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Caracterizacion-ultrasonografica-de-la-congruencia-articular-de-la-cadera-durante-el-desarrollo-neonatal

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE MEDICINA 
HOSPITAL ANGELES DEL PEDREGAL 
 
 
Tesis para obtener el Diploma de Especialidad en Radiología e Imagen 
 
 
CARACTERIZACION ULTRASONOGRAFICA DE LA CONGRUENCIA ARTICULAR DE 
LA CADERA DURANTE EL DESARROLLO NEONATAL. 
 
 
 
PRESENTA 
DRA. ORTIZ CONTRERAS KARINA 
ASESOR 
DR. TAKENAGA MESQUIDA RAUL HIROSHI 
 
 
MÉXICO D.F NOVIEMBRE 2014 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
INDICE 
 
 
 
1. Introducción. 
2. Antecedentes. 
3. Justificación. 
4. Planteamiento del problema 
5. Objetivos 
6. Marco Teórico 
7. Diseño 
8. Resultados 
10. Conclusión 
11-Bibliografia. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
INTRODUCCION 
La ultrasonografía de caderas es apropiada en los primeros meses de la vida y es 
superior a la Rx de pelvis, ya que permite visualizar la cabeza femoral cartilaginosa y el 
acetábulo, la forma dinámica de las caderas y su sensibilidad es del 100% para la DDC, lo 
que ayudara para ser considerado al ultrasonido como una herramienta indispensable 
para oportuna prevención, que cuando es diagnosticada y atendida con oportunidad tiene 
un pronóstico favorable para la función motora y la calidad de vida. 
 La meta del presente estudio es dar a conocer el uso del ultrasonido como método de 
diagnóstico no solo para la displasia de cadera, el objetivo es la valoración de todos los 
factores del desarrollo que pueden condicionar esta patología, ya que con la utilización 
de técnicas dinámicas y adquisición de imágenes axiales se estudiara a la articulación de 
cadera como una enartrosis, observado los componentes de la articulación que no son 
valorables en la tenía radiográfica. 
Conocida como enfermedad luxante de la cadera o luxación congénita de la cadera, 
aproximadamente en los últimos años de la década de los ochenta se empezó a enfatizar 
la necesidad del cambio de nombre a esta entidad para describir un trastorno en el 
desarrollo de la cadera que puede presentarse en cualquier etapa de su formación con 
una gama muy amplia de posibilidades patológicas que puede ir, desde una discreta 
inestabilidad que resulte en pequeños cambios en el centraje de la cadera y un retardo en 
la conformación esférica del acetábulo, hasta un desacoplamiento total de sus 
estructuras, compatible con una luxación. 
No obstante que se ha insistido mucho en la detección oportuna de este problema en el 
recién nacido y que en nuestro medio, la mayoría de los neonatólogos y pediatras realizan 
la exploración de las caderas como parte de su examen integral en el control del niño 
sano, los ortopedistas continúan viendo pacientes con displasia de cadera en edades 
avanzadas (6 meses a dos años o más) que han pasado desapercibidas a este examen. 
Esto puede deberse en muchos casos a omisiones de diagnóstico, pero también a los 
cambios que sufre la cadera con el desarrollo. Un paciente que al nacer se encuentra 
aparentemente normal, a los dos meses puede desarrollar una contractura de los 
músculos aductores y meses después una luxación, de aquí que el examen periódico de 
las caderas en el individuo en desarrollo resulta obligado y debe ser minucioso. 
El acetábulo y la cabeza femoral se desarrollan de células mesenquimales primitivas; 
alrededor de la semana 11 de gestación la cadera ya está completamente formada. Al 
nacimiento la epífisis femoral es cartilaginosa y está unida al trocánter mayor a través del 
cartílago de crecimiento del cuello femoral; entre el cuarto y sexto mes aparecen los 
núcleos de osificación de la epífisis del trocánter mayor, siendo evidentes los cambios de 
configuración. En el periodo postnatal la maduración acetabular se acelera por el 
desarrollo del rodete cotiloideo que envolverá mejor la cabeza femoral. 
El pronóstico de la DDC depende de la precocidad del diagnóstico y tratamiento; por lo 
que es de vital importancia realizar un adecuado examen físico. Un 50% de los casos de 
DDC se diagnostican sólo por las maniobras de Ortolani y Barlow durante el periodo 
neonatal; no obstante no es suficiente el realizar dichas maniobras para el diagnóstico de 
displasia de cadera es por eso que se 
La incidencia: Su incidencia global es controvertida, oscilando del 0.65 al 4 por cada 1000 
RN vivos. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) existen 
480 mil mexicanos con este padecimiento. 
Para el periodo 2013-2023 se esperan más de 24 millones de nacimientos, de los cuales 
al menos 96 mil 777 niños nacerán con displasia de cadera. deberá complementar la 
exploración fisca con la realización del ultrasonido. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ANTECEDENTES 
 
Para mejor comprensión de la evolución natural del desarrollo de la displasia de la cadera 
es necesario conocer la formación y desarrollo de la articulación de la cadera. 
El desarrollo de la cadera comienza en el embrión de ocho semanas (11 semanas) de 
gestación y termina hacia los 15 años de edad. Durante este periodo la cadera está 
expuesta a sufrir diversos trastornos en su conformación, ya que para su total osificación 
sigue un patrón de crecimiento endocondral en el que se pueden identificar tres fases: La 
primera es básicamente mesenquimatosa y se limita a los dos primeros meses de la vida 
embrionaria en la que se diferencian sus estructuras, la segunda es la fase cartilaginosa 
que comienza después de este segundo mes, y consiste en la definición o conformación 
de los moldes cartilaginosos que guiarán la estructura final de esta articulación hasta 
cerca de los 14 años de edad, en que también está ocurriendo la osificación definitiva de 
la cadera que constituye la tercera y última fase. 
Esta última en realidad ocurre en forma casi simultánea a la anterior, sustituyendo 
paulatinamente los moldes cartilaginosos por hueso definitivo, por lo que, siendo la cadera 
una enartrosis requiere para su buen funcionamiento un acoplamiento íntimo de sus 
estructuras desde un principio, lo que conduce a un crecimiento volumétrico, concéntrico y 
recíproco que permite a la cadera cumplir con una paradoja mecánica indispensable para 
su buen funcionamiento: amplia movilidad y estabilidad absoluta. En este proceso 
evolutivo, resultan básicos cuatro factores: los cartílagos de crecimiento, las presiones en 
torno a éstos, su circulación sanguínea y el equilibrio de las fuerzas musculares. 
El cartílago del extremo proximal del cuello se distribuye en el gran macizo esférico que 
será la cabeza femoral, el disco de crecimiento, el trocánter mayor y el trocánter menor. El 
disco de crecimiento contribuirá a determinar 30% de la longitud total del fémur y por lo 
tanto de las dimensiones finales del cuello femoral. 
El cartílago del trocánter mayor determinará el ángulo de varización del cuello y depende 
de la tracción que sobre él ejerce el glúteo medio. El cartílago del trocánter menor definirá 
la conformación de la base del cuello. 
El cartílago en “Y” o trirradiado que unirá los tres huesos del iliaco, definirá también la 
forma y profundidad del cótilo. En el recién nacido esta estructura es casi plana e 
incontinente para la cabeza femoral y sólo complementa su función con las estructuras 
fibrocartilaginosas del limbo (Núcleo de osificación y labrum) yla cápsula periarticular. Su 
desarrollo como cavidad depende de la presencia y estímulo recíproco de la cabeza 
femoral, con lo que en pocos meses después del nacimiento es capaz de proporcionar 
una verdadera estabilidad a la cadera. 
Una cadera es inestable cuando se pierde el estrecho contacto entre el acetábulo y la 
cabeza femoral, siendo ésta capaz de moverse dentro (subluxación) y fuera del acetábulo 
(luxación). Luxación es la pérdida total del contacto de la cabeza femoral con el acetábulo. 
 
Es necesaria para el desarrollo normal de la cadera: 
• Una posición concéntrica profunda de la cabeza femoral en el acetábulo. Cuando 
no están profundamente reducida (subluxación), el labrum puede llegar a ser invertido y 
aplanado. Debido a que la cabeza femoral no se reduce en la profundidad acetabular, 
• El acetábulo no crece y remodela, por lo tanto, se vuelve superficial. Si la cabeza 
del fémur se mueve más de lo normal (dislocación), normalmente arriba y hacia fuera, la 
cápsula inferior se tira hacia arriba a través del hueco ahora vacío. 
• Los músculos que rodean la cadera, especialmente los aductores, se muestran 
contraidos, lo que limita la abducción de la cadera y ya no se puede reducir por maniobras 
de manipulación manuales. 
La cadera está en riesgo de desplazamiento durante 4 periodos: 
1) Semana gestacional 12. La cadera está en riesgo la extremidad inferior fetal rota en 
sentido medial. Una dislocación en este momento se denomina teratológica. Todos los 
elementos de la articulación de la cadera se desarrollan anormalmente. 
 2) Semana gestacional 18. Los músculos de la cadera se desarrollan alrededor de la 
semana gestacional 18. Problemas neuromusculares en este momento, como 
mielodisplasia y artrogriposis, también conducen a trastornos teratológicos. 
 3) A final de la 4 semanas de gestación. Las fuerzas mecánicas juegan un papel 
importante. Las condiciones fetales como oligohidramnios o posición de nalgas 
predisponen a DDH. La posición de nalgas franca de flexión de la cadera y la extensión 
de la rodilla pone un recién nacido en mayor riesgo. 
 4) Período postnatal. El posicionamiento del neonato como colocación de pañales, 
combinado con la laxitud ligamentosa tiene un papel importante. 
Poblacion de alto riesgo: 
No existe una definición única establecida de los criterios de riesgo: La más aceptada 
actualmente, procedente de la American Academy of Pedriatrics (AAP) son referidos 
como marcadores de alto riesgo de displasia del desarrollo acetabular. 
1) Antecedentes familiares de DDA 
2) Parto con presentación de nalgas. 
3) Sexo femenino . 
La agrupación de dos marcadores de riesgo reúne a más del 60% de los casos, lo que 
obliga a la práctica de ecografía de caderas hacia las seis semanas de vida. 
La ecografía en el diagnóstico médico se introdujo en los años 70, sin embargo, su 
aplicación plena al estudio del aparato locomotor no comenzó hasta hace unos 10 años, 
ya que hasta que no aparecieron los transductores de alta resolución no se lograba 
obtener imágenes con suficiente definición de los detalles anatómicos. 
A medida que la frecuencia de los ultrasonidos emitidos por el transductor aumenta existe 
mayor calidad de la imagen pero a su vez menor será la profundidad con que se logra, por 
eso actualmente son utilizadas las sondas huecas multifrecuencia en el estudio de las 
afecciones del aparato locomotor 
Los actuales equipos de alta resolución permiten reproducir la mayoría de los procesos 
patológicos que afectan el aparato músculoesquelético y logran una calidad de imagen de 
partes blandas comparable con la resonancia magnética, superior a la tomografía axial y 
muy superior a la radiografía simple. 
La ecografía de caderas diagnostica debe realizarse hacia las 6 semanas de vida (entre 
las 4 y las 8 semanas) pero si existen factores de riesgo puede efectuarse después del 
nacimiento, tomando en cuenta que la estructura del acetábulo no dependen de la 
laxitud. 
La cadera izquierda está implicada 3 veces más comúnmente como la cadera derecha, tal 
vez relacionado con el posicionamiento anterior occipital izquierda de la mayoría de los 
recién nacidos. 
A pesar de los programas de cribado neonatal, la displasia de cadera continúa siendo 
diagnosticada muy tarde en la infancia y la niñez, en algunos casos, retrasa el 
tratamiento adecuado y que conducen a importante secuelas. 
Desde la introducción de la Ecografía de la cadera ha aumentado la sofisticación del 
diagnóstico lo que ha llevado a la a incertidumbre en cuanto a cómo interpretar el 
espectro continuo de la morfología acetabular.El examen de elección en menores de tres 
meses de edad, debido a que las radiografías son de difícil interpretación y con 
frecuencia al momento de la toma se reduce la luxación, al traccionar los miembros 
inferiores. Adecionalemtne a ésta edad los nucleos de osificación no se han desarrollado 
para permitir la detección de la morfología alterada. 
Al realizar la siguiente técnica ultrasonografía podemos describir, a la cabeza femoral casi 
esférica 2/3, la concentridad al acetábulo, permite caracterizar el borde y techo 
acetabular, y demostrar el porcentaje de cobertura cuando este es insuficiente, permite la 
obtención del ángulo alfa y obtenemos la profundidad acetabular. 
Se utilizara transductor lineal de 9 Mhz, se coloca al neonato en decúbito supino, se 
comienza con la cadera derecha, se toma el transductor con mano contraria a la cederá 
en exploración y con la otra mano se toma la pierna de cadera en exploración con flexión 
a 90°, colocando primeramente en eje transversal a la altura de glúteo menor se obtiene 
en corte axial la cabeza femoral, la cual aparece redondeada, globalmente hipoecogenica, 
si existe núcleo de osificación este se presentara como imagen hipoecogenica, con forma 
de cúpula y sombra acústica posterior obtenido el diámetro, así mismo se obtiene la 
distancia de la cabeza hacia el borde acetabular en situación neutra y posteriormente con 
maniobra de adduccion, en el mismo eje se desliza el transductor hacia cefálico 
demostrando el borde acetabular, el cual aparece como imagen curva hipoecogenia que 
se continua con la porción inferior del hueso iliaco. En situación longitudinal se aprecia en 
el fondo acetabular dos estructuras hipoecogenicas que representan el ligamento 
redondo y pulvinar, el ligamento trirradiado aparece como una estructura hipoecognica 
entre el acetábulo óseo y las estructuras blandas del fondo acetábulo. El reborde 
cotiloideo constituye la cobertura no ósea de la articulación y está formado por el cartílago 
del techo muy hipoecogenico de forma triangular. Se realiza medidas de la cobertura, 
distancia acetabular y se obtienen los ángulos de Graff. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
JUSTIFICACION 
 
La displasia del desarrollo de la articulación de la cadera (DDH) se puede tratar más 
eficazmente sobre todo si se detecta en las primeras etapas. Durante los exámenes 
clínicos del recién nacido, hay un alto riesgo de resultados falsos positivos; por lo tanto, el 
papel de la ecografía de la 2 – 4 semanas después del nacimiento se convierte cada vez 
más importante. Este período se recomienda para el diagnóstico, debido a que la 
osificación de los componentes óseos no ha empezado todavía, por lo tanto, el 
tratamiento es más eficaz si se inicia en esta etapa. 
 La técnica más aceptadas como métodos de diagnóstico es el ultrasonido desarrollado 
por Graf R en 1980, que determina la estabilidad de la articulación de la cadera a través 
de la medida del ángulo α (el ángulo de inclinación acetabular) y β ángulo (el ángulo del 
techo del cartílago acetabular). 
Se ha establecido que los factores etiológicos principales son la genética y las fuerzas 
mecánicas anormales actuando sobre la articulación durante la vida intrauterina. El 
desarrollo de la articulación de la cadera comienza la séptima semana de la vida 
intrauterina.El proceso termina en la 11ma semana, cuando la articulación está 
completamente formada y los componentes principales, la cabeza del fémur y el 
acetábulo, son reconocibles. En las semanas siguientes, los componentes comunes 
pasan por numerosos cambios morfológicos y geométricos: El equilibrio entre los 
elementos antes mencionados del proceso garantiza el desarrollo normal de la 
articulación de la cadera y también la disminución de la estabilidad de la articulación de la 
cadera en época de nacimiento. 
 Aunque existen numerosos estudios relacionados con el examen de ultrasonido de la 
articulación de la cadera de los recién nacidos, el período prenatal del proceso de 
desarrollo presenta el enfoque de un número reducido de estudios. La razón principal de 
esto se basa en el hecho de que ciertos detalles anatómicos que son cruciales para la 
medición de ángulos α y β, descrito por el método de Graf R son difíciles de observar. 
Si la displasia de cadera se trata en forma adecuada el niño desarrollara una articulación 
de cadera normal y funcional sin problema a futuro, entendiéndose que al dar tratamiento 
oportuno mejorara favorablemente su pronóstico. 
 
 
 
 
 
PLANTAMIENTO DEL PROBLEMA 
La displasia de cadera es una enfermedad que se presenta desde el periodo neonatal y 
se identifica tardíamente al iniciar la marcha ya como luxación secundaria y puede tener 
por tanto consecuencias importantes en edad adulta, incluso, puede llevar a osteoartrosis 
de cadera y producir discapacidad en adultos jóvenes. 
 
 
OBJETIVOS. 
 
1.- Evaluar la articulación y sus componentes mediante cortes axiales y cortes coronales 
de la cabeza y del borde acetabular. 
2.- Caracterizar las indicaciones de probable incongruencia. 
3.- Identifica los parámetros ultrasonograficos de la articulación coxofemoral, que permitan 
evaluar la congruencia articular en la etapa neonatal. 
 
DISEÑO 
Se estudiaron a 100 pacientes desde el 1° y 6° mes de vida en un periodo de un año del 
2013-2014, todos siendo referidos por médicos pediatras y ortopedistas. 
 
MATERIAL Y METODOS 
 Tipo de estudio: Descriptivo y retrospectivo 
 Universo: Fueron 100 pacientes entre el primero y sexto mes de vida a quien se 
les realizo ultrasonido de cadera bilateral. 
Se revisaron a 100 pacientes todos de edad entre el 1° al 6° mes de vida, sin importar 
sexo, a todos ellos se les practico ultrasonido de ambas caderas con transductor lineal 
multifrecuencia de 9Mhz, obteniendo parámetros como el diámetro de la cabeza femoral, 
forma del techo acetabular, ángulo Alfa, porcentaje de cobertura de la cabeza femoral, 
profundidad acetabular y distancia entre la cabeza femoral y el fondo acetabular óseo. 
 
 
 
Criterios de inclusión: 
1) Pacientes que se encuentren entre el 1°-6°mes de vida. 
2) Pacientes de ambos sexos. 
3) Pacientes referidos por médicos pediatras y ortopedistas. 
4) Pacientes que acudieron al departamento de ultrasonografía del Hospital Ángeles 
del Pedregal. 
5) Pacientes únicamente de primera vez. 
 
 
Criterios de exclusión: 
1) Pacientes mayores de 6 meses. 
2) Pacientes con alteraciones osteoarticulares múltiples. 
3) Pacientes con tratamiento médico quirúrgico previo. 
4) Pacientes bajo tratamiento médico con técnica de doble pañal o arnes de pavlik. 
 
 
OPERACIONALIZACION DE VARIABLES 
 � Retardo en la maduración ósea. 
 � Displasia I. 
 � Displasia II a 
o IIb 
o IIc 
 � Displasia IIIa 
o IIIb 
 � Displasia IV 
 � Articulaciones estables o inestables. 
 � Cadera subluxada 
 � Cadera luxada 
 
 
 
 
CONCLUSIONES 
La sonografía de la cadera infantil debe ser utilizada para el diagnóstico de la displasia 
del desarrollo y el seguimiento del tratamiento. La examinación ultrasonografica de la 
cadera tiene ventajas definidas cuando se combina con la examinación clínica. 
Puede proporcionar una evaluación de la posición, la estabilidad y morfología de la cadera 
hasta que el niño tenga un año de edad. Su fiabilidad ha sido documentada en muchos 
informes, y se ha sugerido que podría ser un sustituto para la examinación radiográfica en 
el primer año de vida. 
Ecografía ha demostrado para ser un método seguro, no invasivo para la proyección de 
imagen de la cadera. Por lo tanto, puede ser utilizado para resolver el dilema de tratar 
inmediatamente una cadera inestable con una férula o retrasar el tratamiento en la 
esperanza de que la inestabilidad o el déficit de maduración se resuelva 
espontáneamente. 
Por lo tanto, la examinación ultrasonografica neonatal identifica un gran número de 
caderas intermedios que requieren seguimiento. Esto añade costo así como en cuanto a 
la ansiedad de los padres. 
Utiliza selectivamente, ecografía cadera queda claramente indicada para todos los niños 
con resultados anormales en la examinación clínica y para aquellos con factores de riesgo 
para la displasia del desarrollo. El modo de seguimiento ultrasonografico depende de la 
edad del niño y la severidad de la anomalía. 
Los recién nacidos con hallazgos anormales en la examinación física necesitan atención 
inmediata, con referencia a un cirujano ortopédico. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
BIBLIOGRAFIA. 
 
 Hogervorst T., Eilander W., Fikkers J., Meulenbelt I. Hip Ontogenesis: How 
 Evolution, Genes, and Load History Shape Hip Morphotype and Cartilotype. 
 Clin Orthop Relat Res 2012 Dec;470(12):3284-96 
 Clarke N., Reading I., Corbin C., Taylor C, Bochmann T. Twenty years 
 experience of selective secondary ultrasound screening for congenital 
 dislocation of the hip. Arch Dis Child 2012;97:423–429 
 Cite this guideline as follows: 
 American Institute of Ultrasound in Medicine. AIUM practice guideline for the 
performance of an ultrasound examination 
 for detection and assessment of developmental dysplasia of the hip . J Ultrasound 
Med 2013; 32: 1307–1317. doi:10.7863/ultra.32.7. 1307 
 
 
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