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1 CENTRO MEDICO NACIONAL DE OCCIDENTE UMAE HOSPITAL DE PEDIATRIA “ASOCIACIÓN ENTRE EL MOMENTO DE INICIO DE TERAPIA DE REEMPLAZO RENAL CONTINUO CON LA MORTALIDAD EN PACIENTES CON DAÑO RENAL AGUDO SEGÚN LOS CRITERIOS DE RIFLE EN LA TERAPIA INTENSIVA PEDIÁTRICA”. Para obtener el diploma en especialidad de Medicina del enfermo pediátrico en estado crítico. Presenta: Rodolfo Robledo Ramírez Director de Tesis: Dr. Sergio Benjamín Sánchez Gómez. Profesor titular de la materia de medicina del enfermo pediátrico en estado crítico. Médico adscrito a la unidad de terapia intensiva pediátrica. Asesor Metodológico. Dr. Juan Carlos Barrera De León. Doctor en Ciencias Médicas. Guadalajara, Jalisco. Abril 2014. Margarita Texto escrito a máquina UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO Margarita Texto escrito a máquina FACULTAD DE MEDICINA Margarita Texto escrito a máquina UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 INDICE Identificación de los autores. 3 Resumen. 4 Marco teórico: 5 Justificación. 31 Planteamiento del problema. 31 Objetivos generales y específicos. 32 Material y métodos: a) Diseño. b) Universo de trabajo. c) Criterios de inclusión. d) Criterios de no inclusión. e) Operacionalización de las variables. f) Tamaño de la muestra. g) Análisis estadístico. h) Desarrollo del estudio. i) Consideraciones éticas 32 33 33 33 33 35 35 35 36 Cronograma de actividades. 36 Recursos humanos. 37 Recursos financieros 37 Resultados. 38 Discusión. 43 Conclusiones 50 Referencias Bibliográficas 51 Anexos. 54 3 IDENTIFICACIÓN DE LOS AUTORES: ____________________________ Dr. Sergio Benjamin Sánchez Gómez. Médico Intensivista Pediatra. Departamento de Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos. Unidad Médica de Alta Especialidad, Hospital de Pediatría. Centro Medico Nacional de Occidente, Guadalajara Jalisco. Tel. 3338155080 Celular. ssanchezgomes45@gmail.com _____________________________ Rodolfo Robledo Ramírez. Residente de 2º año. Sub – Especialidad de Medicina del Enfermo Pediátrico en Estado Critico. Unidad Médica de Alta Especialidad, Hospital de Pediatría. Centro Medico Nacional de Occidente, Guadalajara Jalisco. Tel. Cel. 3317094168. dr.robledo@hotmail.com 4 INTRODUCCIÓN. En 2002 la Segunda Conferencia de Consenso Internacional de la Iniciativa para la Calidad de la Diálisis Aguda, realizó una revisión sistemática de literatura, para desarrollar criterios estandarizados para la definición, clasificación, prevención y tratamiento de daño renal agudo, en 2004 se publica la escala RIFLE, instrumento de clasificación unifica criterios clásicos, permitiendo estratificación de pacientes. OBJETIVOS.Determinar la asociación entre el momento de inicio de terapia de reemplazo renal continuo con la mortalidad en pacientes con daño renal agudo. MATERIAL Y METODOS. Diseño. Descriptivo, retrospectivo. Universo. Pacientes atendidos del 1 de enero de 2012 al 31 de diciembre del 2013 con terapia de reemplazo renal continuo. Criterios de Inclusión. Derechohabiente IMSS. Pacientes del servicio de UTIP, con daño renal agudo. Criterios de no Inclusión. Ingreso a terapia de reemplazo renal continuo por otra indicación. Expediente incompleto. Análisis Estadístico. Variables cualitativas frecuencias y porcentajes. Variables cuantitativas medias y desviaciones estándar para curva simétrica de los casos y medianas y rangos para curva no simétrica. Comparación de grupos inicio adecuado y tardío chi cuadrada para cualitativas y t de Student o U de Mann Whitney de acuerdo a curva de distribución. Asociación entre inicio adecuado y tardío con desenlace se realiza con razón de momios. RESULTADOS. Pacientes estudiados 31, porcentaje mayor en sexo femenino (58%), mediana edad 9 años, los pacientes oncohematologicos son los que más presentan daño renal agudo y requieren terapia de reemplazo renal continuo, la patología que más se asocia es la sepsis, la falla orgánica múltiple se presenta en 24 (77%), fallecen de estos 19 (79%), según el estadio y la evolución del paciente, en Riesgo mejora 1 y fallecen 6 (P=0.457), Lesión mejoran 2 y fallecen 7 (P=0.593), Falla mejoran 6 y fallecen 10 (P=0.283). Se ingresaron 15 (48%) paciente de manera adecuada a TRRC y de manera tardía 16 (52%). CONCLUSIONES. No hay significancia estadística entre la mejoría y la defunción dependiendo del estadio del daño renal agudo y el inicio de la terapia de reemplazo renal continuo. Aplicar escala de RIFLE a todo paciente ingresado a la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica. 5 MARCO TEORICO Antecedentes: El daño renal agudo es un síndrome cuya mortalidad es elevada a pesar de la introducción de la hemodiálisis hace 25 años. Su tratamiento es altamente costoso, con una proporción significativa de pacientes que progresan a la insuficiencia renal crónica. El daño renal agudo en la unidad de cuidados intensivos es a menudo una complicación de diversas patologías como la sepsis, síndrome uremico hemolítico, trasplante de medula ósea, síndrome de lisis tumoral, paciente post operado de cardiopatía congénita, entre otras. Pero raramente es resultado de una patología renal primaria. La hemodiálisis intermitente fue el tratamiento estándar para el daño renal agudo por mucho tiempo, pero debido a los problemas hemodinámicos que puede originar dicha terapia, en el paciente critico hemodinamicamente inestable, el tratamiento de elección actual es la terapia de remplazo renal continuo (CRRT). (1,2). En 1977, Peter Kramer cambió la hemodiálisis intermitente tradicional por un nuevo tratamiento, llamado hemofiltrado continúo arteriovenoso (CAVH), que estaba basado en un hemofiltro, altamente permeable, conectado a una arteria y a una vena mediante accesos vasculares de hemodiálisis modificada. El gradiente de presión arteriovenoso intercambiaba la sangre a través de un circuito extracorpóreo y no utilizaba bombas. De este modo, se logró una producción lenta de ultrafiltrado, y la sustitución de líquidos se administro en modo postdilucional para mantener el balance de éstos. (1) En años recientes la técnica se modificó y se introdujeron innovaciones, las cuales se agruparon bajo el nombre común de terapias de reemplazo renal continuo (TRRC). El uso de una bomba sanguínea con un acceso venovena (HCVV) se hizo muy popular y los tratamientos arteriovenosos fueron parcialmente abandonados. (1) 6 Terapias de Reemplazo Renal Continuo. Definición: Conjunto de técnicas de depuración extracorpórea continua, que permiten el remplazo de la función renal en el paciente en estado crítico, cuya inestabilidad clínica imposibilita las técnicas de diálisis convencionales; las especificaciones de las distintas modalidades de TRRC son definidas en el cuadro I. 1.- Ultrafiltración lenta continúa. (SCUF). 2.- Hemofiltración venovenosa continua. (CVVH). 3.- Hemodiálisis venovenosa continúa. (CVVHD). 4.- Hemodiafiltración venovenosa continua. (CVVHDF). Mecanismo de acción: Difusión: movimientode solutos desde un área de mayor concentración a un área de menor concentración. Convección: es el mecanismo que sucede durante la hemofiltración que consisten en la remoción de solutos con el flujo del agua. Ultrafiltración: es el paso de líquidos a través de la membrana producido por diferencia de gradiente de presión. Adsorción: el soluto muy pequeño pasa a través de la membrana, y en su interior se adhiere a ella. (3, 4). Indicaciones: - Insuficiencia renal aguda en el paciente en estado crítico. - Insuficiencia renal crónica en pacientes hemodinámicamente inestables. - Síndrome hepato-renal. - Falla orgánica múltiple con insuficiencia renal aguda. 7 - Alteraciones hidroelectrolíticas y ácido-básicas severas. - Insuficiencia cardíaca con sobrecarga de volumen y fallo renal. - Mala respuesta diurética, intoxicaciones endógenas y exógenas. - Síndrome de respuesta inflamatoria sistémica. Complicaciones: - Hipotensión arterial. - Infección del sitio de inserción del catéter. - Sepsis. - Hipovolemia. - Desequilibrios de electrolitos. (3). Partículas o Solutos Extraíbles: Solutos Pequeños: Menores de 300 Dalton (Da), por ejemplo: urea, creatinina, aminoácidos. Moléculas Medianas: De 500 a 5000 Da, por ejemplo: vancomicina, vitaminas B 12, insulina. Proteínas de bajo peso molecular: 5000 a 50,000 Da, por ejemplo: citoquinas. Proteínas grandes: Mayores de 50,000 Da, por ejemplo: la albúmina. (4). 8 Cuadro I. Especificaciones de las TRRC. Modalidad Nombre Siglas Indicaciones Objetivos Volumen de Ultra – Filtrado Principio físico – químico Líquido de reinfusión Líquido de Reposición Ultrafiltración Lenta Continúa. SCUF. Sobrecarga de volumen. Cirugía Cardiaca después de la circulación extracorpórea. Insuficiencia cardiaca. Extracción de líquidos. 2 – 5 ml/min. Convecció n. No No Hemofiltración Venovenosa Continúa. CVVH Insuficiencia renal aguda. Sobrecarga de volumen. Extracción de líquidos. Remoción de solutos. 10 ml/min. Convecció n. Ultrafiltraci ón. Suero fisiológico y/o líquido dializante. Líquido dializante y/o suero fisiológico. Hemodiálisis Venovenosa Continúa. CVVHD Insuficiencia renal aguda. Extracción de líquidos. Remoción de solutos. 100–200 ml/min. Difusión. No Líquido dializante. Hemodiafiltración Venovenosa Continúa CVVHD F Insuficiencia renal aguda. Estados hipercatabólicos. Falla multiorgánica Extracción de líquidos. Remoción de solutos. 5 – 10 ml/min. Convecció n. Difusión Suero fisiológico. Líquido dializante. 9 Daño Renal Agudo. Definición: El daño renal agudo es un síndrome multietiológico, de aparición brusca, caracterizado por la retención de productos nitrogenados y alteraciones en la homeostasis hidroelectrolítica. (5) Para una función renal normal son necesarios 3 elementos: a) Adecuado flujo plasmático. b) Integridad del parénquima. c) Libre salida al exterior de la orina formada. (5) Dependiendo del punto donde se produzca el trastorno, el daño renal agudo se clasifica en: - Pre renal. - Renal o Intrínseco. - Post renal. (5, 6) En la forma pre renal o azoemia prerenal, la retención de sustancias nitrogenadas es secundaria a una disminución de la perfusión renal, como ocurre en deshidratación, hipovolemia, hipotensión arterial, hemorragia aguda, insuficiencia cardiaca congestiva, hipoalbuminemia severa, etc. Como no hay necrosis del tejido renal, la retención nitrogenada revierte antes de las 24 horas de haber logrado una adecuada perfusión renal. (6) En la variedad intrínseca, hay daño tisular agudo del parénquima renal y la localización del daño puede ser glomerular, vascular, tubular o intersticial. La forma más frecuente de insuficiencia renal aguda intrínseca, es la necrosis tubular aguda, siendo la causa más frecuente de ésta un estado de hipo perfusión prolongada. (6) 10 El daño renal agudo post renal, es usualmente un problema de tipo obstructivo que puede ocurrir en diferentes niveles: uretral, vesical o ureteral. En estos casos, también, si la obstrucción persiste por periodos prolongados el paciente desarrollará daño renal agudo intrínseco. (6) Sin embargo, los límites entre estos apartados son difusos. La hipoperfusión produce daño renal agudo prerrenal o funcional, pero su mantenimiento y la hipoxia provocada originan lesión parenquimatosa. Igualmente, la obstrucción de vías urinarias produce daños estructurales en el riñón. (5) Para establecer los estadios, relacionados con la morbilidad y mortalidad, hay criterios de gravedad y de evolución, aunque la mayoría de los centros utilizan sólo los primeros, incluso obvian los criterios de diuresis. Así la creatinina sérica (Cr) y el filtrado glomerular (FG) son la base diagnóstica. Se ha propuesto incluir en daño renal agudo desde un aumento de Cr de 0.3 mg/dl ya que empeora de forma independiente el pronóstico. En ausencia de datos previos de Cr se utilizan los valores de referencia por edades. A pesar de las limitaciones del valor de la Cr en pacientes críticos y de la diuresis, que suele estar enmascarada por el uso de diuréticos, la generalización de los criterios de “RIFLE” nos permite establecer comparaciones entre las distintas series de pacientes, imposibles hasta ese momento (7). Tabla I. Clasificación RIFLE (por siglas en inglés) del Daño Renal Agudo. Criterios FG Criterios Oliguria Risk (Riesgo) Cr x 1.5 ó FG disminución de > 25% < 0.5 ml/k/hora en 6 horas Injury (Lesión) Cr x 2 ó FG disminución de > 50% < 0.5 ml/k/hora en 12 horas 11 Failure (Fracaso) Cr x 3 ó FG disminución de > 75 % ó Cr > 4 mg/dl ó Aumento rápido 0.5 mg/dl < 0.3 ml/k/hora en 24 horas ó Anuria 12 horas Loss (Pérdida) Insuficiencia renal aguda persistente Pérdida completa más de 4 semanas ERDS (Fracaso renal Terminal) Fallo renal terminal Más de 3 meses (7). Epidemiología: El daño renal agudo (DRA) en una unidad de cuidados intensivos oscila entre el 2.5 y el 24% del total de pacientes ingresados. En un trabajo multicéntrico de varias unidades españolas fue del 2,5%. (5). La incidencia es claramente superior en los pacientes en estado crítico al resto de la población hospitalaria y puede llegar afectar a más del 35%. (8). Las técnicas remplazo renal continuas (TRRC) constituyen el principal tratamiento de soporte de los paciente con daño renal agudo y disfunción multiorgánica (DMO) siendo la mortalidad muy elevada (alrededor del 60 – 80 %). (8). A pesar de los avances tecnológicos que nos han llevado a múltiples modalidades de TRRC, la mortalidad asociada con DRA continúa siendo elevada y excede el 50% en el paciente en estado crítico. Muchos aspectos aún son inciertos, tales como el tiempo de inicio, refiriéndose en un metanálisis realizado por Seabra y cols, que el inicio temprano esta asociado a una mejoría en la supervivencia; de la misma manera la modalidad y la dosis aún siguen siendo temas de debate. (9). 12 Fisiopatología: En los últimos años son numerosos los avances realizados en el conocimiento de mecanismos fisiopatológicos de diferentes formas de daño renal agudo, a pesar de ello, son muchas las incógnitas que persisten la patogenia. En un importante número de cuadros de fracaso renal las alteraciones morfológicas encontradas pueden explicar, al menos en parte, el origen de la oliguria y retención de productos nitrogenados como consecuencia de reducción de la masa nefrótica o de la superficie de filtración glomerular. En la mayoría de los casos de DRA establecido sólo se encuentran lesiones tubulares, lo que ha originado el término de necrosis tubular aguda (NTA), utilizado frecuentementecomo sinónimo de DRA de origen no glomerular. La necrosis tubular produciría retrodifusión de la orina filtrada y aumento de la presión hidrostática intraglomerular como consecuencia de obstrucción tubular por células descamadas y cilindros. No obstante, en la mayoría de los pacientes la proporción de túbulos afectados es pequeña o incluso, el riñón es morfológicamente normal, sin que las alteraciones histopatológicas encontradas puedan explicar el descenso del filtrado. Estos hallazgos han potenciado la teoría de que el déficit funcional es consecuencia de alteraciones hemodinámicas intrarrenales, dando origen al término de nefropatía vasomotora para definir un gran número de paciente en DRA. Esta hipótesis está apoyada por dos hallazgos que se encuentran casi sistemáticamente, aunque no siempre, en el fracaso renal agudo: hipoperfusión renal y congestión medular. No obstante, tanto en experimentación animal como en observación humana se ha demostrado que la normalización de la perfusión renal no siempre se acompaña de una recuperación funcional. 13 En la actualidad se piensa que alteraciones hemodinámicas y la lesión tubular son problemas íntimamente relacionados: la hipoperfusión produce trastornos tubulares lesivos que desencadenan necrosis y factores promotores de apoptosis e inflamación. A su vez, estos factores dan lugar a cambios en la hemodinámica Intrarenal. El papel predominante de diferentes mecanismos lesionales varía según el modelo experimental investigado y, en el caso de observaciones en humanos, de la etiología del DRA. Alteraciones hemodinámicas La hipoperfusión renal da lugar al reajuste de agentes vasodilatadores y vasoconstrictores intrarrenales. En principio se mantiene el filtrado por vasoconstricción de la arteriola eferente, lo que conlleva al aumento de resistencias y de la hipoperfusión, especialmente en la red capilar peritubular en la cortical profunda, lo que favorece la hipoxia a la altura del segmento S3 del túbulo proximal y en la porción gruesa de la rama ascendente del asa de Henle. El sistema renina-angiotensina-aldosterona ha sido ampliamente estudiado en pacientes con DRA, pero su papel patogénico no está claro. Las cifras de renina están habitualmente elevadas en pacientes con fracaso renal, pero también en la disminución de la volemia sin DRA. Los resultados de la administración de IECA o antagonistas de receptores de la angiotensina II en experimentación son muy variables; en la clínica humana no han demostrado su utilidad como prevención o tratamiento del fracaso renal, salvo en la isquemia prolongada de riñones trasplantados. Se ha investigado el papel de las prostaglandinas. Es conocida la acción protectora de los vasodilatadores, como la prostaciclina y la PGE2 en DRA con aumento de angiotensina, pero la importancia de sus alteraciones como desencadenante de fracaso renal no ha sido demostrada. El tromboxano A2, una prostaglandina 14 vasoconstrictora, puede desempeñar algún papel en determinadas formas de DRA como la secundaria a sepsis e intoxicación por ciclosporina. Las endotelinas (ET) constituyen un grupo de péptidos con potente acción vasoconstrictora. En animales y ciertas formas de fracaso renal agudo se ha encontrado un aumento de la expresión del gen de la ET-1 en la red capilar peritubular, lo que sugiere que este agente puede ser importante en la génesis de la necrosis tubular. Curiosamente, en modelos animales de isquemia renal el tratamiento con antagonistas selectivos de los receptores A de ET fue renoprotector, mientras que los antagonistas de receptores A y B empeoraron la función renal. El óxido nítrico (ON) desempeña un papel fundamental en la microcirculación, tanto en el aspecto glomerular como en el tubular. En un principio podría pensarse que ejerce un efecto protector por su acción vasodilatadora, pero los datos obtenidos en la experimentación animal son contradictorios. En ratas isquémicas se ha comprobado que la sintetasa de ON endotelial está aumentada, pero sin que se traduzca siempre en una acción vasodilatadora. Un dato muy importante es la comprobación de que una generación reducida de ON puede desencadenar necrosis tubular aguda, y un exceso produce metabolitos (como peroxinitrito) que son lesivos para las células tubulares y glomerulares. Otro agente vasoactivo estudiado es el péptido natriurético atrial. Además de su acción diurética y salurética, actúa como inhibidor de la angiotensina y la endotelina. Los ensayos terapéuticos han conseguido, en ocasiones, aumentar el volumen urinario sin prevenir ni cambiar la evolución del fracaso renal. 15 Lesión de las células tubulares e inflamación. Aunque tradicionalmente se ha responsabilizado a la necrosis de la muerte de las células tubulares, en los últimos años se ha comprobado la importancia de la apoptosis como mecanismo lesional. En términos generales puede afirmarse que agresiones severas de tipo isquémico o nefrotóxico directo producen necrosis, en tanto que agresiones más moderadas dan lugar a apoptosis. En patología humana se ha comprobado que, en la mayoría de DRA, el porcentaje de células apoptóticas es muy superior al de células necróticas. En experimentación animal y en observaciones en pacientes con isquemia renal se ha comprobado la disminución de factores de supervivencia, como el factor de crecimiento insulínico-1, epidérmico y Bc12; en el otro platillo de la balanza, se ha observado el aumento de citocinas letales, como el factor de crecimiento tumoral. La primera alteración producida por la hipoxia es la disminución del adenosintrifosfato (ATP) de las células del túbulo proximal. Este hecho origina la disrupción del citoesqueleto celular, con pérdida del ribete en cepillo, aumento de la concentración de calcio intracelular y cambio de polarización. La ATPasa dependiente de Na+/K+ cambia su localización habitual de la zona basolateral de la membrana celular a la zona apical. Este trastorno explica la alteración precoz de la reabsorción tubular de sodio en el fracaso renal. Si el estímulo lesivo es suficientemente intenso, las células tubulares se desprenden, lo que origina, por una parte, retrodifusión de la orina filtrada y, por otra parte, formación de cilindros obstructivos que reducen el filtrado al aumentar la presión hidrostática intraglomerular. 16 La necrosis produce activación de la cascada de activadores de la inflamación: citocinas, metabolitos activos derivados del oxígeno y moléculas de adhesión. La inflamación, a su vez, produce sustancias vasoactivas y citocinas que influyen negativamente en la recuperación tras la reperfusión. (5,6). Cuadro Clínico. Para la evaluación clínica de la función renal, hay que tener en cuenta que el riñón participa en una serie de procesos esenciales: Mantenimiento de un ambiente extracelular constante necesario para un adecuado funcionamiento celular. Esto se consigue mediante la excreción de algunos productos de desecho del organismo como urea, creatinina y acido úrico y ajustando específicamente la excreción de agua y electrolitos para equilibrar la ingesta y la producción endógena. El riñón es capaz de regular individualmente la excreción de agua y solutos, como sodio, potasio e hidrógeno, fundamentalmente por cambios en la reabsorción o secreción tubular. El riñón secreta hormonas que participan en la regulación de la hemodinámica renal y sistémica (renina, prostglandinas, bradiquinina), en la producción de células rojas (eritropoyetina) y en el metabolismo fosfocálcico y óseo (1,25 dihidroxivitamina D). En el paciente con enfermedad renal, algunas o todas estas funciones pueden estar disminuidas o totalmente ausentes. Los pacientes con enfermedad renal pueden tener una variedad de diferentespresentaciones clínicas. Algunos tienen síntomas que son directamente relacionados con el riñón (hematuria macroscópica, dolor lumbar), mientras otros presentan síntomas 17 extrarrenales (edemas, hipertensión, signos de uremia). Muchos pacientes están asintomáticos y son diagnosticados en los exámenes de rutina. El manejo adecuado del paciente con enfermedad renal depende en gran medida de poder establecer un diagnóstico oportuno. Los médicos deben conocer las posibles presentaciones de la enfermedad renal y el conjunto de síntomas y signos que forman los síndromes renales conocidos. Es fundamental obtener una historia clínica detallada, historia familiar e historia social. Un examen físico con atención especial a aquellos signos clínicos que pueden reflejar una enfermedad renal subyacente. Y por último una investigación estructurada debe llevarse a cabo para obtener el máximo de información posible con el mínimo inconveniente para el paciente. Los niños con enfermedad renal pueden consultar por varias razones: 1.- Están asintomáticos pero se ha detectado una anomalía en el examen clínico o de laboratorio por investigaciones rutinarias: análisis de orina, toma de tensión arterial, análisis de sangre rutinarios o estudio familiar de pacientes con una enfermedad renal hereditaria. 2.- El paciente presenta síntomas o signos físicos que directa o indirectamente indican una enfermedad renal subyacente. • Trastornos en la micción: poliaquiuria, incontinencia diurna, enuresis, urgencia miccional, tenesmo vesical, disuria, chorro miccional débil. Llanto con la micción en lactantes • Desórdenes en el volumen de orina: poliuria, oliguria, anuria. • Alteración de las características macroscópicas de la orina: hematuria, turbidez. 18 • Dolor lumbar: localización, tipo, modo de inicio. Puede indicar pielonefritis, cálculos renales. • Edemas: pueden ser debidos a hipoproteinemia como consecuencia de una proteinuria significativa o a oliguria. • Cefaleas. Síntoma de hipertensión arterial, generalmente occipital. • Episodios febriles prolongados o sin causa aparente que podrían indicar infecciones de orina no diagnosticadas. • Alteraciones en la piel: palidez, exantema, púrpura. • Anorexia, astenia, estancamiento/ retraso de la curva de peso y talla para evaluar en qué momento se detuvo su crecimiento, vómitos. 3.- Paciente con enfermedad sistémica que se asocia a patología renal. La historia clínica debe intentar aclarar el inicio, la secuencia e intensidad con la que aparecen los síntomas, así como la duración y las modificaciones que experimentan los signos. Así mismo hay que investigar si existen otros síntomas asociados como la presencia de síntomas del tracto respiratorio superior o ejercicio intenso en el caso de hematuria macroscópica. Es evidente que dentro de la historia clínica se deberá hacer más hincapié en algunos ítems, dependiendo del motivo de consulta. Antecedentes personales: • Enfermedades durante el embarazo, oligoamnios, polihidramnios, edad gestacional, problemas perinatales, arteria umbilical única. • Importante en las fecundaciones in Vitro e inseminaciones conocer si los padres son los biológicos que es fundamental en la patología hereditaria. 19 • Diagnóstico prenatal ecográfico: número/ tamaño/ecogenicidad de los riñones, dilatación de la vía urinaria, alteraciones en la vejiga. Edad gestacional en la que se detectó la anomalía. • Sintomatología clínica similar previa, alteraciones en exámenes de orina realizados anteriormente (orientan sobre el tiempo de evolución). • Enfermedades previas: episodios previos de deshidratación /hipernatremia. • Encuesta dietética: ingesta de sodio, calcio proteínas animales (hipercalciuria), avidez por la sal (IRC pierde sal). • Vacunaciones, contactos con enfermedades infecciosas, alergias a medicamentos. • Medicaciones recientes: Por ejemplo antinflamatorios no esteroideos. • Problemas visuales o de audición. (Enfermedad de Alport, nefronoptisis). Antecedentes familiares: • Consanguinidad. • Nefropatías, enfermedades inmunológicas, HTA, IRC, diálisis /transplante renal, enfermedades renales de carácter hereditario con diferentes patrones de transmisión. En enfermedades renales adquiridas también puede observase una presentación familiar cuando el agente etiológico es de carácter infeccioso o tóxico; tal es el caso de las glomerulonefritis aguda postestreptocócica. • Es importante insistir sobre la historia de infecciones de orina y reflujo durante la infancia en los padres (reflujo vesicoureteral familiar. Examen Físico: - Peso y talla: - Percentiles. - Estancamiento/retraso de la curva peso/talla. - Variaciones recientes de peso: aumento brusco (edemas), disminución (deshidratación). 20 - Tensión arterial con el manguito adecuado. Percentiles en función de la talla y el sexo. Debe medirse en las cuatro extremidades (Co Ao). - Estado de hidratación: fontanela, ojos hundidos, mucosas y piel. - Exploración de la piel: coloración de la piel y mucosas: palidez (puede indicar IRC); eritema en alas de mariposa (LES); púrpura; impétigo, escarlatina o descamación palmo plantar que se relacionan con glomerulonefritis posestreptocócica; manchas café con leche y neurofibromas (estenosis de la arteria renal, hipertensión arterial y feocromocitoma). - Inspección facial: edema periorbitarios, presencia de malformaciones mayores de pabellones auriculares. - Tórax: - Taquipnea que en ausencia de causas extrarrenales sugiere una acidosis de causa renal. - Rosario costal (raquitismo). - Auscultación Cardiaca: taquicardia, ritmo de galope, soplos. - Auscultación Pulmonar: estertores basales, hipoventilación en bases (derrame). - Palpación abdomen: - En recién nacidos. - Ausencia de un riñón, tumoración renal (hidronefrosis congénita, trombosis de la vena renal, riñón displásico multiquístico o poliquístico). - Palpación pulsos femorales (Co Ao) - En niños mayores si se palpa riñón: posibilidad de un tumor renal. La presencia de globo vesical sugiere proceso obstructivo de vías urinarias bajas. - Soplo supraumbilical o en la zona lumbar para vertebral en niños con HTA orienta al diagnóstico de estenosis de la arteria renal o de arteritis inespecífica. - El dolor en el ángulo costovertebral puede indicar una distensión brusca de la cápsula renal secundaria a procesos hemorrágicos, infecciosos u obstructivos. 21 - En el caso de síndrome nefrótico: oleada ascítica, dolor a la palpación profunda (peritonitis primaria) o palpación superficial (celulitis). - Edemas en región pretibial y maleolar. - Inspección de genitales externos, muchas veces omitida en pacientes pediátricos: meato uretral, excoriaciones en el meato urinario (podría explicar la presencia de disuria o hematuria), anomalías congénitas que pueden causar una obstrucción urinaria, genitales ambiguos asociados a enfermedades renales como el síndrome de Drash o el de Frasier. Edema escrotal. - Estudio oftalmológico: fondo de ojo (repercusión sistémica de la HTA, retinitis pigmentaria en nefronoptisis y en otras nefropatías hereditarias), cristales (cistinosis), lesiones congénitas de cristalino cataratas o lenticono (Síndrome de Alport). - Exploración neurológica: particularmente cuando existe una fosita sacra para excluir problemas neurológicos que pueden estar asociados a vejiga neurógena. (10). Diagnóstico Diferencial. El simple análisis elemental de orina puede aportar datos diferenciales importantes. La proteinuria puede existir tanto en la hipoperfusión como en la lesión parenquimatosa, pero cantidades superiores a 100 mg/dl., sugieren lesión renal. La microhematuria es frecuente en ambas formas. Cuando es macroscópica, en ausencia de sangrado vesical, indica siempre DRA intrínseco.Cuando el déficit funcional es debido a hipoperfusión renal, el riñón normal debe eliminar la máxima cantidad de productos nitrogenados con escasa diuresis, por lo que las concentraciones de urea, creatinina y sustancias con poder osmótico deben ser elevadas, en tanto que la reabsorción de sodio está aumentada y su concentración urinaria es baja. 22 En la tabla 2. Se exponen los valores encontrados en diferentes parámetros en la IRA prerrenal y renal. De todos ellos, el más útil en la clínica es la excreción fraccional de sodio. En tanto que en el niño mayor y en el adulto la excreción fraccional de sodio normal en estados de hipovolemia es inferior al 1%, en el recién nacido puede llegar al 2,5%. En trabajos recientes se ha comprobado la utilidad de la excreción fraccional de urea en el diagnóstico diferencial. Valores inferiores a 0,35 son orientativos de DRA funcional. Los índices enumerados son de exclusiva utilidad en situación de oliguria. También es importante recordar que en lesiones glomerulares, como glomerulonefritis agudas, los índices anteriores son normales. En caso de dudas, con discordancia entre los distintos índices, se ha propuesto la administración de manitol, a la dosis de 0,5-1 g/kg., en 1 h. La ausencia de respuesta diurética inferior a 2 ml/kg/h es un índice de fallo renal parenquimatoso. Esta prueba puede ser peligrosa, por la sobrecarga volumétrica que representa. El aumento de diuresis tras furosemida ofrece resultados muy variables, y es de escaso interés en la práctica clínica. Tabla 2. Diagnóstico diferencial entre daño renal agudo prerrenal y renal. Parámetro Cálculo Neonato Prerrenal Neonato Renal Niño Prerrenal Niño Renal Indice Osmolar Uosm/Posm > 1.4 < 1.1 > 1.5 < 1.1 Indice Ureico Uurea/Purea > 10 < 10 > 20 < 10 23 Indice Creatinina Ucr/Pcr > 20 >10 > 30 < 20 Na Orina - < 30 > 60 < 10 > 60 EF Na UNa x Pcr X 100 PNa x Ucr < 2.5 > 2.5 < 1 > 2 IFR Una Ucr/Pcr < 3 > 3 < 1.5 >2 EF urea Uurea X P cr X 100 Ucr X Purea - - < 0.35 > 0.35 EF Na: excreción fraccional de sodio; EF urea: excreción fraccional de urea; IRF: índice de fallo renal; Pcr: creatinina en plasma; PNa: sodio en plasma; Posm: osmolalidad en plasma; Purea: urea en plasma; Ucr: creatinina en orina; UNa: sodio en orina; Uosm: osmolalidad en orina; Uurea: urea en orina. (5). Diagnóstico. Comprende dos apartados: comprobar el deterioro de la función y diferenciar si la alteración es prerrenal, renal intrínseca o posrenal. Como en todo cuadro clínico, la anamnesis y la exploración son fundamentales. Son importantes los antecedentes de oligoamnios en el recién nacido, diarrea y vómitos, cuadro febril, ingesta de medicamentos y posibles alteraciones en el aspecto y la cantidad de orina. El examen físico puede aportar datos de sospecha de disfunción renal, como edema, hipertensión, masas y soplos abdominales, genitales anormales, etc. La valoración del estado de hidratación es esencial en todos los pacientes. Diagnóstico de disfunción renal. 24 La oliguria es un síntoma precoz de DRA. Se define como volumen urinario menor de 1 ml/kg/h en menores de 1 año e inferior a 0,8 ml/kg/h (o < 500 ml/día/1,73 m2) en el paciente de mayor edad. La ausencia de oliguria no descarta el diagnóstico de fracaso renal. En un porcentaje importante de pacientes, sobre todo recién nacidos, cursa con diuresis conservada e incluso poliuria. La alteración en la depuración de sustancias nitrogenadas suele diagnosticarse por la cifra de creatinina plasmática (CP), aunque el valor superior considerado normal es muy variable en las distintas series. Como ya se ha comentado, ésta es una de las razones de las distintas incidencias de DRA registrados. En un intento de unificar criterios, la ADQI (Acute Dialysis Quality Initiative) ha propuesto una clasificación, conocida como RIFLE (por sus siglas en ingles), basada en el grado de elevación de la creatinina basal (CreatB): Riesgo (Risk), CP = CreatB × 1,5; Lesión (Injury), CP = CreatB × 2; fracaso (Failure), CP = CreatB × 3 o CP > 4 mg/dl; pérdida (Loss), fracaso renal persistente más de 4 semanas; fracaso renal terminal (End stage kidney disease), pérdida de función por un tiempo superior a 3 meses. En pacientes pediátricos, la opinión más generalizada es hablar de insuficiencia renal cuando la CP es superior en 2 desviaciones estándar (DE) a la media para la edad del paciente. El problema de esta definición es el amplio rango de normalidad, condicionado por la edad del paciente y su masa muscular. Se han utilizado otros marcadores de función renal. El más estudiado es la cistatina C, una proteína de bajo peso molecular que es producida de forma constante por todas las células nucleadas y de eliminación casi exclusivamente renal, y que presenta las ventajas de ser poco influenciada por la edad y la masa muscular, y que su elevación es más precoz que la de la creatinina. En adultos y niños mayores el valor normal se encuentra entre 0,53-0,95 mg/dl. Cifras superiores a 1,4 mg/dl son indicativas de 25 disfunción renal. En edades inferiores al año las cifras son más altas, con una media superior a 1 mg/dl en menores de 4 meses, y su rango es muy amplio y mal definido. La urea, parámetro clásicamente empleado en el diagnóstico de fracaso renal, está muy influenciada por factores como el estado de hidratación, la ingesta proteica, el catabolismo y la infección, por lo que es un indicador poco adecuado para la valoración de DRA. Mucho más importante que la cifra aislada de cualquier parámetro es la evolución en determinaciones seriadas. El incremento de sus valores, aun estando dentro del rango definido como normal, es muy sugestivo de DRA (5). Tratamiento. El mantenimiento de volemia eficaz es fundamental. En pacientes con deshidratación se utiliza seroalbúmina o soluciones hidroelectrolíticas. En diferentes estudios no se han comprobado mejores resultados con albúmina, por lo que la conducta más adecuada es la administración de suero salino al 0,9% a la dosis media de 20 ml/kg., en 1 h. Se han utilizado distintos fármacos vasoactivos para intentar preservar el flujo plasmático renal. El de uso más extendido es la dopamina, a dosis de 1 a 3 μm/kg/min. En distintos estudios no se ha demostrado que su uso a esta dosis se traduzca en resultados positivos. El único fármaco con efectividad demostrada es la noradrenalina, en pacientes con hipotensión y volemia eficaz disminuida, especialmente en estado de choque séptico. 26 El uso de diuréticos de asa es controvertido. Su beneficio hipotético es la reducción tubular del consumo de oxígeno, pero son fármacos con nefrotoxicidad. En estudios aleatorizados no se ha comprobado que mejoren la supervivencia o la necesidad de diálisis, si bien es cierto que pueden aumentar el volumen urinario facilitando el manejo clínico del paciente. En diferentes trabajos se apunta el efecto beneficioso del péptido natriurético atrial, pero en estudios controlados amplios no se ha demostrado esta efectividad. En situaciones específicas de riesgo de DRA pueden ser útiles otros ensayos con diferentes sustancias: N-acetilcisteína en la prevención de nefropatía por contrastes radiológicos, bloqueadores de los canales de calcio en la intoxicación por ciclosporina y cirugía cardíaca, manitol en la rabdomiólisis y la hiperuricemia, etc., pero ninguno de ellos ha demostrado una protección general contra el desarrollo de fracaso renal. Una hormona que puede tener interés en la prevención es la eritropoyetina, pero antes de aconsejar su utilización en la práctica clínica es necesario efectuar más estudios. (5) Tratamiento conservador. Los líquidos deben restringirse a la suma de las pérdidas insensibles másdiuresis más pérdidas extrarrenales. Las pérdidas insensibles expresadas por kilogramo de peso corporal varían con la edad, por lo que es conveniente calcularlas a razón de 30 ml por cada 100 kcal., metabolizadas. La prescripción basal debe revisarse varias veces al día mediante la vigilancia del estado clínico de hidratación y el peso corporal. La hiperhidratación es la tendencia habitual cuando existe anuria u oliguria marcada, incluso con aporte hídrico reducido, por generación de agua endógena. Debe 27 diagnosticarse precozmente, antes de la aparición de edema mediante control estricto del peso corporal, aparición de hiponatremia dilucional y aumento de la presión venosa central. El tratamiento es la reducción de líquidos, lo que no siempre es posible, al impedir la administración de un adecuado aporte calórico y de medicación. En estos casos puede ensayarse la terapéutica con diuréticos (furosemida, 1-3 mg/kg); la falta de respuesta es indicación de depuración extrarrenal. En el DRA con oligoanuria, la administración de sodio no debe sobrepasar los 0,3 mEq/kg y deben evitarse las sales potásicas. Si la diuresis está conservada, la eliminación urinaria de iones es muy variable. Las reposiciones deben ser cuidadosamente calculadas por determinaciones bioquímicas seriadas en plasma y orina. En el DRA con oligonuria, la hiponatremia es dilucional, por lo que su tratamiento se basa en la reducción del aporte de líquidos. Sólo en los casos en que el sodio descienda por debajo de 120 mEq/l ó aparezcan signos de afectación neurológica (sopor, convulsiones, coma, etc.) deben administrarse soluciones salinas hipertónicas y, posteriormente, iniciar la depuración extrarrenal. El incremento de potasio es común, aunque no constante, en el DRA oligoanúrico, y se debe tanto a la disminución de la excreción renal como a la salida del potasio intracelular. La hipercaliemia superior a 6,5 mEq/l es indicación de tratamiento con resinas intercambiadoras de iones. Cifras superiores, o cuando existen trastornos electrocardiográficos (segmento ST elevado y ondas T picudas), requieren una actuación urgente. 28 El aporte energético mínimo debe ser superior a 50 kcal/kg. En la práctica, la necesidad de restricción de líquidos hace imposible, en la mayoría de los pacientes, alcanzar estos valores. Cuando el DRA se prolonga es preciso mantener el aporte calórico, lo que conlleva un exceso de agua que debe neutralizarse con diálisis. La supresión total de ingesta proteica produce hipercatabolismo y destrucción tisular, por lo que deben administrase proteínas (1-2 g/kg/día) por vía bucal, en caso de tolerancia, o mediante nutrición parenteral. La tendencia a la hipocalcemia y la hiperfosfatemia son habituales. La hipocalcemia debe prevenirse con la administración de sales de calcio (carbonato cálcico), 30-50 mg/kg/día si existe tolerancia digestiva; gluconato cálcico intravenoso al 10%, 1 ml/kg, y repetir la dosis según la evolución de la calcemia. Cuando la fosfatemia está muy elevada, la administración de calcio induce la formación de calcificaciones metastásicas, que son indicación de depuración extrarrenal. La acidosis metabólica leve o moderada no debe tratarse, ya que la administración de bicarbonato origina un aporte excesivo de sodio. Las indicaciones de tratamiento son: – pH < 7,25. – Concentración de bicarbonato plasmático < 12 mEq/l. – Compensación respiratoria máxima, con pCO2 < 25 mmHg. – Coexistencia de otras alteraciones metabólicas, especialmente hipercaliemia. En estas circunstancias se utiliza bicarbonato sódico, a la dosis de: Bicarbonato (mmol) = Defecto de bases × Peso corporal (kg) × 0,3 y se administra por vía intravenosa en 2 a 4 h, con posterior reevaluación. 29 Depuración extrarrenal No existen valores absolutos de creatinina, urea o cistatina a partir de los cuales se deba iniciar la diálisis. La necesidad de depuración extrarrenal está determinada por la diuresis, la velocidad de incremento de marcadores de retención nitrogenada y la aparición de descompensación hidroelectrolítica. Se ha recomendado el inicio precoz, antes de la aparición de síntomas urémicos, pero no existen estudios firmes que recomienden esta conducta. En los últimos años ha cambiado la técnica de elección, por lo que la hemofiltración ha superando a la diálisis peritoneal y a la hemodiálisis, especialmente en pacientes hemodinámicamente inestables. Conviene recordar que la hemofiltración es menos eficaz, por lo que en pacientes con catabolismo alto debe combinarse con diálisis (hemodiafiltración). En los pacientes tratados con hemodiálisis deben elegirse membranas biocompatibles para evitar la producción de citocinas proinflamatorias. En definitiva, la modalidad de depuración elegida dependerá del estado hemodinámico del paciente, de las alteraciones de la coagulación (que hacen preferible la diálisis peritoneal) y de la disponibilidad y la experiencia de las unidades. Investigación de nuevos tratamientos Como resultado de nuevos conocimientos fisiopatológicos, se investiga su aplicación en el tratamiento de numerosas sustancias. En experimentación animal se han estudiado factores de crecimiento, como el IGF-1, factor de crecimiento epidérmico y hepatocítico, con buenos resultados en 30 determinados modelos. No obstante, en un amplio estudio aleatorizado en humanos, la IGF-1 no mejoró el tiempo de recuperación ni los resultados globales. Otros estudios realizados con factor estimulante de melanocitos y con moléculas antiadhesión de neutrófilos tampoco han demostrado su eficacia en la clínica. Finalmente, la utilización de células madre para favorecer la recuperación está en fase de investigación. Los resultados de estos trabajos y la posibilidad de su utilización en la clínica están todavía muy lejanos (5,6). JUSTIFICACIÓN: En nuestro país existen pocas Unidades de Cuidados Intensivos Pediátricos de concentración donde se brinde Terapia de Reemplazo Renal Continuo (TRRC). Son escasos los reportes clínicos y epidemiológicos en la población pediátrica en México. A los pacientes ingresados a esta terapia en Unidad Médica de Alta Especialidad, Hospital de Pediatría, Centro Médico Nacional de Occidente, no se les aplica la escala de RIFLE previo a su ingreso para determinar si cuenta con los criterios que justifique su ingreso a terapia de reemplazo renal continuo. Al identificar el momento en que se ingresó el paciente a la terapia de reemplazo renal continuo, aplicando los criterios de la escala de RIFLE, se identificara si era el momento más adecuado o no y con ello tratar de impactar en la morbilidad y mortalidad en estos pacientes, así como en los tiempos de estancia, secuelas en los paciente y por ende en la disminución de costos hospitalarios. 31 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA: La terapia de remplazo renal continua TRRC es de gran utilidad en los paciente en estado crítico con daño renal agudo, la cual nos permite disminuir significativamente los niveles de azoados, mantener un equilibrio hidro electrolítico, así como ácido básico y metabólico, así como mantener hemodinámicamente estable a los paciente. No hay estudios publicados sobre la utilidad de la terapia de remplazo renal continuo (TRRC) en niños en nuestro país solo en el extranjero. La mayor parte de las series de casos publicadas corresponden a pacientes adultos. En nuestra unidad por ser un hospital de concentración, se recibe un número considerable de pacientes pediátricos en estado crítico con daño renal agudo que ameritan de forma urgente terapia de remplazo renal continuo, a los cuales no se aplica la escala de RIFLE para el diagnóstico y estatificación del daño renal agudo previo al inicio de la terapia, por lo que sería convenienteel revisar el momento en el que se ingresó a la terapia de remplazo renal y evaluar si fue el momento más adecuado o bien si existió algún retraso en el inicio de la terapia y de esa manera impactar en la morbilidad y mortalidad. Pregunta de investigación: ¿Cuál es la asociación entre el momento de inicio de terapia de reemplazo renal continuo con la mortalidad en pacientes con daño renal agudo según los criterios de RIFLE en la terapia intensiva pediátrica? OBJETIVOS: Objetivo General. Determinar la asociación entre el momento de inicio de terapia de reemplazo renal continuo con la mortalidad en pacientes con daño renal agudo según los criterios de RIFLE en la terapia intensiva pediátrica. 32 Objetivos Específicos. 1. Identificar los criterios que se cumplen y el estadio según la escala de RIFLE previo al inicio de terapia de reemplazo renal continuo. 2. Describir las principales causas de daño renal agudo. 3. Determinar la morbilidad y mortalidad en los pacientes que recibieron terapia de reemplazo renal continuo. MATERIAL Y MÉTODOS: Diseño de estudio Descriptivo, retrospectivo. Universo de Trabajo. El estudio se efectuó en pacientes pediátricos atendidos del 1 de enero de 2012 al 31 de diciembre del 2013 en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos de la UMAE, Hospital de Pediatría, CMNO, en los cuales se inició terapia de reemplazo renal continuo. Criterios de inclusión: 1. Ser derechohabiente del IMSS. 2. Pacientes del servicio de UTIP ingresados a la terapia de reemplazo renal continúo con diagnóstico de daño renal agudo. Criterios de no inclusión: 1. Ingreso a terapia de reemplazo renal continuo por otra indicación que no sea 33 daño renal agudo. 2. Expediente incompleto. Operacionalización de las variables: VVVaaarrr iiiaaabbbllleeesss DDDeeefff iiinnniiiccciiióóónnn cccooonnnccceeeppptttuuuaaalll IIInnndddiiicccaaadddooorrr DDDeeefff iiinnniiiccciiióóónnn OOOpppeeerrraaaccciiiooonnnaaalll CCCuuuaaannnttt iii fff iiicccaaaccciiióóónnn Terapia de Remplazo Renal Continuo “TRRC” Conjunto de técnicas de depuración extracorpórea continua, que permiten el reemplazo de la función renal en el paciente en estado crítico, cuya inestabilidad clínica imposibilita las técnicas de diálisis convencionales. SCUF CVVH CVVHD CVVHDF Cualitativa. Sexo Por fenotipo de género Masculino Femenino Cualitativa Proporciones Edad Al inicio de la sintomatología Tiempo transcurrido de vida en años y meses. Cronológica. Referida por los familiares de inicio de la terapia. Meses y años Cuantitativa continua Media y desviación estándar. Estadio de la enfermedad (Daño Renal Agudo). De acuerdo a los criterios “RIFLE” Valores de Filtrado Glomerular ó Diuresis/kilogramo/hora. R I F L E Cualitativa Proporciones Enfermedades asociadas Enfermedades asociadas al momento del diagnóstico o diagnosticadas en su evolución. Expresada en categoría según diagnóstico médico. Cualitativa Proporciones Comorbilidad Comorbilidad es la presencia de una patología concurrente que se suma al diagnóstico principal. Presente o ausente y definición de la misma. Cualitativa Proporciones Mortalidad Relación entre la frecuencia de muertes de miembros de un grupo de individuos en un periodo especifico de tiempo. Presente o ausente, causas según dg. Medico Cualitativa Proporciones 34 Variables: Variables dependientes 1) Mortalidad, 2) Puntaje en la clasificación de RIFLE Variables independientes. 1. Género. 2. Edad. 3. Estadio de la enfermedad al momento del diagnóstico. 4. Co morbilidades. 5. Enfermedades asociadas. 6. Momento de inicio de terapia de reemplazo renal continuo. Cálculo del tamaño de muestra: No se aplica el cálculo del tamaño de la muestra ya que se incluyen a todos los pacientes que reúnan las características de los pacientes atendidos. Tipo de muestreo. Muestra no probabilística, por conveniencia de casos consecutivos. Análisis Estadístico. Para variables cualitativas se utiliza frecuencias y porcentajes. Para variables cuantitativas se utiliza medias y desviaciones estándar en caso de curva simétrica de los casos y medianas y rangos en caso de curva no simétrica. Para comparación de grupos de inicio adecuado y tardío de la terapia de reemplazo se utiliza chi cuadrada para variables cualitativas y t de Student o U de Mann Whitney de 35 acuerdo a la curva de distribución de los datos. La asociación entre inicio adecuado y tardío con el desenlace se realiza con razón de momios. Los datos se vacían en archivo de Excel 2010 se realiza análisis en programa SPSS versión 21.0. Desarrollo del Estudio. Los datos se vacían en el archivo de Excel 2010. Se realiza análisis en programa SPSS versión 21.0. Se verificaron los pacientes con daño renal agudo quienes recibieron terapia de reemplazo renal continuo, en la base IMSS vista y en expediente físico. Se recabaron los datos de acuerdo a lo solicitado en la hoja de recolección de datos. Se lleva a cabo el análisis estadístico indicado de acuerdo al tipo de estudio. Se redactan resultados acorde a los objetivos. Se llevará acabo análisis de los resultados y objetivos para emitir conclusiones. Consideraciones Éticas. El estudio se elabora de acuerdo con las normas éticas, el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la Salud (Publicado en el Diario Oficial de la Federación el Martes 6 de Enero de 1987), los Lineamientos para las Buenas Prácticas Clínicas (BPC. Guía Tripartita EUA, Japón y la Comunidad Europea) y con la Declaración de Helsinki. De acuerdo a la Ley General de Salud Mexicana nuestro protocolo se clasifica sin riesgo por lo que no amerita consentimiento bajo información. Se solicitará la aprobación del Comité Local de Investigación 1302 para llevar a cabo dicho estudio. 36 Cronograma de actividades. En e Fe b M zo Ab r M ay Ju n Ju l Ag os Se pt O ct N ov D ic En e Fe b Recopilación bibliográfica X X Desarrollo del anteproyecto X X Presentación del anteproyecto a revisión X X Autorización del proyecto X Recolección de datos X X Procesamiento y análisis de resultados X Elaboración del informe final X Presentación de los resultados X Envío del manuscrito a publicación X Recursos humanos: Tesista, Médico Residente de 2° año de Medicina del Enfermo Pediátrico en Estado Critico, responsable del diseño, elaboración del proyecto y análisis de los resultados. Médico Director de Tesis. Medico Intensivista Pediatra, calificado en la evaluación y tratamiento de los pacientes con Daño Renal Aguda con criterios de “RIFLE” y que ameritan terapia de reemplazo renal continuo. Medico Asesor Metodológico. Medico Neonatologo, Jefe de la División de Enseñanza. 37 Recursos Materiales: En la realización del estudio se utilizaron: lápices, plumas, hojas de recolección de datos, fotocopias, hojas blancas para impresión, computadora, programas de cómputo, Microsoft Office 2010, programa SPSS versión 21.0, 1 impresora y tinta para impresión, empastado para la presentación. Recursos financieros: Los costos derivados del proyecto correrán a cargo del tesista. El equipo de cómputo, la impresión y papelería necesarios serán proporcionados por el investigador. 38 RESULTADOS. En la tabla numero 1 podemos observar que de nuestra población estudiada el porcentaje mayor pertenece al sexo femenino.Tenemos pacientes en todos los grupos etarios ya que el paciente en que se inició terapia de reemplazo renal continúo más pequeño tenía solo 7 meses de edad y el mayor de 15 años, pero el grupo de mayor riesgo serían los escolares ya que la mediana se encuentra en los 9 años de edad. Tabla 1. Características demográficas de nuestros pacientes. Pacientes en TRRC* n=31 Edad en años, mediana (Rango) 9 (0.7 – 15) Sexo, n (%) Masculino Femenino 13 (42%) 18 (58%) Peso Kg, mediana (Rango) 30 (7.7 – 70) Talla cm, mediana (Rango) 130 (60 – 170) Creatinina, mediana (Rango) 0.7 (0.1 – 3.3) Urea, mediana (Rango) 87.1 (20.5 – 207.5) Uresis media horaria, mediana (Rango) 0.7 (0.0 – 3.3) *Terapia de reemplazo renal continúo. En la tabla número 2 al realizar la revisión de los datos obtenidos se observa que los pacientes con padecimientos oncohematologicos son los que presentan daño renal agudo y que requieren de terapia de reemplazo renal continúo. Ahora la patología con la que más se relaciona el deño renal agudo es la sepsis y esto lleva a la mayoría de los paciente a desarrollar falla orgánica múltiple de los cuales de los cuales más de tres cuartas partes fallecen, haciendo especial énfasis a que de las posibles fallas que puede presentar un paciente, la falla cardiaca o cardiovascular es la que más acompaña con un muy alto porcentaje de mortalidad. Cabe resaltar que aunque son pocos los pacientes 39 cardiópatas que requirieron este tipo de tratamiento el total de ellos fallecieron. Tabla 2. Patologías y diagnósticos, con la mortalidad correspondiente. Pacientes en TRRC. n=31 Defunción Sepsis, n (%) 21 (68%) 13 (62%) Falla orgánica múltiple, n (%) 24 (77%) 19 (79%) Urea + 100, n (%) 13 (42%) 8 (61%) Politraumatizados, n (%) 2 (7%) 1 (50%) Cardiológicos, n (%) 5 (16%) 5 (100%) Oncohematologicos, n (%) 10 (32%) 6 (60%) Quirúrgicos, n (%) 9 (29%) 7 (78%) Falla Ventilatoria, n (%) 15 (48%) 10 (67%) Falla Cardiaca, n (%) 22 (71%) 18 (82%) *Terapia de reemplazo renal continúo. En la tabla número 3 se observa que los pacientes conforme ingresan en etapas más tempranas del daño renal según la clasificación de RIFLE la mortalidad es mayor que los que se ingresan en etapas más avanzadas, esto se refuerza con la tabla 4 en la que se hace referencia a sí el momento del inicio de la terapia es el adecuado dependiendo del estadio del daño renal según la clasificación de RIFLE. Obteniendo el valor de P comparando lo defunción en los paciente contra el estadio en que se inició la terapia de reemplazo renal continúo, se observa que no hay una significancia estadística. 40 Tabla 3. Clasificación del daño renal y porcentaje de defunción. RIFLE Mejoría n=9 Defunción n=22 Valor P Riesgo, n (%) 1 (17%) 5 (83%) 0.457 Lesión, n (%) 2 (22%) 7 (78%) 0.593 Falla, n (%) 6 (38%) 10 (62%) 0.283 Diferencia de proporciones con chi cuadrada Tabla 4. Inicio de terapia de reemplazo renal continúo. Inicio de tratamiento Adecuado Inadecuado Riesgo, n (%) 6 (19%) 0 Lesión, n (%) 9 (29%) 0 Falla, n (%) 0 16 (52%) En la tabla numero 5 podemos observar la mediana y los rangos de la creatinina, urea, uresis media horaria y la tasa de filtrado glomerular (Schwartz), que en forma general conforme el daño renal incrementa la mediana de creatinina, urea incrementan y la tasa de filtrado y uresis media horaria disminuyen como normalmente ocurre. 41 Tabla 5. Parámetros para medir la función renal. Riesgo n=6 Lesión n=9 Falla n=16 Creatinina, mediana (Rango) 0.45 (0.1-0.7) 0.4 (0.2-2.2) 2 (0.9-3.4) Urea, mediana (Rango) 68.15(24-112) 88.3 (20.5-201.5) 100.55 (28.9-207.5) Schwartz, mediana (Rango) 158.(68-210) 81 (53-344) 37.5 (20-80) Uresis media horaria, mediana (Rango) 1.43 (0.5-3.3) 0.4 (0.2-2.96) 0.6 (0.0-2.7) En la tabla número 6 se observa que la sepsis como diagnóstico como patología que origina daño renal agudo, es la causa principal y la falla cardiaca o cardiovascular es la principal falla que se presenta en la falla orgánica múltiple, pero nos permite el observar el porcentaje total de los casos en ese estadio. Tabla 6. RIFLE Falla ventilatoria n=15 Falla cardiaca n=22 Sepsis n=21 FOM n=24 Urea n=13 Riesgo, n (%) 2 (33%) 2 (33 %) 4 (67%) 6 (100%) 1 (17%) Lesión, n (%) 4 (44%) 6 (67%) 4 (44%) 6 (67%) 4 (44%) Falla, n (%) 9 (56%) 14 (88%) 13 (81%) 12 (75%) 8 (50%) 42 • Riesgo • Lesion • Falla 90% 80% 70% 60% 50% 40% • Mejoría 30% • Defunción 20% 10% 0% Falla 43 14 12 10 8 6 4 2 O FV Fe Sepsis • Riesgo • Lesión • Falla FOM Urea 44 DISCUSIÓN. Con los resultados obtenidos en nuestro estudio el daño renal agudo se encuentra en un porcentaje mayor en el sexo femenino (58%) en comparación con un estudio realizado por Akcan-Arikan et al, donde el porcentaje mayor es de hombres (55.3%), nuestro paciente más joven es de 7 meses y el mayor de 15 años, en su estudio ingresan pacientes mayores de 1 año de edad hacia adelante, nuestra mediana se encuentra en 9 años de edad y ellos en 4 años, en nuestro estudio el grupo de riesgo es el de los escolares, en cambio en su estudio el grupo de riesgo sería el de los preescolares. En relación al peso la mediana de nuestros pacientes es de 30 kg, con un rango que va desde los 7.7 hasta los 70 Kg, en su estudio tienen una media de 16 kg, en relación a la talla nuestra mediana es de 130 cm, con un rango que va desde los 60 a 170 cm, en ellos la mediana se encuentra en 102.2 cm. Dentro de los datos analizados para determinar el estadio en la escala de RIFLE modificada en que se encuentra el paciente; uno de ellos es la creatinina, la mediana de nuestros pacientes es de 0.7 mg/dl, con un rango que va desde 0.1 a 3.3 mg/dl, el otro es la uresis media horaria, la mediana de nuestros pacientes es de 0.7 ml/kg/hr, con un rango que va desde 0.0 hasta 3.3 ml/kg/hr. Además se analizó otro dato que no se considera dentro de la escala de RIFLE modificada, mas sin embargo es un dato importante ya que es un dato que se considera por parte del servicio de terapia intensiva pediátrica como dato para iniciar la terapia de reemplazo renal continuo, la mediana es de 87.1 mg/dl con un rango que va desde 20.5 hasta 207.5 mg/dl. El diagnostico principal que se relaciona con el daño renal agudo y que es necesario el inicio de la terapia de reemplazo renal continuo en nuestros pacientes analizados es la sepsis presentándose en 21 pacientes que representa el 68% del total, en el estudio realizado por Akan-Arikan et al, representa el 26.8%, mucho menor que nuestros pacientes, en el mismo estudio se reporta que los pacientes oncohematologicos representan el total de 12.2% de los pacientes, en nuestros pacientes representa el 32%, de los pacientes cardiológicos para ellos representa solo el 16.3%, en nuestros pacientes representa el 16% lo cual es una cifra muy similar. 45 Otros diagnósticos que se analizaron fueron la falla orgánica múltiple que represento el 24%, además de eso las fallas orgánicas que más se presentaron en los pacientes en los pacientes son la falla cardiaca o cardiovascular con 71% y la falla ventilatoria con 48%. En cuanto a cómo se relacionan los diagnósticos con la defunción, la sepsis que es el diagnostico que más se relaciona con el daño renal agudo, fallen 13 de 21 pacientes que representa 62% del total de los pacientes, los paciente oncohematologicos fallecieron 6 que respresentan el 60%, los pacientes cardiológicos solo son 5 del total de los pacientes ingresados pero los 5 pacientes fallecen, la falla orgánica múltiple fallen 19 de 24 que representa19%, la falla cardiovascular fallecen 18 de 22 que representa 82%, y por falla ventilatoria fallecen 10 de 15 lo que representa 67%. Un dato que se valoró aunque no se incluye dentro de los criterios de la escala de RIFLE modificado es la urea pero se catalogó como urea por arriba de 100 mg/dl que sería una indicación para iniciar algún tipo de terapia de reemplazo renal, se presenta en un total 13 de los 31 pacientes ingresados y de esos pacientes fallecen 8 que representa el 61%. Por otro lado se realiza un análisis en relación al estadio en escala de RIFLE modificada y el valor de creatinina y uresis media horaria que tenía el paciente al inicio de la terapia de reemplazo renal continuo, en donde en el grupo que se encuentra en estadio de Riesgo de la clasificación la mediana de creatinina con que se inicia la terapia de reemplazo renal continuo es de 0.45 mg/dl, con un rango que va desde 0.45, hasta 0.7 mg/dl, y la uresis media horaria es de 1.43 ml/kg/hr, con un rango que va desde 0.5 a 3.3 ml/kg/hr, en el grupo de Lesión se encuentra una mediana de creatinina de 0.4 mg/dl, con un rango que se encuentra entre 0.2 a 2.2 mg/dl, se observa que la mediana en este grupo se encuentra por debajo del grupo de Riesgo, cuando lo esperado es que se encuentre por arriba por ser el grupo de Lesión, pero se observa que el valor total del rango es mayor que en el grupo anterior por lo cual si correspondería a lo que se tiene considerado, por otro lado la uresis media horaria se encuentra la mediana en 0.4 ml/kg/hr, con un rango que se encuentra entre 0.2 a 2.96 ml/kg/hr, en este rubro 46 encontramos que si hay una disminución en la mediana de la uresis en relación con el grupo anterior y el rango también se encuentra disminuido por lo cual corresponde a lo esperado, y en el grupo de Falla se encuentra con una mediana de creatinina de 2 mg/dl, con un rango que va desde 0.9 a 3.4 mg/dl, ambos valores correspondiendo a lo esperado, encontrando un incremento en la mediana y en el rango en comparación con el grupo anterior, además de ello la uresis media horaria se encuentra con una mediana de 0.6 ml/kg/hr, con un rango que se encuentra desde 0.0 a 2.7 ml por hora, nuevamente ambos la mediana y la uresis se encuentran en disminución en relación con el grupo anterior lo cual también corresponde a lo esperado. Además de los datos que se incluyen para clasificar a los paciente en la escala de RIFLE modificada, se valoró otros más que pueden ser indicación de terapia de reemplazo renal, como son la urea, en donde en el grupo de riesgo se encuentra la mediana de urea en 68.15 mg/dl, con un rango que se encuentra de 24 a 112 mg/dl, en el grupo de Lesión se encuentra con una mediana de 88.3 mg/dl, con un Rango de 20.5 a 201.5 mg/dl, y en el grupo de Falla se encuentra con una mediana de 100.55 mg/dl, con un rango de 28.9 a 207.5 mg/dl, se observa que los grupos se comportan como se espera con un incremento gradual de la mediana de urea, con forme avanza el estadio de la escala de RIFLE modificada. Además a los pacientes se les calculo el índice de filtración glomerular con la fórmula de Schwartz, que es la más utilizada en nuestro servicio de terapia intensiva pediátrica y que es útil para estimar la función renal y con ello hacer modificaciones sobre todo en la dosis de medicamentos, se observa que en el grupo de Riesgo se encuentra la mediana en 158 ml/min/m2, con un rango que se encuentra entre 68 a 210 ml/min/m2, en el grupo de Lesión se encuentra la mediana en 81 ml/min/m2 con rango que va desde 53 a 344 ml/min/ml, y en el grupo de Falla se observa la mediana de 37.5 ml/min/m2, con un rango que va desde 20 a 80 ml/min/m2, estos datos y su comportamiento son esperados en relación a que al afectarse más la función renal, tanto la urea se encuentre en ascenso, así como el índice de filtración glomerular vaya descendiendo conforme el daño renal incrementa. Por otro lado se hace una relación entre el estadio de los pacientes en la Escala de RIFLE y cuantos de ello presentan falla orgánica múltiple (FOM), observándose que en el 47 grupo de Riesgo el total de pacientes presento FOM (100%), en el grupo de Lesión 6 pacientes presentan FOM (67%) y en el grupo de Falla se encuentran 12 pacientes con FOM (75%), con lo cual se puede concluir que todos los pacientes que se encuentran con FOM por lo menos van a presentar Riesgo de daño renal agudo. Además de ello se observó el comportamiento de los pacientes en relación a las dos principales fallas que presentan los pacientes con FOM, en donde en relación a la falla cardiaca que se presenta en 22 de nuestros 31 pacientes ingresados al estudio, en el grupo de Riesgo 2 se encuentran aquí (33%), en el grupo de Lesión se encuentra 6 (67%) y en el grupo de Falla se encuentran 14 (88%), por lo cual se puede mencionar que conforme hay un mayor daño renal, la falla cardiaca se incrementa y esto puede ser como consecuencia del incremento de volumen intravascular en estadios más avanzados de daño renal agudo y que como consecuencia incrementan el trabajo cardiaco y por ello se incrementa la incidencia de falla cardiovascular, además de que disminuye la disminución de eliminación de substancias que pueden condicionar contusión miocárdica y ello también incrementar la falla cardiovascular. Por otro lado la falla ventilatoria, se comporta de la siguiente manera, en el grupo de Riesgo se encuentran 2 del total de pacientes ingresados (33%), en el grupo de Lesión se encuentra 4 pacientes (44%), y en el grupo de Falla se encuentran 9 pacientes (56 %), este comportamiento se puede explicar debido a que al presentar daño renal agudo el volumen intravascular se incrementa y con ello se incrementa la fuga al espacio extravascular y uno de los principales órganos blanco de esa fuga es el pulmón, lo cual ocasiona incremento de líquido hacia el interior del alveolo, como hacia el intersticio pulmonar, por lo que a mayor daño renal agudo, mayor afectación pulmonar, por otro lado al igual que en la falla cardiaca, al disminuir la eliminación de substancias que condicionan daño endotelial la fuga de líquido hacia estos espacios es mayor y como consecuencia mayor daño pulmonar. Se realizó también una relación entre el estadio en la clasificación de RIFLE modificada y el principal diagnostico que genera daño renal agudo en nuestros pacientes que es la Sepsis y se encuentra que 4 pacientes del total antes referido se encuentran en el grupo de Riesgo (67%), 4 pacientes se encuentran en el grupo de Lesión (44%) y 13 48 pacientes en el grupo de Falla (81%), con lo que se observa que la mayoría de los paciente que presentan sepsis y que son candidatos a terapia de reemplazo renal continuo se encuentran en el grupo de Falla y esto condiciona por otro lado que se incremente la incidencia de FOM. Por otro lado se realiza una relación en el momento en que se ingresa a la terapia de reemplazo renal y el estadio en la escala de RIFLE modificada en que se encuentra el paciente para determinar si el momento del ingreso del paciente es el adecuado o es inadecuado, se considera por tanto que los pacientes que se ingresan en estadios de Riesgo 6 pacientes del total antes mencionado (19%) y 9 en Lesión (29%), se consideraría que se ingresaron en el momento adecuado y que los pacientes en Falla 16 (52%), se ingresaron tardíamente a la terapia de reemplazo renal continuo (TRRC), mas sin embargo cabe la pena hacer unas consideraciones particulares en este punto. Por un lado no todos los pacientes ingresados en estadio de Riesgo se deberán considerar como adecuado el ingreso a TRRC, esto debido a que en este momento es en donde se deben hacer modificaciones en el manejo que modifiquen el cursos de la enfermedad, es decir impidan el que avance el daño renal agudo y que no se requiera de inicio de TRRC, massin embargo, de los 6 pacientes que se ingresaron en el estadio de Riesgo 5 de ellos eran pacientes posquirúrgicos de corrección o paliación de alguna cardiopatía congénita y estos pacientes en particular se tiene que iniciar el apoyo inmediato para un manejo adecuado de los líquidos intravasculares y con ello ayudar al trabajo cardiaco, que se encuentra comprometido por la contusión miocárdica originada por la cirugía, por lo cual se consideraría como adecuado el ingreso a TRRC. Por otro lado los pacientes que se encuentran en Falla, no tienen su evolución hasta este estadio en el Servicio de Terapia Intensiva Pediátrica, algunos de ellos ya llegan en este estadio al momento de su ingreso al servicio, por lo cual se pudiera considerar como adecuado su ingreso a la TRRC por que al momento de hacer el diagnostico se inicia TRRC, mas sin embargo aún se tiene que considerar como inadecuado porque desde estadios anteriores se debió de tomar alguna media para evitar que el paciente llegara a este estadio. Para ambas situaciones se deberían de analizar otras variables que no se incluyeron en el estudio, como el 49 estadio al momento del ingreso a la terapia, y por ejemplo el estadio al momento del ingreso al hospital, ya que se ha observado que hay pacientes que llegan al hospital en estadio de Falla. Se analizó también la relación entre el estadio en la escala de RIFLE y si al iniciar la TRRC se modificó la mortalidad, se observa que en el grupo de Riesgo se encuentran 6 paciente, de los cuales 1 (17%) presenta mejoría y 5 (83%) fallecen, se calcula el valor de P el cual es de 0.457 lo cual no tiene una significancia estadística, en el grupo de Lesión de los 7 pacientes, 2 (22%) presentan mejoría y 7 (78%) fallecen, con un valor de P de 0.593 y en el grupo de Falla de los 16 pacientes, 6 (38%) presentan mejoría y 10 (62%) fallecen, con un valor de P de 0.283. Con los datos anteriores se obtiene que no hay una significancia estadística en relación con la mortalidad y el inicio de TRRC, pero como se mencionó anteriormente se pueden hacer algunas observaciones puntuales al respecto. Por ejemplo de los 6 pacientes en el grupo de Riesgo como se mencionó previamente los 5 que fallecen, son pacientes posquirúrgicos de corrección o paliación de una cardiopatía congénita y estos pacientes tienen una mortalidad alta cuando al ingreso a la terapia se encuentran en muy malas condiciones. Por otro lado si consideramos que la Sepsis es el principal diagnostico que origina daño renal agudo y que este tiene una alta relación con el desarrollo de falla cardiovascular, falla ventilatoria y por ende con falla orgánica múltiple la utilización de TRRC hace que las probabilidades de sobrevivir de estos pacientes se incrementen ya que de 21 pacientes (68%) que la presentaron, 13 fallecieron (61%), lo cual nos habla de que 4 de cada 10 pacientes sobrevive. Además estos resultados nos ayudan a identificar oportunidades de mejora, es decir identificar situaciones particulares en las cuales se puede mejorar para poder impactar en la mortalidad de nuestros pacientes así como en la calidad de la atención, siendo la parte más importante la de la capacitación y sensibilización del personal médico adscrito a otros servicios diferentes a Terapia Intensiva Pediátrica y residentes de pediatría y de otras subespecialidades en relación al impacto que tiene el daño renal agudo en relación a la mortalidad, ya que por sí solo el daño renal agudo incrementa la mortalidad de un paciente hasta en un 30 %, 11 veces mayor que en aquellos sin daño 50 renal (Anton et al), por lo cual es importante hacer especial énfasis que en estos pacientes se debe de incidir de manera inmediata al identificar daño renal agudo y dar un seguimiento estrecho en cualquier servicio que se encuentre, para poder tomar medidas para modificar la evolución de la enfermedad y por ende el pronóstico del paciente. Otra situación que nos permite identificar es que no se aplica dicha escala en los pacientes al momento del ingreso a nuestro servicio, lo cual es importante debido a que nos permite determinar el punto exacto en que se encuentra nuestro paciente para poder dar seguimiento y con ello determinar la evolución del mismo y realizar las modificaciones necesarias al manejo, pero en base a una clasificación ya validada lo cual nos permitirá el unificar criterios y hacer diagnóstico de daño renal agudo en estadios más tempranos para impactar en la morbilidad y mortalidad de los pacientes y además de ello el alcanzar otro objetivo de la creación de la escala poder tener un punto de partida sobre el cual realizar investigaciones futuras en relación al daño renal agudo, que por un lado es una patología que se presenta frecuentemente y por otro lado es indispensable el realizar investigación clínica en nuestro servicio para fortalecerlo en más de un aspecto. 51 CONCLUSIONES. Con los datos anteriores podemos concluir lo siguiente: 1. No hay una significancia estadística entre la mejoría y la defunción del paciente en relación con el estadio y el momento de inicio de la terapia de reemplazo renal continuo. 2. Nuestros pacientes solo se encuentran en tres estadios según la escala de RIFLE modificada que son la Riesgo, Lesión y Falla. 3. La principal causa de daño renal agudo en nuestros pacientes es la Sepsis. 4. La mortalidad de nuestros pacientes con daño renal agudo en quienes se inicia terapia de reemplazo renal continuo es de 71%. 5. Es necesario aplicar la escala de RIFLE modificada a todos los pacientes ingresados al Servicio de Terapia Intensiva Pediátrica, para realizar diagnósticos más tempranos, dar un seguimiento adecuado, unificar criterios, e impactar con ello en la morbilidad y mortalidad de nuestros pacientes. 6. Hacer investigación clínica en nuestro servicio en relación al daño renal agudo. 7. Sensibilizar al personal médico adscrito y residente de otros servicios en relación a la importancia del diagnóstico y tratamiento oportuno del daño renal agudo en relación al pronóstico. 52 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: ARTICULOS THE RENAL REPLACEMENT THERAPY AND ACUTE RENAL FAILURE. Primera Revisión BIBLIOGRAFIA 2011. 1.- Miyamoto T, Yoshimoto A, Tatsu K, Ikeda K, Ishii Y, Kobayashi T. Zero mortality of continuous veno-venous hemodiafiltration with PMMA hemofilter after pediatric cardiac surgery. Ann Thorac Cardiovasc Surg. 2011;17(4):352-5. PMID: 21881321. 2.- Rödl S, Marschitz I, Mache CJ, Koestenberger M, Madler G, Zobel G. Continuous renal replacement therapy with Prismaflex HF20 disposable set in children from 4 to 15 kg. ASAIO J. 2011 Sep-Oct;57(5):451-5. PMID: 21869621. 3.- Krause I, Herman N, Cleper R, Fraser A, Davidovits M. Impact of dialysis type on outcome of acute renal failure in children: a single-center experience. Isr Med Assoc J. 2011 Mar;13(3):153-6. 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