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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
INSTITUTO NACIONAL DE PSIQUIATRÍA RAMÓN DE LA 
FUENTE MUÑIZ 
 
DESCRIPCIÓN DE LAS CARACTERÍSTICAS DEL PACIENTE 
PSIQUIÁTRICO EN QUIEN SE REQUIERE LA APLICACIÓN DE 
RESTRICCIÓN FÍSICA Y SU PERCEPCIÓN A ESTE 
PROCEDIMIENTO EN SU TRATAMIENTO 
DURANTE LA HOSPITALIZACIÓN 
 
TESIS PARA OBTENER EL GRADO DE ESPECIALISTA EN PSIQUIATRÍA 
QUE PRESENTA: 
DRA. LORENA GUADALUPE RODRÍGUEZ CARRILLO 
 
 
Tutor teórico: Dra. Martha P. Ontiveros Uribe 
Tutor metodológico: Dr. Enrique Chávez León 
 
México, Ciudad de México, Julio 2016 
Veronica
Texto escrito a máquina
FACULTAD DE MEDICINA 
Veronica
Texto escrito a máquina
DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 1 
Agradecimientos 
 
 
 
 
A mis tutores, Dra. Ontiveros, gracias por la confianza que siempre ha tenido en mí, por haber 
sido tan paciente y ayudarme a desarrollar este trabajo. Dr. Chávez, gracias por su apoyo y 
comprensión. Gracias a ambos por las oportunidades que me han dado y por ayudarme a 
seguir creciendo. 
 
Gracias infinitas al Ing. José Cortés, por toda su asesoría en el análisis estadístico, por su 
paciencia, gran dedicación y por haber sido mi mejor apoyo para presentar este trabajo en un 
congreso internacional. Trabajar con usted fue un grandísimo placer. 
 
Gracias a todos mis compañeros que me ayudaron en algún momento durante el proceso de 
elaboración de este trabajo. Gracias a mis maestros por todas sus enseñanzas y conocimiento, 
Dr. Merlín, Dra. Flores, Dra. Monroy, Dr. Escamilla, Dr. Vargas y Dra. Lóyzaga. Al Dr. Saracco, 
maestro y amigo, gracias por tantos consejos, lecturas compartidas, conocimiento y por ser el 
mejor ejemplo de trato al paciente. 
 
Gracias a los amigos que he encontrado en este camino, a Fátima, Lizette y Karen. Han sido 
un apoyo muy importante para mí y más allá, hemos compartido mucho más que horas de 
trabajo, hemos compartido las experiencias de vida. Gracias por todo eso. 
 
A mi hermano, agradezco que ha sido un sostén muy importante a lo largo de mi vida y que fue 
el primero en creer en mí y apoyarme al escoger el camino de la Psiquiatría. Gracias por 
haberme ayudado a encontrar mi camino. A Lorea por ser incondicional y ser mi familia. 
 
A mis padres, las palabras nunca serán suficientes. Agradezco su amor incondicional, su apoyo 
día a día, su dedicación, enseñanzas, regaños y consejos. Ustedes son los pilares de mi vida. 
He llegado a este punto de mi vida porque ustedes son mi motor y mayor inspiración. 
 
A Emmanuel, quien ha sido la mejor coincidencia en este camino, gracias por caminar conmigo 
todos los días, tu apoyo ha sido fundamental durante todos estos años, tu paciencia ha sido la 
mejor muestra de amor. 
 
 
 
A Dios por esta gran oportunidad y tantas bendiciones. 
 
 
 
Veronica
Texto escrito a máquina
 2 
Tabla de Contenidos 
 
ANTECEDENTES 3 
Definiciones 4 
Neurobiología 5 
Agitación y trastornos mentales 7 
Agitación: Sintomatología y manejo 9 
Historia y prevalencia de la restricción física en el manejo de la 
enfermedad mental 11 
Características del paciente 13 
Indicaciones y recomendaciones de uso de restricción fisica 13 
Atención Psiquiátrica en México 17 
Percepción del paciente ante la restricción física 18 
PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN 19 
JUSTIFICACIÓN 19 
OBJETIVOS 20 
HIPÓTESIS 21 
METODOLOGÍA 21 
Diseño 21 
Participantes 21 
Criterios de inclusión, exclusión y eliminación 21 
Variables 22 
Escalas e instrumentos de medición 24 
Procedimiento 28 
Análisis Estadístico 29 
CONSIDERACIONES ÉTICAS 29 
RESULTADOS 30 
DISCUSIÓN 52 
CONCLUSIONES 56 
REFERENCIAS 57 
ANEXOS 
1. Formato de Datos Clínico-Demográficos (FDCD) 60 
2. Escala de Agresión Explícita (EAE) 61 
3. Cuestionario “Actitud del Paciente hacia la Restricción Física” 62 
4. Cuestionario “SR-PPT” 63 
5. Cuestionario “Reflexión y comentarios del paciente” 65 
 3 
ANTECEDENTES 
 
La libertad individual y la dignidad son valores fundamentales en el mundo occidental. El 
artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas 
(ONU) proclamó en 1948: "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y 
derechos. Dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los 
unos a los otros en un espíritu de hermandad.” Durante las últimas décadas, el 
perfeccionamiento de los derechos humanos individuales se ha reflejado en los cuidados de 
salud como una tendencia a alejarse del esquema paternalista hacia una mayor autonomía y 
libre determinación del paciente. 24 
 
Las intervenciones restrictivas de la libertad, tales como el aislamiento y la restricción mecánica 
o física han generado polémicos debates sobre su justificación y uso en muchos países desde 
el inicio de la psiquiatría moderna. Hoy en día sigue siendo un tema difícil en los servicios e 
instituciones psiquiátricas en todo el mundo. En la segunda mitad del siglo XIX, se inició en 
Inglaterra el movimiento “No restricción”, por Connolly y Hill, dirigido hacia la prohibición total 
del uso de medidas obligatorias en el tratamiento de personas con enfermedades mentales. 
Este objetivo de “no restricción” llevó a controversias y debates que continúan en la actualidad 
en varios países europeos, sin embargo autores de recientes publicaciones de diferentes 
países concuerdan que en el presente no es posible abolir este tipo de medidas. 1 
 
El manejo del comportamiento violento en personas con trastornos psiquiátricos plantea retos 
particulares en relación con los derechos, seguridad del paciente y proveedores de salud. 
Internacionalmente, la sedación, el aislamiento y la restricción se utilizan para regular y 
contener a pacientes de alto riesgo y con posibles comportamiento peligrosos. 2 
 
Definiciones 
 
Se define sedación como la administración de medicamento, también conocido como 
restricción química o farmacológica. Se puede administrar con o sin aislamiento o restricción. 
El aislamiento se define como la colocación del paciente en una habitación cerrada, la salida 
libre está denegada, con la finalidad de proporcionar contención, aislamiento y reducción de los 
estímulos sensoriales. 
La restricción se define como la restricción manual y control de la conducta real o 
potencialmente agresiva y/o violenta. 2 
 
La restricción puede ser física o mecánica: 
 4 
La restricción física es sujetar físicamente a una persona para restringir sus movimientos 
durante un breve período de tiempo, con el fin de restaurar la calma en el individuo. Esto no se 
refiere a sujetar a una persona con el fin de aplicar una restricción mecánica. 
La restricción mecánica se refiere a la colocación de restricciones mecánicas a una persona 
impidiendo su capacidad de deambular (sujeto a la cama). 25 En este trabajo, la restricción se 
refiere a la restricción mecánica, es decir, confinar al paciente a la cama con correas.La agresión se define como un acto intencional que provoca daño corporal o mental a los 
demás. 
Violencia se define como un acto de agresión que causa daño físico. La agresión puede ser 
legítima porque tiene una función adaptativa, y también puede ocurrir sin daño corporal; por el 
contrario, la violencia es el subconjunto de la agresión que se caracteriza por el infligir 
injustificadamente un daño físico.6 
Aunque no existe una definición precisa para el término "agitación" en las enfermedades 
psiquiátricas, The Food and Drug Administration (FDA), ha observado que existen varias 
definiciones consistentes para este fenómeno conductual. Estas definiciones para "agitación" 
incluyen: 
 
• Una inquietud superior asociada con la angustia mental. 
• Actividad motora excesiva asociada con una sensación de tensión interna.7 
 
Neurobiología 
A nivel fenomenológico, la agitación es mejor vista como un síndrome transnosológico, es 
decir que se puede encontrar este clúster de comportamientos en numerosos trastornos 
psiquiátricos. Las características distintivas de este síndrome son la inquietud motora, mayor 
capacidad de respuesta a estímulos externos e internos, irritabilidad, comportamiento 
inapropiado, actividad verbal o motora sin propósito alguno, disminución del sueño y curso 
inestable con fluctuaciones de los síntomas rápidamente. 3 
 
Se ha postulado que la inquietud, una parte de la agitación, es un resultado de las alteraciones 
de las vías paralelas segregadas que pasan a través de las regiones límbicas y sensorio-
motoras del cuerpo estriado. De acuerdo al modelo propuesto por Sachdev y Kruk, la corteza 
cerebral proyecta hacia el cuerpo estriado dorsal (caudado, putamen y pallidum dorsal) y al 
estriado ventral relacionado con el límbico (núcleo accumbens, pallidum ventral, y la sustancia 
negra pars reticulata [SNR]) en un circuito estriado-pálido-talámico doblemente inhibitorio. Las 
proyecciones corticales del circuito son excitatorias, predominantemente a la corteza pre-
frontal y sensorio-motora. Esto sugiere que el cuerpo estriado promueve la excitación del 
sistema, permitiendo la expresión del movimiento generado en la corteza. La vía de salida del 
 5 
estriado está mediada por el globo pálido interno (GPI) y SNR, estos pueden considerarse 
como un solo órgano. 3 
 
El estriado proyecta hacia el GPi / SNR por 2 vías: una vía directa, consistente en neuronas 
que contienen ácido γ -aminobutírico (GABA) y sustancia P, la cual es inhibidora. Y una vía 
indirecta con neuronas que contienen GABA y encefalina. Estas últimas neuronas se 
proyectan hacia el globo pallidus externo (GPE), que a su vez proyecta hacia el núcleo sub-
talámico y luego a la GPi / SNR. La vía indirecta, por sus proyecciones doblemente inhibitorias, 
es excitatoria para el GPI / SNR. Por consiguiente, las 2 vías tienen efectos opuestos sobre el 
GPI / SNR, y a pesar de que la importancia funcional de esta organización no está clara, es 
probable que la interacción entre las dos sea importante para la actividad motora. El 
predominio de la vía directa sobre la indirecta facilitaría la actividad motora y viceversa. 
 
La figura 1 presenta las características comunes de por lo menos 4 circuitos paralelos - motor, 
dorsolateral prefrontal, orbitofrontal lateral y límbico que son, probablemente, todos los que 
participen en algún grado en la generación de inquietud y agitación. Sin embargo, la evidencia 
anatómica para este modelo sigue faltando. 
 
El aumento en la estimulación dopaminérgica del cuerpo estriado (por ejemplo, mediante 
anfetaminas o L-dopa) lleva a un aumento de la excitación por la vía indirecta o el aumento de 
la inhibición por la vía directa. Dado que la vía directa es generalmente predominante, la 
consecuencia es hiperactividad motora. 3 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 1. Circuito cortico-estriatal-talámico, en la fisiopatología de la inquietud. Abreviaturas: 5-HT = serotonina, ACh = 
acetilcolina, D = Vía directa, DA = Dopamina, DYN = Dinorfina, ENK = Encefalina, GABA = ácido γ aminobutírico, GPe 
= Globo pálido externo, GPi = Globo pálido interno, I = Vía indirecta, RAPHE = Núcleo mediano del rafe, SNc = 
 6 
Sustancia negra pars compacta, SNr = Sustancia negra pars reticular, SP = Sustancia P, SS = Somatostatina, STN = 
Núcleo suntalámico, VTA = Área tegmental ventral. Símbolos: + = excitatorio, - inhibitorio 3 
 
Anteriormente se pensaba que el sustrato neural de la agresión era el sistema límbico, en la 
actualidad se considera que este comportamiento está controlado por diferentes sistemas que 
incluyen el mesencéfalo, hipotálamo, la amígdala y el sistema límbico, así como otras 
estructuras subcorticales (como el hipocampo, el tálamo y septum pellucidum) y la corteza 
cerebral. 4 
 
El hipotálamo desempeña un papel fundamental en el control de la conducta agresiva, y 
contiene tanto sistemas facilitadores de la misma como inhibidores. El hipotálamo es crucial en 
el circuito neural de la agresión, ya que es el único lugar en el que se puede evocar la agresión 
de forma consistente en diferentes especies. La estimulación cerebral del hipotálamo medial 
provoca la conducta ofensiva, la del dorsal desencadena patrones conductuales de defensa y 
la del hipotálamo lateral facilita la conducta predatoria. 5 
Agitación y trastornos mentales 
 
La complejidad de las alteraciones conductuales que caracterizan a la agitación están 
presentes en una serie de trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia, el trastorno bipolar, la 
demencia (incluida la enfermedad de Alzheimer [AD]) y el abuso de sustancias (drogas y / o 
alcohol). Por ejemplo, la agitación se reconoce como una de las manifestaciones más comunes 
de la manía bipolar, produciéndose con una frecuencia de casi el 90%. Con respecto a la 
esquizofrenia, se ha estimado que el 21% de las consultas de urgencias psiquiátricas en los 
Estados Unidos es debido a pacientes gravemente agitados con este trastorno. En los 
pacientes con demencia, la agitación ocurre hasta en un 50% en pacientes con Enfermedad de 
Alzheimer que viven en la comunidad y en un 70% a 90% en los residentes de hogares de 
ancianos. 7 
 
La conducta de un paciente combativo puede tener numerosas causas, incluyendo una 
enfermedad psiquiátrica, pero no se limita a estos padecimientos, pues también puede ser 
secundario a abuso y abstinencia por sustancias, lesión traumática y alteraciones metabólicas. 
 
En una situación de urgencia, los médicos deben ser capaces de manejar al paciente agitado 
de manera segura, determinar si existe una causa médica o traumática que esté contribuyendo 
al estado de agitación de paciente y tomar las decisiones apropiadas para el bienestar del 
paciente. 8 
 
 7 
La agitación como un síntoma conductual, continúa siendo un objetivo terapéutico importante, 
no sólo en la fase aguda y/o de emergencia, sino también en el cuidado a largo plazo de 
pacientes con trastornos psiquiátricos. 7 
 
Es útil para el personal médico estar familiarizado con las características que predisponen a los 
pacientes a un comportamiento violento o agresivo. Entre los predictores positivos se 
encuentran el género masculino, historia previa de violencia, ser víctima de la violencia, 
historial de abuso de alcohol o sustancias y enfermedades psiquiátricas (esquizofrenia, 
trastornos de la personalidad, manía y depresión psicótica). En pacientes con esquizofrenia, 
pueden experimentar alucinaciones auditivas de comando con instrucciones para llevar a cabo 
actos violentos o ideas delirantes de que otros están tratando de hacerles daño. Estos 
pacientes pueden tener un mal apego al tratamiento, no responder al tratamiento o tener 
comorbilidad con uso de alcohol o drogas, lo cual puede conducir a un comportamiento 
violento. 10 
 
Ciertos trastornos de la personalidad, como límite y antisocial, son más propensos aun 
comportamiento violento debido a que estos pacientes tienen poco remordimiento por sus 
acciones con el personal. Los pacientes con manía también pueden presentar episodios de 
violencia y agresión durante los episodios de inestabilidad emocional. 
 
Para diferenciar entre las causas orgánicas y funcionales en un paciente con conducta agitada 
o violenta, es necesario obtener una historia clínica completa y realizar una exploración física 
minuciosa, en algunos casos puede ser preciso realizar estudios de laboratorio y gabinete. 
 
El diagnóstico diferencial es amplio en donde se incluye delirium, demencia, lesión cerebral 
traumática, enfermedad neurológica, trastornos metabólicos, infecciones, problemas vasculares 
o circulatorios, insuficiencia renal o hepática, disfunción endocrina, intoxicación o abstinencia 
del alcohol o cualquier otra sustancia, situaciones que pueden conducir al comportamiento 
fuera de control. 
 
Es importante que el médico diferencie entre causas funcionales u orgánicas y cuidadosamente 
descartar causas orgánicas, incluso en pacientes con antecedentes de enfermedad psiquiátrica 
o de abuso de sustancias. 
 
Desafortunadamente, puede ser un obstáculo el estado del paciente para realizar el abordaje 
diagnóstico, colocando tanto al paciente como personal en riesgo de lesión. 10 
 
 
 8 
Agitación: Sintomatología y manejo 
 
Los comportamientos que pueden preceder a la violencia y/o agitación incluyen actividad 
motora o verbal excesiva, irritabilidad evidente o arrebatos verbales. 9 
 
Ciertas señales puede predecir la posibilidad de un comportamiento violento. Si se observan 
estas señales, una situación puede ser atenuada antes de que aumente y se salga de control. 
Las 3 fases de la violencia deben entenderse para iniciar desescalada antes de que ocurra un 
daño y sea necesario utilizar procedimientos de inmovilización. 
 
Fase 1: Ansiedad 
En esta fase temprana, los pacientes a menudo hablan en voz alta, apresurada, incremento en 
movimientos corporales sin ningún objetivo en particular, cambios de posiciones constantes. 
Estas mismas características se ven con frecuencia en pacientes con ansiedad sin una 
propensión a la violencia, por ende pueden llegar a ser ignoradas por el personal, sin embargo 
personas propensas a la violencia, pueden escalar más allá de esta fase. Para evitar la 
progresión a la siguiente fase, muchos de estos pacientes se pueden tranquilizar simplemente 
mediante el reconocimiento de estos síntomas por parte del personal médico y establecer una 
buena relación médico-paciente. Los pacientes deben ser tratados con cortesía, respeto y 
empatía. El ofrecimiento de líquidos y alimentos puede ser útil para establecer una relación de 
confianza. Los médicos deben transmitir su preocupación por el pacientes y asegurarle que se 
encuentra en un ambiente seguro. 10 
 
Fase 2: Actitud defensiva 
En la segunda fase, los pacientes son verbalmente desmedidos, utilizando un lenguaje 
inapropiado. Su comportamiento puede ser irracional. La causa subyacente suele ser la 
sensación de que está perdiendo el control de la situación. Es necesario establecer límites a 
los pacientes en esta fase, ofreciendo algunas opciones. Los límites deben ser simples, claros, 
congruentes y aplicables; y el paciente debe saber las consecuencias de no permanecer dentro 
de estos límites. El personal debe ser profesional y permanecer tranquilo, aunque firme durante 
su interacción con el paciente. Estos pacientes pueden ser difíciles y provocar al personal. Si la 
agresión continúa o se intensifica, se puede considerar el aislamiento del paciente. 
 
Fase 3: Agresión física 
En la tercera fase, los pacientes presentan un comportamiento completamente irracional y 
fuera de control, con lenguaje amenazante o actos violentos hacia sí mismos, otros pacientes o 
el personal. Las técnicas de contención verbal son ineficaces durante esta fase, por lo que las 
restricciones físicas y químicas se justifican. Las restricciones son para la seguridad de los 
pacientes, el personal y los demás, no como un castigo. La Joint Commission subraya que las 
 9 
restricciones sólo deben utilizarse como último recurso cuando las otras intervenciones han 
sido ineficaces. 10 
 
Manejo inicial en el paciente agitado 
 
Cuando un paciente se presenta en un episodio de agitación aguda o manifiesta conducta 
agresiva, se deben tomar en primer lugar precauciones para modificar o manipular el entorno 
para maximizar la seguridad de todas las personas presentes. 
 
Entre las modificaciones ambientales se incluyen cualquiera o todas las siguientes: 
• Garantizar que el paciente está cómodo físicamente 
• Disminuir los estímulos externos ya sea mediante un aislamiento relativo (una habitación 
tranquila o una sala de examinación individual) 
• Reducir al mínimo el tiempo de espera 
• Comunicar una actitud segura, respetuosa y atenta 
• Eliminar todos los objetos potencialmente peligrosos 
• Monitorear la forma en que los miembros del personal abordan al paciente 7 
 
También se deben evaluar las instalaciones en las cuales se encuentra el paciente, así como 
unidades de aseo disponibles, pues en caso necesario se deberán modificar para disminuir el 
riesgo de que dichos objetos sean destruidos con el propósito de infligir lesiones a otros o a sí 
mismos. 
 
Con respecto a la aproximación al paciente agitado, el personal médico y otro personal deberá 
ser instruido para mantener la calma, una distancia segura, identificar señales de violencia, 
respetar el espacio personal del paciente, evitar la confrontación directa, evitar el contacto 
visual directo, prolongado e intenso, y evitar cualquier lenguaje corporal que pudiese ser 
interpretado como una amenaza o confrontación. 
 
El primer enfoque terapéutico para el paciente agitado generalmente implica la de-escalada 
verbal ("calmar" o "ser condescendiente"), mediante el personal calmado, en control y 
simultáneamente transmitiendo empatía e interés profesional por el bienestar del paciente, 
garantizándole que está libre de peligro. 
 
Si a pesar de las intervenciones iniciales, la agitación del paciente empeora convirtiéndose en 
una prioridad la seguridad del paciente o de los demás, el objetivo inicial del tratamiento será 
únicamente realizar aquello que sea necesario para garantizar la seguridad del paciente, los 
demás y al mismo tiempo facilitar la reanudación de las relaciones interpersonales. 
 
 10 
El objetivo final del tratamiento en un episodio de agitación no ha sido bien definido, sin 
embargo se ha llegado a considerar la tranquilización como un objetivo final del tratamiento. 7 
 
El manejo farmacológico del paciente agitado puede funcionar ya sea como tratamiento 
primario o como complemento de otras medidas de de-escalada. 7 Se han empleado 
tradicionalmente 3 clases diferentes de medicamentos: antipsicóticos típicos, especialmente 
haloperidol; benzodiacepinas; y más recientemente, los antipsicóticos atípicos. 9 
 
Cuando las estrategias de de-escalada son ineficaces para que el paciente coopere, se puede 
considerar el uso de restricción física y química. Una vez que la decisión de utilizar algún 
método de restricción es importante considerar las políticas del hospital, mismas que se 
sugiere sean derivadas de los estándares la Joint Commission sobre aislamiento y restricción. 
10 
 
Historia y prevalencia de la restricción física en el manejo de la 
enfermedad mental 
 
Desde que se tiene registro en la historia, las personas que han sido etiquetadas como "loco" 
han sido retenidas físicamente de alguna manera – ya sea confinadas a espacios pequeños, 
encadenadas, o atadas con cuerda o tela. Con el tiempo, los métodos han cambiado, pero ha 
prevalecido un elemento de coacción y la necesidad de alguna forma de tratamiento 
involuntario dentro de la psiquiatría. 11 
 
El uso de medidascoercitivas tiene una larga historia como parte del abordaje de la 
enfermedad mental. Los fines y formas de estas medidas han variado con el tiempo, de 
acuerdo a las creencias de la sociedad con respecto a la naturaleza y posibilidad de curación 
de la enfermedad mental. La primera explicación para la enfermedad mental involucró la 
posesión por malos espíritus y demonios, una creencia que prevaleció hasta los siglos XVI y 
XVII. 33. Los enfermos mentales llegaron a ser torturados en un intento de expulsar al demonio. 
A menudo, estas personas eran confinadas en bodegas y jaulas La atención era 
responsabilidad principalmente de los familiares y de aquellos que deseaban alcanzar un 
mérito a través de la caridad. Durante los siglos XVIII y XIX, continuaban estas prácticas, 
cuando se aislaban a individuos peligrosos o con comportamientos perturbadores. Los puntos 
de vista pesimistas y punitivos sobre las enfermedades mentales prevalecieron y las medidas 
coercitivas continuaban utilizándose principalmente como formas de castigo. 34 
 
Desde la primera mitad del siglo XIX, se incluyó en las alas de psiquiatría de los hospitales el 
uso de restricciones mecánicas, como una forma de tratamiento psicológico con el fin de 
ayudar a los pacientes a recuperar el autocontrol. 35 Durante el mismo período, se inició un 
 11 
fuerte movimiento de anti-restricción en la Gran Bretaña, con el cual se reemplazaron las 
intervenciones de restricción mecánica por restricción física en algunos lugares. Se crearon 
cuartos de aislamiento acolchados, un artilugio desarrollado por el médico Inglés John Conolly, 
y únicamente utilizados como último recurso. 36 Los partidarios de las restricciones mecánicas 
criticaron el movimiento anti-restricción y cuestionaron la restricción física que, a su juicio, era 
ejercer la fuerza física personal en contra de los pacientes. También cuestionaron el 
aislamiento porque el paciente era más susceptible de abandono y aislamiento social. 34 
 
Para regular todo lo anterior en 1987, en Estados Unidos, se formuló la Ley de Ómnibus de 
Reconciliación para regir el uso de la restricción. De igual forma en agosto de 1999, los Centros 
Medicare y Servicios de Medicaid realizaron un mandato preliminar, para el uso de restricción 
en todos los establecimientos de hospitalización psiquiátrica que recibían fondos federales, 
utilizando como regla que un médico debe evaluar la necesidad de restricción después de una 
hora de inicio, el paciente debe ser monitoreado continuamente por el personal durante la 
restricción y evaluado para retirarla lo más tempranamente posible. 11 
 
Prevalencia del uso de restricción física 
 
A pesar de la controversia sobre el uso de la restricción, los estudios han demostrado que en 
muchos países, más del 20% de los pacientes psiquiátricos jóvenes y adultos se restringen 
físicamente en algún momento durante su estancia en el hospital. 12 
 
La frecuencia de la restricción física es muy variable. Por ejemplo, en el Reino Unido, la 
restricción mecánica está prohibida; por lo tanto, su prevalencia es de 0. En Italia, la frecuencia 
varió desde 10 hasta 20 veces a través de diferentes centros e incluso en el mismo hospital, en 
diferentes salas, existe una variabilidad sustancial. La frecuencia cambia considerablemente 
de un país a otro, e incluso entre los diferentes hospitales en el mismo país, y dentro de un 
hospital en diferentes períodos de tiempo. 
 
Existe cierta correlación entre la restricción física y trastornos psicóticos, la gravedad de la 
psicopatología, edad joven, sexo masculino, nivel de agresión, hora de admisión, origen étnico, 
ingreso involuntario y la calidad de la formación del personal. 19 
 
Con los datos disponibles, la incidencia en promedio del uso de restricción física en estudios de 
Estados Unidos fue del 14%, con tasas mayores en los servicios de urgencias psiquiátricas que 
en otros entornos. Entre los países europeos (excluido el Reino Unido), las tasas medias 
fueron más altas para Polonia (22%) y la más baja para Finlandia (3%). El promedio nacional 
en Estados Unidos fue similar a la media de las muestras europeas combinadas (11%) y Japón 
(18%) y lo mismo que la tasa de Israel (14%). 20 
 
 12 
Características del paciente 
 
Los estudios sobre el uso de aislamiento y restricción mecánica, que exploran la influencia de 
los factores demográficos y clínicos, como la edad, género, diagnóstico y gravedad, han 
producido resultados contradictorios. Se ha encontrado consistentemente que los pacientes 
más jóvenes suelen ser contenidos y aislados con mayor frecuencia. 26 Sin embargo, otras 
investigaciones han fracasado en encontrar una asociación entre la edad y el uso de restricción 
física. Algunas investigaciones sugieren que mientras que los pacientes más jóvenes son más 
propensos a ser restringidos mecánicamente, los pacientes de edad avanzada son restringidos 
y aislados durante períodos más largos de tiempo. 27 
Los hallazgos en relación al género son inconsistentes, existe evidencia que sugiere que este 
tipo de intervenciones son más frecuente entre los pacientes de sexo femenino 28, y a su vez la 
existencia de la evidencia contradictoria, en la cual son los pacientes varones en quienes se 
aplica este tratamiento más frecuentemente 29, o bien, investigaciones en las cuales no se 
encuentran diferencias en cuanto al género. 30 
Existen índices más altos de aislamiento y restricción mecánica en los pacientes psicóticos en 
comparación con los pacientes no psicóticos, entre los pacientes con esquizofrenia. 31 También 
se han relacionado a la restricción mecánica los trastornos de personalidad, el retraso mental, 
trastornos orgánicos, trastornos por uso de sustancias. 28, 30 Se han reportado tasas más altas 
de restricción durante los primeros días después del ingreso hospitalario. 32 
 
Los resultados contradictorios en la evaluación de los factores clínicos relacionados al uso de 
medidas coercitivas pueden explicarse por el hecho de que han sido realizados en un único 
hospital y con evaluaciones durante un único momento. En los diferentes estudios se han 
utilizado diferentes poblaciones y definiciones, lo cual también da pie a resultados tan 
contradictorios. 
 
Indicaciones y recomendaciones del uso de restricción física 
 
La restricción física es una intervención comúnmente utilizada en el tratamiento de conductas 
violentas y disruptivas en psiquiatría. La restricción implica dispositivos diseñados para limitar 
los movimientos corporales de un paciente, como sujetadores de extremidades, chalecos de 
seguridad y vendajes. Se sugiere su uso para prevenir lesiones y disminuir la agitación y 
violencia del paciente, sin embargo puede tener efectos físicos y psicosociales nocivos en el 
paciente y el personal. 13 
 
La restricción física puede suponer un riesgo físico y psicológico sustancial. El efecto 
traumático de la restricción coercitiva, especialmente entre los pacientes con antecedentes de 
trauma, puede inducir sentimientos de terror, humillación e impotencia. Entre las 
 13 
complicaciones físicas se incluyen las lesiones ortopédica, rabdomiólisis, trombosis, asfixia y 
muerte. Las lesiones en el personal no se han descrito con claridad pero son comunes. Debido 
a estos efectos adversos se ha puesto en duda la ética de la restricción por su impacto en la 
autonomía del paciente, principio de no maleficencia y beneficencia clínica. Sin embargo, 
debido a los comportamientos violentos durante los episodios de agitación, existen riesgos 
significativos para los pacientes y otras personas, por ende la restricción y el aislamiento 
siguen siendo intervenciones comunes en psiquiatría. 14 
 
Las indicaciones para restringir un paciente incluyen: 
• Prevenir el daño hacia el propio paciente. 
• Evitar el daño a otros pacientes. 
• Prevenir el daño a los cuidadores y otropersonal. 
• Prevención de una conducta disruptiva grave y daños al entorno. 
 
Puede ser útil para permitir que el médico realice una exploración física detallada en un 
paciente con alteración del estado mental o cuando es necesario aplicar un medicamento de 
forma segura. Aunque restringir a un paciente pudiese ser riesgoso, el utilizar esta forma de 
tratamiento de manera apropiada en pacientes agitados puede ser menos riesgo que el no 
utilizarla, lo cual puede conducir a un retraso en el tratamiento o lesiones para el personal. El 
uso de restricciones nunca debe ser usado para conveniencia del personal. 15 
Restricción física: Recomendaciones 
 
Desde la década de 1970, tanto las Naciones Unidas (ONU) como el Consejo de Europa 
comenzaron a perfeccionar la protección a la dignidad, los derechos humanos y las libertades 
fundamentales de las personas con enfermedad mental. Ambas organizaciones han prestado 
especial atención a aquellos pacientes que se encuentran en tratamiento involuntario. En 1978, 
la Comisión de Derechos Humanos de la ONU aprobó una resolución para la protección de 
personas detenidas por motivos de salud mental. La Resolución de la ONU para la Protección 
de Enfermos Mentales y Mejoramiento de la Salud Mental fue promulgada más de diez años 
después, en 1991. Ya desde 1977, el Consejo de Europa adoptó una postura en la cual de 
identificó la necesidad de protección jurídica para personas con alguna enfermedad mental, en 
1983 realizó recomendaciones con respecto a los derechos de un paciente en tratamiento 
involuntario, en 1994 se realizaron las recomendaciones sobre la psiquiatría y los derechos 
humanos, y la más reciente recomendación en 2004. Estas recomendaciones internacionales 
no tienen una vinculación jurídica, pero sí una obligación moral. Ambas organizaciones han 
dado recomendaciones específicas sobre el uso de restricción y aislamiento en la psiquiatría. 
21 
 
De acuerdo con el principio 11 de la Asamblea General de la ONU: “No se someterá a ningún 
paciente a restricciones físicas o a reclusión involuntaria salvo con arreglo a los procedimientos 
 14 
oficialmente aprobados de la institución psiquiátrica y sólo cuando sea el único medio 
disponible para impedir un daño inmediato o inminente al paciente o a terceros. Esas prácticas 
no se prolongarán más allá del período estrictamente necesario para alcanzar ese propósito. 
Todos los casos de restricción física o de reclusión involuntaria, sus motivos, su carácter y 
duración se registrarán en el historial clínico del paciente. Un paciente sometido a restricción o 
aislamiento será mantenido en condiciones dignas y bajo el cuidado y la supervisión inmediata 
y regular de personal calificado. Se dará pronto aviso de toda restricción física o reclusión 
involuntaria de pacientes a los representantes personales, de haberlos y de proceder.” 22 
 
Como complemento de la Resolución aprobada por la Asamblea General de la ONU, la 
Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el libro “Recursos sobre Salud Mental, 
Derechos Humanos y Legislación” en el año 2005, con intención de proporcionar orientación 
sobre la legislación de la salud mental en todo el mundo. En relación con el uso de aislamiento 
y restricción, la OMS recomienda la legislación nacional para garantizar que se utilizan como 
último recurso para evitar un daño y peligro inmediato o inminente para sí mismo o de otra 
persona, durante el período más corto de tiempo, y nunca como castigo o de acuerdo a la 
conveniencia del personal. 
 
En el 2004, de acuerdo con la Asamblea General de la ONU, el Consejo Europeo introdujo el 
artículo 27 en relación al uso de aislamiento y restricción: "El aislamiento y la restricción sólo 
deben utilizarse en las instalaciones adecuadas, bajo el principio de mínima restricción, para 
evitar un daño inminente para la persona en cuestión o de otras, y en proporción al riesgo que 
conlleva. Tales medidas sólo deben utilizarse bajo supervisión médica, y deben ser 
debidamente documentadas. Además, la persona bajo este tratamiento, deben supervisarse 
regularmente; y los motivos y la duración de tales medidas deben ser registrados.” 
Contrariamente a sus anteriores recomendaciones, el Consejo Europeo no ha prohibido el uso 
de contención mecánica desde 1994. 23 
 
Cada institución debe tener un protocolo detallado para la aplicación de restricción. Todos los 
miembros del equipo de contención deben ser entrenados apropiadamente y estar 
familiarizados con el procedimiento. El equipo debe tener al menos cinco miembros, entre ellos 
un líder quien explica el proceso al paciente en un lenguaje claro. Esta aclaración por sí sola a 
veces puede promover un mejor comportamiento en un paciente agresivo. De ser posible, al 
menos un miembro del equipo debe ser mujer, sobre todo cuando el paciente es mujer. Antes 
de entrar en la habitación e iniciar el procedimiento, se deberán retirar todos los objetos 
personales que podrían ser utilizados como un arma, incluyendo objetos aparentemente 
benignos como collares, cordones con identificaciones, estetoscopios alrededor del cuello, 
corbatas, o aretes colgantes. Durante el procedimiento, el líder del equipo asegura la cabeza 
del paciente, mientras que cada uno de los otros miembros toma el control de una extremidad 
pre asignada. Cada extremidad debe ser asegurada sobre una articulación mayor (codo, 
 15 
rodilla) y el sistema de restricción debe estar vinculado al armazón de la cama, no sobre los 
pasamanos. 16 
 
Si un paciente debe permanecer en posición prona, la vía aérea debe permanecer en todo 
momento sin obstrucciones y asegurar la expansión de los pulmones al no ejercer una presión 
excesiva sobre la espalda. La restricción en posición supina predispone al paciente a 
aspiración. Si un paciente debe permanecer en posición supina, en cuanto sea posible se debe 
girar la cabeza hacia un lado y elevar la cabecera de la cama. Si se utilizan sistemas de 
restricción de cuatro puntos, los brazos deben estar asegurados de manera que un brazo esté 
arriba y otro abajo. Esta posición hace que sea difícil para el paciente generar la fuerza 
suficiente para volcar la camilla. Si se usan sistemas de retención de dos puntos, el brazo y la 
pierna contralateral deberán sujetarse. Si se necesita una sujeción adicional, se puede colocar 
una sábana alrededor del pecho y fijarse a la camilla, teniendo cuidado de que la sábana no 
esté tan apretada que impida la expansión torácica adecuada. 17 
 
Se pueden utilizar restricciones suaves en pacientes semi cooperadores, pero para los 
pacientes que son combativos e intentan escapar, se prefieren correas de cuero. En pacientes 
con forcejeo constante, las restricciones suaves pueden apretarse más con esos movimientos y 
causar compromiso circulatorio, mientras que las restricciones de cuero rara vez ponen en 
peligro la circulación distal, aunque son más difíciles de cortar y quitar durante una emergencia. 
Durante la restricción, los pacientes deben estar bajo observación continua y estrecha 
vigilancia. Es importante realizar cambios de posición para prevenir rabdomiólisis, úlceras por 
presión y parestesias. 17 
 
El médico tratante no debe participar en el proceso de restricción para preservar la relación 
médico-paciente. Sin embargo, es necesario que un miembro del equipo médico esté presente 
durante el proceso para monitorizar al paciente. Se requiere de una cuidadosa documentación 
por parte del médico y enfermera. El médico deberá reportar las técnicas verbales que se 
utilizaron y que no tranquilizaron al paciente, la indicación específica por la cual se realiza el 
procedimiento de restricción, el tiempo durante el paciente se mantuvo sujeto, así como el plan, 
tratamiento y la capacidad de decisión del paciente. La enfermera deberá incluir la evaluación 
periódica de los signos vitales del paciente, su estado generaly necesidades particulares. 
Deberá haber una reevaluación cada 15 minutos para identificar signos de lesiones asociados 
a la aplicación de las restricciones, medición de signos vitales, estado de hidratación y 
nutrición, circulación, rango de movimiento de las extremidades, higiene, estado psicológico, 
comodidad del paciente y posibilidades de retirar la restricción. 18 
 
El paciente debe ser reevaluado por un médico cada cierto tiempo predefinido. En cuanto sea 
clínicamente apropiado, se deberán retirarse las sujeciones, una a la vez, en intervalos de 5 
 16 
minutos hasta que queden únicamente dos. Si después de eso, el paciente continúa siendo 
cooperador, los últimos dos se podrán retirar. 
 
De acuerdo a las guías y estándares de la Joint Commission: 
 1. Un médico o un profesional autorizado debe ver y evaluar al paciente dentro de la 
primera hora de la intervención. 
2. El aislamiento o restricción sólo pueden utilizarse cuando exista una justificación 
clínica y después de haberse considerado otras alternativas de tratamiento. 
3. El aislamiento y las restricciones deben tener un límite de tiempo: 4 horas para los 
adultos (mayores de 17 años), 2 horas para adolescentes (9-17 años), 1 hora para los 
pacientes menores de 9 años. 
4. Los pacientes deben tener evaluaciones periódicas con la intención de retirar la 
restricción lo más pronto posible. 
5. Una vez llegado al término del tiempo límite, el médico deberá evaluar 
personalmente al paciente antes de dar la orden de nuevamente iniciar el conteo de 
tiempo límite. 
6. El jefe del servicio deberá ser notificado después de 12 horas de aislamiento o 
restricción continua y a partir de ese momento cada 24 horas. 
7. Con el consentimiento informado del paciente la familia debe ser notificada, en 
cuanto se inicia el aislamiento o restricción. 
8. El personal debe realizar una entrevista al paciente, una vez que se ha terminado la 
intervención, para reflexionar con el paciente. 18 
Atención Psiquiátrica en México 
 
En México, de acuerdo a la NOM-025 SSA, sobre la prestación de los servicios de salud en 
unidades de atención integral hospitalaria médico-psiquiátrica: 
 
• Se requiere del consentimiento informado del paciente y tutor o representante legal, 
como base de la atención psiquiátrica e ingreso a unidades de hospitalización, 
pudiendo ser el ingreso voluntario o involuntario. 
• El tratamiento que se utilizará será de enfoque psicosocial y estará de acuerdo con los 
principios científicos, sociales y éticos válidos y vigentes conforme a los estándares 
internacionales y con pleno respeto a los derechos humanos. 
• El uso de tratamiento farmacológico debe ser administrado por necesidades de salud y 
a partir de un diagnóstico, sólo con fines terapéuticos y nunca como un castigo o para 
la conveniencia de terceros que no sean las y/o los usuarios. Todo uso de 
medicamento debe ser reportado en el expediente clínico. 
• Se debe promover un ambiente y acciones para la participación activa de la o el 
usuario en su tratamiento. 
 17 
• El personal que labora en las unidades para la atención integral hospitalaria médico 
psiquiátrica, tiene la obligación de vigilar y proteger la integridad física y mental de las 
y los usuarios. 
• No se someterá a ningún usuario a restricciones físicas o a reclusión involuntaria en 
ningún caso, salvo con arreglo a los procedimientos oficialmente aprobados por la 
unidad de atención integral médico-psiquiátrica y sólo en los casos en que se 
demuestre que estos sean el único medio disponible para impedir un daño inmediato o 
inminente para el usuario o terceros. 
• Se establece que el aislamiento del usuario es innecesario y violatorio de los derechos 
humanos, por lo que queda prohibido el uso e instalaciones de patios y cuartos de 
aislamiento en cualquiera de las unidades de atención integral hospitalaria médico-
psiquiátrica. 
 
Esta norma tiene concordancia y da seguimiento a la Norma Internacional "Principios para la 
Protección de los Enfermos Mentales y el Mejoramiento de la Atención a la Salud Mental" 
adoptados por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, y es 
concordante con la Declaración de México para la Reestructuración de la Atención Psiquiátrica. 
38 
Percepción del paciente ante la restricción física 
 
Si bien hay muy poca evidencia que apoya la eficacia y la seguridad de la restricción física, 
dicha práctica tiene una larga historia de uso como se mencionó anteriormente. De hecho, 
aunque no hay suficiente información en la literatura acerca de los beneficios de la restricción 
física, sí hay abundantes estudios que hablan acerca de las complicaciones de esta 
intervención. La restricción física se ha asociado a más días de hospitalización, mayor 
mortalidad y tasas más altas de úlceras por presión, infecciones nosocomiales, caídas, así 
como mayor riesgo de ciclos repetitivos de agresión por parte de los pacientes hacia el 
personal. A pesar de que se ha visto que la opinión y perspectiva de los pacientes es 
importante pues mejora la relación médico-paciente y la adherencia la tratamiento, hay muy 
pocos estudios acerca de la perspectiva del paciente ante esta intervención. 
 
En una revisión completa de la literatura cualitativa acerca de la perspectiva del paciente ante 
la restricción física, se encontró a grandes rasgos que puede generar un impacto psicológico 
negativo, una re-traumatización, percepción de prácticas poco éticas y sentimientos de 
desesperanza. 37 Los participantes de doce diferentes estudios reportaron más experiencias y 
sentimientos negativos que positivos. En la discusión con los pacientes acerca de su 
percepción, los temas más comunes fueron la ira, el miedo, la humillación, la deshumanización, 
la impotencia, la angustia, la vergüenza, y la sensación de que su integridad como persona 
había sido violada. Las consecuencias psicológicas negativas reportadas por los pacientes 
 18 
ponen en duda el valor terapéutico de la restricción física. Varios autores reportaron también 
como parte de la re-traumatización que los participantes tuvieron experiencias al ser 
inmovilizados de re-experimentación de recuerdos de anteriores como ataques violentos contra 
ellos, incluyendo experiencias de abuso sexual. 37 
 
Los participantes de seis de los doce estudios incluyeron descripciones de situaciones en las 
que sentían que dicha intervención era punitiva, abusiva y poco ética. En todos los estudios, los 
participantes se sintieron impotentes y sin esperanza. Los participantes describieron que en 
algún punto aceptaron su situación sabiendo que no había nada que pudieran hacer para ser 
liberados de la restricción física. 
 
Esto sugiere la necesidad de mejorar las prácticas de la restricción física al ser una práctica 
común. Además lo que se sugiere es utilizar la restricción física como el último recurso y de 
acuerdo a las prácticas éticas jamás deberá ser utilizada como medida vengativa o como una 
forma de castigo. 37 
 
 
 19 
PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN 
¿Cuáles son las características del paciente psiquiátrico en quien se requiere la aplicación de 
restricción física y su percepción a este procedimiento en su tratamiento durante su 
hospitalización en el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz? 
JUSTIFICACIÓN 
A lo largo de la historia, aún en el siglo XXI, en todos los países y en todas las Instituciones 
Psiquiátricas, en algún momento es necesario aplicar la restricción física a pacientes 
psiquiátricos que tienen riesgo de presentar conductas de agitación y/o de agresividad. 
Por supuesto el procedimiento de restricción física requiere de una descripción clara en los 
manuales de procedimientos, que incluya la indicación, la técnica, el tiempo de duración, el 
registro. Se requiere su difusión y la capacitación del personal. 
El uso de la restricción físicasolo debe ser indicado por el personal médico, y en el 
procedimiento participa el propio personal médico, el personal de enfermería y cuando así se 
requiera el personal de vigilancia. 
En el INPRFM nos apegamos a la Norma Oficial Mexicana NOM-025-SSA2-2012, Para la 
prestación de servicios de salud en unidades de atención integral hospitalaria médico-
psiquiátrica que señala: 
No se someterá a ningún usuario a restricciones físicas o a reclusión involuntaria en ningún 
caso, salvo con arreglo a los procedimientos oficialmente aprobados por la unidad de atención 
integral médico-psiquiátrica y sólo en los casos en que se demuestre que estos sean el único 
medio disponible para impedir un daño inmediato o inminente para el usuario o terceros. 
Bajo ninguna circunstancia estas prácticas se prolongarán más allá del periodo estrictamente 
necesario para alcanzar ese propósito. Todos los casos de restricción física o de reclusión 
involuntaria, sus motivos, su carácter, su duración, deberán ser registrados en el historial 
clínico del usuario. 
Los usuarios sometidos a restricción o aislamiento, serán mantenidos en condiciones dignas y 
bajo el cuidado y la supervisión inmediata y regular de personal calificado. En todos los 
supuestos se dará pronto aviso de toda restricción o aislamiento involuntario de usuarios, a los 
familiares del usuario y/o a sus representantes personales, y al comité ciudadano o figura afín. 
En México se tiene poco conocimiento acerca de la estadística del uso de restricción física y 
menos aún sobre la percepción y experiencia del paciente. A pesar del hecho de que la 
comprensión y perspectiva del paciente se considere importante en el proceso de toma de 
decisiones y evaluación de la calidad de atención, existen muy pocos estudios sobre la 
percepción de los pacientes en quienes se requiere esta intervención. Algunos estudios han 
encontrado que la percepción del paciente sobre las intervenciones coercitivas debilita la 
relación médico paciente (personal de salud) y puede perjudicar la adherencia al tratamiento, 
por lo que es muy importante explorar la experiencia del paciente y generar una mejor alianza 
terapéutica. Si se desean desarrollar intervenciones para reducir el uso de estos tratamientos, 
primero será necesario estudiar la persistencia y patrón de estas medidas. Así mismo, es 
 20 
crucial que el paciente manifieste su percepción, esta sea registrada y analizada. Y que esta 
información sirva para reforzar el respeto a la dignidad del paciente y en la medida de lo 
posible se favorezca la participación del paciente en la toma de decisiones sobre su 
tratamiento. A través del conocimiento de la percepción del paciente sobre este procedimiento, 
se podrán desarrollar mejores prácticas clínicas. 
 
OBJETIVOS 
OBJETIVO GENERAL 
Describir cuáles son las características sociodemográficas y clínicas del paciente que padece 
un trastorno mental, que requiera la aplicación de restricción física, así como su percepción del 
procedimiento, durante su hospitalización en el Instituto Nacional de Psiquiatría Dr. Ramón de 
la Fuente Muñiz. 
 
OBJETIVOS ESPECÍFICOS 
 
• Determinar la frecuencia del uso de restricción física en pacientes hospitalizados en el 
INP-RFM. Entre el 01/03/2015 y el 31/03/2016. 
• Determinar las características del paciente psiquiátrico hospitalizado en el INP-RFM, a 
quien se aplica esta medida. (Género, edad, escolaridad, estatus marital, ocupación, 
nivel socioeconómico, diagnóstico psiquiátrico, comorbilidad con trastorno por uso de 
sustancias, comorbilidad con trastorno de la personalidad, comorbilidad con otra 
condición médica, número de internamientos psiquiátricos previos, días de estancia, 
día de la sujeción, número de puntos de sujeción, acuerdo con la sujeción, tratamiento 
actual, cumplimiento con el tratamiento). 
• Determinar la asociación de la indicación clínica del uso de restricción física: 
Agresividad verbal, agresividad física en contra de él mismo, en contra de objetos, en 
contra de otras personas con el diagnóstico del paciente. 
• Validar el instrumento de Percepciones del paciente de su tratamiento 
Aislamiento/Restricción en la población en estudio. 
• Determinar asociación de la Percepción del paciente hacia el uso de la restricción física 
con el diagnostico del paciente. 
• Validar el instrumento de Actitud hacia la Restricción Física en la población en estudio. 
• Conocer la experiencia vivencial del paciente posterior al uso de restricción física. 
• Determinar con las variables en estudio, cuales predicen la agresividad verbal, la 
agresividad física en contra de él mismo, en contra de objetos y en contra de otras 
personas con el diagnóstico del paciente. 
 21 
HIPÓTESIS GENERAL 
 
El presente estudio es observacional por lo que no existe hipótesis explícita, salvo aquellas que 
surjan de las asociaciones entre variables. 
METODOLOGÍA 
Diseño del estudio 
 
Según la clasificación de Feinstein: 
• Propósito general: Analítico. 
• Asignación del agente: Observacional. 
• Seguimiento: Transversal. 
• Recolección de datos: Prolectivo. 
 
Según La Asociación de Facultades de Medicina de Canadá se trata de un estudio: 
observacional, analítico y transversal. 45 
 
Participantes 
Pacientes psiquiátricos hospitalizados en el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la 
Fuente Muñiz en quienes se requirió aplicar restricción física en al menos una ocasión durante 
su hospitalización, que cumplieron con los siguientes criterios: 
 
Criterios de inclusión 
a. Pacientes hospitalizados en el INPRFM, durante el período del 01 de marzo de 2015 al 
31 de marzo de 2016. 
b. En quienes se requiera el uso de restricción física al menos en una ocasión durante la 
hospitalización. 
c. Género masculino o femenino. 
d. Mayores de 18 años. 
e. Que firmen el consentimiento informado para participar en el estudio. 
 
Criterios de exclusión 
a. Pacientes con alteraciones en el estado de consciencia que impida que el paciente 
responda los instrumentos a aplicar. 
b. Pacientes con retraso mental. 
c. Pacientes con diagnóstico de demencia. 
d. Pacientes embarazadas. 
 
 22 
Criterios de eliminación 
a. Pacientes que durante la aplicación del cuestionario decidan suspender su 
participación. 
b. Pacientes que contesten en forma incompleta los cuestionarios. 
 
Variables 
 
Las variables utilizadas en esta investigación se emplearon con propósitos descriptivos y se 
enlistan en el cuadro siguiente: 
 
Variable Tipo de variable Categorías Instrumento 
Sociodemográficas 
Género Categórica Masculino Femenino 
Formato de 
Datos Clínico-
Demográficos 
(FDCD) 
Edad Dimensional Años 
Escolaridad Dimensional Años 
Estatus marital Categórica Con Pareja Sin Pareja 
Nivel socioeconómico Ordinal 0 – 6 
Ocupación Categórica 
Estudiante, Hogar, 
Jubilado 
Con Empleo 
Sin Empleo 
Comorbilidad con 
abuso/dependencia de 
sustancias 
Categórica Con Comorbilidad Sin Comorbilidad 
Comorbilidad con 
trastornos de 
personalidad 
Categórica Con Comorbilidad Sin Comorbilidad 
Comorbilidad con otra 
condición médica Categórica 
Con Comorbilidad 
Sin Comorbilidad 
Días de estancia 
hospitalaria Dimensional Días 
Día de la sujeción Dimensional Día 
Internamientos 
psiquiátricos previos Dimensional 
Número de 
Internamientos 
Tratamiento actual Categórica 
Sin Tratamiento 
Antidepresivos 
Antipsicóticos 
Benzodiacepinas 
Anticonvulsivantes 
Otros 
Adherencia al 
tratamiento Categórica 
Si 
No 
Puntos de Sujeción Categórica De 1 a 3 De 4 a 6 
Escala de 
Agresión 
Explícita (EAE) 
Acuerdo con la sujeción 
Categórica Si No 
Cuestionario 
“Actitud del 
Paciente hacia 
la Restricción 
Física” 
 23 
Variables Independientes 
Diagnóstico 
psiquiátrico primario 
Categórica Trastornos depresivos 
Trastorno Bipolar 
Esquizofrenia y 
Trastornos psicóticos 
Formato de 
Datos Clínico- 
Demográficos 
(FDCD)Indicación para la 
Restricción Física Dimensional 
Agresión Verbal 
Escala de 
Agresión 
Explícita (EAE) 
Agresión física en 
contra de él mismo 
Agresión física contra 
objetos 
Agresión física contra 
otras personas 
Variables Dependientes 
Percepción Dimensional Cuestionario 
“Percepciones 
del paciente 
acerca de la 
sujeción y 
aislamiento en 
su tratamiento” 
(SRPPT) 
Actitud Dimensional Cuestionario 
“Actitud del 
Paciente hacia 
la Restricción 
Física” 
Percepción Cualitativo 
Categórico 
 Cuestionario 
“Evento de 
restricción física 
(Sujeción) 
Reflexión y 
comentarios del 
paciente.” 
 
 
 
 
 
 
 24 
Escalas e instrumentos de medición 
 
1. Formato de Datos Clínico-Demográficos (FDCD) 
El formato de datos clínico-demográficos fue diseñado por el investigador para registrar los 
datos generales (demográficos) y las principales características clínicas de cada uno de los 
pacientes que participaron en el estudio. El investigador responsable recabó esta información 
mediante la entrevista al paciente, al familiar y revisión del expediente clínico. Anexo 1. 
 
2. Escala de Agresión Explícita (EAE) 
La Escala de Agresión Explícita (EAE) es un instrumento diseñado para evaluar la gravedad de 
las conductas agresivas, mediante la observación y la descripción de los signos y síntomas 
presentados durante los episodios de agresión. Esta escala se administra con una entrevista 
clínica y evalúa tipos específicos y gravedad global de la agresión, evalúa los tipos de 
intervención para su control, permitiendo registrar y cuantificar la agresión de forma objetiva. 
La escala consta de 4 áreas principales: 1) Agresividad verbal, 2) Agresividad física en contra 
de él mismo 3) Agresividad en contra de objetos, 4) Agresividad en contra de otras personas. 
Cada una de estas áreas se califica en cuatro grados de gravedad para la conducta agresiva. 
Además, se cuantifica la duración de los episodios agresivos y el tipo de intervención empleada 
por el personal médico responsable. La puntuación total de la EAE se obtiene con la sumatoria 
de las puntuaciones obtenidas en cada una de las áreas y la intervención más restrictiva que 
se empleó en el paciente. 38 La EAE ha sido adaptada para su uso en población psiquiátrica 
mexicana y ha mostrado una confiabilidad y validez adecuada en esta población. 39 Anexo 2. 
 
3. Cuestionario “Actitud del Paciente hacia la Restricción Física” 
El cuestionario “Actitud del Paciente hacia la Restricción Física” es un instrumento diseñado 
específicamente para conocer la actitud del paciente ante el uso de la misma. Consta de 17 
enunciados que se responden con SÍ/NO. Los enunciados están agrupados para obtener 
actitudes generales sobre los elementos individuales. Se describen cinco actitudes: 
 
1. Aceptación: Pacientes que responden afirmativamente a los enunciados 
(1,2,5), es decir que están de acuerdo en la restricción, prefieren la 
restricción que el uso de medicamentos y confían en el personal al tomar la 
decisión sobre su restricción. 
2. Actitud negativa: Pacientes que responden afirmativamente a los enunciados 
(4,6,17), es decir que experimentan la restricción como castigo, han evitado 
los reingresos por la restricción física y no aceptan esta medida como forma 
de tratamiento. 
3. Agresión como respuesta a restricción física: Enunciados (3,7,13), pacientes 
que reportan que la agresión es un resultado natural de la restricción, 
 25 
pacientes que deciden romper las reglas o estructura del hospital así como 
presencia de tendencias homicidas. 
4. Emociones y pensamientos positivos como respuesta: Enunciados 
(14,15,16), pacientes que experimentan apoyo por parte de los otros, 
sensación de ser fuerte, poderoso y en control, así como seguridad durante 
esta experiencia. 
5. Emociones y pensamientos negativos como respuesta: Enunciados 
(8,9,10,11 y 12), pacientes que experimentan emociones confusas y 
mezcladas, con sentimientos positivos y negativos hacia los demás, 
sentimiento de negligencia, impotencia y rechazo, pacientes que admiten 
deseos de muerte y/o pensamientos suicidas. 40 
 
Se realizó la traducción mediante un consenso de médicos psiquiatras del INP-RFM. Anexo 3. 
 
 
4. Cuestionario “Percepciones del paciente de su tratamiento 
Aislamiento/Restricción” (SR-PPT) 
 
Entre los cuestionarios existentes que exploran cómo se percibe el aislamiento y restricción, 
algunos se centran en las emociones negativas como el miedo, la desesperanza y el castigo, o 
se centran sobre las experiencias positivas tales como un efecto calmante o sensación de 
seguridad. Otros cuestionarios preguntan directamente sobre la eficacia de este tratamiento. 
Los cuestionarios de percepción en pacientes ingresados involuntariamente incluyen preguntas 
que se refieren al propio ingreso involuntario, como la coacción percibida, el respeto, la 
sensación de seguridad y relación con el personal de atención. La mayoría de estos 
cuestionarios en los estudios explican los resultados individualmente en cada estudio, pero no 
proporcionan una discusión usando una puntuación compuesta de cada elemento, para 
comprender los aspectos generales de las percepciones del paciente. 
 
Toshie Noda y colaboradores en el 2012, validaron un nuevo instrumento para evaluar la 
percepción de medidas coercitivas, que es la escala de “Percepciones del paciente de su 
tratamiento Aislamiento/Restricción” (SR-PPT). Es un instrumento auto aplicable diseñado para 
evaluar esta conducta en población psiquiátrica. 
 
La escala SR-PPT es el primer instrumento de medición por el paciente para evaluación de su 
tratamiento en general, específicamente en relación al uso de medidas de aislamiento y 
restricción. Se evalúa no únicamente la percepción en sí de la experiencia de aislamiento o 
restricción, sino también aspectos como el respeto, autonomía, y la alianza terapéutica; 
mismos que a menudo se ven entorpecidos por las intervenciones coercitivas. El cuestionario 
consta 11 preguntas que se han considerado como aptas y relevantes. Estas preguntas 
 26 
constituyen dos factores, denominados “Cooperación con el personal” (nueve ítems) y 
“Percepciones de Aislamiento/Restricción” (dos ítems). También se calculó el coeficiente alfa 
de las sub escalas con el fin de evaluar la consistencia interna. Se obtuvieron coeficientes alfa 
apropiados de “Cooperación con el personal” de (0.928), y de “Percepciones de A/R” de (0.87). 
El valor por los 11 ítems fue de (0.916). Ambos con consistencia interna y validez concurrente. 
 
Asimismo, la puntuación total SR-PPT tiene una correlación inversa estadísticamente 
significativa con la escala BPRS, y correlaciones directas con el GAF y la mejoría en el GAF en 
el día de la entrevista; utilizados como criterios externos. La evaluación del evaluador usando 
GAF (evaluación del deterioro en el funcionamiento social) y / o BPRS (evaluación de 
ansiedad, hostilidad, desconfianza) reflejó en algún nivel la percepción negativa del paciente en 
la cooperación con el personal. Estos resultados sugieren la validez de la SR-PPT. 
 
Es preferible que el cuestionario SR-PPT se aplique una vez que el paciente está estable, lo 
más pronto posible después del episodio de restricción física o aislamiento, dado que si están 
en marcha otros tratamientos seguidos a la restricción física o aislamiento, pueden afectar la 
respuesta del paciente y por lo tanto influir en los resultados. 41 
 
Se realizó la traducción mediante un consenso de médicos psiquiatras del INP-RFM y se envío 
la traducción a los autores para su opinión y consentimiento, dado que es la primera traducción 
al idioma español. Se modificó la forma de calificación de una escala visual análoga a una 
escala tipo Likert de 5 puntos para facilitar la respuesta del paciente, y para poder clasificar 
más fácilmente las respuestas. Anexo 4. 
 
5. Cuestionario “Evento derestricción física (Sujeción). Reflexión y 
comentarios del paciente.” 
 
Este cuestionario es un instrumento cualitativo que permite conocer la opinión del paciente 
acerca de la restricción física, posterior a que se ha utilizado. El objetivo de este cuestionario 
es promover en el paciente en quien se utilizó la restricción física, una rápida recuperación y un 
aprendizaje sobre este evento, con intención de restaurar la relación médico – paciente. La 
experiencia de ser restringido o aislado puede ser traumática, y más aún en pacientes que son 
vulnerables y tienen una historia personal de trauma. 
El cuestionario debe ser ofrecido al paciente dentro de las primeras 24 horas posterior al retiro 
de restricción física o aislamiento y/o después de 24 horas después de que el efecto 
farmacológico ha desaparecido. 
El personal de salud que entrevista al paciente debe asegurarse de que existe suficiente 
comunicación para apoyar al paciente a completar el cuestionario. 
El propósito de obtener información sobre la perspectiva del paciente es: 
 27 
• Identificar los factores desencadenantes y la conducta que antecede a la necesidad de 
utilizar la restricción. 
• Identificar y evaluar conductas alternativas así como estrategias de afrontamiento 
saludables que puedan reducir de forma efectiva en situaciones similares el uso de 
restricción. 
• Identificar alternativas, estrategias de de-escala e intervenciones menos restrictivas. 
El paciente puede optar por participar o no, en contestar el cuestionario, en el entendido de que 
el personal de salud utiliza esta información para analizar y modificar el plan de atención en 
beneficio del paciente. 
El paciente puede resolver el cuestionario por sí mismo o con ayuda del personal. Sin embargo 
el personal que ayuda al paciente debe asegurarse de que son registradas las propias palabras 
del paciente.42 Anexo 5. 
 
 
 28 
Procedimiento 
 
Los cuestionarios, “Actitud del Paciente hacia la Restricción Física”, “Percepciones del paciente 
acerca de la sujeción y aislamiento en su tratamiento” y “Evento de restricción física (sujeción) 
reflexión y comentarios del paciente” fueron traducidos del inglés al español mediante un 
consenso de médicos psiquiatras del INP-RFM. 
 
Posteriormente se solicitó a otros médicos de la institución que no habían participado en la 
traducción que explicaran lo que entendía con cada pregunta. Consiguientemente se pidió a 
cinco pacientes hospitalizados que leyeran los cuestionarios para verificar que el lenguaje era 
claro y comprensible. Se realizaron las modificaciones necesarias en los cuestionarios de tal 
forma que cada pregunta fuese clara y entendible. Una vez que se confirmó que los 
instrumentos eran comprensibles tanto para médicos como para pacientes fueron aplicados a 
la muestra. 
 
El reclutamiento de pacientes se realizó en el servicio de Hospitalización del Instituto Nacional 
de Psiquiatría. Se identificaron a pacientes en quienes se requirió de restricción física en al 
menos una ocasión durante su hospitalización, en el período de 01 de marzo de 2015 a 31 de 
marzo de 2016. Se entrevistó a los pacientes entre 12 y 72 horas después de la restricción 
física, cuando ya se encontraban estables y cooperadores, entonces se les invitó a participar 
en el estudio. Se les brindó una explicación verbal inicial de los procedimientos a llevarse a 
cabo para la realización del estudio y a aquellos que aceptaron participar, se les entregó el 
Consentimiento Informado, en donde se especificaban con detalle los procedimientos, objetivos 
y consignas a seguir para el estudio. Se realizó una revisión personalizada de la carta del 
consentimiento con los pacientes para confirmar la comprensión del contenido, así como los 
procedimientos de la investigación. Una vez que el paciente firmó el consentimiento informado, 
se procedió a completar el Formato de Datos Clínico-Demográficos (FDCD). La recolección de 
esta información se realizó mediante un interrogatorio directo al paciente, así como la revisión 
del expediente de cada paciente para recabar el estado clínico y tratamiento actual. Los datos 
sociodemográficos se utilizaron para fines de análisis estadístico. 
De igual forma, del expediente clínico se recabaron los resultados del instrumento clinimétrico 
(Escala de Agresión Explícita), mismo que se aplica como parte del procedimiento en todo 
paciente en estado de agitación y/o agresividad. 
 
En esa misma entrevista se realizó la evaluación de la Actitud y Percepción del paciente hacia 
la restricción física mediante tres cuestionarios (“Actitud del Paciente hacia la Restricción 
Física”, “Percepciones del paciente acerca de la sujeción y aislamiento en su tratamiento” y 
“Evento de restricción física (sujeción) reflexión y comentarios del paciente”). 
 29 
Después de que los pacientes respondieron estos tres cuestionarios finalizó su participación en 
el estudio y se le aclaró al paciente que continuaba con su proceso de atención en la Institución 
de manera habitual. La identidad de cada participante no es de ninguna manera identificable. 
ANÁLISIS ESTADÍSTICO 
 
Se utilizó estadística descriptiva para los datos sociodemográficos y clínicos. La validez y 
confiabilidad de los instrumentos se llevó a cabo a través de análisis factorial y alfa de 
Cronbach. Se usó además el análisis de regresión múltiple para determinar cuáles eran las 
variables predictivas de la conducta agresiva. 
Las comparaciones de las características demográficas y clínicas y de los datos obtenidos 
sobre la percepción de la restricción física como intervención se analizaron a través de chi 
cuadrada y ANOVA. 
El análisis estadístico utilizó el programa SPSS 21. 
CONSIDERACIONES ÉTICAS 
 
Los pacientes hospitalizados en el INP-RFM que cumplieron los criterios de inclusión, fueron 
invitados verbalmente por el investigador principal a participar en este Protocolo de 
Investigación, en ese momento se les explicó ampliamente el objetivo del estudio, los 
procedimientos que se iban a cabo y se aclararon todas las dudas que surgieron. En los casos 
en los surgieron otras dudas después de la evaluación, también fueron aclaradas. 
 
El consentimiento informado fue explicado y se realizó por escrito previo a su participación en 
el proyecto de investigación. A su vez, se solicitó que un familiar y un testigo firmaran el 
consentimiento informado para garantizar que éste había sido entendido y comprendido, así 
como los procedimientos que se realizarían durante el estudio. En todo momento se guardó 
estricta confidencialidad para reportar los resultados. 
 
El consentimiento informado contó con los siguientes apartados: 
a) Justificación y objetivos de la investigación 
b) Procedimientos o consignas a seguir durante la investigación 
c) Garantía de recibir respuesta a cualquier pregunta y aclaración a cualquier duda 
acerca de los procedimientos, riesgo, beneficios y otros asuntos relacionados con la 
investigación y el tratamiento del paciente 
d) La libertad de retirar su consentimiento en cualquier momento y dejar de participar 
en el estudio, sin que por ello se crearan prejuicios para continuar su cuidado. 
 
Con el objetivo de salvaguardar la confidencialidad, cada uno de los expedientes de los 
pacientes que aceptaron participar, recibieron un código numérico, permitiendo así que el 
 30 
nombre y datos generales quedaran bajo resguardo del investigador principal. Estos datos no 
aparecen en ninguno de los reportes que surgieron de la investigación. 
RESULTADOS 
Características clínicas y demográficas de la muestra. 
 
Durante el periodo de estudio (1 de marzo de 2015 al 31 de marzo de 2016) se registraron 708 
internamientos a 667 pacientes diferentes. 41 pacientes tuvieron al menos dos internamientos. 
Durante el periodo se reportaron 198 sujeciones por lo que la muestra estudió el 25.3% de loseventos. De los pacientes de la muestra 11 de ellos tuvieron dos hospitalizaciones y uno de 
ellos tres. 
Del total de los 50 pacientes estudiados, el 86% (n=43) fueron femenino y el 14% (n=7) fueron 
masculino, con una edad promedio de 28.4 ± 12.28 (rango 18-61 años) y una escolaridad de 
11.82 ± 3.43 años (rango 1-18 años). 
La mayoría de los sujetos se encontraba sin pareja al momento del estudio (n=41, 82%). En 
cuanto a la ocupación, el 54% (n=27) tenían una actividad estable (estudiantes y dedicados a 
labores del hogar), el 28.0% (n=14) se encontraban desempleados y sólo el 18% (n=9) tenían 
un trabajo remunerado. 
Al momento de su inclusión en el estudio, el 52% (n=26) de los pacientes fueron 
diagnosticados con algún trastorno depresivo, seguido por el 28% (n=14) que tenían trastorno 
bipolar y en todos los casos en episodio de manía grave y el 20% (n=10) restante fueron 
diagnosticados con esquizofrenia o algún trastorno psicótico. 
 
Se observó que los pacientes con trastornos depresivos requerían menos puntos de sujeción 
en comparación con los pacientes con trastorno bipolar y esquizofrenia y trastornos psicóticos. 
 
De los pacientes que tuvieron una comorbilidad con trastornos por uso de sustancias o una 
comorbilidad médica, la mayoría pertenecía al grupo de trastornos depresivos. 
 
Los pacientes con menos adherencia a tratamiento previo a la hospitalización fueron el grupo 
de esquizofrenia y trastornos psicóticos. 
 
 
 
 31 
 
Variable Trastornos Depresivos 
Trastorno 
Bipolar (Manía) 
Esquizofrenia 
y Trastornos 
Psicóticos 
Sig. 
Género n % n n % Femenino 24 55.8% 12 27.9% 7 16.3% 0.265 
Masculino 2 28.6% 2 28.6% 3 42.9% Estatus Marital Sin Pareja 22 53.7% 11 26.8% 8 19.5% 0.892 
Con Pareja 4 44.4% 3 33.3% 2 22.2% Ocupación Estudiante, Hogar, Jubilado 14 53.8% 7 26.9% 5 19.2% 0.999 
Con Empleo 5 50.0% 3 30.0% 2 20.0% Sin Empleo 7 50.0% 4 28.6% 3 21.4% Nivel Socioeconómico Bajo 14 66.7% 4 19.0% 3 14.3% 0.243 
Alto 12 41.4% 10 34.5% 7 24.1% Puntos de Sujeción De 1 A 3 11 61.1% 3 16.7% 4 22.2% 0.425 
De 4 A 6 15 46.9% 11 34.4% 6 18.8% Acuerdo con la sujeción No 19 51.4% 10 27.0% 8 21.6% 1.000 
Si 7 53.8% 4 30.8% 2 15.4% Comorbilidad con 
Trastorno por uso de 
sustancias 
No 19 47.5% 12 30.0% 9 22.5% 0.459 
Si 7 70.0% 2 20.0% 1 10.0% Comorbilidad con 
Trastorno de 
Personalidad 
No 6 22.2% 12 44.4% 9 33.3% <0.001 
Si 20 87.0% 2 8.7% 1 4.3% Comorbilidad Médica No 10 52.6% 7 36.8% 2 10.5% 0.369 
Si 16 51.6% 7 22.6% 8 25.8% Tratamiento Actual 
Sin Tratamiento No 23 63.9% 9 25.0% 4 11.1% 0.011 
Si 3 21.4% 5 35.7% 6 42.9% Antidepresivos No 4 16.7% 12 50.0% 8 33.3% <0.001 
Si 22 84.6% 2 7.7% 2 7.7% Antipsicóticos No 12 46.2% 8 30.8% 6 23.1% 0.805 
Si 14 58.3% 6 25.0% 4 16.7% Benzodiacepinas No 15 44.1% 11 32.4% 8 23.5% 0.340 
Si 11 68.8% 3 18.8% 2 12.5% Anticonvulsivante No 19 55.9% 7 20.6% 8 23.5% 0.269 
Si 7 43.8% 7 43.8% 2 12.5% Otros No 25 52.1% 13 27.1% 10 20.8% 1.000 
Si 1 50.0% 1 50.0% 0 0.0% Adherencia al tratamiento No 11 57.9% 6 31.6% 2 10.5% 0.781 
Si 12 70.6% 3 17.6% 2 11.8% Tabla 1. Distribución por Diagnóstico de datos clínicos y sociodemográficos 
 32 
 
Se encontraron diferencias estadísticamente significativas en cuanto a la comorbilidad con 
trastornos de personalidad, tratamiento previo a la hospitalización y tratamiento con 
antidepresivos. De los pacientes que presentaron una comorbilidad, el 87% eran pacientes con 
trastornos depresivos. Similarmente, el 63.9% de los pacientes con trastorno depresivo no 
tenían algún tratamiento previo a la hospitalización. El 84.6% de los pacientes en tratamiento 
con antidepresivos fueron los pacientes de trastornos depresivos. 
 
Variable Diagnóstico n Media Dest Sig 
Edad 
Trastornos Depresivos 26 23.0 8.5 
.003 Trastorno Bipolar (Manía) 14 33.3 14.8 
Esquizofrenia y Trastornos 
Psicóticos 10 35.5 11.5 
Días de 
Estancia 
Trastornos Depresivos 26 29.3 10.2 
.389 Trastorno Bipolar (Manía) 14 34.3 14.0 
Esquizofrenia y Trastornos 
Psicóticos 10 32.3 8.0 
Día de 
Sujeción 
Trastornos Depresivos 26 9.0 8.5 
.004 Trastorno Bipolar (Manía) 14 1.1 1.2 
Esquizofrenia y Trastornos 
Psicóticos 10 5.8 6.0 
Internamientos 
Previos 
Trastornos Depresivos 26 0.8 0.9 
.219 Trastorno Bipolar (Manía) 14 0.7 0.8 
Esquizofrenia y Trastornos 
Psicóticos 10 0.3 0.7 
Número de 
sujeciones 
previas 
Trastornos Depresivos 18 3.7 5.1 
.602 Trastorno Bipolar (Manía) 6 2.2 1.6 
Esquizofrenia y Trastornos 
Psicóticos 5 2.0 0.7 
 
Tabla 2. Distribución por Diagnóstico de variables dimensionales clínicas y 
sociodemográficas (Media, Desviación Estándar y Significancia). 
 
El tiempo promedio de estancia hospitalaria fue de 31 días ± 11, siendo muy similar para los 
tres grupos diagnósticos. 
 
Se encontraron diferencias estadísticamente significativas en la edad y el día de sujeción. Los 
pacientes con esquizofrenia y trastornos psicóticos fueron de mayor edad. Los pacientes que 
requerían de restricción física durante los primeros días de hospitalización (0-1) fueron los del 
grupo de trastorno bipolar. Los pacientes con esquizofrenia y trastornos psicóticos tuvieron una 
media de 5.8 días y los pacientes con trastornos depresivos, una media de 9. 
 
 33 
Escala de Agresión Explícita (EAE). 
 
En la Tabla 3 se muestran las puntuaciones promedio de la muestra por subtipos de agresión y 
de acuerdo al diagnóstico. Se observó un mayor nivel de agresión verbal y contra objetos en 
los pacientes con trastorno bipolar. Los pacientes con trastornos depresivos tuvieron 
puntuaciones mayores en agresión contra sí y los pacientes con esquizofrenia y trastornos 
psicóticos puntuaciones más altas en agresión contra otras personas. 
 
Todos los resultados tuvieron una significancia estadística (p < 0.05). 
 
Actitud hacia la 
Restricción Física Diagnóstico n Media DStd Sig. 
Agresión Verbal 
Trastornos Depresivos 26 1.26 1.11 
.007 
 
Trastorno Bipolar 14 2.42 1.01 
Esquizofrenia y Trastornos 
Psicóticos 10 1.50 0.97 
Total 50 1.64 1.15 
Agresión física en 
contra de él mismo 
Trastornos Depresivos 26 1.50 1.10 
.017 
 
Trastorno Bipolar 14 .429 0.75 
Esquizofrenia y Trastornos 
Psicóticos 10 1.10 1.37 
Total 50 1.12 1.15 
Agresión física contra 
objetos 
Trastornos Depresivos 26 0.65 0.93 
.140 
 
Trastorno Bipolar 14 1.07 1.20 
Esquizofrenia y trastornos 
Psicóticos 10 1.40 1.07 
Total 50 0.92 1.06 
Agresión física contra 
otras personas 
Trastornos Depresivos 26 0.65 0.97 
.034 
 
Trastorno Bipolar 14 1.57 0.93 
Esquizofrenia y Trastornos 
Psicóticos 10 1.00 1.24 
Total 50 0.98 1.07 
 
Tabla 3. Distribución por Diagnóstico de la Escala de Agresión Explícita (Media y 
Desviación Estándar de puntuaciones crudas). 
 
 
 
 34 
 
Gráfica 1. Subtipo de conducta agresiva de acuerdo al diagnóstico (Media y Desviación 
Estándar de puntuaciones crudas referidas a 10). 
 
 
3.2$ 3.8$
1.6$ 1.6$
6.1$
1.1$
2.7$
3.9$3.8$
2.8$
3.5$
2.5$
Agresión$Verbal$ Agresión$7sica$en$
contra$de$él$mismo$
Agresión$7sica$contra$
objetos$
Agresión$7sica$contra$
otras$personas$
Conducta$Agresiva$
Trastornos(Depresivos((n=26)(
Trastorno(Bipolar((Manía)((n=14)(
Esquizofrenia(y(Trastornos(PsicóBcos((n=10)(
 35 
Percepciones del paciente de su tratamiento Aislamiento/Restricción (SR-
PPT). 
 
Después de haber traducido al español el cuestionario “Percepciones del paciente de su 
tratamiento Aislamiento/Restricción” (SR-PPT) y de haber cambiado la forma de respuesta de 
escala visual análoga en escala tipo Likert se determinó la consistencia interna mediante el alfa 
de Cronbach y se determinó la validez concurrente del instrumento mediante el coeficiente de 
correlación de Pearson. Se realizó se realizó un análisis factorial con los 11 reactivos del 
instrumento. El análisis de componentes principales se desarrolló con el

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