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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNO MA DE MÉXICO 
PROGRAMA DE MAESTRÍA Y DOCTORADO EN HISTORIA 
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS 
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 
 
 
Jorge Ibargüengoitia y las conmemoraciones Patrias de 1960: Análisis de una 
conspiración no escenificada 
 
 
 
Tesis 
Que para optar por el grado de Maestro en Historia 
Presenta: 
 
Vicente Méndez de la Paz Pérez. 
 
 
Tutora: Dra. Virginia Guedea Rincón Gallardo 
Instituto de Investigaciones Históricas 
 
México, Ciudad de México, agosto 2016 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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Jorge Ibargüengoitia y las conmemoraciones patrias de 1960. Análisis 
de una conspiración no escenificada 
 
Agradecimientos…………………………………………………………………………………………………..4 
Introducción.…………………………………………………………………………….......................................6 
Capítulo I: México en los albores de 1960………………………………………………………….16 
1. 1. México al filo de 1960………………………………………………………………………………….19 
1. 2. Panorama político, económico y social de México a principios de 1960………….27 
1. 3. ¿Estabilidad política con ficción social?................. ...............................................................32 
1. 4. Notas a un sindicalismo mexicano disidente…………………………………......................37 
Capítulo II: Unas conmemoraciones inestables………………………………………………...55 
2. 1. 1959: Preludio conmemorativo…............................................................................................55 
2. 2. 1960: ¿Conmemorar o festejar?...............................................................................................65 
2. 3. Conmemoraciones ¿para qué o para quién?………………………………...........................73 
2. 4. La organización oficial de las conmemoraciones de 1960………………………….......86 
 
 
Capítulo III: Una conspiración no escenificada: Jorge Ibargüengoitia 
y las conmemoraciones patrias de 1960………………………………………………………..108 
3. 1. Con errores la letra entra………………………………………………………………………….108 
3. 2. De la Ley de Herodes a La conspiración……………………………………………………..119 
3. 3. Primera venta…………………………………………………………………………………………..137 
3. 4. Segunda venta………………………………………………………………......................................146 
Capítulo IV: Desenlace de una conspiración no escenificada………………………….164 
4. 1. Tercera venta……………………………………………………………………………………………164 
 
Consideraciones finales…………………………………………………………….................................233 
 
Fuentes……..…………………………………………………………………………......................................239 
 
Agradecimientos 
 
Quedo en deuda con la doctora Virginia Guedea, pues en más de una ocasión batalló 
para limitar la cantidad de información que deposité en decenas de hojas de los 
distintos esquemas que le presenté, los cuales imposibilitaban la estructuración 
coherente de un estudio serio y novedoso; pero sobre todo debo agradecerle que 
aceptara guiar un trabajo que aborda los años sesenta del siglo XX, aun cuando no es 
su tema predilecto, pues se atrevió a incursionar por esa temporalidad, mostrando 
interés y capacidad para orientarme por las agitadas aguas de 1960. 
Este trabajo fue posible realizarlo gracias al Seminario de Investigación sobre Historia y 
Memoria Nacionales; a los integrantes de dicho proyecto mi agradecimiento, ya que 
fueron ellos quienes, en las reuniones, señalaron importantes comentarios que 
enriquecieron mi percepción de la historia. 
En segundo lugar, mi reconocimiento a las doctoras Leonor Ludlow Wiechers, a Lara 
Campos Pérez y Aurelia Varelo Pie. A los doctores Silvestre Villegas Revueltas y Sergio 
Miranda Pacheco, quienes de manera desinteresada leyeron un primer esbozo del 
trabajo. Ellos permitieron que el trabajo pudiera afinarse para hacerlo más 
congruente y conciso. 
En tercer lugar, pero no menos importante, mi gratitud a la doctora Susana Sosenski 
Correa, a los doctores Alfredo Ávila, Sergio Miranda Pacheco y Jesús Hernández 
Jaimes, quienes se dieron a la tarea de leer un segundo proyecto de la actual tesis con 
mucho mayor rigor. 
Finalmente, mi reconocimiento a las señoras Guadalupe Rodríguez y Patricia Ordaz 
Pérez, bibliotecarias del Instituto de Investigaciones Históricas, quienes, de manera 
desinteresada, me hicieron el favor de realizar los prestamos interbibliotecarios en los 
distintos repositorios, los cuales contenían los libros que necesitaba para mi 
investigación. 
 
5 
 
 
6 
 
Introducción 
 
Por sus características y particularidad, de ser la ceremonia que celebró el Primer 
Centenario de la Independencia de México, organizada bajo el gobierno de Porfirio 
Díaz, ésta se convirtió en el modelo a seguir, aun cuando los gobiernos posteriores a 
Díaz intentaron cambiar. 
Lo cierto es que lo realizado en 1910 fue una guía de cómo se tenían que llevar 
las conmemoraciones patrias en México. Porfirio Díaz nombró una Comisión 
encargada de coordinar los distintos eventos, los concursos, las invitaciones a los 
países extranjeros, la construcción de obra pública, la invitación a distintas casas 
comerciales las cuales se encargarían de organizar carros alegóricos, los que fueron 
parte del desfile conmemorativo de ese año. Pero sobre todo, se preocupó por la 
creación de un discurso histórico, el cual pasó con leves matices a ser parte de la 
historia oficial de los gobiernos de la posrevolución. La Independencia y la Reforma ya 
no podían cambiarla en la forma en cómo se había venido enseñando, pero sí podían, 
los nuevos regímenes, establecer un nuevo discurso, esto es, mostrar el sentido liberal 
que tenía, supuestamente, el movimiento de 1810, el de 1857 y el de 1910. 
Las críticas a las fiestas del centenario se dieron desde el mismo momento que 
iniciaron. Prueba de ello es el escrito publicado por Heriberto Frías en el periódico El 
Constitucional, 30 de septiembre de 1910. Donde señalaba que “El esplendor de las 
fiestas del centenario ha sido de carácter netamente oficial”.1 Y así es, por más que se 
 
1 Heriberto Frías, “Victimas de la pompa oficial centenaresca: el pueblo y el ejército”, en Heriberto Frías, La 
escritura enjuiciada, selección y estudio preliminar de Georgina García Gutiérrez, México, Fondo de Cultura 
7 
 
quiera que las conmemoraciones patrias tengan un aire popular en donde participe el 
“pueblo”, como quiera que se defina a éste, la organización de las fiestas cívicas 
contemporáneas se organizan desde el gobierno. 
Para 1921, le tocó conmemorar al general revolucionario Álvaro Obregón, 
recientemente elegido presidente, conmemorar la consumación de la Independencia 
Nacional. Lo primero que hizo el gobierno de Obregón, fue la creación de un Comité 
Ejecutivo de las Fiestas del Centenario, quien publicó “tanto el Programa oficial como 
su noche mexicana en los lagos del bosque de Chapultepec”. 2 Es decir, no pudo el nuevo 
régimen romper con el modelo de Díaz, pues además de publicar el programa 
señalado, también se contempló elaborar una “Crónica Oficial de los Festejos 
Conmemorativos del Centenario de la Consumación de la Independencia de México”.3 
En el 2000 se dio la alternancia política y, por primera vez en México otro 
partido político asumía la presidencia de la República. Así, el Partido Acción Nacional 
coronabasu tenacidad opositora, que desde 1939 había mantenido. Lo anterior 
generó grandes expectativas respecto a cómo se implementaría el discurso histórico, 
pues se tenía la certeza de que esta materia había sido un instrumento de legitimación 
y permanencia del Partido Revolucionario Institucional.4 
 
Económica, Fundación de Letras Mexicanas, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de 
Investigaciones Filológicas, 2008, p. 163. 
2 Véase: Virginia Guedea, (coordinadora), Asedios a los centenarios (1910 y 1921), México, Universidad 
Nacional Autónoma de México, Fondo de Cultura Económica, 2009, p. 74. 
3Ibidem. 
4 “…la legitimación de los gobiernos posrevolucionarios solía ser doble: por un lado, se decían [sic] producto 
directo de la Revolución, movimiento fundacional del México contemporáneo y propiedad exclusiva de su 
partido, PNR-PRM-PRI; por el otro lado, dado que la Revolución mexicana comenzó a ser vista —a partir de 
Jesús Reyes Heroles— como la tercera fase del proceso constitutivo del país, luego de la Independencia y la 
Reforma, los gobernantes posrevolucionarios pasaron a ser continuadores de Madero, Carranza, Zapata y 
Villa, igual que de Hidalgo, Morelos y Guerrero, o de Juárez, Ocampo, Zaragoza y demás héroes de la 
Reforma…”. Véase: Javier Garciadiego, “¿Es posible —o deseable— una nueva historia oficial?”, en Retos de 
8 
 
Sin embargo, las dudas respecto a la dirección que tendría que tomar la historia 
bajo el nuevo gobierno hacía que ese entusiasmo se viera mermado, pues los triunfos 
que había obtenido Acción Nacional en los diferentes estados de la República 
mostraban el uso de la memoria colectiva para legitimar sus triunfos. Algunos alcaldes 
y autoridades panistas intentaron cambiar la nomenclatura de sus territorios, pues 
con eso se quería demostrar que se rescataba la verdadera historia del país.5 
Finalmente y con todas las deficiencias políticas que mostró la administración 
foxista, inició el proceso de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia y 
el Centenario de la Revolución Mexicana. Para junio del 2006, salió publicado en el 
Diario Oficial de la Federación, el decreto por el cual, se “declaraba al año 2010 como 
‘Año del Bicentenario del inicio de la Independencia Nacional y del Centenario del 
Inicio de la Revolución Mexicana’ y por dicho motivo, se creaba una Comisión 
organizadora de dicha Conmemoración”.6 
En el decreto hay un error, pues se utilizó el singular para agrupar a dos 
motivos de celebración distintos. Sea como fuere, el caso es que para ese momento 
 
la historia y cambios políticos, México, Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, 
2004, pp. 26-27. 
5 Javier Gaciadiego, op. cit., p. 30. 
6Diario Oficial , viernes 16 de junio de 2006, p. 2. Cursivas mías. Cuando planteo el tema de la(s) 
conmemoración(es) estoy refiriéndome a hechos, procesos y personajes que tuvieron relevancia en un 
determinado tiempo y espacio. Así, la conmemoración es un acto político, pues se decide desde ese 
mirador, quién o quiénes son dignos de memoria o de olvido. Desde el presente se hará la reflexión de por 
qué los hechos identitarios van a ser recuperados, cómo se hará dicha recuperación y, sobre todo, para qué 
o para quiénes. ¿Se recupera el recuerdo para el individuo o para la colectividad? En ocasiones se recupera 
el pasado inmediato para traslaparlo con uno más lejano y, de esta manera, formar un discurso en donde se 
critica ese pasado inmediato y se busca establecer un punto de cruce, en donde se desvió el camino 
“correcto” de la política, y con ella de la historia. A decir de Nora Rabotnikof, “Los usos del pasado y las 
invocaciones al futuro han cambiado su función en la retórica política mexicana. Y si bien este ‘recurso a los 
tiempos’ no zanja las grandes controversias en el espacio público-político […] da pistas sobre el clima 
cultural de la época. […] una mirada rápida sobre algunos debates pondría en evidencia que el pasado ya no 
es (nítidamente) fuente de legitimidad…”. Véase: “De las conmemoraciones, memoria e identidades”, en 
Gustavo Leyva, et al., Independencia y Revolución. Pasado, presente y futuro, México, Fondo de Cultura 
Económica, Universidad Autónoma Metropolitana, 2010, p. 414. 
9 
 
Vicente Fox nombró, como lo establecía el Artículo Segundo del mencionado decreto, a 
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano como Presidente de la Comisión encargada de 
preparar un Programa Base que contuviera la relación de eventos, expresiones, 
homenajes, calendarios cívicos, conmemoraciones y demás proyectos recomendables 
en todo el país.7 
La comisión Bicentenario, como fue mayormente conocida, sufrió distintos 
contratiempos: mantener a una persona con el nombramiento de forma definitiva, 
pues en el trascurso de 2006 a 2010 hubo seis personas que fueron nombrados, lo 
cual nos habla de las dificultades que representó para Acción Nacional la organización 
de dicho evento y, sobre todo, la historia de México; otra de las dificultades fue el 
elevado costo económico de la noche del 15 de septiembre, pues sólo en esa noche se 
gastó $580 millones de pesos en el puro espectáculo, el cual fue montado por el 
productor australiano Rich Birch, esto sin contar el desfile. 
Al ser cuestionado José Manuel Villalpando, penúltimo presidente de la 
comisión, de si eso no era un gasto excesivo, el respecto respondió: “No sé si sea 
demasiado, o mucho o poco. Yo no lo vería en función de cantidades, sino en función 
de la ocasión única e irrepetible que vamos a vivir, que no volverá a suceder hasta 
dentro de 100 años”.8 
A menos de dos meses de la celebración, el presidente Felipe Calderón 
decidió nombrar a un nuevo encargado de la comisión, en esta ocasión le tocó el 
turno al secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, quien en conferencia 
 
7Ibidem. 
8La Jornada, lunes 19 de julio de 2010, p. 13. Consultada el mismo día. Disponible en 
http://www.jornada.unam.mx/2010/07/19/politica/013n1pol. 
10 
 
de prensa, “insistió en que el plan de trabajo establecido con anterioridad se 
seguiría desarrollando, pero con la diferencia de que la vocería pasaría 
completamente a la SEP”. 9 
Al final, las críticas hacía el gobierno de Calderón Hinojosa se enfocaron en 
comparar las celebraciones que él impulsó en 2010 con las de Porfirio Díaz en 
1910. 10 Además de señalar la falta de congruencia en el programa, pues el costo 
representaba el presupuesto de ese año celebratorio, lo destinado al Fondo de 
Apoyo a Grupos Vulnerables (250 millones); habría que sumar los 
cuestionamientos al incremento de los proyectos, pues Rafael Tovar y de Teresa, 
quien fuera encargado de la comisión, inició con 400 acciones federales, las cuales 
aumento Villalpando a 1 200 entre monumentos, libros conmemorativos y actos 
para celebrar.11 
El proyecto 
La tesis que aquí se presenta, busca explicar: las características, conformación 
y desarrollo de una obra de teatro escrita por Jorge Ibargüengoitia, La conspiración 
vendida, la cual inició por encargo, para luego participar en las conmemoraciones de 
1960, año en que se celebró el Sesquicentenario del inicio de la Independencia 
Nacional y el Cincuentenario del inicio de la Revolución Mexicana. 
 
9Reforma, 22 de julio de 2010, Sección Cultura, p. 18. 
10 “En 1910, el presidente Porfirio Díaz celebró el Centenario del inicio de la guerra Independencia en medio 
de la opulencia y el dispendio, perocon un pueblo sumido en la pobreza y la hambruna. Hoy a 100 años, el 
presidente Felipe Calderón celebra el Bicentenario de la Independencia en similitud de condiciones, pero 
con el agregado de un país sumido en la violencia y ensangrentado”. La Jornada de Veracruz, miércoles 15 
de septiembre de 2010, portada. Consultado el mismo día. Disponible en 
http://www.jornadaveracruz.com.mx/Noticia.aspx?seccion=7&ID=100916_020923_496. 
11 Véase: CNN-México, “El tortuoso camino para festejar el Bicentenario de México”, domingo 25 de julio de 
2010. Consultado el lunes 26 de julio de 2010. Disponible en 
http://mexico.cnn.com/nacional/2010/07/25/el-tortuoso-camino-para-festejar-el-bicentenario-de-mexico. 
11 
 
Cabe señalar que las conmemoraciones de 1960, como las que he descrito 
arriba, iniciaron con la organización de una comisión encargada de redactar el 
programa evocador para celebrar el 150 aniversario del inicio de la Independencia 
Nacional y el Cincuentenario del inicio de la Revolución Mexicana.12 
Asimismo, señalo los contextos internos y externos que rodearon dichas 
fiestas. En el primer caso, se dio una fuerte movilización por parte de los trabajadores 
sindicalizados, los cuales demandaban aumento salarial. La mayoría de los 
emplazamientos a huelga fueron solucionados por la vía de la negociación. La 
excepción fue, en primer lugar, el movimiento que dirigió Othón Salazar, dirigente del 
Movimiento Revolucionario del Magisterio y que tomó las oficinas de la Secretaría de 
Educación Pública. El otro levantamiento importante, fue el protagonizado por el 
Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana, dirigido por 
Demetrio Vallejo. 
En el mismo panorama nacional, comento la irrupción política que tuvo la 
Generación del Medio Siglo13 en ese 1960. Si bien ya había dado participado en varios 
eventos, considero que la coyuntura política nacional e internacional les dio a los 
 
12Diario de los Debates de la Cámara de Diputados , XLIV LEGISLATURA. Sesión de la H. Comisión 
Permanente, del día lunes 31 de agosto de 1959, t. 1, núm. 73, p. 1 . 
13 El nombre de Generación del Medio Siglo surge de la revista con Medio Siglo, que editaron los estudiantes 
de la Facultad de Derecho en 1952. En su editorial señalaban que: “Hemos formado esta Revista para que 
sea la tribuna de nuestra Generación. Y a este respecto, hemos de aclarar que la razón profunda que nos 
impulsó a dominarla MEDIO SIGLO, […]. Pero el medio siglo, no sólo tiene la apariencia temporal, sino que 
reviste, además, una esencial dimensión humana: la de ser el nombre de una generación de individuos; de 
los individuos que han de hacer un balance de las circunstancias pasadas, para que, al transformarlas, 
planifiquen los caracteres de la sociedad futura”. Cfr. Medio Siglo: expresión de los estudiantes de la 
Facultad de Derecho, Universidad de México. Año 1 , octubre-noviembre-diciembre, núm. 1, 15 de diciembre 
de 1952, p. 5. Retomo aquí el concepto de generación que planteó José Ortega y Gasset. En un tiempo 
histórico conviven tres grupos de personas, pero con edades diferentes. Todos son contemporáneos, pero la 
distinción entre un grupo y los otros es la coetaneidad, esto es, comparte la mima edad y tiene un contacto 
vital. Cfr. “En torno a Galileo”, Obras completas, Madrid, Santillana, Fundación José Ortega y Gasset, 2004, 
vol. 6, p. 393. 
12 
 
integrantes de esta generación los argumentos necesarios para exponer sus puntos de 
vista políticos en un medio que no fuera el académico. Así, la revista Política. Quince 
días de México y el mundo se convirtió en un espacio en donde el signo distintivo fue la 
homogeneidad de los articulistas en dicha revista. 
En el plano externo, la Guerra Fría marcó un periodo de tensiones hacía 
México, pues la esfera de influencia de uno de los bloques ideológicos, en que estaba 
dividido el mundo, eran los Estados Unidos. Así, la presión del Departamento de 
Estado para que las administraciones mexicanas se declararan a favor de la política 
estadounidense era férrea. En ese mismo sentido, el triunfo de la Revolución Cubana 
en 1959 y su giro político hacia el bloque socialista incrementó la presión hacía el 
gobierno del presidente Adolfo López Mateos, quien no cedió a dicho apremio. 
Mantuvo relaciones diplomáticas con la Cuba revolucionaria. 
Finalmente, La conspiración vendida es una obra de teatro que no fue 
escenificada, a pesar de haber sido escrita por subvención y por la cual recibiera Jorge 
Ibargüengoitia la cantidad $5 000.00 pesos. Más adelante recibiría $25 000.00 por 
ganar un concurso que convocó, el hoy extinto Departamento del Distrito Federal, que 
con motivo de las conmemoraciones de 1960, abrió al público en general. Tampoco 
fue representada, a pesar de haber ganado en dicho certamen, y los otros 
concursantes recibieron; uno un accésit y el otro un reconocimiento. 
La obra de Ibargüengoitia rompió con el común de lo que se presentó en ese 
año conmemorativo. Pues los trabajos que sí se representaron en ese año fueron: El 
niño artillero, teatro para niños, de Efrén Orozco Rosales, La hora de la libertad, del 
mismo autor estrenada el 15 de septiembre de dicho año. Luisa Josefina Hernández 
13 
 
participó con una obra titulada La paz ficticia, la cual retoma la obra de Aristófanes 
Lisístrata, adaptada para estudiantes de secundaria. De Federico S. Inclán, Cuartelazo, 
obra con tema de la Revolución mexicana; estas dos últimas fueron escritas por 
encargo del Instituto Nacional de Bellas Artes, como la obra de Ibargüengoitia. Otras 
creaciones de tema histórico fueron Leona, de Margot Villanueva, 14 y La sangre 
derramada de Wilberto Cantón. 15 Una última puesta en escena fue El insurgente Pedro 
Moreno, adaptación al teatro de la novela de Mariano Azuela. 
Tanto la obra de Margot de Villanueva como la de Wilberto Cantón 
recibieron, la primera un accésit, esto es, una recompensa inferior al premio, es 
decir, $10 000.00 pesos. Cantón, además de obtener $5 000.00, consiguió que se 
llevara a escena su trabajo. ¿Qué sucedió con el ganador de dicho concurso? ¿Por 
qué no fue presentada La conspiración vendida, si ganó el primer lugar? Si bien 
Jorge Ibargüengoitia fue parte de la Generación del Medio Siglo, nunca se relacionó 
con los integrantes de esta. Mayormente fue un hombre que no hizo grupo o que se 
haya relacionado con alguno de los círculos intelectuales de la época. Tampoco 
tuvo relación cordial con la generación de Contemporáneos. Fue un hombre 
solitario, que no tenía mayor admiración sino hacía Octavio Paz, este escritor lo 
admiraba, llegó a escribir de él en sus ensayos de una manera encomiable. 16 
 
14 El nombre de la Margot de Vil lanueva era Margarita Reinbeck de Vil lanueva, dramaturga y novelista 
nacida en la Ciudad de México en 1926. 
15Cuadernos de Bellas A rtes, “La vida cultura: teatro”, septiembre de 1960, p. 52. 
16 “Humor seco, ha dicho Octavio Paz: humor de ascendencia sajona más que latina, y una cierta 
inclinación a difamar la realidad. Sí, pero, al mismo tiempo, cierta tranquila fascinación por ese juego: 
juego del mundo, juego de los seres y de las cosas y de la gran Historia y la pequeña historia”. Cfr. José de 
la Colina, “Jorge Ibargüengoitia (1928-1983)”, en El Semanario Cultural de Novedades, año II, vol. II, núm. 
85, 4 diciembre 1983, p.1. 
14 
 
El presente trabajo está dividido en cuatro capítulos. El primero da un 
panorama general del contexto nacional e internacional que sobresalía entre 1958 y 
1960. El segundo capítulo analiza la organización oficial de las conmemoraciones del 
CL aniversario del inicio de la Independencia de México y el C del inicio de la 
Revolución Mexicana. En tercer capítulo doy cuenta de cómo Jorge Ibargüengoitia 
inició su transformación de escritor de obras teatralespor narrativas. En este mismo 
capítulo muestro las complicaciones que tuvo Ibargüengoitia para la creación de su 
obra La conspiración vendida. Finalmente, el capítulo está centrado en el análisis, 
composición, complejidad y desarrollo de la obra de teatro que inició como un 
trabajo por subvención, pero que en 1960, ganó un concurso convocado por el 
Departamento del Distrito Federal. Sin embargo y pese haber ganado no fue 
representada sino hasta el 2006. 
Importa señalar que este trabajo se elaboró dentro del Programa Seminario 
de Investigación sobre Historia y Memoria Nacionales, que coordina Virginia 
Guedea, a ella mi agradecimiento por su paciencia y sus acertadas observaciones, así 
como a los integrantes de dicho Seminario, pues gracias a éste puede elaborar el 
presente trabajo. 
 
15 
 
 
16 
 
Capítulo I 
 
México en los albores de 1960 
 
En este primer capítulo me propongo presentar un panorama general de los sucesos 
políticos, económicos y sociales del país, que entre los años de 1958 a 1960 tuvieron 
un impacto importante en el desarrollo de México. Cabe aclara, que el análisis general 
se enfocará de manera particular en el al Distrito Federal, pues abordar la 
problemáticas nacional, me llevaría realizar otro tipo de trabajo. 
En primer lugar fijo la temporalidad de estudio entre los años de 1958 a 1960. 
La razón de esto se debe a que en ese lapso de tiempo, los acontecimientos político-
sociales impactaron a la sociedad mexicana, de tal forma que sus reverberaciones aún 
se escuchan. En segundo lugar, el tiempo marcado está en relación a lo que considero 
como el prefacio conmemorativo, ya que en este lapso de tiempo se celebró, en 1959 
el Centenario luctuoso de la muerte de Venustiano Carranza. Para 1960 se 
organizaron las fiestas patrias, las cuales fueron: el 150 aniversario del inicio de la 
Independencia Nacional, el 100 aniversario del triunfo de la República Liberal1 y el 50 
aniversario del inicio de la Revolución Mexicana. 
 
1 “Transcurren dos semanas desde la expedición de la Ley [sobre Libertad de Cultos], y el 22 de diciembre de 
1860 acontece la batalla postrera, definitiva de la guerra de Reforma. En San Miguel Calpulalpan, Jesús 
González Ortega vence en forma indudable al ejército de Miguel Miramón. Se consuma el esperado triunfo 
del orden constitucional”. Véase: Fernando Zertuche Muñoz, El Proceso liberal y las Leyes de la Reforma, 
México, Secretaría de Educación Pública, Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de 
México, 2011, pp. 86-87. 
17 
 
Esta primera parte busca poner en el contexto de las celebraciones nacionales 
los siguientes sucesos históricos: 
1.- La presencia, permanencia e importancia de la Guerra Fría como un 
elemento generador de tensiones a nivel mundial, pero sobre todo en el ámbito 
regional y en particular de México. Dicho fenómeno mantuvo una atmósfera de 
zozobra política, económica y social; la cual polarizó al mundo y en particular a la 
región de Latinoamérica, lo anterior debido a la cercanía con los Estados Unidos, país 
que encabezó a uno de los bloques en que se había dividido el mundo al finalizar la 
Segunda Guerra Mundial. La otra agrupación de países, la abanderaba la Unión de 
Repúblicas Socialistas Soviéticas. 
2.- En 1959, la Revolución Cubana triunfo. Dicho movimiento popular fue 
encabezado por Fidel Castro, Ernesto “Che” Guevara y Camilo Cienfuegos. Lo 
sobresaliente de este movimiento armado está en que coincidió con la polarización 
política arriba señalada. Esto fue un elemento que agudizó las tensiones en la 
Latinoamérica, pues el gobierno estadounidense no iba a permitir que en la región 
volviera a surgir una revolución con tendencia marxista-leninista. 
3.- El triunfo del Movimiento Guerrillero del 26 de julio, generó en México dos 
tendencias políticas contrapuestas. Por un lado, estaban un grupos de mexicanos que 
vieron con simpatía a la Revolución cubana, a tal grado fue la inclinación a dicho 
movimiento armado, que lo consideraron como la prueba fehaciente para enderezar el 
camino de la Revolución Mexicana, el cual habían desviado los gobiernos de 1940 a 
1960. Por el otro lado, vemos a un sector de la población mexicana que rechazaba al 
movimiento caribeño por su giro hacia el marxismo-leninismo desatándose, por 
18 
 
medio de la opinión pública, 2 una serie de críticas en contra del grupo contrario, ya 
que ambas posiciones consideraban sus argumentos como los más apropiados para el 
país. 
4.- Aunado a lo anterior, analizó, de manera somera, la fuerte combatividad que 
mostró una parte importante de trabajadores mexicanos, quienes aprovecharon el 
momento de coyuntura política que abrió la campaña presidencial de 1958, y 
presionaron a los gobiernos de Adolfo Ruiz Cortines y de Adolfo López Mateos, en ese 
orden, con una serie de demandas laborales, como fue el incremento a los salarios, 
mayor seguridad social o apoyo para vivienda. Sin embargo, entre las peticiones que 
tenían que ver con el derecho laboral y las relaciones de trabajo, se mezclaron 
planteamientos políticos, los cuales iba desde el respeto a la Constitución de 1917, la 
eliminación del Artículo 145-bis del Código Penal, que imponía la cárcel por delitos de 
disolución social y que había servido para controlar a las agrupaciones sindicales y, en 
general, a toda expresión política independiente. Es importante señalar que los 
trabajadores que desafiaron a dichas administraciones fueron aquellas organizaciones 
que no estaban dentro del control oficial, es decir, que no eran integrantes de la 
Confederación de Trabajadores de México (CTM) como tampoco del Bloque de Unidad 
Obrera (BUO).3 
 
 
2 Por esos años, opinión pública se entendía, principalmente, los periódicos, como el Excelsior, El Universal, 
El Nacional, El Día , El Popular, La Prensa, El Novedades, entre otros. 
3 En la cita a pie de página número 61 de este capítulo doy una explicación más amplia de los sindicatos que 
denomino “autónomos”. Así como de la expulsión de un importante grupo de organizaciones que formaron 
parte de la Confederación de Trabajadores Mexicanos. 
19 
 
1. 1. México al filo de 1960 
 
A principios de la década de 1960, la Revolución convocada por Francisco I. Madero 
llegaba a medio siglo de haberse iniciado. La Constitución promulgada en 1917 
arribaba a la edad de 43 años y en ese tiempo ya se había llevado a cabo una serie de 
reformas en sus artículos fundamentales, el 3°, el 27 y el 130. Dichas reformas fueron 
desarrolladas por los distintos gobiernos posrevolucionarios que enfrentaban 
condiciones en el país que los constitucionalistas del 17 no contemplaron. 
Durante el periodo de 1920 a 1960, los gobiernos posrevolucionarios 
buscaron resolver el problema político, económico y social el cual era, según he 
podido entender, la legitimidad de la Revolución Mexicana a partir del 
cumplimiento de la Constitución de 1910. Sin embargo, el resurgimiento del 
regionalismo, la crisis económica de 1929, la falta de consensos políticos por parte 
de sectores de la población mexicana, y el compromiso de los gobiernos 
posrevolucionarios de reconocer una deuda económica que se generó en el 
Porfiriato por la mexicanización de los ferrocarriles, para formar la Compañía 
Ferrocarriles de México, S. A., a esto hay que sumarle el gravamen que representaba 
la deuda consolidada y que se incrementó durante el gobierno de Francisco I. 
Madero y Victoriano Huerta, deuda que los banqueros extranjeros exigían se pagara 
de manera inmediata. Otra responsabilidad que tuvieron que enfrentar las 
administraciones posrevolucionarias, tiene que ver con cubrir el gasto que generó 
la Reforma Agraria, la nacionalización de la compañía Ferrocarriles de México, S. A., 
así como la nacionalizaciónde las compañías petroleras en 1938. 
20 
 
Las soluciones planteadas por el triunvirato sonorense (Álvaro Obregón, 
Plutarco Elías Calles y Adolfo de la Huerta) fue la negociación con los bancos 
extranjeros que pedían la inmediata liquidación de la deuda mexicana. Esto llevó a 
reconocer los compromisos económicos que se habían realizado el Porfiriato, 4 así 
como los que se generaron durante la lucha armada de 1910 a 1917. 
Dentro de este gran paquete de obligaciones económicas esta uno que me 
parece es importante resaltar, y lo es por qué sus implicaciones político -sociales 
estuvieron presentes durante el periodo de estudio, esto es 1958-1960. Aquí, me 
refiero al problema de los ferrocarriles y la deuda que esta representó a las 
administraciones de Obregón y de Calles. Era un obligación que estaba en forma 
paralela a la deuda consolidada del Porfiriato, es decir, que estaba comprendida de 
manera global. 
Al término del movimiento armado, y al hacer los primeros balances del 
haber y del deber de México, Álvaro Obregón supo del desastre en que se 
encontraban los ferrocarriles, pues estos estaban en números rojos. Los dueños de 
la deuda ferrocarrilera exigieron al gobierno de Obregón el pago inmediato de esta. 
La administración de Obregón tuvo que pactar de nueva cuenta, pero ahora con los 
propietarios de las obligaciones ferrocarrileras, las cuales sumaban una cantidad 
 
4 “La deuda interior y exterior durante el Porfiriato, la había logrado reducir Manuel Dublán, quien fungió 
como secretario de Hacienda con Porfirio Díaz, y a su muerte fue nombrado José Yves Limantour, quien 
diseñó el arreglo financiero de la “deuda flotante”, que era el nombre como se le conocía a la deuda a corto 
plazo. En este caso concreto, el nuevo secretario de Hacienda logró hacer que las obligaciones de pago se 
convirtieran a largo plazo. Sin embargo, para lograr esto el país pidió un préstamo de quince millones de 
pesos, del cual sólo recibió nueve millones y medio en firme con un interés de seis por ciento, el cual debía 
ser pagado en oro, lo que implicaba el aumento de la deuda en su servicio en relación a la depreciación de la 
plata”. Véase: Alicia Salmerón Castro, “Proyectos heredados y nuevos retos. El ministerio de José Yves 
Limantour (1893-1911)”, en Leonor Ludlow, Coordinadora, Los secretario de hacienda y sus proyectos (1821-
1933), México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, 2002, 
tomo II, p. 184 y ss. 
21 
 
imposible de pagar de manera inmediata, como era la exigencia de los tenedores 
de dicha deuda. 
Otro punto que tuvo que negociar, no sólo los primeros gobiernos 
posrevolucionarios, sino también los institucionalizados, fue el resurgimiento del 
regionalismo, aunque tal vez podríamos señalar que, Porfirio Díaz logró centralizar 
el poder, pero en su persona, no a través de instituciones. 5 Ahora, el reto para los 
nuevos actores políticos era la formación de instituciones que pudieran, al menos, 
contener las fuerzas centrífugas de las regiones que por años, sino no es que por 
siglos, habían actuado en el país. 
Un acontecimiento importante, y que me parece que muchas veces se pasa por 
alto, es que desde la Segunda Guerra Mundial y al término de ésta México se vio 
envuelto en el ambiente de tensión que provocó la Guerra Fría.6 Se marca el principio 
 
5 Cfr. David A. Brading, (compilador), Caudillos y campesinos en la Revolución mexicana, 7a reimpresión, 
traducción Carlos de Valdés, México, Fondo de Cultura Económica, 2014. En especial pp. 180 y ss. 
6 Las características principales del ambiente enrarecido que se creó durante la Guerra Fría son: 1) La 
bipolaridad política alrededor de las dos organizaciones militares que surgieron al término de la Segunda 
Guerra Mundial, me refiero al Tratado del Atlántico Norte, signado en 1949 por doce países, siendo Estados 
Unidos uno de los principales promotores de la NATO, como se le conoce a dicha organización por sus siglas 
en inglés. La contraparte de este organismo fue el Pacto de Varsovia, el cual fue fundado en mayo 1945. Al 
frente de esta organización de países coaligados estaba la Unión Soviética. 2) Ambos organismos tenían 
como principal objetivo mantener la paz, pero a partir de objetivos muy concretos; cada una de estas, 
defendía su ideología. La OTAN se consideraba como la representante del “universalismo”. El Pacto de 
Varsovia basó su lucha ideológica a partir del marxismo-leninismo. 3) El uso de la bomba atómica por los 
Estados Unidos en agosto de 1945, le dio una supremacía militar, la cual, las administraciones de ese 
entonces, no pensaban que pudiera ser igualada por los soviéticos. Sin embargo, en 1949, la Unión Soviética 
hizo su primera prueba nuclear en la zona de Kazajiztán. De esta forma se empataban las dos cabezas de la 
Guerra Fría, cada una podía fabricar armamento no convencional. Esto hizo que ambas naciones tuvieran 
cuidado en qué se decía y cómo se decía de los acontecimientos políticos mundiales. No querían iniciar una 
guerra atómica, pues los primeros blancos serían los países integrantes de las organizaciones arriba 
señaladas. Así, se abrieron otros frentes político-militares que les permitía probar su capacidad militar, así 
como la llamada contra inteligencia, esto es, la capacidad para obtener información que les permitiera 
aventajar a la otra organización. Durante los años más críticos de la Guerra Fría —1950-1970— México se 
vio presionado por el Departamento de Estado para que definiera su postura política a favor de la OTAN, o al 
menos que sirviera de cabeza de playa en Latinoamérica. Cabe señalar aquí, que los gobiernos del Partido 
Revolucionario Institucional asumieron, en la medida de sus posibilidades, una postura neutral. No se sabe 
aún, de la existencia de un documento que señale el compromiso de los gobiernos priistas con las 
22 
 
de esta Guerra Fría con el discurso pronunciado por el presidente estadounidense, 
Harry S. Truman, el día 12 de marzo de 1947. En dicho discurso, Truman señaló, ante 
el Congreso estadounidense, la existencia de dos tipos de vida: uno libre de toda 
coacción y el basado en la voluntad de una minoría. 
En el primer caso se subrayaban la libertad, la existencia de garantías 
individuales, la libertad de expresión y religión y la ausencia de opresión política. En 
el otro modelo político estaba la supresión de todo tipo de libertades individuales, el 
control de la prensa, la radio, elecciones a modo y supresión de las libertades 
individuales. En este sentido, Truman consideró que era obligación de los Estados 
Unidos ayudar a las naciones que se encontraban en serios problemas políticos 
derivados de una crisis económica, en particular Grecia y Turquía. Lo significativo del 
discurso de Truman, como bien señala Robert McMahon, estriba en el uso de “un 
lenguaje hiperbólico, unas imágenes maniqueas y una simplificación deliberada para 
reforzar su llamamiento”.7 
La Guerra Fría ponía en juego la eliminación del contrario a partir, primero de 
un discurso en donde lo más destacado era mostrar los beneficios de cada uno de los 
sistemas que representaba la OTAN y el Pacto de Varsovia. En segundo lugar, era 
importante mostrar los adelantos tecnológicos militares para cada uno de los dos 
grupos antagónicos que se disputaban la supremacía mundial. Finalmente, la 
 
administraciones estadounidenses respecto a que favorecerían la política norteamericana en contra del 
marxismo-leninismo. Para el caso de la OTAN VÉASE: Declaration of Principles issued by the President of the 
United States and the Prime Minister of theUnited Kingdom, 
enhttp://www.nato.int/cps/en/natohq/official_texts_16912.htm?, del 14 de octubre de 1941, sin número 
de págs. Consultado el 21 de abril de 2016. Para el caso del Pacto de Varsovia, cfr. Claude Delmas, El Pacto 
de Varsovia, traducción de Aurelio Garzón del Camino, México, Fondo de Cultura Económica, 1985. 
7 Robert McMahon, La Guerra Fría: una breve introducción, traducción de Carmen Criado, Madrid, Alianza, 
2004, p. 36. 
http://www.nato.int/cps/en/natohq/official_texts_16912.htm
23 
 
propaganda política o ideológica, es decir, los contenidos que cada uno de los grupos 
sostenían, por un lado la libertad y la democracia como principio rector. Por el otro, la 
implantación de una sociedad sin clase y la eliminación del capitalismo, sistema 
económico que, según la doctrina marxista-leninista, debía ser reemplazado, 
inevitablemente, por el comunismo. 
Junto con la Doctrina Truman, Estados Unidos prometió ayuda económica a los 
países europeos que estuvieran dispuestos a la reconstrucción. A este proyecto se le 
conoce como “Plan Marshall”, pues fue ideado por el secretario de Estado George C. 
Marshall, y su objetivo era combatir “el hambre, la pobreza y la desmoralización que 
alimentaba el ascenso de la izquierda en la Europa de la posguerra”.8 Desde ese 1947 
hasta el colapso de la Unión Soviética con Mijail Gorbachov,9 se mantuvo la Guerra 
Fría en la periferia de las dos potencias. 
¿Cómo afectó a México la Guerra Fría? Hubo una polarización de las opiniones 
respecto a la toma de decisiones políticas que tenían que tomar los distintos 
gobiernos del periodo en estudio. Por un lado, se tenía la idea de que la diplomacia 
mexicana no era firme ante los Estados Unidos y la soberanía del país. Por el otro lado, 
la opinión buscaba mantener relaciones económicas y políticas con los gobiernos 
estadounidenses sin que esto comprometiera la independencia de México y se 
volviera un apéndice de aquél. El equilibro mantenido por las administraciones 
mexicanas ante la presión de ambos bloques, pero principalmente por el encabezado 
 
8 Robert Mc Mahon, op. cit., p. 58. 
9 Gorbachov planteó una serie de reformas político-administrativas, las cuales permitieron, entre otras 
cosas, la libre expresión en la prensa, la autocrítica sin que esto representara el destierro a Siberia o la 
muerte. Ha estas reformas se le conoce como la Perestroika (1980) la cual planteó la restructuración 
económica de la Unión Soviética, la otra gran reforma de Gorbachov se le conoce como la Glásnot, y tenía 
como objetivo la restructuración social. 
24 
 
por Estados Unidos, tuvo que trabajar de manera cautelosa, pues a cualquier tipo de 
declaración oficial por parte del gobierno en turno, respecto a la situación 
internacional, podría ser cuestionada. 
Era de sobra conocido por los responsables del Estado mexicano, que el 
gobierno estadounidense no dejaría que hubiera un país comunista en Latinoamérica. 
Si bien el presidente norteamericano Dwight D. Eisenhower buscó menguar las 
tensiones políticas de la Guerra Fría a nivel mundial, en el caso de Latinoamérica se 
endurecieron éstas, el ejemplo de lo anterior fue el hecho ocurrido en el vecino país de 
Guatemala, cuando los Estados Unidos consideraron que se veían afectados sus 
intereses económicos al implantar, el presidente de dicho país, Jacobo Arbenz una 
serie de disposiciones gubernamentales de corte liberal. Las cuales fueron percibidas 
como un intento de penetración moscovita en América Latina. Así, en 1954, “el 
gobierno democráticamente elegido de Arbenz fue derrocado por un golpe organizado 
e inspirado por la CIA. La […] correspondencia entre la dirección de la CIA y sus agentes 
en Guatemala que han sido recientemente desclasificados por la [misma organización] 
revelan los métodos empleados por esta agencia para derrocar no sólo el gobierno de 
Guatemala, sino también a otros gobiernos de América Latina”10. Si bien Estados 
Unidos había mostrado una relación con México más o menos tersa, el ejemplo de 
Guatemala no debía ponerse en el olvido, pues el peso de la relación entre ambos 
países era de tal envergadura que las administraciones mexicanas jugaban entre 
mostrar independencia política y la negociación comercial, está última era la que más 
 
10 Friedrich Katz, “La guerra fría en América Latina”, Daniela Spenser, coordinadora, Espejos de la guerra fría : 
México, América Central y el Caribe, México , Secretaría de Relaciones Exteriores, Centro de Investigaciones y 
Estudios superiores de Antropología Social, Miguel Ángel Porrúa, 2004, p. 20. 
25 
 
afectaba al país, pues gran parte del comercio se efectuaba con las empresas 
norteamericanas. 
En 1959, un acontecimiento vino a romper la “tranquilidad” de Latinoamérica. 
En ese año, el movimiento 26 de julio había triunfado por encima de un ejército de 
línea. La guerrilla cubana, encabezada por Fidel Castro, Ernesto “Che” Guevara y 
Camilo Cienfuegos mostraba que se podía dar un giro político en un país que era 
guiado por el militarismo. Al principio, se pensó que era una revolución de tipo liberal, 
es decir, se buscaba implantar los principios democráticos occidentales, en donde la 
existencia de partidos, las elecciones libres y la formación de un gobierno elegido de 
manera libre en las urnas. 
Probablemente por eso Estados Unidos no realizó una intervención militar, 
como lo había realizado en el caso de Guatemala, pues tal vez, los asesores de la 
Agencia Central de Inteligencia (la CIA como se le conocerá por sus siglas en inglés) no 
percibieron que esta revolución tuviera tintes comunistas.11 
Con el triunfo del Movimiento 26 de julio, la Revolución Cubana emitió una 
serie de transformaciones. Una de ella fue la reforma agraria cubana, la cual eliminó la 
propiedad privada como forma de tenencia de la tierra, y esto marcó la diferencia 
entre la Revolución Mexicana y la Revolución Cubana, pues en la primera este tipo de 
posesión se mantuvo en la Constitución de 1917. Otro giro importante de la 
 
11 De hec ho, e n la defensa que hic iera Fide l Castro de sí mism o c onocido c om o La Hist oria m e 
absolver á, é l se ñala el proble m a de la te ne ncia de la tier ra, pero la soluc ión que propuso ahí era 
regresar a la Constit ución c ubana de 1940. E l m anifiest o e mit ido e l 26 de julio de 1953, dec lar aba 
ese ret orno constit ucional, es dec ir, a lo que c onsideraban los pr imeros r evoluc ionar ios c ubanos 
como e l re gre so a la le galidad. Cfr. Rolando Pavo Ac ost a, “L e gado de la Re volución Mexic ana en la 
reform a agraria cubana de 1959” , Polític a y Cult ura , México, Revist a de la Universidad Autónom a 
Metropolit ana-Xoc him ilc o, prim avera 2010, núm . 33, p.47 . Consult ada el día 19 de m arzo de 2013. 
Disponible e n http: //eds.b.e bsc ohost .c om /e ds/pdfviewer/pdfvie wer ?vid=1&sid=13f9efda-8705-
4796-9708-8f246d0da338% 40se ssionm gr106&hid=127 
http://eds.b.ebscohost.com/eds/pdfviewer/pdfviewer?vid=1&sid=13f9efda-8705-4796-9708-8f246d0da338%40sessionmgr106&hid=127
http://eds.b.ebscohost.com/eds/pdfviewer/pdfviewer?vid=1&sid=13f9efda-8705-4796-9708-8f246d0da338%40sessionmgr106&hid=127
26 
 
Revolución Cubana, al menos en los primeros años, fue la presión que ejerció la 
comunidad cubana instalada en el estado de Mami, Estados Unidos, para que el 
gobierno estadounidense organizara una intervención, la cual se realizó en 
1961.12 Posterior a este acontecimiento, la Revolución Cubana giró hacía el bloque 
político encabezado por la Unión Soviética. 
Sea como fuere, resulta que el movimiento 26 de julio marcó un hito en la 
historia de América Latina. “Con una Cuba socialista, la guerra fría se estacionó en el 
Caribe”.13 Ante esta coyuntura, el gobiernode López Mateos mostró su capacidad 
política, pues empleó la diplomacia para evitar la presión ejercida por los Estados 
Unidos para que México desconociera al gobierno revolucionario de Cuba. No 
obstante lo anterior, existe la sospecha de que esto no ocurría así. Se presupone que el 
gobierno aceptaba, de una u otra forma, el dictado político del país del norte. Un hecho 
que, supuestamente, confirma la sospecha de sumisión de la administración 
lopezmateista hacia la estadounidense, fue que “En enero de 1959 [cuando López 
Mateos] se reunió con Eisenhower. En la entrevista, el gobierno norteamericano 
concedió una serie de créditos y garantías al de México. Nadie informó que uno de los 
temas era ‘la presencia del comunismo en los sindicatos’”.14 
Los autores de El ocaso de los mitos no nos dicen cómo fue que ellos se 
enteraron de que en dicha reunión ocurrida en Acapulco de 1959, el gobierno 
mexicano, se comprometió a “perseguir” a los comunistas que se encontraran dentro 
 
12 El 16 de abril de 1961 se llevó a cabo la invasión a Bahía de Cochinos o Playa Girón, en donde un grupo de 
cubanos, adiestrados por agentes de la Agencia Central de Inteligencia, fueron derrotados por el ejército 
revolucionario encabezado por Fidel Castro. 
13 Lorenzo Meyer, “la guerra fría en el mundo periférico: el caso del régimen autoritario mexicano. La 
utilidad del anticomunismo discreto”, en Daniela Spencer, op. cit., p. 110. 
14 Ilán Semo, Dolores Groman y María Eugenia Romero, El ocaso de los mitos (1958-1968), 4a reimpresión, 
México, Alianza, 1993, p. 56. 
27 
 
de los sindicatos. Lo escrito por los autores del libro arriba señalado no tendría mayor 
importancia si no fuera porque subrayan una política de dependencia por parte del 
gobierno de López Mateos, quien comprometía la independencia sindical a cambio de 
recibir apoyo financiero. Hasta el momento no se ha encontrado ningún documento 
que certifique esta afirmación, es probable que de manera verbal, tanto López Mateos 
como Eisenhower hubieran comentado la situación por la que atravesaba el país, pero 
no parece que haya sido un tema a tratar de manera específico. 
 
1.2. Panorama político, económico y social de México a principios de 1960 
 
El 1 de septiembre de 1959, el presidente Adolfo López Mateos pronunció su primer 
informe de gobierno. En dicho informe, se señaló el incremento de la población 
mexicana, pues de 1950 a 1960, el incremento demográfico fue de un 34.28%,15 lo que 
implicaba disponer acciones encaminadas a solventar las necesidades estructurales y 
sociales. Una solución a esto, fue la propuesta que señaló López Mateos en su primer 
informe, esto es reformar la Ley Orgánica de las Secretarías de Estado. La 
trasformación consistió en la creación de dos de las más importantes secretarías de la 
administración lopezmateista. Una fue la Secretaría de Patrimonio Nacional y la otra la 
Secretaría de la Presidencia. Esta última fue una “super secretaría”, dada la 
concentración de funciones. Dicha secretaría tenía como objetivo fundamental 
 
 
15 Cámara de Diputados, Informes presidenciales. Adolfo López Mateos, México, Cámara de Diputados, LX 
Legislatura, Dirección de Servicios de Investigación y Análisis, Subdirección de Refer encia Especializada, 
2006, p. 82. (Consultado el viernes 11 de febrero de 2011.) Disponible en 
http://www.diputados.gob.mx/sedia/sia/re/RE-ISS-09-06-12.pdf 
http://www.diputados.gob.mx/sedia/sia/re/RE-ISS-09-06-12.pdf
28 
 
… integrar un régimen administrativo congruente para ejercer con sentido 
uniforme las facultades que a la nación confiere el artículo 27 constitucional; 
compilar y, en lo futuro, proyectar las modificaciones de normas que regulen 
el aprovechamiento y la explotación de recursos naturales; vigilar la operación 
y el financiamiento de las instituciones descentralizadas que forman parte del 
patrimonio nacional, y de las empresas de participación estatal, en cuanto a 
los intereses públicos en ellas invertidos.16 
 
Por otro lado, el arranque del sexenio de López Mateos se vio comprometido 
económicamente debido a condiciones tanto internas como externas; “disminución de 
cosechas por exceso de lluvias en el temporal; incertidumbre propia de los periodos 
de transmisión presidencial; repercusiones de la recesión norteamericana”.17 Por lo 
complicado del panorama económico que se le presentó al exvasconcelista, la 
recuperación de la confianza de los inversionistas y del público en general era una 
prioridad. Así, el gobierno señalaba que el “valor del peso mexicano se hallaba 
plenamente garantizado”,18 lo cual significaba que no habría, al menos en el corto 
plazo, una nueva devaluación. Lo que urgía era tener una economía sana o, al menos, 
lo suficientemente fuerte para soportar las crisis internas y externas. 
Una de las metas del gobierno de López Mateos era mantener una estabilidad 
económica, pues eso aseguraría que las demandas legítimas de los trabajadores de un 
incremento salarial podrían satisfacerse. Al mismo tiempo, el proyecto más 
importante del sexenio estaba en el Plan de Once Años, plan que contemplaba de 
 
16 Cámara de Diputados, Informes presidenciales..., 2006, p. 5. (Consultado el viernes 11 de febrero de 
2011.) Disponible en http://www.diputados.gob.mx/sedia/sia/re/RE-ISS-09-06-12.pdf. 
17 Secretaría de Hacienda y Crédito Público, México a través de los Informes presidenciales, México, 
Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Secretaría de la Presidencia, 1976, tomo 4, volumen 2, p. 670. 
18 Secretaría de Hacienda y Crédito Público, op. cit., p. 670. 
http://www.diputados.gob.mx/sedia/sia/re/RE-ISS-09-06-12.pdf
29 
 
formación de maestros que pudieran cubrir las plazas que la población creciente del 
país necesitaba. Dentro de ese plan se había comprometido la administración de 
López Mateos a cubrir la demanda de libros de texto, para lo cual se formó la Comisión 
Nacional del Libro de Texto Gratuito y se lanzaron convocatorias para que maestros, 
pedagogos y personas relacionadas con la educación enviaran sus propuestas para la 
formación de los libros. Esto, que a lo lejos parece tan cotidiano, fue toda una 
experiencia, pues se partía del principio de hacer entrega de los libros de texto a la 
mayoría de la población con el objetivo de que esto permitiera la igualdad de 
condiciones sociales y así tener ciudadanos más comprometidos con la democracia. 
Justamente, la prioridad del gobierno en turno era mantener una estabilidad 
económica y para eso era importante que “los precios del consumidor y con el 
incremento moderado, pero sostenido de los salarios y de los ingresos reales de la 
clase media urbana en rápida expansión”,19 permitieran al gobierno dar un mensaje 
claro de estabilidad social y política. 
Al decir de Lorenzo Meyer y Héctor Aguilar Camín, “Todo indica que la 
Revolución efectivamente favoreció el crecimiento de la clase media y que fue ése, 
justamente, uno de sus grandes logros. Para 1960, y como quiera que se defina, la 
clase media prácticamente se había duplicado en relación a 1910. De acuerdo con 
cálculos de Arturo González Cosío, en ese año de 1960 el 17 por ciento de los 
mexicanos podían clasificarse como clase media. No faltó quien viera en este hecho 
 
19 Rafael Izquierdo, Política hacendaria del desarrollo estabilizador, 1958-1970, México, El Colegio de 
México, Fideicomiso Historia de las Américas, Fondo de Cultura Económica, 1995, p. 17. 
30 
 
la prueba irrefutable de que México se convertía poco a poco en una sociedad un 
poco más justa”. 20 
Si bien el modelo económico propuesto por López Mateos tendía a controlar los 
aumentos de la canasta básica, también es verdadque había una política de 
contención de los salarios. Sin embargo, hubo incrementos salariales desde 1958 
hasta el inicio de 1960: el gobierno incrementó de manera general el salario mínimo a 
$14.50 pesos para la ciudad y a $14.00 pesos para el campo.21 
En cuanto a la Secretaría de la Presidencia, ésta tenía como objetivo central 
“contar con un plan general del gasto público e inversiones del Poder Ejecutivo; la 
planeación, coordinación y vigilancia de la inversión de las dependencias federales y 
gubernamentales”.22 Pero, ¿acaso esta creación de nuevas secretarías no era 
simplemente la creación de un espacio para justificar el gasto público y colocar en 
esas dependencias a personal que no tenía la capacidad para lo que se hicieron 
dichas secretarías? 
Me parece que la creación de estas dos secretarías, además del Departamento 
de Turismo, tenían sentido, sobre todo si tomamos en cuenta que la sociedad 
mexicana se había vuelto más compleja y necesitaba de técnicos capaces de mantener 
una disciplina fiscal, además de una norma racional en la planeación y en la 
proyección del desarrollo nacional, lo que permitió el desarrollo económico-social del 
 
20 Héctor Aguilar Camín, Lorenzo Meyer, A la sombra de la Revolución Mexicana, 26a edición, México, Cal y 
Arena, 2000, p. 208. 
21 En 1959, el salario para la ciudad era de $12.50 y de $9.50 para el campo. Esto, antes de la creación de la 
Comisión de Salarios Mínimos que data de 1962. 
22 Cámara de Diputados, op. cit., p. 5. 
31 
 
país, los cuales estaban bajo fuerte presión debido al incremento demográfico 23 y 
los vaivenes económicos que en cada momento se presentaban a nivel mundial 
involucrando al país. 
A pesar de las propuestas hechas por el Ejecutivo en 1960, había voces 
disidentes que señalaban a López Mateos como traidor a la patria “porque el Gobierno 
ha renunciado a la política económica de la Revolución, porque ha renunciado a su 
función planificadora”.24 Esta crítica planteada por Carlos Fuentes en la revista, 
Política. Quince días de México y el mundo, no me parece fundamentada del todo, pues 
la administración de López Mateos había creado una secretaría encargada de resolver 
el problema de la carencia de planeación económica y social del país. 
Los gobiernos posrevolucionarios pregonaban que ellos eran defensores de los 
derechos de los trabajadores, palabra que englobaba a obreros y campesinos por 
igual. La realidad se impuso, pues una cosa fue la organización de los trabajadores en 
sindicatos, como lo normaba la Constitución de 1917, y otra muy diferente sería dejar 
que esas organizaciones quedaran fuera del control del Estado. De hecho, lo que 
sucedió durante el régimen de Lázaro Cárdenas, fue seguir, en buena medida, la 
política laboral de Díaz, en donde “lo prudente era incluir al sistema del gobierno 
nacional toda fuente de oposición […] o aplastarla”.25 Lo anterior no significaba 
necesariamente que se prolongara el régimen porfirista; indicaba que bajo la 
legislación laboral, los trabajadores tenían que estar dentro de una organización que 
 
23 Presidencia de la República, 50 años de Revolución Mexicana en cifras , México, Presidencia de la 
República, Nacional Financiera, 1963, p. 22. 
24 Carlos Fuentes, “Revolución sin brújula”, Política, vol. 1, núm. 1, 1° de mayo de 1960, p. 16. 
25 Raymon Vernon, El dilema del desarrollo económico de México: papeles representados por los sectores 
público y privados, 11a impresión, traducción de René Cárdenas Barrios, México, Diana, 1983, p. 84. 
32 
 
se denominaba sindicato, los cuales estarían agrupados en una institución de frente 
amplio, pero además, serían independientes del gobierno, esta agrupación fue la 
Confederación de Trabajadores de México. La cual muy pronto dejó su independencia 
sindical para ser parte de un sector que formaría la estructura social de México.26 
 
1. 3. ¿Estabilidad política con ficción social? 
 
El 1 de mayo de 1960 salió al público capitalino la revista Política. Quince días de 
México y del Mundo.27 Fue una publicación de izquierda, pues la línea editorial 
redactada por sus colaboradores simpatizaba, o eran miembros activos de 
organizaciones políticas que sostenían dicha corriente ideológica.28 El director de 
esta revista fue Manuel Marcué Pardiñas, quien tenía una amplia experiencia en el 
mundo editorial. Entre los colabores de dicha publicación destacaron algunos 
integrantes de la Generación del Medio Siglo.29 A decir de Enrique Krauze, por 
generación podemos entender un grupo de individuos que comparten una serie de 
 
26 El cambio del Partido Nacional Revolucionario a Partido de la Revolución Mexicana en el periodo de 
Lázaro Cárdenas significó la creación de un partido de masas, las cuales se encontraban sectorizadas: el 
sector obrero, el sector campesino y el sector popular. 
27 A partir de ahora hare uso del título Política para referirme a dicha publicación. 
28 A principios de la década de 1960, ser de izquierda significaba la adhesión, la simpatía o la militancia con 
partidos que argumentaban como herramienta política la teoría política marxista-leninista. Dichas 
instituciones eran el Partido Comunista Mexicano, el Partido Obrero Campesino Mexicano y el Partido 
Popular Socialista. También había individuos que, sin militar o simpatizar con alguna de las corporaciones 
señaladas, consideraban al marxismo-leninismo como una herramienta política para lograr un cambio en la 
configuración del México contemporáneo. 
29 “La generación de los nacidos entre 1921 y 1935, bautizados por Wigberto Moreno como ‘Generación de 
Medio Siglo’, es la más heterogénea de las cuatro que integran el ciclo. El ‘primal scream’ de su promoción 
inicial es un no atemperado: en octubre de 1945 organizan un Congreso de Critica de la Revolución 
Mexicana. La mayoría había adquirido conciencia pública durante el Cardenismo y participa de la pasión 
nacionalista, ideológica y social que en los años treinta se desplaza, con creciente intensidad y radicalismo, a 
la Universidad Nacional”. Cfr. Enrique Krauze, “Cuatro estaciones de la cultura mexicana”, en Caras de la 
historia, 2a reimpresión, México, Joaquín Mortiz-Planeta, 1999, pp.145-146. 
33 
 
intereses que los hacen afines, la edad, la clase social, el país, participan de los mismos 
gustos literarios o los intereses estéticos y morales. Observamos que la generación se 
divide en grupos o facciones que sustentan opiniones antagónicas, pero en general, los 
temas trascendentes son los que les dan su marca característica, y que distingue una 
generación de la otra. 30 Por el momento, me interesa esta aproximación que 
tomo de Krauze, más adelante, en el capítulo tercero, ahondaré sobre el tema 
de las generaciones. 
Entre los colaboradores de Política que formaban parte de la Generación del 
Medio Siglo tenemos a personajes como Fernando Carmona de la Peña, Carlos 
Fuentes, Enrique González Pedrero y Francisco López Cámara, entre otros. El sello 
particular esta revista fue expresar una fuerte crítica a los gobiernos posteriores a 
Lázaro Cárdenas. De manera que la publicación consideraba al periodo de 1940 a 
1960 como un tiempo en donde se había traicionado a la Revolución Mexicana y 
sostenía que era necesario regresar al camino trazado por el general Cárdenas. 
Entre los señalamientos que hacía Política están los relacionados con lo que los 
colaboradores de dicha publicación consideraban debía ser una verdadera revolución. 
El modelo fue la Revolución Cubana. En ésta encontraron un punto de comparación 
con la Revolución Mexicana, pero sobre todo una línea político-ideológica que, 
aseguraban, había perdido México. 
Considero de interés señalar la importancia de dicha revista en el ámbito 
político-cultural,porque fue una caja de resonancia para un sector de la creciente 
población capitalina. Hasta donde he podido indagar, la publicación se distribuyó, al 
 
30 Enrique Krauze, op. cit., p. 126. 
34 
 
parecer, únicamente en el Distrito Federal y, la difusión se hizo mayormente sobre los 
jóvenes universitarios y politécnicos. Quienes simpatizaban o eran miembros de los 
partidos de izquierda, como el Partido Comunista Mexicano, el Partido Obrero 
Campesino Mexicano y el Partido Popular, que más tarde adoptaría el adjetivo de 
Socialista como una forma de reafirmar su tendencia marxista-leninista. 31 
Se da por un hecho 32 que el régimen político mexicano surgido de la 
posrevolución todo lo tenía controlado, 33 y esto incluía el sector obrero; pero cuando 
uno va analizando las partes que formaban el sistema político mexicano, cae en cuenta 
que éste era menos totalitario de lo que señala la literatura especializada. Un ejemplo 
de lo anterior lo tenemos con la salida de los sindicatos arriba señalados, de la 
Confederación de Trabajadores de México (CTM). 
 
31 Me parece que hace falta estudiar la distribución de las publicaciones capitalinas existentes en los años 
50, 60 y 70 del siglo XX, pues, al parecer, muchas de estas no alcanzaban a llegar sino a las capitales de los 
estados que conformaban la república Mexicana. 
32 Al menos dos autores señalan el control político, económico y social del sistema surgido de la Revolución 
mexicana. Siguiendo la propuesta de análisis de Juan J. Liz, respecto a “Regímenes totalitarios y 
autoritarios”. Soledad Loaeza en el artículo “Celebrando el Cincuentenario”, señala que: “...eran reales las 
movilizaciones obreras y campesinas. Unos reclamaban aumentos salariales, otros, tierras o créditos, pero 
coincidían en la protesta contra los métodos antidemocráticos con que el ya para entonces legendario 
Partido Revolucionario Institucional PRI, controlaba su participación y desvirtuaba la representatividad de 
sus organizaciones…”, en 20/10 Memoria de las Revoluciones de México, Reflejo RGM Medios, invierno 2010, 
número 10, p. 193. Otro autor señala lo siguiente: “Cuando la comisión estatal electoral tuvo que reconocer 
el triunfo del Frente Cívico Potosino con el registro de la fórmula PAN-PDM, el profesor Carlos Jonguitud 
Barrios imponía sus métodos de dominación como gobernador tradicional en la entidad, caracterizados por 
una doble herencia: la del caciquismo de tipo agrario y la del charrismo sindical que mueve a los grandes 
sindicatos en México”, en Carlos Martínez Assad, San Luis Potosí, ¿se puede gobernar con el pueblo?, en 
Revista Mexicana de Sociología, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de 
Investigaciones Sociales, vol. 49, núm. 4, octubre-diciembre de 2004, p.143.Cursivas mías. 
33 Más recientemente, Sergio Aguayo escribió: “A principios de los años sesenta el autoritarismo estaba en 
su esplendor. Había estabilidad política y crecimiento económico y la primera encuesta sobre cultura 
cívica, publicada en 1959, confirmaba que la sociedad mexicana estaba satisfecha con un sistema que 
giraba en torno a una sola persona: el Señor Presidente de la República y un partido casi único: el 
Revolucionario Institucional. […]. El maltrato a los opositores se generalizó, lo cual alimentaba las semillas 
de la inconformidad, que se expresaban en dos demandas: efectividad del sufragio y menos coerción. Por 
aquellos años también resurgió la idea de que la única salida estaba en la vía armada”. Véase: La 
transición en México: Una historia documental 1910-2010, México, El Cole gio de México, Fondo de Cultura 
Económica, 2010. P. 74. 
35 
 
 
Todas las organizaciones de signo político, como la comunista CSUM 34 y la 
sempiterna callista vieja CROM, fueron impedidas de participar en el Congreso, 
y Lombardo dedicó su discurso en lo esencial a atacar y desacreditar a los 
comunistas y tejadistas, los “políticos” dentro del movimiento obrero. Pero no 
se trataba sólo de eso. El Congreso Obrero Campesino era, en sí mismo, un 
rechazo a la política del gobierno revolucionario, el cual nunca como en ese 
momento se había encontrado aislado del movimiento de masas.35 
 
En la creación de la CTM estuvieron los integrantes de la Confederación General 
de Obreros y Campesinos de México (CGOCM), miembros del Partido Comunista de 
México e intelectuales que buscaban la unificación de los trabajadores en una central 
obrera única; esto es, se perseguía “la unificación de los diversos núcleos de la clase 
obrera, alejándose de los inconvenientes de la táctica cerrada y de la disciplina ciega, 
contrarios a las normas de la democracia sindical. [...] la lucha contra la estructura 
semi-feudal del país, contra el imperialismo extranjero y por la independencia 
económica de la nación mexicana”.36 
Los miembros del Partido Comunista estuvieron en esta organización obrera 
escasos dos años, pues en 1937, en el Informe del Comité Nacional de la Confederación 
de Trabajadores de México al V Consejo Nacional de la misma institución, en el tercer 
apartado, titulado Problemas de la disciplina, se dio a conocer “la actitud asumida por 
los Secretarios del Comité Nacional, compañeros Juan Gutiérrez, Pedro A. Morales y 
Miguel A. Velazco, así como la conducta de las organizaciones que juntamente con 
 
34 Confederación Sindical Unitaria de México. 
35 Arnaldo Córdova, La Revolución en crisis. La aventura del maximato, México, Cal y Arena, 1995, p. 386. 
36
 CTM, 1934-1941, presentación por Javier García Paniagua, México, Partido Revolucionario Institucional, 
Cuadernos Obreros, 1981, vol. 1, p. 33. 
36 
 
ellos abandonaron el Consejo protestando por determinados procedimientos, acordó 
que la actitud de estos camaradas lo mismo que la de los representantes de las 
organizaciones, eran francamente divisionistas”.37 
Finalmente, la expulsión de elementos comunistas y socialistas de las filas de la 
Confederación de Trabajadores de México y de la Confederación Nacional Campesina 
se debió a tres factores que señaló Katz en su análisis sobre la Guerra Fría y América 
Latina. Entre las causas tenemos: el apoyo de los Estados Unidos, las políticas 
impulsadas por los gobiernos posteriores a Cárdenas y las diferencias entre los 
integrantes del Partido Comunista y el desacuerdo entre este partido y el liderazgo de 
Lombardo Toledano.38 
 
1. 4. Notas a un sindicalismo mexicano disidente 
 
Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, disidente procede de disidir, 
que significa separarse de la común doctrina, creencia o conducta.39 Parecería que en 
los años finales de la década de 1950 y principios de la de 1960 algunos trabajadores 
sindicalizados mostraron su capacidad de desafiar el control del Estado mexicano. 
La Constitución de 1917 legisló en materia laboral señalando el Título Sexto, 
Del Trabajo y la Previsión Social. En dicho encabezamiento, los diputados le asignaron 
 
37 CTM, 1934-1941, vol. 1, p. 400. 
38 Las siguientes organizaciones expulsadas en ese 1937 fueron “[el] Sindicato de Trabajadores 
Ferrocarrileros de la República Mexicana, [la] Cámara Unitaria del Trabajo del Distrito Federal, [el] Sindicato 
Mexicano de Electricistas, [el] Comité Organizador de Trabajadores al Servicio del Estado, [la] Confederación 
de Ligas Gremiales de Yucatán, [la] Cámara del Trabajo del Estado de Aguascalientes, [la] Federación de 
Trabajadores del Territorio de Quintana Roo, [la] Federación de Sindicatos Obreros del Estado de Morelos”. 
Cfr. CTM, 1934-1941, vol. 1, p 401. 
39 Cfr., Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, 21a edición, Madrid, Espasa-Calpe, UNIGRAF, 
1992, p. 538. 
37 
 
en artículo 123 la responsabilidadal Estado surgido de la lucha armada, como 
defensor de los trabajadores; ahora tenía, en cuanto a materia laboral, el compromiso 
de ser el mediador entre el capital y el trabajo. 
Dicho artículo, que ha sido comentado por politólogos, sociólogos e 
historiadores, se considera como uno de los más avanzados en materia laboral hasta 
antes de la Revolución Rusa. Sin embargo, su aplicación se enfrentó a una condición 
social y económica que no estaba contemplada en dicha Constitución. Así que, a 
pesar de querer aplicarlo de manera estricta, se tuvo que pasar por alto las 
violaciones a dicho artículo, el cual contenía más de 30 incisos que abordaron todos 
los problemas en materia laboral. Un ejemplo de lo anterior es el inciso IX que fija un 
salario mínimo y la participación de las utilidades de toda empresa agrícola, 
comercial, fabril o minera.40 Muchos empresarios se negaron a otorgar participación 
de utilidades a los trabajadores y esto fue fuente de muchos y frecuentes conflictos. 
Respecto al salario mínimo, éste se instituyó por los años 30, cuando se promulgó la 
Ley Federal del Trabajo. Pero imponer el salario mínimo, como lo indicaba la 
Constitución, generó el descontento de los trabajadores, pues muchos gremios, que 
hasta ese momento venían laborando sin esta norma constitucional, recibían un 
salario por encima de lo fijado por la Ley. Así, “la preocupación que el Estado 
dispensaba a los trabajadores se justificaba por la debilidad extrema de los mismos 
frente a sus explotadores; ahora se recurría al mismo principio para imponer el 
control y la vigilancia del Estado sobre el funcionamiento de los sindicatos”.41 Para 
 
40 Felipe Tena Ramírez, Leyes fundamentales de México, 1808-1975, 6ª ed., revisada, aumentada y puesta al 
día, México, Porrúa, 1975, p. 872. 
41 Arnaldo Córdova, op. cit., p. 148. 
38 
 
1962 se formó una comisión encargada de establecer un salario mínimo que año con 
año pudiera compensar la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, que fue 
uno de los principios por lo que lo estableció el constituyente del 17. 
La organización de los trabajadores en México después de la revolución 
mexicana tuvo su mayor periodo de crecimiento en el periodo del presidente Lázaro 
Cárdenas. Fue bajo su apoyo que la Confederación de Trabajadores de México pudo 
agrupar en un grupo más o menos homogéneo a la mayoría de las “centrales 
sindicales obreras y campesinas de importancia en México”42 en 1936. 
Pese a los esfuerzos de Lombardo Toledano respecto a crear una organización 
de trabajadores fuerte y más o menos equilibrada en cuanto a las distintas corrientes 
políticas que formaron la CTM, todo quedó en una buena pretensión, ya que en muy 
poco tiempo inició la deserción de organizaciones sindicales que no estaban de 
acuerdo con las directrices de Lombardo. Así, el 28 de julio de 1937, el Comité 
Nacional de la citada Confederación presentó un Informe en el que, entre los múltiples 
puntos expuestos que se trató en el IV Consejo Nacional, se hacía incitaba a la 
disciplina a algunos miembros que integrantes de la organización. Pero como no fue 
atendido el llamado, se procedió a darle un plazo de veinticuatro horas para que “Juan 
Gutiérrez, Pedro A. Morales y Miguel A. Velazco”43 manifestaran por escrito el 
acatamiento del dicho consejo. 
Como los nombrados arriba no respondieron como les demandaba la CTM, ellos 
y sus organizaciones de las cuales eran los dirigentes fueron suspendidos de sus 
 
42 CTM. 1936-1941, tomo 1, p. 31. 
43 Op. cit., p. 400. 
39 
 
derechos. Esto fue el paso previo para que el Sindicato de Trabajadores 
Ferrocarrileros de la República Mexicana, la Cámara Unitaria del Trabajo del Distrito 
Federal, el Sindicato Mexicano de Electricistas, El Comité Organizador de 
Trabajadores al Servicio del Estado, la Confederación de Ligas Gremiales de Yucatán, 
la Federación Sindical Independiente del Estado de Yucatán, la Cámara del Trabajo del 
Estado de Aguascalientes, la Federación de Trabajadores del Territorio de Quintana 
Roo y la Federación de Sindicatos Obreros del Estado de Morelos.44 
Así, el sindicalismo mexicano corrió por dos vía: una la que mantenía un 
control sindical bajo el CTM ya sin Lombardo Toledano al frente de esta y sin el lema 
“Por una sociedad sin clases”. Ahora esta organización la controlaba, Fidel Velázquez 
y, desde 1941, mantuvo la dirigencia de la Confederación, por más años que Porfirio 
Díaz la presidencia de México. 
Los sindicatos expulsados de la Confederación de Trabajadores de México en 
1937, mantuvieron una línea política de lucha por las reivindicaciones salariales. En 
muchas de las ocasiones que se lanzaron por el camino de la huelga, encontraron 
respuestas distintas a sus peticiones laborales. Cada gobierno mexicano respondió a 
las solicitudes de los pliegos petitorios que hacían los sindicatos “autónomos”45 de 
 
44 Ibidem. pp. 400 y 401. 
45 Los sindicatos que señalo como autónomos son los que habían sido expulsados de la Confederación de 
Trabajadores de México en 1937. Si bien la CTM logró reunir a las más importantes agrupaciones de 
trabajadores y sindicatos para su fundación en 1934; tres años después se van a escindir de esta 
organización los sindicatos que en su momento formaban parte del Comité Nacional de Defensa Proletaria, 
el cual estaba integrado por los “empleados de la Compañía de Tranviarios de México, S. A.; el Sindicato de 
Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana; el Sindicato de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y 
Similares de la República Mexicana y el Sindicato Mexicano de Electricistas”. Véase: José Luis Reyna, 
Francisco Zapata, Marcelo Miquet Fleury y Silvia Gómez Tagle, Tres estudios sobre el movimiento obrero en 
México, México, El Colegio de México, 1976, pp. 44 y 48. El Bloque de Unidad Obrera fue una organización 
que intentó mostrar un nuevo rostro en cuanto al tipo de asociación de trabajadores. Fue un organismo que 
nació a partir del Pacto de Guadalajara en 1955, como un contrapeso a la CTM, pero además para agrupar a 
40 
 
diversas maneras. En algunas ocasiones las administraciones, aun cuando impulsaban 
la organización de los trabajadores, no fueron del todo favorables a ellos. Otros 
presidentes forzaron las elecciones de las dirigencias, como fue el caso representativo 
del sexenio de Miguel Alemán. Quien intervino directamente en la elección de la 
dirigencia del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de México, a favor de Jesús 
Díaz de León, quien gustaba de usar vestimenta de charro. Dándose de esta manera la 
designación de “charrismo” para todo movimiento social o político que no 
representara a las mayorías. 
Entre 1958 y 1960, el país tuvo una serie de emplazamientos a huelga, esto se 
debió al problema que significó el deterioro de los sueldos de los trabajadores, pues el 
presidente Adolfo Ruiz Cortines tuvo que devaluar el peso debido al incremento 
inflacionario que generó el fin de la Guerra de Corea. Así, la paridad del peso pasó de 
$8.65 a $12.50. A pesar de que la CTM encabezó la demanda por el incremento salarial, 
fueron los sindicatos “autónomos” los que enfrentaron a sistema político mexicano de 
ese periodo. 
El desafío a los gobiernos de Adolfo Ruiz Cortines y Adolfo López Mateos, 
respectivamente, por parte del Sindicato de Trabajadores Ferrocarriles de México y 
del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación fue de tal importancia que se 
convirtieron en símbolos de la lucha sindical. 
Respecto al conflicto magisterial, éste se inició en 1956, cuando los maestros 
pidieron un incremento salarial del 30%, para finalmente aceptar el 14%. Este tipo de

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