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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACTULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN HOSPITAL INFANTIL DEL ESTADO DE SONORA “Correlación entre los diagnósticos clínicos de defunción y diagnósticos anatomoclinicos de autopsias consecutivas en el Hospital Infantil del estado de Sonora en el periodo de enero 2012 a enero 2013” TESIS QUE PARA OBTENER DIPLOMA EN LA ESPECIALIDAD DE PEDIATRÍA PRESENTA: DRA. ELIDE ADRIANA URQUIZA LÓPEZ HERMOSILLO, SONORA AGOSTO, 2014 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACTULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN HOSPITAL INFANTIL DEL ESTADO DE SONORA “Correlación entre los diagnósticos clínicos de defunción y diagnósticos anatomoclinicos de autopsias consecutivas en el Hospital Infantil del estado de Sonora en el periodo de enero 2012 a enero 2013” TESIS QUE PARA OBTENER DIPLOMA EN LA ESPECIALIDAD DE PEDIATRÍA PRESENTA: DRA. ELIDE ADRIANA URQUIZA LÓPEZ DRA. ELBA VÁZQUEZ PIZAÑA DR. LUIS ANTONIO GONZALEZ RAMOS JEFE DE LA DIVISIÓN DE ENSEÑANZA DIRECTOR GENERAL E INVESTIGACIÓN Y CALIDAD HOSPITAL INFANTIL DEL ESTADO DE SONORA PROFESOR TITULAR CURSO UNIVERSITARIO DRA. ADELA RASCON ALCANTAR DIRECTOR DE TESIS AGRADECIMIENTOS A mis padres por su apoyo incondicional, por el esfuerzo continuo, ejemplo de perseverancia, amor y constancia en la vida. A mis hermanos, por su amor, por estar ahí siempre como una motivación más para ser un buen ejemplo a seguir. A la luz de mi vida, Gael por ser el motor de todos mis esfuerzos y deseos de superación. A mis maestros, compañeros residentes pediatras, médicos ejemplares a los que les debo mucho de lo aprendido en estos años y a los que recordaré con mucho cariño siempre. A mi directora de tesis, Dra. Adela Rascón Alcantar por su ayuda y paciencia para la realización de este trabajo. ÍNDICE Introducción 5 Resumen 7 Planteamiento del problema 8 Pregunta de investigación 9 Marco teórico 10 Objetivo 23 General 23 Específico 23 Hipótesis 23 Nula 23 Alternativa 23 Justificación 24 Metodología 25 Consideraciones Éticas 27 Resultados 28 Discusión 31 Conclusión 34 Bibliografía 35 INTRODUCCIÓN A lo largo de la historia, la autopsia ha sido ampliamente reconocida como una herramienta útil en la educación médica y en la evaluación de la calidad diagnóstica y terapéutica. 8 Aunque su práctica se remonta a los principios de la medicina y de la humanidad misma, no es sino hasta el siglo XVIII, cuando emerge la correlación clínico patológica, cuando empieza a ser considerada el estándar de oro en el diagnóstico médico, al margen de su utilidad en la educación médica. 1, 2,6 Su objetivo principal es determinar las condiciones patológicas de la causa de muerte, identificar la fisiopatología y establecer la correlación clínico-patológica final; de tal manera, la autopsia es considerada un indicador mundial de la calidad de la práctica hospitalaria. 2, 4 En la década de 1960 el promedio de autopsias en Estados Unidos y Europa era alrededor de 60%; sin embargo, en la actualidad ha disminuido a 10% o menos. 1, 4, De acuerdo con algunas publicaciones, el índice promedio de autopsias en los Institutos Nacionales de Salud de México varía entre 25 y 30%. Dependiendo de las metodologías y definiciones, se sabe que en un 20 a 40% de las autopsias se encuentran hallazgos significativos, desconocidos durante la vida del paciente y relevantes para las decisiones clínicas y terapéuticas que pudieron haber cambiado el pronóstico de dicha enfermedad. 5,6 La correlación clínico patológica enriquece el acto médico, ya que conocer la causa de los errores es el primer paso para solucionarlos, y permite ganar experiencia necesaria para evitar su repetición. En revisiones de casos de autopsias se observó que, a pesar de las nuevas técnicas de imágenes y el avance en otras técnicas diagnósticas, el número de diagnósticos clínicos no realizados y hallados en la autopsia se ha mantenido constante en los pasados 20 a 30 años. Las discrepancias entre los diagnósticos clínicos y anatomopatológicos varían entre un 6 y un 40%, lo que confirma la utilidad de esta práctica como control de calidad interno en las instituciones. 11 El objetivo principal del presente trabajo fue identificar las discrepancias clínico-patológicas en los diagnósticos clínicos y diagnósticos finales en las autopsias realizadas en nuestra institución, determinando el porcentaje de diagnósticos que no fueron sospechados antes del fallecimiento del paciente. RESUMEN Título: Correlación entre los diagnósticos clínicos de defunción y diagnósticos anatomoclinicos de autopsias consecutivas en el Hospital Infantil del estado de Sonora en el periodo de enero 2012 a enero 2013. Introducción: Actualmente en un Hospital General de Enseñanza el promedio de autopsias realizadas debe ser entre un 20 y 30%, los diagnósticos registrados en certificados de defunción son correctos como máximo en un tercio de los casos, llegando solo al diagnóstico final después de la autopsia, la causa de la muerte fue clínicamente no sospechada hasta en el 50% de los casos. Existen discrepancias mayores y menores entre los diagnósticos clínicos y patológicos hasta un 40% de los casos. Las discrepancias entre los diagnósticos clínicos y anatomopatológicos varían en porcentaje lo que confirma la utilidad de esta práctica como control de calidad interno en las instituciones. Materiales y métodos: Se realizó un estudio retrospectivo transversal, de los protocolos de autopsias consecutivas realizados en el Hospital infantil del estado de Sonora del periodo de enero del 2012 a enero del 2013. Se clasifico el grado de discrepancia de acuerdo a la clasificación de Goldman y col., para ver el porcentaje de correlación diagnostica. Resultados: En el periodo comprendido del estudio se registraron 277 defunciones en las que se realizó autopsia a 65 pacientes (23.4%), de los cuales se excluyeron 29 debido a información insuficiente. Se clasifico de acuerdo a la clasificación de Goldman 36 protocolos (13%), encontrándose discrepancia en el diagnóstico inicial en 17 (47.2%) y en diagnóstico final en 15 (41.6%). Encontrando un error clase I y II en el 38.8% y un error clase III y IV 8,2%, error clase V en el 52.7%. Encontrando como causa directa de muerte más frecuente las infecciosas, y diagnósticos discordantes más frecuentes respiratorio 38% y cardiovascular 22% concordante con lo previamente descrito en la literatura. Conclusiones: Se encontró error a la correlación de diagnósticos clínicos y anatomopatológicosmayores al 40% reportado en la literatura, las afecciones respiratorias fueron la principal causa de error diagnóstico, no se encontró relación entre los días de estancia intrahospitalaria y el grado de discrepancias. Palabras clave: autopsia, discrepancias diagnósticas, clasificación de Goldman. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA A lo largo de la historia, la autopsia ha sido ampliamente reconocida como una herramienta útil en la educación médica y en la evaluación de la calidad diagnóstica y terapéutica. 8 La dificultad, para definir un diagnóstico clínico ya fue planteada en otros estudios; y se detectó que las fallas radican en una mala valorización de los síntomas, exámenes complementarios no planteados, interpretación errónea de exámenes complementarios, fallas semiológicas y una historia clínica incompleta En los últimos 50 años, la tasa de autopsias ha disminuido considerablemente, en los Estados Unidos su práctica se ha reducido de 50 a 10% de los fallecimientos. La correlación entre los diagnósticos clínicos y los diagnósticos anatomopatológicos es considerada en todo el mundo como un indicador de la calidad de los servicios médicos practicados en un hospital. En estudios realizados en México, se reportan porcentajes de autopsias de 10 a 37%, afirmando que hasta en el 40% de las autopsias se descubren errores diagnósticos o diagnósticos insospechados. Por lo que las autopsias continúan teniendo un papel importante en el desempeño médico, y constituyen un aporte invaluable e irremplazable por los resultados de los métodos y técnicas de diagnóstico de alta complejidad. Se presentan como un control de calidad interno, necesario y crítico. PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN ¿Existen discrepancias entre los diagnósticos clínicos emitidos como causa de muerte en el certificado de defunción y los diagnósticos finales de las autopsias? MARCO TEÓRICO La autopsia es considerada en algunas publicaciones como la última posibilidad de consulta médica, ya que la interpretación de los hallazgos postmortem, nos permite conocer las bases anatómicas de los síntomas y signos, ejercicio que conocemos como correlación anatomoclínica. 2 Aunque su práctica se remonta a los principios de la medicina y de la humanidad misma, no es sino hasta el siglo XVIII, cuando emerge la correlación clínico patológica, cuando empieza a ser considerada el estándar de oro en el diagnóstico médico, al margen de su utilidad en la educación médica. 1, 2,6 Su objetivo principal es determinar las condiciones patológicas de la causa de muerte, identificar la fisiopatología y establecer la correlación clínico-patológica final; de tal manera, la autopsia es considerada un indicador mundial de la calidad de la práctica hospitalaria. 2, 4 .La aceptación del estudio anatómico del cuerpo humano está condicionada por factores culturales, sociales o religiosos. El factor cultural está representado por el nivel educativo y el ambiente intelectual de una sociedad. En aquellas sociedades donde el nivel educativo es alto y el ambiente intelectual es libre se acepta la disección en humanos mejor que en sociedades menos educadas. Antes del Renacimiento, sólo en Grecia e Italia coincidieron ambas circunstancias. En Grecia, en el Museo de Alejandría durante el período helénico, se localizó una de las escuelas de Medicina más importantes de la antigüedad; allí Herófilo (335-280 a. de C.) y Erasistrato (310-250 a. de C.) realizaron disecciones en humanos. Sin embargo, la anatomía jugó un papel poco importante en los inicios de la medicina griega, y no fue sino hasta que la teoría de enfermedad tomó una inclinación deliberada hacia cambios estructurales, la autopsia no tuvo mucha importancia en la práctica médica 14 . Poca información se recoge acerca de las autopsias en la temprana Edad Media, pero para las postrimerías del período algunas referencias muestran cierto interés por esta práctica diagnostica 14 . Roger Bacon (1214-1294) y Arnold de Villanova (1235-1312) recomendaron el estudio del cadáver, pero no hace mención de ninguna experiencia personal en la práctica de la necropsia 14 . En Italia, en la Universidad de Bolonia, durante la Baja Edad Media (Siglo XIII),Tadeo de Alderoto (1266-1275) efectuó disecciones como parte de la enseñanza médica 15 .A medida que nos acercamos al renacimiento se incrementó el interés por los estudios anatómicos como la única disciplina médica capaz de ser sometida a investigación precisa. A medida que los estudios anatómicos del cuerpo humano progresaron, la autopsia fue adquiriendo mayor importancia. La forma de percibir la muerte es un factor social que facilita o dificulta la aceptación de la autopsia. El factor más importante en la aceptación de la autopsia es el religioso. La religión establece un vínculo entre el mundo y el hombre; le permite al ser humano comprender las fuerzas de la naturaleza y conocer las causas de los fenómenos del mundo que lo rodea. En algunos grupos humanos la enfermedad o la muerte son causadas por espíritus o agentes de la naturaleza externos al organismo, pero visibles y aparentes a los sentidos, como los espíritus de bosques o aguas. En otras sociedades se considera que la ira de algún ser sobrenatural o Dios es la causa de la muerte y es indispensable conocer cómo se ofendió al dios para reparar la falta. En ambos casos, el estudio del cuerpo de la víctima no proporciona datos útiles para aplacar al dios o fuerza natural responsable de la enfermedad o la muerte 14. La evolución de la autopsia como procedimiento médico comienza con la publicación en 1507 de "De abditis non nullis ac mirandis morborum et sanationumcausis" (Sobre algunas causas ocultas y milagrosas de las enfermedades y sucuración), por el médico florentino Antonio Benivieni (1443-1502). La obra fue publicada por un hermano de Benivieni varios años después de su muerte, basado en los escritos dejados por él. En ella se describen 110 casos médicos, 15 de ellos con autopsia; la autopsia entonces no era excepcional y al menos en Florencia era aceptada. De Abditis es el libro más antiguo que se conoce donde la autopsia está registrada como un procedimiento sistemático y valioso para completar el estudio de los pacientes. 14,15 El desarrollo de la anatomía está ligado en gran parte con el desarrollo de la patología, puesto que al hacerse disecciones muchos hallazgos eran anormales, y a su vez, las autopsias aportaban conocimientos sobre las características normales de los órganos. Después de Benivieni y Vesalio, siguió una época de acumulación de conocimientos obtenidos en autopsias y disecciones, hasta la siguiente gran modificación conceptual 11, 14,16 . Juan Bautista Morgagni (1682-1772) con su obra “De sedibus et causismorburum per anatomem indagatis” (sitios y causas de enfermedad investigados por anatomía) establece con una detallada descripción de los síntomas de la enfermedad, el énfasis en la correlación clínico- patológica y la búsqueda de asiento o del sitio de enfermedad en más de 700 autopsias, establece lo que Viracho denominó concepto anatómico, según el cual para razonar sobre un proceso mórbido se debe localizar un cambio anatómico en alguna parte del cuerpo, estableciendo así las bases de la medicina moderna (10,11).Rodolfo Virchow (1821-1902), patólogo alemán introdujo el uso del microscopio para el estudio del cambio celular producto de una enfermedad, e insistió en la importancia de estudiar todos los órganos en forma ordenada y detallada con la finalidad de reconocer la causa del fallecimiento. Es así, como en1858 estableció como máxima que toda lesión orgánica afecta a la célula y los cambios morfológicos y funcionales son expresiones de la enfermedad. Con el advenimiento de estos importantes conceptos introducidos porViracho nace la anatomía patológica moderna como el estudio científico e intelectual de la enfermedad, y con ella la medicina científica moderna. 16 La autopsia no estuvo limitada a Europa. Los primeros registros de autopsiasen el nuevo mundo datan de 1533, cuando Hernando de Sepúlveda y Rodrigo Navarro realizaron en la Española (hoy República Dominicana) el estudio de un par de gemelos siameses toracópagos con la intensión de determinar si tenían un alma o dos, y poder administrar uno o dos bautizos. En la autopsia se hallaron duplicados todos los órganos a excepción del hígado, lo que justificó los dos bautizos. A pesar que la motivación de esta autopsia no era del todo científica es el primer registro que se guarda de una evisceración completa y estudio de los órganos en el continente americano 13 .La autopsia en el siglo XX tuvo una doble función. En primer lugar, debía responder la pregunta ¿Cuál es la causa de muerte de un determinado paciente? De esta manera la autopsia puede servir al avance del conocimiento en líneas generales, y contribuye al entendimiento de las enfermedades. En los comienzos la disección anatómica era la única herramienta para el avance del estudio científico de las enfermedades. Hoy en día, sin embargo, la disección es solo el inicio. En los primeros años del siglo pasado el progreso de la medicina dependía en gran medida de las observaciones hechas por los clínicos en el lecho del enfermo, y en los hallazgos obtenidos en la sala de autopsia. Los buenos clínicos prestaban cuidadosa atención al curso clínico de la enfermedad, sus signos y sus síntomas. Luego si el paciente fallecía, la autopsia se encargaría de confirmar el diagnóstico, y si no le mostraba la verdad al clínico, brindándole la oportunidad de identificar el que, como y por qué el paciente falleció. De igual manera, la autopsia servía como una herramienta como ninguna otra para la educación médica a todos los niveles desdelos estudiantes más jóvenes, hasta los clínicos más experimentados 10 . A pesar de los rápidos avances de la medicina en el siglo pasado, la autopsia fue reconocida en 1910 como uno de los actos médicos más importantes desde la publicación del Informe Flexner en los Estados Unidos de Norteamérica, incrementándose su práctica en forma exponencial 14. Luego de la publicación de este informe, una ola de mejoras fue introducida en la práctica médica. Se hizo énfasis en la importancia de una historia clínica detallada, y la autopsia comenzó a jugar un papel importante en la acreditación de los hospitales: los buenos hospitales tienen un alto índice de autopsias, mientras que los hospitales menos competentes presentan un bajo índice de realización de autopsias. Incrementar el número de autopsias en un hospital de baja calidad inmediatamente mejorará su desempeño, ya que la realización de autopsias más frecuentes estimulara un proceso diagnóstico más cuidadoso y, adicionalmente, le brinda al personal de salud un aprendizaje inigualable. 14 En la década de 1960 el promedio de autopsias en Estados Unidos y Europa era alrededor de 60%; sin embargo, en la actualidad ha disminuido a 10% o menos. 1,4 ,6 De acuerdo con algunas publicaciones, el índice promedio de autopsias en los Institutos Nacionales de Salud de México varía entre 25 y 30%. En otros estudios realizados en México, para el Distrito Federal se reportan porcentajes de autopsias de 10 a 37%, y para el resto del país, de 0.2 a 52.8% de acuerdo con cifras reportadas en 1984. 3 Actualmente, se acepta que para un Hospital General de enseñanza el promedio de autopsias realizadas debe ser entre 20 y 30%. 2, 5,6 Existen múltiples factores involucrados en dicha disminución, desde simplemente económicas hasta una inquietante falta de interés médico, motivado en la percepción de que los diagnósticos clínicos complementados con estudios de laboratorio y de imagen son siempre correctos 1,2 , o de índole familiar, ya que en la actualidad se requiere de un consentimiento legal por parte de los familiares responsables de dichos pacientes para la realización de una autopsia. La falta de conocimiento de dicho procedimiento y las barreras culturales son una de los principales obstáculos para la facilitación de dicho consentimiento. 11 La autopsia es un procedimiento médico post-mortem que estudia las alteraciones morfológicas de los órganos y tejidos producto de una enfermedad, utilizando para esto la disección con el fin de obtener información anatómica sobre la causa, naturaleza, extensión, y complicaciones de la enfermedad que padeció en vida una persona. Cualquier estudio anatomopatológico post-mortem, independientemente del tamaño de la muestra (autopsia parcial o completa) o de la técnica morfológica empleada, tendrá la categoría de autopsia o necropsia. Inicialmente el objetivo y la fascinación de realizar una autopsia era aprender sobre la anatomía y la enfermedad 13 y este objetivo probablemente no ha variado mucho. Sin embargo, los objetivos actuales de la autopsia van un poco más allá, y son divididos en objetivos inmediatos, y objetivos mediatos. Los objetivos inmediatos satisfacen la inquietud del médico cuando decide “saber”, ya que le permiten: 1) conocer la causa de la muerte; 2) establecer una correlación anatomoclínica y en consecuencia, 3) comprender el cuadro clínico; 4) comparar los diagnósticos clínicos y anatómicos; 5) evaluar las discrepancias si es que las hubo entre los diagnósticos pre y postmortem y 6) evaluar el tratamiento. 2 Es fundamental incrementar el número de autopsias para obtener un reflejo real de la práctica en el ejercicio de la medicina, y de esta manera, mantener una base de información médica confiable, además de retroalimentar con esta información los programas de formación de las distintas especialidades médicas. 2,7 Dependiendo de las metodologías y definiciones, se sabe que en 20 a 40% de las autopsias se encuentran hallazgos significativos, desconocidos durante la vida del paciente y relevantes para las decisiones clínicas y terapéuticas que pudieron haber cambiado el pronóstico de la enfermedad. 6,7 Desde luego, la autopsia no es el único indicador de la calidad de atención hospitalaria, pero sí uno de los más valiosos, porque hace posible el acercamiento a un grupo seleccionado de pacientes: los que mueren a pesar del esfuerzo del médico y de sus recursos tecnológicos y terapéuticos. 2,7 La tasa de autopsias clínicas ha ido disminuyendo desde finales de la década de 1960, tanto a nivel mundial como local y eso es un hecho que ha sido comprobado con múltiples estudios científicos publicados en revistas científicas reconocidas 2-19 . Hay muchas razones reportadas como responsables de este hecho, pero sin duda alguna, la que ha sido señalada como más importante es la actitud de los clínicos interconsultantes a los servicios de patología 15, 19,20 . Un estudio realizado en el Royal Victoria Hospital (Belfast, Irlanda del Norte) en el que se analizó la tasa de autopsias en los años 1990, 91 y 93 y se realizó una encuesta entre los médicos a fin de indagar cual era la actitud con respecto a la disminución en la tasa de autopsias, no solo se confirmó el descenso progresivo y sostenido de la tasa de autopsias, sino también, que la razón más importante para este descenso según lo expresado por los clínicos en la encuesta era la dificultad creciente para obtener autorización de los familiares para la realización de autopsias clínicas. Algunos comentarios expresados por los participantes de estas encuestas señalan que la autorización era regularmente rechazada debido a un posible retraso en los servicios funerarios, o un punto de vista erróneo de los familiares hacia la autopsia. Los familiares de los fallecidos prefieren “mantener ladignidad física” de sus seres queridos, en lugar de los beneficios de la autopsia, entre los que se cuentan la determinación de la causa de muerte exacta. Así mismo, expresaron los clínicos que esta actitud negativa a la aceptación de la autopsia puede en cierta forma estar relacionada con innumerables y muy controversiales reportes en diferentes medios de comunicación sensacionalistas acerca de la retención de órganos 19. Otro factor que contribuye a la falta de interés en otorgar el consentimiento para la realización de la necropsia recae en que la responsabilidad para solicitar el consentimiento para las autopsias clínicas reposa en los miembros más jóvenes e inexpertos del cuerpo médico, quienes ante la falta de instrucciones precisas de que la autopsia debe solicitarse, prefieren firmar el acta de defunción que enfrentar los familiares para solicitar la autorización, y/o los posibles conflictos legales como resultado de posibles errores diagnósticos. Ha sido demostrado hasta la saciedad que el enfoque que le dé el clínico a la hora de solicitar el consentimiento afecta la posibilidad de una respuesta positiva por parte de los familiares 18,19 . Si el médico tratante no está convencido del valor de la autopsia, éste solo puede reducir los chances de obtener una respuesta afirmativa de los familiares. En este mismo estudio realizado en Belfast, así como en muchos otros artículos que tratan este tema, los encuestados señalan como segunda causa más común para la disminución de las autopsias los considerables avances en las técnicas diagnósticas modernas. Tanto las modernos métodos radiológicos, como la habilidad para obtener muestras de tejido de localización profunda bien sea con la utilización de Trucut o la aspiración con aguja fina, ha traído como resultado diagnósticos ante mortem de neoplasias malignas, y en casos donde un diagnóstico clínico parece ser razonablemente claro, la necropsia no debe realizarse. Sin embargo, aun cuando un primer diagnóstico haya sido conocido, ha sido demostrado que la autopsia puede revelar otras patologías asociadas insospechadas, de las que se pueden aprender muchas cosas y que son importantes para la compresión del caso en una forma holística, lo que beneficiaría a otros pacientes en situaciones similares 19 . En 1983, Goldman et al. Publicaron en el New England Journal of Medicine un estudio titulado The value of the autopsy in three medical eras, en el que evalúan de forma aleatoria 100 autopsias de un hospital docente en tres décadas diferentes (1960, 1970 y 1980),demostrando que en los años seleccionados para llevar a cabo la investigación, aproximadamente el 10% de las autopsias revelaban discrepancias que de haber sido diagnosticadas a tiempo hubiesen cambiado el curso clínico de los pacientes y probablemente hubiesen evitado la muerte. Así mismo, determinaron que otro 12% presentaron una enfermedad mayor no diagnosticada clínicamente pero que un cambio en el tratamiento no hubiese cambiado el desenlace 16,17 .En ese mismo estudio los autores establecen la clasificación de las discrepancias entre los diagnósticos clínicos y los hallazgos de autopsia en discrepancias mayores y menores, y ésta es posteriormente modificada por Battle et al en 1987 quedando de la siguiente manera 16,17 : 1. Discrepancias Mayores: a. Clase I: Discrepancias en diagnósticos mayores, los cuales conocidos ante-mortem hubiesen conllevado a un cambio de la terapéutica que hubiese podido prolongar la vida del paciente o incluso la cura. b. Clase II: Discrepancias en diagnóstico mayores cuyo conocimiento antes de la muerte no hubiese cambiado el curso clínico, incluso aplicando la terapéutica adecuada. 2. Discrepancias Menores : a. Clase III: Discrepancias en diagnósticos menores los cuales no están relacionados directamente con la causa inmediata de muerte, pero con síntomas que debieron ser tratados o que pudieron haber afectado la evolución clínica del cuadro clínico b. Clase IV: Discrepancias en diagnósticos menores no diagnosticables clínicamente pero con importancia epidemiológica o genética. 3. Sin discrepancias: a. Clase V: No se observan diagnósticos discrepantes. 4. Casos no clasificables: a. Clase VI: Pacientes fallecidos inmediatamente después de su ingreso sin procedimientos diagnósticos o tratamiento, sin resultados concluyentes en la autopsia después de revisar datos clínicos y anatomopatológicos. Otra conclusión digna de resaltar del estudio de Goldman y colaboradores fue que el exceso de confianza en los modernos métodos diagnósticos imagenológicos contribuyo directamente en los errores diagnósticos, determinando de esta manera que los avances tecnológicos no han reducido el valor de la autopsia como un componente vital en la prestación de un buen servicio médico. En 1999, Mort y Yeston evaluaron de forma retrospectiva la discrepancia diagnóstica, subdividiéndola de acuerdo al método de Goldman modificado por Battle (tabla 1). Evaluaron 149 pacientes, de éstos, 23% tuvieron errores clase I y 59% no tuvieron discordancia, encontraron discrepancia en 88 de 149 pacientes (59%). 10 En general, las discrepancias en las autopsias se presentan en una proporción considerable: errores clase I en 7 a 13% y errores clase II en 15 a 25% del total. Las discrepancias mayores según la enfermedad principal se presentaron en 14.85% de los casos, y en 9.8% hubieron discrepancias menores, para un total de 24.6%. Las discrepancias en la causa directa de la muerte fueron de 21.3%, similar a lo que se ha reportado internacionalmente. 8 Se han asociado mayor número de discrepancias con: estancia prolongada, menor edad, mayor número de ingresos, tumores malignos, estado crítico y enfermedades infecciosas. 8 A partir de 1993, se inició un incremento lento en el número de autopsias hasta alcanzar la cifra actual de 6.1%. El departamento clínico más demandante de este tipo de estudios fue el de neonatología, el cuál como otros servicios, ha obtenido los beneficios de la correlación anatomoclínica postmortem y de la comparación de los diagnósticos clínicos con los anatómicos, lo que les ha permitido modificar ciertas estrategias de abordaje clínico. 2 A lo largo de la historia, la autopsia ha sido ampliamente reconocida como una herramienta útil en la educación médica y en la evaluación de la calidad diagnóstica y terapéutica. 8 La dificultad, para definir un diagnóstico clínico ya fue planteada en otros estudios; y se detectó que las fallas radican en una mala valorización de los síntomas, exámenes complementarios no planteados, interpretación errónea de exámenes complementarios, fallas semiológicas y una historia clínica incompleta 11 Goldman y col. han expresado que la introducción de modernas técnicas de diagnóstico no mejora sustancialmente la calidad en los diagnósticos, porque los errores clínicos surgen en una inadecuada semiología. En ese aspecto, si bien la frecuencia de errores diagnósticos tanto mayores como menores ha descendido a lo largo de los últimos 40 años, se mantiene en un nivel relativamente alto a pesar de los avances diagnósticos y terapéuticos. 11 OBJETIVOS Objetivo general Correlacionar las discrepancias existentes entre los diagnósticos clínicos emitidos como causa de muerte y los diagnósticos finales de las autopsias consecutivas en periodo de Enero del 2012 a Enero del 2013, en el servicio de Patología del Hospital Infantil Del Estado de Sonora. Objetivos específicos 1. Identificar los diagnósticos discordantes más frecuentes. 2. Evaluar si influye el tiempo de hospitalización con el grado de discrepancias. 3. Determinar se existe relación entre la edad del paciente, y la discrepancia entre diagnósticos clínicos y anatomoclinicos.HIPÓTESIS Ha= Existe discrepancia entre el diagnóstico clínico y patológicos en el Hospital Infantil del estado de Sonora mayores al 40% del registrado en la literatura actual. Ho= No existen discrepancias entre los diagnósticos clínicos y patológicos en el Hospital Infantil del estado de Sonora. JUSTIFICACIÓN La relación entre los diagnósticos clínicos y anatomopatológicos establece un reflejo real de la práctica médica y permiten mantener una base de información confiable para establecer un control de calidad interno de los servicios de salud ofrecidos. En México existen pocos estudios que nos permitan conocer estas discrepancias en la práctica médica, así como en nuestro Hospital no existe una base de datos que nos permita conocer lo errores comunes de diagnóstico y así evitar su repetición. Es fundamental que la autopsia recupere su valor como herramienta de evaluación del clínico, con la finalidad de disminuir muertes prevenibles e incrementar la acuciosidad del personal de salud, así como el elemento generador de conocimiento en todos los niveles, tanto para el médico en formación como para el médico con experiencia. Estudios precedentes nos demuestran que aunque estadísticamente el grado de discordancia es similar a nivel global, la necesidad de abatir estas cifras se hace imperiosa; la discordancia entre los diagnósticos clínicos premortem y el estándar de oro postmortem es un indicador extremadamente valioso de la calidad de nuestra atención en el área clínica; esto a su vez debe estimular tanto al clínico como al patólogo para laborar de forma honesta y comprometida, aprendiendo de los errores sin culpabilizar, aprendiendo para mejorar, y para no caer en los mismos errores. 7 METODOLOGÍA Estudio, área y población Se realizó un estudio retrospectivo transversal descriptivo donde se revisaron las defunciones y protocolos de autopsias consecutivas realizadas en el servicio de patología del Hospital infantil del estado de Sonora en el periodo comprendido de enero del 2012 a enero del 2013. Para la recolección de datos se revisaron los protocolos de autopsias realizados en el servicio de Patología del Hospital Infantil del estado de Sonora, se realizó una base de datos de en Microsoft Excel y se utilizó análisis estadístico en programa IBM-SPSS para categorización de variables. Los datos considerados para él análisis fueron los diagnósticos clínicos de egreso basados en la Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS, haciendo énfasis en la causa básica de muerte, y la enfermedad principal expresado por los diagnósticos clínicos. Estos fueron comparados con los diagnósticos de enfermedad principal, y de causa de muerte establecidos en los informes de autopsia y se clasificaron según los criterios de Goldman para el grado de discrepancias diagnósticas. Los criterios de inclusión utilizados fueron: Protocolos de autopsias realizadas en servicio de Patología del HIES en periodo comprendido de Enero 2012-enero 2013. Como criterios de exclusión se consideraron: 1. Casos en donde no se encuentro el expediente clínico o reporte final de autopsia. 2. Casos con diagnóstico anatomopatológico de autolisis masiva, definiéndose esta como un procesos de lesión y destrucción masiva de células y tejidos provocado por procesos enzimáticos. 3. Casos con diagnósticos no concluyentes o insatisfactorios después de la autopsia. Se pudieron obtener datos a cerca de la edad, sexo, días de estancia intrahospitalaria, servicio de hospitalización y defunción, tipo de autopsia realizada. Los datos se utilizaron para realizar una descripción de la población estudiada. Consideraciones éticas: Este estudio fue revisado y aceptado por el Comité de Ética e Investigación, el cual fue registrado con el No. 020/2014. Fue un estudio retrospectivo, que está de acuerdo y cumple con las normas éticas, el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la Salud y con la declaración de Helsinki de 1975 enmendada en 1989 y códigos y Normas Internacionales vigentes de las buenas prácticas de la investigación clínica. También se hace explícito que no se realizó experimentación alguna en animales o seres humanos. RESULTADOS Del periodo comprendido de enero del 2012 a enero del 2013 se registraron de acuerdo a departamento de estadística del Hospital Infantil del estado de Sonora 277 defunciones, de las cuales se realizaron 65 protocolos de autopsias, correspondientes al 23.4%. Se excluyeron un total de 29 protocolos de autopsias por no contar con los criterios de inclusión, 22 se excluyeron por diagnóstico de autolisis masiva y 7 por no contar con un diagnóstico definitivo o no concluyente. Se revisaron 36 protocolos completos de autopsias que contaron con criterios de inclusión del presente estudio, correspondiente al 13% del total de defunciones. Se realizó una autopsia total al l00%, encontrando discrepancias diagnosticas en el diagnóstico clínico inicial en 17 casos (47.2%) y en 15 casos en el diagnostico patológico como causa directa de muerte (41.6%) como se muestra en la tabla 1. Tabla 1. Distribución de discrepancias de acuerdo a diagnóstico inicial en HIES Discrepancias Enfermedad principal Causa directa de muerte Sin discrepancia 19(52,7%) 21(58,3) Con Discrepancia 17(47,2%) 15(41.6%) Con una frecuencia de autopsias con predominio del género masculino 2:1 concordante con lo reportado en la literatura, como se muestra en la tabla 2. Tabla 2. Relación de Discrepancias con días de estancia intrahospitalaria en HIES < 1 año 2-4 5-9 10-17 Total Masculino 14 4 1 5 24(66.6%) Femenino 8 2 1 1 12(33.4%) Total 22 6 2 6 36(100%) El servicio principal tratante más frecuente de estos paciente fue el servicio de urgencias 15 casos (41.6%), seguido del servicio de neonatología con 14 casos (38.8%) como se muestra en la tabla 3. Se realizó la clasificación de los diagnósticos principales de defunción de acuerdo a la clasificación de Goldman y col., encontrándose errores o discrepancias clase I en el 30.5% de los casos en la enfermedad principal y 25% en causa directa de muerte, errores o discrepancias clase II en el 8.3% y 16,6% respectivamente, no se encontraron errores o discrepancias tipo III y tipo IV en la causa directa de defunción como se muestra en la tabla 4. Encontrándose como diagnósticos discordantes más frecuentes las enfermedades respiratorias en un 38%, seguida de las afecciones cardiovasculares en un 22% respectivamente. La causa directa de muerte clínica más frecuente las complicaciones infecciosas tales como sepsis y choque séptico en 24 casos (66.6%) y la causa directa de muerte anatomoclínica más frecuente en 13 casos (36.1%). No se encontró relación significativa con el número de días de estancia intrahospitalaria con el grado de discordancias como se muestra en la tabla 5. Tabla 5. Relación de Discrepancias con días de estancia intrahospitalaria en HIES Media N Desviación Estándar Con discrepancias 10.07 15 13.776 Sin discrepancias 8.29 21 7.982 Total 9.03 36 10.635 Tabla 3. Distribución de autopsias por servicio tratante HIES. Servicio tratante Frecuencia Porcentaje Urgencias 15 41.6% Infectologia Medicina Interna UCIP Neonatología 1 2 4 14 2.7% 5.5% 11.1% 38.8% Tabla 4. Distribución de discrepancias de acuerdo a criterios de Goldman y Col., en HIES Discrepancias Enfermedad principal Causa directa de muerte Clase I 12 (30.5%) 9(25%) Clase II Clase III Clase IV Clase V 3(8.3%) 1 (2.7%) 2(5.5%) 19 (52.7%) 6 (16.6%) 0 0 21 (58.3%) DISCUSIÓN Desde la publicación en 1983 del estudio de Goldman: se han realizado múltiples estudios a nivel mundial en los que se analiza la utilidad de la autopsia como método diagnóstico al comparar los diagnósticos pre-morten con los hallazgos de autopsia 1-8, 15,16 Los resultados varían de un país a otro, de una ciudad a otra e incluso de un hospital a otro. En el estudio de Goldman de 1983 mencionado anteriormente las discrepancias diagnosticas alcanzaron un 40% en promedio . 16 En el presente estudio se analizaron 36 casos que cumplieron con los criterios de inclusión. Encontrando discrepancias diagnosticas en el diagnóstico clínico inicial en 17 casos (47.2%) y en 15 casos en el diagnostico patológico como causa directa de muerte (41.6%) con porcentaje mayor al reportado en la literatura actual. De estos, el 38.8% (15 casos) presentaron discrepancias mayores según la clasificación propuesta por Goldman en la enfermedad principal. De estos 12 casos, el 30.5%fueron discrepancias clase I, en los que un diagnóstico adecuado hubiese generado una terapéutica diferente, que eventualmente cambiaría la evolución del caso y posiblemente evitaría la muerte del paciente. El 8.3% restante presentó discrepancias clase II, en los que a pesar del error en el diagnóstico la terapéutica adecuada no hubiese cambiado el desenlace del caso. En la causa directa de muerte se encontraron discrepancias mayores en el 41.4% (15 casos), donde se encontraron discrepancias clase I en el 25% (9 casos) y discrepancias tipo II en el 16.6%(6 casos) Estos datos, a pesar de ser ligeramente mayores que algunos de los resultados presentados por algunas de las series revisadas, no distan en gran medida de los datos obtenidos en algunas de las series analizadas. Un meta-análisis en el que se analizaban los resultados de 53 series de autopsias entre los años 1966 y abril de 2002 publicados en la literatura médica de lengua inglesa, revelaron que 42 de 53 reportaron discrepancias mayores, y de estas 42 publicaciones, 37 reportaron errores clase I. El rango para las discrepancias mayores en esos reportes variaba desde valores tan bajos como 4,1% para algunas series y 49,8% para otras, mientras que para los errores clase I los valores reportados iban desde 0% a 20,7%, con una media de 9%. A pesar que en este estudio Shojania et al. Concluyen que la posibilidad de que una autopsia pueda revelar diagnósticos insospechados de importancia para el curso clínico de un paciente ha disminuido paulatinamente, sin embargo, sigue siendo tan elevado que recomiendan el uso de la autopsia como método ideal para evaluar el ejercicio clínico 20 . Es preciso destacar que en nuestra investigación se enfatizó en las discrepancias entre los diagnósticos clínicos para la enfermedad principal y causa de muerte en relación a los hallazgos de autopsia, y esta es la razón por la cual en esta investigación hay un porcentaje casi inexistente de errores menores, ya que estos establecen discrepancias en diagnósticos menores los cuales no están relacionados directamente con la causa inmediata de muerte, pero con síntomas que debieron ser tratados o que pudieron haber afectado la evolución clínica del cuadro clínico (discrepancias clase III) o discrepancias en diagnósticos menores no diagnosticables clínicamente pero con importancia epidemiológica o genética. No existe variación significativa en la incidencia de errores diagnósticos mayores entre ambos sexos, en el presente estudio, a diferencia de lo reportado en otras publicaciones, el tiempo de evolución no representa un factor importante en la concordancia de los diagnósticos pre y post-morten. El Servicio de hospitalización que con mayor frecuencia solicitó autopsias periodo de estudio fue el servicio de urgencias 41.6% (15 casos), siendo éste el que mayor número de discrepancias mayores reportó. Es necesario destacar que la tasa de discrepancias entre los diagnósticos clínicos y patológicos, siguen siendo altos tanto en países desarrollados como en países en vías de desarrollo, en nuestro hospital en el presente estudio se demuestra que estamos por arriba de lo reportado a nivel internacional con un porcentaje mayor a 40% esperado en la literatura. A pesar de las vastas diferencias tecnológicas y epidemiológicas, y este porcentaje es aún mayor en aquellos hospitales en los que la tasa de realización de autopsia es baja. CONCLUSIÓN La falta de ejercicios Clínico-Patológicos en los que se convoque a todo el personal vinculado con la atención del paciente hospitalizado, pero especialmente en los que se involucre al personal médico es uno de los factores que inciden en el alto porcentaje de discrepancias mayores entre los diagnósticos clínicos y los hallazgos de autopsia. A pesar de la disminución en la realización de autopsias a nivel mundial, este estudio confirma que la autopsia persiste en la actualidad como el método diagnóstico más fidedigno para la obtención de los diagnósticos definitivos y, basados en este criterio es un elemento esencial de la práctica médica al confrontar los diagnósticos propuestos por los clínicos con los hallazgos obtenidos durante el procedimiento anatomopatológico. BIBLIOGRAFÍA 1. 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Discrepancies between clinical and postmortem diagnosis in critically ill patients: an observational study. Crit Care Med. 2003; 7(6): R129-R132. 1. Datos del Alumno Autor Dra. Elide Adriana Urquiza Lopez Teléfono 664 411 79 59 Universidad Centro de Estudios Universitarios Xochicalco Facultad Escuela de Medicina Número de Cuenta 512221311 2. Datos del Director Dra. Elba Vazquez Pizaña Jefe del Departamento de Enseñanza e Investigación, Calidad y Capacitacion Hospital Infantil del Estado de Sonora 3. Datos de la Tesis Título Correlación entre los diagnósticos clínicos de defunción y diagnósticos anatomoclinicos de autopsias consecutivas en el Hospital Infantil del estado de Sonora en el periodo de enero 2012 a enero 2013 Número de Páginas 35 páginas Portada Índice Texto
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