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Areas-de-conservacion-y-corredores-biologicos-para-mamferos-y-aves-en-el-Estado-de-Morelos

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
 
POSGRADO EN CIENCIAS 
BIOLÓGICAS 
 
 
INSTITUTO DE BIOLOGÍA 
 
 
ÁREAS DE CONSERVACIÓN Y CORREDORES 
BIOLÓGICOS PARA MAMÍFEROS Y AVES EN EL 
ESTADO DE MORELOS 
 
 
T E S I S 
 
 
QUE PARA OBTENER EL GRADO ACADÉMICO DE 
 
 
MAESTRA EN CIENCIAS BIOLÓGICAS 
(BIOLOGÍA AMBIENTAL) 
 
P R E S E N T A 
 
 
 
BIOL. EDITH PATRICIA VILLA MENDOZA 
 
 
 
 DIRECTOR DE TESIS: DR. VÍCTOR SÁNCHEZ-CORDERO 
 
 
 MÉXICO, D.F. ABRIL, 2009 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea 
objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
Agradecimientos: 
 
Al Posgrado en Ciencias Biológicas. 
 
A CONACYT por la beca otorgada durante la Maestría en Ciencias 
Biológicas (Biología Ambiental) durante los semestres 2007-1 al 
2008-2 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Al Comité Tutoral: 
 
Dr. Víctor Sánchez-Cordero 
Dra. Blanca Estela Hernández Baños 
Dr. Oswaldo Téllez Valdés 
 
 
Al Dr. Víctor Sánchez-Cordero por dirigir este proyecto y por aceptarme en su 
laboratorio. 
 
Las bases de datos consultadas se obtuvieron de las siguientes colecciones 
científicas: Colección Nacional de Mamíferos (CNM-IBUNAM), Colección de 
Mamíferos de la Universidad de Morelos (COMUM), Colección de Mamíferos del 
Centro de Educación Ambiental e Investigación Sierra de Huautla (CEAMISH), 
Colección de Mamíferos de la Facultad de Ciencias Biológicas (UAEM), Colección de 
Mamíferos de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, del Instituto Politécnico 
Nacional (ENCB-IPN), Museo Nacional de los Estados Unidos (USNM) y Museo de 
Historia Natural de la Universidad de Kansas, USA; Colección Nacional de Aves 
(CNAV-IBUNAM), Colección Ornitológica del Centro de Investigaciones Biológicas de 
la UAEM (COCIBUAEM), Los Angeles County Museum of Natural History (LACM), 
Museum of Vertebrate Zoology, University of California (MVZ) y el Atlas de las Aves 
de México. 
A la Coordinación de Estudios de Posgrado, UNAM, por haberme otorgado un apoyo 
económico del Programa de Fomento a la Graduación, en especial a la Dra. Annie 
Pardo por promover este tipo de apoyos, Gracias. 
A la Dra. Tania Escalante por sus comentarios realizados al presente trabajo, por su 
apoyo profesional y moral durante la maestría, y sobre todo por ser una gran amiga. 
En especial gracias por su participación en la realización del trabajo, aportando su 
experiencia y comentarios, la Dra. Patricia Illoldi Rangel. 
A Miguel Linaje por su apoyo y comentarios en la utilización del programa MaxEnt. 
 
 
A ti Fernandito por todo tu amor y apoyo, gracias por alentarme a seguir adelante, 
por esos momentos de locura y momentos de felicidad… gracias!!! Te amo mi Badtz 
Maru!!! 
A ti hermana Lesdy, gracias por apoyarme en los momentos difíciles. Te quiero 
mucho. 
A M. en C. Claudia Hernández Mejía, gracias por ser mi amiga. 
A mis queridas amigas: Marian M., Yerania C., Laura A., Anayelli A., Laura F., Alba 
C., Violeta A., Ana Luisa R., Laryza V., siempre están en mi pensamiento y en mi 
corazón. 
 
A Ti Papá … Gracias!!! 
 
 
Edith Patricia Villa Mendoza 
 
 
Índice 
 
Agradecimientos 
 
Resúmen 
Abstract 
 
Introducción 1 
 Sitios prioritarios para conservación 5 
 Sistema de Áreas Naturales Protegidas 8 
 Áreas de Protección de Flora y Fauna Corredor Biológico Chichinautzin 11 
 Parque Nacional Lagunas de Zempoala 12 
 Parque Nacional El Tepozteco 12 
 Parque Nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl 13 
 Reserva de la Biósfera Sierra de Huautla 13 
 Zona sujeta a Conservación Ecológica El Texcal 14 
 Zona sujeta a Conservación Ecológica Río Cuautla 
 (Los Sabinos, Santa Rosa y San Cristóbal) 16 
 Reserva Estatal Sierra Monte Negro 16 
 Reserva Estatal Las Estacas 17 
 
Antecedentes 19 
 
Área de Estudio 21 
 Localización geográfica 21 
 Fisiografía general 22 
 Geología 22 
 Suelos 22 
 Clima 23 
 Hidrología 23 
 Vegetación 24 
Áreas de conservación en Morelos 
 
 Vegetación de clima frío 24 
 Vegetación de clima semifrío 24 
 Vegetación de clima templado 25 
 Vegetación de clima Semicálido 25 
 Vegetación de clima cálido 26 
 
Hipótesis 27 
 
Objetivos 27 
 
Metodología 28 
 Fuentes de información 28 
 Modelado del nicho ecológico 29 
 Priorización de áreas 33 
 
Resultados 37 
 Modelado del nicho ecológico37 
 Priorización de áreas 44 
 
Discusión 53 
 
Conclusiones 59 
 
Literatura citada 60 
 
Anexos 69 
 
 
 
 
Edith Patricia Villa Mendoza 
 
 
RESUMEN 
 
 
 
En el estado de Morelos se distribuye una gran diversidad de mamíferos y aves, tanto 
endémicas como amenazadas, y la priorización de áreas con estos grupos taxonómicos ofreció 
una importante evaluación preliminar del estatus de conservación del estado de Morelos y de 
sus Áreas Naturales Protegidas. Además de que este trabajo fue el primero en priorizar áreas 
para el estado de Morelos lo fue contemplando a los mamíferos y aves. Por lo tanto, los 
objetivos principales del presente trabajo fueron generar los modelos de nicho ecológico de 
las especies de mamíferos y aves terrestres del estado de Morelos, identificar las áreas 
prioritarias para la conservación a partir de los modelos de nicho ecológico de las especies 
bajo el criterio de rareza y evaluar la coincidencia geográfica entre las áreas propuestas de 
conservación y el Sistema de Áreas Naturales Protegidas federales y estatales para el estado 
de Morelos. Para generar los modelos de nicho ecológico se utilizó el software Maxent a 
partir de las bases de datos de las localidades de recolecta de ejemplares de colecciones 
científicas para el estado de Morelos y mapas digitales de coberturas ambientales abióticas. 
Una vez que se obtuvieron los modelos de nicho ecológico de las especies se utilizó el 
programa ResNet para seleccionar áreas prioritarias de conservación en el estado. Los 
resultados indicaron que el 72% del área total del estado de Morelos se encuentra deforestado 
y que el 3.8% del área restante se debería conservar para poder proteger el 100% de la 
distribución de las especies endémicas de mamíferos y aves y el 10% de la distribución del 
resto de estas especies. Este estudio concluyó con una propuesta de áreas de conservación 
alternativas al Sistema de Áreas Naturales Protegidas del estado, proponiéndolas como 
corredor biológico en el centro-sur del estado de Morelos. 
 
Áreas de conservación en Morelos 
 
 
Abstract 
 
In the state of Morelos distributes a diversity of mammals and birds, both endemic and 
threatened, and the prioritization of areas with these taxonomic groups offered a preliminary 
assessment of the important conservation status of the state of Morelos and the Protected 
Natural Areas. In addition to this work was the first to prioritize areas for the state of Morelos 
was contemplating to mammals and birds. Therefore, the main objectives of this study were to 
generate ecological niche models of species of mammals and birds of the state of Morelos, 
identify priority areas for conservation based on ecological niche models of species under the 
criterion for the rarity and geographic overlap between the proposed areas for conservation 
and the System of Natural Protected Areas Federal and state for the state of Morelos. To 
generate ecological niche models using the Maxent software from the database of locations to 
collect samples of scientific collections for the state of Morelos and digital maps of abiotic 
environmental coverages. Once we obtain the ecological niche models of species ResNet 
program was used to select priority areas for conservation in the state. The results indicated 
that 72% of the total area of the state of Morelos is deforested and the remaining 3.8% of the 
area should retain power to protect 100% of the distribution of endemic species of mammals 
and birds, and 10% the distribution of other species. This study concluded with a proposed 
conservation areas alternative System of Natural Protected Areas of the state, proposing as a 
biological corridor in the south-central state of Morelos. 
Edith Patricia Villa Mendoza 
 
 - 1 - 
 
INTRODUCCIÓN 
 
La biodiversidad es la riqueza total en composición y variabilidad de las formas de vida en la 
naturaleza, incluyendo los ecosistemas, especies y la variación dentro de cada especie, así 
como los procesos ecológicos de los que son parte en el planeta (Margules y Sarkar, 2007). 
 En México, la biodiversidad de mamíferos y aves es alta, tanto que ocupa el segundo 
lugar en mamíferos y el séptimo en aves a nivel mundial (Ceballos, 1995; CONABIO, 1998; 
Escalante et al., 1998). 
Dentro del territorio nacional el estado de Morelos es una de las entidades con menor 
superficie y por su ubicación geográfica resulta de gran interés mastozoológico y 
ornitológico, ya que forma parte de dos provincias geográficas consideradas como centros de 
endemismos, que son la Faja Volcánica Transmexicana y la Cuenca del Balsas (ver área de 
estudio más adelante); pertenecen a las regiones biogeográficas Neártica la primera y la 
segunda a la Neotropical. Al compartir características de las dos regiones biogeográficas, una 
topografía compleja, una diferencia altitudinal que le confiere climas desde el frío hasta el 
cálido, Morelos presenta una gran diversidad ecológica en hábitat terrestres y acuáticos. 
 La mastofauna del estado de Morelos está integrada por 104 especies registradas en 
colecciones científicas, agrupadas en ocho órdenes, 19 familias y 63 géneros, de las cuales 20 
especies son endémicas a México (ver anexo I) (Ramírez-Pulido et al., 2005). 
 En cuanto a la riqueza de aves, en Morelos se tiene un registro de 370 especies, 
comprendidas en 19 órdenes, 60 familias y 227 géneros. De las 370 especies, 230 especies 
son residentes de Morelos y 30 especies son endémicas de México. El endemismo en aves por 
tipo de hábitat comprende una mayor riqueza de especies en el Bosque de Pino-Encino, el 
Bosque Tropical Caducifolio y el Bosque Ripario (Urbina, 2005). 
 El acelerado deterioro de los sistemas ecológicos naturales tiene como consecuencia 
directa la extinción de un número importante de especies; es por ello que algunos autores 
consideran que desde hace una décadas estamos en un periodo de “crisis de la biodiversidad” 
(Diamond, 1987; Wilson, 1988; Manne et al., 1999). Para desacelerar esta tendencia, es 
necesario tomar decisiones que implican cierto conocimiento de las especies y de los sistemas 
biológicos. Es un hecho que en la actualidad el conocimiento sobre la biología y los procesos 
ecológicos y evolutivos de la mayor parte de las especies y de los ecosistemas es apenas 
Áreas de conservación en Morelos 
 
 - 2 - 
básico. Sin embargo, no es posible posponer las decisiones hasta tener la información 
completa (Baker, 1998). 
 Las colecciones científicas son posiblemente el acervo más importante para el 
conocimiento de la biodiversidad (Alberch, 1993). Actualmente, las colecciones científicas 
son el único recinto que permite tener evidencia física de formas de vida que se extinguieron 
y, en este sentido, dada la actual “crisis de biodiversidad”, su papel en la ciencia y la sociedad 
es cada vez más relevante (Krishtalka y Humphrey, 2000). 
 Uno de los aspectos básicos que es importante conocer acerca de la diversidad 
biológica en cualquier investigación básica o aplicada es la identidad de las especies y su 
distribución en espacio y tiempo. Los ejemplares depositados en las colecciones científicas, 
por un lado, ofrecen los datos mínimos necesarios para poder conocer estos aspectos: 
determinación taxonómica, localidad y fecha de colecta. Es claro entonces que el proceso 
curatorial de una colección es fundamental para que los datosobtenidos de ésta sean de 
utilidad (Martínez-Meyer y Sánchez-Cordero, 2006). 
 La necesidad de extraer la mayor información posible de los datos de colecciones 
científicas ha impulsado la búsqueda de alternativas de análisis que integren otras fuentes de 
información (e.g., ambiental, histórica), promoviendo incluso el origen de una disciplina 
denominada Informática de la Biodiversidad (Bisby, 2000; Canhos et al., 2004; Martínez-
Meyer y Sánchez-Cordero, 2006). Esta disciplina ha desarrollado enfoques analíticos que han 
permitido aproximar la distribución geográfica de las especies de manera robusta, mediante el 
modelado de sus nichos ecológicos, abriendo nuevas vías de análisis y generando información 
que está contribuyendo activamente en el desarrollo de áreas como la biología de la 
conservación, la biología evolutiva, ecología, biogeografía, conservación y manejo de 
recursos e incluso, en cuestiones de salud pública (Peterson et al., 2002b; Graham et al., 
2004; Sánchez-Cordero et al., 2008). 
 El modelado de nichos ecológicos y distribuciones geográficas se basa en un principio 
fundamental: la presencia de las especies está determinada directa o indirectamente por las 
condiciones ambientales (MacArthur, 1972). Por ende, si podemos determinar cuál es el 
ambiente propicio para que las especies mantengan poblaciones (i.e., su nicho ecológico 
sensu Hutchinson 1957), entonces, conociendo las condiciones ambientales de una zona, es 
posible predecir los sitios en los que una especies puede establecerse. De esta forma, 
integrando información ambiental de una región con registros de la presencia de una especie 
cualquiera, es factible detectar los sitios que reúnan las condiciones propicias para que dicha 
Edith Patricia Villa Mendoza 
 
 - 3 - 
especie esté presente y, así, predecir su distribución en esa región en sitios que no han sido 
muestreados (Guisan y Thuiller, 2005; Soberón y Peterson, 2005). 
 El procedimiento general consiste en construir, por un lado, una base de datos con 
registros georeferenciados de alguna especie y, por otro, una base de datos geográfica de la 
región de estudio, que consiste en una serie de mapas en formato digital que describen las 
características ambientales de la región que son, o pueden ser, relevantes en la distribución de 
la especie (e.g., temperatura, elevación, humedad, tipo de suelo, etc.; Thuiller et al., 2004). 
Posteriormente, esta información es procesada por alguno de los múltiples algoritmos de 
modelado disponibles (Elith et al., 2006; Illoldi-Rangel y Escalante, 2008) para encontrar 
relaciones no aleatorias entre la presencia de la especie y los parámetros ambientales y, así, 
construir el modelo de nicho ecológico, que es una caracterización ambiental del conjunto de 
sitios de registro de la especie introducidos al sistema. Finalmente, este modelo de nicho 
ecológico es proyectado al escenario geográfico; es decir, las condiciones de nicho descritas 
en el modelo son localizadas en el área de estudio y se genera un mapa que las muestra. Los 
productos son entonces: 1) una caracterización del nicho multidimensional de la especie y 2) 
un mapa de distribución de estas condiciones (Martínez-Meyer y Sánchez-Cordero, 2006). 
 La interpretación de dichos mapas se tiene que hacer con cautela, porque es frecuente 
confundir el mapa generado con una representación de la distribución geográfica de la 
especie. En realidad, el mapa producido es la expresión geográfica del nicho ambiental de la 
especie, que en general puede entenderse como su distribución potencial, sin restricciones de 
tipo histórico (tiempo de arribo, procesos de vicarianza), de historia natural de la especie 
(barreras biogeográficas, capacidades de dispersión) o de interacciones bióticas (competencia, 
depredación, parasitismo) (Soberón y Peterson, 2005). 
 En general, son usados indistintamente los nombres “modelos de nicho ecológico” y 
“modelos de distribución”, e incluso conceptualmente pueden ser muy semejantes (Illoldi-
Rangel y Escalante, 2008). Los modelos de nicho ecológico son modelos usados para 
desarrollar relaciones entre los valores ambientales y los datos de presencia, presencia-
ausencia y/o abundancia conocidos de las especies (Graham et al., 2004). Por otro lado, los 
modelos de distribución de especies son modelos que relacionan las observaciones de campo 
de los taxones con variables ambientales predictivas, basadas en una respuesta estadística o 
teórica (Guisan y Zimmermann, 2000; Guisan y Thuiller, 2005). 
 El desarrollo de algoritmos matemáticos permite, cada vez más, modelar con mayor 
precisión el nicho ecológico de los taxones. Entre los diferentes algoritmos de modelado que 
Áreas de conservación en Morelos 
 
 - 4 - 
existen, se pueden mencionar principalmente a BIOCLIM (Busby, 1991), GARP (Stockwell y 
Peters, 1999) y Maxent (Phillips et al., 2006). Cada uno de ellos presenta un acercamiento 
diferente al problema del modelado del nicho ecológico, ya sea a partir del uso de algoritmos 
de envolturas climáticas (BIOCLIM), de algoritmos genéticos (GARP) o de algoritmos de 
máxima entropía (Maxent) (Illoldi-Rangel y Escalante, 2008). 
 BIOCLIM utiliza lo que se denomina envoltura climática (climatic envelop) para 
encontrar una regla única que identifique todas las áreas con clima similar al de la localidad 
de las especies. El algoritmo básico de BIOCLIM encuentra el intervalo climático en el que se 
encuentran los puntos para cada variable climática involucrada en el análisis. Las 
suposiciones principales utilizadas en modelos de envoltura climática son: 1) la distribución 
de las especies está determinada por el clima, 2) la distribución estadística de las variables 
climáticas es normal, y 3) todas las variables con intervalos restringidos influyen a la especie 
de interés (Illoldi-Rangel y Escalante, 2008). 
 GARP (Genetic Algorithm for Rule Set Prediction, por sus siglas en ingles) utiliza un 
algoritmo genético para la búsqueda de asociaciones entre variables ambientales y la 
ocurrencia conocida de las especies, contrastándola con las características ambientales a lo 
largo de toda el área de estudio. Este método ha sido ampliamente aplicado en la predicción 
de la distribución de especies de animales y plantas (Peterson et al., 2002a; Illoldi-Rangel et 
al., 2004; Thomas et al., 2004; Araújo et al., 2005; Thuiller et al., 2005). El uso de modelos 
generados en GARP presenta una serie de beneficios: 1) permite la determinación cuantitativa 
de probabilidades de cualquier dato, incluyendo aquellos datos únicamente de presencia, 2) se 
añade valor al escaso muestreo que existe para algunas especies al incrementar la cobertura y 
resolución, y 3) permite producir modelos de fácil comprensión basados en reglas para 
explicar relaciones entre los datos (Illoldi-Rangel y Escalante, 2008; Peterson y Nakazawa, 
2008). 
 Maxent está fundamentado en el concepto de máxima entropía, utilizando una 
aproximación mecanicista para realizar predicciones a partir de información incompleta. 
Maxent estima la distribución más uniforme (de ahí el concepto de máxima entropía) a lo 
largo del área de estudio con la restricción de que el valor esperado para cada variable 
ambiental en una distribución concuerda con su promedio empírico (valores promedio para el 
conjunto de datos de ocurrencia) (Phillips et al., 2004, 2006). Maxent pesa cada característica 
(variable ambiental) al multiplicarla por una constante, y la divide posteriormente para 
asegurar valores de probabilidad entre 0 y 1. El programa inicia con una distribución 
Edith Patricia Villa Mendoza 
 
 - 5 - 
uniforme de probabilidades e iteractivamente altera el peso de una variable a la vez para 
maximizar la similitud de los datos de ocurrencia. El algoritmo está garantizado para 
converger en la distribución probabilística óptima, y dado que no aleatoriza, los resultados 
son determinísticos.Las predicciones de Maxent para cada celda analizada hacen referencia a 
valores acumulativos, representando como porcentaje el valor de probabilidad para la celda en 
cuestión y todas aquellas con valores iguales o menores de probabilidad. Una celda con valor 
de 100 es la más adecuada, mientras que celdas con valores cercanos a 0 son las menos 
adecuadas dentro del áreas de estudio (Phillips et al., 2004). 
 
Sitios prioritarios para conservación 
 
Recientemente se ha enfatizado en México la importancia de modelar la distribución de las 
especies con el fin de identificar patrones de distribución, ubicación de áreas de alta densidad 
de especies y endemicidad, así como áreas prioritarias de conservación (Sánchez-Cordero y 
Martínez-Meyer, 2000; Sánchez-Cordero et al., 2001; Fuller et al., 2006; Illoldi-Rangel et al., 
2008). 
 La conservación de la diversidad específica requiere del establecimiento de áreas de 
conservación, cuya efectividad debe ser evaluada constantemente (Illoldi, 2005; Sánchez-
Cordero et al., 2008). 
 La selección de sitios de conservación está basada en la comparación de un sitio 
potencial con otros similares bajo diferentes criterios como diversidad, área, rareza, fragilidad, 
historia registrada, posición en una unidad ecológica/geográfica, valor potencial y apariencia 
intrínseca (Myers, 1990; Fjeldsa, 2000). Sin embargo, la elección de alguno de estos criterios 
(basados en las especies) para ser aplicados en una evaluación dependerá del conocimiento de 
la distribución y el estatus del grupo taxonómico considerado (Faith, 2004). 
Existen varios métodos para seleccionar áreas de alto valor de biodiversidad, y cada 
uno abarca varios criterios. De estos criterios, el más utilizado es la riqueza específica (Olson 
y Dinerstein, 1998; Myers y Mittermeier, 2003; Peterson et al., 2003). Una mayor riqueza 
generalmente se toma como representativo de sitios bien conservados, debido a que al 
conservar dichas áreas se puede garantizar la existencia de un mayor número de especies 
(Sarkar, 2004; Whittaker et al., 2005; Sánchez-Cordero et al., 2008). Sin embargo, el uso de 
la riqueza específica representa sólo una medida de la biodiversidad y no necesariamente 
refleja la abundancia de especies raras, endémicas o en peligro de extinción (Sarkar, 2004). 
Áreas de conservación en Morelos 
 
 - 6 - 
Por esta razón, la riqueza de especies rara vez debería ser utilizada como único índice del 
valor de conservación de un sitio, lo que refuerza el uso de información complementaria sobre 
el tipo de hábitat y el área y, de ser posible, el grado de fragmentación (Sarkar y Margules, 
2002). Por tal motivo se ha replanteado el uso de estos criterios en técnicas actuales y 
métodos para la selección de sitios para conservación, aprovechando los avances en 
computación y la disponibilidad de datos biológicos y cartográficos y técnicas superiores de 
análisis de estos datos utilizando SIG y modelos predictivos (Illoldi-Rangel et al., 2004; 
Martínez-Meyer y Sánchez-Cordero, 2006, Sánchez-Cordero et al., 2008). 
Una aproximación al problema de la conservación de áreas son las técnicas de 
priorización de sitios. La meta de la priorización de sitios dentro de la biología de la 
conservación consiste en ordenar una serie de lugares con base en el contenido de la 
biodiversidad presente. Al ser casi imposible lograr conservar toda la biodiversidad en 
cualquier escala, las medidas de conservación generalmente se enfocan en escoger algunos 
aspectos de un ecosistema que funcionen como “estimadores” (surrogates: se refiere a una 
entidad individual, como una especie) de la manera más eficiente posible y, a partir de ellos, 
priorizar los lugares (Margules y Pressey, 2000; Garson et al., 2002; Kelley et al., 2002; 
Sarkar y Margules, 2002). Estos sitios deben ser priorizados antes de seleccionar áreas en las 
cuales se lleve a cabo cualquier acción de conservación. 
A lo largo de la última década se han desarrollado diversos algoritmos 
computacionales que permiten priorizar lugares de manera efectiva y eficiente, logrando crear 
programas a partir de los cuales se pueden obtener soluciones en cuestión de segundos, lo cual 
lo hace particularmente útiles cuando se aplican en sesiones de trabajo en las que se están 
negociando cuestiones de conservación (Margules y Pressey, 2000; Sarkar y Margules, 2002). 
Los algoritmos usualmente suponen que se ha establecido una determinada meta, ya 
sea 1) que se trate de una adecuada representación de cada estimador, esto es, el número de 
sitios seleccionados en los cuales tal estimador deberá estar presente; 2) la máxima área 
permitida; 3) el máximo costo permitido de un determinado conjunto de áreas de 
conservación (Sarkar et al., 2002). La finalidad del algoritmo es alcanzar la meta establecida 
de manera eficiente estableciendo la menor cantidad de sitios posibles, que en conjunto 
alcancen la meta de conservación (Sarkar et al., 2002; Sánchez-Cordero et al., 2005). Una vez 
alcanzada dicha meta, se pueden diseñar sistemas de reservas verdaderamente inclusivas, 
posiblemente con el uso de algoritmos que maximicen la complementariedad entre las áreas 
(Peterson et al., 2000, 2003). 
Edith Patricia Villa Mendoza 
 
 - 7 - 
Uno de dichos algoritmos se encuentra en el programa ResNet (Sarkar, 2002). ResNet 
implementa un algoritmo de selección controlado jerárquicamente, basado en rareza y 
complementariedad (Pawar et al., 2007). ResNet utiliza un procedimiento iterativo que 
selecciona lugares con base en el criterio de rareza (presencia de taxones raros); en caso de 
existir conflictos entre celdas con estimadores de rareza iguales, el algoritmo utiliza el criterio 
de complementariedad. Si a pesar de esto aún existen conflictos, ResNet opcionalmente 
utiliza adyacencia (se prefieren celdas adyacentes a celdas previamente seleccionadas) y 
finalmente selecciona celdas de manera azarosa (Kelley et al., 2002; Sarkar et al., 2002). 
Normalmente, se utilizan dos tipos de metas: 1) un nivel de representación para la 
cobertura esperada de cada uno de los surrogates (e.g. el número promedio o esperado de 
ocurrencias de dicho surrogate) dentro de un área de conservación y, 2) conjuntar dicha 
representación con el área máxima que puede ser conservada (Sarkar, 2004). Para el caso de 
la primera meta, un valor comúnmente utilizado es tener el 10% de representación de la 
distribución de cada especie como surrogates; para la segunda meta, se busca el 10% del total 
del área de una región (Araújo et al., 2001; Sarkar, 2004). 
Para una evaluación de las áreas protegidas existentes, ResNet trabaja iniciando con 
rareza para evaluar que proporción de áreas seleccionada (celdas) caen fuera de las áreas 
protegidas. La iniciación con riqueza no es escogida, porque se sabe que resulta en una 
selección de área ineficiente (Garson et al., 2002). 
ResNet incorpora a su vez una serie de soluciones que pueden ser vistas en un Sistema 
de Información Geográfica (p. ej. ArcView), lo cual permite tener una interfase gráfica a 
través de la cual se puedan hacer los análisis necesarios para determinar las áreas prioritarias 
de conservación (Sarkar, 2002). Estas áreas prioritarias deben contrastarse con el Sistema de 
Áreas Naturales Protegidas existentes, a fin de establecer estrategias de conservación que 
sean, a la vez, eficaces y prácticas. 
 
 
 
 
 
 
Áreas de conservación en Morelos 
 
 - 8 - 
 
Sistema de Áreas Naturales Protegidas 
 
El instrumento de política ambiental con mayor definición jurídica para la conservación de la 
biodiversidad son las Áreas Naturales Protegidas (ANP); éstas son porciones terrestres o 
acuáticas del territorio nacional representativas de los diversos ecosistemas, en donde el 
ambiente original no ha sido esencialmente alterado y que producen beneficios ecológicos 
cada vez más reconocidos y valorados (www.conanp.gob.mx).Las ANP se crean mediante un decreto presidencial y las actividades que pueden 
llevarse a cabo en ellas se establecen de acuerdo con la Ley General del Equilibrio Ecológico 
y Protección al Ambiente (LGEEPA). Están sujetas a regímenes especiales de protección, 
conservación, restauración y desarrollo, según categorías establecidas en la misma ley 
(www.conanp.gob.mx). 
 A nivel nacional, Morelos se encuentra entre las entidades federativas de superficie 
territorial reducida sus excepcionales escenarios y recursos naturales han motivado, tanto en 
el pasado como en el presente, a promover su conservación, proceso que ha hecho que la 
entidad cuente actualmente con nueve ANP, cinco de carácter federal (Cuadro 1) y cuatro de 
carácter estatal (Cuadro 2) (Figura 1) (www.ceamamorelos.gob.mx). 
 De los 4,980 km
2
 que conforman la superficie territorial del estado de Morelos, 
actualmente se encuentran protegidas por Ley 131,924 hectáreas, que representan el 26.7% de 
la superficie total del estado (www.ceamamorelos.gob.mx). 
El manejo de las ANP de carácter federal es responsabilidad de la Secretaría del 
Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca a través del Instituto Nacional de Ecología, y 
para el manejo del ANP Sierra de Huautla se cuenta con la participación de la Universidad 
Autónoma del estado de Morelos a través del Centro de Educación Ambiental e Investigación 
Sierra de Huautla (CEAMISH); las de carácter estatal son responsabilidad de la Comisión 
Estatal del Agua y Medio Ambiente (CEAMA) del Gobierno del Estado y de los 
Ayuntamientos donde se ubican estas áreas (www.ceamamorelos.gob.mx). 
 
 
 
http://www.conanp.gob.mx/
http://www.conanp.gob.mx/
http://www.ceamamorelos.gob.mx/
http://www.ceamamorelos.gob.mx/
http://www.ceamamorelos.gob.mx/
Edith Patricia Villa Mendoza 
 
 - 9 - 
 
Cuadro 1. Áreas Naturales Protegidas en el estado de Morelos de carácter federal. 
 
ANP Categoría Fecha de 
Decreto 
Superficie en 
Morelos 
(has.) 
Ecosistemas 
principales 
 
Corredor 
Biológico 
Chichinautzin 
 
Áreas de 
Protección de Flora 
y Fauna Silvestre 
 
 
28/11/1988 
 
 
37,302 
 
Bosque de pino-encino, 
Bosque de oyamel 
 
Lagunas de 
Zempoala 
 
Parque Nacional 
 
22/01/1937 
 
 
22,000 
 
Ecosistema de transición, 
Bosque de pino-encino, 
Bosque de oyamel 
 
El Tepozteco 
 
Parque Nacional 
 
19/05/1947 
 
3,965 
 
Bosque de coníferas 
 
Iztaccíhuatl- 
Popocatépetl 
 
Parque Nacional 
 
29/10/1935 
 
700 
 
Bosque de pino-encino, 
Paramo de altura y 
Zacatonal 
 
Sierra de 
Huautla 
 
Reserva de la 
Biósfera 
 
08/09/1998 
 
59,030 
 
Selva baja mediana 
caducifolia, Bosque de 
encino y Selva baja 
subcaducifolia 
 
 
Cuadro 2. Áreas Naturales Protegidas en el estado de Morelos de carácter estatal. 
 
ANP Categoría Fecha de 
Decreto 
Superficie 
en Morelos 
(has.) 
Ecosistemas 
principales 
 
El Texcal 
 
Zona sujeta a 
conservación 
ecológica 
 
 
06/05/1992 
 
 
408 
 
Selva baja caducifolia y 
cordonales 
 
Las Estacas 
 
Reserva Estatal 
 
10/06/1998 
 
652 
 
Selva baja caducifolia 
 
Sierra 
Montenegro 
 
Reserva Estatal 
 
10/06/1998 
 
7,328 
 
Selva baja caducifolia 
 
Los Sabinos, 
Santa Rosa y 
San Cristóbal 
(Río Cuautla) 
 
Zona sujeta a 
conservación 
ecológica 
 
 
31/03/1993 
 
 
152 
 
 
Selva baja caducifolia 
 
Áreas de conservación en Morelos 
 
 - 10 - 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 1. Localización del Sistema de Áreas Naturales Protegidas en el estado de Morelos. Fuente: 
SEMARNAP.INE. Balance del Programa Nacional de Áreas Naturales Protegidas, 1995-2000. México, Junio 
2000. 
 
 Las ANP establecidas en el estado de Morelos protegen a los principales tipos de 
vegetación presentes: el bosque templado frío y el bosque tropical caducifolio, los que en 
conjunto incluyen la mayor superficie forestal del Estado; asimismo, estas áreas protegen 
otros tipos de vegetación importantes pero de poca representación en el estado, como es el 
caso del bosque ripario, los zacatonales alpinos y los páramos de altura 
(www.ceamamorelos.gob.mx). 
Desde el punto de vista florístico, las ANP del estado de Morelos no han sido 
totalmente estudiadas; se tiene la mayor información florística de la Sierra de Huautla y el 
Corredor Biológico Chichinautzin, mientras que los estudios de flora para las otras ANP son 
escasos o incompletos todavía (Programa de conservación y manejo Reserva de la Biósfera 
Sierra de Huautla, 2005; Pulido-Esparza et al., 2009). 
http://www.ceamamorelos.gob.mx/
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 - 11 - 
En relación con la fauna, los grupos más estudiados en las ANP de Morelos 
pertenecen a los vertebrados, en específico al grupo taxonómico de los mamíferos y las aves 
(Alvarez-Castañeda, 1996; Urbina, 2005). 
Áreas de Protección de Flora y Fauna Corredor Biológico Chichinautzin 
El Corredor Biológico Chichinautzin se ubica parcialmente en el Distrito Federal y los 
estados de México y Morelos, con un intervalo altitudinal que va de los 1,250 a los 3,450 
msnm y una gran heterogeneidad topográfica, histórico-geológica y climática, características 
que en conjunto generan una gama de condiciones ecológicas que se traduce en una notable 
diversidad de hábitat y especies. El área protege la zona intermedia entre los Parques 
Nacionales Lagunas de Zempoala y El Tepozteco, por lo que se constituye, por un lado, en un 
corredor biológico que asegura la continuidad de los procesos ecológicos y evolutivos de la 
biota de la zona, y por otro lado, en una barrera para evitar la conurbación de las manchas 
urbanas de Morelos y el Distrito Federal. En esta ANP confluyen elementos florísticos del 
tipo neártico y neotropical, lo cual le proporciona a esta zona una gran diversidad paisajística 
(Contreras-MacBeath y Urbina, 2001). 
 El Corredor Chichinautzin fue la primera reserva mexicana creada bajo la categoría de 
Áreas de Protección de Flora y Fauna Silvestre y Acuática. La zona se encuentra sujeta a una 
presión continua provocada por los efectos de la tala inmoderada, la extracción ilegal de 
tierra, la ampliación de la frontera agrícola, la invasión de predios para la construcción de 
viviendas y la cacería furtiva. El uso de la tierra en la zona está definido como forestal y 
agrícola, aunque la existencia de una ganadería de carácter extensivo está dando lugar a una 
transferencia de las tierras forestales y agrícolas a ganaderas en algunas localidades. Este 
proceso provoca en el mediano y largo plazo la urbanización de la tierra, principalmente la 
utilizada para actividades ganaderas, lo cual aumenta los problemas de la reserva (Urbina et 
al., s. f.). Esta reserva tiene un coeficiente de infiltración de agua del 70%, por lo que es una 
zona importante para la recarga de acuíferos (Aguilar, 1998). 
 Se sabe que esta Área Natural Protegida está representada por cinco especies de peces, 
de las cuales cuatro son introducidas; 10 especies de anfibios, todas endémicas, tres que están 
amenazadas y dos raras; 43 especies de reptiles, de las cuales 13 son endémicas (como la 
víbora de cascabel, Crotalus transversus) dos están amenazadas, tres son raras y una con 
protección especial; 237 especies de aves, de la cuales 51 son endémicas, ocho están 
amenazadas, cuatro son raras y tres con protección especial; entre las especies de aves 
amenazadas se encuentran el gorrión serrano (Xenospiza bailey), la codorniz montezuma 
Áreas de conservación en Morelos 
 
 - 12 - 
(Cyrtonyx montezumae), el chupaflor violeta (Atthis heloisa) y el halcón fajado (Falco 
femoralis). La mastofauna del Áreas está representada por 60 especies, de las que destacan el 
conejo de los volcanes (Romerolagus diazi) y el ratón de los volcanes (Neotomodon alstoni), 
ambos endémicos de la Faja Volcánica Transmexicana, ambas se consideran en peligro de 
extinción;y la musaraña (Sorex oreopolus) (Contrera-MacBeath y Urbina, 2001). 
 
Parque Nacional Lagunas de Zempoala 
Se ubica en los estados de México y Morelos, siendo la principal región captadora y 
reguladora de la precipitación pluvial de estos dos estados, y un lugar excepcional para el 
desarrollo de actividades turístico-recreativas. El parque presenta un intervalo altitudinal de 
2,670 a 3,686 msnm (www.ceamamorelos.gob.mx). 
 El Parque actualmente presenta problemas de deterioro ambiental entre los que se 
encuentran la tala ilegal, la extracción de suelo, agua y tierra de monte, la caza furtiva y un 
fuerte impacto ocasionado por la numerosa afluencia de visitantes, principalmente a la Laguna 
de Zempoala. A partir de 1998 se iniciaron importantes acciones por parte de la SEMARNP-
INE para darle operatividad al Parque y hacerlo funcionar como una auténtica área natural 
protegida, dotándola de recursos humanos, equipo y presupuesto básico. Durante 1999 se 
hicieron esfuerzos por parte de la UAEM para conservar el programa de manejo y poner en 
práctica el programa operativo anual elaborado para el Parque (Solares y Gálvez, 2002). 
 El Parque posee una flora acuática vascular rica, representada por 66 especies, tanto de 
helechos y plantas afines como de angiospermas acuáticas, constituidas exclusivamente por 
elementos herbáceos; los grupos mejor representados son las dicotiledóneas, con 33 especies, 
y las monocotiledóneas con 30 especies. Las hidrófilas enraizadas emergentes representan la 
forma de vida más sobresaliente de la flora acuática, con 45 especies (Bonilla y Novelo, 
1995). 
 
Parque Nacional El Tepozteco 
Se ubica en el estado de Morelos y el Distrito Federal, el rango altitudinal de la reserva va de 
los 1,200 a los 3,480 msnm. Su topografía es de serranías, destacando la Sierra de Tepoztlán, 
que tiene paisajes escénicos extraordinarios. La tenencia de la tierra en la reserva es en un 
80% ejidal y comunal, mientras que del 20 % restante, el 15% es privado y el 5% federal 
(www.ceamamorelos.gob.mx). 
http://www.ceamamorelos.gob.mx/
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Edith Patricia Villa Mendoza 
 
 - 13 - 
 En cuanto a la fauna de esta ANP se destaca el escorpión o monstruo de Gila 
(Heloderma horridum), única lagartija venenosa, la cual se encuentra en peligro de extinción 
(Castro-Franco y Bustos, 1992). 
 
Parque Nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl 
Se ubica en los estados de México, Morelos y Puebla. Los límites altitudinales del Parque en 
Morelos son 3,600 y 5,650 msnm (www.ceamamorelos.gob.mx). 
 Dentro del Parque se encuentra un alberque en el paraje de Tlamacas, Estado de 
México, que era utilizado por practicantes del alpinismo y el campismo. 
 En esta ANP se tiene registrada la existencia de 52 especies de mamíferos, de los 
cuales los mejores representados son los roedores (ardillas, tuzas, ratas y ratones) con 21 
especies, los carnívoros con 11 especies y los quirópteros con 10 especies; una de las especies 
presentes en esta área, el zacatuche o teporingo, como se le conoce al conejo de los volcanes 
(Romerolaguz diazi), se considera en peligro de extinción. En lo que respecta a las aves, se 
han reportado las siguientes especies: cuervo, zopilote, águila ratonera, búho pigmeo y pájaro 
azul. En cuanto a reptiles, se tiene reportado el camaleón (Phrynosoma sp.) y varias ranas 
(Hyla plicata, Hyla lafrentzi), y el ajolote (Rhyacosideran altamiranii) 
(www.conanp.gob.mx). 
 
Reserva de la Biósfera Sierra de Huautla 
La Reserva de la Biósfera Sierra de Huautla se encuentra ubicada al sur del estado de 
Morelos, en los municipios de Tlaquiltenango y Tepalcingo, colindando con el estado de 
Guerrero al oeste y suroeste, y con el estado de Puebla al este y sureste. La topografía es 
esencialmente accidentada; sólo se encuentran valles en el extremo norte, prácticamente por 
afuera del polígono del áreas. Al ubicarse dentro de la Cuenca del Balsas, constituye un 
reservorio de biodiversidad de gran relevancia para la conservación del trópico seco de 
México. Debido a la distribución geográfica de la selva seca, a la topografía accidentada en la 
que frecuentemente se encuentra y a sus condiciones climáticas, el número de especies 
endémicas es mayor que el que se presenta en otros tipos de vegetación. La reserva y su 
cubierta vegetal brindan una serie de servicios ambientales para los habitantes del sur y 
sureste del estado de Morelos, del norte de Guerrero y de las cuencas de los ríos Mezcala y 
Balsas (CEAMISH, 2000). 
http://www.ceamamorelos.gob.mx/
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Áreas de conservación en Morelos 
 
 - 14 - 
 Para la Sierra de Huautla se ha reportado hasta la fecha un total de 629 especies de 
plantas vasculares, de las cuales las más abundantes en cuanto a número de especies son 
Fabaceae, Poaceae, Asteraceae y Burseraceae. Cabe señalar que aunque la familia 
Burseraceae sólo está representada por un género (Bursera), es rica en especies (13), todas 
ellas de gran importancia económica dado su alto contenido de resinas y aceites, además de su 
importancia biológica como una de los componentes principales de este tipo de vegetación. 
Hasta la fecha solamente se conoce una especie endémica del área, Brongniartia vazquezii, 
Fabaceae (Dorado, 1989; CEAMISH, 2000). 
 En la Sierra de Huautla se han registrado 10 especies de peces, de las cuales tres son 
endémicas, cinco introducidas y dos nativas. De anfibios y reptiles se han registrado 16 y 34 
especies respectivamente; dentro de los reptiles, se encuentra la iguana negra (Ctenosaura 
pectinata), que está considerada dentro de las especies amenazadas. Para las aves se conoce 
un total de 127 especies, de las cuales 34 son endémicas mesoamericanas, seis en peligro de 
extinción, una rara y una bajo protección especial. Destacan entre las especies endémicas 
restringidas la codorniz listada (Philortyx fasciatus), el carpintero pechigris (Melanerpes 
hypopolius) y el zapatero de collar (Aimophila humeralis); así mismo, el búho del Balsas 
(Otus sedectus) y el papamoscas pardo oscuro (Xenotriccus mexicanus), que se encuentran en 
peligro de extinción. Por su parte, los mamíferos son el grupo más estudiado de esta ANP; de 
éstos se sabe que en el área de reserva se distribuyen por lo menos 82 especies, seis de las 
cuales son nuevos registros para el estado de Morelos: dos de murciélagos (Rhogeessa alleni, 
Rhogeessa gracilis); una de roedores (Oryzomys fulvescens) y tres de félidos (Leopardus 
pardalis, Leopardus wiedii y Herpailurus yagouaroundi). Los mamíferos de la Sierra de 
Huautla representan el 47% de las especies registradas en Morelos; los quirópteros son el 
grupo más diverso, mientras que los roedores son los más abundantes (Urbina et al., s. f.; 
Sánchez y Romero, 1992; Sánchez et al., 1993; Boyás y Boyás, 2002; Vargas et al., en 
prensa). 
 
Zona sujeta a Conservación Ecológica El Texcal 
La Zona sujeta a Conservación Ecológica El Texcal se localiza al norte del municipio de 
Jiutepec. Colinda al oeste con el municipio de Cuernavaca, al este con el municipio de 
Yautepec, al norte y noroeste con Tepoztlán y al sur con Emiliano Zapata (Urbina et al., s. f.). 
La tenencia de la tierra en El Texcal es comunal, perteneciente en su porción norte a los 
comuneros de Santa Catarina y al sur a los comuneros de Tejalpa (SEDAM, 1998). 
Edith Patricia Villa Mendoza 
 
 - 15 - 
 Esta área se caracteriza por ser una enorme masa de rocas volcánicas acumuladas en 
innumerables episodios volcánicos que se iniciaron a mediados del Terciario y continuaron 
hasta el presente. La topografía dominante es la planicie y la altitud promedio de esta ANP es 
de 1,355 msnm (SEDAM, 1998). 
 En el Texcal nace el arroyo Palo Escrito, que desemboca al río Apatlaco, al igual que 
el río Tetlama. Por otro lado, existe el río Dulce, que vierte sus aguas al Yautepec. Durante el 
periodo de lluvias se forman en El Texcalcuerpos de aguas naturales, siendo uno de ellos la 
Laguna de Acolapan. Asimismo, el acuífero alimenta a La Gachupina, cuyas aguas brotan en 
el lugar denominado Las Fuentes. Existe un manantial conocido como Laguna de Ahueyapan, 
que es el afloramiento de un río subterráneo que provee de agua potable a las poblaciones 
aledañas (Urbina et al., s. f.). 
 La vegetación dominante del Texcal es la Selva Baja Caducifolia, de la cual se han 
registrado 167 especies de plantas vasculares (Boyás y Boyás, 2002). Hay poca información 
disponible sobre la mayoría de los grupos de vertebrados de El Texcal, de los cuales se han 
citado alrededor de 60 especies (Boyás y Boyás, 2002). Los peces que se encuentran en el 
manantial de Ahueyapan son tres especies, dos introducidas (la trucha arco iris, 
Oncorhynchus mykiss y el cola de espada, Xiphophorus variatus) y una especie endémica (la 
carpa del Balsas, Notropis boucardi). Los anfibios están representados por nueve especies, 
cinco endémicas y una bajo peligro de extinción; de este grupo la ranita verde, Hyla alicata, 
es una especie restringida a la región central del país. De las aves se han registrado 44 
especies, 12 endémicas, entre las que se encuentra el chupamirto prieto, Cynanthus sordidus, 
que es una endémica restringida. Para los mamíferos se tienen diez especies, entre las que 
destacan las ardillas, Spermophilus variegatus y Sciurus aureogaster (Urbina et al., s. f.; 
Boyás y Boyás, 2002). 
 El Texcal está bajo continua presión, principalmente por efectos de industrialización, 
la urbanización de las zonas aledañas y los asentamientos irregulares, particularmente en su 
zona sur y oeste, en donde se encuentra el área industrial y urbana de Cuernavaca. 
 
 
 
 
Áreas de conservación en Morelos 
 
 - 16 - 
Zona sujeta a Conservación Ecológica Río Cuautla (Los Sabinos, Santa Rosa y San 
Cristóbal) 
La superficie del ANP Río Cuautla comprende en su totalidad terrenos federales debido a los 
cuerpos de agua (los manantiales y el río), ya que los cauces son propiedad de la nación 
(www.ceamamorelos.gob.mx). 
 El Río Cuautla se encuentra ubicado al oriente del estado, en el municipio de Cuautla, 
cercano a la ciudad del mismo nombre. La dirección general del Río es del noroeste al 
suroeste, a una altitud promedio de 1,200 msnm. Esta Reserva pertenece a una de las 
subcuencas intermedias del Río Amacuzac, el cual a su vez forma parte de la región 
hidrológica del Río Balsas (Urbina et al., s. f.). 
 De la vegetación original del ANP, solamente se observan algunos relictos de la selva 
baja caducifolia, ya que gran parte de esta área se destina a la agricultura y asentamientos 
humanos; en la parte media del río se encuentra representado por bosque de tipo ripario con 
especies de ahuehuetes, amates y sauces dentro de los manantiales (Boyás y Boyás, 2002). 
 
Reserva Estatal Sierra Monte Negro 
La Reserva Estatal Sierra de Monte Negro se encuentra ubicada en los municipios de 
Jiutepec, Yautepec, Emiliano Zapata y Tlaltizapan, en el estado de Morelos. La tenencia de la 
tierra de esta Reserva es ejidal, comunal y una parte de carácter particular (SEDAM-UAEM, 
1999; Jaramillo et al., 2000). 
 Tiene un intervalo altitudinal que va desde los 1,775 msnm en la cumbre más alta del 
Monte Negro, hasta los 1,000 msnm en la porción sur, en los límites con la zona urbana del 
Tlaltizapan (SEDAM-UAEM, 1999; Jaramillo et al., 2000). 
 Dentro de esta Reserva se encuentra distribuida en forma dominante la Selva Baja 
Caducifolia, la que todavía presenta cierto grado de conservación, por lo cual es prioritaria la 
protección de esta área frente a las actividades humanas encaminadas hacia cambios de uso de 
suelo mal planeados. En la porción noroeste de la Sierra Monte Negro se encuentran 
pequeños bosques de encino. En esta Reserva se han registrado alrededor de 164 especies de 
plantas vasculares (Boyás y Boyás, 2002). Alrededor de 365 especies de vertebrados se han 
registrado, de las cuales 81 son de mamíferos, 231 de aves, 53 de reptiles, 17 de anfibios y 3 
de peces. Entre las especies de fauna silvestre nativa que se cree que han desaparecido de la 
Reserva se encuentran el jabalí de collar (según informes de los habitantes locales). Se 
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considera que la mayor parte de las poblaciones de las especies de interés cinegético ha 
diminuido drásticamente, principalmente el venado cola blanca, la chachalaca, la paloma y la 
codorniz (SEDAM-UAEM, 1999; Jaramillo et al., 2000). 
 
Reserva Estatal Las Estacas 
La Reserva Estatal Las Estacas se encuentra ubicada en el municipio de Tlaltizapan, ejido de 
Bonifacio García, a una altitud de 950 msnm, en el estado de Morelos. La tenencia de la tierra 
de esta Reserva es de tipo comunal, ejidal y privado, y forma parte de una de las más 
importantes zonas de manantiales de la entidad (www.ceamamorelos.gob.mx). 
 El tipo de vegetación dominante es la Selva Baja Caducifolia, asociada con algunos 
manchones de Bosque de Galería y vegetación acuática y subacuática. Dentro de la reserva se 
presenta uno de los más importantes hábitats acuáticos del estado de Morelos, el manantial 
Las Estacas, que tiene un aforo de 6.7 metros cúbicos de agua por segundo, y que alberga una 
importante fauna acuática (Boyás y Boyás, 2002). 
Las Estacas se ha convertido en los últimos años en un importante centro para la 
educación ambiental, gracias a un programa de trabajo establecido entre el Centro de 
Investigaciones Biológicas de la UAEM y la empresa a cargo del Parque Acuático Las 
Estacas. Estas instancias han trabajado en un proyecto de manejo para la zona, en el que se 
involucran comuneros y ejidatarios de Tlaltizapan (Urbina, et al., s. f.). 
 
 En el estado de Morelos se presentaban originalmente Bosques Templados en su 
porción norte, que cubrían aproximadamente el 25% de la superficie Morelense, y Selva Baja 
Caducifolia en el resto del estado. Durante las últimas décadas se perdió más del 70% de la 
cubierta forestal del estado, mientras que el 30% que aún conserva cubierta forestal está 
seriamente deteriorado y tan sólo el 10% restante se considera con poca perturbación humana 
(www.ceamamorelos.gob.mx). Para mediados de la década de los setentas se consideraba que 
el 68% (334,350 Ha) del estado eran suelos forestales, de los cuales el 45% (133,740 Ha) 
estaba cubierto por bosques y selvas y el resto tenía otros usos (SAG, 1975). 
 Actualmente quedan 26,361 Ha (5.3% del territorio Morelense) de Bosque Templado 
y 62,127 Ha (12.6%) de Selva Baja Caducifolia (Ordenamiento Ecológico Territorial del 
estado de Morelos, 2005) aunque se considera que el 40% de los terrenos morelenses son 
propios para el crecimiento de Bosques y Selvas, y solo el 18% están cubiertos por este tipo 
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Áreas de conservación en Morelos 
 
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de ecosistemas. A la agricultura se le dedican 188,000 Ha (37%) y a la ganadería 219,652 Ha 
(44%) (Ordenamiento Ecológico Territorial del estado de Morelos, 2005). 
 El incremento de la población humana trae como consecuencia un incremento en la 
demanda de recursos naturales de todo tipo: tierras para producción de alimentos, vivienda, 
industria, agua para diversos usos, aprovechamiento de la biodiversidad. Sin embargo, la 
disponibilidad (en cuanto a calidad y cantidad) de estos recursos naturales no solo no 
aumenta, sino por el contrario disminuye de manera inversa a la población humana 
(Ordenamiento Ecológico Territorial del estado de Morelos, 2005). Por estos motivos es 
fundamental ordenar el desarrollo actual y futuro de la entidad, en función de la 
disponibilidad y conservación de los recursos naturales y para ello las Áreas Naturales 
Protegidas deben considerarse como estratégicas para garantizar que este desarrollo sea 
sostenible. 
 Como respuestaa la conservación de las especies, en 1996 se creó un programa para 
identificar las áreas de importancia para la conservación de las aves (AICAS), que surgió 
como una idea conjunta de la Sección Mexicana del Consejo Internacional para la 
preservación de las aves (CIPOMEX) y BirdLife International, con el propósito de crear una 
red regional de áreas importantes para la conservación de las aves. El proceso de priorización 
de las AICAS considera la importancia global del sitio, presencia de endemismos, de especies 
en riesgo, de congregaciones de especies migratorias o ser sitios importantes para la 
anidación, hábitat prioritarios, oportunidades de acción de manejo y conservación y que su 
conservación sea viable (www.conabio.gob.mx). 
 Existen 229 AICAS distribuidas en todos los estados de la República que contemplan 
todos los tipos de hábitat (vegetación), todas las especies amenazadas y todas las especies 
endémicas (www.conabio.gob.mx). 
 En Morelos se encuentran ubicadas tres AICAS que corresponden a tres ANP que son 
el Corredor Biológico Chichinautzin, Sierra de Monte Negro y Sierra de Huautla. 
 En cambio, para los mamíferos no se cuenta con un programa como tal para su 
conservación, pero han servido de base para numerosos estudios para identificar sitios de 
conservación, regionalizar zonas o simplemente identificar la zona de transición entre la 
región neártica y la neotropical, entre otros (Russell et al., 1994; Illoldi-Rangel et al., 2004; 
Escalante et al., 2005). 
 
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Edith Patricia Villa Mendoza 
 
 - 19 - 
 
ANTECEDENTES 
 
La distribución geográfica de las especies y los factores bióticos y abióticos que la determinan 
constituye un tema central en diferentes disciplinas de la biología, como la biología de la 
conservación, biogeografía, la ecología y la sistemática. Incluso, Darwin (1859) dedicó gran 
parte de su obra al conocimiento de la distribución de especies e identificar los factores 
bióticos y abióticos que influyen sobre ésta. Desde entonces, los estudios enfocados a conocer 
la distribución de especies se concentran en identificar los factores causales, bióticos y 
abióticos, para delimitar los contornos del área de distribución (e.g., MacArthur, 1972; 
Rappoport, 1975; Myers y Giller, 1988; Brown y Gibson, 1993; Brown, 1995). 
Recientemente, se ha notado un creciente interés en modelar la inclusión de estos factores 
para determinar la distribución potencial de las especies, desde una perspectiva enfocada a su 
conservación (Illoldi-Rangel et al., 2004; Escalante et al., 2007a, 2007b; Pawar et al., 2007; 
Sánchez-Cordero et al., 2008). 
 La limitación de los recursos económicos y humanos generalmente descarta la 
colección de datos sistemáticos para múltiples grupos taxonómicos, haciendo más difícil 
asegurar la máxima representación de la biodiversidad global de la región en un juego de 
áreas de conservación (Pawar et al., 2007). Esta situación requiere del desarrollo de métodos 
que lleven a cabo el uso máximo de la información contenida en los datos biológicos 
disponibles. En los últimos años, la integración de dos técnicas diferentes ha mostrado una 
gran promesa para obtener estas metas: modelado del nicho ecológico combinado con la 
priorización sistemática de áreas (Sánchez-Cordero et al., 2005; Fuller et al., 2006). 
 El modelado del nicho apunta a la predicción de la distribución geográfica de las 
especies usando datos de registros de presencia observados y asociados a variables 
ambientales (las cuales pueden ser bióticas o abióticas). El modelo del nicho identifica áreas 
que son ecológicamente adecuados para la presencia de la especie basada sobre ejemplos de 
su nicho realizado. La priorización sistemática de áreas apunta a la selección de redes de áreas 
de conservación usando algoritmos que buscan maximizar la representación de la 
biodiversidad en una porción de tierra lo más pequeña posible, a menudo también 
incorporando otros criterios espaciales tales como el tamaño de cada área individual 
(Margules et al., 2002; Sarkar et al., 2002). 
Áreas de conservación en Morelos 
 
 - 20 - 
 Combinando estos dos métodos, el presente trabajo realizó una priorización de áreas 
para el estado de Morelos, México. Para la priorización de áreas, múltiples grupos biológicos 
deberían idealmente ser incluidos para maximizar la protección de la biodiversidad. Sin 
embargo, los datos para poder realizar están raramente disponibles, y tales análisis 
frecuentemente se han realizado con grupos taxonómicos disponibles. 
 Los grupos taxonómicos utilizados en el presente trabajo son los mamíferos y aves, De 
tal manera que el presente trabajo establece una red de áreas prioritarias para la conservación 
de estos grupos. Los mamíferos y aves son componentes importantes de la biodiversidad, los 
cuales en los últimos años han tomado una fuerte importancia para los planes de conservación 
(Muriuki et al., 1997; Escalante et al., 1998; Sánchez-Cordero et al., 2005; Fuller et al., 2006; 
Navarro-Sigüenza et al., 2007; Illoldi-Rangel et al., 2008). 
 Se han realizado estudios en donde se señala que el estado de Morelos alberga una 
gran diversidad de mamíferos y sobre todo de aves en consideración al tamaño que presenta el 
estado. Esta fauna presenta un porcentaje alto de endemicidad y especies amenazadas, además 
de que para mucha especies de aves en Morelos presentan su lugar de anidación (Urbina, 
2005; Villa-Mendoza, 2005). La priorización de áreas con estos grupos en Morelos ofrecerá 
una importante evaluación preliminar del estatus de conservación del estado y de sus Áreas 
Naturales Protegidas; además de ser el primer estudio en priorizar áreas para el estado, lo es 
también contemplando a los mamíferos y aves. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Edith Patricia Villa Mendoza 
 
 - 21 - 
 
ÁREA DE ESTUDIO 
 
Localización geográfica 
El estado de Morelos se encuentra entre los paralelos 19°08’ y 18°20’ de latitud norte; y en 
los meridianos 98°38’ y 99°30’ de longitud oeste; se ubica al centro de la República 
Mexicana y colinda al norte con el Estado de México y el Distrito Federal, al este con el 
Estado de México y Puebla, al sur con Puebla y Guerrero y al oeste con Guerrero y el Estado 
de México (INEGI, 2000). Tiene una superficie aproximada de 4,980 km
2
, que representa 
0.2% de la superficie total del país; políticamente está dividido en 33 municipios, siendo la 
ciudad de Cuernavaca su capital (Figura 2) (INEGI, 1999). 
 
Figura 2. Localización del estado de Morelos en la República Mexicana y tipos de vegetación presentes en 
Morelos. 
Áreas de conservación en Morelos 
 
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Fisiografía general 
De acuerdo con Aguilar (1998), el estado de Morelos corresponde a la unidad orogénica de la 
Faja Volcánica Transmexicana (Morán-Zenteno, 2003; Escalante et al., 2007a), 
particularmente en la vertiente que se vincula con la región geomórfica llamada Depresión o 
Cuenca del río Balsas. 
 La Faja Volcánica Transmexicana determina la fisiografía del centro de México y 
establece un límite biogeográfico, geológico, geomorfológico, climático, hidrológico y 
edáfico. Por esta influencia fisiográfica, Morelos se sitúa desde el punto de vista físico y 
biológico justo en la frontera, en la zona “de transición” entre las regiones biogeográficas 
Neártica y Neotropical (Aguilar, 1998). 
Geología 
La superficie del estado de Morelos se encuentra cubierta en 59.92% por rocas ígneas y en 
34.33% por rocas sedimentarias (Boyás, 1992). 
 En la Provincia de la Faja Volcánica Transmexicana se presentan afloramientos ígneos 
extrusivos de composición intermedia (andesitas), particularmente al oeste de Huitzilac, que 
datan de alrededor del Terciario medio. Las rocas volcánicas y basaltos presentan una 
extensión que prácticamente cubre toda esta provincia y pertenecen al periodo Cuaternario 
(Boyás, 1992).En la región geomórfica Depresión del río Balsas se encuentran afloramientos de las 
rocas más antiguas de Morelos (Cretácico Inferior); litológicamente se han clasificado como 
calizas de ambiente marino. También se presentan las areniscas y lutitas del Cretácico 
Superior. Dentro del Cenozoico se encuentran afloramientos de rocas sedimentarias (areniscas 
con conglomerados) así como rocas volcánicas las cuales presentan una composición diversa 
debido a que existen derrames de andesitas, riolitas, tobas, brechas volcánicas y derrames de 
basalto (Boyás, 1992). 
Suelos 
Con base en el Sistema de Clasificación de Suelos de la FAO de 1970, modificado por la 
Dirección General de Geografía del Territorio Nacional (hoy Instituto Nacional de 
Estadística, Geografía e Informática), en la entidad se presentan las siguientes unidades de 
suelos: acrisol, andosol, cambisol, castañozem, chernozem, feozem, fluvisol, lixisol, arenosol, 
regosol, leptosol y vertisol (Aguilar, 1998). 
Edith Patricia Villa Mendoza 
 
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Clima 
En el estado de Morelos se presentan los siguientes tipos climáticos: 
1. Cálido subhúmedo con lluvias en verano, distribuido en el centro y sur del estado. Cubre 
67.83% de la superficie estatal, con una altitud menor de 1,400 msnm, una temperatura media 
anual (TMA) mayor de 22°C y una precipitación media anual (PMA) de 800 mm. 
2. Semicálido subhúmedo con lluvias en verano, que cubre 18.80% de la superficie, y se 
localiza en laderas bajas del Sistema Volcánico Transversal, con una altitud entre 1,400 y 
2,000 msnm, una TMA entre 18 y 22°C y una PMA de 1,100 mm. 
3. Templado subhúmedo con lluvias en verano. Cubre 9.70% de la superficie estatal, y se 
localiza en laderas medias del Sistema Volcánico Transversal, entre los 2,000 y 2,800 msnm y 
entre 12 y 18°C de TMA, así como con 1,300 mm de PMA. 
4. Semifrío húmedo con abundantes lluvias en verano, el cual se presenta en 2.46% de la 
superficie estatal y se localiza en laderas altas del Sistema Volcánico Transversal, entre los 
2,800 y 4,000 msnm, entre 5 y 12°C de TMA y con una PMA de 1,500 mm. 
5. Semifrío subhúmedo con lluvias en verano. Cubre unicamente 1.17% de la superficie 
estatal, y se localiza en las laderas más altas del Popocatépetl, entre los 4,000 y 5,000 msnm, 
con una TMA entre –2 y 5°C y con una PMA mayor de 1,500 mm. 
6. Frío, tan sólo con 0.04% de superficie total del estado, se encuentra localizado en la cima 
del Popocatépetl, a una altitud de más de 5,000 metros y con una TMA menor de -2°C 
(INEGI, 2000). 
Hidrología 
Morelos queda comprendido en una porción de la región hidrológica “Río Balsas”. Tiene 
porciones de dos cuencas que pertenecen a los ríos Amacuzac y Atoyac. Las subcuencas 
intermedias del Amacuzac corresponden a los ríos Cuautla, Yautepec, Apatlaco, Tembembe, 
Alto Amacuzac y Bajo Amacuzac, y la única subcuenca intermedia del Atoyac, es la del río 
Nexapa. La cuenca del río Amacuzac ocupa la mayor parte de la entidad con una superficie de 
4,303 km
2
. Su corriente principal es uno de los más importantes afluentes del río Balsas y se 
origina en las faldas del Nevado de Toluca (Aguilar, 1998). 
 La cuenca del río Atoyac tiene una superficie de 653 km
2
, es uno de los principales 
formadores del río Balsas, originándose en los deshielos que descienden desde altitudes de 
4,000 msnm del flanco oriental del Iztaccíhuatl (Aguilar, 1998). 
Áreas de conservación en Morelos 
 
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 Los tres principales cuerpos lacustres de la entidad son el lago de Tequesquitengo, 
único lago en Morelos, se encuentra en el sistema de drenaje del Alto Amacuzac y las lagunas 
de El Rodeo y Coatetelco, consideradas precisamente lagunas por su escasa profundidad, las 
cuales se ubican en la cuenca del Tembembe (Aguilar, 1998). 
Por la altitud y permeabilidad de las rocas, las principales zonas de recarga de 
acuíferos se localizan en las sierras del Chichinautzin, Zempoala y Nevada. Otra zona de 
recarga, menos importante, se ubica en el complejo volcánico del sur de Morelos, integrado 
por rocas ígneas extrusivas que corresponden a las sierras de San Gabriel, Tilzapotla y 
Huautla (Aguilar,1998). 
Vegetación 
De acuerdo con las distintas zonas climáticas presentes en el estado de Morelos, Boyás (1992) 
distingue las siguientes comunidades forestales: 
 
Vegetación de clima frío 
Esta comunidad vegetal incluye a la tundra o páramo de altura, en los límites de las nieves 
perpetuas, arriba de los 4,000 msnm, donde se pueden encontrar especies propias de la 
pradera alpina pertenecientes a los géneros Agrostis, Calamagrostis, Carex, Draba, Festuca, 
Juncus, Luzula y Trisetum. 
 
Vegetación de clima semifrío 
El bosque de oyamel se ubica en los lugares más húmedos de las cimas de las montañas al 
norte del estado, sobre las laderas de sotavento protegidas de los vientos, particularmente en 
los municipios de Huitzilac y Tetela del Volcán. Esta comunidad forestal se desarrolla sobre 
terrenos cerriles y de ladera con pendientes que van del 20 al 70%; los árboles que lo integran 
son Abies religiosa, Pinus ayacahiute y P. hartwegii. 
Dentro de este tipo de vegetación también se incluyen los zacatonales de Festuca 
amplisima, Mühlenbergia macroura y Stipa ichu. Estas comunidades se localizan en la zona 
norte del estado, principalmente en los municipios de Huitzilac y Tetela del Volcán. 
 
 
 
Edith Patricia Villa Mendoza 
 
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Vegetación de clima templado 
El bosque de pino-encino se distribuye en los municipios de Tetela del Volcán, Ocuituco, 
Totolapan, Tlayacapan, Cuernavaca, Huitzilac, Tepoztlán, Tlalnepantla, Zacualpan y 
Miacatlán. La topografía es de tipo cerril y de ladera con pendientes entre 20 y 60%. Ésta 
asociación está dada por las siguientes especies de pino: Pinus lawsonii, P. leiophylla, P. 
oocarpa, P. pringlei y P. teocote, así como las especies de encino Quercus crassipes, Q. 
microphylla, Q. mexicana y Q. rugosa. 
El bosque de pino se desarrolla en la parte alta de las montañas del Sistema Volcánico 
Transversal y sus componentes principales son: P. michoacana, P. montezumae y P. 
pseudostrobus. Las principales áreas donde se encuentran están en los municipios de 
Huitzilac, Tepoztlán, Tlalnepantla, Totolapan y Tetela del Volcán. 
El bosque de encino se distribuye en los municipios de Cuernavaca y Huitzilac, el área 
es de tipo cerril con pendientes del 20 al 60%. Las especies de encino dominantes son: 
Quercus candicans, Q. castanea, Q. centralis, Q. crassifolia, Q. decipiens, Q. laurina, Q. 
obtusata y Q. rugosa. 
El bosque mesófilo de montaña se localiza en la región de Tepoztlán, sobre barrancas 
y laderas húmedas. Las especies características de este tipo de vegetación son: Carpinus 
caroliniana, Celastrus pringlei, Clethra mexicana, Cornus disciflora, Meliosma dentata, 
Oreopanax peltatus, Styrax ramirezii, Symplocos pryonophylla y Ternstroemia pringlei. 
 
Vegetación de clima semicálido 
La vegetación de clima semicálido está representada en la entidad por el pastizal y la selva 
baja caducifolia. 
 El pastizal se distribuye en pequeñas extensiones en los municipios de Cuautla, 
Yecapixtla, Zacualpan y Jantetelco, en altitudes que van de 1,600 a 1,800 msnm, sobre 
terrenos de lomeríos que van de 8 a 20% de inclinación. Las especies más frecuentes son: 
Bouteloua curtipengula, Buchloe dactyloides, Cynodon dactylon, Hilaria cenchroides, 
Microchloa kunthi, Paspalum notatum, Panicum obtusum, Setaria lutescens y Sporobolus 
poiretii; estos pastizales generalmente son de origen secundario. 
 La selva baja caducifolia se describe con mayor amplitud dentro de la vegetación de 
clima cálido, donde tiene su mayor extensión superficial. 
Áreas de conservación en Morelos 
 
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Vegetación de clima cálido 
En el estado de Morelos, la vegetación de clima semicálido y cálido está representada por la 
selva baja caducifolia y vegetación sabanoide. 
La selva baja caducifoliadebe haber sido la asociación vegetal que cubría la mayor 
porción de la zona de estudio antes de la presencia humana; en la actualidad, es la que 
conserva una mayor extensión en la entidad. De manera particular predomina en las regiones 
centro y sur de Morelos sobre sustratos de origen volcánico como de origen sedimentario 
(calizo principalmente) y sobre terrenos de lomeríos como de tipo cerril. 
 Algunas de las especies más representativas de la selva baja caducifolia son, en el 
estrato arbóreo, Acacia cymbispina (cubata), Bocconia arborea (llora sangre), Bursera 
copallifera (copal), B. fagaroides (cuajiote), B. morelensis (cuajiote colorado o sangre de 
toro), Ceiba pentandra (pochote), Crescentia alata (cuatecomate), Ficus petiolaris (amate 
amarillo), Guazuma ulmifolia (cuauhlote), Ipomoea wolcottiana (cazahuate) y Lysiloma 
acapulcensis (tepehuaje). En el estrato arbustivo se encuentran Acacia farnesiana (huizache), 
A. pennatula (tepame), Dodonaea viscosa (ocotillo) y Thevetia ovata (huevo de gato). Los 
elementos propios de áreas donde el clima es más seco son Agave asperrima (maguey 
cenizo), Karwinskia humboldtiana (guayabillo), Myrtillocactus geometrizans (garambullo), 
Lemaireocereus weberi (cardón), Neobuxbaumia mezcalaensis (gigante) y Opuntia 
streptacantha (nopal cardón). Las especies que abundan en los sitios en que ha habido una 
alteración de la vegetación primaria son Acacia cymbispina (cubata), Brahea dulcis (palma de 
sombrero o soyate), Havardia acatlensis (uña de gato) y Prosopis laevigata (mezquite). 
 La selva baja caducifolia se mantiene conservada en los cerros Temazcal y Los Chivos 
ubicados al sur de Morelos, así como al occidente de Tepalcingo y al noroccidente de Ixtlilco 
El Chico; también se encuentra conservada al sur, oriente y norte de La Nopalera, así como en 
los plegamientos de Santa María, Jojutla, El Palmar, El Venado y La Tortuga. En la parte 
centro-oriental de Morelos, se mantiene conservada sólo en los cerros cercanos a Atotonilco 
llamados Santa Cruz, Tecolote, Ancho, Coyotes, Tenango, Gordo, Cuauchi, Diolochi, 
Colorado, Organal, Cacalote, Limas, Chumilar y Paracas, así como en la Barranca Honda. 
 La selva baja caducifolia forma gran variedad de escenarios naturales debido a las dos 
fisonomías diferentes que presenta en las épocas de lluvias y de secas, así como por las 
diferencias que se advierten en su composición florística en distintos lugares. El factor de 
distinción fisonómica es resultado de que en los meses de sequía, dichas selvas dan la 
Edith Patricia Villa Mendoza 
 
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impresión de ser vegetación semidesértica, mientras que durante la época de lluvias, los 
múltiples tonos verdes, así como la exuberancia y variedad de especies, dan la idea de que 
pertenecen a una selva tropical húmeda. Rzedowsky (1978) considera una forma biológica 
interesante la que constituyen las cactáceas columnares y candelabriformes, que se presentan 
sobre todo en las fases más secas de la Selva Baja Caducifolia y que influyen en la fisonomía 
de las comunidades vegetales correspondientes. 
 La vegetación de sabana es de tipo inducido. Se distribuye en el municipio de 
Huajintlán y parcialmente en los municipios de Tetecala, Amacuzac y Coatlán del Río, 
ocupando una superficie aproximada de 6,000 Ha. Las sabanas se presentan en lomeríos de 
pendiente que van de 6 al 20%, altitudinalmente entre 1,000 y 1,200 msnm. Las especies 
dominantes son: Bouteloua hirsuta, B. curtipendula, Cynodon dactylon, Hilaria cenchroides, 
Panicum sp, Paspalum notatum y Paspalum sp. (Rzedowsky, 1978). 
 
 
 
HIPÓTESIS 
 
 Las áreas de mayor riqueza y endemismo para los mamíferos y aves coinciden con las 
Áreas Naturales Protegidas Federales y Estatales del estado de Morelos. 
 
 
 
OBJETIVOS 
 
1.- Generar los modelos de nicho ecológico de las especies de mamíferos y aves terrestres del 
estado de Morelos. 
2.- Identificar las áreas prioritarias para la conservación de los mamíferos y aves de Morelos 
con base en el criterio de rareza. 
3.- Evaluar la coincidencia geográfica entre las áreas propuestas de conservación y el Sistema 
de Áreas Naturales Protegidas federales y estatales para el estado de Morelos. 
 
 
Áreas de conservación en Morelos 
 
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METODOLOGÍA 
 
Fuentes de información 
Se obtuvo la base de datos de las localidades basadas en los especímenes de colecciones e 
inventario recientes de mamíferos y aves en el estado de Morelos, México (ver anexo I y II). 
Las localidades y datos fueron obtenidas de las siguientes colecciones: 
 
Mamíferos 
 Colección Nacional de Mamíferos (CNM-IBUNAM), 
 Colección de Mamíferos de la Universidad de Morelos (COMUM), 
 Colección de Mamíferos del Centro de Educación Ambiental e Investigación Sierra de 
Huautla (CEAMISH), 
 Colección de Mamíferos de la Facultad de Ciencias Biológicas (UAEM), 
 Colección de Mamíferos de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, del Instituto 
Politécnico Nacional (ENCB-IPN), 
 Museo Nacional de los Estados Unidos (USNM) y 
 Museo de Historia Natural de la Universidad de Kansas, USA. 
 
Aves 
 Colección Nacional de Aves (CNAV-IBUNAM), 
 Colección Ornitológica del Centro de Investigación Biológicas de la UAEM 
(COCIBUAEM), 
 Los Angeles Country Museum of Natural History (LACM), 
 Museum of Vertebrate Zoology, University of California (MVZ) y 
 Atlas de las Aves de México. 
 
Se revisaron las bases de datos para evaluar su estado (georreferencias, sinonimias, datos 
repetidos e inservibles) y actualizar la nomenclatura de acuerdo a Ramírez-Pulido et al. 
(2005) para los mamíferos y A.O.U. Check-List of North American Birds (1998) para las 
aves, además de que todas las localidades de recolecta fueron transformadas a coordenadas 
geográficas decimales (latitud y longitud) por medio de la página web de INEGI 
(http://antares.inegi.gob.mx/traninv/) que sirve para convertir a datos geográficos. 
Edith Patricia Villa Mendoza 
 
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 La cartografía que se utilizó para realizar el modelo de nicho ecológico fueron el 
índice topográfico, pendiente y orientación de México, obtenidas de la página web de la 
USGS Science for a changing World 
(http://edc.usgs.gov/products/elevation/gtopo30/hydro/index.html) además del conjunto de las 
19 variables climáticas disponibles en la página web de WorldClim 
(http://www.wordlclim.org) y modificadas para México: temperatura promedio anual (ºC), 
oscilación diurna de la temperatura(ºC), isotermalidad (ºC), estacionalidad de la temperatura 
(%), temperatura máxima promedio del periodo más cálido (ºC), temperatura mínima 
promedio del periodo más frío (ºC), oscilación anual de la temperatura (ºC), temperatura 
promedio del cuatrimestre más lluvioso (ºC), temperatura promedio del cuatrimestre más seco 
(ºC), temperatura promedio del cuatrimestre más cálido (ºC), temperatura promedio del 
cuatrimestre más frío (ºC), precipitación anual (mm), precipitación del periodo más lluvioso 
(mm), estacionalidad de la precipitación (%), precipitación del cuatrimestre más lluvioso 
(mm), precipitación del cuatrimestre más seco (mm), precipitación del cuatrimestre más 
cálido (mm) y precipitación del cuatrimestre más frío (mm). 
Todas las coberturas fueron obtenidas para el polígono de México en formato grid a 
una resolución de 2 km por 2 km (4 km
2
). 
Para poder utilizar las coberturas se transformaron a formato ascii a través del Sistema 
de Información Geográfica ArcView 3.2. 
 
Modelado del nicho ecológico 
Se elaboraron los modelos de nicho ecológico de las especies de mamíferos y aves mediante 
el software Maxent (versión 3.1) (Phillips et al., 2006) a partir de las bases de datos para el 
estado de Morelos y la cartografía para México. 
Para los mamíferos, se obtuvo una base de datos de 1,362 registros para 104 especies 
distribuidas en el estado, integradas en ocho órdenes, 19 familias y 62 géneros. De estas

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