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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE 
MÉXICO 
FACULTAD DE MEDICINA 
DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO 
HOSPITAL CENTRAL CRUZ ROJA MEXICANA 
CURSO UNIVERSITARIO DE ESPECIALIZACIÓN EN ORTOPEDIA 
 
ANALISIS DE LA DISTRIBUCION DE LAS FRACTURAS EN 
EXTREMIDAD PELVICA EN PACIENTES RECIBIDOS EN EL SERVICIO 
DE URGENCIAS DEL HOSPITAL CENTRAL CRUZ ROJA MEXICANA EN 
2015 DE ACUERDO AL MECANISMO DE LESIÓN 
 
 
TESIS PARA OBTENERL EL TÍTULO DE ESPECIALISTA EN ORTOPEDIA 
PRESENTA: 
JESÚS MANUEL BRITO MEX 
 
ASESOR: 
DR. JUAN RAMON CERVANTES MARTINEZ 
MÉDICO ADSCRITO DE TRAUMATOLOGIA Y ORTOPEDIA 
HOSPITAL CENTRAL CRUZ ROJA MEXICANA 
CIUDAD DE MÉXICO 2016 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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ANALlSIS DE LA DISTRIBUCION DE LAS FRACTURAS EN EXTREMIDAD 
PELVICA EN PACIENTES RECIBIDOS EN EL SERVICIO DE URGENCIAS DEL 
HOSPITAL CENTRAL CRUZ ROJA MEXICANA EN 2015 DE ACUERDO AL 
MECANISMO DE LESiÓN 
TESIS QUE PARA OBTENER EL TíTULO DE ESPECIALISTA EN ORTOPEDIA 
PRESENTA: 
DR. JESÚS MANUEL BRITO MEX 
ORA ANETTE ELENA OCHMANN RATSCH 
DIRECTOR MÉDICO HOSPITAL CRUZ ROJA MEXICANA DELEGACIÓN DISTRITO FEDERAL 
JEFE DE ENSEÑANZA E I N DEL HOSPITAL CRUZ ROJA MEXICANA DELEGACIÓN 
DISTRITO F 
\ 
BUEN DíA VALDEZ 
JEFE DE SERVICIO TRAUMATOL~tlHnORTOPEDIA HOSPITAL CRUZ ROJA MEXICANA DELEGACiÓN 
DISTRITO FEDERAL 
ORTOPEDIA HO 
S MARTíNEZ MÉDICO ADSCRITO DEL SERVICIO TRAUMATOLOGíA Y 
L CRUZ ROJA MEXICANA DELEGACiÓN DISTRITO FEDERAL ASESOR DE TESIS 
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ÍNDICE 
 
 
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 04 
JUSTIFICACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 04 
ANTECEDENTES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 05 
OBJETIVOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 
DISEÑO DEL ESTUDIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14 
MATERIALES Y MÉTODOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14 
CONSIDERACIONES ÉTICAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18 
RESULTADOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19 
DISCUSIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25 
CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27 
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28 
 
 
 
 
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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA: 
¿Hay relación entre el mecanismo de lesión de las fracturas de las 
extremidades pélvicas con la topografía y patrón de las mismas? 
JUSTIFICACIÓN: 
Los estudios epidemiológicos mejoran la práctica clínica en 
muchos sentidos. Sin embargo, hay muchas dificultades 
metodológicas que se deben tomar en cuenta en el diseño de los 
estudios con el objetivo de colectar y analizar datos concernientes a 
las fracturas y otras lesiones. La mayoría de estas dificultades y 
errores pueden ser minimizados sin se da una atención cuidadosa al 
diseño e implementación de la investigación.6 
Sin embargo, excepto por las fracturas de cadera, hay poca 
investigación en la incidencia de las fracturas que requieren 
tratamiento quirúrgico y el perfil actual de las fracturas que sufren 
los adultos admitidos en las unidades de trauma es desconocido.5 
En México, Clark y colaboradores han estudiado la epidemiología 
de las fracturas, pero enfocándose únicamente en la población con 
o en riesgo de osteoporosis1, y García Valdéz et al. presentan la 
epidemiología de las fracturas atendidas en el Hospital Central 
Militar7, sin embargo, no se toma en cuenta en ninguno de los 
estudios mencionados la relación entre el mecanismo de lesión 
presentado y las características de las fracturas presentadas. 
Como se ha mencionado antes, el conocimiento de los factores 
demográficos, así como la relación que existe entre éstos, el 
mecanismo de lesión y la topografía anatómica y el patrón de las 
lesiones presentadas en la población estudiada, permite la adecuada 
planeación de medidas preventivas y de atención primaria del 
paciente. 
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ANTECEDENTES: 
Las fracturas se producen desde el nacimiento hasta la vejez y 
presentan diferentes características, localizaciones y grados de 
severidad. Así mismo, por su impacto en los diferentes ámbitos de la 
vida del ser humano presentan uno de los sucesos patológicos más 
importantes1. La carga que las fracturas imponen a la sociedad es a 
través de la pérdida de la productividad, los costos de tratamiento 
tanto de forma directa como indirecta así como la morbilidad y 
mortalidad asociadas.2 
Así mismo cabe destacar que las fracturas y su tratamiento se han 
convertido en un problema de salud pública a nivel mundial debido 
principalmente al desarrollo de enfermedades como la osteoporosis, 
así como el aumento en general de lesiones asociadas a 
traumatismos1. 
Los cirujanos han tratado fracturas por muchos milenios, 
encontrándose descripciones de fracturas documentadas en el 
Papiro de Edwin Smith, que data del siglo XVII a. de C 3. Sin embargo 
hasta antes del desarrollo de la radiografía el diagnóstico de las 
diferentes fracturas se basaba solamente en el conocimiento de la 
anatomía humana, signos clínicos así como una observación muy 
desarrollada4. A pesar de la falta de medios diagnósticos, algunos 
cirujanos analizaron la epidemiología y de las fracturas con detalle, 
siendo un buen ejemplo Malgaigne, quien revisó 2377 fracturas 
entre 1806 y 1808; y entre 1830 y 1839. Malgaigne, pues, analizó 
estas fracturas acorde con edad, género, localización de las fracturas 
y temporalidad, y entendió la importancia de calcular la incidencia y 
mostró que los pacientes con edades de entre 25 y 30, y los pacientes 
con edades entre 55 y 60 años prsentaban una prevalencia similar, 
los pacientes con edades entre 55 y 60 años eran menos de la mitad 
de aquéllos con entre 25 y 30 años. Así mismo afirmó que hubo muy 
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pocas fracturas en pacientes mayores de 60 años, pero que también 
el número de personas de esa edad era muy pequeño.4 
Las fracturas ocurren cuando la fuerza ejercida sobre el hueso 
excede la fuerza de éste. Epidemiológicamente, una fractura por 
fragilidad se define como aquélla que ocurre tras un trauma mínimo. 
Las fracturas por fragilidad clásicas incluyen las de la cadera, 
columna y muñeca. Otros lugares comunes incluyen fracturas del 
húmero, costillas y antebrazo. Estas fracturas muestran un aumento 
exponencial en su incidencia en edades mayores, con una incidencia 
mayor y más temprana entre las mujeres. Este patrón incidencia de 
las fracturas puede ser explicado en gran medida por la disminución 
de la fuerza del hueso relacionada con la edad, medida por la 
densidad mineral del hueso. Trabajos más recientes usando nuevas 
técnicas de imagen han corroborado éste concepto demostrandocambios relacionados con la edad en la microarquitectura del hueso 
que puede disminuir la fuerza del hueso. Más aún, los trabajos in 
vitro han descrito que la acumulación de microdaños con la edad 
podría contribuir a la fragilidad ósea. La falta de certeza acerca de las 
fuerzas ejercidas en el esqueleto asociadas con la división de alguna 
manera arbitraria de trauma relacionado con caídas, en trauma de 
baja energía (caídas de la propia altura o menor), o trauma de alta 
energía (caídas de altura mayor a la del propio individuo), ha llevado 
a una posible clasificación inadecuada. Hay alguna evidencia que 
apoya la noción de que las fractura de alta energía ocurren más 
frecuentemente en individuos con una masa ósea reducida. Sin 
embargo, hay algunos eventos de alta energía que pueden fracturar 
el esqueleto más robusto. Las fracturas se asocian con dolor, 
morbilidad y mortalidad y presentan cargas tanto directas como 
indirectas en la economía. Para reducir la carga que presentan las 
fracturas en la población, no solamente se debe valorar las fracturas 
relacionadas con la fragilidad ósea, sino también la prevención de las 
lesiones. Tales medidas varían desde soluciones en ingeniería así 
como estrategias educativas para minimizar las conductas de alto 
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riesgo y reducir la frecuencia y el impacto de los eventos de trauma 
de alta energía y estrategias para reducir las caídas. Examinar los 
patrones de fractura en la población sin tomar en cuenta el grado de 
trauma solamente puede ser de carácter informativo.2 
El tratamiento intrahospitalario de las fracturas es 
significantemente más caro que el tratamiento ambulatorio 
(Cummigns y Melton 2002). En la mayoría de los casos, los costos 
aumentan si se requiere cirugía (Bouee et al. 2006). Entonces, la 
prevención de las fracturas que comúnmente requieren tratamiento 
quirúrgico es costo efectiva. Sin embargo, excepto por las fracturas 
de cadera, hay poca investigación en la incidencia de las fracturas 
que requieren tratamiento quirúrgico y el perfil actual de las 
fracturas que sufren los adultos admitidos en las unidades de trauma 
es desconocido. Este perfil es probablemente diferente del perfil de 
las fracturas de la población en general. 5 
Análisis más exactos de la epidemiología de las fracturas se 
llevarón a cabo por Stimson en el Hudson Street Hospital, en New 
York entre 1894 y 1903 y por Emmet y Breck de El Paso, Texas, en 
tres períodos entre 1937 y 1956. Para ser estrictamente exactos 
estos análisis solamente son reportes de la carga de trabajo de las 
instituciones particulares; sin embargo, ambos hospitales tratan con 
un amplio rango de diferentes pacientes y condiciones y han tratado 
muchos miles de fracturas. Por tanto sus resultados son de interés y, 
en realidad, no hay mejores análisis epidemiológicos para comparar 
con datos actuales. Se cuenta con datos que muestran que en 1894 
a 1903, cuando los vehículos de motor eran extremadamente raros 
y la esperanza de vida tanto de hombres como de mujeres puede 
razonablemente esperarse razonablemente ser alrededor de 50 
años, hubieron muchas fracturas que se pueden clasificar como 
lesiones de alta energía. Hubo uno alta prevalencia de fracturas de 
escápula, tibia y peroné, y tobillo; y parece que muchas de estas 
fracturas fueron relacionadas con el trabajo dado que había muy 
poca legislación en tal tema. La prevalencia de las fracturas de tibia 
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y peroné fue particularmente alta en 1894 y 1903. 
Desafortunadamente, Stimson no separó las fracturas de húmero y 
fémur proximales de otras fracturas del fémur y húmero. Pero 
parece probable que hubo una prevalencia mucho menor de 
fracturas por fragilidad ósea en esos días. Esto se confirma 
observando la prevalencia de las fracturas de radio distal se ha 
doblado en los últimos 100 años más o menos y esto se debe en gran 
medida debido al aumento en la población mayor. Así mismo, se 
observa en los estudios epidemiológicos previamente comentados 
que las fracturas de fémur y húmero proximal se han incrementado 
ciertamente desde el período de la segunda guerra mundial. Otra 
diferencia mayor en la epidemiología de las fracturas en los últimos 
100 años, es el descenso en la prevalencia de las fracturas de la 
mano. Stimson encontró que 29.2% de las fracturas que trataron 
incluye la mano, comparado con 23.7% en Edimburgo, en 2000. 
Parece probable que esto se debe a un ambiente laboral más seguro 
actualmente. También es probable que la estimación de Stimson de 
la prevalencia de las fracturas del carpo es una subestimación dado 
que las radiografías estaban en sus inicios. Así mismo se observa que 
la epidemiología de las fracturas está cambiando y no hay duda que 
continuará cambiando. Recientemente muchos autores han 
comentado el aumento en la incidencia de las fracturas por fragilidad 
ósea pero hemos de considerar las observaciones de Malgaigne hace 
más de 160 años que concluye que las fracturas del húmero 
proximal, fémur proximal, y radio distal eran más comunes en los 
ancianos y en las mujeres. 
Es sorprendentemente difícil analizar la incidencia de las fracturas 
de forma acertada. En muchas partes del mundo no existen las 
facilidades para permitir un análisis adecuado de lo que es una 
condición médica común. Sin embargo, en muchas áreas con 
mayores ingresos, hay remarcablemente poco exacta información 
acerca de la incidencia de las fracturas. Uno puede pensar que estos 
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análisis de todas las fracturas en una población específica, durante 
un período específico sería relativamente fácil, pero en muchos 
países el trauma ortopédico se trata en diferentes tipos de 
instituciones con el trauma severo tratándose en centros de trauma 
nivel 1 o su equivalente, en tanto que el trauma menos severo se 
trata con frecuencia en hospitales comunitarios o por cirujanos 
ortopedistas en la práctica privada. Por tanto pocos hospitales 
pueden ver el amplio rango de trauma ortopédico y hay usualmente 
poca comunicación entre hospitales, es con frecuencia imposible 
analizar de forma exacta la incidencia de las fracturas. Por esta razón 
un número de diferentes metodologías se han usado para tratar de 
definir la epidemiología de las fracturas tanto en adultos como en 
niños. Analizando la epidemiología de estudios diferentes en Reino 
Unido, Estados Unidos y Noruega, las diferencias en los resultados 
son impresionantes. Todos los estudios que se compararon, 
incluyeron tanto adultos como niños, pero se utilizaron diferentes 
metodologías y esta probablemente es la razón por las variaciones 
tan amplias en los resultados. Donaldson et al., en su estudio 
examinaron de forma geográfica una población bien definida en 
Inglaterra e incluyeron tanto pacientes hospitalizados como los 
ambulatorios en el área. Observaron que pudieron faltar algunas 
fracturas en los dedos del pie y de la columna, pero consideraron que 
son pocas las fracturas no incluidas. Una metodología muy similar 
fue utilizada por Court-Brown y Caesar, quienes incluyeron todas las 
fractuas en adultos tratadas en la Royal Infirmary of Edinburgh en 
2000; las fracturas en niños de ésta misma área se analizaron 
tomando a los pacientes del hospital pediátrico en Edimburgo. Dada 
la brecha de 20 años entre estos estudios, parecería que ambos 
estudios tengan resultados muy similares. Sin embargo, otros 
estudios han producido resultados muy diferentes. Los estudios de 
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Johansen et al. en Wales, Sahlin en Noruega, y Fife y Barancik en los 
Estados Unidos, todos ellos reportan incidencias de fracturas 
similares y es interesante observar que los diagnósticos de los 
diferentes tipos de fractura usualmente se toman de los registros del 
departamento de urgencias locales. Muchos de estos pacientes no 
han sido vistos por un cirujano ortopédico y los diagnósticos serían 
hechos por médicos sin experiencia. En el Reino Unidomuchos de 
los datos de la epidemiología de las fracturas se obtienen del General 
Practice Research Database. Los diagnósticos hechos por cirujanos 
no ortopédicos, en los departamentos de urgencias de diferentes 
hospitales, se confían a médicos familiares locales quienes los 
registran y luego se analizan para producir información 
epidemiológica. Esta metodología puede llevar a errores en la 
estimación del número de fracturas como demuestra la 
investigación de Johansen et al, de fracturas tratadas en en el Sur de 
Wales en 1994. Ellos concluyeron que la incidencia de las fracturas 
en dicha región era mucho más alta que los reportes de otros 
estudios similares con metodología diferente; sugiriendo que los 
médicos sin experiencia van a sobreestimar la prevalencia de las 
fracturas, muchas de las cuáles se ven en pacientes ambulatorios. 
Otro tipo de metodología de éstos estudios fue usada por Donaldson 
et al., en un estudio posterior. En dicho estudio se pidió a los 
pacientes que completen un cuestionario acerca de si habían tenido 
alguna fractura en un período dado. Esta metodología produjo 
resultados que son cerca de 300 % mayores a los esperados. Este 
problema es obviamente metodológico dado que muchos pacientes 
entienden que el dolor recurrente o continuo se puede deber a 
fracturas no diagnosticadas, acorde con lo explicado al paciente por 
médicos familiares, fisioterapeutas, enfermeras, osteópatas y otros 
profesionales paramédicos sin que haya prueba de éstas fracturas. 
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Otros métodos se han empleado para tratar de estimar la incidencia 
de las fracturas. En países con sistemas médicos privatizados, se han 
utilizado los datos de las aseguradoras. Estas bases de datos son muy 
grandes, sin embargo, presentan una vista no balanceada de la 
población, por lo que su utilidad es limitada. 
En el estudio epidemiológico realizado por Charles M. Court 
Brown4, en Escocia, los mecanismos de lesión de dividieron en 8 
categorías básicas, a saber: caídas del plano de sustentación, caídas 
de baja altura, y caídas de altura significativa. Los otros mecanismos 
de lesión contemplados son golpe directo, asalto o lesiones por 
machacamiento, lesiones deportivas, accidentes en vehículos de 
motor, fracturas patológicas y fracturas por estrés o espontáneas. De 
los parámetros epidemiológicos medidos en este estudio, las heridas 
por proyectil de arma de fuego fueron muy poco comunes, así mismo 
los pacientes con mecanismo de lesión desconocido solamente 
contaron el 0.4%, usualmente debido a que el paciente se 
encontraba intoxicado. En este estudio, la causa más común de 
fracturas fue la caída del plano de sustentación que representó el 
62.5%, siendo más frecuente en personas de edad avanzada. Las 
otras causas comunes de fracturas son contusiones directas, asaltos 
o lesiones por machacamiento que cusan alrededor del 14% de 
todas las fracturas, así mismo las lesiones deportivas que causaron 
el 11%. En dicho estudio, tanto las contusiones directas como asaltos 
y lesiones deportivas tienden a ocurrir en pacientes jóvenes, con 
solamente 3-4% de éstos mecanismos en pacientes mayores de 65 
años de edad. Así mismo son más comunes en hombres que en 
mujeres. 
Los accidentes en vehículos de motor con frecuencia se perciben 
como la principal causa de fracturas, sin embargo en el estudio 
citado, no es el caso. En el análisis de las fracturas en Edimburgo en 
2000, 7.2% de todas las fracturas fue causada por accidentes en 
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vehículos automotores, pero en la última actualización, solamente 
cuentan el 5.2%. 
Por otro lado, García Valadez et al.7 en un estudio realizado en el 
Hospital Central Militar, describen que las fracturas de extremidad 
pélvica son el principal grupo de fracturas atendidas, representando 
el 58.94% del total. De éstas las fracturas de fémur cuentan el 
23.86%, siendo de éste grupo las de diáfisis femoral las más 
comunes. El mismo estudio reporta que de las fracturas de 
extremidad pélvica las de tibia son las más frecuentes siendo el 
34.39% y de éstas la zona maleolar es la más afectada con el 61%. 
Finalmente, en la extremidad pélvica, el estudio reporta que las 
fracturas en la región del pie son las menos frecuentes. 
 
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OBJETIVOS: 
 
Objetivo general: 
El objetivo del presente estudio es analizar la distribución anatómica 
y frecuencia topográfica de las fracturas en la extremidad pélvica de 
acuerdo al mecanismo de lesión de los pacientes atendidos en el 
área de Urgencias de la Cruz Roja Mexicana en el año 2015. 
Objetivos Especificos: 
- Determinar diferencias en las características de las fracturas de las 
extremidades pélvicas de acuerdo a la edad de los pacientes. 
- Determinar diferencias en las características de las fracturas de las 
extremidades pélvicas de acuerdo al género de los pacientes. 
- Establecer relaciones entre el mecanismo de lesión y el sitio de 
fractura en las extremidades pélvicas. 
- Establecer relaciones entre el mecanismo de lesión y el patrón de 
la fractura en las extremidades pélvicas. 
 
 
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DISEÑO DEL ESTUDIO 
Observacional, descriptivo, retrospectivo y transversal. 
 
MATERIALES Y MÉTODOS 
UNIVERSO: Todos los pacientes que acudieron a atención al servicio 
de Urgencias del Hospital Central de la Cruz Roja Mexicana con 
antecedente traumático en el período comprendido entre el 01 de 
Enero de 2015 y el 31 de Diciembre de 2015. 
MUESTRA: Todos los expedientes de los pacientes diagnosticados 
con fracturas en extremidad pélvica, en el período comprendido 
entre el 01 de Enero y el 31 de Diciembre de 2015 en el servicio de 
Urgencias del Hospital Central de la Cruz Roja Mexicana. 
CRITERIOS DE SELECCIÓN: Todos los expedientes de los pacientes 
atendidos en el período comprendido entre el 01 de Enero y el 31 de 
Diciembre de 2015 en el servicio de Urgencias del Hospital Central 
de la Cruz Roja Mexicana, con diagnóstico de fractura en algún hueso 
de las extremidades pélvicas. 
CRITERIOS DE INCLUSIÓN: 
- Expedientes completos de pacientes diagnosticados con 
fracturas documentadas mediante estudios radiográficos. 
CRITERIOS DE EXCLUSIÓN: 
- Expedientes incompletos. 
- Los expedientes que no cuentan con consentimiento informado 
para atención médica. 
 
 
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DEFINICIÓN DE VARIABLES: 
Variables especificas 
FRACTURAS DE EXTREMIDAD PÉLVICA: Solución de continuidad 
ósea en cualquier hueso de la extremidad pélvica que incluye 
fémur, rótula, tibia, peroné, así como los huesos del pie. 
 
VARIABLE TIPO DE VARIABLE DEFINICIÓN 
OPERACIONAL 
Fracturas de 
extremidad 
pélvica 
Nominal 
a. Fémur proximal 
(AO 31) 
b. Fémur diafisario 
(AO 32) 
c. Fémur distal (AO 
33) 
d. Rótula (AO 34) 
e. Tibia proximal (AO 
41) 
f. Tibia diafisaria (AO 
42) 
g. Tibia distal (AO 43) 
h. Tobillo (AO 44) 
i. Retropie/Mediopié 
(AO 81-85) 
j. Antepié (AO 87-
88) 
 
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Variables generales 
EDAD: Es el tiempo transcurrido entre el nacimiento y el momento 
actual. 
SEXO: Condición orgánica que diferencia al macho de la hembra de 
una especie. 
MECANISMO DE LESIÓN: Se refiere a la forma en que una persona 
se lesiona. 
VARIABLE TIPO DE VARIABLE DEFINICIÓN 
OPERACIONAL 
EDAD RANGO 
a. < 10 años 
b. 11-20 años 
c. 21-30 años 
d. 31-40 años 
e. 41-50 años 
f. 51-60 años 
g. 61-70 años 
h. > 70 años 
SEXO 
 a. Masculino 
b. Femenino 
MECANISMO DE 
LESIÓN 
NOMINAL 
a. Caída de plano 
de sustentación / 
poca altura 
b. Caída de altura 
significativa (> 2 
m) 
c. Choque 
automovilístico 
d. Atropellamiento 
e. Motocicleta 
f. HPAF 
g. Otros (agresión 
por terceras 
personas, 
maquinaria) 
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Descripcion de procedimientos: 
1. Se revisó el registro de pacientes atendidos en el servicio de 
urgencias del Hospital Central de la Cruz Roja Mexicana en el 
período comprendido entre el 01 de Enero de2015 y el 31 de 
Diciembre de 2015 
2. Se revisan los expedientes de los pacientes con antecedente 
traumático, seleccionándose aquéllos expedientes de 
pacientes que cuentan con el diagnóstico de fractura en alguno 
de los huesos de la extremidad pélvica. 
3. Se realiza la captura de datos, registrando de cada expediente 
los datos de las variables que interesan al presente estudio. 
4. Se realizo el análisis de los datos previamente capturados, para 
lo cual se realizan gráficas y se obtienen medidas estadísticas 
de media, mediana y moda, así como la relación entre las 
variables. 
5. Se realiza el reporte final. 
 
CALENDARIO DE ACTIVIDADES: 
 
 2015 2016 
M J J A S O N D E F M A M J J 
ELABORACIÓN DE 
PROYECTO X X 
APROBACIÓN DE 
PROYECTO X X 
CAPTURA DE DATOS X X X X X X X X 
ANÁLISIS DE DATOS X X 
RESULTADOS 
FINALES X X 
 
 
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RECURSOS HUMANOS: 
- Investigador principal: Dr Juan Ramón Cervantes Martínez. 
o Actividad asignada: Asesoramiento de elaboración de 
protocolo. 
o Número de horas por semana: 2 
- Investigador asociado: Dr Jesús Manuel Brito Mex 
o Actividad asignada: Elaboración de protocolo, selección de 
expedientes, obtención y vaciado de datos, análisis de 
datos. 
o Número de horas por semana: 6 
 
 
CONSIDERACIONES ÉTICAS: 
 
Todos los procedimientos están de acuerdo con lo estipulado 
en el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de 
Investigación para la Salud. 
 Título Segundo, Capítulo I, Artículo 17, Sección I, investigación 
sin riesgo, no requiere consentimiento informado. 
 Se guardará la confidencialidad de todos los datos de los 
expeidentes incluidos en este estudio. 
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RESULTADOS 
 Finalmente se seleccionaron los expedientes de 486 pacientes, 
en los cuáles se documentó alguna fractura en las extremidades 
pélvicas. De éstos pacientes, el 41% (197 pacientes) fueron del sexo 
femenino y 59% (289 pacientes), del sexo masculino (Gráfica 1). 
 
 
Gráfica 1. Distribución por sexo de los pacientes 
 
 
Gráfico 2. Edad de los pacientes 
 
59%
41%
Distribución de pacientes por sexo
Masculino
Femenino
0
20
40
60
80
100
120
140
0 a 10 11 a 20 21 a 30 31 a 40 41 a 50 51 a 60 61 a 70 > 70
EDAD DE LOS PACIENTES
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 En cuanto a la distribución por edad de los pacientes, se dividió 
a éstos en grupos de edad por décadas (Gráfico 2), encontrándose la 
mayor incidencia de fracturas en el grupo de edad comprendido 
entre 21 y 30 años, con 117 de los 486 pacientes (24.07%); en tanto 
que el grupo de edad con menor incidencia de fracturas al nivel 
analizado fue el correspondiente a la primera década de la vida (0 a 
10 años), contando apenas el 1.44% del total de pacientes. Así mismo 
cabe mencionar que 60% de los pacientes, se encuentran con edades 
entre 21 y 50 años de edad. Por último el promedio de edad de los 
pacientes estudiados es de 39.78 años. 
 
 
Gráfico 3. Mecanismos de lesión. 
 
 En lo que respecta a los mecanismos de lesión (Gráfico 3) 
presentados por los pacientes estudiados, se dividieron en 8 
categorías, a saber: Caída de baja altura (< 2 m), caídas de altura 
significativa (> 2 m), choque automovilístico, atropellamiento, 
41%
11%5%
13%
9%
11%
7%
3%
MECANISMO DE LESIÓN
CAÍDA < 2M CAÍDA ≥ 2M CHOQUE
ATROPELLAMIENTO MOTO CONTUSIÓN DIRECTA
HPAF OTROS
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accidentes en motocicleta, contusión directa en extremidad, heridas 
por proyectil de arma de fuego, y otros mecanismos no 
especificados. 
 De los mecanismos de lesión previamente mencionados, las 
caídas de baja altura cuentan con la mayor proporción: 41% / 199 
pacientes; siendo el atropellamiento el segundo lugar con 13% (62 
pacientes) y en tercer lugar se encuentran tanto las caídas de altura 
mayor a 2 m, como las contusiones directas con 11% cada uno. 
 
 
Gráfico 4. Región / hueso fracturado. 
 
 La región más lesionada fue la pierna, contando 165 fracturas 
de tibia y peroné para un 28% del total de los pacientes, seguido de 
cerca por fracturas del tobillo que representaron el 25.6% de las 
fracturas (150 fracturas). En tercer lugar se encuentran las fracturas 
del antepié, que incluyen fracturas de los metatarsianos y las 
falanges; en cuarto lugar, las fracturas de fémur con 16.7%. Cabe 
mencionar que en la captura de datos se agruparon las fracturas en 
los huesos del retropie y mediopié, siendo en total 38 pacientes que 
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presentaron fracturas de éstos huesos. Finalmente, solamente 14 
pacientes se presentaron con fracturas de rótula. 
 
 
Gráfico 5. Mecanismo de lesión por género. 
 
 Al analizar el mecanismo de lesión presentado por los 
pacientes de acuerdo al género de los mismos se observa que en 
cuanto a las caídas de baja altura, predomina el género femenino 
con 63.8% del total y el género masculino con solamente 36.2%. Sin 
embargo, en los demás grupos de mecanismo de lesión predomina 
el género masculino sobre todo en las lesiones presentadas pro 
mecanismos de alta energia (caídas de más de 2 m, 
atropellamientos, choque automovilístico, accidentes en 
motocicleta y heridas por proyectil de harma de fuego),siendo más 
72
43
16
45
35
34
31
13
127
11
6
17
9
22
1
4
0 20 40 60 80 100 120 140
CAÍDA < 2M
CAÍDA ≥ 2M
CHOQUE
ATROPELLADO
MOTO
CONTUSIÓN
HPAF
OTROS
MECANISMO DE LESIÓN POR GÉNERO
FEMENINO MASCULINO
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notoria la diferencia en las fracturas provocadas por herida de 
proyectil de arma de fuego, pues de éstos pacientes 31 fueron 
hombres y solamente 1 mujer. 
 
Tabla 1 
MECANISMO DE LESIÓN VS HUESO FRACTURADO 
MECANISMO 
DE LESIÓN 
FÉMUR RÓTULA 
TIBIA / 
PERONÉ 
TOBILLO 
RETROPIE / 
MEDIOPIE 
ANTEPIÉ 
CAÍDA < 2M 43 4 32 95 10 16 
CAÍDA ≥ 2M 13 4 17 15 9 6 
CHOQUE 11 1 12 4 3 1 
ATROPELLADO 9 3 43 13 1 5 
MOTO 7 3 19 13 0 5 
CONTUSIÓN 0 1 12 8 1 34 
HPAF 12 2 16 0 1 8 
OTROS 2 0 7 2 1 6 
TOTAL 97 18 158 150 26 81 
 
 En la tabla 1, se puede observar la relación entre el mecanismo 
de lesión presentado por los pacientes y el hueso/región lesionado. 
Vemos, por tanto, que el mecanismo de lesión principal que causó 
fracturas de fémur es la caída de altura menor a 2 m, contando 43 
fracturas en total; sin embargo, cabe también mencionar que de 
éstas fracturas, 33 son de fémur proximal (cadera). En cuanto a las 
fracturas de rótula, en la serie presentada, predominan también las 
caídas como causa de ésta lesión. Las fracturas de tibia y peroné son 
en primer lugar causadas por atropellamientos (43 / 150 pacientes) 
y en segundo lugar caídas de baja altura (32 / 150 pacientes). Las 
fracturas de tobillo son, con diferencia, causadas en su mayoría por 
caídas del plano de sustentación, combinando un mecanismo 
rotacional a nivel del tobillo. Finalmente, las fracturas del retropié y 
mediopié son causadas por caídas de baja altura, en tanto las 
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fracturas del antepié, sobre todo las falanges, son causadas por 
contusiones directas. 
 
Tabla 2 
MECANISMO DE LESIÓN VS EDAD 
EDAD CAÍDA <2M CAÍDA ≥ 2M CHOQUE ATROPELLADO MOTO CONTUSIÓN HPAF OTROS 
0 a 10 3 0 0 0 0 2 0 2 
11 a 20 22 5 3 12 8 11 2 1 
21 a 30 38 12 7 15 18 13 13 1 
31 a 40 32 10 5 15 6 12 10 5 
41 a 50 24 19 2 6 12 10 5 2 
51 a 60 18 5 4 9 0 6 0 4 
61 a 70 25 3 0 3 0 2 2 1 
> 70 37 0 1 2 0 0 0 1 
TOTAL 199 54 22 62 44 56 32 17 
 
 La tabla 2 muestra la distribución por edad de los casos 
estudiados, de acuerdo a la edad de los pacientes. De dicha tabla, se 
observa que para todos los mecanismos de lesión, predominan 
pacientes jóvenes. Es de notar que para pacientes mayores de 70 
años, el mecanismo de lesión causante de las fracturas es caída de 
baja altura, habitualmente del propio plano de sustentación. Las 
caídas de baja altura son la causa predominante de lesión 
independientemente de la edad. 
 
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DISCUSIÓN 
 La mayor parte de la bibliografía sobre epidemiología de 
fracturas se enfoca actualmente en las características de los 
pacientes que presentan fracturas por osteoporosis o que se 
encuentran en riesgo de presentarlas. Se cuenta con pocos estudios 
que cubran las fracturas en distintas localizaciones y grupos de 
edades, como el presente. Más aún, en los estudios epidemiológicos, 
se hace poca mención de los mecanismos de lesión y la relación de 
los mismos con los parámetros epidemiológicos clásicos. 
 El presente estudio, por tanto, presenta el análisis de las 
principales características epidemiológicas en los pacientes 
atendidos en el Hospital Central de la Cruz Roja Mexicana, así mismo, 
pretende analizar la relación de los mecanismos de lesión y la 
localización y patrones de fractura en éstos pacientes. 
 Se observa por tanto, que el promedio de edad de los pacientes 
con fracturas de las extremidades pélvicas atendidos en el Hospital 
Central de la Cruz Roja Mexicana es de 39.78 años, siendo la edad 
mínima de 2 años y la máxima de 97; y el grupo predominante de 
edad es el que comprende de 21 a 30 años. Al contrastar estos 
resultados con la bibliografía existente, se observa una edad similar 
al promedio reportado por García Valadez, et al. en el Hospital 
Central Militar (36.5 años); y ligeramente menor a la reportada por 
Díez García, et al. en un estudio similar realizado en el INR, que 
reporta una edad promedio de 50 años. 
 En cuanto al género predominante, en nuestro caso es el 
masculino para los mecanismos de lesión considerados de alta 
energía: caídas de altura, atropellamientos, choques 
automovilísticos y en motocicleta, así como heridas por proyectil de 
arma de fuego. Esto concuerda con la literatura universal, en la cual 
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también se relaciona ésta diferencia en el tipo de mecanismo de 
lesión entre hombres y mujeres, debido a las diferencias en 
actividades más comunes, relacionadas al género. Por otro lado, se 
observa también que en las lesiones del género femenino, 
predominan las caídas de baja altura como causa, principalmente en 
mujeres adultas y mayores de 50 años. Éste último punto también 
concuerda con la literatura universal, principalmente en lo que 
respecta a fracturas de fémur proximal. Así mismo, se observa que 
la menor diferencia en distribución entre hombres y mujeres está en 
los mecanismos de lesión que consideramos de baja energía: caídas 
de baja altura y contusiones directas. 
 Además de la relación observada entre el género de los 
pacientes y el mecanismo de lesión, al realizar el análisis de los datos 
se observa así mismo que hay una relación muy importante con la 
edad, pues los mecanismos de lesión de alta energía predominan, 
con mucha diferencia, en pacientes adultos jóvenes, en tanto que 
prácticamente la totalidad de los pacientes mayores a 70 años, 
independientemente del género, sufrieron caídas de baja altura, 
preferentemente del propio plano de sustentación. 
 Finalmente, al correlacionar el patrón fracturario, valorado 
mediante la clasificación AO de las fracturas, se encuentra que éstas 
varían de acuerdo al mecanismo de lesión; pues cuando la lesión es 
ocasionada por baja energía, predominan los trazos de fractura 
simples o en cuña (Tipos A y B de la clasificación AO), en tanto que 
cuando se trata de mecanismos de lesión de alta energía, 
predominan los patrones complejos (Tipo C de l aclasificación AO). 
Así mismo cabe mencionar que de los 486 pacientes estudiados, 82 
presentaron fracturas en más de un hueso o región del cuerpo, y de 
éstos pacientes, solamente 13 fueron ocasionados por mecanismos 
de baja energía: caídas de baja altura y contusión directa; en tanto 
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que los 69 pacientes restantes de este grupo sufrieron mecanismos 
de lesión de alta energía. 
 Por otro lado, vale la pena mencionar que aunque éste trabajo 
y el análisis realizado son válidos para nuestro centro hospitalario, 
no es representativo de la población general, pues la mayoría de los 
pacientes atendidos son residentes de la Ciudad de México y área 
metropolitana, así mismo, por las características del hospital, se 
atienden con mucha frecuencia pacientes que sufrieron accidentes 
de energía significativa. 
 
CONCLUSIONES 
 La población que se estudió en el presente trabajo, se 
encuentra en su mayoría en edad productiva, por lo cual se reconoce 
el daño económico y la discapacidad que conlleva. Así mismo, el 
problema que constituyen las posibles secuelas de las lesiones 
estudiadas en ésta población económicamente activa. 
 Se concluye también que aunque no es posible, a través de 
éstos resultados, generalizar las conclusiones a la población general, 
sí son váidas para nuestro hospital y dan un panorama de la 
población atendida y las principales causas de atención, con lo cual 
se puede empezar a trabajar en medidas tanto preventivas, como 
estrategias para mejorar la atención inicial de éstos pacientes. 
 Finalmente, cabe mencionar que la mayor parte de los 
resultados obtenidos, en cuanto a las características epidemiológicas 
de los pacientes estudiados, se corresponde con la literatura 
universal al comparar grupos etarios similares. 
 
 
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 
 
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Rehabilitación. Investigación en Discapacidad Vol. 2, Núm. 2 
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México , 2009. Rev Peru Med Exp Salud Publica. 
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