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2 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE PSICOLOGíA CARACTERíSTICAS DE RESILlENCIA EN ADOLESCENTES INFRACTORES Y NO INFRACTORES. T E S I S QUE PARA OBTENER El TíTULO DE LICENCIADAS EN PSICOLOGíA P R E S E N T A N LIBERTAD AMÉRICA CISNEROS GARIBO NORMA ANGÉLICA VELÁSQUEZ OCAMPO DIRECTOR: DR. ALBERTO JAVIER CÓRDOVAAlCARÁZ REVISOR: DR. SAMUEl JURADO CÁRDENAS d MÉXICO. D.F. CD. UNIVERSITARIA NOVIEMBRE. 2010 C! P)icología UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE PSICOLOGíA CARACTERíSTICAS DE RESILlENCIA EN ADOLESCENTES INFRACTORES Y NO INFRACTORES. T E S I S QUE PARA OBTENER El TíTULO DE LICENCIADAS EN PSICOLOGíA P R E S E N T A N LIBERTAD AMÉRICA CISNEROS GARIBO NORMA ANGÉLICA VELÁSQUEZ OCAMPO DIRECTOR: DR. ALBERTO JAVIER CÓRDOVA AlCARÁZ REVISOR: DR. SAMUEl JURADO CÁRDENAS d M~XICO. D.F. CD. UNIVERSITARIA NOVIEMBRE. 2010 C! P)icología UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 3 Agradecimientos YO LIBERTAD. Agradezco a mi Máxima Casa de Estudios la Universidad Nacional Autónoma de México. A mi mamá por su fortaleza, enseñanzas, sueños, creatividad, motivaciones; por la confianza que depositó en mi, por ser una guerrera incansable. A mi padre por conservar, transmitir y preservar sus ideales; por ser un librepensador, un luchador social. A mi hermano Juan por su cariño, su seguridad, su entusiasmo, por su buen sentido del humor. A mi hermana Tania por su inteligencia, su diplomacia, su cariño, su voluntad de cambio, por ser una mujer de sueños. A mi cuñada Rocío, a mis sobrinas Paulina y Ximena por ser mi granito de fe y esperanza. A mi co candy, por su inseparable amistad, compañía, por ser mi hermana, mi prima, mi amiga, mi cómplice de aventuras y alucinaciones, por brindarme un millón de sonrisas, por enseñarme a ser feliz. A mi Polita por todo el tiempo dedicado, su amor incondicional, sus enseñanzas y anécdotas, por ser mi inspiración de vida. A mi mono Horus por sus consejos, opiniones, ideas, compañía, por su amor, su espontaneidad, por ir juntos en el camino de la vida, por ser parte de mi felicidad, de mis logros y mis caídas, por creer en el millón de changuitos que hay dentro de mi cabeza, por las aventuras y los sueños. A mis amigas las brujildas; Alice, Gaby, Karlis, Normis y Same, por hacer todo tipo de magia en mi vida, por ser mis cómplices, mis escuchas, mis hermanas. A ti Normis por ser mi compañera de tesis, por los desvelos, por mi mal carácter, por compartir mis locuras, por ser parte fundamental de éste ciclo, por cerrarlo juntas y por emprender nuevos caminos. A mi Chimón por su amor, su lealtad, su fidelidad, por no pedir nada a cambio, por saber esperar, por llenarme de ternura y confianza. A mis grandes amigos de la vida Mafer, Josué, Bere, Erik, Cinthya, Vene, Nihurka, Michel y Memo; con quienes he compartido durante esta línea del tiempo mis objetivos. YO NORMA. Agradezco a mi máxima casa de estudios la Universidad Nacional Autónoma de México, porque creyó en mi éxito, me apoyo y me ha permitido desarrollarme profesionalmente. A mi mamá María Ocampo por su valor, entereza, fortaleza, sacrificio, apoyo, comprensión, sabiduría, confianza, por consentirme y estar siempre a mi lado. Te Amo y este triunfo constituye la herencia más valiosa que pudiera recibir. A mi padre agradezco la confianza que deposito en mí, por haberme forjado el carácter de una mujer tenaz, decidida, independiente y que lucha por sus ideales. A mis hermanos Eva, Juana y Víctor por su apoyo incondicional, por enseñarme los valores que han caracterizado a nuestra familia, la lealtad, honestidad, generosidad, solidaridad y responsabilidad. Por respetar mis decisiones, por acompañarme y creer en mí, por sus sacrificios para que lograra mis objetivos, los amo y estaré siempre agradecida con ustedes. 4 A mis sobrinos Mishell, Jessi, Dieguito, Vale, Alan y Chuchin por permitirme experimentar y aprender con ustedes, por amarme y extrañarme tanto, Quienes son mi toque de alegría, ternura y me permiten sacar la niña que siempre llevaré dentro. Los adoro y amo muchísimo. A mis cuñis Rosy, Marquito y Franco, por su paciencia y consejos, por ser parte de mi familia y darle a mi vida un toque de alegría, los quiero mucho. A mis amiguis Joy, George y Migue por acompañarme desde la infancia y estar conmigo en los momentos alegres y difíciles de mi vida. Los quiero mucho. A las brujitas Liber, Gaby, Karlis, Same y Alis con quienes comparto mis sueños y proyectos, por esas largas noches de análisis y por enseñarme que la vida se disfruta de mil maneras, son parte fundamental en mi vida, las quiero mucho. A mi gran amiga Libertad por tu paciencia, lealtad, cariño, apoyo y tu contagiosa alegría. Por estar presente en mis peores somatizaciones y capturar cada momento de mis alegrías y distorsiones, por enseñarme de tu sencillez, alegre, loca y rara manera de percibir la vida y finalmente por permitirme iniciar y concluir este proyecto gracias a tu esfuerzo y dedicación. Te deseo éxito y Felicidad en los objetivos que te plantees, sabes que cuentas siempre con mi apoyo. A mi amigo César García por fomentar mi desarrollo profesional, por confiar y creer en mí, por las grandes oportunidades que me has brindado, por tu inteligencia y suspicacia que me han transformado, y el apoyo para culminar este proyecto, te quiero mucho. A mi amigo Luis Armando Rivera por tu enorme apoyo incondicional para dar este enorme paso y llevarlo hasta su conclusión, por tu inteligencia, análisis y sabios consejos, siempre vas a estar en mi corazón. A mis amigos que me han brindado su apoyo en las diferentes etapas de mi vida, a quienes quiero y estaré agradecida, Jhoana Frías, Marisol Camargo, Vane Sánchez y Franco Escobar. LIBERTAD Y NORMA Agradecemos a nuestro querido Director de Tesis, el Dr. Alberto Javier Córdova Alcaráz, por sus conocimientos, apoyo, dedicación, entrega, comprensión, paciencia y motivación, que nos impulsó para concluir con éste ciclo profesional. Agradecemos el ímpetu, la iniciativa, el apoyo, las enormes atenciones del Dr. Roberto Peimbert, quien nos brindó la oportunidad de accesar al CDA, permitiendo con ello que el objetivo de nuestra tesis se cumpliera. Agradecemos al Dr. Samuel Jurado Cárdenas por sus enseñanzas durante el transcurso de la Licenciatura, por representar un ejemplo de éxito para nosotras. Agradecemos la participación y el apoyo de la autoridades de las escuelas: Telesecundaria No. 5 “Manuel Bernal Mejía”, No. 125 “José Vasconcelos”, No. 211 “Salvador Allende”, ubicadas en el Municipio de Naucalpan Edo. de México, así como la Escuela Secundaria Diurna No. 70 “Mahatma Mohandas Gandhi”, Turno Vespertino “Ubicada en la Delegación Venustiano Carranza”. Agradecemos el apoyo y atenciones brindadas de la Comunidad para el Desarrollo de Adolescentes (CDA) y en especial al Lic. Jorge Apaez Godoy Director de la misma, por su valiosa cooperación y buena voluntad, quienes brindan atención integral a los adolescentes en conflicto con la ley, permitiendo con ello constituirlos como miembros activos en la sociedad. Agradecemos la excelente atención e intervención del Lic. Luis Manuel Jiménez Munguía encargadode la Dirección de Servicios Médicos Legales y en Reclusorios de la Secretaria de Salud. Agradecemos a la Fundación Mexicana de Reintegración Social, Reintegra A.C. por su apoyo y colaboración, especialmente al Director General Francisco Castellanos y a Sergio Guzmán, quienes comparten nuestro objetivo y día a día luchan por conseguir una reinserción social y alcanzar la libertad de los adolescentes que comenten delitos, consumen drogas y viven en las calles, desarrollando características de resiliencia. 2 ÍNDICE ÍNDICE ...................................................................................................................... 2 RESUMEN.................................................................................................................. 4 INTRODUCCIÓN .......................................................................................................... 6 CAPÍTULO I. RESILIENCIA ........................................................................................... 9 ANTECEDENTES .................................................................................................................. 9 DEFINICIÓN ........................................................................................................................ 12 MEDICIÓN DE LA RESILIENCIA ........................................................................................... 15 FACTORES DE RIESGO Y FACTORES DE PROTECCIÓN .................................................... 23 FACTORES PERSONALES .................................................................................................. 24 FACTORES SOCIALES: ...................................................................................................... 25 CAPÍTULO II. FAMILIA ............................................................................................... 31 FAMILIA DISFUNCIONAL ..................................................................................................... 35 FAMILIA Y RESILIENCIA ..................................................................................................... 38 FAMILIA Y ADOLESCENCIA ................................................................................................ 40 FAMILIA Y DELINCUENCIA .................................................................................................. 41 CAPÍTULO III. ESCUELA ............................................................................................ 44 CAPÍTULO IV. ADOLESCENCIA .................................................................................. 51 DEFINICIÓN DE ADOLESCENCIA ........................................................................................ 51 CAPITULO V. ADOLESCENTES INFRACTORES ............................................................. 59 ANTECEDENTES ................................................................................................................ 59 DROGAS ............................................................................................................................ 64 VIOLENCIA Y JUVENTUD .................................................................................................... 71 3 CONCEPTO DE DELINCUENCIA .......................................................................................... 72 CONDUCTA ANTISOCIAL .................................................................................................... 73 CAPÍTULO VI. LEY DE JUSTICIA PARA ADOLESCENTES PARA EL DISTRITO FEDERAL .... 75 CAPÍTULO VII. MÉTODO ........................................................................................... 96 OBJETIVO GENERAL.......................................................................................................... 96 OBJETIVO ESPECÍFICO ..................................................................................................... 96 HIPÓTESIS ......................................................................................................................... 96 DISEÑO .............................................................................................................................. 97 INSTRUMENTOS ................................................................................................................. 97 PROCEDIMIENTO ............................................................................................................... 98 VARIABLES ........................................................................................................................ 98 MUESTRA .......................................................................................................................... 99 ANÁLISIS DE RESULTADOS ............................................................................................. 100 DROGAS .......................................................................................................................... 116 DISCUSIÓN .......................................................................................................................... 156 CONCLUSIONES .................................................................................................................. 159 REFERENCIAS ..................................................................................................................... 161 ANEXOS .............................................................................................................................. 167 4 RESUMEN La delincuencia y violencia en el país se han convertido en una dificultad real, la cual se traduce como un problema general, debido a las dimensiones que han alcanzado, y cuyos orígenes se derivan de factores históricos, demográficos, económicos, sociales, biológicos y psicológicos, entre otros. Como parte de la evaluación para ver la evolución o incremento de conductas delictivas, antisociales, consumo de drogas y características de resiliencia en grupos vulnerables tales como lo son los adolescentes infractores y no infractores, bajo similares condiciones sociodemográficas, se realizó un estudio para determinar el nivel de incidencia en consumo de drogas, problemas con la ley y la resiliencia entre los grupos. En este estudio se evaluaron variables sociodemográficas como: ubicación geográfica, nivel de estudios, consumo de drogas, edad, turno escolar y características de resiliencia. La valoración se realizó en 200 sujetos, mismos que se conformaron en dos grupos, los adolescentes infractores dentro del Centro de evaluación y tratamiento, y los adolescentes no infractores que se encontraban dentro de dos escuelas secundarias. Los resultados indican que si existen diferencias entre los grupos sobre todo en los dominios de autoestima, control de impulsos y tolerancia a la frustración, actitudes prospectivas y prosociales, aspectos que son mejor manejados por los adolescentes no infractores y con mayor dificultad para los infractores, asimismo en las conductas delictivas y antisociales, se observa que son dominios indicativos de una mayor presencia en Adolescentes Infractores, por otro lado no se observaron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos estudiados, en relación con la asertividad, expresión de sentimientos y manejo de sentimientos depresivos. 5 Respecto a los hallazgos de este estudio han permitido corroborar que el uso de drogas legales es un factor de riesgo para el consumo de drogas ilegales, además de que los jóvenes abusadores o dependientes de drogas inician su consumo a edades más tempranas. 6 INTRODUCCIÓN El fundamento del paradigma de la resiliencia es una perspectiva nueva que emerge de los campos de la psiquiatría, la psicología y la sociología, que brinda informaciónacerca de cómo niños, jóvenes y adultos se sobreponen al estrés, el trauma y el riesgo en sus vidas. El concepto de resiliencia está basado en la psicología positiva, es decir, las personas pueden sobreponerse a las experiencias negativas y a menudo hasta fortalecer el proceso de superarlas. Para comprender la adaptación se hace necesaria la evaluación tanto de los factores de riesgo que actúan para intensificar la reacción del sujeto ante la adversidad (hacerlo más vulnerable), y los factores protectores que actúan para mejorar la respuesta individual ante la adversidad (hacerlo más resiliente). La resiliencia es entonces, la capacidad de una persona o grupo para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de vivencias traumáticas (Henderson y Milstein, 2008). La resiliencia es un atributo que varía de un individuo a otro y que puede crecer o declinar con el tiempo; los factores protectores son características de la persona o del ambiente que mitigan el impacto negativo de las situaciones o condiciones estresantes. Las escuelas pueden aportar condiciones ambientales que promuevan reacciones resilientes ante circunstancias inmediatas, así como también enfoques educativos, programas de intervención o prevención, para desarrollar factores protectores individuales (Henderson y Milstein, 2008). Durante los últimos años este concepto ha tenido gran auge, las personas resilientes no experimentan síntomas disfuncionales ni ven interrumpido su funcionamiento normal, sino que consiguen mantener un equilibrio estable sin que afecte a su rendimiento y su vida cotidiana, demostrando que la resiliencia es un 7 fenómeno común entre personas que se enfrentan a experiencias adversas (Masten, 2001). Por lo que el interés se ha centrado, en particular, en ambientes que representan un riesgo en la aproximación de conductas problema, como la delincuencia, suicidio, embarazos tempranos y abuso de drogas, especialmente entre jóvenes y adolescentes, pudiéndose confirmar que, no obstante al estar sometidos a condiciones de riesgo, algunos jóvenes han podido tener un desarrollo sano, ajeno a conductas autodestructivas o delictivas (Werner y Smith 1989; Grotberg, 1995). La delincuencia en el país se ha convertido en una dificultad real, la cual se traduce como un problema general, debido a las dimensiones que ha alcanzado, y cuyos orígenes se derivan de factores históricos, demográficos, económicos, sociales, biológicos y psicológicos, entre otros. Uno de los grupos más afectados, debido a los factores antes mencionados es el de los adolescentes, ya que se encuentran con la necesidad de experimentar y conocer nuevas sensaciones, como el uso del alcohol y otras drogas, la presión del ambiente hostil y un grupo familiar disfuncional, con pocas normas, límites, reglas insuficientes y la ausencia de vínculos afectivos, son algunos riesgos que enfrentan actualmente los adolescentes. Sin embargo, es importante señalar que hay una serie de factores que protegen o fortalecen al individuo aun en condiciones de riesgo. Por otra parte, en el caso de los adolescentes infractores, se puede observar que el ambiente que los rodea, tales como: la familia, la escuela, el medio social, la educación; así como el impacto económico en las zonas más marginadas dentro del país representan un punto determinante para la disminución del fortalecimiento de las características de resiliencia. 8 Ante el incremento de las conductas desviadas en los adolescentes, es importante identificar características de resiliencia para tratar de incrementar fortalezas, ya que en un momento dado se pueden reducir las consecuencias negativas, intentando que el adolescente presente conductas adecuadas que modifiquen su comportamiento y así presenten una mejor reinserción social. Es por ello que se crea en el Distrito Federal la Ley de Justicia para Adolescentes con la finalidad de exponer los derechos y obligaciones de los adolescentes infractores, de sus familiares y las autoridades correspondientes, para el cumplimento de la misma, y el mejoramiento de dicho sujeto para la reinserción social. 9 CAPÍTULO I. RESILIENCIA ANTECEDENTES Aunque el estudio científico de la resiliencia es reciente, ello no demerita que ya existiera desde la antigüedad. El término de resiliencia es aún desconocido por la generalidad de las personas en México, en otros países del mundo se empezó a aplicar a las ciencias de la salud mental, importándolo de disciplinas de la física y la mecánica, para referirse a la resistencia de algunas personas a los eventos fuertes de la vida y al temple de su personalidad bajo esas condiciones (González, 2006). El desarrollo humano se realiza a nivel individual, familiar, escolar, grupal, organizacional y comunitario, en cada uno de estos contextos los factores de riesgo o de protección pueden impulsar o impedir el desarrollo, por lo que podría decirse que dependiendo de la presencia de tales elementos internos y/o externos, los adolescentes pueden tener un desarrollo saludable o de riesgo (Rutter, 1987). Especializándose en la investigación de riesgo, en la década de los 70´s Anthony E.J. se introdujo en un nuevo campo científico, su método de investigación y su población de sujetos, conocida también como “niños de alto riesgo”, el objetivo era entonces observar el desarrollo del niño de riesgo antes de que apareciesen patologías, para descubrir cómo y en qué grado moldean su vida los riesgos afrontados, las vulnerabilidades y las inmunidades que aporta en esas situaciones, y las defensas, competencias y capacidades para enfrentarse que se ha forjado para sobrevivir psicológicamente. Fue entonces cuando se introdujo el término de vulnerabilidad, considerando que los individuos no son iguales ante el riesgo: son vulnerables en distinto grado referido en (Manciaux 2003, pág. 46). Inicialmente los factores de riesgo fueron creados para los estudios de epidemiología, donde la meta era identificar correlaciones estadísticas de 10 enfermedades semejantes. Los factores de riesgo están definidos como registros individuales o ambientales, los cuales están relacionados con el aumento de la probabilidad de resultados negativos. Por otro lado, los factores protectores están usualmente definidos como protectores individuales o ambientales que aumentan las habilidades de las personas para resistir a eventos estresantes de vida promoviendo la adaptación y la competencia (Rutter, 1987). Los riesgos son todas aquellas condiciones que se ubican entre lo físico, lo psicológico y lo social que dañan, impiden o limitan el potencial de un niño o adolescente, pudiendo ser experiencias en el hogar, la escuela o la comunidad. Este enfoque asume que a mayor conocimiento sobre los eventos negativos, mayor posibilidad de actuar sobre ellos con anticipación para evitarlos, cambiando las condiciones que exponen a un individuo o grupo a adquirir la enfermedad o el daño (Rutter, 1985, 1989). Así mismo Greendspan (1996) indica que los adolescentes que no han aprendido a enfrentar las soluciones resultantes de las tenciones propias de su desarrollo y de las condiciones de su ambiente, han estado frecuentemente inmersos en hogares disfuncionales, y modelos que no tienen la capacidad de conducción. Si bien los factores de riesgo están presentes en la adversidad, al mismo tiempo, por lo general se presentan los mecanismos protectores que logran crear en las personas la posibilidad de revertir, no la situación a la que se enfrentan si no la percepción que tienen sobre ésta y por tanto, de eliminarla o superarla (Munist, Santos, Kotliarenco, Suárez, Infante y Grotberg, 1998). Los estudios longitudinalesde Werner y Smith (1989) son precursores de la investigación acerca de la resiliencia. Dichos estudios tuvieron una duración de tres décadas, en donde los investigadores pudieron observar que muchos de los niños que estuvieron expuestos a factores de estrés perinatal, pobreza e inestabilidad familiar y que fueron criados con padres de un bajo nivel educativo, se desarrollaron plenamente llegando a ser jóvenes competentes y autónomos 11 realizando una vida laboral y afectivas satisfactorias. Esta investigación se convirtió en uno de los primeros reportes de la búsqueda de las raíces de la resiliencia y del origen de su fortaleza. Como producto del resultado de su trabajo, los autores plantearon que el conocimiento acerca de este constructo permitiría diseñar políticas de intervención que podrían disminuir la exposición a situaciones estresoras que atentan contra la salud mental. Otro precursor en analizar la vulnerabilidad y las habilidades de afrontamiento de la población infantil fue Murphy en 1973 (Referido en Werner y Smith, 1989) cuyo estudio “The Widening world of childhood” aportó una serie de lineamientos que han sido útiles para entender la constitución de la resistencia a factores y eventos estresores. Si bien en estos y en otros trabajos pioneros se tendía a utilizar el concepto de resiliencia como equivalente a “invulnerabilidad,” más tarde se estableció una distinción entre ambos, quedando circunscrito el uso de la noción de invulnerabilidad principalmente al campo de la psicopatología. A partir de los estudios sobre niños de alto riesgo, paralelamente al concepto de vulnerabilidad surgió la tendencia opuesta: la de invulnerabilidad. En efecto, algunos de esos niños no desarrollaban los trastornos predichos; antes bien, mostraban una admirable invulnerabilidad. Las críticas más sutiles sobre la invulnerabilidad se las debemos a Rutter, cuando la contrapuso a la resiliencia, así pues se abandonó el modelo de la vulnerabilidad debido a que no permite entender porqué algunos de esos niños de alto riesgo no sucumben a la patología. Los investigadores estudiaron entonces las competencias de esos individuos, sus capacidades para el afrontamiento y sus estrategias de ajuste, es así como nace un nuevo modelo: el de resiliencia y los factores de protección. 12 DEFINICIÓN Actualmente no hay en la literatura científica una definición consensuada de la resiliencia, lo que ha generado que diferentes autores tengan una percepción personal de lo que es la resiliencia. El vocablo “resiliencia” tiene su origen en el idioma latín, en el término resilio que significa “volver atrás”, “volver de un salto”, “resaltar”, “rebotar”. En psicología, cobra un sentido distinto, pues no se limita a la resistencia, si no que conlleva un aspecto dinámico que implica que el individuo traumatizado se sobrepone y se reconstruye. Bowlby (referido en Manciaux, 2003) fue uno de los primeros investigadores que utilizó el término de Resiliencia en un sentido figurado, que mencionaba que era como el resorte moral, cualidad de una persona que no se desanima, que no se deja abatir. El término resiliencia que Rutter (1993) conceptualizó con importantes investigaciones y desarrollos teóricos se refiere a la capacidad del ser humano de recuperarse de la adversidad y, más aún, transformar factores adversos en un elemento de estímulo y desarrollo. Trabajó en poblaciones de alto riesgo, en un estudio Rutter y colaboradores, con niños negros residentes en la isla de Wight permitió demostrar que la presencia de un solo factor de riesgo no aumenta la probabilidad de que aparezca un trastorno psiquiátrico; pero la presencia de dos factores la multiplica por cuatro (referido en Manciaux, 2003). Varios autores (Raymundo 2001, Silva 1999, Soriano 1996, Bernard 1995 y Masten, Best y Garmezy 1991) se refieren a la resiliencia en términos generales como la capacidad de afrontar de manera positiva situaciones adversas y transformarlas, sobreponiéndose a dichas adversidades. 13 Para Vanistandael (1996) la resiliencia es la capacidad de una persona o de un sistema social de vivir bien y desarrollarse positivamente a pesar de las condiciones de vida difíciles, y esto de una manera socialmente aceptable. Luthar, Cicchetti y Becker (2000) definen a la resiliencia como un proceso dinámico que tiene como resultado la adaptación positiva en contextos de gran adversidad. Esta definición distingue tres componentes esenciales de la resiliencia. La noción de adversidad La adaptación positiva o superación de la adversidad El proceso que considera la dinámica entre mecanismos emocionales, cognitivos y socioculturales que influyen sobre el desarrollo humano. La diversidad de definiciones relativas al concepto de resiliencia ha derivado en un gran problema, la carencia de un marco teórico único integrado capaz de llevar a abordajes más estructurados y basados empíricamente para el desarrollo del constructo, dando por resultado que cada investigador analice lo que él entiende por resiliencia, sin embargo presentan un buen porcentaje de concordancia en sus postulados. La investigación basada en el proceso tiene la intención de comprender mecanismos o procesos que actúan para modificar el impacto del riesgo y el proceso de desarrollo por medio del cual el adolescente tiene una adaptación exitosa. Para comprender el proceso de adaptación se hace necesaria la evaluación tanto de los mecanismos de riesgo que actúan para intensificar la reacción del sujeto ante la adversidad (hacerlo más vulnerable), y los mecanismos protectores que actúan para mejorar la respuesta individual ante la adversidad (hacerlo más resiliente) (Rutter, 1987). No obstante, la diversidad de propuestas sobre posibles modelos de la resiliencia puede destacarse que, en términos generales, la mayoría de estas propuestas 14 toman en cuenta dos elementos centrales, el riesgo ambiental e individual y el resultado en términos de la adaptación del individuo. Cuando se considera a la resiliencia como un proceso, se deben de comprender los mecanismos a través de los cuales la gente joven se adapta exitosamente. Para comprender los procesos de adaptación se necesitan valorar tanto los mecanismos de riesgo como los de protección que influyen en el adolescente ante la adversidad. Los factores que promueven la resiliencia provienen de tres amplias áreas que son: las personales, las familiares y las sociales (Garmezy, 1993). Probablemente la aportación más importante de la investigación en resiliencia, es que hace a un lado el estudio de las debilidades y se enfoca en las fortalezas que hacen que un individuo logre superar la adversidad, tratando de identificar dichas fortalezas, y generando estrategias para fomentarlas. Por lo que se concluye, que la resiliencia es un concepto esperanzado, optimista, flexible, cuya visión concibe al ser humano como un todo constituido por sus partes, entre las que se cuentan sus condiciones tanto internas como externas. Como diría Oterga y Gasset (Inciarte, 1986) “Yo soy yo y mis circunstancias”. Este concepto representa un modo distinto de ver la vida, dando sentido a las experiencias que enfrentan las personas como una oportunidad interminable de desarrollo, de evolución y de superación de sus condiciones internas y externas. No se trata de un tema más de autoayuda, sino de una filosofía de vida con implicaciones importantes en el devenir como personas, como seres sociales, profesionales y prestadores de servicio. 15 MEDICIÓN DE LA RESILIENCIA Se realizó una extensa revisión de diferentes autores que han intentado medir la Resiliencia entre los cuales se mencionaron a Werner y Smith (1989) y Gamezy (1985), quienes detectaron factores de protección que ayudan al niñoa desarrollar la Resiliencia: los factores internos como las características de disposición de temperamento, inteligencia, sentido del humor, habilidades empáticas, locus de control interno y autoestima. Factores externos como cohesión familiar y la calidez con la que el niño es valorado y protegido al menos por uno de los padres. Los eventos negativos de la vida no son experiencias raras; ninguna de estas situaciones llevan, a una vida de privación, siendo importante entender la resiliencia como un proceso de superación de la adversidad y responsabilidad social y política, ya que puede promoverse con la participación de padres, investigadores, personas que trabajan implementando programas psicosociales, servicios sociales y de la comunidad. Además, un factor importante que se refleja en la sorprendente capacidad que muestran muchos seres humanos de crecer y desarrollarse en medios adversos y alcanzar niveles de competencia y salud. Werner y Smith (1989) indican ciertas características que deben poseer las personas para superar la adversidad: Acercamiento Activo hacia el problema a resolver Habilidad en la infancia para generar la tensión positiva de los demás. Visión optimista de sus experiencias. Estar alerta y ser autónomos. Tendencia a buscar nuevas experiencias. Perspectiva proactiva. 16 La resiliencia disminuye la potencialidad de verse afectado por eventos negativos, incluso, algunos daños. Se refleja en el hecho que en momentos diferentes de vida de las personas muestran mayor capacidad para enfrentar, resistir y recuperarse de factores que pueden ser destructivos (Werner y Smith, 1989). La Resiliencia surgirá de la interacción entre los factores personales y sociales manifestándose de manera específica en cada sujeto. Estas diferencias individuales serían producto del procesamiento interno del ambiente (Kotliarenco, Dueñas y Cáceres, 1997; González, 1999). El enfoque de la resiliencia permite pensar que, no obstante las adversidades sufridas por una persona, familia, o comunidad tienen la capacidad para desarrollarse y alcanzar niveles aceptables de salud y bienestar. La propuesta consiste en enfocar y hacer énfasis en los recursos de las personas y los grupos sociales para salir adelante. La resiliencia no es un rasgo que unas personas tengan y otras no, sino más bien representa una interacción entre el individuo y su medio. Rutter (1993) menciona que la resiliencia es una interactiva con el riesgo, es un desarrollo natural proveniente de la biología y de las experiencias tempranas en la vida así como de los factores protectores que pueden operar en diferentes direcciones y en diferentes estados del desarrollo. La resiliencia abre una serie de posibilidades en tanto se hace énfasis en las fortalezas o aspectos positivos en los seres humanos y da cuenta de las posibilidades de afrontar la vida cotidiana de manera positiva. La resiliencia se caracteriza por los siguientes aspectos: Aparece ante el estés o eventos traumáticos de la vida, Llega a evidenciarse sólo cuando está en uso, Es dinámica, varía a lo largo del tiempo y de acuerdo a las circunstancias, 17 Es un Proceso interactivo entre el individuo y su medio, Varía de acuerdo a la etapa del desarrollo de los niños y la calidad de los estímulos que reciben, Para fortalecerla y nutrirla requiere de apoyos sociales, Está relacionada con factores de riesgo y mecanismos protectores, El afrontamiento es un importante componente, (Rutter, 1993). Como puede observarse, estos elementos hablan de la resiliencia entendida más como un proceso que se pone en juego ante las situaciones de adversidad. Esta concepción apoya la idea de que la resiliencia es más un estado que una suma de características intrínsecas. Postular la resiliencia como un concepto en vez de la invulnerabilidad, se debe a que la resiliencia implica que el individuo es afectado por el estrés o la adversidad y es capaz de superarlo o salir fortalecido; además, la resiliencia implica un proceso que puede ser desarrollado y promovido, mientras que la invulnerabilidad es considerada un rasgo intrínseco del individuo (Rutter, 1992). Por tanto no es una capacidad estática ya que puede variar a través del tiempo y de las circunstancias. Es el resultado de un equilibrio entre factores de riesgo, de protección y la personalidad del ser humano (Munist y colaboradores, 1998). En suma, son tres los aspectos principales a tomarse en cuenta para el proceso de fomento de la resiliencia. a) Que el proceso es a largo plazo y se asocia directamente con el desarrollo. b) Que implica centrarse en las características de fortaleza de los niños más que en sus debilidades o riesgos. c) Que deben consolidarse los procesos protectores, de modo que los niños puedan tener éxito cambiando las estructuras y creencias existentes dentro 18 de las instituciones y las comunidades (Munist, Santos, Kotliarenco, Suárez, Infante y Grotberg, 1998). La resiliencia en el ámbito de las ciencias sociales es relativamente nueva y los investigadores la han abordado desde diferentes vertientes: La primera línea de investigación se basó en la búsqueda de las características que tienen las personas resilientes que hacen que se enfrenten a la adversidad y que salgan airosos ante los factores de riesgo. La segunda línea de investigación define a la resiliencia como un proceso ante la adversidad, el cual enriquece las características de la persona. Esta línea de investigación intenta explicar la pregunta de cómo se adquieren las características resilientes. Flach (Referido en Richardson, 2002) sugiere que las características resilientes son adquiridas del enfrentamiento a la adversidad y a la integración. La tercer línea de investigación indica que la resiliencia es un proceso de reintegración ante las situaciones adversas a las que se enfrentan cotidianamente, que requirió de alguna fuerza motivacional. Estos enfoques acerca de la resiliencia han generado gran discusión y una diversidad de opiniones, escepticismos y diferentes perspectivas entre los estudiosos del tema. Entre los elementos identificados por diferentes autores como características que hacen a un sujeto resiliente están las siguientes: Gamezy (referido en Richardson, 2002) indica algunas características de las personas resiliente, entre las cuales se pueden mencionar: eficacia, altas expectativas, perspectiva, autoestima, locus de control interno, autodisciplina, habilidad para la resolución de problemas, pensamiento crítico y humor, estas características generan una tríada acerca de la resiliencia conformada por la disposición personal, ambiente de apoyo familiar y un sistema de soporte externo. 19 Castells y Siber (Referido en Castellano, 2001) proponen como factores de resiliencia el asumir responsabilidades y planificar el futuro, independencia y distanciamiento de los focos de riesgo, asociación con personas de sólida experiencia, iniciativa, ideas de creatividad y humor, ideología personal y moralidad. Una forma útil para producir resiliencias es la actuación en tres conjuntos amplios: Mejorar la autoestima. La cohesión, el afecto, la unión de la familia. Existencia de sistemas externos de apoyo. Para Mothner (1995) fue importante resumir algunos temas centrales que se han escrito acerca de la resiliencia: Identifica que las relaciones cuidadosas y comprensivas son un factor protector crítico importante. El amor incondicional y la aceptación son necesarios para el desarrollo saludable del niño. El soporte en redes informales como las que se generan en el ambiente escolar donde se genera la resiliencia. Identifican el pensamiento creativo y crítico como dos atributos en los niños resilientes. Los niños resilientes creenque ellos controlan sus vidas. Reconocen que las altas expectativas para los éxitos de los estudiantes son un factor de protección importante. 20 Los estudios de Rutter (1993) concluyen que la escuela promueve la alta autoestima y a su vez el éxito social y escolar, lo cual reduce probablemente los atributos emocionales y conductuales. Baruth y Carroll (2002) midieron la resiliencia resaltando cuatro factores primarios de protección, medio ambiente de apoyo, experiencias compensatorias, pocos estresores y personalidad adaptable. Dentro del contexto Psicológico Mrazek y Mrazek (1987) estipularon que las características de resiliencia psicológicas específicas están relacionadas con la resiliencia en niños que sufrían maltrato. Las características se reflejan en destrezas y habilidades que la gente resiliente usa en situaciones de estrés. Su teoría plantea que las respuestas al estrés están influenciadas por la evaluación de la situación, por la capacidad de procesar una experiencia y por incorporar la experiencia dentro del sistema de creencias de uno mismo. La promoción de la resiliencia implica la identificación de las situaciones estresantes así como la vivencia de experiencias de responsabilidad dominantes y apropiadas, las cuales incrementan su sentido de autoestima y competencia. Las personas resilientes afrontan mejor el estrés porque utilizan habilidades y destrezas particulares en situaciones de estrés. Mrazek y Mrazek (1987) identificaron ciertas habilidades o destrezas: maduración precoz, rápida respuesta al peligro, búsqueda de información, disociación de afecto, ser estimado, altruismo, optimismo, aprendizaje de los eventos estresantes, responsabilidad, relaciones positivas y proyecto de vida. McWhirter (1998) indica cuáles son las características de jóvenes resilientes: Capacidad de enfrentar activamente los problemas cotidianos. Control de emociones en situaciones difíciles o de riesgo. 21 Habilidad para manejar de manera constructiva el dolor, el enojo y la frustración. Capacidad de obtener la atención positiva y el apoyo de los demás, entablando amistades duraderas. Competencias en el área social, escolar, y cognitiva que le permita resolver los problemas. Mayor autonomía y capacidad de observación. Confianza en una vida futura positiva. Sentido del humor y condescendencia. Jew, Green y Kroger (1998) se basaron en el estudio de Mrazek y Mrazek (1987) antes planteado en donde estudiaron las características que ellos plantearon, formando una escala de resiliencia, que al final la agrupan en tres subescalas: Orientación al futuro. Adquisición de destrezas activas. Independencia y toma de riesgos. Grotberg (1995) por su parte opina que existen características que favorecen el desarrollo de la resiliencia; tales como un ambiente facilitador (salud, bienestar y educación), fuerza intrapsíquica (autonomía, control de impulsos, empatía y sentirse querido), habilidades interpersonales, manejo de situaciones, solución de problemas y la capacidad de planeación. Por lo que este autor desarrolló siete factores básicos de resiliencia que son: Introspección, 22 Independencia, Interacción, Iniciativa, Creatividad, Ideología Personal y Sentido del humor La literatura de resiliencia en adolescentes puede situarse en dos focos informativos: Una investigación de resultados psicosociales en poblaciones de adolescentes definidos por un escenario de riesgo particular. Una importante investigación sobre mecanismos protectores en un proceso de adaptación adecuada (Olson, Bond, Burns, Vella Brodrick y Sawyer, 2003). El factor protector más relevante para el desarrollo de las personas, corresponde al vínculo afectivo con una persona significativa para el niño o adolescente, ya que así adquiere confianza básica, fe y constancia. Asimismo la creatividad y el humor son recursos que le permiten al niño bajar la tensión y resistir situaciones que de otra forma no podría alcanzar. Finalmente, la red social que se puede definir como un grupo de personas que aportan ayuda y apoyo real y duradero tanto a la familia como al individuo, también es un factor protector (Mc Whriter, 1998). En México existe poca información al respecto, destacando los trabajos realizados por Pérez (2001) y Córdova, Andrade y Rodríguez (2002), el primero es una investigación documental y el segundo una aplicación para determinar características de resiliencia en adolescentes. 23 Se puede concluir que los autores han medido diferentes características en los sujetos que consideran importantes para ser resilientes, pero en lo que todos concuerdan es que el sujeto debe estar inmerso en una situación de riesgo y salir adelante. FACTORES DE RIESGO Y FACTORES DE PROTECCIÓN Jessor (1991) define la conducta de riesgo como cualquier conducta que pone en peligro el desarrollo psicosocial del niño o del adolescente como, por ejemplo, el consumo de sustancias la delincuencia, embarazo temprano, etc. Los factores asociados con un potencial mayor para el desarrollo de estas conductas de riesgo se llaman factores de “riesgo”, mientras que los asociados con una reducción en la probabilidad de esta conducta se llaman factores de “protección”. En lo que concierne a los factores protectores, se puede distinguir entre externos e internos. Los externos se refieren a condiciones del medio que actúan reduciendo la probabilidad de daños: familia extendida, apoyo de un adulto significativo, o integración social y laboral. Los internos se refieren a atributos de la propia persona: estima, seguridad y confianza de sí mismo, facilidad para comunicarse, empatía. Se entiende entonces por factor de riesgo, a cualquier circunstancia o evento de naturaleza biológica, psicológica o social, cuya presencia o ausencia modifica la probabilidad de que se presente un problema determinado en una persona o comunidad. Los factores de riesgo se entremezclan y organizan de modo muy dinámico, su importancia dentro del sistema de causas también es variable: la relevancia de un factor de riesgo puede cambiar de un grupo a otro y de un individuo a otro. Este enfoque de riesgo trae dos conceptos: el de vulnerabilidad, que es el potencial de que se produzca un riesgo o daño, ya que se observó que las probabilidades de padecer daños pueden surgir de sujetos que concentran en sí 24 los factores de riesgo, constituyéndose en individuos de alto riesgo y el de conducta o comportamiento de riesgo, aspecto que reside en las personas generadoras de riesgo, como la de adolescentes que buscan o generan situaciones de riesgo, a través de comportamientos que aumentan reiteradamente. Siguiendo con los aportes de la epidemiología social, se descubrieron también la existencia de factores, que sirven como escudos para favorecer el desarrollo de los seres humanos, los factores protectores. Es decir que las actuales tendencias en prevención, van orientadas hacia la promoción de factores de protección, no quedándose en sólo la identificación de los factores de riesgo, sino que se actúa en la construcción de resistencias, hacia procesos protectores que incidan en la reducción de conflictos de comportamiento. Así tenemos que los Factores de Protección, son aquellos factores psicológicos o sociales que modifican la acción de un factor de riesgo para desestimular o evitar la aparición de la problemática. O son los recursos personales o sociales que atenúan o neutralizan el impacto del riesgo (David Hawkins, 1992). Vanistandael (1996), establece los siguientes factores de protección personales y sociales: FACTORES PERSONALES Características temperamentales: Mayor Coeficiente Intelectual verbal y matemático. Mayor tendencia al acercamiento. Humor más positivo.Ritmicidad biológica estable (control de esfínteres, patrones de sueño y alimentación). Características cognitivas y afectivas: Mayor empatía. Mayor autoestima. Mayor incentivación al logro. 25 Mayor sentimiento de autosuficiencia. Menor tendencia a sentimientos de desesperanza. Mayor autonomía e independencia. Habilidades de enfrentamiento caracterizadas por orientación hacia las tareas, mayor actividad dirigida a la resolución de problemas, mejor manejo económico, menor tendencia a la evitación de los problemas y menor tendencia al fatalismo en situaciones difíciles. FACTORES SOCIALES: Ambiente cálido. Existencia de madres o sustitutas. Comunicación abierta al interior de la familia. Estructura familiar sin disfunciones importantes. Padres estimuladores. Buenas relaciones con los pares. Mayor apoyo social (emocional, material, informativo, entrega de valores). En los cuadros siguientes se describen factores de riesgo y de protección asociados a diversas áreas de interés para los niños y adolescentes. En una adaptación realizada por el Consejo Nacional para la Acreditación de la Ciencia Económica (CONACE) de la “Guía de intervenciones: Menores y consumo de drogas” (Madrid, España 2002). Se describen estos factores, organizados por área: recursos personales, familia, grupo de pares, escuela, comunidad-barrio y por último, ocio y tiempo libre. 26 Factores de Riesgo Factores de Protección Ausencia de efectividad y comunicación. Actitudes y comportamientos permisivos y/o positivos ante la droga. Falta de cohesión del grupo familiar y aislamiento emocional de sus miembros. Pérdida de roles de las figuras de autoridad: Ausencia de límites y normas claras Incoherencia en la supervisión excesiva exigencia en determinados aspectos y excesiva tolerancia en otros Exceso de protección; disciplina severa Falta de reconocimiento y aceptación del/la hijo/a Ausencia de participación y disfrute en el tiempo libre Alcoholismo y/o drogadicción de algunos de los miembros de la familia Situación de estrés de la familia por problemas económicos, de pareja, etc. Cuando hay antecedentes de adicción al alcohol y otras drogas aumentan significativamente la probabilidad de que se desarrolle una dependencia. Por esta razón se recomienda que los hijos de padres dependientes No consuman alcohol u otras drogas, ya que el riesgo de desarrollar una dependencia es mayor. Límites y normas claras. Reconocimiento y aceptación del hijo/a. Experiencia de refuerzos positivos ante el esfuerzo y valoración del rendimiento y motivación de la eficacia; apoyo para superar los fracasos. Ambiente familiar afectivo y comunicación positiva. Cohesión del grupo familiar. Actitudes y comportamientos contrarios al consumo de drogas; rechazo de las conductas de riesgo. Modelos de conductas positivas en los padres. Roles claros y presencia de figuras de autoridad. Supervisión y procedimientos de control adecuados sobre sus conductas. Seguimiento y apoyo en el rendimiento y asistencia escolar. Participación y disfrute en el tiempo libre familiar. Adecuado estilo de resolución de conflictos (no violento), ambiente de humor y calidez. 27 R e c u rs o s P e rs o n a le s Factores de Riesgo Factores de Protección Niveles bajos de Autoestima. Falta de autonomía en la acción y toma de decisiones. Dificultad para asumir responsabilidades. Ausencia de normas y límites. Ausencia de adultos a apoyar al adolescente. Incapacidad de autocontrol, impulsividad y baja tolerancia a la frustración. Actitud evasiva ante los problemas y/o conflictos. Dificultad para reconocer y expresar sentimientos. Patología psiquiátrica Concepto positivo de sí mismo. Adecuada autoestima. Autonomía acorde a su edad. Responsabilidad. Internalización de límites y normas. Manejo de la resolución de problemas. Autocontrol emocional y conductual. Habilidades sociales. Capacidad para expresar y reconocer sentimientos. Tolerancia a la frustración. Disponibilidad de adultos que sirvan de apoyo al adolescente Tener metas personales y proyecto de vida. 28 R e la c io n e s d e e s c u e la Factores de Riesgo Factores de Protección Dificultades de adaptación. Sensación de identidad y desmotivación. Ausentismo escolar y pasividad. Mal rendimiento académico unido a un autoconcepto bajo. Ausencia de hábitos de trabajo y de recursos culturales. Ausencia de modelos de referencia en los profesores tutores. Poca integración con sus compañeros. Desinterés hacia lo escolar entre sus iguales. Problemas de integración de normas. Experiencia de poca competencia: fracaso escolar y abandono temprano de los estudios. Falta de preparación y de oportunidades, intereses y niveles de aspiración bajos. Relación distante de los profesores con sus alumnos. No abordaje de la prevención del uso de drogas en la institución educadora. Integración en la dinámica escolar. Motivación escolar, puntualidad, asistencia, cumplimiento de horarios. Hábitos de estudio. Adecuado rendimiento y autoconcepto positivo. Modelos positivos de referencia en el profesorado. Integración en el grupo/clase Interés hacia lo escolar entre sus iguales. Interiorización de normas escolares. Relaciones cercanas con los profesores, buena comunicación. Experiencias de reforzamiento positivo ante el esfuerzo, valoración del rendimiento y motivación de la eficacia: apoyo a superar fracasos. 29 C o m u n id a d - B a rr io Factores de Riesgo Factores de Protección Situación económica precaria. Problemas de integración e inclusión social. Desestructuración social. Ausencia de apoyo social: escasos recursos comunitarios. Degradación de la zona (barrios conflictivos del entramado urbano) Accesibilidad a las sustancias y tráfico de drogas. Organización social adecuada. Cohesión social adecuada en el barrio. Relaciones positivas de vecindad. Integración e inclusión social. Apoyo social y protección a los adolescentes. Recursos comunitarios suficientes para el adolescente, conocimiento y accesibilidad a los mismos. Dificultades de acceso a las sustancias. 30 Anaut (2003) refiere que los factores de riesgo implican la probabilidad de sufrir un daño o una pérdida, la posibilidad de estar sometido al peligro, de estar expuesto a la herida. En psicología, los factores de riesgo son unas variables ligadas a la aparición posterior de la patología, o bien de inadaptaciones. Rutter (1985) fue uno de los primeros en advertir a los investigadores del peligro de centrarse en identificar los factores de riesgo y de protección. Propuso interesarse más bien por los procesos implicados en el desarrollo de la resiliencia, debido a que la misma característica puede ser un riesgo en una situación, y en otra, factor de protección. Los factores de riesgo y protección pronostican las conductas problemáticas juveniles como el abuso de substancias y la delincuencia que son prometedores blancos para la intervención preventiva. En conclusión, diversas variables pueden constituir un factor de protección en una situación, y actuar como factor de vulnerabilidad o riesgo en otra. Por estas razones, la búsqueda debería dirigirse a los mecanismos situacionales y del desarrollo que den cuenta del modo en queestos operan (Castellanos, Fernández, Guzmán y Rosales, 2006). Generalmente estos factores ayudan a prever conductas desviadas en niños y adolescentes, eventos que permiten mejorar continuamente los métodos o modelos preventivos contra algunos índices de delincuencia, consumo de drogas, deserción escolar o embarazos tempranos, y así evitar o disminuir el riesgo. 31 CAPÍTULO II. FAMILIA La familia es la base y estructura fundamental de la sociedad, en ella se realizan los más altos valores de convivencia humana. Es la unidad básica de desarrollo y experiencia, realización y fracaso, además la unidad básica de la enfermedad y la salud. Se puede considerar a la familia como una especie de unidad de intercambio, los valores que se intercambian son amor y bienes materiales. Estos valores influyen en todas direcciones dentro de la esfera familiar. (Tocaven, 1989). Para Tocaven (1989) el proceso íntegro de distribución de satisfacción en la familia, está dirigido por los padres, en ellos reposa especialmente el que las expectativas que pone un integrante en otro, estén destinadas a cumplirse razonablemente. En el mejor de los casos, este proceso va sobre ruedas y prevalece una atmósfera familiar de amor mutua, pero si ésta está llena de cambios y desvíos bruscos, pueden surgir profundos sentimientos de frustración, acompañados de resentimiento y hostilidad. Por lo que la función principal de la familia es hacer que el niño socialice y fomente su identidad. Por lo que el grupo familiar efectúa la tarea de moldear el desarrollo de personalidad del menor, determinando así gran parte de su salud mental. Asimismo la familia provee la clase específica de experiencias formadoras que permiten que una persona se adapte a situaciones vitales diversas. Recientemente, se observa que las crisis sociales que se han llevado a cabo en México han tenido consigo una crisis reflejada en las familias mexicanas (Leñero, 1996). La familia mexicana tiene rasgos tan peculiares que es necesario estudiarla detenidamente, ya que de la formación del hogar vienen varias características delictivas notables (Rodríguez, 2004). 32 Aunque la familia actual tiene una visión más amplia y variada del mundo, también presenta fragmentación y dispersión con los lazos entre parientes y amigos. En nuestros días, las familias se encuentran solas y dentro de ellas cada uno de sus miembros; cuando la relación entre sus integrantes es menor, la familia se debilita (Castellanos, Guzmán, López, y Gómez, 2004). Por ello, la familia no es una unidad estática, sino una identidad dinámica. En el curso del ciclo de la vida, los individuos pasan a través de una variedad de modelos, estructuras familiares que conllevan diferentes funciones. Soifer (1979;29) desglosó las siete funciones de la familia, considerando que el objetivo principal es la defensa de la vida: 1. Enseñanza del cuidado físico: incluye la respiración, alimentación, sueño, vestido, locomoción, aseo, higiene, control de esfínteres y previsión de peligros en los niños. 2. Enseñanza en las relaciones familiares: Desarrollo de roles, actitudes, respeto, solidaridad, características psicológicas de cada sexo, así como el comienzo de la identificación sexual que constituyen la base de la capacidad de relación social. 3. Enseñanza de la actividad productiva y creativa: Proporciona la adquisición de conocimientos que serán útiles para a la existencia, promoviendo la creatividad, la seguridad en sí mismo y organización de las funciones mentales como la atención, concentración y memoria. 4. Enseñanza de las relaciones sociales: La convivencia diaria con la familia proporciona la oportunidad para practicar los diferentes modelos existentes y establecer relaciones interpersonales. Dicha enseñanza propone alternativas para relacionarse3 primero dentro de la familia, para después llevarlo a cabo con los demás familiares y posteriormente con la gente en general. 5. Enseñanza de la inserción laboral: Consiste en la responsabilidad de ayudar al joven a ubicar su orientación vacacional, elegir su lugar de trabajo, cómo hacerlo, dónde y cuándo efectuarlo. La familia sirve de modelo para que posteriormente pueda establecer relaciones laborales con jefes y compañeros, así como tener la capacidad de acatar órdenes y cumplir con las leyes. 33 6. Enseñanza de las relaciones sentimentales: La educación de los afectos cómo se manifiestan o cómo se reprimen se da en la vida familiar. La transmisión de las pautas de comunicación verbal y no verbal son modeladas en la familia así como la búsqueda, elección, y relación de pareja. 7. Enseñanza de la formación y consolidación de un nuevo hogar: La responsabilidad de la familia es mostrar a los hijos cómo se construye y consolida un matrimonio, cómo se cría y educa a los hijos, cómo se resuelven los problemas a través de la comunicación, siendo el paso final lograr la independencia en los hijos para establecer un nuevo hogar. Espejel (1997;12) clasifica a la familia basada en la Escala de Funcionamiento Familiar (EFF), de la siguiente manera: Familia primaria nuclear: familia integrada por padre, madre e hijos de ambos, sin que haya uniones previas con hijos. Familia primaria semiextensa: Es una familia primaria con quienes viven uno o varios miembros de la familia de origen de alguno de los cónyuges. Familia primaria extensa: Es una familia nuclear que va a vivir con la familia de origen de uno de los cónyuges o que nunca salió del seno familiar y ahí permaneció después de realizar su unión conyugal. Familia reestructurada familiar: Es una familia formada por una pareja donde uno o ambos de los cónyuges ha tenido una unión previa con hijos, independientemente de los hijos que conciban juntos. Familia reestructurada semiextensa: Es una familia formada por una pareja donde uno o ambos de los cónyuges ha tenido una unión previa con hijos y que incluyen bajo un mismo techo a uno o más miembros de la familia de origen de alguno de ellos. Familia reestructurada extensa: Es una familia formada por una pareja donde uno o ambos de los cónyuges ha tenido unión previa con hijos y que vive con la familia de origen de él o de ella. 34 Familia uniparetal nuclear: Una familia integrada por padre o madre con uno o más hijos. Familia uniparetal semiextensa: Una familia integrada por padre o madre con uno o más hijos y que reciben en su hogar a uno o más miembros de su familia de origen. Familia uniparetal extensa: Una familia integrada por padre o madre con uno o más hijos que viven con su familia de origen. Tocaven (1991;85) menciona otro tipo de familias inadecuadas para la formación de los hijos y misma que se presentan a continuación: La Familia Idónea normal. El niño y el adolecente mientras permanece en el seno familiar, necesitan para su desarrollo mental normal de una familia funcionalmente sana. Esta debe tener factores estimulantes y carecer de factores perturbadores, la familia debe proporcionar amor afecto, aceptación, tolerancia, seguridad y estabilidad por parte de los padres. Familia Invertida. Este tipo de familia representa un problema sociológico y psicológico. La familia es un tipo de matriarcado donde la madre es casi a la autoridad absoluta en el hogar. Las responsabilidades de la madre son grandes y las cumple con poca determinación. Familia sobretrabajada. Es aquella donde los padres viven intensamente ocupados en actividades fuera del hogar, actividades que son remuneradas, pero que empobrecen el hogar a nivel emocional. Cuando ambos padres trabajan, muchas veces el tiempo estimado para los hijos es deficiente. A menudo los padres trabajan para adquirir mejores comodidades, sin embargo estas ganancias materiales raras veces contribuyen a favorecer el desarrolloemocional de los hijos a los cuales se abandona o se deja a cargo de personas que tienen poco interés emocional en su formación. 35 Familia hiperemotiva. Esta familia se caracteriza por que los miembros por igual, dan rienda suelta a sus emociones en mayor medida de lo común. Una mínima provocación puede desencadenar una perturbación emocional y todos los sentimientos se expresan en forma libre y exagerada, inclusive el amor, la depresión, la excitación y la ira. Los hijos nacidos en estas familias aprenden en poco tiempo que para ser escuchados se debe gritar. Presencian discusiones violentas entre los padres y llegan a imitar dicho comportamiento. Familia Ignorante. En esta familia ambos padres, por uno u otro motivo, carecen de conocimientos generales sobre el mundo que los rodea. Son padres cagados de prejuicios, tendenciosos, con puntos de vista limitados y exponen a sus hijos a un concepto cerrado del mundo. Estos padres inculcan verdades a medias o de concepciones falsa, de las cuales, al paso de los años será difícil despojarlos. Familia Intelectual. En esta familia los padres se dedican mayormente a las actividades intelectuales, inhibiendo en gran parte la expresión de sus emociones. Fomentan en los hijos dicha intelectualidad combatiendo todo despliegue de expresión de sentimientos. Los padres tienen mucha educación y cada uno se dedica a sus propios interese intelectuales. FAMILIA DISFUNCIONAL Una familia disfuncional se entiende como aquella que a pesar de estar formada con lazos afectivos en común, conviven con conflictos, mal comportamiento y frecuentes abusos por los integrantes de cada miembro de la familia. Los niños que se desarrollan en este tipo de ambientes crecen pensando que esta conducta puede ser normal. La disfuncionalidad familiar tiene que ver con la falta de competencias para enfrentar los compromisos; cuando las crisis no fueron resueltas o se respondió de forma incorrecta, se afecta su dinámica, se generan problemas y se establecen 36 transacciones que producen malestar y situaciones de sufrimiento entre sus miembros (Castellanos, Guzmán, López y Gómez,2004). El concepto de familia disfuncional es ya de uso común y, al menos de forma aproximada, mucha gente lo entiende. Su origen se encuentra en el área de la psicología y en un principio sirvió para designar a aquellas células de la sociedad con situaciones conflictivas que iban en detrimento del buen desarrollo de las habilidades de sus integrantes, en concreto de adolescentes y niños. A partir de este precepto se han explicado muchos fenómenos, entre ellos alcoholismo, drogadicción, violencia, agresividad o delincuencia, de modo que un juicio apresurado podría señalarle como el origen y único depositario de los males comunitarios. Debemos explicar que la palabra disfuncional nos dice que la familia „no funciona‟, es decir, no cumple las labores que le atribuye la sociedad. (http://www.saludymedicinas.com.mx/nota.asp?id=2195) Sin embargo, no se puede hablar de funcionalidad familiar como algo estable y fijo, sino como un proceso que tiene que estarse reajustando constantemente. Si la familia establece estrategias disfuncionales ante las situaciones de cambio, como la rigidez y la resistencia, esto provoca un detenimiento de los conflictos y por tanto, comienzan a aparecer síntomas que atentan contra la salud y el desarrollo armónico de sus miembros. La principal característica que debe tener una familia funcional es que promueva un desarrollo favorable a la salud para todos sus miembros, para lo cual es imprescindible que tenga: jerarquías claras, límites claros, roles definidos, comunicación abierta, explícita y capacidad de adaptación al cambio. Autores como Ackerman (1978) y Mc Cord (1966) hablan de la relación que existe entre la familia disfuncional y la conducta delincuente (antisocial) de los hijos. Para Ackerman (1987) la familia es la unidad de desarrollo y experiencia, de realización y fracaso, de enfermedad y salud. Por lo que relaciones familiares regulan y 37 facilitan algunos canales de desarrollo emocional e inhibe otros. Así, la interacción familiar moldea los alcances del impacto entre fantasía y realidad. El individuo busca aquellas cualidades de la experiencia familiar que congenian con sus propias necesidades. Para Mc Cord (1966) la estabilidad familiar depende de un factor sutil de equilibrio en el intercambio emocional, donde cada miembro influye en la conducta de los otros, por lo que la mala relación entre las personas de la familia, afecta los procesos de interacción del resto de los miembros de esta. Muchos adolescentes que pasan por tiempos difíciles, provienen de un medio familiar desfavorable, hogares destruidos donde alguno de los padres o los dos, no les brindan afecto o los rechazan de manera activa (Glueck, 1959, Gibbons, 1969 y Hurlock, 1970) Desde el punto de vista de Minuchin (1986), existen dos tipos de relación que provocan problemas familiares cuando se ponen en marcha mecanismos adaptativos. Los cuales tienen una relación directa con la claridad de los límites en el interior de la familia. Estos dos extremos del funcionamiento de los límites son designados por el aglutinamiento y desligamiento. Constituyen los dos extremos de límites difusos, por un lado y, de límites sumamente rígidos por otro, que de alguna manera determinarán el funcionamiento del grupo familiar. De acuerdo con Gibbons (1969) la mayoría de los padres de adolescentes infractores han sufrido abandono familiar. Por otro lado refiere que los conflictos de la delincuencia juvenil, también marca su origen en hogares conflictivos, con padres severos, autoritarios, y ausentes que no proporcionan las experiencias adecuadas para el manejo de la autoridad, creando desconfianza en cada uno de los integrantes. 38 FAMILIA Y RESILIENCIA La expresión “Resiliencia Familiar” designa los procesos de superación y adaptación que tienen lugar en la familia como unidad funcional. La perspectiva sistémica permite comprender de qué manera los procesos familiares dominan el estrés y posibilitan a las familias afrontar penurias y dejar atrás las situaciones de crisis (Walsh, 2004). Patterson (1993) sostiene que los factores estresantes afectan a los niños sólo en tanto y cuanto interrumpen los procesos decisivos de la familia. No sólo el niño muestra vulnerabilidad o resiliencia: lo más importante es que el propio sistema familiar influye en el eventual ajuste. McGubbin y McGubbin (1988), definieron la resiliencia familiar como “las características, dimensiones y propiedades de las familias que ayudan a hacerlas resistentes frente a la desorganización, el cambio y la adaptación que plantean las situaciones de crisis”. Silliman (1994), la define la como “la capacidad familiar para cultivar fortalezas que posibilitan encarar positivamente los desafíos de la vida”. Cómo una familia enfrenta y maneja una experiencia disruptiva, cómo amortigua el estrés, se reorganiza efectivamente, y se mueve hacia adelante con la vida, influirá en la adaptación inmediata como a largo plazo, de todos los miembros de la familia y de la unidad familiar. De esta manera la familia es vista como un desafío y afirma su potencial reparativo, de cara a la adversidad. En ese sentido McGubbin y Patterson (1983), desarrollaron una estructura de crisis familiar donde se incluían los conceptos de vulnerabilidad y poder regenerativo, que involucraba la habilidad para minimizar el impacto disruptivo de una situación estresante, a través de los esfuerzos para influir en las demandas y también desarrollar recursos para enfrentarlos. Posteriormente a este modelo McGubbin y McGubbin (1988,1993) le agregaron dos factores preponderantes en la determinación del nivel de adaptación de la familiaa los estresores, que son el sentido de coherencia de los sucesos familiares, y el plan familiar, que describe el compartir en la familia valores, metas, prioridades, expectativas y una visión del mundo. 39 La resiliencia familiar debe entenderse como un proceso de interacciones múltiples a través del tiempo, que fortalece el vigor o la energía, tanto individual como familiar, dentro de particulares contextos ecológicos y de desarrollo. En el contexto social, valoriza el funcionamiento familiar con relación a las variadas demandas que éste exige, situando a la familia en relación con sus particulares desafíos, restricciones y recursos. Desafíos como la jubilación, el divorcio, segundas nupcias con la misma u otra pareja, pérdida súbita del trabajo, etc. McGubbin y Patterson (1983), también enfatizaron acerca de la importancia de encajar y balancear la adaptación, de la unidad familiar y de los miembros individuales, con el fin de lograr un nivel de funcionamiento que promueva el desarrollo de ambos. Por otra parte el desarrollo considera cómo los procesos de resiliencia relacional varían con las diferentes fases de adaptación y el paso del ciclo de la vida. Este paso no es casi nunca una trayectoria tranquila, ya que en cada transición la familia debe calibrarse y reajustarse. Por ejemplo, Walsh y McGoldrick (1991), al hablar sobre el duelo, cambiaron la atención de aquel, focalizado en el individuo, hacia los procesos de adaptación familiar para recuperarse y ser resiliente. Walsh (2004) propone identificar elementos básicos de resiliencia, incluyendo procesos interacciónales tales como la cohesión, flexibilidad, comunicación abierta, habilidades para solucionar problemas, y sistemas de creencia afirmativos o de apoyo, la familia, como primer sistema social, representa un espacio de seguridad para el niño porque este puede actuar despreocupándose de la evaluación que los miembros hagan de su comportamiento, saben que se les va aceptar aún cuando pueda no comportarse del modo que los padres y hermanos desearían. 40 FAMILIA Y ADOLESCENCIA El sistema relacional de una familia en la etapa adolescente se enfrenta a intensos cambios de uno a más de sus miembros y por lo tanto necesariamente también cambia su propio funcionamiento. Hay interacciones que muestran que la retroalimentación positiva predomina sobre la negativa, es decir, se producen cambios que a su vez activan nuevos cambios. Por estas razones, la etapa con hijos adolescentes suele ser considerada como una de las más difíciles dentro del ciclo vital de la familia. Es un periodo donde los distintos miembros de la familia cambian su orientación hacia relaciones extrafamiliares y las fronteras pueden volverse menos permeables que en etapas anteriores. Esta característica se nota con claridad en los típicos conflictos padres- hijos referidos a la defensa de la privacidad y de la autodeterminación por parte de los adolescentes, en contraposición al intento de los padres por mantener las pautas de relación de la niñez. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que el hijo adolescente también está atravesando por ciertas dificultades, en el sentido que mantienen conductas que reflejan sus necesidades infantiles de protección y control por parte de sus padres. Estas características del sistema de relaciones se pueden acompañar de mayores incertidumbres para las personas y de más conflictos entre los distintos miembros de la familia. En esta etapa las tareas parentales son difíciles. Los padres deben aceptar el crecimiento y desarrollo de su hijo y darle progresivamente las condiciones para que se desarrolle y pueda llegar a decidir personalmente su futuro laboral, sexual y familiar. Las opciones que el adolescente toma en algunos momentos pueden coincidir o no con las expectativas de los padres, lo que produce conflictos que para muchas familias son difíciles de manejar y aceptar. A veces los padres se cierran y asumen una actitud controladora que retarda la independencia del joven. 41 Idealmente deben reaccionar apoyando a sus hijos, manteniendo una comunicación abierta y dando las posibilidades emocionales y materiales para que el joven comience una vida independiente exitosa. También es posible que tengan una postura desinteresada o impotente, manifestada en una excesiva permisividad, y que también tiene consecuencias negativas para el desarrollo adolescente. Durante el proceso de formación de la identidad los adolescentes se ven obligados a juzgar sus valores y conductas en relación con los de la familia. La forma en la que los padres interactúan con los adolescentes influye de modo decisivo en la forma en que éstos avanzan a la adultez. Los sistemas familiares son dinámicos: los cambios conductuales de un miembro de la familia inciden en los demás. Por ser la adolescencia un periodo de modificaciones trascendentales y a veces radicales, la familia también cambia como sistema social, lo mismo que la comunicación entre generaciones. El conflicto que existe entre los adolescentes y su familia no van más allá de cosas simples como son los quehaceres del hogar, las calificaciones, el noviazgo, los amigos, etc. Por lo general, en los primeros años de la adolescencia se presentan más conflictos que en los últimos. Cuando los adolescentes y sus padres son mayores, logran superar los arduos problemas de la autonomía y la separación. Por otra parte los padres y las madres logran influir en la vida de sus hijos adolescentes de distintas maneras (Stone y Church 1970, Craig 2002). FAMILIA Y DELINCUENCIA El hombre se desarrolla dentro de una institución familiar, y si ésta no cumple su misión, aquél será perjudicado. En la mayor parte de las familias existen el padre y la madre; sin embargo, la figura paterna es muy inestable. El 45 % no se encuentra en el hogar, y el 6 % lo 42 abandona ocasionalmente (Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), II Conteo de Población y Vivienda 2005). En los grupos familiares en los que uno de los padres está ausente y no hay una persona que lo sustituya, los controles son débiles o nulos, y los roles tanto de padres como de hijos son confusos y no se hallan delimitados claramente. Estas familias están más propensas a problemas, tanto familiares como individuales. Una figura masculina poco estable, lejana o ausente proporciona una socialización inadecuada que deja al individuo más expuesto a la influencia de otros grupos. Las causas de abandono paterno influyen en la desestabilización psicológica y social de los menores. El abandono paterno es una experiencia dolorosa que generalmente se expresa como rechazo hacia el padre (algunas veces hacia la madre), resentimiento y actitudes agresivas hacia los representantes de la autoridad, (maestros, policías y patrones). También conlleva falta de disciplina por lo que le menor actúa a voluntad y atiende sus propios problemas y carencias desde temprana edad. Un 87 % de las madres permanecen en casa, siendo muy importante debido a que la figura débil o ausente del padre, la mujer suplirá muchas de las necesidades efectivas y económicas de la familia De la Garza y colaboradores (1987). La familia nuclear tiene un fuerte peso en el desarrollo infantil, ya que de la calidad de la relación padres-hijos, depende la primera cosmovisión del infante; ésta puede ser agradable, gratificante, interesante, o, por el contrario hostil, extraña, aterrorizante y aburrida. Es vital, en la formación de la personalidad del individuo, la primera etapa de la vida, la correcta formación en primera instancia de un binomio madre-hijo y posteriormente un trinomio padre-madre-hijo, será para el sujeto una buena base para la formación de la personalidad. (Rodríguez, 2004). http://www.inegi.org.mx/inegi/default.aspx?s=est&c=10215
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