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1 C O N S E C U E N C I A S B I O É T I C A S D E C O N T R O V E R S I A S C I E N T Í F I C A S Tesis para el grado de Maestría en Ciencias José Alberto Campos Campos. Í N D I C E I INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LAS CONTROVERSIAS CIENTÍFICAS 0. INTRODUCCIÓN 1. ANTECEDENTES 1.1 El discurso científico 1.2 Las controversias en la ciencia. 1.3 Las polémicas que surgen de la ciencia. 1.4 Polémicas contra la autoridad de la ciencia y la tecnología 2. MARCO TEÓRICO 2.1 Clasificación de los intercambios dialógicos 2.2 Definición de términos. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 2.3 Clasificación de las controversias. 3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 3.1 Perspectiva epistémica. 3.2 Perspectiva psicológica. 3.3 Perspectiva bioética. 4. JUSTIFICACIÓN 4.1 Desde punto de vista epistémico. 4.2 Desde el punto de vista psicológico. 4.3 Desde el punto de vista ético. 5. CONTROVERSIAS, POLÉMICAS Y CREENCIAS 6. ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO 7. BIBLIOGRAFÍA II HIPÓTESIS Y OBJETIVOS 0. INTRODUCCIÓN 1. HIPÓTESIS de TRABAJO 2. OBJETIVOS 2.1 Epistémicos 2.2 Psicológicos 3 2.3 Éticos 2.1 RESTRICCIÓN DE LOS OBJETIVOS 3. BIBLIOGRAFÍA III MATERIALES Y MÉTODO DE ESTUDIO 0. INTRODUCCIÓN — LOS ESTUDIOS DE CASO 1. USO DE CASOS EN BIOÉTICA — LA EVIDENCIA EMPÍRICA 2. PROPÓSITO 3. CASO 1. Desde la teoría, explicaré los supuestos en los que se fundamenta. 2. Desde el problema que la origina, explicaré la(s) hipótesis con la(s) que se intenta refutarla o falsearla. 3. De las maniobras de los adversarios para manejar el desacuerdo (dinámica de la controversia). 4. De la salida y del umbral de salida como polémica. 5. De la dinámica externa (percepción pública y efectos). 6. Del cierre, si es que cierra completamente y de los rastros que deja en la opinión pública. 3.1. LOS DISIDENTES DEL SIDA 3.1.0. INTRODUCCIÓN 3.1.1. DESDE LA TEORÍA — LOS POSTULADOS DE KOCH 4 3.1.2. DESDE EL PROBLEMA QUE LA ORIGINA 3.1.3. DINÁMICA DE LA CONTROVERSIA 3.1.4. DE LA SALIDA COMO POLÉMICA 3.1.5 DE LA DINÁMICA EXTERNA (PERCEPCIÓN PÚBLICA Y EFECTOS) 3.1.5.1. Durban y Después. 3.1.5.2. De la Increíble y Triste Historia de Christine Maggiore y los Negacionistas Desalmados. 3.1.5.3. De la Dinámica Externa de la Polémica en México. 3.1.5.3.1. Sarmiento vs Giraldo. 3.1.5.3.2. Rocha vs … 3.1.6. DEL CIERRE Y DE SUS RASTROS EN LA OPINIÓN PÚBLICA 3.1.6.1. LA SAGA 3.1.6.2. EVIDENCIA DE QUE EL VIH CAUSA EL SIDA 3.1.6.3. LOS TRES … TREINTA AÑOS DESPUÉS 3.1.6.3.1 Duesberg — El Grinch. 3.1.6.3.2 Mullis — La infalibilidad del Nobel. 3.1.6.3.3 Giraldo — It’s up to you, New York. 4. BIBLIOGRAFÍA 5 IV DISCUSIÓN 0. INTRODUCCIÓN 1. ANÁLISIS EPISTÉMICO 1.1 LA CONTROVERSIA — QUÉ ES UN HECHO CIENTÍFICO 1.2 LA CONTROVERSIA CIENTÍFICA PER SE 1.3 LAS CONTROVERSIAS Y LA SUBJETIVIDAD 1.4 CIERRE DE LAS CONTROVERSIAS 1.5 PROBLEMA – EL PATRÓN DE SALIDA 1.6 LA POLÉMICA NO CIENTÍFICA 2. ANÁLISIS PSICOLÓGICO 2.1 EL PÚBLICO 2.2 EVOLUCIÓN DE LAS POLÉMICAS — EL CICLO DE VIDA 2.3 EVOLUCIÓN DE LAS POLÉMICAS – LOS RUMORES COMO SISTEMAS COMPLEJOS 2.4 EVOLUCIÓN DE LAS POLÉMICAS – REALISMO ONTOLÓGICO y EPISTÉMICO DE LOS MEDIOS COMO DETONADORES DE CONDUCTAS 2.5 LA DERIVA INTERPRETATIVA 2.6 LAS REPRESENTACIONES MENTALES 6 2.7 LA PERSUASIÓN — LA AUTOPERSUASIÓN 2.8 RACIONALIDAD ACOTADA — HEURÍSTICA RÁPIDA Y FRUGAL 3. ANÁLISIS ÉTICO 3.1 BIOÉTICA Y CIENCIA - AMBIGÜEDAD Y SIGNIFICADO 3.2 LA BIOÉTICA Y EL RUMOR 3.3 LAS CONTROVERSIAS Y LOS JUICIOS DE VALOR 4. BIBLIOGRAFÍA V CONSECUENCIAS — REFLEXIONES 0. INTRODUCCIÓN 1. CONSECUENCIAS – EL PÚBLICO, PARA EMPEZAR 2. LOS CIENTÍFICOS 2.1 A PROPÓSITO — EL SIDA ES UN DILEMA ÉTICO 3. EL ESTADO Y LOS MEDIOS — FOLLOW THE MONEY 3.1 EL ESTADO JUEGA EL JUEGO — O NO. 4. CONTROVERSIAS — LA CIENCIA Y LA COMPLEJIDAD 5. BIBLIOGRAFÍA 7 I INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LAS CONTROVERSIAS CIENTÍFICAS 8 I INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LAS CONTROVERSIAS CIENTÍFICAS Si se entiende por hecho sólo lo fijo y demostrado, entonces éste existe sólo en la ciencia de manual.1 0. INTRODUCCIÓN Los descubrimientos científicos se describen frecuentemente como productos de una racionalidad humana más allá de toda duda, como si la adquisición del conocimiento científico fuese un proceso libre de controversia. Durante el siglo XX se sostenía que mientras que la actitud dogmática (la pseudociencia) tiene la tendencia a verificar leyes y confirmarlas, la actitud crítica (científica) estaría dispuesta a refutar 2 Pero la refutación de mitos, la corrección y el abandono de conjeturas en la ciencia se dan mediante controversias, que son motores del cambio intelectual. El diálogo científico no es impersonal, no es que un científico haga preguntas al vacío y la naturaleza provea respuestas. un mito, corregir y hasta abandonar una conjetura. (Popper 1972, 57, 77) 1 Ludvik Fleck. (1935/1986). 2 Refutar viene del lat. refutare (rechazar), que procede a la vez de futare (rebatir) con el prefijo de reiteración; la raíz fut- remite al hecho de golpear. Fut es una variante del indoeuropeo bhut o bhat. Palabras relativas son batir, debatir, rebatir, debate. Cf. Moliner, María. 1988. Diccionario de uso del español. (DUE) Madrid, Gredos. Vol. II p. 972. 9 El diálogo en la ciencia no consta únicamente de dos partes — una personal y una impersonal — ni está regulado por reglas metodológicas o criterios puramente objetivos que garanticen el éxito, ni está compuesto solamente por enunciados protocolares e inferencias lógicas. No puede darse por sentado que un enunciado, por el solo hecho de ser emitido, sea comprendido y compartido inequívocamente por todos con la misma intersubjetividad. Esto quiere decir que no hay un único lenguaje correcto, como tampoco hay una realidad lógica con la cual tenga que corresponder un lenguaje, ni es posible evitar el significado — toda definición tiene relación con el lenguaje. Aquí es importante establecer una diferencia entre la filosofía y la ciencia, pues con frecuencia el análisis bioético tiene una carga de la primera que lo aleja de la segunda. La filosofía es diferente de las ciencias en tanto no puede hablarse de progreso en el mismo sentido en que se habla de progreso del conocimiento científico, de la generación de conocimiento nuevo. No se generan teorías que tengan un mayor poder de explicación ni un refinamiento de la instrumentación que posibilite mejores observaciones y mediciones. El progreso se hace en otro sentido, en el refinamiento de conceptos y erradicación de confusiones. (Hacker 2001, 90-91) Por otra parte, la investigación científica no puede ser vista como un sistema cerrado. En contraste con una visión estática que todavía hoy persiste, “con cada nuevo descubrimiento aparece por lo menos un nuevo problema: la investigaciónde lo que acaba de ser conocido” [...] tampoco hay un ‘último’, esto es, un fundamento desde el que se pueda construir lógicamente el conocimiento. El camino que proporciona las ideas y verdades se mantiene sólo mediante el movimiento continuo y la interacción”. (Fleck 1935/1986, 98). 10 Fleck hablaba de lo provisional y móvil, cómo “[d]e la ciencia de revista provisional, incierta, personal [...] surgirá [...] la ciencia de manual,” y cómo “[s]i se entiende por hecho sólo lo fijo y demostrado, entonces éste existe sólo en la ciencia de manual.” (Fleck 1935/1986, 167, 172) Thomas Kuhn en La Estructura de las Revoluciones Científicas (ERC) nos dice que la meta de los libros de texto es inevitablemente persuasiva y pedagógica, “hemos sido mal conducidos en aspectos fundamentales”, uno de los cuales es “el estereotipo no histórico de los libros de texto científicos […] que parecen implicar que el contenido de la ciencia se ejemplifica de manera única por las observaciones, leyes y teorías que se describen en sus páginas.” (Kuhn 1962/1970, 1) Kuhn hará hincapié en comprender la naturaleza desde algún marco teórico presupuesto — la ciencia no es independiente de los individuos que la producen, de sus intereses, prácticas e interacciones. No hay una base neutral de la experiencia, como si todas las personas manejaran exacta e independientemente la misma información. De acuerdo con estas ideas, los conceptos que se transmiten en los libros de texto no son diacrónicos, están escritos como si la verdad fuera ciento por ciento objetiva. Sólo que la información es cambiante, provisional — los conceptos en uso en las revistas científicas no siempre son precisos, pueden ser erróneos e incluso caducos. Para cuando los libros de texto han sido ideados y sus temas escogidos, una vez editados, revisados, publicados, distribuidos, vendidos y abiertos sobre la mesa del estudiante, una buena parte de los datos y procedimientos ahí consignados son obsoletos — en algún sentido es ciencia antigua. Si por otra parte consideramos el tiempo que toma decidir, emprender y revisar una traducción al idioma local de un lector 11 monolingüe, el contenido ya puede ser arcaico y los autores no concordar del todo con lo que ahí publicaron. Dice un refrán que “todo médico que quiera mantenerse medianamente ‘al día’ sabe que la vigencia de un libro de texto es de unos cinco años.” Ese médico tendrá que consultar la mayor cantidad de revistas que le sea posible para su área de especialidad, varias de ellas de publicación semanal. Además de conducir protocolos de investigación, si es el caso, necesitará llevar a cabo sus actividades terapéuticas, asistenciales y fisiológicas. Luego, a lo largo de su vida recurrirá de tanto en tanto a su libro como buscando pasajes en una biblia. De manera curiosa, existen expresiones como “El Textbook of X es ‘la biblia de la cardio’, ‘la biblia de la neuro’, ‘la biblia del hígado’.3 Durante la primera mitad del siglo XX los filósofos de la ciencia concibieron a los científicos como racionalistas neutros y se dieron a la tarea de plantear las reglas de buena inferencia que sus sujetos de estudio deberían seguir de manera inconsciente, con la matriz precisa de un sistema lógico deductivo. Cualquiera que haya seguido una formación científica antes que filosófica y que se haya entrenado en varios sitios con diferentes grupos de investigadores y estilos de pensamiento estará familiarizado con otro escenario, una variedad de situaciones originadas por el personal académico y técnico, que son paralelas al problema de la investigación propia, que no por eso dejan de ser racionales pero sí influencian los resultados de las investigaciones. 3 Por ejemplo, dos libros competidores: Hans Popper y Fenton Schaffner (1957). Liver: Structure and function. Nueva York; Mc Graw-Hill y Sheila Sherlock (1955) Diseases of The Liver and Biliary System. Oxford; Blackwell Scientific Publications. Ambos con varias reediciones. 12 El diseño experimental y técnico tiene mucho de imaginación creativa, de procesos continuos de ajuste, del estilo de una escuela, de la perspectiva de investigación que adopta, del interés en formular una teoría de acuerdo con los fenómenos y problemas que se quieren resolver. El diseño experimental tiene que ver también con el estilo de pensamiento de escuelas antagónicas. Los intereses del grupo donde se forma ese individuo, las políticas de investigación , los rivales de línea de investigación— forman un escenario siempre cambiante, pero no irracional. La idea filosófica del relativismo conceptual entra en conflicto con la idea que los científicos tienen de su propio trabajo — ellos buscan de todos modos un conocimiento objetivo, sólo que los grados de objetividad que se pretenden pueden no ser intersubjetivos desde un principio. La intersubjetividad se logra a través de un proceso de tensiones entre los científicos hasta que los datos cuadran en conceptos que luego pueden insertarse en el sistema nodal de un área de conocimiento y establecen interrelaciones. 1. ANTECEDENTES 1.1 EL DISCURSO CIENTÍFICO A pesar de que mediante el discurso científico se intente transmitir un tipo de conocimiento libre de la subjetividad del hablante y de su visión del mundo, siempre es posible detectar una corriente de fondo no completamente independiente de la subjetividad de la experiencia personal. En la segunda mitad del siglo XX se hizo manifiesta la imposibilidad de un análisis puramente lógico para demarcar los enunciados científicos de los no científicos. Kuhn introdujo las nociones ‘ciencia normal’ y ‘revolución científica’ que implican dos cosas, la primera 13 es que hay entonces una ciencia anormal o anómala; la segunda es que hay un combate, que puede ser entre personas o instituciones.4 Pero como reacción en contra del positivismo lógico el péndulo se fue al extremo de las “construcciones sociales” 5 o “convenciones sociales”6 para argumentar que hay factores sociales que no sólo pueden dar cuenta del contenido del conocimiento científico, sino causar los fenómenos naturales.7 Ese movimiento fue liderado por dos escuelas, en Edimburgo por Barry Barnes y David Bloor, y en Bath por Harry Collins y Trevor Pinch, y se conoce como constructivismo social, sociología de la ciencia o programa fuerte en la sociedad del conocimiento científico.8 El constructivismo social sostiene que no solamente la ciencia, sino también la realidad física son constructos de diferentes fuerzas sociales y con ese argumento niega que haya un punto de vista universalmente válido que sea superior a otros sistemas de creencias — niega que la ciencia occidental sea capaz de proveer una explicación objetiva del mundo. 9, 10, 11 Latour utiliza términos ambiguos como ‘actantes’ y ‘cajas negras’ 12 y Pickering ‘agencia’.13 4 Combate, debate, del lat. battuere, pelear, golpear. Cf. Corominas, Joan 1954 /1976. Diccionario crítico etimológico de la lengua castellana. Madrid, Gredos. 5 Latour, Bruno 1979 Laboratory Life: The Social Construction of Scientific Facts, Londres, Sage. 6 Bloor, David 1976/1991 Knowledge and Social Imagery, Chicago, Chicago University Press. 7 Cf. David Castle y Edward Jones-Imhotep 2007 A Century of Transition in the Philosophy of Science, en Constantin V. Boundas (ed.) The Edinburgh Companion to Twentieth-Century Philosophies. Edinburgh University Press (p. 282, n. 12). 8 Strong Programme in the Sociology of Scientific Knowledge (SSK). 9 Cf. Glock, H.J. 2008 What is Analytic Philosophy? Cambridge, Cambridge University Press (p. 232). 10 Cf. Latour, Bruno y Steve Woolgar 1979/1986. Laboratory Life: the Construction of Scientific Facts. Princeton, PrincetonUniversity Press; Latour, Bruno. 1987. Science in 14 Pero las teorías no se interpretan ad libitum, siendo una tan buena como cualquier otra — los criterios de aceptabilidad son constreñimientos de las interpretaciones de las teorías. Si bien las prácticas científicas están insertas en ambientes sociales, la verdad científica no es un solamente un producto social. La ciencia sí tiene una serie de principios metodológicos generales que son procedentes: repetir los experimentos, recrear efectos, manipular las entidades postuladas por las teorías, eso es lo que da validez a los resultados. Con todo la pregunta sobre cómo dirimir las controversias científicas permanece abierta. 1.2 LAS CONTROVERSIAS EN LA CIENCIA. Las controversias son características del desarrollo de la ciencia, son intrínsecas a ella, no son accidentales sino el “estado natural” de la ciencia — en ellas se manifiesta la racionalidad o irracionalidad de la investigación científica. (Dascal 1995, 13-14) Tanto los antiguos como los filósofos de la ciencia de la primera mitad del siglo XX pensaban que los prejuicios y psicologismos podrían ser depurados mediante la racionalidad — sólo que los hechos científicos, como refiere Fleck en La génesis y el desarrollo de un hecho científico, implican una interpretación y por tanto una construcción cognitiva y social. De ahí surgen las controversias. Action: How to Follow Scientists and Engineers through Society. Cambridge MA, Harvard University Press. 11 Cf. Pickering, Andrew 1984. Constructing Quarks: A Sociological History of Particle Physics. Edimburgo; Edinburgh University Press; Pickering, Andrew 1995. The Mangle of Practice: Time, Agency and Science. Chicago, Chicago University Press. 12 Op. cit. 13 Op. cit. 15 Si las controversias no se deciden por métodos puramente lógicos, o puramente epistémicos, entonces es necesario reconocer que se toman decisiones respecto de cuál teoría es mejor que la otra. La decisión implica razones, lo que a la vez implica la cuestión sobre qué estándares se usan para establecer mediante buenos argumentos cuáles razones son válidas o inválidas. Los factores por los que se dirimen las controversias son al mismo tiempo internos y epistémicos, es decir que dependen de ser admitidos por la comunidad científica y son pertinentes para el valor cognitivo de una afirmación científica. Además de los términos, de las estructuras formales, de la fuerza explicativa de una teoría, el compromiso realista con sus entidades y su relación con otras teorías, hay otras fuentes de las que surgen controversias — los controles experimentales inadecuados, los resultados contradictorios, las técnicas procedimentales, los propios instrumentos científicos, la literatura experimental. Respecto del estudio de las controversias científicas podemos preguntarnos por la naturaleza de los problemas que las originan, entre otros su decidibilidad; las oposiciones, entre sus tesis teóricas; sus dinámicas, que pueden verse desde diferentes perspectivas, psicológicas, sociológicas, ideológicas, culturales, etc. En cuanto a las dinámicas, también es importante preguntarnos cómo terminan cuando lo hacen, y qué dejan detrás —cómo es que las aserciones que emanan de las controversias se convierten en el conocimiento científico. (Gil 1985, 353; Mc Mullin 1987, 49) 1.3 LAS POLÉMICAS QUE SURGEN DE LA CIENCIA. Las controversias científicas no están constituidas solamente por hechos científicos y sus consideraciones racionales, lo que pone de 16 manifiesto que el razonamiento científico es problemático — también están influenciadas por factores históricos, personales, culturales y sociales, por asuntos políticos y éticos. En este contexto puede ser que una controversia científica salga a la luz pública y sus argumentos se mezclen con argumentos de otro tipo, con asuntos muy humanos y nada científicos como las creencias religiosas, la mercadotecnia, la política y el fraude.14 Hay factores independientes y externos a la comunidad científica que no son asumidos por la comunidad. Esto no quiere decir que las instituciones, las agendas políticas, los programas de investigación, la religión, carezcan de algún tipo de influencia, quiere decir simplemente que no influencian la controversia científica per se. (Pera 2000, 52) Estas discusiones externas a la comunidad científica tienen consecuencias porque se convierten en debates desordenados. En ellas es fácil ver que el diálogo — que además depende del entendimiento y tiene por lo mismo un componente interno para cada persona — no es un fenómeno transparente y es además complejo. Entonces, la expresión ‘entablar un diálogo’ no significa ‘entenderse mutuamente’ en el sentido trivial del uso común — todo intercambio dialógico es una polémica.15 14 Considérense respectivamente controversias sobre el diseño inteligente; el retiro del mercado de medicamentos peligrosos [p. ej. Reductil® (sibutiramina, disponible en México) que tiene un efecto modesto en la reducción de peso y un riesgo elevado de infarto del miocardio y accidente vascular cerebral, Vioxx ® (rofecoxib, retirado del mercado mundial) el Celebrex ® (celecoxib, disponible en México), Prexige ® (lumiracoxib) (disponible en México), antiinflamatorios todos con alto riesgo de producir infarto del miocardio. Cf. Quintana, Pedro M. 2011, Dispraxis en Fase IV de la Investigación Clínica - El médico ante la promoción de medicamentos. Dispraxis, UNAM, IIJ, en prensa]; el proyecto Manhattan; el Laetrile ® (amigdalina) para curar el cáncer en “etapas preclínicas” (Cf. Ellison NM, DP Byar, y GR Newell, 1978, Special report on Laetrile: the NCI Laetrile Review. Results of the National Cancer Institute's retrospective Laetrile analysis. NEJM 299, 549-552). 15 Del gr. πολεµiχóς, referente a la guerra; de πóλεµος, guerra. Cf. Corominas (1954 /1976). 17 1.4 POLÉMICAS CONTRA LA AUTORIDAD DE LA CIENCIA y LA TECNOLOGÍA Así como hay controversias que se relacionan directamente con la ciencia, hay polémicas que tienen que ver con los efectos de la tecnología y sus riesgos. Las hay también sobre dilemas éticos, esperando que una mayor evidencia y una mejor asesoría de expertos ayuden a resolver distintos conflictos. Aún otras tienen como fin la negociación de valores y normas sociales y el control del uso social del conocimiento científico como una amenaza contra las creencias más arraigadas (por ejemplo la biología evolutiva contra el diseño inteligente). Otras tienen mucho que ver con interacciones sociales un contextos de miedo, cascadas sociales de polarización de grupos que pueden darse cuando hay percepción de riesgos tecnológicos (más aún cuando son inciertos o invisibles, como por ejemplo la energía nuclear, los conservadores, colorantes y edulcorantes en los alimentos, las terapias génicas); de abuso de los científicos y pérdida de control de la sociedad para autodeterminarse (tecnologías genómicas, investigación fetal, nuevas formas de vida, alimentos genéticamente modificados); de ausencia de equidad en la distribución pública de los beneficios, entre otras. (Nelkin 1987 a, 284-286; Sunstein 2005 1, 6) 2. MARCO TEÓRICO 2.1 CLASIFICACIÓN DE LOS INTERCAMBIOS DIALÓGICOS Para fines de este estudio seguiré la taxonomía de Marcelo Dascal, y precisamente con esa taxonomía definiré mi marco teórico. Dascal designa en general con el término ‘polémica’ al conjunto de los fenómenos discursivos dialógicos (no monológicos). Para Dascal todos los intercambios dialógicos son polémicas. Éstas pueden ser textos o 18 intervenciones dirigidos directamente al otro y pueden adoptar tres 'tipos ideales','discusión', 'disputa', y 'controversia'. Veamos su clasificación en una cita extensa; 1. “Una discusión es una polémica cuyo objeto es un tema o problema bien circunscrito. Al desarrollarse, los contendientes tienden a reconocer que la raíz del problema es un error relativo a algún concepto o procedimiento importante en un campo bien definido (aunque divergen respecto a la naturaleza del error en cuestión y a quien lo comete). Las discusiones permiten soluciones, que consisten en corregir el error gracias a la aplicación de procedimientos aceptados en el campo (como prueba, cálculo, repetición de experimentos, etc.). 2. “Una disputa es una polémica que también parece tener por objeto una divergencia bien definida. Pero los contendientes no aceptan en ningún momento que su definición esté basada en algún error. Más bien se revela como derivada de una diferencia de actitudes, sentimientos, o preferencias. No hay procedimientos mutuamente aceptados para decidir entre ellas, es decir, no tienen 'soluciones'. A lo sumo pueden ser disueltas. 3. “Una controversia es un tipo de polémica que ocupa una posición intermedia entre la discusión y la disputa. Puede empezar con un problema específico, pero rápidamente se expande a otros problemas y revela divergencias profundas. Estas involucran tanto actitudes y preferencias opuestas como desacuerdos sobre los métodos vigentes para solucionar los problemas. Por esa razón, no se percibe la oposición como una simple cuestión de errores, ni existen procedimientos aceptados para decidirlas, lo que causa el prolongamiento de las controversias y a veces su recurrencia, sin embargo, no se reducen a meros conflictos irresolubles de preferencias. Los contendientes acumulan argumentos que creen incrementar el peso de sus posiciones, frente a las objeciones del adversario, tendiendo así, si no a decidir la cuestión, por lo menos a inclinar la 'balanza de la razón' a su favor.' Las controversias no se 'solucionan' ni se 'disuelven', sino que se resuelven.” Dascal (1995, 16) 19 2.2 DEFINICIÓN DE TÉRMINOS. En este trabajo designaré específicamente con el término ‘controversias científicas’ (o simplemente controversias) a los debates (intercambios dialógicos) de carácter científico, en el seno de una comunidad científica, independientemente de que sean de alguno de los tipos predominantes mencionados por Dascal e independientemente de sus dinámicas o de otras clasificaciones. (Baltas 2000, Kitcher 2000). Designaré con el término ‘polémicas no científicas’ (o simplemente ‘polémicas’) lo que Dascal denota con el término ‘polémica’ en general, “un conjunto de fenómenos discursivos dialógicos” no científicos — las discusiones entre el público cuando las controversias científicas salen a la luz fuera de control, con la misma independencia de los tres 'tipos ideales' arriba mencionados 'discusión', 'disputa', y 'controversia'. Para lo no científico utilizo precisamente el término ‘polémica’ porque trato intercambios dialógicos generales, que no tienen la forma ni de discusión ni de controversia, porque no tratan un tema o problema bien circunscrito sino difuso o si se prefiere, varios temas dispersos laxamente relacionados. Veremos en los Caps. III y IV que muy frecuentemente se tornan en disputas, pues los contendientes no aceptan que su definición esté basada en algún error. Uso ‘polémica’ en el sentido cotidiano que la gente da a ‘debate’. Habiendo explicitado por qué adopto la taxonomía dascaliana como marco teórico y el uso que daré a mis términos durante toda la tesis, queda agregar que una característica importante de las controversias (científicas, ya queda claro) es que se dan entre contendientes vivos, reales y activos, ni muertos, ni imaginarios ni silenciosos; su carácter es dinámico y pueden generar tanto confusiones como cambios conceptuales. 20 Hay que considerar también que estos tipos raramente se encuentran puros. Un poco más abajo trataré sobre las “asunciones de fondo” que hacen que una controversia sea científica.16 2.3 CLASIFICACIÓN DE LAS CONTROVERSIAS. Las prácticas dentro de las comunidades científicas son muy variadas y por tanto son también factores causales del surgimiento de diferencias teóricas y prácticas que pueden trascender hasta el debate público. Las controversias dentro de la comunidad científica surgen en un “campo de desacuerdo” en el que se reconocen huecos o preguntas abiertas que llaman la atención de la comunidad — los participantes intentan producir el máximo conjunto de explicaciones para cierta clase de fenómenos. La controversia implica pretensiones que compiten entre sí en la búsqueda de explicaciones sin los problemas de inconsistencia que se generan cuando algunas afirmaciones son incompatibles con otras; la dificultad de ciertos esquemas aceptados (paradigmáticos) para comprender fenómenos que no pueden explicarse suficientemente implica problemas de explicación y de consistencia cuando se confrontan con otros esquemas — de ahí el surgimiento de las controversias. (Kitcher 2000 29, 31) No es posible hablar de ‘controversias científicas’ sin tener al menos un concepto de ciencia o al menos un conjunto de características que puedan predicarse de este término. Sin embargo algunas características 16 “Background assumptions”. Baltas (2000) 21 importantes de las controversias son por ejemplo[1] que abarcan varios temas, [2] que el cuestionamiento es generalizado, no se refiere solamente a una tesis sino a métodos de prueba, valores etc., [3] además de la verdad de un hecho científico entran en juego problemas (hermenéuticos) de interpretación de ideas y de las implicaciones de esos hechos, [4] tienen una estructura flexible, una racionalidad blanda, [5] no siempre puede establecerse cuando termina o si termina definitivamente. (Dascal 1995, 31) Sin adentrarme en el problema de la demarcación, al menos deberé mencionar que la ciencia implica un conjunto de premisas sobre las cuales se hacen afirmaciones que se puedan comprobar, y que estas premisas implican asunciones de fondo, que pueden ser de cuatro tipos; [1] Las asunciones constitutivas son los instrumentos con los que se construye un sistema conceptual y al mismo tiempo se asegura su coherencia. [2] Las asunciones interpretativas de fondo determinan cómo elucidar un sistema de conceptos científicos una vez establecido y la capacidad de dar cuenta cognitiva de los fenómenos inherentes al propio sistema. [3] Las asunciones participativas determinan tradiciones científicas particulares o estilos de pensamiento; por ejemplo un científico dentro de un estilo de pensamiento empírico podría verse en dificultades ante algunos supuestos teóricos y al contrario, un racionalista que se concentre en determinados axiomas podría no ver la importancia de los resultados experimentales de su propio trabajo teórico. [4] Las asunciones preferenciales implican criterios que los científicos usan cuando escogen los programas de investigación a partir de diferentes alternativas. Los científicos trabajan dentro de un sistema 22 conceptual que de alguna manera ya está interpretado, y se encuentran constreñidos a seguir ese estilo de pensamiento dentro de un programa de investigación. Es así que las controversias científicas surgen cuando los científicos no comparten las asunciones de fondo. (Baltas 2000, 43-44) Cuando esas asunciones de fondo se enfrentan en un campo de desacuerdo pueden darse tres tipos de controversias. [1] En primer lugar aquellas en las que se comparten las asunciones constitutivas e interpretativas, los conceptos y cómo conocerlos, pero no se comparten ni la participación ni la preferencia — aunque los desacuerdos surgen de los diferentes estilos de razonamientoy de preferencias subjetivas no hay inconmensurabilidad ni problemas de comunicación; cada investigador piensa que su propia línea de investigación es más promisoria que la otra — por eso son superficiales. [2] En el segundo tipo (llamaré de profundidad variable) se comparten las asunciones constitutivas pero no todas las interpretativas; hay aquí algunas formas de inconmensurabilidad y algunos problemas de comunicación. No implican una amenaza al sistema conceptual en tanto el sistema conceptual en sí mismo no haya sido desarrollado suficientemente aún para permitir una dimensión cognitiva madura. [3] En el tercer tipo los investigadores no comparten todas las asunciones constitutivas, puesto que la perspectiva para definir un problema está aún en proceso de construcción; las asunciones objeto de la controversia no son las del nuevo sistema conceptual que se está estableciendo sino las que determinan la identidad y la coherencia de la vieja teoría desafiada por el nuevo sistema conceptual. Quienes sostienen el nuevo sistema conceptual están en una mejor posición para conocer los eslabones más débiles de sus adversarios, que tratan de defender el viejo paradigma. Entonces se dan las controversias profundas. (Baltas 2000, 46-48) 23 3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Cuando las controversias científicas salen a la luz pública o cuando los descubrimientos científicos son utilizados para hacer pseudociencia, los intercambios dialógicos resultantes se convierten en retóricas sin pruebas ni experimentos determinantes. Tanto a escala individual como social se producen colisiones entre sistemas de creencias justificados o anómalos.17 El problema puede verse desde tres perspectivas. Los intercambios dialógicos siguen entonces diferentes procesos evolutivos que pueden incluir disputas, ataques de índole diversa y apelaciones a instancias científicas y no científicas por múltiples vías. 3.1 Epistémica Si el diálogo en las ciencias está sujeto a constreñimientos, entonces cuando las controversias científicas trascienden al público se libran del rigor, se perpetúan en la opinión y producen confusión; se convierten en conflictos de creencias en colisión en los que algunas persisten, otras se anulan y otras más se funden en sincretismos anómalos. Esas polémicas no científicas sin rigor producen confusión. Por otra parte, en la vida diaria, las personas generalmente toman decisiones sin calcular ni las probabilidades ni las utilidades. Esas decisiones están influenciadas por mecanismos que nos permiten funcionar cuando desconocemos casi todo sobre el entorno; entonces podemos tomar decisiones heurísticamente, no lógicamente sino ecológicamente, utilizando un modelo de racionalidad acotada basado en 17 Pseudojustificaciones. 24 las propias estructuras que percibimos del medio ambiente. (Gigerenzer 2004, 62, 64) 3.2 Psicológica. En las controversias lo subjetivo está íntimamente conectado con lo racional. Las emociones tienen un papel importante en la producción del conocimiento.18 Pero además del conocimiento como tal, existen las creencias, que pueden afirmarse mediante razones, motivos y convicciones, en vez de justificaciones basadas en evidencia; el conocimiento puede así ver alterados sus procesos hasta ser suprimido y sustituido por creencias y convicciones. (Villoro 1982/2009) 3.3 Bioética. También es importante tener en cuenta que la ciencia vende en los medios o mejor dicho, que los medios venden superficialidades científicas sensacionales y exageradas; no sólo usan metáforas de ficción científica sino que frecuentemente utilizan el término ciencia-ficción, un barbarismo.19 18 Pérez Ransanz, Ana Rosa 2010. El papel de las emociones en la producción de conocimiento. (Trabajo elaborado en el marco del Proyecto PAPIIT IN402609 Sujetos, emociones y nuevas formas de conocimiento, con apoyo de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico de la UNAM.) Comunicación personal. Pero además pretenden especulaciones futurísticas sobre las maravillas de la ciencia, al lado de justificaciones astrológicas y propagandas de religiones varias que van del pensamiento mágico y la milagrería al pensamiento francamente anticientífico. (Nelkin 1987 b, 62- 77) 19 Traducción literal de science-fiction. 25 Los medios masivos hacen de la controversia una polémica; así crean actitudes en conflicto y la gente oye aquello que los medios quieren que oiga — para los medios el público es un consumidor. En primer término, la comunidad científica inicia un debate paralelo: mientras en su seno se mantiene la controversia, inicia una polémica contra algunos sectores de la opinión pública. En medio de la confusión diversos grupos de interés pueden causar desorientación social, externa a la ciencia e intencional, al añadir a la discusión una multiplicidad de temas no relacionados con el asunto de fondo. Posteriormente, la comunidad científica pierde interés por el debate público y se aparta, problema no desprovisto de consecuencias sociales. El debate sigue entonces dos vías diferentes, por la vía de la investigación, la controversia continúa a puertas cerradas con grados variables de rigor; por la senda abierta a la opinión pública es poco o ya nada transitada por los científicos. Su participación en la ahora polémica no científica se va haciendo cada vez menor, hasta que eventualmente se retiran; son también entonces cada vez menores el rigor y el sustento, tanto de la argumentación racional como de creencias justificadas mediante evidencia. Ese rigor y sustento argumentativos son dejados a la opinión pública y muy frecuentemente en esas polémicas no se da un arbitraje ni experto ni imparcial; siguen entonces el camino de la mejor pendiente y dejan a lo largo creencias imprecisas en la sociedad. Las polémicas fuera de la ciencia también se polarizan; se componen del discurso propiamente y la red (entorno) de protagonistas y antagonistas; el discurso no está aislado del sistema sino organizado en una matriz de asuntos comunes que a veces son inciertos para el público o conocidos parcialmente. (Ginneken 2003, 11) En ese contexto la sociedad puede llevar la peor parte, no sólo por no tener acceso a un conocimiento justificado en buenos argumentos, sino 26 porque diferentes grupos con intereses propios — no científicos— pueden obstaculizar seriamente la acción de los científicos en detrimento de la sociedad de la que forman parte. 4. JUSTIFICACIÓN 4.1 Desde punto de vista epistémico. Este trabajo se justifica porque el conocimiento que de la ciencia tenga una sociedad puede verse disminuido e incluso suprimido por otro tipo de intereses. Entre ellos destacan los religiosos, de razón de estado, creencias personales e intereses comerciales de particulares. El estudio de las controversias permite determinar empíricamente los puntos por donde pudiera introducirse algún elemento de crisis, de irracionalidad o de ruptura en una teoría. Puede hacerse desde la pragmática, el estudio de todo lo que el hablante utiliza para dar significado a su discurso, incluyendo el contexto; es importante no confundir estas consideraciones pragmáticas con la estructura proposicional de una teoría per se.20 La pragmática es una técnica de reconstrucción de los procesos que desembocan en la construcción de las estructuras proposicionales que conforman una teoría, no se ocupa del sentido de las oraciones en abstracto — el caso de la semántica. Este trasfondo justifica entonces la importancia de un estudio epistémico de la dinámica de los intercambios dialógicos entre el público bajo la influencia de fuerzas múltiples no científicas (psicológicas, 20Una proposición paradigmática consta de una referencia —la relación entre una palabra y el mundo — y un predicado —lo que puede decirse de esa referencia, la propiedad que se le asigna. Aquí es importante señalar una relación de función, no una relación ontológica. 27 sociales, culturales, económicas, etc.), de la colisión de las creencias racionales y no racionales y de sus consecuencias. 4.2 Desde el punto de vista psicológico. Si bien es cierto que la ética se ha concebido tradicionalmente como un conjunto de normas racionales y universales por las que todo individuo debiera regirse, es importante tener en mente que las intuiciones éticas son fenómenos psicológicos, por lo tanto humanos, no son herramientas para encontrar grandes verdades éticas universales. Los sistemas éticos teóricos son sistemas humanos, son constructos humanos para conductas humanas. Estas intuiciones pueden ser estudiadas en psicología experimental y puestas a prueba y comparadas con fenómenos de políticas públicas que ocurren en el mundo real — aunque sin una certeza absoluta este tipo de experimentos puede proveer evidencia adicional para modificar esas políticas. (Baron 2006, 45) 4.3 Desde el punto de vista ético. El distorsionar, disminuir o suprimir el conocimiento científico atenta contra la autonomía de la sociedad en tanto su “capacidad de pensar, decidir y actuar con base en un pensamiento libre e independiente.” Privar del conocimiento o distorsionarlo es hacer activamente mal a la sociedad. Una sociedad donde prima el pensamiento oscuro, milagroso, no se beneficia, se margina de otras. Y todo lo anterior tampoco es justo pues los beneficios del conocimiento son accesibles a unos cuantos y además en detrimento de otros. (Beauchamp y Childress 2001) 28 En un modelo ético constructivista se le niega un derecho social, se le niega la condición de igualdad de oportunidades, se le niega la libertad de acceso al conocimiento como un valor para todos. En un contexto en que la sociedad en general tiene poco interés por la ciencia, que los programas de difusión son escasos y de poco alcance, en el que es necesario fomentar mayor conocimiento de la ciencia por parte del público no científico, encima de todo, al negar a la sociedad el derecho de acceso al conocimiento como un valor para todos, y negar esa condición de igualdad de oportunidades, se le causa un daño. (Rawls 1980, 1989; Engelhardt 1986/1995, 423-432; O’ Neal 2003) Las distorsiones en la divulgación de la ciencia y en las percepciones del público pueden tener como consecuencia que la sociedad se aleje aún más de los beneficios de la ciencia. El público puede percibir ser engañado o controlado por los científicos, que la ciencia es de temerse, que la ciencia está exclusivamente al servicio de consorcios, que es discriminativa. El público puede ser efectivamente desinformado, ergo controlado por los medios. Puede creer que hay remedios naturales o naturistas, holísticos, alternativos —en suma, milagrosos— que suplen al conocimiento científico y los desarrollos tecnológicos en la consecución de su bienestar o su felicidad. Hay posiciones que surgen de investigaciones defectuosas, protocolos de investigación diseñados sin pulcritud, técnicas mal estandarizadas, criterios de inclusión poco rigurosos. Desde el punto de vista bioético no son posiciones que partan desde la epistemología misma del experimento. (Franklin 1998) Algunas descripciones de la historia de la ciencia y las prácticas científicas actuales no son cuidadosas. (Koertge 1998, 4) Otras continúan un camino tal vez “pavimentado con las mejores intenciones pero los peores argumentos.” (Kitcher 1998, 44) También hay posiciones éticas pavimentadas con las peores intenciones y los mejores pseudoargumentos. 29 Aquí es importante hacer un periplo, para entender mejor ciertas posiciones. El término ‘guerra de las culturas’ denota confrontaciones ideológicas culturales y políticas norteamericanas desde los años sesenta respecto del estatuto, la naturaleza intrínseca y el mérito de las teorías científicas, es decir, si la ciencia occidental es capaz de proveer una explicación objetiva del mundo — un realismo en sentido débil — o si refleja únicamente preocupaciones locales y prejuicios ideológicos y políticos, posición que se conoce generalmente como postmoderna, o constructivismo social.21, 22, 23, 24, 25 Con base en las ideas justo antes mencionadas, pero también como resultado de sincretismos culturales entre occidente y oriente y como reacción contra la ciencia, han surgido otras posiciones que llamaré aquí destructivistas, que al atacar la ciencia tienen consecuencias éticas — un riesgo contra la vida de las personas y un peligro social. Algunas de las posiciones destructivistas contemplan medicinas y actitudes “naturistas”, “alternativas” y en realidad esconden a falsos practicantes con eficaces técnicas de mercadotecnia y juegos de palabras con las que se aprovechan 21 Cf. Hunter, J. D. 1991 Culture Wars: the Struggle to Define America. Nueva York, Basic Books. 22 Cf. Sokal, Alan 1996. Transgressing the Boundaries: Toward a Transformative Hermeneutics of Quantum Mechanics. Social Text 46/47 (primavera/verano); 217— 252; Sokal 1996 A Physicist Experiments with Cultural Studies. Lingua Franca 6 (4) (may./jun.); 62—64; Sokal 1996 Transgressing the Boundaries: An Afterword. Dissent 43 (4) (otoño); 93-99; Sokal, Alan D. y Bricmont, Jean. 1997 Impostures Intellectuelles. París ; Odile Jacob. 23 Cf. Hacking, Ian. 1999. The Social Construction of What? Cambridge, MA, Harvard University Press. Hacking, Ian. 2000. Historical Ontology. Cambridge, MA, Harvard University Press. 24 Cf. Latour, Bruno y Steve Woolgar 1979/1986. Laboratory Life: the Construction of Scientific Facts. Princeton, Princeton University Press; Latour, Bruno. 1987. Science in Action: How to Follow Scientists and Engineers through Society. Cambridge MA, Harvard University Press. 25 Cf. Pickering, Andrew 1984. Constructing Quarks: A Sociological History of Particle Physics. Edimburgo; Edinburgh University Press; Pickering, Andrew 1995. The Mangle of Practice: Time, Agency and Science. Chicago, The University of Chicago Press. 30 de la vulnerabilidad de quien tiene poco conocimiento de la ciencia. Las creencias pueden ser inducidas mediante discursos mediáticos que aprovechan la vulnerabilidad de la gente de manera irresponsable con efectos a largo plazo. (Campos y Cano Valle 2011) Cierto que alguno podría argumentar que las creencias no son falsas ni verdaderas y que todas son legítimas y que cada quien tiene derecho de creer aquello que lo haga feliz; la verdad o legitimidad de una creencia desde el conocimiento científico, no está justificada el solipsismo, ni por un proceso de democracia horizontal, ni está sujeta a disidencia civil. Eso quedará claro en el estudio de caso y en la discusión (caps. III y IV) 5. CONTROVERSIAS, POLÉMICAS Y CREENCIAS Las creencias personales son eso, personales. Negar hechos científicos, como se mostrará en la discusión, puede ser a la vez una postura epistemológicamente ilegítima — si se basa en algún tipo de pensamiento mágico o religioso — pero válida para la persona porque le produce tranquilidad y felicidad. Sin embargo, las consecuencias de la validación de las creencias por la tranquilidad que producen pueden ser muy serias. Las controversias y polémicas que derivan de la ciencia tienen efectos psicológicos y sociales graves debido a sus ramificaciones tan extensas, a su comportamiento complejo y a su difusión desordenada, sobre todo por la red. Este trabajo es apenas un atisbo a la complejidad de las polémicas no científicas que se originan en controversias científicas, un poro que permitever la imagen invertida en una cámara oscura. 31 Las discusiones éticas tendrán que ser llevadas más allá de un nivel discursivo para estar a la altura de los avances de la ciencia y de la tecnología — si quieren aprehender estos avances y sus consecuencias y ser herramienta útil. De no ser así, y de no conocer los procesos por los que se hace la ciencia, y en particular las ciencias de la vida, me temo que “hablar de (bio)ética” seguirá siendo un ejercicio inútil, de sentido común, retórico, de moda y sujeto a la usura del tiempo. Perder el tiempo así no sería ético para la Universidad, ni para nadie. 6. ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO He organizado este trabajo mediante la forma siguiente; una introducción específica para el capítulo correspondiente seguida de diferentes secciones, y terminaré con una bibliografía también específica para cada capítulo, que permita encontrar las referencias inmediatas. En las notas de pie de página incluyo obras de referencia no utilizadas directamente, que son complementarias para un mejor entendimiento del contexto. Al final de la tesis incluyo una bibliografía general. 32 7. BIBLIOGRAFÍA Baltas, Aristides 2000 Classifying Scientific Controversies. En Machamer, Pera y Baltas (2000, 40–49). Baron, Jonathan 2006 Against bioethics. Cambridge, MA, MIT Press. Boundas, Constantin V. (ed.) 2007. The Edinburgh Companion to Twentieth-Century Philosophies. Edimburgo, Edinburgh University Press. Campos, Alberto y Cano Valle, Fernando 2011 ‘Alternative Therapies’: Health Care, Bioethics And The Law. Amsterdam Law Forum 2011, 3 (1) 51–62. Castle David y Edward Jones-Imhotep 2007 A Century of Transition in the Philosophy of Science. En Constantin V. Boundas (ed.) (2007, 282, n. 12). Dascal, Marcelo 1995 Epistemología, controversias y pragmática. Isegoría. 12, 8–43. Englelhardt H. Tristram y Arthur L. Caplan 1987 Scientific controversies: Case studies in the resolution and closure of disputes in science and technology. Cambridge, MA, Cambridge University Press. Fleck, Ludwik 1935/1986 Entstehung und Entwicklung einer wissenschaftlichen Tatsache. Einführung in die Lehre vom Denkstil un Denkkollektiv. Frankfurt del Meno; Suhrkamp Verlag, 1980, del original editado en Basilea; Benno Schwabe, 1935. Se cita de la v.e. La génesis y el desarrollo de un hecho científico. Introducción a la teoría del estilo de pensamiento y del colectivo de pensamiento. Madrid, Alianza. Gigerenzer, Gerd 2004 Fast and Frugal Heuristics: the Tools of Bounded Rationality. En D. Koehler y N. Harvey (2004, 62–88). Gil, Fernando 1985 Science and Controversy. En Dascal (1985, 353–365). Ginneken, Jaap van 2003 Collective Behavior and Public Opinion: Rapid Shifts in Opinion and Communication. Lawrence Erlbaum Associates, Mahwah, NJ. Hacker, Peter Michael Stephan 2001 Ludwig Wittgenstein (1889–1951) en Martinich, y Sosa (2001, 68–93) Kitcher, Philip 2000 Patterns of Scientific Controversies. En Machamer, Pera y Baltas (2000, 21–39). Koehler, Derek y Nigel Harvey (eds.) 2004 Blackwell Handbook of Judgment and Decision Making. Oxford, Reino Unido, Blackwell. 33 Kuhn, Thomas S. 1962/1970 The Structure of Scientific Revolutions. Chicago, University of Chicago Press, 2ª ed., 1970. V.e. La estructura de las revoluciones científicas. México, Fondo de Cultura Económica, 1971, reimp. 2002. Machamer, Peter, Marcello Pera y Aristides Baltas (eds.) 2000 Scientific Controversies: philosophical and historical perspectives. Nueva York, Oxford University Press. Martinich, Aloysius P. y David Sosa 2001 A Companion to Analytic Philosophy. Malden, Massachusetts, Blackwell. McMullin, Ernan 1987 Scientific Controversy and its Termination. En Englelhardt H Tristram A& Arthur L. Caplan (1987, 49–91). Nelkin, Dorothy 1987 a Controversies and the authority or science. En Engelhardt H Tristram & Arthur L. Caplan (eds.) (1987 283–293). Nelkin, Dorothy 1987 b Selling science: How the press covers science and technology. New Cork, W. H. Freeman. Pera, Marcello 2000 Rhetoric and Scientific Controversies. En Machamer, Pera y Baltas (2000, 50–66). Popper, Karl R. 1963 Conjectures and Refutations: The Growth of Scientific Knowledge, Routledge & Kegan Paul, Londres. (4a. ed. 1972) Se cita de la v.e. 1991, Conjeturas y refutaciones. Barcelona, Paidós. Sunstein, Cass R. 2005 Laws of Fear. Beyond the Precautionary Principle. Cambridge, Cambridge University Press. Villoro, Luis 1982 Creer, saber, conocer. México, Siglo XXI. 34 II HIPÓTESIS Y OBJETIVOS 35 II HIPÓTESIS Y OBJETIVOS 0. INTRODUCCIÓN Aunque a veces se piense la opinión pública como una suma de opiniones individuales, tiene en realidad una configuración dinámica y en transformación constante; la opinión pública se comporta como un sistema adaptativo complejo en el cual cambios muy pequeños pueden provocar efectos muy grandes. (Ginneken 2003, 3) Si la opinión pública es un sistema complejo constituido por conjuntos de opiniones individuales, entonces hay opinión pública tanto en el medio científico como en la sociedad abierta y ambos sistemas tienen dinámicas complejas. Al hacerse públicas las controversias científicas, un conglomerado de opiniones en un sistema — en un estilo de pensamiento — interactúa con otro sistema de opiniones — otro estilo de pensamiento. Vimos en la introducción que se atribuye a las controversias científicas una racionalidad blanda y que además no siempre puede establecerse si es que terminan y cuándo. (Dascal 1995, 31) Esto se debe a que en estos sistemas adaptativos complejos hay bucles de retroalimentación y de mutaciones permanentes, sinergias y autoorganización. 1. HIPÓTESIS de TRABAJO 36 1.1 La hipótesis que intento demostrar es que las controversias científicas tienen un patrón de salida por el cual se transforman en polémicas no científicas. 1.2 Que las polémicas siguen un patrón desordenado y complejo. 1.3 Que ese patrón se debe en parte a necesidades de las personas de cubrir ciertas carencias de manera defectuosa frente a otros intereses de, los medios y el Estado. 2. OBJETIVOS 2.1 EPISTÉMICOS 2.1.1 Intentaré demostrar que un hecho científico — en este caso el SIDA — lo es solamente después de un proceso de desarrollo en el cual el conocimiento sobre los fenómenos que lo componen evolucionan hasta integrarse en lo que uno puede leer en los libros de texto y cómo se transforman en conocimiento, por supuesto, siempre revisable. 2.1.2 Demostrar que este desarrollo no es de ningún modo algo suave y terso, sino que está sujeto a varios tipos de influencias, tanto internas a la ciencia (es decir, pertinentes a los procesos y técnicas mismas) como externas, es decir, las presiones entre los propios grupos de investigadores, entre éstos y grupos sociales. 2.1.3 Demostrar también cómo una controversia científica se transforma en polémica no científica, siguiendo un patrón conductual que puede observarse en diferentes tipos de controversias-polémicas. 2.1.4 Demostrar que la complejidad de la ciencia se convierte per se en un problema social, que un hecho científico no es el problema social — el 37 problema social es no poder dar coherencia a un sistema complejo de información porque la sociedad no puede hacerlo. La divulgación de la ciencia con el modelo del s. XX no basta. 2.2 PSICOLÓGICOS 2.1 Demostrar los mecanismos psicológicos por los que los diferentes actores involucrados en la polémica defienden su creencia y cómo la creencia influye sus acciones a lo largo de las polémicas, de tal manera que el conocimiento ya no es revisable —es idea fija que hay quedefender mediante racionalizaciones. 2.2 Demostrar que las personas modifican sus cursos posibles de acción con base en un bombardeo de información desordenada y que esos cursos posibles de acción pueden seguir la mejor pendiente hacia un desenlace fatal, no sólo para la persona misma, sino para quienes dependen directamente de ella — por ejemplo, sus hijos o gente cercana que escucha su mensaje. Estas personas — convencidas mediante el método de la tenacidad — se convierten en portavoces del mismo desorden epistémico.26 2.3 ÉTICOS 2.3.1 Demostrar que las controversias-polémicas son un dilema ético para los científicos y que la única manera de no perder en el dilema es no abandonar la contienda. Sísifo no tiene escape — Sísifo tiene que asumirlo. 2.3.2 Demostrar que hay consecuencias éticas muy serias de los procesos sociales que se ponen en marcha — que son a la vez autoorganizativos y reforzadores de conductas y de falsas creencias desde el punto de vista de la ciencia — que estos procesos se establecen y posicionan en la sociedad, 26 Cf. Charles S. Peirce 1877. The Fixation of Belief. Popular Science Monthly (12) 1-15. 38 pero que además empoderan a las personas más allá de un juicio crítico mínimo, en su perjuicio. 2.3.3 Demostrar el papel de los medios de comunicación en la génesis y perpetuación de estos procesos mediante una retroalimentación positiva y la responsabilidad en que incurren los medios cuando generan caos, aumento en la percepción de riesgo respecto de la ciencia y por el contrario, falsas esperanzas en personas ingenuas. Quedarán demostrados sus objetivos económicos y de poder frente al bien social. 2.3.4 Demostrar que el Estado no cumple con su deber de contrato social, pero además cómo sus políticas públicas son miopes y cómo esa brevedad de alcance resulta en mayor carga para el propio Estado, que le dificulta el cumplimiento de su contrato social, en un círculo vicioso que tendrá consecuencias y cuyo remedio no será — aun exitoso — en un plazo corto. Tengo un temor fundado, pero eso no podría demostrarlo, de que el punto sin retorno ha sido alcanzado. 2.4 RESTRICCIÓN DE LOS OBJETIVOS Inicialmente contemplé la inclusión de varios casos para ilustrar mejor la transición entre las controversias científicas y las polémicas no científicas, con casos relativamente sencillos y cerrados: la memoria del agua, la existencia de las nanobacterias y su papel como causante y sustrato de calcificaciones renales y arteriales y el laetrile como medio para curar el cáncer aun en etapas preclínicas. A pesar de que estas polémicas siguen patrones muy similares, que desde el punto de vista epistémico me permitirían mostrar con mayor claridad su transición, el caso de los disidentes del SIDA me parece tan vasto que he preferido tratarlo solo, para centrarme en el desarrollo del 39 SIDA en tanto un hecho científico y para que la discusión sobre las consecuencias bioéticas no se diluya con los otros casos. La memoria del agua es una mezcla de experimentos malhechos y sesgados para demostrar sincretismos homeopáticos; el caso de las nanobacterias comprende observaciones no sistemáticas, procedimientos de laboratorio secretos y fraudulentos; el laetrile es un caso de fraude análogo al caso de los disidentes del SIDA en cuanto explota el miedo a la enfermedad incurable y la muerte; en aquel entonces los medios de comunicación no tenían el alcance actual. Esos casos no son menos importantes, pero por ahora pienso que pueden hacerse analogías con los disidentes del SIDA, un caso más actual. Otro caso de venta de aceite de serpiente. El caso de los negacionistas (o disidentes, ya lo explicitaré en la sección siguiente) del SIDA científicamente es claro, pero treinta años después la polémica sigue dando y sus vericuetos van lejos de la disidencia, del sotto voce a los foros internacionales, de las fabulaciones más absurdas a los intereses más egoístas. Hay dos clases de disidentes o negacionistas del SIDA [1] los ingenuos, quienes siendo personas inteligentes y con un grado importante de educación y cultura creen a pie juntillas lo que no entienden de ciencia y niegan tanto la existencia del VIH como su papel en la etiopatogenia del SIDA, en un mecanismo claro de negación y racionalización y [2] quienes disienten por otros motivos y alimentan esas creencias anómalas postmodernas con falsas promesas, justificadas en que teniendo derecho a hablar y ser oídos, todo vale. 40 3. COROLARIO Como se verá en los caps. III y IV los vendedores ambulantes de remedios milagrosos no han desaparecido. Han cambiado su aspecto y su lenguaje, llegan más lejos, y sin que sus propios clientes lo sospechen, causan más daño. De aquí puede verse fácilmente que una discusión (bio)ética que gire alrededor de “lo bueno” es simplista, como simplistas son también argumentos de que lo bueno es lo mejor para cada quien y que lo bueno no es hacerle nada malo. Se verá que en el largo plazo “lo bueno” puede resultar precisamente en lo contrario, lo malo. Pienso que una discusión (bio)ética es simplista si se ocupa in abstracto de qué es lo suyo para cada quien, por contrato o porque es útil, porque es autónomo y su albedrío es libre e inalienable, aun en la ignorancia. Si es así, es perder el tiempo. Todos estos verismos me complican el análisis ético, me obligan a ir fuera de un principialismo secular que no me basta — una tesis así pudo hacerse y terminarse como anteproyecto. Además, en el caso que me ocupa, las discusiones no siempre han sido seculares por parte de los actores, sino cargadas de prejuicios sociales derivados de creencias religiosas varias y de sincretismos metafísicos que tomaron auge en la segunda mitad del s. XX. Eppur si muove, el VIH existe. 41 3. BIBLIOGRAFÍA Dascal, Marcelo 1995 Epistemología, controversias y pragmática. En Isegoría 12; 8-43. Ginneken, Jaap van 2003. Collective Behavior and Public Opinion: Rapid Shifts in Opinion and Communication. Lawrence Erlbaum Associates, Mahwah, NJ. 42 III MATERIALES Y MÉTODO DE ESTUDIO 43 III MATERIALES Y MÉTODO DE ESTUDIO Medicine is an ever-changing science.27 0. INTRODUCCIÓN — LOS ESTUDIOS DE CASO En este trabajo propongo una investigación empírica a partir de estudios de caso. ‘Estudio de caso’ implica un tipo particular de evidencia respecto de una o varias instancias de un fenómeno; los tipos de evidencia pueden ser muy variados e incluir fuentes bibliográficas directas o secundarias, y triangulación de información entre ellas — el estudio de caso no se limita exclusivamente al contacto directo con los sujetos o el fenómeno que se estudia. En un estudio de caso, más que una elección metodológica se hace una elección de lo que se quiere estudiar; es por eso que los estudios de caso pueden tener más variabilidad pero al mismo tiempo mayor detalle que los estudios comparativos. Un estudio de caso hace hincapié en la evolución de un evento concreto y de los eventos relacionados que lo constituyen como un todo y sitúa ese evento en un contexto. El estudio de los problemas sociales provee conocimiento dependiente del contexto, que es diferente del de las ciencias naturales, 27 Fauci, Braunwald, Kasper, et al. (2008, vi) 44 cuyas teorías son explicativas y predictivas. No obstante, un estudio de caso puede proveer información confiable sobre una clase más amplia y ser usado como etapa preliminar de una investigación que permita generar o probar hipótesis generalizables a otros eventos, incluyendo modelos que puedanser formalizados. (George y Bennett 2005, 5; Flyvbjerg 2001, 301 y 302) Para el fin de una discusión sobre método puede establecerse que “[c]aso connota un fenómeno espacialmente delimitado, observado en un punto único o a lo largo de algún periodo. […] Cada caso puede proveer información única o múltiples (intra-caso) observaciones.” (Gerring 2007, 17-36, esp. 19). Puede entonces decirse que un caso es un evento en el mundo real que puede ser estudiado y entendido en puntualidad (en su tiempo). Es importante notar que pueden ser más fácilmente identificables los límites espaciales de un caso que sus límites temporales, sobre todo cuando se trata de casos no cerrados, como son frecuentemente las controversias. Sin embargo, es posible establecer límites particulares, como por ejemplo la duración de las crisis o el lapso entre picos de intensidad en los debates. También es importante tener claro que un fenómeno en estudio (el caso), al no ser perfectamente representativo de una población, puede no ser generalizable, aunque sí puedan hacerse inferencias válidas extrapolables a otros casos y otras poblaciones. 1. USO DE CASOS EN BIOÉTICA — LA EVIDENCIA EMPÍRICA Los estudios de caso en bioética pueden servir para modelar el tipo apropiado de preguntas cuando se trabajan de abajo hacia arriba y se ponen de relieve puntos importantes que puedan presentarse a quienes toman decisiones. Es precisamente eso lo que intento hacer en este 45 trabajo, no un intento de ética normativista desde arriba sino atraer la atención — a partir de descripciones de hechos reales en el mundo real— hacia problemas éticos emergentes, modelando preguntas como cuáles son las consecuencias de las controversias científicas cuando trascienden al público. Un caso refleja diversidad de disciplinas que van de la información de la ciencia al entendimiento del discurso, pues las ideas producidas socialmente abarcan además de individuos, organizaciones e instituciones. Es importante reconocer la interacción de los diferentes participantes en un sistema de información (una sociedad) y el marco de esas relaciones sociales. (Taylor y Van Every 2011, 11) Los estudios de caso comprenden modos de habla diferentes de los enunciados lógicos — son modos híbridos de discurso (hablados, escritos, visuales) en diferentes contextos culturales. Cuando se observa el lenguaje en un contexto cultural complejo puede apreciarse que no es fácil disociar una relación entre hechos y valores. Si unimos estas consideraciones con los problemas tanto internos como externos a la investigación, entonces tendremos una idea de la complejidad, tanto de las controversias científicas como de las polémicas no científicas que generan. El estudio de caso es una estrategia de investigación empírica que permite estudiar un fenómeno en su contexto en la vida real, no es puramente cualitativo. Un estudio de caso no es un procedimiento experimental, pero sí empírico; en vez de manipular variables implica una manera sistemática de estudiar eventos y transformarlos en datos que permitan entender por qué una instancia sucede como lo hace; permite entonces, además de generar y comprobar hipótesis, generar también investigación futura. 46 2. PROPÓSITO Vistas así las cosas, el trabajo será retrospectivo, documental, con un análisis del caso. Como se verá, dentro de este caso hay otros más que lo componen, lo que demuestra que un caso no es un evento única aislado sino un fenómeno complejo influido por la interacción de varios otros. Del mismo modo, los actores en alguna de las controversias (y de las polémicas) pueden desatar otras y participar en varias simultáneamente, de modo que haré también algunas observaciones de fenómenos intra- caso. En esta sección haré la descripción del caso. En segundo término haré un análisis para intentar demostrar un patrón de comportamiento de la transformación de las controversias en polémicas. Es importante subrayar que intentaré dar una explicación posible del problema y no la explicación o versión final. En la sección de discusión haré un análisis epistémico, psicológico y ético tanto del patrón de comportamiento de la controversias y polémica, como de sus consecuencias sociales en el corto y largo plazos. 3. CASO Puesto que la elección de un caso significa variabilidad dependiente del contexto, es importante establecer los límites de cada uno. Para estudiar los eventos que constituyen un caso y proveer información estándar que me permita conformar una hipótesis, aplicaré entonces los siguientes criterios sistemáticos: 1. Desde la teoría, explicaré los supuestos en los que se fundamenta. 47 2. Desde el problema que la origina, explicaré la(s) hipótesis con la(s) que se intenta refutarla o falsearla. 3. De las maniobras de los adversarios para manejar el desacuerdo (dinámica de la controversia). 4. De la salida y del umbral de salida como polémica. 5. De la dinámica externa (percepción pública y efectos). 6. Del cierre, si es que cierra completamente y de los rastros que deja en la opinión pública. 3.1. LOS DISIDENTES DEL SIDA 3.1.0. INTRODUCCIÓN Desde un principio el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) ha estado y aun está sujeto a controversia. Si bien para la comunidad científica no hay duda de que es causado por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), en los años ochenta el proceso propio del descubrimiento del virus sí estuvo sujeto a controversia. Tras un muy largo debate, aunque algunos núcleos de la comunidad científica siguen argumentando en contra de los negacionistas con el argumento de que es importante combatir la pseudociencia y sus efectos sociales, otros han optado por no contender ni discutir con los llamados disidentes o negacionistas del SIDA, pues la abundantísima literatura durante los últimos años refleja el estado actual del conocimiento sobre el virus, de cuyo status ontológico no hay duda, argumentando no dar más elementos susceptibles de ser tergiversados y utilizados. No sucede así con los disidentes, quienes insisten en contender con el establishment de la ciencia en numerosos puntos. No todos son 48 defendibles, por ejemplo la inexistencia del virus, el estrés como causante, la terapia con vitaminas, la teoría del complot en su versión de la colusión del estado con las farmacéuticas — pero otros sí lo son, la lucha contra la inequidad en el acceso a servicios de sanidad y a la adecuada atención en salud contra la estigmatización de la diversidad sexual, la discriminación laboral de los enfermos, la inequidad en los recursos que se destinan en África y países pobres comparados con los destinados a países desarrollados, la insuficiente cooperación de los países ricos y la segregación de África, factores que tienen peso per se, y son independientes de la polémica sobre la inexistencia del VIH. Sin embargo, una cosa es criticar la ciencia en general y la medicina en particular, sus teorías, sus procedimientos, quienes la hacen, etc., y otra muy diferente es promover terapias alternativas sin otro fundamento que un empirismo de sentido común y metodológicamente débil. El disenso y la crítica, las conjeturas y refutaciones son fundamentales a la ciencia, pero también la evidencia rigurosa y la revisión por pares. Las teorías sobre la etiopatogenia del SIDA hay sido varias a lo largo de su propia historia, y dentro de cada una han sido considerados diferentes factores causales; desde la infección, el uso de drogas inhaladas o intravenosas, las conductas sexuales de riesgo, el estrés oxidativo y el estrés, simpliciter. Pero también ha habido controversias sobre los cofactores que producen el SIDA, los métodos y criterios diagnósticos, los tratamientos, la morbilidad y mortalidad a largo plazo, las estadísticas,la calidad de vida. Cada uno de éstos ha implicado y algunos aún implican controversia, pero también polémica fuera de la ciencia. El caso de los disidentes del SIDA complica el panorama porque en esta controversia se introducen factores externos a la ciencia — los actores sociales de las comunidades afectadas se han sumado, junto con la 49 prensa, en un fenómeno muy complejo, autoorganizativo, con picos autónomos dentro de la polémica.28 Incluso, cuando pareciera que algunos puntos de discusión quedasen establecidos, luego de un tiempo se reactivan y se suman al debate general. Un análisis de la literatura tanto científica como social sobre el SIDA requeriría un estudio amplísimo, fuera del alcance de este trabajo. Por mor de la extensión me centraré entonces en los argumentos sobre la existencia del VIH, el cumplimiento de los criterios de Koch como agente infeccioso, y los varios argumentos en contra propuestos por los disidentes. En este punto debo aclarar aunque en la literatura se encuentra diferencia entre los términos ‘disidente’ y ‘negacionista’ del SIDA y ambas corrientes van contra lo que ellos llaman el establishment, o mainstream el término ‘negacionista’ lleva implícita una intencionalidad que se verá más claramente en 3.1.5.3., el caso de México.29 3.1.1. DESDE LA TEORÍA — LOS POSTULADOS DE KOCH El concepto de inferencia causal es fundamental porque en el contexto de una enfermedad infecciosa pueden fijarse estándares sobre los cuales se establezca que la infección pueda (o no) causar esa enfermedad — esos estándares serán más tarde los criterios de inclusión. Pero esos 28 Recuérdese lo estipulado en la §2.2 DEFINICIÓN DE TÉRMINOS, que en este trabajo designaré en general con el término ‘controversias científicas’ (o simplemente controversias) a los debates de carácter científico, en el seno de una comunidad científica y con el término ‘polémicas no científicas’ (o simplemente polémicas) las discusiones entre el público cuando las controversias científicas salen a la luz fuera de control. 29 Los disidentes también prefieren autodenominarse "dissenter", "skeptic", "rethinker", "reappraiser”, mientras que los negacionistas rechazan totalmente al VIH como factor causal, ya porque no exista, ya por que sea un virus de paso. 50 criterios de inclusión no son ni dados (a priori) ni fijos — se ajustan conforme la nueva teoría se va conformando con los datos disponibles en el momento, se ajustan conforme se ajusta la capacidad predictiva de la teoría para los nuevos casos. Los postulados de Koch son un muy buen ejemplo de juicios sintéticos y de cómo los juicios sintéticos evolucionan con la teoría. En una paráfrasis de Fleck, el análisis de la génesis y desarrollo de los postulados de Koch nos mostrará el camino por el cual se conforman esos criterios de elección o de inclusión, cómo esos criterios se adaptan según las condiciones nuevas que se van presentando y cómo ese mismo camino hace inadecuadas las críticas de quienes se anclan en el estadio previo de una teoría en ciernes para afirmar —antes de que la teoría madure— que ésta es inválida. Esta es sólo una de las historias de los eufemísticamente llamados disidentes del SIDA en contra de una teoría (de que el VIH es causante del SIDA) con base en criterios sincrónicos de los postulados de Koch, que han sido discutidos y ajustados (desarrollados) varias veces desde su génesis en el s.XIX y que eran relevantes al menos desde 1927 (véase abajo). Para argumentar su negación de la existencia del VIH, los disidentes han pretendido esa fijeza de criterios desde hace tres décadas. Con ello han impedido la instrumentación y el desarrollo de políticas públicas por parte de funcionarios que — no teniendo una formación aun mínima en ciencia y no conociendo estos procesos adaptativos de las teorías, pero además, temerosos del juicio y error e ingenuos en muchas otras cosas, (teorías de complot, las bondades de la naturaleza y otros sincretismos postmodernos que a su vez han evolucionado desde los años sesenta) — han sido responsables, como los negacionistas, de miles de muertes que podrían haberse evitado. Comenzaré la historia in medias res. 51 En 1981 se publicó en Morbidity and Mortality Weekly Report el primer reporte, sobre “5 pacientes jóvenes, todos homosexuales activos […] tratados de neumonía por “Pneumocystis carinii” confirmada por biopsia en 3 hospitales diferentes en Los Ángeles, California” con un síndrome que después se llamaría de inmunodeficiencia adquirida.30 Luego del aumento de reportes de casos con síndrome de inmunodeficiencia entre varones homosexuales, usuarios de drogas intravenosas, receptores de transfusiones sanguíneas, esposas de estos pacientes, presidiarios, y haitianos, y tras establecer sistemáticamente la epidemiología de riesgo, se postuló y aisló un agente etiológico que después fue llamado virus de la inmunodeficiencia humana (VIH, HIV). De este hay varias clases y subtipos. Los cinco pacientes además tenían o habían tenido infección por citomegalovirus (CMV) y candidiasis oral, no se conocían entre ellos, no tenían contactos comunes ni conocimiento de otros pacientes con enfermedades similares. (Gottlieb, Schanker, Fan et al. 1981) Dos cosas son importantes para fines de este discusión: [a] que el agente causal haya sido aislado y cumpla con los postulados de Koch en tanto argumentos necesarios y suficientes para un razonamiento lógico y [b] los factores de riesgo para su transmisión. [a] Para 1984 los investigadores anunciaron que el SIDA era causado por un retrovirus. Las objeciones de Peter Duesberg llegaban a la conclusión de que los postulados de Koch no se satisfacían, y esto lleva a 30 Nota bene: “Pneumocystis carinii” ahora se denominado “Pneumocystis jiroveci” es un hongo unicelular descrito en 1909 por Carlos Chagas y confirmado en 1910 por Antonio Carini que produce neumonía en niños desnutridos o pacientes inmunocomprometidos. La enfermedad (neumocistosis) ya era conocida a principios de los años 50 como forma de epidemia hospitalaria. Las epidemias en grupos de pacientes internados y en unidades de trasplante sugieren una transmisión de persona a persona y se presume que el organismo se encuentra presente en el medio ambiente. (Bartlett y Smith 1991, 137) 52 la pregunta de cómo los investigadores pueden probar la conexión entre un agente patológico y la enfermedad. Los propios postulados ha sido objeto de una evolución conceptual para probar la causalidad, pues no es lo mismo fundamentar la enfermedad en ausencia de un agente causal que asociarla con la presencia de ese agente.31 En 1876 Robert Koch ligaba al “Bacillus anthracis” con el carbunco pero con argumentos de ausencia, es decir, “si no está presente X , la enfermedad Y no se da”. Esto excluye la posibilidad de que Y sea causada por otro agente. En un segundo artículo de 1878, aparece la primera formulación de los postulados “[1] el microorganismo debe ser demostrado en todos los casos de la enfermedad, [2] la distribución del microorganismo debe correlacionarse y explicar los fenómenos de la enfermedad, [3] para cada enfermedad diferente debe identificarse morfológicamente un microorganismo.” Este último postulado no estaba exento de problemas, como por ejemplo, que un agente pueda tener varios efectos, de tal suerte que fue cambiado por “el organismo debe ser diferente de otros organismos asociados con otras enfermedades”. Haden (1992, 251) Koch publicó en 1884 su trabajo sobre la etiología de la tuberculosis; habitualmente sus postulados se citan de este trabajo. El artículo incluye la reformulación de [1] en todos los casos de la enfermedad debe demostrarse una estructura extraña y [3]
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