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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE MEDICINA 
DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO 
 
THE AMERICAN BRITISH COWDRAY MEDICAL CENTER, I.A.P. 
 
APLICACIÓN DE NEUROTUBO DE POLI ε-CAPROLACTONA COMO 
BIOMATERIAL PARA LA RENERVACIÓN DE LESIONES DE NERVIO 
PERIFÉRICO EN RATAS 
 
TESIS DE POSGRADO 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
ESPECIALISTA EN ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGÍA 
 
P R E S E N T A: 
DRA. CINTHYA VIANEY VARGAS ZAVALA 
 
ASESORES DE TESIS: 
DRA. CLAUDIA ARROYO BEREZOWSKY 
DRA. PAOLA MARITZA ZAMORA MUÑOZ 
 
PROFESOR TITULAR DEL CURSO DE ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGÍA: 
DR. JAVIER CAMACHO GALINDO 
 
 
CIUDAD DE MÉXICO, AGOSTO 2019 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
DR. JUAN OSVALDO TALAVERA PIÑA 
JEFE DE ENSEÑANZA 
CENTRO MÉDICO ABC 
 
 
 
 
DR. JAVIER CAMACHO GALINDO 
PROFESOR TITULAR DEL CURSO DE ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGÍA 
CENTRO MÉDICO ABC 
 
 
 
 
DRA. CLAUDIA ARROYO BEREZOWSKY 
ASESORA DE TESIS 
 
 
 
 
DRA. PAOLA MARITZA ZAMORA MUÑOZ 
ASESORA DE TESIS 
 
 
 
 
DRA. CINTHYA VIANEY VARGAS ZAVALA 
RESIDENTE DE 4º AÑOS DE ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGÍA 
CENTRO MÉDICO ABC 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
A mi familia de 10 (casi 11), por apoyarme en todas mis locuras. Gracias infinitas mamá, 
papá, Clau, John, Nico, Gabo, Pollo, Martuchis, Rafa y Chiti. 
 
A Chiti, gracias por estar a mi lado en este larguísimo camino, junto a ti todo siempre es 
más fácil. RG. 
 
Al Dr. Javier Camacho, gracias por dejarme formar parte de esta excelente residencia y por 
su apoyo todos estos años. 
 
A la Dra. Claudia Arroyo, gracias por sumarse a este proyecto y por todo el apoyo y 
asesoría. 
 
A la Dra. Paola Zamora, gracias por el apoyo y asesoría para esta tesis y durante mi 
residencia. 
 
Al Dr. Carlos Sanders, por las largas asesorías aún con diferencia de horario. Gracias por 
ser parte de este proyecto. 
 
Al Dr. Rodrigo Sánchez, por tu ayuda incondicional para lograr esta tesis. 
 
A mis amigos Jorge, Carlos y Alex. Gracias por hacer estos cuatro años inolvidables e 
increíblemente divertidos aún en los peores momentos. ¡Lo logramos hermanos! 
 
Índice 
1. Introducción ................................................................................................................................ 1 
2. Marco Teórico ............................................................................................................................. 2 
2.1 Anatomía del sistema nervioso periférico ........................................................................... 2 
2.2 Clasificación de lesiones de nervio periférico .................................................................... 4 
2.3 Degeneración y regeneración nerviosa ............................................................................... 6 
2.4 Tratamiento de lesiones de nervio periférico ...................................................................... 8 
2.5 Tipos de tratamiento para lesión de nervio periférico ........................................................ 8 
2.6 Nervio ciático de la rata ...................................................................................................... 16 
2.7 Valoración clínica de recuperación de lesiones de nervio periférico en ratas ............... 17 
2.8 Estudio histopatológico en lesiones de nervio ciático de rata ........................................ 19 
3. Justificación .............................................................................................................................. 20 
4. Planteamiento del problema .................................................................................................... 21 
5. Hipótesis ................................................................................................................................... 21 
5.1 Hipótesis de Trabajo ........................................................................................................... 21 
5.2 Hipótesis Nula ..................................................................................................................... 22 
5.3 Hipótesis Alternativa ........................................................................................................... 22 
6. Objetivos ................................................................................................................................... 22 
6.1 Objetivo general .................................................................................................................. 22 
6.2 Objetivos específicos .......................................................................................................... 22 
7. Material y Metodología ............................................................................................................. 23 
7.1 Tipo de estudio .................................................................................................................... 23 
7.2 Criterios de inclusión .......................................................................................................... 23 
7.3 Criterios de exclusión ......................................................................................................... 23 
7.4 Operacionalización de variables ........................................................................................ 24 
7.5 Metodología ......................................................................................................................... 25 
7.5.1 Preparación del biomaterial y equipo quirúrgico ....................................................... 25 
7.5.2 Técnica quirúrgica del primer procedimiento ............................................................. 26 
7.5.3 Seguimiento y pruebas clínicas ................................................................................... 30 
7.5.4 Técnica quirúrgica del segundo procedimiento ......................................................... 32 
7.5.5 Recursos humanos ....................................................................................................... 33 
7.5.6 Recursos institucionales .............................................................................................. 34 
7.5.7 Recursos Materiales ..................................................................................................... 34 
8. Consideraciones bioéticas ....................................................................................................... 35 
9. Análisis estadístico .................................................................................................................. 36 
10. Resultados .............................................................................................................................. 37 
11. Discusión................................................................................................................................. 48 
12. Conclusión .............................................................................................................................. 52 
13. Cronograma de Actividades................................................................................................... 53 
14. Presupuesto ............................................................................................................................54 
15. Bibliografía .............................................................................................................................. 55 
 
 
 
1 
 
1. Introducción 
Las lesiones de nervio periférico suelen encontrarse después de un 
traumatismo. Una vez generado el daño, los axones del sistema nervioso periférico 
cuentan con la capacidad para repararse y regenerarse por sí solos bajo ciertas 
circunstancias. La recuperación adecuada depende del tipo de lesión y la longitud 
de ésta.1 
 
Para permitir una adecuada regeneración axonal y renervación, es necesario que 
exista una correcta conducción nerviosa del segmento proximal al distal y que el 
ambiente alrededor del mismo sea el óptimo.2 En muchas ocasiones, el tipo de 
traumatismo y el tamaño de la lesión provocan una interrupción completa de 
contacto entre los segmentos afectados y la única solución es una reparación 
quirúrgica. Cuando el defecto es menor a 2 mm el tratamiento de elección es una 
reparación término terminal, que permita unir ambos segmentos sin crear tensión 
del nervio. Cuando la lesión es de mayor tamaño, se crea tensión en el tejido, la 
irrigación disminuye y esto provocará un fracaso en la reparación.3 
 
Al presentarse esta problemática, el estándar de oro utilizado como tratamiento es el 
uso de un injerto autólogo. Para ello, se requiere encontrar un nervio compatible en 
diámetro con el lesionado lo que limita las opciones de manejo.4 Además, existen 
diversos riesgos asociados como el de realizar un segundo procedimiento con una 
nueva herida quirúrgica y las comorbilidades que esto conlleva. Aunado a ello, se 
provoca una denervación del sitio donador y se puede formar un neuroma en esta 
zona.5 
https://paperpile.com/c/FH2oCj/ySheR
https://paperpile.com/c/FH2oCj/xt6x
https://paperpile.com/c/FH2oCj/Oykz8
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2 
 
Se han buscado diversas alternativas que sustituyan el actual estándar de oro y una 
de ellas es el uso de un neurotubo sintético que permita guiar el crecimiento del 
nervio a través de él y así su regeneración axonal. Se busca que sea un conductor 
biocompatible y bioabsorbible, que preserve los factores de crecimiento y permita 
una buena circulación.6 
 
El polímero de poli ε-caprolactona cumple con todos los requerimientos para ser 
usado como neurotubo, siendo una buena alternativa para la reparación del nervio 
periférico (neurorrafia). La fabricación de este es de bajo costo y en estudios 
anteriores se ha encontrado una mejoría en la conducción nerviosa y en la 
regeneración axonal.3 
 
2. Marco Teórico 
2.1 Anatomía del sistema nervioso periférico 
El sistema nervioso periférico es el encargado de conectar al sistema 
nervioso central a través de la médula espinal con los diversos órganos diana por 
medio de nervios periféricos.7 El cuerpo neuronal se encuentra en la médula espinal. 
Las raíces motoras se originan del cuerno anterior de la médula y las sensitivas del 
cuerno posterior. La conexión entre el cuerpo celular y el órgano diana se da a 
través de los axones.8 Cada nervio está conformado por miles de axones envueltos 
por una célula de Schwann que pueden o no estar contenidos en una vaina de 
mielina. Cada vaina de mielina está organizada en segmentos y entre un segmento 
y otro se forma un espacio libre de mielina llamado nodo de Ranvier, en el cual se 
concentran la mayor cantidad de iones para generar un potencial de acción (Figura 
1).9 Si realizáramos un corte transversal en un nervio sural, por ejemplo, la densidad 
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https://paperpile.com/c/FH2oCj/vqGui
https://paperpile.com/c/FH2oCj/DNJxF
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3 
 
de mielina observada es de 8,000 fibras de mielina/mm2 y unos 30,000 axones no 
mielinizados.10 
 
El nervio periférico está rodeado por tejido conectivo, en primer lugar está el 
endoneuro que contiene a cada una de las fibras nerviosas, tiene una abundante 
matriz extracelular compuesta por fibroblastos, macrófagos, colágena tipo I y II y 
vasos sanguíneos. Estas fibras se agrupan en fascículos determinados por el 
perineuro (segunda capa), el cual es el encargado de resistir las fuerzas de tensión 
ejercidas hacia el nervio y crea una barrera protectora para mantener al nervio como 
un tejido inmunológicamente privilegiado.11 Finalmente, los fascículos se cubren por 
la tercera capa de tejido conectivo llamada epineuro que contiene vasos sanguíneos 
(vasa nervorum) para la nutrición del nervio y colágena I y II organizada en varias 
capas de una manera muy estructurada. Esta disposición le permite ser una barrera 
protectora que resiste las fuerzas de compresión.12 (Figura 1) 
 
Figura 1. Anatomía del Nervio periférico y organización del estroma del nervio periférico. Replicado 
de Tsao B, Boulis N et al. 8 
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https://paperpile.com/c/FH2oCj/7xXlU
https://paperpile.com/c/FH2oCj/Sbo3M
http://paperpile.com/b/FH2oCj/DNJxF
https://paperpile.com/c/FH2oCj/DNJxF
4 
 
 
2.2 Clasificación de lesiones de nervio periférico 
Las lesiones de nervio periférico de origen traumático pueden causarse por 
diversos mecanismos como: tracción, laceración, aplastamiento, o heridas por arma 
de fuego y dependiendo de la profundidad del daño se puede estimar el pronóstico 
de recuperación que tendrá el nervio.13 En 1942 se publicó una nueva clasificación 
con base en estas regiones anatómicas para identificar los tipos de lesión nerviosa 
en tres principales grupos: neuropraxia, neurotmesis y axonotmesis.14 (Figura 2) 
 
En una neuropraxia hay un bloqueo en la conducción nerviosa, principalmente por 
un agente externo que comprime la vascularidad del nervio y no permite generar un 
adecuado potencial de acción para la correcta conducción nerviosa. A pesar del 
bloqueo de conducción el nervio permanece intacto y si se retira el factor que está 
generando la isquemia el nervio puede recuperar completamente su función.15 
 
El segundo grado de lesión según la clasificación de Seddon es la axonotmesis. 
Implica una lesión más profunda con un daño en el axón que va a provocar una 
degeneración Walleriana, la cual inicia desde las primeras horas de la lesión y se 
completa entre la sexta y octava semana.13 A pesar de que el daño es mayor, si el 
tejido conectivo circundante del perineuro y endoneuro se mantiene completo se 
puede establecer una regeneración y devolver la función al nervio. Una de las 
complicaciones de esta lesión es que se genere una cicatriz fibrosa dentro de los 
conductos de mielina, lo que impediría una conducción y regeneración completa.14 
 
https://paperpile.com/c/FH2oCj/m7rB
https://paperpile.com/c/FH2oCj/OO7gw
https://paperpile.com/c/FH2oCj/vFzsP
https://paperpile.com/c/FH2oCj/m7rB
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5 
 
La lesión más severa descrita en la clasificación de Seddon es la neurotmesis. Se 
define como una interrupción completa de la conducción del nervio periférico al 
incluir un daño a la vaina de mielina y a todas las capas del tejido conectivo lo que 
va a complicar una regeneración ordenada.14 Para lograr la recuperación funcional 
del nervio periférico tras una neurotmesis se necesita una intervención quirúrgica, 
con el riesgo de generar fibrosis y una regeneración incompleta. Un tercio de las 
lesiones de nervio periférico son neurotmesis.15 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 2. Esquema de lesiones de nervio periférico según Seddon Tomado de Lorenzo EDB.18 
 
Más adelante, en 1951, se realizó una nueva clasificación denominada de 
Sunderland por el autor que la describió.16 Esta clasificación guarda cierta relación 
con la de Seddon, dándole una mayor especificidad anatómica y fisiológica en la 
descripción de cada grado.17 (Tabla 1). 
 
 
 
 
https://paperpile.com/c/FH2oCj/OO7gw
https://paperpile.com/c/FH2oCj/vFzsP
http://paperpile.com/b/FH2oCj/0OsQhttps://paperpile.com/c/FH2oCj/6sNd
https://paperpile.com/c/FH2oCj/WYm61
6 
 
Tabla 1. Clasificación de Seddon y Sunderland para lesiones nerviosas.Tomado de Seddon HJ, 
Campbell WW.14,17 
Grado Tipo de lesión Clasificación de Seddon 
I Desmielinización segmentaria Neuropraxia 
II Lesión del axón con endoneurio intacto Axonotmesis 
III 
Axón y endoneurio lesionado con 
perineurio normal 
Axonotmesis 
IV 
Pérdida de continuidad de axón, 
endoneurio, perineurio y fascículos, con 
preservación del epineurio 
Axonotmesis 
V 
Nervio periférico completamente 
seccionado 
Neurotmesis 
 
2.3 Degeneración y regeneración nerviosa 
Una vez generado el daño al nervio periférico por una lesión por traumatismo, 
éste puede sufrir una desmielinización segmentaria o una degeneración Walleriana.1 
La primera ocurre cuando solo una porción del nervio sufre algún daño por 
compresión o por tracción, sin afectar los segmentos proximales y distales a esta 
zona. Por el contrario, en una degeneración Walleriana, hay una afectación en el 
segmento proximal, distal y en el tejido conectivo circundante.2 La primera región 
dañada es la distal, que sufre una retracción que termina en una muerte celular 
programada. Los macrófagos y las células de Schwann comienzan la 
desmielinización. El segmento proximal será entonces el encargado de dirigir la 
regeneración axonal.8 
 
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http://paperpile.com/b/FH2oCj/WYm61
https://paperpile.com/c/FH2oCj/OO7gw
https://paperpile.com/c/FH2oCj/WYm61
https://paperpile.com/c/FH2oCj/ySheR
https://paperpile.com/c/FH2oCj/xt6x
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7 
 
Para lograr una regeneración nerviosa en una lesión grado II a grado V de 
Sunderland, ésta se va a llevar acabo principalmente, por la integridad del segmento 
proximal.11 Las células de Schwann generan la expresión de neurotrofinas y 
moléculas de adhesión y éstas permiten la formación de bandas alrededor de la 
lámina basal que funcionarán como guía para la regeneración del nervio periférico.19 
 
Uno de los factores que determinan la recuperación del nervio es la integridad del 
endoneuro, cuando éste se encuentra dañado, resulta más difícil mantener una 
regeneración axonal ordenada y protegida del tejido conectivo circundante. Esta 
lesión puede resultar en la formación de un neuroma, definido como un crecimiento 
axonal desordenado que dará señales hiperexcitables, traducidas clínicamente con 
dolor de tipo neuropático.17 Si se logra que las fibras que van creciendo del 
segmento proximal, se introduzcan al endoneuro del segmento distal, el pronóstico 
resultará muy favorable para la recuperación funcional de ese nervio.20 
 
El crecimiento axonal ideal durante la regeneración después de una lesión suele ser 
de 1 mm por día y se puede calcular el tiempo de recuperación obteniendo la 
distancia entre la lesión y el músculo diana. Si el axón tarda más de 4 meses en 
volverse a unir, el diámetro del endoneuro en el segmento distal se encoge 
impidiendo una regeneración completa.21 El músculo diana es otro factor 
determinante para la recuperación funcional después de una lesión nerviosa. Un 
músculo denervado se atrofia y se forman depósitos de colágena en el perimisio y 
endomisio, frenando la funcionalidad de la placa neuromotora.22 Este fenómeno 
puede ser reversible hasta dentro de los 18 meses pero entre más tiempo transcurra 
los resultados serán cada vez más pobres hasta volverse imposible de recuperar.21 
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8 
 
 
2.4 Tratamiento de lesiones de nervio periférico 
Cuando se documenta una lesión grado V del nervio periférico, el tratamiento 
se vuelve quirúrgico necesariamente. Como se ha mencionado previamente, al estar 
lesionadas todas las capas que le brindan protección e irrigación al nervio, la 
regeneración será de una forma desordenada e incorrecta con una alta probabilidad 
de generar fibrosis que impidan una correcta conducción nerviosa.23 
 
 Las lesiones del nervio periférico ocasionadas por punzocortantes suelen no 
generar un daño tan importante en el tejido blando circundante y si son reparadas 
en las primeras 72 horas se puede evitar la retracción proximal y distal de los cabos 
del nervio.17 Cuando ha transcurrido un tiempo más prolongado o si la lesión 
provocó una sección al nervio mayor a 5 mm, al intentar realizar la neurorrafia se 
puede provocar tensión en el mismo. Si el tejido se mantiene tenso un 8% por arriba 
de lo habitual, la irrigación disminuye hasta la mitad de su flujo y con un 15% de 
tensión se produce una isquemia completa lo que genera resultados no 
satisfactorios en cuanto a la recuperación de funcionalidad.6, En estos casos el 
manejo ideal hasta ahora reportado es utilizar un injerto nervioso que permita la 
unión proximal y distal para su regeneración.24 
 
2.5 Tipos de tratamiento para lesión de nervio periférico 
Actualmente, el estándar de oro para las neurorrafias con defectos mayores a 
5 mm es el injerto autólogo. Para esto se utilizan nervios periféricos, normalmente 
ramas sensitivas que no generan una disfunción mayor al solo denervar una zona 
cutánea. Entre estos nervios se encuentra el injerto de nervio sural, de ramas de 
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nervios cutáneos superficiales de antebrazo o del nervio cutáneo antebraquial 
medial.24 Los nervios utilizados suelen ser únicamente sensitivos, lo que evita 
generar un déficit motor. Sin embargo, utilizar un injerto autólogo no es 
completamente inocuo, las áreas denervadas quedan con anestesia de forma 
permanente.23 Otro factor a tomar en cuenta es la posibilidad de formar neuromas 
en esas zonas provocando dolores neuropáticos, así como riesgo de infección, dolor 
residual o fibrosis del sitio quirúrgico al ser una segunda intervención. 
Independientemente de estos riesgos, en ocasiones no se obtiene un autoinjerto 
adecuado por las diferencias estructurales en cuanto al diámetro y número de fibras 
axonales que existen entre el donador y el receptor, requiriendo alguna otra 
alternativa para la neurorrafia.25 
 
Para evitar los efectos adversos del autoinjerto se han ideado diferentes alternativas 
con el uso de otro tipo de injerto que sea utilizado como andamiaje para guiar al 
nervio durante su renervación.26 Dentro de las opciones se propusieron inicialmente 
los injertos de vena y tejido muscular, el objetivo de éstos era realizar una 
tubulización entre el segmento proximal y distal del nervio generando un 
microambiente adecuado para la regeneración nerviosa a través de este tubo.27 Al 
igual que los autoinjertos para obtener la vena ideal que servirá como tubo se 
requiere de un procedimiento más y se debe seleccionar de forma muy detallada el 
vaso que se utilizará para que concuerde con el diámetro del nervio y no provoque 
una compresión o por el contrario una gran amplitud que permita el crecimiento 
axonal desordenado.28,29 
 
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Una segunda alternativa es el uso de aloinjertos, la principal limitante con ellos es el 
rechazo inmunológico que conlleva y para evitarlo se necesita brindar un tratamiento 
de inmunosupresión por un aproximado de 18 meses, aumentando ahora el riesgo 
de infección, dehiscencia de herida y otros efectos sistémicos adversos para el 
paciente.30 Existen aloinjertos procesados que ya norequieren de la 
inmunosupresión del paciente, uno de ellos que se encuentra actualmente en el 
mercado es el llamado Avance Nerve Graft®, un aloinjerto acelular.31 Se han 
obtenido resultados favorables al ser comparado con biomateriales naturales de 
colágena generando mayor número de axones mielinizados, pero no mejor que los 
autoinjertos. Se ha encontrado un riesgo alto de fibrosis por respuesta inmune del 
paciente a pesar del proceso de descelularización al que son sometidos y si ésta se 
presenta genera una neuropraxia que no permite la correcta funcionalidad del 
nervio.29 
 
Al presentarse esta problemática, han surgido distintas opciones de tratamiento, en 
busca de un buen conductor biocompatible, biodegradable, flexible, que preserve los 
factores de crecimiento y permita una buena circulación.6 Se propuso como 
alternativa el uso de un neurotubo, que como su nombre lo indica, es una estructura 
tubular en la que se va a fijar el extremo proximal y distal del nervio lesionado con el 
objetivo que a través del conducto se lleve a cabo la regeneración nerviosa 
uniéndose finalmente ambos segmentos y regresando la funcionalidad del nervio.32 
 
Los neurotubos se pueden clasificar de acuerdo con el tipo de polímero utilizado, en 
sintéticos y naturales. Cada uno ofrece distintas características y ventajas entre 
ellos. Desde 1980 se comenzaron a probar biomateriales tanto naturales como 
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https://paperpile.com/c/FH2oCj/dUnuS
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https://paperpile.com/c/FH2oCj/ySPbp
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11 
 
sintéticos para la reparación de lesiones de nervio periférico por medio de 
neurotubos.33 Se demostró la necesidad de un neurotubo biodegradable ya que 
aquellos que no lo eran provocaban a largo plazo una compresión nerviosa que 
limitaba la regeneración. Esta problemática tenía que ser resuelta por medio de un 
segundo procedimiento para retirar el neurotubo sin haber logrado el retorno 
funcional completo del nervio.32 Además de ser biodegradable, otra de las funciones 
que se busca en un neurotubo, es realizar una barrera entre los axones y los 
fibroblastos para evitar la formación de fibrosis y neuromas que impidan una 
adecuada regeneración nerviosa.25 
 
Dentro de los materiales naturales ampliamente estudiados para el uso de 
neurotubos se encuentra la colágena. Ésta es la principal proteína de la matriz 
extracelular. El primer neurotubo aprobado por la FDA fabricado de colágena tipo I 
bovina fue NeuraGen®, un neurotubo fibrilar, absorbible y que ha demostrado 
buenos resultados ya publicados en la literatura.34 La desventaja del NeuraGen® es 
su prolongado tiempo de reabsorción de 4 años, provocando un alto riesgo de 
causar fibrosis y limitar la correcta regeneración nerviosa.35 Nuevas marcas 
surgieron a partir del NeuraGen® también basados en colágena tipo I como 
NeuroMatrix®, Neura Wrap® y Neuroflex®. Los resultados han sido similares al 
primero con la ventaja del menor tiempo de reabsorción.29 
 
El Chitosan y el alginato son un par de polisacáridos que se han probado como 
andamiajes para la regeneración nerviosa. Esta investigación surgió a partir del 
conocimiento de las propiedades de dichos biomateriales como son su 
biocompatibilidad, la versatilidad en sus formas como esponja, geles o tubos, la 
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capacidad de biodegradarse y la habilidad de causar una correcta adherencia 
celular.36,37 El alginato se ha usado en combinación con otro material llamado etileno 
diamina para formar una espuma en forma de neurotubo que permite la 
regeneración nerviosa sin necesidad de suturarse al epineuro y obteniendo 
resultados favorables.38 El chitosan es un componente obtenido del citoesqueleto de 
diversos crustáceos. Se han probado neurotubos creados con este polisacárido, sin 
embargo, entre los principales defectos está su poca estabilidad mecánica y la 
rápida degradación, aún antes de que se haya logrado una renervación completa 
por lo que no son el componente ideal para lesiones grandes de nervio periférico.29 
 
Los biomateriales sintéticos han ido obteniendo buenos reconocimientos en esta 
área ya que tiene la amplia ventaja de controlar el tiempo de degradación de una 
mejor manera en comparación con los naturales.39 Dentro de los materiales 
sintéticos utilizados para los neurotubos, se encuentra el grupo de los poliésteres 
como el ácido poliláctico (PLA), ácido poliglicólico (PGA), ácido poliláctico co-
glicólico (PLGA) y la policaprolactona (PCL). Todos ellos han mostrado resultados 
favorables para la regeneración nerviosa y actualmente se encuentran dos 
productos ya aprobados por la FDA basados en estos polímeros llamados 
Neurotube® (PGA) y Neurolac® (PCL).25 
 
El ácido poliláctico se obtiene principalmente del maíz, la caña de azúcar o el trigo. 
Es un material biocompatible con el que se ha visto una regeneración axonal 
comparable a la del autoinjerto, aún en defectos de hasta 20 mm.40 La desventaja 
con este biomaterial es que es muy complicado crear un neurotubo delgado ya que 
no se tiene un manejo sencillo de este biomaterial al disminuir su grosor, con mayor 
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https://paperpile.com/c/FH2oCj/KvEie
13 
 
riesgo de que al regenerarse se haga una compresión con el biomaterial o no exista 
una buena renervación.41 
 
El ácido poliglicólico, otro biomaterial del grupo de los poliésteres, es un poco más 
rígido y cristalino que el PLA. Es un biomaterial que suele usarse en combinación 
con algún otro factor como las células madre.40 Neurotube® es el nombre comercial 
del polímero que se encuentra ya en el mercado. Los buenos resultados en las 
investigaciones han sido principalmente por este uso de células madre en conjunto, 
dejando dudas de su utilidad funcional al usar el producto por separado.42 
 
El copoliéster PLGA ha tenido una gran aceptación ya que genera muy poca 
respuesta inflamatoria y tiene la gran ventaja que su fabricación es muy sencilla. A 
pesar de ello, en la mayoría de los estudios se ha utilizado en combinación con 
algún otro factor de crecimiento como factor de crecimiento nervioso (NGF) o con 
algún poliol.40 Se han obtenido buenos resultados funcionales, pero al igual que el 
ácido poliglicólico no se conoce con certeza si esto puede ser debido a la mezcla 
con los otros factores de crecimiento y no al tipo de neurotubo utilizado.43 
 
Dentro de los poliésteres estudiados se encuentra la poli ε-caprolactona (PCL), un 
polímero que ha demostrado excelentes resultados, con una regeneración axonal 
desde las 2 semanas, observado en estudios sobre lesiones completas de nervio 
periférico de rata.44 Existe un copolímero de PCL y ácido láctico llamado Poli D,L-
láctico-co-ε-caprolactona, el cual ya ha sido probado en humanos como neurotubo y 
comercializado con el nombre de Neurolac®.46 En un estudio realizado en 2012 se 
valoró la mejoría clínica de los pacientes postoperados de neurorrafias con 
https://paperpile.com/c/FH2oCj/VkUYj
https://paperpile.com/c/FH2oCj/KvEie+e5gUW
https://paperpile.com/c/FH2oCj/KvEie+e5gUW
https://paperpile.com/c/FH2oCj/KvEie+e5gUW
https://paperpile.com/c/FH2oCj/g0VY4
https://paperpile.com/c/FH2oCj/lDfA2
https://paperpile.com/c/FH2oCj/98UiM
14 
 
colocación de Neurolac®. Inicialmente se obtuvieron resultados óptimos, con 
mejoría en la fuerza y disminución del dolor, sin embargo ha presentado ciertas 
complicaciones como fístulas del neurotubo, por lo que aún no se recomienda del 
todo el uso clínico este implante.45A pesar de ello, en otro estudio publicado en 2017, con una serie de 28 pacientes 
con lesiones nerviosas de nervios digitales y nervios sensitivos de la muñeca, se 
probó un neurotubo de caprolactona. Los resultados observados fueron muy 
favorables en las recuperaciones funcionales de los pacientes. En este estudio sólo 
se consideraron 3 pacientes con fallas en el tratamiento por persistir con disestesias 
y fueron sometidos a una segunda intervención para retiro del neurotubo y 
colocación de injerto autólogo.46 
 
Como se han mencionado previamente, en el mercado existen ya 13 productos 
aprobados por la FDA y comercialmente disponibles utilizados como neurotubos, 
algunos de ellos con un tiempo muy corto de degradación, lo que limita su 
funcionalidad. Sólo uno de ellos tiene como base el PCL (Tabla 2).25 Un aspecto 
muy relevante con respecto a los productos mencionados es que ninguno de estos 
neurotubos está accesible para nuestro país. 
 
 
 
 
 
 
https://paperpile.com/c/FH2oCj/tNqSd
https://paperpile.com/c/FH2oCj/98UiM
https://paperpile.com/c/FH2oCj/mJbSa
15 
 
Tabla 2. Neurotubos aprobados por la FDA. Tomado de Jiang X et al.25 
Nombre del Producto Material Tiempo de degradación 
Salutunnel® Alcohol polivinil No absorbible 
Neura Wrap® Colágena tipo I 36-48 meses 
Neuroflex® Colágena tipo I 4-8 meses 
NeuroMatrix® Colágena tipo I 4-8 meses 
NeuroMend® Colágena tipo I 4-8 meses 
NeuraGen® Colágena tipo I 36-48 meses 
Reinforced Flexible 
Collagen Nerve Cuff® 
Colágena tipo I con 
sutura polifilamento 
absorbible 
Reabsorbible (no 
menciona tiempo) 
Neurolac® 
Poly (DL-Lactide-co-ε-
caprolactone) 
42 meses 
Axoguard Nerve 
protector® 
Porcine SIS (submucosa 
de intestino delgado) 
3 meses 
Reaxon plus® Chitosan 74 semanas 
Cova OrthoNerve® Colágena tipo I 13 semanas 
Nerve Cuff® SIS 18 meses 
Neurotube® Ácido poliláctico (PGA) 3 meses 
 
 
16 
 
2.6 Nervio ciático de la rata 
La rata es uno de los animales más utilizados para el estudio de lesiones 
nerviosas, principalmente el nervio ciático. Una de las ventajas de este nervio 
periférico es la facilidad que brinda para su manipulación. Es un nervio poco 
susceptible a un trauma por lo que se puede trabajar sin riesgo a modificar los 
resultados experimentales.47 
 
En cuanto a las características del nervio ciático del roedor, éste tiene su origen 
principalmente de las raíces nerviosas de L4 y L5 con algunas variantes que 
incluyen a L3 y L6, diferente al humano en el cual no se cuenta con L6 y el nervio 
ciático se forma de la raíz de L4, L5, S1, S2 y S3.48 Si se realiza un corte transversal 
al nervio en la región proximal, éste cuenta con un solo fascículo que antes de su 
entrada a la zona poplítea se trifurca. Estos tres fascículos corresponden al nervio 
tibial, nervio peroneo y nervio sural (Figura 3).47 El trayecto del nervio tras la salida 
de la columna, inicia partiendo inferior al isquion hasta llegar a la escotadura ciática, 
atraviesa ésta y continua posterior por el muslo para penetrar en la fosa poplítea 
donde se bifurca en las 3 ramas previamente mencionadas.47 
 
La densidad de fibras de mielina observadas al microscopio se encuentra entre las 
2,600 a 2,800 fibras/mm2 con una cuenta axonal aproximada de 27,000 fibras 
nerviosas. Del total de axones las fibras sensitivas ocupan un 23% con fibras 
mielinizadas y 48% con no mielinizadas, el resto son fibras motoras.49,50 El diámetro 
aproximado del nervio ciático de la rata en su región proximal es entre 4.5-6 µm.47,51 
https://paperpile.com/c/FH2oCj/bnNRX
https://paperpile.com/c/FH2oCj/MDEMh
https://paperpile.com/c/FH2oCj/bnNRX
https://paperpile.com/c/FH2oCj/bnNRX
https://paperpile.com/c/FH2oCj/ZOPii+zAkxt
https://paperpile.com/c/FH2oCj/bnNRX
https://paperpile.com/c/FH2oCj/FnDC0
17 
 
 
Figura 3. Anatomía del nervio ciático de la rata. A: Nervio ciático en muslo derecho señalado en color 
amarillo. B: Nervio ciático en espécimen en la misma zona. Figura A tomada de “In vivo laboratory 
Surgery” 52 
 
2.7 Valoración clínica de recuperación de lesiones de nervio 
periférico en ratas 
Tras una lesión del nervio ciático en protocolos experimentales con ratas, es 
necesario realizar pruebas clínicas que sean de utilidad para valorar de forma 
cuantitativa la progresión. Se debe de evaluar la recuperación tanto sensitiva como 
motora.53 
 
Dentro de estas pruebas una que nos brinda datos de sensibilidad, de funcionalidad 
y de propiocepción es la de reposicionamiento de la extremidad al colocarla en el 
borde de una mesa.53 La sensibilidad se obtiene en el momento que la rata percibe 
el contacto con el borde de la mesa. Al notar que la pata está cayendo se activa la 
propiocepción e intenta reposicionarla para mantenerse sobre la mesa. Finalmente, 
al ejercer fuerza muscular para la adecuada posición de la extremidad se valora la 
función motora.54 
A B 
https://paperpile.com/c/FH2oCj/U8jF
18 
 
 
Otra prueba de función motora comúnmente utilizada es la caminata en un plano 
inclinado. Durante esta prueba se valora la capacidad motora de la rata para 
mantenerse en un plano inclinado y para lograr la marcha a través de él. Entre 
menor sea el grosor del objeto por donde deben caminar la dificultad aumenta, ya 
que la rata debe corregir la posición de la extremidad y tener el control de su cuerpo 
para desplazarse sin caer.54 
 
El análisis de la huella es una prueba de utilidad para examinar el patrón de la 
marcha en las ratas. Una de las primeras investigaciones sobre el tema fue 
realizada por el Dr. Medinacelli, y a partir de él este análisis se ha realizado con 
mayor frecuencia.55 
 
Una manera de medir la progresión de la sensibilidad es a través de un estímulo 
nociceptivo.56 En esta prueba al realizar un estímulo doloroso la respuesta esperada 
es la del retiro de la extremidad. El estímulo puede ser con calor, mecánico, 
eléctrico o con una aguja, siempre protegiendo de no crear una lesión en la 
extremidad al realizarlo.57 
 
La motricidad gruesa y la fuerza de la extremidad lesionada pueden ser medidas a 
partir de pruebas en planos inclinados o en contra de la gravedad. Este tipo de 
pruebas obliga a la rata a ejercer fuerza de agarre para poder sostenerse en una 
rejilla o caminar en una barra vertical sin caer de las mismas.58 
 
https://paperpile.com/c/FH2oCj/X0C5I
https://paperpile.com/c/FH2oCj/7cw0s+v5kfR
https://paperpile.com/c/FH2oCj/7cw0s+v5kfR
https://paperpile.com/c/FH2oCj/6SYk
19 
 
2.8 Estudio histopatológico en lesiones de nervio ciático de rata 
Tras una lesión y reparación del nervio ciático, además de las pruebas 
clínicas sensitivas y motoras que nos permiten conocer la progresión funcional del 
roedor, una valoración histopatológica nos permite correlacionar esta mejoría con lo 
observado en el microscopio. 
 
Dentro de los estudios posibles para la valoración histopatológica se puede iniciar 
con una tinción de Hematoxilina y Eosina la cual dará una visión general de la 
composición del tejido que se ha formado dentro del neurotubo.59 Una tinción con 
tricrómico de Masón nos permite observar la existencia de colágena en el tejido, lo 
que traduce una formación de tejido fibroso alrededor del nervio, algo que se espera 
encontrar en escasa cantidad y de forma organizada.3 Para valorar de manera más 
específica la formación y cuantificación de los axones en el tejido formado se puede 
utilizar inmunohistoquímica con una tinción anti-NF 200, anti S100 y para la mielina 
con una tinción de azul de Toludina o HyE se puede visualizar correctamente.59 
(Figura 4). 
 
Los resultados histopatológicos reportados en estudios previos al utilizar el actual 
estándar de oro que es el autoinjerto, tras una recuperación total suele mostrar una 
estructura cercana a la normalidad, como lo es una cuenta axonal que asciende a 
los 4,000 y un número de fibras de mielina entre 3,000 y 5,000 fibras.En cuanto al 
diámetro axonal éste también recupera un grosor de 6 µm.59 
https://paperpile.com/c/FH2oCj/oAsch
https://paperpile.com/c/FH2oCj/Oykz8
https://paperpile.com/c/FH2oCj/oAsch
https://paperpile.com/c/FH2oCj/oAsch
20 
 
 
Figura 4: Nervio periférico normal con tinciones A: HyE, B: Tricrómico de Masón C: 
Inmunohistoquímica anti S100. Tomado de Di Scipio et al.60 
 
3. Justificación 
Las lesiones de nervio periférico son un problema importante en centros de 
traumatología, constituyendo una prevalencia del 1.3 al 2.8% en pacientes con un 
traumatismo.61 La incidencia de este tipo de lesiones es mayor en pacientes en 
edad productiva generando a su vez una pérdida económica si no se logra una 
recuperación completa de la lesión. En Estado Unidos el costo anual de 
reparaciones de nervio periférico es de 7 mil millones de dólares.62 
 
En lesiones completas de nervio periférico, con defectos menores a 2 mm el 
tratamiento de elección es una reparación término terminal, que logre unir ambos 
segmentos sin crear tensión del nervio. Si el defecto es de mayor tamaño o a pesar 
de ser pequeña el tejido se mantiene tenso un 8% por arriba de lo habitual, la 
irrigación disminuye hasta la mitad de su flujo y con un 15% de tensión se produce 
una isquemia completa, generando un fracaso en la reparación.6 
 
A B C 
https://paperpile.com/c/FH2oCj/t1gvY
https://paperpile.com/c/FH2oCj/vuAjS
https://paperpile.com/c/FH2oCj/PSfLh
https://paperpile.com/c/FH2oCj/ySPbp
21 
 
En los casos en los que la lesión no puede ser reparada de forma término-terminal, 
el estándar de oro es el uso de un injerto autólogo. Sin embargo, este procedimiento 
tiene varias morbilidades como lo son otra herida quirúrgica, una denervación del 
sitio donador, así como riesgo de formación de un neuroma en esa zona.4 Los sitios 
donadores suelen ser limitados ya que se debe de encontrar un nervio con un 
diámetro similar al lesionado para que coincida con el extremo receptor.5 
 
Una alternativa al uso de un injerto autólogo es el uso de un neurotubo sintético que 
guíe el crecimiento del nervio a través de él para permitir su regeneración. El 
polímero de poli ε-caprolactona es un biomaterial sintético reabsorbible y 
biocompatible.44 El polímero PCL es un biomaterial que ha demostrado ser una 
buena alternativa para las neurorrafias. La fabricación del mismo es de bajo costo y 
no se ha observado que presente una reacción adversa en su aplicación en ratas y 
por el contrario se ha encontrado una mejoría en la conducción nerviosa y en el 
número de axones.3 
 
4. Planteamiento del problema 
¿Cuál es el efecto del uso de Poli ε-caprolactona como neurotubo para la 
renervación en lesiones de nervio periférico de 7 milímetros? 
 
5. Hipótesis 
5.1 Hipótesis de Trabajo 
El neurotubo de Poli ε-caprolactona utilizado en lesiones de nervio periférico 
de 7 milímetros tiene un efecto estadísticamente significativo en las pruebas de 
marcha, fuerza, sensibilidad y propiocepción tras un seguimiento de 6 semanas 
https://paperpile.com/c/FH2oCj/HvlBQ+6xnfD
https://paperpile.com/c/FH2oCj/Oykz8
22 
 
5.2 Hipótesis Nula 
El neurotubo de Poli ε-caprolactona utilizado en lesiones de nervio periférico 
de 7 milímetros no presenta diferencia estadísticamente significativa en las pruebas 
de marcha, fuerza, sensibilidad y propiocepción tras un seguimiento de 6 semanas. 
 
5.3 Hipótesis Alternativa 
El neurotubo de Poli ε-caprolactona utilizado en lesiones de nervio periférico 
de 7 milímetros tiene un efecto estadísticamente significativo en las pruebas de 
marcha, fuerza, sensibilidad y propiocepción desde la segunda semana de 
seguimiento. 
 
6. Objetivos 
6.1 Objetivo general 
Evaluar el efecto del neurotubo de Poli ε-caprolactona en lesiones de 7 
milimetros en nervio ciático de ratas para lograr una renervación clínica e 
histológica. 
 
6.2 Objetivos específicos 
1. Identificar si se producen neuromas o fibrosis en el nervio periférico 
seccionado tras la utilización de Poli ε-caprolactona como neurotubo. 
2. Valorar la regeneración axonal en el nervio ciático de la rata posterior al uso 
del neurotubo de Poli ε-caprolactona con una lesión de 7 milimetros mediante 
un estudio de inmunohistoquímica. 
23 
 
3. Valorar semanalmente la progresión clínica de la rata tras la colocación del 
neurotubo de Poli ε-caprolactona. 
 
7. Material y Metodología 
7.1 Tipo de estudio 
Cuasiexperimental en animales de laboratorio. 
7.2 Criterios de inclusión 
• Ratas adultas Wistar de entre 250-300 gramos de peso, sanas, con movilidad 
completa de las cuatro extremidades. 
7.3 Criterios de exclusión 
• Ratas de peso menor a 250 gramos. 
• Ratas con alguna lesión en las extremidades que limite la movilidad. 
24 
 
7.4 Operacionalización de variables 
Variable Definición conceptual Definición operacional Tipo de variable Unidades 
Fuerza Acción o causa que produce un cambio en la 
aceleración de un cuerpo de masa específica. 63 
Segundos tolerados sosteniendo la 
rejilla con la extremidad afectada. 
Cuantitativa 
continua, de 
razón. 
Segundos (s) 
Variable independiente 
Sensibilidad Facultad del cuerpo para percibir un estímulo 
externo. 64 
Reacción generada ante un 
estímulo doloroso. 
Cualitativa, 
nominal. 
No presenta 
Variable independiente 
Marcha Proceso periódico de locomoción del cuerpo 
humano en el cual se desplaza hacia adelante o 
hacia atrás. 65 
Capacidad para caminar sobre una 
tabla inclinada. 
Cualitativa, 
nominal. 
No presenta 
Variable independiente 
Propiocepción Habilidad para saber exactamente donde se 
encuentran las partes del cuerpo en el espacio y la 
relación que tienen entre ellas. 66 
Capacidad del sujeto para 
reposicionar la extremidad 
afectada al percibir el borde de la 
mesa. 
Cualitativa, 
nominal. 
No presenta 
Variable independiente 
Conducción nerviosa Respuesta motora y sensitiva de los nervios ante 
un estímulo eléctrico. 67 
Respuesta motora de dorsiflexión 
al realizar un estímulo eléctrico en 
el nervio ciático. 
Cuantitativa 
discreta, de 
razón. 
Grados 
angulares (°) Variable independiente 
Lesión de nervio ciático Herida del nervio ciático resultante de un trauma 
directo, estiramiento o laceración.13 
Resección de un segmento del 
nervio ciático. 
Cuantitativa 
continua, de 
razón. 
Milímetros 
(mm) Variable dependiente 
Regeneración axonal Capacidad de formar nuevos axones posterior a 
una lesión nerviosa. 8 
Formación de axones en el nervio 
ciático. 
Cualitativa, 
nominal. 
No presenta 
Variable independiente 
Neuroma Crecimiento axonal desordenado en un nervio 
periférico. 17 
Crecimiento axonal desordenado 
en el nervio ciático. 
Cualitativa, 
nominal. 
No presenta 
Variable independiente 
Inflamación Respuesta del sistema inmune del cuerpo ante un 
irritante 68 
Aumento de fibras de colágena y 
fibrosis en el nervio ciático. 
Cualitativa, 
nominal. 
No presenta 
Variable independiente 
Vascularización Creación de nuevos vasos sanguíneos a partir de 
vasos ya existentes. 69 
Creación de nuevos vasos 
sanguíneos en el endoneuro. 
Cualitativa, 
nominal. 
No presenta 
Variable independiente 
Diámetro 
Línea que pasa a través del centro de un círculo. 70 
Línea que pasa a través del centro 
del neurotubo. 
Cuantitativa 
continua, de 
razón. 
Milímetros 
(mm) Variable extraña 
 
25 
 
7.5 Metodología 
El protocolo y el procedimiento fueron aprobados por el Comité de bioética y 
el Comité de investigación del Centro Médico ABC. Se obtuvieron 17 ratas del 
bioterio de la Facultad de Estudios Superiores de Iztacala, todas ratas adultas 
Wistar de peso entre 250-300 gramos, las cuales se tuvieron en resguardo desde su 
obtención hasta el término del estudio en el laboratorio de Cirugía Experimental del 
Centro Médico ABC, con previa autorización del mismo. 
 
Todas las ratas se mantuvieron con adecuada ventilación y temperatura permitiendolos ciclos circadianos regulares. Se colocaron en rejillas en grupos de tres, contando 
con agua y alimento ad libitum. Todos los animales eran supervisados diariamente 
por el equipo de cirugía experimental y por dos investigadores (Dra. Cinthya Vargas 
y Dr. Rodrigo Sánchez). Al final de los experimentos todos los roedores fueron 
sacrificados con una dosis letal de pentobarbital cumpliendo con la Norma Oficial 
Mexicana sobre las especificaciones técnicas para la producción, cuidado y uso de 
los animales de laboratorio (NOM-062-ZOO-1999). 
 
7.5.1 Preparación del biomaterial y equipo quirúrgico 
El biomaterial utilizado es un polímero formado de Poli ε-caprolactona (PCL) 
(10 mmol) y polietilenglicol (PEG) (1mmol). El polímero fue sintentizado en el 
departamento de química de la Universidad de Guanajuato por el Dr. Antonio 
Martínez Richa. Este laboratorio cuenta con los datos de caracterización del 
biomaterial pero aún se encuentra en proceso de certificación. Se prepararon los 
neurotubos días previos al procedimiento. El polímero de PCL fue entregado como 
película de 10 cm por 10 cm. Se cortó un fragmento de 8 mm de ancho por 10 mm 
26 
 
de largo y se realizó un cilindro fijándolo con sutura nylon 6-0 para mantenerlo como 
tubo. Los diámetros internos de cada tubo variaron entre 2 y 3 mm y se documentó 
el diámetro utilizado en cada sujeto en caso de ser un factor que influyera en la 
regeneración axonal. 
 
El material utilizado para la realización de procedimientos fue un equipo de sutura 
de microcirugía conformado por pinzas de relojero rectas, pinzas de relojero curvas, 
porta agujas para microcirugía y tijeras de microcirugía. Todos los procedimientos 
se realizaron bajo visión con microscopio con un aumento de 10x. La extremidad 
utilizada en los 17 sujetos fue la extremidad posterior derecha (Figura 5). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 5. Equipo de microcirugía y microscopio utilizado para el procedimiento 
 
7.5.2 Técnica quirúrgica del primer procedimiento 
Se utilizó el mismo protocolo anestésico en todos los casos basado en 
pentobarbital 25 mg/kg, xilazina 2 mg/kg y tramadol 1 mg/kg. Una vez anestesiada 
la rata se realizó tricotomía de la extremidad pélvica derecha y se colocó al sujeto 
27 
 
en posición decúbito prono con sujeción gentil del resto de las extremidades y la 
cola con tela adhesiva. Se realizó asepsia y antisepsia del miembro pélvico derecho 
con solución y jabón. Se marcaron la articulación de cadera, de rodilla y la 
tuberosidad isquiática como referencias anatómicas para el abordaje (Figura 6). 
Bajo visión con microscopio, se realizó un abordaje dorsal con incisión oblicua 
desde rodilla hacia tuberosidad isquiática. Se disecó por planos hasta observar la 
fascia muscular, incidiendo entre el glúteo mayor y el bíceps femoral para exponer el 
nervio ciático. Una vez expuesto se colocó el neuroestimulador a 2 mA para 
confirmar la integridad del nervio, observando la flexión plantar de la extremidad 
posterior derecha al aplicar el estímulo. Posterior a la estimulación del nervio, éste 
se irrigó con lidocaína simple para evitar dolor durante la incisión. 
 
Se marcaron dos referencias, la referencia distal se colocó un milímetro proximal a 
la bifurcación del nervio ciático y 7 mm proximales a ésta se marcó la segunda 
(Figura 7). Se realizó la resección del segmento de nervio ciático de 7 mm con un 
bisturí hoja #15 (Figura 8). Se insertó el neurotubo de 9 mm previamente fabricado 
en el defecto nervioso. El epineuro de ambos extremos del nervio ciático se suturó a 
los bordes del neurotubo con 2 puntos simples con sutura nylon 9-0. Se confirmó la 
adecuada colocación del neurotubo observando por microscopio que los extremos 
de ambos segmentos estuvieran dirigidos hacia el interior del neurotubo (Figura 9). 
Se suturó la herida por planos fascia muscular y tejido celular subcutáneo con vicryl 
4-0 y piel con puntos Sarnoff con Nylon 4-0. Se colocó en cada rata una marca en la 
cola y se realizó un corte en diferente zona de la oreja a cada una para su correcta 
identificación. El procedimiento de microcirugía fue realizado por la Dra. Claudia 
Arroyo, con alta especialidad en cirugía de mano y diplomado en microcirugía. 
28 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 6. Posicionamiento y marcaje de referencias anatómicas para el abordaje. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 7. Marcaje de zona de resección del nervio 
 
29 
 
 
Figura 8. Nervio ciático con resección de segmento de 7mm previa colocación del neurotubo 
 
Figura 9. Confirmación de adecuada colocación del neurotubo 
 
30 
 
7.5.3 Seguimiento y pruebas clínicas 
Posterior al primer procedimiento se realizaron curaciones diarias a la herida 
con microdacyn y se mantuvo analgesia con ketorolaco subcutáneo a dosis de 2.3 
mg/kg durante los primeros 3 días postquirúrgicos. Aquellos sujetos que continuaron 
con los puntos de nylon se mantuvieron durante las 4 semanas para evitar un nuevo 
procedimiento anestésico para el retiro. 
 
De acuerdo a la los estudios de investigación previos sobre pruebas funcionales 
para valoración de ratas con lesión de nervio periférico se escogieron 5 pruebas 
para realizarles semanalmente a los sujetos.53,54,56,57,58 Con estas pruebas se 
pretendió valorar la funcionalidad de la extremidad tanto sensitiva como motora 
(Tabla 3). Se registró el resultado de cada prueba funcional y se describieron las 
complicaciones observadas durante el seguimiento del estudio como las 
dehiscencias de herida o lesiones en la extremidad estudiada por automutilación. 
La prueba con el neuroestimulador se realizó en 2 ocasiones, de forma inicial previo 
a la neurectomía y durante el segundo procedimiento al exponer el nervio ciático. 
 
 
Tabla 3. Pruebas clínicas para valoración funcional de la rata. 
 
Sensibilidad Pruebas de sensibilidad con estímulo doloroso. 
0 No reacciona al estímulo doloroso 
1 Se percibe alguna reacción sin retiro de la extremidad tras el 
estímulo doloroso 
2 Retira al estímulo doloroso 
31 
 
Prueba de fuerza de 
agarre 
Se valoran los segundos tolerados sostenida de la rejilla con 
la extremidad afectada. 
0 No tolera el agarre 
1 Se sostiene menos de 2 segundos 
2 Se sostiene más de 2 segundos 
Caminata en la tabla Se valora si logra caminar sobre la tabla 
0 no logra marcha 
1 marcha con dificultad 
2 marcha normal 
Reposicionamiento en el 
borde de la mesa 
Evaluación sensitiva y motora. Al llevar a la rata hacia el 
borde de una mesa y la extremidad siente el mismo, el 
miembro normal reposiciona la extremidad al percibir el 
borde. 
0 No hay reposición 
1 Intenta la reposición sin lograrla completamente 
2 Logra reposición 
Test de marcha Análisis subjetivo de la marcha con la extremidad afectada. 
Respuesta motora con 
neuroestimulador 
Flexión plantar de tobillo 
0 Nula 
1 5º 
2 10º o más 
 
Transcurridas al menos 4 semanas posteriores al primer procedimiento se llevó a 
cabo el segundo procedimiento. 
32 
 
7.5.4 Técnica quirúrgica del segundo procedimiento 
Se realizó el mismo protocolo anestésico de la primera intervención 
compuesto por pentobarbital 25 mg/kg, xilazina 2 mg/kg y tramadol 1 mg/kg. Una 
vez anestesiada se realizó tricotomía la extremidad pélvica derecha y se colocó al 
sujeto en posición decúbito prono con sujeción gentil del resto de las extremidades y 
la cola con tela adhesiva. Se realizó asepsia y antisepsia del miembro pélvico 
derecho con solución y jabón. Se realizó un abordaje dorsal sobre la cicatriz previa, 
se disecó por planos hasta observar la fascia muscular incidiendo entre el glúteo 
mayor y el bíceps femoral para exponer el nervio ciático. Una vez expuesto se probó 
la conducción nerviosa del ciático con el neuroestimulador en la región proximal y en 
la región distal al neurotubo, valorando la respuesta motora por medio de la flexión 
plantardel tobillo. Una vez realizada la prueba se resecó un segmento del nervio 
ciático 1 mm proximal y 1 mm distal al neurotubo. Al término del procedimiento se 
suturó la piel con puntos continuos y se entregaron los sujetos al equipo de cirugía 
experimental para ser sacrificados con una dosis letal de pentobarbital. 
 
Ya obtenidas las muestras de nervio ciático, éstas se colocaron en un frasco con 
formol para su conservación y se llevaron al departamento de patología. Al retirarlo 
del formol, inicialmente se marcó la zona proximal con pintura, se midió el fragmento 
y se realizó un corte por la mitad para poder estudiar el nervio en su totalidad. Se 
realizaron 3 tinciones para el análisis histopatológico del nervio, Hematoxilina y 
Eosina, Tricrómico de Masson y anti S100. Todas las muestras fueron evaluadas 
por el Dr. Héctor Miguel Cázarez Magaña, médico especialista en Anatomía 
Patológica. 
33 
 
Para el análisis histopatológico se evaluaron siete parámetros para describir el tejido 
observado: 
1. Fibras de colágena: se evaluó si se encontraban organizadas o no. Al 
encontrar un patrón desorganizado o infiltrado en el endoneuro traduce a 
fibrosis del nervio.se espera encontrar una vascularización leve o moderada 
que permita regeneración axonal ya que si es abundante hay más 
cicatrización por lo que la regeneración axonal es menor. 
2. Inflamación: se evaluó si se observaban o no datos de inflamación y en qué 
zonas. 
3. Neuroma: si existía o no la presencia de un neuroma en el trayecto del 
nervio. 
4. Fibras de mielina: si se observaban o no fibras de mielina. 
5. Células de Schwann: si existían células de Schwann en todo el trayecto 
nervioso. 
6. Regeneración axonal: Si existía regeneración axonal del nervio y que 
porcentaje del mismo. 
 
7.5.5 Recursos humanos 
El diseño del protocolo, la búsqueda bibliográfica y la invitación a los 
participantes se realizó por parte del investigador principal (Dra. Cinthya Vargas 
Zavala). El primer procedimiento quirúrgico se llevó a cabo por la Dra. Claudia 
Arroyo, cirujana ortopedista con subespecialidad en mano y microcirugía. El 
investigador principal en colaboración con el Dr. Rodrigo Sánchez, médico residente 
del Centro Médico ABC, realizaron los cuidados postoperatorios y las pruebas 
clínicas semanales a todos los sujetos de experimentación. Tras obtener las 
34 
 
muestras de tejido de nervio periférico el estudio histopatológico corrió a cargo del 
Dr. Héctor Miguel Cázarez Magaña, Médico especialista en Anatomía Patológica del 
Centro Médico ABC. Finalmente el análisis estádistico se realizó en colaboración 
con el Dr. Carlos Sánder Vélez, médico cirujano, maestro en Ciencias por la 
uniersidad de Nottingham, Reino Unido. 
 
7.5.6 Recursos institucionales 
• Departamento de patología de Centro Médico ABC: toma y procesamiento de 
muestras histopatológicas, análisis histológico. Coordinado por el Dr. Álvaro 
Padilla Rodríguez 
 
• Departamento de cirugía experimental de Centro Médico ABC: Realización 
de procedimientos quirúrgicos, resguardo y cuidado de los sujetos de estudio 
durante el tiempo de investigación. Coordinado por la Dra. Lucía Isáis 
Hernández 
 
7.5.7 Recursos Materiales 
Biomaterial Poli ε-caprolactona 
El biomaterial de Poli ε-caprolactona fue donado por el Dr. Antonio Martínez 
Richa del Departamento de química de la Universidad de Guanajuato. 
 
Obtención y mantenimiento de los sujetos de experimentación 
Se obtuvieron 17 ratas Wistar las cuales del Bioterio de FES Iztacala, el costo 
de estas corrió a cargo de la Dra. Paola Zamora Muñoz, asesora de tesis. 
 
35 
 
El anestésico utilizado durante el procedimiento y La disposición de los cadáveres 
fue proporcionado por parte del departamento de cirugía experimental. 
 
Hoja de bisturí, sutura Nylon 9-0, analgesia postoperatoria con Ketorolaco, alimento 
para ratas: Costos corrieron a cargo del investigador principal. 
 
8. Consideraciones bioéticas 
Los sujetos de experimentación fueron ratas adultas Wistar de 200-300 
gramos de peso, obtenidas del bioterio de la Facultad de Estudios Superiores de 
Iztacala. Fueron resguardadas en el departamento de Cirugía Experimental del 
Centro Médico ABC, bajo los cuidados del personal de dicho departamento, del 
investigador y del colaborador desde su obtención hasta el término de la 
investigación. 
 
Los procedimientos se llevaron a cabo en el departamento de Cirugía Experimental 
del Centro Médico ABC, la anestesia transoperatoria y la analgesia fueron 
coordinadas por el personal médico del departamento. En este lugar también se 
mantuvieron las semanas postquirúrgicas proporcionándoles las condiciones 
óptimas para su recuperación. Se realizaron curaciones y limpieza de las jaulas 
diariamente. 
 
Las condiciones en las que se mantenían los sujetos de experimentación cumplían 
con ciclos circadianos, agua, alimento ad libitum, condiciones nutricionales óptimas 
proporcionadas por el investigador y analgesia postquirúrgica. Posterior a la toma de 
cortes histológicos se sacrificaron a los sujetos de experimentación. La disposición 
36 
 
de los cadáveres fue por parte del departamento de cirugía experimental 
cumpliendo con los requisitos establecidos en la Norma Oficial Mexicana sobre el 
manejo de residuos peligrosos biológico-infecciosos (NOM-087-ECOL-SSA1-2002). 
 
9. Análisis estadístico 
El análisis para determinar el tamaño de muestra se realizó a través de una 
revisión de la literatura de estudios ya publicados, donde se investigaba la 
recuperación motora y sensitiva en ratas.3,64 Con esta revisión se asumió una 
variabilidad similar a la de ambos estudios con un poder del 80% y un intervalo de 
confianza del 95%. Se determinó entonces que era necesaria una muestra de 15 
ratas con características similares, para responder a la pregunta de investigación. 
La fórmula utilizada para el cálculo de tamaño de muestra fue: 
donde: Zα=1.96 P0=0.80 d=0.01 q0=0.1. 
 
Para esta investigación se decidió utilizar una muestra de 17 ratas considerando las 
posibles pérdidas del 10% que podía haber durante los procedimientos. 
 
Para fines de análisis estadístico se separaron los resultados obtenidos en grupos 
conformados por las semanas de seguimiento post intervención. De esta manera se 
obtuvieron 6 grupos. 
 
El análisis de los resultados se realizó en Microsoft Excel versión 2016. Al ser una 
muestra en escala los valores se consideraron como no paramétricos por lo que se 
decidió realizar un análisis de resultados mediante una prueba de Kruskal-Wallis 
para determinar las diferencias entre grupos. Los análisis post-hoc se realizaron 
37 
 
mediante una prueba de Mann Whitney U. se determinó una p<0.05 para considerar 
la muestra estadísticamente significativa. 
 
10. Resultados 
Las 17 ratas adultas Wistar utilizadas para este protocolo tenían un peso 
entre 250 y 300 gramos, todas hembras. De las 17 ratas, dos de ellas no 
sobrevivieron el período postoperatorio inmediato del primer procedimiento. Ambas 
murieron durante las primeras horas posteriores a la cirugía. Por esta razón se 
excluyeron del análisis final. 
 
La segunda intervención se realizó en 4 roedores a las 4 semanas (sujeto 6 y 13 a 
los 32 días, sujetos 3 y 5 a los 33 días), en 6 roedores a las 5 semanas (sujeto 2 a 
los 36 días, sujetos 9 y 10 a los 37 días, sujetos 1, 7 y 8 a los 38 días) y en 5 
roedores a las 6 semanas (sujetos 15, 16 y 17 a los 45 días, sujetos 12 y 14 a los 46 
días). (Tabla 4.) 
 
38 
 
Tabla 4. Características de roedores y procedimiento. 
 
Sujeto 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 
Sexo Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra Hembra 
Peso (gr) 300 300 280 300 280 300 270 300 290 300 300 300 290 280 300 300 275 
Miembro 
intervenido 
Derecho Derecho Derecho Derecho DerechoDerecho Derecho Derecho Derecho Derecho Derecho Derecho Derecho Derecho Derecho Derecho Derecho 
Diámetro del 
tubo (mm) 
3 3 3 3 2 2.5 3 2.5 2 2 2 2 2 2 2 2 2 
Tiempo de 
seguimiento 
(días) 
38 36 32 32 31 38 38 37 37 46 32 46 45 45 45 
Semanas de 
seguimiento 
5 5 4 4 4 5 5 5 5 6 4 6 6 6 6 
 
 
39 
 
Dentro de las complicaciones observadas uno de los roedores presentó una 
dehiscencia de herida (sujeto 2) que fue manejada con curaciones diarias y cierre 
de la herida por segunda intención de forma correcta sin presentar infección. 
 
A partir de la tercera semana se identificaron a 6 roedores con automutilación de 
dos o tres falanges distales de la extremidad intervenida (sujetos 2, 3, 6, 9, 10 y 15). 
Se realizaron curaciones diarias sin presentar aumento en la lesión ni datos de 
infección. En la tercera semana de pruebas dos roedores identificados con los 
números 7 y 9 presentaron lesiones en la extremidad posterior derecha al quedar 
prensada con la rejilla de la jaula de resguardo (Figura 10). En esa semana no se 
realizaron pruebas clínicas a estos sujetos ya que se observaba gran aumento de 
volumen y eritema sobre la extremidad afectada. Se realizó curación de la herida y 
una semana después al observar una adecuada evolución de la lesión se 
reanudaron las pruebas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 10. Extremidad con edema y eritema tras lesión con rejilla 
 
 
40 
 
Prueba de sensibilidad 
Al analizar los datos de la prueba de sensibilidad se encontró una diferencia 
estadísticamente significativa entre sí con la prueba de Kruskal-Wallis (p <0.00005). 
En el análisis post-hoc tomando en cuenta la semana 1 como el grupo control. A 
partir de la semana 2 se encontró una diferencia estadísticamente significativa entre 
el control y el grupo de estudio (p< 0.05). Con el paso de las semanas esta 
diferencia estadística fue aumentando en significancia. (Gráfica 1). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Gráfica 1. Análisis post-hoc de prueba de sensibilidad por semana. 
 
Prueba de fuerza de agarre 
Al analizar la fuerza de agarre la diferencia entre grupos con prueba de 
Kruskal-Wallis el resultado no fue estadísticamente significativo (p>0.05) (Gráfica 2). 
41 
 
Gráfica 2. Análisis de fuerza de agarre comparado por semanas 
 
 
Prueba de caminata en tabla 
El análisis entre grupos dio un resultado estadísticamente significativo (p < 
0.00005) con Kruskal-Wallis. Con el análisis post-hoc de los grupos se observó una 
diferencia estadísticamente significativa a partir de la semana 3 con una p<0.05 
(Gráfica 3). Al igual que la prueba de sensibilidad, la diferencia estadistica fue 
aumentando en significancia. 
42 
 
 
Gráfica 3. Prueba de caminata analizada por semana 
 
Prueba de reposicionamiento en el borde de la mesa 
En esta prueba se observó que los grupos tuvieron una diferencia 
estadísticamente significativa entre sí (p<0.00000005). Tras un análisis post-hoc se 
encontraron diferencias estadísticamente significativas a partir de la semana 2 
(p<0.05) (Gráfica 4). Como se vio anteriormente en los casos de fuerza de agarre y 
sensibilidad la significancia estadística aumento con las semanas. 
 
 
 
 
 
 
 
Gráfica 4. Prueba de reposicionamiento comparado por semana 
43 
 
 
Respuesta motora con el neuroestimulador 
Esta prueba se valoró durante el segundo procedimiento y permite identificar 
una conducción nerviosa a través de una respuesta de flexión plantar al estimular 
directamente el nervio. El cien por ciento de los sujetos tuvieron una respuesta 
motora positiva al estimular el nervio proximal al neurotubo. Sin embargo, se logró 
una respuesta distal al neurotubo al estimular el nervio en un 53%. Aquellos sujetos 
con un estímulo positivo distal al neurotubo fueron los que se intervinieron entre los 
45 y 46 días posteriores a la neurorrafia (Gráficas 5 y 6). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Gráfica 5. Porcentaje de sujetos con respuesta motora proximal al neurotubo. 
44 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Gráfica 6. Porcentaje de sujetos con respuesta motora distal al neurotubo. 
 
Estudio histopatológico. 
De las 15 muestras analizadas con las tres tinciones, la muestra del sujeto 1 se 
retiró del análisis por no obtenerse una pieza adecuada para el estudio. Todos los 
resultados se encuentran resumidos en la tabla 5 especificados por sujeto. Dentro 
de los siete parámetros estudiados se encontraron los siguientes resultados: (Tabla 
5). 
 
1. Colágena: el 92.3% presentó fibras de colágena organizadas 
adecuadamente en la periferia, con visualización completa y correcta de 
epineuro, perineuro y endoneuro (Figura 11). En un 7.6% se observaron 
fibras de colágena con aspecto desorganizado. (sujetos 3, 8, 10 y 17) 
 
 
 
 
45 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 11. Corte transversal (izquierda) y longitudinal (derecha) de nervio con adecuada 
organización de fibras de colágena con tinción HyE y Masón respectivamente (Flecha). 
 
2. Vascularización del endoneuro: De las 14 muestras estudiadas se 
observaron 4 sujetos sin vascularización del endoneuro, 7 sujetos con 
vascularización leve y 3 con vascularización moderada (Figura 12). 
 
 
 
 
 
 
Figura 12. tejido de sujeto #14 con vascularización moderada 
 
3. Inflamación: Cuatro sujetos se observaron sin inflamación, seis con 
inflamación leve, tres con inflamación moderada y solo uno con inflamación 
severa (sujeto 8). 
 
46 
 
4. Neuroma: de los 14 tejidos estudiados solo se encontraron dos neuromas en 
los sujetos 5 y 12 (Figura 13). 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 13. Confirmación de neuroma con tinción anti s100 (x). 
5. Fibras de mielina: el 100% de los sujetos mostraron fibras de mielina. 
 
6. Células de Schwann: 12 sujetos presentaron positividad al s100 para 
células de Schwann (Figura 14), solo 2 sujetos dieron esta prueba negativa 
(sujeto 7 y 12). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 14. Tinción anti s100 positiva para células de Schwann 
X 
47 
 
 
7. Regeneración: En todas las muestras se observó algún porcentaje de 
regeneración. 5 sujetos presentaron una regeneración por arriba del 90%, 4 
sujetos obtuvieron regeneración del 80%, dos sujetos del 70%, un sujeto 
presentó regeneración del 50% y en 2 sujetos se vio solo una regeneración 
axonal del 30% (sujeto 8 y 10). 
 
Dentro de los hallazgos específicos observados en la histología el sujeto 3, 9, 12 14 
y 17 presentaron reacción a cuerpo extraño en algunas zonas con reacción 
inflamatoria en la periferia de la misma. El sujeto 10 fue el que presentó menor 
porcentaje de regeneración axonal con una gran cantidad de fibroblastos con 
depósito de colágena y zonas de fibrosis en el perineuro. 
 
Tabla 5. Valoración de parámetros observados en las pruebas histológicas 
Sujeto 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 
Fibras de 
colágena 
 * # * * * # * # * * * * * * 
Vascularización 
del endoneuro 
 - x x - x x - x x - xx xx xx x 
Inflamación x x - - xx xxx x xx x - x - x xx 
Neuroma - - + - - - - - + - - - - - 
Fibras de 
Mielina 
 + + + + + + + + + + + + + + 
Células de 
scwhann 
 + + + + - + + + - + + + + + 
Nervio en 
regeneración % 
 >90 70 80 >90 90 30 80 30 70 95 80 95 80 50 
 
Nomenclatura 
Fibras organizadas * 
Fibras 
desorganizadas # 
Leve x 
Moderada xx 
Severa xxx 
Se observa + 
No se observa - 
48 
 
 
11. Discusión 
El uso de alternativas de neurorrafia con neurotubos sustituyendo al autoinjerto 
ha ido ganando lugar como tratamiento en lesiones de nervio periférico. Este 
protocolo de investigación permitió valorar la recuperación clínica e histológica al 
utilizar un neurotubo de policaprolactona para la renervación en una lesión de 7mm 
del nervio ciático. 
 
Tras realizar el análisis de resultados se observaron progresiones clínicas positivas 
con el transcurso de las semanas, principalmente en las pruebas que valorabansensibilidad, propiocepción y marcha. En la prueba con el estímulo doloroso a 
medida que pasaban las semanas la diferencia estadística entre grupos adquiríra 
mayor significancia. Este hallazgo es evidencia para el uso de un neurotubo como 
terapia para la recuperacion de sensibilidad. 
 
En la prueba de reposicionamiento se observó que desde la segunda semana hubo 
mejoría sensitiva como motora en la extremidad lesionada. Durante el análisis de las 
valoraciones por semana la prueba iba adquiriendo un mejor puntaje lo que indica 
una progresión adecuada. La gran ventaja de realizar esta prueba es que se puede 
valorar sensibilidad, propiocepción y movilidad y en el estudio los tres parámetros 
mejoraron con el paso de las semanas. 
 
Al analizar las pruebas motoras durante la prueba de la caminata en tabla se 
observó detenidamente la marcha de los roedores con el paso de las semanas. 
Durante la primera semana los roedores no lograban mantenerse arriba de la tabla, 
49 
 
pero con el paso del tiempo adquirieron la capacidad para controlar su cuerpo en un 
espacio pequeño y caminar a través de él. 
 
La mejoría en la marcha tras el uso de PCL fue evidente desde la primera semana. 
En las primeras 72 horas todos los roedores mantenían la extremidad posterior en 
flexión y sin apoyo durante la marcha. A partir del cuarto día se iniciaba un apoyo 
principalmente con el talón, manteniendo el antepié aún en flexión de dedos. La 
marcha progresó de un patrón con valgo del retropié a un apoyo plantígrado a partir 
de la tercera semana (Figura 15). 
 
 
Figura 15. Apoyo de la extremidad posterior derecha a las 2 semanas (izquierda) y a las 4 semanas 
(derecha). 
 
En el análisis histopatológico se confirmó que existía una regeneración axonal en 
todos los sujetos con una organización adecuada del nervio periférico. Es 
importante analizar que no en todos los sujetos se observó el mismo porcentaje de 
renervación y sin embargo la mejoría clínica fue evidente aún en los de menor 
50 
 
porcentaje. En todos los sujetos se observaron vacuolas con agregados histiocíticos 
cercanos a la zona. Fenómeno que suele observarse en lesiones de nervio 
periférico en proceso de regeneración. 
 
Dentro de las fortalezas del estudio se encuentra que se tiene un análisis clínico y 
su correlación histológica por lo que se puede comparar de una manera más 
objetiva y completa. Por otro lado, se estudió el neurotubo de policaprolactona de 
forma aislada, sin agregar factores de crecimiento por lo que se pudo estudiar la 
efectividad basal de esta intervencion. 
 
Uno de los sesgos fue el realizar la segunda intervención de los roedores en 
diferentes semanas, esto debido a cuestiones de tiempo y disponibilidad quirúrgica. 
Por esta razón se decidió dividirlos en tres grupos de cinco sujetos cada uno, 
interviniendo a las cuatro, cinco y seis semanas posteriores al primer procedimiento. 
Al realizar la prueba con el neuroestimulador se observó que los sujetos de seis 
semanas de evolución presentaban una prueba positiva al neuroestimulador en la 
región distal al neurotubo. Este hallazgo no se observó en los grupos operados a las 
cuatro y cinco semanas. Esta observación puede ser de gran utilidad en futuras 
investigaciones para establecer un tiempo mayor a seis semanas para la valoración 
de esta prueba ya que puede brindar un resultado más objetivo con respecto a la 
recuperación del nervio periférico. 
 
Otra limitación observada es el tamaño de muestra de 15 sujetos. A pesar de que es 
el tamaño de muestra correcto para obtener significancia estadística, un mayor 
51 
 
número de sujetos de investigación podría darle mayor poder estadístico 
principalmente en las pruebas en las que no se observó diferencia. 
 
Una vez analizadas las pruebas funcionales, los resultados nos indican que el uso 
del polímero de policaprolactona permita una regeneración nerviosa en lesiones de 
nervio periférico de 7 mm. En un estudio prospectivo publicado en 2009 se comparó 
el uso de tres diferentes neurotubos comerciales, formados por caprolactona, 
colágena y ácido poliglicólico contra el autoinjerto. Tras realizar pruebas de fuerza 
motora y electromiografía se observó que no había diferencia estadísticamente 
significativa únicamente entre el autoinjerto y el neurotubo de caprolactona, 
obteniendo resultados menos positivos con el uso de los otros dos injertos.3 En este 
protocolo se agregaron a las pruebas de fuerza otros análisis de sensibilidad y 
marcha lo que brinda un estudio más completo de la progresión de lesiones de 
nervio periférico con el uso de PCL. 
 
En otro estudio realizado publicado en 2018 en la Revista Internacional de Células 
artificiales, Nanomedicina y Biotecnología, se compararon 2 neurotubos, uno de 
policaprolactona en combinación con el factor de crecimiento nervioso (NGF) y otro 
sin este factor contra el autoinjerto para una lesión de 10 mm.72 Se realizaron 
pruebas de electromiografía a las 12 semanas de la neurorrafia, así como un 
análisis de la marcha y pruebas de sensibilidad. Finalmente se sacrificaron los 
sujetos y se realizó un estudio de histopatología para valorar la regeneración axonal 
y datos de inflamación. Los resultados obtenidos demostraron que no había 
diferencia significativa entre el autoinjerto y los neurotubos a las 12 semanas en 
ninguna prueba. En el análisis histológico si se observó una mayor cantidad de 
https://paperpile.com/c/FH2oCj/Oykz8
https://paperpile.com/c/FH2oCj/q08C
52 
 
fibras de mielina en los neurotubos con factor de crecimiento. Este estudio confirma 
una vez más que el PCL es un excelente vehículo para la regeneración axonal. El 
estudio mencionado tuvo una duración de 12 semanas y si hizo una diferencia 
estadística en la fuerza de la extremidad cuando la valoraban a las 4 semanas y 
después a las 12. Este protocolo tuvo un seguimiento máximo de 6 semanas por lo 
que puede ser un factor determinante para la valoración de la prueba de fuerza. 
 
A pesar de los resultados positivos que se han visto con el uso del PCL para 
lesiones de nervio periférico, solo existe en el mercado un producto con este 
polímero. Este es el primer estudio experimental realizado con un neurotubo de 
caprolactona en México. Esta investigación presenta evidencia que contribuye a la 
búsqueda de mejores alternativas para el tratamiento de lesiones nerviosas. El PCL 
es un biomaterial de síntesis sencilla y de bajo costo por lo que no es dificil su 
replicación para realización de neurotubos. Esta investigación demuestra un 
resultado positivo de regeneración axonal con PCL, sin embargo, futuros estudios 
son necesarios para confirmar el su uso como terapia en humanos. 
 
12. Conclusión 
Este estudio presenta evidencia sobre el uso de un neurotubo de PCL sobre 
lesiones de 5 mm en nervio periférico. Los resultados obtenidos muestran que el 
PCL podría ser una alternativa adecuada para contrarrestar los efectos del 
aloinjerto, sin embargo mayores estudios a largo plazo son necesarios para 
confirmar su uso. 
 
53 
 
13. Cronograma de Actividades 
Tarea Actividades 
1 Investigación bibliográfica 
2 Diseño del protocolo 
3 
Autorización y colaboración del departamento de cirugía experimental y 
patología 
4 Modificación del protocolo 
5 Revisión de protocolo por comité 
6 Cirugía de lesión de nervio ciático y colocación de neurotubo 
7 Cirugía de toma de biopsia de nervio ciático 
8 Procesamiento de muestras de patología 
9 Recolección de datos 
10 Análisis estadístico 
11 Redacción de tesis 
12 Conclusiones 
13 Impresión de tesis 
 
 
 
 
 
 
 
 
54 
 
14. Presupuesto 
El biomaterial de L-ácido poliláctico fue donado por el Dr. Antonio Martínez 
Richa del Departamento de química de la Universidad de Guanajuato. 
 
La obtención de las 17 ratas Wistar fueron obtenidas del bioterio de FES Iztacala, el 
presupuesto

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