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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA BIOLOGÍA Holoturoideos (Echinodermata: Holothuroidea) de las aguas mexicanas del Golfo de México y el Caribe Mexicano. TESIS Que para obtener el título de Bióloga P R E S E N T A Iliana Paola Cervantes Aguilar DIRECTOR DE TESIS Dr. Francisco Alonso Solís Marín Los Reyes Iztacala, Tlalnepantla, Estado de México 2017 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Comité: Presidente: Biol. Felipe de Jesús Cruz López Vocal: Biol. José Luis Tello Musi Secretario: Dr. Francisco Alonso Solís Marín Suplente: Dr. Manuel Ortiz Touzet Suplente: Biol. José Antonio Martínez Pérez Vive todo lo que puedas; no hacerlo es una equivocación. No importa mucho lo que hagas siempre que tengas tu vida. Si no has tenido eso, ¿qué has tenido?... …El momento apropiado es cualquier momento que uno aún tiene la suerte de tener… ¡Vive! Henry James, 1903 A mi guerrero y abuelito Emiliano, mi más grande ejemplo de valentía, humildad y fuerza, quien me enseñó que, a pesar de las fuertes heridas uno debe seguir siempre de pie y con la cara en alto, sin importar ganar o perder la batalla. Gracias abue por tu amor, vives en cada una de mis sonrisas y latidos de este corazón que nos une y nos hace cada día más fuertes. Te extraño. A mi familia por su apoyo incondicional. Los amo. AGRADECIMIENTOS A mi mamá, por el apoyo en cada etapa de mi vida, por estar presente y ser la mujer más fuerte del mundo lidiando cada batalla en la que hemos estado, pero luchando para seguir adelante, la que me impulsa a seguir y es también mi ejemplo a seguir. A ti papá, gracias por siempre creer en mí y apoyarme en el estudio de esta hermosa carrera, por compartir la pasión por la vida y la naturaleza. Gracias a ambos por nunca dejarme caer y por todo el sacrificio que han hecho para darme una carrera y hacer de mí una mejor persona. A mi hermana Diana por estar siempre a mi lado apoyándome, viviendo alegrías, llanto, enojos y todas las emociones que solo ambas podemos experimentar, por cada palabra de aliento, por brindarme tu ayuda incondicional, por hacerme cada día más fuerte y por creer en mí, por hacer de mi infancia una etapa inolvidable, por cada juego y peleas, gracias simplemente por ser mi mejor amiga. A mi abuelita Memes, por ser el mejor regalo que la vida me puedo dar, por cuidar de mi desde pequeña y estar en cada momento de mi vida siempre dándome un consejo o un jalón de orejas, gracias abue por involucrarte en mis asuntos, por siempre tener el tiempo para escucharme y darme tus abrazos y besos para poder acurrucarme. Eres la mejor abuelita del mundo. A mi abuelito Emiliano, que nos lleva camino en esta vida pasajera, gracias a ti abuelito por ser más que esa palabra, eres mi más grande motivación jamás tendré como pagarte todo lo que hiciste por mí y por todo lo que me enseñaste de la vida. Sé que, aunque no estés físicamente aquí, estás cuidando de mí a cada paso que doy y te sientes orgulloso. A mi familia en general. A mis tíos Liz, Juan Carlos y Héctor por ser parte valiosa de cada etapa en mi vida, por estar siempre cuidando de mí y brindarme una mano sincera. A mis pequeños Diego y Mariana por inyectarme de energía y siempre recordarme que la edad no es suficiente para demostrar lo grande que somos, son mis niños consentidos, recuerden que siempre estaré a su lado apoyándolos. A mis chulas Dani, Sandy, Abi, Marlen y Gaby por darme su amistad sincera y llenarme de buenos momentos cada vez que estamos juntas, gracias por su confianza, por siempre tener una palabra de aliento y por estar en momentos difíciles. A Omar Celis gracias por vivir una historia en movimiento a mi lado, por todo el apoyo sincero e incondicional. Gracias por contagiarme de tu luz y buena vibra, por haber estado siempre a mi lado, no un paso atrás, ni uno adelante. A mis compañeros del Laboratorio de Sistemática y Ecología de Equinodermos por su compañerismo y buenos momentos. Gracias a todos. En especial a mis Pepi-friends Ana, Itzel y Daniel por cada momento de alegría que hemos pasado juntos, por cada charla, cada risa, cada momento de estrés pero sobre todo gracias a ustedes por su amistad sincera, los quiero. A Carlos Conejeros por ser de las pocas personas en las que puedo apoyarme y quien me enseñó mucho en todo este tiempo, gracias por los consejos y por siempre brindarme tu tiempo. A Gio, Caro, Brenda, Rocío, Magda y Karla gracias por su amistad, por pasar buenos momentos juntas, por el apoyo durante todo este tiempo y las risas compartidas. A la M. en C. Quetzalli Hernández agradezco tus consejos y apoyo brindado, como siempre lo he dicho: eres un ejemplo total a seguir. A mis amigos Eduardo Cuevas, Alejandro Morales, Luis Miguel Arista y Lily Ramírez aunque estén en lugares diferentes los momentos que pasamos juntos fueron inigualables. Ana e Itzel gracias mis niñas por todo el apoyo, por cada momento que hemos pasado juntas, por las porras, el ánimo, los consejos y por ser parte inigualable en esta etapa, hemos pasado de todo juntas escribiendo una historia sincera de amistad, Ani te voy a extrañar mucho pero a pesar de la distancia siempre estaré para ti. Vamos con todo guerreras. A mi amigo y Biólogo Alejandro Córdova Morales por el apoyo y consejos, por las charlas y ánimos que siempre me has brindado, por creer en mí y siempre tener tiempo para escucharme. A mi amigo y Biólogo Juan Carlos (Charly) gracias infinitas por tu valiosa amistad, por saberme escuchar cuando más te necesito, por estar apoyándome y echándome porras siempre, eres un gran ser humano lleno de tantas virtudes y agradezco que estas en mi vida amigo. A Manuel González por iniciar una nueva aventura a mi lado, por la alegría que me das día a día, por todo el apoyo brindado en esta etapa tan importante en mi vida y por el amor que juntos estamos creando. Eres parte esencial y me siento muy afortunada al tenerte a mi lado. Al M. en C. Ángel Durán Díaz por la total confianza y apoyo que siempre me ha brindado, por estar conmigo en cada etapa de mi universidad, no sólo como mi mejor maestro y asesor, si no como una persona en quien puedo apoyarme totalmente y por ser también un ejemplo a seguir. Al Dr. Francisco Alonso Solís Marín por abrirme las puertas y permitirme ser parte de su gran equipo de trabajo, por hacer que cada día me enamore más de los equinodermos. Gracias Dr. por sus consejos y por todo el conocimiento que me ha enseñado, por dirigir este proyecto, por creer y confiar en mí. Todos los buenos momentos los llevaré siempre presente, su alegría y su energía. A la M. en C. Alicia Durán por las labores académicas realizadas en la Colección Nacional de Equinodermos (ICML, UNAM) que coadyuvaron a la realización de este trabajo de tesis. Gracias por su valioso trabajo, por el esmero y dedicación con el que trabaja, por estar conmigo escuchándome y apoyándome enmomentos difíciles, por darme un consejo o una sonrisa sincera cuando más la he necesitado, por confiar y también hacerme parte de su equipo, siempre le estaré agradecida. A Oscar Mendoza Montalvo por el tiempo dedicado para la ayuda de edición de fotos que sustentan este trabajo. Al equipo de Sistemática Molecular y Bioinformática de la Facultad de Ciencias, UNAM (Dra. Rosario Mata, Dra. Magali Honey, Dra. América Castañeda, M. en C. Berenit Mendoza y Dr. Erick Alejandro García Trejo) gracias por permitirme formar parte de su equipo de trabajo, por la confianza que han puesto en mí durante estos años, por las charlas y momentos agradables. Doble gracias a la M. en C. Berenit Mendoza Garfias por el total apoyo en la toma de fotografías de Microscopía Electrónica de Barrido, en el Laboratorio de Microscopia Electrónica en el Instituto de Biología, UNAM. Al Dr. Erick Alejandro García Trejo por el gran apoyo en la elaboración de los mapas de distribución que ilustran este trabajo, así como su tiempo invertido y los buenos momentos compartidos. A todos infinitas GRACIAS! RESUMEN El presente trabajo da a conocer el listado taxonómico actualizado de las especies de pepinos de mar (Echinodermata: Holothuroidea) distribuidas en las aguas mexicanas del Golfo de México y Caribe Mexicano, llevando a cabo una revisión bibliográfica profunda en los nombres válidos, sinonimias, diagnosis, descripciones, distribución, batimetría, hábitat y biología de cada una de ellas, recopilados mediante un catálogo taxonómico ilustrado con la morfología de los ejemplares y estructuras microscópicas (espículas), así como un mapa de distribución de cada una de las especies y una clave taxonómica. El proyecto se desarrolló en las instalaciones del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el Laboratorio de Sistemática y Ecología de Equinodermos (LSEE), haciendo uso de los ejemplares depositados en la Colección Nacional de Equinodermos (CNE) “Dra. Ma. E. Caso Muñoz”. Se examinaron un total de 2,742 ejemplares y se obtuvo un total de 62 especies distribuidas en los cinco ordenes: Dendrochirotida, Aspidochirotida, Elasipodida, Molpadida y Apodida, en 14 familias, 34 géneros y 8 subgéneros; de las cuales 11 fueron nuevos registros (diez especies de aguas profundas (>200m) y una de aguas someras). Treinta especies se distribuyen tanto en el Golfo de México como en el Caribe Mexicano, 24 solo se distribuyen en el Golfo de México y siete en el Caribe Mexicano. Se proponen cuatro posibles nuevas especies para la ciencia de pepinos de mar de profundidad, pertenecientes a los géneros Bathyplotes, Caudina, Molpadia y Protankyra. Se amplían rangos batimétricos y se presentan nuevos registros locales y regionales para todo el área de estudio. ÍNDICE DE CONTENIDO RESUMEN 1. INTRODUCCIÓN……………………………………………………………..…… 1 1.1 Generalidades ………………………………..……………………………......... 2-3 1.2 Fisiología ………………………………………………………………….….…. 4 1.3 Registro fósil del Phylum Echinodermata ………………………………..……. 5 1.4 Distribución y hábitat ……………………………………………………………. 5 1.5 Importancia ecológica y económica de los equinodermos ………………….. 6 2. CLASE HOLOTHUROIDEA ………………………………………………………. 6 2.1 Morfología 2.1.1 Externa …………………………………………………………………………. 7-8 2.1.2 Interna ………..…………………………………………………….............…. 9 2.2 Locomoción ……………………………………………………………………..… 10 2.3 Alimentación …………………………………………………………………….… 11 2.4 Reproducción ………………………………………………………………….…. 12 2.5 Caracteres taxonómicos …………………………………………………..…….. 12-14 2.6 Importancia de los holoturoideos ………………………………………………. 15 2.6.1 Ecológica 2.6.2 Económica 2.7 Diversidad de los holoturoideos ………………………………………………… 16 3. JUSTIFICACIÓN …………………………………………………….…………….. 17 4. ANTECEDENTES ………………………………………………...………………. 17-19 5. ÁREA DE ESTUDIO 5.1 Golfo de México ……………………………………………………………..…… 20-21 5.2 Caribe Mexicano …………………………………………………………………. 22 6. OBJETIVOS ………………………………………………………………………... 23 6.1 General 6.2 Particular 7. MATERIALES Y MÉTODOS ……………………………………………….…….. 23-24 8. RESULTADOS …………………………………………………………………..… 25 8.1 Sinópsis taxonómica ………………………………………………………….…. 25-28 8.2 Guía ilustrada de los pepinos de mar de las aguas mexicanas del Golfo de México y Caribe Mexicano …………………………………………………………... 29 Orden Dendrochirotida ………………………………………………..……………... 29 Euthyonacta solida (Deichmann, 1930) …………………………………….……… 30-32 Ocnus pygmaeus Semper, 1867 …………………………………………………… 33-35 Parathyone suspecta (Ludwig, 1875) ………………………………………….…… 36-38 Thyonella gemmata (Pourtalès, 1851) ……………………………………………... 39-41 Thyonella pervicax (Théel, 1886) ……………………………………….………….. 42-44 Thyonidium seguroensis (Deichmann, 1930) ………………………………….….. 45-47 Stolus cognatus (Lampert, 1885) …………………………………………………… 48-51 Thyone pseudofusus Deichmann, 1930 …………………………………….……... 52-54 Thyone fusus (O. F. Müller, 1776) ……………………………………………….…. 55-57 Lissothuria antillensis Pawson, 1967…………………………….…………………. 58-59 Euthyonidiella destichada (Deichmann, 1930) ………………………….…….…... 60-62 Euthyonidiella occidentalis (Ludwig, 1875) ……………………….….................… 63-66 Euthyonidiella trita (Sluiter, 1910) ………………………………………………...… 67-69 Pseudothyone belli (Ludwig, 1887)………………………………………………..... 70-73 Orden Aspidochirotida ………………………………………………………….……. 74 Actinopyga agassizii (Selenka, 1867) …………………………………………...…. 75-78 Holothuria (Cystipus) cubana Ludwig, 1875 ………………………...…………….. 79-82 Holothuria (Cystipus) occidentalis Ludwig, 1875 ………………………………….. 83-86 Holothuria (Cystipus) pseudofossor Deichmann, 1930 …………………………... 87-89 Holothuria (Halodeima) floridana Pourtalès, 1851 …………………………..……. 90-96 Holothuria (Halodeima) grisea Selenka, 1867 ………………………………….…. 97-102 Holothuria (Halodeima) mexicana Ludwig, 1875 ………………………………..... 103-107 Holothuria (Platyperona) parvula (Selenka, 1867) ………………………………... 108-110 Holothuria (Selenkothuria) glaberrima Selenka, 1867 ……………….…………… 111-113 Holothuria (Semperothuria) surinamensis Ludwig, 1875 ………….……………... 114-117 Holothuria (Theelothuria) imperator Deichmann, 1930 ………...…………….…. . 118-120 Holothuria (Theelothuria) princeps Selenka, 1867 ……………..………...………. 121-123 Holothuria (Thymiosycia) arenicola Semper, 1868 …………………..…………… 124-128 Holothuria (Thymiosycia) impatiens (Forskål, 1775) ……………………………… 129-132 Holothuria (Thymiosycia) thomasi Pawson y Caycedo, 1980 ………..………….. 133-135 Holothuria (Vaneyothuria) lentiginosa enodis Miller y Pawson, 1979 ..……….... 136-139 Astichopus multifidus (Sluiter, 1910) ………………………………..…………..….. 140-143 Eostichopus arnesoni Cutress y Miller, 1982 …………………………………....… 144-146 Isostichopus badionotus (Selenka, 1867) …………………………….................... 147-152 Isostichopus macroparentheses (Clark, 1922) ……………………………...….…. 153-155 Amphigymnas bahamensis Deichmann, 1930 …………………………...……….. 156-159 Bathyplotes natans (M. Sars, 1868) ………………………………………………... 160-163 Bathyplotes n. sp…………………………………..………………………………...... 164-165 Mesothuria sp ………………………………………………………..…..…..……….. 166-167 Mesothuria verrilli (Théel, 1886) …………………………………………….……… 168-170 Molpadiodemas porphyrus O'Loughlin y Ahearn, 2005 ……………………..…… 171-173 Paroriza pallens (Koehler, 1986) ………………………………………..………….. 174-176 Pseudostichopus occultatus Marenzeller von, 1893 ……………………………… 177-179 Zygothuria lactea (Théel, 1886) …………………………………………………….. 180-184 Orden Elasipodida ……………………………………………………………….…… 185 Deima validum validum Théel, 1879 ………………………………...……….…….. 186-189 Orphnurgus asper Théel, 1879 ……………………………………………………… 190-192 Enypniastes eximia Théel, 1882 …………………………………...……………….. 193-195 Benthodytes sanguinolenta Théel, 1882 …………………………………………… 196-199 Orden Molpadida…………………………………………………………………..…. 200 Caudina n. sp. ……………………………………………………………….……...… 201-204 Molpadia barbouri Deichmann, 1940 ………………………………………...…….. 205-208 Molpadia blakei (Théel, 1886) …………………………………………....…………. 209-211 Molpadia musculus (Risso, 1826) ………………………………………….……..… 212-215 Molpadia oolitica (Pourtalès, 1851) ………………………………...……….…….... 216-218 Molpadia parva (Clark, 1908) …………………………………..…………..……….. 219-221 Molpadia n. sp.…………………………………………………...……………………. 222-224 Orden Apodida ………………………………………………………………………... 225 Chiridota rotifera (Pourtalès, 1851) ……………………………………..………….. 226-229 Epitomapta roseola (Verrill, 1874) ……………………………......………………… 230-233 Euapta lappa (J. Müller, 1850) ……………………………………………………… 234-238 Leptosynapta multigranula Clark, 1924 ………………………..………………..…. 239-242 Leptosynapta tenuis (Ayers, 1851) …………………………………….…………… 243-245 Protankyra ramiurna Heding, 1928 ………………..…………………………..…… 246-249 Protankyra n. sp.…………………………………………………………………....…. 250-251 Synaptula hydriformis (Lesueur, 1824) …………………………………………….. 252-255 8.3 Claves taxonómicas ……………………………………………………………... 256-274 9. DISCUSIÓN …………………………..………………………………………….… 275-278 10. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ……………………………..…... 279 11. REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFÍA ………..………………………….………... 280-288 12. GLOSARIO …………………………………...………………………….....…….. 289-290 ANEXO Tabla 1. Lista taxonómica de los holoturoideos por área y datos batimétricos. Tabla 2. Especies de profundidad (>200 m) reportadas para el Golfo de México y Caribe Mexicano. 1 1. INTRODUCCIÓN La ubicación geográfica de México entre las influencias oceánicas del Atlántico centro- occidental y del Pacífico centro-oriental, explica en gran medida su enorme diversidad biológica y ecosistémica. La amplia gama de recursos y ecosistemas marinos con que México cuenta significa que, en términos de litorales y superficie marina es el décimo segundo país mejor dotado en el ámbito mundial; su variedad de climas, topografía e historia geológica han producido una de las riquezas biológicas más impresionantes del mundo. Se calcula que alrededor del 10% de la diversidad global de especies se concentra en el territorio mexicano, convirtiéndolo en un país “megadiverso” en el cual destacan las diversas formas de vida marina, tanto pelágica como bentónica que habitan los ambientes costeros, oceánicos y de cuerpos insulares (Lara-Lara et al., 2008). Los sistemas marinos son altamente dinámicos y están interconectados por una red de corrientes superficiales y profundas. Dentro de estos sistemas, los océanos ocupan un enorme espacio favorable para el desarrollo de la vida, a la vez determinan los climas y en suma, contribuyen enormemente a la biodiversidad del planeta. Dentro de la gran biodiversidad que en ellos podemos encontrar, se localiza uno de los grupos taxonómicos de invertebrados bentónicos de mayor importancia en la estructura de las comunidades marinas: “los equinodermos”, su éxito en la colonización del mar se debe a las adaptaciones que han venido desarrollando desde su aparición antes del Cámbrico Inferior (Hooker et al., 2005). La palabra que da nombre al Phylum Echinodermata proviene de los vocablos griegos echinos, espinoso y dermatos, piel, debido a las estructuras calcáreas espinosas presentes en la piel de estos organismos. Figura 1. Representantes de las cinco clases del Phylum Echinodermata. A) Clase Crinoidea (Stylometra spinifera) Foto: M. en C. Mauricio Valdéz de Anda; B) Clase Asteroidea (Asterias rubens); C) Clase Ophiuroidea (Ophiolepis elegans); D) Clase Echinoidea (Heterocentrotus mamillatus) y (Rotula deciesdigitata); E) Clase Holothuroidea (Scotoplanes hanseni). Fotos B,C,D, E tomadas de WoRMS Photogallery. 2 Presentan una gran diversidad de formas: esferoidal, discoidal y cordiforme en los equinoideos (erizos de mar); estelar en los asteroideos (estrellas) y los ofiuroideos (estrellas serpiente), cilíndrica en los holoturoideos (pepinos de mar) y pentacrinal en crinoideos (Solís-Marín, 1998). El Phylum comprende aproximadamente 7, 000 especies recientes, y 13,000 especies fósiles. Actualmente se han reconocido 5 clases: Las estrellas de mar (Clase Asteroidea, aproximadamente 2,100 especies actuales), los ofiuroideos (Clase Ophiuroidea, aproximadamente 2,000 especies actuales), los crinoideos (Clase Crinoidea, aproximadamente 650 especies actuales), los erizos de mar (Clase Echinoidea, aproximadamente 800 especies actuales), los pepinos de mar (Clase Holothuroidea, aproximadamente 1,400 especies actuales) (Pawson, 2007) (Fig. 1). 1.1 GENERALIDADES DEL PHYLUM ECHINODERMATA Son animales invertebrados exclusivamente marinos, deuterostomados, esto quiere decir que la boca se desarrolla de una segunda abertura en el embrión, opuesta a la abertura inicial (blastoporo). Presentan tres características que definen al Phylum: 1. Poseen un endoesqueleto constituido por un tejido único conocido como estereoma (Fig. 2). Figura 2. Estructura y formas del esqueleto de carbonato de calcio presente en los equinodermos. Tomada de Borrero- Pérez et al., 2012. El biomineral del que está construido el estereoma está compuesto de calcita (CaCO3), la cual contiene 5% de carbonato de magnesio (MgCO3) y forma una estructura parecida a una malla cuyos poros, en los organismos vivos, están llenos de fibras y células dérmicas (estroma). El estereoma genera elementos estructurales conocidos como osículos, los cuales pueden ser microscópicos y estar embebidos en los tejidos blandos (como ocurre en las holoturias) o pueden ser muy grandes (hasta 3 cm), en forma de vértebras (crinoideos y ofiuroideos) o placas (ofiuroideos, asteroideos y equinoideos) y estar fusionados para formar placas compuestas y testas rígidas, generando así los diferentes tipos de esqueletos característicos de las cinco clases del filum (Bottjer et al., 2006 y Benavides-Serrato et al., 2011). 3 2. Poseen simetría pentarradial o pentagonal, es decir, por regla general el cuerpo está dividido en cinco partes que se disponen alrededor de un eje central, ésta simetría se ha derivado secundariamente a partir de la simetría bilateral de las larvas, y las partes corporales están organizadas en un eje oral-aboral, a excepción de las holoturias que han desarrollado una simetría bilateral superficial o secundaria, la cual se basa en una organización radial subyacente del esqueleto y de la mayoría de los sistemas de órganos, pero en la que se reconocen la parte anterior y posterior del individuo (Benavides-Serrato et al., 2011 y Ruppert y Barnes,1996). Este tipo de simetría se relaciona con la dirección de los movimientos de locomoción y arrastre en los organismos de los grupos que la presentan. También se ha desarrollado en varios casos, sobre todo en asteroideos una simetría radial de un orden más alto (de siete, nueve o más), sin embargo, también es una modificación secundaria (Benavides-Serrato et al., 2011). 3. Poseen un sistema vascular acuífero (SVA), formado por una serie de canales y apéndices de la pared del cuerpo, el cual es controlado hidráulicamente. Aunque contiene principalmente agua de mar, también presenta celomocitos, algo de proteína y altos niveles de sales de potasio. El SVA está constituido por el canal anular que se encuentra alrededor del esófago y al cual se conecta el canal pétreo que sostiene la madreporita y los canales radiales (Fig. 3). La madreporita es una estructura que podría compararse con un tamiz por la que entra el agua de mar al SVA comunicándolo con el exterior. Esta estructura básica del SVA presenta algunas modificaciones que incluyen ausencia de la madreporita o una localización interna, como ocurre en las holoturias, donde el SVA no tiene conexión con el exterior, por loque el líquido que lo recorre está constituido por fluido celómico (Benavides-Serrato et al., 2011). Figura 3. Esquema del sistema vascular acuífero de un asteroideo (Modificado de Ruppert y Barnes, 1996). 4 El SVA puede ser abierto, como ocurre en los crinoideos donde los canales radiales no están cubiertos por placas, o cerrado como se observa en los asteroideos, ofiuroideos, equinoideos y holoturoideos en donde los canales radiales son principalmente internos y se observan externamente a través de poros por donde salen los pies ambulacrales, los cuales son apéndices con ventosas que se extienden y se retraen gracias a la presión hidráulica producida por el SVA y se pueden utilizar para el movimiento, la adherencia al sustrato, manipular objetos y funciones sensoriales, respiración y regulación de la alimentación (Borrero-Pérez et al., 2012; Ruppert y Barnes, 1996). Además de la madreporita y los canales radiales, el canal anular del SVA también sostiene otras estructuras especializadas como las vesículas de Poli y los cuerpos de Tiedemann, las cuales pueden o no estar presentes. Las vesículas de Poli funcionan principalmente en la regulación de la presión interna del SVA. Los cuerpos de Tiedemann son cuatro o cinco pares de bolsas complejas donde se producen celomocitos (Borrero-Pérez et al., 2012). 1.2 FISIOLOGÍA 1. Poseen un tubo digestivo completo, aunque en algunos casos mediante la metamorfosis del estadio larval al adulto se puede dar una pérdida secundaria total o parcial de alguna de sus partes (Brusca y Brusca, 2006). 2. No poseen órganos excretores (algunos grupos como los ofiuroideos carecen de orificio anal), mucho de los deshechos metabólicos son eliminados con ayuda de procesos de osmosis por intercambios tegumentarios o con ayuda del sistema vascular acuífero. 3. Poseen un sistema circulatorio compuesto por un sistema hemal que participa en el transporte de gases. 4. Poseen un sistema nervioso descentralizado (sin un ganglio cerebral), contiene un anillo central periférico a la abertura oral que se ramifica en todo el organismo, gran parte de él está estrechamente relacionado con la epidermis. 5. Son organismos gonocóricos aunque algunos pueden presentar hermafroditismo. Existen especies incubadoras especialmente en las aguas frías de los océanos Ártico y Antártico. Muchas especies, además de poseer alguna forma de reproducción de las antes mencionadas, también se pueden reproducir asexualmente por medio de la fisiparidad (fraccionamiento voluntario o involuntario del cuerpo) dando lugar a individuos genéticamente idénticos (clones) (Hyman, 1955). 6. Los equinodermos poseen además un tejido conectivo flexible que permite cambiar de forma voluntaria y rápida la rigidez del animal aprovechando así la oportunidad para poder desprenderse de alguna de sus partes y posteriormente regenerarlas sin problema alguno (Hendler et al., 1995; Ruppert y Barnes, 1996). 5 1.3 REGISTRO FÓSIL DEL PHYLUM ECHINODERMATA Se han descrito aproximadamente 13,000 especies de equinodermos fósiles (Pawson, 2007). El primer registro fósil confirmado de un equinodermo perteneciente a la clase extinta Stylophora, aparece en el Cámbrico temprano hace aproximadamente 520 m.a. y fue reconocido como tal por presentar stereom. Otra de las principales autapomorfías del Phylum Echinodermata, como es el SVA, aparece en el orden Soluta, otro grupo del Cámbrico. Estos dos grupos, Stylophora y Soluta se consideran los parientes próximos ya extintos de los equinodermos actuales al estar más relacionados con ellos que sus parientes modernos más cercanos, los hemicordados, los cuales no descienden del último ancestro común de los equinodermos actuales. Otros parientes cercanos ya extintos de los equinodermos actuales que presentan esqueleto constituido por stereom y en los que la morfología de las placas indica la presencia del SVA aparecen en el registro estratigráfico desde hace 420 m.a., éstos incluyen las clases Helicoplacoidea, Eocrinoidea y Edrioasteroidea. La simetría radial pentámera de los adultos que es una sinapomorfía muy característica de las clases actuales de equinodermos aparece inicialmente en los edrioasteroideos y los eocrinoideos. Los primeros fósiles de equinodermos actuales aparecen específicamente en el Ordovícico temprano (485 m.a.) en forma de crinoideos primitivos un grupo inmóvil de alimentación por filtración (subfílum Pelmatozoa). También en el Ordovícico temprano (480-475 m.a.) aparece el primer fósil con esqueleto de estereoma perteneciente al subfílum Eleutherozoa en el que se incluyen los demás equinodermos actuales (asteroideos, ofiuroideos, equinoideos y holoturoideos) (Bottjer et al., 2006 y Borrero-Pérez et al., 2012). 1.4 DISTRIBUCIÓN Y HÁBITAT Todos los equinodermos son marinos y excepcionalmente viven en las desembocaduras de algunos esteros, la invasión del medio dulceacuícola ha sido restringida por su intercambio gaseoso a nivel epidérmico y la ausencia de estructuras excreto- osmoreguladoras (Solís-Marín y Laguarda-Figueras, 1998). Son animales principalmente bentónicos, aunque también existen algunas especies pelágicas. Su presencia se puede observar en todos los ambientes marinos, desde la zona intermareal hasta los abismos oceánicos, desde las fuentes hidrotermales submarinas hasta las aguas polares (Hooker et al., 2005). Asimismo, algunas especies llegan a habitar en condiciones extremas como ventilas hidrotermales (Smirnov et al., 2000), cuevas anquihalinas (Bribiesca-Contreras et al., 2013) e infiltraciones de metano; tal es el caso del pepino de mar Chiridota heheva (Pawson y Vance, 2004) o en fondos profundos con nódulos de manganeso (Pawson, 1976; Pawson y Miller, 1988 y Bluhm, 1994). La mayoría de los equinodermos son estenohalinos y están adaptados a una salinidad entre 30-36 ups. Aunque se pueden encontrar en todas las profundidades su diversificación es mayor en aguas someras de las regiones tropicales y subtropicales y decreciendo en su variedad y número en latitudes altas. 6 1.5 IMPORTANCIA ECOLÓGICA Y ECONÓMICA DE LOS EQUINODERMOS Son considerados uno de los componentes principales de las comunidades bentónicas marinas ya que en zonas profundas llegan a conformar el 90% de la biomasa presente. Son elementos muy importantes de la trama alimenticia marina por ser fuente de alimento de algunos vertebrados como peces y de la misma manera son consumidores primarios de algas microscópicas y macroscópicas, son depredadores activos de algunos invertebrados marinos, carroñeros, detritívoros e incluso pueden obtener su alimento de la materia orgánica que se encuentra suspendida gracias a su capacidad de filtración o de la materia orgánica depositada entre los granos de arena de los fondos marinos. Asimismo, existen equinodermos simbiontes, oportunistas, comensales y hasta especialistas estrictos en alguna variedad de alimento (Solís-Marín y Laguarda-Figueras, 1998). 2. CLASE HOLOTHUROIDEA Dentro del Phylum Echinodermata los integrantes de la Clase Holothuroidea conocidos como cohombros o pepinos de mar del griego holothurion: pólipo de mar, son organismos que causan gran interés ya que éstos no presentan un esqueleto conspicuo de tal manera que éste ha quedado reducido a osículos microscópicos y su cuerpo carece de brazos; a diferencia de las demás clases las áreas ambulacrales han sido incorporadas dentro del cuerpo de manera que las holoturias poseen un cuerpo con simetría bilateral secundaria, elongado en un eje oral/aboral lo que obliga al animal a vivir con un lado del cuerpo y no con la cara oral, apoyado contra el sustrato (Ruppert y Barnes, 1996). Comprende a nivelmundial aproximadamente 25 familias, 199 géneros y 1,400 especies, incluidas en cinco órdenes: Dendrochirotida, Aspidochirotida, Elasipodida, Molpadida y Apodida (Pawson, 2007). Estos organismos se pueden encontrar en todos los ambientes marinos desde la zona intermareal hasta profundidades abisales. Son generalmente bentónicos, sin embargo existen especies pelágicas; por lo menos seis especies de pepinos de aguas poco profundas se han reportado con esta capacidad de nadar. Aunque los verdaderos nadadores entre la Clase Holothuroidea son especies de aguas profundas (batipelágicos) de los órdenes Aspidochirotida y Elasipodida. Aproximadamente 20 especies de las familias Synallactidae, Psychropotidae, Elpidiidae y Pelagothuriidae han sido capturados u observados a varios cientos o miles de metros por encima del fondo marino (Miller y Pawson, 1990). 7 2.1 MORFOLOGÍA 2.1.1 EXTERNA Los pepinos de mar se caracterizan por un cuerpo cilíndrico que va desde ˂1 cm (Leptosynapta minuta) hasta más de 5 m de longitud (Synaptula maculata). La boca se ubica al extremo anterior, rodeada por 10 a 30 tentáculos retráctiles, y el ano situado en el extremo posterior o distal. Los tentáculos presentan diferentes formas que son características de cada orden y éstos pueden ser: peltados (Aspidochirotida, Elasipodida), dendríticos (Dendrochirotida), pinados (Apodida) y digitados (Apodida, Molpadida) (Fig. 4). Figura 4. Diversas formas de tentáculos bucales de un pepino de mar: A) Peltados (Orden Aspidochirotida); B) Dendríticos (Orden Dendrochirotida); C) Pinados (Orden Apodida) y D) Digitados (Orden Molpadida). Usualmente poseen cinco filas de pies ambulacrales, los cuales forman los radios (ambulacros) que corren de la parte anterior a la posterior, tres radios son ventrales y dos dorsales, los espacios entre los radios se conocen como interradios (interambulacros). Viven con un lado del cuerpo apoyado contra el sustrato, llamado “trivium”, parte ventral que presenta tres áreas ambulacrales y una superficie dorsal o “bivium” donde se localizan solo dos zonas ambulacrales, los pies ambulacrales del bivium generalmente están reducidos a pequeñas verrugas o incluso han llegado a desaparecer (Solís-Marín et al., 2009). Los pies ambulacrales están presentes o no, pueden estar en diferentes disposiciones y arreglos en la superficie corporal, generalmente son numerosos en la zona ventral y en la zona dorsal pueden ser escasos; pueden estar distribuidos dentro de los radios o los interradios o se pueden modificar para formar verrugas o papilas (Hendler et al., 1995; Borrero-Pérez et al., 2012). 8 En miembros del orden Apodida y Molpadida carecen totalmente de pies ambulacrales deslizándose así, por contracciones peristálticas. Asimismo, los pies ambulacrales pueden o no acabar en ventosas que utilizan para adherirse a los sustratos y terminar en simples pies denominados “papilas” o “verrugas” (Solís-Marín et al., 2009) (Fig. 5). Figura 5. Principales características anatómicas externas de un pepino de mar (Isostichopus badionotus). Vista ventral: trivium y dorsal: bivium. Fotos de Iliana Paola Cervantes Aguilar. 9 2.1.2 INTERNA La pared del cuerpo consta de una epidermis que carece de cilios y está cubierta externamente por una cutícula delgada. En la capa gruesa dérmica se encuentran embebidos los osículos. Por debajo de la dermis hay una capa de musculatura circular que yace sobre cinco bandas sencillas o dobles de músculos longitudinales situados en las áreas interambulacrales. Estudios han demostrado que la pared del cuerpo puede hacerse lo suficientemente flexible como para que las holoturias puedan meterse en grietas muy angostas o puede hacer que el animal se haga lo bastante rígido como para impedir sacarlo de las mismas (Ruppert y Barnes, 1996). La extensa cavidad celómica presenta cinco músculos longitudinales que definen los radios. Cuentan con una estructura llamada anillo calcáreo ubicado en la parte anterior rodeando el esófago y dándole soporte, es un punto de unión para los cinco músculos longitudinales; este anillo está compuesto por 10 huesecillos o placas, cinco placas radiales y cinco placas interradiales las cuales presentan diferentes morfologías y pueden estar fragmentadas en piezas más pequeñas. Detrás del borde posterior del anillo calcáreo se encuentra el canal anular del SVA del cual se origina el canal pétreo que sostiene a la madreporita, que en esta Clase es interna y no se observa en la pared del cuerpo, dicha estructura se encuentra flotando libre dentro de la cavidad corporal (Borrero-Pérez et al., 2012). Figura 6. Morfología general interna de los pepinos de mar. A- Estructuras internas. B-Detalle de un anillo calcáreo. C-F- Tipos de anillos calcáreos mostrando algunas de la placas radiales e interradiales que lo componen. C-. D- Anillo calcáreo sin proyecciones posteriores. E- Anillo calcáreo con proyecciones posteriores largas y fragmentadas. F- Anillo calcáreo compuesto de numerosas piezas pequeñas y con proyecciones posteriores largas. r: placa radial; ir: placa interradial. Tomado de Borrero-Pérez et al., 2012. 10 Los holoturoideos pueden tener de una a más de cien madreporitas (Lawrence, 1987). Asociadas al canal anular se encuentra una o más vesículas de Poli, que son estructuras de paredes delgadas en forma de saco que regulan la presión hidrostática. Las gónadas pueden presentarse en uno o dos mechones unidos a la pared dorsal del cuerpo compuestas de numerosos túbulos ramificados. Los órdenes Dendrochirotida, Aspidochirotida y Molpadida presentan unas estructuras conocidas como árboles respiratorios que ocupan la parte posterior de la cavidad celómica y que están conectados a la cloaca, excepto en Apodida y Elasipodida. El intestino recorre el cuerpo desde la boca hacia la parte posterior, luego se curva para terminar en la cloaca y el ano. Un caracter usado en la taxonomía es la disposición del intestino, es decir, cuántas asas intestinales tiene y dónde se adhieren (Pawson, 1977) (Fig. 6). Algunas especies del orden Aspidochirotida presentan unas estructuras conocidas como túbulos de Cuvier, los cuales se encuentran adheridos a la base de los árboles respiratorios. Estos túbulos son muy elásticos y pueden ser de color blanco, rosado o rojo. Los individuos expulsan estos túbulos a través del ano como un mecanismo de defensa, y tienen la capacidad de regenerarlos rápidamente (Solís-Marín et al., 2009; Borrero-Pérez et al., 2012). 2.2 LOCOMOCIÓN En los holoturoideos, donde los elementos esqueléticos están reducidos e inmersos en la piel, el soporte y la forma del cuerpo estan encargados por las bandas musculares, ésta característica es la que les otorga una alta capacidad de poder dilatar o contraer el cuerpo. La locomoción de estos organismos está determinada por la relajación y contracción de los músculos de la piel y de los podios. Son animales lentos que viven sobre la superficie del fondo o se entierran en la arena o el fango. Las especies que poseen pies ambulacrales se desplazan reptando sobre la suela (trivium) y los pies les sirven para adherirse. Muchas especies de fondos duros viven bajo piedras o en las grietas que hay entre las rocas y corales, así como entre los rizomas de algas marinas. Algunas formas como determinadas especies de los géneros Holothuria, Cucumaria y Psolus son tan sedentarias que utilizan sus pies ambulacrales como órganos adhesivos y no como órganos locomotores. Otras, como el género Stichopus reptan libremente sobre el sustrato. También hay unas especies que viven sobre las algas. Entre las formas excavadoras se incluyen a especies de los órdenes Apodida y Molpadida y holoturiasdel género Thyone. La excavación se consigue por contracciones alternas de los músculos longitudinales y circulares de la pared del cuerpo, se ayudan con los tentáculos para ir apartando la arena. Los holoturoideos excavadores se orientan de varias formas en el interior del sustrato (Ruppert y Barnes, 1996). 11 Algunos hacen galerías en forma de “U”, mientras que otras se entierran con un extremo, ya sea boca u ano asomado por la superficie. Si la grieta tiene forma de “U”, los tentáculos se extienden desde uno de los orificios de la galería y el animal mantiene una corriente de ventilación mediante contracciones del extremo anal que entra por el otro orificio (Ruppert y Barnes, 1996) (Fig. 7). Figura 7. Formas de vida de los pepinos de mar de aguas poco profundas. Tomado de Ruppert y Barnes, 1996. En miembros del orden Elasipodida (organismos de aguas profundas), los pies pueden estar muy alargados y el organismo puede utilizarlos para “caminar”, ya que la mayor parte de estas formas viven sobre la superficie del fondo. La suela o zona ventral, es muy aplanada y la corona de tentáculos está doblada hacia la cara ventral mostrando una simetría ventral muy marcada. Las especies pelágicas poseen papilas unidas por membranas, a manera que se forman aletas, velos o campanas que los ayudan en las actividades de natación por “aleteo” u ondulación proporcionando que algunos se levanten hacia la superficie. Los movimientos de natación implican generalmente la contracción de la musculatura longitudinal radial como en caso de organismos de la familia Synallactidae (Ruppert y Barnes, 1996; Solís-Marín, 2003). 2.3 ALIMENTACIÓN Los pepinos de mar se alimentan principalmente a base de partículas en suspensión en la columna de agua o bien, de las partículas depositadas en el fondo. Dichas partículas son transferidas a la faringe por medio de los tentáculos ramificados donde quedan retenidas en las papilas adhesivas de la superficie de los tentáculos la cual está cubierta de moco, la estructura de dicha superficie está relacionada con el tamaño de las partículas, el animal introduce uno a uno los tentáculos en la faringe, y mientras van saliendo de nuevo, es cuando se van desprendiendo las partículas alimenticias (Hyman, 1955). Muchas especies sedentarias que viven bajo piedras en sustratos duros, son suspensívoras, las especies epibentónicas más móviles, y las de aguas profundas, se alimentan de materiales sedimentados que van recogiendo con sus tentáculos. Asimismo, hay especies selectivas y no selectivas; estas últimas se comen literalmente la arena, introduciendola en la boca con los tentaculos, y producen unas heces notorias (Ruppert y Barnes, 1996). 12 2.4 REPRODUCCIÓN La Clase Holothuroidea presenta amplias estrategias reproductivas que ha adoptado a lo largo de su historia evolutiva, la mayoría de las especies son gonocóricas, es decir, presentan sexos separados, algunas otras pueden ser representantes hermafroditas (Smiley et al., 1991). En los organismos gonocóricos usualmente los huevos y el esperma son vertidos al agua para su fertilización, en la mayoría de las holoturias presentan un tipo de larva lecitotrófica llamada doliolaria (que se alimenta del vitelo del huevo) o larvas planctotróficas llamadas auricularias (que se alimenta de plancton), utilizan bandas ciliadas para nadar y crear corrientes alimenticias, así mismo, la vida de estas larvas pelágicas por lo general, se extiende de dos semanas a dos meses hasta que se asientan en el sustrato (Felder y Camp, 2009). Los holoturoideos tienen la facultad de reproducirse sexual o asexualmente, existiendo correlaciones entre los factores ambientales y una combinación de caracteres como el tamaño del organismo, la disponibilidad de alimento, la estabilidad del hábitat y la mortalidad. Estos factores interactúan entre sí y forman parte de un modelo que predice el tipo de reproducción (Gutiérrez, 2011). La reproducción asexual se ha reportado que se realiza por fisión o fisiparidad, en este proceso un organismo adulto puede fraccionar la región central del cuerpo o una región particular para después de los procesos de regeneración dar origen a otro organismo adulto clonal completamente funcional e independiente, teniendo como objetivo la producción de nuevos individuos y ocurre únicamente en aspidoquirótidos y dendroquirótidos (Gutiérrez, 2011). 2.5 CARACTERES TAXONÓMICOS En general, a los pepinos de mar se les clasifica y divide taxonómicamente con base en la forma general del cuerpo, tentáculos, anillo calcáreo, distribución y arreglo de los pies ambulacrales (Pawson, 1982); así como por el tipo de espículas, las cuales son independientes y se encuentran dispersas principalmente en la pared corporal, los pies ambulacrales, los tentáculos, músculos longitudinales, músculos retractores de la cloaca, gónadas y cloaca. Ciertamente las formas de las espículas son limitadas y taxonómicamente características para cada especie de holoturoideos (Hendler et al., 1995). Solís-Marín et al., 2009 mencionan que, los caracteres que determinan los grupos a distintos niveles son: Orden: forma del cuerpo, número y forma de los tentáculos, posición de la boca y el ano, disposición y forma de los pies ambulacrales. 13 Familia y Género: se toman en cuenta caracteres internos: forma del anillo calcáreo, número y forma de los canales pétreos, forma y número de madreporitas, número y longitud de vesículas de Poli, disposición de gónadas, presencia o ausencia de túbulos de Cuvier, músculos retractores, forma y disposición de árboles respiratorios, forma de los músculos longitudinales, disposición y trayectoria del intestino. Especie: el caracter más importante es la diferente combinación y forma de las espículas (Fig. 8). Formas de la Espículas: Tablas o mesas: más comunes en el órden Aspidochirotida (Familia: Holothuriidae). Presentan disco central de diversas formas: liso, abollonado, dentado, espinoso, ondulado con perforaciones que varían en número, posee pilares para formar la espira; los cuales pueden estar o no unidos por una viga transversal, la espira termina con espinas en el borde. Tablas de soporte: se presentan en los pies ambulacrales, el disco es curvado y elongado, posee una espira alta o baja con dientes o espinas en la cúspide, presentan tres o cuatro pilares que pueden estar unidos desde la base o extremo de la espira. Botón: espícula perforada por un número variable de agujeros regulares o irregulares usualmente arreglados en pares, el borde del botón puede ser liso, espinoso o abollonado con bordes ondulados, Barrotes: barras elongadas, perforadas o no, ramificadas o no. Pueden ser de diversos tipos: barrotes curvos, en forma de “S” o “C”. La mayoría se encuentra en los tentáculos y son muy abundantes, algunas especies las presentan en el introverso o pies ambulacrales. Placas perforadas: se encuentran en la parte terminal de los pies ambulacrales, están formados por un disco con una gran cantidad de orificios. Otras con comunes en los tentáculos o cerca de ellos; y en el introverso pero éstas son más alargadas, cuadradas, triangulares. Anclas: típica forma de ancla; la parte anterior del eje (shaft) termina en dos brazos los cuales pueden ser lisos o aserrados lateralmente; el área central anterior (vertex) entre los brazos opuestos al eje algunas veces con diminutas proyecciones abollonadas; el extremo posterior (o “base”) finamente rugoso o ramificado; y articulado con una placa de anclaje la cual puede ser ovalada o redonda con el extremo anterior más ancho que el posterior y con largas, lisas o denticuladas perforaciones, usualmente siete o multiperforada, el extremo posterior con perforaciones lisas y más pequeñas. Estas placas pueden ono presentar un asa o puente cerca del extremo posterior siendo la zona de anclaje entre la misma y el ancla. 14 Ruedas: espículas circulares con seis o más radios que se conducen hacia el borde periférico terminando en un domo central; se encuentran en la pared del cuerpo, y presentan una serie de dientes en el borde interior. Rosetas: son pequeñas estructuras formadas a partir de barrotes dicotómicos, que presentan una barra central, de la cual se desprenden ramificaciones con terminaciones diversas. Se encuentran en tentáculos e introverso. Gránulos miliares: espículas en forma de pequeñas concreciones de forma circular o en forma de grano sólido. Canastas: placas perforadas tridimensionales, cóncava-convexas con un borde espinoso o liso, pueden ser muy bajas o profundas. Figura 8. Tipos de espículas representativas de los holoturoideos. A, B. Primera y segunda fila, mesas en vista superior y lateral mostrando diferentes tipos de espiras; C. Tercera fila, mesas en diferentes posiciones, mostrando variaciones en la morfología del disco; D. Botón liso; E-G. Botones con protuberancias; H. Botón modificado, elipsoide festonado; I. Roseta; J. Canasta; K. Quinta fila, diferentes morfologías de placas perforadas; L. Cuerpos en forma de "C" y formas semejantes; M. Cuerpos fosfáticos; N. Espículas en forma de raqueta; O. Rueda; P. Ancla; Q. Placa de Ancla; R. Placa terminal; S. Barrote con perforaciones en el centro; T. Barrote con perforaciones en los extremos; U. Barrote fusiforme (Nota: las espículas no están a la misma escala). Tomado de Borrero et al., 2012. 15 2.6 IMPORTANCIA DE LOS HOLOTUROIDEOS 2.6.1 ECOLÓGICA La mayoría de los pepinos de mar al alimentarse del sedimento reciclan y redistribuyen la materia orgánica del bentos (Borrero-Pérez et al., 2012). Los holoturoideos dominan la fauna de invertebrados del mar profundo tanto en cantidad de individuos como en términos de biomasa, pues llegan a formar el 90% de la biomasa de megafauna del ecosistema y dado que el mar profundo cubre más del 70% de la superficie de la Tierra, los holoturoideos se encuentran entre los organismos dominantes del planeta (Hendler et al., 1995). Un punto de relevancia actual, es el papel en que sus heces ayudan y protegen contra la acidificación de los océanos en los arrecifes de coral ver: Schneider et al., 2011; ya que estos organismos son clave en el ciclo para procesar lo que comen, y lo que defecan contribuye a la salud del hábitat, pues éstos ingieren arena y escombros para digerir la materia orgánica adherida. Este proceso da lugar a la disolución de las partículas de CaCO3 en su intestino que es ligeramente ácido (pH ~ 6,7), aumentando de ese modo la alcalinidad total del ambiente. Los pepinos de mar también secretan amoníaco (NH3) como un subproducto de su proceso digestivo, que contribuye al ciclo de los nutrientes y mejora la productividad en los arrecifes de coral. En agua de mar el amoníaco es ionizado a amonio (NH4 +) por absorción de un protón que da como resultado un aumento de la alcalinidad. Así, en teoría, más pepinos de mar podrían producir tanta alcalinidad (heces "básicas" al agua) que posiblemente podrían funcionar como un control o al menos un amortiguador contra los aumentos en el agua de mar más ácida. Esto obviamente es importante cuando se considera la acidificación del océano como resultado del calentamiento global. Las heces de pepino de mar son una parte importante para mantener el equilibrio geoquímico de un arrecife de coral. 2.6.2 ECONÓMICA Los pepinos de mar han sido consumidos por los asiáticos desde hace siglos debido a sus propiedades curativas y alimenticias. Muchos asiáticos creen que los pepinos de mar pueden ayudar a reducir el dolor en las articulaciones y la artritis, ayudar a corregir la función intestinal y urinaria, refuerzan el sistema inmunológico y pueden tratar ciertos tipos de cáncer con sustancias químicas (saponinas) llamadas “holoturinas”, las cuáles se utilizan para analgésicos, eliminación de bacterias y hongos, estos compuestos se encuentran en la piel y en los túbulos de Cuvier (Chen, 2004; Solís-Marín et al., 2009; Gutiérrez, 2011). En menor grado, los pepinos de mar pueden ser consumidos como afrodisíaco. Son ricos en proteínas y contienen mucopolisacáridos y sulfato de condroitina, conocidos por la medicina occidental como tratamientos para la artritis y los dolores de las articulaciones. Esta correspondencia con la medicina occidental da crédito al uso de los pepinos de mar en la medicina tradicional asiática. Más recientemente, los chinos y otros asiáticos han empezado a comer pepinos de mar más regularmente, debido al incremento de la riqueza y del dinero destinado para 16 comidas lujosas. Este incremento en la demanda es la causa principal de los precios inflados de los pepinos de mar a nivel global y lo que impulsa el incremento de la explotación de las poblaciones (Chen, 2004; Solís-Marín et al., 2009). Según Purcell y colaboradores, dentro de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) por sus siglas en inglés; en 2012 mencionan que entre las especies más explotadas para el consumo humano se encuentran: Isostichopus fuscus (Golfo de California, México), Isostichopus badionotus, Holothuria floridana, Holothuria mexicana y Astichopus multifidus (Golfo de México y mar Caribe); Pattalus mollis (Perú) y Apostichopus japonicus (Japón). El precio del pepino de mar varía grandemente entre las especies y también entre la misma especie, dependiendo del tamaño del animal y el cuidado con el que fue procesado. Los animales más grandes generalmente alcanzan un mejor precio por kilogramo que los animales pequeños. El pepino de mar de Japón (Apostichopus japonicus), puede alcanzar un precio mayor a los USD300 kg-1 (seco) en mercados al por menor. Algunas especies tropicales, particularmente Holothuria scabra y Holothuria lessoni pueden lograr precios similares por especímenes grandes y bien procesados. Sin embargo, algunas especies con bajo valor comercial o animales mal procesados se pueden vender a una fracción de este precio (Purcell, 2010). 2.7 DIVERSIDAD DE HOLOTUROIDEOS De manera general, en México la Clase Holothuroidea se encuentra en el segundo lugar de los organismos menos representativos con solo 113 especies constituyendo tan solo el 17% del Phylum; siendo la Clase Crinoidea la menos representativa con solo 29 especies constituyendo el (4%). En comparación con la Clase Ophiuroidea, la cual es la más abundante con 197 especies (31%), seguida de la Clase Asteroidea con 185 especies (29%) y la Clase Echinoidea con 119 especies (19%); ésta diversidad y distribución de equinodermos en México están reportadas para las cuatro regiones del país: Golfo de California, Océano Pacífico, Golfo de México y el Caribe; siendo el Golfo de California la zona con mayor número de especies de pepinos de mar (64), seguido del Océano Pacífico (53). Mientras que los pepinos de mar presentes en el Golfo de Mexico (aguas mexicanas) y el Caribe Mexicano han sido muy poco estudiados y detallados, ya que estas áreas son consideradas menos diversas (Alvarado y Solís-Marín, 2013); el último trabajo y listado que exponen para éstas dos áreas se realizó en el año 2005; donde Durán-González et al., presentan 27 especies para el Golfo de México y Laguarda-Figueras et al., presentan 32 especies para el Caribe Mexicano. Ambos listados incluyen pepinos de aguas someras y de profundidad (>200m). 17 3. JUSTIFICACIÓN El reconocimiento de las especies mexicanas de pepinos de mar ha sido posible gracias a los estudios taxonómicos, catálogos e inventarios del grupo en diversos hábitats costeros, los cuales aunque distan mucho de estarcompletos representan una valiosa información; en el país el esfuerzo de muestreo dirigido hacia este grupo taxonómico no ha sido suficiente y por consiguiente los estudios taxonómicos existentes no incluyen todas las especies que se distribuyen en la zona, tanto someros como organismos de profundidad. Asimismo debido a los años que han trascurrido desde los últimos trabajos descritos para los holoturoideos de las aguas mexicanas del Golfo de México y Caribe Mexicano, la justificación de este trabajo se centra en dar a conocer el listado más actualizado de la Clase Holothuroidea para dichas áreas, obtenida a partir de una revisión exhaustiva de los ejemplares existentes en la Colección Nacional de Equinodermos (CNE) (ICML-UNAM), elaborando un catálogo taxonómico ilustrado que brinde un mayor conocimiento de las especies y su distribucíon en el área, para así generar un mayor conocimiento del grupo, contribuir en la descripción y conocimiento de nuevas especies. 4. ANTECEDENTES El estudio de los equinodermos en México se inició en 1838 cuando se hicieron breves referencias sobre especímenes colectados en localidades próximas a las costas mexicanas. Muchas de ellas fueron realizadas por expediciones extranjeras, tal es el caso de los primeros trabajos de L. E. Agassiz y G. Valentin. Durante el siglo XIX se destacaron las colectas de equinodermos efectuadas en el territorio mexicano por parte de diversas expediciones como el Challenger (1872-1876) y Albatros (1884-1885) logrando así la identificación de especies nuevas. Posteriormente y con el interés de diversos investigadores los estudios de equinodermos en especial de los pepinos de mar han sido mayores, por citar algunos se encuentran: Théel (1886b) quien reportó 43 holoturoideos de aguas someras y de profundidad del Golfo de México colectados durante la expedición del Blake, de los cuales 13 se registraron como nuevas especies entre ellas: Deima blakei, Benthodytes assimilis, Paelopatides agassizzi, Stichopus pourtalessi, Stichopus johnsoni, Holothuria verrilli, Echinocucumis asperrima, Thyone hassleri, Psolus tuberculosus, Psolus pourtalesi, Psolus braziliensis, Trachostoma blakei y Ankyroderma agassizzi. Deichmann (1930) estudió las especies del océano Atlántico Occidental aportando descripciones morfológicas y sobre todo un estudio detallado de las espículas presentes en los ejemplares, reportando así un total de 103 especies de las cuales 13 serían nuevas especies: Holothuria imperator, Holoturia pseudofossor, Mesothuria gargantua, Amphigymnas bahamensis, Phyllophorus destichada, Phyllophorus seguroensis, Cucumaria nina, Cucumaria parassimilis, Thyone pseudofusus, Thyone sabanillensis, Thyone solida, Psolus complicatus y Chiridota pelorica. Posteriormente, Deichmann (1940) reportó los holoturoideos de las Antillas a partir de ejemplares colectados durante las expediciones de Harvard-Havana durante los años 1938-1939, con una revision del orden Molpadida del Océano Atlantico; en el Golfo de México (1954) realizó claves 18 taxonómicas para ejemplares del área, aportando diagnosis, localidades, localidad tipo, distribución y batimetría de cada especie. Miller y Pawson (1984), identificaron 213 holoturoideos de la parte occidental de Florida y del Golfo de México reportando 20 especies, siendo un ejemplar Allothyone mexicana, considerada como endémica del Golfo de México. Los registros aportan notas taxonómicas, ecológicas, batimétricas y de distribución de especies. Once años mas tarde, Caso (1995) contribuyó al conocimiento de los holoturoideos litorales de la costa Atlántica Mexicana dando a conocer la sistemática, morfología y distribución de seis especies: Holothuria mexicana, Holothuria floridana, Holothuria grisea, Holothuria arenicola, Holothuria princeps y Euthynacta solida. Hendler y colaboradores (1995) presentaron información taxonómica y ecológica de las especies de pepinos de los cayos de Florida y el Caribe, de las cuales (23 sp.) Thyonella gemmata, Thyonella pervicax, Sclerodactyla briareus, Stolus cognatus, Thyone deichmannae, Thyone pseudofusus, Astichopus multifidus, Isostichopus badionotus, Actinopyga agassizzi, Holothuria cubana, Holothuria floridana, Holothuria grisea, Holothuria mexicana, Holothuria parvula, Holothuria glaberrima, Holothuria surinamensis, Holothuria princeps, Holothuria arenicola, Holothuria impatiens, Holothuria thomasi, Euapta lappa, Synaptula hydriformis, y Chiridota rotifera se reportaron para el Golfo de México y Caribe Mexicano. Laguarda-Figueras y colaboradores (2001) realizaron el primer trabajo taxonómico sobre holoturoideos de Puerto Morelos, Quintana Roo registrando 17 especies para el área, en (2002) realizaron un trabajo de los equinodermos de la Laguna Arrecifal de Puerto Morelos registrando un total de 22 especies de la Clase Holothuroidea. Así mismo en (2005) realizaron un listado de equinodermos del Caribe mexicano registrando un total de 32 especies, siendo 13 de ellos nuevos registros para el área. Durán y colaboradores (2005) realizaron un listado de equinodermos de las aguas mexicanas del Golfo de México registrando un total de 27 especies de holoturoideos, y 5 nuevos registros para el área como Holothuria (Holodeima) occidentalis, Bathyplotes natans, Mesothuria intestinalis, Mesothuria lactea y Acaudina molpadioides. Solís-Marín y colaboradores (2007) realizaron un estudio taxonómico de los equinodermos del Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano (SAV), reportando 16 especies de holoturias para el área. Solís-Marín y Laguarda-Figueras (2007) presentaron un estudio taxonómico de los equinodermos de la Isla Cozumel, México reportando 10 especies de holoturias. Pawson y colaboradores (2009) estudiaron los equinodermos de Golfo de México obteniendo para la Clase Holoturoidea 83 especies de las cuales 25 especies las reporta para el área: Euthyonacta solida, Allothyone mexicana, Stolus cognatus, Thyone pseudofusus, Actinopyga agassizzi, Holothuria cubana, Holothuria occidentalis, Holothuria floridana, Holothuria grisea, Holothuria mexicana, Holothuria párvula, Holothuria 19 glaberrima, Holothuria surinamensis, Holothuria princeps, Holothuria arenicola, Holothuria impatiens Holothuria thomasi, Astichopus multifidus, Isostichopus badionotus, Bathyplotes natans, Mesothuria intestinalis, Mesothuria lactea, Chiridota rotifera, Euapta lappa y Synaptula hydriformis. Pawson y colaboradores (2010) realizaron una guía taxonómica de los pepinos de mar del Atlántico sur de los EUA registrando 33 especies de holoturias conocidos desde el desde el Cabo Hatteras, Carolina del Norte, hasta el Cabo Cañaveral, Florida, desde la costa hasta una profundidad de 200 metros. Para cada especie realizaron diagnosis con ilustraciones; incluyen breves discusiones de distribución y biología general. Así mismo se incluyen claves dicotómicas para ayudar en la identificación a nivel de especie. Proponen a Ocnus pygmaeus (Theel, 1886) y Ocnus surinamensis (Semper, 1868) ser transferido al género Aslia Rowe, 1970. Solís-Marín y colaboradores (2013) presentaron un listado de holoturoideos de Latinoamérica, registrando para aguas mexicanas del Atlántico un total de 46 especies, mencionando al Golfo de México el área menos diversa para la Clase y siendo las especies más comunes: Holothuria (Holodeima) grisea, Holothuria (Holodeima) floridana, Holothuria (Selenkothuria) glaberrima, Holothuria (Semperothuria) surinamensis e Isostichopus badionotus. Mientras que para el Caribe Mexicano las especies más comunes son: Holothuria (Holodeima) floridana, Holothuria (Holodeima) grisea, Holothuria (Holodeima) mexicana, Holothuria (Semperothuria) surinamensis, Holothuria (Thymiosycia) arenicola, Holothuria (Thymiosycia) impatiens, Holothuria (Thymiosycia) thomasi, Isostichopus badionotus, Isostichopus macroparenthesesy Euapta lappa. Solís-Marín y colaboradores (2014) presentaron un listado de los equinodermos del mar profundo mexicano reportando 43 especies de holoturias de las cuales 9 las registran para el Golfo y/o Caribe mexicano. 20 5. ÁREA DE ESTUDIO 5.1 GOLFO DE MÉXICO La cuenca del Golfo de México posee una longitud de 1,600 km en la línea este-oeste, 1,300 km en la línea norte-sur en su porción occidental y 900 km en las porciones central y oriental. Cuenta con 1,6 millones de km2 de superficie y un volumen aproximado de 2,3 millones de km3 (De la Lanza-Espino y Gómez Rojas, 2004), es una de las cuencas más grandes de los litorales del Atlántico con forma aproximadamente circular que abarca porciones del sureste de los Estados Unidos y el Este de México (Fig. 9); es un mar semi- cerrado que alcanza profundidades de hasta 3,700 km en su región central, se sitúa entre las coordenadas 18º y 30º N y 82º y 98º O. Presenta dos fronteras abiertas que lo conectan con el Mar Caribe a través del Canal de Yucatán y con el Océano Atlántico por el Estrecho de Florida (Ortiz y De la Lanza-Espino, 2006; Tunnell et al., 2007). Se ubica al sureste de Norte América; limitando al norte con los Estados Unidos (Florida, Alabama, Mississippi, Louisiana, Texas), al oeste con cinco estados mexicanos (Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán) y la isla de Cuba el sureste. Mantiene interacción con las aguas y la biota del Océano Atlántico mediante el estrecho de Florida y con el Mar Caribe a través del canal de Yucatán (Bravo-Tzompantzi et al., 2000). El tipo de mareas en esta región se caracteriza por su homogeneidad, predominando la marea diurna. La zona económica exclusiva mexicana es del orden de 0.9 x106 km2 que representan 55% de la superficie total del Golfo. Figura 9. Región del Golfo de México, estados colindantes (Tamaulipas, Veracruz, Campeche, Yucatán) Mapa realizado en ArcView. 21 Es un mar interior diverso con características físicas y químicas resultado de su ubicación latitudinal; desde tropical, subtropical hasta templado, con climas distintos, catalogados como épocas de “secas (primavera), lluvias (verano, otoño) y nortes (invierno)”. Asimismo, con aportes permanentes de seis principales ríos que drenan directamente al Golfo: el Pánuco, el Coatzacoalcos, el Papaloapan, el Grijalva-Usumacinta a través del Frontera, el Champotón y el Bravo, y por parte de los Estados Unidos de América el Misisipí, entre otros, que le aportan directamente una cantidad significativa de sedimentos en suspensión y nutrientes y en forma indirecta ambientes, como lagunas y manglares adyacentes; todos en un perímetro de 4,000 km de litoral desde Yucatán hasta Florida. No menos importante resulta el aporte de diferentes masas de agua que pueden incrementar el contenido de nutrientes a través de los giros ciclónicos (fríos) con el ascenso de agua de mayor profundidad y la surgencia dinámica en la plataforma de Yucatán (que comparte del llamado Banco de Campeche) (De la Lanza-Espino y Gómez-Rojas, 2004). El Golfo de México posee una gran diversidad de hábitats. Está formado por ambientes costeros propios de las regiones templadas y tropicales como las islas de barreras, estuarios, marismas, manglares, arrecifes de coral, bancos carbonatados y planicies de inundación. La zona costera se caracteriza por sedimentos finos terrígenos, aguas de variada turbidez debido al aporte de ríos, y una alta producción biológica pesquera. La zona litoral presenta playas en escasos macizos rocosos y sedimentos calcáreos finos. La porción insular más grande es el sistema de islas arenosas que bordean la Laguna de Términos en Campeche (Bravo-Tzompantzi et al., 2000). Consiste en varias provincias ecológicas y geológicas, tales como la plataforma continental, el talud continental y la llanura abisal. La plataforma continental forma una terraza casi continua alrededor del margen del Golfo de México. Su anchura varía desde un máximo de 320 km a un mínimo de 40 km. Frente a las costas de Campeche y la Península de Yucatán, la plataforma continental consiste en una amplia área compuesta principalmente de carbonato (Alvarado y Solís-Marín, 2013). Aproximadamente el 38% está compuesto por áreas poco profundas e intermareales (< 20 m de profundidad). El área de la plataforma continental (< 180 m) y la pendiente continental (180-3,000 m) representan 22% y 20% respectivamente, y las áreas abisales con mayor profundas que 3,000 m constituyen el último 20%. El Sigsbee Deep, ubicada en el cuadrante del suroeste, es la región más profunda del Golfo de México. Su profundidad máxima exacta es controversial y los informes de diferentes autores indican profundidades máximas que varían entre 3,750 m y 4,384 m. En el Golfo de México la temperatura está determinada por el influjo de las aguas cálidas de la Corriente del Lazo, que se introduce por el Canal de Yucatán y la zona del Caribe, cuya dinámica afecta aproximadamente al 50% del Golfo, donde además, la evaporación supera a la precipitación. Se caracteriza por tener una temperatura superficial de 28-29°C durante el verano, con un incremento en las aguas superficiales de noroeste a sureste, debido a la Corriente del Lazo, en invierno disminuye hasta los 19-20°C, ya que los vientos fríos provenientes del norte ponen resistencia a las aguas cálidas procedentes del sureste, las cuales, en su trayectoria hacia el noreste del Golfo de México, van transmitiendo su calor a las aguas de menor temperatura (De la Lanza Espino y Gómez- Rojas, 2004). 22 Al igual que la temperatura, la salinidad está fuertemente relacionada con la Corriente del Lazo, la cual tiene una salinidad mayor a 36.8 ups por arriba de los 200 m, como resultado del promedio de la evaporación sobre la precipitación. Las salinidades en invierno son menores al norte con 32.16 ups, debido a la época y a la influencia de los ríos; en la plataforma de Campeche alcanzan 36.6 ups, siendo las mayores del Golfo y de la Corriente del Caribe, originadas por la fricción de las capas de la Corriente de Yucatán que tocan la plataforma de la península y afloran a la superficie dispersándolas sobre ella. Las aguas típicas del Golfo de Mexico tienen una salinidad de 36.5 ups, producto de los giros anticiclónicos. 5.2 CARIBE MEXICANO La porción mexicana del Caribe a lo largo de la península de Yucatán representa la parte más septentrional del Sistema Arrecifal del Caribe Mesoamericano, el segundo mayor sistema Arrecifal del mundo, el cual se extiende desde el extremo norte de la península de Yucatán hasta el archipiélago de Islas de la Bahía, frente a las costas de Honduras. El Caribe Mexicano y la Península de Yucatán es una proyección nororiental de América Central situado entre el Golfo de México al oeste y norte, y al este con el Mar Caribe, que abarca 197,600 km2. Incluye al estado de Quintana Roo abarcando Cozumel, Isla Mujeres y la isla Contoy, así como Banco Chinchorro frente a las costas continentales. La parte mexicana de la región exhibe una plataforma continental angosta de 20 km de ancho alrededor de Cancún y de entre 1-3 km en la región de Sian Ka‟an (Wilkinson et al., 2009) (Fig. 10). Sus aguas reciben la influencia de fuentes de agua dulce provenientes de una vasta red subterránea de cenotes, canales y cuevas alrededor de Sian Ka‟an. El margen continental frente a la parte mexicana es extremadamente complejo, pues comienza con una suave pendiente que se convierte en una empinada escarpa antes de alcanzar la profunda cuenca de Yucatán (más de 4,500 m), la cual, a su vez limita al sur con la cordillera Caimán, cadena montañosa submarina que se eleva más de 4,000 m desde el fondo marino con bancos a una profundidad de más de 200 m por debajo del nivel del mar (Wilkinson etal., 2009). Figura 10. Región del Caribe mexicano. Mapa realizado en ArcView. 23 6. OBJETIVOS 6.1 OBJETIVO GENERAL Elaborar un listado y catálogo taxonómico actualizado de las especies de holoturoideos del Golfo de México y el Caribe Mexicano a partir de los registros existentes en la Colección Nacional de Equinodermos “Dra. Ma. E. Caso Muñoz”, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, (ICML-UNAM). 6.2 OBJETIVOS PARTICULARES Identificar, corroborar la validez taxonómica y describir a cada una de las especies de holoturoideos del Golfo de México y el Caribe Mexicano depositados en la CNE. Elaborar un catálogo de identificación taxonómica ilustrando la morfología de los ejemplares, así como de la forma y combinación de las espículas con el respaldo de Microscopía Electrónica de Barrido (MEB). Elaborar claves taxonómicas para la identificación de las especies con distribución en las aguas mexicanas del Golfo de México y el Caribe Mexicano. 7. MATERIALES Y MÉTODOS Se realizó una revisión de los ejemplares de holoturoideos que han sido colectados en aguas mexicanas del Golfo de México y el Caribe Mexicano depositados en la CNE, y para cubrir los objetivos particulares antes planteados el trabajo consistió en: 1) Identificación y descripción de las especies. Para ello se revisó la base de datos de la Colección Nacional de Equinodermos, con la finalidad de obtener información referente a las especies distribuidas en el área y con ayuda de literatura especializada de la Biblioteca de Sistemática y Ecología de Equinodermos se recabó la información necesaria de cada una de las especies como diagnosis, descripciones originales, sinonimias, distribución y batimetría, para su comparación y actualización. La identificación y reidentificación de las especies, se llevó a cabo usando los trabajos especializados de los siguientes autores: Pourtalès (1851), Semper (1868), Ludwig (1875), Théel (1886b), Clark (1919, 1933), Deichmann (1930, 1954), Pawson y Fell (1965), Hansen (1975), Miller y Pawson (1984), Hendler, et al. (1995), Laguarda-Figueras et al. (2001) y Pawson et al. (2010). Las especies fueron ordenadas de acuerdo al arreglo sistemático filogenético propuesto por Pawson y Fell (1965). Para la revisión morfológica externa e interna se utilizó un microscopio estereoscópico marca Olympus® SZX7; para la observación de las espículas se realizaron pequeños 24 cortes en diferentes superficies del cuerpo: dorsal y ventral, pies ambulacrales, tentáculos, introverso. El corte de tejido se colocó en un portaobjetos de vidrio se le añadieron gotas de hipoclorito de sodio y se dejó actuar por 3 min para deshacer tejido y solo dejar espículas para posteriormente observarlas al microscopio óptico marca NIKON® ECLIPSE 55i. Posteriormente se montaron para su observación al Microscopio Electrónico de Barrido (MEB) usando la técnica propuesta por Solís-Marín et al., 2009 en el Laboratorio de Microscopia Electrónica de Barrido dentro del Instituto de Biología (IB). 2) Corroboración de la validez taxonómica. Para ampliar la información sobre distribución geográfica o batimétrica de las especies, se revisó la página web de la colección científica del National Museum of Natural History, Smithsonian Institution, Washington, D.C (NMNH) http://collections.nmnh.si.edu/search/iz/ y para corroborar la validez de las especies se revisó la página de World Register of Marine Species (WoRMS) http://www.marinespecies.org/ Posteriormente se realizó para cada especie una ficha con el nombre válido, sinonimias, diagnosis, descripción, distribución, batimetría, hábitat y biología. 3) Elaboración del catálogo de identificación taxonómica ilustrado. Se elaboraron láminas por especie, las cuales cuentan con fotografías de un ejemplar de cada especie que presentara las características morfológicas principales y se fotografiaron con ayuda de una cámara réflex marca Nikon modelo D3200 de 24 megapíxeles. Los ejemplares fueron secados superficialmente para evitar reflejos que distorsionen la imagen. Los organismos fueron colocados en las láminas a manera que el lector pueda distinguir la parte dorsal y ventral en la mayoría de los casos. Los ejemplares de menor tamaño (˂5 cm) no fue posible fotografiarlos. Se cuenta también con las fotografías de las espículas más representativas tomadas por medio de MEB y finalmente un mapa de distribución los cuales se realizaron con ayuda del programa ArcView ver. 3.3, colocando los puntos de cada coordenada geográfica registrada. 25 8. RESULTADOS Se revisaron un total de 2,742 ejemplares colectados para las costas del Golfo de México, abarcando desde Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche y Yucatán, y localidades del Caribe Mexicano la mayoría depositados en la CNE; a excepción de dos especies, Holothuria (Theelothuria) imperator Deichmann, 1930 (holotipo) y Eostichopus arnesoni Cutress y Miller, 1982 las cuales se encuentran depositadas en la Colección del National Museum of Natural History (NMNH) y fue posible su acceso. Una vez identificados los ejemplares, se obtuvo un total de 62 especies distribuidas en los cinco ordenes: Dendrochirotida, Aspidochirotida, Elasipodida, Molpadida y Apodida, en 14 familias, 34 géneros y 8 subgéneros; de las cuales 11 fueron nuevos registros [NR], 10 especies de profundidad (>200m) y una de aguas someras [*]. Del total de especies registradas, 30 de ellas se distribuyen en ambas áreas, las cuales, se encuentran marcadas con una A en el siguiente listado, 24 especies solo para el Golfo de México GM y siete especies para el Caribe Mexicano CM. En los anexos del trabajo se presentan dos tablas, una con la distribución geográfica y batimétrica de las especies estudiadas (Tabla 1), y otra (Tabla 2) con el listado de las especies de profundidad (>200m) incluidas en este trabajo. 8.1 LISTADO TAXONÓMICO DEL MATERIAL ESTUDIADO CLASE HOLOTHUROIDEA Blainville, 1834 ORDEN DENDROCHIROTIDA Grube, 1840 Familia Cucumariidae Ludwig, 1894 Género Euthyonacta Deichmann, 1954 Euthyonacta solida (Deichmann, 1930) A Género Ocnus Forbes, 1841 Ocnus pygmaeus Semper, 1867 A Género Parathyone Deichmann, 1957 Parathyone suspecta (Ludwig, 1875) A Género Thyonella Verrill, 1872 Thyonella gemmata (Pourtalès, 1851) A Thyonella pervicax (Théel, 1886) A Género Thyonidium Düben y Koren, 1846 Thyonidium seguroensis (Deichmann, 1930) CM Familia Phyllophoridae Östergren, 1907 Género Stolus Selenka, 1867 Stolus cognatus (Lampert, 1885) A 26 Género Thyone Oken, 1815 Thyone pseudofusus Deichmann, 1930 CM Thyone fusus (O. F. Müller, 1776) GM Familia Psolidae Burmeister, 1837 Género Lissothuria Verrill, 1867 Lissothuria antillensis Pawson, 1967 GM Familia Sclerodactylidae Panning, 1949 Género Euthyonidiella Heding y Panning, 1954 Euthyonidiella destichada (Deichmann, 1930) CM Euthyonidiella occidentalis (Ludwig, 1875) CM Euthyonidiella trita (Sluiter, 1910) A Género Pseudothyone Panning, 1949 Pseudothyone belli (Ludwig, 1887) A ORDEN ASPIDOCHIROTIDA Grube, 1840 Familia Holothuriidae Burmeister, 1837 Género Actinopyga Bronn, 1860 Actinopyga agassizii (Selenka, 1867) A Género Holothuria Linnaeus, 1767 Subgénero Cystipus Haacke, 1880 Holothuria (Cystipus) cubana Ludwig, 1875 A Holothuria (Cystipus) occidentalis Ludwig, 1875 GM Holothuria (Cystipus) pseudofossor Deichmann, 1930 A Subgénero Holodeima Pearson, 1914 Holothuria (Halodeima) floridana Pourtalès, 1851 A Holothuria (Halodeima) grisea Selenka, 1867 A Holothuria (Halodeima) mexicana Ludwig, 1875 A Subgénero Platyperona Rowe, 1969 Holothuria (Platyperona) parvula (Selenka, 1867) GM Subgénero Selenkothuria
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