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Asociacion-entre-funcionalidad-familiar-y-Sndrome-Climaterico

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 2008 
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ASOCIACIÓN ENTRE FUNCIONALIDAD FAMILIAR Y SÍNDROME CLIMATÉRICO 
TRABAJO QUE PARA OBTENER EL DIPLOMA DE ESPECIALISTA EN MEDICINA 
FAMILIAR 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1. TÍTULO 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ASOCIACIÓN ENTRE FUNCIONALIDAD FAMILIAR Y SÍNDROME CLIMATÉRICO 
 
2 .INDICE GENERAL 
 
 
1.TÍTULO................................................................................... ¡Error! Marcador no definido. 
2 .INDICE GENERAL ................................................................................................................ 1 
3. MARCO TEORICO ................................................................ ¡Error! Marcador no definido. 
4. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ................................... ¡Error! Marcador no definido. 
5. JUSTIFICACIÓN ................................................................... ¡Error! Marcador no definido. 
6. OBJETIVOS .......................................................................... ¡Error! Marcador no definido. 
GENERAL .............................................................................. ¡Error! Marcador no definido. 
ESPECIFICOS ....................................................................... ¡Error! Marcador no definido. 
 
7. HIPÓTESIS ........................................................................... ¡Error! Marcador no definido. 
8. METODOLOGÍA .................................................................... ¡Error! Marcador no definido. 
- Población, lugar y tiempo de estudio .................................. ¡Error! Marcador no definido. 
- Tipo de muestra y tamaño de la muestra ........................... ¡Error! Marcador no definido. 
- Criterios de inclusión, exclusión y eliminación .................... ¡Error! Marcador no definido. 
- Información a recolectar (variables a recolectar) ................ ¡Error! Marcador no definido. 
- Método o procedimiento para captar la información ........... ¡Error! Marcador no definido. 
- Consideraciones éticas ....................................................... ¡Error! Marcador no definido. 
 
9. RESULTADOS ...................................................................... ¡Error! Marcador no definido. 
10. DISCUSIÓN ........................................................................ ¡Error! Marcador no definido. 
11. CONCLUSIONES ................................................................ ¡Error! Marcador no definido. 
12. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS .................................... ¡Error! Marcador no definido. 
13. ANEXOS ............................................................................. ¡Error! Marcador no definido. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
RESUMEN 
Introducción.- Los cambios que se producen en el climaterio son esencialmente 
Neuroendocrinos, y potencian la sensibilidad biológica al impacto del entorno que 
rodea a la mujer en esta etapa de la vida. Los cambios en el metabolismo y a 
nivel psicosocial que ocurren a esta edad pueden resultar en factores de riesgo 
para la mujer por lo que el tema del climaterio se vuelve un problema de Salud 
Pública no solo por sus implicaciones médicas sino también por el impacto que 
tiene a nivel social y del ciclo de vida familiar. Objetivo.- Determinar la asociación 
que existe entre la funcionalidad familiar y la presencia del síndrome climatérico en 
las mujeres derechohabientes de la Unidad de Medicina Familiar No. 13 del IMSS, 
Querétaro, Qro. de Agosto a Diciembre del 2007. Metodología.- Se realizó un 
estudio transversal comparativo en las mujeres de 40 a 59 años de edad, que 
acudieron a la Consulta Externa, en ambos turnos, que aceptaron participar en el 
estudio, obteniéndose la muestra mediante la fórmula para comparar dos 
poblaciones con n=115, se seleccionaron mediante muestreo no probabilística por 
cuota, a través de entrevista para recabar las variables del estudio, y se utilizó 
estadística descriptiva e inferencial para el análisis de los resultados. Resultados.- 
Se entrevistaron 115 mujeres entre 40 y 59 años, predominando el rango de 45-49 
con un 26.94%. La media de edad en el grupo de mujeres con síndrome 
climatérico fue de 50.04 + 5.13 años. Del total de 81(61.86%) mujeres que lo 
presentaron predominaron en orden de frecuencia los trastornos psicológicos en 
un 79.1%, los genitourinarios en 63.5%, los somáticos en 61.7%, los vasomotores 
en 56.5% y los menstruales en 26.1% de las pacientes. La escolaridad mayor de 
síndrome fue la primaria con 50.62%, y de las que no presentaron el síndrome la 
preparatoria en un 23.53%. Las mujeres casadas en ambos grupos fue del 80.25% 
con síndrome climatérico y las que no lo presentaron en un 73.53%. De acuerdo a 
la ocupación la mayor frecuencia fueron las dedicadas al hogar en ambos grupos 
con síndrome el 56.79% y sin síndrome 44.12%. De las mujeres con y sin 
síndrome climatérico el 40.74% y 44.12% respectivamente de acuerdo a su 
funcionalidad familiar no se encontró asociación estadísticamente significativa. 
Se encontró disfuncionalidad familiar en mujeres con y sin síndrome climatérico en 
36.85% y 16.67% respectivamente sin asociación estadísticamente significativa. 
Conclusiones.- Al evaluar a las mujeres con síndrome climatérico de acuerdo a 
escolaridad, tener pareja, ocupación y disfuncionalidad familiar, en ninguna de 
estas características se encontró asociación estadísticamente significativa. Sin 
embargo aún queda mucho por estudiar en este complejo sistema que es la 
familia y en esta etapa de la vida en la cual aún en nuestros tiempos hay 
desconocimiento y actitudes negativas ante esta problemática que enfrenta la 
mujer por parte de la familia y de la sociedad. 
 Palabras clave.- síndrome climatérico, funcionalidad familiar y perimenopausia. 
 
 
 
 
 
SUMMARY 
 
 
Introduction - The changes that take cause the climaterio are essentially 
Neuroendocrinos, and promote the biological sensibility to the impact of the 
environment that surrounds the woman in this stage of the life. The changes in the 
metabolism and to level psychosocial that happen to this age can result in factors 
of risk for the woman for what the topic of the climateric turns a problem of Public 
Health not only for his medical implications but also for the impact that has at the 
social level and of the cycle of familiar(family) life. Objective. - To determine the 
association that exists between the familiar functionality and the presence of the 
climateric syndrome in the women successors of the Unit of Familiar Medicine 
Num13 of the IMSS, Querétaro,Qro. from August to December, 2007. 
Methodology. - carried out a transverse comparative study in the women from 40 to 
59 years of age, which they came to the External Consultation, in both shifts, which 
they accepted to take part in the study, the sample being obtained by means of the 
formula to compare two populations with n=115, they were selected by means of 
sampling not probabilistic by quota, across interview to obtain the variables of the 
study, and descriptive statistics was in use and inferential for the analysis of the 
results. Result. - 115 women met between 40 and 59 years, predominating over 
the range of 45-49 with 26.94 %. The average of age in the group of women with 
climateric syndrome was of 50.04 + 5.13 years. Of the whole of 81 (61.86 %) 
women who presented it predominated in order of frequency over the 
psychological disorders in 79.1 %, the genitourinary symptoms in 63.5 %, the 
somatic ones in 61.7 %, the vasomotor symtom in 56.5 % and the menstrual in 
26.1 % of the patients. The major education of syndrome was the primary one with 
50.62 %, and of those who did not present the syndrome the preparatory one in 
23.53 %. The women married in both groups it was 80.25 % with climateric 
syndrome and those who did not present it in 73.53 %. In agreement to the 
occupation the major frequency they were the dedicated ones to the housewife 
both groups with syndrome 56.79 % and without syndrome 44.12 %.Of the women 
with and without climateric syndrome 40.74 % and 44.12 % respectively in 
agreement to her, familiar functionality were not statistically significant association. 
One found familiar) malfunction in women with and without climateric syndrome in 
36.85 % and 16.67 % respectively without statistically significant association. 
Conclusion. - On having evaluated the women with climateric syndrome of 
agreement to education, having had pair, occupation and familiar malfunction, in 
none of these characteristics was statistically significant association. Nevertheless 
still there remains great for studying in this complex system that is the family and 
in this stage of the life in which still in our times there are ignorance and negative 
attitudes before this problematic that the woman faces on the part of the family and 
of the society. 
 
 
Key Words. - climateric syndrome, familiar functionality and perimenopause. 
 
 
 
DEDICATORIA: 
 
 
Dedico este trabajo con todo mi amor a mis hijos, los cuales siempre han sido 
mi mayor estímulo para superarme en todos los aspectos, y de los cuales sigo 
aprendiendo mucho. Gracias Alan, Gracias Edgar y Gracias Oscar por su 
comprensión y su apoyo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS: 
 
Agradezco infinitamente al poder creador que me permitió la vida, y la 
oportunidad de poder compartir esta etapa de aprendizaje con mis compañeros 
de aventura y a todas las personas que influyeron para que se pudiera llevar a 
buen término. 
Muy en especial agradezco a la Dra. María Rosario Ruelas y a la Dra. Martha 
Leticia Martínez por su apoyo y las horas dedicadas a este trabajo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
3. MARCO TEORICO 
 
 La menopausia se acompaña de diversos trastornos fisiológicos y 
psicológicos que inician de 3 a 5 años antes del último periodo menstrual y que, en 
conjunto, constituyen lo que se ha denominado CLIMATERIO, no es una 
enfermedad y sin embargo provoca en la mayoría de las mujeres síntomas 
molestos que alteran la dinámica familiar, social y laboral, y a largo plazo puede 
incrementar la morbilidad y mortalidad en las mujeres. 
 La etapa del climaterio ha sido estudiada en las últimas décadas, de 
manera exhaustiva y es abundante la literatura que menciona los cambios 
biopsicosociales que sin duda alguna presentan muchas mujeres durante esta 
etapa. A pesar de que estadísticas generales señalan que cuatro de cada cinco 
mujeres en la perimenopausia sufre algún tipo de sintomatología y que de ellas el 
30% o más ve empeorada en forma importante su calidad de vida.(Yanez 2000), 
un gran porcentaje de ellas no le da importancia a los síntomas pues adjudican 
estos a la edad (1). El impacto que puede tener en la salud y calidad de vida de la 
mujer el no atenderse los síntomas del climaterio puede ser grave; estos síntomas, 
además de impactar su bienestar general, son señales de que se deben tomar 
medidas para prevenir enfermedades evidenciadas por estos cambios 
hormonales. 
Climaterio.- es el proceso de envejecimiento, durante la cual una mujer pasa de la 
etapa reproductiva a la no reproductiva (Comité de Nomenclatura de la Federación 
Internacional de Ginecología y Obstetricia). Se inicia alrededor de los 45 años 
algunos autores señalan su terminación hasta los 65 años y dentro de esta fase se 
incluye la premenopausia, la menopausia (suspensión de la menstruación por 12 
meses consecutivos en ausencia de otra causa de amenorrea) y la 
posmenopausia. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
40 AÑOS 65 AÑOS 
 CLIMATERIO 
 PREMENOPAUSI
A 
MENOPAUSI
A 
POSMENOPAUSI
A 
 
 
 50 AÑOS 
 
 
 
 
 
Epidemiología del climaterio y la menopausia 
 
 
Los cambios demográficos, en todo el mundo, originados por el incremento 
en la esperanza de vida han traído como consecuencia un aumento de la 
población, mayor de 60 años con predominio de las mujeres. 
Este fenómeno se repite en México, ocasionando que la esperanza de vida 
de las mujeres mexicanas se haya modificado sustancialmente, ejemplo de ello es 
que en 1930 la edad promedio era de 37 años, en 1950 de 52 años y para el año 
2004 de 78.7 años, por esta razón se ha acrecentado el número de mujeres que 
 
llegarán a la menopausia y vivirán aproximadamente 30 o más años en etapa 
climatérica, de los 50 años, en promedio, a los 78.7 de edad. 
De acuerdo con las cifras estimadas por el Consejo Nacional de Población, 
para el año 2004, el universo de mujeres de 45 años y más en nuestro país 
comprende el 19.9% (10, 554,062) de la población femenina. Para el año 2010 se 
espera un incremento de este grupo de población de 27.8%, lo que significa un 
aumento de 2, 936,840. 
En el Instituto Mexicano del Seguro Social el universo de derechohabientes 
femeninas de 45 años y más para el año 1991 fue de 2,540,423 cifra que 
corresponde al 20.54% del total de mujeres derechohabientes (12, 367,451), para 
el año 2004 se contabilizaron 4,797,800 mujeres de 45 años y más que 
corresponde al 27.60% del total de derechohabientes femeninas (17,386,139), lo 
que representó un incremento del 88.86% en un lapso de 13 años. 
En este contexto el número de mujeres de 45 a 59 años de edad en 
climaterio y menopausia, potencialmente demandantes de atención en medicina 
familiar, correspondieron en el año 2004 a 2, 505,746, cifra que se estima se 
duplicará en los próximos 10 años. 
 Ante la evidencia de los cambios en la población y tomando en cuenta que 
la etapa climatérica es una certeza biológica, se hace evidente la necesidad de 
privilegiar e incrementar las intervenciones médico preventivas que ayuden a 
mejorar el bienestar físico y mental de la mujer. Bajo esta perspectiva, la atención 
de las mujeres en etapa de climaterio y menopausia representan una intervención 
eficaz que permite disminuir y evitar los trastornos derivados del síndrome 
climatérico, mejorando su calidad de vida 
 Además de realizar una evaluación integral por parte de los Médicos 
Familiares, en quien recae la valoración de las pacientes portadoras de síndrome 
climatérico, es esta actividad de carácter clínico la que vincula elementos 
biológicos, psicológicos familiares y sociales que interactúan para dar como 
resultado algún daño a su salud en esta etapa de la vida. 
 
♦ La atención al climaterio y la menopausia está dirigida al diagnóstico 
oportuno y al tratamiento eficazdel síndrome climatérico, así como a la 
prevención de las complicaciones de la menopausia. 
♦ El médico familiar y, en general, el personal de salud involucrado en la 
atención de las mujeres en climaterio y menopausia, otorgará información, 
orientación y educación para lograr comportamientos saludables durante 
esta etapa, que incluyan la adherencia a la terapia de reemplazo en los 
casos que así lo requieran. 
 
Ser mujer va más allá de la función reproductiva, ser mujer significa vivir cada 
momento con plenitud, convencida de que todavía queda mucho por hacer aun 
después de desaparecer dicha función. 
 No obstante lo anterior en el primer nivel de atención del IMSS existe una 
baja demanda de consulta por trastornos relacionados con el climaterio y la 
menopausia. Esto nos lleva a pensar que existe insuficiente precisión en el 
diagnóstico e insuficiente educación de la mujer para solicitar atención médica 
frente a los síntomas y signos correspondientes. 
 Es evidente que el tema del Climaterio se vuelve un asunto importante de 
salud pública no solo por sus implicaciones médicas si no, también por el impacto 
que tiene a nivel social y del ciclo de vida familiar. 
Fisiología reproductiva 
 
 
 El climaterio es la consecuencia de una menor actividad endocrina del 
ovario, sobre todo de los estrógenos. La menopausia se produce al interrumpirse 
el ciclo ovárico.(Baylón, 2004) 
 En el climaterio se producen cambios anatomofuncionales primarios de los 
ovarios pero estudios recientes demuestran que con la edad se producen cambios 
a nivel hipotálamo-hipofisario e incluso cerebral, que contribuyen a la pérdida de 
los ciclos reproductivos y que son consecuencia del fallo ovárico. En las etapas de 
 
transición (premenopausia), se pueden hallar concentraciones de las hormonas de 
la reproducción similares a las del período reproductivo. El ciclo ovárico se 
interrumpe porque se agota la reserva foliculogénica, es decir, porque los folículos 
primordiales se acaban. Al bajar los estrógenos se produce una pérdida del 
feedback negativo sobre el hipotálamo, y las gonadotropinas. Los fenómenos 
clínicos, tienen mucho que ver con el desequilibrio entre estradiol y 
gonadotropinas. 
 
Alteraciones Ováricas 
 
 Hacia los 40 a 45 años éste va perdiendo su capacidad de ovular y entra de 
nuevo, lo mismo que antes de la nubilidad, en una fase de ciclos anovulatorios 
fisiológicos. Pero al mismo tiempo, los primordios son cada vez más escasos. El 
cómo de los casi 2 millones de primordios que tiene el feto de 5 meses y de los 
casi 1 millón que tiene la recién nacida se pasa a cero, se debe, no a las 
sucesivas ovulaciones, sino al fenómeno de atresia. Después de los 35 años de 
edad, el ovario disminuye de tamaño y peso y contiene menos ovocitos y 
estructuras foliculares y más folículos atrésicos en degeneración. La atresia se 
hace cada vez más intensa cuando el ovario envejece; y llega un momento en 
que, faltando los elementos básicos del ciclo, que son los folículos primordiales o 
primordios, el ciclo se termina. Así el ovario de la climatérica, más que un ovario 
sin secreción es un ovario sin ciclo. Al no madurar folículos, no hay estrógenos ni 
inhibina y al no formarse cuerpos amarillos, no hay progesterona. Pero el tejido 
intersticial, fibroso, sigue siendo muy abundante y, excitado por la LH que ahora 
está aumentada, forma andrógenos. Así, el ovario climatérico deja de formar 
estradiol y progesterona, pero forma testosterona y androstendiona. 
 Los hallazgos endocrinológicos característicos de la mujer menopáusica 
son la disminución de los estrógenos aunado a la elevación de las 
gonadotropinas hipofisiarias FSH y LH, hechos que señalan la insuficiencia 
ovárica. La primera indicación del fallo de la función del ovario es el aumento de la 
FSH (en el climaterio temprano, varios años antes de la menopausia) mientras que 
los valores de LH permanecen normales. Esto es el resultado de la disminución 
 
del número de folículos (perdidos en los ciclos previos desde el inicio de la 
ovulación) con el descenso gradual de estrógenos e inhibina para bloquear a la 
FSH preferentemente sobre LH, cuyo aumento es bastante posterior 
 A partir de los 40 años (edad que resulta variable de persona a persona), 
empiezan a aparecer algunos trastornos en cada ciclo de la mujer. La disminución 
de la cantidad y calidad de los folículos provoca una disminución de la inhibina 
ovárica. Esta, a su vez, provocará un incremento de la FSH. Progresivamente, la 
función folicular disminuye terminando en ciclos anovulatorios. Esto es debido a 
que la elevación de FSH ocasiona hiperestimulación ovárica con la producción de 
una fase preovulatoria corta, maduración rápida del folículo y ovulación precoz con 
fase lútea normal. Posteriormente, la producción de estrógeno por parte de los 
folículos del tejido ovárico remanente también disminuye, hasta desaparecer. 
Durante este período de transición, la presencia de estrógenos permite la 
proliferación endometrial y a pesar de no haber progesterona para madurar este 
endometrio, pueden persistir sangrados irregulares llamados metrorragias 
disfuncionales o menstruaciones en ciclos anovulatorios condicionando 
alteraciones menstruales y la disminución de la capacidad fértil de la mujer 
características de la perimenopausia. 
 
Alteraciones a nivel de Hipófisis 
 La falta de feedback estrogénico a través del hipotálamo, dispara la hipófisis 
con aumento de FSH y LH. El primero es más precoz, pero luego se igualan. La 
elevación de los niveles de FSH constituye uno de los primeros signos del 
envejecimiento de la función reproductiva en el ser humano; el aumento de ambas 
caracteriza el estadio hipergonadotrópico propio de la posmenopausia. No hay 
referencias en la literatura acerca del valor del índice LH/FSH durante el 
climaterio. No hay tampoco consenso en cuanto al efecto del climaterio sobre los 
niveles de prolactina; se han comunicado niveles disminuidos (16), pero también 
se ha informado una secreción normal incluso hasta una época bien avanzada del 
climaterio. Los cambios en la hipófisis y el hipotálamo repercuten sobre el 
equilibrio de las monoaminas del SNC y son la causa de los sofocos, cambios de 
 
carácter y otras alteraciones psíquicas de la climatérica mal comprendidos 
todavía. 
 Trastornos neurosiquiátricos 
Culturalmente, se asocia el período del climaterio y menopausia con cambios 
síquicos importante en la mujer. Debido a los factores culturales y cambio en las 
estructuras laborales y familiares que se asocian al período del climaterio es muy 
difícil establecer las causas o la fisiopatología responsable de los trastornos del 
ánimo en la mujer. Aparentemente el hipoestrogenismo pudiera favorecer la 
aparición de trastornos del ánimo pero dentro de su génesis están involucrados 
numerosos otros elementos que escapan al trastorno puramente hormonal. Se ha 
observado aumento en el índice de depresión probablemente asociado a un 
estado de estrés crónico, ansiedad y somatización así como trastornos de la 
alimentación con lo que suele aumentar la obesidad en esta edad. 
Un aspecto nuevo dentro de los trastornos propios del hipoestrogenismo 
postmenopáusico son los relacionados con la predisposición a la aparición de 
enfermedad de Alzheimer. La enfermedad de Alzheimer corresponde al deterioro 
psicoorgánico "propio de la vejez" y que tiene una frecuencia mayor en las 
mujeres que en los hombres a igual edad. Algunos investigadores han asociado la 
aparición de esta enfermedad con el hipoestrogenismo y aparentemente el 
tratamiento con estrógenos en las mujeres postmenopáusicas disminuiría la 
posibilidad de tener esta enfermedad especialmente en personas predispuestas 
por tendencia familiar. 
 
 
Síndrome climatérico 
 
 El climaterio es la etapa biológica en la vida de la mujer, situada 
habitualmenteentre los 45 y los 55 años, en la cual es frecuente la presencia 
de cierta sintomatología debida a la deprivación estrogénica, consistente en 
alteraciones del ciclo menstrual, trastornos vasomotores y alteraciones 
psicológicas. El conjunto de estas manifestaciones constituye el síndrome 
 
climatérico, que puede presentarse durante la premenopausia, la menopausia 
o en la posmenopausia. 
Frecuencia.- El síndrome climatérico generalmente precede en varios meses o 
años a la instalación de la menopausia, la que habitualmente ocurre entre los 
50 y los 51 años en los países del mundo occidental, por lo que no es 
infrecuente encontrarlo a partir de los 45 años, aún en mujeres que todavía 
menstrúan en forma regular. Se estima que se presenta con diferente grado de 
intensidad en aproximadamente el 75% de las mujeres premenopáusicas, cifra 
que disminuye durante la posmenopáusica. 
Trascendencia.- Las manifestaciones clínicas ocasionadas por la deprivación 
estrogénica, secundaria a la reducción acentuada o a la pérdida de la función 
ovárica, constituye la principal razón por la cual la mujer solicita atención 
médica. En nuestro medio, al igual que en los países del mundo occidental, los 
trastornos vasomotores y menstruales son los de mayor prevalencia y los 
trastornos emocionales o sicológicos, frecuentemente, son consecuencia de los 
dos primeros, así como del entorno personal, familiar y social en el que se 
desenvuelve la mujer climatérica. 
 
 Signos y síntomas.- 
 
 El proceso de declinación ovárica y los cambios del sistema endocrino 
corren en paralelo, sin embargo las manifestaciones clínicas pueden ser de 
características variables y de diferente grado de intensidad, en mujeres de la 
misma edad con reservas hormonales diferentes, las más frecuentes son 
bochornos, alteraciones en el ciclo menstrual y los trastornos psicológicos 
como insomnio, depresión e irritabilidad. 
 Los bochornos y los sudores nocturnos acompañados o no de taquicardia, 
son la manifestación más frecuente y el motivo más común de atención 
médica, se presentan hasta en el 80% de las mujeres, del 25% al 50 % los 
 
padecerán durante 5 años, otras alrededor de 2 o 3 años y una minoría 
durante toda la vida. 
La frecuencia varia desde uno a dos bochornos por hora, hasta uno o dos 
por semana, y pueden tener una duración de hasta 10 minutos. Cuando la 
sintomatología es acentuada y casi constante hay repercusiones en el 
bienestar general de la mujer manifestadas por insomnio, ansiedad e 
irritabilidad. 
 Las alteraciones menstruales se presentan en el 90% de las mujeres y se 
manifiestan en grado e intensidad variable. La suspensión brusca y definitiva 
se presenta solamente en el 10% de las mujeres. En lo general se presentan 
variaciones de más o de menos en la frecuencia, la duración y la cantidad 
del sangrado, dependiendo del grado de disfunción ovárica. 
 
 Las otras manifestaciones somáticas como el insomnio, la resequedad de la 
piel, la cefalea constante (no generada por patología), las mialgias o 
artralgias, los mareos o desmayos y los trastornos sicológicos, generalmente 
se asocian con los trastornos vasomotores y las alteraciones en el ciclo 
menstrual, su frecuencia varía de 8% hasta 40%. 
 
 La resequedad vaginal es el primer síntoma de envejecimiento urogenital, en 
la mujer sexualmente activa, esta resequedad se asocia a dispareunia, su 
frecuencia se describe entre el 10% y el 49%, con frecuencia la resequedad 
vaginal es motivo de solicitud de atención médica. 
 
Diagnóstico.- 
 Los diagnósticos de síndrome climatérico y de menopausia 
habitualmente pueden efectuarse con base en los datos clínicos. En el primer 
caso, a través de la investigación de los trastornos menstruales, los síntomas 
vasomotores y las alteraciones psicológicas; en el segundo, de manera 
 
retrospectiva, por la suspensión de la menstruación por un periodo de 12 
meses. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
MANIFESTACIONES A CORTO 
PLAZO 
MANIFESTACIONES A LARGO 
PLAZO 
Síntomas vasomotores.- bochornos, 
sudoración nocturna, palpitaciones. 
Osteoporosis.- que conduce a fracturas 
con frecuencia graves. 
Signos y síntomas urogenitales.- 
irritabilidad o resequedad vaginal, 
dispareunia, incontinencia urinaria, 
infecciones vaginales. 
Enfermedad cardiovascular.- conduce a 
infarto del miocardio que es la principal 
causa de muerte, en la 
postmenopáusia 
Síntomas psicológicos.- depresión, 
angustia, insomnio, irritabilidad, llanto 
fácil, disminución de la libido. 
Enfermedad de Alzheimer.- son 
mayores las manifestaciones clínicas 
de esta enfermedad en mujeres 
postmenopáusicas. 
Otros síntomas somáticos.- mareos, 
cefalea, vértigos, dolor 
osteomuscular, etc. 
Incremento de enfermedades crónico 
degenerativas y de Cáncer 
cervicouterio y mamario. 
 
Recomendaciones para el uso de la terapia hormonal de reemplazo 
 
 De acuerdo a la información científica más reciente y con el propósito 
de orientar la práctica clínica de los médicos familiares y de los ginecobstétras 
es necesario tomar en cuenta, que la combinación de estrógenos equinos 
 
conjugados y acetato de medroxiprogesterona que se utiliza como terapia 
hormonal de reemplazo, amerita las siguientes consideraciones: 
 
· Carece de efectividad para la prevención primaria o secundaria de 
enfermedad cardiovascular. 
· No se recomienda su uso continuo por periodos mayores a 5 años. 
· Su uso se limitará al tratamiento del síndrome climatérico y de la atrofia del 
tracto urinario, en aquellas pacientes en las que no existan factores de riesgo 
o contraindicaciones formales para su empleo. 
 
 Previene la pérdida ósea posmenopáusica, sin embargo existen estudios 
que describen un incremento en el riesgo de cáncer mamario y de enfermedad 
tromboembólica cuando se prescriben por tiempo prolongado (5 años o más), por 
lo que no se utilizarán después de este tiempo para prevenir osteoporosis. 
 
Tratamiento.- 
 El tratamiento de la mujer, durante la etapa climatérica, está dirigido a 
suprimir el síndrome climatérico y a procurar su bienestar, para lograrlo es 
importante proporcionar tratamiento farmacológico a través de la administración 
de terapia hormonal de reemplazo (THR) y de tratamiento no farmacológico 
dirigido a incrementar los estilos de vida saludables. 
 En el manejo del síndrome climatérico, tanto los estrógenos, como los 
progestágenos, son efectivos. Aunque también los andrógenos suprimen el 
síndrome climatérico, no se recomiendan para uso prolongado por sus efectos 
secundarios. 
 Cualquiera que sea la opción terapéutica elegida, es necesario que la 
prescripción se ajuste a las necesidades individuales de cada paciente, sus 
condiciones de salud, la evaluación cuidadosa de sus riesgos y los beneficios 
esperados y asegurar, en la medida de lo posible, la continuidad de la atención 
médica. 
 
 Pueden emplearse diversos regímenes terapéuticos para aliviar el 
síndrome climatérico, en el caso del Cuadro Básico del Instituto Mexicano del 
Seguro Social, el manejo terapéutico se circunscribe, por el momento a: 
 Estrógenos conjugados naturales de origen equino de 0.625 mg. 
 Estrógenos conjugados naturales de origen equino de 0.625 mg con 
medroxiprogesterona 2.5 mg. 
 Estrógenos conjugados naturales de origen equino 0.625 mg más 
Clormadinona de 2 mg. 
 Tibolona de 2.5 mg. 
 Las situaciones clínicas más frecuentes a considerar en las mujeres 
con síndrome climatérico y la terapia hormonal más recomendable, es: 
· Trastornos menstruales del tipo de la proiohiperpolimenorrea (ciclos 
menstruales cortos, abundantes o prolongados), régimen estrógeno-
progesterona de tipo cíclico. 
· Ciclos menstruales regulares, régimen estrógeno-progesterona cíclico. 
· Menopausia ya instalada, es decir, con amenorrea de 1 año o más de 
evolución, régimen estrógeno-progesteronade tipo continuo o tibolona. 
· Menopausia artificial, régimen estrógeno-progesterona de tipo continuo. 
· Histerectomía, régimen con estrógenos de tipo continuo, solamente. 
 
Medidas no farmacológicas para el manejo del climaterio y la 
postmenopausia 
 
 La atención de la mujer durante el climaterio y la menopausia debe tener 
un carácter integral, estará dirigida a mejorar el estado de salud y bienestar en 
todos los aspectos de la vida de la mujer. 
 Por lo tanto, además de la terapia hormonal de reemplazo, se deberá 
considerar la adopción de estilos de vida favorables: 
· Alimentación balanceada. 
 
· Recomendar alimentos ricos en calcio, de tal manera que se logre una 
ingestión diaria de 1,000 a 1,500 mg. 
· Sugerir el consumo de vitamina D, que favorece la absorción de calcio y 
cuyos requerimientos son de 400 unidades diarias. 
· Promover un incremento de la actividad física, acorde con las condiciones 
de salud y los hábitos personales. En particular es recomendable caminar 
diariamente, durante 20 o 30 minutos. 
· Disuadir el tabaquismo y el alcoholismo. 
· La detección de enfermedades crónico degenerativas, como diabetes, 
hipertensión arterial, cáncer cérvicouterino y mamario. 
· Acudir a la consulta médica programada para la atención oportuna del 
síndrome climatérico y la prevención de las complicaciones de la 
menopausia. 
 
Aspectos familiares en la menopausia 
 
 Todos los profesionales que de una u otra forma estamos involucrados en 
el estudio de la salud de la mujer adulta nos hemos visto en la necesidad de 
comprender los cambios que suceden durante la etapa del climaterio y la 
menopausia si realmente nos interesa el estudio integral de los pacientes a lo 
largo de todos los cambios fisiológicos que se presentan en todos los seres 
humanos, ya que cada etapa que precede a otra es propedéutica de la que le 
sigue y en el caso del síndrome climatérico sabemos que son necesarias las 
intervenciones multidisciplinarias de un equipo de salud entrenado para 
proporcionar acciones educativas, de promoción y prevención, que mejoren la 
calidad de vida en esta etapa. 
 En los inicios del siglo XXI se ha manifestado en nuestro medio un 
creciente interés en la edad madura por las implicaciones sociales que implica, ya 
que muchos autores la consideran como época de pérdidas importantes así 
como el inicio de la vejez que desafortunadamente sigue siendo en nuestro medio, 
y por si misma la declinación de todas las capacidades tanto físicas como 
intelectuales y cognoscitivas. La aparición de muchas de las enfermedades 
 
crónico degenerativas , que conlleva a un deterioro general , aunado al hecho de 
inutilidad y “carga” para la familia hace que sea muy importante revalorar esta 
edad, sobretodo tomando en cuenta el aumento en la sobrevida que actualmente 
es de 75 años para los hombres y de 78 para las mujeres en nuestro país.( 
Velasco V. 1998) 
Por otro lado y considerando que el promedio de edad del ciclo climatérico se 
presenta en nuestro medio alrededor de los 40 a 59 años, es una razón mas para 
estudiar a la mujer adulta madura ya que ésta pasa en el momento actual del 30 
al 40% de su vida en el período postmenopáusico. Se estima que el síndrome 
climatérico se presenta en diferente grado de intensidad en aproximadamente el 
75% de las mujeres premenopáusicas, cifra que disminuye en la postmenopausia. 
 La evaluación de la dinámica familiar de estas pacientes requiere de un 
marco conceptual de diversos componentes que intervienen en la relación de los 
integrantes de las familias y que determinan su composición, características, 
estructura y funcionalidad. 
 La disfunción se presenta cuando la familia no es capaz de manejar 
adecuadamente el estrés y favorece un grado todavía mayor del mismo. A los 
médicos familiares nos interesa la evaluación de la funcionalidad familiar en la 
medida que nos permite comprender cómo los daños a la salud (entendidos como 
factores de estrés individual y familiar) son manejados por las familias. El afrontar 
estos factores de estrés depende, entre otros elementos, de su grado de cohesión, 
adaptabilidad y de la calidad de la comunicación que haya entre los miembros de 
la familia. La evaluación de la funcionalidad familiar y del riesgo de disfunción 
propicia la posible participación de los profesionales de la salud en el apoyo que 
requieran las familias con mayor riesgo de disfunción, permite establecer una serie 
de tareas de carácter clínico dirigidas a un manejo médico más integral de los 
daños a la salud, así como la previsión de intervenciones de otros miembros del 
equipo de salud. De esta manera, la evaluación de la funcionalidad familiar 
favorece el cumplimiento de las premisas de la práctica de la Medicina Familiar: 
continuidad de la atención, evaluación integral del proceso salud-enfermedad en 
 
los individuos y sus familias, y anticipación a los daños a la salud mediante un 
enfoque de riesgo (Navarro D. 2002). 
 
 Las dinámicas familiares y de pareja se sustentan con frecuencia en 
relaciones de subordinación ya que los patrones culturales que caracterizan el 
macrosistema en nuestro medio responden a una cultura patriarcal donde la 
reproducción social es responsabilidad de las mujeres. Los reajustes fisiológicos, 
propios del climaterio, constituyen un sustrato lábil para el impacto de los factores 
sociales, y éstos se expresan a escala individual en estados de depresión, 
ansiedad, irritabilidad que son atribuidos erróneamente al climaterio o la 
menopausia. 
 Para poder comprender toda la sintomatología que se le ha atribuido al 
climaterio, debemos ver éste como un fenómeno que ocurre en el desarrollo del 
ciclo vital normal de la mujer, durante la etapa de la adultez madura, asimismo se 
debe considerar dentro de un contexto integral, teniendo en cuenta los aspectos 
biológicos-psicológicos –sociales y familiares ubicados dentro de la cultura a la 
cual pertenece. Se ha documentado que en la cultura occidental la mujer en el 
momento de la menopausia pierde estatus, mientras que en la mayoría de los 
países orientales gana estatus y reconocimiento en su comunidad. 
 
 No se trata de negar que estos síntomas tienen también un componente 
biológico de base, debido a la falla ovárica, pero existen suficientes evidencias 
acerca del impacto que los procesos socio-ambientales ejerce sobre los procesos 
biológicos en el climaterio. 
 En lo individual influye la disminución de la autoestima producto del 
deterioro de la autoimagen. En estos casos a la mujer le es difícil asimilar el 
proceso de envejecimiento. La percepción personal de la autoimagen está muy 
relacionada con los cambios del físico: disminución o aumento excesivo del peso, 
los sentimientos relacionados con el rechazo físico o sexual de su pareja y la 
satisfacción personal disminuida. Esta última disminuye por 2 motivos básicos: el 
no logro de las metas trazadas y la carencia de pareja. (Souza 2002) 
 
 Además, en esta etapa puede aparecer el llamado síndrome del talante 
(Pérez 1997) y que según se refiere en la bibliografía aparecen síntomas tales 
como depresión, disminución de la confianza personal, dificultades en la toma de 
decisiones, sensación de desmerecimiento, ansiedad olvidos. También puede 
haber disminución de la satisfacción personal con sentimientos de minusvalía y 
devaluación en el contexto familiar y hasta laboral, al acercarse la edad de la 
jubilación. Entre las expresiones psicoconductuales ocurre el síndrome del nido 
vacío que es uno de los eventos vitales de esta etapa. Esto ocurre cuando la 
mujer siente que el hogar está solo, que sus hijos crecieron e hicieron vida 
independiente y ella siente que ha perdido su papel protagónico socialmente; es 
decir, que hay pérdidas. Muchas veces se sienten solas, y están preocupadas por 
su futuroy el de la familia o, por el contrario muestran desinterés por el porvenir. 
Las disfunciones de la dinámica familiar condicionadas por la ausencia de los 
hijos (síndrome de Nido vacío), se puede presentar de dos formas: es decir porque 
los hijos se han marchado y se ha perdido la responsabilidad reproductiva 
inmediata y cuando los hijos conviven en el mismo espacio doméstico y se 
manifiesta en forma de celos respecto a sus pareja, esto último es muy frecuente 
en nuestro medio y produce en muchas ocasiones mayor estrés dentro del 
ambiente familiar. 
 En esta etapa de evolución de la familia, la relación entre padres e hijos 
cambia y las funciones de protección, desarrollo y socialización que antes se 
hacían en forma vertical, de padres a hijos, ahora se deben hacer en una forma 
más horizontal, es así como las normas que han sido producto de la reflexión y 
negociación de la pareja, ahora se deben concretar con los hijos. La autoridad no 
puede ser impuesta como antes, pues los hijos han crecido y son ya casi adultos y 
con ellos se deben concertar las salidas, los permisos, sus derechos, así como 
sus obligaciones. Si consideramos que, además es, durante esta fase cuando 
la salud en general de las mujeres se deteriora por inicio o agravamiento de 
enfermedades crónicas, las cuales también conllevan un grado de depresión y 
minusvalía, factores que las hacen aun más vulnerables. Es también en esta 
etapa cuando la pareja vuelve a quedarse sola y aunado al retiro o jubilación de 
 
uno o de ambos cónyuges, permite el reencuentro de la pareja marital como en 
un inicio. Si la relación no ha sido buena, es en esta etapa que se agudizan los 
problemas y en muchas ocasiones terminan en separación y divorcio. También se 
presentan cambios a nivel de la sexualidad, producto en parte de las 
concepciones culturales que niegan en la pareja la posibilidad de ejercerla por el 
sólo hecho de ser personas maduras, y agravado por la privación de las hormonas 
sexuales que les provoca dificultades para realizar el acto sexual, secundarias al 
hipoestrogenismo en la mujer y a la disfunción eréctil en el hombre, situaciones 
que limitan a la pareja la posibilidad de disfrutar plenamente su sexualidad durante 
ésta y en las próximas etapas de la vida, y que en general requieren un adecuado 
tratamiento médico. Muchos estudios demuestran que la sexualidad puede 
continuar siendo muy gratificante a lo largo de los años, por lo tanto se debe 
educar a las parejas para que continúen ejerciendo esta forma cercana de 
comunicación, si así lo desean. 
 Suele suceder también en esta época que la enfermedad de los padres de 
la mujer climatérica requieran la atención y cuidados de ésta, ya que en nuestra 
cultura la mujer es la encargada de encarar esta situación, aún en contra de su 
propia salud. También es una época de duelos, ya sea por la muerte de los padres 
o de la pareja, la mujer se ve inmersa en pérdidas que pueden agravar su 
situación. 
 Desarrollo laboral en esta época. Cada día es mas frecuente que la 
población femenina esté integrada a un trabajo fuera de casa. Como en el caso 
de los hombres, esta edad puede coincidir con una madurez profesional y grandes 
logros, o bien con una disminución de las oportunidades sociales de obtener un 
trabajo remunerativo y gratificante 
 
 . 
 
Es bien sabido que no podemos analizar al ser humano fuera de su contexto 
sociocultural, por lo que es pertinente destacar que hay una gran diferencia en la 
percepción de este fenómeno entre las sociedades occidentales y otras 
sociedades. Los hábitos, las costumbres, la educación, el trabajo, la religión, los 
mitos y hasta el clima influyen en las manifestaciones que pueden presentarse y 
que hemos descrito. Históricamente, el papel que haya desempeñado en la 
sociedad, en el desarrollo de diversas culturas y el status familiar son aspectos de 
gran interés. Es un gran aspecto a considerar que el papel social de la mujer no 
termina con el climaterio, sino que puede aumentar su influencia según el trabajo 
que realiza; no obstante, es bueno no olvidar que los trastornos que se presentan 
en esta etapa de la vida, pueden repercutir, desfavorablemente, tanto física, como 
emocional y socialmente. Como detalle curioso se dice que en japonés no existe la 
palabra para designar los sofocos, y la mujer islámica espera y recibe con 
bienestar la menopausia; puede opinar, sentarse a conversar, etc. 
 El climaterio es un fenómeno biopsicosocial que requiere una investigación 
multidisciplinaria para determinar la manera como influyen los factores que lo 
conforman, en la vivencia y sintomatología que presenta la mujer en esta etapa. 
Sin embargo, no se han estudiado suficientemente las manifestaciones 
psicológicas que se observan en la modificación del funcionamiento del “yo” de la 
mujer, de su imagen corporal y del impacto consecuente en sus relaciones 
interpersonales, con su grupo familiar y en la sociedad. 
 Por todos estos motivos es fácil entender que la paciente durante el 
climaterio y menopausia se encuentra en una época de crisis y que ésta se 
extiende hacia su medio ambiente habitual, del que lo más cercano es su propia 
familia, y en la cual repercuten las situaciones estresantes para producir 
disfuncionalidad. 
 Si bien la menopausia representa el cese de la menstruación y el final de la 
vida reproductiva de la mujer, desde un punto de vista más integral esta etapa de 
la vida involucra toda una serie de procesos fisiológicos, endocrinos, 
 
psicosexuales, laborales, sociales y familiares entre otros, que integran el 
síndrome climatérico y que deben verse con un criterio holístico para poderlos 
comprender en toda su magnitud. La familia es vital para el equilibrio emocional 
afectivo de estas pacientes y no puede ser sustituida por ninguna institución social 
por bien organizada que esté. 
 
 
 En España hay más de 6 millones de mujeres que tienen más de 50 años. 
En las mujeres europeas y norteamericanas los síntomas más frecuentes son los 
bochornos, los sudores nocturnos y los síntomas psiquiátricos. En la cultura 
japonesa predomina la rigidez de hombros (51.7%), cefalea (27.7%) y dolores 
articulares (22.4%) entre otros. (Kaufer, 1998). 
 
 En el climaterio se presenta con una serie de cambios en todo el organismo 
provocada por el hipoestrogenismo, lo que genera signos y síntomas de diferentes 
intensidad. Se calcula que aproximadamente 85% de las mujeres padece 
síntomas relacionados con la menopausia; 75% de ellas los padece durante uno o 
cinco años, mientras que el 25% por un tiempo mayor. De las mujeres 
sintomáticas 35% los experimenta en forma intensa como bochornos, 
sudoraciones nocturnas, palpitaciones y 65% en forma leve. (Jiménez LJ, 1999). 
 
 En el Centro para el Estudio del Climaterio y Osteoporosis en el Hospital de 
México realizaron un estudio para conocer las manifestaciones clínicas más 
frecuentes reportando los siguiente: el síndrome vasomotor se presentó en 437 
(70.5%) del total de las mujeres, diaforesis 245 (56%), palpitaciones se 
encontraron en 184 (42%), disminución de la libido se presentó en 476 mujeres 
(76.9%), seguida por el dolor osteoarticular en 467 (75.5%), y posteriormente 
astenia, que se encontró en 402 (65%), irritabilidad 396 (64%) insomnio en 371 
(60%), cefalea 365 (59%), adinamia 347 (56%), manifestaron ánimo depresivo 
285 (46%) y acroparestesias 278 (45%). Concluyendo que los síntomas más 
frecuentes fueron los vasomotores, la disminución de la libido, el dolor 
 
osteoarticular, la astenia y la irritabilidad, información similar a otros informes, sólo 
la disminución de la libido fue más frecuente al compararla con otras series en que 
se ha informado con una frecuencia menor, pero cabe aclarar que este síntoma se 
obtuvo como resultado del interrogatoriodirecto y no como motivo de consulta. 
(Murillo- Uribe. 1999). 
 
 En la ciudad de México se realizo un estudio para conocer las variables 
epidemiológicas de las mujeres menopáusicas, encontrando lo siguiente: La edad 
promedio en que se presentó la menarca fue a los 13 años y la menopausia 
espontánea a los 48.1 años con una desviación estándar de 4.5 años. Todas ellas 
tenían amenorrea de por lo menos un año. Del total de estas 1,099 mujeres, 619 
nunca habían recibido terapia hormonal de reemplazo (THR), eran casadas 78% 
y el 66% eran dedicadas a labores del hogar, 17% eran profesionistas. (Murillo- 
Uribe, 1999) 
 
 Otro estudio descriptivo transversal, se encuesto a 425 mujeres mayores 
de 50 años de edad, con menopausia natural y la edad promedio de menopausia 
fue de 47.4 en las pacientes con una actitud positiva y de 46.7años en las 
pacientes con una actitud negativa, el 92% presento síntomas del síndrome 
climatérico. (Jiménez LJ, 1999) 
 
 Souza, 2000 en su trabajo sobre la comorbilidad psicoorgánica del 
climaterio, resalta la importancia de la estabilidad emocional como persona, pareja 
y madre para el equilibrio biopsicosocial en este periodo de transición en la vida de 
la mujer. 
 Un estudio reciente multiétnico en Estados Unidos se informo de una edad 
media de 51.4 años para la menopausia. (Gold EB, et al. 2001) 
 
 Diversos estudios demuestran un incremento en los síntomas psicológicos 
durante la menopausia, con aumento en la demanda de consultas médicas por 
 
problemas emocionales y un uso mayor de fármacos psicotrópicos, principalmente 
tranquilizantes y antidepresivos. Los síntomas psicológicos tienden a presentarse 
con más frecuencia en el periodo que precede a la menopausia y a menudo 
disminuyen uno o dos años después de la suspensión de la menstruación. 
Traducen también una serie de cambios que acompañan este periodo de la vida 
de la mujer y están vinculados a problemas conyugales, familiares y laborales 
propios de la edad. La implicación de este problema es que durante la atención 
medica frecuentemente se interpreta la demanda de atención por trastornos 
emocionales como producto de un estado de ansiedad, sin que se acompañe de 
una evaluación meticulosa en la presencia de molestias climatéricas, lo que 
explica la tendencia alta del uso de psicotrópicos en contraste con el bajo uso de 
la terapia hormonal de reemplazo en el periodo posmenopáusico. En un estudio 
reciente acerca de las actitudes positivas y negativas de las mujeres con edades 
entre 35 y 65 años entorno a su menopausia (N=149), señaló que aquellas que se 
enfrentan positivas al periodo fisiológico no lo padecen con tanta intensidad y 
sortean las dificultades con mayor facilidad, que las que lo hacen de modo 
aprehensivo y temeroso. Estas últimas incrementan los síntomas y promueven vía 
somatización, cambios emocionales derivados de sus temores y fantasías, 
haciendo cuadros más floridos y de mayor duración. (Souza y Machorro, 2002). 
 
 En un estudio descriptivo transversal en Cuba se demostrado que en el 50 
% de las pacientes entre 45 y 49 años predominó el síndrome climatérico 
moderado, lo cual se corresponde con el inicio de la etapa climatérica, en el que 
predominan los síntomas circulatorios y psicológicos tan molestos para estas 
pacientes. Por otro lado, el síndrome climatérico leve predomino en el grupo de 
55 a 59 años, con una mayor incidencia de los síntomas genitourinarios y 
generales coincidiendo con criterios de expertos. (Calderón.2002). 
 
 El climaterio y su correlación psicoorgánica favorecen la presencia de 
enfermedades prevenibles. La mayoría de las pacientes se presenta a consulta 
por malestares psicosociales diagnosticables oportunamente. Por lo menos un 
 
tercio de las pacientes climatéricas atendidas por el médico de primer contacto 
muestra trastornos psiquiátricos. En la paciente menopáusica las alteraciones 
cognitivas, emocionales y conductuales son muy frecuentes, especialmente 
depresión, ansiedad, somatización y problemas de la alimentación y 
abuso/adicción a psicotrópicos, de forma aislada o como síndromes formales. 
Más aisladamente se presentan reacciones emocionales diversas relacionadas 
con estados agudos o crónicos de estrés, confusión de la identidad, disfunción 
sexual individual y/o de pareja, y necesidad imperiosa de establecer un 
sentimiento de control personal para enfrentar la vida. (Souza y Machorro, 2002). 
 
 En un estudio realizado en cuba se observó que en las mujeres estudiadas 
predominan la ansiedad en las perimenopáusicas para el 50.8%, y 64.8% en las 
posmenopáusicas, y la depresión en el 42.0% en las perimenopáusicas y el 60.4% 
en las posmenopáusicas. La mayoría de las manifestaciones psíquicas, como 
inseguridad, intranquilidad, irritabilidad, predominan en las postmenopáusicas con 
diferencias significativas, además entre los aspectos que dificultan las relaciones 
familiares predominan la falta de comunicación y comprensión en el hogar 
fundamentalmente con su pareja, así como también la presencia de discusiones 
frecuentes. (Lugones, 2002) 
 Se realizó un estudio transversal y multicéntrico en mujeres de las 33 
unidades de salud de la Zona 3, jurisdicción 8 en Nuevo León en el periodo de 
agosto a octubre del 2003. Se contó con 3 instrumentos de evaluación: el FACES 
III, el Índice de Black Kupperman y se diseñó una encuesta para recabar las 
variables sociodemográficas y la percepción de las mujeres acerca de la 
menopausia. Un 63.6% presentaba sintomatología de leve a severa durante el 
estudio. 84.1% fueron familias funcionales. 52.7% refirió que la familia si afecta en 
la sintomatología y un 81.4% de las que así lo consideraron tenían un IBK mayor 
a 15, sin embargo el cruce de funcionalidad familiar con el IBK no fue 
significativamente estadístico. (Celaya, 2003) 
 
 Se realizó un estudio en Madrid, basado en 300 entrevistas a mujeres entre 
45 y 55 años residentes del Municipio de Madrid, el cuestionario recoge la 
siguiente información: demográfica y socioeconómica de la entrevistada, asuntos 
relacionados con su salud, historia reproductiva y salud reproductiva, síntomas 
frecuentes en el ultimo mes, acerca de su estilo de vida, como tabaquismo, 
actividad física, la disposición de redes sociales, preguntas sobre la toma de 
decisiones terapéuticas influyendo fuentes de información sobre la menopausia. 
La edad media de las entrevistadas fue de 50,2 años, el 74% de ellas viven en 
pareja, el 28% de estas tenían estudios universitarios, el 50% de estas habían 
terminado la secundaria, en cuanto a la cobertura de salud el 53% estaba 
adscritas a la Seguridad Social, el 42% tiene un sistema mixto. Referente al estilo 
de vida el 34% son fumadoras, en cuanto el ejercicio el 68% no realiza ejercicio 
moderado, solo el 28% realiza ejercicio tres veces por semana. Los síntomas más 
frecuentes fueron emocionales 81% (angustia, nerviosismo, depresión, cambios 
de humor e impaciencia), genitourinarios 67% (incontinencia urinaria, resequedad 
vaginal, dispareunia), vasomotores 54% (sofocos y sudoraciones nocturnas) y 
el 44% los cardiovasculares como palpitaciones, presión en el pecho, dificultad 
para respirar. A pesar de su nivel educativo y económico hay resistencia en el uso 
de terapia de reemplazo hormonal en estas mujeres ya que prefieren cambiar su 
estilo de vida o utilizar métodos naturales. (Obermeyer, C.M.; Reher, D. S. 2004) 
 
 La buena nutrición conserva a las personas saludables y tiene efecto 
positivo en la salud de la mujer. La prevención de la mayor parte de las 
enfermedades es mediante la nutrición variada, saludable. Los factores dietarios 
contribuyen a prevenir las cinco enfermedades de mayor prevalencia en la 
población mayor de 50 años de edad. Las afecciones que causan la mayor parte 
de las muertes son la enfermedad cardiovascular, la diabetes mellitus,el derrame 
cerebral y algunos tipos de cáncer. Como ha quedado de manifiesto, la deficiencia 
de estrógenos tiene alguna influencia en la obesidad; sin embargo, los principales 
factores desencadenantes de ésta siguen siendo los malos hábitos alimenticios y 
el sedentarismo. Si la mujer peri y posmenopáusica se ejercita correcta y 
 
diariamente y junto con ello observa un patrón de alimentación adecuado, el 
sobrepeso y la obesidad dejarán de ser un problema coincidente con esta edad de 
la vida reproductiva de la mujer. El estilo de vida es un factor muy importante para 
reducir los eventos cardiovasculares en las mujeres con alto riesgo. El 
cumplimiento de una dieta adecuada, ejercicio y abstinencia del tabaco neutralizan 
gran parte del riesgo cardiaco. (Higueras RA.2005) 
. 
 
En la actualidad, la mayoría acepta la posibilidad de los síntomas de la 
perimenopausia, como consecuencia de la paulatina disminución de los 
estrógenos. De acuerdo con Upton los bochornos, la sudoración nocturna, el 
insomnio y el nerviosismo 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
coexisten en 50 al 65% de las mujeres en la peri menopausia. Powell es uno de 
los investigadores que más ha indagado acerca de las alteraciones psicológicas 
durante la peri menopausia. Todas ellas preocupan a las mujeres, les causan 
molestias y deterioran su calidad de vida. En consecuencia, los médicos debemos 
tratar de aliviarlas. (Rosado, 2005) 
 
 
 De acuerdo en un estudio realizado en México de 140 mujeres se encontró 
que en relación con el entorno familiar de las entrevistadas: en las mujeres con 
una familia disfuncional fue más frecuente la sintomatología del climaterio (49 de 
94) así como en aquellas que eran parejas disfuncionales (61 de 94) ambas con 
una relación estadísticamente significativa (p < 0.05); mientras que la tipología 
familiar en base a su integración (integrada, semi-integrada y desintegrada) así 
como la cohesión familiar no presentaron diferencias significativas. La media de 
edad del grupo A fue de 53,4 ± 7,5 años, del grupo B fue de 49,8 ± 8,9 años 
(p<0,05). De los factores sociodemográficos que presentaron relación 
estadísticamente significativa con sintomatología del climaterio (p<0,05) fue la 
ocupación, donde 65/94 mujeres dedicadas al hogar presentaron sintomatología 
(OR: 2,22; IC95%: 1,90-2,53); el lugar de residencia y la escolaridad no 
presentaron relación con el climaterio (Vega, 2007) 
 
 
4. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 
 
 La menopausia constituye una etapa de adaptación y transición a una nueva situación 
biológica que conlleva la pérdida de la capacidad reproductiva. La instauración de la 
menopausia tiene un carácter progresivo, afecta a todas las mujeres, no asociándose con la 
génesis directa de ninguna patología; no existe pues ninguna base científica que permita 
considerarla como una endocrinopatía. 
 
 Solo en determinadas mujeres en las que se asocien factores de riesgo, como 
patologías preexistentes, estados carenciales o una predisposición genética se 
desencadenarán determinadas patologías. Como consecuencia del propio envejecimiento a 
partir de la menopausia aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer, y 
alteraciones del metabolismo óseo. 
 
 La atención primaria constituye el primer y en ocasiones único contacto con la mujer 
menopáusica. El manejo y seguimiento de la mujer climatérica es necesario plantearlo desde 
una perspectiva biopsicosocial como cualquier otra actividad de nuestra práctica habitual. 
Además de que durante las últimas décadas se ha incrementado el estudio de la 
investigación sistemática del climaterio debido principalmente a factores sociodemográficos. 
 
 La mayor expectativa de vida, en nuestro país que para la mujer alcanza los 78 años 
de edad hace que ésta tenga un promedio de 30 años inmersa en las condiciones de esta 
etapa con todos los riesgos que esto conlleva. Ante la evidencia de los cambios en la 
población y tomando en cuenta que la etapa climatérica es una certeza Biológica, se hace 
necesario privilegiar e incrementar las intervenciones médico preventivas que ayuden al 
bienestar físico y mental de la mujer y su interacción con su familia y sociedad. 
 Todo este panorama ha despertado el interés de diferentes especialistas por estudiar 
el climaterio bajo un enfoque multidimensional, con el propósito de aportar elementos que 
sean útiles para conocerlo mejor, y que además nos permita realizar un diagnóstico mas 
acertado y mejor manejo, con el fin de reducir los riesgos de las enfermedades crónico 
degenerativas que se presentan a partir de esta etapa. 
 A esta etapa se le considera actualmente como un problema de salud pública debido 
a la sintomatología y alcances epidemiológicos que puede presentar y que ocasiona cambios 
en el entorno familiar de las pacientes con este síndrome, ya que esta etapa coincide con 
crisis que ocurren al interior de la familia y que involucran no solo a la mujer sino a cada uno 
de los miembros que integran el sistema familiar. 
 En muchas ocasiones es a la mujer a quien la sociedad designa y señala como 
enferma física y emocional de la familia y la causante de los momentos de desequilibrio e 
inestabilidad familiar. De ahí la gran trascendencia de estudiar y conocer los procesos y 
mecanismos íntimos que puedan alterar la funcionalidad familiar durante esta etapa en la 
mujer. 
PREGUNTA DE INVESTIGACION 
¿Cuál es la asociación que existe entre la funcionalidad familiar y la presencia del síndrome 
climatérico? 
5. JUSTIFICACIÓN 
 El climaterio constituye una etapa en la vida de la mujer en la que se presentan 
importantes cambios físicos, psicológicos y culturales, los cuales ponen a prueba su 
capacidad para llevar a cabo los ajustes psicológicos y sociales necesarios. Que le permitan 
mantener su equilibrio emocional y continuar su desarrollo. 
 El crecimiento de la población de personas mayores nos conduce al camino de que 
para el año 2035 en Latinoamérica, las mujeres mayores de 45 años alcanzarán 
aproximadamente un tercio de todas las mujeres, de tal manera que para entonces, una de 
cada 3 mujeres será climatérica. (Obermeyer, 2000). 
 El incremento en la expectativa de vida de la población. Hace relevante el estudio de 
pacientes que cursan el climaterio, así como las complicaciones crónicas durante este, que 
deben ser atendidas por el personal de salud. 
 En la bibliografía es abundante la información que se refiere a los cambios 
biopsicosociales que afectan la vida de las mujeres durante el climaterio pero son escasas 
las investigaciones que han relacionado la funcionalidad familiar entendida ésta como los 
patrones de comportamiento de la familia de acuerdo con algunas dimensiones como 
cohesión, la comunicación, los roles, la estructura de poder , la resolución de conflictos, la 
expresión de los afectos y el control de la conducta entre otras, con la mayor presencia de 
los síntomas del climaterio. 
 Teniendo en cuenta que la disfuncionalidad familiar puede enmascarar síntomas 
como ansiedad y depresión que son muy frecuentes en esta etapa es importante conocer 
los factores psicosociales, familiares y culturales que puedan incidir en la sintomatología del 
climaterio, permitiendo prever su impacto sobre la salud y proporcionar elementos para 
informarlas sobre las medidas que deben tomar respecto a los factores de riesgo 
relacionados con su estado fisiológico y así proteger también al núcleo familiar. 
 Se considera importante profundizar en el estudio de la funcionalidad familiar en estas 
pacientes, pues esto no solamente para mejorar su calidad de vida, sino también por la 
influencia que puedan tener en el bienestar emocional que transmitan estas mujeres en su 
persona, su familia, pareja y sociedad. 
 Los cambios sociales y la emancipación que ha tenidola mujer exige de la familia 
cambios profundos en los roles, que permitan resolver las contradicciones entre un modelo 
familiar establecido y las nuevas exigencias sociales que satisfagan el mejor funcionamiento 
y enriquecimiento de sus miembros. 
 El médico de atención primaria es el más indicado para la obtención de esta 
información sobre los problemas relacionados con la investigación en forma intencionada de 
la sintomatología del climaterio. Por lo que con el presente estudio se pretende identificar a 
pacientes portadoras de síndrome climatérico y buscar su asociación con la funcionalidad 
familiar. 
6. OBJETIVOS 
GENERAL 
 Determinar la asociación que existe entre la funcionalidad familiar y la presencia del 
síndrome climatérico en las mujeres derechohabientes de la Unidad de Medicina Familiar 
No. 13 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Santiago de Querétaro, en el período 
comprendido de Agosto a Diciembre del 2007. 
ESPECIFICOS 
Identificar en las mujeres en etapa perimenopáusica las siguientes características.- 
 Las características sociodemográficas. 
 La presencia o no de síndrome climatérico. 
 Evaluar la funcionalidad familiar 
 Evaluar la asociación entre la funcionalidad familiar y el síndrome climatérico. 
7. HIPÓTESIS 
Los síntomas del climaterio se hacen presentes entre los 45 y 55 años de edad en un 60% o 
más de las pacientes. 
La funcionalidad familiar se relaciona en un 40% y más con la presencia de síndrome 
climaterico. 
 
 
 
 
 
8. METODOLOGÍA 
- Tipo de estudio 
 Se realizó un estudio transversal comparativo en las mujeres de 40 a 59 años de edad, 
usuarias de la UMF 13 del IMSS delegación Querétaro. 
- Población, lugar y tiempo de estudio 
 Se incluyeron a las mujeres de 40 a 59 años de edad usuarias de los servicios de la 
Unidad de Medicina Familiar No. 13, del Instituto Mexicano del Seguro Social, Delegación 
Querétaro, durante el periodo comprendido de Agosto a Diciembre del 2007. 
- Tipo de muestra y tamaño de la muestra 
 Se obtuvo una muestra por medio de la fórmula para comparar dos poblaciones con un 
resultado de n 115 mujeres de 40 a 59 años. 
- Criterios de inclusión, exclusión y eliminación 
 Se incluyeron a mujeres entre 40 y 59 años, que acudieron a la Consulta Externa de la 
Unidad de Medicina Familiar No. 13 del IMSS, en ambos turnos entre Agosto y Diciembre del 
2007, que aceptaron participar en el estudio. Se excluyeron a las pacientes con uso de 
terapia de reemplazo hormonal y se Eliminaron a aquellas que no respondieron el 100% de la 
entrevista. 
- Información a recolectar (variables a recolectar) 
 Se interrogaron las siguientes variables.- sociodemográficas para describir las 
características de la población de estudio como edad, ocupación, escolaridad y estado civil. 
Se determinó la presencia de Síndrome climatérico utilizando el formato MF-11/2003 
propuesto y validado por la Coordinación de Salud Reproductiva y para uso Institucional en 
todas las Unidades de Medicina Familiar, y se aplicó a todas las pacientes del estudio el 
instrumento para medir la Funcionalidad Familiar o FACES III ya validado ampliamente. 
- Método o procedimiento para captar la información 
 La información se obtuvo mediante entrevista con las mujeres de 40 a 59 años de 
edad que cumplieron con los criterios de inclusión, por medio de un muestreo no 
probabilístico por cuota, y a las cuales se les aplicó el formato MF-11/2003 para integrar o no 
la presencia del Síndrome climatérico y además a las 115 pacientes de la muestra se les 
aplicó también el instrumento de FACES III para medir la funcionalidad familiar. 
Posteriormente se realizó el procesamiento de los datos tanto en forma manual como 
electrónica con ayuda del programa SPSS versión 15 y el manejo estadístico fue utilizando 
tanto estadística descriptiva con frecuencias, medias, rangos y desviación estándar e 
inferencial con prueba de X2 y Razón de momios, para su presentación en cuadros. 
 
 
-Consideraciones éticas 
 
 Este proyecto se apegó a los principios éticos enunciados en la declaración Helsinki 
de 1964 y su modificación en Tokio de 1975 así como en su enmienda en 1983, con 
relación a la investigación biomédica con seres humano, asimismo se observó lo estipulado 
en la Norma Oficial Mexicana relacionada con la Investigación clínica en seres humanos. 
Fue sometido a un comité local de investigación de salud institucional, el cual fue aprobado 
y de acuerdo a las características del estudio este proyecto es de riesgo bajo. Se utilizo el 
consentimiento informado, garantizando la confidencialidad de los resultados, así como la 
utilización de los mismos solo para el cumplimiento de los objetivos del estudio. 
 
 
 
 
9. RESULTADOS 
 Se entrevistaron 115 mujeres entre 40 y 59 años, predominando el rango de 45-49 con 
un 26.94%. La media de edad en el grupo de mujeres con síndrome climatérico fue de 50.04 
+ 5.137 años. (Cuadro 9.1) 
 Del total de 81(61.86%) mujeres que presentaron síndrome climatérico predominaron 
en orden de frecuencia los trastornos psicológicos en un 79.1%, los genitourinarios en 63.5%, 
los somáticos en 61.7%, los vasomotores en 56.5% y los menstruales en 26.1% de las 
pacientes. (Cuadro 9.2) 
 La escolaridad de las mujeres con síndrome climatérico mayor la primaria con 50.62%, 
y de las que no presentaron el síndrome la preparatoria en un 23.53%. (Cuadro 9.3) 
 El estado civil de casadas en ambos grupos fue del 80.25% con síndrome climatérico y 
las que no lo presentaron en un 73.53%. (Cuadro 9.4) 
 De acuerdo a la ocupación la mayor frecuencia fueron las dedicadas al hogar en 
ambos grupos con síndrome el 56.79% y sin síndrome 44.12% (Cuadro 9.5) 
 De las mujeres con y sin síndrome climatérico el 40.74% y 44.12% respectivamente 
de acuerdo a su funcionalidad familiar no se encontró asociación estadísticamente 
significativa. (Cuadro 9.6) 
 Se encontró disfuncionalidad familiar en mujeres con y sin síndrome climatérico en 
36.85% y 16.67% respectivamente sin asociación estadísticamente significativa también en 
estas familias. (Cuadro 9.7) 
 Al evaluar a las mujeres con síndrome climatérico de acuerdo a escolaridad, tener 
pareja, ocupación y disfuncionalidad familiar, en ninguna de estas características se encontró 
asociación estadísticamente significativa. (Cuadro 9.8). 
 
 
 
 
 
Cuadro 9.1 Distribución por edad de mujeres con y sin síndrome climatérico 
 
 
SÍNDROME CLIMATÉRICO 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fuente.- Entrevista para el llenado del Formato MF-11/2003 para diagnóstico de síndrome 
climatérico en mujeres de 40 a 59 años de la Unidad de Medicina Familiar No. 13 del IMSS, 
Delegación Querétaro. 
 
 
Síndrome 
climatérico 
Frecuencia Media de 
edad 
Desviación 
estándar 
SI 81 50.04 + 5.137 
NO 34 47.53 + 6.364 
TOTAL 115 
Edad 
años 
SI 
Fc. 
 
% 
NO 
Fc. 
NO 
% 
Total 
Fc. 
% 
40-44 15 13.04 14 12.7 29 25.22 
45-49 23 20 9 7.82 31 26.94 
50-54 17 14.78 13 11.30 30 26.08 
55-59 16 13.91 8 6.95 25 21.76 
TOTAL 81 61.86 34 38.14 115 100 
Cuadro 9.2 Frecuencia de mujeres con y sin manifestaciones clínicas que presentan 
síndrome climatérico 
 
 
 
 
 SINDROME CLIMATERICO 
 
Manifestaciones 
clínicas 
SI 
Fc. 
SI 
% 
NO 
Fc. 
NO 
% 
TOTAL 
Fc. 
% 
Trastornos 
Menstruales 
30 26.1 85 73.9 115 100 
Trastornos 
Vasomotores 
65 56.5 50 43.5 115 100 
Trastornos 
Psicológicos 
91 79.1 24 20.9 115 100 
Trastornos 
Genitourinarios 
73 63.5 42 36.5 115 100 
Trastornos 
Somáticos 
71 61.7 44 38.3 115 100 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fuente.- Entrevista para el llenado del Formato MF-11/2003 para diagnóstico de síndrome 
climatérico en mujeres de 40 a 59 años de la Unidad de Medicina Familiar No. 13 del IMSS, 
Delegación Querétaro. 
 
 
 
 
 
 
 
Cuadro 9.3 Frecuencia de mujeres con y sin Síndrome Climatéricosegún Escolaridad 
 
 
 
 
SÍNDROME CLIMATÉRICO 
 
Escolaridad 
SI 
 
NO 
 
 Fc % Fc % Total % 
 
Analfabeta 
 
6 7.41 
 
4 
 
11.76 
 
10 
 
8.69 
 
Primaria 
 
41 50.62 
 
7 
 
20.59 
 
48 41.73 
 
Secundaria 
 
21 25.93 
 
7 
 
20.59 
 
28 24.35 
 
Técnica 
 
5 6.17 
 
4 
 
11.76 
 
9 7.83 
 
Preparatoria 
 
6 7.41 
 
8 
 
23.53 
 
14 12.18 
 
Licenciatura 
 
2 2.47 
 
4 
 
11.76 
 
6 5.22 
 
Total 
 
81 100 
 
34 
 
100 
 
115 100 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fuente.- Entrevista para el llenado del Formato MF-11/2003 para diagnóstico de síndrome 
climatérico en mujeres de 40 a 59 años de la Unidad de Medicina Familiar No. 13 del IMSS, 
Delegación Querétaro. 
Cuadro 9.4 Frecuencia de mujeres con y sin Síndrome Climatérico según Estado civil 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fuente.- Entrevista para el llenado del Formato MF-11/2003 para diagnóstico de síndrome 
climatérico en mujeres de 40 a 59 años de la Unidad de Medicina Familiar No. 13 del IMSS, 
Delegación Querétaro. 
 
 
 
SÍNDROME CLIMATÉRICO 
 
 SI NO 
Estado Civil 
Fc % 
 
Fc % Total % 
 
Soltera 
 
3 3.70 
 
3 8.82 6 5.22 
 
Casada 
 
65 80.25 
 
25 73.53 90 78.26 
 
Divorciada 
 
5 6.17 
 
4 11.76 9 7.83 
 
Viuda 
 
8 9.88 
 
2 5.88 10 8.69 
 
Total 
 
81 100 
 
34 100 115 100 
Cuadro 9.5 Frecuencia de mujeres con y sin Síndrome Climatérico según Ocupación 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fuente.- Entrevista para el llenado del Formato MF-11/2003 para diagnóstico de síndrome 
climatérico en mujeres de 40 a 59 años de la Unidad de Medicina Familiar No. 13 del IMSS, 
Delegación Querétaro. 
 
 
 
SÍNDROME CLIMATÉRICO 
 
 SI NO 
Ocupación Fc % Fc % TOTAL % 
 
Hogar 
 
46 56.79 
 
15 
 
44.12 
 
61 53.05 
 
Obrera 
 
8 9.88 
 
6 
 
17.65 
 
14 12.18 
 
Empleada 
 
24 29.63 
 
9 
 
26.47 
 
33 28.69 
 
Técnica 
 
1 1.23 
 
1 
 
2.94 
 
2 1.74 
 
Profesionista 
 
1 1.23 
 
3 
 
8.82 
 
4 3.47 
 
Pensionada 
 
1 1.23 
 
0 
 
0.00 
 
1 0.87 
 
Total 
 
81 100 
 
34 
 
100 
 
115 100 
Cuadro 9.6 Asociación entre las mujeres con y sin 
Síndrome Climatérico según 
su Funcionalidad Familiar 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fuente.- Entrevista para el llenado del Formato MF-11/2003 para diagnóstico de síndrome 
climatérico y del FACES III para medir funcionalidad familiar en mujeres de 40 a 59 años de 
la Unidad de Medicina Familiar No. 13 del IMSS, Delegación Querétaro. 
 
 
 
 
SÍNDROME CLIMATÉRICO 
 
 SI NO 
Funcionalidad 
Familiar Fc % Fc % χ2 p 
 
Si 
 
33 40.74 
 
15 44.12 
 
4.057 0.132 
 
No 
 
20 24.69 
 
3 8.82 
 
Riesgo 
 
28 34.57 
 
16 47.06 
 
Total 
 
81 100 
 
34 100 
Cuadro 9.7 Asociación entre las mujeres con y sin 
Síndrome Climatérico según 
su Disfuncionalidad Familiar 
 
 
 
 
 
Familia 
Disfuncional 
SÍNDROME CLIMATÉRICO 
 
SI NO 
 
Fc % Fc % X2 p IC al 95% 
 
Si 
 
19 
 
35.85 
 
3 16.67 
 
2.310 0.108 0.92 - 1.396 
 
No 
 
34 
 
64.15 
 
15 83.33 
 
Total 
 
53 
 
100 
 
18 100 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
35Fuente.- Entrevista para el llenado del Formato MF-11/2003 para diagnóstico de síndrome 
climatérico y del FACES III para medir funcionalidad familiar en mujeres de 40 a 59 años de 
la Unidad de Medicina Familiar No. 13 del IMSS, Delegación Querétaro. 
 
 
 
 
 
Cuadro 9.8 Concentrado de la Asociación entre las mujeres con y sin 
Síndrome Climatérico según variables sociodemográficas y 
Su Funcionalidad Familiar 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fuente.- Entrevista para el llenado del Formato MF-11/2003 para diagnóstico de síndrome 
climatérico y del FACES III para medir funcionalidad familiar en mujeres de 40 a 59 años de 
la Unidad de Medicina Familiar No. 13 del IMSS, Delegación Querétaro. 
 
 
 
SÍNDROME 
CLIMATÉRICO 
Variables SI NO 
 Fc % Fc % O.R. IC al 95% χ2 p 
Escolaridad 
Primaria o - 48 59.26 13 38.24 4.260 0.187 - 0.968 4.250 0.032 
Secundaria y 
+ 33 40.74 21 61.76 
Con Pareja 
Si 65 80.25 25 73.53 0.680 0.268 - 1.747 0.635 0.287 
No 25 30.86 9 26.47 
Ocupación 
Sin ocupación 46 56.79 15 44.12 0.601 0.268 - 1.346 1.544 0.25 
Con 
ocupación 35 
 
43.21 19 55.88 
Familias 
Disfuncional 
Si 19 
 
86.4 3 13.6 0.358 0.092 - 1.396 2.312 0.108 
No 34 69.4 15 30.6 
 
 
10. DISCUSIÓN 
 En el presente estudio predominó el rango de mujeres con síndrome climatérico de 
45-49 con un 26.94%, y una media de edad de 50.04 + 5.137 años. Datos similares a lo 
reportado en la literatura por Gold, 2001 que encontró una edad de 51.4, y Calderón en 2002 
a los 45 y 49 años y también Obermeyer en 2004 con una media de edad de 50.2 años. 
 En este estudio las manifestaciones clínicas más frecuentes que integraron el 
síndrome climatérico fueron en orden de frecuencia los trastornos psicológicos en un 79.1%, 
los genitourinarios en 63.5%, los somáticos en 61.7%, los vasomotores en 56.5% y los 
menstruales en 26.1% de las pacientes. A diferencia de lo encontrado por Jiménez, 1999 
quien reporta cifras más altas en alteraciones vasomotoras en 65%, Murillo en 1999 los 
encontró en 70.5% estos mismos. Sin embargo Souza 2002 refirió que los trastornos 
psicológicos tienden a presentarse con más frecuencia, y también Calderón y Lugones en el 
2002 dicen que predominaron los síntomas psicológicos como ansiedad y depresión en un 
58.8% y 60.4% respectivamente, y Rosado en 2005 refiere que Powell es quien más ha 
indagado acerca de las alteraciones psicológicas en el climaterio las cuales causas molestias 
y deterioran la calidad de vida de las pacientes y también Obermeyer 2004 reportó que los 
trastornos encontrados con más frecuencia fueron los psicológicos en un 81% seguidos de 
los genitourinarios en 67%; semejante a los hallazgos de este estudio. 
 La escolaridad de las mujeres con síndrome climatérico fue mayor a nivel de primaria 
con 50.62% y un mínimo porciento de 2.47 con licenciatura en este estudio, a diferencia de 
lo reportado por Obermeyer 2004 en Madrid, España en donde el 50% de las mujeres habían 
terminado la secundaria y el 28% tenían estudios universitarios, mencionando que a pesar de 
que su población de estudio tenia mayor nivel educativo y económico presentaron resistencia 
al uso de la terapia hormonal de reemplazo prefiriendo cambiar su estilo de vida . 
 En el presente estudio el estado civil de casadas en ambos grupos con síndrome 
climatérico fue del 80.25% y las que no lo presentaron en un 73.53%. Lo mismo encontró 
Obermeyer 2004 que el 74% viven en pareja. 
 De acuerdo a la ocupación la mayor frecuencia se dedican al hogar en ambos grupos 
con síndrome el 56.79% y sin síndrome climatérico 44.12% en este estudio. Lo cual coincide 
con lo encontrado en otro estudio en México recientemente: De los factores 
sociodemográficos que presentaron relación estadísticamente significativa con sintomatología 
del climaterio (p<0,05) fue la ocupación, donde 65/94 mujeres dedicadas al hogar 
presentaron sintomatología del climaterio (Vega 2007) 
 Celaya 2003 en un estudio realizado en Monterrey N. L. menciona que en un 52.7% 
que la familia si afecta en la sintomatología del climaterio, en 81% fueron familias funcionales 
y en Índice de Kuppermar fue mayor a 15, sin encontrar asociación estadísticamente 
significativa con ambos instrumentos. Souza en 2000 describe que son importantes la 
estabilidad emocional de la mujer como persona, pareja y madre para el equilibrio 
biopsicosocial en el periodo climatérico; Y este mismo autor en el 2002 reporta que se 
presentan reacciones emocionales diversas con estados agudos o crónicos de estrés, 
confusión de la identidad, disfunción sexual y de pareja además de necesidad imperiosa de 
establecer

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