Logo Studenta

La-vitalidad-y-el-desplazamiento-de-la-lengua-hnahnu-en-dos-localidades-de-Ixmiquilpan-Hidalgo

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
PROGRAMA DE MAESTRÍA Y DOCTORADO EN LINGÜÍSTICA 
 
 
 
 
 
“LA VITALIDAD Y EL DESPLAZAMIENTO DE LA LENGUA 
HÑÄHÑÚ EN DOS LOCALIDADES DE IXMIQUILPAN, HIDALGO” 
 
 
 
 
 
 
 
T E S I S 
QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE: 
MAESTRA EN LINGÜÍSTICA APLICADA 
 
 
 
 
 
PRESENTA: 
ALICIA PAOLA CANDELARIA GONZÁLEZ 
 
 
 
 
 
TUTOR PRINCIPAL: 
DR. ROLAND TERBORG SCHMIDT 
CENTRO DE ENSEÑANZA DE LENGUAS EXTRANJERAS 
 
 
 
 
 
México, D.F., octubre 2015 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea 
objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
i 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Agradezco por su labor magnánima y humana a la Universidad Nacional Autónoma de México 
por las facilidades otorgadas para incursionar como becaria en el programa de la Maestría en 
Lingüística Aplicada, asimismo obtener apoyo para la realización de este trabajo de tesis dentro 
del Proyecto PAPIIT-IN402706 3. 
 
 
Asimismo, agradezco a la Dirección General de Estudios de Posgrado de la Universidad Nacional 
Autónoma de México por el otorgamiento de la beca para cursar el programa de Maestría en 
Lingüística Aplicada. 
 
 
 ii 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
Extiendo mi infinito agradecimiento a mi maestro y asesor, Dr. Roland Terborg Schmidt, por 
sus tutorías, observaciones y paciencia. Todo ello constructivo en el plano académico, incluso 
personal. Asimismo a la Dra. Laura Gabriela García Landa por su ayuda y amabilidad tanto 
en el aula como fuera de ella. Agradezco a los lectores: Dra. Alma Isela Trujillo Tamez, Dra. 
Virna Velázquez Vilchis y Mtro. Leonardo Herrera González por dar su tiempo y haberme 
asistido en la lectura y observaciones para la terminación de esta tesis. 
 
Extiendo mi agradecimiento a los ñähñú de la localidad Jahuey Capula: Tomasita Ángeles 
Chávez, Marcelo Chávez Huerta. Así como sus hijos: Josefina, María Emilia y Alfonso 
Chávez Ángeles, y demás familiares quienes me mostraron preciadas lecciones de vida. 
Preciso decir que no hubiera sido posible llevar a término esta investigación sin la inesperada 
presión de cada maestro que he encontrado en mi camino. Desde mi honestidad, gracias a 
todos ellos, pues el mundo es un espejo del ser. 
 
Les externo mi profundo amor y reconocimiento a mis padres que me han acompañado cerca 
y a distancia a lo largo de mi vida. Ellos, aún sin saberlo conscientemente, me han ayudado 
con esa mente que tiene gran amplitud en todo momento y lugar: la del corazón. También 
expreso mi profundo agradecimiento y reconocimiento a mi compañero Enrique, gracias por 
tu amor, alegría y gran compañía. Asimismo a todas y cada una de las personas que he y me 
han conocido. Nuestra relación cercana y a distancia, directa e indirectamente me alentó 
enormemente a la culminación de este trabajo. 
 
Quiero agradecerle enormemente a mi amigo Jhon Evaristo Flórez Osorio por su invaluable 
ayuda en la edición final de mi tesis. 
 
Por último, pero nunca menos importante, agradezco a esa conciencia superior. Así, tal y 
como se ha mostrado es la máxima conciencia creadora que nunca descansa. 
 
 
 
Ndunthi di jamädi ra Zi Dada. 
 
 
 
 
iii 
 
LISTA DE FIGURAS, TABLAS Y GRÁFICAS 
 
 
Figuras 
Figura 1. Las 11 familias lingüísticas en México. FUENTE: Cartografía INALI, 2008. 
Figura 2. Ubicación del estado de Hidalgo y del municipio de Ixmiquilpan. 
Figura 3. Zona urbana de Ixmiquilpan (izq.), ampliación de Barrio de San Antonio (der.). 
Figura 4. Las localidades hacia la periferia del centro de Ixmiquilpan. 
 
 
Tablas 
Tabla 1. Principales lenguas en el estado de Hidalgo. 
Tabla 2. División por grupos de edad. 
Tabla 3. Total de entrevistados en las localidades rurales. 
Tabla 4. División de la población por sexo. 
Tabla 5. Distribución porcentual por grupos de edad (A, B, C) Jahuey Capula. 
Tabla 6. Distribución porcentual por grupos de edad (A, B, C) La Loma Capula. 
Tabla 7. Muestra total de los 95 hablantes divididos por sexo y conocimiento del hñähñú. 
Tabla 8. Registro porcentual del conocimiento del hñähñú (Grupo A). 
Tabla 9. Registro porcentual del conocimiento del hñähñú (Grupo B). 
Tabla 10. Registro porcentual del conocimiento del hñähñú (Grupo C). 
Tabla 11. Registro porcentual del uso de las lenguas en Jahuey Capula. 
Tabla 12. Registro porcentual del uso de las lenguas en La Loma Capula. 
Tabla 13. La vitalidad del hñähñú en las localidades. 
Tabla 14. Presiones externas que favorecen al hñähñú de carácter colectivo de plazo permanente. 
Tabla 15. Presiones externas que favorecen al hñähñú de carácter individual de plazo inmediato. 
Tabla 16. Presiones externas que favorecen al hñähñú de carácter colectivo de plazo permanente. 
Tabla 17. Presiones externas que favorecen al hñähñú de carácter colectivo de plazo inmediato. 
Tabla 18. Presiones externas que favorecen al hñähñú de carácter colectivo de plazo inmediato. 
Tabla 19. Presiones externas que favorecen al español de carácter colectivo de plazo permanente. 
Tabla 20. Presiones externas que favorecen al español de carácter colectivo de plazo permanente. 
Tabla 21. Presiones internas que favorecen al español de carácter individual de plazo permanente. 
 
 
Gráficas 
Gráfica 1. Distribución de las localidades por grupos de edad y equivalente porcentual. 
Gráfica 2. El conocimiento del hñähñú en el Grupo A. 
Gráfica 3. El conocimiento del hñähñú en el Grupo B. 
Gráfica 4. El conocimiento del hñähñú en el Grupo C. 
Gráfica 5. El uso de las lenguas en Jahuey Capula. Grupo de receptores. 
Gráfica 6. El uso de las lenguas en La Loma Capula. Grupo de receptores. 
Gráfica 7. El desplazamiento lingüístico intergeneracional en tiempo aparente. 
 
iv 
 
LISTA DE ANEXOS 
 
 
Anexo 1. Indicadores de vitalidad propuestos por la UNESCO. 
Anexo 2. El cuestionario. 
Anexo 3. Muestras de las localidades en transición. 
Anexo 4. Porcentajes de población otomí por municipio. 
Anexo 5. Tablas para graficar el desplazamiento lingüístico. 
v 
 
ÍNDICE 
 
AGRADECIMIENTOS A LA DGEP i 
AGRADECIMIENTOS ii 
LISTA DE FIGURAS, TABLAS Y GRÁFICAS iii 
LISTA DE ANEXOS iv 
ÍNDICE v 
RESUMEN vii 
 
INTRODUCCIÓN 1 
 
I CAPÍTULO I LA VITALIDAD Y EL DESPLAZAMIENTO LINGÜÍSTICO 2 
 I.1 El contexto mundial 4 
 I.2 El contexto indomexicano 8 
 I.3 Antecedentes 14 
 I.4 Objetivos 15 
 I.5 Justificación 16 
 
II CAPÍTULO II ESBOZO SOBRE LA TRANSFORMACIÓN SOCIOHISTÓRICA DEL 
PUEBLO OTOMÍ 
17 
 II.1 Antecedentes prehispánicos 17 
 II.2 La conquista, colonización y evangelización 20 
 II.3 Camino a la modernidad 23 
 II.4 La proximidad territorial de los hñähñú hacia la urbanización 25 
 II.4.1 Jahuey Capula y La Loma Capula (JC y LLC) 29 
 II.5 La lengua hñähñú (u otomí) de la variante dialectal Valle del Mezquital 32 
 II.5.1 La situación del bilingüismo en las localidades 35 
 
III CAPÍTULO III MARCO TEÓRICO 36 
 III.1 Perspectivas teóricas de la ecología del lenguaje 36 
 III.1.1 La Ecología Lingüística de Haugen 36 
 III.1.2 El Modelo de Ecología de Presiones de Terborg 38 
 III.1.2.1 El interés 41 
 III.1.2.2 El estado del mundo 42 
 III.1.2.3 La facilidad compartida 42 
 III.1.2.4 Las ideologías y las necesidades 43 
 III.2. La vitalidad y el desplazamiento lingüísticoen la ecología del lenguaje 44 
 III.2.1 ¿Es importante salvaguardar de la extinción a las lenguas amenazadas? 50 
 
IV CAPÍTULO IV MARCO METODOLÓGICO 56 
 IV.1 Tratamiento de las localidades 56 
 IV.1.1 El análisis de los datos 57 
 IV.1.2 El cuestionario 60 
 IV.1.3 La entrevista 62 
 IV.1.4 División por grupos de edad 64 
 IV.1.5 La Fórmula de la Vitalidad Lingüística (Fórmula del conocimiento percibido) 65 
 
V CAPÍTULO V EL ESTUDIO CUANTITATIVO DEL CONOCIMIENTO Y EL USO (JC 
y LLC) 
68 
 V.1 El conocimiento de la lengua en ambas localidades 70 
 V.1.1 El conocimiento del hñähñú (Grupo A, de 5 a 20 años) 71 
 V.1.2 El conocimiento del hñähñú (Grupo B, de 21 a 40 años) 73 
 V.1.3 El conocimiento del hñähñú (Grupo C, 41 años y más 74 
 V.2 El uso de las lenguas en la localidad Jahuey Capula 76 
 V.2.1 Grupo I (niños hasta los 12 años) El español como MFC 78 
vi 
 
 V.2.1.1 Hñähñú 78 
 V.2.1.2 Ambas lenguas 78 
 V.2.1.3 Español 78 
 V.2.2 Grupo II (adolescentes de 13 a18 años) El español como MFC 79 
 V.2.2.1 Hñähñú 79 
 V.2.2.2 Ambas lenguas 80 
 V.2.2.3 Español 80 
 V.2.3 Grupo III (adultos de 19 a 60 años) El hñähñú como MFC 81 
 V.2.3.1 Hñähñú 81 
 V.2.3.2 Ambas lenguas 81 
 V.2.3.3 Español 82 
 V.2.4 Grupo IV (ancianos de 61 y más años) El hñähñú como MFC 82 
 V.2.4.1 Hñähñú 82 
 V.2.4.2 Ambas lenguas 83 
 V.2.4.3 Español 83 
 V.3 El uso de las lenguas en la localidad La Loma Capula 85 
 V.3.1 Grupo I (niños hasta los 12 años) El español como MFC 85 
 V.3.1.1 Hñähñú 85 
 V.3.1.2 Ambas lenguas 84 
 V.3.1.3 Español 86 
 V.3.2 Grupo II (adolescentes de 13 a18 años) El español como MFC 86 
 V.3.2.1 Hñähñú 86 
 V.3.2.2 Ambas lenguas 87 
 V.3.2.3 Español 87 
 V.3.3 Grupo III (adultos de 19 a 60 años) El hñähñú como MFC 88 
 V.3.3.1 Hñähñú 88 
 V.3.3.2 Ambas lenguas 88 
 V.3.3.3 Español 89 
 V.3.4 Grupo IV (ancianos de 61 y más años) El hñähñú como MFC 89 
 V.3.4.1 Hñähñú 89 
 V.3.4.2 Ambas lenguas 90 
 V.3.4.3 Español 90 
 V.4 El desplazamiento intergeneracional en tiempo aparente 92 
 V.4.1 ¿Es el hñähñú del Valle del Mezquital una lengua en riesgo de desaparición? 92 
 V.5 Aproximaciones sobre la vitalidad desplazamiento en las localidades 94 
 
VI CAPÍTULO VI EL ESTUDIO CUALITATIVO DE LA VITALIDAD - DESPLAZAMIENTO 
DE LA LENGUA HÑÄHÑÚ A LA LUZ DEL MODELO ECOLOGÍA DE 
PRESIONES 
98 
 VI.1 Las actitudes lingüísticas de los hablantes 100 
 VI.2 El análisis de las presiones que favorecen la vitalidad de la lengua 103 
 VI.3 El análisis de las presiones que favorecen el desplazamiento de la lengua 113 
 VI.4 Descripción del estatus de la comunidad minoritaria B (hñähñú) frente al estatus de la 
comunidad mayoritaria A (español) 
123 
 VI.4.1 Intereses 124 
 VI.4.2 Necesidades 126 
 VI.4.3 Ideologías 127 
 VI.4.4 Valores 127 
 VI.4.5 Creencias 128 
 
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES 130 
BIBLIOGRAFÍA 133 
ANEXOS 143 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
“Algunas lenguas son como serpientes predadoras, 
algunos pueblos también lo son. Quien tiene la 
fuerza tiene el poder, quien tiene el poder puede 
incluso imponer una lengua a veces por la fuerza y a 
veces de sutil manera”. 
 (Mardonio Carballo). 
vii 
 
RESUMEN 
 
 
La diversidad lingüística en esta investigación se presenta como un tema emergente para 
profundizar en el estudio de las lenguas en contacto, específicamente entre una lengua de 
poder como el español y una lengua indígena minoritaria y minorizada como el hñähñú. La 
investigación realizada tiene como objetivo principal abordar la situación de vitalidad-
desplazamiento que experimenta la lengua hñähñú (también denominada como otomí) en dos 
localidades del municipio de Ixmiquilpan en el Valle del Mezquital en el estado de Hidalgo. 
Los procesos de cambio en la ecología lingüística que se han generado a través del tiempo 
entre el hñähñú en situación de contacto con el español, han permitido una relativa 
fluctuación entre la vitalidad y el desplazamiento. Sin embargo, a pesar de esta variación en 
el continuum, el estadio actual de latente vulnerabilidad de esta lengua indígena supone ya 
un cambio en la ecología lingüística de la región. Por lo tanto, se aborda la temática con 
ayuda del Modelo de Ecología de Presiones (MEP) para el análisis de sistemas complejos; 
este análisis cuantitativo estudia el grado de desgaste lingüístico mediante una curva de 
desplazamiento. Finalmente, con ayuda de la tipología de presiones para el análisis 
cualitativo, la investigación sugiere dar aproximaciones de planificación lingüística para la 
reversión del desplazamiento de la lengua hñähñú. 
1 
 
INTRODUCCIÓN 
 
La presente tesis se aúna a la serie de investigaciones realizadas dentro del proyecto PAPIIT-
IN402706 3 La vitalidad de lenguas indígenas de México. Un estudio en tres contextos. Este 
estudio aborda la situación de vitalidad y desplazamiento que experimenta la lengua hñähñú (u 
otomí) en dos localidades del Valle del Mezquital en el estado de Hidalgo. 
 
Los procesos de cambio en la ecología lingüística que se han generado a través del tiempo entre 
el hñähñú en situación de contacto con el español, han permitido una relativa fluctuación entre la 
vitalidad y el desplazamiento. Sin embargo, a pesar de esta variación en el continuum, el estadio 
actual de latente vulnerabilidad de la lengua indígena supone ya un cambio en la ecología 
lingüística de la región. Como expresan Terborg & Landa “los procesos percibidos como 
desfavorables, los que alteran el equilibrio, suelen ser aquellos con un grado dinámico mayor” 
(2011:11). 
 
Dado lo anterior, se presenta la importancia de abordar la temática con ayuda del Modelo de 
Ecología de Presiones MEP (2006) para la descripción de aquellas presiones que prevalecen 
favoreciendo en todo momento vitalidad y desplazamiento lingüístico en el contexto de la región 
de nuestro estudio. 
 
 
 
 
 
 
2 
 
CAPÍTULO I 
LA VITALIDAD Y EL DESPLAZAMIENTO LINGÜÍSTICO 
 
Dentro del panorama sociolingüístico que vive el mundo actual, existen relaciones de disparidad 
que reflejan a la diversidad lingüística como un tema emergente para profundizar en el estudio de 
las lenguas en contacto. Mediante las acciones humanas se propician los denominados conflictos 
lingüísticos entre lenguas de prestigio versus lenguas minorizadas y amenazadas. En la literatura 
de la segunda mitad del siglo pasado acerca del número de lenguas en el mundo, se había ya 
presentado una gama de aproximaciones acerca del número de ellas. Dichas estimaciones 
continúan siendo en la actualidad inacabadas e incompletas puesto que compensan la falta de 
hechos con una estimación numérica, a veces a la baja y otras a la alza. La cuestión de la pérdida 
de las lenguas es por sí misma una fuente de confusión. Como advierte Crystal, puede tenerse una 
idea común acerca de la muerte de las lenguas, pero no se tiene idea de a qué ritmo sucede 
(2001:16). La visión de la lingüística clásica describe a las lenguas —mediante estudios 
descriptivistas— como complejos sistemas potencialmente capaces de proyectarse hacia una 
mayor diversificación. Esta perspectiva ha sido rebasada por mucho con el nuevo enfoque de 
estudio acerca del fenómeno del cambio lingüístico, definido en términos de la acelerada 
reducción y pérdida de dicha diversidad. Sin embargo, no puede soslayarse que el fenómeno de 
lenguas en contacto ha propiciado, en efecto, el surgimiento de nuevas lenguas. Lenguas mueren 
y lenguas nacen en un continuum histórico que deviene en la muerte y el (re)nacimiento de 
nuevas lenguas1. 
 
 
1 En los últimos 400 años numerosas lenguas creole han surgido como el resultado del 
colonialismoen las áreas del Pacífico y Atlántico. Sin embargo este número no rebasa el número 
de lenguas extintas hasta ahora conocidas. 
 
3 
 
Si bien es cierto que en este continuum las lenguas han desaparecido y han surgido, la rapidez 
con que mueren se ha hecho presente en mayor proporción como nunca antes en la historia de la 
humanidad, por lo que habrá más lenguas históricamente acaecidas, que aquellas que logren 
sobrevivir al siglo actual. No había sido sino hasta recientes décadas, donde este tema ha 
adquirido especial importancia por la pérdida que implica el hecho de ver reducida la riqueza de 
la diversidad lingüística, y junto con ello, la pérdida irrecuperable de visiones diferentes del 
mundo que fungirían como ayuda invaluable en la búsqueda de soluciones a las distintas 
problemáticas humanas. Las lenguas minoritarias2 del mundo, como nichos potenciales de 
conocimiento, coexisten en un medio que se asemeja a una ecología donde la lucha de las 
especies por su supervivencia se hace cada vez más evidente en un ecosistema en constante 
cambio. Actualmente los argumentos a favor de la conservación de la diversidad lingüística 
pretenden generar el mismo impacto que para aquellos de la preservación de la diversidad 
biológica, pues existe el supuesto de que la pérdida de este patrimonio intangible acarreará 
conflictos para la supervivencia de la especie humana, tanto como la pérdida de la diversidad 
biológica al equilibrio del ecosistema planetario3. Este panorama desde la perspectiva 
sociolingüística es denominado como desplazamiento lingüístico, el cual remite necesariamente 
al análisis de las acciones humanas que son impulsadas por ideologías que asignan valores 
 
2Se define a las lenguas minoritarias como lenguas habladas tradicionalmente por una parte de 
la población que no son dialectos de los idiomas o lenguas oficiales. Algunas variedades 
lingüísticas minoritarias y regionales se ven desplazadas por los sistemas normativos (lenguas 
hegemónicas), no influye del todo la proporción de hablantes sino por su condición de 
marginalidad, lo que hace imposible su elección como idiomas preferentes, incluso entre los 
propios hablantes nativos. 
 
3En efecto, diversidad biológica y diversidad lingüística son indivisibles. No es un hecho fortuito 
que las áreas donde se concentra la mayor diversidad biológica del planeta, se halle contenida de 
presencia étnica hablante de lenguas amenazadas, cuyos conocimientos ancestrales han 
contribuido a la preservación de sus hábitats naturales. Para mayores argumentos acerca de la 
importancia de la preservación, cfr. Crystal, 2001; Skutnabb-Kangas, 2003; Martel, 2006; Boege, 
2008; UNESCO, Atlas de las Lenguas en Peligro, 2011. 
4 
 
positivos y/o negativos a las culturas y a las lenguas. La presión ejercida sobre los individuos de 
grupos minoritarios y minorizados genera el interés por escalar niveles de vida distintos a los 
propios. Lo anterior, aunado a un estado del mundo en constante cambio donde las lenguas de 
poder generan la globalización, modernidad, estatus y poder económico propician una constante 
transformación de las sociedades minorizadas mediante procesos de aculturación que las 
transforman de sociedades rurales a sociedades en constante transición hacia la urbanización, 
donde la riqueza de la diversidad lingüística aún existente se encuentra seriamente amenazada y, 
por ende, en riesgo de desaparición. 
I.1 El contexto mundial 
 Si no respiras, no existe el aire. 
Si no caminas, no existe la tierra. 
Si no hablas, no existe el mundo. 
 
(Anciano navajo, Tribal Wisdom and the Modern World, 1992). 
 
La evidencia de la reducción de la vitalidad lingüística en los cinco continentes no se ha hecho 
esperar, pues hasta hace dos décadas la diversidad lingüística del mundo oscilaba 
aproximadamente entre 6 mil y 7 mil lenguas vivas, en el actual siglo la tendencia ha disminuido 
al considerar incluso sólo alrededor de 3 mil 500 de ellas4. De esta tendencia a la baja, dicha 
diversidad no se encuentra distribuida de manera uniforme en todas las naciones, ya que 
únicamente en nueve países —Papúa Nueva Guinea, Indonesia, Nigeria, India, Camerún, 
Australia, México, Zaire y Brasil— es donde se concentra la mayor diversidad lingüística del 
orbe (Skutnabb-Kangas, 2003:99). Entre 83 y 84 por ciento de las lenguas del mundo son 
 
4 La mayoría de libros de referencia publicados desde los años 80 ofrecen estas cifras que oscilan 
entre 6 mil y 7 mil lenguas vivas, pero en las últimas décadas se calculan entre 3 mil hasta las 10 
mil lenguas. Para comprender las razones de tal disparidad numérica véase Crystal, 2001: 15. 
 
5 
 
endémicas5 (Harmon, 2001). Recientes cálculos a nivel planetario, estiman que en el año 2011 la 
población ha ascendido a los 7 mil millones de seres humanos. De esta cifra más de la mitad de la 
población total habla las 11 lenguas de mayor amplitud y alcance mundial (chino, inglés, 
hindi/urdu, español, árabe, portugués, ruso, bengalí, japonés, alemán y francés), mientras que las 
lenguas restantes son habladas por grupos étnicos minoritarios. Expresado en otras palabras, 
pocas lenguas son habladas y ampliamente conocidas por millones de usuarios alrededor del 
mundo, mientras que las lenguas que aportan mayor diversidad lingüística a nivel mundial son 
habladas por cientos, e incluso ya sólo unos cuantos hablantes. En este sentido, se advierten los 
efectos de la disparidad que enfrentan las lenguas en el continuum sociolingüístico donde la 
diversidad aún existente se encuentra amenazada por la extinción. 
 
Las dos últimas décadas del siglo pasado, mostraron un buen número de lenguas de Europa en 
situación de riesgo como el cornish, livonio, manx, así como el dálmata†, algunas otras se 
consideraron en situación precaria como el irlandés, el gaélico escocés, bretón, galés, frisio, sami, 
serbio, kasubiano, ladino y romaní (Trudgill, 2002). En el continente americano alrededor de 
unas mil lenguas diferentes se hablaron en el siglo XVI desde Alaska hasta La Tierra de Fuego. 
En Estados Unidos numerosas lenguas indígenas han muerto desde el contacto con Europa, 
quizás alrededor de unas 150 lenguas amerindias sobrevivan, pero se considera a la mayoría de 
ellas al borde de la desaparición en tan sólo una generación. El área más preocupante de pérdida 
lingüística la constituye el área del Pacífico, pues es el área que concentra la mayor 
linguodiversidad a nivel mundial, donde se hablan aproximadamente 4 mil lenguas, la mayoría de 
ellas en Melanesia donde 2 millones de personas hablan un cuarto de las lenguas del mundo. Por 
 
5 Término propuesto por la biología para denominar especies animales y vegetales de área 
restringida. Siguiendo la línea del paradigma biológico se denomina a las lenguas originarias del 
país donde se encuentren y solo se encuentren en él como lenguas endémicas. 
6 
 
ejemplo, en Vanuatu son habladas aproximadamente 80 lenguas por 195 mil personas. En 
Filipinas alrededor de unas 120 y Vanuatu con tres lenguas dominantes: fiyiano, indostaní e 
inglés. (Kaplan & Baldauf, 2007). 
 
Amorrortu menciona que principalmente pueden mencionarse cuatro grandes categorías que 
generan la pérdida de la linguodiversidad: política, demográfica, socioeconómica y una categoría 
final relacionada con desastres naturales. De estos cuatro factores, históricamente dos de ellos 
han afectado dramáticamente la diversidad lingüística, siendo el factor político el más 
contundente. La situación sociolingüística en Europa, que posteriormente se diseminó por 
efectos de la colonización, muestra que: 
“La ocupación occidental trajo consigo no sólo la colonización lingüística; sino 
también la cultural: las lenguas de poder se convirtieron en las de mayorprestigio 
lo que causó una significativa pérdida de muchas otras de menor poder... como 
consecuencia de la creación del Estado y el comienzo del nacionalismo en Europa 
la idea de un estado, una lengua se extendió rápidamente. Esta política no sólo 
afectó a un gran número de lenguas europeas de menor poder; sino también 
proyectó el uso exclusivo de las lenguas colonizadoras en las regiones. Como 
resultado la colonización produjo una enorme presión política para abandonar las 
lenguas locales en Australia, América del Norte, muchas regiones de Sudamérica y 
África, propiciando así la asimilación lingüística en las poblaciones locales... El 
segundo gran rubro atiende a causas demográficas que incluye contemplar el 
número de hablantes, su distribución, la edad de la población, matrimonios mixtos, 
así como la migración... En tercer lugar, las causas provienen de factores 
económicos y sociales: crisis, explotación, subordinación, bajo prestigio social, y 
aculturación. Finalmente la última causa tiene origen en desastres naturales, 
epidemias, etc.” (2004: 72-75). 
 
Como ha podido apreciarse, en lo que respecta a acciones humanas se enmarcan situaciones de 
poder implícitas y/o claramente explícitas. Ejemplo de ello han sido las conquistas y 
colonizaciones históricas por las que han atravesado muchas naciones en el mundo: el inglés en 
contacto con el hawaiano, maorí, y con numerosas lenguas africanas e indoamericanas; asimismo 
el español ha sido un claro ejemplo de lengua amenazante para muchas lenguas indígenas en 
7 
 
América; el francés, el árabe y el swahili en el norte y este de África; el portugués en Brasil, así 
como el chino en China y Taiwán; éstas lenguas son consideradas desde la literatura como killer 
languages (Trudgill, 2002: 140). Asimismo la situación de muerte de lenguas es conocida como 
glotofagia (Phillipson, 1992 Apud Mühlhäusler, 1996:2). 
 
La característica sobresaliente de América Latina no es, sin embargo, la cantidad de sus lenguas 
sino la profusión de familias lingüísticas y la notoria diversidad genética y tipológica de lenguas 
que eso implica. Pues mientras en África y Asia del Sur se calculan de 10 a 27 familias 
lingüísticas, América Latina registra 99 familias. Cabe destacar que el Atlas Sociolingüístico de 
Pueblos Indígenas en América Latina, registra que a pesar de la pérdida de muchas de las lenguas 
en la América indígena, en el actual siglo XXI los cinco pueblos con poblaciones en números 
millonarios, en orden numérico descendente son: Quechua, Náhuatl, Aimara, Maya yucateco y 
Ki’che’; y con poblaciones entre 500 mil y un millón, se encuentran seis pueblos: Mapuche, 
Maya q’eqchi’, Kaqchikel, Mam, Mixteco y Otomí (2009:13). El fenómeno de la pérdida de las 
lenguas que aquí se empleará en adelante (sociolingüísticamente hablando) irá en el sentido del 
cambio en la ecología de la linguodiversidad que impacta directamente en el orbe. Este cambio se 
define como el proceso que se da cuando una comunidad abandona, por múltiples presiones, su 
lengua original adoptando otra. La presión política, económica, cultural y social que desde el 
exterior se ejerce sobre las minorías étnicas ha determinado que, entrado el siglo XXI, las lenguas 
hegemónicas de mayor alcance mundial hayan logrado desplazar a un número significativo de 
lenguas minoritarias y minorizadas en los cinco continentes. 
 
 
 
 
 
 
8 
 
I.2 El contexto indomexicano 
 
Así que desde la entrada de la Nueva España (…) duraron las 
matanzas y estragos, que las sangrientas y crueles manos y 
espadas de los Españoles hicieron continuamente en 
cuatrocientas y cincuenta leguas en torno casi de la Ciudad de 
México, y á su alrededor, donde cabrán cuatro y cinco reynos tan 
grandes y harto mas felices que España. Estas tierras todas eran 
las mas pobladas y llenas de gentes, que Toledo, Sevilla, 
Valladolid y Zaragoza juntamente con Barcelona; porque no hay 
ni hubo jamas tanta poblacion en estas ciudades. Mas han 
muerto los Españoles dentro de los doce años dichos en las 
dichas quatrocientas y cincuenta leguas, á cuchillo y á lanzadas, 
y quemándolos vivos mugeres y niños, mozos y viejos (…) Y esto 
sin los que han muerto y matan cada día en la susodicha tiránica 
servidumbre, vexaciones y opresiones cotidianas. 
(Fray Bartolomé de las Casas, 1552; apud León-Portilla 
Brevíssima relación de la destruycion de las Indias). 
 
 
La crónica de Fray Bartolomé de las Casas, en su Breve relación de la destrucción de las Indias, 
documenta los inicios del más extremo desplazamiento de la diversidad étnica y lingüística en 
México desde el siglo XVI. Y es que hablar de la pérdida de la vitalidad de las lenguas en el 
contexto indomexicano significa adentrarse al estudio sociolingüístico de estas lenguas en 
situación de contacto con el español —incluyendo en la actualidad a otras lenguas de poder como 
el inglés— con la finalidad de reconocer que es un fenómeno cuyos orígenes van desde los 
meramente psicológicos y socioculturales hasta los que impactan en los de índole económico y 
político; lo cual históricamente ha trastocado la vitalidad de las primeras por acción de las 
segundas. Por ello es interesante observar a la nación indomexicana como gran ejemplo para 
ahondar en la situación de contacto: vitalidad, desplazamiento y muerte como fases por las que 
han transitado las lenguas en el continuum histórico. Conocer los hechos del encuentro entre 
culturas y lenguas distintas conlleva necesariamente a conocer también los efectos y 
repercusiones que se han producido en ellas a través del tiempo, lo cual impacta 
significativamente en el futuro lingüístico de sus hablantes. 
9 
 
Como se ha podido apreciar, diversas son las causas que conforman la disminución de la 
vitalidad de las lenguas. Una de ellas es la que se ha ejemplificado precisamente mediante la 
intervención bélica. En efecto, el continente ya se destacaba por poseer un mosaico pluricultural 
en cuanto a diversidad etnolingüística, donde los contactos tribales habían conllevado a 
enfrentamientos interétnicos incluso antes del descubrimiento de las Américas6. Sin embargo, 
posteriormente como resultado de la conquista y colonización española se redujo de manera aún 
más significativa el número de lenguas indígenas habladas en aquella época y aunque no se sabe 
con precisión a cuánto ascendían, puede afirmarse que habrían sido más de cien familias (Lastra, 
1992: 96). Hacia la segunda mitad del siglo XX en estudios previos acerca de la clasificación y 
documentación lingüística de las lenguas existentes en América; trabajos como los de Arana de 
Swadesh (1975), describen un panorama diverso de lenguas en el orbe: 
Aunque el número exacto de grupos lingüísticos en América no ha sido aún 
determinado (…) una investigación conservadora acepta alrededor de 40 
familias para el Norte y Centroamérica y entre 80 y 100 para Sudamérica. 
Como los estudios lingüísticos avanzan a pasos agigantados, este número 
de familias calculado sufre constantes modificaciones; por ejemplo hacia la 
década de los 50’s se sugirió una drástica reducción en el número total de 
familias lingüísticas, hasta quizá 15 o 20 solamente (p.29). 
 
 
La reducción de las familias lingüísticas que menciona Arana de Swadesh alude a una cuestión de 
ajustes de filiación tipológica, sin embargo, no puede evadirse que existía ya de facto un 
desplazamiento de lenguas, pues en estudios como el de Longacre (1968) apud Arana de 
Swadesh (op.cit)., se define que las lenguas extintas en el territorio mexicano7 ascienden a 39, 
 
6 Lo cual demuestra que la coexistencia armónica entre lenguas es, en principio, una utopía. De 
esta manera las nociones de “estabilidad” y “equilibrio” de dicha coexistencia atienden a un 
imaginario del mundo, pues en la realidad no del todo ha existido una armonía entreellas. 
 
7 Guaycura†, Pericu†, Cuyuteco†, Xilotlatzinca-Tamazulteco†, Cuauhcomeco†, Janambre†, 
Pison†, Tepocanteco †, Cacoma †, Tlatempaneco †, Cucharete †, Pampuchin †, Xocoteco †, 
Tomateco †, Zoyateco †, Chamelteco †, Mazateco de Jalisco †, Zapotlaneco †, Tene †, Zapoteco 
10 
 
asimismo el estudio de Lastra reporta 36 lenguas yutoaztecas extintas8(ibíd.), estudios de esta 
naturaleza proporcionan resultados aproximados de lenguas que han sido desplazadas en el 
continente. En la actualidad estudios como los de Hidalgo, hacen descripciones a partir de la 
situación del fenómeno sociolingüístico de lenguas en contacto: 
El desplazamiento lingüístico comienza al mismo tiempo que comenzaron los 
esfuerzos por revertir su tendencia, pues los promotores de la misión religiosa en 
su afán por evangelizar a las culturas indígenas impulsaron su mantenimiento 
mediante su uso escrito que, tras cincuenta años de producción literaria, 
posteriormente fue prohibido, lo cual acrecentó el continuum del desplazamiento 
descendiendo de una relativa vitalidad hacia sus diferentes fases de disminución 
(decline), aunado a la continua expansión del español en un cada vez más 
significativo número de dominios lingüísticos de la vida colonial: religión, 
educación, gobierno, literatura. (2006:53)9. 
 
Asimismo, también explica la situación del incremento de la vitalidad del español en el México 
colonial: 
 
de Jalisco †, Tiam †, Cochin †, Apaneco †, Tolimeco †, Chumbia †, Panteco †, Cuitlateco †, 
Mazateco de Guerrero †, Chontal de Guerrero †, Itzuco †, Texome †, Tuxteco †, Tlacotepehua-
Tepuzteco †, Cuyumateco †, Tepetixteco †, Tezcateco †, Tlatzihuizteco †, Mazateco de Tabasco 
†, Tacacho †. 
 
8Fernandeño †, Gabrieleño†, Nicoleño†, Juaneño †, Giamina†, Maratino†, Ópata†, Jova†, 
Concho†, Suma-jumano†, Chínipa†,Guazapar†, Témori†, Huite†, Baciroa†, Macoyahue†, 
Conicari†, Tepahue†, Zoe†, Comanito†, Mocorito†, Nío†, Ocoroni†, Guasave†, Tahue†, 
Acaxee†, Xixime†, Tubar†, Tecuexe†, Coca†, Teco†, Cazcán†, Sayulteca†, Zapateca†, 
Lagunero†. (Además del Pipil de Guatemala, de Honduras y del Salvador). (Cfr. Catálogo 
INALI, 2008). 
 
9Traducción propia: Language shift commences about the same time that the efforts to reverse it 
began. The recovery mission of the Mexican indigenous languages (MIL) was indeed remarkable 
because its promoters fostered maintenance and reversal with the aim of converting the 
indigenous population to Christianity. Reversing language shift ended after fifty years of 
abundant productivity in indigenous languages, particularly Nahuatl (…) From the time in which 
the publications in vernacular languages were prohibited MIL experienced continual shift, 
descending from a relatively vigorous position to different phases of decline. This deterioration is 
not only due to the decimation of the indigenous population (…) but to the aggressive 
encroachment of Spanish in a significant number of domains of colonial life: religion, education, 
government, literature. 
 
11 
 
La vitalidad del español en el México colonial no fue tanto de índole demográfica 
como cualitativa, pues el español ganó vitalidad gracias a la estratificación social, 
la cual estableció funciones y favoreció dominios que eran casi universales. 
(ibid.)10. 
 
 
 
Si bien es cierto que ha existido un vacío en cuanto al registro fidedigno de lenguas extintas en el 
territorio, es evidente que la reducción histórica de su vitalidad se ha hecho presente en mayor 
proporción en épocas actuales, ya sin necesidad de ocupaciones bélicas como aconteció en la 
época precolombina, conquista y colonización de América. La presencia occidental de antaño 
impactó como eco en el presente sociolingüístico de la nación, pues hoy se reconoce a México 
como el país que tiene el mayor número de hablantes del español a nivel mundial con un 
estimado de más de 112 millones de hablantes (Instituto Cervantes, 2013). Asimismo puede 
constatarse la situación de pérdida de las lenguas indomexicanas por el hecho de que, en los 
inicios de siglo XIX el 60% de los ciudadanos era población indígena; para 1895 cerca del 26% 
de la población en el país hablaba alguna lengua indígena; y en 2005 dicha población representó 
solamente el 7% (INALI, 2009). Actualmente los hablantes de lenguas indígenas sólo ascienden a 
un estimado de 6 millones 695 mil 228 personas, es decir, a nivel nacional sólo 6 de cada 100 
habitantes hablan alguna de ellas (INEGI, 2010), lo cual es ya un claro indicador de la reducción 
de su vitalidad debido a presiones multifactoriales que poco han favorecido su vitalidad. A pesar 
de ello, la nación mexicana también ocupa un importante lugar en cuanto a países que aportan 
mayor diversidad lingüística a nivel mundial, pues se caracteriza por tener 364 variantes 
dialectales reconocidas de 68 agrupaciones lingüísticas provenientes de 11 familias lingüísticas 
(INALI, op.cit.), lo cual deriva en una amplia diversidad étnica lingüística y cultural. 
 
10Traducción propia: The vitality of Spanish in the Mexican colony was not demographic. It was 
qualitative. Spanish gained vitality by means of social stratification which established functions 
and favored domains that were almost universal. 
 
12 
 
 
Figura 1. Las 11 familias lingüísticas en México. FUENTE: Cartografía INALI, 2008. 
 
 
 
En la actualidad, de la diversidad aún existente, las lenguas indígenas mexicanas (LIM) enfrentan 
procesos de reducción de su vitalidad como consecuencia del fenómeno del desplazamiento 
lingüístico propiciado por la continua influencia del español, como lengua nacional, hacia las 
distintas comunidades étnicas en el país. Con el continuum histórico, este deterioro lingüístico ha 
propiciado la generación de comunidades de habla cada vez más bilingües español–lengua 
indígena (LI) con tendencia al desgaste de estas últimas, lo que ha conllevado un monolingüismo 
en español y, en otros casos, por efectos de la migración, a un bilingüismo español- inglés o 
monolingüismo en inglés. Así, el desgaste de las LI produce un desfase en términos del 
conocimiento, uso y transmisión, así como su fortalecimiento y desarrollo en los distintos 
ámbitos sociales, los cuales en otro tiempo consistían de una amplia funcionalidad. En un primer 
acercamiento la situación sociolingüística de pérdida de las lenguas devela la no transmisión de 
éstas hacia las nuevas generaciones, pues los dominios de la familia, comunidad, escuela, etc. 
como dominios lingüísticos (Fishman, 1972: 437) han visto desde una incipiente hasta una 
radical transformación las elecciones lingüísticas de sus hablantes. Esto se aprecia en las diversas 
13 
 
comunidades étnicas de México, porque son comunidades con grados diferenciados de 
conocimiento y uso en lengua indígena, pues mientras algunas de ellas tienen mayor vitalidad y 
mantenimiento lingüístico otras escasamente cuentan ya con pocos hablantes. De lo anterior se 
sustenta que, de alguna u otra manera, las lenguas indígenas mexicanas (LIM) se encuentran en 
situación de constante vulnerabilidad. Evidencia de ello se constata actualmente al menos en 23 
lenguas registradas en situación de muy alto riesgo de desaparición (PINALI, Diario Oficial de la 
Federación, 2010)11. Dado el anterior contexto sociolingüístico, a principios de la primera década 
del siglo XXI y con el afán de revertir los efectos del desplazamiento lingüístico que presenta la 
nación, además de la disparidad lingüística que de ellos se deriva, se genera un marco jurídico 
que apoya la creación de la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas 
(LGDLPI, 2003), cuyos estatutos tienen su origen en la Declaración Universal de DerechosLingüísticos (DUDL, 1998) dictada en Barcelona, España. Esto ha permitido el reconocimiento 
jurídico de los hablantes de ejercer sus derechos lingüísticos para el uso, desarrollo y 
preservación de sus lenguas habladas en el territorio nacional. Además la asamblea general de la 
ONU aprobó en septiembre del 2007 la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas, que 
establece los estándares mínimos de respeto a sus derechos, la propiedad de sus tierras, los 
recursos naturales, la preservación de sus conocimientos tradicionales y la autodeterminación. Sin 
embargo, en la esfera sociolingüística mexicana, a causa de las ideologías adversas en contra de 
 
11Akateco (Campeche, Chiapas y Q. Roo, 532 hablantes); Awakateco ( Campeche, 21 
hablantes); ayapaneco (Tabasco, 2 hablantes); cucapá (B. California, 116 hablantes); chocholteco 
(Oaxaca, 616 hablantes); ixcateco (Oaxaca, 213 hablantes); ixil (Campeche, 77 hablantes); 
Jacalteco (Q. Roo, 400 hablantes); Kaqchikel (Q. Roo, 105 hablantes); Kickapoo (Coahuila, 157 
hablantes); kiliwa (B. California, 5 hablantes); kumiai (B. California, 298 hablantes); oluteco 
(Veracruz, 63 hablantes); paipai (B. California, 200 hablantes); pápago (Sonora, 116 hablantes); 
pima (Chihuahua y Sonora, 738 hablantes); qato’k (Chiapas, 110 hablantes); seri (Sonora, 595 
hablantes); Teko (Chiapas, 61 hablantes); tequistepequeño (Veracruz, 238 hablantes); tlahuica 
(Edo. de Méx., 842); K’iche’( Campeche, Chiapas y Q. Roo, 251 hablantes); lacandón (Chiapas, 
734). 
 
14 
 
los idiomas originarios, el continuo conflicto lingüístico español-LI sigue acrecentando así el 
desplazamiento lingüístico, lo cual ha generado una gradual y progresiva pérdida de la vitalidad 
en la mayoría de ellas. De esta manera las comunidades de habla indígena en el país comparten la 
característica de la pérdida progresiva, que es indicador de que muchas de ellas ya desde hace 
tiempo habían comenzado a transitar de la vitalidad hacia el desplazamiento lingüístico como 
pérdida de la diversidad. Esta situación que enmarca grados diferenciados de vitalidad-
desplazamiento en cada lengua alude a cuestiones muy particulares que pueden o no encontrarse 
en otras, lo cual las convierte en casos únicos y específicos que requieren ser estudiados dentro 
del ámbito de la sociología del lenguaje y la sociolingüística. Más aún, desde la perspectiva 
ecológica de las lenguas para la renovación de una política y la planificación del lenguaje que las 
favorezca. 
I.3 Antecedentes 
Estudios pioneros acerca de la situación de las lenguas en contacto (Weinreich, 1953), la cual 
conlleva obvias implicaciones que van desde la propia transformación en los distintos niveles 
sistémicos al interior de las lenguas (fonología, morfología, sintaxis y semántica) hasta del que 
deriva socialmente el conflicto lingüístico (Muñoz, et al. 1980 y Hamel y Muñoz, 1987); han 
permitido una mayor comprensión del propio fenómeno del cambio lingüístico. Desde las últimas 
décadas del siglo pasado las investigaciones que han abordado el estudio sobre lenguas en 
contacto han generado temáticas sobre mantenimiento, desplazamiento y muerte de lenguas. 
Ejemplos investigaciones han sido llevados a cabo por Dorian (1998) acerca del gaélico escocés 
al Sur de Escocia. Tsunoda (1981, 2005) con el estudio que documenta al último hablante de la 
lengua warrungu en la provincia de Queensland, Australia. Grenoble & Whaley (2006) acerca del 
desplazamiento de lenguas amenazadas en el África Subsahariana y la Ex Unión Soviética, así 
15 
 
como la situación de mantenimiento de la lengua maorí en Nueva Zelanda; además de estudios 
como los de Brezinger (1996) sobre las lenguas en África del este. 
 
En América estudios iniciales como los de Hamel (1983, 1996, 2004); Hamel y Muñoz (1981, 
1986-87-88); describen, en sus numerosos trabajos, la situación sociolingüística de la lengua 
otomí. Podestá (1990) describe casos de vitalidad etnolingüística del mixe, totonaco y náhuatl. 
Lastra (1998) en sus investigaciones reporta situaciones de mantenimiento y extinción de lenguas 
como el chichimeco jonaz y el otomí, así como de una amplia diversidad de lenguas 
indoamericanas en riesgo. En tiempos recientes, investigaciones como las de Terborg han 
permitido explorar y asimismo describir diversas situaciones específicas de las LIM desde una 
perspectiva denominada Ecología de Presiones (2004, 2006); y en conjunción con García Landa 
(2006, 2011, 2013) llevaron a cabo investigaciones sobre el mantenimiento-desplazamiento de 
lenguas indomexicanas en riesgo; investigaciones doctorales como la de Velázquez (2008) datan 
el desplazamiento de la lengua matlazinca y atzinca en el Estado de México; asimismo Trujillo 
(2012) realiza su estudio sobre del mantenimiento de la lengua mixe de Oaxaca; Muntzel (2008) 
aborda la situación de lenguas otopames en riesgo; Rico (2011) documenta la situación de 
vitalidad y mantenimiento de la lengua purépecha, así como el estudio de Bermeo (2011) donde 
describe el desplazamiento de la lengua otomí de Querétaro, además de la tesis doctoral de 
Mamani, (2013) que documenta el desplazamiento de la lengua aymara en Chile. 
I.4 Objetivo 
La presente tesis se inscribe dentro del proyecto PAPIIT IN402706 3 La vitalidad de lenguas 
indígenas de México: Un estudio en tres contextos. La misma busca analizar el fenómeno de la 
vitalidad-desplazamiento de la lengua hñähñú en dos localidades del municipio de Ixmiquilpan, 
municipio situado en el área geográfica conocida como El Valle del Mezquital, en el estado de 
16 
 
Hidalgo, México. El análisis no procederá al estudio de la documentación a nivel estructural del 
sistema lingüístico del hñähñú, sino de aquel cambio lingüístico por contacto social que produce 
a su vez efectos de desplazamiento de la vitalidad lingüística. Desde esta perspectiva, dentro del 
marco de la Ecología Lingüística y tomando como punto de partida el modelo multidisciplinario 
de Ecología de Presiones (MEP) propuesto por Terborg (2006), así como parte del diagnóstico 
sociolingüístico que se deriva de este estudio, el propósito de la presente tesis se centra en 
averiguar cuáles son las presiones que han motivado al desplazamiento de la lengua hñähñú, 
asimismo se propone conocer cuáles son aquellas otras que han favorecido su actual estado de 
vitalidad. De esta manera se contribuirá a la detección de las presiones que es necesario 
favorecer, así como las que se sugiere modificar dentro del marco de la política y planificación 
del lenguaje para la reversión del desplazamiento lingüístico de lenguas amenazadas y en riesgo 
de desaparición. 
I.5 Justificación 
Al hablar de la situación de pérdida o desplazamiento de lenguas, la problemática radica en que 
“los cambios lingüísticos que se presentan dependen de fuerzas o presiones que hay que explicar 
para entender el proceso del desplazamiento en su totalidad” (Terborg, 2006). De esta manera, la 
importancia de la presente tesis reside en observar los procesos que ocurren a la vez en dos 
localidades geográficamente aledañas, cuya vitalidad se ha aproximado hacia un evidente 
desplazamiento de la lengua. La aportación de nuestro estudio se aúna a la serie de 
investigaciones pioneras, las cuales han hecho estudios que, a la fecha, no han sido abordados de 
la manera como se han trabajado en dicho proyecto con este modelo teórico: El Modelo de 
Ecología de Presiones. 
 
17 
 
CAPÍTULO II 
ESBOZO SOBRE LA TRANSFORMACIÓN SOCIOHISTÓRICA DEL PUEBLO 
OTOMÍ 
II.1Antecedentes prehispánicos12 
 
Históricamente la región en donde se establece hoy el estado de Hidalgo quedaba comprendida 
dentro del área mesoamericana. Por su localización geográfica, el territorio fue paso obligado de 
las numerosas migraciones que, procedentes del norte del país, llegaron para establecerse 
especialmente en elValle de México. Los Toltecas llegaron a Xochicoatlán, en el actual 
municipio de Molango, a principios del siglo VII para dispersarse por diferentes lugares: un grupo 
hacia Huejutla y el más numeroso hacia Tollatzingo, actual Tulancingo, para de ahí volver al 
oeste y fundar la que durante varios siglos habría de ser su capital Tollan, hoy día conocida como 
Tula. Tiempo después en el periodo del derrumbamiento de Tula, es probable que algunos 
grupos de chichimecas hayan llegado a habitar ese lugar desocupado por los toltecas, o 
simplemente ya vivían ahí desde antes que éstos emigraran. 
Las causas de destrucción y abandono de Tula no han sido convincentemente clarificados. 
Posiblemente fueron situaciones de escasez de agua o agotamiento de las tierras por el clima. 
Cualesquiera que fueran las causas, los grupos norteños (chichimecas) continuaron incursionando 
en la región de Mesoamérica, siendo los chichimecas de Xólotl uno de estos grupos peregrinos 
que llegaron a las abandonadas tierras toltecas. La llegada de Xólotl a la cuenca de México 
representa una de las historias más documentadas en las fuentes del primer siglo de la colonia, y 
marca el inicio de una de las más importantes organizaciones étnico-político-territoriales 
complejas de Mesoamérica de la cual se tiene noticia. 
 
12Basado en la investigación histórica de Galicia, G. y Sánchez, V. (2002). 
18 
 
Xólotl hace su aparición después del abandono de Tula, encontrando este lugar despoblado. El 
círculo de dominio de la Gran Chichimecatlalli de Xólotl incluyó la zona de Ixmiquilpan y sus 
comunidades. Los acontecimientos que a este hecho siguen son determinantes para la 
conformación política de la región. Primeramente bajo la situación de dominio y política de 
poder, los grupos nobles de migrantes interesados en establecerse en esos lugares seguramente 
tuvieron que evaluar el estatus de dominio y gobierno que Xólotl poco a poco iba adquiriendo y 
la necesidad de buscar lazos de comunicación política con el señor chichimeca. Esta puede ser la 
razón por la cual, después de algunos años de permanencia de Xólotl en la zona, llegó la nación 
de los aculhuas. Venían divididos en tres parcialidades y que en cada una de ellas tenía diferente 
lenguaje, trayendo cada una su caudillo y señor. Los que se llamaban tepanecas traían por 
caudillo y señor a Acolhua, que era el principal de los tres; el segundo se decía Chiconquauhtli, 
caudillo y señor de los otomíes. El tercero se llamaba Tzontecómatl, caudillo y señor de los 
verdaderos aculhuas los cuales fueron a la presencia de Xólotl para que los admitiese en su 
señorío y dieran tierras que poblaran. 
Estos tres grupos —tepanecas, otomíes y acolhuas— eran parte de aquellos que se dispersaron 
cuando la destrucción de Tula. Cuando aconteció la llegada de estos caudillos, Xólotl contaba 
con dos hijos: Nopaltzin y Tenacacaltzin; y dos hijas: Cuetlaxochitzin y Tzihuacxochitzin. 
Viendo Xólotl que los caudillos que pretendían unirse a él gozaban de un prestigio aceptable y, 
seguramente también valorando la conveniencia de incluir a estos personajes dentro de su 
territorio, consideró como estrategia política las alianzas matrimoniales de sus hijas con ellos: 
casando a Cuetlaxochitzin con Aculhua. Le dio con ella la ciudad de Azcapotzalco por cabeza de 
su señorío. A Tzihuacxochitzin la casó con Chiconcuauhtli y le dio a Xaltocan por cabeza de su 
señorío, que fue de muchos años la nación otomí. La inclusión del grupo otomí dentro de la 
19 
 
relación tolteca-chichimeca vuelve más compleja la conformación cultural de la región, pero a la 
vez hace más significativa la conformación territorial de la cuenca de México después de la 
llegada de Xólotl, frente a las condiciones de subordinación que mantenían con el chichimeca. 
Xaltocan, Azcapotzalco y Coatlinchan surgen como centros políticos dependientes del poder 
central de Xólotl. De estos tres, Xaltocan constituye el más sobresaliente y representa el centro 
otomí (aunque de descendencia chichimeca), cuya extensión comprendía desde Atlacomulco al 
poniente, Tulancingo y Tutotepec al oriente, Metztitlán al norte y Ecatepec al sur. Al parecer, es 
durante el surgimiento de Chichimecatlalli y del centro otomí de Xaltocan cuando se introduce 
la población chichimeca en tierras mesoamericanas. La denominación de otomíes correspondió a 
aquellos grupos sedentarios que, aun cuando se decían descendientes de chichimecas, 
paulatinamente iban tomando características muy mesoamericanas, lo cual refleja incluso 
manifestaciones sincréticas y los coloca dentro de Xaltocan, en la región de Chichimecatlalli. Es 
por ello que en estudios como los de Carrasco (1979: 259), el señorío otomí de Xaltocan incluía a 
Ixmiquilpan. Sin embargo, la derrota de Xaltocan obligó a los otomíes a huir al este y sur, donde 
fueron recibidos por algunos de los pueblos aliados de Xaltocan. El rey de Xaltocan se va a 
Metztitlán, de donde también lo era, y con él muchos otomíes se establecen en las provincias de 
Metztitlán y Tototepec. Otros se instalaron en tierras de Techotlalatzin, Yahualica y Mecapán, 
llegando algunos incluso a Tlaxcala. De esta manera todos los dominios xaltomecas pasaron a 
formar parte del señorío de los tepanecas. Presumiblemente los señoríos otomíes de la región de 
Ixmiquilpan, que pertenecían al señorío de Xaltocan, pasaron a formar parte del de Azcapotzalco. 
Tiempo después las cruentas guerras sucesivas continuaron hasta someter a Tenayuca, 
Tepanoaya, Tultitlan, Cuautitlán, Xaltocan, Huitzilopochco y Culhuacán, lugares principales del 
señorío tepaneca. Desde ese momento la región quedó gobernada por tres nobles, cada unos con 
su propio territorio: México, Texcoco y Tlacopan, la denominada Triple Alianza. La 
20 
 
conformación de ésta trajo como consecuencia una nueva organización política, económica y 
territorial en el centro de México. A la muerte de Itzcóatl, señor de Tenochtitlán, le sucedió 
Moctezuma Ilhuicamina. Este personaje es quien conquista la zona de Ixmiquilpan como parte de 
la provincia tributaria de Acoxopan (Ajacuba), suceso que se encuentra señalado en el Códice 
Mendocino. Son diez los pueblos tributarios encabezados por Acoxopan: Atenco, Tetepango, 
Xochichucan, Temohuayan, Tezcatepec, Mizquiyahuala, Yzmiquilpan, Tlahuililpan y Tecpatepec 
(Mohar, 1990:43). Es importante resaltar que, a partir de ese momento, la conformación 
territorial de la región de Ixmiquilpan ya no se modifica significativamente respecto a la Triple 
Alianza, por lo que puede suponerse que sirvió de base para las políticas de organización 
española durante la época colonial. 
II.2 La conquista, colonización y evangelización 
El arribo de los españoles abrió una etapa histórica decisiva en la evolución del Estado de 
Hidalgo. Es de notar que los conquistadores españoles hicieron suyas las grandes divisiones 
territoriales indígenas, por lo que el mapa colonial se siguió diferenciando, con el carácter de 
provincias, a los llamados reinos de México, de Michoacán y de Tlaxcala, plasmando en la 
geografía colonial los límites que antes de la conquista habían determinado aquellos territorios. 
El Valle del Mezquital, donde se ubica Ixmiquilpan, quedó comprendido en la provincia de 
México. Ixmiquilpan es considerado como el corazón del Valle del Mezquital, aunque la zona 
central de éste abarca también Actopan, Yolotepec, Chilcuautla, Alfajayucan, Tasquillo, 
Cardonal y Zimapán. La ciudad de Ixmiquilpan13 o “lugar de cultivos como navajas” en náhuatl, 
 
13 En la actualidad las localidades del municipio con presencia de hablantes de lengua indígena 
son: Agua Florida, Álamo, Arbolado, Arenalito, Bangandho, Botenguedho, Boxhuada, 
Cantamaye, Cantinela, Capula, Cañada Chica, Cerritos, Cerro Blanco, Colonia el Mirador, 
Colonia GeneralFelipe Ángeles, Colonia Lázaro Cárdenas (El Internado), Colonia los Cruces, 
Colonia Samayoa, Cuesta Colorada, Chalmita, Dios Padre, El Alberto, El Banxu, El Barrido, El 
21 
 
y Nts’utk’ani o “verdolaga” en lengua hñähñú, nace con su fundación por los frailes agustinos 
españoles del Templo y ex Convento de San Miguel Arcángel entre 1550 y 1560. Las relaciones 
sociales y económicas cambiaron: un nuevo orden político y una nueva religión se impusieron. 
Nació entonces una nueva cultura. 
En el caso concreto de las relaciones político-territoriales de la Nueva España, fue necesario 
plantear una reorganización de los pueblos con base en la estructura del sistema organizativo 
prehispánico, aplicando para su designación la terminología conocida por los españoles. Ellos 
encontraron una base para la clasificación de cabeceras-sujetos en un nivel subimperial, en 
donde las comunidades principales que aparecían gobernadas tradicionalmente por jefes 
indígenas llamados tlatoque se constituyeron en cabeceras, mientras que las subdivisiones 
indígenas calpulli o tlaxilacalli pasaron a ser sujetos, fuesen barrios o estancias, subordinándose 
a cabeceras. Durante la ocupación hubo una serie de conflictos que los españoles aprovechaban 
para quedarse en esas nuevas tierras y formar nuevas colonias. Después del enfrentamiento 
inicial, los conquistadores se adueñaron de las riquezas o de las fuentes que podían producirlas: la 
tierra y el trabajo indígena. Por otra parte, al ser la minería la causa fundamental de la 
 
Bojay, El Botho (El Botho el Espíritu), El Boye, El Carrizal, El Deca, El Defay, El Dexthi 
Alberto, El Dexthi San Juanico, El Dextho, El Dezha, El Durazno, El Espino, El Espíritu, El 
Huacri, El Manantial, El Mandho, El Mexe, El Mirador, El Nandho, El Nith, El Nogal, El Olivo, 
El Pozo Mirador, El Puerto, El Rosario Capula, El Tablón, El Tephe, El Valante, Ex Hacienda 
Debodhe, Ex Hacienda Ocotza, Gastejhe, Granaditas, Gundhó, Huacri de la Paz, Huapilla, 
Ignacio López Rayón, Ixmiquilpan [Barrio de San Antonio], Jahuey Capula, Julián Villagrán, La 
Estación, La Heredad, La Huerta, La Joya, La Lagunita, La Loma, La Loma (La Loma López 
Rayón), La Loma de la Cruz, La Loma de Pueblo Nuevo, La Loma Julián Villagrán, La Palma, 
La Pechuga, La Presa, Las Emes, Loma de San Pedro de Remedios (La Loma), López Flores, Los 
Pinos, Los Remedios, Maguey Blanco, Manzana Cerritos, Manzanillo, Milpa Grande, Naxthey, 
Nequeteje, Nixtejhe (San Juanico Nixtejhe), Ojuelos, Orizabita, Panales, Paredes, Pozo el 
Mirador, Pueblo Nuevo, Puerto Dexthi, Quixpedhe, San Andrés Orizabita, San Juanico, San 
Nicolás, San Pedro Capula, San Pedro de los Remedios, Santa Ana (Barrio de Progreso), 
Taxadho, Taxtho, Ustheje, Vázquez, Villa de la Paz, Vista Hermosa, Xaxny. FUENTE: Catálogo 
INALI, 2008. 
22 
 
colonización, se descubrieron las minas de Plomo Pobre en las inmediaciones de Ixmiquilpan, y 
hacia 1552, aparecieron las de Pachuca y Real del Monte. En el siglo XVII, y ante el mayor 
descenso de población indígena de la historia debido a cruentos enfrentamientos, ocurrieron 
cambios fundamentales que repercutieron en diversas esferas de la vida de los indígenas del Valle 
del Mezquital. Por ejemplo, la introducción de la religión católica en la Nueva España no fue una 
tarea sencilla, varios factores tuvieron que ser resueltos antes de iniciar la tarea evangelizadora. 
Los representantes del clero debían estar convencidos de que su labor se fundamentaba en la idea 
de ampliar la fe católica. El conocimiento de las formas heréticas de la religión indígena ayudaría 
a los religiosos a llevar la religión cristiana sin aparentar un cristianismo y servir en cambio a otro 
tipo de dioses. Por último y más importante, había que resolver el problema del idioma. Felipe I, 
en su real cédula del 19 de septiembre de 1580, afirmó: 
La inteligencia de la lengua general de los indios es el medio más necesario para la 
explicación y enseñanza de la doctrina cristiana, por lo que encargaba a los 
prelados que no ordenen de sacerdotes ni den licencia para ellos a ningún clérigo 
o religioso que no sepa la lengua general de los indios de su provincia. (Ricard, 
1995:125). 
La división eclesiástica que tuvo lugar a partir del 13 de octubre de 1525 con la fundación del 
obispado de México, hizo que el Valle del Mezquital —y con ello la zona de Ixmiquilpan—
quedara dentro de su jurisdicción. En el actual estado de Hidalgo tres fueron las principales 
órdenes religiosas que llegaron a la Nueva España para emprender la evangelización de los 
indios: franciscanos, dominicos y agustinos. Hasta 1553, ni los franciscanos ni los dominicos 
habían podido dedicarse a evangelizar a los otomíes, por lo que esta labor fue encomendada 
principalmente a los frailes de la orden de San Agustín. En la junta que celebró la Provincia del 
Dulce Nombre de Jesús, en 1536, se determinaron dos propósitos: la evangelización de la Sierra 
23 
 
Alta, donde hasta entonces no había entrado la ley del evangelio, y la conversión de los otomíes 
(Mendoza, 1997:65), donde los frailes agustinos argumentaron que: 
Fue nueua conquifta efta, porque eftá en los llanos, y ya auia fonado por lo menos 
en fus contornos la voz del Euangelio, el pueblo de Atotonilco no auia llegado, ni 
a la sierra de Tutitepec hafta donde llegó la voz de efte varón apoftólico, ni en la 
mayor parte de los otomíes, porque como la lengua era tan difícil, la gente tan 
ruda, y tan humilde efetando entre los pies, y a los ojos de todos fe auian perdido 
de vifta y eftaban olvidados. (Fray Juan de Grijalva, citado por Mendoza, 1997:66) 
Por tanto, seguramente la influencia de los usos y costumbres evangélicos empleados por la 
orden de San Agustín en esa región del estado tuvo que repercutir en el Valle del Mezquital, 
siendo el punto de partida el pueblo de Atotonilco, al extremo sureste de la zona occidental del 
estado de Hidalgo ocupado por otomíes. La evangelización y la construcción de casas y 
conventos en la parte norte de México fueron las causas por las que, mediante disposición dada 
en 1548, se mandaron edificar conventos en Actopan (San Nicolás Tolentino) e Ixmiquilpan (San 
Miguel Arcángel), aunque tal disposición no se llevó a cabo hasta 1550. Ya para 1961, 
Ixmiquilpan pasó a depender eclesiásticamente de la diócesis de Tula, situación que se conserva 
hasta la fecha. La consigna apostólica se dirige en especial a la evangelización de los hñähñú u 
otomíes del Valle del Mezquital, lo cual ha trastocado significativamente la cosmovisión de su 
mundo indígena. 
II.3 Camino a la modernidad 
Durante la época del porfiriato (1876-1911) se introdujeron innovaciones tecnológicas tales como 
el servicio del telégrafo, el teléfono, el ferrocarril, así como en la minería. Las empresas mineras 
inglesas en el estado de Hidalgo fueron las primeras en usar la energía eléctrica, cuyos beneficios 
se extendieron más tarde al servicio público. Por el año de 1892 se estableció la compañía de luz 
y fuerza de Pachuca, abastecedora de energía para las minas de real del monte, mientras la 
24 
 
energía eléctrica seguía penetrando hasta el fondo de las minas. La compañía de transmisión 
Eléctrica del Estado de Hidalgo S.A. crecía para 1904. Entre los años de 1906 y 1910, se 
construyó el Palacio Municipal. Los presidentes federales Lázaro Cárdenas y Manuel Ávila 
Camacho visitaron en marzo de 1939 el municipio para celebrar el primer aniversario de la 
Expropiación Petrolera; posteriormente, en mayo de 1942, para inaugurar el mercado municipal. 
Habían pasado escasos 12 años desde 1918, cuando el primer Jefe Venustiano Carranza visitó 
Ixmiquilpan, para inaugurar el tramo de vía férrea entre la ciudad de Pachuca y la Estación 
Capula,una pequeña comunidad de Ixmiquilpan, cuando ya en el Valle del Mezquital se prendían 
los primeros focos incandescentes en las calles y las casas del centro de la ciudad. En cuanto a 
vías de comunicación, importantes fueron los proyectos de ingeniería civil durante el gobierno de 
Javier Rojo Gómez (1937-1941) donde se terminó la construcción de la carretera Pachuca-
Tuxpan, los tramos Xochicoatlán-Molango, Ixmiquilpan-Querétaro, el entronque Pachuca-
Tulancingo y la carretera Actopan-Mixquiahuala. 
 
En la década de los ochenta y noventa del siglo pasado, la CFE instala en el Valle del Mezquital, 
en la comunidad de la Magdalena, municipio de Actopan Hidalgo, la primera planta generadora 
experimental fotovoltaica. Se han ampliado los tramos de la autopista Actopan–Ixmiquilpan; se 
han logrado enlaces comerciales que han generado empleos, ya que se han abierto las puertas del 
estado de Hidalgo hacia otras entidades con la llegada de un gran número de empresas nacionales 
y transnacionales a la entidad. 
 
 
 
 
 
 
25 
 
II.4 La proximidad territorial de los hñähñú hacia la urbanización 
En la actualidad el estado de Hidalgo tiene 84 municipios, de los cuales sólo 27 conforman la 
macroregión del Valle del Mezquital14, éste se caracteriza por ser una prolongación del Valle de 
México al norte del Distrito Federal. Se encuentra en la parte central del estado limitado al norte 
por la Sierra de Juárez; al este por la serranía que va del Cerro del Fraile a la sierra de Actopan; al 
sur por la serranía Mexe, y al oeste por la sierra del Xinthé. El Mezquital se sitúa básicamente en 
la cuenca del río Tula, que es la principal corriente de agua en la vertiente oriental. El río Tula va 
en dirección sur-noroeste, recibe algunos afluentes como los ríos Alfajayucan y San Juan, donde 
hay un grave problema de contaminación en sus aguas. A pesar de las corrientes de agua y las 
fuentes termales, el Valle es seco, de un terreno arcilloso, donde sólo hay verdor en las riberas de 
los ríos y campos de cultivo, los campos de maíz y maguey (CDI, 2009). La región se caracteriza 
por un clima semidesértico: caliente durante el día y bajas temperaturas por la noche, hay escasa 
precipitación pluvial y la vegetación es principalmente xerófila. Se clasifica la región del Valle 
del Mezquital en tres subregiones, con características de suelo diferentes, lo que hace que su 
población se relacione con el entorno de distinta manera. La subregión centro-sur, centro y norte. 
La región centro sur y centro tiene un clima semiseco que se extiende como una franja del centro 
y baja hacia el sureste. Su suelo ha sufrido importantes modificaciones por la introducción de 
canales de riego que lo han tornado propicio para la agricultura y ha permitido la diversificación 
de cultivos, así como un mayor volumen en la producción. Otra franja de vegetación xerófila se 
extiende hacia el norte, e incluye una pequeña porción de matorral en el suroeste. Su clima es 
 
14 Son: Zimapán, Nicolás Flores, Tecozautla, Tasquillo, Ixmiquilpan, Cardonal, Huichapan, 
Alfajayucan, Santiago de Anaya, Nopala, Chapantongo, Chilcuautla, Mixquiahuala, Francisco I. 
Madero, San Salvador, Actopan, Tepetitlán, Tezontepec, Tetepanco, Ajacuba, El Arenal, Tula de 
Allende, Tlaxcoapan, Atitalaquia, San Agustín Tlaxiaca, Tepeji del Río y Atotonilco de Tula. 
 
26 
 
seco semicálido. En esta subregión central se practica principalmente la agricultura de temporal. 
Sus tierras son aptas para el pastoreo. Abunda el maguey, la lechuguilla y las biznagas, además 
de otras especies biológicas consideradas endémicas. Todas son explotadas intensivamente para 
obtener diferentes productos destinados a la venta y el autoconsumo. Las zonas a las afueras del 
centro de Ixmiquilpan, practican actividades económicas como la agricultura (hortalizas 
especialmente de regadío), el comercio, así como la ganadería (ovino, caprino y bovino). El 
comercio se lleva a cabo en mercados locales o regionales, éste es ejercido tanto por indígenas de 
zonas aledañas como provenientes de otros estados de la República. En la actualidad, con la 
creación de cooperativas, se han incrementado los ingresos de la población (CDI, op.cit). Las 
comunidades en este estudio tienen acceso a la carretera principal que comunica hacia el centro y 
demás poblados más lejanos, donde también se utilizan caminos de terracería o veredas. El 
número de localidades adscritas al municipio es de 105 y se ubica en un terreno llano, con un 
clima semiseco y con una temperatura promedio anual de 18.5 ºC. El nivel medio de 
precipitaciones es de 363.8 mm, lo que caracteriza su clima semiárido. El municipio, 
predominantemente llano y de colinas bajas, aunque con un 30% de su territorio enclavado en la 
Sierra Madre Oriental, tiene una altitud media de 1700 msnm. Su localización tiene las siguientes 
coordenadas geográficas: 20° 29’ latitud norte, 99° 13’ latitud oeste. El territorio del municipio 
comprende 559.87 km2, que corresponden a 2.69 % del Estado de Hidalgo. El municipio cuenta 
con una superficie de 565.3 kilómetros cuadrados, lo cual representa el 2.7% de la superficie del 
Estado. Limita al norte con los municipios de Zimapán y Nicolás Flores, al este con Cardonal, al 
oeste con Tasquillo y Alfajayucan, al sur con Chilcuautla, Progreso de Obregón y Santiago de 
Anaya. 
http://es.wikipedia.org/wiki/Zimap%C3%A1n
27 
 
 
Figura 2. Ubicación del estado de Hidalgo y del municipio de Ixmiquilpan. 
 
La expansión urbana de la cabecera municipal de Ixmiquilpan, ha causado la absorción de los 
barrios contiguos como el Barrio de San Antonio (véase sondeo sobre conocimiento del hñähñú 
anexo 3). 
 
Figura 3. Zona urbana de Ixmiquilpan (izq.), ampliación de Barrio de San Antonio (der.) 
 
28 
 
Hacia la última década de los años sesenta se da una ampliación urbana en donde se pavimentan 
las principales calles, se instala nuevo alumbrado público y se remodela la plaza principal donde 
se instala la fuente de La Diana Cazadora. Actualmente la cabecera municipal cuenta con energía 
eléctrica, internet, teléfono, telégrafo, correo, drenaje y escuelas de nivel preescolar, primaria, 
secundaria y media superior. Esta gama de bienes y servicios va extendiéndose hacia la periferia 
que impacta significativamente en las localidades aproximándolas hacia la urbanización. Una de 
las principales fuentes económicas es el turismo destinado al Templo y ex Convento de San 
Miguel Arcángel15, únicos en México por las pinturas murales pintadas aproximadamente en 
1572 por pintores nativos lo cual se traduce en una fusión del arte indígena y europeo. 
Los atractivos que comprende la zona céntrica de Ixmiquilpan son los balnearios ubicados a lo 
largo de su corredor turístico: El Tephe, Te-Pathé y Dios Padre, situados a un costado de la 
carretera México-Laredo. Gran parte de estos balnearios son de administración y cooperativa 
indígena. En los últimos años se ha favorecido el turismo rural y ecológico con la construcción de 
el Gran Cañón El Alberto, el nombre de éste último emularía, por efecto de la migración 
indígena, al Gran Cañón de Arizona de Estados Unidos de Norte América. Otro de los sitios que 
promueve la difusión de la lengua y cultura en el municipio es el Museo de la Cultura Hñähñú 
creado en 1987, que tras diecisiete años de inactividad restableció sus funciones al público hasta 
marzo del año 2004. El museo se sitúa en la cabecera municipal, en él se muestran exposiciones 
en sus cinco salas sobre la forma de vida ancestral y moderna del pueblo hñähñú, así como la 
etnobotánica endémica aún presente en la región. Además de actividades propias del museo, entre 
 
15 “El convento fue fundado por los agustinos Fray Andrés de la Manta y Fray Andrés de Barrios 
por órdenes de Fray Alonso de la Veracruzen 1550, bajo la advocación de San Miguel Arcángel. 
Éste pertenecía a la serie de conventos fortaleza construidos por los agustinos al norte de 
Mesoamérica como defensa contra los chichimecas y como avanzadillas para la evangelización 
del norte de México”. En: http://www.ixmiquilpan.gob.mx/index.php/nomenclatura 
 
http://www.ixmiquilpan.gob.mx/index.php/nomenclatura
29 
 
ellas ciclos de conferencias sobre lengua y cultura, se imparten clases del idioma hñähñú a 
población hablante y no hablante. 
Tras este panorama la zona céntrica de Ixmiquilpan así como las localidades a la periferia, se 
perfilan en constante transición hacia la modernidad. Su proximidad territorial hacia la 
urbanización intensifica aún más el contacto con el español como lengua cada vez más 
representativa entre los lugareños. En el siguiente punto hablaremos en particular sobre estas dos 
localidades como objeto de nuestro estudio. 
II.4.1 Jahuey Capula y La Loma Capula (JC y LLC) 
La localidad de Jahuey Capula colinda con la localidad La Loma Capula, ambas se encuentran 
aledañas a la principal vía de comunicación que comunica con el centro urbano de Ixmiquilpan. 
Puede apreciarse desde el centro urbano el comienzo de una ruta de fácil acceso que conecta con 
la carretera Capula-El Nith, construida en 1986; abarca casi 8 km de distancia hacia las 
localidades. Esta ruta ha permitido la comunicación constante de las localidades del ámbito rural 
con la población urbana mayoritaria. Es preciso destacar que estas localidades rurales no son 
localidades aisladas y, por tanto, no deben ser consideradas como las únicas, pues forman parte 
de otras tantas localidades de habla hñähñú aledañas a ellas. El tipo de economía en auge que 
resulta visible en los primeros tramos de la principal vía de comunicación es aquella que 
comienza a penetrar hacia las localidades desde el centro urbano de Ixmiquilpan con la difusión y 
ampliación del internet. Es de esperarse que la economía de estas comunidades aún rurales vaya 
en continuo crecimiento debido a la expansión de pequeños hoteles, estancias de huéspedes, café 
internets, tendajones de ropa americana, panaderías, ladrilleras, grandes tiendas de abarrotes, 
pequeñas fondas, papelerías, vulcanizadoras, tortillerías y recauderías, entre otros. 
30 
 
 
Figura 4. Las localidades hacia la periferia del centro de Ixmiquilpan. 
FUENTE: Obras Públicas, Palacio Mpal. Ixmiquilpan, Hidalgo. 
Otro tipo de economía que sustenta a estas localidades está conformada por el trabajo agrícola, la 
extracción y venta del pulque y el trabajo artesanal, como la elaboración de cestas y 
manualidades de incrustación de concha de abulón en madera de enebro. El modelo de 
vestimenta tradicional como uno de los rasgos de la cultura, ha comenzado desde hace tiempo a 
modificarse sustancialmente, desde hace ya algunas décadas ha dejado de formar parte de su uso 
cotidiano en la población más joven; todavía en parte prevaleciente en adultos mayores. En la 
actualidad la ropa de elaboración y bordado tradicional se ha convertido, en parte, en atuendos o 
disfraces para bailables de las fiestas escolares y eventos culturales. En las boutiques, los trajes y 
vestidos de manta con un toque tradicional, han adquirido nuevos formatos combinados y 
31 
 
estilizados provenientes de diseños de la alta costura. Por efecto de la constante migración hacia 
Estados Unidos, los envíos de remesas han servido para la construcción de las viviendas que son 
de cemento o firme en pisos, tabique, ladrillo, block, piedra, entre otros insumos. A veces puede 
encontrarse que, en medio de los campos de cultivo, algunas edificaciones y casas emulen 
construcciones a la usanza norteamericana, lo cual contrasta con viviendas aún elaboradas con 
recursos naturales como el carrizo y pencas de maguey para los techados. 
Con la creación el 9 de Septiembre de 1996 de la Universidad Tecnológica del Valle del 
Mezquital (UTVM)16, localizada en el kilómetro 4 de la carretera Ixmiquilpan-Capula, colonia El 
Nith; brinda la formación de Técnicos Superiores Universitarios17. La universidad se encuentra a 
10 minutos desde el Centro de Ixmiquilpan, vía transporte colectivo, y de ésta a otros 10 minutos 
a las localidades rurales de nuestro estudio. La Universidad se encuentra muy cercana al hospital 
de especialidades del ISSSTE, e inmediatamente comunicada con la Comisión para el Desarrollo 
del los Pueblos Indígenas (CDI). Las tres instituciones comparten territorio en una zona no 
industrializada, predominantemente rural, de escasos recursos económicos y de mediana 
marginación en su población. A esta universidad acuden cerca del 70 por ciento de estudiantes 
provenientes de comunidades indígenas hñähñú, náhuatl y tepehua, principalmente. La creación 
 
16 Es miembro del consorcio trinacional La comunidad indígena norteamericana: construyendo 
vínculos y entendimiento. Desde el 2007 favorece el intercambio académico de estudiantes entre 
instituciones participantes de Canadá, Estados Unidos y México, especialmente de aquellos 
estudiantes provenientes de comunidades étnicas. 
17 Con oferta educativa en licenciaturas de Técnico Superior Universitario (TSU): Turismo, 
Energías Renovables, Mecatrónica, Mecánica, Tecnologías de la Información y Comunicación, 
Administración y Evaluación de Proyectos, y Tecnología de Alimentos. Con oferta educativa en 
Ingenierías: Tecnologías de la Información y Comunicación, Administración y Evaluación de 
Proyectos, Desarrollo Empresarial de Proyectos, Desarrollo Turístico Sustentable, Metal 
Mecánica, Procesos Bioalimentarios, Tecnologías de la Información y comunicación. 
 
32 
 
de esta universidad responde a las demandas en materia de educación tecnológica para el 
desarrollo de proyectos que coadyuven al desarrollo y beneficio de sus comunidades. Desde hace 
cinco años uno de los programas incipientes que desarrolla la universidad en materia de lengua y 
cultura indígena, propone realizar jornadas para fortalecer el conocimiento y valoración de la 
lengua originaria. A pesar de ello, en dicha universidad no se ha contemplado la posibilidad de 
una enseñanza formal de y en la lengua hñähñú, como lengua equiparable a lenguas de prestigio 
como el inglés, francés u otras, lo que supone un desplazamiento lingüístico en el ámbito 
académico universitario. La política del lenguaje de facto ha contribuido a este hecho. 
II.5 La lengua hñähñú (u otomí) de la variante dialectal Valle del Mezquital 
El estado de Hidalgo es el que concentra (sin distinción entre variantes) el mayor número de 
hablantes de lengua otomí (Lastra, 2000). Según datos del INALI (2009) 32 municipios18 son 
considerados de habla otomí (con distinción entre variantes). La lengua hñähñú, o variante 
dialectal otomí del Valle del Mezquital, pertenece a la familia otomangue del tronco otopame, y 
es también una de las lenguas con mayor número de hablantes a nivel nacional19, estudios sobre 
tipología lingüística como el de Hopkins (1984) —donde realiza una reconstrucción arbórea de la 
familia otomangue— muestran que las lenguas más cercanas a ella son el chichimeca, 
 
18 Huichapan, Actopan, Ajacuba, Alfajayucan, Almoloya, Atitalaquia, Calnali, Chapulhuacán, 
Chilcuautla, Cuautepec de Hinojosa, Eloxochitlán, Francisco I. Madero, Huasca de Ocampo, 
Ixmiquilpan, Jacala de Ledezma, Metztitlán, Mixquiahuala de Juárez, Nicolás Flores, Pacula, 
Progreso de Obregón, San Agustín Tlaxiaca, San Bartolo Tutotepec, San Salvador, Santiago de 
Anaya, Tasquillo, Tepehuacán de Guerrero, Tepeji del Río de Ocampo, Tepetitlán, Tezontepec de 
Aldama, Tlahuiltepa, Tula de Allende y Zimapan. 
 
19 En el Catálogo de las Lenguas Indígenas Nacionales INALI, se describen 9 variantes de la 
lengua otomí con presencia en los estados que se citan a continuación:

Continuar navegando