Logo Studenta

Comparacion-de-la-escala-de-Child-Pugh-con-el-ndice-MELD-para-establecer-grado-de-severidad-en-pacientes-cirroticos-del-HGZ-no 1-IMSS-Pachuca

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MEXICO 
 
FACULTAD DE MEDICINA 
 
DIVISION DE ESTUDIOS DE POSGRADO 
 
SUBDIVISION DE MEDICINA FAMILIAR 
 
INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL 
DELEGACION HIDALGO 
 
HOSPITAL GENERAL DE ZONA Y UNIDAD 
DE MEDICINA FAMILIAR NO. 1 
PACHUCA, HIDALGO. 
 
 
 
COMPARACIÓN DE LA ESCALA DE CHILD PUGH CON EL INDICE MELD 
PARA ESTABLECER GRADO DE SEVERIDAD EN PACIENTES CIRRÓTICOS 
DEL HGZ No.1 IMSS PACHUCA 
 
 
 
Que para obtener el grado de especialista en Medicina Familiar 
Presenta: 
 
JUAN GABRIEL CORREA VAZQUEZ 
 
 
Asesor: 
 
RAUL CONTRERAS OMAÑA 
 
 
 
 
PACHUCA HIDALGO FEBRERO 2016 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea 
objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
COMPARACION DE LA ESCALA DE CHILD PUGH CON EL IHOICE MELD 
PARA ESTABLECER GRADO DE SEVERIDAD EN PACIENTES CIRROTlCOS 
DELHGZ No.1IMSSPACHUCA 
TRABAJO QUE PARA OBTENER EL TITULO DE ESPECIALISTA EN 
MEDICINA FAMILIAR 
PRESENTA 
JU''''''''''I'''''' <:ORRE. VAlQUEZ 
IONES 
INVESTIGADOR EN ENFERMEOADES~~~j~~~~ 
HOSPITAL GENERAL DE ZONA CON MEDICINA FAMILIAR NO 1 
PACHU A IDALGO 
DR. NESTOR lA MIRANDA 
PROFESOR TITULAR DEL CU SO DE ESPECIALIZACiÓN 
EN MEDICINA FAMILIAR PARA M~DICOS GENERALES DEL IMSS 
HOSPITAl GENERAL DE ZONA CON MEDICINA FAMILIAR NO 1 
PACHUCA HIDALGO 
PACHUCA HIDALGO 20'6 
 
 
 
 
 
 
 
 
COMPARACiÓN DE LA ESCALA DE CHI LO PUQH CON EL INDICE 
MELD PARA ESTABLECER GRADO DE SEVERIDAD EN 
PACIENTES CIRRÓTICOS DEL HGZ No.1 IMSS PACHUCA 
TRABAJO QUE PARA EL TITULO DE ESPECIALISTA EN 
FAMILIAR 
PRESENTA 
DR. JUAN GABRIEL CORREA VAQUEZ 
DR.I 
ESTUDIOS DE 
: TAO DE MEDICINA, U.",.". 
I FAMILIAR 
POSGRAOO 
,U.N.AM. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Oirectlan di Prntlc_ Medlell "" .. -....... " ~_ .. ,._ .. --.. ~ 
c_,.. __ .. ~"""" '.' . ... 
c.-o,_ .. Io. _ .. . ..... .. g ..... _ "., .. _XlM .... _'._ '0 
.. "" .LII ., ... 
0''90'' "11'_ <lo .-r~ ........ .. ,"0' ............ eg.=."'. Cit".IO 
Cg l1 ....... "O" III ..... !~" OOllg I'UGH CON I L INOtel HILD' ...... IST • ...,CfIl 
/O........, 01 HVUlg4D '" '4CUN'TU CI,",OT1CG' IOn 11101 /te.' IHIS , .. OOuu. 
 
 
 
 
 
 ‘’Gracias Dios por todas las bendiciones que salen de tus 
manos y que me abrigan’’ 
 
 
 
 
 
 
 Dedicatoria. 
 
Con todo mi amor para mi compañera de viaje en esta 
aventura llamada vida, porque de su mano nada es difícil… 
Mi esposa Diana. 
‘’ Lo logramos ‘’ 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Agradecimientos. 
 
Agradezco a mis padres por el ejemplo que se refleja a diario 
en lo que hago pienso y digo. 
 
Agradezco a mis hijos Juan Carlos y Gaby por la paciencia y 
amor, y por todas las horas, días y momentos que les robe y 
no estuve con ellos por conseguir este sueño. 
 
Agradezco a toda mi familia por el apoyo incondicional 
durante y siempre. 
 
Agradezco al Dr. Raúl Contreras Omaña por compartir su 
valioso tiempo, experiencia, y amistad y ser el guía de este 
logro. 
 
Agradezco al Dr. Néstor Mejía Miranda por su tiempo 
dedicación e interés durante 3 años. Gracias amigo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
COMPARACIÓN DE LA ESCALA DE CHILD PUGH CON EL INDICE MELD PARA 
ESTABLECER GRADO DE SEVERIDAD EN PACIENTES CIRRÓTICOS DEL HGZ No.1 
IMSS PACHUCA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1 
 
 
 
 
 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE MEDICINA 
DIVISIÓN DE POSGRADO 
SUBDIVISION DE MEDICINA FAMILIAR 
COORDINACIÓN DE DOCENCIA 
 
 INDICE GENERAL 
 
1. Titulo…………………………………………………………………………. 1 
2. Índice general……………………………………………………………….. 2 
3. Marco teórico 
 Resumen……………………………………………………………... 3 
 Marco teórico conceptual………………………………………….. 4 
 
4. Planteamiento del problema……………………………………………… 27 
5. Justificación………………………………………………………………… 27 
6. Objetivos…………………………………………………………………….. 30 
 Objetivos General 
 Objetivos Específicos 
 Objetivo secundario 
7. Hipótesis…………………………………………………………………..... 30 
8. Metodología………………………………………………………………… 31 
 Tipo de estudio 
 Población, lugar y tiempo de estudio 
 Tipo de muestra y tamaño de muestra 
 Criterios de inclusión, exclusión y de eliminación 
 Información a recolectar ( variables a recolectar) 
 Método o procedimiento para captar la información 
 Consideraciones éticas 
9. Resultados …………………………………………………………………. 38 
10. Discusión……………………………………………………………………. 49 
11. Conclusiones………………………………………………………………. 50 
12. Referencias bibliográficas………………………………………………... 51 
13. Anexos……………………………………………………………………… 55 
 
 
 
 
 
2 
 
 
 
 
 
3. MARCO TEORICO 
I.RESUMEN 
ANTECEDENTES. 
La cirrosis es una enfermedad crónica del hígado que se caracteriza por ser progresiva, difusa, irreversible y 
de causa variada. Se identifica por la presencia de fibrosis en el parénquima hepático, acompañada de 
nódulos de regeneración. En muchos países la cirrosis hepática es considerada una de las principales causas 
de muerte, y se ha reportado un incremento estadístico constante en los últimos años. En México se 
considera que existen alrededor de 100,000 a 200,000 pacientes cirróticos. 
En gran medida, el padecimiento afecta a la población en edad productiva, por lo que es considerado un 
problema de salud pública y de prioridad nacional, por la alta prevalencia en la morbilidad y mortalidad 
reportadas en México. 
Existen múltiples factores que influyen en el pronóstico de tiempo de vida del paciente con Cirrosis Hepática, 
la etiología es el principal determinante, sin embargo, factores como la edad, clase funcional y la presencia de 
complicaciones al momento del diagnóstico (ascitis, ictericia, encefalopatía, hemorragia, etcétera) influyen de 
manera definitiva. 
 El índice Child-Pugh (1972) y el Meld (2002) son dos escalas que sirven para hacer tal pronóstico. 
 El propósito de esta investigación es clasificar utilizando modelos de pronóstico a los pacientes con cirrosis 
hepática crónica avanzada atendidos por el servicio de gastroenterología del HGZ 1para establecer y 
priorizar el manejo y/o tratamiento médico y mejorar el pronóstico de vida a largo plazo. 
OBJETIVO GENERAL. 
Comparar la escala de Child-Pugh con el índice Meld para establecer el grado de severidad en el paciente 
cirrótico del HGZ 1 del IMSS Pachuca. 
MATERIAL Y MÉTODOS. 
Se realizo un estudio transversal, retrospectivo, observacional y analítico en el cual se revisaron y 
recolectaron datos de los expedientes médicos de los años 2011, 2012,2013 de pacientes con hepatopatía 
crónica en fase de cirrosis del HGZ MF 1 IMSS Pachuca Hidalgo para calcular escala de Child-Pugh y el 
índice de Meld con el fin de compararlos y determinar el grado de severidad mediante un instrumento de 
recolección validado. La comparación y el análisis se llevo a cabo mediante media estadística y aplicación de 
X cuadrada. 
RESULTADOS 
De los 97 expedientes de pacientes con hepatopatía crónica que se estudiaron el 56% (n=54) fueron de 
género masculino y 44%(n=43) fueron de género femenino, existiendo un rango de edad entre 18 y 70 años 
con una edad media de 60 años, en cuanto a la etiología de la cirrosis 76.29% (n=74) de los pacientes tienen 
antecedentes de ingesta crónica del alcohol y 23.71% (n=23) no tienen antecedentes, entre los pacientes con 
etilismo positivo se obtuvo el porcentajepor número de años de ingesta de alcohol encontrando que el 2.06% 
(n= 2) ingirió alcohol de manera crónica por menos de 5 años, el 13.40% (n=13) de 6 a 10 años, el 5.15% 
(n=5) de 11 a15 años, el 8.25% (n=8) de 16 a 20 años, el 12.37% (n=12) de 21 a 25 años, el 15.46% (n=15) 
de 26 a 30 años y el 19.59% (n=19) por mas o igual a 30 años. El 18.56% (n=18) estuvo expuesto a 
relaciones sexuales de alto riesgo y el 81.44%(n=79) no lo estuvo, el 27.84%(n=27) tiene antecedentes 
transfusionales y el 72.16% (n=70) no tiene antecedentes transfusionales, el 79.38%(n=77) tiene 
antecedentes de uso crónico de medicamentos hepatotoxicos (principalmente AINES y Polivitamínicos) y el 
20.62%(n=20) no, el 91.75% (n=89) tiene antecedentes de descompensación en los últimos 6 meses previos 
a la recolección de datos y el 8.25% (n=8) no los tiene, en cuanto a comorbilidades y numero de estas el 
23.71% (n=23) no presento, el 79.23% (n=72) presento de una a dos y el 2.06%(n=2) presento 3 o más 
comorbilidades, de los 97 expedientes revisados al clasificarlos por el método de Child-Pugh se obtuvo que el 
2%, (n=4) son de clase A ,34% (n=37) son clase B, y 64% (n=56) son de clase C, y al clasificarlos por índice 
de Meld se obtuvo que el 6% (n=6) tiene un puntaje menor a 9, el 48% (n=46) un puntaje de 9 a 19, el 
44%(n=43) un puntaje de 20 a 29, el 2% (n=2) un puntaje de 30 a 39, y un 0% (puntaje mayor a 40). 
CONCLUSIONES 
En conclusión en el presente estudio se demuestra que si existe diferencia entre la escala de Child-Pugh 
con el índice Meld para establecer el grado de severidad en pacientes cirróticos del HGZ 1 de Pachuca. 
Siendo de mejor utilidad y precisión la escala de Meld en pacientes con hepatopatía crónica avanzada. 
Sin embargo, sugerimos realizar más estudios similares al nuestro con el fin de corroborar nuestros 
hallazgos, ya que éste es sólo un estudio inicial con propuesta de hipótesis. 
 
3 
 
 
 
 
 
 
MARCO TEORICO 
CIRROSIS HEPATICA 
INTRODUCCION. 
La cirrosis hepática es uno de los principales problemas de salud en México, ya 
que es la sexta causa de mortalidad general y la tercera en hombres de 15 a 64 
años de edad, después de los accidentes y los homicidios.1,2 Este padecimiento 
constituye una de las 10 principales causas de hospitalización en las instituciones 
de salud,3 con una elevada tasa de mortalidad (20.3 defunciones por 100 000 
habitantes).4,5 
El impacto social y económico de la cirrosis hepática probablemente ha sido 
desestimado en favor de otro tipo de padecimientos, y a pesar de que ésta es 
considerada como un problema de salud pública, no se le ha estudiado 
formalmente en épocas recientes. 
DEFINICION. 
La cirrosis es una condición patológica hepática progresiva caracterizada por la 
fibrosis del parénquima, así como una evidencia de actividad regenerativa, 
nodular, que altera la arquitectura normal del parénquima.6,7 Es la fase avanzada 
de un gran número de padecimientos inflamatorios crónicos que afectan al 
hígado.8 
La palabra cirrosis deriva del griego Scirrhus, que significa naranja o ámbar 
oscuro. Fue propuesta por Laennec en 1826. En la autopsia de un paciente con 
cirrosis observó que el hígado presentaba un aspecto ligeramente mamelonado 
con superficie arrugada de color grisáceo-amarillento. 
Según las recomendaciones del grupo de expertos de la OMS, la cirrosis hepática 
se define como un “proceso difuso caracterizado por la fibrosis y el cambio de la 
arquitectura hepática normal, en nódulos estructuralmente anómalos”. Los nódulos 
no poseen una organización lobular y contribuyen a la pérdida de la arquitectura 
normal. Este proceso es difuso y debe afectar a todo el órgano. 
 
EPIDEMIOLOGIA 
La epidemiología de la cirrosis hepática tiene características generales 
relacionadas con la enfermedad misma y otras más específicas relacionadas con 
factores como el sexo de los pacientes, la región geográfica, los factores 
socioeconómicos y culturales, así como el propio país.9 En países occidentales el 
alcoholismo y la hepatitis vírica C son las causas principales de la enfermedad 
hepática crónica. 
 
4 
 
 
 
 
 
 
 
 
De acuerdo al boletín de Estadísticas de Mortalidad en México, 10 emitido por la 
Dirección General de Información en Salud, de la Secretaria de Salud, para el año 
2003 se registraron 26,810 defunciones por Cirrosis Hepática en México ,6632 de 
ellas en mujeres y 20,478 en hombres. En el caso de los hombres represento la 
tercera causa de mortalidad general precedida por la Diabetes Mellitus y la 
Isquemia Cardiaca, en el caso de las mujeres represento la octava causa de 
mortalidad y Hepatocarcinoma secundario a Cirrosis Hepática correspondió 2523 
casos representa la tercera Neoplasia Maligna en este género, precedida por los 
Canceres del Cuello Uterino y de Mama. 
Se considera que existen alrededor de 100,000 a 200,000 pacientes cirróticos en 
México. 
La cirrosis hepática es la sexta causa de muerte en México, y la tercera causa de 
muerte entre la población mexicana en edad productiva (de 23 a 64 años) 
 De acuerdo con el CONADIC la mortalidad asociada con el abuso del alcohol está 
en ascenso; entre 1970 y 1995 aumentó en 72% en los hombres y 13% en las 
mujeres. 
 Según la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA) en el país ocurren 22 
fallecimientos por cada 100 mil habitantes debido a este padecimiento. 
 Se calcula que en México hay 1 millón 200 mil personas con hepatitis C, de 400 a 
600 mil con hepatitis B y 3 millones de adictos al alcohol en riesgo de desarrollar 
cirrosis. 
 De acuerdo con el doctor David Kershenobich, investigador de la Unidad de 
Medicina Experimental, del Hospital General de México de la Secretaría de Salud, 
70 de cada 100 pacientes con cirrosis padece alguno de los cuatro grados de 
encefalopatía hepática, y 30 por ciento de ellos fallece por esta complicación, 
cuyas principales manifestaciones son alteración de las funciones intelectuales, de 
la personalidad y la conciencia, así como limitación de la acción neuromuscular. 
La encefalopatía hepática es la complicación más frecuente de la cirrosis, en la 
cual el hígado pierde la capacidad de cumplir todas sus funciones, entre ellas la de 
limpiar o depurar la sangre de varias sustancias como el amoniaco, el cual se 
acumula y al llegar al cerebro interfiere y altera las funciones de manera 
progresiva. 
 
 
 
 
5 
 
 
 
 
 
 
HISTORIA NATURAL DE LA CIRROSIS 
La historia natural se caracteriza por una fase compensada generalmente 
asintomática, seguida por una fase rápida o descompensada donde se desarrollan 
las complicaciones. En la fase compensada la presión portal es normal. Conforme 
se desarrollan las complicaciones se progresa hacia la descompensación; se 
pueden presentar várices esofágicas, ascitis, peritonitis bacterial espontánea, etc., 
importantes para la determinación de la sobrevida. En pacientes compensados 
ésta es de 12 años, mientras que para descompensados es solamente de dos 
años11. 
Se han determinado cuatro etapas clínicas, cada una se define por la presencia o 
ausencia de complicaciones, que fueron acordadas en el BAVENO IV (Consenso 
Metodológico sobre Diagnóstico y Tratamiento de la Hipertensión Portal): 
Etapa 1: Ausencia de várices esofágicas y ascitis. La mortalidad es <1%. 
Porcentaje de pacientes que abandonan esta etapa, 11.4%, por el desarrollo de 
várices 7% y por el desarrollo de ascitis 4.4% (con o sin várices). 
 
Etapa 2: Presencia de várices esofágicas sin ascitis y sin sangrado. Mortalidad de 
3.4%. Pacientes que abandonan esta etapa, 6.6% por desarrollo de hemorragia y 
4%por el desarrollo de ascitis. 
 
Etapa 3: Presencia de ascitis con o sin várices esofágicas que nunca han 
sangrado. Mortalidad 20%. Pacientes que abandonan esta etapa por hemorragia, 
7.6%. 
 
Etapa 4: Hemorragia gastrointestinal con o sin ascitis. Mortalidad en un año 57%, 
casi la mitad de estas muertes en las primeras seis semanas después del episodio 
hemorrágico inicial. 
Las etapas 1 y 2 correspondena pacientes compensados, mientras que la 3 y la 4 
a descompensados.12 
ETIOLOGÍA 
La etiología en pacientes con cirrosis en México se distribuye de la siguiente 
forma: alcohol 39.5%, VHC 36.6%, criptogénica 10.4%, cirrosis biliar primaria 
5.7%, otra 2.8%. Esto se concluyó en un estudio multicéntrico realizado en ocho 
unidades hospitalarias de diferentes partes del país, e incluyó a pacientes de 
todas las áreas y clases socioeconómicas.11 
 
 
 
 
 
6 
 
 
 
 
 
 
CIRROSIS ALCOHÓLICA 
 
El desarrollo de la cirrosis alcohólica está relacionado con la cantidad y duración 
del consumo de alcohol. En varones, el riesgo relativo de cirrosis hepática es 6 
veces mayor con consumo de 40-60 gr de etanol por día que si se ingieren 20 gr al 
día, y la dosis y umbral cirrógeno medio son más bajos en mujeres que en 
hombres. Este riesgo aumenta 14 veces si el consumo es de 60 a 80 gr al día. Se 
ha calculado que la dosis cirrógena media es de aproximadamente 100 gr de 
alcohol al día, tomada de forma regular durante 25 años. Según Lelbach, la 
posibilidad de desarrollar una cirrosis en un individuo que beba más de 210 gr de 
alcohol al día durante 20 años es del 50 %, aumentando al 80 % si es durante 33 
años. En un estudio de casos/control realizado en varones, el riesgo relativo de 
desarrollar cirrosis fue de 1,83 consumiendo de 40 a 60 gramos de alcohol 
absoluto diarios comparado con varones consumidores de menos de 40 gr/día, 
aumentando a 100 en bebedores de más de 80 gramos/día. Otros autores 
consideran excepcional que la ingesta etílica diaria de un paciente que ingresa en 
su hospital por cirrosis hepática alcohólica sea inferior a 150 gramos/día. 
 
Con relación a las mujeres, se ha observado que son más susceptibles a una 
lesión hepática severa y al desarrollo de cirrosis con una dosis acumulativa de 
etanol mucho menor que los hombres. Esta tendencia a desarrollar una 
enfermedad hepática podría estar relacionada con los menores niveles de ADH 
gástrica en las mujeres en relación con los hombres y a las diferencias en el 
metabolismo de los ácidos grasos. 
Puede concluirse que si la ingesta etílica diaria supera los 80-100 gr al día de 
etanol, existe un riesgo incrementado de desarrollar una cirrosis hepática. La 
ingesta menor de 50 gr de etanol al día hace improbable su aparición, a no ser 
que se añadan otras etiologías como por ejemplo el VHB y C, que aumenta la 
incidencia de lesión hepática crónica en los alcohólicos. Aproximadamente el 18-
25 % de los alcohólicos están infectados con el VHC. Otros factores de riesgo que 
pueden afectar a la susceptibilidad para el desarrollo de la enfermedad hepática 
alcohólica son causas genéticas, malnutrición, sexo femenino. El 90-95 % de las 
personas con consumo crónico de alcohol desarrolla esteatosis hepática. En casi 
todos los casos, se cree que esta lesión es reversible tras el cese del consumo de 
alcohol. Un pequeño grupo de individuos evoluciona con esclerosis perivenular 
(depósito de colágeno en y alrededor de las venas centrales). El 10-35 % de los 
alcohólicos crónicos, sin embargo, presenta enfermedad hepática aguda que 
puede transformarse en recurrente o crónica. Algunos de estos pacientes 
serecuperan, pero otros desarrollan fibrosis sinusoidal, perivenular, y cirrosis. 
Incluso durante el estadio inflamatorio, sin presencia de cirrosis, los pacientes 
pueden presentar hipertensión portal, ascitis y varices esofágicas. 
 
 
 
 
 
7 
 
 
 
 
 
 
 
CIRROSIS POR VIRUS B Y C 
Los virus conocidos que pueden causar cirrosis son el virus B y C y 
excepcionalmente algunos no-A, no-B, no-C. De ellos, el virus de la hepatitis C es 
la causa más frecuente de hepatitis crónica y constituye el 20-50 % de todas las 
hepatitis crónicas. Esta es una cifra considerable dada la tendencia a evolucionar 
a la cronicidad de ésta enfermedad, así el 60-75 % de las hepatitis agudas por el 
VHC desarrollan una hepatitis crónica, y de éstas, el 20 % progresarán a cirrosis 
hepática. Los porcentajes referidos varían según la forma de transmisión de la 
enfermedad, siendo mayor cuando la infección se adquirió por vía parenteral. La 
supervivencia de la cirrosis por virus de la hepatitis C, parece no ser 
significativamente diferente a la población general, según se desprende de 
estudios prospectivos en donantes de sangre en plazos superiores a los 20 años. 
No obstante, el estado de portador de este virus, puede favorecer el desarrollo de 
carcinoma hepatocelular y en algunos casos, insuficiencia hepática y otras 
complicaciones de la cirrosis. Se acepta que el principal factor pronóstico de la 
cirrosis hepática por virus de la hepatitis C, es el consumo crónico y elevado de 
alcohol. Además, la asociación de ambos factores e bastante frecuente. En este 
sentido, Mendenhall CL y cols, han demostrado que existe una alta prevalencia de 
anti-VHC, confirmados mediante técnicas de reacción en cadena de la polimerasa 
(PCR), en pacientes alcohólicos crónicos con cirrosis. Las cifras oscilan de un 18 
al 45 %. La prevalencia de anticuerpos se relacionaba con una mayor gravedad de 
la enfermedad y la aparición de complicaciones con respecto a los pacientes 
seronegativos. 
 
Respecto al VHB, se conoce que tan sólo un 5-10 % de las hepatitis agudas por 
este virus cronifican y estudios prospectivos han observado que aproximadamente 
el 15-20 % de los pacientes con una hepatitis crónica por VHB desarrolló una 
cirrosis hepática a los 5 años de seguimiento. 
La presencia de replicación vírica (HBe Ag +, DNA +, PCR +), la mayor edad, así 
como la presencia de puentes de necrosis en la biopsia hepática favorecen la 
aparición de cirrosis. 
Globalmente, el pronóstico de la cirrosis hepática por virus B es peor que para el 
virus C. Los pacientes europeos tienen una mortalidad del 15 % a los 5 años, 
porcentaje que asciende al 20 % cuando existe replicación vírica. Estudios 
norteamericanos aportan cifras de hasta 55 % de mortalidad a los 5 años. 
A continuación se expone una relación de causas establecidas de cirrosis 
hepática, causas no demostradas y causas desconocidas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
8 
 
 
 
 
 
 
Causas establecidas 
-Alcohol. 
-Hepatitis viral (tipo B, B y D, y C). 
-Hepatitis autoinmune. 
-Trastornos metabólicos: 
- Hemocromatosis. 
-Enfermedad de Wilson. 
-Déficit de α1-antitripsina. 
- Fibrosis quística. 
-Enfermedades por almacenamiento de glucógeno. 
- Galactosemia. 
-Tirosinemia hereditaria. 
- Intolerancia a la fructosa hereditaria. 
-Telangiectasia hemorrágica hereditaria. 
-Enfermedad de Byler. 
-Abetalipoproteinemia. 
-Porfiriahepatocutáneatardía. 
-Enfermedades biliares. 
-Obstrucción biliar intrahepática. 
-Colangitis esclerosante primaria. 
-Obstrucción del flujo venoso: 
-Enfermedad venooclusiva. 
-Síndrome de Budd-Chiari. 
-Insuficiencia cardiaca. 
-Fármacos y toxinas. 
-Bypass intestinal por obesidad. 
-Sarcoidosis. 
-Sífilis. 
Causas no demostradas Causas desconocidas 
- Micotoxinas. –Cirrosis Infantil India. 
- Hepatitis vírica tipo G. –Cirrosis Criptogenica. 
- Esquistosomiasis. - Diabetes mellitus. 
- Malnutrición. 
- Obesidad. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
9 
 
 
 
 
 
 
 
CLASIFICACIÓN 
La cirrosis hepática puede clasificarse de acuerdo con las características 
morfológicas, la etiología, el estado evolutivo y la actividad de la enfermedad. 
 
a). Clasificación morfológica 
Desde el punto de vista morfológico la cirrosis se divide en tres tipos, según el 
tamaño de los nódulos de regeneración: micro nodular, macro nodular y mixta. 
- La cirrosis hepática micro nodular se caracteriza por la regularidad en el tamaño 
de los nódulos y porque todos o casi todos los nódulos tienen menos de 3 mm de 
diámetro. A menudo este patrón se observa al inicio del desarrollo de la 
enfermedad. El hígado es a menudo de tamaño normal o aumentado. 
- La cirrosismacro nodular se caracteriza por la presencia de septos y nódulos 
que difieren en tamaño, muchos de ellos mayores de 3 mm de diámetro. El hígado 
puede ser de tamaño normal, pero con frecuencia está reducido. 
- En la cirrosis mixta se ve aproximadamente la misma proporción de micro y 
macro nódulos. El porcentaje de cirrosis mixtas es alto. La utilidad diagnóstica de 
esta clasificación es mínima. 
 
b). Clasificación por estado evolutivo 
Cirrosis compensada: 
Conforme progresa la lesión, aparecen dos consecuencias importantes, la 
insuficiencia hepática y la hipertensión portal, responsables de las principales 
complicaciones de la cirrosis: ictericia, encefalopatía, ascitis, hemorragia digestiva 
o insuficiencia renal. La cirrosis que no presenta ninguna de estas complicaciones 
se denomina cirrosis compensada. 
Cirrosis descompensada: 
La cirrosis con una o más de las complicaciones previas se conoce como cirrosis 
descompensada. 
 
c).Clasificación según la actividad de la enfermedad (histológica y 
bioquímica). 
La actividad se mide por el grado de destrucción hepatocelular y el infiltrado 
inflamatorio. Hay que tener en cuenta la necrosis por etapas en los márgenes 
septales, los cuerpos acidófilos, la necrosis focal, así como la cirrosis alcohólica. 
Suele graduarse la actividad como nula, leve, moderada y grave, basada en los 
datos histológicos anteriores. La evolución se evalúa mediante el seguimiento y 
las observaciones seriadas clínicas, bioquímicas y, cuando sea posible, 
histológicas. 
Desde el punto de vista bioquímico la actividad se valora por el aumento de las 
transaminasas (AST y ALT) y la función hepática se valora mediante la 
determinación de albúmina sérica y actividad de protrombina. 
 
 
 
 
 
 
 
10 
 
 
 
 
 
CUADRO CLINICO 
Clínicamente, la cirrosis puede desarrollarse sin que aparezca ningún síntoma. 
La cirrosis compensada es clínicamente latente y puede ser descubierta por otro 
motivo al realizar la exploración clínica (eritema palmar, arañas vasculares, 
ginecomastia, atrofia testicular, contractura de Dupuytren, venas superficiales 
prominentes en la pared abdominal “cabeza de medusa”).CUADRO 1.7 
Un 30-40% de los casos de cirrosis pueden ser asintomáticos. En otros casos, la 
cirrosis puede sospecharse por la presencia de febrícula, deterioro del estado 
general con astenia, anorexia o pérdida de peso, o debido a anemia, 
trombocitopenia o leucopenia secundarias a Hiperesplenismo. 
 La fiebre, es frecuente, generalmente poco marcada y continua (entre 38 - 38,5 
0C). El principal problema cuando existe fiebre es determinar si se debe a la 
propia cirrosis o a una infección asociada. Las infecciones bacterianas son 
frecuentes en la cirrosis, por los defectos en la defensa inmunitaria y la función 
macrofágica. Las infecciones más frecuentes son la peritonitis bacteriana, cuando 
existe ascitis, la infección urinaria, broncopulmonar o del tracto respiratorio 
superior y la infección cutánea. 
 
Cuadro 1. Hallazgos Físicos más comunes en pacientes 
con Cirrosis 
Circulación colateral abdominal (cabeza de medusa) 
Ascitis 
Asterixis 
Osteoartropía hipertrófica/ Clubbing 
Síndrome constitucional (Astenia, adinamia, anorexia, 
pérdida de peso) 
Murmullo de Cruveilhier-Baumgarten (en hipertensión portal) 
Contractura de Dupuytren 
Hedor hepático 
Ginecomastia 
Hepatomegalia 
Jaundice 
Signo de Kayser-Fleisherig (en enfermedad de Wilson) 
Uñas de Muehrcke 
Uñas de Terry 
Eritema palmar 
Arañas vasculares 
Esplenomegalia 
Atrofia testicular 
Ictericia 
 
 
 
 
 
11 
 
 
 
 
 
COMPLICACIONES 
Las complicaciones mayores de la cirrosis comprenden ascitis, peritonitis 
bacteriana espontánea, encefalopatía hepática, hipertensión portal, hemorragia 
por várices esofágicas y síndrome hepato-renal.13 
 
Ascitis. La cirrosis es la causa más frecuente, se desarrolla progresivamente, con 
frecuencia se asocia a edemas en extremidades inferiores y a derrame pleural en 
un 5-10 % casos. Se forma debido al desequilibrio entre la formación y 
reabsorción del líquido peritoneal. La distribución del líquido entre los espacios 
vascular y tisular se determina por el equilibrio de las presiones hidrostáticas y 
oncóticas en los dos compartimentos. 
La acumulación de líquido en la cavidad peritoneal de los pacientes con cirrosis se 
debe a diferentes factores: 
 La hipertensión portal, con aumento del volumen plasmático esplénico total. 
 Las alteraciones renales, que favorecen el aumento de la reabsorción y 
retención de sodio y agua (estimulación del sistema renina-aldosterona, el 
aumento de la liberación de hormona antidiurética y la disminución de la 
liberación de la hormona natri urética). 
 Hipoalbuminemia por disminución de su síntesis hepática, que causa la 
disminución de la presión oncótica intravascular. Las pérdidas de albúmina 
a cavidad peritoneal a través de la linfa aumentan la presión oncótica 
intraperitoneal y aumentan la ascitis. 
 Desequilibrio en la formación y extracción de la linfa hepática e intestinal. El 
drenaje linfático (extracción) no compensa el aumento de liberación de linfa, 
debido fundamentalmente al aumento de la presión sinusoidal intrahepática, 
porque provoca la formación de ascitis. 
 Niveles elevados de vasopresina y adrenalina séricas, en respuesta a la 
depleción de volumen y que acentúan los factores renales y vasculares. 
Clínicamente, las manifestaciones de la ascitis son el signo del témpano, 
abombamiento de los flancos, matidez cambiante y de los flancos y el signo de la 
oleada ascítica. Además, pueden hallarse herniaciones abdominales o umbilicales, 
edema escrotal o del pene y derrame pleural más frecuente derecho (por paso 
directo del líquido ascítico del abdomen a la cavidad pleural a través de defectos 
del diafragma). 
El diagnóstico de ascitis es fácil cuando es voluminosa, cuando es pequeña la 
cantidad de líquido ascítico se reconoce mejor por ultrasonografía o tomografía 
computarizada (TC). 
Siempre debe realizarse paracentesis para la determinación de proteínas, 
recuento de glóbulos rojos y blancos, y cultivos para aerobios y anaerobios. 
 
 
 
12 
 
 
 
 
 
 
Peritonitis bacteriana espontánea 
Pacientes con diferencial de leucocitos en líquido de ascitis >250 células x mm3 
polimorfo nucleares deberán recibir antibioticoterapia empírica, a base de 
cefotaxima 2 g iv cada 8 h, a esto se le suma albúmina 1.5 g x kg de peso en 6 h, 
en el momento de la detección y al tercer día de la misma.6 Como opción 
antimicrobiana esta ofloxacino 400 mg cada 12 h, que es una alternativa iv en 
pacientes sin vómito, shock, encefalopatía severa, creatinina mayor de 3 g x dl. En 
pacientes con cuentas >250 células x mm3, con signos de infección, deberá 
iniciarse una terapia antimicrobiana empírica, mientras se recaban datos del 
cultivo. Lo pacientes que sobrevivan deberán recibir tratamiento profiláctico.13 
 
Encefalopatía Hepática puede presentarse espontáneamente o debido a factores 
precipitantes, los más habituales son la hemorragia gastrointestinal, la infección 
bacteriana, la administración de diuréticos en pacientes con ascitis, alteraciones 
hidroelectrolíticas y fármacos neurosedantes tipo benzodiacepinas. Causa 
alteración del estado mental y del comportamiento. Puede ser subclínica, 
recurrente con episodios manifiestos o crónica, y puede conducir a la 
degeneración hepatocerebral. Los signos neurológicos de la encefalopatía 
hepática se deben a alteraciones metabólicas y en la mayoría de los casos son 
transitorios, cambiantes y potencialmente reversibles. La patogenia de la 
encefalopatía hepática no se conoce completamente. Se han propuesto algunos 
mecanismos patogénicos que afectan a los sistemas de neurotransmisión para 
explicar la encefalopatía hepática: 
 Neurotoxicidad por amoniaco (la teoría más aceptada). 
 Aumento de la captación de GABA a nivel cerebral acompañado de 
aumento del tono GABA-érgico. 
 Intervención de otros neurotransmisores (acetilcolina, histamina,taurina, 
sistema opioide, otros péptidos). 
Hemorragia por Varices Esofágicas. La hemorragia digestiva habitualmente es 
consecuencia de la rotura de varices esofágicas o gástricas. También puede 
deberse a lesiones agudas de la mucosa gástrica, úlceras gástricas o duodenales 
o a gastropatía hipertensiva. 
La hemorragia por varices esofágicas se produce sin causa precipitante conocida 
y generalmente se manifiesta como una hematemesis masiva no dolorosa o 
melenas y refleja fundamentalmente la hipertensión portal. Aunque no existe 
acuerdo entre la correlación entre la hemorragia y la gravedad de la hipertensión 
portal, se acepta generalmente que la hemorragia suele observarse cuando la 
presión portal supera los 12 mm Hg y es más probable en pacientes con varices 
de mayor tamaño. 
 
 
13 
 
 
 
 
 
Síndrome Hepato-Renal. Es una insuficiencia renal progresiva que se produce en 
pacientes con hepatopatía grave. La mayoría tiene cirrosis descompensada y 
ascitis a tensión. 
Los riñones anatómica e histológicamente son normales y capaces de desarrollar 
una función normal. La patogenia exacta del síndrome hepatorenal no se conoce. 
Se cree que la alteración renal se debe a una perturbación del flujo sanguíneo 
renal caracterizado por vasoconstricción de las arteriolas de la corteza renal 
externa con derivación de la sangre hacia médula renal, lo que produce una 
disminución del filtrado glomerular y del flujo urinario. 
Se cree que las alteraciones de la hemodinámica renal en el síndrome hepatorenal 
son la consecuencia de la disminución del flujo sanguíneo eficaz y del aumento del 
tono simpático, aumento de la presión venosa renal e intra abdominal y de la 
alteración del equilibrio normal de los agentes vaso activos como renina-
angiotensina, prostaglandinas, tromboxanos, cininas, endotoxinas y calicreína 
normal. 
Estudios recientes sugieren la afectación de la endotelina-1 y la endotelina-3 en el 
síndrome hepatorenal. Otros estudios se centran en las alteraciones de la 
hemodinámica sistémica que acompaña a este síndrome. Entre ellas se incluyen 
la circulación hiperdinámica, aumento de la frecuencia cardíaca y del gasto 
cardíaco, la disminución de la presión sanguínea y de la resistencia vascular 
sistémica. Se ha propuesto al óxido nítrico, vasodilatador liberado por el endotelio 
vascular como el mediador tanto de la circulación hiperdinámica como del fallo 
renal. El síndrome hepatorenal se caracteriza por uremia progresiva (creatinina 
sérica > 2,5 mg/dl), oliguria (volumen urinario < 500 ml diarios), una orina 
concentrada con un cociente de osmolaridad orina/plasma superior a 1, 
concentración urinaria de sodio menor de 10 mEq/l y análisis de orina normales. 
La orina puede contener pequeñas cantidades de proteínas, hialina y cilindros 
granulares. La oliguria puede aparecer espontáneamente pero generalmente es 
secundaria a diarrea, diuréticos, paracentesis, hemorragia gastrointestinal o 
sepsis. Es habitual una ligera disminución de la presión arterial. La hiponatremia, 
la hiperpotasemia, la encefalopatía hepática y el coma pueden preceder o 
acompañar al deterioro de la función renal. El síndrome hepatorenal debe 
diferenciarse de otros tipos de fracaso renal que pueden producirse en los 
pacientes con enfermedad hepática como exposición a toxinas como paracetamol, 
AINE y tetracloruro de carbono, infecciones, necrosis tubular aguda por 
hipotensión o exposición a aminoglucósidos o contrastes angiográficos y a 
uropatía obstructiva. 
 
 
 
14 
 
 
 
 
 
La Internacional Ascites Club ConsensusConferencedefine criterios diagnósticos 
para distinguir entre dos tipos de síndrome hepato-renal. 
Tipo 1: Definido como el rápido deterioro de la función renal indicado creatinina 
sérica mayor a 2.5 o un aclaramiento de creatinina por debajo de 20 ml x min. Éste 
se precipita por peritonitis bacteriana espontánea (en un 25%); la muerte 
sobreviene en menos de dos semanas sin tratamiento y a las 10 semanas con 
éste, después de la aparición. 
Tipo 2: Aumento moderado de creatinina, 1.5 mg, la cual se mantiene estable 
durante un periodo más largo; hay presencia de ascitis generalmente resistente a 
diuréticos. La sobrevida media de estos pacientes es de tres a seis meses. 
También es frecuente observar en la cirrosis hepática alteraciones de la 
coagulación, consecuencia de un descenso de la síntesis de los factores de la 
coagulación a nivel hepático, de la fibrinólisis y de la trombocitopenia. Cuando esta 
alteración es moderada, no presenta consecuencias clínicas. Pero cuando es 
grave, puede determinar la aparición de equimosis espontáneas, hemorragias o 
púrpura. 
La anemia es muy frecuente en la cirrosis descompensada. Se debe a una escasa 
producción de hematíes en médula ósea y a un aumento de la destrucción 
periférica de estos. Generalmente es macrocítica, pero puede ser microcitica e 
hipocrómica tras pérdidas gastrointestinales. 
Además de la pérdida hemática y el déficit de hierro, otros factores pueden 
contribuir a la anemia: 
- Déficit de ácido fólico. 
- Hemólisis, especialmente en cirrosis avanzada (consecuencia de alteraciones de 
la membrana eritrocitaria y de una fragilidad aumentada de los glóbulos rojos). 
- Hiperesplenismo (aumento de tamaño y función del bazo) causado por la 
hipertensión portal y la obstrucción al flujo portal. El Hiperesplenismo resultante 
ocasiona el secuestro y la destrucción de algunas o todas las células sanguíneas, 
con disminución de la supervivencia de los glóbulos rojos, neutropenia y 
trombopenia. Estas alteraciones hematológicas generalmente no son graves y no 
requieren un tratamiento específico. 
Las anomalías endocrinas ocurren, presumiblemente, a consecuencia de la 
insuficiencia hepática en la conjugación o el metabolismo hormonal, debido a la 
insuficiencia hepatocelular, a comunicaciones porto sistémicas, o a ambas. El 
alcohol también puede ocasionar cambios hormonales, y en un cirrótico alcohólico 
resulta difícil determinar si la causa es el alcohol o la cirrosis. 
 
 
15 
 
 
 
 
 
 
La feminización se manifiesta por ginecomastia, arañas vasculares, eritema 
palmar y cambios en el patrón del vello corporal. Se cree es debida a una 
conversión aumentada de esteroides androgénicos a estrógenos en tejidos 
periféricos. La espironolactona puede inducir ginecomastia por descenso de la 
testosterona sérica y disminución de la actividad del receptor androgénico 
hepático. 
- El hipogonadismose manifiesta en el varón como atrofia testicular, pérdida de la 
libido, impotencia y elevada prevalencia de infertilidad. Puede mejorar al mejorar la 
función hepática. Se cree el hipogonadismo es un efecto directo del alcohol, más 
que una consecuencia de la hepatopatía. Las mujeres presentan oligomenorrea, 
amenorrea y esterilidad. El estradiol y la progesterona plasmáticas están 
descendidas. 
- La prevalencia de diabetes está aumentada en pacientes con cirrosis hepática, 
manifestándose como hiperglucemia, intolerancia a la glucosa, glucosuria leve, 
hiperinsulinemia (resultado de un catabolismo reducido de la insulina por el 
hígado) y resistencia periférica a la insulina. Generalmente puede tratarse con 
dieta, ocasionalmente requiere antidiabéticos orales y excepcionalmente insulina. 
La hipoglucemia puede observarse en cirrosis avanzada con insuficiencia 
hepatocelular grave aunque también puede deberse a infecciones bacterianas, 
consumo de alcohol o al consumo elevado de glucosa por un carcinoma 
hepatocelular. 
DIAGNÓSTICO 
 
Examen físico. La mayoría de los pacientes cuenta con serología, pruebas 
radiológicas o procedimientos quirúrgicos previos que incidentalmente revelaron 
algún dato de cirrosis; de tal manera se puede dirigir la exploración física. 
 
Pruebas de laboratorio 
No hay prueba serológica para diagnosticar cirrosis. Las PFH no reflejan 
correctamente la función hepática, por lo que las alteraciones bioquímicas, 
aunadas a la imagen clínica del paciente, pueden sugerirciertas patologías 
hepáticas. Cuando esto se sospeche se debe pedir un perfil hepático que incluya: 
biometría hemática completa con plaquetas, tiempos de coagulación, AST, ALT, 
fosfatasa alcalina, gama glutamiltransferasa, bilirrubina total, directa e indirecta y 
albúmina13 (cuadro 2). Dentro de las pruebas, la más específica para determinar 
lesión metabólica o inducida por drogas es ALT pero ésta no refleja el grado de 
inflamación y no tiene ningún uso en cuanto a la fibrosis hepática, al igual que las 
demás.13 Se encontró que un conteo de plaquetas por debajo de 160,000, en 
pacientes con Hepatitis C (crónica), tiene una sensibilidad del 80% para detectar 
cirrosis.13 
 
 
 
16 
 
 
 
 
 
En estudios prospectivos se comprobó, por medio de biopsia, que pruebas PFH 
alteradas –por lo menos dos veces más de su límite normal, por 6 meses– tienen 
como sustrato una patología hepática. Si la ALT se encuentra elevada, es 
necesario practicar un perfil viral; si es negativo y las PFH continúan en mismos o 
mayores niveles, se debe evaluar la posibilidad de hepatitis autoinmune. Además 
se puede sospechar de cirrosis biliar primaria en pacientes con colestasis 
crónica.13 
 
Cuadro 2. 
Etiología Pruebas y Resultados de Laboratorio 
Hepatopatía 
alcohólica 
AST: ALT ratio > 2 
Elevación GGT 
Déficit de alpha 
antitripsina 
Disminución sérica alpha 1 antitripsina 
Se recomienda selección genética 
Hepatitis autoinmune 1 Títulos altos de anticuerpos ANA/ ASMA 
Hepatitis B 
crónica 
HBsAg/ HBeAg positivo en cualitativo 
Si HBeAg negativo y HBsAg positivo monitorearluo por 
1 año para determinar carga viral 
Elevación de AST y/o ALT 
Hepatitis C 
crónica 
Anticuerpos positivos para Hepatitis C en cualitativo 
Cuantificación de RNA VHC para carga viral 
Determinación de genotipo viral de VHC para 
respuesta a antiretroviral 
Elevación de AST y/o ALT 
Carcinoma 
hepatocelular 
Elevación de alfafetoproteína 
Elevación de AST y/o ALT 
Elevación de fosfatasa alcalina sin colestasis obstructiva 
Esteatosis hepática 
no alcohólica 
Elevación de AST y/o ALT 
USG o biopsia para establecer diagnóstico 
Cirrosis biliar 
primaria/ 
colangitis esclerótica 
primaria 
Colangiografía contrastada 
Se apoya de anticuerpos anti mitocondriales 
positivos o anticuerpos citoplasmáticos 
anti neutrófilos 
Elevación AST/ ALT 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
17 
 
 
 
 
 
 
Pruebas radiográficas 
 
No hay ningún estudio que sea estándar de oro; su uso está limitado a la 
detección de ascitis, hepatoesplenomegalia, trombos en vena porta o hepática y 
carcinoma hepatocelular. Todos estos sugieren cirrosis.13 
El ultrasonido abdominal con doppler debe ser el primer estudio radiográfico en la 
evaluación de cirrosis, dado su bajo costo, no expone a radiación ni a medio de 
contraste (TAC nefrotóxica), para valorar densidad, tamaño y flujo sanguíneo en 
venas hepáticas y porta. 
Así se podrá observar modularidad, irregularidad, aumento de la ecogenicidad y 
atrofia; en cirrosis avanzada se aprecia disminución de la densidad y patrón 
multinodular, ascitis y disminución del flujo sanguíneo en la circulación portal. 
El descubrimiento de nódulos hepáticos implica evaluación exhaustiva ya que 
estos se presentan de igual forma en lesiones malignas. Un estudio que usó USG 
de alta resolución en pacientes con diagnóstico de cirrosis confirmado, por biopsia 
o endoscopia, reveló que este método tiene una sensibilidad del 91.1%, 
especificidad de 93.5%, valores predictivos positivos de 93.2% y negativos de 
91.5%. La TAC y la RNM no son de utilidad dada la efectividad del USG. 
 
Biopsia hepática 
Se usa cuando los demás métodos serológicos, radiográficos o clínicos han 
fallado para el diagnóstico de cirrosis. El beneficio de la biopsia supera sus 
riesgos; su sensibilidad y especificidad para un diagnóstico preciso es de 80 a 
100%, esto depende del tamaño y calidad de la muestra. Se realiza vía 
percutánea, transyugular, laparoscópica, abierta, por aspiración guiada por 
ultrasonido o tomografía. Se debe efectuar con una cuenta de plaquetas y tiempo 
de coagulación, previo a estos procedimientos.13 
 
PRONÓSTICO 
 
El pronóstico de la cirrosis hepática depende de su etiología, su base 
epidemiológica, sus manifestaciones clínicas, alteraciones analíticas, gravedad 
delas lesiones histológicas y de las posibilidades de tratamiento. Pocos estudios 
sobre el pronóstico aportan toda esta información, y quizás sea apropiado intentar 
establecerlo por grupos según la etiología. Las series publicadas sugieren que la 
supervivencia a los 5 años puede ser tan alta como del 90% en la cirrosis 
alcohólica en ausencia de ascitis, ictericia, hemorragia digestiva o consumo 
continuado de alcohol. En el otro extremo, la supervivencia puede ser tan baja, 
como menos de un año en pacientes con cirrosis alcohólica y encefalopatía. En 
pacientes cirróticos con ictericia, ascitis y hematemesis se ha observado una 
supervivencia a los 5 años entre el 7 y el 19 %. En un estudio italiano, en el que 
incluían pacientes con cirrosis de diferentes etiologías, incluidas víricas y 
alcohólicas, los pacientes inicialmente compensados, se descompensaban con 
una tasa anual del 10%. La ascitis resultó ser el síntoma más frecuente de 
descompensación. La supervivencia a los 6 años del diagnóstico fue del 54 % en 
los cirróticos compensados y del 21 % en los descompensados. 
 
18 
 
 
 
 
 
Los indicativos de riesgo de muerte fueron la edad avanzada, el sexo masculino, 
la encefalopatía hepática, la hemorragia digestiva por varices esofágicas, la 
prolongación del tiempo de protrombina, la positividad del HBs Ag y el carcinoma 
hepatocelular. Actualmente, se acepta que el pronóstico de la cirrosis hepática 
depende de una serie de parámetros clínicos y analíticos determinados en los 
modelos de predicción de Child-Pugh y más recientemente Meld. 
MODELOS PRONÓSTICOS PARA LA CIRROSIS HEPÁTICA 
La determinación del pronóstico de los pacientes es una parte importante de su 
evaluación la cual tiene significativa influencia en la elección de la terapéutica. Es 
por tanto primordial que se adquieran y se desarrollen herramientas para el 
pronóstico individualizado de pacientes. En las hepatopatías crónicas, el 
pronóstico puede ser particularmente valorado para ser usado a la hora de decidir 
conductas14 
Muchas hepatopatías crónicas generalmente se mantienen de forma estable con 
períodos de deterioro y mejoría transitoria. 
 
En general, el rango de progresión puede ser lento, en particular en fases 
tempranas de la enfermedad. Tarde o temprano, dependiendo de la actividad de la 
enfermedad, el curso relativamente estable de esta pasa a una fase en la que se 
desarrolla en forma de aguda aceleración de la progresión, con la aparición de 
descompensación, complicaciones y muerte. Los indicadores pronósticos pueden 
ser diferentes en la fase temprana y en la tardía de la enfermedad.15 En la fase 
temprana, la intensidad del proceso de la enfermedad o "actividad de esta" 
(necrosis de células hepáticas e inflamación) se traducirá en aumento de las 
enzimas hepáticas como aspartatoaminotransferasa (ASAT) o 
alaninotransaminasa (ALAT) y elevación de las inmunoglobulinas en el suero; en 
la fase tardía, los indicadores más importantes de estadio avanzado los 
representan la disminución de la función hepática y las alteraciones estructurales 
(cirrosis y descompensación hepática) traducido en elevación de bilirrubina sérica, 
descenso de la albumina sérica, índice de protrombina elevado (prolongación del 
tiempo de protrombina), aparición de ictericia, ascitis, várices esofágicas y 
sangrado de estas, encefalopatía y aumento de la creatinina serica.16 
 
 
 
 
19 
 
 
 
 
 
MODELO CHILD-PUGH-TURCOTTE 
El modelo Child o Child-Turcotte fue propuesto por primera vez en 1964.17 La 
versión inicial del modelo pronóstico de Child-Turcotte, incluía 2 variables 
continuas (bilirrubina y albúmina) y 3 variables cuantitativas discretas (ascitis,encefalopatía y estado nutricional), como se observa en la (tabla 1). La selección 
de estas 5 variables fue empírica así como los puntos de corte para bilirrubina y 
albúmina. Las 5 variables y sus respectivos puntos de corte fueron asignados para 
definir 3 grupos distintos con incremento de su severidad (A, B y C) los pacientes 
con valores individuales se asignan a diferentes grupos. Por tanto, a las variables 
se les asignan 1, 2 y 3 puntos según caigan dentro de los valores límites de cada 
grupo A, B y C, respectivamente; el puntaje es la suma de todos los puntos desde 
un rango de 5 a 15. Es generalmente aceptado que pacientes con puntuación 
entre 5 y 8 pertenecen al grupo A, pacientes con puntuación entre 9 y 11 
pertenecen al grupo B y pacientes con puntuación entre 12 y 15, al grupo C.17 
 
Una versión modificada fue propuesta casi 10 años después (tabla 2), denominada 
Child-Pugh (CP).18 En esta versión modificada, el estado nutricional fue 
reemplazado por el tiempo de protrombina. El punto de corte más bajo de la 
albúmina fue cambiado de 30 a 28 g/L. El modelo correspondiente a la suma de 
todos los puntos individuales permite categorizar a los pacientes en diferentes 
grados de Child-Pugh, A (5-6 puntos, B (7-9 puntos) y C (10-15puntos).18 
De forma importante, el rango total de puntos (5-15) no es igualmente distribuido 
entre los grados A, B y C, probablemente tratando de reflejar más eficientemente 
el impacto clínico de cada grado en términos de pronóstico. 
 
 
 
 
 
 
 
20 
 
 
 
 
 
 
Las variables incluidas en el modelo de Child-Pugh son a veces consideradas 
como un reflejo de las funciones de síntesis (albúmina y protrombina) y de 
excreción (bilirrubina) del hígado, sin embargo, este concepto no puede ser visto 
como absoluto. Efectivamente, la albúmina no solo es influenciada por la síntesis 
hepática sino por el escape transvascular o aclaramiento favorecido por la sepsis19 
y la ascitis.20 De forma similar, la bilirrubina está aumentada en casos de 
insuficiencia renal, hemólisis y sepsis21 todas ellas condiciones comunes en 
pacientes con cirrosis. El descenso del índice de protrombina puede asimismo 
estar relacionado con la activación de la coagulación y la mayor causa de esta 
última es la sepsis;22 asimismo, la encefalopatía hepática puede ser precipitada 
por sepsis o insuficiencia renal.23Como resultado, la albúmina, la bilirrubina, la 
protrombina y la encefalopatía representan marcadores pronósticos que provienen 
de varias fuentes y no solo de las funciones hepáticas. El modelo Child-Pugh 
puede ser visto como una evaluación multiorgánica en pacientes con cirrosis 
hepática de base más que un estimado simple de las funciones hepáticas. 
Existen varias limitaciones desde el punto de vista estadístico del modelo Child-
Pugh:24 La primera limitación proviene del hecho de que los 5 componentes del 
modelo fueron seleccionados de forma empírica. También es un argumento 
importante a su favor que estudios posteriores han reportado que estas variables 
tienen significación estadística en relación con el curso de la cirrosis.15, 23, 25,26 
Sin embargo, no todas las variables tienen una influencia independiente. Se puede 
deducir, por ejemplo, que la albúmina y los factores de la coagulación, ambos 
sintetizados por el hígado, están fuertemente relacionados entre ellos. Incluyendo 
estas 2 variables en un único modelo pronóstico, se puede sobrevalorar su 
influencia. Solo un análisis multivariado permite seleccionar variables que no 
interfieran con las demás.15 Una segunda limitación proviene del uso arbitrario de 
los puntos de corte para las variables cuantitativas. No existe evidencia de que 
estos valores de los puntos de corte sean los óptimos para definir cambios 
significativos en el riesgo de mortalidad. Por ejemplo, un paciente con un nivel de 
bilirrubina 55 mmol/L (Child C) puede ser categorizado en el mismo nivel de 
bilirrubina que un paciente con 150 mmol/L.24 
21 
 
 
 
 
 
Una tercera limitación es que a cada variable se le da el mismo peso dentro del 
modelo. El análisis multivariado muestra que el impacto de diferentes factores 
predictivos en la mortalidad es muy variable, por ejemplo el peso de la bilirrubina y 
el INR varía de 1-3 en el modelo MELD.27Por tanto, otorgándole el mismo peso a 
diferentes variables, resulta en sobreestimar o subestimar su verdadero impacto. 
Además de esto, los puntos de corte para variables cualitativas, ascitis y 
encefalopatía son imprecisos y pueden estar sujetos a varias interpretaciones. En 
la práctica clínica, la encefalopatía puede ser evaluada como ausente, mínima o 
avanzada; el Child-Pugh, es una variable en dependencia de su intensidad y 
puede ser alterada por el uso de agentes farmacológicos. Como se mencionó, a 
las 5 variables se les otorga el mismo peso (1 a 3), como si tuvieran la misma 
importancia pronóstica.24Algunos estudios sugieren que tiene más importancia la 
encefalopatía que la ascitis y la albúmina, y mayor que la bilirrubina.28La 
supervivencia a 1 año, después de que aparece encefalopatía hepática (sin 
hemorragia gastrointestinal) es de 33 % y con hemorragia, de 15 %, la muerte 
ocurre dentro de los primeros meses. En otras palabras, 2 pacientes pueden tener 
el mismo puntaje, pero con diferentes contribuciones de cada una de las 5 
variables y pueden tener diferentes pronósticos.25 
Una cuarta limitación es que no fueron tomados en consideración importantes 
factores pronósticos. En particular, un número significativo de estudios han 
enfatizado la influencia de la función renal en el curso de la cirrosis.26, 27,29 
Por último, el modelo Child-Pugh no toma en cuenta la causa de la cirrosis, la 
posible coexistencia de factores causales y la persistencia de procesos dañinos 
como son el abuso mantenido de alcohol, la replicación del virus C o B o actividad 
inflamatoria en hepatitis autoinmune.30En reportes previos, las variaciones en la 
supervivencia explicadas por el puntaje Child-Pugh son algo bajas, menos del 50 
%, así como en el caso de la mayoría de los modelos de supervivencia hacen 
énfasis en el hecho de que otros factores desempeñan un papel importante en el 
pronóstico.31 
 
 
 
 
 
 
22 
 
 
 
 
 
 
 
MODELO MELD 
La red nacional para la distribución de órganos de Estados Unidos, United 
Network forOrganSharing (UNOS,) utilizó durante muchos años un sistema de 
distribución de órganos para trasplante hepático basado en categorías con 
variables clínicas. Este sistema presentaba limitantes ya que la determinación de 
la severidad de dichas variables, grado de ascitis o encefalopatía, era subjetivo.27 
Desde febrero del 2002, UNOS adoptó un nuevo sistema, el modelo ModelforEnd-
stageLiverDisease (MELD), modelo para la enfermedad hepática terminal. El 
MELD es creado través del análisis de regresión de Cox, con el fin de determinar 
el pronóstico de pacientes sometidos a shunt intrahepático porto-sistémico, TIPS 
por sus siglas en inglés,27y que después fue validado en pacientes con cirrosis 
hepática en estadio terminal32 y utilizado como sistema para la distribución de 
órganos en el trasplante hepático.33Este modelo utiliza 3 variables objetivas de uso 
clínico diario: bilirrubina, internacional normalized ratio (INR) para tiempo de 
protrombina, creatinina sérica y etiología de la cirrosis, esta última variable fue 
removida posteriormente del modelo por no afectar de forma significativa el 
pronóstico de la supervivencia. A partir de estas variables se obtiene un puntaje 
que predice la supervivencia en un paciente dado. 
Puntaje MELD= R=0,957 x log e (creatinina mg/dL) + 0,38 x log e (bilirrubina 
mg/dL) + 1,120 x log e (INR) + 0,643 x 10. 
Con esta fórmula, un mayor puntaje indica mayor severidad de la enfermedad y 
por tanto, mayor riesgo de fallecer. Este nuevo modelo cambia los sistemas de 
distribución de órganos para trasplantes de hígado actuales que hasta hace muy 
poco dependían para la asignación de un órgano, engran medida, del tiempo en 
lista de espera. 
Se ha sugerido que complicaciones de la hipertensión portal como ascitis, 
encefalopatía o sangrado por várices esofágicas pudieran agregar exactitud al 
sistema, pero su inclusión no fue de significación estadística,27 sin embargo, 
estudios recientes han señalado la importancia de la ascitis persistente así como 
la subestimación del riesgo de muerte por parte de este modelo en pacientes con 
encefalopatía refractaria a tratamiento. 34Recientes reportes señalan que la adición 
de la ascitis al modelo MELD pudiera incrementar su eficacia pronostica35 
asimismo, los propios investigadores que diseñaron el MELD reconocen a la 
encefalopatía porto sistémica como una variable que pudiera proporcionar 
información pronostica adicional, de forma independiente, al MELD.36 
 
 
23 
 
 
 
 
 
 
Se han realizado modificaciones al MELD con el objetivo de incrementar su poder 
predictivo como son la adición del sodio al modelo, el cual ha sido útil en pacientes 
con ascitis refractaria al tratamiento y en la lista de espera para el transplante 
hepatico.37 
A pesar de esto se debe tener en cuenta que el tratamiento diurético y la 
administración de fluidos hipotónicos a pacientes cirróticos puede disminuir las 
concentraciones de sodio en al menos 4 mEq/L y alterar la puntuación del 
modelo.24 Las variaciones en el INR para el tiempo de protrombina observadas en 
pacientes cirróticos bajo tratamiento con anticoagulantes (por ejemplo, trombosis 
de la vena porta) han tratado de ser solucionadas diseñando un modelo que no 
incluya esta variable conocido como MELD XI (por MELD excluding INR ).38 Este 
modelo fue diseñado ajustando los coeficientes de regresión de la bilirrubina y la 
creatinina con el fin de lograr similar peso para cada variable respecto al modelo 
original. De forma sorprendente, el poder discriminativo de este modelo fue de 
0,83, lo que llama la atención porque el INR para tiempo de protrombina 
representa la variable que más peso tiene dentro del MELD y que la muestra 
utilizada para este estudio no fueron pacientes sometidos a tratamiento con 
anticoagulantes, por tanto, futuros estudios se requieren para evaluar el impacto 
de este modelo con solo 2 variables en pacientes con enfermedad hepática en 
estadio terminal. Por último, es lógico pensar que pacientes con una puntuación 
MELD que se incrementaba con el tiempo tendrían peor pronóstico que aquellos 
con un MELD bajo o que decrecía con el tiempo, por tanto se diseñó el Delta 
MELD (definido por la diferencia entre el MELD actual y MELD más bajo medido 
30 días).Sin embargo, esta variación del modelo mostró eficacia predictiva en el 
análisis univariado, pero al ser incluido en un análisis multivariado no estuvo 
asociado a la mortalidad de forma independiente. 24 
Al menos 4 puntos merecen atención en el modelo: 1. El deterioro transitorio y 
reversible de las variables medidas por el MELD puede mover un paciente hacia 
arriba en la lista de espera para trasplanté hepático, 2. El curso de la cirrosis, 
proceso relacionado con el tiempo con gran variabilidad entre pacientes y en un 
mismo individuo, 37,39 3. El cambio, con el tiempo, de los índices no medidos por el 
MELD (encefalopatía, ascitis) una razón potencial de imprecisión y 4. La 
comorbilidad asociada, la cual puede afectar el pronóstico.39 
 
 
 
 
 
24 
 
 
 
 
 
 
COMPARACIÓN ENTRE CHILD Y MELD 
Las principales ventajas del MELD sobre el Child-Pugh radican en: (a) está 
basado en variables las cuales fueron seleccionadas por análisis estadísticos más 
que por juicio clínico, (b) las variables son objetivas y es posible que sean menos 
influenciadas por factores externos, (c) cada variable se le ha dado su importancia 
o sea su peso de acuerdo con su influencia en el pronóstico, (d) el modelo es 
continuo por lo que permite ser aplicado a grandes cantidades de pacientes.40 
Estas variables biológicas, en contraste con la ascitis y la encefalopatía, no están 
influenciadas por el juicio individual y solo pueden ser ligeramente alteradas por 
factores externos. La inclusión de un marcador como la función renal en el modelo 
es probablemente una de las razones determinantes de la superioridad de este 
frente al Child-Pugh. Adicionada a esto, el modelo MELD ha sido validado de 
forma prospectiva en la supervivencia de pacientes con TIPS.(transyugular 
intrahepatic portal systemicshunt), que es un procedimiento radiológico, realizado 
por vía percutánea y a través de un pequeño orificio en la piel y vena yugular 
interna derecha, permite llevar un sistema de funda, catéteres y agujas, con el fin 
de realizar un puente dentro del parénquima hepático, que une directamente el 
sistema porta con la circulación venosa sistémica a través de las venas supra 
hepáticas que se dirigen hacia la vena cava inferior. Este camino intrahepático que 
no existía es dilatado con un catéter balón colocándose luego una prótesis 
metálica expandible que refuerza las paredes de este puente, condicionando el 
pasaje de sangre portal hacia la circulación sistémica, produciendo en pacientes 
con cirrosis hepática, una inmediata disminución de la hipertensión portal y 
detención de la hemorragia por várices esofágicas y control de la ascitis.41 
La bilirrubina y el tiempo de protrombina también son incluidos en el Child-Pugh, el 
cual ha sido utilizado como la herramienta más eficaz para el pronóstico. Así, en el 
Child-Pugh, los puntos de corte se mueven de una a otra clase, el modelo MELD 
usa una medida continua de estas 2 variables, lo que implica un mayor poder 
discriminador.27 
Los modelos pronósticos son importantes para comprender los determinantes y el 
curso de las enfermedades hepáticas crónicas.24 A lo largo de los años, se han 
diseñado muchos modelos pronósticos, una relativamente nueva contribución es 
el MELD, el cual, desde un punto de vista metodológico, es preferible al Child-
Pugh, sin embargo, incluso los mejores modelos pronósticos, tienen una limitación 
de predicción, no son lo suficientemente precisos para ser útiles en el pronóstico 
individual de cada paciente, de cualquier forma la información proporcionada por 
estos modelos debe ser utilizada solamente como suplemento de los demás datos 
clínicos a la hora de tomar una decisión con cada paciente.15 
 
 
25 
 
 
 
 
 
 
La adición de un nuevo marcador pronóstico a los modelos ya establecidos o el 
diseño de alguno nuevo debe basarse en nuevas herramientas estadísticas y no 
solo en la estadística de concordancia (C statistic). Para obtener mejores índices 
pronósticos en el futuro se necesitan identificar más variables que se centren en el 
proceso de la enfermedad, utilizar datos provenientes de seguimiento de mayor 
cantidad de pacientes e involucrar a estadísticos expertos en el proceso del diseño 
del modelo para asegurar la validación del análisis y los resultados.42,43 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
26 
 
 
 
 
 
 
4. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 
La cirrosis es una enfermedad crónica del hígado que tiene como características el 
ser progresiva, difusa, irreversible y de causa variada siendo las más frecuentes 
la alcohólica y la viral. Es considerada una de las principales causas de muerte y 
ha reportado un incremento estadístico constante en los últimos años en México. 
Se clasifico a los pacientes cirróticos con estadio disfuncional hepático avanzado 
(Child-Pugh) tomando como referencia la escala pronostica de Meld para 
determinar la sobrevida de estos pacientes y su pronóstico a largo plazo. 
Se realizo este estudio en el HGZ 1 de Pachuca Hidalgo puesto que hasta el 
momento no se tiene reportes de estudios previos con estas características 
realizadas en este Estado, considerando que la clasificación de la población de 
pacientes con hepatopatía crónica Child-Pugh principalmente en estadio C es 
demasiado amplia y heterogénea y la clasificación por Indicé de MELD tiene 
mejor capacidad predictoray mayor precisión de estadificación. 
 PREGUNTA DE INVESTIGACION 
Como resultado del planteamiento del problema surge la siguiente pregunta… 
¿Existe diferencia entre la escala de Child-Pugh con el índice Meld para 
establecer el grado de severidad en pacientes cirróticos de el HGZ 1 de Pachuca? 
5. JUSTIFICACION 
 
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la insuficiencia hepática 
crónica o cirrosis hepática se define como un proceso difuso caracterizado por 
fibrosis y la conversión de la arquitectura normal en una estructura nodular 
anormal como consecuencia de un gran número de padecimientos inflamatorios 
crónicos que afectan al hígado. 
De acuerdo con el Boletín de Estadísticas de Mortalidad en México, emitido por la 
Dirección General de Información en Salud, de la Secretaría de Salud, para el año 
2003, se registraron 26,810 defunciones por cirrosis hepática en México; 6,332 de 
ellas en mujeres y 20,478en hombres. 
Las principales causas de cirrosis hepática se relacionan con el consumo excesivo 
de alcohol y las hepatitis virales crónicas; el resto son relacionadas con las 
hepatitis autoinmune, la cirrosis biliar primaria y probablemente las hepatopatías 
metabólicas. 
Se considera que existen alrededor de 100,000 a 200,000 pacientes cirróticos en 
México. 
 Las principales complicaciones de la cirrosis hepática se relacionan con la 
hipertensión portal hemorrágica, la encefalopatía y la ascitis refractaria, las 
infecciones que evolucionan a sepsis grave y desde luego la malnutrición que 
afecta directamente la sobrevida del paciente. 
 
 
27 
 
 
 
 
 
 
 
En gran medida, el padecimiento afecta a la población en edad productiva, por lo 
que es considerado un problema de salud pública y de prioridad nacional, por la 
alta prevalencia en la morbilidad y mortalidad reportadas en México. 
 
El propósito de esta investigación es comparar y clasificar utilizando modelos de 
pronóstico a los pacientes con cirrosis hepática crónica avanzada atendidos por 
el servicio de gastroenterología del HGZ 1para establecer y priorizar el manejo y/o 
tratamiento médico y mejorar el pronóstico de vida a largo plazo. 
JUSTIFICACION CLINICA 
La Cirrosis Hepática pertenece a un grupo de trastornos graves donde 
 la supervivencia sigue siendo el principal punto final. Así el 
objetivo principal de las puntuaciones de pronóstico en pacientes cirróticos es 
estimar la probabilidad de muerte en un tiempo determinado. 
Debido a que en nuestra población habitualmente el paciente cirrótico se 
encuentra descompensado al momento del diagnóstico es fundamental determinar 
en este estudio el grado de función hepática mediante la Clasificación de Child-
Pugh y Meld, considerando que la clasificación de la población de pacientes con 
hepatopatía crónica Child-Pugh principalmente en estadio C es demasiado amplia 
y heterogénea y la clasificación por Indicé de MELD tiene mejor capacidad 
predictora y mayor precisión de estadificación. 
JUSTIFICACIÓN METODOLÓGICA 
En las enfermedades hepáticas, varios estudios muestran que la sobrevida de los 
pacientes con cirrosis disminuye significativamente después de la 
descompensación clínica (ascitis, ictericia, hemorragia variceal, encefalopatía o 
hepatocarcinoma). Gines, en Barcelona (5), investigó la historia natural de 293 
pacientes con cirrosis y encontró que después de 10 años, la probabilidad de 
permanecer sin descompensación es de 42%, y vivos en esta cohorte, 47%. Pero, 
una vez que la descompensación ocurre, la probabilidad de sobrevida a 5 años es 
de 16%. En Italia, D’Amico (6), después de seguir 1155 pacientes por 6 años, 
encontró que 63% se descompensaron, con una sobrevida a 6 años de 54% en 
los compensados y de 21% en los descompensados. 
Con los antecedentes anteriores podemos determinar que la sobrevida de los 
pacientes cirróticos está determinada por el grado de funcionamiento o reserva 
hepática de ahí la importancia de este estudio de clasificarlos utilizando 
indicadores de pronostico a corto y largo plazo. 
 
 
 
 
28 
 
 
 
 
 
 
 
 
JUSTIFICACIÓN INSTITUCIONAL 
 
La insuficiencia hepática crónica o cirrosis representa el estadio final de las 
enfermedades hepáticas crónicas. El mayor conocimiento de esta patología y la 
clasificación de los pacientes con hepatopatía crónica por métodos pronósticos 
que este estudio propone nos puede ayudar a establecer medidas preventivas y 
opciones de tratamiento que para el Instituto Mexicano del Seguro Social 
contribuyan a disminuir la prevalencia de esta enfermedad y minimizar sus 
consecuencias disminuyendo así costos económicos y sociales derivados de esta 
enfermedad. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
29 
 
 
 
 
 
6. OBJETIVOS 
 
OBJETIVO GENERAL 
Comparar la escala de Child-Pugh con el índice Meld para establecer el grado de 
severidad en el paciente cirrótico del HGZ 1 del IMSS Pachuca. 
 
OBJETIVOS ESPECIFICOS 
 Clasificar a los pacientes con hepatopatía crónica Child-Pugh de acuerdo a 
severidad A, B, C. 
 Determinar el índice de MELD en los mismos pacientes. 
 Establecer el sexo prevalente de pacientes con cirrosis. 
 Establecer la edad predominante de pacientes con cirrosis. 
 Establecer las etiologías más frecuentes para desarrollar cirrosis. 
 Establecer los motivos más frecuentes de hospitalización por cirrosis. 
 Establecer las complicaciones más frecuentes por cirrosis. 
 Establecer el índice de mortalidad por cirrosis. 
 Establecer las principales causas de mortalidad en este grupo de pacientes 
 
 
7. HIPOTESIS 
 
Hipótesis de trabajo 
La puntuación Meld es de mayor utilidad que la de Child-Pugh para establecer el 
grado de severidad en los pacientes cirróticos del HGZ 1. 
 
Hipótesis Nula 
La puntuación Meld no es de mayor utilidad que la de Child-Pugh para establecer 
el grado de severidad en los pacientes cirróticos del HGZ 1. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
30 
 
 
 
 
 
8. METODOLOGIA 
 
TIPO DE ESTUDIO. 
Se realizó un estudio transversal, retrospectivo, observacional y analítico en el 
cual se revisaron y recolectaron datos de los expedientes médicos de los años 
2011, 2012,2013 de pacientes con hepatopatía crónica en fase de cirrosis del HGZ 
MF 1 IMSS de Pachuca Hidalgo para calcular escala de Child-Pugh y el índice de 
Meld con el fin de compararlos y determinar el grado de severidad mediante un 
instrumento de recolección validado. La comparación y el análisis se llevo a cabo 
mediante media estadística y aplicación de X cuadrada. 
 
UNIVERSO DE TRABAJO 
Usuarios de ambos sexos mayores de 18 años, con hepatopatía crónica en fase 
de cirrosis de cualquier etiología, derechohabientes al HGZ MF No. 1 del Instituto 
Mexicano del Seguro Social (IMSS), Pachuca Hidalgo. 
 
LUGAR DONDE SE DESARROLLO EL ESTUDIO. 
Se realizó en el HGZ MF No. 1 del IMSS en Pachuca, Hidalgo. 
 
DISEÑO METODOLÓGICO 
Diseño de la investigación: Se realizo un estudio transversal, retrospectivo, 
observacional y analítico. 
 
CRITERIOS DE SELECCIÓN 
 
Criterios de inclusión 
Pacientes con hepatopatía crónica en fase de cirrosis de cualquier etiología. 
Pacientes mayores de 18 años. 
Pacientes de ambos sexos. 
Pacientes derechohabientes al HGZ MF 1 del IMSS. 
Pacientes con expediente clínico completo. 
 
Criterio de exclusión 
Pacientes con hepatopatía crónica de cualquier etiología sin cirrosis 
 
Criterios de eliminación 
Pacientes que durante el estudio su expediente médico no cumpla con la 
información suficiente y necesaria. 
 
 
 
 
31 
 
 
 
 
 
 
TAMAÑO DE MUESTRA 
 
Para calcular el tamaño de la muestra suele utilizarse la siguiente fórmula: 
 
Donde: 
n = el tamaño de la muestra. 
N = tamaño de la población. 
Desviación estándar de la población que, generalmente cuando no se tiene su 
valor, suele utilizarse un valor constante de 0,5. 
Z = Valor obtenido mediante niveles de confianza. Es un valor constante que, si no 
se tiene suvalor, se lo toma en relación al 95% de confianza equivale a 1,96 
(como más usual) o en relación al 99% de confianza equivale 2,58, valor que 
queda a criterio del investigador. 
e = Límite aceptable de error muestral que, generalmente cuando no se tiene su 
valor, suele utilizarse un valor que varía entre el 1% (0,01) y 9% (0,09), valor que 
queda a criterio del encuestador. 
Cuando conocemos el tamaño de la población, la muestra necesaria es más 
pequeña y su tamaño se determina mediante la fórmula: 
 
n = tamaño de la muestra que deseamos conocer, 
N = tamaño conocido de la población, 
e, z y pq (o σ2) como antes. 
Naturalmente también en estos casos hay que recordar que para poder extrapolar 
los resultados a la población, la muestra debe ser representativa, y estamos de 
nuevo con el problema del muestreo aleatorio. 
Por ejemplo: deseamos hacer un sondeo de opiniones en un centro escolar que 
tiene 600 alumnos. En este caso N = 600; es el tamaño de la población que ya 
conocemos. Nuestro nivel de confianza va a ser del 95%, por lo tanto z = 1.96. Y 
como no queremos un error mayor del 3%, tenemos que e = .03. A falta de otros 
datos y para mayor seguridad suponemos que pq = (.50)(.50) = .25. La muestra 
necesaria será: 
 
 
 
32 
 
 
 
 
 
 
VARIABLES 
 
 
Independiente 
Severidad de la Cirrosis Hepática 
 
Dependientes 
Estadio de Child-Pugh. 
Indicé de MELD. 
Ascitis. 
Bilirrubina. 
Albumina. 
Tiempo de Protrombina. 
Encefalopatía Hepática 
INR. 
Creatinina. 
 
 
OPERACIONALIZACION DE LAS VARIABLES 
 
INDEPENDIENTE 
 
NOMBREDE 
LA VARIABLE 
DEFINICIÓN 
CONCEPTUAL DEFINICIÓN OPERACIONAL 
TIPO DE 
VARIABLE 
ESCALA 
DE 
MEDICION 
Severidad de 
la Cirrosis 
Hepática 
La cirrosis es una 
enfermedad 
crónica del hígado 
que se caracteriza 
por ser 
progresiva, difusa, 
irreversible y de 
etiología variada. 
La cirrosis hepática, se define como un 
proceso difuso caracterizado por fibrosis y 
la conversión de la arquitectura normal en 
una estructura nodular anormal como 
consecuencia de un gran número de 
padecimientos inflamatorios crónicos que 
afectan al hígado. 
 
Cualitativa Escala Child-Pugh. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
33 
 
 
 
 
 
 
 
DEPENDIENTES 
 
NOMBRE DE LA 
VARIABLE 
DEFINICIÓN 
CONCEPTUAL 
DEFINICIÓN 
OPERACIONAL TIPO DE VARIABLE 
ESCALA DE 
MEDICION 
ESCALA DE CHILD-
PUGH 
 
La clasificación de 
Child-Pugh es un 
sistema usado para 
evaluar el grado de 
disfunción hepática de 
los pacientes con 
cirrosis ya que se 
asocia con la 
probabilidad de 
supervivencia. 
La escala modificada 
Child-Pugh se realiza 
de acuerdo al grado 
de ascitis, las 
concentraciones 
plasmáticas de 
bilirrubina y albúmina, 
el tiempo de 
protrombina, y el 
grado de 
encefalopatía. Una 
puntuación total de 5-
6 es considerada 
grado A (enfermedad 
bien compensada); 7-
9 es grado B 
(compromiso funcional 
significativo); y 10-15 
es grado C 
(enfermedad 
descompensada). 
 
Cuantitativa 
Grado de ascitis. 
Concentración de 
albumina y bilirrubina 
plasmática. 
Tiempo de 
protrombina 
Presencia de 
encefalopatía 
INDICE MELD 
El MELD 
(ModelforEndStageLiv
erDisease) es un 
modelo matemático de 
predicción de 
la sobrevida de una 
persona con 
enfermedad hepática. 
Es un modelo 
pronóstico de 
enfermedad hepática 
basado en valores de 
laboratorio rutinarios 
(bilirrubina, INR y 
creatinina). 
 Va de 6 a 40; a 
menor puntaje, mejor 
pronóstico. Se usa 
para pacientes 
mayores de 12 años. 
 
Cuantitativa 
Concentración de 
bilirrubina 
Concentración de 
creatinina 
Determinación de INR. 
 
 
 
 
 
 
ASCITIS 
Acumulación anormal 
de líquido en la 
cavidad peritoneal de 
los pacientes con 
cirrosisdebido al 
desequilibrio entre la 
formación y 
reabsorción del líquido 
peritoneal. 
Resultado de la 
alteración en la 
distribución del líquido 
entre los espacios 
vascular y tisular 
determinada por el 
equilibrio de las 
presiones 
hidrostáticas y 
oncóticas en los dos 
compartimentos y que 
se acumula en 
peritoneo. 
 
 
 
 
 
Cuantitativa 
 
 
 
 
 
Ausente 
Leve 
Moderada 
 
 
 
 
 
BILIRRUBINA 
Es un pigmento biliar 
de color amarillo 
anaranjado que 
resulta de la 
degradación de la 
hemoglobina de los 
glóbulos rojos 
reciclados. 
La bilirrubina es un 
producto de 
degradación de las 
proteínas que 
contienen el grupo 
hemo, como es la 
hemoglobina y que 
demuestra daño o 
alteración hepática 
 
 
Cuantitativa 
 
Bilirrubina directa 
(también llamada 
conjugada): 0 a 0.3 
mg/dL. 
Bilirrubina total: 0.3 a 
1.9 mg/dL. 
 
 
 
ALBUMINA 
Es una proteína que 
se encuentra en gran 
proporción en el 
plasma sanguíneo, 
siendo la principal 
proteína de la sangre, 
y una de las más 
abundantes en el ser 
humano. 
Es una proteína 
sintetizada en el 
hígadoy que se 
encuentra en la 
sangre y que ayuda a 
determinar el edo. 
Nutricional de una 
persona y si existe 
daño hepático. 
 
 
 
Cuantitativa 
 
Cconcentración 
normal en la sangre 
humana oscila entre 
3,5 y 5,0 gramos por 
decilitro 
 
 
 
 
 
 
 
TIEMPO 
DE PROTOMBINA ( 
PT) 
 
 
El tiempo de 
protrombina evalúa la 
función de la vía 
extrínseca y común de 
la coagulación, dada 
por los factores VII, V, 
X, II, I y XIII, mediante 
la adición de 
tromboplastina (factor 
tisular) al plasma. 
 
El tiempo de 
protrombina permite 
estimar la producción 
hepática de una 
proteína necesaria 
para la coagulación 
del hígado. 
 
 
 
Cuantitativa 
 
 
El rango normal del 
PT varía entre 12 y 15 
segundos 
 
 
 
 
 
ENCEFALOPATIA 
HEPATICA 
Anormalidad 
neuropsiquiátrica 
causada por toxicidad 
del cerebro y del 
sistema nervioso 
secundario a 
insuficiencia 
hepatocelular y/o 
derivación sanguínea 
porto-sistémica (por 
exposición del cerebro 
a concentraciones 
elevadas de 
sustancias tóxicas 
sobre todo amoníaco) 
Es un síndrome 
neuro-psiquiátrico que 
se observa con gran 
frecuencia en el 
paciente con cirrosis 
avanzada por 
concentraciones de 
amonio generado en 
el intestino grueso, y 
que pasa 
directamente al 
cerebro cruzando con 
facilidad la 
barrerahematoencefáli
ca. 
 
 
 
 
 
Cualitativa 
 
I.Euforia y/o ansiedad. 
II.Letargia y/o Apatia. 
III.Somnolencia y 
Confusión. 
IV.Coma. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CREATININA 
 
Es producto de 
desecho del 
metabolismo normal 
de los músculos que 
produce el cuerpo en 
una tasa muy 
constante y que 
normalmente filtran los 
riñones excretándola 
en la orina. 
 
La creatinina es un 
compuesto orgánico 
generado a partir de la 
degradación de la 
creatinay es el 
indicador más común 
de la función renal. 
 
 
 
Cuantitativa 
 
 
 
0,8 a 1,3 mg/dL 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
35 
 
 
 
 
 
 
RECURSOS, FINANCIAMIENTO Y FACTIBILIDAD DEL ESTUDIO 
 
Recursos humanos 
- Asesor clínico y metodológico: Dr. Raúl Contreras Omaña Medico no 
Familiar Hepatólogo y Gastroenterólogo Clínico Investigador en 
Enfermedades Hepáticas. 
- Investigador: Dr. Juan Gabriel Correa Vázquez Médico General. Alumno de 
segundo Grado del curso de Especialización en Medicina Familiar para 
Médicos Generales del IMSS 
Recursos materiales. 
- Hojas blancas. 
- Equipo de cómputo. 
- Lápices, plumas y papelería diversa. 
- Tiempo. 
- Expedientes clínicos. 
 
Recursos financieros. 
 - Aportados por el propio investigador. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
36 
 
 
 
 
 
 
CONSIDERACIONES ETICAS 
 
El presente estudio se apega a los lineamientos para investigación, de la Ley 
General de Salud, de la S.S. así como del IMSS; por el tipo de estudio no se 
requiere consentimiento informado. Por lo tanto el estudio no afecta en lo absoluto 
la salud, la integridad y la dignidad, siendo inherente al tratamiento definitivo del 
paciente y presenta los criterios éticos considerados en la declaración de Helsinki, 
con nota de clarificación del párrafo 30, apegada por la Asamblea General de la 
Asociación Médica Mundial, Tokio 2004. La investigación es factible de llevarse a 
cabo, ya que contamos con los recursos humanos materiales y el espacio

Continuar navegando