Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS HISTORIA La lengua como símbolo de identidad en Santiago Jamiltepec Oaxaca: Estudios de casos de familias de diferentes generaciones Miguel Hernández Hernández Director de Tesis: Dr. Federico Navarrete Linares México D.F., mayo de 2009 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Agradecimientos Son muchas las personas que me ayudaron a la realización de este trabajo y cada una de ellas ha contribuido de distintas maneras, no sólo en mi formación académica, sino en lo que respecta a los valores y principios éticos para ser una persona sensible ante los problemas que se presentan en mi entorno. Por esa razón mis agradecimientos son especialmente: Al Dr. Federico Navarrete Linares por aceptar dirigir esta investigación, por su paciencia, así como por motivarme en el estudio de los pueblos indígenas de México y Latinoamérica durante el curso Descubrimiento y Conquista de América. Gracias por todo su apoyo y solidaridad. A la Dra. María Teresa Rodríguez y a la Dra. Marielle Pepin Lehalleur, por apoyar mi investigación al incorporarme como becario del proyecto Identidades y movilidades: las sociedades regionales en los nuevos contextos políticos y migratorios. Una comparación entre México y Colombia, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología social, el Institut de Recherche pour le Developpemen, el Instituto Colombia de Antropología e Historia y la Universidad Nacional de Colombia. Especialmente a la Dra. Marielle Pepin, con quien tuve la oportunidad de intercambiar puntos de vista en torno a la historia y características de las comunidades de la Costa Chica de Oaxaca, lugar en donde ella ha trabajado desde hace más de veinte años. Al Dr. Salomón Nahmad Sittón por invitarme a participar en el proyecto Estudios socioeconómicos en el área de estudio del aprovechamiento hidráulico de usos múltiples Paso de la Reina, Oaxaca, en donde conocí poblados y gente de los municipios de Santiago Jamiltepec, Santiago Tetepec, Villa de Tututepec y Tataltepec de Valdés, experiencia que me ha motivado a iniciar una formación en el campo de la antropología social. Le agradezco que comparta conmigo su experiencia en lo que se refiere al trabajo de campo y aspectos de la antropología aplicada en México. Al Mtro. Juan Julián Caballero, por su paciencia y su orientación en la búsqueda de bibliografía para acceder al terreno de los estudios de lingüística y sociología del lenguaje. Al Dr. Tomás Marcelo Ramírez Ruíz por haber tenido la paciencia de leer esta tesis, por sus valiosas aportaciones a mi investigación, apoyo y motivación. Al Lic. Artem Yakimov Silantieva por su paciencia y por los puntos sus puntos de vista sobre el tema de mi investigación. A la Lic. María Esther Piña Salazar, por su solidaridad como amiga, y por sus aportaciones y motivación para el estudio de los temas relacionados con la antropología y la historia. A mis padres, Miguel Hernández Velasco y María Cándida Hernández Serrano, quienes en todo momento me han apoyado, económicamente y moralmente para seguir adelante con mis estudios. Agradezco especialmente su cariño y solidaridad en los momentos más difíciles de mi vida y, sobre todo, su ejemplo al inculcarme valores como el trabajo, el respeto, la responsabilidad y la solidaridad. De manera muy especial agradezco su motivación por ayudarme a descubrir y redescubrir mis orígenes y filiación étnica indígena, por la lectura y asesoría que me dieron a lo largo de mi investigación. A mi hermana por todo su apoyo moral, amistad y solidaridad en momentos difíciles, por su valiosa ayuda en la revisión y corrección de estilo de mi tesis, así como por compartir intereses en común sobre el estudio de los fenómenos lingüísticos. A mi tío Graciano Hernández Velasco, por su ejemplo y motivación para el estudio de la historia y los distintos procesos sociales de nuestro país. A mis compañeros del Seminario de Tesis que dirige el Dr. Federico Navarrete por leer los avances de esta investigación desde sus inicios, por sus comentarios, sugerencias y aportaciones. A todas las familias de Jamiltepec que me ayudaron en la investigación de campo. Gracias a todos ellos por dejarme entrar en sus casas para compartir conmigo sus vivencias. Sin ellos esta investigación no se hubiera concretado. Al Mtro. Francisco Ziga, por su incondicional apoyo durante mis estancias en Santiago Jamiltepec. A Carmen Downing, de la Universidad de Arizona, por sus valiosos puntos de vista a mi investigación y su motivación para el estudio de la antropología. A mis amigos Huemac Escalona Lüttig y Emiliano Zolla Márquez por la lectura que hicieron de mi tesis y sus sugerencias. Y gracias a todos los amigos con los que he compartido inolvidables experiencias, especialmente para Isaac Acosta Fuentes, Huemac Escalona, Gerardo Espinosa, Raquel Acosta, Eleonora Eguilarduchi, Krivsova Juárez, Mirna Apodaca, Francisco Rangel, Alicia Hernández, Salvador Hernández, Ignacio García, Gabino Flores y Víctor Torres. A mi madre, María Cándida Hernández Serrano A mi padre, Miguel Hernández Velasco A mi hermana, Janet Roxana Hernández Hernández Índice Página Introducción 1 Capítulo I. Marco conceptual 7 I.1. Algunas ideas para entender el concepto de identidad étnica 7 I.2 ¿Quiénes conforman el mosaico étnico de Santiago Jamiltepec? 15 I.2.1 Mixtecos, Sundo’o, ra chiñuu, ña chiñuu e indios 16 I.2.2 Mestizos, gente de razón, ra to’o, ña to’o, ra toon nuya’avi, ña toon nuya’avi , ra to’o yuku y ña to’o yuku 20 I.2.3 Negros, morenos, ra toon ndu’uva, ña toon ndu’uva, ra toon ñu’uma, ña toon ñu’uma y toon nengu 21 I.2.4 Yanquis, yangui, gringos 23 1.3 Relaciones interétnicas en Santiago Jamiltepec 24 Capítulo II. Panorama histórico de Santiago Jamiltepec 32 II.1 Ubicación geográfica 32 II.2 Una aproximación a la historia de Santiago Jamiltepec 34 II.2.1 El periodo prehispánico 35 II.2.2 La Colonia. 37 II.2.3 Siglo XIX 39 II.2.4 Siglo XX 41 II.2.5 El INI en Santiago Jamiltepec44 II.2.6 Santiago Jamiltepec en las últimas décadas 48 Capítulo III. Lengua e identidad 52 III.1 La lengua como símbolo de identidad 52 III.2 Lenguas que se hablan en Santiago Jamiltepec y su interacción 60 III.3 Política lingüística del INI a partir de los años 50 65 III.4 La política del Centro Coordinador Indigenista de Santiago Jamiltepec 68 Capítulo IV. Cambio lingüístico y esferas del habla 73 IV.1 Familias y ámbitos de la comunicación 73 IV.2 Lengua y familia 77 IV.2.1 Transmisión de la lengua materna 77 IV.2.2 Comunicación entre la familia 80 IV.3 Lengua y educación 91 IV.3.1 Enseñanza bilingüe 91 IV.4 Lengua y comercio 94 IV.5 Lengua y religión 95 IV.5.1 ¿La lengua de Dios? 97 IV.5.2 El papel de la lengua en las mayordomías 99 IV.6 Valoraciones en torno a la lengua 101 IV.7 ¿Por qué dejar de hablar xiñi savi? 106 IV.7.1 Actitudes y valores en torno al xiñi savi 110 Conclusiones 117 Bibliografía 120 Índice de mapas, cuadros y gráficas 128 1 Introducción Esta investigación se realizó en Santiago Jamiltepec, comunidad que se encuentra en la Costa Chica del Estado de Oaxaca, y se caracteriza por las complejas relaciones que existen entre los indígenas y mestizos que ahí han vivido desde la época colonial. El tema central es acerca de cómo la actual situación lingüística entre buena parte de la población indígena ha cambiado, producto de situaciones que históricamente se han desarrollado en la comunidad; además, cuestiona si la lengua debe considerarse como un símbolo de identidad entre la población indígena. Tanto las relaciones interétnicas y la intervención institucional han tenido importantes repercusiones en un proceso de cambio y valoración de la lengua, sin embargo, a pesar de que hay una clara tendencia entre la población indígena al abandono de su lengua, todavía se siguen asumiendo como indígenas. Pero, ¿por qué hacer una tesis en donde se plantea la continua transformación del uso de una lengua dentro de un periodo y una comunidad específica? En primer lugar considero prudente que dentro del ámbito de los estudios históricos se tome en cuenta el análisis de otros fenómenos y elementos de la cultura del hombre, que se expresan de distintas maneras en los diversos microespacios, sobre todo localidades o pequeños poblados. Involucrarnos en la historia de estas localidades, y poner atención a algún aspecto de su cultura, como lo es la lengua, nos brinda un panorama de cómo situaciones internas, como la relación entre indígenas y mestizos, así como las externas, como las políticas implementadas desde el Estado, han tenido un fuerte impacto en la vida cotidiana de quienes viven ahí, sobre todo en un sector de la población. Por esas razones, conocer de cerca los aspectos que caracterizan a Santiago Jamiltepec mediante el trabajo de campo, ayudó a tener otra perspectiva sobre las generalizaciones que desde la historia o la antropología se suelen hacer. En esta tesis se explican algunas especificaciones que sobre sí mismos han hecho algunos miembros de la comunidad, desde la manera en que se autoadscriben, hasta lo que significa para ellos hablar una lengua indígena. 2 Si partimos de la idea de que la lengua es “el vehículo mediante el cual establecemos y vivimos nuestras más importantes relaciones humanas, al tiempo que sirve como instrumento fundamental para efectuar las más corrientes transacciones cotidianas”1 , tendríamos que tomar en cuenta que este sistema de símbolos está necesariamente vinculado con muchos aspectos de la vida de los hombres: relaciones entre los miembros de la sociedad, actividades ligadas a experiencias religiosas o estéticas, así como la interacción entre sociedades o comunidades que tienen lenguas diferentes. En este sentido la lengua se convierte en un símbolo que crea identidades o las modifica, está en permanente relación con los miembros de una comunidad, se manifiesta en ámbitos determinados y se encuentra en un constante proceso de cambio. Por tal motivo, los horizontes para el estudio de la lengua son múltiples, y en esta investigación se recurrió de manera importante a lectura de literatura que existe en torno a la lengua como fenómeno cultural. Esta investigación es el intento de un trabajo interdisciplinario en el cual, además de hacer uso de las metodologías propias de la historia, se incorporaron elementos metodológicos de la sociolinguistica o sociología del lenguaje, con el fin de contar con las herramientas para el análisis del cambio y desplazamiento lingüístico en una comunidad multiétnica en donde se hablan más de dos lenguas. La lingüística, por ejemplo, surge como una disciplina que pretende estudiar la lengua en su parte estructural, es decir, el estudio de aquellos elementos del lenguaje que están relacionados con la gramática2. Los lingüistas pretenden describir de manera precisa y adecuada la competencia lingüística3 de los hablantes mediante el análisis de los niveles gramaticales que conforman a cada lengua: fonético, fonológico, morfológico, sintáctico y semántico. En contraparte, después de la segunda guerra mundial se hicieron más evidentes las tendencias para emprender estudios en los que confluían tanto la sociología como la lingüística, dando como resultado la conformación de una disciplina concebida, en principio, como un subcampo de la lingüística 1 John Gumperz, Lengua y cultura, trad., Alberto Cardín, Barcelona, Anagrama, 1981, p. 9. 2 Siguiendo las ideas de Gumperz definimos la gramática como el sistema de reglas que gobiernan una lengua en su conjunto. Ibidem, p. 21 3 La competencia lingüística es el conocimiento, en ocasiones inconsciente, del uso de la gramática. 3 y la sociología. A partir de la década de los años sesenta el nuevo interés en los aspectos sociales de la lengua unió a estudiosos de diversas disciplinas. En este contexto la noción de sociolingüística atrajo a lingüistas, sociólogos y antropólogos, por citar algunos ejemplos4. La sociolingüística concibe al lenguaje como un acto social dentro de un contexto también social, y dada su naturaleza interdisciplinaria, la sociolingüística no es en absoluto monolítica. Las tendencias quedarían agrupadas de la siguiente manera: sociolingüística, psicolingüística social, antropología lingüística y sociología del lenguaje5, cada una con sus diferentes enfoques. En el marco de los estudios de la sociolingüística podemos distinguir tres vertientes, por un lado los estudios cuyos objetivos son puramente sociológicos, por otro, aquellos que en parte son sociológicos y en parte lingüísticos, y finalmente aquellos en que los objetivos son enteramente lingüísticos6. La sociología del lenguaje tiene mayor interés en los aspectos relacionados con lo social, ubicando, en comunidades donde se habla más de una lengua, las actitudes de la gente hacia su lengua, la interacción, desplazamiento y roles de la lengua en ámbitos de comportamiento lingüístico. En tanto que la lengua es un elemento de la cultura del hombre, en torno a ésta hay hechos sociales que se manifiestan y repercuten en la vida cotidiana de las personas que viven en una comunidad. Ésa es la principal razón por la que, en el ámbito de la historia, interesa hacer énfasis en la forma de pensar de los actores de estas historias, entender sus representaciones mentales, su comportamiento y la relación entre ambos.7 Uno de los principales intereses fue conocer en primer lugar, entre los indígenas de Jamiltepec, cómo se autoadscriben étnicamente,y cómo perciben los cambios que en torno a su lengua se han presentado en las últimas décadas. Para tener una idea de cómo se manifiestan estas representaciones mentales entre los indígenas, se 4 Dell Hymes, “Sociolingüística: estabilidad y consolidación” en Lastra, Yolanda, (coord.) Estudios de Sociolingüística, México, Universidad Nacional Autónoma de México – Instituto de Investigaciones Antropológicas, 2000. p. 40. 5 Joshua Fishman, Sociología del lenguaje, trad., Ramón Sarmiento y Juan Carlos Moreno, Madrid, Cátedra, 1979. p.14. 6 Peter Trudgill, “Sociolingüística y sociolingüística”, en: Lastra, Yolanda, (coord.) Estudios de Sociolingüística, México, Universidad Nacional Autónoma de México – Instituto de Investigaciones Antropológicas, 2000. p. 22. 7 Ortega Noriega, Sergio, “Introducción a la historia de las mentalidades” en El historiador frente a la historia. Corrientes historiográficas actuales, México, Instituto de Investigaciones Históricas – Universidad Nacional Autónoma de México, 1992, (Serie Divulgación I), pp. 87-96. 4 dio un seguimiento a diez familias, cada una compuesta por miembros de diferentes generaciones cuya condición socioeconómica también era diferente. Acercarse a la cotidianeidad de la gente es conocer muchos aspectos de su vida que los han hecho cambiar o valorar más la forma en cómo piensan, cómo se comunican o cómo perciben lo que pasa en el mundo. Además del seguimiento de estas familias, también nos involucramos en la cotidianeidad de toda la comunidad. Visitar los mercados, participar en las múltiples manifestaciones de la religiosidad, presenciar cómo viven y de qué hablan las familias, así como realizar visitas a las escuelas primarias o del nivel medio superior, permitieron entender el fenómeno que nos propusimos analizar. Por esa razón, una parte importante de la investigación se basó en lo que la gente pensaba acerca de su propio idioma, además, se pudo presenciar el hecho a partir de la observación participante, sin perder de vista que en un periodo de cincuenta años hubo constantes cambios y modificaciones en torno al uso y valoración de la lengua. Dichos cambios seguramente seguirán, dependiendo de las condiciones o circunstancias históricas. Por esa razón hicimos una delimitación generacional, ya que cada generación ha tenido diferentes experiencias, y de acuerdo con esas experiencias, se fueron acuñando distintos valores en torno a la lengua. Para acceder a las representaciones mentales de la gente en torno a su lengua fue de vital importancia la utilización de recursos metodológicos como la historia oral, sobre todo porque se trata de una historia inmediata en la que si bien la delimitación temporal en esta investigación comprende cinco décadas, la opinión y el rescate de testimonios de la gente de edad avanzada y algunos más jóvenes nos permitió conocer algunos aspectos de la vida pública, privada, familiar y cultural.8 En otro sentido, también se recurrió a la aplicación de encuestas, sobre todo porque los resultados obtenidos demostraron en términos cuantitativos la tendencia en el uso y desuso del la lengua indígena. Para la construcción de la historia de la comunidad se recurrió a la utilización de fuentes primarias y 8 Alicia Olivera, “La historia y la tradición oral” en La etnología: temas y tendencias. Coloquio Paul Kirchhoff, México, Instituto de Investigaciones Antropológicas - Coordinación de Humanidades - Universidad Nacional Autónoma de México, 1988, pp. 157-169. 5 secundarias. La consulta de documentos coloniales del Archivo General de la Nación y otros documentos de principios del siglo XX del Archivo General del Estado de Oaxaca permitieron esbozar los aspectos más relevantes de la historia de Santiago Jamiltepec y de la gente que ahí vive. Por otro lado, la lectura de etnografías, diarios de campo de antropólogos e informes del Instituto Nacional Indigenista ofrecieron un panorama de la situación de los indígenas durante las décadas de los años cincuenta y sesenta, justo cuando el indigenismo mexicano adquiría un papel importante dentro de las diversas políticas gubernamentales. Si bien la lengua es un símbolo más de identidad, ésta también se liga, como líneas más arriba explicamos, a contextos y ámbitos muy concretos: experiencias religiosas, educación y las relaciones entre los individuos (indígenas y mestizos), por citar sólo algunos ejemplos. El estudio de la lengua a partir de los ámbitos o esferas del habla ayudó a organizar y entender los procesos de conservación y desplazamiento de la lengua indígena. En virtud de todo lo que se mencionado anteriormente, en este trabajo hemos planteado las siguientes hipótesis: 1. Uno de los principales motivos del cambio en el uso de la lengua entre los indígenas son, por un lado, las complejas relaciones interétnicas entre indígenas y mestizos. Estas relaciones, desiguales desde el momento del contacto con los españoles, han tenido diversas expresiones: desde la violencia hasta el cambio de los símbolos identitarios entre la población indígena. Muchos indígenas (sobre todo los de generaciones más jóvenes) han respondido con estos cambios como una manera de protegerse de la discriminación de la que fueron objeto por mucho tiempo sus padres o abuelos. 2. Por otro lado, la intervención institucional, a través de los Centros Coordinadores Indigenistas del Instituto Nacional Indigenista, fue central no sólo en el cambio lingüístico de la población, sino en las relaciones sociales y económicas. Las políticas institucionales fueron integrales, y no sólo abarcaron la implementación de la educación bilingüe, sino que se crearon caminos que aceleraron los procesos migratorios e hicieron más dinámicos los procesos productivos de la región. El desarrollo de 6 las vías de comunicación y el crecimiento de la comunidad generaron nuevas necesidades entre la población, además, modificaron los espacios en donde solían interactuar tanto indígenas como mestizos. 3. El cambio lingüístico es un hecho, y seguramente los cambios seguirán. Bajo este contexto, las distintas generaciones indígenas han asignado un valor específico a su lengua materna, y la usan dependiendo de ámbitos o esferas específicas en la que cada miembro se desenvuelva en su cotidianeidad. 4. Si bien la lengua se consolidó por mucho tiempo como un símbolo de identidad, en la actualidad sería riesgoso afirmar que la lengua esté acompañada a la adscripción étnica, por lo menos en el caso de Santiago Jamiltepec. Aunque las nuevas generaciones han mostrado una preferencia hacia el español, siguen asumiendo su identidad como indígenas. Esta investigación está organizada de la siguiente manera: en un primer capítulo se exponen los conceptos básicos en relación con la identidad y autoadscripción étnica, además, se construyeron, a partir de la experiencia en campo, categorías étnicas específicas, las cuales son usadas entre la población de Santiago Jamiltepec. También se explica la particularidad de las relaciones interétnicas en este poblado. En el segundo capítulo se desarrolla un bosquejo histórico de las relaciones que han existido entre indígenas y mestizos desde el periodo colonial hasta nuestros días. En el tercer capítulo se plantean aspectos en torno a la lengua como un símbolo identitario, así como la descripción de las lenguas que se hablan en Santiago Jamiltepec y las políticas de educación bilingüe que se impulsaron desde la década de los años cincuenta. Finalmente, en el capítulo IV, se expone la situación del uso y valoración de la lengua indígena en los distintos contextos o ámbitos de las esferas del habla. En este capítulo se da un peso importante a los testimonios de los miembros de lasfamilias involucradas directamente en la investigación, y se plasman diversas ejemplificaciones de cómo la gente utiliza una u otra lengua. 7 Capítulo I. Marco conceptual I.1 Algunas ideas para entender el concepto de identidad étnica En este capítulo se hará un breve esbozo de algunos conceptos e ideas en torno a la cuestión identitaria y la etnicidad con el fin de construir un corpus que complemente el planteamiento en torno al cambio lingüístico que se ha presentado en Santiago Jamiltepec en las últimas décadas. En este trabajo se propone como hipótesis central que las relaciones interétnicas en la comunidad y la intervención institucional son los principales elementos que han propiciado un cambio lingüístico entre los indígenas. Partiendo de algunas definiciones centrales, se establecerán algunas categorías étnicas que utilizaremos a lo largo de esta investigación. México es un país multicultural, conformado históricamente por diversos grupos étnicos que han reinventado su identidad a lo largo de una serie de procesos históricos. Hablar de la identidad y la etnicidad de estos grupos suele ser un tema muy complejo entre quienes se dedican a estudiar estos pueblos. Los antropólogos que han realizado etnografías y estudios acerca de las tradiciones y relaciones sociales al interior y entre de cada grupo suelen establecer categorías que, considero, se han aplicado erróneamente para designar a los distintos grupos étnicos del país. Tradicionalmente las consideraciones del otro, sin tomar en cuenta las especificidades y características que se presentan al interior de un mismo grupo étnico, tienden a crear, basados en apariencias inmediatas, estereotipos y generalizaciones que dejan de lado la diversidad que puede existir al interior de una comunidad. Al respecto, Susana B.C De Valle, al igual que otros académicos, ha planteado una crítica hacia las formas en las que tradicionalmente se han realizado estudios sobre los otros, estudios que en gran medida se han desarrollado en centros académicos por parte de científicos sociales que ubican a los estudiados como actores pasivos frente a un mundo que está en permanente cambio, y no toman en cuenta que éstos 8 están directamente involucrados en la conformación de su identidad y en su distinción con respecto a otros grupos 9. En este sentido, para nuestro estudio, es necesario entender los conceptos de la identidad étnica y la etnicidad para establecer criterios y algunas categorías para el grupo étnico del cual hablaremos a lo largo de esta investigación. No abundaremos sobre los orígenes de las distintas teorías y enfoques que existen en torno a la identidad y las identidades étnicas, sólo se expondrán algunos conceptos, sobre todo los planteados por Miguel Alberto Bartolomé, Gilberto Giménez, Héctor Díaz Polanco y Federico Navarrete. La manera en la que los grupos humanos, ya sea de manera individual o colectiva, definen lo que son y establecen una distinción con aquellos que son diferentes a ellos es un primer nivel de identidad. De esta manera se conforma no sólo una identidad, sino muchas10 en las que personas o grupos humanos están definidos por su condición social, económica o su pertenencia a algún grupo religioso, por citar algunos ejemplos.11 Por lo general, la identidad involucra aspectos ligados a la subjetividad y experiencias emocionales que de manera individual o colectiva van estableciendo lazos más fuertes a nivel afectivo o de compromiso con un grupo en particular. Pero hay un aspecto fundamental en la construcción de las identidades, a saber, que la identidad o identidades son parte de relaciones sociales y se conforman como el “resultado de un proceso de identificación en el seno de una situación relacional”12, es decir, que se conforman con el fin de la diferenciación con respecto a otros grupos humanos. Gilberto Giménez plantea al respecto que “la voluntad de distintividad, demarcación y autonomía, inherente a la afirmación de identidad, 9 Susana Devalle, B.C., “Concepciones de la etnicidad, usos, deformaciones y realidades, en Los retos de la etnicidad en los estados-nación del siglo XXI, Leticia Reina, coordinadora, México, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Instituto Nacional Indigenista, Miguel Ángel Porrúa, 2000, p. 36,37. 10 Miguel Bartolomé, Gente de costumbre y gente de razón. Las identidades étnicas en México, México, Siglo XXI – Instituto Nacional Indigenista, 1997, p 42-43. 11 Federico Navarrete Linares, Las relaciones Inter–étnicas, México, Universidad Nacional Autónoma de México – Coordinación de Humanidades – Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades – México Nación Multicultural, 2004, (Colección la Pluralidad Cultural en México # 3), p. 24. 12 Gilberto Giménez, “Identidades étnicas: estado de la cuestión”, en Los retos de la etnicidad en los estados-nación del siglo XXI, Leticia Reina, coordinadora, México, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Instituto Nacional Indigenista, Miguel Ángel Porrúa, 2000, p. 54. 9 requiere ser reconocida por los demás actores para poder existir socialmente”13, es decir, para ser percibido como distinto. Cuando las características que identifican y unen a los grupos humanos rebasan el plano individual, y se crean identidades colectivas más estables, el concepto de identidad adquiere otra connotación. De esta manera Federico Navarrete plantea que “cuando una identidad colectiva sirva para definir una comunidad política se le llama “identidad étnica”.”14 Cada individuo o grupo étnico define lo que es en función de algunos rasgos culturales que comparte, como por ejemplo, lengua, indumentaria, prácticas religiosas, organización social y política, así como una historia común.15 La identidad puede ser maleable, y al respecto es interesante el planteamiento hecho por Miguel Bartolomé sobre la identidad instrumental, la cual se “invoca en un momento determinado para la obtención de algún fin y concluida la interacción vuelven a un estado de latencia.”16 Algunos grupos étnicos o personas han utilizado alguno de estos rasgos culturales para obtener algún beneficio, y así lo demuestra el siguiente testimonio: Pues haber si no me lo pongo en estos días [su indumentaria tradicional]. Tengo nuevo traje que apena lo hice. Sí. Esos hombres con cotón ya no se ven mucho, y esos son los que valen más. Eso es lo que debo de hacer yo, cargar cotón y saber leer. Eso es mi pensamiento que se ve bonito así: una gente de cotón que habla bien castellano y sabe leer. Eso vale mucho yendo con la autoridad. Como la vez pasada, dice, que los señores mestizos cuando querían ser comisariado, ello se pusieron cotón y calzón y fueron con el presidente de la república, dice; pero cuando le hablaron con el presidente, pue’, estuvo bien porque ellos hablan castellano, dice. Pero después ellos, dice, estaban oyendo que ellos estaban platicando puro castellano, que no platicaban la idioma, no platicaban idioma y dicen, pues éstos no son indios. Fue cuando quería ser comisariado el difundo Monchi Reyes, pue’. Se vistieron dice. Los mestizos se vistieron de indio y fueron, dice. Así dicen unos señores que tal vez se dieron cuenta, pue’. No ves que cuando van a hablar con lo grande, lo toman foto, lo toman así, y por eso sabe la gente. 17 13 Idem, p. 56. 14 Navarrete, op, cit., p. 25. 15 Algunos grupos étnicos comparten elementos que ayudan a conformar una historia y origen común. Un ejemplo de esta situación son los mitos de origen o de fundación, en los cuales se narran las historias sobre cómo se formaron sus comunidades. 16 Miguel Bartolomé ejemplifica de la siguiente manera: “Tambiénilustrativo es el caso de los indígenas que cambian su indumentaria tradicional al llegar a los pueblos mestizos o, a la inversa, el caso del vendedor de artesanías que recurre a la indumentaria étnica para vender su diferencia. La manipulación o negociación de la identidad que se produce en las fronteras de interacción es instrumentalmente orientada hacia la satisfacción de fines inmediatos. Esta práctica da cuenta tanto de la rigidez social como de la ambigüedad ideológica que tipifican dichas fronteras.” Bartolomé, op, cit., p. 71. 17 Entrevista con Antonio Merino de la Cruz, Santiago Jamiltepec, Municipio de Santiago Jamiltepec, Oaxaca, julio de 2006. 10 Por otro lado, también es necesario hacer una distinción entre identidad étnica y etnicidad. La primera se conforma, como ya se ha planteado, a partir del cúmulo de características o rasgos culturales que comparten de manera colectiva un grupo de personas. En cambio, la etnicidad, es la “identidad en acción”18 y es una manifestación política de lo étnico que permite la visualización de contrastes entre los distintos grupos sociales que interactúan en las sociedades. Esta condición se puede observar con mejor claridad en las sociedades que se han caracterizado por su configuración multiétnica, en la que ellas mismas van delimitando los rasgos que las diferencian entre sí.19 La etnicidad, como se verá líneas adelante, “debe verse como un proceso cuyos significados sólo pueden comprenderse en contexto, evolucionando en el curso de la historia en circunstancias sociales específicas de un pueblo dado”.20 Este complejo proceso da origen a lo que los estudiosos sobre el tema han denominado relaciones interétnicas. Éstas relaciones se han constituido a lo largo de la historia de las sociedades multiétnicas, y prácticamente ningún pueblo escapa a la experiencia. Como lo ha planteado Federico Navarrete, las relaciones interétnicas son “relaciones de poder, es decir, que son relaciones de dominación política, de control social y de explotación económica.”21 Las diferencias en el ámbito económico o político adquieren una mayor relevancia en el contexto de las relaciones interétnicas precisamente a partir de que un grupo en una sociedad multiétnica es el que mantiene el control político o económico, presentándose así una compleja interacción que lleva a cada grupo a reafirmar su identidad étnica, adaptarse a la realidad que esté viviendo, o redefinir su rasgos identitarios y culturales.22 Las relaciones interétnicas han sido una manifestación de las sociedades humanas a lo largo de la historia, y se han caracterizado por un constante cambio. En México, estas relaciones existen desde antes de la llegada de los españoles y han dado origen a complejos fenómenos entre las sociedades que han coexistido a través de la historia. Bajo este planeamiento, es importante destacar, como lo hace Federico Navarrete, que 18 Bartolomé op. cit., p. 76. 19 Ibidem. 20 De Valle, B.C. op. cit., p. 38. 21 Navarrete, op. cit., p. 31. 22 Idem, p. 32. 11 El carácter histórico de las relaciones interétnicas nunca debe olvidarse, pues sólo se les puede entender dentro de su contexto temporal y geográfico. Por ello, para comprender cuáles son las relaciones interétnicas entre indígenas y mestizos, y el significado mismo de estas categorías étnicas en el México contemporáneo, no tiene sentido analizar la historia de los indígenas por separado de la de otros grupos de la población nacional, sino que antes que nada, analizar las relaciones de dominación política, diferenciación y segregación social, y explotación económica que definen y separan hoy a ambos grupos.23 En el contexto de las relaciones interétnicas no existe una identidad étnica autentica o única, y es, sobre todo, en los Estados multiculturales donde los distintos grupos étnicos se han adaptado a sus nuevas circunstancias; se han redefinido en función de sus nuevas necesidades bajo la lógica, en algunos casos, de que para “poder seguir siendo hay que dejar de ser lo que se era”24. Lo que los investigadores sociales han llamado etnogénesis son precisamente esos procesos de actualizaciones identitarias o procesos de reetnización “expresados como movimientos de recuperación cultural que protagonizan colectividades étnicas preexistentes, pero cuya presencia social había estado un tanto oculta por la ausencia de manifestaciones explícitas”.25 Son distintos los niveles y los grados de adaptación que han impulsado los diferentes grupos étnicos de nuestro país, y los casos están determinados por los contextos históricos y las dinámicas que se presentan en el marco de las relaciones interétnicas. Gilberto Giménez plantea que, por ejemplo, “una modalidad extrema de estrategia de identificación consiste en ocultar la propia identidad para escapar a la discriminación, al exilio e incluso a la masacre”. Es común que en comunidades donde las relaciones interétnicas han generado climas de confrontación violenta o en las que un grupo haya mostrado intolerancia frente a los rasgos culturales de algún grupo étnico, los procesos de reconfiguración étnica tienen diferentes manifestaciones. Mientras hay algunos grupos étnicos que cambian radicalmente y hacen a un lado algunos aspectos culturales como la lengua o la indumentaria, otros conforman un discurso y prácticas que reafirman todo aquello que se estaba perdiendo, como 23 Idem, p. 33. 24 Bartolomé, op. cit., p. 72. 25 Miguel Alberto Bartolomé, “Los rostros étnicos de México; relaciones interétnicas, identidades y autonomías,” en Visiones de la diversidad. Relaciones interétnicas e identidades indígenas en el México actual, Vol. 1, Miguel Alberto Bartolomé (coord.), México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 2004, p. 52. 12 la lengua. Por otro lado, puede presentarse un transito étnico (como lo llama Miguel Bartolomé) en el que, por ejemplo, un indígena, si los medios materiales se lo permiten, renuncie a su cultura tradicional y se incorpore al sector mestizo; sin embargo, no sucede lo mismo entre los mestizos, ya que es difícil que los mestizos quieran asumir un estilo de vida indígena, a menos que reivindiquen su pasado indígena bajo la idea de conformar una nueva identidad que, como se ha visto en la historia de México, los coloque en una posición de herederos de una cultura ancestral y formadores de la moderna nación mexicana.26 Ahora bien, es interesante ver que aunque hay personas que se autoadscriben como mestizos, sus prácticas cotidianas tienen muchos aspectos relacionados con lo que comúnmente se denomina lo indígena. En algunas comunidades de la Costa Chica de Oaxaca, por mencionar algunos ejemplos, hay pueblos que tienen estilos de vida y prácticas similares27 a las de los pueblos indígenas. Los procesos de etnogénesis y redefinición de las identidades étnicas están enmarcados en un contexto de relaciones interétnicas y se presentan en momentos específicos a lo largo de la historia. La situación se hace más compleja cuando aparecen políticas implementadas desde el Estado hacia los distintos grupos étnicos, cargados de un interés ideológico para construir una nueva identidad o incorporar a éstos grupos a la nación. En México, después de la Revolución mexicana, las políticas para “mexicanizar a los indios” fueron parte de un proyecto ideológico-político para conformar una nueva identidad nacional que legitimaría el mestizaje cultural. De esta forma, como lo señala Bartolomé, “aculturación y cambio fueron considerados dos sinónimos de evolución y desarrollo”.28 Estas políticas al ser implementadas generaron notables cambios en el seno de muchas comunidades indígenas. Uno de los más visibles es, sin duda, el proceso de castellanización,que en muchas 26 Al respecto se pueden revisar los planteamientos que ha hecho Federico Navarrete en el sentido del papel que han tenido las configuraciones de nuevas identidades a lo largo de la historia de México. Al igual que Miguel Bartolomé coinciden en el peso histórico y simbólico de cada uno de los grupos étnicos, sobre todo el de indígenas, usualmente vistos como arcaicos frente a la modernidad, vinculada con los mestizos. 27 Los aspectos mágicos-religiosos, de organización social y política, así como las prácticas de subsistencia son algunas de las más notables. Esto se puede ver en poblados que pertenecen a municipios como Santiago Tetepec, Santa Cruz Tututepec y dentro del mismo municipio de Santiago Jamiltepec. 28 Miguel Bartolomé, Gente de costumbre y gente de razón. Las identidades étnicas en México, México, Siglo XXI – Instituto Nacional Indigenista, 1997, p. 28. 13 comunidades ya ha generado un paulatino desplazamiento de la lengua materna para utilizar el español como la lengua de uso cotidiano y de mayor prestigio. Un aspecto importante de tomar en cuenta en la reconfiguración de las identidades étnicas a lo largo de la historia es la situación socioeconómica que se presenta a nivel mundial. Lo que se ha denominado como globalización29 es un proceso histórico que ha generado un dinamismo en las configuraciones étnicas. Al respecto, Díaz Polanco plantea que …durante un tiempo se pensó que, en el marco de la globalización, los brotes de particularismo, de nacionalismo, de afianzamiento de identidades étnicas, etcétera, eran precisamente los últimos estertores de la diversidad moribunda que, puesto que iban a contracorriente de la globalización, debían considerarse como “anomalías” pasajeras. Muy pronto se ha debido aceptar que no se trata de rarezas anacrónicas; e incluso que la proliferación de localismos y el renacimiento de las identidades a principios del siglo XXI no sólo no son ajenos a las tendencias centrales que estimula la globalización, si no que son consecuencia de ésta, aunque ciertamente inesperada para ciertos enfoques.30 Aunque se ha pensado que la globalización tiende a generar la homogeneidad cultural, en los hechos hay un “renacimiento de identidades” en muchas regiones del mundo. Este florecimiento identitario, plantea Díaz Polanco, “se manifiesta a menudo bajo la forma de luchas culturales – nacionales, étnicas, religiosas, regionales –, con intensidad y escala variables”. En algunos casos, algunos grupos étnicos han recurrido a radicalismos que han llevado a la confrontación entre etnias o contra los Estados. A partir de los elementos que se han expuesto, concluimos que: 1. La identidad, en un primer nivel, se conforma a partir de una serie de rasgos culturales que en un plano individual o grupal definen a las personas. No hay una identidad única, sino muchas que se conforman, cambian y se reinventan a lo largo de la historia. 2. Es una construcción social, en la que los grupos buscan diferenciarse de los otros para reforzar sus lazos en el nivel afectivo y de compromiso 29 La globalización es un proceso que se presenta precisamente a partir de los procesos de expansión y se inaugura con la era moderna, a partir del siglo XVI. 30 Héctor Díaz Polanco, Elogio de la diversidad. Globalización, multiculturalismo y etnofagia, México, Siglo XXI– El Colegio de Sinaloa, 2006, p. 133. 14 con el grupo. Para esto se pueden resaltar condiciones subjetivas u objetivas, las cuales forman un cuerpo de aspectos culturales que hacen posible la identidad y crean un sentido de pertenencia. Bajo éstas premisas se conforma la identidad étnica. 3. La interacción de los distintos grupos que han conformado su propia identidad étnica, se da en un proceso mucho más amplio y se establecen relaciones interétnicas entre los grupos definidos; éstas son relaciones de poder que se han ido desarrollando a lo largo de la historia y se manifiestan de diferentes formas, dependiendo de la historia y el contexto en el que interactúen los diferentes grupos que han conformado su identidad étnica. Las relaciones interétnicas son relaciones de poder, que están directamente relacionadas con los ámbitos económicos y políticos, en los que alguno de los grupos étnicos que coexisten se impone sobre otro, generando momentos de fricción o negociación. 4. El complejo sistema de relaciones interétnicas ha hecho posible la formación de complejos procesos de redefinición identitaria, cambio, o adaptación de los grupos étnicos. Estos procesos no son aislados y obedecen a las condiciones históricas de cada grupo. 5. Los cambios y redefiniciones étnicas han sido una constante, desde el momento en que entran en contacto dos o más grupos étnicos, pero estos cambios son originados por las propias relaciones de poder. Un grupo se puede ir adaptando a las nuevas circunstancias que le toque vivir, pero también puede reafirmar su identidad y entrar en el escenario de las luchas y reivindicaciones por su derecho a ser diferente. La etnogénesis es un elemento a considerar en el análisis que vamos a hacer ya que se parte de la idea de que un grupo puede configurar una nueva identidad al reafirmar sus orígenes, retomar sólo algunos aspectos de su cultura y también absorber y apropiarse de elementos de la cultura de otros grupos. 15 Hasta aquí se han esbozado algunos conceptos en torno a la identidad étnica con la finalidad de conformar las categorías étnicas que existen en Santiago Jamiltepec, lugar en donde se ha desarrollado nuestra investigación. Las relaciones que ahí se han presentado a lo largo de la historia son complejas y han tenido importantes repercusiones en la conformación de la identidad étnica de los grupos indígenas. Los cambios se han presentado en distintos ámbitos: lengua, indumentaria, situación laboral, económica y de prestigio social. I.2 ¿Quiénes conforman el mosaico étnico de Santiago Jamiltepec? Santiago Jamiltepec es una comunidad multiétnica, y los estudios realizados por distintos investigadores sociales han propuesto que se conforma por mixtecos de la costa, mestizos y población afromexicana, sin embargo, nosotros plantearemos algunas categorías étnicas más precisas y que son producto de la investigación de campo realizada a lo largo de los años 2006 y 2007, además de poner especial atención en las relaciones que se han dado entre los grupos que forman parte de este amplio mosaico étnico. En el año de 1954, Julio de la Fuente en su trabajo Investigaciones en Jamiltepec planteaba que en la región de la Costa Chica coexistían los siguientes grupos étnicos: 1.- Los naturales, son indígenas propios de la región general, que constituyen la mayoría de la población. Habitantes de pueblos y comunidades más pequeñas, se encuentra también residiendo permanente en ciudades (Pinotepa Nacional, Jamiltepec, Putla). Distínguense entre ellos: a) los mixtecos; b) los tacuates, grupo particular de los anteriores; c) los amuzgos; y d) los triques. 2.- La gente de razón. Menos numerosos que los anteriores, son mexicanos o mestizos, habitantes generalmente de ciudades y villas 3.- Los morenos o negros. El primer término es el favorecido por el propio grupo. Habitantes de pequeñas comunidades costeras, son los afro-mexicanos, de cultura semejante a la gente de razón y de habla nacional. Menos numerosos que los anteriores. Debemos mencionar todavía a los siguientes: Los mixtequitos. Son los indígenas de la Mixteca Alta, a quienes se encuentra más bien como visitantes que como residentes, que llegan en viajes de comercio. Constituyen un tipo especial de indígena. Los yanquis. Son un tipo particular de gentes de razón mexicanas o extranjeras, habitantes de regiones lejanas,representados regionalmente por pocas gentes. 31 31 Julio de la Fuente, Investigaciones en Jamiltepec, Texto mecanografiado, México, Instituto Nacional Indigenista, 1955, p. 5. 16 Estas son las categorías étnicas que, por lo general, utilizan quienes han realizado distintos estudios en Santiago Jamiltepec, dejando de lado la manera en que cada uno de estos grupos las utilizan para autodefinirse y para definir a los demás. Al tratarse de una sociedad multiétnica, los parámetros para la definición son complejos ya que ésta varía de acuerdo con una serie de características muy específicas entre los habitantes: pertenencia a un grupo étnico determinado, edad y, en muchas ocasiones, situación económica y política. I.2.1 Mixtecos, Sundo’o, ra chiñuu, ña chiñuu e indios Los mixtecos, a quienes genéricamente se les llama Ñuu savi 32 (pueblo de lluvia), son el cuarto grupo étnico más numeroso en nuestro país y se encuentran asentados en el noroeste del estado de Oaxaca, el extremo sur del estado de Puebla y en una franja en el oriente del estado de Guerrero33. Esta categoría étnica se ha aplicado a este grupo sin distinguir sus peculiaridades y la forma en la que se autodenominan. En Santiago Jamiltepec los indígenas tienen formas muy específicas de autodefinirse. La gente de mayor edad suele autodefinirse como Sundo’o haciendo alusión al personaje mítico que fundó Jamiltepec: Casando’o. También se autodefinen como ra chiñuu (para el caso de los hombres) y ña chiñuu (para el caso de las mujeres). Para referirse a un hombre se emplea la palabra ra, y para una mujer, ña. El término ñuu traducido al español significa pueblo, lo cual haría alusión a que alguien es del pueblo. No existe una conciencia para autodefinirse como mixtecos, incluso, muchos jóvenes o personas cuyas edades oscilan entre los cuarenta o cincuenta años suelen definirse como indios y no como mixtecos. De esta manera se puede apreciar que, para el caso de los indígenas de Jamiltepec, existen dos niveles de distinción: la que se da entre los indígenas originarios de Santiago Jamiltepec, y la que se da en relación con los indígenas 32 Es preciso aclarar que en cada uno de los pueblos mixtecos existen formas distintas de autodenominarse. 33 Dubravka Mindek, Mixtecos, México, Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas - Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 2003, (Pueblos Indígenas del México Contemporáneo) p. 5. www.cdi.gob.mx http://www.cdi.gob.mx/ 17 de otros poblados. Al interior son dos las categorías étnicas: En la primera están los ra chiñuu (para los hombres) y ña chiñuu (para las mujeres). Estos términos están planteados bajo la lógica del idioma, que genéricamente ha sido designado por los lingüistas y antropólogos como mixteco, al igual que el grupo étnico que lo habla. Sin embargo, aquí también valdría la pena detenernos para decir que los ra chiñuu y ña chiñuu llaman al idioma que hablan xiñi savi: xiñi significa cabeza, mientras que savi, significa lluvia, es decir, que los ra chiñuu y ña chiñuu hablan el idioma cabeza de lluvia, término que definitivamente tiene poco que ver con lo que han planteado los lingüistas. Estas categorías son las que se utilizan entre la gente mayor de cincuenta años, quienes por lo general siguen hablando el xiñi savi como lengua de comunicación cotidiana. Son sobre todo las personas monolingües las que todavía recurren al uso de este tipo de distinción. La segunda categoría está definida en función de las generaciones más jóvenes, sobre todo entre las personas que tienen menos de cincuenta años. Aunque en su idioma se autodefinen como ña chiñuu o ra chiñuu, al ser el español la lengua de uso cotidiano, se plantea otro nivel de adscripción, utilizando el término indio. Cuando uno habla con algún indígena bilingüe de Jamiltepec, generalmente más joven, y se le pregunta cómo se autodefine, éste responde que es indio o indígena. No recurre al término mixteco, ni a los de ra chiñuu o ña chiñuu, expresados en el idioma xiñi savi. Por otro lado, los mestizos se refieren a los ra chiñuu y ña chiñuu como indios; para referirse a ellos no usan los términos indígenas o mixtecos. Es de llamar la atención que los ra chiñuu más jóvenes recurren a la misma distinción generada por los mestizos, es decir, indio. Esto, considero, puede deberse fundamentalmente a dos factores: a un proceso en el cual los indígenas más jóvenes han retomado la definición creada por el grupo mestizo respecto a sus antepasados y a ellos mismos, y a que los indígenas prefieren que les llamen indios porque el concepto de mixteco esta asociado a la inferioridad. El segundo nivel de distinción se da entre los indígenas de la región que viven en distintos poblados cercanos a Jamiltepec. El término mixteco se ha convertido en un concepto asociado a la inferioridad, por ejemplo, los ra chiñuu, ña chiñuu o indios de Santiago Jamiltepec al referirse a los mixtecos de la Mixteca Alta o de la Mixteca Baja, emplean el término mixtecos o 18 mixtequitos34 o, en el idioma xiñi savi, to’o teku (to’o es un término peyorativo que identifica al que viene de afuera, y teku es equivalente a decir mixteco en xiñi savi). Por lo tanto, los to’o teku serían los que vienen o viven en la montaña, situación que es verdadera ya que estas personas provienen de las serranías, conocidas como la región de la mixteca alta. La interacción con los miembros de este grupo era más dinámica décadas atrás, ya que estos to’o yuku o mixtequitos solían llegar a Santiago Jamiltepec para establecer relaciones de comercio y de intercambio de productos. En la actualidad siguen llegando, pero las relaciones ya no son tan intensas. Por otro lado, a quienes viven en Ixtayutla también suelen decirles mixtequitos o tacuates35, en idioma español, pero en xiñi savi se emplea el término ra nvaa o ña nvaa, palabra de la que no pude obtener un significado. Para referirse a los pobladores de otros pueblos suele utilizarse el término o nombre del lugar. Por ejemplo, Dooyu’u es el nombre en mixteco que se emplea para designar al poblado de Pinotepa de Don Luis. Si alguien de Jamiltepec se refiere a un hombre de Pinotepa de Don Luis lo hará de la siguiente forma: ra Dooyu’u; y si es mujer: ña Dooyu’u. Lo mismo sucede con alguien de Comaltepec: ra Yukutyiyo, o ña Yukutyiyo. Santiago Pinotepa Nacional es otro poblado cercano a Santiago Jamiltepec y con el que se mantienen importantes relaciones comerciales. El nombre de Pinotepa es Ñuu Oko, o Ñioko. El significado es complejo, ya que Ñuu significa pueblo y Oko es la palabra para designar el número veinte; lo cual equivaldría a decir Pueblo Veinte. A quienes viven ahí se les dice ra Ñuu Oko o ña Ñuu Oko. San Andrés Huaxpaltepec es otra comunidad cercana, a 20 kilómetros de Jamiltepec. El nombre que se le asigna a esta comunidad es Xiñi Tikyi: xiñi es cabeza, mientras que tikyi es iguana, es decir, Cabeza de Iguana. A quienes viven en este lugar se les denomina como ra xiñi tikyi o ña xiñi tikyi. Pero también existe 34 Este término lo pude observar durante una estancia de trabajo de campo en el año 2006. Por otro lado, Julio de la Fuente, desde la década de los años cincuenta, refiere que “Los mixtequitos –cuyo número es pequeño, de dos o tres gentes en una comunidad, en un momento dado- son vistos con menosprecio por todos los grupos anteriores, por su desaseo y miserable vestir, pero se les identifica como mixtecos de habla”. De la Fuente, op. cit., p. 2. 35 Aquí hay que hacer la siguiente aclaración: durante muchos años a los indígenas que viven en Santiago Ixtayutla se les había identificado como mixtecos, sinembargo, en las últimas décadas se han realizado algunos estudios en los cuales se indica que los pobladores de ese pueblo se autodefinen como tacuates y no como mixtecos, aunque pertenezcan al mismo grupo lingüístico. 19 una palabra con la que se designa a los indígenas que no son de Jamiltepec: ra shee o ña shee. Este término es usado de manera despectiva a todo aquel indígena de la región. Aunque en el trabajo de campo no se pudo obtener una definición de la palabra shee, la única definición indicó que significa buche de de iguana. Pareja de ancianos indígenas de Santiago Jamiltepec Foto: Miguel Hernández Hernández, 2006. Los emblemas identidarios están basados en el lugar de residencia, en el pueblo y no tanto en la denominación del grupo étnico en la cual antropólogos, lingüistas e historiadores los han clasificado. La conciencia de identidad, entonces, está muy apegada a la localidad. Esto no descarta la posibilidad de que exista empatía con miembros de otras comunidades, como la relación que hoy en día hay entre los tata mandones36 de Santiago Jamiltepec y los de Santa Elena Comaltepec, quienes durante las fiestas de sus respectivos pueblos establecen un intercambio basado en la visita y ofrendas a los santos de cada comunidad: Y es cierto que así fue la gente grande; nuestros viejos abuelos, nuestros padres, abuelas; y así anduvieron haciendo promesas, en cada pueblo, en cada silla [se refiere a otros pueblos]; donde están los hermanos; pero con qué alegría van con todos sus hermanos y todos sus compañeros! Y en ese momento y en esa hora esa es la ley y esa es la costumbre; y se quedó con nosotros los pobres, aquí en la tierra. Y así que nos quedamos en la tierra para que estemos juntos con nuestros hermanos; eso es lo que nos dejaron los viejos que se murieron. Y es cierto que ya no están aquí y ya no viven: todos se perdieron, todos se apagaron. 36 Los tatamandones, o tatamandoñi (en xiñi savi) son un grupo de ancianos y personas en edad adulta que son parte del sistema de cargos religiosos. Entre los indígenas tienen reconocimiento y prestigio social. Es un grupo que está organizado jerárquicamente y es el responsable de organizar las diversas fiestas patronales a lo largo del año, completando así un ciclo religioso. 20 Ya están en las manos de Dios; están dando cuentas, se acabaron sus problemas, se acabaron sus tristezas de lo que les pasó en este mundo 37. Finalmente, la gente que vive en los poblados que acabamos de mencionar designan a quienes viven en Santiago Jamiltepec como ra Sundo’o o ña Sundo’o. El significado de esta palabra es complejo, ya que hace alusión al personaje mítico, fundador de Santiago Jamiltepec, llamado Casando’o38. I.2.2 Mestizos, gente de razón, ra to’o, ña to’o, ra toon nuya’avi, ña toon nuya’avi , ra to’o yuku y ña to’o yuku. Muchos mestizos de Santiago Jamiltepec tienen un origen indígena, sin embargo, en muchas ocasiones este origen es negado. Por lo general hay también dos maneras en las que se autoadscriben los mestizos: la mayor parte de las personas cuyas edades rebasan los 50 años se definen como gente de razón, definición que antes de la llegada del Centro Coordinador de la Costa Chica del Instituto Nacional Indigenista era muy frecuente entre quienes no eran parte del grupo indígena. Pero las generaciones más jóvenes no tienen una forma en particular para definirse. Por lo general se autoadscriben como mestizos y algunos han llegado a decir que “en el pueblo no hay diferencias porque todos somos iguales”. 39 Los indígenas definen, en su lengua, al mestizo de Jamiltepec como ra toon nuya’avi, si es hombre, y ña toon nuya’avi si es mujer. Tanto las palabras ra y ña, se refieren al género (hombre y mujer), mientras que la palabra toon designa a alguien que no es indígena y nuya’avi significa plaza o centro del pueblo. Esta categoría étnica se basa principalmente en el lugar de residencia de los mestizos de Jamiltepec, ya que desde la llegada de los españoles éstos han vivido en el centro del pueblo, mientras que los indígenas establecieron sus barrios en las periferias. En la actualidad ya hay algunas familias de mestizos que viven dentro de los barrios indígenas, pero antes de la llegada del 37 Discursos pronunciados en xiñi savi por tata mandones de Jamiltepec y tata mandones de Comaltepec. 4 de mayo de 2006. Traducción Miguel Hernández Velasco. Miguel Hernández, Informe de trabajo de campo, mayo de 2006, CIESAS-Golfo, Manuscrito, 2006. 38 Esta cuestión se detalla en el capítulo II de esta tesis. 39 Entrevista con Francisco Tello, Santiago Jamiltepec, Municipio de Santiago Jamiltepec, Oaxaca, junio de 2006. 21 Centro Coordinador Indigenista la separación a nivel de barrios era más delimitada. Hay otras dos categorías que se aplica a los mestizos que no viven en Jamiltepec. Los ra to’o yuku o ña to’o yuku son los mestizos que viven en las serranías de la región: to’o es otra palabra con la que se designa a alguien que no es de la comunidad, y yuku significa cerro, es decir, la gente que viene del cerro. Por lo general, los mestizos que viven en Jamiltepec se refieren a los mestizos que viven en las serranías como serranos, pero también a los mestizos que son de otros lugares, principalmente de ciudades, se les dice ra to’o o ña to’o. Los indígenas cuando se refieren a los mestizos en la lengua española, suelen denominarlos como los de razón. Ser mestizo implica una situación de estatus social muy distinta a la que pudiera tener algún indígena, aunque en términos de estatus y prácticas culturales el estilo de vida sea muy parecido al de los indígenas. Las diferencias y la diversidad al interior de cada uno de los grupos étnicos son un hecho. No se podría encasillar a todos los indígenas, afromexicanos y mestizos como grupos homogéneos. Existen diferencias en términos económicos, culturales, e históricos al interior de cada grupo.40 Aunque un mestizo no posea los medios económicos que le permitan un estilo de vida holgado, en términos de la jerarquía social se ubica en una escala mayor frente a un indígena, aunque éste último tenga un mejor nivel de vida. I.2.3 Negros, morenos, ra toon ndu’uva, ña toon ndu’uva, ra toon ñu’uma, ña toon ñu’uma y toon nengu A los afromexicanos41, los indígenas les llaman ra toon ñu’uma, o ña toon ñu’uma. El término ra (el) y ña (ella) determinan el género, mientras que toon hace alusión a quien no es parte del grupo étnico o es de otro pueblo y, 40 “Al igual que los mestizos, los indios tampoco constituyen un grupo único y homogéneo. Las sociedades indígenas que viven en México han sido siempre muchas y muy distingas entre sí.” Navarrete, op., cit, p. 35. 41 En esta tesis hemos recurrido al uso de la categoría de afromexicano, sin embargo, durante el trabajo de campo para desarrollar esta investigación se hizo evidente que los afromexicanos de esta región tienen sus propias maneras de autoadscribirse. Una categoría podría ser la de afrocosteño de Oaxaca, sin embargo, ese es un tema de investigación a desarrollar en futuras investigaciones. 22 finalmente, ñu’uma significa humo, lo cual nos indica que se trata de una persona que no es del pueblo y que además es de tez oscura, como el humo, haciendo alusión a las características físicas de la población afromexicana. Esta es una de las formas despectivas de dirigirse a los afromexicanos, sin embargo, existe también una forma de designarlos tomando en cuenta su lugar de residencia: ra toon ndu’uva o ña toon ndu’uva. La palabra ndu’uva es el nombre de un lugar cercano al mar, conocido como el bajo, es decir, la gente que vive en el bajo. La mayor parte de la población afromexicanavive en esa región, la cual se encuentra dentro del municipio de Jamiltepec; ahí el clima es mucho más caluroso, pero se encuentran las mejores tierras. Aunque la mayor parte de los afromexicanos viven en otros poblados cercanos a Santiago Jamiltepec, hay que señalar que también hay afromexicanos que radican en la cabecera municipal por diferentes razones: por su trabajo, porque asisten a algunos centros educativos o porque se han casado con alguien de Jamiltepec. Los afromexicanos se definen como morenos42 y descienden de esclavos africanos que durante el siglo XVI y XVII fueron traídos a la Nueva España para satisfacer las demandas de mano de obra. Para mediados del siglo XVI, en Santiago Jamiltepec abundaban negros y mulatos, quienes habían llegado para trabajar en el laboreo de las minas, las cuales se abandonaron por la inconsistencia de los metales. Muchos negros obtuvieron su libertad y se establecieron en el municipio de Santiago Jamiltepec43 y en la comunidad del mismo nombre. En la actualidad, la región de la Costa Chica alberga aproximadamente a 50,000 mexicanos de ascendencia africana44. Algunos afromexicanos también se autodefinen como gente de razón, y llaman a los ra chiñuu o ña chiñuu indios. A los mestizos suelen llamarles los de razón o mestizos. Socialmente a los morenos, si bien no se les ha discriminado como a los indígenas, en la pirámide social son considerados como inferiores frente a los mestizos, sobre todo porque en el plano económico existe una importante diferencia, aunque también han establecido relaciones de trabajo en las labores 42 Los afromestizos se llaman a sí mismos morenos, término que según Laura Lewis condensa la negritud con la indianización. 43 José Antonio Gay, Historia de Oaxaca, prólogo, Pedro Velásquez Colmenares, México, Editorial Porrúa, 2000, p. 383. 44 Vaughn Bobby, “Los negros, los indígenas y la diáspora. Una perspectiva etnográfica de la Costa Chica” en Afroméxico. El pulso de la población negra en México: una historia recordada, olvidada y vuelta a recordar, CIDE-FCE, México, 2004.pp. 75-96. 23 agrícolas. Una buena parte de morenos venden su mano de obra a mestizos prominentes de Santiago Jamiltepec y van a trabajar en los periodos de cosecha de limón y papaya o se contratan como vaqueros; además, existe un fuerte estigma social en el sentido de que suelen ser de un temperamento más fuerte.45 I.2.4 Yanquis, yangui, gringos Esta es otra de las categorías étnicas aplicadas entre los pobladores de Jamiltepec con respecto a los extranjeros. Jamiltepec se encuentra en medio de un importante corredor turístico que corre desde Acapulco hasta Puerto Escondido, y es sobre todo con el establecimiento de la carretera federal número 200, conocida como la costera, como después de los años sesenta se hizo más visible la presencia de extranjeros en la región. En otro plano, la presencia directa de extranjeros en la comunidad estuvo acompañada con la llegada del Instituto Nacional Indigenista46 y el Instituto Lingüístico de Verano. Entre finales de los años cincuenta y finales de los años ochenta hubo una importante presencia de antropólogas como Susan Druker, Veronique Flanet o Eleonora Muntañola47, quienes realizaron importantes etnografías de la comunidad. Durante los años sesenta, también se hizo evidente la presencia de lingüistas norteamericanos que aprendieron el xiñi savi y realizaron algunas cartillas para enseñar el castellano a niños y adultos, aunque también comenzaron la traducción de la Biblia al idioma xiñi savi, y posteriormente fundaron una iglesia evangélica en la comunidad. Sin ninguna distinción acerca de la nacionalidad, todo aquel que se sabía no era de este país y reunía una serie de características físicas (generalmente asociadas al color de la piel y del cabello), era llamado por los ra 45 En la literatura que existe sobre Jamiltepec, a este grupo se le vincula con prácticas delictivas y se les asocia como guaruras y sicarios. Aunque esta es una generalización, es verdad que en la actualidad los mestizos prominentes sí recurren a los servicios de algunos morenos para utilizarlos como su cuerpo de seguridad personal. 46 Al respecto Julio de la Fuente, en los años cincuenta plantea que: “Los yanquis, según las pocas referencias sobre ellos, son vistos por los mixtecos como un grupo temible –un tanto mítico- . Considérase a los yanquis como gentes que comen mixtecos y utilizan la grasa de éstos para mover los aviones. El temor hacia los yanquis es explotado por los de razón, para obstruccionar al Centro, ya que identifican a empleados del Centro [Centro Coordinador Indigenista] como yanquis.” De la Fuente, op. cit., p. 2. 47 La primera es de origen Inglés, Veronique es de Francia y Eleonora Muntañola de España. 24 chiñuu como yangui, y por los mestizos como yanquis. En la actualidad, tanto mestizos como indígenas se refieren a ellos como gringos. Hasta aquí se han hecho algunas caracterizaciones con respecto a los grupos que viven en Santiago Jamiltepec, las cuales se generaron a partir de la autoadscripción de los propios actores. Por tal razón, en este trabajo nos referiremos a la parte indígena como indios, indígenas o ra chiñuu o ña chiñuu; dependiendo de las generaciones a las cuales nos estemos refiriendo. Aunque emplearemos el término mestizo, se hace la aclaración de que este grupo tampoco es homogéneo y las diferencias al interior son un hecho. Finalmente, nos referiremos a los afromexicanos como morenos. I.3 Relaciones interétnicas en Santiago Jamiltepec Como ya se ha mencionado líneas arriba, las relaciones interétnicas son relaciones de poder, y la fricción entre los grupos que viven en Santiago Jamiltepec ha sido una continuidad que se ha presentando desde tiempos coloniales. Siempre han existido grupos que ostentan el poder económico y político, además, la violencia ha sido una de las manifestaciones más comunes de la fricción que ha existido. Un periodista del Semanal Milenio, en el año 2001 escribió respecto a esta situación lo siguiente: De los contrastes en el mapa indígena del país, Jamiltepec, en el epicentro de la Costa Chica de Oaxaca, es una encrucijada en la que negros, indígenas y mestizos viven un prolongado clima de tensión heredado de ancestrales conflictos. Aquí la gente se mata por nada. La memoria del pueblo, desde su origen, tiene en la sangre un símbolo vital. La posibilidad de que llegue una Ley de Culturas y Derechos Indígenas no inhibe la pesada presencia del caciquismo 48. Desde tiempos coloniales los grupos de españoles y algunos mestizos se consolidaron como el grupo con mayores recursos económicos.49 Las actividades agropecuarias y el comercio han sido sus principales actividades, mientras que los indígenas se dedicaron a la economía de autoconsumo y, algunos, se contrataban como peones. En la comunidad se han creado cacicazgos que han acaparado el control no sólo económico, sino político, ya 48 Juan Veledíaz, “Crónicas del País. La Mixteca de la Costa: Tierra de caciques”, en Revista Milenio, México, num. 189, abril 2001, p. 39-44. 49 Como se verá en el siguiente capítulo, los españoles fueron quienes acapararon las mejores tierras para la siembra de algodón y la ganadería. 25 que en buena medida han sido los grupos dominantes quienes definen muchas cosas en Jamiltepec. Tenemos noticias, antes de la llegada del Centro Coordinador, que desde principios del siglo XX hubo familias que tenían el control de todo. En la década de los años cincuenta Julio de la Fuente hace una minuciosa descripción de las familias con mayores recursos económicos: La familia Iglesias. Comerciantes, terratenientes, ganaderos. El padrefue un hombre de gran importancia, monopolista de granos. (La familia todavía lo es). Fue asesinado hace tiempo, por individuos que le debían algún dinero. La Sra., es una mujer extraordinaria, fuerte, que acostumbraba ir a caballo con su marido y se ocupaba de los negocios como si fuera hombre. El año pasado trataron de acaparar maíz pero les falló el negocio porque todo el maíz se picó. Están retirándose ya de la circulación. Los hijos, Antonio y Francisco, llevan pistola y generalmente un pistolero, temiendo ser atacados por parientes de una familia a la cual liquidaron los hermanos mayores, en venganza por el asesinato del padre. 50 En Jamiltepec se puede ubicar muy bien a familias que desde hace años han logrado amasar fortuna mediante el acaparamiento de tierras y, en los últimos años, con la creación de negocios de distinta índole. Esto refleja que, por un lado, las familias mestizas más ricas han logrado imponerse como el grupo con mayor poder económico y político; por otro, que los fenómenos relativos a la adscripción étnica tengan un peso importante para la clasificación de individuos al interior de la comunidad. Si bien los mestizos pobres viven en condiciones similares a la de los indígenas, el hecho de ser mestizos les otorga una posición muy distinta en la pirámide social, porque a final de cuentas siguen formando parte del grupo de los de razón. Sin embargo, también es un hecho que hay indígenas que se han ido incorporando a los estilos de vida asociados al de los mestizos y se han vinculado con ellos a partir del matrimonio, logrando así, aunque no del todo, un lugar distinto en la escala social: Diego Calderón. Indio de razón, vestido generalmente como campesino, de pantalón y zapatos. Importante político local, muy abuzado, casado con la madre de Bonfilio (mestiza). Tiene tierras y ganado. 51 El cambio sociocultural es una situación que se ha venido dando desde hace mucho tiempo en la comunidad. El cambio de la indumentaria es una de 50 De la Fuente, op. cit., p 49. 51 Idem, p. 48. 26 las primeras experiencias que la mayor parte de los indígenas ha experimentado. A estos indígenas se les llamaba revestidos. Acompaña a este cambio el aprendizaje del español, que para los años cincuenta era algo no muy común entre los indígenas al existir un mayor número de monolingües. Julio de la Fuente plantea que “hay en Jamiltepec indígenas revestidos que son aceptados aparentemente como gente de razón, aunque se les sigue reconociendo su origen indio. Se les llama algunas veces “indios de razón”.”52 Uno de los indígenas que se adaptó y logró sobresalir en la comunidad es el que se presenta en el siguiente caso: Don Diego Calderón. Es campesino. Viste el traje que le convenga, según las labores a que se dedique, habla perfectamente el español, ha sido estudiado, - parece que fue tinterillo-, y es uno de los políticos locales, de influencia entre los indios. Su mujer, de rasgos ligeramente amulatados, más india que española, dijo que ella era de razón y que su marido era o había sido “indito”. El hijo de la Sra., es bastante negroide, pero es de razón. Es un muchacho que ha estudiado. Las hijas son también de razón.53 Por la información con la que contamos se puede apreciar que antes de la década de los años cincuenta, las relaciones entre los grupos fueron mucho más contrastantes. Por un lado había un grupo de mestizos con mucho poder económico y político, pero se comenzaba a configurar un nuevo esquema de participación y cambio entre algunos indígenas. Pero a pesar de estos cambios en algunos de los rasgos culturales, las diferencias se mantenían. No fueron suficientes los cambios en la indumentaria, el aprendizaje de la lengua e incluso la unión matrimonial para que los ra chiñuu fueran dejados de ser considerados indios por parte de los mestizos, además, los mestizos de mayor edad de esos tiempos no estaban dispuestos a que sus hijos se casaran o se asociaran con los indígenas. A pesar de ello, las generaciones más jóvenes de mestizos sí establecieron diversos tipos de relaciones con los indígenas. El siguiente caso es un ejemplo de esta situación: Manuel. Es clasificado como indígena, aunque anda de camisa, pantalón y zapatos, habla español, estuvo en la escuela. Fue alguna vez a trabajar a Acapulco pero fracasó en sus intenciones y regresó. Los padres de Manuel son indígenas completos. Manuel se emparejó con una muchacha de razón, que ya había tenido relaciones sexuales con otro de razón. No obstante esto, Manuel la 52 Idem, p. 89. 53 Idem, p. 49. 27 prefirió a una indígena. Los últimos incidentes con esta unión fueron los siguientes: Manuel decidió casarse formalmente con la muchacha, por lo civil, pero la madre de la muchacha, a la que no le hacía ninguna gracia que su hija viviera o se casara con un indio, la incitó a que no se casara. La pareja no vivía en paz, y parece que alguna vez se separaron. Una vez la muchacha agarró a Manuel de los testículos fuertemente (dos veces ocurrió) y le dijo de pita morada para arriba. Para terminar la situación – que la madre siguiera influenciando a la hija – Manuel estaba dispuesto a irse del pueblo con ella, para hacer su trabajo de Promotor, pero a fin de cuentas se quedó todo en suspenso.54 Por otro lado, cuando algunos indígenas se fueron incorporando a ámbitos laborales que anteriormente estaban destinados a los de razón, éstos por lo general siempre manifestaron su inconformidad: Pedro, el del correo. Casado con una hija de un tal Dionisio […]. Dionisio no habla a ninguna de sus dos hijas por haberse unido a indios. La mujer de Pedro, aunque habla lengua, no la usa, se limita a hablar español. El Padre de Pedro es o era llamado burlonamene “rico”, porque tuvo propiedades o fue algo importante, aunque no para calificarlo como rico. Cuando Pedro entró al correo, era insultado por la gente que veía esto como una afrenta. Pedro anda siempre de camisa, pantalón, zapatos. […] su mujer es una mixteca de vestido, que ya no quiere hablar mixteco, sólo habla español a los chamacos del matrimonio.55 El caso de las mujeres indígenas es particularmente interesante, ya que éstas siempre mantuvieron relación ya sea por propia voluntad o por la fuerza con algunos mestizos. En pocas ocasiones se llegaba a concretar una vida en pareja, ya que por lo general los mestizos siempre abandonaban a las mujeres indígenas por diversas razones. El siguiente es un ejemplo de esto, a finales de la década de los años cincuenta: Rita: estuvo un poco de enfermera. Habla un poco español bastante aceptable. Anda descalza, de vestido. Se emparejó con uno de razón, que la dejó tirada. Es sobrina de la dueña de la casa. Un ladino le hizo la corte, se acostó con ella, luego se fue huyendo para México. Ella se quiere ir del pueblo, no se siente bastante joven para aprender cosa alguna: “ya está vieja y tiene la cabeza dura” – no tiene más de 20 años. Aunque no sabe leer, es muy inteligente y de buena memoria. Aprendió a inyectar bien en un periquete, y reconocía las medicinas que le pedía el Doctor, sin dificultad. Quiere irse a México o a Acapulco, a trabajar. […] Rita es un ejemplo de lo que sucede a indias que se ponen vestido: los de razón se burlan de ellas, las dejan tiradas, Por eso hay entre los indios renuencia a que las mujeres cambien huipil y enredo.56 En términos generales éste es el contexto de cómo vivían los grupos en Santiago Jamiltepec antes de la llegada del Instituto Nacional Indigenista a 54 Idem, p. 90. 55 Ibidem. 56 Idem, p. 92. 28 Jamiltepec. Julio de la Fuente, en un informe de trabajo, resume de la siguiente manera la situación: El grupo sociológicamente superior
Compartir