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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSTGRADO FACULTAD DE MEDICINA i HOSPITAL JUAREZ DE MEXICO SERVICIO DE CIRUGIA GENERAL “COLECISTECTOMIA LAPAROSCOPICA AMBULATORIA “ DR. JAVIER GARCIA ALVAREZ ASESOR DE TESIS MÉXICO, D.F. MARZO 2011 TESIS DE POSTGRADO PARA OBTENER EL TÍTULO DE: ESPECIALISTA EN CIRUGIA GENERAL P R E S E N T A : DR. ELISEO RICARDO MARTINEZ LUNA UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 AUTORIZACION DE TESIS. ________________________________ DR. GUILLERMO HERNANDEZ VALENCIA. JEFE DE ENSEÑANZA DEL HOSPITAL JUAREZ DE MEXICO. ___________________________________ DR. JAVIER GARCIA ALVAREZ. JEFE DE CIRUGIA GENERAL HOSPITAL JUAREZ DE MEXICO. PROFESOR TITULAR DEL CURSO UNIVERSITARIO. ASESOR DE TESIS. AUTORIZACION DE PROTOCOLO: HJM1989/11.02.15-R. 3 AGRADECIMIENTOS. A MIS PADRES POR DARME LA VIDA Y SU APOYO INCONDICIONAL. A MI ESPOSA E HIJOS POR SU AMOR Y PACIENCIA. A TODOS MIS MAESTROS POR SU TIEMPO Y DEDICACION. 4 INDICE. Pág. 1.- INTRODUCCION. ……….……………………………………….…… 5 2.- LA VESICULA BILIAR. …………………….……………………….. 10 EMBRIOLOGIA. ANATOMIA. FISIOLOGIA. PATOGENIA DE LOS CALCULOS BILIARES. COLECISTITIS CRONICA LITIASICA. 3.-JUSTIFICACION. ….……………………………..…………………… 40 4.- HIPOTESIS. ..………………………….……………………………… 43 5.- OBJETIVO. …………………………………………………………… 44 6.- DISEÑO DEL ESTUDIO. ………………………………………….... 45 7.- MATERIAL Y METODOS. ……………………………………..…... 46 CRITERIOS DE INCLUSION. CRITERIOS DE EXCLUSION. EQUIPO. INSTRUMENTOS. TECNICA QX. DE COLECISTECTOMIA LAPAROSCOPICA. CRITERIOS DE EGRESO. 8.- RESULTADOS. ….…………………………………………………… 61 9.- DISCUSION. ……………………….……………………………… 72 10.-CONCLUSIONES. ..………………………………………………….. 76 11.- BIBLIOGRAFIA. .…………………………………………………….. 78 5 COLECISTECTOMIA LAPAROSCOPICA AMBULATORIA. INTRODUCCION. Casi todo el progreso en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de las vías biliares se ha logrado en el siglo pasado. Sin embargo, la litiasis biliar y sus secuelas, que causan la mayor parte de los problemas clínicos, no son un mal exclusivo de los tiempos modernos. El hígado y las vías biliares se mencionan en las observaciones humanas más tempranas registradas. Los babilonios (2000 a.C.) describieron la vesícula, cístico, conducto hepático común y colédoco, pero no apreciaron su papel en la digestión. El cálculo biliar más antiguo que se conoce data de la XXI dinastía egipcia (1085 a 954 a. C.) y fue descubierto en la momia de una sacerdotisa de Amón. Irónicamente, esta antigua pieza fue destruida por un bombardeo a Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial. Mucho tiempo después, durante la época del Imperio Romano, Plinio describió la rara anomalía de la vesícula doble, y el bien conocido médico Sorano de Efeso describió la ictericia y los signos que acompañan a la obstrucción extrahepática, incluyendo las heces acólicas, la orina oscura y el prurito. La litiasis biliar fue descrita primeramente por un médico griego, Alejandro Tralliano, quien escribió acerca de los cálculos dentro de las vías biliares. La importancia quirúrgica de las enfermedades de las vías biliares fue puesta en evidencia por el médico árabe Ibn Sina (980 a 1037), quien afirmó que el drenaje de un absceso de la pared puede ser seguido por la formación de una fístula cutáneabiliar. El problema fundamental puede haber sido la perforación de una vesícula con inflamación aguda y formación de absceso en la pared abdominal. Joenisio fue el primero que extrajo cálculos a través de una fístula biliar que se había formado por drenaje espontáneo de un absceso de la pared abdominal.(1) En 1543, Vesalio informó la presencia de una membrana cerca del extremodistal del colédoco que creía que impedía el reflujo del contenido duodenal hacia el colédoco y 6 en 1879 esta estructura fue descrita como un esfínter y recibió su nombre por RugeroOddi, quien en 1887 publicó una descripcióndetallada de su anatomía. Según Power, Jean Louis Petit (1674 a 1760) advirtió que una vesícula podría adherirse a la pared abdominal y propuso que fuera puncionada a través de la pared abdominal mediante un trocar. Sin embargo, no se sabe si él efectuó realmente el procedimiento. La primera colecistostomía se acredita aJhonStoughBobbs, de Indianapolis, el 15 de junio de 1867. Su paciente, una mujer de 32 años, tenía una gran masa abdominal, que resultó ser la vesículabiliar llena de cálculos y un líquido seroso claro. Obviamente tenía hidropesíade la vesícula biliar. Abrió la vesícula, extrajo los cálculos y cerró el órgano mediante sutura. En realidad, su operación fue una colecistostomía, sin establecer una abertura al exterior. Carl Langenbuch, de Berlín, efectuó la primera colecistectomía en junio del 1882, empleando la técnica aséptica que Joseph Lister iniciara en 1878.El paciente era un varón de 43 años que había sufrido cólicos biliares durante 16 años. Fue dado de alta del hospital ocho días después de la operación. Cuatro años más tarde, en l886, la primera colecistectomía en Estados Unidos fue realizada por JustusOhage, de St. Paul, Minnesota. Ludwig Courvoisier, de Basilea, efectuó la primera coledocotomía en 1890, con resultados satisfactorios e hizo a principios del siglo XX varias contribuciones para comprender la obstrucción de las vías biliares.. En 1902Kellin reporta el primer examen endoscópico de la cavidad abdominal. Unos años más tarde Jacobeus utiliza este procedimiento en pacientes con ascitis y en el diagnóstico de lesiones malignas tempranas. Kalk, un gastroenterólogo desarrollo el sistema óptico oblicuo y la técnica del trocar “dual”, él y Bruhl dan una serie de 2000 casos incluyendo biopsias hepáticas sin mortalidad en 1951. Ellos realizan los procedimientos laparoscópicos usando anestesia local complementada con analgésicos intravenosos. (2) En 1928, Ivy y Oldberg informaron la extracción exitosa de la hormona colecistoquinina de la mucosa duodenal de cerdo, que se demostró contraía la vesícula biliar y reducía la resistencia del esfínter de Oddi. Estos estudios y otros 7 posteriores establecieron firmemente una íntima relación entre contracción vesicular, función del esfínter de Oddi y flujo de bilis hacia el duodeno. Los más importantes descubrimientos del siglo XX han sido los exámenes diagnósticos. Este campo quedo abierto con la creación de la colecistografia por Graham y Cole, que culminó con la primera imagen radiográfica de la vesícula humana en 1924. La colecintigrafía fue dada a conocer en 1953. Los avances en las técnicas de visualización o iconográficas y los mejores medios radiopacos y radioisotópicos han dado por resultado las actuales colecistografía y colecintigrafía dealta resolución. La colangiografíatransoperatoria se describió en 1932, desde 1950 se dispone de la colangiografía por las vías transhepática, percutánea y retrograda endoscópica. La aplicación de ultrasonografía, tomografía computada, coledocoscopia y técnicas transoperatorias para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de las vías biliares han ocurrido en los dos últimos decenios. El concepto de organización para la prestación de servicios de salud más parecido al actual de hospital, proviene de Francia y data del año 452 cuando él”Hotel-Dieu de Beune” en Lyons, estuvo preparado para atender a su primer paciente; algunos años después, se fundaron otras organizaciones especializadas lejos de las ciudades y se llamaron “leprosarios”, también conocidos como “lazaretes” como homenaje a San Lázaro, patrón de los leprosos. Estos últimos tenían como propósito alejar de las comunidades a personas que padecían patologías incurables para aquel entonces. En Inglaterra el desarrollo de hospitales es posterior al año 1066, después de la invasión Normanda de William el Conquistador. Los hospitales de La Santa Cruz en Winchester y el San Bartolomé en Londres fueron fundados en 1123. Sorprendentemente, el primer quirófano de Inglaterra fue creado cerca de siete siglos después, en 1822. Los hospitales anteriores a esta época no tenían salas de cirugía y este quirófano, que se encontraba en el ático de la iglesia de Santo Tomás tenía, además, función de herbolario para la preparación de medicinas. Aunque la primera mención de este hospital data de 1215 cuando fue fundado por monjes Agustinos para la atención de pacientes pobres, que sólo así podrían tener la posibilidad de ser atendidos por los médicos prestantes del país. Es pertinente mencionar que en este 8 hospital, en 1859 Florence Nightingale encabezó la organización de la escuela de enfermería, actividad en la cual se soportan muchas de las actividades del ejercicio ambulatorio. (3) En los años finales del siglo XIX se hicieron grandes avances en laactividad quirúrgica gracias a algunos desarrollos particulares. El control del dolor con la popularización y el uso de eficientes técnicas anestésicas y el control de las infecciones, principal causa de mortalidad para entonces, permitió la ejecución de procedimientos quirúrgicos complejos. En octubre de 1846, con el Dr. John C. Warren como cirujano, y William Thomas Green Morton, “dentista”, en el Massachussets General Hospital se realiza la primera demostración exitosa de narcosis, con éter sulfúrico que se había utilizado con otros fines y era conocido para la época como “Gas hilarante”. Se vence el dolor. Siguió el croroformo, cuyo uso se diseminó entre las mujeres durante el trabajo de parto después que se dio a conocer la noticia de que la Reina Victoria de Inglaterra dio a luz a su cuarto hijo, el Príncipe Leopoldo, Duque de Albany, bajo el efecto de esta droga, suministrada por John Snow, que se recuerda como el primer “médico especialista en anestesia” en Inglaterra. Para cuando el primer centro de cirugía ambulatoria, concebido como independiente, fue fundado por el Dr. Ralph Waters, anestesiólogo, el Down-Town Anestesia Clinic, en la ciudad de Kansas en 1918, el Dr. James Nicolli había reportado informes de cerca de 9.000 pacientes intervenidos en Inglaterra entre 1899 y 1908. Desafortunadamente, para el desarrollo de la cirugía ambulatoria surgió un gran obstáculo causado por el cambio de comportamiento de la sociedad: Con la migración de las comunidades de áreas rurales a las ciudades, para trabajar en las grandes factorías, en lo describe AlvinToffler como La segunda Ola, debieron crearse instituciones que se hicieran responsables del cuidado de los niños, de los viejos y, por supuesto, de los enfermos. Surgen y se desarrollan entonces, junto con las escuelas y las casas de ancianos, los grandes hospitales que dieron a la familia de entonces la “movilidad” que ésta necesitaba. Puede entonces inferirse que el 9 desarrollo de la práctica hospitalaria sustituyendo a la ambulatoria surgió más de una necesidad social que de una necesidad médica, lo que para principios del siglo XX tenía una gran lógica. Fergusson publica en 1947 su tratado Anesthesia in Surgery of AmbulatoryPatient, dirigido a Internistas y Cirujanos que realizaban procedimientos en consultorios. Doce años más tarde, Webb y Graves publican la experiencia de 10 años en la práctica de anestesia en pacientes quirúrgicos extrahospitalarios. Se considera que el concepto de ejercicio ambulatorio, que se ha mantenido hasta hoy, nace en 1962 cuando David Cohen y John Dillon, también anestesiólogos, establecieron la Unidad de cirugía ambulatoria en el instituto de ciencias de la salud de la Universidad de California, en los Ángeles (UCLA). Para 1967, Mary Louise Levy y Charles Coakley presentaron el reporte muy favorable de las actividades de la Unidad ambulatoria del hospital de la Universidad George Washington. En el año de 1970 se abre la primera unidad multidisciplinaria en los Estados Unidos con el Surgicenter en Phoenix, Arizona, que aún hoy existe, creado por Wallace Reed y John Ford. En 1974 se originan las primeras asociaciones de instituciones de servicios ambulatorios y en 1984 la Asociación Americana de Anestesia (ASA) crea la SAMBA: SocietyforAmbulatoryAnesthesia. (3) Durante los 1970s el pionero en ingeniería ginecológica KurtSemm en Alemania muestra que “la cirugía pelviscópica” era posible. El diseña muchos instrumentos y desarrolla técnicas que facilitan la cirugía laparoscópica.La colecistectomía laparoscópica tuvo un inicio modesto en 1987, cuando PhilippeMouset en Lyon, Francia, efectuó una colecistectomía a una mujer durante una laparoscopia ginecológica. Posteriormente su desarrollo fue semi-clandestino, fuera del ámbito quirúrgico académico, estuvo sujeta a opiniones sarcásticas, incrédulas y fue altamente criticada. Sin embargo desde los primeros informes de este procedimiento y su presentación en el Congreso del Colegio Americano de cirujanos en 1989, en Atlanta, se ha convertido en un procedimiento cada vez más popular 10 LA VIA BILIAR. EMBRIOLOGIA. Estudios embriológicos han demostrado que la vesícula y conductos biliares se originan en la porción caudal de un brote diverticular que se origina en el piso ventral del intestino anterior. Durante la cuarta semana de desarrollo del embrión humano (de 5 mm), aparece un brote sólido en la pared ventral del intestino primitivo anterior, cerca de su entrada en el saco vitelino. De esta proyección han de surgir el hígado, la vesícula y los conductos biliares. A las 4 semanas se pueden reconocer tres brotes: el craneal, que se convertirá en el hígado, el basal, que formará el páncreas ventral, y el dorsal, que dará origen a la vesícula. En el embrión de 15 mm la futura vesícula es un tubo sólido y largo que se encuentra en el mesénquima de lala fosa vesicular (en la cara posteroinferior del hígado)mientras que los futuros conductos biliares ya están permeables. La cavidad vesicular se desarrolla por un proceso conocido como vacuolización, que lleva a la formación de vacuolas de aparición simultánea en diferentes partes del esbozo vesicular. En condiciones normales, la luz se forma por la fusión de las vacuolas. Si la vacuolizacion completa no se produce, si el estadio sólido se mantiene en toda la vesícula o en parte de ella, puede originarse una regresión que determina posibles zonas estrechas o aun la ausencia congénita de la vesícula o de los conductos biliares. La vesícula bilocular, la vesícula doble, en reloj de arena o los divertículos vesiculares pueden deberse a separaciones producidas en el brote primitivo. En 1957, Boyden confirmó que la muscularis propia distal del colédoco y conducto pancreático es independientede la musculatura duodenal. En estudios del feto humano, demostró que la musculatura del esfínter de Oddi se origina de novo de mesénquima, apareciendo aproximadamente 5 semanas después que la musculatura intestinal. (4) 11 ANATOMIA. La vesícula es un reservorio ubicado en la cara inferior del lóbulo derecho del hígado en la fosa cística y está separado del parénquima hepático por la placa cística, que está constituida por tejido conectivo estrechamente adherido a la cápsula de Glisson y que prolonga la placa hiliar. Algunas veces, la vesícula está profundamente incluida en el hígado (vesícula intrahepática), pero en ocasiones se ubica en una adherencia mesentérica, y puede producirse un vólvulo. La vesícula tiene entre 7 y 10 cm de longitud, su volumen llega alos 30 ml, una vesícula con distensión moderada puede alojar entre 50 y 60ml de bilis; en distensión marcada esa víscera puede contener hasta 200 o 300 ml. En la vesícula se describen cuatro zonas: fondo, cuerpo, infundíbulo y cuello. El fondo representa el extremo ciego redondeado que normalmente se extiende más allá del margen hepático y está cubierto por peritoneo, mide de 2.5 a 3 cm de ancho, siendo ésta la parte que se palpa al examinar el abdomen. El fondo comienza en el borde anterior del hígado y se extiende hacia adelante y abajo. En general se apoya sobre el duodeno o el colon transverso. Se encuentra en contacto con la pared abdominal anterior, cerca del borde externo del recto anterior, pero presenta variaciones en cuanto a su posición en relación con la pared abdominal y el reborde costal. El fondo contiene gran parte del músculo liso del órgano. El acodamiento del fondo vesicular origina una anomalía denominada “en gorro frigio”. El cuerpo es aplanado de arriba hacia abajo. Su dirección es oblicua hacia arriba, hacia atrás y a la izquierda. Sus dos caras, superior e inferior, son convexas y se continúan una con otra por dos bordes igualmente convexos, uno derecho y otro izquierdo. El cuerpo de la vesícula se prolonga en una zonaafinada, el cuello, que apunta hacia atrás y arriba en dirección a la hendidura transversal del hígado para terminar en el conducto cístico. Entre el cuerpo de la vesícula y el cuello se encuentra una zona saliente que se denomina infundíbulo. El cuello o pelvis está doblada sobre el cuerpo, al cual sigue. Tiene 2 cm de longitud y se extiende de atrás hacia adelante, por dentro, es decir hacia 12 la izquierda, del cuerpo de la vesícula, con el que forma un ángulo abierto hacia adelante en el que se encuentra un ganglio linfático. El vértice del ángulo se marca por un surco en la superficie exterior de la vesícula. El cuello es ampular. Está en efecto, dilatado en su parte media y se estrecha en sus dos extremidades, pero el estrechamiento es más pronunciado en su extremidad anterior, que se continúa con el conducto cístico. La bolsa de Hartmann es una saculación que se halla en el cuello de la vesícula; es común que en este sitio se aloje un cálculo biliar. Las válvulas de Heister son unos pliegues espirales de membrana mucosa que están en la pared del conducto cístico y cuello de la vesícula, que dificulta su cateterización. La pared consiste en una red musculoelástica carente de capas definidas y el músculo está muy bien desarrollado en particular en el cuello y el fondo. La membrana mucosa presenta unos pliegues delicados e íntimamente entretejidos; en lugar de glándulas existen unas profundas indentaciones de mucosa, las criptas de Luschka, que penetran en la túnica muscular. No existe submucosa ni muscular de la mucosa. Los senos de Rokitansky-Aschoff son evaginaciones ramificadas de la luz dentro de la mucosa y la túnica muscular de la vésicula biliar. Tienen unaparticipación importante en la colecistitis aguda y la gangrena de la paredvesicular. (5) 13 Fig. 1. Anatomía de la vía biliar. 14 CONDUCTO CISTICO. Comunica a la vesícula biliar con el conducto hepatocolédoco. Por lo general su luz tiene de 1 a 4 mm. Su calibre, menor que el del conducto hepático, aumenta desde su extremo vesicular, donde mide aproximadamente 2.5 mm, a su extremo terminal, que tiene un diámetro de 3 a 4 mm. Su longitud es variable, aproximadamente de 3 cm, con dependencia del tipo de unión con el colédoco. El cístico se dirige en sentido inverso al cuello de la vesícula y forma con él un ángulo muy agudo abierto hacia atrás. El vértice de este ángulo se marca porun surco que separa el cuello del conducto. El cístico se dirige oblicuamente hacia abajo, a la izquierda y hacia atrás, describiendo una curvatura cuya concavidad mira a la derecha, hacia abajo y hacia adelante. Se adosa, poco después de su origen, al lado derecho del conducto hepático y desciende hasta su terminación junto con el hepático, al cual se une estrechamente. La forma del conducto cístico es muy variable. Está ligeramente abombado en su extremidad superior y presenta una serie de abolladuras que son bien visibles en el conducto distendido; las abolladuras están separadas por surcos irregularmente distribuidos (Pedro Belou), aunque la mayor parte de las veces son paralelos entre sí y están orientados oblicuamente respecto a la pared del conducto, lo que le da el aspecto de estar contorneado en espiral. En su mitad inferior, la superficie del conducto cístico es casi regularmente cilíndrica.Su pared está rodeada por una estructura denominada esfínter de Lutkens. La superficie interior del conducto cístico es irregular y presenta depresiones y pliegues mucosos en relación con las abolladuras y con los surcos de la superficie exterior. Los pliegues mucosos, o válvulas del conducto cístico, no se borran por la distensión. Son de cinco a doce (Cruveilhier) y se disponen en dirección transversal u oblicua, insertándose en la pared según una línea espiral. En ocasiones, las válvulas en su conjunto forman una cresta espiral continua llamada válvula espiral de Heister. Si bien el cístico se une con el conducto hepático común en su segmento supraduodenal en el 80% de los casos (Moosman, 1970), puede extenderse hacia abajo 15 hacia el área retroduodenal o incluso retropancreática. En ocasiones el cístico puede unirse con el conducto hepático derecho o conducto sectorial hepático derecho. La circulación arterial de la vesícula y del conducto cístico está proporcionada por la arteria cística, misma que nace de la hepática derecha (95%), pero puede provenir de la hepática izquierda, hepática común, gastroduodenal o mesentérica superior. Se estima que en los seres humanos la arteria cística se encuentra en el 88% y que una accesoria cística se descubre en el 12%. El origen y trayecto de la arteria cística ofrece muchas variaciones. Fig. 2. Drenaje venoso del sistema biliar. 16 Fig. 3. Drenaje linfático del sistema biliar. Las venas de la vesícula se dividen en superficiales y profundas. Las venas inferiores o superficiales, son satélites de las arterias, en número de dos por cada arteria. Las venas superiores o profundas, proceden de la cara superior del cuerpo y van al hígado; son venas portas accesorias. Las venas del conducto cístico se vierten en las venas císticas hacia arriba y en el tronco de la porta hacia abajo (J.L.Faure).(4,6) Los linfáticos se dirigen a los ganglios escalonados a lo largo de las vías biliares extrahepáticas (ganglios del cuello y del hiato) y a los ganglios duodenopancreáticos posteriores. 17 CONDUCTO COLEDOCO. El colédoco se forma por la unión del hepático común y el cístico se extiende hasta la carúncula mayor de la segunda porción del duodeno. Tiene cerca de 7.5 cm de largo, pero esa longitud depende del lugar de unión del cístico yel hepático común. Su diámetro es de 5.5 mm pero cuando es asiento de una obstrucción puede dilatarse hasta adquirir enormes dimensiones. El colédoco se divide en varias porciones, que son descritas teniendo en cuenta la frecuencia e importancia de las operaciones que en ellas se practican. La porción supraduodenal con longitud promedio de 2 cm, se dirige hacia abajo y atrás en el ligamento hepatoduodenal, frente al foramen de Winslow, en donde se encuentra por delante y a la derecha de la vena porta. La arteria hepática y su rama gastroduodenal se encuentra a su izquierda. En ocasiones falta, pero es necesario saber que en este caso, abatiendo la primera porción del duodeno, se descubre siempre la extremidad superior del colédoco. La porción retroduodenal con longitud promedio de 1.5 cm, se encuentra por detrás y muy adherida a la primera porción del duodeno, por fuera de la vena porta y por delante de la vena cava. La porción pancreática con longitud de 3 cm, se extiende desde el borde inferior de la primera porción del duodeno hasta un punto ubicado en la cara posterointerna de la segunda porción del duodeno. Esta parte del colédoco entra en contacto, o está rodeada por la masa del páncreas. La porción intraduodenal (intraluminal) con longitud promedio de 1.1 cm, corre en forma oblicua hacia abajo y afuera, dentro de la pared del duodeno. Se abre en una formación papilar de la mucosa duodenal, a una distancia del píloro cercana a los 10 cm. En general, aunque no siempre, el colédoco se une con el conducto de Wirsug justo antes de ingresar en la pared duodenal. Los dos conductos se encuentran uno junto al 18 otro con una adventicia común por varios milímetros. El tabique divisorio se reduce hacia la membrana mucosa un poco antes de la confluencia de los dos conductos. La papila duodenal (de Vater) se ubica al final de la porción intramural del colédoco. Se encuentra en la pared posterior de la segunda porción del duodeno, a la derecha de la segunda o tercera vértebra lumbar. En ocasiones puede estar en la tercera porción del duodeno (Wood, 1966). En la endoscopia se encontró la papila a la derecha de la columna vertebral a nivel de la segunda vértebra lumbar en 85% de los pacientes de Cotton (1974). La distancia de la papila al píloro es muy variable, en promedio de 1.5 a 12 cm. La inflamación del duodeno proximal puede acortar la distancia; el píloro no es el punto de referencia más útil. La musculatura del colédoco intramural tiene una historia muy larga y confusa (Boyden, 1936). El concepto actual es que hay un complejo de 4 esfínteres compuestos de fibras musculares circulares lisas o espirales que rodean la porción intramural del colédoco y del conducto pancreático. Los esfínteres son, desde el punto de vista embriológico y funcional, distintos de la musculatura duodenal. El complejo puede dividirse en cuatro esfínteres separados. Jones (1973) y Skandalakys Creen que todo el complejo debe denominarse esfínter de Boyden en reconocimiento a Boyden quien dedicó toda su vida al estudio de esta región. (4,7) El complejo esfinteriano varía de 6 a 30 mm de longitud dependiendo de la oblicuidad de los conductos (Jones, 1973). Sobre la superficie mucosa del duodeno, la papila duodenal de Vater se encuentra donde se une un pliegue mucoso longitudinal con un pliegue transversal para formar una T. Dowdy y sus colegas (1962) dicen que la papila “era prominente y se encontraba con facilidad” en 60% de sus especímenes. La ampolla es el canal común pancreatobiliar por debajo de la unión de los conductos dentro de la papila. Si el tabique entre los conductos se extiende hasta el orificio de la papila no hay ampolla. Un purista podría establecer que debe haber dilatación para 19 que exista la ampolla, pero si el conducto común es menor de 5 mm de longitud hay muy poca o no hay dilatación. La clasificación más útil es la de Michels (1955): Tipo 1. El conducto pancreático se abre en el colédoco a una distancia variabledel orificio de la papila duodenal principal. El canal común puede o no estar dilatado (85%). Tipo 2.El conducto pancreático y el colédoco se abren por separado en la papila principal (5%). Tipo 3. El conducto pancreático y colédoco se abren al duodeno en puntos separados. Fig. 4. El sistema biliar extrahepático y las cuatro porciones del colédoco. 20 El conducto hepatocolédoco recibe finos ramos de la arteria hepática en su parte superior y de la arteria pancreaticoduodenal derecha superior hacia abajo. Las venas del conducto hepatocolédoco terminan en la porta y en las venas pancreaticoduodenales. Los linfáticos drenan a los ganglios escalonados en las vías biliares extrahepáticas (ganglio de cuello y del hiato) y a los ganglios duodenopancreáticos posteriores. La inervación procede del neumogástrico izquierdo y del plexo solar, por intermedio del plexo hepático. FISIOLOGIA. SECRECION BILIAR. El adulto normal con una circulación hepática intacta y que consume una dieta promedio, secreta de 250 a 1000 ml de bilis por día a través de las células hepáticas. Este es un proceso activo que depende del flujo sanguíneo hepático y del aporte de oxígeno con que cuente el hepatocito. La secreción de bilis responde a control neurógeno, humoral y químico. Los estímulos vágales aumentan la secreción, en tanto que los de los nervios esplácnicos dan lugar a vasoconstricción y disminución del flujo biliar. La liberación de secretina en el duodeno tras el estímulo por ácido clorhídrico, producto de degradación de las proteínas y ácidos grasos, aumenta el flujo biliar. Las sales biliares son coleréticos eficaces, y estimulan directamente al hígado para que aumente su secreción. (2) COMPOSICION DE LA BILIS. La bilis normal, solución compleja producida por los hepatocitos, está compuesta de manera primordial por agua, electrólitos y solutos orgánicos. Es una solución isotónica que se parece al líquido extracelular en su composición electrolítica. Las concentraciones típicas de los electrólitos de las bilis hepática humana, en meq por 21 litro, son sodio, 145 a 165, potasio, 2.7 a 4.9, cloruro, 88 a 115, calcio, 2.5 a 4.8 y bicarbonato, 27 a 55. Hay una relación directa en la tasa de secreción y la concentración electrolítica. A medida que aumenta la primera, se incrementa la concentración de bicarbonato, el pH y levemente el cloruro. El pH de la bilis hepática, por lo general oscila entre 5.7 y 8.6 y suele dirigirse hacia el lado alcalino, varía con la dieta, y un aumento en la ingestión de proteínas lo desvía hacia el lado ácido. Bajo condiciones fisiológicas, la bilis tiene un contenido bajo en proteínas, y los solutos orgánicos predominantes son sales biliares, colesterol y fosfolípidos. Juntos estos lípidos constituyen el 80% del peso seco de la bilis. Las sales biliares funcionan como aniones que son equilibrados por el sodio y se clasifican como primarias o secundarias. Los ácidos biliares primarios, cólico y quenodesoxicólico, se sintetizan en el hígado a partir de colesterol y a continuación se conjugan con glicina o con taurina, encontrando concentraciones en la bilis de 10 a 20 meq/L. El ánion de la sal biliar tiene actividad osmótica muy débil debido a su tendencia a formar grandes agregados moleculares. La circulación enterohepática brinda un medio eficiente de resorción y recirculación de los ácidos biliares primarios. De todas maneras,una pequeña cantidad (menos del 5%) de la reserva circulante de sales biliares entra en el colon, sitio en el que se somete a desconjugación y deshidroxilación mediadas por bacterias, lo que da por resultado los ácidos biliares secundarios desoxicólico y litocólico. Las proteínas se encuentran en menores concentraciones que en el plasma, con excepción de mucoproteínas y lipoproteínas, las cualesno se hallan en el plasma. La bilis hepática contiene colesterol no esterificado, lecitina y grasa neutral, que consta de ácidos palmítico, oleico y linoleico. Las concentraciones de colesterol y fosfolípidos son más bajas en la bilis hepática que en el plasma. La mayor parte del colesterol que se encuentra en la bilis se sintetiza por primera vez en el hígado, con poca contribución de las fuentes dietéticas. El colesterol es virtualmente insoluble en medios acuosos y, por tanto, depende de algún otro vehículo 22 para su solubilización en la bilis. La comprensión de los mecanismos encargados de la solubilización del colesterol bajo condiciones fisiológicas ha facilitado el análisis profundo de la cascada de acontecimientos bioquímicos, fisicoquímicos durante la formación de los cálculos biliares de colesterol. De manera semejante, reconocer que las concentraciones biliares de calcio y bilirrubina están alteradas en pacientes que experimentan ciertos tipos de cálculos biliares que no son de colesterol. (2,8) El color de la bilis secretada por el hígado guarda relación con su contenido de pigmento diglucurónido de bilirrubina, que es el producto metabólico de la degradación de la hemoglobina y se secreta en la bilis en concentraciones 100 veces mayores que las plasmáticas. Después que las bacterias intestinales actúan sobre este pigmento y lo convierten en urobilinógeno, se absorbe una pequeña fracción de este último y es secretada en la bilis. El hígado retira de la sangre, concentra y secreta en la bilis, diversos colorantes extraños al organismo, como bromosulfoftaleína, rosa de bengala y verde de indocianina. FUNCION DE LA VESICULA BILIAR. La vesícula biliar almacena y concentra la bilis. En ella se absorben en forma selectiva sodio, cloruro y agua, en tanto que la absorción de potasio y calcio es menos completa y la concentración de bicarbonato en la bilis de la vesícula es del doble que en el plasma. Esta absorción de agua y electrólitos da lugar a una concentración 10 veces mayor de las sales biliares, pigmentos biliares y colesterol que las correspondientes en la bilis hepática. La mucosa de la vesícula tiene la mayor capacidad de absorción por área unitaria que cualquier estructura del organismo y en circunstancias normales esta rápida absorción impide que se eleve la presión en el sistema biliar. La secreción de moco en cantidades aproximadas de 20ml/24 hrs. Protege la mucosa de la acción lítica de la bilis y facilita el paso de ésta a través del cístico. Este moco constituye la bilis incolora que se encuentra en el hidrocolecisto producido por la obstrucción del cístico. La vesícula también secreta calcio cuando hay inflamación u obstrucción del cístico. 23 La actividad motora es una función decisiva, ya que el paso de la bilis hacia duodeno requiere de la contracción vesicular coordinada y de la relajación del esfínter de Oddi. Además de las contracciones rítmicas que se presentan dos a seis veces por minuto y que generan una presión de menos de 30mm de agua, las contracciones tónicas que duran de 5 a 30 min. Aumentan la presión de la vesícula biliar hasta 300 mm de agua. La presión secretoria hepática es de 375 mm de agua y es mayor que la máxima generada en la vesícula biliar, por lo que el paso de la bilis depende de la relajación del esfínter de Oddi. La vesícula se vacía después de la estimulación humoral o nerviosa. El principal estímulo en el ser humano es la colecistocinina, la cual es liberada por la mucosa intestinal en respuesta al contacto con los alimentos, sobre todo las grasas que entran al duodeno. Tras la inyección intravenosa de colecistocinina, la vesícula biliar comienza a contraerse en un lapso de 1-2 min, y a los 30 min, ya se evacuaron dos tercios de la misma. La colecistocinina también relaja la porción terminal del colédoco, el esfínter de Oddi y la musculatura duodenal. La estimulación simpática esplácnica inhibe la actividad motora vesicular, en tanto que el vago estimula la contracción. Aunque la vagotomía para la úlcera duodenal aumentará el tamaño y el volumen de la vesícula biliar, no se modifica la tasa de vaciamiento. Una vesícula que contiene cálculos debe extirparse al mismo tiempo que se realiza la vagotomía, en vista de la frecuencia significativa de colecistitis postoperatoria temprana en estas circunstancias. Los medicamentos parasimpaticomiméticos producen contracción de la vesícula, en tanto que la atropina tiende a relajarla. El sulfato de magnesio actúa como evacuador potente de esta víscera. El ácido clorhídrico y las sales biliares ejercen poco efecto directo sobre la actividad motora . (8) La evacuación vesicular tiene lugar media hora después de ingerirse una comida grasosa. Hay un mayor riesgo de colelitiasis en pacientes que reciben nutrición parenteral total (NPT) debido a la estasis consecutiva de la vesícula. La frecuencia de la colecistitis litiásica o alitiásica en personas que reciben NPT prolongada es de cerca del 45%. (1,8) En general se consideraba al colédoco como un tubo inerte hasta que los estudios cinerradiográficos demostraron que tenía ondas peristálticas. El esfínter de Oddi es un 24 factor importante en la evacuación de la bilis. Durante el ayuno, él mantiene una presión intraductal que se aproxima a la fuerza expulsora máxima de la vesícula biliar, es decir, 300 mm de agua, y con ello evita la evacuación. Después de la ingestión de alimentos, ésta se reduce a 100 mm de agua. Cuando las presiones en el sistema biliar son mayores de 360 mm de agua, se suprime la secreción de bilis. Tras la obstrucción u oclusión del colédoco, el tiempo que se requiere para alcanzar esta presión y para que sobrevenga ictericia depende de la presencia y la función de la vesícula. Cuando ésta no existe, las concentraciones de bilirrubinas se elevan al cabo de seis horas de la oclusión total, pero si hay una vesícula funcional la ictericia no ocurre sino hasta 46- 48 horas después. DISFUNCION MOTORA. La discinecia biliar, un término introducido por Westphal en 1923, carece de fundamento objetivo. Originalmente se utilizó para describir trastornos funcionales de la motilidad de las vías biliares que se presentaban en pacientes que no tenían cambios anatómicos y que guardaban relación con las alteraciones en la actividad refleja autónoma. Después se aplicó el término a este estado primario lo mismo que a situaciones consecutivas o otras enfermedades de las vías biliares, como colecistitis y colelitiasis, o que ocurren después de operaciones de las vías biliares. No se ha definido con precisión el origen del dolor en las vías biliares. Los experimentos en los que se indujo la contracción vesicular mediante comidas grasosas y colecistocinina en la presencia de un esfínter de Oddi cerrado, ha demostrado que puede presentar dolor por incoordinación motora. El factor de la distensión sigue siendo una sospecha, pero es difícil de implicar, ya que con presiones arriba de 300-600 mm de agua cesa la secreción de bilis. El dolor de las vías biliares también tiene relación con el espasmo del esfínter de Oddi en sí. PATOGENIA DE LOS CALCULOS BILIARES. Las primeras teorías sobre la patogénesis de los cálculos se centraron sobre la vesícula biliar como el sitio primario de la alteración patológica. Este concepto se aceptó hasta 1942, año en que Findlay emitió el nuevo concepto de que el factor crítico 25 que iniciaba la formación de cálculos biliares de colesterol era la incapacidad de esta sustancia para conservarse en solución. Admirand y Small aclararon este concepto fundamental al describir, en 1968, la naturaleza crítica de la relación entre las concentraciones biliares relativas de fosfolípidos, sales biliares y colesterol. Esta investigación clásica inició una serie prolongada de investigaciones clínicasy de laboratorio cuya finalidad era someter a prueba la hipótesis de que la secreción hepática alterada de lípidos biliares era la causa primaria de los cálculos de colesterol. Hace poco, los acontecimientos fisiológicos dentro de la vesícula biliar se convirtieron de nuevo en el punto de atención de las investigaciones clínicas y experimentales. Hay datos que atestiguan que ni el hígado ni la vesícula biliar, por sí solos, tienen una función etiológica exclusiva en la formación de cálculos biliares de colesterol. Más bien parece haber una interacción dinámica entre estos dos órganos para la formación de cálculos biliares. En Estados Unidos, el predominio de cálculos biliares de colesterol ha sido en gran medida, la causa de los enormes esfuerzos que se han efectuado para aclarar la patogenia de los cálculos de esta clase. CLASIFICACION DE LOS CALCULOS BILIARES. Aunque la mayoría de los pacientes de colelitiasis tienen cálculos en la vesícula biliar exclusivamente, en ocasiones también pueden encontrarse en los conductos intrahepáticos y extrahepáticos. Los de la última clase se clasifican como cálculos primarios o secundarios, según el sitio de origen. Los primarios del colédoco se forman de manera exclusiva en los conductos biliares intrahepáticos o extrahepáticos; los secundarios son los que se producen dentro de la vesícula biliar y pasan hacia el colédoco, ya sea a través del conducto cístico o por la fístula biliar. Se ha aceptado en general, que la patogenia de los cálculos primarios del colédoco difiere de manera importante de la que caracteriza a los que se forman en la vesícula biliar y emigran, a continuación, hacia el colédoco. Aunque color, tamaño, forma y configuración de los cálculos biliares difieren entre unos y otros pacientes, la mayoría de los autores han intentado clasificarlos como de colesterol o de pigmento. Algunos investigadores han 26 recurrido al término cálculos “mixtos” de colesterol y pigmento, pero éstos son relativamente raros. La clasificación tradicional en cálculos de colesterol, de pigmento biliar y mixto, no se basa en un análisis químico adecuado, dado que todos los litos contienen las mismas substancias, variando sólo en su proporción, por lo que probablemente tienen el mismo origen. PATOGENIA DE LOS CALCULOS BILIARES DE COLESTEROL. Durante años se ha separado, por comodidad, a la formación de los cálculos biliares de colesterol en tres etapas: 1) saturación de colesterol, 2) nucleación y 3) crecimiento del cálculo. Desde que Admirand y Small comprobaron las bases fisicoquímicas de la formación de cálculos biliares de colesterol, se ha aceptado en general la secreción hepática de bilis saturada por colesterol como prerrequisito para la formación de cálculos en las vías biliares. Sin embargo, observaciones recientes han dirigido de nuevo la atención hacia este criterio, lo que sugiere que quizá el aspecto crítico no es la concentración absoluta de colesterol en la bilis sino, más bien, lo son las concentraciones relativas de especies bioquímicas diferentes que contienen colesterol . (1,2) 27 Fig. 5. Esquema tricoordinado de fase para determinar el índice de saturación de colesterol. 28 SOLUBILIZACION Y SATURACION DE COLESTEROL. El colesterol es una molécula orgánica casi insoluble en un medio acuoso como la bilis. Por tanto, su solubilización depende de algún otro vehículo. Durante años se consideró que el colesterol se conservaba en solución al formarse “micelas mixtas” de ácidos biliares, lecitina y colesterol. Los ácidos biliares son compuestos anfipáticos que contienen tanto grupos polares hidrófilos (cadenas laterales de aminoácidos) como porciones no polares hidrófobas. Cuando la concentración de ácidos biliares llega a cierto nivel micelarcritico, se agregan las moléculas individuales de ácidos biliares en pequeños acúmulos con los extremos polares orientados hacia el exterior y las porciones hidrófobas dirigidas hacia el interior. Conforme entran moléculas de lecitina en este agregado cilíndrico, la micela se hincha, lo que facilita la incorporación del colesterol. Las moléculas de colesterol se transportan por último dentro de la matriz de esta estructura. La concentración de ácidos biliares y fosfolípidos en relación con el colesterol, por tanto, parece ser el factor crítico para que ocurra la solubilización y saturación del colesterol. Admirand y Small ilustraron de manera esquemática las relaciones entre estos tres lípidos biliares en estados de salud y enfermedad, y posteriormente las han modificado otros investigadores, desarrollando diversas fórmulas matemáticas para expresar las relaciones entre estos lípidos y cuantificar el grado de saturación de colesterol. Hace poco, diversos investigadores independientes pusieron en duda el concepto de la formación de micelas mixtas y de su función para formar los cálculos biliares de colesterol, al demostrar que gran parte del colesterol biliar se encuentra en forma vesicular. Desde el punto de vista estructural, estas vesículas están constituidas por bicapas lípidas semejantes a las que se encuentran en las membranas celulares. Estas vesículas son capaces de solubilizar mayores cantidades de colesterol que las micelas. Estudios de diseminación luminosa cuasielástica han confirmado que el colesterol se acompaña de lecitina en estas vesículas, y que el diámetro de estas estructuras es de 600 a 700 Amstrong, aproximadamente. En diferentes estudios se ha demostrado que, en la bilis de la vesícula biliar, 10 a 70% del colesterol total está 29 solubilizado en forma vesicular. Es incluso mayor la proporción de colesterol vesicular que se encuentra en la bilis hepática diluida. Es esencial definir las relaciones entre la formación de vesículas y la solubilización de colesterol para que se pueda comprender la nucleación y, por último, el crecimiento de los cálculos. FORMACION Y NUCLEACION DE LAS VESICULAS. El término “nucleación” se refiere al proceso por medio del cual se forman y aglomeran cristales de monohidrato de colesterol. La observación inicial de que muchos individuos normales que no tenían cálculos biliares secretan bilis supersaturada por colesterol sugirió que son importantes factores distintos a la secreción hepática de bilis saturada por colesterol para que se formen los cálculos biliares. Los investigadores han demostrado que la nucleación ocurre con mayor rapidez en la vesícula biliar de los pacientes que tienen cálculos biliares de colesterol, y en los individuos que tienen bilis saturada, pero no cálculos. Estos primeros estudios iniciaron una serie de esfuerzos para identificar la naturaleza de los agentes pronucleantes o antinucleantes que podrían ser los encargados de este fenómeno. En pacientes con cálculos biliares de colesterol se ha identificado una glucoproteína termolábil que reduce el tiempo de nucleación de manera significativa. Más aún, se ha informado aumento de la secreción de moco por la vesícula biliar en los modelos de cálculos biliares de colesterol inducidos de manera experimental. Se ha propuesto que este gel de moco es un nucleante importante. Estudios en perrillos de las praderas alimentados con colesterol indican que los factores luminales en la bilis saturada por esta sustancia estimulan la secreción de moco por la vesícula biliar, y que la concentración de éste se incrementa antes de la formación de cristales de colesterol. Además, la mucina de la vesícula biliar humana incrementa la nucleación in vitro de los cristales de colesterol. Los estudiosmicroscópicos con intensificación de video han demostrado que la nucleación de los cristales de colesterol va precedida por la formación de vesículas de colesterol y fosfolípidos. Se ha propuesto que proteínas específicas, hasta ahora noidentificadas, inducen agregación vesicular y fomentan la nucleación. 30 CALCULOS BILIARES DE CALCIO Y COLESTEROL. A pesar de los conocimientos actuales sobre la relación entre el aumento de las concentraciones de calcio biliar y los cálculos biliares de pigmento, no ha podido definirse con claridad la función que tiene el calcio en la litiasis biliar de colesterol. Los primeros estudios realizados por Sutor y Wooley sugirieron que cerca de 30% de los cálculos biliares de colesterol contienen cantidades variables de calcio. En estudios recientes efectuados con metodología más especializada, se ha observado que las sales de calcio son componentes de la matriz central de la mayor parte de los cálculos biliares de colesterol. El descubrimiento de que las estructuras cristalinas de carbonato de calcio y monohidrato de colesterol son suficientemente similares para fomentar el crecimiento in vitro de un cristal en una estructura sobre otra, brinda pruebas ulteriores de que el calcio es importante en la patogenia de los cálculos biliares de colesterol. Los resultados preliminares sugieren que la bilis de la vesículabiliar de los pacientes que tienen cálculos biliares de colesterol contiene concentraciones elevadas de calcio. Estudios experimentales, en un modelo de cálculos biliares de colesterol inducidos por la dieta, han sugerido que las concentraciones de calcio total e ionizado en la bilis de la vesícula biliar están sumamente incrementadas durante las etapas tanto incipientes como tardías de la litiasis. No ha podido dilucidarse aún el mecanismo por medio del cual se incrementa el calcio biliar. Las investigaciones preliminares sugieren que las concentraciones de calcio en la bilis de la vesícula biliar pueden aumentar como resultado del incremento de la absorción de agua y solutos en ella. Explicaciones alternativas son aumento de la secreción de la vesícula biliar y disminución de la absorción de calcio en ella ESTASIS EN VESICULA BILIAR. Se ha atribuido a la estasis de la bilis dentro de la vesícula el aumento de la frecuencia con que se observan cálculos biliares en pacientes sometidos a vagotomía troncal, y que ocurren durante el embarazo. Más aún, en diversos estudios de equilibrio de radioisótopos y manométricos se ha confirmado que ocurre estasis de la vesícula biliar y disminución del vaciamiento de ésta durante las etapas incipientes de formación de los cálculos biliares de colesterol inducidos de manera experimental. 31 Diversos estudios, han demostrado una reducción en la incidencia de los cálculos biliares de colesterol mediante vaciamiento de la vesícula estimulado por alimentos e inducido de manera farmacológica, ponen de relieve la importancia de la estasis de la vesícula biliar como factor causal en la patogenia de los cálculos biliares de colesterol. Aún no se define el mecanismo o los mecanismos por medio de los cuales la estasis biliar en el interior de la vesícula fomenta la formación de cálculos de colesterol. Una posible consecuencia es el secuestro de ácidos biliares dentro de la misma, lo que reduce la cantidad de sales biliares disponibles para solubilizar el colesterol. La estasis de bilis durante las etapas incipientes de la formación de cálculos de colesterol podría prolongar la exposición de la mucosa de la vesícula a los factores luminales que se encuentran en la bilis saturada por colesterol. Más aún, se ha propuesto que las alteraciones de la función de absorción o secreción de la vesícula son secuelas de la estasis biliar. Es intrigante la relación entre los trastornos de la función de absorción de la vesícula biliar y las concentraciones finales de factores nucleantes o antinucleantes. Aunque se ha identificado un incremento de la resistencia del conducto cístico en el modelo de cálculos biliares del colesterol del perrillo de las praderas, no se ha definido el efecto motor preciso. ABSORCION DE LA VESICULA BILIAR Y CALCULOS. La función primaria de la vesícula biliar es concentrar la bilis durante los periodos interdigestivos mediante la absorción de sodio y agua, no se ha definido con claridad el grado al cual se modifica esta actividad durante la formación de cálculos de colesterol. Estudios iniciales e investigaciones recientes en perrillos de las praderas sugieren que los factores luminales que se encuentran en la bilis saturada con colesterol (de manera específica la proporción entre fosfolípidos y ácidos biliares) influyen en el transporte de iones de la vesícula biliar. Aunque parece seguro que se reducen tanto el flujo unidireccional de sodio como la función de absorción de la vesícula en caso de litiasis crónica, todavía no se aclaran los defectos específicos durante las etapas incipientes de la formación de cálculos. 32 PROSTAGLANDINAS BILIARES. Se relacionan las alteraciones del metabolismo del ácido araquidónico, al menos de manera circunstancial, tanto con la hipersecreción de moco como con la estasis de la vesícula biliar. El ácido araquidónico estimula la secreción de mucina en vesículas biliares de perrillos de las praderas, y la indometacina, inhibidor conocido de la síntesis de prostaglandinas, produce inhibición reversible de la producción de mucina. Estudios recientes en modelos experimentales señalan que la síntesis incrementada de diversas especies de prostanoides en la vesícula biliar se acompaña de aumento de la secreción de mucina en ella y precede a la formación de cristales de colesterol. Se ha demostrado un efecto espasmógeno de las prostaglandinas sobre el músculo liso de la vesícula, pero falta aclarar la importancia de esta observación. LODO BILIAR. Lee y colaboradores propusieron al “lodo biliar” como precursor importante de los cálculos de colesterol y pigmento. Algunos autores suponen que el lodo de la vesícula biliar, determinado por medios ultrasonográficos, es una manifestación de estasis biliar. Allen y colaboradores han demostrado que el lodo está compuesto, en parte, por cristales de bilirrubinato de calcio. Además, han comprobado que el lodo contiene cantidades incrementadas de fosfolípidos. Se ha sugerido que las concentraciones aumentadas de fosfolípidos en la vesícula biliar desempeñan una función de gran importancia en la formación de cálculos de pigmento inducida por carbohidratos. Se han identificado fosfolípidos dentro del núcleo de los cálculos biliares de pigmento, y Ostrow y colaboradores demostraron disminución de la solubilidad de la bilirrubina no conjugada cuando se añade lecitina. De todas maneras, sigue sin aclararse el mecanismo por medio del cual los fosfolípidos alteran la solubilidad de la bilirrubina no conjugada. Se han propuesto diversas posibles explicaciones, entre ellas fijación directa de fosfolípidos a la bilirrubina no conjugada, y desplazamiento de la bilirrubina desde las micelas de sales biliares y fosfolípidos inducido por estos últimos. (2) 33 COLECISTITIS CRONICA LITIASICA. PATOGENIA DE LA COLECISTITIS. Con el término de colecistitis crónica se indica que la vesícula está afectada por un proceso inflamatorio recurrente o no totalmente resuelto. Esta es la colecistopatía clínica más común. La asociación de colecistitis crónica con cálculos es casi constante. Por tanto, los factores etiológicos comprenden todos los relacionados con los cálculos vesiculares. El proceso patológico de esta enfermedad parece iniciarse con el desarrollo de cálculos en la vesícula biliar en cerca del 95% de los pacientes. Los cálculos se forman a causa de la saturación excesiva de colesterol y sales biliares, de la estasis o el vaciamiento insuficiente de la vesícula biliar, o de infección crónica. Una vez que se forma el cálculo dentro de la vesícula biliar sobreviene infección o inflamación con el cálculo como nido. Los cálculos tenderán a obstruir la funciónvesicular normal, el llenado preprandial y posprandial, y el vaciamiento de la bilis. Es probable que las crisis de colecistitis sean de naturaleza obstructiva en un gran porcentaje de los pacientes. Los cálculos bloquean la ampolla de la vesícula o el conducto cístico con obstrucción vesicular y síntomas resultantes como cólico, inflamación de la pared vesicular e infección de la bilis. Las crisis repetidas de infección producen retracción y fibrosis crónicas de la pared vesicular, y disfunción de las capacidades de almacenamiento y vaciamiento de la vesícula. La colecistitis sintomática ocurre en dos formas: aguda y crónica. La colecistitis aguda se produce con desarrollo de dolor agudo intenso y signos de inflamación en el cuadrante superior derecho del abdomen. A menudo se acompaña de fiebre y aumento de recuento de leucocitos, náusea y vómitos. La colecistitis crónica ocurre con crisis repetidas de inflamación de grado menos grave, con dolor abdominal pero rara vez fiebre u otros signos importantes de inflamación. La denominación de colecistitis crónica se utiliza en forma apropiada para las vesículas fibrosas o no funcionantes, situación que en general aparece como resultado de múltiples ataques de colecistitis 34 aguda. Los cólicos biliares se producen por los intentos de pasaje de cálculos pero no son sinónimos de colecistitis crónica. Los pacientes de colecistitis aguda solicitan ayuda o tratamiento del médico durante la crisis aguda, y a menudo requieren hospitalización; los que experimentan colecistitis crónica tienen crisis más breves con dolor menos intenso, y a menudo solicitan asistencia médica entre las crisis de dolor, en momentos en que se encuentran asintomáticos. La colecistitis puede ocurrir en ausencia de cálculos biliares: es la llamada colecistitis acalculosa aguda, los patólogos usan ese término para describir una condición en la que aparecen células plasmáticas dispersas en la pared de las vesículas extirpadas por la presencia de molestias vagas en el hipocondrio derecho y en ausencia de cálculos biliares. Este trastorno se observa más a menudo en pacientes graves hospitalizados por otras enfermedades o traumatismos graves, y es más frecuente en ancianos. La entidad llamada colecistitis acalculosa aguda es distinta a la colecistitis calculosa aguda; probablemente es resultado de vasculitis que afecta a las arterias o arteriolasde la pared de la vesícula biliar, con cambios isquémicos, necrosis y perforación de esta última en un porcentaje elevado de pacientes. No se ha identificado la causa, pero puede tratarse de un proceso autoinmunitario o del efecto de toxinas o sustancias vasoconstrictoras circulantes; por tanto, la colecistitis de este tipo es más letal en potencia que la colecistitis calculosa aguda, y requiere tratamiento quirúrgico rápido o de urgencia. Se han identificado diversos factores de riesgo en sujetos con colecistitis aguda y crónica que tienden a incrementar su riesgo de morir. Es necesario identificar estos riesgos durante la valoración preoperatoria de todos los casos de colecistitis, y corregirlos o tratarlos de manera apropiada cuando se pueda. FACTORES QUE ELEVAN EL RIESGO DE MUERTE EN COLECISTITIS. Colecistitis aguda severa. Edad mayor de 65 años. 35 Otras enfermedades: cardiovasculares, pulmonares, hepáticas, metabólicas renales (diabetes), obesidad mórbida. Cálculos en los conductos biliares. Pancreatitis. Disminución de la resistencia inmunitaria secundaria a fármacos o mala nutrición. ANATOMIA PATOLOGICA. La vesícula suele estar contraída y tener una pared engrosada y a veces calcificada, pero puede ser quística. La bilis que contiene es turbia y presenta un sedimento de detritos conocido como “barro biliar”. Los cálculos aparecen incluidos con flojedad en la pared o en las mallas de una red fibrótica en vías de organización. Por lo general hay un cálculo alojado en el cuello. La mucosa está ulcerada y cicatrizada. En la histología la mucosa aparece engrosada y congestionada, con infiltración linfocítica, y en ocasiones completamente destruida. INCIDENCIA. Una enfermedad inflamatoria biliar se presenta en una variedad de formas. La experiencia en Cleveland Clinic indica que aproximadamente un 20% de los pacientes con litiasis sintomática se presenta con signos y síntomas de colecistitis aguda, un 10 a 15% de los pacientes tienen una colecistitis complicada (ictericia, colangitis o pancreatitis) y un 65 a 70% de los pacientes tienen una colecistitis crónica. Aproximadamente un 20% de los pacientes tiene síntomas vagos leves que son difíciles de diagnosticar, pero, dado que los síntomas persisten y son molestos y el paciente tiene cálculos, finalmente se efectúa una colecistectomía. 36 En una revisión inicial, en 1978, se estudió la experiencia global con colecistitis en alrededor de 1600 pacientes con enfermedad biliar y se correlacionó con la edad de los pacientes. Se halló que la incidencia de colecistitis aguda vs crónica parecía mantenerse razonablemente estable en todos los grupos etarios (Hermann, 1983). Aproximadamente un 20% de los pacientes en todos los grupos etarios se presentó con colecistitis aguda, si bien hubo evidencias de que en los pacientes de 75 años o más la incidencia de enfermedad aguda aumentaba levemente. (1) Durante un estudio reciente de 2 años, se efectuaron aproximadamente 450 colecistectomías. Se efectuó colecistectomía por síntomas de colecistitis crónica en un 51% de los pacientes, por colecistitis aguda en un 24%, por colecistitis complicada (ictericia, colangitis, pancreatitis) en un 11% y como procedimiento incidental durante otra operación en un 14%. SIGNOS Y SINTOMAS. La colecistitis crónica es difícil de diagnosticar porque los síntomas son indefinidos. Un fondo sugestivo es la incidencia familiar de cálculos biliares, episodios previos de ictericia, multiparidad y obesidad. La colecistitis crónica se caracteriza por el dolor recurrente en el hipocondrio derecho en pacientes portadores de cálculos. Se debe diferenciar entre estos signos leves y los propios de la colecistitis aguda. El cólico biliar se caracteriza por un dolor de comienzo brusco y evolución gradual localizado en el hipocondrio derecho. La palabra cólico es errónea, ya que el dolor no suele presentar los ciclos de molestia y alivio que caracterizan a los cólicos en general. El dolor cólico biliar aumenta en intensidad en un lapso de 30 minutos a una hora, persiste durante 4 a 6 horas y luego se resuelve en forma gradual entre 2 y 3 horas. La sensibilidad local sobre la vesícula y un signo de Murphy positivo son muy sugestivos de esta patología. Aparte de un dolorimiento constante en el hipocondrio derecho y el epigastrio, puede haber dolor en la región escapular derecha, detrás del esternón o en el hombro derecho. Es posible que aparezcan náuseas y vómitos. Estos síntomas se repiten luego de varios meses y muchos pacientes consultan sólo en forma eventual. Muchas veces esos ataques son 37 precipitados por la ingestión de ciertos alimentos, en especial los de tipo graso. La relación entre enfermedad vesicular e intolerancia para las grasas es muy elevada (80%), pero la inversa no sucede, es decir, muchos pacientes presentan intolerancia a las grasas pero no tienen afección vesicular. Los signos físicos no son importantes. Durante los ataques de cólico biliar el paciente puede mostrar ciertas molestias en el hipocondrio derecho que se resuelven con la mejoría de los síntomas. Otras molestias son; distención abdominal, eructos, flatulencia, borborismos e intolerancia a alimentos no grasos . (1,9) ESTUDIOS DIAGNOSTICOS. El estudio ultrasónico debe ser la primera prueba diagnóstica en busca de cálculos, engrosamiento de la pared vesicular, distensión de la vesícula u otras alteracionespatológicas. La centelleografía con radionúclidos (tecnecio) no es sensible o precisa para valorar a los pacientes de colecistitis crónica. En los que tienen estos síntomas, el autor sigue ordenando colecistografía oral, en estudio con doble dosis, para demostrar la vesícula biliar no visible o, si hay función de ésta, identificar el tamaño y número de cálculos en ella. Si el paciente experimenta síntomas atípicos, deberá descartarse la existencia de otras alteraciones de la parte alta del abdomen con estudios apropiados. 38 Fig. 6. USG de hígado y vía biliar. (1) Vesícula biliar, (2) Conducto cístico. 39 La temperatura, el recuento leucocitario. la hemoglobina y la eritrosedimentación están dentro de límites normales. DIAGNOSTICO DIFERENCIAL. El diagnóstico diferencial es igual al de la colecistitis aguda aunque también debe incluir otras enfermedades de características más crónicas y que se mencionan a continuación. Gastritis. Ulcera péptica. Hepatitis. Angina de pecho. Esofagitis. Afecciones colónicas. Radiculitis. Enfermedades renales. Pancreatitis. Síndrome de colon irritable. La mayor parte de esas enfermedades pueden ser diferenciadas en base a una buena historia clínica y un completo examen físico. 40 JUSTIFICACION. A Finales de los años sesenta, sólo el 10% de los procedimientos se manejaban de manera ambulatoria. Hoy, entre el 70 y 75% de las intervenciones quirúrgicas se realizan en Norteamérica ambulatoriamente. Se puede documentar un crecimiento notorio de este tipo de programas en Canadá y diferentes países de Europa, siendo muy llamativas las experiencias de España e Italia, al igual que valiosos reportes de Asia. En Latinoamérica, durante los últimos 40 años se han realizado importantes progresos en este campo, si bien es cierto que la gran mayoría de programas funcionan dentro de hospitales, en los que se mezclan de manera inconveniente, los dos tipos de ejercicio y son de verdad escasos los reportes que tenemos de procedimientos mayores practicados en forma ambulatoria. La cirugía ambulatoria tuvo un impresionante desarrollo desde 1968 y hasta nuestros días. Algo cambió, además del ejercicio médico: Las necesidades de la sociedad. Hoy se reconoce al mercado de la salud como un negocio gigantesco que además del concepto de “rentabilidad social” debe generar rentabilidad económica. Es la causa que motivó a ejercer presiones sobre los diferentes sistemas hospitalarios en los países de Norteamérica para buscar opciones que, sin afectar la calidad del resultado médico, pudieran mejorar las finanzas y logro establecerse (medirse) que el uso de técnicas especiales de anestesia y la no hospitalización, cuando era posible, podrían reducir el costo de las intervenciones entre un 20 y 46%. Este es, en la opinión de varios autores, el verdadero motor de la cirugía ambulatoria. En un mundo regido por criterios económicos se logró el “sustituto organizacional” que podría ofrecer el mismo “producto” a menor costo. Y mejoro su posición cuando la posterior evaluación de los diferentes programas permitió ratificar impresiones de muchos años atrás: Nichols 1908, en Glasgow: “los niños se recuperan mejor en su hogar”, al observar que la separación de su madre agravaba los riesgos de cirugía. Fergusson 1947: “los cirujanos que tienen gran práctica hospitalaria, a menudo, por comodidad, internan a personas que requieren sólo pequeños métodos operatorios”. El también afirmaba: “los pacientes ahorran dinero, pueden proseguir con algunas 41 labores en la fase de recuperación, surgen menos complicaciones y quedan más camas en los hospitales para las personas verdaderamente enfermas”. Hoy no cabe duda de que las ventajas mencionadas se encuentran dentro de las muchas se encuentran dentro de las muchas que ofrecen las prácticas ambulatorias . (3) Adicionalmente hubo, en los últimos treinta años, desarrollos que permitieron mejorar las condiciones de la práctica quirúrgica, en primer lugar los nuevos agentes anestésicos que pasaron del uso del óxido nitroso, morfina y escopolamina sublingual y éter (Waters 1919), a tiobarbitúricos y ciclopropano (Webb y Dillon), que luego modificaron su esquema usando una mezcla de óxido nitroso, oxígeno y halotano. Iniciaron la “experimentación” con ketamina, describiendo sus prometedoras posibilidades y luego vino la época de anestésicos y técnicas “diseñados” para anestesia extrahospitalaria, tales como propofol, el sevofluorano, el desfluorano, los miorrelajantes no despolarizantes, las benzodiacepinas, analgésicos de diferente acción, la máscara laríngea. El desarrollo tecnológico en el quirófano permite una monitoría adecuada con elementos casi portátiles, de fácil y obligatoria disponibilidad, que facilitan la información y comunicación entre médicos y pacientes. No es exagerado sostener que la calidad del resultado es “Tecnodependiente”. Finalmente, el nuevo concepto de ejercicio quirúrgico relacionado con la mínima invasividad y la disminución del impacto del trauma quirúrgico hacen que el paciente tolere de manera adecuada los desplazamientos tempranos y el manejo domiciliario del período de recuperación. Es difícil predecir cuál será el futuro de la cirugía ambulatoria en cuanto a sus limitaciones. Ya existen programas que cubren la mayoría de procedimientos de altísima complejidad en la medida en que cuentan con el soporte adecuado: puentes coronarios, endoprótesis de aneurismas de aorta, cirugía de la espina, cirugía bariátrica. Pero aún estamos lejos de programas que cubran las urgencias generales y el trauma. En Latinoamérica, las limitaciones se relacionan necesariamente con los escasos recursos para la creación de programas altamente dependientes de 42 tecnología. También es claro que las condiciones de inequidad de nuestra sociedad impedirán que gran cantidad de la población cuente con los recursos y las condiciones socioculturales que la hagan candidata para programas ambulatorios. Para esta gran franja, la opción del hospital debe estar permanentemente disponible. Actualmente en Norteamérica y Europa la colecistectomía laparoscópica está disponible para la mayoría de la población, mientras que en Latinoamérica, los escasos datos recolectados indican que la accesibilidad a este procedimiento sigue siendo muy baja. La justificación más empleada para no aplicar el estándar de oro ha sido el alto costo del procedimiento, imposible de asumir por la limitación económica que existe en nuestros países. Este argumento, hoy, parece no tener justificación. Se ha probado que es posible realizar colecistectomía laparoscópica ambulatoria, en los países latinoamericanos, a precios que pueden pagar los sistemas de seguridad social y además obtener rentabilidad social y económica, poniendo al alcance de la comunidad el tratamiento que exige en la actualidad, porque es una alternativa tan buena como la realizada con hospitalización y supera a la colecistectomía abierta en términos de calidad de resultados. No hay diferencia en cuanto a la aparición y manejo de complicaciones, morbilidad y mortalidad, la seguridad es similar y además ofrece una reducción significativa de los costos. En México, la cirugía laparoscópica tuvo sus inicios hace dos décadas, a la fecha se cuenta con cirujanos muy capacitados en la cirugía de mínima invasión y con varias unidades médicas donde se realizan exitosamente procedimientos ambulatorios, se hace necesario que se realicen revisiones de los resultados para unaadecuada evaluación de dicho ejercicio. 43 HIPOTESIS. En Latinoamérica se continúa practicando la colecistectomía de manera abierta en la mayoría de instituciones y en las que se hacen por laparoscopia se realiza en el ambiente hospitalario. En términos de cantidad, probablemente existen más expertos en colecistectomía laparoscópica que en cualquier otra operación mínimamente invasiva. Casi todos los cirujanos generales practican esta intervención, muchos la realizan en numerosas ocasiones y la mayoría de ellos la hacen muy bien. La experiencia en los centros de cirugía ambulatoria ha demostrado que la práctica de la colecistectomía laparoscópica ambulatoria es una excelente opción, tiene la misma efectividad que se obtiene en un hospital, pero con mayores ventajas médicas, sociales y financieras para el sistema . (3,l0) No es hoy motivo de discusión que la colecistectomía laparoscópica es el estándar de oro en el tratamiento de la enfermedad de la vesícula biliar. Considero que no hay diferencia en cuanto a la aparición y manejo de complicaciones y morbilidad, la seguridad es similar y además ofrece una reducción significativa de los costos. Es un procedimiento que puede estar al alcance de toda la población. (10,11) Podemos decir que con cirujanos capacitados, la colecistectomía abierta o por laparoscopía es igualmente segura. 44 OBJETIVO. Evaluar los resultados (morbi-mortalidad) obtenidos en pacientes operados de colecistectomía laparoscópica en la modalidad ambulatoria, en el Hospital Juárez de México, en un periodo de 5 años, de enero del 2005 a diciembre de 20l0. 45 DISEÑO DEL ESTUDIO. Se trata de un trabajo retrospectivo, descriptivo, abierto, con la finalidad de evaluar los resultados obtenidos durante 5 años (de enero de 2005 a diciembre de 2010), en 382 pacientes programados y operados de colecistectomía laparoscópica en la modalidad ambulatoria, en el Hospital Juárez de México. 46 MATERIAL Y METODOS. CRITERIOS DE INCLUSION. Se seleccionó a pacientes con diagnóstico de colecistitis litiasica y no litiasica, no complicada, de acuerdo a los siguientes criterios: De los 18 a 75 años. ASA I y II compensado. Ecografía reciente (menos de 3 meses), con diagnóstico. de Colecistitis litiasica o alitiasica. Bh, Qs, Ego, Tp, Tpt normales. Pruebas de función hepática normal. Apoyo familiar compatible con el proyecto. Teléfono disponible. Residencia en radio urbano, cerca del hospital. Indicé de masa corporal menor a 35. Sin cirugía previa en abdomen superior. CRITERIOS DE EXCLUSION. Se excluyó a pacientes con dilatación de la vía biliar en el estudio ecográfico, aquellos con alteraciones de los exámenes bioquímicos o hepáticos, con obesidad mórbida, o que presentaban alguna otra contraindicación para la cirugía laparoscópica: Embarazo Peritonitis. Colangitis aguda. Pancreatitis aguda. Hipertensión portal. Colecistitis aguda grave. Trastorno hemorrágico grave. 47 Se realizó una evaluación preoperatoria por un cirujano, un anestesiólogo y una trabajadora social. A todos los pacientes se les explicó detalladamente el procedimiento y sus posibles complicaciones. Posteriormente, se solicitó la firma de consentimiento informado. Todas las cirugías se realizaron en el Hospital Juárez de México. El día de la intervención, los pacientes acudieron al hospital acompañados con un familiar adulto, quien permaneció con ellos durante el posoperatorio inmediato y durante las siguientes 48 horas en su domicilio. Todos los pacientes recibieron antibióticos profilácticos, 1 gr. i.v. de ceftriaxona o cefotaxima, granisetron 50mg, omeprazol 40mg o ranitidina 50mg. La intervención quirúrgica se realizó bajo anestesia general balanceada a base de desfluorano, sevoflorane, y fentanil o propofol intravenosos. El equipo quirúrgico estuvo formado por 5 cirujanos generales laparoscopistas y 5 anestesiólogos, todos de base en la institución. Se practicó una colecistectomía laparoscópica empleando una técnica estandarizada, sin colangiografíaintraoperatoria. Durante el procedimiento se realiza la vigilancia anestésica de presión arterial, cardioscopía, oximetría de pulso y capnografía. EQUIPO. Se requiere de diversos instrumentos para realizar una colecistectomía laparoscópica: insuflador de flujo elevado, fuente luminosa, cámara de alta resolución y monitor de video, dispositivo de lavado y unidad de electrocauterización o de láser. Estos instrumentos individuales tienen diversas especificaciones, y los fabrican distintas compañías. A continuación se habla de las especificaciones de estos componentes esenciales . (2,12) Insuflador de flujo elevado. El insuflador de dióxido de dióxido de carbono permite vigilar de manera constante, como salvaguarda para la laparoscopia, la presión intraabdominal, detener el flujo una vez que se alcanza cierta presión, indicar la magnitud del flujo de gas hacia el abdomen y registrar el volumen total de gas que se ha introducido. El insuflador de 48 flujo elevado debe introducir por lo menos seis litros de gas por minuto, y lo ideal es que introduzca ocho litros por minuto. Este flujo elevado se requiere para conservar un neumoperitoneo suficiente durante el intercambio de los diversos instrumentos que se introducen a la cavidad abdominal. Fuente luminosa. Se logra visibilidad suficiente de la cavidad abdominal a diversas distancias mediante una fuente luminosa de xenón con intensidad variable y un filtro de luz. El xenón produce calor considerable, y por lo tanto es indispensable manipular con mucho cuidado el extremo del endoscopio o el cable de luz fibróptica. Si se permite que se acumulen sangre u otros residuos en la punta del endoscopio, los desechos pueden formar costras en la superficie y ser difíciles de quitar. Cuando se ha empañado la lente, deberá extraerse el endoscopio para limpiarla. Una vez que se ha extraído el instrumento de la cavidad abdominal, no debe dejarse descansar sobre los campos quirúrgicos; si sucede así, el calor que se genera podría causar quemadura o incendio. Cámara de alta resolución y monitor. Es imperativo que sea máxima la visibilidad de los tejidos. La cámara de video terminal de un “chip” tiene 480 pixels, requerimiento mínimo para lograr una visión suficiente. La cámara se conecta mediante el endoscopio y el cable a un monitor de video. Se emplea una cámara de visión terminal en vez de la cámara de haz vivo, puesto que la primera transmite toda la imagen desde el endoscopio directamente hacia la cámara, en tanto que la última altera de manera importante la visibilidad, porque parte de la imagen se transmite a la cámara y parte hacia la lente del endoscopio por observación directa. La mejor imagen es la de la cámara de tres “chips” (700 pixels). Para complementar la cámara de alta resolución, es esencial un monitor de video de igual resolución, este debe ser capaz de recibir 480 líneas horizontales de una cámara de dos “chips” y 700 líneas horizontales de la de tres “chips”. Dispositivo de lavado. Se dispone de diversos modelos, todos instilarán líquido a flujo y presión elevados. Algunos de ellos (llamados también hidroxiladores) permiten el control digital de la presión. El dispositivo se acciona dese un tanque con dióxido de carbono a presión, y se conecta con recipientes de 1 litro de solución de lavado. Tiene un interruptor y dos 49 manómetros de presión. Uno de ellos mide la presión directamente desde el tanque de dióxido de carbono, el otro es ajustable para regular la presión del lavado con líquido entre
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