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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO MAESTRÍA EN DOCENCIA PARA LA EDUCACIÓN MEDIA SUPÉRIOR (ÁREA DE HISTORIA) LA HISTORICIDAD EN LA COMPRENSIÓN, INTERPRETACIÓN Y VALORACIÓN DE ACONTECIMIENTOS EN JÓVENES ESTUDIANTES DE EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR. UN PRIMER ACERCAMIENTO. TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE MAESTRIA EN DOCENCIA PARA LA EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR (ÁREA DE HISTORIA) PRESENTA MARIA GUADALUPE ORTEGA DURÁN TUTOR: MTRA. ERIKA MICHELLE ORDOÑEZ LUCERO (FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS) COMITÉ TUTOR: DR. SEBASTIÁN PLÁ PÉREZ (INSTITUTO DE INVESTIGACIONES SOBRE LA UNIVERSIDAD Y LA EDUCACIÓN) DR. ROBERTO FERNÁNDEZ CASTRO (FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS) CIUDAD DE MÉXICO, JUNIO 2018 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Agradecimientos “Los relatos de vida no expresan solamente historias singulares. Ellos son igualmente historias de familias, historias de clases sociales, historias de pueblos y de ciudades, historias multiculturales, así como de miradas sobre la sociedad que conduce a la relación con el dinero, con el amor, con los ideales, con el trabajo”. Gualejac Esta tesis la quiero dedicar a mis hijos, Iván y Joaquín, porque fueron los que me motivaron a estudiar la Maestría, siempre confiaron en mí y me brindaron todo su apoyo, han sido el motor que impulsa mi vida. “Pero en la práctica conozco a hombres y los reconozco por su conducta, por el conjunto de sus actos, por las consecuencias que su paso suscita en la vida” Camus. A mi madre, por su ejemplo, sacrificio y cariño. “La subjetividad y la interioridad son los registros de la realidad que interfieren en la vida de un hombre al mismo nivel que los acontecimientos objetivos y externos. Gualejac A Rafael por su paciencia y amor “Comprender la cadena que va de la historia de su grupo de pertenencia a la historia de su familia y de esta historia a la construcción de su propia identidad. Comprendiendo que es el producto de esta historia podrá desarrollar su función de historicidad” Gualejac A mis hermanos, a Sandra y a mis sobrinos, porque como familia, siempre buscamos superarnos, ser críticos, reflexivos, ser mejores seres humanos y ciudadanos. “La historicidad individual, una de las especificidades de la especie humana es la posibilidad que cada individuo tiene de actuar sobre sí mismo, de operar un trabajo sobre lo que él es, de autoconstruirse en persona, en sujeto” Gualejac A Yesenia porque su vida es un ejemplo de autoconstrucción. “La humildad exige valentía, confianza en nosotros mismos, respeto hacia nosotros mismos y hacia los demás. Nos ayuda a reconocer, nadie lo sabe todo, nadie lo ignora todo. No es un acto de condescendencia de nuestra parte estar siempre abierto a enseñar y aprender” Freire La humildad es algo que les admiro a mis tutores, sin la Maestra Michelle no se hubiese concretado este proyecto, con la orientación del Dr. Plá que me ayudó a organizar mis ideas y a elegir el tema y al Dr. Roberto Fernández, que compartió sus conocimientos de filosofía para ayudarme a comprender la historicidad. Pero principalmente les agradezco por compartir su pasión por la docencia y la historia. Índice Introducción ....................................................................................................................................... 1 Capítulo 1 ......................................................................................................................................... 10 Noción de Historicidad, sustento teórico ....................................................................................... 10 1.1 La historicidad ....................................................................................................................... 11 1.2 Contextualizar ....................................................................................................................... 14 1.3 Cambio y Continuidad .......................................................................................................... 17 1.4 Contraste ................................................................................................................................ 19 1.5 Temporalidad ........................................................................................................................ 22 1.6. La historicidad en el programa de Ciencia, Tecnología, Sociedad y Valores ................. 25 1.7. Justicia social ........................................................................................................................ 30 1.8. Palabras finales sobre la historicidad ................................................................................. 37 Capítulo 2 ......................................................................................................................................... 38 Aplicación de la historicidad en jóvenes, una propuesta de acercamiento ................................ 38 2.1. Generalidades ....................................................................................................................... 39 2.2. Conocer la aplicación de la historicidad en jóvenes .......................................................... 41 2.3. Contextualización ................................................................................................................. 49 2.4. Cambio y permanencia ........................................................................................................ 57 2.5 Contraste ................................................................................................................................ 60 2.6. Temporalidad ....................................................................................................................... 60 Capítulo 3 ......................................................................................................................................... 77 Análisis de los resultados. ................................................................................................................ 77 3.1. Generalidades ....................................................................................................................... 78 3.2. Análisis de la contextualización .......................................................................................... 81 3.3 Análisis de cambio y continuidad ........................................................................................ 92 3.4 Análisis del contraste ............................................................................................................ 97 3.5. Análisis de la temporalidad ............................................................................................... 100 Capítulo 4: ...................................................................................................................................... 110 Discusión ........................................................................................................................................ 110 4.1. Sobre la historicidad ..........................................................................................................112 4.2. Sobre el método .................................................................................................................. 121 4.3. Sobre cómo aplican la historicidad los estudiantes .................................................... 123 4.4. Aportes a la enseñanza de la Historia .......................................................................... 126 Conclusiones .................................................................................................................................. 131 Bibliografía ...................................................................................................................................... 138 1 “La esperanza es un condicionamiento indispensable de la experiencia histórica. Sin ella no habría Historia, sino puro determinismo. Solo hay Historia donde hay tiempo problematizado y no pre-dado. La inexorabilidad del futuro es la negación de la Historia” Freire Introducción En el año 2008 hubo una reforma a los Planes y Programas del Bachillerato Tecnológico de la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial DGETI, fue la primera vez que se incorporó la materia de Ciencia Tecnología Sociedad y Valores (CTSyV) I, II y III, la primera contenía como concepto central el Desarrollo Sustentable, en la segunda Sociedad y Cultura, y la tercera la historicidad. No hubo capacitación previa, ni orientación para los maestros así que predominó la enseñanza de valores1. Una siguiente modificación al Plan de Estudios, quedó estipulada en el Acuerdo Secretarial 653, del año 20132. En este se integraron los contenidos de las tres asignaturas anteriores en una sola. Desde la primer reforma la materia representó una innovación, fue una propuesta de trabajo interdisciplinaria3a que no había sido implementada en el subsistema, se perfilaba una nueva tendencia en la que las materias por disciplina tendían a desaparecer para trabajar con temáticas que podrían ser abordadas desde diferentes disciplinas. De ahí surgió el interés de realizar esta tesis sobre la historicidad. Lo primero que aparece en el programa, es la historicidad como un concepto más que se puede aprender de manera declarativa e incluso memorística, en esta tesis se pretende rescatar la parte filosófica de la historicidad, incluso puede ser abordada en todo el programa como eje principal de análisis en los tres módulos y que su enseñanza tenga sentido para los 1 Literalmente los profesores se concentraron únicamente en la enseñanza de los valores, incluso de una forma conceptual, hasta la fecha se les pregunta qué materia imparten y contestan simplificando todo el contenido de la asignatura y se limitan a contestar, “valores” 2 Acuerdo No. 653 de la SEP por el que se establece el plan de estudios del Bachillerato Tecnológico publicado en el Diario Oficial de la Federación el 4 de septiembre de 2012. 3 Menciona el programa unir las asignaturas de Ciencias Sociales con las Humanidades. 2 estudiantes y quizás se pueda aspirar a lo que propone Paulo Freire, (2010) de “educar para transformar”. La inclusión de la historicidad como un concepto o, incluso un eje formativo en un programa de estudio de Educación Media Superior, es significativo pues es algo nuevo y resulta interesante preguntarse cómo enseñar la historicidad a jóvenes. Sin embargo en esta propuesta, al ser un primer acercamiento para conocer cómo los estudiantes aplican la historicidad para conocer, interpretar y valorar acontecimientos de su vida personal y colectiva, es decir lo social, no se aborda todo el programa, se parte de la historicidad y se toma sólo el concepto subsidiario que aparece en el tercer bloque que es la justicia social. El programa de CTSyV orienta acerca de la enseñanza de la historicidad como un concepto que puede ser comprendido por los estudiantes por medio de actividades muy simples o genéricas, es decir, al final del programa se ofrece una lista de actividades entre las que el docente puede escoger, para realizar con los estudiantes y así enseñar la historicidad; se observa también que el tratamiento en los libros de texto que existen es más o menos el mismo. Pero cuando uno se acerca a investigar la historicidad, dentro del ámbito de la filosofía de la historia aparecen ideas que podrían influir en la enseñanza, crear conciencia histórica, formar jóvenes que se reconozcan como sujetos históricos. Esta propuesta parte de la concepción de la historicidad que pueda permitir en primera instancia un autoconocimiento, en segundo lugar la comprensión del entorno para que los estudiantes logren problematizar el contexto social, apoyándose del conocimiento del pasado que le permita vislumbrar algunas alternativas a futuro. Hasta el día de hoy no se ha dado un trabajo interdisciplinario que pudiera integrar contenidos, enfoques, estrategias, metodologías para impartir la materia, dentro del subsistema DGETI, en dicha institución no existe ningún trabajo sobre la forma de abordar la historicidad en el aula, no se ha explotado la riqueza que puede tener la materia vista a través de la historicidad, lo que puede llegar a ser de gran interés a los jóvenes, para un cambio de actitud ante la vida, que vaya más allá de una formación para el trabajo o para la educación superior. La asignatura puede tener un alto impacto en la formación de los estudiantes del Centro de Estudios Tecnológico Industrial y de Servicio CETIS 54, debido a los graves problemas 3 que se presentan en el entorno, aunado a ello, lo que afirma Andy Hargreaves (2008), acerca de que los adolescentes se encuentran en un punto crítico de su desarrollo, una etapa de transición, de crisis de identidad, pero también es el periodo en el que adquieren un desarrollo más rápido que ningún otro, empiezan a utilizar capacidades mentales más avanzadas y cada vez les resulta más fácil centrar su atención durante largos periodos de tiempo. Por lo anterior se hace relevante la enseñanza de la historicidad, como afirma Hugo Zemerman (2012) donde el pasado cobra sentido desde la perspectiva del presente y para pensar en el futuro. Es necesario que a través de la historicidad se desarrollen habilidades que ayuden a comprender la realidad como una construcción social, pero también les permita tener una mejor perspectiva de su futuro al contar con una capacitación para el ámbito laboral, es decir, conocer el alcance y las limitaciones de su preparación técnica. Para poder empezar a pensar cómo crear condiciones para alcanzar la justicia social. Si la educación sólo se centra en la transmisión de contenidos, como la critica que hace Freire a la educación bancaria que “consiste en depositar en los estudiantes el conocimiento pensando que va a estar almacenado y que cuando el profesor pregunte, tendrá toda la información que se le pida” (1970 p. 84). Entonces, se tendría una visión muy limitada de los alcances de la educación. Por estas razones, es necesario implementar estrategias, para impartir la materia de una manera que integre lo factual y conceptual (declarativo) con lo procedimental y actitudinal, entendiendo lo procedimental como operaciones que van desde algo manual, hasta un procedimiento complejo de pensamiento, que los alumnos por medio de una serie de pasos desarrollen el pensamiento crítico que los lleve a analizar y cuestionar su presente, a través de una reflexión sobre la historicidad, desde lo individual para que de ahí, lo relacionen con lo colectivo, que se logre despertar el interés por la historicidad. Desarrollar habilidades de pensamiento, entendidas como contenidos que deben ser enseñados y aprendidos, de una manera práctica, es decir, una acción cognitiva que lleva a cada sujeto con el conocimiento que tiene para desarrollarlo (Frade, 2013) lo cual confirma Joaquim Prats(1998, p. 63) al decir que “Es necesario un proyecto educativo que no se base, tan sólo en la acumulación de información, sino en el desarrollo de las capacidades”. 4 Una noción de aprendizaje que reconozca la importancia del pensamiento analítico, sintético, reflexivo y la vinculación del conocimiento con problemas de la realidad, no desconoce la complejidad que subyace en el término realidad, en todo caso, señala la necesidad de encontrar mecanismos que permitan ir más allá de un recuerdo de la información (Díaz, 2015, p. 63). Como se mencionó, el programa oficial de la asignatura propone la enseñanza de la historicidad como un contenido meramente declarativo, que se puede enseñar por medio de la aplicación de una serie de técnicas de carácter genérico, ya que se presenta una larga lista de acciones para investigar, dialogar y llegar a acuerdos, como si sólo con esos procedimientos se llegara a la comprensión de la historicidad, sin toda la carga filosófica del concepto. Por el contrario, se propone tomar la historicidad como una habilidad procedimental que permita a los alumnos buscar la reflexión y el análisis, que relacione acontecimientos del pasado con el presente, que organice y utilice el conocimiento en situaciones nuevas, se podrían obtener resultados orientados a la formación para la vida. Zemelman, uno de los autores citados en el programa de CTSV para el contenido Historicidad, (2012) es uno de los teóricos que plantea la historicidad como una herramienta que permite entender la realidad a través de la reconstrucción del contexto, partiendo de problemáticas actuales que tienen que ver con su vida diaria. Al buscar que el conocimiento sea útil para su vida cotidiana, la historicidad propicia que los estudiantes comprendan su entorno ya que cuenta con cierta aplicabilidad, toda vez que les abre el panorama para entender que pasado, presente y futuro están conectados, y que las decisiones tanto personales como colectivas tienen un impacto y repercuten a corto, mediano o largo plazo, siendo que asumir una conciencia histórica les permitirá ubicarse como sujetos históricos dentro de una sociedad, entender que los acontecimientos responden a factores multicausales, por medio del pasado puedan conocer de manera crítica y reflexiva su presente. Por consiguiente, les permita reflexionar sobre el tipo de sociedad en el que quieren vivir, como un proyecto colectivo en el que en todo momento se está construyendo y que todos los actos y los cambios están influyendo. 5 Al mismo tiempo que la historicidad les permite entender las interrogantes de las problemáticas recientes, cuando revisen en el pasado, y se den cuenta de que los cambios que se suscitaron en gran medida han determinado el presente, que como habitante que forma parte de este mundo, como sujeto histórico, donde todos los actos por insignificantes que parezcan están contribuyendo para cambiar esta sociedad, y que la función de concientizar es indispensable, para ayudarles a pensar en un futuro diferente. Dice Freire (1997, p. 35), “Es praxis, que implica la acción y la reflexión, de los hombres sobre el mundo para transformarlo”. Las continuidades también están presentes en la sociedad por medio de valores, creencias, normas y tradiciones. Al igual que las diferentes realidades que analicen del pasado, se darán cuenta de que las decisiones tanto individuales como colectivas o de instituciones, responden a diferentes causas, como se mencionó a factores multicausales. En cuanto a la temporalidad, la historicidad da la posibilidad de reflexionar sobre el acontecer del hombre a través del tiempo, que pasado, presente y futuro están conectados, que en la historicidad personal, al cuestionar los propios actos y analizar las implicaciones o consecuencias que han propiciado las decisiones que se han tomado, les permita entender lo que son ahora4. Ante un contexto tan difícil, el estudiante puede hacer una (re)construcción de su realidad y al analizar todos los factores que la conforman y proponer alternativas para el futuro tanto en lo personal como en lo colectivo. Al tomar conciencia de la sociedad, con diferentes formas de convivencia y organización, que le permitan evaluar la justicia social “Nuestra manera de estar en el mundo y con el mundo, como seres históricos, es la capacidad de conocer al mundo al intervenir en él” (Freire, 1997 p. 29). La historicidad les brinda los elementos para analizar el presente, reflexionar sobre el pasado y construir una perspectiva de futuro a partir de su realidad. El lograr que los estudiantes miren la realidad de una manera histórica, será complejo, porque esta va a variar de acuerdo a su lugar social, su situación socioeconómica y sociocultural, pero es necesario que reflexionen sobre esas conexiones que existen como 4 Programa de Estudio de la materia Ciencia Tecnología Sociedad y Valores, 2012. 6 sociedad. Dice Freire (1970, p. 42), “la actitud crítica en el estudio de un texto, es la misma que se precisa adoptar frente al mundo, la realidad y la existencia, los libros reflejan en verdad el enfrentamiento de sus autores con el mundo”. No se trata únicamente de poner ejemplos de actualidad para interesar a los jóvenes sobre la historia pasada, evitar el aburrimiento y lograr mayor participación, sino de asumir una conciencia histórica, en la que el estudiante se asuma como sujeto histórico, se sienta participe; “Acerca de la misma inclusión del mismo presente o de hechos recientes que cambian la visión del pasado, que toda investigación histórica inmediata será sujeta a revisiones futuras” (Barros, 2007 p. 28). Ya se ha dejado ver cuál fue el propósito de esta investigación, sin embargo es necesario mencionarlo de manera explícita, este fue: Conocer cómo los estudiantes aplican la historicidad para conocer, interpretar y valorar acontecimientos de su vida personal y colectiva entendiendo la historicidad como un modo de ser, para aportar a la didáctica posibles vías de desarrollo de la historicidad. Para lograr este propósito, se establecieron cuatro objetivos específicos: 1. Establecer categorías de la historicidad que permitan conocer la forma en que los estudiantes la aplican para, conocer, interpretar y valorar diferentes sucesos 2. Explicar la forma en que los estudiantes aplican la historicidad para, comprender, interpretar y valorar sucesos de su propia vida 3. Explicar la forma en que los estudiantes aplican la historicidad para, comprender, interpretar y valorar sucesos de la colectividad 4. Establecer la relación entre la aplicación de la historicidad en la interpretación de acontecimientos individuales y colectivos El supuesto del que se partió fue que los estudiantes aplicarían algunas categorías de la historicidad principalmente para conocer, interpretar y valorar sus vivencias, mientras que aplicarlas al ámbito colectivo les sería más difícil porque no es común la realización de ejercicios de este tipo. Para conocer cómo es que los estudiantes establecen relaciones entre pasado, presente y futuro, la estrategia que se propuso partió de cuatro categorías: contextualización, cambio 7 y permanencia, contraste y temporalidad. Ya que los autores consultados afirman que la historicidad parte del individuo que se cuestiona por su propia existencia, de ahí a establecer ese vínculo que se tiene con el otro, con el colectivo, con la sociedad, como ya se explicó, lo primero que se buscó fue la reflexión personal y posteriormente sobre lo colectivo. Se plantearon una serie de problemáticas de falta de justicia social, relacionadas con la ciencia, la tecnología y con el trabajo técnico para poder observar cómo los estudiantes aplicaron la historicidad como una herramienta con la que podían en su presente contextualizary buscar en el pasado cómo se han dado una serie de cambios y continuidades a través del tiempo, pero también, si identificaban contrastes que les ayudaran a comprender la temporalidad de dónde se originaron las problemáticas y el curso que van teniendo a través del tiempo. Es decir, cómo entienden y explican situaciones actuales por medio de la historicidad. Un punto de partida importante es que lo colectivo resuena en lo individual y viceversa. Era importante indagar si los estudiantes comprendían este aspecto, ya que puede llegar a tener un impacto en la forma de ver la vida y de actuar en ella (conciencia histórica), construyendo expectativas a futuro, en lo individual y en lo colectivo. Una de las principales ventajas que ofrece la filosofía de la historia, es que permite un mayor conocimiento de sí mismo, de a dónde se quiere llegar, saber que cada individuo está en la búsqueda del sentido de su propia existencia. Lograr que los jóvenes desarrollen estas habilidades, representa una herramienta de gran utilidad para toda su vida, ser el autor de su propio destino, por eso se dice que se busca propiciar en los estudiantes que asuman una actitud ante la vida, es decir que sus actos sean reflexionados. Un proyecto posterior, sería desarrollar con los estudiantes la historicidad como una habilidad, que fuera una manera de ser y estar en el mundo, es decir recurrir a la reflexión en todos los ámbitos donde participan, como una actitud ante la vida ya que se requiere un proceso más largo para el desarrollo de estas habilidades y que sean parte de su vida y les ayuden a tomar decisiones con respecto a su futuro. Algo que hace falta en la mayoría de las escuelas a Nivel Medio Superior, pero en particular en estos subsistemas de la DGETI, es crear conciencia histórica, que se asuman 8 como sujetos históricos para comenzar a tomar acciones que les permitan tener expectativas a futuro, saber que lo que hacen ahora, tendrá repercusiones en el futuro, que la conciencia como parte de la sociedad también está determinada por las acciones que se realicen en colectivo, en el poder de decidir sobre el mundo Para problematizar el presente, se requiere conocer el contexto: intereses, lugar social, condiciones económicas, políticas, sociales, culturales, tradiciones, etc. Reconocer que a pesar de todo esto, no es suficiente sino que necesita una explicación de los acontecimientos en el pasado, descubrir todos los factores que influyen, conocer diferentes contextos a través del tiempo y entender esa relación que tienen el pasado con el presente. Lo cual permita lograr una explicación lógica, racional, sobre el desarrollo de la problemática. Pero no se queda sólo en conocer y entender sino en proponer acciones a futuro para modificar esa situación, empezando por actos individuales y si es posible, proponerlos como colectivos. Esta fue una investigación exploratoria de tipo cualitativo, es decir, se enfocó en observar y explorar por medio de diversos instrumentos, la forma en que los estudiantes aplican, construyen y trabajan la historicidad, la intención fue captar estos procesos para aportar a la construcción de un modelo de desarrollo de la historicidad en las aulas de Educación Media Superior. Por otra parte, se retomaron principios de la investigación-acción de la propuesta de Elliott (2000) que plantea en su libro El cambio educativo desde la investigación – acción, ya que se consideró que la práctica docente es, al mismo tiempo un acto de investigación y de aprendizaje y que la finalidad de esta investigación fue sistematizar las reflexiones surgidas en la práctica para poder plantear los principios que podrían dar forma a un futuro modelo. La forma como está organizada esta tesis, se relaciona ampliamente con el proceso de elaboración de la misma; en el primer capítulo se presenta el sustento filosófico de la historicidad, se retoman principalmente las aportaciones de los filósofos Martin Heidegger y Hans-Georg Gadamer, señalando cómo, en la búsqueda del sentido del ser, se parte del autoconocimiento, de la autointerpretación, y la historicidad es entendida como la conciencia de las experiencias, de los límites del poder hacer, como algo que se piensa sobre la vida misma, adquirir sentido como seres históricos. A partir del estudio de estos teóricos, se propuso comprender la historicidad a partir de cuatro categorías a) contextualización, b) 9 cambio y continuidad, c) contraste y d) temporalidad. Además, se incluyó en este capítulo un análisis del programa de la asignatura Ciencia, Tecnología, Sociedad y Valores, particularmente del módulo que propone el estudio de la historicidad. Al final, se encuentra una breve explicación de por qué se utiliza el concepto de justicia social, que en el programa es un concepto subsidiario de la historicidad. Así como una pequeña investigación del concepto. En el segundo capítulo se presenta la fase exploratoria, se realiza una descripción detallada de la aplicación de los instrumentos de investigación en el CETIS 54, con el sustento teórico-documental obtenido a partir del análisis del mismo, se diseñaron dispositivos que tenían la doble función de ayudar a los estudiantes a organizar su trabajo y proporcionar información acerca de cómo aplican la historicidad en diversas situaciones de la vida cotidiana. Se hace una descripción detallada de cada una de las actividades y de los instrumentos con los que se trabajó con los estudiantes así como la finalidad de su aplicación, es importante señalar que los dispositivos se diseñaron con base en las cuatro categorías que se establecieron para la historicidad. El tercer capítulo lo conforma el análisis de los resultados de la aplicación de los dispositivos y la realización de diversas actividades, toda la información recabada se analizó por medio de matrices de análisis con las cuatro categorías identificadas desde el capítulo 1. El objetivo fue siempre explorar cómo aplican la historicidad para conocer, interpretar y valorar su propia vida, y cómo a partir de la comprensión del contexto, problematizan los avances de la ciencia y la tecnología y su relación con la justicia social. El cuarto capítulo consta de una autoevaluación de la propuesta y de su aplicación, para reconocer cuáles fueron los logros y las limitaciones o deficiencias, así como posibles cambios a la propuesta después de su aplicación. También se presentan algunas reflexiones sobre los aportes de esta a la didáctica de la historia. Y finalmente las conclusiones generales. 10 “Quien forma se forma y reforma al formar, y quien es formado se forma y forma al ser formado. Es en este sentido como enseñar no es transferir conocimientos, contenidos, ni formar es la acción por la cual un sujeto creador da forma, estilo o alma a un cuerpo indeciso y adaptado” Freire Capítulo 1 Noción de Historicidad, sustento teórico Afirma Paulo Freire (1997) “educar no para transferir conocimientos sino enseñar a pensar, que adquieran la capacidad de conocer el mundo para transformarlo e intervenir en él, de escoger, de decidir” (p.35). Al parecer, es uno de los ideales a los que aspiran los profesores, y para alcanzarlo, los docentes constantemente se cuestionan ¿Cómo lograr que en los estudiantes surja el interés por aprender?, ¿Cómo se puede enseñar a pensar?, ¿Cómo impulsar a los estudiantes a que interpreten su realidad? y sobre todo ¿Qué pueden hacer ellos para transformarla? A primera vista, representa todo un reto, pero a partir de las reflexiones que propicia la historicidad, se puede acercar. Para ello es necesario conocer en qué consiste la historicidad, y cómo interviene en la vida cotidiana, para que se convierta en un modo de ser en la vida diaria, incluso fuera del aula, como una actitud ante la vida. En este capítulo se presenta el sustentofilosófico de la historicidad, principalmente a partir de los filósofos Martin Heidegger y Hans-Georg Gadamer, se complementa con la aportación de otros teóricos. Se plantea una noción sobre el concepto de la historicidad, y se proponen cuatro categorías que se identificaron como elementos de la historicidad, para lograr explorar su aplicación por parte de los estudiantes, estas son: contextualizar, cambio y continuidad, contraste y temporalidad. Al final del capítulo, se incluye un análisis del programa de Ciencia, Tecnología, Sociedad y Valores (CTSyV), se identifican algunas tensiones e incluso contradicciones que contiene, al no dejar claro si se emplea la filosofía como una herramienta de reflexión de las diferentes temáticas o sólo como un concepto más. También se hace una exposición del concepto de justicia social, ya que este, aparece en el 11 tercer módulo del programa como concepto subsidiario de la historicidad, y se utilizó en la práctica para que los estudiantes aplicaran las cuatro categorías. 1.1 La historicidad Para Gadamer (1993) el concepto de historicidad es muy similar al de conciencia histórica, en tanto la primera también es, ese conocimiento del pasado que permite actuar a los seres humanos, no sólo en forma individual sino también colectiva. Dice, se requiere reflexionar el pasado para actuar en el presente. Se enfoca a la conciencia histórica, cuando menciona que nos situamos en el pasado como algo que (lo queramos o no, lo pensamos o no) nos es propio, nos constituye y nos lanza hacia el futuro. Lo cual es una búsqueda que esclarece las posibilidades y los límites, tanto de la realidad personal como de los acontecimientos humanos en su singularidad. Al decir que, la historia no nos pertenece, sino que somos nosotros los que pertenecemos a ella, define la conciencia histórica, no es una forma privilegiada de apropiarse de la historia, sino una forma de autoconocimiento, “toda experiencia es siempre experiencia en reflexión” (p.28), y que “el sentido de la vida también se encuentra en la historicidad, la cual limita a la libertad absoluta, por una libertad responsable que requiere de una constante reflexión del pasado, que permita una proyección futura” (p.30). En Ser y Tiempo, Martín Heidegger (2010) se pregunta por el sentido del ser y dice, es el ser mismo, quien se cuestiona por su existencia, y al no poseer un “a dónde” o un “de dónde” se abre esa búsqueda de sentido. “Y no es a través de su existencia, sino por el preguntar por el sentido de la existenciariedad misma, es decir, de preguntar provisionalmente por el sentido del ser en general, se caracteriza el mismo por la historicidad” (p. 31). Para Heidegger (2010) la historicidad también se relaciona con esta búsqueda de sentido, y señala que al reconocer el ser su finitud, y que sólo está en el mundo de forma transitoria, su búsqueda por la totalidad del ser sólo se encuentra al final de la existencia, por lo tanto el ser es un ser inacabado el cual posee en si la responsabilidad de sí mismo, al plantearse un “poder ser”, el ser está en la búsqueda existencial sobre el que se proyecta en el futuro. Es decir que “el centro de gravedad del ser no se haya ni en el pasado, ni en el hoy 12 y su conexión con lo pasado, sino en el gestarse histórico propio de la existencia, es decir en el porvenir, en el futuro” (p.95). La idea que presenta Gadamer (1996) complementa la de Heidegger al afirmar que la historicidad se da en el momento en que se es conciente de las experiencias, que enseñan a reconocer lo real. El ser humano al ser conciente de su finitud, encuentra los límites del poder hacer y logra la autoconciencia de una razón planificadora, al darse cuenta de la ficción de la idea de que se puede dar marcha atrás a todo, de que siempre hay tiempo para todo y que de un modo u otro, todo acaba retornando, termina con la ilusión de que todo cuanto quiera puede hacerse realidad, precisamente por esa conciencia logra entender los alcances de sus expectativas. A su vez reconoce los límites dentro de los cuales hay todavía posibilidades de futuro para las expectativas y los planes. Podríamos decir que no es sólo ver el futuro de una manera imaginaria, sino que la conciencia permite ver con mayor claridad. Dice Gadamer “la verdadera experiencia es así experiencia de la propia historicidad” (p.434). La historicidad parte del conocimiento de “sí mismo”, del “ser ahí” como un ser indeterminado, es decir cualquier individuo que se cuestiona por el sentido de su propio ser, “el ser ahí, en busca de sí mismo, significa hacer elección, decidirse por el “poder ser”, partiendo del sí mismo peculiar, antes tiene que hallarse, tiene que mostrarse o atestiguarse él mismo en su posible propiedad” (Heidegger, 2010, p.292). En este mismo sentido, José Ortega y Gasset (1971, p.72) señala que tenemos que hallar, que descubrir la trayectoria necesaria de nuestra vida, que solo entonces, será verdaderamente nuestra y no de otro o de nadie. La autointerpretación del “ser ahí”, como la voz de la conciencia. Es el punto de partida para después entender que, el ser no se haya solo en el mundo “el ser con” “otros”, que implica existir al lado de otros. Esta idea la complementa Mariano Álvarez (2007, p.27) afirma, que “Los individuos, simplemente como tales, es decir distintos y aislados unos de otros, no existen, existen siempre en relación con otros individuos y, en mayor o menor medida, como dependientes de ellos o como proyectándose en ellos, en definitiva como formando grupo con ellos, constituye una comunidad”. Lo que para Heidegger es el conocimiento de “sí mismo”, para Gadamer (1996) es el autoconocimiento, aquel que permite ser consiente de cómo se viven las experiencias y se aprende de ellas, por esta razón el primer acercamiento a la historicidad es a través del 13 individuo, de ahí, se parte a la colectividad, a la cual nombra como la tradición que le permite acceder a la experiencia, la comprensión de la opinión del otro, que a su vez es un tú, “la tradición es un verdadero compañero de comunicación, al que estamos vinculados como lo está el yo al tú” (p.434). Se entiende por tradición al otro con el que comparte la vida, pero también al otro histórico, con quien se puede establecer una comunicación a pesar del tiempo. Es también el saber adquirido en esta experiencia, la comprensión del otro. El tú representa la referencia del “sí mismo”, es una manera diferente de experimentar y comprender al tú, consiste en reconocerla como persona, pero al mismo tiempo sigue siendo una referencia del “sí mismo”, como una dialéctica entre el yo y el tú, dice Gadamer, la cual no es inmediata sino reflexiva. En cuanto a esta relación interna vital entre los hombres, constantemente se está luchando por el reconocimiento reciproco (p.436). A esta experiencia del yo y el tú, al reconocerse a sí mismo en el ser otro, lo llama conciencia histórica, “la que tiene noticias de la alteridad del otro y de la alteridad del pasado, igual que la comprensión del tú tiene noticias del carácter personal de éste” (1996, p.437). Heidegger (2010), resalta el vínculo del individuo con el colectivo cuando afirma que como “un ser en el mundo” existe fácticamente con otros. A lo cual no puede rehuir, es decir que el “ser ahí” no puede eludir los compromisos y recurrir a la simplicidad de su “destino individual”, porque al estar con otros, también está constituido como “destino colectivo”. Por ejemplo afirma que en la coparticipación y en la lucha son momentos y espacios donde queda plasmado el poder del “destino colectivo” propio del gestarse histórico del “ser ahí” (p. 438). Es decir que la individualidad se diluye cuando se persiguen objetivos en común, en colectivo. Mientras que Ortega y Gasset (1971) explica que la relación con el otro, al ver que él es así porque, endefinitiva, es así la sociedad, el hombre colectivo donde vive y a su vez, el modo de ser de esta quedará, establecido al descubrir dentro de él, lo que esa sociedad fue, creyó, sintió y prefirió antes y así sucesivamente. Por otra parte, en la introducción a Ser y tiempo de Heidegger, José Gaos (2013) complementa la idea al explicar el vínculo del tú y el yo, y señala que este se da por medio de la coparticipación que es la dinámica estructural misma del “ser con”, porque al estar con el otro, se encuentra, se reconoce, se comprende, incluso el mismo lenguaje requiere la existencia del otro, del que escucha para entablar el diálogo, pero también esa relación es 14 tensa y ambigua, de acechar uno a otro, de hostilidad bajo la máscara de “uno para otro” (p.53). Porque la convivencia no siempre es de cordialidad, sino también de sometimiento y abuso, es decir el estar con el otro con toda la complejidad que implica. Como se puede apreciar, la historicidad como modo de ser, implica el conocimiento de lo que nos rodea no sólo de forma física o material, sino de cómo se ha conformado nuestra cotidianidad; la multicausalidad como un procedimiento que requiere el entendimiento y la posibilidad de apreciar el cambio, la continuidad y el contraste; y la posibilidad de establecer de forma consciente relaciones entre pasado-presente-futuro. Dice Alcalá (2004, p. 289) que la historicidad es en primer lugar, algo que se reflexiona y se piensa sobre la vida misma, la existencia y el sentido como algo individual, la conciencia es aquello que nos permite reconocernos, adquirir sentido, como seres históricos. De ahí a lo colectivo, la historicidad es la conciencia de un pueblo de toda la humanidad. El pasado condiciona nuestra conciencia, conocer cómo ese pasado nos afectó, el cual no puede cambiarse, pero su reconstrucción como algo que nos afecta y nos corresponde, permite que pueda ser modificado, incluso es posible inventar la historia, ver el futuro posible. 1.2 Contextualizar Cuando Heidegger (2010) se refiere al “ser ahí” también hace referencia a un espacio el “ser en el mundo”, como una forma inherente. Afirma que para lograr la comprensión del ser se requiere la comprensión del mundo, lo cual es una interpretación del “ser ahí”. Mostrando al ser en su cotidianidad, porque el mundo es un ingrediente que constituye al ser el cual está determinado por la mundanidad, lo circundante, lo cotidiano, a la mano, ante los ojos. Todos estos términos utiliza este filósofo, para explicar la estancia del ser en el mundo. Entendiendo por mundanidad, el hecho de que el ser es el que hace que el mundo sea el ente que es, al vivir va conformando una forma de ser. Pero también afirma que la mundanidad puede tomarse formalmente en el sentido de un sistema de relaciones, formalizaciones que nivelan los fenómenos y pueden ser relaciones simples entre los hombres. A la cotidianidad la entiende, igualmente como un modo de ser, que se muestra por una cultura altamente desarrollada y diferenciada, en la cual se mueve, pero no pura y 15 simplemente sino preferentemente en el modo de la cotidianidad. “El hombre tiene su mundo” y es en este en el cual hace frente a lo circundante, lo cual está formado por lo más cercano, lo doméstico, la espacialidad, lo usado, lo producido, lo cotidiano, el andar en el mundo, proporcionándole una orientación. Dice este autor, “el mundo circundante en general queda a la disposición, según la orientación del ver en torno a lo cotidiano” (p.97). Otro de los términos de Heidegger (2010) al decir que el mundo también es descubierto con lo que se tiene “a la mano”, como todo aquello cercano que tenemos, los sitios, lo circundante, específicamente mundanidad articulada en su significatividad, es lo que constituye la estructura del mundo. Y cuando se refiere al término “ante los ojos” alude a la fenomenología, al mundo público del nosotros en el mundo, el andar en el mundo. Incluso reconoce que el estado de ánimo, también se hace patente “como le va a uno” colocando al ser en su “ahí”, aclarando que las circunstancias del “se ahí” no menos cotidianas, no son lo que determina en si el estado de ánimo. Afirma que el conocimiento es una forma de ser del “ser en el mundo”. Para entender qué es el ser, se requiere la comprensión del mundo, es decir lograr una interpretación del “ser ahí”, descubrir el mundo. “Así como jamás se da un ser sin mundo, así tampoco se da un yo aislado de los otros” (Heidegger, 2010, p.132), para lo cual utiliza el término “ser ahí con” “los otros” para reconocer que esencialmente el ser forma parte de un colectivo, con otros que también son, lo que implica “ser ante los ojos” de otros, se adquiere una peculiar forma de ser, que hace frente dentro del mundo. Es decir que uno tiene un peculiar modo de ser, pero la tendencia al ser con, la distanciación se funda en el “ser uno con otros”. Al afirmar que primero tiene que encontrarse “uno mismo”, el “ser ahí”, el “uno”, quiere decir que a la par que “uno” diseña la interpretación inmediata del mundo y del “ser en el mundo”, se comprende que no soy yo en el sentido del “sí mismo” peculiar sino con los otros. El análisis de la realidad sólo es posible sobre la base del adecuado acceso a lo real, más como forma de aprehender “lo real” ha valido el conocer lo intuitivo, es como una actividad del alma, de la consciencia en la medida en que la “realidad” es inherente al carácter del “en si” y de la independencia, se enlaza con la cuestión del sentido de la “realidad” la posible transformación de lo real frente a la conciencia (Heidegger, 2010, p.222). 16 En general todo lo que plantea Heidegger, de la forma del “ser en el mundo” es una muestra de la realidad, la mundanidad, es aquello que se manifiesta todos los días, el ser a la mano y el ser ante los ojos son modos de realidad. El ir y venir de los seres en la cotidianidad. Ortega y Gasset (1971) también plantea la importancia de lo que en este trabajo se ha llamado contexto, implica lo circundante, la alteridad y el autoconocimiento, para que el ser humano tome las decisiones cruciales de su existencia …antes que hacer algo, tiene cada hombre que decidir, por cuenta y riesgo, lo que va a hacer. Pero esta decisión es imposible si el hombre no posee alguna convicción sobre lo que son las cosas a su alrededor, los otros hombres, él mismo. Sólo en vista de ellas puede preferir una acción a otra, puede en suma vivir (p.10). Se puede concebir la contextualización como la lectura de la realidad, ya que de aquí surgirá el cuestionamiento y la problematización para buscar en el pasado5 lo que nos permita dar significado al presente y nos lleve a plantear el sentido en el futuro. Igualmente, esta noción permite entender la realidad como una construcción individual y social, que lleva a reconocer el alcance y las limitaciones de nuestros actos. Para complementar la idea de la contextualización, Hugo Zemelman6 (1979) afirma que al realizar la reconstrucción del contexto de un fenómeno concreto, esta se hará desde diferentes ángulos, o enfoques económicos, políticos, sociales y culturales. El estudio de la realidad se realiza a partir de la observación del momento presente, lo que lleva a la reconstrucción de opciones que permitan la transformación de la realidad. Para desarrollar la historicidad y la conciencia histórica, Zemelman, propone construir un ángulo desde el cual se pueda mirar la realidad. La nombra “pensamiento situado históricamente” en el que se toma como referencia el pasado y el presente, con una clara 5 Cabe aclarar que en la obra de Heidegger, no se refiere al presente, pasado y futuro, sino que con fines didácticos se utiliza y se sustituye por las frases que él utiliza para aludir a ello, como lo “dado” o lo “sido”para referirse a lo ocurrido en el pasado, el “presentar” como lo que se puede ver, que está presente y “el poder ser” el “advenir” como una construcción que hace el ser, cargado del sentido que se pretende alcanzar. 6 Existen dos razones por la que se incluyen a los siguientes teóricos y en particular a Zemelman, primero porque es uno de los autores que recomienda el programa. Y la segunda, que si se pretende un trabajo interdisciplinario, es conveniente que no solo se asuma la postura filosófica, sino también desde las ciencias sociales. 17 mirada al futuro. Si la finalidad es que el ser humano adquiera la capacidad de intervenir en su realidad contextual, tendrá que activarse el movimiento posible en lo real externo, y el movimiento interno, enfrentarse a las inercias, que propician que quede atrapado con lo dado, ubicarse en el constante esfuerzo por instalarse en la historicidad con base en la voluntad como manifestación de querer existir y “dar pasos por pequeños que sean” (2012, p.42) Para lograr ese movimiento interno del que habla Zemelman, se considera importante conocer cómo se lleva a cabo el proceso de comprensión del individuo, de sí mismo; pues se ha visto que la identidad es un aspecto de suma importancia para la formación de la conciencia histórica, y a su vez para asumir su historicidad. Otros de los autores que ayudan a comprender la categoría de contextualización son: Vincent de Gualejac (2005) quien afirma que el ser “Se construye en el cruce de tres momentos, en la relación del individuo con su inconsciente, con su medio sociocultural y con él mismo, es un trabajo que realiza para producir su identidad” (p.29). También afirma que una de las principales finalidades de la historicidad es que el individuo se convierta en el actor de su propia vida, y esto se logra al comprender de qué modo ha intervenido en los acontecimientos que componen su existencia, aun cuando las acciones sean inconscientes, precisamente se trata de hacerlas consientes (p.35). Por lo anterior se propone la contextualización como una categoría de la historicidad y también se considera importante conocer si la aplicación de la contextualización es igual en la comprensión del individuo y colectividad o, si hay diferencias y cuáles son. Como ya se explicó previamente la relación del ser con el otro, se confirma “Al comprender que él es producto de esta historia, podrá desarrollar su función de historicidad, es decir su capacidad de analizar y comprender los elementos que lo constituyen como sujeto histórico” (Gualejac, 2005, p.46). 1.3 Cambio y Continuidad Se entiende por cambio, a las rupturas que responden a factores multicausales que rompen con la continuidad. Los cambios que se han dado, de cierta forma determinan el presente, como afirma Gadamer (1993 p.17) “somos producto de la historia”. Como 18 habitantes de este mundo, es decir como sujetos históricos, donde todos los actos por insignificantes que nos parezcan están contribuyendo para generar cambios en la sociedad. Los cambios también vistos como las implicaciones o consecuencias que han propiciado las decisiones que se han tomado, tanto de manera positiva como en forma negativa, en forma individual como colectiva, son una categoría central para poder comprender las problemáticas presentes. Dice Gadamer (1994) que en el transcurrir constante que es el tiempo, existen momentos de ruptura, lo que impide que haya una continuidad en la historia, lo nombra como corte epocal, ese acontecimiento que señala que ha ocurrido algo nuevo, que nos lleva a considerar lo anterior como antiguo y que a su vez el futuro se ve afectado. (143) El ejemplo al que hace referencia Alcalá (2004) es a la época de la energía atómica, un cambio que determina radicalmente el futuro, que rompe con lo anterior, esos son los cambios, que advierten que no hay marcha atrás (p. 284). Otro ejemplo que es más fácil de entender y aplicar con los estudiantes es la experiencia de la edad, mostrando el cambio entre la niñez y la adultez. Afirma Heidegger (2010, p. 375), que esa avidez de novedad es una señalada tendencia del ser, del “ser ahí” conforme a la cual este último se cura de “un poder ser”, “la avidez de algo nuevo es sin duda un avanzar hacia algo aun no visto, a la expectativa”. Álvarez (2007, p.11) menciona que la palabra historicidad desde el siglo XIX se asocia con la idea del cambio de todas las grandes cuestiones que directa o indirectamente afectan al hombre, la forma de entender la vida, el significado y su alcance, ha pasado por tantas y tan profundas transformaciones en los dos últimos siglos, que al fin se puede llegar a pensar que el cambio afecta no solo a estas o aquellas manifestaciones, sino a la realidad humana en lo que esencialmente la constituye, es decir, que “El término historicidad tiene que ver en parte con este fenómeno de cambio más concretamente con la forma en que las transformaciones inducidas en buena medida por la acción del hombre, revierte en su propio modo de ser”. Las continuidades serían aquello que permanece a través del tiempo, una forma de identificarlas en la vida cotidiana es por medio de las tradiciones, elementos del pasado que 19 perduran y se mantienen en el presente, desde objetos, ideas, mentalidades, tradiciones hasta prejuicios. Gadamer, (2002) constantemente hace énfasis en las continuidades, cuando plantea que el individuo tiene que ser conciente de la carga de tradiciones que lo constituyen, para poder entrar a ese estado de apertura que le permite modificarlas o mantenerlas, pero siendo consiente de ellas. Es decir que la continuidad está presente en las tradiciones. 1.4 Contraste La categoría de contraste podría confundirse con cambio, pero lo que se busca es resaltar precisamente lo que marca un cambio radical, aquello que cuando se compara resalta la diferencia, ya que nos permite analizar una situación ante otra. Por ejemplo afirma Martínez (2004, p. 20) “…contrastar nuestra cultura con otras es indispensable para adquirir una cultura histórica que nos permita acceder a una posición crítica ante nuestra propia cultura”. Es posible contrastar dos momentos históricos de un fenómeno en particular porque el efecto de contrastar es mostrar las condiciones opuestas o diferencias marcadas que existen entre ambos. Se entiende en Heidegger (2010) el contraste, cuando se encuentra delante, frente a lo que no está en su sitio, lo perturbador, lo obstaculizaste, lo amenazador, lo que opone resistencia en cualquier forma, en un modo de dar cuenta de aquello a que no cabe atenerse, no resulta olvidado sino referido de tal suerte que permanece a la mano, justamente en su estado de inapropiado. Es decir también se requiere confrontar eso que llama “ver en torno” no de una manera simple, sino entender por qué no está en su sitio. Y lo confirma cuando afirma “solo en tanto es descubierto algo que opone resistencia sobre la base de la temporalidad puede comprenderse el “ser ahí” fáctico, en su estado de abandono del cual nunca llega a ser dueño” (p.385). Gadamer (1996) habla de ese poner en tensión, que cuestiona y problematiza, es lo que permite avanzar de un estado de aceptación de lo dado a la ruptura y reconstrucción, que nos permita llegar a lo que nombra como horizontes de interpretación, es decir que se llega ahí solo a partir del poner en tensión, lo que significa contrastar. En este mismo sentido plantea la realidad como experiencia, como un acontecer del que nadie es dueño, que no está determinada por el peso propio de una u otra observación. Afirma que las experiencias 20 negativas, son las que proporcionan un particular sentido productivo, se adquiere un mayor saber, no solo sobre él sino también sobre aquello que antes se creía saber y a esto lo nombra dialéctica. A la experiencia que nos permite ver aquello queantes era inesperado pero que ahora es previsto, el que experimenta se hace consciente de que adquiere certeza de sí mismo, con lo cual también se da apertura. La experiencia no es algo que se le pueda evitar a alguien, pues no sólo se adquiere a través de decepciones dolorosas y desagradables. Implica un momento de autoconocimiento y representa un aspecto necesario de lo que llama experiencia en sentido auténtico. Afirma que la experiencia enseña a reconocer lo que es real. La verdadera experiencia es aquella en el hombre se hace consciente de su propia finitud, así como experiencia de la propia historicidad. Pero también el contraste, se encuentra en el momento de confrontar los prejuicios, dice Gadamer (2002), que todo individuo pertenece a una sociedad y por lo tanto está inmerso en una tradición, esta tradición a su vez, configura en él una serie de prejuicios que le permiten entenderse en su contexto y momento histórico, de allí que el individuo tenga su realidad histórica en sus prejuicios, estos son componentes de su realidad histórica y le confieren categorías a priori para comprender; este comprender es una integración del pasado y el presente que se expresa en muchas formas culturales. Pero al confrontarlos con otras culturas, otras formas de mirar, pensar y actuar en el mundo, si se cuenta con apertura, está dispuesto a desechar ciertos prejuicios que le impiden comprender al otro. Por eso se considera otra manera de contrastar, el problematizar la realidad, no restringida a lo empírico, se requiere captar el movimiento de lo real, no debe olvidarse el dinamismo que caracteriza a los procesos, ya sean estructurales o coyunturales (Zemelman, 2012, p.22). Este autor propone partir de una problemática que coloque en tensión presente y futuro, ya que la realidad histórica es una construcción, asumirse como sujeto que construye lógicas de pensamiento, lógicas de razonamiento, que sepa que hay otros modos de ser, es decir, de pensar, de sentir y de hacer, que rompa con los límites de lo dado. Tomando en cuenta que la autonomía del sujeto, está conformada por sus inercias, estereotipos, rutinismos, mecanismos de comprensión social, que lo colocan en el momento histórico, que lo llevan a reconocer su historicidad, es decir que la forma de mirar la realidad estará determinada por lo que somos y lo que nos constituye. Pero es necesario ver más allá, 21 tomando en cuenta los múltiples modos de establecer su relación con las circunstancias y con otros sujetos. La necesidad de cuestionar lo ya construido. Colocarse ante las circunstancias, replantear la idea de objeto delimitado por la de espacio de posibilidades. El contraste también lo hallamos en la conciencia histórica que No oye más bellamente la voz que le viene del pasado, sino que reflexionando sobre ella, la reemplaza en el contexto donde ha enraizado, para ver en ella el significado y el valor relativo. Es necesario mirar más allá del sentido inmediato para poder descubrir el verdadero significado oculto. Su sentido verdadero no nos llega más que asimilado y deformado por las ideologías (Gadamer, 1993, p.44). Debe existe un diálogo entre pasado y presente que nos permite reflexionar y entender el contexto en el que estamos inmersos, propone ver más allá de lo inmediato o de lo que está influenciado de ideologías y prejuicios. Por ejemplo en François Hartog (2007, p. 47) la historicidad está determinada por tiempos de ruptura, de tensión y de crisis, es decir no se puede pasar de un régimen a otro sin periodos de conflicto “Los modos de historicidad difieren de unas sociedades a otras, es decir, las maneras de vivir y de pensar esta historicidad, también de utilizarla, las formas de articular presente y futuro: sus regímenes de historicidad”. Cada sociedad, cada cultura, dependiendo del tiempo y el espacio, tendrán una forma particular de ver o actuar en su historicidad, maneras diferentes de articular el pasado, el presente y el futuro. Este es un ejemplo de los contrastes que se plantea Hartog (2007) ¿Estamos ante un pasado olvidado o más bien ante un pasado recordado en demasía?, ¿ante un futuro que prácticamente ha desaparecido en el horizonte o ante un porvenir más bien amenazador?, ¿Ante un presente que se consume en forma ininterrumpida en la inmediatez o ante un presente casi estático e interminable, por no decir eterno? (p.38) En la medida en que seamos capaces de responderlas, es el grado de conciencia que se adquiere, lo que nos permitirá ubicarnos en un régimen de historicidad, para plantear una perspectiva a futuro. 22 1.5 Temporalidad No basta con la espacialidad, de acuerdo con Heidegger (2010) se requiere la temporalidad del ser en el mundo, es decir la cotidianidad en su sentido temporal, porque el ser es un ser finito que inicia con su nacimiento y termina con la muerte, “ya no ser ahí”, “ya no ser en el mundo” por lo tanto la temporalidad es el transcurrir del hombre por el tiempo. Una secuencia de vivencias en el tiempo. “porque el ser muere fácticamente mientras existe” (p.275). Dice Heidegger que la expresión de temporalidad no significa lo que se entiende por tiempo, sino que se tiene que hablar en paralelo de lo temporal con lo existenciario, porque también la espacialidad parece construir una determinación fundamental del “ser ahí” junto con la temporalidad (2010, p.396). Y afirma que en la cotidianidad están presentes todos los días, pero no significa que sea la suma de todos los días comprendido en el sentido de un calendario. Porque la cotidianidad es una forma de la existencia que domina al “ser ahí” durante toda su vida. Temporal al “ser ahí” en el sentido de ser “en el tiempo”, lo experimenta como un gestándose en el tiempo (p. 407). Con lo que concluye que la historicidad del ser de la existencia es en el fondo temporalidad. “El ser cuenta con el tiempo y se rige por él, y resulta decisivo aquel contar el tiempo del “ser ahí” con su tiempo que precede a todo uso de útil medida especialmente destinada a determinar el tiempo”(p.436). Una de las reflexiones que hace Heidegger al referirse a la temporalidad, primero, es no referirse al tiempo cronológico que se marca en un calendario, sino al uso del tiempo que hacemos en todo momento al utilizar los adverbios como expresiones “entonces”, el “anteriormente” el de los “luego”, el “posteriormente”, en el de los “ahora”, el “hoy”, por lo que uno va haciendo, “a lo largo del día” se olvida de sí mismo, lo cual resulta también su tiempo, el que él se “da” encubierto por este mundo, de “dejarse” justo al “ir viviendo” del cotidiano, como corriendo a lo largo de una secuencia continua de puros “ahoras”(2010, p.441). Es decir que no se es conciente del tiempo cuando se va viviendo sin la reflexión, cuando la monotonía del día a día nos va envolviendo. Se entiende por temporalidad, el tiempo como una continuidad, y la posibilidad de establecer la relación entre el transcurrir del tiempo del pasado al presente que lleva a la acción humana que busca construir un futuro. Con respecto al pasado, dice Heidegger, “es lo 23 que queda a las espaldas por decirlo así, y posee lo pasado como una peculiaridad aún “ante los ojos” que a veces obra todavía en él (lo que para Gadamer es la tradición), y continua diciendo que el “ser ahí” “es” su pasado, en el modo de su ser que se gesta, el cual puede permanecerle oculto, es decir que no siempre se es consciente de la persistencia de ese pasado, pero también cuando logra descubrirlo de cierto modo decide conservarlo, dice Heidegger que “se plantea cuestiones porque está determinado en el fondo de su ser por la historicidad” (2010, p.30). Esta idea se complementa con lo que afirma Gadamer (1993) sobre el pasado como lo que constituye al ser histórico, y el establecimiento de vínculos que se manifiestan a través de lastradiciones, el presente como ese contexto en el que nos hallamos inmersos, al que interpretamos a partir del pasado y eso nos da la capacidad de intervenir en la realidad, el futuro visto como posibilidad de encontrar o incluso plantear el sentido de la existencia, ver futuras posibilidades, modos de actuar en el mundo. Expectativas a las que se pretende llegar partiendo de la comprensión de la historicidad. El pasado cobra sentido desde la perspectiva del presente para dar uno al futuro. Los tiempos están conectados, donde las decisiones personales y colectivas tienen un impacto y repercuten a corto, mediano y largo plazo. El futuro, “lo que viene, es algo para lo que nos preparamos o para lo que “no estábamos preparados” porque nos ocupábamos en algo distinto, en la señal retrospectiva, se hace accesible al “ver en torno” a lo que pasó y se acabó” (Heidegger, 2010, p.31). Es decir, el futuro no parte de la improvisación, sino de un pasado que nos permite proyectar las posibilidades de “llegar a ser”, una apertura a diferentes formas de ser. Partimos de un hecho específico en el presente para buscar la secuencia de ese hecho en particular a través del tiempo, es decir, el tiempo es el camino por el que transcurren los hechos. Afirma Heidegger (2010) que una manera de estar en el mundo es hacernos cargo de la realidad., conocer el mundo e intervenir en él. La historicidad es la forma como el ser humano se relaciona con su pasado; incluso en el mismo término de cotidianidad se mantiene en el fondo la temporalidad (p.1402). 24 La existencia en cuanto no posee un “a donde” o un “de donde” abre el sentido fundamental del tiempo como futuro que desoculta el destino del ser humano y abre a posibilidades más auténticas de su ser debido a su condición finita. Pero también se entiende el tiempo como un transcurrir, al cual entramos con el nacimiento, es decir, que se entra al tiempo público, que nivelado pertenece a todo el mundo y al mismo tiempo a nadie (p.458) de igual forma afirma que “El tiempo mundano es inherente al mundo, se relaciona con el tiempo público” (p. 447). Por su parte, Gadamer afirma que temporalizar es problematizar la experiencia del devenir, el pasado ya no es, salvo porque lo estamos trayendo al presente por un interés o pregunta específica. El futuro aún no es, salvo porque lo estamos intentando construir o proveer desde el presente y el presente es fugaz e inasible (citado por Girola, 2011, p.3). Temporalizar implica establecer una relación entre el transcurrir del tiempo, del pasado y presente, la acción humana que busca construir un futuro y la transformación del mundo social. La idea de tiempo es clave para entender la Historia, para la historicidad, la cronología no es tan relevante, es decir el tiempo sería el camino por el que trascurren los hechos y es necesario analizar y comprender el sentido del tiempo en relación con la historia (citado por Girola, 2011, p.4). Ver el tiempo desde un enfoque filosófico que permite entender un fenómeno a través del tiempo. “La interpretación de ése tiempo como movimiento en la humanidad parte de las percepciones que sirven para explicar el mundo y para lograr autocomprensión y asimilación del otro” (Rüsen citado por Cataño p.229). Ahora bien, Zemelman (2012), afirma que la historicidad supone el tiempo como salto histórico asociado con la discontinuidad de los procesos, o bien, el tiempo como sentido general que garantiza una continuidad del hombre, como “el tiempo en su función para penetrar en la hondura de lo potencial como en el caso del análisis de coyuntura” (2012, p.51), con lo que confirma que en la temporalidad hay procesos continuos y discontinuos. Y que “La conciencia histórica plantea un manejo del tiempo abierto a la determinación de lo potencial” (Zemelman, 2012, p.51), mientras que el tiempo futuro está abierto a todo aquello que se busca transformar, mejorar, replantear, porque no hay nada determinado. 25 1.6. La historicidad en el programa de Ciencia, Tecnología, Sociedad y Valores La materia de CTS y V pertenece al componente de formación básica7, que se imparte en quinto semestre, propone un trabajo interdisciplinario donde converjan las Ciencias Sociales y las Humanidades, de esta última se recuperan los aprendizajes logrados en los cursos de Lógica en primer semestre y Ética en el tercero. El curso está dividido en tres módulos o conceptos fundamentales o temáticas, el primero es Desarrollo sustentable con sus conceptos subsidiarios: recursos, responsabilidad, crecimiento - desarrollo y participación social, pero también incluye conceptos de tercer orden: procesos económicos, sistemas económicos, incremento de la producción y distribución de la riqueza. El segundo es Sociedad y Cultura con los subsidiarios: relaciones de poder, relaciones de experiencia, relaciones de producción, información práctica, información representacional e información valorativa, con conceptos de tercer orden como imágenes del ser humano y la sociedad, imágenes de la naturaleza, imágenes de las ciencias y tecnologías, sociedad civil, instituciones y grupos paralelos al Estado. Finalmente en el tercer módulo se aborda la historicidad con los subsidiarios: modos de desarrollo, modo de producción, justicia social y formas de convivencia y organización y los de tercer orden: feudalismo, capitalismo, socialismo, integración – exclusión social, bienestar social como proyecto de vida y desarrollo de capacidades, modo agrario, modo industrial y modo informacional y del conocimiento. Como se puede ver el programa está saturado de conceptos, lo que implica varios problemas, como que en un semestre no es posible abarcarlos, a menos que se vean sólo de una manera superficial. Lo cual lleva a preguntas o dificultades un poco más complejas como 7 El bachillerato tecnológico tiene como objetivo fomentar la educación integral, contribuye a la articulación. Modalidad bivalente, estudiar el bachillerato al mismo tiempo que una carrera de técnicos, las materias propedéuticas que se cursan son las mismas que el bachillerato general. Incluye tres componentes básicos: formación básica, formación profesional y formación propedéutica. El componente de formación básica se articula con la educación secundaria y con la del tipo superior. Aborda los conocimientos esenciales de la ciencia, la tecnología y las humanidades, aporta fundamentos a la formación propedéutica, a la profesional y está integrada por asignaturas. 26 la dificultad de establecer actividades para que la historicidad no sea sólo un contenido fáctico sino un modo de ser y estar de los estudiantes y claro, de los profesores. Dentro de las aportaciones encontradas en el programa se encuentra el que la materia “oriente a que los estudiantes [para que] comprendan el mundo e influyan en él, (…) que sea una educación para la vida y en la vida, (…) así como una oportunidad para la investigación social y filosófica con un papel preponderante la lectura, la escritura y la comunicación oral” (Programa de estudios CTSyV, 2013, p.8). El propósito que presenta el programa de la materia de CTS y V, es: “Que los estudiantes participen en procesos de conocimiento y valoración críticos del papel que históricamente han tenido y pueden tener las ciencias y las tecnologías en la sociedad, para que aprendan a conocer críticamente, a valorar críticamente y a participar responsablemente en asuntos públicos relacionados con las ciencias o las tecnologías, de modo que asuman un papel proactivo en la construcción del desarrollo sustentable, la interculturalidad y una sociedad más justa” (Programa CTSy V, 2013, p.9). En el párrafo anterior vemos que el programa propone la historicidad de la ciencia y la tecnología, al referirse al papel que históricamente hatenido y puede tener, así como al plantear que se busca que el alumno conozca y valore críticamente, los diferentes aspectos de la ciencia y la tecnología a partir de los resultados prácticos que se presentan en la sociedad. También se puede identificar que una de las finalidades es la formación de la ciudadanía al referirse a la participación responsable, incluso afirma “que se debe impulsar una epistemología ciudadana” (Programa CTSyV, p.9), lo que a su vez busca la democratización de las decisiones que impactan en lo colectivo. La historicidad en el programa se presenta en forma general cuando se pretende que los estudiantes aprendan a conocer y valorar críticamente, a través de identificar y enjuiciar las intenciones, creencias, normas y valores que están en la base de las decisiones y acciones que tienen impacto en los individuos, las colectividades y el ambiente. Hasta este momento, en el programa se entiende que el eje transversal es la historicidad de la ciencia y la tecnología, pero más adelante menciona: 27 “Es necesario que el estudiante aborde los ámbitos de impacto de las ciencias y las tecnología, como limitan e impulsan el desarrollo sustentable, la interculturalidad y la justicia social, el estudiante debe construir una red con cinco conceptos fundamentales: desarrollo sustentable, sociedad y cultura, historicidad y ciencia y tecnología” (Programa, 2013, p.15). Al principio se entiende que se busca establecer la relación de la ciencia y la tecnología con el desarrollo sustentable con la interculturalidad y la justicia social. Pero después propone la construcción de cinco conceptos, donde la historicidad de ser eje rector pasa a ser un concepto más que se imparte en el tercer módulo. Al presentar una serie de conceptos fundamentales y subsidiarios, queda claro que en el programa se presenta una noción de historicidad, así es definida en el programa: …la participación personal en decisiones, así como las decisiones del poder público o del sector privado, tienen impacto en las demás, y que estas repercusiones pueden ser inmediatas o bien a mediano o largo plazo. Además cuando entiende que todas las decisiones están influenciadas por intereses, intenciones, creencias, valores y normas que son producto de una sociedad particular (Programa CTSyV, 2013, p.16). El programa hace referencia a la historicidad en un sentido de participación social, “…es una oportunidad para que el estudiante reflexione en qué tipo de sociedad quiere vivir y piense en la sociedad como proyecto colectivo” (Programa CTSyV, 2013, p.16). Y es difícil apreciar la reflexión, tanto del pasado como del presente para poder buscar alternativas para el futuro “De modo que para construir el concepto historicidad, el estudiante debe reconocer y valorar los argumentos y razones que apoyan decisiones que repercuten en la reiteración o, por el contrario, en la disrupción de las condiciones de vida” (p. 16). Se considera que la historicidad que propone el programa se aborda desde el ámbito de las ciencias sociales y no se alcanza a proponer claramente esta forma de ser que se presentó en los apartados anteriores, sin embargo sí se hace una breve mención a esto, La construcción del concepto historicidad responde al desafío de que los estudiantes transformen la historia en experiencia [Zemelman, 2005: 4-5] y, con 28 ello, que articulen el pasado por su influencia en el presente y lo que éste pueda aportar o repercutir en el futuro. (p. 16) Estos tres renglones son los que proponen la historicidad como una experiencia dejando en manos de profesores y alumnos la necesidad de ampliar esta noción e incluso la forma en que se logra transformar la historia en experiencia. Lo anterior no se ve como negativo o malo por sí mismo, sin embargo después del análisis y noción de historicidad presentada más arriba se considera necesario complementar la definición del programa para que no sea sólo un concepto a memorizar. Por otro lado, el programa genera confusión con la noción de historicidad, por una parte, la considera como un concepto que se construye a partir del estudio de relaciones … el estudiante construye el concepto historicidad cuando entiende que su participación personal en decisiones, así como las decisiones del poder público o del sector privado, tienen impactos en los demás, y que estas repercusiones pueden ser inmediatas, o bien a mediano o largo plazos. Además, cuando entiende que todas las decisiones están influidas por intereses, intenciones, creencias, valores y normas que son producto de una sociedad particular (Programa CTSyV, 2013, p.16). Así como del estudio de decisiones: Para construir este concepto se estudian decisiones relacionadas con las ciencias y tecnologías que han influido en la distribución de los recursos y la satisfacción de necesidades básicas, lo cual ha posibilitado o truncado el desarrollo de capacidades personales y colectivas y, por ende, el bienestar social ( p.16). Mientras que más adelante se refiere a la historicidad “Entendida como actitud” por medio de la cual el estudiante …comprender y explicar dos caminos distintos: A) que las sociedades pueden transitar de modos de convivencia, de formas de producción e instituciones que promueven la justicia social hacia formas que la estancan o inhiben. B) pero, en 29 sentido contrario, que las sociedades pueden transitar de formas de convivencia que estancan o impiden la justicia social hacia formas que la impulsen. (p. 16) Sin embargo, a pesar de que el programa señala de manera breve este carácter de actitud y experiencia, los contenidos procedimentales son concebidos como “actividades en que los estudiantes usen conceptos al indagar, conocer y valorar críticamente” (p. 23), es decir ya no es una actitud o una experiencia sino un concepto que se usa al realizar los dos procedimientos que define el programa, estos son a. Investigar. El estudiante conoce críticamente los impactos de las ciencias o las tecnologías en la sociedad cuando, mediante los conceptos de tercer nivel, se enfrenta a una decisión e investiga a lo largo de un proceso en que: 1) problematiza y 2) diseña un proceso para responder la pregunta; en función de ese plan 3) analiza y critica una cantidad limitada de fuentes diversas y selecciona la información útil; con base en ello 4) construye una respuesta y, finalmente, 5) concibe, prepara y realiza una estrategia para comunicar su investigación. (p. 24) b. Dialogar. El estudiante conoce y valora críticamente cuando, frente a una decisión en torno a la cual se genera una controversia y valiéndose de la red conceptual, toma parte en procesos dialógicos de (re)construcción de conocimientos orientados a la (re)negociación y consenso. (p. 26) En el programa se incluye una larga lista de actividades derivadas de estos dos procedimientos y se propone …que en las actividades de aprendizaje los estudiantes realicen procesos de investigación propios de las ciencias sociales y de las humanidades. Por ello se propone convertir algunas formas de investigación social y humanística en actividades de aprendizaje… (p. 31) 30 Estas actividades de aprendizaje se proponen de manera general para los tres módulos y no se aclara cómo es el procedimiento para “convertir la historia en experiencia” o articular pasado-presente-futuro. En el programa se propone que el docente elija las discusiones, es decir las controversias de la ciencia y la tecnología, y que el estudiante, a partir de lo planteado por el profesor aprenda a conocer y valorar críticamente y a participar responsablemente en asuntos públicos de ciencia y tecnología. En cambio, la propuesta que se plantea en este trabajo de investigación, pretende rescatar el carácter filosófico de la historicidad sin olvidar el vínculo con las ciencias sociales, para
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