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Ansiedad-y-calidad-de-vida-su-relacion-con-factores-sociodemograficos-y-clnicos-en-mujeres-con-cancer-de-mama-candidatas-a-mastectoma-radical-modificada

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
DE MÉXICO 
 
 FACULTAD DE PSICOLOGÍA 
 
 
ANSIEDAD Y CALIDAD DE VIDA, SU RELACIÓN CON 
FACTORES SOCIODEMOGRÁFICOS Y CLÍNICOS EN 
MUJERES CON CÁNCER DE MAMA CANDIDATAS A 
MASTECTOMÍA RADICAL MODIFICADA 
 
 
 
 
 
TESIS 
Que para obtener el título de: 
 
 Licenciada en Psicología 
 
 
 
 PRESENTA 
 Arely Ruiz García 
 
 
 
 
 
DIRECTORA DE TESIS: 
Dra. Aime Edith Martínez Basurto 
 
 
 
 
 
 
Ciudad Universitaria, Cd. Mx., 2019. 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
Agradecimientos 
 
A mi madre, por su apoyo y paciencia infinita, por todos los esfuerzos que tuvo que hacer para brindarme las 
mejores condiciones de vida, porque sin ella llegar hasta este punto no habría sido posible. Por ser una mujer 
fuerte, valiente y perseverante que con su ejemplo me enseñó que las condiciones no importan cuando existe el 
deseo de superarse. 
 
A mi familia, parte fundamental de mi formación desde pequeña, por su apoyo y cariño, por adoptarme como la hija 
y la hermana menor. 
 
A mi padre, por darnos la oportunidad de conocernos porque su integración a mi vida ha contribuido a mi 
desarrollo profesional. 
 
A Beto, por los consejos, el apoyo y la motivación que me brindó durante todo este proceso. Por ser mi mejor 
amigo, mi cómplice, mi aliado, por compartir y respetar mis ideales, porque trabajamos en nuestra deconstrucción 
tomados de la mano. 
 
A Ingrid, por ser una mujer sorora, amiga y excelente compañera de trabajo, por los momentos de estrés que 
vivimos tanto en el desarrollo de esta investigación como a la lo largo de la carrera, por todas las horas de trabajo 
compartido y la retroalimentación. 
 
A los NET´s, Ana, Gaby, Diego y Rodrigo porque la ciencia nos unió, por empezar juntos el camino de la 
investigación, por convertirse en amigos entrañables. 
 
A mis amigas y amigos de otros momentos de vida que siguen presentes, Joss, Katy, Karen, Angélica, Tiko y 
Alfonso, por motivarme a terminar este trámite y a seguir creciendo tanto profesional como personalmente. 
 
A mi directora Aime por confiar en mí, por darme la oportunidad de ser parte de este proyecto, por su apoyo 
durante la realización del mismo. 
 
A mis sinodales y revisor, por tomarse el tiempo y la dedicación de retroalimentar mí trabajo. 
 
A Said, por compartirme sus conocimientos en estadística y metodología, por sus comentarios y sugerencias. 
 
A Maru, por estar siempre al pendiente de mí trabajo, por contestar todas mis dudas. 
 
Y finalmente, a todas las mujeres que participaron en esta investigación, por compartir sus historias, por confiar en 
nuestra labor profesional y por su interés en contribuir al conocimiento para que otras mujeres, en el futuro, 
puedan vivir de manera distinta su enfermedad. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Índice 
Resumen ....................................................................................................................................................... 1 
Abstract ......................................................................................................................................................... 2 
Cáncer de mama ........................................................................................................................................... 3 
Diagnóstico ................................................................................................................................................... 6 
Etapas y Tratamiento .................................................................................................................................... 8 
Mastectomía Radical Modificada ............................................................................................................... 13 
Factores psicológicos asociados a la Mastectomía Radical Modificada ..................................................... 15 
Relación entre calidad de vida, factores sociodemográficos y ansiedad en mujeres sometidas a MRM .. 18 
Justificación ................................................................................................................................................. 24 
Pregunta de investigación. .......................................................................................................................... 26 
Objetivos ..................................................................................................................................................... 26 
Objetivo general. ..................................................................................................................................... 26 
Objetivos específicos. ............................................................................................................................. 26 
Método ....................................................................................................................................................... 27 
Participantes. .......................................................................................................................................... 27 
Escenario. ................................................................................................................................................ 30 
Instrumentos. .......................................................................................................................................... 31 
Procedimiento. ........................................................................................................................................ 33 
Análisis estadístico ...................................................................................................................................... 34 
Resultados ................................................................................................................................................... 35 
Relación entre factores sociodemográficos, clínicos y calidad de vida. ................................................. 35 
Relación entre factores sociodemográficos, clínicos y ansiedad. ........................................................... 37 
Relación entre calidad de vida y ansiedad. ............................................................................................. 39 
Discusión ..................................................................................................................................................... 40 
Limitaciones y sugerencias.......................................................................................................................... 47 
Referencias .................................................................................................................................................. 51 
Anexos ......................................................................................................................................................... 58 
 
 
 
 
 
1 
 
Resumen 
El cáncer de mama representa uno de los principales problemas de salud en las mujeres, debido a 
que es de las principales causas de muerte. En México, uno de los tratamientos quirúrgicos más 
empleados por el sistema de salud pública es la Mastectomía Radical Modificada
(MRM), misma 
que tiene un impacto muy importante en la salud mental, generando entre otras consecuencias, 
ansiedad y una pobre percepción de la calidad de vida, factores que se ha demostrado que se 
relacionan con las características sociodemográficas y clínicas de las mujeres que experimentan 
la enfermedad. El objetivo del presente estudio fue analizar la relación y capacidad de predicción 
entre los factores sociodemográficos, las características clínicas de la enfermedad, la percepción 
de calidad de vida y los niveles de ansiedad en mujeres con cáncer de mama candidatas a MRM. 
Mediante un diseño descriptivo, se evaluaron 44 pacientes de un hospital público de la Ciudad de 
México, a través del Inventario de Ansiedad y Depresión Hospitalaria (HADS) y el cuestionario 
de calidad de vida EORTC QLQ C-30 y módulo BR-23, se realizó una entrevista 
semiestructurada para conocer las características sociodemográficas y se revisó el expediente 
clínico para obtener los datos clínicos. Posteriormente, se utilizó un análisis de regresión lineal 
para determinar la relación de predicción entre las características sociodemográficas, clínicas, la 
ansiedad y la calidad de vida. Los resultados mostraron que la calidad de vida tuvo una relación 
de predicción positiva (β= 15.467, p<0.05) con la ocupación en el hogar, sin embargo no se 
encontró relación con otros factores sociodemográficos, ni con las características clínicas de las 
pacientes. Por su parte la ansiedad fue predicha por las características sociodemográficas de 
estado civil de unión (β=-3.13873, p<0.05) y vivir sola (β=-5.03828, p<0.05), no se encontraron 
relaciones de predicción con las características clínicas ni con otros factores sociodemográficos. 
En conclusión se observó que si bien no todas las características predijeron la ansiedad y la 
calidad de vida, sí se encontraron variables relacionadas, por lo que se vuelve importante seguir 
realizando estudios que permitan dilucidar los factores que pueden contribuir a que se presenten 
síntomas de ansiedad o baja percepción en la calidad en esta población. 
 
 
 
 
2 
 
Abstract 
Breast cancer is one of the most important public health problems, representing one of the main 
causes of death in women. In México, the Modified Radical Mastectomy (MRM) is the main 
surgical treatment which has an impact in mental health principally increasing the anxiety 
symptoms and causing a poor perception of quality of life, factors that are associated with 
sociodemographic and clinical characteristics in the patients. The main goal of this research was 
to determinate the prediction ratio between clinical and sociodemographic data and the symptoms 
of anxiety and the perception of quality of life in MRM candidates. Through a descriptive design 
44 patients were evaluated with the Hosptital Anxiety and Depression Scale (HADS) and the 
EORTC QLQ C-30 and module BR-23 questionnaires, all the patients were admitted to a public 
hospital of Mexico City. To know the sociodemographic characteristics a semi structured interview 
was applied, and to know the clinical data the medical records were review. A statistical linear 
regression was conduct to determinate the prediction ratio of the variables. To the evaluation of 
quality of life, be housewife had a positive prediction ratio (β= 15.467, p<0.05), no relation 
between other sociodemographic or clinical factors was found. For the anxiety, the 
sociodemographic characteristics which predict it were to be married or have a couple (β=-
3.13873, p<0.05) and live alone (β=-5.03828, p<0.05), no relation between other 
sociodemographic or clinical factors was found. This study conclude that are clinical and 
sociodemographic characteristics who had the power to predict the anxiety levels and the 
perception of quality of life, however it´s important to continue with research that can contribute 
to having a clear knowledge about these variables in Mexican women with breast cancer. 
 
 
 
 
 
 
3 
 
 
Cáncer de mama 
Las células normales del seno, así como las de otras partes del cuerpo crecen y se dividen para 
formar nuevas células que son necesarias para el correcto funcionamiento del organismo, sin 
embargo, este proceso se puede alterar al hacer que se produzcan muchas más células de las que 
se necesitan, el cáncer se caracteriza por la producción y crecimiento anormal de las células del 
cuerpo. Las células que se encuentran en la mama, al presentar anormalidades cambian y 
empiezan a crecer de manera incontrolable, esto puede generar la creación de tumores malignos 
que aparecen en cualquier parte del seno (American Cancer Society [ACS], 2016). 
 La mayoría de los canceres de seno empiezan en la zona que se encarga de la producción de 
leche (lóbulos); lo que se denomina cáncer lobular, o en los conductos que conectan los lóbulos 
con el pezón; cáncer ductal, como se observa en la figura 1. El Carcinoma ductal, lo presentan 
siete de cada 10 mujeres con cáncer de mama, mientras que el carcinoma lobular lo presenta uno 
de cada 10 mujeres y en menor medida hay mujeres que pueden desarrollar una mezcla de ambos 
(National Cancer Institute [NCI], 2012). 
 
4 
 
 
 Las células cancerígenas de la mama tienen la posibilidad de diseminarse y atacar a otras partes 
del cuerpo o a otros tejidos para formar nuevos tumores. En el cáncer de mama es común que las 
primeras partes a las que se diseminen las células dañadas sea a los nódulos linfáticos que se 
encuentran cercanos al seno, los de las axilas, la clavícula o el pecho, si esto sucede las 
posibilidades de que el cáncer se esparza a otras regiones son muy altas, pues las células pueden 
viajar fácilmente a través del sistema linfático e instalarse en cualquier parte del cuerpo, este 
proceso se denomina metástasis (ACS, 2016; NCI, 2012). 
El cáncer de mama es una de las enfermedades crónicas que se presenta con mayor frecuencia en 
las mujeres, representa la principal causa de muerte por cáncer en las mujeres en todo el mundo 
con más de 410, 000 defunciones por año, es decir el 14% de las defunciones debidas al cáncer 
en mujeres y 1.6% de las defunciones totales de mujeres en el mundo (Pérez, Sandoval & Tapia, 
2009). 
 
5 
 
El índice de cáncer ha aumentado sobre todo en los países desarrollados debido al incremento en 
la expectativa de vida, la urbanización y la adopción de estilos de vida occidentales, estos países 
concentran al 50% de la población con cáncer de mama y al 60% de las muertes relacionadas con 
esta enfermedad (Rahman & Zayed, 2018; Sauter, 2018), de esta manera de acuerdo al Instituto 
Nacional de Cáncer en Estados Unidos (2018), se estiman 266,120 nuevos casos de cáncer en el 
2018, y con base en datos del 2012 al 2015 se estima que aproximadamente 12.4% de la mujeres 
recibirá diagnóstico de cáncer de mama alguna vez en su vida. 
Habría que mencionar, que aunque el cáncer de mama representa la principal causa de muerte 
entre las mujeres con cáncer en los países desarrollados, los países en vías de desarrollo muestran 
un alta incidencia de esta enfermedad, así, en América Latina se diagnostican 152, 059 casos 
anualmente, es decir una cuarta de parte de los casos de cáncer en mujeres, siendo Argentina y 
Uruguay los países que concentran la mayor cantidad de casos, esta enfermedad también 
representa la principal causa de muerte por cáncer en las mujeres en esta región (Secretaria de 
Salud [SSA], 2015). 
En este sentido, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 
México tres de cada 10 mujeres con cáncer padecen cáncer de mama, lo que, al igual que en la 
mayoría de los países mencionados hasta ahora, convierte a esta enfermedad en la principal 
causa de muerte en las mujeres mexicanas con cáncer, lo que desplaza al cáncer cervicouterino, 
mismo que hasta el año 2006 era el cáncer con mayor mortandad entre las mexicanas
(INEGI, 
2017). Actualmente se estima que hay una incidencia de 35.4% de los casos por cada 100,000 
mujeres mexicanas, es importante decir también que, en este país, dicha enfermedad muestra 
incrementos en la tasa de morbilidad hospitalaria en las mujeres mayores de 64 años, al pasar de 
 
6 
 
7.43 en las mujeres de 20 a 29 años a 218.24 en mujeres de 60 a 64 años, dejando al cáncer como 
el tumor con mayor impacto en la salud (SSA, 2015). 
Diagnóstico 
Las etapas iniciales del cáncer generalmente no presentan sintomatología por lo que la detección 
resulta difícil, sin embargo, hay algunos indicadores que se observan a través de la exploración 
clínica y la autoexploración de la mama. La exploración clínica y las autoexploraciones son los 
principales exámenes que se recomiendan para hacer una detección temprana de anormalidades 
en el seno, aunque no funcionan como diagnóstico, son ampliamente recomendadas para tener 
una aproximación a una posible enfermedad en la mama, como es el cáncer (ACS, 2017). 
El objetivo de este tipo de exámenes es detectar irregularidades físicas en el seno, como, por 
ejemplo; en el tamaño, la forma, la coloración, la textura de la piel, algún tipo de segregación 
fuera de lo común y algún bulto o masa, a través de la observación y de palpar tanto el seno 
como zonas cercanas como son las axilas (Instituto Mexicano del Seguro Social [IMSS], 2011). 
En los países de ingresos bajos y medios, el cribado a través de la exploración clínica es el más 
recomendado debido a los altos costos que representa para los sistemas de salud realizar otro tipo 
de exámenes de imagen, es por esto por lo que en los países de ingresos bajos la detección del 
cáncer se da en etapas avanzadas de la enfermedad, comparado con países de ingresos altos, en 
los que el cáncer de mama suele detectarse en etapas tempranas (Organización Mundial de la 
Salud [OMS], 2018). 
En México la Secretaría de Salud recomienda ampliamente este tipo de exámenes sobre todo a 
las mujeres de 20 y 25 años como un método preventivo, en las mujeres de 40 a 69 años se 
recomienda una mastografía de tamizaje pues este es el grupo más afectado por la enfermedad. 
 
7 
 
Por otra parte, las mamografías son estudios de imagen de los senos, en estas imágenes se 
pueden detectar cambios, como calcificaciones, masas o tumores. Las imágenes se obtienen a 
través de un mamógrafo que toma imágenes de diferentes ángulos de los senos, mismas que son 
leídas de manera independiente, lo que resulta en una lectura clara de anormalidades en la 
densidad mamaria (ACS, 2018; Aibar et al., 2011). 
Las mastografías se pueden realizar como estudios rutinarios en mujeres mayores de 40 años que 
no presentan síntomas, o bien se realizan cuando existe algún factor de riesgo identificado en las 
mujeres, por ejemplo, si hay antecedentes de cáncer en familiares de primer grado. Se ha 
observado que las mamografías reducen el riesgo de muerte en mujeres de 40 a 49 años (Centro 
Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud [CENETEC], 2017). 
Por otro lado, se debe considerar que las mastografías tienen algunas limitaciones, pues pueden 
dar un diagnostico falso negativo, cuando el estudio sale normal, pero eso no descarta el cáncer 
de mama, alrededor del 10% de los cánceres no se detecta a través de este estudio en mujeres de 
más de 50 años, y alrededor de 30 % no se detecta en mujeres de 40 a 50 años. O bien, se podría 
presentar un diagnóstico falso positivo, es decir que se detecte alguna anormalidad, pero esta no 
necesariamente es cáncer, las mujeres de 40 a 49 años que se someten a mastectomía pueden 
recibir al menos un falso positivo hasta en 30%. Además, una de las principales limitaciones de 
esta técnica es que la visualización de anormalidades depende en gran medida de la densidad de 
la mama, cuando se trata de una mama densa, las anormalidades mamarias no se pueden detectar 
a través de la mastografía. (CENETEC, 2017; Aibar et al., 2011) 
No basta con realizar un solo tipo de examen, una vez que existe la sospecha de cáncer se 
realizan otro tipo de estudios que ayudan a la confirmación del diagnóstico, así, por ejemplo, 
para saber si las masas encontradas mediante una mastografía son cancerígenas, es necesario 
 
8 
 
realizar estudios de ultrasonido o biopsias que permita identificar el tipo de células que se 
encontraron. 
Algunas masas palpables que no se observan en la mastografía pueden ser vistas si se realiza un 
ultrasonido con transductores de alta frecuencia, aunque el ultrasonido tampoco se usa como 
único diagnostico en la población en general, se utiliza para dar seguimiento a las anomalías 
visualizadas en las mastografías, como tamizaje para mujeres no pueden ser sometidas a 
mastectomías, como observación de ganglios axilares que posiblemente contengan masas 
malignas o para dar seguimiento a lesiones benignas como fibroadenomas o quistes complicados, 
(CENETEC, 2017). 
En algunos casos, es necesario emplear métodos más sensibles para la detección de 
anormalidades, como lo son las Resonancias Magnéticas (RM), este tipo de estudios tienen una 
sensibilidad mayor que la mastografía, sobre todo para el diagnóstico de carcinoma infiltrante de 
tipo ductal, es ampliamente usada de manera prequirúrgica ya que permite detectar lesiones 
multifocales o multicéntricas, lo que en gran medida permite guiar el tratamiento. 
Una vez que ha sido detectada alguna anormalidad mediante estudios de imagen, es necesario 
confirmar que se trata de cáncer, por medio de una biopsia, que consta en la extracción de una 
parte del tejido anormal que se observa (ACS, 2018). 
Es importante mencionar que todas las biopsias generalmente van acompañadas de un estudio de 
imagen que facilite la visualización y localización de la zona en la que la biopsia será analizada. 
Etapas y Tratamiento 
Los médicos utilizan la etapificación para determinar los riegos, el pronóstico y el tratamiento 
que sea más adecuado para las pacientes de acuerdo con la etapa en la que el cáncer se encuentra. 
 
9 
 
La etapificación del cáncer se determina por el tamaño del tumor (T) y la invasión del tejido 
circundante, la implicación de ganglios linfáticos (N) y la metástasis o extensión a otros órganos 
del cuerpo (M), lo que los médicos denominan sistema TNM (Valle et al., 2016). 
Generalmente la estadificación se realiza dos veces; después del examen clínico y radiológico y 
después de la cirugía, debido a que la cirugía puede hacer que la etapa cambie de acuerdo con la 
extensión de tejido dañado que haya sido extirpado. 
La clasificación TNM del cáncer presenta en la Tabla 1: 
 
Tabla 1 
Clasificación TNM 
Categoría T (Tumor Primario) 
 
 
Tx. Tumor primario no determinado 
T0. No hay evidencia de tumor primario 
Tis. Carcinoma ductal o lobular in situ 
T1-T4. Tamaño y/ o extensión del tumor primario 
Categoría N (compromiso de los ganglios 
linfáticos regionales) 
 
Nx. Nódulos linfáticos no valorables 
N0. No presencia de cáncer en los nódulos linfáticos 
N1-N3. Nódulos linfáticos involucrados (número y 
extensión de los nódulos involucrados) 
Categoría M (metástasis distancia) 
 
M0. Sin metástasis distante demostrable 
M1. Metástasis presente 
 
 
 
 
 
 
 
10 
 
Con base en esta clasificación, el cáncer de mama se divide en la etapificación presentada en la 
Tabla 2. 
 
Tabla 2 
 
 
Etapificación del cáncer de mama, de acuerdo con la clasificación TNM 
Estadio Tamaño del tumor Ganglio Linfático Metástasis 
0 Tis N0 M0 
I T1 N0 M0 
II A T0 
T1 
T2 
N1 
N1 
N0 
M0 
M0 
M0 
IIB T2 
T3 
N1 
N0 
M0 
M0 
IIIA T0 
T1 
T2 
T3 
T3 
N2 
N2 
N2 
N1 
N2 
M0 
M0 
M0 
M0 
M0 
IIIB T4 
T4 
T4 
N0 
N1 
N2 
M0 
M0 
M0 
IIIC Cualquier T N3 M0 
IV Cualquier T Cualquier N M1 
 
 
Una vez que se conoce la etapa en la que se encuentra la paciente, se determina el
tipo de 
tratamiento que se le dará. El tratamiento puede ser sistémico, por radiación o invasivo como una 
cirugía. Generalmente a las pacientes que se encuentran en estadios tempranos de la enfermedad 
son sometidas a una cirugía y a un tratamiento adyuvante como la quimioterapia o radioterapia; 
por su parte las mujeres que se encuentran en estadios más avanzados de la enfermedad o que 
presentan metástasis son sometidas a terapias sistémicas (ACS, 2017). 
Dentro de los tratamientos sistémicos se encuentran la quimioterapia, la hormonoterapia y la 
terapia dirigida. Se llaman tratamientos sistémicos a todos los tratamientos que viajan a través de 
la sangre y tienen efectos en diversas partes del cuerpo sistémicas (ACS, 2017). 
 
11 
 
La quimioterapia es la administración de fármacos como antraciclinas y taxanos que destruyen 
las células que crecen rápidamente, como son las células cancerígenas. Este tipo de tratamiento 
se recomienda en los casos de cáncer triple negativo, cáncer positivo a HER-2 y en tumores 
luminales HER-2 negativo. Para tener mayor efectividad se recomienda el uso combinado de los 
fármacos, mismos que generalmente son administrados de 12 a 24 semanas (Cárdenas-Sánchez, 
Bargalló-Rocha, Bautista-Piña, & Cervántes-Sánchez, 2017; Valle et al., 2016). 
Por su parte la terapia hormonal trabaja mediante el bloqueo o la disminución de los niveles de 
estrógenos, ya que esta hormona promueve el crecimiento del cáncer de mama, se recomienda en 
pacientes con canceres de seno positivos a hormonas. Los procedimientos y el tipo de fármacos 
que se usan en este tipo de terapia dependen de si la paciente es premenopáusica o 
postmenopáusica sistémicas (ACS, 2017). 
En este sentido, para las pacientes premenopáusicas se recomienda el tratamiento con 
tamoxifeno, fármaco que bloquea los receptores de estrógeno en las células cancerígenas, el 
tratamiento dura aproximadamente cinco años. En pacientes que no pueden recibir tratamiento 
con tamoxifeno se recomienda la ablación o supresión ovárica, mientras que para las pacientes 
postmenopáusicas se recomienda el uso de inhibidores de aromatasa, estos fármacos detienen la 
producción de estrógeno, este tratamiento dura aproximadamente cinco años (ACS, 2018; 
Cárdenas-Sánchez et al., 2017. 
El último tipo de terapia sistémica es la terapia dirigida, esta terapia es posible gracias a la 
administración de fármacos que atacan moléculas específicas que están activas en las células del 
cáncer, en particular a la proteína HER2, en la actualidad se sabe que una de cada cinco mujeres 
con cáncer de seno presenta mucha activación en esta proteína, lo que promueve el crecimiento 
de las células cancerígenas, en este sentido se ha visto que si este tratamiento se implementa 
 
12 
 
después de la terapia habitual con quimioterapia, el riego de muerte en las mujeres baja de 52% a 
33% (ACS, 2018), una vez que el ADN de las células se daña, es imposible que se reproduzcan, 
por lo que mueren y se desechan, el cambio en el ADN de las células es un proceso que requiere 
de semanas para realizarse por lo que el tratamiento no funciona de manera inmediata. 
Hay que mencionar además, que cuando los tratamientos sistémicos y radiológicos se realizan 
antes de la cirugía se denominan tratamientos neoadyuvantes o preoperatorios, se recomiendan 
en tumores grandes pues ayuda a que se disminuya el tamaño del tumor y pueda realizarse una 
cirugía en la que el tejido extirpado sea menos extenso. Por el contrario, cuando los tratamientos 
sistémicos o radiológicos son dados después de la cirugía se llaman tratamientos adyuvantes y se 
utilizan para matar las células cancerígenas indetectables que hayan quedado en el sistema. Se 
debe agregar que, en la mayoría de los casos, no se utiliza solo un tipo de tratamiento, 
generalmente se combinan los tratamientos para incrementar la efectividad de estos y de esta 
manera disminuir el riego de muerte (European Society for Medical Oncology [ESMO], 2013). 
Por último y respecto a los tratamientos quirúrgicos, de acuerdo con la ACS (2018), dentro de los 
tratamientos con cirugía se encuentra la cirugía conservadora, la mastectomía simple o total, la 
mastectomía conservadora de la piel, la mastectomía con conservación del pezón y mastectomía 
radical modificada. 
La cirugía conservadora se utiliza cuando el cáncer no se extiende a regiones amplias, esto es, 
cuando está localizado en zonas específicas, cuando no es multicéntrico y cuando tiene un 
tamaño pequeño con relación al tamaño del seno (cinco centímetros o menor), de igual manera 
en esta cirugía se remueve solo el tejido dañado junto con una pequeña parte de tejido sano, en la 
mayoría de los casos después de la cirugía conservadora, es necesario empelar un tratamiento 
 
13 
 
con radiación. Así mismo, este tipo de cirugía se recomienda para pacientes que se encuentran en 
los estadios I y II de la enfermedad (ACS, 2017). 
La mastectomía simple o total, es un tipo de mastectomía en la que se extirpa todo el seno, 
incluida la areola, el pezón y la piel, además se pueden extraer algunos ganglios linfáticos, pero 
esto último depende de la extensión del cáncer (ACS, 2018). 
Hay otro tipo de mastectomía en la que se conserva la piel y se extirpa la mayor parte del tejido 
dañado, incluido el pezón y la areola, este tipo de cirugía deja menos tejido cicatrizal, lo que 
genera que el seno se pueda reconstruir con una apariencia más natural, este tipo de mastectomía 
se denomina mastectomía con conservación de piel (ACS, 2018). 
El tercer tipo de mastectomía es la mastectomía con conservación del pezón, en este tipo de 
cirugía se extirpa todo el tejido del seno, pero se conserva la piel y el pezón, este tipo de cirugía 
se recomienda en mujeres que se encuentren en etapas tempranas y en las que el cáncer se 
encuentra en las zonas externas al seno (ACS, 2018). 
Un último tipo de mastectomía es la mastectomía radical modificada, debido a que la población 
que participó en esta tesis fue sometida a este tipo de cirugía, se profundizará en la descripción 
de esta en el siguiente apartado (ACS, 2018). 
Mastectomía Radical Modificada 
En la actualidad, de las mujeres diagnosticadas en estadio I y II, 61% recibe cirugía conservadora 
y 36% se somete a algún tipo de mastectomía. En el estadio III 21% de las pacientes tiene cirugía 
conservadora comparado con el 72% que recibe tratamiento con mastectomía, la mayoría de los 
casos mastectomía radical modificada (MRM; Miller et al., 2016). 
 
14 
 
La MRM es un tipo de cirugía en el que se remueve todo el seno y a diferencia de los otros tipos 
de mastectomías existentes, en esta se remueven además todos o la mayoría de los nódulos 
linfáticos que se encuentran debajo del brazo, algunas veces se elimina el revestimiento del 
musculo del tórax o parte del músculo para facilitar la extracción de los nódulos linfáticos (NCI, 
2012) se utiliza en todos los casos de carcinoma invasor (ver Figura 2). 
 
La MRM se recomienda ampliamente en los casos donde los tumores son multicéntricos, 
desfavorables, o con diseminación extensa en la mama y cuando existe contraindicación para 
recibir radioterapia (Consejo de Salubridad General, 2009). 
En países como Estados Unidos, la práctica de este tipo de cirugía no es muy común, debido a 
que ha demostrado tener la misma efectividad que otras cirugías menos invasivas, como la 
 
15 
 
cirugía conservadora. Sin embargo, en países con ingresos bajos, como es el caso de México, es 
muy utilizada, pues el cáncer se detecta en etapas más avanzadas de la enfermedad y esta es una 
cirugía ampliamente recomendada en casos donde los tumores son grandes e invaden los 
músculos pectorales, es decir en etapas avanzadas (ACS, 2018). 
Factores psicológicos asociados a la Mastectomía Radical Modificada 
La literatura ha mostrado que las mujeres sometidas a MRM experimentan diversas
problemáticas físicas y psicológicas; dentro de las primeras, se encuentran el dolor de pecho y 
brazo por periodos largos, problemas de movilidad de los hombros, náuseas, vómito, fatiga y en 
varios casos, la presencia de linfedema. 
Y dentro de las afectaciones psicológicas que se presentan de manera más recurrente se 
encentran: una imagen corporal deteriorada, bajo funcionamiento sexual e interés sexual 
disminuido, poca o nula perspectiva a futuro, autoestima baja y poca confianza en sí mismas, 
relaciones interpersonales negativas y una menor calidad de vida en general (Acil & Cavdar, 
2014; Sowa et al., 2018) 
Estas afectaciones psicológicas se relacionan con la presencia o ausencia de diversos factores 
como las características sociodemográficas (el nivel socioeconómico, estado civil y la edad); el 
tipo de cirugía recibida; o la presencia de emociones negativas o positivas, entre otras. 
Con respecto al nivel educativo y al estado civil se ha encontrado una correlación importante 
entre un alto nivel educativo y la percepción de una mejor calidad de vida, de igual forma, las 
mujeres solteras reportan una mejor percepción de su cuerpo tanto en Cirugía conservadora (CC) 
como en MRM (Baczewska, Makara-Studzińska, & Bojar, 2015) 
 
16 
 
Referente a la edad, se han encontrado estudios como el de Khan et al. (2016), donde se 
evaluaron síntomas depresivos y ansiosos en tres grupos de mujeres, divididas por rangos de 
edad, las cuales habían sido sometidas a mastectomía. Encontraron que, más de la mitad de las 
mujeres presentaba síntomas de ansiedad y depresión severa y aproximadamente del 30 al 40% 
de mujeres presentaban depresión y ansiedad moderada en todos los grupos de edad desde los 30 
años y hasta más de 61 años, lo que demuestra que, sin importar la edad, el ser sometida a 
mastectomía tiene un impacto importante en la sintomatología ansiosa y depresiva. 
De manera similar, en otro estudio realizado por Akça, Ata, Nayir, Erdoğdu y Arican (2014), 
donde también se dividía a las pacientes por grupos de edad, se mostró que los grupos de mujeres 
jóvenes (28 a 45 años) sometidas a una cirugía, tienen puntajes menos favorables relacionados 
con la vida sexual, el placer sexual, la imagen corporal y los efectos secundarios de los fármacos. 
Hay que mencionar, además, que las mujeres en este grupo de edad reportaron más problemas 
financieros y estados cognitivos más deteriorados, lo que a su vez se relaciona con menores 
puntajes en la percepción de la calidad de vida. Por su parte, las mujeres en el grupo de mayor 
edad (más de 45 años) mostraron resultados más favorables. 
Con relación al tratamiento, en un estudio que comparó la CC con MRM, las pacientes con CC 
presentaban mayores síntomas en depresión, ansiedad, somatización y hostilidad, en 
comparación con las pacientes sometidas a la MRM, esta evaluación se realizó al salir del 
hospital. Seis meses después, se realizó la misma evaluación y se encontró que las mujeres con 
CC disminuyeron sus puntajes. Sin embargo, las sometidas a MRM incrementaron 
significativamente sus puntajes, lo que demuestra que la MRM se asocia con afectaciones 
psicológicas a largo plazo después de la cirugía (Sun, Meng, Huang, & Wang, 2013). 
 
17 
 
Además de lo anterior, se ha notado también que la satisfacción que las pacientes tengan respecto 
a la cirugía, puede impactar positivamente en la calidad de vida, sin embargo, también se ha 
visto que se puede tener una buena satisfacción con MRM, y a pesar de eso reportar baja calidad 
de vida (Freitas-Silva, Conde, Freitas-Júnior, & Martínez, 2010). 
Referente a las emociones positivas y negativas y su asociación con secuelas psicológicas, se ha 
encontrado que la autoestima y los síntomas depresivos son importantes para determinar el 
afrontamiento de la enfermedad tras varios años después de experimentar una cirugía. Así, se 
observó que después de 5 años de haber sido sometidas a cirugía, las mujeres que mostraban 
menor autoestiman, tenían mayores síntomas depresivos, mientras que las mujeres que 
presentaban mayor autoestima, tenían mayor aceptación a la enfermedad (Cieślak & Golusiński, 
2018). 
En este sentido, se ha encontrado una asociación entre los síntomas depresivos, el estado de 
ánimo en mujeres sometidas a MRM y la aparición de otros padecimientos, como es el síndrome 
del seno fantasma, se ha visto que las mujeres que presentan este síndrome también muestran una 
imagen corporal severamente deteriorada y una función sexual muy dañada. La presencia de este 
síndrome está relacionada con sintomatología ansiosa y depresiva en las mujeres, puesto que 
cuando reportan estados de ánimo negativos, los síntomas de aparición del síndrome aumentan, 
de igual manera cuando reportan estados de ánimo más positivos como sentirse felices, la 
sintomatología del síndrome disminuye, por lo que hay una alta correlación entre el estado 
psicológico de las pacientes y otro tipo de padecimientos (Spyropoulou, Papageorgiou, 
Markopoulos, Christodoulou, & Soldatos, 2008). 
Por último, hay que considerar que las consecuencias psicológicas son vitales en el tratamiento 
del cáncer de mama y la calidad de vida, al ser una enfermedad crónica que afecta la vida social, 
 
18 
 
profesional y personal de las pacientes. Por lo tanto, considerar las afectaciones psicológicas que 
se presentan durante la enfermedad podría ayudar a prevenir incluso otro tipo de padecimientos, 
es por esto que es de suma importancia trabajar antes y después de la MRM con aspectos como 
el símbolo de la feminidad, los sentimientos de culpa, rechazo o pena, así como con las redes de 
apoyo y todas las afectaciones de la vida cotidiana que el cáncer desencadena (Akca, Ata, Nayir, 
Erdogdu, & Arican, 2014; Spyropoulou et al., 2008). 
Relación entre calidad de vida, factores sociodemográficos y ansiedad en mujeres 
sometidas a MRM 
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la calidad de vida como la percepción de los 
individuos respecto a su posición social, sus valores y su cultura, de acuerdo con el sistema 
social de valores presentes en su ambiente y con la relación entre sus objetivos, estándares, 
expectativas y preocupaciones (OMS, 1996). En los pacientes con cáncer, la Organización 
Europea para la Investigación y el Tratamiento del cáncer (EORTC, por sus siglas en inglés), 
propone que la calidad de vida relacionada con la salud debe hacer referencia a las percepciones 
subjetivas tanto positivas como negativas de aspectos relacionados con el cáncer, incluyendo las 
funciones emocionales, sociales, físicas y cognitivas relacionadas con los efectos secundarios de 
los tratamientos y con la sintomatología propia de la enfermedad. 
Algunos de los indicadores que permiten evaluar la calidad de vida de las personas, y en 
particular en las mujeres que han experimentado el cáncer de mama, se relaciona con la 
capacidad funcional, misma que está determinada por la capacidad para desempeñar sus 
actividades cotidianas, el nivel de actividad física que presentan, la función social; es decir, la 
interacción que tienen con los miembros de la familia y amigos, el funcionamiento sexual y el 
 
19 
 
nivel de funcionamiento emocional, que refleja el nivel de ansiedad o depresión que pueden 
experimentar por los tratamientos a los que serán sometidas o por los síntomas que se pueden 
presentar durante el trascurso de la enfermedad (Akca et al., 2014). 
En el caso del cáncer de mama, los diversos estudios realizados a través de los años han 
demostrado que la calidad de vida depende y está determinada, como se mencionó en el apartado 
anterior, por factores tales como las características sociodemográficas (edad, estado civil, 
situación laboral, ingresos económicos, escolaridad, tipo de tratamiento, etc.), así como por los 
niveles de distrés psicológico que se manifiestan durante la enfermedad (Baczewska et al.,
2015). 
En este sentido, se ha encontrado una relación entre la edad y la experiencia con la enfermedad; 
las mujeres jóvenes experimentan de manera diferente la enfermedad que las mujeres mayores. 
Entre las mujeres jóvenes se ha descubierto que lo que se afecta más respecto a la calidad de vida 
es lo relacionado con el funcionamiento sexual, así se ha demostrado que a menor edad mayores 
serán las afectaciones sexuales, habrá un bajo funcionamiento social, emocional, cognitivo y 
alteraciones importantes en la percepción de su imagen corporal, esta última se ve 
particularmente afectada al pasar por tratamiento quirúrgico como lo es una MRM, pues las 
mujeres asocian los senos con la feminidad, la belleza, la atracción y la maternidad y al perder 
esta parte tan importante de su cuerpo cambia la percepción que tiene de sí mimas (Graells-
Sans, Serral, & Puigpinós-Riera, 2018; Kocan & Gursoy, 2016), además, las mujeres de menor 
edad muestran mayores preocupaciones respecto al afrontamiento de la enfermedad por parte de 
su familia y pareja. 
De manera general, las mujeres que son diagnosticadas antes de los 50 años tienen una peor 
percepción de su calidad de vida, comparadas con las mujeres que son diagnosticadas después de 
los 50 años (Akel et al., 2017). Sin embargo, a pesar de presentar bajos puntajes en la calidad de 
 
20 
 
vida, las mujeres jóvenes tienden a ajustar de manera satisfactoria su calidad de vida a través de 
los años (Wang et al., 2018), así mismo la carga de los síntomas relacionados con el dolor o la 
movilidad es menor que en las mujeres mayores (Hamer et al., 2016), esto indica, como se ha 
demostrado en otras investigaciones, que a mayor edad menor será el funcionamiento físico, de 
manera general las mujeres mayores tienen puntajes menores en este aspecto de la calidad de 
vida (Chu et al., 2016). 
Dentro de la variable sociodemográfica edad, también se debe considerar que, respecto a la 
ansiedad los datos son contradictorios; hay diversas investigaciones que reportan niveles más 
altos de ansiedad en la población más joven, sobre todo en las mujeres menores de 50 años, 
comparados con las mujeres de mayor edad. Estos estudios apuntalan que la ansiedad de las 
mujeres jóvenes se relaciona en gran medida con una preocupación respecto a su prognosis y a 
su futuro (Al-Zaben, Sehlo, & Koenig, 2015; Kamińska et al., 2015; Hassan et al., 2015). Sin 
embargo, hay estudios como el realizado por Tsaras et al. (2018) que no reportan relación alguna 
entre la edad y los niveles de ansiedad. 
En lo que concierne a la variable estado civil y la calidad de vida; se ha encontrado que las 
mujeres solteras presentan mayores síntomas físicos como fatiga, náusea y vómito, y refieren 
mayores dificultades financieras (Sat-Muoz et al., 2011). Sin embargo, tienen una mejor 
evolución de su imagen corporal después de la cirugía, así mismo reportan una mejor calidad de 
vida general, sobre todo cuando tienen hijos (Tang et al., 2017). Por su parte, el estado civil de 
casada se relaciona con afectaciones en el funcionamiento sexual, en particular cuando el tipo de 
tratamiento quirúrgico es la MRM, a pesar de esta situación se ha visto también que este grupo 
tiene una mejor evolución del funcionamiento sexual años después del tratamiento (Cortés-
Flores et al., 2017; Jassim & Whitford, 2013). 
 
21 
 
En cuanto a las alteraciones psicológicas como la depresión y la ansiedad, los estudios son 
contradictorios; existen datos que no muestran relación entre los síntomas de ansiedad y el estado 
civil de la mujeres con cáncer de mama (Akel et al., 2017), mientras que hay autores que 
relacionan estar casada con mayor presencia de síntomas depresivos y ansiosos comparadas con 
las mujeres que no lo están (Abu-Helalah, Alshraideh, Al-Hanaqta, & Arqoub, 2014; Villar et al., 
2017). Por el contrario, existen investigaciones como las de Hassan et al. (2015), Kaminska et 
al. (2015) y Tsaras et al. (2018) que apuntalan que son las mujeres solteras o divorciadas las que 
padecen mayores síntomas depresivos y ansiosos al afrontar la enfermedad y los tratamientos, 
esto lo relacionan a su vez con los ingresos percibidos, esto es, en mujeres solteras o divorciadas 
con ingresos bajos los síntomas de ansiedad y depresión aumentan. 
En un sentido similar a lo antes mencionado, se ha encontrado que los ingresos y el estado 
laboral de las mujeres afectan de manera significativa la percepción en la calidad de vida. De 
esta manera, cuando las mujeres no tienen trabajo, están retiradas o pensionadas disminuye su 
funcionamiento emocional y físico. Sin embargo y de manera paradójica, su funcionamiento 
social aumenta, el cual se ha descrito como un factor importante que ayuda tener una mejor 
percepción de la calidad de vida (Lundh et al., 2013; Tang et al., 2017; Yan et al., 2016). Estas 
alteraciones no se presentan en las mujeres empleadas con ingresos altos, ya que estas muestran 
puntajes altos en la calidad de vida general (Akel et al., 2017). 
Al igual que en la calidad de vida, los resultados entre ingresos y ansiedad son concluyentes, 
ingresos altos generan una mayor sensación de tranquilidad lo que se asocia a con menores 
síntomas de ansiedad. Por el contrario, ingresos bajos se relacionan con altos niveles de ansiedad 
durante el trascurso de la enfermedad (Hassan et al., 2015; Tsaras et al., 2018). 
 
22 
 
Otro factor sociodemográfico que es concluyente es el referente al nivel educativo, mismo que 
determina la percepción de la calidad de vida y la ansiedad. Se ha demostrado que las mujeres 
con niveles altos de educación presentan un mayor conocimiento del cáncer de mama, lo que 
facilita la adaptación y aceptación de la enfermedad, esto a su vez les permite tener mejor 
bienestar psicológico y disminuye los niveles de ansiedad (Abu-Helalah et al., 2014; Al-Zaben et 
al., 2015; Gul, Ustundag, Andsoy, & Kalkanli, 2015; Kamińska et al., 2015). A pesar de estos 
datos, también se ha mostrado que las mujeres con escolaridad alta sometidas a MRM presentan 
un deterioro importante en el área de la calidad de vida referente a la percepción de su imagen 
corporal (Jassim & Whitford, 2013). 
Un aspecto significativo que se relaciona con la percepción de la calidad de vida es el que 
involucra al tipo de tratamiento, se ha reportado que someterse a una Mastectomía Radical 
Modificada tiene como consecuencia una pobre percepción en la calidad de vida, en la que se 
presenta poca o nula satisfacción con el resultado estético de la cirugía, comparada con las 
pacientes que se someten a cualquier otro tipo de cirugía (Abu-Helalah et al., 2014; Cortés-
Flores et al., 2014; Kaviani et al., 2013). No obstante, en estudios longitudinales se encuentra 
que la percepción de la calidad de vida en mujeres sometidas a MRM aumenta con el paso de 
los años, a pesar de dicho incremento siempre se encuentra por debajo de otro tipo de 
procedimientos quirúrgicos como cirugía conservadora o cuadrectomía (Valdezate, 2011) . De 
manera similar, presentar un tratamiento neoadyuvante tiene mayores repercusiones negativas, 
principalmente en el funcionamiento físico, dado que la carga de síntomas negativos 
relacionados con este tipo de tratamientos es muy alta, los datos indican que la quimioterapia 
representa el tratamiento con mayor impacto negativo en la calidad de vida, mientras que la 
homono-terapia, pero sobre todo la radioterapia tienen un impacto bajo en este sentido (Hamer et 
 
23 
 
al., 2017), aunque hasta el momento, los resultados son contradictorios (Chu et al., 2016; 
Daldoul et al., 2018). 
Lo que no resulta contradictorio, son los datos alusivos a la ansiedad, sobre este tema, la MRM 
es el tipo de tratamiento que genera altos niveles de ansiedad, al igual que el tratamiento 
neoadyuvante seguido de la cirugía (Fradelos et al., 2017). 
En sentido similar al mencionado anteriormente,
se ha encontrado que al momento del 
diagnóstico los puntajes más altos en la calidad de vida se obtienen en las áreas relacionadas con 
la función física y la imagen corporal, pero después del tratamiento esto se modifica y hay una 
percepción pobre en la imagen corporal, las preocupaciones financieras, los síntomas de dolor y 
fatiga, al igual que en el funcionamiento y el disfrute sexual, mismo que incrementa después de 
algún tiempo desde el trascurso del diagnóstico. Se debe agregar que al momento del diagnóstico 
las mujeres presentan síntomas de ansiedad en un 45%, después del tratamiento el porcentaje se 
reduce a 18.9%. (Graells-Sans et al., 2018; Villar et al., 2017). 
Un último aspecto a considerar es el referente a la relación entre la percepción de la calidad de 
vida y la ansiedad, en este sentido se ha demostrado que el nivel de ansiedad que experimentan 
las pacientes se correlaciona de manera negativa con la calidad de vida, esto quiere decir que a 
mayor ansiedad, hay una percepción más pobre en la calidad de vida, misma que se relaciona 
con el distrés emocional y con la percepción negativa y amenazante de la enfermedad (Akel et 
al., 2017; Daldoul et al., 2018). Esta correlación negativa, sin embargo, no incluye a las áreas de 
la calidad de vida relacionadas con el funcionamiento físico y sexual (Tang et al., 2017). Aunque 
hay datos contradictorios que apuntalan que el funcionamiento físico, particularmente en lo 
referente a la gravedad al dolor, aumenta los niveles de ansiedad (Hansdorfer-Korzon et al., 
2016). 
 
24 
 
En México, al hacer comparaciones entre 3 diferentes tipos de cirugía (mastectomía con 
reconstrucción, cuadrantectomía, y mastectomía sin reconstrucción), se encontró que las mujeres 
tratadas con cuadrantectomía tienen una mejor percepción de su imagen corporal, comparadas 
con las mastectomizadas. No hay diferencias entre el tipo de cirugía relacionada con la función y 
el placer sexual, se encontró también que las mujeres mayores de 50 años tienen una peor 
percepción sobre su estado de salud que las mujeres jóvenes (Cortés-Flores et al., 2014). 
En otro estudio realizado por Sat-Muñoz (2011), se encontró que relacionado con la calidad de 
vida, las mujeres mexicanas en etapas clínicas II, III, y IV muestran puntajes altos en fatiga, 
dolor, insomnio, pérdida de apetito y en las funciones emocional, física y cognitiva. Encontró 
también diferencias entre las pacientes unidas (casadas o en unión libre) y no unidas (solteras), 
con respecto a la fatiga y el dolor, siendo las pacientes no unidas las que mostraron más 
afectaciones en estas dos áreas. Por su parte las pacientes con escolaridad alta presentaron menos 
problemas en la pérdida del apetito, comparadas con las pacientes que tenían menor escolaridad. 
Es importante señalar que en este estudio participan pacientes que estuvieron en diferentes 
tratamientos nodyuvantes, así mismo contempla a pacientes sometidas a cirugía. Sin embargo no 
especifica a qué tipo de cirugía fueron sometidas, ni hace una descripción detalla de acuerdo al 
tratamiento. 
 A pesar de estos datos, en México las investigaciones relacionadas con calidad de vida en 
pacientes candidatas a MRM aún son escasas. 
Justificación 
Las investigaciones antes mencionadas, nos dan un panorama general de lo que se sabe hasta 
ahora de la calidad de vida, la ansiedad y su relación con los factores sociodemográficos y 
 
25 
 
clínicos, y nos permiten ver que aún no son claras las asociaciones con respecto a las variables de 
interés para la presente investigación en mujeres que van a ser sometidas a una MRM. 
Una de las principales limitaciones encontradas en la revisión de la literatura, es la escasa 
evidencia referente a la MRM y las afectaciones psicológicas que se presentan antes de la 
realización de la cirugía. La mayoría de los artículos hacen comparaciones respecto a la calidad 
de vida, la depresión, la ansiedad, la movilidad del brazo y la satisfacción con la cirugía después 
de haber sido sometidas a CC y a MRM (Acil & Cavdar, 2014; Baczewska et al., 2015; 
Kamińska et al., 2015; Sun et al., 2013). Y algunos otros artículos no especifican el tipo de 
mastectomía al que las mujeres fueron sometidas (Gul et al., 2015; Tang et al., 2017; Tsaras et 
al., 2018; Wang et al., 2018; Yan et al., 2016). 
 Esta falta de información respecto a la MRM podría deberse a que la mayoría de datos 
provienen de países desarrollados, en los que el tratamiento con este tipo de cirugía se considera 
una última opción y en casos avanzados de la enfermedad. Sin embargo, en México, es uno de 
los principales tratamientos aplicados, es por esto por lo que resulta de gran relevancia ahondar 
en este tema y conocer las afectaciones específicas en mujeres que se serán sometidas a este tipo 
de cirugía. 
Por otra parte, los datos no son concluyentes en cuanto a la relación entre la calidad de vida y las 
características sociodemográficas y clínicas de las pacientes como la edad, el estado civil, y estar 
sometidas a terapia neoadyuvante (Al-Zaben et al., 2015; Daldoul et al., 2018; Fradelos et al., 
2017; Hansdorfer-Korzon et al., 2016), por lo cual es necesario seguir aportando evidencia en 
estas relaciones. Hay que considerar, además que los estudios encontrados pertenecen a países 
con características socio-culturales muy distintas a las de México, es por esto que resulta 
importante hacer la exploración de estas variables en la población mexicana. 
 
26 
 
Así mismo las investigaciones realizadas con población mexicana apuntalan a que sí hay 
diferencias de acuerdo a los datos sociodemográficos y clínicos respecto a la calidad de vida y la 
ansiedad relacionada con la salud, pero los datos aún no son claros. Es por esto que resulta 
relevante continuar realizando investigaciones que permitan dilucidar qué variables 
sociodemográficas y clínicas se relacionan con la calidad de vida y con la ansiedad en pacientes 
mexicanas que serán sometidas a MRM. 
Pregunta de investigación. 
¿Existe alguna relación entre la percepción de calidad de vida, los factores sociodemográficos, 
las características clínicas de la enfermedad y los niveles de ansiedad en mujeres con cáncer de 
mama que serán sometidas a una Mastectomía Radical Modificada? 
Objetivos 
Objetivo general. 
Analizar la relación y capacidad de predicción entre los factores sociodemográficos, las 
características clínicas de la enfermedad, la percepción de calidad de vida y los niveles de 
ansiedad en mujeres con cáncer de mama que serán sometidas a una Mastectomía Radical 
Modificada. 
Objetivos específicos. 
 Realizar un análisis descriptivo de los factores sociodemográficos y clínicos de las 
participantes. 
 
27 
 
 Analizar la relación y capacidad de predicción entre los factores sociodemográficos y 
clínicos con la calidad de vida. 
 Analizar la relación y capacidad de predicción entre los factores sociodemográficos y 
clínicos con la ansiedad. 
 Analizar la relación y capacidad de predicción entre la ansiedad y la calidad de vida 
Método 
Participantes. 
Las participantes que se consideraron en el presente estudio fueron atendidas en el Hospital de 
Ginecología y Obstetricia No. 3 del Centro Médico Nacional “La Raza” del Instituto Mexicano 
del Seguro Social (IMSS), el reclutamiento se realizó durante un periodo de tres meses (de 
octubre del 2018 a diciembre del mismo año) y fueron elegidas de manera no probabilística 
propositivamente, bajo los criterios mostrados en la Tabla 3. 
 
Tabla 3 
 Criterios de inclusión, exclusión y eliminación 
Criterios de inclusión: 
 
● Diagnóstico confirmado de cáncer de 
mama 
● Candidatas a tratamiento quirúrgico de 
Mastectomía Radical Modificada 
● Con o sin tratamiento neoadyuvante 
 
Criterios de exclusión 
 
● Pacientes con algún padecimiento 
psiquiátrico confirmado o bajo 
tratamiento de tipo psiquiátrico
28 
 
Criterios de eliminación 
 
● Pacientes cuyos instrumentos no 
fueran completados en su totalidad 
● Pacientes con algún deterioro 
cognitivo que impidiera que 
contestaran de manera confiable los 
instrumentos 
● Pacientes en periodo de duelo por 
perdida de algún familiar en los tres 
meses previos a la fecha de evaluación 
 
Se evaluaron en total a 53 mujeres, de las cuales se excluyeron a nueve porque dos de ellas se 
encontraban en tratamiento psiquiátrico, cuatro eran pacientes recurrentes, dos más eran 
candidatas a MRM bilateral y a una solo le practicaron una biopsia, por lo que no cumplían con 
los criterios de inclusión, razón por la que solo se analizaron los datos de 44 participantes. 
Como se puede observar en la Tabla 4, de las 44 pacientes incluidas en el estudio, el promedio de 
edad fue de 55.34 años (Desviación estándar [DE] = 13.29), el 56.8 % se dedicaba al hogar y el 
43.2% contaba con un trabajo remunerado ya sea como empleadas o en alguna otra ocupación. 
Respecto al estado civil, el 54.5% de las participantes se encontraba en alguna relación, mientras 
que el 45.5% se encontraba sin relación alguna al momento de la evaluación. La escolaridad más 
frecuente entre las participantes fue de 6 a 12 años de educación con el 52.3%, mientras que solo 
el 6.8% reportó tener escolaridad nula. La mayoría vivía con un algún familiar (86.4%) y el 
43.2% de ellas tenía de 1 a 2 hijos, el otro 43.2% reportó tener más de 3 hijos y solo el 13.6% de 
las pacientes reportó no haber tenido hijos. 
Respecto a los datos clínicos; la mayoría de las mujeres evaluadas se encontraba en etapa clínica 
II y III, representación que compone a más del 80% de la muestra, posteriormente se encontró la 
etapa clínica I y IV, con solo tres casos. Se debe decir, que no se registraron los datos de dos 
 
29 
 
pacientes dado que en su expediente clínico no se encontraba especificada esta información. De 
las pacientes que recibieron tratamiento neodyuvante, el principal tratamiento neoadyuvante 
recibido fue la quimioterapia en 19 de los casos, tres recibieron tratamiento hormonal y dos 
recibieron la combinación de ambos tratamientos. Además, el promedio de meses desde el 
diagnóstico que tenían las pacientes a la fecha de evaluación fue de 7.3 meses (D.E. = 9.25). 
 
Tabla 4 
Datos sociodemográficos y clínicos de las pacientes 
Número de participantes (n= 44) Media D.E. Min-Max 
Edad 55.34 13.29 32-85 
 Frecuencia Porcentaje % 
Ocupación 
 Empleada 14 31.8 
 Hogar 25 56.8 
 Otra 5 11.4 
 
Estado Civil 
 Casada 22 50 
 Divorciada/ Separada 8 18.2 
 Unión Libre 2 4.5 
 Soltera 9 20.5 
 Viuda 3 6.8 
 
Escolaridad 
 Sin escolaridad 3 6.8 
 6 años 14 31.8 
 9 años 9 20.5 
 12 años 8 18.2 
 Más de 12 años 10 22.7 
 
Vive con 
 Familia 38 86.4 
Sola 6 13.6 
 
30 
 
 
Número de hijos 
 Sin hijos 6 13.6 
 1 hijo 10 22.7 
 2 hijos 9 20.5 
 3 hijos 8 18.2 
 4 hijos 8 18.2 
 Más de 5 hijos 3 6.8 
 
Etapa Clínica 
EC I 2 4.5 
EC II A 12 27.3 
EC II B 6 13.6 
EC III A 13 29.5 
EC III B 8 18.2 
EC IV 1 2.3 
 
Pacientes con tratamiento 
neoadyuvante 
25 57 
 
Pacientes sin tratamiento 
neoadyuvante 
19 43 
 
 
Tiempo desde el diagnóstico 
1-4 meses 20 45.5 
5-8 meses 8 18.2 
9-12 meses 13 29.5 
Más de 12 meses 3 6.8 
 
Escenario. 
Las pacientes fueron evaluadas en sus camas, en el área de hospitalización, que se encuentra en 
el tercer piso del Hospital de Ginecología en el área de oncología quirúrgica o en su caso, en las 
bancas de la sala de espera de Oncología quirúrgica, mientras aguardaban por su pase de 
hospitalización o asignación de cama. También se evaluaron en las bancas del servicio de 
 
31 
 
admisión hospitalaria, esta es la zona en la que tienen que esperar a que les de acceso al área de 
oncología quirúrgica, es decir que puedan subir a sus camas. 
Instrumentos. 
Escala Hospitalaria de Ansiedad y Depresión (HADS) creada por Zigmond y Snaith (1983), es 
una escala que considera dimensiones cognitivas y afectivas de la ansiedad, omitiendo aspectos 
somáticos, lo que evita la consideración de síntomas atribuidos a la enfermedad. El HADS ha 
sido validado para la población oncológica mexicana, por lo que cuenta con confiabilidad y 
validez para la población abordada en este estudio (Cronbach total de 0.86; para ansiedad 0.79 y 
0.80 para depresión; Galindo et al., 2015). El instrumento cuenta con 12 reactivos, conformados 
por dos subescalas; una para ansiedad ( seis reactivos) y una depresión (seis reactivos), todos 
los reactivos tienen cuatro opciones de respuesta de escala tipo Likert, cuya puntuación va de 
cero a tres, dando un puntaje total mínimo de cero y máximo de 18, por lo que los puntos de 
corte indican de cero a cinco ausencia clínica de ansiedad o depresión, de seis a 8 ansiedad o 
depresión leve, de nueve a 11 ansiedad o depresión moderada y de 12 en adelante ansiedad o 
depresión grave. Para fines de la presente investigación solo se contemplarán los puntajes 
obtenidos para la escala de ansiedad. 
 
EORTC QLQ- C30 y módulo suplementario BR-23 (versión 3.0) instrumentos creados por la 
Organización Europea para la Investigación y el Tratamiento del cáncer (EORTC, por sus siglas 
en ingles) para evaluar la calidad de vida en pacientes con cáncer. El QLQ C-30 consta de 30 
preguntas este cuestionario considera el estatus general de salud, contiene cinco escalas de 
funcionamiento físico (funcionamiento físico, emocional, cognitivo, social y rol funcional) y 
nueve escalas de síntomas (fatiga, nausea y vómito, dolor, insomnio, disnea, pérdida del apetito, 
 
32 
 
constipación, diarrea y dificultades financieras). Por su parte el módulo BR-23, cuenta con 23 
preguntas y es específico para valorar la calidad de vida en pacientes con cáncer de mama, sin 
importar el estadio de la enfermedad o el tipo de tratamiento/s en el que se encuentren. Evalúa 
cuatro escalas funcionales (imagen corporal, placer sexual, funcionamiento sexual y perspectiva 
a futuro) y cuatro escalas de síntomas (efectos secundarios de los tratamientos sistémicos, 
síntomas del seno, síntomas del brazo y molestia o preocupación por la pérdida de cabello). 
Ambos instrumentos tienen cuatro opciones de respuesta en escala Likert que van de “en 
absoluto” a “mucho”, los reactivos tienen una puntación de uno a cuatro. Los criterios de 
calificación se obtuvieron del manual de calificación de la EORTC (Fayers et al., 2001), para 
ambas escalas (funcionales y de síntomas) se obtiene un rango y a través de una función los 
rangos se convierten en porcentajes que van de cero a 100, de esta manera para las escalas 
funcionales una puntuación cercana a 100 indica un puntaje mayor de funcionalidad, lo que a su 
vez se correlaciona con una alta calidad de vida, mientras que para las escalas sintomáticas, 
puntajes bajos se relacionan una alta calidad de vida, pues hablan de menor presencia de 
síntomas. Conviene señalar que tanto el EORTC QLQ C-30 como el BR-23 han sido validados 
para la población mexicana con cáncer y cáncer de mama con un alfa Cronbach mayor a 0.70 
(Cerezo et al., 2012). 
Entrevista semiestructurada: para recabar datos sociodemográficos y características clínicas de 
las pacientes, así como para realizar anotaciones relacionadas con observaciones relevantes para 
el presente estudio. Cabe señalar que el formato de la entrevista se realizó de manera “ex 
profesa” y para los datos clínicos se recurrió al expediente clínico pues muchas de las pacientes 
desconocían esta información. 
 
33 
 
 Procedimiento. 
La lista de programación de cirugías de la jefatura de oncología quirúrgica fue revisada por dos 
tesistas de la facultad de psicología que se encontraban bajo supervisión de una alumna residente 
de la maestría de medicina conductual,
con la finalidad de seleccionar a las pacientes candidatas 
a MRM. Una vez identificadas se les invitó a participar en la investigación el día de su 
internamiento (uno o dos días previos a la realización de la cirugía). En ese momento se les 
explicó el objetivo de la investigación, tanto a las pacientes como a sus acompañantes, y se les 
proporcionó la carta de consentimiento informado para que, en caso de decidir participar, la 
firmaran. Se debe agregar que la investigación se llevó a cabo con fines clínicos, por lo que el 
consentimiento informado no contó con número de registro por parte del hospital, no obstante se 
pretende que los datos encontrados permitan generar una investigación posterior en la que se 
realice un registro oficial. 
Posteriormente, se llevó a cabo la entrevista semiestructurada para obtener los datos 
sociodemográficos y clínicos de las participantes; una vez completada la entrevista, se aplicaron 
los instrumentos de evaluación, estos se efectuaron por las mismas personas que revisaron la lista 
de programación, es importante tomar en cuenta que estas personas tuvieron sesiones de 
capacitación por parte de la residente de la maestría de medicina conductual para la aplicación de 
los instrumentos. Para evaluar a las participantes que no tenían la posibilidad de leer (no sabían o 
tenían problemas de visión), escribir o tenían movilidad limitada, se les proporcionaba una hoja 
impresa con las respuestas de los instrumentos en gran formato, para que señalaran la opción que 
más se acercara a su sentir tras escuchar la pregunta. 
Finalmente, se les proporcionó a las participantes una sesión psicoeducación (con ayuda de 
material visual), en la que se explicaron las características del cáncer de mama, los factores de 
 
34 
 
riesgo asociados a la enfermedad, los tratamientos existentes para el cáncer, el procedimiento 
quirúrgico de la MRM, el uso del drenaje, los efectos de la anestesia, las afectaciones 
psicológicas que conlleva la enfermedad y la cirugía, así como dudas sobre cuestiones 
administrativas que se pudieran llegar a presentar. 
Cabe mencionar que tanto la aplicación de los instrumentos como la psicoeducación se llevaron a 
cabo en una sesión de una hora y media aproximadamente. 
Análisis estadístico 
Se utilizó estadística descriptiva para conocer las características clínicas y sociodemográficas de 
las pacientes. Las variables continuas se describen usando la media y la desviación estándar y las 
variables categóricas se describen usando frecuencias y porcentajes. 
Además, se realizó una prueba de Regresión lineal, en el programa estadístico R versión 3.5.2, 
para determinar cuáles de las variables sociodemográficas y clínicas predecían de mejor manera 
la ansiedad y la calidad de vida. La prueba fue elegida con base en los supuestos de normalidad, 
misma que se probó al analizar los valores residuales, para los supuestos de homocedasticidad y 
linealidad se analizaron los valores residuales vs los valores ajustados, así mismo se analizó la 
presencia de outliers (ver anexo 1). Para las variables categóricas el modelo lineal las codifica 
como 1 (presencia) o 0 (ausencia), ponderando así el peso de las variables con la presencia y 
ausencia de otras variables que pudieran estar relacionadas. Se consideraron como predictores 
únicamente a las variables que explican de mejor manera la varianza, las que mostraron un valor 
de p <0.05. 
 
35 
 
Resultados 
Relación entre factores sociodemográficos, clínicos y calidad de vida. 
Para el análisis de calidad de vida se usaron los puntajes globales en calidad de vida del 
instrumento EORTC QLQ C-30 y se relacionaron con los factores sociodemográficos de edad, 
escolaridad, estado civil, número de hijos, ocupación y situación de vivienda (sola o con familia). 
Así mismo se relacionaron con los factores clínicos de: tiempo desde el diagnóstico, etapa clínica 
y presencia o ausencia de tratamiento neoadyuvante. 
En la tabla 5 se observa la relación entre las características sociodemográficas y la calidad de 
vida. Los resultados muestran la varianza (R2=0.4107, F(10,33)= 2.3, p<0.05), donde la 
ocupación relacionada con el hogar predice la calidad de vida (β= 15.467, p<0.05). No se 
encontraron relaciones de predicción con otras características sociodemográficas. 
Tabla 5 
Relación entre características sociodemográficas y calidad de vida 
Característica 
sociodemográfica 
Estimado 
β 
Error Estándar Valor de t Valor de p Valor de 
R2 
Valor 
de F 
Edad -0.1197 0.2751 -0.435 0.666 0.4107 2.3 
Escolaridad 6 años 12.3779 8.3895 1.475 0.150 
Escolaridad 12 años -5.5929 7.3568 -0.760 0.453 
Escolaridad más de 12 
años 
2.0791 7.5265 0.276 0.784 
Sin escolaridad -7.0337 13.7460 -0.512 0.612 
 
36 
 
Número de hijos 2.3812 1.8365 1.297 0.204 
Estado civil unida 5.5204 5.5788 0.990 0.330 
Vive con (sola) 6.4405 7.8965 0.816 0.421 
Ocupación en el hogar 15.467 5.694 2.717 0.00997* 
Ocupación en otra 5.3426 8.5579 0.624 0.537 
*p<0.05 
 
En los resultados, los factores clínicos analizados muestran la varianza (R2= 0.1551, F (8,33)= 0.757, p= 
0.642), por lo tanto, los datos clínicos no mostraron relación de predicción con la calidad de vida, como se 
observa en la tabla 6. 
Tabla 6 
Relación entre las factores clínicos y calidad de vida 
Factores clínicos Estimado β Error Estándar Valor de t Valor de p Valor de 
R2 
Valor de F 
Sin tratamiento 
neoadyuvante 
1.5612 7.1849 0.217 0.82932 0.1551 0.757 
Tiempo desde el 
diagnóstico 
0.6647 0.3431 1.937 0.06129 
Etapa clínica I 9.6628 24.5230 0.394 0.69609 
Etapa clínica II A 10.4192 18.1242 0.575 0.56927 
Etapa clínica II B 10.9154 18.8544 0.579 0.56657 
Etapa clínica III A 11.9191 18.8669 0.632 0.53190 
 
37 
 
Etapa clínica III B 0.1920 19.1277 0.010 0.99205 
Etapa clínica IV 17.2550 25.4888 0.677 0.50315 
 
 
Relación entre factores sociodemográficos, clínicos y ansiedad. 
Para el análisis de los resultados relacionados con la ansiedad, se consideraron los puntajes 
generales de la subescala de ansiedad obtenidos en el inventario HADS y se relacionaron con las 
variables sociodemográficas de edad, escolaridad, número de hijos, estado civil, y situación de 
vivienda (sola o acompañada) y ocupación. Para la relación con factores clínicos, se 
contemplaron la presencia o ausencia de tratamiento neoadyuvante, el tiempo desde el 
diagnóstico y la etapa clínica de la enfermedad. 
Las características sociodemográficas que predicen la ansiedad son; el estado civil de unión (β=-
3.13873, p<0.05) con una relación negativa, mismo que contempla a mujeres casadas, en unión 
libre o con pareja; vivir sola también mostró ser buen predictor (β=-5.03828, p<0.05) con una 
relación negativa. Los resultados presentan la varianza (R2= 0.3275, F(10,33)= 1.607, p= 
0.1479). La tabla 7 muestra además que los factores de edad, escolaridad y ocupación no 
presentaron datos significativos. 
Tabla 7 
Relación entre características sociodemográficas y ansiedad 
Característica 
sociodemográfica 
Estimado β Error Estándar Valor de t Valor de p Valor de 
R2 
Valor 
de F 
 
38 
 
Edad -0.02669 0.06566 -0.406 0.6871 0.3275 1.607 
Escolaridad 6 años 2.34787 2.00244 1.173 0.2494 
Escolaridad 12 años -0.53669 1.75594 -0.306 0.7618 
Escolaridad más de 12 
años 
1.48661 1.79644 0.828 0.4139 
Sin escolaridad -0.82829 3.28093 -0.252 0.8023 
Número de hijos 0.75214 0.43834 1.716 0.0956 
Estado civil unida -3.13873 1.33156 -2.357 0.0245 * 
Vive con (sola) -5.03828 1.88476 -2.673 0.0116 * 
Ocupación en el hogar 0.47001 1.59704 0.294 0.7704 
Ocupación en otra -0.28837 2.04262 -0.141 0.8886 
* p<0.05 
 
Al analizar los factores clínicos no se encontraron relaciones significativas
de predicción como 
se observa en la tabla 8. 
 
 
 
 
 
39 
 
Tabla 8 
Relación entre las factores clínicos y ansiedad 
Factores clínicos Estimado β Error Estándar Valor de t Valor de p Valor de 
R2 
Valor de F 
Sin tratamiento 
neoadyuvante 
-2.68493 1.57396 -1.706 0.0974 0.169 0.8388 
Tiempo desde el 
diagnóstico 
-0.08445 0.07516 -1.124 0.2693 
Etapa clínica I -2.16891 5.37216 -0.404 0.6890 
Etapa clínica II A 0.37803 3.97040 0.095 0.9247 
Etapa clínica II B 2.37246 4.13037 0.574 0.5696 
Etapa clínica III A -2.06191 4.13311 -0.499 0.6212 
Etapa clínica III B -0.59527 4.19023 -0.142 0.8879 
Etapa clínica IV -1.50259 5.58374 -0.269 0.7895 
* p<0.05 
 
Relación entre calidad de vida y ansiedad. 
El análisis de la relación entre la calidad de vida y la ansiedad se realizó tomando en cuenta el 
puntaje general obtenido en la subescala de ansiedad del inventario HADS y el puntaje de áreas 
específicas de los instrumentos de calidad de vida EORTC QLQ C-30 y BR- 23. Habría que 
mencionar también que las áreas de calidad de vida tomadas en cuenta se seleccionaron solo si 
mostraban una relación de predicción significativa p <0.05. 
 
40 
 
Los resultados muestran que la función emocional (β=-0.05675, p<0.05), al igual que la imagen 
corporal (β=-0.04522, p<0.05) se relacionan significativamente de manera negativa con la 
ansiedad, mientras que, la pérdida del apetito (β= 0.06215, p< 0.05) presenta una relación 
positiva, por lo que se explica una porción significativa de la varianza (R2= 05515, F(6,37)= 
7.583, p<0.05). 
Tabla 9 
Categorías de la calidad de vida que predicen la ansiedad 
Categoría Estimado β Error Estándar Valor de t Valor de p Valor de 
R2 
Valor de 
F 
Has 1.7422 0.9126 1.909 0.06344 0.5515 7.583 
AP 0.06215 0.02559 2.429 0.020117* 
EF -0.05675 0.02115 -2.683 0.010838* 
BRBI -0.04522 0.02131 -2.122 0.040552* 
BRBS 0.04739 0.02684 1.766 0.085651 
Nota: Has= Puntaje total en la escala de ansiedad del inventario HAD, SAP= Pérdida del Apetito, EF= Función 
Emocional, BRBI= Imagen Corporal, BRBS= Síntomas del Seno. 
* p<0.05 
 
 
 Discusión 
El objetivo principal de este estudio fue determinar si algunos factores sociodemográficos y 
clínicos se relacionaban y eran capaces de predecir los niveles de ansiedad y la percepción de la 
calidad de vida en mujeres candidatas a MRM. Los resultados encontrados demuestran que hay 
 
41 
 
algunas características tanto sociodemográficas como clínicas capaces de predecir los niveles de 
las variables mencionadas. 
Dentro de los principales hallazgos de la investigación, se encuentra que la característica 
sociodemográfica que mejor predice la calidad de vida es la ocupación en el hogar, lo cual 
coincide con lo encontrado por Tang et al. (2017), quienes mencionan que las mujeres que 
hacían labores en su hogar, retiradas o sin empleo mostraron puntajes más altos de calidad de 
vida comparadas con las mujeres empleadas, el autor explica estos resultados porque los 
síntomas cognitivos (problemas de concentración o de memoria) relacionados con el cáncer 
pueden hacer que las mujeres tengan dificultades para adaptarse en el trabajo. Además los 
resultados se pueden deber a que las mujeres que trabajan en el hogar tienen menores problemas 
para desplazarse en términos de horarios y tiempo requerido para ir a sus consultas, durante la 
evaluación había casos de mujeres empleadas que reportaban estar preocupadas por perder su 
empleo, pues habían tenido que ausentarse muchas veces a causa de su tratamiento, lo que puede 
ser un factor que afecte su calidad de vida comparadas con las mujeres que no tienen empleo 
remunerado. 
Por otro lado, investigaciones como la de Graells-Sans, Serral, & Puigpinós-Riera (2018), Kocan 
& Gursoy, (2016), Hamer et al. (2017) y Tang et al. (2017) señalan que la edad, la escolaridad, 
el estado civil y tener hijos, son características sociodemográficas que se relacionan con la 
calidad de vida. Sin embargo, los resultados obtenidos en este estudio muestran que estas 
variables no se relacionaron, esto se puede deber a que de manera general las pacientes sin 
importar si tenían problemas de salud, financieros o familiares no necesariamente relacionaban 
esas situaciones con afectaciones en su calidad de vida. 
 
42 
 
Respecto a los factores clínicos, ni el tratamiento neoadyuvante ni la etapa clínica mostraron 
relación de predicción con la calidad de vida, contrario a lo que señala la literatura de (Graells-
Sans, Serral, & Puigpinós-Riera, 2018; Hamer et al., 2017; Kocan & Gursoy, 2016) misma que 
establece que tener tratamiento neodyuvante y estar en una etapa clínica avanzada disminuyen la 
calidad de vida. Para la presente investigación es probable que no se haya encontrado relación 
entre estas variables debido a que las mujeres que estuvieron en tratamiento neoadyuvante 
tuvieron tiempo de adaptarse a los tratamientos anteriores, y en algunos casos al momento de la 
cirugía muchos de los efectos secundarios relacionados con los mismos habían disminuido, por 
lo que pudo haber una percepción de mejoría en estas pacientes (Gordillo, Arana, & Mestas, 
2012). 
 En cuanto a la etapa clínica, la mayoría de las mujeres tenían desconocimiento sobre este dato, 
lo que pudo ser un factor importante para que no se encontrara relación con la calidad de vida, al 
generar desconocimiento sobre el desarrollo y pronóstico de la enfermedad, así como de la 
sintomatología que se puede presentar, por lo que la magnitud con la que se percibe la 
enfermedad puede variar de una paciente a otra. Este dato es clínicamente relevante, ya que en 
gran medida de su conocimiento depende la toma de decisiones de las mujeres respecto al 
tratamiento y autocuidado (Masoomeh, Hatav ,Nader, Nilofar & Leili, 2019) . 
En lo referente a la ansiedad, se encontró que el estado civil y vivir sola fueron los principales 
predictores. Respecto al estado civil se ha visto que las mujeres casadas presentan menores 
síntomas y signos de ansiedad (Hassan et al., 2015; Tsaras et al., 2018), esta investigación apoya 
a la literatura, pues se encontró que las mujeres unidas (casadas, en unión libre o con pareja) 
presentaron síntomas más bajos de ansiedad. Los resultados se explican porque las mujeres con 
pareja perciben un mayor apoyo social. En el caso de las participantes de este estudio, 
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=Latifi%20M%5BAuthor%5D&cauthor=true&cauthor_uid=31008135
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=Barahmand%20N%5BAuthor%5D&cauthor=true&cauthor_uid=31008135
 
43 
 
generalmente iban acompañadas de su esposo o pareja a sus citas médicas, a sus tratamientos 
neoadyuvantes y a su cirugía, lo que pudo haber ayudado a disminuir sus síntomas de ansiedad al 
sentir que el proceso no lo viven solas. 
 De manera contradictoria, se encontró que las mujeres que viven solas también presentan 
síntomas más bajos de ansiedad, hay literatura que apoya la idea de que las mujeres solteras 
experimentan menores síntomas de ansiedad que las mujeres casadas (Abu-Helalah, Alshraideh, 
Al-Hanaqta, & Arqoub, 2014; Villar et al., 2017), este dato se puede deber a que dentro de la 
muestra solo participaron seis mujeres que dijeron vivir solas, aunque los datos se atribuyen en 
gran medida al número de participantes incluidas, también se podrían deber a que el hecho de 
vivir solas produzca en las mujeres menores preocupaciones por sus seres queridos, a su vez se 
puede relacionar con que las tareas de cuidado a otros disminuyen por lo que no hay personas 
que dependan de ellas, generando a su vez la disminución de estresores como estar al pendiente 
de las labores domésticas, así mismo, adquieren mayor responsabilidad por su enfermedad y 
autocuidado lo que puede disminuir sus niveles de ansiedad.

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