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Calidad de Vida en Mujeres Postmenopáusicas

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1 
 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE MEDICINA 
ESPECIALIDAD EN GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA 
“CALIDAD DE VIDA EN MUJERES POSTMENOPÁUSICAS CON Y SIN TERAPIA DE REEMPLAZO 
HORMONAL DE PACIENTES ATENDIDAS EN LA CONSULTA EXTERNA DE GINECOLOGÍA EN 
EL HOSPITAL CENTRAL NORTE DE PEMEX EN EL PERIODO ABRIL-JUNIO 2018” 
 
TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO EN LA ESPECIALIDAD EN GINECOLOGÍA Y 
OBSTETRICIA 
 
PRESENTA: 
CRISTINA POULIS CRUZ 
 
 
TUTORES DE TESIS: DRA. MARÍA CRISTINA JUAREZ CABRERA ESPECIALISTA EN 
GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA DEL HOSPITAL CENTRAL NORTE DE PETRÓLEOS MEXICANOS. 
 
DRA. ADRIANA ALEJANDRA HUERTA ESPINOSA ESPECIALISTA EN GINECOLOGÍA Y 
OBSTETRICIA Y JEFA DEL SERVICIO DE GINECOLOGÍA DEL HOSPITAL CENTRAL NORTE DE 
PETRÓLEOS MEXICANOS. 
 
DRA. MARITZA LANDERO GONZÁLEZ ESPECIALISTA EN GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA DEL 
HOSPITAL CENTRAL NORTE DE PETRÓLEOS MEXICANOS Y SUB ESPECIALISTA EN 
UROGINECOLOGÍA. 
 
ASESOR METODOLÓGICO: DR. LEOBARDO EMMANUEL SORIA PIMENTEL, MÉDICO 
CIRUJANO, ESPECIALISTA EN MEDICINA PREVENTIVA MAESTRO EN SALUD PUBLICA CON 
ÁREA DE CONCENTRACIÓN EN EPIDEMIOLOGÍA. 
 
 
 
CD.UNIVERSITARIA, CD. MX., 27 DE JULIO 2018 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
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fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
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JEFE DEL DEPARTAMENTO DE ENSE- ANZA E INVESTIGACiÓN 
DRA. MARIA CRISTINA JUAREZ CABRERA 
ESPECIALISTA EN GINECOLOGíA Y OBSTETRICIA Y MEDICO ADSCRITO DEL SERVICIO DE 
GINECOLOGíA 
RTA ESPINOSA 
ESPECIALISTA EN GINECOL GíA y OBSTETRICIA 
JEFA DEL SERylCIO DE GINECOLOGíA Y OBSTETRICIA 
ASESOR DE TESIS 
DRA. MARITZA GONZÁLEZ 
ESPECIALISTA EN GINECOLOGrA y OBSTETRICIA Y SUB ESPECIALISTA EN UROGINECOLOGíA 
ASESOR DE TESIS 
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TÍTULO DE PROYECTO 
“CALIDAD DE VIDA EN MUJERES POSTMENOPÁUSICAS CON Y SIN TERAPIA DE REEMPLAZO 
HORMONAL DE PACIENTES ATENDIDAS EN LA CONSULTA EXTERNA DE GINECOLOGÍA EN 
EL HOSPITAL CENTRAL NORTE DE PETRÓLEOS MEXICANOS EN EL PERIODO ABRIL-JUNIO 
2018”. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Dedicatoria 
A mi madre y hermana por su gran amor y apoyo incondicional, sin 
ellas no sería la mujer que soy hoy. 
A mi padre y hermano por apoyarme siempre, en mi mente y corazón 
en cada momento. 
A mi compañero de vida por su inmenso amor y apoyo incondicional, 
fundamentales en mi vida. 
A mis maestros por su paciencia, dedicación, consejos y guía en el 
camino. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 6 
ÍNDICE 
Resumen………………………………………………………………………………………………………………………………………..7 
I. Introducción………………………………………………………………………………………………………………………………..9 
II.Marco Teórico……………………………………………………………………………………………………………………………11 
III. Antecedentes…………………………………………………………………………………………………………………………..29 
IV. Planteamiento del Problema……………………………………………………………………………………………………32 
V. Justificación………………………………………………………………………………………………………………………………34 
VI. Objetivos…………………………………………………………………………………………………………………………………35 
VII. Hipótesis………………………………………………………………………………………………………………………………..36 
VIII. Material y Métodos……………………………………………………………………………………………………………….37 
IX. Operacionalización de las Variables…………………………………………………………………………………………39 
X. Plan General……………………………………………………………………………………………………………………………..42 
XI. Plan de Análisis………………………………………………………………………………………………………………………..43 
XII. Instrumentos de Medición……………………………………………………………………………………………………..43 
XIII. Consideraciones Éticas………………………………………………………………………………………………………..…44 
XIV. Resultados…………………………………………………………………………………………………………………………….45 
XV. Discusión………………………………………………………………………………………………………………………………..51 
XVI. Conclusión…………………………………………………………………………………………………………………………….54 
XVII. Recomendaciones………………………………………………………………………………………………………………..55 
XVIII. Bibliografía………………………………………………………………………………………………………………………….56 
XIX. Anexos………………………………………………………………………………………………………………………………….58 
 
 
 
 
 7 
Resumen 
Introducción. El Climaterio es una etapa de la vida de la mujer donde se producen una declinación 
paulatina y cese de la función ovárica,1 con una serie de repercusiones derivadas de la acción 
sistémica de los estrógenos, algunas de ellas se integran en el complejo sintomático de la mujer 
climatérica, y otras se encuadran en patologías crónicas que pueden verse modificadas por la 
caída hormonal.2 Las mujeres en la Peri o Postmenopausia pueden presentar un perfil clínico 
variable con una severidad alta que afecta su calidad de vida.4 
La Terapia de Reemplazo Hormonal es utilizada para el tratamiento y/o prevención de síntomas y 
patologías derivados de la deficiencia estrogénica en la mujer postmenopáusica, y es el 
tratamiento más efectivo para el alivio de los síntomas vasomotores y la atrofia urogenital 
postmenopáusica mejorando la calidad de vida en estas pacientes.5 
La Calidad de Vida relacionada a la Salud constituye entonces un indicador para la valoración del 
impacto y de las consecuencias de las enfermedades sobre la percepción de salud de cada 
individuo, así como de los desenlaces de las intervenciones médicas en el proceso salud 
enfermedad. Este indicador pretende evaluar aspectos de la enfermedad en relación con la vida 
diaria del paciente que la padece, considerando el modo como se ve afectada de forma holística e 
integral, abarcando entonces las dimensiones física, psicológica, social y funcional.7 
 
Objetivos. Evaluar la calidad de vida en mujeres postmenopáusicas con y sin Terapia de 
Reemplazo Hormonal en el Hospital Central Norte de Petróleos Mexicanos 2018. 
 
Material y Método. Se trata de una investigación de tipo Analítica, Descriptiva y Comparativa, con 
un diseño Observacional y por la medición del fenómeno en el tiempo de tipo longitudinal 
ambispectivo, en muestra probabilística sistemática de 134 mujeres entre 50-85 años de edad del 
Hospital Central Norte Petróleos Mexicanos. En la recolección de información se utilizo un 
cuestionario de datos generales y Escala de Cervantes para Calidad de Vida. Se desarrolló un 
análisis estadístico donde se utilizaron medidas de tendencia central, se utilizó el software SPSS 
para desarrollar análisis univariados y bivariados de las principales características de las 
poblaciones de estudio. Para el análisis comparativo, se usaron pruebas estadísticas como prueba 
de chi cuadrada para la comparación de proporciones en variables cualitativas y prueba U de 
Mann-Whitney para comparar las medianas de las variables cuantitativas. 
Resultados. La mediana de edad de las pacientes encuestadas fue de 61 años con rango de 50 a 85 
años, y tuvieron su menopausia en una mediana de edad de 49 años con rango de 40 a 58 años. 
Las comorbilidades más frecuentes fueron Dislipidemia en 55.6%, seguida de Osteoporosis en 
46.6% y Síndrome Urogenital en 30.1%. Al comparar los estilos de vida y comorbilidades entre los 
grupos con y sin TRH, solo resultó mayor el estilo de vida sedentario en el grupo sin TRH 
comparado con el grupo con TRH (51.5% versus 28.4%, p = 0.008). La mediana del IMC fue de 27.2 
kg/m2 y el 45.9% de las mujeres tuvieron un peso en el rango de sobrepeso. Dentro del grupo de 
pacientes con TRH, la terapia hormonal fue la tibolona en 38.8% de los casos, seguida de los 
estrógenos progestagénos en 34.3%y de los estrógenos conjugados equinos en 13.4%. La mediana 
de años que estas pacientes utilizaron TRH fue de 3 años con rango de 2 a 10 años. La calidad de 
vida global fue significativamente mejor en el grupo sin TRH comparada con el grupo con TRH (p = 
0.020); en el grupo sin TRH se obtuvo un 18.2% de buen nivel y un 71.2% de nivel medio, mientras 
 8 
que en el grupo con TRH solo se tuvo 7.5% de buen nivel y 67.2% de nivel medio; además 9.0% de 
las pacientes del grupo con TRH obtuvieron un nivel muy bajo de calidad de vida. Esta superioridad 
en la calidad de vida en el grupo de las pacientes con TRH comparada con el grupo sin TRH 
también se observó en el dominio de menopausia y salud, y en el dominio psíquico. 
Los dominios de sexualidad y de relación de pareja fueron los que tuvieron mayor porcentaje de 
pérdida moderada o grave de la calidad de vida, y no hubo diferencia estadísticamente 
significativa entre los grupos con y sin TRH. En el dominio de sexualidad, el 41.4% de los casos se 
catalogó con una pérdida moderada de la calidad de vida; mientras que en el dominio de relación 
de pareja, 29.3% tuvo una pérdida grave y 30.1% pérdida moderada de la calidad de vida. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 9 
I. Introducción 
El Climaterio es una etapa de la vida de la mujer donde se producen una declinación paulatina y 
cese de la función ovárica, que es un proceso que acontece en años.1 La pérdida de la función 
ovárica tiene una serie de repercusiones derivadas de la acción sistémica de los estrógenos. 
Algunas de ellas se integran en el complejo sintomático de la mujer climatérica, mientras que otras 
se encuadran en patologías crónicas que pueden verse modificadas por la caída hormonal.2 
Durante esta época se llega al cese definitivo de la función reproductiva de la mujer, secundario a 
la disminución de la secreción hormonal por pérdida de la función folicular, que se encuentra 
asociado a un conjunto de cambios físicos y emocionales que se experimentan como resultado de 
innumerables procesos endocrinológicos. El déficit hormonal mencionado se presenta como parte 
del envejecimiento normal de la mujer y puede estar acompañado de otras condiciones médicas 
que contribuyen al aumento en la morbimortalidad de este grupo etario.3 
Las mujeres en la Peri o Postmenopausia pueden presentar un perfil clínico variable, pudiendo 
estar asintomáticas o sintomáticas en forma leve a severa, en los casos sintomáticos pueden tener 
una severidad alta que afecta su calidad de vida, circunstancia que afecta su papel, en la sociedad, 
en la economía y la salud de la población.4 Para ello, es pertinente la medición de la calidad de 
vida que nos permita adoptar una conducta terapéutica consensuada en la mujer. 
La Terapia de Reemplazo Hormonal es una intervención farmacológica utilizada para el 
tratamiento y/o prevención de síntomas y patologías derivados de la deficiencia estrogénica en la 
mujer postmenopáusica, y es el tratamiento más efectivo para el alivio de los síntomas 
vasomotores y la atrofia urogenital postmenopáusica mejorando la calidad de vida en estas 
pacientes.5 
 
Según el preámbulo de la constitución de la OMS adoptada por la Conferencia Sanitaria 
Internacional de 1946, salud se define como un estado de completo bienestar físico, mental y 
social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Dicha definición incorpora 
entonces una visión holística e integral y sugiere así el concepto de calidad de vida relacionada a la 
salud (CVRS), el cual hace referencia a la percepción del individuo de su posición en la vida, en el 
contexto de la cultura y sistema de valores en los que vive y en relación con sus objetivos, 
expectativas, estándares y preocupaciones. 
 
La CVRS constituye entonces un indicador para la valoración del impacto y de las consecuencias de 
las enfermedades sobre la percepción de salud de cada individuo, así como de los desenlaces de 
las intervenciones médicas en el proceso salud-enfermedad. Este indicador pretende evaluar 
aspectos de la enfermedad en relación con la vida diaria del paciente que la padece, considerando 
el modo como se ve afectada de forma holística e integral, abarcando entonces las dimensiones 
física, psicológica, social y funcional. Por otro lado, a diferencia de la mayoría de indicadores, la 
CVRS toma en cuenta la perspectiva del individuo, la cual es indispensable en la práctica clínica 
diaria y en la toma de decisiones médicas.6,7 
 
El siguiente estudio determina el nivel de calidad de vida específica en la mujer durante la 
Postmenopausia Tardía e identifica su relación con el uso o no de la Terapia de Reemplazo 
Hormonal consultantes al Departamento de Ginecología del Hospital Central Norte de Petróleos 
 10 
Mexicanos durante el periodo comprendido del mes de abril a junio del 2018. 
 
El propósito es contar con información para diseñar programas que puedan brindar a la población 
femenina, en esta etapa de la vida, una atención integral, siguiendo la línea de los fundamentos de 
la promoción de la salud de la OMS que promueven, “agregar vida a los años, no años a la vida”‖ 
en este grupo de población. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 11 
II. Marco Teórico 
Desde hace muchos siglos, los médicos tenían un conocimiento vago acerca del cese de los 
periodos menstruales en la mujer. Sorano (98-138 d.C.) quien fue un médico muy reconocido en 
la segunda centuria, describió en su prestigiado texto sobre Obstetricia y Enfermedades de la 
Mujer: “La falta de la menstruación, a la que no está acostumbrada la mujer, aunque no ocurra en 
forma súbita, puede originar algo similar a una enfermedad”. 
 
Para unos era considerada como enfermedad, y para otros, un suceso que no se estaba 
acostumbrada, pero al paso de los años se volvía una forma de vida. 
 
La edad de aparición de la Menopausia se ha mantenido sin cambios importantes a través de los 
siglos, pero la expectativa de vida aumentó de manera notable. En 1900 el promedio de vida era 
de alrededor de 49 años, por lo que la Menopausia era un acontecimiento ligado a la idea de que 
el final de la vida se aproximaba.8 
 
Panorama Epidemiológico 
El aumento en la esperanza de vida y los avances terapeúticos nos sitúa en un nuevo perfil 
epidemiológico de las personas de este grupo de edad, que se distingue por mayor prevalencia de 
procesos crónicos-degenerativos. 
En México, la esperanza de vida ha aumentado de 52 años en 1950, a 77.5 años en el 2014, con lo 
anterior y la reducción de la mortalidad perinatal, la población mayor de 50 años se ha 
incrementado; de 112 336 538 millones de nacionales, predomina el sexo femenino con 57 481 
307 o un 51.3%, por lo que la mujer pasará casi un tercio de su vida después de la menopausia. 
Se espera que para el 2050, una de cada tres mujeres mexicanas estará en la etapa del climaterio 
o en la Postmenopausia, y con expectativa de vida de 81.6 años.9 
Estan cambiando las pirámides poblacionales tradicionales, donde la mayoría era joven y solo un 
pequeño grupo era de edad avanzada. Esta transición demográfica debe considerarse además de 
los gobiernos por los profesionales de la salud para recomendar las medidas preventivas 
pertinentes. 
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declara que en pocos años se alcanzarán los 750 
millones de mujeres posmenopáusicas a nivel mundial.10 
 
Bases Teóricas 
Climaterio 
 
Alrededor de la Menopausia, cuando comienza a disminuir la producción hormonal ovárica, 
posterior al cese de las menstruaciones, la mujer atraviesa un periodo denominado climaterio, 
donde empieza a presentar signos y síntomas relacionados fundamentalmente con la carencia 
hormonal.6 
 
 12 
Etimológicamente proviene del griego climater, que significa peldaños o escalones, lo que hace 
referencia a un periodo de transición desde la etapa reproductiva hasta la no reproductiva y se 
maniesta1 año antes aproximadamente, cuando inician cambios hormonales y síntomas, hasta 1 
año más después de la menopausia. También se puede definir como síndrome climatérico al 
conjunto de signos y síntomas que aparecen en la perimenopausia.8 
 
Perimenopausia 
La Perimenopausia y/o Transición Menopáusica es el periodo desde el inicio de los eventos 
biológicos, endocrinológicos, clínicos y psicológicos que preceden a la Menopausia hasta la 
terminación del primer año después de la misma.2 Es un periodo endocrinológico progresivo que 
lleva a la mujer de la menstruación regular, cíclica y predecible característica de los ciclos 
ovulatorios a la última menstruación, acompañada de senectud ovárica.11 
En 2011 un grupo de expertos de STRAW+10 (Stages of Reproductive Aging Workshop) se reunió 
para uniformar la terminología, al igual que lo que se ha hecho en otras entidades. Determinaron 
llamar Transición a la Menopausia al periodo previo a la última menstruación, cuando empiezan 
las irregularidades menstruales y hay elevación de la hormona folículo estimulante (FSH). En ella 
se distinguieron dos estadios, uno temprano y otro tardío. 12 
Menopausia 
De acuerdo al grupo de expertos de STRAW+10, se define a la Menopausia como el periodo 
menstrual final en la vida de la mujer, que puede confirmarse después de 12 meses de amenorrea 
sin otra causa explicable,12 etimológicamente proviene del griego meno (mes) y pausia que 
significa cese, resulta de la perdida de actividad ovárica por agotamiento de la reserva folicular, 
marcando el final de la vida reproductiva de la mujer, el agotamiento de folículos disminuye la 
producción de hormonas esteroides y ováricas (estrógenos y progestágenos) y hormona 
antimulleriana, que contribuyen a una serie de efectos en diversos órganos y con variables 
manifestaciones clínicas. 
La edad promedio de inicio de la Menopausia en la poblacion mexicana es de 49.45 +- 5.5 años, 
siendo los 50 años la edad promedio para que ocurra, con límites que oscilan entre los 42 y 56 
años. 6,13 
La edad en la que aparece la Menopausia está determinada por la información genética, aunque 
influencias ambientales pueden acelerar su presentación, sea por hábitos como el tabaquismo, 
desnutrición o dietas exageradas, enfermedades que destruyan tejido ovárico como la 
endometriosis, radiación, cirugía o quimioterapia.14 
Postmenopausia 
De acuerdo al grupo de expertos de STRAW+10, la Postmenopausia es el lapso posterior a la 
menopausia, es decir el periodo que inicia a partir del año de la ausencia de la menstruación ya 
 13 
sea en forma natural o inducida hasta el fin de la vida, con un estadio temprano de 5 años de 
duración y otro tardío hasta la muerte. 
Es el periodo de la vida en el que ocurre un profundo descenso en las concentraciones circulantes 
de estrógenos, lo cual induce la aparición de los síntomas psico y somáticos. Durante la 
Postmenopausia Tardía los cambios en la función endocrina reproductiva son mas limitados y el 
proceso de envejecimiento somático es de mayor preocupación. 4,12 
Clasificación STRAW-10 
La Menopausia, o fecha de ultima menstruación, representa el punto de partida para definir las 
fases adicionales del envejecimiento reproductivo. En el año 2001, se publicó la primera 
clasificacion en fases y definiciones del envejecimiento reproductivo, diseñada por un grupo de 
expertos de STRAW (Stage Of Reproductive Aging Work-Shop). Esta clasificación incluye cambios 
en el patrón menstrual y determinación de las concentraciones de hormona folículo estimulante 
(FSH), hormona luteinizante (LH) e inhibina B. Esta primera clasificación tuvo varios 
inconvenientes, que se fueron refinando conforme se obtuvo mayor información y se reeditó en el 
2011 con el título de STRAW+10. Actualmente se considera que tales definiciones son la mejor 
descripción del tránsito de la mujer a través de la Menopausia y es el patrón de referencia para 
unificar criterios y la toma de decisiones en áreas como: anticoncepción, fertilidad y cuidados 
preventivos para la salud.12 
La clasificación “STRAW+10” es útil para determinar los cambios clínicos, endócrinos y 
reproductivos, la cual contempla ciclos menstruales, síntomas, mediciones de FSH, LH, inhibina B, 
hormona antimulleriana, y cuenta folicular, lo cual varía en virtud de la etapa en la que se 
encuentre: Reproductiva, Transición a la menopausia y Postmenopausia, esta clasificación es útil 
para detectar el diagnóstico de estas etapas. (figura 1) 
Se debe evaluar a la mujer y clasificar por medio de la clasificación de STRAW-10, en que etapa se 
encuentra, debiendo clasificarla de acuerdo a cada caso en: 
-Etapa Reproductiva 
-Transicion a la menopausia o perimenopausia 
-Postmenopausia 4 
 
 14 
 
El informe STRAW-10 divide la vida reproductiva y posreproductiva en varias fases. La base para el 
sistema de clasificación es la fecha de última menstruación (estadio 0) y tanto el rango de edad 
como la duración de cada fase varían. La fecha de última menstruación es precedida por 5 fases y 
seguida por 2 fases. La Fase Reproductiva se dividió en los Estadios -5, -4 y -3, que corresponden 
a la fase temprana, pico y tardía, respectivamente. La fase -5 se refiere al periodo reproductivo 
incipiente, el estadio -4, al punto máximo del mismo periodo y la fase -3 a la última fase de este 
periodo. La fase de Transición a la Menopausia comprendió el estadio -2 (Temprana) que 
comprende el principio de la transición menopáusica y el estadio -1 (Tardía) la última fase de esta. 
La fase de la Postmenopausia contenía los estadios +1 (Temprana) y +2 (Tardía). 
La Transición a la Menopausia Temprana (Estadio -2) está marcada por un aumento en la 
variabilidad de la duración del ciclo menstrual, definida como una diferencia persistente de 7 días 
o más en la duración de los ciclos consecutivos. La persistencia se define como la recurrencia en 
10 ciclos de la primera variable de la duración del ciclo. Los ciclos en la Transición a la Menopausia 
Temprana también se caracterizan por concentraciones elevadas pero variables de la FSH en la 
fase folicular temprana y concentraciones bajas de hormona antimulleriana y la cuenta de folículos 
antrales. 
La Transición a a la Menopausia Tardía (Estadio -1) está marcada por amenorrea de 60 días o 
mayor. Los ciclos menstruales en la Transición a la Menopausia Tardía se caracterizan por un 
aumento en la variabilidad de la duración del ciclo, fluctuaciones extremas en las concentraciones 
hormonales y aumento en la prevalencia de anovulación. En este estadio las concentraciones de 
FSH algunas veces están elevadas en el rango de la Menopausia y algunas veces dentro del rango 
Figura 1. STRAW+10: Sistema de Clasificación para el Envejecimiento Reproductivo 
 15 
característico de los años reproductivos tempranos, especialmente en relación con 
concentraciones altas de estradiol. Con base en los estudios de calendarios menstruales y los 
cambios de la FSH y el estradiol, este estadio se estima que dura en promedio 1 a 3 años. Los 
síntomas, especialmente los vasomotores ocurriran con mayor probabilidad durante este estadio. 
STRAW+10 recomendó que la Postmenopausia Temprana se subdividiera en 3 subestadios 
(Estadio +1a, +1b y +1c). Los Estadios +1a, +1b tienen cada uno duración de 1 año, y terminan en 
el momento en que las concentraciones de FSH y estradiol se estabilizan. El Estadio +1a marca el 
final del periodo de 12 meses de amenorrea que se requiere para definir que ha ocurrido el último 
periodo menstrual. El Estadio +1b comprende el resto del periodo de cambios rápidos en la media 
de las concentraciones de FSH y estradiol. Con base en los estudios de los cambios hormonales se 
estima que los Estadios +1a, +1b tienen en conjunto una duración promedio de 2 años. Los 
síntomas especialmente los vasomotores ocurrirán con mayor probabilidad durante este periodo.El estadio +1c representa el periodo de estabilización de las altas concentraciones de FSH y bajas 
concentraciones de estradiol, lo cual se estima que dura 3 a 6 años; por tanto toda la 
Postmenopausia Temprana dura aproximadamente de 5 a 8 años. 
La Postmenopausia Tardía (Estadio +2), representa el periodo durante el cual los cambios en la 
función endócrina reproductiva son más limitados y el proceso de envejecimiento somático es de 
mayor preocupación. Los síntomas de sequedad vaginal y la atrofia urogenital se hacen más 
prevalentes en este momento.12 
 
Fisiología en la Menopausia 
 
Los órganos reproductores femeninos (ovarios, trompas de falopio, útero) sufren cambios 
dependientes de hormonas a lo largo de la vida de la mujer, los ovarios son los encargados de la 
ovogénesis y síntesis de hormonas.15 
La regresión de la función ovárica está en la base de la clínica climatérica. Esteroides y péptidos 
constituyen el conjunto de la actividad endocrina del ovario. El estudio de los mismos muestra que 
el patrón de regresión no es ni paralelo entre ellos, ni uniforme de unas mujeres a otras.2 
 
Al inicio de la Menopausia se produce una disminución de los niveles de inhibina, hormona que 
regula a la baja la síntesis de FSH, con niveles de estradiol normales o ligeramente bajos. Estos 
primeros cambios hormonales dan lugar a un acortamiento de la fase folicular dependiente de 
estrógenos y, por ende, a ciclos menstruales de menor duración. (figura 2) 
 
Los niveles séricos de FSH empiezan a aumentar debido a la atresia de folículos ováricos y por esto 
desciende la producción de estrógenos. Es una retroalimentación negativa, ya que al encontrarse 
disminuida la cantidad de estrógenos en el torrente sanguíneo (principalmente estradiol), el 
hipotálamo libera más hormona liberadora de gonadotropina (GnRh) para que la adenohipófisis 
reciba la señal de liberar más FSH, pero el problema radica en que ya no hay folículos suficientes 
para la producción. 
 
 16 
 
 
En una mujer en edad reproductiva el estrógeno predominante es el 17 beta estradiol (E2), y en la 
Menopausia el predominante es la estrona, esto se debe a la deficiencia de células de la granulosa 
con capacidad para producir aromatasa para transformar la testosterona en estradiol y al aumento 
de conversión periférica (adipocitos) de la androstenediona (producida por la capa reticular de la 
corteza suprarrenal), para su transformación en estrona.16 
El descenso de los niveles de estradiol produce una maduración folicular irregular con ciclos 
ovulatorios y anovulatorios. Cuando se presentan ciclos anovulatorios no se producirá 
progesterona, por lo que existe un estado de hiperestrogenismo relativo que puede ocasionar 
hipermenorrea.17 
 
Consecuencias de la Deficiencia Estrogénica en el Climaterio 
 
Al inicio de la etapa de transición, con disminución de inhibina, elevación de FSH, ciclos regulares, 
en ocasiones anovulatorios, los estrógenos se mantienen en valores normales, pero la fertilidad 
declina de manera notable. Como cada vez son más frecuentes los ciclos anovulatorios, la 
deficiencia de la acción antiestrogénica de la progesterona sostenido característico de esta época. 
Con el paso de los años la deficiencia estrogénica es evidente y esto determina además de signos y 
síntomas propios del climaterio, efectos adversos a largo plazo sobre todo en los sistemas 
cardiovascular, óseo y cerebral.14 
 
Manifestaciones Clínicas 
 
Conforme las mujeres pasan por la etapa de transición menopáusica, 85% reporta más de un 
síntoma, principalmente: síntomas vasomotores, depresión, trastornos menstruales, o 
alteraciones en el patrón de sueño, y solo 10% solicita atención por este motivo. Esto representa 
una oportunidad para valorar, corregir o mitigar diversos riesgos de morbilidad o mortalidad, 
además de tratar los síntomas y planear un envejecimiento sano.13 
Las manifestaciones clínicas más frecuentes del síndrome climatérico y o Transición a la 
menopausia son: 
 -Trastornos menstruales 
- Síntomas vasomotores (Bochornos y/o sudoraciones) 
 - Manifestaciones Genitourinarias. 
- Trastornos Psicológicos (cambios del estado de ánimo, ansiedad, depresión, alteraciones del 
patrón de sueño) 4 
Figura 2. Diagrama de flujo donde se aprecia cualitativamente la transición de las hormonas involucradas en 
la menopausia. 
 17 
Trastornos Menstruales 
Las alteraciones en la ciclicidad menstrual son el criterio principal de la clasificación por etapas de 
la vida reproductiva del STRAW y STRAW +10, y la Menopausia (fecha del último periodo 
menstrual) es el punto “0” de referencia. 
En los estudios Seattle Women´s Midlife Health y SWAN (The Study of Women´s Health Across the 
Nation) los cambios menstruales más comúnes antes de la transición menopáusica se relacionaron 
con modificaciones en la cantidad de sangrado, que fue más escaso en 32%, más abundante en 
29% y de menor duración en 20% de los casos. Solo 14% reportó irregularidad como síntoma 
inicial. La pérdida sanguínea menstrual es mayor en los ciclos ovulatorios que siguen a largos 
periodos de anovulación, donde el estrogenismo persistente contribuye a los cambios 
proliferativos endometriales. En algunos casos el sangrado menstrual puede ser concomitante con 
mastalgia, retención hídrica, cefalea y cambios de ánimo. Se calcula que el tiempo promedio entre 
el inicio de las alteraciones menstruales de la perimenopausia y la menopausia es de 4 años. 13, 18 
Síntomas Vasomotores 
 
El síntoma más común de la perimenopausia son los bochornos (sensación de calor intenso en el 
cuello, el tórax superior y la cabeza, concomitante con diaforesis, plétora facial con rubicundez y, 
en algunos casos, escalosfríos). 
 
Pueden aparecer aislados, en grupos o salvas, durante el día o la noche. El pico de aparición ocurre 
durante la Perimenopausia Tardía y Postmenopausia Temprana. Estos síntomas suelen 
permanecer en promedio, de 0.5 a 5 años, pero no es raro que sea durante más tiempo y en 
general son más acentuados en la mujer con ooforectomía. Se calcula que entre 60 y 80% de las 
mujeres los experimentará en algún momento durante la transición a la menopausia. La 
prevalencia de bochornos entre las mujeres que no han comenzado la transición (STRAW etapa 
reproductiva tardía) es de 6 a 13%. Conforme avanza la transición temprana hacia la tardía es de 
33 a 63% y para quienes han completado la Menopausia es de 79%. 
 
Existen diferencias raciales en cuanto a frecuencia, duración e intensidad de los bochornos; por 
ejemplo en las mujeres chinas se observa en 18%, en norteamericanas en 70% y en holandesas en 
80%. Las mujeres de raza negra suelen tener más síntomas que las de raza blanca, y pueden 
aparecer antes de finalizar sus periodos menstruales. La frecuencia de bochornos varía de 2.5 a 
3.2 por día, alcanza su pico máximo en la Perimenopausia Tardía y primeros años de la 
Postmenopausia. Cuando son muy frecuentes e intensos, y de predominio nocturno, pueden 
provocar trastornos del sueño, con fatiga e irritabilidad que resulta en disminución de la calidad de 
vida. Su severidad es variable. Parecen ser más prevalentes en mujeres perimenopáusicas con 
periodos menstruales irregulares que en quienes tuvieron periodos regulares, o bien, en las que 
han pasado por lo menos un año desde la Menopausia. 
 
La obesidad es un factor de riesgo importante para las mujeres perimenopáusicas, pero no en las 
postmenopáusicas para los síntomas vasomotores. El tabaquismo también se asocia con síntomas 
vasomotores.13 
 
 
 18 
Síndrome Urogenital del Climaterio y Disfunción Sexual 
 
El término Síndrome Urogenital antiguamente denominado “atrofia urogenital”, es un conjunto de 
signos y síntomas de hipoestrogenismo como: resequedad vaginal, prurito, dispareunia, irritación 
y disuria. Este término lo recomiendan la North American Menopause Society y la Sociedad 
Internacional para el Estudio de la Salud Sexual dela Mujer. Esta alteración se relaciona con el 
adelgazamiento del epitelio del aparato genital secundario al hipoestrogenismo13 y al consumo de 
medicamentos de moduladores selectivos de los receptores de estrógenos (SERM).19 
 
Deben excluirse otras causas irritativas como: vulvovaginitis, inflamación, dermatitis de contacto, 
etc. Es una de las manifestaciones que requiere terapia local para su control. La prevalencia se 
estima entre 4 y 22% en la Menopausia, de 7 a 39% en la Perimenopausia y de 17 a 30% en la 
Postmenopausia. Los estudios observacionales demuestran que a partir de la Menopausia 
aumenta la resequedad vaginal. El porcentaje de mujeres que experimentan resequedad vaginal 
se incrementa conforme avanza la Postmenopausia Tardía y persiste indefinidamente. Algunos 
estudios longitudinales y transversales indican resultados mixtos en la asociación de Menopausia e 
incontinencia urinaria por lo que hasta el momento no se ha demostrado una relación causal.13 
 
Se han identificado 2 componentes de disfunción sexual durante la transición, uno que deriva del 
coito doloroso por atrofia vaginal, resequedad y cambios en la libido, y otros aspectos 
relacionados con la sexualidad. Estos se asocian estrechamente con factores propios de la edad 
como: cambios en las relaciones interpersonales, estrés y condiciones socioeconómicas. Su 
asociación con los cambios hormonales no está bien establecida.20 
 
Alteraciones Cognitivas, Psíquicas y del Sueño 
 
Los cambios hormonales asociados con la transición y Postmenopausia tienen, en teoría, el 
potencial para influir en los procesos fisiopatológicos ligados con la enfermedad de Alzheimer, 
pero los efectos de la Menopausia en el riesgo de esta enfermedad pueden inferirse solo 
indirectamente, y los estudios se han enfocado en el potencial efecto favorable de la terapia 
hormonal. Hasta ahora los resultados sugieren que la terapia hormonal no disminuye los síntomas 
cognitivos en las mujeres con enfermedad de Alzheimer, especialmente en las de 65 años de edad 
o mayores, como lo demostró el WHIMS (Women´s Health Initiative Memory Study). Hasta el 
momento no hay estudios definitivos de prevención, pero la hipótesis (sustentada en hechos 
observacionales) de la “ventana crítica” sugiere que la terapia estrogénica iniciada de forma 
temprana, cercana a la fecha de menopausia puede reducir el riesgo. 
 
Las pacientes suelen quejarse de menor interés sexual durante el climaterio, cuya etiología es 
sumamente compleja por que se asocia con: disminución de la lubricación y de la elasticidad 
vaginal y dispareunia. Otros síntomas reportados frecuentemente son: irritabilidad, baja 
autoestima, ansiedad y tendencia al llanto. 
 
Las alteraciones en el sueño varían de 31% en mujeres en etapa reproductiva a 45% en mujeres 
con 3 años de Postmenopausia. El estudio SWAN señaló que 4,632 de 16,000 mujeres reportaron 
dificultades para dormir.13 
 
 
 
 19 
Osteoporosis 
 
En el concepto de patología del climaterio hay que introducir necesariamente a la Osteoporosis, 
por 2 razones principales. Primero, por que la Osteoporosis es una de las patologías con perfil 
típicamente femenino, y ello es así por que la supresión de la función gonadal condiciona una 
aceleración en el proceso de pérdida ósea. En segundo lugar, porque dada esa asociación evidente 
con la Menopausia, la alta prevalencia de la Osteoporosis en una sociedad donde progresivamente 
se va alargando la vida media le confiere personalidad propia.2 
 
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la Osteoporosis como una enfermedad 
sistémica del esqueleto caracterizada por la disminución de la densidad mineral ósea y alteración 
de la microarquitectura que produce mayor susceptibilidad a las fracturas. También define a la 
Osteoporosis con base en mediciones de la densidad mineral ósea con absorciometría de rayos X 
de energía dual (DEXA). La Osteoporosis se define en estos términos, como un valor de densidad 
mineral ósea en la columna, cadera o antebrazo de 2.5 desviaciones estándar por debajo del 
adulto joven (Score T -2.5 DE), con o sin alguna fractura por fragilidad.21 
 
Los huesos son órganos muy activos en su remodelamiento con un balance entre la formación 
(actividad osteoblástica) y la resorción (actividad osteoclástica). La deficiencia de estrógenos es 
una causa bien establecida de pérdida ósea. 
 
En la Premenopausia la pérdida normal ósea es de alrededor de 0.13% por año y se incrementa a 
partir de la Perimenopausia en alrededor de 2.5% por año. Lo anterior revela la importancia de 
prevenir y llegar a la Menopausia en buen estado óseo con ejercicio y dieta adecuada. La 
deficiencia de estrógenos afecta más al hueso trabecular que al cortical. 
 
Las condiciones que favorecen el desarrollo de Osteoporosis son: 
1. Genéticas: en 70% de los casos hay evidencia hereditaria, con estudios realizados en 
madres y hermanas de pacientes afectadas. 
2. Deficiencia de estrógenos: con múltiples estudios que lo demuestran. 
3. Edad: más frecuente en edad avanzada. 
4. Raza: aumento de prevalencia en blancas y asiáticas. 
5. Peso corporal: mayor incidencia en delgadas que en obesas. 
6. Dieta: baja en calcio y vitamina D, con exceso de cafeína y alcohol. 
7. Medicamentos: corticoesteroides, hormonas tiroideas, heparina y anticonvulsivos. 
8. Estilo de vida: sedentarismo y tabaquismo. 
9. Enfermedades: hiperparatiroidismo, hipercortisolismo, hipertiroidismo, enfermedades 
renales y hepáticas. 14 
 
 
Enfermedad Cardiovascular y sus componentes 
 
La pérdida de la función ovárica se asocia con cambios adversos en el metabolismo y sistema 
vascular, con el subsiguiente aumento en la incidencia de Enfermedad Cardiovascular. 
 
La Enfermedad Cardiovascular es la primera causa de muerte en los países desarrollados. La tasa 
de morbilidad y mortalidad por Enfermedad Cardiovascular se asocia con la edad, principalmente 
de 65 a 70 años; por lo tanto, los factores de riesgo asociados con la edad tienen un efecto 
 20 
adicional entre sí, como: envejecimiento, tabaquismo, ateroesclerosis, dislipidemia, diabetes 
mellitus, sedentarismo, obesidad y antecedentes heredofamiliares. El término “enfermedad 
cardiovascular ateroesclerosa” incluye 4 categorías: 
 
1. Enfermedad Coronaria: infarto de miocardio, angina, insuficiencia cardiaca o ambas. 
2. Enfermedad Cerebrovascular. 
3. Enfermedad Arterial Periférica 
4. Ateroesclerosis Aórtica y Aneurisma Torácico o Abdominal. 
 
El riesgo vital en mujeres de 40 años de edad es de 32% y a los 70 años de 24%. Este riesgo 
aumenta de manera importante con los factores de riesgo. 
El comportamiento de la enfermedad cardiovascular tiene características distintas entre hombres 
y mujeres postmenopáusicas. Diferentes artículos describen la asociación entre Climaterio y 
Enfermedad coronaria, así como la esperanza de que la terapia hormonal de reemplazo pueda ser 
eficaz para prevenir la Enfermedad Cardiovascular. 
 
Síndrome metabólico y sus componentes 
 
Comprende diversos factores de riesgo de origen metabólico como: obesidad abdominal, 
dislipidemia aterogénica, hipertensión arterial, intolerancia a la glucosa, diabetes o resistencia a la 
insulina, estado protrombótico y proinflamatorio (proteína c reactiva elevada). La prevalencia de 
trastornos metabólicos se incrementa a partir de la menopausia: afecta 30% de la población adulta 
y a 60% de mujeres postmenopáusicas.13 
 
Diagnóstico 
La Menopausia marca el final de la vida reproductiva y puede diagnosticarse clínicamente en una 
mujer mayor de 40 años de edad con 12 meses o más de amenorrea sin otra causa que la 
explique,13 considerándose natural o fisiológica aquella que se presenta a partir de los 40 años de 
edad en mujer con útero.4 No se requieren pruebas adicionales para establecer el diagnóstico, ni 
solicitar estudios de laboratorio, incluidos los perfiles hormonales para Menopausia. Las 
concentraciones séricas de FSH y LH no tienen mayor repercursiónque los síntomas clínicos para 
el diagnóstico de perimenopausia y menopausia. Hasta el momento no hay un marcador de 
laboratorio inequívoco para esta situación.22 
Durante la Transición Menopáusica puede demostrarse que los cambios mas significativos son la 
disminución de la inhibina B y hormona antimuleriana, pero estos estudios no son de rutina. Los 
criterios de las etapas de STRAW no se consideran diagnosticos, pues incluyen determinaciones 
hormonales y ultrasonido pélvico (conteo de folículos antrales) como elementos de soporte para 
evaluar el estado reproductivo. Estos criterios se han validado para determinar la reserva folicular 
en el área de la tecnología de reproducción asistida pero no para la evaluación de la Menopausia. 
La clasificación de STRAW menciona, explícitamente, que deben considerarse las características 
del ciclo menstrual como las más importantes, dada la falta de estandarización en las 
determinaciones de los biomarcadores (FSH, LH, inhibina, antimulleriana), y su costo o invasividad, 
además de considerar a los biomarcadores un criterio de soporte (utilizarlos cuando sea necesario 
y no considerarlos requeridos para el diagnóstico).12 
 21 
El cambio más temprano y consistente, observado en estudios de envejecimiento reproductivo, es 
la elevación ligera de las concentraciones de FSH. De esta manera en la fase folicular temprana 
cuando se detectan concentraciones de FSH mayores a 2 desviaciones estándar en relación con la 
media en mujeres en edad reproductiva, puede usarse como marcador de transición 
menopáusica. La concentración de LH permancece normal al inicio, pero se eleva posteriormente 
conforme disminuye la secreción de esteroides ováricos y, en consecuencia aumenta la liberación 
de hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH). El incremento inicial selectivo de FSH se 
origina, probablemente por la disminución en la producción de inhibina por las células de la 
granulosa. Conforme se inician los ciclos anovulatorios, la FSH y LH permanecen crónicamente 
elevadas (aumentan 10 a 20 veces la FSH y 3 a 5 veces la LH) y las concentraciones séricas de 
estradiol se encuentran por debajo de 50 pg/mL.13 
El diagnóstico del síndrome climatérico es clínico, basado en una historia clínica orientada y 
fundamentada en: 
-Trastornos menstruales 
-Síntomas vasomotores (Bochornos y/o sudoraciones). 
-Manifestaciones genitourinarias 
-Trastornos Psicológicos (cambios en el estado de ánimo, ansiedad, depresión, alteraciones del 
patrón del sueño) 
Estudios de laboratorio y gabinete 
Niveles arriba de 25UI/L de hormona folículo estimulante (FSH) se observan en Transición a la 
Menopausia y en la Postmenopausia, siendo la Amenorrea por más de 12 meses lo que marca la 
Menopausia. 
La hormona antimüleriana (HAM) producida por la granulosa folicular expresa el reclutamiento 
folicular o reserva folicular ovárica, a menor número de folículos menores niveles de HAM en 
sangre, las cuales constituyen alteraciones observadas en la Transición de la Menopausia y en la 
Menopausia. 
La realización de FSH y/o antimulleriana será en casos con duda diagnóstica o en mujeres con 
histerectomía para el diagnóstico de Menopausia o Transición a la Menopausia. 
El metabolismo de los lípidos, de la glucosa y la distribución de grasa en el centro del cuerpo se 
alteran en la Transición de la Menopausia o Menopausia lo que incrementa el riesgo 
Cardiovascular y aumento del síndrome metabólico, por lo cual debe evaluarse el perfil de lípidos 
y la glucosa en la mujer en Perimenopausia y Postmenopausia. 
Además, en la Menopausia se observa una reducción importante de masa ósea correlacionada con 
niveles bajos de estradiol sanguíneo, por lo que debe considerarse la posibilidad de Osteoporosis 
en la Postmenopausia. 
 22 
La evaluación integral de la mujer en estapa climatérica debe incluir los siguientes estudios: 
 Citología cervicovaginal 
 Perfil de lípidos 
 Glucosa sérica 
 Mastografía 
 Ultrasonido pélvico 
 Examen general de orina 
 TSH sérica 
 Densitometría en pacientes mayores de 60 años4 
 
Tratamiento 
Al encontrarse en el período climatérico, la mujer y el médico tratante se enfrenta con varias 
decisiones importantes, entre las cuales, una de las más significativas, es si se debe comenzar o no 
el tratamiento hormonal. Al respecto existen muchas interrogantes que pueden surgir: ¿cuánto 
tiempo tomarlo?, ¿qué efectos adversos pudiese acarrear su utilización?, ¿qué tipo de terapia de 
reemplazo utilizar?, ¿superarán los riesgos los beneficios de la terapia?, entre muchas más dudas e 
inquietudes que pudiesen surgir.6 
La Terapia de Reemplazo Hormonal es una intervención farmacológica utilizada para el 
tratamiento y/o prevención de síntomas y patologías derivados de la deficiencia estrogénica en la 
mujer postmenopáusica.5 
 
La decisión de preescribir Terapia de Reemplazo Hormonal se establecerá a través de un 
cuidadoso análisis de los síntomas, ventajas, efectos secundarios potenciales, contraindicaciones y 
preferencias individuales. Si realmente los síntomas justifican el tratamiento, se identificarán las 
enfermedades o situaciones que contraindiquen los tratamientos hormonales y, en ese caso, 
considerar los no hormonales disponibles. Tambien podrán preescribirse esos fármacos cuando las 
pacientes se nieguen a recibir, por cualquier causa, algún tratamiento hormonal. 
 
Las recomendaciones actuales para Terapia de Reemplazo Hormonal (terapia estrogénica, con o 
sin progesterona ) como únicas indicaciones son: el síndrome vasomotor de moderado a severo, y 
sus potenciales consecuencias como: alteraciones del sueño, irritabilidad, alteraciones en la 
concentración y en la calidad de vida; síndrome genitourinario en mujeres en transición 
menopáusica y postmenpopausia temprana, así como prevención de la Osteoporosis de acuerdo 
con la North American Menopause Society. La evidencia actual, no apoya su prescripción para la 
prevención a largo plazo de enfermedades crónicas. Además, iniciar el tratamiento lo más cercano 
a la aparición de la Menopausia, con la menor dosis y tiempo necesarios. La terapia de estrógenos 
puede prolongarse hasta 7.5 años y la combinada con progesterona hasta 5 años. Los estudios 
observacionales reportan que 40-50% de las mujeres suspenden el tratamiento hormonal por 
iniciativa propia durante el primer año, y de 65-75% en el lapso de 2 años. 
 23 
Los medicamentos que contienen estrógenos para tratamiento de los síntomas de la 
perimenopausia y menopausia, se dividen en 2 grandes categorías: 1) terapia estrogénica y 2) 
terapia combinada con estrógenos y progestágenos. La terapia combinada con estrógeno 
(estrógenos conjugados, estradiol u otro) y progestina esta indicada, únicamente en la mujer con 
útero para protección endometrial. Los estrógenos preescritos pueden ser similares a los 
producidos por el ovario: estradiol y estriol, o bien una mezcla de estrógenos producidos de 
fuentes animales: estrógenos conjungados o sintéticos (etinilestradiol). Los progestágenos más 
preescritos son la progesterona natural, acetato de medroxiprogesterona, ciproterona, 
noretisterona, noretindrona, levonorgestrel, norelgestromina, dienogest, drospirenona y acetato 
de nomegestrol. Existen preparados para administrarse por vía oral y parenteral (intramuscular, 
transdérmica, nasal y vaginal). 
Entre los riesgos con mayor trascendencia clínica en la mujer que recibe Terapia de Reemplazo 
Hormonal está reportada la magnitud del riesgo de Cáncer de Mama (RR 1.24; IC 95%: 1.01-1.53), 
que se traduce en 206 pacientes en el grupo de casos (Terapia de Reemplazo Hormonal) vs 155 del 
grupo control (placebo), donde las primeras sufrieron Cáncer de Mama. En contraste con lo 
anterior, en los tratamientos sin progestágeno se observa menor aparición de carcinoma mamario 
(HR 0.77 para estrógeno sin progestina versus placebo,IC 95% 0.59-1.01). 
El riesgo de carcinoma mamario provocado por la terapia hormonal se asocia con la adición del 
progestágeno y duración del tratamiento. Este riesgo disminuye después de suspender el 
tratamiento. 
La monoterapia con estrógenos aumenta el riesgo de Cáncer de Mama después de 7.5 años y la 
terapia combinada con progestinas aumenta el riesgo después de 5 años. 
Las contraindicaciones absolutas de la terapia hormonal comprenden: sangrado genital de causa 
desconocida, hepatopatía activa, antecedente de carcinoma endometrial o mamario, de 
enfermedad coronaria, accidente vascular o isquemia transitoria, tromboembolismo venoso (o 
riesgo de padecerlo). Las contraindicaciones relativas incluyen: hipertrigliceridemia (>400 mg/dL) 
y litiasis vesicular. En el estudio WHI (The Women’s Health Initiative) se observó un incremento 
en la frecuencia de eventos tromboembólicos en la terapia combinada de estrógenos conjugados y 
medroxiprogesterona (34 vs 16 por 10,000 personas-año. HR 2.06, IC 95% no ajustado 1.6-2.7). 
También con el estrógeno conjugado sin oposición aumenta el riesgo (HR 1.33, IC 95% 0.99-1.79). 
Para las mujeres entre 50-59 años (quizá las que se encuentran en terapia hormonal de 
reemplazo) el exceso de riesgo estimado es de 4.7 y 1.3 casos adicionales por 1000 mujeres en 5 
años para terapia combinada y estrógeno en monoterapia, respectivamente.13 
El tratamiento con estrógenos ha estado disponible para la mujer posmenopáusica por más de 60 
años, proveyendo alivio de la sintomatología vasomotora, de la atrofia vaginal y previniendo la 
Osteoporosis. Sin embargo, a pesar de décadas de uso y de infinidad de investigaciones, el rol de 
los estrógenos como terapia única en la prevención de enfermedades crónicas en estas mujeres 
permanece incierto. 
 24 
En este sentido, a comienzos de este nuevo siglo se hizo público uno de los estudios que mayor 
interés ha despertado en la prensa, tanto científica como profana: The Women’s Health Initiative 
(WHI), este incluía una compleja metodología con la cual se evaluó el uso de estrógenos 
conjugados vs. placebo, se concluyó que los riesgos superaban los beneficios de la terapia, 
causando su publicación un profundo impacto en la actitud de pacientes y médicos, especialmente 
sobre el uso o no de terapia hormonal.23 
 
Al respecto, Hays y cols, exponen que el uso de estrógenos más progestágenos no tenía un efecto 
clínicamente significativo sobre cualquiera de los aspectos de la salud evaluados en el WHI, 
encontrando además que los beneficios sobre la calidad de vida eran mayores cuando se usaban a 
largo plazo, debido a que durante el primer año de su utilización pudiesen pasar desapercibidos.24 
 
Numerosos estudios han sido dirigidos a analizar el riesgo/beneficio de la TRH; con base al análisis 
de estos, en el 2015 se estableció la guía NICE de métodos, evidencias y recomendaciones para la 
Menopausia del National Collaborating Centre for Women's and Children's Health (NCC-WCH) y 
National Institute for Health and Care Excellence (NICE). Sin embargo, aún no se cuenta con la 
evidencia suficiente para soportar totalmente el uso o no de la TRH, por lo cual la decisión de 
iniciar y descontinuar el tratamiento, en última instancia, recae sobre el clínico y el paciente; la 
decisión de cada mujer de recibir Terapia de Reemplazo Hormonal u otros tratamientos 
alternativos en la menopausia natural debe ser respetada, siempre y cuando sea el médico 
tratante quien oriente y acompañe de forma responsable y estrecha la toma de decisiones en pro 
del mejoramiento de la calidad de vida de estas pacientes. Así pues, la TRH no constituye un 
tratamiento mandatorio ni obligado en la Menopausia; su objetivo primordial es mejorar las 
condiciones clínicas de las pacientes, además de contribuir en la percepción de la paciente sobre 
su estado de salud.25-26 
 
Desterrar cualquier connotación de enfermedad o de patología ligada al acontecimiento fisiológico 
de la Menopausia, es probablemente uno de los aspectos más importantes a desarrollar desde 
cualquier ámbito de la salud y que más puede contribuir a mejorar la calidad de vida durante esta 
etapa vital.6 
 
En este sentido, es oportuno señalar que la expectativa de vida actual de la mujer mexicana es de 
77.5 años,9 por lo que aproximadamente un tercio de su existencia transcurrirá en la menopausia, 
de allí la importancia de propiciar una vida satisfactoria para la mujer. 
 
Concepto de Calidad de Vida 
El concepto de calidad de vida fue utilizado por primera vez por el presidente Lyndon Jonson en 
1964 al declarar acerca de los planes de salud. Se popularizó en los años 50 por un economista 
norteamericano, en estudios de opinión pública impuestos por la crisis económica derivada de la II 
Guerra Mundial relacionados con el análisis sobre los consumidores. En 1977 este término se 
convirtió en categoría de búsqueda en el Index Medicus y en palabra clave en el sistema Medline, 
sin embargo, se hizo popular entre investigadores de la salud en la década de los años 80. 
La calidad de vida (CV) de nuestra vida equivale a la calidad de nuestro envejecimiento; es elegible 
en la medida en que elegibles son individual y socio-culturalmente las condiciones en que vivimos, 
nuestras actitudes y nuestras formas de comportarnos.27 
 
 25 
El concepto de calidad de vida ha ido evolucionando en el tiempo desde una concepción 
sociológica hacia una perspectiva psicosocial en la que lo relevante es la satisfacción personal. En 
1994, la Organización Mundial de Salud (OMS) la define como «la percepción que tiene el 
individuo de su situación en la vida, dentro del contexto cultural y de valores en que vive, y en 
relación con sus objetivos, expectativas e intereses». En esta definición subyacen dos elementos 
esenciales: por un lado, su carácter subjetivo, enunciado como un sentimiento personal, un juicio 
o una comparación; y, por otro, su carácter multidimensionalidad, abarcando aspectos físicos, 
afectivos, cognitivos, sociales, económicos, entre otras. 
 
En la actualidad, está ampliamente aceptada la multidimensionalidad del concepto de calidad de 
vida. Sin embargo, cuando una enfermedad afecta a un individuo el deterioro, no solo afecta a él 
física o emocionalmente, sino que también a su capacidad económica, a su entorno familiar y a 
veces, incluso, a sus valores religiosos o políticos. Así surge la necesidad de crear el término de 
Calidad de Vida Relacionada con la Salud (CVRS), que ha sido definida como «la valoración 
subjetiva del paciente orientada hacia el exterior del mismo, y centrada en el impacto del estado 
de la salud sobre su capacidad de llevar una vida subjetivamente satisfactoria». 
 
Recientemente, centrada en las necesidades del paciente, se define a la CVRS como: “Nivel de 
bienestar y satisfacción del individuo, tanto físico como mental y social en relación con los 
problemas de salud”.28 
 
La CVRS constituye entonces un indicador para la valoración del impacto y de las consecuencias de 
las enfermedades sobre la percepción de salud de cada individuo, así como de los desenlaces de 
las intervenciones médicas en el proceso salud enfermedad. Este indicador pretende evaluar 
aspectos de la enfermedad en relación con la vida diaria del paciente que la padece, considerando 
el modo como se ve afectada de forma holística e integral, abarcando entonces las dimensiones 
física, psicológica, social y funcional. Por otro lado, diferencia de la mayoría de indicadores, la 
CVRS toma en cuenta la perspectiva del individuo, la cual es indispensable en la práctica clínica 
diaria y en la toma de decisiones médicas. (7) 
 
Calidad de Vida en la Menopausia 
 
La Menopausia constituye una etapa fisiológica de transición a una nueva situación biológica, la 
cual trae consigo la pérdida de la capacidad reproductiva. Sin embargo, a pesar de ser una 
condición normal, se ha reportado que 8 de cada 10 mujeres tiene al menos uno de los síntomasclásicos (físicos o emocionales) durante o posterior al climaterio, de las cuales el 45% considera 
que impactan de manera negativa en su calidad de vida. Por otro lado, en la menopausia 
convergen una serie de factores de riesgo que pueden agudizarse; cerca del 60% de las mujeres 
menopáusicas tienen una enfermedad crónica y son las enfermedades cardiovasculares las 
principales causas de morbilidad y mortalidad a partir de esta época, lo cual podría estar 
relacionado con los cambios metabólicos que ocurren durante la transición de un estado pre a uno 
post menopáusico. 
 
La Menopausia no debe ser considerada sinónimo de deterioro o enfermedad, por el contrario, 
constituye un periodo de adaptación, cambio y reflexión sobre las dimensiones fisiológicas, 
sociales, culturales y laborales de la mujer que experimenta esta etapa. Es por esto que el 
abordaje de estas pacientes, en términos de calidad de vida, debe llevar consigo una perspectiva 
orgánica, psíquica y sociológica, con un alto componente subjetivo.30 
 26 
Medición de la Calidad de Vida 
 
La evaluación de la calidad de vida se debe centrar, principalmente, en la percepción de la 
paciente sobre su estado de salud, siendo ella partícipe activa en este proceso. 
 
Los instrumentos para medir la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) se pueden clasificar 
en instrumentos genéricos que son aquellos que miden múltiples áreas o dominios, tales como el 
funcionamiento físico, social y mental, y que son aplicables a todos los individuos, 
independientemente de la patología que les afecte; y en instrumentos específicos, que son los que 
miden el funcionamiento del paciente en una o varias áreas y se caracterizan por prestar especial 
atención a aquellos síntomas o problemas propios de una enfermedad concreta y a aquellas áreas 
que se consideran más afectadas, siendo sólo aplicables a pacientes específicos.31 
 
Instrumentos para medir Calidad de Vida en la Menopausia 
 
Se han descrito múltiples instrumentos diseñados para evaluar la CVRS, con el propósito de 
realizar una distinción entre los afectados, predecir el pronóstico de un procedimiento o 
intervención, así como evaluar longitudinalmente los cambios y evolución a través del tiempo de 
una patología en grupos poblacionales específicos. Estos instrumentos sobre calidad de vida 
complementan de forma indispensable la evaluación clínica, analítica o sintomática de los 
pacientes, considerando acertadamente la visión del propio paciente sobre su percepción de la 
salud. 
 
La evaluación de las consecuencias que la Menopausia tiene sobre la salud de la mujer se ha hecho 
de forma tradicional a partir de escalas clínicas, las cuales han pretendido proporcionar un valor 
cuantitativo que permita ser utilizado como parámetro en la evaluación de los síntomas de la 
Menopausia y de la eficacia de las intervenciones médicas. 
 
Algunos de estos instrumentos son: La escala de Greene, The Women's Health Questionnaire 
(WHQ), Menopause Symptom List, Utian Menopause Quality of Life Scale (UMQLS), The Blatt-
Kupperman menopausal index, Menopause Rating Scale (MRS), The Menopausic Specific Quality 
of Life (MEQOL), el Cuestionario MENCAV, la Escala Cervantes, entre otros.29 
 
En la presente investigación se utilizó la Escala de Cervantes, instrumento publicado en el 2004, 
diseñado y validado por la Asociación Española para el estudio de la calidad de vida en la 
Menopausia, este recoge todos los dominios de la calidad de vida (físico, psicológico y sexual) y 
aporta al personal de salud una mejor apreciación de los problemas de la mujer; consta de 31 
ítems y está constituido por cuatro subescalas: menopausia y salud; dominio psíquico; dominio de 
sexualidad y relación de pareja. 
 
El uso de instrumentos como la Escala de Cervantes ayuda a medir y evaluar los síntomas durante 
el climaterio, su severidad e interferencia con la calidad de vida, aportando información crucial 
para toma de decisiones terapéuticas. Esta escala, a diferencia de las otras, se puede aplicar en 
mujeres pre, peri y post menopáusicas, y es la única escala que está validada en una muestra 
representativa de la población general de un país, lo que permite su uso generalizado. 
 
La Escala Cervantes fue elaborada por 39 ginecólogos y validada por juicio de expertos y por 
métodos estadísticos a partir de 3449 mujeres. 
 27 
Consta de 31 ítems de calidad de vida. Posee las siguientes características: tiempo de 
administración de 4 a 8 minutos, de fácil comprensión, permite valorar la calidad de vida en la 
inmensa mayoría de los casos, es de corrección sencilla, rápida y útil. Posee consistencia interna 
sólida, debido a la metodología de su construcción. Además es una escala bastante equilbrada 
entre sus dominios: 
 
-Menopausia y salud (15 ítems) 
 Subdominios: 
Síntomatología vasomotora (3 ítems): 3, 9, 29 
Envejecimiento (7 ítems): 5, 7, 16, 18, 25, 27 
Salud (5 ítems): 1, 5, 11, 14, 23 
-Psíquico (9 ítems): 2, 6, 10, 12, 17, 18, 19, 21, 24 
-Sexualidad (4 ítems): 4, 15, 22, 30 
-Relación de pareja (3 ítems): 8,13, 26 
 
En forma de cuestionario, la Escala de Cervantes recoge todos los dominios de la calidad de vida 
de la mujer y aporta al prestador de salud una mejor apreciación de los problemas de la mujer 
postmenopaúsica. 
 
Diferencia de la Escala de Cervantes respecto a otras escalas de Calidad de Vida en la 
Menopausia 
 
-Es el único método validado en una muestra representativa de la población general de un país. 
-Incluye mujeres pre, peri y postmenopáusicas. 
-Posee una composición de dominios diferentes e incluye síntomas menopáusicos. 
 
Instructivo para calificar calidad de vida: 
 
o Dominio de menopausia y salud 
 
Comprende la indagación de hechos relativos al proceso de la Menopausia y aspectos de salud 
percibidos por la mujer postmenopáusica. El dominio se clasifica en: 
 
-Pérdida leve 0-35 puntos 
-Pérdida moderada 36-55 puntos 
-Pérdida grave 56-75 puntos 
 
 Subdominio Sintomatología Vasomotora 
-Pérdida leve 0-6 puntos 
-Pérdida moderada 7-10 puntos 
-Pérdida grave 11-15 puntos 
 
 Subdominio Envejecimiento 
- Pérdida leve 0-13 puntos 
-Pérdida moderada 14-22 puntos 
 28 
-Pérdida grave 23-30 puntos 
 
 Subdominio salud 
-Pérdida leve 0-13 puntos 
-Pérdida moderada 14-19 puntos 
-Pérdida grave 20-25 puntos 
 
o Dominio Psíquico 
 
Se incluye la indagación de aspectos referentes a la esfera psicológica de la mujer 
postmenopáusica. El dominio se clasifica en: 
 
-Pérdida leve 9-21 puntos 
-Pérdida moderada 22-32 puntos 
-Pérdida grave 33-45 puntos 
 
o Dominio sexualidad 
 
Este dominio incluye la indagación de aspectos de la esfera sexual y conyugal de la mujer 
postmenopáusica. El dominio se clasifica en: 
 
- Pérdida leve 0-9 puntos 
- Pérdida moderada 10-15 puntos 
-Pérdida grave 16-20 puntos 
 
o Dominio relación de pareja 
Se incluyen ítems acerca de la relación existente con la pareja de la mujer postmenopáusica. El 
dominio se clasifica en: 
 
-Pérdida leve 0-7 puntos 
-Pérdida moderada 8-11 puntos 
-Pérdida grave 12-15 puntos (30) 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 29 
III. Antecedentes 
 
Los primeros estudios de calidad de vida y Menopausia comenzaron en los inicios de la década de 
los 90. Los efectos de la Terapia de Reemplazo Hormonal en la calidad de vida de la mujer en 
etapa de Climaterio y Menopausia no han sido bien documentados. 31 
 
Investigaciones Internacionales 
 
Hlatky y colaboradores (2002), Estados Unidos. En el “Estudio del Corazón y Reemplazo con 
Estrógenos/Progesterona” (Heart and Estrogen/Progestin Replacement Study, HERS) se midió la 
calidad de vida y los síntomas depresivos en mujeres postmenopáusicasdespués de recibir 
durante tres años estrógenos y progestágenos; 1382 mujeres tuvieron mejoría estadísticamente 
significativa en la función física y salud mental y menores síntomas depresivos. No se analizaron 
otros aspectos de la calidad de vida. Otros estudios, incluyendo un metaanálisis, indican que la 
terapia hormonal estrógenos solos o combinados, reduce en forma significativa los síntomas 
depresivos.32 
 
Hays J. y colaboradores (2003), Inglaterra. En el estudio “Efectos de los Estrógenos-
Progestágenos en la calidad de vida relacionada con la salud, utilizaron el instrumento de calidad 
de vida denominado RAND 36. Encontraron pequeñas diferencias positivas y estadísticamente 
significativas en las dimensiones de función física, dolor y alteraciones del sueño en el grupo con 
estrógenos conjugados y medroxiprogesterona.24 
 
Palacios Santiago y colaboradores (2002), España. Estudio titulado “Calidad de vida relacionada 
con la salud en la mujer española durante la Perimenopausia y Postmenopausia. Desarrollo y 
validación de la Escala Cervantes”, presentado durante el 10th World Congress on the Menopause, 
celebrado en Berlín. El Profesor Santiago Palacios comentó que existen numerosos cuestionarios 
para medir la calidad de vida relacionada con la salud, pero muy pocos son específicos para la 
Menopausia. El objetivo del estudio fue diseñar y validar una escala específica para la Menopausia 
en la mujer española, la Escala Cervantes, original en castellano y adaptada a nuestro medio. 
 
Es un estudio transversal, constaba de una fase piloto, construcción del cuestionario, validación y 
fiabilidad test-retest. Para la validación se utilizó una muestra de 2.274 mujeres de la población 
española ponderada por grupos de edad y nivel de estudios. 
 
La consistencia interna se valoró mediante el coeficiente de Cronbach. Resultados: La escala 
definitiva constaba de 31 preguntas (distribuidos en las dimensiones menopausia y salud, con 15 
preguntas que incluían sintomatología vasomotora, salud y envejecimiento; sexualidad, con 4 
preguntas; relación de pareja, con 3 preguntas, y dominio psíquico, con 9 preguntas). La Escala de 
Cervantes es corta, fácil de aplicar, tiene una puntuación mínima de 0 y máxima de 155 (de mejor 
a peor calidad de vida) y permite comparar el resultado con mujeres más jóvenes o de la misma 
edad. Las conclusiones señalan que la Escala de Cervantes forma parte de una nueva generación 
de instrumentos de calidad de vida relacionada con la salud específicos para la Menopausia. Su 
ámbito de aplicación fué la población femenina española de entre 45 y 64 años de edad y se 
correlacionó calidad de vida y medidas antropométricas. Así, se demuestra por ejemplo que las 
mujeres con sobrepeso y con características fenotípicas pícnicas, es decir, obesas tienen una 
calidad de vida peor que las mujeres con características normales.33 
 
 30 
Yabur Tarrazzi (2010), Venezuela. Estudio titulado “Calidad de vida relacionada con la salud 
en la mujer venezolana durante la Perimenopausia y la Postmenopausia”, cuyo objetivo fue 
aplicar un cuestionario de calidad de vida a la mujer climatérica perimenopausica, 
preemenopaúsica y posmenopáusica (Escala Cervantes), y determinar la presencia de 
síntomas y signos derivados de la falla gonadal, midiendo su frecuencia, duración e intensidad, 
la muestra estuvo conformada por 1784 mujeres entre 45 y 62 años. Fue un estudio de tipo 
descriptivo, de corte transversal, concluyendose que la falla estrogénica que se presenta 
durante el proceso de transición a la menopausia y durante la postmenopausia, es en gran 
parte responsable de las alteraciones sintomatológicas y los cambios biológicos y psicológicos 
que se presentan y desmejoran su calidad de vida.34 
 
Urdaneta José (2010), Chile. Estudio titulado “Calidad de vida en mujeres menopaúsicas con y sin 
terapia de reemplazo hormonal”, se estableció una investigación de tipo comparativa y aplicada, 
con diseño no experimental, contemporáneo transeccional y de campo, donde se incluyo una 
muestra de 200 pacientes con diagnóstico de menopausia. Se les aplicaron los cuestionario de 
calidad de vida SF-36 y el Menopause Rating Scale (MRS). Resultados: Hubo diferencias 
significativas (p<0,05) en cuanto al dolor físico y altamente significativas (p<0,01), respecto a los 
síntomas somáticos, psicológicos y urogenitales en las pacientes no tratadas versus las del grupo 
que recibió terapia de reemplazo hormonal. Conclusión: Las pacientes bajo terapia de reemplazo 
hormonal perciben una mayor calidad específica respecto a las pacientes que no la reciben, 
presentando síntomas somáticos o psicológicos menos severos.6 
 
Monterrosa y cols. (2017), Colombia. Estudio titulado “Manifestaciones menopáusicas y calidad 
de vida en afrocolombianas. Valoración con escala de Cervantes; evalúa la calidad de vida en la 
menopausia, en 646 afrocolombianas entre 40-59 años, residentes en poblaciones del Caribe y el 
Pacífico. Conclusión: Oleadas de calor, sofocaciones y dolor musculo/articular fueron las 
manifestaciones más prevalentes en 7 de cada 10 mujeres, las postmenopaúsicas tuvieron peor 
calidad de vida. 35 
 
Martínez Paula y cols. (2015), España. Estudio titulado “Calidad de vida de las mujeres durante el 
periodo climatérico; evalúa la calidad de vida en mujeres de 45-59 años con Escala de Cervantes, 
concluyendo que las mujeres estudiadas mostraron una calidad de vida media; dentro del estatus 
climatérico reportaron una peor calidad de vida las mujeres premenopáusicas, el dominio más 
afectado fue Menopausia y Salud. No se hallaron relaciones estadísticamente significativas entre 
variables sociodemográficas y calidad de vida.36 
 
Investigaciones Nacionales 
 
Téxon-Fernández Abulia y colaboradores (2006), México. Realizó un estudio denominado: Calidad 
de vida en mujeres climatéricas con y sin terapia hormonal de reemplazo, desarrollado en la 
Unidad de Medicina Familiar del Instituto Mexicano del Seguro Social, Veracruz. Es un estudio 
transversal analítico cuyo objetivo era comparar la calidad de vida de la mujer climatérica con y sin 
terapia hormonal de reemplazo. Donde fueron seleccionadas 102 mujeres entre 40 y 60 años de 
edad. Se formaron dos grupos: uno de 51 mujeres que iniciaron terapia hormonal de reemplazo en 
el año anterior a este estudio, y otro de 51 mujeres que no recibían terapia hormonal de 
reemplazo. A cada mujer se le aplicó el instrumento de medición de calidad de vida coop/ wonca y 
un cuestionario complementario sobre el periodo de climaterio y menopausia. El análisis 
 31 
estadístico se realizó con X2. Resultados: el estado de salud y la vida sexual mejoró notablemente 
en las mujeres con terapia hormonal de reemplazo (30 versus 19, p =0.007; y 40 versus 30, p = 
0.04, respectivamente). Cabe señalar que no se encontraron diferencias significativas en seis de las 
siete dimensiones del instrumento. La autora concluye enunciando: que la terapia hormonal de 
reemplazo no incide en todos los aspectos de la calidad de vida de una mujer en periodo de 
climaterio y menopausia.37 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 32 
IV. Planteamiento del Problema 
 
El aumento progresivo de la esperanza de vida junto a los avances terapéuticos del siglo XXI ha 
determinado que cada vez sea mayor el número de mujeres que alcance el Climaterio y que pasa 
al menos un tercio de su vida en la Postmenopausia, situándonos ante un nuevo perfil 
epidemiológico de las mujeres en este grupo de edad, en quienes ocurre una declinación de la 
función ovárica en un periodo de varios años que conlleva a una serie de repercusiones derivadas 
de la deficiencia estrogénica, condicionando una serie de signos y síntomas propios del climaterio 
y efectos adversos a largo plazo sobre todo en los sistemas óseo, cardiovascular y cerebral, tales 
circunstancias afectan en diferentes grados la calidad de vida de la mujer. 
 
En nuestropaís, la población adulta mayor esta en aumento, la esperanza de vida de la mujer 
mexicana ha aumentado de 52 años en 1950, a 77.5 años en el 2014, la población mayor de 50 
años se ha incrementado; y el número de personas de este grupo de edad prolongaran su 
esperanza de vida en las próximas décadas. De acuerdo al último censo nacional de población, las 
mujeres mexicanas representan el 51.3% de la población total por lo que para el 2050 se espera 
que una de cada tres mujeres se encuentre en la etapa del Climaterio o en la Postmenopausia, y 
con expectativa de vida de 81.6 años.9 Lo que denota la importancia de los cuidados y atención a 
la salud en esta etapa de la vida. 
 
La tendencia al aumento de la expectativa de vida en la población general debido a las mejoras de 
la educación de la población, condiciones sociales, sanitarias y ambientales, así como el avance del 
conocimiento científico y de la tecnología médica ha hecho surgir un interés muy especial por 
estudiar la calidad de vida que presentan determinados grupos específicos en particular o la 
población general, cambiándose el enfoque de enfermedad a calidad de vida en este siglo XXI, uno 
de estos grupos ha sido la mujer y especialmente, la mujer durante la Postmenopausia. 
 
En 1946 la Organización Mundial de la Salud definió la salud como el “completo bienestar físico, 
mental y social del individuo”, y desde ese momento, la calidad de vida relacionada con la salud 
(CVRS) no es únicamente la ausencia de enfermedad física, es mucho más que eso, es un completo 
bienestar.38 La salud constituye una de las áreas cruciales en la ecuación que define la calidad de 
vida de un individuo. La calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) intenta definir el impacto 
que el estado de salud tiene sobre la capacidad del paciente para llevar una vida satisfactoria, por 
tanto es evidente que a la hora de evaluar la significación que el fenómeno del climaterio tiene 
para la mujer debe considerarse desde el punto de vista de la valoración global que la mujer hace 
de su nivel de bienestar y que según las características del mismo la repercusión va a ser de uno u 
otro signo. 
 
Por otro lado, la terapia de Reemplazo Hormonal ha estado disponible para la mujer 
posmenopáusica por más de 60 años, proveyendo alivio de la sintomatología del climaterio6 
(síntomas vasomotores, trastornos del sueño, síndrome urogenital), los cuales pueden tener un 
impacto adverso sobre la calidad de vida, se considera el estándar de oro para el tratamiento de 
los síntomas menopáusicos y la osteoporosis, sin embargo su aplicación aún sigue en controversia, 
y los efectos de la terapia hormonal de reemplazo en la calidad de vida de la mujer en etapa de 
climaterio y menopausia no han sido bien documentados.37 
 
En nuestro país el tratamiento de esta temática ha sido escasa y existen pocas investigaciones 
orientadas a evaluar y /o medir por si misma la calidad de vida de la mujer durante la 
 33 
Postmenopausia, y más aún su relación con la Terapia de Reemplazo Hormonal. 
 
En el Hospital Central Norte de Petróleos Mexicanos no existe hasta el momento ninguna 
investigación orientada a evaluar la calidad de las mujeres postmenopáusicas de las pacientes 
atendidas en el servicio de Ginecología de nuestra institución y su relación con la toma o no de la 
Terapia de Reemplazo Hormonal. 
 
Por todo lo anterior descrito, surge la siguiente pregunta de investigación: 
 
¿Cuál es el nivel de calidad de vida relacionada a la salud de las pacientes postmenopáusicas con y 
sin terapia de reemplazo hormonal en la consulta externa de Ginecología del Hospital Central 
Norte de Petróleos Mexicanos? 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 34 
V. Justificación 
 
En las últimas décadas ha habido un extraordinario interés por todos los temas que afectan a la 
mujer alrededor de la menopausia y esto es debido a 2 fenómenos sociales del mundo actual, en 
primer lugar el aumento de la esperanza de vida, y en segundo lugar una vez mejorada la cantidad 
de vida, mejorar la calidad, puesto que vivir muchos no significa necesariamente vivir vidas más 
sanas. 
 
Los fundamentos de la promoción de la salud están comprendidos en los principios de salud para 
todos de la OMS: agregar vida a los años, no años a la vida. Hasta el momento actual el énfasis se 
ha puesto en la cantidad de vida y no en una preocupación por la calidad de la misma.38 Los 
sistemas de salud hasta ahora implementados son básicamente asistencialistas y no consideran la 
contención global de la mujer de edad avanzada. 
 
Las consecuencias de la Menopausia deben contemplarse desde la perspectiva de la calidad de 
vida relacionada a la salud, y esta constituye entonces un indicador para la valoración del impacto 
y de las consecuencias de las enfermedades sobre la percepción de salud de cada individuo, así 
como de los desenlaces de las intervenciones médicas en el proceso salud-enfermedad. Este 
indicador pretende evaluar aspectos de la enfermedad en relación con la vida diaria del paciente 
que la padece, considerando el modo como se ve afectada de forma holística e integral, abarcando 
entonces las dimensiones física, psicológica, social y funcional. Por otro lado, a diferencia de la 
mayoría de indicadores, la CVRS toma en cuenta la perspectiva del individuo, la cual es 
indispensable en la práctica clínica diaria y en la toma de decisiones médicas. (6) 
 
El hospital Central Norte de Petróleos Mexicanos es una unidad de referencia con una población 
extensa de pacientes postmenopáusicas atendidas diariamente en la consulta externa de 
Ginecología; al evaluar la calidad de vida de nuestras pacientes y el impacto de la Terapia de 
Reemplazo Hormonal sobre la misma, así como la identificación de factores que intervienen en el 
deterioro de la calidad de vida de la mujer durante la Postmenopausia; representa una 
oportunidad para comprender y precisar las necesidades en esta etapa de la vida de acuerdo a los 
aspectos o dimensiones afectadas, emprendiendo de esta forma intervenciones preventivas o 
terapeúticas para las repercusiones biopsicosociales de las manifestaciones clínicas de la 
Menopausia. 
 
Al conocer y evaluar la calidad de vida relacionada a la salud de las pacientes postmenopáusicas 
del Hospital Central Norte de Petróleos Mexicanos podremos contar con información para diseñar 
estrategias que puedan brindar a la población femenina en esta etapa de la vida una atención 
integral mejorando la calidad de vida de las mismas y siguiendo la línea de los fundamentos de la 
promoción de la salud de la OMS. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 35 
 
VI. Objetivos 
 VI.1 Objetivo General 
 
Evaluar la calidad de vida en mujeres postmenopáusicas con y sin Terapia de Reemplazo Hormonal 
en el Hospital Central Norte de Petróleos Mexicanos 2018. 
 
 VI.2 Objetivos Específicos 
 
Determinar el nivel de Calidad de vida específica en la mujer durante la Postmenopausia Tardía 
con y sin Terapia de Reemplazo Hormonal en el Hospital Central Norte de Petróleos Mexicanos 
2018. 
 
Comparar la Calidad de vida específica de las pacientes postmenopáusicas atendidas en la consulta 
externa de Ginecología del Hospital Central Norte de Petróleos Mexicanos durante el periodo 
Abril-Junio 2018 y su relación con la toma o no de la terapia de reemplazo hormonal (TRH). 
 
Analizar la calidad de vida relacionada con la salud en los cuatro dominios de la Escala Cervantes 
(menopausia y salud, psíquico, sexualidad y relación de pareja). 
 
Identificar el dominio más afectado en la calidad de vida de la mujer durante la Postmenopausia 
Tardía. 
 
Identificar el dominio más relacionado con buena calidad de vida en la mujer durante la 
Postmenopausia Tardía. 
 
Identificar qué factores intervienen en el deterioro de la calidad de vida de la mujer durante la 
Postmenopausia Tardía: Tabaquismo, alcoholismo, sedentarismo, Obesidad, enfermedades 
crónicas (Diabetes Mellitus,

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