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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN SECRETARÍA DE SALUD HOSPITAL DE LA MUJER DEPRESION EN PACIENTES PROGRAMADAS PARA HISTERECTOMIA TOTAL ABDOMINAL TESIS QUE PARA OBTENER EL GRADO ACADÉMICO DE ESPECIALISTA EN GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA P R E S E N T A DR. EDDER FIGUEROA RAMIREZ ASESORES: DR. MIGUEL ANGEL VALENCIA TORRES DR. NILSON AGUSTIN CONTRERAS CARRETO MTRA. MINERVA BEATRIZ IXTLA PEREZ MÉXICO, DF. JUNIO, 2014 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 1 ______________________________________________ DRA. MARIA DE LOURDES MARTÍNEZ ZÚÑIGA DIRECTORA ______________________________________________ DR. JOSÉ JESÚS PRADO ALCÁZAR JEFE DE DIVISIÓN DE ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN _____________________________________________ DR. ESTEBAN GARCÍA RODRÍGUEZ PROFESOR TITULAR DEL CURSO DE POSGRADO EN GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA _____________________________________________ DR. MIGUEL ANGEL VALENCIA TORRES. ASESOR ____________________________________________ MTRA. MINERVA BEATRIZ IXTLA PÉREZ ASESOR _________________________________________________ DR. NILSON AGUSTIN CONTRERAS CARRETO ASESOR 2 AGRADECIMIENTOS En el largo camino de esta profesión, nos han cuestionado múltiples veces, ¿por qué ginecología?; ¿por qué medicina?. Muchas veces contesté cosas para solo salir del aprieto; en este hospital, mi hospital, encontré muchas veces la mejor respuesta, y recibí la recompensa interna y moral a tantos sacrificios que a lo largo de estos cuatro años viví junto a mis compañeros, maestros, amigos y mi mejor libro que fueron todas mis pacientes. Quiero en primer lugar agradecer, a todas mis pacientes porque me permitieron aprender y ser lo que soy ahora, no existe aún un mejor libro que estas personas que depositaron ciegamente su confianza en mí, y no tengo como agradecerles, el crecimiento personal, académico y humano que me legaron. A todas mis pacientes: ¡Gracias! Por supuesto, doy a diario gracias a Dios, que me ha dado más de lo que merezco. Te doy las gracias Padre, por todo lo que soy, todo lo que tengo y tanto que me has dado, me siento muy bendecido por esta vida tan plena que me diste. A mis padres y a mi hermana, que son los pilares de mi vida, y lo más preciado que tengo. Sin su apoyo esto no hubiera sido posible. Gracias a mi familia por haberme formado de esta manera. A mi papá; gracias porque tengo de ti, tu temple, tu fuerza y coraje para poder sobrevivir a las adversidades de la residencia. A mi mamá, porque me heredaste tu nobleza, tu gran corazón y sensibilidad que no necesariamente es debilidad, sino humanismo; eso me dio la herramienta necesaria para poder ayudar de la mejor manera que pude a tantas personas en este camino que apenas empieza. Karina… mi hermana; es sin duda alguna el ángel de la guarda en mi vida, gracias por existir y por ser nuestro motivo. 3 Quiero invariablemente agradecer a todos aquellos que fueron duros e incluso hostiles o injustos conmigo, porque me hicieron más fuerte y me hicieron querer ser el mejor. Superé gracias a ellos cualquier adversidad y ahora estoy seguro de me confirieron aún más fortaleza para lo que me espera en la vida real, que es la siguiente etapa. Gracias en especial a los Drs. Esteban García Rodríguez, Eduardo Amezcua Neri, Leonardo Antonio Naranjo Gutiérrez, Joaquín Oliva Cristerna, Mauricio Pichardo Cuevas, Edgar Alejandro Gómez Villa, por toda la confianza, paciencia y sobre todo sus enseñanzas que marcaron mi formación y lo que seré como Ginecólogo. Sin lugar a dudas, son un ejemplo a seguir y fueron quienes marcaron la pauta de lo que quiero llegar a ser, mi profundo respeto, admiración y Gracias por ser mis maestros en toda la expresión de la palabra. Maestros, que la vida les regrese siempre y multiplicado tantas cosas buenas que hicieron por mí, y solo les decreto bendiciones para su vida. A mis asesores, los Drs. Miguel Ángel Valencia Torres, Nilson Agustín Contreras Carreto, les agradezco por darse el tiempo y apoyarme en mi protocolo final. Y en general, al que ahora considero mi casa; gracias al Hospital de la Mujer, no me ha quedado duda alguna de que es el mejor hospital en este rubro. Al inicio en la etapa difícil siempre me quise ir, esperé el final con ansia, pero ahora, no quiero irme y estoy seguro que he vivido la mejor etapa de mi vida, la mejor residencia, en el mejor lugar, volvería a hacer esta elección para mi formación una y otra vez sin titubear. Por lo pronto, termino estas palabras, con un hasta luego, con dos de mis frases favoritas. 4 ¨ El parto es la única cita a ciegas, en la que sabes que conocerás al amor de tu vida…´´ ¨He aprendido… que todos quieren estar en la cima de la montaña, pero que toda la felicidad y experiencias agradables, suceden mientras se escala hacia ella… ´´ Dr. Edder Figueroa Ramírez Julio, 2014 5 ÍNDICE I. Marco Teórico 6 1. Introducción 6 2. Antecedentes históricos de histerectomía 8 3. Generalidades sobre depresión 10 4. Epidemiologia 11 5. Etiología 13 6. Diagnóstico 26 7. Tratamiento 31 8. Pronóstico 36 II. Justificación 37 III. Planteamiento del Problema 38 IV. Objetivos 39 V. Material y Métodos 40 VI. Resultados 43 VII. Discusión 51 VIII. Conclusiones 53 IX. Bibliografía 54 X. Anexos 59 6 I.MARCO TEORICO 1.1 Introducción La depresión es un trastorno emocional que se presenta como un estado de abatimiento e infelicidad que puede ser transitorio o permanente donde predominan los síntomas afectivos (tristeza patológica, decaimiento, irritabilidad, sensación subjetiva de malestar e impotencia frente a las exigencias de la vida) aunque, en mayor o menor grado, también están presentes síntomas de tipo cognitivo, incluso somático. La depresión en los últimos años ha tenido un incremento y tiene una repercusión en las funciones biológicas de primer orden como en el sueño, el apetito y el deseo sexual así como alteraciones en las relaciones interpersonales. La depresión se clasifica como primario cuando se presenta solo y es el motivo de la consulta y secundario cuando se superpone a otro problema médico o quirúrgico. La depresión es uno de los trastornos psiquiátricos más frecuentes, y es uno de los padecimientos en el que el médico no toma en cuenta de primera instancia, por lo que se diagnostica con mucha menor frecuencia que su alta incidencia. Al comparar las prevalencias de depresión entre hombres y mujeres, se evidencia en la niñez cifras equivalentes y en la adultez, es más frecuente en mujeres. Esta diferencia se observa fundamentalmente en la etapa reproductiva de la mujer y se asocia con el síndrome premenstrual,embarazo, puerperio y menopausia. Dieffenbach, cirujano alemán menciona “sacar el útero a una mujer significa la remoción del alma de la mujer, incluso si es un alma enferma, en mi opinión no existe una indicación para esta operación, el intento de 7 extirpación del útero tiene mas el carácter de un relato de asesinato que de operación quirúrgica curativa” La histerectomía quizá representa una intervención rutinaria y exenta de interés para el medico, es usual que se considere innecesario el útero excepto que la mujer planee embarazarse, para algunas pacientes la resección de su útero no implica mayores consecuencias emocionales y representa un gran alivio para las mujeres que han sufrido menstruaciones con dismenorrea, dispareunia entre otros síntomas, sin embargo las investigaciones han mostrado que para muchas otras la pérdida del útero conlleva efectos profundos en su vida futura en algunos de los casos provocando depresión2, la paciente puede experimentar sentimientos de inferioridad frente a otras mujeres, puede aparecer un sentimiento de no poder ser una mujer como las demás, perturbación en su imagen corporal, situaciones como estas afectan el entorno familiar y el desarrollo de la vida en pareja, pues si bien físicamente una mujer sometida a histerectomía puede sostener relaciones sexuales normales y satisfactorias, este miedo al vacío será compartido por la pareja que muchas ocasiones vivirá de forma angustiante el reinicio de las relaciones sexuales. Es un hecho que para muchas mujeres especialmente cuando no han tenido hijos y avanzan por la etapa reproductiva, la histerectomía puede afectar negativamente su identidad femenina, como dicha cirugía señala el fin reproductor de la paciente puede causar tensión psicológica y una sensación de mutilación, aun cuando la respuesta sexual no depende del útero, a esta difícil situación se suma la recuperación, lo que aumenta la depresión en la que puede encontrarse la paciente y por lo tanto se desencadenen vivencias sociales traumatizantes, ocasionando depresión o acentuando la ya existente, debido a esto es importante conocer el estado emocional de las pacientes que se programan para histerectomía. 8 1.2 Antecedentes históricos de histerectomía Algunas referencias de la histerectomía se remontan al siglo V a.C., en la época de Hipócrates. Los primeros intentos de extirpar el útero fueron por vía vaginal por prolapso uterino o inversión uterina. Hacia el siglo XVI d.C., ya se habían realizado varias histerectomías en países europeos tales como Italia, Alemania y España. La histerectomía vaginal se realizó esporádicamente entre los siglos XVII- XVIII.23 Los primeros intentos de histerectomía abdominal se efectuaron por leiomiomas confundidos con quistes de ovario. A comienzos del siglo XIX la laparotomía por quistes de ovario seguía siendo considerada peligrosa a pesar de los intentos iniciales exitosos de Mc Dowell en los Estados Unidos y de Emiliami en Europa durante 1815. Washington L. Atlee, de Lancaster, Pennsylvania, realizo la primera miomectomía abdominal exitosa en 1844.23,24 La apertura del abdomen solía complicarse con una hemorragia post operatoria, la que con frecuencia era fatal. El cirujano inglés A.M Heath, de Manchester, ligó por primera vez las arterias uterinas a mediados del siglo XIX pero pasarían casi 50 años hasta que su técnica se convirtiera en una práctica común. El éxito de la cirugía dependía del control de la hemorragia, la infección y el dolor. Así las ligaduras se usaban para ocluir vasos sangrantes ya en el año 1090 y Ambroise Pare inventó las pinzas arteriales a mediados del siglo XVI. Sin embargo en aquella época no había información sobre la fisiopatología de la hemorragia, el shock y las transfusiones de sangre (comenzando su disposición en el siglo XX).24 El austriaco Ignaz Semmelweiss reconoció la importancia del control de la infección en su trabajo sobre la fiebre puerperal, trabajo continuado 9 por Joseph Lister (1860) y Luis Pasteur; también Roberth Koch colaboró con sus notables descubrimientos. El norteamericano Crawford W. Long usó por primera vez éter como analgésico en 1842 y el escocés Sir James Y. Simpson inició el uso del cloroformo en la práctica obstétrica.23 En 1864 el francés Koeberle introdujo su método la ligar el gran pedículo vascular de la parte inferior del útero con un instrumento inventado por él llamado “serrenoud” (cierranudos). Fue la técnica habitual para controlar el sangrado asociado a la histerectomía durante los primeros años.24 En 1878 W.A. Freud, de Alemania refinó la técnica de histerectomía usando anestesia, una técnica antiséptica, la posición de Trendelemburg y una ligadura alrededor de los ligamentos y los grandes vasos. Este cirujano separaba la vejiga del útero y desinsertaba los ligamentos cardinales y uterosacros; luego cerraba el peritoneo pelviano. En las primeras décadas del siglo XX la histerectomía se convirtió en el tratamiento empleado con mayor frecuencia para tratar enfermedades y síntomas ginecológicos.24 La ginecología estaba en vías de desarrollarse como especialidad y los ginecólogos contaban con poco más que la cirugía para ayudar a sus pacientes. Los estrógenos y la progesterona no fueron descubiertos hasta fines de 1920 y comienzos de 1930. En la práctica moderna de la ginecología el uso apropiado de estos conocimientos y de las tecnologías diagnósticas modernas y avanzadas permiten seleccionar opciones terapéuticas más correctas para enfermedades médicas más complejas. Gracias al uso apropiado de las transfusiones de sangre y los antibióticos, y los avances en las técnicas de anestesia, un cirujano ginecólogo capaz puede realizar una histerectomía con bastante facilidad con una tasa de mortalidad que fluctúa desde 1-2/1000 a 0%.25 10 1.3 Generalidades sobre depresión Por depresión se puede entender a un síndrome o agrupación de síntomas, susceptibles de valoración y ordenamiento en unos de los criterios diagnósticos racionales y operativos, por definición, el concepto de depresión recoge la presencia de síntomas afectivos, esfera de sentimientos y emociones: tristeza patológica, decaimiento, irritabilidad subjetiva de malestar e impotencia frente a las exigencias de la vida, aunque en mayor o menor grado, siempre están presentes síntomas de tipo volitivo, cognitivo, o incluso somático.1 La depresión o el episodio depresivo según el DSM V y el CIE-10, consiste en un periodo de al menos dos semanas, en las que existe un estado de ánimo deprimido o una pérdida de interés o placer para casi todas las actividades. El sujeto experimenta además de los síntomas anteriores, otros como: cambios en el apetito o pérdida de peso corporal, alteraciones del sueño y actividad psicomotora y sentimientos de infravaloración, o culpa; dificultad para pensar, concentrarse o tomar decisiones; pensamientos recurrentes de muerte o ideación suicida y/o intentos suicidas.1 El trastorno depresivo se asocia a una alta prevalencia y a una importante carga en términos humanos y económicos, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estimado que esta enfermedad se convertirá en la segunda causa de discapacidad hacia el año 2020.29 No obstante la alta prevalencia de la depresión, se especula que esta enfermedad es subdiagnosticada, ya que su reconocimiento puede dificultarse debido a la alta frecuencia de síntomas físicos asociados, sobre todo de naturaleza dolorosa, mismos que pueden ser más evidentes que los síntomas emocionales subyacentes. Estudios actuales revelan que hasta el 76% de los pacientes con depresión 11 reportan síntomas físicos dolorosos como cefalea,dolor abdominal, dolor lumbar y dolor sin localización precisa. Además, se ha demostrado que las molestias musculo-esqueléticas inespecíficas, el dolor lumbar y el dolor precordial predicen la intensidad de la depresión.16 La probabilidad de enfermedad psiquiátrica se incrementa dramáticamente con el número de síntomas físicos, en tanto que la resolución de los síntomas físicos es un predictor importante de la remisión en el tratamiento de la depresión. Los pacientes que alcanzan la remisión completa tienen menos probabilidades de recaer. 16, 19 1.4 Epidemiología Más de 150 millones de personas en el mundo sufren de depresión en algún momento de su vida. 14 En el año 2007 la prevalencia de depresión en el mundo fue de 5.8% para hombres y de 9.5% en mujeres.157 La OMS estima que la carga de los trastornos mentales aumentará de manera significativa en los próximos 20 años. La depresión para el año 2020 será la segunda causa de años vida saludable perdidos a escala mundial y la primera en países desarrollados. 14 En México; los trastornos neuropsiquiátricos ocupan el quinto lugar como carga de enfermedad, al considerar indicadores de muerte prematura y días vividos con incapacidad. Cuatro de los padecimientos más incapacitantes son: esquizofrenia, depresión, obsesión-compulsión y alcoholismo. 12 La depresión es la primera causa de atención psiquiátrica en México. Datos de la Encuesta Nacional de Epidemiologia Psiquiátrica (ENEP)15 aplicada en 2003 señalan: Una de cada 5 personas presenta al menos una vez un trastorno mental en su vida. 13.9% refirió haber padecido alguno de los trastornos mentales durante el año previo a la encuesta, 5.8% en los últimos 30 días. Los hombres presentan prevalencia más alta para cualquier trastorno que las mujeres (30.4% vs 27.1%). Los trastornos afectivos y de ansiedad son más frecuentes para mujeres, mientras que los trastornos por uso de sustancias son más frecuentes para los hombres. En México, de acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Evaluación de Desempeño 2002-2003 (ENED) en un periodo anual previo a la entrevista el 5.8% de las mujeres y 2.8 % de los hombres de ≥ 18 años sufrieron alguna sintomatología relacionada con depresión. La prevalencia de depresión se incrementa con la edad en ambos sexos. Por grupo de edad en las mujeres menores de 40 años fue de 4% y se alcanzo una cifra de 9.5% entre las mujeres mayores de 60 años. En los hombres la prevalencia por grupos de edad fue de 1.6% y 5.0% respectivamente.16 La incapacidad laboral media para todos los trastornos depresivos y de ansiedad es de 7 días al mes superior a la de cualquier otra enfermedad crónica como el caso de las enfermedades reumáticas. En México, la ENEP encontró que los días de actividad perdidos por depresión fueron 25.5 veces mayor que los días de actividad perdidos por enfermedades crónicas. 13 Casi todos los casos de depresión se tratan en un medio de atención primaria y no por profesionales de la salud mental. Sin embargo, los médicos de atención primaria a menudo no reconocen o tratan esta enfermedad en la consulta externa por falta de entrenamiento en su diagnóstico y tratamiento, lo que puede causar morbilidad significativa no reconocida. 7,15 1.5. Etiología En la depresión mayor se consideran tres tipos de factores etiopatogénicos: genéticos, biológicos y sociales. 1.5.1 Factores biológicos Se ha demostrado que en personas deprimidas aparece una disminución de monoaminas biógenas como la serotonina, noradrenalina y dopamina a nivel del sistema nervioso central; además de alteraciones neuroendocrinas, modificaciones neuroanatómicas y desarreglos de interacción entre los sistemas inmune y neuroendocrino.12 14 1.5.2 La hipótesis de las aminas biógenas Se fundamenta en la observación de que la reserpina, alcaloide usado en el tratamiento de la hipertensión en los años 50´s, producía síntomas depresivos en un 15% de los pacientes tratados. Este efecto se asoció con una disminución de la serotonina, noradrenalina y dopamina en el cerebro por inhibición de la captación del transmisor a través de las vesículas sinápticas en la célula presináptica.13 Para comprender con mayor facilidad la importancia de la observación anterior, es necesario definir la serotonina, su origen y metabolismo. La serotonina o 5- Hidroxitriptamina (5HT) es una amina biógena que se aisló por primera vez en sangre periférica y posteriormente en el sistema nervioso central. Las neuronas que contienen serotonina han sido localizadas, por procedimientos histoquímicos fluorescentes y por técnica autoradiográficas, a nivel del tallo encefálico, principalmente en aquellas ubicadas en los núcleos del rafe. Sus axones se proyectan hacia varias regiones y de forma notable, hacia la corteza cerebral.13,14 La serotonina se produce en el sistema nervioso central y en la periféria: médula suprarrenal, intestino, plaquetas y también en linfocitos, como se ha demostrado recientemente. Presenta diversidad de funciones en los sistemas nerviosos central y periférico. Este neurotransmisor se sintetiza a partir del L-Triptófano, aminoácido esencial que se adquiere fundamentalmente en la dieta y se encuentra en alimentos como el jamón, la carne, las anchoas, los quesos maduros, los huevos y las almendras. La disponibilidad de este aminoácido a nivel sérico se asocia con la síntesis de serotonina en neuronas del tallo encefálico.14 Durante su biosíntesis, el Triptófano, por acción de la enzima triptófano (Try) hidroxilasa, se transforma en 5-Hidroxitriptófano y luego éste, por 15 acción de la 5- hidroxitriptófano (5-HTP) descarboxilasa, se transforma en serotonina, la cual es almacenada en vesículas presinápticas o metabolizada en ácido 5-Hidroxindolacético (5-HIAA) por acción de la monoaminoxidasa mitocondrial de neuronas ubicadas en los núcleos del rafe del tallo encefálico.14 Ahora bien, la asociación de los síntomas depresivos con una disminución de la concentración de la serotonina en el cerebro, dio paso a las investigaciones realizadas posteriormente, pues entre 1955 y 1958 se comprobó que los inhibidores de la monoaminoxidasa (IMAO), como la isoniazida, eran antidepresivos eficaces. La isoniazida era usada para el tratamiento de la tuberculosis y se observó cómo pacientes con tuberculosis, que además presentaban depresión, mejoraban notablemente su estado de ánimo cuando eran tratados con este fármaco.15 También se experimentó tratar con isoniazida a pacientes deprimidos sin tuberculosis y se admitió su eficacia. Los IMAO aumentan la concentración de serotonina y noradrenalina en el cerebro al disminuir la degradación de los neurotransmisores por la monoaminoxidasa.16 Los antidepresivos tricíclicos fueron descubiertos luego de los IMAO. Estos resultaron muy eficaces, debido a su acción bloqueadora de recaptación de serotonina y noradrenalina por las 5 neuronas presinápticas, prolongando la acción de estos transmisores en la hendidura sináptica. De esta forma, al igual que los IMAO, aumentan la disponibilidad de serotonina y aminas biógenas. 16,17 El tercer grupo de antidepresivos eficaces son los inhibidores de la recaptación de serotonina (ISRS), los cuales afectan sólo la serotonina y no a la noradrenalina. Por ende, los tres grupos de antidepresivos potencian la actividad sináptica de serotonina inhibiendo la recaptación del neurotransmisor o su degradación, sustentándose así que el sistema 16 serotoninérgico desempeña un papel importante en la fisiopatología de la depresión. 18,19 1.5.3 Las alteraciones neuroendocrinas contribuyen a la génesis biológica de la enfermedad depresivaLa depresión se asocia con signos de alteración hipotalámica que se manifiesta en una secreción excesiva de corticotropina (ACTH) por la hipófisis, induciendo aumento de la secreción de cortisol por la corteza suprarrenal. La secreción de ACTH es tan importante que en algunos pacientes deprimidos se puede observar aumento del tamaño de la glándula suprarrenal por medio de tomografía axial computarizada (TAC). La secreción normal de cortisol sigue un ritmo circadiano, alcanzando un pico máximo a las 8:00 AM, siendo menor en la tarde y en la madrugada. Este ritmo se encuentra alterado en el 50% de pacientes deprimidos, los cuales excretan grandes cantidades de cortisol a lo largo de todo el día, incluso mientras duermen. La administración oral de dexametasona no ocasiona en los pacientes deprimidos la supresión normal de la producción de cortisol. Cerca de 40 -50% de los pacientes continúan con niveles altos de cortisol después de recibir 1, 2 u 8 mgs de este esteroide sintético. El aumento de la secreción de cortisol es el resultado final de la hipersecreción de la hormona liberadora de corticotropina (CRH) en el hipotálamo. Recordemos que la CRH aumenta los niveles de ACTH, con las consecuencias ya mencionadas. Los niveles de CRH se correlacionan con la depresión, pues la liberación de esta hormona es 17 estimulada por la noradrenalina y la acetilcolina. Por esta razón, se infiere que la CRH y el sistema noradrenérgico se refuerzan entre sí. 1.5.4 Las alteraciones del sistema inmune se suman a las modificaciones neuroendocrinas de la depresión Se ha demostrado una alteración del eje Hipotálamo-Hipófisis- Suprarrenal (HHS) mediada por citoquinas, que son mensajeros químicos diversos y potentes secretados por las células del sistema inmunológico, entre los cuales se encuentran los linfocitos, las células T, las células B, los monocitos y los macrófagos. Estas pueden activar el eje HHS, directa o indirectamente. Directamente, a través de sus efectos sobre el CRH; indirectamente, por medio de la resistencia de los receptores a los glucocorticoides, inducida por citoquinas, originando hiperactividad del eje HHS y afectando así su inhibición por retroalimentación. Las citoquinas proinflamatorias, como la IL-6, pueden alterar los neurotransmisores enmúltiples regiones del cerebro, debido a que esta última contribuye a reducir la disponibilidad de L-triptófano, disminuyendo así la disponibilidad de serotonina en el SNC. Por otro lado, los 6 receptores de citoquinas se expresan en neuronas del SNC, lo que genera la posibilidad de que las citoquinas funcionen como neurotransmisores y ejerzan efectos directos sobre el SNC. También se ha pretendido darle una localización neuroanatómica a la depresión. Así, los estudios de tomografía por emisión de positrones (PET) y de resonancia magnética funcional (RMf) han determinado una 18 posible alteración anatómica en la corteza prefrontal ventral a la rodilla del cuerpo calloso, alterada en los casos de depresión unipolar. Durante la fase depresiva de la enfermedad, la actividad en esta región disminuye. Esta disminución parece explicarse en gran parte por la reducción del volumen (45% aprox.) de la sustancia gris de esta zona de la corteza prefrontal. 20 Esta región de la corteza prefrontal tiene extensas conexiones con otras regiones involucradas en la conducta emocional, como el núcleo amigdalino, el hipotálamo lateral, el núcleo accumbens y los sistemas noradrenérgicos, serotoninérgicos y dopaminérgicos del tronco encefálico. Las personas con lesiones en estás áreas presentan dificultades para experimentar las emociones. Dentro de los factores biológicos señalados anteriormente, es importante detenerse en el sistema inmunológico, recordar algunos conceptos básicos y entender sus alteraciones presentes en el trastorno depresivo mayor. Además, se revisará la importancia de la serotonina en la fisiopatología de la depresión y su relación con el sistema inmune. 20 Se conoce con el término inmunidad al estado fisiológico de reacción y reconocimiento de toda sustancia extraña por parte de un ser vivo. Tales elementos exógenos o foráneos son denominados antígenos. Se consideran antígenos a una amplia variedad de elementos, entre los cuales pueden incluirse microorganismos patógenos o macromoléculas de naturaleza proteica o polisacárida, no necesariamente asociados con el desarrollo de enfermedades. El reconocimiento de todo antígeno, definido de manera genérica como respuesta inmunitaria, se lleva a cabo a través de diferentes eventos celulares y moleculares. Las células y moléculas responsables de tal respuesta constituyen el sistema inmune. 19 El efecto de reconocimiento y protección contra un antígeno determinado se lleva a cabo a través de dos tipos de respuesta inmunitaria: respuesta inmune innata y respuesta inmune adaptativa. La repuesta inmune innata o natural se desarrolla como primera línea de defensa contra antígenos con actividad patógena. Se caracteriza por un efecto inmediato, cuya actividad no es estimulada exclusivamente por exposición al antígeno, ya que sus elementos efectores constitutivos existen en el organismo antes de producirse el desafío antigénico. Entre los factores efectores de la respuesta se encuentran: 1) Barreras fisicoquímicas, como la piel y mucosas. 2) Moléculas circulantes, como el complemento. 3) Células, como fagocitos mononucleares (macrófagos), polimorfonucleares (neutrófilos) o células asesinas naturales (Células NK o “natural killer cells”). 4) Factores humorales, como gamma-Interferon o Factor de Necrosis Tumoral (“Tumor Necrosis Factor” o TNF). La respuesta adaptativa o específica se caracteriza por la capacidad de reconocer antígenos con alta especificidad y desarrollar memoria inmunológica. Dicha respuesta se activa e incrementa de manera determinante ante la exposición al antígeno. Entre los principales componentes de la respuesta adaptativa se encuentran: 1) Células de la serie linfocitaria (Linfocitos T o B) y 2) Factores humorales como los anticuerpos. 21 La respuesta específica se clasifica a su vez en dos tipos: 1) Respuesta inmune celular específica, mediada por Linfocitos T y 2) Respuesta humoral o B-dependiente. Para iniciar una respuesta específica, tanto los linfocitos B como los T deben llevar a cabo procesos de activación, diferenciación y proliferación, con el estímulo del antígeno, ya sea por 20 efecto de factores solubles conocidos como interleuquinas o a través de fenómenos de interacción por contacto específico con determinantes de superficie expresados por otras células “nodrizas” o inductoras. 20,21 La inmunidad celular contra un antígeno puede ser transferida a individuos “vírgenes” (es decir, que no han sido previamente expuestos a tales moléculas) si éstos son inoculados con células de sangre completa o linfocitos T de un donante inmunizado con el antígeno, pero no a través del plasma o suero del mismo. Por el contrario, la inmunidad humoral sólo se adquiere cuando se transfiere suero o plasma de un donante inmunizado a un individuo virgen, pero no a través de células sanguíneas. 21 Los linfocitos T son los principales componentes de la respuesta celular específica. Son conocidos también como células T o timo-dependientes ya que su diferenciación y selección se lleva a cabo a nivel del timo. Células madre pluripotenciales, provenientes de la médula ósea, ingresan al timo para iniciar la diferenciación celular de los Linfocitos T. En el interior de la corteza, los timocitos existen en forma de una línea celular única que contiene los marcadores T: CD11, CD10, CD8, CD6, CD4 y CD5. La maduración definitiva de las células T acontece primordialmente anivel de órganos linfoides secundarios como ganglios linfáticos y bazo. Posteriormente, las células T en sangre periférica pueden ser clasificadas en dos poblaciones: CD4+ y CD8+. Las primeras representan el 65% de las células T; las segundas, representan el 35% restante. Los linfocitos T reconocen predominantemente antígenos peptídicos que han sido previamente procesados y seleccionados por células presentadoras de antígenos (CPA), tales como células de Langerhans y macrófagos. Más adelante volveremos a abordar los linfocitos T CD4+ y CD8+. 21 Las células B, componente primordial de la respuesta inmune humoral, son las responsables de la producción de anticuerpos. Estas últimas corresponden a moléculas glicoprotéicas circulantes en sangre periférica, que reconocen predominantemente antígenos solubles. El desarrollo ontogénico de las células B se lleva a cabo a nivel de médula ósea, mientras que los eventos finales de maduración ocurren en órganos linfoides secundarios. Por otra parte, la respuesta inmune celular específica se verá afectada por la serotonina, ya que los Linfocitos T poseen receptores y transportadores para este neurotransmisor, que a su vez está relacionado con los trastornos psiquiátricos, particularmente con la depresión. 21 En cuanto a los receptores de serotonina, es preciso mencionar que se han encontrado 7 subtipos de receptores (5-HT1, 5-HT2, 5-HT3, 5-HT4, 5-HT5, 5-HT6 y 5-HT7). Los del tipo 5-HT1 se clasifican en 5-HT1A, 5- HT1B, 5-HT1C, 5-HT1D, 5-HT1E, 5-HT1F. Los receptores 5-HT2 se dividen en 5- HT2A, 5-HT2B, 5-HT2C.14 Los del tipo 5HT1 han sido implicados en los procesos de relajación y contracción muscular. El subtipo 5HT1A particularmente interviene en la regulación de funciones cerebrales como la conducta sexual, desarrollo de episodios depresivos, estados de agresión e hipotensión ortostática, entre otros. Dicho receptor se ha caracterizado por el uso de ligandos marcados con isótopos radiactivos, como la [3H]-buspirona, [3H]- espiperona, a través de ensayos de afinidad. 19 La serotonina actúa sobre receptores pre y post sinápticos una vez que se encuentra en la hendidura sináptica, siendo retirada de este espacio por medio de su recaptación, evitando de esta forma que continúe la neurotransmisión. 22 Como se mencionó anteriormente, se ha descrito la presencia de receptores 5HT1A y 5HT2 en linfocitos T. Los receptores 5HT1A regulan la actividad de la adenil ciclasa. La activación in vitro de la serotonina disminuye la actividad de la adenilato ciclasa y, por lo tanto, reduce los niveles intracelulares de AMP cíclico (cAMP). El cAMP es un segundo mensajero intracelular con varias funciones en la célula. En las células T, la síntesis de CAMP produce la activación de la proteinkinasa a (pka), de la protein kinasa c y la inactivación del metabolismo del fosfato de inositol, lo cual ha sido asociado con la inhibición de la proliferación celular e inducción de fenómenos de citotoxicidad. Se ha demostrado que la serotonina induce la secreción de Interleukina 16 (IL -16) en los linfocitos humanos T CD8+, mas no en los T CD4+. En relación al transportador de serotonina, éste tiene la propiedad de realizar un transporte activo secundario dependiente de sodio y de alta afinidad, muy sensible a la inhibición de un grupo selectivo de antidepresivos (ISRS). Estos transportadores se encuentran en las neuronas del sistema nervioso central y también se pueden expresar en plaquetas, placenta, endotelio pulmonar, mastocitos y linfocitos. Anteriormente, las plaquetas solían ser un modelo de las neuronas serotoninérgicas, debido a la detección y caracterización funcional de estos transportadores y de receptores 5TH2 en la membrana plasmática de este grupo celular. Además, se ha registrado un aumento o ausencia de modificaciones de los receptores 5HT2 en las plaquetas de pacientes deprimidos con respecto a la de controles sanos. Sin embargo, se ha confirmado que existen diferencias significativas entre los transportadores de 5HT de las plaquetas sanguíneas y los de las neuronas serotoninérgicas del sistema nervioso central (SNC). La regulación de la función de transportadores de 5HT en células no nucleares (como las plaquetas) no puede ser igual que en células 23 nucleares. Con base en lo anterior, y basándose en la presencia de inervación noradrenérgica del tejido linfoide lo cual sugeriría una importante conexión entre el sistema nervioso central y el sistema inmune-, se demostró la expresión de un transportador de 5HT de alta afinidad en linfocitos humanos de sangre periférica. Al caracterizar el transportador de serotonina en Linfocitos T de sangre periférica de seres humanos, se evidenció que sus propiedades son similares al transportador de 5HT en el tejido neuronal. Este es un sistema de transporte activo y muestra dependencia al sodio (Na+) y a la temperatura. Cuando el Na+ es reemplazado por iones de colina, las tasas de recaptación de 5HT disminuyen en un 90%. La ouabaina, inhibidor de la bomba Na+/ K+ ATPasa, priva marcadamente la recaptación de 5HT. Por otra parte, se observa que la recaptación por linfocitos humanos muestra una dependencia del Cloro (CL-), característica de los transportadores de neurotransmisores en el cerebro. La fluoxetina, fluvoxamina y clomipramina, inhibidores específicos de los transportadores de 5HT, poseen alta potencia inhibitoria de la recaptación de 5HT en linfocitos humanos. De acuerdo con la sensibilidad a fármacos antidepresivos se han descrito dos tipos de transportadores: uno localizado en la membrana plasmática celular y otro en las vesículas citoplasmáticas de linfocitos humanos de sangre periférica, siendo el transportador de la membrana citoplasmática más sensible a dichos fármacos. Este hallazgo plantea el uso de linfocitos para determinar la presencia de alteraciones neuroquímicas que pudieran conducir a la evaluación periférica de los trastornos psiquiátricos, facilitando las investigaciones relativas a esta área. De esta forma, se ha descrito la importante relación entre el sistema inmune y la serotonina, evidenciándose así que el sistema nervioso central y el sistema inmunológico están íntimamente 24 ligados. El área dedicada a estudiar este enlace es la psiconeuroimnunología, demostrando que una perturbación en un sistema puede ser reflejada en el otro. Esta interacción ha sido documentada en distintos niveles, como por ejemplo, la modulación del eje hipotalámico-pituitario-suprarrenal por neurotransmisores o por citoquinas y también por la expresión de marcadores neurales en una variedad de células del sistema inmune. Esta interacción no sólo es bidireccional, a nivel central, y directa, mediante inervación autonómica; además, se ve afectada por la presencia de receptores de neurotransmisores en células del sistema inmune, ya que se ha demostrado la presencia de receptores 5HT1A y del correspondiente ARN mensajero en linfocitos humanos activados, así como la expresión de otros subtipos de receptores de 5HT.22 Igualmente, se han descrito en linfocitos circulantes de la rata receptores como los B adrenérgicos y los colinérgicos muscarínicos, entre otros. Un antagonista de los receptores 5HT1A, el pindobind, incrementa la producción de AMPc en células T humanas, lo que indica un efecto tónico de la 5HT sobre estos receptores en el linfocito. La 5HT periférica influye sobre la respuesta inmune a través de varios mecanismos. La inhibición de la síntesis de 5HT disminuye la proliferación celular estimulada por la IL-2 y el precursor de la síntesis de 5HT, el 5- Hidroxitriptófano, revierte el efecto. Por otra parte, se ha reportado la existencia de receptores 5HT1A en otros tipos celulares, y mediante estosreceptores, la 5HT incrementa la citotoxicidad de las células natural killer sobre células blanco como los mononucleares. Además, los receptores 5HT2A estimulan la hipersensibilidad retardada de las células T efectoras al tiempo que disminuyen la secreción de IL-16 de linfocitos T CD8+. 23 25 En el trastorno depresivo mayor se ha demostrado la reducción en el número de transportadores de 5HT de linfocitos de sangre periférica de pacientes con depresión mayor, además de la disminución del transportador de 5HT en cerebro postmortem y en plaquetas de pacientes con esta enfermedad. Asimismo, se han documentado alteraciones significativas en las funciones inmunológicas en la depresión mayor, entre las cuales se halla un incremento en el contaje de monocitos. En los pacientes con esta patología, la respuesta favorable a antidepresivos disminuye el número de monocitos sanguíneos. Por otra parte, las citoquinas proinflamatorias, tales como la IL-1, la IL-6 y el IFN-gamma, se incrementan, situación que persiste incluso después del tratamiento. Se observa también un aumento de las células natural Killer. Cabe destacar que el tratamiento con amitriptilina en pacientes con depresión mayor, en los que se registran elevados niveles de IL-6 y del factor de necrosis tumoral en sangre total, reduce los niveles del último y sólo disminuye los de IL-6 en los pacientes que responden clínicamente al tratamiento. 14 En la depresión mayor existe un compromiso inmunológico con repercusiones bidireccionales, demostrado fehacientemente. Por esta razón, resultaría interesante estudiar los marcadores del sistema nervioso central presentes en las células circulantes del sistema inmune, debido a la poca información que se tiene sobre sistemas de neurotransmisores en linfocitos de sangre periférica y sus funciones. 15 Los acontecimientos vitales desempeñan un papel esencial o primario en la depresión. Estas situaciones comprenden la muerte de un familiar próximo o de un amigo, alguna enfermedad crónica en el mismo paciente o en un familiar, problemas interpersonales, dificultades financieras, divorcio, entre otras. 26 En resumen, la etiología de la depresión mayor demuestra la intervención de múltiples factores, como los genéticos, biológicos y psicosociales, lo que hace de esta enfermedad una patología compleja. Por lo tanto, su tratamiento deberá basarse en la compresión de su etiología, integrando para ello la farmacoterapia y las intervenciones psicoterapéuticas. La farmacoterapia se basa en el uso de antidepresivos, entre los cuales encontramos principalmente a los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, los antidepresivos triciclitos (ATC) y a los inhibidores de la monoamino oxidasa (IMAO). En la actualidad, los más utilizados pertenecen al primer grupo, debido a su alta eficacia y a sus bajos efectos colaterales. Los ISRS incluyen fármacos como la fluoxetina, citalopram, sertralina y fluvoxamina.21 1.6 Diagnóstico El diagnóstico de la depresión en el adulto es completamente clínico puesto que no existe algún marcador biológico o prueba 100% específica para hacerlo. Los criterios del DSM-V-TR de la Asociación Americana de Psiquiatría son universalmente aplicados y se presentan en la tabla 1. La historia clínica completa y el examen físico exhaustivo, incluyendo la evaluación cognoscitiva, son fundamentales en la valoración del anciano con sospecha de depresión. Sin embargo, en el adulto mayor la enfermedad cubre una gran variedad de síntomas repartidos en un continuo desde un sentimiento de tristeza, inutilidad o desánimo hasta la afectación del desempeño físico y social (episodio de depresión mayor). 27 También, el diagnóstico enfrenta diversos problemas. Uno de ellos es la heterogeneidad clínica de la depresión, la cual puede manifestarse como la pérdida del interés en las actividades cotidianas, la disminución de la espontaneidad, la apatía, la irritabilidad o un estado de confusión. Además, la comorbilidad asociada es otro elemento a considerar que crea una interacción compleja entre la patología ya existente y las complicaciones derivadas del trastorno depresivo.13 Las manifestaciones de la depresión son fluctuantes y los instrumentos de detección habituales subestiman o ignoran los síntomas más característicos de la depresión, así como su variación. No obstante, el diagnóstico temprano es importante porque se trata de una enfermedad potencialmente reversible, aunque la descripción de subtipos o variantes como la depresión sin tristeza o el síndrome de depleción dificultan aún más la identificación. La sintomatología clásica de la depresión del adulto afecta las siguientes dimensiones: 1. La dimensión afectiva: llanto, tristeza, apatía, etc. 2. La dimensión cognoscitiva: desesperanza, negligencia, idea suicida, culpabilidad, etc. 3. La dimensión somática: cambio de energía, del apetito, del sueño, de la evacuación intestinal y de la libido, etc. Existen otros síntomas comunes como la magnificación en la percepción del dolor, los síntomas cardiovasculares o la pobre concentración. La ansiedad y la somatización son, sin embargo, los síntomas dominantes. Las visitas médicas repetidas sin motivos claros o la falta de objetividad en las patologías físicas son datos útiles para establecer la presencia de depresión. Es importante conocer todos los medicamentos utilizados (prescritos o no) ya que algunos están asociados al desarrollo de la depresión, por ejemplo las benzodiazepinas, los narcóticos, los 28 glucocorticoides, el interferón o la reserpina, así como descartar otras enfermedades concomitantes.19, 21 El trastorno bipolar es otra patología a descartar ya que puede cursar con depresión y por lo tanto, es importante buscar episodios de manía, alucinaciones e ilusiones. Ante la presencia de fatiga o pérdida de peso deberá descartarse la diabetes mellitus, la enfermedad tiroidea, las neoplasias o la anemia. Los pacientes con enfermedad de Parkinson pueden debutar con algún trastorno del ánimo. 19 1.6.1 Diagnostico depresión DSM V Cinco (o más) de los síntomas siguientes han estado presentes durante el mismo período de dos semanas y representan un cambio del funcionamiento previo; al menos uno de los síntomas es (1) estado de ánimo deprimido o (2) pérdida de interés o de placer. Nota: No incluir síntomas que se pueden atribuir claramente a otra afección médica. 1. Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días, según se desprende de la información subjetiva (p. ej., se siente triste, vacío, sin esperanza) o de la observación por parte de otras personas (p. ej., se le ve lloroso). (Nota: En niños y adolescentes, el estado de ánimo puede ser irritable.) 2. Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas las actividades la mayor parte del día, casi todos los días (como se desprende de la información subjetiva o de la observación). 3. Pérdida importante de peso sin hacer dieta o aumento de peso (p. ej., modificación de más del 5% del peso corporal en un mes) o disminución 29 o aumento del apetito casi todos los días. (Nota: En los niños, considerar el fracaso para el aumento de peso esperado.) 4. Insomnio o hipersomnia casi todos los días. 5. Agitación o retraso psicomotor casi todos los días (observable por parte de otros; no simplemente la sensación subjetiva de inquietud o de enlentecimiento). 6. Fatiga o pérdida de energía casi todos los días. 7. Sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada (que puede ser delirante) casi todos los días (no simplemente el autorreproche o culpa por estar enfermo). 8. Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o para tomardecisiones, casi todos los días (a partir de la información subjetiva o de la observación por parte de otras personas). 9. Pensamientos de muerte recurrentes (no sólo miedo a morir), ideas suicidas recurrentes sin un plan determinado, intento de suicidio o un plan específico para llevarlo a cabo. B. Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento. C. El episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia o de otra afección médica. Nota: Los Criterios A–C constituyen un episodio de depresión mayor. Nota: Las respuestas a una pérdida significativa (p. ej., duelo, ruina económica, pérdidas debidas a una catástrofe natural, una enfermedad o discapacidad grave) pueden incluir el sentimiento de tristeza intensa, rumiación acerca de la pérdida, insomnio, pérdida del apetito y pérdida de peso que figuran en el Criterio A, y pueden simular un episodio depresivo. Aunque estos síntomas pueden ser comprensibles o considerarse apropiados a la pérdida, también se debería pensar atentamente en la presencia de un episodio de depresión mayor además de la respuesta normal a una pérdida significativa. 30 Esta decisión requiere inevitablemente el criterio clínico basado en la historia del individuo y en las normas culturales para la expresión del malestar en el contexto de la pérdida. D. El episodio de depresión mayor no se explica mejor por un trastorno esquizoafectivo, esquizofrenia, un trastorno esquizofreniforme, trastorno delirante, u otro trastorno especificado o no especificado del espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos. E. Nunca ha habido un episodio maníaco o hipomaníaco. Nota: Esta exclusión no se aplica si todos los episodios de tipo maníaco o hipomaníaco son inducidos por sustancias o se pueden atribuir a los efectos fisiológicos de otra afección médica. El inventario de depresión de Beck o BDI (Beck Depression Inventory), es el instrumento de auto aplicación más utilizado internacionalmente para cuantificar los síntomas depresivos en poblaciones normales y clínicas, tanto en la practica profesional como en la investigación médica y epidemiología. El BDI se encuentra entre los doce test más usados en USA (Piotrowski, 1996). Así mismo, en diversos estudios han llegado a la conclusión de que el BDI es sin duda el instrumento más popular en el ámbito internacional para identificar sujetos depresivos subclínicos en los estudios de validación de los modelos de depresión (Ruiz y Bermudez, 1989; Tennen, Hall y Affleck, 1995; Vazquez, 1986, 1995; Vredenburg et al,. 1993). El BDI consta de 2l ítems que evalúan fundamentalmente los síntomas clínicos de melancolía y los pensamientos intrusivos presentes en la depresión. Es, dentro de las escalas de depresión, la que mayor porcentaje de ítems cognitivos presenta, lo que está en consonancia con la teoría cognitiva de la depresión de Beck. Otro elemento distintivo en cuanto a síntomas es la ausencia de síntomas motores y de ansiedad. 31 Este instrumento ha sido adaptado y validado al español por Conde y Useros.11 1.7 Tratamiento Una revisión sistemática de 35 ensayos clínicos aleatorios (ECA) (con 2013 pacientes y varios grados de depresión donde se compararon dosis bajas de antidepresivos tricíclicos (ADT) (75-100 mg) con placebo, mostró que dosis bajas de estos fármacos presentan 1,65 y 1,47 veces más probabilidades que el placebo de lograr una respuesta a las cuatro y seis-ocho semanas, respectivamente. La dosis estándar de ADT no obtuvo mayor respuesta y sin embargo aumentaron el número de abandonos debido a efectos secundarios.21 La guía del National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE) no recomienda el empleo de fármacos en depresión leve por presentar un bajo riesgo-beneficio y recomienda considerarlos tras fracaso de otras estrategias terapéuticas, si hay problemas psicológicos o médicos asociados o historia previa de depresión moderada o grave.26 Un gran número de estudios muestran eficacia en la repuesta frente a placebo en depresión moderada aunque hay autores que postulan la existencia de una sobreestimación del efecto debido a sesgo de publicación. Se han observado mayores tasas de respuesta y remisión en el empleo de escitalopram y citalopram a dosis altas (20 mg y 40 mg respectivamente) en ECA con 1321 pacientes en total durante 8 semanas. En la depresión grave, El National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE) recoge datos firmes respecto a la tasa de respuesta de ISRS frente al placebo, aunque débiles respecto a tasas de 32 remisión. Para la reboxetina las tasas de respuesta tanto en pacientes hospitalizados como externos fueron superiores al placebo (entre el 20 y 52%), al igual que sus comparadores activos (desimipramina, fluoxetina, imipramina).También demostró diferencias significativas en la tasa de remisión. 1.7.1 Eficacia comparativa de fármacos A pesar del arsenal terapéutico, alrededor del 38% de los pacientes no responden al tratamiento con los ISRS y los nuevos antidepresivos durante 6-12 semanas y el 54% no alcanzan la remisión. Las comparaciones incluidas por el National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE) fueron: amitriptilina con citalopram, fluoxetina, fluvoxamina, paroxetina, sertralina, amoxapina, desipramina, imipramina, lofepramina, minaprina, nortriptilina, trimipramina, maprotilina, mianserina, trazodona, fenelzina y mirtazapina. Aunque se observó una diferencia estadísticamente significativa a favor de la amitriptilina frente a otros antidepresivos (tanto individual como de clase), ésta no fue clínicamente relevante. Tampoco se observaron diferencias clínicamente significativas entre la amitriptilina y otros antidepresivos (de todos los grupos), cuando se compararon los ADT como grupo con otros antidepresivos, teniendo en cuenta los porcentajes de respuesta, la reducción de síntomas y las remisiones. En pacientes hospitalizados se observaron diferencias estadísticamente significativas, aunque no clínicamente relevantes, en el porcentaje de respuesta entre los ADT y otros antidepresivos y una diferencia significativa a favor de los ADT, en comparación con otros antidepresivos, en la disminución de síntomas. 33 Sin embargo, en pacientes ambulatorios parece existir una diferencia clínicamente significativa a favor de otros antidepresivos medida mediante tasas de respuesta, pero no en la reducción de síntomas. En una revisión Cochrane posterior no se encontraron diferencias estadísticamente significativas ni clínicamente relevantes en la disminución de síntomas, en las tasas de respuesta entre la fluoxetina y los ADT, ni entre la primera y los antidepresivos en comparaciones individuales.22 1.7.2 Duración del tratamiento El riesgo de recurrencia en la depresión mayor es alto y así, la mitad de los pacientes tienen un nuevo episodio después de sufrir el primero, el 70% después de dos y hasta el 90% después de tres. Por este motivo, una cuestión importante en el tratamiento de la depresión mayor es el tiempo que debe mantenerse el tratamiento farmacológico tras la recuperación para prevenir la recurrencia. 18 Existen pocos estudios diseñados específicamente para valorar esta cuestión y no existe acuerdo definitivo en las recomendaciones de otras guías. En general, los pacientes que dejan el tratamiento antidepresivo tienen mayor riesgo de recurrencia que los que lo siguen tomando y teóricamente, los pacientes con mayor riesgo de recurrencia serían los que más se beneficiarían de una pauta prolongada. 18,19 Además, cuanto más se prolonga el tratamiento, menor es la diferencia en el riesgo de recurrenciaentre los pacientes tratados y los controles. 34 Es decir, el beneficio de prolongar el tratamiento va disminuyendo con el tiempo. En un estudio doble ciego, 395 pacientes cuyos síntomas habían remitido previamente tras 12-14 semanas de tratamiento con fluoxetina fueron asignados a una de estas opciones: placebo 50 semanas, fluoxetina 14 semanas seguida de placebo 36 semanas, fluoxetina 38 semanas, seguida de placebo 12 semanas o fluoxetina 50 semanas. La conclusión fue que el tratamiento debe mantenerse como mínimo 26 semanas tras la recuperación, ya que el porcentaje de recaídas fue significativamente mayor en los pacientes con tratamiento placebo a las 14 y 38 semanas. Estas diferencias entre placebo y fluoxetina fueron de menor tamaño a medida que pasaron las semanas, hasta que no hubo diferencias estadísticamente significativas a las 62 semanas. En otro estudio doble ciego estas diferencias sí resultaron estadísticamente significativas a favor de mantener el tratamiento farmacológico 12 meses. 18 Información derivada de un análisis conjunto de estudios a corto plazo (6- 12 meses) encontró un NNT inferior en los tratados durante 12 meses que en los tratados durante 6, lo que parece recomendar el mantenimiento del tratamiento durante un año tras un primer episodio. 17, 18, 19 La variable que se asocia a un mayor riesgo de recurrencia y a un mayor beneficio con el mantenimiento del tratamiento es el número de episodios previos y no parece que tengan relevancia el patrón de respuesta ni el tiempo de recuperación tras el inicio del tratamiento Por último, NICE recomienda mantener el tratamiento con fármacos antidepresivos durante al menos 6 meses tras la remisión del episodio y en ese momento valorar con el paciente la posibilidad de prolongarlo teniendo en cuenta el número de episodios previos y la presencia de síntomas residuales. 17, 26 35 1.7.3 Psicoterapia Existen diferentes tipos de tratamientos psicológicos para una gran variedad de problemas de salud, incluida la depresión. Dichos tratamientos varían en la fundamentación teórica que sostienen, en el nivel de desarrollo formal de sus técnicas, en los estudios disponibles que permitan avalar su eficacia y en su utilización por parte de los profesionales sanitarios del sistema de salud. Un mismo tratamiento psicológico puede ser proporcionado en diferentes formatos (por ejemplo, individual o grupal) y emplear una duración también variable, lo cual probablemente habría que evaluar separadamente ya que podría afectar al resultado y a la eficiencia. Se han propuesto diferentes variables del paciente (personalidad, historia biográfica, nivel de escolaridad…) o del trastorno depresivo (tipo y gravedad, recurrencia previa, etc.) que podrían afectar con mayor probabilidad al resultado de la psicoterapia que al de las terapias biológicas.17 En los últimos años, las guías de práctica clínica son consistentes en reconocer la eficacia de las terapias psicológicas en el tratamiento de la depresión, especialmente aquellas que han sido diseñadas específicamente, como la terapia cognitivo conductual y la psicoterapia interpersonal.21 36 1.8 Pronóstico Aproximadamente el 80% de las personas que reciben atención médica por un episodio de depresión presentarán al menos un episodio más durante su vida, con un promedio de 4 episodios en total. Los resultados obtenidos a través del seguimiento de los pacientes de primer nivel de atención muestran que 1/3 permanece sin depresión por 11 años y cerca de un 20% presentará depresión crónica. Una revisión sistemática muestra que el pronóstico es peor en el caso del adulto mayor con eventos crónicos o recurrentes de depresión y se asocia con un aumento de la mortalidad, OR 1.73, IC 95%1.53-1.95. 7 37 II. JUSTIFICACION La histerectomía es un padecimiento frecuente en el hospital. Existen estudios que muestran que cuando la paciente presenta trastornos depresivos muestra una recuperación más tórpida incluso, con más dolor postoperatorio y más días de estancia intrahospitalaria. En nuestro hospital, no se cuenta con un estudio sobre depresión en pacientes programadas para histerectomía total abdominal. 38 III. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA En las pacientes que se someten a histerectomía se ha observado un aumento casi del doble en la prevalencia de depresión y ésta, se puede presentar tanto en el periodo en el pre y post quirúrgico. Evaluar la incidencia de depresión perioperatoria nos permitirá planear de modo integral la atención de las pacientes programadas para histerectomía total abdominal. 39 IV. OBJETIVOS a) General: Evaluar la incidencia de depresión en pacientes programadas para histerectomía total abdominal. b) Específicos: Realizar una pesquiza de depresión perioperatoria. Determinar la incidencia de depresión en el periodo prequirúrgico. Determinar la incidencia de depresión en el periodo postquirúrgico. Determinar los días de estancia hospitalaria en pacientes con depresión. 40 V. MATERIAL Y METODOS Se trata de un estudio prospectivo, transversal y analítico en una muestra de pacientes programadas para la realización de histerectomía total abdominal (HTA) durante el periodo comprendido del 1º de abril al 22 de julio de 2014. El análisis estadístico de los resultados se realizó con el programa Statistical Package for Social Sciencies (SPSS) versión 20.0 para Windows®. Se calcularon proporciones y medidas de tendencia central (media, rango), así como medidas de dispersión (desviación estándar). 5.1 Variables: a) Demográficas: -Edad. -Estado civil. b) Clínicas: -Paridad. -Indicación de la histerectomía. -Comorbilidades. c) Clasificación en estados depresión según el BDI II. -Con base en los resultados obtenidos en el instrumento BDI II , diseñado especialmente para reconocer síntomas anímicos en mujeres durante el puerperio, con consistencia interna adecuada, >84% de sensibilidad y >82% de especificidad y con alfa de Cronbach.24,25 (Anexo 1). 41 5.2 Criterios de inclusión: - Pacientes que se encuentren programadas para realizarles histerectomía total abdominal. - Declaración explícita del deseo de colaboración mediante firma del consentimiento informado (Anexo 2). 5.3 Criterios de exclusión: - Negación explícita a firmar el consentimiento informado. 5.4 Descripción de la metodología empleada a) En el estudio se utilizó la técnica de la observación indirecta, mediante la utilización de un cuestionario autoadministrado basado en las variables demográficas y clínicas seleccionadas, además del cuestionario BDI II validado al español.24 b) Para la ejecución de esta investigación, se procedió a seleccionar de manera aleatoria a las pacientes que se encontraron programadas para HTA. c) A las pacientes se les explicó con detalle los objetivos del estudio y se les solicitó firma del consentimiento informado, para después aplicarles el instrumento BDI II. El periodo de aplicación del BDI II se realizo en el mes de abril de 2014. Las participantes incluidas completaron el cuestionario en la privacidad de un consultorio mientras esperaban ser hospitalizadas. d) En el seguimiento; la aplicación del instrumento BDI II fue realizado por vía telefónica en el mes de Julio (a los 3 meses de seguimiento). 42 Las pacientes a las cuales se les detectó depresión fueron referidas al Servicio dePsicología del hospital para confirmación diagnóstica y referencia a un centro especializado en Salud Mental más cercano a su domicilio. Lo anterior es debido a que no contamos con servicio de psiquiatría y nuestro servicio de psicología es exclusivo para pacientes hospitalizadas. 43 VI. RESULTADOS Se obtuvo una muestra de 65 pacientes con una media de edad de 42.30 ± 5.84 años, rango 22-53 años. 18-29 años: 3.07% (n=2), 30-49 años: 89.23% (n=58), ≥ 50 años: 7.69% (n=5). Nivel socioeconómico: nivel 1: 32.3% (n=21), nivel 2: 50.8% (n=33), nivel 3: 12.3% (n=8), nivel 4: 4.5% (n=3). (Gráfica 1) 44 Estado civil: solteras 30.8% (n=20), casadas 40.0% (n=26), unión libre 29.2% (n=18). (Gráfica 2) El 75.4 % (n=49) no tenían antecedente de comorbilidades. De las pacientes con comorbilidades el 75.0% (n=12) correspondió a hipertensión arterial crónica y hasta un 37.5% (n=6) tenía DM2. (Gráfica 3) 45 Antecedentes ginecoobstétricos: La media de gestaciones fue de 2.37 ± 1.18, rango 0-5 gestaciones. Nuligestas 3.1% (n=2), primigestas 10.8% (n=7), multigestas 86.1% (n=56). (Gráfica 4) La media de partos fue 1.27 ± 1.39 rango 0-5 partos. Nulíparas 44.6% (n=29), primíparas 13.8% (n=9), multíparas 41.6% (n=27). (Gráfica 5) 46 La media de cesáreas fue de 1.06 ± 1.07, rango 0-3 cesáreas. Sin antecedente de cesáreas 41.5% (n=27), 1 cesárea 23.1% (n=15), ≥ 2 cesáreas 35.4% (n=23). (Gráfica 6) La media de abortos fue 0.41 ± 0.63, rango de 0-2. Sin antecedente de abortos 66.2% (n=43), 1 aborto 26.2% (n=17), ≥ 2 abortos 7.7 % (n=5). (Gráfica 7) 47 En la aplicación prequirúrgica del instrumento BDI-II el resultado global fue 9.07 puntos; los principales ítems afectados fueron: ítem 9 (pensamientos de suicidio, x=0.9), ítem 18 (cambios del apetito, x=0.75), ítem 11 (agitación, x=0.64), ítem 16 (cambios en el patrón de sueño, x=0.63), ítem 20 (cansancio/fatiga, x=0.56), ítem 21 (pérdida de interés en el sexo, x=0.56). En la aplicación postquirúrgica del instrumento BDI-II el resultado global fue 8.60 puntos; los principales ítems afectados fueron: ítem 16 (cambios en el patrón del sueño, x=0.93), ítem 19 (dificultad de concentración, x=0.87), ítem 21 (pérdida del interés en el sexo, x= 0.67), ítem 11 (agitación, x=0.60), ítem 17 (irritabilidad, x=0.68) (Tabla 1). Tabla 1. Resultados globales del instrumento BDI-II en su aplicación pre y postquirúrgica ITEM Aplicación prequirúrgica x= Aplicación postquirúrgica x= Δ= 1 0.55 ± 0.66 0.49 ± 0.58 0.06 2 0.24 ± 0.53 0.24 ± 0.46 0.09 3 0.18 ± 0.49 0.12 ± 0.37 0.06 4 0.55 ± 0.75 0.41 ± 0.55 0.14 48 5 0.46 ± 0.81 0.27 ± 0.51 0.18 6 0.12 ± 0.33 0.06 ± 0.24 0.06 7 0.18 ± 0.46 0.13 ± 0.34 0.05 8 0.46 ± 0.77 0.44 ± 0.55 0.02 9 0.9 ± 0.29 0.06 ± 0.24 0.03 10 0.50 ± 0.81 0.44 ± 0.61 0.06 11 0.64 ± 0.79 0.60 ± 0.63 0.05 12 0.24 ± 0.50 0.33 ± 0.50 -0.09 13 0.32 ± 0.66 0.16 ± 0.37 0.15 14 0.36 ± 0.67 0.26 ± 0.53 0.11 15 0.50 ± 0.64 0.33 ± 0.47 0.17 16 0.63 ± 0.62 0.93 ± 0.88 -0.012 17 0.32 ± 0.56 0.58 ± 0.49 0.05 18 0.75 ± 1.21 0.56 ± 0.58 -0.025 19 0.52 ± 0.66 0.87 ± 1.02 -0.12 20 0.56 ± 0.76 0.53 ± 0.58 -0.02 21 0.56 ± 0.76 0.67 ± 0.70 -0.11 Puntaje final 9.07 puntos 8.60 puntos 0.48 puntos La media del Δ entre la aplicación pre y postquirúrgica del instrumento BDI-II fue de 1.47 ± 7.12 puntos, rango de -26.0-1.0 puntos. 49 En la aplicación prequirúrgica del instrumento BDI-II se obtuvieron los siguientes resultados: depresión mínima 76.92% (n=50), depresión leve 10.77% (n=7), depresión moderada 9.23% (n=6), depresión grave 3.08% (n=2). (Gráfica 8). Resultados postquirúrgicos: depresión mínima 75.38% (n=49), depresión leve 12.31% (n=8), depresión moderada 12.31% (n=8); no se detectaron casos de depresión grave (Tabla 2) (Gráfica 9). Tabla 2. Clasificación por categorías BDI-II Grado de depresión BDI-II prequirúrgico BDI-II postquirúrgico Mínima 76.92% 75.38% Leve 10.77% 12.31% Moderada 9.23% 12.31% Grave 3.08% 0.0% De la muestra global el 63.08% (n=41) no presentaron cambio en el puntaje obtenido en el instrumento BDI-II a los 3 meses de seguimiento, 7.69% (n=5) presentaron mejoría y 29.23% (n=19) presentaron mayor depresión. De las pacientes que presentaron mejoría, el 40.0 % (n=2) cambiaron de depresión leve a mínima, 20.0% (n=1) de depresión moderada a leve, 20.0% (n=1) de depresión grave a moderada y 20.0% (n=1) de depresión grave a leve. De las pacientes que presentaron deterioro en el estado depresivo el 52.63% (n=10) pasaron de depresión mínima a leve, 10.53% (n=2) de leve a moderada, 10.53% (n=2) de moderada a grave, 5.26% (n=1) de leve a grave, 15.79% (n=3) de mínima a moderada, 5.26% (n=1) de mínima a grave intensidad. 50 Para comparar las medias de puntaje entre las pruebas pre y postquirúrgica (global) se utilizo la prueba T de Student pareada obteniéndose una p=0.52, la cual no es estadísticamente significativa. Para un mejor análisis se excluyeron aquellas pacientes con diagnóstico prequirúrgico de depresión leve-grave obteniéndose una p=0.13, la cual no es estadísticamente significativa. 51 VII. DISCUSION En el estudio la media de edad fue 42.30 años. Mrazek y Haggerty et al (1994) describen que la depresión tiene un pico de presentación en la adolescencia y a los 39 años de edad. Sin embargo, Klerman et al. (2004), refiere que la media de edad en el comienzo de la depresión ha disminuido en cada una de las tres últimas generaciones. De modo consistente, el riesgo de que las mujeres sufran depresión en comparación con el de los hombres en países desarrollados es de 2:1 (Nolen-Hoeksema et al, 2008). Sin embargo Culbertson et al (2011) refiere que para los países en desarrollo la relación de depresión es de 3:1 ó 4:1. La prevalencia puntual del trastorno depresivo mayor es del 3% para los hombres y del 6% para las mujeres. En este estudio, no se realizó la comparación entre ambos sexos por tratarse del Hospital de la Mujer. La depresión es un trastorno muy común en patologías médicas y también se asocia con una discapacidad funcional significativa (Ormel et al, 2004). Sin embargo, la gran mayoría de las depresiones no son atribuibles a causas médicas. En esta muestra de pacientes, el 75.4 % no presentaron comorbilidades. . En la aplicación prequirúrgica del instrumento BDI-II se obtuvo un diagnostico de depresión grave 3.08% y en post quirúrgico no se encontró ningún caso. Estos resultados se encuentran por debajo del nivel reportado. Barker (2000) menciona una incidencia de depresión en pacientes sometidas a histerectomía del 7%. Esta diferencia podría deberse a la utilización de diferentes instrumentos de cribado, puntos de 52 corte y clasificación de la depresión, por lo que no son equiparables entre si. Alvarez et al (2013) reportó un porcentaje de depresión entre el 18- 20% en el periodo prequirúrgico, mayor a lo observado en este estudio (12.31%), incluyendo depresión moderada y grave. Se enfatiza que la depresión grave se diagnosticó en 2 pacientes en el prequirúrgico, no así en el periodo postquirúrgico. Esto podría deberse a otros factores y no necesariamente al procedimiento quirúrgico. De la muestra global el 63.08% no presentaron cambio en el puntaje obtenido en el instrumento BDI-II a los 3 meses de seguimiento, 7.69% presentaron mejoría y 29.23% presentaron mayor depresión. La mejoría podría deberse a que muchas de nuestras pacientesson operadas por trastornos menstruales los cuales implican molestia y falta de deseo sexual, mejorando con la histerectomía. Por otro lado, en las pacientes que muestran mayor depresión, el deterioro psíquico podría tratarse de un significado negativo que las pacientes refieren por el retiro del útero, la pérdida de la fertilidad, entre otros factores. Esta investigación realizó un cribado de depresión en el periodo pre y postquirúrgico lo cual es una propuesta novedosa, pues la mayoría de los estudios se centran en diagnosticar esta patología en el prequirúrgico, pero sin seguimiento de las pacientes. 53 VIII. CONCLUSIONES La depresión es un grave problema de salud pública con incidencia de hasta el 20%. Es una patología subdiagnósticada sin embargo puede tener serios efectos negativos sobre la salud de la paciente postoperada y gran impacto en la dinámica familiar. El instrumento denominado “Inventario de depresión de Beck” ha mostrado en varios estudios tener una alta sensibilidad y especificidad para el diagnóstico de síntomas depresivos y cuantificar su intensidad. Los diferentes estudios difieren en cuanto a los resultados. Esto podría estar relacionado al tipo de instrumentos utilizados y a las diferentes características de la población estudiada. En este estudio, la incidencia de depresión prequirúrgica fue menor de lo reportado en la literatura internacional, sin embargo al realizar el análisis bivariado no se observó significancia estadística. Lo anterior puede deberse a que la depresión es una patología multifactorial y la cirugía puede no estar directamente relacionada al desarrollo de depresión perioperatoria. 54 BIBLIOGRAFIA 1. Martín RL, Roberts WV, Clayton PJ. 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Risk Factors for Major Depressive Disorder and the Psychological Impact of Hysterectomy:A Prospective Investigation. Psychosomatics, 2008: 49, 137-142. 9. Leppert, P., Legro, R., and Kjerulff, K. Hysterectomy and loss of fertility: Implications for women’s mental health. Journal of Psychosomatic Research, 2007;63(3): 269-274. 10. Inventario de depresión de Beck citado 01 Marzo 2014, disponible en http://telemedicinadetampico.files.wordpress.com/2011/12/inventariodede presiondebeck.pdf 11. Sanz, J; Perdigón, AL; Vazquez, C, Adaptación española del inventario para la depresión de Beck-II (BDI-II); 2 propiedadades psicométricas en población general. Clinica y salud. 2003; 14 (3): 249- 280. 12. Prieto, G., y Muñiz, J. Un modelo para evaluar la calidad de los tests utilizados en España. Papeles del Psicólogo,2000; 77, 65-71. 13. Remick, R.Diagnosis and management of depression in primary care: a clinical update and review.CMAJ 2002: 167(11):1253-1260 14. 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Consiste en contestar de modo anomino unos datos sociodemográficos breves, unas preguntas abiertas sencillas en las que usted deberá contestar lo más apegado a lo que usted considera en la respuesta, haciendo la aclaración de que no hay respuestas correctas, por ello puede contestarlas de modo más honesto posible y con la extensión y profundidad que usted desee. Finalmente, se le solicita también colabore con la investigación contestando un cuestionario de 21 preguntas de opción múltiple, que nos ayudara a detectar depresión antes y después de la cirugía. Si tiene alguna duda, no dude en preguntar. Si usted consiente en participar en el estudio, es suficiente con entregar esta encuesta contestada. Por favor, conteste de modo anónimo lo siguiente. I. CÉDULA SOCIODEMOGRÁFICA. Edad: _________________________ años. Edo civil: ( ) Soltera ( ) Casada ( ) Unión libre Padece alguna enfermedad: ________________________ Cuántos embarazos ha tenido: ______________________ Cuántos
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