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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSTGRADO E INVESTIGACIÓN HOSPITAL GENERAL DEL ESTADO DE SONORA DIVISIÓN DE ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN T E S I S “Analgesia multimodal preventiva contra manejo analgésico convencional: estudio comparativo en pacientes programados para colecistectomía abierta en el Hospital General de Caborca, Sonora”. Que presenta: Dr. Alberto Olmeda Díaz Residente de Tercer Año de Anestesiología Dr. Luis Armando Reyes Pesqueira Asesor Médico Hermosillo, Sonora., Febrero - 2014 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. FIRMAS DE APROBACIÓN: Dr. Francisco Rene Pesqueira Fontes Director General Dr. Jorge Isaac Cardoza Amador Director Médico Dr. Ramón Humberto Navarro Yanes Jefe de Servicio de Anestesiología Dr. Luis Armando Reyes Pesqueira Asesor de Tesis Dr. Alberto Olmeda Díaz Médico Residente de Tercer Año de Anestesiología AGRADECIMIENTOS Al término de esta etapa de mi vida, quiero expresar un profundo agradecimiento a quienes con su ayuda, apoyo y compresión me alentaron a lograr esta hermosa realidad. A dios que me ha heredado el tesoro más valioso que puede dársele a un hijo "sus padres". A mis padres, sabiendo que no existirá forma alguna de agradecer una vida de sacrificios, esfuerzos y amor, quiero que sientan que el objetivo alcanzado también es de ustedes y que la fuerza que me ayudo a conseguirlos fue su gran apoyo. A mis hermanos y hermanas quienes la ilusión de su vida ha sido verme convertido en un hombre de provecho. A mi asesor por la orientación y ayuda que me brindo para la realización de esta tesis, por su apoyo y amistad que me permitieron aprender mucho más que lo estudiado en este proyecto. A mis adscritos porque gracias a su apoyo y consejos, he llegado a realizar una de mis grandes metas. Y a todas aquellas personas que comparten conmigo este triunfo. Gracias. DEDICADO A MÍ ESPOSA E HIJA María Ernestina Loya Ibarra Y Rubi Estefania Olmeda Loya Porque gracias a su amor, apoyo y sacrificios he llegado a realizar dos de mis más grandes metas en la vida: la culminación de mi especialidad y el hacerlas sentirse orgullosas de esta persona que tanto las ama. Con todo el amor de mi alma. INTRODUCCIÓN Este estudio se inició con observaciones realizadas en el Hospital General de Caborca durante mi rotación de campo, se comentó con los médicos adscritos la necesidad de buscar nuevas alternativas analgésicas y anestésicas en cirugía de abdomen para abatir lo más posible el dolor, se revisaron las propiedades y contraindicaciones de medicamentos opioides, antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y anestésicos locales (AL), así como los antecedentes de estudios similares en México y otros países procurando que fueran recientes, esto para asegurar que este estudio aporta conocimiento nuevo a la ciencia médica. Se seleccionaron dos grupos de pacientes, haciendo un total de 42, esta muestra fue calculada con un 99% de confianza y extraída aleatoriamente de los documentos que proporciono el servicio de informática y estadística, los 42 pacientes se seleccionaron aleatoriamente para ingresar al grupo control y otros al grupo experimental resultando el grupo experimental con 22 y el control con 20. Se procedió a hacer el estudio de campo con la interrogación de los pacientes en el cual se obtuvieron sus datos demográficos así como sus antecedentes clínicos de laboratorios y patológicos. Se procedió a realizar el acto anestésico con el monitoreo de las variables hemodinámicas y las contempladas en el protocolo de anestesia. Se solicitó a los pacientes la referencia de dolor en escala EVA, estos datos se registraron a los cinco minutos. El análisis estadístico consistió en la descripción de la media y al desviación estándar de las variables peso, edad y talla, mismas que fueron probados hipotéticamente con una confianza de 90% que fueron homogéneas, esto se realizó con la “t de student” y un p < de 0.10, para comparar la intensidad de dolor en ambos grupos se utilizó la “U de Mann Whitney” en cada uno de los tiempos mencionados, en todos los casos fue rechazada la hipótesis nula excepto a los 5 minutos, esto se debe probablemente a que el medicamento anestésico todavía se encontraba haciendo efecto en ese momento, sin embargo el rechazo de la hipótesis nula en los otros casos hace evidente que la combinación AINE + opioide + AL que se aplicó al grupo experimental es evidentemente más eficiente que el que se aplicó al grupo control. INDICE CAPITULO I. MARCO TEÓRICO 1.1. Descripción de medicamentos analgésicos: opioides, analgésicos no opioides y anestésicos locales……………………………..……………8 1.2. Manejo del dolor………………….…………………………………...……….17 1.3. Fisiopatología del dolor………………………………………………………19 1.4. Analgesia preventiva………………………………………………………....21 1.5. Analgesia multimodal………………………………………………….……..22 1.6. Analgesia para cirugía de abdomen alto……………………………….....22 1.7. Escala visual análoga…………………………………………………………23 CAPITULO II. MATERIALES Y MÉTODOS 2.1. Planteamiento del problema………………………………………………...24 2.2. Hipótesis………………………………………………………………………...24 2.3. Objetivos………………………………………………………………………..24 2.4. Justificación…………………………………………………………………....24 2.5. Diseño……………………………………………………………………………25 2.6. Grupos de estudio…………………………………………………………….25 2.7. Tamaño de la muestra……………………………………………………….25 2.8. Criterios de inclusión…………………………………………………………25 2.9. Criterios de exclusión………………………………………………………...25 2.10. Criterios de eliminación…………………………………………………….25 2.11. Cédula de recolección de datos…………………………………………..26 2.12. Descripción general del estudio……………………………………….….26 2.13. Análisis de datos………………………………………………………….….26 2.14. Recursos humanos………………………………………………………….26 2.15. Recursos financieros………………………………………………………..27 2.16. Recursos materiales………………………………………………………...27 2.17. Aspectos éticos………………………………………………………………27 2.18. Resultados…………………………………………………………………….27 CAPITULO III. DISCUSIÓN, CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES. 3.1. Discusión………………………………………………………………………..30 3.2. Conclusiones…………………………………………………………………..31 3.3. Recomendaciones…………………………………………………………….31 ANEXOS BIBLIOGRAFÍA 8 CAPITULO I. MARCO TEÓRICO 1.1. Descripción de medicamentos analgésicos: opioides, analgésicos no opioides y anestésicos locales. Cada vez son más numerosos los procedimientos quirúrgicos que se realizan en México. Se prevé un incremento cercano al 20% para el próximo quinquenio. Se ha identificado que el 80% de los pacientes postoperados tendrá dolor, y que en el 80% de esos casos, el dolor será moderado a severo en intensidad. Para el tratamiento de dicho dolor, se han propuesto diversos abordajes terapéuticos basados en la evidencia. La piedra angular de la terapéutica postoperatoria es la analgesia regional neuroaxial con anestésicos locales y opioides en combinación (1). A continuación se describen las bases farmacológicas delos analgésicos más comunes aplicados en cirugías de abdomen. Opioides: El uso de los opioides en el manejo de la amplia mayoría de patologías dolorosas no implica una mayor discusión para el clínico, pero la frecuente aparición de efectos secundarios tales como náusea, vómito, prurito, retención urinaria, depresión respiratoria y tolerancia ha motivado la búsqueda de nuevas presentaciones y formas alternativas para su administración. Durante muchos años los opioides fueron usados sin conocerse a ciencia cierta su mecanismo de acción. Desde principios de los setentas se identificaron los receptores específicos de los opioides, localizándolos inicialmente en el cerebro y posteriormente en la médula espinal (2). Desde hace muchos años se sabe que el efecto de los opiáceos reside en su acción sobre los receptores. Actualmente, la mayor parte de los autores aceptan que los receptores opiáceos serían de tres tipos μ, δ y κ. A cada tipo de receptor le corresponde una familia de endomorfinas. Distintas sustancias, tanto agonistas como antagonistas, actúan sobre estos receptores con una afinidad y una selectividad diferentes. La morfina y la naloxona se unen de manera preferente con los receptores μ, aunque poco selectivamente ya que interaccionan también con los receptores δ y κ. 9 Localizaciones medulares: Los receptores opiáceos medulares están situados principalmente en las láminas superficiales de la médula, I (zona marginal de Waldeyer) y II (sustancia gelatinosa), estando presentes en menor número en las láminas más profundas. Localizaciones supraespinales: A nivel supraespinal, los receptores opiáceos están presentes en numerosas estructuras. Los receptores μ se encuentran sobre todo en la sustancia periacueductal, los núcleos dorsal y mediano del rafe, el estriado, el córtex (capas I y III), el hipocampo y el tálamo. Los receptores δ se localizan especialmente en el córtex (capas I, II y VI) y en el estriado (putamen, globus pallidus) y los receptores κ, en el núcleo accumbens, el hipocampo y el tálamo (3). Opioides Intratecales: La historia de la anestesia intratecal y epidural ha discurrido en paralelo al desarrollo de la anestesia general. La primera reseña publicada sobre el uso de opioides para anestesia intradural la realizó un cirujano rumano, que presentó su experiencia en 1901 en París. Ha pasado casi un siglo hasta conseguir la utilización de opioides por vía epidural. En nuestros días, el uso de opioides intradurales y epidurales constituye una práctica clínica habitual para conseguir analgesia intra y postoperatoria. En los últimos 30 años, el uso de opioides epidurales se ha convertido en rutinario para el tratamiento del dolor del trabajo del parto y del manejo tanto del dolor agudo como crónico. Ha sido ampliamente asumido que cualquier opioide depositado en el espacio epidural o intratecal producirá una analgesia altamente selectiva medular y que ésta será superior a la conseguida por otras técnicas analgésicas o vías de administración. Desafortunadamente esto simplemente no es verdad. De hecho, en multitud de ocasiones, los opioides son utilizados vía perimedular a pesar de que la evidencia clínica nos demuestra que no producen un efecto específico medular, o que la analgesia producida no es superior a la conseguida tras su administración intravenosa. Para realizar un uso apropiado de los opioides espinales, debemos comprender adecuadamente la fisiología y la farmacología clínica de estos fármacos y cuál produce analgesia selectiva medular y cuál no. Las diferencias son producto de la biodisponibilidad en los receptores específicos de su biofase 10 medular en la sustancia gris. Esta es menor para los opioides lipofílicos, ya que son aclarados hacia el plasma con mayor rapidez que los hidrofílicos, y consecuentemente producen con mayor antelación efectos adversos supramedulares y su vida media es de menor duración. La morfina es probablemente el opioide con mayor acción selectiva medular tras su administración epidural o intradural. Cualquier opioide inyectado vía intratecal, se presupone que producirá parte de su efecto analgésico por un mecanismo espinal directo. La principal diferencia, respecto a la administración epidural, reside en la duración del efecto clínico, la velocidad de redistribución hacia los centros cerebrales y el mecanismo por el cual el fármaco alcanza dichos centros. En general, los opioides lipofílicos producen una analgesia de corta duración, de 1-3 horas, que los convierte en una mala opción para analgesia posoperatoria tras punción intradural única, pero útiles en el tratamiento del dolor del trabajo del parto, especialmente en el primer estadio o en el expulsivo. Los efectos adversos supraespinales que producen, aparecen con mayor rapidez que con los opioides hidrofílicos, debido a que las dosis que debemos administrar son relativamente altas y su pico plasmático más precoz. La morfina es un opioide que depositado en el espacio intratecal, a dosis de 100-200 μg, produce una analgesia que puede durar hasta 24 hrs. Este dato no la convierte en una buena opción para su uso en anestesia espinal en pacientes de cirugía ambulatoria por la alta incidencia de efectos secundarios de duración prolongada, como la retención urinaria. Esta larga duración no es posible conseguirla vía I.V., ni por supuesto con las mismas dosis administradas, lo que demuestra su efecto espinal. Tampoco es fácilmente entendible su duración clínica, cuando la vida media de eliminación del LCR es del orden de 73 - 140 min, lo que supone un tiempo de estancia máximo de 6- 12 h. La explicación más racional es que el tiempo de persistencia en su biofase medular es mayor que el del LCR, aunque el hecho de ser un fármaco con una progresión rostral muy importante, produce un efecto supraespinal que podría ser el complemento a la analgesia observada de larga duración. Este efecto sinérgico, o aditivo espinal/supraespinal, ha sido comprobado en modelos animales pero es desconocido si ocurre de la misma manera en humanos. Este punto es importante porque replantearía el hecho de prohibir 11 sistemáticamente el uso de opioides por vía sistémica en un paciente que los está recibiendo vía espinal (4). Analgésicos no opioides: El paracetamol y los AINE son útiles para el dolor agudo y crónico secundario a una amplia gama de procesos patológicos, como traumatismos, artritis, cirugía y cáncer. Los AINE están indicados para el dolor que va acompañado de inflamación como proceso anatomopatológico subyacente, gracias a su capacidad para suprimir la producción de prostaglandinas inflamatorias. Los AINE poseen propiedades analgésicas y antiinflamatorias, y también pueden ser útiles para el tratamiento del dolor sin inflamación. Los analgésicos no opioides difieren de los opioides en ciertos aspectos de interés. Dichas diferencias deberían materializarse para aportar el tratamiento más eficaz a los pacientes con dolor agudo, y son las siguientes: 1. La curva de dosis y respuesta de los AINE tiene un efecto máximo, de manera que tras alcanzar el techo analgésico, los incrementos de las dosis aumentan los efectos adversos sin conseguir una analgesia adicional. 2. Los AINE no generan dependencia física ni psicológica y, por tanto, su interrupción brusca no desencadena síndromes de abstinencia. 3. Los AINE son antipiréticos. Los AINE están minusvalorados para el tratamiento del dolor crónico y se omiten innecesariamente en los pacientes con este tipo de dolor y en aquellos que son incapaces de consumir medicación por vía oral. Algunos AINE disponen de formulaciones parenterales, tópicas y rectales cuya administración está, a menudo, infrautilizada. Todos los AINE, incluida la subclase de los inhibidores de la COX-2, son antiinflamatorios, analgésicos y antipiréticos.Son un grupo de compuestos químicamente heterogéneo, a menudo sin relación química, a pesar de lo cual comparten ciertas acciones terapéuticas y efectos adversos. El ácido acetilsalicílico inhibe, además, las enzimas COX, pero de una manera molecularmente distinta de la inhibición competitiva, reversible y activa ejercida por otros fármacos, y a menudo se distingue de la de los AINE. 12 Del mismo modo, el paracetamol, que es analgésico y antipirético, pero está desprovisto en su mayor parte de actividad antiinflamatoria, también se separa tradicionalmente de este grupo a pesar de compartir su actividad AINE con otras acciones relevantes para su acción clínica in vivo. Mecanismo de acción: Todos los AINE inhiben la enzima ciclooxigenasa (COX), inhibiendo de este modo la síntesis de las prostaglandinas. Además de sus efectos periféricos, los AINE ejercen una acción central en el cerebro o en la médula espinal que podría ser importante para sus efectos analgésicos. Hace más de 30 años que se planteó la existencia de numerosas isoformas de la COX. En la década de 1990 se aisló la segunda isoforma (COX-2). La COX- 1, la isoforma identificada originariamente, se encuentra en las plaquetas, el aparato digestivo, los riñones y en otros muchos tejidos humanos. La COX-2 se encuentra predominantemente en los riñones y en el sistema nervioso central (SNC), y se induce en los tejidos periféricos por estímulos nocivos que desencadenan inflamación y dolor. La inhibición de la COX- 1 se asocia con efectos adversos tan bien conocidos como la hemorragia digestiva y ciertos trastornos renales que aparecen asociados con los AINE. Los efectos terapéuticos antiinflamatorios de los AINE se deben en gran medida a la inhibición de la COX-2 y no de la COX- 1. Hasta hace relativamente poco, todos los AINE no selectivos disponibles inhibían las isoformas COX-1 y COX-2. Los fármacos que actúan de esta forma se denominan AINE tradicionales o no selectivos. La mayoría de los AINE inhiben tanto la COX-1 como la COX-2 con una selectividad escasa, aunque algunos autores pensaron erróneamente que los AINE no selectivos como diclofenaco, ketorolaco, meloxicam y nimesulida no mostraban selectividad para la COX-2 in vitro. De hecho, meloxicam actúa preferentemente como inhibidor de la COX-2 en dosis relativamente bajas (p. ej., 7,5 mg al día). Los primeros AINE con selectividad para la COX-2 que aparecieron a finales de la década de 1990 proporcionaban todos los efectos beneficiosos de los AINE no selectivos, pero con menos efectos adversos sobre el sangrado y el aparato digestivo. Los AINE con selectividad para la COX-2 no son más seguros para el riñón que los AINE no selectivos. A mediados del año 2003, tres miembros de la clase inicial de inhibidores de la COX-2, los Coxibs, recibieron la aprobación para su administración en Estados Unidos y Europa. 13 Tanto Rofecoxib como Valdecoxib han sido retirados últimamente del mercado debido a su perfil potencial de efectos adversos cardiovasculares. Ninguno de los Coxibs ha demostrado una eficacia clínica mayor que los AINE. El ácido acetilsalicílico modifica covalentemente la COX-1 y la COX-2, inhibiendo irreversiblemente la actividad de la ciclooxigenasa. Ésta es una distinción importante del resto de AINE, ya que la duración de los efectos del ácido acetilsalicílico está relacionada con el ritmo de recambio de las ciclooxigenasas en diferentes tejidos diana. La duración del efecto de los AINE diferentes del ácido acetilsalicílico, los cuales inhiben competitivamente los focos activos de las enzimas COX, guarda una relación más directa con la evolución temporal de la disposición del fármaco. La importancia que tiene el recambio enzimático en la atenuación de la acción del ácido acetilsalicílico es más notable en las plaquetas, las cuales al carecer de núcleo, tienen una capacidad notablemente limitada para sintetizar proteínas. Así pues, las consecuencias de la inhibición de la COX-1 plaquetaria perduran a lo largo de toda la vida de la plaqueta. Por tanto, la inhibición de la formación de tromboxano A2 dependiente de la COX-1 plaquetaria va acumulándose con dosis repetidas de ácido acetilsalicílico (con dosis tan bajas como 30mg/día) y dicha inhibición tarda en recuperarse aproximadamente entre 8 y 12 días, que es el tiempo de recambio de las plaquetas, una vez que se suspende el tratamiento. El paracetamol es un fármaco no salicilato cuya potencia analgésica y antipirética es similar a la del ácido acetilsalicílico, pero no tiene efectos antiplaquetarios, carece de efectos antiinflamatorios periféricos clínicamente útiles y no daña la mucosa gástrica. Uno de los mecanismos de acción propuestos para el paracetamol es la inhibición de una tercera isoforma de la ciclooxigenasa (COX-3) que se identificó recientemente. La COX-3 sólo se encuentra en el SNC, lo que podría justificar la acción analgésica y antipirética del paracetamol, pero no la antiinflamatoria. Sin embargo, sigue siendo incierta la importancia de la COX-3, y todavía están por definir el o los mecanismos de acción del paracetamol. Ácidos Pirrolacéticos: El Ketorolaco es un Ácido Pirrolacético disponible para su administración parenteral. Una dosis inicial de 30 mg, seguida de 10 a 15 mg por vía intravenosa (I.V.) cada seis horas tiene la misma potencia 14 analgésica que 6 a 12 mg de morfina por vía I.V. El Ketorolaco puede desencadenar insuficiencia renal, especialmente en los ancianos y en los pacientes hipovolémicos. Por dicho motivo, se recomienda limitar la dosis a solamente cinco días. Los médicos deben intentar administrar la dosis más baja que consideren necesaria (5). Anestésicos Locales (AL): Los anestésicos locales (AL) son sustancias que, colocadas en concentración apropiada en contacto con una estructura nerviosa o muscular, bloquean de forma temporal y reversible la propagación de los potenciales de acción de membrana. Los AL disminuyen la permeabilidad del canal sódico al ion sodio y por tanto no afectan al potencial de reposo. En cambio, este efecto entraña una reducción de la corriente de despolarización que no puede alcanzar el valor umbral, lo que causa bloqueo de la propagación del impulso. La dosis de AL penetra en las células nerviosas, equilibrándose a uno y otro lado de la membrana. Estos procesos dependen del pKa y de la lipofilia del AL. La velocidad de difusión del AL a través de la membrana explica las latencias de aparición y desaparición del efecto anestésico local. La unión AL-receptor modifica la conformación de los canales sódicos, que no pueden pasar más al estado abierto o activado. De esto se deriva un bloqueo de la propagación de los impulsos nerviosos, reforzado por las estimulaciones repetidas que aumentan el porcentaje de unión AL-receptor. Sólo la duración del efecto anestésico local, y no su latencia, depende de la velocidad de disociación del par AL-receptor. La calidad y la intensidad del bloqueo y la longitud de la fibra nerviosa expuesta al AL. Este fenómeno contradice la ley del «todo o nada», ya que en cada nódulo hay concentraciones infrabloqueantes del AL que interrumpen parcialmente la despolarización. Debido a esto, si la longitud de las fibras expuestas al AL es suficiente y la frecuencia de estimulación elevada, la suma de los efectos individuales, por transmisión de la despolarización de un nódulo a otro, va a permitir la disminución progresiva de la amplitud del potencial de acción y la aparición del bloqueo. La actividad clínica de los AL varía según su estructura y puede ser modulada por muchos factores, de naturaleza esencialmente fisicoquímica, 15 como la liposolubilidad, el pKa y el porcentaje de unión a proteínas. También intervienen otros factores, como la dosis administrada, el coeficiente de difusión tisular,las propiedades vasoactivas intrínsecas del AL, el lugar de inyección y ciertas situaciones fisiológicas (embarazo). El conjunto de estos factores justifica las propiedades esenciales de los AL: latencia, duración de acción, potencia y toxicidad. Farmacocinética: No se conoce exactamente la distribución local de los AL. Depende de numerosos factores, como la naturaleza y la viscosidad del excipiente, las variables de inyección y las características de la solución inyectada (volumen, concentración, velocidad, temperatura), el lugar de inyección (tamaño, pH, membranas, flujo sanguíneo local, tejido conjuntivo, densidad grasa, etc.) y, según el tipo de bloqueo, la posición del paciente. Una fracción variable de la dosis inyectada se fija al tejido adiposo, especialmente si se trata de AL muy lipófilos, como la etidocaína. Del mismo modo, una parte de la dosis puede unirse a proteínas hísticas. Estos mecanismos pueden aumentar la latencia de establecimiento de un bloqueo, e incluso hasta disminuir la eficacia. A la inversa, gracias a la liberación progresiva a partir de estos lugares de almacenamiento temporal, la duración de la exposición de las estructuras nerviosas al AL puede aumentar sensiblemente. Por otro lado, según el sitio de inyección, los AL deben atravesar un número mayor o menor de barreras, antes de alcanzar la membrana neuronal. Esta difusión es un fenómeno pasivo cuya velocidad está regida por la ecuación de Fick. La conjunción de todos estos factores, que no se conocen bien, puede modificar el comportamiento farmacocinético de los AL. Así, los parámetros habituales (latencia y duración de la acción, potencia, etc.) determinados in vitro pueden ser sensiblemente diferentes in vivo. Absorción: La cinética de absorción es monofásica tras la inyección subaracnoidea. Durante la inyección en lugares ricos en grasas (bloqueos del plexo braquial, inyecciones peridurales), la cinética de absorción es bifásica, con una fase inicial rápida seguida de una fase más lenta. La vida media de distribución inicial (t1/2α) está en relación con la importancia de la vascularización del lugar de administración, mientras que la segunda fase, o vida media de eliminación ß (t1/2ß) depende ante todo del AL considerado. 16 Tras la inyección de un AL, una parte de la dosis alcanza su objetivo, mientras que otra fracción pasa a la circulación sistémica. La difusión a través del endotelio vascular está facilitada, debido a la liposolubilidad de los AL. La riqueza en tejido graso y el flujo sanguíneo local son las principales variables de regulación de la velocidad de absorción sanguínea. Una densidad capilar grande, un flujo sanguíneo local importante y un coeficiente de partición sangre/tejidos grande son factores de incremento de la absorción sistémica. La adición de un agente vasoconstrictor aminora la resorción de ciertos AL, que varía igualmente con las propiedades vasoactivas intrínsecas del AL. La Llidocaína, la Bupivacaína y la Etidocaína inducen una vasodilatación, favoreciendo la absorción sistémica, mientras que la Prilocaína, la Mepivacaína y la Ropivacaína inducen más bien una vasoconstricción. Para estos tres últimos AL, la adición de un vasoconstrictor no tiene, de hecho, ningún interés. Se ha demostrado la ausencia de modificación farmacocinética tras la adición de adrenalina a una solución de Ropivacaína, en bloqueos del plexo braquial en el hombre o APD en el animal. Distribución sistémica: Tras la absorción sanguínea, los AL son captados transitoriamente por el pulmón. Este sistema amortiguador se satura muy rápidamente y los AL son liberados de nuevo al torrente circulatorio. En caso de shunt derecha-izquierda, las concentraciones arteriales de AL aumentan considerablemente. Igualmente, en caso de inyección intraarterial accidental durante una anestesia regional para cirugía oftalmológica o dental, el riesgo neurotóxico se acrecienta, ya que se obvia la depuración pulmonar. El AL se distribuye de forma rápida por los tejidos vascularizados que constituyen el compartimento central. El compartimento periférico está constituido por los tejidos menos vascularizados. Junto a los flujos sanguíneos locales, intervienen parámetros propios de los AL, como el coeficiente de partición, el pKa (y por tanto, indirectamente, el pH local) y el porcentaje de unión a proteínas. El aclaramiento plasmático de las aminoamidas depende ampliamente de su metabolismo, pues sólo del 1 al 5 % de la dosis administrada se elimina por la orina en forma inalterada. La extracción hepática de la lidocaína es alta. Su aclaramiento, que depende esencialmente del flujo sanguíneo hepático, está disminuido por tanto en caso de insuficiencia cardíaca. El aclaramiento no varía 17 con la edad, pero la vida media de eliminación es más larga y el volumen de distribución más importante en el anciano. Eliminación: Los aminoésteres son degradados de forma muy rápida por las pseudolinesterasas plasmáticas y globulares. Sólo la cocaína sufre en parte un metabolismo hepático. La Procaína es hidrolizada en aminoetanol y ácido para-amino-benzóico. Este último es el principal responsable de las reacciones de tipo anafilactoide de este AL. La Cloroprocaína sigue la misma vía, de forma cuatro veces más rápida, y su metabolito principal es el ácido cloro-amino-benzóico. La tetracaína se metaboliza en ácido butil-amino- benzóico y dietil-amino-etanol. Las aminoamidas son metabolizadas por los enzimas microsomales hepáticos. Las reacciones de fase I conducen a los metabolitos ionizados hidrosolubles. Les siguen las reacciones de fase II, que consisten en una hidroxilación y en una conjugación, principalmente con ácido glucurónico y eventualmente con glicina o cisteína. Los metabolitos conjugados tienen excreción urinaria y biliar. Ropivacaína: La Ropivacaína se comercializa en forma de isómero levógiro, menos tóxico y de duración de acción más larga que el enantiómero dextrógiro. Los datos farmacodinámicos en el hombre son todavía poco numerosos. No parecen existir, contrariamente a lo que se esperaba, diferencias clínicas netas en lo que concierne al bloqueo sensitivo inducido por la Bupivacaína y la Ropivacaína. Al contrario, esta última induce un bloqueo motor menos intenso que la Bupivacaína, de ahí el interés particular para la utilización en obstetricia y para la analgesia postoperatoria. La Ropivacaína se presenta con una toxicidad menor que la de la Bupivacaína, tanto en el animal como en el hombre. Sin embargo, este punto sigue siendo polémico, particularmente en términos de cardiotoxicidad, si se utilizan dosis equipotentes de Bupivacaína y Ropivacaína(6). 1.2. Manejo del dolor. La distancia que separa el conocimiento del dolor de la aplicación efectiva, es grande y cada vez mayor. Ni el dolor agudo ni el crónico suelen recibir un tratamiento adecuado por muy diversas razones de cultura, actitud, educación, política y logística. El tratamiento correcto del dolor se considera un 18 derecho fundamental del paciente, así como un indicador de buena práctica clínica y calidad asistencial. La pauta analgésica ideal deberá valorar el riesgo/beneficio y las preferencias del paciente, así como la experiencia previa del facultativo y se enmarcará dentro de un abordaje multimodal de cara a facilitar la recuperación tras la cirugía. A pesar de los avances en el conocimiento de la neurobiología de la nocicepción y de la fisiología de los fármacos tanto sistémicos como espinales, el dolor postoperatorio sigue siendo infratratado. Alrededor del 60% de la cirugía actual es susceptible de realizarse como un proceso ambulatorio, pero la realidad indica que casi el 80% de los pacientes experimenta dolor postoperatorio de grado moderado a severo. El tratamiento inadecuado conlleva una prolongación del periodode recuperación, un aumento de los días de estancia hospitalaria, de los costes sanitarios y una gran insatisfacción para el paciente. La efectividad en el manejo del dolor postoperatorio implica un abordaje multimodal, con el uso de diversos fármacos con diferentes mecanismos de acción para conseguir un efecto sinérgico y minimizar así los efectos adversos de las diversas vías de administración (7). El manejo inadecuado del dolor perioperatorio es causa de graves complicaciones médicas, estancia hospitalaria prolongada y sufrimiento innecesario; por esta razón, resulta importante aplicar las mejores estrategias de tratamiento (8). Por otra parte, cada día se trabaja más en función de que las cirugías se realicen principalmente de forma ambulatoria. Las prioridades para el éxito de la cirugía mayor ambulatoria (CMA) son las 4 “A”: alerta, ambulación, analgesia y alimentación. El cansancio excesivo, náuseas, vómitos o dolor son los síntomas más comunes que demoran el alta hospitalaria. Dado que la proporción de cirugía realizada sobre la base de CMA está aumentando, y que el alta precoz y la satisfacción del paciente son objetivos importantes, se está centrando el interés en el manejo del dolor (15). El dolor agudo postoperatorio (DPO) se define como aquel dolor que está presente en el paciente quirúrgico por una enfermedad preexistente, el procedimiento quirúrgico (herida, drenajes, sondas y complicaciones) o una combinación de estas causas. Aunque se puede atender a muchos pacientes 19 con tratamiento analgésico convencional, un grupo de ellos, sea por la enfermedad de base o por la complejidad de la cirugía efectuada, se benefician de tratamientos analgésicos más complejos que requieren la intervención del anestesiólogo durante todo el período perioperatorio. Estas técnicas son las regionales, dentro de las que se incluyen: la analgesia continua o intermitente espinal o epidural, de plexos o nervios periféricos, y como técnica de rescate, la analgesia intravenosa o subcutánea continua y/o controlada por el paciente por medio de dispositivos específicos (9). 1.3. Fisiopatología del dolor. El daño hístico provoca la entrada continua de impulsos aferentes que pueden modificar la nocicepción. La lesión del tejido periférico genera una "sopa" compleja de mediadores inflamatorios y otros químicos, capaces de alterar las propiedades transductoras de los nociceptores, que podrán ser activados por estímulos de baja intensidad. La inflamación del sitio lesionado puede además, inducir la expresión de ciertos génes cuyo resultado es el aumento de la síntesis de receptores y la sensibilización de los nociceptores periféricos existentes. Esto provoca que la respuesta a nuevos estímulos sea exagerada, produzca hiperalgesia y se desencadene a partir de un umbral menor sin ninguna función protectora, un fenómeno conocido como sensibilización periférica. La hiperalgesia es la intensificación de la sensación de dolor en el sitio de la lesión (hiperalgesia primaria) o en el tejido circundante no dañado (hiperalgesia secundaria). En estas condiciones, la activación de fibras A; que en condiciones normales no son nociceptivas y promueven sensaciones inocuas por estímulos térmicos y mecánicos, puede ser percibida como dolor. En este proceso se modifica la respuesta de las neuronas del asta dorsal medular que se vuelven más sensibles a los estímulos repetidos y aumenta además la excitabilidad de las vías de transmisión nociceptiva. El mecanismo por el que las neuronas se vuelven más sensibles a los estímulos previamente aplicados se conoce como sensibilización central. Se considera que la activación de los receptores NMDA (N-metil- D-aspartato) por el glutamato, contribuye a inducir y mantener la sensibilización central. 20 Los cambios en el procesamiento de la estimulación sensitiva por parte del sistema nervioso se conocen como neuroplasticidad. Se le considera como la capacidad de las neuronas para sufrir cambios dependientes de su propia actividad y se propone como la explicación del dolor que persiste aun después que se haya resuelto el daño periférico. Desde el punto de vista clínico, la sensibilización se manifiesta como un aumento de la magnitud y la duración de la respuesta a estímulos nocivos subsecuentes y como un incremento de la respuesta a estímulos de bajo umbral. También se puede producir la alodinia (dolor provocado por un estímulo que habitualmente no lo causa). En el caso del dolor quirúrgico, la hipersensibilización central y periférica conduce a un estado de sensibilidad postoperatoria que se extiende más allá del sitio de la lesión. El dolor postoperatorio obedece al efecto acumulativo de los estímulos dolorosos preoperatorios e intraoperatorios y a la inflamación postoperatoria. Debido a que estos fenómenos son los responsables de la inducción de la hipersensibilización central y periférica, el uso de analgesia antes, durante y después de cualquier intervención quirúrgica contribuye a minimizar la excitabilidad de las vías nociceptivas. Cuando ya se ha establecido el mecanismo de dolor, una dosis de analgésico es menos efectiva debido a la hipersensibilización central. La hiperalgesia prolongada y los consecuentes espasmos musculares contribuyen a que el dolor pueda persistir durante días o semanas luego de la cirugía. En los modelos de daño quirúrgico se consideran dos fases. La Fase1 es producida por la incisión y el trauma de la cirugía. La Fase 2 se debe a la inflamación secundaria, comienza en el momento de la incisión, hace pico en el periodo postoperatorio, y continua de manera decreciente a lo largo del periodo de cicatrización de la herida. La sensibilización central puede iniciarse durante ambas fases. Las terapias limitadas solamente a los periodos preoperatorio e intraoperatorio pueden ser insuficientes para prevenir la hipersensibilización. Esto se debe a que las reacciones inflamatorias provocadas por el daño hístico durante la agresión quirúrgica pueden inducir sensibilización postoperatoria, aun cuando esta se haya prevenido durante el procedimiento (13). El concepto de analgesia preventiva, se basa en la administración previa a la incisión quirúrgica de un analgésico para amortiguar o evitar los fenómenos 21 de hipersensibilización central con la finalidad de disminuir el consumo de analgésicos en el postoperatorio. Sin embargo, existe una gran controversia en cuanto a su eficacia. Mientras que la analgesia epidural parece mejorar significativamente tanto la intensidad del dolor, como los requerimientos analgésicos suplementarios y el tiempo hasta el primer rescate, la infiltración de la herida y los antiinflamatorios (AINEs), sólo mejoran los dos últimos parámetros. Los opioides y antagonistas de los receptores N-metil-D-aspartato (NMDA) muestran resultados no concluyentes (10). La analgesia postoperatoria debe realizarse en todos los periodos: Postoperatorio inmediato (primeras 24 horas). Postoperatorio mediato (24-72 horas). Postoperatorio tardío (mayor de 72 horas). 1.4. Analgesia preventiva. Es un concepto utilizado en anestesiología y más específicamente el área dedicada al control del dolor agudo postoperatorio, administrando medicamentos antes de que se produzca el estímulo nociceptivo. Su efectividad está controvertida. No siempre se han observado beneficios, a excepción de algunos estudios donde se utilizaron procedimientos locorregionales (anestésicos locales) antes de la cirugía y dichas técnicas se mantuvieron en el periodo postoperatorio. Los objetivos primordiales de la analgesia preventiva son: Evitar la sensibilización central y periférica producida por la lesión quirúrgica. Disminuir la hiperactividad de los nociceptores. Evitar la amplificación del mensaje nociceptivo. La sensibilizaciónperiférica va a producir una agresión tisular directa (acto quirúrgico) que media una reacción inflamatoria, la cual produce una excitación simpática, reacciones estas que a su vez van a desencadenar la liberación de sustancias algógenas (prostaglandinas, bradiquininas, histamina, leucotrienos, péptidos, noradrenalina, etc.) que van provocar el descenso del umbral de los nociceptores. 22 La sensibilización periférica está estrechamente ligada al desencadenamiento de la cascada del ácido araquidónico. La sensibilización central se debe a: Aumento de la excitabilidad de neuronas del asta posterior de la médula, capaces de desencadenar una actividad simpática refleja. Estimulación de centros medulares de control respiratorio y circulatorio. Estimulación de centros hipotalámicos, los cuales van a generar respuestas neuroendocrinas capaces de mantener y aumentar la respuesta de estrés quirúrgico. Estas modificaciones llevan a la aparición del estado de hiperalgesia primaria (aumento de las respuestas a los estímulos nociceptivos y no nociceptivos, traduciéndose en un dolor patológico) encontrado no sólo a nivel de la lesión tisular generada por el acto quirúrgico, sino también a nivel de los tejidos adyacentes no lesionados (contractura muscular refleja, problemas vasomotores de origen simpático, etc. (11). Se han utilizado diferentes combinaciones de fármacos para aplicación sistémica, reportándose una excelente respuesta analgésica con el uso de AINE solos y opiáceos en conjunto (12). 1.5. Analgesia multimodal. La escalera analgésica es la mejor demostración de la utilización multimodal de los analgésicos, la cual recomienda el manejo progresivo de los diferentes tipos, con una evaluación continua del dolor. La analgesia posoperatoria multimodal es la más empleada actualmente, y comprende la combinación de varias técnicas y analgésicos. 1.6. Analgesia para cirugía de abdomen alto. Los agentes antiinflamatorios no esteroideos (AINE) son los más usados como parte de la analgesia multimodal, desde el decenio de 1990. La ventaja principal es el ahorro del consumo de opioides, y con esto posiblemente disminuyen los efectos colaterales de los mismos. Las dosis recomendadas de estos en cirugía abdominal, son ya conocidas por todos: 60 mg de Ketorolaco, este, es un potente analgésico, siendo uno de los pocos analgésicos no esteroideos en presentación parenteral así como enteral. Su actividad 23 analgésica es mayor que su efecto antiinflamatorio. Es indicado para el manejo del dolor, solamente durante un corto plazo (menos de cinco días) y no es aconsejado su uso para dolor crónico. Los anestésicos locales tienen la capacidad de bloquear las señales aferentes y eferentes de la medula espinal, con lo que se logra suprimir la respuesta quirúrgica al estrés. La absorción del anestésico local facilita el rápido retorno de los movimientos peristálticos, disminuye la inflamación y favorece la viscosidad de la sangre. Sin embargo, es recomendable su combinación con opioides para disminuir la concertación del anestésico local. De ser posible, la duración de la analgesia debe ser de entre dos y cuatro días en casos de cirugía mayor, ya que se ha demostrado que una analgesia menor a 24 horas no proporciona el beneficio del retorno temprano de la motilidad gastrointestinal. Aunque resulta claro que la analgesia multimodal mejora el dolor posoperatorio, no hay datos suficientes para dar un régimen multimodal óptimo, para una cirugía o paciente específico (14). 1.7. Escala visual análoga. La Escala Visual Analógica (EVA) permite medir la intensidad del dolor que describe el paciente con la máxima reproducibilidad entre los observadores. Consiste en una línea horizontal de 10 centímetros, en cuyos extremos se encuentran las expresiones extremas de un síntoma. En el izquierdo se ubica la ausencia o menor intensidad y en el derecho la mayor intensidad. Se pide al paciente que marque en la línea el punto que indique la intensidad y se mide con una regla milimetrada. La intensidad se expresa en centímetros o milímetros. 24 CAPITULO II. MATERIALES Y MÉTODOS 2.1. Planteamiento del problema. “¿Existen diferencias significativas en el dolor referido por pacientes postquirúrgicos de colecistectomía abierta en la aplicación de analgesia multimodal preventiva versus analgesia convencional?” 2.2. Hipótesis. Si se aplica analgesia multimodal preventiva a pacientes postquirúrgicos con colecistectomía abierta referirán niveles más bajos de dolor que pacientes con analgesia convencional. 2.3. Objetivos. General: Determinar si la aplicación de analgesia multimodal preventiva presenta niveles más bajos de dolor que la analgesia convencional en pacientes postoperados de colecistectomía abierta. Secundario: Valorar la aplicación de analgesia multimodal preventiva y en caso de ser aprobada la hipótesis planteada hacer las recomendaciones pertinentes al servicio de Anestesia. 2.4. Justificación. La función humana del médico anestesiólogo es la de disminuir los índices de dolor en general, se han creado medicamentos, técnicas y estrategias tanto anestésicas como analgésicas para tal fin. Los medicamentos que se usan regularmente son: AINE, opioides, anestésicos locales, entre otros, en tanto que la alternativa de analgesia multimodal preventiva (AMMP), independientemente de que ha sido poco estudiado en términos comparativos, en este estudio se pretende probar que AMMP disminuye significativamente el dolor en pacientes postquirúrgicos de colecistectomía abierta. Es sabido que esta cirugía es frecuente en todos los 25 hospitales y la búsqueda de nuevas alternativas analgésicas justifica con plenitud este trabajo. 2.5. Diseño. Este estudio será prospectivo, aleatorio, longitudinal, abierto, experimental. 2.6. Grupos de estudio. Grupo experimental: pacientes postoperados de colecistectomía abierta con aplicación de analgesia multimodal preventiva. Grupo control: pacientes postoperados de colecistectomía abierta con aplicación de analgesia convencional. 2.7. Tamaño de la muestra. Se seleccionaron 42 pacientes para cirugía electiva de colecistectomía abierta en el Hospital General de Caborca de los cuales a 22 se les aplicó analgesia multimodal preventiva y a las otras 20 analgesias convencionales. 2.8. Criterios de inclusión. Pacientes quirúrgicos de colecistectomía abierta mayores de 18 años y menores de 60 años, esto obedece a que los pacientes menores de 18 años no están autorizados para firmar el consentimiento informado y los mayores de 60 años regularmente presentan patologías asociadas y/o concomitantes. 2.9. Criterios de exclusión. Se excluyeron pacientes con adicciones tales como alcoholismo, cocaína, marihuana y otras drogas que sean referidas, así como pacientes con alteraciones mentales como retraso mental, esquizofrenias, paranoias, etc, o que no aceptaron ingresar al protocolo, ya que este es abierto. 2.10. Criterios de eliminación. Paciente que habiendo sido seleccionados en algunas de las muestras presentaron reacciones adversas a los medicamentos o alteraciones metabólicas en el transoperatorio. 26 2.11. Cédula de recolección de datos. Se incluyeron variables demográficas tales como: edad, sexo, talla, peso. Variables clínicas: patologías asociadas como hipertensión arterial, obesidad, DM, EPOC, etc y la variable de interés que es dolor. 2.12. Descripción general del estudio. 1. Se diseñó el protocolo de investigación para su revisión y aprobación. 2. Se aplicó la analgesia multimodal preventiva (AMMP) al grupo experimental y el manejo analgésico convencional (MAC) al grupo control. La AMMC consistió en la aplicación de Ketorolaco 60 mg I.V. 30 minutosprevios al inicio de la cirugía y la infiltración del campo quirúrgico con 20 ml. de Ropivacaina al 2% antes de la incisión quirúrgica. Ambos grupos recibieron manejo anestésico con bloqueo subaracnoideo en L2-L3 con Bupivacaina hiperbárica 12.5 mg mas Morfina 100 mcg. intratecal. 3. Se realizó acopio de información teórica acorde con los puntos planteados en los antecedentes. 4. Se realizó la recopilación de la información en pacientes seleccionados aleatoriamente. 5. Se procesó a analizar la información obtenida. 2.13. Análisis de datos. Se aplicaron recursos de estadística descriptiva en las variables demográficas y clínicas: cuadro de frecuencia, graficas, medias, desviaciones estándar y porcentajes, de igual manera en las variables clínicas. En la variable que es dolor se registrara lo que refiere el paciente en la escala visual análoga en seis momentos a saber: 5 minutos, 2, 4, 6, 12 y 24 horas y se empleó el modelo “U de Mann-Whitney” en cada uno de ellos ya que la variable dolor es una variable categórica. 2.14. Recursos humanos. Personal del servicio de anestesiología del Hospital General de Caborca, personal del servicio de cirugía y de enfermería del mismo hospital, un asesor médico y un asesor metodológico. 27 2.15. Recursos financieros. Estos serán cubiertos por los pacientes en el caso de anestesia convencional y por el hospital en analgesia multimodal preventiva. 2.16. Recursos materiales. Equipo de quirófano, medicamentos analgésicos, medicamentos anestésicos, equipo de anestesia, equipo de cómputo. 2.17. Aspectos éticos. Por la naturaleza experimental de este estudio se revisaron los documentos de Tokio, Helsinki y Buenos Aires, se procuró proteger al paciente de toda reacción adversa por lo que los pacientes que presentaron exceso de dolor fueron eliminados de este protocolo y se les aplicó medicamento de rescate cuando así se consideró pertinente. 2.18. Resultados. Se estudiaron un total (n) de 42 pacientes, divididos en dos grupos: grupo experimental 22 pacientes y grupo control de 20 pacientes. El grupo experimental (GE) tiene 18 pacientes del sexo femenino y 4 pacientes del sexo masculino. El grupo control (GC) tiene 17 pacientes del sexo femenino y 3 pacientes del sexo masculino. Se obtuvo una media de 40.8 + 11.5 años de edad y 42.1 + 9.18 años de edad en el GE y GC respectivamente (tabla 1). Con respecto al peso se observó una media de 76.5 + 11.8 para el GE, y 79.5 + 6.9 para el GC (tabla 2). Con respecto a la talla se observó una media de 161.4 + 9.0 para el GE, y 162.2 + 6.7 para el GC (tabla 3). No se observó una diferencia estadísticamente significativa en cuanto a los datos demográficos. En la clasificación del ASA en ambos grupos, se observó un mayor porcentaje de ASA I 63.6% en el GE y 70% el GC, ASA II 36.4% en el GE y 30% para el GC (tabla 4). Se observó una diferencia significativa en la EVA a las 2, 4, 6, 12 y 24 horas de (p < 0.01), no siendo así en la valoración que se realizó a los 5 minutos del postoperatorio (tabla 5). 28 El requerimiento de analgésico de rescate (Ketorolaco 30 mg I.V.) a los cinco minutos y a las dos horas fue cero para ambos grupos, a las cuatro horas fue de 4.54% para el GE (un paciente), y de 5% para el GC (un paciente); a las seis horas fue de 25% (5 pacientes) para el GC; a las 12 horas fue de 45% (nueve pacientes) para el GC; a las 24 horas, por último, fue de cero para ambos grupos (tabla 6). Tabla 1: Comparación de edad en los dos grupos. n = 42 media DE GE, n = 22 40.8 11.5 GC, n = 20 42.1 9.18 p < 0.1 GE: grupo experimental, analgesia multimodal preventiva. GC: grupo control, analgesia convencional. Tabla 2: Comparación de peso en los dos grupos. n = 42 media DE GE, n = 22 76.5 11.8 GC, n = 20 79.5 6.9 p < 0.1 GE: grupo experimental, analgesia multimodal preventiva. GC: grupo control, analgesia convencional. Tabla 3: Comparación de talla en los dos grupos. n = 42 media DE GE, n = 22 161.4 9.0 GC, n = 20 162.2 6.7 p < 0.1 GE: grupo experimental, analgesia multimodal preventiva. GC: grupo control, analgesia convencional. Se realizó una prueba de hipótesis con la “t de student” con α = 0.10 para probar que a nivel poblacional las variables de edad, peso y talla entre ambos grupos no tienen diferencias significativas, no se rechazó la hipótesis nula lo que implica que son homogéneas a nivel poblacional. 29 Tabla 4: Comparación de porcentaje de clasificación de ASA. n = 42 ASA I n (%) ASA II n (%) GE, n = 22 14 (63.6) 8 (36.4) GC, n = 20 14 (70) 6 (30) GE: grupo experimental, analgesia multimodal preventiva. GC: grupo control, analgesia convencional. Tabla 5: Comparación de la EVA en los dos grupos. n= 42 5 minutos media/ran go 2 horas media/ran go 4 horas media/ran go 6 horas media/ran go 12 horas media/ran go 24 horas media/ran go G E 0 (7.5) 1 (13) 1 (10) 2 (13) 2 (11.5) 2 (16) G C 1(12) 2 (12.5) 3 (7) 5 (11) 5 (10.5) 4 (15) p NS < 0.01 < 0.01 < 0.01 < 0.01 < 0.01 GE: grupo experimental, analgesia multimodal preventiva. GC: grupo control, analgesia convencional. NS: no significativa. Tabla 6: Comparación de analgésico de rescate en el GE y GC. n= 42 5 minutos pacientes 2 horas pacientes 4 horas pacientes 6 horas pacientes 12 horas pacientes 24 horas pacientes GE n= 22 0 0 1 (4.54%) 0 0 0 GC n= 20 0 0 1 (5%) 5 (25%) 9 (45%) 0 GE: grupo experimental, analgesia multimodal preventiva. GC: grupo control, analgesia convencional. 30 CAPITULO III. DISCUSIÓN, CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES. 3.1. Discusión. La analgesia preventiva es un concepto utilizado en anestesiología y más específicamente el área dedicada al control del dolor agudo postoperatorio, administrando medicamentos antes de que se produzca el estímulo nociceptivo. Su efectividad está controvertida. No siempre se han observado beneficios, a excepción de algunos estudios donde se utilizaron procedimientos locorregionales (anestésicos locales) antes de la cirugía y dichas técnicas se mantuvieron en el periodo postoperatorio. La escalera analgésica es la mejor demostración de la utilización multimodal de los analgésicos, la cual recomienda el manejo progresivo de los diferentes tipos, con una evaluación continua del dolor. La analgesia posoperatoria multimodal es la más empleada actualmente, y comprende la combinación de varias técnicas y analgésicos. La infiltración con Ropivacaína previo a la incisión quirúrgica, además de un AINE y un opioide débil, administrados en el transoperatorio, mejora el control del dolor posoperatorio. En este estudio se comparó la administración de AINE y la infiltración del campo quirúrgico con Ropivacaina al 2% previo a la incisión quirúrgica (AMMP) versus la administración del AINE transoperatorio (MAC), ya que no se encontró literatura médica suficiente donde se demuestre la superioridad de la analgesia multimodal preventiva utilizando la combinación de AINE, opioide y anestésico local. El hecho de que no se haya podido rechazar la hipótesis nula a los cinco minutos se debe a que todavía se conserva el efecto anestésico del bloqueo neuroaxial. Se encontró un mejor manejo del dolor postoperatorio con el uso de analgesia multimodal preventiva, valorado por la escala de EVA y un menor requerimiento de analgésico de rescate comparado con el manejo analgésico convencional. 31 3.2. Conclusiones. En este estudio se demostró la superioridad significativa de la analgesia multimodal preventiva versus el manejo analgésico convencional en base a los datos obtenidos en la escala de EVA a las dos, cuatro, seis, 12 y 24 horas del postoperatorio. No se encontró diferencia significativa en el dolora los cinco minutos del postoperatorio en ambos grupos. Se observó un mayor requerimiento de analgésico de rescate en el postoperatorio con el manejo convencional comparado con la analgesia multimodal preventiva. Como se realizaron pruebas de hipótesis en edad, peso y talla con la “t de student” se puede afirmar con alto nivel de confianza (90%) que los grupos son homogéneos en estas tres variables lo que permite afirmar que los resultados de este estudio son confiables. Por lo anterior se puede concluir que el dolor postopertatorio en pacientes programados para colecistectomía abierta es significativamente menor con analgesia multimodal preventiva que aquellos manejados con analgesia convencional. 3.3. Recomendaciones. Este estudio plantea una estrategia más para el manejo analgésico en cirugías abiertas de abdomen superior. Se recomienda la aplicación de un AINE y la infiltración del campo quirúrgico con un anestésico local previo a la incisión quirúrgica como estrategia de una analgesia multimodal preventiva, así como también, el bloqueo neuroaxial con la utilización de Bupivacaina y Morfina intratecal. De igual manera se recomienda el manejo progresivo de los diferentes tipos, con una evaluación continua del dolor. 32 ANEXOS Graficas: Grafica 1.- Comparación de los grupos de estudio por edad de los pacientes ordenados de mayor a menor. Grafica 2.- Número de pacientes de ambos grupos según sexo. 0 10 20 30 40 50 60 70 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 ED A D PACIENTE Edad ANALGESIA MULTIMODAL PREVENTIVA ANALGESIA CONVENCIONAL 0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 Analgesia Convencional Analgesia Multimodal Preventiva 3 4 17 18 Sexo Masculino Femenino 33 Grafica 3.- Comparación del peso de los pacientes ordenados de menor a mayor de los grupos de estudio. Grafica 4.- Talla de los pacientes de ambos grupos en centímetros. 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 ANALGESIA MULTIMODAL PREVENTIVA 54 60 65 70 72 72 72 73 76 78 78 79 79 81 81 82 83 83 86 87 90102 ANALGESIA CONVENCIONAL 66 69 71 73 74 75 75 76 77 81 81 82 83 83 84 86 87 88 89 90 50 60 70 80 90 100 110 P ES O 140 145 150 155 160 165 170 175 180 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 C m s Pacientes Talla ANALGESIA MULTIMODAL PREVENTIVA ANALGESIA CONVENCIONAL 34 Grafica 5.- Dolor valorado por EVA a los 5 minutos del postoperatorio en ambos grupos de estudio. Grafica 6.- Dolor valorado por EVA a las 2 horas del postoperatorio en ambos grupos de estudio. 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Analgesia Multimodal Preventiva 14 5 3 Analgesia Convecional 6 11 3 0 2 4 6 8 10 12 14 16 N u m er o d e p ac ie n te s Dolor 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Analgesia Multimodal Preventiva 6 13 3 Analgesia Convecional 6 12 2 0 2 4 6 8 10 12 14 N u m er o d e p ac ie n te s Dolor 35 Grafica 7.- Dolor valorado por EVA a las 4 horas del postoperatorio en ambos grupos de estudio. Grafica 8.- Dolor valorado por EVA a las 6 horas del postoperatorio en ambos grupos de estudio. 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Analgesia Multimodal Preventiva 6 7 7 1 1 Analgesia Convecional 2 9 6 2 1 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 N u m er o d e p ac ie n te s Dolor 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Analgesia Multimodal Preventiva 2 5 10 4 Analgesia Convecional 1 5 9 4 1 0 2 4 6 8 10 12 N u m er o d e p ac ie n te s Dolor 36 Grafica 9.- Dolor valorado por EVA a las 12 horas del postoperatorio en ambos grupos de estudio. Grafica 10.- Dolor valorado por EVA a las 24 horas del postoperatorio en ambos grupos de estudio. 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Analgesia Multimodal Preventiva 3 2 12 5 Analgesia Convecional 5 10 5 0 2 4 6 8 10 12 14 N u m er o d e p ac ie n te s Dolor 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Analgesia Multimodal Preventiva 2 8 11 1 Analgesia Convecional 9 11 0 2 4 6 8 10 12 N u m er o d e p ac ie n te s Dolor 37 Consentimientos: f O RMULARIO OE CONSENTIM IE NTO I NFORMADO Yo ... _ ._ .. _ .. _ .. _ ._. __ .. _. __ .... _ .. ... _ .. ... _ .. ... _ .. ... _ .. ...... ...... .. _ ... .. _ ... .. _ .. . E-, ,~?" ... o . ~",r <" oi pro'f« to '" n ""'g>< >:lo , ... 1<1<0 l. lrJIo, mack\n '<"" .ta ' '''"' ,.-.¡ ''''''' '~ , oi ___ ' on.;do ~"H ... ~f.c".on.m ...... _ .1 1m", ",,, cop ~, loek o _ t«q> m 001<"'_: 0 doro 0<1 proy«<o . 1 ")O'''' dr ";d~x'" he =rtr~ ;nfmm oc;Dn """ d '''00; 0, f oc mi op'_ <'" ~f, rmodOO " P"'< 1>o , ,../Io:I<c.I< p"" " ,. el "')010 .",.,nO. oo.,,,:d="""' '' ... ," ~"" , leo n_ ,~. drl ""d~ , y.,. da"" .'" qJOl tier. In tonto . Cljo<' '"' .. .,.., t~ lCior , No n. 1<0_ <"",,,/{1 no ~ . ... " ,do b>JO ~_"," . I;¡ u,," , ... """ ' ''-4;0 _"" el " jota _ .. "",""""ta . ~o: ----------------- 38 HOSPITAL DEL ESTADO DE SONORA COORDINACION DE QUIROFANO CONSENTIMIENTO INFORMADO DE LA ANESTESIA. Nombre del(a) patiento:.-====================-TestifICO que el(a) Dr. (a). Me ha proporcionado la siguiente información: LA ANESTESIA GENERAL: nos permite realizar la drugla ylo algún procedimiento que se requlem anestesia sin dolor, suprí'nieOOo la conciencia. mediante la administraci6n de anes1ésicos por "la Intravenosa, Inhalatoria colTtinados, Sierrve que se administra anestesia general el paciente contara con una Unea IV permeable (suero); y se administrara oxigeoo por medio de mascariOa o rubo endotraqueal. LA ANESTESIA LOCAL V/O REGIONAL: tiene como objetivo anestesiar por interrupción de la transmisión del doJorde lOs nervios periféricos implicados en la zona quirOrglca, mediante la Inyecd6n de un anesi)sico en la zona donde se opera, en el espacio epidural o Intranaquideo (espa'da) a través de una aguja ylo catéter colocado en dicho espacio. Esta técnica permite al paciente estar despierto, e'litando algunas compic;aclones derivadas de la anestesia generaL Todo acto anesmsico - quirúrgico lleva impllclta la POSIBILIDAD DE COMPLICACIONES: Mayores o meoores que puedan requerir medicamentos ~lementarios o intervenciones medico - qulnJrglcas. que aumentan su estancia hospitalaria. Dicha complícackmes unas veces son derivadas drectamente de la propia técnica anestésica. pero otras dependerén del procedmenlo Quinirgico, del estado previ:I del paclenle Y de kls tratarrientos que esté reooiendo o de las posibles anomalias arlélfómlcas ylo de la uWización de equipo medico. No esperamos que esto OCUITa y siempre somos muy cuidadosos tratando de evitar que ocurran, pero aun asl, en ocasiones muy excepcionales, si ocurren. De acuerno con la ley, nosotros debemos infoonar1e acera de las posibles complicaciones. Entre las COMPUCACIONES que pueden surgir en una anestesia general, se encuentran: garganta innamada. nauseas y vomito. dolor de cabeza. dientes rotos. ronquera somnolencia. doklres musculares y fatiga. carrbIos de la presi!ln arterial, arritmias (1a:1idos Irregulares del caazón). paro cardiooaspiratofio, Infarto, reacciones alérgk:as, b"ollÍlo errbolismo. dificultad para adrrinistrar oxigeno (obstrucción de la vla aérea, bronco espasmo) neumonitis por aspiración (respiración del vómíto). insuficiencia renal, coma Ineverslble y muerte. EN UNA ANESTESIA LOCAL VIO REGIONAL: pueden sugerir las siguen\es co~icackK1es; cambios de la presión arterial, nauseas vómiDs, cefaleas de mayor Y de menor inleflsidad, retención urnarla. toxicidad los anestésicos, reacciones alérgicas, dolores de espalda, conwlsiooes, nfecci6n o heroorragia local, neuropatias. hematoma. abscesos, reacciones menlngeas. Paro cardiorrespiralorio, como irreversible y muerte. Ademas debe saber que, una vez realizada esta técnica ancslésk::a. puedeser necesarkl practicar anestesia general por motiVos médicos o porque las molestias del paciente asi lo requiefan. He comprendido las expicaciones que se me han facilitado en un lenguaJe claro y sencillo y el medico que me ha atendido me ha pennitido realizar todas las observaciones y me ha aclarado todas las dlXias que le he planteado. También (X)"1lrendo que, en cualquier momoolo y sin necesidad de dar ninguna explicación, puedo revocar el oonsentim:enlo que ahora doy. POI" elo manifiesto que estoy satisfecho oon la inbrmac16n reclblda y que comprendo el alcance y los riesgos del tralaniento. V en Iales cond"lCiones CONSIENTO que se Administre ANESTESIA a mi hip ' hija o famJlar. Hermosillo, SonOfa., __ d. ______ ,d~ __ _ FIRMA 39 Formato de recolección de datos: Analgesia Multimodal Preventiva en Colecistectomía Abierta. Formato individual para la recolección de datos: F I C H A D E I D E N T I F I C A C I O N : Fecha: Lugar: Hora: Nombre: Expediente: Edad: Sexo: Peso: Talla: P E R I O D O P R E A N E S T E S I C O : Diagnóstico: Cirugía Programada: Ant. Quirúrgicos y/o Anestésicos: Comorbilidades: ASA: Ant. Farmacológicos: P E R I O D O T R A N S A N E S T E S I C O : HI: HIA: HIC: HTC: HS: Ketorolaco: Hora: Dosis: Anestesia: Ropivacaina: Hora: Dosis: Complicaciones: P E R I O D O P O S T A N E S T E S I C O : Valoración del Dolor mediante la E.V.A.: 5 min.(1) 2 hrs.(2) 4 hrs.(3) 6 hrs.(4) 12hrs.(5) 24hrs.(6) : : : : : : Valor: Analgesia Indicada: NVPO: Analgesia de Rescate: Observaciones: ESCALA VISUAL ANALOGA (E.V.A.): 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 40 BIBLIOGRAFÍA 1. Covarrubias Gómez, Alfredo. et al.. El dolor agudo perioperatorio y el paracetamol: una visión basada en la evidencia. Artículo de Revisión. Vol. 36. No. 1 Enero-Marzo 2013 pp 47-55. 2. Cruz Corre, Miguel Angel, et al. Opioides Intratecales. 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