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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO THE AMERICAN BRITISH COWDRAY MEDICAL CENTER I.A.P. ¿EXISTE RELACIÓN ENTRE LA INFILTRACIÓN GRASA, EL TAMAÑO DE ROTURA, EL ÍNDICE DE THOMAZEAU Y LA DISTANCIA ACROMIO- HUMERAL EN PACIENTES CON DIAGNÓSTICO DE ROTURA DEL MANGUITO DE LOS ROTADORES EN EL CENTRO MÉDICO ABC? TESIS DE POSGRADO PARA OBTENER EL TÍTULO DE ESPECIALISTA EN ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGÍA PRESENTA: DR. JAVIER MARTÍN BECERRA ASESORA: DRA. ANA MARÍA SERRANO ARDILA CO-ASESOR: JACOBO SALOMÓN ÁVILA PROFESOR TITULAR DEL CURSO ORTOPEDIA: DR. JAVIER CAMACHO GALINDO CIUDAD DE MÉXICO, JULIO DE 2017 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 1 DR. AQUILES AYALA RUIZ JEFE DE ENSEÑANZA DEL CENTRO MÉDICO ABC DR. JAVIER CAMACHO GALINDO PROFESOR TITULAR DEL CURSO ORTOPEDIA DEL CENTRO MÉDICO ABC DR. ARMANDO TORRES GÓMEZ PROFESOR ADJUNTO DEL CURSO ORTOPEDIA DEL CENTRO MÉDICO ABC DRA. ANA MARÍA SERRANO ARDILA ORTOPEDISTA ADSCRITA AL CENTRO MÉDICO ABC ASESORA DE TESIS JACOBO SALOMÓN ÁVILA MAESTRO EN ESTADÍSTICA ETH ZURICH CO-ASESOR DE TESIS DR. JAVIER MARTÍN BECERRA RESIDENTE DE 4º AÑO DE ORTOPEDIA DEL CENTRO MÉDICO ABC AUTOR DE TESIS 2 Tabla de contenido Agradecimientos ................................................................. 4 Resumen .............................................................................. 5 Marco teórico ....................................................................... 7 Introducción ................................................................................... 7 Anatomía del manguito de los rotadores .................................... 9 Biomecánica y función del manguito de los rotadores ........... 12 Roturas del manguito de los rotadores .................................... 14 Clasificación ............................................................................... 17 Diagnóstico .................................................................................. 20 Manifestaciones clínicas ............................................................ 20 Exploración física ....................................................................... 21 Estudios de Imagen .................................................................... 23 Radiografías simples ........................................................................................... 23 Resonancia magnética ........................................................................................ 23 Ultrasonido ........................................................................................................... 24 Tomografía axial computarizada con contraste intraarticular .............................. 24 Mediciones y sus modificaciones por roturas del manguito de los rotadores .................................................................................... 26 Distancia acromio-humeral .................................................................................. 26 Distancia glenohumeral inferior ........................................................................... 27 Signo de la tangente.. ......................................................................................... 27 Índice de Thomazeau .......................................................................................... 28 Pronóstico .......................................................................... 30 Infiltración grasa tras una reparación del manguito de los rotadores ...................................................................................... 30 Planteamiento del problema ............................................ 36 3 Justificación ................................................................................ 36 Pregunta de investigación .......................................................... 37 Hipótesis ...................................................................................... 38 Hipótesis Nula ............................................................................ 38 Objetivos ...................................................................................... 39 Objetivo general ......................................................................... 39 Objetivos específicos ................................................................. 39 Material y métodos ............................................................ 40 Diseño del estudio ...................................................................... 40 Universo de trabajo ..................................................................... 40 Población .................................................................................... 40 Descripción de variables ............................................................ 41 Selección de la muestra ............................................................. 42 Tamaño de la muestra ............................................................... 43 Criterios de selección ................................................................. 43 Procedimientos ........................................................................... 43 Resultados ......................................................................... 48 Discusión ........................................................................... 54 Limitaciones ................................................................................ 56 Conclusiones ..................................................................... 58 Referencias ........................................................................ 60 4 Agradecimientos Agradezco a mi madre, Imelda, mi ejemplo de vida, por ser pilar de mi formación tanto personal como profesional ya que sin su dedicación, compromiso y trabajo nunca habría llegado tan lejos. A Imelda e Isabel, mis hermanas, que siempre están en todas mis aventuras y son parte de mi felicidad cada día. A mi padre Javier, por su apoyo y amistad. Por su interés en enseñarme siempre cómo funcionan las cosas y cómo arreglarlas, ya que de ahí nació mi curiosidad por todo. Gracias Ahui y mi abuelo Ron por hacerme siempre sentir como el mejor y consentirme cada vez que pueden. A Roberto Ransom por ser mi hermano en las buenas y en las malas. Por compartir todos los logros que llevamos y los que faltan. Agradezco a Javier Camacho, Ana Serrano, Sergio Abush, Luis Alanís, Ruy Rodríguez, Jacobo Saleme, Ranulfo Romo, Jaim Atri, Humberto González, Paola Zamora, Ángel Cruz y a todos los ortopedistas del Centro Médico ABC por todo su interés en que cada día fuéramos mejores en todos los aspectos no solo en Ortopedia. A mis compañeros en especial a Ana Lilia, Ignacio y Ana por todas esas horas juntos y ser parte de mi desarrollo personal y profesional. Y por último a Karla mi “compañera de la vida”, mi mejor amiga, mi dermatóloga, por todo este camino que recorrimos juntos y por lo que nos falta, gracias por ser lo mejor de mi día. 5 Resumen La infiltración grasa es un cambio degenerativo muscular que ocasiona una disminucióndel grosor y la fuerza del músculo. (15) Goutallier propuso un sistema para cuantificar el grado de infiltración grasa del manguito de los rotadores. Tras una reparación de manguito de los rotadores con infiltración grasa la tasa de re-rotura del supraespinoso es del 25% (16) por lo que hoy en día es utilizada como parámetro de expectativa tras una reparación anatómica (5-14). La infiltración, junto con la atrofia muscular están íntimamente relacionadas con la severidad de la lesión del manguito de los rotadores, debido a esto se realizó un estudio retrospectivo, observacional, descriptivo y transversal. Se valoraron resonancias magnéticas simples de hombro tomadas en el Centro Médico ABC, campus Santa Fe. 133 pacientes cumplieron los criterios de inclusión. Se valoró el grado de infiltración grasa del supraespinoso, el tamaño de rotura, la infiltración grasa del infraespinoso/redondo menor, la distancia acromio-humeral y el índice de Thomazeau. Se calculó el coeficiente de correlación de Pearson y se realizó un análisis de regresión lineal múltiple encontrando que la infiltración grasa del supraespinoso tiene una correlación positiva fuerte entre el tamaño de rotura (0.6737879) con una p estadísticamente significativa (p=4.36e-05). En relación al índice de Thomazeau se encontró una correlación positiva fuerte (0.7611755) y una p significativa (p=6.13e-09). También se observó una correlación positiva moderada con la infiltración grasa del infraespinoso/redondo menor (0.5740554) con una p no significativa (p=0.598) y una correlación negativa débil de la distancia acromio-humeral (- 6 0.2455701) con una p no significativa (0.4785) comparada con la infiltración grasa del supraespinoso. Estos resultados condujeron a las siguientes conclusiones: la infiltración grasa del supraespinoso tiene correlación con la infiltración grasa del infraespinoso y el redondo menor, pero ésta no tiene efecto estadísticamente significativo. La distancia acromio-humeral no tiene efecto estadísticamente significativo en cuanto a su relación con la infiltración grasa del supraespinoso. La infiltración grasa del supraespinoso está directamente relacionada con el tamaño de la rotura del manguito de los rotadores. La atrofia muscular y a la infiltración grasa del supraespinoso tienen una correlación estadísticamente significativa entre ambas pero no deben considerarse el mismo proceso degenerativo ya que generan pronósticos diferentes. 7 Marco teórico Introducción La primera causa de discapacidad debido a lesiones del hombro corresponde a las roturas del manguito de los rotadores (1, 2). La prevalencia de las roturas del manguito de los rotadores es muy variable y depende del rango de edad; entre los 40 y 60 años es del 5 al 11%, y en los pacientes mayores de 60 años puede alcanzar hasta el 80% de prevalencia. Está demostrado un incremento lineal en la prevalencia de roturas del manguito de los rotadores a partir de la quinta década de la vida (3, 4). Varios autores han publicado la importancia de la infiltración grasa como factor determinante para el pronóstico tras una adecuada reparación del manguito de los rotadores (5-14). La infiltración grasa es un cambio degenerativo en el que se reemplazan las fibras musculares por grasa y que ocasiona una disminución en el área del músculo y una disminución en la fuerza del mismo (15). Goutallier en 1989 propuso un sistema de 5 grados para cuantificar el grado de infiltración grasa del manguito de los rotadores en una tomografía axial computarizada. Con estas mediciones concluyó que en los pacientes que presentaban rotura aguda del manguito de los rotadores era conveniente operarlos antes de que ocurriera la infiltración grasa debido al mal pronóstico. Más adelante, Goutallier describió que la tasa de re-rotura del supraespinoso era 8 del 25% al presentar infiltración grasa (16). Desde entonces, la infiltración grasa es utilizada como parámetro para darle una expectativa al paciente tras una rotura crónica del manguito de los rotadores (5-14). 9 Anatomía del manguito de los rotadores El manguito de los rotadores es un complejo de cuatro tendones con origen en la escápula, que en conjunto con la cápsula articular glenohumeral forman una unidad funcional que se inserta en las tuberosidades del húmero. El músculo subescapular tiene su origen en la fosa subescapular de la cara anterior de la escápula y se inserta la tuberosidad menor del húmero. Está inervado por los nervios subescapular superior e inferior. El músculo supraespinoso tiene su origen en la fosa supraespinosa, superior a la espina de la escápula en su cara posterior, pasa por debajo del acromion y la articulación acromioclavicular para insertarse en el aspecto superior de la tuberosidad mayor del húmero. El nervio supraescapular inerva este músculo justo después de salir de la escotadura de la escápula. El músculo infraespinoso tiene su origen en la fosa infraespinosa, inferior a la espina de la escápula en su cara posterior; éste tiene su inserción en el aspecto posterolateral de la tuberosidad mayor del húmero. El nervio 653Chapter 14 The Rotator Cuff lower portion of the greater tuberosity. It is innervated by a branch of the axillary nerve. The tendons of the rotator cuff blend together to form a continuous cuff around the humeral head. Histologic studies by Clark and Harryman described the rotator cuff tendons as having five distinct layers (Fig. 14-2).47 The most superficial layer is the coracohu- meral ligament fibers, which are obliquely oriented to the axis of the muscle and span the interval between the subscapularis and supraspinatus tendons. The second layer is composed of tendon fibers grouped into large bundles that extend from the supraspinatus tendon and form a layer over the biceps tendon in its groove. The third layer contains tendon fascicles that are smaller in size and less tightly packed than the bundles in the second layer and also have less uniform orientation. The fourth layer is composed of loose connective tissue with thick bands of collagen fibers. This tissue merges with the cora- cohumeral ligament at the anterior edge of the supraspi- natus. The fifth and last layer is the continued sheet of collagen fibrils that composes the superior joint capsule. The footprint of the rotator cuff has been a subject of numerous cadaveric studies. While the rotator cuff muscles were often thought to run in parallel and insert onto discrete portions of the greater and lesser tuberosity, we now know that there is significant overlap of the FIGURE 14-2: Schematic diagram of a cross-section of the supra- spinatus (SP) and infraspinatus (IS) tendons and capsule demon- strating five distinct layers. 1, superficial extension of CHL; 2, fibers of the SP/IS tendons parallel to the tendon; 3, fibers of the SP/IS tendons obliquely oriented to layer 2; 4, deep extension of CHL; 5, true joint capsule. CHL, Coracohumeral ligament. (From Clark JM, Harryman DT, 2nd. Tendons, ligaments, and capsule of the rotator cuff. Gross and microscopic anatomy. J Bone Joint Surg Am. 1992;74[5]:713-725.) IS SP CHL 1 2 2 3 4 5 SBL FIGURE 14-3: The normal interweaving of the fibers from the subscapularis (S), supraspinatus (SP), and infraspinatus (I) tendons near the humeral insertion. B, Long head of biceps tendon. (From Clark JM, Harryman DT, 2nd. Tendons, liga- ments, and capsule of the rotator cuff. Gross and microscopic anatomy. J Bone Joint Surg Am. 1992;74[5]:713-725.) I SP B S SBL tendinous portions of each rotator cuff onto the tuberosi- ties. Clark and Harryman have demonstrated significant interdigitation of the supraspinatus and infraspinatus tendons occurring near the footprint (Fig. 14-3).46,47,48 Minagawa et al. also demonstrated a significant overlap of theposterior supraspinatus with the infraspinatus cuff tendon.225 Mochizuki et al. studied 113 cadaveric speci- mens, and found that the portion of the greater tuberosity occupied by the supraspinatus insertion was much smaller than previously believed, and that the infraspina- tus insertion occupied the preponderance of the footprint on the greater tuberosity.227 The long head of the biceps tendon may be considered a functional part of the rotator cuff. It attaches to the supraglenoid tubercle of the scapula, runs between the subscapularis and the supraspinatus, exits the shoulder through the bicipital groove under the transverse humeral ligament, and attaches to its muscle in the proximal part of the arm. The coracohumeral ligament and the trans- verse humeral ligament keep the biceps tendon aligned in the groove.302 Although electromyographic studies on the long head of the biceps have demonstrated that it may be inactive during shoulder movements,352 it may serve as a passive restraint during most shoulder motions and contribute to anterior stability in abduction and external rotation. Changes in elbow position and loading of the biceps can lead to altered shoulder motion and muscle recruitment.358,359 This tendon also has the potential for guiding the head of the humerus as it is elevated, with the bicipital groove traveling on the biceps tendon like a Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico febrero 14, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. Figura 1. Esquema de las capas del manguito de los rotadores, (IS) Infraespinoso, (SP) Supraespinoso, (CHL) Ligamento coraco- humeral. Tomado de (1). 10 supraescapular inerva este músculo justo después de pasar por la escotadura espinoglenoidea. El músculo redondo menor tiene su origen en la cara ínfero-lateral de la escápula y se inserta en el aspecto inferior de la tuberosidad mayor del húmero. Éste es inervado por una rama del nervio axilar (1). Histológicamente, el manguito de los rotadores está conformado por 5 capas diferentes. (Figura 1) • Primera capa: Es la más superficial, corresponde a las fibras del ligamento coraco-humeral. Sus fibras están dispuestas de manera oblicua, cerrando el intervalo entre el supraespinoso y el subescapular. • Segunda capa: Corresponde a las fibras gruesas del tendón del supraespinoso que forman una capa en la parte superior del surco bicipital. • Tercera capa: Corresponde a los fascículos más pequeños que la segunda capa, los cuales presentan un patrón desorganizado. • Cuarta capa: Está formada de tejido conectivo desorganizado con bandas gruesas de colágena. Esta capa se une con la primera en el borde anterior del supraespinoso. • Quinta capa: Corresponde a las fibrillas de colágeno que se continúan de la cápsula superior de la articulación glenohumeral (1). 11 La cabeza larga del bíceps puede ser considerada como parte de la unidad funcional del manguito de los rotadores debido a su relación anatómica y a su papel en la función biomecánica del hombro. Tiene su origen en el tubérculo supraglenoideo y discurre entre el supraespinoso y el subescapular para entrar en el surco bicipital del húmero. La cabeza larga del bíceps tiene como estabilizadores al ligamento transverso y al ligamento coraco-humeral (1). 12 Biomecánica y función del manguito de los rotadores El manguito de los rotadores tiene dos funciones importantes: su función primaria es ser un estabilizador dinámico, balanceando los vectores de fuerzas de todos los planos hacia la glenoides; y, por otro lado, generar rotación del húmero con respecto a la glenoides (1, 4, 17). Su función de balance puede ser estudiada en dos planos. En el plano coronal el vector de fuerza del músculo deltoides es hacia superior, por lo que es necesario un balance mediado por el supraespinoso en la parte superior y en la parte inferior por parte del infraespinoso, redondo menor y subescapular. En el plano transverso (Figura 2) se deben balancear las fuerzas del manguito anterior (subescapular) con las del manguito posterior (infraespinoso y redondo menor). Todo esto para evitar el cambio del centro de rotación y que éste sea el mismo durante todo el rango de movimiento. Si cambia este eje de rotación no solo se ve perjudicada la función del músculo deltoides; si no de toda la musculatura de la cintura escapular (pectorales, dorsal ancho, entre otros) necesaria para los movimientos coordinados y eficientes (1). Figura 2. Esquema del balance muscular en el plano transverso. Tomado de (1). 660 Chapter 14 The Rotator Cuff FIGURE 14-20: Deltoid balance. Pure elevation requires that the internal rotation and cross-body moments of the anterior deltoid be opposed by other muscle actions. For example, even though it is an antagonist to the anterior deltoid, the posterior deltoid must contract during elevation to resist the cross-body moment of the anterior deltoid. (From Matsen FA III, Lippitt SB. Shoulder Surgery: Principles and Procedures. Philadel- phia: Saunders; 2004:261.) of the deltoid muscle cannot be used efficiently for eleva- tion of the shoulder. This concept of force couples around the shoulder is important but may oversimplify the complex interactions between the cuff and the different heads of the deltoid, trapezius, latissimus dorsi, and pectoralis muscles. The timing and magnitude of these balancing muscle effects must be precisely coordinated to avoid unwanted direc- tions of humeral motion. In a specified position, activa- tion of a muscle creates a unique set of rotational moments. For example, the anterior deltoid can exert moments in forward elevation, internal rotation, and cross-body movement (Fig. 14-19). If forward elevation is to occur without rotation, the cross-body and internal rotation moments of this muscle must be neutralized by other muscles, such as the posterior deltoid and infraspi- natus (Fig. 14-20).299 As another example, use of the latissimus dorsi in a movement of pure internal rotation requires that its adduction moment be neutralized by the superior cuff and deltoid. Conversely, use of the latissi- mus dorsi in a movement of pure adduction requires that the posterior cuff and posterior deltoid muscles neutralize their internal rotation moment. Thus the simplified view of muscles as isolated motors, or as members of force couples, must give way to an understanding that all shoulder muscles function together in a precisely coor- dinated way, with opposing muscles canceling out unde- sired elements and leaving only the net torque that FIGURE 14-18: Balanced anteroposterior cuff forces compress the humeral articular convexity into the glenoid concavity. (From Matsen FA III, Lippitt SB. Shoulder Surgery: Principles and Procedures. Philadelphia: Saunders; 2004:85.) Inferior force Supraspinatus Deltoid Sub scapularis Infraspinatu s Medial force Net force FIGURE 14-19: Deltoid moment. The anterior deltoid gener- ates moments in forward elevation (A), internal rotation (B), and cross-body movement (C). (From Matsen FA III, Lippitt SB. Shoulder Surgery: Principles and Procedures. Philadelphia: Saunders; 2004:261.) C A B Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico febrero 14, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. Subescapular Infraespinoso Subescapular 13 Otro concepto biomecánico importante es el del “puente de suspensión” propuesto por Lo y Burkhart (1, 17). Si se observa la superficie articular de un manguito intacto se puede identificar un engrosamiento de la cápsula en forma de media luna que rodea una porción másdelgada de esta misma cápsula, estos corresponden al “cable rotador” y a “la media luna del manguito de los rotadores” (Figura 3). El cable rotador es un engrosamiento del ligamento coraco-humeral correspondiente al margen avascular del tendón. Éste se extiende desde la porción posterior del canal del bíceps hacia posterior en el borde más posterior de la inserción del infraespinoso. Este cable rotador funciona de la misma manera que un puente de suspensión, distribuyendo la carga entre dos puntos para proteger la región vulnerable. Este concepto permite explicar por qué no todas las lesiones generan alteraciones funcionales (17). ficient to maintain equilibrium in the coronal plane (Fig. 3). This can result in anterior and superior translation of the humeral head and the inability to maintain a stable fulcrum of motion. Therefore, when faced with a rotator cuff tear, the primary goal of surgery is to balance the force couples in the transverse and coronal planes and not necessarily to cover the hole. When viewed from the glenohumeral joint, the articular surface of the intact rotator cuff demonstrates an arching, cable-like thickening of the capsule surrounding a thinner crescent of tissue that inserts into the greater tuberosity of the humerus.16,19 This cable-like structure represents a thickening of the coracohumeral ligament and is consis- tently located at the margin of the avascular zone. This “rotator cable” extends from its anterior attachment just posterior to the biceps tendon to its posterior attachment near the inferior border of the infraspinatus tendon16,19,42 (Fig. 4). Although the function of the rotator cable is unclear, it appears that the rotator cable may function in a way that is analogous to a load-bearing suspension bridge. By this model, stress is transferred along the ro- Figure 1. Coronal plane force couple. The inferior portion of the rotator cuff (below the center of rotation) creates a mo- ment that must balance the deltoid moment. C, resultant rotator cuff forces; D, deltoid muscle force; O, center of rotation; a, moment arm of the inferior portion of the rotator cuff; A, moment arm of the deltoid. Figure 2. Transverse plane force couple (axillary view). The subscapularis tendon anteriorly is balanced against the in- fraspinatus and teres minor tendons posteriorly. I, infraspi- natus; S, subscapularis; O, center of rotation; r, moment arm of the subscapularis tendon; R, moment arm of the infraspi- natus and teres minor tendons. Figure 3. A, the transverse plane force couple and the coro- nal plane force couple are disrupted because of a massive rotator cuff tear involving the posterior rotator cuff (infraspi- natus and teres minor tendons); B, an alternative pattern of disruption of the transverse plane force couple, because of a massive tear involving the anterior rotator cuff (that is, the subscapularis tendon). I, infraspinatus; TM, teres minor; O, center of rotation; S, subscapularis; D, deltoid. Figure 4. Superior (left) and posterior (right) projections of the rotator cable and crescent. The rotator cable extends from the biceps to the inferior margin of the infraspinatus tendon, spanning the supraspinatus and infraspinatus ten- don insertions. B, mediolateral diameter of rotator crescent; C, width of rotator cable; S, supraspinatus; I, infraspinatus; BT, biceps tendon; TM, teres minor. Vol. 31, No. 2, 2003 Current Concepts in Arthroscopic Rotator Cuff Repair 309 Figura 3. Esquema del cable de los rotadores y de la media luna del manguito de los rotadores. (C) Cable rotador, (B) media luna del manguito de los rotadores, (S) tendón del supraespinoso, (BT) tendón de la cabeza larga del bíceps braquial, (I) tendón del infraespinoso, (TM) tendón del redondo menor. Lo IK, Burkhart SS. Current concepts in arthroscopic rotator cuff repair. Am J Sports Med. 2003;31(2):308-24 14 Roturas del manguito de los rotadores La etiología de las roturas del manguito de los rotadores es considerada multifactorial. Existen causas traumáticas ocasionadas por accidentes, generalmente en pacientes jóvenes. Las causas degenerativas se engloban en intrínsecas y extrínsecas. Las causas intrínsecas generan cambios celulares que alteran el ciclo de la colágena, ocasionando degeneración del tendón y apoptosis de las células, propiciando una rotura. Dentro de las causas intrínsecas se incluyen: la edad del paciente, antecedente de tabaquismo, alcoholismo, obesidad, actividades con sobrecarga o sobreuso y la hipovascularidad del tendón (4, 18). En cuanto a las causas extrínsecas son todas aquellas modificaciones anatómicas que aumentan el estrés sobre el tendón y que ocasionan cambios degenerativos dentro de las fibras llevando a una rotura. Dentro de estas las más importantes son: cambios degenerativos del acromion, apófisis coracoides (síndromes de pinzamiento subacromial o subcoracoideo), y de la articulación acromioclavicular (síndrome de pinzamiento subacromial) (1, 4). 656 Chapter 14 The Rotator Cuff acromial morphology and rotator cuff tears may be exag- gerated because of the confounding variable of age.129 Other studies have suggested that type II and III acromia are acquired rather than developmental.357 Because most acromial hooks lie within the coracoacro- mial ligament (Figs. 14-8 and 14-9), it seems likely that they are actually traction spurs in this ligament (Fig. 14-10). The traction loads producing this hook can result from loading of the arch by the cuff, and may be increased with increasing dependency on the coraco- acromial arch for superior stability in the presence of cuff FIGURE 14-8: A, Variations in acromial shape are commonly observed in patients with cuff disease. The supraspinatus outlet view is helpful in defining this anatomy. B, In this arthrogram (lateral view), indentation of the supraspinatus by the anteroinferior acromion can be seen. A B FIGURE 14-9: Supraspinatus outlet radiograph demonstrating a large anteroinferior osteophyte (arrows). (From Iannotti JP. Rotator Cuff Disorders: Evaluation and Treatment. Rosemont, IL: American Academy of Orthopaedic Surgeons; 1991.) FIGURE 14-10: Acromial traction spur. A, Normal relation- ships. B, As the humeral head moves upward, the coracoacro- mial arch becomes progressively loaded. C, The result is a traction spur in the coracoacromial ligament. Because it lies within the substance of the ligament, this spur does not encroach on the rotator cuff, even though it can look impressive on radiography. D, Cuff tear arthropathy. (From Matsen FA III, Lippitt SB. Shoulder Surgery: Principles and Procedures. Phila- delphia: Saunders; 2004:280.) A B DC Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico febrero 14, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. Figura 4. Esquema de la formación del gancho acromial (A) Relaciones normales (B) al presentar inestabilidad superior el arco coracoacromial se sobrecarga por la migración superior del húmero(C) formación del gancho acromial que no condiciona pinzamiento subacromial (D) Rotura del manguito de los rotadores. Tomado de (1). 15 El gancho acromial (Figura 4) no es una causa de pinzamiento subacromial. Éste se forma por la tracción que se genera a causa de la sobrecarga del ligamento coracoacromial. En una rotura del manguito de los rotadores se genera una inestabilidad superior; el arco coracoacromial debe compensar esta inestabilidad mediante una hipertrofia del ligamento coracoacromial. Debido a que esta hipertrofia ocurre dentro de la sustancia del ligamento, no se ocasiona un estrés mecánico sobre el tendón y por lo tanto no hay, teóricamente, un fenómeno de pinzamiento subacromial (1). Una vez que ocurre una rotura del manguitode los rotadores comienza un proceso de regeneración; sin embargo, los tendones son intrasinoviales y no tendrán reparación espontánea. Este proceso de regeneración puede ser dividido en 3 fases: • Fase inflamatoria: de algunos días de duración, esta fase se caracteriza por la formación del hematoma, depósito de fibrina, células inflamatorias, fibroblastos y remodelación de la elastina. • Fase proliferativa: está caracterizada por la angiogénesis y la proliferación de fibroblastos, presentando un patrón desorganizado de la colágena. • Fase de remodelación: entre algunas semanas y meses de duración, esta fase se caracteriza por la disminución en la celularidad y organización de las fibras de colágena y elastina. Con el aumento de la edad este proceso 16 de curación disminuye debido a la degeneración de la colágena (1, 4, 19, 20). Al presentar una rotura existe un proceso de degeneración de proteínas en el que se ha demostrado en estudios animales que el Factor Nuclear Kappa Β (NF- KB) está involucrado en la atrofia muscular debido a que aumenta la expresión de proteasas que degradan el músculo. Adicionalmente, la falta del estímulo mecánico propicia una atrofia muscular tras una rotura. En cuanto a las causas celulares de la infiltración grasa del músculo no existe evidencia clara. Existen teorías, aún no demostradas, que dicen que a nivel celular los linajes fibrogénicos y adipogénicos comparten su origen; tras una rotura puede existir un cambio de señalización que propiciaría una infiltración grasa (15, 19). 17 Clasificación Existen múltiples clasificaciones para las lesiones del manguito de los rotadores. En general se engloban en roturas de espesor parcial, roturas parciales de espesor completo y roturas completas. Existen varios autores que han propuesto clasificaciones según el patrón de la rotura, el espesor o el número de tendones que están involucrados. Ellman clasificó las roturas parciales: con respecto a la localización, las dividió en bursales, articulares e intrasustanciales; y las categorizó en grados de la siguiente manera: • Grado 1: cuando involucra menos de 3 milímetros del tendón • Grado 2: cuando involucra de 3 a 6 milímetros del tendón • Grado 3: más de 6 milímetros del tendón (1). La clasificación más utilizada para roturas completas es la de DeOrio y Cofield: 1. Grado 1: pequeñas, menores a 1 cm 2. Grado 2: medianas, entre 1 y 3 cm 3. Grado 3: grandes, entre 3 y 5 cm 4. Grado 4: masivas, mayores a 5 cm (1, 4) figuration (Fig. 10A). In chronic L-shaped tears, it is im- perative to determine which leaf is more mobile and where the “corner” of the L-shaped tear needs to be restored. In these cases, side-to-side suturing is first performed along the longitudinal split (Fig. 10B) and then the converged margin is repaired to bone (Fig. 10C). These first three tear patterns represent over 90% of posterosuperior rotator cuff tears and can be repaired using the principles outlined here. Thus, most rotator cuff tears, even those massive in size, can be repaired without extensive mobilization if one understands and recognizes these tear patterns. Repairing tears according to their tear pattern can lead to excellent results.15 However, in the fourth tear pattern, the massive, contracted, immobile rotator cuff tear, other techniques must be used. Although most rotator cuff tears are crescent-, U-, or L-shaped, there does exist a small but significant number of tears that demonstrate no mobility from a medial-to- lateral or from an anterior-to-posterior direction. These tears cannot be repaired directly to bone (such as during Figure 8. U-shaped rotator cuff tear. A, superior view of a U-shaped rotator cuff tear involving the supraspinatus (SS) and infraspinatus (IS) tendons; B, U-shaped tears demonstrate excellent mobility from an anterior-to-posterior direction and are initially repaired with side-to-side sutures using the principle of margin convergence; C, the repaired margin is then repaired to bone in a tension-free manner. Figure 9. Acute L-shaped rotator cuff tear. A, superior view of an acute L-shaped rotator cuff tear involving the supraspinatus tendon (SS) and rotator interval (RI); B, the tears should be initially repaired along the longitudinal split; C, the converged margin is then repaired to bone. IS, infraspinatus; Sub, subscapularis tendon; CHL, coracohumeral ligament. 312 Lo and Burkhart American Journal of Sports Medicine Figura 5. Imagen del patrón en “U” según Burkhart. (IS) Infraespinoso, (SS) Supraespinoso. Lo IK, Burkhart SS. Current concepts in arthroscopic rotator cuff repair. Am J Sports Med. 2003;31(2):308-24. 18 Ellman y Gartsman hicieron una clasificación descriptiva según el patrón de la rotura: • En forma de media luna • En forma de “L” • En forma de “L” reversa • En forma de trapecio • Patrón masivo (rotura total de 2 ó más tendones). Posteriormente Burkhart añadió una clasificación integrando a la clasificación previa conceptos como la retracción y la artrosis glenohumeral: • Tipo 1: roturas con patrón de media luna • Tipo 2: roturas con patrón de “U” (mayor retracción que la media luna convencional) (Figura 5) y patrones de “L” • Tipo 3: roturas masivas con extensión en cortes coronal y sagital • Tipo 4: roturas masivas con artrosis glenohumeral concomitante (1, 17). Figura 6. Esquema de la clasificación de Patte. Tomado de Kany J, Flurin PH, Richardi G, Hardy P, French Arthroscopy S. Rotator cuff tear imaging in patients over 70 years: specific MRI findings? Orthop Traumatol Surg Res. 2013;99(8 Suppl): S385-90. Rotator cuff tear imaging in patients over 70 years: Specific MRI findings? S387 Figure 2 a: conventional T2 spin-echo sequence (marked fluid/fat signal intensity gradient); b: turbo T2 spin-echo sequence (small fluid/fat signal intensity gradient); c: Fat-Sat T2 sequence. T1-weighted images (T1-WIs) (Fig. 1) provide an overall mor- phological and anatomic assessment via the acquisition of oblique coronal (Fig. 1a), axial (Fig. 1b), or oblique sagittal (Fig. 1c) sections. T1 and proton-density sequences visualise the fatty tissue as white areas but fail to clearly delineate the tendons. T1-WIs are chiefly useful for evaluating fatty degeneration of the rotator cuff muscles. Thus, Goutallier’s criteria for classifying fatty muscle degeneration [1] are best assessed on T1 or proton-density images. T2-WIs (Fig. 2a) have longer acquisition times but clearly differentiate fluid from fatty tissue. Turbo sequences (Fig. 2b) are faster but fail to distinguish fluid from fat. An alternative is the use of Fat-Sat sequences (Fig. 2c) show- ing tissues in black and fluid (inflammation) in white and suppressing the fat images. Rotator cuff tears are clearly visible on these sequences, which cannot, however, serve to evaluate fatty degeneration. Material and method We retrospectively studied 50 patients with isolated supraspinatus tears selected from the MRI database of the new Union Hospital in Toulouse, France (department headed by Dr Gérard Richardi). Among them, 25 were younger than 50 years of age and 25 older than 70 years of age. The younger group had 17 (68%) males and 8 (32%) females and the older group 9 (36%) males and 16 (64%) females. Figure 3 Classification of tendon retraction in the coronal plane. Stage 1: proximal stump close to bony insertion*; stage 2: proximal stump at level of humeral head*; stage 3: proximal stump at level of glenoid*. According to Patte [2]. Downloaded from ClinicalKey.jp at ClinicalKey Japan Guest Users February 14, 2017.For personal use only. No other uses without permission. Copyright ©2017. Elsevier Inc. All rights reserved. 19 Patte clasificó la retracción de las roturas en el plano frontal en tres tipos según la retracción: (Figura 6): • Tipo 1: retracción mínima del cabo roto • Tipo 2: retracción del cabo a nivel de la cabeza humeral • Tipo 3: retracción del cabo a nivel de la glenoides (1, 7, 12, 14). 20 Diagnóstico Manifestaciones clínicas La sintomatología de una rotura del manguito de los rotadores es variable. Depende del músculo afectado, la extensión o tamaño de la lesión y la cronicidad de la rotura. Se sabe que existen roturas completamente asintomáticas pero el dolor local es el síntoma más común, aun y cuando se sabe que puede no ser el síntoma principal y que éste es completamente independiente del tamaño de la lesión. Las roturas del manguito de los rotadores suelen acompañarse de debilidad, limitación en los arcos de movimiento, crepitación e inestabilidad. Todas estas manifestaciones tienen gran impacto en la vida cotidiana del paciente ya que limitan muchas actividades diarias como cepillarse los dientes, peinarse y en casos más severos, hasta vestirse (1-4, 21). Cabe mencionar que la mayoría de la sintomatología del manguito de los rotadores son síntomas locales y rara vez la irradiación del dolor llega al codo, por lo que debe descartarse alguna patología asociada a la columna cervical o una compresión nerviosa periférica si el paciente presenta alguna manifestación que no concuerda con los síntomas típicos, siempre sin dejar de pensar en la presencia de ambas patologías asociadas (22). 21 Exploración física Para realizar el diagnóstico de una rotura del manguito de los rotadores debemos realizar una detallada exploración física. Iniciar con una buena inspección ya que es común observar hipotrofia de los músculos periescapulares o alguna alteración en la posición de la escápula. Los arcos de movilidad son de suma importancia: pueden ser la principal afección del paciente y es por esto que es importante su valoración tanto de manera activa (fotografía 1) como de manera pasiva. Es importante verificar si presenta alguna crepitación audible o percibida por el paciente a la movilización ya que esto puede orientar hacia adherencias, bursitis o pérdida del cartílago articular. Se deben palpar todas las estructuras; como está descrito por Codman, es posible palpar una rotura del manguito de los rotadores realizando movimientos de rotación desde la esquina anterior del acromion (1). Existen pacientes con roturas completas que conservan su función debido a la compensación de otros músculos o a la integridad del cable de los rotadores; por 143 External Rotation This movement is realized through the infraspinatus (supra- scapular nerve, C5-C6) and teres minor muscles (axillary nerve, C5-C6). The posterior portion of the deltoid partici- pates only minimally (axillary nerve, C5-C6). The assessment can be performed with the limb at the side or abducted to 90°. In both cases, the elbow is fl exed to 90°. Internal Rotation The main internal rotator muscles are the subscapularis (upper subscapular, C5; and lower subscapular nerves, C5-C6) and the pectoralis major (lateral pectoral nerve, C5-C7; medial pectoral, C8-T1). The resistance is applied to the volar surface of the forearm while the arm is at the side, the elbow is fl exed and in neutral rotation. Any muscular defi cit must be quantifi ed and reported in the medical card. The classifi cation of muscle strength we use is shown in Table 2 . Impingement Syndrome Subacromial Impingement Soft tissues, such as tendons, capsule, and ligaments, can be rubbed or compressed by the surrounding bony epiphy- sis or apophysis. The resulting symptoms give rise to the so-called impingement syndrome. Among these, the sub- acromia one is the most common. In this case, because of the acquired narrowness of the subacromial space, the upper cuff tendons touch the antero-inferior margin of the acromion during the arc of movement between 60° and 120° of fl exion. a b d c Fig. 7 Range of motion evaluation. ( a ) Active fl exion. ( b ) Active abduction. ( c ) Active external rotation. ( d ) Active internal rotation Clinical Evaluation Fotografía 1. Valoración de los movimientos activos. (a) Flexión, (b) Abducción, (c) Rotación externa, (d) Rotación interna 22 esta razón es necesario revisar la fuerza del manguito tratando de identificar cada músculo por separado. Se han descrito múltiples maniobras en la literatura como la de Jobe, Palm-Up, Belly Press Test, Bear Hug Test, Lift-Off Test, entre otros. Todas éstas son útiles para determinar qué músculo está involucrado en la lesión y puede orientar a la severidad de la misma. La descripción detallada y la sensibilidad de la totalidad de las pruebas escapa a los objetivos de esta tesis. 23 Estudios de Imagen Radiografías simples Las radiografías simples son el estudio inicial para valorar una patología de hombro. Con éstas es posible descartar patologías que pueden asemejarse a una rotura del manguito de los rotadores como fracturas, tumores, calcificaciones y artrosis glenohumeral. Las radiografías más solicitadas son la anteroposterior (AP) de hombro, la verdadera AP (con 30 grados de abducción) (fotografía 2), una proyección axilar y una escápula en “Y”. En las radiografías también se puede identificar migración superior de la cabeza humeral, así como subluxación anterior o posterior que pueden ser datos sugestivos de una rotura del manguito de los rotadores (1, 20). Resonancia magnética La resonancia magnética es de los métodos diagnósticos más utilizados a nivel mundial; tienen la capacidad de identificar el manguito de los rotadores, la cápsula articular, el labrum glenoideo y el cartílago articular y a su vez, la gran 679Chapter 14 The Rotator Cuff FIGURE 14-57: A, Anteroposterior (AP) view of the shoulder may not reveal proximal humeral migration. B, True AP (Grashey) view with 30 degrees of abduction activates the deltoid and provides a superiorly directed vector that may make proximal humeral migration more evident. A B FIGURE 14-58: A, Coronal T2-weighted image demonstrating a massive retracted full-thickness rotator cuff tear. B, Sagittal oblique T1-weighted image demonstrating severe atrophy of the supraspinatus and infraspinatus muscle bellies. A B Ultrasonography Ultrasound is an imaging modality that can be utilized to perform dynamic evaluation of the cuff and long head of the biceps tendon. It is less expensive than MRI but is more highly dependent on the operator and the inter- pretation of the ultrasound images. High frequency (10 to 18 MHz) transducers are used for the shoulder. Because ultrasound is more subject to interpretation errors, the physician evaluating the images should be aware of arti- facts that can cause false-negative or false-positive interpretations. Normal tendon should appear as uniform echogenicity with a fibrillar pattern when the transducer is perpen- dicular to the tendon axis. Because normal tendon is anisotropic, when the beam is not perpendicular to the tendon, a hypoechoic signal will appear. This should be differentiated from tendinosis, which also produces a heterogeneous echotexture. The tendon should be inter- preted as abnormal only if the area maintains a hypoechoic signal as the transducer is moved perpendicular to the tendon axis. A focal area of hypoechogenicity can diag- nose partial- and full-thickness tearing with discontinuity of the normal fibrillation pattern of tendons (Fig. 14-59). Compression of the transducer into the area in question can increase the gap size between the tendon fibers and bone andassist in evaluation. Ultrasonography has also been reported to have similar accuracy to MRI in the detection of full-thickness rotator Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico febrero 14, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. Fotografía 2. (A) Radiografía anteroposterior de hombro, (B) Radiografía en proyección anteroposterior verdadera de hombro. 24 mayoría de las patologías. Es un estudio con una alta especificidad y sensibilidad por lo que su utilidad para diagnosticar roturas del manguito de los rotadores es excelente, para detectar lesiones parciales es importante añadir un medio de contraste ya sea intraarticular o intravenoso para así aumentar el poder del estudio. Las desventajas de la resonancia son su elevado costo y su limitada disponibilidad en algunas áreas (1, 4). Ultrasonido Es alternativa útil y de bajo costo para evaluar las lesiones del manguito de los rotadores, proporcionando imágenes dinámicas de buena calidad sin exposición a radiación. La sensibilidad del ultrasonido para la detección de las roturas del manguito de los rotadores es hasta del 91% para los desgarros de espesor parcial y 100% para los desgarros de espesor completo. La desventaja de esta técnica es que es operador dependiente, pero en manos expertas es de gran utilidad diagnóstica (1, 4). Tomografía axial computarizada con contraste intraarticular La tomografía axial computarizada (TAC) contrastada tiene lo mejor de los dos mundos: no es operador dependiente, como el ultrasonido, y no es tan cara como una resonancia magnética. La TAC contrastada genera imágenes de buena calidad para roturas tanto masivas como parciales con una alta sensibilidad y especificidad. En Europa es de las más utilizadas, no interfiere con 25 los dispositivos de marcapasos o algún otro implante metálico y para los pacientes claustrofóbicos no representa un inconveniente: solo toma un par de minutos realizar el estudio (4). 26 Mediciones y sus modificaciones por roturas del manguito de los rotadores Varios autores publicaron diferentes medidas relacionadas a una rotura del manguito de los rotadores. Distancia acromio-humeral La distancia acromio-humeral es una de las mediciones más conocidas. Al perder la contención del manguito de los rotadores, la cabeza humeral migra en dirección cefálica debido a la tracción que ejerce el deltoides. La distancia entre el acromion y la cabeza humeral se disminuye y puede medirse trazando una línea en la parte más inferior del acromion y una línea en la parte más superior de la cabeza humeral. La distancia normal no debe de medir más de 8mm; una medición de 7mm o menos sugiere que existe una rotura grande o masiva con un 75% de especificidad (23). Inicialmente utilizada en radiografías simples, actualmente es controversial si esta medición puede extrapolarse a resonancias magnéticas ya que la posición de la resonancia es en decúbito dorsal lo que se cree que reduce la tracción ejercida por la gravedad y disminuye el espacio. Lo anterior llevó a varios autores a realizar estudios en los que compararon la medición de la distancia acromio-humeral en radiografías y en resonancias encontrando que la rotura del infraespinoso era la que más modificaba la distancia acromio-humeral. Concluyeron que en resonancia magnética una distancia igual o menor de 6 mm con media de 4.15 mm se presenta en 27 pacientes con roturas anterosuperiores y posterosuperiores del manguito de los rotadores (23, 24). Distancia glenohumeral inferior Otros autores han publicado mediciones similares para cuantificar la migración superior de la cabeza humeral como la distancia glenohumeral inferior que consiste en medir la distancia entre la porción más inferior de la cabeza humeral y la porción más inferior de la glenoides (25). Signo de la tangente La atrofia muscular es una disminución de la masa muscular del propio tendón, que junto con la infiltración grasa se están convirtiendo en los factores predictores más importantes de desenlace funcional. Varios autores han propuesto diferentes alternativas para medir la atrofia del músculo supraespinoso basados en una resonancia magnética, una de las más sencillas de medir es el signo de la tangente, este signo consiste en identificar en una resonancia magnética simple el corte más lateral en el que se puede ver la “Y” de la escápula y trazar una línea en el borde superior de la espina de la escápula dirigiéndola al borde superior de la apófisis coracoides. En condiciones normales el vientre muscular del supraespinoso tiene que sobrepasar la línea trazada dando un signo del tangente negativo, en condiciones con atrofia el vientre muscular no sobrepasa esta línea dando un signo de tangente positivo. 28 Rulewicz y cols. en una serie de 34 pacientes encontraron la relación entre el signo del tangente positivo y el tamaño de rotura mayor, también relaciono que en grados de Goutallier de 2 ó más presentaban el signo de tangente positivo por lo que demostró que la infiltración grasa y el tamaño de la rotura estaban relacionados al grado de atrofia muscular (26). Warner modificó el signo de la tangente al incluir el subescapular y poner en el mismo corte una línea trazada de la porción superior de la coracoides a la porción anterior del ángulo más inferior del cuerpo de la escápula: • Grado I: sin atrofia, cuando sobrepasa la línea tangente • Grado II: poca atrofia, cuando los vientres musculares llegan a la línea tangente pero no la sobrepasan • Grado III: atrofia moderada, cuando los vientres no tocan la línea tangente, • Grado IV: severa cuando son apenas visibles los vientres musculares (7, 9). Índice de Thomazeau En 1996, Thomazeau propuso el índice de ocupación o índice de Thomazeau como es conocido popularmente; éste divide la atrofia del músculo en 3 categorías calculando el índice ocupacional del vientre muscular. En una resonancia magnética simple, corte de escapula en “Y”, se mide el tamaño de la 29 fosa del supraespinoso y el tamaño del vientre muscular del supraespinoso, se divide el área de la fosa entre el tamaño del supraespinoso obteniendo el índice de ocupación: • Grado I: 1.0-0.60. Músculo normal • Grado II: 0.60-0.40. Atrofia moderada • Grado III: <0.40. Atrofia severa (9, 27). 30 Pronóstico Infiltración grasa tras una reparación del manguito de los rotadores La infiltración grasa es un cambio degenerativo en el que se reemplazan fibras musculares por grasa alrededor y dentro de las fibrillas lo que ocasiona una disminución en el área del músculo y una disminución de la fuerza que puede producir el músculo (15). El papel de la infiltración grasa como factor pronóstico tras una adecuada reparación del manguito de los rotadores fue por primera vez tomado en cuenta por Goutallier. Goutallier propuso un sistema de 5 grados para cuantificar el grado de infiltración grasa del manguito de los rotadores en una tomografía axial computarizada (Figura 8). Con estas mediciones llegó a la conclusión de que en los pacientes que presentaban rotura del manguito de los rotadores era conveniente operarlos antes que ocurriera la infiltración grasa, debido al peor pronóstico funcional que presentaban tras algún grado de S388 J. Kany et al. Figure 4 Tendon thickness measurements in zones E1 and E2. Tear size and retraction were evaluated according to Patte [2]: stage 1, tendon stump at the level of the bony attachment site; stage 2, tendon stump retracted to the level of the humeral head; and stage 3, tendon stump retracted to the level of the glenoid cavity(Fig. 3). For each tear, we measured tear size in the coronal plane, lateral and medial tendon thicknesses, and the E1/E2 ratio of lateral over medial tendon thickness (Fig. 4). The percent- age of patients with lamellar dissection assessed according to Goutallier et al. [3] was recorded in each group. Fatty degeneration was evaluated based on the classification by Goutallier et al. [1] (Fig. 5). Muscle size was estimated using the S1/S2 ratio as described by Thomazeau et al. [4] (Fig. 6). In each group, we determined the percentage of patients with a positive tangent sign as described by Zanetti et al. [5] (Fig. 7). Numerical data were entered into Excel spreadsheets and statistical analyses were run using XLSTAT Version 2013.1.01. Values of P lower than 0.05 were considered to indicate significant differences. Results Table 1 compares the MRI findings in the two age groups. In contradiction to our working hypothesis, lateral tendon thickness was not significantly different between the two groups. Medial thickness at the tendon-muscle junction, however, was significantly greater in the younger group, as shown by the E1/E2 ratio. Lamellar dissection was more common among the older patients, who had greater severity of muscle fatty degeneration. As expected, marked muscle wasting was noted in the older group, where over two-thirds of patients had a positive tangent sign (Table 1). Discussion This is a preliminary study in a limited sample size done as an ancillary to the multicentre study of rotator cuff repair Figure 5 Classification of rotator cuff muscle fatty degener- ation on computed tomography images. Stage 0: normal muscle with no fatty streaks; stage I: some fatty streaks; stage II: more muscle than fat; stage III: as much muscle as fat; stage IV: more fat than muscle. According to Goutallier et al. [1]. outcomes conducted by the French Arthroscopy Society in 144 patients older than 70 years, whose main characteristics are listed in Table 2. Lower tendon thickness values were noted in the mul- ticentre cohort, but the measurements were probably Figure 6 Classification of supraspinatus muscle wasting on MRI images. S1 is the surface area of the supraspinatus mus- cle and S2 the surface area of the supraspinatus fossa; S1/S2 is the occupation ratio. Stage I: normal muscle or slight wasting, S1/S2 = 1.00 to 0.60; stage II: moderate wasting, S1/S2 = 0.60 to 0.40; stage III: severe wasting, S1/S2 < 0.40. According to Thomazeau et al. [4]. Downloaded from ClinicalKey.jp at ClinicalKey Japan Guest Users February 14, 2017. For personal use only. No other uses without permission. Copyright ©2017. Elsevier Inc. All rights reserved. Figura 7. Esquema de la clasificación de Goutallier por grados. Tomado de Kany J, Flurin PH, Richardi G, Hardy P, French Arthroscopy S. Rotator cuff tear imaging in patients over 70 years: specific MRI findings? Orthop Traumatol Surg Res. 2013;99(8 Suppl): S385-90. 0. Músculo sin grasa (Normal) I. Algunas estrías grasas II. Más músculo que grasa III. Igual de músculo que grasa IV. Más grasa que músculo. 31 infiltración (16), incluso autores han considerado una contraindicación relativa para una reparación de rotura del manguito de los rotadores (12). Aún no se conoce bien la etiología de la infiltración grasa; pero ésta, junto con la atrofia muscular disminuyen la elasticidad y viabilidad del manguito de los rotadores por lo que limitan su capacidad para regenerarse (9). Existe controversia en cuanto a la regresión de la infiltración grasa, en general todos los estudios reportan que no es reversible incluso tras una adecuada reparación. Otros estudios describen fenómenos de aumento en la infiltración después de la reparación (10, 28, 29). Goutallier y varios autores han publicado el pobre desenlace tras una reparación de rotura con infiltración grasa o la re-rotura tras la reparación. Hoy en día es de vital importancia revisar la calidad de los tejidos mediante el grado de Goutallier antes de decidir si son candidatos a una reparación anatómica. En 1999 Fuchs y cols. validaron la clasificación de Goutallier para su uso en una resonancia magnética. Schiefer y cols. publicaron que la validez interobservador entre ortopedistas era de 0.832, correspondiente a un acuerdo casi perfecto por lo que tiene buena validez. Posteriormente Müller validó su medición en cortes axiales y sagitales (9, 13, 29). 32 Para 1999 Goutallier y cols. publicaron el primer estudio acerca del pronóstico de las reparaciones con infiltración grasa encontrando que de los 74 pacientes que incluyeron, 22% presentaron rotura total a 1 año. De éstos, solo un caso se presentó en grados de Goutallier 0 a 1, mientras que en los casos de los grados 3 y 4 se presentaron 15 re-roturas representando el 31%. También notaron que de los 16 casos de re-rotura, el infraespinoso tenía 1 ó más de grado de infiltración grasa (30). En 2003, Goutallier y cols. publicaron un estudio multicéntrico de 220 hombros en el que valoraron los resultados posoperatorios tras la reparación de roturas del manguito de los rotadores y reportaron lo siguiente con respecto a la infiltración grasa: 1. Solo ocurría tras una rotura del manguito de los rotadores. 2. No estaba relacionada a la edad, si no a la cronicidad de la rotura. 3. En el caso del supraespinoso, el grado de la retracción de la rotura estaba asociado a la infiltración grasa: entre más cerca estaba el cabo del tendón a la glenoides, mayor infiltración grasa encontraban. El 80% de los casos con una rotura aislada del supraespinoso presentaban niveles de Goutallier 0 ó 1, mientras que el 84% de los hombros con infiltración grasa del supraespinoso grado 3 ó 4 presentaban roturas de más tendones. 4. La tasa de re-rotura tras la reparación de un tendón era de hasta el 30%; de dos tendones, 60%; y más de dos, hasta el 90%. Con esto asociaron 33 que un grado de 2 ó más de Goutallier tiene una tasa de re-rotura muy alta y una función posquirúrgica menor (8). En 2004 Mellado publicó una serie de 32 pacientes con roturas masivas en los que encontró una tasa de re-rotura del 86% asociada a la infiltración grasa de Goutallier de 3 ó 4 (18). Burkhart está en contra de lo descrito anteriormente. En 2007 publicó un estudio de 22 pacientes con grados de Goutallier 3 y 4 a los que les realizó reparación artroscópica, argumentando que aun y cuando tenían mal pronóstico un porcentaje alto de los pacientes presentó mejoría funcional, por lo que él recomendaba la reparación artroscópica (12). Existen estudios retrospectivos de pacientes con roturas con clasificación de Goutallier <2, con seguimiento desde 2 años hasta 9 años con excelentes resultados y reafirmando la importancia de la infiltración grasa en el desenlace funcional (9). Cheung en 2011 asumió que la causa de la infiltración grasa del supraespinoso es secundaria a la rotura ya que en su estudio no encontró infiltración grasa en pacientes con tendones del supraespinoso íntegros. En el mismo estudio publicó que los pacientes con infiltración grasa del infraespinoso podían no tener una rotura, pero siempre estaban asociados a una rotura del supraespinoso por lo 34 que concluyó que una rotura del supraespinoso podía afectar la infiltración grasa del infraespinoso sin que éste necesariamente estuviera roto. (5) Deniz intentó correlacionar la atrofia muscular y la infiltración grasa sin poder demostrar que la atrofia era valor predictivo paraun mal desenlace, pero sí evidenciando que la infiltración grasa afecta negativamente los resultados tras la reparación (28). Koh y cols. en 2014 publicaron una serie retrospectiva de 85 casos en los que valoraron los factores preoperatorios que afectaban la cobertura de la huella del supraespinoso, encontrando que la edad, la infiltración grasa y el tamaño de la rotura eran factores predictivos para no lograr una reparación completa (31). Kahir y cols. publicaron un estudio de revisión sistemática en el que incluyeron 693 hombros; valoraron la tasa de reoperación dividida en dos grupos. El primer grupo estaba compuesto por las roturas con grado de Goutallier 0 a 1 presentando una tasa de re-rotura del 25%, comparado con el segundo grupo compuesto por pacientes con grados de Goutallier 2-4 y con una tasa de re- rotura del 59%. En este estudio concluyeron que la tasa de re-rotura estaba Parámetro Puntuación Diámetro Medio Lateral de igual o mayor de 4.2cm 1 Diámetro Antero Posterior igual o mayor de 3.7cm 1 Grado de Warner igual o mayor a 3 2 Grado de Goutallier igual o mayor a 3 4 Tabla 1. Índice de reparabilidad para lesiones masivas del manguito de los rotadores propuesto por Kim y cols. Kim SJ, Park JS, Lee KH, Lee BG. The development of a quantitative scoring system to predict whether a large-to- massive rotator cuff tear can be arthroscopically repaired. Bone Joint J. 2016;98-B(12):1656-61 35 íntimamente ligada a la valoración preoperatoria de Goutallier, pero no lograron valorar la función posoperatoria ya que ningún artículo de los revisados cumplió con sus criterios de inclusión (32). En 2016, Kim y cols. propusieron un índice para predecir si lesiones del manguito de los rotadores podrían ser reparadas y cuáles eran consideradas irreparables o parcialmente reparables (tabla 1). Su índice se basó en 4 aspectos: 1. Si la distancia mediolateral de la rotura era de 4.2 cm o más: 1 punto 2. Si la distancia anteroposterior era de 3.7 cm o más: 1 punto 3. Si el grado de atrofia de Warner era de 3 ó más: 2 puntos 4. Si el grado de Goutallier era de 3 ó más: 4 puntos. Con esta calificación concluyeron que con una puntuación de 0-2 la reparación artroscópica es adecuada; pero si la puntuación es de 3 ó más, se considera irreparable y debe considerarse otro tipo de tratamiento (sensibilidad de 73.5% y una especificidad de 96.2%) (25). 36 Planteamiento del problema Justificación La infiltración grasa es un fenómeno bien descrito en el tema de lesiones del manguito de los rotadores. La infiltración, junto con la atrofia muscular están íntimamente relacionadas con la severidad de la lesión del manguito de los rotadores y, por lo tanto, con un pronóstico más reservado que las lesiones sin estas características (5, 33, 34). Por lo anterior, es importante tomar en cuenta las siguientes consideraciones: 1. Existe relación directa entre el grado de infiltración grasa y el tamaño de la rotura tendinosa (5, 35, 36). Hay un aumento de 5.7% del contenido de grasa intramuscular por cada centímetro de rotura del manguito de los rotadores (6). 1. La retracción tendinosa está íntimamente relacionada con la infiltración grasa en un modelo animal (37) 2. La infiltración grasa y el tamaño de la rotura están relacionados con grado de atrofia muscular (signo de la tangente) (26). 3. La infiltración grasa del infraespinoso se relaciona con la integridad del supraespinoso (5). 4. No existe un consenso sobre la relación entre la edad o el sexo del paciente y el grado de infiltración grasa (5, 8, 28, 35). 5. Se consideran lesiones irreparables, aquellas que cumplen con alguno de los siguientes criterios: una distancia acromio-humeral <6mm, retracción 37 del cabo tendinoso a nivel de la glenoides (Patte grado III), Goutallier grado 3 y 4 y una atrofia muscular grado III de Thomazeau (14), siendo el grado de Goutallier el aspecto con mayor peso para no considerar viable una reparación (25). Pregunta de investigación ¿Existe relación entre el grado de infiltración grasa con el tamaño de la rotura, la retracción del tendón, el índice de Thomazeau y la distancia acromio-humeral en pacientes con diagnóstico de rotura del manguito de los rotadores en el Centro Médico ABC? 38 Hipótesis El grado de infiltración grasa es dependiente del tamaño de la rotura, el índice de Thomazeau y la distancia acromio-humeral disminuida, por lo que se espera encontrar en los pacientes con mayores grados de infiltración grasa menos distancia acromio-humeral, una rotura de mayor tamaño con retracción y un índice de Thomazeau elevado. Hipótesis Nula La Infiltración grasa del manguito de los rotadores es independiente del tamaño de la rotura, el grado de retracción del tendón, el índice de Thomazeau y la distancia acromio-humeral. 39 Objetivos Objetivo general El objetivo general de la tesis es determinar si existe una relación de la infiltración grasa del supraespinoso con el tamaño de rotura, la infiltración grasa del infraespinoso/redondo menor, la distancia acromio-humeral y el índice de Thomazeau. Objetivos específicos 1. Establecer una relación entre el tamaño de la rotura y el grado de infiltración grasa del supraespinoso. 2. Determinar si el índice de Thomazeau y el grado de infiltración grasa del supraespinoso están directamente relacionados. 3. Describir la relación entre la infiltración grasa y la distancia acromio- humeral. 4. Encaminar los resultados del estudio hacia una mejor toma de decisiones en un futuro (y mediante otro estudio). 40 Material y métodos El estudio fue aprobado por el jefe de investigación, Dr. José Eduardo San Esteban Sosa y el comité de ética del Centro Médico ABC con la clave TABC- 18-04. Diseño del estudio Se realizó un estudio retrospectivo, observacional, descriptivo y transversal. Universo de trabajo Como universo se utilizaron todas las resonancias magnéticas simples de hombro tomadas en el Centro Médico ABC, campus Santa Fe, en el periodo de tiempo comprendido entre el 1º de enero de 2016 y el 31 de diciembre de 2016. Población La población consistió en todos los pacientes con resonancias magnéticas simples de hombro tomadas en el Centro Médico ABC, campus Santa Fe, en el periodo de tiempo comprendido entre el 1º de enero de 2016 y el 31 de diciembre de 2016 con diagnóstico de rotura del manguito de los rotadores por el radiólogo en su reporte oficial. 41 Descripción de variables Se midieron variables nominales en todas las categorías de la siguiente manera: Se determinó la clasificación de infiltración grasa según Goutallier (16) modificada por Fuchs (38) para resonancia magnética en los músculos del manguito de los rotadores. En el caso del infraespinoso y redondo menor se tomó una sola unidad debido a la dificultad de separar sus vientres (15). Se clasificaron los estudios en los 5 grados: 0. Músculo sin grasa (normal) 1. Algunas estrías grasas 2. Más músculo que grasa 3. Igual de músculo que grasa 4. Más grasa que músculo Se catalogó el tamaño de la rotura según la clasificación propuesta: 1. Rotura de espesor parcial <3mm de cualquier tendón 2. Rotura de espesor parcial de 3-6mm de cualquier tendón 3. Rotura de espesor parcial de >6mm de cualquier tendón 4. Rotura parcial de espesor completo de un tendón sin retracción (media luna) 5. Rotura total de cualquier tendón sin retracción (Patte 1) 6. Rotura total de cualquier tendón con retracción del cabo a la cabeza humeral (Patte 2) 42 7. Rotura total de cualquier tendón con retracción del cabo a nivel de la glenoides (Patte 3) Se midió la distancia acromio-humeral. Esta medición se reportó en milímetros paratodos los casos. Se midió el índice de Thomazeau reportándose de la siguiente manera: • Grado 1: 1.0-0.60 • Grado 2: 0.60-0.40 • Grado 3: <0.40 Selección de la muestra Para la selección de la muestra se corroboró que todas las resonancias fueran realizadas en el Centro Médico ABC, campus Santa Fe, en un resonador Philips Achieva R 1.5T (Philips Medical Systems, Eindhoven, Holanda) con un protocolo en 3 planos de densidad de protones sin saturación grasa, axial con eco de gradiente, cortes axiales y coronales en densidad de protones con saturación grasa y STIR en coronal. El hombro estudiado dispuesto en una posición neutra, (con el antebrazo en posición neutra), y el receptor específico para hombro, como lo indica el protocolo habitual del Centro Médico ABC. 43 Tamaño de la muestra En un inicio se logró una muestra de 177 pacientes; 44 no cumplieron los criterios de selección. 133 pacientes cumplieron los criterios de inclusión de los cuales 70 fueron del sexo femenino (52.63%); 63, del sexo masculino (47.37%). 48 de los hombros estudiados fueron izquierdos (36%) y 85, derechos (64%). Edad media de 53.8 años de edad con una desviación estándar de 12.68 años. Criterios de selección Criterios de inclusión: • Cualquier paciente con un reporte por radiología con diagnóstico o sospecha de rotura de los tendones del manguito de los rotadores (de espesor parcial o completo) corroborado posteriormente por el autor. Criterios de exclusión: • Pacientes con presencia de fracturas, malformaciones congénitas, tumores y sospecha de artritis séptica. Procedimientos La asesora de la tesis (AMSA) analizó las resonancias magnéticas seleccionadas en el sistema CARESTREAM Vue PACS v.11.4.1.11.02 y determinó la clasificación de infiltración grasa según Goutallier (16) modificada por Fuchs (38) para resonancia magnética en los músculos del manguito de los rotadores. Con esto se clasificaron los estudios en los 5 grados: 44 0. Músculo sin grasa (normal) 1. Algunas estrías grasas 2. Más músculo que grasa 3. Igual de músculo que grasa 4. Más grasa que músculo Se catalogó el tamaño de la rotura según la clasificación propuesta. Ésta incluye tanto roturas parciales (bursales o articulares), como parciales de espesor completo y roturas completas, clasificándolas según el grado de retracción descrito por Patte (1): 1. Rotura de espesor parcial <3mm de cualquier tendón 2. Rotura de espesor parcial de 3-6mm de cualquier tendón 3. Rotura de espesor parcial de >6mm de cualquier tendón 4. Rotura parcial de espesor completo de un tendón sin retracción (media luna) 5. Rotura total de cualquier tendón sin retracción (Patte 1) 6. Rotura total de cualquier tendón con retracción del cabo a la cabeza humeral (Patte 2) 7. Rotura total de cualquier tendón con retracción del cabo a nivel de la glenoides (Patte 3) Se midió la distancia acromio-humeral en el sistema Carestream Vue PACS ver. 11.4.1.11 02. En un corte sagital se mide la distancia más larga entre la 45 superficie inferior del acromion y la cabeza humeral ya que existe una migración superior de la cabeza humeral al perder la contención superior generada por el manguito de los rotadores y la distancia acromio-humeral está relacionada al tamaño de rotura y la infiltración grasa. Esta medición se reportó en milímetros para todos los casos. (22) Se midió el índice de Thomazeau en el sistema CARESTREAM Vue PACS (ver. 11.4.1.11 02), que consiste en la medición de la atrofia del músculo supraespinoso, como fue descrita por Thomazeau (27) en un corte de la escápula en “Y” (plano sagital oblicuo a la mitad del acromion) donde toda la fosa del supraespinoso está cubierta de hueso. Se puede medir las áreas de la fosa y el tamaño del vientre muscular, respectivamente y calcular el cociente, (área de la fosa/ área del vientre muscular) para obtener e índice de Thomazeau: • Grado 1: 1.0-0.60 • Grado 2: 0.60-0.40 • Grado 3: <0.40 Se recolectaron los datos en el sistema “R Core Team (2017).” versión 3.4.1 De R: A Language and Environment for Statistical Computing. Vienna, Austria (R Foundation for Statistical Computing.) y fueron analizados por el co-asesor de la tesis (JSA). El primer paso para calcular el análisis exploratorio se realizo 46 calculando el coeficiente de correlación de Pearson para revisar la correlación entre dos variables (x, y) el cual tiene una escala de -1 a 1: o 1: expresando que existe una correlación positiva perfecta o 0: indicando que no hay correlación o -1: que existe una correlación negativa perfecta Posteriormente se realizó un análisis de regresión lineal múltiple para hacer inferencia estadística y determinar si las variables (distancia acromio-humeral, índice de Thomazeau y la infiltración grasa del infraespinoso y redondo menor) tienen un efecto significativo sobre la variable de respuesta (Infiltración grasa del supra espinoso según la clasificación de Goutallier). Se utilizó el modelo con esta forma: y = β0 +x1β1 +x2β2 +x3β3+ x4β4 +ε En donde “y” es la variable dependiente, “β0” es la intercepción, “xi” son las variables independientes, “βi” son los efectos de cada xi sobre y, y “ε” es el error. El modelo puede pensarse de la siguiente manera: Infiltración grasa del supraespinoso en grado de Goutallier = β0 + Tamaño de la rotura β1 + infiltración grasa del infraespinoso y redondo menor β2 + Índice de Thomazeau β3 + Distancia acromio humeral β4 + ε 47 Para observar la relación entre cada variable independiente y la variable dependiente, se construyeron gráficas de residuos parciales, para las cuales se calcula una variable de respuesta y actualizada, en donde se remueven los efectos del resto de las variables. Si se graficaran directamente sin dicha actualización, los resultados pueden ser engañosos debido al efecto simultáneo de todas las otras variables. 48 Resultados Al calcular el coeficiente de correlación de Pearson se encontró que la infiltración grasa del supraespinoso tiene una correlación positiva fuerte entre el tamaño de rotura y el índice de Thomazeau. Se evidenció una correlación positiva moderada con la infiltración grasa del infraespinoso y el redondo menor y una correlación negativa débil con la distancia acromio-humeral. (Tabla 2) Tabla 2. Tabla del coeficiente de correlación de Pearson. Rotura= Tamaño de rotura, IG.SS= Infiltración grasa del Supraespinoso, IG.IS.RM= Infiltración grasa del infraespinoso y redondo menor, Thom= Índice de Thomazeau, Dist.A.H= Distancia acromio humeral. Rotura IG.SS IG.IS.RM Thom Dist.A.H R ot ur a IG .S S IG .IS .R M Th om D is t.A .H Rotura IG.SS IG.IS.RM Thom Dist.A.H R ot ur a IG .S S IG .IS .R M Th om D is t.A .H Tabla 3. Matriz de elipses con resultados gráficos del coeficiente de correlación de Pearson Rotura= Tamaño de rotura, IG.SS= Infiltración grasa del Supraespinoso, IG.IS.RM= Infiltración grasa del infraespinoso y redondo menor, Thom= Indice de Thomazeau, Dist.A.H= Distancia acromio humeral. 49 Posteriormente se realizó una matriz de elipses (Tabla 3) para representar visualmente la correlación encontrada entre la infiltración grasa del supraespinoso y las demás variables estudiadas evidenciando la fuerza y la dirección de cada correlación. Al analizar la matriz de elipses se puede apreciar la dirección de las elipses con una inclinación a la derecha si tienen una correlación positiva y a la izquierda si la correlación es negativa. En este caso las variables de tamaño de rotura e índice de Thomazeau tienen una correlación positiva fuerte. la infiltracion grasa del infraespinoso y redondo menor presentan una correlacion positiva moderada
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