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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
COLEGIO DE ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
INVESTIGACIÓN DOCUMENTAL DE FOTOGRAFÍAS
SOBRE EL CANAL DE PANAMÁ EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX
TESIS 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
LICENCIADA EN ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
P R E S E N T A:
KENNY DEYANIRA MOLINA MATEO
NÚMERO DE CUENTA: 9300356-0
ASESOR: DR. FERNANDO AGUAYO HERNÁNDEZ
MARZO DE 2012
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
Agradecimientos
Con cariño para Ede y Martín.
Para los tíos, Dolores y Pedro.
Con respeto y cariño, agradezco a mi asesor el Dr. Fernando Aguayo, a mis sinodales, el Dr. 
Alberto Betancourt, el Dr. Miguel Ángel Esquivel, la Lic. Araceli Leal, la Dra. Renata López y 
al Mtro. Samuel Hernández, por tomarse su tiempo en asesorarme y guiarme para que este 
trabajo de investigación fuera posible.
Un agradecimiento especial a la Dra. Lourdes Roca y al Dr. Fernando Aguayo, 
Investigadores del Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, por el apoyo 
académico que me brindaron durante el Servicio Social y posteriormente como becaria en el 
proyecto “Red Abierta de Bibliotecas Digitales o RABiD”, y en el proyecto Instituto 
Mora/CONACyT “Rescate de la memoria latinoamericana: preservación de imágenes y 
sistemas de información, acceso e investigación”.
Agradezco a la familia Romo Michaud, por la preservación y su interés invaluable para que 
se documentarán las reproducciones fotográficas de Centro América que se encuentran en 
su colección particular.
Agradezco a mis amigos y compañeros del Instituto Mora, ya que sin el conocimiento 
compartido no hubiera sido posible imaginar esta tesis. A Fernando Aguayo, Lourdes Roca, 
Araceli Leal, Andrew Green, Felipe Morales, Alejandra Padilla, Tzutzumatzin Soto, Carlos 
Hernández, Gabriela Melo, Itzia Fernandez, Graciela y Yolanda Martínez.
A mis compañeras en este viaje de documentación y conservación fotográfica, Alejandra 
Padilla, Sonia Arlette Pérez, Elizabeth Mendizábal, Claudia Damian y Mariana Planck. 
Agradezco a Roberto Machuca por su orientación para realizar los trámites de esta tesis.
Como Ayudante de la Coordinación de la Licenciatura en Sociología de la Universidad 
Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, agradezco a esta casa de estudios el apoyo 
económico que presta a sus trabajadores para la impresión de tesis.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 3
CAPÍTULO I.
LAS DISTINTAS DISCIPLINAS COMO APOYO A LA OBSERVACIÓN
DE LOS OBJETOS DE ESTUDIO 6
CAPÍTULO II.
UNA BREVE HISTORIA SOBRE EL CANAL DE PANAMÁ A 
FINALES DEL SIGLO XIX 16
2.1. Panamá a finales del siglo XIX 16
2.2. La Compagnie Universelle du Canal Interoceanique en Panamá 26
CAPÍTULO III.
LA DOCUMENTACIÓN FOTOGRÁFICA DE LA SERIE, “EL CANAL DE
PANAMÁ EN SU ETAPA FRANCESA, 1881-1886, JULIO MICHAUD” 35
3.1. La fotografía decimonónica 35
3.2. Serie Fotográfica “El Canal de Panamá en su etapa francesa, 
 1881-1886, Julio Michaud” 50
3.3. El análisis pre-iconográfico en la documentación fotográfica 64
3.3.1. El estilo francés y norteamericano en la arquitectura civil 67
3.3.2. La arquitectura religiosa 68
3.3.3. Los registros de las obras del canal, proyecto francés 69
3.3.4. Registros del ferrocarril, embarcaciones y puertos 70
3.3.5. Conmemoración de la toma de la Bastilla 73
3.3.6. Las personas en los registros fotográficos, 
el retrato de las niñas 74
3.4. La firma Julio Michaud a finales del siglo XIX 75
3.5. Una propuesta digital de preservación, acceso e 
 investigación del patrimonio fotográfico de América Latina 82
CONCLUSIONES 84
ANEXOS 90
FUENTES CONSULTADAS 169
2
INTRODUCCIÓN
“La camara se empequenece cada vez mas,́ ̃ ́ 
cada vez esta mas dispuesta a fijar imageneś ́ ́ 
fugaces y secretas cuyo shock suspende en 
quien las contempla el mecanismo de 
asociacion.”́
Benjamín, “Pequeña”, 2007
En América Latina existen diversos tipos de vestigios1, hemerográficos, bibliográficos, 
fotográficos, etc., sobre la construcción del Canal de Panamá. El presente trabajo de 
investigación trata sobre el proceso de documentación iconográfica realizado a una 
serie de vestigios fotográficos. La serie se titula “El Canal de Panamá en su etapa 
francesa, 1881-1886, Julio Michaud” y consta de 32 imágenes digitales, 
reproducciones de albúminas referentes al álbum Canal de Panamá et d'Antilles.
El propósito de este trabajo es exponer la posibilidad de utilizar fuentes 
fotográficas, a través de la documentación, como herramientas para la investigación 
social. En este sentido consideramos que, por sí misma, una serie fotográfica no 
puede ser la referencia a un suceso histórico sin ser previamente documentada. Se 
puede afirmar que las imágenes no son sólo objetos bellos o ilustraciones ajenas a los 
textos que acompañan, ya que pueden ser una fuente de investigación en distintas 
disciplinas de las ciencias sociales y humanidades. La posibilidad de que la fotografía 
sea una fuente es valioso por la información documental que puede aportar a 
diferentes disciplinas, como la arquitectura, la antropología, la etnología, la 
arqueología, y la historia social: “Se trata de la fotografía como instrumento de 
investigación, prestándose al descubrimiento, al análisis y a la interpretación de la vida 
histórica”2. Así mismo, como fuente iconográfica puede transmitir, conservar y 
visualizar las actividades culturales, económicas, políticas y sociales.
En cuanto al desarrollo de esta tesis me apoye en el análisis historiográfico, la 
1 El término `vestigios´ designaría los manuscritos, libros impresos, edificios, mobiliario, paisaje 
(según las modificaciones introducidas por la explotación del hombre), y diversos tipos de imágenes: 
pinturas, estatuas, grabados, o fotografías, Burke, Visto, 2001, p. 16.
2 Kossoy, Fotografía, 2001, p. 45.
3
documentación archivística y, el análisis iconográfico. Sobre la fotografía exponemos 
sus características desde su sentido epistémico; a través de lo cual, podemos hacer el 
vínculo de la fotografía como fuente histórica. 
El trabajo se compone de tres capítulos y anexos. En el primer capítulo titulado 
Las distintas disciplinas como apoyo a la observación de los objetos de estudio se 
expone como a través de la integración de distintos tipos de conocimientos es posible 
poner en práctica proyectos de investigación social que funcionen para documentar 
diversos contextos y dimensiones presentes en América Latina; en este apartado, me 
apoye principalmente en la postura teórica de Immanuel Wallerstein. El segundo 
capítulo, “Una breve historia sobre el Canal de Panamá a finales del siglo XIX”, como 
lo señala el mismo título, contiene el marco historiográfico de nuestro objeto de 
estudio. De forma que, consideramos necesario referirnos brevemente a la historia de 
Panamá, de la fundación de la república al proyecto del Canal Francés a cargo de la 
Compagnie Universelle du Canal Interoceanique dirigida por el empresario Ferninand 
de Lesseps. El último capítulo, “La documentación fotográfica de la serie “El Canal de 
Panamá en su etapa francesa, 1881-1886, Julio Michaud”, trata sobre la fotografía 
decimonónica, incluyendo las reflexiones de carácter teórico e histórico sobre la 
imagen; para referirnos a la producción fotográfica de finalesdel siglo XIX consultamos 
principalmente la publicación de Cesar Del Vasto, Historia de la fotografía en Panamá 
1870-2005 y para el análisis teórico sobre la imagen retomamos la postura de Philippe 
Dubois, quien considera que la fotografía es ante todo un índex y, sólo después, se le 
puede atribuir el sentido de icono, y posiblemente, dependiendo de las circunstancias, 
llegué a ser un símbolo. Este capítulo también contiene la documentación icnográfica 
de nuestra serie; para ello, se utilizó la Norma Internacional General de Descripción 
Archivística, ISAD (G), y la propuesta de análisis iconográfico de Erwin Panofsky. 
Finalmente, y como una experiencia de trabajo interdisciplinario, se expone el trabajo 
colectivo de documentación fotográfica de La Fototeca Digital, Fotógrafos y Editores 
Franceses en México. Siglo XIX del Laboratorio Audiovisual de Investigación Social del 
Instituto Mora, México.
4
En suma, el propósito de esta tesis, es generar reflexiones sobre la relevancia de las 
fuentes iconográficas. En este sentido, es posible incorporar a la fotografía como una 
fuente de investigación social, y no únicamente como ilustración o al servicio de textos 
que nada tienen que ver con lo que éstas contienen. Pensar que la fotografía puede 
ser más que un objeto bello, es una tarea en construcción que puede realizarse a 
través de distintas disciplinas de las ciencias sociales y humanidades.
5
CAPÍTULO I.
LAS DISTINTAS DISCIPLINAS COMO APOYO A LA OBSERVACIÓN
DE LOS OBJETOS DE ESTUDIO
En el desarrollo de este trabajo de investigación he utilizado distintas disciplinas como 
una forma de abordar el estudio de objetos de gran complejidad, ya que, es a través 
de la integración de distintos tipos de conocimientos como podemos poner en práctica 
proyectos que nos funcionen para resolver cuestiones complejas de diversos contextos 
y dimensiones presentes en Latinoamérica.
Para conocer la sociedad y la cultura de América Latina en nuestra Licenciatura 
de Estudios Latinoamericanos se considera relevante el enfoque interdisciplinario: 
como integración del saber, y como un enfoque que nos permite abordar nuestros 
objetos de estudio desde distintas disciplinas. En nuestra formación académica, en el 
Colegio de Estudios Latinoamericanos, no sólo reflexionamos acerca de la integración 
latinoamericana como un objeto de estudio, la crítica que aprendemos gira en torno al 
conocimiento de nuestra sociedad, nuestro contexto y nuestra historia, lo que nos 
permite construir un pensamiento social crítico. 
Este trabajo de tesis es una investigación de enfoque interdisciplinario y es por 
ello que incluye un enfoque historiográfico y de análisis visual. En este sentido, 
consideramos necesario abordar en una breve síntesis lo que se entiende por ciencias 
sociales e historia; categorías abordadas en este apartado, en el cual también se 
describirá la importancia del hombre en la construcción de conocimiento, como sujeto 
histórico.
En el sistema capitalista la división del trabajo requirió de la especialización en las 
ciencias y las tecnologías, lo que condujo a la apropiación de estos conocimientos 
especializados en beneficio de unos cuantos. resultado de esta especialización fue la 
crisis de las disciplinas clásicas de las ciencias sociales y las humanidades como 
ramas exclusivas, aisladas y cerradas del conocimiento social. 
El abuso de la razón aplicado para el estudio de los fenómenos sociales 
6
desarrolló una idea de objetividad que llevó a la especialización, división o 
fragmentación del conocimiento. La racionalización utilizada desde finales del siglo 
XVIII para comprender los sucesos en el mundo, la profundización en el conocimiento 
de las ciencias, debió de haber funcionado en beneficio de la sociedad. Sin embargo, 
ésta se tornó problemática al ligarse al sistema capitalista y adquirir en él una función 
específica; así, la división del conocimiento sólo ha funcionado para una élite que 
mantiene el poder de decisión para aplicar el conocimiento únicamente en beneficio de 
ellos. Como consecuencia de la especialización del conocimiento, simultáneamente se 
ha dado una especializado del hombre y sus actividades en distintas áreas, 
interrumpiendo con ello una integración social.
Por ello, la cooperación de varias disciplinas no puede ser entendida de manera 
superficial, ésta implica una reflexión crítica a las disciplinas que han constituido a 
distintos objetos de estudio; objetos en los que son afines diferentes ciencias y 
metodologías3; frente a la profunda crisis de la cultura contemporánea surge la 
necesidad de integración de diferentes disciplinas. 
La generación de conocimiento forma parte de un proceso, en el que el hombre realiza 
abstracciones de su ambiente y de sus hechos a partir de observaciones, generando 
representaciones de distintos referentes. Este proceso del conocimiento como 
aventura humana se desarrolló sistemáticamente hasta lo que ahora conocemos como 
ciencia. Entendida como un “conjunto de conocimientos obtenidos mediante la 
observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se 
deducen principios y leyes generales”.4
Como métodos de conocimiento, los principios y leyes generales sirven para distinguir 
la validez de una ciencia. Actualmente se han distinguido tres tipos de ciencias: las 
formales que estudian las cuestiones lógicas y matemáticas, las ciencias naturales que 
3 Durante nuestra formación académica, en el CELA, no sólo reflexionamos acerca de la integración 
latinoamericana como un objeto de estudio, la crítica que aprendemos gira en torno al conocimiento 
de nuestra sociedad, nuestro contexto y nuestra historia, procurando en todo momento un 
pensamiento social crítico.
4 RAE, “Ciencia”, 2001, p. 372.
7
estudian la naturaleza y, las ciencias sociales que se ocupan de los aspectos del ser 
humano de la cultura y la sociedad. En el caso de las ciencias sociales, señala 
Wallerstein, estas son una empresa del mundo moderno:
[...] sus raíces se encuentran en el intento, plenamente desarrollado desde el siglo XVI y 
que es parte inseparable de la construcción de nuestro mundo moderno, por 
desarrollar un conocimiento secular sistemático sobre la realidad que tenga algún tipo 
de validación empírica. Esto fue lo que adoptó el nombre de scientia, que significaba 
simplemente conocimiento.5
Enmarcadas en un campo del conocimiento, como ahora las conocemos, las 
ciencias sociales reciben dicha categoría entre 1850 y 1945, en una primera instancia 
en las principales universidades, cátedras y, luego en departamentos que ofrecían 
cursos y títulos en esas disciplinas, menciona Wallerstein:
La institucionalización de la enseñanza fue acompañada por la institucionalización de 
la investigación -la creación de publicaciones especializadas en cada una de las 
disciplinas; la construcción de asociaciones de estudiosos según líneas disciplinarias 
(primero nacionales después internacionales); la creación de colecciones y bibliotecas 
catalogadas por disciplinas.6
Estas instituciones como autoridades prestigiosas le atribuyen a la ciencia 
muchas veces un sentido cientificista7 cargado de valores y propósitos. Con lo que se 
deja de lado el sentido de la ciencia como una forma de conocer el mundo a través de 
métodos empíricos, lo cual no nos garantiza conocerlo íntegramente, lo que se busca 
en todo caso es una interpretación más acabada de la realidad, considerando que ésta 
tiene un cambio continuo.
La historia como disciplina inicia en el siglo XIX con la creación del sistema 
universitario moderno en Europa occidental y Estados Unidos. Desde entonces se le 
5 Wallerstein, Abrir, 2006, p. 4.
6 Ibid., p. 34.
7 El término `cientificismo´,se refiere a la idea de que la ciencia es desinteresada y extrasocial, que sus 
enunciados de verdad se sostienen por sí mismos sin apoyarse en afirmaciones filosóficas más 
generales y que la ciencia representa la única forma legítima del saber, Wallerstein, Incertidumbres, 
2005, p. 19.
8
ha tratado de clasificar dentro de los ámbitos de la ciencias o las humanidades. 
Actualmente en la academia es considerada fuera del área de las ciencias sociales e 
identificada en el área de las humanidades, producto del divorcio entre ciencia y 
filosofía (donde la ciencia se presenta como el único camino a la “verdad”). Frente a 
estas consideraciones, cabe decir que, la historia hace inteligible fenómenos sociales 
dentro de una dimensión temporal, y para analizar esos fenómenos utiliza técnicas y 
métodos de otras disciplinas. Situarla dentro de las ciencias o las humanidades 
depende de los criterios autorizados para definir a una u otra.
Académicamente se cuenta con varias definiciones de historia, una de las cuales 
ha adquirido un carácter institucional, es la que define a la historia como el estudio del 
pasado de los sucesos humanos, postura característica de una visión conservadora. Si 
bien, el acto de investigar sujetos y objetos de estudio aplica las coordenadas espacio 
y tiempo, el énfasis en el elemento tiempo no tendría porque caracterizar a la historia 
como sinónimo de “pasado”; si esta postura persiste, se pierde su carácter esencial, 
esto es su “historicidad”, como señala Kosik8.
En todo caso, el tiempo es entendido como “duración de las cosas sujetas a 
mudanza”9, por lo que, éste no equivale únicamente a la categoría de pasado, por 
tiempo se entiende “ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un 
presente y un futuro”10. Incluyendo estas tres dimensiones en la categoría de tiempo 
nos permite decir, que la historia es el estudio de todos los fenómenos sociales en su 
devenir. 
En la actualidad, las distintas disciplinas no integran en sus objetos de estudio 
estas tres dimensiones, por ello, es que en la sociología los objetos de estudio son 
abordados desde un tiempo en su dimensión de presente, mientras que en la historia, 
se pretende, que sea desde su dimensión de pasado. En esta concepción de la 
historia, una consecuencia del manejo de las distintas dimensiones del tiempo a saber, 
es la “supremacía del pasado sobre el presente, de la historia escrita sobre la historia 
8 Kosik, Individuo, 1968, p. 22.
9 RAE, “Tiempo”, 2001, p. 1474.
10 Ibid.
9
real” es la “absorción de los individuos por la historia.”11.
Desde este punto de vista es que retomamos el enfoque interdisciplinario, que 
considera la integración del tiempo presente (supuestamente aplicado para la 
sociología) y el pasado de la historia, con la idea de ir generando hacia adelante 
opciones históricas, alternas a la historia y la realidad oficial.
La relación del hombre con el tiempo es una constante para el trabajo del 
historiador; y, en cuanto que el hombre es temporal, el tiempo no es estático. En esta 
relación, para el historiador el tiempo en la historia es la abstracción de los 
acontecimientos ocurridos en la humanidad; lo cual, no significa únicamente que sean 
fragmentos de tiempo o duración de las cosas sujetas al cambio: 
La atmósfera en que respira la historia es en categoría de la duración para muchas 
ciencias que, por convención, dividen el tiempo en fragmentos artificialmente 
homogéneos, éste apenas representa algo más que una medida. Por el contrario el 
tiempo de la historia, realidad concreta y viva abandonada a su impulso irrevertible, es 
el plasma mismo en que se bañan los fenómenos y algo así como el lugar de su 
inteligibilidad.12
Que el tiempo en la historia no sea estático significa que es una procesión de 
acontecimientos, acerca de lo cual, casi lo único que puede afirmarse es que se 
mueve continuamente sin retornar jamás al mismo lugar13.
Pensando así, el tiempo en la historia, se puede decir como describió Pierre Vilar 
citando a Lucien Febvre frente a la especialización de los distintas disciplinas, el 
conocimiento que tenía un historiador antes de la división del conocimiento era: 
Su visión de la historia como ciencia (“síntesis-histórica”, historia-inteligencia”) 
implicaba que el historiador fuese, a la vez, un tanto geógrafo, un tanto demógrafo, un 
tanto economista, un tanto jurista, un poco sociólogo, un poco psicólogo, un poco 
lingüista... La lista podría extenderse aún. Sé muy bien que los términos “un tanto...”, 
“un poco...” pueden molestar, y sin duda molestan, ya que una “ciencia”, un “saber”, 
11 Kosik, op. cit., p. 22.
12 Bloch, Introducción, 2000, p. 31.
13 Carr, Nueva, 1967, p. 12.
10
exigen conocimientos profundos.14
Tener conocimientos profundos es indispensable, pero, la cuestión es que no se 
trata sólo de acumular y aplicar información, por que faltaría a uno de los principios en 
la investigación el de la síntesis, “Saber mucho es necesario para el especialista, 
comprender suficientemente los diversos aspectos de lo real resulta indispensable 
para aquel que se entrega a un esfuerzo de síntesis y es justamente este esfuerzo el 
que se le pide al historiador”15; el grado de comprensión que realiza el historiador va 
ligado a su contexto, y de ello depende en gran medida la forma de analizar y 
representar un hecho. Así, la construcción de conocimiento en todas las ciencias tiene 
una estrecha relación con el contexto y los valores del investigador. Si se logran 
distinguir estas características nos servirán para identificar y confirmar que el 
investigador como sujeto cognoscente no es neutral; no es un espejo, ni un aparato 
que registre pasivamente las sensaciones de un ambiente. Que el origen de la ciencia 
no sea una cuestión natural, sino parte de una construcción social también tiene que 
ver con que el investigador no sea un hombre neutral; ya que se encuentra 
conformado por una sociedad. Durante el proceso de investigación, en el momento en 
que el historiador adquiere responsabilidades se convierte en sujeto histórico.
Al institucionalizarse la ciencia predominó y se generalizo el enfoque “objetivo” 
para conocer la realidad. Para el estudio de los fenómenos sociales se aplicaron las 
ciencias sociales, excluyendo a las humanidades de ellas. Esta forma “objetiva” de 
interpretar la realidad social a través de las ciencias sociales corresponde a una forma 
de ver y comprender el mundo; utilizando métodos y técnicas para organizar y 
sistematizar información que permiten la comprensión de los conocimientos 
generados; dicha comprensión no implica precisamente poder entender para quien son 
generados.
La división que se ha generado a partir de la ciencia clásica, entre las ciencias 
sociales y las humanidades responde a relaciones de poder. Por ello, es que 
independientemente de esa distinción, la historia depositada en el área de las 
14 Vilar, Pensar, 2001, p. 30.
15 Ibid.
11
humanidades comparte elementos aplicados por las ciencias sociales. Pensando la 
historia desde una postura del devenir, lo que si puede compartir con las ciencias 
sociales es el enfoque de una ciencia como la menciona Wallerstein “una nueva forma 
de racionalidad basada en la complejidad”; esto es, que la aplicación de la ciencia 
para comprender los fenómenos sociales integre las tres dimensiones del tiempo:
[...] una racionalidad que va más allá de la racionalidad del determinismo y por lo tanto 
de un futuro que ya está decidido. Y el hecho de que el futuro no esté determinado es 
una fuente de esperanza básica. [...] la repetición, la estabilidad y el equilibrio, que era 
la visión de laciencia clásica, la ciencia de la complejidad ve por todas partes 
inestabilidad, evolución y fluctuaciones, no sólo en la escena social sino en los 
procesos más fundamentales de la escena natural.16.
Lo que propone Wallerstein, es que en lugar de la ciencia clásica, consideremos 
las ciencias de la complejidad, buscando el “pasaje estrecho” entre lo determinado y lo 
arbitrario.
Tomando en cuenta la complejidad de la ciencia, no se puede excluir a la historia 
de las ciencias sociales. Si bien el conocimiento nos permite reconocer, por medio del 
razonamiento, “verdades” éstas no son universales, sino complejas, contradictorias y 
plurales; y en todo caso, las que nos interesan son las de “las causas eficientes [...] 
como marcadores en el camino hacia la comprensión de las causas finales.”, además 
se tiene que pensar que la racionalidad aplicada por la ciencia incluye la elección de 
una política moral por parte de los investigadores, y su compromiso para mostrarnos 
las “opciones históricas que todos colectivamente tenemos.”17.
Sabemos que para la construcción de un marco teórico en la historia es 
necesario la recopilación de datos, reunir cantidad y calidad de información, así como 
la interpretación de ellos. Si esa interpretación es comprensible servirá para identificar 
la responsabilidad y los objetivos del historiador ante la historia. En la investigación la 
selección del objeto o tema de estudio, por parte del historiador, es un momento 
importante considerando los juicios de valor que supone dicha selección; las 
16 Wallerstein, Conocer, 2002, p. 188.
17 Ibid., pp. 177-178.
12
responsabilidades y los objetivos del historiador pueden generar que el tipo de 
conocimiento representé sólo la dimensión de pasado y futuro de un fenómeno social. 
El punto de vista que infiere en el momento de hacer una interpretación contiene 
juicios de valor del contexto en el que se ha desarrollado. Ese punto de vista, 
dependiendo del contexto, puede ser una posibilidad para que el porvenir transforme 
de alguna forma su presente, y no sea sólo una solución final, pensar en futuro 
evocando el pasado18.
Dejando de lado en este caso, la consideración del porvenir de forma negativa en 
la historia, como parte de un plan podemos considerarlo sorpresa, espera y esperanza; 
es decir, en tanto que inacabamiento de la historia19.
Una vez abordadas las categorías de historia y ciencias sociales puedo 
mencionar que para mi trabajo de investigación documental sobre la construcción del 
canal de Panamá en su etapa francesa he incluido como aparato crítico el análisis 
historiográfico.
En nuestra cultura occidental sabemos que las fuentes escritas son las que han 
predominado para conocer la historia, lo cual, no significa que sea el único tipo de 
fuente. Existen diferentes tipos de vestigios que funcionan como fuentes para la 
investigación social; de hecho, se puede hacer la relación de la escritura con una 
huella al ser dos formas de conocimiento que funcionan como referentes de algo. 
Bloch lo describe citando a François Simiand de la siguiente manera: “La primera 
característica del conocimiento de los hechos humanos del pasado y de la mayor parte 
de los del presente consiste en ser un conocimiento por huellas”. [Bloch, Introducción, 
2000, p. 58].
Se puede decir que las fuentes escritas utilizadas para la historia no ha sido una 
elección sino, en cierta medida, una imposición de la cultura occidental. En su mayoría 
los registros y documentos resguardados en diferentes instituciones públicas o 
18 “El pasado y el futuro son las dos dimensiones esenciales del tiempo; el presente es un pequeño punto 
infinitesimal movible en la línea continua entre el pasado y el futuro. El punto de vista del historiador 
es más resultado de las perspectivas futuras que de la realidad presente que lo moldea.”, Carr, Nueva, 
1967, p. 20.
19 Kosik, Individuo, 1968, p. 22.
13
privadas son fuentes escritas; su elección entre distintos tipos de vestigios es la 
manera en como se legítima una sola forma de fuente, dicha elección no demerita su 
contenido, pero si excluye a otras fuentes que son también valiosas. Además, el 
sentido funcional de resguardar registros y documentos históricos no sólo responde a 
medidas de conservación, es poder imponer y controlar el conocimiento de una 
sociedad. Una de las características de la historia escrita, es que desde sus orígenes 
ha sido utilizada por grupos reducidos de personas para justificar su poder, su origen 
sagrado y para distinguirlos de la gente común y humilde de una población:
Los más antiguos textos históricos conocidos son las listas de los reyes, como las que 
los sacerdotes sumerios guardaban en los templos, donde se contaba cómo la realeza 
descendió de los cielos al comienzo de una etapa de reyes divinos, seguida por otra 
de monarcas sobrehumanos -como ese Gilgamesh, quinto rey de la dinastía Uruk, 
cuyas hazañas perpetuaron los poetas- hasta enlazar con los soberanos coetáneos.20
Cabe mencionar, que en los discursos, las justificaciones para imponer un tipo de 
conocimiento generalmente no son claras, por lo que cuesta mucho trabajo poder 
identificar los objetivos de quien los impone. 
El trabajo de investigación y documentación histórica sirve para entender los 
procesos de producción de distintos vestigios y, con ello, las relaciones sociales en su 
momento de producción; en la investigación histórica, como en las ciencias sociales, 
es sumamente útil un método, como herramienta, para sistematizar la información que 
nos ayude a entender el proceso de producción de los vestigios.
Como parte del trabajo de investigación, hemos considerado que la historiografía 
es una opción para realizar un estudio bibliográfico y crítico de las fuentes de manera 
comparativa.
El análisis historiográfico nos ayudará para poder distinguir procesos que van 
conformando de manera general a la sociedad. Tal distinción es posible, si el 
historiador no sólo rehace el pasado, realizando un análisis de los distintos elementos 
que componen a su objeto de estudio, “analizar lo que encuentre de significativo en él 
20 Fontana, Historia, 1999, p. 16.
14
para aislar o iluminar los cambios fundamentales que operan en la sociedad donde 
vivimos”21.
Como parte del marco teórico, integrar las disciplinas de historiografía y 
documentación fue fundamental para realizar las descripciones sobre el contenido de 
las imágenes de nuestra serie, y con ello la contextualización de El Canal de Panamá 
en su etapa francesa, 1881-1886. La relación de estas dichas disciplinas fue 
sumamente importante para poder abordar el periodo de producción de nuestras 
imágenes, y lograr con ello, una documentación histórica con más información. 
Conocer el periodo de producción de nuestro objeto de estudio, desde un enfoque 
historiográfico, es una tarea primordial para el análisis de contenido de nuestras 
imágenes. Así, la comprensión de la fotografía, como fuente de investigación, se 
complementa historiográficamente con otras fuentes, entre ellas las escritas; es con 
ayuda de éstas como realizamos la documentación de nuestras imágenes. Así, para 
iniciar el análisis de las fuentes fotográficas, no podemos desconocer su periodo de 
producción y, los elementos que componen el contenido de estas fuentes deben ser 
situados dentro de un discurso historiográfico; su carácter de fuente será inteligible 
cuando se reconozca su relación con acontecimientos sociales.
21 Carr, Nueva, 1967, p. 26.
15
CAPÍTULO II.
UNA BREVE HISTORIA SOBRE EL CANAL DE PANAMÁ A 
FINALES DEL SIGLO XIX
2.1. Panamá a finales del siglo XIX
La situación geográfica delistmo de Panamá entre el océano Pacífico y el Atlántico, y 
la necesidad de pasar de un océano a otro, generó diversos intereses económicos. 
Antes del surgimiento de las naciones, ya existían intereses extranjeros por poseer el 
dominio del Istmo, pero fue hasta la separación de Panamá de la Gran Colombia que 
la naciente oligarquía panameña solicitó para afianzar su poder apoyo extranjero.
La política de la oligarquía istmeña en conjunto con la de otros países capitalistas 
se integró para sostener la economía del istmo. Así, explotando el recurso geográfico 
del istmo esos intereses nacionales y extranjeros se propusieron llevar a cabo la 
construcción de un canal que mantuviera económicamente un intercambio a nivel 
internacional; el librecambio fue una forma de comunicación entre los intereses 
nacionales y extranjeros.
El istmo de Panamá es la franja más estrecha entre los oceános Atlántico y Pacífico, 
además de que continentalmente une a Centroamérica con Suramérica:
Su forma de “S” abierta e inclinada hacia la izquierda presenta amplios frentes 
marinos: uno 1420 kilómetros de costas, con más de 1000 islas, en el Pacífico; 790 
kilómetros. Con más de 600 islas, en el Atlántico. [...] su parte más ancha, de costa a 
costa, mide unos 190 kilómetros, mientras que la más angosta, menos de 80 
kilómetros. Aproximadamente, tiene una superficie de 75500 km², incluyéndose como 
es natural, el área de la Zona del Canal (1432 km²).22
En el período colonial, el istmo de Panamá recibió distintos nombres “Castilla del 
Oro, Darién, Tierra Firme y finalmente: Panamá.”23. El Istmo desde el siglo XVI se 
22 Turner, “Geografía”, 1988, p. 33.
23 Espino, Panamá, 1988, p. 21.
16
caracterizó por generar una economía de tránsito; era un camino entre los dos 
océanos que llevaba, mediante la utilización de mulas y canoas, de la ciudad de 
Panamá, en el Pacífico, a la de Portobelo en el Atlántico. Además, de estas 
características, desde 1543 la agricultura y la ganadería fueron elementos importantes 
para el desarrollo de su economía; las condiciones de vida más favorables, desde ese 
período, se dieron en el centro y en la frontera con Costa Rica.
Por sus características geográficas, sabemos que Panamá desarrolló su 
economía nacional impulsada por su naciente oligarquía, y que los intereses políticos y 
económicos de Europa y Norteamérica sobre Panamá se conjugaron para beneficiarse 
de la ubicación geográfica del Istmo, e impulsar también para su beneficio la 
construcción de un canal. En el marco de intereses geoestratégicos, durante el siglo 
XIX, Panamá logra su independencia de la Gran Colombia; suceso forjaría a la nación 
panameña.
América Latina se caracteriza en el siglo XIX por sus luchas de Independencia, lo cual, 
nos lleva necesariamente a analizarla desde el proceso de sustitución del sistema 
colonial al neocolonial. Para que esos sistemas se modificaran contribuyeron diversos 
factores en el sistema económico y social; entre ellos, la Declaración de 
Independencia de los Estados Unidos y la Revolución Francesa. Los valores de razón, 
igualdad y libertad repercutieron en los nacientes Estados latinoamericanos para que 
reaccionaran frente al colonialismo europeo; sentando con ello las bases de la 
burguesía.
Los procesos de Independencia en la Hispanoamérica colonial confirmaron las 
divisiones internas sostenidas por las metrópolis, pero también, las limitaciones que 
tuvo la naciente oligarquía al buscar un equilibrio entre los aportes revolucionarios y 
los del viejo orden. Este proceso de Independencia continuó de la disolución de las 
Provincias Unidas de Centroamérica en 1841 a la separación de Panamá de Colombia 
en 1903; de este proceso surgió una naciente clase social comercial de carácter 
conservador o liberal. 
17
En este período decimonónico, cuando las colonias españolas iniciaron las 
luchas independentistas, Panamá no participó, por el contrario, la Corona española 
continuó utilizando el paso transístmico para el comercio con las colonias que aún no 
eran independientes. Por ello, como señala Espino, “entre 1810 y 1821 Panamá se 
beneficia con el lugar que se le asigna en la lucha contra los independentistas: lugar 
de paso del comercio español y base estratégica, lo cual implicaba un auge comercial 
y gran concentración de tropas.”24. 
En este proceso independentista, además de identificar un sector comercial de 
carácter conservador o liberal, también se puede identificar reducidos sectores 
dirigentes que mantenían su poder en oposición a los sectores marginales de las élites 
urbanas:
En casi todas partes, a mediados del siglo XIX, un orden sustancialmente conservador, 
más o menos firmemente arraigado, está amenazado por el crecimiento de una 
oposición que se nutre sobre todo de las ciudades en crecimiento; está oposición no 
expresa sólo el descontento siempre disponible de la plebe urbana, sino sobre todo el 
de muchos jóvenes de las clases instruidas pero no necesariamente ricas, a los que la 
sociedad hispanoamericana no es más capaz en 1850 que en 1800 de dar el lugar 
que juzgan suyo en derecho, y a quienes el conservadurismo intelectual dominante 
resulta particularmente insoportable[...].25
En este contexto social a principios del siglo XIX la representación panameña en las 
Cortes de Cádiz solicitó el libre comercio a través del Istmo; con ello, la postura 
negativa de España en torno al libre comercio fue uno de los motivos para la 
independencia. Aún cuando en el contexto de la Península Ibérica existían ciertas 
“libertades que el gobierno español había adoptado con el constitucionalismo 
republicano en 1820, y que influían en la vida de la Nueva España, en ese contexto, y 
una vez proclamada la República de Colombia, como lo menciona Rodrigo Espino y 
Raúl Martínez, Panamá se encontraba en la siguiente situación:
24 Espino, Panamá, 1988, p. 26.
25 Halperin, Historia, 2008, pp. 234-235.
18
[…] el virrey de Nueva Granada se ve obligado a huir, y así llega a Panamá, donde 
establece un gobierno totalitario y despótico, por lo que los independentistas istmeños 
ven detenida su campaña liberal-constitucional de emancipación. El virrey muere el 3 
de agosto de 1821, y entonces la Corona ofrece a Juan de la Cruz Murgeón el título de 
virrey, a condición de que reconquiste dos tercios de Nueva Granada. Así, llega al 
Istmo y se hace cargo del gobierno, dándole un carácter constitucionalista y 
permitiendo a los istmeños llegar a puestos públicos, como los de administración de 
rentas públicas, aduanas, correos, etc..26
En el contexto del surgimiento de las repúblicas en América Latina, se fortaleció 
la postura independentista de los istmeños, principalmente de los criollos capitalinos; 
sector que propuso realizar un movimiento de independentista a fines de 1822, pero un 
acontecimiento imprevisto hace que sus planes se adelanten, así “: el 10 de noviembre 
de 1821 la Villa de los Santos se proclama independiente de España, pronunciamiento 
al que se adhieren otros poblados y villas cercanos.”27. El 28 de noviembre de 1821 es 
la fecha en la que popularmente se reconoce la independencia de Panamá; 
adquiriendo, con ello, la élite comerciante su autonomía económica de España:
[…] el pueblo se reúne en la plaza de la catedral de Panamá y se pide la reunión del 
cabildo, de las autoridades representantes del poder español y de los empleados 
públicos de categoría. Reunidos éstos más los jefes militares, se propone y se 
aprueba declarar independiente del gobierno español al Istmo de Panamá [...] En 
febrero de 1822 se jura la Constitución de la República y el Istmo queda incorporado a 
la Gran Colombiacomo su octavo departamento, dividido en dos provincias: Panamá y 
Veraguas.28.
Por las características de la colonia y de la élite comerciante, el panameño 
Mariano Arosemena, historiador y principal pensador liberal del proceso 
independentista, afirmaba que la Independencia respondía al “deseo de los istmeños 
de implantar una política librecambista que promoviera eficazmente el desarrollo 
26 Espino, Panamá, 1988, p. 27.
27 Ibid., p. 28.
28 Ibid., p. 29.
19
económico, el bienestar y la riqueza.”29; por ello, se puede decir que en 1821 se gestó 
la Independencia en nombre de la libertad de comercio. De esa forma, la élite 
panameña no conforme con la Independencia de España, inició durante el siglo XIX su 
separación de la Gran Colombia. En 1826 llegó a Panamá un enviado del venezolano 
Simón Bolívar con el propósito de lograr la adhesión de la opinión popular a la Carta 
Constitucional de Bolivia; como respuesta a la adhesión, la élite panameña hizo su 
primera reivindicación de autonomía económica, expresado en un “Acta de los 
notables de la ciudad que declaraba, en particular, que la especial condición de 
Panamá la obligaba a estructurarse económicamente según los modos propios de un 
país hanseático30, es decir, de un país que debía ser la conjunción, por el Atlántico y el 
Pacífico, de las corrientes del comercio mundial. Es evidente, pues, que la primera 
respuesta de Panamá al proyecto de Bolívar fue negativa.”31.
Constituida la confederación de la Gran Colombia en 1855 Panamá se convierte 
en Estado Federal producto de una acción parlamentaria y de un pensamiento 
nacionalista, donde el principal teórico y primer presidente fue Arosemena; él fue de 
los primeros panameños en manifestar la importancia que tenía la construcción de una 
vía interoceánica para el crecimiento económico del país.32
Desde el período colonial Panamá fue políticamente gobernado por España y 
administrado desde principios del siglo XVIII por el Virreinato de Nueva Granada. Pero 
29 Soler, Formas, 1980, p. 27.
30 Relativo a la Hansa, antigua confederación de ciudades alemanas para seguridad y fomento de su 
comercio. Hansa. s. f. Com y Nav. Confederación famosa, conocida bajo el nombre de Hansa 
Teutónica, y a la cual en el año de 1252 dieron principio los habitantes de Lubeck, Brunswick, 
Danzick, Colonia y otras ciudades del Rhin, que vivían en libertad según sus leyes, formando y 
jurando entre sí una liga ofensiva y defensiva, y comunicándose mutuamente sus privilegios y 
derechos de vecindad, con la libertad y seguridad del comercio. Esta buena inteligencia se practicó y 
mantuvo con tanta lealtad y tanto provecho entre aquellas cuatro ciudades matrices, que todas las 
restantes marítimas, o que estaban situadas sobre los ríos navegables de Alemania, desearon con ansia 
entrar y ser comprendidas en esta alianza, y llamarse hijas de dichas cuatro ciudades principales, 
O’Scanlan, Diccionario, 1831, p. 313.
31 Soler, Formas, 1980, p. 68.
32 En 1868 participó como miembro de la comisión colombiana que negoció el Tratado con los Estados 
Unidos para sentar las bases para la construcción del Canal de Panamá.
20
una vez declarada su independencia, Panamá se incorpora voluntariamente a la ya 
constituida Gran Colombia y es reconocido como Departamento de Panamá. Sin 
embargo, por la guerra que sufría la Gran Colombia fue muy difícil que ésta mantuviera 
el dominio sobre el Departamento de Panamá. En ese contexto beligerante, uno de los 
personajes en el istmo que propugnaron por una separación de la Gran Colombia y 
que buscaron la protección de potencias europeas o de Estados Unidos fue Mariano 
Arosemena quien “[...] siendo Ministro de Relaciones Exteriores del `Estado del Istmo´ 
[…], hizo gestiones con las mencionadas potencias para asegurar la independencia 
permanente del Istmo, sin resultado alguno.”33. Fue durante esta década de los 
sesenta que se recrudeció la guerra y se establecieron los Estados Unidos de 
Colombia; tras una larga y sangrienta guerra colombiana Panamá resiste con firmeza 
las facciones beligerantes. Es en ese momento, que una capital de provincia propone 
al jefe de Estado Federal declarar a Panamá país hanseático con la protección de 
Inglaterra, Francia y los Estados Unidos, pues se pensaba que con el apoyo 
internacional sería posible una autonomía real34.
Como se mencionó anteriormente, una de las características que funcionaron para 
llevar a cabo la independencia panameña de España fue el pensamiento liberal criollo, 
que rechazó toda justificación del orden colonial impuesto. El liberalismo, como parte 
de la conciencia social y política del istmeño, le sirvió para configurar en su proceso 
histórico el sentido de nacionalidad; aún cuando, el criollo istmeño adquirió una 
conciencia de burgués comerciante. De manera que, el liberalismo panameño 
decimonónico expresaba:
[…] en lo político el ser social de aquella burguesía comercial obsesionada por el 
librecambismo y por el afán de convertir el Istmo en una gran “feria” o en un inmenso 
33 Cogley, Dinámico, 1990, p. 39.
34 En ese contexto y con esa idea de proteccionismo, es importante tomar en cuenta la categoría de 
hanseático como lo señala Nils Castro: “El 'hanseatismo' pretendía una independencia 'garantizada' 
por un triple compromiso de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos -las potencias más interesadas 
en el acceso al Pacífico-, que según el supuesto, quedarían con ello mutuamente neutralizadas, 
permitiendo al Istmo lucrar en el monocultivo de la venta de servicios de tránsito y reexportación.”, 
Castro, “Panamá”, 1988, p. 178.
21
“emporio”. Desde este punto de vista precisa reconocer que la conciencia social, la 
conciencia liberal y la conciencia nacional de esta burguesía forman un todo indiviso.35
Por ello, es que ideológicamente el librecambismo36 panameño se opuso al 
mercantilismo de España; una vez establecido el librecambismo, se propiciaron 
nuevas relaciones económicas, a través de créditos externos e inversiones, lo cual, 
significó prestamos a gobiernos por parte de las potencias económicas colocados por 
banqueros en las bolsas europeas, en particular la de Londres, según los cuales, la 
expansión constante de la economía resolvería el problema del endeudamiento; pero 
resultó una falacia, ya que además, estas potencias económicas impusieron una 
dependencia económica a las naciones Latinoamericanas. Lo que permitió, a su vez, 
la intromisión de intereses extranjeros en la comercialización, el transporte 
interoceánico y la red ferroviaria controlados sólo en beneficio de sectores extranjeros. 
La adopción de políticas librecambistas, aceleraron el progreso tecnológico en América 
Latina, por lo que, se generaron nuevos hábitos de consumo por parte de los sectores 
urbanos en expansión; de ello resulta que, las élites urbanas, se convirtieron en la 
clientela de los nuevos bancos nacionales, a causa de esto, el comercio de explotación 
europeo hacia América Latina se dirigió a compradores a crédito que usaban los 
distintos circulantes internos.
De esta forma, la “libertad” por parte de las élites del istmo giraba en torno a la 
economía, y ante esto, promovieron una conciencia nacional panameña que se opuso 
a las estructuras del Estado liberal colombiano.
La unión a la Gran Colombia y la libertad de comercio en el istmo hicieron que Panamá 
recobrará importancia; por lo que, los colombianos con el fin de mantener el control del 
istmo, convencieron al embajador estadounidense Benjamín Bidlack para que firmara, 
sin la aprobación de sus superiores en Washington, el tratado Mallarino-Bidlack:
Fue el propio Presidente granadino, el general Tomás C. de Mosquera, quien llamó a 
su Despacho al Sr. Bidlack y le comunicóel deseo de celebrar dicho tratado y de las 
35 Soler, Formas, 1980, p. 31.
36 Perteneciente al Librecambio: Política económica que suprime las trabas al comercio internacional, 
RAE, “Librecambio”, p. 931.
22
ventajas económicas que recibiría Estados Unidos por parte de la Nueva Granada si 
se llegaba al arreglo.37.
Sin embargo, durante ese tiempo el istmo de Panamá no representaba una 
ventaja económica para los norteamericanos, puesto que, tenían sus intereses puestos 
en el istmo de Nicaragua; pero es de considerar la importancia de la diplomacia 
colombiana en este tratado para motivar el expansionismo norteamericano en territorio 
panameño. El interés de Estados Unidos en Panamá surgió a partir de que terminaron 
el ferrocarril interoceánico en 1855, fue entonces cuando inició su labor de guardián 
del orden en territorio panameño. La primera intervención armada estadounidense, 
esgrimiendo el argumento de que tenían que proteger el ferrocarril, fue el 9 de 
septiembre de 1856:
Al tener propiedades de valía en Panamá, especialmente el ferrocarril, los 
norteamericanos comenzaron a tomar interés por la zona de tránsito en el Istmo, por 
lo que de 1856 en adelante sus intervenciones militares fueron frecuentes. Y siempre 
contra los panameños, nunca contra potencias extranjeras: la primera intervención la 
sucedió en 1856 [...].38
En 1886 entro en vigencia en Colombia, con el presidente Rafael Nuñez, una 
constitución centralista de carácter conservador; poniendo fin a la experiencia 
federalista colombiana. Las distintas regiones colombianas ya no se dividieron en 
Estados Federales, y se convirtieron en departamentos y éstos en provincias, que a su 
vez se dividían en distritos municipales.39 
La constitución centralista de Colombia de 1886 significó, una vez más, la 
dependencia de Panamá con aquel país, por lo que no se lograba aún la autonomía 
económica y política que había reivindicado desde 1821 en la independencia con 
España; la tan anhelada independencia ahora de Colombia implicó entonces una serie 
de cambios sociales generados por la actividad de los distintos sectores rectores de la 
37 Cogley, Dinámico, 1990, p. 40.
38 Ibid., p. 41.
39 A excepción, del departamento de Panamá que estaba sometido a un régimen jurídico especial, por el 
“Art. 201 de la Constitución Nacional, quedó sometido a las disposiciones generales de los 
departamentos (Ley 41 del 6 de noviembre de 1894).”, Herrera, “Papel”, 1992, p. 74.
23
vida istmeña. Desde 1885 la reforma conservadora aplicó privar a los comerciantes 
istmeños de la posibilidad de manejar el recurso geográfico, con un margen de libertad 
adecuado a sus actividades, por lo que, el liberalismo panameño se opuso a la nueva 
estructura política. “Sociedades literarias, cívicas y patrióticas proliferaron entonces a 
través de todo el país.”40; políticamente los liberales fueron excluidos de los puestos 
públicos.
La élite del Istmo, las mencionadas sociedades de postura liberal41, las 
intervenciones militares colombianas y norteamericanas en el Istmo propiciaron en los 
panameños un espíritu separatista. El movimiento de separación, que surgió a raíz de 
esos acontecimientos, también respondía a los intereses de una naciente clase social 
comercial que se aprovechaba políticamente de los argumentos para construir la 
nación panameña.
Se puede distinguir que la sociedad panameña se dividía entre grupos 
oligárquicos liberales y los sectores de los barrios desposeídos de la ciudad capital. 
Las contradicciones se presentan de distintas formas, mientras los liberales 
autonomistas luchaban contra la unión con Colombia, el barrio popular de Santa Ana 
recibía a las fuerzas colombianas con ánimo por el resentimiento contra la oligarquía 
liberal dominante. Esto no sólo dejó ver las oposiciones que existían, también dejó ver 
que, no existía una postura ideológica por parte de los arrabaleños; lo que buscaban 
era salir de una situación políticamente impuesta.
Entre la lucha de liberales y conservadores se constituyó la nación panameña, y 
fue durante este proceso de independencia que se llevaron acabo las obras del canal 
francés. 
La política centralista de Panamá, ocasionó una inestabilidad social que se vio 
reflejada en los 106 gobernantes que tuvo entre 1821 y 1903, y por la cantidad de 
guerras que la población sufrió; uno de los sucesos más significativos 
(desgraciadamente) en la historia de Panamá fue la Guerra de los Mil Días (1899-
40 Soler, Formas, 1980, p. 70.
41 La sociedad de tendencia liberal proliferó principalmente en el “Municipio, Ciudad o Común, es 
decir, en la más inmediata asociación de los intereses individuales libres y aislados”, Ibid., pp. 29-30.
24
1902), donde los intentos separatistas y el fusilamiento del caudillo liberal Victoriano 
Lorenzo42 fueron hechos históricos en la sociedad panameña. Esta guerra incluyó 
tanto a la República de Colombia como a Panamá y tuvo como resultado la victoria 
conservadora y la posterior separación de Panamá en 1903. Una de las batallas más 
fuertes fue la batalla del Puente de Calidonia, donde perdieron la vida cerca de mil 
combatientes siendo las bajas mayoritariamente del bando liberal; esta batalla fue 
dirigida por el “Cholo Guerrillero” Victoriano Lorenzo.
La Guerra de los Mil Días costo cerca de cien mil muertos, lo cual generó un 
desánimo en la población panameña que permitió la intervención de Estados Unidos a 
través del Tratado Wisconsin. En esa época los norteamericanos manifestaban poco 
interés por la construcción del canal en el istmo; pero mientras se daba el 
enfrentamiento entre liberales y conservadores no dudaron en patrocinar la firma del 
Tratado en el buque llamado Wisconsin anclado en el puerto de la Ciudad de Panamá; 
con ello, apoyaron a los conservadores quienes propugnaban el Panamá colombiano 
en nombre de un tratado de “paz”; la guerra en Panamá sólo concluyó al intervenir los 
Estados Unidos.
La independencia panameña de España, su integración a la Gran Colombia, los 
conflictos sociales por el expansionismo norteamericano, la Guerra de los Mil Días con 
los fusilamientos de los caudillos liberales y, el rechazo del senado colombiano al 
tratado Herrán-Hay para la construcción del canal interoceánico, fueron sucesos 
históricos que detonaron un nuevo movimiento separatista, liderado por José Agustín 
Arango, Manuel Amador Guerrero, Carlos Constantino Arosemena, general Nicanor A. 
De Obarrio, Ricardo Arias, Federico Boyd, Tomás Arias y Manuel Espinoza; con el 
levantamiento de este movimiento, la tarde del 3 de noviembre de 1903, el Consejo 
Municipal de la Ciudad de Panamá declaró a la República de Panamá como un 
gobierno propio, independiente, y soberano, sin la subordinación de Colombia. 
42 Victoriano Lorenzo (Penonomé, Panamá, 1867 - Ciudad de Panamá, 1903). Líder indígena y general 
revolucionario panameño que se alzó contra el poder central de Colombia cuando el territorio panameño 
no era aún independiente. Victoriano Lorenzo es ahora héroe nacional de Panamá. El 30 de enero de 1966, 
la Asamblea Nacional de Panamá declaró injusta la ejecución del general Victoriano Lorenzo y lo presentó 
como lo que fue, un auténtico dirigente popular. Colaboradores, "Victoriano Lorenzo", Wikipedia, 2012.
25
2.2. La Compagnie Universelle du Canal Interoceanique en Panamá
Durante la independencia panameña de Colombia, no sólo se gestaron las luchas de 
carácter liberal, la élite panameña se consolido en el poder y, las grandes potencias 
económicas extendieron su poder económico, tanto en Panamá como en América 
Latina. En este contexto, se promueve y fracasa el proyecto de establecer un canal 
interoceánico por parte de Francia.
El interés por elistmo surgió desde la colonia por las potencias económicas 
europeas. España consideró la construcción de un canal con el primer proyecto 
atribuido al español Alvaro de Saavedra y Cerón (1529); seguido de otros proyectos, 
en 1534 por Pascual de Andagoya y en 1616 Diego Fernando de Velasco ordena una 
exploración por las montañas del Darién con el propósito de unir el río Atrato y el Golfo 
de San Miguel. Es relevante mencionar, que desde principios del siglo XIX, la idea de 
construir un canal a través de Centroamérica fue sugerida por el alemán, Alexander 
von Humboldt, pero tendrían que transcurrir 169 años para que alguien se interesara 
por la construcción de un canal en el Istmo:
[…] hasta que en 1785, esto es, cuatro años antes de la Revolución Francesa, el 
ingeniero francés M. De Fer de la Naueree, presenta a la Academia Francesa de 
Ciencias un proyecto dominio britpara un canal por Panamá. Desde entonces los 
franceses comenzaron a interesarse por la construcción del canal panameño.43
Francia no fue considerada una amenaza para Gran Bretaña quien mantenía en 
esa época el dominio del comercio marítimo en América Latina44, por el contrario, los 
franceses complementaban su economía, ya que estaba orientado a la importación de 
productos de consumo de lujo y semi lujo, y secundariamente hacia los de 
alimentación de origen mediterráneo, en los que Francia tendía a reemplazar a 
España, además, el tránsito de mercancías en los puertos se había intensificado a 
mediados del siglo XIX, siguiendo la ruta de mercancías destinadas a las tierras 
43 Cogley, Dinámico, 1990, p. 17.
44 El comercio británico dominó el mar en América Latina, lo cual contribuyó, como se mencionó 
anteriormente, a que se desplazara el mercantilismo español por el librecambismo. 
26
españolas del mar del Sur se reemplazo por la ruta de los inmigrantes que querían 
llegar a California. El ferrocarril fue un factor muy importante para esta sustitución de 
rutas en el nuevo mapa económico norteamericano.
La geografía de Panamá, como se mencionó anteriormente, es la característica 
más importante del istmo, y forma parte de su realidad histórica, de aquí, que los 
intereses extranjeros consideraran desde el siglo XIX la construcción de vías de 
comunicación interoceánicas, primero la concesión del ferrocarril por parte de los 
norteamericanos, y posteriormente la del canal interoceánico, por franceses y 
norteamericanos. Geográficamente la situación del Istmo, también fue reconocida por 
el panameño Arosemena que recurrió a criterios geográficos para la lucha 
independentista:
La geografía, observa, determina que el territorio istmeño constituye una totalidad 
singular, única incomparable. Desde el punto de vista geográfico nada señala en el 
Istmo una vinculación con Colombia: `La naturaleza dice que allí comienza otro país, 
otro pueblo, otra entidad, y la política no debe contrariar sus poderosas e inescrutables 
manifestaciones´.45
Los primeros estudios de campo en Panamá realizados durante las exploraciones del 
siglo XIX, no fueron precisamente para la construcción de un canal, sino, para la 
construcción del ferrocarril estadounidense. Por ello, en 1846 se firma el Tratado 
Mallarino-Bidlack, mediante el cual, a cambio de unas concesiones y privilegios 
comerciales, los norteamericanos garantizaban la soberanía colombiana en el Istmo. 
En la década de 1850 se inició la concesión que más perduró en el Istmo, la de la 
Panamá Railroad Company, era un consorcio norteamericano fundado por el 
empresario William Aspinwall, el abogado, viajero y escritor John Lloyd Stephens y, el 
ingeniero James Baldwing. La construcción del ferrocarril en el istmo funcionó para el 
tráfico de California producido por la Fiebre del Oro de 1849. Su construcción fue 
complicada, particularmente por la presencia de mosquitos transmisores de 
enfermedades como el paludismo, que cobraron la vida de aproximadamente 12,000 
45 Soler, Formas, 1980, pp. 30-31.
27
personas que provenían de Africa, Estados Unidos, Europa, China, y las Antillas; el 
clima del istmo favorecía la reproducción de los mosquitos. Sin embargo, las 
condiciones laborales no fueron un obstáculo para la empresa, por lo que, el primer 
tren de pasajeros salió el 28 de enero de 1855.
En la última mitad del siglo XIX los estadounidenses habían establecido el 
ferrocarril en Panamá, pero no tenían interés en la construcción de un canal, ya que 
mantenían el proyecto del canal en Nicaragua. Está situación fue mal aprovechada por 
los franceses que después del prestigio adquirido con la construcción del canal de 
Suez no lograron concluir las obras del canal en Panamá.
En 1876 los franceses interesados en el canal, enviaron a Panamá un grupo de 
más de 15 técnicos encabezados por Lucien Napoleón Bonaparte Wyse y Armand 
Reclus. Ya en el istmo se unieron los ingenieros Pedro Sosa y A. Balfour, nombrados 
por el gobierno colombiano “El 7 de noviembre comenzaron sus exploraciones, 
remontando los ríos Tuira y Paya, cruzaron la vertiente del Golfo de Urabá y 
examinaron algunos tributarios del Chucunaque.”46. En abril de 1877 regresaron a 
París con un informe negativo por no haber encontrado una abertura lo 
suficientemente baja que permitiera la construcción de un canal; a finales de ese año 
regresaron a Panamá y exploraron la serranía de San Blas y las cabeceras del río 
Bayano, pero después de tres semanas se convencieron de la imposibilidad de 
construir un canal regresando con la información recogida nuevamente a París.
Aún con la imposibilidad de dicha construcción, el 20 de marzo de 1878, Lucién Wyse 
y el general Salgar Ministro de Relaciones Exteriores, firmaron una concesión para 
construir un canal, “[…] estipulaba 2 años para organizar la compañía, 3 años para 
investigaciones y 12 años para construir el canal, prorrogables por 6 años más si era 
necesario.”47. Dicha concesión, funcionó para que se iniciaran los trabajos de la 
Compagnie Universelle du Canal Interoceanique el 1 de enero de 1880 a cargo del 
Conde Ferdinand de Lesseps.48
46 Cogley, Dinámico, 1990, p. 20.
47 Cogley, Dinámico, 1990, p. 20.
48 En 1872 Ferdinand había intentado obtener una concesión para un canal de esclusas en el istmo 
28
El 15 de mayo de 1879 se inauguró en París el Congreso Internacional de 
Estudios del Canal Interoceánico organizado por Lesseps, con una asistencia de 136 
delegados de 22 países: “La delegación más numerosa era, por supuesto, la francesa, 
y de todas las extranjeras la que más delegados llevó fue la norteamericana, con once, 
entre ellos el Almirante Ammen, el Comandante Selfridge y el Ing. Aniceto García 
Menocal.”49. Además, la delegación que más conocimiento tenía sobre el canal, en el 
Congreso, era la de Estados Unidos, ya que habían recopilado en siete 
investigaciones una gran cantidad de información que nadie más conocía. Como 
acuerdo del Congreso, se aprobó una comisión técnica compuesta por 52 delegados; 
más de la mitad la conformaron franceses, entre ellos, Lesseps, Ammen y Menocal. 
Después del Congreso de 1879, Lesseps inició una campaña propagandística para 
recoger los fondos necesarios para comenzar las obras del canal. Viajó por toda 
Francia, tratando de atraer el interés de accionistas, “Tenía planeado vender 800,000 
acciones a 500 francos c/u., que arrojarían un total de 400,000.000 de francos, 
equivalentes a 80,000.00 dólares.”50, de las cuales, sólo vendió 60 mil51. Los cálculos 
hechos por Lesseps correspondía a la experiencia de la construcción del canal de 
Suez, pero no tomó en cuenta que, durante esa construcción,Francia vivía una 
prosperidad económica con el Segundo Imperio Francés de Napoleón III, a diferencia 
de la construcción del canal de Panamá, donde la política exterior francesa tenía una 
serie de fracasos como la Segunda Intervención Francesa en México y la derrota de la 
Guerra Franco-prusiana de 1870; derrota durante la cual Napoleón fue vencido y su 
régimen fue sustituido por la tercera república francesa.
En ese contexto, el 1 de enero de 1880, una hija de Ferdinand Lesseps con una 
piqueta inició los trabajos del Canal de Panamá de manera simbólica. Lesseps; pero 
no fue hasta febrero de 1881, cuando “el ingeniero Armand Reclus le envió a de 
Lesseps este mensaje: “«Travial Commende» (comenzó el trabajo). Aunque los 
nicaragüense, pero por la presencia estadounidense tuvo que mirar hacia Panamá.
49 Ibid., p. 57.
50 Ibid., p. 58.
51 Aunque habían invertido en la construcción del canal algunos banqueros, la mayoría eran personas de 
bajos y medianos recursos.
29
verdaderos trabajos de excavación de la «Gran Zanja» se iniciaron en la localidad de 
«Emperador», el viernes 20 de enero de 1882.”52.
Una vez iniciadas la construcción del canal en 1881, no fueron suficientes los 
primeros obstáculos financieros, ya que la empresa tuvo que enfrentar otros 
problemas, como el de la salud de los trabajadores y la población, además de los 
inconvenientes técnicos. Los problemas técnicos que enfrentó la Compañía francesa 
se debieron al relieve del territorio panameño, ya que inicialmente se tenía la opción de 
un canal a nivel como el de Suez; frente a estas circunstancias la compañía tomó la 
propuesta de Gustave Eiffel53 de que el canal debía incluir esclusas para adaptarse a 
la región.
Los trabajos del canal técnicamente se dividieron en tres secciones: la Atlántica, 
Central y Pacífica; en la sección Pacífica, la cual comprendía el Cerro Culebra, se 
habían presentado los peores problemas de la excavación en todo el canal:
El Cerro Culebra no sólo constituía un escollo por la mucha altura y la dura roca, sino 
que frecuentemente se presentaban unos derrumbes desastrosos, anulando todo el 
trabajo realizado y sepultado el equipo ferroviario y mecánico que se usaba para la 
excavación; y hasta muchos hombres perdieron la vida como consecuencia de esos 
deslizamientos de tierra y rocas.54
Un problema más se produjo en septiembre de 1882, cuando un terremoto 
sacudió el Istmo y se tuvo que interrumpir el trabajo y el tráfico de los ferrocarriles 
durante algún tiempo. Este acontecimiento contribuyó a la baja de las acciones de la 
compañía en París.
Al inicio de la obra los trabajadores estuvieron a cargo del ingeniero Armand 
Reclus55, el cual renunció en junio de 1882 por la desorganización del proyecto; ante 
52 Cogley, Dinámico, 1990, p. 60.
53 Alexandre Gustave Eiffel (1832, Dijon - 1923, París) fue un ingeniero francés, especialista en 
estructuras metálicas. Su construcción más famosa es la Torre Eiffel. Construida entre los años 1887 y 
1889 para la Exposición Universal de 1889 en París, Francia.
54 Cogley, op. cit., p. 64.
55 Armando Reclus (Orthez, Francia, 1843 – Sainte-Foy-la-Grande, Francia, 1927). Ingeniero naval y 
Oficial de la Marina francesa, explorador de la zona del Darién y uno de los padres del proyecto del 
Canal de Panamá, Colaboradores, "Armand Reclus", Wikipedia, 2012.
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su renuncia, el 1 de marzo de 1883 se posesionó de la dirección el ingeniero francés 
Jules Isidore Dingler: “Este señor fue muy dedicado a su trabajo y competente en su 
dirección, a pesar de ello, fue arduamente, criticado por una lujosa villa que se mandó 
a construir en la colina del Cerro Ancón, sufragada por la compañía y que se conoció 
como la folie Dingler, (la locura de Danglé).”56 No obstante, los problemas técnicos 
continuaron, y las crecientes del Río Chagres y los derrumbes del cerro Culebra se 
convirtieron en problemas imposibles de resolver; los técnicos y operadores se 
negaban a trabajar ahí, y las compañías no querían hacer contratos en esa área, por 
que sus máquinas no rendían lo mismo que en otros lugares.
En septiembre de 1886, Felipe Juan Bunau-Varilla se encargó de dirigir los 
trabajos en el Corte de Culebra. Las dragas57 de la compañía funcionaban a vapor, 
pero tuvieron un mejor rendimiento cuando Bunau cambio el sistema de vapor a uno 
eléctrico:
Esta nueva draga eléctrica inventada por Bunau-Varilla, revolucionó el trabajo, 
aumentando el rendimiento de las dragas y como el contrato estaba calculado 
considerando las dragas a vapor, las ganancias de la compañía aumentaron tanto que 
algunos las consideraron `ultrajosamente ventajosas´.58
El historiador panameño Plinio Cogley menciona que entre los beneficios que 
realizo Bunau, fue una técnica con la cual, se podía dinamitar una roca y fragmentarla 
en pedazos para que las dragas las sacaran con mayor facilidad, lo que, generaba 
ganancias para la compañía, “En el Corte de Culebra se hizo unas represas de tierra 
donde trabaja las dragas, al entrar el agua y conformarse unos pequeños lagos 
56 Es interesante la descripción que hace Plinio Cogley del ingeniero Dingler, en el sentido de que 
podemos darnos una idea de la actitud que mantenían los extranjeros frente a los problemas de salud 
durante los trabajos del canal; describe como antes de embarcarse en Francia para Panamá, Dingler 
dijó que únicamente los borrachos y los de vida disoluta mueren allá de fiebre amarilla, por lo que, en 
octubre de 1883 trajo al Istmo a toda su familia, desgraciadamente “La fiebre amarilla en enero de 
1884 se encargó de la hija, en febrero le tocó el turno al hijo, al siguiente mes, el prometido de la hija 
y finalizando el año fue sepultada Madame Dingler, el último miembro de la familia [...].”, Cogley, 
op. cit., pp. 60-61.
57 La draga es una máquina que se emplea para ahondar y limpiar los puertos, ríos, canales, etc., 
extrayendo de ellos fango, piedras, arena, etc., RAE, “Draga”, 2001, pp. 575-576.
58 Cogley, op. cit., p. 67.
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artificiales, las dragas eléctricas flotaban en el agua y podían trabajar en la excavación 
con mayor facilidad y efectividad.”59.
Para la construcción del canal en Panamá, Ferdinand de Lesseps ya tenía la 
experiencia de haber dirigido la exitosa obra de ingeniería del canal de Suez 
culminada en 1869, y después de esa experiencia adquirida consideró que para la 
construcción del canal en continente americano sólo requeriría de capital humano; 
desgraciadamente, por las condiciones de las obras, falleció la mayoría del capital 
humano con el que contaban.
Los problemas para la construcción del canal en Panamá iniciaron desde que se 
tuvo la idea equivocada de que las condiciones físicas del espacio eran las mismas 
que en Egipto:
En Suez encontraron un desierto plano y la excavación había tenido lugar 
fundamentalmente en arena; en Panamá encontraron una selva tropical escarpada 
e impenetrable, y tuvieron que hacer frente bien a roca dura bien a un terreno 
demasiado blando.60
Otro de los inconvenientes durante las obras del canal fue que los trabajos 
estuvieron expuestos a condiciones ambientales adversas. El clima tropical del istmo61 
propició la reproducción de moscos, los cuales fueron una fuente mortal de epidemias; 
malaria y fiebre amarilla. La falta de atención a la salud, que surgió por las epidemias, 
se debió a que para la compañía francesa no era una prioridad higienizar la zona de 
las obras del canal, además, se desconocía que una de las causas para que se 
extendiera una epidemia era la conexión entre los mosquitos y las principales 
enfermedades de la zona.62 
La Compagnie Universelle du Canal Interoceanique sólo asumió los problemas 
técnicos de las obras, por lo cual, no asumió el compromiso de una asistencia a la 
59 Ibid.
60Canal, http://www.oei.es/divulgacioncientifica/reportajes016.htm, fecha de consulta: febrero de 2012.
61 Panamá se localiza en la zona intertropical o ecuatorial (7º 11' a 9º 37' de latitud norte).
62 Dicho desconocimiento se dio a pesar de que, el médico Carlos Juan Finlay de La Habana había 
anunciado en 1881 que la transmisión de la fiebre amarilla se debía al mosquito Aëdes aegypti, pero 
la falta de pruebas concluyentes y lo aparentemente del descubrimiento, hizo que muchos médicos 
despreciaran su deducción.
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http://www.oei.es/divulgacioncientifica/reportajes016.htm
salud adecuada para los trabajadores. La compañía no se responsabilizó del daño a la 
salud, tanto de sus trabajadores como de la población en general, a pesar de haber 
construido en Colón su zona de hospitales. Las enfermedades fueron 
incontrolablemente transmisibles, por lo que, “fueron miles y miles las personas 
muertas sin distingos de nacionalidad ni clase social. La cantidad de muertes fue 
asombrosa. [...] Las dos enfermedades, como aseverara antes, que más estragos 
causaron fueron la malaria y la fiebre amarilla.”63, aunque, también hubo otro tipo de 
enfermedades como la fiebre tifoidea, viruela, neumonía, beriberi o mordeduras de 
serpientes. A las enfermedades se sumaban el calor, lluvias torrenciales, pantanos 
pestilentes, y una selva impenetrable.
La falta de asistencia a la salud durante las epidemias se atribuye en gran parte a 
la falta de jurisdicción en las zonas donde se concentraban las obras de la compañía 
francesa; por ello, no existió control sobre la higiene y la salubridad ni en Colón ni en 
Panamá. Este tipo de mortalidad se había superado en la colonia, debido a los 
progresos sanitarios que introdujeron cambios en la población mejorando las 
condiciones generales de vida. El caso de Panamá, es un ejemplo de que ese tipo de 
enfermedades no se erradicaron totalmente, sino que, existía solamente un control 
sanitario que no podía ser descuidado. Se calcula que hubo entre 20 y 22 mil muertos, 
en su mayoría trabajadores afroantillanos; dicha cifra es una una aproximación, si se 
piensa en aquellos trabajadores que no tenían un registro como trabajadores de la 
compañía.
La guerra franco-prusiana y el pago de la enorme indemnización a Alemania 
habían empobrecido a Francia, por lo que, no hubo manera de que aumentarán el 
número de accionistas en la Compañía, tomando en cuenta que, la cantidad de 
accionistas que inicialmente habían invertido sus ahorros había sido muy alta: 
Sumaban 104,345 los accionistas; de éstos 80,839 tenían de 1 a 5 acciones y 19,143 
poseían de 6 a 20. De ese gran total casi 16,000 eran mujeres. Además que agregarle 
las 800,000 personas que habían comprado bonos de la lotería, los cuales también 
63 Cogley, Dinámico, 1990, p. 61.
33
invirtieron dinero en la gran obra canalera.64
El propio Lesseps había admitido que era mucho más difícil la construcción del 
canal de Panamá que el de Suez, pero la mala administración de la compañía generó 
que los ánimos en la construcción del canal francés disminuyeran. La historia de la 
Compañía no terminó ahí, pues las intrigas dentro de la empresa se hicieron públicas, 
los informes de los ingenieros Armand Rousseau, León Boyer y, el Director General 
Jacquet, suscitaron que el público desconfiara de la administración de la compañía. 
Estos acontecimientos, llevaron a que se realizara un juicio público, donde se dieron a 
conocer los nombres de los directivos y las grandes cantidades que habían saqueado 
de los ahorros invertidos en la compañía; el juicio fue muy dramático por la gran 
cantidad robada. Al final del juicio, algunos administrativos de la empresa quedaron 
presos, y otros huyeron.
Para 1888 las arcas de la Compañía estaban vacías, por lo que, Lesseps paró 
todos los trabajos y abandonó el proyecto. De esa forma llegó a su fin, el proyecto del 
canal francés por la Compagnie Universelle du Canal Interoceanique.
Oficialmente, caída en quiebra el 4 de febrero de 1889 la compañía francesa, 
Lesseps fue sustituido por el ingeniero Bunau-Varilla. El nuevo jefe de la construcción 
inició trabajando sin apoyo financiero, por lo que, recurrió al gobierno de los Estados 
Unidos al que finalmente cedió los derechos de explotación y construcción del Canal 
de Panamá y el control de la zona en torno al mismo. El Tratado Hay-Bunau-Varilla 
validó esta concesión, firmándose el 18 de noviembre de 1903, después de la 
separación de Colombia. Los trabajos del canal norteamericano concluyeron en 1914 
utilizando tecnología avanzada para la época como motores eléctricos con sistemas de 
reducción para mover las compuertas de las esclusas, sistemas de vías de ferrocarril 
para movilizar las toneladas de material excavado y la construcción del lago Gatún, el 
lago artificial más grande en esa época.
64 Ibid., p. 68.
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CAPÍTULO III.
LA DOCUMENTACIÓN FOTOGRÁFICA DE LA SERIE, “EL CANAL DE
PANAMÁ EN SU ETAPA FRANCESA, 1881-1886, JULIO MICHAUD”
3.1. La fotografía decimonónica
Las fuentes utilizadas para conocer el proceso de construcción del canal de Panamá, 
durante su etapa francesa, son en su mayoría fuentes escritas, sin embargo, existen 
distintas fuentes aún por documentar e investigar que ayudarían a comprender mejor 
los procesos sociales que conforman nuestros espacios e identidades. En este 
sentido, la documentación de objetos fotográficos nos proporciona herramientas para 
complementar los conocimientos construidos a través de fuentes orales y escritas. En 
el presente trabajo de investigación, he considerado la documentación del álbum 
fotográfico Canal de Panamá et d'Antilles del que se ha recuperado información que 
puede ser útil para otras investigaciones sobre la historia del canal de Panamá. Por lo 
anterior, y porque las fuentes iconográficas han sido constantemente utilizadas para 
comprender diversos procesos sociales, considero que es relevante describir, de 
manera breve, parte del desarrollo de los procesos y posturas en torno a la fotografía 
El conocimiento que tenemos sobre el desarrollo de la fotografía, ha predominado 
desde su origen la historia de la técnica. A finales del siglo XIX, las primeras referencias 
que se hacen la fotografía, se realizan a través de notas en periódicos y revistas, así 
como manuales; todos ellos, inclusive los juicios que se generaron en textos literarios, 
también hacían alusión a su técnica. Más tarde, en el siglo XX en la década de los años 
treinta se formaliza la historia de sus procesos técnicos y, a su vez, se inician las 
interpretaciones sobre la imagen o teorías de la percepción. En los años sesenta se 
comienza abordar desde la visión de las llamadas historias generales de la fotografía. 
Y ya desde la década de los años setenta hasta la actualidad, se publican textos con 
sentido de divulgación (ligados a las historias generales), así como, reflexiones de 
carácter teórico e histórico.
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El siglo XIX fue importante por los cambios sociales que se generaron, y que prevalecen 
actualmente: la consolidación del sistema capitalista, las modificaciones en los 
espacios y formas de pensar el mundo. Este siglo se caracteriza por el desarrollo de la 
ciencia, de la tecnología; es en esta etapa a inicios de siglo, donde se ubica el origen 
de la fotografía65. Desde entonces la evolución de la técnica fotográfica ha estado 
relacionada con las formas de ver y representar una realidad. 
En la tercera década decimonónica se ubica el surgimiento de la fotografía, 
entendiéndola como procedimiento para fijar una imagen, en un soporte fotosensible 
bidimensional. 66 También es la época en la que los pintores con poca experiencia en 
el oficio y con escaso talento recurren al uso de instrumentos mecánicos, como las 
“máquinas de dibujar”

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