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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNÓMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO HOSPITAL GENERAL DE MÉXICO ―DR. EDUARDO LICEAGA‖ “DETERMINACIÓN DE POLIMORFISMOS GENÉTICOS DE INTERFERÓN GAMMA EN PACIENTES MEXICANOS CON SEPSIS ABDOMINAL” TESIS DE POSGRADO PARA OBTENER EL TITULO DE ESPECIALISTA EN CIRUGIA GENERAL PRESENTA DR. JORGE LUIS DE LEÓN RENDÓN PRESIDENTE DE TESIS EN CIRUGIA GENERAL DR. CÉSAR ATHIÉ GUTIERREZ SERVICIO DE CIRUGÍA GENERAL ASESOR DE TESIS DR. NOÉ ISAÍAS GRACIDA MANCILLA SERVICIO DE CIRUGÍA GENERAL CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO NOVIEMBRE DE 2016. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. AUTORIZACIÓN DE TESIS ____________________________________ DR. CÉSAR ATHÍE GUTIÉRREZ PRESIDENTE DE TESIS EN CIRUGIA GENERAL ____________________________________ DR. NOÉ ISAÍAS GRACIDA MANCILLA ASESOR DE TESIS MÉDICO ADSCRITO AL SERVICIO DE CIRUGIA GENERAL _____________________________________ DR. JORGE LUIS DE LEÓN RENDÓN AUTOR Dedicatorias A Dios, por la dicha de la vida, por permitirme continuar con la misión que me ha encomendado, por haberme dado salud y fortaleza para lograr mis objetivos, además de su infinita bondad y amor. A mis padres, por ser el pilar fundamental en todo lo que soy, por su incondicional apoyo, por sus consejos, sus valores, por la motivación constante que me ha permitido ser una persona de bien, pero más que nada, por su amor. A mi esposa, por su paciencia y compresión, por el apoyo infinito. Hemos alcanzado un triunfo más. He aprendido que detrás de todo lo bueno siempre hay una gran mujer. A mi abuelita Leonor, un peldaño más… a diario recibo tus bendiciones. A mis hermanos, por estar siempre presentes en mis aciertos y en mis momentos difíciles. Los quiero mucho. A mis sobrinas Valeria y Fernanda, por sus alegrías y sus risas. Son un impulso en mi vida. A mis familiares, en especial a las familias Meza Rodríguez, Palomares Rendón, López Pérez, a mi tía Magdalena de León y a mi cuñada Jessica Lozano por estar siempre cerca a pesar de la distancia, por las palabras de aliento, por sus oraciones. A mi tutor de tesis, Dr. Noé Gracida, por sus consejos y su apoyo incondicional para la elaboración de este trabajo, por compartir su experiencia y conocimientos, por creer en mí. Por ser mi ejemplo de trabajo, perseverancia, constancia y honestidad. Le admiro y le respeto. ¡Dios le colme de bendiciones, maestro! Agradecimientos A la Universidad Nacional Autónoma de México, por haberme permitido formarme en ella y formar parte de una generación de triunfadores. Al Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga”, Servicio de Cirugía General, por brindarme la oportunidad de conocer y aprender de grandes maestros de la cirugía. Al Servicio de Genética Médica, en especial al Dr. Sergio Cuevas y Dra. Luz María González, Héctor Urueta y Karina Villalba; por respaldar nuestro proyecto, por su apoyo y sus enseñanzas. A mis profesores, por todos sus conocimientos compartidos, por marcar cada paso de mi residencia médica. Por ser la esencia de mi conocimiento. Al Dr. Luis Mauricio Hurtado López, por todo su apoyo y la confianza que depositó en mí al nombrarme jefe de residentes. Por ser un médico visionario; el equilibrio entre cirugía-investigación-administración. Otro gran ejemplo a seguir. A mis compañeros, por compartir momentos de alegría, tristeza y demostrarme que siempre podré contar con ellos. A Mónica González por su apoyo en este proyecto. A Anita Castillo y Mónica Herrera, por estar siempre al pendiente de mí, por su amistad y apoyo incondicional. A Gabriela Fonseca, por estar siempre en los momentos que más necesito. Fuiste pieza clave en este trabajo. Al Dr. Javier Ángeles Martínez del Laboratorio de Genómica, del INC “Ignacio Chávez”, por el aporte realizado a este trabajo de investigación, gracias por su paciencia y su tiempo. Al Dr. Hugo Trejo, por su paciencia y consejos. Gracias por acompañarme en esta lucha. A todos aquellos que no recordé al momento de escribir esto. Ustedes saben quiénes son. Los enfermos son la pupila y el corazón de Dios. San Camilo de Lelis 1 Índice Siglas, acrónimos y abreviaturas 05 Índice de tablas 06 Índice de figuras 07 Resumen 08 1. Introducción 11 1.1. Definiciones de sepsis 11 1.2. Sepsis abdominal 12 1.3. Microbiología en la sepsis abdominal 13 1.4. Respuesta inmune en la sepsis 16 1.5. Cuadro clínico 18 1.6. Diagnóstico 21 1.6.1. Pruebas de laboratorio 21 1.6.2. Técnicas radiológicas 23 -Radiografía simple 23 -Ecografía abdominal 25 -Tomografía Axial Computada 27 - Resonancia Magnética Nuclear 29 1.7. Escalas de Gravedad 29 1.8. Tratamiento antimicrobiano 36 1.9. Tratamiento quirúrgico 39 1.9.1. Drenaje percutáneo 42 1.9.2. Lavado peritoneal 43 1.9.3. Laparotomía exploradora 44 2 1.9.4. Laparoscopia 51 2. Antecedentes 54 2.1. Biomarcadores en la sepsis 54 2.1.1. Polimorfismos genéticos asociados a sepsis 55 2.1.2. Interferón gamma 59 2.1.3. Interferón gamma en la sepsis 62 2.1.4. Polimorfismos genéticos de interferón gamma 65 3. Planteamiento del Problema 67 4. Justificación 69 5. Objetivos 72 5.1. Primario 72 5.2. Secundario 72 6. Hipótesis 73 6.1. Nula 73 6.2. Alterna 73 7. Metodología 74 7.1. Diseño del estudio 74 7.2. Población 74 7.2.1. Tamaño de la muestra 74 7.2.2. Grupo de estudio 75 - Criterios de inclusión 75 - Criterios de no inclusión 76 - Criterio de eliminación 76 7.3. Grupo control 76 3 7.4. Procedimiento 77 7.5. Técnicas 78 7.5.1. Extracción de DNA genómico 78 7.5.2. Cuantificación de DNA genómico 79 7.5.3. Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) 80 7.5.4. Técnica electroforesis 81 7.5.5. Reacción de secuenciación 83 7.5.6 Purificación de las muestras 83 7.5.7. Reacción BigDye 83 7.6. Operacionalización de las variables 87 7.6.1. Tipos de variables 87 7.6.2. Variable dependiente 87 7.6.3. Variable independiente 87 7.6.4. Variables cuantitativas87 - Discretas 87 -Continuas 87 7.6.5. Variables cualitativas 87 - Nominales 87 - Ordinales 88 7.7. Definición de las variables 88 7.8. Análisis estadístico 97 7.9. Aspectos éticos y de bioseguridad 98 7.9.1. Toma y recolección de muestras 100 7.9.2. Riegos de la venopunción 101 4 - Acciones de prevención 101 7.9.3. Procesamiento, conservación y desecho de las muestras 102 8. Resultados 104 8.1. Características demográficas y clínicas del grupo de estudio 104 8.2. De las escalas de gravedad 105 8.3. Polimorfismos +874 y -1616 del gen de interferón gamma 109 8.4. Haplotipos de los SNP +874 y -1616 de interferón gamma 111 9. Discusión 115 10. Conclusión 131 11. Referencias Bibliográficas 132 12. Anexos 160 12.1. Carta de consentimiento informado 160 12.2. Hoja de informe para el paciente 162 12.3. Hoja de recolección de datos 164 12.4. Secuencia del gen de interferón gamma utilizado para el diseño de oligonucleótidos específicos 165 12.5. Cartas de aprobación de la Dirección de Investigación 172 12.5.1. Aprobación del Comité de Investigación 173 12.5.2. Aprobación del Comité de Ética en Investigación 174 12.5.3. Aprobación del Comité de Bioseguridad 175 5 Siglas, Acrónimos y Abreviaturas* Siglas Descripción SA Sepsis abdominal SRIS Síndrome de respuesta inflamatoria sistémica DOM Disfunción orgánica múltiple UCI / UTI Unidad de cuidados intensivos IFN-γ Interferón gamma TNF Factor de necrosis tumoral IL Interleucina TLR Receptor de tipo ―toll‖ Células NK Células asesinas naturales SNP Polimorfismo(s) de nucleótido sencillo ADN - DNA Ácido desoxirribonucleico RNAm Ácido ribonucleico (mensajero) FA Frecuencia alélica FG Frecuencia genotípica / Genotipo H Haplotipo PCR Reacción en cadena de la polimerasa HRM High Resolution Melting µL Microlitros rpm Revoluciones por minuto p Valor de p RM Razón de momios IC Intervalo de Confianza * Se describen las abreviaturas más utilizadas en el presente trabajo. La descripción de las abreviaturas que no se encuentran en la lista anterior, estarán referenciadas en el texto. 6 Índice de Tablas Tabla Descripción Página Tabla 1 Cantidad de reactivos empleada en una PCR 81 Tabla 2 Reacción con BigDye 84 Tabla 3 Características demográficas y clínicas de los pacientes con sepsis abdominal 106 Tabla 4 Gravedad de los pacientes con sepsis abdominal en base a las escalas de severidad 107 Tabla 5 Validación de severidad de cada una de las escalas/índices basada en escala de APACHE II 107 Tabla 6 Validación de escalas de severidad basada en la mortalidad 108 Tabla 7 Asociación de los polimorfismos genéticos (+874,-1616) de IFN-γ con el riesgo de sepsis abdominal 109 Tabla 8 Análisis de los polimorfismos genéticos (+874,-1616) de IFN-γ en el curso de la sepsis abdominal 111 Tabla 9 Asociación de haplotipos de los polimorfismos de IFN-γ con la susceptibilidad a la sepsis abdominal 113 Tabla 10 Análisis de haplotipos de los SNP de IFN-γ en el curso clínico de la sepsis abdominal 114 7 Índice de Figuras Figura Descripción Página Figura 1 Tipos de interferones, receptores y vías de señalización 59 Figura 2 Localización cromosómica del gen de interferón gamma 60 Figura 3 Estructura del interferón gamma unido a sus receptores 61 Figura 4 Respuesta del interferón gamma en la sepsis 63 Figura 5 Localización de algunos SNP del gen de IFN-γ (incluye los SNP estudiados) 66 Figura 6 Diseño de oligonucleótidos específicos para la genotipificación de los SNP de IFN-γ estudiados 80 Figura 7 Interpretación geles de agarosa (electroforesis) 82 Figura 8 Genotipificación del SNP +874 (rs2430561) de IFN-γ 86 Figura 9 Genotipificación del SNP -1616 (rs2069705) de IFN-γ 86 Figura 10 Curva ROC: CONUT vs APACHE II 108 Figura 11 Desequilibrio de ligamiento de los SNP de IFN-γ 112 8 Resumen Antecedentes. La sepsis abdominal (SA) es una enfermedad frecuente y grave con una respuesta inflamatoria exacerbada. El interferón gamma (IFN-) participa en diferentes etapas de esta respuesta. Existen polimorfismos de nucleótido sencillo (SNP) para el gen de IFN-; asociados a procesos sépticos que aún no han sido estudiados en SA. Objetivo. Evaluar el papel de los SNP +874 y -1616 de IFN- en la susceptibilidad a la SA en pacientes mestizos mexicanos. Materiales y Métodos. Se estudiaron 120 pacientes con SA y 120 controles sanos, todos mestizos mexicanos. Se genotipificaron los SNP +874 y -1616 de IFN-; mediante PCR punto final, secuenciación automatizada y HRM (en inglés, High Resolution Melting). La correlación de las variables clínicas con los marcadores genéticos, se realizó mediante un análisis univariado y posteriormente multivariado de tipo regresión logística. Se evaluó el equilibrio de Hardy - Weinberg mediante la prueba de Chi cuadrada. Se calculó la razón de momios (RM) en los portadores específicos para el riesgo de sepsis abdominal, severidad y mortalidad de cada una de las frecuencias alélicas, genotípicas, modelos genéticos dominante/recesivo y haplotipos mediante tablas de contingencia de 2x2. El desequilibrio de ligamiento y la construcción de haplotipos se realizaron mediante el software HaploView versión 4.2. Resultados. Se identificó el alelo +874A de protección para el desarrollo de sepsis severa en base al índice de Mannheim [RM 0.52 (0.286 – 0.946) p=0.03], y escala CONUT [RM 0.47 (0.261 – 0.862) p=0.01]. El alelo +874T resultó de riesgo 9 para el desarrollo de sepsis severa en base a las mismas escalas (Índice de Mannheim, RM 1.92 (1.056 – 3.493) p=0.03]; escala CONUT, RM 2.10 (1.159 – 3.831) p=0.01]. La frecuencia genotípica del SNP +874 AA es de protección para el desarrollo de sepsis severa en base a CONUT [RM 0.35 (0.149 – 0.840) p=0.01]. En un modelo dominante la combinación AT+TT del SNP +874 se asoció a mayor riesgo de sepsis severa medida por CONUT [RM 2.81 (1.189 – 6.675) p=0.01]. Del SNP -1616 de IFN-γ, observamos que la frecuencia alélica C [RM 4.66 (1.358 – 16.045) p=0.01] y la frecuencia genotípica CC [RM 4.77 (1.241 – 18.345) p=0.02], se asocian a mayor mortalidad; mientras que la frecuencia alélica T [RM 0.21 (0.062 – 0.736) p=0.01] y la combinación del modelo dominante CT+TT [RM 0.20 (0.054 – 0.805) p=0.02], se comportaron como de protección para la mortalidad. De los haplotipos identificados el haplotipo H3:TC [RM 1.40 (1.129 – 1.751) p=0.002]) resultó de susceptibilidad para SA y el H1:AC ([RM 0.73 (0.616 – 0.877) p=0.007]), de protección para el desarrollo de SA. El haplotipo H1:AC se asoció a una mayor severidad por APACHE II ([RM 1.22 (1.026 – 1.464) p=0.02]) y mayor mortalidad ([RM 1.8 (1.548 – 2.208) p=<0.0001]); H2:AT se encontró de protección para la severidad por APACHE II ([RM 0.58 (0.473 – 0.719) p=<0.0001]), Mannheim ([RM 0.53 (0.436 – 0.667) p=<0.0001]), CONUT ([RM 0.40 (0.322 – 0.501) p=<0.0001]) y para mortalidad ([RM 0.15 (0.113 – 0.206) p=<0.0001]); H3:TC se asoció con mayor severidad en base a las escalas descritas (APACHE II, RM 1.41 (1.158 – 1.740) p=0.0007; Mannheim, RM 1.6 (1.38 –2.054) p=<0.0001; CONUT, RM 2.08 (1.702 – 2.556) p=<0.0001), y con una mayor mortalidad ([RM 1.53 (1.255 –1.872) p=<0.0001]), finalmente H4:TT se asoció a 10 mayor severidad por Mannheim ([RM 1.74 (1.296 – 2.351) p=0.0002]) y CONUT ([RM 1.39 (1.035 – 1.886) p=0.02]). Conclusión. Los SNP de IFN-γ estudiados podrían impactar en el desarrollo, curso clínico y pronóstico de la sepsis abdominal. Este es el primer estudio a nivel mundial que asocia los polimorfismos de IFN-γ y sus haplotipos con la sepsis abdominal. Palabras Clave. Sepsis abdominal, Interferón Gamma, Polimorfismos Genéticos, Mestizos Mexicanos. 11 Introducción Definiciones Para unificar criterios en relación a las definiciones se reunió en 1991 una Conferencia de Consenso (ACCP- SCCM). En esta conferencia se proponen nuevas definiciones sobre la sepsis y los procesos relacionados: 1, 2, 3 Infección: fenómeno patológico caracterizado por una respuesta inflamatoria a la presencia de microorganismos en un tejido normalmente estéril. Bacteremia: presencia de bacterias viables en la sangre (hemocultivo positivo). Síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SRIS): se considera que está presente cuando hay dos o más de los siguientes cuatro hallazgos clínicos: 1. Temperatura corporal por encima de 38°C o por debajo de 36°C. 2. Frecuencia cardíaca mayor de 90 latidos por minuto. 3. Hiperventilación, evidenciada por una frecuencia respiratoria mayor de 20 por minuto o una PaCO2 menor de 32 mmHg. 4. Recuento de leucocitos mayor de 12.000 o menor de 4.000 células/μL o con 10% de formas inmaduras. Sepsis: en el reporte de 1992 de la Conferencia de Consenso del American College of Chest Physicians/ Society of Critical Care Medicine (ACCP/SCCM) se definió que sepsis es una respuesta sistémica a la infección; por lo tanto, para el diagnóstico de sepsis se requeriría la presencia de ambos: infección + SRIS. 12 Sepsis grave: sepsis con evidencia de disfunción de al menos un órgano o sistema. Síndrome de disfunción orgánica múltiple (DOM): alteración de la función de varios órganos en un paciente con enfermedad aguda, y cuya homeostasis no se puede mantener sin intervención. Choque séptico: sepsis con falla circulatoria aguda caracterizada por hipotensión persistente (presión arterial sistólica menor de 90 mm Hg o disminución de al menos 40 mm Hg con respecto a un valor previo), inexplicable por otras causas, que no se corrige al administrar líquidos (20 a 30 mL/kg de cristaloides en bolo). Sepsis Abdominal Las infecciones que surgen en el ámbito de la normalmente estéril cavidad peritoneal y que causan seria enfermedad sistémica, son colectivamente llamadas sepsis abdominal.4, 5 El término se refiere a un espectro de entidades que se conocen como peritonitis primaria, secundaria y terciaria; también están incluidos los abscesos intraabdominales.4, 5 La peritonitis primaria tiene que ver con la infección del líquido peritoneal sin que haya ocurrido perforación de una víscera. Este fenómeno es causado por siembra del peritoneo por diseminación hematógena a partir de una fuente extra abdominal o a través de un conducto (como puede ocurrir con un catéter intraperitoneal), y casi siempre es responsable un solo patógeno microbiano. Pacientes con grandes cantidades de líquido peritoneal (ascitis, diálisis peritoneal) son más susceptibles 13 de desarrollar el proceso, que se debe principalmente a deterioro de los mecanismos de defensa del peritoneo.4, 5 La peritonitis secundaria resulta de la perforación de una víscera intraabdominal. Puesto que el inóculo son los microorganismos presentes en la luz visceral, casi siempre es una infección polimicrobiana, con la presencia de microorganismos tanto aerobios como anaerobios.4, 5 La peritonitis terciaria o persistente ocurre en personas que sufren una peritonitis secundaria y que no son capaces de aclarar la infección, o quienes subsecuentemente desarrollan superinfección de toda la cavidad peritoneal. Se caracteriza por alta mortalidad, y probablemente representa una forma de superinfección que indica inmunosupresión subyacente.4, 5, 6 Microbiología en la sepsis abdominal Las infecciones intraabdominales se clasifican como monomicrobianas o polimicrobianas. Las monomicrobianas ocurren con mayor frecuencia en el árbol biliar, en la peritonitis bacteriana espontánea y en las pancreatitis; y los patógenos más comunes son bacterias coliformes, principalmente Escherichia coli, y estreptococos. Las peritonitis y los abscesos intraabdominales son polimicrobianos.4, 7, 8, 9 En la sepsis intraabdominal participa la flora gastrointestinal del huésped. Los microbios específicos normalmente presentes en el tracto gastrointestinal constituyen el inóculo que da lugar a la infección. 4, 7, 8, 9 14 La saliva contiene aproximadamente 109 bacterias/mL, con predominio de las anaerobias y, en menor escala, las aerobias. El estómago y el intestino proximal contienen una menor cantidad, 104/mL. El jugo gástrico, por su acidez, representa el mecanismo principal para la eliminación de la población bacteriana deglutida con la saliva, y la motilidad del intestino evita la adherencia bacteriana en su interior. La microflora del intestino delgado distal es aún más abundante, superior a 108/mL. La mayor concentración de bacterias se encuentra en el colon, con niveles geométricos hasta el punto de ocupar espacio entre 1011 - 1012/g de materia fecal. El 99.9% de esta población es anaerobia. Se estima que cada persona alberga en su intestino grueso más de 400 especies, que incluyen flora autóctona, Bacteroides fragilis, otras muchas especies de bacteroidáceas, estreptococos, clostridium sp., bifodobacterias, eubacterias, E. coli y otras enterobacterias. 4, 7, 8, 9 La cavidad peritoneal es un ambiente estéril. La primera línea de defensa peritoneal es la barrera física que forma la microflora autóctona dentro de la luz visceral, que impide la entrada a la cavidad peritoneal. El moco secretado por el epitelio mucoso forma parte de esa primera barrera. Algunos microorganismos son capaces de traslocar a través de la mucosa intestinal, y entonces encuentran la segunda línea de defensa, el tejido linfoide intestinal y su sistema de drenaje linfático. La inmunoglobulina A o secretora y el complemento promueven la opsonización y el transporte del microorganismo intacto a los nódulos linfáticos mesentéricos y su posterior bacteriólisis. 10, 11 15 Los microorganismos que logran penetrar la cavidad peritoneal encuentran tres tipos de defensa: 1) depuración (―clearance‖) bacteriana, mediante la absorción translinfática; 2) fagocitosis y muerte por acción de los leucocitos; y 3) secuestro.10, 11 El influjo de líquido inflamatorio constituye un tercer mecanismo de defensa, el secuestro microbiano, que ocurre cuando el fibrinógeno polimeriza a fibrina. Durante este proceso, un gran número de microorganismos son inespecíficamente atrapados (secuestrados) dentro del coágulo de fibrina. 10, 11 La microbiología de la sepsis intraabdominal varía de acuerdo con las fuentes de las bacterias (gástrica, intestino delgado o colon), el origen comunitario versus el origen nosocomial, los antecedentes de tratamiento antimicrobiano y el rigor del estudio microbiológico. El aerobio dominante es la E. coli y el anaerobio el B. fragilis, pero casi todas las infecciones son polimicrobianas con la presencia de dos o tres especies de aerobios y más de nueve de anaerobias. 10, 11 El tracto gastrointestinal es el mayor reservorio para los enterococos. El Enterococcus fecalis (anteriormente denominado Streptococcus fecalis) constituye el 90% de este género, y el Enterococcus faecium (previamente Streptococcus faecium) representa el otro 10%. En los últimos años, el Enterococose ha convertido en el segundo patógeno nosocomial después de la E. coli, según el Sistema Nacional de Vigilancia de Infecciones Nosocomiales de los Estados Unidos. 10, 11 16 Respuesta Inmune en la Sepsis La respuesta inmune es correctamente controlada y usualmente funciona de forma efectiva para limitar la infección y promover la reparación tisular. Normalmente existe un balance entre citocinas proinflamatorias como el TNF-α, interleucina1 (IL- 1), IL-12 y el interferón-γ (IFN- γ), y citocinas antiinflamatorias como IL-10, IL-4, factor de crecimiento transformador β, el antagonista del receptor IL-1 y algunas prostaglandinas. Este balance resulta de una activación efectiva y subsiguiente resolución de la respuesta inflamatoria. Sin embargo, en algunos casos donde predomina la respuesta proinflamatoria puede originarse una inflamación sistémica severa que ha sido tipificada como sepsis más síndrome de respuesta inflamatoria sistémica. Recíprocamente cuando predomina la respuesta antiinflamatoria puede desarrollarse un estado de inmunosupresión relativa, este fenómeno que puede verse después de un trauma mayor, de un daño térmico o de un estado post- sepsis se denomina Síndrome de Respuesta Compensadora Antiinflamatoria (CARS). Los pacientes que presentan CARS son más susceptibles de desarrollar complicaciones infecciosas. La disfunción multiorgánica, la insuficiencia orgánica y la muerte pueden ocurrir como consecuencia tanto de una inflamación severa (SIRS) como de una infección severa (CARS).12 Las citocinas son los mensajeros fisiológicos de la respuesta inflamatoria. Son pequeñas moléculas de polipéptidos cuya función fundamental es intervenir en la transmisión de información (señales) de una célula a otra y son biológicamente activas en concentraciones reducidas (pico-molares o menos). Se unen a receptores específicos de sus células blanco, provocando en estas células modificaciones que llevan a la síntesis y liberación de mediadores secundarios, 17 por ejemplo en la inflamación inducen la liberación de otras citocinas, óxido nítrico (NO) o metabolitos del ácido araquidónico (prostaglandinas y leucotrienos). Su efecto se ejerce fundamentalmente sobre las células que rodean a la célula emisora (efecto paracrino). Las principales citocinas proinflamatorias son el factor de necrosis tumoral α (TNF-α), IL-1, IL-6, IL-8 y los interferones. La infección es el mayor estímulo para la liberación de citocinas por la acción de moléculas bacterianas como la endotoxina (LPS) que son reconocidas por las células del sistema inmune innato. Otros estímulos no infecciosos pueden de igual manera inducir su síntesis y liberación desencadenando la reacción inflamatoria. Es indudable que las citocinas participan directa o indirectamente en la patogenia de numerosas enfermedades, sobre todo aquellas asociadas con inflamación o proliferación celular. 13 Roger Bone14 propuso tres estadios para explicar el desarrollo del SIRS. En el estadio I en respuesta a una agresión se producen citocinas que ponen en marcha un mecanismo local con liberación de mediadores destinado a la curación de heridas y al reclutamiento de células del sistema inmunitario. Los niveles bajos in situ, tienen un efecto beneficioso ya que la inflamación es fundamental para combatir los microorganismos, eliminar detritus y curar heridas. Si la agresión es de suficiente magnitud ingresamos al estadio II, caracterizado por la liberación hacia la circulación de pequeñas cantidades de citocinas que amplifican la respuesta local. Así pues, el TNF-α, IL-1β e IL-6 aparecen en la circulación, se reclutan macrófagos y plaquetas. En esta etapa se presentan los signos clínicos y de laboratorio que ponen de manifiesto la activación de la cascada inflamatoria 18 (SIRS). Puede presentarse fiebre y se estimula la hipófisis para liberar hormonas relacionadas al estrés y el hígado para sintetizar reactantes de fase aguda, tales como la proteína C reactiva y el fibrinógeno. Esta respuesta de fase aguda es estrictamente controlada por la liberación simultánea de antagonistas endógenos (receptores solubles de TNF, antagonistas del receptor de IL-1, IL-4 e IL-10) con propiedades antiinflamatorias. Esta situación continua hasta que ocurre la reparación tisular o curación de la herida, la infección se resuelve y la homeostasis se restaura, un ejemplo típico es el post-operatorio. En ocasiones la homeostasis no se restablece y pasamos al estadio III, iniciándose una respuesta sistémica masiva. El efecto de las citocinas se transforma en deletéreo y los mediadores inflamatorios disparan distintas cascadas con activación sostenida del sistema retículo-endotelial, pérdida de la integridad microvascular y disfunción de órganos distantes al sitio del daño inicial.14 Cuadro Clínico La peritonitis ocurre después del escape de microorganismos hacia la cavidad abdominal a partir de un órgano enfermo o traumatizado. La principal manifestación de la peritonitis infecciosa es el dolor abdominal el cual generalmente está acompañado de fiebre, náusea, vómito y el cuadro puede evolucionar a estado de choque. El dolor de la inflamación peritoneal invariablemente se acentúa por presión o cambios en la tensión del peritoneo, si éstos se producen por palpación o descompresión del mismo. En consecuencia, el paciente con peritonitis habitualmente se encuentra en cama casi inmóvil, prefiriendo evitar los movimientos. Otra de las características de la irritación 19 peritoneal es el espasmo reflejo tónico de la musculatura abdominal, localizada en el segmento corporal comprometido. La intensidad del espasmo muscular tónico que acompaña a la inflamación peritoneal es dependiente de la localización del proceso inflamatorio, la velocidad a la cual éste se desarrolla y la integridad del sistema nervioso. En la reacción peritoneal difusa existe un silencio abdominal persistente (por íleo paralítico reflejo), y en la circunscrita se puede llegar a percibir roces y crepitaciones a su nivel. 15 La respuesta sistémica ante la infección tiende a progresar con el tiempo, pasando desde el fenómeno local hasta el choque séptico. La velocidad con que esa respuesta aumenta, sin embargo, difiere de unos a otros pacientes y existen diferencias individuales en sus manifestaciones. Algunos pacientes pueden presentarse con choque séptico sin la detección previa del síndrome de respuesta inflamatoria sistémica. Así mismo, las manifestaciones inflamatorias simples o la disfunción de órganos pueden aparecer en ausencia de choque.16 Por otra parte, los cambios en la temperatura pueden variar desde hipotermia hasta hipertermia o incluso temperatura normal.17 Los pacientes ancianos o los que tienen infarto de miocardio tienden a hacer temperaturas más bajas que los pacientes jóvenes, y la temperatura menor de 36 °C está asociada con la presencia de infección grave.18 En un estudio observacional prospectivo se demostró que la disminución en la variabilidad de la frecuencia cardíaca es un factor de mal pronóstico.19 La hiperventilación, evidenciada por una frecuencia respiratoria mayor de 20 por minuto, puede ser un signo precoz y sutil para el diagnóstico. La desorientación, la confusión y otros signos de encefalopatía pueden ser también manifestaciones tempranas, especialmente en los ancianos.18 20 Dada la complejidad planteada para establecer el diagnóstico de SRIS / estado de choque, se considera necesario complementar la lista de signos y síntomas de sepsis con varios marcadores del estado general, inflamación, inestabilidad hemodinámica, disfunción orgánica o falla de perfusión tisular.20 Las Sociedades de Cuidado Intensivo de Europa y Estados Unidos en la última Conferencia Internacional de Definiciones de Sepsis, afirmaron que el diagnóstico de sepsis debería ser consideradoen la presencia de infección, sospechada o confirmada, más algunos de los marcadores descritos a continuación: 20 Variables generales Temperatura mayor de 38.3°C o menor de 36°C. Frecuencia cardíaca mayor de 90 latidos por minuto. Frecuencia respiratoria mayor de 20 respiraciones por minuto en adultos. Estado mental alterado. Variables inflamatorias Recuento de leucocitos mayor de 12,000/µl, menor de 4,000/µl, o con más de 10% de formas inmaduras. Proteína C reactiva en plasma por encima de 2 desviaciones estándar sobre el valor normal. Procalcitonina en plasma por encima de 2 desviaciones estándar sobre el valor normal. Variables hemodinámicas 21 Presión sistólica menor de 90 mmHg o presión arterial media menor de 70 mmHg. Saturación de O2 venoso menor de 70%. Índice cardíaco mayor d 3.5 L/min/m2. Variables de disfunción orgánica Presión arterial de O2 / Fracción inspirada de O2 (PaO2/FiO2) menor de 300. Gasto urinario menor de 0.5 mL/kg/hora o incremento de la creatinina sérica mayor de 0.5 mg/dL. INR (International Normalized Ratio) mayor de 1.5 o TTP mayor de 60 segundos. Recuento de plaquetas menor de 100,000/µL. Bilirrubina plasmática total mayor de 4 mg/dL. Variables de perfusión tisular Hiperlactatemia mayor de 2 mmol/L. Retardo del llenado capilar o livideces. Diagnóstico Pruebas de Laboratorio La biometría hemática aporta datos acerca de la presencia de leucocitosis, neutrofilia y bandemia, mismas que están asociadas comúnmente con la presencia de infección, aunque su sensibilidad y especificidad son bajas. Un estudio prospectivo observacional llevado a cabo en pacientes mayores de 65 años mostró que los leucocitos por encima de 11.400/μL o por debajo de 4.300/μL tenían una sensibilidad de 57% y una especificidad de 55%; si el recuento de 22 células blancas era anormal y además había desviación a la izquierda (presencia de más de 74% de neutrófilos en el diferencial o más de 11% de bandas), la sensibilidad era de 93% y la especificidad, de 11%. 21 La Proteína C Reactiva (PCR) es una molécula liberada por el hígado durante la respuesta de fase aguda a la inflamación.22 La Procalcitonina (PCT) es un precursor de la calcitonina sintetizada por las células tipo C de la tiroides, y cuya función en la sepsis aún no se encuentra bien descrita. Diversos estudios evaluaron la capacidad de la PCT para diagnosticar la sepsis en pacientes que requirieron atención en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), y encontraron sensibilidades entre 65-97% y especificidades entre 48-94%.23 – 28 Solo en tres de estos estudios la PCT fue mejor marcador de sepsis que la PCR.24, 26, 27 Teniendo en cuenta que la mayoría de las investigaciones se hicieron en una UCI y no en salas de emergencia, el hallazgo de la aparente superioridad de la PCT para discernir entre SRIS de origen infeccioso y no infeccioso debe interpretarse en su contexto.29–34 Dos de los pocos estudios hechos en pacientes no críticos mostraron que la PCR tenía mejores sensibilidad y especificidad que la PCT en salas de urgencias, pero la PCT conservó su valor como predictor de gravedad de la sepsis.35, 36 Los hemocultivos han sido considerados como una técnica diagnóstica estándar en el enfoque de los pacientes que tienen sospecha de infección sistémica o bacteriemia. Sin embargo, hacerlos o no en el servicio de urgencias es motivo de debate porque comparados con las pruebas habituales en ese servicio requieren el doble de tiempo para la extracción de la sangre, una técnica depurada para 23 evitar contaminaciones, y carecen de utilidad diagnóstica inmediata.37 Además, algunos estudios cuestionan su utilidad al considerar que los falsos positivos son tan frecuentes o más que los verdaderos positivos, y los primeros aumentan la estancia hospitalaria sin afectar las tasas de mortalidad.38, 39 La tasa de hemocultivos positivos es muy variable dependiendo, entre otros factores, del sitio primario de infección, las características del huésped, el microorganismo aislado y la gravedad de la infección. Los hemocultivos pueden ser positivos en cerca de 50% de los pacientes con sepsis grave y choque séptico, pero apenas en 20% de los casos de sepsis.40 Sin embargo, la ventaja potencial de identificar el microorganismo y su susceptibilidad a los antibióticos hace que la obtención de muestras para hemocultivos sea una práctica recomendada para establecer un tratamiento antibiótico definitivo.41 Técnicas Radiológicas Radiografía simple La radiografía simple de abdomen es a menudo el primer estudio de imagen solicitado a los pacientes con peritonitis. Ésta es útil para identificar aire libre bajo el diafragma (con mayor frecuencia en el lado derecho), que puede resultar de vísceras perforadas. El aire libre puede estar presente en la mayoría de los casos de cáncer gástrico anterior y perforación duodenal. Sin embargo, es mucho menos frecuente apreciarlo en perforaciones del intestino delgado y el colon y es inusual con perforación apendicular. Las radiografías simples de abdomen tienen una baja sensibilidad y especificidad, y han sido, en la mayoría de los casos, reemplazadas por la tomografía axial computada. Sin embargo, las radiografías simples de 24 abdomen siguen siendo un estudio inicial razonable para los pacientes con sospecha de peritonitis que, en base al historial clínico y al examen físico, son posibles candidatos a exploración quirúrgica. En este caso, las radiografías simples de abdomen pueden confirmar la evidencia de perforación en poco tiempo.42 La radiografía simple de abdomen puede localizar abscesos incluso en 50% de los pacientes. Esta técnica sin embargo tiene menos utilidad en el postoperatorio complicado ya que el íleo que se genera da lugar a imágenes confusas.15, 43, 44 El signo cardinal de un absceso es un acúmulo anormal de gas extraluminal ya sea en forma de única burbuja o bien en forma de un patrón moteado, o la imagen de interfase hidroaérea. Por otra parte, deben de valorase signos indirectos de absceso intraabdominal como el derrame pleural reactivo o la elevación del hemidiafragma. En otras ocasiones puede incluso identificase una masa si ésta provoca desplazamiento de una asa intestinal llena de aire.43, 44 Los signos mencionados con anterioridad son sutiles y en la mayoría de los casos pueden detectarse sólo retrospectivamente y, aun estando presentes, debido a su baja especificidad se necesitan más pruebas u otra orientación iconográfica antes de emprender un drenaje percutáneo o exploración quirúrgica, por lo que la radiografía simple, no se considera una prueba de gran utilidad en el diagnóstico de la sepsis intrabdominal.43, 44 El estudio con contraste de bario es un complemento de la radiografía simple. Sin embargo, los estudios con bario pueden poner en peligro las líneas de sutura realizadas recientemente, y la diseminación libre del sulfato de bario en la cavidad peritoneal podría poner al paciente en peligro de sufrir todos los efectos añadidos 25 del material de contraste. Por otra parte, hay que tener en cuenta que el bario interfiere en las posibilidades diagnósticas del ultrasonido y la TAC, exploraciones mucho más útiles que la radiografía con contraste y, por esta razón, debe de evitarse en los pacientes críticos. Los efectos dañinos del bario han hecho que algunos investigadores recurran a material de contraste hidrosoluble, pero se ha demostrado que esto es, de manera semejante inaceptable a causa de la mala resolución visual que se logra con sustancias como gastrografín.43, 44 La radiografía con material de contraste puede ser útil en el paciente operado que tiene una vía de drenaje, ya que la trayectoria del drenaje puede ser la vía para introducir material de contraste hidrosoluble y, por tanto, identificar el absceso. Estemétodo tiene su mayor utilidad en el individuo que se ha sometido a procedimientos abdominales múltiples, o en el cual se ha utilizado un drenaje para vaciar un absceso previo. El método del sinograma identifica las zonas no drenadas del absceso, lo que puede reflejar la colocación del propio drenaje original en un sitio que no es bajo. En ocasiones, la entrada de contraste por la trayectoria del drenaje puede identificar incluso una comunicación fistulosa hacia la luz del intestino.43, 44 Ecografía abdominal La ecografía permite una valoración rápida del abdomen sin necesidad de traslado del paciente ya que se realiza fácilmente a pie de cama.15, 42, 43, 44 Es muy eficaz en el cuadrante superior derecho, donde el hígado constituye una ventana sonora para estudiar los cúmulos de líquido dentro, alrededor y debajo de dicha víscera, en el riñón y bazo, que también son buenas ventanas sonoras y en 26 la pelvis, donde, distendiendo la vejiga se puede crear una buena ventana. En la zona media del abdomen, el ultrasonido es eficaz sólo si el absceso está en contacto con la pared del abdomen y constituye por sí una ventana sonora. 15, 42, 43, 44 Los abscesos muestran diversos patrones ecográficos, la imagen suele ser la de acúmulos de líquido redondos u ovales por lo común hiperecoicos, pero a menudo tiene múltiples ecos internos de bajo nivel o ser completamente ecógeno. 15, 42, 43, 44 En manos experimentadas tiene una tasa de precisión del 90%. Tiene la ventaja de ser barata en comparación con los métodos alternativos de diagnóstico y que el equipo de ultrasonido es pequeño y se puede transportar hasta la cabecera del paciente, en vez de hacer que éste viaje a la sala de radiología. Además es repetible (seguimiento de lesiones) y permite la aspiración con aguja bajo guía ecográfica con lo que será posible conocer si el líquido está infectado o es estéril. Sin embargo, es una técnica que cuenta con desventajas graves, sobre todo en el paciente recién operado. Los signos ecográficos se superponen a veces con los de hematomas, seromas, ascitis loculadas. Es además una técnica no fácilmente realizable en pacientes con grandes incisiones abdominales, heridas infectadas, estomas o, incluso abdomen abierto. Además la interpretación es difícil cuando hay grandes cantidades de aire en el abdomen, situación frecuente en los pacientes postoperados. Por último hay que tener en cuenta que la utilidad de la ecografía varía bastante entre unos y otros hospitales por ser un método que depende en grado sumo del operador, del intérprete y del equipo. 15, 42, 43, 44 27 Tomografía Axial Computada (TAC) La TAC constituye la principal modalidad radiográfica para la detección de abscesos en la mayoría de las instituciones y se señala una precisión mayor del 95%.15, 42, 43, 44 Es una técnica que depende también, aunque en menor grado, de las habilidades del operador y del intérprete. Los aparatos más antiguos sufren limitaciones como son los artefactos por movimiento, sin embargo los de tercera y cuarta generación, dan lugar a una imagen en menos de cinco segundos y logran imágenes excelentes. Es importante planear y practicar la TAC en la mejor forma posible a fin de obtener la mejor imagen y la máxima información. Hay que preparar al paciente administrando contraste por la boca y/o recto y añade gran información la administración de contraste endovenoso. El contraste intraluminal e intravascular son de gran ayuda en la TAC. El intraluminal permite distinguir entre los tejidos extraluminales llenos de líquido y el intestino normal. El contraste puede identificar extravasación, lo que facilita el diagnóstico de fístulas y dehiscencias de suturas. El contraste intravenoso puede intensificar la imagen del absceso al concentrarse el material dentro de la pared de éste a manera de corteza alrededor del acúmulo de pus (signo del anillo). A pesar de la gran ayuda y mejoría de la interpretación de las imágenes con contraste intraluminal, en los pacientes operados, la presencia de íleo puede hacer que el paciente no tolere la administración de todo el volumen que se precise o éste puede no progresar hacia el intestino distal de manera eficiente, restando ambas circunstancias calidad a la imagen. 15, 42, 43, 44 Los signos de absceso incluyen: masa redonda u oval bien circunscrita y con poca atenuación con una densidad propia de líquido, obliteración de planos grasos 28 vecinos, cúmulos inapropiados de gas (hasta en un 40-50% de los abscesos), desplazamiento de vísceras vecinas y "signo del anillo" tras la inyección de contraste intravenoso, como resultado de la hipervascularidad de la pared inflamada que lo rodea.43, 44 La infección o inflamación sin formación de abscesos ocasiona sólo edema de gran atenuación de la grasa vecina sin densidad propia de líquidos que cuando es focal, recibe el nombre de flemón.43, 44 Los resultados de la TAC en la valoración de los abscesos abdominales han sido excelentes con una sensibilidad y especificidad del 95%. En pacientes postoperados, no es razonable esperar esa misma tasa de precisión, debiéndose esperar una tasa del 10% de falsos negativos y 10% de falsos positivos de los abscesos intraabdominales en pacientes con peritonitis postoperatoria o politraumatizados, a causa de la inflamación de tejidos blandos y la distorsión anatómica acompañantes que se crean en estas circunstancias. Por esta razón, hay que tomar una actitud precavida y el juicio clínico puede requerir reoperación aunque la TAC no sea diagnóstica. 15, 42, 43, 44 Como los pacientes traumatizados y los que se han sometido a procedimientos quirúrgicos mayores tienen acumulaciones de líquido no supurante durante el postoperatorio inmediato constituidas por sangre ―vieja‖, suero y soluciones de lavado que se utilizaron durante la intervención, se recomienda con firmeza que no se efectúe estudio de TAC hasta que haya pasado el octavo día del postoperatorio. Este intervalo permite la resorción de estas acumulaciones de líquido no infectado y propicia la resolución del estudio con reducción obligatoria del edema tisular. Por otra parte, cualquier proceso inflamatorio precisa de este 29 tiempo para que se organice como infección y adquiera la forma de masa identificable por TAC.43, 44 La eficacia de la tomografía computada para los pacientes operados significa, en general, que tienen muy poca función o ninguna en ellos los otros métodos de imágenes. Aunque muchos estudios comparativos con ultrasonografía, radionúclidos y tomografía, muestran grados notables de precisión de todas las técnicas, la TAC cuenta con mayor resolución anatómica, es fácilmente realizable y ofrece la oportunidad de efectuar el drenaje percutáneo en el post-operado complicado, por lo que se ha constituido como la técnica de elección en este tipo de pacientes. 15, 42, 43, 44 Resonancia magnética nuclear (RMN) En términos generales la RMN es excelente para detectar procesos inflamatorios de tejidos blandos alrededor de un absceso, pero su aplicabilidad en el paciente crítico es complicada debido a dificultades que surgen con los movimientos respiratorios, largo tiempo de realización y necesidad de equipo de apoyo (monitores, respiradores, bombas de infusión) ferromagnéticos. 43 Hasta ahora la experiencia en los casos de infección intraabdominal es muy limitada.43 Escalas de Gravedad Las escalas de puntuación de gravedad intentan integrar datos clínicos en una única variable numérica con capacidad para predecir el curso de un paciente. El beneficio indirecto de dichas escalas es ampliamente aceptado. En primer lugar, 30 cuando estos sistemas se aplican en la investigación, los resultados pueden ser comparados más fácilmente y los ensayos clínicos son más objetivos y reproducibles. En segundo lugar, las puntuacionespueden utilizarse en la evaluación de la calidad y las comparaciones de la mortalidad esperada y observada pueden ser usadas para evaluar la eficacia de la UCI. En tercer lugar, la puntuación de la gravedad de los cuadros en los pacientes de la UCI pueden ayudar a economistas y administradores en decisiones presupuestarias. En cuarto lugar, trabajar con sistemas de puntuación tiene un efecto formativo y puede ayudar a suplir la falta de experiencia en facultativos jóvenes. Se considera que existe un efecto directo cuando, en base a una puntuación, se inician, retiran o deniegan procedimientos diagnósticos o terapéuticos. Es necesario enfatizar que los indicadores pronósticos reflejan la evolución esperada para un grupo de pacientes, y su utilidad para tomar decisiones en relación con la atención a un paciente individual es muy limitada. Un sistema predictivo estadístico no debería nunca liberar al médico de su deber de tener en cuenta al paciente en conjunto para sus decisiones.45, 46 Aunque no específica para sepsis, la puntuación del Acute Physiology and Chronic Health Evaluation System (APACHE) es la más conocida y está ampliamente di- fundida.46, 47 Es sencilla de calcular a partir de datos disponibles en la clínica y proporciona una evaluación de la gravedad de la enfermedad en el momento en que se atiende al paciente por primera vez. Está compuesta de dos partes: a) una puntuación fisiológica que representa el grado de la enfermedad aguda, utilizando 34 variables fisiológicas de uno o más de los 7 sistemas principales (neurológico, cardiovascular, gastrointestinal, etcétera), excepto para aquellos pacientes con 31 infarto agudo de miocardio o quemaduras, los cuales tienen su propio sistema de clasificación. Todas las medidas se valoran por una escala de 1-4, tomando el peor valor obtenido en las primeras 24 horas de admisión en la UCI. Aquellos pacientes con 31 o más puntos tienen un 70% de posibilidades de morir en el hospital, y b) una evaluación de la salud previa del paciente, que se realiza de modo similar al de la clasificación ASA (American Society of Anesthesiologists), mediante la cual se clasifica al paciente en una de cuatro clases, de la A a la D.46, 47 Existen numerosas revisiones y validaciones del sistema APACHE en la práctica clínica, la clasificación APACHE II, modificada por Knaus, es la más utilizada.46, 48 Es mucho más simple que el APACHE, habiéndose reducido el componente fisiológico a sólo 12 variables. Algunos parámetros fueron reemplazados, como la urea por creatinina y el bicarbonato por pH, y se añadieron puntuaciones para la edad y la salud crónica, resultando en una puntuación total posible que oscila entre 0 y 71. El valor predictivo de esta escala de puntuación ha sido confirmado por otros investigadores tanto en pacientes de UCI general como quirúrgica.46, 49, 50, 51, 52, 53 La puntuación media obtenida por los supervivientes se encuentra habitualmente en el rango 9-15, mientras que aquellos que finalmente mueren tienen puntuaciones medias más elevadas, de 19-25. La utilidad del APACHE II ha sido evaluada específicamente en pacientes quirúrgicos con sepsis de origen intraabdominal. En este grupo de pacientes, cuya mortalidad es especialmente alta, se ha encontrado una buena correlación entre la puntuación APACHE II y la mortalidad.50 Se han comparado varios sistemas de puntuación en pacientes con 32 sepsis intraabdominal, 51 encontrándose eficacia para predecir la mortalidad tanto para el APACHE II como para el Mannheim Peritonitis Index.54 Las puntuaciones de ambos en conjunto demostraron, asimismo, un mayor poder predictivo que cada una por separado.46 Los índices que valoran el riesgo de mortalidad asumen que el pronóstico de un paciente depende del grado de descalabro fisiológico que presenta al ingreso o en el momento de la admisión en la UCI. Reconocer que un paciente o grupo de pacientes se enfrentan a un 50% de riesgo de mortalidad en el momento del ingreso no nos da información de si el paciente está respondiendo adecuadamente al tratamiento, o de si un nuevo enfoque terapéutico está siendo capaz de modificar el pronóstico. Los índices que maximizan la fiabilidad predictiva basándose en las alteraciones fisiológicas precoces integran variables que son muy sensibles a dichas alteraciones y así, por definición, también sensibles a ser corregidas por el tratamiento inicial.46 Los problemas que nos permiten conocer la evolución del paciente son los que van apareciendo, a pesar del tratamiento, las horas o días posteriores al ingreso, y se manifiestan en forma de disfunciones de múltiples órganos y sistemas.46, 55 Los criterios más ampliamente utilizados en las escalas de disfunción orgánica son: 46, 56 1. Sistema Nervioso Central (SNC). La alteración del estado de conciencia es la forma más común de evaluar el fracaso del SNC, mediante la obnubilación, estupor o coma. Otros autores también consideran las convulsiones o las manifestaciones psicóticas. La escala de Glasgow cumple 9 de los 12 criterios 33 ideales, por lo cual sería el criterio más aceptable hoy día para evaluar la disfunción del SNC. 2. Aparato respiratorio. La necesidad de ventilación mecánica ha sido el criterio más utilizado para el fracaso del sistema respiratorio. Sin embargo, depende de las indicaciones y protocolos de asistencia respiratoria mecánica de cada grupo de trabajo. Otros autores también consideran el tiempo de permanencia de un paciente bajo ventilación mecánica. Generalmente, el pronóstico comienza a empeorar más allá de las 48 horas. La alteración del V/Q o del shunt intrapulmonar por medio de los índices de tensión de oxígeno son también muy usados. El cociente PaO2/FiO2 cumple 11 de los 12 criterios ideales, por lo cual sería el parámetro más recomendable para medir el grado de disfunción respiratoria. 3. Aparato cardiovascular. Los criterios más utilizados son la hipotensión (cumple 8 de los 12 criterios) y la necesidad de inotrópicos, con o sin mediciones hemodinámicas invasivas. Para otros autores también son importantes el fracaso de bomba o la presencia de arritmias, infarto agudo de miocardio, paro cardiorrespiratorio, etcétera. Ante la falta de criterio adecuado, Marshall describe un índice denominado Pressure Adjusted Heart Rate (PAR), que se logra con la siguiente fórmula: FC × (PVC/TAM). 4. Sistema renal. Los incrementos en la creatinina parecen ser los más efectivos para evaluar este sistema orgánico, cumpliendo 10 de los 12 requisitos. Algunos autores han considerado la urea, la diuresis horaria, el requerimiento de diálisis, etcétera. 34 5. Sistema hepático. Dentro del fracaso hepático existe gran disparidad de criterios. Se han usado la elevación de enzimas como AST, ALT, FA o DHL, así como el tiempo de protrombina. Sin embargo, la bilirrubina total o el desarrollo de ictericia parecen ser los mejores marcadores, cumpliendo 9 de los 12 requisitos. 6. Sistema hematopoyético. La leucopenia parece ser un criterio más importante de fracaso que la leucocitosis y pocos autores toman como criterio al hematocrito. La trombocitopenia cumple 12 de los 12 requisitos y parece ser la más adecuada. 7. Aparato digestivo. El parámetro más objetivo para evaluar la disfunción digestiva, parece ser la hemorragia digestiva alta, que cumple 8 de los 12 requisitos. Otros parámetros usados en algunas escalas incluyen: colecistitis y pancreatitis alitiásicas, íleo persistente, intolerancia a la dieta, perforación espontánea, isquemia grave y trombosis venosa mesentérica. Siguiendo aproximadamente estos criterios, en los últimos años se han propuesto cuatro escalas de puntuación para la falla multiorgánica. Dichas escalas son comparables en tanto que usan los mismos 6 sistemas orgánicos: cardiovascular, respiratorio, hepático, hematopoyético,renal y neurológico.46 La escala Bruselas 57 y el Multiple Organ Dysfunction Score (MODS) 58 se desarrollaron casi simultáneamente, seguidas poco después por el Sequential Organ Failure Assessment (SOFA) 59 y el Logistic Organ Dysfunction (LOD).60 El MODS, el SOFA y el LOD permiten el cálculo de una puntuación conjunta para la presencia y grado de disfunción de los 6 órganos. La escala Bruselas no intenta unificar las distintas disfunciones en un solo valor, permitiendo la evaluación de cada sistema por separado. Sin embargo, las principales diferencias residen en el modo en que se evalúan los diferentes parámetros. En el MODS y en el LOD, la 35 disfunción orgánica se evalúa para el peor día en la UCI (MODS) o en el día 1 (LOD). El SOFA se calcula diariamente y puede ser usado como un índice dinámico de la gravedad del paciente. En la escala Bruselas cada sistema se puntúa también diariamente y se puede hacer un cálculo adicional del número de días ―libres de fracaso‖. En este cálculo se define un período de referencia (normalmente 28 días) y los días libres de fracaso son aquellos en que el paciente está vivo y sin un fracaso orgánico significativo. El resultado es una puntuación de 0 a 28 para cada sistema.46 El índice de peritonitis de Mannheim, se basó en los resultados de 1253 pacientes con peritonitis tratados entre 1963 y 1979 en Alemania, y fue desarrollado por análisis discriminativo de 17 factores de riesgos posibles, de los cuales resultaron significativos ocho para valor pronóstico, obteniéndose la información durante la primera laparotomía, permitiendo una clasificación inmediata y fácil de aplicar. Los factores que se incluyeron fueron: edad, sexo, falla orgánica, presencia de malignidad, origen, extensión de la peritonitis y características del fluido peritoneal, asignándole distintos valores según fueron resultados favorables o adversos. Se tiene como valor del índice un rango de 0 a 47 puntos, resultado de la suma de factores.61, 62 En la revisión presentada por Biling se utiliza el score dividido en grupos, el primero teniendo como punto de corte 26, que tuvo una sensibilidad del 86% y especificidad del 74% y una exactitud del 83% para predecir la muerte. Cuando se consideró a los pacientes que tuvieron un score menor de 21, la mortalidad fue del 2.3%, en el rango de 21 a 29, una mortalidad del 22.5% y para mayores de 29, una mortalidad del 59.1%.61, 62 36 El índice de peritonitis de Mannheim es de rápida aplicación y basado en la valoración de parámetros clínicos y hallazgos intraoperatorios, con el cual podemos estimar la severidad de la enfermedad y realizar una intervención terapéutica apropiada y precoz. 61, 62 Tratamiento Medidas Generales Los objetivos para la reanimación inicial en un paciente con sepsis son las siguientes (durante las primeras 6 horas): 42 a) Presión venosa central (PVC) 8–12 mmHg b) Presión arterial media (PAM) ≥ 65 mmHg c) Diuresis ≥ 0.5 mL/kg/hora d) Saturación de oxígeno venosa central (vena cava superior) o saturación de oxígeno venosa mixta de 70% o 65%, respectivamente. Las medidas generales de tratamiento del paciente con sepsis intraabdominal pueden incluir según el caso: nutrición parenteral total, ventilación mecánica, analgesia, soporte inotrópico, sustancias vasopresoras, aporte hidroelectrolítico, vigilancia metabólica, transfusión sanguínea y de hemoderivados, entre otras.42 El análisis de cada uno de estos puntos rebasa los objetivos del presente trabajo por lo que no se enfatizará en cada uno de ellos, posteriormente se describirá el tratamiento antimicrobiano para sepsis intraabdominal. 37 Tratamiento antimicrobiano Diferente a las creencias generales, son las bacterias anaerobias de los géneros Bacteroides y Clostridium las que predominan en el intestino grueso, aunque las más frecuentemente aisladas en las infecciones intraabdominales (IIA) sean Escherichia coli y otras enterobacterias, en pacientes con IIA (que siempre es mixta) existe disparidad entre las proporciones de bacterias luminales y las aisladas, ya que los organismos aerobios en la cavidad peritoneal proliferan para predominar pero no son los únicos agentes como causa de infección; este es el caso especial de E. coli; por tanto, la antibioticoterapia restringida solamente contra esta bacteria o la falla del tratamiento incrementan la posibilidad de sepsis o la formación de abscesos. Un aspecto de gran relevancia se dio en las bacterias productoras de betalactamasa de espectro extendido (BLEE) ya que la selección del esquema antimicrobiano debe contemplar la potencial presencia de las mismas.42, 63, 64, 65 A diferencia de pacientes con infecciones adquiridas en la comunidad, aquellos que han desarrollado evento séptico intraabdominal dentro del hospital presentan mayor riesgo de infección por bacterias intrahospitalarias multirresistentes, como Pseudomonas aeruginosa, Serratia marcescens o especies de Acinetobacter y Enterobacter.63, 64, 65 Los pacientes con características tales como peritonitis persistente, estancia intrahospitalaria prolongada, múltiples esquemas de antibióticos, múltiples cirugías y/o admisiones a terapia intensiva, también presentan mayor riesgo de infección por Staphylococcus epidermidis o especies de Enterococcus.63, 64, 65 Los pacientes con diálisis peritoneal ambulatoria han llegado a presentar infecciones por especies de Nocardia, Lactobacillus, Listeria, 38 Aeromonas, Campylobacter, Mycobacterium, Brevibacterium, e incluso por Streptococcus pneumoniae. Debe considerarse en los pacientes que han recibido manejo con antibióticos de amplio espectro dentro de los cinco a diez días previos a una cirugía o al diagnóstico de IIA, la selección de la flora obliga a reclasificarles en el riesgo de IIA de tipo nosocomial, por lo que el tipo de antibiótico de selección empírica cambia.63, 64, 65 Siempre se debe considerar que la inadecuada selección del esquema de antibioticoterapia inicial determina una morbimortalidad mayor, aun al realizar los cambios prudentes guiados por la evolución y los cultivos. Al analizar las posibilidades de manejo se deben considerar los siguientes factores predictivos para falla en el control de una IIA: 42, 63, 64, 65 - Retraso en la intervención inicial (> 24 h) - APACHE > 15 - Edad avanzada - Comorbilidad con falla orgánica asociada - Hipoalbuminemia - Peritonitis difusa - Imposibilidad para realizar drenaje y/o desbridación completa - Malignidad asociada - Hipocolesterolemia - Desnutrición - Hepatopatía - Neuropatía - Uso de esteroides 39 - Deterioro en la clase funcional en la escala de la New York Heart Association - Índice de peritonitis de Mannheim Aunque no existe un medicamento ideal para los cuadros infecciosos, debe cubrirse flora mixta de aerobios y anaerobios, que incluya a B. fragilis (metronidazol o algún otro anaerobicida).63, 64, 65 El término profilaxis antimicrobiana quirúrgica implica utilizar antibióticos por menos de 24 horas; este periodo es susceptible de prolongación en circunstancias especiales (inmunosupresión, pancreatitis necrótica). La selección del esquema debe de incluir el perfil de sensibilidad de cada Institución, los recursos y los antibióticos con que se cuenta en cada país. Basados en la severidad se pueden emplear, dependiendo de lo anterior: 63, 64, 65 Infección Moderada Infección Severa Moxifloxacino Piperacilina-tazobactam Ticarcilina-clavulanato Ertapenem Imipenem-cilastatina Meropenem Cefazolina + metronidazol Cefuroxima + metronidazol Ceftriaxona + metronidazol Ceftizoxima + metronidazol Ceftazidima + metronidazol Cefepime + metronidazol Ciprofloxacino + metronidazol Levofloxacino + metronidazol Ciprofloxacino + metronidazol Tigeciclina + metronidazol Aztreonam + metronidazol Tratamientoquirúrgico El control de daños en la sepsis abdominal abarca todas las medidas adoptadas para eliminar la fuente de infección, reducir el inóculo bacteriano y corregir o controlar alteraciones anatómicas para restaurar la función fisiológica normal.42 40 Esto generalmente implica el drenaje de los abscesos o colecciones líquidas infectadas, desbridamiento de tejidos infectados o necróticos y el control definitivo de la fuente de contaminación. Es bien sabido que el control inadecuado de la fuente de infección en el momento de la operación inicial se ha asociado con un aumento de la mortalidad en pacientes con infecciones intraabdominales severas. Una intervención quirúrgica sigue siendo la estrategia terapéutica más viable para el manejo de la sepsis intraabdominal en pacientes críticos.42 El objetivo inicial del tratamiento quirúrgico en la peritonitis es la eliminación de la contaminación bacteriana y sustancias inflamatorias y la prevención o la reducción, si es posible, de la formación de fibrina.42 En general, el control de la fuente infecciosa dependerá de la fuente anatómica de la infección, el grado de inflamación peritoneal y la respuesta séptica generalizada, así como la condición pre-mórbida del paciente. El control quirúrgico implica la resección o de sutura de una víscera enferma o perforada, la eliminación del órgano infectado (por ejemplo, el apéndice, la vesícula biliar), el desbridamiento de tejido necrótico, la resección de intestino isquémico y reparación / resección de perforaciones traumáticas con anastomosis primaria o exteriorización del intestino. Las laparotomías se realizan normalmente utilizando una incisión en la línea media. Los objetivos principales de la intervención quirúrgica incluyen a) determinar la causa de una peritonitis, b) drenar colecciones líquidas, c) controlar el origen de la sepsis abdominal.42 Todo paciente con peritonitis generalizada o abscesos no drenados morirá si no se hace un drenaje adecuado, ya sea quirúrgico o percutáneo.15, 43, 44 41 Los cuidados intensivos, soporte nutricional y la terapia antimicrobiana, ha mejorado la supervivencia pero el diagnóstico y la localización precoz del foco séptico y su drenaje, es la clave para la mejoría y curación. 15, 43, 44 Cuando la cavidad peritoneal se encuentra contaminada, se desarrolla un proceso inflamatorio y se ponen en marcha los mecanismos de defensa abdominal, si estos consiguen contener el proceso inflamatorio, dará lugar a la formación de un absceso, si no dará lugar a la formación de una peritonitis difusa. Aunque los mecanismos de defensa consigan localizar la infección mediante la formación de un absceso evitando la sepsis sistémica, la capa de fibrina que forman las paredes, progresivamente más gruesa, forma una barrera cada vez mayor entre el microorganismo infectante y las células fagocíticas y los antibióticos. 15, 42, 43, 44 La localización y extensión de la infección intraperitoneal depende del tipo de intervención previamente realizada y la localización del líquido peritoneal y su flujo. 15, 43, 44 Los abscesos, normalmente se localizan en las áreas dependientes, comúnmente en las correderas parietocólicas derecha e izquierda. Los abscesos de la corredera parietocólica derecha tienden a migrar de forma cefálica hacia los espacios subhepático y subfrénico o caudalmente en la pelvis. Los abscesos de la corredera parietocólica izquierda tienden a quedar localizados por la limitación cefálica del ligamento frenocólico y la limitación caudal del colon sigmoides. Otros espacios donde se forman abscesos son el saco menor, periesplénico, mesocolon, estómago y omento menor. Los abscesos que se forman entre las asas de intestino delgado son frecuentemente múltiples y siguen a una peritonitis difusa. 15, 42, 43, 44 42 El tratamiento acostumbrado de un absceso ha sido el drenaje quirúrgico eficaz y la utilización de antibióticos como complemento. Existen además, casos publicados de curaciones de abscesos viscerales con sólo antibioterapia. 15, 43, 44 Clásicamente el drenaje de abscesos se ha hecho mediante laparotomía. A pesar de que con la intervención se contaminaban zonas que habían estado indemnes, se consideraba que el beneficio de identificar y drenar múltiples abscesos e identificar y corregir la causa -si la había-, tenía importancia suficiente para compensar tal inconveniente y se aceptaba que los antibióticos bastaban para evitar las complicaciones de la contaminación peritoneal. 15, 43, 44 Drenaje percutáneo En los últimos años, se ha reconocido que el drenaje de abscesos a través de drenajes introducidos por vía percutánea constituye una forma eficaz de tratamiento y, en la actualidad se empieza aceptar como el tratamiento óptimo.15, 43 Las comunicaciones iniciales sobre la utilidad del drenaje percutáneo en infecciones intraabdominales eran muy optimistas. Se señalaba que el drenaje percutáneo tenía cuanto menos tanta eficacia como el quirúrgico y no producía gran parte de las complicaciones que conlleva la operación, en tanto que los más entusiastas sugirieron que el drenaje percutáneo podía sustituir a las técnicas quirúrgicas en caso de abscesos abdominales. El menor daño y estrés al paciente con el drenaje percutáneo frente a las técnicas abiertas, constituyen a esta técnica como de primera elección en el tratamiento del absceso intrabdominal.43 A pesar del escepticismo que ha generado en algunos grupos de médicos que se ocupan del cuidado de pacientes críticos y en algunos cirujanos, el empleo de 43 drenajes percutáneos en una cavidad abscedada tiene una base quirúrgica firme. Las nuevas técnicas radiográficas son fiables para identificar el sitio, número y vía más fácil de acceso a los abscesos abdominales. Si el absceso está perfectamente localizado y contenido, la introducción del catéter logra la descompresión y obliteración de la cavidad. La respuesta clínica suele ser impresionante, con mejoría sintomática incluso antes de que se oblitere toda la cavidad y las complicaciones son menores que las que ocurren con la intervención quirúrgica.43 La frecuencia de complicaciones que conlleva el drenaje de abscesos por técnica percutánea es baja, del 5% al 15%, y difiere según la experiencia de los centros. Entre ellas se citan: 1) septicemia transitoria, 2) hemorragia, 3) lesión de vísceras huecas o macizas, 4) salida o migración del catéter.43 Lavado peritoneal El lavado peritoneal postoperatorio continuo se ha utilizado como medio para reducir la reincidencia de infecciones tras una cirugía por sepsis intrabdominal. Se dejan drenajes peritoneales in situ tras terminar la laparotomía inicial y se inicia el lavado durante el postoperatorio inmediato con grandes volúmenes de recambio (más de 2 litros) durante un período de tres horas para garantizar la dispersión del líquido por todo el peritoneo. La cavidad peritoneal se lava de manera continua durante 48-72 horas o hasta que el líquido salga limpio. Washintog y colaboradores demostraron que se reducía la formación de abscesos desde 16 hasta 0% en pacientes sometidos a lavado postoperatorio con una mezcla de cefamandol, eritromicina y heparina. Sin embargo esta serie no seleccionó al azar 44 el grupo testigo, por lo tanto no permite concluir que el lavado haya sido beneficioso.15, 42, 43 El lavado peritoneal es un tema controvertido en la actualidad. Algunos autores han favorecido el lavado peritoneal, ya que ayuda en la eliminación, así como en la dilución de la contaminación peritoneal por el riego con grandes volúmenes de solución salina. Sin embargo, su aplicación con o sin antibióticos en la sepsis abdominal se encuentra descrito en gran parte sin fundamento en la literatura.42 Laparotomía Exploradora También se han utilizado para prevenir la recidiva de la infección intrabdominalla laparotomía planeada y el tratamiento con abdomen abierto.43 Los beneficios que se presentan con la técnica de abdomen abierto se evidencian por la mejor evolución del cuadro séptico y disminución del rango de mortalidad, en comparación con el tratamiento cerrado. Hay menor incidencia de abscesos intraabdominales; sin embargo, algunos expertos indican que los beneficios son controversiales y que este procedimiento facilita la diseminación de infección micótica. Las indicaciones actuales son las siguientes: 1. Cirugía de control de daños. 66, 67 2. Sepsis intraabdominal severa. 3. Síndrome compartimental abdominal. 4. Cierre de la pared abdominal a tensión. 66, 68 5. Pérdida masiva de la pared abdominal. La cirugía de control de daños es una estrategia quirúrgica que describe cirugías de salvamento por fases durante un período de inestabilidad fisiológica y que es 45 aplicable a procedimientos traumáticos y no traumáticos. Estas fases son: laparotomía inicial, reanimación en UCI y reoperación programada.66, 69 El abdomen abierto es la técnica clásica para la cirugía de control de daños.66, 70 Los antecedentes que nos llevan a escoger esta técnica son: 1. Trauma abdominal penetrante con hipotensión arterial sistólica menor de 90 mmHg. 2. Politraumatismo grave por accidente de tránsito y aplastamiento. 3. Fractura pélvica compleja con lesión intraabdominal. 4. Múltiples víctimas que requieren tratamiento quirúrgico y limitación extrema de recursos. 5. Transfusiones mayores de 4.000 ml de concentrado eritrocitario o más de 5,000 ml si se utilizó la combinación de concentrado de eritrocitos y sangre total. 6. Parámetros de laboratorio: a) pH–de 7,2; b) hipotermia– de 34 °C; c) TPT (tiempo parcial de tromboplastina) + de 60 segundos y base exceso > - 8. 7. Parámetros clínicos como la inestabilidad hemodinámica. Los objetivos de la laparotomía inicial son el control de la hemorragia, el control de la contaminación y el cierre temporal del abdomen. La reanimación en UCI persigue el recalentamiento central del paciente, proporcionar apoyo ventilatorio y corregir la coagulopatía. La tercera fase, incluye una reoperación para eliminar el empaquetamiento intraabdominal y la reparación definitiva de las lesiones con cierre abdominal en un ambiente fisiológico estable. 66, 71 Actualmente la cobertura de la cirugía de control de daños incluye a los pacientes críticos con sepsis intraabdominal, hemorragia retroperitoneal y pancreatitis aguda grave. 46 El tratamiento de las infecciones intraabdominales es sin duda uno de los más importantes retos que enfrenta el cirujano general. El diagnóstico de la peritonitis es dependiente del criterio clínico del médico. El manejo requiere de laparotomías repetidas, asociadas con el control de la fuente de infección, remover la contaminación con lavados peritoneales, antibioticoterapia y soporte hemodinámico. 66, 72 Es importante categorizar tres aspectos: a) la infección de órganos específicos, como apendicitis y colecistitis; b) la peritonitis resultante de la extensión de la infección a la cavidad peritoneal; c) abscesos intraabdominales consecuencia de la resolución incompleta de la peritonitis. 66, 73 La sepsis abdominal postquirúrgica aparece en el 2% de los pacientes intervenidos y en el 23% de los pacientes operados por sepsis intraabdominal. Los abscesos intraabdominales son múltiples en el 15-30% aproximadamente.66, 74 En este sentido, la re-laparotomía está indicada cuando hay signos de irritación peritoneal, progresión de falla orgánica múltiple sin causa que lo explique, dehiscencia de las suturas con eliminación de líquido purulento y aire libre en las radiografías. Actualmente están disponibles dos estrategias para el manejo de estos pacientes que implican la utilización de la técnica del abdomen abierto: la re- laparotomía planeada o reparo abdominal por etapas, que consiste en realizar lavados diarios de la cavidad peritoneal hasta obtener la esterilización de la misma, dejando los órganos abdominales cubiertos por una prótesis y, la re- laparotomía a demanda, la cual implica realizar un primer procedimiento, intentando cerrar la pared abdominal si fuera posible, y evaluando clínicamente para futuras reexploraciones. 66, 75 Al revisar la literatura internacional no existe evidencia suficiente que demuestre que la técnica del abdomen abierto disminuye 47 la mortalidad; sin embargo, algunos autores que realizaron estudios como Lamme en el 2004 y Schein en el 2002, recomiendan al abdomen abierto como principio básico de manejo de los pacientes sépticos, observándose una evolución favorable del cuadro clínico y disminución relativa de la mortalidad 66, 76 en grupos seleccionados. La presión intraabdominal es el estado de presión que hay en la cavidad abdominal.66, 77 En condiciones fisiológicas normales su valor normal es cero, aunque, puede sufrir ligeros aumentos en situaciones como la defecación, tos o vómitos. En diciembre del 2004, la World Society of the Abdominal Compartment Syndrome (WSACS), emitió las siguientes definiciones: hipertensión intraabdominal: cuando la presión intraabdominal es > 12 mmHg, clasificándose en: grado I (12-15 mmHg), grado II (16-20 mmHg), grado III (21-25 mmHg), grado IV (> 25 mmHg). El síndrome compartimental abdominal, se evidencia cuando la presión intraabdominal se eleva > 20 mmHg y está asociada a disfunción de órganos, 66, 78 afectando el funcionamiento del cerebro, corazón, pulmón, riñón e intestino. La hipertensión intraabdominal se presenta en el 35% de los pacientes en UCI y, el síndrome compartimental abdominal en el 5%. 66, 79 La mortalidad en estos pacientes es de 35.3% cuando el lactato sérico es > de 4 mmol/l: Los pacientes que presentan alto riesgo de desarrollar hipertensión intraabdominal y síndrome compartimental abdominal son: 1. Pacientes con trauma abdominal abierto o cerrado. 2. Pacientes que requieren resucitación con altos volúmenes de fluidos (pancreatitis aguda, shock séptico, trauma, quemaduras severas). 3. Pacientes con contenido intraluminal incrementado (gastroparesia, íleo). 48 4. Pacientes con contenido intraabdominal incrementado (hemoperitoneo o neumoperitoneo, ascitis o disfunción hepática), o que cursan con complicaciones postquirúrgicas. La descompresión abdominal está indicada cuando la presión intraabdominal es mayor de 20 mmHg, con un pH < de 7.32 y signos evidentes de disfunción multiorgánica. 66, 80 Las medidas iniciales incluyen la colocación de una sonda nasogástrica o rectal, o la realización de paracentesis para evacuar líquido o ascitis. 66, 81 El no cierre de la fascia abdominal, resultando el abdomen abierto, es el mayor avance en el manejo de los pacientes con lesiones críticas. Su beneficio es prevenir o reducir la hipertensión intraabdominal y su consecuencia más grave, el síndrome compartimental abdominal. Las técnicas preferidas involucran los apósitos con succión negativa protegiendo la aponeurosis y los bordes de la piel.66, 82 Sin embargo, algunos autores manifiestan que el cierre temporal del abdomen, especialmente con el vacuum pack no previene el desarrollo del síndrome compartimental abdominal. La cubierta temporal del abdomen debe ser biológicamente inerte, sencilla, rápida, que presente protección a las vísceras, aponeurosis y piel, y que permita la reexploración de la cavidad abdominal rápidamente. Los materiales empleados para este fin son: Bolsa de Bogotá. Fue implantada por Borráez en Colombia hace aproximadamente 20 años. Se refiere a la bolsa estéril de líquidos endovenosos de polivinilcloruro 66, 83 o la bolsa estéril recolectora de orina. 66,84 Es fácil, rápida de colocar y económica; se la fija a los bordes de la herida o a la aponeurosis. Sin embargo, la recolocación repetida origina pérdida de tejido considerable.
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