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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO THE AMERICAN BRITISH COWDRAY MEDICAL CENTER, I.A.P. APLICACIÓN DE NEUROTUBO DE POLI ε-CAPROLACTONA COMO BIOMATERIAL PARA LA RENERVACIÓN DE LESIONES DE NERVIO PERIFÉRICO EN RATAS TESIS DE POSGRADO QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE ESPECIALISTA EN ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGÍA P R E S E N T A: DRA. CINTHYA VIANEY VARGAS ZAVALA ASESORES DE TESIS: DRA. CLAUDIA ARROYO BEREZOWSKY DRA. PAOLA MARITZA ZAMORA MUÑOZ PROFESOR TITULAR DEL CURSO DE ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGÍA: DR. JAVIER CAMACHO GALINDO CIUDAD DE MÉXICO, AGOSTO 2019 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. DR. JUAN OSVALDO TALAVERA PIÑA JEFE DE ENSEÑANZA CENTRO MÉDICO ABC DR. JAVIER CAMACHO GALINDO PROFESOR TITULAR DEL CURSO DE ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGÍA CENTRO MÉDICO ABC DRA. CLAUDIA ARROYO BEREZOWSKY ASESORA DE TESIS DRA. PAOLA MARITZA ZAMORA MUÑOZ ASESORA DE TESIS DRA. CINTHYA VIANEY VARGAS ZAVALA RESIDENTE DE 4º AÑOS DE ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGÍA CENTRO MÉDICO ABC AGRADECIMIENTOS A mi familia de 10 (casi 11), por apoyarme en todas mis locuras. Gracias infinitas mamá, papá, Clau, John, Nico, Gabo, Pollo, Martuchis, Rafa y Chiti. A Chiti, gracias por estar a mi lado en este larguísimo camino, junto a ti todo siempre es más fácil. RG. Al Dr. Javier Camacho, gracias por dejarme formar parte de esta excelente residencia y por su apoyo todos estos años. A la Dra. Claudia Arroyo, gracias por sumarse a este proyecto y por todo el apoyo y asesoría. A la Dra. Paola Zamora, gracias por el apoyo y asesoría para esta tesis y durante mi residencia. Al Dr. Carlos Sanders, por las largas asesorías aún con diferencia de horario. Gracias por ser parte de este proyecto. Al Dr. Rodrigo Sánchez, por tu ayuda incondicional para lograr esta tesis. A mis amigos Jorge, Carlos y Alex. Gracias por hacer estos cuatro años inolvidables e increíblemente divertidos aún en los peores momentos. ¡Lo logramos hermanos! Índice 1. Introducción ................................................................................................................................ 1 2. Marco Teórico ............................................................................................................................. 2 2.1 Anatomía del sistema nervioso periférico ........................................................................... 2 2.2 Clasificación de lesiones de nervio periférico .................................................................... 4 2.3 Degeneración y regeneración nerviosa ............................................................................... 6 2.4 Tratamiento de lesiones de nervio periférico ...................................................................... 8 2.5 Tipos de tratamiento para lesión de nervio periférico ........................................................ 8 2.6 Nervio ciático de la rata ...................................................................................................... 16 2.7 Valoración clínica de recuperación de lesiones de nervio periférico en ratas ............... 17 2.8 Estudio histopatológico en lesiones de nervio ciático de rata ........................................ 19 3. Justificación .............................................................................................................................. 20 4. Planteamiento del problema .................................................................................................... 21 5. Hipótesis ................................................................................................................................... 21 5.1 Hipótesis de Trabajo ........................................................................................................... 21 5.2 Hipótesis Nula ..................................................................................................................... 22 5.3 Hipótesis Alternativa ........................................................................................................... 22 6. Objetivos ................................................................................................................................... 22 6.1 Objetivo general .................................................................................................................. 22 6.2 Objetivos específicos .......................................................................................................... 22 7. Material y Metodología ............................................................................................................. 23 7.1 Tipo de estudio .................................................................................................................... 23 7.2 Criterios de inclusión .......................................................................................................... 23 7.3 Criterios de exclusión ......................................................................................................... 23 7.4 Operacionalización de variables ........................................................................................ 24 7.5 Metodología ......................................................................................................................... 25 7.5.1 Preparación del biomaterial y equipo quirúrgico ....................................................... 25 7.5.2 Técnica quirúrgica del primer procedimiento ............................................................. 26 7.5.3 Seguimiento y pruebas clínicas ................................................................................... 30 7.5.4 Técnica quirúrgica del segundo procedimiento ......................................................... 32 7.5.5 Recursos humanos ....................................................................................................... 33 7.5.6 Recursos institucionales .............................................................................................. 34 7.5.7 Recursos Materiales ..................................................................................................... 34 8. Consideraciones bioéticas ....................................................................................................... 35 9. Análisis estadístico .................................................................................................................. 36 10. Resultados .............................................................................................................................. 37 11. Discusión................................................................................................................................. 48 12. Conclusión .............................................................................................................................. 52 13. Cronograma de Actividades................................................................................................... 53 14. Presupuesto ............................................................................................................................54 15. Bibliografía .............................................................................................................................. 55 1 1. Introducción Las lesiones de nervio periférico suelen encontrarse después de un traumatismo. Una vez generado el daño, los axones del sistema nervioso periférico cuentan con la capacidad para repararse y regenerarse por sí solos bajo ciertas circunstancias. La recuperación adecuada depende del tipo de lesión y la longitud de ésta.1 Para permitir una adecuada regeneración axonal y renervación, es necesario que exista una correcta conducción nerviosa del segmento proximal al distal y que el ambiente alrededor del mismo sea el óptimo.2 En muchas ocasiones, el tipo de traumatismo y el tamaño de la lesión provocan una interrupción completa de contacto entre los segmentos afectados y la única solución es una reparación quirúrgica. Cuando el defecto es menor a 2 mm el tratamiento de elección es una reparación término terminal, que permita unir ambos segmentos sin crear tensión del nervio. Cuando la lesión es de mayor tamaño, se crea tensión en el tejido, la irrigación disminuye y esto provocará un fracaso en la reparación.3 Al presentarse esta problemática, el estándar de oro utilizado como tratamiento es el uso de un injerto autólogo. Para ello, se requiere encontrar un nervio compatible en diámetro con el lesionado lo que limita las opciones de manejo.4 Además, existen diversos riesgos asociados como el de realizar un segundo procedimiento con una nueva herida quirúrgica y las comorbilidades que esto conlleva. Aunado a ello, se provoca una denervación del sitio donador y se puede formar un neuroma en esta zona.5 https://paperpile.com/c/FH2oCj/ySheR https://paperpile.com/c/FH2oCj/xt6x https://paperpile.com/c/FH2oCj/Oykz8 https://paperpile.com/c/FH2oCj/HvlBQ+6xnfD 2 Se han buscado diversas alternativas que sustituyan el actual estándar de oro y una de ellas es el uso de un neurotubo sintético que permita guiar el crecimiento del nervio a través de él y así su regeneración axonal. Se busca que sea un conductor biocompatible y bioabsorbible, que preserve los factores de crecimiento y permita una buena circulación.6 El polímero de poli ε-caprolactona cumple con todos los requerimientos para ser usado como neurotubo, siendo una buena alternativa para la reparación del nervio periférico (neurorrafia). La fabricación de este es de bajo costo y en estudios anteriores se ha encontrado una mejoría en la conducción nerviosa y en la regeneración axonal.3 2. Marco Teórico 2.1 Anatomía del sistema nervioso periférico El sistema nervioso periférico es el encargado de conectar al sistema nervioso central a través de la médula espinal con los diversos órganos diana por medio de nervios periféricos.7 El cuerpo neuronal se encuentra en la médula espinal. Las raíces motoras se originan del cuerno anterior de la médula y las sensitivas del cuerno posterior. La conexión entre el cuerpo celular y el órgano diana se da a través de los axones.8 Cada nervio está conformado por miles de axones envueltos por una célula de Schwann que pueden o no estar contenidos en una vaina de mielina. Cada vaina de mielina está organizada en segmentos y entre un segmento y otro se forma un espacio libre de mielina llamado nodo de Ranvier, en el cual se concentran la mayor cantidad de iones para generar un potencial de acción (Figura 1).9 Si realizáramos un corte transversal en un nervio sural, por ejemplo, la densidad https://paperpile.com/c/FH2oCj/ySPbp https://paperpile.com/c/FH2oCj/Oykz8 https://paperpile.com/c/FH2oCj/vqGui https://paperpile.com/c/FH2oCj/DNJxF https://paperpile.com/c/FH2oCj/w8jW 3 de mielina observada es de 8,000 fibras de mielina/mm2 y unos 30,000 axones no mielinizados.10 El nervio periférico está rodeado por tejido conectivo, en primer lugar está el endoneuro que contiene a cada una de las fibras nerviosas, tiene una abundante matriz extracelular compuesta por fibroblastos, macrófagos, colágena tipo I y II y vasos sanguíneos. Estas fibras se agrupan en fascículos determinados por el perineuro (segunda capa), el cual es el encargado de resistir las fuerzas de tensión ejercidas hacia el nervio y crea una barrera protectora para mantener al nervio como un tejido inmunológicamente privilegiado.11 Finalmente, los fascículos se cubren por la tercera capa de tejido conectivo llamada epineuro que contiene vasos sanguíneos (vasa nervorum) para la nutrición del nervio y colágena I y II organizada en varias capas de una manera muy estructurada. Esta disposición le permite ser una barrera protectora que resiste las fuerzas de compresión.12 (Figura 1) Figura 1. Anatomía del Nervio periférico y organización del estroma del nervio periférico. Replicado de Tsao B, Boulis N et al. 8 https://paperpile.com/c/FH2oCj/wfBZ https://paperpile.com/c/FH2oCj/7xXlU https://paperpile.com/c/FH2oCj/Sbo3M http://paperpile.com/b/FH2oCj/DNJxF https://paperpile.com/c/FH2oCj/DNJxF 4 2.2 Clasificación de lesiones de nervio periférico Las lesiones de nervio periférico de origen traumático pueden causarse por diversos mecanismos como: tracción, laceración, aplastamiento, o heridas por arma de fuego y dependiendo de la profundidad del daño se puede estimar el pronóstico de recuperación que tendrá el nervio.13 En 1942 se publicó una nueva clasificación con base en estas regiones anatómicas para identificar los tipos de lesión nerviosa en tres principales grupos: neuropraxia, neurotmesis y axonotmesis.14 (Figura 2) En una neuropraxia hay un bloqueo en la conducción nerviosa, principalmente por un agente externo que comprime la vascularidad del nervio y no permite generar un adecuado potencial de acción para la correcta conducción nerviosa. A pesar del bloqueo de conducción el nervio permanece intacto y si se retira el factor que está generando la isquemia el nervio puede recuperar completamente su función.15 El segundo grado de lesión según la clasificación de Seddon es la axonotmesis. Implica una lesión más profunda con un daño en el axón que va a provocar una degeneración Walleriana, la cual inicia desde las primeras horas de la lesión y se completa entre la sexta y octava semana.13 A pesar de que el daño es mayor, si el tejido conectivo circundante del perineuro y endoneuro se mantiene completo se puede establecer una regeneración y devolver la función al nervio. Una de las complicaciones de esta lesión es que se genere una cicatriz fibrosa dentro de los conductos de mielina, lo que impediría una conducción y regeneración completa.14 https://paperpile.com/c/FH2oCj/m7rB https://paperpile.com/c/FH2oCj/OO7gw https://paperpile.com/c/FH2oCj/vFzsP https://paperpile.com/c/FH2oCj/m7rB https://paperpile.com/c/FH2oCj/OO7gw 5 La lesión más severa descrita en la clasificación de Seddon es la neurotmesis. Se define como una interrupción completa de la conducción del nervio periférico al incluir un daño a la vaina de mielina y a todas las capas del tejido conectivo lo que va a complicar una regeneración ordenada.14 Para lograr la recuperación funcional del nervio periférico tras una neurotmesis se necesita una intervención quirúrgica, con el riesgo de generar fibrosis y una regeneración incompleta. Un tercio de las lesiones de nervio periférico son neurotmesis.15 Figura 2. Esquema de lesiones de nervio periférico según Seddon Tomado de Lorenzo EDB.18 Más adelante, en 1951, se realizó una nueva clasificación denominada de Sunderland por el autor que la describió.16 Esta clasificación guarda cierta relación con la de Seddon, dándole una mayor especificidad anatómica y fisiológica en la descripción de cada grado.17 (Tabla 1). https://paperpile.com/c/FH2oCj/OO7gw https://paperpile.com/c/FH2oCj/vFzsP http://paperpile.com/b/FH2oCj/0OsQhttps://paperpile.com/c/FH2oCj/6sNd https://paperpile.com/c/FH2oCj/WYm61 6 Tabla 1. Clasificación de Seddon y Sunderland para lesiones nerviosas.Tomado de Seddon HJ, Campbell WW.14,17 Grado Tipo de lesión Clasificación de Seddon I Desmielinización segmentaria Neuropraxia II Lesión del axón con endoneurio intacto Axonotmesis III Axón y endoneurio lesionado con perineurio normal Axonotmesis IV Pérdida de continuidad de axón, endoneurio, perineurio y fascículos, con preservación del epineurio Axonotmesis V Nervio periférico completamente seccionado Neurotmesis 2.3 Degeneración y regeneración nerviosa Una vez generado el daño al nervio periférico por una lesión por traumatismo, éste puede sufrir una desmielinización segmentaria o una degeneración Walleriana.1 La primera ocurre cuando solo una porción del nervio sufre algún daño por compresión o por tracción, sin afectar los segmentos proximales y distales a esta zona. Por el contrario, en una degeneración Walleriana, hay una afectación en el segmento proximal, distal y en el tejido conectivo circundante.2 La primera región dañada es la distal, que sufre una retracción que termina en una muerte celular programada. Los macrófagos y las células de Schwann comienzan la desmielinización. El segmento proximal será entonces el encargado de dirigir la regeneración axonal.8 http://paperpile.com/b/FH2oCj/OO7gw http://paperpile.com/b/FH2oCj/WYm61 https://paperpile.com/c/FH2oCj/OO7gw https://paperpile.com/c/FH2oCj/WYm61 https://paperpile.com/c/FH2oCj/ySheR https://paperpile.com/c/FH2oCj/xt6x https://paperpile.com/c/FH2oCj/DNJxF 7 Para lograr una regeneración nerviosa en una lesión grado II a grado V de Sunderland, ésta se va a llevar acabo principalmente, por la integridad del segmento proximal.11 Las células de Schwann generan la expresión de neurotrofinas y moléculas de adhesión y éstas permiten la formación de bandas alrededor de la lámina basal que funcionarán como guía para la regeneración del nervio periférico.19 Uno de los factores que determinan la recuperación del nervio es la integridad del endoneuro, cuando éste se encuentra dañado, resulta más difícil mantener una regeneración axonal ordenada y protegida del tejido conectivo circundante. Esta lesión puede resultar en la formación de un neuroma, definido como un crecimiento axonal desordenado que dará señales hiperexcitables, traducidas clínicamente con dolor de tipo neuropático.17 Si se logra que las fibras que van creciendo del segmento proximal, se introduzcan al endoneuro del segmento distal, el pronóstico resultará muy favorable para la recuperación funcional de ese nervio.20 El crecimiento axonal ideal durante la regeneración después de una lesión suele ser de 1 mm por día y se puede calcular el tiempo de recuperación obteniendo la distancia entre la lesión y el músculo diana. Si el axón tarda más de 4 meses en volverse a unir, el diámetro del endoneuro en el segmento distal se encoge impidiendo una regeneración completa.21 El músculo diana es otro factor determinante para la recuperación funcional después de una lesión nerviosa. Un músculo denervado se atrofia y se forman depósitos de colágena en el perimisio y endomisio, frenando la funcionalidad de la placa neuromotora.22 Este fenómeno puede ser reversible hasta dentro de los 18 meses pero entre más tiempo transcurra los resultados serán cada vez más pobres hasta volverse imposible de recuperar.21 https://paperpile.com/c/FH2oCj/7xXlU https://paperpile.com/c/FH2oCj/t1wcb https://paperpile.com/c/FH2oCj/WYm61 https://paperpile.com/c/FH2oCj/6u4Dm https://paperpile.com/c/FH2oCj/be3bo https://paperpile.com/c/FH2oCj/3s3v https://paperpile.com/c/FH2oCj/be3bo 8 2.4 Tratamiento de lesiones de nervio periférico Cuando se documenta una lesión grado V del nervio periférico, el tratamiento se vuelve quirúrgico necesariamente. Como se ha mencionado previamente, al estar lesionadas todas las capas que le brindan protección e irrigación al nervio, la regeneración será de una forma desordenada e incorrecta con una alta probabilidad de generar fibrosis que impidan una correcta conducción nerviosa.23 Las lesiones del nervio periférico ocasionadas por punzocortantes suelen no generar un daño tan importante en el tejido blando circundante y si son reparadas en las primeras 72 horas se puede evitar la retracción proximal y distal de los cabos del nervio.17 Cuando ha transcurrido un tiempo más prolongado o si la lesión provocó una sección al nervio mayor a 5 mm, al intentar realizar la neurorrafia se puede provocar tensión en el mismo. Si el tejido se mantiene tenso un 8% por arriba de lo habitual, la irrigación disminuye hasta la mitad de su flujo y con un 15% de tensión se produce una isquemia completa lo que genera resultados no satisfactorios en cuanto a la recuperación de funcionalidad.6, En estos casos el manejo ideal hasta ahora reportado es utilizar un injerto nervioso que permita la unión proximal y distal para su regeneración.24 2.5 Tipos de tratamiento para lesión de nervio periférico Actualmente, el estándar de oro para las neurorrafias con defectos mayores a 5 mm es el injerto autólogo. Para esto se utilizan nervios periféricos, normalmente ramas sensitivas que no generan una disfunción mayor al solo denervar una zona cutánea. Entre estos nervios se encuentra el injerto de nervio sural, de ramas de https://paperpile.com/c/FH2oCj/f0Ax https://paperpile.com/c/FH2oCj/WYm61 https://paperpile.com/c/FH2oCj/ySPbp https://paperpile.com/c/FH2oCj/HB07t 9 nervios cutáneos superficiales de antebrazo o del nervio cutáneo antebraquial medial.24 Los nervios utilizados suelen ser únicamente sensitivos, lo que evita generar un déficit motor. Sin embargo, utilizar un injerto autólogo no es completamente inocuo, las áreas denervadas quedan con anestesia de forma permanente.23 Otro factor a tomar en cuenta es la posibilidad de formar neuromas en esas zonas provocando dolores neuropáticos, así como riesgo de infección, dolor residual o fibrosis del sitio quirúrgico al ser una segunda intervención. Independientemente de estos riesgos, en ocasiones no se obtiene un autoinjerto adecuado por las diferencias estructurales en cuanto al diámetro y número de fibras axonales que existen entre el donador y el receptor, requiriendo alguna otra alternativa para la neurorrafia.25 Para evitar los efectos adversos del autoinjerto se han ideado diferentes alternativas con el uso de otro tipo de injerto que sea utilizado como andamiaje para guiar al nervio durante su renervación.26 Dentro de las opciones se propusieron inicialmente los injertos de vena y tejido muscular, el objetivo de éstos era realizar una tubulización entre el segmento proximal y distal del nervio generando un microambiente adecuado para la regeneración nerviosa a través de este tubo.27 Al igual que los autoinjertos para obtener la vena ideal que servirá como tubo se requiere de un procedimiento más y se debe seleccionar de forma muy detallada el vaso que se utilizará para que concuerde con el diámetro del nervio y no provoque una compresión o por el contrario una gran amplitud que permita el crecimiento axonal desordenado.28,29 https://paperpile.com/c/FH2oCj/HB07t https://paperpile.com/c/FH2oCj/f0Ax https://paperpile.com/c/FH2oCj/mJbSa https://paperpile.com/c/FH2oCj/ApnVO https://paperpile.com/c/FH2oCj/BkMS9 https://paperpile.com/c/FH2oCj/PYCIZ https://paperpile.com/c/FH2oCj/xAF94 10 Una segunda alternativa es el uso de aloinjertos, la principal limitante con ellos es el rechazo inmunológico que conlleva y para evitarlo se necesita brindar un tratamiento de inmunosupresión por un aproximado de 18 meses, aumentando ahora el riesgo de infección, dehiscencia de herida y otros efectos sistémicos adversos para el paciente.30 Existen aloinjertos procesados que ya norequieren de la inmunosupresión del paciente, uno de ellos que se encuentra actualmente en el mercado es el llamado Avance Nerve Graft®, un aloinjerto acelular.31 Se han obtenido resultados favorables al ser comparado con biomateriales naturales de colágena generando mayor número de axones mielinizados, pero no mejor que los autoinjertos. Se ha encontrado un riesgo alto de fibrosis por respuesta inmune del paciente a pesar del proceso de descelularización al que son sometidos y si ésta se presenta genera una neuropraxia que no permite la correcta funcionalidad del nervio.29 Al presentarse esta problemática, han surgido distintas opciones de tratamiento, en busca de un buen conductor biocompatible, biodegradable, flexible, que preserve los factores de crecimiento y permita una buena circulación.6 Se propuso como alternativa el uso de un neurotubo, que como su nombre lo indica, es una estructura tubular en la que se va a fijar el extremo proximal y distal del nervio lesionado con el objetivo que a través del conducto se lleve a cabo la regeneración nerviosa uniéndose finalmente ambos segmentos y regresando la funcionalidad del nervio.32 Los neurotubos se pueden clasificar de acuerdo con el tipo de polímero utilizado, en sintéticos y naturales. Cada uno ofrece distintas características y ventajas entre ellos. Desde 1980 se comenzaron a probar biomateriales tanto naturales como https://paperpile.com/c/FH2oCj/BVqCJ https://paperpile.com/c/FH2oCj/dUnuS https://paperpile.com/c/FH2oCj/xAF94 https://paperpile.com/c/FH2oCj/ySPbp https://paperpile.com/c/FH2oCj/Dg6w 11 sintéticos para la reparación de lesiones de nervio periférico por medio de neurotubos.33 Se demostró la necesidad de un neurotubo biodegradable ya que aquellos que no lo eran provocaban a largo plazo una compresión nerviosa que limitaba la regeneración. Esta problemática tenía que ser resuelta por medio de un segundo procedimiento para retirar el neurotubo sin haber logrado el retorno funcional completo del nervio.32 Además de ser biodegradable, otra de las funciones que se busca en un neurotubo, es realizar una barrera entre los axones y los fibroblastos para evitar la formación de fibrosis y neuromas que impidan una adecuada regeneración nerviosa.25 Dentro de los materiales naturales ampliamente estudiados para el uso de neurotubos se encuentra la colágena. Ésta es la principal proteína de la matriz extracelular. El primer neurotubo aprobado por la FDA fabricado de colágena tipo I bovina fue NeuraGen®, un neurotubo fibrilar, absorbible y que ha demostrado buenos resultados ya publicados en la literatura.34 La desventaja del NeuraGen® es su prolongado tiempo de reabsorción de 4 años, provocando un alto riesgo de causar fibrosis y limitar la correcta regeneración nerviosa.35 Nuevas marcas surgieron a partir del NeuraGen® también basados en colágena tipo I como NeuroMatrix®, Neura Wrap® y Neuroflex®. Los resultados han sido similares al primero con la ventaja del menor tiempo de reabsorción.29 El Chitosan y el alginato son un par de polisacáridos que se han probado como andamiajes para la regeneración nerviosa. Esta investigación surgió a partir del conocimiento de las propiedades de dichos biomateriales como son su biocompatibilidad, la versatilidad en sus formas como esponja, geles o tubos, la https://paperpile.com/c/FH2oCj/xmkne https://paperpile.com/c/FH2oCj/Dg6w https://paperpile.com/c/FH2oCj/mJbSa https://paperpile.com/c/FH2oCj/1NCpT https://paperpile.com/c/FH2oCj/1zSjO https://paperpile.com/c/FH2oCj/xAF94 12 capacidad de biodegradarse y la habilidad de causar una correcta adherencia celular.36,37 El alginato se ha usado en combinación con otro material llamado etileno diamina para formar una espuma en forma de neurotubo que permite la regeneración nerviosa sin necesidad de suturarse al epineuro y obteniendo resultados favorables.38 El chitosan es un componente obtenido del citoesqueleto de diversos crustáceos. Se han probado neurotubos creados con este polisacárido, sin embargo, entre los principales defectos está su poca estabilidad mecánica y la rápida degradación, aún antes de que se haya logrado una renervación completa por lo que no son el componente ideal para lesiones grandes de nervio periférico.29 Los biomateriales sintéticos han ido obteniendo buenos reconocimientos en esta área ya que tiene la amplia ventaja de controlar el tiempo de degradación de una mejor manera en comparación con los naturales.39 Dentro de los materiales sintéticos utilizados para los neurotubos, se encuentra el grupo de los poliésteres como el ácido poliláctico (PLA), ácido poliglicólico (PGA), ácido poliláctico co- glicólico (PLGA) y la policaprolactona (PCL). Todos ellos han mostrado resultados favorables para la regeneración nerviosa y actualmente se encuentran dos productos ya aprobados por la FDA basados en estos polímeros llamados Neurotube® (PGA) y Neurolac® (PCL).25 El ácido poliláctico se obtiene principalmente del maíz, la caña de azúcar o el trigo. Es un material biocompatible con el que se ha visto una regeneración axonal comparable a la del autoinjerto, aún en defectos de hasta 20 mm.40 La desventaja con este biomaterial es que es muy complicado crear un neurotubo delgado ya que no se tiene un manejo sencillo de este biomaterial al disminuir su grosor, con mayor https://paperpile.com/c/FH2oCj/mq28O+Ldj1C https://paperpile.com/c/FH2oCj/Ws9Gz https://paperpile.com/c/FH2oCj/xAF94 https://paperpile.com/c/FH2oCj/VkME https://paperpile.com/c/FH2oCj/mJbSa https://paperpile.com/c/FH2oCj/KvEie 13 riesgo de que al regenerarse se haga una compresión con el biomaterial o no exista una buena renervación.41 El ácido poliglicólico, otro biomaterial del grupo de los poliésteres, es un poco más rígido y cristalino que el PLA. Es un biomaterial que suele usarse en combinación con algún otro factor como las células madre.40 Neurotube® es el nombre comercial del polímero que se encuentra ya en el mercado. Los buenos resultados en las investigaciones han sido principalmente por este uso de células madre en conjunto, dejando dudas de su utilidad funcional al usar el producto por separado.42 El copoliéster PLGA ha tenido una gran aceptación ya que genera muy poca respuesta inflamatoria y tiene la gran ventaja que su fabricación es muy sencilla. A pesar de ello, en la mayoría de los estudios se ha utilizado en combinación con algún otro factor de crecimiento como factor de crecimiento nervioso (NGF) o con algún poliol.40 Se han obtenido buenos resultados funcionales, pero al igual que el ácido poliglicólico no se conoce con certeza si esto puede ser debido a la mezcla con los otros factores de crecimiento y no al tipo de neurotubo utilizado.43 Dentro de los poliésteres estudiados se encuentra la poli ε-caprolactona (PCL), un polímero que ha demostrado excelentes resultados, con una regeneración axonal desde las 2 semanas, observado en estudios sobre lesiones completas de nervio periférico de rata.44 Existe un copolímero de PCL y ácido láctico llamado Poli D,L- láctico-co-ε-caprolactona, el cual ya ha sido probado en humanos como neurotubo y comercializado con el nombre de Neurolac®.46 En un estudio realizado en 2012 se valoró la mejoría clínica de los pacientes postoperados de neurorrafias con https://paperpile.com/c/FH2oCj/VkUYj https://paperpile.com/c/FH2oCj/KvEie+e5gUW https://paperpile.com/c/FH2oCj/KvEie+e5gUW https://paperpile.com/c/FH2oCj/KvEie+e5gUW https://paperpile.com/c/FH2oCj/g0VY4 https://paperpile.com/c/FH2oCj/lDfA2 https://paperpile.com/c/FH2oCj/98UiM 14 colocación de Neurolac®. Inicialmente se obtuvieron resultados óptimos, con mejoría en la fuerza y disminución del dolor, sin embargo ha presentado ciertas complicaciones como fístulas del neurotubo, por lo que aún no se recomienda del todo el uso clínico este implante.45A pesar de ello, en otro estudio publicado en 2017, con una serie de 28 pacientes con lesiones nerviosas de nervios digitales y nervios sensitivos de la muñeca, se probó un neurotubo de caprolactona. Los resultados observados fueron muy favorables en las recuperaciones funcionales de los pacientes. En este estudio sólo se consideraron 3 pacientes con fallas en el tratamiento por persistir con disestesias y fueron sometidos a una segunda intervención para retiro del neurotubo y colocación de injerto autólogo.46 Como se han mencionado previamente, en el mercado existen ya 13 productos aprobados por la FDA y comercialmente disponibles utilizados como neurotubos, algunos de ellos con un tiempo muy corto de degradación, lo que limita su funcionalidad. Sólo uno de ellos tiene como base el PCL (Tabla 2).25 Un aspecto muy relevante con respecto a los productos mencionados es que ninguno de estos neurotubos está accesible para nuestro país. https://paperpile.com/c/FH2oCj/tNqSd https://paperpile.com/c/FH2oCj/98UiM https://paperpile.com/c/FH2oCj/mJbSa 15 Tabla 2. Neurotubos aprobados por la FDA. Tomado de Jiang X et al.25 Nombre del Producto Material Tiempo de degradación Salutunnel® Alcohol polivinil No absorbible Neura Wrap® Colágena tipo I 36-48 meses Neuroflex® Colágena tipo I 4-8 meses NeuroMatrix® Colágena tipo I 4-8 meses NeuroMend® Colágena tipo I 4-8 meses NeuraGen® Colágena tipo I 36-48 meses Reinforced Flexible Collagen Nerve Cuff® Colágena tipo I con sutura polifilamento absorbible Reabsorbible (no menciona tiempo) Neurolac® Poly (DL-Lactide-co-ε- caprolactone) 42 meses Axoguard Nerve protector® Porcine SIS (submucosa de intestino delgado) 3 meses Reaxon plus® Chitosan 74 semanas Cova OrthoNerve® Colágena tipo I 13 semanas Nerve Cuff® SIS 18 meses Neurotube® Ácido poliláctico (PGA) 3 meses 16 2.6 Nervio ciático de la rata La rata es uno de los animales más utilizados para el estudio de lesiones nerviosas, principalmente el nervio ciático. Una de las ventajas de este nervio periférico es la facilidad que brinda para su manipulación. Es un nervio poco susceptible a un trauma por lo que se puede trabajar sin riesgo a modificar los resultados experimentales.47 En cuanto a las características del nervio ciático del roedor, éste tiene su origen principalmente de las raíces nerviosas de L4 y L5 con algunas variantes que incluyen a L3 y L6, diferente al humano en el cual no se cuenta con L6 y el nervio ciático se forma de la raíz de L4, L5, S1, S2 y S3.48 Si se realiza un corte transversal al nervio en la región proximal, éste cuenta con un solo fascículo que antes de su entrada a la zona poplítea se trifurca. Estos tres fascículos corresponden al nervio tibial, nervio peroneo y nervio sural (Figura 3).47 El trayecto del nervio tras la salida de la columna, inicia partiendo inferior al isquion hasta llegar a la escotadura ciática, atraviesa ésta y continua posterior por el muslo para penetrar en la fosa poplítea donde se bifurca en las 3 ramas previamente mencionadas.47 La densidad de fibras de mielina observadas al microscopio se encuentra entre las 2,600 a 2,800 fibras/mm2 con una cuenta axonal aproximada de 27,000 fibras nerviosas. Del total de axones las fibras sensitivas ocupan un 23% con fibras mielinizadas y 48% con no mielinizadas, el resto son fibras motoras.49,50 El diámetro aproximado del nervio ciático de la rata en su región proximal es entre 4.5-6 µm.47,51 https://paperpile.com/c/FH2oCj/bnNRX https://paperpile.com/c/FH2oCj/MDEMh https://paperpile.com/c/FH2oCj/bnNRX https://paperpile.com/c/FH2oCj/bnNRX https://paperpile.com/c/FH2oCj/ZOPii+zAkxt https://paperpile.com/c/FH2oCj/bnNRX https://paperpile.com/c/FH2oCj/FnDC0 17 Figura 3. Anatomía del nervio ciático de la rata. A: Nervio ciático en muslo derecho señalado en color amarillo. B: Nervio ciático en espécimen en la misma zona. Figura A tomada de “In vivo laboratory Surgery” 52 2.7 Valoración clínica de recuperación de lesiones de nervio periférico en ratas Tras una lesión del nervio ciático en protocolos experimentales con ratas, es necesario realizar pruebas clínicas que sean de utilidad para valorar de forma cuantitativa la progresión. Se debe de evaluar la recuperación tanto sensitiva como motora.53 Dentro de estas pruebas una que nos brinda datos de sensibilidad, de funcionalidad y de propiocepción es la de reposicionamiento de la extremidad al colocarla en el borde de una mesa.53 La sensibilidad se obtiene en el momento que la rata percibe el contacto con el borde de la mesa. Al notar que la pata está cayendo se activa la propiocepción e intenta reposicionarla para mantenerse sobre la mesa. Finalmente, al ejercer fuerza muscular para la adecuada posición de la extremidad se valora la función motora.54 A B https://paperpile.com/c/FH2oCj/U8jF 18 Otra prueba de función motora comúnmente utilizada es la caminata en un plano inclinado. Durante esta prueba se valora la capacidad motora de la rata para mantenerse en un plano inclinado y para lograr la marcha a través de él. Entre menor sea el grosor del objeto por donde deben caminar la dificultad aumenta, ya que la rata debe corregir la posición de la extremidad y tener el control de su cuerpo para desplazarse sin caer.54 El análisis de la huella es una prueba de utilidad para examinar el patrón de la marcha en las ratas. Una de las primeras investigaciones sobre el tema fue realizada por el Dr. Medinacelli, y a partir de él este análisis se ha realizado con mayor frecuencia.55 Una manera de medir la progresión de la sensibilidad es a través de un estímulo nociceptivo.56 En esta prueba al realizar un estímulo doloroso la respuesta esperada es la del retiro de la extremidad. El estímulo puede ser con calor, mecánico, eléctrico o con una aguja, siempre protegiendo de no crear una lesión en la extremidad al realizarlo.57 La motricidad gruesa y la fuerza de la extremidad lesionada pueden ser medidas a partir de pruebas en planos inclinados o en contra de la gravedad. Este tipo de pruebas obliga a la rata a ejercer fuerza de agarre para poder sostenerse en una rejilla o caminar en una barra vertical sin caer de las mismas.58 https://paperpile.com/c/FH2oCj/X0C5I https://paperpile.com/c/FH2oCj/7cw0s+v5kfR https://paperpile.com/c/FH2oCj/7cw0s+v5kfR https://paperpile.com/c/FH2oCj/6SYk 19 2.8 Estudio histopatológico en lesiones de nervio ciático de rata Tras una lesión y reparación del nervio ciático, además de las pruebas clínicas sensitivas y motoras que nos permiten conocer la progresión funcional del roedor, una valoración histopatológica nos permite correlacionar esta mejoría con lo observado en el microscopio. Dentro de los estudios posibles para la valoración histopatológica se puede iniciar con una tinción de Hematoxilina y Eosina la cual dará una visión general de la composición del tejido que se ha formado dentro del neurotubo.59 Una tinción con tricrómico de Masón nos permite observar la existencia de colágena en el tejido, lo que traduce una formación de tejido fibroso alrededor del nervio, algo que se espera encontrar en escasa cantidad y de forma organizada.3 Para valorar de manera más específica la formación y cuantificación de los axones en el tejido formado se puede utilizar inmunohistoquímica con una tinción anti-NF 200, anti S100 y para la mielina con una tinción de azul de Toludina o HyE se puede visualizar correctamente.59 (Figura 4). Los resultados histopatológicos reportados en estudios previos al utilizar el actual estándar de oro que es el autoinjerto, tras una recuperación total suele mostrar una estructura cercana a la normalidad, como lo es una cuenta axonal que asciende a los 4,000 y un número de fibras de mielina entre 3,000 y 5,000 fibras.En cuanto al diámetro axonal éste también recupera un grosor de 6 µm.59 https://paperpile.com/c/FH2oCj/oAsch https://paperpile.com/c/FH2oCj/Oykz8 https://paperpile.com/c/FH2oCj/oAsch https://paperpile.com/c/FH2oCj/oAsch 20 Figura 4: Nervio periférico normal con tinciones A: HyE, B: Tricrómico de Masón C: Inmunohistoquímica anti S100. Tomado de Di Scipio et al.60 3. Justificación Las lesiones de nervio periférico son un problema importante en centros de traumatología, constituyendo una prevalencia del 1.3 al 2.8% en pacientes con un traumatismo.61 La incidencia de este tipo de lesiones es mayor en pacientes en edad productiva generando a su vez una pérdida económica si no se logra una recuperación completa de la lesión. En Estado Unidos el costo anual de reparaciones de nervio periférico es de 7 mil millones de dólares.62 En lesiones completas de nervio periférico, con defectos menores a 2 mm el tratamiento de elección es una reparación término terminal, que logre unir ambos segmentos sin crear tensión del nervio. Si el defecto es de mayor tamaño o a pesar de ser pequeña el tejido se mantiene tenso un 8% por arriba de lo habitual, la irrigación disminuye hasta la mitad de su flujo y con un 15% de tensión se produce una isquemia completa, generando un fracaso en la reparación.6 A B C https://paperpile.com/c/FH2oCj/t1gvY https://paperpile.com/c/FH2oCj/vuAjS https://paperpile.com/c/FH2oCj/PSfLh https://paperpile.com/c/FH2oCj/ySPbp 21 En los casos en los que la lesión no puede ser reparada de forma término-terminal, el estándar de oro es el uso de un injerto autólogo. Sin embargo, este procedimiento tiene varias morbilidades como lo son otra herida quirúrgica, una denervación del sitio donador, así como riesgo de formación de un neuroma en esa zona.4 Los sitios donadores suelen ser limitados ya que se debe de encontrar un nervio con un diámetro similar al lesionado para que coincida con el extremo receptor.5 Una alternativa al uso de un injerto autólogo es el uso de un neurotubo sintético que guíe el crecimiento del nervio a través de él para permitir su regeneración. El polímero de poli ε-caprolactona es un biomaterial sintético reabsorbible y biocompatible.44 El polímero PCL es un biomaterial que ha demostrado ser una buena alternativa para las neurorrafias. La fabricación del mismo es de bajo costo y no se ha observado que presente una reacción adversa en su aplicación en ratas y por el contrario se ha encontrado una mejoría en la conducción nerviosa y en el número de axones.3 4. Planteamiento del problema ¿Cuál es el efecto del uso de Poli ε-caprolactona como neurotubo para la renervación en lesiones de nervio periférico de 7 milímetros? 5. Hipótesis 5.1 Hipótesis de Trabajo El neurotubo de Poli ε-caprolactona utilizado en lesiones de nervio periférico de 7 milímetros tiene un efecto estadísticamente significativo en las pruebas de marcha, fuerza, sensibilidad y propiocepción tras un seguimiento de 6 semanas https://paperpile.com/c/FH2oCj/HvlBQ+6xnfD https://paperpile.com/c/FH2oCj/Oykz8 22 5.2 Hipótesis Nula El neurotubo de Poli ε-caprolactona utilizado en lesiones de nervio periférico de 7 milímetros no presenta diferencia estadísticamente significativa en las pruebas de marcha, fuerza, sensibilidad y propiocepción tras un seguimiento de 6 semanas. 5.3 Hipótesis Alternativa El neurotubo de Poli ε-caprolactona utilizado en lesiones de nervio periférico de 7 milímetros tiene un efecto estadísticamente significativo en las pruebas de marcha, fuerza, sensibilidad y propiocepción desde la segunda semana de seguimiento. 6. Objetivos 6.1 Objetivo general Evaluar el efecto del neurotubo de Poli ε-caprolactona en lesiones de 7 milimetros en nervio ciático de ratas para lograr una renervación clínica e histológica. 6.2 Objetivos específicos 1. Identificar si se producen neuromas o fibrosis en el nervio periférico seccionado tras la utilización de Poli ε-caprolactona como neurotubo. 2. Valorar la regeneración axonal en el nervio ciático de la rata posterior al uso del neurotubo de Poli ε-caprolactona con una lesión de 7 milimetros mediante un estudio de inmunohistoquímica. 23 3. Valorar semanalmente la progresión clínica de la rata tras la colocación del neurotubo de Poli ε-caprolactona. 7. Material y Metodología 7.1 Tipo de estudio Cuasiexperimental en animales de laboratorio. 7.2 Criterios de inclusión • Ratas adultas Wistar de entre 250-300 gramos de peso, sanas, con movilidad completa de las cuatro extremidades. 7.3 Criterios de exclusión • Ratas de peso menor a 250 gramos. • Ratas con alguna lesión en las extremidades que limite la movilidad. 24 7.4 Operacionalización de variables Variable Definición conceptual Definición operacional Tipo de variable Unidades Fuerza Acción o causa que produce un cambio en la aceleración de un cuerpo de masa específica. 63 Segundos tolerados sosteniendo la rejilla con la extremidad afectada. Cuantitativa continua, de razón. Segundos (s) Variable independiente Sensibilidad Facultad del cuerpo para percibir un estímulo externo. 64 Reacción generada ante un estímulo doloroso. Cualitativa, nominal. No presenta Variable independiente Marcha Proceso periódico de locomoción del cuerpo humano en el cual se desplaza hacia adelante o hacia atrás. 65 Capacidad para caminar sobre una tabla inclinada. Cualitativa, nominal. No presenta Variable independiente Propiocepción Habilidad para saber exactamente donde se encuentran las partes del cuerpo en el espacio y la relación que tienen entre ellas. 66 Capacidad del sujeto para reposicionar la extremidad afectada al percibir el borde de la mesa. Cualitativa, nominal. No presenta Variable independiente Conducción nerviosa Respuesta motora y sensitiva de los nervios ante un estímulo eléctrico. 67 Respuesta motora de dorsiflexión al realizar un estímulo eléctrico en el nervio ciático. Cuantitativa discreta, de razón. Grados angulares (°) Variable independiente Lesión de nervio ciático Herida del nervio ciático resultante de un trauma directo, estiramiento o laceración.13 Resección de un segmento del nervio ciático. Cuantitativa continua, de razón. Milímetros (mm) Variable dependiente Regeneración axonal Capacidad de formar nuevos axones posterior a una lesión nerviosa. 8 Formación de axones en el nervio ciático. Cualitativa, nominal. No presenta Variable independiente Neuroma Crecimiento axonal desordenado en un nervio periférico. 17 Crecimiento axonal desordenado en el nervio ciático. Cualitativa, nominal. No presenta Variable independiente Inflamación Respuesta del sistema inmune del cuerpo ante un irritante 68 Aumento de fibras de colágena y fibrosis en el nervio ciático. Cualitativa, nominal. No presenta Variable independiente Vascularización Creación de nuevos vasos sanguíneos a partir de vasos ya existentes. 69 Creación de nuevos vasos sanguíneos en el endoneuro. Cualitativa, nominal. No presenta Variable independiente Diámetro Línea que pasa a través del centro de un círculo. 70 Línea que pasa a través del centro del neurotubo. Cuantitativa continua, de razón. Milímetros (mm) Variable extraña 25 7.5 Metodología El protocolo y el procedimiento fueron aprobados por el Comité de bioética y el Comité de investigación del Centro Médico ABC. Se obtuvieron 17 ratas del bioterio de la Facultad de Estudios Superiores de Iztacala, todas ratas adultas Wistar de peso entre 250-300 gramos, las cuales se tuvieron en resguardo desde su obtención hasta el término del estudio en el laboratorio de Cirugía Experimental del Centro Médico ABC, con previa autorización del mismo. Todas las ratas se mantuvieron con adecuada ventilación y temperatura permitiendolos ciclos circadianos regulares. Se colocaron en rejillas en grupos de tres, contando con agua y alimento ad libitum. Todos los animales eran supervisados diariamente por el equipo de cirugía experimental y por dos investigadores (Dra. Cinthya Vargas y Dr. Rodrigo Sánchez). Al final de los experimentos todos los roedores fueron sacrificados con una dosis letal de pentobarbital cumpliendo con la Norma Oficial Mexicana sobre las especificaciones técnicas para la producción, cuidado y uso de los animales de laboratorio (NOM-062-ZOO-1999). 7.5.1 Preparación del biomaterial y equipo quirúrgico El biomaterial utilizado es un polímero formado de Poli ε-caprolactona (PCL) (10 mmol) y polietilenglicol (PEG) (1mmol). El polímero fue sintentizado en el departamento de química de la Universidad de Guanajuato por el Dr. Antonio Martínez Richa. Este laboratorio cuenta con los datos de caracterización del biomaterial pero aún se encuentra en proceso de certificación. Se prepararon los neurotubos días previos al procedimiento. El polímero de PCL fue entregado como película de 10 cm por 10 cm. Se cortó un fragmento de 8 mm de ancho por 10 mm 26 de largo y se realizó un cilindro fijándolo con sutura nylon 6-0 para mantenerlo como tubo. Los diámetros internos de cada tubo variaron entre 2 y 3 mm y se documentó el diámetro utilizado en cada sujeto en caso de ser un factor que influyera en la regeneración axonal. El material utilizado para la realización de procedimientos fue un equipo de sutura de microcirugía conformado por pinzas de relojero rectas, pinzas de relojero curvas, porta agujas para microcirugía y tijeras de microcirugía. Todos los procedimientos se realizaron bajo visión con microscopio con un aumento de 10x. La extremidad utilizada en los 17 sujetos fue la extremidad posterior derecha (Figura 5). Figura 5. Equipo de microcirugía y microscopio utilizado para el procedimiento 7.5.2 Técnica quirúrgica del primer procedimiento Se utilizó el mismo protocolo anestésico en todos los casos basado en pentobarbital 25 mg/kg, xilazina 2 mg/kg y tramadol 1 mg/kg. Una vez anestesiada la rata se realizó tricotomía de la extremidad pélvica derecha y se colocó al sujeto 27 en posición decúbito prono con sujeción gentil del resto de las extremidades y la cola con tela adhesiva. Se realizó asepsia y antisepsia del miembro pélvico derecho con solución y jabón. Se marcaron la articulación de cadera, de rodilla y la tuberosidad isquiática como referencias anatómicas para el abordaje (Figura 6). Bajo visión con microscopio, se realizó un abordaje dorsal con incisión oblicua desde rodilla hacia tuberosidad isquiática. Se disecó por planos hasta observar la fascia muscular, incidiendo entre el glúteo mayor y el bíceps femoral para exponer el nervio ciático. Una vez expuesto se colocó el neuroestimulador a 2 mA para confirmar la integridad del nervio, observando la flexión plantar de la extremidad posterior derecha al aplicar el estímulo. Posterior a la estimulación del nervio, éste se irrigó con lidocaína simple para evitar dolor durante la incisión. Se marcaron dos referencias, la referencia distal se colocó un milímetro proximal a la bifurcación del nervio ciático y 7 mm proximales a ésta se marcó la segunda (Figura 7). Se realizó la resección del segmento de nervio ciático de 7 mm con un bisturí hoja #15 (Figura 8). Se insertó el neurotubo de 9 mm previamente fabricado en el defecto nervioso. El epineuro de ambos extremos del nervio ciático se suturó a los bordes del neurotubo con 2 puntos simples con sutura nylon 9-0. Se confirmó la adecuada colocación del neurotubo observando por microscopio que los extremos de ambos segmentos estuvieran dirigidos hacia el interior del neurotubo (Figura 9). Se suturó la herida por planos fascia muscular y tejido celular subcutáneo con vicryl 4-0 y piel con puntos Sarnoff con Nylon 4-0. Se colocó en cada rata una marca en la cola y se realizó un corte en diferente zona de la oreja a cada una para su correcta identificación. El procedimiento de microcirugía fue realizado por la Dra. Claudia Arroyo, con alta especialidad en cirugía de mano y diplomado en microcirugía. 28 Figura 6. Posicionamiento y marcaje de referencias anatómicas para el abordaje. Figura 7. Marcaje de zona de resección del nervio 29 Figura 8. Nervio ciático con resección de segmento de 7mm previa colocación del neurotubo Figura 9. Confirmación de adecuada colocación del neurotubo 30 7.5.3 Seguimiento y pruebas clínicas Posterior al primer procedimiento se realizaron curaciones diarias a la herida con microdacyn y se mantuvo analgesia con ketorolaco subcutáneo a dosis de 2.3 mg/kg durante los primeros 3 días postquirúrgicos. Aquellos sujetos que continuaron con los puntos de nylon se mantuvieron durante las 4 semanas para evitar un nuevo procedimiento anestésico para el retiro. De acuerdo a la los estudios de investigación previos sobre pruebas funcionales para valoración de ratas con lesión de nervio periférico se escogieron 5 pruebas para realizarles semanalmente a los sujetos.53,54,56,57,58 Con estas pruebas se pretendió valorar la funcionalidad de la extremidad tanto sensitiva como motora (Tabla 3). Se registró el resultado de cada prueba funcional y se describieron las complicaciones observadas durante el seguimiento del estudio como las dehiscencias de herida o lesiones en la extremidad estudiada por automutilación. La prueba con el neuroestimulador se realizó en 2 ocasiones, de forma inicial previo a la neurectomía y durante el segundo procedimiento al exponer el nervio ciático. Tabla 3. Pruebas clínicas para valoración funcional de la rata. Sensibilidad Pruebas de sensibilidad con estímulo doloroso. 0 No reacciona al estímulo doloroso 1 Se percibe alguna reacción sin retiro de la extremidad tras el estímulo doloroso 2 Retira al estímulo doloroso 31 Prueba de fuerza de agarre Se valoran los segundos tolerados sostenida de la rejilla con la extremidad afectada. 0 No tolera el agarre 1 Se sostiene menos de 2 segundos 2 Se sostiene más de 2 segundos Caminata en la tabla Se valora si logra caminar sobre la tabla 0 no logra marcha 1 marcha con dificultad 2 marcha normal Reposicionamiento en el borde de la mesa Evaluación sensitiva y motora. Al llevar a la rata hacia el borde de una mesa y la extremidad siente el mismo, el miembro normal reposiciona la extremidad al percibir el borde. 0 No hay reposición 1 Intenta la reposición sin lograrla completamente 2 Logra reposición Test de marcha Análisis subjetivo de la marcha con la extremidad afectada. Respuesta motora con neuroestimulador Flexión plantar de tobillo 0 Nula 1 5º 2 10º o más Transcurridas al menos 4 semanas posteriores al primer procedimiento se llevó a cabo el segundo procedimiento. 32 7.5.4 Técnica quirúrgica del segundo procedimiento Se realizó el mismo protocolo anestésico de la primera intervención compuesto por pentobarbital 25 mg/kg, xilazina 2 mg/kg y tramadol 1 mg/kg. Una vez anestesiada se realizó tricotomía la extremidad pélvica derecha y se colocó al sujeto en posición decúbito prono con sujeción gentil del resto de las extremidades y la cola con tela adhesiva. Se realizó asepsia y antisepsia del miembro pélvico derecho con solución y jabón. Se realizó un abordaje dorsal sobre la cicatriz previa, se disecó por planos hasta observar la fascia muscular incidiendo entre el glúteo mayor y el bíceps femoral para exponer el nervio ciático. Una vez expuesto se probó la conducción nerviosa del ciático con el neuroestimulador en la región proximal y en la región distal al neurotubo, valorando la respuesta motora por medio de la flexión plantardel tobillo. Una vez realizada la prueba se resecó un segmento del nervio ciático 1 mm proximal y 1 mm distal al neurotubo. Al término del procedimiento se suturó la piel con puntos continuos y se entregaron los sujetos al equipo de cirugía experimental para ser sacrificados con una dosis letal de pentobarbital. Ya obtenidas las muestras de nervio ciático, éstas se colocaron en un frasco con formol para su conservación y se llevaron al departamento de patología. Al retirarlo del formol, inicialmente se marcó la zona proximal con pintura, se midió el fragmento y se realizó un corte por la mitad para poder estudiar el nervio en su totalidad. Se realizaron 3 tinciones para el análisis histopatológico del nervio, Hematoxilina y Eosina, Tricrómico de Masson y anti S100. Todas las muestras fueron evaluadas por el Dr. Héctor Miguel Cázarez Magaña, médico especialista en Anatomía Patológica. 33 Para el análisis histopatológico se evaluaron siete parámetros para describir el tejido observado: 1. Fibras de colágena: se evaluó si se encontraban organizadas o no. Al encontrar un patrón desorganizado o infiltrado en el endoneuro traduce a fibrosis del nervio.se espera encontrar una vascularización leve o moderada que permita regeneración axonal ya que si es abundante hay más cicatrización por lo que la regeneración axonal es menor. 2. Inflamación: se evaluó si se observaban o no datos de inflamación y en qué zonas. 3. Neuroma: si existía o no la presencia de un neuroma en el trayecto del nervio. 4. Fibras de mielina: si se observaban o no fibras de mielina. 5. Células de Schwann: si existían células de Schwann en todo el trayecto nervioso. 6. Regeneración axonal: Si existía regeneración axonal del nervio y que porcentaje del mismo. 7.5.5 Recursos humanos El diseño del protocolo, la búsqueda bibliográfica y la invitación a los participantes se realizó por parte del investigador principal (Dra. Cinthya Vargas Zavala). El primer procedimiento quirúrgico se llevó a cabo por la Dra. Claudia Arroyo, cirujana ortopedista con subespecialidad en mano y microcirugía. El investigador principal en colaboración con el Dr. Rodrigo Sánchez, médico residente del Centro Médico ABC, realizaron los cuidados postoperatorios y las pruebas clínicas semanales a todos los sujetos de experimentación. Tras obtener las 34 muestras de tejido de nervio periférico el estudio histopatológico corrió a cargo del Dr. Héctor Miguel Cázarez Magaña, Médico especialista en Anatomía Patológica del Centro Médico ABC. Finalmente el análisis estádistico se realizó en colaboración con el Dr. Carlos Sánder Vélez, médico cirujano, maestro en Ciencias por la uniersidad de Nottingham, Reino Unido. 7.5.6 Recursos institucionales • Departamento de patología de Centro Médico ABC: toma y procesamiento de muestras histopatológicas, análisis histológico. Coordinado por el Dr. Álvaro Padilla Rodríguez • Departamento de cirugía experimental de Centro Médico ABC: Realización de procedimientos quirúrgicos, resguardo y cuidado de los sujetos de estudio durante el tiempo de investigación. Coordinado por la Dra. Lucía Isáis Hernández 7.5.7 Recursos Materiales Biomaterial Poli ε-caprolactona El biomaterial de Poli ε-caprolactona fue donado por el Dr. Antonio Martínez Richa del Departamento de química de la Universidad de Guanajuato. Obtención y mantenimiento de los sujetos de experimentación Se obtuvieron 17 ratas Wistar las cuales del Bioterio de FES Iztacala, el costo de estas corrió a cargo de la Dra. Paola Zamora Muñoz, asesora de tesis. 35 El anestésico utilizado durante el procedimiento y La disposición de los cadáveres fue proporcionado por parte del departamento de cirugía experimental. Hoja de bisturí, sutura Nylon 9-0, analgesia postoperatoria con Ketorolaco, alimento para ratas: Costos corrieron a cargo del investigador principal. 8. Consideraciones bioéticas Los sujetos de experimentación fueron ratas adultas Wistar de 200-300 gramos de peso, obtenidas del bioterio de la Facultad de Estudios Superiores de Iztacala. Fueron resguardadas en el departamento de Cirugía Experimental del Centro Médico ABC, bajo los cuidados del personal de dicho departamento, del investigador y del colaborador desde su obtención hasta el término de la investigación. Los procedimientos se llevaron a cabo en el departamento de Cirugía Experimental del Centro Médico ABC, la anestesia transoperatoria y la analgesia fueron coordinadas por el personal médico del departamento. En este lugar también se mantuvieron las semanas postquirúrgicas proporcionándoles las condiciones óptimas para su recuperación. Se realizaron curaciones y limpieza de las jaulas diariamente. Las condiciones en las que se mantenían los sujetos de experimentación cumplían con ciclos circadianos, agua, alimento ad libitum, condiciones nutricionales óptimas proporcionadas por el investigador y analgesia postquirúrgica. Posterior a la toma de cortes histológicos se sacrificaron a los sujetos de experimentación. La disposición 36 de los cadáveres fue por parte del departamento de cirugía experimental cumpliendo con los requisitos establecidos en la Norma Oficial Mexicana sobre el manejo de residuos peligrosos biológico-infecciosos (NOM-087-ECOL-SSA1-2002). 9. Análisis estadístico El análisis para determinar el tamaño de muestra se realizó a través de una revisión de la literatura de estudios ya publicados, donde se investigaba la recuperación motora y sensitiva en ratas.3,64 Con esta revisión se asumió una variabilidad similar a la de ambos estudios con un poder del 80% y un intervalo de confianza del 95%. Se determinó entonces que era necesaria una muestra de 15 ratas con características similares, para responder a la pregunta de investigación. La fórmula utilizada para el cálculo de tamaño de muestra fue: donde: Zα=1.96 P0=0.80 d=0.01 q0=0.1. Para esta investigación se decidió utilizar una muestra de 17 ratas considerando las posibles pérdidas del 10% que podía haber durante los procedimientos. Para fines de análisis estadístico se separaron los resultados obtenidos en grupos conformados por las semanas de seguimiento post intervención. De esta manera se obtuvieron 6 grupos. El análisis de los resultados se realizó en Microsoft Excel versión 2016. Al ser una muestra en escala los valores se consideraron como no paramétricos por lo que se decidió realizar un análisis de resultados mediante una prueba de Kruskal-Wallis para determinar las diferencias entre grupos. Los análisis post-hoc se realizaron 37 mediante una prueba de Mann Whitney U. se determinó una p<0.05 para considerar la muestra estadísticamente significativa. 10. Resultados Las 17 ratas adultas Wistar utilizadas para este protocolo tenían un peso entre 250 y 300 gramos, todas hembras. De las 17 ratas, dos de ellas no sobrevivieron el período postoperatorio inmediato del primer procedimiento. Ambas murieron durante las primeras horas posteriores a la cirugía. Por esta razón se excluyeron del análisis final. La segunda intervención se realizó en 4 roedores a las 4 semanas (sujeto 6 y 13 a los 32 días, sujetos 3 y 5 a los 33 días), en 6 roedores a las 5 semanas (sujeto 2 a los 36 días, sujetos 9 y 10 a los 37 días, sujetos 1, 7 y 8 a los 38 días) y en 5 roedores a las 6 semanas (sujetos 15, 16 y 17 a los 45 días, sujetos 12 y 14 a los 46 días). (Tabla 4.) 38 Tabla 4. Características de roedores y procedimiento. Sujeto 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 Sexo Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Peso (gr) 300 300 280 300 280 300 270 300 290 300 300 300 290 280 300 300 275 Miembro intervenido Derecho Derecho Derecho Derecho DerechoDerecho Derecho Derecho Derecho Derecho Derecho Derecho Derecho Derecho Derecho Derecho Derecho Diámetro del tubo (mm) 3 3 3 3 2 2.5 3 2.5 2 2 2 2 2 2 2 2 2 Tiempo de seguimiento (días) 38 36 32 32 31 38 38 37 37 46 32 46 45 45 45 Semanas de seguimiento 5 5 4 4 4 5 5 5 5 6 4 6 6 6 6 39 Dentro de las complicaciones observadas uno de los roedores presentó una dehiscencia de herida (sujeto 2) que fue manejada con curaciones diarias y cierre de la herida por segunda intención de forma correcta sin presentar infección. A partir de la tercera semana se identificaron a 6 roedores con automutilación de dos o tres falanges distales de la extremidad intervenida (sujetos 2, 3, 6, 9, 10 y 15). Se realizaron curaciones diarias sin presentar aumento en la lesión ni datos de infección. En la tercera semana de pruebas dos roedores identificados con los números 7 y 9 presentaron lesiones en la extremidad posterior derecha al quedar prensada con la rejilla de la jaula de resguardo (Figura 10). En esa semana no se realizaron pruebas clínicas a estos sujetos ya que se observaba gran aumento de volumen y eritema sobre la extremidad afectada. Se realizó curación de la herida y una semana después al observar una adecuada evolución de la lesión se reanudaron las pruebas. Figura 10. Extremidad con edema y eritema tras lesión con rejilla 40 Prueba de sensibilidad Al analizar los datos de la prueba de sensibilidad se encontró una diferencia estadísticamente significativa entre sí con la prueba de Kruskal-Wallis (p <0.00005). En el análisis post-hoc tomando en cuenta la semana 1 como el grupo control. A partir de la semana 2 se encontró una diferencia estadísticamente significativa entre el control y el grupo de estudio (p< 0.05). Con el paso de las semanas esta diferencia estadística fue aumentando en significancia. (Gráfica 1). Gráfica 1. Análisis post-hoc de prueba de sensibilidad por semana. Prueba de fuerza de agarre Al analizar la fuerza de agarre la diferencia entre grupos con prueba de Kruskal-Wallis el resultado no fue estadísticamente significativo (p>0.05) (Gráfica 2). 41 Gráfica 2. Análisis de fuerza de agarre comparado por semanas Prueba de caminata en tabla El análisis entre grupos dio un resultado estadísticamente significativo (p < 0.00005) con Kruskal-Wallis. Con el análisis post-hoc de los grupos se observó una diferencia estadísticamente significativa a partir de la semana 3 con una p<0.05 (Gráfica 3). Al igual que la prueba de sensibilidad, la diferencia estadistica fue aumentando en significancia. 42 Gráfica 3. Prueba de caminata analizada por semana Prueba de reposicionamiento en el borde de la mesa En esta prueba se observó que los grupos tuvieron una diferencia estadísticamente significativa entre sí (p<0.00000005). Tras un análisis post-hoc se encontraron diferencias estadísticamente significativas a partir de la semana 2 (p<0.05) (Gráfica 4). Como se vio anteriormente en los casos de fuerza de agarre y sensibilidad la significancia estadística aumento con las semanas. Gráfica 4. Prueba de reposicionamiento comparado por semana 43 Respuesta motora con el neuroestimulador Esta prueba se valoró durante el segundo procedimiento y permite identificar una conducción nerviosa a través de una respuesta de flexión plantar al estimular directamente el nervio. El cien por ciento de los sujetos tuvieron una respuesta motora positiva al estimular el nervio proximal al neurotubo. Sin embargo, se logró una respuesta distal al neurotubo al estimular el nervio en un 53%. Aquellos sujetos con un estímulo positivo distal al neurotubo fueron los que se intervinieron entre los 45 y 46 días posteriores a la neurorrafia (Gráficas 5 y 6). Gráfica 5. Porcentaje de sujetos con respuesta motora proximal al neurotubo. 44 Gráfica 6. Porcentaje de sujetos con respuesta motora distal al neurotubo. Estudio histopatológico. De las 15 muestras analizadas con las tres tinciones, la muestra del sujeto 1 se retiró del análisis por no obtenerse una pieza adecuada para el estudio. Todos los resultados se encuentran resumidos en la tabla 5 especificados por sujeto. Dentro de los siete parámetros estudiados se encontraron los siguientes resultados: (Tabla 5). 1. Colágena: el 92.3% presentó fibras de colágena organizadas adecuadamente en la periferia, con visualización completa y correcta de epineuro, perineuro y endoneuro (Figura 11). En un 7.6% se observaron fibras de colágena con aspecto desorganizado. (sujetos 3, 8, 10 y 17) 45 Figura 11. Corte transversal (izquierda) y longitudinal (derecha) de nervio con adecuada organización de fibras de colágena con tinción HyE y Masón respectivamente (Flecha). 2. Vascularización del endoneuro: De las 14 muestras estudiadas se observaron 4 sujetos sin vascularización del endoneuro, 7 sujetos con vascularización leve y 3 con vascularización moderada (Figura 12). Figura 12. tejido de sujeto #14 con vascularización moderada 3. Inflamación: Cuatro sujetos se observaron sin inflamación, seis con inflamación leve, tres con inflamación moderada y solo uno con inflamación severa (sujeto 8). 46 4. Neuroma: de los 14 tejidos estudiados solo se encontraron dos neuromas en los sujetos 5 y 12 (Figura 13). Figura 13. Confirmación de neuroma con tinción anti s100 (x). 5. Fibras de mielina: el 100% de los sujetos mostraron fibras de mielina. 6. Células de Schwann: 12 sujetos presentaron positividad al s100 para células de Schwann (Figura 14), solo 2 sujetos dieron esta prueba negativa (sujeto 7 y 12). Figura 14. Tinción anti s100 positiva para células de Schwann X 47 7. Regeneración: En todas las muestras se observó algún porcentaje de regeneración. 5 sujetos presentaron una regeneración por arriba del 90%, 4 sujetos obtuvieron regeneración del 80%, dos sujetos del 70%, un sujeto presentó regeneración del 50% y en 2 sujetos se vio solo una regeneración axonal del 30% (sujeto 8 y 10). Dentro de los hallazgos específicos observados en la histología el sujeto 3, 9, 12 14 y 17 presentaron reacción a cuerpo extraño en algunas zonas con reacción inflamatoria en la periferia de la misma. El sujeto 10 fue el que presentó menor porcentaje de regeneración axonal con una gran cantidad de fibroblastos con depósito de colágena y zonas de fibrosis en el perineuro. Tabla 5. Valoración de parámetros observados en las pruebas histológicas Sujeto 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 Fibras de colágena * # * * * # * # * * * * * * Vascularización del endoneuro - x x - x x - x x - xx xx xx x Inflamación x x - - xx xxx x xx x - x - x xx Neuroma - - + - - - - - + - - - - - Fibras de Mielina + + + + + + + + + + + + + + Células de scwhann + + + + - + + + - + + + + + Nervio en regeneración % >90 70 80 >90 90 30 80 30 70 95 80 95 80 50 Nomenclatura Fibras organizadas * Fibras desorganizadas # Leve x Moderada xx Severa xxx Se observa + No se observa - 48 11. Discusión El uso de alternativas de neurorrafia con neurotubos sustituyendo al autoinjerto ha ido ganando lugar como tratamiento en lesiones de nervio periférico. Este protocolo de investigación permitió valorar la recuperación clínica e histológica al utilizar un neurotubo de policaprolactona para la renervación en una lesión de 7mm del nervio ciático. Tras realizar el análisis de resultados se observaron progresiones clínicas positivas con el transcurso de las semanas, principalmente en las pruebas que valorabansensibilidad, propiocepción y marcha. En la prueba con el estímulo doloroso a medida que pasaban las semanas la diferencia estadística entre grupos adquiríra mayor significancia. Este hallazgo es evidencia para el uso de un neurotubo como terapia para la recuperacion de sensibilidad. En la prueba de reposicionamiento se observó que desde la segunda semana hubo mejoría sensitiva como motora en la extremidad lesionada. Durante el análisis de las valoraciones por semana la prueba iba adquiriendo un mejor puntaje lo que indica una progresión adecuada. La gran ventaja de realizar esta prueba es que se puede valorar sensibilidad, propiocepción y movilidad y en el estudio los tres parámetros mejoraron con el paso de las semanas. Al analizar las pruebas motoras durante la prueba de la caminata en tabla se observó detenidamente la marcha de los roedores con el paso de las semanas. Durante la primera semana los roedores no lograban mantenerse arriba de la tabla, 49 pero con el paso del tiempo adquirieron la capacidad para controlar su cuerpo en un espacio pequeño y caminar a través de él. La mejoría en la marcha tras el uso de PCL fue evidente desde la primera semana. En las primeras 72 horas todos los roedores mantenían la extremidad posterior en flexión y sin apoyo durante la marcha. A partir del cuarto día se iniciaba un apoyo principalmente con el talón, manteniendo el antepié aún en flexión de dedos. La marcha progresó de un patrón con valgo del retropié a un apoyo plantígrado a partir de la tercera semana (Figura 15). Figura 15. Apoyo de la extremidad posterior derecha a las 2 semanas (izquierda) y a las 4 semanas (derecha). En el análisis histopatológico se confirmó que existía una regeneración axonal en todos los sujetos con una organización adecuada del nervio periférico. Es importante analizar que no en todos los sujetos se observó el mismo porcentaje de renervación y sin embargo la mejoría clínica fue evidente aún en los de menor 50 porcentaje. En todos los sujetos se observaron vacuolas con agregados histiocíticos cercanos a la zona. Fenómeno que suele observarse en lesiones de nervio periférico en proceso de regeneración. Dentro de las fortalezas del estudio se encuentra que se tiene un análisis clínico y su correlación histológica por lo que se puede comparar de una manera más objetiva y completa. Por otro lado, se estudió el neurotubo de policaprolactona de forma aislada, sin agregar factores de crecimiento por lo que se pudo estudiar la efectividad basal de esta intervencion. Uno de los sesgos fue el realizar la segunda intervención de los roedores en diferentes semanas, esto debido a cuestiones de tiempo y disponibilidad quirúrgica. Por esta razón se decidió dividirlos en tres grupos de cinco sujetos cada uno, interviniendo a las cuatro, cinco y seis semanas posteriores al primer procedimiento. Al realizar la prueba con el neuroestimulador se observó que los sujetos de seis semanas de evolución presentaban una prueba positiva al neuroestimulador en la región distal al neurotubo. Este hallazgo no se observó en los grupos operados a las cuatro y cinco semanas. Esta observación puede ser de gran utilidad en futuras investigaciones para establecer un tiempo mayor a seis semanas para la valoración de esta prueba ya que puede brindar un resultado más objetivo con respecto a la recuperación del nervio periférico. Otra limitación observada es el tamaño de muestra de 15 sujetos. A pesar de que es el tamaño de muestra correcto para obtener significancia estadística, un mayor 51 número de sujetos de investigación podría darle mayor poder estadístico principalmente en las pruebas en las que no se observó diferencia. Una vez analizadas las pruebas funcionales, los resultados nos indican que el uso del polímero de policaprolactona permita una regeneración nerviosa en lesiones de nervio periférico de 7 mm. En un estudio prospectivo publicado en 2009 se comparó el uso de tres diferentes neurotubos comerciales, formados por caprolactona, colágena y ácido poliglicólico contra el autoinjerto. Tras realizar pruebas de fuerza motora y electromiografía se observó que no había diferencia estadísticamente significativa únicamente entre el autoinjerto y el neurotubo de caprolactona, obteniendo resultados menos positivos con el uso de los otros dos injertos.3 En este protocolo se agregaron a las pruebas de fuerza otros análisis de sensibilidad y marcha lo que brinda un estudio más completo de la progresión de lesiones de nervio periférico con el uso de PCL. En otro estudio realizado publicado en 2018 en la Revista Internacional de Células artificiales, Nanomedicina y Biotecnología, se compararon 2 neurotubos, uno de policaprolactona en combinación con el factor de crecimiento nervioso (NGF) y otro sin este factor contra el autoinjerto para una lesión de 10 mm.72 Se realizaron pruebas de electromiografía a las 12 semanas de la neurorrafia, así como un análisis de la marcha y pruebas de sensibilidad. Finalmente se sacrificaron los sujetos y se realizó un estudio de histopatología para valorar la regeneración axonal y datos de inflamación. Los resultados obtenidos demostraron que no había diferencia significativa entre el autoinjerto y los neurotubos a las 12 semanas en ninguna prueba. En el análisis histológico si se observó una mayor cantidad de https://paperpile.com/c/FH2oCj/Oykz8 https://paperpile.com/c/FH2oCj/q08C 52 fibras de mielina en los neurotubos con factor de crecimiento. Este estudio confirma una vez más que el PCL es un excelente vehículo para la regeneración axonal. El estudio mencionado tuvo una duración de 12 semanas y si hizo una diferencia estadística en la fuerza de la extremidad cuando la valoraban a las 4 semanas y después a las 12. Este protocolo tuvo un seguimiento máximo de 6 semanas por lo que puede ser un factor determinante para la valoración de la prueba de fuerza. A pesar de los resultados positivos que se han visto con el uso del PCL para lesiones de nervio periférico, solo existe en el mercado un producto con este polímero. Este es el primer estudio experimental realizado con un neurotubo de caprolactona en México. Esta investigación presenta evidencia que contribuye a la búsqueda de mejores alternativas para el tratamiento de lesiones nerviosas. El PCL es un biomaterial de síntesis sencilla y de bajo costo por lo que no es dificil su replicación para realización de neurotubos. Esta investigación demuestra un resultado positivo de regeneración axonal con PCL, sin embargo, futuros estudios son necesarios para confirmar el su uso como terapia en humanos. 12. Conclusión Este estudio presenta evidencia sobre el uso de un neurotubo de PCL sobre lesiones de 5 mm en nervio periférico. Los resultados obtenidos muestran que el PCL podría ser una alternativa adecuada para contrarrestar los efectos del aloinjerto, sin embargo mayores estudios a largo plazo son necesarios para confirmar su uso. 53 13. Cronograma de Actividades Tarea Actividades 1 Investigación bibliográfica 2 Diseño del protocolo 3 Autorización y colaboración del departamento de cirugía experimental y patología 4 Modificación del protocolo 5 Revisión de protocolo por comité 6 Cirugía de lesión de nervio ciático y colocación de neurotubo 7 Cirugía de toma de biopsia de nervio ciático 8 Procesamiento de muestras de patología 9 Recolección de datos 10 Análisis estadístico 11 Redacción de tesis 12 Conclusiones 13 Impresión de tesis 54 14. Presupuesto El biomaterial de L-ácido poliláctico fue donado por el Dr. Antonio Martínez Richa del Departamento de química de la Universidad de Guanajuato. La obtención de las 17 ratas Wistar fueron obtenidas del bioterio de FES Iztacala, el presupuesto
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