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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE PSICOLOGÍA . "CONDUCTA ANTISOCIAL-DELICTIVA Y PREVALENCIA DE TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS EN ADOLESCENTES EN CONFLICTO CON LA LEY PENAL: UN ESTUDIO DESCRIPTIVO" T E S I S Que para obtener el título de: LICENCIADA EN PSICOLOGÍA PRESENTA ROCHA GARCÍA MARÍA ELENA Directora de tesis: MTRA. LAURA ÁNGELA SOMARRIBA ROCHA Revisora: MTRA. MARTHA CUEVAS ABAD México D.F. 2016 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. ÍNDICE RESUMEN INTRODUCCIÓN CAPÍTULO 1. ADOLESCENCIA 1.1 Definición de adolescencia ................................................................................................. 1 1.2 Factores relacionados con el desarrollo del adolescente .................................................... 7 1.3 Teorías del desarrollo de la adolescencia ......................................................................... 17 1.4 La familia y el adolescente ............................................................................................... 29 CAPÍTULO 2. ADOLESCENTES EN CONFLICTO CON LA LEY PENAL 2.1 Definición de adolescentes en conflicto con la ley ........................................................... 35 2.2 Conducta antisocial ........................................................................................................... 37 2.3 Delincuencia juvenil ......................................................................................................... 42 2.4 Los adolescentes en conflicto con la Ley Penal dentro del Sistema Jurídico Mexicano .. 54 CAPÍTULO 3. TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS EN LA ADOLESCENCIA 3.1 Definición de trastornos psiquiátricos .............................................................................. 62 3.2 Prevalencia de trastornos psiquiátricos en la adolescencia .............................................. 68 3.3 Estudios sobre la conducta antisocial-delictiva y prevalencia de trastornos psiquiátricos en adolescentes ....................................................................................................................... 75 CAPÍTULO 4. MÉTODO 4.1 Justificación y planteamiento del problema ...................................................................... 81 4.2 Pregunta de investigación ................................................................................................. 83 4.3 Objetivo general ................................................................................................................ 83 4.4 Objetivos específicos ........................................................................................................ 83 4.5 Hipótesis conceptual ......................................................................................................... 84 4.6 Variables ........................................................................................................................... 84 4.7 Tipos de variables ............................................................................................................. 84 4.8 Definición de variables ..................................................................................................... 84 4.9 Muestra ............................................................................................................................. 86 4.10 Tipo de estudio ................................................................................................................ 86 4.11 Diseño de investigación .................................................................................................. 87 4.12 Instrumentos .................................................................................................................... 87 4.13 Procedimiento ................................................................................................................. 89 RESULTADOS ............................................................................................................................. 91 DISCUSIÓN ................................................................................................................................ 113 CONCLUSIONES ...................................................................................................................... 118 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ..................................................................................... 121 ANEXOS ..................................................................................................................................... 129 AGRADECIMIENTOS Para comenzar con esta larga lista de agradecimiento, quiero empezar por la Universidad Nacional Autónoma de México, gracias a su gran cobijo que me ha brindado desde que entre al CCH Oriente, ha sido una de las mejores decisiones de vida que he tomado. Entrar a esta gran Institución me llena de mucho orgullo, saber que brindan educación -en toda la extensión de la palabra- de calidad y que prácticamente todo es gratis, solo hay que saber buscar. Gracias a la Facultad de Psicología, porque en ella descubrí un sentido de estudio, un sentido de ser. Todo ello fue posible por la semillita de cada maestro que tuve, sin dejar de lado al PROSEXHUM y todas las personas que lo conforman que además sí llevan a la práctica lo que predigan, el buen trato, gracias Ofe, Ena, Isa y Zory. Maestra Laura Somarriba, de verdad que usted me ayudó muchísimo a que esta meta se realizara lo más pronto posible y de la mejor forma, aún recuerdo sus palabras de aliento…”Si tú quieres te puedes titular rápido”. Gracias por todo su tiempo y dedicación. Maestra Martha Cuevas, en verdad muchas gracias por ayudarme, usted fue un figura muy importante en este proceso, el apoyo de horas en su cubículo y el enseñarme a quitarme los miedo de encima, no tengo con qué pagárselo, de verdad gracias. Gracias a mis sinodales: Doctor Jorge Rogelio Pérez, gracias por ser tan amable y siempre tan ameno, además de que con su ejemplo impulsa me impulsa a seguir adelante. Maestro Jorge Álvarez, muchas gracias por su apoyo, siempre corriendo pero también siempre con una sonrisa. Lic. Lety Bustos, gracias por ser parte de esta meta, fue de mucha ayuda. Gracias al Instituto Politécnico Nacional, me siento afortunada de pertenecer laboralmente a esta Institución educativa y sobre todo que mi empleo está relacionado con mi carrea. Y además también agradezco el que me permiten participar en las brigadas de ayuda comunitaria, donde encontré otra pasión desde la perspectiva de la psicología. Gracias Mamy, siempre has sido mi gran apoyo y mi mejor amiga. Con tu gran ejemplo me enseñas a que no hay obstáculos, me impulsas a seguir adelante, de todo corazón te agradezco todo lo que me siempre me has brindado. Sigue adelante en esas clases de inglés hasta que también logres tus objetivos, después querrás emprender otros logros más. Te quiero muchísisimo. Gracias Papá porque desde niña siempre me dijiste que “Todo se puede lograr”, y por tener siempre fe en mí. Ojalá que sigas en tu camino de ser mejor, entodos los aspectos. Te quiero mucho. Caty, muchas gracia por enseñarme el lado lógico del estudio, que fue de mucha ayuda para el logro de este meta, ojalá que te des la oportunidad de asomarte a otros mundo. Recuerda la siguiente en titularse eres tú, y ahí estaré para ayudarte en lo que necesites. Te quiero mucho. Salma, me has enseñado que con dedicación y esfuerzo cualquier meta se puede lograr, no te rindas en tu camino. Te quiero y estoy para ayudarte en lo que necesites. Tío Pepe, siempre no has apoyado incondicionalmente, para contigo no tengo más que mucho agradecimiento, Te quiero mucho. Tía Cande, muchas gracias por tu fe en mí y por todo tu apoyo. Te quiero mucho. Tía Juanis, aunque ya no estás con nosotros, muchas gracias por dejarme tu ejemplo, gracias por las amenas platicas que tuvimos, te extraño y te quiero mucho. Tía Lichita, de ti he aprendido que no hay obstáculo para ayudar al prójimo, muchas gracias por apoyarme cuando más lo necesite. Este trabajo es uno de los resultados de tu ayuda. Te quiero mucho. Maestro de Tenis, con usted estoy profundamente agradecida, fue uno de mis pilares más fuertes, no tengo como pagarle todo su buen trato, ayuda, palabras, consejos. Le mando un gran abrazo y beso donde quiera que esté. Lo extraño y lo quiero mucho. Gracias a mis Q.:Q.: H.: H.: Ale, Vic, Lore, Carlos, porque en todo momento me han apoyado, ustedes son de esos grandes amigos que se cuentan con los dedos de la mano, Los quiero mucho. Gracias al M.: Javier Martínez que me apoyó cuando más lo necesité, gracias por sus palabras y consejos. Lo quiero. Y también muchas gracias a ti Susa, por ser mi amiga y compañera en mis momentos críticos, gracias por escucharme y por tus consejos. Te quiero mucho. Armando Martínez muchas gracias por el apoyo para la afinada a esta tesis. El destino no unió por algo. Y finalmente muchas gracias a ti Erick, eres otro pilar importante en mi vida, tu apoyo también fue esencial para concluir este tesis. Y seguimos junto para cosechar más éxitos. Te amo. ……………………Vida nada te debo, vida estamos en paz…………………… RESUMEN En los últimos años la delincuencia ha aumentado específicamente en adolescentes, pero el involucramiento de mujeres ha sido mayor recientemente (INEGI, 2014). Por ello es que se considera necesario el acercamiento a esta problemática desde la evaluación de la conducta antisocial-delictiva de los jóvenes y los trastornos psiquiátricos de aquellos que delinquen. El objetivo de la presente investigación fue describir la conducta antisocial-delictiva y la prevalencia de trastornos psiquiátricos en adolescentes en conflicto con la Ley Penal. Participaron 91 adolescentes de ambos sexos, que estaban divididos en dos grupos: 15 de la Escuela de Reintegración Social para Adolescentes –Quinta del Bosque-, cumpliendo un tratamiento por alguna infracción cometida; 75 de la Agencia 57 del Ministerio Púbico Especializada para Adolescentes -PM 57-, detenidos por alguna infracción cometida. La muestra fue no probabilística. Se les administraron las siguientes pruebas: Psychopathy Checklist –Youth Version (PCL-YV) (para la recolección de datos sociodemográficos y conducta antisocial); la Mini International Neuropsychyatric Interview Kid (MINI Kid) y el Cuestionario de Conductas Antisociales-Delictivas (A-D). En los resultados se encontró un bajo nivel de estudios, en específico en los de Quinta del Bosque; un alto consumo de alcohol en ambos sexos; mayor consumo de drogas y diferentes tipos en varones; el robo fue la infracción con más prevalencia en ambos sexos; los y las adolescentes de Quinta del Bosque reportaron presentar mayores y diversas conductas antisociales-delictivas. Los trastornos con mayor prevalencia en hombres fueron los disruptivos y en mujeres los del estado de ánimo. Palabras Clave: Adolescentes en conflicto con la Ley Penal, Conducta Antisocial-Delictiva, Trastornos Psiquiátricos. INTRODUCCIÓN Diversos autores definen la adolescencia como una etapa de transición que implica crecimiento y cambios físicos, cognitivos, emocionales y sociales, que adopta formas en diferentes escenarios, tales como los sociales, culturales y económicos, además de ser un periodo de desarrollo que se encuentra entre la infancia y la madurez (Craig, 2009; Papalia, Feldman & Duskin 2012; Santrock, 2006). Durante la niñez el ser humano es predominantemente dependiente y físicamente inmaduro y es durante la adolescencia que transcurre este desarrollo, para que al llegar a la edad adulta, las personas sean capaces de lograr cierta independencia y madurez psicológica. En el aspecto familiar, los adolescentes sienten cierta ambivalencia ante la dependencia de sus padres y la necesidad de desprenderse de ellos, pero al mismo tiempo es una batalla del adolescente por su autonomía y diferenciación o identidad personal (Papalia et al., 2012). Al ser un periodo de múltiples cambios, durante esta etapa son vulnerables a la inestabilidad emocional por lo cual es un periodo de riesgos. Además, en dicha transición, los adolescentes se ven obligados a juzgar sus valores y conductas en distintos contextos, pero en específico con los miembros de su propia familia, donde además comienzan a cuestionar las costumbres, las reglas y las normas que se establecen desde la niñez e incluso pueden parecerles que han sido impuestas de forma arbitraria (Barragán, 2012). Este tipo de cuestionamientos facilita que el grupo de iguales sea una fuente importante de apoyo emocional durante la compleja transición de la adolescencia, además de que favorece la formación de la identidad (Papalia, et al., 2012; Santrock, 2006). Los diversos cambios por los que atraviesan los adolescentes, conllevan conductas y situaciones de riesgo de diversa índoles, sin dejar de lado la conducta delictiva (Craig, 2009). El fenómeno de la delincuencia se ha estudiado desde diversas disciplinas, intentando abarcar con múltiples teorías, sus causas, factores criminógenos, así como la forma de que esta conducta tienda a disminuir (Avanesov, 2013). Desde la perspectiva de la psicología, el acercamiento a este fenómeno se logra estudiando la conducta antisocial y delictiva de aquellos adolescentes que tiene problemas con la ley (Barragán, 2012). Por lo anterior, la presente investigación está dirigida a la descripción de la conducta antisocial- delictiva y la prevalencia de trastornos psiquiátricos en adolescentes en conflicto con la ley, es por ello que en el capítulo uno se indaga teóricamente sobre la adolescencia, comenzando con una revisión histórica del concepto de la adolescencia, para poder llegar a la concepción actual. Si bien la adolescencia es un periodo de transición de la niñez a la adultez, se toma en consideración el desarrollo del adolescente, para comprender los cambios cognoscitivos propios de esta etapa. También se deben conocer las diferentes teorías de la personalidad, para finalizar con la revisión de la familia y el adolescente. En el capítulo dos se presenta una revisión general de los adolescentes en conflicto con la Ley Penal. Se inicia con la definición, para después proseguir con la conducta antisocial, y así ir dándole un sentido más amplio al fenómeno de los jóvenes infractores. También se debe tomar en consideración los enfoques teóricos-explicativos desde la perspectiva de diversos autores. Finalmente se realiza una revisión histórica del proceso de inclusión y modificaciones de las Leyes para menores de edad, haciendo hincapié en la posición actual de los adolescentes en conflicto con la Ley Penal, dentro del Sistema Jurídico Mexicano. En el capítulo tres se abordan los trastornos psiquiátricos en los adolescentes, se inicia revisando la evolución de la definición de enfermedad mental a lo largo de la historia, para finalmente llegar a la concepción actual. Se continúacon la prevalencia de los trastornos psiquiátricos en adolescentes en México, para concluir con la exploración de investigaciones recientes sobre la conducta antisocial-delictiva y la prevalencia de trastornos psiquiátricos. En el capítulo cuatro se presenta el método utilizado en esta investigación la cual tuvo como objetivo la descripción de la conducta antisocial-delictiva y la prevalencia de trastornos psiquiátricos en adolescentes en conflicto con la ley, dando comienzo con la justificación y planteamiento del problema, los cuales están basados principalmente en ampliar las exploraciones sobre el tema, ya que en México aún falta mucha indagación sobre adolescentes y conducta antisocial-delictiva. Se toma en consideración la muestra, la cual consta de hombres y mujeres de 15 a 17 años, que se encontraban en conflicto con la ley, participaron jóvenes tanto del MP 57 como de Quinta del Bosque. También se contempla el diseño de investigación, tipo de estudio, los instrumentos que básicamente fueron: la PCL-YV utilizada solo para la recolección de datos sociodemográficos y conducta antisocial (Forth, Kosson & Hare, 2003); la MINI Kid (Sheehan et al., 2000), que evalúa 24 trastornos mentales, y el Cuestionario A-D (Seisdedos & Sánchez, 2001) que mide la conducta antisocial-delictiva; y finalmente el procedimiento. Posteriormente se muestran los resultados llevados a cabo mediante estadística descriptiva, realizando un análisis de frecuencias, porcentajes y medidas de tendencia central –media y desviación estándar-. Finalmente, se presenta la discusión y conclusión derivadas de esta investigación. 1 CAPÍTULO 1. ADOLESCENCIA 1.1 Definición de adolescencia Etimológicamente hablando, la palabra adolescencia proviene del latín adolescere que significa “crecer”, “desarrollarse” (García-Pelayo, 1985), a lo que Rice (2000) le añade “crecer hacia la madurez”. Es un periodo de crecimiento entre la niñez y la edad adulta. La transición de una etapa a otra es gradual e indeterminada, y no se conoce la misma duración para todas las personas, pero la mayoría de los adolescentes, con el tiempo, llegan a ser adultos maduros. Puede considerarse dentro del periodo de evolución que lleva al ser humano desde el nacimiento hasta la madurez y en el cual se presenta una serie de cambios a nivel físico, psicológico y social que se manifiestan en diferente intensidad en cada persona (González, 2001). Arnett (2008) define la adolescencia como la época de la vida entre el momento en que empieza la pubertad y el momento en que se aproxima el estatus de adulto, cuando los jóvenes se preparan para asumir las funciones y responsabilidades de la adultez en su cultura. Para Knobel (1984) la adolescencia es la etapa de la vida durante la cual el individuo busca establecer su identidad adulta, apoyándose en las primeras relaciones objeto-parentales internalizadas y verificando la realidad que el medio social le ofrece, mediante el uso de los “Me desaburre estar en el coto, lo hago por estar con la banda y ponernos a robar para juntar para la droga” Andrés, 17 años –Detenido por pandillerismo- 2 elementos biofísicos en desarrollo a su disposición y que a su vez tienden a la estabilidad de la personalidad en un plano genital, lo que solo es posible si se hace el duelo por la identidad infantil. Así es como el conocimiento de la adolescencia surge como consecuencia a una seria preocupación por el estudio del ser humano y su evolución. A partir del inicio del siglo XX, el problema de la adolescencia resulta una de las preocupaciones sociales y políticas. En el ámbito social, la cultura está cada vez más dominada por la participación activa de las generaciones jóvenes en esferas que antes solo correspondían a los adultos. Al respecto Compayre (en González, 2001) es el que utilizó el término efebología para el estudio del adolescente varón, y de hebelogía para el estudio de la adolescente mujer, inspirándose en figuras de la mitología griega que simboliza esta etapa. Al respecto, Papalia et al. (2012) también argumenta que la adolescencia es una construcción social, ya que hasta antes del siglo XX no existía dicho concepto. Sin embargo cuando hablamos de una construcción histórica, tenemos que remontarnos a la antigua Grecia (siglos IV y V a.c.) donde Platón y Aristóteles (en Arnette, 2008) veían la adolescencia como la tercer fase diferenciada de la vida. Para ellos esta etapa se extendía de los 14 a los 21 años y ambos consideraban que era la etapa donde se empezaba a desarrollar la capacidad de razonar. En la opinión de Aristóteles (en Arnette, 2008), al inicio de la adolescencia los impulsos están privados y se vuelven incluso más problemáticos por la aparición de los deseos sexuales. Contemporáneo de dicha época, Hipócrates (en Ochaíta & Espinosa, 2004), realizó una taxonomía donde distingue siete etapas de la vida (entre estas etapas hay una diferencia de siete 3 años con la etapa anterior y posterior), entre las cuales cataloga al adolescente entre los 14 a 21 años de edad. Posteriormente el médico griego Galeno (en Ochaíta & Espinosa, 2004) aplicó a las edades de la vida la doctrina de los cuatro elementos cósmicos, llegando a diferenciar entre las distintas edades en función del elemento que predomina en cada una de ellas. Entre las etapas de la vida según Galeno, se encuentra la juventud la cual su elemento cósmico es el fuego, la calidad es seco/cálido, su humor es bilis amarilla, su estación es estío, la enfermedad biliosa es la que le corresponde y su temperamento es colérico. En este recorrido por la historia llegamos a la edad media, época donde el tema de las edades de la vida, seguía ocupando un espacio considerable en los tratados pseudocientíficos. Posiblemente inspirándose en la taxonomía de Hipócrates (en Ochaíta & Espinosa, 2004), se distinguía entre seis edades diferentes, donde la segunda edad recibía la denominación de pueritia y duraba hasta los catorce años. A continuación se situaba la adolescencia, que la consideraban hasta los veintiún años, aunque hay autores de la época, que la amplían hasta los veintiocho o incluso hasta los treinta o treinta y cinco años. Hasta el siglo XVIII es cuando la adolescencia se convierte en una etapa de la vida con características diferentes a las de la infancia, además de que se producen dos acontecimientos que contribuyen a la construcción del concepto de adolescencia. El primero tiene que ver con la aparición de dos personajes diferentes: uno de carácter literario, Querubín; y otro social, el recluta. El segundo, está relacionado con el hecho de que comenzaba a ser frecuente en la institución escolar, la presencia de alumnos que ya no tenían la apariencia de las características de la infancia, pero que aún estaban en periodo de formación. A partir de entonces, y durante 4 todo el siglo XX, se ha ido consolidando y ampliando ese período denominado adolescencia (Ochaíta & Espinosa, 2004). Sin embargo a pesar de la evolución histórica que ha sufrido el significado de dicho término, su reconocimiento explícito como etapa de la vida con características específicas ha de situarse en la obra de Rousseau (en Ochaíta & Espinosa, 2004), este autor menciona que la adolescencia es merecedora de atención, señaló la importancia de la educación como la mejor inversión para el futuro, ya que en ella radica el progreso de la humanidad. También coincidió con la idea de que la adolescencia es una etapa fundamental en el desarrollo humano, como se concibe en la actualidad. Durante los siglos XVIII y XIX, a medida que la población estadounidense crecía y que la economía se industrializaba y dejaba de basarse en la agricultura, se hizo más común que los jóvenes dejaran sus pequeñas ciudades a los 18 y 19 años para ir a las grandes ciudades. En estas ciudades prontofueron considerados como un problema social en muchos sentidos. A finales del siglo XVIII aumentó la delincuencia, el sexo prematrimonial y el alcoholismo entre los jóvenes. Se establecieron nuevas instituciones de control social, asociaciones religiosas, sociedades literarias, centros cristianos para jóvenes de ambos sexos, donde los jóvenes eran supervisados por adultos, método que dio buenos resultados. En la mitad del siglo XIX se observó una disminución notable en las tasas de delincuencia, embarazos prematrimoniales, consumo de alcohol y otros problemas entre los jóvenes (Arnett, 2008). 5 A pesar de lo antes mencionado, la difusión del término adolescencia fue al final del siglo XIX y el inicio del siglo XX. Antes de ese tiempo, era más común referirse a la gente entre los 14 y 20 años como la juventud o simplemente como jóvenes (Arnett, 2008). En Estados Unidos y otros países occidentales, los años 1890 y 1920 la población de estudiantes adolescentes entre 14 y 17 se duplicó, este cambio contribuyó a hacer de ese tiempo la Edad de la Adolescencia, porque marcó una separación más clara entre la adolescencia como época de estudio y la adultez como la etapa que empieza al terminar la escuela (Arnett, 2008). Otro factor importante en la Edad de la Adolescencia, fue la obra de G. Stanley Hall (en Arnett, 2008) quien hizo de esta etapa un campo de investigación observándola en su ambiente natural. Publicó un libro llamada “Adolescencia: su psicología y sus relaciones con la fisiología, la antropología, la sociología, el sexo, la delincuencia, la religión y la educación”, además este autor gracias a sus numerosas observaciones, describió el desarrollo biológico durante la pubertad y aseveró que el estado de ánimo depresivo tiende a alcanzar su punto más alto a mitad de la adolescencia. Sin embargo mucho de lo que escribió ha quedado obsoleto. En la actualidad la adolescencia se vive de diversas formas en culturas distintas, está relacionada con la presencia o ausencia de ritos iniciáticos. En algunas sociedades tienen lugar complejas ceremonias que señalan el paso de la adolescencia hacia la madurez y la consecución de estatus de adulto. La mayor parte de los ritos iniciáticos se centran en la adopción del estatus de adulto, mediante dichos rituales compartidos; riesgos y secretos, se crea un vínculo entre el adolescente y los adultos que le permiten acceder al mundo de la madurez (Santrock, 2004). África ha sido escenario de numerosos ritos iniciáticos para adolescentes, sin embargo, debido a la influencia de la cultura occidental, hoy en día muchos de esos ritos están desapareciendo, a 6 pesar de que perduran algunos vestigios y que aún son comunes en zonas en las que la escolarización es escasa (Santrock, 2004). En el mundo occidental no disponemos de ceremonias formales y universales que marquen el paso de la adolescencia a la edad adulta. Ciertas religiones y grupos sociales organizan ceremonias de iniciación que indican que se ha alcanzado un cierto nivel de madurez, como la ceremonia del bar mitzvah judía, la confirmación católica, (Santrock, 2004) y en México para las mujeres es más notable con la ceremonia de los 15 años. Asimismo la dependencia económica prolongada es otra característica de la adolescencia. En una sociedad como la nuestra, los adolescentes necesitan el apoyo financiero de sus padres mientras obtiene la información profesional necesaria para los empleos que exigen habilidades tecnológicas complejas (Craig, 2009). Por todo lo antes mencionado, hoy en día los adolescentes viven su mejor y su peor época. Su mundo posee un abanico de posibilidades y perspectivas de futuros inconcebibles hace 50 años: computadoras, celulares, internet, mayor esperanza de vida, acceso a la totalidad del planeta gracias a la televisión, los satélites, los viajes en avión. Pero tal cantidad de conocimiento también puede ser algo caótico y peligroso (Santrock, 2006). La adolescencia se puede estudiar desde la perspectiva del desarrollo, considerando como objetivo los factores que participan en el desarrollo del ser humano (biológicos y físicos, cognoscitivos, psicológicos, familiares y sociales), sin perder de vista que es una etapa de transición, y como lo comenta Santrock (2006), la vida de los adolescentes se caracteriza por una combinación de cambios y tradiciones. 7 1.2 Factores relacionados con el desarrollo del adolescente Para comprender el desarrollo del ser humano y en especial del adolescentes, algunos de los autores que han dedicado mucho tiempo a la investigación de esta etapa son: Craig (2009), Papalia et al., (2012) y Santrock (2006); de manera general estos autores coinciden con dividir su investigación en los factores biológicos y físicos, cognoscitivos, psicológicos, familiares y sociales, para su mayor comprensión. Factores biológicos y físicos: la transición de la infancia a la adolescencia comienza con la pubertad, la cual implica cambios biológicos notables. Esos cambios forman parte de un largo y complejo proceso de maduración que empieza antes del nacimiento. Posteriormente da paso a procesos psicológicos que continúan en la adultez, todo esto es el resultado de varias hormonas. El incremento del hipotálamo de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) da lugar al aumento en dos hormonas reproductivas clave: la hormona luteína (LH) y la hormona folículo estimulante (FSH) (Papalia et al., 2012); Craig (2009) añade que dichas hormonas existen en cantidades ínfimas desde el periodo fetal, solo que su producción aumenta mucho a los 10 años y medio en las mujeres, en los hombres entre los 12 y los 13 años. La pubertad está marcada por dos etapas: 1) la activación de las glándulas suprarrenales -entre los seis u ocho años- y 2) la maduración de los órganos sexuales unos cuatro años más tarde, es cuando la hormona dehidroepiandrosterona (DHEA) es 10 veces mayor e influye en la aparición del vello púbico, axilar y facial, así como un crecimiento corporal más rápido, mayor grasa en la piel y en el desarrollo del olor corporal (Papalia et al., 2012). Se presenta luego el estirón del crecimiento, periodo en el que se alcanza un rápido tamaño y fuerza, acompañados por los cambios en las proporciones corporales, sobre todo en la mujer es 8 una señal del inicio de la adolescencia; los cambios más perceptibles relacionados con la pubertad (madurez sexual) aparecen más o menos un años después. Este estirón suele caracterizarse por torpeza y desaliño, mientras el niño aprende a controlar su “nuevo” cuerpo: dicho estirón no es asimétrico, por un tiempo una pierna o un brazo puede ser más largo que el otro, otra característica es el apetito voraz, pues el cuerpo busca los nutrientes necesarios para el crecimiento. También se presentan cambios como el aumento de tamaño y de la actividad de las glándulas sebáceas (productoras de grasa) de la piel, lo que puede ocasionar brotes de acné. Además, en la piel aparece un nuevo tipo de glándula sudorípara que genera un olor corporal más fuerte (Craig, 2012). Otros de los signos de la madurez sexual de la adolescente, es la maduración de los órganos reproductivos como el crecimiento de los senos, se comienza a desarrollar el útero y la vagina, acompañados del agrandamiento de los labios vaginales y el clítoris, esto genera el inicio del primer periodo menstrual, al que se le conoce como menarquia, el cual puede aparecer entre los 10 a 16 y medio años y posteriormente se le nombra menstruación, que es el desprendimiento mensual del tejido del revestimiento del útero. Para el hombre adolescente, los signos de la madurez sexual, son el crecimiento rápido de los testículos y del escroto, además de la espermarquia, que es la primera eyaculación y ocurre en promedio a los 13 años, es posible que se deba a la masturbación o sueños eróticos,posteriormente se le nombrará eyaculación en las cuales contiene espermatozoides fértiles (Craig, 2009; Papalia et al., 2012; Santrock, 2006). Los adolescentes experimentan el placer y dolor de observar el proceso de estos cambios. Contemplan con sentimientos alternos de fascinación, deleite y horror el crecimiento de sus cuerpos. Sorprendidos, avergonzados e inseguros, se comparan sin cesar con otros y revisan su 9 autoimagen. Hombres y mujeres vigilan con ansiedad su desarrollo, siendo este un notable aumento de la rapidez de crecimiento (Craig, 2009). Factores cognoscitivos: los adolescentes no solo tienen una apariencia diferente a la de los niños más pequeños, sino que también piensan y hablan de manera distinta. La velocidad con que procesan la información sigue aumentando. Aunque en cierto sentido su pensamiento aún es inmaduro, muchos son capaces de adentrarse en el razonamiento abstracto y elaborar juicios de valor complejos, además de poder hacer planes más realistas para el futuro (Papalia et al., 2012). Piaget (en Craig, 2009) describió el pensamiento abstracto del adolescente, lo que denominó el nivel más alto del desarrollo cognoscitivo –las operaciones formales-, como las características distintivas de la etapa final del desarrollo cognitivo. Esta capacidad ocurre alrededor de los 11 años y les proporciona una forma nueva y más flexible de manipular la información. Ya no es tan restringido el aquí y el ahora, sino que pueden entender el tiempo histórico y el espacio extraterrestre. Pueden utilizar símbolos para representar otros símbolos y por consiguiente pueden aprender álgebra y cálculo. Aprecian mejor las metáforas y alegorías, por ende encuentran más significados en la literatura (Papalia et al., 2012). Para Piaget (en Craig, 2009) el pensamiento de primer orden consiste en descubrir y examinar las relaciones entre objetos; el pensamiento de segundo orden, son las operaciones formales, también consiste en reflexionar sobre nuestros pensamientos, buscar los nexos entre las relaciones, transitar entre la realidad y la posibilidad. A continuación se incluyen tres cualidades notables del pensamiento del adolescente: 1. La capacidad de combinar variables relevantes para hallar la solución de un problema. 2. La capacidad de proponer conjeturas sobre el efecto que una variable tendrá en otra. 10 3. La capacidad de combinar y separar las variables de forma hipotética-deductiva. Craig (2009) menciona que cierto grado de inteligencia para el pensamiento de las operaciones formales es indispensable. Intervienen además, factores culturales y socioeconómicos, en especial la escolaridad. Por otra parte Vygotsky (en Ochaíta & Espinosa, 2004) amplió al estudio del desarrollo del adolescente, e integró la influencia social como interacción importante en el desarrollo cultural del niño y adolescente. Para este autor existen dos clases de desarrollo que siendo diferentes, están estrechamente relacionados y se influyen mutuamente: el desarrollo biológico o natural y el desarrollo cultural. Esto no supone la introducción de la ruptura entre lo biológico y lo cultural, por lo contrario, ambos planos de desarrollo se fusionan constituyendo un proceso único de formación biológico-social de la personalidad. También dicho autor enfatizó la importancia de las influencias sociales sobre el desarrollo cognitivo, las cuales se basan en tres ideas principales: 1. Las habilidades cognitivas de los niños y adolescentes se comprenden mejor desde una perspectiva evolutiva; es decir, para entender cualquier aspecto del funcionamiento infantil y adolescente, se deben examinar sus orígenes y transformaciones desde formas tempranas a formas más tardías. 2. Las habilidades cognitivas están mediadas por las palabras, el lenguaje y formas del discurso, que actúan como herramientas psicológicas para facilitar y trasformar la actividad mental; este teórico afirma que para entender el funcionamiento cognitivo es necesario examinar las herramientas que lo median y le dan forma, ello lo lleva a creer 11 que el lenguaje es la más importante de esas herramientas, argumentó que el lenguaje ayuda al niño y al adolescente a planificar actividades, así como a resolver problemas. 3. Las habilidades cognitivas tienen su origen en las relaciones sociales y están inmersas en un trasfondo sociocultural; el desarrollo cognitivo del niño y el adolescente no se pueden separar de las actividades sociales y culturales; el desarrollo de la memoria, la atención y el razonamiento implica aprender a utilizar las herramientas que ha creado la sociedad (Barragán, 2011). Por su parte, las investigaciones de Papalia et al. (2012) sobre el procesamiento de la información han logrado identificar dos categorías de cambios mensurables en la cognición adolescente: cambio estructural y cambio funcional. A continuación se amplían: • Cambio estructural: los cambios estructurales en los adolescentes incluyen 1) cambio en la capacidad de memoria de trabajo y 2) la cantidad creciente de conocimiento almacenado en la memoria de largo plazo. La capacidad de memoria de trabajo se amplía durante la adolescencia, esto le permite lidiar con problemas complejos o decisiones que involucran múltiples piezas de información. La información almacenada en la memoria a largo plazo puede ser declarativa, procedimental o conceptual. El conocimiento declarativo (“saber que…”) consta de todo el conocimiento factual que una persona ha adquirido. El conocimiento procedimental (“saber cómo…”) consta de todas las habilidades que una persona ha adquirido, como multiplicar o dividir, conducir un vehículo, etc. 12 El conocimiento conceptual (“saber por qué…”) es la comprensión de por ejemplo, por qué una ecuación algebraica sigue siendo cierta si en ambos lados se añade o se sustrae la misma cantidad. • Cambio funcional: los procesos para obtener, manejar y retener la información son aspectos funcionales de la cognición. Entre ellos se encuentra el aprendizaje, el recuerdo y el razonamiento, todos los cuales mejoran durante la adolescencia. Por otra parte, el egocentrismo durante esta etapa también se debe de tomar en cuenta dentro de los factores relacionado con el desarrollo, ya que según Santrock (2006) considera que los adolescentes tienen la conciencia exacerbada de sí mismos, también explica que el egocentrismo puede dividirse en dos tipos de pensamiento social: la audiencia imaginaria y la fábula personal. Craig (2009) menciona que la audiencia imaginaria es la idea del adolescente de que lo están vigilando y juzgando todo el tiempo, su imaginación se centra en sí mismo. La audiencia imaginaria les sirve como fuente de autoconciencia, en virtud de que los adolescentes no están seguros de su identidad personal, reaccionan de modo exagerado ante las ideas de quienes tratan de saber quiénes son. Por su parte Santrock (2006) argumenta que la fábula personal es la parte del egocentrismo en la adolescencia que da lugar a que los adolescentes se consideren únicos e invulnerables. También Elkind (en Papalia et al., 2012) catalogó seis características inmaduras del pensamiento de los adolescentes, quedando de la siguiente forma: 1. Idealismo y actitud crítica.- prevén un mundo ideal además de que se vuelven hiperconscientes de la hipocresía de la vida pública. Están convencidos de que saben 13 mejor que los adultos cómo dirigir el mundo; y con frecuencia les parece equivocado lo que hacen sus padres. 2. Actitud polémica.- los adolescentes buscan oportunidades de probar sus capacidades de razonamiento formal recién descubiertas, por lo tanto asumen una actitud polémica cuando elaboran un argumento que reúne hechos y lógica. 3. Indecisión.- se les dificulta tomar decisiones sobre aspectos tan simples como qué ponerse y si deben ir al centrocomercial con un amigo o ponerse a trabajar en la computadora en una tarea escolar. 4. Hipocresía aparente.- los chicos que atraviesan por la adolescencia temprana a menudo no reconocen las diferencias entre expresar un ideal y hacer los sacrificios necesarios para vivir de acuerdo con él. 5. Auto-conciencia.- en esta etapa los adolescentes suponen que muchos piensan lo mismo que ellos y además consideran que siempre hay un “observador” preocupado por sus pensamiento y actos; es lo que el autor llama audiencia imaginaria. 6. Singularidades e invulnerabilidades.- Elkind (en Papalia et al., 2012) emplea el término fábula personal para referirse a la idea que tiene los adolescentes, que sus experiencias son únicas y que no están sujetos a las reglas que rigen al resto del mundo, ésta –según el autor- es una forma especial de egocentrismo que subyace a comportamientos arriesgados. En cuestión a la moral, conforme avanzan hacia la madurez adulta, los adolescentes se ven obligados a enfrentar algunos aspectos de la moral que no habían encontrado antes (Craig, 2009), por lo que Kohlberg (en Papalia et al., 2012) al igual que Piaget (en Papalia et al., 2012) concluyeron que la formas en que las personas examinan los temas morales refleja el desarrollo 14 cognoscitivo, por lo que la teoría de Kohlberg del desarrollo moral, guarda cierto parecido con la de Piaget, pero su modelo es más complejo. A partir de los procesos de pensamiento exhibidos en las respuestas a sus dilemas, Kohlberg (en Papalia et al., 2012) describió tres niveles de razonamiento moral, cada uno dividido en dos etapas: • Nivel 1) Moralidad preconvencional: las personas actúan bajo controles externos. Obedecen las reglas para evitar el castigo o recibir recompensas, o actúan por su propio interés. Este nivel es típico entre los niños de cuatro a 10 años. • Nivel II) Moralidad convencional (o moralidad de la conformidad a los roles convencionales): las personas han internalizado los estándares de las figuras de autoridad. Les preocupa ser “buenas”, agradar a los otros y mantener el orden social. Este nivel se alcanza por lo general después de los 10 años; muchas personas nunca la superan, incluso en la adultez. • Nivel III) Moralidad posconvencional (o moralidad de los principios morales autónomos): las personas reconocen conflictos entre los estándares morales y hacen sus propios juicios con base en los principios del bien, la igualdad y la justicia. Por lo general, este nivel de razonamiento moral se alcanza en la adolescencia temprana o más a menudo en la adultez temprana, si es que se logra. Según la teoría de Kohlberg (en Papalia et al., 2012) lo que marca la etapa del desarrollo moral es el razonamiento que está detrás de la respuesta de una persona al dilema y no la respuesta en sí. Complementando con todo lo anterior, la cognición social también es otro factor del desarrollo del adolescente, esto se refiere a cómo los individuos conceptualizan el mundo social y razonan sobre él, esto es, con quién interactúan, las relaciones que mantienen con esas personas, los 15 grupos de que forman parte y cómo razonan sobre sí mismo y sobre los demás (Santrock, 2004). Papalia et al. (2012) también argumenta que el razonamiento prosocial consiste en reflexionar acerca de dilemas morales en que las necesidades o deseos de una persona entran en conflicto con los de otras en situaciones en que las reglas o normas sociales no son claras o no existen. La conducta prosocial suele incrementarse de la niñez a la adolescencia y se ha demostrado que las niñas suelen mostrar más conducta prosocial que los niños, diferencia que se hace más pronunciada en la adolescencia. Las niñas suelen considerarse más empáticas y prosociales que los varones, y su padres otorgan mayor importancia a la responsabilidad social (Papalia et al., 2012). Factores sociales: Craig (2009) menciona que a medida que los individuos se independizan del núcleo primario, necesitan más a los amigos para obtener apoyo emocional, es en ese ambiente donde ponen en juego los valores adquiridos de la familia, a esto Papalia et al. (2012) asegura que un apoyo importante emocional durante la transición de la adolescencia, es el grupo de iguales, dicho grupo es una fuente de afecto, solidaridad, comprensión y orientación moral; es un lugar para experimentar para crearse como seres autónomos e independientes de los padres, además de ser un escenario que sirve para ir ensayando la vida íntima adulta. Por su parte Florenzano (1998) afirma que este grupo de pares es importante para el adolescente ya que considera que sólo aquellos que pasan por la misma transición aparecen como confiables para comprender sus experiencias, también refiere que ninguna otra institución social tiene tanta influencia como ésta a lo largo de todo el desarrollo. Papalia et al. (2012) argumenta que por lo común, la influencia de los compañeros alcanza su punto más alto entre los 12 y 13 años, después disminuye durante la adolescencia medía y tardía. 16 A los 13 o 14 años, los adolescentes populares pueden involucrarse en conductas ligeramente antisociales como por ejemplo probar droga o entrar al cine sin pagar, todo esto lo hacen con el fin de demostrar a sus iguales su independencia de las reglas de casa, en general este es un problema menor, siempre y cuando los adolescentes no tenga una relación tan fuerte con ese compañero, que esté dispuesto a dejar de obedecer las reglas familiares, hacer las tareas y desarrollar sus propios talentos para ganar la aprobación y popularidad entre sus iguales. Se ha demostrado que los adolescentes pasan más tiempo con los grupos de pares que con familiares, de ahí que logren consolidar amistades con mayor intimidad, lealtad e intercambio de confidencias, en este aspecto las amistades de las mujeres suelen ser más íntimas que la de los varones. La intimidad con los amigos del mismo sexo aumenta entre la adolescencia temprana y media, pero con el paso del tiempo también crece la intimidad con el sexo opuesto. Con todo lo antes mencionado, la mayoría de adolescentes reporta tener uno o dos “mejores amigos” y también varios “buenos amigos”, estas amistades suelen ser estables y duran por lo menos un año, hecho que les ayuda a explorar sus propios sentimientos, definir su identidad y validar su autoestima, no es de sorprenderse que con el paso del tiempo aumente la estabilidad en esas amistades, ya que la capacidad para la intimidad se relaciona con el ajuste psicológico y la competencia social (Craig, 2009; Papalia et al., 2012; Santrock, 2006). Las relaciones románticas o noviazgo, son otro aspecto muy importante en esta etapa ya que contribuyen al desarrollo de su intimidad e identidad. Por lo general pasan de los grupos mixtos o citas en grupo a relaciones románticas o noviazgo, esto es por lo regular entre jóvenes de 14 y 15 años heterosexuales de ambos sexos (Craig, 2009; Papalia et al., 2012). Bruce Roscoe (en Craig, 2009) y sus colegas teorizaron siete funciones que cumple el noviazgo: 17 1. Recreación: oportunidad de divertirse con una persona del sexo opuesto. 2. Socialización: oportunidad de que dos personas del sexo opuesto se conozcan y aprendan a interactuar. 3. Estatus: oportunidad de mejorar el estatus al ser visto con alguien a quien se considera buen partido. 4. Compañía: oportunidad de tener un amigo del sexo opuesto con quien interactuar y compartir experiencias. 5. Intimidad: oportunidad de establecer una relación íntima y significativa con una persona del sexo opuesto. 6. Sexualidad: oportunidad de experimentar con el sexo opuesto o de obtener satisfacción sexual. 7. Elección de compañero: oportunidad de relacionarse con miembros del sexo opuesto con miras a escoger al cónyuge. 1.3 Teorías del desarrollo de la adolescencia. Teoría de la recapitulaciónde Hall Se basa en la teoría embriológica de la recapitulación: durante la ontogénesis, el hombre recapitula la filogenia de la especie y la evolución de la sociedad humana. La adolescencia para él correspondía a un periodo conflictivo y transicional de la evolución cultural humana (en Florenzano, 1998). Fue el primero en describir la adolescencia con un periodo de gran “tormenta y estrés” que correspondería al tiempo en que la raza humana se encontraba en una etapa turbulenta de 18 transición en el camino de la civilización. Así mismo, decía que la tormenta y el estrés que se experimenta en la adolescencia tienen causas biológicas que resultan de los cambios que tiene lugar en la pubertad. Así, la pubertad representa un tiempo de trastorno e incapacidad emocional en que el estado de ánimo del adolescente oscila entre la energía y el letargo, la alegría y la depresión o el egoísmo y autodepreciación (Rice, 1997). El adolescente pasa por una etapa de apego a pares del mismo sexo, para luego hacerlo a personas mayores del sexo opuesto, para finalmente desembocar en la atracción por pares del sexo opuesto. El final de la adolescencia marca el nacimiento de los rasgos adultos, que corresponden al inicio de la civilización moderna (Florenzano, 1998; Rice, 1997). El proceso madurativo según Gessell Este autor se centró en el concepto de procesos innatos y universales de maduración, en los cuales el desarrollo físico y conductual está gobernado por la herencia genética individual. Describió así una sucesión de cambios de año en año a lo largo de la adolescencia, que son integrados en un conjunto de etapas. No estuvo de acuerdo con el carácter unitario y progresivo de la adolescencia como un todo, haciendo énfasis en sus etapas y en la sucesión de avances como en sus retrocesos, de momentos tanto positivos como negativos en las características y conductas adolescentes. Sus estudios acerca del crecimiento y desarrollo psicomotrices tiene vigencia hasta hoy (en Florenzano, 1998). El desarrollo psicosexual según Sigmund Freud El modelo freudiano coloca a la adolescencia como la etapa de resolución final de las etapas del desarrollo psicosexual que comienzan con el nacimiento. En su teoría psicosexual del desarrollo, considera que la personalidad se forma durante los primeros cinco o seis años de vida bajo la 19 dirección de impulsos o fuentes innatas de energía (libido) que se revelan en formas predeterminadas. Al centrarse en un orden establecido en distintas zonas del cuerpo, estos impulsos dan lugar a una secuencia universal de estudios psicosexuales conocidos como: etapa oral (desde el nacimiento hasta los 18 meses), etapa anal (desde los 18 meses hasta los 3 años), la etapa fálica (desde los 3 años hasta los 6 años), la etapa de latencia (desde los 6 a los 11 años) y la etapa genital (de la pubertad en adelante). Cada uno de estos estudios está relacionado con ciertas características de la personalidad, y las diferencias individuales tienen su origen en el hecho de que determinados aspectos del desarrollo queden detenidos o fijados en alguna fase. La energía sexual de la libido se reprime durante la latencia y la pubertad reactiva los conflictos genitales propios de la niñez, se necesita ser capaz de superar las fijaciones y regresiones de etapas previas al desarrollo, para alcanzar la plena madurez. El narcisismo con el que se entra en la adolescencia debe ser remplazado por relaciones altruistas con el objeto amado, y el adolescente debe, independizarse de sus figuras parentales. Freud (en Florenzano, 1998) explica la rebeldía como la forma de conseguir dicha autonomía. Para este autor la adolescencia está basada en el conflicto de impulsos libidinales y agresivos cuya intensidad aumenta con la pubertad. Hasta hoy en día entre los aportes vigentes de Freud, están el de la adaptación psicológica a los cambios corporales (el duelo por el cuerpo infantil perdido), y las tareas del desarrollo, que implica enfrentar desafíos instintivos y desarrollar equilibrios como balances diversos a los infantiles (en Rice, 1997). 20 Los aportes de Anna Freud Esta autora dio mayor importancia a las estructuras Yoicas del adolescente, y a su funcionamiento defensivo, por lo cual nombró a este periodo como de “Sturm und Drang” (crisis y tensiones), es decir, una terrible confusión de emociones y conductas. Llegó incluso a señalar: “Ser normal durante este periodo es ya una anormalidad” Junto con otros freudianos sostuvo que el inicio de la maduración biológica y la intensificación de la pulsión sexual producen grandes conflicto entre los adolescentes y sus padres, sus compañeros y con ellos mismo (en Craig, 2009; Florenzano, 1998). En 1936 “El Yo y los mecanismos de defensa” fue el libro que escribió Ana Freud (en Florenzano, 1998), en éste y otros trabajos posteriores analizó el modo en que los adolescentes usan cierto tipo de mecanismo de defensa (intelectualización, el ascetismo, la formación reactiva, la sublimación) para evitar que aparezcan síntomas especialmente conflictivos: la intelectualización es un modo de huir de los impulso que surgen desde un cuerpo que cambia, para refugiarse en el plano de las ideas y las teorías, tratando de explicar ordenadamente lo que sucede alrededor en forma abstracta. Gracias al desarrollo del pensamiento abstracto, este proceso se facilita. El ascetismo es la tendencia de mantener los impulsos del Ello bajo control a través de normas y prohibiciones, que le demuestran al adolescente de que es capaz de manejar estos impulsos. Plantea esta autora que los adolescentes parecen temer más a la cantidad que a la calidad de sus pulsiones, y que por ello optan por establecer las prohibiciones más estrictas que puedan aplicarse a sus necesidades físicas cotidianas, a evitar contacto con personas de su edad, música, bailes, indumentaria atractiva, etc. La formación reactiva es la capacidad de transformar los impulsos 21 agresivos o sexuales en sus opuestos: las ganas de romper o ensuciar, en ordenar y limpiar, de acercarse al sexo opuesto, en mantener una prudente distancia de éste, el deseo de liberarse de las normas familiares en una aceptación total de éstas, etc. La sublimación es la transformación de un impulso instintivo en una acción totalmente útil y aceptada: las ganas de discutir se transforma en capacidad de liderar a grupos juveniles, las de tocar cuerpos femeninos, en el estudiar una carrera que le permita ayudar a través de terapias físicas, masajes, etcétera (Florenzano, 1998). Erikson y el concepto de identidad Erikson (en Rice, 1997) considera la principal tarea psicosocial de la adolescencia el logro de la identidad, la cual contiene muchos componentes y características sexuales, sociales, físicas, psicológicas, morales, ideológicas, y vocacionales que componen al yo en su totalidad. El Yo debe integrar nuevas formas de experiencia intensiva, ya que en el orden social debe proporcionar una identidad renovada para sus nuevos miembros, para poder reafirmar su identidad colectiva. La juventud es conducida a creencias y acciones en las fronteras entre la travesura y la delincuencia, la aventura y el drama político son a menudo difíciles de definir. A continuación se nombrarán las ocho etapas psicosociales propuestas por Erikon (1985): 1. Confianza versus Desconfianza -Esperanza-: (nacimiento a 2 años). El conflicto aquí es si va o no va a tener confianza en el mundo, esto es a partir de las frustraciones, que son inevitables, pero si son demasiadas frustraciones o demasiadas indulgencias, los efectos en el desarrollo del niño son negativos. La confianza básica se origina en la correlación que hay entre las necesidades del niño y las necesidades del mundo. 2. Autonomía versus Vergüenza Duda -Voluntad-: (2 a 3 años). El conflicto está en el control del cuerpoy las actividades corporales que están en oposición a la vergüenza. La 22 palabra favorita del niño en esta época es “NO” y según Erikson es el indicativo de su lucha por su autonomía. 3. Iniciativa versus Culpa -Finalidad-: (3 a 5años). En esta época el niño desarrolla facultades nuevas y se puede imaginar creciendo y se identifica con personas que admira, porque las puede entender en su trabajo y en su personalidad. 4. Laboriosidad versus Inferioridad -Competencia-: (6 a 11 años). Se refiere a la laboriosidad porque el niño siempre está ocupado aprendiendo a hacer algo y hacerlo bien, cuando el niño se empieza a comparar con los demás y no sale favorecido, corre el riesgo de desarrollar sentimientos de inadecuación e inferioridad. 5. Identidad del Yo versus Confusión de Roles -Fidelidad-: (12 a 18 años). Freud y Erikson coinciden en que son muy importantes el amar y trabajar, pero Erikson enriquece el concepto de Freud de adolescencia y adultez, ampliando la etapa de la genitalidad (en Rice, 1997). La identidad del Yo se sigue comparando cómo me percibo y qué tan significativo esperan los demás que yo sea, es decir, “hacer conciencia del hecho que hay una autoigualdad y continuidad con los métodos sintetizadores del yo y una continuidad de lo que significamos para los demás”. En el momento en que se logra la identidad del Yo, se obtiene un sentido de individualidad coherentes, lo que nos permite contestar a la pregunta, ¿quién soy?, también se logra la individualidad cuando se aprende a resolver conflictos en forma adaptativa. En esta etapa de la adolescencia, hay un crecimiento físico, cambios bioquímicos, desafíos psicológicos, lo que la hace ser crucial para el desarrollo del ser humano. Aquí el 23 adolescente hace una nueva integración de sus logros, roles y habilidades, que ha desarrollado previamente. El riesgo de esta etapa, es la confusión de roles, que el adolescente no tenga la capacidad para ubicarse, concebirse en su sociedad en forma productiva. Para Erikson (en Rice, 1997), la identidad del Yo sano es lo único que nos salva del dominio de los impulsos y de la autocracia de la conciencia. Cuando el adolescente no logra el apoyo de grupos significativos para él, no consigue una identidad ocupacional y no alcanza un papel adulto significativo, presenta una crisis de identidad, la cual puede ser temporal, una falla, una piedra en el camino que debe andar para lograr una identidad estable. También afirma que estas actitudes del adolescente, indicaban su posición para involucrarse ideológicamente. La sociedad puede cooperar para que se presente esta falta de identidad del Yo, las condiciones son: • Ausencia de una promesa debido a: o Condiciones económicas o Tendencias populares o Desempleo elevado o Otros problemas que frustran las aspiraciones ocupacionales de los jóvenes 6. Intimidad versus Aislamiento –Amor-: (18 a 24 años). La intimidad se entiende, como la capacidad de desarrollar una relación cercana y significativa con alguien, por lo tanto el aislamiento es lo contrario, hay una autoabsorción, no se comprometen en las relaciones interpersonales. Esta relación estrecha se da cuando el adolescente logra una buena identidad del Yo, para lo que el joven no tema perderse si se relaciona con otra persona. 24 El amor es fuerza del Yo en esta etapa, esto es, si toda va bien, el adulto joven es capaz de transformar el amor infantil (donde uno es cuidado), en cuidado para otros. Ese amor es tan devoto que vence el antagonismo entre los sexos y tanto hombre como mujer cooperan en esta relación. 7. Generatividad versus Estancamiento –Cuidado-: (25 a 65 años). La generatividad es la capacidad de ser productivo y creativo en muchas áreas de la vida, se refiere a contribuir con productos, ideas, obras de arte, etc. El adulto va a participar para mantener en su sociedad aquello que le permite seguir creciendo, seguir evolucionando, si no lo hace o fracasa en su intento, surgen sentimientos de estancamiento, aburrimiento y empobrecimiento interpersonal. 8. Integridad del Yo versus Desesperación –Sabiduría-: (65 hasta la muerte). Es la época de reflexión, pero esta debe ser realizada con satisfacción, aunque no se hayan logrado todos los propósitos que nos planteamos, se espera que la muerte se acepte como una fase más de la vida (Erikon, 1985). Marcia (en Papalia et al., 2012) menciona que algunas investigaciones han identificado cuatro estados de identidad étnica: 1. Difusa: Juanita ha hecho poca o ninguna exploración de su origen étnico y no entiende con claridad los temas involucrados. 2. Excluida: Juan ha hecho poca o ninguna exploración de su origen étnico, pero tiene sentimientos claros sobre éste. Esos sentimientos pueden ser positivos o negativos, de acuerdo con las actitudes que asimile en su hogar. 3. Moratoria: María ha empezado a explorar su origen étnico, pero se siente confundida acerca de lo que éste significa para ella. 25 4. Lograda: Diego ha explorado su identidad, entiende y acepta su origen étnico. Teoría psicosocial de Havighurst Havighurst (en Rice, 1997) desarrolló una teoría psicosocial de la adolescencia en donde combinó la consideración de demandas sociales con las necesidades del individuo. Lo que la sociedad demanda y los individuos necesitan constituye las tareas del desarrollo. Estas tareas son los conocimientos, actitudes, funciones y habilidades que los individuos deben adquirir en ciertos momentos de su vida por medio de la maduración física, el esfuerzo personal y las expectativas sociales. El dominio de las tareas en cada etapa del desarrollo da por resultado el ajuste, una preparación para las tareas más duras que se concentrarán en el futuro y una mayor madurez. El fracaso para dominar las tareas del desarrollo da por resultado desaprobación social, ansiedad e incapacidad para funcionar como persona madura. Este autor describió ocho tareas importantes que debían ser cumplidas durante la adolescencia de la siguiente manera: 1. Aceptar el físico propio y usar el cuerpo de manera efectiva: los adolescentes se vuelven extremadamente conscientes de lo que ocurre en sus cuerpos durante la pubertad lo cual hace que se preocupen por la figura, imagen y apariencia corporal. 2. Lograr independencia emocional de los padres y otros adultos: parte de la tarea del crecimiento es lograr la autonomía de los padres y al mismo tiempo establecer con ellos relaciones adultas. 3. Lograr un rol social-sexual masculino o femenino: consiste en reexaminar los roles sexuales cambiantes de su cultura y decidir cuáles pueden adoptar. 26 4. Formar relaciones nuevas y más maduras con compañeros de la misma edad de ambos sexos: la madurez también significa el desarrollo de las habilidades sociales necesarias para llevarse bien con los demás y participar en grupos sociales. 5. Desear y alcanzar una conducta socialmente responsable: esta meta se refiere a la clasificación de metas y valores sociales, lo que incluye asumir más responsabilidades por los asuntos comunitarios y nacionales. 6. Adquirir un conjunto de valores y un sistema ético para guiar la conducta: esta meta incluye el desarrollo, adopción y aplicación de valores significativos, moral e ideales de la vida personal. 7. Prepararse para una carrera económica: determinar las metas de la vida, elegir una vocación y prepararse para esa carrera son tareas a largo plazo que empiezan en la adolescencia. 8. Prepararse para el matrimonio y la vida familiar: la mayoría de los jóvenes consideran que un matrimonio feliz y la paternidad son metas importantes en la vida. Sin embargo se necesitan desarrollar habilidades sociales, actitudes positivas, madurez emocional, conocimiento objetivo y comprensión empática que permita que el matrimonio funcione. Havighurst cree que muchos jóvenes modernosno encuentran dirección en sus vidas y que por ende sufren en la falta de propósitos e incertidumbre (Rice, 1997). La perspectiva psicoanalítica de Peter Blos La teoría de Peter Blos (en Florenzano, 1998) se centró en su re-evaluación de la evolución adolescente desde el psicoanálisis al considerar los cambios psicológicos como de adaptación a la 27 pubescencia, delineando cuidadosamente los procesos experimentados en el mundo interno del individuo. Peter Blos (1975) desarrolló 7 fases de la adolescencia, quedando de la siguiente forma: 1. El periodo de latencia, introducción: proporciona al niño los instrumentos, en términos de desarrollo del yo, que le preparan para enfrentarse al incremento de los impulsos en la pubertad. La interpretación de este periodo significa que estos años están desprovistos de impulsos sexuales. 2. Preadolescencia: en una etapa en la cual hay aumento cualitativo de fuerzas instintivas y una reaparición de “todos los modos de gratificación libidinal y agresiva que fueron útiles en los años anteriores”. Tampoco se puede distinguir un objeto amoroso nuevo y una meta instintiva nueva. Cualquier experiencia puede transformarse en estímulo sexual. 3. La elección del objeto adolescente: Hay un cambio cuantitativo de los impulsos con la aparición de una nueva calidad de impulsos y el problema de relaciones de objeto pasa a primer plano. 4. Adolescencia temprana: la característica distintiva de esta fase radica en la falta de catexis en los objetos de amor incestuoso, y como consecuencia encontramos una libido que flota libremente y que clama por acomodarse. 5. La adolescencia propiamente tal: trae consigo cambios cualitativos, las amistades del mismo sexo son importantes para las niñas, que tienden a tener amigas íntimas sin que esto implique una tendencia homosexual. Esta subetapa se caracteriza por una reactivación de los conflictos edípicos, separación de los objetos primarios de amor y elección heterosexual de objeto. La organización mental se hace más compleja, las emociones más profundas e intensas, y aparece el sentido de finalidad en las elecciones. 28 Son comunes actitudes narcisistas y una sobreestimación de las propias capacidades. Propio de ésta es un “amor tierno”, que lentamente se integra con la sexualidad. El ascetismo y la intelectualización son más propios del adolescente europeo de clase acomodada, mientras que el adolescente promedio usa, más bien, una mezcla defensiva con identificación, negación, aislamiento y maniobras contrafóbicas que denomina “conformismo”. Durante la adolescencia propiamente tal, comienza a cristalizarse la organización jerárquica del Yo (en Florenzano, 1998). 6. Adolescencia tardía: se cristaliza un sistema integrado y unificado del Yo, la identidad sexual se consolida irreversiblemente, y se pueden reconocer los conflictos y constelaciones defensivas con los que el sujeto enfrentará la vida adulta (en Florenzano, 1998). 7. Postadolescencia: la transición de la adolescencia a la edad adulta está marcada por ésta fase intermedia, la cual surge como preparación para la integración del rol social, con el enamoramiento, el matrimonio, la paternidad y la maternidad. El adolescente presenta durante su desarrollo cambios físicos que se encuentran determinados genéticamente, los que le van a hacer actuar de determinadas maneras, pero también es necesario tener en cuenta que las experiencias adquiridas en su entorno social y las que han sido acumuladas a través de su desarrollo le van permitiendo el paso hacia nuevas etapas que lo conducen hacia una meta anhelada que es la madurez. Los planteamientos teóricos antes expuestos coinciden en ver a la adolescencia como un período de cambios continuos, donde el individuo se enfrenta a una serie de retos a superar, apoyándose en las experiencias adquiridas en fases anteriores, para poder lograr resolver de manera más o menos exitosa ese recorrido se requiere todo un andamiaje que involucra transformaciones 29 físicas, psicológicas, sociales, familiares, etc., que brinden contención al adolescente, pero puede suceder también que éste no se logre de manera satisfactoria y ese recorrido se dará con mayor dificultad de lo que por naturaleza se espera. 1.4 La familia y el adolescente El concepto actual que se tiene de familia occidental, proviene desde la antigua Roma hace más de dos mil años, consideraban con mayor énfasis a la familia como una estructura autoritaria, pero ordenada, esto significa que el padre romano era el fundamento de un orden social. Para esta sociedad no había mayor autoridad que la del hombre, así el varón mayor vivo de la familia, tenía la patria potestad, poder legal de vida y muerte sobre sus hijos y los hijos de sus hijos, cambiando de poder hasta la muerte del padre. Las mujeres al casarse pasaban de la potestad del padre, a la autoridad del marido o padre del marido, en esa época no se contemplaba la mayoría de edad para los adolescentes y solo al morir el padre, sus hijos, mujer e hijas solteras llegaban a ser legalmente independientes (Florenzano, 1998). Posteriormente, la modernización de la revolución industrial trajo consigo cambios en el ámbito familiar, principalmente en la convivencia diaria, ya que los jóvenes dejaron el campo y comenzaron a emigrar a las grandes ciudades para trabajar en la industria, esto hizo que muchas familias extendidas se disiparan (Florenzano, 1998). Así, la revolución industrial dejo una interacción familiar modificada ya que la norma patriarcal ha sido reemplazada por una mayor igualdad entre los sexos, esto se ha debido a la inserción laboral de las mujeres, así como la participación de muchos maridos en las tareas del hogar (Florenzano, 1998). 30 Por lo anterior podemos concluir que la familia moderna es la unión de dos personas, generalmente de ascendencias diversas y sin lazos de consanguinidad, que habitualmente viven con su progenie en un lugar privado y separado, además de ser una unidad productora, es un centro de consumo en donde la mayoría de las veces los miembros trabajan fuera del hogar, lo que ha producido que a los hijos sean cuidados por terceras personas y las labores domésticas cada vez sean más equitativas al igual que los gastos del hogar (Florenzano, 1998). Por otra parte las familias han cambiado en cuanto a la estructura y configuraciones, esto a su vez se ve influenciado en el funcionamiento familiar y según como esté impuesta la configuración es que se llevará a cabo la resolución de problemas. Las formas de interacción constantes generan reglas de comportamiento que dan una estructura más estable al sistema. Los integrantes de la familia necesitan definir las relaciones entre ellos (Eguiluz et al., 2003). Según Eguiluz et al. (2003) las configuraciones de familia más comunes se clasifican en dos, la primera por el número de elementos que la conforman, quedando de la siguiente manera: • Familias nucleares.- es el modelo estereotipado de familia tradicional, que implica la presencia de un hombre y una mujer unidos en matrimonio, más los hijos tenidos en común, todos viviendo bajo el mismo techo. Sin embargo, actualmente podemos hablar de familia nuclear, como la unión de dos personas que comparten un proyecto de vida en común, en el que se generan fuertes sentimientos de pertenencia a dicho grupo y hay un compromiso personal entre los miembros. En los últimos año en las parejas de estas familias se han notado modificaciones en los roles, tal es el caso de que los hombres participan cada vez más en las labores del hogar, y 31 las mujeres se ven mayormente involucradas en la parte económica de la casa, eso ha dado como resultado que se vea un poco de equidad en derechos y obligaciones de la pareja. A estos cambios también se le pueden sumar las relaciones sexuales aceptadas socialmentepor su mismo estatus. Florenzano (1998) menciona que al parecer es el tipo más antiguo de familia hoy en existencia. • Familias extensas.- son aquellas que están constituidas por la familia nuclear más la familia colateral, esto es, si alguno de los hijos tiene pareja e hijos, también viven en el mismo seno familiar. Este tipo de convivencia se presenta por diversos factores como pueden ser la herencia y sucesión, además del nivel de pobreza de las familias que alberga a los hijos casados, en muchas ocasiones también incluye a los abuelos, y todo lo anterior genera que influyan entre sí las ideologías y valores de dos generaciones distintas, además de establecer redes de alianza y apoyo. No se debe de perder de vista que la familia promueve el desarrollo o estancamiento de los hijos. La segunda clasificación es de acuerdo con la forma de constitución, como a continuación se explican: • Familias de padres divorciados.- hace algunos años el divorcio era considerado como una falla en la pareja, pero en los últimos años se ha ido integrando socialmente sin tanta carga negativa, sino como parte de la solución, que tiene como objetivo facilitar a los miembros de la pareja insatisfecha a la búsqueda de salud mental fuera del matrimonio. • Familias reconstruidas.- tras la separación o el divorcio, los progenitores vuelven a formar pareja con otras personas para iniciar una nueva convivencia, con vínculo matrimonial o 32 sin él. Estas familias, en las que al menos un miembro de la pareja proviene de una unión anterior recibe el nombre de reconstruida. En los últimos años los divorcios han ido en aumento, lo que ha generado que la constitución de una familia como resultado de segundas, terceras, cuartas o posteriores nupcias estén cada vez más presente en nuestra sociedad. • Familias monoparentales.- se denomina familias monoparentales cuando la pareja decide no seguir viviendo junta y se separan o se divorcian, quedando conformadas por solamente la madre, o el padre y el hijo (s). • Familias adoptivas.- como su nombre lo indica, son familias que se crean a partir de la adopción de uno o varios hijos, ya sea por causas de fertilidad o preferencial de la pareja. • Familias homosexuales.- con la diversidad sexual actual, cada vez podemos observar más este tipo de familias, la cual consta de una pareja del mismo sexo y en ocasiones incluye a hijo (s) ya sean biológicos o adoptados, pero esto va a depender del lugar donde vivan, ya que aún hay algunas regiones que legalmente todavía no permiten este tipo de unión, ni la adopción para este tipo de parejas. Macías (1988) menciona que dentro del seno familiar es necesario que se cumplan determinados objetivos tanto psicológicos como sociales, estos son: • Asegurar la subsistencia de los menores cubriendo sus necesidades básicas: abrigo alimento, protección. • Promover los lazos afectivos, la unión social para que los hijos puedan convivir y desarrollarse en armonía. 33 • Impulsar el desarrollo de la identidad personal y familiar, así como la identidad del grupo social al que se pertenece, esto le permite adquirir integridad y fortaleza, esto hace que se facilite el enfrentamiento exitoso a nuevas experiencias. • Satisfacer las necesidades recíprocas y complementarias, fomentar la libre relación de sus miembros y permitir la individualización mediante el respeto y el reconocimiento de cada uno de sus integrantes. • La familia debe permitir la participación social de los hijos para que estos se integren a sus roles sociales, así como al rol sexual el cual depende de la imagen que los hijos tengan de sus padres por lo tanto estos deben proyectar integración y madurez. • Mantener la unión y solidaridad de la familia, promoviendo la libertad y autonomía de sus integrantes respecto de los valores que se establecen y trasmiten. Por el contrario, Frías & Corral (2009), consideran que dentro del seno familiar también puede haber un ambiente generado de delincuencia juvenil, estos autores hacen referencia a la importancia de los factores físicos ambientales del hogar, por ejemplo las condiciones físicas de la vivienda (descuido o falta de mantenimiento), mencionan que en las casas de los adolescentes delincuentes, predomina la pobreza, el hacinamiento y en general el deterioro material. Con respecto al ambiente social de la casa, muchas veces incluye la criminalidad paterna, los patrones de crianza punitiva, la falta de disciplina o supervisión paterna, el conflicto familiar, el abuso infantil e incluso el rechazo de los padres; el uso de alcohol y la incompetencia paterna parecen ser también factores importantes en la generación de conducta antisocial y criminal en menores. El abuso infantil parece ser otro determinante de dicha conducta, los menores que son golpeados, humillados o descuidados por sus padres o cuidadores se encuentran en un mayor riesgo de desarrollar actos delictivos. 34 Lo ideal es que a medida que se va aproximando la adolescencia, las relaciones con los hijos se vayan transformando, se comienza a desarrollar una nueva relación, porque ellos van cambiando y a la par los padres también. Existe la idea de que el periodo de la adolescencia es negativo por los conflictos y la rebeldía de los jóvenes, lo cual genera roces y discusiones entre padres e hijos, sin embargo el conflicto también tiene que ver por el proceso de adaptación que deben de hacer los padres que los afecta como individuos, como padres y como pareja. Los métodos de prohibición que utilizaban cuando el hijo era pequeño (método de control, reglas, prohibiciones y permisos), en este periodo ya no funcionan de la misma forma. Para los padres es duro el hecho de que el control sobre los hijos es cada vez menor por lo que puede llegar a generar desconcierto, temor e incluso inseguridad en los adultos (Arés, 2002). Los adolescentes en ocasiones suelen llegar a ser confrontativos con los padres, esto ocasiona que los padres se sientan cuestionados y se autoanalicen, lo cual produce que también maduren y hagan cambios, ya que a su vez ellos también están en a la propia transición de la edad media. Por ello es importante trabajar con los adultos encargados de la educación de los adolescentes, atendiendo tres cuestiones fundamentales: 1) La necesidad de poner claros los límites y renegociar las reglas familiares, 2) la necesidad de ensayar nuevas formas de comunicación y 3) la necesidad de aprender las vías que garanticen la formación de valores (Arés, 2002). Como se pudo observar en este capítulo, se realizó una revisión general de la etapa del desarrollo de la adolescencia, tomando en consideración las diferentes teorías y visiones de diversos autores, esto es importante para conocer el proceso en el que se encuentran, para posteriormente dar pie al capítulo segundo sobre el adolescente en conflicto con la ley. 35 CAPÍTULO 2. ADOLESCENTES EN CONFLICTO CON LA LEY PENAL 2.1 Definición de adolescentes en conflicto con la Ley Penal La Organización de las Naciones Unidad, en sus Reglas Mínimas Uniformes para la Administración de Justicia de Menores, recomienda que los sistemas jurídicos reconozcan el concepto de mayoría de edad penal, su comienzo no deberá fijarse a una edad demasiado temprana, tomando en cuenta las circunstancias que acompañan a la madurez emocional e intelectual (ONU, 1985). Desde el punto de vista legal, la Ley de Justicia para Adolescentes para el Distrito Federal (2015), marca como adolescente en conflicto con la ley, a quien al momento de la comisión del hecho tipificado como delito por las Leyes Penales del Distrito Federal tuviera entre doce años cumplidos y menos de dieciocho de edad, en el que se garanticen los derechos fundamentales que reconoce la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. La Ley para el Tratamiento de Menores
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