Logo Studenta

0762849

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
 
 
 
FACULTAD DE MEDICINA 
 
DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO 
 
 
 
THE AMERICAN BRITISH COWDRAY MEDICAL CENTER I.A.P. 
 
 
 
 
 
 ¿EXISTE RELACIÓN ENTRE LA INFILTRACIÓN GRASA, EL TAMAÑO DE 
ROTURA, EL ÍNDICE DE THOMAZEAU Y LA DISTANCIA ACROMIO-
HUMERAL EN PACIENTES CON DIAGNÓSTICO DE ROTURA DEL 
MANGUITO DE LOS ROTADORES EN EL CENTRO MÉDICO ABC? 
 
 
 
 TESIS DE POSGRADO PARA OBTENER EL TÍTULO DE ESPECIALISTA EN 
ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGÍA 
 
 
PRESENTA: 
DR. JAVIER MARTÍN BECERRA 
 
 
ASESORA: 
DRA. ANA MARÍA SERRANO ARDILA 
 
CO-ASESOR: 
JACOBO SALOMÓN ÁVILA 
 
 
 
 
PROFESOR TITULAR DEL CURSO ORTOPEDIA: 
DR. JAVIER CAMACHO GALINDO 
 
 
CIUDAD DE MÉXICO, JULIO DE 2017 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea 
objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
	 1	
DR. AQUILES AYALA RUIZ 
 
JEFE DE ENSEÑANZA DEL CENTRO MÉDICO ABC 
 
 
DR. JAVIER CAMACHO GALINDO 
PROFESOR TITULAR DEL CURSO ORTOPEDIA DEL CENTRO MÉDICO ABC 
 
 
DR. ARMANDO TORRES GÓMEZ 
PROFESOR ADJUNTO DEL CURSO ORTOPEDIA DEL CENTRO MÉDICO ABC 
 
 
DRA. ANA MARÍA SERRANO ARDILA 
ORTOPEDISTA ADSCRITA AL CENTRO MÉDICO ABC 
ASESORA DE TESIS 
 
 
JACOBO SALOMÓN ÁVILA 
MAESTRO EN ESTADÍSTICA ETH ZURICH 
CO-ASESOR DE TESIS 
 
 
DR. JAVIER MARTÍN BECERRA 
RESIDENTE DE 4º AÑO DE ORTOPEDIA DEL CENTRO MÉDICO ABC 
AUTOR DE TESIS 
	 2	
Tabla de contenido 
Agradecimientos ................................................................. 4 
Resumen .............................................................................. 5 
Marco teórico ....................................................................... 7 
Introducción ................................................................................... 7 
Anatomía del manguito de los rotadores .................................... 9 
Biomecánica y función del manguito de los rotadores ........... 12 
Roturas del manguito de los rotadores .................................... 14 
Clasificación ............................................................................... 17 
Diagnóstico .................................................................................. 20 
Manifestaciones clínicas ............................................................ 20 
Exploración física ....................................................................... 21 
Estudios de Imagen .................................................................... 23 
Radiografías simples ........................................................................................... 23 
Resonancia magnética ........................................................................................ 23 
Ultrasonido ........................................................................................................... 24 
Tomografía axial computarizada con contraste intraarticular .............................. 24 
Mediciones y sus modificaciones por roturas del manguito de los 
rotadores .................................................................................... 26 
Distancia acromio-humeral .................................................................................. 26 
Distancia glenohumeral inferior ........................................................................... 27 
 Signo de la tangente.. ......................................................................................... 27 
 Índice de Thomazeau .......................................................................................... 28 
Pronóstico .......................................................................... 30 
Infiltración grasa tras una reparación del manguito de los 
rotadores ...................................................................................... 30 
Planteamiento del problema ............................................ 36 
	 3	
Justificación ................................................................................ 36 
Pregunta de investigación .......................................................... 37 
Hipótesis ...................................................................................... 38 
Hipótesis Nula ............................................................................ 38 
Objetivos ...................................................................................... 39 
Objetivo general ......................................................................... 39 
Objetivos específicos ................................................................. 39 
Material y métodos ............................................................ 40 
Diseño del estudio ...................................................................... 40 
Universo de trabajo ..................................................................... 40 
Población .................................................................................... 40 
Descripción de variables ............................................................ 41 
Selección de la muestra ............................................................. 42 
Tamaño de la muestra ............................................................... 43 
Criterios de selección ................................................................. 43 
Procedimientos ........................................................................... 43 
Resultados ......................................................................... 48 
Discusión ........................................................................... 54 
Limitaciones ................................................................................ 56 
Conclusiones ..................................................................... 58 
Referencias ........................................................................ 60 
 
 
	 4	
Agradecimientos 
 
Agradezco a mi madre, Imelda, mi ejemplo de vida, por ser pilar de mi formación 
tanto personal como profesional ya que sin su dedicación, compromiso y trabajo 
nunca habría llegado tan lejos. A Imelda e Isabel, mis hermanas, que siempre 
están en todas mis aventuras y son parte de mi felicidad cada día. 
A mi padre Javier, por su apoyo y amistad. Por su interés en enseñarme siempre 
cómo funcionan las cosas y cómo arreglarlas, ya que de ahí nació mi curiosidad 
por todo. 
Gracias Ahui y mi abuelo Ron por hacerme siempre sentir como el mejor y 
consentirme cada vez que pueden. 
A Roberto Ransom por ser mi hermano en las buenas y en las malas. Por 
compartir todos los logros que llevamos y los que faltan. 
Agradezco a Javier Camacho, Ana Serrano, Sergio Abush, Luis Alanís, Ruy 
Rodríguez, Jacobo Saleme, Ranulfo Romo, Jaim Atri, Humberto González, 
Paola Zamora, Ángel Cruz y a todos los ortopedistas del Centro Médico ABC por 
todo su interés en que cada día fuéramos mejores en todos los aspectos no solo 
en Ortopedia. 
A mis compañeros en especial a Ana Lilia, Ignacio y Ana por todas esas horas 
juntos y ser parte de mi desarrollo personal y profesional. 
Y por último a Karla mi “compañera de la vida”, mi mejor amiga, mi dermatóloga, 
por todo este camino que recorrimos juntos y por lo que nos falta, gracias por ser 
lo mejor de mi día. 
	 5	
Resumen 
	
La infiltración grasa es un cambio degenerativo muscular que ocasiona una 
disminucióndel grosor y la fuerza del músculo. (15) Goutallier propuso un 
sistema para cuantificar el grado de infiltración grasa del manguito de los 
rotadores. Tras una reparación de manguito de los rotadores con infiltración 
grasa la tasa de re-rotura del supraespinoso es del 25% (16) por lo que hoy en 
día es utilizada como parámetro de expectativa tras una reparación anatómica 
(5-14). La infiltración, junto con la atrofia muscular están íntimamente 
relacionadas con la severidad de la lesión del manguito de los rotadores, debido 
a esto se realizó un estudio retrospectivo, observacional, descriptivo y 
transversal. Se valoraron resonancias magnéticas simples de hombro tomadas 
en el Centro Médico ABC, campus Santa Fe. 133 pacientes cumplieron los 
criterios de inclusión. Se valoró el grado de infiltración grasa del supraespinoso, 
el tamaño de rotura, la infiltración grasa del infraespinoso/redondo menor, la 
distancia acromio-humeral y el índice de Thomazeau. Se calculó el coeficiente 
de correlación de Pearson y se realizó un análisis de regresión lineal múltiple 
encontrando que la infiltración grasa del supraespinoso tiene una correlación 
positiva fuerte entre el tamaño de rotura (0.6737879) con una p estadísticamente 
significativa (p=4.36e-05). En relación al índice de Thomazeau se encontró una 
correlación positiva fuerte (0.7611755) y una p significativa (p=6.13e-09). 
También se observó una correlación positiva moderada con la infiltración grasa 
del infraespinoso/redondo menor (0.5740554) con una p no significativa 
(p=0.598) y una correlación negativa débil de la distancia acromio-humeral (-
	 6	
0.2455701) con una p no significativa (0.4785) comparada con la infiltración 
grasa del supraespinoso. Estos resultados condujeron a las siguientes 
conclusiones: la infiltración grasa del supraespinoso tiene correlación con la 
infiltración grasa del infraespinoso y el redondo menor, pero ésta no tiene efecto 
estadísticamente significativo. La distancia acromio-humeral no tiene efecto 
estadísticamente significativo en cuanto a su relación con la infiltración grasa del 
supraespinoso. La infiltración grasa del supraespinoso está directamente 
relacionada con el tamaño de la rotura del manguito de los rotadores. La atrofia 
muscular y a la infiltración grasa del supraespinoso tienen una correlación 
estadísticamente significativa entre ambas pero no deben considerarse el mismo 
proceso degenerativo ya que generan pronósticos diferentes. 
 
 
 
 
	 7	
Marco teórico 
 
Introducción 
 
 
La primera causa de discapacidad debido a lesiones del hombro corresponde a 
las roturas del manguito de los rotadores (1, 2). La prevalencia de las roturas del 
manguito de los rotadores es muy variable y depende del rango de edad; entre 
los 40 y 60 años es del 5 al 11%, y en los pacientes mayores de 60 años puede 
alcanzar hasta el 80% de prevalencia. Está demostrado un incremento lineal en 
la prevalencia de roturas del manguito de los rotadores a partir de la quinta 
década de la vida (3, 4). 
 
Varios autores han publicado la importancia de la infiltración grasa como factor 
determinante para el pronóstico tras una adecuada reparación del manguito de 
los rotadores (5-14). La infiltración grasa es un cambio degenerativo en el que se 
reemplazan las fibras musculares por grasa y que ocasiona una disminución en 
el área del músculo y una disminución en la fuerza del mismo (15). 
 
Goutallier en 1989 propuso un sistema de 5 grados para cuantificar el grado de 
infiltración grasa del manguito de los rotadores en una tomografía axial 
computarizada. Con estas mediciones concluyó que en los pacientes que 
presentaban rotura aguda del manguito de los rotadores era conveniente 
operarlos antes de que ocurriera la infiltración grasa debido al mal pronóstico. 
Más adelante, Goutallier describió que la tasa de re-rotura del supraespinoso era 
	 8	
del 25% al presentar infiltración grasa (16). Desde entonces, la infiltración grasa 
es utilizada como parámetro para darle una expectativa al paciente tras una 
rotura crónica del manguito de los rotadores (5-14). 
	 9	
Anatomía del manguito de los rotadores 
 
El manguito de los rotadores es un complejo de cuatro tendones con origen en la 
escápula, que en conjunto con la cápsula articular glenohumeral forman una 
unidad funcional que se inserta en las tuberosidades del húmero. 
 
El músculo subescapular tiene su origen en la fosa subescapular de la cara 
anterior de la escápula y se inserta la tuberosidad menor del húmero. Está 
inervado por los nervios subescapular superior e inferior. 
 
El músculo supraespinoso tiene su origen en la fosa supraespinosa, superior a la 
espina de la escápula en su cara posterior, pasa por debajo del acromion y la 
articulación acromioclavicular para insertarse en el aspecto superior de la 
tuberosidad mayor del húmero. El nervio 
supraescapular inerva este músculo justo 
después de salir de la escotadura de la 
escápula. 
 
El músculo infraespinoso tiene su origen en la 
fosa infraespinosa, inferior a la espina de la 
escápula en su cara posterior; éste tiene su 
inserción en el aspecto posterolateral de la 
tuberosidad mayor del húmero. El nervio 
653Chapter 14 The Rotator Cuff
lower portion of the greater tuberosity. It is innervated 
by a branch of the axillary nerve. The tendons of the 
rotator cuff blend together to form a continuous cuff 
around the humeral head.
Histologic studies by Clark and Harryman described 
the rotator cuff tendons as having five distinct layers 
(Fig. 14-2).47 The most superficial layer is the coracohu-
meral ligament fibers, which are obliquely oriented to the 
axis of the muscle and span the interval between the 
subscapularis and supraspinatus tendons. The second 
layer is composed of tendon fibers grouped into large 
bundles that extend from the supraspinatus tendon and 
form a layer over the biceps tendon in its groove. The 
third layer contains tendon fascicles that are smaller in size 
and less tightly packed than the bundles in the second 
layer and also have less uniform orientation. The fourth 
layer is composed of loose connective tissue with thick 
bands of collagen fibers. This tissue merges with the cora-
cohumeral ligament at the anterior edge of the supraspi-
natus. The fifth and last layer is the continued sheet of 
collagen fibrils that composes the superior joint capsule.
The footprint of the rotator cuff has been a subject of 
numerous cadaveric studies. While the rotator cuff 
muscles were often thought to run in parallel and insert 
onto discrete portions of the greater and lesser tuberosity, 
we now know that there is significant overlap of the 
FIGURE 14-2: Schematic diagram of a cross-section of the supra-
spinatus (SP) and infraspinatus (IS) tendons and capsule demon-
strating five distinct layers. 1, superficial extension of CHL; 2, 
fibers of the SP/IS tendons parallel to the tendon; 3, fibers of the 
SP/IS tendons obliquely oriented to layer 2; 4, deep extension of 
CHL; 5, true joint capsule. CHL, Coracohumeral ligament. (From 
Clark JM, Harryman DT, 2nd. Tendons, ligaments, and capsule 
of the rotator cuff. Gross and microscopic anatomy. J Bone Joint 
Surg Am. 1992;74[5]:713-725.)
IS
SP
CHL
1
2
2
3
4
5
SBL
FIGURE 14-3: The normal interweaving of the fibers from the 
subscapularis (S), supraspinatus (SP), and infraspinatus (I) 
tendons near the humeral insertion. B, Long head of biceps 
tendon. (From Clark JM, Harryman DT, 2nd. Tendons, liga-
ments, and capsule of the rotator cuff. Gross and microscopic 
anatomy. J Bone Joint Surg Am. 1992;74[5]:713-725.)
I
SP
B
S
SBL
tendinous portions of each rotator cuff onto the tuberosi-
ties. Clark and Harryman have demonstrated significant 
interdigitation of the supraspinatus and infraspinatus 
tendons occurring near the footprint (Fig. 14-3).46,47,48 
Minagawa et al. also demonstrated a significant overlap 
of theposterior supraspinatus with the infraspinatus cuff 
tendon.225 Mochizuki et al. studied 113 cadaveric speci-
mens, and found that the portion of the greater tuberosity 
occupied by the supraspinatus insertion was much 
smaller than previously believed, and that the infraspina-
tus insertion occupied the preponderance of the footprint 
on the greater tuberosity.227
The long head of the biceps tendon may be considered 
a functional part of the rotator cuff. It attaches to the 
supraglenoid tubercle of the scapula, runs between the 
subscapularis and the supraspinatus, exits the shoulder 
through the bicipital groove under the transverse humeral 
ligament, and attaches to its muscle in the proximal part 
of the arm. The coracohumeral ligament and the trans-
verse humeral ligament keep the biceps tendon aligned 
in the groove.302 Although electromyographic studies on 
the long head of the biceps have demonstrated that it may 
be inactive during shoulder movements,352 it may serve 
as a passive restraint during most shoulder motions and 
contribute to anterior stability in abduction and external 
rotation. Changes in elbow position and loading of the 
biceps can lead to altered shoulder motion and muscle 
recruitment.358,359 This tendon also has the potential for 
guiding the head of the humerus as it is elevated, with 
the bicipital groove traveling on the biceps tendon like a 
Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico febrero 14, 2017.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Figura	1.	Esquema	de	las	capas	del	manguito	de	
los	 rotadores,	 (IS)	 Infraespinoso,	 (SP)	
Supraespinoso,	 (CHL)	 Ligamento	 coraco-
humeral.	Tomado	de	(1).	
	 10	
supraescapular inerva este músculo justo después de pasar por la escotadura 
espinoglenoidea. 
 
El músculo redondo menor tiene su origen en la cara ínfero-lateral de la 
escápula y se inserta en el aspecto inferior de la tuberosidad mayor del húmero. 
Éste es inervado por una rama del nervio axilar (1). 
 
Histológicamente, el manguito de los rotadores está conformado por 5 capas 
diferentes. (Figura 1) 
• Primera capa: Es la más superficial, corresponde a las fibras del 
ligamento coraco-humeral. Sus fibras están dispuestas de manera 
oblicua, cerrando el intervalo entre el supraespinoso y el subescapular. 
• Segunda capa: Corresponde a las fibras gruesas del tendón del 
supraespinoso que forman una capa en la parte superior del surco 
bicipital. 
• Tercera capa: Corresponde a los fascículos más pequeños que la 
segunda capa, los cuales presentan un patrón desorganizado. 
• Cuarta capa: Está formada de tejido conectivo desorganizado con bandas 
gruesas de colágena. Esta capa se une con la primera en el borde 
anterior del supraespinoso. 
• Quinta capa: Corresponde a las fibrillas de colágeno que se continúan de 
la cápsula superior de la articulación glenohumeral (1). 
	 11	
La cabeza larga del bíceps puede ser considerada como parte de la unidad 
funcional del manguito de los rotadores debido a su relación anatómica y a su 
papel en la función biomecánica del hombro. Tiene su origen en el tubérculo 
supraglenoideo y discurre entre el supraespinoso y el subescapular para entrar 
en el surco bicipital del húmero. La cabeza larga del bíceps tiene como 
estabilizadores al ligamento transverso y al ligamento coraco-humeral (1). 
 
	 12	
Biomecánica y función del manguito de los rotadores 
 
El manguito de los rotadores tiene dos funciones importantes: su función 
primaria es ser un estabilizador dinámico, balanceando los vectores de fuerzas 
de todos los planos hacia la glenoides; y, por otro 
lado, generar rotación del húmero con respecto a 
la glenoides (1, 4, 17). 
 
Su función de balance puede ser estudiada en 
dos planos. En el plano coronal el vector de 
fuerza del músculo deltoides es hacia superior, 
por lo que es necesario un balance mediado 
por el supraespinoso en la parte superior y en 
la parte inferior por parte del infraespinoso, 
redondo menor y subescapular. En el plano transverso (Figura 2) se deben 
balancear las fuerzas del manguito anterior (subescapular) con las del manguito 
posterior (infraespinoso y redondo menor). Todo esto para evitar el cambio del 
centro de rotación y que éste sea el mismo durante todo el rango de movimiento. 
 
Si cambia este eje de rotación no solo se ve perjudicada la función del músculo 
deltoides; si no de toda la musculatura de la cintura escapular (pectorales, dorsal 
ancho, entre otros) necesaria para los movimientos coordinados y eficientes (1). 
 
 
Figura	 2.	 Esquema	 del	 balance	 muscular	
en	el	plano	transverso.	
Tomado	de	(1).	
660 Chapter 14 The Rotator Cuff
FIGURE 14-20: Deltoid balance. Pure elevation requires that 
the internal rotation and cross-body moments of the anterior 
deltoid be opposed by other muscle actions. For example, even 
though it is an antagonist to the anterior deltoid, the posterior 
deltoid must contract during elevation to resist the cross-body 
moment of the anterior deltoid. (From Matsen FA III, Lippitt 
SB. Shoulder Surgery: Principles and Procedures. Philadel-
phia: Saunders; 2004:261.)
of the deltoid muscle cannot be used efficiently for eleva-
tion of the shoulder.
This concept of force couples around the shoulder is 
important but may oversimplify the complex interactions 
between the cuff and the different heads of the deltoid, 
trapezius, latissimus dorsi, and pectoralis muscles. The 
timing and magnitude of these balancing muscle effects 
must be precisely coordinated to avoid unwanted direc-
tions of humeral motion. In a specified position, activa-
tion of a muscle creates a unique set of rotational 
moments. For example, the anterior deltoid can exert 
moments in forward elevation, internal rotation, and 
cross-body movement (Fig. 14-19). If forward elevation 
is to occur without rotation, the cross-body and internal 
rotation moments of this muscle must be neutralized by 
other muscles, such as the posterior deltoid and infraspi-
natus (Fig. 14-20).299 As another example, use of the 
latissimus dorsi in a movement of pure internal rotation 
requires that its adduction moment be neutralized by the 
superior cuff and deltoid. Conversely, use of the latissi-
mus dorsi in a movement of pure adduction requires that 
the posterior cuff and posterior deltoid muscles neutralize 
their internal rotation moment. Thus the simplified view 
of muscles as isolated motors, or as members of force 
couples, must give way to an understanding that all 
shoulder muscles function together in a precisely coor-
dinated way, with opposing muscles canceling out unde-
sired elements and leaving only the net torque that 
FIGURE 14-18: Balanced anteroposterior cuff forces compress 
the humeral articular convexity into the glenoid concavity. 
(From Matsen FA III, Lippitt SB. Shoulder Surgery: Principles 
and Procedures. Philadelphia: Saunders; 2004:85.)
Inferior
force
Supraspinatus
Deltoid
Sub
scapularis
Infraspinatu
s
Medial force
Net force
FIGURE 14-19: Deltoid moment. The anterior deltoid gener-
ates moments in forward elevation (A), internal rotation (B), 
and cross-body movement (C). (From Matsen FA III, Lippitt SB. 
Shoulder Surgery: Principles and Procedures. Philadelphia: 
Saunders; 2004:261.)
C
A B
Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico febrero 14, 2017.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Subescapular	
Infraespinoso	
Subescapular	
	 13	
Otro concepto biomecánico 
importante es el del “puente de 
suspensión” propuesto por Lo y 
Burkhart (1, 17). Si se observa 
la superficie articular de un 
manguito intacto se puede 
identificar un engrosamiento de 
la cápsula en forma de media 
luna que rodea una porción másdelgada de esta misma cápsula, estos corresponden al “cable rotador” y a “la 
media luna del manguito de los rotadores” (Figura 3). 
 
El cable rotador es un engrosamiento del ligamento coraco-humeral 
correspondiente al margen avascular del tendón. Éste se extiende desde la 
porción posterior del canal del bíceps hacia posterior en el borde más posterior 
de la inserción del infraespinoso. Este cable rotador funciona de la misma 
manera que un puente de suspensión, distribuyendo la carga entre dos puntos 
para proteger la región vulnerable. Este concepto permite explicar por qué no 
todas las lesiones generan alteraciones funcionales (17). 
 
ficient to maintain equilibrium in the coronal plane (Fig.
3). This can result in anterior and superior translation of
the humeral head and the inability to maintain a stable
fulcrum of motion. Therefore, when faced with a rotator
cuff tear, the primary goal of surgery is to balance the
force couples in the transverse and coronal planes and not
necessarily to cover the hole.
When viewed from the glenohumeral joint, the articular
surface of the intact rotator cuff demonstrates an arching,
cable-like thickening of the capsule surrounding a thinner
crescent of tissue that inserts into the greater tuberosity
of the humerus.16,19 This cable-like structure represents a
thickening of the coracohumeral ligament and is consis-
tently located at the margin of the avascular zone. This
“rotator cable” extends from its anterior attachment just
posterior to the biceps tendon to its posterior attachment
near the inferior border of the infraspinatus tendon16,19,42
(Fig. 4). Although the function of the rotator cable is
unclear, it appears that the rotator cable may function in
a way that is analogous to a load-bearing suspension
bridge. By this model, stress is transferred along the ro-
Figure 1. Coronal plane force couple. The inferior portion of
the rotator cuff (below the center of rotation) creates a mo-
ment that must balance the deltoid moment. C, resultant
rotator cuff forces; D, deltoid muscle force; O, center of
rotation; a, moment arm of the inferior portion of the rotator
cuff; A, moment arm of the deltoid.
Figure 2. Transverse plane force couple (axillary view). The
subscapularis tendon anteriorly is balanced against the in-
fraspinatus and teres minor tendons posteriorly. I, infraspi-
natus; S, subscapularis; O, center of rotation; r, moment arm
of the subscapularis tendon; R, moment arm of the infraspi-
natus and teres minor tendons.
Figure 3. A, the transverse plane force couple and the coro-
nal plane force couple are disrupted because of a massive
rotator cuff tear involving the posterior rotator cuff (infraspi-
natus and teres minor tendons); B, an alternative pattern of
disruption of the transverse plane force couple, because of a
massive tear involving the anterior rotator cuff (that is, the
subscapularis tendon). I, infraspinatus; TM, teres minor; O,
center of rotation; S, subscapularis; D, deltoid.
Figure 4. Superior (left) and posterior (right) projections of
the rotator cable and crescent. The rotator cable extends
from the biceps to the inferior margin of the infraspinatus
tendon, spanning the supraspinatus and infraspinatus ten-
don insertions. B, mediolateral diameter of rotator crescent;
C, width of rotator cable; S, supraspinatus; I, infraspinatus;
BT, biceps tendon; TM, teres minor.
Vol. 31, No. 2, 2003 Current Concepts in Arthroscopic Rotator Cuff Repair 309
Figura	3.	 	Esquema	del	 cable	de	 los	 rotadores	y	de	 la	media	 luna	
del	manguito	de	 los	 rotadores.	 (C)	 Cable	 rotador,	 (B)	media	 luna	
del	manguito	de	los	rotadores,	(S)	tendón	del	supraespinoso,	(BT)	
tendón	 de	 la	 cabeza	 larga	 del	 bíceps	 braquial,	 (I)	 tendón	 del	
infraespinoso,	(TM)	tendón	del	redondo	menor.	Lo	IK,	Burkhart	SS.	
Current	concepts	 in	arthroscopic	 rotator	cuff	 repair.	 Am	 J	Sports	
Med.	2003;31(2):308-24	
	 14	
Roturas del manguito de los rotadores 
 
La etiología de las roturas del manguito de los rotadores es considerada 
multifactorial. Existen causas traumáticas ocasionadas por accidentes, 
generalmente en pacientes jóvenes. Las causas degenerativas se engloban en 
intrínsecas y extrínsecas. 
 
Las causas intrínsecas generan cambios 
celulares que alteran el ciclo de la colágena, 
ocasionando degeneración del tendón y 
apoptosis de las células, propiciando una 
rotura. Dentro de las causas intrínsecas se 
incluyen: la edad del paciente, antecedente 
de tabaquismo, alcoholismo, obesidad, 
actividades con sobrecarga o sobreuso y la 
hipovascularidad del tendón (4, 18). 
 
En cuanto a las causas extrínsecas son todas 
aquellas modificaciones anatómicas que 
aumentan el estrés sobre el tendón y que ocasionan cambios degenerativos 
dentro de las fibras llevando a una rotura. Dentro de estas las más importantes 
son: cambios degenerativos del acromion, apófisis coracoides (síndromes de 
pinzamiento subacromial o subcoracoideo), y de la articulación acromioclavicular 
(síndrome de pinzamiento subacromial) (1, 4). 
656 Chapter 14 The Rotator Cuff
acromial morphology and rotator cuff tears may be exag-
gerated because of the confounding variable of age.129
Other studies have suggested that type II and III 
acromia are acquired rather than developmental.357 
Because most acromial hooks lie within the coracoacro-
mial ligament (Figs. 14-8 and 14-9), it seems likely 
that they are actually traction spurs in this ligament 
(Fig. 14-10). The traction loads producing this hook can 
result from loading of the arch by the cuff, and may be 
increased with increasing dependency on the coraco-
acromial arch for superior stability in the presence of cuff 
FIGURE 14-8: A, Variations in acromial shape are commonly observed in patients with cuff disease. The supraspinatus outlet 
view is helpful in defining this anatomy. B, In this arthrogram (lateral view), indentation of the supraspinatus by the anteroinferior 
acromion can be seen. 
A B
FIGURE 14-9: Supraspinatus outlet radiograph demonstrating 
a large anteroinferior osteophyte (arrows). (From Iannotti JP. 
Rotator Cuff Disorders: Evaluation and Treatment. Rosemont, 
IL: American Academy of Orthopaedic Surgeons; 1991.)
FIGURE 14-10: Acromial traction spur. A, Normal relation-
ships. B, As the humeral head moves upward, the coracoacro-
mial arch becomes progressively loaded. C, The result is a 
traction spur in the coracoacromial ligament. Because it lies 
within the substance of the ligament, this spur does not 
encroach on the rotator cuff, even though it can look impressive 
on radiography. D, Cuff tear arthropathy. (From Matsen FA III, 
Lippitt SB. Shoulder Surgery: Principles and Procedures. Phila-
delphia: Saunders; 2004:280.)
A B
DC
Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico febrero 14, 2017.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Figura	 4.	 Esquema	 de	 la	 formación	 del	 gancho	
acromial	(A)	Relaciones	normales	(B)	al	presentar	
inestabilidad	 superior	 el	 arco	 coracoacromial	 se	
sobrecarga	 por	 la	 migración	 superior	 del	
húmero(C)	 formación	 del	gancho	acromial	que	no	
condiciona	 pinzamiento	 subacromial	 (D)	 Rotura	
del	manguito	de	los	rotadores.	Tomado	de	(1).		
	
	 15	
 
El gancho acromial (Figura 4) no es una causa de pinzamiento subacromial. 
Éste se forma por la tracción que se genera a causa de la sobrecarga del 
ligamento coracoacromial. En una rotura del manguito de los rotadores se 
genera una inestabilidad superior; el arco coracoacromial debe compensar esta 
inestabilidad mediante una hipertrofia del ligamento coracoacromial. Debido a 
que esta hipertrofia ocurre dentro de la sustancia del ligamento, no se ocasiona 
un estrés mecánico sobre el tendón y por lo tanto no hay, teóricamente, un 
fenómeno de pinzamiento subacromial (1). 
 
Una vez que ocurre una rotura del manguitode los rotadores comienza un 
proceso de regeneración; sin embargo, los tendones son intrasinoviales y no 
tendrán reparación espontánea. 
 
Este proceso de regeneración puede ser dividido en 3 fases: 
• Fase inflamatoria: de algunos días de duración, esta fase se caracteriza 
por la formación del hematoma, depósito de fibrina, células inflamatorias, 
fibroblastos y remodelación de la elastina. 
• Fase proliferativa: está caracterizada por la angiogénesis y la proliferación 
de fibroblastos, presentando un patrón desorganizado de la colágena. 
• Fase de remodelación: entre algunas semanas y meses de duración, esta 
fase se caracteriza por la disminución en la celularidad y organización de 
las fibras de colágena y elastina. Con el aumento de la edad este proceso 
	 16	
de curación disminuye debido a la degeneración de la colágena (1, 4, 19, 
20). 
 
Al presentar una rotura existe un proceso de degeneración de proteínas en el 
que se ha demostrado en estudios animales que el Factor Nuclear Kappa Β (NF-
KB) está involucrado en la atrofia muscular debido a que aumenta la expresión 
de proteasas que degradan el músculo. Adicionalmente, la falta del estímulo 
mecánico propicia una atrofia muscular tras una rotura. 
 
En cuanto a las causas celulares de la infiltración grasa del músculo no existe 
evidencia clara. Existen teorías, aún no demostradas, que dicen que a nivel 
celular los linajes fibrogénicos y adipogénicos comparten su origen; tras una 
rotura puede existir un cambio de señalización que propiciaría una infiltración 
grasa (15, 19). 
 
	 17	
Clasificación 
 
Existen múltiples clasificaciones para las lesiones del manguito de los rotadores. 
En general se engloban en roturas de espesor parcial, roturas parciales de 
espesor completo y roturas completas. Existen varios autores que han propuesto 
clasificaciones según el patrón de la rotura, el espesor o el número de tendones 
que están involucrados. 
 
Ellman clasificó las roturas parciales: con respecto a la 
localización, las dividió en bursales, articulares e 
intrasustanciales; y las categorizó en grados de la 
siguiente manera: 
• Grado 1: cuando involucra menos de 3 
milímetros del tendón 
• Grado 2: cuando involucra de 3 a 6 milímetros 
del tendón 
• Grado 3: más de 6 milímetros del tendón (1). 
 
La clasificación más utilizada para roturas completas 
es la de DeOrio y Cofield: 
1. Grado 1: pequeñas, menores a 1 cm 
2. Grado 2: medianas, entre 1 y 3 cm 
3. Grado 3: grandes, entre 3 y 5 cm 
4. Grado 4: masivas, mayores a 5 cm (1, 4) 
figuration (Fig. 10A). In chronic L-shaped tears, it is im-
perative to determine which leaf is more mobile and where
the “corner” of the L-shaped tear needs to be restored. In
these cases, side-to-side suturing is first performed along
the longitudinal split (Fig. 10B) and then the converged
margin is repaired to bone (Fig. 10C).
These first three tear patterns represent over 90% of
posterosuperior rotator cuff tears and can be repaired
using the principles outlined here. Thus, most rotator cuff
tears, even those massive in size, can be repaired without
extensive mobilization if one understands and recognizes
these tear patterns. Repairing tears according to their
tear pattern can lead to excellent results.15 However, in
the fourth tear pattern, the massive, contracted, immobile
rotator cuff tear, other techniques must be used.
Although most rotator cuff tears are crescent-, U-, or
L-shaped, there does exist a small but significant number
of tears that demonstrate no mobility from a medial-to-
lateral or from an anterior-to-posterior direction. These
tears cannot be repaired directly to bone (such as during
Figure 8. U-shaped rotator cuff tear. A, superior view of a U-shaped rotator cuff tear involving the supraspinatus (SS) and
infraspinatus (IS) tendons; B, U-shaped tears demonstrate excellent mobility from an anterior-to-posterior direction and are
initially repaired with side-to-side sutures using the principle of margin convergence; C, the repaired margin is then repaired to
bone in a tension-free manner.
Figure 9. Acute L-shaped rotator cuff tear. A, superior view of an acute L-shaped rotator cuff tear involving the supraspinatus
tendon (SS) and rotator interval (RI); B, the tears should be initially repaired along the longitudinal split; C, the converged margin
is then repaired to bone. IS, infraspinatus; Sub, subscapularis tendon; CHL, coracohumeral ligament.
312 Lo and Burkhart American Journal of Sports Medicine
Figura	 5.	 Imagen	 del	 patrón	 en	 “U”	
según	 Burkhart.	 (IS)	 Infraespinoso,	
(SS)	 Supraespinoso.	 Lo	 IK,	 Burkhart	
SS.	 Current	 concepts	 in	 arthroscopic	
rotator	 cuff	 repair.	 Am	 J	 Sports	Med.	
2003;31(2):308-24.		
	 18	
Ellman y Gartsman hicieron una clasificación descriptiva según el patrón de la 
rotura: 
• En forma de media luna 
• En forma de “L” 
• En forma de “L” reversa 
• En forma de trapecio 
• Patrón masivo (rotura total de 2 ó más tendones). 
 
Posteriormente Burkhart añadió una clasificación integrando a la clasificación 
previa conceptos como la retracción y la artrosis glenohumeral: 
• Tipo 1: roturas con patrón de media luna 
• Tipo 2: roturas con patrón de “U” (mayor retracción que la media luna 
convencional) 
(Figura 5) y 
patrones de “L” 
• Tipo 3: roturas 
masivas con 
extensión en 
cortes coronal y 
sagital 
• Tipo 4: roturas masivas con artrosis glenohumeral concomitante (1, 17). 
 
Figura	6.		Esquema	de	la	clasificación	de	Patte.	Tomado	de	Kany	J,	Flurin	PH,	Richardi	G,	Hardy	P,	
French	Arthroscopy	S.	Rotator	cuff	tear	imaging	in	patients	over	70	years:	 specific	MRI	 findings?	
Orthop	Traumatol	Surg	Res.	2013;99(8	Suppl):	S385-90.	
Rotator cuff tear imaging in patients over 70 years: Specific MRI findings? S387
Figure 2 a: conventional T2 spin-echo sequence (marked fluid/fat signal intensity gradient); b: turbo T2 spin-echo sequence
(small fluid/fat signal intensity gradient); c: Fat-Sat T2 sequence.
T1-weighted images (T1-WIs) (Fig. 1) provide an overall mor-
phological and anatomic assessment via the acquisition of
oblique coronal (Fig. 1a), axial (Fig. 1b), or oblique sagittal
(Fig. 1c) sections. T1 and proton-density sequences visualise
the fatty tissue as white areas but fail to clearly delineate
the tendons. T1-WIs are chiefly useful for evaluating fatty
degeneration of the rotator cuff muscles. Thus, Goutallier’s
criteria for classifying fatty muscle degeneration [1] are best
assessed on T1 or proton-density images.
T2-WIs (Fig. 2a) have longer acquisition times but
clearly differentiate fluid from fatty tissue. Turbo sequences
(Fig. 2b) are faster but fail to distinguish fluid from fat. An
alternative is the use of Fat-Sat sequences (Fig. 2c) show-
ing tissues in black and fluid (inflammation) in white and
suppressing the fat images. Rotator cuff tears are clearly
visible on these sequences, which cannot, however, serve to
evaluate fatty degeneration.
Material and method
We retrospectively studied 50 patients with isolated
supraspinatus tears selected from the MRI database of the
new Union Hospital in Toulouse, France (department headed
by Dr Gérard Richardi). Among them, 25 were younger than
50 years of age and 25 older than 70 years of age. The
younger group had 17 (68%) males and 8 (32%) females and
the older group 9 (36%) males and 16 (64%) females.
Figure 3 Classification of tendon retraction in the coronal plane. Stage 1: proximal stump close to bony insertion*; stage 2:
proximal stump at level of humeral head*; stage 3: proximal stump at level of glenoid*.
According to Patte [2].
Downloaded from ClinicalKey.jp at ClinicalKey Japan Guest Users February 14, 2017.For personal use only. No other uses without permission. Copyright ©2017. Elsevier Inc. All rights reserved.
	 19	
Patte clasificó la retracción de las roturas en el plano frontal en tres tipos según 
la retracción: (Figura 6): 
• Tipo 1: retracción mínima del cabo roto 
• Tipo 2: retracción del cabo a nivel de la cabeza humeral 
• Tipo 3: retracción del cabo a nivel de la glenoides (1, 7, 12, 14). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
	 20	
 
Diagnóstico 
 
Manifestaciones clínicas 
	
 
La sintomatología de una rotura del manguito de los rotadores es variable. 
Depende del músculo afectado, la extensión o tamaño de la lesión y la 
cronicidad de la rotura. Se sabe que existen roturas completamente 
asintomáticas pero el dolor local es el síntoma más común, aun y cuando se 
sabe que puede no ser el síntoma principal y que éste es completamente 
independiente del tamaño de la lesión. 
 
Las roturas del manguito de los rotadores suelen acompañarse de debilidad, 
limitación en los arcos de movimiento, crepitación e inestabilidad. Todas estas 
manifestaciones tienen gran impacto en la vida cotidiana del paciente ya que 
limitan muchas actividades diarias como cepillarse los dientes, peinarse y en 
casos más severos, hasta vestirse (1-4, 21). 
 
Cabe mencionar que la mayoría de la sintomatología del manguito de los 
rotadores son síntomas locales y rara vez la irradiación del dolor llega al codo, 
por lo que debe descartarse alguna patología asociada a la columna cervical o 
una compresión nerviosa periférica si el paciente presenta alguna manifestación 
que no concuerda con los síntomas típicos, siempre sin dejar de pensar en la 
presencia de ambas patologías asociadas (22). 
 
	 21	
Exploración física 
 
Para realizar el diagnóstico de una rotura del manguito de los rotadores 
debemos realizar una detallada exploración física. Iniciar con una buena 
inspección ya que es común observar hipotrofia de los músculos periescapulares 
o alguna alteración en la posición de la escápula. 
 
Los arcos de movilidad son de suma importancia: pueden ser la principal 
afección del paciente y es por esto que es importante su valoración tanto de 
manera activa (fotografía 1) como de manera pasiva. Es importante verificar si 
presenta alguna crepitación 
audible o percibida por el 
paciente a la movilización ya 
que esto puede orientar hacia 
adherencias, bursitis o pérdida 
del cartílago articular. 
 
Se deben palpar todas las 
estructuras; como está descrito por Codman, es posible palpar una rotura del 
manguito de los rotadores realizando movimientos de rotación desde la esquina 
anterior del acromion (1). 
 
Existen pacientes con roturas completas que conservan su función debido a la 
compensación de otros músculos o a la integridad del cable de los rotadores; por 
143
 External Rotation 
 This movement is realized through the infraspinatus (supra-
scapular nerve, C5-C6) and teres minor muscles (axillary 
nerve, C5-C6). The posterior portion of the deltoid partici-
pates only minimally (axillary nerve, C5-C6). The assessment 
can be performed with the limb at the side or abducted to 90°. 
In both cases, the elbow is fl exed to 90°. 
 Internal Rotation 
 The main internal rotator muscles are the subscapularis 
(upper subscapular, C5; and lower subscapular nerves, 
C5-C6) and the pectoralis major (lateral pectoral nerve, 
C5-C7; medial pectoral, C8-T1). The resistance is applied to 
the volar surface of the forearm while the arm is at the side, 
the elbow is fl exed and in neutral rotation. 
 Any muscular defi cit must be quantifi ed and reported in 
the medical card. The classifi cation of muscle strength we 
use is shown in Table 2 .
 Impingement Syndrome 
 Subacromial Impingement 
 Soft tissues, such as tendons, capsule, and ligaments, can 
be rubbed or compressed by the surrounding bony epiphy-
sis or apophysis. The resulting symptoms give rise to the 
so-called impingement syndrome. Among these, the sub-
acromia one is the most common. In this case, because of 
the acquired narrowness of the subacromial space, the 
upper cuff tendons touch the antero-inferior margin of the 
acromion during the arc of movement between 60° and 
120° of fl exion. 
a b d
c
 Fig. 7 Range of motion evaluation. ( a ) Active fl exion. ( b ) Active abduction. ( c ) Active external rotation. ( d ) Active internal rotation 
 
Clinical Evaluation
Fotografía	 1.	 Valoración	 de	
los	movimientos	activos.		
(a)	Flexión,	(b)	Abducción,	(c)	
Rotación	 externa,	 (d)	
Rotación	interna	
	 22	
esta razón es necesario revisar la fuerza del manguito tratando de identificar 
cada músculo por separado. Se han descrito múltiples maniobras en la literatura 
como la de Jobe, Palm-Up, Belly Press Test, Bear Hug Test, Lift-Off Test, entre 
otros. Todas éstas son útiles para determinar qué músculo está involucrado en 
la lesión y puede orientar a la severidad de la misma. La descripción detallada y 
la sensibilidad de la totalidad de las pruebas escapa a los objetivos de esta tesis. 
	 23	
Estudios de Imagen 
	
 
Radiografías simples 
	
 
Las radiografías simples son el estudio inicial para valorar una patología de 
hombro. Con éstas es posible descartar patologías que pueden asemejarse a 
una rotura del manguito de los 
rotadores como fracturas, tumores, 
calcificaciones y artrosis glenohumeral. 
 
Las radiografías más solicitadas son la 
anteroposterior (AP) de hombro, la 
verdadera AP (con 30 grados de abducción) (fotografía 2), una proyección axilar 
y una escápula en “Y”. 
 
En las radiografías también se puede identificar migración superior de la cabeza 
humeral, así como subluxación anterior o posterior que pueden ser datos 
sugestivos de una rotura del manguito de los rotadores (1, 20). 
 
Resonancia magnética 
	
 
La resonancia magnética es de los métodos diagnósticos más utilizados a nivel 
mundial; tienen la capacidad de identificar el manguito de los rotadores, la 
cápsula articular, el labrum glenoideo y el cartílago articular y a su vez, la gran 
679Chapter 14 The Rotator Cuff
FIGURE 14-57: A, Anteroposterior (AP) view of the shoulder may not reveal proximal humeral migration. B, True AP (Grashey) 
view with 30 degrees of abduction activates the deltoid and provides a superiorly directed vector that may make proximal humeral 
migration more evident. 
A B
FIGURE 14-58: A, Coronal T2-weighted image demonstrating a massive retracted full-thickness rotator cuff tear. B, Sagittal 
oblique T1-weighted image demonstrating severe atrophy of the supraspinatus and infraspinatus muscle bellies. 
A B
Ultrasonography
Ultrasound is an imaging modality that can be utilized to 
perform dynamic evaluation of the cuff and long head 
of the biceps tendon. It is less expensive than MRI but 
is more highly dependent on the operator and the inter-
pretation of the ultrasound images. High frequency (10 
to 18 MHz) transducers are used for the shoulder. Because 
ultrasound is more subject to interpretation errors, the 
physician evaluating the images should be aware of arti-
facts that can cause false-negative or false-positive 
interpretations.
Normal tendon should appear as uniform echogenicity 
with a fibrillar pattern when the transducer is perpen-
dicular to the tendon axis. Because normal tendon is 
anisotropic, when the beam is not perpendicular to the 
tendon, a hypoechoic signal will appear. This should be 
differentiated from tendinosis, which also produces a 
heterogeneous echotexture. The tendon should be inter-
preted as abnormal only if the area maintains a hypoechoic 
signal as the transducer is moved perpendicular to the 
tendon axis. A focal area of hypoechogenicity can diag-
nose partial- and full-thickness tearing with discontinuity 
of the normal fibrillation pattern of tendons (Fig. 14-59). 
Compression of the transducer into the area in question 
can increase the gap size between the tendon fibers and 
bone andassist in evaluation.
Ultrasonography has also been reported to have similar 
accuracy to MRI in the detection of full-thickness rotator 
Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico febrero 14, 2017.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Fotografía	 2.	 (A)	 Radiografía	 anteroposterior	 de	
hombro,	 (B)	Radiografía	en	proyección	anteroposterior	
verdadera	de	hombro.	
	 24	
mayoría de las patologías. Es un estudio con una alta especificidad y 
sensibilidad por lo que su utilidad para diagnosticar roturas del manguito de los 
rotadores es excelente, para detectar lesiones parciales es importante añadir un 
medio de contraste ya sea intraarticular o intravenoso para así aumentar el 
poder del estudio. Las desventajas de la resonancia son su elevado costo y su 
limitada disponibilidad en algunas áreas (1, 4). 
 
Ultrasonido 
	
 
Es alternativa útil y de bajo costo para evaluar las lesiones del manguito de los 
rotadores, proporcionando imágenes dinámicas de buena calidad sin exposición 
a radiación. La sensibilidad del ultrasonido para la detección de las roturas del 
manguito de los rotadores es hasta del 91% para los desgarros de espesor 
parcial y 100% para los desgarros de espesor completo. La desventaja de esta 
técnica es que es operador dependiente, pero en manos expertas es de gran 
utilidad diagnóstica (1, 4). 
 
Tomografía axial computarizada con contraste intraarticular 
	
 
La tomografía axial computarizada (TAC) contrastada tiene lo mejor de los dos 
mundos: no es operador dependiente, como el ultrasonido, y no es tan cara 
como una resonancia magnética. La TAC contrastada genera imágenes de 
buena calidad para roturas tanto masivas como parciales con una alta 
sensibilidad y especificidad. En Europa es de las más utilizadas, no interfiere con 
	 25	
los dispositivos de marcapasos o algún otro implante metálico y para los 
pacientes claustrofóbicos no representa un inconveniente: solo toma un par de 
minutos realizar el estudio (4). 
 
	 26	
Mediciones y sus modificaciones por roturas del manguito de los rotadores 
 
Varios autores publicaron diferentes medidas relacionadas a una rotura del 
manguito de los rotadores. 
 
Distancia acromio-humeral 
	
 
La distancia acromio-humeral es una de las mediciones más conocidas. Al 
perder la contención del manguito de los rotadores, la cabeza humeral migra en 
dirección cefálica debido a la tracción que ejerce el deltoides. La distancia entre 
el acromion y la cabeza humeral se disminuye y puede medirse trazando una 
línea en la parte más inferior del acromion y una línea en la parte más superior 
de la cabeza humeral. La distancia normal no debe de medir más de 8mm; una 
medición de 7mm o menos sugiere que existe una rotura grande o masiva con 
un 75% de especificidad (23). Inicialmente utilizada en radiografías simples, 
actualmente es controversial si esta medición puede extrapolarse a resonancias 
magnéticas ya que la posición de la resonancia es en decúbito dorsal lo que se 
cree que reduce la tracción ejercida por la gravedad y disminuye el espacio. 
 
Lo anterior llevó a varios autores a realizar estudios en los que compararon la 
medición de la distancia acromio-humeral en radiografías y en resonancias 
encontrando que la rotura del infraespinoso era la que más modificaba la 
distancia acromio-humeral. Concluyeron que en resonancia magnética una 
distancia igual o menor de 6 mm con media de 4.15 mm se presenta en 
	 27	
pacientes con roturas anterosuperiores y posterosuperiores del manguito de los 
rotadores (23, 24). 
 
Distancia glenohumeral inferior 
	
 
Otros autores han publicado mediciones similares para cuantificar la migración 
superior de la cabeza humeral como la distancia glenohumeral inferior que 
consiste en medir la distancia entre la porción más inferior de la cabeza humeral 
y la porción más inferior de la glenoides (25). 
 
 
Signo de la tangente 
	
La atrofia muscular es una disminución de la masa muscular del propio tendón, 
que junto con la infiltración grasa se están convirtiendo en los factores 
predictores más importantes de desenlace funcional. Varios autores han 
propuesto diferentes alternativas para medir la atrofia del músculo 
supraespinoso basados en una resonancia magnética, una de las más sencillas 
de medir es el signo de la tangente, este signo consiste en identificar en una 
resonancia magnética simple el corte más lateral en el que se puede ver la “Y” 
de la escápula y trazar una línea en el borde superior de la espina de la 
escápula dirigiéndola al borde superior de la apófisis coracoides. En condiciones 
normales el vientre muscular del supraespinoso tiene que sobrepasar la línea 
trazada dando un signo del tangente negativo, en condiciones con atrofia el 
vientre muscular no sobrepasa esta línea dando un signo de tangente positivo. 
	 28	
 
Rulewicz y cols. en una serie de 34 pacientes encontraron la relación entre el 
signo del tangente positivo y el tamaño de rotura mayor, también relaciono que 
en grados de Goutallier de 2 ó más presentaban el signo de tangente positivo 
por lo que demostró que la infiltración grasa y el tamaño de la rotura estaban 
relacionados al grado de atrofia muscular (26). 
 
Warner modificó el signo de la tangente al incluir el subescapular y poner en el 
mismo corte una línea trazada de la porción superior de la coracoides a la 
porción anterior del ángulo más inferior del cuerpo de la escápula: 
• Grado I: sin atrofia, cuando sobrepasa la línea tangente 
• Grado II: poca atrofia, cuando los vientres musculares llegan a la línea 
tangente pero no la sobrepasan 
• Grado III: atrofia moderada, cuando los vientres no tocan la línea 
tangente, 
• Grado IV: severa cuando son apenas visibles los vientres musculares (7, 
9). 
 
Índice de Thomazeau 
	
 
En 1996, Thomazeau propuso el índice de ocupación o índice de Thomazeau 
como es conocido popularmente; éste divide la atrofia del músculo en 3 
categorías calculando el índice ocupacional del vientre muscular. En una 
resonancia magnética simple, corte de escapula en “Y”, se mide el tamaño de la 
	 29	
fosa del supraespinoso y el tamaño del vientre muscular del supraespinoso, se 
divide el área de la fosa entre el tamaño del supraespinoso obteniendo el índice 
de ocupación: 
• Grado I: 1.0-0.60. Músculo normal 
• Grado II: 0.60-0.40. Atrofia moderada 
• Grado III: <0.40. Atrofia severa (9, 27). 
 
	 30	
Pronóstico 
 
Infiltración grasa tras una reparación del manguito de los rotadores 
 
La infiltración grasa es un cambio degenerativo en el que se reemplazan fibras 
musculares por grasa alrededor y dentro de las 
fibrillas lo que ocasiona una disminución en el 
área del músculo y una disminución de la 
fuerza que puede producir el músculo (15). 
 
El papel de la infiltración grasa como factor 
pronóstico tras una adecuada reparación del 
manguito de los rotadores fue por primera vez 
tomado en cuenta por Goutallier. 
 
Goutallier propuso un sistema de 5 grados 
para cuantificar el grado de infiltración 
grasa del manguito de los rotadores en 
una tomografía axial computarizada 
(Figura 8). Con estas mediciones llegó a la 
conclusión de que en los pacientes que 
presentaban rotura del manguito de los 
rotadores era conveniente operarlos antes que ocurriera la infiltración grasa, 
debido al peor pronóstico funcional que presentaban tras algún grado de 
S388 J. Kany et al.
Figure 4 Tendon thickness measurements in zones E1 and E2.
Tear size and retraction were evaluated according to
Patte [2]: stage 1, tendon stump at the level of the bony
attachment site; stage 2, tendon stump retracted to the
level of the humeral head; and stage 3, tendon stump
retracted to the level of the glenoid cavity(Fig. 3).
For each tear, we measured tear size in the coronal plane,
lateral and medial tendon thicknesses, and the E1/E2 ratio
of lateral over medial tendon thickness (Fig. 4). The percent-
age of patients with lamellar dissection assessed according
to Goutallier et al. [3] was recorded in each group. Fatty
degeneration was evaluated based on the classification by
Goutallier et al. [1] (Fig. 5). Muscle size was estimated using
the S1/S2 ratio as described by Thomazeau et al. [4] (Fig. 6).
In each group, we determined the percentage of patients
with a positive tangent sign as described by Zanetti et al.
[5] (Fig. 7).
Numerical data were entered into Excel spreadsheets and
statistical analyses were run using XLSTAT Version 2013.1.01.
Values of P lower than 0.05 were considered to indicate
significant differences.
Results
Table 1 compares the MRI findings in the two age groups.
In contradiction to our working hypothesis, lateral tendon
thickness was not significantly different between the two
groups. Medial thickness at the tendon-muscle junction,
however, was significantly greater in the younger group, as
shown by the E1/E2 ratio. Lamellar dissection was more
common among the older patients, who had greater severity
of muscle fatty degeneration. As expected, marked muscle
wasting was noted in the older group, where over two-thirds
of patients had a positive tangent sign (Table 1).
Discussion
This is a preliminary study in a limited sample size done as
an ancillary to the multicentre study of rotator cuff repair
Figure 5 Classification of rotator cuff muscle fatty degener-
ation on computed tomography images. Stage 0: normal muscle
with no fatty streaks; stage I: some fatty streaks; stage II: more
muscle than fat; stage III: as much muscle as fat; stage IV: more
fat than muscle.
According to Goutallier et al. [1].
outcomes conducted by the French Arthroscopy Society in
144 patients older than 70 years, whose main characteristics
are listed in Table 2.
Lower tendon thickness values were noted in the mul-
ticentre cohort, but the measurements were probably
Figure 6 Classification of supraspinatus muscle wasting on
MRI images. S1 is the surface area of the supraspinatus mus-
cle and S2 the surface area of the supraspinatus fossa; S1/S2 is
the occupation ratio. Stage I: normal muscle or slight wasting,
S1/S2 = 1.00 to 0.60; stage II: moderate wasting, S1/S2 = 0.60 to
0.40; stage III: severe wasting, S1/S2 < 0.40.
According to Thomazeau et al. [4].
Downloaded from ClinicalKey.jp at ClinicalKey Japan Guest Users February 14, 2017.
For personal use only. No other uses without permission. Copyright ©2017. Elsevier Inc. All rights reserved.
Figura	7.	Esquema	de	 la	 clasificación	de	Goutallier	por	grados.	
Tomado	 de	 Kany	 J,	 Flurin	 PH,	 Richardi	 G,	 Hardy	 P,	 French	
Arthroscopy	 S.	 Rotator	 cuff	 tear	 imaging	 in	 patients	 over	 70	
years:	 specific	 MRI	 findings?	 Orthop	 Traumatol	 Surg	 Res.	
2013;99(8	Suppl):	S385-90.	
0. Músculo	sin	grasa	(Normal)	
I. Algunas	estrías	grasas	
II. Más	músculo	que	grasa	
III. Igual	de	músculo	que	grasa	
IV. Más	grasa	que	músculo.		
	 31	
infiltración (16), incluso autores han considerado una contraindicación relativa 
para una reparación de rotura del manguito de los rotadores (12). 
 
Aún no se conoce bien la etiología de la infiltración grasa; pero ésta, junto con la 
atrofia muscular disminuyen la elasticidad y viabilidad del manguito de los 
rotadores por lo que limitan su capacidad para regenerarse (9). 
 
Existe controversia en cuanto a la regresión de la infiltración grasa, en general 
todos los estudios reportan que no es reversible incluso tras una adecuada 
reparación. Otros estudios describen fenómenos de aumento en la infiltración 
después de la reparación (10, 28, 29). 
 
Goutallier y varios autores han publicado el pobre desenlace tras una reparación 
de rotura con infiltración grasa o la re-rotura tras la reparación. Hoy en día es de 
vital importancia revisar la calidad de los tejidos mediante el grado de Goutallier 
antes de decidir si son candidatos a una reparación anatómica. 
 
En 1999 Fuchs y cols. validaron la clasificación de Goutallier para su uso en una 
resonancia magnética. Schiefer y cols. publicaron que la validez interobservador 
entre ortopedistas era de 0.832, correspondiente a un acuerdo casi perfecto por 
lo que tiene buena validez. Posteriormente Müller validó su medición en cortes 
axiales y sagitales (9, 13, 29). 
 
	 32	
Para 1999 Goutallier y cols. publicaron el primer estudio acerca del pronóstico 
de las reparaciones con infiltración grasa encontrando que de los 74 pacientes 
que incluyeron, 22% presentaron rotura total a 1 año. De éstos, solo un caso se 
presentó en grados de Goutallier 0 a 1, mientras que en los casos de los grados 
3 y 4 se presentaron 15 re-roturas representando el 31%. También notaron que 
de los 16 casos de re-rotura, el infraespinoso tenía 1 ó más de grado de 
infiltración grasa (30). 
 
En 2003, Goutallier y cols. publicaron un estudio multicéntrico de 220 hombros 
en el que valoraron los resultados posoperatorios tras la reparación de roturas 
del manguito de los rotadores y reportaron lo siguiente con respecto a la 
infiltración grasa: 
1. Solo ocurría tras una rotura del manguito de los rotadores. 
2. No estaba relacionada a la edad, si no a la cronicidad de la rotura. 
3. En el caso del supraespinoso, el grado de la retracción de la rotura estaba 
asociado a la infiltración grasa: entre más cerca estaba el cabo del tendón 
a la glenoides, mayor infiltración grasa encontraban. El 80% de los casos 
con una rotura aislada del supraespinoso presentaban niveles de 
Goutallier 0 ó 1, mientras que el 84% de los hombros con infiltración 
grasa del supraespinoso grado 3 ó 4 presentaban roturas de más 
tendones. 
4. La tasa de re-rotura tras la reparación de un tendón era de hasta el 30%; 
de dos tendones, 60%; y más de dos, hasta el 90%. Con esto asociaron 
	 33	
que un grado de 2 ó más de Goutallier tiene una tasa de re-rotura muy 
alta y una función posquirúrgica menor (8). 
 
En 2004 Mellado publicó una serie de 32 pacientes con roturas masivas en los 
que encontró una tasa de re-rotura del 86% asociada a la infiltración grasa de 
Goutallier de 3 ó 4 (18). 
 
Burkhart está en contra de lo descrito anteriormente. En 2007 publicó un estudio 
de 22 pacientes con grados de Goutallier 3 y 4 a los que les realizó reparación 
artroscópica, argumentando que aun y cuando tenían mal pronóstico un 
porcentaje alto de los pacientes presentó mejoría funcional, por lo que él 
recomendaba la reparación artroscópica (12). 
 
Existen estudios retrospectivos de pacientes con roturas con clasificación de 
Goutallier <2, con seguimiento desde 2 años hasta 9 años con excelentes 
resultados y reafirmando la importancia de la infiltración grasa en el desenlace 
funcional (9). 
 
Cheung en 2011 asumió que la causa de la infiltración grasa del supraespinoso 
es secundaria a la rotura ya que en su estudio no encontró infiltración grasa en 
pacientes con tendones del supraespinoso íntegros. En el mismo estudio publicó 
que los pacientes con infiltración grasa del infraespinoso podían no tener una 
rotura, pero siempre estaban asociados a una rotura del supraespinoso por lo 
	 34	
que concluyó que una rotura del supraespinoso podía afectar la infiltración grasa 
del infraespinoso sin que éste necesariamente estuviera roto. (5) 
 
Deniz intentó correlacionar la atrofia muscular y la infiltración grasa sin poder 
demostrar que la atrofia era valor predictivo paraun mal desenlace, pero sí 
evidenciando que la infiltración grasa afecta negativamente los resultados tras la 
reparación (28). 
 
Koh y cols. en 2014 publicaron 
una serie retrospectiva de 85 
casos en los que valoraron los 
factores preoperatorios que 
afectaban la cobertura de la 
huella del supraespinoso, 
encontrando que la edad, la infiltración grasa y el tamaño de la rotura eran 
factores predictivos para no lograr una reparación completa (31). 
 
Kahir y cols. publicaron un estudio de revisión sistemática en el que incluyeron 
693 hombros; valoraron la tasa de reoperación dividida en dos grupos. El primer 
grupo estaba compuesto por las roturas con grado de Goutallier 0 a 1 
presentando una tasa de re-rotura del 25%, comparado con el segundo grupo 
compuesto por pacientes con grados de Goutallier 2-4 y con una tasa de re-
rotura del 59%. En este estudio concluyeron que la tasa de re-rotura estaba 
Parámetro	 Puntuación	
Diámetro	Medio	Lateral	de	igual	o	
mayor	de	4.2cm	
1	
Diámetro	Antero	Posterior	igual	o	
mayor	de	3.7cm	
1	
Grado	de	Warner		igual	o	mayor	a	3	 2	
Grado	de	Goutallier		igual	o	mayor	a	3	 4	
Tabla	1.	 Índice	de	reparabilidad	para	 lesiones	masivas	del	manguito	 de	 los	
rotadores	 propuesto	 por	 Kim	 y	 cols.	 Kim	 SJ,	 Park	 JS,	 Lee	 KH,	 Lee	 BG.	 The	
development	of	a	quantitative	scoring	system	to	predict	whether	a	 large-to-
massive	 rotator	 cuff	 tear	 can	 be	 arthroscopically	 repaired.	 Bone	 Joint	 J.	
2016;98-B(12):1656-61		
	
	 35	
íntimamente ligada a la valoración preoperatoria de Goutallier, pero no lograron 
valorar la función posoperatoria ya que ningún artículo de los revisados cumplió 
con sus criterios de inclusión (32). 
 
En 2016, Kim y cols. propusieron un índice para predecir si lesiones del 
manguito de los rotadores podrían ser reparadas y cuáles eran consideradas 
irreparables o parcialmente reparables (tabla 1). Su índice se basó en 4 
aspectos: 
 
1. Si la distancia mediolateral de la rotura era de 4.2 cm o más: 1 punto 
2. Si la distancia anteroposterior era de 3.7 cm o más: 1 punto 
3. Si el grado de atrofia de Warner era de 3 ó más: 2 puntos 
4. Si el grado de Goutallier era de 3 ó más: 4 puntos. 
 
Con esta calificación concluyeron que con una puntuación de 0-2 la reparación 
artroscópica es adecuada; pero si la puntuación es de 3 ó más, se considera 
irreparable y debe considerarse otro tipo de tratamiento (sensibilidad de 73.5% y 
una especificidad de 96.2%) (25). 
 
	 36	
Planteamiento del problema 
 
Justificación 
 
La infiltración grasa es un fenómeno bien descrito en el tema de lesiones del 
manguito de los rotadores. La infiltración, junto con la atrofia muscular están 
íntimamente relacionadas con la severidad de la lesión del manguito de los 
rotadores y, por lo tanto, con un pronóstico más reservado que las lesiones sin 
estas características (5, 33, 34). 
 
Por lo anterior, es importante tomar en cuenta las siguientes consideraciones: 
1. Existe relación directa entre el grado de infiltración grasa y el tamaño de 
la rotura tendinosa (5, 35, 36). Hay un aumento de 5.7% del contenido de 
grasa intramuscular por cada centímetro de rotura del manguito de los 
rotadores (6). 
1. La retracción tendinosa está íntimamente relacionada con la infiltración 
grasa en un modelo animal (37) 
2. La infiltración grasa y el tamaño de la rotura están relacionados con grado 
de atrofia muscular (signo de la tangente) (26). 
3. La infiltración grasa del infraespinoso se relaciona con la integridad del 
supraespinoso (5). 
4. No existe un consenso sobre la relación entre la edad o el sexo del 
paciente y el grado de infiltración grasa (5, 8, 28, 35). 
5. Se consideran lesiones irreparables, aquellas que cumplen con alguno de 
los siguientes criterios: una distancia acromio-humeral <6mm, retracción 
	 37	
del cabo tendinoso a nivel de la glenoides (Patte grado III), Goutallier 
grado 3 y 4 y una atrofia muscular grado III de Thomazeau (14), siendo el 
grado de Goutallier el aspecto con mayor peso para no considerar viable 
una reparación (25). 
 
Pregunta de investigación 
 
¿Existe relación entre el grado de infiltración grasa con el tamaño de la rotura, la 
retracción del tendón, el índice de Thomazeau y la distancia acromio-humeral en 
pacientes con diagnóstico de rotura del manguito de los rotadores en el Centro 
Médico ABC? 
	 38	
Hipótesis 
 
El grado de infiltración grasa es dependiente del tamaño de la rotura, el índice 
de Thomazeau y la distancia acromio-humeral disminuida, por lo que se espera 
encontrar en los pacientes con mayores grados de infiltración grasa menos 
distancia acromio-humeral, una rotura de mayor tamaño con retracción y un 
índice de Thomazeau elevado. 
 
Hipótesis Nula 
 
La Infiltración grasa del manguito de los rotadores es independiente del tamaño 
de la rotura, el grado de retracción del tendón, el índice de Thomazeau y la 
distancia acromio-humeral. 
 
	 39	
Objetivos 
 
Objetivo general 
 
El objetivo general de la tesis es determinar si existe una relación de la 
infiltración grasa del supraespinoso con el tamaño de rotura, la infiltración grasa 
del infraespinoso/redondo menor, la distancia acromio-humeral y el índice de 
Thomazeau. 
 
Objetivos específicos 
1. Establecer una relación entre el tamaño de la rotura y el grado de 
infiltración grasa del supraespinoso. 
2. Determinar si el índice de Thomazeau y el grado de infiltración grasa del 
supraespinoso están directamente relacionados. 
3. Describir la relación entre la infiltración grasa y la distancia acromio-
humeral. 
4. Encaminar los resultados del estudio hacia una mejor toma de decisiones 
en un futuro (y mediante otro estudio). 
 
 
 
	 40	
Material y métodos 
	
	
El estudio fue aprobado por el jefe de investigación, Dr. José Eduardo San 
Esteban Sosa y el comité de ética del Centro Médico ABC con la clave TABC-
18-04. 
Diseño del estudio 
 
Se realizó un estudio retrospectivo, observacional, descriptivo y transversal. 
 
Universo de trabajo 
 
Como universo se utilizaron todas las resonancias magnéticas simples de 
hombro tomadas en el Centro Médico ABC, campus Santa Fe, en el periodo de 
tiempo comprendido entre el 1º de enero de 2016 y el 31 de diciembre de 2016. 
 
Población 
 
La población consistió en todos los pacientes con resonancias magnéticas 
simples de hombro tomadas en el Centro Médico ABC, campus Santa Fe, en el 
periodo de tiempo comprendido entre el 1º de enero de 2016 y el 31 de 
diciembre de 2016 con diagnóstico de rotura del manguito de los rotadores por el 
radiólogo en su reporte oficial. 
 
	 41	
Descripción de variables 
Se midieron variables nominales en todas las categorías de la siguiente manera: 
Se determinó la clasificación de infiltración grasa según Goutallier (16) 
modificada por Fuchs (38) para resonancia magnética en los músculos del 
manguito de los rotadores. En el caso del infraespinoso y redondo menor se 
tomó una sola unidad debido a la dificultad de separar sus vientres (15). Se 
clasificaron los estudios en los 5 grados: 
0. Músculo sin grasa (normal) 
1. Algunas estrías grasas 
2. Más músculo que grasa 
3. Igual de músculo que grasa 
4. Más grasa que músculo 
 
Se catalogó el tamaño de la rotura según la clasificación propuesta: 
1. Rotura de espesor parcial <3mm de cualquier tendón 
2. Rotura de espesor parcial de 3-6mm de cualquier tendón 
3. Rotura de espesor parcial de >6mm de cualquier tendón 
4. Rotura parcial de espesor completo de un tendón sin retracción (media 
luna) 
5. Rotura total de cualquier tendón sin retracción (Patte 1) 
6. Rotura total de cualquier tendón con retracción del cabo a la cabeza 
humeral (Patte 2) 
	 42	
7. Rotura total de cualquier tendón con retracción del cabo a nivel de la 
glenoides (Patte 3) 
 
Se midió la distancia acromio-humeral. Esta medición se reportó en milímetros 
paratodos los casos. 
 
Se midió el índice de Thomazeau reportándose de la siguiente manera: 
• Grado 1: 1.0-0.60 
• Grado 2: 0.60-0.40 
• Grado 3: <0.40 
 
Selección de la muestra 
Para la selección de la muestra se corroboró que todas las resonancias fueran 
realizadas en el Centro Médico ABC, campus Santa Fe, en un resonador Philips 
Achieva R 1.5T (Philips Medical Systems, Eindhoven, Holanda) con un protocolo 
en 3 planos de densidad de protones sin saturación grasa, axial con eco de 
gradiente, cortes axiales y coronales en densidad de protones con saturación 
grasa y STIR en coronal. El hombro estudiado dispuesto en una posición neutra, 
(con el antebrazo en posición neutra), y el receptor específico para hombro, 
como lo indica el protocolo habitual del Centro Médico ABC. 
 
	
 
	 43	
Tamaño de la muestra 
En un inicio se logró una muestra de 177 pacientes; 44 no cumplieron los 
criterios de selección. 133 pacientes cumplieron los criterios de inclusión de los 
cuales 70 fueron del sexo femenino (52.63%); 63, del sexo masculino (47.37%). 
48 de los hombros estudiados fueron izquierdos (36%) y 85, derechos (64%). 
Edad media de 53.8 años de edad con una desviación estándar de 12.68 años. 
 
Criterios de selección 
Criterios de inclusión: 
• Cualquier paciente con un reporte por radiología con diagnóstico o 
sospecha de rotura de los tendones del manguito de los rotadores (de 
espesor parcial o completo) corroborado posteriormente por el autor. 
 
Criterios de exclusión: 
• Pacientes con presencia de fracturas, malformaciones congénitas, 
tumores y sospecha de artritis séptica. 
	
 
Procedimientos 
La asesora de la tesis (AMSA) analizó las resonancias magnéticas 
seleccionadas en el sistema CARESTREAM Vue PACS v.11.4.1.11.02 y 
determinó la clasificación de infiltración grasa según Goutallier (16) modificada 
por Fuchs (38) para resonancia magnética en los músculos del manguito de los 
rotadores. Con esto se clasificaron los estudios en los 5 grados: 
	 44	
0. Músculo sin grasa (normal) 
1. Algunas estrías grasas 
2. Más músculo que grasa 
3. Igual de músculo que grasa 
4. Más grasa que músculo 
 
Se catalogó el tamaño de la rotura según la clasificación propuesta. Ésta incluye 
tanto roturas parciales (bursales o articulares), como parciales de espesor 
completo y roturas completas, clasificándolas según el grado de retracción 
descrito por Patte (1): 
1. Rotura de espesor parcial <3mm de cualquier tendón 
2. Rotura de espesor parcial de 3-6mm de cualquier tendón 
3. Rotura de espesor parcial de >6mm de cualquier tendón 
4. Rotura parcial de espesor completo de un tendón sin retracción (media 
luna) 
5. Rotura total de cualquier tendón sin retracción (Patte 1) 
6. Rotura total de cualquier tendón con retracción del cabo a la cabeza 
humeral (Patte 2) 
7. Rotura total de cualquier tendón con retracción del cabo a nivel de la 
glenoides (Patte 3) 
 
Se midió la distancia acromio-humeral en el sistema Carestream Vue PACS ver. 
11.4.1.11 02. En un corte sagital se mide la distancia más larga entre la 
	 45	
superficie inferior del acromion y la cabeza humeral ya que existe una migración 
superior de la cabeza humeral al perder la contención superior generada por el 
manguito de los rotadores y la distancia acromio-humeral está relacionada al 
tamaño de rotura y la infiltración grasa. Esta medición se reportó en milímetros 
para todos los casos. (22) 
 
Se midió el índice de Thomazeau en el sistema CARESTREAM Vue PACS (ver. 
11.4.1.11 02), que consiste en la medición de la atrofia del músculo 
supraespinoso, como fue descrita por Thomazeau (27) en un corte de la 
escápula en “Y” (plano sagital oblicuo a la mitad del acromion) donde toda la 
fosa del supraespinoso está cubierta de hueso. Se puede medir las áreas de la 
fosa y el tamaño del vientre muscular, respectivamente y calcular el cociente, 
(área de la fosa/ área del vientre muscular) para obtener e índice de 
Thomazeau: 
• Grado 1: 1.0-0.60 
• Grado 2: 0.60-0.40 
• Grado 3: <0.40 
 
Se recolectaron los datos en el sistema “R Core Team (2017).” versión 3.4.1 De 
R: A Language and Environment for Statistical Computing. Vienna, Austria (R 
Foundation for Statistical Computing.) y fueron analizados por el co-asesor de la 
tesis (JSA). El primer paso para calcular el análisis exploratorio se realizo 
	 46	
calculando el coeficiente de correlación de Pearson para revisar la correlación 
entre dos variables (x, y) el cual tiene una escala de -1 a 1: 
o 1: expresando que existe una correlación positiva perfecta 
o 0: indicando que no hay correlación 
o -1: que existe una correlación negativa perfecta 
Posteriormente se realizó un análisis de regresión lineal múltiple para hacer 
inferencia estadística y determinar si las variables (distancia acromio-humeral, 
índice de Thomazeau y la infiltración grasa del infraespinoso y redondo menor) 
tienen un efecto significativo sobre la variable de respuesta (Infiltración grasa del 
supra espinoso según la clasificación de Goutallier). 
 Se utilizó el modelo con esta forma: 
y = β0 +x1β1 +x2β2 +x3β3+ x4β4 +ε
 
En donde “y” es la variable dependiente, “β0” es la intercepción, “xi” son las 
variables independientes, “βi” son los efectos de cada xi sobre y, y “ε” es el 
error.
	
El modelo puede pensarse de la siguiente manera: 
Infiltración grasa del supraespinoso en grado de Goutallier = β0 + Tamaño 
de la rotura β1 + infiltración grasa del infraespinoso y redondo menor β2 + 
Índice de Thomazeau β3 + Distancia acromio humeral β4 + ε 
	 47	
Para observar la relación entre cada variable independiente y la variable 
dependiente, se construyeron gráficas de residuos parciales, para las cuales se 
calcula una variable de respuesta y actualizada, en donde se remueven los 
efectos del resto de las variables. Si se graficaran directamente sin dicha 
actualización, los resultados pueden ser engañosos debido al efecto simultáneo 
de todas las otras variables. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
	 48	
Resultados 
	
	
Al calcular el coeficiente de correlación de Pearson se encontró que la infiltración 
grasa del supraespinoso tiene una correlación positiva fuerte entre el tamaño de 
rotura y el índice de Thomazeau. 
 
 
 
 
 
Se evidenció una correlación positiva moderada con la infiltración grasa del 
infraespinoso y el redondo menor y una correlación negativa débil con la 
distancia acromio-humeral. (Tabla 2) 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Tabla	2.	Tabla	del	coeficiente	de	correlación	de	Pearson.		
Rotura=	Tamaño	de	 rotura,	 IG.SS=	 Infiltración	grasa	 del	 Supraespinoso,	 IG.IS.RM=	 Infiltración	
grasa	 del	 infraespinoso	 y	 redondo	 menor,	 Thom=	 Índice	 de	 Thomazeau,	 Dist.A.H=	 Distancia	
acromio	humeral.	
Rotura
IG.SS
IG.IS.RM
Thom
Dist.A.H
R
ot
ur
a
IG
.S
S
IG
.IS
.R
M
Th
om
D
is
t.A
.H
Rotura
IG.SS
IG.IS.RM
Thom
Dist.A.H
R
ot
ur
a
IG
.S
S
IG
.IS
.R
M
Th
om
D
is
t.A
.H
Tabla	 3.	 Matriz	 de	 elipses	 con	 resultados	 gráficos	 del	
coeficiente	de	correlación	de	Pearson	
Rotura=	 Tamaño	 de	 rotura,	 IG.SS=	 Infiltración	 grasa	 del	
Supraespinoso,	 IG.IS.RM=	 Infiltración	 grasa	del	 infraespinoso	 y	
redondo	 menor,	 Thom=	 Indice	 de	 Thomazeau,	 Dist.A.H=	
Distancia	acromio	humeral.	
	 49	
Posteriormente se realizó una matriz de elipses (Tabla 3) para representar 
visualmente la correlación encontrada entre la infiltración grasa del 
supraespinoso y las demás variables estudiadas evidenciando la fuerza y la 
dirección de cada correlación. 
 
Al analizar la matriz de elipses se puede apreciar la dirección de las elipses con 
una inclinación a la derecha si tienen una correlación positiva y a la izquierda si 
la correlación es negativa. En este caso las variables de tamaño de rotura e 
índice de Thomazeau tienen una correlación positiva fuerte. la infiltracion grasa 
del infraespinoso y redondo menor presentan una correlacion positiva moderada

Continuar navegando