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Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Medicina División de Estudios de Postgrado e Investigación Secretaría de Salud del Distrito Federal Dirección de Educación e Investigación Subdirección de Postgrado e Investigación CURSO UNIVERSITARIO DE ESPECIALIZACIÓN EN CIRUGÍA PLÁSTICA, ESTÉTICA Y RECONSTRUCTIVA TESIS CONSIDERACIONES BIOMECÁNICAS Y USO DE UN DISPOSITIVO DE TRACCIÓN DINÁMICA EN LAS FRACTURAS INTRA-ARTICULARES DE LA MANO QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE ESPECIALISTA EN CIRUGÍA PLÁSTICA, ESTÉTICA Y RECONSTRUCTIVA PRESENTA DR. RICARDO FERNÁNDEZ RIERA ASESOR DE TESIS DR. RUBÉN HERNÁNDEZ ORDOÑEZ México, D.F. 2014 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. [2] Autorización de Tesis ___________________________________ Dr. Jorge Fuentes de la Mata Jefe de Enseñanza e Investigación, Hospital General Dr. Rubén Leñero ___________________________________ Dr. Jorge González Rentería Profesor Titular de Curso ___________________________________ Dr. Ricardo Pacheco López Jefe de Servicio de Cirugía Plástica y Profesor Adjunto de Curso ___________________________________ Dr. Rubén Hernández Ordoñez Asesor de Tesis ___________________________________ Dr. Ricardo Fernández Riera Autor [3] Agradecimientos A mi mamá, por apoyarme siempre y estar ahí, y por hacer todo lo humanamente posible por ayudar en todo lo que estuvo a su alcance con esmero, paciencia y amor A mi Papá que, aunque ya no está, me inspiró a luchar y me enseñó hasta el último segundo de su vida a no rendirme a pesar de tener todo en contra. Hay pocas cosas que desearía tanto como compartir esto también contigo. Te extraño mucho A mis hermanos, el congénito y los adquiridos, por darme tanto para platicar y compartir, por hacerme reír y por su compañía incondicional en las buenas y en las malas A mis profesores y adscritos, por compartir conmigo un poco de su conocimiento y experiencia y procurar hacer de mí un mejor cirujano, especialmente al Dr. Ricardo Pacheco López y al Dr. Jorge González Rentería por confiar en mí y darme esta oportunidad y al Dr. Rubén Hernández Ordoñez por no darse por vencido en animarme a hacer este trabajo y por su amistad A la dueña de mi corazón, por soportar la dura prueba de compartir este pedazo de vida con alguien como yo Y a ti, que estás leyendo estas líneas, por compartir conmigo una de las más grades pasiones de mi vida: La Cirugía Plástica [4] RESUMEN Las fracturas de la mano son una patología relativamente común, y muy incapacitante, especialmente cuando la fractura involucra las superficies articulares ocasionando adherencias, fibrosis intra-articular y contractura capsulo- ligamentosa. Cuando las fracturas son multifragmentadas, las opciones terapéuticas son pocas, complejas y con frecuencia técnicamente difíciles de realizar, incómodas para el paciente, caras y/o llenas de complicaciones. La tracción dinámica es una modalidad terapéutica que ha sido explotada por muchos, con buenos resultados descritos en la literatura, tiene las ventajas de iniciar la rehabilitación temprana, lo que evita la formación de adherencias y contractura de la cápsula articular, además de estimular la regeneración del cartílago, mantener el espacio adecuado y la congruencia articular. En el presente trabajo se describe a profundidad un dispositivo de tracción dinámica y se analiza la biomecánica del mismo, estandarizando los detalles finos de su aplicación y demostrando su utilidad en áreas de la mano donde se ha subestimado su uso hasta la fecha. También se establece la relación de satisfacción del paciente con el resultado funcional del tratamiento Metodología: Se reclutaron 14 pacientes con fracturas intra-articulares de los dedos para el estudio, se utilizó el dispositivo de tracción dinámica con las variantes descritas en este trabajo, se inició rehabilitación pasiva de manera temprana y se retiró el dispositivo a las 6 semanas de tratamiento para iniciar rehabilitación activa. Se valoró la recuperación funcional con el sistema de movilidad total activa (MTA) de la American Society for Surgery of the Hand (ASSH) y se evaluó la satisfacción de los pacientes por medio de una escala visual análoga. Resultados: De los 14 pacientes reclutados, 78.6% fueron de sexo masculino y 21.4% femenino, con una media de edad de 36.43 años (24-59) y presentaron fracturas con la siguiente distribución: 1er dedo:14.3%, 2º dedo 14.3%, 3er dedo: 28.6%, 4º dedo 7.1% y 5º dedo 35.7%, con respecto al componente articular afectado, MCF 57.1% e IFP (e IF del pulgar) 42.9%. Completaron el estudio 12 pacientes, la media de recuperación funcional de acuerdo al MTA fue de 81.66% con respecto al lado contralateral sano, comparativamente, con resultados para las articulaciones interfalángicas 60% buenos y 40% regulares de acuerdo a la ASSH, con una media de recuperación funcional de 84.3%. En las metacarpofalángicas los resultados fueron 57.1% buenos, 28.6% regulares y 14.3% malos, con una media de recuperación funcional de 79.8%. Se encontró una correlación entre el grado de recuperación funcional y la satisfacción d los pacientes con una r=0.66 [5] INDICE Antecedentes……………………………………………….. 6 Pregunta de Investigación…………………………….. 10 Justificación………………………………………………….. 11 Hipótesis………………………………………………………. 13 Objetivos………………………………………………………. 13 Metodología…………………………………………………. 14 Técnica Quirúrgica……………………………….. 16 Consideraciones Técnicas…………….. 20 Cuidados Postquirúrgicos…………………….. 29 Consideraciones Éticas…………………………………. 32 Resultados…………………………………………………… 33 Análisis Descriptivo…………………………….. 38 Complicaciones…………………………………… 42 Discusión y Conclusiones…………………………….. 44 Anexos……………………………………………………….. 46 Cronograma……………………………………………….. 49 Bibliografía………………………………………………… 50 [6] ANTECEDENTES Las fracturas de la mano corresponden aproximadamente al 19% de todas las fracturas del cuerpo1, siendo las fracturas de las falanges las más comunes dentro de la mano. Las etiologías más frecuentes incluyen accidentes automovilísticos, accidentes industriales y de trabajo, lesiones deportivas y caídas.2 Cuando estas fracturas incluyen trazos o conminución intraarticular, el resultado funcional a largo plazo puede verse muy comprometido con rigidez e inmovilidad de la articulación afectada, el correcto diagnóstico y tratamiento adecuado y expedito favorecen un desenlace con la mínima limitación del arco de movimiento articular posible.3 Desde 1978, Agee establece la utilidad de los dispositivos de tracción dinámica para la reducción de las fracturas de la articulación interfalángica proximal por el principio de ligamentotaxis,4 posteriormente múltiples autores diseñaron diferentes sistemas de tracción dinámica, describiendo sus propias experiencias, entre ellas podemos encontrar tracción con alambres, resortes, ligas, férulas o combinaciones de éstas; 4,5,6,7,8,9,10,11 sin embargo, existen otras modalidades de tratamiento aún utilizadas, cada una con sus particulares inconvenientes descritas brevemente a continuación. 1.Inmovilización: Consiste en mantener la articulación en una posición funcional y con congruencia, ya sea con férula o clavos de Kirschner y férula en el caso de las fracturas más inestables durante un periodo de tiempo. Esta es la modalidad de tratamiento más antigua, barata y sencilla, pero también es la que presenta un mayor número de secuelas incluyendo rigidez articular permanente12 y persistencia de la luxación posterior al retiro de la inmovilización13 [7] 2. Movilización protegida: Consiste en la movilización temprana de la articulación, por un arco de movimiento funcional en el que la articulación permanece reducida; protegiendo la estabilidad de la fractura con una férula que bloquee la extensión a 30° o un dedo adyaciente por el método de “buddy taping”.14 La desventaja de este método es que sólo puede usarse en fracturas estables, consideradas como tales aquellas que sólo involucran menos del 30% del aspecto volar de la superficie articular15,16 3. Reducción abierta y fijación interna: Consiste, como su nombre lo indica, en el procedimiento quirúrgico donde se expone el sitio de fractura, se reduce bajo visión directa y se fija ya sea con tornillos, clavos o cerclaje. Las desventajas incluyen mayor trauma a los tejidos locales, incluyendo la disrupción de la cápsula articular, lo que aumenta el riesgo de rigidez, la imposibilidad de fijar adecuadamente fragmentos y en ocasiones, el costo del material. El método es inadecuado para las fracturas conminutas, aunque da buenos resultados cuando los trazos son únicos e involucran fragmentos grandes; sin embargo, no ha demostrado ser superior a la tracción dinámica a excepción de algunas series pequeñas de pacientes.17 4. Avance de la placa volar (Artroplastía con la placa volar): Consiste en la extracción de los fragmentos conminuidos de la base de la falange media y el avance de la placa volar para rellenar el espacio y proveer una superficie de deslizamiento para ésta, ocupando la placa volar el espacio dejado por los fragmentos extraídos. La placa volar se fija a la superficie articular de la falange media, previniendo la persistencia de la luxación.16 Éste método funciona exclusivamente para fracturas donde se encuentra involucrado solamente un pequeño fragmento palmar de la base de la falange media [8] 5. Artroplastía con autoinjerto de hueso ganchoso: La técnica se utiliza en las fracturas/luxación de la base de la falange media para los casos que presentan inestabilidad y puede ser usada en casos crónicos, consiste en la toma de un injerto de hueso ganchoso, aprovechando la similitud de la superficie articular de éste con la base de la falange media y la sustitución de la segunda con el injerto para lograr la estabilidad articular. El procedimiento ha dado buenos resultados en estudios publicados, pero es quirúrgicamente demandante y tiene una curva de aprendizaje muy larga, además de estar lleno de detalles técnicos de difícil ejecución.15,18 LA TRACCIÓN DINÁMICA Los sistemas de tracción dinámica son muy versátiles, ya que ayudan a mantener el espacio articular y mantienen la estabilidad, permiten la movilización temprana durante la cicatrización ósea,4 favoreciendo la remodelación de la superficie articular y evitando la formación de adhesiones intraarticulares y la contractura capsuloligamentosa.8 Entre las opciones de tracción dinámica, encontramos el sistema de clavos y ligas de Suzuki como una solución de aplicación sencilla, barata y con buenos resultados a largo plazo,19,20,21,22 con pocas complicaciones entre las que se incluyen infección, osteomielitis, persistencia de la inestabilidad y fatiga del tracto de los clavos.23 El dispositivo de tracción dinámica consiste en dos clavos de Kirschner posicionados de manera perpendicular a los dedos, uno proximal, denominado clavo de tracción axial, y otro distal, denominado clavo “ancla”, a la articulación afectada y paralelos entre sí, sobre el plano del eje de rotación articular (ver consideraciones técnicas en técnica quirúrgica, más adelante), el clavo de tracción axial se dobla a 90° a ambos lados del dedo dirigiendo los extremos paralelos entre sí y paralelos al dedo hacia la punta, [9] hasta rebasar el punto de inserción del clavo ancla. Se cortan los excedentes de ambos clavos de Kirschner y se confecciona una horquilla en ambos extremos de ambos clavos con la convexidad dirigida hacia distal en el caso del clavo ancla y hacia proximal en el caso del clavo de tracción axial; estas horquillas funcionarán como ancla para las ligas. Se colocan ligas sostenidas en las horquillas ipsilaterales de uno a otro clavo en ambos lados del dedo, mismas que imprimirán una fuerza de compresión entre las horquillas, que se traduce a tracción entre ambos clavos a nivel de la articulación, manteniendo así el espacio articular y reduciendo la fractura por ligamentotaxis, concepto inicialente acuñado por Vidal en 197524. Es su artículo original, Suzuki8 utiliza un tercer clavo “de reducción” en un punto intermedio e inmediatamente distal a la región fracturada que funciona como fulcro para evitar la luxación dorsal de la articulación lesionada, pero posteriormente otros autores21,25,26,27 obvian el uso de este tercer clavo confiando en que la tracción y movilización temprana per se son capaces de mantener la congruencia y simetría articular según lo propone Schenck.19 Figura 1. La colocación correcta del dispositivo de tracción dinámica en una fractura de base de la falange media del 3er dedo Además de los trabajos ya citados, existe vasta literatura sobre el uso del sistema de tracción dinámica de Suzuki para el tratamiento de las fracturas de la base de las falanges medias de la mano, y en menos cantidad sobre la cabeza de las falanges proximales, como el trabajo de El Khatib26 y algunos de los casos de Duteille;27 sin embargo, estos trabajos siguen limitando el uso de tan invaluable herramienta a la articulación interfalángica proximal. [10] Pregunta de Investigación ¿Puede utilizarse satisfactoriamente el sistema de tracción dinámica de Suzuki en el tratamiento de las fracturas intra- articulares de todas las articulaciones de los dedos? [11] JUSTIFICACIÓN Tras una exhaustiva búsqueda online notamos que muy pocos autores han usado el sistema de tracción dinámica de Suzuki en articulaciones de la mano diferentes a la interfalángica proximal, pero los que lo han hecho, han obtenido también buenos resultados. Específicamente Keramidas lo ha utilizado en la articulación metacarpofalángica del pulgar28 y en un reporte de caso único, Hurov lo ha utilizado en la articulación metacarpofalángica del 5º dedo.29 En 2009, El-Sharkawy describe una serie de 7 casos de fracturas de la base del 1er metacarpiano (fracturas de Rolando) tratadas satisfactoriamente con un sistema prácticamente idéntico al de Suzuki, pero anclado al Trapecio y a la falange proximal del pulgar30 y finalmente, el mismo Suzuki, en su artículo original, describe el uso de su dispositivo exitosamente para una fractura de trapecio, colocando el clavo de tracción axial al radio distal y el ancla al cuello del primer metacarpiano;8 sin embargo, el uso del sistema de tracción dinámica en articulaciones diferentes a la interfalángica proximal ha sido muy subestimado. De esta manera, siendo en nuestro medio tan alta la incidencia de fracturas conminutas intraarticulares de la mano, la pregunta es en nuestro ámbito local, ¿Por qué no se utiliza el sistema de tracción dinámica con más frecuencia? Y en la literatura internacional, ¿Por qué se utiliza tan poco fuera de la articulación interfalángica proximal del 2º al 5º dedos? Hasta el inicio de este protocolo de investigación, en el Hospital GeneralRubén Leñero, las fracturas intraarticulares de la mano se trataban con otros métodos de fijación, siendo los más comunes la fijación interna con cerclaje o miniplacas (en los casos indicados) o la tracción semi-estática con ligas y férulas similar a la descrita por Jehan y colaboradores31 que es incómoda para el paciente y difícil de mantener en posición adecuada de manera que, con los antecedentes mencionados, decidimos iniciar una serie de casos donde se utilizaría una modificación del sistema de Suzuki (descrita en Metodología) para evaluar el resultado funcional de las fracturas intra- [12] articulares tanto de las articulaciones interfalángicas como las metacarpofalángicas de los cinco dedos. [13] Hipótesis Si se usa un sistema de tracción dinámica para el tratamiento de las fracturas intraartiuclares en todas las articulaciones de los dedos, se obtendrán resultados funcionales satisfactorios. Objetivos General Determinar la utilidad del sistema de tracción dinámica para el tratamiento de fracturas intra-articulares metacarpofalángicas e interfalángicas Específicos Analizar el grado de recuperación funcional de la articulación afectada posterior a una fractura intra-articular y tratamiento con el dispositivo de tracción dinámica Desarrollar nuevas técnicas para el uso del dispositivo de tracción dinámica en articulaciones diferentes a la interfalángica proximal Comparar los resultados funcionales obtenidos en el Hospital General Rubén Leñero con los reportados por la literatura Evaluar la satisfacción del paciente posterior al tratamiento con el dispositivo de tracción dinámica Analizar a profundidad las consideraciones biomecánicas en la técnica de colocación del dispositivo no mencionadas previamente en la literatura. [14] Metodología Tipo de estudio Experimental (Estudio Piloto), Longitudinal y Prospectivo Universo del Estudio Pacientes de urgencias referidos al servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva en el Hospital General Rubén Leñero Criterios de Inclusión Pacientes mayores de 18 años de ambos sexos que presenten fractura cerrada intra-articular en las articulaciones metacarpo-falángicas e interfalángicas proximales de cualquier dedo Que acepten el tratamiento y firmen el consentimiento informado Criterios de exclusión Pacientes con alteraciones mentales o cualquier otro problema social o económico que los incapacite para seguir las indicaciones y el cuidado postquirúrgico o rehabilitación Pacientes con limitación funcional previa al evento traumático Pacientes con Cirugías previas de la mano Pacientes con enfermedades crónico-degenerativas que involucren las articulaciones de la mano, trastornos vasculares o enfermedades de la colágena. [15] Criterios de Eliminación Pacientes que no sigan adecuadamente el protocolo de rehabilitación Pacientes que no acudan a las citas de seguimiento periódicas establecidas por el protocolo [16] Técnica Quirúrgica Posterior a realizar la antisepsia y con técnica esteril, bajo bloqueo regional, ya sea digital en el caso de las articulaciones interfalángicas o a nivel del carpo en las metacarpofalángicas, con xilocaina 2% adicionada con epinefrina 1:100000 se inserta el primer clavo de Kirschner en posición proximal a la fractura, denominado “clavo de tracción axial”, idealmente en el punto correspondiente al centro de rotación de la articulación, lo cual es posible en las fracturas de la base del hueso distal a la articulación; sin embargo, si la fractura es de la cabeza del hueso proximal, se debe insertar lo más cercano posible al eje de rotación evitando a toda costa la región lesionada. Utilizamos clavos de 0.045 pulgadas de diámetro para los casos donde se involucraran las articulaciones metacarpofalángicas y 0.035 pulgadas para las interfalángicas. Para encontrar el centro de rotación de la articulación, se divide longitudinalmente el dedo en la vista lateral en tres, el tercio palmar corresponde al sistema flexor, y los dos tercios dorsales al hueso; se coloca un clavo de Kirschner superficialmente proyectando el centro del hueso, con el dedo en extensión, marcando su posición en la superficie de la piel, posteriormente se flexiona la articulación a 90° manteniendo el clavo en su lugar sosteniéndolo por el segmento distal y se marca la desviación resultante en la porción proximal, que ahora deberá estar dirigiéndose hacia el dorso, formando un ángulo recto con la marca anterior. El punto de intersección de las líneas es el centro de rotación de la articulaicón (figura 2). Sistema Flexor Figura 2. Método para localizar el punto de rotación de la articulación, marcado en rojo [17] Debe adelantarse el clavo lo suficiente como para que, al doblar los extremos, estos superen en distancia al menos unos 4 centímetros el sitio de inserción del clavo distal denominado “clavo ancla”. Se inserta el clavo ancla en el hueso distal a la articulación lesionada, lo más lejos posible del clavo de tracción axial, sin involucrar la articulación siguiente. Se doblan los excedentes laterales del clavo de tracción axial a 90° hacia la punta de los dedos, de manera que los brazos queden paralelos entre sí, y se confeccionan horquillas con convexidad hacia proximal a unos centímetros, del clavo ancla. Se confeccionan horquillas también en el clavo ancla, pero con convexidad distal y se colocan bandas elásticas entre las horquillas para lograr la tracción, reduciendo la fractura luxación. Figura 3. Esquema del sistema de tracción dinámica colocado en posición adecuada La colocación adecuada del clavo de tracción axial en los casos de fracturas de la articulación metacarpofalángica del 2º al 5º dedos es, por la anatomía de la región, un poco desafiante, la técnica para colocar el clavo consiste en traccionar con una mano los dedos adyacentes doblados a 90° en sentido palmar mientras el pulgar de la misma mano empuja la cabeza del metacarpiano desde la palma en sentido dorsal, haciendo que la cabeza del metacarpiano en cuestión protruya por el dorso de la mano del paciente (Figura 4). Se inserta el clavo de tracción axial en la cabeza del metacarpiano (o mas proximal si la fractura se encuentra en ésta), dejando las ramas mucho más largas de lo habitual, y se doblan a 90° en los puntos donde el [18] clavo atravesó la piel dirigiéndolos HACIA EL DORSO. Los ángulos rectos de las ramas deberán quedar esta vez DENTRO de la piel, en el espacio intermetacarpiano y las ramas apuntando hacia dorsal. Es aquí donde se doblan nuevamente las ramas en un ángulo agudo, suficiente para que las puntas del clavo alcancen una posición alineada con y distal al clavo ancla (Figura 5), se debe cuidar que las horquillas queden al mismo nivel, especialmente en el plano coronal (ver consideraciones técnicas, mas adelante). Se prueba la flexión y extensión metacarpofalángica y se colocan las bandas elásticas como de costumbre. A B . C Figura 4. A: Vista palmar de la maniobra para la exposición del eje de rotación de la articulación metacarpofalángica, se traccionan los dedos adyacentes hacia palmar y con el pulgar se presiona la cabeza del metacarpiano hacia dorsal. B: Resultado de la maniobra en la articulación del 5º metacarpiano. C: Resultado de la maniobra en el 3er metacarpiano. En B y C se muestra con una línea negra el trayecto que se usaría para colocar el clavo de tracción axial. Figura 5. Semuestra la disposición de los clavos en una articulación metacarpofalángica del 3er o 4º dedos. [19] Los casos del 2º y 5º metacarpianos son ligeramente más sencillos, no sólo porque son más fáciles de movilizar al encontrarse unidos a otro metacarpiano solo por un lado, sino que al tener un borde libre, el clavo de tracción axial puede adoptar la configuración habitual (sólo un doblez de 90° dirigido hacia la punta del dedo) del lado libre mientras que se debe adoptar la configuración para los metacarpianos (con un ángulo de 90° hacia el dorso y un ángulo agudo hacia distal y palmar) en el otro lado (Figura 6). Figura 6. Demuestra la colocación de un dispositivo de tracción dinámica para la reducción de una fractura en la articulación metacarpofalángica del 5º dedo. La fuerza de tracción es dependiente de la elasticidad de las bandas, el número de bandas elásticas usadas y la distancia entre las horquillas de los dos clavos; sin embargo, no se ha establecido el grado de tracción ideal para este tipo de fracturas, por lo que los estudios referidos, como el nuestro, se aumenta la tracción empíricamente aumentando el número de bandas elásticas entre las horquillas hasta obtener una reducción satisfactoria en la proyección radiográfica. [20] CONSIDERACIONES TÉCNICAS Para un funcionamiento biomecánico adecuado del dispositivo de tracción dinámica, caben mencionar algunos detalles importantes en la colocación que han sido omitidos por los estudios encontrados en publicaciones indexadas al respecto. Agarwal32 menciona someramente algunas de ellas, pero no analiza a profundidad el impacto biomecánico que pueden tener los errores técnicos en la colcoación del dispositivo. Suzuki8 y Kneser33 pese a que considera algunas variaciones en la forma del clavo de tracción axial y su relación con el clavo reductor, y distintas posiciones para colocar el clavo reductor que genera una fuerza de compresión palmar para evitar la luxación dorsal, no analiza las relaciones del clavo de tracción axial y el clavo ancla cuando el clavo reductor no está presente, incluso discordamos con un principio analizado por Suzuki sobre las posiciones ideales de los clavos de tracción axial y ancla en el caso de fracturas de la cabeza del hueso proximal en la articulación afectada. 1. Debe cuidarse que el clavo de tracción axial sea ESTRICTAMENTE paralelo al eje de rotación de la articulación afectada, éste es tal vez uno de los principios más importantes, y también uno de los más difíciles de lograr, particularmente en las articulaciones metacarpofalángicas. Una desviación en el ángulo de colocación del clavo de tracción axial en el plano coronal ocasionará que, para que los brazos del clavo sean paralelos al dedo, los ángulos en la base no sean rectos, siendo uno obtuso y uno agudo, dependiendo de la dirección de la desviación; al momento de la flexión, los brazos del clavo de tracción sufrirán una desviación lateral o medial equivalente al producto del coseno del ángulo de desviación por la longitud de los brazos laterales del clavo como puede verse en la figura 7. [21] A B C D Figura 7. A. Vista dorsal del dispositivo de tracción dinámica en posición correcta, nótese que tanto el ángulo que forma el clavo de tracción axial con el eje del dedo como los ángulos laterales del clavo son todos rectos B. Vista inferior de la cabeza del hueso proximal con el clavo de tracción axial colocado correctamente y en posición de flexión, el plano sagital del dedo (perpendicular al eje de rotación) permanece en todo momento al centro del dispositivo de tracción C. Colocación incorrecta del dispositivo de tracción, vista dorsal. Pese a que las ramas laterales permanecen paralelas al eje del dedo, tanto el clavo de tracción axial como los ángulos laterales son agudos y obtusos, la tracción no se ve afectada en posición de extensión puesto que el plano sagital permanece en el centro del dispositivo D. Vista inferior del hueso proximal de la articulación con el dispositivo de tracción en posición de flexión colocado similar a C. nótese que en la posición de flexión, los ángulos laterales generan una desviación lateral o medial donde el punto medio del dispositivo se localiza a una distancia equivalente a donde L es la longitud de las ramas laterales y α es el ángulo de desviación del clavo con respecto al eje de rotación de la articulación. Una desviación en el plano transverso tiene una dinámica más compleja, puesto que no solamente ocasiona una desviación similar a la anterior, sino que también genera una fuerza de rotación al momento de la extensión parecida a la que se aprecia en la figura 8. Para prevenir estas desviaciones es necesario doblar las ramas laterales previo a la colocación del clavo ancla, haciéndolas paralelas al [22] eje fisiológico del dedo, y probar el clavo de tracción axial en las posiciones de flexión y extensión, demostrando que el trayecto que sigue el dispositivo es el trayecto fisiológico de la flexión del dedo, en caso de no ser así, no es posible solucionar el defecto manipulando ni los ángulos laterales ni las ramas laterales del dispositivo, es imperativo retirar y recolocar el clavo de tracción axial. 2. El clavo ancla debe ser lo más paralelo posible a la porción central del clavo de tracción axial, especialmente en el plano transverso. Siendo cierto que una desviación considerable en el plano coronal es muy bien tolerada en el clavo ancla debido a que ésta no se ve amplificada por la longitud de los brazos laterales como en el clavo de tracción axial, es cierto también que ésta desviación genera, finalmente, sólo una pequeña diferencia en la fuerza de tracción entre ambos lados del dispositivo, misma que no produce una fuerza de desviación significativa; sin embargo, una desviación en el plano transverso (perpendicular al eje del dedo), genera una fuerza de rotación que puede alterar la posición del dedo (Figura 8), no solo haciéndolo propenso a una consolidación en posición aberrante, sino que durante los movimientos de flexión y extensión, ésta rotación produce fuerzas de compresión y tensión impredecibles en el sitio de fractura, pudiendo desplazar los fragmentos a posiciones inadecuadas. Figura 8. Debe evitarse la desviación sobre el plano transverso del clavo ancla para que el sistema no genere fuerzas de rotación en sentido contrario a la desviación en la porción distal y a favor de la desviación en la porción proximal, ya que la posición más estable del sistema es aquella en que las bandas elásticas se encuentren lo más contraídas posible [23] 3. La posición de los clavos debe ser, en ambos casos, distal y siempre en un fragmento sólido de hueso, sin importar si la fractura es de la cabeza del hueso proximal o de la base del hueso distal a la articulación. Al contrario de lo que Suzuki reporta en los casos de las fracturas de la cabeza del hueso proximal, donde él sugiere la colocación del clavo de tracción axial en la base del hueso proximal y el clavo ancla en la base del hueso distal, ésta configuración puede dar lugar a fuerzas de tensión dorsal (referida posteriormente como “resistencia a la flexión” y pérdida de la tracción axial al momento de la flexión. En su artículo original8 no es claro si también en esta configuración utiliza el clavo de reducción o no, que convertiría la fuerza de resistencia a la flexión en compresión palmar y, si lo usa, en qué posición lo colocaría, ya que debería colocarse también en el hueso distal, pero en una posición donde ya no hay mucho espacio, además de que generaría un sistema de palanca que, con seguridad impediría absolutamentela flexión del dedo. Este sistema de palanca funcionaría siempre que el clavo de tracción axial se encuentre separado del eje de rotación de la articulación, así sea por una minúscula distancia, y es probablemente el responsable del no tan inesperado resultado de Kneser33 que demostró experimentalmente en un modelo cadavérico, sin explicar un fundamento teórico, que la fuerza de tracción en los tendones flexores para la flexión activa aumentaba cuanto más proximal se colocaba el clavo reductor, o en otras palabras, cuanto mayor era la distancia del clavo ancla al clavo reductor con respecto a la distancia del clavo reductor al clavo de tracción axial; un principio fundamental de palanca descrito 3000 años antes de Cristo e inmortalizado por Arquímedes con su frase sempiterna: “Dame un punto de apoyo y moveré al mundo”; sin embargo, colocando el clavo reductor o no, consideramos que la tensión axial debe ser constante tanto en flexión como en extensión y ésta se pierde con mucho mayor impacto mientras más proximales se encuentren los clavos, y aquí está la explicación: [24] Para simplificar los cálculos, consideremos a la banda elástica como un material elástico con un módulo de Young constante y con una sección transversal también constante, y asumamos que no se superará el límite elástico de la banda (en cuyo caso, muy probablemente se rompería), así la deformación de la banda será directamente proporcional al esfuerzo de tracción según la ley de Hooke. Definamos como una “unidad de fuerza” (U) a la fuerza necesaria para obtener una reducción satisfactoria de la fractura en la proyección radiográfica y Consideremos que la banda elástica mide en reposo 1cm y que en un sistema de tracción dinámica, con una banda de cada lado, requerirían éstas estirarse hasta 2cm para ejercer una fuerza de tracción equivalente a 1U. Ahora imaginemos el escenarios en que un sistema de tracción dinámica es colocado a través de una articulación interfalángica proximal de un segundo dedo en posición extendida cuyo eje de rotación conocemos a la perfección (en la cabeza de la falange proximal), asumamos que la falange proximal mide 4cm de la base al eje de rotación en la cabeza y que el punto más distal de la falange media está a 2.5cm del eje de rotación (Figura 9). A B C Figura 9. Esquema simplificado de la articulación interfalángica proximal del 2º dedo, en posiciones de extensión (A), Flexión a 45° (B) y Flexión a 90° (C) [25] Al colocar el sistema de tracción dinámica corremos con suerte y dejamos las horquillas del clavo de tracción axial exactamente a 2cm de distancia de las horquillas del clavo ancla, por lo que con una sola banda elástica de cada lado obtenemos una radiografía con una reducción satisfactoria. Ahora analicemos las interacciones dinámicas del dispositivo con la articulación y las falanges, recordemos que los clavos son inelásticos, por lo que la distancia del punto de inserción del clavo de tracción dinámica y las horquillas del mismo es constante, y que el sistema es siempre más estable en el punto de máxima contracción de las bandas elásticas, así que siempre adquirirá una configuración en que las ramas laterales del clavo de tracción axial están en línea recta entre el punto de inserción de éste y el clavo ancla, y que cualquier variación entre las distancias de las horquillas será compensada por la banda elástica disminuyendo o aumentando su deformación y, por lo tanto, su fuerza de tracción. Por supuesto, en el problema propuesto, si el clavo de tracción dinámica está colocado exactamente en el punto de rotación de la articulación, la distancia del punto de rotación al clavo ancla, en la falange media será siempre constante y equivalente a 1U, sin importar la posición del clavo ancla, por esta razón es que colocar el clavo de tracción dinámica en ese punto es la posición ideal para el sistema, pero ¿Qué pasa cuando eso no es posible, por ejemplo, en las fracturas de la cabeza de la falange proximal de nuestro sistema propuesto? Figura 10. Relaciones dinámicas del sistema propuesto a la extensión y flexión a 45° y 90° [26] Como podemos ver en la figura 10, cuando el punto de inserción del clavo de tracción axial no se encuentra en el centro del eje de rotación de la articulación, al flexionar se desarrolla un sistema de fuerzas que cambia con el ángulo de flexión, de manera primaria, el punto de inserción del clavo ancla y las horquillas del clavo de tracción axial se alejan, tensando mas la banda elástica a mas flexión; en el ejemplo, la banda elástica mide 2.2cm a 45°, entregando una tracción total de 1.2U y 2.76cm a 90°, entregando una tracción total de 1.76U. Además, como se ve en la figura, estas fuerzas de tracción se descomponen en una fuerza perpendicular al dedo, que resiste la flexión, y cuya proporción aumenta conforme aumenta la flexión, haciéndola cada vez más difícil, y la fuerza de tracción axial, cuya proporción cambia también a medida que aumenta el ángulo de flexión. En nuestro ejemplo en particular, es curioso notar que llegando a los 45° de flexión, la tracción axial ha aumentado un poco hasta 1.037U mientras que la resistencia a la flexión es de 0.608U; sin embargo, a los 90° de flexión, la tracción axial efectiva es de 0.78U mientras que la resistencia a la flexión de 1.58U, ahora que si flexionáramos la falange media 120°, como es un arco de movimiento completo para esta articulación, la resistencia sería de 2.27U y la tracción axial se reduce a cero. Pasando los 120°, la tracción axial se convierte en una fuerza efectiva de compresión que, evidentemente nos resulta inconveniente (Figura 11). Figura 11. En nuestro caso hipotético, llevando la articulación a una flexión de 125°, obtenemos una resistencia a la flexión de 2.34U y una fuerza de COMPRESIÓN sobre la articulación de 0.21U, 21% de la fuerza de tracción necesaria para reducir la fractura, solamente que en el sentido equivocado. [27] A continuación se presentan tablas con los cálculos de las fuerzas involucradas en diferentes configuraciones de clavo de tracción axial y clavo ancla a diferentes ángulos de flexión para nuestro modelo hipotético de articulación, los números negativos significan fuerzas de compresión. Se demuestra la superioridad biomecánica de las configuraciones donde el clavo de tracción dinámica se encuentra lo más cercano posible al eje de rotación y el clavo ancla lo más alejado del mismo, en cualquier posición de flexión. Distancia del eje de rotación al clavo de tracción axial = 0.5cm ÁNGULO DE FLEXIÓN 0° 30° 60° 90° 120° D IS TA N C IA D EL E JE D E R O TA C IÓ N A L C LA V O A N C LA 0.7 tensión axial 1.000 1.015 1.052 1.090 1.135 resistencia flex 0.000 0.224 0.479 0.779 1.092 1.5 tensión axial 1.000 1.042 1.162 1.346 1.585 resistencia flex 0.000 0.135 0.288 0.449 0.549 2.3 tensión axial 1.000 1.051 1.196 1.413 1.668 resistencia flex 0.000 0.096 0.203 0.307 0.352 Distancia del eje de rotación al clavo de tracción axial = 2.0cm ÁNGULO DE FLEXIÓN 0° 30° 60° 90° 120° D IS TA N C IA D EL E JE D E R O TA C IÓ N A L C LA V O A N C LA 0.7 tensión axial 1.000 0.990 0.892 0.522 -0.331 resistencia flex 0.000 0.407 0.909 1.492 1.914 1.5 tensión axial 1.000 1.067 1.199 1.200 0.748 resistencia flex 0.000 0.330 0.831 1.600 2.591 2.3 tensión axial 1.000 1.112 1.393 1.699 1.882 resistencia flex 0.000 0.276 0.731 1.478 2.507 Distancia del eje de rotación al clavo de tracción axial = 3.5cm ÁNGULO DE FLEXIÓN 0° 30° 60° 90° 120° D IS TA N C IA D EL E JE D E R O TA C IÓ N A L C LA V O A N C LA 0.7 tensión axial 1.0000.977 0.819 0.320 -0.652 resistencia flex 0.000 0.458 1.013 1.599 1.882 1.5 tensión axial 1.000 1.066 1.138 0.864 -0.243 resistencia flex 0.000 0.412 1.061 2.015 2.949 2.3 tensión axial 1.000 1.130 1.394 1.434 0.664 resistencia flex 0.000 0.371 1.043 2.183 3.660 [28] Tablas 1, 2 y 3. Se muestran los componentes de las fuerzas involucradas en el sistema de tracción dinámica para diferentes configuraciones de posición de los clavos según el modelo propuesto y en diferentes ángulos de flexión de la articulación. Se ha resaltado con rojo todas las configuraciones que muestran una tensión axial menor a 1U, necesaria para la reducción de la fractura, y aquellas que muestran resistencia a la flexión superior a 0.5U. Recordemos que, anatómicamente, los primeros pocos milímetros distales al eje de rotación, aún pertenecen a la cabeza de la falange proximal. ¿Por qué la fuerza de resistencia a la flexión es dañina para la rehabilitación de los pacientes? En primer lugar, limita la capacidad de efectuar flexión activa al resistir dicho movimiento; sin embargo, no es ésta característica la que nos preocupa mayoritariamente, es la anatomía del sistema flexor cuando se ven involucradas las articulaciones interfalángicas. Recordemos que el flexor (superficial o profundo, dependiendo del nivel) se inserta en el borde palmar de la base de la falange correspondiente, generando la rotación de la articulación al imprimir una fuerza de tracción axial asimétrica en el hueso. La reacción dinámicamente hablando, equivale a una fuerza de tracción palmar a nivel de la base y perpendicular al hueso, exactamente opuesta a la fuerza de resistencia que el dispositivo imprime y, peor aún, a distintos lados de uno o varios trazos de fractura generando un patrón de cizallamiento que arriesga la lesión a sufrir desplazamiento indeseado (figura 12). Por esta razón, pese a que muchos de los trabajos ya mencionados inician tempranamente la rehabilitación con movimientos activos, en este protocolo decidimos iniciar la rehabilitación temprana con movimientos pasivos y diferir la rehabilitación con movimientos activos hasta ya establecidos datos de consolidación ósea. Figura 12. Esquema de fractura de la base de la falange media, mientras el tendón del flexor superficialtracciona los fragmentos de la base, un dispositivo colocado de manera que genere una fuerza de resistencia a la flexión generará un movimiento de cizallamiento desplazando los fragmentos fracturados y comprometiendo el resultado funcional [29] 4. Finalmente, debemos siempre tomar en cuenta que, anatómicamente, cualquier clavo insertado transversalmente en la falange proximal es capaz de incluir elementos del sistema extensor, limitando la rehabilitación al limitar la flexo-extensión34. Aún una razón más para siempre utilizar la posición más distal posible, ya sea que el clavo en la falange proximal sea usado como clavo de tracción dinámica para tratar una fractura en la articulación interfalángica, o como clavo ancla para una fractura en la metacarpofalángica. CUIDADOS POSTQUIRURGICOS A todos los pacientes se les colocaron gasas interdigitales y entre el dispositivo y la piel, cuidando de no contaminar los sitios de entrada de los clavos. Se les colocó una férula palmar de reposo y se entregó una receta médica con las siguientes indicaciones: Dieta normal Cefalexina 500mg tab. Tomar una tableta vía oral cada 8 hrs por 7 días Ketorolaco 10mg tab. Tomar una tablea vía oral cada 8 hrs por 3 días y posteriormente en caso de dolor Aseo diario con agua y jabón, secar y cubrir Retirar la férula durante la primer semana únicamente para los ejercicios de rehabilitación Realizar ejercicios de rehabilitación 5 veces al día, una vez cada 4hrs saltando la sesión de media noche Cita abierta a urgencias de Cirugía Plástica Los ejercicios de rehabilitación consistían en realizar 15 repeticiones de movimientos pasivos flexo-extensión apoyándose a nivel del clavo ancla. Los ejercicios se repetirían 5 veces al día y la férula se retiró en todos los casos a la semana del evento quirúrgico, continuando con los ejercicios de rehabilitación cinco semanas más (Figura 13). [30] Se citó a los pacientes a las semanas 1, 2, 4 y 6 para seguimiento y se tomaron proyecciones radiográficas dorso-palmar y oblicua en las semanas 2, 4 y 6. A la semana 6 se retiró el dispositivo y se envió al servicio de rehabilitación de la institución para iniciar ejercicios con movimientos activos. Se citó a los pacientes a la consulta externa de nuestro servicio mensualmente hasta el 6º mes de rehabilitación, momento en que se evaluó la satisfacción del paciente con un formato de escala visual análoga (Anexo 2) y se tomaron mediciones por el servicio de rehabilitación de movimiento activo total para clasificar a los pacientes de acuerdo a la clasificación de la American Society for Surgery of the Hand (ASSH). El movimiento activo total del pulgar se calculó tomando en cuenta solamente las articulaciones metacarpofalángica e interfalángica, excluyendo la carpo-metacarpiana. Figura 13. Ejercicios de rehabilitación pasiva [31] DEFINICIÓN DE VARIABLES Variable Tipo Definición Operación Edad Independiente Lapso de tiempo transcurrido desde la fecha de nacimiento del paciente hasta el momento de la cirugía (en años enteros) La registrada en el expediente Sexo Independiente Condición orgánica que distingue lo masculino de lo femenino Masculino Femenino Dedo lesionado Independiente De acuero a la nomenclatura anatómica internacional, apéndice de la mano que ha sufrido la agresión 1° al 5° Articulación Independiente Dentro del dedo, articulación que ha sufrido la agresión IF, IFP, IFD, MCF Sitio de lesión Independiente Dentro de la articulación, sitio de fractura Cabeza [del hueso proximal]/Base [del hueso distal] Días de retraso para atención Independiente Lapso de tiempo transcurrido desde la agresión hasta la atención médica (en días) Variable discreta Movimiento activo total Dependiente la suma algebráica de los rangos de movimiento activo de todas las articulaciones de cada dedo al final del periodo de seguimiento Variable contínua Infección de tracto de los clavos Dependiente Presencia, en algún momento del seguimiento de datos de contaminación bacteriana que requiera tratamiento adicional. SI/NO Procedimientos adicionales Dependiente Necesidad de practicar algún procedimiento adicional para mejorar el resultado funcional SI/NO Dolor Dependiente Situación en la que el paciente refiere dolor al usar la articulación afectada al terminar el periodo de rehabilitación SI/NO Satisfacción del paciente Dependiente Grado de felicidad o conformidad sentido por el paciente, con respecto al resultado de su tratamiento, al término del estudio De acuerdo a la Escala Visual Análoga (Anexo 2) [32] CONSIDERACIONES ÉTICAS De acuerdo con los artículos 96, 100 y 102 de la Ley General de Salud a los que se rige la Secretaría de Salud del Distrito Federal, este estudio se puede catalogar como de riesgo mínimo ya que el procedimiento a realizar ha demostrado seguridad y eficacia en series publicadas de pacientes en la literatura internacional y los pacientes tendrán un seguimiento por el servicio. La información que fue recolectada de los pacientes será manejada de forma grupada y se realizó un consentimiento informado para participar en la investigación, donde se establece que el paciente puede escoger libremente no participar en la misma o salir de ella libremente en el momento que lo decida sin que esto repercuta en la atención que recibirá en la institución. A este estudio no aplican otro tipo de consideraciones. [33] RESULTADOS Caso 1. Pacientefemenino de 37 años de edad con antecedente de machacamiento del 5º dedo de la mano derecha al cerrar una puerta, de 8hrs de evolución al primer contacto con nuestro servicio, refiere dolor a la movilización y manipulación de la articulación metacarpofalángica del 5º dedo. A la EF se aprecia discreta desviación cubital del 5º dedo, inflamación, dolor y crepitación a la manipulación. El estudio radiográfico demuestra fractura multifragmentada intraarticular de la base de la falange proximal del 5º dedo Figuras 14 y 15. Se demuestran las proyecciones radiográficas prequirúrgica y postquirúrgica inmediata, posterior a la colocación del dispositivo, se encuentra una excelente reducción del trazo articular pero una pequeña separación del trazo metafisiario. Se colocó el dispositivo de tracción dinámica como se muestra en la figura 6, con reducción excelente de la superficie articular, pero discreta separación en el trazo metafisiario, como se aprecia en la Figura 15. Siendo uno de nuestros primeros casos y, temiendo que ese pequeño espacio se desplazara, probamos bajo control radiográfico los ejercicios de rehabilitación demostrando la estabilidad del sistema sin desplazamiento de los trazos de [34] fractura. Se demuestra también la flexión pasiva adecuada para los ejercicios de rehabilitación (Figuras 16 y 17). Figuras 16 y 17. Se aprecia un excelente rango de movimiento para la rehabilitación con movimientos pasivos y, en la proyección radiográfica, la estabilidad del sistema, sin desplazamiento de los trazos de fractura. Se dio seguimiento estrecho a este caso por temor a que ese espacio produjera una no unión; sin embargo, éste se rellenó adecuadamente con una reducción casi perfecta y un resultado funcional excelente. Figura 18. Proyección dorsopalmar dos semanas después del retiro del dispositivo de tracción dinámica, la paciente ya se encuentra para este momento con ejercicios de rehabilitación con movimientos activos. [35] Caso 2. Paciente masculino de 59 años de edad, con antecedente de sufrir caída de su altura al correr durante un juego de futbol, de 4 días de evolución. Al caer impactó la mano izquierda contra el suelo y desde entonces presenta dolor y dificultad para la movilización de la articulación metacarpofalángica del 1er dedo de la mano izquierda, a la exploración física se evidencia dolor, arcos de movimiento disminuidos y acortamiento del 1er dedo de la mano izquierda, así como una discreta disminución en la proyección de la cabeza del 1er metacarpiano. La radiografía demuestra fractura impactada del cuello del 1er metacarpiano. Figura 19. Se aprecian comparativamente ambas manos, encontrando acortamiento del pulgar del lado izquierdo y pérdida de la proyección de la cabeza del primer metacarpiano. Figura 20. Radiografía prequirúrgica del mismo paciente demostrando fractura impactada del cuello del 1er metacarpiano. Figura 21. Proyección dorsopalmar del mismo caso, en el postquirúrgico inmediato tras la colocación del dispositivo de tracción dinámica. Se colocó el dispositivo de tracción dinámica recuperando el espacio intraarticular y con mejoría notable en el grado de impactación de la cabeza del 1er metacarpiano. El paciente regresó a sus actividades cotidianas al segundo mes posterior al retiro del dispositivo sin referir ninguna dificultad para realizarlas. [36] Caso 3. Paciente masculino de 28 años de edad que sufre accidente de trabajo con maquinaria industrial, con machacamiento del 5º dedo de la mano izquierda, acude a urgencias 24 hrs después del incidente, después de haber visitado el día anterior una clínica de donde lo refirieron a nuestra institución. El apciente refiere dolor incapacitante a la flexo-extensión del 5º dedo, a la exploración física se aprecia deformidad e inflamación importantes. Las proyecciones radiográficas demuestran fractura en pilón de la articulación interfalángica proximal del 5º dedo. Figura 22. Proyección oblícua de la mano izquierda demostrando fractura en pilón de la articulación interfalángica proximal del 5º dedo. Figuras 23 y 24. Proyecciones oblícua y dorsopalmar, respectivamente del mismo caso, cuatro semanas posterior a la colocación del dispositivo de tracción dinámica. Obsérvese la excelente reducción de los fragmentos y la notable recuperación de un adecuado espacio articular. Tras la colocación del dispositivo de tracción dinámica se obtuvo una reducción anatómica excelente de los fragmentos y se recuperó el espacio articular, el paciente tuvo una buena evolución con excelentes resultados funcionales. [37] Caso 4 Paciente masculino de 45 años de edad con antecedente de machacamiento de la mano izquierda con maquinaria, ingresa al servicio de urgencias dos horas posterior a la agresión, refiere herida sangrante, misma que se evidencia a la exploración, se encuentran colgajos cutáneos viables y la cápsula articular conservada; sin embargo, en la radiografía de ingreso se evidencia conminución importante de la base de la falange proximal del 5º dedo. Se realiza aseo mecánico y sutura de heridas y se coloca el dispositivo de tracción dinámica. La placa de control muestra un espacio en la región afectada, pero con buena reducción de la superficie articular, por lo que se decide continuar con el protocolo y valorar posteriormente la necesidad de colocar un injerto óseo en caso de que no se consoliden los fragmentos. Figura 25. Proyección dorsopalmar preoperatoria, se aprecia un artefacto porque la radiografía fue tomada con férula. Figura 26 y 27 Proyecciones dorsopalmar y oblícua, respectivamente, a las 6 semanas del evento quirúrgico, se aprecia buena reducción de la superficie articular, pero con resorción ósea metafisiaria. El paciente evolucionó de manera tórpida con resorción ósea en el área conminuida, se tuvo que intervenir nuevamente con injerto óseo una vez terminado el protocolo, los resultados funcionales fueron pobres. [38] 0 1 2 3 4 5 2 0 a 2 4 2 5 a 2 9 3 0 a 3 4 3 5 a 3 9 4 0 a 4 4 4 5 a 4 9 5 0 a 5 4 5 5 a 5 9 ANÁLISIS DESCRIPTIVO Se admitieron 14 pacientes al protocolo durante un periodo de un año, de los cuales 2 fueron excluidos por dejar de acudir a sus citas de consulta externa y no haber completado el protocolo de rehabilitación, de los 12 pacientes que completaron el protocolo, obtuvimos los siguientes datos: CASO EDAD SEXO DEDO MANO ARTICULACIÓN CABEZA/BASE DÍAS 1 37 F 5 D MCF Base 0 2 59 M 1 D MCF Cabeza 4 3 28 M 5 I IFP Base 1 4 45 M 5 I MCF Base 0 5 47 M 3 D IFP Base 2 6 30 M 3 I MCF Base 2 7 40 M 5 I MCF Base 1 8 32 F 2 D MCF Cabeza y Base 0 9 54 M 1 I IF Cabeza 1 10 24 M 3 D MCF Base 0 11 27 M 4 D IFP Cabeza 3 12 27 M 5 D IFP Cabeza 2 13 26 F 3 I IFP Cabeza 2 14 40 M 2 D MCF Cabeza 0 Tabla 4. Distribución de casos de acuerdo a las variables independientes Podemos ver, de acuerdo a la tabla 4, que muestra los datos recolectados al inicio del estudio de cada paciente, la distribución de las lesiones por sexo, grupo etario, dígito, mano y articulación afectadas y el tiempo trascurrido entre la agresión y la atención por nuestro servicio. Figura 28. Distribución de casos por grupo etario, se muestra una moda en el grupo de 25 a 29 años y una distribución normal [39] 1° n=2 (14.29%) 2° n=2 (14.29%) 3° n=4 (28.57%) 4° n=1 (7.14%) 5° n=5 (35.71%) La media de edad de los casos atendidos fue de 36.43 años (rango de 24 a 59 años) y desviación estándar de 10.87 años. Masculino n=11 (78.57%) Femenino n= 3 (21.43%) Figura 29. Distribuciónde casos por sexo De acuerdo al dígito afectado, tenemos que el que tuvo mayor frecuencia de fracturas intra-articulares fue el 5º, seguido por el 3º, luego el 1º y 2º y por último el 4º dedo. Figura 30. Distribución de casos por dígito afectado [40] (14.29%) 2n :media Falange la de Base (28.57%) 4n :Proximal Falange la de Cabeza (42.86%) 6n pulgar) del IF (e IFP (7.14%) caso 1 :Ambas (35.71%) 5n :Proximal Falange la de Base (14.29%) 2n :noMetacarpia del Cabeza (57.14%) 8n MCF 14n Con respecto a la articulación lesionada Con respecto a la lateralidad, la frecuencia de lesiones en la mano derecha e izquierda se distribuyeron 8 casos para la mano derecha (57.14%) contra 6 para la mano izquierda (42.86%). La media de tiempo para recibir atención fue de 1.29 días (rango 0 a 4 días, desviación estándar 1.26 días). Completaron el protocolo 12 pacientes; el paciente 10, una vez retirado el dispositivo, no acudió ni a sus citas en rehabilitación, ni a las citas de seguimiento en consulta externa, el paciente 13 acudió a las citas durante los siguientes 4 meses y posteriormente abandonó el tratamiento por lo que sus datos para el resultado funcional y satisfacción del paciente fueron excluidos. # DEDO SITIO DE LESIÓN Dolor Infecc TAM TAM sano % Observaciones 1 5 Base FP No No 255 270 94% Discreta separación, resuelta 2 1 Cabeza MC No No 105 120 88% 3 5 Base FM No No 215 290 74% 4 5 Base FP No No 135 275 49% Fractura abierta, Separación con resorción ósea - Injerto Oseo 5 3 Base FM No No 205 285 72% 6 3 Base FP No No 265 305 87% Separación resuelta y desviación cubital en trazo metafisiario 7 5 Base FP Ocasional No 200 275 73% Dolor con el frio, discreta desviación cubital, Migración del clavo 8 2 Cabeza MC y Base FP No No 210 280 75% Radiográficamente articulación con ligera desviación, Funcional 9 1 Cabeza FP No No 100 110 92% 10 3 Base FP - No - - #N/A No regresó a la consulta externa 11 4 Cabeza FP No No 255 270 94% 12 5 Cabeza FP No No 245 275 89% 13 3 Cabeza FP - No - - #N/A Migración del clavo, no regresó a la consulta externa 14 2 Cabeza MC No Si 260 280 93% Infección resuelta con antibióticos y cuidados locales MEDIA : 81.66% [41] Malo n=1 (8.33%) Regular n=3 (33.33%) Bueno n=8 (58.33%) Articulación Metacarpofalángica bueno n=4 (57.14%) regular n=2 (28.57%) malo n=1 (14.29%) Articulación interfalángica bueno n=3 (60%) regular n=2 (40%) malo n=0 (0%) El porcentaje de recuperación de la función, comparado con el lado contralateral sano, respecto a la clasificación de la Americas Society for Surgery of the Hand (ASSH) fue de 81.66% (rango 49%-94%, Desviación estándar 14%) en promedio, comparándose adecuadamente con la literatura publicada. La ASSH considera como un resultado malo aquel que tenga un movimiento activo total menor al 50% del normal (comparado, de preferencia, con el lado contralateral sano), regular si se encuentra entre el 50 y el 75%, Bueno si es mayor al 75% y excelente si es 100%35, usando este sistema, clasificamos los resultados de nuestra serie: Figura 31. Distribución de casos respecto al resultado funcional según la clasificación de la ASSH Figuras 32 y 33. Distribución de casos por tipo de articulación con respecto a su resultado funcional según la clasificación de la ASSH [42] Complicaciones En nuestra serie encontramos algunas complicaciones, entre ellas, dos casos (7 y 13) presentaron migración del clavo de tracción axial, de manera que, en una consulta de seguimiento se tuvo que “ajustar” su posición, el procedimiento se realizó de manera sencilla aseando la región con antiséptico y con técnica estéril, se empujó el clavo con directamente con el dedo para dejarlo nuevamente en posición. El paciente 7 presentó la situación recurrentemente en dos visitas mas, la segunda de ellas con erosión de la piel, sin datos de infección ya que, al migrar el clavo por tercera ocasión, el brazo del clavo de tracción axial se encontraba haciendo presión sobre la piel. El paciente había descuidado el uso de gasas entre la piel y el clavo como habíamos recomendado. La complicación se trató con cuidados locales y se modificó el sistema de curaciones agregando mas gasas “enredadas” en la porción transversa del clavo de tracción axial, esto evitó tanto la evolución de la lesión como la migración del clavo. El caso 14 presentó infección en sitio de inserción del clavo de tracción axial, iniciamos tratamiento con Amoxicilina/Clavulanato 875/125mg cada 12 hrs por 10 días y cuidados locales con aseo dos veces al día con agua, jabón y solución antiséptica (Accua-Aseptic Solución en spray, Laboatorio Cell Pharma S.A. de C.V.) lo que resolvió el cuadro sin mayores complicaciones. Los casos 1, 4 y 6 presentaron, en la radiografía de control postquirúrgico una discreta separación de los fragmentos por contener trazos metafisiarios, ajustamos la tensión de las bandas a lo mínimo posible para obtener una buena reducción de la fractura pese al pequeño espacio, dos de los tres casos evolucionaron satisfactoriamente, el caso 4, cabe mencionar que fue el único caso de fractura abierta y presentaba una conminución muy severa de la articulación, evolucionó con resorción ósea y persistencia del espacio que requirió un nuevo procedimiento para injerto óseo, fue el único caso con un resultado funcional malo. Es de notar que los tres casos correspondieron a fracturas de la articulación metacarpofalángica y que los casos 6 y 7 consolidaron con una muy discreta desviación cubital que no comprometió el resultado funcional, al igual que una incongruencia articular menor observada en la radiografía de control del caso 8 que no impactó en el resultado funcional. Solo un caso (7) reportó dolor ocasional en la articulación, asociado a temperaturas frías al terminar el protocolo. [43] SATISFACCIÓN DEL PACIENTE Se evaluó la satisfacción del paciente con una escala visual análoga (Anexo 2) consistente en un formato donde se imprimió una línea recta de 10cm (100mm) de longitud, limitada a los extremos por dos línas pequeñas perpendiculares a ésta con las consignas “totalmente insatisfecho” a la izquierda y “totalmente satisfecho” a la derecha; se dio la instrucción a los pacientes de cruzar, con una línea única y perpendicular a la línea principal, el lugar que correspondiera con más fidelidad a su nivel de satisfacción con el dispositivo de tracción dinámica, y se midió la distancia con una regla desde el punto “totalmente insatisfecho” hasta la marca hecha por el paciente, el número de milímetros de distancia entre estos dos puntos se expresó en porcentaje de satisfacción. Se realizó un análisis estadístico de la relación entre el resultado funcional y la satisfacción de los pacientes mediante una regresión lineal por mínimos cuadrados (Tabla 5 y Figura 34) Tabla 5. Se muestra la relación de resultado funcional con el grado de satisfacción del paciente Figura 34. Regresión lineal por mínimos cuadrados de los datos mostrados en la Tabla 5. Se calculó el coeficiente de correlación de Pearson para esta relación, resultando r=0.659, lo que ratifica nuestra sospecha de que la satisfacción del paciente está relacionada con su resultado funcional. # Resultado Funcional Satisfacción 1 94% 93% 2 88% 80% 3 74% 81% 4 49% 68% 5 72% 81% 6 87% 91% 7 73% 85% 8 75% 59% 9 92% 89% 11 94% 83% 12 89% 84% 14 93% 89% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% 0 % 1 0 % 2 0 % 3 0 % 4 0 % 5 0 % 6 0 % 7 0 % 8 0 % 9 0 % 1 0 0 % Sa ti sf ac ci ó n d e l P ac ie n te Resultado Funiconal [44]DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES Como ya ha sido estudiado, la rehabilitación temprana de las fracturas es un método idóneo para mantener la actividad metabólica y aumentar el aporte sanguíneo al cartílago articular, estimulando la regenración cartilaginosa y limitando la formación de tejido fibroso y adherencias así como disminuyendo la probabilidad de desarrollar contractura capsulo- ligamentosa; acelera la adecuada curación tanto del cartílago articular lesionado como de los tejidos periarticulares.36 El dispositivo de tracción dinámica es una herramienta versátil, segura, barata y sencilla, con buenos resultados funcionales, comparables o mejores que la osteosíntesis en el tratamiento de las fracturas multifragmentadas intra-articulares de los dedos, Es apto para usarse tanto en las articulaciones metacarpofalángicas como en las interfalángicas de los cinco dedos y requiere material mínimo y de amplia disponibilidad. Se han analizado las ventajas y desventajas de diversos métodos de tratamiento para este tipo de fracturas y se ha profundizado importantemente en la biomecánica del dispositivo de tracción dinámica, se ha demostrado que la configuración ideal para la colocación de clavos es siempre lo mas distal posible, tanto para el clavo de tracción dinámica como para el clavo ancla, siempre sin involucrar hueso fragmentado ni otra articulación además de la lesionada y se ha cuestionado la necesidad de usar un clavo reductor como ha sido propuesto anteriormente ya que la tracción es suficiente para mantener la congruencia articular. Sugerimos limitar su uso a los casos en que, pese al adecuado uso del dispositivo SIN el clavo reductor, ésta no se consiga; en nuestra serie, el clavo reductor resultó innecesario. Se describieron las maniobras y detalles técnicos importantes y necesarios para la colocación del dispositivo en áreas difíciles, como son las articulaciones metacarpofalángicas del 2º al 5º dedos y se describieron los errores comunes en la colocación del dispositivo y la manera de reconocerlos y evitarlos. [45] El índice de complicaciones y los resultados funcionales obtenidos en el Hospital Rubén Leñero con el dispositivo de tracción dinámica son comparables con los reportados en la literatura. Se estableció una correlación previsible entre la satisfacción de los pacientes con el sistema de tracción dinámica y el resultado funcional de su tratamiento. Entre las observaciones realizadas en el desarrollo de este trabajo y que pudieran dar lugar a investigaciones futuras se encuentran formas de optimizar y estandarizar variables inherentes al dispositivo para obtener aún mejores resultados, por ejemplo, ¿Cuál es la fuerza de tracción ideal para la reducción de las fracturas? Siendo que hasta el momento se ha usado un método empírico basado en la proyección radiográfica y sin medir jamás, objetivamente, la tensión aplicada. También notamos que la tracción necesaria para mantener el espacio articular en las articulaciones metacarpofalángicas es menor que en las interfalángicas, y que con frecuencia el intento de reducción lleva a “sobre-tracción” esquelética, provocando frecuentemente un espacio entre los trazos que, aunque en la mayoría de los casos no es significativo, pudiera dar lugar a complicaciones cuando se analicen series más grandes de pacientes. [46] ANEXO 1 Formato de Consentimiento Informado CONSENTIMIENTO INFORMADO PARA PARTICIPAR EN UN ESTUDIO DE INVESTIGACIÓN MÉDICA México D.F. a ______________________ Título de la investigación: CONSIDERACIONES BIOMECÁNICAS Y USO DE UN DISPOSITIVO DE TRACCIÓN DINÁMICA EN LAS FRACTURAS INTRA-ARTICULARES DE LA MANO Investigador Principal: Dr. Ricardo Fernández Riera / Dr. Rubén Hernández Ordoñez Nombre del paciente: __________________________________________ Teléfono:__________________________________ A usted se le está invitando a participar en este estudio de investigación médica. Antes de decidir si participa o no, debe conocer y comprender cada uno de los siguientes apartados. Usted debe saber que cuenta con la libertad absoluta de hacer cualquier pregunta. En caso de que usted desee participar, se le pedirá que firme esta forma de consentimiento, de la cual se le entregará una copia firmada y fechada. Objetivo del estudio: Determinar la eficacia del dispositivo de tracción dinámica en las fracturas intra-articulares de la mano Justificación del estudio: Estamos realizando el estudio para evaluar este sistema que es más barato, sencillo y funcional que el tratamiento tradicional en patologías como la suya, pese a que es un estudio experimental, el dispositivo ya se usa con seguridad en centros alrededor del mundo, por lo que consideramos que el riesgo que corre su salud por aceptar utilizar el dispositivo es mínimo. Su identidad no será revelada antes, durante ni después del estudio, y sus datos serán tratados conforme lo especifica la ley de protección de datos personales, la información obtenida de su persona será usada de manera grupada con el resto de los participantes de manera que usted no será identificado personalmente. Al aceptar participar en el estudio, usted autoriza el uso de las fotografías clínicas que sean tomadas de sus radiografías y de sus manos; no se mostrarán, a persona alguna, características que puedan identificarle a excepción de cicatrices, marcas o tatuajes que tenga en las manos. Usted y sus datos serán manejados por el servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva del Hospital General Rubén Leñero y por el equipo médico que ahí labora y debe entender que, [47] si usted decidiera abandonar el estudio en cualquier momento, no perderá el derecho a ser atendido en esta institución ni afectará esto la atención que se le brinda. Usted puede tomar la decisión de abandonar el estudio en el momento que lo desee, y su decisión será respetada en su integridad sin cuestionamiento alguno. Su participación en este estudio es completamente voluntaria, si usted decidiera NO participar en el estudio, no habrá ninguna consecuencia desfavorable para usted. Usted no tendrá que absorber gastos directos por su participación en el estudio Usted no recibirá pago alguno por su participación en el estudio Si usted está de acuerdo y se han aclarado ya sus dudas al respecto del estudio y de los puntos contenidos en este documento, puede, si así lo desea, firmarlo para formalizar su ingreso al protocolo de estudio. Fecha: ____________________ Nombre y Firma del Paciente: __________________________________ Número de Expediente: ____________________ [48] ANEXO 2 Formato de Satisfacción del paciente Nombre: ________________________________ Fecha: ________________________ Número de Expediente: _______________________ INSTRUCCIONES: Por favor, marque en la línea inferior, con un trazo único, el sitio que mejor represente su grado de satisfacción con el tratamiento recibido con el dispositivo de tracción dinámica. TOTALMENTE TOTALMENTE INSATISFECHO SATISFECHO [49] Cronograma Mes Año Recopilación Bibliográfica Diseño del Estudio Reclutamiento de Pacientes Seguimiento Rehabilitación activa Recolección y Análisis de datos Abril 2012 Mayo 2012 Junio 2012 Julio 2012 Agosto 2012 Septiembre 2012 Octubre 2012 Noviembre 2012 Diciembre 2012 Enero 2013 Febrero 2013 Marzo 2013 Abril 2013 Mayo 2013 Junio 2013 Julio 2013 Agosto 2013 Septiembre 2013 Octubre 2013Noviembre 2013 Diciembre 2013 Enero 2014 [50] BIBLIOGRAFÍA 1 van Onselen EB, Karim RB, Hage JJ, Ritt MJ. Prevalence and distribution of hand fractures. J Hand Surg Br. 2003;28(5):491-5 2 De Jonge JJ, Kingma J, van der Lei B, Klasen HJ. Phalangeal fractures of the hand: an analysis of gender and age-related incidence and aetiology. J Hand Surg Br. 1994;19(2):168–170 3 Blazar PE, Steinberg DR. Fractures of the proximal interphalangeal joint. J Am Acad Orthop Surg. 2000;8:383–390. 4 Agee JM. 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