Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Medicina Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez “Asociación entre el Trastorno de Estrés Postraumático y el Trastorno Límite de la Personalidad en pacientes del Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez” Presenta la Tesis para obtener el Diploma de Especialista en Psiquiatría Ivonne Núñez Nolasco Médico Residente de Psiquiatría Asesor teórico: Dr. Fernando Corona Hernández Asesor metodológico: Mtra. Juana Freyre Galicia Ciudad de México, 2019. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Agradecimientos La elaboración de una tesis es un mérito personal debido al grado de compromiso, responsabilidad, disciplina e investigación que requiere. Sin embargo, no soy la única persona implicada con este resultado, por lo que me gustaría agradecer a todos aquellos que contribuyeron, de una u otra forma, en este logro. El presente trabajo fue realizado bajo la supervisión de la Lic. Juana Freyre, a quien me gustaría expresar mi agradecimiento por su paciencia, tiempo y dedicación para obtener de manera exitosa este trabajo de investigación. Gracias a mis padres por enseñarme a confiar en mí, por enseñarme sobre la constancia y disciplina que se requiere para conseguir los sueños, gracias por ser mi soporte y mi motor para seguir adelante. A mi hermana por enseñarme con su ejemplo a seguir aprendiendo día a día a pesar de las circunstancias adversas. Gracias a Antonio por apoyarme en todo momento, por estar en las situaciones difíciles, por inspirarme motivación cuando más lo requerí e impulsarme continuamente. Índice • Lista de abreviaturas y figuras • Resumen i iv • Introducción 1 • Marco Teórico 3 • Material y Métodos 31 o Justificación 31 o Planteamiento del problema 33 o Pregunta de investigación 34 o Objetivos 35 o Hipótesis 35 o Operacionalización de variables 35 o Muestreo 40 o Sujetos 40 o Criterios de selección 40 o Tipo de estudio 41 o Instrumento 41 o Procedimiento 47 o Consideraciones éticas 48 • Análisis estadístico 49 • Resultados 49 • Discusión 52 • Conclusiones 55 • Alcances y limitaciones 56 • Referencias bibliográficas 57 • Anexos 61 i Lista de abreviaturas y figuras APA American Psychiatric Association CCA Corteza cingulada anterior CIE Clasificación Internacional de Enfermedades CAPS Clinician Administered PTSD Scale (Escala de PTSD administrada por el clínico) CPF Corteza prefrontal CPFVM Corteza prefrontal ventro-medial DSM Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales GPC Guía de práctica clínica HPFBA Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez NICE National Institute for Health and Care Excellence PTSD Posttraumatic stress disorder SCID-II Entrevista Clínica Estructurada para Trastornos del Eje II TCC Terapia cognitivo conductual TDC Terapia dialéctica conductual TEPT Trastorno de estrés postraumático TLP Trastorno límite de personalidad ii Figura 1.- Distribución por sexo de pacientes Figura 2.- CAPS positivo y negativo en pacientes con Trastorno de Inestabilidad Emocional de la personalidad tipo límite. 16% 84% HOMBRES MUJERES 19, 38% 31, 62% NEGATIVO POSITIVO iii Figura 3. Causas de TEPT crónico en pacientes con TLP del HPFBA causas de TEPT crónico abuso sexual maltrato infantil sufrimineto humano secuestro terremoto homicidio iv Resumen Introducción: Por mucho tiempo se ha estudiado el Trastorno límite de personalidad (TLP) y el Trastorno de estrés postraumático (TEPT) de forma separada, observándose a lo largo de la historia y con estudios de investigación, que estos dos trastornos comparten más características de lo que se esperaría. Ante las similitudes descritas entre ambos trastornos, tanto en algunos aspectos de la etiología, fisiopatogenia, hallazgos en imagenología y cuadro clínico (autoagresiones e intentos suicidas primordialmente), cabe preguntarse ¿el TEPT en la infancia secundario a abuso sexual será un factor de riesgo importante para el desarrollo de cambios en la personalidad caracterizados por hostilidad, sentimiento de vacío crónico, relaciones personales inestables, autoagresiones e intentos suicidas, llegando a generar un TLP durante la adultez?. Para responder dicha incógnita es necesario primero determinar la frecuencia con que coexisten ambos trastornos y su asociación estadística, que es el objetivo de este estudio. Objetivo determinar la correlación estadística del TEPT crónico en pacientes con TLP del HPFBA. Justificación: Los beneficios obtenidos mediante este estudio descriptivo permitirán ampliar el campo de investigación acerca de las similitudes clínicas existentes entre estos dos grupos de pacientes (TLP y TEPT), su etiología, evolución, pronóstico, para de esta forma, generar medidas preventivas e innovar en cuanto al manejo terapéutico (farmacológico y psicoterapéutico) en este grupo de pacientes. Material y métodos: Se realizó un estudio de tipo observacional, transversal y correlacional en el que se describió la frecuencia con que se presenta TEPT crónico en un grupo de 50 pacientes con diagnóstico ya establecido de TLP, a quienes se les aplicó el SCID-II y la CAPS (Clinician Administred PTSD Scale /Escala de PTSD Administrada por el clínico) y se calculó la correlación no paramétrica de tau-b de Kendall de TEPT en este grupo de pacientes. Se v incluyeron a 50 pacientes mayores de 18 años, masculinos o femeninos, de nacionalidad mexicana, con diagnóstico de TLP (respaldado en su expediente), con seguimiento en HPFBA. Resultados: De los 50 pacientes seleccionados, 31 presentaron los criterios suficientes para diagnosticar TEPT crónico (alguna vez en la vida o actual) y 19 puntuaron negativo para TEPT crónico, con una P<.002, y una correlación casi perfecta de 98.9%. Conclusiones: Sí existe correlación estadística alta entre el TLP y TEPT crónico, respaldado mediante los resultados arrojados al aplicar la Tau B de Kendall. De esta forma se corrobora la hipótesis. Palabras clave: TLP (Trastorno límite de la personalidad), TEPT (Trastorno de estrés postraumático), CAPS (Clinician Administred PTSD Scale /Escala de PTSD Administrada por el clínico), SCID-II (Entrevista Clínica Estructurada para Trastornos del Eje- II). 1 Introducción El estudio del Trastorno límite de la personalidad (TLP) y el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) de forma separada ha impedido notar que comparten una gran cantidad de características, tan es así, que algunos autores han llegado a proponer que el TLP es una consecuencia o cronificación del TEPT no resuelto, tal como lo sugiere la psiquiatra Carolyn Quadrio 1 quien propuso el cambio en la denominación de TLP a Desorganización postraumática de la personalidad (PTPD). En este mismo sentido, desde la creación del CIE-10, otros autores 2 incluyeron el diagnóstico “Transformación persistente de la personalidad tras experiencia catastrófica” (TEPIC), en el que hacen referencia precisamente a los cambios en la personalidad de sujetos que hanexperimentado un estresor catastrófico, en la mayoría de los casos con el antecedente de haber cursado con un TEPT. Estos cambios en la personalidad consisten específicamente (según la última revisión de Guía Australiana para TEPT 3) en que los pacientes comienzan a tener una menor tolerancia a situaciones frustrantes, mayor impulsividad reflejada a su vez en autoagresiones, intentos suicidas y relaciones personales inestables, así como tendencia a desarrollar un carácter hostil. Estas características las comparten los pacientes con Trastorno de Inestabilidad Emocional de la Personalidad tipo límite, lo que ha motivado la realización de algunos estudios 4, 5, 6 que intentan encontrar la relación entre ambos, siendo estos resultados insuficientes. Sin embargo, gracias a estas investigaciones ha surgido la propuesta de la introducción de un nuevo diagnóstico al CIE-11, el TEPT complejo, el cual, si bien no incluye como tal todas estas modificaciones en la personalidad en el TEPT crónico, si introduce a sus criterios la presencia de desregulación afectiva, un concepto negativo del self 2 y relaciones personales conflictivas, lo que nos habla de una alteración en la organización del self 6, 7. Ante las similitudes descritas entre ambos trastornos, tanto en aspectos de la etiología, como en fisiopatogenia, hallazgos en imagenología y cuadro clínico (autoagresiones e intentos suicidas primordialmente), cabe la duda sobre la relación entre estos trastornos ¿existirá la posibilidad de que el TLP sea consecuencia de un TEPT crónico no resuelto? ¿el TEPT en la infancia secundario a abuso sexual implicará ser un factor de riesgo importante para el desarrollo de cambios en la personalidad caracterizados por hostilidad, sentimiento de vacío crónico, relaciones personales inestables, autoagresiones e intentos suicidas, llegando a generar un TLP durante la adultez? Para aspirar a responder las interrogantes establecidas, es fundamental iniciar por conocer la frecuencia con que se presentan de forma comórbida el Trastorno de estrés postraumático en pacientes con Trastorno de Inestabilidad Emocional de la Personalidad tipo límite, pues a pesar de que ya se ha descrito su frecuencia en otros países de Europa y Estados Unidos 7, en México no se ha determinado. Por lo que el propósito del actual estudio es medir dicha frecuencia de coexistencia y correlación de ambos trastornos, para de esta manera ampliar el campo de conocimiento en esta área; es decir, entender de una forma más integral la etiología y sintomatología de este grupo de pacientes, así como su evolución y pronóstico en ambos trastornos, con la finalidad de, en última instancia, implementar las medidas terapéuticas y, más que nada, preventivas que frenen la incidencia de ambos trastornos que condicionan una disfunción global significativa en los sujetos que la presentan. 3 Marco Teórico Trastorno límite de la personalidad Antes de definir en qué consisten los trastornos de personalidad, es esencial comprender la definición de personalidad. A grandes rasgos la personalidad se puede definir como un patrón de pensamientos, sentimientos y conducta característicos de un individuo 8. Otros autores la definen como todas las características que se adaptan de forma única a los entornos interno y externo en constante cambio 9. Los trastornos de la personalidad se describen como un patrón aberrante, inflexible y persistente en la percepción, en relación con los pensamientos acerca del ambiente externo, que lleva a una disfunción en las relaciones sociales y el funcionamiento en general. Estos pacientes tienen menor flexibilidad ante los estresores de la vida diaria 8. De acuerdo con el DSM-V los trastornos de personalidad son un patrón permanente de comportamiento y de experiencias internas que se apartan de las expectativas de la cultura del individuo, estos patrones de comportamientos son rígidos y desadaptativos. Tiene su inicio en la adolescencia o en la edad adulta temprana, es estable a lo largo del tiempo, causa malestar o deterioro. Se manifiesta en por lo menos 2 de las siguientes: cognición, afectividad, funcionamiento interpersonal y control de los impulsos 9. Ha sido difícil conceptualizar en una sola definición al Trastorno límite de la personalidad, debido a la heterogeneidad del cuadro y a la diversidad de teorías que explican su fisiopatogenia. Los rasgos clínicos que comprenden el espectro de este trastorno fueron reconocidos y descritos más ampliamente desde principios del siglo XIX. En 1884 el psiquiatra Hughes 4 hablaba de un “campo fronterizo” de las enfermedades psiquiátricas, describía a pacientes cuya sintomatología no podía determinar con seguridad si pertenecía al área de la neurosis o de la psicosis. En 1938 se menciona por primera vez el término “borderline”, establecido por Adolf Stern para describir a un grupo de pacientes que no se beneficiaba de las terapias psicoanalíticas y que no encajaban completamente en el grupo de los trastornos neuróticos ni psicóticos. En 1975 Otto F. Kernberg dio a conocer su teoría sobre las relaciones objetales, lo que tuvo una importante influencia sobre la conceptualización del trastorno, mediante la comprensión de una “estructura de personalidad borderline”, la cual permitía diferenciar la neurosis de la psicosis de estos pacientes. Finalmente, en 1980 se publica en el DSM-III los criterios diagnósticos del Trastorno límite de personalidad, influenciados por colaboraciones previas de Gunderson y Singer. Posteriormente se agregó en el CIE-10 el diagnóstico de “Trastorno de Inestabilidad Emocional de la Personalidad” con dos subtipos: límite e impulsivo” 10. El trastorno límite de personalidad, se caracteriza por estar en el límite entre la psicosis y la neurosis. Este tipo de trastorno de personalidad consiste en un patrón aberrante, inflexible y persistente de la conducta, afecto y procesos cognitivos que se consideran fuera de las expectativas culturales comunes en una sociedad, lo que lleva a una disfunción psicosocial y ocupacional 8. Las características principales del trastorno límite de la personalidad son una inestabilidad en la regulación emocional (que genera cambios de humor entre la ira y la depresión, así 5 como autoagresiones), en las relaciones interpersonales, en la percepción de la autoimagen (lo que conlleva un sentimiento de vacío o despersonalización) y en el control de impulsos 8. Epidemiología No hay estudios definitivos sobre su prevalencia, pero se cree que afecta al 1 a 2% de la población mundial 9, 10, 11. Es dos veces más frecuente en mujeres que en hombres en todo el mundo, y de acuerdo a la población mexicana, el 75% son mujeres 11. Cuando se realiza el diagnóstico, la mayoría de los pacientes tienen una edad comprendida entre los 19 y los 34 años y pertenecen a grupos de nivel socioeconómico medio. Hay muy pocos estudios sobre la prevalencia del TLP en personas jóvenes. Afecta entre el 0,9-3% de la población comunitaria menor de 18 años 10. El curso clínico de los pacientes con TLP es con frecuencia inestable, con numerosas reagudizaciones que corresponden con períodos de crisis, por las que a menudo acuden a los servicios de urgencias. Las crisis suelen presentarse con una serie de síntomas y conductas tales como: autolesiones, intentos de suicidio, abuso de sustancias, síntomas psicóticos transitorios y comportamientos impulsivos, como enfados y agresiones, conductas sexuales de riesgo, hurtos, atracones y purgas, todo ello con un importante correlato afectivo. Con relación al pronóstico, la evolución de los pacientes con TLP es variable. Se ha descrito una tendencia a la mejoría a lo largo del tiempo de modo que a partir de la cuarta o quinta década de la vida se logra una cierta estabilidad en las relaciones personales y en el funcionamientolaboral. 6 En diversos estudios se ha comprobado que hay una disminución de los síntomas de TLP, solo el 25% en la quinta a la sexta década de la vida siguen cumpliendo criterios diagnósticos de TLP; sin embargo, con mejoría en todas las áreas, solo el 8 a 10% presentaron suicidio consumado (principalmente en los primeros 5 años). En un estudio de seguimiento a 27 años, Paris señala que la mayoría de los pacientes funcionaban aún mejor que la valoración a los 15 años, sólo un 8% de los pacientes cumplía criterios para TLP y un 22% cumplía criterios para trastorno distímico 10. Etiología y patogenia Las causas del TLP son complejas e indefinidas, actualmente no se dispone de ningún modelo etiopatogénico que haya podido integrar toda la evidencia disponible. La última actualización de la Guía práctica clínica (GPC) del NICE en el 2009 describe distintos factores que pueden estar implicados en su etiología: a) Vulnerabilidad Genética b) Alteración de los neurotransmisores y disfunción neurobiológica de la regulación emocional y el estrés c) Factores psicosociales d) Desorganización del proceso de apego. Vulnerabilidad genética: Estudios en gemelos sugieren que el factor de heredabilidad del TLP es de 0.69, es decir, que la influencia genética en el TLP es del 69%. Aun así, es probable 7 que los rasgos asociados a la agresión impulsiva y a la desregulación del estado de ánimo, y no tanto el propio trastorno límite de la personalidad, sean hereditarios 10. Alteración de los neurotransmisores: Los neurotransmisores están implicados en la regulación de los impulsos, la agresión y el afecto. La serotonina ha sido el neurotransmisor que más se ha estudiado, y se ha demostrado que existe una relación inversamente proporcional entre los niveles de serotonina y los de agresión. Aunque no está clara cuál es la vía causal, la reducción de la actividad serotoninérgica puede inhibir la capacidad de la persona de modular o controlar los impulsos destructivos. Existe poca evidencia sobre la influencia de las catecolaminas (los neurotransmisores noradrenalina y dopamina) en la desregulación del afecto. Otros neurotransmisores y neuromoduladores implicados en la fenomenología del TLP son la acetilcolina, la vasopresina, el colesterol y los ácidos grasos, así como el eje hipotálamo-hipófisis- suprarrenal 10. En otros estudios se ha encontrado que la poca tolerancia a la frustración en estos pacientes está asociada a una sobreactivación del eje hipotálamo- hipófisis- glándula adrenal, lo cual a la larga, llega a inhibir este mismo eje, mediante una retroalimentación negativa. Por lo tanto, los pacientes con TLP, ante las autoagresiones repetitivas, generan al inicio una sobreactivación del eje HHA, que posteriormente se inhibe provocando una disminución en los niveles de cortisol ante el estrés agudo 8. Disfunción neurobiológica: En el TLP se han descrito evidencias de un déficit estructural y funcional en áreas cerebrales clave para la regulación del afecto, la atención, el autocontrol y la función ejecutiva. Estas áreas son la amígdala, el hipocampo y las regiones 8 orbitofrontales. Las personas con TLP muestran una mayor actividad en la corteza prefrontal, dorsolateral y en la cuña, y una menor actividad en la circunvolución anterior derecha del cuerpo calloso. Asimismo, se ha descrito una mayor activación de la amígdala durante la visualización de imágenes emocionalmente aversivas o rostros emocionales 10. En los estudios de imagen, se observan anormalidades no específicas en este grupo de pacientes, tales como: disminución en el volumen de región fronto-límibica en adultos, disminución de volumen de corteza orbitofrontal y cingulada anterior en adultos y adolescentes 8, 12. Factores psicosociales: En estudios de familias se han identificado varios factores que pueden ser importantes en la aparición del TLP como, por ejemplo, la presencia de antecedentes de trastornos del estado de ánimo y abuso de sustancias en otros familiares. La evidencia reciente también sugiere que la negligencia por parte de los cuidadores, puede contribuir a las dificultades de socialización del niño y, tal vez, al riesgo de suicidio. En un mismo contexto familiar pueden producirse abusos físicos, sexuales y emocionales de forma concurrente. La incidencia de estos malos tratos es muy alta en las personas con TLP. Zanarini y colaboradores publicaron que el 84% de quienes sufren un TLP describen de forma retrospectiva una experiencia de malos tratos psíquicos y negligencia por parte de ambos progenitores antes de cumplir los 18 años. 10. Proceso de apego: el trastorno está muy asociado a un apego inseguro (sólo en el 6-8% de los pacientes con TLP se codifica el apego como “seguro”). Fonagy sugirió que los efectos adversos derivados de relaciones de apego inseguro y/o desorganizado se deben a un fracaso en el desarrollo de la capacidad de mentalización. 9 Esta formulación del apego concuerda con la importancia del entorno familiar invalidante, descrito por Linehan, que incluye las experiencias emocionales negativas, la simplificación de la resolución de problemas, la negligencia, el apego inseguro, el abuso físico, sexual y emocional, así como el trauma. Linehan sitúa este factor en la génesis del TLP, idea que desarrollaron posteriormente Fruzzetti y sus colaboradores. La persona que sufre TLP describe tensión, malestar familiar, ansiedad y problemas psicológicos propios. También, refiere problemas relacionados con la cognición social, concretamente con la capacidad de identificar y diferenciar las emociones que siente la propia persona y las que sienten los demás. Junto con otros aspectos que contribuyen a la compleja interacción descrita como invalidante, existe por parte del entorno familiar un cuestionamiento sistemático de la experiencia que tiene la persona en su propia mente 10. En otras palabras, en el TLP existe una deficiencia en habilidades de afrontamiento al estrés, dificultad para reflexionar los estados mentales propios y de las demás personas que rodean al paciente, es decir existe una alteración en la identidad del self. Este procesamiento aberrante de la información afectiva o razonamiento mental exagerado (hiper-mentalización) ante procesos cognitivo-sociales, llevan a generar asimilaciones o prejuicios sobre los estados mentales de las demás personas. Diagnóstico de TLP Para poder integrar un diagnóstico de Trastorno Límite de la Personalidad, se utilizan los criterios del DSM-V o del CIE-10, los cuales se mencionan a continuación. Los criterios diagnósticos según el DSM.V son: 10 Patrón dominante de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y la afectividad, y una intensa impulsividad, que comienzan al principio de la edad adulta y se dan en diversos contextos, como lo indican cinco (o más) de los siguientes ítems: 1. Esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginado. Nota: No incluir los comportamientos suicidas o de automutilación que se recogen en el Criterio 5. 2. Un patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas caracterizado por la alternancia entre los extremos de idealización y devaluación. 3. Alteración de la identidad: inestabilidad intensa y persiste de la autoimagen y del sentido de yo. 4. Impulsividad en al menos dos áreas, que son potencialmente autolesivas (p. ej., gastos, sexo, abuso de sustancias, conducción temeraria, atracones de comida). Nota: No incluir los comportamientos suicidas o de automutilación que se recogen en el Criterio 5. 5. Comportamientos, intentos o amenazas suicidas recurrentes, o comportamiento de automutilación. 6. Inestabilidad afectiva debida a una notable reactividad del estado de ánimo (p. ej., episodios de intensa disforia, irritabilidad o ansiedad, que suelen durar unas horas y rara vezunos días) 7. Sensación crónica de vacío. 8. Ira inapropiada e intensa o dificultades para controlar la ira (p. ej., muestras frecuentes de mal genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes). 9. Ideación paranoide transitoria relacionada con el estrés o síntomas disociativos graves 11 De acuerdo con el CIE-10: F60.3 Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad F60.30 Tipo impulsivo A. Debe cumplir los criterios generales de trastorno de la personalidad (F60). B. Al menos tres de los siguientes criterios, uno de los cuales debe ser el número (2): 1) Marcada predisposición a actuar de forma inesperada y sin tener en cuenta las consecuencias. 2) Marcada predisposición a un comportamiento pendenciero y a tener conflictos con los demás, en especial cuando los actos impulsivos propios son impedidos o censurados. 3) Predisposición para los arrebatos de ira y violencia, con incapacidad para controlar las propias conductas explosivas. 4) Dificultad para mantener actividades duraderas que no ofrezcan recompensa inmediata. 5) Humor inestable y caprichoso. F60.31 Tipo limítrofe (borderline) Debe cumplir criterios generales de trastornos de la personalidad (F60). Deben estar presentes al menos tres de los síntomas mencionados más arriba (F60.3), además de al menos dos de los siguientes: 1) Alteraciones y dudas acerca de la imagen de sí mismo, de los propios objetivos y preferencias íntimas (incluyendo las preferencias sexuales). 12 2) Facilidad para verse implicados en relaciones intensas e inestables, que a menudo terminan en crisis sentimentales. 3) Esfuerzos excesivos para evitar ser abandonados. 4) Reiteradas amenazas o actos de autoagresión. 5) Sentimientos crónicos de vacío. El Trastorno límite de la personalidad suele manifestarse en la adolescencia; sin embargo, hay que tener precaución al establecer el diagnóstico, debido al estigma que conlleva, además de que durante esta etapa tan importante del desarrollo se presentan grandes cambios y fluctuaciones en el estado de ánimo, lo que dificulta su detección. Por otra parte, es importante diagnosticarlo a tiempo, sobre todo si inicia a edades tempranas, debido a que en estos casos se ha visto asociado a una morbilidad grave que suele perdurar décadas. La GPC de España sugiere que a pesar de que el TLP puede iniciar en menores de 18 años, es necesario restringir el diagnóstico a menores de 16 años y en este último caso en específico, solo se establecerá el diagnóstico en caso de que los síntomas perduren a lo largo de 1 año mínimo. Instrumentos diagnósticos La complejidad del diagnóstico hace aconsejable el uso de instrumentos estandarizados que complementen la evaluación clínica. 13 Las entrevistas semiestructuradas basadas en el DSM son actualmente el estándar de referencia para diagnosticar trastornos de personalidad. Las más utilizadas son: • Entrevista diagnóstica para los trastornos de la personalidad del DSM-IV (DIPD-IV) • Examen internacional de los trastornos de la personalidad (IPDE) • Personality disorder interview-IV (PDI-IV) • Entrevista clínica estructurada para el DSM-IV-eje II (SCID-II) • Structured interview for DSM-IV personality (SIDP-IV) Las entrevistas específicas para TLP son: • Entrevista diagnóstica para el trastorno límite-revisada (DIB-R) • Zanarini rating scale for borderline personality disorder (ZAN-BPD) La Entrevista clínica estructurada para el DSM-IV – eje II (SCID-II), el Examen internacional de los trastornos de la personalidad (IPDE) y Structured interview for DSM-IV personality (SIDP-IV) han sido las entrevistas más utilizadas, y por tanto sus propiedades psicométricas son mejor conocidas. Los instrumentos para un solo trastorno como la Entrevista diagnóstica para el trastorno límite – revisada (DIB-R) y la Zanarini rating scale for borderline personality disorder (ZAN- BPD) son más breves, pero presuponen el conocimiento previo del diagnóstico y obvian el hecho de que no existen pacientes con TLP “puros”: éstos suelen cumplir criterios para uno o más trastornos adicionales que pueden ser clínicamente importantes 10. 14 Existen también cuestionarios autoinformados que evalúan la presencia de patología de la personalidad basados en el DSM. Entre los más ampliamente utilizados están: • Cuestionario clínico multiaxial de Millon-III (MCMI-III; Millon) • Cuestionario diagnóstico de la personalidad-4+ (PDQ-4+) • Escalas de trastorno de la personalidad del MMPI 21 (MMPI 2-PD) Algunos autoinformes son específicos para el TLP: • Borderline symptom list (BSL-95) • McLean screening instrument for borderline personality disorder (MSI-BPD) Los cuestionarios autoinformados tienen una mayor utilidad en la práctica clínica que las entrevistas semiestructuradas. Ahorran tiempo del profesional, permiten una amplia utilización, reducen la defensividad en las respuestas y, debido a su mayor estandarización, suelen presentar propiedades psicométricas superiores. Igualmente, mientras las entrevistas carecen de datos normativos, es decir, no permiten valorar en qué medida un sujeto se aleja de la población general en cuanto a la intensidad de sus rasgos, sí los tienen la mayor parte de los cuestionarios. 10 La principal desventaja de los cuestionarios es que no permiten asegurar, en el mismo grado que la entrevista, que los resultados reflejan realmente el funcionamiento a lo largo de la vida sin contaminación del estado psicopatológico actual. Sin embargo, no disponemos de otra evidencia sobre la supuesta superioridad diagnóstica de la entrevista. 10 15 Los instrumentos para valorar la gravedad del TLP y su evolución son: 10 La Multidimensional personality disorder rating scale (MPDRS) y el Severity index of personality problems (SIPP-118). Ambos instrumentos han obtenido inicialmente buenas propiedades psicométricas y se han propuesto como evaluación alternativa o suplementaria de los umbrales diagnósticos para los trastornos de la personalidad. Otros instrumentos como la entrevista Objective behavioral index (OBI) y el autoinforme Borderline evaluation of severity over time (BEST) evalúan la presencia de indicadores de mal funcionamiento como suicidio, pérdidas de control, o uso de servicios sanitarios, que sean útiles para registrar tanto la gravedad como el cambio a lo largo del tiempo o secundario al tratamiento. A este respecto también el Severity index of personality problems (SIPP-118) ha mostrado sensibilidad a los cambios adaptativos de personalidad después del tratamiento a medio y largo plazo. 10 Se han llevado a cabo intentos de registrar cambios no tanto en el grado de disfunción como en los propios rasgos de la personalidad. La escala heteroaplicada Clinical global impression scale for borderline personality disorder (CGI-BPD) registra tanto la presencia como los cambios en los criterios de TLP y recoge la impresión clínica general. La Diagnostic interview for DSM-IV personality disorders (DIPD) dispone también de una versión modificada para obtener una evaluación a lo largo del seguimiento del funcionamiento de la personalidad y algunos instrumentos como la Borderline symptom list (BSL), el Questionnaire of thoughts and feeling (QTF) y la Zanarini rating scale for borderline personality disorder (ZAN-BPD) han mostrado sensibilidad al cambio. 10 16 Sí contamos con la Impresión clínica global para pacientes con TLP (ICG-TLP), desarrollada en nuestro medio. Esta entrevista valora tanto la intensidad de los criterios del TLP como los eventuales cambios producidos tras el tratamiento, y permite al clínico dar una impresión general de la gravedad del cuadro. Hay también versión al español de la Evaluación dimensional de la patología de la personalidad (DAPP-BQ), que se ha recomendado por ofrecer una valoración más específica de los subcomponentesde los trastornos de la personalidad 10. Tratamiento En general las guías NICE y APA no recomiendan el uso de algún tratamiento farmacológico para manejo de TLP. Sin embargo, en la práctica clínica se ha visto mejoría de ciertos síntomas. Para control de síntomas afectivos, lo más usados son ISRS, dentro de los cuales están la fluvoxamina y la fluoxetina, además de que esta última mejora el funcionamiento global de estos pacientes y ha mostrado mejoría en la disminución de impulsividad. Otros fármacos que han mostrado resultados favorables para control de impulsividad y agresividad son los antipsicóticos atípicos, en especial el aripiprazol y olanzapina, siendo éste para control de autolesiones. Sin embargo, se ha visto que hay una mayor tasa de abandono de olanzapina por aumento de peso. Por otra parte, la Terapia Dialéctica -Conductual también muestra buenos resultados compatibles con los mostrados por los fármacos. 17 De acuerdo con la guía de práctica clínica del NICE, las intervenciones psicológicas y psicoterapéuticas para manejar el TLP se agrupan en: • Intervenciones psicológicas y psicoeducativas breves • Terapias psicológicas individuales y grupales • Programas de terapias psicológicas • Intervenciones familiares • Terapia combinada • Rehabilitación funcional e integración laboral Los cuatro primeros apartados corresponden a tratamientos psicoterapéuticos específicos, y los dos restantes se enmarcan en un ámbito de asistencia complementario. Los tratamientos psicoterapéuticos tienen en común el hecho de estar basados en diversas técnicas específicas de naturaleza psicológica, reconocidas por la comunidad científica y profesional. Se distinguen cuatro tipos de terapias psicológicas: en primer lugar, las intervenciones psicológicas breves, que se definen como intervenciones de baja intensidad administradas en períodos inferiores a 6 meses; en segundo lugar, las terapias psicológicas individuales y grupales, de mayor duración, que se ofrecen una o dos veces por semana en un entorno ambulatorio, y que no se llevan a cabo dentro de un programa de tratamiento combinado; en tercer lugar, los programas de terapia psicológica que combinan más de una modalidad de tratamiento (por ejemplo, terapia individual más terapia de grupo) ofrecidos por más de un terapeuta como, por ejemplo, un equipo; y en cuarto lugar, las intervenciones familiares. Las intervenciones complementarias incluyen la terapia combinada, en la que el tratamiento psicoterapéutico se lleva a cabo en combinación con psicofármacos, y la rehabilitación funcional e integración laboral 10. 18 Trastorno de estrés postraumático Ante la exposición de un evento traumático, los individuos tienden a responder de distintas formas, generando un estrés psicológico, el cual en caso de ser persistente y con una intensidad suficiente que genera una disfunción en diversos ámbitos del sujeto, debe considerarse la posibilidad de un trastorno de estrés agudo o un Trastorno de estrés postraumático, así como la presencia de otros síntomas afectivos como ansiedad, depresión y trastornos asociados al consumo de sustancias. 3 Los diagnósticos más comunes que siguen posterior a experimentar un evento traumático son: depresión, Trastorno de ansiedad generalizada, abuso de sustancias, TEPT, agorafobia, fobia social, ataque de pánico y TOC 3. De acuerdo con el DSM-V, los criterios de TEPT (en pacientes mayores de 6 años) se exponen a continuación en el siguiente cuadro: 19 20 21 Algunas características comúnmente asociadas al TEPT son ira, culpa, disociación, disminución en la calidad de vida y problemas físicos. 2, 3 22 Un grupo de pacientes con TEPT, en especial los que estuvieron expuestos a un trauma prolongado o repetitivo (por ejemplo abuso sexual en la infancia, tortura, estar en prisión) presentan un conjunto de características adicionales, tales como conductas impulsivas y auto- destructivas, relaciones personales conflictivas, hostilidad, retraimiento social, sensación constante de amenaza, disociación, quejas somáticas, sentimientos de inutilidad, vergüenza y desesperanza, sensación permanente de daño, conductas autolesivas crónicas e intentos suicidas. 3,6 Este grupo de características en pacientes con TEPT se ha denominado TEPT complejo o Trastornos de estrés extremo no especificado, el cual no está incluido en el DSM-V, sin embargo, en el CIE se le incluye con el nombre de “Cambio en el endurecimiento de la personalidad en experiencias catastróficas” codificado en el F62.0 3. Prevalencia e incidencia de TEPT La Guía Australiana en 2013, publicó que el 50 a 75%, de una muestra amplia de personas, refirieron haber presentado un evento traumático en 2 o 3 ocasiones en su vida. Se calcula que el 15 a 25% de las personas que se exponen a un estresor importante presentan TEPT, del cual un 50% se recupera del trastorno en el primer año independiente del tratamiento. Un importante factor de riesgo para desarrollar TEPT tras la exposición a un evento traumático, es la naturaleza del suceso. 3 La prevalencia del TEPT está directamente asociada al tipo de estrés, mostrando tasas más altas ante la exposición a violación y acoso y en menor medida las catástrofes naturales o ser testigo de un homicidio o tortura. 3 23 Comorbilidades En TEPT crónico es común que el trastorno no se presente aisladamente, más bien se ha visto que frecuentemente coexiste con trastornos de ansiedad (52% en hombre y 54% en mujeres), afectivos (50% en hombres y 51% en mujeres) y trastornos por abuso de sustancias (65% en hombres y 32% en mujeres). 3, 9 Por otra parte, en EUA se ha visto una frecuente comorbilidad con trastornos de personalidad, sobre todo en veteranos de guerra con TEPT crónico. Otras situaciones comunes y que acompañan a TEPT crónico son las quejas somáticas, relaciones personales inestables y conflictos laborales. 3 La mayoría de las personas que sufren TEPT, resuelven su cuadro en los primeros 12 meses y una pequeña minoría trasciende a décadas. En Estados Unidos y Australia el 50 a 60% remiten en los primeros 2 a 10 años tras el evento. 3 Gracias a los avances en el tema y al desarrollo de tratamientos farmacológicos y psicoterapéuticos es poco probable que el curso de TEPT se encamine a ser crónico; sin embrago se ha visto que un tercio de los pacientes a pesar del tratamiento adecuado se benefician moderadamente y otro tercio es poco probable que se beneficien 3. Las comorbilidades más frecuentemente asociadas a TEPT son depresión, trastorno de ansiedad generalizada, trastorno límite de personalidad, abuso de sustancias, alienación social y desregulación emocional 3. 24 Instrumentos diagnósticos de TEPT Incluyen a) Entrevistas clínicas estructuradas: permiten un diagnóstico fiable y además miden la severidad de TEPT. La más reconocida y considerada Gold estándar para diagnóstico de TEPT es la CAPS (Clinician Administered PTSD Scale). La versión para población mexicana (avalada por Palacios en 2002)20 tiene una Kappa=0,851. El punto de corte establecido para el diagnóstico de TEPT es de 40 en la escala global. Sin embargo, conlleva cierta dificultad para ser administrada. Otras opciones más sencillas de administrar y cortas son el PSS-I (PTSD Symptom Scale Interview) y el SIP (Structured Interview for PTSD). 18, 19, 20, 23 b) Cuestionarios auto-aplicados: la ventaja es que no son intrusivas, la desventaja es que los pacientes pueden exagerar o subestimar los síntomas que presentan. No deben utilizarse como primera opción de herramienta diagnóstica debido a su limitada especificidad. Se usan en caso de que se tenga pensado aplicar más adelante una entrevista estructurada o en caso de que ya se tenga el diagnóstico y se deseevalorar la evolución o tratamiento en pacientes en quienes ya se han usado otras herramientas diagnósticas. Una de las más usadas es la PCL (PTSD Checklist), otras son la PSS- SR (PTSD Symptom Scale), y la DTS (Davidson Trauma Scale). 18, 19, 23 En México otras escalas adaptadas a la población son: La Escala de Mississippi (EM) relacionado con situaciones de combate y la Escala de Síntomas del Trastorno por Estrés Postraumático (ESTEPT) que puede ser utilizada en contextos psiquiátricos generales. 19, 23 25 La escala de ESTEPT es autoaplicable, consta de 17 reactivos que corresponden a los criterios diagnósticos del DSM-III. 19, 23, 24 Manejo terapéutico del TEPT Se sabe que entre más se retrase el tratamiento de TEPT, se contribuye a su cronicidad, mayor comorbilidad de trastornos depresivos, así como disfunción social y laboral. 13, 20 Para entender el manejo adecuado de TEPT, primero es importante reconocer su fisiopatología. El TEPT está asociado a disregulaciones en la respuesta normal al miedo. Al adquirir miedo, la memoria traumática del evento persiste, es decir se consolida y por lo tanto la respuesta al miedo persiste, resultando en estrés significativo y disfunción. 13 La extinción y la reconsolidación son procesos fundamentales en la psicoterapia de TEPT, que pueden ser mejoradas o reforzadas mediante modificaciones a las psicoterapias tradicionales y psicofarmacología. 13 El modelo de condicionamiento del miedo en el TEPT postula que la adquisición del miedo ocurre cuando el evento traumático (estímulo incondicionado) provoca temor y activación (respuesta incondicionada). En el TEPT parece que hay un reforzamiento del miedo adquirido, demostrado por respuestas desproporcionadas de miedo ante señales relacionadas al trauma. 3, 13 La desregulación en la neurobiología del sistema del miedo en pacientes con TEPT, está relacionado con: 12, 13 a) Aumento en la actividad y disminución de volumen de amígdala 26 b) Disminución de la actividad y volumen del hipocampo y CPF (incluyendo en giro cingulado anterior) y alteración en las áreas de interconexión. Estás áreas anatómicas están relacionadas con la extinción y reconsolidación, lo que sugiere que su desregulación juega un papel importante en el desarrollo, mantenimiento y tratamiento de TEPT. 13 El otro fenómeno asociado a TEPT, es la extinción. Este proceso se refiere a la disminución o desaparición de una respuesta previamente aprendida y se da cuando la respuesta no es reforzada. El mantenimiento del TEPT es favorecido por una falla en la extinción de la respuesta aprendida, por lo que el estímulo condicionado (señales o recuerdos del trauma) conllevan a una respuesta condicionada, manifestada por miedo intenso, hipervigilancia y sobreactivación. 13 Mediante un entrenamiento en la extinción, se le presenta al paciente recordatorios o señales que recuerden el trauma en ausencia de una amenaza real o daño, lo que genera a largo plazo que la respuesta al miedo disminuya. 13 Antes de que se dé un entrenamiento de extinción, la amígdala se encuentra hiperactiva, durante el entrenamiento de la extinción hay una hipoactivación de la CPF ventromedial y del hipocampo, así como hiperactivación de la CCA dorsal. A pesar del aparente avance, se ha demostrado que un día después del entrenamiento de la extinción hay una alteración en el recuerdo generado, sugerente de una poca retención de lo aprendido, lo que habla de una alteración en el recuerdo tras la extinción, es decir se renueva el miedo en el TEPT (por una falla en la extinción), indicando dificultades en usar pistas o recordatorios contextuales para regular las respuestas ante el miedo. Estas alteraciones en la extinción se asocian a una 27 hiperactivación de la amígdala y actividad simpática, mientras que las fallas o dificultades de la renovación del miedo están asociadas a una hipoactivación de la amígdala y CPFVM.13 La reconsolidación es un proceso que consiste en la desensibilización de la memoria, seguida de síntesis proteica dependiente de la fase de re-estabilización, en la que los recuerdos pueden ser activados a un modo lábil y pueden ser guardados en una forma alterada. Un estímulo condicionado es presentado en la fase de recuperación, tras lo cual la manipulación y modificación de la memoria puede ocurrir. Seguido de la presentación del estímulo condicionado, se abre una ventana de reconsolidación de menos de 6h, durante la cual la memoria puede ser actualizada. 13 La reconsolidación está vinculada a la amígdala, hipocampo y circuito del miedo. En algunos estudios se ha visto que los síntomas de hiperactivación resultan en un mayor número de recuerdos negativos, favoreciendo así la reconsolidación de los recuerdos traumáticos. En conclusión, alteraciones en los procesos de extinción y reconsolidación sugieren el cuadro clínico presentado en el TEPT. 13 Estos dos procesos forman parte de las psicoterapias para el TEPT. La exposición es un elemento fundamental en estas terapias, consiste en confrontar el recuerdo traumático, permitiendo de esta forma la actualización de la memoria y alterando la respuesta al miedo. Las terapias que incluyen la exposición en el TEPT se les conoce como terapias enfocadas al trauma y son: 13 - La Exposición Prolongada - TCC enfocada al trauma - Desensibilización y reprocesamiento mediante movimiento ocular (EMDR) 28 Estas terapias afectan áreas cerebrales involucradas en el condicionamiento del miedo, reconsolidación y extinción y atención. Así mismo, generan una disminución en la actividad de la amígdala y aumentan la actividad de CCA dorsal, CPF e hipocampo. 13 El tratamiento farmacológico para el TEPT actúa reforzando la extinción de los recuerdos traumáticos y la reconsolidación de recuerdos aprendidos, siempre y cuando estén asociados a la psicoterapia, es decir favorece éstos dos procesos mediante las distintas psicoterapias de exposición ya citadas. 13 Se ha visto que la D-Cicloserina, que es un agonista del receptor NMDA (localizado en amígdala basolateral), facilita la extinción del miedo al reducir la actividad de receptores NMDA durante la consolidación de la memoria traumática. Otros fármacos que tienen un mecanismo de acción similar o más bien favorecen la extinción son la yohimbina e hidrocortisona. 13 Para favorecer la reconsolidación, se ha utilizado la ketamina (antagonista no competitivo del NMDA), la cual favorece la plasticidad cerebral durante la reconsolidación de la memoria al dar la terapia de exposición y es el que ha demostrado resultados más prometedores para TEPT. El propanolol interrumpe la reconsolidación de recuerdos traumáticos, sobre todo si se administra poco después de la exposición traumática, reduciendo la respuesta psicológica a los recuerdos traumáticos. 13 El MDMA aunado a la psicoterapia también se ha visto que disminuye la severidad de los síntomas al aumentar la actividad de la CPFVM y disminuir la actividad de la amígdala izquierda, además de que aumenta los niveles periféricos de oxcitocina, la cual está relacionada con la cognición social y la ansiedad, favorece la extinción del miedo, disminuye 29 la hiporeactividad de la amígdala, interfiere con la conexión entre la amígdala y la CPFVM y la CCA dorsal 3, 12, 13. Relación entre trastorno límite de la personalidad y TEPT Entre las características frecuentes que se han descrito respecto de pacientes con TLP, siempre figura la impulsividad, los múltiples intentos suicidas y el antecedente de negligencia durante la infancia caracterizada, ya sea por violencia física o sexual. En un estudio realizado en España en 2013, se examinó la relación existente entre la conducta suicida, rasgos de personalidad impulsiva y el antecedente de abuso sexual en la infancia, en 76 pacientes con diagnóstico de TLP. Encontraron que la hostilidady el antecedente de abuso sexual en la infancia predecían con una fiabilidad alta la presencia, número y severidad de intentos suicidas previos, sin tener tanta significancia otro tipo de rasgos impulsivos. Es decir, la conducta hostil y el antecedente de abuso sexual en la infancia aumentaban el riesgo de conducta suicida en pacientes con TLP 14. Así mismo la relación entre estos dos trastornos está respaldada por otros estudios, como uno realizado en 2013 por la Universidad de NY, en el que, mediante una búsqueda electrónica de bases de información científica de los últimos 20 años, se recopilaron estudios previos que detallaran las características sociales, epidemiológicas y clínicas de pacientes con abuso sexual en la infancia y su relación con la conducta suicida en la adolescencia y adultez. Los resultados reportaron que el abuso sexual en la infancia estaba relacionado directamente con un aumento en los diagnósticos del eje I y II, tales como trastornos depresivos, TEPT, trastornos de la conducta alimentaria, Trastorno de la conducta, ataque de pánico y TLP. No 30 se demostró que estuviera directamente relacionado con la impulsividad, pero si con los intentos suicidas en la adolescencia y adultez 4. La conducta suicida es un factor de riesgo para múltiples trastornos psiquiátricos, por una parte, están los pacientes con TLP, pero a su vez también se observa en pacientes con TEPT, tal como se comprobó en el último estudio citado. De acuerdo con la más reciente actualización de la Guía Australiana en 2009 para TEPT, este grupo de pacientes cuando llegan a desarrollar un curso crónico de décadas, generan cambios en su personalidad, volviéndose más hostiles, con relaciones personales conflictivas, presentan autoagresiones y no son raros los intentos suicidas en contexto impulsivo. Estas características son compartidas por pacientes con TLP, lo cual ha llevado a algunos autores a generar hipótesis respecto a esta relación. Un ejemplo es la psiquiatra Carolyn Quadrio quien propuso el cambio en la denominación de TLP a Desorganización postraumática de la personalidad (PTPD), la cual refleja o da a entender que el TLP es una forma crónica de TEPT. 1, 3 Un estudio realizado en 2015 en la Universidad de Mannheim en Alemania examinó la relación existente entre las experiencias traumáticas y autoagresiones presentadas en las pacientes, así como identificar las emociones vinculadas con áreas corporales asociadas al trauma. Para la muestra se repartieron 97 pacientes femeninas en 4 grupos: pacientes con TLP coexistente con TEPT por abuso sexual, pacientes únicamente con TEPT por abuso sexual, pacientes con TLP sin TEPT y un grupo de controles sanas. Los resultados sugirieron que existe áreas corporales específicas asociadas al trauma y relacionadas con niveles altos de emociones negativas. En pacientes con TEPT las áreas corporales asociadas al trauma 31 fueron el área genital y las ingles. Se concluyó que el cuerpo de las pacientes actuaba como un medio que recordaba constantemente la experiencia traumática 5. Otras investigaciones han demostrado las similitudes entre TEPT y TLP, tal es el caso de Gabbard, quien describió las alteraciones observadas en neuroimagen en pacientes con TLP, consistentes en hiperactividad de la amígdala secundario a una falta de inhibición de esta por la CPF, lo que genera un síndrome de desregulación en la hiperactivación, visto también en pacientes con TEPT. 12 Otras características clínicas observadas en ambos trastornos son los fenómenos disociativos, en específico la desrealización y despersonalización, los cuales no forman parte de los criterios pivote para un diagnostico tanto de TLP como de TEPT, pero que se observan frecuentemente en ambos 15. De acuerdo con los diversos estudios citados previamente, se sugiere una estrecha relación entre el TEPT y el TLP, ya que comparten varios síntomas, lo cual sugiere una mayor responsabilidad del cuerpo médico para aumentar las investigaciones en el área y de esta forma favorecer un mejor manejo y pronóstico de este grupo de pacientes. 1, 3, 6 Material y Métodos JUSTIFICACION En la actualidad se conoce, mediante múltiples estudios 3, 10, la alta frecuencia de pacientes con TLP con antecedente de abuso sexual en la infancia, así como la alta frecuencia con que este grupo de pacientes presenta autoagresiones e intentos suicidas. Por otra parte, de acuerdo con la literatura médica 3, 4, 10, 14, los pacientes con TEPT crónico llegan a desarrollar con el 32 paso de los años, cambios en su personalidad, tales como poca tolerancia a la frustración, pobre control de impulsos, relaciones personales conflictivas, autoagresiones e intentos suicidas. Tomando en cuenta que estas últimas características clínicas en TEPT crónico forman parte también de los criterios diagnósticos del TLP, se podría establecer una relación entre TEPT crónico y TLP. Sin embargo, para poder en algún momento llegar a dicha conclusión, es necesario de primera instancia medir la asociación en que ambos trastornos (TEPT y TLP) se presentan de forma comórbida en la población mexicana y en específico, para fines de este estudio, en un grupo de pacientes del HPFBA. Las últimas investigaciones realizadas en este tema 6, 7, 16 han llevado a la creación de una nueva entidad diagnóstica, el TEPT complejo (Complex- PTSD), el cual está contemplado en el CIE-11 y se caracteriza por poseer los 3 principales criterios diagnósticos del TEPT además de otros 3 síntomas que marcan el diagnóstico diferencial con TEPT. Así mismo, debido a que estos síntomas característicos del TEPT complejo se solapan con síntomas de TLP, en el campo de psiquiatría han surgido dudas respecto a la comorbilidad existente entre TEPT complejo y TLP, o a cuestionarse si en realidad se trata del mismo trastorno, sin llegar a un acuerdo ya que las investigaciones son insuficientes 6, 7 16. Agregando a lo ya comentado, cabe señalar que la única escala clinimétrica validada hasta el momento para el diagnóstico de TEPT complejo es el Cuestionario Internacional de Experiencias Traumáticas (ITQ), el cual hasta el momento no ha sido validado en México. Debido a esto último, se realizará este estudio midiendo en primera instancia la frecuencia de TEPT crónico en pacientes con diagnóstico de TLP del HPFBA, mediante escalas clinimétricas ya avaladas en nuestro país y posteriormente se calculará la correlación estadística entre ambos trastornos. 33 Los beneficios obtenidos mediante este estudio descriptivo permitirán ampliar el campo de investigación acerca de las similitudes clínicas existentes entre estos dos grupos de pacientes (TLP y TEPT), su etiología, evolución, pronóstico, para de esta forma, en última instancia generar medidas preventivas e innovar en cuanto al manejo terapéutico (farmacológico y psicoterapéutico) en este grupo de pacientes. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Este estudio se llevará a cabo en un grupo de pacientes (del HPFBA) con diagnóstico de TLP, a quienes se les aplicará las escalas SCID-II y CAPS, con la finalidad de identificar en primer lugar aquellos pacientes que reúnen los criterios diagnósticos para TLP y de este grupo de pacientes identificar cuántos de ellos presentan TEPT crónico. De esta forma se obtendrán los datos necesarios para calcular la frecuencia de TEPT en pacientes con TLP del HPFBA; posteriormente esto permitirá medir la correlación con que se presentan ambas entidades en pacientes que han sufrido además abuso sexual en la infancia como elemento disparador del TEPT. La finalidad de conocer la frecuencia de esta comorbilidad es abrir el campo de investigación respecto a una posible relación existente entre el TEPT crónico y el TLP, ya que ambas entidades comparten características clínicas, y que de ser comprobada dicha relación posteriormente, permitiríatomar medidas terapéuticas más efectivas y favorecer, en última instancia, el pronóstico en este grupo de pacientes. 34 Para fines de este estudio, se medirá la frecuencia únicamente en pacientes del HPFBA, ya que, de acuerdo con las estadísticas registradas en los últimos años, ambos trastornos son una fuente de morbilidad importante en el hospital. Viabilidad del estudio: Para medir la frecuencia de TEPT crónico en pacientes con TLP del HPFBA, será necesario primero identificar una muestra de 50 pacientes con diagnóstico de TLP, que lleven su seguimiento en HPFBA, para posteriormente aplicarles la Entrevista Clínica Estructurada para Trastornos del Eje -II (SCID-II) y la CAPS (Clinician Administered PTSD Scale /Escala de PTSD Administrada por el clínico). Finalmente se reportará el número de pacientes con TLP que además cumplan con los criterios suficientes para TEPT en la CAPS. Este procedimiento se realizará de forma transversal en un periodo de seis meses durante 2019, en la Consulta Externa del HPFBA. Actualmente, las investigaciones realizadas sobre el tema 6, 7, 14 16 son escasas e insuficientes para establecer una relación causal sólida entre TEPT y TLP o TEPT complejo y TEPT. A pesar de que en los últimos 2 años han crecido las investigaciones y se ha introducido el diagnóstico de TEPT complejo en el CIE-11, aun no se ha validado su herramienta diagnóstica en México, lo que limita considerablemente las investigaciones que se pudieran realizar por el momento en nuestro país, a pesar de ello, con la presente investigación se pretende dar respuesta a la siguiente pregunta de investigación. PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN: ¿Existe correlación estadística entre el TLP y TEPT crónico? 35 OBJETIVOS Objetivo general: Determinar la correlación estadística del TEPT crónico en pacientes con TLP del HPFBA. Objetivos específicos: a) Identificar cuantos pacientes de la muestra, del HPFBA, con diagnóstico de TLP cuentan además con criterios diagnósticos de TEPT crónico. b) Reportar las causas encontradas de TEPT crónico en pacientes con TLP. c) Calcular la correlación de TEPT con TLP HIPÓTESIS Hi Existe correlación entre la presencia de TLP y TEPT Ho No existe correlación entre la presencia de TLP y TEPT OPERACIONALIZACIÓN DE VARIABLES DEFINICIÓN DE VARIABLES Nombre de la variable Definición Conceptual Tipo de variable Escala de medición Definición operacional Indicador TEPT crónico Trastorno que surge como respuesta tardía o Cualitat iva, Nominal dicotómica Puntaje necesario para diagnosticar Se calcula la puntuación total sumando las puntuaciones de 36 diferida a un acontecimiento estresante o a una situación (breve o duradera) de naturaleza excepcionalmente amenazante o catastrófica, que causarían por sí mismos malestar generalizado en casi todo el mundo. El TEPT crónico es aquel cuyos síntomas duran más de 3 meses. dependi ente TEPT crónico en la CAPS (Clinician Administred PTSD Scale /Escala de PTSD Administrada por el clínico) frecuencia e intensidad para cada uno de los ítems. La puntuación de las medidas de frecuencia e intensidad oscila de 0 a 8 para cada ítem y de 0 a 136 para la puntuación total. La CAPS puede ser puntuada según criterios DSM, evaluando presencia o ausencia del trastorno. El marco temporal para el CAPS puede ser el periodo de un mes que precede a la entrevista (Diagnóstico Actual) o el periodo más sintomático de un mes después del suceso/s traumático/s (Diagnóstico Vital). También puede ser el periodo de una semana inmediatamente anterior a la entrevista (Rango del síntoma). Se considera la presencia de un síntoma sólo cuando la frecuencia es evaluada con 1 o más (indicando que ha ocurrido al menos una vez durante un periodo de tiempo de un mes) y la intensidad con un 2 o más (indicando 37 que el síntoma es al menos moderadamente intenso). Otra forma más conservadora, es considerar la presencia del síntoma cuando ambas escalas (frecuencia e intensidad) sumen 4. Además debe haber al menos un síntoma de reexperimentación, tres de evitación y dos de activación. Trastorn o límite de la personali dad Un patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y la efectividad, y una notable impulsividad, que comienzan al principio de la edad adulta y se dan en diversos contextos Cualitat iva , indepen diente Nominal dicotómica Criterios diagnósticos del DSM- IV corroborado mediante la Entrevista Clínica Estructurada para Trastornos del Eje II (SCID-II) Cada criterio de trastorno de la personalidad se puntúa como: ?, 1, 2 , 3. ¿ = información inadecuada para codificar el criterio como 1, 2, 3 1 = ausente o falso (el enunciado del criterio es claramente falso 2 = subumbral: casi se alcanza el nivel, pero el rasgo se halla presente pero sin la gravedad suficiente como para causar deterioro o malestar 3 = Umbral o verdadero 38 Una puntuación 3 exige las tres P: las características del ítem sean PATOLÓGICAS, PERSISTENTES y de PRESENCIA GENERALIZADA. Al finalizar la entrevista el entrevistador rellena la Hoja de Resumen de Puntuaciones. En cada trastorno, un recuadro indica el umbral categorial del DSM IV. Para el Trastorno límite de la personalidad: al menos 5 ítems codificados con “3” da el diagnóstico. Los ítems incluyen: 1. esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginado. Nota: No incluir los comportamientos suicidas o de automutilación que se recogen en el Criterio 5. 2. un patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas 39 caracterizado por la alternancia entre los extremos de idealización y devaluación. 3. alteración de la identidad: autoimagen o sentido de sí mismo acusada y persistentemente inestable. 4. impulsividad en al menos dos áreas, que es potencialmente dañina para sí mismo (p. ej., gastos, sexo, abuso de sustancias, conducción temeraria, atracones de comida). Nota: No incluir los comportamientos suicidas o de automutilación que se recogen en el Criterio 5. 5. comportamientos, intentos o amenazas suicidas recurrentes, o comportamiento de automutilación. 6. inestabilidad afectiva debida a una notable reactividad del estado de ánimo (p. ej., episodios de intensa disforia, irritabilidad o ansiedad, que suelen durar unas horas y rara vez 40 MUESTREO No probabilístico de tipo propositivo, intencional, por conveniencia. SUJETOS Se seleccionaron a 50 pacientes (masculinos y femeninos) con diagnóstico de TLP de acuerdo con los criterios diagnósticos del SCID-II. Los participantes en el estudio fueron invitados de entre aquellos que asisten al Servicio de Consulta Externa y Terapia de grupo para pacientes con TLP del Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez. CRITERIOS DE SELECCIÓN Criterios de inclusión: pacientes mayores de 18 años, masculinos o femeninos, de nacionalidad mexicana, con diagnóstico de TLP, que lleven seguimiento en HPFBA. Nivel Escolar mínimo de primaria completa. unos días) 7. sentimientos crónicos de vacío. 8. ira inapropiada e intensa o dificultades para controlar la ira (p. ej., muestras frecuentes de mal genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes). 9. ideación paranoide transitoria relacionada con el estrés o síntomas disociativos graves. 41 Criterios de exclusión: Pacientes con TLP asociado a otro trastorno de la personalidad, pacientes con criterios para TEPT agudo, pero no crónico. Pacientes con diagnóstico de TLP en el expediente, pero que no cumplen los criterios diagnósticos del SCID-II para TLP. Pacientes con TLP y algún otro trastorno psiquiátrico (por ejemplo: trastornospsicóticos, consumo perjudicial de múltiples sustancias, entre otros) que explique mejor el cuadro clínico que el TEPT. Pacientes y/o familiares de los pacientes que se nieguen a firmar consentimiento informado. TIPO DE ESTUDIO Se realizó un estudio de tipo observacional, transversal, prolectivo y correlacional. INSTRUMENTO Escala para el Trastorno de Estrés Postraumático Administrada por el Clínico (CAPS) El CAPS es el estándar de oro en la evaluación de TEPT. Su nombre original es Clinician Administrad PTSD Scale (CAPS). Fue creada en 1990 por los autores Blake, D.D., Weathers, F.W., Nagy, L. M., Kaloupek, D.G., Klauminzer, G., Charney, D.S. y Keane, T.M. Existen dos versiones el CAPS-1, para la evaluación del diagnóstico de TEPT (Trastorno de Estrés Postraumático) y el CAPS-2, para la evaluación de los síntomas (de la gravedad de los casos). La versión actual del CAPS incorpora las características de las dos versiones anteriores. 42 El CAPS fue traducido al español en 1997 por Bustamate, V. Page, J. Zayas-Bazan, M. Mellman, T, nombrándolo CAPS-DX. La versión para población mexicana fue adaptada por Palacios en 2002. 20 Este instrumento consiste en una entrevista estructurada, cuyos objetivos son facilitar el diagnóstico y la evaluación de la gravedad de los síntomas del trastorno de estrés postraumático. Está dirigido a la población general. Consta de 30 ítems. Es una entrevista estructurada que consta de un apartado que corresponde al criterio A del DSM-IV, que evalúa el acontecimiento traumático sufrido por el sujeto desde dos perspectivas, desde la naturaleza del acontecimiento y desde la repercusión en el sujeto. En el segundo apartado evalúa cada uno de los 17 síntomas que figuran en los criterios del DSM- IV. La evaluación de los síntomas se realiza desde una perspectiva categorial (determinando si el síntoma se encuentra o no presente) y desde una cuantitativa (donde se puntúa separadamente la frecuencia y la intensidad de cada síntoma, para ello se utiliza una escala de Likert de 5 puntos, de 0 a 4). Fiabilidad: Consistencia interna: Para los 17 ítems de la escala se obtuvo un nivel de Crombach de 0´94. Fiabilidad (test-retest): Para los 17 ítems los coeficientes para cada uno de los 3 pares de evaluadores oscilaban entre 0´90 y 0´98, y para los criterios de síntomas entre 0´77 y 0´96. La versión para población mexicana tiene una Kappa=0,851. El punto de corte establecido para el diagnóstico de TEPT es de 40 en la escala global. 21 Validez: Los coeficientes de correlación entre la puntuación total de gravedad de la CAPS y la puntuación de la Mississippi Scale for Combat-related PTSD fue de 0´91, y con la escala 43 de Trastorno de Estrés Postramatico de Keane (PK) del Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesota de 0´77. Tiempo de administración: 30-60 minutos. Normas de aplicación: El entrevistador debe valorar todos los ítems sin excepción y en el orden especificado y siguiendo las indicaciones del instrumento. Se trata de un instrumento heteroaplicado por personal previamente entrenado. Corrección e interpretación: Se calcula la puntuación total sumando las puntuaciones de frecuencia e intensidad para cada uno de los ítems. La puntuación de las medidas de frecuencia e intensidad oscila de 0 a 8 para cada ítem y de 0 a 136 para la puntuación total. La CAPS puede ser puntuada según criterios DSM estableciendo una dicotomía evaluando presencia o ausencia del trastorno. El marco temporal para el CAPS puede ser el periodo de un mes que precede a la entrevista (Diagnóstico Actual) o el periodo más sintomático de un mes después del suceso/s traumático/s (Diagnóstico Vital). También puede ser el periodo de una semana inmediatamente anterior a la entrevista (Rango del síntoma). Se considera la presencia de un síntoma sólo cuando la frecuencia es evaluada con 1 o más (indicando que ha ocurrido al menos una vez durante un periodo de tiempo de un mes) y la intensidad con un 2 o más (indicando que el síntoma es al menos moderadamente intenso). Otra forma más conservadora, es considerar la presencia del síntoma cuando ambas escalas (frecuencia e intensidad) sumen 4. Además, debe haber al menos un síntoma de reexperimentación, tres de evitación y dos de activación. 24 El CAPS-5 es una entrevista estructurada de 30 elementos que se puede usar para: • Hacer un diagnóstico actual (pasado mes) de TEPT 44 • Hacer un diagnóstico de por vida de TEPT • Evaluar los síntomas de TEPT durante la semana pasada Además de evaluar los 20 síntomas DSM-5 PTSD, las preguntas apuntan al inicio y la duración de los síntomas, angustia subjetiva, impacto de los síntomas en el funcionamiento social y ocupacional, mejora en los síntomas desde una administración anterior CAPS, validez de respuesta general, severidad general de PTSD, y especificaciones para el subtipo disociativo (despersonalización y desrealización). 18 Varias revisiones importantes se hicieron al CAPS en la actualización del DSM-5; sin embargo, a pesar de la alta confiabilidad y validez de esta escala, no está validada en población hispana. 21 Entrevista Clínica Estructurada para Trastornos del Eje II (SCID-II) Su nombre original es Structured Clinical Interview for DSM-IV Axis II Personality Disorders (SCID-II). Sus autores fueron Firts, Gibbon, Spitzer et al. En un principio fue creada para los Trastornos de personalidad descritos en el DSM-III, posteriormente fue actualizada en 1986 para el DSM-III R y nuevamente actualizada en 1997 para DSM-IV. 22 La SCID-II es una entrevista semiestructurada destinada a realizar los diagnósticos más importantes de la personalidad del eje II del DSM-IV. Las entrevistas estructuradas aumentan la fiabilidad diagnóstica por la estandarización del proceso de evaluación, y aumentan la validez diagnóstica a través de los criterios diagnósticos del DSM-IV. La SCID-II ahorra tiempo, asegura una revisión concienzuda, es fácil de utilizar, y proporciona toda la información necesaria, mientras que mejora la precisión diagnóstica. 19, 22 45 El cuestionario tiene 119 ítems, contiene preguntas de respuesta abierta, cerrada y si/no. Confiabilidad: El SCID-II puede usarse como prueba diagnóstica ya que cuenta con una escala de 1 a 3 y con un signo de interrogación para aquellas respuestas que no quedan claras.17 Validez: correlaciones de la SCID-II con el Examen de Trastornos de personalidad es de 0.20-0.55, con el Cuestionario para los Trastornos de Personalidad Revisado (PDQ-R) es de 0.02- 0.53. Fiabilidad test- retest 0.37 para Trastornos límite de la personalidad y de 0.74 para cualquier trastorno de personalidad en pacientes ingresados. 22 El tiempo de aplicación es de una hora. Cada criterio de trastorno de la personalidad se puntúa como: ?, 1, 2 , 3. ¿ = Información inadecuada para codificar el criterio como 1, 2, 3 1 = Ausente o falso (el enunciado del criterio es claramente falso 2 = Subumbral: casi se alcanza el nivel, pero el rasgo se halla presente, pero sin la gravedad suficiente como para causar deterioro o malestar 3 = Umbral o verdadero Una puntuación 3 exige las tres P: las características del items sean PATOLÓGICAS, PERSISTENTES y de PRESENCIA GENERALIZADA. Al finalizar la entrevista el entrevistador rellena la Hoja de Resumen de Puntuaciones. En cada trastorno, un recuadro indica el umbral categorial del DSM IV. 46 Para el Trastorno límite de la personalidad: al menos 5 ítems codificados con “3” da el diagnóstico. Los ítems incluyen: 1. Esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginado. Nota: No incluir los comportamientos suicidas o de automutilación que se recogen en el Criterio 5. 2. Un patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas caracterizado por la alternancia entre los extremos de idealización y devaluación. 3. alteración dela identidad: autoimagen o sentido de sí mismo acusada y persistentemente inestable. 4. Impulsividad en al menos dos áreas, que es potencialmente dañina para sí mismo (p. ej., gastos, sexo, abuso de sustancias, conducción temeraria, atracones de comida). Nota: No incluir los comportamientos suicidas o de automutilación que se recogen en el Criterio 5. 5. Comportamientos, intentos o amenazas suicidas recurrentes, o comportamiento de automutilación. 6. Inestabilidad afectiva debida a una notable reactividad del estado de ánimo (p. ej., episodios de intensa disforia, irritabilidad o ansiedad, que suelen durar unas horas y rara vez unos días) 7.sentimientos crónicos de vacío. 8. Ira inapropiada e intensa o dificultades para controlar la ira (p. ej., muestras frecuentes de mal genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes). 47 9. Ideación paranoide transitoria relacionada con el estrés o síntomas disociativos graves. La escala SCID-II fue adaptada para la población mexicana que solicita atención psicológica en 1997, por la Lic. En psicología Martha Ortiz Ramírez.17 PROCEDIMIENTO 1.- Se presentó el protocolo de estudio ante Comité de Investigación y de Ética, y una vez aprobado se prosiguió con la selección de muestra. 2.-Se solicitó a la Dirección y al Jefe de Servicio de Consulta Externa del HPFBA el permiso para ocupar espacios físicos, para trabajar con pacientes de la Consulta Externa y de Psicoterapia de grupo para pacientes con TLP. 3.- Se seleccionaron los 50 pacientes, mediante un muestreo no probabilístico propositivo, es decir 50 pacientes con diagnóstico de Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad tipo límite, respaldado en su expediente. 4.- Se les invitó a dichos pacientes formar parte del estudio de investigación y los que aceptaron se les solicitó firmar el correspondiente consentimiento informado, al igual que a dos testigos. 5.- El día de su cita más próxima en Consulta Externa se les aplicó, por parte de personal capacitado, la escala SCID-II y aquellos que puntuaron para TLP se les aplicó ese mismo día la CAPS. Se guardaron los resultados obtenidos en una base de datos. 48 6.- Se midió la frecuencia de TEPT crónico en pacientes con diagnóstico de Trastorno límite de la personalidad respaldado por el SCID-II. 7.- Se realizó el análisis de los datos con el SPSS (paquete de análisis estadístico), mediante el cual se seleccionaron correlaciones bivariadas y se calculó la correlación no paramétrica de tau-b de Kendall de TEPT y TLP. Tomando en cuenta de que si el valor de p es menor al nivel de significancia (0.05), se demuestró que la Hi es correcta y se descartó la hipótesis nula. 8.- Se reportaron los resultados en gráficas /tablas. 9.- Se realizaron las discusiones y conclusiones, así mismo se describieron los alcances y limitaciones. CONSIDERACIONES ETICAS De acuerdo con el artículo 14 “De los aspectos éticos de la investigación en los seres humanos” para realizar el estudio se contó con el consentimiento informado de los sujetos de investigación, en presencia de testigos. Se realizó por profesionales de la salud y se llevó a cabo cuando se tuvo la autorización del titular y jefe de servicio de Consulta Externa de la Institución. RIESGO EN INVESTIGACIÓN De acuerdo con el artículo 17, de la Ley de Salud en Materia de Investigación, el tipo de estudio corresponde a una investigación de riesgo mínimo, ya que se empleó la Entrevista 49 Estructurada SCID-II para diagnóstico de Trastornos de personalidad y la Entrevista Semiestructurada CAPS para diagnóstico de TEPT en los pacientes ya con diagnóstico de TLP establecido y respaldado en el expediente. Por lo que no se realizaron intervenciones intencionadas sobre las variables fisiológicas, psicológicas y sociales de los sujetos de investigación. Cabe señalar que el investigador proporcionó las escalas, sin generar costo alguno para el paciente, por tratarse de la realización de tesis de especialidad. Análisis estadístico A partir de una muestra n=50, se realizó el análisis descriptivo, mediante el cual se obtuvo el porcentaje de hombres y mujeres participantes, así como la edad mínima y máxima de la muestra. Por medio del software SPSS, se realizó el análisis de correlación no paramétrico bivariado con tau-b de Kendall de TEPT y TLP. Se obtuvo la media para la edad de sujetos con CAPS positivo para TEPT crónico. Así mismo se midió la frecuencia en que se presentaron cada una de las causas de TEPT crónico en la población de sujetos de la muestra. Resultados Se obtuvo una muestra de 50 pacientes, mediante muestreo no probabilístico propositivo, es decir 50 pacientes con seguimiento en Consulta Externa del Hospital psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez, con diagnóstico de Trastorno de inestabilidad emocional de la 50 personalidad tipo límite, respaldado en su expediente y mediante corroboración diagnóstica con la aplicación del SCID-II. De los 50 pacientes seleccionados, 42 fueron mujeres (84% de la muestra) y 8 (16%) fueron hombres, con una edad media de 33.58 años (DE. ±9.024) La edad mínima de la muestra fue 20 y la máxima 53 años. Véase gráfica uno Figura 1.- Distribución por sexo de pacientes Se realizó análisis de correlación no paramétrico bivariado con tau-b de Kendall de TEPT y TLP. Obteniéndose que de los 50 sujetos (con SCID- II positivo para TLP), 31 presentaron los criterios suficientes para diagnosticar TEPT crónico (Tipo alguna vez en la vida o Tipo actual) y 19 puntuaron negativo para TEPT crónico. Es decir, 62% de los sujetos de la muestra con TLP presentaron TEPT crónico alguna vez en su vida o un TEPT actual. P<.002, y una correlación casi perfecta de 98.9%. Figura 2 16% 84% HOMBRES MUJERES 51 Figura 2.- CAPS positivo y negativo en pacientes con Trastorno de Inestabilidad Emocional de la personalidad tipo límite. La media para la edad de sujetos con CAPS positivo para TEPT crónico fue 32.8 (DE. ±2.132) y para CAPS negativo de 34.8 años (DE±1.602). De los 31 pacientes con diagnóstico de TEPT crónico, 23 sujetos (74.19%) refirieron antecedente de maltrato durante su infancia (sin que implicara esto la causa del TEPT) y 26 antecedente de abuso sexual (83.8%). Dentro de las causas desencadenantes de TEPT crónico, se observa que el primer lugar lo ocupa abuso sexual aunado a maltrato, ambos experimentados durante la infancia de los participantes (67.7%). Como segunda y tercera causas de TEPT crónico se observa el abuso sexual (38.7%) y maltrato infantil (9.6%) de manera separada. En cuarto lugar, se observa presenciar sufrimiento humano, secuestro y catástrofes naturales (6.4% cada uno de ellos) y en último lugar el homicidio. Figura 3 19, 38% 31, 62% NEGATIVO POSITIVO 52 Discusión: De acuerdo con la literatura expuesta previamente, más del 75% de la población mexicana con TLP está conformada por mujeres, tal como lo demuestran los resultados obtenidos en este estudio, donde se observa que el 84% de la muestra (pacientes con SCID-II positivo para TLP) son mujeres. Entre los resultados relevantes obtenidos, se observa que 74.9% de los participantes con SCID-II positivo para TLP, reportaron antecedente de maltrato infantil (negligencia de parte de sus padres, abuso físico, emocional y/o sexual). Lo cual coincide con lo propuesto por Linehan, Fruzzetti y cols. quienes sitúan las experiencias emocionales negativas, la simplificación de la resolución de problemas, la negligencia, el apego inseguro, el abuso causas de TEPT crónico abuso sexual maltrato infantil sufrimineto humano secuestro terremoto homicidio 53 físico, sexual y emocional, así como el trauma, como factores esenciales en la génesis del TLP. La Guía Australiana afirma que la prevalencia del TEPT está directamente asociada al tipo de estrés, mostrando
Compartir