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Who-is-this-ganesh-lengua-e-identidad-en-the-Mystic-Masseur-de-v s -Naipaul

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
 
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS 
COLEGIO DE LETRAS MODERNAS 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
"WHO IS THIS GANESH?": LENGUA E IDENTIDAD EN 
THE MYSTIC MASSEUR DE V.S. NAIPAUL 
 
TESINA 
 
QUE PARA OBTENER EL GRADO DE 
LICENCIADO EN LENGUA Y LITERATURAS MODERNAS 
(LETRAS INGLESAS) 
 
PRESENTA: 
ARIEL SÁNCHEZ ZÚÑIGA 
 
 
ASESORA: DRA. NAIR MARÍA ANAYA FERREIRA 
 
 
 
 
CIUDAD DE MÉXICO 
 
 
 
 2016 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
1 
 
AGRADECIMIENTOS ACADÉMICOS 
 
A mis profesoras/es: 
 
Quienes deseamos dedicarnos a la educación descubrimos ese interés casi siempre a través 
de nuestros maestros. En la FFyL conocí justo al tipo de maestros que necesitaba conocer para 
reafirmar mis deseos de dedicarme a dicha labor. De la mano de mis profesores, aprendí (y 
“reaprendí”) a leer, escribir, pensar críticamente, dudar, argumentar. Todas estas habilidades y 
herramientas fueron fundamentales para que pudiera escribir las siguientes sesenta páginas. 
En ese sentido, esta tesina es tanto un producto mío como de todos los profesores que 
participaron en mi formación. Por esa formación, por educarme, tengo una enorme deuda con 
mis profesores y con la UNAM, y les agradeceré por siempre. 
Quiero hacer una mención especial a las profesoras que amablemente leyeron y me 
ayudaron a corregir esta tesina: a Zazil Sobrevilla, por ayudarme a elegir los mejores términos 
para expresar mis ideas; a Claudia Lucotti, porque sus correcciones sobre los textos teóricos 
me ayudaron a ser más claro; a Julia Constantino, por revisar esta tesina y descubrir tantos 
aspectos que pasé por alto en mi manera de escribir, y por esos estimulantes dos semestres de 
literatura norteamericana; a Nair Anaya, por guiarme desde el inicio en la realización de esta 
tesina, cuyas bases se empezaron a formar en su Seminario de Literatura Poscolonial, donde 
me enfrenté a textos que ponían en primer plano algunos de los asuntos que más me 
preocupan en la vida; y a Noemí Novell, porque desde mi primer día de clases en la licenciatura 
(en el lejano 2008) ha sido para mí una gran maestra, amiga y ejemplo a seguir, dentro y fuera 
del aula. 
 
 
 
2 
 
AGRADECIMIENTOS PERSONALES 
 
A mis padres, por todo lo que han hecho por mí desde que nací. Cuando era niño, papá me 
regaló mis primeros libros y mamá me enseñó a ponerle acentos a las palabras. Hoy me doy 
cuenta de lo importante que fueron ambas cosas. Les agradezco especialmente por darme la 
libertad y el apoyo para tomar mis propias decisiones sobre mis estudios. Todos los días me 
esfuerzo por ser digno de la confianza que me han tenido. 
 
A la familia: abuelito Ariel y tía Adriana, por toda la ayuda y apoyo recibidos a lo largo de este 
proceso. A Erick, Carla, Teté y Marco, por estar siempre allí. 
 
A Einhorn, Hugo, Rodrigo y el Viejo Quezada, por los buenos años que hemos pasado y por 
todos los que vendrán. 
 
A la pandilla (Ale, Anita, Anna, Emilio y Janet), porque con ustedes también disfruté de la 
licenciatura fuera del aula. Fueron los mejores compañeros de procrastinación que pude haber 
deseado. 
 
A Noemí (again), Gerardo, Alberto, Paco, Max, Isabel y Ximena, por acompañarme y 
aconsejarme en una época de decisiones difíciles, y porque, dentro y fuera de la Coordinación, 
nunca dejaron de recordarme que me tenía que titular. 
 
Y a Alejandra, porque todo es mejor contigo cerca, incluso escribir una tesis. No es evidente, 
pero hay mucho de ti en estas páginas (y en todo lo que hago). 
 
 
3 
 
 
 
 
 
 
 
 
Para Carlos y Rosa, mis papás 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
4 
 
Índice 
 
INTRODUCCIÓN................................................................................................................................6 
CAPÍTULO 1. TÉRMINOS TEÓRICOS: IDENTIDAD, MIMETISMO, CREOLE CONTINUUM Y LENGUA/VARIANTE 
LEGÍTIMA.......................................................................................................................................12 
1.1 LA IDENTIDAD Y LA LITERATURA POSCOLONIAL...................................................12 
1.2 MIMICRY O MIMETISMO.....................................................................................17 
1.3 CREOLE CONTINUUM Y LENGUA/VARIANTE LEGÍTIMA..........................................20 
CAPÍTULO 2. GANESH Y LA PARADOJA DEL “DIALECT”......................................................................28 
CAPÍTULO 3. “GOOD ENGLISH” COMO LENGUA/VARIANTE LEGÍTIMA..................................................38 
CAPÍTULO 4. MIMETISMO Y EL ASCENSO DE GANESH......................................................................50 
CONCLUSIONES.............................................................................................................................60 
FUENTES CITADAS.........................................................................................................................65 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
5 
 
 
 
 
 
En el Caribe cuando alguien habla bien tiene el respeto de la gente y de 
pequeño yo veía eso y me encantaba. Supongo que como a nosotros nos 
impusieron ese idioma colonial [el español] la resistencia consistió en eso: “Ok, 
tengo que aprenderlo, pero lo voy a convertir en oportunidad”. 
—Junot Díaz en entrevista para Letras Libres 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
6 
 
INTRODUCCIÓN 
 
The Mystic Masseur (1957) es el primer libro publicado por el autor trinitario ganador del premio 
Nobel de literatura V. S. Naipaul. Al igual que el resto de su obra narrativa temprana, que 
engloba la colección de cuentos Miguel Street (1959) y las novelas The Suffrage of Elvira 
(1958) y A House for Mr. Biswas (1961), la acción principal de The Mystic Masseur tiene lugar 
en la Trinidad de después de la Segunda Guerra Mundial, y está fuertemente inspirada en las 
memorias de la vida política y cultural de este país que Naipaul reunió antes de partir hacia 
Inglaterra en 1950 (King, Naipaul 34). Particularmente, en estos cuatro primeros libros el autor 
hace un amplio uso del humor y la comicidad para contar historias sobre individuos 
empobrecidos, a veces fracasados, que habitan en una sociedad donde la violencia, la 
corrupción y la brutalidad son cotidianas (King, Naipaul 23). 
 The Mystic Masseur se ajusta perfectamente a la descripción anterior, y puede pensarse 
como una especie de Bildungsroman cómica en la que el protagonista se desarrolla y asciende 
en la sociedad a través de métodos que distan mucho de ser irreprochables, pero que son, a 
final de cuentas, efectivos. Así pues, The Mystic Masseur narra la vida de Ganesh Ramsumair, 
desde su nacimiento en una cerrada comunidad hindú de la Trinidad rural, hasta su 
reconocimiento como una de las figuras públicas más importantes del país, digno de ser 
nombrado Miembro de la Orden del Imperio Británico. Entre estos dos puntos, observamos la 
difícil experiencia de Ganesh en la escuela; la muerte de su padre; su matrimonio con Leela, 
hija del avaro comerciante Ramlogan; su relación con Beharry, quiense vuelve su único amigo 
en el pueblo de Fuente Grove; pero, sobre todo, observamos cómo Ganesh, ayudado por su 
comunidad, cambia constantemente de profesión y hace uso de un sinnúmero de artificios para 
sobrevivir y, a la larga, sobresalir. Ganesh es, entonces, el asunto central de The Mystic 
Masseur, y su importancia dentro de la Trinidad ficcional que construye Naipaul sólo puede 
7 
 
entenderse si se considera que “the history of Ganesh is, in a way, the history of our times” 
(Naipaul, Mystic Masseur 15). 
En términos temporales, la narración es primordialmente lineal, y con la excepción del 
primer capítulo y el epílogo, el desarrollo de Ganesh es relatado en un orden cronológico. Es 
justo en estas dos secciones de la novela que escapan la cronología estricta donde el narrador 
interactúa directamente con Ganesh. La diferencia entre ellas radica en que en el primer 
capítulo el narrador es un niño, mientras que en el epílogo es ya un estudiante universitario en 
Inglaterra. A pesar de que estas dos escenas representan las dos únicas intervenciones del 
narrador dentro de la historia, ambas tienen una gran relevancia pues condicionan nuestro 
entendimiento de un personaje como Ganesh y de la novela entera. A través de ellas sabemos 
que el narrador de The Mystic Masseur es intradiegético, lo cual implica que pertenece al 
mundo representado en la historia que está contando. Tomar en cuenta que el narrador y los 
personajes sobre quienes escribe se desarrollaron en la misma comunidad echa abajo 
cualquier pretensión de objetividad y admite la posibilidad de que el narrador forme parte de 
procesos similares y esté sujeto al mismo tipo de influencias que observamos actuar sobre los 
personajes de la novela. El que las dos únicas apariciones del narrador en cuanto que 
personaje estén convenientemente ubicadas justo al inicio y al final de la novela, enmarcando 
la vida del protagonista de una manera casi literal, pone en primer plano el hecho de que la 
perspectiva personal del narrador mediará todo lo que se dice sobre Ganesh y la comunidad en 
que se desarrolla. Parece obvio, pero en verdad es necesario recalcar que la caracterización e 
identidad de Ganesh y todos los personajes de The Mystic Masseur son producto de una 
construcción por parte de un narrador que conoce de primera mano el mundo que representa, 
con todo lo que esto implica. 
Así pues, el narrador construye la identidad de los personajes a partir del uso que éstos 
hacen de la lengua y la manera en que se relacionan con ella. Simplificando mucho las cosas, 
puede afirmarse que un personaje es lo que dice y lo que escribe. Tomando como fuente tanto 
8 
 
los diálogos y documentos escritos por los personajes (cartas, anuncios, notas, etcétera), así 
como la información que el narrador proporciona acerca de ellos, el propósito de la presente 
tesina será analizar cómo es que el uso de una determinada variante lingüística refleja, a la vez 
que determina, las diferencias culturales y los roles sociales, familiares e individuales que los 
personajes, especialmente Ganesh, desempeñan en The Mystic Masseur y que constituyen 
una parte fundamental de su identidad. Propongo, además, que dicha construcción de la 
identidad a partir de la lengua es un proceso del cual el protagonista es consciente y representa 
uno de los principales recursos de los que se vale para tener éxito en sus empresas. Debido a 
que la novela es, como ya se comentó, una suerte de biografía de un personaje ficcional, el 
énfasis en el análisis textual recaerá casi siempre sobre la figura de Ganesh, el protagonista, y 
sobre la del narrador. 
 El enfoque de esta tesina hace necesario el uso de varios términos tomados de la 
lingüística y que pueden prestarse a confusiones si no se definen previamente. La mayoría de 
ellos serán desarrollados a medida que se mencionen por primera vez en el cuerpo de la 
tesina, pero hay algunos conceptos que es necesario puntualizar desde este momento. De 
acuerdo con John Lyons, usamos la palabra lengua en dos sentidos: el primero es uno general, 
para referirnos a la capacidad para comunicarse, y el segundo es más particular, y nos sirve 
para referirnos a un sistema concreto para la comunicación o lengua natural (2-3).1 Con 
respecto a esta segunda acepción particular, es mucho más común, sobre todo en el habla 
cotidiana, que utilicemos la palabra lengua como sinónimo de idioma.2 Es así como Pierre 
Bourdieu elabora su concepto de lengua legítima (legitimate language) que yo retomo en esta 
 
1Se suele definir a las lenguas naturales por oposición a las llamadas artificiales, por ser éstas “artificially 
constructed systems used to expound a conceptual area” (Crystal 265), como el lenguaje matemático o 
los lenguajes computacionales. Como bien hace notar John Lyons (2), en español solemos designar con 
la palabra lenguaje (y no lengua) a las lenguas artificiales. 
2 Entendido como la “lengua específica de una comunidad determinada que se caracteriza por estar 
fuertemente diferenciada de las demás” (Cerdà Massó 151). Bajo esta definición que adopto, el español, 
inglés, francés, portugués, etcétera, son idiomas, independientemente de sus matices regionales y 
sociales. 
9 
 
tesina, y en el que abundaré en capítulos posteriores. La lengua legítima, de acuerdo con 
Bourdieu, se trata de aquel idioma (o variante dialectal de un idioma) que es privilegiado por la 
autoridad y las instituciones dentro de una sociedad y que en muchos casos llega a convertirse 
en la lengua oficial de un estado o nación. Al ser un concepto eminentemente relacional, la 
lengua legítima necesita de otras lenguas “no legítimas” a las cuales oponerse. Mi postura es 
que esta “relacionalidad” inherente a la idea de lengua legítima puede extrapolarse a otros 
niveles, de tal suerte que podamos hablar no sólo de idiomas o dialectos, sino de variantes 
lingüísticas (un término que abarca idiomas, dialectos, sociolectos, registros, etcétera) legítimas 
y no legítimas, según un determinado contexto. Por ende, he decidido llamar la idea de 
Bourdieu con un nombre que va más acorde con el uso que haré de ella, y en vez de lengua 
legítima, hablaré de una lengua/variante legítima, para enfatizar así desde el nombre que hay 
oposiciones de legitimidad en niveles lingüísticos muy distintos. Como ejemplo ofrezco el 
dialecto del español del centro de México (en particular el de la Ciudad de México y sus 
alrededores), que, en un contexto específico como el de un noticiario televisivo de alcance 
nacional, sería la lengua/variante legítima en contraste con cualquier otro dialecto del español 
mexicano, como el de la península de Yucatán, por mencionar alguno. 
Un dialecto es una variedad social o regionalmente distintiva de una lengua (Crystal 
142). Un término distinto que puede prestarse a confusiones y que también uso en esta tesina 
es el de dialect, que es el nombre que tanto V. S. Naipaul (trinitario) como varios críticos3 de la 
literatura poscolonial dan, a manera de generalización, a las variantes regionales del inglés (es 
decir, los dialectos) de cada país del Caribe anglófono y que son distintas de lo que se suele 
llamar inglés estándar, pero distintas también entre sí. Este concepto generalizador, dialect, no 
debe confundirse con el dialecto particular del inglés que los habitantes indotrinitarios del 
mundo narrado de The Mystic Masseur hablan cotidianamente, y que, en la misma novela, 
 
3Bruce King es uno de ellos: “he [Naipaul] was involved in the ‘Caribbean Voices’ radio programme; he 
used local subject matter and dialect” (Naipaul 19, mis cursivas). 
10 
 
recibe también el nombre de “dialect”. Para diferenciar entre estas dos ideas, usaré dialect (con 
cursivas) para referirme a la generalización de dialectos caribeños del inglésen oposición al 
estándar, y “dialect” (entrecomillado y sin cursivas, para enfatizar que el término es extraído 
directamente de la novela) al referirme en particular al dialecto trinitario que Naipaul representa 
en The Mystic Masseur. 
Adicionalmente, dado que el proceso de configuración de una identidad a partir del uso 
de la lengua está sujeto a muchas variables, recurriré también a varios conceptos teóricos 
tomados del poscolonialismo para resaltar lo complejo, inacabado y ambivalente que es este 
proceso. Para empezar, esbozaré la idea del creole continuum para dejar en claro cómo es que 
los distintos dialectos y registros que se hablan en el Caribe anglófono, más que ser entidades 
separadas, se distribuyen a lo largo de un continuo lingüístico en el que no hay fronteras fijas. 
Dentro de este creole continuum se encuentran también las distintas variedades lingüísticas a 
las que recurren los personajes de The Mystic Masseur, y para profundizar en las implicaciones 
que tiene el uso de una determinada variante dentro del marco narrativo de la novela, recurriré 
al ya mencionado concepto de lengua/variante legítima y al de capital lingüístico, descritos 
ambos por Pierre Bourdieu. 
Ahora bien, si a partir de Bourdieu y su idea de lengua/variante legítima podemos 
afirmar que un personaje es lo que escribe y lo que dice, el concepto de mimicry, como lo 
entiende Homi K. Bhabha, cuestiona esta afirmación. ¿Puede un personaje ser lo que dice y lo 
que escribe, especialmente cuando lo que dice y lo que escribe es una suerte de imitación y 
burla de otros modelos? Es posible responder a esta pregunta cuando se explora la manera en 
que el uso de la lengua, consciente o inconscientemente, transforma a los personajes y define 
en buena medida el lugar que ocupan dentro de la diégesis de la novela. Así pues, el concepto 
de mimicry se intersecta con el de lengua/variante legítima y se vuelve relevante en The Mystic 
Masseur porque pone en tela de juicio la posibilidad de que un personaje se desarrolle 
plenamente en la isla de Trinidad y construya una identidad sin recurrir a modelos externos, 
11 
 
que en muchas ocasiones son inalcanzables. Esto parece concordar con la opinión de Naipaul 
acerca de Trinidad, isla carente de Historia, que no tiene nada que ofrecer más que historias 
sobre fracasos (Middle Passage 53 y 39). 
 Esta tesina se compone de cuatro capítulos; en el primero, profundizo en la relevancia 
de hablar sobre identidad en una novela como The Mystic Masseur y justifico 
(argumentativamente y con ejemplos de la novela) la pertinencia de los términos teóricos que 
esbocé anteriormente para analizar este libro de Naipaul. Los siguientes tres capítulos, por otra 
parte, se enfocan en el análisis textual y la aplicación de los conceptos teóricos al caso 
particular de The Mystic Masseur. Es en estos tres últimos capítulos donde exploro de lleno el 
papel que juega la lengua en la identidad y éxito de Ganesh dentro del mundo narrado, así 
como las implicaciones que esto tiene más allá de The Mystic Masseur. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
12 
 
CAPÍTULO 1. TÉRMINOS TEÓRICOS: IDENTIDAD, MIMETISMO, CREOLE CONTINUUM Y 
LENGUA/VARIANTE LEGÍTIMA 
 
 
1.1 LA IDENTIDAD Y LA LITERATURA POSCOLONIAL 
 
Dado que la literatura “has always been concerned with questions about identity, and literary 
works sketch answers, implicitly or explicitly, to these questions” (Culler 110), justificar que se 
hable sobre identidad en esta tesina podría no ser una necesidad de primer orden. Sin 
embargo, es muy notorio que la identidad es un asunto en el que los estudios y obras literarias 
poscoloniales se han visto particularmente interesados. En vez de dar esto por sentado, quiero 
exponer algunas de las razones por las cuales es especialmente fructífero un análisis sobre 
cuestiones identitarias cuando se discute sobre textos poscoloniales y, más específicamente, 
sobre novelas como The Mystic Masseur. 
 No es muy común que en discusiones sobre identidad se defina previamente dicho 
término. Quizá por la amplitud en el uso y porque el entendimiento del concepto se da por 
hecho, identidad se ha convertido en una palabra cuyo significado es más bien difuso e 
inasible. Como bien señala Trinh T. Minh-Ha: “Diversity, identity, ethnicity. The more these 
terms are popularised, the more difficult the challenge we encounter when we use them” (10). 
Si, como dice Jonathan Culler, “[t]he question of the subject is ‘what am «I»?’” (109), la 
identidad puede concebirse como la respuesta que, de distintas maneras, se da a esta 
pregunta. Esta suerte de definición, empero, no nos permite ni siquiera empezar a vislumbrar 
los incontables vericuetos que confluyen en la definición y el uso de la palabra identidad. Por 
ello, considero que este tipo de conceptos precisan de una discusión en vez de una definición. 
Y como toda discusión se vuelve más concreta mientras más se acote el tema, es conveniente 
comenzar a hablar sobre el papel de la identidad en el Caribe. 
13 
 
 La colonización del continente americano y sus islas tiene un lugar especial en nuestro 
ideario no únicamente porque, como mexicanos, somos producto de ella, sino porque, además, 
este proceso ha sido (re)construido a lo largo de los siglos como la empresa colonial por 
antonomasia: “Columbus’s arrival functions as an ‘originary moment’ that diminishes native 
histories and cultures which precede it and that is endlessly revisited by subsequent 
encounters” (Greenblatt cit. en Loomba 94). Esta manera de reconstruir la historia presenta la 
colonización de América como la condición de su existencia. América, según esta visión, “nace” 
cuando se descubre y se coloniza. Las múltiples dislocaciones, la esclavitud, la manera en que 
se diezmó la población indígena y la compleja relación de dependencia que las colonias 
establecieron con los países europeos colonizadores, son algunos de los ingredientes que 
conformaron una receta que tenía como algunas de sus consecuencias inevitables profundos 
conflictos de identidad en la población. 
 El proceso colonizador en el Caribe tiene particularidades que lo hacen distinto al del 
resto de América. En primer lugar se debe señalar que, desde un inicio, las islas caribeñas no 
fueron vistas como un lugar para establecerse, sino como fuentes de recursos que podían ser 
explotados (Cobham 11). Como tales, las Antillas eran funcionales e importantes para los 
países colonizadores en la medida en que fueran capaces de producir cuantiosas ganancias. 
Los sistemas agrícolas implantados en el Caribe les granjearon a las islas el mote de sugar 
islands, y determinaron en gran medida la composición étnica y estructuración de la sociedad 
que las habitaba y habita hasta la fecha. La población nativa fue prácticamente exterminada 
desde la primera ola colonizadora (C. Hall 68), y los movimientos migratorios (muchas veces 
forzados) necesarios para repoblar las islas e implantar el sistema de plantaciones provocaron 
que 
almost everyone who lives there has come from somewhere else, whether 
through slavery, the enforced movement of peoples from Africa, the semi-
enforced movement represented by indentured labour from one part of the British 
14 
 
Empire to another (South Asians to Trinidad and Guyana in particular), or by 
persecution, as in the case of Portuguese Jews. Then there were the colonisers – 
the British, the Spanish, the French, the Dutch, who stayed and became the 
white creole presence. (C. Hall 68) 
Cotidianamente, la identidad se relaciona con el lugar de origen. ¿Cuál podría ser la identidad 
de un poblador de las islas caribeñas si, como ya vimos, el Caribe no es el lugar de origen de 
los grupos étnicos que lo habitan? Esto parece sugerir que no hay un solo elemento que todos 
los habitantes de una isla caribeña pudiesen compartir. Una de las conceptualizaciones más 
generalizadasy clásicas de la identidad toma como base una característica que unifica a todos 
los miembros de una comunidad. Al carecer de este rasgo unificador, que puede ser el lugar de 
origen, color de piel, religión, y/o idioma que se habla, por poner sólo algunos ejemplos, la 
posibilidad de tener una identidad parece serle vedada al habitante del Caribe. 
 Esta situación se ve fielmente reflejada en el lenguaje que usamos al discutir sobre la 
identidad en un contexto poscolonial. Es común escuchar o leer sobre la búsqueda o la 
construcción de una identidad. Estas dos expresiones, abundantes en los textos teóricos y 
críticos, parecen denotar, intencionadamente o no, que desde un inicio la identidad está 
perdida o, en el segundo caso, rota o incompleta. El uso de este lenguaje no se limita al ámbito 
crítico, sino que, como afirma Stuart Hall, también subyace la creación artística: “that quest for 
identity, has been the very form in which much of our artistic endeavour in all the Caribbean 
languages has been conducted in this century” (“Negotiating” 5, mis cursivas). Aunque para los 
fines de esta tesina el énfasis está en la población del Caribe con ascendencia india, pues es 
éste el contexto de Naipaul y de The Mystic Masseur, y el trabajo de Stuart Hall está enfocado 
en la comunidad afrocaribeña, el análisis que este crítico hace sobre la idea de identidad es 
extensible a todas las sociedades que, como las de los países poscoloniales, presenten en su 
historia conflictos derivados del encuentro entre culturas distintas, desplazamientos de 
poblaciones y relaciones desiguales de poder entre comunidades con distintos orígenes. 
15 
 
 Stuart Hall habla de dos nociones de identidad. La primera está íntimamente 
relacionada con la característica unificadora que ya se mencionó y parte de las similitudes de 
circunstancias entre todos los individuos de una comunidad para suponer que hay algo fijo, 
esencial, que los une: la experiencia caribeña, la llama él. Esta definición apela a la existencia 
de “a sort of collective ‘one true self’, hiding inside the many other, more superficial or artificially 
imposed selves” (“Diaspora” 223). Así pues, el sujeto no puede evitar ser lo que el resto de la 
comunidad con quien comparte, por ejemplo, un lugar de origen, también es. En ese sentido, la 
identidad sería fija y estable, como si esperara pasivamente a ser descubierta. Es esta noción 
de identidad la base sobre la cual operaron muchas de las luchas y prácticas discursivas 
anticolonialistas de los dos siglos pasados. 
Pero hay una segunda noción de identidad que se nutre de las diferencias que 
encontramos dentro de este mismo grupo unificado por la experiencia caribeña. Bajo esta 
acepción, las identidades dejan de ser fijas e inalterables para convertirse en “the names we 
give to the different ways we are positioned by, and position ourselves within, the narratives of 
the past” (“Diaspora” 225, mis cursivas). Hall elabora este punto retomando a Foucault y afirma 
que, más que un hecho, la identidad es un proceso que se encuentra determinado por actos 
discursivos y representaciones, asuntos en los que siempre está involucrado el poder. Esto es 
cierto en la medida en que el discurso colonialista occidental, depositario y voz del poder, fue 
capaz de construir y representar al sujeto caribeño como un Otro, no sólo ante la visión 
occidental, sino también ante los ojos de los mismos colonizados: “They had the power to make 
us see and experience ourselves as ‘Other’” (“Diaspora” 225). De ser la identidad algo esencial 
e inamovible, no cabría la posibilidad de subvertir este discurso. Pero la identidad, según esta 
segunda definición, no está esperando ser desenterrada, pues implica un ejercicio de reflexión, 
memoria y selección de los relatos que las culturas se cuentan a sí mismas sobre quiénes son 
y de dónde vinieron, relatos que influyen y se ven influidos por la cultura, la historia y, para bien 
o para mal, por aquél a quien se reconoce como Otro (“Negotiating” 5-8). A diferencia de lo que 
16 
 
ocurre con el primer tipo de identidad, aquí no podemos afirmar que el sujeto es 
intrínsecamente alguien, sino que, en función del contexto y los actos discursivos, siempre se 
está convirtiendo en alguien. 
Aunque en cierta medida se contraponen, estas dos definiciones de la identidad no se 
niegan mutuamente; más bien, la segunda parecería complementar a la primera. Según Hall, 
es imposible entender el Caribe sin tomar en cuenta que el eje de la similitud y continuidad 
(primera acepción de identidad) se intersecta con un segundo eje, el de la necesaria diferencia 
y heterogeneidad, el que nos permite ver que lo que comparten las identidades diaspóricas es 
justamente una profunda discontinuidad y ruptura (“Diaspora” 226-227). Visto de otra manera, 
el vocabulario que usamos para hablar sobre la identidad se resignifica de tal forma que 
también se apega a la segunda noción de este concepto. Más que (o además de) implicar que 
la identidad está rota o perdida, la búsqueda y la construcción de la identidad denotan la acción 
y el proceso, siempre cambiantes y nunca finalizados, que son necesarios para la producción 
de una identidad. 
Así pues, estas dos maneras de pensar la identidad son útiles y productivas según lo 
que se quiera estudiar o expresar. La primera noción nos permite el tipo de generalizaciones, 
cuestionables pero en muchos sentidos necesarias, que encarnan expresiones como “la 
literatura poscolonial”, “el Caribe anglófono” o “la población indotrinitaria”; mientras que la 
segunda es especialmente útil para hablar de las particularidades de Trinidad y Tobago con 
respecto al resto del Caribe, de un escritor como Naipaul y, finalmente, de los personajes en la 
novela The Mystic Masseur. 
Se dijo más arriba, retomando a Jonathan Culler, que la identidad podía pensarse como 
una respuesta a la pregunta “What am ‘I’?”. Los párrafos anteriores nos permiten agregar más 
preguntas relacionadas con la idea de identidad, entre ellas: ¿qué lugar ocupo en el mundo, 
comunidad, sociedad?; ¿a través de qué actos discursivos me ubico dentro de una 
colectividad?; ¿quién me concibe y a quién concibo como a un Otro? Así pues, en las 
17 
 
siguientes páginas se entenderá la identidad como la respuesta que un individuo o una 
comunidad presenta, ya sea de manera explícita o implícita, ante estas preguntas. En la 
medida en que dicha respuesta se manifiesta al hablar, escribir, actuar y pensar(se), y estos 
actos se hacen patentes en un texto literario, es posible analizar y discutir sobre la identidad de 
los personajes en The Mystic Masseur. 
 
 
1.2 MIMICRY O MIMETISMO 
 
De acuerdo con Fawzia Mustafa, para Naipaul la cultura caribeña depende de la occidental 
hasta el punto en que vivir en el Caribe significa vivir “in a borrowed culture” (4). Este tipo de 
posturas y preocupaciones son una constante en la obra del autor trinitario y en algunos casos 
quedan patentes desde el título de la obra, como en The Mimic Men (1967). En el caso de The 
Mystic Masseur, pensar en esta cultura prestada a la que Naipaul hace referencia nos conduce 
inevitablemente al concepto de mimicry. Al hablar de mimetismo, que es la traducción del 
término mimicry a la que me apegaré en esta tesina,4 Bill Ashcroft, retomando a Bhabha, nos 
dice que cuando el sujeto colonial imita al colonizador, adoptando sus hábitos, prejuicios, 
instituciones y valores, el resultado no es nunca una simple reproducción de esas 
características (Post-Colonial Studies 124-5). Esto es lo que lleva a Bhabha a proponer en su 
libro The Location of Culture que a partir del mimetismo se construye un Otro que es “almost 
the same, but not quite” (86). Existen dos razones principales por las que el producto de la 
imitación no es del todo igual a lo que se imita; la primera de ellas es el hecho de que “mimicry4 Debe reconocerse que la palabra mimetismo, que es la más recurrida al traducir el concepto de 
mimicry, presenta el problema de no poseer el significado dual que mimicry sí tiene. Mientras que los 
diccionarios suelen definir mimetismo simplemente como una imitación (especialmente la manera en que 
algunos animales y plantas pueden asemejarse a su entorno), mimicry implica tanto la imitación en este 
sentido neutral como la imitación en cuanto que simulación, burla o parodia. Esta doble acepción es 
esencial para comprender el concepto de mimicry que desarrolla Bhabha y, cuando hablo de mimetismo 
en esta tesina, también le adscribo a esta palabra el significado dual de mimicry. 
18 
 
is never very far from mockery, since it can appear to parody whatever it mimics” (Ashcroft, 
Post-Colonial Studies 125). La segunda razón es porque, de acuerdo con Bhabha, el 
mimetismo sólo puede ser efectivo cuando enfatiza su propia diferencia con respecto a lo que 
se imita, y esto lo logra en la mayoría de las ocasiones a través del exceso y la exageración 
(86). Se puede apreciar, entonces, que el concepto de mimetismo desarrollado por Bhabha 
pone en primer plano el significado dual (imitación y burla) presente en la definición de la 
palabra mimicry. El mimetismo, en ese sentido, es siempre una imitación (intencionada o no) en 
la que consciente o inconscientemente se manifiesta una burla, comúnmente a partir de la 
exageración de los rasgos que se imitan, que resulta amenazadora para las instituciones y los 
valores coloniales. Es por esto último que el mimetismo es un concepto tan necesario y útil 
para Bhabha, pues en la inevitable carga de burla reside la posibilidad de subversión. En 
términos de identidad, sin embargo, el mimetismo puede tener otro tipo de consecuencias, y es 
por ello que Bhabha considera que a través del mimetismo la presencia del sujeto se puede 
volver parcial e incompleta (86). En The Mystic Masseur, por ejemplo, observamos que en los 
personajes existe una especie de conciencia de que no pueden llegar a encarnar por completo 
los paradigmas que están imitando, y además, como explicaré más adelante, la carga de burla 
del mimetismo parece obrar en su contra. En ese sentido, los personajes nunca llegan a “ser” 
algo y a lo más que aspiran es a “ser como” (de ahí la gran influencia que tienen las 
apariencias y las expectativas en su comportamiento). Para “ser como”, naturalmente, se 
necesita de un referente, y a esto se debe que gran parte del tiempo los personajes de la 
novela intenten definirse a sí mismos a través de modelos que son externos, no sólo con 
respecto a la comunidad inmediata, sino a toda la isla de Trinidad. 
Esta situación queda mucho mejor ilustrada si recurrimos, además, a los conceptos de 
desplazamiento (displacement) y dislocación, los cuales se utilizan para describir circunstancias 
que, según Bill Ashcroft, son inherentes a toda cultura que es o en algún momento fue 
colonizada o colonizadora. El desplazamiento se refiere al proceso y las consecuencias que 
19 
 
tienen lugar cuando un individuo o un elemento son trasladados de su lugar de origen debido a 
la migración, la esclavitud o una empresa colonial (Ashcroft, Post-Colonial Studies 66 y Empire 
9). Una consecuencia inevitable de este desplazamiento es la sensación de dislocación que se 
presenta cuando hace falta una “effective identifying relationship between self and place” 
(Ashcroft, Empire 8). Dos ejemplos son especialmente reveladores en The Mystic Masseur. El 
primero lo encontramos cuando Ganesh va por primera vez a la escuela en Puerto España 
acompañado de su padre, quien “had Ganesh dressed in a khaki suit and a khaki toupee and 
many people said the boy looked like a little sahib” (Naipaul, Mystic Masseur 12, mis cursivas). 
El segundo tiene lugar cuando, con el fin de ser más convincente como místico, Ganesh 
comienza a usar la ropa que su padre portaba en el ejercicio de su oficio. Al verlo por primera 
vez en su nuevo atuendo, Beharry exclama: “Man, you look like a pukka brahmin” (Naipaul, 
Mystic Masseur 115, mis cursivas). El que a Ganesh se le vea como (recordemos el “almost the 
same, but not quite” del mimetismo) un brahmin y un sahib, refuerza la importancia que la 
imitación de apariencias tiene para construir y proyectar una identidad, pero también (y esto es 
más importante) nos muestra cómo los referentes que se usan para definir a Ganesh no 
pertenecen al contexto inmediato en el que se desenvuelven los personajes. Sahib, nos dice el 
American Heritage Dictionary, es un término para dirigirse respetuosamente a un hombre 
europeo en la India colonial. Brahmin, por otra parte, es un miembro de la casta más alta (la 
sacerdotal) en la sociedad tradicional india. Sin ser un hombre europeo ni pertenecer a la casta 
sacerdotal india, Ganesh es juzgado y definido a través de estos modelos que, en la medida en 
que son externos, son también inalcanzables. Vemos pues que, en aras de resolver los 
conflictos surgidos a raíz del desplazamiento y la dislocación, los personajes trinitarios de la 
novela, Ganesh especialmente, recurren a un mimetismo basado tanto en modelos indios como 
en occidentales (especialmente británicos y estadounidenses) que deviene en la denigración 
cultural5 de lo trinitario o de lo hindú-trinitario frente a lo que para los personajes sería 
 
5 “[T]he conscious and unconscious oppression of the indigenous personality and culture by a supposedly 
20 
 
verdadera y/o esencialmente hindú y occidental. Esto nos ayuda a entender mejor la insistencia 
de muchos personajes al criticar las limitaciones que un hindú tiene para ser exitoso en 
Trinidad y que, según ellos, no tendría en la India. Por ello, Ganesh dice: “Now, if I was in India, 
I woulda have people coming from all over the place, some bringing me food, some bringing me 
clothes. But in Trinidad – bah!” (Naipaul, Mystic Masseur 78). El peso que tiene la mencionada 
denigración cultural a través del mimetismo en The Mystic Masseur sólo puede ser ponderado 
cuando uno se vuelve consciente de que esta estrategia parece ser la única vía de salida ante 
la sensación de dislocación que ofrece una sociedad como la que aparece en la novela. Por 
ende, “[s]uccess for Ganesh Ramsumair can occur only when he agrees to imitate others” 
(Finch 36). 
En el subcapítulo anterior se buscó enfatizar que el estudio de la identidad como un 
proceso paulatino e inacabado resulta más fructífero y hace mayor justicia a muchos textos 
literarios. Sin embargo, el que dentro de la novela este proceso tenga lugar a partir de una 
estrategia como el mimetismo, como se señaló en los párrafos anteriores, resalta la 
ambivalencia y lo conflictivo de la construcción de identidad en un contexto poscolonial. Los 
conflictos descritos previamente también se manifiestan en el uso de la lengua, y para analizar 
The Mystic Masseur desde esta perspectiva, se explicarán a continuación los conceptos de 
creole continuum y lengua/variante legítima. 
 
 
1.3 CREOLE CONTINUUM Y LENGUA/VARIANTE LEGÍTIMA 
 
En su influyente ensayo History of the Voice, Edward K. Brathwaite presenta el Caribe como un 
crisol lingüístico donde confluyen, en distintas proporciones, idiomas europeos, asiáticos, 
africanos y, en mucho menor medida, con una presencia casi vestigial, los idiomas indígenas 
 
superior racial or cultural model” (Ashcroft, Empire 9). 
21 
 
de las islas (5-6). Consecuentemente, es muy difícil hablar de las variantes lingüísticas del 
Caribe sin caer en desaciertos o confusiones. Una de las variedades con más presencia en 
esta zona es el inglés estándar,6 que, aunque funciona como lengua oficial de lasinstituciones 
y depositarios del poder, en realidad es empleada cotidianamente por una minoría. En 
contraste, las muchas adjetivaciones (la mayoría de ellas con alusiones geográficas) de los 
términos Creole son un ejemplo de la gran cantidad de variedades lingüísticas, además del 
inglés estándar, que se hablan a lo largo de todo el Caribe, y es común que se aglomere a 
todas estas variedades del Creole bajo el nombre de dialect. Esta palabra, no obstante, ha sido 
muy problemática, y Brathwaite explica esta situación a partir de las connotaciones históricas 
del término, a causa de las cuales él prefiere desarrollar el nuevo concepto de nation language 
en vez de retomar y abundar en el de dialect: “I use the term [nation language] in contrast to 
dialect. The word ‘dialect’ ... carries very pejorative overtones. Dialect is thought of as ‘bad 
English’. Dialect is ‘inferior English’. Dialect is the language used when you want to make fun of 
someone” (13). Así pues, a pesar de ser la lengua materna de la mayoría de los habitantes del 
Caribe anglófono, el dialect no ha perdido muchas de las connotaciones negativas que surgen 
en parte por su contraste con el inglés estándar y el sector poblacional con el que esta variedad 
se suele identificar. Esta situación ha llegado a tal extremo que la mayoría de los trinitarios de 
clase media y alta afirman que no hablan Creole, sino inglés estándar, y relacionan el primer 
término únicamente con la variedad lingüística usada principalmente por “country folks and 
market vendors” (Akai 169). Parte de la función de conceptos como nation language y creole 
continuum (el cual es una subversión de la idea más clásica de English continuum) es eliminar 
las connotaciones negativas, tan enraizadas en la población, que tienen términos como dialect 
o Creole. Sin embargo, a pesar de lo problemática que resulta la palabra dialect, me apegaré a 
ella en esta tesina por dos razones. La primera, que es casi obvia, es porque éste es el término 
que usa Naipaul y el que usan los personajes en la novela. La segunda, mucho más 
 
6 Sobre la historia y la pertinencia de este término se hablará en el capítulo 3. 
22 
 
importante, es porque, sin recurrir a otro término, Naipaul subvierte en esta novela algunas de 
las connotaciones negativas de esta variedad lingüística a través del uso que sus personajes 
hacen del “dialect”,7 asunto que abordaré en el siguiente capítulo. 
De esta suerte, aunque los trinitarios se expresen de una manera muy particular con 
respecto a los habitantes de otras islas del Caribe anglófono, Naipaul usa el término tan poco 
específico de dialect para referirse a la variedad que, sin ser inglés estándar, era la de su 
cotidianidad: “the most popular column in Trinidad is a dialect column in the Evening News” 
(Middle Passage 69, mis cursivas). Aunque con justa razón puede pensarse en este dialect 
trinitario como una variedad lingüística distinguible de otras en el Caribe anglófono, las 
fronteras entre dichas variedades son más bien difusas. Por una parte, entre ellos hay 
diferencias marcadas y evidentes que nos permiten distinguirlos entre sí, pero, por otra, 
comparten todos la característica de poder ser comprendidos casi en su totalidad, aunque a 
veces con algo de esfuerzo, por los hablantes de otro dialecto del Caribe, y por prácticamente 
cualquier hablante de inglés en el mundo. Con el fin de explicar de mejor manera esta 
situación, la teoría poscolonial ha propuesto el término creole continuum para referirse a la 
gama de variedades lingüísticas de las que puede hacer uso una misma comunidad de 
hablantes y que se encuentran comprendidos dentro de un continuo que tiene, en un extremo, 
las formas dialectales basilectales y, en el otro, los acrolectos (Decamp cit. en Donnell 10).8 
El concepto de creole continuum es útil en cuanto que intenta no excluir ninguna de las 
distintas variedades lingüísticas que se usan en el Caribe, para así proponer, en palabras de 
Bill Ashcroft, que “the Creole complex of the region is not simply an aggregation of discrete 
 
7 Recuérdese la distinción que hice en la introducción entre dialect (el nombre generalizado que se da a 
distintos dialectos del Caribe anglófono en contraste con el inglés estándar) y “dialect” (el dialecto 
indotrinitario y su representación en The Mystic Masseur). 
8 Acrolecto y basilecto son dos términos usados por sociolingüistas en el estudio sobre el desarrollo de 
lenguajes creole. Acrolecto se refiere a la variedad estándar de una lengua, que es más formal y tiene 
mayor prestigio. El basilecto es el registro que se encuentra más alejado del acrolecto, y que 
convencionalmente se identifica con los grupos sociales menos educados y de zonas rurales (Crystal 8, 
76 y Akai 169). 
23 
 
dialect forms but an overlapping of ways of speaking between which individual speakers may 
move with considerable ease” (Empire 44, mis cursivas). No obstante, aunque la idea del creole 
continuum explica en términos sencillos la situación lingüística del Caribe, esto no quiere decir 
que la vida dentro de este continuo sea, en efecto, sencilla. La “considerable facilidad” 
(Ashcroft, Empire 44) con la que un individuo presuntamente es capaz de desplazarse entre 
estas variedades puede no existir, ya que los grados de competencia en una variante del habla 
determinada son muy distintos entre los individuos. Es por ello que en esta tesina se 
complementará el concepto de creole continuum con la idea de lengua/variante legítima que 
presenta Pierre Bourdieu, y que enfatiza los matices sociales, económicos y de poder en el uso 
de la lengua, algunos de los cuales serán discutidos a continuación. 
Los conflictos sobre la lengua siempre tienen muchas más implicaciones porque detrás 
de ellos hay pugnas de poder, clase o raza, por mencionar sólo algunas. Es justo esta situación 
la que nos permite establecer una relación entre el uso de la lengua y la identidad. No debe 
extrañarnos en ese sentido que Brathwaite identifique lo que él llama Nation Language con la 
población caribeña de ascendencia africana (5), o que se haya visto como una aberración el 
que la población blanca de las islas comenzara a utilizar “the black tongue” en su discurso 
diario (Lamming 20), o que para los calypsonians de Trinidad fuera inadmisible que los 
pobladores de ascendencia india nombraran a sus hijos con un “Creole name” (Mighty Killer cit. 
en Lamming 28). Estos ejemplos nos permiten ver que, a lo largo de la historia, el uso de una 
determinada variedad lingüística en el Caribe ha estado cargado de distintos tipos de 
connotaciones, por lo cual se puede decir que el uso de la lengua siempre se ha visto influido y 
hasta determinado por factores sociales, económicos, políticos e históricos. Trinidad y Tobago 
es un ejemplo de este fenómeno, ya que, como ocurrió y ocurre en todos los países del Caribe 
anglófono, “mastery of the English Language and European culture were means towards 
advancement in a society where there were few opportunities” (King, West Indian Literature 1). 
V. S. Naipaul y su consagración como uno de los escritores más importantes del siglo XX es el 
24 
 
ejemplo más emblemático de esta situación, ya que la beca que recibió para estudiar en 
Inglaterra fue fundamental en el desarrollo de su carrera literaria, y la obtención de dicha beca 
seguramente estuvo fuertemente condicionada por esa “mastery of the English Language” que 
Bruce King señala (1). 
Pero los conflictos lingüísticos en el Caribe no se limitan al ámbito social y cotidiano, 
sino que también han permeado la creación artística y literaria. Durante varios siglos, con el fin 
de apegarse a los modelos y cánones europeos, se buscó evitar el influjo de las múltiples 
variantes lingüísticas con que se identificaba a las clasessociales y grupos étnicos menos 
privilegiados. La consecuencia natural fue que durante esta etapa el inglés estándar fue por 
mucho la lengua preferida para producir literatura. El uso de los distintos creoles y dialects se 
reservaba, en el mejor de los casos, para los diálogos y/o para resaltar la falta de educación 
formal de determinados personajes (Werner-Lewis 26-7). Sin embargo, con el paso de los 
años, y especialmente durante el siglo XX, esta situación fue cambiando, y autores como 
Brathwaite decidieron distanciarse del inglés estándar (distanciarse del pentámetro, diría él), 
con miras a encontrar una lengua y una voz acordes con la situación y la vida en el Caribe. 
Este proceso, en el que Brathwaite juega un papel clave, bien puede pensarse como la 
búsqueda y construcción de identidad de la literatura caribeña. Hoy en día, no se puede pensar 
en ella sin tomar en cuenta el papel de las distintas variedades lingüísticas que se hablan en la 
región. Con esto no quiero decir que el inglés estándar haya sido relegado; en muchos 
sentidos, esta variante sigue siendo “the automatic mode of written and formal discourse” 
(Werner-Lewis 35). Lo que ocurre en la actualidad, más bien, es que ni el creole ni el inglés 
estándar son suficientes por sí mismos para representar la complejidad del Caribe en una obra 
literaria (Werner-Lewis 35). Consecuentemente, es muy común notar en un mismo texto tanto 
la presencia del inglés estándar como la de distintas variantes de creole. La integración de 
todas estas voces en los textos literarios pone en primer plano el papel que las lenguas, 
25 
 
importadas casi todas de otros continentes, jugaron en el desarrollo de la cultura caribeña, sin 
olvidar que, del mismo modo, la vida en el Caribe modificó para siempre estas lenguas. 
Dado que la creación artística siempre se encuentra circunscrita a un tiempo y una 
sociedad, no es de extrañar que los conflictos lingüísticos en el plano social sean muy similares 
a aquellos que tienen lugar en el ámbito literario. A fin de cuentas, en ambas esferas es 
inevitable que al hablar de lengua hablemos también del poder, y éste comúnmente se 
encuentra distribuido de manera desigual. Es por ello que la lengua tiene la misma importancia 
tanto para la construcción de una identidad entre los habitantes del Caribe como para la de los 
personajes de una buena parte de la obra ficcional de Naipaul. Los problemas cotidianos a los 
que se enfrenta un trinitario (la valoración de un inglés estándar como la única variedad digna 
para las escuelas y los actos oficiales, la gran competitividad por las becas en universidades 
inglesas, la identificación de una variante lingüística con una clase social) son también los 
problemas a los que se enfrentan Ganesh y el resto de los personajes en The Mystic Masseur. 
Esta íntima relación entre la lengua y el contexto educativo, cultural y social en que un 
individuo se desenvuelve puede ser estudiada de mejor manera a partir del concepto de 
lengua/variante legítima. En “The Production and Reproduction of Legitimate Language”, Pierre 
Bourdieu afirma que las diferencias en el uso de la lengua reflejan y determinan diferencias 
sociales. Esto lo lleva a postular la idea de que existe un capital lingüístico que consiste en el 
prestigio y distinción social que algunos privilegiados (como Ganesh, Indarsingh o el sobrino de 
Swami en The Mystic Masseur) adquieren gracias a que poseen una competencia superior en 
la lengua/variante legítima. Como ya señalé en la introducción, Bourdieu limita su estudio a 
idiomas o dialectos que son impuestos como lengua oficial por el estado o una autoridad. Pero 
dado que se establecen relaciones de poder no únicamente a través del estado y el sistema 
educativo, sino también entre individuos y en situaciones cotidianas, el concepto puede 
extenderse para abarcar todas las variantes lingüísticas en las que los individuos se pueden 
expresar. Así pues, se pueden establecer oposiciones entre lenguas/variantes legítimas y 
26 
 
lenguas/variantes no legítimas independientemente de que éstas se conciban como idiomas, 
dialectos, registros o variantes asociadas a un estatus socioeconómico, como la que habría 
entre el español de una clase social que tiene acceso a la educación universitaria (y que 
consecuentemente habrá invertido más años de su vida en el aprendizaje y uso de la 
lengua/variante legítima, que es la que se enseña en la escuela) en comparación con el 
español de una población que no tuvo acceso a una educación formal. Otro aspecto que debe 
tomarse en consideración es que la lengua/variante legítima siempre es relacional, y su valor, 
aunque el discurso de los sectores dominantes siempre afirme lo contrario, no es intrínseco, 
sino que surge a partir de la oposición a otras lenguas/variantes no legítimas. Asimismo, y esto 
es de una importancia vital en The Mystic Masseur, hay distintas lenguas/variantes legítimas 
según el contexto, y una misma persona puede ser competente en varias de ellas. 
¿Pero qué es lo que hace que una variante lingüística pueda considerarse legítima o 
no? Justo por la referencialidad inherente al término, la respuesta a esta pregunta siempre 
dependerá del contexto específico de la situación que vayamos a analizar. El caso que más 
documenta Bourdieu es el de una variante que se identifica con grupos de mayor poder 
económico y político y, a través de distintas estrategias, se incentiva su uso en el ámbito 
escolar, laboral o el de los actos oficiales del gobierno. Persistir en el uso de las variedades que 
no son sancionadas como legítimas puede devenir en exclusión de las oportunidades para 
progresar económica o socialmente, en discriminación e incluso represión. Pero en muchas 
otras ocasiones, la determinación de la lengua/variante legítima no es tan explícita ni depende 
de las autoridades políticas. Hay lenguas/variantes legítimas entre individuos del mismo gremio 
laboral; entre quienes forman parte de lo que se suele denominar una subcultura o tribu urbana, 
o entre quienes habitan en comunidades bilingües y se expresan en una lengua y no otra 
según el lugar y el interlocutor. Una variante que sin duda alguna es legítima en determinado 
contexto, no necesariamente lo será en otro. Y no está de más señalar que, en la mayor parte 
de las ocasiones, buscamos adoptar, muchas veces de manera inconsciente, la lengua-
27 
 
variante legítima de la situación en turno. En los siguientes capítulos se explorarán los 
contextos y las razones que hacen que las lenguas/variantes legítimas que aparecen en The 
Mystic Masseur se reconozcan como tales. 
La razón por la que el trabajo de Bourdieu es tan útil para mi análisis es porque, a pesar 
de la sencillez de su idea, la lengua/variante legítima explica de manera más precisa las 
fluctuaciones de poder en las distintas interacciones lingüísticas. Esto permite afirmar que no 
hay una jerarquía preestablecida de legitimidad entre las diferentes variedades abarcadas por 
el creole continuum, sino que ésta se construye y define a partir de cada contexto. Al no obviar 
las implicaciones que conlleva el uso de una, y no otra, de las distintas variantes lingüísticas del 
continuo, el concepto de lengua/variante legítima complementará esta investigación, pues “the 
Creole continuum is also a socio-cultural one: the basilectal pole is to ‘primitive’, working-class, 
oral culture what the acrolectal pole is to urbane, middle-class, anglicized culture” (Akai 179). 
Así pues, al conjugar el concepto de lengua/variante legítima y el de creole continuum, se 
enfatiza que la lengua se constituye en la práctica y se toman en consideración los factores que 
influyen en ésta. Se rechaza así la idea de que existe “an ideal speaker-listener, in a completely 
homogeneous speech community” (Chomsky cit. en Ashcroft, Empire 45). Ésta es la única 
manera de explicar cómo, por extraño que parezcay a pesar de lo que ya se dijo sobre la 
situación histórica del Caribe, el inglés estándar, que se sitúa, como ya se mencionó, en el 
extremo acrolectal del continuo, no sea siempre la lengua/variante legítima para los personajes 
de The Mystic Masseur. 
 
 
 
 
 
 
28 
 
CAPÍTULO 2. GANESH Y LA PARADOJA DEL “DIALECT” 
 
Cuando Ganesh busca darse a conocer en toda Trinidad como místico se publicita con volantes 
que anuncian la pregunta: “Who is this Ganesh?” (Naipaul, Masseur 9). La respuesta a esta 
interrogante parecería ser, no sólo en este punto, sino a lo largo de toda la novela, un asunto 
mucho más importante para el mismo Ganesh que para toda la gente cuya atención busca 
capturar. Del mismo modo, en la ya referida escena inicial, en la cual la madre del narrador 
busca convencer a su hijo para visitar a Ganesh, quien, según ella, es el único que puede curar 
el pie que el narrador se lastimó jugando futbol, “Who the hell is this Ganesh?” (Naipaul, Mystic 
Masseur 9) es la expresión que emite la voz narrativa al oír por primera vez el nombre del 
protagonista. Vemos pues que la cuestión de quién es Ganesh es central tanto para el 
protagonista como para el narrador, y es también la pregunta que la novela entera, en cuanto 
que se presenta como una suerte de biografía, intenta resolver. De este modo, la construcción 
de la identidad de Ganesh es uno de los asuntos medulares en The Mystic Masseur y, al 
mismo tiempo, el principal conflicto que encara el protagonista. 
Es a todas luces claro que gran parte de la desazón de Ganesh es provocada por el 
hecho de que el individuo que es (o que cree ser) no parece encajar del todo en la sociedad y 
el lugar que habita. Como ya se ha señalado, las tribulaciones de Ganesh están en una buena 
parte determinadas por las condiciones de su nacimiento, herencia cultural, y la tensión que 
hay entre éstas y los distintos ambientes en que el protagonista interactúa. El narrador elabora 
y hace énfasis en esta problemática desde los primeros capítulos, en los cuales Ganesh es 
apenas un niño, y la persigue hasta sus últimas consecuencias durante el resto de la novela, e 
incluso en el epílogo, donde Ganesh, que es ya una figura política consumada, cierra la novela 
corrigiendo al narrador cuando éste pronuncia “mal” su nombre. Lo importante de estas últimas 
líneas es que en ellas Ganesh afirma que ahora se llama (es decir, ahora es) “G. Ramsay Muir” 
(Naipaul, Mystic Masseur 208). Al significado e implicaciones del nombre regresaremos más 
29 
 
adelante. Mientras tanto, quiero subrayar que la estrategia de la que se vale el narrador al 
enfatizar el nombre de este personaje en espacios tan privilegiados (en términos narrativos) 
como el final del primer capítulo (“this imperfect account of the man Ganesh Ramsumair” 
[Naipaul, Mystic Masseur 11]) y el final del epílogo nos permite ver que la cuestión de definir a 
Ganesh es un asunto que acecha al protagonista durante toda su vida y que, 
consecuentemente, se vuelve una cuestión que permea la narración de principio a fin. 
Así pues, tras haber leído apenas una veintena de páginas de The Mystic Masseur, el 
lector, gracias a la información que el narrador deliberadamente proporciona, puede saber ya 
varias cosas que son determinantes para la construcción de la identidad del protagonista. 
Primero que nada, Ganesh es un niño trinitario, que se distingue, no obstante, de una buena 
parte de los trinitarios por su ascendencia hindú. Este hecho suscita reacciones ambivalentes 
en los personajes de la novela, pues aunque en algunos momentos la herencia india es motivo 
de orgullo, las quejas sobre lo difícil que es ser un hindú exitoso en Trinidad, o sobre la manera 
en que los hindúes se infatúan si llegan a alcanzar cierto éxito son una constante a lo largo de 
toda la obra. Sabemos también que Ganesh vive en un pueblo pequeñísimo, hecho que lo 
vuelve víctima de las burlas y desprecio de la gente de la ciudad y que en más de una ocasión, 
tanto en su adolescencia como en su adultez, lo pone en situaciones penosas cuando se 
encuentra en Puerto España. Sin embargo, a pesar de las muchas desventajas que estas 
circunstancias pueden llegar a representar, Ganesh se encuentra en una posición privilegiada 
con respecto al resto de los habitantes de Fourways, su pueblo natal, debido a que su padre es 
de las pocas personas que pueden darse el lujo de enviar a su hijo a estudiar a la capital. Cada 
una de las particularidades arriba mencionadas, minucias en apariencia, influye en distintas 
medidas en las expectativas que tanto los personajes como los lectores forman alrededor de la 
figura de Ganesh. Esto inevitablemente problematiza la construcción que el mismo personaje 
hace de su identidad, pero al mismo tiempo le otorga la guía y la clave para configurar una 
concepción de sí mismo con la que se sienta satisfecho. 
30 
 
 Hago énfasis en el entorno pues es aquí donde se configuran las expectativas a las que 
el protagonista responde, y éstas comienzan desde el momento en que su padre, un hindú 
apegado a sus tradiciones, le da un nombre. Ganesh es el dios hindú de la sabiduría, patrón 
del conocimiento y de las letras (Britannica Concise Encyclopedia). Nada más predecible, pues, 
que el hecho de que el protagonista vaya a tener una relación especial con los elementos que 
el dios hindú representa; y nada más irónico, al mismo tiempo, que el que esta relación sea tan 
superficial y cómica, como veremos en el siguiente capítulo al hablar de la escritura y los libros. 
Tal y como nos dice Luz Aurora Pimentel, el nombre es “el principio de identidad que permite 
reconocerlo [al personaje] a través de todas sus transformaciones” (63). Este principio de 
identidad que ella menciona nos lleva a esperar que exista una conexión natural e indisoluble 
entre el nombre y la personalidad del individuo. Además, al ser Ganesh el nombre de un dios, 
se anticipa en cierto modo la veneración y respeto que llegará a alcanzar el protagonista en sus 
mejores épocas como místico. Es en ese sentido que resulta irónico y cómico lo que el narrador 
concluye al ver por primera vez a Ganesh: “I didn’t think he looked particularly holy. He wasn’t 
wearing the dhoti and koortah and turban I had expected” (Naipaul, Mystic Masseur 6). A pesar 
de que es casi un hecho que el narrador no tiene en ese momento presentes las implicaciones 
del nombre del protagonista (pues era un niño aún), éstas sí son accesibles para el lector, y por 
ello no nos sorprendemos cuando vemos a continuación que Ganesh (en ésta que es, subrayo, 
su primera aparición en la novela) “was holding a big book” (Naipaul, Mystic Masseur 6). Éste 
es el primer indicio en la novela de cómo es que la lengua y los libros serán dos de los 
elementos centrales para definir la identidad del protagonista. Dado que él siempre fue un 
estudiante mediocre, una de sus primeras fuentes de ansiedad estriba en la manera en que su 
comunidad (que no conoce este hecho) idealiza la educación que recibió en Puerto España. 
Ganesh resuelve este conflicto cuando decide comenzar a actuar como se espera que actúe y 
se dispone a asumir el papel de un hombre “educated and reading books night and day” 
(Naipaul, Mystic Masseur 42). Así pues, Ganesh busca distinguirse (en el sentido de 
31 
 
diferenciarse, pero, también, de destacarse) entre sus congéneres, y una buena parte de esta 
tarea la realiza a partir del uso de la lengua. 
Él es definitivamente el personaje ideal para mostrar esta plasticidad en el habla. A 
través de la novela, somos testigos de cómo, dependiendo de sus interlocutores, Ganesh tiene 
que cambiar su manera de hablar para adaptarse al contexto y adoptar la variedad lingüística 
que sea más legítima según la situación. Por ello, mientras que en situaciones que tienen que 
ver con su profesión de “místico”, hablar hindi resulta más útil por dotar a su persona de unamayor autoridad e insondabilidad (“It make them feel good, you know, hearing me talk a 
language they can’t understand” [Naipaul, Mystic Masseur 126]), en otras ocasiones no hay 
nada que le dé más jerarquía que el uso de un “impeccable English” (Naipaul, Mystic Masseur 
183). A pesar de esta versatilidad en el habla que Ganesh gusta de exhibir, pronto se da cuenta 
de que no siempre es lo más conveniente y/o cómodo utilizar una variante lingüística distinta a 
la del resto de la gente. En efecto, en The Mystic Masseur la mayoría de las situaciones de la 
vida diaria requieren que se haga uso de una variante dentro del continuum que se encuentre 
alejada del extremo del inglés estándar; dicha variante es llamada “dialect” por los personajes 
de la novela y, en aras de ceñirme al texto, es éste el nombre que se usará en las siguientes 
páginas para analizarla en cuanto lengua/variante legítima. Como señalé en la introducción, 
siempre escribiré este término entre comillas para enfatizar su pertenencia a la diégesis de The 
Mystic Masseur. 
Dado que “English is still the official language of the Commonwealth Caribbean 
countries, but Creole is the mother-tongue of most, if not all West Indians” (Akai 168), es posible 
identificar lo que los personajes en la novela denominan “dialect” con lo que muchos textos 
críticos, como el arriba citado, llaman Creole. Sin embargo, como ya se mencionó, el Creole, 
más que ser una sola lengua, es un abanico de variedades distribuidas a lo largo de un 
continuo sin fronteras claras. Por ende, es sumamente complicado encontrar un estudio que 
describa formalmente el dialecto Creole de Trinidad usado por los individuos de ascendencia 
32 
 
india, que es prácticamente el único grupo poblacional que se retrata en The Mystic Masseur. 
Sin embargo, aunque sea muy difícil caracterizar el “dialect”, para el lector de la novela es 
sumamente sencillo reconocerlo y entenderlo, incluso aunque, al pasar por el tamiz de la 
transcripción que hace la voz narrativa, muchos de los matices del “dialect”, que pertenecen 
principalmente a la oralidad, son atenuados, tal y como puede observarse en los siguientes 
párrafos, que muestran fragmentos de una conversación entre Ganesh y Ramlogan: 
A week after that Ramlogan told Ganesh, ‘Something happen to Leela 
foot, sahib. I wonder if you would mind having a look at it.’ 
‘I ain’t a doctor, man. I ain’t know anything about people foot.’ 
Ramlogan laughed and almost slapped Ganesh on the back. ‘Man, how 
you could say a thing like that, sahib? Ain’t you was learning learning all all the 
time at the town college? And too besides, don’t think I forgetting that your father 
was the best massager we had.’ 
For years old Mr Ramsumair had this reputation until, his luck running out, 
he massaged a young girl and killed her. The Princes Town doctor diagnosed 
appendicitis and Mr Ramsumair had to spend a lot of money to keep out of 
trouble. He never massaged afterwards. (Naipaul, Mystic Masseur 26) 
Es evidente que la razón por la que es tan fácil identificar el “dialect” en la cita anterior es por 
su contraste con el inglés estándar del narrador (en cuya figura se profundizará en el siguiente 
capítulo). A partir de este contraste, se pueden reconocer varias características de esta 
variante lingüística. Antes que nada, quizá el rasgo más importante de todos los dialectos 
Creole, incluido el “dialect” de The Mystic Masseur, es que son lenguas eminentemente orales: 
“If Creole (i.e., a variety along the continuum) can be considered the mother-tongue of West 
Indians, ... [Standard] English is the only language West Indians of every colour, class or 
persuasion read and write” (Akai 170). Lo anterior se refleja en la novela de Naipaul en la 
medida en que el inglés estándar (o “good English”) es la única lengua en que se escriben, o se 
33 
 
intentan escribir, los muchos documentos, notas, periódicos y libros que se mencionan a lo 
largo de la novela.9 A causa de esto, todas las manifestaciones del “dialect” en The Mystic 
Masseur llegan a nosotros a través de los diálogos, como es claramente apreciable en el 
pasaje citado previamente. 
 Otro rasgo del dialecto indotrinitario que puede identificarse a partir de su contraste con 
el inglés estándar es la introducción de elementos culturales de la India y el hinduismo, 
especialmente a través del uso de vocablos provenientes del Bhojpuri, “the Hindi dialect 
composite spoken in Guyana and Trinidad” (Werner-Lewis 33). Esta práctica es muy común 
entre la mayoría de autores del Caribe con ascendencia india, y los términos usados pueden o 
no contar con una traducción o glosa en el texto. En el caso de The Mystic Masseur, la mayoría 
de los términos del hindi que son usados por los personajes o por el narrador (quien, como ya 
se indicó, también se crio en la comunidad indotrinitaria que presenta en la novela) no están 
glosados. La práctica de introducir términos provenientes de otro idioma/cultura sin una 
traducción “not only registers a sense of cultural distinctiveness but forces the reader into an 
active engagement with the horizons of the culture in which these terms have meaning” 
(Ashcroft, Empire 64). En ese sentido, el uso de términos como sahib, maharajin, gaddaha o 
koortah en The Mystic Masseur no sólo contextualiza el mundo narrado para el lector, sino que 
sirve a los personajes para manifestar, a través de la lengua, su pertenencia a una cultura y 
una comunidad.10 
A pesar de no ser la lengua oficial, en el sentido de que no es la que se enseña en las 
escuelas, tanto Ganesh como el resto de los personajes están conscientes de que el “dialect” 
 
9 No debe dejar de repararse en el hecho de que, al plasmar los diálogos de los personajes en una 
página, Naipaul, a través del narrador de The Mystic Masseur, está de hecho escribiendo el “dialect”. 
Esto pondría en tela de juicio lo que afirma Akai cuando dice que el inglés estándar, y no el Creole, es la 
única lengua que todos los habitantes del Caribe anglófono leen y escriben (170). 
10Maharajin es el nombre que recibe la esposa de un brahmin, aunque en Trinidad esta palabra se utiliza 
indiscriminadamente para dirigirse respetuosamente hacia la esposa de cualquier hombre hindú 
(Sankeralli 80); gaddaha significa asno (Naipaul, Mystic Masseur 13); y koortah es una especie de 
camisa holgada, sin cuello, originaria de la India (Merriam-Webster’s Collegiate Dictionary). 
34 
 
es la única variante válida para comunicarse en la vida diaria al interior de la comunidad, y en 
ese sentido se reconoce como la lengua/variante legítima en la que se presentan todos los 
intercambios lingüísticos cotidianos entre individuos de las comunidades indotrinitarias que 
aparecen en The Mystic Masseur. Es sólo a partir del carácter del “dialect” como 
lengua/variante legítima que se puede explicar la siguiente situación: “Like many Trinidadians 
Ganesh could write correct English but it embarrassed him to talk anything but dialect except on 
very formal occasions” (Naipaul, Mystic Masseur 66). Cuando se intenta hablar este “correct 
English” en ocasiones informales donde el “dialect” es la lengua/variante legítima, no existe de 
hecho una verdadera comunicación entre los personajes. Es por ello que cuando Ganesh y 
Ramlogan deciden que es momento de hablar “good English” de manera cotidiana, únicamente 
son capaces de expresar frases que, si bien son gramaticalmente impecables, no tienen la 
menor relación con los asuntos de los que suelen conversar: 
‘It is hot today.’ 
‘I see what you mean. It is very hot today.’ 
‘... The sky is very blue and I cannot see any clouds in it.’ (Naipaul, Mystic 
Masseur 67) 
Para explicar el diálogo anterior, la inferencia más sencilla sería decir que los personajes no 
tienen una competencia lingüística suficiente en el “good English” como para comunicar todolo 
que pueden decir al hablar “dialect”. Incluso si esto fuera cierto, lo que este pasaje parece 
indicar es que el “good English” no es la lengua más adecuada para expresarse en el contexto 
al que los personajes de la novela están expuestos y donde se desarrollan. Quizá el ejemplo 
más evidente de esto sean los ya mencionados vocablos del hindi que forman parte del 
“dialect” y que son pieza esencial del discurso habitual de los personajes. El que el narrador 
decida no traducir estos términos bien puede implicar la idea de que estos vocablos, en la 
diégesis de The Mystic Masseur, no son sustituibles por otros términos del inglés estándar. El 
diálogo anterior, así como otras escenas en las que los personajes intentan infructuosamente 
35 
 
comunicarse haciendo uso del “good English”, muestran cómo es que esta variante limita 
considerablemente sus posibilidades para expresarse, manipular e incluso jugar con la lengua. 
Se puede proponer entonces que en la novela existe una relación indisoluble entre la 
lengua/variante legítima para la cotidianidad de los personajes, el “dialect”, y la vida diaria de 
éstos, de tal forma que otras variedades lingüísticas, como el “good English”, no son tan útiles 
ni apropiadas para lo que los personajes quieren y necesitan expresar. Esto, más que 
demeritar al “good English” por sí mismo (o a los personajes por el uso que hacen de esta 
variedad) refuerza la noción de que la lengua/variante legítima se constituye en función del 
contexto. El que Ganesh insista en (y sus interlocutores accedan a) hacer uso del “good 
English”, una variedad que, si bien en otros contextos es legítima, en éste imposibilita la 
comunicación, socava la superioridad inapelable que el “good English” aparentemente acarrea 
desde el nombre. Esto no es poca cosa: a través de pasajes como el anterior, los cuales 
abundan a lo largo de toda la novela, Naipaul es capaz de subvertir, al menos parcialmente, la 
connotación negativa que históricamente ha tenido el término “dialect” al dotar a sus personajes 
de una precisión y expresividad en el uso de esta variedad lingüística que no pueden alcanzar 
cuando intentan hablar “good English”. 
Hasta el momento he hablado del “dialect” como lengua/variante legítima sin recurrir al 
término de mimetismo. La implicación de ello parecería ser que no hay una imitación (al menos 
no una como la que encontramos en la cita anterior, cuando los personajes intentan hablar 
“good English”) cuando un personaje hace uso del “dialect”. Puede pensarse en el “dialect” 
como una parte sustancial de lo que define a los personajes en cuanto que individuos 
pertenecientes a una comunidad específica, no únicamente porque ésta es la variedad dentro 
del creole continuum en la que Ganesh y el resto de los personajes de la novela se sienten más 
cómodos y son más competentes, sino también porque es, si se permite la analogía con las 
computadoras, la variedad que usan por omisión. Es justo por esto último que recurrir a otra 
variante del continuo implica un esfuerzo adicional, lo cual es observable en las muchas 
36 
 
situaciones en que, al intentar hacer uso de una variante lingüística en la que es menos 
competente, Ganesh requiere estar mucho más consciente y concentrado, como en la siguiente 
escena, en la que el protagonista, al inicio de su carrera como místico, busca impresionar a sus 
clientes: “Speaking slowly, because he wanted to speak properly, Ganesh said, ‘I do not live 
here and I cannot talk to you here. I live down the road’” (Naipaul, Mystic Masseur 115). En 
otras ocasiones, Ganesh no es tan afortunado y, a causa del nerviosismo que le supone hablar 
“good English”, regresa, muy a su pesar, a hacer uso del “dialect”: “‘It have – there are 
hundreds of people who are willing to do me a favour’” (Naipaul, Mystic Masseur 176, mis 
cursivas). En la cita anterior, las dos frases en cursivas tienen el mismo significado pero 
corresponden a distintas variantes lingüísticas: “there are” representaría el “good English” que 
Ganesh intenta hablar, mientras que “it have”, que es un calco del francés il y a, que significa 
“hay”, es la expresión que se usa al hablar “dialect”. Por ser esta variedad la más cercana a la 
experiencia de Ganesh, es perfectamente entendible que, en contra de su voluntad, “it have” 
haya sido la expresión que enunciara con mayor facilidad, de manera prácticamente 
automática. Se observa entonces que existe una fuerte asociación entre el “dialect” y la 
identidad que los personajes construyen al desenvolverse en su comunidad. Es por ello que, 
para los personajes indotrinitarios de The Mystic Masseur, hablar “good English” en vez de 
“dialect”, más que simplemente cambiar de o moverse con facilidad hacia otra variedad del 
continuum, implica el esfuerzo de intentar, literalmente, superponer el “good English” al “dialect” 
con el fin de suprimir este último que, pese a todo, siempre sale a relucir de alguna manera. 
La situación anterior nos conduce inevitablemente a una paradoja: ¿Por qué habríamos 
de intentar suprimir el uso de la lengua que más nos representa? O, dicho de otra manera, ¿por 
qué si el “dialect” es tan cercano a la experiencia de los personajes, hay tantas situaciones en 
la novela en las que otras variedades lingüísticas del continuo son las lenguas/variantes 
legítimas? Esta situación es perfectamente entendible cuando recordamos las ya mencionadas 
connotaciones negativas que comúnmente se asocian al concepto de dialect y de las que habla 
37 
 
Brathwaite. Aunque en The Mystic Masseur Naipaul no menciona de manera explícita estas 
connotaciones, las representa cabalmente a través de diálogos como el citado en el párrafo 
anterior. De esta suerte, tanto para los habitantes del Caribe como para los personajes de la 
novela de Naipaul, el dialect, más que ser simplemente la lengua que hablan, es en muchos 
casos la lengua que no pueden evitar hablar: “If West Indians are uncomfortable speaking 
[standard] English with other West Indians from a similar social class, they are also 
uncomfortable with the fact that Creole interferes when they (try to) speak English with non-
West Indians or with West Indians from a higher social class (Akai 173-4, mis cursivas). Esta 
interferencia entres dos variantes, que es justo la misma que afectó a Ganesh cuando dice “It 
have” en vez de “There are” en la escena citada en el párrafo anterior, no sería tan importante 
si en una situación dada las dos lenguas fueran equiparables. Sin embargo, por lo que he 
venido diciendo, sabemos ya que en cualquier contexto hay una lengua/variante legítima, cuyo 
uso confiere al hablante mayor prestigio que el uso de otras variantes. En el ejemplo del 
“dialect” “interfiriendo” cuando se busca hablar “good English”, la lengua/variante legítima es 
evidentemente esta última. La presencia de esta dicotomía en The Mystic Masseur es tan 
evidente que, en vez de hablar de “English”, como Joanne Akai, o Standard English, como es 
común que se haga en muchos textos críticos, los personajes de la novela hacen referencia a 
un “good English” que en el mismo nombre acarrea todas las connotaciones de prosperidad 
económica y prestigio social que se asocian al uso del inglés estándar en el Caribe. 
 
 
 
 
 
 
 
38 
 
CAPÍTULO 3. “GOOD ENGLISH” COMO LENGUA/VARIANTE LEGÍTIMA 
 
Se ha hablado hasta este momento del inglés estándar sin profundizar en la problemática de 
usar esta expresión. Aunque siempre ha sido un término controvertido, el cuestionamiento de la 
pertinencia de este concepto ha crecido en las últimas décadas. No es difícil imaginar los 
porqués: el mismo nombre de inglés estándar presupone una norma, y el desapegarse de ella 
presuntamente implica una desviación. Así pues, la noción prescriptiva que encarna el 
concepto de inglés estándar se opone a la idea, en buena medida aceptada, de que la lengua 
se constituye en la práctica.

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