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Características dos Potenciais Evocados Auditivos em Pacientes com Acúfeno Vascular

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
 DE MÉXICO 
 
 FACULTAD DE MEDICINA 
SECRETARIA DE SALUD 
INSTITUTO NACIONA DE REHABILITACIÓN 
LUIS GUILLERMO IBARRA IBARRA 
 
 CARACTERÍSTICAS ELETROFISIOLÓGICAS DE LOS 
POTENCIALES EVOCADOS AUDITIVOS DE TALLO 
CEREBRAL EN PACIENTES CON ACÚFENO VASCULAR 
PERTENECIENTES A LA CLÍNICA DE ACÚFENO DEL 
INSTITUTO NACIONAL DE REHABILITACIÓN LUIS 
GUILLERMO IBARRA IBARRA. 
 
 
 
T E S I S 
 
 
 QUE PARA OBTENER EL DIPLOMA DE MÉDICO ESPECIALISTA EN: 
 AUDIOLOGÍA, OTONEUROLOGÍA Y FONIATRÍA 
 
 
 P R E S E N T A : 
 
DRA. HILDA CONCEPCIÓN VICTORIO ARMENDÁRIZ 
 
PROFESOR TITULAR: 
 
DRA. XOCHIQUETZAL HERNÁNDEZ LÓPEZ 
 
ASESORES : 
 
DRA. LAURA HERNÁNDEZ GOMEZ 
DR. SERGIO DIAZ LEINES 
 
 
CIUDAD UNIVERSITARIA, CD. MX., 2018 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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 1 
 
DRA. MATILDE L. ENRIQUEZ SANDOVAL 
DIRECTORA DE EDUCACIÓN EN SALUD 
 
 DRA. XOCHIQUETZAL HERNÁNDEZ LÓPEZ 
SUBDIRECTORA DE EDUCACIÓN CONTÍNUA 
PROFESOR TITULAR 
 
 DR. ROGELIO SANDOVAL VEGA 
JEFE DE SERVICIO DE EDUCACIÓN MÉDICA 
 2 
 
DRA. LAURA HERNÁNDEZ GOMEZ 
ASESOR CLÍNICO 
 
DR. SERGIO DIAZ LEINES 
ASESOR CLÍNICO 
 
 
 
 
 
 
 3 
Tabla de contenido 
Introducción ........................................................................................................... 5 
Definición ............................................................................................................... 5 
Clasificación .......................................................................................................... 5 
Epidemiología ........................................................................................................ 6 
Fisiología................................................................................................................ 6 
Etiología ................................................................................................................. 9 
Evaluación ........................................................................................................... 10 
Tratamiento .......................................................................................................... 11 
Potenciales evocados auditivos de tallo cerebral ............................................ 11 
Definición del problema ...................................................................................... 16 
Justificación: ....................................................................................................... 17 
Hipótesis Alterna ................................................................................................. 18 
Objetivo General .................................................................................................. 18 
Objetivo específicos ........................................................................................... 18 
Material y métodos .............................................................................................. 18 
Consideraciones éticas ...................................................................................... 20 
Resultados ........................................................................................................... 21 
Discusión ............................................................................................................. 31 
Conclusiones ....................................................................................................... 32 
Bibliografia ........................................................................................................... 33 
 
 
 
 
 
 
 
 4 
 
 
 5 
Introducción 
El acufeno, también denominado tinnitus, no representa una enfermedad por sí 
solo. Se trata de un síntoma muy habitual tanto en las consultas de atención 
primaria como en los servicios de otorrinolaringología y audiología. Con el 
desarrollo de la tecnología y las pruebas de imagen se ha comprobado que el 
acúfeno no es una alteración exclusivamente coclear, sino un trastorno que puede 
deberse tanto a la afectación de la vía auditiva, así como a las áreas del sistema 
nervioso central (SNC) que se encuentran relacionadas con el fenómeno de la 
audición. (1) 
Definición 
El acúfeno es la percepción de sonido en ausencia de una señal simultánea 
acústica o eléctrica. En 1996 Jastreboff y Hazell enunciaron la teoría 
neurofisiológica del acúfeno, según la cual este sería ―la percepción de un sonido 
resultante exclusivamente de actividad dentro del sistema nervioso, sin ninguna 
actividad mecánica vibratoria coclear correspondiente‖. El acúfeno es una 
percepción sonora, un fenómeno psicosensorial experimentado en el córtex 
auditivo, por lo que todo acúfeno es analizado, interpretado y procesado en el 
sistema nervioso central indistintamente del mecanismo que lo produzca. Por lo 
tanto el acúfeno sería el resultado de una actividad aberrante producida en una o 
varias localizaciones de la vía auditiva desde la cóclea hasta la corteza cerebral, 
que es procesada de modo anómalo y que es interpretado erróneamente por los 
centros superiores como un ruido. Se hacen patentes cuando alcanzan una 
intensidad que supera el enmascaramiento del sonido ambiental que nos rodea. (2) 
Clasificación 
Tradicionalmente se consideran dos tipos de acúfenos: 
I) Subjetivo [95%]: sentido como propio en ausencia de toda estimulación exterior 
y no percibidos por los demás o el médico examinador (3). 
II) Objetivo [5%]: sentido como propio y percibido por el examinador. Generado por 
fuentes ajenas al oído, pues tienen una causalidad mecánica externa, como son 
los fenómenos hidrodinámicos en las patologías vasculares (arteriosclerosis, 
tumor glomus yugular, shunt-arterio- venoso, bucle arterial anormal en el canal 
auditivo interno, hipertensión arterial), o bien elementos mecánico- compresivos 
(tumoral, problemas de la 1º y 2º vértebra cervical o de la articulación témporo-
mandibular) (4). 
En realidad los acúfenos objetivos deberían considerarse pseudo-acúfenos 
denominándose ―somatosonidos‖ y es probable que encontrando el diagnóstico y 
etiología correcta, tratando las mismas se disminuya o desaparezca el acúfeno. (2) 
 6 
Epidemiología 
Según la American Tinnitus Association, el acúfeno grave representa el tercer 
síntoma más incapacitante que puede sufrir un individuo, después del dolor 
intenso y los trastornos del equilibrio (5). La prevalencia real de los acúfenos es 
difícil de precisar. Los sufren el 10-17% de la población mundial (6). Se estima que 
en los Estados Unidos los acúfenos afectan a unos 40 millones de personas, y la 
cuarta parte los padece de forma intensa. La Asociación Canadiense de Acúfenos 
contabiliza cinco millones de casos, equivale al 25% de la población. 
El 85% de las enfermedades otológicas se acompañan de acúfenos. Según 
estudios llevados a cabo en Gran Bretaña, el35 % de la población en los países 
industrializados ha padecido acúfenos de algún tipo (5). En un 5% de modo 
moderado y en un 1% es intenso con repercusiónmuy importante sobre la calidad 
de vida (4). La prevalencia pediátrica es más difícil de valorar, estimándose 
presente en el 25% de niños con hipoacusia (7). 
Son más frecuentes a partir de la quinta década de la vida con similar incidencia 
en ambos sexos. Se ha demostrado que el factor más influyente en su aparición 
es el grado de hipoacusia neurosensorial. Mientras que la edad, exposición al 
ruido y nivel socioeconómico parecen actuar como factores de riesgo de 
hipoacusia; teniendo en cuenta el envejecimiento de la población, los acúfenos 
serán un problema de consulta cada vez más frecuente .La localización del 
acúfeno es variable. Más de un 50% de los pacientes lo refiere en ambos oídos, 
cerca de un 35% lo padece en uno solo y un 15% lo sitúa en la cabeza. (8). 
Fisiología 
Teorías fisiopatológicas de los Tinnitus: 
Existen probablemente distintos mecanismos de generación de los acúfenos, una 
persona puede tenerlos por varios mecanismos combinados, sin embargo, 
ninguna de las teorías puede explicar por sí sola el complejo mecanismo de los 
acúfenos. De lo publicado por varios investigadores resulta que para que un 
tinnitus pueda ser percibido requiere la coexistencia de al menos dos elementos 
funcionales: 
1.Un origen, que puede ser periférico o central 
2. Un sitio de percepción central, que permita la integración cortical y la percepción 
consciente del acúfeno. (9) 
Dado que no siempre una lesión periférica desarrolla necesariamente un acúfeno 
es probable que puedan diferenciarse dos componentes: una afectación orgánica 
(estadísticamente la lesión periférica es más frecuente que la central) y un 
 7 
padecimiento emocional que tiene un componente central, aun cuando esta 
división no sea siempre evidente (10). 
Si bien existen múltiples teorías, se referirá a las dos que en la actualidad están 
más aceptadas: 
1. El modelo neurofisiológico modulador: propuesto por Jastreboff y Hazell (12) y 
estudiado por Dauman (13) supone que en todo acúfeno, con independencia de su 
origen, hay ―un componente regulador central‖ responsable de su perpetuación, 
tolerancia o adaptación. La aparición y persistencia del acúfeno dependen de la 
interacción de varias áreas del SNC. Figura 1 
Figura 1. Modelo neurofisiológico propuesto por Jastreboff y Hazell (12)
 
Aquí juega un rol central el área cerebral predominante en determinados 
pacientes, para que las señales auditivas se puedan tolerar o bien se transformen 
en acúfenos permanentes. Los que utilizan la corteza prefrontal logran a la larga 
una habituación a los acúfenos (mediante una respuesta refleja condiciona 
inhibitoria), mientras que quienes utilizan predominantemente el circuito límbico 
(particularmente la amígdala) y activan también el Sistema Nervioso Autónomo, 
padecen los acúfenos a nivel central y los hacen persistir en el tiempo, 
cronificando el sufrimiento (Husain F. et al.) (1). 
2. La actividad aberrante: Es otro modelo fisiopatológico y considera que el 
acúfeno sería el resultado de una ―actividad anormal‖como descargas 
epileptiformes, producidas en una o varias localizaciones de la vía auditiva desde 
la cóclea hasta la corteza cerebral, que es procesada de modo anómalo, siendo 
interpretada erróneamente por los centros superiores como un ruido. Y se hacen 
presentes cuando alcanzan una intensidad tal que supera el enmascaramiento del 
ruido ambiente que nos rodea (2,13). 
Por otra parte, las conexiones a partir del colículo inferior con las áreas corticales 
asociativas y el eje límbico - hipotálamo y amígdala cerebolosa - explicarían la 
presencia de otros síntomas acompañantes como ansiedad, depresión, miedo, 
 8 
preocupación e irritabilidad que tan asociados están en los pacientes con acúfenos 
y que se correlacionan con el modelo neurofisiol—gico de Jastreboff y Hazel. 
Además la persistencia de una ―señal aberrante‖ o ―tinnitus‖y del cortejo 
acompañante de síntomas neuro-vegetativos, manifiestados como una respuesta 
del sistema nervioso central autónomo, se vinculan al estado de alerta generado 
en algunos pacientes junto con el componente psicoemocional. Se ha observado 
que la implicancia de los factores emocionales magnifican la percepción y 
perpetúan el acúfeno. El cerebro está en especial alerta frente a las señales que 
puedan suponer un riesgo vital. Cuando el acúfeno es interpretado como una 
amenaza para la calidad de vida del individuo (creencia de padecer un tumor 
cerebral), es más incapacitante y persistente (14). 
Existen similitudes entre la fisiopatología del acúfeno y la hiperacusia, siendo muy 
habitual la presencia de ésta en los pacientes aquejados de dicho síntoma. La 
hiperacusia se define como la reducción del umbral de tolerancia a los sonidos 
ambientales menor a 90dB en dos o más frecuencias. Los mecanismos implicados 
en su génesis, incluyen alteraciones en la amplificación y regulación de la 
actividad de las céulas ciliadas externas y desórdenes en el procesamiento central 
del sonido, implicando niveles subcorticales (15). 
En forma de esquema se resumen las teorías fisiopatológicas de la actualidad, 
representadas en la Figura 2 (16) 
. 
 
 9 
Etiología 
Los acúfenos pueden estar producidos por múltiples causas. Podemos 
clasificarlas en: 
-Agnogénicas. En el 50% de los casos no es posible conocer la etiología. 
-Fisiológicas. Determinados sonidos fisiológicos pueden ser detectados por 
individuos normooyentes en un ambiente silencioso. 
- Congénitas. Producidas por trastornos genéticos o por anomalías malformativas 
del oído . (17) 
- Infecciosas. La ocupación del oído medio por moco o secreción purulenta puede 
ser en si mismo un factor favorecedor de la percepción de acúfenos 
-Neoplásicas. Exostosis, osteomas, carcinoma de células escamosas, basaliomas, 
el colesteatoma, el tumor glómico, neurinomas del VIII par craneal, neurinomas de 
VII par craneal, meningiomas y neoplasias del sistema nervioso central, pueden 
dar lugar a la aparición de acúfenos por distintos mecanismos. (18) 
-Neurológicas. Contracciones musculares clónicas de los músculos del paladar, de 
la trompa de Eustaquio, tensor del tímpano o tensor del estribo pueden dar lugar a 
sonidos de baja intensidad pero audibles para el individuo y en ocasiones para el 
examinador. La desmielinización de la vía auditiva en la esclerosis múltiple 
también es causa de acúfenos. (14) 
- Vasculares. Aneurismas, carótida dehiscente o anatómicamente más elevada, 
hipertensión intracraneal benigna, hipertensión arterial, arteriosclerosis carotídea o 
subclavia, malformaciones y fístulas arterio-venosas (es la causa más frecuente 
de acúfeno pulsátil con otoscopia normal), bulbo yugular dehiscente, persistencia 
de la arteria estapedial y la isquemia coclear entre otras pueden ser responsables 
de la aparición de acúfenos, siendo estos en muchas ocasiones pulsátiles. (19) 
Aunque se observan acúfenos, vértigo y pérdida auditiva unilateral (HL) en una 
amplia variedad de enfermedades, en algunos casos, estos síntomas pueden 
representar el cuadro clínico de un compresión neurovascular del nervio 
cocleovestibular (CVN) . 
La arteria ántero-cerebelosa inferior (AICA) es el vaso más frecuentemente 
involucrado generalmente se encuentra en contacto con la parte cisternal del CVN, 
determinando sus manifestaciones clínicas. Un bucle vascular del AICA que se 
extiende hacia el canal auditivo interno (IAC) se encuentra en aproximadamente el 
50% de los individuos normales; sin embargo, puede ser una causa rara de 
conflicto neurovascular CNV. No solo los conflictos intrametales AICA-CVN 
 10 
muestran características fisiopatológicas específicas, sino que su tratamiento 
quirúrgico también es invariablemente desafiante (20) 
Evaluación 
En la reunión de ―Tinnitus Research Initiative‖ (TRI), celebrada en julio de 2006 en 
Regensburg (Alemania) se llegó a un consenso para la valoración delpaciente con 
acúfenos y la medición de los resultados de los tratamientos aplicados. Al 
momento de valorar un acúfeno, deben establecerse guías para su correcta 
identificación (4). 
Los acúfenos pueden representar procesos etiológicos muy variados. Siempre es 
necesaria una evaluación general y exhaustiva del paciente. 
I) Historia Clínica – Anamnesis enfocadas a acufeno. 
II) Examen y pruebas fundamentales– 10 puntos combinables según criterio de la 
investigación. 
1) Exploración fisca completa 
2) Examen Clínico General. Descartar patologías metabólicas, endócrinas, 
vasculares, neurológicas, genéticas 
3) Exploración de articulación temporo-mandibular 
4) Audiometría tonal 
5) Audiometría de Alta frecuencia 
6) Logoaudiometría 
7) Impedanciometría-Timpanometría 
8) Emisiones otoacusticas 
9) Potenciales evocados 
10) Acufenometría (6) 
 
Potenciales evocados auditivos de tronco cerebral (PEATC). Permiten descartar la 
presencia de enfermedad retrococlear o centrales altas, aunque el diagnóstico 
definitivo quedará supeditado a una prueba de imagen. (21) 
III) Exámenes y pruebas secundarias. El Eco-doppler color de troncos supra-
aórticos para valorar el estado de estos vasos y posibles estenosis. Tomografía 
computarizada (TC). Indicada para valorar alteraciones óseas y su extensión 
(enfermedad de Paget, glomus timpánico, otosclerosis) Resonancia magnética 
(RM). Esta técnica de elección para la valoración de patología tumoral y 
desmielinizante a nivel del sistema nervioso central. En muchas ocasiones la TC y 
la RM son pruebas complementarias que aportan información necesaria para 
llegar al diagnóstico final y el tratamiento. (22) 
 11 
IV) Cuestionarios adicionales. Se puede hacer una valoración de la gravedad del 
acúfeno y su repercusión en la calidad de vida del individuo. Se utilizan 
cuestionarios de incapacidad. Uno de los más difundidos es el Tinnitus Handicap 
Inventory (Newmann & Jacobson). Para la evaluación psicoemocional del tinnitus 
es práctica la Guía de Graduación de Severidad de Mc Combe (2001) que los 
clasifica en: 
Grado 1: muy leve 
Grado 2: leve 
Grado 3: moderado 
Grado 4: severo 
Grado 5: catastrófico 
 
Tratamiento 
No existe un único tratamiento que abarque todas las formas de acúfenos. La 
terapéutica actual para tinnitus incluye tratamientos: 
A. Sonoros 
B. Psicológicos 
C. Farmacológicos 
D. Físicos 
E. Quirúrgicos (23) 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 12 
Potenciales evocados auditivos de tallo cerebral 
 
Los Potenciales Evocados (PE) presentan las respuestas a la aplicación de 
estímulos sensoriales específicos extrínsecos; en teoría cualquier estímulo 
externo aplicado a los receptores sensoriales viaja a través de los nervios 
hasta el sistema nervioso central, registrándose a lo largo de su transmisión 
como respuestas evocadas. (24) 
Fue Davis quien en 1939 describió por primera vez las modificaciones en el 
EEG cuando a un sujeto se aplicaba un estímulo de tipo auditivo; a estas 
respuestas las denominó complejos K o Potenciales del vertex. La respuesta 
a un sonido, registra una serie de 15 deflecciones que ocurre en los 300 ms 
siguientes al estímulo. Se distinguen por su tiempo de latencia: a) entre 0 y 
8 ms: tempranos o del Tallo Cerebral, b) entre 8 y 50 ms: medios y c) de más 
de 50 ms: tardíos o corticales (corresponden a los complejos K de Davis). (25) 
Estas respuestas se producen a lo largo de toda la vía auditiva y de la 
corteza cerebral; sólo hasta el año de 1958, los avances de la electrónica, 
facilitaron la obtención de las primeras respuestas auditivas evocadas y hacia 
1963, Davis utilizó las respuestas del vertex como un método objetivo de 
audiometría. Los potenciales del vertex se producían en la corteza y se veían 
afectados por las variables del sujeto tales como el sueño, la colaboración, 
efectos de fármacos y estado de conciencia. (26) 
En 1970, Jewett y col. descubrieron una serie de 5 o más deflecciones durante 
los 10 ms después del estímulo las cuales son conocidas con los nombres de 
Potenciales Evocados Auditivos del Tallo Cerebral (PEATC), o audiometría 
del Tallo Cerebral, o audiometría de respuestas eléctricas. (27) 
Origen de las ondas de los PEATC 
Las ondas que configuran los PEATC tienen un sitio reconocido de origen y 
por ello, la ausencia de una o varias de estas ondas determina el sitio de la 
lesión. Es así como se registran seis tipos de ondas diferentes 
ONDA I: representa el potencial de acción de las partes más distantes del VIII par, 
ONDA II: es una respuesta compleja generada por las partes más proximales del 
VIII par y posiblemente por los núcleos cocleares y cuerpo trapezoide, ONDA III: 
se origina en el puente probablemente en el complejo olivar superior, ONDAS 
IV y V: de Hashimoto, Achor y Starr sostienen como punto de origen el puente 
(lemnisco lateral) y Jewett sostiene que la Onda V se origina en el colículo 
inferior. Recientes estudios refieren que la onda V se origina en la parte superior 
de la protuberancia o en el área inferior del mesencéfalo (leminisco lateral o 
 13 
colículo inferior) ONDAVI: representa la actividad del cuerpo geniculado medio 
(tálamo) (28,29). 
Parámetros utilizados para la evaluación de los PEATC 
Las características principales de los PEATC que se utilizan en la evaluación 
clínica son las ondas I, III y V. Las demás ondas (III, IV, V y VII) casi siempre 
muestran una constancia menor aún en individuos normales. Por tanto, estas 
últimas no se utilizan para la interpretación clínica (Markand, 1994; Owen 1998). 
(30) 
Los parámetros utilizados en la evaluación clínica incluyen: 
1. Latencias absolutas de la onda I, III y V 
2. Latencias inter-onda I-III, III-V y I – V 
3. Las amplitudes de las ondas I y V 
4. La relación de amplitud de las ondas I y V 
5. La función latencia intensidad 
6. La diferencia entre las latencias interaurales 
7. La respuesta a cambios en frecuencia de presentación de los estímulos(31) 
Latencia absoluta. Las latencias absolutas de las ondas que conforman los 
PEATC medidas desde la aplicación del estímulo al vértice de la onda proveen un 
fundamento clínico importante para la interpretación. Sin embargo, no siempre 
son determinantes porque existen múltiples factores que pueden afectar su 
magnitud (intensidad del estímulo, edad y sexo). (32) 
Latencias inter-onda. Las latencias inter-onda generalmente se definen como los 
periodos entre los puntos máximos entre una onda y otra. Las latencias inter-onda 
de las ondas I-III, III-V deben ser aproximadamente de 2.0 ms y el intervalo inter-
onda I-V debe ser alrededor de 4.0 ms tomando en cuenta el límite de la 
desviación normativa de latencia absoluta, aquel de las latencias inter-ondas es 
aproximadamente de +/- 0.4 ms (Owen 1998). 
La latencia inter-onda I-III representa la conducción de la parte proximal del VIII 
PC al segmento caudal de la vía auditiva de tallo cerebral, mientras que la latencia 
inter-onda III-V es un indicador de la conducción en el área rostral de la región del 
puente y de la porción de la vía auditiva en el mesencéfalo. El intervalo I-V 
representa la totalidad de la conducción central a través del tallo cerebral. (33) 
Amplitud de las ondas I-V la medición de las amplitudes I-V generalmente se hace 
a partir del pico de la onda hasta el punto más bajo de la negatividad que sigue al 
pico. Las amplitudes absolutas de las ondas individuales que conforman los 
 14 
PEATC son tan importantes en la evaluación clínica debido a la variabilidad 
marcada entre sujetos. (29) 
Relación entre amplitudes de onda V y I, generalmente la proporción entre la onda 
V y la onda I (V-I) se utiliza parala interpretación clínica. Éste indicador relativo ha 
mostrado su utilidad para la identificación de anomalías de amplitud de los 
PEATC. En pacientes con funciones cocleares normales, la amplitud de la onda V 
debe ser igual o mayor que la amplitud de la onda I. Por tanto, la función 
característica es mayor o igual que uno. (34) 
Función latencia intensidad, cuando la intensidad del estímulo disminuye de 90 dB 
a 60 dB nivel de audición normativa (NAn) [Hearing Level Normal (HLn)] la latencia 
de todas las ondas tienen que aumentar lentamente. Diferencias entre las 
latencias interaural, cuando la sensibilidad auditiva periférica es similar en ambos 
oídos la latencia de la onda V de cada oído debe ser similar. Cuando existe una 
diferencia en el valor de la latencia V entre los oídos que sea mayor de 0.4ms 
probablemente existe una anomalía. (31) 
Respuesta a cambios en la frecuencia de presentación de estímulos, en sujetos 
normales la latencia de la onda V tiende a incrementarse cuando la frecuencia del 
estímulo aumenta, de alrededor de 10 estímulos por segundo a 100 estímulo por 
segundo. Se considera normal un aumento de latencia de la onda V de 
aproximadamente 0.5 ms. Un incremento del valor de 0.7 a 0.8ms se considera 
anormal. (35) 
Los PEATC en el diagnóstico de problemas auditivos en el adulto. 
Patologías audiológicas, los PEATC son una herramienta valiosa para el 
diagnóstica de pérdidas auditivas conductivas, cocleares y retrococleares (Picton, 
1990). Las pérdidas conductivas producen una curva latencia – intensidad con 
una pendiente casi igual a los sujetos casi normales, pero desplazada a la derecha 
fuera del intervalo normal en forma proporcional a la pérdida auditiva. 
En caso de una pérdida coclear la latencia de la onda V está dentro de los límites 
normales en altas intensidades pero se prolongan rápidamente a intensidades 
más bajas para quedarse fuera del intervalo normal, o sea, se pierde la onda V 
repentinamente a intensidades más bajas. (36) 
Las pérdidas auditivas debidas a problemas retrococleares también desplazan la 
curva latencia-intensidad hacia la derecha; para diferenciar éste patrón auditivo 
con respecto al de patología conductiva es necesario tomar en cuenta la latencia 
inter-onda I a V, debe de estar prolongada (Möller y Möller 1990). 
 15 
La presencia de uno o más de los siguientes resultados se considera como 
evidencia de una disfunción retrococlear: 
1. Ausencia de todas las ondas I a V del PEATC, cuando no se puede explicar 
por la presencia de una hipoacusia profunda identificada por examen 
audiométrico. 
2. Ausencia de todas las ondas que siguen a la onda I, II o III 
3. Prolongación anormal de las latencias interonda I-III, III-V y/o I-V (nótese 
que la latencia inter-onda I-V se encuentre dentro de los límites normales. 
4. Disminución anormal de la relación entre las amplitudes de las ondas V y I 
(V/I) especialmente si se acompaña de otras alteraciones. 
5. Aumento anormal en las diferencias interaurales de las latencias inter-onda 
I-III, III-V y/o I-V que no se pueden explicar por patologías que afecten a un 
solo oído o por pérdidas auditivas asimétricas detectadas 
audiométricamente. (37) 
Usos clínicos de los PEATC en la evaluación neurológica del adulto 
Un factor central en la aplicación de los PEATC, en el diagnostico neurológico, es 
que estos rebelan solo anomalías funcionales pero no indican lugares patológicos 
específicos. Por tanto, los PEATC tienen gran utilidad en bastantes situaciones 
clínicas incluyendo los siguientes: coma, muerte cerebral, trastornos 
degenerativos, enfermedad desmielinizantes, procesos infecciosos, alteraciones 
metabólicas, tumores de ángulo pontocerebeloso, tumores no asociados con él y 
VIII PC, gliomas, tumores cerebelosos que invaden el tallo, lesiones 
parenquimatosas, lesiones post-traumáticas del tallo, desordenes vasculares que 
comprometen al tallo cerebral (hemorragia pontina, infarto del tallo cerebral), 
monitoreo transoperatorio que se realiza durante la anestesia y cirugía, monitoreo 
durante la administración de drogas tóxicas, etc. (38) 
En la evaluación de los desórdenes neurológicos, el diagnóstico se enfoca casi 
siempre hacia dos categorías que dan la ubicación topográfica del daño: 
1. Aquellas que comprometen al VIII PC y la porción caudal de tallo cerebral 
2. Las lesiones que afectan la porción rostral del tallo cerebral (Stockard et. 
Al., 1992) 
 
 
 
 
 16 
Definición del problema 
Los Potenciales Evocados Auditivos de Tallo Cerebral (PEATC) representan las 
respuestas bioeléctricas generadas a partir de un estímulo acústico transitorio en 
el sistema auditivo nervioso central a la altura del tronco cerebral. En los pacientes 
con acufeno permiten descartar la presencia de enfermedad retrococlear o 
centrales altas, sin embargo y bajo esta importancia no se cuenta con estudios 
que describan las alteraciones que se pueden encontrar en el trazo 
electrofisiológico. 
 
Pregunta de investigación 
¿Cuáles son características en el trazo electrofisiológico de los potenciales 
evocados auditivos de tallo cerebral en pacientes con acufeno de etiología 
vascular? 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 17 
Justificación: 
El acúfeno se define como la percepción consciente de una sensación sonora en 
ausencia de un estímulo externo que lo produzca. Este síntoma audiológico, 
afecta del 7 al 19% de la población adulta. Los potenciales evocados auditivos de 
tallo cerebral son una herramienta que se utiliza en el protocolo de estudio de 
acufeno. Según la American Tinnitus Association, el acúfeno grave representa el 
tercer síntoma más incapacitante que puede sufrir un individuo, después del dolor 
intenso y los trastornos del equilibrio, los sufren el 10-17% de la población 
mundial. Se estima que en los Estados Unidos los acúfenos afectan a unos 40 
millones de personas, y la cuarta parte los padece de forma intensa. La Asociación 
Canadiense de Acúfenos contabiliza cinco millones de casos, equivale al 25% de 
la población. El 85% de las enfermedades otológicas se acompañan de acúfenos. 
Según estudios llevados a cabo en Gran Bretaña, el 35 % de la población en los 
países industrializados ha padecido acúfenos de algún tipo. En un 5% de modo 
moderado y en un 1% es intenso con repercusión muy importante sobre la calidad 
de vida. Los potenciales evocados auditivos de tallo cerebral permiten descartar la 
presencia de enfermedad retrococlear o centrales altas no han sido descritas las 
características ni las alteraciones en el trazo electrofisiológico de los potenciales 
evocados auditivos de tallo cerebral en los pacientes con acúfeno de etiología 
vascular, que pudiesen presentar un perfil característico. En el Instituto Nacional 
de Rehabilitación Luis Guillermo Ibarra y Barra contamos con todos los recursos 
humanos, materiales y económicos para llevar cabo el estudio, además de contar 
con una clínica destinada al manejo del acufeno que minimiza la pérdida de los 
sujetos de estudio y realiza de forma puntual el protocolo de estudio en pacientes 
con este padecimiento. 
 
 
 
 
 
 
 
 18 
 
Hipótesis Alterna 
Existen alteraciones en el trazo electrofisiológico de los potenciales evocados 
auditivos de tallo cerebral en pacientes con acufeno de tipo vascular. 
Hipótesis Nula 
No existen alteraciones en el trazo electrofisiológico de los potenciales evocados 
auditivos de tallo cerebral en pacientes con acufeno de tipo vascular 
Objetivo General 
Determinar cuáles son las características electrofisiológicas que se presentan en 
pacientes con acufeno vascular. 
Objetivo específicos: 
Establecer las características electrofisiológicas de acuerdo a la amplitud de los 
componentes fundamentales registrados (ondas I, III y V) 
Describir las características electrofisiológicas de acuerdo con las latencias 
absolutas de loscomponentes fundamentales registrados (ondas I, III y V) 
Determinar la duración de los intervalos inter-ondas I-III, III-V y I-V. 
Material y métodos: 
Tipo de estudio: Retrospectivo, descriptivo, transversal. 
Tipo de muestreo: Muestreo censal (no probabilístico por casos consecutivos) 
Criterios de Inclusión: Se seleccionarán los expedientes de pacientes 
diagnosticados con acúfeno unilateral o bilateral, pulsátil, de etiología vascular que 
cuenten con estudio de resonancia magnética, de ambos sexos, con edades 
comprendidas entre los 20 y 60 años, con expediente electrónico completo, 
historia clínica, anamnesis, otoscopia, audiometría y estudio de potenciales 
evocados auditivos de tallo cerebral que hayan asistido a la clínica de acufeno del 
servicio de audiología del Instituto Nacional de Rehabilitación Luis Guillermo Ibarra 
Ibarra(INR-LGII), durante el periodo comprendido de enero a diciembre de 2017. 
Criterios de exclusión: 
Se excluirán los expedientes de pacientes padecieran hipoacusia superficial, 
media, severa o profunda uni o bilateral; que presenten enfermedades 
neurodegenerativas (esclerosis múltiple, esclerosis lateral amniotrófica, 
parkinson)epilepsia en todas sus variantes, tumoraciones de angulo 
pontocerebeloso, y tumoraciones vasculares. 
 19 
Criterios de eliminación: 
Se eliminarán los expedientes de pacientes donde no se hubiera concluido el 
estudio de potenciales evocados auditivos de tallo cerebral. 
Procedimiento 
Se revisaran los expedientes clínicos electrónicos de los pacientes seleccionados 
mediante el Sistema Automatizado de Información Hospitalaria (SAIH); según los 
criterios de inclusión, exclusión y eliminación. 
Variables a analizar: 
Potenciales Evocados auditivos de tallo cerebral. 
Componentes I, III, V: 
ONDA I: representa el potencial de acción de las partes más distantes del VIII par, 
ONDA III: se origina en el puente en el complejo olivar superior ONDA V: se 
origina en la parte superior de la protuberancia o en el área inferior del 
mesencéfalo (leminisco lateral o colículo inferior) 
Latencias absolutas: Tiempo en milisegundos transcurrido entre la presentación 
del estímulo y la aparición de la onda. 
Onda I 1.5 a 1.8 ms, Onda III 3.5 a 3.8 ms, Onda V 5.5 a 5.8 ms 
Componentes: I-III, III-V, I-V: 
Intervalos Inter-onda: Tiempo transcurrido entre la aparición de las diferentes 
ondas, las más importantes I-III, III-V y I-V, se considera como normal un valor de 
2 ms (+/-0.2 ms) para los dos primeros, y de 4.0 ms (+/-0.2 ms) 
Amplitud de Onda: Onda V directamente proporcional al estímulo 
Acúfeno de etiología vascular (somatosonido pulsátil): aquellos que puedan ser 
secundarios a aneurismas, carótida dehiscente o anatómicamente más elevada, 
hipertensión intracraneal benigna, hipertensión arterial, arteriosclerosis carotídea o 
subclavia, malformaciones y fístulas arteriovenosas (es la causa más frecuente de 
acúfeno pulsátil), bulbo yugular dehiscente, persistencia de la arteria estapedial y 
la isquemia coclear entre otras pueden ser responsables de la aparición de 
acúfenos, siendo estos en muchas ocasiones pulsátiles. 
Edad: número de años cumplidos al momento de revisar el expediente 
 20 
Género: expresión fenotípica de características sexuales secundarias 
correspondientes a XX o XY. 
Enfermedades neurodegenerativas: Las enfermedades neurodegenerativas 
constituyen un grupo heterogéneo de enfermedades que afectan al sistema 
nervioso central (SNC) y se caracterizan por una pérdida neuronal progresiva en 
áreas concretas cerebrales o sistemas anatomofuncionales. Como esclerosis 
lateral amiotrófica (ELA) y la enfermedad de Parkinson (EP), así como la 
esclerosis múltiple (EM). 
Asi como epilepsia, tumoraciones de ángulo cerebeloso, tumoraciones vasculares 
adyacentes. 
Análisis estadístico: Para la estadística descriptiva de variables cuantitativas se 
utilizará la media como medida de tendencia central, así como varianza y 
desviación estándar como medidas de dispersión. Para las variables cualitativas 
se utilizarán frecuencias y porcentajes. Como medida de asociación se utilizará 
razón de momios entre las variables dependientes e independientes. 
 
Consideraciones éticas 
De acuerdo con el Artículo 17 de la Ley General de Salud en materia de 
investigación para la salud. Se considera este estudio con un riesgo menor al 
mínimo, por lo que no se precisa requerir carta de consentimiento informado. 
 
 
 
 
 
 21 
Resultados: 
 Se revisaron los expedientes clínicos electrónicos de 360 pacientes 
mediante el Sistema Automatizado de Información Hospitalaria (SAIH); en un 
periodo comprendido de enero a diciembre de 2017, con diagnóstico de acufeno, 
según los criterios de inclusión y exclusión fueron seleccionados 43 
pacientes. 
De los 43 expedientes de pacientes seleccionados, 13 (30%) fueron hombres, y 
30 (70%) mujeres (Figura 1), con un promedio de edad de 46.79 ± 9.64 
(Figura 2). 
 
Figura 1. 
 
 
 
 
 
 
 
 
70% 
30% 
 
Proporción de género 
Mujeres
Hombres
 22 
Figura 2 
 
 
El acúfeno pulsátil unilateral se encontró en 31 pacientes de los cuales el acufeno 
de lado derecho se presentó en 15 pacientes (48.39%) e izquierdo en 16 
(51.61%), y manera bilateral en 12 pacientes restantes. (Figura 3) 
 
 
 
 
 
 
 
 23 
Figura 3. 
 
 
 
 
 
 
 
 
Se encontró asa vascular contactante en 38 de los 43 pacientes seleccionados 
que representa el 88.37% del total, mientras que únicamente en 5 pacientes no 
hubo evidencia de la misma (11.63%). En 25 de los 38 pacientes con asa vascular 
contactante, ésta se presentó en forma unilateral (65.79%), en tanto que en 13 
pacientes ocurrió de manera bilateral (34.21%). (Figura 4) 
 
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18
Derecho
Izquierdo
Bilateral
Derecho Izquierdo Bilateral
Lateralidad 15 16 12
Lateralidad del acúfeno 
 24 
Figura 4. 
 
 
En cuanto a la asociación entre asa vascular contactante y el género, se encontró 
una asociación positiva OR=4.2 para el sexo femenino. (Cuadro 1) 
Cuadro 1. 
Riesgo de asa vascular por género 
 Presencia asa vascular Ausencia asa vascular 
Mujeres 28 2 84 
Hombres 10 3 20 
 OR= 4.2 
 
Con relación a las características del trazo electrofisiológico de los potenciales 
evocados auditivos de tallo cerebral se encontraron latencias absolutas de las 
ondas I, III y V dentro de los parámetros de normalidad en el 100% de los 
pacientes. (Cuadro 2). 
 
 
 
 
 25 
Cuadro 2 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Para las latencias de onda V, se encontraron alteraciones tanto uni como 
bilaterales en el alargamiento de las mismas en 25 pacientes de los 43 evaluados 
(58.13%). De estos 25 pacientes, se encontró alargamiento unilateral derecho en 
11 pacientes (44%), izquierdo en 3 pacientes (12%), y bilateral en 11 pacientes 
(44%). (Figura 5) 
 
 
 
 
 
 
 26 
 
 
Figura 5. 
 
 
 
 
Con relación entre el alargamiento de la latencia de onda V y la presencia de asa 
vascular contactante; de un total de 25 pacientes con alargamiento de la latencia 
de la onda V, 23 presentaron asa vascular contactante en forma general (92%),4 
de 11 pacientes para el lado derecho (36%), y 1 de 3 pacientes para el lado 
izquierdo (33%); y en 5 de 11 pacientes de forma bilateral (45%); por lo que en 
sólo 10 de ellos se presentó la misma ubicación del asa vascular contactante y el 
alargamiento de la onda V uni o bilateralmente (40%). (Figura 6) 
 
 
 27 
Figura 6. 
 
 
 
 
 
 
Referente a la relación entre el alargamiento de la latencia de onda V y la 
presencia de acúfeno; 5 de 11 pacientes para el lado derecho (45.45%), y 1 de 3 
pacientes para el lado izquierdo (33%); y en 3 de 11 pacientes de forma bilateral 
(27.27%); por lo que en sólo 9 de ellos se presentó la misma ubicación acúfeno y 
el alargamientode la onda V uni o bilateralmente (36%).La presencia de 
alargamiento de onda V, asa vascular contactante y acúfeno en la misma 
ubicación uni o bilateral, se presentó en 9 pacientes (36%). (Figura 7) 
 
 
 28 
Figura 7. 
 
Para el estudio de los intervalos inter-onda, en el intervalo III-V todos los pacientes 
se ubicaron dentro de parámetros de normalidad, mientras que se encontraron 
alteraciones en los intervalos, I-V y I-III. (Cuadro 3) 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 29 
 
 
 
 
 
 
De los 43 pacientes 13 pacientes presentaron alteraciones en el intervalo I-V 
(30.23%), de ellos 9 fueron unilaterales y 4 bilaterales; y en los 13 pacientes se 
encontró asa vascular contactante, sin embargo en sólo 5 de los 13 casos 
coincidió el lado con el intervalo alterado y el lado del asa vascular contactante; y 
sólo 4 coincidieron en la localización del acúfeno y el intervalo I-V. En sólo 2 
pacientes se presentaron simultáneamente el acúfeno, alargamiento y asa 
vascular contactante en la misma localización (15.38%). (Figura 8)
 30 
Figura 8. 
 
 
El alargamiento del intervalo interonda I-III se presentó en 16 de los 43 pacientes 
incluidos (37.20%), este alargamiento se presentó del mismo lado del asa vascular 
contactante y el acúfeno en 12 de los 16 pacientes (76%). (Figura 9). 
Figura 9. 
 
 
 31 
Discusión 
El presente trabajo describe las caracterisiticas de los potenciales auditivos 
evocados de tallo cerebral, aspectos como la lateralidad y tono del acúfeno 
(vascular) así como asa vascular contactante del VIII par craneal en pacientes 
que asistieron al INR-LGII (hospital de tercer nivel de la Ciudad de México) 
en el periodo comprendido entre enero y diciembre del 2017. 
El acúfeno grave representa el tercer síntoma más incapacitante que puede sufrir 
un individuo tras el dolor intenso y los trastornos del equilibrio según la American 
Tinnitus Association. De acuerdo a su etiología los aneurismas, carótida 
dehiscente o anatómicamente más elevada, hipertensión intracraneal benigna, 
hipertensión arterial, arteriosclerosis carotídea o subclavia, malformaciones y 
fístulas arterio-venosas (son la causa más frecuente de acúfeno pulsátil) (Sismanis 
A), y se para su protocolo de estudio se cuenta con diversas pruebas 
complementarias audiovestibulares donde se encuentra los potenciales evocados 
auditivos de tallo cerebral. Este estudio se encontró que de los pacientes con 
acufeno pulsátil, 88.37% del total presentaron asa vascular contactante , mientras 
que no hubo evidencia de la misma (11.63%), ésta se presentó en forma unilateral 
(65.79%), en tanto que de manera bilateral ocurrió (34.21%).Con relación a las 
características del trazo electrofisiológico de los potenciales evocados auditivos de 
tallo cerebral se encontraron latencias absolutas de las ondas I, III y V dentro de 
los parámetros de normalidad en el 100% de los pacientes. Para las latencias de 
onda V, se encontraron alteraciones tanto uni como bilaterales en el alargamiento 
de las mismas en (58.13%). Con relación entre el alargamiento de la latencia de 
onda V y la presencia de asa vascular contactante; se presentó en el (92%), (36% 
en el lado derecho, (33%) en el lado izquierdo; y en forma bilateral (45%); sólo el 
(40%) presentó la misma ubicación del asa vascular contactante y el alargamiento 
de la onda V uni o bilateralmente. 
Referente a la relación entre el alargamiento de la latencia de onda V y la 
presencia de acúfeno; para el lado derecho (45.45%), y para el lado izquierdo 
(33%); y en forma bilateral (27.27%); por lo que en sólo (36%) presentó la misma 
ubicación de acúfeno y el alargamiento de la onda V uni o bilateralmente. La 
presencia de alargamiento de onda V, asa vascular contactante y acúfeno en la 
misma ubicación uni o bilateral, se presentó en (36%). El alargamiento del 
intervalo inter-onda I-III se presentó en (37.20%), este alargamiento se presentó 
del mismo lado del asa vascular contactante y el acúfeno en un (76%). Por lo que 
se pudiera predecir la localización del asa vascular contactante en pacientes con 
acúfeno pulsátil. 
 32 
Conclusiones 
 Nuestro estudio demostró una alta prevalencia de asa vascular contactante 
como etiología del acúfeno pulsátil. 
 
 El género femenino representa un factor de riesgo con una asociación 
positiva superior a 4 veces más que el género masculino para la 
presentación de asa vascular contactante. 
 
 Es frecuente la alteración de la latencia de onda V de los potenciales 
evocados auditivos de tallo cerebral en pacientes con acúfeno y asa 
vascular contactante; sin embargo esta alteración no parece corresponder 
con el lado de la alteración anatómica ni el lado donde se presenta el 
acúfeno. 
 
 El intervalo inter-onda III-V no muestra alteraciones electrofisiológicas en 
pacientes con acúfeno y asa vascular contactante. 
 
 Los intervalos inter-onda I-V y I-III se encuentran alterados en una 
proporción similar en los pacientes con acúfeno y asa vascular contactante; 
sin embargo, la alteración del intervalo I-V coincide con muy baja frecuencia 
con el lado de presentación del asa vascular contactante y el acúfeno, en 
tanto que en la alteración del intervalo I-III tiene una alta proporción de 
presentación en el mismo lado del acúfeno y el asa vascular contactante. 
 
 El alargamiento del intervalo interonda I-III pudiera predecir la localización 
del asa vascular contactante en pacientes con acúfeno pulsátil. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 33 
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