Bhojpuri, “the Hindi dialect composite spoken in Guyana and Trinidad” (Werner-Lewis 33). Esta práctica es muy común entre la mayoría de autores del Caribe con ascendencia india, y los términos usados pueden o no contar con una traducción o glosa en el texto. En el caso de The Mystic Masseur, la mayoría de los términos del hindi que son usados por los personajes o por el narrador (quien, como ya se indicó, también se crio en la comunidad indotrinitaria que presenta en la novela) no están glosados. La práctica de introducir términos provenientes de otro idioma/cultura sin una traducción “not only registers a sense of cultural distinctiveness but forces the reader into an active engagement with the horizons of the culture in which these terms have meaning” (Ashcroft, Empire 64). En ese sentido, el uso de términos como sahib, maharajin, gaddaha o koortah en The Mystic Masseur no sólo contextualiza el mundo narrado para el lector, sino que sirve a los personajes para manifestar, a través de la lengua, su pertenencia a una cultura y una comunidad.10 A pesar de no ser la lengua oficial, en el sentido de que no es la que se enseña en las escuelas, tanto Ganesh como el resto de los personajes están conscientes de que el “dialect” 9 No debe dejar de repararse en el hecho de que, al plasmar los diálogos de los personajes en una página, Naipaul, a través del narrador de The Mystic Masseur, está de hecho escribiendo el “dialect”. Esto pondría en tela de juicio lo que afirma Akai cuando dice que el inglés estándar, y no el Creole, es la única lengua que todos los habitantes del Caribe anglófono leen y escriben (170). 10Maharajin es el nombre que recibe la esposa de un brahmin, aunque en Trinidad esta palabra se utiliza indiscriminadamente para dirigirse respetuosamente hacia la esposa de cualquier hombre hindú (Sankeralli 80); gaddaha significa asno (Naipaul, Mystic Masseur 13); y koortah es una especie de camisa holgada, sin cuello, originaria de la India (Merriam-Webster’s Collegiate Dictionary). 34 es la única variante válida para comunicarse en la vida diaria al interior de la comunidad, y en ese sentido se reconoce como la lengua/variante legítima en la que se presentan todos los intercambios lingüísticos cotidianos entre individuos de las comunidades indotrinitarias que aparecen en The Mystic Masseur. Es sólo a partir del carácter del “dialect” como lengua/variante legítima que se puede explicar la siguiente situación: “Like many Trinidadians Ganesh could write correct English but it embarrassed him to talk anything but dialect except on very formal occasions” (Naipaul, Mystic Masseur 66). Cuando se intenta hablar este “correct English” en ocasiones informales donde el “dialect” es la lengua/variante legítima, no existe de hecho una verdadera comunicación entre los personajes. Es por ello que cuando Ganesh y Ramlogan deciden que es momento de hablar “good English” de manera cotidiana, únicamente son capaces de expresar frases que, si bien son gramaticalmente impecables, no tienen la menor relación con los asuntos de los que suelen conversar: ‘It is hot today.’ ‘I see what you mean. It is very hot today.’ ‘... The sky is very blue and I cannot see any clouds in it.’ (Naipaul, Mystic Masseur 67) Para explicar el diálogo anterior, la inferencia más sencilla sería decir que los personajes no tienen una competencia lingüística suficiente en el “good English” como para comunicar todolo que pueden decir al hablar “dialect”. Incluso si esto fuera cierto, lo que este pasaje parece indicar es que el “good English” no es la lengua más adecuada para expresarse en el contexto al que los personajes de la novela están expuestos y donde se desarrollan. Quizá el ejemplo más evidente de esto sean los ya mencionados vocablos del hindi que forman parte del “dialect” y que son pieza esencial del discurso habitual de los personajes. El que el narrador decida no traducir estos términos bien puede implicar la idea de que estos vocablos, en la diégesis de The Mystic Masseur, no son sustituibles por otros términos del inglés estándar. El diálogo anterior, así como otras escenas en las que los personajes intentan infructuosamente 35 comunicarse haciendo uso del “good English”, muestran cómo es que esta variante limita considerablemente sus posibilidades para expresarse, manipular e incluso jugar con la lengua. Se puede proponer entonces que en la novela existe una relación indisoluble entre la lengua/variante legítima para la cotidianidad de los personajes, el “dialect”, y la vida diaria de éstos, de tal forma que otras variedades lingüísticas, como el “good English”, no son tan útiles ni apropiadas para lo que los personajes quieren y necesitan expresar. Esto, más que demeritar al “good English” por sí mismo (o a los personajes por el uso que hacen de esta variedad) refuerza la noción de que la lengua/variante legítima se constituye en función del contexto. El que Ganesh insista en (y sus interlocutores accedan a) hacer uso del “good English”, una variedad que, si bien en otros contextos es legítima, en éste imposibilita la comunicación, socava la superioridad inapelable que el “good English” aparentemente acarrea desde el nombre. Esto no es poca cosa: a través de pasajes como el anterior, los cuales abundan a lo largo de toda la novela, Naipaul es capaz de subvertir, al menos parcialmente, la connotación negativa que históricamente ha tenido el término “dialect” al dotar a sus personajes de una precisión y expresividad en el uso de esta variedad lingüística que no pueden alcanzar cuando intentan hablar “good English”. Hasta el momento he hablado del “dialect” como lengua/variante legítima sin recurrir al término de mimetismo. La implicación de ello parecería ser que no hay una imitación (al menos no una como la que encontramos en la cita anterior, cuando los personajes intentan hablar “good English”) cuando un personaje hace uso del “dialect”. Puede pensarse en el “dialect” como una parte sustancial de lo que define a los personajes en cuanto que individuos pertenecientes a una comunidad específica, no únicamente porque ésta es la variedad dentro del creole continuum en la que Ganesh y el resto de los personajes de la novela se sienten más cómodos y son más competentes, sino también porque es, si se permite la analogía con las computadoras, la variedad que usan por omisión. Es justo por esto último que recurrir a otra variante del continuo implica un esfuerzo adicional, lo cual es observable en las muchas 36 situaciones en que, al intentar hacer uso de una variante lingüística en la que es menos competente, Ganesh requiere estar mucho más consciente y concentrado, como en la siguiente escena, en la que el protagonista, al inicio de su carrera como místico, busca impresionar a sus clientes: “Speaking slowly, because he wanted to speak properly, Ganesh said, ‘I do not live here and I cannot talk to you here. I live down the road’” (Naipaul, Mystic Masseur 115). En otras ocasiones, Ganesh no es tan afortunado y, a causa del nerviosismo que le supone hablar “good English”, regresa, muy a su pesar, a hacer uso del “dialect”: “‘It have – there are hundreds of people who are willing to do me a favour’” (Naipaul, Mystic Masseur 176, mis cursivas). En la cita anterior, las dos frases en cursivas tienen el mismo significado pero corresponden a distintas variantes lingüísticas: “there are” representaría el “good English” que Ganesh intenta hablar, mientras que “it have”, que es un calco del francés il y a, que significa “hay”, es la expresión que se usa al hablar “dialect”. Por ser esta variedad la más cercana a la experiencia de Ganesh, es perfectamente entendible que, en contra de su voluntad, “it have” haya sido la expresión que enunciara con mayor facilidad, de manera prácticamente automática. Se observa entonces que existe una fuerte asociación entre el “dialect” y la identidad que los personajes construyen al desenvolverse en su comunidad. Es por ello que, para los personajes indotrinitarios de The Mystic Masseur, hablar “good English” en vez de “dialect”, más que simplemente cambiar de o moverse con facilidad hacia otra variedad del continuum, implica el esfuerzo de intentar, literalmente, superponer el “good English” al “dialect” con el fin de suprimir este último que, pese a todo, siempre sale a relucir de alguna manera. La situación anterior nos conduce inevitablemente a una paradoja: ¿Por qué habríamos de intentar suprimir el uso de la lengua que más nos representa? O, dicho de otra manera, ¿por qué si el “dialect” es tan cercano a la experiencia de los personajes, hay tantas situaciones en la novela en las que otras variedades lingüísticas del continuo son las lenguas/variantes legítimas? Esta situación es perfectamente entendible cuando recordamos las ya mencionadas connotaciones negativas que comúnmente se asocian al concepto de dialect y de las que habla 37 Brathwaite. Aunque en The Mystic Masseur Naipaul no menciona de manera explícita estas connotaciones, las representa cabalmente a través de diálogos como el citado en el párrafo anterior. De esta suerte, tanto para los habitantes del Caribe como para los personajes de la novela de Naipaul, el dialect, más que ser simplemente la lengua que hablan, es en muchos casos la lengua que no pueden evitar hablar: “If West Indians are uncomfortable speaking [standard] English with other West Indians from a similar social class, they are also uncomfortable with the fact that Creole interferes when they (try to) speak English with non- West Indians or with West Indians from a higher social class (Akai 173-4, mis cursivas). Esta interferencia entres dos variantes, que es justo la misma que afectó a Ganesh cuando dice “It have” en vez de “There are” en la escena citada en el párrafo anterior, no sería tan importante si en una situación dada las dos lenguas fueran equiparables. Sin embargo, por lo que he venido diciendo, sabemos ya que en cualquier contexto hay una lengua/variante legítima, cuyo uso confiere al hablante mayor prestigio que el uso de otras variantes. En el ejemplo del “dialect” “interfiriendo” cuando se busca hablar “good English”, la lengua/variante legítima es evidentemente esta última. La presencia de esta dicotomía en The Mystic Masseur es tan evidente que, en vez de hablar de “English”, como Joanne Akai, o Standard English, como es común que se haga en muchos textos críticos, los personajes de la novela hacen referencia a un “good English” que en el mismo nombre acarrea todas las connotaciones de prosperidad económica y prestigio social que se asocian al uso del inglés estándar en el Caribe. 38 CAPÍTULO 3. “GOOD ENGLISH” COMO LENGUA/VARIANTE LEGÍTIMA Se ha hablado hasta este momento del inglés estándar sin profundizar en la problemática de usar esta expresión. Aunque siempre ha sido un término controvertido, el cuestionamiento de la pertinencia de este concepto ha crecido en las últimas décadas. No es difícil imaginar los porqués: el mismo nombre de inglés estándar presupone una norma, y el desapegarse de ella presuntamente implica una desviación. Así pues, la noción prescriptiva que encarna el concepto de inglés estándar se opone a la idea, en buena medida aceptada, de que la lengua se constituye en la práctica.
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