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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
TESIS DE POSGRADO
 
 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: 
MÉDICO ESPECIALISTA EN NEUROCIRUGÍA 
PRESENTA: 
DR. ROLANDO JIMÉNEZ GUERRA 
DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN
FACULTAD DE MEDICINA 
HOSPITAL GENERAL DE MÉXICO O.D. 
SERVICIO DE NEUROLOGÍA Y NEUROCIRUGÍA 
“ASPECTOS EPIDEMIOLÓGICOS Y TRATAMIENTO DEL 
CRANEOFARINGIOMA ADAMANTINOMATOSO CON 
INVASIÓN HIPOTALÁMICA EN LA POBLACIÓN 
PEDIÁTRICA DEL HOSPITAL GENERAL DE MÉXICO O.D.”
 
TUTOR:
DR. JOSÉ DE JESÚS GUTIÉRREZ CABRERA 
MÉXICO, D.F. 2011
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
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objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 II 
 
 
 
 
 
 
 
____________________________________________ 
 
Dr. 
Jefe de Enseñanza 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
____________________________________________ 
 
Dr. 
Jefe del Servicio de Neurocirugía 
 
 
 
 
 
 
 
 
____________________________________________ 
 
Dr. José de Jesús Gutiérrez Cabrera 
Tutor de Tesis 
 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
 III 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
A mis padres, mi hermano y mi abuelita, quienes me aman y me protegen. Gracias 
a Dios y a ustedes no he tenido carencias lo que me ha permitido concentrarme en 
esta profesión sin distracciones, me han brindado la oportunidad de viajar y 
ampliar mi visión, y de contar con los recursos materiales necesarios para mi 
formación. Me han educado con el ejemplo, demostrándome que el éxito se logra 
con esfuerzo y honestidad. Lo que soy es por mi familia. 
 
Al Dr. José de Jesús Gutiérrez Cabrera, por enseñarme, por cuidarme, por 
permitirme crecer dentro y fuera del Servicio, ampliando mi visión sobre la 
especialidad, sin celo, y facilitando mi regreso. Gracias por contar hasta 10 cada 
vez que yo no lo hice, y por abrir mi mente. Descubrí muchas cosas que pude no 
haber visto por orgullo. 
 
Al Dr. en Med. Rodrigo Ramos Zúñiga, por mostrarme un modelo de vida 
profesional a seguir. Gracias por darme las herramientas para crecer en todas las 
ramas del ámbito neuroquirúrgico y seguir abriéndome camino. 
 
Al Dr. Jaime Gerardo Torres Corzo, por ser maestro, protector y amigo. Gracias 
por mantener abiertas las puertas de la que considero mi casa, y por aceptarme 
como parte de un equipo. 
 
Al Dr. Roberto Rodríguez della Vecchia, por enseñarme con el ejemplo como debe 
ser un neurocirujano, el compromiso hacia el paciente y por supuesto, a operar 
con una meticulosidad y limpieza que garantiza visibilidad y control. Gracias por 
abrirme las puertas de su casa, y por compartirme los detalles que hacen 
indistinguible su práctica privada de la institucional, ambas dedicadas y 
sumamente profesionales. 
 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 IV 
A la Dra. Ana Ayón Cárdenas, por hacerme un pediatra. Me diste las armas para 
poder crecer y concretar la visión que tengo de un neurocirujano completo. 
 
Al Dr. Jaime Diegopérez Ramírez, por agitar mi mente y evidenciar mis puntos 
fuertes tanto como los débiles. Junto a la Dra. Griselda Ramírez usted me enseñó 
a operar a seres muy distintos de un adulto, porque son organismos dinámicos, y 
no adultos enanos. El resto ya lo sabe. 
 
Al Dr. Salvador Cuellar Martínez, en agradecimiento por su apoyo incondicional 
durante mi último año de residencia. Gracias por finalmente creer en mí y 
permitirme crecer a su lado en el Servicio del cual es fundador. 
 
Al Dr. James Tait Goodrich, quién más allá de una excelente enseñanza y 
hospitalidad, perpetuó una relación profesional sin condiciones, facilitando mi 
ingreso a la comunidad Neuroquirúrgica Pediátrica internacional, y estableciendo 
los contactos necesarios para potenciar aún más mis inquietudes académicas. 
Danny y Helen: fueron una parte muy importante en esta fase de mi vida al igual 
que todos en Montefiore y mi agradecimiento continua presente. 
 
Al Dr. José Damián Carrillo Ruiz, por siempre estar dispuesto a enseñarme, y 
apoyarme en uno de los momentos más duros que pude tener como especialista 
en formación. Usted vivió lo mismo que yo y es alentador ver el resultado. 
 
Al Dr. José María Núñez de la Vega, por ser mi amigo, mi maestro, mi compañero 
de trabajo. Gracias “Chema” por siempre estar conmigo, por compartirme lo que 
sabes. Finalmente estoy en el Hospital General de México porque quería ser como 
tú. 
 
 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
 V 
Agradezco a mis compañeros y amigos: Marysol Montes de Oca, Avril Nuche, 
Rodrigo Navarro, Alberto Romero, Christopher Mader, Ramón Bautista y José 
Juan Sánchez, la enseñanza que me han dejado, por compartirme su amistad y 
experiencia, así como por apoyarme en mis proyectos personales y profesionales. 
 
Y finalmente, agradezco a la vida tanto detractor y obstáculo, tanta piedra. 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 VI 
 
 
INDICE 
 
 Página 
 
Introducción 1 
 Antecedentes históricos 2 
 Epidemiología 3 
 Histopatología 4 
 Biología tumoral del craneofaringioma adamantinomatoso 5 
 Beta-catenina y fallas en las vías apoptóticas 6 
 Sensibilización a factores de crecimiento 7 
 Neovascularización 7 
 Interacción con el sistema inmunológico 8 
 Catepsinas 8 
 Manifestaciones clínicas 9 
 Oftalmológicas 9 
 Endocrinológicas 10 
 Neurológicas 10 
 Diagnóstico por imagen 11 
 Radiografía simple de cráneo 11 
 Angiografía por substracción digital 11 
 Tomografía computada 12 
 Resonancia magnética 12 
 Clasificación 13 
 
 
 
 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
 VII 
 Página 
 Modalidades actuales de tratamiento 15 
 Tratamiento quirúrgico 15 
 Radioterapia adyuvante 16 
 Quimioterapia sistémica e intraquística 17 
Metodología 19 
Resultados 21 
Discusión 24 
Conclusiones 26 
Bibliografía 27 
 
 
 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
 1 
 
INTRODUCCIÓN 
 
El término craneofaringioma es creado a principios del siglo XX por el doctor 
Harvey Cushing, afamado neurocirujano de Massachusetts. A travez de la historia 
se le ha denominado como: neoplasia del conducto hipofisiario, quiste de la bolsa 
de Rathke, quiste craneobucal, adamantinoma, quiste craneo-osteomodeal, tumor 
de la cisura de Rathke o simplemente quiste suprasellar 8. 
 
Sus manifestaciones clínicas, las características en imagen, así como las 
complicaciones neuropsicológicas son ampliamente conocidas y fuera de 
discusión entre los neurocirujanos 4,5,8,33,36. Sin embargo, ningún tumor del sistema 
nervioso central ha generado tanta controversia en cuanto a su manejo al pasar de 
los años. Las opciones terapéuticas no gozan de unanimidad, y los resultados 
descritos en la literatura, erróneamente se han basado en la sobrevida de los 
pacientes y recidiva tumoral. Niños con una importante discapacidad visual, 
alteraciones en la masa corporal, trastornos conductales severos y dependencia 
hormonal exógena permanente son el verdadero resultado. Todo esto secundario, 
en la mayor parte de los casos, a una bien intencionada manipulación quirúrgica 
33. 
 
En los últimos años, estudios retrospectivosde las grandes series europeas 
coinciden en su mayoría, que objetivos quirúrgicos menos ambiciosos representan 
a largo plazo una mejor calidad de vida para los pacientes 6,7,9,14,32,36. Siendo ésta 
la política por muchos años en el Servicio de Neurocirugía pediátrica y del 
adolecente del Hospital General de México O.D., resulta interesante revisar los 
resultados obtenidos hasta la fecha, buscar puntos débiles y mejorar. 
 
 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
 2 
 
ANTECEDENTES HISTORICOS 
 
Dean Lewis, contemporáneo de William Jason Mixter en Illinois, Estados Unidos 
de Norteamérica, realizó en 1910 la primera resección reportada de un 
craneofaringioma. “Una de las frustraciones más grandes para el neurocirujano” 
fue la impresión que dejó este tumor en Harvey Cushing con su paciente operado 
en 1923 8,33,42. 
 
Surgieron con el paso del tiempo diversas opciones quirúrgicas. Walter Dandy 
predicó a favor de la resección total como medida curativa, aún cuando su 
abordaje a la región selar implicaba sacrificar el nervio óptico ipsilateral 8. Scarff, 
sin embargo, en 1941 publica su propuesta de acceso transcortical endoscópico 
para drenar un craneofaringioma quístico; se le conocía como la operación de 
Scarff y en su época fue la intervención que logró mayor sobrevida y menor 
morbilidad 8. 
 
 
Figura 1. Endoscopio de la inventiva de John Scarff en 1935, por primera vez se incorporan 
canales de irrigación y electrocoagulación monopolar. 
 
 
 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
 3 
 
A la par del desarrollo de la radioterapia, la tendencia universal fue intentar la 
resección total de la lesión, siendo este tumor inspiración de muchos cirujanos en 
la maduración de técnicas microquirúrgicas y accesos amplios a las fosas 
craneales anterior y media limitando así la retracción cerebral. Los países con 
menor grado de desarrollo optaron por estrategias paliativas con mejor calidad de 
vida, lo que permitió comparar resultados en la actualidad y modificar la conducta 
previa 26,34,42. 
 
 
EPIDEMIOLOGÍA 
 
La relativa rareza del tumor dificulta adquirir experiencia tanto individual como 
institucional, atendiendose en promedio, en los Estados Unidos de Norteamérica, 
menos de 350 casos al año incluyendo niños y adultos 42. 
 
El craneofaringioma representa de un 1.2 a un 4% de los tumores del Sistema 
Nervioso, y de un 5 hasta un 10% de las neoplasias del Sistema Nervioso Central 
en la población pediátrica de los países desarrollados 30,31,41. Su incidencia en los 
Estados Unidos de Norteamérica se estima alrededor de 0.13 a 0.18 casos por 
100,000 habitantes por año, y realmente solo el 35% corresponden a pacientes 
menores de 18 años 19. África ha reportado una proporción mayor en relación a 
otros tumores, lo cual puede ser reflejo de un sesgo por disponibilidad de métodos 
diagnósticos 19. 
 
Aunque no parece existir una predilección racial o étnica, la influencia del género 
es poco clara, variando ampliamente entre países. Sin embargo se considera que 
la incidencia es ligeramente mayor en pacientes masculinos 19,41. 
 
Las edades más susceptibles en la infancia son los grupos de entre 6 y 10 años, 
seguidos del grupo de entre 11 y 15 años 19,41. 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
 4 
 
HISTOPATOLOGÍA 
 
Histológicamente se reconocen 2 variantes del craneofaringioma, ambas 
clasificadas como grado 1 de malignidad por la Organización Mundial de la Salud: 
la variedad adamantinomatosa de la población pediátrica (la cual surge de una 
posible transformación neoplásica de los remanentes epiteliales del cierre 
anómalo del conducto 
craneofaringeo durante la 
embriogénesis) y la variedad 
escamosa papilar del adulto (la cual 
se caracteriza cambios 
metaplásicos en la pars tuberalis de 
la adenohipófisis) y por ende su 
origen oncogenético es distinto 30,41. 
 
La denominación mixta se ha utilizado mas no es propia de la clasificación 
aceptada. 
 
Salvo algunos casos aislados reportados en la literatura, su localización es 
exclusivamente paraselar y no genera diseminación a través del líquido 
cefalorraquídeo 41. 
 
Macroscópicamente se identifica un tumor sólido, lobulado, con áreas esponjosas 
secundarias a microquistes. La porción estromal puede contener zonas de fibrosis, 
calcificaciones, inclusive osificación de segmentos tumorales, así como depósitos 
de colesterol. El contenido quístico generalmente es oleoso, en ocasiones con 
aspecto de “aceite de motor”. Los bordes del craneofaringioma adamantinomatoso 
se delimitan claramente a simple vista, sin embargo es notoria la invasión al tejido 
cerebral así como a vasos sanguíneos y nervios craneales (Figura 2) 8,19,41. 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
 5 
 
En microscopía de luz 
observamos epitelio escamoso 
dispuesto en cordones o lóbulos, 
rodeado de trabéculas y 
empalizadas de células 
columnares. Existe comunión 
entre áreas de mayor y menor 
densidad celular, así como zonas 
quísticas y depósitos de keratina (Figura 3). Es factible encontrar células grandes 
multinucleadas y macrófagos. La interfase tumor - parénquima cerebral presenta 
áreas de gliosis y fibras de Rosenthal que no deben confundirse con un 
astrocitoma pilocítico. La microscopía electrónica, en sus dos modalidades, no 
muestra hallazgos distintivos de la entidad y no es de utilidad en el diagnóstico 41. 
 
 
BIOLOGÍA TUMORAL DEL CRANEOFARINGIOMA ADAMANTINOMATOSO 
 
Resulta contradictoria la benignidad histológica del tumor con su comportamiento 
maligno, y debe considerarse como una entidad altamente compleja. Es 
imperativo comprender los fenómenos que suceden a nivel celular y molecular con 
el fin de optimizar la terapéutica disponible, formando así estrategias de manejo 
más efectivas con menor morbilidad y mortalidad 31. 
 
La proliferación celular de esta lesión, en su variedad pediátrica, depende de: 
fallas en las vías de apoptosis, activación de una vía anti-apoptótica, 
sensibilización a factores de crecimiento, anaplasia celular, invasión a tejidos 
adyacentes, interacción inmunológica y neo-angiogénesis, identificándose hasta 
este momento anomalías en los cromosomas 2 y 12 31,41. 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
 6 
 
BETA-CATENINA Y FALLAS EN LAS VIAS APOPTÓTICAS 
 
Setenta por ciento de los craneofaringiomas adamantinomatosos cursan con 
mutaciones en el 
tercer exón del gen 
de beta-katenina, la 
cual es un co-
activador 
transcripcional de la 
via de activacion de 
la proteína Wnt. 41. 
Wnt, en condiciones 
fisiológicas, 
interviene en la 
especialización 
tisular y regula la 
presencia de beta-
catenina intracelular, 
al unirse a un 
receptor 
citoplásmico que inactiva al complejo glucógeno sintasa kinasa 3 beta 
(GSK3beta). 
 
Se ha identificado en la variedad adamantinomatosa del tumor una mutación de 
este complejo, que conlleva a la acumulación intracitoplásmica e intranuclear de 
beta-catenina. Su interacción posterior con factores de transcripción incrementa la 
expresión del gen c-myc y la proliferación celular 31. Esto no se presenta en la 
variante papilar escamosa del adulto 38. 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
 7 
 
Disminución en los niveles del Factor inhibidor de Macrófagos (MIF) y de 
Galectina-3 han sido correlacionados con una mayor rapidez en la recidiva 
tumoral. MIF en condiciones normales se expresa en los tejidos derivados del 
ectodermo; se une a Jab-1 y fosforila a c-Jun, bloqueando su efecto proliferador. 
Galectina-3 es una proteína pro-apoptótica que se une a betagalactosidasas. 
Alteraciones en la expresión de la misma explicarían la presencia de remanentes 
embriológicos 31. 
 
 
SENSIBILIZACIÓN A FACTORES DE CRECIMIENTO 
 
Su cercanía con el eje hipotálamo-hipofisiariopodría condicionar estimulación 
parácrina en las células neoplásicas. Está documentada la expresión de mRNA 
para receptores de estrógeno y progesterona en la variedad adamantinomatosa. 
Sin embargo, el receptor como tal se encuentra ocasionalmente. Su presencia, en 
teoría, tendría valor pronóstico favorable en recidivas, siendo un reflejo de mayor 
diferenciación celular 31. 
 
 
NEOVASCULARIZACIÓN 
 
La vascularidad del craneofaringioma generalmente es escasa, dependiente de la 
circulación anterior y de las paredes hipotalámicas cuando existe contacto. En 
este caso, no correlaciona con el grado o posibilidad de recidiva, sin embargo los 
niveles séricos de VEGF (Factor de crecimiento vascular endotelial) tienen 
relación directa con la formación de quistes 31,39. Sin embargo, esto en la 
actualidad no tiene relevancia clínica. 
 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
 8 
 
INTERACCIÓN CON EL SISTEMA INMUNOLÓGICO 
 
Noventa por ciento de los craneofaringiomas tiene un componente quístico 
identificable en imagen, siendo de dimensión considerable en el 60% y en general 
es el causante de los síntomas por el efecto de masa que ejerce sobre las 
estructuras vasculares y neurales adyacentes. Su presencia se asocia a un mayor 
grado de recidiva y se cree que ahí radica el mecanismo de proliferación e 
invasión 31. 
 
El contenido de los quistes es el resultado tanto de la secreción activa por el 
epitelio tumoral, así como por ser un ultrafiltrado del plasma secundario a ruptura 
de la barrera hemato-encefálica 31. 
 
Se han encontrado tres variedades de alfa-defensinas en el contenido quístico, 
siendo estas proteínas antimicrobiales propias de la respuesta inmune del 
organismo ante infecciones severas. La aplicación de interferón intraquístico 
disminuye sus niveles y esto correlaciona con el éxito de la terapia intraquística 31. 
 
 
CATEPSINAS 
 
Las catepsinas son enzimas proteolíticas que intervienen en los procesos de 
invasión del craneofaringioma adamantinomatoso al parénquima cerebral. 
Degradan la matriz extracelular facilitando el avance de la neoplasia, y su 
especificidad por ciertas moléculas da cierto grado de selectividad tisular 31. 
 
 
 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
 9 
 
MANIFESTACIONES CLÍNICAS 
 
Podemos resumir que las manifestaciones clínicas secundarias al 
craneofaringioma abarcan alteraciones visuales, hormonales, hipotalámicas y 
neurológicas. La historia natural de la lesión en los niños comprende: incremento 
en el perímetro cefálico (cuando se presenta de manera congénita), pérdida visual 
e hipertensión intracraneana, que de no ser detectada, o carecer de alteraciones 
visuales por una disposición favorable del quiasma óptico, se evidencía como 
retraso en la madurez sexual y otras alteraciones hormonales en la adolescencia 
5,8,10,17,19,22,24,28,29,32,33. 
 
 
OFTALMOLÓGICAS 
 
El déficit visual puede ser secundario tanto a la compresión del quiasma óptico, o 
como consecuencia de la hipertensión intracraneana crónica 19. 
 
En niños, las alteraciones oftalmológicas como única manifestación, se encuentran 
en el 30% de los casos. Se ha reportado que en países desarrollados inclusive, 
entre un 5 a un 20 por ciento de los pacientes pediátricos están ciegos al momento 
del diagnóstico 19,36. 
 
Cuando la localización tumoral es primordialmente infra o prequiasmática, se 
evidencía en forma de hemianopsia bitemporal. Sin embargo, la ubicación o 
extensión retroquiasmática tiende a causar ensanchamiento del punto ciego por 
edema papilar. La evolución en general es asimétrica, a diferencia de los 
adenomas hipofisiarios, y solo el 5% de los casos cursa con afectación del resto 
de los nervios craneales oculomotores 19. 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
 10 
 
ENDOCRINOLÓGICAS 
 
Según algunos autores es posible detectarlas al momento del diagnóstico en hasta 
un 60 por ciento de los pacientes. Se presume en niños que la función hipotálamo-
hipofisiaria es normal en menos del 25 por ciento al momento del diagnóstico, sin 
embargo raramente es detectada antes de la adolescencia. Generalmente acuden 
a valoración por alteraciones visuales y neurológicas 19,33,36. 
 
La deficiencia de hormona del crecimiento (GH) es la más frecuentemente 
encontrada antes de la intervención quirúrgica, hasta en 2 terceras partes de los 
casos. No obstante, el retraso en el crecimiento solo es evidente en una tercera 
parte de los pacientes pediátricos con craneofaringiomas 36. 
 
Los adolescentes que cursan con esta patología, presentan retraso en la 
adquisición de caracteres sexuales secundarios en hasta un 80 por ciento. A su 
edad ya pueden referir además amenorrea, impotencia sexual y pérdida de la 
lívido 19. 
 
Dieciocho por ciento de los pacientes presentan diabetes insípida antes de la 
cirugía, y veinticinco por ciento con obesidad. Otras manifestaciones hipotalámicas 
como caquexia, síndrome adiposo-genital y pubertad precoz son vistos raramente 
19. 
 
NEUROLÓGICAS 
 
Dos terceras partes de los pacientes pediátricos presentan hipertensión 
intracraneana con manifestaciones clínicas, ya sea por hidrocefalia obstructiva o 
por las propias dimensiones del tumor. Otros síntomas encontrados 
frecuentemente son las alteraciones en los ciclos del sueño-vigilia, disregulación 
térmica, epilepsia, alteraciones conductuales diversas, e inclusive manifestaciones 
sensitivo-motoras importantes 19,33,36. 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
 11 
 
DIAGNÓSTICO POR IMAGEN 
 
RADIOGRAFÍA SIMPLE DE CRÁNEO 
 
No tienen indicación en la actualidad, sin embargo están descritos cambios 
asociados a la neoplasia misma como: ensanchamiento selar, erosión del dorso 
de la silla turca (FIGURA 4), impresiones óseas digitiformes hacia la convexidad y 
diástasis de suturas en edades muy 
tempranas. 
 
El tumor puede ser evidente por sus 
calcificaciones internas o capsulares, 
formando una cubierta en forma de 
“cascaron de huevo” 8,19. 
 
 
 
 
ANGIOGRAFIA POR SUBSTRACCIÓN DIGITAL 
 
El interés en obtenerla ha disminuido con la facilidad de lograr la misma 
visualización del polígono de Willis en tomografía o resonancia magnética. No por 
ello es obsoleta, y el cirujano está en libertad de pedirla o no según su 
experiencia. La vascularidad del tumor es difícilmente visible por lo que 
únicamente se infiere su presencia al desplazar estructuras vasculares adyacentes 
19. 
 
 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
 12 
 
TOMOGRAFÍA COMPUTADA 
 
La tumoración tiene un aspecto iso o 
hiperdenso en relación al parénquima 
cerebral, e hipodenso en su porción 
quística. Quizá la mayor utilidad es al 
delimitar las porciones calcificadas, 
logrando visualizar mejor en relación a 
la imagen por resonancia magnética 
así como las radiografías simples 
(Figura 5). Aquellos de aspecto 
puramente quístico son mejor 
delimitados en resonancia. Adicionalmente podemos observar hidrocefalia 
obstructiva por la lesión 19. 
 
RESONANCIA MAGNÉTICA 
 
No solo es el estudio de imagen ideal 
para la planeación y seguimiento de los 
craneofaringiomas, sino que debe ser el 
primer estudio realizado ante un 
síndrome optoquiasmático o alteración 
pituitaria alguna. 
 
El aspecto en secuencias T1 es iso o hipointenso, de igual forma su naturaleza 
microquística lo hace hiperintenso en T2 (Figura 6). Las calcificaciones 
tentativamente se visualizan como vacíos de señal, sin embargo esto es difícil de 
concluir en la mayoría de los casos. Su complemento contrastado con Gadolinio 
ofrece una excelente visualización de los vasos adyacentes. 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
 13 
 
La resonancia permite ver las relaciones anatómicas del tumor así como la 
anatomía ventricular, y evidenciar si existeo no invasión hipotalámica, 
optimizando la planeación prequirúrgica 19. 
 
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL POR IMAGEN 
 
Tabla 1. Diagnóstico diferencial en imagen 
Quiste de la Bolsa de Rathke Glioma del quiasma óptico 
Quiste dermoide y epidermoide Astrocitoma hipotalámico 
Germinoma Quiste aracnoideo 
Adenoma hipofisiario Aneurisma 
 
 
CLASIFICACIÓN 
 
Existen clasificaciones radiológicas para craneofaringiomas en relación a la silla 
turca, el diafragma selar, el quiasma óptico y el tercer ventrículo, así como 
clasificaciones quirúrgicas tanto por la vía intracraneal como por la vía endonasal. 
Sin embargo estas son descripciones meramente anatómicas y sin valor 
pronóstico 29,32,46. 
 
Puget y col. publican en 2007 la clasificación actualmente aceptada en relación a 
la extensión radiológica del tumor al hipotálamo (Figuras 7 y 8). En ésta asignan el 
grado más alto a la clara invasión hipotalámica, un grado menor al contacto del 
tumor con el piso del tercer ventrículo y cuando éste no existe se asigna un grado 
nulo. 
 
 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
 14 
 
Haciendo un análisis retrospectivo, de la experiencia del Hospital Necker del niño 
enfermo en París, concluyen que aquellos tumores que tienen invasión radiológica 
hipotalámica deben ser resecados parcialmente, con el único objeto de 
descomprimir la vía visual y proveer posteriormente manejo adyuvante con 
radioterapia. Esto genera mejores resultados respecto a la calidad de vida y 
control hormonal del paciente a un seguimiento promedio de 7 años 32. 
 
 
 
 
 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
 15 
 
 
MODALIDADES ACTUALES DE TRATAMIENTO 
 
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO 
 
El tratamiento del craneofaringioma con extensión y/o invasión hipotalámica debe 
tener dos objetivos: confirmación diagnóstica y descompresión de la vía visual. 
 
Aún cuando a simple vista pudiera delimitarse un plano de resección es de 
conocimiento global que las paredes del hipotálamo están invadidas y guardan 
una relación parácrina con la misma neoplasia, lo que genera lesiones 
irreversibles en el funcionamiento del mismo 19,31,32,33,36. 
Figura 8. Clasificación en imagen del craneofaringioma con o sin involucro hipotalámico 
(Puget y col. 2007) 
RM Post-operatoria RM Pre-operatoria 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
 16 
 
 
Son diversas las vías descritas para abordar el tumor (Tabla 2) y estas deben 
ajustarse a los objetivos de manejo del paciente así como a las habilidades del 
cirujano. Definitivamente, los abordajes extensos y agresivos deben limitarse 
únicamente a casos en los que este indicada la resección total, cuando el tumor se 
mantiene únicamente intrasellar o sin tener contacto con el tercer ventrículo. 
Acorde a la literatura, el resultado obtenido es estadísticamente mejor en centros 
con mayor concentración de tumores que en aquellos de menor volumen. 
 
 
Tabla 2. Abordajes quirúrgicos descritos para el craneofaringioma 
Inter-hemisférico trans-calloso inter-
fornical o trans-foraminal al tercer 
ventrículo 
Fenestración endoscópica ventrículo-
cisto-subaracnoidea 
Frontal Inter-hemisférico Colocación de reservorio de Ommaya 
Sub-frontal anterior y lateral Petroso anterior y posterior 
Pterional clásico Sub-temporal 
Endonasal trans-esfenoidal 
Fronto-orbito-cigomático 
 
 
RADIOTERAPIA ADYUVANTE 
 
Habitualmente el tratamiento multidisciplinario, posterior a las intervenciones 
quirúrgicas, recae en el uso de radioterapia convencional, siempre y cuando la 
resección no haya sido total, con esquemas mínimos de 50 Gy divididos en 5 
sesiones durante 5 a 7 semanas 19. 
 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
 17 
 
 
El empleo de radiocirugía tiene ciertas desventajas con respecto a otros tumores 
de la región selar, independientemente de que el volumen tumoral se lleve a lo 
permisible, generalmente menor a 30cm3, principalmente porque su límite con el 
quiasma óptico no siempre es visible en resonancia magnética, y en operados, el 
contenido tumoral puede condicionar aracnoiditis y complicar aún más la 
interpretación de imágenes. La cantidad de radiación reportada como exitosa es 
arriba de 6 Gy, sin embargo el 82 por ciento de los craneofaringiomas en niños, 
tratados con gamma knife, recidivan en un plazo menor a 10 años 
2,4,18,20,24,27,36,40,43,44. 
 
 
QUIMIOTERAPIA SISTÉMICA E INTRAQUÍSTICA 
 
La quimioterapia convencional no tiene utilidad en el tratamiento del 
craneofaringioma en ningún grupo de edad 11,19,33. Anteriormente, la bleomicina 
con aplicación intraquística ofreció una medida paliativa con excelentes 
resultados, tomando en cuenta la carencia de opciones adicionales 1,19,25. 
 
Takahashi inició en 1985 el uso de bleomicina intraquística 37, que garantiza una 
reducción en el volumen del tumor hasta de un 94 por ciento de los pacientes. El 
control a largo plazo es pobre presentando recidiva en el 41 por ciento de los 
casos en el primer año de su aplicación. Además, uno de cada 10 pacientes 
presentan reacciones adversas locales en el sistema nervioso en las primeras 24 
horas de su aplicación, sin tomar en cuenta el riesgo de infección por la presencia 
de reservorios. Las reacciones descritas abarcan desde una febrícula hasta la 
muerte, aracnoiditis basal, hipoacusia, ceguera, alteraciones conductuales, crisis 
convulsivas y eventos isquémicos 1,13,21,25,30,35,37. 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
 18 
 
En la última década han surgido grupos en Sudamérica y Europa a favor de la 
inmunomodulación intraquística y subcutánea con interferones. Su aplicación 
subcutánea disminuye el volumen tumoral en mas del 90 por ciento de sus 
dimensiones originales, elimina el riesgo de una cirugía e infección por la 
presencia de un reservorio, y carece de efectos secundarios graves 6,7,9,14,30,35. Sin 
embargo su administración es prolongada y los costos poco realistas en nuestro 
medio. 
 
La administración intraquística de interferón alfa es la más prometedora, logrando 
control tumoral en todos los pacientes, sin efectos adversos ya que su fuga al 
espacio subaracnoideo no condiciona alteraciones, y requiere una menor dosis 
administrada total, alrededor de 36,000,000 U fraccionadas durante un mes 6,7,9. 
 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
19 
 
METODOLOGÍA 
 
Se realizó un estudio observacional, retrospectivo, de los pacientes tratados en el 
Servicio de Neurocirugía Pediátrica y del Adolescente del Hospital General de 
México O.D. a partir del año 2003 hasta la fecha. 
 
Se revisaron las bitácoras del servicio para determinar el total de tumores del 
sistema nervioso atendidos, el número de tumores de localización paraselar y 
aquellos con el diagnóstico propio de craneofaringioma. 
 
Posteriormente se revisaron los expedientes de los pacientes pediátricos con 
diagnóstico de craneofaringioma, siguiendo los criterios descritos a continuación: 
 
 
Criterios de inclusión Criterios de exclusión 
Edad igual o menor a 18 años Expediente clínico incompleto 
Tumor quístico paraselar con 
calcificaciones o tumor paraselar con 
diagnóstico histopatológico de 
craneofaringioma adamantinomatoso 
 
Descripción detallada de la 
intervención quirúrgica en el 
expediente clínico 
 
 
 
 
 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
20 
 
Las variables a estudiar fueron la edad, género, peso, talla, índice de masa 
corporal, presencia o no de alteraciones visuales y neurológicas al momento del 
diagnóstico, tiempo de evolución de los síntomas, invasión hipotalámica del tumor, 
presencia de un componente quístico importante, tipo de intervención quirúrgica 
realizada, empleo de radioterapia convencional, radiocirugía, quimioterapia 
intraquística e interferones tanto en la modalidad sistémicacomo local. 
 
El grado de invasión hipotalámica del craneofaringioma se determinó en base a 
los expedientes clínicos o revisando los estudios de resonancia magnética 
preoperatorios cuando se contara con ellos. Para ello se utilizó la escala del 
Hospital Necker del Niño Enfermo de París, Francia. 
 
El tipo de intervención quirúrgica realizada a su vez se clasificó en resección total, 
subtotal o parcial, toma de biopsia y colocación de reservorio de Ommaya. 
 
Se realizó un análisis estadístico descriptivo empleando medidas de tendencia 
central con SPSS 15.0.
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
21 
 
RESULTADOS 
 
Entre el año 2003 y el año 2011, en el 
Servicio de Neurocirugía pediátrica y 
del adolescente del Hospital General de 
México O.D., se han tratado 156 
tumores del sistema nervioso central y 
periférico. De ellos 25 han tenido 
localización paraselar y 21 (84%) están 
reportados como craneofaringiomas. 
Aproximadamente un 13.4% de los tumores del sistema nervioso atendidos son 
craneofaringiomas, ocupando el primer lugar el meduloblastoma, seguido del 
astrocitoma pilocítico. 
 
La mediana de edad al diagnóstico fue de 12 años (min: 1 año max: 18 años) y la 
duración de los síntomas antes del diagnóstico se ubicó entre 1 semana y 6 años. 
El pico de mayor prevalencia por edad se encontró en el grupo de pacientes 
mayores de o con edad igual a 11 años (57.14%) seguido del grupo que abarca de 
los 5 a los 10 años y finalmente los menores de 5 años (33.3 y 9.5% 
respectivamente). Nueve de los pacientes eran del género masculino (42.8%). 
 
Seis de los veintiún pacientes tenían documentada invasión hipotalámica en 
estudios de imagen (28.5%) que corresponden a un grado 2 en la clasificación del 
Hospital Necker del Niño Enfermo de París, Francia. 
 
5 de los niños presentaban algún grado de alteración visual al momento del 
diagnóstico (83.3%), variando entre mínima hasta pérdida total de la visión en 
forma bilateral (1 caso). 
 
Casos por año 
Tumores del Sistema 
Nervioso Central y 
Periférico 
19.5 
Tumores de la región 
selar 
3.1 
Craneofaringiomas 2.6 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
22 
 
El 33.3% (2 casos) tuvieron al ingreso 
registrado un I.M.C. (Índice de Masa Corporal) 
igual o mayor a 30, diagnóstico de obesidad. 
La misma proporción de pacientes tenía 
documentado algun déficit neurológico distinto 
de afección a la vía visual, ya sea conductual o 
sensitivo-motor. Dos de los casos eran 
craneofaringiomas puramente quísticos 
(33.3%). Ambos se manejaron mediante la 
colocación de reservorios de Ommaya para 
quimioterapia intraquística. Ambos reservorios 
terminaron 
retirandose por infección del sitio operatorio 
(100%). El primer paciente pudo concluir las 
sesiones de aplicación de bleomicina sin efectos 
adversos, posteriormente presentó fiebre 
secundario a infección del quiste y requirió retiro 
del sistema. Al segundo paciente se tomó biopsia 
endoscópica y se fenestró el quiste al espacio 
subaracnoideo (Figuras 9 - 14) por lo que a pesar 
del retiro del reservorio se mantuvo estable en sus 
dimensiones. Actualmente se está administrando 
Interferón alfa subcutaneo a las dosis propuestas 
en la literatura para el craneofaringioma y la 
respuesta es favorable, libre de efectos adversos 
significativos. Ha referido síntomas gripales desde 
un inicio, tolerables, los cuales son 
frecuentemente reportados con el medicamento. 
Figura 9. Craneofaringioma quístico en 
el preoperatorio. Presentaba 
disminución en la agudeza visual, 
hiperfagia y polidipsia. 
Figuras 10 y 11. Biopsia endoscópica 
de la interface tumor-hipotálamo. 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
23 
 
Los otros cuatro pacientes (66.6%) en los 
cuales existía un componente sólido tumoral 
fueron sometidos a resección subtotal o 
parcial, descompresión de la vía visual y 
posteriormente enviados a radioterapia 
convencional. Las vías de acceso al tumor 
resportadas fueron la craneotomía pterional y 
el acceso transilviano, el abordaje frontal 
interhemisférico y la vía subfrontal lateral. La 
citorreducción tumoral mejoró la 
sintomatología de hipertensión intracraneana 
en todos los casos, así como la agudeza 
visual de manera subjetiva en 3 de los niños 
(50%). 
 
No se registraron complicaciones durante las 
intervenciones quirúrgicas, excepto 
imposibilidad para remover porciones 
tumorales ampliamente calcificadas y que 
contenían ya sea a la arteria carótida interna o 
alguno de sus troncos principales. Los 
síntomas neurológicos de tipo sensitivo-motor 
revirtieron en su totalidad posterior a la 
citorreducción tumoral. 
 
 
 
 
Figuras 12, 13 y 14. Colocación 
asistida por endoscopía de reservorio 
intraquístico 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
24 
 
 
DISCUSIÓN 
 
El tratamiento óptimo del craneofaringioma continúa evolucionando. La resección 
total, aún en casos con invasión hipotalámica fue considerada el estándar de oro 
durante muchos años 2,10. Actualmente se ha demostrado, de manera clara, que la 
calidad de vida del paciente pediátrico es mejor al enfocarse únicamente en 
preservar la visión y optar por vigilancia y manejo oncológico adyuvante ante una 
manipulación tumoral discreta 10,12,14,32,33. 
 
Los resultados que arroja esta investigación hacer notar en primer lugar, que la 
población del Hospital General de México O.D. es equiparable en frecuencia y 
prevalencia de los tumores del sistema nervioso pediátrico a otras instituciones a 
nivel mundial, acorde a lo publicado en la literatura científica 22,32,33. 
 
La relativa baja frecuencia con que se atienden pacientes de estas características 
hace muy difícil generar conclusiones con peso estadístico y validar propuestas de 
tratamiento, por lo mismo es necesario protocolizar y estandarizar su estudio y 
manejo (dentro de lo posible), así como difundir el mismo entre los especialistas 
involucrados en el manejo (radiólogos, patólogos, oftalmólogos, enfermería, 
endoscrinólogos, oncólogos, neurólogos, etc). 
 
El hecho de que la gran mayoría de los niños acuden a la primera valoración 
neuroquirúrgica con alteraciones visuales severas puede ser el reflejo no solo de 
una cadena de atención médica deficiente, sino de una pobre comunicación entre 
los distintos servicios de la institución pudiendo obviar los diversos trámites 
burocráticos en bien del paciente. 
 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
25 
 
Otro punto importante es el porcentaje de reservorios de Ommaya que debieron 
retirarse por infección del sitio quirúrgico (100%). La manipulación constante para 
 
la aplicación de quimioterapia intraquística no deja de ser una intervención a nivel 
del sistema nervioso, y se le debe dar la seriedad pertinente. Debe realizarse en 
quirófano, con todas las medidas de asepsia y antisepsia correspondientes 6. Aún 
así es posible condicionar contaminación del material extraño. El uso de 
interferones ofrece la posibilidad de no requerir la colocación, sin embargo los 
costos son excesivos 15. 
 
Finalmente, la aplicación de la escala del Hospital Necker del Niño Enfermo 32, es 
sencilla, fácilmente reproducible, y resulta útil en la toma de decisiones de los 
pacientes, independientemente de situaciones anatómicas complejas que resultan 
sin utilidad alguna. 
Imagen pre y postoperatoria de una paciente de 17 años de edad con perdida de la visión en ojo 
izquierdo y monoplaresia del brazo derecho. Posterior a la citorreducción recupero la fuerza ad 
integrum. 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
26 
 
CONCLUSIONES 
 
El craneofaringioma es un tumor de histología benigna y de comportamiento 
maligno. Es correcto definirlo como una enfermedad crónica y degenerativa de la 
infancia, con implicaciones endocrinas,visuales, cognitivas y neurológicas. 
 
La población pediátrica del Hospital General de México O.D. tiene similitud 
epidemiológica con lo publicado en la literatura mundial. Debemos contar con 
protocolos estrictos de estudio y manejo perioperatorio, que permitan agilizar su 
manejo, generar propuestas de tratamiento con peso estadístico así como contar 
con un mejor seguimiento de los niños a mediano y largo plazo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Craneofaringioma con invasión hipotalámica en pediatría 
 
27 
 
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